un amor en los hamptons
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un amor en los hamptons - Angela Bennett
https://gigalibros.com/un-amor-en-los-hamptons-hamptons-1.htmlAlan Lewis busca un cambio en su vida y el comienzo para lograrlo es adquirir una mansion en los Hamptons.
Maggie Evans es decoradora y se enfrenta al proyecto mas importante de su carrera: la renovacion de una casa en una zona muy exclusiva.
La atraccion entre ellos es inmediata, pero el esta comprometido y ella no parece estar abierta a una relacion.
Las cosas se complican cuando extranos sucesos comienzan a ocurrir a su alrededor poniendo en peligro el proyecto y sus vidas. ?Descubriran quien es el responsable de los incidentes? ?Podran vivir un amor en los Hamptons? -
Un Amor en los Hamptons (Serie Hamptons nº 1) Versión Kindle
https://www.amazon.es/Amor-los-Hamptons-Serie-n%C2%BA-ebook/dp/B08512SYG7Pueden aplicarse tarifas por los mensajes y los datos. Mirar en el interior de este libro. Un Amor en los Hamptons (Serie Hamptons nº 1) de [Angela Bennett] ...
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Un Amor en los Hamptons: 1 (Serie Hamptons) Tapa blanda
https://www.amazon.es/Amor-los-Hamptons-Serie/dp/B0851MBVS5Un Amor en los Hamptons: 1 (Serie Hamptons) : Bennett, Angela: Amazon.es: Libros.
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Un Amor en los Hamptons - Goodreads
https://www.goodreads.com/book/show/51521592-un-amor-en-los-hamptonsBe the first to ask a question about Un Amor en los Hamptons ... Lo mejor del libro han sido los personajes secundarios, Helen me parece una mujer a descub ...
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Hamptons 1. Un amor en los Hamptons – Angela Bennet
https://lalibretadenani.com/2020/09/13/un-amor-en-los-hamptons-angela-bennet/13 sept 2020 — Título: Un Amor en los Hamptons Autor: Angela Bennet Serie ... de 2020 Libro en Amazon: https://amzn.to/2Vbzab4 ** Sinopsis Alan Lewis busca ...
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Un Amor en los Hamptons - Angela Bennett - Babelio
https://es.babelio.com/livres/Bennett-Un-Amor-en-los-Hamptons/109338Críticas (9), citas extractos de Un Amor en los Hamptons de Angela Bennett. Maggie es una mujer que siempre ha ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...
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Críticas de Un Amor en los Hamptons (9) - Angela Bennett
https://es.babelio.com/livres/Bennett-Un-Amor-en-los-Hamptons/109338/critiquesMe ha sorprendido gratamente este libro, es el primero de esta autora y me ha encantado. La novela cuenta la relación de Alan y Maggie, cómo se conocen y lo que ...
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Angela Bennett (2020) en PDF y EPUB Gratis - Pinterest
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Un amor en los Hamptons de Angela Bennett - Pinterest
https://www.pinterest.es/pin/859132066415265988/Collage del libro La curva que envuelve la recta de Pintina Cuneo. Martin y María Victoria. NaniCollage libros · Collage del libro Siempre será invierno de ...
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Descargar Un Amor En Los Hamptons - Angela Bennett (2020)
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DISTRITO 1011 de Mary Ferre
https://gigalibros.com/distrito-1011.htmlEl peso de su cuerpo cae deliberadamente sobre mis hombros, su brazo afianzandose a mi como si pensara en huir premiando a mis instintos. Ondeo el alcohol de una copa sucia en un movimiento circular que me resulta relajante, podria permanecer en esta misma postura durante toda una vida; sentado en la barra de la taberna, ignorando la compania cercana, pensando en mi rubia... Trago saliva negando mientras recapacito discretamente en soledad. En este asqueroso y absurdo silencio aterrador. Mi familia sigue acompanandome en el Oeste, en casa, en mi verdadero hogar. Todos han desalojado el punto de encuentro para proseguir disfrutando de su fiesta y sus reuniones por los alrededores. El vaiven de la gente es abundante aunque no preste atencion a las sombras que se mueven cerca preguntandome, animandome o tocandome. Pero a excepcion de mi desinteres por cualquiera que no sea ella, trato de concentrarme en el apoyo que me brinda una mujer que no me ha abandonado desde que nos conocimos. Sadie es lo mas parecido que tengo a una hermana; es mi mejor amiga, mi alma gemela, mi companera de batalla y fue una princesa muy hermosa cuando salimos juntos. Ahora, incapaz de tocarla como un hombre sediento de sexo, de reganarla, gritarla o siquiera hacer un movimiento sin su aprobacion, consigo reunir lo mejor de mi para apartar su delgado brazo de mis hombros. Ella gimotea bebiendo de su copa, acariciandome el brazo por ultima vez antes de soltar y repetir nuevamente la charla del "ya te lo dije". Me volteo consciente de la bronca que me caera por no haberla escuchado cuando trataba de sugerirme que me anduviera con cuidado. Nadie, ni los mellizos ni ella consiguieron detenerme cuando me enamore de mi rubia. Era un hombre que ya se habia enamorado profundamente de una chica cuando ellos me advirtieron que abriera los ojos, que una chica procedente del Este nunca nos traeria nada bueno. Y no se equivocaban. Saboreo el liquido y escupo a su vez el pequeno cubito de hielo que Sadie siempre vierte en mi copa desde que tomo su primera ronda de alcohol. Recuerdo que tenia doce anos, yo unos dieciseis, y no podia parar de reir. Ella metio su mano en el vaso, saco el hielo, lo coloco en mi copa y entonces trago el whiskey rapidamente. Desde entonces espera a que se derrita y procede a deshacerse del cubito, si estoy cerca sere el unico que recibira la pieza congelada. Una especie de promesa que le hizo a mi madre. --Anoche hubo una reyerta. Owen se ha enterado que fueron los chinos, drogas. Los Law estuvieron alli. --Sadie, no te lo vuelvo a repetir, dejame solo. --La mayoria de los chinos murieron y la droga desaparecio. No dejaron rastro de la rina. --Sadie. --Intento enderezarte. Mantener tu mente ocupada. --Lo haces como el culo. Unete a la fiesta y desaparece. --Eres un antipatico. No se acaba el mundo porque ella te haya traicionado. Ademas, estoy esperando el cargamento de las piezas. Si Ewan consigue hacer funcionar ese trasto valdra una millonada en el mercado. Nos forraremos. --Los calentadores del valle van primero. --Yo quiero mi parte. Necesito viajar a Nueva York. --Tu idea de malgastar el dinero en ropa no nos beneficia, Sadie. Piensa en los demas. El Oeste se esta congelando de frio. --?Y porque pasemos frio no puedo ir a Nueva York para gastar mi dinero en mi? ?Quien piensa en mi? --Preston, deberias venir. --Owen es mi hermano mas alocado. Su voz seria me obliga a ponerme el disfraz de hombre de negocios, de lider del Oeste que mantiene a todos vivos. --?Visita? No esperamos a los holandeses hasta el viernes. ?Se han adelantado? --Visita. Pero no son los holandeses. Date prisa. Sadie pone un pie en las tablas de madera que pisamos en la taberna pero la detengo. Soy el que manda aqui y la quiero fuera de las reuniones, ella me ha refunfunado negandome con la cabeza. --Ve con las demas mujeres, --acaricio su rostro --y gracias por estar a mi lado. --Preston, no me apartes ahora. --Dame tiempo, ?vale? Estoy bien. Despues de besarla en la frente ella emprende el camino hacia la puerta delantera. Cuando la veo salir oigo a Owen cantando. Solemos recibir las visitas cerca del quemadero, aunque si no son los holandeses supongo que el interes en los gansteres que han venido a comprarnos los coches de lujo es negociable. Nos harian falta un par de millones para la instalacion del tanque de agua caliente en el valle. Paso por la cocina vacia que mantiene aun los olores de la carne asada y procuro no hacer un drama personal al mirar la puerta de madera donde aun esta la moto que le regale a mi ex... a Armony. Con el dolor retorciendose en mis entranas me acerco a la voz cantarina del Biker mas gracioso del Oeste y me preparo para reganarle por hacer el ridiculo delante de posibles clientes. El ridiculo lo hago yo al atravesar el porton de madera que da al cobertizo trasero. Siento que mi vida ha vuelto a cobrar sentido, que si andaba perdido en el abismo de la decepcion y el de la tristeza la presencia de dos hermosas ninas que se abrazan entre si ha tocado la fibra de mi corazon. Esa ligera capa que lo envuelve y de la que era duena la hermana mayor de este par de preciosidades. La mas pequena me reconoce pero se esconde detras de su hermana, ambas lucen como si hubieran salido de un pozo de cenizas. Aparto a Owen que trataba de captar la atencion de la mayor y ocupo su lugar temblando, arrodillandome, sincerandome con una mirada que no consiguen entender. --Ewan ha salido a revisar la zona con los chicos. Las he encontrado en el cementerio, y estaban recostadas cerca de una tumba. La mas alta ha preguntado por ti. --Hola. --!Soy un idiota! ?Hola? ?Podria haberlo hecho peor? !Joder, las asustare! Ellas no reaccionan como me hubiera gustado; brincando, sonrientes, felices, cotilleando sobre su hermana mayor... El dolor apuntala mis entranas, soy incapaz de vivir con ello. --?Te acuerdas de mi? --Increpo sutilmente a la nina ofreciendole lo mejor de mi. No se que he hecho mal. Se ha asustado. La conocia. Nos vimos una vez, era risuena y traviesa, ella se colgo de mi y fui el maldito hombre mas feliz del puto mundo. Pense que era la hija de mi chica, pero me equivoque. Las hermanas son tan hermosas como Armony. --No hablan. Les he ofrecido leche, agua, sal, galletas. --?Sal? --?Que mierda se lo que comen los putos crios? Imaginarme enterrando a mi mejor amigo por su estupido comentario me excitaria tanto como volver a ver a mi ex. Pero me centro en las ninas, extiendo mi brazo acariciando la mejilla de la mas pequena hasta que la mayor me lo impide escondiendola detras de ella. Me retiro poco a poco alzando las manos para demostrarles que jamas se me ocurriria tocarlas si no lo desean. Mi instinto paternal acaba de aparecer en este preciso instante y jamas me hubiera sentido tan completo como ahora. Sin embargo hinco la rodilla en el suelo ladeando la cabeza, memorizando sus rostros con toda la anoranza de mi corazon. Estoy perdido en esto. Muy perdido. Carraspeo la garganta buscando una solucion a mi voz, podrian tenerme miedo por culpa de la gravedad de esta. --Habeis preguntado por Preston. ?Cierto? --Bien, la mas alta ha asentido con la cabeza. La quiero abrazar tan fuerte que me odiara. --Yo soy Preston
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Girasoles para Lu de Lorena Fuentes
https://gigalibros.com/girasoles-para-lu.htmlEl amor puede sanarte y hacerte feliz, sin embargo, muchas veces intentado proteger a quienes amamos, terminamos lastimandolos sin pensarlo.
Lucia Chapman crecio enamorada de su mejor amigo, habia aprendido que el primer amor podia ser real, sus padres eran el vivo ejemplo.
Matthew Mraz sentia miedo por amar a la hija de sus padrinos, ella era su familia, no de sangre, pero si por eleccion.
Hay sentimientos que son inevitables y traeran consecuencias, mientras que un error puede marcar sus vidas para siempre, cambiando el rumbo de sus destinos.
Lucia volvera a Nueva York creyendo que podra evitar reencontrarse con Matthew.
Ambos tendran que alzar la bandera blanca de la paz, por el eslabon que los mantuvo unidos durante su adolescencia, su primo Sean. En el camino aprenderan a perdonar, para asi poder alcanzar la felicidad.
Girasoles para Lu es la historia de los ninos que conociste en la Serie Nos Pertenecemos, demostrando una vez mas, que hay almas que nacen para estar juntas. -
Akasha. La escritora fantasma de Olena Beckett
https://gigalibros.com/akasha-la-escritora-fantasma.htmlLa protagonista de esta historia es una mujer aparentemente sociable que esconde tras su dulce fachada miedos e inseguridades que no le permiten disfrutar de la vida tanto, o mas bien, como a ella le gustaria.
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La increible historia de… la abuela ganster de David Walliams
https://gigalibros.com/la-increible-historia-de-8230-la-abuela-ganster.htmlEsta es la historia de Ben y de su abuela, !una ancianita con un secreto super emocionante! Humor y aventuras de la mano del autor numero 1 en Inglaterra.
