• un viaje entre dos luces - Nick Alexander

    https://gigalibros.com/un-viaje-entre-dos-luces.html

    Una madre, una hija, una isla, un secreto.

  • Un viaje entre dos luces Versión Kindle - Libros - Amazon.es

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    Un viaje entre dos luces eBook : Alexander, Nick, Falcó Miramontes, Roberto: Amazon.es: Libros. ... Mirar en el interior de este libro. Un viaje entre dos ...

  • Un viaje entre dos luces Tapa blanda - Libros - Amazon.es

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    Es un libro tierno y precioso!! Lo bajé en el kindle!! Me ha gustado tanto, por la historia tan humana y escrita con tanta dulzura, que lo he comprado!! Además ...

  • UN VIAJE ENTRE DOS LUCES - NICK ALEXANDER | Alibrate

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  • UN VIAJE ENTRE DOS LUCES de Nick Alexander

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    UN VIAJE ENTRE DOS LUCES de Nick Alexander es un libro que cuenta la historia de madre e hija, quienes realizan un viaje que las une profundamente...

  • Un viaje entre dos luces - Nick Alexander - Debeleer.com

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    Se mira fijamente los dedos de los pies. Tiene las piernas extendidas sobre el azul reluciente de la piscina y se sorprende al ver el esmalte de uñas verde ...

  • Abril Camino's review of Un viaje entre dos luces - Goodreads

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    8 ene 2020 — Me ha ocurrido con este libro lo mismo que con todos los demás de Nick Alexander. Que tienen cosas que no acaban de gustarme (en este caso, ...

  • Un Viaje Entre Dos Luces : Nick Alexander | Envío gratis

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    Título del libro, Un viaje entre dos luces : Nick Alexander. Autor, Roberto Falco Miramontes. Idioma, Spanish. Editorial del libro, Amazon Publishing.

  • Escritores de los que me leería hasta la lista de la compra (VII)

    https://www.abrilcamino.com/2020/01/nick-alexander-autores-favoritos.html

    16 ene 2020 — Un viaje entre dos luces es la última novela publicada del autor, ... y no pueda soltar el libro hasta que llego a la palabra «Fin».

  • Cosas que nunca dijimos de Nick Alexander

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    Todo el amor que ella le dio, todos los secretos que no le conto

  • El arma definitiva de Shannon Mckenna

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    Entra en un mundo de excitante suspense donde el amor es el juego mas arriesgado.

  • Contigo hasta el infinito de Niamh Byrne

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    ?Pueden los polos opuestos enamorarse sin remedio?
    Cuando Frances y Georgia se conocieron en sus anos de instituto nadie hubiera apostado ni un penique por que hicieran buena pareja. Ni siquiera mala. No podian ser mas diferentes ni vivir en mundos mas separados. Frances es la hija menor de un matrimonio que se sostiene a duras penas; con un padre alcoholico y un hermano boxeador y bastante conflictivo, su infancia y adolescencia han sido una constante huida hacia delante. Por el contrario, Georgia MacFarland es la hija unica de una pareja dedicada al mundo de la publicidad, que atesora una herencia noble dentro de la sociedad escocesa.
    Pero lo que Facebook unio anos atras. No parece que nada ni nadie pueda separarlo, ni siquiera Brianna, pese a todo su empeno. O Niall Campbell, que parece haberse encaprichado de Gigi.
    Cuando Frankie deja Amsterdam y vuelve a Glasgow para reencontrase con los viejos fantasmas familiares no imagina que su relacion con Gigi va a llegar a un punto sin retorno: una encrucijada vital donde las decisiones que tome marcaran su destino.
    Esta pareja tan dispar se vera enfrentada, cuestionada y desafiada constantemente a lo largo de su relacion; solo la inquebrantable voluntad de Frankie y el amor a prueba de bombas de Gigi podran superar todos los obstaculos y mantener su amor a flote contra viento y marea.
    Juntas son capaces de llegar al infinito y mas alla.
    ?Las acompanas?

  • Enganando a mi destino (Enganos 2) de Priscila Serrano

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    Tres anos habian pasado desde que Sofia y Anthony se vieron por ultima vez.
    Ella decide que tiene que volver a vivir y para conseguirlo tendra que olvidarle, pero ?que pasara cuando el pasado se cruce en su camino?
    ?Que hara cuando el hombre que tanto dano le hizo se ponga frente a ella?
    ?Llegara a perdonarlo o lo echara de su vida como hizo el?

  • Extranjeros, bienvenidos de Barbara Pym

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    Cuando Barbara Pym murio en 1980, dejo una cantidad considerable de material inedito. Entre este, una novela temprana, EXTRANJEROS, BIENVENIDOS, de 1936, y <>, el unico documento escrito en el que Pym habla acerca de su carrera como escritora y de los origenes de su personalidad literaria. En EXTRANJEROS, BIENVENIDOS una joven pareja, formada por Cassandra Marsh-Gibbon y su egocentrico marido escritor, Adam, se ve sacudida por la llegada de un misterioso hungaro a su pueblo. Cassandra, una de las primeras <> que tan bien supo retratar Pym, buscara en la huida de su monotona vida y en la figura del extranjero la realizacion de las hipocritas palabras de su marido: <>.

  • Un mes de besos, abrazos y caricias de Monica Benitez

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    Cuatro amigas.
    Un corazon roto.
    Un amor no correspondido.
    Un mes de vacaciones.
    Y un pacto que lo cambiara todo.

  • En los negocios y en el placer 3 de Carolina Gattini

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    Penelope Doyle al fin se hace cargo de los negocios de la familia, pero no sera tan facil como habia previsto. Collin McLeod representa la competencia mas sucia que podia encontrar y contra la que su hermano Robert no puede defenderse. Penelope idea el plan de hacerse pasar por la secretaria de su hermano y asi descubrir a quien soborna McLeod. Por su parte Collin no podra resistirse a intentar sobornar tambien a Penelope, creyendo que es la secretaria inocente de Robert para que lo traicione, sin saber que ella es ahora la duena de todo, sin saber por que sus intentos de seduccion son tan desastrosos y sin saber hasta donde es capaz de llegar ella por seguir manteniendo la farsa… O que sus labios y sus deseos son mas adictivos de lo que habia previsto.

