• tengo un plan de vida - Sira Duque

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    Ser tan impulsiva, ruidosa y despistada no fue un obstaculo para que Cleo se adaptara al ritmo frenetico de la empresa familiar o para que se atreviera a estar orgullosa y feliz con el resultado de sus esfuerzos. Lo estaba. Al menos hasta que, en uno de sus descuidos, perdio algo. Y resulto que ese algo era del tipo de cosas que alguien con un poco de sentido comun no perderia de vista. Jamas.
    Durante anos, Joel habia formado parte del mismo puzle, pero solo cuando se vio obligado a abandonar la comodidad de sus costumbres y buscar otras nuevas, fue consciente de que no estaba muy orgulloso de la persona en la que se habia convertido.
    Y sucede.
    El chico perdido en su propia vida y la chica demasiado perseverante y cabezota para abandonar lo que se ha propuesto se encuentran. Y lo que empieza como un imprevisto termina siendo el pegamento que une y le da sentido a todo.

  • Tengo un plan eBook : Duque, Sira - Tienda Kindle - Amazon.es

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    ... de por vida. El primer tortazo me lo llevé por pintorrear algunas novelas de mi padre. Fue él quien me enseñó a amar a los libros como si fueran hijos, ...

  • Descargas | Tengo Un Plan!

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  • Solo tengo un plan A - Kamadeva editorial

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    Solo tengo un plan A. de Laia Andía Adroher. Disponible en las siguientes librerías: Libro en papel 14,95. Comprar en Bubok · Comprar en Casa del libro ...

  • Libro Mi Proyectode Vida - Calaméo

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    ~ Guido C. Mi proyecto de vida 5 Tabla de Contenidos Introducción ¿Qué es un plan de vida? 11 Capítulo 1 Los grandes beneficios de contar con un plan de ...

  • Solo tengo un plan A | LAIA ANDÍA ADROHER - Bubok

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    10 feb 2021 — Porque en la vida debemos equivocarnos, para aprender y para valorar lo que tenemos ... Libro No quiero despedirme, autor LAIA ANDÍA ADROHER.

  • Libros para iniciar tu plan de vida saludable - Foto 1 - Hola

    https://www.hola.com/estar-bien/galeria/20190802146671/libros-vida-saludable-gt/1/

    2 ago 2019 — Te presentamos cuatro títulos que te servirán como guía para poner punto y final a los excesos y el sedentarismo ... ¿Por qué a veces tengo ...

  • La vida tiene un plan perfecto para ti - Maud Ankaoua

    https://www.planetadelibros.com/libro-la-vida-tiene-un-plan-perfecto-para-ti/324504

    13 ene 2021 — La novela idónea para el momento actual: el mensaje central del libro es cómo afrontar lo que nos sucede desde el positivismo. 2. La autora ...

  • Nuestro Caos, Sira Duque de Sira Duque

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  • Te elijo a ti de Isabella Marin

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    Un entierro familiar siempre es una buena ocasion para encontrarte con tus dos ex novios a los que has partido el corazon. O te lo han partido ellos a ti, ?que importan un par de detalles?

  • Condenada por tu amor de Sophie Saint Rose

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    Lady Esther esta cumpliendo condena en la lavanderia de Palacio por desobedecer las ordenes de la Reina y poner en peligro a la Marquesa de Brentwood. Los malos tratos y las vejaciones la han llevado a una situacion extrema, asi que decide enviarle una carta a su tia abuela a Escocia pidiendo ayuda pero aparecio el Conde de Hackford.

  • Hombres de Angelika Schrobsdorff

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    Con una extraordinaria precision en el estudio de los personajes, y un estilo directo y sin rodeos, Angelika Schrobsdorff narra en <> --otra de sus grandes novelas autobiograficas, a la altura de <>-- la educacion sentimental de una hermosa joven que alcanza su madurez entregada a la furia de vivir, sobrevivir y revivir. Eveline Clausen, la turbadora protagonista de esta novela, es hija de padre aleman y madre judia, y su infancia se desarrolla en pleno ascenso del nazismo. No es solo un personaje <> con partes de la vida de la propia Schrobsdorff y de otras mujeres a las que conocio en su juventud, sino toda una figura de carne y hueso.

  • Tormenta en La Habana, Clive Cussler de Clive Cussler

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    Dirk Pitt regresa en esta nueva y emocionante novela del maestro de la aventura, el autor superventas mundial Clive Cussler.

  • Amada por sus Lobos (Los Lobos de Green Valley 4) de T.n. Hawke

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    Clara:

  • La sospecha de Fiona Barton

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    Cuando dos jovenes britanicas desaparecen en su ano sabatico en Tailandia, su caso pasa a copar el foco de la atencion mediatica internacional. La periodista Kate Waters esta lista para informar sobre la historia: como siempre, quiere ser la primera en conseguir la exclusiva y descubrir la verdad, y esta vez no sera una excepcion. Sin embargo, a medida que se van conociendo mas detalles de la investigacion, Kate no puede dejar de pensar en su propio hijo, a quien no ha visto en dos anos.

  • La madre de Frankenstein de Almudena Grandes

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    En 1954, el joven psiquiatra German Velazquez vuelve a Espana para trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos, al sur de Madrid. Tras salir al exilio en 1939, ha vivido quince anos en Suiza, acogido por la familia del doctor Goldstein. En Ciempozuelos, German se reencuentra con Aurora Rodriguez Carballeira, una parricida paranoica, inteligentisima, que le fascino a los trece anos, y conoce a una auxiliar de enfermeria, Maria Castejon, a la que dona Aurora enseno a leer y a escribir cuando era una nina. German, atraido por Maria, no entiende el rechazo de esta, y sospecha que su vida esconde muchos secretos. El lector descubrira su origen modesto como nieta del jardinero del manicomio, sus anos de criada en Madrid, su desdichada historia de amor, a la par que los motivos por los que German ha regresado a Espana. Almas gemelas que quieren huir de sus respectivos pasados, German y Maria quieren darse una oportunidad, pero viven en un pais humillado, donde los pecados se convierten en delitos, y el puritanismo, la moral oficial, encubre todo tipo de abusos y atropellos.

  • Yo fumo para olvidar que tu bebes de Martin Casariego

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    La conoci en Madrid, un fin de semana libre, en el bar de copas en el que por entonces ella trabajaba de camarera. Estabamos en primavera, detalle intranscendente, pues a las historias de amor cualquier estacion les sienta bien. En cierto modo todo comenzo alli. La piel, las canciones, los tiros. El mundo, mi vida. Todo. Fue en 1988. Lo que cuento aqui sucedio, pues, hace ya muchos anos, en una epoca mas libre y salvaje, como el jinete de la pelicula de Jane Fonda. En algunos aspectos mejor; en otros, peor. Los de piel fina deberian tenerlo en cuenta. Eran los tiempos del fin de la Movida, y todavia se oian en los bares y en las radios canciones en las que el estribillo era, por ejemplo, Ayatollah, no me toques la pirola, y titulos como Los chochos voladores o Me gusta ser una zorra. ?Y que decir de una letra como la de Si, si, de los Ronaldos? Hoy seria un escandalo. Yo iba solo, como de costumbre. Al abrir la puerta me llegaron los primeros acordes de Good vibrations, de los Beach Boys. Ahhh... I love the colorful clothes she wears... Y la vi. Fue verla y que me hiriera un rayo que todavia no ha cesado. El bar estaba bastante concurrido, pero para mi fue como si solo estuviesemos nosotros dos. Elsa tenia veinte anos y yo, veinticinco. A esas edades, ella se creia que tenia derecho a ser feliz y yo empezaba a dudarlo. Y sin embargo fue entonces cuando encontre la felicidad. Me duro dos anos. No esta nada mal. Hay felicidades que duran segundos. Si la hubiera visto Ariosto, habria dicho eso de que la naturaleza la hizo y despues rompio el molde. Tenia una bonita melena rubia y vestia falda escocesa, blusa blanca y unos zapatos rojos con tacon, mas apropiados para atraer las miradas de los varones que para trabajar tras una barra. Mi primer impulso fue huir. Los cinco siguientes, acercarme. Probe un recurso desesperado: imaginarla con cincuenta anos. Con sesenta. Con setenta. No surtio efecto. Hasta entonces me habia enamorado dos veces, una en el colegio y otra en la universidad. Pero aquello que sentia ahora era nuevo y sospeche que, en realidad, nunca me habia enamorado. Desvie la mirada. No queria enfrentarme a sus ojos. No queria saber su nombre. Queria huir. Queria saber su nombre. Queria llevarla a mi pension. Se acerco para atenderme. Soy un iman para las mujeres, y mas si son camareras. Era delgada y tenia los ojos verdes, de ese verde que a veces se vuelve azul o gris, de ese verde que te hace dudar si es azul o gris, y entonces la chica saca la erronea conclusion de que no te fijas de verdad en ella. Su cara resplandecia, alegre, pero, me parecio, dejaba traslucir que habia sufrido. Segun Oscar Wilde, en el amor comienza uno por enganarse a si mismo y a veces logra enganar al otro. Tenia que enganarla. --Hola. Me quede callado, mirandola. No por aplomo, sino por deslumbramiento. Mirando su mirar ardiente, honesto. De todas las sentencias que he escuchado acerca del amor, una de las pocas que salvaria es la de que existen los flechazos. ?Han visto alguna vez, en camara lenta, como una bala traspasa tejido animal? Es algo asi. --Hola --repitio, sin saber disimular del todo su impaciencia ante mi silencio--. ?Quieres algo? --Supongo que no te descubro America, pero tengo que decirlo: estas barbara. --Es que me llamo Barbara La Marr --me vacilo. Tenia un aire a Ava Gardner, aunque en rubia. La cara alargada, la expresion de los ojos algo burlona, la boca grande y los labios finos, los pomulos marcados. Delante de mi, nunca nadie saco ese parecido. Igual solo yo se lo encontraba. --?Tu segundo apellido es Debuena? Era una broma de la epoca, en la linea de Almodovar y Patty Diphusa. Se le escapo una sonrisa. --Imbecil. Me llamo Elsa. Que accediera a decirme su nombre era un buen augurio. Compensaba lo de <>. Aunque quiza incluso lo de <> fuese un buen augurio. --Yo, Max. --Bueno, Max, ?vas a tomar algo? A ese lado de la barra os divertis, y a este trabajamos. --Un ron con Coca-Cola, Elsa. Selecciono la botella. Ahora sonaba Always on my mind, de Pet Shop Boys. Me gustaba, aunque soy de los que prefieren la version original. La de Elvis. --If I made you feel second best, girl I'm sorry I was blind --canto para si misma. O quiza para mi. --?Por que me miras asi? ?Tienes algun problema con mi voz? --Claro que tengo un problema con tu voz. --?Ah, si? ?Y cual es? --Que me gusta. Si a esa musica se le sumaba la banda del tintineo de los hielos, el sonido del ron cayendo sobre ellos, las burbujas del refresco estallando, el efecto era fantastico. Bueno: lo era, sobre todo, por ella. --?Que nombre es ese de Max? ?Maxwell? Se mezclaban en su pregunta la intencion y la ingenuidad, de modo semejante a como ocurria con su forma de vestir. --Maximo. Maximo Lomas, para servirte. --?Me tomas el pelo? ?Maximo Lomas, Maximo Lo Mas? --Me miraba sonriendo con los ojos--. !Venga ya! Es un chiste, ?verdad? --Si lo es, es de mis padres. Me limito a intentar hacerle honor. Conoci a una chica que se llamaba Dolores Mento, y la llamaban Lola, claro... Me dejo con la palabra en la boca. Lo lamente, aunque tambien la disculpe. Tenia que atender un monton de gargantas sedientas. Tenia que seguir poniendo copas a un ritmo infernal. 2 Asi que continue escuchando la musica, bebiendo e imaginando como era aquella desconocida a la que acababa de conocer. Entre copa aqui y copa alla, maquillate, maquillate, intentaba no perder el tiempo cuando me concedia algunos segundos. --No tengo novia. --Pena, penita, pena --se burlo--. La musica, alegre, que la tristeza ya la pone el mundo. Y ya estaba dandose la vuelta para irse y dejarme abandonado. No tenia corazon. --Ponme una margarita, por favor. Ya sabes, bien de sal en los bordes. ?Y quien ha dicho que no tener novia sea triste? No consegui retenerla ni un instante. Pero al menos tenia un motivo para volver. Lo hizo al cabo de unos minutos, con el coctel. Di un trago, tras chupar un poco la sal del borde de la copa. --?Como esta? Antes de contestar, di unos sorbos. --La estoy deshojando. Me gusta, no me gusta. Me gusta... Me miro molesta. Aun tenia el corazon blindado. --?Te han dado planton, con lo resalao que eres? Me cuesta creerlo. Se fue al otro lado de la barra, donde la reclamaban dos chicas. Y asi iba pasando la noche, trago a trago, yo cada vez mas bebido y mas enamorado. --Voy a darte un consejo --le dije, la siguiente vez en que tuve ocasion de hablarle--: casate con alguien que te quiera mucho. Es el tipo de consejo que uno da cuando esta borracho. Ella, rapida, me puso la mano delante de la cara, mostrandome un anillo abrazado a su anular. --Ya lo he encontrado. Yo tambien he venido sola, pero estoy casada. ?Y tu? ?Poligamo? Lo decia por los anillos que adornaban mis manos. Dos en la izquierda y tres en la derecha. O las reforzaban, cuando habia que repartir estopa. --Creo que acabo de hacerme monogamo. Llego un quinqui algo mas joven que yo, vestido a todo lo que daba. Fue a la barra y llamo a Elsa, que se acerco. El le cogia de la mano, del brazo, y ella se lo quitaba de encima como podia. Parecieron discutir. La cosa no paso a mayores y el pretendiente, enfadado, se marcho. Moscones revoloteando alrededor de Elsa habia muchos. Pero ese habia sido el unico en transformarse en pulpo. Confiaba en que a mi no se me pudiera catalogar de moscon.

