• unai sordo sueldo - Unai Sordo

    https://gigalibros.com/un-futuro-sin-sindicatos-8211-unai-sordo.html

    ?Son la digitalizacion y la globalizacion las causas de la perdida de puestos de trabajo? Aunque algunos gurus apuntan en esta direccion, las verdaderas razones no son tecnologicas ni meramente comerciales, sino politicas, derivadas de las medidas adoptadas desde los anos ochenta para debilitar a los sindicatos. Unai Sordo da respuesta en este libro a muchos de los retos del sindicalismo en el siglo XXI: la afiliacion y la negociacion colectiva; la implicacion de los jovenes en la defensa de sus derechos; los vinculos del sindicato con el feminismo; su relacion con los partidos politicos; sus fuentes de financiacion; la amenaza, real o ficticia, que suponen la robotizacion y la digitalizacion; la influencia de los mercados globales en el futuro del trabajo… Pero el desafio de los sindicatos no se limita a recuperar la capacidad de negociacion perdida, sino a afrontar una profunda modernizacion de las relaciones laborales que democratice las empresas y establezca marcos de negociacion colectiva internacionales. Porque, como muestra el epilogo de este libro, imaginar un futuro sin sindicatos es una de las mayores distopias con las que podria encontrarse la humanidad.

  • Unai Sordo (@UnaiSordo) / Twitter

    https://twitter.com/unaisordo?lang=es

    @UnaiSordo. estará mañana en Barcelona para participar en el Consejo Nacional de @CCOOCataluya y presentar el libro "Conciencia de clase, ...

  • Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras: «Sin ...

    https://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2021/10/24/duda-salario-minimo-va-subir-1000-euros-enero/0003_202110G24P32991.htm

    24 oct 2021 — Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras: «Sin duda el salario mínimo va a subir a 1.000 euros en enero».

  • CCOO y UGT piden al Gobierno que suba el salario mínimo a ...

    https://www.elconfidencial.com/economia/2022-01-12/ccoo-pedira-gobierno-suba-salario-minimo-1000-euros-2022_3357075/

    12 ene 2022 — Foto: El secretario general de CCOO, Unai Sordo. ... En esa negociación, CCOO reclamará un horizonte de subida de los salarios de convenio ...

  • La receta de CCOO para subir salarios sin disparar la inflación

    https://www.elconfidencial.com/economia/2021-12-14/sindicatos-ccoo-subida-salarios-inflacion_3341072/

    14 dic 2021 — Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) ... empresarial al tiempo que permiten reducir los salarios de los trabajadores, ...

  • Los dirigentes de CCOO publicarán sus sueldos - Crónica ...

    https://cronicaglobal.elespanol.com/business/dirigentes-ccoo-publicaran-sueldos_75937_102.html

    1 jul 2017 — Unai Sordo releva a Ignacio Fernández Toxo como secretario general, tras obtener el 88,8% de los apoyos.

  • Los sueldos de sindicatos y patronal, aireados en la ...

    https://www.elperiodico.com/es/economia/20180527/los-sueldos-de-sindicatos-y-patronal-aireados-en-la-negociacion-6841997

    27 may 2018 — ... Fátima Báñez; y los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo y de UGT, Pepe Álvarez, durante el acto de presentación de un libro de la ...

  • CCOO emplaza a Sánchez a subir ya el salario mínimo - La ...

    https://www.lavanguardia.com/economia/20210910/7712345/unai.html

    10 sept 2021 — Si el miércoles la UGT presionaba, hoy ha sido el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, quién ha emplazado ...

  • Unai Sordo - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Unai_Sordo

    Unai Sordo Calvo (Baracaldo, Vizcaya, 2 de octubre de 1972) es un líder sindical español. Secretario general de CCOO del País Vasco desde 2009,​ fue elegido ...

  • Unai Sordo: "La reforma laboral que tenemos sobre la mesa ...

    https://www.eldiario.es/economia/unai-sordo-reforma-laboral-mesa-progresista-ultimos-35-anos_1_8358475.html

    4 oct 2021 — Si el salario mínimo se hubiera limitado a un pacto hasta diciembre en los términos que nos planteó el Gobierno, de estos 15 euros de aumento, ...

  • Confederación Sindical de Comisiones Obreras

    https://www.ccoo.es/

    El SMI y la reforma laboral harán que muchas personas vean incrementados sus salarios de forma muy importante ... Enlace al Blog de Unai Sordo ...

  • Yo tambien tengo mi orgullo de Sophie Saint Rose

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    Leda tiene un trabajo que le encanta, ayudante del sheriff, aunque algunos vecinos podian ser especialmente pesados. En particular Lester, que la visitaba a menudo. Fue una verdadera sorpresa que por una vez denunciara algo interesante y si tenia que ver con Rexton Markley mucho mejor. Lo que se encontro podia hacer temblar a medio pueblo, sobre todo a Rexton, pero por muy atraida que se sintiera por el, iba a llegar al final.

  • Los que duermen en el polvo de Horacio Convertini

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    Jorge se repone a la desaparicion de su mujer entre un pequeno grupo de hombres y mujeres que resiste una extrana y feroz invasion, cuando dentro de la ciudadela amurallada empieza una serie de muertes misteriosas.

  • Deja de torturarme de C. J. Benito

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    Una proposicion indecente
    Un amor imposible
    Una herencia robada
    Un hombre con secretos

  • P. D. Me gustas de Kasie West

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    Para distraerse en clase de Quimica, Lily escribe en la mesa un fragmento de la letra de una de sus canciones favoritas. Al dia siguiente, descubre que alguien escribio la continuacion de la letra de la cancion, y que ademas le habia dejado un mensaje. !Que intriga! Pronto, Lily y su misterioso amigo por correspondencia empiezan a intercambiar cartas enteras en las que comparten secretos, se recomiendan grupos de musica y se sinceran el uno con el otro. Lily empieza a enamorarse. Pero ?quien es el? Mientras intenta resolver el misterio y hace todo lo posible por compaginar el instituto, las amistades, los flechazos y su alocada familia, descubre que a veces es imposible poner por escrito los asuntos del corazon.

  • El vals de la bruja de Belen Martinez

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    Cuando los encontre en la habitacion, me miraron como si nada hubiese ocurrido. Hasta sus uniformes se encontraban impecables. Ni una sola arruga en la camisa, ni el nudo de la corbata torcido. Dos imagenes perfectas y bellas que podrian ser retratadas con oleo. Sus Centinelas no estaban. Tampoco el mio, al que habia dejado atras. Esto era algo demasiado intimo en lo que solo debiamos estar los tres. Marcus se incorporo con una calma fria. Incluso perdio el tiempo en apartarse un grueso mechon de cabello azabache de la frente. Sybil, por otro lado, permanecio sentada en la cama hecha, con las manos pulcramente unidas sobre su amplia falda oscura. Siempre a su sombra. Sin pronunciarse, pero respaldandolo. La oscuridad lo tiznaba todo de negro. Solo el candelabro encendido de la comoda de caoba regalaba algo de luz. Pero esta no ayudaba. Solo conseguia que las sombras fueran mas profundas. --Aleister --comenzo Marcus. --?Como habeis podido hacerlo? --pregunte. La voz que brotaba de mi garganta no era mia. Estaba rota, herida, y sangraba mas de lo que podia soportar. --?Como has podido hacerlo tu? --replico el--. Nos abandonaste. Los labios me temblaron. Sabia a lo que se referia, por supuesto que lo sabia. Pero ?como era capaz de responderme con una pregunta asi? Siempre me habia gustado lo desalmado que parecia a veces Marcus Kyteler, incluso me habia fascinado. Ahora solo sentia asco. Y rabia. --No sabes lo decepcionados que nos sentimos --anadio Sybil. La unica muestra de descontrol en todo su cuerpo eran sus mejillas blancas--. Jamas lo hubiesemos esperado de ti. Di un giro. Solte el aire de golpe. Me pase las manos por mi pelo empapado de sudor y humedad. Despues, volvi a clavar mis ojos en ellos. --Os matare --sisee. Y esas dos palabras liberaron de tal forma mis pulmones que fui capaz de respirar con normalidad despues de horas--. Os matare a los dos. Marcus permanecio inmutable. Ni siquiera me dedico un parpadeo. Sybil, sin embargo, miro en mi direccion. Pero no a mi. Adivine lo que ocurria antes de que una decena de cuerpos se materializaran a mi alrededor. Y, aunque separe los labios para soltar la primera maldicion que paso por mi cabeza, de ellos solo escaparon una exclamacion ahogada cuando hechizos y encantamientos me golpearon y me dejaron inmovilizado. Eramos demasiados en el dormitorio, a pesar de que era uno de los mas grandes de la Academia Covenant. Habia profesores y Centinelas y guardias del Aquelarre. Casi senti satisfaccion de que hubiesen enviado a tanta gente para un solo Sangre Negra. --Aleister Vale, le informo que esta detenido por el asesinato de... Gire la cabeza, habia tantas voces que no sabia de donde provenia esta. Aunque tampoco me importaba, la verdad. Volvi a centrar mis ojos en mis dos antiguos amigos y se me escapo una risa larga, incontrolable, cuando atisbe en sus regios rostros algo que parecia agrado. --Creeis que no lo habiais conseguido, pero si lo habeis hecho -- grite, entre carcajadas. Mi risa se volvio aun mas histerica cuando vi como palidecian--. Oh, ?como no ibais a lograrlo? Sois Marcus Kyteler y Sybil Saint Germain. Deje de ver sus expresiones cuando me alejaron de la habitacion y me arrastraron por la galeria. Rei todavia mas cuando las puertas se abrieron a mi paso y mis companeros se asomaron, y las carcajadas me destrozaron el pecho cuando a lo lejos comprobe que tambien habian atrapado a mi Centinela. Reia tanto, que comence a llorar. Primera parte Hija de leyendas septiembre. ano 1895. Academia Covenant Septiembre, hace veintisiete anos Baje del carruaje de un salto y mis botas se hundieron en los guijarros. Eran nuevas, pero la tunica que me cubria no, y el uniforme tampoco, aunque el ano anterior habia tenido mucho cuidado en no estropearlo demasiado. Por desgracia, habia crecido varios centimetros ese verano y los pantalones negros me quedaban algo cortos. Y aunque eso habia hecho grunir a mi padre entre dientes (como si mi crecimiento fuera algo que yo controlase), a mi no me molestaba. Al menos, no ese dia. Una masa de alumnos atravesaba las inmensas puertas de madera de la Academia Covenant; sobre sus cabezas, flotando, otra fila interminable, esta vez de baules, se internaba en el interior del gigantesco edificio de tejado negro. Sus ventanas eran cuchilladas oscuras y vidriosas entre las piedras blancas. A un lado, pero sin seguir la corriente, estaban las tres personas del mundo que mas deseaba ver. Mi Centinela solto un largo maullido y se adelanto para encontrarse con los otros dos que esperaban junto a mi pequeno grupo de amigos. Yo segui su camino con los ojos brillantes y una sonrisa ladeada. --Estas preciosa, Sybil. Como siempre --anadi, mientras ella ponia los ojos en blanco y se abanicaba con sus manos enguantadas. El otono estaba a la vuelta de la esquina, pero todavia hacia calor. --Guardate esas palabras para Hester. Ordeno a la criada que le hiciera un nuevo peinado que supuestamente lleva la reina Victoria. --Sus labios se curvaron en una sonrisa ladina--. La pobre esta desesperada por captar su atencion. -- Ladeo la cabeza hacia el joven que se encontraba a su izquierda--. No soporta el hecho de que se vaya a graduar antes que el. Me ha dicho que lo echara terriblemente de menos. Leo, a su derecha, apoyado en la fachada con los brazos cruzados, inclino la cabeza hacia atras y se echo a reir. --Se supone que son las hermanas mayores las que se comportan con crueldad. Y tu eres la menor --dijo, antes de lanzarme una mirada divertida. Yo le correspondi con otra, pero antes de que mis mejillas se calentaran, me volvi hacia el joven que todavia no habia pronunciado ni una palabra. Su pelo negro y liso bajo el sol despedia destellos azulados. Sus ojos eran mas verdes que los prados de la academia. Un par de alumnas lo observaron de soslayo cuando pasaron por su lado. --Te veo bien, Vale --dijo, como si no hubiera pasado la mitad del verano en su mansion de campo, donde su familia vivia durante los meses mas calurosos. --Yo a ti tambien, Kyteler --respondi. Y entonces, los dos nos echamos a reir. Y todos nos miraron. Porque siempre nos miraban. 1 Las animas de Seven Sisters Despertar a los muertos no era una buena idea. Daba igual cual fuera el proposito. Nunca servia de nada. Lo unico que se conseguia era aterrorizar a muchos Sangre Roja, volver dementes a los mas sensibles y provocar dolores de cabeza. Aunque esa era mi idea cuando coloque mi mano fria sobre la boca de Kate y la arrastre fuera de la cama. --Ya hay muchos fantasmas en la Academia --dijo, alzando la voz para que el sonido del viento y de las olas al romper contra los acantilados no la ahogara. --Son viejos y estan aburridos. Ni siquiera asustan a los de primer curso --replique--. Sabes muy bien que los que son arrancados de la muerte no se comportan igual. Yo misma lo habia visto cuando era una nina y espiaba a traves de las inmensas puertas de Shadow Hill, la mansion de campo de la tia Hester. Me apretujaba junto a Liroy y a Kate, mis primos, y nos turnabamos para observar a traves de las cerraduras. Todavia ninguno de los tres era capaz de encantar las puertas para que se volvieran transparentes o de preparar alguna pocion alquimica que acentuara nuestros sentidos, asi que esa era la unica manera de ver las reuniones que se llevaban a cabo en el salon de te. Solian ser reducidas, casi nadie hablaba, pero eran mucho mas interesantes que los grandes bailes que celebraban mis tios durante la Temporada, en los meses de marzo a julio o agosto, cuando se celebraban los mayores eventos sociales en Londres. En esas reuniones intimas la mayoria de los que acudian eran Sangre Roja. Nuestras leyes nos permitian relacionarnos con ellos, tener amistades, incluso intimas (Kate habia visto una vez a la senora Holford muy entretenida con un vizconde sin una sola gota de magia corriendo por sus venas), pero nos impedian casarnos con ellos, tener descendencia y mostrar nuestros poderes. Las sesiones de espiritismo que se llevaban a cabo en el pequeno salon de te de mi tia Hester tanteaban un terreno peligroso, pero nunca llegaban a sobrepasar la linea de lo prohibido. Al fin y al cabo, los invitados nunca sabian que era mi tia la que convocaba a los muertos, creian que la culpable era la medium estafadora que habian contratado esa vez y que siempre terminaba tanto o mas asustada que el resto de los Sangre Roja.

