• vestido novia tropical - Vicky Loebel

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    Anna Williams abrio un cuaderno de dibujo sobre el apoyabrazos del sillon para visitas y miro por la ventana mientras atardecia. --Esta nevando --le comento a su amiga, que estaba en la cama de un hospital--. Otra vez. Diane apenas echo un vistazo. --Por supuesto que esta nevando. --Oprimio un boton de forma ritmica en la pantalla de su movil--. Es febrero. Es Milwaukee. Es ley. --No creo que haya una ley sobre la nieve. --Anna dibujo la forma cuadrada de la ventana--. No conducir tu motocicleta por avenida Downer en una tormenta de nieve… Tal vez haya una ley sobre eso. --Su amiga habia tenido la suerte de salir solo con una pierna rota--. Podrias haber terminado en la carcel. --Los policias fueron muy comprensivos. Les dije que me habia quedado sin cerveza. --Conducir bajo los efectos del alcohol. Buena idea. --Un farol de la calle parpadeo en un halo de vapor. Anna lo dibujo con trazos debiles de lapiz --. Si decias que habias robado un banco, tal vez ahi habrias tenido problemas. --Ja, ja. Una serie de cables brillaban sobre el estacionamiento semivacio del hospital. Anna dibujo una linea en la hoja. >>Como sea --continuo Diane--. No les dije a los policias que habia bebido. Dije que tenia que celebrar haber ganado un lugar en Novia tropical. --Ya veo. --Anna sombreo un poco de escarcha en la cara interna del cristal de la ventana--. Mentiste. --No fue una mentira. Fue una verdad prematura. Aun queda media hora para entrar en el concurso. Eso me recuerda que tambien usaremos tu telefono para participar. --Diane estiro la mano con la palma hacia arriba--. Damelo. Anna cerro el cuaderno y entrego el movil. No le molestaba pasar la tarde con su amiga, aunque en realidad no podia darse el lujo de cancelar las clases particulares de natacion que daba. Diane habia acompanado a Anna durante dieciocho meses de examenes y cardiologos, y durante el baipas de su padre, aun despues de que ellos habian tenido que cerrar la pasteleria de la familia, lo que habia dejado a Diane sin empleo. La cirugia habia sido exitosa. Anna golpeo los nudillos sobre la madera de la silla. "Papa esta bien. Si tan solo la nieve amainara… Si tan solo la primavera llegara para que el pudiera salir y jugar unas rondas de golf…". Los medicos querian que su padre se levantara y caminase, pero el clima glacial lo mantenia en casa. --!Esta al aire! !Novia tropical! --La tablet de Diane estaba abierta en el sitio web del concurso--. Estan mostrando videos de la serie mientras eligen a las ultimas cuatro mujeres. --Tomo ambos telefonos y accedio al concurso con los pulgares. Anna se acerco a la cama con la silla. Durante tres semanas, ella y Diane habian mirado la transmision en vivo de Novia tropical, donde las mujeres hacian el ridiculo en Internet: comian insectos, llevaban pilas de cocos sobre la cabeza, luchaban por convertirse en la novia de Ryan Andersen, el atractivo soltero millonario del programa. Esa noche, Novia tropical seleccionaria a las ultimas mujeres para unirse al concurso en el Paradise Resort en las Islas Virgenes de Estados Unidos. Habria tres semanas mas de competencia y luego --suponiendo que Ryan y una de las mujeres se enamoraran--, una boda magnifica. Tap. Tap. Diane oprimio "enter" una y otra vez en ambos telefonos. Para cuando eso terminara, necesitaria cirugia en los pulgares, ademas de la de la pierna. Un video mostro a un grupo de mujeres que buceaban en jaulas rodeadas de tiburones. Anna fruncio el ceno, pero no pudo resistir la vista del agua cristalina y de los peces de colores. Las palmeras se mecian suavemente detras de Bobbie, la sofisticada conductora, y casi podia sentir la suave brisa tropical. El video termino. Aparecio un mensaje que anunciaba la primera de las ultimas concursantes. Anna debia admitir que era buena publicidad sumar mujeres mientras el programa estaba en curso. Contuvo la respiracion. Nada ocurrio. Anna suspiro con suavidad. --Esos policias volveran para arrestarte --le comento a Diane--. De todas maneras, no se por que te inscribes. No puedes competir con una pierna rota. --Es el destino. --Su amiga volvio a oprimir letras--. Tengo un presentimiento. Los presentimientos de Diane habian perdido la loteria de Wisconsin ciento setenta y seis veces seguidas. Miraron un video de mujeres en bikini que se desplazaban, al estilo Tarzan, de arbol en arbol, y luego otro que involucraba un frisbee y mucha locion bronceadora. No eran todas hermosas. No se podia esperar eso en un programa que seleccionaba inscripciones al azar. Pero hasta las menos atractivas se veian notablemente distinguidas. Los nombres de dos participantes mas fueron enviados por mensaje de texto. >>Ademas --argumento Diane--, podriamos ganar en tu movil. Piensa en el sol, en la arena, en que puedes llevar a tu propio estilista. Imagina lo bien que le haria un campo de golf tropical a tu padre. Anna imagino a su padre fuerte y bronceado, tal como habia estado dos anos atras, en lugar de la sombra irritable que habia pasado el invierno caminando de un lado al otro detras de la ventana de la sala de estar. >>Hace veintisiete grados en el Caribe --senalo Diane--. Todo el ano. Anna fruncio el ceno ante la nieve que caia. >>Y, si Ryan Andersen no elige una novia, la ganadora del concurso se lleva veinticinco mil dolares. Apuesto a que por eso enfrentarias a unos cuantos tiburones desde una jaula. --Enfrentaria a unos cuantos fuera de la jaula. --Veinticinco mil dolares pagarian muchas cuentas--. Aunque seria preferible hacerlo en la arena. Un video mostraba a mujeres que armaban un vestido con algas y con cascaras de banana. El concurso selecciono a la ultima participante. El telefono sono. --!Oh, cielos! --exclamo Diane. --No es gracioso. Al sonido original le siguio medio tono de llamado. Diane dio un salto de entusiasmo y luego se agarro el yeso con un gesto de dolor. --!Si! !Au! !Si! En el sitio web de Novia tropical, un Ryan Andersen en diferido pregunto: "?Esta mi futura novia en Milwaukee?". >>!Manana! --Diane hablaba efusivamente por telefono--. Cinco de la manana. Aeropuerto internacional Mitchell. Sin duda. !Gracias! La llamada finalizo. El movil volvio a sonar con una seguidilla de mensajes de texto. --!No puedes ir! --objeto Anna--. !No puedes competir con una pierna rota! Diane sonrio. --Dame mi bolso. Anna se inclino y abrio un cajon. --No te ayudare a escaparte del hospital. --Le paso el bolso a su amiga --. !Acabas de pasar por una cirugia! Diane saco cuatro billetes de veinte dolares. --Es todo el efectivo que tengo. Pero el Paradise Resort tiene todo incluido, asi que estaras bien. --?De que hablas? Diane coloco el dinero en manos de Anna. --Si necesitas… ?Que estoy diciendo? Nada de "Si…". --Saco las llaves de su departamento--. Pasa por casa y recoge algo de ropa. Lleva las sandalias doradas. Te quedan de maravilla. ?Estaba loca? Por un instante, Anna imagino que llevaba a su padre de vacaciones, pero luego se cruzo de brazos y sacudio la cabeza. --No puedo hacerme pasar por ti. !Es fraude! --?Quien dijo algo sobre eso? --Diane levanto el movil. Por primera vez, Anna se dio cuenta de que aparato habia sido el utilizado--. Tu fuiste la elegida. --No es posible. --Anna se sintio mareada. --Si, lo es --respondio Diane--. Y asi fue. Y faltan apenas doce horas para el vuelo. !Asi que largate de mi habitacion de hospital, ve a casa y dile a tu padre que empaque! Una catarata de sonidos salio del telefono. Anna leyo mensajes que confirmaban los boletos y le explicaban como llegar a las Islas Virgenes de Estados Unidos. Le permitian llevar un estilista personal, con todos los gastos pagos, y todas las maletas que quisiera. --Cielo santo. --Anna no estaba segura de tener una maleta--. No puedo creerlo. --No tenia ningun interes en aparecer en un reality show en Internet, mucho menos en ganarse un esposo rico. Sin embargo… Anna levanto la vista. Por la ventana del hospital se veia una noche llena de nieve. "Papa necesita vacaciones"--. Parece que me voy al Caribe. --No me digas, Sherlock. !Ahora, muevete! Anna se acerco despacio a la puerta, con los ochenta dolares de Diane. --Gracias por esto. --Entre las facturas medicas de su padre y los gastos mensuales, lo unico que Anna podia obtener de un cajero automatico era una carcajada--. Te lo devolvere. --Se que lo haras --remarco Diane con una sonrisa--. Porque, cuando seas rica, !reabriras la pasteleria de tu padre y triplicaras mi sueldo!

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  • La promesa de Tristan White de Raul Cots Lopez

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    Tristan White es un joven britanico de procedencia militar que, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, se ve obligado a combatir contra las fuerzas del Eje en el norte de Africa. Su aventura comienza cuando, por una promesa, decide tomar rumbo hacia tierras europeas. Durante su viaje aprendera a luchar, a estimar y a convivir con grandes personajes que se interpondran en su camino; profundizara en si mismo y conseguira cambiar la fantastica vision de su mundo idealizado. La naturalidad de los paisajes y la peculiaridad de sus personajes le ayudaran a crear un universo de ensueno oscurecido por la guerra. El esfuerzo, la constancia y el valor seran sus guias para, finalmente, tropezar con su preciada meta.

  • Dulce misterio (Dulce Londres 5) de Eva Benavidez

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  • El que faltaba de Mayte Pascual

