• una familia imperfecta pepa roma opiniones - Pepa Roma

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    Narrada en primera persona por su protagonista, Candida, Una familia imperfecta es el relato de una profunda crisis vital, cuyo desarrollo y consecuencias resultaran reconocibles para muchos lectores.

  • UNA FAMILIA IMPERFECTA - ROMA PEPA

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    Nota media 5 Regular 1 voto 0 críticas ; Resumen. Narrada en primera persona por su protagonista, Cándida, una mujer al borde de los 60, esta novela relata una ...

  • Una familia imperfecta - Anika Entre Libros

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    Una familia imperfecta. Título: Una familia imperfecta. Título Original: (Una familia imperfecta, 2017) Autor: Pepa Roma Editorial: Espasa

  • UNA FAMILIA IMPERFECTA de Pepa Roma - Que el sueño ...

    http://queelsuenomealcanceleyendo.blogspot.com/2017/06/una-familia-imperfecta-de-pepa-roma.html

    1 jun 2017 — Pepa Roma, en Una familia imperfecta, nos trae el retrato de la familia de ... los recuerdos incompletos y dolorosos hacen de este libro un ...

  • Una familia imperfecta - Pepa Roma | PlanetadeLibros

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    4 abr 2017 — Pepa Roma · Sinopsis de Una familia imperfecta: · Otros libros de Pepa Roma · Otros libros de Novela contemporánea · Todas las opiniones de Una ...

  • Una familia imperfecta (ESPASA NARRATIVA) - Amazon.es

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  • Una familia imperfecta (ESPASA NARRATIVA) Versión Kindle

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  • Crítica de la novela “Una Familia Imperfecta” por Reading ...

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  • critica de 'una familia imperfecta' en 'dragolandia', el mundo

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    Pepa Roma > SOBRE SU OBRA > Críticas y reseñas > CRITICA DE 'UNA FAMILIA IMPERFECTA' EN ... casi clínica, cuyo título lo dice todo: Una familia imperfecta.

  • UNA FAMILIA IMPERFECTA | PEPA ROMA | Casa del Libro

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  • Una familia imperfecta by Pepa Roma - Goodreads

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  • El secreto del millonario de Ryanne Corey

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    El millonario Zack Daniel mantenia su riqueza en secreto para asegurarse que sus companeros de la policia lo aceptaban. No habia nada que lo hiciera disfrutar mas que luchar contra el crimen… hasta que se encontro encerrado en un sotano con la bella Anna Smith. Zack estaba temporalmente de baja en la policia de Los Angeles, por eso acepto gustoso el trabajo que le ofrecio Anna: tenia que hacerse pasar por su novio.

  • Orgasmos Millonarios de Blanca Moral

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    Valiente Cretino Millonario: Matrimonio de Conveniencia, Sexo y Romance
    Cristobal Castano lo tenia todo. Un conglomerado de empresas que le generaban siete ceros en su cuenta corriente. Una mansion preciosa. La esposa perfecta, a la cual ha deseado desde que iba al instituto. Buenas dosis de sexo en pareja... ?Perdon?
    Veronica Carrera no compartia la cama con el, durmiendo y viviendo en el otro lado de la mansion. Aquel frio papel firmado en la caja fuerte era lo unico que les mantenia juntos. El habia conseguido lo que queria, a la esposa de sus suenos, y ella el dinero para pagar las deudas que su aciago padre dejo a la familia.
    Pero Veronica rechazaba la mirada de su esposo. Su conducta de principe chulo y encantador, su mania de hacer pesas sin camiseta mientras ella hacia yoga, su actitud tranquila y condescendiente cuando le recordaba a Veronica que no tener sexo era "una lastima".
    Pero su conducta de chico malo no enganaba a Veronica. Sus dormitorios, enfrentados con un jardin en medio, revelaban la verdad. Se podia ver perfectamente, a traves de la ventana, como el se pegaba al cristal mientras ella se cambiaba de ropa antes de ir a dormir, anhelante.
    Si el decidia salir de la ducha desnudo, ella haria lo mismo de la piscina. Si el hacia la cena, ella se comeria los dos platos. Si ella lo ignoraba, el quitaria el pestillo de la puerta.
    El estaba dispuesto a ponerla a sus pies. A estar dentro de ella.
    Y ella a mantenerse firme, y no dejar que ninguna de sus artimanas calase.

  • Corazon comanche (Comanche 2) de Catherine Anderson

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    Amy Masters se ha visto obligada a dejar su hogar en la llanura de Texas y busca refugio en las doradas colinas de Oregon. Alli comenzara una nueva vida, si bien no puede olvidar la promesa hecha anos atras a Antilope Veloz, un magnifico guerrero comanche que habia conquistado su corazon. Pero muchas cosas han cambiado en el mundo que la rodeaba y ahora Antilope es un conocido pistolero cuya cruel reputacion le precede alla donde va. El juro que jamas volveria a perder su honor y su orgullo, y que la belleza con cabellos besados por el sol que frecuentemente le atormenta en suenos debera hacer honor a la sagrada promesa que le hizo bajo el cobijo y amparo de toda su tribu. Pero, ?podra conseguir que ella crea en sus sinceros sentimientos y despertar su pasion con sus anhelantes caricias?

  • Quiereme siempre de Nuria Gago

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    A Lu, que lleva dos anos en Paris, le han roto el corazon por tercera vez y decide volver a Barcelona para aclarar sus ideas.
    Su madre le busca un trabajo de cuidadora sin consultarle y cuando la recoge en el aeropuerto, la lleva directamente a casa de Marina: ochenta y seis anos, viuda y pendiente siempre de su hermana Maria, enferma de alzheimer. Lo que empieza siendo una convivencia forzosa se convierte para las dos en un pequeno oasis en el que recuperaran la alegria y el control de sus vidas.
    Quiereme siempre habla sobre la importancia de ayudarnos los unos a los otros, sobre la soledad de nuestros mayores, sobre como la musica puede abrir puertas que ya nadie encuentra y, sobre todo, de como el humor, el amor y la valentia de mirar hacia adentro pueden salvarnos.

  • La proteccion que necesitabas (Edentown 2) de Annabeth Berkley

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    Lacey Brown se desperto satisfecha. Se desperezo en la cama sin decidirse a salir de ella. No tenia ninguna prisa ni aliciente para levantarse, pero tampoco tenia nada que leer y le costaba estar sin hacer nada. La luz del dia entraba por la ventana y le permitia apreciar el limpio y funcional dormitorio. Realmente no necesitaba mas. Sonrio al sentirse tan afortunada. El pequeno piso que habia alquilado sobre la inmobiliaria cumplia con creces sus minimas necesidades. Era pequeno, economico y amueblado, y estaba situado en una de las calles principales del pueblo, por lo que siempre habia alguien paseando por alli. Ademas, los arboles de las aceras estaban salpicados de pequenas luces que aumentaban su encanto y la luminosidad de la calle por las noches, que era algo que agradecia. Decidio que exploraria el pueblo donde habia decidido afincarse. Edentown. Parecia un lugar agradable. No seria facil que Mathew la encontrara alli. Se habia ido con lo justo, sin apenas equipaje, en mitad de la noche. Habia pasado cinco dias viajando en diferentes trenes y autobuses, dando vueltas, sin rumbo, con la intencion de que si alguien quisiera seguirle la pista no pudiera hacerlo. Ella misma se habia sentido perdida varias veces hasta que habia llegado a ese pueblecito donde habia decidido quedarse. Estaba dispuesta a empezar de nuevo. Era una superviviente. Siempre lo habia sido... aunque a veces habia perdido las fuerzas o las ganas de seguir adelante, ahora las habia recuperado con mas energia que nunca. Se levanto decidida, apago la luz con la que se habia acostumbrado a dormir, y se ducho rapida, dispuesta a disfrutar de un nuevo dia. Salio a caminar con los leggins negros, una camiseta blanca y la sudadera deportiva. Apenas llevaba tres dias en Edentown y no habia podido reponer su vestuario. Mathew se llevaria las manos a la cabeza si la viera vestir asi. A ella tambien le habia encantado, al principio de su matrimonio, la obligacion de vestir << bien>>, con ropas de calidad y de marca, con tacones, vestidos y joyas, pero habia acabado sintiendose una esclava de ello. En esos tres dias, habia encontrado trabajo en una de las peluquerias del pueblo y habia podido mostrar su talento en la boda de los duenos del bonito hotel con vistas al lago. Afortunadamente, habia podido apoyarse en la formacion en Peluqueria y estetica, que realizo mientras aun vivia con su padre y de lo que nunca habia ejercido. Con su precaria condicion economica no habia podia aspirar a nada mas, pero realmente era algo que le habia gustado. Durante sus anos de matrimonio, ademas de practicar con ella tanto en peluqueria como en maquillaje, habia prestado especial atencion a los rostros de las mujeres con las que se codeaban y para ella era muy sencillo armonizar de manera natural los rasgos morfologicos de cada persona con lo que mas le podia favorecer. Se sentia satisfecha y orgullosa de ella misma, por primera vez en mucho tiempo. No podia pedir mas. Despues de pasear por los alrededores de aquel lago de aguas cristalinas, empezo a caminar hacia el bosque. Le gustaba la calma y la serenidad que se respiraba en el ambiente. Todo parecia muy idilico, sacado de una novela o de una de esas peliculas romanticas que tanto le gustaban. El sol a esa primera hora de la manana calentaba lo justo para no pasar calor. Nunca habia apreciado tanto el olor de los arboles, el color de las hojas, el canto de los pajaros, la tranquilidad… Sintio que habia llegado a casa... Oyo un aullido sofocado. Se extrano, pero siguio paseando distraida. Volvio a escucharlo y la curiosidad fue mayor. Siguio la direccion del sonido y llego hasta el rio. Era un paraje realmente bello con la naturaleza en su maximo esplendor. En mitad del rio descubrio a un perro agarrandose a un tronco atascado entre dos grandes piedras y que, afortunadamente le evitaban seguir sin control la corriente del agua. Se sobresalto como no esperaba. Bajo hasta la orilla y empezo a idear la manera de llegar hasta alli. Las lagrimas empezaron a resbalar por sus mejillas del miedo que sentia. Sabia de la desesperacion que podia sentir ese animal, solo, asustado, sabiendo que no podia salir de alli. Miro a su alrededor, no podia ayudarla nadie. Se quito la sudadera y las deportivas mientras le decia palabras carinosas al indefenso animal. Como no sabia nadar, rezo para que el rio no fuera muy profundo. No tenia claro que iba a hacer. Esperaba que el animal se acercara a ella. Se metio en el agua llamandolo, distrayendo su atencion de la corriente contra la que luchaba. Se estaba clavando las piedras en los pies. El agua estaba fria haciendola estremecerse, mientras con sus palabras de carino trataba de calmar al animal... y a ella misma. Llego un momento en el que sintio que no podia avanzar mas sin perder el fondo, pero aun estaba lejos del perro. Sin pensar, empezo a pedir ayuda a gritos mientras a la vez le decia palabras bonitas al perro. Las lagrimas seguian resbalando por sus mejillas. Intento avanzar, pero al perder el fondo metio la cabeza bajo el agua. Oscuros y amargos momentos llegaron a su mente. Sin poder salir, sin poder respirar, braceaba, intentaba revolverse, le faltaba el aire... Saco la cabeza del agua… Mathew no estaba alli, solo estaba el perro, pidiendo ayuda. Dio un paso atras volviendo a tocar fondo mientras su respiracion se regulaba y volvio a gritar pidiendo ayuda. Mike O'Roarke llego corriendo al oir los aullidos desesperados del perro y los gritos aterrados de una mujer. Sus dos perros le acompanaban al mismo ritmo. En un momento evaluo la situacion. Una quinceanera irresponsable que se creia que el rio era la banera de su casa. Serio y enfadado bajo al cauce del rio se quito la camiseta, las deportivas y los vaqueros, dio la orden a los perros de que lo esperaran alli y se lanzo al agua sin pensarlo. --Vuelva a la orilla--le ordeno al pasar a su lado sin mirarla. Lacey asintio y volvio sobre sus pasos con cuidado. Vio a los dos perros, uno marron, otro negro, esperando sentados a que el dueno regresara. Cuando llego a la orilla sintio el frio por todo su cuerpo y se abrazo para entrar en calor mientras se encogia entre los dos animales a observar la escena. Los dos animales se le acercaron dandole el calor que no sentia, y ella inconscientemente paso los brazos por encima de ellos. Mike calmo al animal cuando llego a el, y en cuestion de segundos consiguio que confiara y se dejara llevar hasta donde pudo tocar fondo. Entonces el perro salio corriendo, sacudiendose el agua. Lacey corrio a abrazarlo asustada y emocionada a la vez. Mike salio andando con calma. Se habia sorprendido de ver a la quinceanera abrazando a sus dos perros callejeros y ellos dandoles su apoyo. Parecia asustada, aunque se habia repuesto al ver salir al perro. --La proxima vez que quiera jugar con su perro en el agua, metalo en la banera --le dijo molesto ante su irresponsabilidad mientras se quitaba el exceso de agua de su cuerpo con las manos. Ella se puso tensa al instante y le miro agresiva para enfrentarlo. --No es mi perro. La frase perdio fuerza al mirar los frios ojos azules de aquel hombre. Era muy alto, mas del metro noventa, de hombros anchos y cadera estrecha. Sin poder evitarlo recorrio con la mirada el musculoso cuerpo, bronceado y mojado que exhibia, para volver a mirar el atractivo rostro de cabello oscuro. Parecia que no le importaba estar vestido solo con unos boxers negros. Se sonrojo, aunque claro, con ese cuerpazo no era de extranar, penso. El se sorprendio ante su escrutinio. No era tan nina como habia supuesto. Tan pronto le habia parecido un animalillo dispuesto a atacar como que de repente parecia haber sido consciente de que el era un hombre, y ella una mujer. Una mujer menuda, de rostro bonito y suave, completamente mojada, como el, y tiritando de frio. --?Como que no es suyo? --le pregunto serio mientras los otros dos perros rodeaban a su nuevo amigo dandole la bienvenida. Mike se fijo en los moratones que llevaba en los brazos mientras era mas que consciente que ella le seguia mirando con detenimiento. --No lo es --le dijo ella obligandose a desviar la mirada y alejandose de el yendo a por su sudadera--. Me lo encontre ahi --senalo al rio mientras el perro la seguia. --?Me quiere decir que el perro aparecio de la nada y usted que no sabe nadar se metio a sacarlo?--le dijo mas calmado mientras cogia su ropa del suelo y la sacudia. --No se si de la nada, solo se que estaba alli... Se termino de poner las deportivas. --Si se pone la sudadera se le mojara --le dijo el-- Espere un momento a hacerlo, o quitese la camiseta por lo menos. Ella se sonrojo por la sugerencia. No pensaba quedarse en sujetador delante de un desconocido, pero realmente se le mojaria la sudadera. Asintio en un primer momento, pero al instante se percato de que estaba otra vez obedeciendo ordenes, como siempre habia hecho, y decidio no hacerlo. Se levanto con la sudadera entre las manos. --Gracias... adios. El perro la siguio y ella se detuvo a los dos pasos para mirarlo sin entender. --?Esta segura de que el perro no es suyo? --le pregunto serio abrochandose los pantalones--. El parece no tenerlo claro. --Yo... --el perro se sento a su lado esperando que ella siguiera el paso. Miro al desconocido insegura -- ?Que hago? --Usted sabra --le dijo el-- pero mantengase alejada del rio si no sabe nadar y si va a llevarlo suelto ensenele antes a obedecer sus normas. Ella asintio confundida --?Que normas? El bufo molesto, terminando de atarse las deportivas. --Si no sabe cuidar de un perro no deberia tenerlo --se dirigio hacia ellos --Vamos, chico -- le dijo golpeandose el muslo para que le siguiera--, te vienes a casa. El perro dudo un poco y le siguio mientras Mike emprendia el regreso por donde habia venido. Lacey se quedo mirando como se alejaban. ?Tener un perro? Nunca se lo habia planteado. Volvio sobre sus pasos, hacia su apartamento, tiritando. ?Por que no habia tenido nunca un perro? ?O un gato? Llego helada de frio y se preparo un te rojo mientras se metia en la ducha. Una ducha muy caliente de la que no queria salir. Se envolvio en la toalla. Tenia que comprarse un albornoz, penso. Recorrio con la mirada el diminuto piso en el que recien vivia. Fue consciente de que estaba sola. Sola. Como siempre y como nunca a la vez. Le invadio una sensacion horrible mezcla de dolor y melancolia, pero no queria sentirse asi. Ahora era libre.