  • Visiones en la niebla de Jose Sanchez San Martin

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    Ayer enterramos a Jeronimo. Fue una de esas tardes grises y desapacibles que no se olvidan. La niebla se filtraba por los intersticios del cuerpo y el viento imponia su sonido sibilante sobre el gimoteo de los allegados y las herramientas de los obreros. Mientras asistia a la inhumacion, pense que el dia era apropiado para tal fin. Como si el lo hubiera elegido a proposito. Le agradaba inmiscuirse en medio de la voragine invernal, para desafiar a los elementos e imponer su presencia sobre ellos. Era asi de intempestivo y osado. Doblegarse significaba para el tanto como perder su intrinseca estima personal. En una de esas frases pretenciosas que a veces le gustaba citar y a mi me enervaban decia que preferia soportar la adversidad antes que ceder en las convicciones personales. Una solemne tonteria. Como si la vida, en su inherencia, no tendiera espontaneamente a la permisividad y la componenda. Quien no lo conociera podia pensar, oyendole hablar asi, que era un hombre incapacitado para aceptar la vida tal como es; pero creo que, en el caso de Jeronimo, habria que interpretar su enfatica declaracion como un reconocimiento explicito de ingenita tenacidad que le inhabilitaba para aceptar el estado natural de las cosas y le compelia a la busqueda de un ideal perfectivo. Digo esto porque, debido a esa terquedad suya en no ceder ante las conveniencias, hubo de soportar muchos contratiempos, entre ellos, el ultimo y definitivo, que le llevo a la tumba. No seria por no haberselo advertido. --Jeronimo, no fumes. Asumes un riesgo innecesario para tu salud, ademas de practicar un habito insipiente, anacronico y vulgar. Mi consejo era sincero, aunque no del todo desinteresado. Miraba por mi salud tanto como por la suya. El humo que expulsaba con pertinaz insistencia por boca y nariz me hacia toser y lagrimear, ademas de impregnar ropas y pelo de un nauseabundo olor a combustion. Mis advertencias jamas hicieron mella en el. En aquella epoca, llevar el pitillo en la boca era signo destacado de hombria, como sujetarlo entre los dedos resultaba un elemento de distincion. A nadie, ni siquiera a los medicos, se le ocurria pensar en la nocividad del tabaco. A mi tampoco, pero la vision de una chimenea ennegrecida por el humo me sugeria la idea aterradora del mal. Como reaccion a mis jaculatorias preventivas, Jeronimo expelia con virulencia el humo sobre mi rostro y me miraba con fingida lastima, esperando la asfixia momentanea. Yo hacia aspavientos para dar a entender que, en efecto, estaba a punto de quedarme sin aire, lo que motivaba sus carcajadas por la hazana. --!Aprende a fumar y actua como un hombre! --me decia con sarcasmo. Yo me apartaba con repugnancia del cerco humeante, pero el me perseguia arrojandome su vaho con pertinaz insistencia. Pese a esta pugna cotidiana a cuenta del tabaco, Jeronimo y yo nos entendiamos a la perfeccion. El solia comentar, con no poca admiracion, la buena amistad que manteniamos desde tantos anos ha. Era verdad, a pesar, anadia yo, picajoso, del obstaculo inevitable que interponia el tabaco. Jeronimo, como prueba irrefutable de que este nunca nos podria separar, echaba mano al bolsillo del pantalon, extraia el paquete de cuarteron y comenzaba a fumar, mientras ratificaba esa buena relacion entre nosotros. A veces, cuestionabamos en que podia fundamentarse tal amistad, considerando el divergente modo de ser y de pensar de cada uno: yo amaba la regularidad, el orden, la habitualidad; el, por el contrario, sentiase bohemio hasta el tuetano, gustaba del desorden, la diversidad, la ocasion excepcional. Yo era puntual, pacifico, disciplinado, ahormado en la moral imperante y sumiso al compromiso social. El buscaba el enfrentamiento para demostrar su superioridad, asumia la rebeldia como el mejor modo de asentar su personalismo y era tan reacio a cualquier moral como renuente al orden establecido. Tales contrastes de personalidad debieran habernos alejado el uno del otro, pero acontecio lo contrario, que nos ahormaron hasta hacernos inseparables. Jeronimo decia que precisamente lo que nos faltaba a cada uno era lo que servia para unirnos, complementandonos mutuamente. Asi debio de ser, cuando nos permitio fraguar una solida amistad que perduro para siempre. Con Ramiro, el tercer miembro del grupo, la amistad, aunque sincera, no tenia la misma intensidad. El se parecia en muchos aspectos a mi, y eso, quieras que no, siempre originaba controversias por cualquier tiquismiquis. Ambos pretendiamos imponer nuestro criterio, evidenciar la respectiva preparacion cultural o la agudeza de nuestro pensamiento. Hasta en lo fisico pretendiamos imponernos el uno al otro, aunque teniamos practicamente la misma estatura y una efigie mas bien vulgar. Con Jeronimo, sin embargo, todas estas prevenciones y piques estaban de mas. Asumiamos de principio que sus peculiares prendas fisicas, su acusada masculinidad, le hacian superior a nosotros. Tanto a Jeronimo como a Ramiro los conoci en el instituto, cuando estudiabamos el bachillerato. Eramos companeros de curso, aunque apenas si habiamos intercambiado media docena de palabras. Fue una manana de noviembre de aquel lejano tiempo cuando nuestros destinos se unieron. A la entrada en clase nos comunicaron la ausencia del profesor y nos dieron tiempo libre durante dos horas. Este era un lapso enorme para nosotros, que intentamos aprovechar a discrecion. A sugerencia de un companero, decidimos hacer una excursion a lo largo del cauce fluvial, no lejos de donde se ubicaba el centro docente. Deambulamos sin prisa, con descuido, a traves del camino de sirga. Ibamos en pandilla, aunque la estrechez del sendero nos permitio formar grupos de tres o cuatro chicos. En uno de ellos coincidi con Jeronimo. Intercambiamos pocas palabras, intrascendentes, como para quejarnos del intenso frio reinante o alabar la belleza del rio en aquel paraje que transitabamos. Ambas constataciones, por mas que evidentes y manidas, eran certeras. Recien salidos de los Santos, ya el frio novembrino se dejaba sentir como anticipo del invierno al que nos abocabamos. La humedad que se desprendia del rio acrecia esa sensacion de malestar y nos hacia apretar el abrigo contra el cuerpo, en una instintiva actitud de defensa. La andadura, no obstante, reactivaba la sangre y nos hacia reaccionar contra el frigido elemento. Eramos jovenes y el ejercicio nos servia para actualizar nuestra energia vital. Surgieron las primeras bromas y las risas afloraron con facilidad. Hubo amagos de empujar a alguno y arrojarlo al agua, lo que ocasiono pugnas apasionadas entre los que empujaban y los que resistian, con general jolgorio. La manana, ciertamente, resultaba desacostumbrada para nosotros. A esa hora debieramos estar enclaustrados en un aula, escuchando con gesto aburrido y displicente las explicaciones del profesor de turno. Pero con la oportuna e inesperada ausencia de este, nos propiciaba una excursion insolita, a traves de parajes exoticos y bellisimos. Lo que mas apreciabamos en ese momento era la inmediata sensacion de libertad que nos acuciaba. El grupo abigarrado de cincuenta muchachos disfrutabamos de la excepcionalidad de una escapada insospechada, a traves de un mundo novedoso y primordial. La constatacion de ese particularismo servia de acicate a nuestra despreocupacion y permitia aflorar nuestro mejor talante. El mismo aire que respirabamos, cargado de sutiles aromas campestres, nos permitia interiorizar la vivencia unica que disfrutabamos. Aspirabamos con delectacion esa atmosfera perfumada con los sutiles aromas de bosques y humedales, como si quisieramos saturar nuestro organismo con esas esencias de la naturaleza, para que perduraran en nosotros. Las conversaciones joviales, el retoce juvenil y las risas faciles, propensas a la escandalera, no nos impedian ponderar la apabullante belleza del paisaje que contemplabamos. El rio en aquella zona que transitabamos se expandia con ampulosidad al discurrir por tierras bajas y sin obstaculos, lo que propiciaba que las aguas fluyeran tranquilas, parsimoniosas. Mostrabase asi el cauce fluvial, al fondo de los ribazos, como un inmenso espejo, cuyos bordes fueran escrupulosamente vigilados por nucleos de chopos centenarios. El leve tintineo de sus hojas, a impulsos del suave cefiro, ponia contrapunto al contenido murmullo del agua en su lento discurrir. La epoca otonal en que nos encontrabamos tenia con patina dorada parte de las masas arboreas, propiciando, junto al cristal purisimo del rio, una conjuncion cromatica, subyugante y venusta, de naturaleza inmaculada, como recien surgida del halo magico de la creacion. Era facil extasiar la vista por ese escenario natural y admirar la serenidad y plenitud formal de un mundo magnificente, que parecia puesto a proposito para nuestro disfrute. Para influir mas en nuestro sobrecogido animo y darle un toque de misterio e irrealidad al apabullante paisaje, estaba la niebla. No tenia la densidad de los dias de invierno, cuando cae sobre nosotros como un manto pesado, oclusivo, que entorpece la vista e invade nuestra intimidad con sus vapores sinuosos. En aquella manana excepcional, nos envolvia una bruma sutil, ligera, que apenas sobresalia un metro por encima del suelo, suficiente para darnos la sensacion de que caminabamos entre algodones y de que los arboles que nos flanqueaban, asi como el terroso camino serpenteante, o todos los demas elementos que nos rodeaban, carecian de base y flotaban ingravidos sobre el lecho nebuloso. Pero la sensacion mas asombrosa procedia de la vision que ese espacio espectral nos sugeria. Ante su percepcion global, la realidad del paisaje se difuminaba para ser sustituida por el simbolismo de un mundo magico, preternatural, recien creado con retazos de cielo, tierra y agua, para nuestra contemplacion y deleite. He visto despues, a lo largo de mi vida, muchos parajes hermosos; pero la vision paradisiaca de aquel mundo primigenio y sublime permanece en mi recuerdo a traves de los anos como la idealizacion de un orbe sin macula, formado a imagen y semejanza de nuestra exultante juventud. No duro mucho aquel extasis natural, quiza para que aprendieramos a asumir que los momentos de exaltacion de la belleza no se prodigan y, en su oportunidad, deben ser apurados al maximo. Nuestra andadura continuaba en progresion indefinida, hasta que una de las corrientes tributarias del caudaloso rio nos hizo desviar el rumbo. Atravesabamos ahora tierras labrantias, alternantes con campillos y rozas de gleba, dejando a nuestra espalda el cauce fluvial. Pasado el instante de encantamiento, regresaron las bromas zafias y las risas prontas. Tan pronto pisoteabamos surcos perfectamente delineados en espera de la sembradura, como nos adentrabamos en tierras esteriles, de cascajal. El acicate de nuestra andanza residia en la carencia de rumbo; avanzabamos a donde nos conducian nuestros pasos, conscientes de que era el viaje mismo quien motivaba nuestro entusiasmo. No pretendiamos llegar a ninguna parte; solo deambular y descubrir lo que la andadura nos propiciaba, a traves de aquellas tierras llanas, sin alcores a la vista. El tiempo parecia desaparecido de nuestras vidas. Asumiamos con toda naturalidad que nos habiamos constituido en seres privilegiados, recien asomados a la pletorica pubertad, y disfrutabamos plenamente de nuestra privilegiada condicion. En medio de la inmensa paramera que ahora atravesabamos, gozabamos de nuestra juventud, liberados de la prision del tiempo, errantes por mundos ineditos sin un destino fijo. En cierto momento de nuestro nomadismo, uno de los companeros creyo reconocer el paraje por donde a la sazon transitabamos. Segun el, nos encontrabamos cerca del lugar donde antano hubiera un ventorro famoso, muy visitado en las epocas veraniegas y ahora medio en ruinas. Acuciados por la curiosidad de ver ese arcaico establecimiento, nos dejamos guiar por el chico que nos informara. Atravesamos ejidos y pisoteamos cornijales en erratica marcha, cual formas fantasmagoricas pululantes en medio de la tenue neblina. El improvisado guia parecia bastante desorientado y retrocediamos o ladeabamos el rumbo segun la ocasional inspiracion de aquel. En un determinado momento se detuvo y miro alrededor. Era evidente su confusion, lo que motivo que le arrojaramos gruesas pullas y lo avergonzaramos por su ineptitud. Hacia tiempo que el poderoso murmullo del rio se habia mitigado y un silencio forzado, de naturaleza muerta, se imponia en el ambiente. Hicimos un alto forzados por la desorientacion, mientras nuestro companero-guia daba cortos paseos de un lado a otro. Segun el debiera estar alli el objeto de nuestro interes, mas ninguna obra de hombre se veia a nuestro alrededor. Estabamos en medio de una amplia meseta, de suelo desigual, formado a base de canto y tierra. En el extremo de la irregular perspectiva el terreno se elevaba ligeramente para formar un monticulo rocoso. Era una zona extremadamente lata y arida, sin restos de yerbajos o ratizos. Para descansar de la caminata, nos sentamos un momento mientras reelaborabamos sugestiones e iniciativas. Nuestra incipiente aventura se frustraba y los animos se enfriaban a la vez que los ateridos cuerpos. Permaneciamos todavia sentados sobre el frio suelo, ajenos a la incomodidad, como si el tiempo se hubiese inmovilizado y nosotros estuvieramos cautivos de el. Nadie acerto a definir un proyecto que nos sedujera, por lo que nos incorporamos y enfilamos el camino de regreso. Estabamos lejos de sospechar que esa andadura aparentemente residual nos conduciria directamente a lo que, para Jeronimo y para mi, constituiria, muchos anos despues, un destino inesquivable, plagado de sugestiones, incertidumbres y sobresaltos. El punto de encuentro con el se encontraba en las afueras mismas de la ciudad, no muy lejos de nuestro instituto. Se trataba de un viejo, aunque robusto, edificio, construido en piedra, de amplias dimensiones, cuya fachada principal, sobria, sin aditamentos, estaba horadada por sendas aberturas sin trazos decorativos. Solo el vano de la puerta, en forma semiesferica, se permitia un cierto ornato, al rodearla con una linea de impostas, como si la forma curva pudiera provocar osada perturbacion en la tarea contemplativa, y se quisiera paliarla con el simbolico e inmediato cerco de lineas rectas, hechura de una existencia que no se permite la duda. Todos los vanos estaban oportunamente cegados. Incluia el edificio en uno de sus laterales airosa torre de tres cuerpos, el superior de los cuales aparecia trepanado a cada lado por una ventana, de dimensiones mas pequenas que las de la fachada. Quiza en tiempos pasados la atalaya rematara en forma de terraza almenada, pero ahora mostraba cubierta de teja, con la indudable finalidad de dar servicio a ese espacio suplementario. La singularidad del accesorio fue la que dio nombre al edificio, que en la ciudad se conocia popularmente como <>. Estaba rodeada por un amplio terreno, ahora arenoso, con un exiguo resto de miseros arbustos, que en tiempos debio de constituir el jardin de la peculiar mansion. Cercano a la edificacion se encontraba un pozo de amplia embocadura, hermeticamente protegida con tapa metalica, oportunamente candada. Sobre el brocal, se erigia un arco de hierro, en funciones de cigonal, que remataba airosamente el circulo de piedra. El senorial conjunto estaba resguardado por un tapial de mamposta, como de metro y medio de altura, sucio, destrozado en varios puntos, con apenas restos de su antiguo enlucido. La cancela de hierro que ocluia el lugar, de planchas en la parte inferior y de verja en la superior, rematada a modo de lanzas que apuntaban al cielo, estaba oxidada, con costurones como cicatrices que hendian la ferrea piel y mostraban sin piedad los desgarros seculares. A saber cuando dejo de cumplir su funcion la cerradura que aparecia medio desencajada del cuerpo de la cancela. Tal era el estado de abandono que, cuando pretendimos mover la pesada puerta para acceder al interior, los agarrotados goznes se negaban a girar; solo despues de un vigoroso esfuerzo conjunto conseguimos entreabrirla, entre el agudo rechinar del mecanismo, quejoso del imprudente trato. El companero que propuso adentrarnos en los terrenos de la obsoleta mansion hizo saber que estaba deshabitada desde muchos anos antes y que podiamos deambular por alli sin cuidado alguno, como si estuvieramos en la calle. Asi lo hicimos, intentando abrir la tapa del pozo para husmear en su interior, pero el grueso candado impidio nuestros propositos. Nos acercamos al palacete y tocamos con admiracion sus grandes sillares, heridos en varios puntos por la inclemencia del tiempo. Los mas cercanos al suelo eran los que mostraban mas desperfectos, habiendo perdido parte de su volumen, desmoronandose con facilidad en cuanto se hurgaba en ellos. Fue en este curioseo cuando descubrimos que, en la parte posterior del edificio, una de las piedras limitrofes con el suelo estaba desencajada y dejaba una hendidura, estrecha y oscura. Del inquieto grupo estudiantil surgio al instante la impertinente pregunta acerca de que habria en el interior. --Eso lo podemos saber ahora mismo. El que hablo fue Jeronimo, y su iniciativa nos permitio conocer su audacia y decision. Aparto a los que estabamos cerca de la abertura siniestra y la observo con detenimiento. Jeronimo era muy alto, con estructura fisica atletica y rasgos de cara armonicos y finamente delimitados. Me repugnaba apreciar la belleza masculina, asi que preferi pensar que las mujeres considerarian a Jeronimo como un hombre muy guapo. Se peinaba con raya al lado, en una epoca en que los chicos soliamos dirigir el pelo hacia atras. Como marca visible, mostraba en la mejilla izquierda, junto a la patilla, un lunar en forma ovalada, como de un centimetro y medio de largo; lo que en otro hubiera quiza supuesto un defecto natural, constituia en el un motivo mas de atraccion. Sin decir palabra alguna, se despojo del abrigo, que me alargo para que lo sostuviera. No tenia importancia aquel gesto, ya que era el companero mas cercano; pero me lleno de orgullo, porque, de algun modo, me hacia participe de la aventura que iba a protagonizar. Despues rebusco en los bolsillos y extrajo una caja de cerillas, que tambien me dio, con el encargo de que se la facilitara cuando estuviera dentro. Su voz era suave, agradable, sin rastro de nerviosismo o vacilacion. La decision de Jeronimo nos parecia a todos, mas que valerosa, temeraria. Causo tal impacto en mi que solo me atrevi a decirle que tuviera cuidado. Era tanto como animarle a seguir, para que no se frustrara nuestra curiosidad. Jeronimo, con admirable tranquilidad, introdujo las piernas en el agujero, ocupando totalmente el perimetro de este. Era imposible que el ampuloso pecho de Jeronimo cupiera por alli. ?Y si el valiente companero quedaba ocluido en medio del orificio, sin poder entrar ni salir? Este pensamiento me agobio durante un momento, el preciso en que Jeronimo, con admirable flema, dijo: <>. Expulso el aire para comprimir el torax y dio un fuerte impulso hacia abajo. Acontecio lo que me temia: pese a su prevision contractora, el pecho ocupaba todo el escueto espacio y no era posible deslizarse por el. Fueron unos segundos comprometidos, en los que algunos cambiamos angustiosas miradas, que traslucian el pensamiento aterrador de que nuestro companero quedara eternamente aprisionado. No seria el primer caso. Recorde, al efecto, la fachada sur de nuestro templo catedralicio, en una de cuyas ventanas, escueta y cegada, sobresalia el busto en piedra de una figura humana. Segun la leyenda, se trataba de un intruso que se introdujo en el templo con intencion de robar. Al ser descubierto, quiso huir por la escueta ventana, pero su fuerte complexion corporal le impidio traspasarla, quedo atrapado y, como castigo divino, convertido en piedra. Era una leyenda que a los muchachos nos espantaba, sin que prejuzgaramos el hecho sorprendente de que la carnalidad de un hombre fuera trastocada en petrea materia. !Pero si lo decian nuestras madres es que era verdad! En la ocasion presente, viendo a Jeronimo aprisionado en el agujero, sin posibilidad de moverse, recorde la siniestra leyenda catedralicia y me horrorice. Como portavoz autorizado por el hecho de sostener el abrigo de nuestro heroe, di un paso adelante y grite con desesperacion: --!Hay que hacer algo, antes de que se convierta en piedra! Los demas companeros me miraron estupefactos, sin comprender lo que queria decir. Tambien Jeronimo, desde su incomoda postura, me dirigio una mirada intencionada, cargada de ironia. Era evidente que conocia la leyenda del ladron, porque me dijo: --No te preocupes, que yo no me voy a quedar aqui eternamente. Lo expreso con desparpajo, como si estuviera disfrutando con la situacion. Tan pronto como termino de hablar, extendio los brazos hacia arriba para facilitar el resbalamiento, dio un fuerte impulso hacia abajo y desaparecio bajo tierra. A partir de ese momento, se produjo entre los que estabamos fuera un silencio respetuoso, como si temieramos que el companero hubiera desaparecido para siempre, devorado por las fauces siniestras de algun monstruo subterraneo. A impulso del miedo y la curiosidad, me acerque a la siniestra boca. Solo veia oscuridad. En esa posicion indagatoria y temerosa estaba cuando del antro surgio una garra, seguida de un grunido sobrecogedor: Lance un alarido de terror y pedi auxilio a los companeros, con voz angustiosa. Antes de que pudieramos reaccionar, se escucho una risita sarcastica y la voz de Jeronimo en tono de guasa: --Soy yo, hombre. No seas cobardica. Acercate y dame las cerillas. Fingi suficiencia y valor, como si mis anteriores palabras hubieran sido tambien expresion de broma. Pero mi corazon latia todavia sobresaltado. Introduje la mano en el orificio con la cajetilla. Al instante, senti como me la arrebataba Jeronimo desde dentro para, a continuacion, tirar con fuerza de mi brazo. Yo solte una risa forzada, aunque interiormente no las tenia todas conmigo.

  • Por nuestro bien de Sophie Saint Rose

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    Karen acaba de perder a su abuela y empaquetando sus cosas se lleva la sorpresa de su vida, porque descubre que durante anos oculto un secreto familiar que era para dejarla de piedra. Su curiosidad la lleva a Inglaterra y conocer a Colton fue otra sorpresa mas. No solo porque era el hombre que mas le habia alterado el corazon en su vida sino porque se sintio unida a el. Aunque sospechaba que se hacia el tonto y que sabia mucho mas de lo que le decia, esa atraccion la volvia loca. ?Tanto como para olvidar la razon por la que ha ido hasta alli?

  • Cecilia entre los Monstruos de Tess Marohn

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    Cecilia Ramirez es una nina mexicana de doce anos de edad inocente, inteligente y divertida que un dia es arrancada de su mundo para ser vendida, trasladada a Estados Unidos y explotada sexualmente en un club pederasta para hombres de dinero. A partir de ese momento empieza su lucha interna y externa por la supervivencia en un mundo que ya no reconoce y que amenaza con destruirla. Inspirada en testimonios de victimas reales, Cecilia entre los monstruos es un relato crudo y desgarrador que toca temas delicados que muy pocos se atreven a tratar en una novela como la pederastia, la prostitucion de menores de edad, la produccion de pornografia infantil y la trata de personas, en especial de ninos y adolescentes.

