• vidas en ruinas rachel van dyken pdf - Rachel Van Dyken

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  • Vidas en ruinas - Rachel Van Dyken - pdf Docer.com.ar

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    13 feb 2021 — ---Netflix, Johnny Deep, libros, pensamiento positivo ---respondo moviendo los hombros---. Créeme, si hubieras crecido en un pueblo como el ...

  • Vidas en ruinas (Amor en Seattle nº 1) Versión Kindle

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  • Rachel Van Dyken, Vidas en ruinas - Libros Letra Latente

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    28 mar 2020 — Rachel Van Dyken, Vidas en ruinas. No soy una chica normal. He estado huyendo de los recuerdos que me persiguen durante tanto tiempo que la ...

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    16 mar 2020 — Titulo: Vidas en Ruinas. Serie: Ruin Libro 1(Amor en Seattle). Autora: Rachel Van Dyken Paginas: 312. Formato: Papel ...

  • Vidas en ruinas by Rachel Van Dyken - Goodreads

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  • Vidas en peligro - Rachel Van Dyken - Babelio

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  • Serie Ruin - Rachel Van Dyken - SeduccionEntreLibros

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    27 sept 2016 — Pero si alguna vez alguien descubrió la verdad no sería más que su vida en riesgo - pero la de ella. Saylor no odia a los hombres. Sólo Gabe.

  • Atrapada en Libros : Rachel Van Dyken

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    Falling for the villain - M. Robinson & Rachel Van Dyken ... Amor En Seatle - Rachel Van Dyken. › #1 Vidas en Ruinas Sinopsis: No soy una chica normal.

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  • Vidas en Peligro (Amor en Seattle 2) de Rachel Van Dyken

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    Todos guardamos un secreto

  • Me llamo Lucy Barton de Elizabeth Strout

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    Hubo una epoca, hace ya muchos anos, en la que tuve que estar en el hospital durante casi nueve semanas. Era en Nueva York, y por la noche tenia desde mi cama una vista clara, justo enfrente, del edificio Chrysler, con su esplendor geometrico de luces. Durante el dia la belleza del edificio se atenuaba, poco a poco se convertia simplemente en una gran estructura mas recortada contra un cielo azul, y todos los edificios de la ciudad parecian distantes, silenciosos, remotos. Era mayo, paso junio, y recuerdo que miraba la acera desde la ventana y observaba a las mujeres jovenes - de mi edad- que habian salido a comer, con su ropa primaveral: veia sus cabezas moverse mientras hablaban, sus blusas ondeantes con la brisa. Pense que cuando saliera del hospital no volveria a andar por la calle sin dar las gracias por ser una de aquellas personas, y lo hice durante muchos anos, recordar la vista desde la ventana del hospital y alegrarme por la acera por la que andaba. Al principio fue una cosa sencilla: ingrese en el hospital para que me extirparan el apendice. Despues de dos dias empezaron a darme de comer, pero no podia retener nada. Y de repente se presento la fiebre. No fueron capaces de aislar ninguna bacteria ni de explicarse que habia salido mal. Ni entonces ni nunca. Tomaba liquidos por una via intravenosa y antibioticos por otra. Iban sujetas a un palo metalico con las ruedas flojas que podia arrastrar de un lado a otro, pero me cansaba en seguida. Fuera cual fuese el problema que se habia aduenado de mi, desaparecio a principios de julio, pero hasta entonces me encontraba en un estado muy raro -literalmente una espera febril-, y angustiada de verdad. Tenia marido y dos hijas pequenas en casa, echaba terriblemente de menos a las ninas y llegue a temer que la preocupacion por ellas me pusiera mas enferma. Cuando mi medico, por el que sentia un profundo afecto -era un judio de mofletes caidos que llevaba una delicada tristeza a sus espaldas, cuyos abuelos y tres de sus tias habian muerto en los campos de concentracion, segun le oi contarle a una enfermera, tenia una esposa y cuatro hijos mayores aqui, en Nueva York-, ese hombre tan encantador creo que sintio lastima por mi y se encargo de que mis ninas -tenian cinco y seis anos- pudieran ir a verme si no tenian ninguna enfermedad. Las llevo a mi habitacion una amiga de la familia, y vi que tenian la carita sucia, y tambien el pelo. Entre con ellas en la ducha, empujando el aparato de las vias, pero gritaron: <>. Estaban realmente asustadas. Se sentaron conmigo en la cama mientras les secaba el pelo con una toalla y despues se pusieron a dibujar, pero con miedo, quiero decir, que no se interrumpian cada dos por tres para decir: <>. Hablaron muy poco. Sobre todo la pequena parecia incapaz de decir palabra, y cuando la rodee con mis brazos vi que sacaba el labio inferior y le temblaba la barbilla: era una criaturita que intentaba con todas sus fuerzas ser valiente. Cuando se marcharon no me asome a la ventana para verlas andar por la calle con la amiga que las habia traido y que no tenia hijos.

  • Guerra y trementina de Stefan Hertmans

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    Poco antes de morir, un abuelo le entrega un par de cuadernos a su nieto. Sus paginas contienen la historia de una vida marcada por las tragedias del siglo XX en Europa, y en cuyo centro se esconde un secreto. Durante anos el nieto, el autor de este libro, guarda esos cuadernos sin leerlos, temeroso de dar el paso que abrira una caja de Pandora de recuerdos familiares. Cuando por fin se decide a hacerlo, se encuentra con anotaciones que hablan de una existencia intensa y dura, vivida con amor y empeno por superar las tragedias: la de su abuelo Urbain.

  • Atrapada en el espejo de Gemma Lienas

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    Laura Bellido es una joven arquitecta con estudio propio, un marido atractivo y simpatico y un hijo de seis anos. No tiene problemas economicos, ni de ningun otro tipo y parece una mujer feliz. Nada hace pensar que una noche, despues de una cena romantica para celebrar los exitos laborales de su marido, Laura acabara desnucada por las curvas de Garraf. Cuando Gina, su amiga intima que vive en el extranjero, recibe la noticia de su muerte, tiene el presentimiento de que hay algo que se le escapa. Esta intuicion inicial va tomando forma cuando se instala en Barcelona y profundiza en la vida, aparentemente estable, de su amiga. A partir de las conversaciones con la gente mas cercana a Laura, Gina empieza a encajar las piezas del cristal donde se esconde la verdadera historia de Laura.Gemma Lienas, con la habilidad narrativa que le caracteriza, construye una novela de gran tension psicologica que cautivara al lector desde las primeras paginas. De una profundidad conmovedora y llena de detalles reveladores sobre las relaciones de poder entre las personas, Atrapada en el espejo es una novela coral que se adentra en la complejidad de las contradicciones humanas.

  • Greed (Redemption 2) de Melanie Rogers

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    LOS ANGELES ES TIERRA DE PECADO, Y CUANDO VIVES EN EL INFIERNO, DEBES CONVERTIRTE EN DEMONIO PARA GOBERNAR.

  • Contra La Pared de Ruth M. Lerga

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    Era una vista a puerta cerrada, solo la jueza, un par de abogados y el responsable de Jefatura de la operacion a tratar se hallaban en la Sala del Juzgado de Instruccion de lo Penal numero Dos. Tras la exposicion y la presentacion de las pruebas la magistrada hizo muchas preguntas, despues pidio aclaraciones e inquirio documentacion. Y siguieron mas preguntas. El inspector Llagaria, de la Udyco, no era tonto y sabia que se iban a cepillar su orden de registro --una cagada del nuevo se habia cargado la prueba--, asi que trataba de mantener el aspecto sereno, a pesar de que por dentro estuviera hirviendo de rabia, mientras anticipaba en su cabeza lo que iba a escuchar; aunque no imagino tanta educacion, le concedio el punto a la magistrada: el unico punto que pensaba darle dado que iba a joderle a base de bien. --Me temo, letrado, que voy a tener que resolver la desestimacion de la solicitud de... --telita con el nombrecito, se dijo Laura, como cada vez que le caia en la mesa una de sus peticiones-- del Grupo IV de Estupefacientes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Brigada de la Policia Judicial de Valencia. Previendo ella cuanto iba a importunar su fallo, toco la campanilla para cerrar el juicio y comenzo a quitarse la toga a toda prisa, deseosa como nunca de largarse de la estancia. A veces, vigilar el estricto cumplimiento la ley era una mierda, y si ademas a quien cabreabas era a Martin Llagaria, entonces era una putada. Pensaba esconderse en el bano --si, huiria cual rata por tirante-- hasta estar segura de que se habia marchado del juzgado. Una lastima; solia buscar algun motivo de indole legal para tener una charla a solas con el en cuanto se presentaba la ocasion. Siempre se cenian a lo profesional, aquel hombre parecia tener menos sentido del humor que Risto Mejide, pero a ella le gustaba mirarle. A ella y, al parecer, a la mitad de las mujeres de la Ciudad de la Justicia de Valencia, porque cada vez que corria el rumor de que habia una causa de su unidad aparecian por el pasillo desde chicas del equipo de limpieza hasta companeras de magistratura, haciendose las encontradizas, muy cucas ellas. Un tio bueno era un tio bueno y eso no entendia de edad, condicion o estado civil, que a fin de cuentas a nadie le amarga un buen dulce. Sobre sus tacones de aguja de diez centimetros y medio enfilo el pasillo sintiendo como los abogados le taladraban la nuca y salio directa a los banos de caballeros, que estaban casi al lado, metiendose en el aseo de minusvalidos. Ya dentro se sento sobre la taza, cerrada, se quito los stiletto dejandolos caer con placer y estirando los dedos de los pies para relajarlos, y saco del bolso el Kindle. <>. No contaba con que su huida solo aumentaria la mala leche del policia, que la siguio dispuesto a decirle un par de cositas sobre su sentencia. Se sorprendio al verla entrar en los lavabos equivocados. Aunque pensandolo bien, tanto mejor para el: la intrusa seria ella. Abrio la puerta menos de medio minuto despues, se aseguro mirando por debajo de las puertas de que no hubiera nadie mas -- reconocio sus zapatos en el ultimo cubiculo, el mas grande, y no encontro mas pies en los otros banos--, y coloco el cono con el aviso de <> fuera de los aseos, en el pasillo, cerrando tras el. Laura oyo que alguien entraba pero le dio igual, estaba acostumbrada a que otros usaran el vater mientras ella estaba alli, en uno de los poquisimos lugares sin cobertura telefonica en todos los juzgados. Asi que los escuchaba orinar y se entretenia contando cuantos se lavaban las manos despues. Estaba molesta con toda la situacion de aquel proceso: que un error de novato la obligara a rechazar un registro de sota, caballo y rey y tener que denegarselo, para colmo, precisamente a Llagaria. De todas las veces que habian coincidido en los tribunales, aquella era la primera oportunidad que habria tenido de verlo en la calle. Se corrigio al punto: de que la mirara fuera de su trabajo. De haber aceptado, habria podido ir con su unidad hasta el domicilio del presunto delincuente y asi la habria visto por primera vez sin la horripilante bata negra, bajo la que podia esconderse un cuerpo espigado como el suyo o uno enorme como el del juez Rosales, tan ancha era la maldita toga. --?Senoria? !?Pero que mierdas...?!, interrumpio sus pensamientos aquella voz que creyo reconocer como la del inspector. <>, se mofo. --Senoria --repitio la voz de nuevo, y si, para su histeria y sus ganas si que era el--, no se esconda, se que esta en el aseo de minusvalidos, veo la suela roja de sus zapatos, ?puede salir? O como diria usted: me temo que tengo que resolver pedirle que salga --acabo con retintin. Vaya, al parecer podia ser gracioso cuando queria, el colega. --Haz lo que tengas que hacer y dejame --le respondio con voz autoritaria. Era la primera vez que la descubrian alli y se sintio algo avergonzada, pero tambien invadida, aquel era, despues de todo, su refugio. Martin sintio que le estaba vacilando: le tuteaba cuando el la habia tratado segun la formalidad establecida, le hablaba como si la enfadada fuera ella y, para colmo, le echaba del bano de hombres. Iba lista si pensaba que se marcharia. --Lo que voy a hacer es empezar a cagarme en todo. Laura torcio el gesto, divertida por su expresion, y le respondio desde la proteccion que la puerta le ofrecia. --Si lo que desea es defecar ha venido al lugar adecuado, enhorabuena. Por favor, tenga la bondad de hacer uso de mi envio cuando acabe. Y dio una patadita al bote de ambientador que tenia escondido detras del inodoro, que la habia salvado de morir por gases toxicos en mas de una ocasion. El frasco rodo por el suelo hasta el. No le hizo ninguna gracia la bromita. --Lo que quiero es hablar contigo --!a la mierda los formalismos! --, asi que sal de ahi. --Largate --insistio, rebelde. No tenia ganas de enfrentamientos estando enfadada. --No me ire hasta que no salgas --le insistio, con el tono de quien habla con una cria cabezota. Martin incluso se cruzo de brazos, como si ella pudiera verlo, y apoyo un hombro contra la pared. ?Hablaria en serio?, se pregunto Laura. ?Seria capaz de esperarla? Habia huido cual rata y la habia atrapado en su propia ratonera. Claro, como estaba como un queso, el tio... --Puedo denunciarte por acoso --probo de ahuyentarlo. --Y yo hacer saber a todo el edificio que te acosaba en el vater de tios. ?Sales? Una tenia que saber cuando habia perdido y aquello era una derrota en toda regla. --Voy --le confirmo, asegurandose de que su voz se oyera de lo mas digna. Se calzo de nuevo con calma, se aliso la falda, estiro los punos de su camisa y tiro de la manija. Nada. Repitio la maniobra un par de veces, extranada. Nada de nada. Martin escuchaba desde fuera los ruidos de la cerradura bloqueada. --Quita el pestillo --le pidio, exasperado. --El pestillo salta solo cuando abres, listillo. Oyeron los dos como le daba otra vez al manubrio, sin exito. --?Es un truco para no encararme? --Porque era lo que le faltaba para acabar de calentarse del todo. --No digas chorradas e intentalo tu. --A pesar de no estar asustada, su voz salio algo mas aguda. Aquello no le estaba haciendo ni pizca de gracia. El policia se separo de la pared y trato de abrir la puerta, pero no pudo. --Creo, senoria, que te has quedado encerrada. --!Pues haz algo, joder! Levanto las cejas al escuchar la palabrota: la magistrada era siempre muy correcta, jamas la habia escuchado jurar en arameo. --?Tienes algun problema con los espacios cerrados? --se preocupo por ella. --?Tienes tu algun problema en abrirme? --lo reto a cambio, con voz seca. Solto una carcajada sin poder evitarlo: asi que aquella mujer tenia genio e ingenio, despues de todo. Las veces que habian hablado le habia parecido muy seria, distante incluso. Le resultaba imposible mantener una conversacion personal con ella y saber algo de su vida, !y eso que su trabajo consistia en averiguar cosas sin que se notara que interrogaba! Desde el otro lado de la puerta a Laura le sorprendio el sonido: nunca le habia escuchado reir. Asi que despues de todo el inspector no era tan formalito, se animo. Lo veia siempre tan serio y correcto, con su uniforme y su semblante grave. --Pues dadas las circunstancias, creo que podriamos aprovechar para tener una pequena conversacion. Justo de lo que ella habia tratado de escaquearse, metiendose alli. --Esto es un vater, no un confesorio. Abre la puerta y no me agobies. --?Estas segura de que no tienes claustrofobia? --!Que abras la puta puerta, te digo! --perdio las formas, nerviosa. Ya no sabia si era el encierro lo que la estaba poniendo medio histerica o era que el pareciera estar divirtiendose a su costa. Y no es que fuera orgullosa, el humor era su via de escape y se mofaba de todo, de ella misma la primera, pero Martin Llagaria la ponia tensa, estaba demasiado bueno. Sus hombros anchisimos, la enorme espalda, los ojos negros, el pelo ondulado del mismo color --no lo llevaba tan corto como otros companeros suyos-- y su voz. Era grave, sexi. Fijo que podria haber trabajado en una linea caliente. La ponia muy tensa y le ponia un poco, dicho fuera de paso. Ante la exigencia, gritada de malos modos, se puso en accion. Saco del bolsillo unos ganchos y se arrodillo delante de la puerta. --Dame un minuto, llevo un juego de ganzuas, voy a ver que puedo hacer... --Que bien preparado vas, ?no? --se burlo ella, volviendo a descalzarse, sentandose otra vez--. Ni MacGyver. --?Conoces a MacGyer? --lo escucho casi interrogarla con diversion--. Te hacia mas joven, ?cuantos anos tienes? --!Vete a la mierda! Tengo un hermano mayor, eso es todo. -- Pasaba de su interrogatorio. De nuevo Laura lo escucho reir. Deberia sentirse halagada porque la viera tan joven como para no conocer la serie del agente que con un chicle y un petardo te hacia una bomba atomica; y total, tenia solo treinta y tres anos. --Confiesa tu edad o dejare de hurgar en la cerradura. Y como para hacerle saber que iba en serio, dejaron de escucharse los ruiditos del gancho removiendose. La amenaza funciono. --La dichosa edad de Cristo. --Eso explica que seas un martirio. --!Oye! --se quejo, mas seria esta vez. --Olvidalo. Nada --se rindio--, que el maldito pomo no salta. --Sigue intentandolo. --No tiene caso. Por cierto, ya podrias usar el <> alguna vez --le reprocho al tiempo que seguia probando a ver si podia hacer saltar el pestillo, poco esperanzado. --Por favor, puerta, abrete --dijo burlona, evitando pedirselo a el. --?Quien te crees que eres, Ali Baba? Deberias probar entonces con <>, ?o no te contaron bien el cuento? --!Tu si que tienes cuento! A ti esto te divierte, ?no? La idea de llamar a los bomberos y que todo el mundo se entere de que suelo encerrarme aqui. Que perra tenian las mujeres con los bomberos, de verdad. Si la gente respetara la mitad al Cuerpo Nacional de Policia otro gallo les cantaria. Pero no, todo para el equipo rojo, nada para el equipo azul. --Entiendo por tus palabras que el hecho de que hoy estes aqui no es algo excepcional, por tanto. --Abre. La. Puerta. --No. Puedo. --!Pues dale una patada y adentro, joder! --acabo por exasperarse. Martin estaba cachas, debia hacer ejercicio muy a menudo, pesas si tenia que apostar. Podia tumbar la puerta si queria, como en las peliculas. --La puerta se abre hacia afuera y la ley Corcuera --que permitia abrir una puerta sin permiso del juez si se sabia que se estaba delinquiendo detras de esta-- fue declarada inconstitucional en 1993, deberias saberlo. --Si siguiera vigente no habrias venido esta manana al juzgado a pedirme un imposible, como si yo fuera el genio de la lampara. Se maldijo por sacar el tema de su sentencia. --Hablando de eso... --?De mi genio? --se esperanzo. --Sabes que no. --?De mi fallo, entonces? --se resigno. --Me alegro de que reconozcas que ha sido un fallo garrafal, me has ahorrado medio discurso. --Dejate de gilipolleces y sigue con la ganzua... --le espeto. No queria hablar del juicio, de verdad que no queria.