  • Crimenes a la francesa de

    https://gigalibros.com/crimenes-a-la-francesa.html

    Una completa y apasionante panoramica de la rica tradicion negro-criminal de la literatura francesa a traves de sus mas destacados representantes. Los relatos de esta excepcional antologia, cuidadosamente elegidos y prologados por Mauro Armino, proponen un recorrido de aproximadamente cien anos ;desde principios del siglo XIX hasta la decada de 1920; por las mas oscuras variantes de la literatura francesa: la detectivesca, la criminal, la policiaca, la judicial, el suspense, el enigma o el misterio. Junto a algunos de los grandes nombres de las letras galas ;Merimee, Balzac, Dumas o Gaston Leroux; aparecen tambien los de Richepin, Lermina o Allais, menos traducidos entre nosotros pero que sin duda aportan al genero una fresca vision del mundo del hampa y la vida cotidiana durante el fin de siecle y la Belle Epoque. Paul-Louis Courier, Prosper Merimee, Honore de Balzac, Alexandre Dumas, Emile Gaboriau, Jean Richepin, Guy de Maupassant, Leon Bloy, Jules Lermina, Alphonse Allais, Octave Mirbeau, Guillaume Apollinaire, Gaston Leroux, Charles-Louis Philippe y Maurice Leblanc

  • Nunca juegues con los cambia formas (Sumisas 3) de Saray Gil Diaz

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    Carla es una mujer obesa adicta a las hamburguesas y la comida chatarra, dietista de famosos deportistas acaba de terminar su ultimo contrato, cuando viaja a ver a su padre tres boxeadores que estan dispuestos a compartirla tratan de contratarla, pero al negarse ellos enfurecen, llaman a todos los deportistas del mundo y la hacen verse sin un trabajo a largo plazo. Pero ellos no conocen bien a Carla, ni Carla a ellos.

  • La pieza que me faltaba de Alejandra Inclan

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    Karol va al orfanato donde crecio a buscar respuestas, a saber el por que su mama la dejo ahi. Busca las piezas que le faltan para sentirse completa y asi dejar de sentirse reprimida. Karol fue bautizada cuando la dejaron recien nacida como Carlos, pero luego, cuando fue adoptada, no permitio que le llamaran de otra forma que no fuera Karol. Esta es su historia, una nina trans tratando de encontrar respuestas.

  • Elizabeth Bilford de Sophie Saint Rose

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    Lady Elizabeth Bilford debe proteger su fortuna de la codicia de su abuela antes de que sea demasiado tarde. Lo que menos se espera es que sera el nuevo Duque de Stradford, al que desprecia con todas sus fuerzas, el que la ayudara a recuperar su herencia protegiendola de los atentados contra su vida.

  • Catedral de Raymond Carver

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    Se ha afirmado que el relato es la forma narrativa por excelencia en la literatura norteamericana actual y que Raymond Carver es el maestro indiscutible en este registro. En cada relato de Catedral se revela la presencia latente o la intrusion de terrores extraordinarios en una existencia ordinaria (Cathleen Medwick). El propio Carver ha escrito: <

  • El jefe supremo (Los jefes 5) de Victoria Quinn

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    Tatum Titan ahora es mia.

  • El baul de los suenos a medida, Lara Rivendel de Lara Rivendel

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    ?Que es la vida? Un frenesi. Cuando Ada es acusada de corrupcion y apartada de su trabajo en la alcaldia de su pueblo se le viene el mundo encima, ya que ella habia entrado en politica para luchar contras las injusticias. Incapaz de soportar las miradas de desprecio de sus vecinos, se traslada a la casa que su abuela le dejo en herencia en la Costa Brava.
    ?Que es la vida? Una ilusion. Ada encuentra el baul donde su abuela guardaba las sabanas bordadas y esa noche vuelve a sonar como cuando era una nina y pasaba los veranos peleandose con Millan, el hijo del pescador. Ada reconstruye su vida entre los pintorescos habitantes de Sonada, un pueblo de costa donde nada es lo que parece, mientras trata de no obsesionarse con Millan, que se ha convertido en un viudo tan arisco como los erizos de la zona.
    Y los suenos, ?suenos son? Cuando sus amigas la visitan y pasan unas noches de suenos muy vividos, empiezan a sospechar que las sabanas ocultan un secreto. Y cuando las ancianas del lugar le advierten del peligro de querer descubrir los secretos del baul, Ada la Empecinada hace lo que ha hecho siempre: lanzarse de cabeza a la aventura.
    Una delirante comedia que se rie de la politica, juega con los suenos y nos recuerda que no hay que tomarse la vida demasiado en serio.

  • Sus nombres son leyenda de Juan Antonio Garrido Ardila

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    La longeva historia de Espana se ha fraguado en buena medida gracias a las acciones y proezas de individuos excepcionales, cuyos altos empenos la conformaron como ente cultural, social y politico. A esa categoria de hombres y mujeres, protagonistas de sus epocas y artifices del progreso, los antiguos denominaron <>.

  • Sin aliento (Sin compasion 3) de W. Winters

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    H 1 . C A RT E R a pasado mucho tiempo desde que alguien intento matarme en mi propia casa. Nadie se habia atrevido a hacerlo. Y aun mas tiempo desde que alguien me apunto con un arma y vivio para contarlo. Apenas puedo escuchar debido al zumbido en mis oidos. He esperado este momento, pero no es asi como pense que seria. Ella me ama, me recuerdo. Ella me ama, joder. Se que es asi. La cara de Aria esta sonrojada y su mano tiembla mientras lucha por mantener firme el arma. Doy un paso hacia ella y ella prepara el gatillo. El clic resuena en las paredes. Si quedaba algo de corazon en mi pecho, se acaba de pulverizar, los pequenos fragmentos disparan oleadas de dolor a traves de mi cuerpo. La sonrisa enfermiza en mi rostro se desvanece incluso mientras lucho por mantenerla en su lugar, concentrandome en esos hermosos ojos color avellana. Ojos que me atrajeron hacia ella, que me suplicaron piedad, que me hicieron sentir mas de lo que he sentido en anos. Ojos que me enganaron. --Suelta tus armas --exige Aria, su voz temblorosa pero clara y fuerte independientemente. Es una jodida locura que en este momento me parezca absolutamente hermosa. Asi de fuerte, esta en su momento en el que se ve mas hermosa. --!Sueltalas! --ella grita con mas fuerza y el arma vacila. Es obvio que nunca ha tenido una antes, o al menos, nunca ha disparado. Sin embargo, me esta apuntando con ella. Podria disparar accidentalmente, y matarme. ?Se arrepentiria? Cuestiono y siento un fuerte tiron en el pecho. Un pozo de emocion amenaza con romper mi compostura. Cada centimetro de mi piel esta entumecido mientras miro el canon de la pistola, sintiendo que todo se desmorona a mi alrededor. Frente al enemigo. Delante de mis hermanos. En frente de ella. --?Carter? --Escucho a Jase sin verlo, preguntandole si deben escucharla o no. Dos de mis hermanos, Jase y Declan, estan detras de mi con pistolas apuntando a tres hombres arrodillados en el suelo. Dos de ellos son sus primos y el tercer hombre es su antiguo amante y amigo. El nombre por el que oro mientras ella estaba en la celda, el unico nombre que estoy cansado de escucharla pronunciar. Los tres son hombres que querian matarnos hace solo unos momentos. Hombres a los que Aria esta protegiendo y dispuestos a matarme para salvarlos. Esos jodidos fragmentos cavan mas profundamente en cualquier herida que me hayan abierto en el pecho. Tragando el nudo en mi garganta junto con la angustia que estoy sintiendo, respondo a Jase, aunque no aparto la mirada de Aria. --Sueltenlas. --Al instante, el alivio se muestra en el rostro de Aria, e incluso relaja el agarre del arma hasta que agrego--: Pero no dejes que esos cabrones las tengan. Nadie tiene un arma-- trago saliva y agrego, forzando una sonrisa en mi rostro, --excepto Aria. El control todavia esta en mi demanda. Me escucharan, todos los que valen un carajo en este lugar lo haran... pero a medida que pasa el tiempo, puedo sentir que se me escapa. Solo puedo imaginar lo que piensa su familia, pero es lo que mis hermanos estan viendo lo que me destroza. Saben que la amo. Y ahora la estan viendo traicionarnos a todos. --Dejalos ir --Aria ordena en un tono mas debil, lleno de una suplica. Visiblemente tragando, finalmente rompe mi mirada para mirarlos. Su asombrada y brusca inhalacion a lo que ella ve me destruye. Su misericordia y compasion por ellos son repugnantes. Ellos vinieron a matarme. Ella sabe eso. Ella podria matarme todavia. La amo. Se que la amo y ese fue mi primer error. La ira aumenta y resuena en mi sangre. Mi cordura finalmente vuelve a mi, endureciendome y recordandome quien soy y todo por lo que he trabajado. Todo se va a derrumbar. Todo por ella. Hubiera hecho cualquier cosa por ella. --Vamonos. --Escucho la voz de Nikolai, baja y llena de dolor. La sangre todavia esta rojo brillante por la herida de su labio y ya se ha formado un moreton en su rostro. Mis nudillos se ponen blancos mientras mi puno se aprieta. Todo lo que necesito es un momento para descargar cada parte de mi agresion sobre el. Quiero romperle la mandibula por atreverse a decirle esas palabras a mi Aria. Nunca senti la rabia como la siento ahora cuando el la alcanza como si pudiera alejarla de mi. Porque el puede. Porque ella esta dispuesta. --Vete --dice ella, y la voz de Aria es fuerte mientras lo mira. Una vez mas, el arma esta floja en su agarre. No parece darse cuenta de lo suelta que esta la pistola en sus manos. Podria tomarla; Podria arriesgarme. Pero correria el riesgo de ponerla en peligro, y mi mirada cae ante el pensamiento. --Ahora --sisea uno de sus primos, tirando del brazo de Nikolai. La camisa se aprieta alrededor de su cuello mientras tira de la tela. Mirandolo desde mi periferia, estoy disgustado, al igual que Nikolai, a juzgar por su expresion. --Ven con nosotros --insta Nikolai, alzando la voz para ordenarle, pero tambien le suplica, y aparto mi atencion de Aria, mirando al hombre que es Nikolai. Me recuerda al chico que una vez fui. Necio e imprudente. Pero el nunca paso por la mierda que yo lo hice. Fue criado en esta vida, no fue arrojado a ella y obligado a luchar para sobrevivir todos los malditos dias. Sin embargo, el cree que puede llevarsela. --Yo me quedo --dice Aria con autoridad antes de que yo pueda decir algo. Su declaracion hace que Nikolai se estremezca. Un poco de esperanza revolotea en mi pecho. Mi garganta se aprieta y me duele el pecho, sintiendo como si estuviera a punto de abrirse de par en par. Ella se queda. --!No tenemos tiempo para esto! --grita uno de sus primos, mirando alrededor del lugar como si en cualquier momento yo fuera a cambiar de opinion y los fuera a matar a todos. El tendria razon si no fuera por Aria. Ella los quiere. Ella los eligio. --No me ire sin ti --grune Nikolai y acecha a Aria, listo para llevarsela. Esa es mi senal para alcanzar mi arma. Su reunion ha durado bastante y me niego a dejar que el se la lleve. Nadie me la quitara. Nadie. La adrenalina corre por mi sangre, mi respiracion se hace mas pesada mientras mi mandibula se aprieta. El arma esta caliente en mi mano. Mas caliente que nunca. La mia apunta a Nikolai; la de Aria me apunta a mi. Mi voz es profunda y aspera cuando les digo a los tres--: Tienen dos minutos para correr. --Carter --ella dice, suplicando desesperadamente, pero no tiene lugar para negociar y no me queda piedad, ni siquiera por ella. La ignoro, sintiendo que la rabia de lo que ha hecho se filtra en la medula de mis huesos cuando termino de decir--: y luego abriremos fuego. Mis hermanos se mueven lentamente, alcanzando sus armas mientras la expresion de Aria se arruga por el dolor y se balancea hacia la pared, con su nerviosismo evidente. La mandibula de Nikolai esta tensa, sus ojos azul claro brillando con odio. --Ven conmigo --el dice entre dientes y luego le habla a sus aliados--. !Tomenla! Pero corren, dejandolo solo y dejandola atras. --!Ella tuvo su oportunidad! --Uno de los hombres grita detras de el. Sus tenis deportivos chirrian cuando sus pasos golpean el piso recien pulido. Cobardes. Los hombres de Talvery son cobardes. --Aria, por favor --le suplica Nikolai como si eso le rompiera el puto corazon. Que se joda. --Un minuto --digo entre mis dientes y finalmente el me mira. Mi agarre se aprieta en el arma. Un apreton del gatillo y me desharia de el para siempre. Estoy tan cerca de tirar del gatillo, solo para terminar con todo. El me mira a los ojos y desearia que la mirada que le devolviera fuera suficiente para matarlo. --Vete --ella gime. Mirando primero al arma en mi mano y luego a el. --!Sal de aqui! --ella le grita. --Volvere por ti --el le dice como si ella fuera su amor perdido hace mucho tiempo. Espero que el vuelva por ella. Mis fosas nasales se dilatan y me duele el pecho mientras ella jadea por respirar al verlo irse. Vuelve por ella, Nikolai. Vuelve, asi puedo romperte el maldito cuello. Muerdo mi lengua, saboreando el sabor metalico de la sangre en mi boca. Lo matare asi sea lo ultimo que haga. El todavia esta corriendo lejos de ella. Mis unas desafiladas se clavan en mis palmas mientras mis punos se aprietan y la ira y los celos se mezclan en una combinacion mortal. El rojo sangra en mi vision y es todo lo que puedo hacer para no apretar el gatillo mientras sigue sus movimientos. --Queria decirte --solloza Aria mientras el sonido de Nikolai huyendo se desvanece en el pasillo--. No pense... --?Decirme que? --le pregunto. --Que ellos venian --ella dice con un dolor en la voz que coincide con el que se arremolina en sus ojos. Ella se esta rompiendo, apenas respira y puedo ver el arrepentimiento, el remordimiento. Pero solo una cosa me resuena. --?Tu sabias? --la interrogo y siento un escalofrio recorriendo mi cuerpo que se hunde hasta mis huesos. Nunca me amo. Nunca lo hizo. Proteges a los que amas. Siempre. Y ella no me protegio. Fui un maldito tonto y ella no es la mujer que yo pensaba que era. Ella es una maldita mentirosa. --?Realmente los estamos dejando ir? --La pregunta de Declan atraviesa la bruma de la incredulidad y la traicion. --?Tu sabias? --le pregunto de nuevo, mi temperamento regresa. --Yo, yo... --ella tartamudea, su mirada recorriendo mi rostro, el miedo y el dolor hacen que sus ojos color avellana se llenen de lagrimas. Baja su arma, sin atreverse a apuntarme y dejo caer la mia mientras me acerco a ella, cada paso pesado suena mas premonitorio que el anterior. --?Carter? --Declan grita mi nombre, exigiendo una respuesta. Con cada paso mas cerca de ella, da uno en reversa hasta que sus hombros golpean la pared. Guardo mi arma en la funda antes de arrancar la suya de las manos, aunque ella no se opone. --Carter --Declan llama de nuevo, sin importarle que la mujer que yo amo me engano. Ella sabia que venian a matarme, a matarnos a todos, y no hizo nada. --?Los vamos a dejar ir o no? --pregunta Declan. Con una mano apoyada en la pared sobre la cabeza de Aria y la otra sujetando su cadera, la miro a los ojos, ignorando todo lo que me atrae de su mirada. Ya no puede tener eso. Le estoy quitando ese poder. Sintiendo el dominio del odio fluir a traves de mi y queriendo lastimarla como ella me lastima a mi, respondo a Declan con una voz profunda que es apenas audible.