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La luz de las velas (Fuego y Hielo 1. 6) de Mike Lightwood
https://gigalibros.com/la-luz-de-las-velas-fuego-y-hielo-1-6.htmlLa puerta se abre de repente, despertandome con un sobresalto. Durante un momento me temo que sea el, que haya venido a (matarme) darme una paliza, a terminar lo que no pudo hacer la ultima vez. Pero entonces distingo las dos siluetas que se recortan contra el umbral de la puerta y suspiro aliviado al darme cuenta de quienes son en realidad. Un segundo despues, encienden la luz y comienzan a cantar. --Cumpleaaanooos feeeliiiz... Con una enorme sonrisa, observo a mi madre y a mi hermana mientras entran en mi habitacion, esta nueva habitacion en casa de Maria y tan lejos de mi padre. En el colchon del suelo, Fer se estira y se apresura a sumarse al canturreo, el muy traidor. Lo fulmino con la mirada, pero el me ignora mientras siguen cantando los tres al unisono. --Te deseaaamooos, Oscaaar... Cumpleaaanos feeeliiiz... Y, como si yo estuviera cumpliendo siete anos en lugar de diecisiete, comienzan a aplaudir cuando terminan. Y, como si tuviera siete anos, soy completamente incapaz de dejar de sonreir. Y me encanta. Se acercan a mi cama con la tarta, esquivando el colchon de Fer, y la acercan a unos pocos centimetros de mi cara para que sople las velas. --!Venga, pide un deseo! --dice Maria, tan entusiasmada como si fuera ella la que esta cumpliendo anos. --Maria... --!Tienes que pedir algo! --insiste ella, tal como hacia cuando yo era pequeno--. ?Es que no se te ocurre nada o que? Suelto un prolongado bostezo mientras me froto los ojos, todavia con leganas. --?En serio? ?Te crees que tengo cabeza para pensar un deseo, estando recien levantado? --Pues sea como sea, soplalas ya --interviene Fer, mirando la tarta con ojos codiciosos--, porque un trozo de eso para desayunar entraba ahora mismo de maravilla... Lo cierto es que hace un ano habia tenido muy claro que era lo que queria pedir al soplar las velas. Sin embargo, ahora tengo el cerebro completamente en blanco, y la presion y el hecho de estar recien levantado no ayuda mucho precisamente a pensar ningun deseo que merezca la pena. Pero hay una razon por la que no se me ocurre ninguno: en realidad, ya tengo en mi vida todo lo que deseo. Por fin estoy lejos de mi padre. Lejos del pueblo, aunque tenga que volver al instituto para terminar el curso antes de irme a otro mas cerca de mi nueva casa donde poder terminar el bachillerato. Ahora he recuperado a mi hermana y vivimos con mi madre, y estamos aprendiendo a ser una familia de nuevo. Y, ademas, tengo a Sergio. Hace tan solo cuatro o cinco meses no habria creido que nada de esto fuera posible, pero mi vida se ha transformado por completo hasta el punto de que todavia me cuesta creer que realmente esto me este pasando a mi. Sinceramente, ?que mas podria desear? Feliz por todo lo que tengo ahora en mi vida y por todas las cosas buenas que todavia estan por llega, cierro los ojos y soplo las velas, sin pedir ningun deseo por primera vez desde que tengo memoria. --Este ano no va a haber regalo --se disculpa mi madre, claramente avergonzada mientras baja la mirada--. Con todos estos cambios... --!Pero te hemos hecho la tarta nosotras! --interviene Maria. --Es de chocolate y galletas --anade mi madre, mirandome con una sonrisa timida--. Tu favorita. Se me parte un poco el corazon al oir las palabras de mi madre, al sentir la verguenza evidente en su voz. Yo ya sabia que no iba a tener dinero para un regalo, claro. Y tampoco es que lo esperara. Ahora que vivimos lejos de mi padre, no podemos derrochar el dinero que casi ni tenemos. Y no hace falta que lo hagan, esta tarta ya es regalo mas que suficiente. Se me humedecen los ojos al darme cuenta de que tienen que haberse levantado muy temprano para hacermela, y necesito toda mi fuerza de voluntad para no echarme a llorar donde estoy. --Es perfecta, mama --le aseguro con la sonrisa mas enorme de la que soy capaz, tratando de quitarle importancia al asunto para que no se sienta mal--. ?Vamos a desayunar? Tiene una pinta increible. --Venga, cambiaos de ropa y nosotras vamos preparando la mesa, ?vale? Me doy cuenta de que ella tambien tiene los ojos humedos mientras se marcha, pero tambien esta tratando de disimularlo. Tal vez sea mejor asi. --Fer, ya me cantaste el cumpleanos feliz a las doce de la noche --le reprendo para tratar de aligerar el ambiente ahora que se han marchado--. ?En serio tenias que unirte hoy tambien al numerito? --?Y perderme tu cara? Ni de cona. No puedo evitar echarme a reir mientras le tiro la almohada a la cara. El contraataca tirandome la suya, con tanta fuerza que caigo de espaldas sobre el colchon. Y asi, todavia riendo, nos quitamos el pijama para ponernos ropa de estar por casa. Despues, salimos de mi habitacion y vamos hacia la cocina para desayunar, tal como ya hemos hecho juntos en incontables ocasiones. Y, aunque solo estamos nosotros cuatro, no podria ser mas perfecto. La tarta esta deliciosa, tal como esperaba, y nos pasamos el desayuno riendo y hablando de nimiedades, sin preocupaciones de ningun tipo, con todos los problemas lo suficientemente lejos de aqui como para poder olvidarlos durante un rato. No se cuando fue la ultima vez que tuve un cumpleanos tan feliz, un cumpleanos feliz de verdad sin nada que lo estropeara. ?Hace cinco anos? ?Hace ocho, diez? ?O tal vez mas? Ni siquiera me acuerdo. Ha habido momentos felices en todos estos cumpleanos, claro. El ano pasado, sin ir mas lejos, Fer y Dario me hicieron una fiesta sorpresa. No es que fuera una gran fiesta porque tan solo estabamos nosotros tres, pero con eso era mas que suficiente. Ademas, en esa epoca, Dario todavia era el chico del que me habia enamorado, asi que es uno de los recuerdos bonitos que guardo de el antes de que cambiara. El problema es que en esa epoca todo estaba empanado por el hecho de tener que ocultar lo que habia en mi interior, todo lo que sentia; por el fantasma de mi padre en casa que siempre acechaba incluso cuando estaba lejos de el. Aun asi, y a pesar de lo malo, sonrio al pensar en todo lo bueno que paso ese dia. Los padres de Fer estaban fuera ese fin de semana, y en teoria me habia invitado a su casa para jugar a Pokemon y que asi pudiera estar lejos de la mia durante ese dia, aunque eso implicara tambien estar lejos de mi madre. Sin embargo, cuando llegue no solo me encontre con el, sino tambien con Dario, el salon lleno de globos, una tarta con velas encima de la mesa... y alcohol. No tenia ni idea de como lo habria conseguido, pero habia varias botellas sobre la mesa, junto a la patatas, las palomitas y los refrescos. --?Y esto? --le habia preguntado con recelo. --Tienes que estrenar los dieciseis a lo grande, ?no? Y eso fue lo que hicimos. Nos pasamos la tarde entera jugando a la consola, viendo peliculas y comiendo tarta hasta atiborrarnos. Y si, puede que solo estuvieramos nosotros tres, pero aquello era todo lo que necesitaba para que fuera el mejor cumpleanos de toda mi vida. Ya por la noche, pedimos pizza para cenar, y fue entonces cuando probe el alcohol por primera vez en toda mi vida. No puedo decir que me entusiasmara al principio, la verdad. Sin embargo, tampoco queria quedar como un cobarde delante de ellos, asi que continue bebiendo hasta que al final le acabe cogiendo el gustillo. Para entonces, sentia la cabeza extranamente ligera y una calidez liquida en el estomago. --Este se ha quedado frito --dijo Dario ya de madrugada, senalando a Fer con la cabeza mientras acababa la cuarta pelicula del maraton de Harry Potter que habiamos estado haciendo. El reto era verlas todas sin pegar ojo, pero estaba claro que ibamos a tener que dejarlo a medias--. ?Recogemos esto? Como vengan sus padres manana y se lo encuentren todo asi, se lo van a cargar. Levantarme del sofa era lo ultimo que me apetecia en el mundo, pero asenti con la cabeza de todos modos. En realidad, nunca habia sabido decirle que no a Dario. Fer estaba durmiendo en el sofa y, si su sueno ya era pesado de por si, no queria ni imaginar lo que nos costaria hacer que se despertara despues de haber estado bebiendo. Dario, en cambio, apenas habia bebido, asi que estaba como si nada. Me tendio la mano para ayudarme a levantarme, y yo la acepte feliz de tener una excusa para poder tocarlo. Cuando estuve en pie, no separe la mano, y el tampoco lo hizo. Lo mire a los ojos y el me devolvio la mirada, y entonces me parecio sentir que algo pasaba entre nosotros. Pero, antes de que pudieramos hacer nada mas, Fer solto un ruidoso ronquido, sobresaltandonos. No se quien de los dos retiro la mano primero, pero ninguno de los dos lo menciono mientras recogiamos las cajas de pizza y las botellas vacias. Yendo hacia la cocina, me di cuenta de que me sentia un tanto mareado. --?Estas bien? --me pregunto en la cocina mientras lo metiamos todo en una bolsa de basura para poder tirarla al contenedor antes de que llegaran los padres de Fer.
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El amo del placer de Cherise Sinclair
https://gigalibros.com/el-amo-del-placer.htmlCuando el novio de Rebecca le confiesa que es miembro de un club de intercambio y le propone viajar con el y sus colegas a una casa rural perdida en las montanas, a ella no le queda mas remedio que acceder para intentar salvar su relacion.
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Tapas en Nueva York de Erina Alcala
https://gigalibros.com/tapas-en-nueva-york.htmlEstrella Rodriguez se pasaba los veranos trabajando como recepcionista en un hotel de cualquier parte del mundo, echando de menos su Andalucia. Habla cuatro idiomas, aunque su pasion es la cocina y sobre todo… Nueva York. Asi que ?iba a renunciar a su sueno? !Por supuesto que no! Tapas y Nueva York, podrian funcionar estupendamente.
Angelo Santerini es un tiburon de las finanzas y operaciones inmobiliarias. ?Mujeriego y playboy? Claro que si, por eso su imagen copa las revistas, tanto financieras, como del corazon. Pero todo cambia cuando su abuela contrata, para su cumpleanos, el catering de Estrella. Ella es tan enigmatica y distinta a todas las demas… Todo un reto. Y a Angelo le encantan los retos. -
Seis historias con pasion de Lory Talbot
https://gigalibros.com/seis-historias-con-pasion.htmlEn este libro podras encontrar reunido los relatos:
Un dia maravilloso.
Por ti y para ti.
Una y mil noches.
Vuelve a mi.
3…2…1.
Llamame Javi.
Todos y cada uno de ellos te enamoraran y te haran creer que todo es posible. -
El marido de mi madrastra de Aurora Venturini
https://gigalibros.com/el-marido-de-mi-madrastra.htmlComo escribir un prologo cuando el libro colma todo lo que debe existir y nada mas se necesita? Me viene a la mente la sentencia filosofica de algunos prisioneros de guerra: no mas palabras, no mas palabras. Como los cantantes celebres con banda soporte, la gente los escucha solo con el deseo de que terminen cuanto antes. O las parejas miticas, Beauvoir y Sartre, donde un hijo estorbaria. Un prologo entonces tiene que ser como los cementerios de Estambul, con sillas de hierro al lado de las tumbas mientras cae la nieve; una conversacion entre los visitantes y los muertos. ?Que pasaria si Aurora Venturini viajara en tren con madame de Sevigne, que pasaria si Aurora Venturini charlara toda una velada con Edith Wharton? Escuche el nombre de Aurora Venturini por primera vez en 2007, en el largo trayecto hacia Francia. El mismo ano y el mismo mes, ella levantaba el tubo en su casa de La Plata y oia lo que habia deseado toda su vida: el reconocimiento. Yo me estaba yendo a buscar la escritura en otra lengua, a una Paris que solo existe en el arte, ahi donde Aurora se autoexilio y vivio en frances junto a Violette Leduc, Camus y la pareja mitica. Cuando lei a Aurora fue un verdadero descubrimiento, eso que describe Pascal en Memorial. Leer, leer de veras, es el sindrome de Stendhal, un bombardeo, Aurora Venturini lo es. Este libro de cuentos se divide en dos, como esos juegos de terror de los parques de atracciones. La puerta numero uno lleva por un pasadizo secreto a la puerta numero dos, el segundo libro dentro del libro. Puerta perversa que invierte-pervierte lo horroroso y abyecto. Pero ?que no es horroroso y abyecto? <
>, dice Venturini. < >, escribe ella. Venturini es capaz de escribir sobre la familia con la tecnica de heliografia de 1826 o las fotografias post mortem de ninos con las madres tras un cortinado sujetando el cuerpo inerte del bebe. Este libro es una de esas casas burguesas donde no se sabe quien esta muerto y quien no, los cadaveres con largos vestidos blancos en movimiento o simulando dormir. El marido de mi madrastra es esa luz espectral y escalofriante. En El marido de mi madrastra no encontraran, oh, lectores, esposas felizmente casadas, sino mujeres que fajan a las hijas. Encontraran criptas, fosos, sotanos, ninos-monstruo, viejos-travesti, viejas-joven, familia-gitana, hombre-momia, fantasmas, salones con muertos en las vitrinas. Como las mujeres shakesperianas, las muertas vivas, las jovenes viejas, las castas libidinosas. El marido de mi madrastra es una escritura de caida de los prototipos. Una caida politica, como descolgar el cuadro de un genocida o una horda derribando la estatua de un tirano. Venturini no es Puig porque vuelve otra cosa el habla popular. Venturini nos senala, como Osvaldo Lamborghini, como Correas, que todo es una mierda pero que es fascinante. Y que no hay mensaje para la juventud. Arreglenselas solos, che. Aurora escribe contra el lenguaje, contra las convenciones de lo escrito, como en Las primas, como en Las amigas; hay una oralidad precaria en el sentido de una filosofia donde lo que se precariza es la lengua que es hablada, la lengua del control automatico. Con su voz disidente y a destiempo, Aurora supo ponerse en la boca de todos. Tan a destiempo que se estan reeditando sus libros cuando ya murio, una paradoja que bien podria sucederle a la Chona, una de las protagonistas del cuento < >: < >. Hermanada con sus personajes, Venturini no esta muerta del todo. El marido de mi madrastra es liminal, no tanto un No Man's Land, sino un lugar descentrado, ahi donde la verdad de la literatura no se puede legislar. En estos relatos Aurora no elige entre literatura alta y literatura baja, sino que se posiciona en una enunciacion periferica, en la unica posicion de enunciacion posible para una escritora como ella. Escuchen la musica de < >, que comienza asi: < >. Como los dos personajes de Kafka, Karl Rossman en la novela America al salir del circulo familiar para ir a dar en territorio lejano e ignoto y el artista del relato Un artista del hambre, muerto de hambre en una jaula, los personajes de Venturini responden a la premisa kafkiana: < >. ARIANA HARWICZ EL MARIDO DE MI MADRASTRA Carbuncula Carbuncula Tartaruga sale al anochecer apoyada en sus gruesos bastones de madera durisima, acaso sea roble. De otra manera, esos soportes se hubieran doblado y hasta se hubieran quebrado, tal la enormidad seudohumana de la usuaria, porque Carbuncula es inmensa. Carbuncula es torpe en su caminar lentisimo. Tan lento... Avanza con tal lentitud que se dijera se desliza como los caracoles y las babosas. Deja tras ella un lampo blanquecino y fofo. Viene con su resbaloso modo susurrando algo ininteligible. Asegura que reza. No aclara a quien dirige su oracion. Carbuncula nunca aclara nada a nadie; es sombra redonda, robusta, olorosa, inquietante de si misma. Resulta horrenda, pero se acepta, ella lo hace con aparente goce y satisfaccion. < >, comienza sus chacharas feas. Digo feas porque son en contra de alguien. Ella, segun ella, es perfecta y no habra juez que se atreva a juzgarla, < >; y ahi se saldan la teoria, la tesis y la conclusion. Lleva grabadores en todos los bolsillos de sus chaquetas y en su casa los hay hasta en los arboles del parque. < >, repite al oido temeroso de aquellas mujeres a las que ella supone amigas. Alguna, remisa, intento zafarla: < >. Siempre procede de tal suerte. Se viste con la ropa de hombre que heredo de su papa, un ser tan raro como ella. Aseguran que Carbuncula mato a su mama. En mis momentos de gran melancolia, pienso que tuvo una buena razon para aniquilar a su vieja: el hecho de traerla al mundo. Vive sola en la mansion de habitaciones barrocas, muebles barrocos, cuadros y estatuas. Tiene la casa un altillo al cual se sube por una escalerilla caracol de hierro ya muy herrumbrado. Suele alquilarlo, pero los inquilinos duran poco. En su cocina mugrienta, cocina potajes y sopas. A veces compra las vituallas y entonces se sirve a si misma en el comedor barroco, tan que en cada uno de los motivos florales o rostros hay tierra apelmazada por anares. Cuando la mugre invade, ella acude a una sirvienta a la que le paga unos pesos por hora. En mis momentos de gran melancolia, me he interrogado a mi misma acerca de por que las sirvientas que lo fueron de Carbuncula jamas han contado aquello que les borro las ganas de ofrecerse para trabajar afuera o con cama adentro. Y yo inquiri a mas de una. Y mas de una exclamo: < >. Ninguna quiso contar. Las paredes de la mansion Tartaruga estan tapizadas de libros. Posee infinidad de libros, uno al lado del otro, inmoviles, con esa inmovilidad confesa de los objetos que aseguran que no han sido tocados nunca. Se ve que no lee. Mira los cuadros con las caras y el cuerpo hasta la cintura, al oleo, de sus antepasados, y resuella. Ella supone suspirar, pero no. Las piezas, seguiditas, forman como una via de ferrocarril interminable. No es posible contarlas. En la mansion, la monstruosidad elude cualquier logistica. Hay un bano; en el hay una banera no instalada. Adentro de la banera hay trastos inservibles: ropa, palanganas y escupideras desfondadas, zapatos antiquisimos, sombreros, etcetera. Junto al inodoro, un balde -