  • Asunto pendiente de Carolina Vivas

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    Nathan Mitchel no ha podido recibir sus alas, tras sufrir una larga enfermedad su espiritu se desprende del cuerpo y llega a un lugar desconocido. Muchas personas piden para que su alma encuentre su camino, pero algo lo mantiene en un lugar que no es el Cielo.
    Su hermana Jo esta desesperada, la pena y las deudas han hecho que acepte un trabajo insolito, a ella le pagan por averiguar si los esposos de otras son infieles.
    Una noche, Jo ve una estrella fugaz y en su desesperacion desea estar muerta tambien. Todo puede cambiar para el que desea, por eso pronto se enfrenta a una situacion inexplicable. Cuando Jo se reune con Nathan, el se rehusa al deseo de su hermana y pide a la corte celestial que la ayude a volver, a los hermanos Mitchell se les informa que regresaran a la Tierra; el como angel de la guarda y ella como humana.
    Tendran varios dias para encontrar la solucion que los podria liberar del umbral que no es Cielo ni es Tierra.
    ?Podran descubrir cual es el asunto pendiente?
    Decisiones que nos llevan a una vida de esperanza o a una muerte inevitable.

  • No te dejare atras de Linda Howard

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  • Dioses Enjaulados de G. Bruno

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    En la torre Iddik, una inteligencia artificial vela por el bienestar de los ciudadanos, pero Lux, la ciudad-imperio, se muere y sus habitantes, encerrados en sus cubiculos apenas son conscientes de ello, cada uno enfrascado en sus propios asuntos, como el profesor Xel, obsesionado con un viejo proyecto que logro transferir con exito una mente humana a una maquina. Tratar de restaurar aquella mente en un nuevo cuerpo artificial le ha costado la vida a cuatro tecnicos y el joven Serus Rich, un simple coordinador de proyectos, ha sido considerado responsable y tendra que pelear por defenderse. Por desgracia, su unica opcion es que el experimento fallido hable en su favor.

  • S.O.S. cristianos de Pilar Rahola

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    La prestigiosa ensayista y periodista Pilar Rahola (premiada internacionalmente por su obra !Basta!sobre la opresion de la mujer en las sociedades musulmanas) se adentra en uno de los grandes dramas de nuestro tiempo, nada menos que la persecucion de los cristianos en diferentes circunstancias y geografias en el mundo de hoy.
    Siendo un caso manifiesto de persecucion a causa de las ideas, es un conflicto del que se ha hablado con sordina en Occidente hasta fechas recientes en que los medios han ido haciendose cada vez mas eco del problema. Por ello, es imprescindible esta obra periodistica de intencion global, que profundizara en los distintos modos de persecucion (el asesinato, la represion o el menosprecio) a lo largo de la geografia mundial, para mostrar asi el alcance del fenomeno, con la intencion de denunciar y crear conciencia sobre lo que esta sucediendo.
    El libro esta escrito desde un punto de vista laico, de la defensa de los derechos y los valores humanos, con la intencion de concienciar al conjunto de la sociedad de la amenaza que ello supone para las sociedades democraticas.

  • Mi inocente duquesa de Miranda Bouzo

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    Olive Marse es una espia francesa.
    Nicholas es un espia ingles.
    ?Que puede ocurrir cuando se ven obligados a casarse?

  • With me. Aiden de Jessica Cunsolo

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    Por fin han llegado las vacaciones de Navidad, y Amelia, Aiden y sus amigos se preparan para pasar un merecido descanso en la casa de la playa. Tras la muerte del padrastro de Aiden y su posterior arresto, necesitan relajarse entre amigos, pero esta claro que Thea Kennedy, es decir, Amelia Collins, nunca puede bajar la guardia. Asi que las esperadas vacaciones se acaban convirtiendo en dias cargados de drama, secretos, mentiras y tension en los que Amelia y Aiden se necesitaran mas que nunca.

  • Un millon de pequenas cosas de Susan Mallery

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  • !Y tenia que ser mi entrenador!, Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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  • Con la suerte en los tacones(Amor en cadena 7) de Lorraine Coco

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    No me puedo creer que en mi ultimo dia en Nueva York me hayas traido a hacer yoga --protesto Kat en un susurro, resoplando con evidente desgana. --No te quejes. Tu eres la que se va a recorrer el pais con su novio cachas, y yo, la que me quedo a pasar el peor verano de calor en siglos en esta ciudad. Sola, sin novio y sin fumar. Un poco de apoyo por tu parte no me vendria mal --le contesto Isthar de malas pulgas. Miro a su monitor de yoga, un tipo de unos treinta y largos anos, con un cuerpo estupendo y un halo misterioso y mistico que en otra epoca de su vida le habria hecho temblar las rodillas, pero que en ese momento la dejaba fria. Vio que colocaba un dedo sobre sus carnosos labios para indicarles que guardasen silencio. Ishtar suspiro con fastidio. --Ahora teneis que inspirar elevando los brazos y espirar por la boca energicamente al bajarlos --dijo el monitor, y ella penso que era exactamente lo que acababa de hacer, resoplar--. Ahora inhalad en la posicion inicial y, flexionando el tronco, espirad energicamente sacando la lengua --continuo. --Eztamoz para una foto --le susurro Kat, hablando con la lengua fuera. Ishtar no pudo evitar reirse viendo a su amiga hacer la payasa. !Cuanto la iba a echar de menos! Desde que se habia ido a vivir con Randy, su prometido, a Knoxville, ya solo la veia cada tres semanas, cuando Kat iba a las oficinas de QBV, la revista de moda para la que escribia. Pero, en esta ocasion, la separacion duraria dos meses: Kat se iba a acompanar a su novio en su gira de conciertos por todo el pais, y a ella le quedaba soportar aquel caluroso y asfixiante verano en Nueva York. Sola. Hacia un mes que habia terminado la relacion de siete anos con Kevin, enfrentandose de esta manera, y despues de muchos anos, a su nueva condicion de mujer soltera. Con treinta y un anos, casi treinta y dos, y habiendo dejado recientemente de fumar. La ansiedad se la estaba comiendo por los pies y por eso penso que las clases de yoga y meditacion eran exactamente lo que necesitaba. --Exhalar completamente el aire antes de iniciar el movimiento. Sumir y soltar el estomago unas treinta veces. Permanecer sin aire durante las contracciones e inhalar volviendo a la posicion inicial. --?Sabes lo que necesita mi estomago de verdad? --le pregunto Kat, volviendo al ataque--. Uno de esos bagels rellenos de Sack's, y un batido de chocolate con nata y virutitas de colores por encima como las que les ponen a los... --!Esta bien, esta bien! --dijo Isthar, elevando la voz. El resto de asistentes a la clase de yoga la miraron con una mezcla de sorpresa y reproche por interrumpir su esmerada concentracion--. Lo siento, chicos, pero mi amiga tiene razon. Esto no se quita con respiraciones. Necesitamos calorias y buen sexo. Eso si te deja relajada --se agacho a recoger la esterilla de ejercicios del suelo y su estomago bramo--. !Que sean dos bagels! --le dijo a Kat con una mueca. Su amiga no lo penso dos veces y salio de la sala de yoga como si la estuvieran pinchando en el trasero. Una vez en Sack's, Kat observo a Isthar mientras esta sorbia su batido helado de fresa. Estaba mas callada de lo habitual y aquel ceno fruncido que exhibia desde su llegada a la ciudad no podia significar nada bueno. --Bien, ?lo vas a soltar ya o no? --la insto a hablar. Isthar apuro el contenido de su copa ruidosamente y Kat suspiro poniendo los ojos en blanco. --No me pasa nada --le contesto Ishtar, en un tono nada convincente. --Ya... Muy bien, pues dime lo que no te pasa. Porque o tienes una explicacion para este comportamiento erratico tuyo, o eres una alienigena que esta suplantando a mi amiga. --Eres muy graciosa, ?sabes? Creo que de hecho ese sentido del humor tuyo tan desternillante es lo que mas voy a echar de menos cuando te vayas --le dijo Isthar concentrada en doblar en diminutos triangulos su servilleta de papel turquesa con el logotipo de Sacks's. --Asi que es eso... --comenzo a decir Kat, buscando la mirada de su rubia--. Yo tambien voy a echarte de menos, Isthar. Se que no es el momento para irme: la ruptura con Kevin, la proximidad de tu cumpleanos... --Kat hizo una pausa, esperando que su amiga hiciese algun gesto que le revelase que iba por buen camino en sus conclusiones. Isthar no lo estaba pasando bien. La ruptura con Kevin habia sido un mal necesario. Llevaban mucho tiempo juntos, nada menos que siete anos, demasiados, tirados por el desague de las relaciones vacias y sin sentido. Le habia tomado mas tiempo del debido tomar la decision de acabar con esa relacion que, aunque no le aportaba nada de lo que ella necesitaba y esperaba de un hombre, si la habia hecho sentir segura. A Isthar, con toda la fortaleza que exhibia, no habia nada que le diese mas miedo que la soledad. Y por alguna estupida razon habia estado pensando durante anos que era mejor estar mal acompanada que sola. El hecho de estar a punto de cumplir anos tampoco ayudaba. Se veia un ano mas vieja. Sobre todo, mas vieja para estar soltera. Ademas, le traia algunos recuerdos dolorosos de la infancia de los que sabia que no estaria dispuesta a hablar. Isthar por fin la miro y tomo su mano. --Si, es el mejor momento para irte. No quiero que te preocupes por mi. Y claro te voy a echar mucho de menos, sabes leer en mi como nadie. Y si, tambien tienes razon en todo lo que has dicho. Me siento un poco perdida, descolocada, desquiciada, desubicada... --Bueno, ahora no le eches la culpa a la ruptura de todo eso. Ya estabas asi antes --le dijo Kat, sacandole la lengua con una mueca. Isthar se echo a reir, con esa risa genuina y ligeramente ronca que volvia locos a los hombres, y Kat supo que saldria de aquello. Isthar era una mujer fuerte, luchadora, trabajadora, intuitiva, imaginativa... En definitiva, maravillosa. Llevaba anos esperando que tomara las riendas de su vida y por fin iba a hacerlo. Iba a ser dificil para ella, pero lo conseguiria. --Y tu, ?como llevas lo de pasar el verano de gira con Randy y al mismo tiempo preparar una boda? --le pregunto Isthar, queriendo cambiar de tema. No queria empanar las ultimas horas que le quedaban con Kat antes de que esta se marchase durante meses. Kat suspiro y sonrio con mirada sonadora. --Es un poco locura, la verdad. Menos mal que Martha, Daryle y Georgia me estan ayudando. Como la celebracion es en Oakriver, ellas pueden hacerlo sin problemas. --Con la familia de Randy te ha tocado el premio gordo --dijo Ishtar, pensando que ella no habia tenido en siete anos, ni de lejos, la buena relacion que mantenia Kat con la familia de su novio--. !Va a ser espectacular ver como te casas con el senor Randy Buxton! --le dijo Isthar sinceramente emocionada--. Pero mas te vale no ponerme un traje de dama de honor en plan merengue, o te arruinare la boda --la amenazo con la cuchara de su batido. --Ya vere lo que hago. Porque, la verdad, creo que estarias adorable con un vestido de esos en amarillo brillante, o rosa demoledor, todo lleno de encajes, brillantitos... --Te estas jugando la vida, futura senora Buxton --le advirtio, escondiendo una sonrisa--. No voy a ir ningun sitio vestida de payasa. Como una de las blogueras de moda mas importantes de esta ciudad, tengo una reputacion que mantener --dijo, enarcando una ceja con expresion altiva. Cruzo las largas piernas y se reclino en el asiento, adoptando una postura que ni las mejores modelos conseguirian para la portada de QBV, antes de agregar--: Y ahora, hablemos de lo realmente importante. !Tu despedida de soltera

  • ?Dormimos juntos? de Andrea Hoyos

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    Andrea es escritora, aunque no vive de los libros. Quiza por eso sucumbe a la propuesta de Borja y se encierra para escribir con el un relato erotico que la haga millonaria y la libere. Pero el placer es gratis y la libertad es cara: a los dos les gusta el sexo y les da miedo el amor. ?Llegaran a dormir juntos o haran solo todo lo demas?

  • 50 palos … y sigo sonando de Pau Dones

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    50 palos no es una biografia, porque las biografias huelen a muerto, dice Pau Dones. Asi que si hay modo alguno de entender este libro es como una reflexion, una charla amistosa que se alarga hasta la madrugada y en la que Pau da cuenta de sus mejores momentos, pero tambien de los peores. Del suicidio de una madre, del fracaso amoroso, de una carrera con altibajos que cuando de repente repunta queda interrumpida por un diagnostico atroz, cancer de colon.

  • Los ninos de la estrella amarilla, Mario Escobar de Mario Escobar

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    Jacob y Moises Stein viven con su tia Judit en Paris hasta que en agosto de 1942 se desata la gran redada contra los judios extranjeros. Sus padres, una conocidos dramaturgos alemanes se han escondido en la Francia Libre, pero antes de que su tia logre enviarles al sur, los gendarmes los detienen y los llevan al Velodromo de Invierno, donde mas de 4 mil ninos, 5 mil mujeres y 3 mil hombres tuvieron que subsistir sin comida ni agua durante cinco dias. Jacob y Moises logran huir antes de ser enviados en trenes hasta el campo Drancy. Cuando acuden a su casa en Paris su tia ha desaparecido. Deciden viajar en solitario a Valence para buscar a sus padres, pero el camino no sera nada seguro ni facil.

  • El Secreto de Malcom de Kate Danon

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    1314, Escocia
    Tras perder a su padre en la ultima batalla contra los ingleses, Lena MacLaren ha sido convocada por el rey de Escocia para decidir su destino. Como hija de un laird de las Highlands, debe contraer matrimonio para salvaguardar los intereses de su clan. Sin embargo, el candidato elegido por el monarca es el ultimo hombre con el que jamas hubiera pensado desposarse. Su pasado en comun es una barrera que considera infranqueable y las heridas en su corazon todavia no han cicatrizado…

  • Noche y dia (Los secretos de Boira 3), Gina Peral de Gina Peral

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  • Siroco, Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Natalia lleva meses recorriendo el mundo junto con su amiga Agustina, sin tener un destino fijo, sin preocuparse por otra cosa que no sea disfrutar de los lugares a los que el viento las ha arrastrado. Cuando estan a punto de regresar a su pais, les ofrecen trabajar como camareras para la escuderia Bravio.

  • Controlando a la estrella (Love me, pop star 1) de Marta Frances

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    Jennifer Scott es cantante.
    Jennifer Scott es una estrella.
    A Jennifer Scott le encanta salir de fiesta.
    Su representante esta cansado de aguantar los escandalos de su tren de vida, de verla ocupando portadas de revistas y portales de internet con fotos de sus fiestas y su descontrol.
    Una clausula de su contrato le da via libre para fichar a alguien que la controle e impida que siga comportandose asi. David Hill entra de lleno en la vida de Jennifer para compartirla las veinticuatro horas del dia, pero ella no pretende ponerle las cosas faciles.
    Jennifer es malhablada, caprichosa e impulsiva. David es firme, arrogante y demasiado atractivo. Se atraen, se odian, se desean y querrian matarse. ?Podran luchar contra los sentimientos que despiertan el uno en el otro?