  • El pequeno libro de las grandes feministas de Julia Pierpont

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    En este luminoso volumen, la exitosa escritora del The New York Times, Julia Pierpont, y la artista Manjit Thapp combinan biografias breves, vibrantes y sorprendentes con preciosos retratos de “santas” seculares, campeonas de la fuerza y el progreso: mujeres que sacudieron la tierra, rompieron techos e hicieron explotar los moldes.

  • Khalil de Yasmina Khadra

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    Khalil es un joven de origen marroqui que vive en Belgica. Alejado de la mayor parte de su familia, pasa el tiempo con los ” hermanos ” de la mezquita local y con sus dos amigos de la infancia, Rayan y Driss. Rayan se ha integrado con exito en la sociedad, pero no ha ocurrido lo mismo con Khalil y con Driss que, sintiendose rechazados por esa misma sociedad, van a terminar en una celula terrorista. Khalil y Driss han aceptado inmolarse en Paris, durante un partido internacional entre Francia y Alemania, junto a otros ” hermanos ” . Llegado el dia, tras oir tres deflagraciones, Khalil debe acudir a algun lugar donde haya una gran concentracion humana para inmolarse.

  • El Secreto de la senorita Sinclair de Amylynn Bright

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    Anna Sinclair es una inglesa que se niega a asentarse; no si todas sus amigas han encontrado el amor. Cuando recibe un mensaje diciendo que su padre, el general Sinclair, esta perdido y se lo presume muerto en America poco despues de la guerra de 1812, sabe que no tiene nada que perder yendo a buscarlo. En un pais salvaje, tendra que navegar por el rio Mississippi, atravesar kilometros de bosque, terremotos, indios y un capitan americano absurdamente atractivo.

  • Nuestro tiempo perfecto de Leah Heart

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    Viola Halley, estudiante de los primeros anos de Historia del Arte en la Universidad de Saint Andrews, durante una de las visitas de aprendizaje de campo en una de las galerias del Londres se ve atraida por la pintura del joven Duque de Somerset.

  • Que nadie toque nada de Blas Ruiz Grau

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    El mundo de la ficcion se ha encargado de vendernos una imagen que quiza dista demasiado de lo real cuando hablamos de la investigacion de un crimen. Series de television que muestran a criminalistas trajeados en un escenario no ayudan a que esa veracidad se muestre.

  • Una cita con la Lady de Mateo Garcia Elizondo

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    <> El protagonista y narrador de esta novela va en busca de la cita definitiva con la lady en forma de polvo blanco, y para ello emprende un viaje al final de la noche en el que se sucederan los encuentros con personajes inquietantes, con los fantasmas de los amigos muertos por el camino, con los recuerdos de la gran ciudad que ha dejado atras y con su propio pasado.
    La primera frase de la novela evoca el mitico inicio del Pedro Paramo de Rulfo, y hay en sus paginas ecos del grotesco carnaval mexicano de autodestruccion de Bajo el volcan de Malcolm Lowry. Con una prosa envolvente e hipnotica, Mateo Garcia Elizondo narra, en este asombroso y extraordinario debut, un viaje al corazon de las tinieblas, el espectral descenso a los infiernos de un adicto que se adentra en una senda con un unico destino posible, que esta cada vez mas cerca.