  • La tercera ley de Luis Angel Fernandez De Betono

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    En una tranquila ciudad a orillas del mar Cantabrico un hombre entra en una cafeteria y, sin razon aparente, asesina a tiros a una jueza y a un fiscal.
    La inspectora Calderon, una veterana curtida en la unidad mas dura de Madrid, sera la encargada de liderar el equipo que investigara el crimen. No obstante, ella tambien debe luchar contra sus propios demonios.

  • Asistente personal de Wilson Tovar

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    James McGregor, director ejecutivo de McGregor Industries, fallecio ayer por la noche despues de una larga batalla contra el cancer. James McGregor, de 63 anos...” Elizabeth apago la television, no podia soportar escuchar esto… Ella habia estado alli cuando sucedio, no necesitaba que se repitiera. Se sirvio otro vaso de whisky y se lo llevo a la boca con la intencion de tirarlo de una vez. Por un segundo vacilo, dudando si esta forma de duelo era una buena idea… Levanto el vaso y miro el liquido naranja que habia dentro. Suspirando al recordar la primera vez que habia bebido whisky. Habia sido con el Sr. McGregor, acababa de cerrar un trato comercial y buscaba celebrar. Abriendo el globo terraqueo en su oficina, saco una botella de whisky de 20 anos y dos vasos. Sin preguntarle si bebia algo, le sirvio un vaso. Ella se sento alli sin saber como responder cuando se lo entrego. “No se si bebes. Y no te preguntare, pero por favor brinda conmigo por el trato”. Dijo con una sonrisa amable. Ella se rio entre dientes pensando en eso. Recordando la sensacion de ardor mientras se deslizaba por su garganta haciendola toser. Desde ese momento, no habia tocado el material, hasta ahora. Agacho la cabeza y tiro el whisky por el desague de la cocina antes de irse a la cama. Una semana despues de la muerte de James McGregor, su hijo entro en su oficina. James Jr. Era un hombre bastante intimidante a su altura de 64. Entro en el edificio con su traje Armani y cruzo el pasillo a grandes zancadas. En el segundo en que su pie toco el suelo de marmol, todos se quedaron en silencio. Porque no habian visto a James Jr. en este mismo edificio en casi tres anos. La secretaria que estaba sentada detras del mostrador cogio el telefono nerviosamente y dijo: “Esta aqui”. La gente se separo mientras se dirigia al ascensor y lo subia hasta el ultimo piso. Sintio poca o ninguna emocion al salir del ascensor. En este punto, estaba solo, lejos de todas las miradas. Echo un vistazo a su alrededor, asimilando todo lo que habia cambiado. La ultima vez que estuvo aqui no habia pinturas, ni flores y, en general, no habia decoracion. Paso junto al escritorio vacio del asistente personal, notando el hecho de que estaba vacio. Habia oido hablar de la llamada asistente personal “perfecta” y esperaba que estuviera sentada alli. Cuando entro en la oficina de su padre e inmediatamente tomo el telefono. “Ven aqui, ahora”, le dijo a la secretaria del otro lado y de la linea. Natalie habia tenido miedo desde el momento en que lo vio que esto sucederia. De hecho, habia estado asustada desde el momento en que escucho que el vendria a la oficina. Habia trabajado en McGregor Industries durante los ultimos cinco anos como secretaria y en esos cinco anos habia conocido a James Jr. tres veces. La primera vez fue despues de haber trabajado alli solo durante un mes. Habia estado de fiesta en ese momento y habian aparecido fotografias en las noticias. Su padre no estaba particularmente complacido con sus acciones y lo maldijo frente a toda la oficina. La segunda vez fue mas de un ano despues, pudo ver que el habia cambiado. En lugar de sus habituales jeans y chaqueta de cuero, llevaba un chaleco con pantalones a juego. De hecho, le habian peinado el pelo y le habia desaparecido la barba incipiente. Esta vez el encuentro con su padre fue diferente. Hablaban mas como jefe y empleado que como padre e hijo. La ultima y ultima vez que lo vio fue hace poco menos de tres anos. Esta vez llevaba un traje completo. Tuvo una discusion con su padre cuando salio furioso del edificio, nadie sabia realmente de que se trataba la discusion, todo lo que sabian era que despues de eso, nunca volvio a visitar a su padre en el trabajo. Ahora estaba de vuelta otra vez. En el segundo en que lo vio entrar, supo lo que tenia que hacer. Tenia que decirle a Elizabeth que se fuera, y lo hizo. Pero tambien sabia que el querria saber donde estaba Elizabeth. Subio corriendo al ascensor y lo subio al ultimo piso. Durante el viaje, se aseguro de alisarse el vestido y arreglarse el cabello antes de que se lo quitara con calma. Casi conteniendo la respiracion, se acerco al hombre que se encontraba actualmente en la oficina de su antiguo jefe. “?Usted llamo?” Dijo de pie en la puerta que se abria. James se dio la vuelta para mirar a la mujer rubia. “?Donde esta ella?” Capitulo 1 Eran las 7 en punto cuando Elizabeth entro en la oficina. Sonriendo para si misma mientras caminaba hacia su escritorio. Casi todos los dias durante los ultimos tres anos habia entrado en esta oficina exactamente una hora antes que su jefe. Hoy, sin embargo, no sabia si veria a su ‘jefe’ en una hora. Sr. McGregor Jr. fue bastante impredecible. Ayer lo habia evitado a proposito, sintiendo que su primera vez de regreso a la oficina deberia ser sin ella. Solo habia conocido al chico una vez. Habia sido en su primer mes trabajando alli y, con toda honestidad, realmente no queria que se lo recordaran. Cerrando los ojos como para deshacerse de ese viejo recuerdo. Aunque solo conocio al chico una vez, habia leido lo suficiente sobre el como para sentir que lo conocia. De vez en cuando aparecia en una de esas revistas de chismes, siendo un idiota como de costumbre. Incluso la forma en que habia tratado a su propio padre le decia que no era bueno. Una vez que los abrio, miro el reloj y noto que eran las 7:10 am, lo que significaba que tendria que empezar. Eran las ocho en punto cuando McGregor salio del ascensor. Sus fosas nasales se llenaron de inmediato con el olor a cafe recien hecho. Miro a su alrededor tratando de localizar a la persona que lo habia elaborado, pero no encontro a nadie alli. Camino hacia la oficina y se sento detras del escritorio. Sobre la mesa del escritorio habia una taza de cafe y justo enfrente de el habia una nota. Estimado Sr. McGregor, Se espera que este en una reunion hoy en el tercer piso a las 9 en punto. Antes de eso, debera leer el documento que se encuentra a su derecha. (Miro a su derecha y vio un papel alli.) Despues de eso, tiene una cita para almorzar en el Pompadour. En cuanto a la tarde, la lectura de la ultima voluntad y testamento del Sr. McGregor se hara a las 3 pm. Saldre hoy ocupandome de varios deseos del Sr. McGregor sr. En caso de que me necesite, llame o envie un mensaje de texto al numero que figura en el reverso de este documento. Atentamente, Elizabeth Waverton PD. El cafe se hizo a las 7:57, negro sin azucar. Se burlo dando la vuelta al papel. ?Quien diablos se cree que es? Como se dice en la carta, habia un numero de telefono escrito alli, rapidamente saco su telefono e ingreso el numero. Por un momento quiso llamarla, pero luego decidio no hacerlo, en cambio, guardo el numero en su telefono y comenzo a leer el periodico. Eran alrededor de las once cuando James abandono la reunion. Sabia que despues de eso se suponia que debia ir a almorzar, pero ella no habia escrito. Asi que decidio llamarla. Tomo el ascensor hasta el ultimo piso y estaba a punto de llamar cuando la puerta se abrio y vio a una joven de cabello castano rojizo sentada detras del escritorio. Al principio penso que lo estaban ignorando cuando vio que ella estaba hablando por telefono. “Sr. Scanlon, con el debido respeto, esto fue arreglado hace meses”, dijo en un tono enojado. “No me importa, el Sr. McGregor quiere el rojo”. James la miro sorprendido por su tono de voz. Cuando la vio por primera vez, le habia parecido diferente de alguna manera, no fragil, pero tampoco como era ahora. La mujer vestia un body de color verde oscuro que supuso terminaria justo por encima de la rodilla. Llevaba pequenos pendientes de perlas y un delicado reloj en la muneca. Su cabello castano rojizo habia sido recogido en un pulcro mono en la parte superior de su cabeza. Llevaba lapiz labial rojo que parecia ser el adecuado para ella y el resto del maquillaje. Este sin duda tenia que ser la asistente personal ‘perfecta’. Siempre habia oido hablar mucho de ella a todo el mundo. La mayoria de las personas que tenian negocios con su padre, o amigos de el, conocian a la joven y todos la adoraban. Segun el mejor amigo de su padre, podia hacer una reserva en cualquier restaurante, incluso si estaba lleno. Otro de sus amigos le dijo una vez que ella podia hablar cuatro idiomas. No sabia si creia todo lo que decian sobre ella, pero ella sabia que incluso la competencia la amaba por completo. No fue hasta que estuvo de pie frente a el que se dio cuenta de que habia terminado su llamada telefonica. “Buenos dias senor.” Ella comenzo sin emocion, ni siquiera una sonrisa en su rostro. “Su cafe esta en su escritorio al igual que una copia de su horario para manana”. Dijo mientras los dos caminaban hacia su oficina. Por un momento escucho atentamente viendo de que estaba hecha, pero pronto tuvo suficiente. “?Donde estabas ayer?” Dijo interrumpiendola. “?Le ruego me disculpe?” Dijo frunciendo el ceno. “Solo pregunto esto una vez mas, ?donde estabas ayer?” Dijo constantemente enojandose. “Tuve un dia personal”. Ella respondio enderezandose. “?Un dia personal?” Se burlo, “Eres un asistente personal, ellos no tienen dias personales. Se supone que debes estar aqui en cada llamada”. “Sr. McGregor, no soy un perro faldero”. Dijo que su tono cambio ligeramente. “O creo que eso es exactamente lo que eres” comenzo, pero fue interrumpido por Elizabeth muy enojada. “!No soy un perro faldero! Y no soy su asistente personal. No sere, ni ahora ni nunca sere Tu asistente. Ya entregue hace dos semanas mi renuncia”. “?Hiciste que?” Dijo luciendo amenazador. “Me escuchaste. Al final de la semana, me ire, no te preocupes”. Dijo enderezandose el vestido. “Ahora, para volver al asunto actual. El trato con Young se ha resuelto y el Sr. Young lo ha invitado a cenar manana por la noche. En cuanto a la gala, la mayoria de las cosas estan preparadas, necesito su opinion sobre el arreglo de la reunion. Pero aparte de eso, todo esta hecho". Con eso ella comenzo a alejarse solo para darse la vuelta y decir: “Ah, y tu reserva para el almuerzo es a la 1 en punto”. Capitulo 2 James no tenia idea de como habia sabido que el Pompadour era su restaurante favorito. Tampoco sabia como se las habia arreglado para conseguirle una reserva para el almuerzo. El tampoco tenia ni idea de como sabia ella la forma en que le gustaba su cafe. Nunca habia conocido a la chica. Actualmente estaba sentado en una mesa para uno en el Pompadour esperando su almuerzo. Una parte de el todavia estaba furioso por su presentacion anterior a la Sra. Waverton. ?De donde saco ella los nervios para hablarle asi? “?Escuchaste sobre Elizabeth Waverton?” De repente escucho decir a una anciana en una mesa detras de el. “?Que quieres decir con Elenor?” Pregunto la otra dama. La curiosidad saco lo mejor de James cuando comenzo a escuchar la conversacion. “Se rumorea que va a dejar su trabajo”. Dijo Elenor. “Oh querida… Ella fue una de las mejores cosas que le ha pasado a esa empresa”. “Lo se, pero aparentemente ella no quiere trabajar para el nuevo CEO”. Ella continuo. “?Pero como llego a trabajar alli en primer lugar?” Dijo la dama que no era Elenor. “Ah, ahora que mi amigo es una historia interesante”. Elenor se rio. "Fue hace unos tres anos cuando la joven Elizabeth Waverton entro en el edificio de McGregor. En ese momento yo todavia trabajaba como la senora del cafe, llevandoselo al senor McGregor en persona. Yo estaba en el vestibulo cuando entro. Esa pobre chica parecia desesperadamente perdida mientras caminaba hacia la recepcion. Detras, sentada Natalie, por supuesto, le dijo que su entrevista de trabajo seria en el ultimo piso. Ahora Elizabeth nunca tuvo nada que ver con los negocios, ella era, oh, no se, algun tipo de cosa que no tenia nada que ver con lo corporativo. Subio a la oficina del Sr. McGregor para un trabajo totalmente diferente al que termino. Aparentemente no habia otro trabajo para ella y el Sr. McGregor dijo que necesitaba un asistente personal. Ella le dijo que no estaba hecha para esa profesion. Pero necesitaba tanto uno que le dijo que le pagaria el doble. Elenor se rio de eso. “Asi que fue entonces cuando nacio la asistente ‘perfecta'”, dijo la otra dama mientras tomaba un sorbo de te. “Oh, Dios, no querida, pasaron meses para que eso sucediera. Al principio, la pobrecita era terriblemente torpe. Nada parecia ir bien, ni se vestia y se veia como ahora. No se como”. Eso paso.” Dijo Elenor. Extrano, penso James, asi que ella no queria ser asistente personal en primer lugar… Todavia no le gustaba su actitud en absoluto. Faltaban cinco minutos para las tres cuando Elizabeth entro en la oficina del abogado del difunto Sr. McGregor. El anciano canoso levanto la vista de su escritorio y dijo: “Un poco demasiado temprano como siempre, Sra. Waverton”. Con una risa al final que se convirtio en tos. “Temprano como siempre, Sr. Jacobi.” Dijo sonriendo mientras caminaba hacia el hombre. “?Necesita ayuda con eso, senor?” Senalo la carpeta grande que estaba sobre el escritorio. “No, no, no querida, ?que clase de caballero te haria llevar eso?” Dijo dandole una sonrisa amable. Juntos hablaron y se dirigieron a la sala de conferencias mas grande donde se leeria el testamento. Fue cuando entraron cuando alguien se aclaro la garganta.