  • La corte de los enganos de Luis Garcia Jambrina

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    Un ano decisivo: 1492. Dos ciudades singulares: Granada y Barcelona.

  • Diario de una chirli – Megan Maxwell de Megan Maxwell

    https://gigalibros.com/diario-de-una-chirli-8211-megan-maxwell.html

    Eva y Merche son gemelas, y aunque fisicamente son dos gotas de agua, en todo lo demas no se parecen en nada.

  • Lagrimas de libertad de Raquel G. Estruch

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    La vida de Maria, una conocida escritora, cambiara por completo de la noche a la manana. La tragica muerte de Gonzalo, su marido, unida a la desaparicion de Elena, su mejor amiga, provocara en ella un inmenso vacio y confusion.
    Una madrugada, harta no encontrar explicacion a ninguno de los recientes sucesos de su vida decide hacer la maleta y dejarlo todo atras durante un tiempo.

  • Enemigos de Esparta de Sebastian Roa

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  • Jamas saldre vivo de este mundo de Benjamin Prado

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    La lectura de Jamas saldre vivo de este mundo nos hara comprender que lo inesperado vive muy cerca de nuestra casa.

  • ZAC (Huida desesperada 3) de Sabina Rogado

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    El club de dudosa reputacion estaba repleto a esas horas intempestivas y las mesas de juego se erguian coronadas por nobles depravados, los cuales acostumbraban a ejercer el poder que les otorgaba el titulo heredado sin el menor remordimiento. Sabian lo que querian y buscaban alicientes acordes a su manera de ser y no a los convencionalismos de siempre, de ahi que naciera un tugurio que presumia en lo referente a la escasez de normas y de senoritingos estirados y aburridos. En el interior de sus discretas paredes resultaba habitual respirar el aire viciado, mientras apostaban cantidades indecentes de libras, propiedades y lo que se terciara. La espesa neblina ocasionada por el tabaco cubria la mayor parte de la estancia y se mezclaba con los diferentes olores y sonidos; el toque dulzon venia a traves del perfume de las damas de compania, el alcohol corria de vaso en vaso como la polvora y las voces de las personas alli congregadas se escuchaban demasiado elevadas. Sin duda alguna, cualquier caballero de honor, integro y de buenas formas, ni siquiera se dejaria caer por el barrio a riesgo de permanecer en boca de lenguas viperinas y malintencionadas durante semanas, convirtiendose en un cotilleo escabroso y asegurando asi los pecados inconfesables de almas corrompidas. Lo que no se ve no se comenta y, por lo tanto, no existe. Al fondo, un pianista, una cantante de suntuosas curvas y varias bailarinas con un vestuario indecente amenizaban la frenetica noche, al tiempo que varias amantes se acomodaban sobre el regazo de sus respectivas companias y alardeaban de la buena suerte que estaban dispuestas a brindarles. El conjunto en general era el consecuente de arrastrar a los envalentonados socios a situaciones nefastas, terminando en mas de una ocasion con una cita en Hyde Park; el famoso parque en el que se debatian los duelos entre caballeros al dejarse llevar por la impulsividad y la euforia incuestionable que les otorgaba el whisky, las trampas, y alguna que otra muchacha recien llegada y que levantaba el revuelo entre los mas mujeriegos de inmediato. En una de esas mesas, Zac ojeaba las cartas que sujetaba en su mano derecha y alzo la vista en busca de su companero de juegos o, mejor dicho, de juergas. Ultimamente, las escapadas nocturnas se acortaban entre unas y otras y, lo que era peor, cada vez ansiaba, con una necesidad acuciante, vivir a contracorriente para empaparse de las delicias que la vida podia ofrecerle tras dejar atras el internado en el que curso sus estudios, y en el que compartio habitacion con su amigo Henry, para terminar, como era el caso, en una multitud ingente de lugares de dudosa reputacion. Cada dia le perdia el respeto a lo que podria sucederle, no terminaba de encajar en la ciudad londinense y se dejaba llevar. Atras quedo el chiquillo de dieciseis anos que tuvo que armarse de valor, viendose obligado a abandonar el rancho de sus padres fallecidos, en el oeste americano, con el unico proposito de salvar a su hermana Zoe de las garras de un ser deleznable, el cual, de no huir a tiempo, habria desposado a su hermana a la fuerza y se hubiese quedado con la propiedad que no le correspondia. Por fortuna, los planes de huida jugaron a favor de los desprotegidos hermanos y, ese ser deleznable, termino con el final que le correspondia al otro lado del oceano. Eso si, debia reconocer que la aventura emprendida les pudo salir demasiado cara, no todo fue un camino de rosas, y de no ser por la providencial aparicion de Nick, duque de Hackins, el destino de Zoe, y de el mismo, no se habria semejado ni una pizca con el actual, mas resulto que ese hombre se convirtio en la tabla de salvacion para ambos. [1] De ese episodio habian transcurrido diez anos, en la actualidad, Zac tenia veintiseis y contaba con una formacion academica excelente; el que su cunado fuese un noble tan poderoso le bastaba para acceder a un sinfin de oportunidades inalcanzables para cualquier otro individuo, quiza por ello, y a pesar de tener la edad perfecta para sentar la cabeza, ni por asomo pretendia dar por finalizada su etapa de bribon y mujeriego, ampliandola hasta limites demasiado peligrosos. No, por supuesto que no dejaria ese tipo de vida. ?Para que con lo divertido que era? Zac dejo atras sus pensamientos, presto atencion al hombre situado frente a el, y una mueca socarrona salio de su boca al interpretar un movimiento sospechoso. <>. El aspecto del hombre en cuestion lo delataba por si solo, y lo corroboro al percatarse de su mano dirigiendose al corbatin en un intento de aflojarlo. La frente resplandecia perlada por el sudor y la mirada huidiza conferia que la situacion le vencia por momentos; con cada detalle dejaba entrever la incomodidad y la desesperanza de encontrarse en ese lugar, aunque claro, que lo hubiese pensado antes de quedarse sin ninguna libra y terminar apostandose la propiedad de campo que poseia a las afueras de la ciudad. Estos nobles se creian impunes y a la vista estaba que nunca aprenderian. El jamas hubiese sido capaz de apostar el rancho de sus padres, el bien mas preciado que tanto su hermana como el poseian en Wyoming, y menos en una misera partida de cartas. No, jamas. Y le dio exactamente igual el estado de desconcierto de su rival. La disposicion a zanjar el asunto, en la mayor brevedad posible, era lo unico que le importaba en esos instantes, pues de pronto, estar rodeado de gente como aquella consiguio que la repugnancia invadiera el vacio alojado en su interior cada vez que recordaba su pasado. La nostalgia resurgio, el malestar de Zac se agrando, y de ahi broto la disposicion a actuar con total impunidad. Una casa de campo le vendria demasiado ventajosa para retirarse durante un tiempo de la ciudad depravada, llena de formalismos y teatralidades por doquier. Quien sabe, puede que aquella oportunidad fuese la excusa perfecta para replantearse que hacer con su vida, porque claro, lo que se dice claro, no lo tenia en absoluto, comenzando a aceptar que la vida de excesos que llevaba no le aportaba la felicidad que ansiaba, sino todo lo contrario. Mientras, en la mente del otro sujeto, una lucha esclarecedora se debatia con fervor ante el clamor que le otorgaba una informacion primordial. Nadie de su condicion era ajeno a las habladurias en torno al cunado del duque de Hackins; los varones de la alta sociedad eran conocedores de la destreza magistral con cualquier tipo de arma, al igual que sabian que, gran parte de esa destreza surgio a consecuencia del tiempo en el que tanto su hermana como el convivieron entre una tribu india, cuando escapaban del destino que trataron de marcarle a la duquesa de Hackins a la fuerza (HUIDA DESESPERADA). Es por ello que debia de templar los nervios, recomponerse y practicar un intento desesperado para que el azar jugase a su favor, al menos por esta vez. Si el muchacho contra el que jugaba descubria las intenciones de hacer trampas, y le retaba a duelo, las posibilidades de salir impune brillarian por su ausencia, en cambio, si seguia adelante, la baza de cartas que poseia entre sus manos con toda la probabilidad le dejaria sin una de sus propiedades. Solo de pensar en la humillacion y la verguenza que pasaria, primero ante la obligacion de confesarselo a su esposa, y despues siendo el tema de conversacion de las malas lenguas, le provocaba espasmos y sudores frios. La determinante debilidad por el juego no entendia de limites y acechaba en su interior sin darle tregua alguna, pues la obviedad resulto tan grande que no le quedo otra alternativa que aceptar la delicada situacion en la que se encontraba por su poca cabeza. Parecia predestinado a ser empujado hacia el abismo y, antes de caer, debia armarse de valor y coraje. De bien sabidos era que eligiese la opcion que eligiese el perderia. ?Como diablos consintio en llegar hasta estos limites indecentes? La reflexion llegaba tarde, demasiado tarde, de hecho. --?Quiere otra carta? --escucho a Zac, sintiendo como si el corbatin tuviese vida propia y se empecinara en atenazarle el cuello, impidiendole respirar con normalidad. El noble supo que si aceptaba, y por muy buena que fuera, no le serviria para su proposito, y eligio la opcion que segun el mas se adecuaba a las nefastas circunstancias. ?O no? Pronto lo descubriria. --No, mejor quiero otro whisky --desvio la atencion, tratando de que su voz no lo delatara. Sin mas, se dejo llevar y, a la desesperada, procedio con la actuacion estelar, lo que ocasiono a que alertara por unos segundos a las mesas proximas, al alzar una de las manos para avisar a la muchacha que servia las bebidas, mientras tiraba a proposito el vaso vacio contra el suelo.