  • 7 Alas de Victor Diaz Sanchez

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    ?Te imaginas un mundo en el que existen hadas y elfos que, unidos a los humanos, luchan codo con codo contra las huestes de orcos? Ese mundo existe y se llama Malphalis. En el se esta librando una guerra cruenta desde hace siglos, aunque a dia de hoy se siguen sin conocer muchos aspectos de los comienzos de esta.
    ?Y si existiera un modo de acabar con la guerra? ?De conseguir un periodo de paz que permita prosperar? El precio a pagar es la traicion hacia las hadas. Lo que las obligara a huir de ese mundo al que ya no pertenecen. ?Hay alguna posibilidad de restablecer la antigua alianza? Cuatro hadas regresaran a su antiguo mundo tras descubrir el deplorable estado en el que se encuentra despues de su marcha para intentar conseguirlo y de paso desvelar, poco a poco, todos los enigmas que se ocultan en la contienda.

  • Un amor en construccion de Lorraine Coco

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    --!Jenna! La cabeza de Krysten asomo por la pequena apertura de la puerta mientras esperaba una respuesta, pero esta no llego. Golpeo con los nudillos la madera un par de veces con impaciencia antes de decidir entrar sin esperar. No tenia tiempo para cortesias. Y aunque su amiga le hubiese dicho un millon de veces que llamase antes de invadir su hogar, no era culpa suya si estaba sorda como una tapia. Aun asi, nada mas adentrarse, y mientras cerraba la puerta tras ella, volvio a llamarla a gritos. --!Jenna! !Vamos! !Si estas tirada en la cama, ya puedes levantarte! Entorno la mirada al no recibir respuesta. El amplio y estiloso apartamento parecia desierto, pero sabia que era imposible que no estuviese alli. Llevaba recluida en su casa doce semanas, desde el incidente. Y no habia conseguido que saliese ni tentandola con extravagantes planes, cenas suculentas o sesiones de tratamientos de belleza que antes le habrian hecho estallar la cabeza. Incluso hacia dos semanas hizo saltar la alarma de incendios del edificio, a la desesperada, pero ni siquiera asi logro que abandonase su auto impuesta prision. Esa manana, sin embargo, iba con un nuevo plan, una idea a la que llevaba una semana dando forma. Se le habia ocurrido mientras ojeaba las noticias en su movil, en el metro, en el transcurso del trayecto desde su casa en Little Italy hasta el Upper East Side, donde residia su amiga. Normalmente empleaba ese tiempo en ver videos en Tik Tok y ojeando las ultimas novedades de lo que se cocia en Instagram. Pero ese dia un idiota la empujo cuando estaba a punto de tomar asiento, y al recoger su movil del suelo debio tocar la pantalla sin querer. Estuvo a punto de desechar la pagina de noticias rapidamente en cuanto se acomodo en su sitio, pero entonces se fijo en el protagonista del articulo y detuvo en seco su dedo antes de deslizar la pantalla a la derecha. Una lectura rapida del articulo, tres minutos de cavilaciones y un par de conexiones neuronales mas tarde, tenia el plan perfecto para devolver a la vida a su amiga. Y por muchas excusas que esta le hubiese preparado ese dia, no iba a dejar que su plan fracasara. Habia tenido que cometer un par de delitos para asegurarse de que asi fuera, pero la necesidad apremiaba y ambas se jugaban mucho. Necesitaba recuperarla urgentemente. Odiaba tener que ponerse dura cuando sabia que estaba sufriendo, pero no podia seguir viendola en ese estado. No soportaba a la gente triste y amargada. Lo llenaban todo de un halo gris y deprimente que se cargaba sus buenas vibraciones. Ademas, en el caso particular de su amiga/jefa, el tema se convertia en una cuestion de supervivencia. Llevaba tres anos trabajando para Jenna, los mejores de su vida laboral, pero parecia que todo lo que habia conseguido en ese tiempo peligraba con cada dia que pasaba, hasta el punto de ver que en pocas semanas se veria en apuros para pagar el alquiler de su apartamento y tendria que volver a pedir asilo en casa de su hermana, su cunado y los cuatro terroristas de sus sobrinos. Sacudio los hombros al sentir un escalofrio que le atraveso la espalda solo con imaginarlo. Ya estaba frente a la puerta del dormitorio de Jenna, y el ansia que la carcomia por contarle su plan hizo que abriese sin llamar, con una energia que estuvo a punto de hacerla puerta giratoria. --!Jenna! !Te juro que como te pille en la cama...! Habia imaginado que la encontraria como tantas otras veces durante las ultimas semanas: alli tirada, sobre el colchon, en pijama y con una pinta desastrosa. Pero en lugar de eso se vio imbuida por la mas absoluta oscuridad. Achico los ojos cuando advirtio una pequena luz azulona que se movia de un lado a otro con rapidez, y sacudio la cabeza justo antes de presionar el interruptor de la luz, esperando tener que enfrentarse a un intruso, armada solo con su mini bolso. --!Mierdis! --exclamo Jenna despojandose de una visera de plastico transparente que cubria su cara. Elevo las cejas y apreto los labios despues, como una nina pequena a la que han pillado robando en una tienda de chuches. --?Que diablos estas haciendo? ?De que vas disfrazada? La respuesta de su amiga fue intentar ocultar tras su espalda la linternita que le habia advertido en la mano un segundo antes. Como si con aquel gesto infantil ella fuese a obviar lo rocambolesco de la escena. Jenna, la mas sensata, centrada y juiciosa de sus amigas (hasta hacia doce semanas) llevaba una especie de mono blanco, como los que usaban los del Centro para el control y la Prevencion de Enfermedades en las series de medicos que devoraba los jueves por la noche. --Tienes exactamente diez segundos para explicarme que esta pasando aqui antes de que llame a tu madre para que te ingrese en algun sitio de esos a los que vais los pijos cuando sufris una crisis nerviosa --le dijo sacando el movil del bolsito y mostrandoselo para que viera que iba en serio. Jenna se mordio el labio inferior y puso ojitos de cordero antes de alzar las manos y despojarse de la parte superior del traje, liberando su cabeza. --No es para tanto... !Lo juro! Solo estaba... estaba... --Apreto los dientes y los punos al tiempo. Estaba tan roja como si hubiesen abofeteado su palido rostro sin piedad. Abrio los labios --... buscando muestras biologicas --escupio las palabras a la carrera, como si no quisiese escuchar su propia declaracion. La que abrio los ojos desorbitadamente en ese momento fue Krysten. --?Muestras biologicas? --Ladeo la cabeza mientras pronunciaba la frase, sin poder creerlo, pero Jenna afirmo repetidamente con energia mientras su gesto se contraia en una mueca avergonzada. --!No estoy loca! !No he perdido la cabeza! Es que despues de encontrar unas braguitas que no son mias en un cajon, yo... Con mirada desquiciada, empezo a negar con la cabeza, como si estuviese sufriendo un ataque. Y tenia que haber sido asi porque entre las muchas peculiaridades de su amiga estaba la fobia a los germenes. Imaginarla tocando la ropa interior de otra persona era surrealista. --Tenia que comprobarlo. Ese... ese pedazo de... se acosto con esa... con esa... --Con ese zorron --termino por ella, viendo que la furia que habia empezado a dominarla, y que hacia que su rostro pareciese ahora incandescente, se le atragantaba en el gaznate. --Si, con... esa. !En mi cama! !Mi casa! !Mi hogar! El que he estado pagando con mi esfuerzo, con mi programa, mientras el se hacia un nombre a costa del mio y vivia de gorra porque supuestamente respetaba y admiraba mi independencia, mi autonomia, mi capacidad de emprendimiento y mi carrera. !El muy hijo de...! --Perra, cielo. Hijo de perra. Puedes decirlo abiertamente --apunto posando una mano sobre el hombro plastificado de su amiga. Aparto la palma al instante, repeliendo el contacto gomoso, y aleteo los dedos al tiempo que arrugaba la nariz. Jenna empezo a sacudir los brazos con rabia, como un pajarillo enfundado en un preservativo blanco y brillante, mientras hacia pequenos ruiditos que pretendian ser grunidos, pero que en la finolis de su amiga no eran mas que quejidos lastimeros. No lo iba a negar, verla disfrazada con ese mono, la cara enrojecida, el cabello largo y rubio pegado al rostro perlado de sudor, en medio de la escena de CSI que se habia montado, era rocambolesco. Pero por fin la veia estallar y hacer algo mas que llorar como una mema. Tenia que dejar que sacara su ira, frustracion y dolor. Ella, de haber estado en el lugar de Jenna, le habria rajado las ruedas del coche a su ex, le habria tirado en plena calle un cubo con restos de pescado putrefacto, y subido a las redes sociales las fotos de aquel viaje a las islas griegas en las que tuvo la ocurrencia de ponerse un tanga verde fluorescente. Pero su amiga y ella no se parecian en nada. Se habian criado en lados opuestos de la ciudad. Jenna habia nacido en el seno de una familia adinerada, mientras que ella habia aprendido en su barrio que el que la hace, la paga. Y su mente retorcida habia imaginado cientos de escenarios en los que humillaba a su exjefe hasta convertirlo en el hazmerreir y la comidilla de todo el mundillo televisivo. Pero Jenna se lo habia impedido alegando que ellas eran mejores personas, estaban a otro nivel y no iban a rebajarse a su juego sucio. Sabia que creia aquella afirmacion palabra por palabra, pero tambien que Jenna evitaba a toda costa alimentar el escandalo en el que se habia visto envuelta cuando su novio, su prometido, su companero en el programa de reformas mas famoso del momento, la habia dejado delante de toda la audiencia nacional, en directo, en un programa especial de recaudacion de fondos. Era un programa en el que su amiga habia deseado participar durante meses, en el que se subastaban sus demandados servicios como disenadora de interiores. Se habia hecho eco del evento en todas las redes sociales, prensa y television. La audiencia habia sido la mas alta del mes y ante toda aquella gente, el asqueroso de Kevin la habia ridiculizado, avergonzado y dejado en directo, por una de las presentadoras del programa, con la que al parecer hacia meses que mantenia una relacion. Desde entonces, la humillacion no la habia dejado salir siquiera de casa. Primero, intentando evitar a la prensa sensacionalista que se habia apostado las primeras semanas, camara en mano, en la puerta de su edificio, deseosa de conseguir la instantanea de la destrozada y hundida Jenna Hopper. Y despues, cuando las aguas se calmaron, tampoco quiso salir temiendo ser reconocida y vuelta a ridiculizar por cualquiera que hubiese visto el programa o se hubiese reido con alguno de los innumerables memes que se habian hecho a su costa tras el incidente. Habia sido durisimo para ella. Las cosas que habia dicho el asqueroso delante de todo el pais... Entendia que hubiese necesitado un tiempo para reflexionar, lamerse las heridas y recuperarse. Pero el periodo de autocompadecerse habia terminado. Se lo decia su instinto, su preocupacion de amiga, y su cuenta bancaria, que estaba tiritando tras estar tres meses sin ingresos del programa que Jenna habia cancelado al romperse la pareja. --!Esta bien! No puedo seguir viendote de esa guisa, y tampoco oliendote, para ser sincera... --dijo tras aproximarse a su amiga y olisquearla como un sabueso. Jenna abrio los ojos, espantada--. ?Te extranas? Eso es plastico y estamos a mas de treinta grados. Sudas y hueles como una gorrina. Jenna introdujo la nariz por el cuello del traje y casi se puso azul. --!Oh, Dios mio! --exclamo espantada--. !Voy a darme una ducha! --Me parece una idea estupenda. Yo me ocupo mientras de quemar el colchon. --Cuando su amiga, que ya iba en direccion a la puerta, se giro alzando las cejas como si de repente la hubiese iluminado con la mejor de las ocurrencias, anadio--: !Era una broma, loca! Pero me deshare de el sin testigos y haciendo que parezca un accidente. --Le guino un ojo y Jenna sonrio, iluminando sus facciones dulces y elegantes. --Eres la mejor amiga del mundo --declaro de repente--. No se si te lo he dicho mucho ultimamente, pero sabes que te quiero, ?verdad? Sus palabras la emocionaron, y estuvo tentada de ir a abrazarla, pero luego recordo que apestaba y se limito a asentir, tocarla con la punta de los dedos y hacerla girar para guiarla hasta el bano de la suite. --Perfecto, recuerda lo que acabas de decirme hasta que salgas de la ducha porque... !tengo un plaaaaaan! --dijo en tono cantarin. Jenna le brindo una mirada entornada desde el interior del bano, pero antes de que pudiera preguntarle que se le habia ocurrido, cerro la puerta en sus narices y grito: --!Primero la ducha! --Y cuando oyo segundos mas tarde el sonido del agua correr, se mordio el labio volviendose a preguntar que clase de arma usaria para matarla cuando descubriese lo que habia hecho. CAPITULO 2 Jenna salio de la ducha y se envolvio en la mullida toalla blanca que cogio del toallero. La anudo sobre su pecho y tomo otra mas pequena para hacer lo mismo con su cabello, dejandolo recogido asemejando un turbante. Era una operacion mecanica, algo que repetia sin la necesidad de pensar en sus pasos. Y durante unos segundos se dejo llevar por esa inercia apaciguante, hasta que se detuvo en el reflejo del espejo y se contemplo como lo harian los demas si la viesen en ese momento: como una loca desquiciada y hundida. Aparto la vista y se concentro en el resto de tareas mecanicas que hacia al salir de la ducha cada dia, como su ritual de cremas, desenredar su cabello largo y dorado, y perfumarse. Cualquier cosa que le impidiese pensar en lo que acababa de hacer. Porque habia que estar muy loca para haberse disfrazado de esa forma y buscar durante horas pruebas biologicas por toda su casa. ?Que habria hecho de haberlas encontrado? ?La habria ayudado eso a superar el dolor, la traicion, el sentimiento de fracaso o la verguenza? El pulso le temblo al darse cuenta de que si alguien la hubiese visto, la situacion no habria hecho mas que confirmar todo lo que habia dicho su ex de ella. La lista de adjetivos para calificarla ante todo el pais habia empezado por loca, maniatica, perturbada y... Se negaba a repetirla al completo en su mente, como las cientos de miles de ocasiones en las que se habia dejado llevar por el punzante recuerdo en aquellas semanas. Lo curioso era que nunca se habia considerado una persona con esos problemas hasta que el la vejo publicamente. Y entonces la verguenza y el sofoco de verse juzgada y abochornada le hicieron perder la cabeza. Hasta ese momento se habia considerado una mujer fuerte, a la que no le importaba la opinion que tenian los demas de ella. Se habia sentido segura de si misma, pero las ultimas semanas habian sido clarificadoras en ese sentido, pues descubrio que siempre le habia importado la opinion de cuantos la rodeaban, darles lo que esperaban de ella, ser complaciente y perfecta. Imaginaba que era algo que le habian inculcado sus padres desde nina, pues asi habian sido ellos, o al menos la imagen que daban de puertas para fuera. En consecuencia, siempre se habia esforzado por ser la hija perfecta que encajase en la fotografia familiar. Su cometido habia sido sacar las mejores calificaciones en sus estudios, destacar en cuanto hacia y buscar la excelencia. <>. Eso le habia dicho su padre hacia unos dias cuando le confeso que ya no estaba segura de querer seguir con su empresa de diseno. Creyo que el, un importante empresario del sector joyero, la habria animado a no desistir, a luchar, que a lo mejor le habria brindado las palabras que la animarian a salir de la espiral de verguenza y autocompasion en la que estaba perdida. Pero no habia sido asi. Elevo la vista y dejo que su mirada se clavase en la de su reflejo, y se pregunto cuanto estarian dispuestos a pagar por ella ahora. Hacia tan solo unos meses era Jenna Hopper, la mas cotizada y valorada disenadora de todo el pais. Los clientes esperaban hasta dos anos para que ella pudiese hacerse cargo de su reforma o la redecoracion de alguna de sus propiedades. Todos buscaban su esencia, su sello y estilo. Pero ahora... Ahora los que la habian llamado lo habian hecho para acribillarla a preguntas sobre el programa, interesarse falsamente por su estado o cotillear sobre las ultimas noticias que habia publicado su ex en las redes sociales. Como si saber que era super feliz, que ahora si tenia a la novia perfecta y que acababa de comprometerse y firmar para tener su propio programa de television sobre parejas que se enamoraban en directo en dos citas, fuese a hacerle algun bien a ella. La unica persona que se habia mantenido a su lado, inamovible y siempre intentando salvarla de la oscuridad en la que se sentia inmersa, era Krysten. Su alocada, divertida, excentrica y especial amiga. Habia sido una suerte que hubiese sido ella la que la habia pillado haciendo de CSI, porque sabia que jamas la venderia ni contaria sus mas humillantes secretos. Los habia guardado desde que se conocieron hacia siete anos, cuando se los confeso completamente borracha durante una fiesta universitaria. Krysten no se parecia en nada a las amigas que habia tenido hasta ese momento; las que habia conocido en el club de campo del que era socio su padre, en su escuela privada o las hijas de los amigos que frecuentaban la mansion familiar. Ella era descarada, insolente, hablaba sin tapujos ni dobleces. No habia una gota de falsedad en su larguirucho cuerpo. Y desde el minuto uno fue estimulante para ella, como aire fresco que llegaba a su vida para abrirle la ventana a un mundo que hasta entonces habia estado vetado para ella. Por eso le habia pedido que se convirtiera en su ayudante cuando decidio emprender y crear su propia empresa de diseno. Necesitaba su dosis de realidad, su facilidad para simplificar las cosas, para olvidarse de las apariencias y su capacidad de trabajo y honestidad. Tenia que haberla escuchado cuando le dijo que no le gustaba Kevin, que le parecia artificial y prepotente. Que escondia un halo de falsa modestia y una hostilidad maquillada de seguridad. Con frecuencia lo habia acusado de ser un aprovechado, una especie de parasito que se alimentaba de su exito. Tambien decia que era un interesado y manipulador. En definitiva, un cuadro. Nunca le habia caido bien. Y la animadversion era mutua, pues Kevin tampoco habia soportado la presencia de Krysten en su vida. La tachaba de vulgar, descarada y teatral. Decia que le daba mala imagen y que tenia que deshacerse de ella, como si fuera un cachorro que habia decidido adoptar para despues aburrirse de el. La guerra entre ambos siempre habia anadido tension a la dinamica de trabajo, pues se sentia en la obligacion de defender a uno y a otro delante del contrario para mantener la paz. Creia que merecia la pena conservar a ambos en su vida y ahora veia que cuanto le habia intentado mostrar su amiga era cierto. Aun asi, aun estando acertada en todo lo que habia dicho de su ex, desde la ruptura ni una sola vez le reprocho haberselo advertido. Aunque sabia que, en su fuero interno, se carcomia por hacerlo. Sonrio al imaginarla estallando y soltando por esa boquita todo lo que guardaba desde hacia casi tres meses en uno de sus apabullantes ataques de sinceridad brutal. No iba a negarlo, esa era una de las cosas que echaba de menos de trabajar con ella. Los momentos en los que se divertian juntas y conseguian que una situacion caotica, como las muchas que se daban en una obra, se convirtiese en una anecdota que atesorar. Suspiro desolada posando una mano sobre el pomo de la puerta antes de abrirla. Temia que esos momentos ya no se volviesen a repetir. No se sentia ni con fuerzas ni capaz de enfrentarse al mundo, a los juicios y las criticas. Se imaginaba mas desapareciendo en mitad de la noche, tomando un avion a algun recondito lugar del mundo donde nadie la reconociese y donde pudiese dedicarse a alguna causa humanitaria. No era ninguna locura, se dijo saliendo del bano para empezar a cubrirse con un vestido fresco y holgado, de largo por encima de la rodilla. Y tampoco seria la primera vez que se embarcaba en una aventura asi. Durante la universidad, varios veranos los habia dedicado a viajar a paises como la India, Etiopia o Camerun para participar en las causas en las que colaboraba su madre recaudando fondos en las muchas asociaciones en las que participaba. Para el grupo de mujeres elitistas con las que se codeaba, no eran mas que una forma de entretenimiento y competencia entre ellas. La que mas recaudaba era mejor persona. Y por eso, cuando ella decidio apuntarse personalmente a una de esas causas, ayudando en la construccion de viviendas en la India, su madre no pudo poner objecion, pues aquello le hizo subir puntos frente a su grupo de amigas. Ella, sin embargo, vio la oportunidad de hacer algo mas que sonreir y figurar en el ambiente falso y edulcorado en el que habia crecido. Descubrio que podia ser util de verdad, que sus ideas sobre estructuras y aprovechamiento del espacio eran valoradas, y descubrio que queria ayudar a los demas haciendo lo que mas le gustaba.