  • Tristeza de los citricos de Liliana Blum

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    Sabado al fin. Lucia se levanto de la cama con ese pensamiento y una sonrisa. Las ensonaciones que acumulo en su mente durante todos los otros dias iban a tomar forma al fin. La semana habia sido eterna. Asi eran todas desde que conocio a Marcelo. Camino por el pasillo rumbo a la cocina, moviendo un poco las caderas al ritmo de una musiquita dentro de su cabeza. La casa olia a encierro: abrio la ventana que daba al patio y el jardin. Se habria fijado en el polvo acumulado en el alfeizar, pero algo mas capturo su atencion. Una de las macetas parecia haber sufrido un ataque con granada: sus entranas de tierra expuestas, fragmentos de planta y trozos de barro yacian dispersos por los adoquines. No eran ni las ocho de la manana. Sin pensar, su dedo indice fue a posarse sobre el lagrimal para quitarse una lagana: tardo unos segundos en procesar la totalidad de la escena. No era muy buena para la jardineria, pero intentaba mantener vivas las plantas en las macetas mas bonitas que podia encontrar: un ama de casa se valora por la limpieza de su hogar, el cuidado de su jardin y el buen cuerpo a pesar de los hijos. Por la brutalidad de la imagen no habia advertido en primera instancia al Capitan Capibara, pero el grito de Eloisa la arranco de tajo de aquella mezcla de indignacion e incredulidad ante el destino de las violas. Se sorprendio por encontrar a su hija alli. ?Por que le afectaba a ella la tragedia de aquella planta si la unica preocupacion de la nina a esa hora era ver Discovery Kids? Aquello era tragedia para senoras de cierta edad. Su abuela solia decir que una maceta rota en la manana era presagio de un mal dia que solo empeoraria a medida que corrieran las horas. Pero Lucia no era supersticiosa, sino pragmatica. Aquello solo significaba mas trabajo para ella. Las caritas formadas por las motas de los petalos regadas entre la tierra contribuian a dar el efecto de una masacre. Cerro los parpados y se convencio a si misma de que ese accidente no podia arruinar su sabado: nada que no pudiera resolverse con una visita al vivero, una escoba y un recogedor. El sabado era el mejor dia. Algo tan nimio como eso no cambiaria sus planes. Abrio los ojos y percibio el cadaver del cobayo. Extendido tras una tortuga de barro que albergaba a las dalias, con la cabeza destrozada por detras, parecia llevar una corona de cuajos de cerebro y sangre. Comprendio al fin el grito de su hija que, aullando, tiraba con fuerza de su ropa, como si quisiera castigarla a ella por la muerte de su mascota. ?Le daria tiempo a limpiar aquello antes de su cita? II Un, dos, tres, cuatro... y cinco. Lucia conto despacio, con parsimonia, antes de cortar el chorro del aceite y poner el sarten sobre la flama. Vertio todo un tramo de chorizo hasta verlo expulsar su propia grasa rojiza sobre el teflon. Luego de unos minutos, cuando el aroma inundo la cocina, fue rompiendo uno a uno los cinco huevos para incorporarlos. El desayuno tan bellamente dispuesto frente a el provoco en Cesar esa expresion de gula que ella conocia muy bien: un vaso con medio litro de jugo de naranja, una taza de cafe con leche, cinco tortillas de harina y los huevos con chorizo, brillantes como charol. Lucia lo miro engullir aquello desde la puerta de la cocina. El doctor le habia prohibido grasas, azucares y alcohol, ademas de haberle ordenado una vida menos sedentaria. Prediabetico, hipertenso, con mas placa en las arterias que un hombre del doble de su edad, el candidato ideal para un infarto. Pero su marido no daba indicios de entender los riesgos de ignorar las recomendaciones medicas. ?Por que, entonces, le habia preparado Lucia aquel desayuno? Era obvio: no lo queria y le daba igual lo que le pasara; aun mas, si se moria pronto por comer asi, mejor. No. No era cierto. Lo hizo porque lo amaba tanto que no podia negarle nada, porque lo respetaba y sabia que era un adulto capaz de tomar sus propias decisiones, y no queria actuar como si fuera su madre. Regreso a la cocina. El reloj con silueta de cafetera de la pared parecia estatico. Se volvio a sentir como en la primaria, contando los minutos para salir de clase. Comenzo a preparar un huevo estrellado y sirvio un vaso de leche con chocolate para Eloisa. Cuando escucho la voz de Cesar, estaba a punto de ponerle unos ojitos de catsup a la yema. --?Por que esta llorando la nina? Lucia enderezo la espalda y respiro hondo para controlarse: le crispaba que Cesar se refiriera asi a su hija, sobre todo porque Eloisa estaba sentada frente a el en la mesa. ?No podia preguntarle? Desde la barra de la cocina, ella grito como si estuviera muy lejos: --Elo, dile a tu papa que paso. Lucia termino de pintarle una boca a la cara amarilla y decoro las orillas con picos rojos para simular un sol. Le puso un popote al vaso y contemplo su obra: podrian decir lo que fuera de ella, pero nunca descuidaba a su hija. Al contrario, detalles como este hacian que Eloisa diera grititos de alegria y se colgara de su cuello para decirle que era la mejor mama del mundo. Pero hoy el esfuerzo se veria neutralizado por la muerte del roedor vegetariano que la esclavizaba obligandola a cortar dos veces al dia trozos de apio, zanahoria y lechuga para alimentarlo. --Mataron al Capitan Capibara, papi. La voz de Eloisa se quebro; la nina sorbio mocos y luego uso el dorso de la mano para limpiarse. Lucia entro en ese momento y puso el huevo-sol frente a su hija. Cesar hizo contacto visual con ella, esa expresion patetica de perfecto inutil, como siempre que no sabia como actuar con Eloisa. Con el paso de los anos, ambos habian llegado a perfeccionar aquella comunicacion no verbal hasta llegar a niveles insospechados: incluso a veces podian mandarse al carajo con un simple gesto, o incluso un suspiro con la fuerza adecuada. Se acerco para recoger la taza vacia de su marido y le susurro: --El cuyo --luego, en voz mas fuerte--: voy a traerte mas cafe. --?Que le paso al cuyo, mija? --pregunto el con falsa seguridad. --Tenia la cabeza toda explotada por atras. --La nina se cubrio la cara con las manos y se solto a llorar--. Solo tenia su carita... Lucia contuvo el aliento por unos segundos haciendo acopio de paciencia. Tras descubrir el cadaver, le habia tomado casi media hora hacer que su hija dejara de llorar y ahora estaba chillando otra vez. ?Podria volver a calmar a Eloisa y aun asi llegar a tiempo a su cita? --?La cabeza, dices? --Cesar introdujo un tenedor lleno de huevo en la boca y ella rogo a los cielos que no continuara hablando mientras masticaba. ?Pero cuando han escuchado los santos las plegarias de una esposa?--. Si le arranco la cabeza, entonces fue un cacomixtle --dio un trago a jugo de naranja--. No hay duda. El hombre masticaba y discurria al mismo tiempo sobre los habitos depredadores de esos animales. El ruido de la comida triturada, la saliva haciendo su parte en el proceso de deglucion y la mandibula moviendose obligaron a Lucia a recoger rapido algunos trastes usados y volver a la cocina en busca de refugio. Era repugnante. Quisiera pensar que si de novios lo hubiera visto hacer algo asi, jamas se habria casado con el. ?Estaba ciega? ?O a partir de cierto tiempo a el dejaron de importarle los modales? Al menos Eloisa ya habia dejado de llorar y escuchaba con interes la informacion sobre el asesino del Capitan Capibara. Lucia abrio el grifo para lavar los trastes. Mezclada con el sonido del agua, llegaba a sus oidos la voz de su marido describiendo el modus operandi de los cacomixtles. El olor a huevo del sarten le provoco nauseas y tuvo que verter un chorro de cloro en gel en el recipiente del jabon. Eso arruinaria la suavidad de sus manos; tendria que usar una buena crema para revertir el efecto. Era sabado y necesitaba que su tacto fuera el mas terso del mundo. III Consulto su telefono: faltaba una hora para el inicio de su primera clase. La de reposteria habia sido recomendacion de su mama y la de natacion, de la suegra. El camino al corazon de un hombre es a traves del estomago, habia dicho su madre, una de las mujeres mas ingenuas que Lucia conocia. Tal vez por eso creia que usar refranes populares era el mejor vehiculo para transmitir la sabiduria. Como las parabolas de Jesus a sus discipulos, decia con una mano en la cintura y la otra tocando el crucifijo que pendia de su cuello. Parecia una taza: una taza muy devota. La suegra, en cambio, abatida por la obesidad y la diabetes, era menos religiosa y mucho mas pragmatica. Una tarde, durante una comida familiar, se habia acercado a su nuera para apretarle con el indice y el pulgar una lonja sobre la cintura. <>. Lucia la contemplo como si no creyera lo que habia oido: ?como se atrevia a decirle algo asi, ella, que parecia una ballena? Entonces, como si fuera psiquica, la suegra agrego: <>. Luego exhalo: se agitaba por cualquier movimiento, hasta por hablar. El papa de Cesar no volvio a tocarme desde que me puse asi. Lucia habia comenzado a apilar los trastes para llevarlos al fregadero. La senora la seguia del comedor a la cocina, esperando una reaccion, pero ella apreto los labios y tenso la quijada en directa proporcion a como se sentia ofendida. <>. En ese instante, las dos hicieron contacto visual. Sus ojos parecian decir: sabes a lo que me refiero. Metio en su maleta deportiva traje de bano, gorra, toalla, goggles, y un estuche en donde guardaba el champu, jabon, desodorante, crema corporal y perfume, luego puso su delantal y una cofia en una bolsa de plastico que guardo junto con lo demas. Frente al espejo, sumio el vientre. Eloisa se quedaria en casa con Cesar un rato, pero mas tarde el la dejaria con alguna de las abuelas, que se peleaban por cuidar a la unica nieta en ambas familias. Los sabados por la tarde el jugaba futbol con sus amigos. Aunque aquello sonaba como una actividad atletica, en realidad se trataba de un partido en el que todos los jugadores, panzones y con calcetines que les cubrian las pantorrillas, se quedaban parados lanzandose pases mediocres con la pelota. Si alguno llegaba a correr, era solo por unos diez o veinte metros antes de parar y encorvarse para recuperar el aliento con las manos apoyadas en las rodillas. Media hora despues llegaban a la conclusion de que ya habian hecho suficiente ejercicio y buscaban una sombra, abrian la hielera y sacaban las cervezas. En el hipotetico caso de que alguno hubiera llegado a quemar alguna caloria, la recuperacion del partido los hacia volver a su casa mas gordos que al salir a la cancha. Pero eso si: la culpa habia sido de Lucia y sus kilos de mas por el embarazo; sus estrias y la grasa extra en su cuerpo habian provocado que Cesar le fuera infiel. Como si las gallinas fueran responsables de que las degollaran por tener plumas. Era estupido. No tenia logica. Y sin embargo, esa habia sido su excusa. Termino de quitarse la ropa y la arrojo con fuerza al cesto de mimbre en el bano. Desnuda, tomo la crema depilatoria y se agacho para untarla en sus piernas. Un olor quimico y punzante impregno sus pulmones. Esta sustancia no podia ser buena, pero no tenia tiempo ya de depilarse con cera caliente. Eloisa asomo su cabecita por la puerta del bano: --Mami, ?vamos a comprar otro cuyo? Doblada hacia el frente y con las manos embadurnadas de blanco, Lucia tuvo una vista privilegiada de las lonjas de su vientre y de sus pechos colgantes. Penso en las perras callejeras. Se irguio de inmediato y succiono aire antes de enfrentarse con el espejo para comprobar que aquella imagen era reversible con tal solo cambiar de posicion. Estoy hecha una vaca, penso. No hablo en voz alta porque la psicologa de la escuela les habia advertido que los comentarios vengativos sobre el cuerpo moldeaban las mentes de las ninas. Un futuro de anorexia, bulimia y frustracion perpetua las esperaba si escuchaban a sus madres denostar sus propias figuras. --Vamos a ver, mi amor. --El reloj indicaba que ya habian pasado los tres minutos requeridos. Tomo el rastrillo sin filo para remover la crema--. Si va a andar libre en el jardin como el otro, lo va a matar tambien ese animal. --Se llama cacomixtle. --Habia un cierto aire de superioridad en la vocecita de su hija. Le fascinaba poder corregir a su madre--. Pero puede vivir en una jaula. --Eso, el cacomixtle. --Lucia enjuago el rastrillo en el lavabo y vio caer grumos de crema y vellos negros--. Si lo ponemos en una jaula se va a morir de tristeza. Eloisa puso cara de compungida, como siempre que estaba a punto de hacer un berrinche. Maravilloso. ?Por que no podia ir a importunar al papa que no estaba haciendo nada? Su marido le habia sido infiel con la asistente del contador que llevaba las cuentas de su microempresa. El idiota habia cerrado la ventana del navegador, pero sin salir de su cuenta de correo electronico, una direccion que Lucia desconocia. A la hora en que se sento a revisar sus mensajes en la computadora familiar, se encontro con la bandeja abierta y una carta no leida. Era una carta de amor cursi y con pesima ortografia. Cuando Cesar regreso del trabajo hubo gritos e incluso algunos ridiculos punetazos que lanzo Lucia y que el neutralizo sin problema tomandola de las munecas. Mientras montaba su escena, Cesar se defendia diciendo que no era su culpa que ella hubiera perdido interes en el sexo y que lo tuviera abandonado, ocupada a tiempo completo con la bebe. Eso, sin mencionar lo mucho que habia engordado durante el embarazo. --Elo, no llores. A lo mejor compramos un gatito. --Se acerco a la nina y le acomodo el cabello detras de las orejas--. O tal vez un cachorro que no vaya a crecer mucho. La carita infantil se ilumino con aquellas palabras y Lucia no pudo dejar de experimentar un estrujamiento en el corazon, un dolor bueno, tierno. Si por atender a esta criatura el cerdo de su esposo habia corrido a los brazos de esa puta, bien habia valido la pena. Con el tiempo, la terapia, la inercia y las intervenciones de su madre y suegra, que terminaron enterandose, el matrimonio se habia repuesto de aquel <>. La infidelidad habia sido un episodio del pasado, como aquella vez que la lavadora se descompuso o ella olvido sacar un pollo del horno y la cocina quedo apestando a quemado durante dias. Pero no habian dado los pasos necesarios para resolver el problema de fondo. Solo lo guardaron al fondo del closet, como los regalos que no gustan pero no se pueden reciclar. Lucia no lo perdonaria nunca. --?De veras, mami? --Si --Lucia se puso un sosten que le aumentaba el busto un par de tallas y que la hacia parecer una paloma golona. Analizo su cuerpo desde varios angulos y se puso perfume en la y griega que se le formaba entre los pechos rebosantes--. Aunque papa no quiera. IV Lo que Lucia tenia con Marcelo era sexual. Tras conocerse, nunca se habian visto fuera del motel: jamas habian compartido una comida o ido al cine. No conocian a ningun miembro de sus respectivas familias y nunca irian juntos al supermercado. Ella no le traeria a la cama un remedio para la gripa ni el la veria recien levantada y sin maquillaje. Ningun futuro. Solo sexo. Marcelo la hacia sentir ligera, sin peso, radiante incluso, como una medusa que flota en el oceano y no piensa nada porque no tiene cerebro. Al volver a casa tras estar con el, Lucia permanecia varias horas suspendida en esa ingravidez deliciosa, como cuando de nina patinaba durante horas y al quitarse los patines tardaba en adaptar de nuevo sus pies al piso. Encendio la luz: siempre la sorprendia la distribucion de los muebles, que podia variar de un cuarto a otro; el kit de condon, champu, jabon y pastillas de menta sobre el lavabo; la regadera de paredes transparentes, visible desde la cama. El aroma a productos quimicos queria enmascarar los olores sexuales de las parejas que habian estado alli, pero a ella le parecia que mas bien los exaltaba. Marcelo bajo la hielera del carro; saco una cerveza para el y una bebida preparada de lata para Lucia. Si las rutinas de su vida domestica le resultaban tediosas, las que habia desarrollado con su amante la prendian: quedarse de ver cerca de la escuela de reposteria, dejar su carro alli y subir al de Marcelo, que la esperaba sonriente, oliendo a locion Calvin Klein y con una cara que la hacia sentir como si ella fuera lo mejor que le habia sucedido en toda la semana, manejar hasta el motel en las afueras de la ciudad, ponerse una gorra deportiva y lentes oscuros antes de entrar. Luego sexo por el tiempo exacto de sus clases de reposteria y natacion juntas, y regresar a casa banada, como si hubiese nadado. Pocas veces hablaban de camino al motel: apenas sobre el clima, si Marcelo habia tenido que esperarla mucho tiempo, la falta de fluidez en el trafico. Aunque el conocia la situacion de Lucia y la existencia de una hija (la cicatriz de la cesarea y las estrias eran imposibles de pasar por alto), no sabia detalles de su vida. Ya en el cuarto, el intercambio de palabras entre ambos se reducia a peticiones especificas o a indicativos de que algo iba bien. Entre ellos habia sexo y nada mas. Ese era el proposito del oasis. Lucia dejo la bolsa sobre el tocador y acepto la bebida que Marcelo le puso en la mano. Sentados muy cerca uno del otro, en la orilla de la cama, bebieron en silencio sin quitarse los ojos de encima. Necesitaban tiempo para pasar de sus respectivos mundos a este privado, como el pez angel que hace un ano le habia comprado a Eloisa. Segun el empleado de la tienda de mascotas, era necesario ponerlo en la bolsa de agua dentro de la pecera de la casa, y abrirla poco a poco. <>. Asi con ella: requeria un periodo para que su cerebro, pero sobre todo su cuerpo, supiera que ahora estaba con Marcelo. Al terminar su margarita, Lucia se sintio aclimatada al olor de Marcelo, a la textura de su piel. Se desvistieron sin ayudarse y se acercaron para cerciorarse de la realidad del cuerpo ajeno. Se besaron despacio al principio, pero a medida que se adentraban uno en el otro, sintio la urgencia de besarlo mas rapido y de modo casi violento, como necesitara devorarlo. Estaba acostumbrada a gritar muy fuerte cuando cada particula de su ser se estremecia con lo que ella solo podia definir como felicidad. Esta vez no pudo: ya estaba cerca, pero perdio el impulso a mitad del camino, igual que un jabon que se resbala entre las manos. Cambiaron de posicion varias veces y por fin fingio su orgasmo. ?Para que alargar el tormento? Poco despues, Marcelo se convulsiono debajo de ella con ese ruido animal y viril que a Lucia le parecia el sonido mas hermoso del planeta, pero que hoy estaba manchado de rencor. El si, pero ella no. Se dejo caer de espaldas sobre la cama, brazos y piernas extendidos como una estrella de mar, la vulva humedecida. El ambiente impregnado de su propio olor marino, del sudor de los dos, de semen, oscilaba sobre ellos como el Espiritu Santo en el libro de catecismo de su hija. Lucia giro la cabeza hacia Marcelo, que ostentaba ese gesto de agradecimiento y satisfaccion que tienen los hombres despues de eyacular. Cuando lo vio por primera vez, nunca imagino que terminaria asi con el, esperando a que el ritmo cardiaco se les normalizara y el sudor se secara en la piel mientras el cansancio del orgasmo les recorria cada fibra de sus musculos. Movio la mano hasta tocar la de Marcelo: entrelazaron los dedos y ella cerro los ojos. Se habian conocido en un negocio de insumos para oficinas y escuelas. Lucia hacia fila para sacar fotocopias; el revisaba unos mapas sobre el mostrador perpendicular a ella. ?Arquitecto? Marcelo la sorprendio mirandolo y le sonrio. Sin duda soltero. Tenia aun ese aire de osadia y ligereza de espiritu que nunca sobrevive a los primeros anos de matrimonio. Ella se sonrojo: hacia anos que no coqueteaba, anos tambien sin que un hombre la mirara asi. Al levantar la cara para darle al empleado el cuaderno con las recetas de la abuela para fotocopiar, se dio cuenta de que el seguia mirandola. Sin mas la invito a un cafe. ?Que encontro en sus ojos que intuia la posibilidad de que ella aceptara? ?O era algo que hacia con todas? No importaba. Habia aceptado de inmediato, sintiendo un calor intenso que la recorria completa. Era como una de esas comedias romanticas: se emocionaba a una distancia segura. Pero de pronto se habia convertido en el personaje principal, sentada en un cafecito con decoracion retro y frente a un hombre mucho mas joven que ella. Contra todos los consejos maternos y de revistas femeninas, tuvo sexo con el en la primera cita, si es que a eso se le podia llamar cita. Si se habia vuelto un personaje de pelicula cursi, una mujer que en realidad no era ella, ?que mas daba? La noche despues de haber estado con Marcelo por primera vez, Lucia paso por todos los estados posibles: feliz, angustiada, feliz, arrepentida, feliz, entusiasmada, feliz, avergonzada, feliz, con ganas de repetir. ?Pensaria el que era una puta que hacia eso con cualquiera? Tras varias vueltas sobre el colchon habia decidido que no importaba: nadie, salvo ellos, lo sabria. Ademas, si no la tomaba en serio, era irrelevante: ella ya estaba casada. ?No era ese el unico proposito de ser tomada en serio? Lucia se coloco a horcajadas sobre las caderas de el y le regalo la vista de su cuerpo entero. Coloco sus palmas abiertas sobre el pecho y jugo con esos vellos oscuros y gruesos. Quiso iniciar el sexo otra vez, pero no pudo. El deseo la habia abandonado y se sentia sin fuerzas, como un juguete sin baterias. El la jalo hacia si para besarla: ella correspondio sin ganas y fue evidente para los dos. --?Que pasa? Quien sabe si fuera el dia del mes (faltaba una semana para su periodo), o si en verdad la escena del cuyo la habia afectado mas de lo que pensaba, pero la tristeza ensombrecio su cara. Nunca habia sido buena para ocultar sus estados de animo: su desolacion era evidente. No hubiera querido contaminar este espacio, lo que sea que Marcelo y ella tenian, con el tedio de su otra vida, con sus problemas de ropa sucia, las fechas limites de pago, comidas balanceadas o como limpiar un dibujo con crayola de las paredes. Pero ante la pregunta de Marcelo, su cerebro no tuvo mas opcion que contarle lo que habia pasado esa manana: la maceta, el cuyo, el llanto de Eloisa, la actitud desesperante de Cesar, la culpa que la embargaba por haberse reunido con el cuando su hija se habia puesto tan mal. --?Que es un cuyo? Lucia puso los ojos en blanco por un segundo. ?Que pasaba con el vocabulario de los jovenes de hoy? --Es lo mismo que un conejillo de indias --intento que su voz no adquiriera el tono didactico que usaba con su hija. Marcelo tenia cara de no entender--. Los animalitos que usan en los laboratorios para experimentar... Tampoco. Los roedores no estaban en el repertorio de conocimientos de su amante. Iba a agregar que los cuyos eran un platillo muy apreciado en Peru, pero el ya estaba tocandole las tetas y no era precisamente agradable. --Basta --tomo las munecas de Marcelo--. No me estas escuchando. Vio la expresion de su amante: impaciencia, fastidio. Queria sexo y ella estaba hablando de sus sentimientos. Un parpadeo. El deseo de Marcelo de estar en cualquier otra parte. Quizas con una mujer de su propia edad, con preocupaciones de chica joven y sin hijos. Un segundo, pero alli estaba, era evidente. ?Lo habia arruinado todo? Un silencio incomodo se concentro en el aire, como la humedad pesada antes de una tormenta. Marcelo se puso de pie y comenzo a vestirse. --Quede de llevar a mi hermana al centro comercial. Tal vez la maternidad la habia vuelto mas sensible para detectar las mentiras, pero esta era la primera vez que Marcelo mentia y era tan estruendoso como un vaso que se estrella contra piso. Lucia sintio un malestar que se extendia por su cuerpo. Fingio consultar la hora en su celular y dijo que tambien debia irse. Se metio a banar y mojo su traje de bano en la regadera. Seco su cuerpo con la toalla que habia traido de su casa. Una puesta en escena para beneficio de su estabilidad conyugal.

