• un diamante ruso christine cross - Anne Marie Cross

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    Gran Ducado de Hesse y el Rin. Julio de 1843 Maria Aleksandrovna acaricio su prominente barriga y sonrio. Apenas en un par de meses seria madre de nuevo. Cerro los ojos y se recosto contra el respaldo del sofa mientras agradecia el silencio que se respiraba en la salita. La vida en la corte le resultaba en extremo dificil de sobrellevar, sobre todo si tenia detras a cada noble vigilando sus pasos y, en especial, a su suegra, la emperatriz Alexandra Fiodorovna, quien no habia dado su aprobacion al matrimonio con su hijo. Segun su opinion, y la del resto de la aristocracia rusa, Maria era demasiado sencilla, sin encanto y carente de temas de conversacion como para convertirse en la proxima Emperatriz consorte de Todas las Rusias, titulo que le corresponderia en el momento en que su esposo, Alejandro Nikolaievich, asumiese el trono. Lo cierto era que tampoco ella deseaba ese titulo ni las responsabilidades que conllevaba. Tenia diecinueve anos, llevaba casada dos y ya habia dado a luz una hija, Aleksandra, que pronto contaria con un hermano. Habia conocido a su esposo en 1838, cuando Alejandro habia viajado por Europa en busca de consorte. Tras su visita al Gran Ducado de Hesse, le habia confesado que se habia enamorado de ella y deseaba convertirla en su esposa. En ese entonces, Maria solo contaba catorce anos, por lo que habian tenido que esperar a que ella cumpliese los diecisiete para casarse. Era demasiado joven, y nada la habia preparado para las intrigas palaciegas. Suspiro al tiempo que desviaba la vista desde los grandes ventanales de la sala hasta el libro que sostenia en sus manos. Le gustaba mucho leer, especialmente aquellos libros provenientes de autores ingleses, pero en la corte no tenia demasiado tiempo para permitirse ese lujo. Por eso, aprovechaba cada visita que hacia a su tierra natal. No se avergonzaba de cambiar la fria San Petersburgo por Darmstadt, la capital del Gran Ducado, sobre todo cuando sabia que su esposo no la echaba de menos mientras se hallaba en brazos de alguna de sus amantes. Una tristeza amarga reposo en su corazon. Alejandro la amaba, a su manera, pero ella hubiera deseado que tambien le fuese fiel. Supuso que se trataba de un deseo poco realista. Clavo su mirada en las letras del libro, sin verlas, mientras pensaba en su padre, el Gran Duque Luis II, y en su madre, la princesa Guillermina de Baden, que habia fallecido siete anos atras. Segun sabia, ella, al igual que sus hermanos Alexander e Isabel, no eran hijos de Luis, sino de un amante de su madre. La puerta de la sala se abrio, y Maria abandono sus cavilaciones. Se giro para mirar al recien llegado. --Buenos dias, hermana. ?Que tal te encuentras hoy? Maria dirigio una sonrisa agradecida a Alexander y acepto su beso en la mejilla. Su hermano le habia servido de escolta desde San Petersburgo, donde, siguiendo la tradicion marcial de su familia, se hallaba sirviendo al ejercito ruso. --Muy bien, gracias. Esta noche me ha dejado descansar --respondio, mirando hacia su abultado vientre. Alexander percibio la ternura en sus ojos oscuros. --?Eres feliz? --Maria y el se llevaban tan solo un ano de diferencia, por eso se sentia mas cercano a ella y a Isabel que a sus dos hermanos mayores, que tenian catorce y dieciseis anos mas que el--. ?Te trata bien tu esposo? --Por supuesto que si. No debes preocuparte por eso. Soy feliz, aunque os echo mucho de menos. Desde luego, no iba a compartir con su hermano las intimidades de su matrimonio. <> no era una palabra que la definiese, pero tampoco se consideraba desgraciada. Su esposo la trataba bien, tenia una hija maravillosa y otro que venia en camino, y, algun dia, se convertiria en emperatriz. El tomo asiento a su lado y se quedo pensativo. --Yo no se si podria casarme con una mujer que me fuera impuesta --le confeso. La preocupacion nublo el rostro de Maria. Sabia por Alejandro que el zar Nicolas habia considerado a su hermano como un posible esposo para su sobrina, y aunque se trataba de una joven hermosa y educada, tambien conocia las ideas romanticas de Alexander, que deseaba casarse por amor. Y, por lo que habia visto, mucho se temia que su hermano ya habia entregado su corazon. Aunque era menor que el, a veces se comportaba como si fuera su madre, sobre todo cuando creia que necesitaba un consejo. --?Hay alguna joven que te interese de manera especial? Alexander suspiro y se paso la mano por el cabello, alborotandoselo. --Ya sabes que si, la condesa Julia. --?Julia de Hauke? --pregunto, sorprendida. La joven tenia apenas dieciocho anos. Habia quedado huerfana a la edad de cinco, por lo que, junto a su hermano Maurice, fueron puestos bajo la tutela del zar--. ?Mi dama de compania? --Si. Ya se que es joven, ambos lo somos, pero, con el tiempo... Maria salio de su estado de estupefaccion. --No se trata de eso, Sasha --lo interrumpio, usando el diminutivo carinoso con el que siempre lo llamaba. No queria que lo que iba a decirle sonara como un mandato--. Tu eres principe y ella solo una condesa, no puedes pensar en casarte con ella. A pesar de haber usado un tono dulce y suave, su hermano la miro como si lo hubiese abofeteado. --?Como puedes decirme eso, Maria? --repuso, dolido--. Crei que tu me comprenderias. --Pero el Almanaque de Gotha deja claro que una union asi es imposible. --Imposible. --Su tono elevado la sobresalto tanto como la forma intempestiva en que se puso de pie--. ?Acaso pide el corazon permiso para amar a alguien? ?Que importa lo que diga un miserable papel? No es palabra de Dios, solo de hombres. Pero ese documento que se publicaba anualmente en Europa --y que compendiaba con todo detalle datos de las casas reales, la alta nobleza y la aristocracia europeas, asi como datos del mundo diplomatico--, podia destruir la vida y la carrera de su hermano, penso Maria. Si Alexander se empenaba en seguir con aquella locura lo exiliarian, ya que era inconcebible que un miembro cercano de la familia imperial se desposase con una simple condesa. --Piensa en las consecuencias, Sasha. --?Y que importan las consecuencias, Maria, si estas al lado de quien amas? Hablas asi porque nunca has estado enamorada. --Apenas termino de pronunciar las palabras, se arrepintio. Su hermana no habia hecho sino cumplir con su deber al casarse con Alejandro; no habia tenido ninguna otra posibilidad. Se arrodillo ante ella y la tomo de las manos--. Lo siento. No queria decir... Ella acuno su mejilla en un gesto tranquilizador. --Lo se. Sabes que te apoyare decidas lo que decidas. Solo deseo que estes seguro del paso que vas a dar. Su hermano asintio despacio. --No tenemos prisa, como te he dicho, ambos somos demasiado jovenes. --La beso en la mejilla--. Tengo que irme, nuestro hermano, Luis, quiere hablar conmigo. Supongo que tambien querra sermonearme. El intento de bromear no consiguio alejar el punzante dolor que sus anteriores palabras habian provocado en ella. Su relacion con Alejandro habia sido impuesta por las circunstancias, ambos eran nobles y principes, y su matrimonio era bueno para las relaciones entre los dos paises. Le tenia carino, pero no lo amaba. Sin embargo, no era cierto que nunca habia estado enamorada. --Ve con el --lo animo--, o se quejara ante padre, y ya sabes lo que eso significa. Alexander suspiro y se puso de pie. --Mantendre contento a nuestro hermano. Que tengas un buen dia. Lo vio salir de la sala y se recosto contra los suaves cojines mientras su mirada se perdia, a traves de los grandes ventanales, en el lejano cielo azul de Darmstadt. Sonaron unos golpes en la puerta y esta se abrio. Una doncella entro en la sala. --Alteza, tiene visita. El conde de Bellesford. El corazon de Maria experimento un estremecimiento. No, no era cierto que nunca hubiese estado enamorada, el problema era que el amor la habia encontrado demasiado tarde. --Hazlo pasar, por favor, Hanna. Se acomodo en el sofa, extendiendo la ampulosa falda sobre el tapizado, y espero, con el corazon latiendole a una velocidad imposible. El rubor coloreo sus mejillas cuando la puerta se abrio de nuevo y entro el joven conde. Lord Bellesford tenia veintitres anos, cuatro mas que ella. Se habian conocido al inicio del verano, cuando ella habia llegado a la residencia de sus padres para pasar las vacaciones y el asistia a una recepcion en el palacio real. Aunque se encontraba realizando el Grand Tour por Europa, despues de conocerla habia decidido detenerse un tiempo mas alli. Sus ojos se demoraron en su figura. Era apuesto, con un cabello del color del trigo y unos ojos tan azules como el cielo de Darmstadt. Vestia unos ajustados pantalones negros y una chaqueta del mismo color sobre un chaleco azul plateado. --Buenos dias, alteza. --Se acerco a ella y tomo su mano, depositando sobre el dorso un beso calido que se demoro mas de lo que exigian las normas sociales--. Cada dia que pasa la encuentro mas hermosa. Maria sonrio, nerviosa. --Es usted muy galante, milord. --Retiro su mano con un movimiento delicado, aunque le hubiese gustado seguir sintiendo la calidez de su piel. --No digo mas que la verdad. --Se quedo unos instantes en silencio, antes de anadir--: He venido a despedirme. Tengo que regresar a Inglaterra. Ella lo miro y apreto los punos con fuerza. Quiso gritarle que no se fuera, pero se trago las palabras. No tenia derecho a pedirle que se quedara. Entre ellos no podia haber nada fuera de aquellos maravillosos dias que habian pasado juntos, de las miradas llenas de anhelos prohibidos, de los roces casuales, de los paseos a solas, de las conversaciones y las sonrisas intimas. --?A Inglaterra? Creia... creia que despues de Darmstadt ibas a ir a Italia. --Mi padre ha enfermado de gravedad y mi madre me ha pedido que regrese a casa -- explico. Se sento a su lado en el sofa y tomo sus manos--. Sabes que mientras estuvieses aqui no me habria alejado de tu lado, Maria. Entiendo que lo nuestro es imposible, pero no puedo prohibirle a mi corazon amarte --le dijo con un tono de profunda tristeza que provoco que sus ojos se llenasen de lagrimas--, aunque sea en silencio. Y lo seguire haciendo toda mi vida. Ella nego con la cabeza. --Tienes derecho a ser feliz, Paul. --?Aunque tu no lo seas? --Yo tendre a mis hijos. --Apoyo una mano en su mejilla, y el le beso la palma con devocion--. Mereces encontrar el amor. --Ya lo he encontrado. Maria volvio a negar. Habia sido testigo del modo en que la infidelidad de su madre habia destrozado la convivencia entre sus padres. Ella nunca haria nada parecido, no deseaba que sus hijos sufrieran. --Volveras a enamorarte, con el tiempo; y a nosotros nos quedaran los recuerdos hermosos que compartimos. No se dio cuenta de que estaba llorando hasta que el retiro, con el pulgar, las lagrimas de su mejilla. --Ven conmigo a Inglaterra. --Conocia la respuesta antes incluso de que la pronunciaran los labios femeninos, pero habia querido intentarlo una vez mas. --Sabes que no puedo. El silencio se extendio entre ellos, hasta que el solto sus manos y ella sintio el vacio clavandose en su pecho como un afilado cuchillo. --Entonces, esto es una despedida. --Asi debe ser. --Su voz broto en un susurro suave, casi agonico. Deseaba que el la comprendiera. --Odio tu sentido del deber, pero no podria quererte menos por ello. Eres una mujer admirable, Maria; y de lo unico que me arrepiento es de no haberte conocido antes. Siempre te amare. No importa el tiempo que pase. --Antes de levantarse, metio la mano en el bolsillo interior de su chaqueta y extrajo un pequeno estuche de terciopelo y un sobre que deposito en el sofa junto a ella--. Parto en una hora. Si alguna vez decides ir a Inglaterra, te estare esperando. --Ya te has llevado mi corazon. Paul se agacho y bebio de sus labios las amargas lagrimas de la despedida. Fue un beso que les rompio el corazon a ambos. Despues el se alejo, deteniendose solo cuando habia llegado a la puerta. --Adios, Maria. --Adios, Paul. Cuando la puerta se cerro tras el, Maria comprendio que era para siempre. Nuevas lagrimas corrieron por sus mejillas mientras rememoraba en su mente cada uno de los momentos pasados juntos en los que habian sido los dias mas felices de su vida. No supo cuanto tiempo habia transcurrido cuando dejo que la realidad la envolviera de nuevo. Bajo la mirada hacia el estuche de terciopelo y lo tomo. Dentro reposaba un exquisito anillo de oro con un diamante engarzado en forma de corazon. Cogio el sobre y lo abrio para leer la carta que contenia. Mi amor, Si estas leyendo estas letras es porque ya no me queda la esperanza de que envejezcamos juntos. Por eso, te dejo mi corazon. Es tuyo desde el primer instante en que te vi y lo sera siempre. Este anillo ha pertenecido a mi familia durante generaciones. Mi madre me lo dio para que yo se lo entregara a la dama que conquistase mi corazon y a quien desease convertir en mi esposa. Esa eres tu, y nunca habra otra. Hasta el dia en que me muera, te llevare en mi pensamiento, y no perdere la esperanza de que pueda volver a tenerte entre mis brazos otra vez. Tuyo para siempre, Paul Creia que ya no le quedaban lagrimas, pero no fue asi. Acuno el anillo contra su pecho, donde el corazon le latia dolorosamente, convertido en diminutos pedazos, y lloro. Lloro por Paul y por ella. Ningun imperio merecia el sacrificio del amor. Capitulo 1 San Petersburgo. Finales de abril de 1857 Lady Mary Branson corto una rosa mas y la deposito en la cesta que llevaba colgada del brazo, junto al resto de las flores que ya habia recogido. Metio, tambien, en el interior las tijeras y elevo el rostro hacia el cielo para recibir la caricia de los tibios rayos de sol del mes de abril. El silencio que reinaba en la mansion la asfixiaba. Echaba muchisimo de menos a su hermano. Misha --diminutivo de Mikhail-- se habia casado hacia una semana y habia partido con su esposa en un viaje por Europa. La guerra en Crimea por el control de los territorios otomanos habia terminado apenas un ano atras, el 30 de marzo de 1856, con el Tratado de Paris. Las fronteras se habian abierto, aunque con ciertas restricciones. El zar Nicolas I habia muerto casi un ano antes del tratado, y el nuevo zar, Alejandro II, no habia quedado muy contento por la forma en que se habian resuelto las cosas. Rusia habia perdido mucho en aquella guerra. Mary se retiro un mechon de cabello de la frente y avanzo hacia el siguiente rosal. Se alegraba mucho por el matrimonio de Misha, por supuesto; su esposa era una joven maravillosa y lo haria feliz, de eso estaba segura. Pero no podia evitar compadecerse un poco por si misma. Tenia veintidos anos y, tras la boda de su hermano, se quedaba sola en el mundo. Ella viviria en la mansion que siempre habia pertenecido a sus padres, mientras que Misha, como nuevo marques de Mansbourg, pasaria la mitad del tiempo en San Petersburgo y la otra en Londres, cumpliendo sus obligaciones en la Camara de los Lores. --Quiza deberia irme a vivir a Inglaterra --reflexiono en voz alta, al tiempo que cortaba uno de los tallos de la rosaleda. Suspiro. A pesar de todo, sabia por que le costaba tanto tomar esa decision. No solo porque las tumbas de sus padres se hallaban en el cementerio de Novodevichi y seria duro para ella dejarlos atras --aunque ellos ya no estuviesen realmente alli, segun rezaba la fe ortodoxa en la que la habian criado, como a cualquier buen ciudadano ruso--, sino tambien porque en Londres estaba James... y su esposa. El marques de Hallbrook habia sido su primer y gran amor, y aunque con el paso del tiempo habia comprendido que el siempre la habia visto como a una hermana, aun le dolia haberlo perdido. Su mente le trajo recuerdos de aquellos dias en que viajaron a Londres para la presentacion en sociedad de Sophia, la hermana de James y de Alex, y la suya propia. El habia estado demasiado ocupado, ayudando a la que en esos momentos era su esposa, lady Elisabeth, como para dedicarles tiempo a Sophia y a ella. Ni siquiera la acompano de vuelta a Rusia, sino que tuvo que soportar en el viaje al insufrible, arrogante e imposible duque de Ainsworth. --Milady. La llamada de una de las doncellas aparto sus pensamientos de unos ojos azul medianoche que todavia, despues de tres anos, aparecian de vez en cuando en sus suenos. Se volvio hacia el camino de piedrecillas por el que venia la joven. --?Que sucede, Sonya? --La inquieto el nerviosismo que dejaban traslucir el pecoso rostro y los ojos oscuros de la muchacha. --Tiene visita, milady. Fruncio el ceno. Era demasiado temprano para recibir visitas, y aunque a veces atendia a algunas de sus amistades a esas horas, desde luego su presencia no suscitaba ese estado de nervios en Sonya. --?De quien se trata?