Entre las brumas del sueno de Estefania Jimenez
https://gigalibros.com/entre-las-brumas-del-sueno.htmlMunich, Alemania, 12 de octubre de 1840. Oscurecia. En el cielo las nubes estaban iluminadas con un resplandor anaranjado que iba perdiendo intensidad a medida que el sol se escondia. Era hermoso y Alexander, sin duda, habria disfrutado de su belleza en otra ocasion, pero no ese dia. La noche se acercaba y ella no aparecia. ?Cuanto tiempo llevaba alli esperando? Habia escuchado a la gente salir de la iglesia de San Nicolas hacia bastante, no deberia estar tardando tanto. ?Por que no venia? Su inquietud comenzaba a convertirse en angustia. Alexander escucho el leve roce de unos pasos sobre los adoquines, apenas eran audibles, pero a el nada podia escaparsele. --?Eva? --murmuro, y lo hizo solo porque la esperanza aun se negaba a marcharse, aunque bien sabia que no era ella. --!Maldito sea por siempre, Herr Amsel! ?Es su oido tan anormal como todo en usted? --Un hombre vestido de negro salio de detras de un arbol, a varios metros de el. Alexander se tenso al percibir el peligro. No era la unica presencia que notaba alli, aquel individuo no habia venido solo--. No, no soy Fraulein Brandt. --Eso es obvio --gruno, en guardia. Sus ojos lanzaron un destello peligroso. El desconocido intuyo la amenaza y se detuvo. Tres hombres mas se hicieron visibles en las sombras--. ?Quienes sois y que quereis? --?Siempre es tan maleducado? --dijo el hombre de negro con una sonrisa. Alexander bufo despectivo y se acerco a el--. No de un paso mas, tengo un arma y no me gustaria matarle antes de decirle quien ha encargado su muerte. --!Ya se quien ha sido! --mascullo mientras daba un paso mas--. ?Y que excusa pondreis? Esto no deja de ser un crimen. --No necesitamos excusas --espeto otro de los matones--. Todo el mundo sospecha ya de usted, tan solo hemos de decir que finalmente le cazamos y la gente nos lo agradecera. !Monstruo! --Herr Amsel, ?no va a preguntar como hemos dado con usted? ?Como sabiamos que estaria aqui? --El tipo se rio al ver el rictus de dolor que no logro ocultar--. !Oh, pero creo que lo sospecha! ?Me equivoco? ?De verdad creia que la hija de Herr Brandt iba a abandonarlo todo por usted? !Oh, si que lo habia creido! Lo habia creido fervientemente y se habia sentido dichoso de pertenecer al mundo de Eva. Ella era la luz que necesitaba. --!No te creo! --escupio con rabia. --Si, nos dijeron que tal vez no nos creyera. --El hombre sonrio satisfecho por el efecto de sus palabras. En ese momento, el traqueteo de un coche de caballos hirio el silencio. Un carruaje doblo la esquina, negro y lujoso, con cortinas de seda blanca que, descorridas, mostraban el interior--. Alli tiene la respuesta a sus dudas, Herr. No queria mirar. Sabia lo que veria. A pesar de tantas cosas, siempre lo habia temido. Sus ojos se oscurecieron y la furia lo invadio. Giro la cabeza y observo aquella ventanilla. Alli estaba, su peor pesadilla: Eva lo contemplaba desde el carruaje. Su rostro palido parecia sereno ante la tormenta que era el. Lo miro y apoyo la mano contra el cristal con languidez. Ludwig iba a su lado, sonriendo con soberbia, tan cerca de ella… ?De veras habia elegido a ese bastardo? ?Todas esas lagrimas y suplicas habian sido una mentira, un plan para capturarlo? Un dolor como jamas recordaba haber sentido lo rasgo de arriba abajo al intuir el tamano de su traicion. Alexander entrecerro los ojos y les envio todo su odio y desprecio con una sola mirada, una mirada que sabia les acompanaria siempre en sus pesadillas. Vio la estupefaccion en el rostro de Eva y el miedo en el de Ludwig. Sin despegar los labios siquiera, los condeno a vivir bajo la sombra de su amenaza. Ludwig cerro la cortina de nuevo, como si con ello pudiera librarse de el. Cuando el carruaje desaparecio de su vista, Alexander cerro los ojos y se preparo para enfrentarse al inicio de una vida cargada de odio y venganza. Cuando volvio a abrirlos, habia una sentencia dibujada en ellos. 1 Algunos meses antes. Munich, Alemania, 8 de abril de 1840. El cafe estaba lleno. Una nube de humo de pipa flotaba en el ambiente y se mezclaba con el olor del licor. Los hombres hablaban en distintos rincones, acomodados en los sillones de piel o formando grupos entre las columnas de madera. A Alexander todos le parecian iguales. Insulsos individuos que querian destacar en un mundo en el que la apariencia y el estatus lo eran todo. --?Que opina usted del tema, Herr Amsel? --El anciano que estaba sentado frente a el lo observaba por encima de un periodico. Alexander arrugo la frente en una muda pregunta. El hombre sonrio--. ?En que piensas, muchacho? Supongo que aun estas cansado del viaje. El curvo los labios y nego con la cabeza. --No, solo estaba algo distraido, Herr Muller, lo siento. Centro su atencion en el titular que le mostraba el hombre y, tras ojearlo rapidamente, volvio a reclinarse en su sillon y tomo con calma un sorbo de su cafe. --?No le parece preocupante, Herr? --exclamo algo airado el caballero que se sentaba a su derecha. Sus dedos no paraban de tamborilear sobre la mesa de madera, era irritante. --Francamente, Herr Schwarz, no veo extrana la muerte en los seres vivos. --Los dos hombres se quedaron mudos--. !Oh, por favor! No me malinterpreten, no es que no me parezca un tema importante, es solo que lo considero algo cotidiano, si ustedes me entienden. --Te entiendo, hijo, te entiendo. --El anciano suspiro con una sonrisa nostalgica--. Tambien yo pensaba como tu a tu edad. A los dieciocho, la muerte nos parece algo ajeno. Sin embargo, cuando llegas a los sesenta y cinco como yo, ese es un tema que cada vez te preocupa mas. --Sin embargo, no es de muertes comunes de lo que estamos hablando, senores. !Se trata de crimenes! Un enfermo camina por las calles de Munich en estos dias --repuso Herr Schwarz con aire ofendido. --Las calles de Munich siempre han estado repletas de gente <
>, las calles de cualquier ciudad del mundo lo estan, de hecho --dijo Alexander con calma. --Y de eso sabe bastante nuestro invitado, Ludwig, ya que ha recorrido casi todo el mundo a pesar de su juventud, ?no es cierto, Herr Amsel? --pregunto Herr Muller antes de soltar una carcajada y el aludido volvio a sonreir--. No obstante, en algo tiene mi sobrino razon. Las muertes de los ultimos dias no son muy naturales, ?no cree? --He leido sobre ello. Dos eran ancianos de mas de setenta anos, uno era un enfermo de sifilis, una doncella aquejada de tisis y un nino de ocho anos que padecia meningitis. --Alexander se encogio de hombros--. Caballeros, a mi me parecen unas muertes de lo mas normales. El anciano solto una risotada mientras sacudia la cabeza y dio un trago a su copa de brandy. Ludwig Schwarz resoplo con indignacion y lo fulmino con la mirada. --Bueno, muchacho, algo de raro si hay --continuo Herr Muller antes de pasarle el periodico a Alexander, este le echo un vistazo y se lo devolvio sin cambiar la expresion de su rostro--. Puede que todos estuvieran al borde de la muerte, pero lo extrano es que las victimas aparecieron calcinadas, ?no crees que eso si es, al menos, especial? --Cadaveres --murmuro Alexander sin apenas despegar los labios. --?Como dice? --increpo Ludwig con los ojos echando chispas. Su antipatia hacia el casi podia saborearse. --Cadaveres, Herr Schwarz, no victimas. No me parece correcto hablar de victimas mientras no se demuestre que ha existido un crimen. --?Y no le parece suficiente prueba el hecho de que les prendieran fuego, Herr? --En algunas culturas el fuego se considera purificador. Quien sabe, tal vez esos pobres desgraciados necesitaban ser purificados. En cualquier caso, el fuego podria haber salvado sus almas, ?no creen? --Alexander los miro a ambos con despreocupacion, deleitandose con las caras de estupefaccion de sus contertulios--. Digame, Herr Schwarz, si temiera por su alma, ?no desearia que se hiciera lo que fuera por salvarla? ?Y usted, Herr Muller? --Uhmm, tal vez. --El anciano volvio a reir a carcajadas--. Dejame decirte, y por favor no te ofendas, que eres condenadamente raro, Alexander... ?Puedo llamarte Alexander? --Desde luego, ese es mi nombre --concedio con una sonrisa agradable--. Y, despreocupese, en absoluto me ofende. --?Raro? --escupio Ludwig--. !A mi me parece que esta loco! Alexander lo miro con las cejas alzadas. --!No hay razon para ser grosero, Ludwig! Alexander solo esta dando su punto de vista. -- Muller miro a su sobrino con ceno; por fortuna, la puerta de vidrieras del cafe se abrio en ese momento y la tension se disolvio cuando el anciano exclamo--: !Ah, pero aqui esta el esperado caballero! Todos se pusieron en pie cuando el recien llegado se acerco a su mesa. El hombre no debia de tener mas de cuarenta anos, pero su rostro tenso y su mirada altiva lo envejecian mas que las escasas canas que salpicaban su pelo castano. --Alexander, permite que te presente a mi socio, Herr Brandt --dijo Herr Muller con solemnidad mientras daba al recien llegado unas palmadas en la espalda. Alexander inclino la cabeza con respeto y le tendio la mano. --Es un placer, Herr Brandt. --El placer es mio. !Vaya! Me lo habian comentado, pero en el fondo no esperaba que fuera usted tan joven --exclamo el hombre con voz grave. --No se deje enganar por las apariencias, Herr. En ocasiones puedo parecer viejo como el diablo --contesto Alexander con una sonrisa traviesa. Herr Muller solto una de sus estridentes risotadas y cogio al muchacho por los hombros con afecto. --Es un joven prometedor, no te quepa duda, amigo. Un poco raro, desde luego, pero prometedor, creeme. --Le guino un ojo--. Y ahora, ?que les parece si hablamos de negocios, senores? Entre otros prosperos negocios, Alexander poseia una flota de barcos mercantes en Hamburgo. Aquellos hombres pretendian exportar su produccion de cerveza al extranjero y a su vez importar a Baviera productos de lujo de las principales capitales europeas. En resumen: lo necesitaban. El a ellos no, pero de vez en cuando le gustaba probar algun negocio nuevo. No obstante, la reunion fue tal y como Alexander esperaba: larga, aburrida y llena de cantos de alabanza. Le parecio que habia pasado una eternidad cuando al fin esos hombres idearon todos los puntos de su futuro acuerdo. Alexander apenas les presto atencion, tenia gente que se encargaria de redactar ese contrato con todo el cuidado que precisara. -
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Protegida; Romance, Accion y Pasion con el Militar de Alena Garcia
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La maldicion de Cowland de Samantha E. King
https://gigalibros.com/la-maldicion-de-cowland.htmlCuando al inspector de policia Nicola Segreto le asignan el caso de una mujer fallecida en condiciones sospechosas en un hotel de su Napoles natal, nada hacia presagiar que su vida estuviera a punto de cambiar para siempre.
En su afan por encontrar respuestas, Segreto iniciara un viaje sin retorno que lo llevara hasta el condado de Cowland, Inglaterra. ?Estara preparado para descubrir la verdad que se oculta tras la cadena de muertes y crimenes en las que se vera involucrado?
Pero. ?Y si te cuento que nuestra historia no comienza ahi? ?Y si te hablo de una mujer casada con un conde cruel y sanguinario? ?Y si es ahi, en el siglo XVIII, cuando comienza realmente esta historia y la terrible maldicion que sus habitantes se empenan en olvidar? -
La masajista y el hotel Red Pleasure de Amanda Seibiel
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No mientas, Gregg Hurwitz de Gregg Andrew Hurwitz
https://gigalibros.com/no-mientas-gregg-hurwitz.htmlDaniel Brasher siempre ha supuesto una cierta desilusion para su madre, una adinerada y aristocratica dama de San Francisco. Daniel renuncio a su empleo de administrador de fondos para casarse con su mujer, organizadora comunitaria, y realizar una tarea que le agrada: dirigir sesiones de terapia de grupo con ex convictos. Ahora esta preparado para dar un paso mas y abrir su propia consulta.
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Manual de resistencia de Pedro Sanchez
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Mi mundo a los 20 de Cristina Bermudez
https://gigalibros.com/mi-mundo-a-los-20.htmlY alli estaba yo, sentada tranquilamente en la oficina, fingiendo que trabajaba muy duro cuando en realidad me esforzaba por no quedarme dormida. No me entiendas mal, soy muy trabajadora, pero a ciertas horas de la tarde mi capacidad de concentracion va disminuyendo hasta que desaparece. Cuando Juan me llamo para proponerme una salida de chicas, fue como ver la luz al final de un tunel: mi mente rapidamente desperto y se puso a planificar el modelito de la noche: vestido, tacones y por supuesto, mucho maquillaje. Juan era uno de mis mejores amigos, no me preguntes el porque: cotilla, criticon, chivato, egocentrico, narcisista… Pero a pesar de sus defectos, lo queria. Y si, era gay. En cuanto lo conocias te dabas cuenta de que Juan era gay. No porque lo dijese abiertamente, sino por su vestimenta. Siempre iba a la ultima moda, le daba igual que la ropa no le favoreciese, se ponia todo lo que llevaban los maniquies de las tiendas, iba (en mi opinion) excesivamente depilado y daba igual en la fecha que estuviera, siempre estaba bronceado. Era muy alto y delgado, y como el siempre dice: bello como una rosa. Y realmente lo era. --Sera poca cosa, saldremos a cenar y luego tomaremos unas copas -- me aviso Juan. --Mierda --susurre, llevaba al menos dos semanas sin salir de fiesta y el plan no era nada del otro mundo. Yo no tenia problema en ir a cenar y tomar unas copas, pero estaba cansada de ver a la misma gente de siempre. Vale, a los mismos tios de siempre. Queria conocer a alguien nuevo, especial y estaba segura de que aqui no lo encontraria. ?Deberia mudarme? De manera que cuando Juan me confeso en que consistia la salida de chicas, supe que aquel tampoco seria el dia en que mi principe azul entraria en escena. --?Sigues ahi? --Escuche decir impacientemente desde el otro lado del telefono. --Si --conteste. --?Contamos contigo entonces? --Por supuesto --dije con fingida alegria. En fin, tuve que ceder sin oponerme demasiado. Trate de convencerme de que no podia salir con el unico proposito de encontrar un hombre, debia disfrutar de mis amigas. Pero como no lograba convencerme, tuve que repetirmelo varias veces. --Cambiando de tema. !Tengo un cotilleo de los gordos! --exclamo, intentando crear expectacion. --Cuenta, cuenta --dije impaciente, sin duda habia logrado crearla. --!Carola se ha acostado con Migui! --exclamo, emocionado--. Con lo bueno que esta… --?Me tengo que sorprender? --Vaya desilusion, que mierda de cotilleo. !Si se veia venir! --Fingire que no te he oido. La cuestion es que el le ha pegado un herpes o algo por el estilo. --!Que horror! --Claro que eso le pasaba por ser tan rapida. No me interpretes mal, no es que sea una chica facil que se acuesta con cualquiera, no, lo que le ocurre es que se enamora demasiado rapido, y cuando digo rapido no me refiero a semanas sino mas bien a horas. Y pasa lo que pasa, no conoce al tio y se acuesta con el. Mas tarde se entera de que tiene novia, esta casado, es bisexual o como en este caso, tiene alguna enfermedad de transmision sexual. --La pobre lo esta pasando muy mal, dice que es culpa suya por haberse acostado con el en la primera cita. Pero ya le he dicho yo que la culpa no es suya. ?Como sabes si es el hombre adecuado si no lo pruebas antes en la cama? Juan si era un chico facil de los que se acuesta con cualquiera. Para el, el sexo no era la demostracion fisica de los sentimientos entre dos personas, no, el lo definia como el aire que respiramos, algo fundamental para vivir. Incluso es bueno para el cutis solia aconsejarnos. --Que razon tienes Juan, lo mas logico es preguntar su nombre y a continuacion llevartelo a la cama --exclame con ironia. --No, despues del nombre viene la profesion. !No pretenderas ligar con un muerto de hambre! --Me contesto con tono de burla. La conversacion se vio interrumpida por la llegada de un cliente. --Tengo que colgar. Luego nos vemos --dije con un hilo de voz. --Vale, a las diez te quiero en mi casa --me ordeno. --A sus ordenes, mi senor --le conteste obediente. No suelo hacerle caso, la prueba esta en que siempre llego tarde (unos veinte minutos mas o menos). Pobre, cree que porque me lo ordene llegare puntual algun dia. La culpabilidad que me invade cuando lo veo sentado en el escalon de la puerta de su casa, fumando y sin una pizca del glamour que lo caracteriza, hace que le siga la corriente cuando me regana. No es que llegue tarde a proposito, siempre me surge algun imprevisto: un pelo rebelde que decide salir a ultima hora en mis perfectas cejas, una una que se rompe justo cuando voy a salir, ir de camino y recordar que no me pinte los labios… situaciones de emergencia que me impiden llegar a mi hora. --Hasta luego petarda --se despidio con su habitual simpatia. --Adios corazon --y colgue. 