  • 4EVER 3A de Pat Casala

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    Brenda Ortiz lleva desde los trece anos deseando estudiar en el MIT y ahora que por fin lo ha logrado no puede creerse su mala suerte al encontraste con la obligacion de compartir habitacion con Dylan McLaren, un estudiante de informatica muy pagado de si mismo, egocentrico y con una clara tendencia a dejarse llevar por el gran concepto que tiene de el.
    Es una chica de un pueblo de Andalucia que apenas ha salido de ahi. Tiene principios, es centrada, estudiosa, un genio de las matematicas y con una personalidad claramente definida. Y sabe muy bien que no quiere. Por eso le molesta tanto la presencia impuesta de Dylan en su vida, y mas cuando empieza a jugarle malas pasadas para luego reirse de ella.
    Pero el no deja de insistir.
    A veces no se pueden prever los designios del destino. Porque, ?hay algo mas detras de ese chico? ?Puede Brenda adentrarse en su corazon? ?O acabara sufriendo?

  • No todos los principes han sido ranas de Sweet Melibea

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    Ay, mi madre! --Me lleve las manitas a la boca, asombrada ante la belleza de aquel vestido que me iba a prestar mi amiga Cayetana. Cayetana tenia un vestidor de envidia y yo, lo cierto es que, en los ultimos anos habia tenido que renunciar a ciertos caprichos, pues Carmen, mi pequena hijita de tres anos, se habia convertido en mi prioridad en todos los sentidos. --?Te gusta? --me pregunto Cayetana, sonriendo. --?Que si me gusta? --pregunte yo, emocionada--. !Es una preciosidad! La verdad es que lo era. Era un vestido precioso de seda color marfil con ribetes dorados y sisa.--Quedara perfecto con una americana --me aconsejo Cayetana. Asenti, haciendo mover asi mi larga coleta de caballo de color rubio. --De eso si que tengo --dije poniendo morritos, despues cogi el vestido de las manos de Cayetana, el cual estaba metido en una funda de plastico y lo admire de nuevo. --Es un Dior, querida, cuidalo. --Is in Diiir, quirida, ciidili --se burlo Alejandra de Cayetana para despues guinarme un ojo. Ahi estabamos de nuevo las tres, como las tres mosqueteras, solo que, sin espada, pero siempre dispuestas a ayudarnos las unas a las otras. Le saque la lengua a Cayetana. --Te lo cuidare genial --le asegure convencida. Aquel dia era especial, pues Carmencita empezaba su primer dia de colegio, al igual que yo, ya que habia encontrado una plaza en la bolsa de trabajo en la que me habia apuntado y, ademas, tenia una cita. Hale, hale, alegria, todo junto. Lo ultimo es lo que mas preocupada me tenia, pues Carmencita era una nina muy extrovertida y estaba segura de que su adaptacion al colegio no seria un gran problema para ella, y en cuanto a mi nuevo trabajo, estaba encantada, pues ademas era en el mismo centro educativo al que iria Carmen y estaria cerca de ella, a pesar de que no pudiera verla. En efecto, me dedicaba a la docencia y habia tenido la suerte de poder dedicarme a ello nada mas terminar la carrera, algunos anos atras. Estudie un doble grado de magisterio infantil y primaria y, si bien habia trabajado ya con los ninos y ninas mas mayores, en primaria, aquel ano me habia tocado infantil. Pero mi gran drama era que, en aquel momento, en el que tenia casi veintisiete anos, para mi desgracia, todavia no habia encontrado a ese hombre que seria para mi un principe azul, porque, por supuesto, yo si creia en aquellos seres de cuya existencia han dudado la mayoria de las mujeres, asi que lo que mas angustiada me tenia era eso: la busqueda. No queria darme por vencida, pues Dani, el padre de Carmen y mi primer novio formal, perdio el azul de su capa de principe, asi que ansiaba encontrar un nuevo amor que tuviese aquellas caracteristicas. Mi relacion con Dani se habia convertido en algo un tanto toxico, pues tantos intentos nunca son buenos, por lo que hacia tiempo que habia decidido cortar de raiz cualquier lazo amoroso y tener una relacion meramente cordial por Carmen, la unica union que teniamos. Si habia tardado tanto tiempo en hacer aquello habia sido porque Dani era demasiado. Chupa de cuero, pelito de punta, algun que otro tatuaje escondido, chico de gym... tu ya me entiendes. Ademas, a todos esos atributos se sumaba el tiempo que habiamos estado como pareja y todos los momentos que habiamos pasado juntos. Pero, pese a todo eso, no dejabamos de ser incompatibles y eso yo lo sabia de sobra. Por supuesto, mis amigas Alejandra y Cayetana, habian decidido tomar partido en aquel asunto y, con fin de aportar su granito de arena, presentarme un par de chicos para que tuviera algunas citas. Nunca se sabia donde se podia encontrar el amor verdadero. --Seguro que impresionas a Miguel --dijo Cayetana. Asenti con la cabeza, aunque no las tenia todas conmigo, pues los nervios solian jugarme a menudo malas pasadas. Miguel era una de aquellas citas, amigo de Cayetana, y con el que quedaria para cenar aquella noche. --Y el a ti --anadio Alejandra sonriendo. --!Ya me diras! Alto, guapo, rubio como tu, nena. Y piloto. --Cayetana me guino un ojo. --Me estais poniendo nerviosa --admiti borrando toda sonrisa de mi cara--, y cuando me pongo nerviosa me hago cacota, asi que, por favor, os pido que... --Uy, cacota, dice --se carcajeo Alejandra interrumpiendome--. Carino, tranquila, todo va a salir bien. Eso no sucedera hasta esta noche, primero tienes que llevar a Carmen a su primer dia de escuela. Trague saliva, un apice mas tranquila, Alejandra tenia razon, aunque... --Un momento, ?me estas diciendo que esta noche si me cagare encima? --pregunte con la ceja arqueada. Alejandra solto una risotada. --!No! --exclamo--. Solo era una forma de hablar. Tengo que irme, mi turno en el hospital comienza en nada. Alejandra beso nuestras mejillas y se marcho de mi casa. Habiamos quedado pronto, justo antes de que me marcharse al colegio con Carmen, porque durante el dia, entre unas cosas y otras, nos seria imposible vernos. --Yo tambien me voy --dijo Cayetana. --?Tienes algo que hacer? --le pregunte interesada al tiempo que cogia el babi del colegio de Carmen y lo metia en su mochila de Peppa Pig, la cerdita rosa de dibujo animado que traia loca a mi hija. --Lo cierto es que no --contesto Cayetana mirandose una una--, asi que supongo que ire un rato al spa. Arrugue el ceno. Cayetana era asi, tenia dinero y solamente se dedicaba a actuar en recitales de piano. Menos mal que desde que Alejandra recupero su buena suerte, una vez la hubo perdido por haber interrumpido un ritual, nosotras tambien sufrimos el rebote de la buena fortuna y la habiamos recuperado tambien, y Cayetana habia logrado de nuevo subirse a un escenario y yo que me hija comiese como antes, ya que me escupia el pure en la cara y, por supuesto, volver a tener citas. Me encogi de hombros y Cayetana se levanto del sofa para marcharse, haciendo resonar por las baldosas del suelo sus caros zapatos de tacon. --Llamame cuando Miguel te haya traido a casa. --De acuerdo. --Un besito, cielo. --Cayetana se despidio con la mano antes de salir del apartamento y despues cerro la puerta. Fue en ese momento, cuando me quede sola, con Carmen un tanto adormecida en el sofa como unica compania, que tuve que respirar para controlar los nervios. <>, pense. --Carmen, bonita, ?al cole? --pregunte a mi nina con una sonrisa, conteniendo aquellas tontas ganas de gritar que habian aparecido de pronto. La pequena me miro a los ojos y asintio sin rechistar. --Perfecto. Vamos a ello. Y asi, comenzo mi dia, como tambien el resto de mi vida, aunque yo todavia no era consciente. Capitulo 2 Como habia esperado, la puerta del colegio estaba abarrotada de mamas y papas emocionados por el primer dia de colegio de sus retonos, sobretodo en el area de infantil. Los futuros companeros de clase de Carmen lloraban desganitados, tornandose asi rojas como los tomates sus caras; otros soltaban algun que otro gemido lastimero al tiempo que los moquillos salian de su nariz. Y luego estaba Carmen, que parecia totalmente impasible a lo que sucedia a su alrededor. --Mira todos tus amigos, Carmen --le dije agachandome para ponerme a su altura. Ella miro a su alrededor y despues mordio una de sus unitas, algo que habia heredado de mi. --Estan llorando, mama --dijo con la boquita pequena. --Si, tienen un poco de miedo, pero no va a pasar nada --le dije sonriendo, no fuera a ser que se pusiera a llorar ella tambien, con lo que bien que iba todo--. Tu no lloras, eres muy valiente. Ella me miro y me sonrio ladeando un tanto la cabeza, haciendo que sus dos coletitas se movieran. --?Me tengo que ir con la profesora? --Claro, aunque esta profesora es de ninos y ninas mayores, como tu. --Es verdad. --Vas a jugar un monton --le recorde acariciandole la pequena espalda con la palma de mi mano. Ella sonrio y asintio con la cabeza. En ese momento, la atencion de las madres se desvio hacia una persona que venia hacia el lugar en el que nos habiamos concentrado; suponia que seria la profesora, que venia a por sus pequenos alumnos, por lo que no preste demasiada atencion. Suerte que, al principio, durante algunas semanas, entraban de forma escalonada para que la adaptacion fuera menos dura. --?Es mi profe, mami? --pregunto Carmen, estirandome de la camiseta. Arquee mis cejitas. --Pues... Entonces, de entre todas las miradas que tenia a su alrededor, se centro en la mia, como si la estuviera buscando, como si realmente esperara encontrarme ahi. --?Nerea? Parpadee un par de veces, un poco aturdida. !Menuda casualidad! --Si --atine a decir, nerviosa. ?Por que? Pues no se, si no pasaba absolutamente nada, pero yo era asi, asi que vete acostumbrando a mis meteduras de pata por ponerme taquicardica. --Nerea Robles, si --dijo el chico, abriendose paso entre las mamas y papas, que comenzaban a mirarme con mucho interes. Sonrei. --Nacho, ?que haces aqui? --pregunte.