--Vaya, que inoportuno --lamento, aprovechando de inmediato la situacion que el mismo acababa de provocar. Solo tendria una oportunidad para salir airoso de un aprieto tan grande, y sin lugar a dudas era ahora o nunca, por lo que su siguiente movimiento fue agacharse a recoger los cristales aparentando una normalidad absoluta. Ni a Zac, ni a su amigo, le pudo pasar por alto el movimiento rapido de una de sus manos, observando como sacaba algo de la manga. La rabia de Zac no tardo en aparecer y no perdio ni un segundo de su tiempo. Tiro los naipes sobre la mesa y siseo en un tono escalofriantemente calmado: --Lo que acaba de hacer ha sido una temeridad, amigo. --?A que se refiere? --le encaro con una gota de sudor cayendole por la sien. --Supongo que sabra que las cartas estan marcadas, ?me equivoco? Nunca juego sin que sea asi. La palidez invadio la cara del noble y trago con dificultad. --?Que esta insinuando? --dudo delatandose. --?De verdad tengo que aclararselo, o mejor nos disponemos a arreglar el asunto como es debido? Le cedo la oportunidad de elegir dia y hora, no quiero molestar a mis padrinos. --Yo... --titubeo acorralado. Con normalidad, cuando alguien retaba a duelo a otro en un local de esas caracteristicas, el revuelo aparecia de inmediato y hacia participes a cada una de las mesas, no asi en esta ocasion, y todo gracias a la templanza de Zac y al aturdimiento del tramposo. --Por favor --suplico de repente perdiendo la decencia--, salvo su amigo nadie se ha dado cuenta de mis verdaderas intenciones, por tanto le suplico que tenga misericordia conmigo. Lo que faltaba. --Disculpe, ?acaso pretende ablandarme? Porque en el caso de ser asi pierde el tiempo. --Por favor, acepte mis excusas y olvidemos este malentendido. He escuchado que es un hombre justo y le prometo que no volvera a verme en lugares asi. He aprendido la leccion y no puedo dejar viuda a mi esposa. Esta enferma y... --!Basta! --exclamo levantando una mano--. Se equivoca conmigo, la gente como vos no levanta ninguna simpatia en mi y desprecio su falta de hombria. Ademas, si tan estima le tiene a su esposa, ?que hace aqui y no en su compania? El hombre perdio la palidez y un rojo intenso cubrio su rostro mostrando una verguenza absoluta. --Estas ultimas semanas he perdido bastante dinero y no puedo hacer frente a los medicamentos tan caros que precisa --se excuso avergonzado--, es por ello que continuo buscando una buena racha y asi enmendar mis actos indecorosos. Por mi poca cabeza he llegado tan lejos que me averguenzo de mi mismo y la conciencia no me deja dormir por las noches. Los ojos de Zac parecian escupir fuego, de la rabia contenida, tras dicha confesion. Odiaba que gente sin escrupulos le mintiera en su propio beneficio, aunque claudico al percatarse de que ese tipo bien podria estar diciendo la verdad. Cada uno de sus gestos lo delataba y parecia avergonzado, aunque, ?que diantres le importaba a el? De seguido, maldijo por lo bajo y miro a su amigo en busca de una respuesta que no deberia de admitir siquiera, pero sus correrias, borracheras y mala vida, al parecer no terminaban de bastar para aplacar al hombre frio e insensible que se empenaba en mostrar ante los ojos de seres egoistas y carentes de sentimiento alguno. Henry se limito a asentir con la cabeza, dando credibilidad al testimonio, y a Zac le basto. Su amigo conocia al dedillo cada chisme referente a las vidas de esos fulanos, pues desde bien pequeno aprendio la valia de saber cada punto debil de los ricachones en general, y asi obtener una ventaja que siempre podria aprovechar en su propio beneficio. Zac expulso el aire con pesar y hablo antes de arrepentirse. --Largo de aqui, no quiero volver a verle. --Oh, milord, gracias, gracias --repetia servil, levantandose del asiento sin todavia creerse el acto de buena fe de su contrincante. --Por su bien espero que venda la propiedad que deberia de ser mia y pague sus deudas, de no ser asi se tendra que atener a las consecuencias. No habra mas oportunidades. --Lo hare, no le quepa la menor duda, buen hombre. Inclino la cabeza en una muestra de respeto y, sin tiempo que perder, anduvo hasta la entrada. Alli aguardo a que le llevaran la chistera y el baston, e, inmediatamente despues, se largo del local que ni loco volveria a pisar, y lo hizo con pasos apresurados y sin echar la mirada atras en ningun momento. Al salir, el aire choco contra su rostro acalorado y pudo respirar con la normalidad debida, alzo el menton y avisto el coche de caballos que le esperaba. Subio con un alivio creciente y apoyo la espalda contra el respaldo. La certeza de salir indemne, de una muerte segura, consiguio que recapacitara de una vez por todas. Su lugar estaba al lado de Mary, y no le importaria echar por tierra su honor al vender la casa de campo que le salvaria de las cuantiosas deudas acumuladas en su haber. Y le dio las gracias al muchacho que le acababa de dar una de las lecciones mas i m p o r t a n t e s d e l a v i d a. G r a c i a s a e l v o l v i a a t e n e r o t r a o p o r t u n i d a d y n i p o r a s o m o p e n s a b a d e s a p r o v e c h a r l a. No, ni habl a r.

  • Ojos de agua de Domingo Villar

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    Entre el aroma del mar y de los pinos gallegos, en una torre residencial junto a la playa, un joven saxofonista de ojos claros, Luis Reigosa, ha aparecido asesinado con una crueldad que apunta a un crimen pasional. Sin embargo, el musico muerto no mantiene una relacion estable y la casa, limpia de huellas, no muestra mas que partituras ordenadas en los estantes y saxofones colgados en las paredes. Leo Caldas, un solitario y melancolico inspector de policia que compagina su trabajo en comisaria con un consultorio radiofonico, se hara cargo de una investigacion que le llevara de la bruma del anochecer al humo de las tabernas y los clubes de jazz.

  • El otro mundo de Gabriel Martz

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    Un misterioso evento en el universo abre una enorme grieta dimensional en el planeta llamado AN, dejando entrar una extrana energia. A causa de ello, el clima y la naturaleza se veran afectadas terriblemente, lo que generara gran temor entre los pueblos. Ciertos generales de las fuerzas mas poderosas al servicio del reino, conocidos como Asael y Ramael, seran enviados a investigar su procedencia, pero estos cambiaran drasticamente su personalidad despertando nuevos conocimientos al hacer contacto con ella.
    Gracias a las habilidades de Asael, se alertaron de que alguien mas habia hecho contacto con la fuente y, siguiendo los rastros, se encontraran con un querubin llamado Luzbel, quien planeaba una rebelion en contra del rey para asi luego derrocarlo y tomar el trono; por lo que esto daria inicio a un complot entre los guardianes para llevar a cabo sus ambiciones. Una guerra sangrienta y catastrofica da comienzo.
    Siete ninos seran la esperanza para salvar su mundo.

  • La buena hija de Karin Slaughter

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    La nueva y deslumbrante novela de una de las autoras mas vendidas del panorama literario internacional: un thriller absorbente que mezcla el suspense psicologico con la investigacion de un misterio sin resolver.

  • Atardecer en Central Park de Sarah Morgan

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    En el caos de Nueva York puede ser complicado encontrar el amor verdadero incluso aunque lo hayas tenido delante desde el principio.

  • Cada vez que me tocas de Arwen Grey

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    Como bibliotecaria en un pequeno pueblo ingles, Tara ha leido miles de historias sobre secretos familiares, legados ancestrales y conexiones con el destino. Jamas habria imaginado que sus vacaciones serian el inicio de una de esas aventuras de novela, y menos aun que un pariente muy, muy lejano, con unos hermosos ojos oscuros, la meteria de lleno en una locura inimaginable.
    Declan ha vivido toda su vida con la responsabilidad de recuperar el legado familiar de los Beauchamp, una lucha que ha manchado con sangre el pasado de su familia.
    Al encontrar a Tara, de pronto todo lo que desea parece estar justo al alcance de su mano, pero tambien lo estan otros aspectos inesperados de la herencia familiar, algo de lo que hablaban los romances antiguos y con lo que no contaba: lo que siente cada vez que el y Tara se tocan.

  • Sombras nuevas, Alba Duro de Alba Duro

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    Patricia lleva anos viviendo en Los Angeles, donde trabaja como escritora erotica en espanol. Su dia a dia consiste en apagar cigarrillos en el cenicero, escribir a oscuras en su ordenador y contestar emails de fans. Sin embargo, todo llega cuando recibe un email de Arturo, uno de sus lectores.

  • El universo en expansion de Mario Hamuy

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    El destacado astronomo chileno construye en este libro

  • El secreto de la casa del rio de Sarah Lark

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    Una historia apasionante y envolvente sobre como el pasado puede irrumpir con fuerza y cambiar el presente para siempre.

  • La ciudad oculta (Los casos de Marina Altamirano 2) de Mar P. Zabala

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  • La huella del mal de Manuel Rios San Martin

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    Durante una visita escolar a la excavacion arqueologica de Atapuerca, un chico de catorce anos descubre que una de las reproducciones humanas que imitan los enterramientos de los hominidos de hace miles de anos es, en realidad, el cuerpo de una chica muerta. La joven parece haber sido colocada con una simbologia ritual, y todas las pistas apuntan a un macabro homicidio similar al ocurrido seis anos atras en otro yacimiento en Asturias.

  • Deirdre (Las feas tambien los enamoran 2) de Elizabeth Urian

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    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca Victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • La mente de los justos de Jonathan Haidt

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    En unos tiempos como los actuales, de enorme polarizacion politica, resulta inevitable hacernos una pregunta: ?por que no podemos llevarnos bien? Seamos de derechas o de izquierdas, demasiadas veces tenemos la sensacion de que nuestro adversario, ademas de oponerse a nosotros, no entiende en absoluto nuestras posturas y ni siquiera lo intenta. Eso hace que las divisiones sociales se esten consolidando, el debate publico se convierta en un griterio y que en su mayoria los ciudadanos crean que solo ellos estan en lo cierto.