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    La clase entera exploto de risa ante sus narices. El senor Wright se acerco a la tarima y, tras unos momentos que aprovecho para limpiar sus gafas y crear misterio, la miro sonrio con el desprecio que lo caracterizaba. --Perfecto, senorita, no dudo que si sigue asi, tendremos un futuro premio Nobel entre nosotros. De novela rosa, por supuesto. La clase al completo volvio a reir. Ella los miro desafiante, y todos disimularon, sin poder evitar alguna sonrisa burlona. Todos menos Caleb, que solto una carcajada y la examino con descaro, guinandole un ojo. Entonces, y a la tierna edad de doce anos, Cloe lo entendio todo. Lo habia leido en muchas novelas, e incluso su padre hablaba de ello con su madre en la cocina mientras preparaban la cena. En la vida de toda persona se cruzaba un tonto de remate, un idiota que entorpecia tus planes y al que debias recordar toda tu vida, para aprender a reconocer a los de su especie y no volver a tener la mala suerte de cruzarse con ninguno. Caleb era un especimen unico en aquel campo. Era el cretino mayor del reino, de esos de libro. Vamos, un completo imbecil. Y aquel dia, como si nada, entendio que lo recordaria siempre. I Las siete de la manana no es buena hora para escribir a nadie, y menos aun aquel tipo de mensaje, lleno de emoticonos histericos y letras en mayuscula. ALICE: ?TIENES TODO PREPARADO? !HOY ES EL GRAN DIA!!!!!!!!!!!! Estoy a punto de contestar una serie de improperios por los que mi madre sin duda me desheredaria, pero por una vez me contengo. El simple hecho de contestar cualquier cosa desembocara en un sinfin de mensajes y en la creacion de un grupo llamado Chupi Pandi o algo similar, con miles de whatsapp mas acerca de una conversacion estupida. Y es mas, muchisimo mas de lo que puedo soportar a estas horas. Ya es suficiente con el planazo que me han preparado. Un fin de semana largo. Tres puneteros dias en los que habria podido estar en cualquier parte menos en aquella reunion. Pero ya no hay forma de escapar. Me estiro, sintiendo como todos los musculos de mi cuerpo se elongan al hacerlo. Cuento hasta diez, intento visualizar una imagen de paz y salgo de la cama, de mi maravilloso y seguro refugio. Solo setenta y dos horas. Bueno, quizas unas pocas mas, pero despues de eso habre cumplido, podre volver a mi estresante vida y olvidar estos dias para siempre. Solo eso. No es para tanto, vamos. Media hora, tres cafes y cinco cigarros despues estoy histerica perdida. Moira me llama para ultimar algunos asuntos de los que se ocupara esa tarde, pero, como temia, tambien quiere tranquilizarme y darme animos. --Animate, mujer. Eres Chloe D'Valliere, !!por favor!! Nos reiremos juntas de todo esto el lunes, ya veras. A lo mejor hasta podrias escribir sobre la experiencia en tu blog. No. Rotundamente no. Es Cloe la que ira a este fin de semana, en categoria de amiga de toda la vida. Chloe D'Valliere, sencillamente, no hace algo asi. Ella vive en un mundo paralelo, ajena a cosas como aquellas, tan mundanas y pasadas de moda. Cloe no es Ms D'Valliere, y D'Valliere no querria nunca verse en una como la de Cloe. Alice vuelve a escribir, ignorando mi silencio, esta vez, mas en su estilo. ALICE: !!No se os ocurra llegar tarde!!!YO YA HE SALIDO! Miro a mi alrededor, sumida en la desesperacion mas absoluta. Tengo el pelo empapado, la maleta a medio hacer y unas ganas locas de desaparecer del mapa. ?Que se le habra ocurrido a Alice? Es imposible saberlo. Sin pensarlo mas, meto en la maleta un variado repertorio de camisetas, vaqueros y ropa interior y un vestido de coctel que, aunque no me haga mucha gracia pensar, se que necesitare. Sofia llama al timbre a las diez y cuarto, cuando yo ya he pasado por la negacion, el nerviosismo, el enfado mas absoluto y la pena por mi misma. --!Cloe! !Estas fantastica! --Sofia entra en el piso mirando todo, sorprendida. -- Es precioso, en serio... !Que luz! --Gracias, lo elegi precisamente por eso. --!Que maravilla! Todo tan ordenado, tan limpio, tan minimalista... La miro consternada, localizando de reojo el monton de papeles que hacen desaparecer la mesa de cristal, el ordenador aun encendido y los cargadores que asoman por todos los enchufes. Sofia me lee el pensamiento y sonrie. --Entiendeme, con dos ninos y un marido que no hace ni el huevo en casa, las cosas se me van de las manos. Es tranquilizante ver que aun existen pisos de adultos, donde no hay juguetes esparcidos por el suelo y dedos pegajosos en todos los cristales. --Todo tiene sus inconvenientes. Despues de dos dias aqui, te aseguro que no podrias soportar mis montanas de papeles. Que sepas que he recogido en tu honor. Me voy hacia la habitacion, haciendo senas a Sofia para que me siga. --?Ya tienes todo preparado? --Hace una mueca, mirando la gran maleta--. Lo mismo tienes que meter algun modelito mas... --Me empuja carinosamente, burlandose de mi. --Pufff... Ya, lo se, pero es que no tengo ni idea de que llevar... --A ver... --Revuelve las prendas de la maleta, contabilizandolas--. Unos vaqueros, dos camisetas, no, perdon, !diez!, un pijama, calcetines, un modelito, no, dos, para las noches... ?Y la ropa interior? Ah, aqui... Vaya, vaya... --Saca un sujetador negro de encaje transparente...--. Pero ?que...? --Descubre una caja de preservativos que no me ha dado tiempo a esconder--. ?Y esto? De repente me siento como una nina pequena. --Soy una mujer soltera, ?recuerdas? --digo, encogiendome de hombros. Sofia suspira. --?Esto es por Aiden? Comienzo a meter todo de nuevo en la maleta sin contestarle. --Venga ya, Cloe, te conozco desde los cuatro anos. ?Me quieres decir que locura se te ha ocurrido ahora? Me siento en la cama, manoseando la delicada lenceria. --?Que que pasa? Mira a tu alrededor, Sofia: tengo una casa preciosa, con mucha luz, un monton de espacio y un vestidor para mi sola... Y ningun juguete por en medio... ?tu que crees? --?En serio? --Sofia se agacha y me coge la cara con las manos para asegurarse de que la miro fijamente--. ?Quieres tener un hijo? No puedo aguantar la risa y suelto una carcajada ante la mirada atonita de Sofia. --No, Sofia, no, al menos de momento. Pero no estaria mal poder practicar de vez en cuando. Desde que volvi de Londres... No es que me sienta sola, pero imagino que me falta algo. Me acostumbre a Chris, y aunque eramos mas amigos que otra cosa, echo de menos acostarme con alguien, salir de vez en cuando... Bueno, ya sabes... Sofia vuelve a mirar el sujetador. --?En serio que no tiene que ver con Aiden? --Pues no se, no tengo ni idea. --Cierro la maleta, ignorando el hecho de que seguramente me olvido de algo--. Si te digo que no me importaria... ?te molestaria mucho? Sofia va hacia la puerta, mirandome pensativa. --?Un polvo? --Sonrie maliciosamente--. No, en absoluto. Algo mas haria que te arrancara la cabeza. Recuerdalo.

  • Quiero ser tu principio y tu fin (Loca seduccion) de Eva P. Valencia

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    Manhattan, 27 enero de 2014 3 semanas despues del trasplante Tras entrar en el apartamento y dejar las cartas sobre el mueble recibidor, Gabriel dio un golpe seco de talon a la puerta para cerrarla. Sonrio alzando la mirada y dirigiendola hacia el final del pasillo. Una deliciosa y envolvente fragancia lo atrajo hacia el dormitorio, el cual permanecia casi en la mas absoluta oscuridad, salvo por la escasa luz de unas velas colocadas estrategicamente para recrear un ambiente enigmatico y magico. Acabo de abrir la puerta mientras se desanudaba la corbata de seda. --Jessica... --Echo un vistazo rapido hasta descubrir donde se encontraba--. ?Te pasa algo? Gabriel se descalzo y, dejando caer los zapatos de cualquier manera, camino hacia ella. --?Tienes fiebre? ?Que es todo este despliegue de romanticismo? --se burlo colocando la palma de la mano sobre su frente. Ella se carcajeo. --?Ha tenido un agradable dia en el despacho, senor Gomez? --le pregunto con voz melosa, acariciando cada palabra con su lengua. Mas asombrado si cabia, alzo una ceja sin aun descubrir las intenciones de la joven y anadio: --Definitivamente, lo reafirmo: tienes fiebre. Tras sonreirle con picardia, ella humedecio su labio inferior con ayuda de la lengua, muy lentamente, de forma morbosa y muy sugerente. --Como le gusta ponerme cachondo… --Agarro una de sus manos y la coloco sobre su latente ereccion, que crecia con descaro bajo la tela de los pantalones de pinzas--. Y debo anadir que se le da de maravilla, senorita Orson. --!Mmm! Y es asi como me gusta tenerlo... bajo mi absoluto control -- agrego realizando un suave masaje a lo largo de la envergadura de su miembro enhiesto y palpitante. Gabriel quiso acercarse para devorarla en un ardoroso beso que ansiaba desde que la habia visto, pero ella se anticipo, posando el dedo indice sobre sus carnosos y hambrientos labios. --Tranquilo, fiera. --Sonrio traviesa--. Desnudate y esperame sentado en la cama. Se rasco la nuca, pensativo, y observo perplejo como Jessica se alejaba y desaparecia de la habitacion. Zarandeo la cabeza, sin darle mas importancia que la necesaria, y comenzo a desvestirse. En cierta forma, lo agradecia; poder desprenderse de aquel atuendo de <> era cuanto precisaba en aquel momento y... por supuesto, la racion diaria de sexo salvaje y alocado con su particular angel de cabellos negros. Primero la americana, luego uno a uno todos los botones de la camisa de firma y, en poco menos que un suspiro, yacia tendido y como Dios le trajo al mundo sobre las delicadas y suaves sabanas de saten. Miro a ambos lados. La habitacion estaba irreconocible; en solo unas semanas Jessica la habia decorado a su gusto, dandole evidentes toques femeninos, acordes a su intensa y arrolladora personalidad. Entre los detalles mas significativos habia un sillon en tono rojo fuego y de formas ergonomicas, disenado exclusivamente para practicar el tantra y llevar a cabo cada una de sus fantasias sexuales. Poco despues, bajo la vista a su entrepierna mientras apuntaba a su pene con el dedo y lo reprendia de forma inquisidora: --Mas te vale portarte bien, tu ya me entiendes... Te quiero aguantando varios asaltos como un campeon. --Sonrio--. Algo me dice que esta noche va a ser memorable... Nada mas pronunciar aquellas palabras, Jessica hizo su aparicion estelar por el umbral de la puerta. Con un erotico contoneo de caderas se deslizo sensual por la reducida estancia, sin dejar de mirarlo; el la observaba tratando de tragar saliva. Se habia quedado seco, al instante. Incapaz de pronunciar una sola palabra. Las imponentes curvas de la joven se dibujaban bajo una transparente y sensual bata de lenceria negra que haria vagar la imaginacion hasta del ser mas apocado sobre la faz de la tierra. Se acerco hasta el iPod y deslizo la yema de su dedo por la pantalla tactil hasta dar con la cancion que tenia reservada. Presiono ligeramente y, en seguida, las primeras notas de Submerge til we become the sun - Embrya, de Maxwell, envolvieron el ambiente. Sin apartar su mirada de los ojos de el, Jessica aflojo el lazo que rodeaba su estrecha cintura para desprenderse con lentitud de la bata, permitiendo que la suavidad de la seda la acariciara y erizara su piel antes de que esta cayera a sus pies. Envuelta en un halo mistico e hipnotico, subio a la cama y comenzo a gatear a cuatro patas hasta quedar a escasos centimetros de su boca. Su calido aliento acaricio los labios de el y el aroma de su perfume le aturdio los sentidos. Abrio la boca tras humedecerse lentamente los labios, mientras se acercaba a su oido para runrunearle una proposicion que no podria rechazar: --?Crees estar preparado para lo que te voy a hacer sentir? Gabriel trago costosamente saliva; su mirada penetrante y el susurro sensual de sus palabras le habian erizado todo el vello de su cuerpo. --Estoy ansioso por sentirte, mi vida. --Buen chico. --Sonrio satisfecha. Y dicho esto, libero su larga melena de un brillante negro azabache, permitiendo que cayera en cascada sobre su espalda desnuda. Luego, tras tentarlo con su mirada felina, se abalanzo sobre su boca para devorarla con tanta ansia que logro dejarlo sin aliento. --!Dios mio, Jess! --Inspiro hondo y, tras recuperar la compostura, prosiguio --: Cuando estoy contigo, pierdo por completo la cordura. Todo, absolutamente todo, deja de existir para pasar a un segundo plano y en lo unico que pienso es en hacerte el amor. Ella lo miro unos instantes antes de suspirar. La fulgida mirada verdosa de Gabriel por un momento la hizo dudar y a punto estuvo de abandonar sus planes, por lo que desvio la vista a la comoda y abrio el primer cajon para buscar algo en su interior. --Ahora, jugaremos --dijo con voz firme pero melosa. --?A los medicos? --se burlo. Ella nego con la cabeza. --Frio, frio… --anadio mostrandole un par de esposas metalicas. Gabriel enarco una ceja. --?Ahora te va el rollito bondage? Jessica no le respondio; se limito a tomar una de sus manos y, tras abrir una anilla de una de las esposas, la cino alrededor de su muneca, para luego atarla a uno de los barrotes de la cabecera. --!Que morbo me esta dando esta situacion...! ?Como no me has atado antes? --!Shhhh! --lo silencio buscando la otra mano para realizar la misma operacion--. No te muevas o te causaran heridas. --Vale, jefa. Sere obediente. Acto seguido, lo tento repetidas veces, acercando la boca a sus labios de forma muy morbosa, sin llegar a besarlo. Frustrado, observo como ella se deslizaba lentamente por las sabanas hasta salir de la cama, para poco despues colocarse de pie, justo enfrente. Las vistas desde aquella posicion eran espectaculares. La lenceria de encaje negro realzaba los innumerables atributos de Jessica, quien comenzo a moverse al son de la cancion, de forma sugerente, mientras desabrochaba los corchetes del corpino y lo dejaba caer con delicadeza. Gabriel empezo a removerse inquieto. Se imaginaba acariciando, masajeando, atrapando aquellos turgentes y prietos pechos entre sus manos. Lamiendo, succionando y mordisqueando los deliciosos pezones... --?Podras soportar mirar sin tocar? El pestaneo y luego respondio con voz ronca: --Estoy disfrutando como un enano. De momento, ve calentandome los motores... que luego no habra quien me detenga...

  • Un hombre de negocios de Christian Martins

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    Nicki vive con su madre, esta soltera y es profesora en el colegio municipal de su pueblo sureno; Hahnville. Y, por cierto, le encanta su trabajo.
    O al menos, le encantaba hasta el dia que el engreido y prepotente del senor Clifford se cruzo en su camino, provocando su inminente despido.
    !Maldito senor Clifford!
    Ahora, Nicole Grace tiene una cosa clara: ese extranjero ricachon no lograra salirse con la suya.