  • A todos los chicos de los que me enamore de Jenny Han

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    Lara Jean guarda sus cartas de amor en una caja. No son cartas que le hayan enviado, las ha escrito ella, una por cada chico de los que se ha enamorado. En ellas se muestra tal cual es, porque sabe que nadie las leera. Hasta que un dia alguien las envia por equivocacion y la vida amorosa de Lara Jean pasa de <> a estar totalmente fuera de control.

  • Ella si que estaba de Monica Benitez

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    ?Por que no os venis tu y Esteban a cenar el sabado a casa? Mario hara su famosa lasana... --me sugiere mi mejor amiga. De pronto me arrepiento de haber quedado con ella en esta cafeteria, sabia que tarde o temprano tendria que contarle la verdad a Isa, pero no me apetece, y tras esa pregunta que acaba de hacerme y por el rumbo que esta tomando nuestra conversacion, al final voy a tener que hacerlo. --Otro dia Isa, estoy muy liada con el trabajo este fin de semana--digo con un gesto agotado que no la convence. --Venga ya Vane, cuentale el rollo a otra, disenas paginas web, tu no tienes horarios-- responde molesta. --Es verdad, pero tengo mucho trabajo acumulado Isa, y habia pensado ponerme al dia este fin de semana. Siento cierta presion en el pecho cuando clava su mirada en mi y sus ojos se empequenecen, esa es la cara que Isa pone cuando sospecha algo, y ante su mirada acusadora soy incapaz de mentir, lo he intentado varias veces pero no funciona, Isa me conoce demasiado bien y siempre me acaba pillando. Le basta con poner ese gesto y hacerme la pregunta para la que desea una respuesta y yo me siento desarmada y traspasada por la profundidad de sus ojos negros. --?Va todo bien entre Esteban y tu? Y ahi esta la pregunta, la odio cuando hace eso, no solo porque no puedo ocultarle nada, sino porque ademas me toca aguantar sus sermones. --?Podemos hablar de eso en otro momento Isa? Me gustaria tomarme el cafe tranquila... -- le pido en tono conciliador. --!Por Dios Vane! Dime que no has dejado a Esteban--dice elevando la voz y haciendo aspavientos con las manos. Miro en todas direcciones, la cafeteria esta bastante llena y el enfado de mi amiga ha captado la atencion de varias personas. --?Por que no gritas un poco mas alto? --Pregunto con ironia--yo creo que los de aquella mesa todavia no se han enterado--contesto de mal humor. --Que les den--dice sin inmutarse--. No te entiendo, te juro que no te entiendo Vane... Esteban esta colado por ti y es un buen chico, haceis una pareja estupenda, creia que te gustaba, ?que mas necesitas? --pregunta tan sorprendida como cabreada. Durante un segundo me quedo en silencio pensando en su pregunta, tiene razon, Esteban es lo que cualquier chica querria tener a su lado, es guapo, atento, carinoso y ademas es cierto, esta colado por mi. Pero por lo visto yo no soy cualquier chica. --No lo se Isa--contesto decepcionada conmigo misma--tal vez haya confundido todas sus atenciones con el amor y me he dejado llevar, pero creo que no es amor lo que yo siento por el-- le confieso aturdida. --?Como cono vas a saber si sientes algo por el si no te das tiempo Vanesa? Siempre haces lo mismo, en cuestion de dos meses te los ventilas a todos. Su ultima frase me duele un poco, suena peor de lo que realmente es, pero no deja de ser cierta, no he conseguido aguantar con ningun chico mucho mas de ese tiempo. Mi amiga esta claramente molesta y parece que su enfado crece por segundos, se esta poniendo colorada y me mira como si se esforzara por entender mi comportamiento. --?Os habeis acostado? --pregunta de pronto. --?Como? --Respondo aturdida--?a que viene esa pregunta, Isa? Aunque Isa es mi mejor amiga nunca he hablado de estas cosas con ella, soy una persona bastante reservada, me cuesta abrirme, sobre todo en ciertos temas, y el sexo es uno de ellos. Siempre que saca temas de ese tipo suelo desviar las conversaciones porque me siento incomoda, cuando quiere chincharme hace algun comentario morboso y no para hasta que me pongo como un tomate, pero ahora no es el caso, su pregunta va en serio y me estoy poniendo muy nerviosa. --Es una pregunta muy simple Vane, ?habeis follado? --insiste elevando la voz. --!Joder Isa! ?Quieres hablar mas bajito? --le pido avergonzada. --Contesta Vanesa--insiste traspasandome con la mirada--?te lo has tirado o no? El pulso se me acelera y tengo ganas de tirarle algo a la cabeza, estoy segura de que si estuvieramos en su casa o en la mia es muy probable que le dijese cuatro cosas, pero estamos en una cafeteria a las cinco de la tarde, rodeadas de abuelas cotilla y estudiantes que oyen la palabra sexo y les saltan todas las alarmas, asi que respiro hondo intentando contener mi enfado y me rindo ante la insistencia de mi amiga. --No, no me lo he tirado--confieso sin mas. --!Yo alucino! --dice abriendo mucho los ojos. --Si vuelves a levantar la voz me levanto y me largo--la amenazo. --Vale, vale, perdona, ya me calmo--concede por fin--?con Ivan hiciste lo mismo? ?Lo dejaste sin haber mantenido relaciones? --me pregunta mas serena. Creo que todas las personas tenemos en nuestro circulo de amigos a un confesor para ciertos temas, con unos nos es mas facil hablar de unas cosas y con otros de otras, y ahora mismo me estoy dando cuenta de que el hecho de que no hable de sexo con Isa no se debe solo a mi timidez, es simplemente que con ella no me siento comoda hablando de esto y no entiendo por que, es uno de sus temas favoritos. Quiza se deba a que ella habla de sexo como algo que simplemente sirve para dar placer, como algo que se debe hacer siempre que se puede y yo no soy asi, no me van los lios de una noche, no soy de polvos ocasionales y si me acuesto con alguien es porque siento algo hacia esa persona, o por lo menos eso es lo que creo en ese momento y por eso no paro de cagarla. --Con Ivan me acoste una vez--contesto con desgana. --?Y? --pregunta alzando las cejas. --Le deje, ?recuerdas? --pregunto molesta. --?Tan mal os fue Vane? --pregunta en un tono mas carinoso que me tranquiliza un poco. --No es que fuera mal Isa, es que no me gusto, no senti lo que creo que deberia de sentir--le confieso angustiada. --?Y has dejado a Esteban porque crees que te va a pasar lo mismo? --pregunta sin entender. --No joder, lo he dejado porque me he dado cuenta de que no estoy enamorada de el, y ya esta Isa, no quiero hablar mas de esto--sentencio. --Esta bien, vale, ya hablaremos de tus problemas sexuales en otro momento. Suspiro aliviada, pero me dura poco. --Dime que todo esto no es por lo de tu madre Vane--dice de pronto. El pulso se me acelera en cuanto la nombra. --?Que cono pinta mi madre en todo esto Isa? --pregunto alterada. --Nada, pero se acerca tu cumpleanos y las dos sabemos como te pones en estas fechas. ?Has recibido ya la nota? --No, ya sabes que siempre la recibo el mismo dia, y ya basta Isa, no sigas con esto por favor --le suplico. --No, no basta, ya esta bien de esconderte como una nina, ya va siendo hora de que hablemos sobre el tema Vane, han pasado, ?cuantos? ?Catorce anos? --Quince--le aclaro. --Tu madre no esta, se que es muy duro pero tienes que aceptarlo de una vez y pasar pagina, no puedes seguir haciendo lo mismo todos los anos. Se que mi amiga tiene razon, pero ni estoy preparada ni quiero hablar sobre ese tema con ella ahora. Me duele que piense que lo que ha pasado con Esteban tiene que ver con mi madre, y siento como toda la tristeza que me ha provocado que la mencione, ahora se esta transformando en rabia

  • Pepita de Pablo Carbonell

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    A la sombra de un castillo templario, a traves de los tuneles de una excavacion minera, de una cueva maravillosa y recorriendo las amplias dehesas donde se cria el cerdo iberico, un hombre con el agua al
    cuello, junto a su hijo, intentaran crear una fiebre del oro para atraer huespedes a su pension.
    Pepita, la primera novela en solitario de Pablo Carbonell, propone un viaje entre el humor surrealista y la dignidad humana.

  • El desfile salvaje de Hugo Burel

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    Una historia del mejor cuno de la novela negra, una inquietante thriller psicologico que atrapa sin respiro y en el que se impone con fuerza el deseo, intenso y tan humano, de no resignarse a vivir una unica existencia.