  • Mujer oceano de Vanesa Martin

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    < no sea que, al sentirla humeda, la invite donde guardo ciertos ecos y duermen huracanes, alli donde mas de uno murio a oscuras, perdiendose en el intento de encontrar fuego,que cuando quemas es porque hay alma, y cuando hay alma, duelo.>>
    En Mujer oceano, Vanesa Martin se enfrenta, sin la complicidad de la musica, a la poesia. Amor y desamor son los blancos donde van a dar las palabras afiladas, a veces estudiadas y a veces rabiosamente libres, de Vanesa. Una seleccion de poemas cercanos, urbanos y actuales en los que late la delicadeza y sensibilidad femenina, pero tambien el caos y la potencia del oceano.

  • Traicion y furia de Caitlin Crews

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    Maui, la isla de Hawai, era tan tropical y exuberante como la anunciaban, algo que irrito a Dario di Sione en cuanto se bajo de su avion privado. Esa humedad era como un abrazo intimo y no le gustaba la intimidad. Ese aire espeso se le pegaba a la piel y los vaqueros destenidos y la chaqueta hecha a medida que habia llevado desde Nueva York lo envolvian como un guinapo mientras recorria la diminuta pista de aterrizaje hacia el Range Rover que lo esperaba, como habia ordenado. La ligera brisa le llevo todos los olores de la isla, desde el verdor exultante hasta el mas intenso de la cana de azucar, como besos que no habia solicitado. Solo queria mantener una conversacion de negocios, no dejarse llevar por una sobredosis sensorial en una maldita pista de aterrizaje. -?Esta esperandole el coche, como habian prometido? -le pregunto Marnie, su secretaria, por el telefono de ultima generacion que el se habia llevado a la oreja. Era un usuario entusiasta de los codiciados productos de su empresa-. Quedo claro que necesitabamos un vehiculo todoterreno. Al parecer, el camino hasta Fuginawa es abrupto y... -No me importa que sea abrupto -le interrumpio Dario intentando contener la impaciencia. No queria estar alli tan poco tiempo despues de que, el fin de semana anterior, su empresa hubiese lanzado al mercado el ultimo producto, pero eso no era culpa de su secretaria. El no deberia haber permitido que el sentimentalismo de un anciano se impusiera a su racionalidad, que tanto le habia costado adquirir. Esa era la consecuencia. Estaba en la otra punta del mundo, cuando deberia estar en su despacho, rodeado de palmeras y olores exoticos para satisfacer el capricho de un anciano. -El Range Rover es mas que suficiente y esta aqui, como habiamos pedido. Marnie paso a la interminable lista de llamadas y mensajes que habia acumulado durante la primera ausencia de el del despacho en el que, literalmente, habia dormido durante los ultimos meses. Fue como volver atras, al estres que habia sufrido hacia seis anos, cuando empezo con ICE. El fruncio el ceno al recibir otra rafaga de brisa sofocante. No le gustaba volver atras ni esa brisa. Era fragante y sensual, le acariciaba el pelo y se le metia por la camisa como los dedos de una mujer sugerente y desvergonzada. Puso los ojos en blanco por lo fantasioso que era y se paso una mano por la barba incipiente. Sabia que no parecia el consejero delegado de una empresa informatica que era la nina mimada del sector y del publico. Ademas, estar alli le apetecia tanto como que le acariciara la brisa hawaiana, ni lo mas minimo. Ese viaje era un desperdicio absoluto de su tiempo, penso mientras Marnie seguia comentandole los mensajes y llamadas que exigian su atencion inmediata. Deberia estar en su despacho de Manhattan ocupandose de todo eso. En cambio, habia volado diez horas por los recuerdos de su abuelo para satisfacer el peor de los sentimentalismos. Hacia muchos anos, Giovanni habia vendido su coleccion de joyas, que adoraba, y habia hablado de ellas sin parar durante toda su juventud, la de Dario. En ese momento, cuando tenia noventa y ocho anos y afrontaba su muerte inminente con su habitual teatralidad y dignidad, queria recuperarlas. Cuando le pidio que comprara esos pendientes, en persona, su abuelo le habia dicho que le recordaban al amor de su vida. Los tenia un arisco multimillonario japones en su aislada hacienda de Hawai. Solto un bufido al recordarlo mientras tiraba la bolsa en la parte trasera del Range Rover y se quitaba la chaqueta. Todavia no sabia por que le habia hecho caso a su abuelo cuando lo llamo, a principios de ese mes, y le habia pedido algo tan disparatado. Sin embargo, ?quien le negaba a un anciano lo que, segun el, era su ultimo deseo antes de morir? -Mandame por correo electronico esos datos, Marnie -le pidio a su secretaria antes de que ella pudiera preguntarle que era ese ruido. Bendita mujer. Era mucho fiable que cualquier otra persona que el conociera, incluidas las que formaban parte de su melodramatica y agobiante familia. Se recordo para sus adentros que tenia que darle otra generosa y merecida bonificacion, aunque solo fuese por no ser una de las pesadillas Di Sione que tenian la misma sangre que el. -Dame un minuto para conectar el manos libres y empieza a pasarme las llamadas. No espero a que Marnie dijera algo y se remango con la esperanza de aliviar un poco la humedad tropical. Conecto el auricular, se sento detras el volante del impecable Range Rover, lo puso en marcha, metio la direccion en el GPS y salio del aerodromo mientras recibia la primera llamada. Sin embargo, seguia pensando en su abuelo y en el amor de su larga vida mientras escuchaba a uno de sus directores exponerle una situacion que podia ser enganosa sobre el telefono que habian presentado el fin de semana anterior. Los amores perdidos, segun su propia experiencia, se perdian por un buen motivo. Normalmente, y para empezar, porque no habian sido dignos de tanto amor. Si no, y esa era su teoria preferida, porque el amor era una mentira descomunal que la gente se contaba a si misma, y a los demas, para justificar que su comportamiento era espantoso y, normalmente, teatral y digno de lastima. Ademas, los amores perdidos no habia que encontrarlos otra vez cuando la verdad que llevaban dentro salia a la luz como siempre salia. Era preferible dejar el pasado donde estaba y que se pudriese sin contagiar al presente, o eso era lo que el siempre habia creido. Le habia costado no decirselo a su abuelo cuando le conto esa historia tan sentimental sobre amores, secretos y todas esas cosas. La habia contado, de una forma u otra, durante toda su vida. Luego, le habia mandado a que hiciese ese absurdo recado que cualquiera, hasta esos recien licenciados afanosos que trabajaban ocupandose de su correo, podria haber hecho. Sin embargo, estaba acostumbrado a morderse la lengua en lo referente a esos ridiculos sentimientos que los demas fingian que eran mas que razonables. Razonables, racionales y, sobre todo, necesarios. No obstante, el sabia que decirlo no servia de nada. Aparte de que no iba a discutir con su anciano abuelo, quien se habia ocupado de sus hermanos y el despues de que sus padres murieran. Tambien se habia dado cuenta de que cuanto mas daba su opinion sobre asuntos como ese mas gente le decia lo esceptico que era, como si eso fuese una critica a su forma de ser o les permitiera desdenar su opinion sin mas, o como si esa mania que tenia de ser realista debiera preocuparle. Hacia anos que habia dejado de preocuparle. Seis anos para ser exactos. Ademas, la verdad era que le importaba tan poco que lo mas facil era hacer lo que le habian pedido, en ese caso, volar hasta la otra punta del mundo para recuperar unos pendientes que podrian haber mandado por servicio de mensajeria si, al parecer, no tuvieran esa carga sentimental. Tambien sabia, vagamente, que su abuelo habia mandado a todos los hermanos Di Sione para que recuperaran alguna de las que el llamaba sus amantes perdidas, pero el habia estado tan ocupado con el lanzamiento de su ultimo producto que no habia prestado gran atencion a los melodramas de la familia Di Sione. Ya llevaba toda la vida con eso y ya le hartaron cuando tenia ocho anos, cuando sus imprudentes padres habian muerto en un accidente de coche espantoso, y que podian haber evitado perfectamente, y los paparazzi habian caido sobre ellos como un enjambre. Sus sentimientos sobre ese asunto no habian mejorado desde entonces. Habia una parte de el, una parte que no disimulaba mucho, que habria sido feliz si no hubiese vuelto a saber nada de sus familiares. Una parte que esperaba que eso sucediese de una forma natural cuando el anciano falleciera. Estaba impaciente. Estaria encantado de refugiarse en su trabajo como hacia siempre. Tenia bastante con dirigir ICE, la empresa informatica mas importante del mundo. Era un puesto que habia alcanzado con decision y mucho trabajo, como habia conseguido todo lo demas que era suyo, todo lo que habia perdurado. Ademas, el unico integrante de su familia al que habia querido de verdad habia sido Dante, su gemelo identico. Hasta que Dante tambien lo habia hecho pedazos. No podia negar que la traicion de su hermano le habia dolido, pero tambien habia aprendido que era preferible rodearse de personas a las que pagaba por su lealtad, no de personas que podian darsela o no segun les conviniera. No queria pensar en su hermano. Ese era el inconveniente de participar en algo con su familia, le llevaba a pensar en cosas que intentaba evitar por todos los medios. Habia dado por supuesto que, si cumplia el cometido que le habia encomendado su abuelo, como se suponia que hacian el resto de sus hermanos, podrian dejar de comportarse como si lo que sucedio hacia seis anos, y despues, fuera culpa suya, o como si el tuviese parte de la culpa de lo que habia sucedido porque habia sido quien habia roto su matrimonio y su relacion con Dante. El no le habia pedido a su hermano que se acostara con su esposa durante una de las epocas mas tensas de su vida. Ademas, se negaba a aceptar que hubiese hecho algo mal por no haber perdonado nunca ni a su esposa ni a su hermano, ni les perdonaria jamas. Los dos lo habian abandonado a su suerte, le habian hecho creer que la tension entre ellos era porque intentaban resolver que podian hacer con la empresa que habian creado Dante y el y si debian fusionarse o no con ICE, algo que a el le parecia una buena idea y a la que se oponia Dante. Toda esa tension y desvelo para acabar descubriendo que los dos lo habian traicionado desde el principio... En ese momento y alli, precisamente en Hawai, penso que lo unico que le pasaba era que todavia le prestaba atencion a lo que decia, hacia o pensaba alguien de la familia Di Sione. Eso tenia que acabar. -Eso se va a acabar -se prometio a si mismo con la voz ronca en el silencioso interior del Range Rover-. Se acabara en cuanto le hayas entregado esos malditos pendientes al anciano.