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  • Akelarre de Mario Mendoza

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    Al investigador privado Frank Molina, borracho, marihuanero y paciente psiquiatrico, lo alcanza su pasado con una cuenta de cobro cuando la policia lo llama para que los asesore con unos extranos asesinatos que tuvieron lugar en el barrio Santa Fe. Un imitador de Jack el Destripador esta inmerso en una autentica orgia de sangre y mata prostitutas sin contemplacion. Mientras Molina sigue pistas de un extremo a otro de la capital para dar con el criminal, sus pasos se cruzan con los de su mentor, un sacerdote atormentado por los secretos que esconde de su juventud. Y al fondo de este cuadro gotico de la ciudad contemporanea, una joven pintora descubre que no es una artista, sino una hechicera que atesora poderes ancestrales.

  • Alguien Como Yo (Mi eleccion 3) de Elisabet Benavent

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    Ultima entrega de <> de @BetaCoqueta, un final de infarto que embriaga y seduce, una experiencia de lectura sugerente y adictiva que cambiara tu manera de ver el amor para siempre.

  • Caleb y la chica del pelo rosa (Familia Reed 4) de Olivia Kiss

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    Lo ultimo que Caleb quiere es regresar al pueblo en el que crecio, pero no puede negarse cuando su abuela le pide que lo haga para que le eche una mano Emma, la chica con la que el salio en el instituto y que ahora tiene una hija. Cumplir el deseo de la anciana no es tan facil. Para empezar, porque Emma lo odia. Y, ademas, ?que sabe Caleb sobre ninos cuando lleva toda su vida viajando de un sitio a otro y cuidando tan solo de si mismo? Sin embargo, cuando su vida choca con la de Emma todo parece tambalearse, los recuerdos regresan, tambien los reproches, y esa quimica abrasadora que compartieron en el pasado. ?Es posible que las segundas oportunidades existan para ellos?

  • Melodia para un sueno de Ana R. Vivo

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    Otro perfecto coctel de romance y suspense por la autora de la serie Barrymore.

  • Tu tan cancer y yo tan virgo de Begona Oro

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    PREMIO JAEN 2018

  • Donde la vida nos lleve de Monica Mira

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    ?Como sobrevive el amor al paso del tiempo? ?Se puede querer incondicionalmente a otra persona?

  • El Caballero Dorado (Destinos Cruzados 2) de Anabel Bzex

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    ?Que harias si tu peor enemigo es tu propio cuerpo?

  • La edad de la luz de Whitney Scharer

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    Modelo de portada, musa de Man Ray y reportera grafica durante la segunda guerra mundial, Lee Miller fue una artista casi desconocida por el publico no iniciado. En esta novela intima y vibrante, Whitney Scharer recorre las multiples facetas de la vida de esta fotografa extraordinaria para otorgarle el merecido reconocimiento que su epoca le nego.

  • Garden Manor. Juega conmigo de Malenka Ramos

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    * Malenka Ramos es una de las autoras de referencia del genero romantico-erotico.
    * Nuevo libro tras el exito de la trilogia <>.
    * Una excitante historia de pasiones y secretos.

  • China Fast Forward de Sergi Vicente Martinez

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    ?Que sabemos de la China de hoy? No, de verdad: ?que sabemos?

  • Martina mezclada, no enredada. (Martina sin alcohol 2) de Olga Salar

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    Martina Vega esta de vuelta. Su vida ha cambiado y ya no esta agitada, ni revuelta, sino mezclada, no enredada. El amor es lo que tiene, nos transforma sin que nos demos cuenta. ?Pero que quereis que os diga que no sepais todos ya? Las mezclas, a veces, ofrecen los mejores sabores. ?Quieres averiguar que tipo de coctel sera este? ?Dulce? ?Amargo o quizas picante?
    En Martina mezclada, no revuelta, tienes la respuesta.