  • Jamas me olvidaras, mi jefe de Olivia Saint

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    Patricia y Bob son una de las tipicas parejas de hoy en dia, todo es perfecto pero inundado en la monotonia de una relacion monogama. Llevan tanto tiempo juntos que muchas veces ambos terminan las frases del otro, se han vuelto demasiado similares, ya no hay sorpresa, no hay novedad, no hay erotismo. Esto vuelve loca a Patricia, quien descubre que su vecino, un muchacho apuesto mas joven que ella, la ve con otros ojos. Esta oportunidad que se le presenta a Patricia no se da todos los dias, por lo que ella decide tomarla y dejarse llevar por el momento. ?Descubrira su marido su pecado?

  • El desenlace (Enjaulada 2) de Sara M. James

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    A veces me arrepentia de la decision que habia tomado, pero tenia que seguir adelante. Por sorpresas de la vida, Oscar acabo ayudandome y, desde ese momento, mi vida dio un nuevo giro.
    No solo nos convertimos en buenos amigos, si no que, ademas, teniamos un motivo en comun por el que luchar: desenmascarar a Rebeca y quitarle la venda en los ojos a Javier.
    No iba a ser facil, pero teniamos un as bajo la manga.

  • En busca de Anastasia de Irene Adler

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    Londres, 1919. Una pequena multitud se ha reunido para el funeral del doctor Watson. Entre quienes rinden homenaje al ayudante del gran detective esta Irene Adler, que casi cincuenta anos despues ha regresado para buscar a sus viejos amigos. Solo con ayuda de ellos podra defender a Mila, su hija adoptiva, de las intenciones de un enemigo muy poderoso. ?Conseguira convencer al arisco e infalible Sherlock Holmes y a Arsene Lupin, el fascinante y poco fiable bandido, para recomponer el extraordinario trio de otros tiempos?

  • El truco de Emanuel Bergmann

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  • La Playa de los Cristales de Pedro Ramos

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    La Playa de los Cristales cuenta la historia de Juana, una chica de 16 anos que se escapa de un campamento de verano para buscar a su hermano de 11. Gracias a la ayuda de Marcos, un monitor que se siente culpable de la desaparicion, y de su pequeno grupo, Juana descubrira que la amistad es la mejor ayuda para superar los problemas, por muy graves y secretos que nos parezcan. Amor, amistad, aventuras y la reconciliacion de Juana con su padre hacen de La Playa de los Cristales una novela emocionante, con suspense y un ritmo que crea adiccion. Este viaje acaba de empezar y me gustaria que lo hicieramos juntos. !Feliz lectura!

  • El ultimo coyote de Michael Connelly

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    Connelly desvela un episodio oscuro en la vida de Harry Bosch.
    La vida de Harry Bosh es un desastre. Su novia le ha abandonado, su casa se halla en un estado ruinoso tras haber sufrido los efectos de un terremoto, y el esta bebiendo demasiado. Bosch se resiste a ver al medico asignado por la policia de Los Angeles, pero finalmente acaba reconociendo que un hecho tragico del pasado continua interfiriendo en su presente. En 1961, cuando tenia once anos, su madre, una prostituta, fue brutalmente asesinada. El caso fue repentinamente cerrado y nadie fue inculpado por el crimen. Bosch decide reabrirlo buscando, si no justicia, al menos respuestas que apaciguen la inquietud que le ha embargado durante anos.

  • La hora de las mujeres sin reloj de Mamen Sanchez

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    Mamen Sanchez ha vuelto a hacerlo; una irresistible combinacion de humor y sensibilidad sostiene una trama tan original como absorbente: sus protagonistas son el inquieto e hipersensible Tony Cienfuegos y Estela Valiente, que, haciendo honor a su apellido, ya desde nina era tan intrepida como inteligente.

  • Cassandra la semidemonia y Lady Gedren la elfa oscura de Erika Sanders

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    Cassandra la semidemonia y Lady Gedren la elfa oscura es el tercer volumen de las nuevas aventuras de Conan el Barbaro y sus bellas companeras.
    Conozca a las mujeres en la vida de Conan como nunca antes le habian contado.

  • Dragon Cautivo de Laura Cruz

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    Eorias fue antano un hombre formidable.
    Un campesino que forjo un ejercito.
    Un hombre que doblego un reino.
    Un mortal que asesino a un dragon.

  • Por una cama de princesa de Hadha Clain

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    Eva vive en funcion a unos principios de honestidad y esfuerzo destinados a compensar sus faltas pasadas. Tras resurgir de los oscuros pozos de la adiccion retoma su vida y establece una serie de objetivos a los que dirigir sus esfuerzos: comprar el atico que siempre ha deseado y tener una cama con dossel digna de una princesa de cuento. Pero sus estructurados planes se tuercen cuando una de las amantes del Jefe le dispara tras una de sus maratones sexuales.

  • No cambies por mi, Rubi de Olivia Saint

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    Siempre hay una segunda oportunidad en el amor

  • El Placer de tus Suenos 1 de Auraluna

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    Una historia llena de romance y erotismo.

  • El loco de la plaza libertad de Hassan Blasim

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    El loco de la plaza Libertad es el primer volumen de cuentos de Hassan Blasim, considerado por muchos como el mejor escritor arabe contemporaneo de ficcion. Mezclando lo fantasmagorico con lo mas descarnadamente real, en un estilo que se ha comparado con el de Roberto Bolano por su propension a la comedia macabra, Blasim sumerge al lector en los destinos individuales de quienes vivieron la paranoia institucionalizada del regimen de Sadam Hussein, la guerra de Irak, y la posterior ocupacion americana, y de los que tuvieron que emigrar sufriendo el trafico de seres humanos en los bosques de los Balcanes o las pesadillas al tratar de construir una nueva vida en Europa. Pocas veces se ha narrado la perturbadora verdad de la experiencia de la guerra y de los refugiados como en estos cuentos, escritos por alguien que vivio ese infierno donde ideas como la dignidad humana y la libertad de decision suelen convertirse y la libertad de decision suelen convertirse en un chiste cruel.

  • Relatos de amor de Perla Mucino

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    En el 2015, estaba sentada a la orilla de una banqueta conversando con un amigo… Le platicaba de algunas historias que conocia; historias que habia escuchado a lo largo de mi vida y que, si bien distaban mucho de ser un cuento de hadas, eran autenticos relatos de amor. El, por su parte, me contaba de lo afortunado que habia sido en el amor comparado con el resto de sus amigos, decia que nunca estaria lo suficientemente agradecido con Dios por ello. Cuando me conto su historia, me encanto y me conmovio bastante; era una de esas historias en que no puedes dejar de pensar en su magia. Resultaba evidente que mi amigo era muy, pero muy afortunado. Emocionados por la historia, hicimos planes a futuro; estos incluian: una boda, ropa especial para los novios, banquete, flores y muchas cosas mas. Todos estos planes se cristalizarian en el 2020, pero en el 2019, mi amigo... !murio! Su perdida significo para mi, un duro golpe emocional. Ese fue el motivo que me llevo a escribir Relatos de amor. [?][?][?] Estaras en el ultimo relato de este libro, amigo. Ahi, viviras por siempre. Escribir es inmortalizar... Marissa se va Cuando el <> solo cambia de forma Mi nina hermosa, !no llores!, !aqui esta papa! !Marissa!, !si sigues corriendo te puedes caer! !No vas a salir con esa falda a ningun lado, jovencita! Que descanses princesa... te amo. Enseguida vuelvo, voy a ajustar cuentas con aquel patan. [?][?][?] --Papi... ?te gusta como se ve? Su tierna voz me saco de mis recuerdos. Vi a mi Marissa de cuatro anos preguntandome si se veia bien con su traje de hadas, se veia tan bella y tan alegre. --!Papa!, ?estas bien? --pregunto Marissa un poco angustiada--, te noto distraido. ?Vas a estar bien, verdad papi? --Si, mi nina, estoy bien, solo estoy pensando --le conteste con tristeza--, hace apenas unos anos usabas vestidos verdes con brillos y mallas amarillas y... !mirate ahora! --Papa, eso fue hace demasiados anos --exclamo--, yo tenia entonces cuatro anos y era un festival de primavera. --Si, lo se --anadi--, pero no pudimos quitarte esas mallas en varios dias porque creias que si te las quitabamos se acabaria la primavera, tu madre tuvo que banarte con ellas... !Sonia! -- murmure con tristeza al recordarla--. Tal vez tu madre estaria llorando ahora mismo si te viera vestida asi. --Papa... --dijo cabizbaja--, mama nos mira desde el cielo y si te pones triste, ella tambien lo estara. !Ven papi!, vamos por agua, tengo algo de sed. Nos levantamos, se colgo de mi brazo y caminamos en busca de agua. Yo solo queria alargar el camino, deseaba estar con mi hija el mayor tiempo posible. --Debo aceptar --confese--, que no se como reaccionar. Tu madre ya me habria dado algunos consejos para actuar con cordura y superar estos sentimientos tristes, me habria abrazado y me habria contado algun chiste tonto sobre la ocasion, pero no esta y no se como sobrellevar esto yo solo. --Papa --susurro con ternura--, deberias reirte porque tengo dos horas pensando en que mi mama diria que mi cabello parece un nido de golondrinas o algo parecido. Rei su observacion, sabia que su madre habria dicho algo similar y seria un comentario muy acertado, ese peinado parecia un nido de pajaro. Mi princesa habia heredado el sentido del humor de su madre, asi como su calidez y amabilidad. En cambio yo, un viejo de cincuenta y cinco anos, estoy amargado por la perdida de mi amada esposa y, ahora, por la partida de mi hija: mi mas hermoso tesoro sobre la tierra, la flor mas hermosa de mi jardin. ?Que sera de mi sin mis dos pilares? Lo habia pensado con tal intensidad, que no me di cuenta que mis pensamientos salieron por mi boca. --!Papa! --expreso con carino mientras me abrazaba--. Yo estare contigo siempre, y siempre necesitare de ti. No me ire nunca, solo estoy creciendo. Sus palabras sonaban tan calidas y certeras, que no pude oponerme mas. !Era verdad lo que ella decia! Mi hija solo estaba creciendo y seguiria su camino como yo lo segui en su momento... como lo siguio su madre conmigo. Entonces, por que habria de entristecerme el ver a mi retono florecer y enraizar en una mejor tierra, por que deberia dolerme su maduracion y crecimiento. Eso no tenia ningun sentido. --Tienes razon mi nina --comente convencido--, no es una despedida ni nada parecido. !Hagamos lo propio! Tome su mano, la mire a los ojos, le sonrei y nos dirigimos de vuelta al dormitorio. --!Vamos, mi nidito de golondrina! --dije en tono de broma--, !tenemos algo pendiente! Quince minutos despues caminabamos hacia <>. !Al fin!, ahi estaba yo llevando a mi hija del brazo, caminando en medio de un pasillo flanqueado por personas y, mientras caminabamos hacia el altar, los recuerdos de mi princesa me rondaban por la mente mientras escuchaba la marcha nupcial que, a decir verdad, me sabia mas a una marcha funebre. Vi a lo lejos a aquel nono, bobo, pazguato, papanatas que me habia arrebatado a mi mas hermosa flor. Ahi estaba el, esperando como buitre a que la presa muriera, mirando a mi Marissa con la misma sonrisa de idiota que lo caracterizaba. Y mi hermosa princesa, tan feliz y nerviosa como nunca. Tan bella ella, con ese vestido blanco y ese velo que le cubria la cara evitando que vieran su angelical sonrisa. ?Que puedo hacer?, me he prometido no llorar y no maldecir. Solo debo dejar a mi hija seguir su camino con quien ella ha escogido para compartir su vida. Sonrei, respire profundamente y entregue su mano a el: al maldito nuevo heroe de mi princesa. !La fiesta fue un exito!, mi hija estaba tan feliz como nunca y... si mi hija era feliz... !yo tambien deberia serlo! [?][?][?] Han pasado seis anos desde la boda y, como lo prometio en su momento, mi nina nunca me olvido. Ahora, Fernando, mi yerno, me ha hecho comprender la frase de la que siempre me burle: <>. El ha sido un excelente companero de mi amada Marissa, la ha tratado muy bien y que decir de... --!Esperen!, !que esperen, les digo!, !los atrapare!, !ya veran! Bueno, ustedes me disculparan, pero a estos pilluelos tengo que alcanzarlos... --!Manuelin, Yesenia!... ahora que les ponga la mano encima... !me los comere a besos!, !ya veran!