2 Sali de trabajar y corri a casa para arreglarme con tiempo. Hoy seria el dia en que llegaria puntual, o al menos lo intentaria. Abri mi armario y vi una etiqueta que colgaba de una prenda. Algo extranisimo ya que cuando me compro algo lo estreno el mismo dia. Era un maravilloso pantalon vaquero con rotos en las rodillas. Sin dudarlo me lo puse, junto con una camisa y unas bailarinas. Me maquille discretamente y me dirigi a casa de Juan. --Te dije a las diez --me reprocho. --?Seguro que no dijiste a las diez y cuarto? --Me atrevi a bromear. Tras unos segundos de mirada asesina, nos pusimos en camino. A las diez y media llegamos al restaurante. Era italiano, lo habian abierto hacia poco tiempo y nos lo habian recomendado, tanto por la comida como por los guapisimos camareros. ?Algun sitio mejor para una noche de chicas? Aunque apenas habia sitio para moverse. Era muy amplio, pero estaba abarrotado de mesas y sillas. En las paredes colgaban grandes espejos de estilo barroco. Habia lamparas de arana y carisimas esculturas. El suelo de madera le daba un toque acogedor. Era, sin duda, el restaurante mas bonito en el que habia estado. --Adriana, cuanto me alegro de verte --me saludo Carola. --Hola corazones --las salude mientras les daba un beso en la mejilla a cada una. Una vez estabamos todos sentados, un camarero se abrio paso entre los muebles y vino a tomarnos nota. Todos pedimos unos refrescos light y un hombre como ese como regalo de Navidad. --!Que hombre! --exclamo Elena sin ningun tipo de disimulo. Elena tenia novio: Guille. El era amigo mio desde mucho antes de que el conociera a Elena, incluso desde antes de que yo conociera a Elena. Lo que siempre me divirtio de ella (su descaro para ligar con los chicos) ahora era un motivo de enfado entre nosotras. --Cierto, pero como mi Migui no hay otro --dijo Carola. Carola siempre que se sentia atraida por alguien del sexo opuesto, algo que ocurria muy a menudo, actuaba de la misma manera: miraba al chico, en realidad lo desnudaba con la mirada, le invadia la culpabilidad y enseguida alababa las virtudes del novio/rollo que tuviese en ese momento. --Es gay. ?Habeis visto que solo me miraba a mi? --dijo Juan. La modestia claramente no formaba parte de sus cualidades. --De eso nada. !Le he gustado yo! --Dije entre risas. --Carola, ?como te encuentras? --se intereso Juan. --Bien --contesto ruborizandose. --Bueno, ?y que explicacion te ha dado? --Quiso saber Juan. Por suerte llego el guapisimo camarero con nuestras bebidas y Juan se puso a coquetear con el, evitandole asi el mal rato a Carola. --Chicas lo confirmo: es gay. Aunque debe de ser muy timido o aun no ha captado mis indirectas --dijo Juan, llamando indirectas a guinarle un ojo varias veces, como si no lo hubiera visto la primera vez, y tirandole besos al aire. --?De que estabamos hablando? --pregunto Elena intentando retomar el tema. --Deberiamos decidir que vamos a pedir antes de que vuelva a preguntarnos el camarero --tuve que decir para salvar a Carola. Era consciente de que no podria evitar el tema mucho tiempo, ya que empeno en estudiar o trabajar no tendrian mucho, pero en cotillear… nadie les ganaba. --?Que os parece una ensalada para cada una y una pizza para compartir? Asi compartimos calorias --nos intento convencer Juan. --Vale --Dijeron las demas al unisono. No se como lo hace pero siempre se sale con la suya. Durante la comida estuvimos hablando de ropa y cosas por el estilo, nada importante. La comida estaba muy rica, aunque yo hubiera preferido una pizza para mi sola: con mucho queso, peperoni… La noche transcurria con tranquilidad. Por un momento pense que se habian olvidado de Carola y su herpes. Me alegre por ella, aunque la verdad es que me moria de curiosidad por saber lo que habia ocurrido. Tras pagar la cena, nos fuimos a por unas copas. Eligieron un pub en la zona centro, mejor dicho lo eligio Carola porque alli trabajaba Migui. Cuando llegamos, el portero nos abrio la puerta. !Ni siquiera nos pidio los carnes! Habia dos posibilidades: o aparentabamos nuestra edad o no hacia bien su trabajo. Desgraciadamente me inclino mas por la primera. Carola y Juan tenian veintiuno anos, Elena y yo veinte. Ellos no le dieron importancia pero yo si. !No queria envejecer! Nada mas llegar, Migui nos puso unos chupitos. Ventajas de que el camarero fuera novio de una de nosotras. Despues pedimos unas cervezas, no queriamos emborracharnos hoy. Carola se quedo en la barra con Migui. Nosotros nos sentamos en una mesa. --No me lo puedo creer, ?como sigue con el? --Pregunto Juan, aunque al parecer no queria respuesta. --Me parece increible, yo en su lugar no lo volveria a ver --anadio Juan. Elena y yo asentimos con la cabeza. --Pensandolo mejor --dijo Juan con gesto pensativo--, si la tiene muy grande se puede entender que… --!Juan! --lo interrumpi--. Es cosa suya, ya nos lo contara cuando se encuentre mejor. --O cuando el la deje, seguro que ocurre antes --dijo molesto--. Es demasiado guapo para estar siempre con la misma mujer. --!?Cuando nos vamos a emborrachar?! --Exclamo Elena--. !Toda la semana aguantando al imbecil de mi novio y ahora a vosotros! Juan y yo cruzamos miradas de asombro. --?Problemas en el paraiso? --Se atrevio a preguntar Juan. --Vosotros os creeis que como no teneis pareja sois unos desgraciados --dijo Elena irritada--. Pues sois afortunados por no tener que aguantar a nadie. Juan y yo intercambiamos miradas y estuvimos de acuerdo en que habia que emborracharse. --Tres chupitos de tequila --ordene a Migui--. ?Ha pasado algo con Guille? --dije dirigiendome a Elena. --A ti te lo voy a contar precisamente --me dijo con sarcasmo. --?Que te pasa? --le pregunte intentando suavizar el ambiente. --Mira, si necesitara contarle a alguien mis problemas con Guille, serias la ultima persona a la que se los contaria. Tu, que no me consideras buena para el e intentas cambiarme. ?Por que te importa tanto? ?Acaso estas enamorada de el? --dijo, cada vez mas enfadada. --?Por que te pones asi? Yo no he intentado cambiarte, Guille es amigo mio desde hace mucho y no me agrada que vayas por ahi coqueteando con otros --?Logre defenderme o empeorar la situacion? --?Que no has intentado cambiarme? --Gruno--. Nunca te habia importado mi aspecto y desde que estoy con el solo sabes ponerme faltas e intentar vestirme como tu --dijo con voz estridente. Eso es cierto, pero lo que ella no sabe es que me lo pidio Guille. Cada una tenemos nuestro estilo, pero Guille no lleva demasiado bien que vaya siempre en zapatillas: da igual si va a hacer deporte o si va a una cena de gala. El problema de las zapatillas es que no conjunta con todo, suele vestir en chandal o muy informal. Elena era extremadamente guapa: pelo negro, ojos oscuros, tez morena y muy buen cuerpo. En mi opinion no se sacaba partido alguno, no era muy femenina vistiendo. Yo en cambio, normalmente llevo tacones y suelo ir muy arreglada. Ni siquiera tenia zapatillas, el deporte y yo no nos llevabamos demasiado bien. Pero aun sabiendo que vestia mejor que ella, no veia correcto transformar a Elena. Guille me pidio que intentase que dejara las zapatillas atras cuando saliesemos de fiesta y en acontecimientos familiares. Por desgracia no salio bien; no cambio de estilo y se enfado conmigo. --Perdona si te ha dado esa impresion --encima de todo, tuve que disculparme. --?Por que no me ves buena para el? --Su voz sonaba dolida. --No es eso, quizas lo sobreprotejo porque no quiero que sufra --me excuse. --?Seguro que no te gusta? --Me pregunto a la vez que me acribillaba con la mirada. --No. Pero se que no me crees, me lo has preguntado cientos de veces -- le recrimine--. Y se que lo volveras a hacer. Se hizo un silencio incomodo. No sabia que hacer ni a donde mirar. Decidi retirarme a dormir. Esta, no era mi noche. 3 Realmente no me gustaba. Guille era otro de mis mejores amigos. Nos conocimos unos cinco anos atras. Yo salia con uno de sus amigos, Erik. Erik era de la edad de Guille, cuatro anos mayor que yo. Nos presentaron unos conocidos en comun. Me quede prendada de el: su piel morena, su cabello negro, sus ojos negros, su culo, sus tatuajes, su peinado, su moto… un poco bajito para mi gusto, pero algun defecto debia de tener. Fue un flechazo. Nuestras miradas se cruzaron, llamame cursi si quieres, pero te juro que el resto de la gente desaparecio y nos quedamos solos, el y yo. No habia nada ni nadie que importase, nos habiamos encontrado. Aquel instante maravilloso termino cuando, por culpa de un codazo que me dio Carola, volvimos a la realidad. Despues de varios encuentros casuales, casualmente yo pasaba por su instituto, por la biblioteca, por su trabajo… Erik me invito a salir. Tras varias citas, empezamos a intimar. Al principio lo interpretaba como que me respetaba mucho. Soliamos vernos a solas, nos cogiamos de la mano, nos abrazabamos, siempre me decia que estaba guapisima, hablabamos muchisimo… pero nada mas. Estaba impresionada porque no intentaba meterme mano. Con quince anos no se me pasaba por la cabeza acostarme con nadie. ?Pero ni un beso? Estuvimos asi durante un ano, viendonos cada fin de semana. Me pasaba las citas con los nervios a flor de piel, esperando un beso en la despedida. Pero ese beso nunca llegaba
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Algun dia te besare de Ana Alvarez
https://gigalibros.com/algun-dia-te-besare.htmlEl dijo que la besaria, y ella no supo si era una promesa o una amenaza.
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Contigo es todo de Carmina D.
https://gigalibros.com/contigo-es-todo.htmlOdiaba esto. No habia nada peor que hubiera experimentado en toda mi vida que tener que visitar a mi hermano en el hospital. Ni siquiera sabia -nadie sabia- si Julian iba a salir adelante o no. Cada vez que venia aqui, era un gran signo de interrogacion sin respuesta aparente. Y aun con todo eso, amaba a mi hermano. Creia en el y queria que mejorara. Asi que segui viniendo a verlo, a pesar de que estar aqui era muy dificil, por no decir otra cosa. La vista del vestibulo del hospital se cernia sobre mi mientras la gente iba y venia, algunos en camillas y otros en sillas de ruedas. Julian no merecia este destino, no merecia tener que estar aqui. Mi hermano era grande, ruidoso y carinoso, era de los que hacia una broma de todo, su alegria llenaba los espacios, nada lo perturbaba, nada lo sacaba de su centro. No pertenecia a un lugar como este, sin importar cuan amables fueran las enfermeras o cuan vanguardista fuera la tecnologia. No deberia estar quieto, con tubos entrando y saliendo de el, luchando por su vida. Este no debia ser su destino. Pero lo era, y ese era un golpe demasiado duro para mi. Me trague mi depresion y reuni todo el coraje que pude, pero aun asi arrastre los pies cuando entre al hospital y volvi a subir a su habitacion por lo que me parecio la milesima vez. El ascensor hubiera sido mas facil, pero necesitaba mantenerme en movimiento hasta que lo viera. Los ascensores estaban empezando a sentirse un poco claustrofobicos. Llegue a su habitacion y atravese la puerta con determinacion y una actitud fabricada para disimular mi verdadero estado. --Julian, no creerias esta nueva…-- Su cama estaba vacia. Oh, Dios, ?que habia pasado? --!Enfermera, enfermera!-- Corri a la pequena estacion de enfermeras a unos pasos de la puerta de Julian. --?Que le paso a mi hermano? ?Por que no esta en su habitacion? --Oh, Mila, calmate--, dijo una de las mujeres, levantandose de su escritorio y abrazando mis hombros. Su tono y la forma en que me dio palmaditas en la espalda como si fuera una nina me hizo saber que todos aqui estaban hartos de la frecuencia con la que me asustaba y sobre reaccionaba. Pero no era algo que podia evitar, se me conocia por decir lo que pensaba y por estar un poco nerviosa e hiperactiva sin importar la ocasion, y ?quien podria culparme por estar preocupada en una situacion asi? Me alegre de que las enfermeras fueran amables, pero empezaba a darme cuenta de que les estaba poniendo los nervios de punta. --Esta bien--, continuo la enfermera. --Acaba de ser trasladado a otra habitacion del hospital. Respire un tembloroso suspiro de alivio y me limpie los ojos. Me llevo a otra estacion en un costado. Mientras yo me quedaba parada esperando, haciendo todo lo que podia para ser paciente -lo cual ciertamente no era mi fuerte-, ella hojeo algunos papeles y se puso a hacer clic en su computadora. Mila, deja de ser debil. Tienes que ser fuerte. Si algo hubiera pasado, habrian llamado a la familia. Respira. Julian estara bien. Luego podras reganarlo de nuevo por su molesta tendencia a dejar la tapa del inodoro levantada. -Me dije mentalmente para tratar de calmarme. Esto no era justo. Julian era un buen tipo, y un hermano increible aun que dejara el bano hecho un desastre. --Aqui vamos, esta en el ala norte del hospital, en la habitacion 24B. Te llevare alli. Puede ser confuso tratar de llegar a esa ala del hospital. Vamos carino. Ella me sonrio, su humanidad la hizo ver suave-o tal vez estaba feliz de deshacerse de mi- pero, de cualquier manera, yo estaba agradecida. Le devolvi la sonrisa. --Gracias. En el camino, la enfermera empezo a hablar de su familia. Supongo que fue para calmar mis nervios. Cada palabra que decia me entraba por un oido y salia por el otro. Trate de prestar atencion mientras ella me contaba algo sobre sus planes para el fin de semana, incluyendo una barbacoa familiar, y luego me pregunto cuales eran mis planes. Tuve una vision de tunel, pensando que estaria aqui todo el fin de semana, por supuesto. Todo lo que me importaba era mi hermano. Ya era bastante dificil que mama y papa estuvieran demasiado ocupados para venir a verlo. Pero si tuviera que cuidar de el yo sola, lo haria. El Senor sabia que me cuidaba con suficiente frecuencia, era un hermano muy protector conmigo. Y siempre necesitaba de el para sentirme mas segura de mis acciones, asi que, era habitual vernos juntos o que yo le pidiera consejos, sobre todo. --Bien, estamos en el ala norte, y su habitacion esta al final del pasillo. Avance rapido siguiendo la direccion que me indico, contando las habitaciones a medida que pasaba por cada puerta. Alli. Lo encontre. Le hice senas a la enfermera y ella se despidio con su mano antes de girarse para volver a su puesto. Tal vez nunca se habia enfadado conmigo, y todo estaba en mi cabeza. Parecia que me estaba volviendo loca debido a la ansiedad ultimamente. Tire de la puerta y entre. --!Julian! Ahi estas. No respondio. Sabia que estaba en coma, pero cada vez que hablaba con el, sentia que era mas cercana la esperanza de que se despertara y me contestara. Despierta, por favor, despierta pronto. Le limpie el pelo de la frente a un lado. Los moretones estaban bajando, y parecia tranquilo. Dijeron que no tenia ningun dolor, y me aferre a esa tranquilidad. Moriria si supiera que estaba sufriendo. Me acomode en la silla junto a su cama, poniendome comoda para una larga visita. --Asi que, queria que supieras que estoy probando algunos trucos con los tragos en la barra-- dije, tomando su mano. --Es en un club de striptease raro, pero no soy una de las chicas que baila. Lo juro. Su mano estaba caliente, un buen recordatorio de que estaba vivo y que aun podia volver a mi. --No gano dinero como ellas, pero la paga es decente y las propinas tambien. Pero tuve que dejar la universidad. El dinero ha estado un poco escaso en la casa. Pero volvere, ?de acuerdo? Asi que no me grites por abandonar. Es solo temporal. Le frote la mano y mire los monitores y las maquinas que estaban conectadas a el. --Estamos demandando a la persona que te choco--, continue, --pero los tribunales se estan tomando su tiempo. Hacemos todo lo que podemos. Pero estaras bien. Y si ganamos tal vez tengamos una casa mas grande y tu tengas tu propio bano para estropear todo lo que quieras-- Sonrei. ?A quien estaba enganando? No habia forma de que pudiera sentarme aqui y fingir que era la Srta. Risitas. Tenia un corazon, y estaba siendo apunalado repetidamente. Ojala hubiera podido evitar que saliera esa noche. ?Pero como iba a saber que lo iban a chocar? Comence a tararear y luego a cantar una cancion. --Don't worry, be happy... La cancion era tanto para mi como para el. Necesitaba recordarme a mi misma que preocuparse no servia de nada. Pero mientras continuaba cantando, no pude evitar sonreir nuevamente. Era raro tratar de no reirme en una habitacion de hospital, en una de mis horas mas oscuras. Sin embargo, tambien era gracioso que yo estuviera cantando, porque Julian siempre se burlaba de que yo no tenia oido para la musica. Cuando eramos pequenos me gritaba: <>, y yo seguia adelante, solo para seguir molestandolo, que era mi trabajo como su hermana. Era un juego que haciamos a veces, en largos viajes en coche cuando estabamos aburridos, o mientras pescabamos en el arroyo. Me decia que dejara de cantar porque ahuyentaba a los peces, decia que tendria que alejarse de mi porque mi voz era muy mala y le daria dolor de cabeza. O le diria a mama y papa que me echaran del auto por someter a todos a mi horrible voz. Aunque era una broma exagerada y desproporcionada, sabia que tenia razon, que no podia cantar para salvar mi vida. Pero ahora esperaba poder cantar para salvar la suya. Sabia lo ridiculo que sonaba, pero tenia que concentrarme en algo para no volverme loca. De repente, hubo algunos golpes suaves en la puerta. Me relampaguee -otra frase que Julian me decia que hacia mientras cantaba- y me di la vuelta para ver a un hombre de mediana edad con un traje de tres piezas entrando. --Tu debes ser uno de los Foster. Esta relacionada con Julian Foster, ?correcto? ?Como estas?