  • Soy tu primera vez de Laurie Elizabeth Flynn

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    Esta noche voy a hacerle un favor a la novia de Evan Brown. Un favor incomodo, sudoroso y torpe. Melanie, o como quiera que se llame, me debe una. Solo que nunca lo sabra. --Espera aqui --le digo a Evan antes de meterme en el vestidor. Lo miro de reojo: esta encorvado, sentado en el borde de mi cama, con los hombros estrechos echados hacia delante y las manos en las rodillas. Es como si fuese a ponerse a jugar a un videojuego. Ahogo una risa. Esta pantalla no se la va a pasar a la primera. Cuando al fin estoy a salvo en el vestidor, me deslizo en unos pantalones cortos de saten rosa y una camisola a juego. Por el miedo en su cara y el olor a sudor nervioso que emana de sus axilas, se que Evan no podria soportar el salto de cama de encaje negro, ni mucho menos el camison de saten rojo, el que tiene una raja hasta arriba. Abro el cajon donde guardo los ligueros y mi coleccion de medias de rejilla y lo cierro de nuevo. Evan no sabria que hacer con un liguero ni con unas medias de rejilla, y no quiero avergonzarlo mas de lo que ya lo esta. Me pinto los labios de rosa y me dejo el pelo suelto sobre los hombros. Esta ondulado, aun humedo de la ducha. Normalmente me lo plancho muy liso, pero creo que por esta vez puedo saltarme el peinado. Me froto la boca para quitarme el pintalabios, pero mantengo la resolucion en los ojos. Evan va a tener lo que, definitivamente, no soy: una buena chica. --Dios, Mercy --dice cuando salgo. Se le quiebra la voz y se pone mas rojo que su pelo, lo que hace que los granos de sus mejillas destaquen aun mas. La pubertad no se ha portado bien con Evan Brown. --No digas eso --le ordeno, encaramandome sobre el. Le tiemblan las piernas. --?Que no diga que? --La voz tambien le tiembla. --Mercy. Ese no es mi nombre. --Pero asi es como te llama Angela. --Angela es mi amiga. Tu, no. Tu eres alguien a quien le voy a hacer un favor. No tienes que llamarme de ninguna forma. En todo caso, llamame por mi nombre. --Mercedes --dice, pronunciando todas las silabas con voz chillona--. Mi madre siempre ha querido uno de esos. --Se da una palmada en la frente --. Mierda, no queria hablar de mi madre. No estoy pensando en ella ni nada. --Se quita las gafas y se frota los ojos--. No creia que fuese a ponerme tan nervioso. Antes me gustaba mi nombre: Mercedes. Hasta que me entere de que me lo habian puesto por un coche. Aquel coche rojo que tanto le gustaba a mi padre, el mismo desde el que se despidio con la mano cuando se fue. Recuerdo que a mi tambien me gustaba aquel coche. Mi padre me sentaba delante y fingia que arrancaba. <>. Pero no se quedo con nosotras el tiempo suficiente para ser el quien me ensenara. En la boca de Evan, mi nombre no sonaba elegante ni rapido. Solo sonaba complicado, como si estuviese intentando hablar en otro idioma. Supongo que, para Evan, yo soy otro idioma. Sonrio y le paso la mano por el pelo. O al menos lo intento, pero se ha echado tanta gomina que la mano se me queda pegada. --No te preocupes --digo, secandome los dedos pegajosos en su camiseta--. Todo el mundo se pone nervioso. Le beso el cuello. Puedo sentir el pulso latiendo bajo su piel. Muevo las manos hasta la parte de abajo de su camiseta y se la quito por la cabeza. --He traido esto --dice, metiendose la mano en el bolsillo de los vaqueros y sacando una tira de preservativos. Debe de haber unos diez. Intenta esbozar una sonrisa, pero le sale mas bien una mueca. --Siempre es bueno estar preparado --digo--. Pero guarda esos para Melanie. Yo tambien estoy preparada. Me inclino y abro el cajon de la mesilla, donde tengo las cajas apiladas en orden, como soldados. Ultrafinos. Estriados para el placer femenino. Segunda piel. XL. Saco un ultrafino. Da igual lo que crean ellos, la mayoria de los tios son de ultrafinos. Lo justo para estar protegido, sin mayores florituras. Esto lo aprendi muy pronto. Mi madre empezo a hablarme de anticonceptivos cuando el resto de madres estaban aun con los tampones. Ademas, Evan no tiene pinta de XL. --?Hasta donde has llegado con Melanie? --pregunto. --Melody --dice--. Se llama Melody, no Melanie. Melody, como una cancion. --Baja la vista hacia mi escote, que tiene justo a la altura de los ojos --. Me ha dejado meterle mano. Y una vez que sus padres no estaban, casi lo hacemos. Hicimos otras cosas. Me llevo las manos a las caderas. --Vas a tener que ser mas preciso. ?Otras cosas como que? ?La has visto desnuda? ?Le has hecho un cunnilingus? Asiente con la cabeza y se pone aun mas colorado. --Pero no quiso llegar hasta el final. Quiere que sea la mejor noche de su vida. Asi que lo tengo todo planeado. Una cena y tal. --Que romantico --digo con una gran sonrisa. Esta es la razon por la que hago lo que hago--. Parece que te gusta. Y tu le gustas a ella. Me encanta que los tios se tomen el tiempo de planearlo. Y, aunque Evan ha musitado lo de <> sin mirarme a los ojos, se que es mucho mas. Se ha tomado el tiempo de conocer a Melody, saber lo que le gusta y lo que la hara feliz. --Ese es el problema --prosigue--. Dice que me quiere. Y dice que, como me quiere, sabe que voy a hacerle tocar el cielo. Asiento. Esto lo entiendo bien. Melody parece como todas las chicas: espera que la primera vez haya fuegos artificiales. Pero yo se que los fuegos artificiales no se consiguen asi como asi. Hay que prepararlos bien y prender la mecha despacio. Que es exactamente lo que estoy haciendo por Evan. --Pero tu no crees que vayas a hacerle tocar el cielo --digo lentamente --. Por eso estas aqui. --Si, bueno --dice--. Ella esta mucho mas buena que yo. Y mi amigo Gus... sigue con su novia gracias a ti. Se exactamente de quien habla Evan, solo que yo lo recuerdo mejor por su apodo, el que le puse en secreto. El Llorica. Gus fue el numero seis, el que se hizo el duro y practicamente intento ensenarme el a mi hasta que se vino abajo y acabo llorando en mi almohada al terminar. Le pongo las manos en los hombros a Evan. --Bueno, ya habeis avanzado mucho mas que otra gente. Ya os habeis visto desnudos. Eso ya esta hecho. Para alguna gente esa es la parte mas incomoda. --Me bajo los tirantes del camison--. A ver. ?Que harias si yo fuera Melody? --Te diria que eres preciosa --responde--. Te preguntaria si puedo tocartelas. --Bien y mal --repongo--. Siempre esta bien decirle a una chica que es preciosa. Pero nunca le preguntes si puedes hacer algo. Se valiente, porque la confianza en ti mismo es algo que puedes fingir perfectamente hasta que la sientas de verdad. Evan sigue mirandome los pechos fijamente. Su respiracion se hace mas pesada y puedo notar su ereccion a traves de los vaqueros. A lo mejor al final resulta ser XL. --Adelante --le digo--. Aqui puedes cometer errores. Y eso hace. Comete un monton de errores. Me soba las tetas como si fueran pelotas de beisbol, me babea el cuello, me mete la lengua hasta la garganta. Son errores de principiante, de esos que la gente no sabe ver la primera vez. Pero para eso estoy yo aqui. Le digo que cierre los labios, que recorra las curvas de mi cuerpo con las manos, que trace una linea con los dedos y la siga con la lengua. Le enseno a abrir la caja de condones y a coger la punta con los dedos antes de desenrollarlo para que no se quede el aire dentro. Bajo las luces para el acto final, lo guio dentro de mi, no lo castigo por los primeros quince segundos de torpeza en la oscuridad y le felicito por su tecnica mejorada los ultimos quince. Cuando pide una segunda ronda, sacudo la cabeza con firmeza. Nunca he permitido una segunda ronda. --Guardala para Melody --le digo. Se estira bajo las sabanas y entierra la cabeza en la almohada. Aun jadea. --?Quieres que me quede a dormir? --me pregunta--. Podemos volver a hacerlo por la manana. Seguro que aguanto mas. Me tapo los pechos con las manos y me levanto, buscando algo para cubrirme; solo encuentro una bata transparente. Maldigo mi mania de no tener pijamas. Esta es la parte que no me gusta. A oscuras, cuando soy yo la que tiene el control, aunque este totalmente expuesta, me siento menos desnuda que ahora. Luego se enciende la luz y quieren hablar. Hacer preguntas. Preguntas que no puedo ni contestarme a mi misma, mucho menos a ellos. --No te vas a quedar --le digo mientras me ajusto la bata a la cintura--. Ya lo entenderas. A las chicas eso no nos importa tanto como creeis. Sobre todo al principio. Ya lo trabajareis juntos. Sonrie. Esta diferente, mas guapo en cierto modo. Con esta luz mas suave, no se le ven tanto los granos y la mandibula parece mas pronunciada. Creo que Evan Brown puede llegar a ser un rompecorazones algun dia. Pero hoy no es ese dia. Miro al reloj que hay sobre la mesilla. Son las once de la noche de un martes. --Manana hay clase, Evan. Es hora de irte. Tu madre estara preguntandose donde estas. --Supongo que la mayoria lo hace. La mia no, claro. Deja de sonreir y frunce el ceno. --Esto... ?Te debo algo? No se como va esto... --Se le apaga la voz. --No me debes nada. Solo portate bien con ella, ?vale? Recuerda todo lo que hemos hablado. Se que lo hara. Si hasta ha tomado apuntes.

  • Atormentado deseo de Ana Coello

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  • La caceria – J.M. Peace de J.m. Peace

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    Samantha Willis es una oficial de policia de Queensland, Australia, y una mujer convencida de su capacidad de cuidar de si misma. Al menos hasta que cae en manos de un peligroso psicopata, cuyo juego consistira en cazarla como a un animal.

  • La condesa de las tinieblas de Laura Gay

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    Paris, 1795. Marie Therese Charlotte de Borbon lleva tres anos viviendo encerrada entre los muros de la Torre del Temple, encarcelada por los revolucionarios franceses. Ha visto morir, uno tras otro, a todos los miembros de su familia y ha sufrido la mas terrible de las humillaciones: la violacion; teme que no haya escapatoria cuando se le ofrece la liberacion a cambio de doce prisioneros de guerra. Esa misma noche, mientras se divertia jugando a las cartas y con prostitutas, Leonardus Cornelius Van der Valckrecibe la visita de un noble austriaco que le hace una oferta que no puede rechazar: el mismisimo emperador austriaco le pide que tome bajo su custodia a su prima, la unica superviviente de la familia real francesa.

  • La Guarida de Jaime Blanch

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    Una figura avanzaba con paso tranquilo por la avenida, apenas iluminada por las farolas recien encendidas. A derecha e izquierda, se alzaban en silencio refinadas casas. Todo estaba en calma. El hombre consulto su reloj y, luego, miro a lo alto. Soplaba una suave brisa y el cielo estaba cerrado por nubes bajas. La temprana luna no le descubriria. Mejor asi. Incluso si alguien llegara a fijarse en el seria muy improbable que luego recordara sus rasgos. Justo al pensarlo, se cruzo con una pareja que se alejo trotando, con un perro que les seguia. Pasaron a su lado sin ni siquiera echarle un vistazo, como si fuera un fantasma. Camino cien metros mas y se paro frente a la entrada de la finca. A traves de la verja se vislumbraba una gran extension de cuidado cesped, flanqueada a la derecha por una piscina y a la izquierda por una cochera en la que se veia el BMW de su dueno. Contemplo el edificio con detenimiento y distinguio luz en una de las ventanas del segundo piso. Sin duda, el viejo debia estar leyendo comodamente en su biblioteca. Se alejo unos pasos y examino la verja. Su parte inferior era un muro que imitaba la piedra natural, pero a partir del metro y medio de altura estaba hecha de estilizadas barras negras verticales, que ascendian hasta los dos metros. Era muy elegante, se dijo, pero facil de saltar. Miro a ambos lados y, no viendo a nadie, trepo con agiles movimientos y se dejo caer al otro lado. Una vez dentro del recinto, camino con tranquilidad hacia la puerta principal. Sabia de sobra que el doctor nunca habia querido recurrir a camaras ni sensores, confiando ciegamente en la seguridad privada de la urbanizacion. Se acerco hasta la puerta de la casa y movio el pomo. Este giro en silencio. No pudo evitar sonreir. El viejo siempre tan confiado. Como de costumbre, no echaria la cerradura hasta la hora de dormir. Dejo la puerta entreabierta y avanzo por el amplio recibidor. Frente a el, las escaleras daban acceso al piso superior; a la derecha se situaba la cocina con una despensa y una pequena habitacion, destinada a los sirvientes que nunca hubo en la casa; y a la izquierda, se distinguia un amplio comedor y otra habitacion mas. En ese momento oyo voces arriba y se sobresalto. Se suponia que el doctor estaba solo. Subio en silencio y se acerco sigiloso a la puerta de la biblioteca. El hombre hablaba con alguien, pero enseguida cayo en la cuenta de que estaba usando el telefono. Se disponia a bajar cuando algo de la conversacion le detuvo. --Manana vendra a verme ese antiguo alumno del que le hable, Lucas Drusell. (...) --Si, le dare los tres cuadernos, ademas del escrito que ahora mismo he terminado, en el que lo explico todo. (...) --Si, eso es. Es diferente del que tengo preparado para entregar a la policia. Tambien ese lo acabo de terminar. (...) --No. Tengo mis motivos para pensar que el puede ser una pieza importante para resolver este asunto. (...) --No estoy seguro de que se acuerde de mi, pero no importa. Estoy convencido de el se ha visto afectado, aunque todavia no lo sabe. Una vez se lo explique todo, nos ayudara. Drusell sera una pieza clave para contrastar todas mis afirmaciones y proporcionar mayor validez a mis argumentos, una vez nos decidamos a entregarselo todo a las autoridades. Pero primero debo ganarme su confianza antes de contarle toda la verdad; sera duro para el. Hay que acabar con todo esto, lo que hacen alli no tiene nombre. El intruso noto como la ira aumentaba en su interior y sintio deseos de matar con sus propias manos al anciano. Tal y como imaginaba, se habia ido de la lengua y lo que habia oido seguramente no seria mas que la punta del iceberg. Cerro los punos con fuerza y respiro varias veces hasta que consiguio calmarse. Aunque sabia que nunca podrian encontrar pruebas que lo involucraran, tenia que parecer un accidente, y utilizar un poco de gasolina era algo muy distinto de abrirle la cabeza con un hacha. No obstante, habia conseguido una informacion muy util. <>: no debia olvidar ese nombre. Se felicito en su interior por encontrarse alli en aquel instante y se dispuso a terminar su cometido. En una de las paredes del salon, una timida lumbre crepitaba en la chimenea. Era mas de lo que necesitaba. Esparcio pequenos troncos de la lenera alrededor del hogar, mientras miraba a su alrededor con aprobacion: paredes forradas de listones de pino, una gran mesa de roble, todo el suelo alfombrado... El viejo iba a tener una pira funeraria impresionante. De su mochila extrajo un pequeno bote de gasolina. Esparcio el combustible por la alfombra y golpeo una de las brasas con un tronco. Esta salto de la chimenea y en un instante, toda la alfombra prendio. La figura abandono la casa y cerro la puerta con cuidado tras de si. Rodeo la pared hasta situarse bajo la ventana de la biblioteca y alli dejo un pequeno objeto con cuidado. Desanduvo el camino hecho y al cabo de unos instantes ya estaba fuera de la propiedad. Jose Antonio Brull colgo el viejo telefono, colocandolo sobre el interruptor de gancho, y se sento en el comodo sillon que utilizaba para leer. La biblioteca constituia para el su recinto sagrado. Era la sala mas grande de la casa. Cuando adquirio la vivienda, reformo esa habitacion, tirando varios tabiques para dejar espacio a su amplia coleccion. Asi, las cuatro paredes estaban adornadas con elegantes estanterias repletas de libros cuidadosamente ordenados. En un lugar accesible conservaba, ademas, los cuadernos en los que, durante su dilatada carrera profesional como psiquiatra, habia ido anotando la evolucion de los enfermos tratados por el. Durante unos minutos estuvo sentado, sin hacer nada, pensando en la reunion del dia siguiente. Su antiguo alumno no habia confirmado su asistencia, ni la recepcion de la carta, pero estaba seguro de que acudiria. No sabia por que tenia esa certeza, como si lo conociera de siempre, a pesar de que habian hablado en contadas ocasiones. De pronto, tuvo la sensacion de no estar solo. Percibio en su cuerpo un estremecimiento que le resultaba familiar

  • Susurramelo al oido de Patricia Geller

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  • Vestida de blanco de Mary Higgins Clark

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    Vestida de blanco es la segunda novela sobre el programa de television de Laurie Moran. El reality que trata de desvelar los misterios sobre casos sin resolver se centrara esta vez en la desaparicion de una novia el dia de su boda.