  • El corazon de Angela 2 de Zeneida Miranda

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    Angela Sims es una mujer que siempre ha vivido deprisa. Se caso y fue madre muy joven y un mal golpe destino le arrebato a su marido demasiado pronto.
    Sola, con dos ninos de corta edad, Angela se muda a Nueva York en busca del apoyo que solo su mejor amiga y el marido de esta pueden brindarle.
    Fotografa de profesion, su apacible vida se vuelve un caos cuando conoce a Patrick Cooper, un policia cuya presencia le recuerda que su cuerpo sigue vivo, y se ve de repente en vuelta en un importante caso policial que la lleva a tratar con una de las mas importantes familias de la mafia irlandesa que operan en Washington Hide.

  • Noches de invierno de Jill Shalvis

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    Nadie pensaria que el caso de un Santa Claus malvado era el regalo de Navidades perfecto, pero Molly Malone, la encargada de la administracion de Investigaciones Hunt, no era como la mayoria de la gente. Ademas, a ella le iria muy bien poder distraerse de las fantasias que tenia desde que habia pasado la noche con su amor secreto, Lucas Knight. En realidad, no habia ocurrido nada, aunque Lucas no lo supiera, pero Molly queria disfrutar del hecho de ser un poco traviesa.

  • Esperare de Antonio Mora Diaz

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    Maria es una joven malaguena, de clase obrera, de principios del Siglo XX. A pesar de las desgracias que durante sus primeros anos de vida castigan a su familia, ella no pierde su interes por el mundo que le rodea.
    Aunque los recursos familiares no le permiten estudiar para dedicarse a la docencia, ella encuentra un camino alternativo para conseguirlo.
    Un buen dia aparece el amor en su vida.
    Maria se enamora de Alfred Stern, un fugitivo que le corresponde. Todo parece ir perfectamente hasta que los acontecimientos historicos de su tiempo los arrastran como una bola de nieve cayendo por una pendiente.
    Esta es la historia de Maria y de Alfred, pero tambien es la historia de Josefina, de Juan, de Nuria, de Carmen, de Jose y de muchas otras personas, en su mayoria normales y corrientes, que tuvieron que ir adaptandose a un mundo duro y cambiante y en el que las guerras y los conflictos pasaron a ser parte del paisaje.

  • Solo una idiota se enamora de Nohewi

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    Helena lo ha vuelto a hacer. Se ha vuelto a enamorar. Se fue a Londres a hacer las practicas de enfermeria para olvidar a su ex y… !zas! Ahi va otra vez, y esta vez es peor que nunca, con un chico de ensueno: Carlo, italiano, morenazo, artista y todo un caballero. ?Que mas puede pedir? Pero la vida no se lo va a poner nada facil y para ganarse el titulo de “La tia mas afortunada del planeta” va a tener que enfrentarse a Aneleh, una misteriosa chica con un unico proposito: hacerle la vida imposible.

  • Pura pasion de Annie Ernaux

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    <>; asi empieza la historia sobre la pasion de una mujer culta, inteligente, economicamente independiente, divorciada y con hijos ya mayores, que pierde la cabeza por un diplomatico de un pais del Este <> y siente especial debilidad por la buena ropa y los coches aparatosos. Si el tema que da lugar a esta novela es aparentemente trivial, no lo es en absoluto la vida que lo alienta. Muy pocas veces antes se habia hablado con tan descarnado descaro, por ejemplo, del sexo masculino o del deseo que idiotiza, que trastoca. La escritura aseptica y desnuda de Annie Ernaux consigue introducirnos, con la precision de un entomologo que observa un insecto, en el febril, extasiado y devastador desvario que cualquier mujer -?y cualquier hombre?-, en cualquier lugar del mundo, ha experimentado sin duda al menos una vez en su vida.

  • La leyenda de los centinelas de Manuel Criba

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    Daven el Cuervo es un guerrero vikingo que, al morir, transgredio la mas importante de las viejas reglas: enamorarse de la valkiria que debia trasladarlo al Valhalla. Fue condenado por los dioses a vagar por el mundo por los siglos de los siglos.
    Cuando el abad de un monasterio pirenaico le pide que desentierre un tesoro maldito para liberarlos de una vieja leyenda, Daven se niega. Sabe que hay cosas que es mejor no remover.
    Sin embargo, alguien no parece pensar lo mismo. Irene, una joven que acaba de quedar huerfana junto a sus dos hermanos, desentierra el tesoro para abandonar una vida de pobreza y desesperacion. Cuando los espectros que custodian el oro la persiguen para recuperarlo, tendra que decidir si renuncia a sus esperanzas o sigue adelante arriesgando su vida y la de los suyos.

  • Nadie dijo que fuera un santo (Pecado 1) de Katy Evans

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    Nadie dijo que fuera un santo

  • La casa holandesa de Ann Patchett

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    A finales de la Segunda Guerra Mundial, a Cyril Conroy lo visita la suerte: hace una unica pero muy inteligente inversion que le permite poner en marcha lo que se convertira en un gigantesco imperio inmobiliario. El negocio catapulta a su familia desde la pobreza a una ingente riqueza, y su primera decision es comprar la Casa Holandesa, una rica mansion a las afueras de Filadelfia. La casa, que pretende ser un regalo para su esposa Elna, terminara marcando los designios de toda la familia.

  • Compartiendo La Misma Cama de Penelope Dunn

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    Estoy totalmente impresionada. "?Como dices?", pregunto. "Es absurdo", manifiesta con sorpresa mi hermana menor. El abogado de mi padre, Alexis, intenta mostrarse relajado y peina su cabello suavemente. No tengo motivos para desconfiar de el. De hecho, confio totalmente en cada una de sus palabras y acciones. Ha laborado tantos anos para nosotros que se considera un integrante mas de nuestra familia. "Se que papa no seria capaz de atreverse a hacer eso. Supongo que todo es una equivocacion. Es realmente insolito", digo en voz baja, pero el niega con su cara. "Quiero ver su testamento, por favor, porque pienso lo mismo", dice Natalia. Le cede los documentos a mi hermana. "Ana, Natalia, era su voluntad, se los aseguro", dice viendonos fijamente. "Yo mismo escribi su testamento, luego su padre lo leyo, estuvo de acuerdo y firmo los papeles necesarios. Era su voluntad, se los aseguro". Hablamos sobre ese tema con mama unos dias antes de la partida definitiva de nuestro padre. Por eso, Natalia esta tan asombrada como yo. Entiendo lo que esta pensando, pues el mismo pensamiento atraviesa mi mente. En ese momento, nos acercamos a la cama de nuestra madre. Sabiamos que solo podiamos brindarle calidad de vida, porque su enfermedad la habia deteriorado tanto que ya no era posible sanarla. Esperabamos que se sintiera bien en sus ultimos dias de vida. "Quisiera pedirte algo", revelo mama en voz baja. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que me pidiera. "Seguro, mama", le dije, con toda la seriedad del mundo. "Quiero pedirte que hagas todo lo necesario para conservar nuestra casa. "Siento que este hogar es parte de nuestras vidas. En estos muros estan las historias de mis padres y mis abuelos. Hay vida aqui, lo se. Esta ha sido mi casa desde que naci. Lo mismo paso con mis padres, y con ustedes. No quiero que nadie, salvo tu, se haga cargo de ella. Como eres la hija mayor, debes prometermelo. Quedara en tus manos, asi como mi madre la dejo en las mias al partir para siempre. Debes cuidarla hasta que tengas un hijo y puedas darselo como herencia familiar tambien. Debemos... conservarla", dijo, tomando mi mano con la poca fuerza que le quedaba. "Te lo prometo, mama", dije con fuerza. La idea de que otra persona comprara nuestro hogar no habia pasado por mi mente hasta ese momento. Esperaba tener hijos y que crecieran en ese espacio, al igual que mis sobrinos, si Natalia finalmente decidia tener hijos. Era nuestra casa, y mi deseo era que siguiera siendolo mientras estuvieramos vivos. No podia estar en otras manos que no fuesen las mias, porque era parte de nuestra identidad y nuestras vidas, como decia mama. Esperaba honrar ese compromiso, y no me importaba si eso implicaba cualquier sacrificio. Sin embargo, las cosas estaban cambiando. Al parecer, alguien me lo quitaria. Nos lo quitaria. Esa persona era Cristina. Nos quitaria nuestro hogar, ese que mi madre adoraba con toda su alma. Cristina estaba sentada en silencio, y su atuendo negro de pies a cabeza le ayudaba a simular que de verdad lamentaba la perdida de papa. "!Papa no le habria heredado La Estancia a esa... mujer!", dijo Natalia con fuerza. "Ella no simpatizaba con este lugar, o, mejor dicho, lo detestaba, y el era consciente de ello. Dijo que era una montana de excremento. !Lo dijo en las narices de papa!", dijo, senalando con su mano a nuestra madrastra. "Entiendo, Natalia, y no sabes cuanto lo lamento. Realmente tengo las manos atadas. La Estancia, el area circundante y todas las hectareas de bosque cercanas pasan a manos de Cristina por decision de su padre", dice nuestro abogado, y nos ve con una expresion de melancolia. Papa habia dicho que dejaria la casa en mis manos. Entendia lo especial que era el lugar para nosotras, en especial para mi. Mama le habia pedido como ultimo deseo que me la dejara como herencia. Y la habia puesto a mi nombre, pero solo por un tiempo, con la unica finalidad de evadir impuestos. Habia sido idea de su contador. Luego le habia asegurado a mi madre que, al fallecer, la pondria permanentemente a mi nombre. Fui testigo presencial de ese hecho. Incluso habia llorado al momento de decirselo. Entonces me siento en el borde de la cama. Aun no creo lo que esta sucediendo. No entiendo como es posible. Ahora soy yo quien cree que va a llorar. No puedo creer que nuestro padre haya faltado a su palabra y nos haya dejado a nuestra suerte. ?Por que lo haria? No lo entiendo. Lo acompane hasta el dia de su muerte. "Ana, hija adorada, te amo", susurro. "Eres mi hija mayor. Has sido mi favorita desde que naciste. Organice todo para que nadie ajeno a nuestra familia te perjudique ni te quite la casa", dijo. Sostuve su mano durante su ultimo aliento y me vio fijamente. !Hizo todo lo contrario a lo que dijo que haria! "De todos modos, su padre preparo todo para que ambas puedan vivir en el apartamento que dejo en El Rosal, si Cristina acepta. Pueden estar tranquilas. No van a quedarse en la calle", dice Alexis, tocando el hombro de Natalia. "Creo que no es necesario oir nada mas sobre casas", responde Cristina. "?Eduardo me lego algo mas?", dice. Se nota su molestia. "Desafortunadamente, no. Solo ese apartamento y una pension de por vida que podras disfrutar hasta que mueras", revela con crudeza Alexis. "?Nada mas?", pregunta con fuerza. "?Ese viejo tacano no me dejo nada, nada mas?". "No", responde Alexis. Su cara muestra su creciente molestia. "?Pero y la empresa? Las prendas antiguas de oro, la casa en Canada y la de Malta...", pregunta. Alexis respira con fuerza. "Lo repartio entre toda la familia. De todos modos, la suma mensual que recibiras es alta. Creo que tienes suerte". "?Alta? No quiero pensar como seria si fuese baja", le dice con altivez. "Merezco mucho mas, por todo lo que me esforce por nuestro padre. Ese viejo avaro y vil no me dejo nada mas, a pesar de que tuve que limpiar su tras…". Me levanto con furia. Aunque no se como lo hago, me pongo de pie y camino hacia Cristina. Le doy una bofetada en su mejilla izquierda, y el sonido que produce mi movimiento es tan fuerte que retumba en las paredes. Cuando puede voltear, noto la expresion de odio genuino en la cara de Cristina. No obstante, entiende que sus acciones me han hecho perder la compostura y olvidar mi educacion, asi que frena sus deseos de levantarse y golpearme. Natalia sonrie ante mi osadia. Es la primera vez que lo hace durante la reunion. "Vete. No mereces estar en este hermoso hogar. Solo eres una puta malvada que se caso con mi padre por dinero. No entiendo que vio mi padre en ti. Quiero apretar su garganta, pero no lo hago. "Sera mejor que salgas de aqui", le grito en cambio, con fuerza. "Yo si lo se. No es ningun misterio. Se como cabalgar un pene. Soy mas talentosa que muchas otras mujeres. Tal vez pueda ensenarte a hacerlo. Creo que te hace mucha falta aprender de ese tema", dice, y empieza a reir abruptamente. "!Me das asco!", lanza Natalia. "Sal, o te sacare a patadas", le exijo, con mis manos apretadas. Cruza sus brazos antes de salir. "Lo hare, pero antes de hacerlo les dire que voy a vender esta mierda. Quiero que antes del lunes desocupen este espacio. Si no lo hacen, lo lamentaran", informa, sonriendo maliciosamente mientras nos mira. CAPITULO 2 ANA Creo que voy a tener un infarto. Mi corazon acelerado hace que piense en ello. No puedo decir ni una palabra. Tampoco se que pensar. "Ana, ya puedes estar tranquila. Esa loca se fue", dice Natalia, y pone su mano en mi muneca. Se me ocurre una idea y empiezo a hablar con mi voz quebrada. "Usare mi asignacion mensual para comprar esta casa de una vez", digo. Subo mi mano y sujeto con fuerza la de Natalia. Giro para ver a Alexis. Pero el niega con su cara. "Eso no va a pasar", dice. Lo veo con asombro. "Por otra razon desagradable, supongo", dice Natalia. "Lo que sucede es que puedes disponer de ese dinero solo cuando cumplas veintiuno". "?Como? ?Que llevaria a nuestro padre a decidir algo asi?", digo. La noticia me sorprende aun mas y crea mas incertidumbre. "Algunas personas mayores toman ese tipo de decisiones cuando sus hijos son adolescentes o llevan una vida... un poco intranquila. Tambien lo hacen porque consideran que quienes rodean a sus hijos podrian enganarlos o hacerlos caer en trampas terribles", dice Alexis, y luego grune ligeramente y levanta sus manos. "Ya tengo veinte. La gente que me rodea tiene buenas intenciones, y llevo mi vida con tranquilidad. Papa era consciente de ello". Alexis encoge sus hombros y se queda en silencio. Suspiro y caigo en un sofa cercano. Entiendo que ese divan esta alli porque papa queria que sus clientes se sintieran comodos al visitarlos, pero ahora siento que es parte de una historia. La historia de terror que estoy viviendo por sus decisiones. Mis manos estan atadas mientras el espacio que ha sido el hogar de nuestra familia por cinco siglos es vendido como un pedazo de madera. Quedara en manos de gente ajena a la casa. Se que podrian remodelarlo por completo. Incluso tirar todo. Tal vez usen el espacio en el que esta enterrada mi abuela y mi madre para construir algo mas. No puedo dejar que lo hagan. Ahora que lo pienso, me doy cuenta de que no hubiera imaginado, por muy pesimista que fuese, que viviria todas esas cosas tan terribles durante la lectura del testamento de papa. Natalia camina hacia mi, se arrodilla y toca mis manos. "Tiene que haber algo que podamos hacer. Quiero conservar La Estancia. Fue el juramento que le hice a mama. Le asegure que siempre seria parte de nuestra familia, como ha sido hasta ahora", digo, y subo mi cara para ver a Natalia. "?Si hay algo que podamos hacer?", le pregunto mientras me levanto con prisa. El frunce su ceno y luego sonrie ligeramente, aunque su expresion no indica nada mas. Se quita sus gafas para limpiarlas y yo tomo aire en espera de su respuesta. Natalia tambien esta expectante. "Puedes hacer algo, aunque tal vez no quieras hacerlo", responde, revisando los documentos frente a el. "Cuentanos". Aclara su garganta y me ve fijamente. "Como habras notado, ustedes tienen el cuarenta y ocho por ciento de las acciones de la compania de su papa". Natalia no entiende nada. Yo tambien siento que me habla en otro idioma. "No lo habia notado. Y es cierto. No sabia nada sobre el asunto. Solo habia escuchado que ya no seriamos duenas de La Estancia. Continua, por favor". "Antonio Jose Velez es el dueno del cincuenta y dos por ciento restante", dice. Natalia abre su boca de par en par. Antonio Jose Velez. Es un hombre con cabellera negra perfectamente cortada, una piel dorada por el sol, perforaciones en algunas partes de su cuerpo, una expresion desafiante en sus ojos y una anatomia trabajada durante anos en un gimnasio. Su cara es provocativa, pero por lo que habia dicho papa, no debia dejarme llevar por esa apariencia seductora. Es un tipo diabolico para los negocios. Negocios que se tratan casi siempre de comprar empresas. Empresas que se mostraban debiles o con resultados negativos inesperados. Hacia ofertas hostiles a los accionistas para comprarlas e insistia hasta que lo lograba. Aunque me siento cada vez mas confundida y perdida, la imagen de Antonio Velez llega paulatinamente a mi mente. "?Antonio Jose Velez tiene la mayoria de las acciones de la empresa?", pregunto, con mi voz expresando mi incredulidad. "!Dime que es mentira!", pide Natalia. Alexis niega con su cara. "Es verdad. Adquirio esa mayoria accionaria hace dos o tres anos". Dos o tres anos, pero yo no sabia nada de nada. Recorde que papa siempre me contaba lo que sucedia en la compania. Lo habia hecho desde que yo tenia diez anos, para despertar el interes de mi hermana y el mio en la compania. Tomo aire y levanto mi cara para intentar pensar con claridad. ?Por que papa lo habria hecho? Solo una razon llega a mi mente: la empresa estaba tan mal que la unica solucion que habia visto mi padre era cederle la mayoria a Antonio. Papa habia vendido parte de la compania a ese sujeto sin decirnos nada. Se habia desprendido de la mayor parte de su empresa, la que habia fundado y planeaba dejarnos como herencia, supuestamente, a un cazador de empresas en aprietos que seguramente la desguazaria para venderla otra vez y ganar mas dinero. "?Por que? ?La empresa tenia dificultades?", le pregunto. "Hasta donde recuerdo, siempre tuvo buenos resultados", dice Natalia. "Los tuvo. La empresa era exitosa. Me parece que la participacion de Antonio la hizo mas exitosa de lo que ya era. Creo que vender las acciones fue el mejor negocio que pudo hacer su papa". "?De que modo se relaciona ese senor con La Estancia?", pregunto. Otras interrogantes aparecen en mi mente. "De ningun modo. Sin embargo, en el testamento queda claro que, si una persona tiene el setenta por ciento o mas de las acciones de la compania, tendra la potestad de parar la venta o alquiler de la casa o el terreno alrededor. Queda claro que ustedes no llegan a esa cifra, pero en caso de que... de que... te convirtieras en la esposa de Antonio Velez… Cristina no podria vender la casa, y la comprarias cuando cumplas veintiuno, con tu herencia". Natalia abre sus ojos de par en par. "Es un chiste, ?verdad?", pregunto. Mis ojos tambien estan muy abiertos. "No. Solo haciendo eso podras quedarte con La Estancia". ?Entonces debere casarme con Antonio Velez para conservar la casa?