--, pregunto. --Si, soy Mila. Su hermana. Y supongo que estoy bien.-- Mire hacia atras a Julian y a su gran cantidad de maquinas, queriendo preguntarle al tipo como pensaba que yo estaba, pero no dije nada. A veces se necesitaba todo lo que tengo para contener mis comentarios sarcasticos. --Lo siento, acabamos de mudarnos a esta ala--, le dije. --?Quien eres tu?. --Soy de la administracion del hospital--, hablo bruscamente. --Srta. Foster. Me gustaria que me diera mas informacion sobre el seguro de su hermano, si es que sabe. --Ya tienen su informacion-- Me puse un poco nerviosa --Lo se--, dijo, frunciendo el ceno, --pero ese seguro nos ha llamado recientemente, para decirnos que ya no podia cubrir sus necesidades medicas. Salte de mi silla. --!Eso es imposible! !Todavia esta en el seguro de nuestros padres! ?Que hay del hombre que lo choco? Tambien lo trajeron aqui, ?verdad? ?Por que no le preguntas a el?. El hombre reviso su portapapeles. --Lo siento, Srta. Foster. Pero el fallecio esta manana. No podia comprender porque estaba pasando todo esto, mi corazon comenzo a latir fuertemente en mi pecho, queria gritar y llorar, pero en el fondo de mi sabia que este no era el lugar para actuar de esa forma, y tampoco frente a mi hermano. Tenia que salir de aqui. --Permiso-- dije, mientras intentaba dar cabida al mar de emociones que tenia en mi pecho. El otro conductor habia muerto y yo lamentaba eso, por su familia, pero mi hermano estaba donde estaba por su culpa y eso no era todo, ahora resulta que el seguro no cubriria. Pase al lado del hombre y camine tan rapido como pude por el pasillo. ?Por que tuvo que pasar toda esta mala mierda? Este era mi hermano, un hombre bueno con todo el mundo y todo lo que le importaba al hospital era el maldito dinero. Me tope con gente, tropece con la pierna de una persona, pero no importaba el obstaculo que se interpusiera en mi camino para frenarme, tenia que salir de este hospital. No podia sentarme alli con Julian sabiendo que el pensaria que era una cuenta mas que teniamos que pagar. Que frivolo era todo cuando su vida estaba en juego y todo se resumia a la cantidad de dinero que podiamos conseguir. Por primera vez desde el accidente, esperaba que no pudiera oir lo que sucedia a su alrededor. No queria que se enterara de que no habia dinero para ayudarle a mejorar, porque entonces podria darse por vencido. Capitulo 2 Mila Cuando llegue a la parada del autobus, me puse a llorar. Saque mi telefono celular y a traves de mi vision borrosa, presione el boton de marcacion rapida para mi padre. --Hola, carino. ?Como estas?--, pregunto el. --!Papa! El hospital dijo que el seguro ya no cubre lo de Julian. Dijeron que el seguro lo dejo. Y el tipo que lo choco esta muerto. Suspiro, dejando un momento de silencio entre nosotros antes de responder. --Mila, querida, ya lo sabia. Estamos tratando de llegar a un acuerdo, tu madre y yo. Mi agarre alrededor del telefono se intensifico. --?Que? ?Lo sabias y no me lo dijiste?-- Mi voz temblo. --Lo visito todos los malditos dias. ?Soy la unica persona que viene a verlo y no me lo dijiste? --Mila, por favor--, dijo cansado. --Tu sabes... Colgue. Odiaba cuando mi padre tenia ese tono condescendiente, y sabia que no valia la pena pelear con el. Me dolio que no confiara en mi para informarme sobre las cosas importantes que pasaban, pero ya habia aprendido que no podia hacer nada al respecto. El autobus llego y abrio sus puertas. Lo mire en blanco. Todavia no podia superar toda la informacion, habia estado protegida por Julian y ahora estaba sin el, mis padres no me incluian en esto y mi hermano necesitaba dinero, necesitaba tener todas las condiciones para vencer a la muerte. Dios, todo esto era demasiado. Era una mujer adulta, pero siempre al alero de la proteccion de mi hermano. Nunca tuve la necesidad de enfrentar las cosas, de ser fuerte o de tener que solucionar algo tan grande. Me arrastre en el autobus y pase mi tarjeta de transferencia por la maquina. Mi cuerpo se sentia sin vida. Mi familia se habia desmoronado despues del incidente del coche, y estaba empezando a pensar que no iba a volver a se la misma nunca. En lugar de regresar a casa, me detuve en los servicios sociales locales y obtuve un monton de papeles que contenian informacion de lugares que ayudaban con las facturas medicas. Una breve resena, sin embargo, no hizo sino aumentar la tristeza y la perdicion ante mis ya terribles noticias. Medicaid no iba a cubrirlo, no podiamos permitirnos una nueva poliza privada, y las iglesias que estaban en la lista solo ofrecian atencion medica de hasta cien dolares. Tire los papeles y opte por ir caminando al trabajo para despejar mi mente. Todo va a estar bien. Julian podria despertarse y salir de esto. Siempre ha sido un bastardo con suerte. Realmente necesita hacer una de sus acrobacias mas grandes de la vida ahora. Estaba recordando cuando eramos pequenos y Julian me llevo a dar un paseo en la ATV de nuestro primo. Iba demasiado rapido y se estrello contra una valla. Ambos salimos volando del vehiculo, pero Julian permanecio ileso, mientras que yo termine en el hospital con un brazo roto. En ese momento, yo habia estado enojada con el por ponerme en peligro sin experimentar ninguna consecuencia. Siempre pense que nunca aprenderia. Pero ahora, mirando hacia atras, no puedo evitar sonreir un poco por su suerte, y espero que continue ahora en su edad adulta, cuando mas lo necesita. Diez minutos mas tarde habia llegado finalmente a mi trabajo, lo que me dio un poco de consuelo. Al menos tenia algo mas en lo que concentrarme. Tan pronto como entre en el bar, mi jefe me miro, levantando una ceja. --Bueno, hola, Mila. Llegas media hora antes. ?Puedo ayudarte en algo?. --Hola Sr. Eliott. Solo queria venir temprano--, le dije. --No tengo nada mas que hacer. --Hmm, bueno, esta bien. Sabes que no pago horas extras. Senalo con su cigarro, y unas cenizas cayeron al bar. Mi jefe era un tipo duro, por asi decirlo, al que le gustaba declarar con orgullo que se habia registrado en la ciudad con su bar de puros para obtener una licencia especial, para que nadie pudiera decirle que no podia fumar su cigarro en su propio establecimiento. Una tonteria que solo para el parecia importante. Agite la cabeza y busque un trapo para limpiar las cenizas. --Si, lo se. Trabaje en el bar, limpiando botellas y vasos de chupitos. Al Sr. Eliott no parecia importarle, siempre y cuando yo no fichara todavia. Una vez que mi turno comenzo oficialmente, comence a preguntar a los clientes que les gustaria beber. Al final de la tarde me acomode mientras caminaba de un lado a otro, sirviendo cerveza, mezclando cocteles y tratando de conversar un poco con los clientes. Era dificil en un lugar como este, donde el tipo de charla que querian hacer incluia las palabras: <<Muestrame tus tetas>>. Por mas que lo intente, no podia olvidar la situacion de mi hermano. La cara pacifica de Julian en mi mente me destrozo. ?Cuanto tiempo pasara hasta que lo saquen de la maquina? ?Podrian hacer eso? ?Era legal? No podia ver en que se diferenciaria esto de un asesinato si mi hermano moria por falta de dinero. Mientras mi mente se perdia en un monton de interrogantes, una de las bailarinas se sento en la mesa del bar y saco un fajo de billetes. Comenzo a contarlo, y no pude evitar mirarlo como si fuera un faro de luz. Sabia que ganaban dinero. Pero automaticamente lo asocie con la cantidad de dinero suficiente para pagar las cuentas medicas. --Karen--, le pregunte, dandole un trago de tequila, que sabia que era su favorito. --?Es eso lo que puede hacer una bailarina en una semana? Ella empujo sus labios a un lado, pensando, y lanzo su trago por la garganta. --En realidad no. Quizas si eres nueva. Hice esto anoche, estaba demasiado ocupada para contarlo. El Sr. E. saca doscientos por noche y nosotros nos quedamos con el resto. Se me salieron los ojos de las orbitas. --Espera, ?el se lleva doscientos y todavia te queda todo eso?. Ella se rio. --Si. Asi no tenemos que preocuparnos por un porcentaje. Mis ojos se detuvieron en el dinero por un segundo. Sacrificio. Fue lo primero que pense. Habia que hacer un sacrificio. Ahora, lo que pasaba por mi mente era una solucion a todos mis miedos. Yo sabia que tenia que hacer algo y justo ahora esta en mi mesa la respuesta. Al menos esta era la unica solucion rapida que tenia en mis manos. Sin pensarlo mas y convencida por la cantidad de dinero que vi en las manos de Karen. Le di un ultimo trago a cuenta de la casa y fui a la oficina del Sr. Eliott. --Oiga, ?jefe?-- Le pregunte, espiando con mi cabeza en su oficina. --Adelante, Mila. Entre y me sente frente a su pequeno escritorio. --?Que pasa?--, pregunto. --Sabia que algo te pasaba hoy. --Quiero ser bailarina-- solte. Lo dije con prisas, antes de que pudiera cambiar de opinion. --?Quieres bailar para mi?-- Sonrio y se volvio a meter el cigarro en la boca. --Ya era hora de que me lo pidieras. ?Quieres saber cuantos hombres han preguntado si ibas a salir de detras de esa barra y subirte a un poste? --Tal vez prefiera no saberlo… Pero me encantaria empezar cuanto antes. Esta noche si usted quiere. Se levanto e hizo un gesto para que lo siguiera. Me llevo a otra parte del edificio en la que nunca habia estado antes; era el area de las bailarinas. Habia armarios y mucho espacio en el mostrador con espejos en la parte superior, con el maquillaje derramandose sobre todas las superficies. Los diminutos y brillantes pedazos de ropa que llevaban estaban colgados en bastidores, asi como colgados en las sillas. Los que ya habian usado en el escenario habian sido claramente arrojados a favor de un nuevo atuendo, y llenaron el piso, junto a toneladas de tacones altos. Quiero enfatizar, tacones muy altos. --Vistete con la menor ropa posible, puedes usar cualquier cosa aqui. Ya que eres nueva, me quedare con el 15% hasta que des un paso adelante y mejores. Me agarre a mi camisa. --Gracias, Sr. Eliott. Realmente aprecio esto. Asintio con la cabeza. --Dime, siempre has sido la dulce chica de modales suaves aqui, la chica a un costado y todo eso, ?que te hace querer hacer esto? --Bueno, el seguro medico para mantener a mi hermano en el respirador dejo de cubrirlo, asi que…. --Ya veo-- Agito la cabeza, su cigarro se tambaleo de un lado a otro. -- Malditos hijos de puta codiciosos. Les gusta recaudar dinero, pero no quieren pagarlo. Mi abuelo fallecio asi--, me dio una palmadita en el hombro. -- Estaras bien. Sal y baila un poco. Eso te ayudara a alegrar tu estado de animo y a llenar tu cuenta bancaria. Y la suya tambien. --Gracias, Sr. Eliott. Se fue a su oficina y yo me quede quieta en medio de la habitacion como un poste fuera de lugar. --Esto es muy poco--, murmure para mi misma, recogiendo una tanga. Pero no era diferente a un traje de bano, ?verdad? Bien, sigue diciendote eso…. --Hola, ?que haces aqui atras?-- pregunto Karen, apareciendo detras de mi. --Ahora soy bailarina--, dije, encogiendome un poco de hombros. --?En serio? ?El Sr. E. te dejo entrar, asi como asi? Vaya, que rapido. Me hizo una audicion para el y me dijo que engordara un poco. Dijo que a los chicos de aqui les gustan las mujeres con carne en los huesos y que yo era demasiado flaca. Que maldito, ?verdad?-- --Si, eso es grosero--. Respondi con autentica empatia. Me senti mal por ella. Pero por una vez, ese peso extra que nunca pude bajar parecia haber funcionado a mi favor y no en mi contra. Karen se sento en su estacion de maquillaje. --No importa. Nunca subi de peso porque mi metabolismo es bueno sin importar cuantas hamburguesas coma.
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El invierno mas oscuro de Alice Lovelace
https://gigalibros.com/el-invierno-mas-oscuro.htmlGrace Southwark, conservadora en el British Museum, guarda un inquietante secreto que se ha vuelto peligroso desde que humanos y vampiros conviven con cierta normalidad. Para una historiadora, trabajar en colaboracion con seres tan antiguos constituiria una ventaja si no fuese por la tension de mantener oculto su don sobrenatural. Una noche, de vuelta a casa en el metro, el ataque de un clan disidente descubre el letal secreto de Grace, poniendo en peligro la diplomacia entre humanos y vampiros pero tambien su vida. Acorralada por los acontecimientos, decide confiar en Eric Stenkilsson, Legado de Londres, el unico capaz de ayudarla a comprender que clase de monstruo es el que habita su piel. La respuesta resultara tan extraordinaria y decisiva como el camino que recorreran hasta encontrarla.
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Nada es tan terrible de Rafael Santandreu
https://gigalibros.com/nada-es-tan-terrible.htmlNada es tan terrible, el nuevo libro de Rafael Santandreu, es el manual de autoterapia mas completo basado en la psicologia cognitiva, la escuela terapeutica mas eficaz y cientifica.
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El testamento del Diablo de Mario Escobar
https://gigalibros.com/el-testamento-del-diablo.htmlEn 1917, Europa se desangra por la gran guerra, la Rusia zarista se encuentra al borde del colapso y los servicios secretos alemanes estan dispuestos a colaborar con los comunistas, con tal de desestabilizar a sus enemigos. Los crimenes ocurridos en un apartado monasterio ortodoxo parecen tener relacion con la busqueda de un libro al que todos conocen con el nombre de El testamento del diablo. Las Centurias Negras lo buscan desesperadamente para evitar la caida del zar, pero no son los unicos: el misterioso psiquiatra Carl Gustav Jung, el lider sionista Leo Motzkin, el joven Iosif Stalin y los servicios secretos rusos tambien desean hacerse con el libro. Si Hercules Guzman Fox y sus amigos no se adelantan, Europa puede verse sumida en el peor genocidio de la historia…
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Historia de una rebotada de M.a Angeles Salas Moneo
https://gigalibros.com/historia-de-una-rebotada.htmlA los dieciocho anos, Nata, que se siente a veces como una extrana en su propio planeta, sabe lo que significa ser hija de padres separados, no llegar a fin de mes, comerse <
> por culpa de los demas, sufrir por amor e incluso sentirse como un < >.
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A causa de esta situacion, Nata decide marcharse lejos creyendo que, de esa manera, pondra orden en su caotica vida, pero lo que ignora es que su destino ya esta escrito en las estrellas. -
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En la boda de su (estupida) perfecta hermana menor con el guapisimo senador Ethan Lewis, a quien Alex ama en secreto, se monta tal follon que el enlace acaba por no celebrarse. Y Alex decide que es un buen momento para aprovechar ese viaje de novios a la Riviera Maya que tiene pinta de quedar relegado al cajon de “cosas para devolver”.