  • El largo olvido de Marcia Cotlan

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    Una historia de segundas oportunidades en la que la protagonista sabe que su ex es el amor de su vida, pero se empena a alejarlo cada vez mas.

  • Tu perfume al atardecer (Hielo y fuego 3) de Anna Soler

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    Cuando Neil Montana decide alistarse en el ejercito no sabe hasta que punto su vida cambiara por completo. Testarudo como una mula y acostumbrado a ser el mediano de cuatro hermanos, Neil se niega a dar su brazo a torcer. Necesita un cambio, alejarse todo, pero en especial de Ivy Campbell, la unica chica que parece haberle robado el corazon al joven vaquero.Neil no estaba preparado para el amor. Renegaba de aquellos confusos sentimientos y preferia ignorarlos. De esa manera huye, sin mas salida que enganarse a si mismo. Pero ni la distancia ni la guerra logran apaciguar ese amor en su corazon.Ivy siempre estuvo enamorada de Neil Montana, el era su amor platonico, pero nunca comprendio sus razones para marcharse de esa manera. Un unico beso la unia a Neil en aquel atardecer de Texas, un beso que mantenia viva su esperanza hasta su vuelta. Pero un giro inesperado hace peligrar ese reencuentro, un accidente lo cambiara todo y volvera a Neil un hombre amargado y resentido por la sombra de su pasado.?Sera Ivy capaz de romper esa coraza para llegar a su corazon? ?Afrontara Neil los peligros del amor? El orgullo podia separarlos o unirlos para siempre.

  • Una visita inesperada de Juani Hernandez

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    Con el final de Cada vez que te beso, pudimos disfrutar de la emocionante declaracion de Raul a Diana en aquella entrega de premios en la que fue galardonado, y meses despues, asistimos a la preciosa ceremonia en la que no solo contrajo matrimonio la pareja, sino que tambien se casaron Angel y Sofia, un sueno hecho realidad tras tantos anos separados. Pero ?que ocurrio en el transcurso de esos meses? Vamos a echar un vistazo a un dia cualquiera de sus vidas --o no tan cualquiera, al fin y al cabo-- y veamos como les va a nuestros chicos de Extrarradio. ?Seguiran siendo la banda de rock exitosa tal y como todos esperaban? ?Como lidiaran las chicas con la fama de sus parejas sin trastocar su dia a dia? ?Habra quedado su pasado definitivamente atras? Descubrelo en Una visita inesperada, una serie de relatos que todos los fans de XTRD, sin duda, disfrutaran.

  • Como hacer un coche de Adrian Newey

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    En este emocionante libro descubriremos de manera exhaustiva, fascinante y extraordinariamente entretenida como funciona un coche de carreras, mientras recorremos la trayectoria de Adrian Newey, el mas grande disenador de automoviles de la historia, desde sus comienzos en la IndyCar hasta alcanzar un exito inigualado en la Formula 1 disenando coches para pilotos como Mario Andretti, Nigel Mansell, Alain Prost, Mika Hakkinen, Mark Webber o Sebastian Vettel entre otros, siempre con un objetivo inquebrantable: conseguir el coche mas rapido.

  • Mi error fue ser solo tu vecina. Parte 2 de Moruena Estringana

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    Holly es una chica con quien la vida no se ha portado bien, no lo ha tenido nada facil. Desde nina tuvo que cuidar de su hermano y procurar que no le faltara de nada, comportandose como la madre responsable que nunca tuvieron. Holly esta dispuesta a todo por la felicidad de su hermano, incluso renunciar a sus propios suenos.

  • La obra maestra de Francine Rivers

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    La autora de exitos de mayor venta del New York Times, Francine Rivers, regresa a sus raices romanticas con esta inesperada y redentora historia de amor. Un profundo relato que nos recuerda que la misericordia de Dios puede restaurar aun a los mas quebrantados y convertirlos en una obra maestra imperfecta pero maravillosamente impresionante. Roman Velasco es un exitoso artista de Los Angeles, California, que aparenta tenerlo todo: mujeres, fama y fortuna.

  • La quinta victima de Lucila Castro Diaz

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    A veces no hace falta dormir para sufrir de pesadillas, Mateo es un joven periodista que se obsesiona con capturar a un famoso asesino en serie. Cuando aparece el cadaver de la quinta victima, Mateo comienza a sufrir visiones y pesadillas en las que puede ver con los ojos del asesino. Por azar del destino su vida se entrelaza con la de Angela, una mujer que padece de psicosis, con una familia muy poco normal.

  • La piramide de fango de Andrea Camilleri

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    Profundamente afectado por la muerte del joven Francois, y mientras intenta asimilar lo que esta perdida significa para Livia y para el, Salvo Montalbano tiene que sobreponerse al cansancio y al desanimo antes de enfrentarse a un caso ligado a esa lacra que, por desgracia, tanto abunda en el mundo de hoy: la corrupcion politica en las adjudicaciones de obra publica.

  • Las madres secretas de Monica Crespo

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    Una pareja inicia un proceso de maternidad subrogada; una madre se enfrenta a la naturaleza predadora de su hija; una escritora huye para escribir; una mujer ave y la prohibicion de volar; una pareja en la que el se queda embarazado... Las madres secretas explora las aristas y los espacios marginales de la maternidad, las fragiles relaciones de pareja, las relaciones entre madres e hijos, las contradicciones ante el deseo de ser madre o no, la construccion cultural de este fenomeno biologico, la tension entre la creacion artistica y la maternidad. Los personajes de estos relatos muestran este complejo equilibrio a traves de sus conflictos. La autora, con una intensa voz narrativa, rompe los topicos y las imagenes idealizadas de la maternidad. Historias realistas y fantasticas que ofrecen una reinterpretacion de la familia y la maternidad, que puede ser tan natural como perversa.

  • Hechizados por el deseo (eLit 3) de Maggie Price

    https://gigalibros.com/hechizados-por-el-deseo-elit-3.html

    La unica hija de un poderoso senador habia sido asesinada y habian secuestrado a su hijo recien nacido. La sargento Grace McCall y el agente del FBI Mark Santini tenian que hacerse pasar por una pareja que deseaba desesperadamente adoptar un nino con el fin de detener al sospechoso antes de que asesinara a alguien mas.

  • Por nosotros (Encuentro de almas 2) de Sonia R. Salvante

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    Chema sigue perdido, mas confuso que nunca y arrastrando una frustracion dificil de gestionar.
    Sus deseos batallan constantemente contra el deber y la culpa, mientras la vida se empena en mostrarle el camino.

  • Solo un dia 1 de Gayle Forman

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  • Como salir del armario y no morir en el intento de Helga Fernandez Ruiz

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    Mercedes, una joven recien licenciada en periodismo, criada bajo los estrictos ideales patriarcales de su familia, con todo lo que esto supone, tiene un matrimonio concertado practicamente desde su nacimiento, sin ella saberlo. Para poder llevarlo a cabo, sus padres y los de Antonio, el joven abogado que quiere formar una familia por encima de todo, deciden reunirse al llegar el verano y realizar una pedida de mano como Dios manda.
    Pero Mercedes tiene otros planes, unos que le haran sentir en sus propias carnes mil y un sentimientos encontrados, unos que la alejaran de un camino y la acercaran a otro... Y aunque nada de todo lo que ocurre entraba en sus planes, la muchacha se vera envuelta en una situacion que la obligara a tomar las riendas de su propia vida y se enfrentara a todo un huracan de personas, emociones y situaciones que la conduciran a ser ella en estado puro.

  • La Ciudad de los Hombres Santos (Los buscadores 3) de Luis Montero Manglano

    https://gigalibros.com/la-ciudad-de-los-hombres-santos-los-buscadores-3.html

  • El poder del bosque. Shinrin de Dr. Qing Li

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  • Se curan rotos, descosidos y deshilachados de Alex Toledo

    https://gigalibros.com/se-curan-rotos-descosidos-y-deshilachados.html

    El arte de dar vuelta a la pagina.

  • Di que no me quieres. Trilogia completa de Janis Sandgrouse

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    Trilogia completa de mi novela Di que no me quieres, donde podras disfrutar de dos capitulos extra sobre esta gran familia.
    Sinopsis:
    Una mansion, fiestas privadas, dinero, lujo, poder, mascaras que esconden quien eres…
    ?Puede una persona encontrar ahi el amor?

  • Inevitablemente enamorados de Patty Love

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    Janice Stone no tiene tiempo para pensar en el amor, entre sus estudios, las practicas en el hospital y su trabajo de camarera no para un segundo quieta, pero, cuando Jack Lefkowitz irrumpe en su vida, empieza a plantearse que tal vez eso de tener novio no suene tan mal. Sin embargo, no sera tan facil como pensaba, y menos aun, cuando conozca a su excentrica suegra. Por si tres no son ya una multitud, un atractivo y descarado companero de trabajo aparecera en escena para tambalear todavia mas los felices planes de la pareja.

  • Alma gitana. El que las hace las paga de Andrea Milano

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    ?Que puede hacer una joven para conquistar el corazon de un hombre enamorado de otra mujer? ?Que le esta vedado?
    Alma gitana es la cronica deliciosa de un amor predestinado. Como solo Andrea Milano lo sabe hacer.

  • TU, MI VIDA de Maria Vega

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    ?Que pasaria si descubrieras que tu vida es una mentira?
    ?Que tu misma lo eres?