  • Tres mujeres de Lisa Taddeo

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    Un retrato del deseo y la sexualidad femeninos como nunca se ha visto

  • Diamantes de luz helada de Carlos Diaz Dominguez

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    ?Quien es Alfredo? Esa sera la pregunta que se convertira en una obsesion para Sagrario Ortiz, una joven periodista a la que un cruce de casualidades llevara a conocer a alguien que se encuentra en la ultima etapa de su vida: Elvira Pineda. La intensa complicidad surgida entre ambas mujeres provocara que Elvira confie a Sagrario un asunto familiar de la maxima trascendencia acontecido hace mas de treinta anos.

  • La chispa del amor de Beatriz Lozada

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    Lucha por aquello que quieres. Los protagonistas de estas incribles historias lo hicieron y, como podras descubrir, cuando se ama con fuerza, se gana la batalla.

  • Voragine 1 de Estefania Blanco Reyes

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    ?Estarias dispuesto a abandonar tu propia humanidad por salvar al resto del mundo?

  • La heredera de Rouen de Camila Winter

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    De la noche a la manana Guerine de Boulegne ha quedado huerfana y se ha convertido en una rica heredera de Rouen, pero sola y sin familia, encerrada en el castillo ancestral de Saint MIchelle, un buen dia descubre que sus sirvientes la han traicionado y entregado a ese malvado marques que desde hace tiempo quiere convertirla en su esposa.
    Al comprender las siniestras intenciones de ese hombre huye en busca de ayuda luego de encontrar una misteriosa carta en la habitacion de su padre. Sera el comienzo de la gran aventura de su vida, pues sus pasos la llevaran al Chateau Valois donde conocera al conde Philippe de Valois, senor del castillo que en el pasado fue un gran amigo de su padre. ?Pero podra confiar en un extrano que es ademas el hombre mas guapo que ha visto en su vida?

  • Jonas, el marido que no podia volver a desposarse de Veronica Mengual

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    Jonas Maximilian Lacrose se habia levantado satisfecho esta manana. Hoy cumplia cuarenta anos y el dia estaba a su gusto. Ni demasiado caluroso, ni demasiado frio, con una brisa que permitia a los arboles mover sus ramas sin alterar el paisaje que contemplaba por la gran cristalera del comedor sentado al frente de la gran mesa de madera maciza. Miro su reloj para ver que efectivamente iban a dar las nueve de la manana. Faltaba un minuto exacto para que se terminase el plazo que tenia su hija Loren para presentarse a desayunar. Las normas estaban para cumplirlas y el, el duque de Mildre, y su familia estaban obligados por nacimiento a ser los mas respetables y un modelo de rectitud. Habian pasado cinco anos desde que su esposa lo abandono dejandole con sus dos hijos. Una nota fue lo que encontro en la habitacion de ella cuando tras tres dias de no presentarse a comer ni a cenar se intereso por su localizacion. Habia sido un matrimonio de conveniencia desavenido. Ella no lo satisfacia a el y el tampoco a ella. Se largo con algun hombre, de eso Jonas estaba seguro. Pero le daba exactamente igual, habia dejado a sus hijos, lo malo era que el duque no tenia ni idea de como criarlos o que hacer con ellos. Con su heredero, Gabriel, conde de Malzard, la cosa fue facil porque lo envio al mejor internado que el buen dinero pudo pagar. Lo veia en vacaciones y evaluaba satisfecho los progresos de su heredero. El problema era lady Loren Lacrose. Su hija, que fue traida al mundo con el unico fin de asegurar el titulo con un nuevo reemplazo, resulto ser inutil para el cometido que se le habia asignado antes de nacer. Lady Loren era una nina que jamas habia contrariado a su padre. Si el decia salta, la pequena preguntaba ?a que altura padre? No era a causa de que su progenitor fuese un duque, al que todos mostraban respeto y temor porque en la escala social estaba en la cuspide, no. Loren, al igual que el resto de quienes eran participes de la vida de Jonas, sabia, tanto como lo sabia el mismo, que era un hombre que estaba en posesion de la verdad y su palabra era la ley. El pedia; el resto sabia que era lo correcto hacer su voluntad. Desde la cuna habia intentado que sus vastagos comprendiesen que su titulo debia ser respetado y que sus actos eran el reflejo de la esencia de su familia. Ni los mocos se habian sonado ambos hijos en presencia del criado mas humilde, cuando ya no les tocaba a otros limpiarlos. Su refinamiento, su educacion, sus maneras eran dignas de la realeza. Nadie diria que Loren no era hija de un rey y que su hijo no pareceria un principe. Ademas, desde que Megan, su esposa, se marcho por problemas de salud --segun la version oficial porque nadie sabia que lo habia abandonado y el no iba a armar un escandalo--, era importante hacer desaparecer de su hija ciertos comportamientos que le recordaban a aquella perdida. Loren se convertiria en una gran duquesa como minimo, y en su mano estaba erradicar los comportamientos inapropiados que podian aflorar por el mero hecho de ser hija de Megan. La senorita Miles, la institutriz que habia decidido que se haria cargo de su hija de nueve anos fue una de las veinticinco aspirantes al puesto. La mujer tenia unas referencias excelentes, las mejores de todas las candidatas a las que habia tenido intencion de entrevistar. En su decision de asalariarla no habia influido que la senorita Miles fuese bonita y todo lo contrario a lo que representaba la madre de sus dos hijos, dado que era morena, alta, algo entrada en carnes y con los ojos casi negros. Eso fue un plus anadido que era mas que bien recibido. Cierto que anulo las diez citas que tenia concertadas con el resto de posibles empleadas tras verla, pero eso fue porque, si ella presentaba las mejores referencias, y el era un hombre que se consideraba practico, habria sido un desperdicio seguir buscando cuando ya tenia a la mejor. Ademas que tener que tratar con la senorita Miles era un suplicio. Si le preguntasen diria que ella no le gustaba... cosa que tampoco le impedia llamarla para consultarle cualquier cosa sobre la educacion de su hija, por minucia que fuese y a cualquier hora del dia o la noche. Loren necesitaba mucha mano dura. Mildre se vanagloriaba de ser un buen padre, un excelente padre, el mejor que hubiese en el mundo. Se vigilaba bien lo que la joven debia o no comer para estar saludable y mantener una figura acorde con la moda. El duque tambien esperaba de Loren que fuese alta, por lo que habia dado instrucciones para que cada manana ella permaneciera durante diez minutos delante de la puerta donde era medida estirando la cabeza a fin de alcanzar una medida justa que no la hiciera ni tan alta como la senorita Miles, ni tan baja como lo era su madre. Estos ejercicios finalizarian cuando su excelencia asi lo dispusiera, ni antes ni despues. No unicamente se ocupaba y supervisaba todo lo concerniente a lady Loren, sino que habia dispuesto una dote mas que suculenta que habia sido prevista en el mayor de los secretismos, porque el duque de Mildre no estaba dispuesto a atraer la atencion de los cazafortunas. --Buenos dias, excelencia. --La nina hizo una perfecta reverencia que fue juzgada por el padre como de mejorable. --Hija mia, ?has realizado los ejercicios de esta manana? --He comenzado con los estiramientos de cuello como cada dia, luego he aclarado la voz con zumo de limon como recomendo la senorita Mails. --Muy bien. ?Que mas? --Me han cepillado el pelo las cien veces que la institutriz ordeno. --Estupendo. ?Y...? --la animo a seguir. --Me he puesto el unguento para evitar la aparicion de mas pecas, y ahora, tras el desayuno comenzare con las pautas para que el tono de mi voz sea ni muy agudo ni muy grave. --Entonces desayuna rapido, hija, porque la lista de tareas de hoy es larga. --El hombre se habia esmerado mucho en conseguir traer al campo al mejor escritor para que su pequena tuviese una caligrafia exquisita, al mas valorado instructor de baile y canto para seguir dotandola de gracia artistica. --?Puedo probar hoy un bollito, padre? --?Que marca el menu que confecciono el galeno que vino a determinar sobre tu futura figura? --Gachas --explico con repugnancia pero sin dar a entender su disgusto, porque su padre no consentia que nada fuese salido de todo. La voz debia tener el volumen exacto para no trasmitir ni felicidad ni congoja. Los sentimientos estaban sobrevalorados y desde que su madre se marcho, Loren no sabia muy bien donde, dejandolos a ella, a su hermano mayor y a su progenitor, las muestras de afecto habian sido anuladas. --Entonces no debes. --Por supuesto. --La nina miro el bollito y salivo mas de lo debido en su boca, y pese a que el duque no podia advertir la cantidad de saliva que se estaba formando en el interior de la cavidad, Loren temio que el lo adivinase y la reprendiera por ser excesiva. Se apresuro a tragarla por si el se daba cuenta. --Loren, dispones de cinco minutos para que comience la clase pintura. Te aconsejo que no te demores. La puntualidad es indispensable para una persona bien educada y de tu posicion. --Si, padre. --La pequena comenzo a llevar la cuchara de sus gachas algo mas ligera hacia su boca. --Ah, ah, ah. No lo estas haciendo bien. --Lo siento, padre. --Coge la cuchara asi, como yo. --Puso los dedos que eran los correctos para sostenerla a fin de ilustrar a su hija. Ella lo imito. --Muy bien. Ahora come, pero no lo hagas ni muy despacio ni muy rapido. Hazlo correctamente como la hija de un duque, lady Loren. --?Mama lo hacia correctamente, padre? --Mal Loren, muy mal. --Ademas de que hacia el mismo ruido que su madre al tragar, ella sabia que estaba prohibido hablar de ese tema. Su hija no estaba centrada. Deberia hablar con la institutriz de nuevo. Esa manana, a las siete, nada mas levantarse y sin cambiarse, habia solicitado al personal que le advirtieran a la senorita Miles que deseaba hablarle por un asunto urgente. Habia visto toser a su hija la noche anterior y el modo en el que lo habia hecho no era correcto, y tras la cena olvido por completo solicitar una reunion con la senorita Miles y este era un tema fundamental que tratar con ella. Mas importante incluso que revisar el contrato sobre sus inversiones en un proyecto industrial que habia decidido llevar a cabo con el duque de Trade. A las ocho se presento la mujer ante el y acordaron que la tos y estornudos de lady Loren serian mejorados a la mayor brevedad posible. Esa mujer, que no le gustaba demasiado porque... bien no sabia el motivo de este hecho, pero al menos ella parecia entender completamente la gravedad de todo lo que el exponia. Sonrio satisfecho al pensar que habia realizado la mejor eleccion en cuanto a una institutriz se referia porque la institutriz era eficiente. Su hija seria la mejor de las futuras duquesas. Jonas no dudaba ni por instante de que asi sucediese. --Lo siento de nuevo. --Bien. Suelta la chuchara, milady. Es hora de comenzar con tus deberes. --Que tenga un buen dia, padre. --Mildre evaluo la frase, era correcta en cuanto a su entonacion, diccion y oportunidad. --Lo mismo digo, milady. La nina se levanto de su silla y repitio una nueva reverencia antes de salir de la habitacion. --No lo estas haciendo bien. Esa reverencia no es excelente. Volvere a hablar con tu institutriz --dijo molesto. Esperaba no tener que hacer llamar a la institutriz tan pronto, pero esto ya era demasiado grave como para dejarlo correr. Era de vital importancia entrevistarse con la senorita Miles para... para... tratar con ella sobre su hija, por supuesto. Asi que ordeno al servicio que la mujer se personase ante el de inmediato. --Buenos dias, excelencia. --Senorita Miles, ?ha desayunado? --Si, milord.

  • Un cuento perfecto de Elisabet Benavent

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    ?Que sucede cuando descubres que el final de tu cuento no es como sonabas?

  • Esa no soy yo de Sophie Saint Rose

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    Grace ni en sus peores pesadillas imaginaria el dia que estaba a punto de tener. Una casualidad hace que se encuentre con una mujer que cambiaria su vida y la de sus hermanas, poniendola patas arriba. Al parecer tenia otra familia, incluido un primo que le alteraba la sangre.

  • Cronologia de un enigma de Aa. Vv

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    Una guia en setenta y cinco etapas para abrir el camino que conduce hasta el anhelado Santo Grial.

  • El blues de Beale Street de James Baldwin

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  • Demasiado para mi de Victoria Dahl

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  • Haz que te ame de Sophie Saint Rose

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    Catreen es una chica moderna del siglo XXI hasta que un sueno la catapulta hasta la Escocia del siglo IX en una mision absurda que ella no llega a entender del todo. Enamorar a Callen McAffe.

  • Feminismo para principiantes de Nuria Varela

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    Apasionante recorrido sobre el origen del feminismo y su evolucion a lo largo de la historia.

  • Nosotros en la Luna de Alice Kellen

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    Tras el exito de Deja que ocurra vuelve Alice Kellen con una novela que te enamorara

  • La casa del arroyo de Conchi Aragon

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    <thriller cuyas claves se encuentran en los secretos que esconden los vecinos de un pequeno pueblo>>

  • Cuanto mas profunda es el agua, mas feo es el pez de Katya Apekina

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    Edie tiene dieciseis anos cuando descubre a su madre agonizando tras un intento de suicidio. Al mismo tiempo, Mae, su hermana, es presa de uno de esos trances que responden a los oscuros estados de animo de su madre. Despues del suceso, ambas deberan irse a vivir con su padre, con quien habian perdido todo contacto. La melancolia y la nostalgia de las dos ninas y sus contradictorios sentimientos hacia el padre hacen que comiencen a seguir caminos opuestos, irreconciliables y destructivos, incapaces de dar forma y sentido al dolor que ha ido sedimentando en las profundidades.

  • Sophie (Simplemente Amor 1) de Azminda Cancino

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    Northman-Carter Jones. Tres apellidos, una fortaleza.

  • Verano del 36 de Sonia Lasa

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    San Sebastian 1981.

  • San Francisco de Asis de G. K. Chesterton

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    Esta biografia es, sin duda, uno de los mejores relatos breves escritos por Chesterton: <>.