Ni corta ni perezosa, se embarca en un vuelo con su mejor amiga Skye, dispuesta a desconectar y divertirse durante cuatro maravillosas semanas. Quieren playa, sol, excursiones y margaritas, pero cuando llegan alli les espera una gran sorpresa: el senador, su jefe de campana y una sola suite que compartir…
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Reina (Mount 2) de Meghan March
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Los recuerdos son mentira de Noe Casado
https://gigalibros.com/los-recuerdos-son-mentira.htmlIgnacio ha pedido una excedencia como profesor universitario para dedicarse en exclusiva a su gran pasion: escribir novelas de intriga.
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Quien se ha llevado mi queso de Spencer Johnson
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Arder de Marcia Cotlan
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Construyendo Millones 1 de
https://gigalibros.com/construyendo-millones-1.htmlUna aventura amorosa de una noche
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19 de Luis Torres Vitolas
https://gigalibros.com/19.htmlEn las afueras de Madrid, un cuerpo es hallado descuartizado en 19 piezas. Mientras la seleccion espanola de futbol se juega su pase a la final de la Eurocopa, van apareciendo mas cadaveres en los cuales el mismo numero, el 19, se repite de manera siniestra y brutal. Inmerso en un ambiente totalmente corrupto, en el cual la policia no escapa a la degradacion social, el sargento Elejalde se ha propuesto resolver este caso a como de lugar. Ira hasta donde que haya que llegar, sin importar las consecuencias.
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La Metamorfosis de Franz Kafka
https://gigalibros.com/la-metamorfosis.htmlLa metamorfosis relata la peripecia subterranea y literal de Gregor Samsa, un viajante de comercio que <
>. En pocos libros de Kafka queda tan explicito y tan nitido su mundo como en La metamorfosis, en la que el protagonista, convertido en bestia, sumido en la mas absoluta incomunicacion, se ve reducido cruelmente a la nada y arrastrado inexorablemente a la muerte. Otros escritos de Kafka desarrollan rigurosas variaciones paralelas, desmenuzan inexorables pesadillas, asignan obsesiones enigmaticas a personajes desorientados y vencidos, pero tal vez sea La metamorfosis la narracion que mejor expresa al < >. De ahi que merezca la calificacion unanime de obra perfecta y obra maestra, un texto decididamente superior en el panorama de la literatura universal del siglo XX. -
Vestida de Otono de Kate Dawson
https://gigalibros.com/vestida-de-otono.htmlCatherine Dowse, famosa disenadora de moda, tiene una vida intensa y ajetreada dirigiendo la empresa que fundo su madre. Cuando se cruza en la vida de un buscado criminal todo su mundo sufre un cataclismo. Vivir en la piel de otra persona no es algo para lo que su madre la hubiese preparado y tener que dejar atras todo lo que le es familiar no es facil. Pero su vida corre peligro y tiene que huir. Una huida que se convierte en un viaje hacia su verdadera identidad y que la ayudara a descubrir quien es realmente.
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Al final de la manana de Michael Frayn
https://gigalibros.com/al-final-de-la-manana.htmlJohn Dyson trabaja en un periodico londinense que parece estar sumido en el letargo y en el que los periodistas se aburren soberanamente, alternando largas visitas al pub con siestas que duran toda la tarde. Editor de medio pelo (su seccion se alimenta de noticias sobre el campo, reflexiones religiosas y crucigramas), casado con un ama de casa resignada, padre de dos hijos raros y vecino de un suburbio decadente, suena con alcanzar la fama y la vida burguesa. Tiene la impresion de que su carrera esta paralizada y se pasa el dia compartiendo sus penas con Bob, su subordinado, un joven que no sabe muy bien como enfrentarse a sus propios problemas. Hasta que un buen dia se le presenta su gran oportunidad: asistir a un programa de la BBC para participar en un debate sobre el conflicto racial.
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Secretos de una noche de verano (Las Wallflowers 1) de Lisa Kleypas
https://gigalibros.com/secretos-de-una-noche-de-verano-las-wallflowers-1.htmlUna novela romantica divertida, sensual, soberbia.
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Pasion Prohibida (Juego Peligroso 1) de Lisa Blanc
https://gigalibros.com/pasion-prohibida-juego-peligroso-1.htmlAlina: – Mierda ! Mire por encima del hombro para ver el pelo rojo rizado de Harry asomandose por debajo de las almohadas. Todavia estaba dormido, gracias a Dios . Con cuidado, me quite las sabanas de encima y sali de la cama, maldiciendome por dormir demasiado. ?Que hora era? Claramente, el sol habia salido, pero era casi imposible ver a traves de las gruesas cortinas. Cogi mi movil de la mesita de noche, deslizando hacia arriba para ver nueve llamadas perdidas de papa. !Mierda! Mala suerte para mi, mi ropa se extendia por el suelo como si hubieramos estado en un frenesi salvaje. Y pensar que el sexo habia sido horrible. ?Donde diablos estaban mis bragas? Me pasee de puntillas por la habitacion desnuda buscando algo que probablemente nunca encontraria. Mierda … Recogiendo mi vestido, corri al bano cerrando la puerta entreabierta. Mi vestido azul estilo sirena tardo cinco minutos enteros en estar ajustado a mi cuerpo . Uf … Volviendo a la habitacion, agarre mis zapatos, mi bolso y … Oh, si … Me acerque a la cama de Harry y saque la tarjeta de acceso del bolsillo de su pantalon. Se agito, volviendose a su lado. Esa fue mi senal para salir de alli. Sorprendentemente, el corredor estaba vacio. Ni siquiera el servicio de habitaciones o la senora de la limpieza deambulaban por los pasillos. Extrano … Me apoye contra la puerta, deslizandome por el suelo, intentando huir sigilosamente … --?Gertrude? Me di la vuelta. !Mierda! Harry. --?Gertrude? Por lo que parecia, estaba caminando por la habitacion. Me puse el segundo zapato en el pie y corri por el pasillo. Cuando tome el elevador hacia mi piso , el nombre de papa aparecio en mi pantalla por tercera vez. Tuve que llegar a salvo a mi puerta antes de responderle comodamente. Debido al trabajo de alto riesgo que hice, todos mis movimientos tuvieron que ser calculados. Deslice para responder cuando el movil sono por cuarta vez , --?Si, papa? --Alina. He estado llamando ?Donde has estado? No tengo tiempo para llamarte todo el dia. --Estaba afuera haciendo tu trabajo. --?Tienes el archivo? Suspire, prediciendo exactamente lo que estaba a punto de decir despues de mi respuesta, -- No, pero hice algunos progresos. --Alina, avanzar no me va a dar lo que quiero … Mientras continuaba diciendome lo decepcionado que estaba, abri la puerta de mi piso . Me congele, molesta porque Dean habia entrado y ya se habia puesto comodo en sus boxers. Mi nariz se ensancho al verlo comiendo patatas fritas en mi sofa beige recien lavado. Frunci el ceno. -- ?Hola? Alina? ?Me estas escuchando, nina? Nina … Y pensar que habia estado haciendo el trabajo sucio de mi padre durante nueve anos desde que tenia dieciocho anos. Yo era mas que una nina … Su esclava … --Si, papa. --Si no haces esto antes del viernes, entonces conseguire que alguien mas lo haga. No seas un fracaso como tu madre. Colgo. Mi madre … ?Por que siempre tenia que mencionarla ? Dios, lo odiaba. Me dirigi a la habitacion ignorando la evidente presencia de Dean. Practicamente estaba masticando y crujiendo sus chips como un puto hipopotamo. Me quite el vestido y lo meti en una bolsa de basura. Incluso arroje mis zapatos y sujetador adentro. Me envolvi en una toalla y regrese al salon . --?Donde estabas? Pregunto Dean mientras pasaba detras de el con la basura. La meti debajo del fregadero de la cocina, recordandome quemarla en el incinerador mas tarde. Cuando no respondi, bajo la television y se volvio para mirarme. Puse los ojos en blanco, molesta. Una y otra vez teniamos que pasar por la misma mierda. Aunque no sabia exactamente lo que hacia para mi padre, sabia que estaba trabajando con el. Y trabajar para mi papa significaba horas extras. Me burle, --La ultima vez que revise no eras mi jefe. --Pero estamos juntos, y tengo derecho a saber donde estaba mi mujer. -- ?Mujer? No sabia que estabamos juntos. Acaso acabamos de follar? ?Por que estas aqui de todos modos? ?No tienes recompensas que cazar? Dean metio la mano en la bolsa de patatas fritas. Mis ojos se entrecerraron al ver las pequenas migas esparcidas por mi alfombra persa. Arrugue la nariz con disgusto, --?Y podrias dejar de comer asi? Acabo de limpiar mi piso . Me sorprendio que no se preocupara por mi comentario con nosotros siendo follamigos de mierda. Saque la aspiradora del armario y la enchufe. --Todavia no me has respondido. ?Donde estabas? Empuje la cabeza de la aspiradora cerca de sus pies, --Levanta tus pies. Cuando volvio a sumergir su mano, le arrebate la estupida bolsa. Las hormigas no serian mis companeras de piso por el resto del ano. --Alina. Pare la maquina, doblando el cable para volver a colocarla en su lugar. No tenia que responderle. No tenia control sobre mi y ciertamente no tenia poder. Solo mi papa tenia ese lujo. --Estaba haciendo un trabajo para mi padre. ?Por que sigues preguntandome esta mierda cuando ya sabes la respuesta? --?Asi que pasaste toda la noche haciendo su trabajo? Me enfureci: --No estoy haciendo esta mierda contigo. Tire la toalla sobre el tocador y entre al bano, ajustando la ducha a la temperatura mas alta. El vapor lleno el pequeno espacio, empanando el vidrio a mi alrededor. Mientras me enjabonaba el cuerpo, el aire frio penetro en el bano y me puso la piel de gallina. Dean habia entrado por detras. Gruni, cerrando los ojos con fuerza. Habia tenido sexo horrible, horrible con un tipo geek llamado Harry hace menos de ocho horas, mi cono no estaba de humor. Dean me atrajo hacia su piel desnuda y de chocolate, dejando que mi espalda descansara sobre su robusto pecho. Su ereccion palpitaba contra mi firme trasero. Beso mi cuello, --Lo siento. Yo solo te extrane . Dios, todo lo que queria hacer era relajar mis huesos. No necesitaba follar. Pero si no lo hacia, el sabria que algo estaba pasando. Cuando alcance la manilla de la ducha, el agarro mi nuca , golpeando mi cuerpo contra los azulejos blancos. Jadee cuando el penetro mi calor, levantando mi pierna para el anclaje. --!Mierda! El gruno por lo bajo, respirando pesadamente contra mi cuello. Mientras me acariciaba, el contacto resbaladizo de nuestra piel de ebano resono en el pequeno espacio. Trate de no moverme tanto porque solo queria que terminara. Tal vez, solo tal vez si todavia no tuviera el asqueroso residuo de Harry sobre mi, lo habria disfrutado. Me quede quieta con la mejilla contra la pared, esperando hasta que se saciara. El sexo era lo unico que solucionaba nuestras diferencias . No hubo ninguna discusion o discusiones acaloradas que nos hicieran dejarnos de hablar durante dias … Cada vez que Dean y yo teniamos una pelea, follabamos, y eso resolvia nuestros problemas. Eso era lo que lo habia hecho tolerable como mi companero durante dos anos seguidos. Cuando termino, me quede en el bano hasta que estuve segura de que todo estaba en calma . Me vesti con una gran camiseta de franela y regrese al salon con mi diario. Apunte toda la informacion pertinente sobre Harry y volvi a dibujar el bosquejo del plano del edificio del piso treinta. Al menos mi gran contribucion de veinticinco grandes para la recaudacion de fondos anoche valio la pena. Lo unico que quedaba era descubrir como superar toda la solida seguridad sin que se dieran cuenta . Gire la tarjeta de acceso de Harry entre mis dedos … Tal vez el equipo de informatica de papa lo sabria … Esto debia haber sido divertido … Me dije a mi misma . Pero en realidad, me ponia de los nervios . Irrumpir en Volkov Corporation siempre habia sido una mision delicada desde mi ultimo encuentro con ellos. Robe el archivo equivocado y sali desapercibida , pero de alguna manera habian reforzado la seguridad. Dos anos mas tarde, volvi a hacerlo con la informacion correcta y una estrategia diferente. Ajustando la correa de mi bolso sobre mi hombro, respire hondo antes de empujar la puerta de cristal. El edificio era enorme. Tenia suficiente espacio en el area principal para un pequeno concierto. Todo, excepto los muebles y los azulejos, era azul marino o gris. Un edificio ejecutivo para delincuentes. Mire al tipo tatuado calvo con el mini auricular de pie a mi derecha. Definitivamente de seguridad … Despues de pasar el escaner, me dio una vuelta y me dijo que procediera. Con todo el bullicio a mi alrededor, mis talones aun resonaban contra los azulejos de porcelana blanca. Me dirigi hacia la recepcion, observando todas las areas de salida de emergencia. Es bueno saber que no habian cambiado desde mi ultima visita. Una mujer rubia con un mono impecable estaba sentada en la recepcion tecleando en su ordenador . Estaba junto a un chico nerd y de pelo lacio que estaba clasificando miserablemente las insignias de visita. ?Que pasaba con todos los nerds? Me detuve frente al chico y toque la encimera, --Hola … soy Claire. Soy nueva aqui. Vine ayer pero parece que no puedo encontrar el camino de nuevo, hice un puchero, dirigiendole una mirada inocente . Me miro sin pestanear. Tartamudeo, --Uh … Um … Aunque trate de enmascarar mi cara con mucho maquillaje, no la ocultaba del todo. Alise mi corto peinado bob y me incline mas cerca, mirando su etiqueta con su nombre, --Uh … Barry, ?como llego al tercer piso? Por supuesto, iba al trigesimo, pero no podia decir eso. --S-Lo siento, senalo hacia mi izquierda, --Ve hacia abajo y gira a la derecha. Toma el ascensor. ?Tienes tu placa? Le mostre mis blancos dientes perlados, --Si. --Vale, adelante, Claire. Me dijo sonriendo . Escanee la identificacion de Harry con mi foto falsa en el ascensor y seleccione el piso treinta. Pan comido . De haber sabido que era tan facil, lo habria hecho a principios de semana. El ascensor sono y sali. !Malditos sean mis tacones por hacer tanto ruido! Todos en el pasillo se volvieron, mirandome como si fuera un extraterrestre. Una morena baja y gordita se dirigio hacia mi. --?Puedo ayudarte? ?Estas perdida ? Ah si … Penelope. Harry me habia hablado de ella. Estaba enamorada del hijo del jefe y no tenia ninguna posibilidad. Pensandolo bien, ella parecia bastante mas pequena de lo que el la describia. Al ver que me habia topado con un obstaculo y avanzar era casi imposible, dije: -Oh, ?no es este el piso veinte?
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Tres enanos y pico de Angel Sanchidrian
https://gigalibros.com/tres-enanos-y-pico.htmlWifo Medroso es un joven estudiante, cobarde y enclenque, que realizara sus practicas de Enanologia en la ciudad de Villa Trifulcas. Hasta aqui podria parecer una historia anodina y sin ningun interes. ?Pero habria sido escrita si lo fuera?
Mientras el becario estudia las costumbres de los enanos, el mundo se encamina hacia el desastre.
Elfos racistas y xenofobos, una banda criminal dirigida por un nino de ocho anos, enanas homicidas, politicos corruptos, trolls, orcos, guerreros errantes, ogros y magos, bosques encantados, reinas, asesinos, peleas, palizas, asedios y batallas, mentiras, secuestros, amenazas, un burro guardaespaldas y, aunque parezca increible, mucho mucho mas.
?Que podra hacer Wifo, en medio de este follon, para salvar su propia vida y la de los enanos?
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La hija del jardinero de Natalia Roman
https://gigalibros.com/la-hija-del-jardinero.htmlAngel y Demonio
?Como dos hermanos que crecen juntos y con las mismas normas de educacion pueden ser tan distintos?
La vida de Cristina se vera marcada por una guerra sin cuartel entre los hermanos Osoro. Uno es un psicopata asesino; el otro, un juez respetable.
No existe nada peor en la vida que los celos y la sed de venganza, y esos sentimientos nublaran la razon del pequeno de los Osoro convirtiendolo en un hombre sin sentimientos. Un hombre capaz de todo y con un unico proposito: ver llorar a su hermano lagrimas de sangre.
Cristina se convertira en el blanco de todos sus macabros y despiadados planes de venganza, pero por mas que intente destruirla Robert siempre la amara y estara ahi para recomponerla.