  • Un tio con una bolsa en la cabeza de Alexis Ravelo

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    Habria apostado cualquiera de mis muertes a que la que habria de tener no seria esta. Habria podido imaginar un ictus, una perforacion intestinal, un higado o un pancreas reventados de pronto sin darme tiempo a casi nada. O un cancer. Un cancer lento. De los que te duran anos y te permiten pasar por todas las jodidas fases del duelo mientras te pudres poco a poco y te dejan poner las cosas en orden, despedirte, hacerte a la idea, morirte tranquilo y hasta el culo de morfina, mirando hacia arriba para ver antes a Dios, como dicen que mueren los justos. Incluso una hostia con el coche. Eso si que me lo habria podido imaginar. Con el Audi. O, mejor, con el Lexus. Si te vas a ir a la mierda, mejor en un cochazo de cojones, no como Rafael, pobre Feluco, que se mato en un Suzuki Santana. Habria estado muy bien, una muerte por todo lo alto: una breva en un coche, pero una de las buenas, de las que te estroncian contra un poste de luz o te desriscan o te dejan aplastado debajo de una hormigonera. De esas en las que lo ultimo que te pasa por la cabeza es el radiador del coche. Sera por muertes que uno se ha ganado, joder. Si soy candidato al infarto desde hace mas de diez anos, cono, y hasta se me llego a amenazar una vez con arma de fuego y el arma de fuego era una escopeta del doce y el que la empunaba estaba a un metro de distancia, con los ojos inyectados en sangre, ira y ron y las manos llenas de ganas de apretar el gatillo y partirme en dos y, ademas, aunque ese hombre era mi hermano, tenia buenos motivos para pegarme un tiro. Asi que si: un escopetazo, un infarto, un cancer, un accidente, un ictus. Todo eso habria podido esperarmelo, me lo habria ganado y hasta habria sido logico. Pero, fijate tu, quien habria podido pensar que al final el final llegaria porque dos chorizos de los torpes se olvidaron de hacer un puto agujero en una bolsa. Y si, compadre, c'est fini, rien de rien, te dieron finiquito, primo, y tu nombre va a aparecer ahi, en el periodico, hacia la parte ultima, la de los ultimados, la que viene despues de los anuncios de las putas, donde publican cada dia la lista de los que tienen prohibida la entrada al corteingles. Ese era el chiste que soltaba el Viejo todos los dias como si fuera nuevo, como si se le acabara de ocurrir: llegabamos al bar, abria el periodico por el obituario y decia Voy a leer la lista de los que tienen prohibida la entrada al corteingles, y se reia como si tambien nosotros debieramos hacerlo. Y vaya si lo haciamos. Vaya si nos reiamos los tres, Saulo, Tano y yo. Tano, con aquella risita de chacolin, aquella rafaguita aguda y mierdosa que enervaba a cualquiera. Saulo, mas comedido, con una carcajada asmatica, como si le diera verguenza, como si la risa fuera una debilidad, pero moviendo los hombros flacos dentro de aquellos trajes de vendedor de enciclopedias que solia ponerse, para fingir que la risa le llegaba desde muy adentro hasta aquellas hombreras que siempre tenia salpicadas de caspa. Yo, no se, vete tu a saber como me reia yo. Uno nunca se pregunta como es su propia risa. Yo creo que me rio bien, que tengo una risa simpatica, de las que se contagian. Por lo menos, con la mayoria, cuando me rio me acompanan. Como si la risa fuera un rio. Como si se dejaran arrastrar por la corriente. La corriente del rio de la risa. Con Gladys, con Pedro, con Chago es asi. Pero tambien es verdad que puede que no les haga maldita la gracia y se rian conmigo por miedo, por peloteo, porque son unos hijos de puta que me rodean como buitres que esperan a que el leon se despiste para arrojarse sobre su carrona, igual que haciamos Saulo, Tano y yo con el Viejo. Porque ahora yo estoy en el lugar del Viejo. Porque ahora el Viejo soy yo. En sus tiempos, en tiempos del Viejo, yo no era mas que uno mas, un trepa, como lo eramos todos los Cachorros de Colacho. Si, esos eramos nosotros: los Cachorros de Colacho. Nos bautizaron asi los enemigos y asi nos quedamos y hasta lo terminamos aceptando como nombre de guerra, porque eso es lo que pasa cuando te ponen apodo en esta parte del culo del mundo, donde los nombretes son faciles de poner y dificiles de quitar, como decia mi viejo. No el Viejo, sino mi viejo, mi padre, un tipo recto, serio, que trabajo toda su vida como un cabron para llevarse a la tumba solo el traje con el que lo enterramos. Yo no queria ser como el, como mi viejo, o, al menos, no queria acabar igual. Por eso me fui arrimando al Viejo, aquel que no era el mio, y no me importo no ser recto ni serio, no me importo ser un trepa, un listillo, uno de los Cachorros de Colacho, un sorrocloco, porque, como solia decir el Viejo, no el mio, sino el otro, Nicolas Umpierrez Bosch, alias Colacho el Viejo, como solia decir, digo, el, Camaron que se duerme, se lo lleva la corriente. Ya se que tambien se dice que planta que nace en maceta nunca pasa del pasillo, pero en este pais, en esta isla, en este pueblo, hubo un momento en que hubo una oportunidad, la oportunidad perfecta, y, que se le va a hacer, yo supe aprovecharla. Por eso me afilie y por eso me arrime al Viejo y le rei las gracias, por eso me fingi amigo de Tano y de Saulo y me converti en ese tio simpatico que soluciona problemas y apoya justas reivindicaciones, sobre todo si son las reivindicaciones y los problemas de gente que podra un dia devolverte el favor. Ahora que lo pienso, con Tano si que fuimos amigos. Da igual lo que pasara luego. Si fuimos amigos. De hecho, el fue quien me facilito entrar, quien me presento al Viejo y me enseno como iba el asunto y me aconsejo sobre que debia hacer y que no. El pobre nunca se porto mal conmigo y poco o nada tengo que echarle en cara, no como con el cabron de Saulo. Menos al final. Y, hasta en ese momento, Tano fue mas torpe que malo. El malo fui yo, porque soy de los que prefieren ser malos a ser torpes. Pero ahora eso que mas da. Si me queda poco. En realidad, ?cuanto me queda? Una vez lei que un tipo habia aguantado sin respirar veinte minutos. !Veinte putos minutos sin respirar! No me jodas. Pero eso lo hizo un tio preparado, un amneista. O un apneista. O como diantre se diga. Danes, me parece que era el hombre. Pero yo, un cincuenton de dos cajetillas diarias, ?cuanto puedo aguantar? ?Dos, tres minutos? Y encima sin prepararme, sin hacer respiraciones primero. Sin ni siquiera saber que los dos changas de hoy iban a estar ahi, esperandome. Bueno, no se. Todavia respiro. Todavia hay aire en la bolsa. Y chica no es. Es de las de basura. Todavia igual tengo suerte. Todavia es capaz que llega Nisita y da tiempo. No se si venia hoy. Viene los martes y los jueves. Y hoy ?que dia es? Lunes, me cago en la puta. Tambien habrian podido venir manana, carajo. Pero no: tenian que venir hoy, los muy hijos de puta. Tenian que venir hoy, que no viene Nisita, hoy, que no viene nadie. Y no van a volver, eso esta claro. Encontraron lo que querian y se piraron. Aqui esta, dijo uno, el mas pureta, el de la voz de ronero. Ya esta, por patas. Se dijo, compadre, dijo el que sonaba como un cenicero lleno de colillas de porros. Y se fueron, con ese ruido de botas camperas y bolsa de plastico que luego fue el sonido de una moto alejandose. La bolsa de plastico en la que iban las perras. El problema es la otra, la de basura. La que me pusieron en la cabeza. La que me apretaron al cuello con cinta. Esa no me la quitaron. Por las prisas, porque estaban acojonados, porque se despistaron, porque se olvidaron o porque se la suda, pero no me la quitaron y por eso me voy a morir. Al final, despues de tanto lio y de tanto plantarle huevos a la vida voy a cascar por ?cuanto? ?Cuanto tenia? ?Cuatro ochocientos? Algo asi: menos de cinco mil, en todo caso. Lo que me entregaron ayer mas unos ochocientos que tenia yo. Vas a cascar por menos de cinco mil euros, Gabrielo. Pura calderilla. Ni siquiera buscaron la caja fuerte. Y mira que la tenian cerca, ahi mismo, detras del cuadro. Te jodieron por chatarra, a ti, que has manejado cientos de miles. Por chatarra y porque por una vez que alguien se atreve a jugartela resulta que son un par de chapuceros. Porque profesionales no son. Estos son dos muertosdehambre.

  • Todo lo que deje atras (Las Tres Marias 3) de Scarlett Butler

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    Olivia Rivera siempre ha sonreido, ha llevado la vida que queria y ha conocido la felicidad completa. Sin embargo, un duro golpe pone su vida del reves, su mundo se tambalea y se hunde en la mas absoluta oscuridad.Una oportunidad laboral en otro pais hara que vuelva a encontrar el equilibrio.Jason Sterling es un famoso tatuador aficionado a la musica que vive en la tranquilidad de su apartamento de Londres, pero una noche Livi se cruza en su camino tambaleando su realidad.Problemas del pasado, miedos, fantasmas. volveran a sus vidas haciendoles dudar hasta de lo mas basico.