  • Alias Candy de Monica Benitez

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    Candy Tengo todo el cuerpo descolgado hacia atras, los pies de gato ajustados al maximo a las presas inferiores, mi mano izquierda aferrada a una con forma de luna por encima de mi cabeza en una de las paredes mas desplomadas del rocodromo, mientras balanceo mi cuerpo un par de veces antes de lanzar mi mano derecha a por la presa que necesito para avanzar. Finalmente tomo un ultimo impulso y me lanzo, alcanzando mi objetivo casi por los pelos, dos de mis dedos se aferran a esta nueva presa, noto la tension en todos los musculos de mi cuerpo y observo con rapidez la pared en busca del siguiente apoyo que necesito, estoy en una posicion realmente incomoda, es de esas en las que solo puedes aguantar unos segundos, o encuentro el modo de avanzar o me espera un espaldazo sobre la colchoneta. --Venga Candy, casi lo tienes--oigo que dice Eli, una chica que conoci aqui en el rocodromo, donde imparto clases de escalada un par de horas cada tarde despues de salir del trabajo y con la que sorprendentemente, he entablado una amistad muy sincera en poco tiempo. Los dedos de la mano izquierda comienzan a resbalarme, me suelto y me agarro rapido esperando poder cogerme mejor, pero la tension acumulada, sumada a que estamos llegando a final de semana y estoy cansada, me obligan a hacer un movimiento desesperado para salvar la caida. Cambio la posicion de los pies con agilidad, escuchando el silbido de asombro de Eli, y consigo avanzar a traves de varias presas casi hasta el final de la zona desplomada, digo casi porque en uno de los pasos no he logrado agarrarme a la presa y acabo de pegar un espaldazo sobre la colchoneta que me tiene atontada. --Joder--me quejo haciendo una mueca. Eli se planta a mi lado y me mira desde arriba con una amplia sonrisa. --?Estas bien? --Si, creo que tendras que seguir soportandome--bromeo. Mi amiga resopla y me tiende una mano que acepto con gusto para ayudarme a ponerme en pie. --Creo que ya esta bien por hoy--sonrie. --Si--sonrio yo tambien, a veces parece que la profesora sea ella y no yo. Nos apartamos a un lado para no molestar y ambas hacemos unos cuantos estiramientos antes de dar por acabada la sesion. --?Sabes algo de tu abogado? ?Has hablado con el? --pregunta con interes. --Si, precisamente me reuni con el hace un par de dias--digo lanzando un suspiro al aire. --?Y? --Pues regular, mas bien tirando a mal. --?Quieres hablarlo? --pregunta preocupada. --No hace falta, es mas de lo mismo y no quiero aburrirte--digo encogiendome de hombros. --Tu nunca me aburres so burra, ademas, ya sabes que soy una masoca sin remedio-- bromea. Se que hablar de mi problema con Eli no lo resolvera, pero supongo que al menos me permitira sacar un poco de mierda, a veces pienso que ya no me cabe mas y me da miedo explotar cualquier dia de estos. --Esta bien, pero en otro sitio, aqui hay demasiada gente. --Si quieres nos damos una ducha y tomamos algo en la cafeteria de la esquina. Yo te invito. --La ultima vez pagaste tu, hoy pago yo o no voy--le aseguro muy seria. --Eres un chollo de entrenadora, que lo sepas--dice sonriente. --Y tu la que aguantara toda mi chapa. --Eres mi entrenadora favorita Candy, ya lo sabes. --Me vale con que seas mi amiga, desde que empezo toda esta mierda me siento como el bicho raro al que todo el mundo senala. --Espabila, anda, a ver si se me van a saltar las lagrimas--me dice con su eterna sonrisa en la boca. En la ducha, dejo que miles de gotas caigan sobre mi cuerpo desnudo haciendo que me olvide momentaneamente de todos los problemas. Siento la presion del agua sobre los musculos de la espalda, tensos del esfuerzo de la escalada, y me permito unos segundos para que el calor me relaje. La voz de Eli me devuelve a la realidad. Odio que me interrumpan en esos momentos. Podria pasar horas bajo una buena ducha de agua caliente y en la ratonera a la que llamo casa no puedo permitirmelo. Tengo que ahorrar cada centimo que caiga en mis manos si quiero llegar a final de mes, asi que las duchas largas son siempre en el gimnasio. Al salir, ella ya ha terminado de secarse. Bromea mientras nos vestimos para intentar sacarme una sonrisa, tratando de que me olvide aunque sea por unos instantes, del desastre de vida que me han dejado mis padres. Si, mis padres, ellos son los culpables de mi situacion actual. Al llegar a la cafeteria, elegimos una mesa un poco mas alejada del resto en la que poder hablar tranquilas. Tras pedir una cerveza y algo de picar, Eli me mira con cara seria y a la vez expectante. --Venga, suelta eso que te preocupa tanto --exige mi amiga. --Yo no he dicho que este preocupada --murmuro alzando una ceja. --Ya claro, por eso llevas media tarde dandole vueltas a la bola del piercing, cualquier dia te arrancas el labio. --?Que tiene que ver el piercing con esto? --Cada vez que estas preocupada o pensativa le das vueltas a la bola. --?Eh? No es verdad--comento sorprendida. --Claro que lo es, venga--asegura convencida--cuentame. --Pues pinta bastante mal Eli, para que te voy a decir otra cosa--digo encogiendome de hombros--he conseguido reunir todos los papeles para llevarselos al abogado, aunque me ha costado la misma vida porque mi padre los tenia desperdigados por todos los rincones del taller. Eso cuando los tenia, porque he tenido que ir pidiendo copias a proveedores, bancos... En resumen, un desastre. --?Y que te dijo el abogado al ver la documentacion? --Fue una autentica pesadilla. Tuve que esperar a que un mediador aceptase mi caso e intentase negociar con los acreedores, pero ninguno de ellos ha querido llegar a un acuerdo de pago. --Bueno, pero por lo que me han contado eso pasa bastantes veces. Ahora vais a juicio, ?no? --Pues ahi es donde tengo el problema, ahora tendria que ir a juicio, el juez verificaria el intento de acuerdo con los acreedores, comprobaria mis bienes, que son nulos claro, y concederia o no la condonacion de la deuda. --Entonces, ?que problema le ves? --pregunta sin comprender--para eso esta la Ley de Segunda Oportunidad. --No es tan facil, Eli. Tras la negociacion con los acreedores he tenido que pagar al abogado y al mediador, asi que ahora estoy aun peor de lo que estaba cuando empece. Si vamos a juicio, parte de las deudas son con Hacienda y la Seguridad Social que tienen prioridad, y como mucho el juez me aprobaria un plan de pagos a cinco anos, sin garantia de que me lo vayan a conceder. Tal y como estan las cosas, ni siquiera se si seguir adelante. --Bueno, pero tienes que intentarlo, ?no? ?Que pierdes? --Pues para empezar mi independencia economica, porque el abogado concursal tomaria el control de mi cuenta, pero bueno, eso lo dejaremos a un lado--digo al ver la cara de circunstancias de Eli. --Joder--murmura con los ojos muy abiertos. --Pues la cosa es mucho mas complicada. --?Mas aun? --Para mi desgracia, si. --?Y eso? --Dos de los acreedores amenazan con llevarme a juicio por estafa. --!Pero si tu no has hecho nada! --exclama indignada. --Ya, pero aparezco como administradora de la empresa, firmaba las cuentas todos los anos. Recuerda que el cabron de mi padre se ocupo de que todo estuviera a mi nombre, el no aparece en ningun documento. --?Y si te condenan? --Me caen de seis meses a tres anos. --Joder, !vaya putada! Pero bueno, se podria probar que tu no tuviste nada que ver. ?Que dice el abogado? --Se podria intentar probarlo, pero si no lo consigue, ve dificil que me puedan caer mas de dos anos en caso de que acabemos en un juicio y sea condenada. --Entonces no entrarias en prision, ?no? --No, pero si me condenan no puedo acogerme a la Ley de Segunda Oportunidad. Pierdo en todos los casos, es una mierda. Y son aun mas gastos entre abogados y procuradores, te juro que a veces me entran ganas de coger la mochila y desaparecer. --No me extrana !Menuda situacion que te dejo montada tu padre, guapa! --A mi me lo vas a contar... --?Puedo ayudarte de algun modo? --pregunta con sinceridad. --Salvo que te sobren unos cincuenta mil euros mas los intereses de cada mes para pagar las deudas que me ha dejado mi padre, no. --Sabes que si los tuviese te los dejaria. --Lo se, pero no los aceptaria porque no podria devolverlos tampoco. --?Te has planteado pedir un prestamo al banco? --Con las deudas, mi nombre sale en todas las listas de morosos, ahora mismo no podria cambiarme ni de compania de telefono--resoplo incredula. --No se que decirte Candy, la verdad es que tienes una situacion muy complicada. A ver si tienes suerte y llegais a un acuerdo con los que te quieren demandar o algo. !Vaya faena! Siento no poder ayudarte mas. --Ya me ayudas bastante escuchandome, de verdad. Ahora mismo solo puedo esperar algun tipo de milagro en mi vida para salir de esta. --O atracar un banco. --Solo me faltaba eso--me rio--bastantes problemas me han causado ya las actividades ilegales de mi familia como para meterme yo tambien.

  • Hija de revolucionarios de Laurence Debray

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    Laurence Debray es hija del filosofo Regis Debray y la historiadora Elizabeth Burgos. Sus padres provenian de familias acomodadas y tradicionales -la de el parisina, la de ella venezolana-, y ambos abrazaron la causa revolucionaria de Fidel Castro y el Che. En 1967 Regis Debray se unio a la guerrilla del Che en Bolivia como agente de enlace, fue detenido y poco despues cayo el lider.

  • Destino oculto de Brianne Miller

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    Laureen McLean esta cansada de la monotona vida que lleva en Boston. Desde que su mejor amiga se mudo, su vida se limita a ir a trabajar, comer y dormir. Una tarde encuentra en el periodico el anuncio de un ranchero que busca esposa por correspondencia, y aunque le parece una idea loca y descabellada, se atreve a escribirle una carta.
    Semanas mas tarde ni siquiera se acuerda del vaquero, pero se sorprende al encontrar en su buzon respuesta a su carta, donde le pide que vaya a Tyler Dx para conocerse y ver si podrian llegar a buen puerto. Tras mucho pensarlo, Laureen se lia la manta a la cabeza y coge un avion para encontrarse de frente con su destino.

  • Mentiras que seducen de Alessandra Torre

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    Hay secretos que pueden acabar con el amor mas grande… o hacerlo mas fuerte.

  • Contigo en la Tempestad de Lorena Cervantes

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    Es la historia de dos jovenes que se enamoran a pesar de pertenecer a clases sociales diferentes, en una sociedad llena de prejuicios rodeada de intrigas, secretos, medias verdades, y traiciones, lo que hace que su amor se bambolee como lo hacen las olas del mar.

  • La cordura del idiota de Marto Pariente

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    Toni Trinidad es un atipico policia de pueblo. Un tipo solitario e imperturbable, pero que se desmaya si ve una sola gota de sangre, sobre todo si es suya.
    Sin embargo, su tranquila existencia esta a punto de cambiar: su puesto de trabajo pende de un hilo y por si esto fuera poco, su hermana Vega --una de las pocas personas que le importan en este mundo-- ha contraido una deuda que no puede pagar con un cruel narcotraficante de la zona que se hace llamar el Colmenero.
    Toni Trinidad comprobara que no es facil mantener el tipo rodeado de narcos, policias, sicarios y politicos corruptos, sobre todo, cuando las circunstancias te obligan, una y otra vez, a verte rodeado de sangre y de violentos crimenes.
    Ambientada en lo mas profundo de la campina de Guadalajara, en un lugar en mitad de ninguna parte camino de los pantanos y con un elenco de personajes al mas puro estilo Fargo, Marto Pariente narra, a ritmo de guion cinematografico, una cronica sobre la soledad, la corrupcion urbanistica, los traumas infantiles y el amor incondicional entre hermanos.

  • El rastreador de muertos de Jose Perea Del Pino

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    <>. – Luck McReady –

  • Conspirando con Mi Duque de Dawn Brower

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    Serenity Drake regreso en el tiempo por razones altruistas. Su hermana Peyton estaba muriendo y necesitaba que su otra hermana regresara para salvarle la vida. En el camino, no esperaba encontrar al unico hombre al que no podria resistirse.

  • Miscelanea, Ana Alvarez de Ana Alvarez

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    Primera obra de la escritora que te enganchara de la primera a la ultima pagina.