  • Los asquerosos de Santiago Lorenzo

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    Manuel acuchilla a un policia antidisturbios que queria pegarle. Huye. Se esconde en una aldea abandonada. Sobrevive de libros Austral, vegetales de los alrededores, una pequena compra en el Lidl que le envia su tio. Y se da cuenta de que cuanto menos tiene, menos necesita. Un thriller estatico, una version de Robinson Crusoe ambientada en la Espana vacia, una redefinicion del concepto <>. Una historia que nos hace plantearnos si los unicos sanos son los que saben que esta sociedad esta enferma. Santiago Lorenzo ha escrito su novela mas rabiosamente politica, lirica y hermosa.

  • Highlander en la niebla Amor de Natalia Walsh

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    ?Y si volver atras solo empeorase las cosas?

  • Mujeres malqueridas de Mariela Michelena

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    A lo largo del ultimo siglo son muchos y muy valiosos los territorios que la mujer ha conquistado. El voto, la independencia economica y decidir como, cuando, donde y con quien tendra sus hijos, son logros indiscutibles. Sin embargo, en medio de los aplausos por tantas victorias, llevamos algun tiempo escuchando las quejas de mujeres independientes y emancipadas, que sufren por un mal amor. Hace no tantos anos su lamento encajaba perfectamente en el listado interminable de maltrato y postergacion social del que la mujer ha sido victima. Su padecimiento por amor era una queja mas, o casi podria decirse que una queja menos, porque entre tanta reivindicacion fundamental, una lagrima, una espera, un nudo en la garganta o un insomnio, parecian detalles insignificantes. Tomando en cuenta las condiciones de menoscabo que ha sufrido durante siglos la mujer, interrogarse por su felicidad en el amor hubiera sido como si, ante un nino que empuja una carreta de carbon en una mina de Gales, nos hubieramos preocupado por el estado de sus unas o de sus dientes. Hoy, que otros problemas mas acuciantes estan resueltos, las voces de las mujeres que sufren por amor se escuchan con mas intensidad. Sus lamentos chirrian en un mundo que muchas dan por conquistado. Todos conocemos a mas de una mujer que se queja de que la quieren mal. El eco de su pena se escucha en los lugares de trabajo, en el gimnasio, en las animadisimas comidas entre amigas y en las series de television. Dicen que es un tema femenino de actualidad. Por supuesto que conozco y frecuento todos esos foros, pero en este libro voy a hablar desde mi experiencia como psicoanalista. Malqueridas Cuando hablemos de malqueridas hablaremos de mujeres que padecen por un mal amor, no necesariamente de mujeres maltratadas fisicamente, sino de mujeres enzarzadas en relaciones imposibles, destructivas, que lloran por un amor perdido o sin futuro aunque pasen toda la vida enganchadas a ese llanto y a esa relacion. Mujeres fieles a parejas intermitentes. Amores furtivos, prohibidos, clandestinos. Mujeres extraordinarias que se transforman en ninas enfermizas si un hombre no las llama. Mujeres encadenadas a una pena de amor, condenadas a ser la horma de cualquier zapato, o a instalarse debajo de cualquier zapato. Mujeres que no se cansan de escuchar: <>. Mujeres sumisas, mansas, asustadas, complacientes. Mujeres que son fuertes ante todos los retos de la vida, brillantes para resolver sus tareas, para enfrentarse a cualquier desafio, valientes para todo, excepto para resguardarse de ese hombre que las quiere mal. Mujeres dispuestas a esperar y a esperar y a esperar. Enganadas, traicionadas, malqueridas... De sus parejas seria arduo delimitar donde empieza el maltrato emocional y donde termina la malquerencia. Y cuando digo que las malquieren, no me refiero a que NO las quieran, al contrario, puede incluso que las quieran muchisimo, lo que ocurre es que las quieren mal. Quieren a una que no es ella, la quieren raro, torcido, al reves, y ella se retuerce y se contorsiona hasta encontrar la forma exacta que encaje con el trazado caprichoso de ese mal amor. A veces el hombre quiere a <> que tiene en su imaginacion y pretende transformar a su amada en alguien que no es ella, y la amada descoyunta su ser intentando complacerle. A la mujer verdadera apenas la tiene en cuenta, a veces ni siquiera se ha preocupado por conocer sus gustos, sus inclinaciones, sus dificultades; ?para que? Es suficiente con que ella siempre este alli para el. Se trata de un amor que suele quedar un poco estrecho de cintura y holgado de espalda. Es un amor <> que no le sienta bien a casi nadie y que, no obstante, esa mujer insiste en llevar a cuestas a pesar del sufrimiento que le supone. Una mujer subida a un amor como ese, debe tener la misma sensacion que una mujer subida a unos zapatos prestados, estrechos, puntiagudos y de tacon muy alto. Mientras todos los que la rodean la ven haciendo malabares y tambaleandose, ella se cree elegantisima y maravillosa, incapaz de reparar en que no es mas que una mujer que sufre y que se siente profundamente desgraciada. Lo que yo sostengo es que en toda mujer malquerida por una serie de hombres, hay una mujer que se quiere mal a si misma. Y cuando digo que se quiere mal, quiero decir que se quiere con un amor tergiversado. Con sus palabras ella dice que quiere una cosa, pero sus actos revelan que quiere otra. No estoy hablando de que <>; no me refiero a que tenga una <>. Puede que, sin saberlo, incluso, se quiera a si misma en exceso y se sienta en el fondo tan fuerte y tan poderosa como para ser capaz de salvar, por amor, todas las dificultades que se le presenten en el camino, aunque en el empeno se deje la sangre y la piel. Alguien que hace un mal negocio no necesariamente es alguien que no tiene dinero, puede quedarse sin dinero por no haber sacado bien las cuentas, a causa de un negocio torcido, o de una mala inversion. Pero quedarse sin dinero es una consecuencia, no una causa. Quedarse sin autoestima puede ser la consecuencia de haber invertido mal el amor propio. A veces el amor propio tiene una preocupante tendencia al heroismo, a adornarse a si mismo con una capita de superheroe, que lleva a su duena a sentirse capaz de acometer ciertas proezas titanicas que no le reportaran ni el exito, ni la fama mundial, ni siquiera le serviran para asegurarse un lugar en el Cielo. Solo obtendra cansancio, humillacion y sufrimiento. Ellas tienen la palabra Desde mi experiencia como psicoanalista, he tenido ocasion de toparme con muchas mujeres malqueridas. Sus historias aparecen en estas paginas lo suficientemente enmascaradas como para que ni siquiera ellas mismas puedan reconocerse. Todas ellas me han ensenado algo. Todas y cada una me han permitido descubrir una fascinante y singular respuesta. A todas ellas, para empezar, mi agradecimiento. A cada una de sus historias me acerco como si fuera la primera y no puedo dejar de preguntarme <>. ?Y por que esta mujer, tan inteligente, tan desenvuelta y exitosa en su trabajo, no se da cuenta de cuanto esta sufriendo? Y, si lo sabe, ?por que lo acepta como si no tuviera otra alternativa? ?Y por que sufre tanto por el final de una relacion que iba tan mal? ?Y por que vuelve con el despues de todo lo que ha sufrido a su lado? ?Y por que lo echa tanto de menos si apenas se soportaban? ?Y por que sigue esperando a que cambie, si es evidente que nunca va a cambiar? ?Y por que le parece que ese hombre es tan extraordinario si tampoco es para tanto? ?Y por que se ha buscado a otro hombre exactamente igual al anterior? De todas estas preguntas se desprende una que resulta esencial: ?que ventaja saca ella de todo esto? ?Que extrana y secreta transaccion ha realizado ella, consigo misma, con su pareja, con la vida, para creer que una situacion tan dolorosa le resulta rentable? ?Como explicar que se resista con tanta voluntad a abandonar ese lugar que aparentemente es tan incomodo? Intentar responder a estas preguntas es el tema que va a recorrer como un hilo rojo las paginas de este libro y lo que va a diferenciarlo de otros.

  • Un ruso blanco en la Division Azul de Xose Manoel Nunez Seixas

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    Este libro recoge las memorias ineditas -con edicion, estudio introductorio y notas de los historiadores Xose M. Nunez Seixas y Oleg Beyda- del exiliado ruso blanco Vladimir Ivanovich Kovalevski (1892-?), quien tras servir en la Legion Extranjera francesa recalo en Espana en 1938 como voluntario en las filas franquistas. Tras establecerse en San Sebastian, en junio de 1941 se alisto como voluntario e interprete en la Division Azul. Desde su perspectiva de veterano anticomunista y patriota ruso, Kovalevski muestra en sus memorias su pronta decepcion con el proceder de la Wehrmacht en Rusia como ejercito ocupante, y adopta una postura critica hacia el comportamiento de los soldados de la Division Azul y sus mandos -desde el general Munoz Grandes hasta Fernando Castiella, posterior ministro de Asuntos Exteriores franquista.

  • Las dos muertes de Ray Loriga de Daniel Jimenez

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    En 2017, tras varios anos de silencio, Ray Loriga gana el Premio Alfaguara con su novela Rendicion. El escritor mas representativo de la nueva narrativa espanola de los noventa recupera de golpe la fama que habia ido perdiendo. El libro recibe buenas criticas y se agota la primera edicion, la segunda, la tercera. Ray concede entrevistas, bromea con los periodistas que le habian dado por muerto, acude como invitado a un late night. Luego viaja a Latinoamerica para promocionar su obra. La gira finaliza en Buenos Aires. Y alli, en un hospedaje del barrio de La Boca, aparece su cadaver.

  • La psiquiatra de Wulf Dorn

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    El caso de una paciente maltratada y aterrorizada se convierte en la pesadilla de la psiquiatra Ellen Roth. La mujer teme ser raptadas por el hombre del saco. Se lo susurra a Ellen y luego desaparece sin dejar rastro. Nadie la ha visto ni sabe nada de ella. Ellen quiere encontrarla. Pero cuando lo intenta, se ve involucrada en un macabro juego del que no sabe como salir para salvar a la paciente y a si misma. Solo puede intentar encajar las piezas de un rompecabezas diabolico. Mientras se precipita a un abismo de violencia, paranoia y terror, descubre que los problemas nunca no se arreglan solos…