  • Sol y Sombras de Lourdes Tello

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    Cuando la vida te da una oportunidad.
    Julia es consciente de su vida rutinaria. Su marido y sus hijos son maravillosos, pero ya no puede mas. Sus amigas son las unicas que la alientan a continuar con sus ilusiones. Quiere vivir, desea algo diferente y necesita dedicarse a algo que la llene.
    Un dia conoce de forma casual a Emmanuel, director de una ONG, hombre comprometido con los mas desfavorecidos. El cielo se abre para Julia cuando Emmanuel le propone un puesto en su organizacion. Los suenos y las ilusiones parecen alentar otra vez la vida de Julia, pero sus deseos tambien van a tocar su corazon, llevandola a los reconditos paisajes de Africa, donde revivira una pasion que hacia anos que no sentia. Desde ese momento, Julia no volvera a ser la misma y debera preguntarse si el nuevo camino que ha decidido recorrer no sera un viaje sin retorno.

  • Lo que encontre cuando te perdi de Fabian Tapia

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    Era asi como siempre despertaba... Mi frente empapada de sudor y mi corazon al compas del ultimo acorde mi melodia maldita. Todavia lo recuerdo tirado en el suelo del escenario y con todo lo que lo constituia--su gallardia, la manera en que flotaba con cada movimiento y su altivez, haciendolo de marmol irrompible. Su maldita barba descuidada, sus ojos largos, como de emperador egipcio, su cabello representando una danza en si y su estupida barbilla, tan afilada que parecia cortarte con solo mirarla...Todo desaparecido para siempre por el toque de una tecla de un piano de un musico con un corazon roto, que buscaba curar todo con mas quiebres. Oh, su caida. Una caida que merecia millones de terremotos y no estariamos haciendole justicia. Era como si se hubiera venido abajo el rascacielos mas admirado del mundo. Ahi es donde entra el efecto domino: su caida desprenderia poco a poco las peores tragedias que en mi vida hubiera imaginado...Tanto para el como para mi, ese suceso nos separo en un abismo en el que jamas existiria un mapa para volver a encontrarnos. No nos hemos dirigido la palabra desde que todo sucedio. Eramos el uno para el otro; nadie existia sin la gracia del contrario. El no danzaba con una musica extranjera; era la mia o era la mia. ?Que otra fidelidad podria exigir un artista? Ycon lo que mejor me pagaba era eso: su sonrisa al final de cada ejecucion, como si hubiera llegado al orgasmo y estuviera mostrandome lo satisfactorio que habia sido todo. Ahora me pregunto cada maldito segundo que es lo que pasa por su cabeza, sus manos y su cabello...Si cada pajaro que le alegra la manana es bien recibido por sus oidos, si cada canto lo recibe con la misma amargura con la que recibe las mias, si al mover los dedos extrana aquella vez en la que le di mi primera leccion de piano... Me pregunto tantas cosas que a veces olvido que existo. Me pregunto si tantas veces en que intente ser mejor para ti lo logre. Si mi tristeza no se te hacia estridente para tus oidos acostumbrados al arte bien labrado, si mis dramas eran dignos de un Juilliard y todos mis abrazos dignos de un titan como tu. [?Acaso te pude abarcar?]. Oh, nota aparte: no solo tu te quebraste. [Escucho un resoplido de hastio de fondo]. Siempre he pensado que eras como un cielo roto, si, pero como un cielo roto por cuyos resquicios se veian miles de estrellas. Yyo estaba ahi, tan insignificante como siempre. [Siempre ven al piano, no al pianista]. Yo, como un parche flotando a cubrir la herida de alguien... [Yo siempre estoy donde esta la herida. Pssssssst: encuentrame]. Me pregunto si mover esos dedos a esas malditas teclas fue un impulso de todo mi ser para sentir tanto dolor, que si siempre he estado predestinado a el, encadenado pero libre para siempre terminar siendo herido y herir a los demas que me salvan sin saberlo. Maldicion. Desearia pedirte perdon en cada estrella de este cielo que siempre esta encapotado. [?Tu si las ves?]. Y es que en Dinamarca nunca puedes contar con las estrellas. Con el frio si, por eso siempre estoy desnudo. Llevo la nieve en los huesos, por eso tambien pido perdon, aunque haya sido el acople mas perfecto a tu infierno; siempre descongelandome para que el invierno volviera a mi, como un viejo companero. Asi cambiabas mi nombre a Rob--Hilsen --Escarcha. Por cierto, los tulipanes que me trajiste de Holanda no se han secado; permanecen con el mismo color de hace cinco anos, diciendo, gloriosos: "MIRA, SOMOS MAS DURADEROS QUE LOS QUE JURARON AMOR ETERNO". Si te preguntas --porque ya no me preguntas a mi-- si sigo yendo a la costa, te digo que si. Es que siempre se siente desgarrador, como un grito desesperado al final del muelle, el hecho de gritarte te amo. Si, cada atardecer lo hago. No importa como se sienta mi garganta. [CULPABLE DE MI FUTURO CANCER: ZILE THORN] Mentira, tu seras el culpable de todos mis canceres, no solo de ese. Oh, demonios, casi lo olvidaba. No he olvidado que morire de cancer. Todos en mi familia han muerto poco a poco de eso. Se que es muy precipitado decirlo tan temprano [Ja, la primavera esta en cada poro de mi ser ?que te pasa?], pero cada biopsia y examen revelan que estoy perfectamente bien, pero se que estan rotundamente equivocados. Algun dia confundiran un resfriado con un cancer de pulmon o una urticaria con un cancer de piel que me ira devorando centimetro a centimetro hasta hacerme parecer un volcan en erupcion, todo sanguinolento. [?Por que no dejo de decir sandeces?]. Oh, si. La costa. Hace algunas noches tuve un sueno que se sintio como una premonicion: que encontraba una historia dentro de una botella y tenia que ver con un amor perdido de la reina. Se que suena descabellado, pero lo senti tan real, que a veces pienso tener esa botella verde bajo mi cama. Ycon que dice que me perdonas. Asi es como sucede: desenrollo el papel cafe arena con una prisa desmesurada y dice solo tres palabras... TE PERDONO, REGRESA. Y ahi es cuando despierto, con el maldito sonido vibrante del ultimo acorde que nos separo para la eternidad, como esos rayos que siempre has odiado. Pero no te apures, carino, si quieres que regrese no hace falta que me mandes mensajes dentro de una botella; imagino que sentire ese dia en el centro de mi alma, vibrando con la urgencia de una tormenta que acaba con la sequia de una razon perdida. No te apures, carino, me se el camino a casa mas que de memoria. Me se el calor de esos brazos tan cincelados, ese aroma de tu cuerpo tan de naturaleza verde y la musica de esos dientes que al chocar me provocan el deseo mas intenso de entrar...Y creeme que profanaria esa casa que tienes cerrada a cal y canto, pero como el musico que soy, se respetar el silencio ajeno. No, no quiero interrumpir todo el duelo que has de estar pasando. Al reves, quiero que lo sintamos el tiempo que tenga que llevar, porque forzar el tiempo es lo que mas retuerce las cosas. [Aunque tu siempre lo torcias con tu sonrisa de mar inquieto]. Quisiera decirte tantas cosas sin ahogarme en toda esta telarana que son mis palabras. Decirte, por ejemplo, que ya no he vuelto a tocar el piano desde aquella vez. Que ya no he vuelto a bailar como estupido por las calles cada que una cancion se apodera de mi. [Ah, como deseo que un taxi se enrede conmigo y me mate para siempre]. Que ya nada llena ese vacio que se siente todo el transcurso de las horas. Que le has quitado todo el dulce a las mananas para hacerlas azules. Que adios ya no significa lo mismo, ni perdon. Que cada que intento perdonarme me odio mas. Se que no soy tan fuerte como para tocar tu puerta, ni para encontrar esa llave que abre todos los candados, pero dejame intentar por lo menos buscar y perderme hasta darme cuenta que es lo que encontre cuando te perdi. Porque esto debe tener un motivo en concreto. No es una casualidad tanto romper y llorar. Quiero que ya no me veas nadar y naufragar en este oceano de lagrimas. Lanzame un halago, una frase que me motive a seguir, una balsa que resista a las olas que embravecidas me arrojan al vacio sin piedad.

  • A traves de Escocia (Highlands 1), Alexia Seris de Alexia Seris

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  • El hijo de la costurera de Nacho Montes

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    Ambientada en el San Sebastian y el Paris de principios del siglo xx y basada, en gran parte, en la historia del maestro Cristobal Balenciaga, esta novela es una conmovedora historia de amor, de secretos de amigos y de la divina y eterna ingenuidad de los veranos de la infancia.

  • Amigos, sin mas (Amigos 4) de Ana Alvarez

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  • Zona de amigos de Marina Sol

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    La encantadora, arriesgada y joven Sandra, sin darse cuenta, comienza a tener fuertes sentimientos por uno de sus mejores amigos. El tiempo hace que, poco a poco, esa relacion este a punto de materializarse en algo mas. Pero cuando la joven menos esperaba, un acontecimiento hara que su corazon se ponga en alerta. Sandra, luchara por encontrar una explicacion que haga que su corazon se sosiegue, mientras pasa a formar parte de la Zona de amigos. Alli hara lo imposible por cambiar el destino para lograr estar con... su mejor amigo.

  • El orgullo del dragon (El dragon y el unicornio 1) de Iria G. Parente

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    Viria es la tierra de los hombres; Gineyka, la de las mujeres.