  • Primavera cruel (Inspector Trevejo 2) de Luis Roso

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    Primavera cruel es el segundo caso del inspector Ernesto Trevejo. La serie de genero noir de Luis Roso que es al mismo tiempo un adictivo thriller y una mirada nueva sobre los anos mas duros del franquismo.

  • Memorias de una salvaje de @srtabebi

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    La esperadisima primera novela de @SrtaBebi. K tiene 19 anos y una vida un tanto peculiar. Cuando su padre es asesinado en un ajuste de cuentas, se ve obligada a compaginar sus estudios con un trabajo muy poco convencional: el de recepcionista y chica de los recados en un local de alterne clandestino. Bajo la amenaza de los proxenetas y la asfixia de la deuda, vivira de cerca los horrores que el sistema de la trata de mujeres conlleva. La experiencia la llevara a gestar una metamorfosis que marcara su paso de la adolescencia a la edad adulta. Las mujeres que alli conoce y la violencia intrinseca al mundo criminal -que tambien sentira en sus propias carnes-, hara que comience a pensar en defenderse. Para ello acudira al club de boxeo de Ram, un chico al que la violencia de genero tambien ha marcado la vida. Pese a las corazas que ambos portan, la curiosidad de este le llevara a interesarse y preocuparse por ella hasta hacerla pensar que quiza si existan los hombres que aman a las mujeres. Pero un desafortunado suceso hara que las luces de neon comiencen a parpadear”

  • Despues del <> de Chantelle Shaw

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    Asi que tu eres el sucio secretito de Leandro. Marnie aparto la vista de la puerta del restaurante por la que debia de llegar Leandro y miro al hombre que se habia sentado a su lado en la barra. Se pregunto si habia oido mal. -?Perdone? El sonrio y le tendio la mano. -Disculpa la broma. Soy Fergus Leary, director financiero de Vialli Entertainment. Todo el mundo en la empresa siente curiosidad por saber por que Leandro mantiene a su novia en secreto. Solo nos enteramos de tu existencia cuando le pidio a su secretaria que te llamase para la fiesta. Marnie intento no sentirse mal a pesar de que se le habia encogido el estomago. Fergus le habia caido mal desde el principio, pero sonrio educadamente. Al menos este le habia hablado, no como el resto de empleados de Leandro. Habia llegado al restaurante en el que se iba a celebrar la fiesta ella sola y muy nerviosa, y las miradas de curiosidad de los presentes solo habian conseguido que se sintiese todavia peor. Al parecer, todo el mundo estaba esperando a Leandro, que llegaba un cuarto de hora tarde. Marnie habia intentado llamarlo, pero estaba todo el tiempo comunicando. Era lo habitual. Solo habia conseguido hablar con el un par de veces en las dos ultimas semanas, en las que este habia estado de viaje de negocios en Nueva York. -A Leandro le frustra mucho la constante presencia de los paparazzi, asi que evitamos restaurantes y bares que sean muy conocidos -le explico ella a Fergus. De hecho, ella habia empezado a preguntarse recientemente por que Leandro nunca le pedia que lo acompanase a ningun evento, como a un estreno cinematografico al que habia acudido la semana anterior. -Voy al estreno porque es una buena oportunidad de negocio y un buen lugar para relacionarse -le habia dicho el cuando, por primera vez desde que habian empezado a salir juntos, Marnie le habia preguntado por que no la invitaba a acompanarlo-. No vas a conocer a nadie y te vas a aburrir. Ella debia de haber puesto gesto de decepcion, porque Leandro habia anadido en tono conciliador: -Saldremos a cenar cuando vuelva de Nueva York. De hecho, podriamos irnos un fin de semana a alguna parte. Elige el destino y yo lo organizare todo. ?Que te parece Praga? Has dicho varias veces que te gustaria conocerla. Despues habia evitado continuar con la discusion llevandosela a la cama, pero despues Marnie se habia dado cuenta de que habia vuelto a entretenerla con la promesa de un viaje y con sexo, lo que solia hacerle sentir que, a pesar de tener con el una relacion poco convencional, eran muy felices viviendo juntos. Y el hecho de que estuviese alli aquella noche, en aquella fiesta que Leandro habia organizado para sus empleados, para celebrar la conclusion de un proyecto, era la prueba de que la habia escuchado. Aunque tambien era cierto que lo habia hecho a ultima hora y a traves de su secretaria. Decidida a ir vestida para impresionar en su primera aparicion publica con Leandro, habia ido a comprarse un vestido nuevo a Bond Street. No obstante, no habia disfrutado de la experiencia. Por un lado, por el precio de la ropa y, por otro, porque le habia hecho recordar cuando, con dieciocho anos, la habian acusado de haber robado en unos grandes almacenes. Si se hubiese mirado un poco mejor al espejo de la tienda, en vez de tener tanta prisa por terminar con aquello, se habria dado cuenta de que el vestido le quedaba un poco justo, penso mientras se miraba de reojo en el espejo que habia detras de la barra. El terciopelo negro se pegaba a su cuerpo curvilineo, que habia engordado un poco recientemente. Tenia la esperanza de que el collar de perlas que llevaba al cuello desviase parte de la atencion del generoso escote. Miro a su alrededor y se dio cuenta de que todas las empleadas de Leandro eran mas delgadas y elegantes que ella. Se sintio insegura. Cuando habia conocido a Leandro en el bar en el que por entonces habia estado trabajando, otra de las camareras le habia advertido que tenia fama de mujeriego al que le gustaba salir con modelos y mujeres de la alta sociedad. Marnie sabia que ella era solo medianamente atractiva y jamas habia comprendido que Leandro se hubiese fijado en ella cuando habria podido tener a cualquier otra mujer. Le llamo la atencion el movimiento que habia al otro lado del local y el corazon le dio un vuelco al ver que se abria la puerta y aparecia el. Leandro Vialli era alto y delgado, y muy guapo. Y no parecia que acabase de bajarse de un avion despues de un largo vuelo. Parecia un modelo salido de una revista de moda. El corte de la chaqueta realzaba sus anchos hombros y los pantalones le marcaban los musculosos muslos y enfatizaban sus largas piernas. Estaba moreno y tenia el pelo grueso y oscuro, normal teniendo en cuenta su origen mediterraneo, aunque hablase con cierto acento americano. La prensa rosa lo llamaba el playboy italiano mientras que la seria hablaba de su meteorica carrera. Leandro era el dueno de varios teatros en el turistico barrio londinense de West End y era responsable de la restauracion de algunos edificios historicos de la ciudad. Y Vialli Entertainment era solo una filial de su gigante inmobiliario Vialli Holdings, con base en Nueva York, una empresa con una cartera por valor de miles de millones de dolares. Su gesto duro jamas revelaba lo que estaba pensando, pero su sonrisa cinica hablaba de un hombre seguro de sus capacidades y de su desprecio por los tontos. Rebosaba un poder y un carisma que para Marnie eran irresistibles. Lo habia echado mucho de menos durante su viaje y en esos momentos deseo correr a sus brazos, pero se contuvo, consciente de que a Leandro no le gustaban las muestras publicas de afecto. Controlaba las emociones incluso cuando estaban a solas y solo se dejaba llevar cuando hacian el amor. Se bajo del taburete y se paso una mano por la larga melena rubia. Sonrio, pero vacilo al ver que Leandro recorria el local con la mirada y ponia gesto de sorpresa primero y de irritacion despues al descubrirla alli. En ese momento, a Marnie se le encogio el estomago y volvio a sentirse insegura. Cinco dias antes habia sido su primer aniversario como amantes, pero Leandro no la habia llamado desde Nueva York para felicitarla. Cuando la habia llamado, un dia despues, ella no habia querido recordarselo, aunque en el fondo habia tenido la esperanza de que Leandro tuviese planeado celebrarlo cuando volviese a casa. En esos momentos, mientras se dirigia hacia donde estaba ella, no tenia cara de celebracion. Debia de estar cansado despues del viaje. Aunque en la cama no parecia cansarse nunca y podia hacerle el amor varias veces en una noche. Marnie se dijo con firmeza que no podia permitir que sus inseguridades, que sospechaba que se debian a que su padre la habia abandonado de nina, estropeasen lo que tenia con Leandro

  • Promesas del pasado (Los Rawson 3) de Amber Lake

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    Kenneth se siente afortunado. Ha encontrado a la familia que nunca supo que tenia, su futuro en el Foreign Office se le presenta brillante y recibe la noticia de que su abuelo materno, Laird de Dolmuck, acaba de fallecer y le ha nombrado heredero. Ante esta inesperada situacion, viaja a las Highlands para vender las posesiones y regresar a Londres. Guarda penosos recuerdos de aquel lugar, del que huyo a los dieciseis anos, y no desea permanecer mas tiempo del necesario.

  • El hombre que volvio a la ciudad de George Pelecanos

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    Michael Hudson acaba de salir de la carcel. Se ha librado de una condena larga gracias a Phil Ornazian, un detective que ha movido los hilos para que retiren la denuncia que pesaba sobre el chico. Decidido a reformarse, Michael quiere buscar un trabajo honrado y llevar una vida tranquila en Washington D. C. Pero Ornazian quiere que le devuelva el favor, y le presiona para que le ayude a dar un ultimo golpe...

  • La lampara de Clarice Lispector

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    La lampara (1946) es la segunda novela de Clarice Lispector y, como el objeto que lleva por titulo, deslumbra hasta cegar, a la vez ilumina aspectos cruciales de la narrativa de la siempre personalisima autora brasilena. Reducido a su nucleo esencial, el texto cuenta la historia de un probable incesto --el de los hermanos Virginia y Daniel-- y de una soledad segura, la de ella, que con su aislamiento distorsiona todas las formas de lo real, enfrentandose y enfrentandonos a la evidencia de la fragilidad de nuestra manera de relacionarnos con los demas y con el mundo. Porque la mirada de Virginia no hace concesiones y penetra hasta esos rincones del yo que los adultos convenimos desde siempre en ocultar. Por eso, cuando llega el sorprendente y rapido desenlace de la trama, todos asentimos al unisono, comprendiendo de inmediato que era el unico final posible.

  • En el corazon del lobo (Wolfheart 1) de Jess Gr

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    Desde Nino siempre se me ha dicho que el caracter de un hombre es como tener dos lobos que habitan en constante pelea en el corazon. El lobo negro es violento y sediento de venganza mientras el blanco es compasivo, misericordioso y sabe amar. Y que solo ganara la pelea el que yo alimente mas.
    En ese entonces no entendi a que se referia, hasta ahora…

  • Breves amores eternos de Pedro Mairal

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    Tras el exito internacional de La uruguaya, Pedro Mairal vuelve con un volumen de cuentos que es una autentica caja de sorpresas.
    En la primera parte, que lleva el titulo del libro, redescubrimos el universo del autor: el amor con sus distintos rostros, las multiples formas de circulacion del deseo, el sexo como escape de las trampas de la vida burguesa, el papel muy poco airoso de los hombres en las relaciones sentimentales.
    "Hoy temprano", la segunda serie de cuentos, se despliega en una diversidad de temas y es una demostracion magistral de talento y versatilidad. Los personajes se mueven en un borde peligroso. En medio de situaciones cotidianas se abre una fisura inesperada que desbarata su normalidad y por donde se cuela el absurdo, lo fantastico y la pesadilla.
    Incisivo, tierno, divertido, perturbador, Breves amores eternos es un muestrario de las posibilidades de la literatura como espejo de los anhelos y los temores humanos. Una vez mas, Mairal deja en claro por que es uno de los escritores contemporaneos mas leidos y admirados de la lengua espanola.

  • Cinder y Ella de Kelly Oram

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    ?Que harias si tu mejor amigo virtual fuese una estrella de Hollywood? Ellamara vive en Boston con su madre, esta en su ultimo ano de instituto y le encantan los libros de fantasia, en especial la saga de Las cronicas de Cinder. Eso la llevo a abrir un blog donde resena libros y peliculas. El dia de su cumpleanos, Ella sufre un grave accidente que tendra profundas consecuencias en su vida. Brian Oliver es el actor de moda de Hollywood. Tiene legiones de seguidores y, para que alcance los galardones mas preciados del cine, sus representantes deciden organizar un falso romance con Kaylee, su companera de reparto. Todo va segun lo previsto hasta que Brian recibe un correo electronico de una vieja amiga a la que conocio por internet.