  • Un amor de locos de Hugo Sanz

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    Marina, Marina, mira la tiara de flores que te he comprado para el dia de tu Primera Comunion, ?no es una autentica preciosidad? -Mama, si que es muy bonita, pero ?cuantas veces voy a repetirte que tengo veintiocho anos? -?Veintiocho? Seran ocho, hija mia. Y date prisa que ahora mismo nos vamos para la catequesis. -Mira, mama, por ahi viene papa. ?Por que no te marchas a tomar un cafelito con el y me esperais en el bar para llevarme a la catequesis? -Venga, pero no tardes, ?eh? Que luego te pones a jugar con Celia y se te va el santo al cielo. No se lo que harias sin tu madre-me solto y yo respire lentamente para que no me diera el ataque. Mi madre salio cantando por Ana Belen, concretamente el “mirala, mirala, mirala, mirala, la puerta de Alcala…” y yo pense que de la puerta de Alcala no, pero que de un puente si que me iba a tirar cualquier dia. -Te va a dar el ataque, te va a dar, ?te traigo la bolsa para hiperventilar? -me pregunto Celia. -No, con que me acerques el Ventolin sera suficiente. Esto es una locura, siempre lo mismo… -No te quejes, ya sabes que yo daria la misma vida por tener a mis padres conmigo, que me he quedado mas sola que la una en la vida. Y ahora ni unos padres ni otros, me va a dar el ataque a mi tambien, pero de pena… -No te preocupes que los vamos a encontrar… -?Me lo prometes? -Su carita de necesidad hizo que se me cayera el alma al suelo. -Palabra de Marina. -Que solemne te ha quedado. -Celia hizo un aspaviento de los suyos y yo esboce mi mejor sonrisa. Tenia toda la razon del mundo. Yo no tenia derecho a quejarme o, dicho de otro modo, si yo lo tenia, ella debia colgarse de un pino. Me llamo Marina y mi historia deberia ser de lo mas convencional, claro que debiera serlo no quiere decir que lo fuera. Mejor dicho, lo fue hasta mis veinte anos… Concretamente ocurrio el dia de mi cumpleanos. Mi madre, Susana, vino a recogerme tras haber estado de celebracion con mis amigas. Lo hizo sola, pues mi padre, Alberto, que es policia, estaba de guardia esa noche. Jamas hemos podidos explicarnos como ocurrio. Bueno, no he podido explicarmelo yo, porque mi madre por suerte no recuerda nada de lo sucedido. El caso es que ibamos ambas charlando animadamente mientras ella conducia cuando, salida como de la nada, una motocicleta de gran cilindrada se nos empotro a toda pastilla por la luna delantera. Milagrosamente yo sali casi ilesa a excepcion de una pequena cicatriz en la frente que no se observa a simple vista, pero que si te fijas esta ahi y se da un aire a la de Harry Potter, motivo de mofa eterna para mis amigos. No imaginais las bromitas que he tenido que aguantar al respecto. Por desgracia, lo de mi madre no quedo en una anecdota. sino que fue una total pesadilla, pues la pobre entro en coma y estuvo asi dos meses… Dos eternos meses en los que mi padre, mi hermano Carlos y yo rezamos a todos los santos para que no apartara de nuestro lado a la mujer que hasta entonces fue el faro que alumbro nuestros dias. En contrapartida, la fortuna quiso que mi madre despertara una buena manana. Lo primero que pregunto al verme fue si ya me habian echado el agua bautismal. Recuerdo la cara con la que nos miramos los tres y las risas que nos echamos, felices por haberla recuperado y pensando que aquello era unicamente una laguna de su memoria. Lo malo vino cuando comprobamos que mas que lagunas, en su memoria lo que habia era oceanos completos… A mi madre, sencillamente, le faltaba un tornillo o mejor dicho una caja completa de ellos. No tardamos en darnos cuenta de que la nueva situacion habia llegado para quedarse y que teniamos faena por delante. Hechos como que nos levantara cada manana para ir al colegio, que quisiera ponerme dos trenzas o que se empenara en vestir a mi hermano (que ya estaba estudiando Ingenieria Informatica en la universidad), dieron las siguientes voces de alarma. Por no contar cuando queria venir conmigo y con mis amigas, cogiendo la ropa de mi armario y fotografiandose, poniendo morritos en el bano, antes de coger la puerta para salir de marcha. Mientras, el pobre de mi padre demostraba quererla mas que a su vida y tener mas paciencia que el santo Jobs. Un ano despues de su despertar, los medicos nos dijeron que ya su cabeza habia avanzado todo lo que podia hacerlo y se habia estancado. “?Avanzado?” Yo no sabia si reir por los nervios o llorar como una Magdalena por el percal que teniamos por delante. Y encima Carlos se nos echo una novia llamada Karina (si, si, igualito que los protas de la serie “Cuentame como paso”) y lo que ambos nos contaron es que se iban a vivir a Londres y que alli nos quedabamos mi padre y yo con la papeleta. Permaneci un buen punado de anos viviendo con ellos y echando una manita en todo lo que podia en casa, pero seis meses atras decidi independizarme con Celia, mi socia y amiga. Celia y yo eramos una y carne y ella tambien me habia servido de gran ayuda con mi madre en innumerables ocasiones. No en vano, decia que tambien era la suya, su segunda madre; y eso que ella con lo de las madres y los padres tenia un cacao monumental que ya luego os contare. A resultas de aquella, mis padres ahora vivian solos, pero eso no queria decir que yo no estuviera en contacto permanente con ellos y que no me ocupara de muchos aspectos de su vida domestica. Eso si, mas que nada a modo de supervisora porque de tenerles la casa como los chorros del oro y de que todo funcionara en ella se encargaba Urraca, su chica de servicio. No voy a negarlo, la primera vez que me dijeron que su asistenta se llamaba Urraca, como los dibujitos animados aquellos de “Las urracas parlanchinas” me tire al suelo de risa. Bromas aparte, yo debia besar el suelo por donde pisaba esa chica porque el marron que me habia quitado de encima era del tamano de una catedral. Dicho esto, yo sentia la obligacion de estar al quite, por cualquier cosa que mis padres necesitaran, pero tenia la posibilidad de hacer mi propia vida sin mayores trabas. Convivir con Celia estaba constituyendo toda una experiencia pues, aunque esa petardilla a veces me sacaba de quicio, yo la queria como a una hermana. ?Por que me sacaba de quicio? Por cosas como que solia hablar a voces (debia pensar que todos estabamos sordos); porque tenia la misma memoria que el pez Dory (por lo que no se acordaba nunca de nada de lo que yo le contara); porque tenia mas cara que espalda (y a veces me ponia en el palo por ello) y porque le gustaba un movil mas que a un tonto un lapiz (y a menudo se pasaba horas inmersa en la pantalla y desconectada de todo mundo que no fuera virtual). Aunque comprendo que la he puesto a parir en un momentito, tambien tengo que decir que Celia era la mejor amiga que una pudiera tener y alegre como unas castanuelas… Eso si, aguita tambien con la nina cuando se enfadaba, dado que tenia un caracter que solia decir que no se aguantaba ni ella, claro que yo tambien era de armas tomar. En definitiva, las dos teniamos un fuerte caracter, pero nos complementabamos a la perfeccion, aunque de higos a brevas nos formaramos unas buenas zapatiestas y nos pusieramos finas. Pese a eso, todo hay que decirlo, nunca llegaba la sangre al rio y, es mas, despotricar nos servia para desahogarnos y luego echarnos unas buenas risas a costa de los improperios que soltabamos cuando se nos calentaba el pico. He mencionado antes que, aparte de ser mi querida amiga, Celia era mi socia. Y es que hacia dos anos que ambas nos lanzamos a la colorida y dulce aventura del cupcake y montamos el “Celicioso”. Elegimos este nombre haciendo honor al de Celia, pues fue mi amiga quien siempre tuvo en mente la idea de abrir el negocio y yo quien no tarde en asociarme con ella en cuanto la vi decidida. La verdad es que basto con abrir las puertas de nuestro precioso local, que nos llevo unos meses decorar, para saber que aquel iba a ser un exito rotundo. Y lo fue, hasta el punto de que no descartabamos abrir mas sucursales en otro barrio de nuestra ciudad o contratar personal de refuerzo porque ambas no dabamos ya abasto. No en vano, la nuestra era una de las pastelerias y cafeterias mas cuquis, bonitas y dulces de la ciudad y en ella no solo vendiamos exquisitos cupcakes sino muffins, plumcakes, coconuts, tartas y otro sinfin de productos que hacian las delicias de los mas golosos. Todo esto nos permitia a Celia y a mi disfrutar de una posicion economica desahogada y, aunque ambas teniamos en mente hacer alguna inversion inmobiliaria en el futuro, de momento nos habiamos lanzado al alquiler de un magnifico atico que decoramos a nuestro gusto. El atico estaba a estrenar y sin amueblar, por lo que fue para vernos a la hora de personalizarlo. En mi vida habia tenido mas discusiones con Celia, pareciamos un matrimonio mal avenido. Al final, dividimos la casa por estancias y cada una se encargo de la decoracion de varias de ellas. El resultado, en contra de lo que pudiera pensarse, fue bastante armonioso y las dos estabamos muy satisfechas.

  • Las orillas del aire de Karina Pacheco

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    En 1940 una mujer desaparece en un lago mientras ensena a nadar a sus hijos. Su muerte deja un halo de misterio y su recuerdo se entremezcla con la crueldad, los mitos y los ecos del mundo que la envolvia.

  • El pueblo de los maldecidos de Marc Sans

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    Ava tiene 18 anos y durante unas vacaciones con sus amigas tiene un accidente de coche en mitad de un bosque desconocido de un lugar perdido de Polonia.
    Sin saberlo, ha traspasado una frontera invisible.
    Ahora se encuentra en Zamozni, un pueblo oculto del mundo durante siglos, donde TODOS sus habitantes son maldecidos al nacer por Ela, la Reina Bruja que los gobierna.
    Las maldiciones son insolitas y variadas, como la de los Starek, la familia que acoge a nuestra protagonista: todos tienen la apariencia de unos jovenes adolescentes. Pueden convivir con las maldiciones pero, desde luego, en el mundo real no pasarian desapercibidos.
    Los habitantes del pueblo maldito no han conseguido salir de el y nunca antes habia entrado nadie. Solo la Reina Bruja puede.
    Hasta que llego la misteriosa extranjera. A salvarlos. A enamorarse sin esperarlo.

  • Las aguas rebeldes de Sara Raasch

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    Una revolucionaria. Un pirata. Un principe.

  • CEO Temporal de Lexy Timms

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    !La autora de Best Sellers del USA Today, Lexy Timms te trae una sexy y dulce novela romantica que te tendra apoyando a la mas debil todo el tiempo!

  • Bajo la sombra de una mentira de Arenos Consuegra

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    Bajo la sombra de una mentira, ambientada a principios del siglo XX, narra la historia de Marina, una joven muchacha que deja su pequeno pueblo para ir a trabajar como doncella a una mansion a orillas del mar. En aquella casa escuchara unos gritos extranos, sobre los que preguntara y nadie le dara respuesta. Descubrira en Fernando, el senor de la mansion, un amor diferente al de Diego, su primer amor. La vida de Diego, el pasado de dona Clotilde y el resto de los habitantes de la aldea, se iran desvelando y desarrollando a la par que la suya. El tiempo y una serie de circunstancias, alguna tragica, volveran a llevar a Marina a su pueblo y a cruzar su vida con la de Diego.

  • Matar al tertuliano de Juan Pedro Cosano

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    Florencio Paton es inspector jefe de la UDEV de la comisaria de policia de Pozuelo de Alarcon. Odia su nombre y su apellido, ha sufrido un mal divorcio y ha de soportar a un hijo que, sin trabajo y proximo a la treintena, dedica su tiempo a cazar Pikachus con sus amigotes. Esta cansado de su trabajo, tal vez tambien de la vida, espera el pase a la segunda actividad y, en su existencia, hay pocos alicientes aparte de su desmedida aficion a las series y a las buenas peliculas. Tiene entre quienes lo conocen fama de bebedor, de algo machista y de hacer gala de una cierta radicalidad en sus opiniones.