  • Los hombres de verda. no mienten de Victoria Dahl

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    Hacia casi medio ano que Beth Cantrell no habia pensado en el. Bueno, eso no era del todo cierto. Beth carraspeo y se removio nerviosa, mirando a su alrededor como si todos los clientes de la cerveceria pudieran percibir la mentira que se estaba contando a si misma. La verdad era que habia pensado en Jamie Donovan muchas veces. Habia recordado la hora o dos que habian compartido, habia fantaseado con lo que habria podido suceder si se hubiera quedado toda la noche en aquella habitacion de hotel. Pero, durante los seis ultimos meses, ni una sola vez se habia permitido pensar en la posibilidad de volver a verlo. No habia pensado ni en llamarlo ni en contactar con el de manera alguna. Al fin y al cabo, en eso consistia el trato que habian hecho. Una sola noche. Una unica ocasion. Nada de ataduras ni de expectativas. Y ella habia tenido que atenerse a esa regla, porque de lo contrario nunca habria accedido a verse con el ni en aquella habitacion de hotel ni en ningun otro lugar. El no era su tipo. No formaba parte de su circulo social. Y ella, definitivamente, tampoco formaba parte del de el. Beth Cantrell dirigia The White Orchid, la primera boutique erotica de Boulder. Sus empleadas eran sus amigas: mujeres a las que queria como a hermanas. Eran valientes y atrevidas, muy liberales en el terreno sexual. Y salian con tipos que eran como ellas mismas: gente culta, tatuada, con piercings. Gente cool. Si, absolutamente cool, aunque ello les costara comportarse de una manera increiblemente torpe. Beth, por el contrario, no era asi. Ella era simplemente... Beth. Lo cual estaba bien, sin embargo, porque era su jefa y las queria, mientras que ellas hacian todo lo posible por incorporarla a su circulo. Le organizaban citas con hombres. Amigos suyos. Conocidos que les gustaban. Hombres a la moda, hipsters, liberados. Pero ninguno de aquellos hombres le habia producido la impresion que si le habia causado Jamie. Todavia se ruborizaba cuando pensaba en el, con su polo impoluto y sus caquis. Con su gran sonrisa blanca y sus hombros anchos. Vestido de ejecutivo, habia estado todavia mejor. La encarnacion perfecta del pijo guaperas de clase media. Y Beth lo habia deseado hasta la locura. No se habian conocido hasta entonces, pese a vivir en una poblacion tan pequena. Pero en aquella habitacion de hotel, con la promesa de que su aventura solo sucederia una vez... el secretismo que habia rodeado su encuentro habia hecho que se sintiera segura. El problema era que, desde entonces, no habia podido dejar de pensar en el. Todo lo cual habia sucedido precisamente con la primera gran cita que habia tenido en anos. -Hey -le dijo en aquel momento su pareja en la fiesta, agitando una mano delante de su cara-. ?Estas bien? -le sonrio, quitando toda critica a sus palabras. -Lo siento. Antes de que ella se hubiera puesto a pensar en Jamie, su acompanante le habia estado hablando de... algo. Se estrujo el cerebro. Algo artistico e importante sobre los primeros anos de la carrera de Robert Mapplethorpe. -De verdad que lo siento -insistio-. No me habia dado cuenta de lo cansada que estaba hasta que he bebido el primer trago de cerveza. Por lo general no soy tan grosera. El sonrio de una manera que vino a confirmarle que no se habia sentido ofendido. -Me alegro de que no te molestara venir a la fiesta conmigo. Faron y yo somos amigos desde hace anos. No queria perdermela. Y me figure que tu tambien la conocias. -Si, tenemos amistades comunes -repuso. La fiesta no era el problema. Como tampoco lo era su acompanante. El problema era que Beth no habia tenido la menor idea de que la fiesta estaba convocada en la cerveceria Donovan Brothers. No lo habia sabido hasta que su acompanante metio el coche en el aparcamiento, y para entonces el alma se le habia caido a los pies. No era culpa de aquel tipo que la fiesta a la que habia pensado llevarla hubiera tenido lugar precisamente en el local de los hermanos Donovan. Desde que llego, habia pasado los primeros cuarenta y cinco minutos escaneando con la mirada la fila de camareros y clientes de la barra, pero Jamie no estaba alli. Un golpe de pura suerte por su parte. Jamie Donovan era copropietario de la cerveceria, pero tambien un barman famoso por su simpatia. O al menos eso habia oido ella. Porque cuando estuvo con el, la habia impresionado lo serio y concentrado de su caracter. No queria volver a verlo de aquella forma. Como tampoco queria que el pensara que se habia llevado a otro hombre a su cerveceria. Seguia esperando a que Jamie apareciera por alli en cualquier momento, y dudaba de que pudiera superar la tortura que ello supondria. -Voy al servicio -le espeto. Vio que su acompanante recibia una cerveza de manos de la camarera, sonriendo de oreja a oreja mientras se lo agradecia. -?Quieres que te pida otra cerveza mientras tanto? -le pregunto el de pronto. -No, gracias... -por un momento, se quedo boquiabierta de sorpresa. Oh, Dios, se habia olvidado hasta del nombre de su acompanante. Cierto que aquella era la primera vez que salian juntos, pero se habia mostrado tan amable con ella... -No, gracias -repitio, aferrando su bolso y levantandose tan rapidamente de la silla que a punto estuvo de caerse-. Vuelvo ahora mismo. Desafortunadamente, tenia que pasar por delante de la barra para llegar hasta el bano, y le fallaron las rodillas como si fueran a doblarse bajo su peso. Contemplo la barra, descubriendo que el tipo que estaba detras del grifo de cerveza era el mismo joven delgado que habia visto antes. A continuacion volvio a escrutar la zona entera del pub, con el corazon latiendo a un ritmo aterrador. No estaba alli, gracias a Dios. Para cuando alcanzo el corto pasillo que llevaba al bano, estuvo a punto de echar a correr. Empujo la puerta, rezo una silenciosa plegaria de agradecimiento al ver el servicio vacio y se paso una mano por los ojos. -Menos mal. Una vez que su corazon dejo de galopar como un loco, dejo el bolso a un lado y se lavo las manos. La sensacion del agua helada la hizo sentirse mejor. -Todo va a salir bien -musito, intentando convencerse a si misma de que estaba lista para volver a salir. Pero cuando descubrio su mirada desorbitada en el espejo y descubrio lo muy palida que estaba, comprendio que iba a necesitar algunos minutos mas. Apoyandose con ambas manos en el lavabo, se inclino hacia delante. -Todo va a salir bien -se repitio. Dos minutos mas, y se marcharia con la cabeza bien alta y el corazon en su justo lugar. Y ya no volveria a pensar en Jamie Donovan por esa noche. Que Dios lo librara de las mujeres sexualmente liberadas. Eric Donovan se cruzo de brazos y miro cenudo sus zapatos, mientras intentaba procesar lo que acababa de oir de su maestro cervecero. -Wallace, no te entiendo. Faron esta aqui con su marido. Su marido. ?Como puede molestarte eso? !Si esta casada con ese hombre! -!Ese tipo es un canalla donjuanesco! -grito Wallace, alzando el puno y blandiendolo en direccion a la zona del pub con el rostro rojo de rabia. ?Un canalla? Eric se paso una mano por el pelo. -Perdona, pero no lo entiendo. Esos dos son una pareja abierta, liberal. De hecho, tu mismo estas saliendo con Faron, asi que... ?como puedes decir que su marido la esta enganando?

  • El recuerdo de una pasion de Kimberley Troutte

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    Su voz le resultaba familiar, envolvente, sexy. Pero no podia ser el hombre que amaba porque Matt Harper habia muerto.

  • Aqui hay dragones (La historia de La Diana 1) de Florencia Bonelli

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  • La prisionera espartana de Africa Ruh

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    Esparta, 465 a. C. Cinisca se siente fuera de lugar: mientras su padre y su hermano se preparan para la guerra y su madre y su hermana sirven a la ciudad dandole hijos, ella se escabulle a contarles historias a los ninos esclavos. Pero sabe que es el hazmerreir de las otras muchachas y que, antes o despues, debera cumplir con su deber como espartana y formar su propia familia.