  • 9 meses y 7 dias de Gloria Plaza Medina

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    Si el aleteo de una mariposa en Japon es capaz de provocar un huracan en New York…?Que no provocara el embarazo de una persona cercana a nosotros?
    Monica, Clara, Elena, Chari, Lia y Paula son un grupo de amigas entre veintitantos y treintaytantos anos que viven el dia a dia y comparten entre ellas todo lo que les ocurre (y lo que se imaginan que les ocurre). El embarazo inesperado de Paula provocara numerosos acontecimientos que enredaran la vida de todas ellas y es el eje de esta novela “9 meses y 7 dias” en la que seguimos las andazas y anedotas de la protagonista embarazada y su circulo desde que conoce su estado hasta que nace el bebe.

  • Un reencuentro inesperado de Brianne Miller

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    Anthony Thomas Cavendish, octavo marques de Huntington, sufrio una caida en el mar que le hizo perder la memoria. Ahora se encuentra intentando recuperar su vida lidiando con una familia que le abruma y una mujer a quien prometio matrimonio y a quien ni siquiera recuerda.
    Cuando Eleanor Levenson pierde al amor de su vida quiere morir, pero saca fuerzas de donde no las tiene para seguir adelante con su vida y plantearse encontrar marido en su ultima temporada. Sin embargo, el primer baile de Almack’s le depara una sorpresa que cambiara su destino.

  • El viaje (no) sonado de Christian Martins

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    Su vida profesional va viento en popa, pero su relacion comienza a asfixiarla.
    Ruth tiene que decidir si quiere casarse o no con su novio, Roger, pero para poder tomar la decision correcta decide hacer un viaje que despeje sus ideas.
    Esperaba un lujoso hotel, pero en lugar de ello se encuentra una antigua residencia de ancianos. Ademas, el propietario es un insolente y engreido australiano.
    ?Conseguira aclarar sus ideas en ese lugar?

  • El secreto de Lena de Clarisa Ligarde

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    “Un thriller psicologico que te sorprendera”.

  • Volver el tiempo de Jose Edgardo Zarate

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    Para cuando Joaquin se da cuenta de lo que hizo, su companera de colegio, su amiga, ya no forma parte de su vida. Es por eso que a cada instante, recordando aquella tarde noche, intenta regresar el tiempo y cambiar lo que paso.
    El relato, contado por su propio protagonista, nos hace viajar entre el pasado y el presente, y de a poco nos muestra el verdadero sentimiento de Joaquin para con su amiga.
    Sin embargo, cuando la ha dado casi por perdida, Lourdes reaparece en su vida, para mostrarle que quizas no sea demasiado tarde.

  • Max & Suhail de Tatiana M. Alonzo

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    Max y Suhail se aman, pero el espera en un aeropuerto mientras ella esta a punto de casarse. Ambos tienen mucho que contar sobre los acontecimientos que los trajeron a este punto. Se conocen desde ninos, se enamoraron desde muy temprano, ?que paso a traves de los anos? ?Por que se separaron? Cada uno tiene su version.

  • Los amantes de Hiroshima (Inspector Salgado 3) de Toni Hill

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    En una ciudad que se alza contra los poderosos, hay secretos que siguen bajo tierra.
    Cierre de la trilogia del inspector Salgado.

  • Pensamientos desde mi cabana de Kamo No Chomei

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    A finales del siglo XII, Tokio fue devastado en buena medida por incesantes catastrofes: tornados, terremotos e incendios. Su poblacion vivia sumida en un clima de inquietud constante. Chomei, que acababa de cumplir cincuenta anos y habia rechazado la buena vida del funcionario de la corte por la incierta existencia del poeta, abandona la aristocratica residencia familiar de la capital para vivir en una modesta casa a las afueras, donde busca mas libertad para escribir y un mayor dominio sobre su propia vida.

  • El veneno de tu amor de Fernanda Suarez

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    Llega la ultima entrega de la serie <> iniciada con Perfectamente imperfecta.

  • Una familia imperfecta, Pepa Roma de Pepa Roma

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    Narrada en primera persona por su protagonista, Candida, Una familia imperfecta es el relato de una profunda crisis vital, cuyo desarrollo y consecuencias resultaran reconocibles para muchos lectores.

  • Decision Peligrosa de Adrian Aragon

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    Josefina Hernandez es una hermosa adolescente rebelde, amante del boxeo y del riesgo extremo. Reside en Pueblo Viejo, una ciudad de Arizona en el paso fronterizo, que forma parte de la ruta de los traficantes de droga. Cuando su madre se suicida, la convivencia con su padre se hace insostenible, y, con la idea de ganar dinero para independizarse, comienza a pasar droga para una de las pandillas de la ciudad.

  • Aislamiento (Ryan Lock 1) de Sean Black

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    Aun durante la Vispera de Navidad en la ciudad de Nueva York, para el militar retirado convertido en guardaespaldas, Ryan Lock, el trabajo continua como siempre. Su mision: proteger al director de una de las companias biotecnologicas mas grandes del mundo de la amenaza de un grupo de activistas radicales altamente determinados.

  • Agatha Raisin y el mago de Evesham de M.c. Beaton

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    Agatha Raisin parece haber encontrado a su hombre ideal en John, el peluquero de Evesham, al que acude cuando aparecen las primeras y alarmantes canas en su cabello. Pero todos sus planes se tuercen cuando alguien envenena al atractivo peluquero.

  • El pequeno libro de los mitos del mercado de Ken Fisher

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    Todo el mundo sabe que una moneda fuerte equivale a una economia solida, que los bonos son mas seguros que las acciones, que las acciones son cada vez mas volatiles y que las ordenes de stop loss son una tactica inteligente para ahorrar dinero. ?O no?

  • Las montanas azules de Kimberley Freeman

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    En 1926 Violet Armstrong es contratada como camarera en el hotel-balneario Evergreen, donde celebridades de toda Australia pasan sus vacaciones de invierno, como Flora Ho!neychurch-Black y su disoluto hermano Sam. Entre Violet y Sam surgira un romance tan apasionado como prohibido, y que parece tener los dias contados porque pronto concluira la temporada de invierno. Sin embargo, todos ellos quedaran atrapados en medio de una gran tormenta de nieve de con!secuencias impredecibles. Tal vez sus secretos queden ente!rrados, pero cuando la nieve se derrita todos saldran a la luz. Ochenta y ocho anos mas tarde, Lauren Beck comienza a trabajar en una cafeteria de las Montanas Azules, primera etapa en un intento de devolver al hotel-balneario su antiguo esplendor. Alli conoce a Tomas, el arquitecto danes que su!pervisa el proyecto. Conforme su relacion se hace mas intima, Lauren descubre una serie de cartas de amor apasionado que se remontan a 1926, y que aluden a un asunto tempestuoso y a un secreto tragico. Lauren se empenara en desentranar este misterio largo tiempo olvidado, aunque la verdad oculta pue!da obligarle a cambiar toda su vida.