  • Enero de Sara Gallardo

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    <>. La angustia le nubla los ojos y lentamente dobla su cabeza, mientras con la mano arrea modestos rebanos de miguitas por el hule gastado de la mesa. Su padre acaba de decir algo sobre la cosecha y estira la mano pidiendo el repasador que enjuga por turno manos y bocas, y que la madre le pasa, atropellando en su prisa un perro que aulla y se refugia bajo el banco. Al caminar, su sombra pasa sobre las de los comensales, que la luz de un farol fija en los muros. <>, piensa Nefer. Los bichos vibran, aletean y caen contra el farol, vuelven a trepar por la lata, vuelven a quemarse y a caer, y nadie la mira inmovil en su rincon mientras comen inclinados sobre los platos y oyen de vez en cuando las frases que don Pedro cambia con el turco, que acaba de soltar los caballos del carro y traga su sopa resoplando. --Vacas overas --dice el turco--, como cien... lindas... --?Donde dice que las cruzo, Nemi? --pregunta dona Maria. --En el cruce, mas o menos. Irian para la feria, digo yo... --Si, manana hay feria... Pero ?de quien seran?... ?Vos no sabes, Juan, quien pensaba mandar hacienda para manana? Juan bosteza y clava sin oirla unos ojitos lacrimosos en el farol. --!Juan! --!Si, senora!... --hace poco que trabaja en el puesto y no le gusta parecer sonso. --Te estaba preguntando quien mandaria hacienda, vacas overas, dice, a la feria... Nefer piensa que hay bastante distancia entre la mesa y su cuerpo, pero que ha de llegar el momento en que le sea dificil pasar costeando el banco hasta su sitio. <> y se imagina rodeada de flores y gente triste, y al Negro apoyado en la puerta con la cara seria y los ojos por fin puestos en ella. <>, reflexiona con desaliento, y las ganas de morir se le pasan contemplando a su hermana que se rasca pensativamente un brazo, mientras espera que el turco acabe de comer para llevarse el plato. Las sombras trepan por la pared rugosa y se unen a la oscuridad del techo donde la paja se estira, lisa como un peinado. Alcira prende la radio y pasa de onda en onda hasta que se detiene en una audicion comica donde un falso italiano mantiene un dialogo a alaridos. Como quien habla junto a una catarata, don Pedro reanuda la charla con el turco: --Asi que caro se vendio, ?no? --Caro si, bastante, pero como yo digo, si la cosecha es buena barato le va a salir... <>. Un grito fuerte sube, se detiene en sus dientes y vuelve a bajar sin haber salido. Tomar aire un momentito no mas, salir de esta cocina donde el calor del farol bana las caras y la radio hace vibrar el aire, y dona Maria rie con Alcira de los chistes de los actores. Pero para salir tiene que hacer levantar a los que estan como ella sentados en el banco de espaldas a la pared, y ademas explicar por que quiere salir. No, cualquier cosa antes que llamar la atencion; tal vez tomando vino se sienta mejor. Alarga el brazo, toma la botella que don Pedro acaba de dejar, la lleva a sus labios y bebe cerrando los ojos; despues empuja la ventanita que se abre a su lado y un poco de aire fresco le da en la cara. Inclinandose busca la luz lejana de <>, pero no ve mas que el follaje de un arbol vecino. <>. <>. ?Que puede hacer una chica, sola en el campo, en un campo tan ancho y tan verde, todo horizonte, con trenes que se van a ciudades y vuelven quien sabe de donde? ?Que puede hacer? Las ricas son otra cosa. Piensa en Luisa, que a esta hora se sentaria en el comedor de la estancia. Su madre habia dicho: <>. ?Seria cierto? Pero ella, ella, Dios, ella, ?que habia hecho? Nada, no se acordaba, no importaba, era como un sueno, y ahora, entre toda esta gente tranquila en medio de la vida esta ella con angustia y miedo. Porque no se puede volver atras, el tiempo viene y todo crece, y despues de crecer viene la muerte. Pero para atras no se puede andar. Y el Negro, cuando supiese, cuando alla en el puesto, la Edilia dijera --y vaya si tenia la lengua afilada, y vaya si reiria-- y el Negro tal vez sonriese, tal vez hiciera una broma --no, ah no, y era su culpa, era culpa del Negro, porque ella ni sabia como habia sido, pero era culpa del Negro. Piensa que hubiera sido posible no conocerlo, y entonces es como si volviera a rodearla el dia que lo vio por primera vez. Siente de nuevo la liviandad del aire que un vientito alegraba. La familia entera fue a la doma porque hacia mucho que no se organizaba una con premios tan altos. Su primo, un rubio flaco de piernas chuecas, tenia probabilidades de salir vencedor. Nefer se recuerda achicando los ojos para verlo montar. Vuelve a ver el cuerpo sacudido sobre el recado y ese brazo indeciso que no se atrevia a revolear el rebenque. Detras de ella alguien habia dicho: --Lindo premio va a ganar si sigue castigando tan fuerte... Varias risas festejaron la gracia. Nefer, humillada en su primo, giro con desprecio la cara para enfrentar al burlon. Y cuando lo vio, con la pierna indolente cruzada en el recado y el cigarrillo en la boca, bajo los ojos. Fue la primera vez que vio al Negro Ramos, pero su fama de jinete lo precedia. --!Nefer! Te estan hablando, !si sera posma! ?Estas dormida? Al mirar ve los grandes bigotes de Nemi Bleis inclinados sobre ella y para no pensar en el rato que le habra hablado sin que lo oyera, fija los ojos en la red de venitas que cruza la nariz del turco. --?Como decia? --pregunta. --Si le dio buen resultado el genero que le vendi la otra vuelta para el casamiento de su hermana; el floreadito, ?se acuerda? --Si, como no, bueno resulto, si. Bueno resulto el casamiento de la Porota, cuando empezo su desgracia. Que no iba a recordar la fiesta en casa, el dia de calor, los asadores entre el galpon, y el corral, el Negro llegando en el alazan que domaba. Habia deseado el casamiento de la Porota por el, habia cosido su vestido para el, y antes todavia, cuando el turco llego con su carga de mercaderias, habia elegido el genero floreado porque penso que a el le gustaria. Poner remiendos en las bombachas rotas de sudor y roce de estriberas es feo; zurcir camisas es aburrido, pero el vestido, el vestido mil veces pensado, probado, deshecho y rehecho, con su forma definitiva apareciendo entre las manos, el vestido es otra cosa. Recuerda como se dispuso a plancharlo, con que atencion lleno la plancha de brasas y la saco al patio para que el aire las avivara. Si no fuera porque en la estancia <> habian llamado a un cura para la misa de un santo, los novios hubieran debido casarse en la ciudad. En el micro habrian ido, algun miercoles, muy derechos, con el vestido de la Porota colgado en una percha. Pero por la venida del cura podian casarse en la capilla, frente al boliche, y la fiesta se haria en la casa. Porota y Alcira habian ido a la ciudad para hacerse la permanente y volvian hechas unos carneritos, mientras ella planchaba. Lo recuerda muy bien; habia planchado ese vestido con tanto cuidado. Pensarlo daba ganas de llorar. Todo el tiempo habia esperado, y de pronto, entre dos o tres jinetes lo vio venir con su gran cuchillo de plata cruzado en la cintura. El trote hacia tintinear las monedas de su cinto resplandeciente y Nefer, ah, la Nefer cebando mate para las visitas junto a su hermana, ella no miro, volvio la espalda, se quemo las manos con el agua que vertia, pero oyo --durante un rato no fue mas que oidos-- como desmontaba, como ataba el caballo, las bromas que cambio con los amigos, los pasos con que cruzo el patio para entrar en la cocina y saludar. Cuando llego su turno respondio muy rapido: bieniuste, y despues le ofrecio el mate con los ojos bajos. Llego el almuerzo, servir a los invitados, ir y venir, el calor, las brasas latiendo en el suelo junto a los asadores que goteaban; los hombres se inclinaban a cortar lentamente sus pedazos; habia vino, habia empanadas --toda la vispera amasaron con la madre y las primas--, el sol golpeaba sobre el patio de tierra, las caras estaban rojas bajo la sombra de los talas, Jacinto se puso a tocar en el acordeon una musica alegre que llenaba el aire de la manana. Pero ella, Nefer con la fuente de empanadas o el fuenton de carne, Nefer con el vino o partiendo galleta, tenia ojos en la espalda, en los brazos, en la nuca, en todo el cuerpo, y sin mirarlo vio constantemente al Negro. Lo vio en cuclillas entre algunos amigos, comiendo con su gran cuchillo la presa de carne, un bocado y otro, limpiamente y sin prisa, sonriendo una veces y hablando otras. Todo el dia paso asi, con el Negro por centro. Pero junto al Negro estaba Delia. Si Nefer no tuviera las unas gastadas hasta la carne por el trabajo; si no fuera hermana de la novia; si no fuera ella misma, !como hubiera despedazado a desgarrones esa cara, ese cuerpo odiado, como hubiese terminado con esa risa de chaja! Molida a golpes la hubiera hecho rodar por tierra, la hubiera atado del pelo a la cola de un potro, la hubiera colgado de los pies, desnuda sobre el fuego, y al fin carbonizada, deshecha, hubiera dado su polvo a los caranchos, a los perros, a las comadrejas y a los zorros. Ah, Delia, hija de bolichero, desenvuelta y cuidada.

  • No lo permitire (Rebeca Olsen 2) de Raul Garbantes

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    Louise Simons queria que ese dia fuera especial. Si lograba la mejor foto del faro nevado, la venderia y podria comprar un regalo a su hija Dottie. Con esa idea en la cabeza, se subio -- apenas amanecio-- al autobus que la dejaria en la estacion de Milwaukee y de alli tomaria otro hacia la estacion de la Union. Por ultimo, subiria al tren rapido que la llevaria hasta su destino final: el famoso faro de Saint Joseph en el lago Michigan. Era un viaje largo, pero no le importaba. Podria decirle a Dottie que se habia convertido en la princesa Elsa de Frozen, porque le enviaria a su amiga Jacqueline la primera foto que tomara del faro, para que se la ensenara a su pequena hija. Las imagenes que su amigo virtual Jesse Miller le habia ensenado eran alucinantes; mostraban las crestas del lago irrumpiendo en forma de olas gigantescas y la estructura vestida de multiples velos de nieve. Tenia que agradecerle a Jesse por el dato y que ademas se ofreciera a buscar comprador para las fotos que tomase aquel dia. Eso convenceria al padre de Dottie de que no se la llevara a Ontario con el. No queria perderla, pero no tenia dinero para mantenerla ni nadie mas a quien acudir en el pais. La movia una creciente ilusion cuando llego al faro y ni siquiera estaba cansada. Cubria sus manos con unos guantes negros que no eran de su talla, pero que cumplian la funcion de protegerlas del frio. Las plumas de su vieja chaqueta se movian violentas debido a las rafagas del viento. Sintio los ojos frios y secos. Saco del bolsillo externo del morral una pequena barrita humectante marca ChapStick clasica --de las de cubierta blanca y negra-- y se puso un poco en los labios. Noto que dos personas caminaban detras de ella, pero no les presto atencion. Despues vio a un hombre que parecia trabajar en la edificacion del muelle. Este solto una ultima bocanada de humo y entro en una de las casetas que supuso eran oficinas. Ella continuo caminando, pero el mismo hombre que fumaba volvio a salir y le grito. --?A donde va con este tiempo? Ella volteo y sonrio. --Solo a tomar unas fotos del lago y del faro --dijo mientras le mostraba la camara que sacaba del morral. El hombre resoplo y emitio unas palabras que ella no entendio, y volvio a entrar. Louise continuo caminando hacia el lago y, cuando estuvo a cinco metros de la caseta de techo rojo --que aun podia verse porque la nieve no la cubria del todo--, se deshizo de los guantes y se tomo una selfi con el celular. Podia intuirse al ver esa imagen, incluso meses despues, que en aquel momento estaba feliz. Envio la foto al celular de su amiga Jacqueline, quien cuidaria de Dottie el fin de semana, y continuo avanzando. Queria llegar a la orilla del lago, que ahora mas que nunca parecia un mar helado sacado de un cuento. Estaba tan ensimismada en su objetivo que no se dio cuenta de que los dos hombres que venian detras se le acercaban con rapidez, aprovechando que no habia nadie mas en aquel momento. Cuando comprendio que iban a atacarla fue muy tarde, y supo que moriria. Intento gritar, pero fue imposible. Uno de ellos le golpeo con un madero oscuro en la cabeza. Y Louise Simons no volvio a despertar. 2 14 DE SEPTIEMBRE de 2019 Por la manana de aquel dia estaba tomandome una taza de cafe en la cocina de la casa de Gary. Estaba frustrada porque ya habian pasado dos meses desde que vi a mi hermana en la videollamada y no habia sabido nada mas de ella. Por supuesto, no esperaba que Norman Jackson ni Anita o Robert Smith Patterson me dijeran donde estaba, pero dado que mi relacion con Gary Buck se habia tornado intima, esperaba que el me ayudara a saberlo. Nos enamoramos apenas nos conocimos. Pero resulto ser tan obstinado como yo, y decia que Rose lo mataria si se enteraba de que por su culpa me habia puesto en peligro por seguir su rastro. --?Por que no me lo dices? --le pregunte a Gary por enesima vez. --No sigas con eso, Beca. Sabes que Rose no me lo perdonaria. --?No ves que ese secreto sobre su paradero o lo que hace me esta afectando? --le reclame, levantandome de la silla y dirigiendome al lavaplatos. --No importa que te afecte, porque asi lo quiere tu hermana --me respondio. Cuando dijo eso me moleste todavia mas. --Debes entender... --Lo entiendo --lo interrumpi y, al hacerlo, sin querer golpee la taza con el grifo y esta se partio. El se acerco y me rodeo con los brazos. Apoyo el menton y la nariz sobre mi hombro. La verdad es que Gary sabia como calmarme casi siempre, pero en esa oportunidad no fue asi. Le dije que me iria porque tenia algunas cosas que hacer y que nos volveriamos a ver en la noche. Sali de casa de Gary y me encamine al apartamento que habia rentado cuando decidi quedarme en Atlanta hacia siete semanas, y que quedaba solo a cuatro cuadras de alli. Era verdad lo que le habia dicho a Gary sobre que debia hacer algo: continuar con mis pesquisas ocultas. Como no encontraba apoyo de ellos para incluirme en la organizacion de Rose, entonces en las ultimas semanas y por mis propios medios habia comenzado una investigacion de la cual no les habia hablado. Yo tambien les estaba ocultando cosas y habia logrado avances que ellos ni siquiera imaginaban. 3 TODO EMPEZO porque una vez Gary me dijo que para descubrir los delitos de la Black Key habia que contar con <>. Al principio no entendi, pero luego me di cuenta de que ellos tambien poseian informacion filtrada de la agencia de inteligencia Kramer Team. Gary me hablo de un ingeniero que trabajaba en esa agencia y que conocia de los manejos que Albert Kelly y el senador Alex Richmond hacian en la Black Key. Este hombre misterioso ahora les ayudaba a disenar las estrategias de analisis de redes para anticiparse a las acciones de la organizacion. Con todas esas ideas en mi cabeza construi un organigrama de los delincuentes de poca monta que se describian en los expedientes del apartamento que Rose usaba como escondite. Lo hice analizando las redes sociales y creando mi propia base de datos. Por suerte, las paginas que fotografie aquel dia que casi me asesinan contaban con algunos datos relevantes. Me hice pasar por varias personas, y abri cerca de veinticinco perfiles de mujeres y hombres ficticios para entablar conversaciones virtuales con una centena de individuos que podrian estar relacionados con esos delincuentes. La mayoria de ellas no me conducia a nada, pero si que logre, por ejemplo, descubrir que Mary Talcott, la asesina de Melissa Coleman, tenia un historial inusual en el mundo delictivo. Habia estudiado unos anos en la Universidad de Florida y era una joven inteligente, ajena a la ilegalidad. ?Por que se convirtio en una asesina desalmada? ?Como hizo la Black Key para reclutarla? Su historia me desconcertaba y por eso me hice amiga virtual de su hermana Wendy. Me fue bastante sencillo; solo estudie su mundo de intereses a traves de su Facebook y deje colar algun comentario en Twitter para despertar su curiosidad. De inmediato pico el anzuelo. Ahora compartimos algunos podcast sobre series y musica. Todavia no he sacado nada en claro sobre los inicios de Mary Talcott en el mundo delictivo, pero al menos ya tengo la confianza de su hermana. El nombre que utilice con ella fue Helen Combs, que es mi identidad favorita. Lo escogi porque me recuerda la casa de los abuelos y las abejas, ya que ese nombre es un juego de palabras que se parece a honeycomb. Me he convertido en una experta produciendo podcast, incorporando contenidos atractivos sobre quienes he identificado dentro del mundo de relaciones de los cinco delincuentes, cuyos expedientes fotografie. Desde el principio me di cuenta de que los sujetos de los expedientes tenian algunas cosas en comun. Todos habian crecido en Washington D. C. o en las afueras de esa ciudad. Luego, dias despues, hice un descubrimiento mas importante: todos habian sido defendidos por la misma firma de abogados: la Bristol Criminal Defense Attorney. Lo supe porque el hermano de Frank Winters --uno de los delincuentes-- estuvo metido en un asunto de drogas y en su perfil de Instagram aparecia en una foto en cuya leyenda agradecia a Cyrille Bristol, su defensa. Eso me alerto sobre esa firma de abogados defensores. Luego encontre que otro de los sujetos se habia salvado de una sentencia condenatoria por un error procesal y que la misma firma de abogados lo defendio. Estuve segura de que era un banco de criminales que surtia a la Black Key. Si era capaz de descubrir cosas como esas con mis estrategias, tendrian que calcular de lo que seria capaz si me dieran acceso a toda la informacion que hoy me negaban. Sobre todo, podria mostrarme ante Robert, Norman, Anita y Rose como alguien de utilidad. Esa manana iba a contarle mis hallazgos a Gary, pero me molesto tanto su negativa a darme informacion sobre mi hermana que lo pospuse.