  • A que estas esperando de Megan Maxwell

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    Hola, Guerreras/os: Queria contaros que justamente comence a escribir esta novela cuando, por desgracia, aparecio en nuestras vidas el famoso covid-19, que en poco tiempo se convirtio en una terrible pandemia. Durante los primeros dias de confinamiento, que coincidieron con el inicio de la novela, me surgio una duda. ?Debia meter el covid en la trama o, por el contrario, debia omitirlo? Pues bien, lo sopese y, como escribo ficcion, decidi que el virus NO apareciese. A mi manera, saque mi espada de guerrera, me encare a el y le dije: <>. Y… no entro. No queria que estuviera presente porque deseaba que los personajes pudieran vivir, viajar, disfrutar del sexo y amar con la normalidad que cualquiera de nosotros tenia antes de que el virus entrara en nuestras vidas. Os explico este detalle porque seguramente alguno podria pensar por que el covid no aparece en la novela si esta ambientada en 2020. Pues bien, la razon es la que os acabo de dar: porque mi lado guerrero decidio que no. Una vez aclarado esto, quiero dar mi mas sentido pesame a todos aquellos que habeis perdido a algun familiar o ser querido en este tiempo por culpa del virus. Sin duda lo sucedido es terrible, y os mando toda la fuerza del mundo y todo mi carino. Tambien deseo agradecer a TODAS las personas anonimas y profesionales que han estado al pie del canon, y siguen estando, ayudando, protegiendo y salvando millones de vidas todos los dias mientras exponen las suyas. GRACIAS…, GRACIAS Y MILLONES DE GRACIAS. Sois nuestros heroes y, sin vosotros, !nosotros no somos nada! Aplaudir, hemos aplaudido durante muchos meses a la hora indicada para demostrar nuestro agradecimiento, pero ahora toca ayudar a esos heroes cumpliendo con lo que nos piden, para que entre todos podamos vencer al virus. Asi pues, unamonos y vayamos todos a una. Es la unica manera de que esta maldita pandemia pueda terminar. Un beso muy grande, MEGAN Capitulo 1 El desfile de moda <>, organizado por diversos disenadores de renombre a nivel mundial para recaudar fondos para la investigacion de enfermedades raras, estaba a punto de comenzar. La sala de eventos londinense estaba llena a reventar de todo tipo de personas: famosos, no famosos, fotografos, periodistas… Nadie queria perderse el gran acontecimiento. El backstage era un hervidero de gente que corria de un lado para otro, mientras por los altavoces sonaba la voz de Lady Gaga cantando Stupid Love. El caos controlado, los nervios templados y las prisas de ultima hora se fusionaban con las ganas de que comenzara el espectaculo y con los deseos de brillar. Sonia Beched, una sonriente joven morena, acababa de saludar a una amiga y, cuando volvia hacia el box donde estaba su gente tras pasar por el aseo, se cruzo con Luis Guzman. Aminorando ambos el paso, se hablaron con la mirada, intercambiaron una sonrisa y, tras echar un vistazo a un pasillo de la derecha donde habia una puerta, se dirigieron hacia alli con disimulo. Una vez dentro del reducido espacio, cerraron la puerta y se miraron. Era un pequeno probador con un espejo. Sonriendo, se acercaron el uno al otro y ella, al notar como el le pasaba las manos por la cintura, murmuro en un perfecto espanol: --Si me estropeas el maquillaje o el peinado, Ginger te matara y yo te rematare. Luis rio. Ella tambien. Sonia y el eran amigos especiales desde hacia tiempo. Esa clase de amigos que no se daban problemas, no interferian en la vida del otro, no exigian nada, pero, cuando lo deseaban, disfrutaban de un sexo divertido y sin complicaciones. En decimas de segundo, la temperatura en el pequeno cuarto subio varios grados. No hacia falta hablar. No hacia falta decir nada. Ambos sabian lo que deseaban. Las manos de Luis ascendian por los muslos de Sonia mientras ella, gustosa, le tocaba el trasero, que tenia duro y muy apetitoso. Sin apartar su boca de la piel de el, bajo con la lengua por su cuello y, separandose unos milimetros, musito: --Tengo menos de cinco minutos. --Nos sobraran tres --respondio Luis con una sonrisa. Divertida por aquello, ella rio mientras sentia como la mano de el se perdia dentro de sus bragas. !Si! Eso era lo que deseaba. Luis, caliente, paseo el dedo con delicadeza por el ya hinchado clitoris de la joven mientras ella recorria con la mano su abultada ereccion. Abrio su pantalon, aparto el calzoncillo y, agarrando con decision su duro pene, lo acaricio. Placer por placer. Ese era su trato. No habia mas. Y, cuando ambos jadearon tremendamente excitados, el murmuro: --Te besaria, pero se lo rarita que eres para eso. Sonia asintio. Desde hacia tiempo no daba besos profundos. Daba picos en la boca. Era carinosa. Sensual. Pero evitaba los besos intensos. Era algo que, sin saber por que, se guardaba para ella misma desde que paso lo de Manuel. --Sabes que esto suele ser mas largo, pero… Sin necesidad de mas palabras, la joven lo entendio. Deseaba sexo y, tan acalorada como el, musito: --Hagamoslo. No hay tiempo. Sonrieron. Sus miradas plagadas de morbo y complicidad los excitaban cada vez mas, hasta que Sonia, dandose la vuelta, se puso de cara al espejo y clavo la mirada en el. Con cuidado y mimo, Luis, que ya tenia su duro pene fuera, se saco un preservativo de la cartera, que llevaba en el bolsillo del pantalon, y se lo coloco. Luego la beso en el cuello. A continuacion, le termino de levantar el corto vestido de lentejuelas azules que ella llevaba, le bajo las tupidas medias negras hasta los tobillos, echo hacia un lado las braguitas y, tras colocar su duro pene en la entrada de su vagina, la penetro. Ambos jadearon. El placer y el morbo del momento al oir el ruido de la gente al otro lado de la puerta los excitaba muchisimo. Entregados al disfrute, gozaban de lo que hacian sin pensar en nada mas. Luis, gustoso, la agarro de la cintura para que no se moviera mientras se introducia una y otra vez en su mojada vagina y ella se entregaba a el. Hechizada por el momento, Sonia se dejo hacer. Deseaba aquello, lo deseaba con todo su ser. Y, al sentir el pecho de el totalmente pegado a su espalda, musito gozosa: --Si…, no pares. A Luis lo enloquecio su orden, sintiendose a cada segundo mas duro, fuerte y rapido. Cada embestida que daba hacia gemir de gusto, placer y locura a la joven. --Cierra los ojos --le pidio mirandola a traves del espejo. Ella lo hizo sin dudarlo y el, jugueton, musito en su oido: --Hay un hombre que nos esta mirando y, por su expresion, diria que le gusta como te follo. Imaginar eso hizo que Sonia jadeara. --Si… --Creo que desearia estar en mi lugar… --susurro Luis cada vez mas excitado. Pensarlo la provocaba, la acaloraba, le hacia querer mas. En ocasiones, Sonia acudia sola o acompanada a un spa swinger muy exclusivo llamado Zafiro, al que habia ido varias veces con Luis, donde, olvidando su lado romantico, se dedicaba a disfrutar del sexo sin mas. Estaba soltera, asi que, ?por que no hacerlo con quien quisiera? Siempre que habia ido sola encontraba un hombre con el que disfrutar, y cuando iba acompanada de algun amigo tambien hallaba a quien quisiera mirar mientras lo hacian. Aun no habia probado las orgias, ese era un tema que tenia pendiente y que solo haria cuando ella asi lo decidiera. En ese instante Luis aceleraba sus embestidas, firmes y profundas, y ambos contenian sus ruidosos jadeos para que no los oyeran. Se miraban a traves del espejo con lujuria y perversion y sonreian cuando el, cerrando los ojos, supo que estaba a punto de correrse y Sonia tambien se dejo ir gustosa. Cuando el caliente momento acabo, dejandolos rendidos y sin aliento, se miraron de nuevo a traves del espejo. --Colosal --aseguro el. El sexo repentino y casual como ese siempre era divertido. Tras salir de ella, Luis se quito el preservativo y Sonia, que por suerte llevaba un paquete de clinex en la mano porque regresaba del bano, saco uno, se lo entrego y el se limpio. Ella tambien lo hizo y, luego, tras subirse las bragas y las medias y recolocarse el vestido, le guino un ojo. --Opino lo mismo --afirmo. Estaban sonriendose cuando comenzo a sonar por los altavoces la cancion Material Girl de Madonna. Quedaba poco para que empezara el desfile. Por ello, Sonia dijo tras darle un rapido pico en la boca: --Primero salgo yo. Luis asintio. Despues la joven abrio la puerta y salio del reducido probador sin ser vista por nadie con una sonrisa en la boca. Lo habia pasado bien. Iba caminando hacia donde estaba su gente cuando se encontro con varios de sus modelos. Desde hacia unos anos era la propietaria de una agencia de organizacion de eventos junto con Ginger, una empresa que ya funcionaba sola por el buen hacer de sus duenos y que, anos atras, habian ampliado para la representacion de cierta clase de modelos, entre ellos, la propia Sonia. --Halleloo! Al oir eso, sonrio. La primera vez que habia oido esa magica palabra habia sido en la television, y la dijo Shangela Laquifa Wadley, una increible drag queen estadounidense a la que sus amigos y ella seguian a traves de las redes sociales. !Una reina, como diria Ginger! Divertida por aquello, miro hacia atras y vio que quien habia dicho la palabra era Minerva, mas conocida como Reina Negra, una impresionante a la par que guapa mujer transgenero de origenes africanos, amiga suya. Minerva se acerco a ella moviendo con sensualidad las caderas y, al ver como una mujer que pasaba por alli la escaneaba de arriba abajo, afirmo sonriendo: --Si, carino, lo se: Beyonce es identica a mi. Al oirla, Sonia se carcajeo. Si algo tenia Reina Negra muy subido era la autoestima. Pero, la verdad, podia tenerla, porque era un mujeron impresionante. Y, si, podria ser la gemela de Beyonce. Tras ella caminaban Henry, Sean, George y Robbie, mas conocidos dentro del mundo drag como la Bella Despierta, Marylycra, Lola Mento y Divinicienta. Se trataba de otros amigos gais que durante el dia ejercian distintos oficios, pues dos de ellos eran cocineros, otro cartero y otro, vendedor de perfumes, y, por la noche, en O'Pera, el local de Lola Mento, disfrutaban de su faceta como drag queens.

  • El Metodo Del Cocodrilo – Mauricio De Giovanni de Mauricio De Giovanni

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    La historia de un inspector, unos misteriosos asesinatos y la corrupcion de la policia y la mafia. Este es el planteamiento del primer caso en Napoles del inspector Lojacono, un personaje tenebroso y tremendamente humano que esta destinado a marcar el corazon de los lectores.

  • 29 segundos de T.m. Logan

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    ?Que pasaria si una llamada de 29 segundos pudiera cambiar tu vida para siempre?

  • Mandibula de Monica Ojeda

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    Una adolescente fanatica del horror y de las creepypastas (historias de terror que circulan por internet) despierta maniatada en una cabana en medio del bosque. Su secuestradora no es una desconocida, sino su maestra de Lengua y Literatura, una mujer joven a quien ella y sus amigas han atormentado durante meses en un colegio de elite del Opus Dei. Pero pronto los motivos de ese secuestro se revelaran mucho mas oscuros que el bullying a una maestra: un perturbador amor juvenil, una traicion inesperada y algunos ritos secretos e iniciaticos inspirados en esas historias virales y terrorificas gestadas en Internet.