  • Refugios de amor y guerra. El parking de K. Spencer

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    Documentada con extenso material bibliografico para hacer llegar al lector el panorama humano que intento resistir la gran masacre durante la guerra civil espanola y la reclusion de tantas almas inocentes en campos de concentracion nazi. Sinopsis: Beatrice es hija de un embajador ruso destinado a Espana para ayudar en una importante mision antifascista. Sebastian se cruza en su camino y queda sorprendentemente cautivado por su belleza y elegancia. Estrechan su relacion manteniendola en secreto hasta que descubren como hacer realidad su amor en el desolado clima que impera en plena guerra civil . Partir al frente hace que sus destinos se distancien , mas aun cuando el es hecho prisionero por los nazis y la sombra diabolica de la esvastica, arrastra al protagonista al campo de concentracion de Mauthausen, donde fueron llevados a todos los espanoles considerados rojos. Las dos familias intentaran volver a encontrarse y no es hasta que, pasados unos anos, una vecina de un complejo residencial descubre algo que se oculta en su mismo parking. 2017 PALABRAS DE VALERY, VECINA DE REUS: Tengo ante mi un importante legado que ha llegado a mis manos y que quiero compartir. Es parte de un pasado que ha quedado por resolver, y que me hace responsable de que al fin se lleve a cabo lo que, la persona que lo ha escrito, desde los confines del infinito, esta clamando para que se realice y entonces poder descansar e izar por fin su vuelo en paz. Nada mas empezar a leerlo supe que se trataba de un alma en pena que vagaria errante por la Tierra hasta conseguir que alguien resucitara su memoria. Aqui les dejo parte de su anhelo. Quiero que conozcan a Sebastian, la persona que dejo estas palabras que ahora resuenan libres tras su descubrimiento: Notas halladas en el cuaderno personal de Sebastian: “Quiero olvidar, Quiero volver a ser persona. Quiero quitarme este martilleo de pena y dolor que atormenta mi corazon, mi mente, mi alma. Quiero acabar con este sufrimiento que golpea mis entranas. Quiero sumergirme en el oceano del olvido, de la Nada o del Todo, donde los entes se confunden en la espiral del infinito. Sigo preso en la memoria de una existencia castigada por la crueldad absoluta jamas imaginada. Detesto considerarme parte de esta humanidad si es que con ello estan incluidos los que derribaron de un soplo las ganas de vivir, y lograron que arrojarse a las alambradas electrificadas, fuera la unica salida ante el infierno que les hacian padecer.” “Quiero recordar los anos felices que vivi en mi tierra y enterrar las visiones de torturas que se empenan en sobresalir acallando toda esperanza de volver a ser la misma persona que era antes.” Sebastian Gil Rueda. Capitulo 1 Me llamo Sebastian, aunque haya sido el numero 6830 *1 durante cuatro largos anos en el campo de trabajo y exterminio de Mauthausen, situado en la anexionada Austria, y que ahora es una especie de mausoleo para honrar a las victimas que alli perecieron tristemente de la manera mas inhumana que se pueda considerar.

  • Suite Veintiuno (Amores de verano 1) de Mita Marco

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    ?Es el destino el que manda sobre nuestras vidas? ?O por el contrario somos nosotros los que elegimos? Miriam, una joven estudiante de derecho, debe reunir el dinero suficiente para poder costearse el master con el que habia estado sonando toda su vida. Asi que cuando le proponen viajar a Menorca, a trabajar en un complejo hotelero de lujo, se embarca sin pensarselo. Pero en su camino se cruza alguien inesperado. La joven conoce a un atractivo huesped que pondra su estancia en la isla patas arriba. Entre los dos surge la atraccion y juntos se lanzan a una ardiente aventura, repleta de locuras y altibajos. Pero Miriam descubre que nada es lo que parece. aquel sensual huesped dista mucho de ser la persona que ella creia. ?Podra vencer el amor todos sus temores?

  • Rabell Falls de Clara Ann Simons

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    Julia borro el mensaje y apago la pantalla del telefono movil. Casi admiraba su persistencia y tenacidad; seria logico haber abandonado hace ya mucho tiempo y ya no sabia que debia hacer para que la dejasen en paz de una vez. Ellos en cambio, seguian intentandolo, incluso cambiando de numero de telefono. ?Acaso no estaba lo suficientemente claro que no queria saber nada de ellos? Al fin y al cabo, sus padres tampoco habian querido saber nada de su vida, sobre todo tras el divorcio. Ya no era la pequena Julia de doce anos que se encerraba en el bano a llorar mientras sus padres discutian y se gritaban como si estuviesen locos, ahora era una mujer adulta y totalmente independiente. Lo habia sido desde muy joven; tras el divorcio, la falta de atencion de sus padres y el continuo ir y venir entre ambas casas y la de su abuela cambiando casi cada ano de instituto la habian hecho madurar muy rapido. Quiza demasiado. --!Que les den! --exclamo entre susurros mientras revisaba los numeros de la que seria su siguiente adquisicion antes de llamar a su mano derecha en la empresa. Mark Troy se habia convertido en una pieza casi fundamental para el negocio, aunque a Julia, a veces, le costase aceptarlo. Casi tan ambicioso como ella, no le importaba dedicar horas y horas a analizar los interminables datos financieros de las empresas que serian su objetivo, digiriendolos para presentarselos a los inversores de la manera mas atractiva posible. Mark era lo que en el mundo de las finanzas llamaban un "quant" alguien capaz de utilizar modelos matematicos para conseguir una ligera ventaja sobre los competidores, y Julia nunca habia trabajado con un quant mejor que el. --Ya esta todo analizado, Julia--anuncio Mark orgulloso nada mas entrar en el despacho.--No creo que tengamos problema para convencer a los inversores, si se cierran el sesenta por ciento de las operaciones de la empresa, el cash flow empieza a ser positivo a partir del segundo ano y podemos trocear las distintas divisiones vendiendolas por partes. --?De cuantos despidos estamos hablando? --pregunto Julia sin dejar de mirar a traves de la enorme ventana de su despacho en pleno distrito financiero de Boston. --De unos cuatrocientos, habra que negociar con los sindicatos, pero en estos momentos nos ven casi como a unos heroes que venimos a salvar su barco a la deriva--admitio Mark. --Bien, concreta una reunion con los posibles inversores para dentro de una semana, estare unos dias fuera--anuncio Julia--y, por favor, Mark, quiero que todos los numeros cuadren a la perfeccion y que cada inversor reciba un dosier en color con la propuesta, ya sabes lo mucho que le gustan a los fondos buitre los graficos. --Y que negociemos los despidos por ellos--anadio el matematico casi como un robot. Realmente Mark no era matematico, tenia un doctorado en fisica cuantica por una prestigiosa universidad, pero en la empresa casi todos se referian a el como "el matematico" o simplemente el quant. Su trabajo analizando datos financieros le proporcionaba un salario muy superior al que conseguiria dando clases en cualquier universidad o trabajando como investigador, aunque Julia nunca se habia detenido a preguntarle si lo disfrutaba, ni siquiera se lo habia planteado. --Julia, otra cosa--anadio Mark antes de salir del despacho. --Dime. --He estado dando vueltas a lo de la compra del hotel rural ese en Vermont y sigo sin verlo. Lo siento, no pretendo dudar de tu olfato para las operaciones financieras, nos has llevado muy lejos, pero por mas simulaciones que hago me sigue pareciendo un negocio que no esta a la altura del resto de nuestras adquisiciones--reconocio el quant bajando la mirada. --Tengo mis motivos, limitate a prepararme los numeros que te he pedido y que la semana que viene esten listas las propuestas de los estudios de arquitectura para remodelar el hotel. Del resto ya me ocupo yo, manana partire hacia alli para analizarlo sobre el terreno--replico Julia muy seria. Una vez que Mark abandono el despacho y se quedo sola, Julia no pudo evitar reflexionar sobre la adquisicion del pequeno hotel rural sin apartar la vista de la ventana. Al dia siguiente partiria hacia Rabell Falls, una pequena poblacion en el estado de Vermont para arrasar hasta la ultima piedra de aquel hotel rural y convertirlo en un moderno centro de convenciones en miniatura para que las empresas y los hipsters ricos pudiesen hacer retiros junto al lago o en la temporada de esqui. Reconocio que Mark tenia razon, habia dado en el clavo con su comentario sobre la adquisicion, era cierto que no estaba a la misma altura que el resto de sus operaciones habituales, ni siquiera cerca de ellas. Sin embargo, esta no era en modo alguno una operacion habitual; se trataba de algo personal, como cuando hacia tres anos compro la empresa donde trabajaba su padre para cerrarla. Aquella vez apenas consiguieron cubrir los gastos y poco mas, con el consiguiente enfado de uno de los fondos buitre con los que trabajaban. Al menos en este caso, el hotelito rural de Rabell Falls significaba una inversion lo suficientemente pequena como para poder asumirlo con los fondos propios de su empresa, sin necesidad de inversores externos. Ese pequeno hotel era el ultimo escollo que le quedaba para romper con su pasado; una vez que acabase con el, no habria nada que le recordase a la Julia asustada y fragil de anos atras. Ni a sus padres. Y de todos sus recuerdos de cuando era nina, el maldito hotel era una espina que tenia clavada desde hacia muchos anos, odiaba ese hotel con todas sus fuerzas. Recordaba aquel aciago verano cuando todavia era una nina, cuando acompano a sus padres a pasar una semana de vacaciones en un pequeno hotel junto a un lago en la localidad de Rabell Falls, en el estado de Vermont. Supuestamente era la oportunidad para arreglar las cosas entre ellos, aunque acabo siendo el detonante que se llevaria por delante su matrimonio. Es mas que probable que ese matrimonio estuviese ya herido de muerte, pero a partir de esas vacaciones todo se precipito demasiado rapido. De sus recuerdos de aquel verano solamente guardaba gritos y mas gritos, lloros, frustracion, desesperacion. La sensacion de ser la hija que nadie queria. Odiaba ese hotel con toda su alma. La alarma del telefono sono de improviso sacandola de sus pensamientos y con un suspiro recordo que habia quedado para comer con Jacob Harmon. Ya pasada la edad de jubilacion, Harmon era una especie de leyenda en el mundo de los fondos buitre, temido e idolatrado a partes iguales entre sus companeros y competidores. A pesar de la diferencia de edad, era lo mas parecido que Julia tenia a un amigo. Poco despues de terminar la facultad supo reconocer el potencial de aquella joven que se pasaba horas y horas trabajando sin importarle nada mas en la vida. Fue entonces cuando la tomo bajo su tutela y se convirtio en su mentor, fue el quien le enseno a canalizar la ira, la frustracion y el odio que llevaba dentro y convertirlas en algo productivo. El viejo zorro le desvelo valiosos trucos del oficio y la convirtio en lo que era hoy en dia, volviendose aun mas rico en el proceso. --Perdona, Jacob, se me ha hecho un poco tarde, ya sabes que estamos preparando una adquisicion importante--se disculpo al llegar a la mesa de uno de los restaurantes mas lujosos del distrito financiero. --Tranquila, Julia, yo acabo de llegar tambien, he aprovechado para observar a las otras mesas --respondio el viejo inversor esbozando una sonrisa. Ni siquiera necesitaba dar una explicacion, Julia sabia perfectamente las reglas del juego y era consciente de que a esos restaurantes no se va solamente por la comida sino que es mucho mas importante dejarse ver y enviar un mensaje. Nada mas enfocar su mirada tres mesas hacia la derecha se dio cuenta de que los representantes de dos grandes bancos de inversion estaban sentados junto a los directivos de una empresa de software puntera de la zona de Cambridge. --Lo que tu suponias--musito de manera criptica asintiendo con la cabeza ante la sonrisa de satisfaccion del viejo zorro. --Por cierto, Julia, estaria muy interesado en aumentar mi participacion en la nueva adquisicion, ?habeis terminado de analizarla? --inquirio inclinandose hacia ella y bajando la voz. --Mark esta poniendo en orden los analisis y vamos a concretar una reunion la proxima semana con posibles inversores para la primera ronda de financiacion, aunque por supuesto ya sabes que tu fondo tiene prioridad a la hora de invertir con nosotros. Le dire a Mark que te adelante el dosier en cuanto este listo sin esperar a la reunion general--respondio ella con una breve sonrisa. --?Sigues pensando en comprar ese hotelito en Vermont? --Salgo manana hacia alli a ver si logro convencer al dueno de una vez. Hasta ahora solo he tenido muy buenas intenciones, pero nada mas, no acaba de decidirse a firmar la compraventa. Pasare alli el fin de semana--aclaro Julia con un gesto de desagrado. --No parece que tengas muchas ganas de ir--apunto el viejo inversor. --Ninguna. Preferiria no volver a ver ese sitio en mi vida, pero tengo que convencer a ese viejo imbecil de que firme antes de que el banco se quede con el hotel. Ya le han cortado todas las lineas de financiacion, ni siquiera se como es capaz de aguantar--le informo Julia negando con la cabeza. El viejo inversor se quedo callado al observar al camarero acercarse a ellos con los primeros platos, retomando la palabra en cuanto estuvo lo suficientemente lejos como para no poder escucharlos. --?Estas segura de que quieres hacer esto? --pregunto Harmon mirando por encima de las gafas

  • La vida que sonamos de Kerry Lonsdale

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  • Amor entre cenizas de Reyes Ramirez

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    Una historia de amor que te sorprendera. El debate entre el corazon y la razon. Una joven judia y un oficial nazi. La Segunda Guerra Mundial. ?Podra el amor sobreponerse al drama de un campo de concentracion? Amor, erotismo, deseo, aventura, sentimientos, …

  • Las manos de Vera (Rados 1) de Alicia Ordiz

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    “Mi nombre es Vera, y naci en la granja de humanos de Silopos. Soy hija de Nala y Sater, criadores clase uno y padres de trece hijos, seis varones y siete hembras. Yo ocupo el puesto numero trece y, siguiendo las normas del gobierno de Rados, comparto calificativo con mis hermanas, pero soy la ultima version de las mismas. Oficialmente me llamo Vera7, y esta es mi historia.”

  • Wonder. Charlotte tiene la palabra de R.j. Palacio

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  • Un mar sin estrellas de Erin Morgenstern

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    <> -Booklist (resena destacada) <> -Publishers Weekly (resena destacada) Muy por debajo de la superfi cie de la tierra, sobre la orilla del Mar sin Estrellas, hay una gran cantidad de tuneles y recintos llenos de historias. Las entradas que conducen a este santuario suelen estar ocultas, a veces en el suelo de los bosques; en ocasiones, en hogares privados e, incluso, pueden estar a simple vista. Pero quienes las buscan las encontraran. Sus puertas han estado aguardandolos. Zachary busca su puerta, aunque no lo sabe.Sigue un canto de sirenas silencioso, una certeza inexplicable de que esta destinado a encontrar otro sitio. Cuando descubre un libro misterioso en las estanterias de la biblioteca del campus, empieza a leer y queda cautivado por los relatos de prisioneros que buscan amor, ciudades perdidas y acolitos sin nombre. De repente, una vuelta de pagina trae a Zachary a una historia de su propia ninez, increiblemente escrita en ese antiguo libro. Una abeja, una llave y una espada impresas en el libro conducen a Zachary a dos personas que cambiaran el rumbo de su vida: Mirabel y Dorian. Estos desconocidos lo guian a traves de bailes de mascaras y relatos susurrados en salones clandestinos hasta la sede de una sociedad secreta, donde los picaportes cuelgan de cintas y, fi nalmente, a traves de una puerta pintada que se abre magicamente para entrar en un lugar que siempre habia anhelado. Entre tuneles serpenteantes atestados de libros, salones de baile y orillas oscuras como el vino, Zachary cae en un mundo embriagador, impregnado de romanticismo y misterio. Pero una batalla se libra por el destino de ese lugar y, aunque hay quienes lo sacrificarian todo para protegerlo, otros estan decididos a destruirlo.