  • Noches interminables de Sonia Lopez Souto

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    La joven corria tan deprisa como se lo permitian sus cansadas piernas. Las ramas bajas de los arboles, que ni se molestaba en esquivar, la golpeaban una y otra vez, marcando su delicada piel con cortes y aranazos que apenas sentia. Su rostro, surcado por cegadoras lagrimas, dejaba un rastro de sangre de los rasgunos que no habia podido evitar en su huida. Era de noche y la oscuridad le impedia ver el camino, pero no se permitio aminorar, pues lo que trataba de dejar atras, era infinitamente mas aterrador que lo que pudiese estar esperandola mas adelante. Podia escuchar la ronca respiracion de su perseguidor cada vez mas cerca, a pesar de sus esfuerzos por obtener ventaja. Sentia como sus pulmones protestaban por el esfuerzo y le ardia la garganta, de tragar los gritos para no delatar su posicion. Su corazon latia en una loca carrera en su pecho y se sentia al limite de sus fuerzas, pero no se permitio flaquear. Hacerlo seria su perdicion. A lo lejos diviso una tenue luz, su salvacion si lograba alcanzarla. En un ultimo esfuerzo titanico, imprimio velocidad a sus debilitadas piernas y por un segundo, se permitio creer que conseguiria su objetivo. Estaba tan cerca de la salvacion, que dejo que las lagrimas banasen su rostro. Un poco mas, solo un poco mas... ... Un desgarrador grito que erizaba el vello se escucho a lo lejos. Un silencio absoluto se apodero de aquella posada que tan alborotada habia estado unos pocos segundos antes. Alguien parecia estar en peligro en el bosque, no muy lejos de alli, pero nadie oso salir a socorrerlo. Estaban demasiado asustados. Desde hacia ya mas de un ano, los incautos que no se refugiaban en su hogar al caer la noche, por decision propia o por despiste, morian a manos, o mas bien a garras, de un ser maligno que habitaba en el bosque. Nadie lo habia visto nunca, pero podian imaginar su espantoso aspecto y, sobre todo, sus terribles zarpas porque las victimas, o lo que encontraban de ellas, acababan desfiguradas y totalmente destrozadas tras el ataque. Al principio, habian creido que se trataba tan solo de una pequena manada de lobos o quiza un solitario hambriento, pero cada muerte era peor que la anterior, como una muda advertencia de que no se enfrentaban a ningun animal comun. Muchos habian intentado dar caza al asesino tras los primeros ataques, sin embargo, toda busqueda habia sido en vano. No habian encontrado la guarida del horrible ser y algunos empezaron a pensar que quiza no fuese de este mundo. Los rumores se extendieron con rapidez y las versiones mas aterradoras hablaban de que era el mismisimo diablo, que habia ido para castigarlos y que cada amanecer descendia de nuevo a los infiernos a esperar la caida del sol, y regresar para atormentarlos. Y aunque decian no haber hecho nada tan malo, que mereciese tremenda expiacion, rezaban cada dia para que el monstruo abandonase aquellas tierras o para que nadie mas cayese en sus fauces. La aldea, otrora llena de vida, menguaba dia a dia. Y no solo por las victimas que el engendro se cobraba, sino por aquellos que la abandonaban por miedo a lo que estaba pasando. Los pocos que habian quedado, en su desesperacion, trataron de reunir dinero para contratar a algun mercenario que acabase con aquel ser, pero ninguno de aquellos que aceptaron hacer el trabajo, regreso despues de pasar la noche fuera. Al parecer, nada podia acabar con la amenaza de aquel terrorifico ente. Como si el mismo tiempo comprendiese el peligro en que vivian, los dias amanecian grises cada manana. La lluvia no dejaba de caer; unas veces intensa, otras suave, pero siempre constante. Y los pocos dias en que se detenia, el sol no hacia acto de presencia. Las cosechas se echaban a perder y el ganado moria por falta de alimento. La aldea entera estaba agonizando y ni siquiera tenian esperanzas ya de sobrevivir por mucho mas tiempo en aquellas circunstancias. Eran tiempos oscuros para ellos. Al amanecer, salieron de sus hogares para confirmar la tan temida noticia de que una nueva victima habia sucumbido a la bestia. La madre de la joven lloraba y gritaba de dolor por la perdida de su preciosa y joven hija, mientras otras mujeres de la aldea se acercaban para intentar consolarla. Los hombres empezaron a organizar una patrulla de busqueda para recuperar el cadaver y darle santa sepultura. O al menos, todo lo que pudiesen encontrar de ella, que en ocasiones era tan solo un rastro de sangre y visceras. Era una tarea repulsiva, pero el hecho de enterrar el cuerpo, les hacia creer que algun dia podria suceder un milagro y se librarian del ser que los acechaba. Su fe, aunque mermada, era lo unico que les quedaba ya. Lo unico que les impedia desistir de continuar en su hogar. Sin embargo, cuando estaban dispuestos para partir, escucharon una gran conmocion cerca de la linde del bosque. Las exclamaciones de sorpresa alcanzaron a la dolida madre de la muchacha, que alzo la vista en el mismo momento en que la joven corria hacia ella. -Madre -grito con alegria-. Madre, estoy aqui. Toda la aldea la observo, sorprendida de saberla con vida, despues de los gritos que habian escuchado la noche anterior. La creian muerta y no eran capaces de entender como habia sobrevivido. ?Que le habria sucedido a la bestia? ?Por que no la habia matado? ?Acaso aquella delicada jovencita habia logrado huir impunemente de ella? Eso era imposible. Algo debia haber sucedido al margen de la joven, que explicase porque se habia salvado. Tras ella aparecio un extrano personaje que ocultaba su cuerpo bajo un largo abrigo de piel de lobo, y su rostro con un sombrero negro de ala ancha. Cargaba en su mano izquierda una ballesta, y de su cinto le colgaban dos pequenas hachas arrojadizas. Cruzando su pecho habia una banda de cuero oscuro, cargada de brillantes punales. Llevaba a su espalda, un carcaj con flechas relucientes y dos espadas enfundadas en forma de cruz. Tambien cargaba con una extrana y peculiar bolsa de confusa forma, que parecia pesada, aunque no ralentizaba su paso. Habrian pensado que era un mercenario mas, de los tantos que habian ido por alli, pero muchos de los hombres de la aldea le ganaban en altura y corpulencia, incluso a pesar de las privaciones a las que se habian visto sometidos en los ultimos tiempos. Le faltaba presencia para ser temible, y aun asi, le rodeaba cierta aura de peligro que incitaba a alejarse de el por precaucion. La joven a la que creian muerta se volvio hacia aquel guerrero y lo tomo del brazo para que se acercase a su madre. Ella no parecia tenerle miedo, aunque era comprensible, si le habia salvado la vida. -Mira, madre, ella me ha salvado -le dijo, sonriendo-. Me rescato cuando la bestia me tenia atrapada en sus garras. Consiguio herirla y huyo. -?Una mujer? -gruno alguien detras de ellas, atonito - ?Como podria una mujer hacer algo asi, cuando los mejores mercenarios no lo hicieron? Es imposible. -No lo es -la defendio la joven-. Me salvo la vida. Ella hizo lo que ninguno de vosotros se atrevio. Anoche se enfrento al monstruo para rescatarme, mientras os resguardabais, seguros, en vuestras casas. Nadie dijo nada ante la ferrea defensa de la joven, y muchos bajaron la mirada, avergonzados de haberla dejado fuera para que muriese. El miedo era un mal consejero en aquellos tiempos, pero era lo unico que los podia salvar de ser asesinados por la bestia. -Gracias, mi buena senora -la madre de la joven se arrodillo a los pies de la misteriosa mujer y le beso la mano repetidas veces, hasta que esta se aparto de ella con cuidado de no ofenderla-. Muchas gracias. Jamas podre pagarle por el bien que ha hecho a mi familia. Jamas. Gracias. Gracias. -No tiene que agradecerme nada, senora. No lo hago por su hija ni por la de nadie -su voz, aunque suave y armoniosa, sono firme-. He jurado terminar con esas bestias y eso es lo que hago. Su hija solo ha tenido la suerte de que fuese tras esta en este momento. La guerrera se sentia incomoda con aquella atencion y obligo a la mujer, que todavia seguia a sus pies, a levantarse. La mujer sonrio, al mirarla a los ojos, bajo el sombrero que ocultaba su rostro de los demas. -La ha salvado -insistio, a pesar de sus palabras- y le estare eternamente agradecida. -Madre, le he dicho que puede quedarse en casa con nosotras hasta que mate a la bestia. He hecho bien, ?verdad? -Por supuesto, hija mia -hablo la mujer al momento. -Bien -la joven asintio, mas tranquila. Habia hecho el ofrecimiento sin pensar en lo que diria su madre y le preocupaba que no accediese, pues no tenian mucho que ofrecerle. -Podra quedarse tanto tiempo como desee -la mujer se dirigio entonces a la joven de negro-. No tenemos mucho, pero lo compartiremos con gusto. -No necesito nada y no espero quedarme demasiado tiempo. Me ire en cuanto acabe con la criatura. -Un momento, senora -grito uno de los hombres, al ver que se retiraba- ?No creera que porque estemos desesperados vamos a aceptar que se quede aqui sin mas? ?O que le vamos a pagar por hacer el trabajo? -No le he pedido nada -dijo ella, sin inmutarse. -Aun asi -insistio, impidiendole marcharse-. Hemos enviado a hombres mas robustos que usted a matar a ese ser y fracasaron. ?Que le hace pensar que lo podra hacer mejor? Por lo que se, nadie que lo haya visto ha sobrevivido para contarlo. Y ahora llega con sus armas y su ropa extrana, salvando la vida de esta joven, como si simplemente se hubiese enfrentado a un lobo o un oso, y no a una criatura del infierno. ?Y pretende que nos fiemos de usted sin mas? ?Quien nos asegura que no sea complice de esa bestia?