  • El Misterio De Raquel Hartman de Elle Sanc

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    La silueta de una mujer, la sombra de su pelo, se mueve bailando sobre un fondo de luz, como las manos que hacen figuras sobre la pared y cuentan historias; el ser humano, tan creador de todo y tan absolutamente aniquilador. Tan facil hacer sombras en la luz como en el alma. Un paso mas, otro... ?cuantos miles de pasos dados pensando en ella? No podia deshacer lo hecho... Era experta en las sombras, tenia tanto tiempo para observarlas... incluso aquellas que aparecian en las noches, sombras sobre oscuro. La negrura nunca es absoluta, siempre aparece algo que se superpone. Tras miles de pasos, estaba convencida de que la oscuridad absoluta y, aun menos, la infinita, no existia; alla donde fuera, en las entranas de la Tierra, en la inmensidad de un agujero negro, ni en uno solo de sus suenos; por mas que no pudiera recordarlos al despertar. Hay imagenes que si recuerda, sonidos, sensaciones... Esta corriendo, escapando de algo o de alguien, y cuanto mas se aleja de donde sea que se encuentra, mas muda la piel, se transforma, incapaz de reconocerse y sin mas remedio que rehacerse; una vida distinta muy lejos de la que un dia fue. Los anos y los huesos duelen, tantos pasos dados se hacen notar; como los finos surcos en su piel o la flacidez en sus musculos; sus dedos, algo mas curvados, siguen la misma rutina adquirida en la ninez: enredar un mechon de su pelo, aunque ahora su melena sea mas corta, y tenida para ocultar el blanco. ?Desandaria lo andado? Vender el alma al diablo para encontrar la paz, demasiada soledad... y todo ?para que? Hay sucesos en la vida que te marcan y van contigo a donde vayas, como una cicatriz mas. No se ven, como las de la piel, pero te conforman, e incluso te transforman; los ojos ya solo parecen ver tal y como sientes... Se acurruca la manta sobre los hombros... Empieza a anochecer. Habia un farillo de luz en la entrada de la antigua casa, con esos jardines multicolores y verdes confundiendose con el horizonte. ?Quien cuidaria los abetos ahora? ?Recogeria alguien las hojas caidas y resecas en forma de corazon de las enredaderas? ?Seguirian resonando aun todas esas notas musicales por doquier, tal y como aun lo hacian en su cabeza una y otra vez? Capitulo 2: Encontrarse Cerraba sus ojos para poder visualizar las distintas notas musicales generando conexiones neuronales en su cerebro; electricidad recorriendo trayectos entre axones y traspasando los centros neuronales y, a una velocidad imperceptible, integrandose e interpretando emociones. No podia imaginar sentimientos mas absolutos que los que tenia cuando lograba concentrarse y hacer que sus pensamientos no fueran mas que notas musicales. Seguia sus distintas formas, las desplazaba y recorria, se dejaba envolver hasta que de ella no quedaba mas que musica. Musica y emociones. El problema era cuando conseguia estos niveles de concentracion sobre un andamio o encima de un tejado... menos mal que existia el arnes y que lo habia convertido en una mas de sus herramientas diarias o ya se habria partido el craneo en alguna de sus muchas caidas. Su cuerpo se relajaba en sentido inverso a la actividad de su mente y solia perder muy facilmente el equilibrio, quedando suspendida en el aire y activando todos sus sentidos para conectar con la realidad de manera inequivoca. La musica desaparecia tras el sentido de alarma y el instinto de supervivencia. No habia sido el caso. Estaba dando una mano de pintura a la parte alta del caseron, una ultima puesta a punto para lo que se venia a partir del dia siguiente... el hotel rural se convertiria en un ir y venir incesante de personas para la asistencia a los cursos que organizaban a principios de primavera y hasta bien entrado el otono. Los grupos eran reducidos, no mas de diez personas, y los cursos no duraban mas de una semana. Aun asi, los mismos alumnos solian repetir, si su economia y su disponibilidad se lo permitia. Termino su trabajo, habia quedado perfecto. La sensacion de lo terminado y bien hecho, tras una jornada agotadora, donde sentia todos y cada uno de sus musculos doloridos y el agotamiento no la dejaba pensar mucho mas. Una cena, un poco de conversacion amiga, algo de lectura y a la cama. Sin preguntarse que seria de ella al dia siguiente, aparte de tratar de esquivar, la mayor parte del tiempo, a los nuevos clientes que invadirian el hotel. Fernando sabia donde podria encontrarla si la necesitaba: merodeando la casona, realizando las tareas precisas para el mantenimiento de los animales, la huerta y los jardines... El resto de los que alli se congregaran le traian sin cuidado. Un grupo semanal mas, hombres y mujeres que buscaban ampliar y derivar sus conocimientos sobre las distintas formas de terapia musical en contacto con la naturaleza; musicos, artistas, psicologos, medicos, terapeutas... Ella no tenia nada que ofrecerles, no directamente, solo estaba unida a ellos a traves de Fernando, y de una forma indirecta, cuando se quedaba a escondidas, escuchando la musica que creaban, la que surgia de sus voces, del roce de sus movimientos al bailar mientras interpretaban a Bach, Mozart... Tiempo de desconectar. Aun sobre el andamio, desencajo el rodillo del mango y comenzo a girarlo, como si se tratara de un palo de lucha libre o una espada, adoptando formas de taichi, buscando el equilibrio y haciendo el saludo final a su reflejo en el cristal de la ventana. Lo que no esperaba era encontrarse a un Fernando indignado, observando tras el cristal de la misma. La impresion la hizo caer, quedando colgada del arnes, como otras muchas veces... Fernando abrio la ventana apresurado y preocupado. --!Terminaras partiendote la crisma! !Haz el favor de bajar de ahi de una vez! --La situacion le parecio tan comica que la hizo reir a carcajadas, contagiando al chico, que no podia mantener su enfado con ella ni unos pocos segundos... Sus risas se podian oir a distancia. --Buenas tardes... --carraspeando para tratar de elevar el tono de su voz--. !Buenas tardes! --Las risas cesaron casi al unisono, y las cabezas se giraron en direccion a aquella voz masculina, el chico parecia arrepentido de haber elevado el tono y algo cohibido por ser el centro de atencion. --?Si? --Eso le hacia falta a ella, que le viniera chillando una senoritingo de ciudad con ese aspecto de intelectual de tres al cuarto. Antes de que el recien llegado pudiera contestar, se balanceo con fuerza para alcanzar el andamio y volver a subirse a el. --!!!Bienvenido!!! --Fernando intervino para salvar la situacion antes de que la vena salvaje de su amiga se mostrara en todo su esplendor frente al que seguramente seria un nuevo huesped y alumno de sus cursos--. Enseguida bajo. --Aun con medio cuerpo asomando por la ventana. --Siento la intromision... --Se dirigio con cautela hacia el andamio, al ver que aquella chica bajaba del mismo algo molesta--. Pero no habia nadie en recepcion y... --Ya, ya imagino... no importa. --Ni siquiera le miraba, mientras se limpiaba las manos con un trapo--. Ahora si que habra alguien en recepcion --dijo, senalando hacia donde habia estado Fernando y tratando de cortar la conversacion, mirandolo desafiante. El recien llegado le mantuvo la mirada. Cuando le desafiaban, tendia a mantener el combate, una fuerza desconocida surgia directa desde su estomago y le hacia permanecer erguido ante el duelo hasta que salia indemne... pero no en esta ocasion. Tuvo que apartar sus ojos de aquellos ojos y darle la espalda. Habia algo en aquella mirada que le doblegaba. Al verse ignorado y desatendido recorrio el camino de vuelta a recepcion, esperando que el chico al que habia visto fuera algo mas amable y educado que aquella salvaje con mono de obrera. OOOOOO --La palabra para hoy... --Abrio el diccionario por una pagina cualquiera y, con los ojos cerrados, marco un punto de la misma con su dedo indice--. <>. --Bonita palabra. Copio su significado en un post-it de color azul y lo pego en su libreta de tapa blanda y folios blancos, de la que nunca se separaba--. <>. --Si abria su cuaderno, encontraba folios repletos de post-its con las palabras y sus significados, que iba aprendiendo cada dia; dibujos a lapiz y carboncillo de cualquier escena cotidiana, sillas, casas, rostros; alguna fotografia de algun lugar o de personas; sus poemas y muchas anotaciones para su libro. Guardo su libreta en una pequena mochila que acomodo en su espalda y, con crema de maxima proteccion solar y un sombrero de paja, se dispuso a afrontar su primer dia en aquel hotel rural. Alberto salio del cuarto de bano y, al verlo tan dispuesto y con aquellas pintas campestres, no pudo dejar de soltar una carcajada, mientras agarraba sus cosas para salir con el de la habitacion. Lo cogio por los hombros y le abrazo. --Estas para comerte... --le susurro al oido. --Eres un capullo... --Sonreia, mientras alzaba su rodilla directa a la entrepierna de Alberto, frenando en el ultimo instante, haciendo que el chico le soltara, en un acto reflejo, para proteger sus partes mas intimas del impacto. --Ejem... Mejor vamos saliendo, que llegaremos tarde... --Alberto sonreia, entre aliviado y divertido, dejandolo pasar mientras le abria, comico, la puerta de la habitacion--. ?Ya tienes tu palabra para hoy? --Atrezo. --Uhm, interesante... --Al salir de su habitacion, en direccion a las escaleras, un gran ventanal introducia en las maravillosas vistas de verdes, azules, blancos... todo un mundo de colores de flores se extendian como en un enorme lienzo--. Alberto alargo su mano en direccion a toda aquella belleza, en la que el aun ni habia reparado, absorto en sus pensamientos rutinarios--. Bienvenido al atrezo que ha dispuesto para ti la vida... al menos, durante unos dias. --Falta el guion. --Estaba realmente impactado ante esas vistas, asi que se quedo parado mientras Alberto comenzaba a bajar las escaleras. --Lo tendras que escribir tu. ?No eres el escritor? --No, soy historiador y bibliotecario, y me apasiona la historia de la vida cotidiana. --Pero siempre estas escribiendo en tus libretas, debes de tener miles acumuladas en algun lugar de tu casa. --Alberto habia continuado hablandole, mientras el no podia apartar sus ojos de aquella inmensa gama de colores, acostumbrado a los blancos, marrones, grises y negros de la biblioteca. Alzo la voz para llamarle--. ?Vienes? Apresuro el paso para alcanzarlo. La recepcion estaba cerca; no era un hotel muy grande, pero lo exquisito se reflejaba en cada detalle. Por muy rustico que pretendiera ser, combinaba toques actuales en la decoracion, los lienzos, los servicios. --Y tu eres psicologo, tendras un monton de informes de tus clientes... Cada cual a lo suyo. -- Cuando queria, sabia saldar un tema rapidamente. Podia llegar a ser muy cortante. Alberto le paso el brazo por los hombros y le acerco a el. --Tranquilo, querido, se perfectamente a lo que hemos venido. --Le guino un ojo mientras sonreia, picaro, antes de que el rictus se le quedara completamente congelado, a la vez que detenia sus pasos. Miro en la direccion que le indicaban sus ojos y alli estaba, tras el mostrador de recepcion, vestida con una falda ajustada azul a la altura de la rodilla y una camisa blanca remangada, de manera desatendida, bajo los codos; su pelo largo, suelto, y su tez morena hacian resaltar sus hermosos ojos. No pudo articular palabra, ni siquiera cuando la chica dirigio su mirada hacia ellos, antes de dar media vuelta y marcharse tras la puerta del mostrador. Sintio la misma inquietud, el mismo deseo de desafiarla y someter ese azul tan aparentemente indomable. Alberto le devolvio al presente tras un sonoro silbido en direccion a las piernas y el trasero de la morena, antes de que su duena desapareciera tras aquella puerta. OOOOOO <>. Trataba de prestar atencion a su lectura, un libro recien adquirido en su libreria preferida. Solia hacerles encargos especiales y acercarse a la ciudad en cuanto los tenian disponible; despues, tomaba un capuchino en una cafeteria cercana, antes del volver al hotel. En esta ocasion, queria acercarse a la tienda de pinturas y encargar los materiales necesarios para hacer un estuco blanco en una de las paredes de la piscina climatizada que tenian en el hotel; pero Fernando habia insistido en acompanarle, el necesitaba mucho mas el contacto con la civilizacion. <>. --Necesito un instrumento de cuerda... !es condenadamente imprescindible que lo tenga para manana! --le inquiria, nervioso--. ?Sabes que es de muy mala educacion leer cuando tienes compania? <>. --Uhm... --Levantando la vista del libro--. Pues coge mi violonchelo, Fernando. --En ese caso, tambien te necesito a ti. --?Otra vez? --Arqueo una de sus cejas, incredula--. Sabes que no me gusta y, ultimamente, me lo has pedido ya en varias ocasiones. ?Que pasa con tus colaboradores? ?O es que lo haces a posta para que yo tenga que participar en tus cursos? --Ya sabes que me vuelve loco verte con ese instrumento entre tus piernas y completamente poseida por su musica, es... es... sublime, magico. Justamente de lo que pretendo hablar, de como la musica puede transformar a una salvaje en pura sensibilidad. --Idiota... --Fernando solto una escandalosa carcajada. Le encantaba picarla y hacerla reaccionar y adoraba la complicidad que habia entre ellos; a veces, creia conocerla mas que a si mismo. --En serio, la musica nos conecta con nuestra esencia, dejandonos sin mascaras y en un espacio completamente atemporal... y tu eres la viva imagen de todo eso mientras tocas tu violonchelo. Quiero que mis alumnos y alumnas lo palpen. --Vale, vale. Ire manana a tu clase, pero, despues, quiero que me dejes tranquila y que no me lo vuelvas a pedir jamas. Recuerda, no pienso decir nada, igual no doy ni los buenos dias. !Llego, toco y me voy! --Claro, claro... --Ambos rieron por la cantidad de veces que habia incumplido la misma promesa--. ?Vamos a por tus pinturas? Despues quiero ir a la biblioteca a documentarme sobre algo, alli podras continuar con tu lectura.

  • Para siempre es demasiado tiempo de Camille Pagan

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    Cuando James Hernandez, un escritor de ficcion frustrado, conoce a la poetisa Louisa Bell, esta seguro de que ha encontrado a la mujer de su vida. Pero hay un pequeno problema: Lou es la prometida de su mejor amigo, Rob.
    Decidido a quitarse a la joven de la cabeza, James se centra en su faceta de escritor. Sin embargo, con el paso de los anos, sus suenos parecen mas inalcanzables que nunca: no puede ni terminar su novela ni olvidar a la mujer de su amigo.
    Pero una noche, el azar y la pasion cambiaran las vidas de James y Lou para siempre.

  • Punto y seguido, Meme Martin de Meme Martin

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    Punto y seguido, narra la historia de la vivaz y dicharachera Gigi Greene, una ayudante de redaccion (o simple correctora, como ella prefiere decir) de la OMG Magazine con muchas aspiraciones y pocos pelos en la lengua. Gigi, aceptara asistir a una peculiar cita a ciegas organizada por sus amigas, que hara que su vida se vuelva mas caotica aun si cabe que de costumbre. ?Quieres reirte y hasta incluso enamorarte? !Deja que Gigi te cuente su historia!

  • Talco y bronce (Algaida Literaria – Premio Logrono De Novela), Montero Glez de

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  • Senderos de libertad de Javier Moro

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    Durante tres anos, Javier Moro recorrio miles de kilometros a traves de la Amazonia en avioneta, canoa, autocar e incluso a pie para recrear la epopeya del mayor plan de colonizacion jamas emprendido por el hombre. A traves de la historia de Chico Mendes, un humilde cauchero convertido en baluarte internacional de la defensa del medio ambiente, y de la de uno de los pistoleros contratado para eliminarlo, se desarrolla el drama de unos misioneros desgarrados entre su lealtad a la Iglesia y su compromiso con los pobres, de policias obligados a trabajar para asesinos, de un grupo de indigenas enfrentados a miles de mineros instalados en sus tierras, de los caucheros expulsados a sangre y fuego de sus hogares. Todos ellos, armados unicamente de su valor y de la fuerza de sus convicciones, organizan su resistencia contra los buldozers y los ejercitos de los terratenientes.