  • Que vas a hacer con el resto de tu vida de Laura Ferrero

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  • Terapia frustrada de Azahara Vega

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    --?Y entonces que hiciste? Numero 997 se giro y la miro de reojo sin moverse del lado de la ventana. Como esperaba se mantuvo en silencio, reacio a abrirse, boicoteando cada sesion de terapia que le obligaron a acudir el Consejo. Alice llevaba tratandolo mas de dos meses y siempre era la misma dinamica. Lo esperaba en su despacho a las tres de la madrugada. Le indicaba que se tumbara en el divan... algo que nunca hacia, y acababa hablando sola exponiendo los hechos que le informaban sus superiores, y que se suponia que tenian que tratar. --?Hasta cuando vas a seguir con esta actitud? --pregunto de nuevo, perdiendo las veces que se lo recrimino esa semana--. Me recuerdas al hijo de mi amiga y el tiene tres anos. Se sobresalto cuando lo encontro delante de ella. Tuvo que tragar con dificultad y se echo un poco para atras instintivamente, quedando recostada contra el mullido sillon de su despacho. --?Me estas comparando con un infante humano? Alice tuvo que reprimir un gemido de puro placer ante el tono de su voz. Para desgracia suya esas sesiones eran una autentica tortura y no solo porque su paciente no participaba en nada, sino tambien porque era un pecado para la vista, un hombre excepcionalmente atractivo con un timbre de voz capaz de provocar que sus bragas se humedecieran y le entrara unas ganas locas de suplicarle que cumpliera una de sus mas eroticas fantasias. Psiquiatra sorprendida, paciente... sexy. Respiro hondo un par de veces y se resistio al impulso de acortar los centimetros que la separaban de esos labios... para devorarle y... <>. --No. --Alice estuvo a punto de reir cuando lo vio esbozar una sonrisa confiada, mientras se alejaba de ella hasta regresar a su postura "casual" delante de la ventana, mirando a la lejania como si ella no fuera lo suficientemente importante como para ser atendida. Le sacaba de quicio que no le hiciera caso, que la ignorara y se mantuviera esa hora en la que estaban obligados a permanecer en el mismo lugar, en silencio, observando la oscuridad de la noche. Habia dias que tenia ganas de acercarse a el y golpearle con el bolso hasta que espabilara--. No te comparo con todos los infantes "humanos" --remarco con burla la palabra humano que el otro siempre lanzaba con hostilidad y repulsion, como si ser humano era peor que ser un maldito gusano--, solo con el malcriado hijo de mi amiga. Si lo conocieras veriais que tengo razon. Mike se comporta como tu, solo que el se enfurruna mirando hacia la pared y haciendose una bola, mirando a su madre de reojo para ver si su tactica surge efecto y consigue lo que quiere. No se perdio la tension en los hombros de su paciente, ni la brillante y peligrosa mirada del hombre que se veia reflejada en el cristal. <>. Esta vez si que grito cuando el la atrapo entre sus brazos, la levanto del sillon y la aprisiono contra la pared, manteniendola presa con su cuerpo.

  • Tras la ventana de Maria Las Heras Serrano

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    Desde la ventana se veia un gran patio, recordaba al de la pelicula de Hitchcock: "La ventana indiscreta". Espiaban a vecinos y transeuntes e imaginaban sus vidas…Aquella ventana seria el comienzo de una historia llena de pasion que cambiaria su vida para siempre.

  • Ojos grises de Claudia Barzana

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    Unos ojos que pueden hacer olvidar el fondo negro del pasado. Unos ojos que pueden hacer que el presente se vuelva claro, al alcance de la mano, intenso. Unos ojos que pueden hacer que el futuro brille diafano si se los conquista, si la promesa de deseo y complicidad que tienen se cumple.

  • Mas fuerte que el destino de Rose. A. Anderson

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    Solo seria pasarse por su novia una vez. Era algo simple; podia hacerlo, al menos eso es lo que piensa Julia hasta que descubre que las cosas no siempre funcionan de la manera que una las planea… y menos cuando tiene algo que ver con el.

  • La invitacion de Belinda Alexandra

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    Cuando llegue a la cafeteria de la Rue du Faubourg-Montmartre, mis extravagantes amigos ya estaban alli enfrascados en una animada conversacion. Claude fue el primero en verme y me saludo con la mano. Los demas se volvieron para ver quien habia llamado su atencion. Por su expresion de alegria estaba claro que les habia dado la buena noticia. --!Ahi va nuestro gran exito literario! --dijo Nicolas. No se habia quitado el mono antes de ir a la cafeteria y llevaba la ropa y la cara manchadas de pintura amarilla y negra--. !Os presento a mademoiselle Emma Lacasse, autora de historias de misterio! Claude se levanto y me dio un beso. Estaba guapo con su traje de pana, la cara bien afeitada y su mata de pelo castano ondulado. Aunque era frances, rezumaba una sensualidad mediterranea que acentuaba su atractivo. Despues de cinco anos juntos, aun me hipnotizaban sus ojos grises. --Supongo que no te importara que les haya contado lo de la novelita antes de que tuvieras la oportunidad de hacerlo tu --dijo, dandome un apreton en la mano--. La noticia es demasiado emocionante para callarsela. --Nos da esperanzas de que nuestros barcos lleguen algun dia --dijo Sophie, que se cambio de sitio para que Claude y yo pudieramos sentarnos juntos--. Que bonito, por cierto --anadio, clavando sus ojos de muneca en mi vestido azul marino--. ?Es nuevo? Negue con la cabeza. --No, pero le he puesto encaje en el cuello y los punos. --!Hoy invitas tu! --exclamo Robert, peinandose hacia atras su cabello castano rojizo. Era poeta, pero su verdadero talento era convencer a otros de que le pagaran las cosas. --De acuerdo --dije, haciendo senas a Jean-Francois, el propietario de la cafeteria, para que nos trajera un par de jarras de vino y unos vasos. Aunque el anticipo que habia cobrado por la novela dificilmente ahuyentaria a los lobos, tenia ganas de celebrarlo. Despues de anos enviando textos a revistas literarias, docenas de relatos cortos y unas cuantas obras en un acto, finalmente habia escrito algo sustancial. Belda, cuyo cabello blanco grisaceo, pomulos altos y piel de porcelana recordaban a una reina de cuento de hadas, se me acerco. --Me gusta el argumento --dijo--. Todas las mujeres que han sido traicionadas por su amante querrian cobrarse su venganza igual que lo hace tu heroina, aunque su retribucion es bastante accidental. ?Que estas escribiendo ahora? --Estoy acabando otra novela corta titulada El gato misterioso... y varios relatos --respondi --. Despues intentare escribir mi primera novela extensa. --?Ya tienes alguna idea? --pregunto--. Tendrias que incluir a un personaje que sea arpista. Lo que conoces siempre es util a la hora de escribir. Mientras le exponia mis ideas, abrio su cuaderno de bocetos y empezo a dibujar furiosamente. Belda era una de mis excentricas favoritas de Montmartre. De joven era una artista prometedora, pero su marchante la explotaba. Cuando intento despedirlo, el le aplasto la mano derecha con un torculo. No se habia percatado de que Belda era zurda, y el juicio posterior la hizo famosa y disparo la cotizacion de su obra. Con el dinero de la indemnizacion, compro en la Rue Girardon una casa con jardin cuyas dimensiones le permitian alquilar varias habitaciones, y se daba una buena vida con su coleccion de gatos, perros, ocas y cabras rescatados. Tambien dirigia galerias de arte y en ocasiones ejercia de critica literaria. Fue Belda quien me presento a mi editor. Cuando hubo terminado, me tendio el dibujo. Habia captado fielmente mi rubio niveo, mi cuello esbelto y mis hombros y brazos delgados. Curiosamente, tambien habia logrado plasmar mi mirada ausente. Jean-Francois llego con el vino y los vasos, y dejo un ejemplar de mi coleccion de relatos cortos, Histoires de fantomes, encima de la mesa para que lo firmara. Siempre me emocionaba al ver la portada de tela amarilla con mi nombre grabado en oro encima del titulo. --Lo pondre con orgullo en el mostrador y le dire a la gente que mademoiselle Lacasse es una de mis clientas habituales --dijo. --Miralos --susurro Sophie, senalando a una pareja que nos observaba desde la otra acera. La mujer llevaba un vestido de bucle con mangas pierna de cordero y cuello y canesu de saten. Su acompanante tambien iba muy elegante con un traje de rayas, solapas en punta de lanza y un sombrero estilo Homburg. No podian desentonar mas en aquella calle cubierta de estiercol, pero nos miraban a nosotros y a la cafeteria como dos ninos asomados al escaparate de una tienda de chucherias. --!Venid, venid! --exclamo Jean-Francois--. !Venid a beber en una autentica cafeteria bohemia donde los artistas, bailarines y escritores mas interesantes se pasan el dia fraguando ideas maravillosas! Su invitacion fue como agitar una zanahoria delante de un burro. La pareja se miro, cruzo la calle a toda prisa y se sento entusiasmada a la mesa que les ofrecia Jean-Francois. Claude y yo intercambiamos una sonrisa. --!Que guantes! --dijo Sophie, cautivada por el atuendo de la adinerada dama--. !Amarillo claro, imaginate! Probablemente se los pone solo una vez y luego los tira. --Suspiro de envidia --. Estoy convencida de que nunca tiene frio. Seguramente no sale de la cama hasta que los sirvientes han encendido las chimeneas. A mi me aterra este invierno. El estudio de Vauclain siempre esta helado y, aunque tiene dinero, protesta si le pido que eche mas carbon a la estufa. --Una vez fui a cenar a casa de Vauclain --dijo Belda--. Se guardo su mejor botella de vino para el y sirvio uno mas barato a sus invitados. Todos nos echamos a reir. --Eso mismo hara Robert algun dia --dijo Claude--. Si es que alguna vez nos invita a cenar. Robert se unio al jolgorio. En nuestro pequeno grupo de artistas nos tomabamos el pelo sin compasion, pero siempre nos apoyabamos unos a otros. Pese a la avaricia de Robert, nos gustaban sus fanfarronadas y disfrutabamos oyendo sus historias, sobre todo de su epoca trabajando en un circo. Mientras los demas seguian hablando, me fije en el brazo delgado de Sophie cuando cogio su copa de vino. Era todo piel y huesos, y no podia permitirse perder mas peso si queria seguir trabajando como modelo de artistas. Pedi sopa de champinones y pan y despues fingi que era demasiado para mi y se la pase. --Gracias --dijo antes de probar una cucharada--. Mi hermana, la de Pont-Aven, vuelve a vivir conmigo. La quiero, pero me vuelve loca. !Insiste en cocinar para mi, pero, o se pasa con la sal, o se quema la comida! No tengo dinero para ir constantemente al mercado. --?Por que vive contigo? --Ella y su marido han vuelto a discutir. Es un bruto que se pone violento cuando bebe. Yo ya le dije que no se casara con el. --Al menos podeis recurrir la una a la otra en tiempos de necesidad --dije--. Compensa que te vuelvan loca. Mientras hablaba, me percate de que Claude estaba escuchando. Se tiro del lobulo de la oreja, pero no dijo nada. Robert empezo a contar una historia sobre unas hermanas siamesas a las que conocio en el circo. --Una era contralto, y la otra, soprano, y era precioso escucharlas... Claude me toco la mano y ladeo la cabeza en direccion al reloj colgado en la pared de la cafeteria. --Deberiamos irnos si quieres ver a tu editor antes de que se vaya --me recordo. Nos despedimos del resto y entramos en la cafeteria para pagar a Jean-Francois, que busco debajo de la barra y entrego a Claude un sobre con dinero. --Esta semana he vendido casi todas tus postales --dijo--. No tardes en traerme mas. Claude se guardo el sobre en el bolsillo sin mirarlo y asintio. Los bocetos llevaban la firma de <>, que para Claude era el equivalente a un seudonimo. Dibujaba escenas parisinas y las vendia en varias cafeterias y tiendas para turistas para financiar sus obras de arte mas serias. --Y para usted, mademoiselle --dijo Jean Francois--, tengo un paquete aun mas grande. -- Me entrego un monton de sobres atados con un cordel--. Sus admiradores aumentan cada dia. Llegaron todas de golpe. !Si todas las cartas fueran de mis admiradores! Me meti el paquete debajo del brazo antes de que Claude viera los sobres amarillos de Roche & Associates, los acreedores. --El editor te aconsejo bien cuando dijo que no les dieras tu direccion a los lectores -- comento Claude cuando salimos a la calle--. Pronto tendras que contratar a una secretaria. Mi sonrisa era mas bien una mueca. No me gustaba guardarle secretos a Claude, pero no era rico. Lo ultimo que queria era que hiciera un esfuerzo heroico para salvarme. Mis deudas eran mi problema y tenia que afrontarlas yo sola. Mi editor, monsieur Plamondon, tenia su oficina en la Rue Auber, en el noveno arrondissement. Cuando su empleado anuncio mi llegada, me recibio con una amplia sonrisa que mostraba el hueco que tenia entre las dos paletas. Tuve suerte de que Belda me presentara a monsieur Plamondon. No solia aceptar a nuevos escritores y, en materia de ficcion, sus criterios eran exigentes. <> --Mademoiselle Lacasse --dijo ahora--, !es un placer verla! --Senalo con la cabeza las cartas que llevaba debajo del brazo--. Veo que le ha llegado la correspondencia que le enviamos a la cafeteria. El numero de cartas aumenta cada dia. !Ha hecho felices a un monton de lectores! --Eso parece --dije mientras ocupaba el asiento que me ofrecia. Unas estanterias de caoba atestadas de novelas cubrian todas las paredes de su despacho. En el aire se percibia una curiosa mezcla de olores: libros viejos y mohosos y tinta fresca de los documentos que se amontonaban sobre la mesa. --Cuenteme, ?en que esta trabajando ahora mismo? --dijo. Le hice un resumen de la novela corta, que trataba de una mujer que se reencarna en gato y visita a sus amigos y parientes para descubrir que pensaban realmente de ella cuando estaba viva. --Tambien estoy trabajando en varias ideas para una novela. Por alguna razon, sigue viniendome a la mente la imagen de dos hermanas, dos hermanas con un secreto. Monsieur Plamondon arrugaba la cara cuando yo hablaba y la relajaba de nuevo cuando hacia una pausa. Era como si fuera una esponja que intentara absorber cada una de mis palabras. --Lo que me sorprende de usted, mademoiselle Lacasse, es que cuando viene se la ve tan fresca e inocente como un diente de leon en el campo. Estoy bastante seguro de que seria usted incapaz de hacerle dano a otro ser humano o incluso desearle mal. Sin embargo, sus historias revelan el lado oscuro de la naturaleza humana. Me parece fascinante. --A lo mejor nos atrae lo contrario de lo que somos --le dije--. Mis historias de amores que duran mas alla de la tumba, muertes truculentas y una tristeza infinita a menudo me sorprenden. Nunca me he considerado macabra, pero mis escritos con frecuencia lo son. --Pues claro que nos fascinan nuestros opuestos. Era el caso de mi difunta esposa, y el mio, desde luego. Ella vivia solo a un volumen: fuerte. Yo, en cambio, siempre valore la tranquilidad. --Monsieur Plamondon se recosto y cerro los ojos un momento, como si estuviera deleitandose en el silencio de su despacho. Luego sonrio--. He oido que toco usted el arpa para una produccion del Theatre de l'Oe uvre. No sabia que era usted una arpista consumada. --Mi abuela me enseno cuando era pequena, hasta que su artritis se lo impidio. Entonces contrato a una profesora. Mi abuelo era medico, pero tambien un gran pianista. Por lo visto, se enamoraron tocando duos. Monsieur Plamondon aplaudio. --Una manera perfecta de enamorarse. Es una lastima que no escriba usted ficcion romantica. Seria una buena historia. Cuando llego la hora de irme, monsieur Plamondon busco entre los papeles de su mesa y me entrego un libro escrito en ingles: El despertar, de Kate Chopin. --Un companero estadounidense me envio esto. Es excelente. Me gustaria saber si puede leerlo y darme su opinion como mujer. A cambio, yo le mande Historia de una casa solitaria, por si cree que puede haber lectores estadounidenses para su obra. --Espero que los haya --respondi satisfecha--. Que me publicaran en ingles seria maravilloso. Estados Unidos tenia una poblacion de mas de setenta millones de habitantes, el doble que Francia. Tener lectores alli podia salvarme de mis problemas economicos. --Trata de una mujer que deja a su marido y a sus hijos para buscar su libertad personal --dijo monsieur Plamondon, senalando la novela de Chopin--. La historia esta ambientada en Luisiana. Usted nacio alli, ?verdad? --Me fui de Estados Unidos cuando aun no habia cumplido dos anos --dije--. La plantacion en la que naci fue destruida en la guerra de Secesion y mis padres murieron de fiebre amarilla. Vine a vivir con mi abuela materna y..., aqui, en Paris. Estuve a punto de mencionar a Caroline. Tenia mucho cuidado con a quien le hablaba de mi hermana, ya que explicar nuestro distanciamiento resultaba demasiado doloroso. La hermana de Sophie la volvia loca, pero al menos se tenian la una a la otra. En mi caso, era como si Caroline no existiera. Monsieur Plamondon se froto la barbilla. --Luisiana tiene una atmosfera inquietante, llena de fantasmas y vudu. ?Escribira sobre ella algun dia? Aunque era muy pequena cuando se fue, es increible lo que puede alojarse en nuestro subconsciente.