  • Amor intempestivo de Rafael Reig

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    Con mas de cincuenta anos, seguia echandome de menos a mi mismo, y empece a escribir en un cuaderno de doscientas cuarenta paginas tamano cuartilla, de pie, en un barril del bar de Lucia, con un whisky y frente a la piedra de La Maliciosa coronada de nieve. Tarde meses en llenarlo y cuatro anos en llegar hasta el final, desde el que ahora escribo. Las novelas --como la vida-- se leen desde el primer capitulo hasta al ultimo, pero se escriben siempre desde el final --tambien como la vida, que solo adquiere sentido una vez vivida--. Intente apartarlo de mi, escribi otras cosas (las novelas Senales de humo y Para morir iguales), pero el cuaderno de tapas negras seguia esperandome sobre la mesa con sus ciento veinte paginas escritas a lapiz por una sola cara; y otras tantas en blanco, al dorso. Quedaba una cara de mi que no me atrevia a descubrir. Como si hubiera hecho la cama al contrario, con la almohada a los pies, oia el ruido amenazador de mis pasos acercandose. Por eso decidi terminar la otra cara de las paginas: para salir a mi encuentro. Todo empezo con una reunion de viejos amigos, fantasmas del pasado. El Festival Ene se celebra en el Circulo de Bellas Artes de Madrid y cada ano lo organiza una persona distinta, a la que llaman comisario. En 2016 la comisaria fue Marta Sanz y --como es costumbre-- lo lleno todo de amigos de su edad, escritores nacidos en los anos sesenta. Marta me invito a lo que la prensa llama <> --como llama a las elecciones <>-- para que participara en una mesa redonda. Acepte por ver a los amigos y porque no puedo resistirme a nada que me proponga Marta, menos aun con su placa de sheriff. Tambien necesitaba que me diera el aire. Llevaba mas de un ano sin escribir, porque me habia convencido de que mis novelas eran como los inventos del profesor Bacterio: o no funcionaban o, si lo hacian, era siempre en contra del lector. La mesa redonda, que tuvo lugar el viernes 4 de noviembre a las 21:30, se titulaba <>, y el programa (que conservo) la presentaba asi: Hace veinte o treinta anos coincidieron en las aulas y en el bar de la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Autonoma de Madrid cuatro muchachos que se han convertido en figuras centrales de las letras espanolas por su labor docente y literaria. Javier Azpeitia, Eduardo Becerra, Antonio Orejudo y Rafael Reig reviviran viejas conversaciones y sus temas de interes de ayer y de hoy. Me recordo a los dibujos de mi infancia, las Merrie Melodies, que se anunciaban como <>. Quiza fuera intencionado y Marta Sanz queria insinuar que nuestros <> son propios de los dibujos animados. Baje temprano a Madrid en el autobus de linea, el 684 de Larrea, decidido a administrarme en el oportuno bar la anestesia necesaria para afrontar la intervencion. Contra todo pronostico, la charla sobre el exito y el fracaso, sobre la lealtad y la traicion, no solo me parecio entretenida, sino que me devolvio las ganas de escribir. Esa noche dormi en Madrid y volvi a casa a mediodia, y al dia siguiente me levante, como siempre, a las cinco de la manana. Desayune y me di una ducha que termine con agua fria, hasta que empezo a salir el agua de <>, como se dice en el pueblo con tono solemne e intimidatorio. Aqui el agua siempre sale del grifo muy fria, te deja los dedos morados, pero llega un momento en el que aparece de pronto un agua heladora que viene de la remota tuberia profunda, soterrada bajo el nevero perpetuo de la montana, y que puede hacer que se te pare el corazon de golpe. Eso dicen en Cercedilla. Llevaba tanto tiempo resistiendome a escribir, que el ordenador se nego a arrancar. Por eso me fui a escribir a mano en el barril. David, el amigo informatico que todos tenemos, probo el <>, que no funciono, y me dijo que iba a buscar un <>. Segun me explico, el ordenador almacenaba el estado del sistema en varias fechas a las que podia retroceder para ponerse en marcha tal y como se encontraba entonces. Lo que hubiera sucedido a partir de ese momento, desapareceria --programas, archivos, documentos-- y volveriamos atras (sin memoria ni deseo) para empezar de nuevo. La idea me parecio sugerente. Igual que los ordenadores, quiza nosotros tambien establezcamos hitos en el tiempo, a los que volver cuando ya no seamos capaces de seguir adelante: antes de la primera novia, de la primera claudicacion, del nacimiento de un hijo, de la muerte de un ser querido. Como era previsible, la mesa redonda me transporto a uno de esos instantes: antes de terminar la carrera, cuando todos eramos genios y todavia inmortales. En mi caso, ese estado se prolongo un ano mas, porque obtuve una beca como lector en la Tufts University, en Boston, donde pude seguir siendo inmortal y un genio, mientras mis companeros preparaban la oposicion a secundaria y daban clases particulares o repartian pizzas en motocicleta para poder hacer el doctorado. Treinta anos despues, ya calvos, mediocres y mortales, con barrigas, canas y ojeras, arrastrando los pies y llevando a cuestas divorcios, hipotecas, deudas y sinsabores, nos fuimos encontrando en la famosa Pecera del Circulo, junto a la mujer desnuda esculpida por Moises Huerta y bajo los lienzos del techo pintados por Jose Ramon Zaragoza. Era dificil no mirar aquel cuerpo de marmol, tendido a nuestros pies en una postura muy poco natural, y con los ojos cerrados. No esta dormida, nos dijo Chavi Azpeitia: esta muerta. En mi familia todos tenemos dibujos de Zaragoza, que era de Cangas de Onis y debio de ser buen amigo de mi abuelo Benito. Sus pinturas, demasiado clasicas, sin duda se parecen al modelo y son --como tantos matrimonios-- fieles pero aburridas. De los dibujos lo que llama la atencion es que todos los que tenemos son de hombres desnudos. Alli, mirando con timidez el hermoso cadaver y las acartonadas pinturas, estabamos la presunta generacion de los sesenta, que casi nunca ibamos al Circulo de jovenes. En los ochenta aquello era poco mas que un casino de provincias, cuando decidieron resucitarlo con una primera medida decisiva: cobrar la entrada. A veinte duros. Y por supuesto funciono, aunque nosotros siguieramos yendo al Deportes (que estaba al lado de la editorial Cambalache), al Casa Riera, al Galdos o a tabernas como La Dolores. Si existiera una <> (pero no es mas que una conjetura), su caracteristica mas sobresaliente tendria que ser nuestra inoportunidad. ?Que clase de jovenes sonarian con ser novelistas cuando la literatura ya habia perdido toda relevancia social? Los ultimos que llegaron a tiempo fueron los que tenian diez o quince anos mas que nosotros: Javier Marias, Munoz Molina, Millas, Mendoza, Llamazares... Con veinte anos, en los ochenta, les vimos triunfar, pero no nos dimos cuenta de que eso nunca iba a volver a suceder. Debiamos de ser los tontos de la clase, el peloton de los torpes, porque el resto de los jovenes de nuestra edad no querian ser escritores, sino cantantes, directores de cine, arquitectos o simplemente ricos. Si existiera esa generacion (pero insisto, se trata de una idea de bombero), habria que llamarla <>, siempre estuvimos, como dice el diccionario, <>. Asi nos va. Nuestros predecesores aguantan el tipo como pueden, a sabiendas de que son un anacronismo. Miralos: uno escribe a maquina y se comunica por fax, otro se hace pasar por neoyorquino de Brooklyn con acento andaluz, otro se mete en armarios empotrados que dan a su otro yo... En fin, se comportan como cunados con una copa de mas en la boda de su hermana, o como filatelicos obsesos y empecinados. ?Y nosotros? No somos mas que un hatajo de acreedores, se nos debe la gloria y vamos reclamandola por los rincones. Nuestras novelas pertenecen todas al mismo genero literario que los cartones que ponen los mendigos al lado de su manta: pedimos una limosna de gloria contando nuestra triste vida, y lo llamamos autoficcion. Eso somos las <> que escupiamos en corro <>. Salvo por la ausencia de torres de vigilancia, aquella Universidad Autonoma de Madrid era identica a una prision provincial de grises muros de hormigon, aislada y laberintica, con patios interiores y escaleras supernumerarias que dificultaban la huida. La blanda hierba que decoraba el campus tambien le daba --combinada con la arquitectura penitenciaria-- ese aspecto de inocencia simulada que caracteriza a los laboratorios farmaceuticos y a los emplazamientos militares secretos. Lo mas acogedor era el bar de la Facultad. !El inolvidable bar de Juanjo! Con la no menos inolvidable tortilla de patatas en olla que hacia Mercedes, la mujer de Juanjo. Aquellos eran los tiempos, primera mitad de los ochenta, y en el bar de Juanjo habia parejas de literatos discutidores: Gerena y Echevarria, al que llamabamos Echabarriga, Chavi Azpeitia y Eduardo Becerra, Pepe Ridao y Juan Blazquez, y Orejudo y yo. Ninguno esperabamos cumplir los treinta: moririamos jovenes, como los heroes, fulminados por nuestro propio talento, igual que el olmo viejo hendido por el rayo (y en su mitad podrido). Juan era el mas ambicioso de todos: bebia ginebra por las mananas y ni siquiera confiaba en cumplir los veinticinco. El bar tenia una barra en forma de ele; el lado corto acababa junto a una ventana que daba a la entrada principal; el largo recorria la sala hasta una pared, tras la que estaba la estacion de tren. En las otras dos paredes habia repisas para dejar las copas, los cafes o los botellines, y para apoyar el codo con displicencia y la cadera dibujando esa curva caracteristica de Praxiteles. El pequeno espacio de barra junto a la ventana era el lugar privilegiado, que ocupaban siempre los modernos, palidos, ojerosos, recien exhumados de sus tenebrosas sepulturas en el Penta, la Morasol, el Morgenstern o el Rock-Ola. Los plumiferos nos repartiamos el resto: Chavi Azpeitia y Eduardo Becerra en el otro extremo de la barra, Echabarriga y Gerena en la repisa mas cercana a la puerta; Orejudo y yo en el angulo de la ele; Blazquez y Ridao, al lado de la entrada: todos incansables en nuestra liturgia de bendiciones y maldiciones. !Tolstoi es Dios! Mejor Dostoievski: !es el Demonio! !Clarin es un estrenido! !Las novelas de Galdos huelen a repollo, como un descansillo de escalera! !Neruda es mas plomo que el catastro! !Pues anda que Vallejo: un indio deslumbrado por las baratijas del simbolismo frances! Y asi cada manana. ?De que hablabamos? De nosotros mismos, todo el tiempo, de la identidad que intentabamos construirnos. Por eso eramos tan categoricos --estabamos dando palos de ciego-- y por eso estabamos tan impacientes: !teniamos los dias contados! Y sin embargo Azpeitia y Becerra siguen vivos (uno es un escritor bastante reconocido y el otro es catedratico), y viven tambien Echabarriga (alto cargo en una multinacional de fabricacion y distribucion textil) y Gerena (que fue actor y periodista, y ahora arregla el pais en las tertulias de la tele); y vive y publica libros Pepe Ridao (aunque ahora se llame Jose Maria y sea embajador, ademas de un ensayista importante), por no hablar de Orejudo y de mi, que insistimos en publicar novelas, pero cada vez mas cansados, porque ya solo hablamos de nosotros mismos, incapaces de encontrar nada de mayor interes. El unico que murio --pero no antes de los veinticinco-- fue Juan Blazquez, que tantas ambiciones tenia, el primero que publico una novela, aunque ya no volvio a escribir jamas hasta su muerte, de una cirrosis devastadora, a la edad de Garcilaso y sin ninguna gloria, salvo la de ser recordado por sus amigos treinta anos despues en la barra de un bar, a partir de la tercera copa. Alli los que queriamos ser escritores nos vigilabamos unos a otros. ?Y si alguno de pronto iba y escribia la gran novela de nuestro siglo? Esa era la amenaza, y a mi entonces lo que mas me aterrorizaba era que la escribiera Antonio Orejudo. Durante varios anos fuimos inseparables. Mas que amistad, se trataba de una folie a deux que ambos alimentamos, no tanto por espiritu de cooperacion, sino sobre todo porque ninguno estabamos lo bastante locos como para mantener el delirio por nuestra cuenta. Convertirse en novelista es como atracar un banco o cometer un crimen: se necesitan complices. Asi sucedia con Gerena y Echabarriga, con Chavi y Eduardo, con Ridao y Juan, y con Orejudo y conmigo. Solo he conocido a alguien lo bastante chiflado y con tanto ego como para intentarlo en solitario: Benavides. Una vez, seria por el 86, tras el referendum de la OTAN, en el semaforo de la calle Sagasta, a punto de cruzar hacia la taberna de Araceli, Jose Carlos Benavides nos revelo a Orejudo y a mi que el iba a ser <>. Tal cual. Casi nos atropellan, porque nos quedamos paralizados, mudos de admiracion, e intercambiamos esas miradas que indican que uno se halla por fin en presencia de un autentico orate. Benavides compaginaba Derecho y Filologia, asi que poco despues afirmo que Tomas y Valiente queria que, en su momento, le sustituyera en el Tribunal Constitucional, y luego que Lazaro Carreter le estaba tanteando para la Academia Espanola. Todo lo decia con el aplomo de los lunaticos: era fascinante. Y siempre actuaba solo, como un agente secreto o un francotirador. Durante un tiempo fue secretario de Estado de Cultura y ya no se por donde andara ahora: quiza haya remplazado a Lola Flores, a Tina Turner o a la madre Teresa de Calcuta --nada estaba fuera de su alcance-- o quiza este dando alaridos encerrado en una gavia. Orejudo y yo colaboramos para convencernos el uno al otro de algo no menos disparatado que las salidas de pata de banco de Benavides: que ambos ibamos a cambiar el curso de la literatura universal. Juan Blazquez en cambio no representaba una amenaza para nadie por una razon obvia: follaba demasiado. Gustaba a las chicas, las volvia locas, como si acabara de despertarlas de un profundo sueno en pleno dia, o tal vez de rescatarlas de una pesadilla. Tenia ojos azules, labios grandes y abultados, un flequillo rebelde que atravesaba la frente buscando un atajo, y cara de nino bueno, interrumpida de pronto por una sonrisa esquinada y provocativa que parecia decir: se lo que quieres, aunque tu todavia no lo sepas, y te lo voy a dar. Esa sensacion de peligro inminente --?quien no prefiere seguir ignorando su deseo oculto?-- debia de ser lo que les gustaba de el: el fondo pantanoso de sus labios bajo el agua diafana de su mirada. ?Que necesidad tenia de escribir novelas, si ya era tan atractivo? Ademas, para tener exito en los ochenta, bastaba con declararse cantante, actor, pintor o disenador; ya no era necesario ni aconsejable encerrarse a escribir cientos de folios que nadie iba a leer de todas formas. Los plumiferos nos habiamos convertido en mamarrachos, nos dabamos mucha importancia, pero actuabamos como exploradores polares cuando los polos --y la misma Antartida-- ya estaban repletos de McDonald's y cajeros automaticos. Mis unicos amigos no plumiferos eran los del club de ajedrez que formamos algunos de la Facultad, el club Al Paso, con el gran Ostolaza de presidente, el gordo Tomas, Macarena, Escalona y Carmen Avellan (a la que quise tanto y me dejo sin mas por Jaime Escalona). A Juan Blazquez mis amigos ajedrecistas le causaban bastante asombro: se negaba a creer que quisieran --tal y como afirmaban-- llevar vidas normales y corrientes. Estaba convencido de que esas vidas siempre desembocan en diverticulos en el colon, en la ominosa tos improductiva o en una inflamacion cronica de los tobillos. No eran mas que una perdida de tiempo, del buen humor y de la circulacion de retorno, eso decia, con su vaso de ginebra en la mano. Nosotros creiamos que solo se hacia escritor el que no tenia mas remedio. Si no tienes cuentas pendientes con el mundo, no te pones a escribir novelas. Eso es lo que les faltaba tanto a Juan como a Benavides: la inagotable energia del rencor. A final de cuarto Blazquez ya empezo a dejar de tener encanto. Cuando volvia del bano no era raro que trajera el pantalon manchado de pis, vomitaba en las fiestas o se quedaba dormido; y sus comentarios puede que siguieran siendo agudos, pero apenas se entendian tras la segunda ginebra. Nada mas terminar la carrera, se caso con Ines Baraona, una chica de provincias bastante pavisosa, y dejo de escribir. ?Por que dejo de escribir? Frente a una pregunta como esa hay varias respuestas posibles. La mas natural y razonable es otra pregunta: eso depende de para que escribiera. Otras opciones son: porque tenia otras cosas que hacer. Porque se aburria. Porque no recibio la recompensa que esperaba. Porque le parecia un esfuerzo excesivo. Porque prefirio la ginebra. Porque no se le ocurria nada. Ademas, ?que tiene de misterioso que alguien deje de escribir? Escribir no es tan importante. Todo el mundo deja muchas cosas: una carrera universitaria, a su pareja, de comer carne, una ciudad, de fumar, de llevar corbata o de ponerse vaqueros; pero nadie se preocupa, intrigado, de por que Fulano habra dejado de jugar al parchis, a las damas o a la petanca. En la Pecera le preguntamos a Azpeitia como sabia que la mujer de la escultura estaba muerta. Lo se, aseguro: y todos la conoceis. Creo que no fui el unico que se sintio acusado, tambien quiza culpable. ?Quien es?, pregunto Becerra, y en ese momento la comisaria Sanz nos aviso de que teniamos que empezar la tertulia. Al salir de alli ninguno pudo evitar mirar hacia el suelo, a la mujer desnuda, pero a mi me dio verguenza o quiza preferi despedirme, mirando al techo, de los tres tristes lienzos del amigo de mi abuelo: El Amanecer, El Dia y La Noche.