?Puede el amor restaurar un corazon destrozado?
?Dejarias que el odio y la venganza de un hombre marcaran tu vida? ?O serias capaz de dejar de lado todo el dolor y aferrarte a ese otro hombre cuya pasion te hace olvidar tanta barbarie?
Amor y odio, pasion y venganza. Dos hermanos con unos sentimientos muy distintos hacia una misma mujer: la hija del jardinero. -
Muerte y ceniza de Teo Palacios
https://gigalibros.com/muerte-y-ceniza.htmlTeo Palacios nos sorprende con una nueva novela historica, esta vez situada en la epoca del Imperio Romano en Hispania. Una aventura de intriga que nos mantendra firmemente atrapados entre las paginas de esta nueva aventura, pero siempre manteniendo la linea historica real. Una oleada de incendios asolan la ciudad de Hispalis en la Hispania del Imperio romano, sin causa aparente. Las prostitutas son perseguidas y asesinadas en las calles. Y, cuando el cadaver del joven Fabio Justo, hijo de uno de los grandes patricios de la ciudad, aparece de forma inexplicable entre los escombros de una de las insulae quemadas, la clase noble pedira justicia e intentara detener el desastre. El joven abogado Gayo Longo Licinio se vera obligado, para sus sorpresa, a resolver el misterio bajo la presion de los nobles patricios, hostigados por las revueltas de la peble. Los problemas se le acumulan, mientras lidia con los problemas que le causan tanto su bella esposa como su exigente padre, Gayo se ira adentrando rapidamente en un asunto que cada vez resulta mas oscuro y peligroso. Por ello comprara un nuevo exclavo: el famoso Lentulo, un gladiador picto, cuya mision sera la de proteger a su amo. Pero las fuertes manos de Lentulo tal vez no sean suficientes para mantener a salvo a Gayo de una conjura que no solo parece amenaza su vida, sino tambien la estabilidad de todo el Imperio romano.
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Dale la vuelta de Gema Samaro
https://gigalibros.com/dale-la-vuelta.htmlPatricia se sento en su asiento de ventanilla, despues de dejar dos maletones en las estanterias de la entrada del vagon. A pesar de que el camion de mudanzas se habia llevado dias antes todo lo acumulado durante tres anos de ilusiones, promesas y suenos, todavia le quedaban las cosas que acababa de arrastrar exhausta. Eran las ocho de la noche, de un jueves 21 de diciembre, y quedaban diez minutos para que el tren partiera hacia su vida sin Carlos, aunque ya llevara un tiempo sin el. Agotada, cerro los ojos dispuesta a dormir las siguientes dos horas y algo que duraba el trayecto desde Alicante a Madrid en un tren de alta velocidad. Sin embargo, cuando apenas llevaba unos instantes esperando a que le entrara el sueno, un carraspeo insistente la hizo abrir los ojos: --Ejem, ejem, ejem... Patricia abrio un ojo y comprobo que el carraspeador era un tio buenorro, moreno, alto, de pelos revueltos y sonrisa encantadora. Una pena que ella solo tuviera ganas de dormir... --?Quieres algo? --pregunto con toda la amabilidad de la que pudo hacer acopio, dado el estado de abulia en el que se encontraba. --Voy a subir la maleta y no quiero que te asustes con el ruido. --A no ser que lo acompanes con un solo de corneta, creo que lo resistire. Pero gracias por avisar... Patricia forzo una sonrisa, se cruzo de brazos y volvio a cerrar los ojos, mientras Leo, porque el carraspeador se llamaba Leo, pensaba en la gran suerte que habia tenido con su companera de viaje. Habia reservado la plaza en el ultimo momento y le podia haber tocado el tio desagradable del bigote que acababa de pisarle el pie con los ruedines de la maleta, si bien el destino le tenia deparado esa chica del flequillo, de ojazos almendrados, boca gruesa y cuello larguisimo, que ademas olia de maravilla. --!Que bien! !Que delicia! --exclamo en cuanto se sento a su lado y aspiro ese aroma a mora, margaritas, jazmin, glicinias y mas cosas mas que todavia no identificaba, pero que le retrotrajeron a las escapadas felices y primaverales, a los jardines de Keukenhof. Y es que esa chica, penso, olia a sol, a cielo limpio, a primavera loca... --?El que? --inquirio Patricia, porque no sabia que tenia de deliciosa esa situacion. El tren se habia llenado, la gente parecia amargada y agotada, afuera hacia un frio tremendo, y apenas quedaban unos dias para que empezara la temporada de hipocresia, consumo y comilonas. Leo, aun a riesgo de quedar como un idiota o segun el tal vez porque lo era, respondio: --Todo, asi en general. Patricia por supuesto que ni se molesto en replicar al carraspeador entusiasta, tan solo se limito a apoyar la cabeza sobre el frio cristal y esperar a que el maldito sueno la venciera. Con todo, el carraspeador volvio a la carga: --Parece que salimos ya. Patricia medio abrio los ojos y le pidio en un tono que intentaba ser amable, si bien tenia tambien su punto borde: --Me gustaria dormir. No te lo tomes como algo personal, pero me importa un bledo si salimos, si empieza la pelicula, si llegamos a Albacete o si el cielo se llena de estrellas. Leo se quedo mirandola fascinado porque tenia razon, lo unico que importaba, lo unico que destacaba por encima de todo era ella. Pero no se lo dijo, obviamente... --Vale, entiendo --musito. Y a Patricia esas palabras le sonaron tan dulces y tan tiernas que hasta sintio algo de culpa por haber estado tan cortante. Ademas, el chico era tan mono... Que mono, estaba buenisimo. Sin embargo, era lo que habia... Era triste, si, pero no habia mas… Lo mejor era dormir, claro que llevaba tanta ansiedad y noches en vela encima, que se le habia olvidado que era eso de cerrar los ojos y caer en un profundo sueno, como si acabara de darle la orden un hipnotizador. Con todo lo intento, cerro los ojos y se esforzo por no pensar en nada, si bien como siempre la invadio una nube de basura mental que deseo que la empujara hacia un sopor infinito. No obstante, no paso nada de eso, porque su cabrona mente nerviosa empezo a enredarse en cientos de absurdidades que cesaron en cuanto escucho llegar a la azafata con el carrito de la prensa, y no pudo evitar caer en la tentacion del Marca. Le gustaba demasiado el futbol... --?Quiere algun periodico mas? Este es el ultimo tren del dia y nos han sobrado algunos --le informo la azafata. --No, gracias, con este esta bien... --contesto Patricia, llevandose el periodico al regazo. Leo que habia pedido los tres periodicos nacionales mas el economico, le ofrecio en cuanto la azafata se marcho: --Ya se que quieres dormir, pero si cambias de opinion puedo dejarte alguno... Patricia en un arranque de sinceridad que definio como de lo mas tonto, de repente se vio confesando a ese desconocido: --No tengo cuerpo para malas noticias. --Con la prensa deportiva tambien puedes llevarte disgustos. --Estos los soporto... --comento Patricia bajando la bandeja donde dejo el periodico. Leo sonrio y confeso con los ojos chispeantes: --De cualquier forma me alegro de que no seas la version ferroviaria del cuento de El avion de la bella durmiente, de Garcia Marquez. Patricia le miro extranada y, frunciendo el ceno, repuso: --No, desde luego que no. Yo mas bien soy La amargada insomne del tren. --?Has leido el cuento? ?En Doce cuentos peregrinos? --Patricia nego con la cabeza y entonces Leo explico--: cuenta un enamoramiento loco un avion. El protagonista se queda fascinado con una mujer que aparece en el vestibulo del aeropuerto y luego tiene la suerte de compartir vuelo y asiento con ella. La bella se pasa el viaje durmiendo y el es feliz velando su sueno... Patricia que era sumamente impaciente cuando escuchaba una historia le interrumpio ansiosa, temiendose lo peor: --?Y como acaba mal o remal? --Se marchan sin despedirse y no vuelven a verse nunca mas. Patricia resoplo y luego dijo, encogiendose de hombros: --Que deprimente. Pero asi es la realidad. --A mi me encanta la parte en la que el protagonista pregunta a una empleada del aeropuerto si cree en los amores a primera vista y responde que claro que si, que los imposibles son los otros. --Ahi discrepo, los imposibles son todos. No se como enganan a la gente con esa milonga --replico Patricia, dando un manotazo al aire. --Yo lo que siento es que estes tan desencantada. --Me pillas en un mal momento. Pero quien sabe, a lo mejor dentro de veinte anos vuelvo a creer en el cuento
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La batalla por el paraiso de Naomi Klein
https://gigalibros.com/la-batalla-por-el-paraiso.htmlEntre los escombros del huracan Maria, los puertorriquenos y los <
> multimillonarios estan atrapados en una batalla campal para decidir como reconstruir la isla. En esta vital y asombrosa investigacion, Naomi Klein revela como las fuerzas de las politicas del shock y del capitalismo del desastre buscan minar la vision radical y resiliente de una recuperacion justa. -
Conquistando el mundo – Aeryn Anders de Aeryn Anders
https://gigalibros.com/conquistando-el-mundo-8211-aeryn-anders.html?Puede un juego de guerras traspasar la pantalla e invadir la realidad?
?Que harias tu si la persona que mas detestas es en realidad la que mas te comprende y de la que estas enamorado sin saberlo?
En Tenerife, durante un juego de clanes, surge una amistad que ira mas alla de la propia pantalla. Dos jugadores aliados en la conquista de un nuevo mundo sin saber que en realidad es su corazon y su propia historia de amor la que estan librando.
Conquistando el Mundo no es simplemente una historia de amor imaginaria, es una historia de amor inspirada en hechos reales.
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Irresistible 5 de Robyn Hill
https://gigalibros.com/irresistible-5.htmlUn sensacion de peligro inminente flotaba en la atmosfera de la prision. Morgan y sus secuaces me lanzaban miradas de acero cada vez que aparecia por el pabellon de reclusos. Deseaban vengarse de la paliza sufrida en las duchas, por eso debia permanecer en alerta todo el tiempo. Era evidente que mi vida corria grave peligro, pero ?me hubiera comportado de distinta forma de saber que trataba con el mafioso de la carcel? La respuesta a todas luces era no. Mi actitud podia considerarse como irresponsable, sin embargo, creo que es el deber de cada uno a contribuir para que el mundo sea mejor. ?Hubiera sido capaz de mirar a los ojos a la mujer de mi vida si llego a actuar como un cobarde? Con toda probabilidad, no. El amor de Amanda me dejaba ser fiel a mi mismo, autentico por los cuatro costados. Y entre rejas el tener la certeza de que ella estaria orgulloso de mi, era como un soplo de aire fresco dentro del arido entorno de la carcel. Recorde lo mucho que la extrane aquellos dias que viaje a Nueva York, sufriendo un anhelo constante por volverla a ver, pero en la prision el sentimiento resultaba mas agudo. A esa terrible y profunda nostalgia por Amanda se le sumaba la melancolia, la frustracion y una sensacion de vacio. En otras palabras, me sentia desesperado porque entre ella y yo se levantaba un bloque de hormigon impidiendo estrecharla entre mis brazos. ?Existe mayor castigo que el privarte de la mujer de las que estas perdidamente enamorado? Estaba tumbado en mi camastro cuando se acerco Ferguson andando con parsimonia, como si se encontrara en el jardin de su casa. --Cassel, en pie --dijo con un gesto de la mano--. Vamonos a dar un paseo. --?Que ocurre? --pregunte con el ceno fruncido mientras me colocaba de pie. Mi reunion con Brian habia sido esa misma manana y, por desgracia, no era domingo, asi que no contaba con ninguna visita. --Se te dira en su momento --dijo Ferguson esposandome. Cualquier novedad que me distrajera de la rutina era mas que bienvenida. En la carcel el tiempo transcurria mucho mas lento, y lo peor era que ese ritmo monotono te afectaba al cuerpo y a la mente. Ferguson y yo caminos a traves de los pasillos largos y austeros del modulo de prisioneros. A veces me gustaba aguzar el oido para escuchar los sonidos de la carcel. Para mi sorpresa, emisoras de todo el mundo reverberaban por las paredes. Resultaba ironico que un mundo tan tecnologico, la radio continuara siendo un instrumento tan utilizado. --?Como estas, bien? --pregunto Ferguson mientras saliamos del modulo de reclusos. Aun desconocia el proposito de mi improvisado paseo. Me encogi de hombros. ?Que se suponia debia contestar? Estaba en la carcel, jodido. Ferguson sonrio de una forma paternal. No pude evitar sentir una corriente de simpatia hacia el, a pesar de que jamas daria su vida por defenderme de Morgan. Lo comprendia. No le pagaban para arriesgarse. --?Adonde vamos? --pregunte. --El alcaide quiere verte --respondio alzando las cejas, como si hablase del presidente de los Estados Unidos. --?A mi? ?Para que? --Ya lo veras, Cassel. No seas impaciente --dijo con el rostro serio. Despues de pasar por un sendero de piedra bajo un cielo encapotado, cruzamos el umbral de una puerta. Al entrar me sorprendio ver a una mujer detras de un escritorio. Dentro de una carcel de hombres parece logico esperarse a hombres en todos los puestos de trabajo, pero estaba equivocado. --Hola, Susan --dijo Ferguson--. Nos esta esperando. La tal Susan asintio con la cabeza y ambos entramos en el despacho del alcaide. Lo primero que vi fue la espalda de un hombre que pintaba sobre un lienzo. En una mano sostenia el pincel y en la otra, la paleta con un surtido de colores. Llevaba puesto un mono blanco lleno de manchas de varios colores, sin duda, se trataba de un pasatiempo al que dedicaba muchas horas. --Sr. Orison... --dijo Ferguson. El alcaide se tomo la tranquilidad para soltar la ultima pincelada antes de girarse hacia nosotros. Me fije en el cuadro: una playa paradisiaca de arena blanca y mar de color turquesa. Supuse que su trabajo le ocasionaria una multitud de horas muertas que debia rellenar de alguna manera. --Oh, Eric, buenos dias --dijo el Sr. Orison sonriendo--. Tome asiento, por favor. Se trataba de un hombre que rondaba los sesenta anos, de aspecto afable, con la espalda ligeramente encorvada y una mirada astuta. Me fije en su anillo de casado. Algo en el me recordaba a un sacerdote o un medico. Con un gesto de la cabeza ordeno a Ferguson que me quitara las esposas. El Sr. Orison me examino de arriba a abajo, seguramente calibrando que tipo de preso era. Tome asiento mientras me acariciaba mis doloridas munecas. ?Que querra este hombre de mi?, me pregunte. --Me encanta pintar, me relaja --dijo al fin. Guarde silencio,y el Sr. Orison, al no obtener respuesta a su comentario, continuo pintando con pequenas pinceladas aqui y alla. A veces sacaba la la lengua, como si estuviera afinando su talento. Mire a Ferguson, desconcertado, pero mantenia una expresion imperturbable. --Fue muy valiente por su parte ayudar a ese pobre portugues. No hay muchos presos que se presten a socorrer a los demas. Le felicito --dijo concentrado en el lienzo. --Gracias --dije laconicamente. --Es usted diferente al resto. De vez en cuando aparece alguien que rompe el estereotipo del preso. Sin duda, ahora ese privilegio recae sobre sus hombros --dijo mientras se agachaba y entornaba los ojos con la mano en el pincel--. Usted no pertenece a este sitio. --?Me va a ayudar a salir de aqui? Soy inocente. El Sr. Orison dejo de pintar y esbozo una gran sonrisa mientras me miraba. --Me temo, hijo, que es algo que esta fuera de mi control. Yo solo gobierno esta institucion. --?Para que me ha llamado? --pregunte, cansado de sus enigmaticos comentarios. --Le he llamado porque se encuentra en una posicion complicada. Usted y yo sabemos de que se trata --dijo refiriendose a la mas que probable represalia de Morgan y sus secuaces--. ?Sabe? Quiero ayudarle... Le voy a transferir a otro modulo mucho mas sosegado, con presos de absoluta confianza... E incluso con un gimnasio a su disposicion si lo necesita. Una cierta desconfianza empezo a invadirme. No comprendia el por que de esa generosidad tan repentina. Si a todos los presos se les tratase asi al involucrarse en peleas, sin duda que se amanarian unas cuantas con el fin de ser trasladados. --?A cambio de que? --dije cruzandome de brazos. El Sr. Orison solto una pequena risita. --Ya veo que es inteligente --dijo mientras firmaba la obra en una esquina del lienzo--. Eso me gusta. El alcaide dio un paso hacia atras y examino su cuadro. Asintio con la cabeza, satisfecho. --Firme una declaracion en la que cuente como Morgan agredia a Varejao. Estoy deseando que disfrute de una larga temporada en nuestra celda de castigo pero, por desgracia, no puedo mandarlo a mi antojo. Necesito un testigo de cargo, y ahi es donde entra usted --dijo despojandose de su bata. A continuacion se abotono los punos de la camisa mientras Ferguson le sujetaba la chaqueta del traje. La oferta del alcaide era tentadora, sin embargo, contenia una trampa. Me convertia en un soplon de por vida y eso era algo que trascenderia de la prision. Aliarme con el Sr. Orison suponia ser amenazado de por vida. Mi respuesta estaba clara. --No cuente conmigo --dije apretando las mandibulas, y lamentando que mi decision acabaria tambien por enemistarme con el. --?Estas seguro de lo que haces, idiota? --pregunto Ferguson. El alcaide le lanzo una mirada de reproche por hablar sin permiso. Ferguson bajo la mirada y se sonrojo. --No le haga caso, Eric --dijo colocandose la chaqueta y tomando asiento a su escritorio. --Mi decision es firme. Tendra que buscar a otro que le ayude -- dije mirandole fijamente. --No me gusta insistir, se lo advierto --dijo entrelazando las manos sobre la mesa--. Pienselo bien. Valore lo que esta en juego. --Le he dicho que no. Se creo un silencio incomodo. --Muy bien --dijo y con un gesto de desprecio con la mano dio por finalizada la reunion. Ferguson me ordeno que me pusiera de pie y me esposo de nuevo. Lance una ultima mirada al alcaide, que tecleaba un numero en el telefono fijo con el auricular en la mano. Mientras me dirigia a la salida escoltado por Ferguson, escuche su ultimo comentario. --Lo lamentara. *** Al regresar al pabellon, me tumbe de nuevo en mi camastro. No dejaba de pensar en la propuesta del alcaide y en la sensacion de que me encontraba solo frente al peligro. Ni siquiera las autoridades serian capaces de echarme una mano. Dentro de la carcel existia otra ley, la ley de los presos. Si humillabas alguien, su unica manera de restituir el honor mancillado pasaba por asesinar. De nada me servia una cuenta corriente abultada para comprar proteccion. A la hora de la verdad, cuando mi vida estaba en juego, el dinero quedaba relegado a un segundo plano. A lo lejos observe como Morgan se aproximaba a mi litera. Mi cuerpo se puso en maxima tension. Me quise fijar en sus manos por si portaba un arma, pero las mantenia ocultas tras la espalda. Me costaba determinar su edad, aunque deduje que oscilaria entre los veinte y los veinticinco anos. Era mas alto que yo, unos diez centimetros; y su cuello estaba adornado por un tatuaje en forma de anillas entrelazadas. Enseguida palpe en el ambiente la tension de lo que se avecinaba. Los demas presos me miraban con descaro, esperando el momento cumbre entre Morgan y yo. De reojo, observe que un par de guardas se encontraban dentro del pabellon. ?Se atreveria Morgan a agredirme en frente de ellos? Si retrocedia o mostraba senales de debilidad, podia considerarme muerto, pues me convertia en una presa demasiado facil para todos. Confieso que senti preocupacion al observar al corpulento Morgan acercarse hasta mi, pero me obligue a aparentar una calma arrogante, como si fuera un hombre endurecido por la estancia en prision. Fingi que leia mensajes del movil barato proporcionado por Ferguson, aunque estaba en permanente vigilancia de Morgan. A menos de cinco metros, aprete el puno derecho. Ya estaba a punto de pasar a mi lado. El corazon me latia a mil por hora. Morgan se detuvo a mi altura y lentamente se agacho. Su mirada destilaba un brillo de locura que lo hacia aun mas peligroso. --Tu y yo aun tenemos una conversacion pendiente... Antes de que me pudiera dar cuenta, uno de los secuaces que se habia acercado por el otro lado de la litera, me arrebato el telefono de la mano. Inmediatamente se lo lanzo a su jefe. A continuacion, dejo caer el telefono al suelo y de una simple patada lo chafo como si fuera una colilla. Me fastidio perder la comunicacion directa con Amanda, pero continue con mi estrategia de mostrarme por encima de todo, sosegado. --!Eh, Morgan! !Vuelve a tu sitio! --exclamo unos de los guardas desde la puerta. Morgan le lanzo una mirada de desprecio acompanado de un grunido. --Veremos si la proxima vez tienes tanta suerte --dijo mostrando una dentadura blanca e inmaculada--. Estaremos tu y yo, a solas. --Cuando quieras, viejo amigo --dije mostrandome impasible, aunque sentia el estomago oprimido--. Si quieres concertamos una cita. Morgan se alejo con la mirada enganchada en la mia. Su compinche solto una carcajada aguda, como de hiena.