  • Y tenia que ser mi jefe 1 de Norah Carter

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    --Buenos dias -- empezo Peter, mirando a todos al frente --. Todos sabeis quien es. Para quien no lo sepa, su nombre es Alexia. No creo que tenga que dar muchas explicaciones sobre mi vida personal. Todos sabeis, ademas, que nunca lo hago. Hoy hare una excepcion puesto que atane a la empresa al completo. Alexia y yo hemos decidido volver. Nuestra vida privada no le interesa a nadie, repito, pero ella ha solicitado formar parte de la empresa y he creido necesario, para evitar rumores, que mis empleados sepan que, a partir de ahora, mi esposa sera mi mano derecha en la direccion de este departamento. Tras llegar a un acuerdo entre ambos, Alexia comenzara hoy mismo a desempenar su trabajo. Espero el respeto que se merece con su cargo y que todos cooperemos. En ese momento me miro a mi y yo baje la vista para que no viera las lagrimas en mis ojos. Coloque las manos debajo de la mesa, pues no dejaban de temblarme. Me sentia completamente sola y abandonada. -- Eso es todo, que tengais un buen dia. Peter se levanto, espero a su mujer y salieron de la sala. Mis companeros los siguieron y yo me quede alli, sentada, sin poder reaccionar. No me habia gustado nada su forma de mirarme y aquel tono de ceremonia que habia empleado para presentar a la que seria su nueva colaboradora. Alexia... Su mujer... Si, su mujer ahora se convertia en alguien que me vigilaria, que observaria de cerca cada uno de mis movimientos, que me impediria mantener un trato directo con quien creia que habia sido el hombre de mis suenos. ?Por que, demonios, se comportaba asi aquel hombre? ?Por que habia hecho tal cosa? Me sentia enganada. Peter se habia burlado de mi. Se habia aprovechado de mi completamente. Lo peor de todo no es que pensara en que se habia aprovechado de mi cuerpo, de mi manera de entregarme a el. No. No era eso. Lo peor es que me habia enganado con la intencion de herirme profundamente. Me habia hecho creer en unos sentimientos de afecto hacia el que de repente se volatilizaron. --Vamos, Davinia, ya se fueron todos -- dijo Manuel al ver que era incapaz de reaccionar y levantarme. --Ve, ahora voy yo -- respondi sin poder alzar la vista del suelo y con un dolor en el corazon lleno de rabia y decepcion. --Esta bien, pero si me necesitas, solo tienes que avisarme-- respondio sabiendo que algo habia sucedido entre el senor Evans y yo. Me quede un rato sentada en aquella silla hasta que vino la secretaria y me dijo que tenia que abandonar aquella sala. Aquella reunion habia sido una derrota para mi. Me arrastre hasta mi despacho y alli me encontre a mis companeros. Parece que Manuel ya les habia dicho algo a Desiree y a Natalia, pues se mostraron enseguida muy preocupadas cuando entre por la puerta. --?Que ha pasado, Davinia? -- pregunto Naty. --Nada. No me encuentro bien. Nada bien -- dije yo con un tono lastimoso. --No me lo creo. ?Te has visto en el espejo? Parece que vienes de un entierro -- anadio Desiree. --Dejadla tranquila, chicas. No os metais donde nadie os llama -- intervino Manuel intentando evitar que me hundiera alli mismo. --Solamente queremos ayudarte, Davinia. Nos preocupa verte asi. ?Ha habido algo entre vosotros, verdad? -- pregunto Natalia de buena fe, con intencion de que yo me desahogara y explicara todo. --No se por donde empezar -- dije yo acongojada. --Lo importante ahora es que te tranquilices y, si quieres contarnos algo, te escucharemos -- anadio Desiree con voz dulce. --No tengo ganas de hablar, pero la vida a veces es una putada. No se si voy a poder con esta carga -- dije yo titubeando, pues las lagrimas y unas ganas terribles de llorar me impedian expresar con claridad lo que sentia en aquellos momentos. --Entiendo lo que dices, Davinia. No se lo que ha pasado entre el Sr. Evans y tu. Pero mi olfato me dice que la llegada de Alexia te ha dejado K.O., ? me equivoco? -- dijo Natalia acercandose a mi para darme un abrazo. Desiree hizo lo mismo a continuacion y las tres hicimos un breve circulo. Me decian todo tipo de cosas carinosas y yo lloraba con mas fuerza. Necesitaba sacar el dolor que tenia dentro, pero aquel no era el momento. Me acariciaban las mejillas, me secaban las lagrimas y al final, por iniciativa de Natalia, las tres nos fundimos en un abrazo. Manuel seguia delante del ordenador, pero pude observar que sus ojos estaban vidriosos. Se que a mis companeros sinceramente no les gustaba verme en aquel estado. --Todo se solucionara, ?me oyes? -- dijo Desiree. --Nosotras siempre tratamos de facilitar las cosas y, si necesitas estar mas relajada estos proximos dias, Manuel y yo nos haremos cargo de tus informes -- apunto Natalia con una sonrisa amable en el rostro. --Gracias, chicas, os lo agradezco. Pero ahora lo que necesito es volcarme en el trabajo -- dije yo con el corazon encogido. --Respetamos que no nos quieras contar nada -- dijo Desiree con un tono serio. --No puedo ni debo. Siento decirlo. Pero estoy muy confundida y lo que necesito ahora mismo es respirar hondo, relajarme y reflexionar -- dije yo mucho mas calmada. --Pobre ... -- solto Natalia. --Si, sera mejor que volvamos al trabajo. Ya sabes, Davinia, no trates de hacerte la valiente. Si necesitas marcharte, nosotras nos encargamos de todo. Manuel, ademas, es un maquina con la redaccion de informes -- dijo Desiree esbozando una leve sonrisa de complicidad. --Hazle caso a las chicas, Davinia. Podemos hacer tu trabajo hoy y manana vuelves con energias renovadas -- propuso Manuel con aire paternal. --Os lo agradezco, pero soy una profesional. Y el trabajo es el trabajo. No voy a poner en riesgo mi puesto por memeces --anadi yo con un aire resuelto, con menos ansiedad. Se hizo un silencio y todos nos pusimos a trabajar. Pese a ir a un buen ritmo, con la jubilacion de la anterior companera y mi ausencia durante el viaje a Tailandia, algunos presupuestos, cartas e informes se habian retrasado. En mi interior, estaba dolida. Sentia que habia sido humillada en publico, aunque bien es cierto que ni siquiera mis companeros sabian que habia sucedido realmente entre Peter y yo. Se lo podian imaginar como se lo imaginaba aquella secretaria con cara de perro que me pidio que abandonara la sala. Tuvo que ver en mi rostro los sintomas del desamor. Se que, por las oficinas, circulaban toda clase de rumores. En El Heraldo tambien sucedia lo mismo. Alli a veces era mas dificil sobrellevar un problema, pues todos trabajabamos en la misma planta y no habia division por departamentos, ni tabiques, ni pasillos, ni nada por el estilo como aqui, en el Diario Sol. Agradeci que esto me hubiera sucedido en este trabajo porque mis companeros eran pocos y se llevaban muy bien. Lo que encontre en ellos, ademas de una gran profesionalidad, fue cercania y una preocupacion hacia mi que no habria encontrado en El Heraldo, donde alli cada uno iba a lo suyo y a joder al companero cuando era posible. A los veinte minutos de ponernos con las nuevas campanas, Natalia no se resistio a hablar en voz alta. --No me puedo creer que esa tia vaya a mandar sobre nosotros. --?De quien hablas? -- pregunto Manuel. --Hijo, parece que seas tonto a veces y perdona que te lo diga -- contesto Natalia enfadada. --Se refiere a Alexia, a la mujer del jefe -- dijo Desiree. --A mi no me sorprende -- dijo Manuel. --?Por que no te sorprende? Vamos a ver, listillo. Dame una explicacion -- dijo Naty con cara de pocos amigos. --No tengo una respuesta. Pero en otras empresas en las que trabaje, antes de llegar aqui, se movian muchos intereses. Muchos. Elegian y cesaban directivos a decenas. Y aqui sucedera algo parecido --dijo Manuel con voz segura mirando a Naty. --Eso no es una respuesta, Manuel. Eso no es una respuesta -- repitio Natalia sin desprenderse de su tono de enfado. --Tiene que haber una razon poderosa para que ella vuelva a la empresa -- dijo Desiree, creando una atmosfera de intriga. --No preguntas nada, Davinia -- dijo Manuel sonriendo. --No. Prefiero no saber nada. Os lo agradezco. Pero creo que debemos acabar con estas campanas cuanto antes -- repuse yo como la buena chica que era. --Tienes razon, Desiree. Debe haber algun motivo mas que importante para que, despues de lo que paso, el Sr. Evans permita que ella regrese -- dijo Natalia con seriedad, arrugando las cejas. --Si, en efecto. No me gusta el rumbo que van a tomar las cosas. Y te lo digo en serio -- dijo Desiree. --?Que paso? -- interrumpi intrigada, deseosa de tener la maxima informacion posible. --Acabaramos. Ahora despierta nuestra querida Davinia. ?Quieres saber lo que paso? -- dijo Natalia con sorna. --No te pongas borde. La chica lo esta pasando mal -- intervino Manuel. --Lo que no entendemos, Davinia, es el motivo de que esa mujer haya vuelto a la empresa y a la vida del Sr. Evans. Porque esa mujer le puso los cuernos a tu jefe, a nuestro jefe. Aunque parezca mentira, Alexia se permitio el lujo de serle infiel a ese tio bueno, sacado de un anuncio de Hugo Boss --explico Desiree. --Me dejais sin palabras --comente yo. --Los rumores incendiaron todos los despachos y departamentos --anadio Naty con un aire peliculero. --Pero, ?que sucedio en realidad? -- pregunte con intencion de buscar respuestas que me permitieran entender el extrano comportamiento de Peter. --Nunca supimos nada. Se dijo de todo -- intervino Manuel.

  • La version de Emily de Carolina Gattini

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    Emily Jhonson, ha tenido el desproposito de prometerse con Lord Thomas Henry Bradbury, hijo de Lord Arthur Bradbury, septimo duque de Hampshire. Algo que el duque no va a permitir por ningun medio, ya que considera a Emily una cazafortunas; aunque entiende perfectamente por que su hijo se ha prometido con ella, es una joven hermosa que podria embaucar con sus encantos a cualquier hombre. Pero el la va a desenmascarar, asi como todo lo que oculta, aunque para ello tenga que traspasar los limites de la moralidad victoriana.

  • Lagrimas de libertad de Raquel G. Estruch

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    La vida de Maria, una conocida escritora, cambiara por completo de la noche a la manana. La tragica muerte de Gonzalo, su marido, unida a la desaparicion de Elena, su mejor amiga, provocara en ella un inmenso vacio y confusion.
    Una madrugada, harta no encontrar explicacion a ninguno de los recientes sucesos de su vida decide hacer la maleta y dejarlo todo atras durante un tiempo.

  • La jefa suprema (Los jefes 4) de Victoria Quinn

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    Me habia traicionado.

  • Un idilio por los pelos de Ariadna Baker

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    Siempre tuve vocacion de peluquera. Recuerdo que desde nina ya me encantaba peinar a mis amigas, incluso a mi madre, que tenia una larga melena negra como una india. Con mis pequenas manos le hacia unas maravillosas trenzas y recogidos que todo el mundo me celebraba. Las horquillas que le ponia por aqui y por alla eran casi mas largas que mis dedos. --Te veo peinando a las famosas, carino --solia decirme cuando todavia ni habia hecho mi Primera Comunion. Sus palabras me llenaban de orgullo. --?A Madonna? --le preguntaba, ingenua de mi. --A Madonna y a todas las top models y actrices de Hollywood. Ese era mi sueno a esa edad, pero mi padre tenia otros planes de futuro para mi y para mi Marta, mi hermana gemela. Con ella no tuvo ningun problema porque tenia muy claro que queria ser ginecologa, sin embargo, cuando yo termine la ESO y quise matricularme en una academia de peluqueria, me lleve el chasco de mi vida, y es que me di de bruces con un muro inquebrantable. --De eso nada, Ingrid. Quiero que mis dos hijas tengan una carrera universitaria, asi que termina el Bachillerato y ya veremos a que universidad te envio despues. --Pero ?por que? --proteste. --Porque lo digo yo, y punto --asi de tajante ha sido siempre mi padre. --Luciano, deja a la nina que estudie lo que a ella le guste --intervino mi madre. --Eso, Fabiola, tu ponte de su parte como siempre. ?Es que en esta casa no tengo voz ni voto? Cuando se ponia asi, no habia quien pudiera con el. Y eso de que no tenia ni voz ni voto... en fin. Mi padre no es mala persona, pero si de ideas fijas. En cuanto a mi madre, tiene un caracter muy blando y siempre se ha dejado llevar por el para evitar enfrentamientos, cosa que nunca he entendido. Una cosa es ser un gallo de pelea y estar a la gresca a todas horas y otra que no se impusiese en casos como este que estoy contando. Por aquellos dias me harte de llorar, viendo que no habia nada que hacer. Habia intentado hablar un par de veces mas con el, pero en ambas con el mismo resultado; cero patatero. --No te preocupes, cielo --me dijo mi madre una manana cuando el se marcho a su consulta de dermatologia a trabajar--, sabes que solo quiere lo mejor para vosotras dos. --?Es que lo vas a defender? Tu tambien sabes que quiero estudiar peluqueria, ademas, que no me veo yo estudiando una carrera. Yo no tengo el coco de mi hermana ni de cachondeo. Eso era cierto. Los libros no estaban hechos para mi y me costaba la misma vida metermelos en la cabeza. Marta era harina de otro costal. Ella disfrutaba devorandolos y siempre sacaba las mejores notas de clase, pero yo iba aprobando cada curso por los pelos. Esa era otra de las razones que me llevaban a querer ser peluquera. --A ver, hija, no es eso lo que quiero decir --prosiguio--. Me refiero a que todavia eres muy joven, estudia algo que no te resulte muy complicado y luego ya se vera. Cuando tengas tu titulo universitario en la mano, lo mismo cambias de opinion. O el. Pero hoy por hoy... tu sabes. Si, si sabia lo que queria darme a entender. A mis dieciseis anos, estando bajo el mandato de mi padre, lo tenia muy crudo. Y lo de emanciparme era inviable; con esa edad y sin ninguna experiencia laboral, dificilmente iba a encontrar un trabajo que me permitiera irme de casa para poder hacer con mi vida lo que me diese la gana. El dia que termine el Bachillerato y le anuncie a mi padre que habia decidido estudiar Enfermeria, se conformo a medias. --Pues hija, para eso, por un poco mas de esfuerzo, estudia Medicina. Hasta ahi podia llegar la broma, pense. Seis anos de carrera y uno preparando el MIR volviendome loca ya del todo. Ni de cona, vamos. Precisamente lo que yo queria era ganar tiempo. Mi plan era estudiar una carrera de cuatro anos y luego... a correr. Para entonces una tendria otra edad y mi padre no podria echarme ya el freno tan facilmente. Seguia empenada en ser peluquera tarde o temprano. --No, papa. La medicina para Marta. Ella ha salido a ti, pero yo no llego a tanto --le replique. Bueno, en realidad, Marta habia salido a los dos, porque mi madre tambien estudio en su dia Veterinaria. Ejercio como tal durante unos anos, pero un problemilla de salud que ahora no viene al caso la obligo a retirarse. El, que era consciente de que yo no estaba tan capacitada para los estudios, debio entender que era preferible que me metiera a hacer Enfermeria a que le dejase la carrera de Medicina a medias por no poder abarcar tanto. El asunto es que nosotros viviamos en un pueblecito del sur de Huelva que estaba a bastante distancia de la capital, de manera que me quedaba mas cerca la universidad de Cadiz que la onubense. Esa otra tierra a orillas del Atlantico siempre me ha llamado mucho la atencion, asi que vi ahi la oportunidad de matar dos pajaros de un tiro: pasar unos anitos en la capital gaditana y, de paso, vivir una nueva experiencia, lejos del seno familiar. Por suerte, en eso mi padre no puso ninguna objecion. --Muy bien, pues ya sabes. Ve buscandote por internet un piso de esos compartidos para estudiantes. Para ti y para tu hermana, claro. --Pero !papa! --protesto Marta. --Ni papa ni gaitas --otra vez le salio su vena mandataria--. Os ireis las dos juntas a Cadiz, asi os estimulais la una a la otra con los estudios. Mi hermana tampoco fue capaz de quitarle la idea en lo tocante a ella. Marta llevaba para entonces tres o cuatro meses saliendo con Claudio, un chaval de nuestro pueblo bastante guapo y espabilado que habia montado una ferreteria. Aunque nunca llego a decirlo, yo sabia que Claudio no era para mi padre santo de su devocion, y no porque el chaval fuera un pintillas ni nada por el estilo. Al reves, era un chico guapo, con muy buena presencia y bastante majete. Como cada uno sabe lo que hay en su casa, yo conocia bien la mentalidad de mi padre (distinta tambien en ese sentido a la de mi madre) y sabia que a el Claudio le parecia poca cosa para su hija, aunque no lo dijese. En el plan iba yo tambien por delante. Sus hijas tenian que casarse con alguien de mas nivel, esa era su pretension. Nunca he llegado a entenderlo, la verdad, pero el es asi. Ahora bien, si me hubiese visto por entonces en la misma papeleta de Marta, ahi si que hubieramos tenido un buen rifirrafe mi padre y yo. En el amor no parto peras con nadie, pero por aquellos tiempos yo no tenia pareja aun. Hasta entonces solo habia salido con un chico, hijo de un farmaceutico del pueblo, y nada mas que dos meses. En cuanto a mi hermana, tuvo que jorobarse con lo que habia, aunque tampoco era un drama: iriamos a diario a clase en Cadiz y los fines de semana tirariamos las dos para casa. Al comenzar el verano nos pusimos como locas a buscar piso. Llamamos a un monton de telefonos, pero nos encontramos con que la mayoria de las habitaciones ofertadas en los anuncios ya estaban apalabradas. Ademas, nosotras queriamos habitaciones independientes, a lo que estabamos acostumbradas desde siempre. Eso nos complicaba mas aun la busqueda. --No, si ya veras tu --decia Marta--, me veo metida en una pension. --Que exageradas eres, por Dios. Todavia queda mucho verano por delante. Asi era, pero no seria hasta finales de agosto cuando dimos con el piso ideal en el que poder vivir las dos durante nuestros anos de universitarias. No obstante, cogimos un tren y fuimos a verlo con nuestros propios ojos, que las fotos a veces enganan mucho. Aquellas le hacian justicia. El piso estaba situado en la ultima planta de un elegante edificio del paseo maritimo y tenia unas preciosas vistas al mar. En el vivia Mariola, una joven profesora de instituto. --Todo este tiempo han vivido aqui Saray y Rocio, pero ellas ya terminaron sus estudios a finales de junio y se volvieron para San Roque --nos explico --. Luego he alquilado las habitaciones por quincenas a gente de fuera, porque en esta zona se paga un paston en verano. --Tiene que ser una gozada vivir aqui todo el ano, aunque no sea en epoca de playa ?no? --le pregunte mirando absorta por la ventana. --Lo es. A mi me da igual que sea pleno invierno. Muchas mananas de domingo me bajo con el chandal y las deportivas y me voy andando por la arena hasta Torregorda. --?Donde esta eso? --Para alla --senalo con el dedo a la izquierda--. Cerca de San Fernando ya. Un dia segui y segui y me plante en La Isla. Otras veces tiro para el campo del Sur. --Parece un bloque muy tranquilo, ?verdad? --fue Marta la que se lo pregunto. --Relativamente. En verano hay mas ajetreo porque muchos propietarios tienen esto como segundas viviendas y las alquilan por temporadas, ya sabes, por semanas, quincenas... segun les convenga. Los unicos de esta planta que vivimos siempre aqui somos Elena y yo. --?Elena? ?Una pelirroja muy alta?