  • La pluma dorada de Sonia Galdos

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    Primavera de 1916. El vapor Principe de Asturias, en el que viaja el padre de Aurea Nebreda, nunca llegara a Buenos Aires. A sus trece anos, Aurea tendra que dejar Madrid para residir en Burgos con un tio paterno y su familia, de la que jamas ha oido hablar y a laque molesta su educacion liberal, su afan de estudiar y su pasion por escribir, cuando su objetivo en la vida deberia ser lograr unbuen matrimonio. Culpan de su desobediencia al linaje de su madre, Teresa Garay, cuya desaparicion, anos atras, esta rodeada de misterio, y de la que nadie parece dispuesto a hablar. Pero ni siquiera su familia puede oponerse al progreso que las mujeres impulsanen Espana en los anos veinte. A veces abiertamente, a veces a escondidas, Aurea intentara seguir adelante con sus estudios y su escritura. Hasta que llega a su vida un amor inesperado que desafiara las estrictas reglas de la sociedad. Entonces, descubrira que todos los esfuerzos realizados no han sido nada comparados con lo que tendra que hacer para defender su derecho a la libertad sin traicionar su propio corazon.

  • Deseo cumplido de Roni Green

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    Gabriela tiene un deseo, una fantasia que va a hacer realidad con un poco de ayuda. Porque no todo en esta vida es trabajo y sacrificio, a veces es necesario darse un respiro y disfrutar de lo que verdaderamente es importante. Como, quiza, descubrir el amor.

  • Bajo tus ordenes de Alina Covalschi

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    Un gran desengano amoroso es el culpable de que Clara decida ingresar en una academia militar. Miedosa pero valiente, infantil pero adulta. Harta del amor pero enamoradiza. Necesita escapar de la realidad y volver a ser la que era antes.
    Acostumbrada a una vida lujosa y de libertad, se ve obligada a trabajar duro y a cumplir las ordenes que los demas le dan.
    Su comportamiento, rebelde por naturaleza, llama la atencion del comandante Gibbins. El mismo que decide darle una leccion que no olvidara en la vida.
    Fantasmas del pasado, miedo al amor y una irrefrenable pasion son los protagonistas de la nueva vida de Clara.

  • La flor de hierro de Laurie Forest

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    La fortaleza de Elloren Gardner marcara el destino de un reino. Una historia en un entorno escolar a la Harry Potter y con un contexto politico a lo Juego de Tronos.

  • No me mires asi, nena de Kris Buendia

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    !Maldicion! ?Que ocurre? --Salto en un solo pie al ver que el elevador se ha detenido. De acuerdo soy toda una valiente, pero cuando se trata de estar encerrada en el ultimo piso del elevador de la empresa Barbieri Advertising para la cual empece a trabajar hoy, todo lo valiente se puede ir al carajo en un segundo. --!La madre que los pario! --Vuelvo a gritar y esta vez siento una mano grande y fuerte sobre mi hombro. No se si esta confortandome o si esta reprendiendome por mi lenguaje. Me importa una mierda, estamos atrapados, podemos morir en cualquier momento. ?Y cuanto lleva ahi de todas maneras? De acuerdo, Amy relajate. --Senorita, por favor tranquilicese. Joder, he entrado al elevador sin darme cuenta que habia alguien, pense que estarian vacios y es porque me salte cinco minutos antes de mi almuerzo para encontrar el mejor lugar en la cafeteria de la esquina que vi hoy por la manana. --?Que me que? --Casi es una ofensa--No me pida que me tranquilice cuando mi vida puede terminar aqui en este elevador de mala muerte. Ni si quiera se por que le estoy siguiendo la conversacion. Por su tono de voz es un hombre fuerte, pero estoy empezando a maldecir esta oscuridad porque no puedo verlo como quisiera. Vaya, Amy. No es momento para que te pongas cachonda. La luz empieza a brillar, mi subconsciente me dice gire sobre mi propio eje y vea al hombre que me ha tocado el hombro. Lo hago sin pensarlo y como la torpe que soy mi bolso cae al suelo, haciendo que el hombre misterioso se agache para recogerla. Pelo castano. Oh, mierda la lampara del elevador ha vuelto a fallar precisamente cuando el iba a levantar su rostro para verme. ?Donde he visto ese pelo castano antes? --Tenga--Me entrega tanteando por la ausencia de luz y rapidamente tomo mi bolso y lo aplasto contra mi pecho. --Gracias. --?Siempre eres asi? --?Ya nos empezamos a tutear? --Lo siento--Se disculpa--Me deje llevar. --Pues agarrese para que no se lo lleven, senor... --?Siempre eres asi? --Otra vez con las preguntas--Me quejo ya sintiendo que me va a dar algo porque este hombre me esta sacando de quicio. Empieza a reirse a carcajadas, ahora me siento dichosa de poder escuchar solamente yo esa carcajada varonil del caballero misterioso. Su acento italiano es sexy. Sera porque me encuentro aqui y se ha dado cuenta que no soy de aqui que, me sigue la corriente. --Mire--Me llevo las manos al cuello y doy gracias a Dios y los santos porque no puede verme--Mejor piense en algo para sacarnos de aqui, me voy a desmayar en cualquier momento. --Tranquila--Vuelve a tocarme y esta vez ese roce manda chispas a todo mi cuerpo--Pronto saldremos de aqui, he llamado a los tecnicos del edificio. ?Y cuando los llamo que no me di cuenta? --No sabia que habian de esos--Mi insolencia sale de nuevo a la luz --Para ser una empresa prestigiosa, cuyo dueno es italiano, y que si tuviese la oportunidad de tenerlo de frente para maldecirlo por tener elevadores en mal estado. Jamas pense que me pasaria algo como esto. --?Maldecirlo? --Pregunta curioso. --En mi idioma es que le diria un par de cosas que seguramente me despediria en ese momento, pero es que los elevadores hacen que me de algo. --?Le de algo? --Oiga, ?Usted no se cansa de hacer preguntas? --Ahora si me enfado. --Le hare la ultima pregunta--Ignora lo que dije--?Cual es su nombre? Vaya, con este hombre no se cansa. --?Si le digo mi nombre me va a dejar en paz y nos sacara de aqui? Como si eso fuese posible. --Si. --Amy Collins, hoy es mi primer dia de trabajo, el que va a ser mi jefe no se ha aparecido en toda la manana y por eso me he escapado para almorzar en vez de estar esperando un hombre con cara dura segun me han contado. --Hombre de cara dura--No ha sido una pregunta--?Entonces no sabes quien es tu jefe? --Nop--Hago que suene la “p” mas fuerte de lo normal. Si vamos a estar aqui mas tiempo juro que voy a matar a dos hombres hoy. El primero sera el y el segundo el maldito quien sera mi jefe. Pero primero: --?Y usted es?… La luz regresa y el elevador se abre por dos hombres con trajes color naranja, deben ser los tecnicos del Barbieri Advertising. --Gracias a Dios--resoplo y cuando levanto mi vista para agradecerle a esos hombres que hicieron mas que el que estaba dentro conmigo, con mi ceno fruncido les pregunto: --?Que sucede? --S...senor Barbieri--Dice uno de ellos--Disculpe la tardanza. --No se preocupen--Dice la voz detras de mi y juro que he dejado de respirar--Hagan el favor de revisar todos los elevadores de la empresa-- Hace una pausa--No quisiera que alguien se desmayara aqui dentro si algo asi vuelve a suceder. --S… si, senor Barbieri. No me muevo. No parpadeo. No hablo. ?Senor Barbieri? Hago una memoria mental y maldigo esta vez para mis adentros. El hombre que estaba conmigo, el que soporto mi insolencia y mala leche, al que le dije que iba a maldecirlo. Es el Senor Barbieri. Mi jefe. 2 ?Mi jefe? !Jo...joder! He amenazado con cantarle sus tres. !Y en sus narices! --?Senorita Collins? --Pregunta alguien y yo sigo como una loca ridicula sin moverme--Senorita Collins haga el favor de responder. ?Ahora me ordena? De pronto la misma electricidad--Miento--Ahora una muy fuerte corre por todo mi cuerpo al sentir las manos del senor Barbieri en mi cintura para que salga del elevador. Hago lo que silenciosamente me pide y salgo sin decir mas. Los tecnicos hacen una nena reverencia en presencia del jefe y yo me encuentro haciendo lo mismo. --?Senorita... --Bien--Lo interrumpo--Estoy bien...senor Barbieri. Levanto la mirada y !Maldicion! Ahi esta ese rostro. Nariz respingona. Cabello castano. Ojos verdes que acompanan esa mirada sensual. Voz recargada de: "Quiero cogerte aqui y ahora" !Joder contigo, Amy! Que contigo todo es coger. --No me mires asi, nena. Y haz el favor de no hacer temblar tu voz y mucho menos tartamudear--Exige y mis entranas empiezan a sacudirse al escuchar ahora esa voz de mando--Me gustaba mas la mujer asustada del elevador... ademas de insolente y que ha amenazado a su jefe con--Ladea la cabeza--?Maldecirlo? Oh, diosito este hombre me hace sentir cosas con solo verlo y no es precisamente maldecirlo. !Aunque deberia! El muy cabron me esta intimidando, pero ni leches. !Ni loca! --Senor... --Brandon. Me llamo Brandon. Trago, trago y estoy segura que me he tragado hasta la lengua porque ahora me cuesta responderle. A pesar de ser un manojo de nervios para mis adentros no se lo demuestro y me mantengo firme despues de escuchar semejante barbaridad. --Yo--Hago una pausa breve y recuerdo no tartamudear como una cria--Yo lo lamento, pero usted es mi jefe. Por lo tanto lo llamare por: <> --En el ascensor me dijiste <> ?A que ha venido el cambio? --Estaba asustada. Y me disculpo por mi comportamiento, senor Barbieri. Veo a nuestro alrededor y la gente del edificio ha empezado su rutina. Veo el reloj en mi muneca y en efecto ya es hora del almuerzo. Varias miradas se cruzan entre nosotros y ahora me siento como una anormal por estar frente a mi jefe. !Al jefe de todos! --?Almuerzas conmigo? ?!Pero de que va!? !Madre que hoy si me da algo! --No. --Es hora del almuerzo--Ahora es el quien ve su caro reloj de oro en su muneca--Ademas es mi manera de disculparme por haber venido un poco tarde en tu primer dia de trabajo. No se cuanto tiempo lleves en Italia, y si quieres, puedo ensenarte los alrededores. --Eso no es problema, senor... --Brandon. --Senor Barbieri--Le gruno--No es necesario y no tengo nada que disculparle. Si me disculpa. Hago el movimiento de irme, pero de pronto me detiene del brazo. Casi tropiezo con ese roce que cada vez que lo siento es mas electrico y estoy segura que ya tengo los pelos de punta. Como si una eternidad pasara, clava esos ojos verdes en mi. Repasa mi rostro, mi cabello y el muy sinico ve mi pequeno escote y sonrie. !Dios, esa sonrisa! El ultimo accesorio que da a juego con ese trajo oscuro y elegante. --Almuerzas conmigo. De nuevo... no ha sido una pregunta. ... Practicamente soy arrastrada hasta su BMW y la hora pico a esta hora no ayuda en nada. Mis nervios se han ido y ahora me siento como una ninfomana pensando guarradas. Su perfume se ha apoderado de cada poro de mi piel y tengo mucho calor. Pero no es porque el clima aqui dentro no sea agradable. Es por esos jodidos ojos verdes. --?Que te gustaria comer? --Rompe el silencio mientras esperamos que el semaforo cambie a verde. --Iba al restaurante de la esquina--Veo hacia la ventana en vez de su rostro--Solamente tengo una hora. No dice nada y ese silencio hace que lo vea. Tiene su mirada puesta en mi pero no sonrie. ?Lo he enfadado? Ahora soy yo la que no dice nada, sino que hago lo mismo. Lo veo. Lo estudio. Lo deseo. !Joder, lo deseo en este momento! --?Senor? --Me obligo a preguntar aclarando mi garganta. --Brandon--Insiste--Pero asi me gusta, que me veas a la cara cuando me hablas y no que te escondas viendo hacia la ventana. --No me estaba escondiendo. --?Ah, no? Niego con la cabeza y veo sus manos que aprietan mucho el volante a pesar de que el auto no se esta moviendo. Tiene manos grandes y seguro que mis pequenos pechos pueden ser envueltos en una sola mano sin problema. El semaforo se ha puesto en verde y la bocina detras de nosotros hace que mi hombre de cara dura reaccione !Y yo tambien! --Cara de poquer--Siseo enfadada por lo que me hace pensar. --?Disculpa? --Eh... nada, que tengo mucha hambre. --He reservado en el Amore. ?Y cuando reservo en el Amore? Lo quedo viendo pasmada. Primero en el elevador y ahora esto. Esta asustandome un poco esa mania controladora. ?Sera con todo asi? Yo creo que no. Todavia no conoce a Amy Collins. Y estoy segura que lo que me gusta controlar sera un arma de doble filo tanto para el como para mi. Al momento de ver el gran letrero en letras doradas y cursivas, abro mi boca al ver la fachada del restaurante. Nunca habia imaginado un lugar tan bonito, pero es porque me gusta mas estar en <> que compartiendo el ambiente con gente estirada como el. --Llegamos, senorita Collins. --?Por que me llama de esa manera si a usted no le gusta que le diga <>? !Sere idiota! El senor Barbieri se aproxima como un iman buscando mis ojos, mis labios y hasta mi alma cuando dice: --?Te gusta que te lleven la contraria? --Pregunta respirando en mi cara y la barrita de excitacion se esta empezando a cargar. Labios carnosos. Es lo unico que puedo ver en estos momentos. --Responde. --No. Entonces saca su lengua y remoja sus labios, apenas levanta la comisura de su labio para sonreir y cuando pienso que no hay mas distancia entre nosotros, vuelve a sacar su lengua y la pasa por mi labio inferior. !Oh, si Barbieri! Cierro mis ojos y espero por mas. De pronto siento el aire que no proviene de su respiracion y abro mis ojos.