  • Cena de gala de F. Carod

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    Todos los matrimonios tienen problemas pero hay algunos que no tienen vuelta atras. Despues de diez anos de matrimonio, Abigail e Inaki festejan este dia con una gran cena de gala en el salon Montana Azul, sin embargo, cerca de la media noche, Inaki lleva a su esposa a un mirador en donde le tiene preparada una sorpresa, pero Abigail regresa al salon en lagrimas: Inaki ha desaparecido.

  • Te apuesto la Navidad de Irene Ferb

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    --!Vamos Candela, hija, que te duermes! Candela se sobresalta lo suficiente para darle la razon a su madre: siempre anda por las nubes. Se distrae con una llamita bailarina de una vela o con el estruendoso ruido de una moto. Cualquier estimulo le conduce a inventar historias. Pero tiene nueve anos, ?no dicen que lo mejor de los ninos es su imaginacion y que es una lastima su perdida en la madurez? Pues ella ya sabe el porque, por los padres, porque con sus prisas coartan cualquier ensonacion. O por lo menos su madre, Alicia, la mujer mas acelerada del planeta, la maestra de decir una cosa y hacer otra. Porque le ha escuchado cientos de veces departiendo con sus amigos sobre lo importante de la creatividad y la imaginacion en la infancia, pero a la que su hija se distrae, le mete un berrido como un bocinazo asesinando a sus visionarias neuronas. Igual es que podria existir un dispositivo que se iluminara anunciando que la persona que tiene la mirada perdida y parece que esta en babia, realmente se esta dejando llevar por la imaginacion y creando una historia memorable, como los conos naranjas que ponen en la carretera cuando hay un accidente o estan re-re-rearreglando el asfalto. !Ja! Eso estaria bien. --!Candelaaa! --le reprende su madre--. ?Quieres venir ya? --Pero si estoy aqui ya --le responde hastiada corriendo hasta ellos. --No, hija. No acabas de llegar, pero da igual. No me voy a poner a discutir. Nos toca pasar. ?Estas nerviosa? Candela sube los hombros como respuesta, intentando aparentar que no, pero la verdad es que si. No ha podido desayunar por la manana y ahora se alegra porque, si llega a hacerlo, estaria vomitando en este mismo momento. Su estomago baila como si estuviese grabando un tiktok de Camilo. Jorge, su padre, estira el brazo hacia su hombro para acercarle a el y abrazarla. --Carino, es normal que estes nerviosa. No todos los dias una visita la casa de Papa Noel --le dice el con su caracteristica voz tranquila. --Pues no. --Sonrie a su padre--. No todos los dias... pero estoy bien. --Espero que le digas algo, a ver si ahora, despues del viaje que hemos hecho al Rovaniemi este, va y te quedas callada --le sermonea su madre. --En ese caso hablariamos nosotros por ella, Alicia, que para eso hemos venido. ?No te parece? ?O es que tu tambien temes hacer la del conejo frente a los faros de un coche cuando veas a Papa Noel? --le pregunta Jorge mientras guina un ojo a Candela. --Tu estas tonto --obtiene por respuesta. Jorge se agacha y le dice a su hija al oido: --Tu madre esta mas nerviosa que tu y que yo. Candela y Jorge se rien, mientras Alicia resopla y, justo en ese momento, sale el elfo de la entrada que les abre la cancela para entrar. Los tres juntos, de la mano, acceden por un angosto pasillo a un salon con paredes de troncos de madera, decoracion navidena, una chimenea enorme y un escritorio en el que esta Papa Noel acompanado de varios elfos. A Candela le tiembla hasta la ultima celula de su cuerpo. Va a ser que si que estaba nerviosa. --Bienvenidos, Alicia, Jorge y Candela. Acercaos a mi --les dice el famoso mago de los regalos en un espanol justito--. Vamos junto al fuego. Hace mucho frio ya y mis rodillas duelen. El hombre se levanta de su escritorio y, asistido por una elfa muy sonriente, se sienta en un tronco frente a la chimenea. La familia espanola se situa frente a el en otro tronco, a unos dos metros. Candela abre mucho los ojos para no perderse detalle. <>, piensa para si. --Familia, gracias por venir a verme desde tan lejos --les dice--. Me encanta Espana. Os llevo esperando muchos anos, pero ya estais aqui. Bienvenidos a mi casa. Lastima que tenga muchos mas invitados y no podais quedaros mucho tiempo, pero he hablado con mis elfos y a cambio os daran un paseo con mis renos. --Gracias, Papa Noel --le contesta Jorge. Alicia y Candela no abren boca. --Candela, estas ya muy mayor, y muy preciosa. Se por mis elfos que te portas muy bien y que sacas buenas notas. El cuello de Candela responde afirmando. --?Me has traido la carta con lo que quieres que te lleve a tu casa este ano? La nina abre su bolso y saca la carta que escribio en Madrid. Este ano no tiene dudas: quiere una camara de fotos. La amable elfa se acerca, toma la carta y se la da a Santa. El la abre y la lee. Despues sonrie. --Hare lo que pueda, Candela... Me lo has puesto muy dificil, pero lo intentare. --Gracias --contesta animada. --?Y algo mas? ?Quieres pedir algo que no sea material? ?Algo para tus padres, o para algun familiar? Recuerda que este lugar es magico y los deseos pueden hacerse realidad. Candela piensa, pero enseguida lo tiene claro. --Quiero ir a ver a mi tia Amanda que vive en Nueva York y esta muy sola. --!Oh, que pena! Pero seguro que ella tiene muchos amigos alli --le responde. --No, !que va! Siempre que hacemos videollamadas o esta en casa o trabajando. Es actriz, ?sabes? --!Uy, que bonita profesion! --habla por primera vez la elfa. --?Y estas preocupada por ella? --le pregunta Papa Noel. Candela piensa lo que va a decir antes de hablar y responde: --?Puedo pedirte otra cosa Papa Noel? El anciano se rie, con esa carcajada que ha escuchado decenas de veces en peliculas, pero esta vez suena a verdad. El cuerpo de Candela se escalofria entero de la emocion. --!Pues claro! Estas en la casa de los deseos. Pide, Candela. La nina mira a su madre y recibe una sonrisa un tanto asustada, pero se decide a pronunciar: --Quiero que mi tia Amanda encuentre un novio esta Navidad y se case para que no este sola nunca mas. --Hija, eso quizas es muy dificil... Mi hermana no esta ahora mismo para novios y... --Lo intentaremos, Candela --interrumpe Papa Noel a Alicia--. Si algo nos gusta en el Polo Norte es que nos pidan deseos de amor. Una de mis elfas se pondra a la tarea, pero quizas tardemos un poco mas de lo que tu quieres, ?vale? Candela sonrie entusiasmada. Esta deseando llamar a su tia para contarselo. La elfa que ayuda a Papa Noel a levantarse y a que regrese a su escritorio, sonrie tambien. Este deseo le ha tocado el corazon. Si ella pudiera, haria todo lo posible por cumplirlo. Si ella pudiera... Capitulo 1: No estoy tan sola Me levanto tiritando de frio y toco el radiador. !Fantastico! !Se ha vuelto a estropear la calefaccion! --!Mierda de Manhattan! Con lo que me costo el apartamento y las veces que se rompe la calefaccion. Estoy mas que harta. Por lo que pago de comunidad, deberia haber un tecnico todo el dia en la sala de calderas. Busco en el armario la chaqueta de lana que me compre en Madrid y me cubro la garganta con una bufanda. Estamos a dias de terminar el musical y no me puedo permitir perder la voz. Michael me mataria. Miro el reloj, son las siete de la manana, me habia puesto el despertador para salir a correr, pero es mejor que ese tiempo le invierta en arreglar este desaguisado porque esta noche quiero regresar a un hogar vacio pero caldeado. El invierno en Nueva York es tan frio que todos los anos anoro regresar a Espana e irme al sur a la casita que tiene mi hermana en Cadiz, pero siempre me sale algun trabajo y me tengo que quedar. Voy hacia la cocina, caliento leche en un cazo y enciendo la cafetera. No es que sea una naturista contra los electrodomesticos, pero el microondas se rompio hace una semana y el conserje, que me prometio arreglarlo, lleva dandome largas desde entonces. Es un manitas. Siempre le pregunto a el antes de llamar a algun tecnico, pero esta vez se lo esta tomando con una calma tipo albanil cuando te dice <>. A veces pienso que todas estas nuevas modas que nacen antitecnologicas, followers de todo lo prehistorico, asi como el ayuno intermitente, lo de no ducharse todos los dias o el boicot a los congelados, realmente se originan del caos y la vagancia que da buscar un operario que te arregle el problema en cuestion sin morir en la espera o enfermar por el rinon que te cobran nada mas poner el pie en tu casa. En Manhattan es mas dificil encontrar un tecnico que un taxi en Nochevieja, por lo que te adaptas a vivir sin el electrodomestico estropeado y encima lo aprovechas, le pones un nombre cuqui y te haces el moderno. Me preparo el cafe y, mientras voy hacia mi telefono, me aseguro de que hayan pasado veinte minutos desde que me desperte. Me tengo totalmente prohibido mirar cualquier tipo de pantalla en los primeros veinte minutos de mi dia. ?Por que? Pues porque me lo dijo una dependienta en el Soho una vez, que los expertos dicen que es malisimo hacerlo para los ojos y, ademas, que te puede generar mucho estres ver todos los pendientes que tienes en ese dia. A la larga, eso te altera el sueno. Y si yo tengo dos problemas son esos: estres y problemas para dormir. Ademas, que si quieres parecer alguien importante en esta ciudad tienes que contar cosas asi. Hay que alistarse a todo este tipo de modas para estar en la onda y, si encima eres el precursor, te ganas miles de seguidores. Eso si, yo que creo tener la cabeza en mi sitio, te digo que la linea entre ser un yogi o padecer de TOC es muy fina, y que por eso medio Nueva York va al terapeuta, al psicologo o al psiquiatra. Veo en la pantalla que anoche me llamo mi hermana. Ya habran vuelto de Finlandia. Luego la llamo, pero primero voy a despertar al vago del conserje. Diez minutos despues tocan a mi puerta. Dejo el nuevo guion que no he empezado a leer sobre la mesa y me miro en el espejo antes de abrir. Aunque sea el de la calefaccion, siempre tengo que parecer arreglada porque un mal rumor te puede desahuciar durante meses y quitarte oportunidades. Abro y me encuentro con Peter, el buenorro de mi vecino, y su sonrisa socarrona. --No has salido a correr y habiamos quedado. --Piii..., error. Tu dijiste que ibas a correr y yo te dije que igual me apuntaba, pero no se si te has dado cuenta, amigo, de que no hay calefaccion. Peter sonrie y toda esa hilera de dientes perfectos y blanquitos me provocan. --Pues claro, dime que has llamado ya al conserje. --Si y me ha dicho que iba a avisar al de la caldera, pero que no cree que esta manana este arreglado, asi que abrigate. Peter, como suele hacer, a su antojo, empuja la puerta y entra en mi casa. Yo reniego mientras le sigo a la cocina y le veo servirse un cafe, sin dudar de donde estan las tazas o el edulcorante, y despues se apoya en la barra mientras bebe. --!Uhmm! Me encanta tu cafe espanol. --A ti lo que te encanta es gorronearme, que ya me tienes acostumbrada y hasta, cuando hago la compra, pienso en la leche y en los cereales que te gustan. --?Me has comprado cereales? --me pregunta divertido. --En el armario del centro --le respondo simulando hastio. Peter se da la vuelta y, mientras busca, yo no puedo evitar perderme en su espalda y en su trasero que estan esculpidos por los dioses y trabajados en muchas carreras y ejercicios de crossfit. Es lo que tiene el real cuerpo de bomberos: unos cuerpazos de calendario. Pero es que encima de que Peter sea guapo a rabiar, con rasgos latinos, ojos oscuros, labios gruesos y mandibula ancha, es el bombero mas sexi de todo Nueva York. Y no lo digo yo, se hizo viral hace dos anos en la red. Desde entonces, de vez en cuando, trabaja en moda y se lleva un dinerito; de ahi que se pueda costear un apartamento en una zona como esta. Los dos nos vinimos a vivir casi a la vez a este edificio y nos hemos ayudado a sobrevivir en la soledad a la que te empuja a experimentar esta ciudad. No es que el este solo. !Que va! Pocas veces duerme solo en su colchon. Las paredes son de papel. Pero una cosa es sexo y otra familia, y ambos, inmigrantes, echamos de menos a las nuestras. ?Me he acostado con el? Pues claro. ?Hay algo mas? No, para nada. Es el ser mas mujeriego del planeta. Jamas podria fiarme de el. Peter echa los cereales desde la caja en su boca y despues bebe cafe. Sus modales de puertas para adentro dejan mucho que desear, pero entre el y yo ya no hay melindres de ese tipo. --?Hoy tienes funcion? --me pregunta. --Si, a las cinco. --?Quieres venir despues a la fiesta de cumpleanos de John? --No --respondo rotunda. Peter se rie. --No lo vas a olvidar nunca, ?no? No contesto, pero porque ya sabe la respuesta. --Fue una chorrada, Amanda. Olvidalo... --Lo tengo olvidado, Pet, pero sabes que John me incomoda. No me gusta como me mira. --Te mira como la mitad de los hombres en esta ciudad y porque los otros son gays. Eres un bombon, Amanda. --Gracias, pero eso no justifica que me mire como si yo fuera un producto y no una persona. Estoy harta de eso. --Ya... lo de que te pidieramos hacer un trio, no ayudo, ?verdad? Pero es que, en serio, John es un hacha. Le he visto en accion, y te iba a quitar todo el estres. Esta loco por ti. --Pet, una cosa es que tenga sexo ocasional contigo por la confianza que hay, y otra es que me acueste con todo bicho viviente. --Amanda, no hay ningun bicho viviente. Solo te acuestas conmigo. --Eso no es verdad. --Eso si es verdad, y lo sabes. Nena, eres una monada, pero estas escondida entre estas paredes y tu miedo al fracaso. --Pet, contigo y mi satisfyer me basta y me sobra, y no es cuestion de miedos. Es que paso de tener una pareja chupasangre. Ademas, no quiero hablar de esto, asi por la manana. Pet se me acerca despacio, clavando sus ojos en mi. --No te enfades, preciosa... Sabes que te quiero. Nos abrazamos como amigos. Me distraigo en su olor. Aunque viene de correr, huele igual de bien que siempre. Siento como se endurece al estar tan pegado a mi. Aparto mi cabeza para mirarle interrogante. --Llevo tres dias. Te lo prometo --me lo dice con cara de perrito abandonado. --?De verdad? Pet se acerca y me da un suave beso en los labios. --Jamas te miento con eso. Tres dias sin acostarme con nadie, lo juro. Estoy limpio para ti. Hace mucho frio en este apartamento, dejame que te caliente... --me dice con esa voz seductora pegada a mi oreja y se que no voy a poder negarme, ni quiero. Lo que mas me apetece es entrar en calor bajo su cuerpo y si el me ha prometido que no se ha acostado con nadie, le creo. Tengo esa norma con el: sexo si, pero siempre y cuando no comparta fluidos con otras, y tienen que pasar minimo dos dias para que lo acepte. --Tengo un poco de prisa --le digo para sonar practica y asi darle nombre a esto que tenemos--. ?Sofa, suelo o cama? Pet me mira y sonrie picaro. --Donde tu quieras, princesa. --No me llames princesa --le reprendo. --Pues en ese caso, en el suelo. --Pet me agarra y caemos sobre la alfombra. No es que haya mucho espacio, aunque creo que el justo y necesario para los planes de mi vecino, que ya me ha quitado el pantalon de estar por casa y esta haciendose un hueco entre mis braguitas para hacerme perder el sentido con su especialidad. Pet es un maestro en el arte del sexo oral y es su ritual, como el aperitivo antes de almorzar en los restaurantes espanoles; lo practica nada mas empezar y asi se asegura el exito. Cierro los ojos y me dejo llevar por su lengua, y lo que me provoca. Tres minutos despues, cuando estallo en un orgasmo y el asciende para penetrarme sin darme tregua a respirar, pienso que no estoy tan sola y que no se por que todas las noches mi apartamento se me echa encima.