  • Kharos. Almas de Plata de Diana Buitrago

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    La niebla que sube del rio, una hoguera en las montanas y un rumor siseante en las calles. La daga en la mano preparada para ensartarla en un drakko, la noche que llora a sus caidos y la diosa que aulla a la luna. Un alarido en la distancia y terror en el corazon.
    En eso se han convertido los dias que pasan tortuosamente en la desolada ciudad de Sapphire, donde la magia negra se ha aduenado de sus calles y la esperanza reside en un viejo templo y un portal interdimensional derruido.
    Desde FireCross, Los Portales, el Clan Magno, la Catedral y Nebulose hasta el mismisimo templo y la fabrica abandonada. El pincel de la esperanza que se niega a resquebrajarse luchando por la vida que naufraga como la luna por el cielo.
    La plata de los Kharos que siempre llega al corazon y un grupo de presos que estaran dispuestos a sacrificar su propia vida para terminar con la masacre. Porque cuando todo falta solo el alma prevalece.
    Kharos-Almas de Plata, novela autoconclusiva, distopia de fantasia oscura, juvenil y urbana. Una aventura trepidante por la oscuridad de sus calles y la profundidad del alma.

  • Joaquin Sabina. Perdonen la tristeza de Javier Menendez Flores

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    Esta edicion, ampliada y puesta al dia, supone el retrato biografico mas completo del artista andaluz. El autor, el unico periodista que ha escrito un libro sobre Sabina con el propio Sabina, el que mas veces lo ha entrevistado y quien mejor conoce las claves de su cancionero, ha revisado el texto original y analizado los aspectos mas relevantes de su trabajo a partir del irrepetible 19 dias y 500 noches (discos de estudio, recopilatorios y en directo; giras propias y compartidas; colaboraciones con otros musicos; libros). En total, mas de un tercio de este volumen es inedito.

  • La muerte del comendador 2 de Haruki Murakami

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    En el primer volumen, dejamos al protagonista deseoso de saber que se oculta detras del cuadro titulado La muerte del comendador. Tambien ha aprendido a convivir con los extranos personajes y objetos que lo envuelven desde que se instalo en la casa en las montanas. Y, a peticion de su vecino, ha empezado a esbozar el retrato de una peculiar adolescente, Marie Akikawa.

  • La voz del Faquir de Harkaitz Cano

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    Un joven militante de la cancion utiliza su don para intentar cambiar el mundo. Imanol Lurgain abraza su guitarra y pone su enorme chorro de voz al servicio de la lucha de una ETA embrionaria que nace para combatir la dictadura. Apodado el Faquir, Imanol fue un hombre significado politicamente, amado y odiado a partes iguales cuando su conciencia y un hecho atroz le hicieron tomar partido por la vida y contra la violencia de la organizacion en la que una vez milito.
    Esta es la novela de una revolucion sonada; la historia de un artista que quiso dar voz a su epoca y a sus ideales, de las mujeres que conocio y los musicos que le fueron fieles; de las canciones que creo y del publico que acabo dandole la espalda. Y es, ante todo, una novela sobre la libertad y el compromiso con uno mismo.

  • El silencio de los libros de Fausto Luciano Panicacci

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    En una epoca en que los libros estan prohibidos, el misterioso Santiago Pena acaba de llegar a Portugal, donde conocera a Alice, una nina despreciada por sus padres. El encuentro de un antiguo cuaderno traera preguntas intrigantes. ?Que relacion habria entre un joven acusado de crimen que alega no haber cometido, suntuosos proyectos arquitectonicos y el descubrimiento de una biblioteca abandonada? ?Por que alguien usaria el lema “festina lente” (“Apresurate despacio”)? ?Y por que el extranjero Santiago parece despertar en los peligrosos anhelos de la familia de Alice? Suspenso y aventura se mezclan con profundas reflexiones sobre las paradojas de la condicion humana en esta encantadora historia de amistad, locura, amor y perdida de la inocencia. A medida que se alterna entre la perspectiva de un hombre reservado y la de una nina curiosa, la narracion sorprende por la multiplicidad de significados. Dialogando con los clasicos de la Literatura universal, El silencio de los libros indaga cual seria el destino de una sociedad que, fascinada por los avances tecnologicos, abole los libros. Y lanza un desafio para aquellos que insisten en proclamar oscuramente la muerte de uno de los mas grandes simbolos de la civilizacion.

  • Adicto a ti de Mabel Diaz

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    Javier es policia en Sevilla. Lleva una vida tranquila y ordenada. Con todas las situaciones bajo control. Cuando Paula, una veterinaria madrilena, impulsiva y rebelde, irrumpe en la vida de Javier durante unos carnavales, este vera como su apacible mundo se desmorona. Intentara alejarla de el, a pesar de lo mucho que la desea.
    Paula no cesara en su empeno por conquistar a ese hombre, volviendole adicto a ella. Sabe que el sexo explosivo que tiene con el policia es una tentacion demasiado grande para el y jugara todas sus cartas para conseguirle.

  • La expedicion al baobab de Wilma Stockenstrom

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    UN CLASICO MODERNO DE LA LITERATURA ESCRITA POR MUJERES.

  • La marca del meridiano de Lorenzo Silva

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    En una sociedad envilecida por el dinero sucio y la explotacion de las personas, todavia el amor puede ablandar a las fieras. Un guardia civil retirado aparece colgado de un puente, asesinado de manera humillante. A partir de ese momento, la investigacion que ha de llevar a cabo su viejo amigo y discipulo, el brigada Bevilacqua, abrira la caja de Pandora: corrupcion policial, delincuentes sin escrupulos y un hombre quijotesco que buscara en el deber y el amor imposible la redencion de una vida fracturada. Ambientada en la Cataluna actual, esta absorbente novela policiaca de Lorenzo Silva, maestro indiscutible del genero, se adentra mas alla de los hechos y presenta un solido retrato del ser humano ante la duda moral, el combate interior y las decisiones equivocadas.

  • Todo arde excepto tu de Cristina Origone

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    Turin, 10 de noviembre de 1993 El periodista observa a las personas evacuadas del palacio en llamas que descansan del otro lado de la calle. Han formado pequenos grupos entre los automoviles estacionados, dos mujeres lloran y se abrazan. La mirada se desliza hacia una nina. Un hombre la tiene de la mano derecha y mira hacia lo alto. Es su primer servicio: la confusion y el sonido ensordecedor de la sirena lo hacen nervioso y agitado. --?Estamos listos? --pregunta al camarografo mientras piensa en cuan afortunado es por haber encontrado ese trabajo. La television comercial, en un Pais que ignora a los debiles, se ha vuelto un servicio publico que ofrece emociones, sonrisas y lagrimas gratuitas; si la conexion va bien, alguien derramara alguna lagrima mirando las noticias de television. Esta es la regla. Sonrie cinicamente mientras acomoda el auricular en su oido. El tecnico le responde con la senal de la mano que indica que todo esta bien; La voz chillante de la conductora le llega fuerte y clara. --Si, los bomberos todavia se encuentran en el lugar del incendio, ya han trabajado desde las diez. Una gran nube de humo se ha levantado desde hace alguna hora sobre una vivienda en la esquina de Rosselli y Cassini. Al momento se cuentan dos victimas, cuya identidad todavia no ha sido dada a conocer. Aun hay que verificarla, tambien la naturaleza del incendio: ?accidental o doloso? Habla con voz angustiada, consciente de que manana nadie recordara mas todo esto. Ni siquiera el, piensa mirando la senal del tecnico de dos dedos hacia arriba. Bravo. Estuvo bien. La conexion se cierra. PRIMERA PARTE MARTA CAPITULO I LA GRADUACION Genova, 10 de mayo 2011 El, presidente y ponente de la tesis, me proclama finalmente doctora con: --Un merecido 110--. Son estas las palabras que pronuncia apretandome la mano. Intercambio el apreton y bajo la mirada. Me sostiene la mano mas de lo debido y, cuando me la deja, la estrecho a todos y salgo del aula. Estoy perturbada. Pero no por la graduacion. Caterina me abraza antes que mis otros amigos y me susurra al oido: --?Todo bien? --Me suelto a llorar. Flores, foto, aplausos y abrazos. Estoy en la confusion total y con la mirada lo busco. Todavia no sale el aula. Algunos de mis amigos me piden una hoja de laurel de la corona que Caterina me preparo, parece que les propicia buena suerte a los que todavia estan por graduarse. Me distraigo por algun minuto y, cuando miro en direccion de las escaleras, veo que el esta descendiendo los peldanos a paso veloz. Caterina se da cuenta y murmura--: Finalmente se ha ido y … --sonrie y concluye--: No pienses mas en ello, doctora. Ella es mi mejor amiga. Mi madre tenia que haberse ocupado en este dia, en cambio es Caterina quien ha organizado la fiesta despues de la graduacion y me ha regalado un fin de semana para pasarlo juntas en un Spa. Lo unico que ha hecho mi madre fue telefonearme esta manana para desearme un frio "Buena suerte". Desde hace anos que necesito buena suerte, pero ella no lo sabe. --No la necesito-- respondi con mucho placer y termine con la conversacion. Caterina tiene los ojos pequenos y negros, y un fisico desproporcionado: hombros estrechos y caderas largas. Tiene una charla suelta, lleva los cabellos cortos y estudia Jurisprudencia, pero esta fuera de clases desde hace anos. De vez en cuando bromea y dice que por error ha caminado en el rombo blanco en el centro del claustro de la Universidad y que por ello no se graduara nunca. Para los estudiantes de la facultad de Legge de Genova aquel rombo trae fortuna, se puede pisar solo despues de haberse graduado.

  • El hijo del acordeonista de Bernardo Atxaga

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    La novela mas personal de Bernardo Atxaga.

  • El caso Morel de Rubem Fonseca

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    El fotografo Paul Morel recibe una inesperada visita en la celda donde esta prisionero. El comisario Matos y su amigo Vilela, una famoso novelista, estan dispuestos a todo para averiguar cuanto se refiere al crimen que imputan al artista. Este, al parecer, esta escribiendo una autobiografia con la que pretende confesar unos actos que ni en sus mas retorcidas pesadillas Matos podria llegar a imaginar. Pero ?que hay de ficcion y que de realidad en tan delirante texto? Sexo, violencia, depravacion, abusos…todo cabe en el relato. ?O quiza era eso su vida?

  • Algo de tres de Monica Benitez

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    Natalia es una joven con cierta tendencia a enamorarse siempre de la persona equivocada. En la actualidad, esta soltera y buscando empleo, pero dominar a la perfeccion cinco idiomas le ha valido para encontrar trabajo en una importante red de academias de idiomas cuya propietaria es una atractiva e intimidante mujer: Inma Farrell.

  • Sin dejar rastro de Haylen Beck

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    Casada con un poderoso hombre de negocios neoyorquino, Audra Kinney ha reunido las fuerzas suficientes para dejar atras una vida aparentemente acomodada pero marcada por el maltrato psicologico de su marido. Con sus hijos Sean y Louise, de once y seis anos, Audra ha recorrido miles de kilometros a traves de carreteras secundarias con la intencion de comenzar una nueva vida en California. Y ahora, frente a los escarpados paisajes de la desertica Arizona, siente que puede volver a respirar, que han dejado atras el pasado y el peligro. Sin embargo, poco antes de llegar al pueblecito de Silver Water, el sheriff del condado de Elder la detiene por una presunta infraccion de trafico.

  • El infierno en tu piel de Camucha Escobar

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    Magia negra. Un pueblo sembrado de cadaveres de mujeres con el corazon arrancado. Un hombre al que todos senalan. Odios politicos que enfrentan a vecinos, amigos y hermanos. La enfermedad endemica del miedo. Y un amor que arde al borde de los convencionalismos.

  • Tenia que ser yo de Chris De Witt

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    A veces, cuando algo inesperado llega a tu vida… hace que tu vida se transforme en algo inesperado.