  • Black Moon de Gary Thompson

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    “Cuando te vi” es una duologia muy erotica y apasionante, con personajes fuertes y envolventes y una trama llena de grandes emociones.
    Ana Flor suena con encontrar a su principe encantado y vivir su “felices para siempre”. Al encontrarse con la foto de Joao Pedro Valente, ella se apasiona en el mismo instante. “El se convierte en su mundo del reves, ella deja la mano de todo por el, sin imaginar que, en realidad, Juan Pedro Valente esta lejos de ser un principe encantado.

  • Navidad. menudo desmadre (Locura 1) de Sarah Rusell

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    ?Que pueden tener en comun siete personas aparentemente diferentes? Un fin de semana en un hotel rural en los Pirineos de Huesca donde disfrutar de la nieve, esquiar, descubrir senderos y pasear por ellos... Pero, a veces, y solo a veces, el destino puede tener otros planes. Empecemos por el principio, y conozcamos a estos siete aventureros. El trio "MAS", tres amigos que decidieron ir a pasar dos agradables dias en aquel rincon de estampa preciosa y nevada, para que dos de ellos limaran asperezas. Marta, una joven descarada de diecinueve anos, bastante borde por lo que dicen quienes mejor la conocen, que, como se suele decir, no tiene ni oficio ni beneficio. En definitiva, que ni estudia, ni trabaja, ni intenciones tiene de ello porque en sus propias palabras "Se vive muy bien en casa de mis padres, que me lo dan todo". Abel, un reconocido influencer de treinta y dos anos, el mejor amigo de Marta y quien mas la soporta porque, en ocasiones, es el unico capaz de callar a esa "localcono" como el la llama. Abel es gay, muy enamoradizo, y busca ese principe de brillante montura. Si, montura, porque el no quiere un hombre que llegue en un precioso corcel blanco, sino en una moto de gran cilindrada, a ser posible negra porque, como el dice: "El negro va con todo". Terminamos este trio tan dispar con Samira, estudiante de enfermeria, veinte anos y prima de Marta. Eso de "se parecen en el blanco de los ojos", desde luego que va con ellas, porque no tiene nada que ver la una con la otra. A pesar de que sus padres son tan pudientes como los de su prima, Samira decidio estudiar, encontrar un trabajo y vivir de ella misma, no de los demas. Entre Marta y Samira no hay feeling, es por este motivo que sus padres decidieron regalarles un fin de semana en ese hotel para que, con la ayuda de Abel, hubiese un acercamiento entre ambas primas. ?Lo conseguira nuestro querido influencer? Seguimos con los huespedes de este particular hotel. Le toca el turno a dos amigos que buscaban desconectar un fin de semana de sus trabajos y pensaron que ningun lugar mejor que aquel donde disfrutar de la nieve. Aitor, un simpatico policia de treinta y cinco anos que, en su circulo de amistades, es quien siempre intenta poner paz en aquellas pequenas disputas que puedan provocarse. Asier, medico por vocacion, cuarenta anos y un hombre de lo mas tranquilo. Procura no meterse demasiado en las discusiones entre sus amigos. Y acabamos con estos siete magnificos huespedes con una pareja que no es tal, al menos de momento, claro esta. Rebeca tiene veintisiete anos, es reponedora en un supermercado y un poco cotilla... Bueno, bastante cotilla. Conocio por Internet a Alan, un escoces de treinta anos que no habla ni papa de espanol, pero con el que congenio a las mil maravillas y decidieron conocerse. Nuestro escoces decidio viajar a Espana para conocerla y pasar juntos un fin de semana como tantas veces imaginaron, riendo, charlando cara a cara y compartiendo esas horas en compania del otro, como tantas y tantas tardes y noches lo hicieron frente a la pantalla del ordenador. Afortunadamente para el, el resto de companeros en su estancia en el hotel hablaban ingles, salvo Marta, que ni siquiera habia intentado aprenderlo. En el hotel se encontraran con Manuel, un hombre bonachon de sonrisa afable que, a sus sesenta anos, lleva toda la vida en ese lugar, pues heredo el negocio de sus propios padres. Le acompanan Pepa, su mujer que deleita a los huespedes con los mejores platos que preparara entre fogones, y su hijo Miguel, un joven de treinta anos que, como hiciera el propio Manuel, seguira los pasos de este, llevando el hotel cuando su padre le pase el testigo. A ese rincon en el que pasar dos dias de ensueno, o eso creen y esperan nuestros huespedes, llegaron aquel viernes de diciembre con ganas de descansar, ademas de desconectar, del ir y venir estresante y agobiante de la ciudad. Entre risas y caidas mientras esquiaban, intentando mantener el equilibrio en el caso de los mas torpes, respirando el aire que les ofrecia la zona de arboles que rodeaba el hotel, tomando cafe y chocolate caliente en el salon junto a la chimenea. Inmortalizando aquel fin de semana con fotos y videos que mirar una y otra vez, solo para recordar el instante en que un pequeno conejo blanco camuflado en la nieve asusto a Samira al salir corriendo, o cuando Abel poso para un video que subir a su red social y un mal traspie hizo que ese momento se convirtiera en el mas visto tras acabar en una caida donde el influencer quedo cubierto por completo de nieve. Y todo ante la atenta mirada de Marta, que no perdia oportunidad para soltar alguna de las suyas. El descanso necesario para un policia un poco estresado y para un medico que, en los ultimos meses, habia tenido demasiadas personas en su mesa de operaciones, salvando vidas y perdiendo alguna otra que se fue demasiado pronto. Dos dias de confesiones entre una pareja que ya se habian contado de todo durante meses, pero que seguian recordando cosas que les habian pasado a lo largo de los anos y compartian con el otro. El domingo tocaba despedirse de aquel rincon, volver a la rutina, al trabajo, a los estudios, regresar al otro lado del mundo donde, a pesar de la distancia, ese agradable escoces seguiria al otro lado de la pantalla de Rebeca. Pero, como el destino a veces tiene otros planes para cada persona, a estas siete les deparaba algo con lo que no contaban. Todos estaban listos para montar en sus coches, los duenos los despedian en la puerta de su hogar, esperando que volvieran a visitarles pronto, hasta que la montana hablo y quiso ser protagonista indiscutible. Una avalancha de nieve empezo a caer ladera abajo, cubriendo por completo la carretera, la unica carretera que los podia sacar de alli y llevarlos de regreso a sus casas, a sus ciudades, a sus vidas y rutinas diarias. Por si la mala suerte que acababan de sufrir fuera poca, la nieve tambien quiso tener su momento estelar, como esa actriz secundaria que en la pelicula hace que la trama de un giro completamente inesperado. Y nevo, por supuesto que nevo. Al calor de la chimenea y con un cafe, mientras veian las noticias de ese fuerte temporal que comenzaba a azotar la zona, Manuel les dijo que las autoridades se habian puesto en contando con el, para saber si tenia localizados a todos sus huespedes, el les indico que si, que seguian todos en el hotel, asi que le informaron que debia hacerse cargo de ellos durante unos dias, que no salieran del hotel, ni siquiera a la zona mas cercana que les rodeaba, ya que debido a las fuertes nevadas y borrascas les seria imposible sacarlos de alli, al menos por el momento. El panico se hizo un poco mas presente, la desesperacion llego a algunos de los huespedes al ser conscientes de que, como decian en las noticias, debido a ese inesperado temporal, no podian enviar helicopteros de rescate a algunos puntos de la zona, como era el caso del suyo. Encerrados, aislados, conviviendo con personas a las que apenas conocian, asi se encontraban desde ese momento. Lo que iban a ser dos dias de relax y tranquilidad se habian convertido en varios dias mas de incertidumbre. Lejos de sus familias y confinados a dos dias de Nochebuena.

  • Caso cerrado. asesinato en Amsterdam de Anja De Jager

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    Ambientada en Amsterdam, la novela presenta a Lotte Meerman, una detective recuperandose de la devastacion emocional de su investigacion previa. Un aviso lleva a Lotte a un caso de asesinato no resuelto de diez anos en el que su padre era el detective principal. Cuando descubre irregularidades en torno a la investigacion original que lo hacen sospechoso, decide cubrirlo. Ella no le cuenta a su jefe sobre la conexion familiar y pone en peligro su carrera al ocultar evidencia. Ahora tiene que encontrar al verdadero asesino antes de que se descubran sus actos, de lo contrario su padre ira a la carcel y ella perdera su trabajo, la unica cosa en la vida de la que todavia se enorgullece. . .

  • La huida (John Puller 3) de David Baldacci

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    Despues de Dia cero y Los olvidados, llega el mejor Baldacci con su tercer thriller protagonizado por John Puller, su heroe mas emblematico, ante la mision mas dificil de su carrera.