  • Y si… no fuera el de Manoli Madrono Gomez

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    Me miro una y otra vez en el espejo. Cuento las marcas en mi cara; arrugas que a mis treinta anos empiezan a saludarme, marcas del frio y del calor que se han quedado comodas en mi joven, o ya no tan joven, rostro. Cojo del mueble del aseo unas pinzas y uno a uno voy deshaciendome de los pelos sobrantes de mis cejas. !Listo! Quedan tal y como me gustan, con su cabeza gruesa y su cuerpo fino. Me vuelvo a mirar de nuevo al dichoso espejo y poco a poco me acerco. Otro dia mas con ojeras, pienso para mi misma, pero esta vez son mas oscuras, moradas y con los lagrimales rojizos, que cualquiera que me observe bien se creera que estoy enferma. Me maquillo lo mejor que puedo, para que nadie note esa pena, esa miseria que llevo por dentro. Me dirijo a mi habitacion y me deleito otra vez en el espejo, pero esta vez en el de mayor altura para ver si algo no encaja en mi. Observo mi metro sesenta, cubierto por unos vaqueros grises ajustados a mis perfectas piernas, una blusa negra dejando ensenar un pequeno escote y mis botines marrones favoritos que me hacencrecer diez centimetros mas. Mi larga melena pelirroja cae en cascada por mi delgada espalda. Sonrio y me veo estupenda. Cojo mi chaqueta americana marron y mi bolso a juego, me cercioro de que tengo las llaves y las demas cosas dentro de mi peludo bolso y cierro de un portazo. Estaciono mi Seat Ibiza anaranjado en los aparcamientos subterraneos de la empresa. Me bajo de el y cierro las puertas. Me monto en el ascensor despues de saludar a Sam, ya entrado en anos y vigilante de la planta subterranea; si algo malo pasara, solamente el seria el culpable. Subo desganada, apenas duermo y ultimamente las musas me han olvidado, cosa que no me ayuda para escribir mi columna en el periodico. Respiro hondo y relajo mi cuerpo con tranquilidad, me espera un gran dia. Las puertas se abren, dejandome paso a la decima planta... Capitulo 1 Gire a mano derecha y sali como alma que lleva el diablo del ascensor. Odiaba los sitios cerrados, estrechos y, sobretodo, apelotonarme entre las personas, con los virus que pueden transmitir. !Vale, si! No lo voy a negar, soy demasiado escrupulosa. En su lugar estaba Hannah, mi leal secretaria, ya entrada en edad, pero fiel como un perrito. Era decir cualquier palabra y la tenia a mis pies. --Buenos dias, senorita Gel --me saluda tan amablemente. --Buenos dias, Hannah, un cafe cuando puedas, ?si? --casi le suplique. Tendria que saber despues de tantos anos al ver mi rostro que el cafe deberia de ser en vena y no en vaso. --?Un mal fin de semana? --me pregunto, sabiendo la respuesta. --Quizas peor que mal. --Me deje caer en mi silla y encendi el ordenador. --Vuelvo enseguida --dijo Hannah yendo a por mi cafe. Observe por encima los papeles que me habia dejado mi secretaria, y ni siquiera sabia por donde empezar. <>, me pregunte sin hallar la respuesta. Di una vista atras a mi pasado. Entre en la revista por mi padre. Me consiguio el mismo el puesto, justo despues de terminar la carrera de periodismo. Sabia que mi gran sueno era ser columnista y no estar en las calles buscando el ultimo informativo. Y por ello hablo con uno de sus mejores companeros del "mus", como el solia decir. Despues de hacer la entrevista, el senor Muester quedo encantado conmigo y decidio darme la columna que yo eligiera de las vacantes que existian en ese instante. Con apenas veintidos anos elegi la columna de "Los deseos". Quizas era mi vena romantica o los deseos encerrados en mi ser los que me llamaban a ocupar ese puesto. El comienzo fue duro, pero poco a poco me hice con la revista y sobre todo con el corazon de Muester, que me animo a darle un giro a mi propia columna. Decidi que los lectores tambien se volcaran en ella y no solo fueran historias que salieran de mi cabeza. La idea era que mujeres y hombres me relataran cual era su mayor deseo y yo poderles ayudar a cumplirlos. Asi, cada dia me llegaban emails de personas desconocidas con un pequeno seudonimo para que nadie al leer las preguntas los conociera, solo sabrian ellos mismossu identidad. Poco a poco me hice hueco y la revista subio un escalon a la fama, y todo gracias a mi, por lo que la empresa me estaria eternamente agradecida. Pero ultimamente mi vida era un caos. ?Como ayudar a los demas si ni yo misma podia ayudarme? Esa era mi pregunta diaria. Y lo peor era que en el unico sitio que me encontraba a gusto era en mi oficina, que todo habia que decirlo, aparte de la del senor Muster, era una de las mejores; con su azul cielo cubriendo tres de las cuatro paredes, ya que una de ellas era acristalada y me dejaba ver lo mejor de la ciudad, el mobiliario color gris carretera, y en el suelo una preciosa moqueta gris claro. Definitivamente me encantaba. Era un lujo trabajar en ella y me lo habia ganado honradamente. Seguia inmersa en mis pensamientos hasta que escuche un pequeno golpe en la puerta. --Pasa --le anuncie a Hannah con una de mis mejores sonrisas. La verdad es que la apreciaba muchisimo y no veia mi vida sin ella. --Senorita Bel, queria comentarle algo --me expuso, seria, mientras dejaba mi taza de cafe sobre el escritorio. --Hannah, te he dicho mil veces que me llames Julia. --Le senale la silla que se encontraba delante de mi para que se sentara. --Vera, sabe que... manana cumplo sesenta anos, ?verdad? --termino de decir. --!Si, lo se! --exclame entusiasmada.La semana anterior le habia ido a comprar un detalle que seguro que le encantaria. --Senorita, vera... --Empezo a inquietarse. ?Que le pasaba? --?Estas enferma, Hannah? Te encuentro algo palida --le pregunte, preocupada. --No, no es eso. --Se acerco un poco mas al escritorio. --?Entonces? Dime, me estas poniendo nerviosa. --le suplique. --Manana es mi ultimo dia de trabajo --solto. Y en ese momento senti como si me hubieran echado un cubo de agua encima. Me agarre a los brazos de la silla giratoria, porque crei tambalearme y caer. Respire hondo, lo mas que pude, y poco a poco me levante. Intentaba estar calmada, tarde o temprano esto iba a suceder. Pero yo... Ella… No podia estar pasandome esto a mi. !No! Y menos en esos momentos. --?Se encuentra bien? --observo Hannah alarmada. Ya no pude callar mas. --?Que si estoy bien? ?En serio me preguntas si estoy bien? --Eche el asiento hacia atras y vi miedo en los ojos de Hannah. --Senorita, yo... Lo siento. --Miro hacia sus pies. --!Que lo sientes! ?En serio? --Ella afirmo--. Mira, Hannah, te aprecio como si fueras mi madre. Me has visto crecer en mi puesto de trabajo y flaquear en el personal. Pero !No! Ahora no me puedes dejar. !Me niego! Deambule por el despacho, de una esquina a otra, asomandome por mi preciosa pared de cristal y observando a todos los transeuntes que parecian pulgas a mi merced. Senti caer una de mis lagrimas queriendo provocar un mar de lagrimas y desembocar en mis labios. Pero rapidamente me la limpie, impidiendo que esto no me derrumbara mas de lo que ya estaba. Me di la vuelta hacia Hannah, que estaba cabizbaja y llorando. Pero !Por Dios! ?Que culpa tenia ella? Me acerque y me agache a su altura. Hice que me mirara a los ojos y senti, por primera vez en los ocho anos desde que era mi mano derecha, pena, tristeza y desilusion. --Perdoname. No me he comportado bien. Sabes que no paso por una buena situacion en mi matrimonio y ahora me tengo que despedir de una de las personas mas importante en mi vida --le manifeste. --Pero, ya sabia que esto pasaria. Meses atras lo hablamos. Ademas, ya le tengo la persona perfecta para reemplazarme. Manana vendra conmigo para ensenarle todo y que usted de el visto bueno --anadio en un hilo de voz. --Seguro que sera tan perfecta como tu. Secate esas lagrimas y perdoname --le pedi mientras le daba un tierno abrazo--. Ademas, siempre podremos quedar para tomar un cafe, ?verdad? --Le sonrei. --Claro, senorita. --Se enjuago las lagrimas y me sonrio--. Vuelvo a mi puesto de trabajo, debo adelantar algunos papeles para manana. --Vale, ve. --Le deje via libre y se fue. La observe desde mi puerta. Me fascino nada mas conocerla. Y ya cuando me relato su historia la idolatre. Era una madre coraje y recorde entre lagrimas cuando se abrio a mi y me conto su vida. Madre de cinco hijos y viuda a los veintiseis...Una lastima, pense en ese momento. Perdio a su marido y mejor amigo en un accidente de coche. Por lo visto, el hombre regresaba a casa despues de dos semanas de trabajo sin parar, y un camion se le echo encima, haciendo que su Seat quinientos saliera por la cuneta y perdiera la vida en el acto. Era vendedor ambulante y ganaba lo justo para sobrevivir, aunque sin vicios, pero lo suficiente para que sus hijos y mujer comieran. Me conto que, al no estar asegurado ni tener un seguro de coche en condiciones, ella se vio con una mano adelante y otra atras. Su casero la ayudo porque siempre fueron fieles pagadores y nunca tuvo ningun problema con ellos, y al menos algunos meses podria estar sin pagar el alquiler. Se busco un trabajo en una casa un par de horas y limpiando portales. Despues de un tiempo, vio que esos trabajos no le daban para todo el mes, por lo que decidio terminar sus estudios. Por la tarde cursaba las asignaturas pertinentes para poder obtener el graduado escolar. Y poco a poco se saco su titulo de auxiliar administrativo. Despues de llamar a mas de una empresa en busca de un trabajo, a sus treinta y dos anos consiguio entrar por una baja maternal a su actual trabajo, y Muester quedo prendando de ella y le hizo un contrato fijo, y a la chica que trabajaba en ese puesto la derivo a otra columna de la revista.

  • El musico de Enrique Gomez Medina

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    ?Puede la musica curar? ?Puede la musica... matar?
    Un joven portento de la musica sufre un inexplicable incidente junto con su maestro. La inspectora Espinosa, recien ingresada en la policia, sospecha que guarda relacion con una serie de muertes ocurridas anos atras, "los crimenes del asesino vudu".
    La inspectora no tendra mas remedio que colaborar con el musico, a pesar de que este se encuentre internado en un sanatorio psiquiatrico. Pronto descubrira que ha desarrollado ciertos "poderes"...
    Y el asesino vudu tambien lo sabe.

  • Un paseo para recordar de Nicholas Sparks

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    Cada mes de abril, cuando el viento sopla desde el mar y se mezcla con el aroma de las lilas, Landon Carter recuerda su ultimo ano en el instituto Beaufort. Era 1958 y Landon ya habia tenido una o dos novias. Juraba incluso, que ya se habia enamorado. Desde luego, la ultima persona de la que se imagino que lo haria era Jamie Sullivan, la hija del pastor baptista del pueblo. Jamie era una chica callada, que siempre llevaba la Biblia entre sus libros para el colegio, y que parecia contenta viviendo en un mundo aparte del resto de los adolescentes: cuidaba de su padre viudo, rescataba animales abandonados y era voluntaria en el orfanato. Ningun chico le habia pedido una cita jamas. Landon nunca hubiera imaginado hacerlo. Sin embargo, un giro del destino hizo que Jamie se convirtiera en la pareja de Landon para el baile. Y desde ese momento, la vida del chico cambiaria para siempre. Estar con Jamie le enseno las profundidades del corazon humano y le llevo a tomar una decision asombrosa que marcaria el comienzo de su madurez.

  • El vacio de Victoria Schwab

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  • Deseo contenido de Inma Black

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    Cuando Melissa trabajaba con el, Bret Terrell la acuso de espionaje.
    Una vez casada con el, no era mas que la complaciente madrastra de su unico hijo.
    ?Habria alguna manera de que Melissa pudiera romper su gelida resolucion?
    A Bret le habian herido en el pasado y estaba decidido a no volver a amar jamas.
    ?Que oportunidad tenia el amor de Melissa de disipar las sombras?

  • Monte a traves de Peter Stamm

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    Thomas y Astrid viven junto a sus dos hijos en un pueblo acogedor de Suiza. Una noche, mientras toman una copa de vino en el jardin, uno de los ninos reclama su atencion, por lo que Astrid entra en la casa para atenderlo, convencida de que su marido la seguira en unos momentos. No obstante, Thomas se levanta y, tras vacilar un instante, abre la verja y se marcha. Sin las ataduras del dia a dia--la familia, las amistades, el trabajo--, Thomas emprende una ruta a pie por la montana, expuesto por primera vez al implacable invierno alpino. En casa, Astrid se pregunta primero donde habra ido, despues cuando volvera y, finalmente, si aun esta vivo.
    Una vez mas, Peter Stamm pone de manifiesto su extraordinaria capacidad de convertir lo ordinario en sobrecogedor al retratar la fragilidad del mundo contemporaneo, que parece convertir la vida de sus personajes en una sucesion de dolorosas rupturas y la posibilidad de conocerse a ellos mismos y a los demas, en una quimera.

  • Luz perfecta de Marcello Fois

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  • Otra Vez Tu de Alice Kellen