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El amor esta en la toalla de al lado de Christian Martins
https://gigalibros.com/el-amor-esta-en-la-toalla-de-al-lado.htmlLa vida de Beca se desmorona cuando Jorge, su marido, le pide el divorcio.
Beca no sabe como salir adelante, ni como enfrentarse a la realidad, ni que sera de ella si no consigue recuperar el amor de Jorge.
Pero entonces conoce a Marcos. Marcos es especial, diferente. Le gusta el mar, cree en el amor a primera vista y no cree en las casualidades.
Y ella. ella esta convencida de que el unico hombre capaz de proporcionarle estabilidad es el padre de su hija, Jorge.
?Recuperara el amor o lo volvera a encontrar -
Enamorar a un lord ingles de Laura A. Lopez
https://gigalibros.com/enamorar-a-un-lord-ingles.htmlLondres, otono de 1815 Angus escondia su cara tras sus cartas, sus ojos verdes observaban con detenimiento el rostro de sus dos adversarios en el juego. Podia distinguir el sudor de uno de ellos deslizandose por su sien para pronto bajar por su mejilla. El tenia la carta que podia dar la vuelta a aquel juego a su favor. El otro hombre miraba de reojo a su amigo, y despues regresaba su vista a las cartas, deseando no perder el juego. --Caballeros… --Angus hizo una pausa antes de continuar--: Todo lo que esta en la mesa, me pertenece. Ha sido un placer… Mostro sus cartas a los demas, quienes hicieron gestos de frustracion y mascullaron maldiciones. --?No apostaran en las peleas de gallos? --indago Angus a los senores cuyos rostros hablaban por ellos. --Por el momento, con usted ha sido suficiente, milord. Ha tenido una suerte endemoniada esta noche --siseo el hombre con cara de pocos amigos. --?Pero que culpa tengo yo? Buscare nuevos socios entonces -- anuncio Angus, tibio. --Haga lo que desee. Hemos perdido mucho hoy --manifesto el otro acompanante de aquella mesa de tres. Los dos caballeros se levantaron de sus asientos y se retiraron raudamente de Watier’s club. Angus cogio su excelente ganancia, se sirvio una copa de vino y medito sobre su buena fortuna esa noche. Todo se debia a que unos meses atras, su amigo Blake Basingstoke, duque de Pemberton, cayo en el terrible enredo del matrimonio, y lo dejo solo para continuar su vida. Aquel se dedicaba a su esposa y muy poco de su tiempo se lo ofrecia a la amistad que habian cultivado por anos. La soledad se acrecentaba con el pasar de los dias. Cuando supo que Blake se casaria, tuvo sentimientos encontrados, pues suponia que su madre, pondria de ejemplo al duque, !un duque casado! y el, ni siquiera estaba pensando en esa obligada opcion. Lord Angus Craven, conde de Craven, se encontraba en edad de casarse, segun sus padres, porque lo habian decidido. Aunque el tenia muchos reparos al respecto. Sus intereses distaban de ser las mujeres y el libertinaje. Tenia predileccion por las apuestas y las carreras de caballos antes que por la calida compania de una femina, y mas especificamente, una esposa que le impidiera hacer su santa voluntad. Se consideraba feliz estando en soledad. No ardia en deseos de que una dama le alborotara la vida tal como le ocurria a Blake. Atractivo no le faltaba, era alto, de complexion atletica, pero no era robusto, sino delgado porque no practicaba deportes. Su cabello lacio y castano le quedaba justo sobre los hombros y sus ojos verdes se asemejaban al color del cesped de una pradera. Todo aquello bueno que tenia, lo arrojaba al fuego por sus vicios, que se iniciaron con la irreparable perdida de su amado padre hacia mas de un ano atras. El golpe fue tan dificil de soportar que busco un escape de la realidad. Entre sus amistades y los vicios que mantenian su mente ocupada, continuaba con su vida, extraviando por completo el camino que se esperaba para un conde. Sabia que no podria escapar de su cruel destino. De cualquier forma debia casarse en algun momento, aunque el pensaba alargar su solteria lo mas que le fuera posible. ?Que haria todos los dias encerrado con una extrana en su residencia? !Dios lo librara de tener que soportar las argucias de una dama y perderse la diversion que le daban las apuestas! Bebio mas copas y engullo la exquisita cena que tenian en Watier’s. En lugar de irse a su residencia, se habia quedado dormido en el club durante unas horas hasta que lo despertaron porque debian cerrar. Estaba ebrio y cedio al sueno en aquel sitio, pero debia regresar a su mansion. Con esfuerzo llego hasta su caballo. Un ojo se le cerraba y el otro se abria mientras iba lento para no caer al suelo y terminar malherido. Cuando piso su propiedad, uno de los mozos cogio las riendas de su caballo para guardarlo en las cuadras. El camino apoyandose en la pared para no quedar como un tapiz del suelo de su residencia. Al cruzar la puerta, todo estaba oscuro en el recibidor. No habia para el siquiera una lampara encendida. Dio unos pasos mas hasta tropezar con una otomana que estaba en la entrada. Cayo de manera estrepitosa al suelo. En esa parte no habia alfombra que suavizara su caida. --!Auch! --logro mascullar antes de quedarse dormido en aquel sitio. Por la manana, desperto con el puntapie de Elizabeth, lady Craven, la cual estaba en camison con el rostro poco amable. --!Oh, me averguenzas, Angus! --exclamo lady Craven, molesta por casi confundir a su hijo con un nuevo adorno de la mansion. Los criados le informaron que otra vez se habia quedado dormido en la sala, ebrio. --Me levanto… --dijo aunque sentia un peso en su espalda que se lo impedia. El gato de su madre, lo estaba usando como cojin--. !Largate! --exigio al felino. --!No maltrates a Corin, inocente pequeno mio! --expreso Elizabeth, colocando al gato en sus brazos para que Angus pudiera abandonar el suelo--. Deberias avergonzarte. Si me hicieras caso, tendrias a una mujer aqui, distrayendote. --No quiero escuchar ningun reclamo, me duele la cabeza -- gruno antes de sentarse en la otomana con la que tropezo. --Si no deseas oir mis sabias palabras, entonces casate. Una esposa resolvera tu vida. No dejara que dilapides tu fortuna en juegos con cuanto miserable este en un club. Angus, recuerda que hubo perdidas en la cosecha de las propiedades. Hay que ser precavidos. ?Deseas ser un noble miserable que debe casarse con una heredera que lo escoja, en lugar de tener tu el honor de tomar a la muchacha que te agrade? Si sigues el sendero de la perdicion, solo nos espera ser refugiados del duque de Pemberton o apelar a la generosidad de Augusta, duquesa viuda de Pemberton. !No quiero siquiera pensar en tener que pedir favores! --Exagera, madre. Vi la contabilidad, no ha sido tan grave -- objeto. Se tapo los ojos con el antebrazo y se recosto. --Ni exagerando la situacion eres capaz de tomar en serio el asunto del matrimonio. El duque de Pemberton se ha casado… !Se ha casado! Y tu sigues aqui, vicioso, soltero, sucio y ebrio. Que pena mas grande siento porque el duque no es mi hijo --anadio, intentando que su hijo al menos sintiera celos o algo que lo impulsara a ir por el camino de los redimidos. --No me va a convencer con sus patranas. Las he oido miles de veces desde que Blake se caso. ?No existe la vocacion de soltero irremediable? Madre, ?para que deseo yo una cacatua insoportable como usted, que me diga lo que tengo que hacer? No quiero dos iguales diciendome lo que puedo o no comprar con mi dinero --se quejo--. Si me llego a casar con una mujer como usted, espero morir pronto para no oirla. Es un suplicio, ahora, dejeme dormir. --No dejes saliva en la otomana --espeto su madre, retirandose con el gato en brazos. El solo emitio un grunido, y se coloco en posicion fetal para descansar lo que quedaba de la madrugada. Angus desperto por el aroma del almuerzo que inundaba sus fosas nasales. El hambre era su unica razon para abandonar la incomoda otomana que lo albergaba. --Buen dia, madre --saludo a la condesa, que lo ignoro. El se quedo callado por unos minutos esperando una respuesta mientras se sentaba para el almuerzo--. ?Que le molesta, ahora? --?Que me molesta? Tu sola presencia injuria mi buena educacion y tu respiracion me hace sentir como una lena arrojada al fuego y que empieza a arder. Me preguntas eso sabiendo lo que hiciste esta manana... --?Si me caso, usted estaria mas tranquila y llevaria una viudez feliz? --indago Angus. Coloco la servilleta en sus muslos, pareciendo arrepentido por sus malos actos. --Si. Tu padre y yo concluimos en su momento que estabas a tiempo de casarte. Es una pena que no consiguiera vivir para verte casado. --Y es probable que usted tampoco lo haga. ?Que varon respetable contrae matrimonio porque a su madre le parece? !Es a mi a quien debe alegrarme la idea! Pero… --Eres un cobarde. --!Lo soy! No puedo concebir a una extrana que aletea sus pestanas con rapidez como un arma para atraerme, durmiendo en la habitacion contigua, y que me obligue a sentarme con ella para almorzar. Con usted esa incomodidad es suficiente. No era que Angus odiase a su madre, le tenia estima, pero la mujer era demasiado testaruda y a ningun hombre le agradaba tener a su progenitora metiendo las narices en su vida constantemente. --Dramatizas mucho, querido. ?No piensas que cuando me muera, ni siquiera tendras esa silla para dormir? Nadie se ocupara de un ebrio que dilapida su fortuna y que pronto vivira de la caridad del duque de Pemberton --le recordo la mujer. Ella tampoco odiaba a su hijo, solo queria verlo convertido en el hombre que sabia que podria llegar a ser. Su relacion no siempre fue compleja, no obstante desde que su esposo murio todo cambio. Elizabeth deseaba ver a su unico hijo bien establecido y felizmente casado, de ahi que hablase con el de una forma que parecia ser efectiva: a base de imposiciones y reproches. --Si eso llegara a ocurrir, me convertiria en el ayuda de camara de Blake. Sera un honor que el conde de Craven le sobe la espalda --musito para molestar a su madre. --Esta bien, Angus. No insistire en que busques una esposa. Te la escogere yo o quiza prefieras que te la elija la pobreza. ?Que opinas de lady Katherine Basingstoke como candidata? Es hermana de tu amigo, por lo que siempre mantendran su amistad y ademas, tiene una dote envidiable. --?Kate? No, no, no. Si me casara con ella, seria como hacerlo con mi hermana, es inconcebible. Le pido que piense bien en lo que desea. Blake me mataria, me conoce mejor que nadie y sabe que soy un pesimo candidato para Kate, al igual que cualquier otro caballero. Ella ha sido inteligente para no casarse, tiene mi apoyo por completo. --Es casi una solterona para su pena. No comprendo como la duquesa viuda de Pemberton aun lo permite siendo una casamentera por excelencia. Hoy debe estar rebosando de felicidad, pensando en la cantidad de bisnietos que continuaran con su apellido, mientras yo, con un solo hijo, me hundo en la miseria mas absoluta --lamento. No perdia la esperanza de apelar a lo que su hijo tenia en el pecho. --Siento pena por su miseria. Como le dije, adorada madre, soy el que tendra que lidiar con una extrana hasta que la muerte nos separe. ?No le parece que hasta la muerte es demasiado tiempo? Suena hasta doloroso, ingrato y por sobre todo, insensato. Soy un hombre practico y egoista, me gusta vivir para mi. --No desistire hasta que comprendas que necesitas de una esposa que te lo ordene todo. --!Eso sono amenazador! --exclamo fingiendo que temblaba de miedo.