  • Coleccion completa Intimos Deseos de Mercedes Franco

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    Libro 1:

    El album de la verguenza era la estrategia que siempre usaba Abigail Ocanto cuando queria conseguir lo que se proponia, y esta vez no seria la excepcion, habia armado un plan maestro, estaba segura que daria resultado.

  • Las confidentes de Elizabeth Subercaseaux

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    Dos mujeres, la norteamericana Quinn y la francesa Juliette, se conocen casualmente en la India. Son dos mujeres con un pasado traumatico y nada en comun, aparentemente. Sin embargo, lo que las vincula es mucho mas que aquello que las separa. Muchos anos antes ambas fueron protagonistas de una historia similar que dio un giro inusitado a sus vidas: las dos perdieron a sus amantes practicamente el mismo dia y ambas lo perdieron a causa de un crimen sucedido en la misma fecha y casi a la misma hora, uno en Chile y el otro en Estados Unidos. En torno a ellas se aglutinan todos los personajes de sus vidas: los del campo chileno, la Provenza francesa y los barrios bajos de Pennsylvania, hilvanando historias donde la dureza de la vida se contrapone a la pasion, los deseos de reinventarse y de alcanzar los suenos.

  • Eso que tu haces de Valeriam Emar

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    Amy Klarson es una escritora que no logra conectarse con la protagonista de su novela: Emily, una atrevida prostituta. Y su agente literario le propone ponerse en sus zapatos. Vivir la vida de Emily le traera muchos problemas. Como ayudar a un sicario a encontrar a las personas que los quiere ver muertos a los dos.
    Greg Adams es un sicario que pretende retirarse, pero el sabe demasiado y no le sera tan facil abandonar su profesion. Siempre habia trabajado solo, hasta que en su vida aparecio: Amy Klarson. La mujer que le hara romper todas las reglas.
    Amy tendra una relacion peligrosamente adictiva con el seductor asesino.

  • El hombre que ya no soy de Salvador Navarro Leon

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    Elisa, sevillana en la cuarentena y con dos carreras universitarias, aunque es de buena familia tiene una vida echada a perder, cree encontrar su salvacion en Roberto, un alto ejecutivo de abrazos imponentes. Despojada de toda etica, se entromete en el territorio explosivo de un hombre de exito en plena catarsis por la muerte violenta de su hermano pequeno; seduce a Fidel, amigo inseparable de su ansiado objeto del deseo, para acceder a el sin entender de las lealtades entre ellos, haciendo de cada paso un intento desesperado por dejar de ser una mujer maldita.

  • ?Dormimos juntos? de Andrea Hoyos

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    Andrea es escritora, aunque no vive de los libros. Quiza por eso sucumbe a la propuesta de Borja y se encierra para escribir con el un relato erotico que la haga millonaria y la libere. Pero el placer es gratis y la libertad es cara: a los dos les gusta el sexo y les da miedo el amor. ?Llegaran a dormir juntos o haran solo todo lo demas?

  • Su Guardaespaldas de Elena Romero

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    Victor es el unico hombre en el que puedo confiar.
    El unico hombre que se preocupa por mi de verdad.
    El unico que me quiere, desea, cuida y protege.
    Y es el unico al que quiero. Pero no puedo tenerlo.

  • Pasion y engano de Miranda Lee

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  • Travis y Emily_ El pasado imper de Abril Camino

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    Cuando las ruedas del avion tocaron con suavidad el asfalto de la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional JFK de Nueva York, Travis sintio la vieja tension de la expectativa. Las mismas sensaciones que solian embargarlo en los minutos previos a saltar al campo antes de un partido. Ilusion y nervios. Emocion y ansiedad. El habitual crujido de su rodilla derecha le recordo que el futbol era ya historia para el. Como casi todo lo que le habia parecido divertido cuando era joven. Cuando era joven. Hacia dos anos que habia dejado Nueva York para volver a Arizona, y tenia la sensacion de haberse hecho viejo desde entonces. Habia trabajado de sol a sol, al ritmo que su padre habia marcado, y ni siquiera habia buscado un lugar decente donde vivir. Pocas semanas antes de que el se instalara en Phoenix, su hermano Mark se habia mudado al rancho que la familia poseia en las afueras de la ciudad, y Travis se limito a ocupar su antiguo apartamento sobre el garaje. En el fondo de su alma, incluso sin ser consciente de ello, siempre habia sabido que regresaria a Nueva York. Sentado en el autobus que lo llevaba al sur de Manhattan, se sentia como un turista novato. Buscaba la silueta de los rascacielos sobre el East River, el sol dibujando el crepusculo de aquella tarde de final de verano sobre las azoteas de Brooklyn, el ritmo frenetico de la ciudad. Pero el no era un turista. El habia vivido cuatro anos en Nueva York y no habia vuelto a sentirse en casa en ningun otro lugar. Aquella ciudad aparentemente fria y despiadada era su lugar favorito en el mundo. Pese a los dos anos de ausencia, tardo segundos en trazar en su cabeza el recorrido que debia hacer en metro hasta el pequeno estudio que habia alquilado en el SoHo[1], a pocas manzanas de Little Italy[2]. Su hermano Preston lo habia elegido para el, teniendo en cuenta el exiguo presupuesto con el que contaba para los primeros meses. Su padre se habia tomado su desercion con deportividad y le habia ofrecido una asignacion similar a la que aun le pasaba al mas pequeno de los cuatro hermanos, Parker, pero el la habia rechazado. Queria comprobar si, viviendo como cualquier persona de su edad que empezaba en su primer empleo, conseguia sentir, al fin, que tenia veinticuatro anos. Encontro la llave sobre el marco de la puerta de entrada, donde Preston se la habia dejado, lanzo sus bolsas de viaje a una esquina del salon-cocinacomedor-dormitorio, y se rio con ganas al ver la nota que le habia escrito su hermano gemelo. Ademas de hacerle unas cuantas propuestas para las siguientes cuatro mil noches de sabado, lo informaba de que le habia comprado dos packs de Budweiser y se los habia metido en el frigorifico. A eso debia de referirse la leyenda urbana de que los gemelos se comunicaban de forma telepatica. Una cerveza, en ese preciso instante, sentado en el sofacama de su nuevo apartamento, era la perfeccion. Por desgracia, a Preston tambien se le habia ocurrido concertar una reunion fraternal, segun sus propias palabras, aprovechando que las fiestas de San Gennaro se celebraban en esos dias en su barrio. Tras cinco horas de vuelo y con la perspectiva de tener que ubicar todas sus cosas en un apartamento que cabria en la parte de atras de la camioneta que solia utilizar en Arizona, sus ganas de pasar la tarde bebiendo chianti[3] y comiendo cannoli[4] eran mas bien escasas. La propuesta incluia tambien a Parker y a su novia Amy. Travis habia conocido a Amy ese verano en el rancho familiar, donde habian coincidido todos durante una semana de vacaciones. Entre sus padres y la propia Amy habian conseguido convencer a Parker de que casarse ese mismo verano era una locura incluso para su nivel de impulsividad habitual. Pero Parker seguia siendo Parker, asi que solo lograron retrasar el enlace un ano. Ahora, tenian nueve meses por delante para organizar una boda. Un motivo mas para alegrarse de haberse ido de Phoenix y mantenerse alejado de la locura de preparativos en la que ya habia entrado su madre. Travis podia estar agotado por el viaje desde Arizona y deseando echarse a dormir, pero no enganaria a nadie si dijera que no le apetecia ver a sus hermanos. Le encantaban los dias, cada vez mas escasos, en que se reunian todos. Mark seguia en el rancho, de donde parecia que nadie podria sacarlo jamas, pero los otros tres Sullivan iban a compartir vida en Nueva York. Quiza Preston tuviera razon, y la ocasion mereciera celebrarse. Habia echado de menos a Preston los dos ultimos anos. Jamas lo diria en alto y, por supuesto, preferiria cortarse la lengua que reconocerlo delante de el. Adoraba a Mark y a Parker, pero la relacion con su gemelo siempre habia sido especial. Habian compartido amigos, deportes, locuras y tambien alguna novia. Al acabar la universidad, Preston habia aceptado la oferta de un viejo amigo de su padre para trabajar con el durante dos anos en Londres. Travis, en cambio, habia sido mas conservador y habia regresado a Arizona. Habia viajado a Londres cuatro veces en los dos ultimos anos para visitar a su hermano, y lo habia visto muy integrado en aquella ciudad loca en que los coches circulaban por el lado contrario, se bebia te en lugar de cafe, y los reyes vivian en palacios. Pero Travis lo conocia lo suficiente como para saber que el tampoco podia vivir lejos de Nueva York. Los dos llevaban dos anos sintiendo que se habian dejado un trozo de su alma en la Gran Manzana. En cuanto le surgio la oportunidad, a traves de un viejo conocido de Beta Theta Pi, de disfrutar de una beca como profesor adjunto en la misma escuela de Leyes de Columbia en la que todos los hermanos habian estudiado, Preston no dudo en cruzar de nuevo el Atlantico e instalarse en la ciudad. Durante una enajenacion mental transitoria, llegaron a pensar en compartir apartamento, pero llevaban demasiado tiempo luchando por diferenciarse el uno del otro como para caer ahora en ese error. Ademas, Preston se habia convertido en una especie de moderno al estilo europeo y se habia instalado en Brooklyn. A Travis, en cambio, no lo moverian de Manhattan ni los desorbitados precios de la vivienda, ni la incomodidad de convivir a diario con los turistas ni las mas que probables plagas de ratas a las que se enfrentaria en su viejo edificio. Cuando oyo el timbre de su portero automatico, tiro al fregadero la bolsa de hielo que se habia colocado un rato antes en la rodilla, y bajo las escaleras de tres en tres antes de recordar dos cosas: que la rodilla lo estaba matando y que un par de horas antes creia que no le apetecia demasiado ver a sus hermanos. || --Pero, ?que demonios te ha pasado, Preston? --Travis se rio con ganas de su hermano gemelo, que ya no lo parecia, con su pelo casi tan largo como el de Parker, su barba cuidadosamente desalinada y unas gafas de montura de pasta negras. --!Tu tambien no, por Dios! ?Crees que no he tenido suficiente con Parker? --Es que me esta costando mucho decidir si me horroriza mas el hermano pijo puro o el hermano pijo reconvertido en hipster --se burlo el menor de ellos. --Al menos nosotros no nos dedicamos a tatuarnos hasta los dientes. -- Travis entorno los ojos en direccion a su gemelo, con una interrogacion llena de sospecha--. ?No, Preston? --No, joder. Eso si que no. --Preston miro a su hermano pequeno y senalo el vendaje plastico que lucia en la parte interior de su antebrazo izquierdo--. ?Otro? Parker le respondio con una media sonrisa y un encogimiento de hombros, justo antes de protestar por que lo trataran como si aun tuviera doce anos delante de su prometida. --Perdona, Amy. Creo que ya intuiste este verano que no es agradable convivir con los hermanos Sullivan. --Podria llegar a acostumbrarme a vosotros. Al fin y al cabo, me toca lidiar con el mas rebelde, ?no? --Oh, si, todo un dechado de rebeldia el pequeno Park. Creo que esa imagen quedo atras cuando decidio casarse a los veintidos, por muchos tatuajes que se haga para disimularlo. --Que os jodan a los dos --respondio Parker, aunque su sonrisa contradecia sus palabras--. ?Cuando empiezas en el trabajo? --La semana que viene. Tengo tres dias para acabar de instalarme, buscar gimnasio para la rehabilitacion y emborracharme un par de veces como minimo. --?Rehabilitacion? ?Sigues con problemas en la rodilla? --le pregunto Amy, ignorando los planes de los otros dos hermanos sobre esas prometidas borracheras. --En teoria, ha mejorado con la operacion. Pero llevo dos semanas sin ir al gimnasio, y ha empezado a dolerme de nuevo. --En el gimnasio de Columbia hay descuentos para antiguos alumnos. Si quieres, me entero de como funciona y te paso la informacion --se ofrecio Preston. --Perfecto. Me queda mas o menos cerca de la oficina. --Si tu oficina esta cerca de Columbia, lo que no entiendo es por que has decidido vivir en el extremo opuesto de la ciudad. --He rechazado el dinero de papa. Asi que no me puedo pagar nada mas arriba del SoHo. --Yo pago en Harlem por un piso de dos habitaciones la mitad que tu por ese zulo --se burlo Parker. --No voy a vivir en Harlem. No te ofendas, Amy. --Su futura cunada le sonrio, quitandole importancia al comentario con un gesto de su mano--. Y, antes de que digas nada, Preston, mucho menos voy a vivir en Brooklyn. || Brooklyn, Harlem o hasta el mismisimo Phoenix ya no le parecian tan mala opcion a Travis cuando asumio que ni la cuarta parte de su impecable ropa de marca cabria en aquel piso. Iba barajando la opcion de guardar algun par de zapatos en el horno, mientras cubria caminando el breve trayecto entre su despacho y el gimnasio del campus en el que Preston le habia conseguido plaza. Se habia pasado la noche del sabado bebiendo con su gemelo y bailando en un rooftop de la Quinta Avenida, en un plan del que Parker se descolgo a ultima hora para ir a ver el musical Wicked con Amy y su hija. !Cielo santo, el mundo estaba loco! El domingo habia pagado las consecuencias de la noche anterior. Primero, tratando de echar de su apartamento, con la mayor elegancia que fue capaz de reunir, a la rubia siliconada bajo la cual habia visto amanecer; y, despues, aliviando con hielo e ibuprofeno el persistente dolor de su rodilla. La decision de retomar los ejercicios de rehabilitacion, habia asumido al fin, respondia mas a una necesidad que a un capricho. Cuando llevaba menos de media hora en el banco de cuadriceps, ya sudaba como si acabara de dar veinte vueltas a las pistas de atletismo de su instituto. De hecho, pocos anos antes, daba las vueltas que hicieran falta sin sudar como un pollo escaldado. Fue a echar mano de la botella de agua que, inteligentemente, habia comprado en una de las maquinas de los vestuarios, cuando reparo en la chica que ocupaba el banco a la derecha del suyo. Daba igual cuantos asaltos le hubiera proporcionado la rubia del sabado o cuanta intencion tuviera Travis de portarse bien en esas primeras semanas de trabajo. Tendrian que haberle arrancado los ojos para no fijarse en aquella mujer. Vestida con unas mallas largas de licra negras, una simple camiseta blanca de tejido tecnico y unas zapatillas de running, estaba tan concentrada en sus ejercicios que Travis se podia permitir el lujo de mirar sin disimulo. Pese al esfuerzo que se reflejaba en su ceno fruncido, la dulzura de su cara no podia pasar desapercibida a nadie que la mirara. Llevaba el pelo rubio -y que Travis apostaria a que era natural, para variar- recogido en un mono alto, y unos enormes ojos marrones no apartaban la vista de la punta de sus zapatillas. Cuando Travis acabo de beber, volvio a su rutina y decidio que trabajaria mas suave solo para prolongar su estancia en el gimnasio y esperar a que ella se levantara. No pensaba desaprovechar la oportunidad de disfrutar de ese culo enfundado en unas mallas brillantes como chocolate fundido. Igual de rico. Una hora despues, Travis habia perdido toda la esperanza y casi toda la dignidad, forzando unos ejercicios que estaban a punto de costarle un ataque cardiaco. Se levanto exhausto, preguntandose de donde sacaba aquella chica la resistencia. Seguro que habia entrado en Columbia con alguna beca de deporte. --Los primeros dias siempre son mas dificiles --le comento la chica del culo perfecto (ya habia decidido que no seria necesario verlo para juzgarlo), con voz dulce y sin atisbo de burla, cuando el paso por su lado camino de los vestuarios--. Pronto cogeras la forma. Travis se limito a asentir. Maldita sea. Habia quedado como un debilucho delante de una chica que no debia de tener ni siquiera edad legal para beber.