  • Miel de verano de Sara Paborn

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    Es un remitente inusual en ese tipo de revista semanal. Estoy sentada en la salita de espera, pasando las paginas. La columna que ha logrado captar mi atencion lleva por nombre <> y el tema es: <>. La carta esta firmada por <>. Solemne y seria, entre recetas de galletas y consejos para que los jacintos aguanten el invierno y sobre como limpiar manchas de grasa en tejidos de seda. Empiezo a leer con creciente interes. La carta dice asi: Estimada Monica: Te escribo porque en los ultimos meses he empezado a pensar cada vez con mas intensidad en un joven con el que mantuve una relacion en mi juventud. Tuvimos una breve pero intensa historia de amor el verano de 1955. El era estudiante de arte y se hospedo durante un par de semanas en la pension que regentaba mi madre, en la peninsula de Bjare. Nos separamos en circunstancias un tanto dramaticas y desde entonces no he vuelto a saber de el. La cuestion es que mi marido murio hace poco mas de cuatro anos. Estuvimos casados seis decadas y tuvimos una vida hermosa y gratificante juntos, aunque no llegamos a tener hijos. A lo largo de todos estos anos, casi nunca he pensado en el otro, pero ultimamente su recuerdo me viene cada vez mas a menudo, e incluso sueno con el por las noches. ?Que significa eso? ?Esta intentando comunicarse conmigo o no es mas que una fantasia que me he montado yo sola? ?Que debo hacer? Tengo setenta y nueve anos. Te agradezco una pronta respuesta. UNA QUE SUENA Y luego la contestacion, cuando menos sorprendente, por parte de la medium, que aparece en una foto: una mujer regordeta con mejillas brillantes y una especie de tiara en la cabeza. Estimada Una que suena: !Tu viejo amor esta vivo! Me llega una clara imagen de un hombre muy elegante, ahora cano. Lleva una camisa azul celeste y saluda alegre con la mano. A veces, personas que han estado muy unidas en el plano fisico pueden seguir en contacto en el plano espiritual, incluso despues de muchos anos. No es infrecuente que alguien presienta que otra persona ha sufrido algun tipo de accidente y necesita su ayuda. Tambien puede ser que haya emociones no trabajadas por tu parte. ?Cual fue el motivo de vuestra ruptura? Dices en tu carta que os separasteis en circunstancias dramaticas. A lo mejor es en estas en las que tienes que ahondar para conseguir la paz que buscas. ?Sabes donde esta ahora el amor de tu juventud? Si es que no, ?has probado a hacer algo tan sencillo como buscarlo en internet? !Te deseo mucha suerte! Un calido abrazo, MONICA Primero, no oigo al terapeuta cuando me llama por mi nombre. Estoy conmovida. Han pasado sesenta anos. Y luego esta la pregunta que la autora de la carta le hace a una persona a la que no conoce de nada ni ha visto nunca. ?Y si la medium hubiese contestado: <>? Dejo la revista en la mesa a reganadientes y le estrecho la mano a Joar. No nos hemos visto demasiadas veces, pero ya lo considero un viejo conocido. A lo mejor de algun festival de musica de mi juventud. La combinacion de pelo crespo de color castano, la postura un tanto alicaida, los tejanos negros ajustados y los ojos mas afables del mundo me resulta familiar y reconfortante. Me sujeta la puerta de su consulta, donde nos reciben dos butacas y un gran escritorio. La luz del sol bana la mesita de contrachapado con los panuelos de papel de rigor. Joar saca una carpeta que ha ido engordando hasta adquirir proporciones preocupantes y toma asiento. El llavero que lleva colgado de la cintura del pantalon tintinea. --Bueno, ?como has estado? --Me mira con carino. --Jodida --digo yo. Joar sonrie. --?Has hecho los ejercicios de relajacion que acordamos? --Si, pero me cuesta concentrarme. Y tampoco noto ninguna diferencia. Me parece todo bastante imposible. Cambio de postura en la butaca. --Las cosas no tienen por que ser imposibles solo porque asi nos lo parezcan --me recuerda Joar--. El efecto de los ejercicios no suele notarse hasta pasadas varias semanas. Es importante que les des una oportunidad. Si no, nunca sabremos si te sirven o no. Lo miro con cierta suspicacia. Joar es joven, puede que ronde los treinta, pero su presencia es solida. En las paredes hay algunos posteres de arte. En el escritorio reina un orden impecable. En la pizarra blanca ha pintado unos triangulos bajo el titulo <>. --?Existe siquiera el ruido este? --pregunto--. ?O soy yo la que se lo ha inventado? --Tu lo oyes, por tanto, existe. ?No es asi? --Joar me mira con atencion--. Hay personas a las que les molesta muchisimo un volumen aparentemente bajo y otras que pueden estar oyendo un tono estridente sin que les afecte demasiado. Todo depende de las vivencias de cada cual. Empieza a ojear la carpeta que tiene en el regazo. Acudo a Joar por tantas razones que cada area requiere de su propia pestana. Quiza los acufenos sean el menor de mis problemas. Tambien esta la culpa por haber dejado a Tom y darle a Oskar unos padres divorciados. El enamoramiento con Erik y la ruptura. La humillacion publica que vino luego. La perdida del ya mencionado Erik. La depresion de baja frecuencia. Y, como guinda, la preocupacion por los encargos laborales, o por la falta de estos. Los acufenos son mas bien un glaseado que lo recubre todo. --Desde la ultima vez que viniste, he estado investigando un poco acerca de los acufenos -- dice Joar, y asiente con la cabeza--. Muchos lo consideran un problema moderno que se debe a agresiones auditivas, pero el fenomeno parece existir desde el comienzo de la humanidad. He encontrado algunas cosas interesantes. Entre otras, un texto sobre el tratamiento medico en la epoca de los faraones del Antiguo Egipto. Entonces vertian un aceite especial en el oido de la persona afectada. Se creia que el oido estaba embrujado. Joar saca una hoja del monton de papeles. --Y la teoria de Aristoteles era que, en realidad, los acufenos son un viento que se ha quedado atrapado en el oido y no puede salir. La persona puede adquirir capacidades sobrenaturales: presentir sucesos, viajar en el tiempo y cosas por el estilo. En otras palabras, tenia su punto. Pero el tratamiento no era demasiado efectivo: consistia en abrir un orificio en el craneo para dejar salir el viento que estaba atrapado. Obviamente, el paciente moria durante la operacion. Asi que hemos dejado de hacerlo. Perforar craneos. Joar sonrie, dejando al descubierto un hueco entre sus incisivos. --Por cierto, ?quieres un poco de agua? Me llena el vaso con una jarra. Joar esta prometido, lleva un anillo liso de oro en el dedo. En otono sera padre. Creo que es feliz, es la impresion que da. Me gusta pensar que el y su novia se cuidan mucho el uno al otro. Que se escuchan. El tipo de pareja que nunca alza la voz por vicio, que consiguen infundirse seguridad mutua. Me pregunto si Joar tiene algun viejo amor que acecha entre bastidores. No, no lo creo. Si lo tuviera, seguro que a estas alturas ya habria roto con ella. Joar prefiere el presente, no es una persona que se preocupe ni les de vueltas a las cosas. Es alguien que cree en la toma de decisiones. En nuestras sesiones hago anotaciones que luego tiendo a esconder en sitios seguros. La idea es que me entren ganas de sacarlas y empezar a aplicar los consejos en lugar de pasearme por casa sin nada que hacer. Pero lo cierto es que no lo he conseguido. Me olvido de donde he metido las notas, igual que me pasa con casi todo lo demas. Por otro lado, algunas me las se de memoria. Genera calma y paz. Espera que pase la tormenta, buscar un puerto seguro. No actues cuando estes en el climax emocional. !Miralo todo desde fuera! Deja pasar el tiempo. Los consejos son pequenos ventiladores de esperanza que, por lo menos durante un breve instante, pueden hacerme creer que vendran tiempos mejores. Desgraciadamente, a menudo el efecto va desapareciendo a medida que me alejo de la consulta. Llevo mal lo de aplicar los consejos en mi propia vida. El terreno entre la mente y el corazon se me antoja escarpado. Y los caminos que me recorren por dentro estan tan transitados que cada intento de voladura para abrir uno nuevo en la roca me supera por completo. Aun asi, aqui, en la pequena consulta de Joar, puedo tener la sensacion de que el cambio es posible. Se estira para coger un folleto de su escritorio. --Me acaba de llegar esto de imprenta. Cogelo, a lo mejor encuentras algo que te sirva. Me entrega el folleto: <>. Cuando el siguiente paciente ha entrado en la consulta y la salita de espera vuelve a quedar vacia, me acerco de puntillas a la mesa, arranco discretamente la hoja de la revista con la carta al director y me la guardo en el bolsillo. Luego salgo, cojo el ascensor, bajo al oscuro vestibulo y me lanzo al apremiante sol que brilla en la acera. Te crees que te vas a acordar de lo que se siente al estar sola. Te crees que te vas a acordar de lo que se siente al ser querida. Tanto lo uno como lo otro son un error. Son muy pocas las cosas que acabas recordando, ni siquiera aquellas que te prometiste que no olvidarias nunca. Puedo recordar momentos puntuales en los que pense: <>. Como cuando estaba de pie en un paso de peatones bajo una lluvia torrencial el otono que acababa de conocer a Erik. <> Luego lo olvide. Ahora me paso la mayor parte del tiempo metida en el piso de una sola habitacion que compramos en las afueras, un autentico horno, tratando de hallar algo a lo que aferrarme: un futuro, un plan, una forma de vivir el resto de mi vida. Menudencias asi. Hace veinte anos estaba convencida de mi indefectible capacidad de ver cual era el camino correcto para mi. Ahora me veo en una cuneta llena de hierbas y matojos sin poder siquiera distinguir por donde transcurre el camino. Me parece oir que mas adelante esta pasando algo, me llega el bullicio, pero hay demasiadas cosas tapandome la vista. Ademas, el ruido bien puede provenir de mi propio oido. Estoy desorientada y atormentada, no es ninguna exageracion. De camino a casa paro en una pasteleria. Me pido un cafe y un pastel y me siento en una mesa de la terraza, ubicada en el chaflan, justo donde el sol de principios de verano arroja sus elegantes rayos. Era uno de los placeres de domingo que compartiamos Erik y yo: ir a diferentes pastelerias y fingir que eramos del barrio. El siempre se pedia alguno de los pasteles mas empalagosos, con mazapan verde o gelatina temblorosa. Yo solia pedirme un rollito o tartaleta de mazapan. Ambos leiamos el periodico y nos ibamos turnando las secciones. Ambos bebiamos cantidades ingentes de cafe. Ambos gustabamos de quedarnos en ese espacio, de visitar un domingo el barrio de otra gente. Coger el autobus y el metro hasta Estocolmo me parece viajar atras en el tiempo, cuando aun conservaba mi empleo de presentadora de programa de radio y jamas tenia tiempo para sentarme en una cafeteria en pleno dia. Un viaje a un yo mas joven y despreocupado. Quiza por eso vengo a este barrio, aqui sigo teniendo a mi dentista y ahora tengo a Joar. En realidad no tengo dinero ni para la terapia cognitivo conductual ni para los pastelitos de una de las cafeterias mas caras de la ciudad. Pero elijo, pese a todo, interpretar este papel, sentarme en una terraza y hacer como que esta pausa para el cafe forma parte de mi rutina diaria, como un leve deseo de vivir. Treinta y dos coronas por un dulce de mazapan. Treinta y ocho por un cafe solo. Menos mal que te dejan rellenar la taza. Y coger algunas servilletitas cuadradas con el nombre Tosse impreso en azul regio. Me meto unas cuantas en el bolsillo de la chaqueta junto con un sobre de azucar. Nunca se sabe cuando lo vas a necesitar. Por el rabillo del ojo veo a un hombre de pelo plateado y bien peinado, sentado unas pocas mesas mas alla, que me mira con suspicacia. Diez anos atras quiza se habria inclinado un poco, con cierta timidez, y me hubiese dicho: <>. Y yo habria respondido cortesmente: <>. Y luego habria vuelto a acomodarme como una lagartija bajo el sol. Pero ahora las cosas son como son. Ya nadie me reconoce. En las fotografias de estudio que aparecen en la contraportada de mis libros de autoayuda no hay ningun rastro que conduzca hasta mi actual cara palida y mas angulosa. Nunca os vayais a dormir peleados, Ama a diario y Lo mejor de <> son todos mis titulos. Superventas. Al menos en esta nacion. Desgraciadamente, el libro que me arrepiento de haber escrito, teniendo en cuenta todo lo que paso despues, Divorciate feliz, se comento mas de lo que se vendio. Siempre habia algun consejo sabio del que burlarse en relacion con mi propia y sucia separacion. Todos esos libros fueron escritos en mi vida anterior, cuando creia que casi todo podia remediarse con buena voluntad y obstinacion. No hay nada que la gente quiera oir mas que eso. Que las cosas saldran bien siempre y cuando lo desees lo suficiente. Que puedes influir en todo. Que te puedes convertir en lo que tu quieras. Decidir tu destino. Simplemente, no es cierto. Si hay alguien que lo sabe, soy yo. Tambien hay algo impredecible, un pequeno rio de la vida que corre hacia mares que no conocemos y de cuya existencia no estabamos enterados. Despues de rellenarme la taza de cafe, saco del bolsillo la carta al editor, la despliego sobre la mesa y la vuelvo a leer. Me pregunto que aspecto tendra la mujer que la ha escrito. ?Como se llamara? ?Donde estara? ?Vive en una casa o en un piso, o quiza en un geriatrico? ?Todavia se les llama geriatricos? Me pregunto si tiene alguna intencion de buscar a su amor de juventud. ?Que le dices despues de sesenta anos? ?Te he echado de menos? ?Donde has estado? La autora ha perdido a su marido al mismo tiempo que yo. El suyo ha muerto. El mio solo me ha dejado. Pero mientras yo apenas tengo fuerzas para mirarme al espejo, ella ha empezado a fantasear con su amor de juventud. Una que suena. Suena con que su viejo amor todavia piensa en ella y trata de ponerse en contacto con ella despues de todo el tiempo que ha pasado. Hace unos anos, yo habria ventilado rapido el asunto tildandolo de sandeces. No se si es la edad o la crisis o una repentina transformacion en mi naturaleza, pero ya no puedo despachar a los demas con la misma facilidad con la que lo hacia antes. Era tan agradable tener claro quien era listo y quien era estupido…, estar convencida de mi buen juicio y de que controlaba la situacion… Incluso sentia cierta alegria cuando veia a otros cometer errores. Me jode que la vida me haya quitado hasta esa pequena satisfaccion. Ahora, en el mejor de los casos, me rio con los demas. Si me rio de alguien es por panico, porque la linea que separa su desgracia de la mia es demasiado fina. Nunca me he mostrado especialmente solidaria con la gente mas vulnerable. He salido asi, punto. Una que suena quiere ver el destello de viejas ondas en el agua. Una que suena se pregunta como puede sentirse en paz. No es la unica. Sea como sea, no deja de parecerme conmovedor que haya gente que es capaz de poner su vida en manos de una persona completamente desconocida cuando el asunto que les concierne les viene demasiado grande. Durante muchos anos estuve trabajando de reportera en un popular programa de radio al que la gente podia llamar y hablar de amor y relaciones. Cumpli tan bien con mi papel que al final consegui mi propio programa, Laboratorio de amor, con un plantel de expertos. Intentabamos ayudar al soltero o a la soltera de la semana a encontrar una pareja adecuada, bromeabamos con los fallos de la primera cita y dabamos consejos para la relacion de pareja. Cuando una editorial me llamo para pedirme que escribiera un libro, me lo tome como una consecuencia natural. A ese primer libro le siguio otro. Los dos tuvieron mucho exito. Di por sentado que asi serian las cosas de ahi en adelante. Presentaciones en auditorios llenos. Propuestas infinitas para colaboraciones en esto y lo otro. Mi marido, Tom, y yo eramos la viva prueba de que se podia conservar el amor de juventud. Nos habiamos conocido con poco mas de veinte anos y eramos una pareja duradera y luchadora. Yo lo usaba a menudo de ejemplo en mis libros y compartia anecdotas graciosas y moralejas sacadas de nuestra propia vida. Preferiblemente, de pequenos desacuerdos que terminaban con final feliz. No podiamos estar mas de acuerdo en que nos completabamos el uno al otro. Yo era espontanea, el era reflexivo. El hacia planes a largo plazo, yo pensaba mas a corto. Su personalidad era azul. La mia era roja. Los dos nos aburriamos. Ahora lo unico que tengo es una cronica en una revista mensual, aunque el redactor ha expresado cierta preocupacion por que mis textos actuales mas bien hacen que el publico quiera terminar con su vida, no vivirla. Los contratiempos solo tienen atractivo comercial cuando ocurren en la vida de personas exitosas, cuando el lector puede sentirse reconfortado por la certeza de que son pasajeros. La miseria pura y dura vende mal. Para llenar un poco la caja, este ultimo ano he hecho un curso online de creacion de crucigramas y me invento algunos rebuscados para distintos periodicos, en los que me gusta meter palabras como <>, <> y <>. Asi, algunas personas se ven obligadas a pensar en esas cosas aunque no quieran. Me tomo la tercera taza y reemprendo a reganadientes mi marcha en direccion al metro. No tengo nada a lo que volver, pero en algun momento hay que hacerlo. En cuanto me siento en el vagon, abro el folleto de Joar sobre los acufenos. Tinnitus, o acufeno, viene del latin tinere, <>. Puede describirse como un pitido o un zumbido, un chirrido, un siseo o un timbre constante. Algunos de los remedios que se han empleado a lo largo de los anos para el tinnitus han sido la prescripcion de grasa de zorro, bilis de buey, pulgon, savia de cedro, aceite de rosa, miel, vinagre y vino blanco. Al vino blanco me apunto. Miro por la ventana sucia del metro. Justo estamos pasando por la parada cerca de la que Erik vive con su nuevo amor. El vagon traquetea. Llevo varios meses sin hablar con el. Puede que ahora este sentado en alguna parte por encima de mi cabeza, a la mesa de la cocina, con ella; o quiza ella este tumbada en el futon donde solia acostarme yo mientras el pega la oreja a su barriga para oir los ruiditos que hace el bebe. En cualquier caso, yo estoy debajo de el. Muy por debajo, en el subsuelo, en un tunel de roca. Intento que no parezca algo cargado de simbolismo. Un fugaz recuerdo me viene a la mente: los dos tumbados en su cama y el diciendo: <>. Las ruedas chirrian cuando el tren frena. Cierro los ojos y noto la corriente de aire en el anden. He empezado a dormir hasta tarde por las mananas ahora que no tengo trabajo fijo. Cuanto mas duermes, mas parte del dia te saltas. Tambien es bueno para la piel. Cuando los demas terminan de comer, yo empiezo a pensar en levantarme de la cama. Pero justo hoy me despierta el telefono, que ayer me olvide de apagar. Echo un vistazo al reloj. Las nueve y media. Plena noche, vaya. Es Anna, la redactora de la revista para la que escribo. --Hola, Ebba, ?como lo llevas? --Su voz suena dispersa, ausente. --Bien --digo yo somnolienta--. O todo lo bien que puedo. --Ya. Oye, hemos estado hablando un poco, aqui en la redaccion. --Hace una pausa. Oigo ruido y voces de fondo, los sonidos normales de gente que tiene un trabajo al que ir--. Hemos llegado a la conclusion de que ha llegado el momento de hacer un cambio en materia de cronicas. --?Que significa eso? --Me incorporo lentamente en la cama. --Necesitariamos fichar a una redactora nueva, alguien que no venga de los medios de antes. --Anna se aclara la garganta--. Se que tu columna es muy apreciada y todo eso, pero hace bastante tiempo que la tienes y este ultimo medio ano la sensacion ha sido…, bueno, como si estuvieras yendo un poco al ralenti. A lo mejor tampoco es bueno para ti eso de volcar tus problemas personales en la revista, ?no crees? Si te digo la verdad, estoy un poco preocupada por ti. Me quedo callada. La mano que esta sujetando el movil se ha quedado helada. --Ademas, nos lo exigen desde arriba. Tenemos que reconfigurar. --Es mi unica fuente de ingresos estable --digo. La voz de Anna suena forzada. --Entiendo que te pueda resultar duro, pero la situacion es la que es. Tenemos que hacer cambios. --?Que significa eso? ?Que me tome un descanso? --Significa que ahora mismo no hay ninguna posibilidad de continuar con la colaboracion. Al menos no con la actual, pero pueden aparecer otros encargos. Trabajos puntuales. --Pero mi siguiente cronica ya esta terminada --protesto con voz estridente--. La que habla de la fatiga mental y la inseguridad personal. --Esa saldra segun lo planificado, pero despues… pensamos coger a otra persona. No se me ocurre nada mas que decir. Me quedo mirando por la ventana. El pino de fuera ha perdido las agujas. --Ebba, ?estas ahi? --La voz de Anna suena intranquila. --Estoy aqui --miento. --Podemos seguir hablando de esto mientras tomamos un cafe despues de las vacaciones, pero ahora mismo tenemos la agenda apretadisima. --Tapa el microfono e intercambia unas palabras con alguien de fondo. Cuando vuelve conmigo, su voz suena apresurada--. Tengo una reunion. Ya hablamos. Cuidate. Me cuelga.