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    Elisa dejo tres mojitos en la mesa y parte del liquido, de color verde intenso, se derramo sobre la superficie. Me gire para coger una servilleta y adverti que, para los duenos de aquel antro caribeno, unos tristes trozos de celofan eran un lujo innecesario del que se debia prescindir. Hannah arrugo su pequena naricilla cuando rozo la humeda copa con los dedos. Era raro verla en aquel ambiente, teniendo en cuenta que parecia un ser angelical e inocente recien caido del cielo; no me sorprenderia que el dia menos pensado brotasen unas alas de su espalda. Presumiblemente, la hazana mas peligrosa que habia realizado a lo largo de su vida, fue visitar a un amigo que residia en Brooklyn. Solia relatar aquel episodio cuando iba algo achispada, con los ojos brillantes de emocion, como si aquel dia hubiese escapado de una banda de narcotraficantes armados con varias AK-47. Sin embargo, aquello habia ocurrido anos atras. Con el paso del tiempo, las tres habiamos cambiado mucho y, a pesar de nuestras diferencias, seguiamos siendo grandes amigas. A decir verdad, estaba convencida de que el hecho de que fuesemos tan distintas era el verdadero secreto de nuestra duradera amistad. No se me ocurria ninguna otra teoria valida. Hacia dos noches que habiamos llegado a California. Siempre habia fantaseado con vivir alli en algun momento y, aunque mi trabajo en la editorial me impedia cumplir tal proposito, pasar veinte dias de vacaciones bajo el sol junto a mis dos mejores amigas, superaba con creces todas mis expectativas. A pesar de que tenia una edad considerable --!sabia que el final estaba cerca, pues en apenas unos anos traspasaria la barrera de los treinta!--, durante aquellos dias me habia sentido de nuevo como una quinceanera. En plan viaje de amigas unidas. En plan molamos mogollon. En plan... en fin, supongo que pillais lo que intento decir. Elisa habia propuesto hacer aquel viaje, alegando que estaba muy nerviosa por su inminente boda --que se celebraria en septiembre-- y que necesitaba tomarse un tiempo para si misma, antes de embarcarse en una nueva etapa de su vida. Yo no habia puesto ninguna objecion porque, al fin y al cabo, nada excepto mi trabajo me ataba a Nueva York y ya habia planeado pasar las vacaciones tirada en la cama, comiendo helados y batidos de EJ's Luncheonette mientras volvia a ver de forma compulsiva --y por cuarta vez consecutiva-- la serie Friends. Hannah habia tenido que consultar con sus padres el plan de pasar las vacaciones en California, a pesar de que tenia veintisiete anos y hacia siglos que se habia independizado, mudandose a un lujoso atico en la avenida mas transitada de Nueva York. Supongo que tener unos controladores padres millonarios tambien tenia sus desventajas. Bueno, ?que digo?, en realidad creo que son billonarios con <>, o multimillonarios. Deberia mirar en un diccionario las diferencias entre esos terminos, aunque la idea principal queda clara: pasta suficiente como para tirarte en la cama desnuda y lanzar billetes verdes al aire estilo escena cutre de pelicula de sobremesa. --Esta un poco fuerte --Hannah tosio, dejando el mojito sobre la mesa. --!No digas tonterias! --Elisa ondeo una mano en alto, tras beberse casi la mitad de su copa de un trago--. Me encanta el toque mentolado. Hannah arrugo nuevamente su diminuta nariz --era el unico gesto carente de elegancia que se permitia hacer a si misma, a pesar de que su madre solia amonestarla por ello--, y rebusco en su bolso hasta sacar un folleto turistico y depositarlo con sumo cuidado frente a nosotras. --He pensado que manana podriamos ir a la playa, ?que os parece? --su una, pintada de un brillante esmalte rosa, repiqueteo sobre la idilica imagen que se veia en el folleto--. Al parecer, las playas que estan frente a nuestro bungalo son de las mejores de toda la zona. --!Si! !Quiero tostarme al sol como si no hubiese manana! --exclame. --!Ni hablar! Compraremos una sombrilla --Hannah me miro fijamente--. ?Sabes lo perjudicial que es el sol para la piel?, ?quieres tener un monton de manchas en cuanto cumplas los treinta? Suspire mientras Elisa reia. Cuando su movil comenzo a sonar, se disculpo explicando que era Colin y salio del local. En realidad, siempre era Colin, su maravilloso e increible prometido. Elisa habia tenido la suerte de tropezar con el unico prototipo masculino decente que quedaba sobre la faz de la tierra. Esperaba que procreasen pronto, expandiendo una nueva raza de hombres perfectos aunque, cuando eso sucediese, estos me llamarian <<tia Emma>> y yo tendria la piel repleta de manchas de color cafe por no haber seguido los consejos de Hannah. --?En que estas pensando? --Hannah se aparto con delicadeza algunos mechones de su sedoso cabello rubio. <> Descarte admitirlo en voz alta. --En que si no quieres un mojito, puedo ir a pedirte otra cosa. No hacia falta que Hannah dijese lo cohibida que se sentia en aquel local caribeno atestado de gente. Probablemente, su aventura en Brooklyn acababa de convertirse en una saga, cuya segunda parte se titulaba <>. --?Lo harias? --abrio excesivamente sus ojos azules. Asenti con la cabeza. --!Gracias, Emma! --saco la billetera de su bolso, pero denegue su ofrecimiento--. Tomare un San Francisco. --Genial --me termine de un solo trago lo que quedaba de mi mojito--. !Que sean dos! Arrastre la silla hacia atras para levantarme torpemente e intente avanzar entre el gentio. Jamas habia estado en un pub similar, ni que se le pareciese de lejos. En Nueva York, los locales solian ser sofisticados y aunque habia todo tipo de gente --?para que mentir?--, podia asegurar que el noventa y nueve por ciento de los clientes solian ir vestidos. Ese nimio detalle no parecia ser un requisito en California. Habia numerosos chicos sin camiseta y jovenes en biquini. Las que no iban en banador, llevaban unos minusculos pantaloncitos de tela vaquera o cinturones que usaban a modo de falda. Sonaba una musica caribena de fondo --no podia distinguir si era salsa, bachata o algo similar-- y un sinfin de sudorosos cuerpos se movian a un mismo ritmo, rozandose entre si. El ambiente destilaba sexo. Era como si todos los clientes de ese bar llevasen escrito en la frente <<Follame, !follame!>> Definitivamente, al lado de aquellas adolescentes desenfrenadas, ya no me sentia como una quinceanera, sino mas bien como una anciana senil a punto de palmarla. Mi fantasia juvenil acababa de ser aniquilada de un modo cruel. Respire hondo mientras apartaba de mi camino a otra chica medio desnuda y conseguia llegar hasta la barra. En eso consistia ese local, en tener que hacer malabarismos para poder pedir una copa. No, los camareros no se acercaban a tu mesa con una libretita y te atendian amablemente; eran los clientes quienes debian lograr --no se como, todo sea dicho-- que uno de los bronceados camareros te prestase atencion durante un segundo de su valiosisimo tiempo. Mientras estaba en la barra, con los antebrazos apoyados sobre la superficie de madera oscura, me pregunte si Elisa habria terminado la conversacion telefonica con su inmejorable novio. No estaba segura de que Hannah pudiese sobrevivir sola en aquel lugar durante mas de cinco minutos. --?Que te pongo, preciosa? --pregunto un camarero, sin dejar de preparar alrededor de diez mojitos a un mismo tiempo, con los vasos colocados sobre la barra formando una larga fila recta. Le mire asombrada. Es decir, tenia entendido que los hombres no podian hacer mas de dos cosas a la vez, pero ese especimen me estaba hablando... mientras movia las manos... Guau. Impresionante. Seguro que habria hecho un master en hosteleria o algo similar. --Dos San Francisco. --En seguida --contesto al tiempo que cogia varios vasos mas del estante. Permaneci muy quieta, como si fuese una estatua de hielo, ajena a la marabunta de gente que saltaba y bailaba animada a mi espalda. ?Desaparecerian todos si cerraba los ojos y contaba hasta diez? Definitivamente no, dado que alguien me estaba tocando el trasero. Me gire bruscamente y aparte la mano del intruso de un manotazo. Un chico joven, que tenia el cabello muy rubio, sonrio y se tambaleo hacia un lado sin dejar de mirarme. --?Que crees que estas haciendo?

  • Maximo impacto, David Baldacci de David Baldacci

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  • No hay mayor ciego de Joe Haldeman

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    Un <> feo se casa con una chica ciega, y la somete a operaciones para aumentar su CI, aprovechando la amplia parte del cerebro que no usa de la vision. Premios Hugo 1995 y Locus 1995 en la seccion de relato corto.

  • Eros de Sandra Jaramillo

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    Eros es una mezcla de romance con sutiles matices eroticos, que nos va llevando con cada historia por un universo de sentimientos opuestos. La obra es una compilacion de relatos en los que se presenta esa estrecha linea que separa al amor y al sexo, desvelandose el encuentro intimo entre dos seres que se entregan a vivir el momento mas excelso, que solo se logra cuando se siente carino, deseo o pasion por alguien. La narracion esta salpicada de erotismo y sensualidad, mientras las palabras entrelazan sutilmente una historia con otra. Hay ocasiones en que en ellas prevalece el amor, sin importar el tiempo que se deba aguardar para estar al lado del ser amado, pero tambien existe la contraparte y es alli donde el sexo es quien maneja la situacion, al transformarse en esa porcion animal que llevamos por dentro los seres humanos, arrastrandonos por un mundo de lujuria y sensualidad.

  • La cabana junto al lago (Stillhouse Lake 1) de Rachel Caine

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    Creyo estar a salvo, pero el mal volvio a llamar a su puerta.

  • El juego de E (Los hermanos Volkov 2) de Maria R. Box

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    Nunca me habia parado a reflexionar sobre mi vida, pero ya era hora de que afrontara las consecuencias de mis actos. Despues de cuatro anos encerrada en mi misma, ahuyentado cada sentimiento hacia el, habia vuelto a caer en la trampa. Sin embargo, ahora era diferente. Yo habia cambiado. Luego de ver como Daniil y Elizabeth festejaban con la familia su compromiso, despues de cuatro anos sin estar con el a solas, lo habia hecho. Me encontraba en su coche camino a casa, pues no me habia dejado marcharme sola. Una gran parte de mi se lo agradecia enormemente, porque salir sola a la calle a altas horas de la madrugada era todo un reto. Pero otra parte de mi me lo reprochaba. ?Por que no habia llamado a Charles? El estaria encantado de recogerme y llevarme a casa. Todo era demasiado extrano y surrealista. Cuatro anos alejada de Edik y todo mi esfuerzo se resumia en nada. Una victoria fallida. Cuatro anos de calma emocional que se habian ido por la borda porque estar en su simple presencia me ponia el vello de gallina y mantenia unos nervios en mi estomago que hasta juraria que podria vomitar. No me gustaba sentirme asi con el. Charles era el correcto. No Edik. Mi etapa de quinceanera ya paso hace mucho, ahora tenia veinticinco anos y era una mujer adulta y profesional. Pero para el siempre vas a ser la Pequena Paganini [1] , me dijo mi subconsciente. Ibamos en el coche camino a casa de mis padres, ya que aun seguia con ellos por el miedo a estar sola, aunque Charles me habia dejado caer que algun dia tendria que emanciparme; incluso me dijo que podia mudarme con el y que nuestra relacion pasara a un segundo nivel. Llevaba tres anos con el. Tres anos en los que no me habia tocado dado a mi fobia al sexo despues de… bueno, despues de que Sergey me violara. Aun es complicado decirlo. Pero Charles era paciente. Sabia que mi corazon se habia endurecido despues de aquello y que lo que menos necesitaba era presion. Habiamos tenido alguna discusion por ello, no os voy a mentir, pero acababa comprendiendo lo que sentia. De alguna forma sabia que la Natasha de quince anos que una vez fui habia vuelto. Esa chica timida, encerrada en si misma y en la musica. --Llevas todo el camino callada --lo escuche hablar--. ?Te encuentras bien? Trague saliva y asenti mientras desviaba la mirada a la ventanilla del coche. --Te has dejado el pelo mas largo --lo vi sonreir de lado--. Me gusta. --Aun lo sigo llevando gris --comente para no hacer el trayecto mas incomodo. --Bueno, te queda genial. El color no importa --bromeo. Asenti, aun sin mirarlo directamente. Edik paro en un semaforo y descanso su cabeza en el asiento. Por el rabillo del ojo vi como me miraba sin miramiento alguno. El habia cambiado. Aun tenia esa pinta de chico malo, pues llevaba todo el cuero lleno de tatuajes y ese peinado que te incitaba a desordenarlo, pero ya no era ese chico de veintipocos que conoci en una de las carreras clandestinas mas famosas de Nashville. Ahora era todo un hombre serio que se preocupaba mas de mi de lo que deberia. Cuando estaba con el parecia que el tiempo no habia pasado, sentia lo mismo que la primera vez que lo vi. Una mezcla de euforia y temor. Edik volvio a arrancar el coche. Puse la radio para hacer mas amena la trayectoria hasta casa de mis padres. Un mensaje rezumbo en mi movil, lo agarre de mi bolso y vi que era Charles. Ya estoy en casa, cielo. Manana te recojo para comer. Te quiero. Te quiero. Charles ya se habia acostumbrado a mis monotonos mensajes. Pero era asi, con el no tenia conversaciones telefonicas de horas como lo podia hacer con Bella o Elizabeth, con Aleksey o Daniil. Incluso con Edik. Pero, sinceramente, era lo que necesitaba. Tranquilidad mental. --Hemos llegado --dijo el, aparcando justo delante de mi casa. Las luces estaban apagadas, seguramente porque mama y papa ya estaban en la cama durmiendo como troncos. --Gracias --le dije, quitandome el cinturon y poniendome el bolso en el hombro. Iba a abrir la puerta, pero su mano agarrando mi brazo me lo impidio. Gire bruscamente, soltandome de su leve agarre. Edik bajo la mirada arrepentido, sabia tan bien como yo que tocarme era un incipiente delito para mi corazon. --Lo siento --se lamento. --Da igual --abri la puerta del coche--. Adios. Fui lo mas rapido posible a la puerta de casa, rebusque en el bolso las llaves y las encontre al fondo del todo. Pero note como alguien me daba la vuelta mientras me agarraba de la cintura fuertemente. Estuve a punto de gritar si no fuera porque sus labios, esos que en cuatro anos no habia probado, se posaron sobre los mios. Siquiera pude forcejear, me tenia atrapada entre su cuerpo y la puerta de casa. Pero ?de verdad queria acabar con esto? Inconscientemente, cerre los ojos dejandome llevar por sus labios. Mi cuerpo se acoplo al suyo y deje de respirar por un segundo. Todo mi organismo se activo de inmediato y, de alguna manera, olvide toda la mierda que tenia encima. Los problemas se alejaron mientras que disfrutaba de esa caricia tan tierna. Su mano libre fue a mi nuca, la acaricio por varios segundos, y luego me incito a seguir besandolo. Estuvimos alli por… no se el tiempo. Pero me parecieron segundos. Al separarse de mi senti frio. Mucho frio. Su cuerpo ya no me arropaba, pero si su respiracion, mezclandose con la mia, ambas agitadas. Nos miramos a los ojos y mis fuerzas flaquearon. --Te amo, pequena, no te haces una idea de cuanto --dijo con la voz entrecortada por la respiracion acelerada. Entre en panico al escuchar esas palabras. Yo estaba con Charles, una persona que me hacia bien. No con el. No podia haberlo hecho, no podia haberlo besado. --Esto no esta bien --lloriquee sabiendo que habia enganado a Charles. Edik agarro mis mejillas e hizo que lo mirara. Estaba serio, tenia una lucha mental entre si hacer el bien o el mal. Pero, como siempre, se dejo guiar por el sendero de la lujuria y volvio a besarme con mas intensidad. Aun con lagrimas surcando mi rostro, no rechace su caricia. La necesitaba como el respirar por muy mal que me sintiera por Charles. Pero ese atisbo de razonamiento que aun me quedaba en la cabecita se activo, lo empuje y abri la puerta de casa corriendo para luego cerrarla en sus narices y apoyarme en ella con la respiracion desacompasada. Escuche como el tambien dejaba su cuerpo apoyado en la puerta. --Te amo, Natasha. Y se fue.

  • De enfermera al cielo o al caldero de Irene Ferb

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    Julia, una enfermera interina, sufre un terrible accidente el dia despues de jubilarse. Confiada en que las puertas del cielo van a abrirse para ella se topa de frente con un San Pedro mucho mas riguroso de lo que estimaba.
    El acceso a la vida eterna se vende muy caro y Julia se vera obligada a aclarar algunos de los conflictos que vivio en su trabajo, enfrentamientos del dia a dia que seguro no te resultan del todo insolitos.