  • Quiero volver a verte de Angela Drei

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    Una historia de amor bajo el cielo de Londres.

  • El Alfiletero estampado de Ayarit Gallardo

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    De nina, recuerdo como todos los dias al salir de la escuela, salia corriendo por las calles de mi pueblo para ir a sentarme en la Fuente de Aretusa. Sonaba que los papiros eran grandes cabezas despeinadas de musicos de una orquesta y que yo era una afamada soprano que estaba a punto de hacer estallar la vieja estatua con mi aguda voz. Imaginaba ver a Alfeo fundiendose en las aguas de Aretusa, tal cual como cuenta su mito, para muchos una violacion para la que queria permanecer virgen, para mi; una manera increible y osada de como consumar el amor de cualquier manera. Mi nombre es Tarcila, si asi como lo oyen, un nombre nada comun para una mujer nada comun, asi soy yo. Mi madre, proveniente de una familia noble de Siracusa, cuna de Arquimedes, me lo coloco en honor a mi abuela para recordarla cada vez que lo pronunciara, ya que quedo huerfana siendo una nina. En una isla tan pequena como Ortigia, todos querian y respetaban a mi madre, que era una de las pocas maestras del pueblo, lleno de pescadores y costureras analfabetas que sonaban en secreto que sus hijos tuvieran otro destino, pues en publico se enorgullecian que siguieran sus pasos. Era impensable imaginar para la epoca, como siendo huerfana, criada por sus hermanas inexpertas solo unos anos mayores que ella, pudo destacar entre tantas licenciandose como maestra en la Universidad de Catania, donde iba a estudiar todos los dias desde Ortigia en carreta. A mi padre, un apuesto y gallardo romano, lo conocio en el Teatro Massimo Bellini, cuna de la Opera en Catania, lugar que a el le encantaba frecuentar, pues aunque era constructor, su pasion por la opera y sus dotes de tenor, lo mantenia siempre cerca del escenario. Alli ocurrio la magia. La severa senorita maestra, pasados sus treinta y tantos, la que conservaba su virtud cual Aretusa, encontro el amor en aquel romano con porte de gladiador, que tal como Alfeo, lucho por fundirse en ella hasta su ultimo aliento. Mi amado padre. De el herede el gusto por la buena musica, mi voz prodigiosa y mi capacidad para sonar alto y sin limites. De mi amada madre, mi gusto por las bellas artes y por todo lo hermoso, la creatividad y la sobriedad al actuar. De su amor nacimos dos hijos, mi hermano Vittorio, en homenaje a Vittorio Emmanuelle II de Italia y yo, la estrambotica Tarcila, como mi abuela siracusana. Estrambotica fisicamente, si, asi me consideraba, ya que desde pequena era enorme, asi como les dije que mi padre parecia un gladiador, asi me veia yo, mucho mas alta y robusta que las demas ninas del pueblo, pero lo que mas aun me caracteriza con ese adjetivo es mi personalidad. Mis ojos de un hermosos color miel, pero nunca comparables al verde jade cambiante de mi madre, quien tiene una mirada tan enigmatica, que puedes ver todas las tonalidades de verde existentes segun su temperamento, y vaya que conozco todos sus colores. Mi hermano Vittorio y yo crecimos cual gemelos, ya que tan solo nos llevamos un ano. Nos adoramos con locura, pero sin decir una palabra, como hermanos crecimos entre juegos, discusiones, acusaciones y complicidades. El siempre estaba acompanando a mi padre en todo momento, aunque preferia estar pegado a las faldas de mi madre, mientras que yo, por ser nina, siempre debia estar aferrada al lazo de su delantal. Sonaba con los dias en los que mi padre silbaba desde su Giulietta rojo del 54 encendido para llevarme a Catania con sus amigos. Era nuestro dia y nuestro paseo, pues, aunque ibamos los cuatro, yo sentia que era el dia de nosotros dos unidos por la musica. Con papa impaciente en el carro, comenzaba la carrera contra el tiempo de mama. Acicalar a dos ninos pequenos que solo querian salir corriendo a pasear, mientras ella se empenaba en dejar nuestra piel brillando con una esponja, tallandonos en la vieja tina de madera, para luego vestirnos con nuestros mejores trajes. Recuerdo las rodillas de mi hermano, tratando de esconderse bajo el pantalon corto, pues siempre estaban llenos de moretones o heridas producto de sus travesuras. A mi siempre me ponian vestidos enormes, llenos de vuelos lazos y bordados, que mi mama mandaba a hacer especialmente a mano por una costurera en Taormina, no solo porque eran los mas bellos, sino porque no habian vestidos lindos para ninas de mi tamano y proporciones. Al llegar el momento de peinarme era todo un suplicio, pues mis cabellos dorados pero rebeldes como yo, eran siempre domados a la fuerza con el cepillo de metal y el brazo fuerte de mi madre, quien hacia magia para estirarlos a la altura de mis orejas, dividirlos en dos monos y hacer un par de roscas rematadas con un lazo Imaginaran a esta pobre nina con los ojos achinados a juro con lagrimas entre el dolor de cabeza constante y el apreton, pero eso si, siempre impecable, como una verdadera princesa siracusana. Todo este ritual transcurria entre corneteos incesantes, silbidos exasperados y gritos enardecidos de mi padre, quien impaciente en su Giulietta amenazaba siempre con dejarnos. Asi magistralmente comenzabamos mi hermano y yo a lloriquear a todo pulmon para apurar a mi madre, quien con sus refinados modales, no salia de casa hasta estar impoluta, orgullosa con sus dos hijos de la mano. Muchas veces la gente del pueblo se reia al ver a mi madre corriendo con nosotros para alcanzar el carro de papa cuando cansado de esperar lo ponia en marcha. Esos dias debia terminar de maquillarse y quitarse los rollos para el cabello en el camino a Catania. Eso si, antes de pasar el Ponte Nuovo, ya era toda una esfinge dorada. Por sus modales refinados, la gente que no la conocia creia que era francesa o inglesa. Jamas imaginaban que era de Ortigia, ni siquiera de Catania donde se formo, porque seas de Siracusa, Taormina o simplemente siciliano, lo bullicioso para un italiano se lleva en la sangre. Pero ella no. Mi madre era una mujer muy discreta y silenciosa, de profunda formacion religiosa. Aprendio a pintar como cualquier maestro renacentista y como buena italiana, su amor por la cocina era insuperable, solo que tenia una manera muy delicada y particular de preparar todo, que la diferenciaba de las demas mujeres del pueblo, que habian heredado las recetas ancestrales de sus nonas. Mi padre, tambien era un experto en la cocina y verlo cocinar era todo un espectaculo, pues mientras lo hacia, parecia estar excavando en una cantera romana. Mi madre con las manos en la cabeza, sentada de espaldas en la mesa del comedor, sin poder hacer nada mas que pensar que papa estaba demoliendo la cocina y mi hermano y yo nos divertiamos viendolo hacha en mano, como un gran lenador para deshuesar algun ave o descamar un pescado Eso si, al preparar sus grandes banquetes, quedabamos retozando de alegria. Solo mi pobre madre se levantaba de la mesa, mientras nosotros canturreabamos una cancion con el, para ir a poner orden en su mas preciado rincon: la cocina. Recuerdo cuando una de esas veces sentados frente a la mesa, me senti tan en confianza que les exprese a todos mi deseo de ser parte de un mariachi mexicano cuando fuera grande. Esa musica siempre estuvo presente en nuestro hogar, ya que papa aun sin entender lo que decian las canciones en espanol, nos enseno a admirar a los grandes cantantes de la epoca de oro mexicana. Yo muy emocionada infle mi pecho, dispuesta a entonar una de esas tonadas, cuando mi hermano, con su risa unica y particular comenzo a burlarse de mi deseo, diciendo que solo podia servir para cargar el guitarron, una guitarra mexicana enorme que hace la funcion de bajo. Correteos por toda la mesa hasta que pude alcanzarlo y en un intento de imitar las lecciones de lucha que papa nos habia ensenado, le salte encima y le saque el aire como a un globo desinflandose. Todavia hoy en dia nos reimos al recordar el hecho, sobre todo, los golpes que nos dio mi madre con la paleta de madera de la cocina, con la que preparaba sus divinas recetas, pero tambien nos ajusticiaba de vez en cuando. Despues de este dia, decidi aferrarme mas a mi sueno de ser cantante, solo que no volvi a contarle a nadie mis deseos, por lo menos no hasta que pudiera cristalizarlos. Cuando cumpli 12 anos, mi madre me regalo el obsequio que cambiaria mi perspectiva, al que me engancharia de por vida de una manera fantastica, el que me hizo dejar de pensar como nina, para usar mi imaginacion de mujer. Mi madre me regalo un alfiletero estampado Si, como lo leen, un alfiletero, pero no cualquiera. Uno hecho con un tela magnifica llena de hermosas flores negras brocadas, lo que hacian parecer relieve, uno enormes ojos azules hechos de boton y un cabello lleno de fibras doradas de un cordon deshilachado. Se me olvido agregar que mi alfiletero era un muneco, si un muneco hecho con retazos de tela por mi mama, para que yo colocara alfileres y agujas mientras aprendia a coser y a bordar Para mi con mi extrana personalidad, resulto ser practicamente un objeto de culto, pues mientras las otras ninas jugaban con sus tontas munequitas de trapo insulsas, yo tenia el poder de imaginar que ese muneco tomaba vida, que esas flores formaban parte de su piel y que las agujas y alfileres con que lo traspasaba, era parte de su indumentaria diaria. Ese era mi hombre ideal, asi noche tras noche formaba en mi mente cada detalle de su piel, de sus facciones, de nuestro primer encuentro, de como reconocerlo al verlo a los ojos y de como me reconoceria sin siquiera conocerme. Pero como no iba a saber de mi, si desde que llego a mis manos, esta a mi lado perpetuamente, como el amor eterno, ese que te acompanara para siempre. Mis amigas se burlan de mi, pues lo ven como un muneco sucio, desgrenado y feo, con el que no puedo jugar, porque solo es un alfiletero, pero para mi es mucho mas que eso. Es y sera toda mi vida, pues mi historia gira a traves de sus azules ojos de boton, que me miran tan profundamente, haciendome estremecer al sentir su rasposa barba al ras, cuando lo froto sobre mi rostro. Su retorcida sonrisa dibujada, me muestra una dentadura perfecta que brilla a la luz de la luna que atraviesa los barrotes de mi ventana. Sus alfileres llenos de bolitas de colores cada dia cambian de posicion, como si se llenara aun mas de ellos. Me imagino perforando cada centimetro de su piel con ellos. Se los dije. Soy extravagante y en mi familia nadie podia entenderlo. Por eso debia callar. Jamas nadie podia enterarse de mi amor por mi alfiletero. Para muchos rayaria en lo enfermo, en lo perverso. Para mi solo era eso: el mas puro y verdadero amor hecho alfiletero. Estando en mis clases de literatura, volaba con la imaginacion ante cada historia que leia la profesora, imaginando que los dos protagonizabamos las sagas mas romanticas o tragicas, pues se que el amor no todo es color de rosa, pero al estar a su lado, con seguridad, la historia sin importar su final, realmente no tendria fin alguno, pues siempre al ponerle un nuevo alfiler la podria comenzar a narrar de nuevo. Cuando toco irme a estudiar a la universidad, le di un buen bano, porque el pobre con los anos habia perdido un poco de color, le remarque los bordados de la tela para que tomaran mas vida sus tatuajes, cambie las hebras destenidas de su cabello, por un estambre dorado, al que le hice una larga cola, pues sonaba con acariciar esa lacia melena. Coloque en sus manos un pequeno violin de madera que mi padre me habia tallado y lo fije a un brazalete de cuero negro, para que fuera mi companero en esta nueva etapa. Antes de emprender mi viaje, mi madre muy devota de la virgen de las lagrimas, me llevo a su santuario en Siracusa. Fue un momento hermoso, pues compartimos como nunca el amor de madre e hija. Su severidad no le permitia llorar ante mi part,

  • Tess del camino de Rachel Hartman

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    En el reino de Goredd, de las mujeres se espera que sean damas; de los hombres, que las custodien; y de los dragones… En fin, de ellos no se espera nada bueno. Tess no encaja en ninguna de esas tres categorias. Ella es… diferente. Ni siquiera intenta parecer respetable, a diferencia de su hermanastra Seraphina. Un dia llega demasiado lejos: lo que hace mancha tanto su reputacion que su familia decide enviarla a un convento.