  • La llegada del Tercer Reich de Richard J. Evans

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  • Desafio Homicida de Raul Garbantes

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    De madrugada, en el comedor del restaurante Felicia, aparecen dos hombres destrozados a cuchillazos. Aunque Vicente Chiarello, propietario del restaurante, afirma con desesperacion no ser el culpable, el arma homicida tiene sus huellas, y solo el se encontraba en el lugar del hecho.

  • Mano grande, mano pequena de Basajaun

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    Tras la aparicion del cadaver de un cura, horriblemente mutilado, dos hombres se entregan a la justicia. Durante la investigacion llevada a cabo por la guardia civil, cada uno de ellos contara lo que sabe al teniente que les interroga, un hombre cruel que ve como, por momentos, las declaraciones de los detenidos van mas alla de lo que el mismo se hubiese podido imaginar jamas. . . llevandole a vivir el que sera el peor dia de su vida.Abusos de poder, sucesos paranormales, venganza y honor perdido, se dan cita en esta pequena historia. Una historia banada en sangre que emerge desde las entranas de la Espana mas negra, seca y polvorienta. Una pequena historia que transcurre en un recondito lugar, vivo reflejo de una Espana olvidada por muchos, y que solo pretende ser un homenaje a los hombres y mujeres de esa Espana que, azada en mano, arremetian contra sus propias penurias regando la tierra con el sudor de su frente, y tragaban sus miserias con vino y orujo. Un homenaje a los heroes de verdad.

  • Presa de tu amor de Fani Aguilar Rubio

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    Lucia, una chica que harta de las infidelidades de su marido decide abandonarlo y mudarse a la ciudad, donde su mejor amiga le hara un regalo inolvidable, viajara a Africa, vivira un secuestro y muchas aventuras conociendo alli al amor de su vida con el cual afrontara una serie de peligros, de los cuales, si se mantienen unidos saldran vivos, pero el destino todavia le deparara algunos obstaculos que tendra que afrontar, una gran decepcion que al final acabara con una serie de emociones y situaciones que ni ella se imagina.
    ?Saldran vivos los dos de ese infierno?
    ?O por el contrario sus caminos se separaran?
    Solo saldran ilesos si la magia de ese amor se mantiene y hallan al final del camino, el regreso a su felicidad.

  • Hasta luego cocodrilo de Soledad Mora de

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    Gracias, Lito --digo, rebuscando nerviosa las gafas de sol en el bolso--. Estare de vuelta en media hora. Me encanta ese momento, lo disfruto al maximo. Es de lo mejorcito que me da la vida… Y eso que no es que la vida me trate mal precisamente. Durante esos segundos en los que espero sentada, impasible y muy digna, a que el chofer me abra la puerta para poder salir, me siento como si fuera la protagonista de Sexo en Nueva York. La gente que pasa por la acera me mira descaradamente y sin ningun tipo de disimulo se detienen dandose codazos, me senalan y comentan entre ellos quien puede ser <> que va a salir del espectacular Mercedes negro. A veces he oido los comentarios que hacen y no solo no me molestan en absoluto, sino que, muy al contrario, disfruto con ellos; digan lo que digan, se que son pura envidia… !Anda y que los zurzan! Que mas quisieran ellos que estar en mi lugar. Matarian. Cuando pongo un pie en la calle y empiezo a salir del coche, oigo bocinazos e insultos por parte de los que van detras y a los que parece que hemos cortado sin miramientos al parar, pero yo, continuando en mi rol de diva, los miro con desprecio y cruzo la calle fingiendo ignorarlos. Sin embargo, no siempre ha sido asi. Recuerdo sin ninguna nostalgia mis anos de recien casada. Entonces yo no tenia ninguna experiencia en el mundo en el que ahora me desenvuelvo como pez en el agua y odiaba con todas mis fuerzas algunas situaciones estresantes, en las que me sentia insegura, estupida e inutil. Y la salida del coche era una de ellas. Alli sentada, esperando sin poder hacer nada, siempre intentaba abrir la puerta del coche por mi misma, algo que rara vez conseguia, porque el chofer, siguiendo ordenes estrictas de mi marido, siempre era mas rapido que yo, con lo cual todo quedaba en un absurdo forcejeo. Una lucha contra la puerta: yo, desde dentro, empujaba con todas mis fuerzas para salir lo antes posible y acabar con el numerito y el, desde fuera, hacia presion hacia mi, para que no me atropellara nadie, supongo, y la soltaba de repente, cuando veia que yo ya podia salir sin arriesgarme a un accidente. Lo cual era mucho peor, por el show que acababamos por montar… Alguna vez, incluso habia estado a punto de caerme, al abrirse mas rapido de lo que yo esperaba y quedarme medio colgada y haciendo equilibrios y aspavientos para evitar aterrizar en plena calzada, ante las risas y burlas de los que nos miraban; y eso era exactamente a lo que yo tenia panico y lo que en aquellos momentos queria evitar a toda costa. No deseaba llamar la atencion. Que verguenza pasaba… Ademas, mi marido odiaba que me precipitase de esta manera al exterior y, cuando lo hacia, me solia renir: <>, me decia con bastante mala uva, a lo que yo solia contestarle con frases como <>. Ante esa reaccion mia, el solia anadir, mirandome despectivamente mientras negaba con la cabeza: <>. Sin embargo, ahora ya he aprendido, soy una buena alumna y la verdad es que no he tenido que esforzarme demasiado… ?Queda aun algo de la antigua Gloria? Por suerte poca cosa --ya casi ni me acuerdo--. No quiero recordar aquella adolescencia cutre en Andorra, creo que la he borrado de mi mente. Antes de conocer a Javier, todo era trabajo, privaciones y malos rollos, siempre ayudando a mis padres en el hotelito que teniamos arrendado como negocio. Lo llamabamos <> entre nosotros, con aires de grandeza, pero aquello era a todas luces una pension pura y dura; a lo sumo, se la hubiera podido calificar de residencia. Hotelito, jamas. Nuestra clientela solian ser estudiantes durante la temporada de esqui y los viajes de fin de curso. Fue asi como conoci al que hoy es mi marido. Alli trabajabamos toda la familia; no nos quedaba otro remedio, eso nos daba de comer y era impensable rebelarse o plantear otra opcion. Mis padres no se andaban con monsergas, ya nos iban bastante mal las cosas como para que las hijas les salieramos respondonas. <>, nos decia mi madre cuando le pediamos un poco de tiempo libre. Siempre habia trabajo, no se acababa nunca, pero no porque estuvieramos desbordados por los muchos clientes, que mas habriamos querido: el problema era que entre cuatro lo haciamos todo. No habia dinero para emplear a nadie que nos ayudara. Mis padres en la recepcion y en la cocina, y mi hermana Meritxell y yo haciendo camas, limpiando, ayudando a servir comidas… Lo que hiciera falta. La verdad es que lo recuerdo como una autentica pesadilla, horrible y frustrante. Yo veia con envidia y rabia a aquellas pijas que venian a esquiar, casi todas rubias y con largas y lisas melenas, que me miraban por encima del hombro, a las que tenia que servir. Se pasaban el dia esquiando y las noches de juerga, mientras yo estaba esclavizada sin poder salir. Las odiaba con todas mis fuerzas, pero al final la que se llevo el premio fui yo. Consegui a Javier, el mas solicitado, el partidazo, y encima guapisimo. Ahora soy la senora Arnau y pertenezco por matrimonio a una de las familias mas poderosas de Barcelona, una de las familias <>, como le gusta decir a mi marido, que ha triplicado el fortunon heredado de sus padres. Unos padres que, por suerte para mi, ya estan muertos, pues nos odiabamos mutuamente, ya que jamas aceptaron que su nino se casara con una <>, lo mas light que me llamaron. Y lo se porque el mismo Javier me lo contaba, con bastante mala baba, por cierto. No se si se caso conmigo porque estaba enamorado de mi o para fastidiar a sus padres, para darles en las narices con <>, otro de los carinosos apelativos con que mis suegros me obsequiaban. Murieron a los dos anos de estar nosotros casados, en un accidente de coche, precisamente en Andorra, casualidades de la vida, y fueron mis padres, a los que siempre habian despreciado, los que tuvieron que encargarse de los primeros tramites hasta que llegamos nosotros. Cosas de la vida. Javier hizo muchisimo dinero invirtiendo en electronica --!mas de cien tiendas en toda Espana!--. Macroespacios donde encontrabas de todo: las ultimas novedades, lo mas sofisticado, en fin, cualquier cosa que buscases, un nuevo concepto que resulto revolucionario. Un exito en ventas, y las abrio en un momento inmejorable. Ese patrimonio, unido a los millones que heredo de sus padres, pues encima es hijo unico, lo convirtieron en uno de los hombres mas ricos de Barcelona. Y es que las cosas son como son y hay que llamarlas por su nombre: gracias a eso, yo puedo llevar la vida que llevo y el, hay que reconocerlo, me consiente todos los caprichos. <>, me dice siempre y yo lo aprovecho a tope. Nada mas faltaria que no lo hiciera. Seria de tontos… Esa es la vida con la que siempre habia sonado y que no dejare escapar por nada del mundo. Me ha costado demasiado llegar hasta aqui.

  • La madre del cordero de Juan Eslava Galan

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    ?Que diferencia una iglesia de una catedral? ?Por que se representa el Espiritu Santo mediante una paloma? ?Por que al evangelista san Juan se le muestra unas veces imberbe y otras con barba? ?Como distinguimos a san Judas Tadeo de Judas Iscariote? ?Hubo una santa tutelar de las prostitutas? ?Que determina el grado de santidad de una reliquia? Con la inmensa capacidad divulgativa y el refinadisimo sentido del humor que lo caracterizan, Juan Eslava Galan nos guia por el arte religioso espanol mas importante y nos ensena a interpretarlo y a disfrutarlo.
    El autor nos ayudara a descifrar el arte religioso que nos rodea a traves de su historia y sus representaciones y, en consecuencia, a entender la cultura en la que vivimos y que a menudo desconocemos o hemos olvidado.

  • Soledad de Carlos Bassas Del Rey

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    El dolor por la muerte de un hijo es innombrable y se manifiesta de modos muy distintos. Tambien lo hacen la soledad, el vacio, el miedo, la culpa y la rabia que traen consigo al saber que esa vida ha sido arrebatada. De la noche a la manana, Soledad se convierte en la madre muerta de una nina muerta. El inspector Romero, encargado de investigar el caso, vivira su propio calvario tratando de descubrir la verdad. La de la muerte de la nina y otra que solo le atane a el.
    Soledad narra esa doble busqueda desde la duplicidad constante de voces. Tambien es un recordatorio de que, en ocasiones, la verdad no libera, sino que lo calcina todo a su alrededor.

  • Bravo de Avi Daura

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    Rafael Bravo se prepara para ser el seleccionador de Espana en el Mundial de Rusia. Ahora sus hombros deben soportar el peso de la mayor responsabilidad que puede recaer sobre un espanol. El orgullo y el futuro de toda una nacion estan en sus manos.