  • Nublares de Antonio Perez Henares

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    Ojo Largo es uno de los jovenes mas destacados de Nublares, un clan primitivo que ha creado su propia sociedad. Valeroso e inteligente, Ojo Largo es demasiado independiente para aceptar las reglas sin mas, como lo demuestra su deseo por Mirlo, la mujer del brujo de la tribu.
    En esta incipiente sociedad, las pasiones humanas reflejan valores ancestrales y eternos como el amor y la lealtad, en un mundo donde la naturaleza impone sus propias exigencias.
    Pocos escritores se han atrevido con las aventuras de sus remotos antepasados prehistoricos. El escritor y periodista Antonio Perez Henares lo hace de forma soberbia con Nublares, que inicia una magistral saga.

  • El hijo perdido de Marghanita Laski

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    Hilary Wainwright, un soldado ingles, regresa a una Francia devastada y empobrecida durante la Segunda Guerra Mundial para localizar a un nino perdido cinco anos antes. Pero ?este pequeno y tranquilo nino, ahora un sombrio huerfano, es realmente su hijo? ?Y si no lo es? En esta novela exquisitamente elaborada, seguimos la lucha de Hilary por amar en medio de una guerra devastadora. El hijo perdido es tambien una novela atemporal sobre la emocion, sobre el amor, que describe la busqueda de un hombre para encontrarse a si mismo, para asumir su propio sentido de la perdida y hallar el valor para volver a amar con el pleno conocimiento de que el amor lo expondra a nuevas formas de dolor.

  • Imperfect love de

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  • Confinados por sorpresa de Sarah Rusell

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    Sali a la terraza de la habitacion del hotel y comence a hiperventilar, no podia creer lo que estaba sucediendo. Me puse las manos en el pecho y comence a llorar con toda la tristeza y desesperacion del mundo. Encendi un cigarrillo, me sente en una de las sillas de plastico que habia en una esquina de la terraza, no dejaba de moverme de adelante hacia atras, me balanceaba de los nervios que tenia, aquello era una pesadilla y yo queria despertar de ella. Acababa de terminar mi carrera de turismo y me habian ofrecido un trabajo en una agencia de viajes, donde me incorpore hacia un mes y, acto seguido, me propusieron venir una semana a Samana, una isla de Republica Dominicana para conocer un resort nuevo y poder hablar bien de el a los clientes en la agencia. Acepte inmediatamente, era la oportunidad de mi vida, un "todo incluido" gratis en una isla del Caribe. Hasta ahi, todo perfecto e idilico. Era marzo, pero aqui el calor era como en verano en Espana, asi que por esa parte todo estaba perfecto, nada de aglomeraciones y viviria una semana de ensueno. Habia llegado hacia dos dias, el primero casi lo perdi pues entre que llegas por la tarde, te trasladan al hotel, una cosa y otra, dia perdido y el segundo dia me desperte y comence a moverme por el hotel y la playa, disfrutando de todo aquello que era un paraiso rodeado de mar. Por la tarde nos reunieron a todos en el hotel para darnos una noticia, y es que se habia detectado un posible caso de un nuevo virus importado de Asia llamado Coronavirus y desde ese momento tendriamos que quedarnos todos en las habitaciones hasta nuevo aviso. Me quede en shock y comence a investigar por la red, ya hasta habia mas casos en Espana tambien, esa noche me acoste de lo mas preocupada sin saber que lo peor estaba por venir. Me levante esa manana y me trajeron el desayuno a la habitacion, me asuste al comprobar que el chico iba con guantes de latex y una mascarilla, como si de un doctor se tratara. ?Que estaba pasando? Puse las noticias internacionales y me encontre al presidente de mi pais diciendo que entraban en estado de alarma y que las personas debian de permanecer, en principio, quince dias aisladas, se cerraba el espacio aereo y no podia haber movilidad de ningun tipo mas que para salir a por comida, a la farmacia y poco mas. No podia creerme nada, aquello era surrealista, hablaban de una pandemia mundial y el mundo entero se estaba contagiando. Mi jefe de la agencia de viajes me llamo en ese momento y me puso al tanto de todo. Por ahora no podian llevarme de vuelta y el Gobierno de Espana se iba a encargar de repatriarnos a todos los que estuvieramos fuera, el hotel se haria cargo de todo el tiempo que tuviera que estar y la agencia ya tenia sus puertas cerradas. !Me iba a volver loca! Mi vida era una mierda, literal. Mi madre me crio siendo madre soltera, ya que mi padre no quiso saber nada de mi desde que ella le dijo que estaba embarazada, asi que me llevo hacia adelante sola y trabajando como profesora en un colegio, eso nos ayudo mucho, ella jamas rehizo su vida. Un ano atras le detectaron un tumor cerebral y en tres meses murio, me arrebataron ese dia la vida, era lo unico que tenia. Me quede sola en el piso que ya habia pagado con su esfuerzo y sacrificio, sola terminando una carrera que me faltaban pocos meses para finalizar y que consegui acabarla gracias a los ahorros que me habia dejado. Mi amiga Carla me llamo preocupada por videollamada y rompi a llorar como una nina pequena que se encuentra aterrada y sola. Me calmo como pudo y me dijo que como ella tambien estaba confinada pues que pasariamos horas juntas asi. --Es que no me lo puedo creer, Carla. Que estoy aqui en la Conchinchina, mas sola que la una --seguia llorando mientras veia a mi amiga a traves de la pantalla. Bueno, lo de verla es un decir porque con los rios de lagrimas que me caian, no veia una mierda. Vamos, que Carla era algo asi como un manchurron borroso que yo sujetaba con la mano. --Tranquila, carino, no llores. No estas sola, ?eh? Cuando necesites hablar, desconectar, gritar o algo de eso, me llamas y listo, charlamos un ratito y arreglado. --!Igualito es! --grite, hecha un mar de lagrimas. Lo que me faltaba, que ni siquiera mi mejor amiga me entendiera. No era tan dificil, ?no? Que me tenian aqui recluida en un hotel lejos de mi casa y sola. Vale que la habitacion pequena no era, pero no se podia comparar estas cuatro paredes con cuarto de bano, a la casa que yo tenia en Espana. Aqui las paredes eran en color salmon pastel, muy calidas y alegres, las cortinas al igual que toda la ropa de cama en color blanco, mientras que los muebles eran de madera de cerezo, era precioso el contraste que hacia su tono rojizo con las paredes y la ropa de cama. --Mira, ahora con esto del confinamiento yo tengo que dar las clases on-line, veras tu que apanos con mis chiquitines. Y muchos de ellos que no tienen ni Internet, ya me diras. Con lo que quiero yo a mis Minions y sin poder verlos --me dijo con pena. Me rei un poco en cuanto dijo eso de "mis Minions", y es que Carla era profesora en un colegio de nuestra ciudad y daba clases a ninos de siete anos, y claro, esas criaturas en edad de que todo lo quieren saber, no llegaban ni al metro y medio, y ella decia que se sentia como la agente Lucy Wilde de la pelicula Gru 2. Reconozcamos que razon para decir eso no le faltaba porque, igual que ese personaje animado, mi amiga era alta, delgada, de cabello casi anaranjado y ojos verdes. Solo le faltaba el marido y esas tres ninas tan divertidas y tendriamos nuestra propia version espanola de la peli. --Si los padres de esos ninos supieran como los llamas, aunque sea de manera carinosa... -- le dije secandome las lagrimas. --!Uy, pero si lo saben! Y mas de un papa ya me ha llamado Lucy carinosamente --comento mirandose las unas, asi como si no hubiera dicho nada. --?Como de carinosamente, guapita? --pregunte, porque mi amiga, que tenia veinticuatro anos igual que yo, era bien guapa y la jodia iba por ahi rompiendo corazones. --Digamos que el papa de Samuel es el que mas carinosamente me lo dice. --!Cuentame eso ahora mismo! --pedi emocionada. Al menos, mi amiga estaba consiguiendo aquello que sabia que hacia de manera sutil, calmar mis nervios. --Sabes que se separo, ?verdad? --pregunto y yo asenti-- Pues este ultimo ano ha venido mas veces el a recoger al nino que su ex mujer. Y desde hace unos meses no deja de preguntarme si tomaria una copa con el. --Y tu le has dicho que no, como si te conociera. --?Y que iba a hacer? Es el padre de un alumno --me contesto poniendo el brazo que tenia libre en jarra. --Hija, ni que en el contrato de trabajo pusiera que no puedes hacer vida fuera de ese colegio. --No, pero con un papa de mis ninos pues... --Mira el lado bueno, al hijo ya le tienes ganado. --Pues, visto asi... Seguimos charlando un rato y prometimos hacerlo siempre que alguna lo necesitara, pero bien sabia yo que no me haria falta llamarla pidiendo auxilio puesto que hablariamos minimo, una vez al dia. Me dijo que no me preocupara y que se iba a encargar de remover todo bajo cielo y tierra para solventar mi situacion. Lo bueno es que su padre era un alto cargo de un partido politico y digo yo que algo podria hacer para ayudarme a volver a casa. Que su padre me queria como a una hija mas, ?eh? Nos despedimos entre risas, alguna que otra lagrima que se me escapo y muchos besos que nos mandamos. Me encendi otro cigarrillo cuando me hice un cafe de la maquina que habia en la habitacion por cortesia del hotel, eso si, tambien habia nevera con refrescos, bebidas alcoholicas y de todo. Era un resort al que no le faltaba detalle, pero bueno, que yo lo unico que queria era regresar a mi pais y meterme en mi casa. Necesitaba un poco de aire, asi que sali a la terraza y contemple esas vistas que nos regalaba aquel lugar paradisiaco. Desde alli podia ver la maravillosa piscina que tenia el resort donde habia un bar acuatico. El dia que estuve conociendo el lugar me sorprendi al verla y sabia que no podia irme de alli sin haber disfrutado de una de esas bebidas ricas con zumos de fruta y esa pizquita de alcohol que ofrecian. Ahora lo veia complicado, las cosas como son, porque salir de la habitacion iba a ser como escapar de Alcatraz, si, esa prision tan famosa de la Bahia de San Francisco. La barra donde los visitantes podian dejar sus copas era de granito gris y en cada esquina habia una columna azul con cenefas en sus cuatro lados. El techo del bar, del que pendia una lampara ventilador para que, en esas tardes o noches calurosas, los camareros no se asaran como pollitos en horno, tenia en el borde la misma cenefa de pequenos azulejos que las columnas y la parte de arriba acababa como en una especie de chimenea, pero eso era mas adorno que otra cosa. Alrededor de la piscina estaban bien colocadas las tumbonas, una al lado de otra, y algunas sombrillas de esas que el techo es como de paja, simulando las chozas de los poblados que se ven en esos documentales de la television. Desde donde estaba el bar acuatico, podia verse tambien una piscina con un monton de palmeras, a la que me moria por ir. Y, a lo lejos, contemplaba el mar. Respire hondo a ver si me llegaba ese olor que tanto me gustaba, como cuando iba a la playa. Me asome a la barandilla y mire hacia un lado, a la terraza que tenia contigua y en la que deduje que habia alguien, ya que sobre la mesa vi un cenicero con dos colillas, un paquete de tabaco y un mechero. En la terraza del lado contrario tambien habia gente porque tenian ropa en el tendedero portatil del que todos disponiamos. Al menos sabia que no estaba sola y habia gente a mi alrededor, no es que me tranquilizara, pero es que en esa epoca habia tan poca gente en el hotel que miedo me daba pensar que me veria como en una peli de terror, una de esas en las que todos iban desapareciendo, poco a poco, de manera misteriosa y a mi me olvidarian alli. Vi a las limpiadoras por los jardines y me fije que todas iban con guantes y mascarilla. Terror me daba esa imagen, de verdad que si. Que miedo daba el simple hecho de pensar que, de la noche a la manana, el mundo se estaba paralizando y cambiando.

  • Historia de una flor de Claudia Casanova

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  • Despertando al Amor de Libby Alvarez

    https://gigalibros.com/despertando-al-amor.html

    Sofia Beltran, una mujer completamente antisocial, repudia la gente y evita cualquier tipo de sentimientos que involucren emociones ajenas.
    Erick Ruiz, un hombre que siempre le sonrie a la vida, ve el lado positivo de las cosas y sigue ciegamente su corazon.
    Una mala noticia y un destino que se encargara de cruzar la vida de ambos, esperando que por primera vez el amor sea suficiente.