  • Calavera de azucar de Rocio Verdejo

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    Si Victoria pudiese clasificar los dias mas importantes a lo largo de toda su vida, este, definitivamente seria uno de los mas especiales. La oportunidad que habia estado esperando, por lo que siempre habia estado trabajando, finalmente, se presentaba de una manera casi tangible frente a ella. Todo el esfuerzo que habia realizado, todas las noches de estudio, practica y la disciplina, estaban a punto de dar resultados. Victoria Alba es una chica de 22 anos de edad, profesora de violin en una academia de Ciudad de Mexico, una de las mas importantes, y la cual acumula el mayor talento juvenil de todo el pais. Su compromiso con ellos, ha sido arduo, caracterizado por el sudor y las lagrimas, entregando cada dia para desarrollar el mayor talento y destrezas de sus estudiantes, los cuales, la miran y la respetan a pesar de su corta edad. Victoria habia destacado como una violinista virtuosa desde pequena, con tan solo 16 anos de edad, ya estaba interpretando algunas de las obras mas intimidantes para aquellos que tenian anos de estudio, asi que, simplemente era un talento que venia en su sangre, por lo que, se habia convertido en el orgullo de sus padres y un ejemplo a seguir para cada uno de sus alumnos. Sobre ella se habian escrito muchos reportajes, se habia invitado a Victoria a muchos programas de television y radio, ya que, era una verdadera estrella de la musica clasica, y sus dedos parecian volar como colibries sobre el diapason de su violin Stradivarius. Su desempeno como profesora, la habia hecho ganar un reconocimiento tremendo entre los grandes maestros del pais y el mundo, por lo que, el nombre de Victoria Alba comenzo a hacerse cada vez mas habitual entre los conocedores de la musica. Esta siempre habia tenido la conviccion de que tarde o temprano perteneceria a la filarmonica de Berlin, era su sueno, interpretar con los musicos mas destacados e imponente es del mundo, los cuales parecian converger todos de manera innegable en esta agrupacion musical que interpretaban las piezas mas importantes de la historia. Parecia que Ciudad de Mexico se estaba haciendo pequena para Victoria Alba, quien, ante la posibilidad de irse a Alemania, Tendria que dejar atras todo lo que habia construido con tanto esfuerzo. Esto era lo que generaba la duda en el corazon de la chica, la cual, no queria abandonar a sus estudiantes, los cuales, realmente la necesitaban, pues nadie podia proveerles tanta dedicacion y entrega como lo hacia ella. Parecia que toda su vida habia estado basada en la duda, y ni siquiera habia tenido tiempo para el amor, ya que, Victoria se habia dedicado unica y exclusivamente a desarrollarse profesionalmente como una de las mejores ejecutantes del violin. A sus 22 anos, habia superado a muchos, pero aun consideraba que le quedaba un camino muy largo por recorrer, y una pareja simplemente la retrasaria. Sabia que esto implicaba salidas, citas, reuniones familiares, o un posible compromiso, y esta, no estaba dispuesta a sacrificar una sola hora libre de su tiempo para algo de distraccion, para ella, la disciplina era lo mas importante. Pocos, a los 22 anos de edad tenian un futuro tan prometedor en el mundo de la musica clasica, ya que, no era un mercado tan comercial, pero cuando se lograba un posicionamiento adecuado, basicamente, la vida estaba resuelta. No iba a tener el exito y la fama, los lujos y los excesos que un rapero o un cantante de reggaeton, pero tendria la vida que siempre habia deseado acompanada de los musicos mas virtuosos del planeta, y esto, era algo que no podia compararse con la banalidad y simplicidad de la cultura pop moderna. No tenia nada que ver con sus amistades, Victoria tenia una personalidad Bohemia, adoraba leer libros, pasar tiempo en la biblioteca, ir al parque a disfrutar de leer sus novelas favoritas. Escucha musica clasica antes de ir a dormir y ejecutar el violin durante mas de ocho horas al dia, ya que, esta seria la unica forma de alcanzar el nivel de perfeccion que ella estaba buscando. Parece que era una bendicion, ya que, escuchar aquellas notas perfectamente ejecutadas por las manos de aquella revelacion musical, era simplemente glorioso. Las pocas amigas que tenia, eran del mismo circulo de musica clasica, pero definitivamente, la mas importante de ellas era Paulina, la cual, era una chelista de la orquesta sinfonica de Mexico, la cual, habia desarrollado una amistad tan cercana con victoria que practicamente eran hermanas. Paulina Alonso, fue el nombre que vio victoria en su telefono movil mientras arregla su cabello para dar los ultimos ajustes antes de salir. Esta, ignoro la llamada para terminar de perfeccionar su peinado, tenia que ser la noche perfecta, ya que, de lo contrario, cualquier error podria significar el fracaso de su vida. Solo unas semanas atras, Victoria habia recibido una oferta para viajar a Berlin y ser parte de la filarmonica de Berlin, alli, seria parte del conjunto de violines principales, y esta, seria la noche donde mostraria a los directivos de aquella organizacion, cual era su nivel tecnico. Esta noche, tendria la posibilidad de interpretar a Tchaikovsky, Uno de sus compositores favoritos, pero uno de los mas desafiantes para ejecutar, ya que, el nivel tecnico iba a un punto en el cual, ella se sentia muy presionada. Cualquier minimo error podria estropear por completo una pieza perfecta. Pero no hay nadie mejor preparado que Victoria Alba para poder interpretar una de estas piezas, por lo que, hace sus ultimos calentamientos para estar lista para la noche. Justo despues de arreglar su cabello y tomar su violin de 1690 una vez mas, el telefono movil de Victoria comenzo a sonar nuevamente. Parecia que Paulina Alonso, estaba muy interesada en hablar con ella, asi que, finalmente decidio presionar el boton verde y contestar. --?Por que siempre es tan complicado comunicarse contigo, Victoria? Siempre tienes que estar atenta al telefono, nunca sabes cuando sera una emergencia. --Dijo Paulina un poco alterada. --Lo siento, tenia los auriculares, no me di cuenta. ?Que ocurre? ?Ya estas lista para la gran noche? --Si, precisamente te estaba llamando para preguntarte en donde nos encontraremos. Habra muchas personas importantes en ese lugar y no queria llegar sola. ?Te parece si nos vemos en el cafe de Frank a las 7:00 PM? --Si, asi tendremos tiempo de repasar algunas de las partituras. A las 7:00 estare alli. --Siempre estas pensando en estudiar, hablaba de tomarnos un cafe y relajarnos antes de la ejecucion final. ?Ya decidiste si te iras a Berlin o no? --Esta noche todo se definira, Paulina. No quiero pensar demasiado en ello, ya que, si lo logro, estare dejando atras todo lo que he conseguido con esfuerzo, pero si fracaso, me perseguira ese fantasma durante el resto de mi vida. --Respondio victoria de una forma bastante consternada. --OK, disculpame por abordar el tema. Creo que no es momento para conversar sobre eso. Te veo en un rato. La llamada termino, eran aproximadamente las 6:00 de la tarde, por lo que, Victoria tendria tiempo para hacer una breve revision de algunos de los temas mas complicados que interpretaria aquella noche. Tomo su estuche negro, lo abrio con mucho cuidado, ya que, recien habia reemplazado los broches de seguridad. Al abrirlo, alli estaba su mejor amigo, un violin Stradivarius hecho a mano de los anos 1600, el cual, la habia acompanado desde que era una nina, ya que, su abuelo, un influyente politico de la ciudad, lo habia conseguido gracias a sus contactos en Europa. Desde el momento en que habia recibido este violin, todos los espiritus de los ancestros que habian pasado por aquel instrumento historico, parecian haberse canalizado a traves de las manos de Victoria Alba, ya que, desde que comenzo a practicar, nunca mas se habia detenido. Era una pasion fogosa, indetenible, la cual, la hacia sentir viva, sin ningun tipo de miedos, cuando tenia el instrumento, simplemente se transformaba. La vida de esta chica de 22 anos de edad, giraba en torno a la musica, al violin, a las notas estructuradas en una arquitectura temporal perfectamente armada, la cual, llegaba directamente hasta el punto mas profundo de las emociones de un ser humano. La musica era capaz de hacer llorar a las personas, alegrarles, llevarlas a traves de una montana rusa de sensaciones y pensamientos, y todo esto, era capaz de canalizarlo Victoria Alba a traves de sus ejecuciones. Siempre la disciplina, el trabajo duro y la perfeccion eran parte de su ejecucion. Habia tocado muchas veces en el auditorio nacional de Ciudad de Mexico, pero esta era la primera vez que sentia tantos nervios al presentarse alli. Habia muchas personas de la industria musical que se darian cita, politicos, miembros del gabinete de Ciudad de Mexico, asi que, era un concierto importante, pero ninguno era mas importante que otro, todos debian ser perfectos. La entusiasmada chica, llena de suenos, repleta de ilusiones e infestada de expectativas, separa frente al espejo para hacer los ultimos retoques a su maquillaje. Es perfeccionista, meticulosa, obsesiva, todo debe estar en su lugar en el momento exacto, nada debe lucir en exceso, exagerado, no debe verse simple o tratando de llamar demasiado la atencion, todo debe tener el perfecto equilibrio, como en la musica. Para esta ocasion, Victoria ha decidido recoger su cabello en un mono muy ajustado, el cual, deja ver perfectamente su rostro y no representara un problema al momento de ejecutar. Esta, ha maquillado sus ojos de forma bastante notable, ha resaltado sus pestanas, ha delineado el contorno de sus parpados, haciendo un maquillaje degradado oscuro con tonalidades moradas y negro. Esta, ha pintado sus labios en un rojo bastante provocativo, ya que, los mismos son carnosos, suaves, seductores, y este, suele ser un gancho directo a la mandibula de cualquier hombre que se acerque a ella, ya que, solo ver su perfecto rostro bien perfilado, quedan atontados, sabe muy bien como conseguir las cosas con mucho esfuerzo y disciplina, y finalmente, esta apunto de tocar las nubes por primera vez. Ya esta en la hora limite, y si quiere llegar puntual como generalmente lo hace en cada cita, necesita salir en ese preciso instante. Ya no hay tiempo para hacer arreglos, la perfeccion sobre la perfeccion, simplemente puede generar el caos absoluto, asi que, toma su bolso, verifica que tiene su movil, su monedero, y sus llaves. Adicionalmente, no puede olvidar el artefacto mas importante, el violin, el cual, introduce con mucho cuidado en un estuche elaborado con el mejor terciopelo azul en su interior. Lo asegura, cierra sus ojos, y trata de conectar su energia con aquel instrumento, ya que, es a traves de el que podra conseguir el futuro con el que siempre habia sonado. Introduce las llaves en la cerradura de su puerta, gira el picaporte y finalmente da los primeros pasos hacia un mundo que le esta esperando para devorarlo. Se siente llena de vida, viva, cargada de una energia inquebrantable que absolutamente nadie puede modificar. Nada puede salir mal, su corazon late con fuerza, siente esa sensacion de plenitud en su pecho, ya que, es una noche con la que habia sonado muchas veces. Ve el reloj, y son aproximadamente las 6:45 de la tarde, por lo que, debe darse prisa para llegar al cafe donde se encontraria con Paulina. Esta, suele ser muy ansiosa tambien, asi que, no le gusta esperar. Victoria vivia en un edificio de cuatro niveles, una cadena de bloques donde alquilaba temporalmente. Caminar a traves de aqui es largo pasillo con iluminacion blanca y barandillas de color marron, siempre era un reto para ella, ya que, trataba de hacer el menor ruido posible para no alertar a una de sus vecinas mas cercanas. Teresa Ramirez, vivia en el 3-A, y era una de esas personas que, por su imprudencia, habia terminado alejando a todos, inclusive a sus familiares. La sexagenaria, solo queria un poco de amistad, pero sus comentarios, siempre resultaban siendo incomodos, ante lo que, Victoria hacia lo imposible por tratar de evadir los encuentros con esta anciana mujer. Camina despacio hasta las escaleras, pero puede escuchar, finalmente, como la puerta del departamento de Teresa, se abre abruptamente, alertando a Victoria de que no ha logrado con exito salir sin la interrupcion habitual. --!Victoria, que bella estas! ?Esta noche tienes concierto? --Pregunto Teresa apoyada en un baston. --Hola, Teresa. Si, como veras, tengo concierto. --Respondio Victoria de una forma ironica, mientras mostraba con sus ojos el violin en su mano. --Esta noche seguramente lo haras espectacular como siempre. Oh, por cierto, queria pedirte un favor, Victoria. Claro, si no es de mucha molestia. Los ojos de Victoria de manera inconsciente e involuntaria, voltearon hacia arriba de una manera molesta, ya que, siempre habia algo con Teresa. No podia dejarla ir sin pedirle algun favor, solicitarle algun consejo, preguntarle algo totalmente innecesario. La necesidad de contacto social de aquella mujer de 71 anos de edad, siempre era una molestia para ella. --Dime, Teresa. ?En que puedo ayudarte esta vez? --Dijo la chica, mientras ponia el violin en el suelo y caminaba hacia el departamento de la anciana. --Te dare un poco de dinero para que, por favor, me compres unos analgesicos. El dolor de mi pierna ya es insoportable y ya no tengo la fortaleza para ir hasta la farmacia yo misma. Se que puedes comprarlo cuando vengas de regreso, no los necesito con urgencia. La mujer le dio un fajo de billetes a la chica, y esta, supo instantaneamente que era demasiado dinero para unos simples analgesicos, ante lo que, Victoria reacciono inmediatamente. --Es mucho dinero, Teresa. Solo necesito esto… Ten cuidado con el dinero, o alguien va a robarte de una manera descarada en algun momento. --Dijo Victoria, mientras separaba el dinero y regresaba una gran porcion a la anciana. --Por eso es que solo confio en ti, Victoria. Eres una chica honesta y muy amable. Gracias y disculpa la molestia. Espero que te vaya excelente esta noche. La sonrisa de aquella mujer, era muy tierna, le recordaba inclusive a la de su propia abuela, y esto, la habia retrasado algunos minutos, por lo que, Victoria cayo en cuenta rapidamente de que el tiempo no iba esperar por ella, asi que, decidio correr directamente hacia las escaleras. Se inclino para tomar su estuche y bajo rapidamente hasta llegar a la planta baja. Tuvo problemas para abrir la puerta principal, su llave, siempre generaba problemas en el momento menos indicado. Despues de una breve lucha con la puerta principal, y algun par de patadas para que esta cediera finalmente, la chica logro salir. Corre rapidamente hacia su coche, el cual, se encuentra aparcado en un estacionamiento abierto, donde se encuentran el resto de los vehiculos de los que habitan en aquel lugar. Se trata de un grupo de edificios, los cuales forman una especie de semicirculo, rodeando el estacionamiento en donde se encuentra a la intemperie todos los vehiculos. Esta, coloca el estuche en el suelo, busca las llaves en su bolso, finalmente, extrae el manojo de llaves de su coche, abre rapidamente, deja caer el estuche en el asiento del acompanante, posteriormente su bolso, y entra al vehiculo. Respira profundamente como si se tratara de algo completamente imposible de lograr en cada ocasion que sale. Teresa suele retrasarla con mucha frecuencia, y nunca puede salir silenciosamente o con tranquilidad, ya que, los retrasos siempre forman parte de la ecuacion. Pero este es un dia especial, asi que, la chica respira profundamente, ajusta el espejo y ve que su maquillaje aun este intacto. Trata de cerrar la puerta, pero en ese momento, Victoria descubrio que el miedo que estaba experimentando, podria transformarse en panico, ya que, se desarrollo una escena para la que nadie esta preparado. Cuando la puerta golpeo contra el vehiculo para cerrarse, algo interrumpio, ya esta, al darse vuelta, la imagen que observo, la dejo petrificada. Era un hombre corpulento, de casi 2 metros de altura, llevaba una chaqueta negra, pantalon del mismo color y botas rusticas. En sus manos, lleva guantes, parece que no quiere dejar huellas, pero lo mas espeluznante, era que no pudo ver su rostro, ya que, este lo habia cubierto con una pantimedia. --!Dame el dinero y sal del coche ahora mismo, perra! --Dijo el hombre, mientras desenfundaba un arma con un canon tan grande e intimidante, que la chica casi sufre un ataque cardiaco en el momento.

  • Nosotros (El Juego 3) de Azminda Cangar

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    Para almas aventureras, tres es un numero magico. Es un numero poderoso en la mitologia y en la religion, continuamente tiene un significado de totalidad, de plenitud. Se puede decir que cuando se trataba de amor, nada es mejor que tres. El amor y la lujuria combinados y entrelazados son simplemente, divinos. ?Entonces, por que encontramos tantas piedras en el camino? Nosotros tenemos una relacion definitivamente diferente, es el tipo de relacion que esta abierta a las posibilidades, mas flexible, mas experimental, y por supuesto, mucho mas sensual. Tambien es de las que da batalla, luchamos por nosotros con unas y dientes. Contra todo y contra todos. ?Como se puede tener un argumento en contra de un trio de corazones y cuerpos encontrando un balance? ?Como se puede luchar contra el amor? Ya lo escribio Shakespeare. “El destino es el que baraja las cartas, pero NOSOTROS somos los que jugamos”. Y nosotros jugamos. a morir.

  • La vieja tierra (Exitos literarios) – Dorte Hansen de Dorte Hansen

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    Una historia sobre vidas paralelas y sobre los grandes contrastes entre el pasado y la vida que llevamos en el presente.

  • La prisionera de los krinar de Anna Zaires

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    Una novela romantica independiente de la autora superventas en las listas del New York Times de las obras Secuestrada y de Las cronicas de Krinar.