  • Cocinar un oso de Mikael Niemi

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    Verano de 1852. Durante un paseo por los bosques del norte de Suecia, el pastor Lars Levi Laestadius y el joven Jussi descubren el rastro de una joven desaparecida dias antes. Los malos presagios se cumplen al encontrar poco despues el cuerpo de la chica con indicios de haber sido atacada por un oso. Laestadius, gran aficionado a la botanica y con un ojo muy bien entrenado para los detalles mas pequenos, no ve tan claro que la muerte sea obra de un animal. Cuando una segunda joven sea atacada, en esta ocasion por un desconocido, Laestadius y su joven acompanante emprenderan una atipica investigacion que pondra contra las cuerdas a toda la comunidad.

  • El Boleto (El Amorio 1) de Aidee Jaimes

    https://gigalibros.com/el-boleto-el-amorio-1.html

  • Intuicion de Elisabeth Noreback

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    Stella y Daniel eran adolescentes cuando tuvieron a Alice. Un ano mas tarde, durante las vacaciones de verano, Alice desaparece y, tras una intensiva y larga busqueda, el caso queda cerrado y la familia destrozada para siempre. Anos mas tarde, Stella ha rehecho su vida: trabaja como psicoterapeuta, se ha casado y tiene un hijo adolescente. Todo cambia cuando aparece en su consulta una joven que se parece mucho a Alice. ?Es posible que su hija desaparecida este viva?

  • Nosotros, en singular, se dice tu y yo de Paula Minana

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    Nosotros: pronombre personal, primera persona del plural. Pero, ?existe el singular de nosotros? ?se puede decir nosotros en singular? ? es posible ser tu y yo mientras somos nosotros? Todas estas preguntas son las que Ada se hace tras dejar a su novio numero dos, un terrorista psicologico que se resiste a salir de su vida y volver con su novio numero uno, alguien a quien ella considera perfecto por el simple hecho de ser normal.

  • La belleza del mal de Annie Ward

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    El thriller psicologico mas explosivo y vertiginoso desde La mujer de la ventana.

  • Los Santos Inocentes de Miguel Delibes

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    En la Extremadura profunda de los anos sesenta, la humilde familia de Paco, <>, sirve en un cortijo sometida a un regimen de explotacion casi feudal que parece haberse detenido en el tiempo pero sobre el que soplan ya, timidamente, algunos aires nuevos. Es epoca de caza y Paco se ha tronzado el perone. Las presiones del senorito Ivan para que lo acompane en las batidas a pesar de su estado sirven para retratar la crueldad, los abusos y la ceguera moral de una clase instalada en unos privilegios ancestrales que considera inalienables y que los protagonistas soportan con una dignidad ejemplar.