  • La ciudad y la casa de Natalia Ginzburg

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    Una novela epistolar de Natalia Ginzburg, publicada originalmente en 1984, que trata de la incomunicacion en todos los frentes, tanto familiares como sociales.

  • Andar es salud de Jose Antonio Sanchez

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    Jose Antonio Sanchez Verona, instructor de Nordic Walking en la escuela de Guadarrama y creador de la web Global Nordic Walking, uno de los portales mas activos de la popular marcha nordica, nos relata en su libro todos los beneficios que nos aporta andar y nos ensena a disfrutar de uno de los deportes mas faciles
    y al alcance de todos. Ademas de la importancia que tiene andar para la salud, este libro nos ensena a disfrutarlo.

  • La reina de la casa de Sophie Kinsella

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    <> Emprendedora y eficiente abogada de la City londinense, Samantha no solo adora su trabajo sino que vive para el. Adicta al estres y la presion extrema, ha llegado hasta el punto de enviar y recibir emails durante las sesiones de relajamiento con su terapeuta. La adrenalina es su combustible y convertirse en socia de un prestigioso bufete su objetivo declarado. !Que menos! Y cuando esta a punto de conseguirlo surge la catastrofe en forma de un error, pero no un simple error, sino un error garrafal que cae sobre su persona como un meteorito. !Madre mia, tragame tierra! ?Que hacer? Pues huir, huir lo antes y lo mas lejos posible, y tan lejos que en su ofuscacion acaba ocupando el puesto de ama de llaves en una aristocratica mansion. Ni ella misma se lo cree… ?Como puede haberle ocurrido? ?Ha sido su culpa o tal vez alguien…? Tiempo habra de analizar lo sucedido, puesto que antes hay que salir del infierno domestico en que se ha metido: lavadoras, plancha, infinidad de cacharros y utensilios, y una amplia cocina le reclaman demostrar sus presuntas habilidades. ?Lograra Samantha triunfar en su nuevo e inaudito oficio? ?Llegara algun dia a ser la reina de la casa? Sophie Kinsella autora de No te lo vas a creer y de la popular serie Loca por las compras vuelve a sorprendernos con una historia tan descabellada como desternillante que crea adiccion. Para reirse de principio a fin.

  • El juramento de Ignacio Solares

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  • Entre mi hermana y la pared de Alma Fernandez

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    --"Me llamo Cristina, Cristina, Cristina, Cristina, Cristina..." Mi hermana se pasaba el dia entero con la dichosa cancioncita y yo tenia claro que si, que ella se llamaba Cristina, pero que yo ya no sabia ni cual era mi nombre. ?Una cruz? No voy a negar que si, aunque mi Cris era tambien una autentica bendicion. Claro esta que yo no vivia con ella y eso me suponia un alivio, porque mis padres llevaban tambien a la espalda buena parte de su carga. A sus veintidos anitos, Cris llevaba ya dos en ese estado y la cosa no tenia visos de mejora. Un accidente sufrido en plena via publica cuando una moto la arrollo la habia dejado en un estado dificil de calificar. O, mejor dicho, bastante facil de hacerlo; mi Cris era ahora como una nina pequena. Si, se dice pronto, pero la cosa no era moco de pavo. Si hasta habiamos tenido que comprarle un buen monton de Barbies que amontonaba en su cuarto y, mientras habia dias que se pasaba el dia peinandolas y poniendolas guapas porque las consideraba sus amigas, otros les pintarraqueaba la cara como si tuviera dos anos. El caso es que nunca parecia tener mas de seis, por muy formalita que la pillaramos. A mi madre, Maria, que demasiada paciencia no habia tenido nunca, la situacion la sacaba de quicio. Y mi padre, Manuel, bastante tenia el hombre con sus interminables servicios como guardia de seguridad para echarle demasiada cuenta a una chiquilla que tenia la cabeza a la jineta, como solia decir el. El nuestro, por suerte, era un pueblo no demasiado grande en el que todos nos conociamos. Y digo por suerte porque mi hermana cogia la puerta cada vez que le venia en gana y cuando nos dabamos cuenta estaba con sus munecas en el parque, o bien echando de comer a las palomas pan duro que almacenaba en su cuarto a ese efecto, o bien subida a los columpios con un nutrido grupo de chiquillos que la miraban alucinados. Por mi parte, yo, que me llamo Veronica y tenia veintisiete anos en ese momento, acababa de independizarme. Bueno, si por independizarme puede entenderse vivir con dos locos de remate; Julio y Fatima, mis dos mejores amigos. Y es que los tiempos no estaban para demasiado derroches y dadas las ganas que los tres teniamos de volar del nido paterno unimos fuerzas para alquilarnos un pisito muy mono que estaba en todo el centro del pueblo, enfrente del ayuntamiento. Si algo tengo que agradecer a la vida es que mis amigos no solo eran mas buenos que el pan conmigo, sino tambien con Cris, a la que adoraban, por lo que ella se sentia de lo mas a gusto en nuestro piso y, cada dos por tres, la teniamos alli con un papelon de churros. Escuche la cancioncita y supe que era ella. --Cris, carino, la cancioncita esa es que me taladra las sienes, ?que haces aqui? --He venido con churros y a ver a mi novio. --Saco la mejor de sus sonrisas mientras yo tiraba de un churro, pues que otra cosa podria hacer. Su "novio" como ella le decia, no era otro que Raul, un atractivo militar que vivia puerta con puerta con nosotros y al que Fatima y yo le habiamos echado el ojo desde el mismo dia que llegamos. Claro esta que no eramos las unicas porque, por lo visto, Cris tambien bebia los vientos por el. --Carino, ya te he dicho que Raul no es tu novio, tienes que entenderlo. --?Y por que? ?No le gusto? ?Es porque yo no tengo hecha la manicura como vosotras? Esta tarde nos vamos a que me la hagan en tu gabinete, ?vale? No me faltaba a mi mas que eso, que llevar a mi hermana al gabinete de estetica en el que trabajaba y que formara alli un numerito de los suyos. Que mi nina era muy buena y muy santa, pero bastaba con que algo le molestara para que la emprendiera a gritos como si hubiera llegado el mismisimo Armagedon. No me lo queria ni imaginar, con la mala leche que destilaba mi jefa, Carmen, por todos los poros de su piel. Carmen era una especie de bruja del cuento, pero en version pueblo y con los dientes rematadamente torcidos, para mas inri. Normalmente me tenia que reir tela con mi Cris, porque ella me habia escuchado a veces criticarla con Fatima, que era higienista dental en una clinica tambien del pueblo, y entonces me decia que cuando quisiera le daba un punetazo y le ponia los dientes derechos. --A mi no me va a pasar nada, porque todo el mundo sabe que estoy malita de la cabeza y que no se lo que hago--confesaba en aquellos momentos en los que tenia algo mas de lucidez y entendia que lo suyo era un problema. Y luego estaban aquellos otros muchos en los que era capaz de liar una pajarraca buena si un nino no queria compartir sus chuches con ella, por ejemplo. El caso es que aquella manana venia con los churros y ya sabia yo lo que me tocaba hacer a continuacion. Dado que ella al dinero no le daba la mas minima importancia no dejabamos que lo manejara. Sobre todo, desde la ultima vez que se quedo sin pan duro para las palomas y les echo para comer un billete de veinte euros cortadito a trocitos pequenos. Total, que Cris no llevaba un duro encima y todos en el pueblo le fiaban con la condicion de que despues fueramos nosotros a pagar, como es natural.

  • Un abismo infinito de Larru

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    ?Era o no era Urko? A veces, creia que el verdadero Urko se habia quedado en aquel accidente de coche, atrapado en aquel cuerpo inerte. O en realidad, Urko era ese holograma de la persona que antano fue, lo que comunmente se denominaba fantasma. Urko sabia la respuesta de sobra. Tenia claro que habia muerto y que ya no pertenecia al mundo de los vivos pero no podia creer que hubiera sido tan temprano, apenas con treinta y dos anos. Siempre habia pensado que, con el paso de los anos, se convertiria en un tipo desgrenado, decrepito y malhumorado, aunque reconocia que si hubiera envejecido con Vega, le facilitaria la existencia. Cuando la conocio, tenian la mayoria de edad recien cumplida. Coincidieron en una fiesta universitaria, se la presentaron unas chicas de su barrio. Nada mas verla, comprendio que se le habia atravesado en su camino. No podia dejar de mirarla, ella hablaba y entretenida como estaba, no se percataba de lo embobado que el la observaba. Urko se decia: "Chaval, no tienes nada que hacer, nunca se va a fijar en ti, olvidate". Algo que nunca le habia preocupado, gustarle a nadie, en ese momento se volvio prioridad. Se encontro cruzando los dedos, para que enganarse a si mismo, deseando que ella se fijara en el, se conformaba con la mitad de lo que el lo hacia en ella. Pero, Vega, era una estrella de otro cielo, no del suyo. Y entonces ella le hablo, le pregunto a que facultad iba. Le contesto que estudiar no era mas que una perdida de tiempo, que el queria trabajar y ella le contesto con una sonrisa, que era una pasada que tuviera las cosas tan claras, cuando ella ni siquiera sabia si estudiar medicina o fisioterapia. "Ojala yo tuviera esa certeza" anadio. Lo que Vega desconocia era que, eso precisamente era lo unico que sabia en su vida. Pero en esos instantes, todo el peso del mundo que llevaba a sus espaldas, se hizo mas ligero. Ella fue capaz de hacerle olvidar las discusiones con sus padres, el no encontrar trabajo, la vida a la que no encontraba el verdadero sentido. Solo ella con mirarle, hablarle y reirse habia transformado su amargor. Lo que comenzo sin ningun tipo de expectativa para Urko, porque el creia que cualquier otra chica hubiera pensado que no tenia ningun tipo de formalidad, ella le dio a entender que veia lo que habia detras de su fachada de quinqui. Urko se encargo de demostrarle que era un macarrilla con encanto y sobre todo, con sentimientos, que ella habia creado, ella sola. Porque Vega, era su mano derecha, izquierda, sus piernas, su cabeza, su corazon. Se convirtio en su todo. Vega, su amor, su companera, la que le entendia a la perfeccion. La persona que logro que por su boca salieran palabras como "te quiero" que parecian tan perdidas en su existencia. El quinqui, el que iba a su bola, el que salia unicamente con los amigos, no daba un duro por conocer a una chica asi. Vega era una estrella, su nombre lo decia todo, su propia Vega del firmamento. Cuando con horror, se dio cuenta que habia muerto, la rabia le mato de nuevo, pero el alma. No solo la habia perdido, es que ni siquiera se habia despedido de ella. El accidente de coche le habia hecho fallecer en el acto. Desde ese lugar en el que se encontraba, podia verla y sentir tambien el dolor que ella emitia y que a su vez, le hacia vibrar a el. Urko nunca hubiera sospechado que en ese estado en el que se habia convertido, pudiera suceder. Ni eso ni nada. Asi se encontraba, perdido, confuso, torturado, hasta que de repente una presencia anonima, sin forma, le hablo y le dijo que podia regresar a arreglar lo que le consumia: --?Puedo volver? --pregunto Urko incredulo y miraba a su alrededor para tratar de descubrir el origen de la voz. --Si pero por un tiempo, el necesario para solucionar lo que esta ocurriendo entre ella y tu. Ve y despidete. --?Voy a resucitar? --No, volveras como fantasma, la forma que corresponde para llevar a cabo lo que has de hacer. Tal vez te cueste, suele ocurrir no desesperes. Eso si, recuerda que solo es un regreso circunstancial. --?De cuanto tiempo me hablas? Urko no obtuvo repuesta, la presencia anonima habia desaparecido. Tenia un monton de incognitas y una mision desoladora pero iba a volver con Vega y de momento, eso era lo que le importaba y se aferro a esa ultima oportunidad. Capitulo 1 Se dio cuenta en ese preciso instante de que, los ultimos acontecimientos dejaban de ser meras coincidencias, los sucesos extranos ocurrian cada vez, con mas frecuencia. De los altavoces distribuidos por el pequeno salon, habia empezado a escuchar unos acordes y una voz masculina cantaba unas letras en ingles: Going back to the corner where I first saw you Going to camp in my sleeping bag I’m not going to move Got some words on cardboard Got your picture in my hand Saying:’if you see this girl Can you tell her where I am? [1] Vega no habia puesto en marcha el reproductor de musica, ni siquiera sabia que cd era ese, es mas, no tenia ni idea de la cancion que estaba sonando. Miro con atencion el aparato, se dijo que debiera estar asustada pero no, no sentia nada de eso. Ni tan siquiera pensaba, la musica repentina pareciera haberla obnubilado por completo. Su cuerpo comenzo a vibrar, le dio la sensacion de elevarse y miro hacia sus pies que permanecian firmes en el suelo de la habitacion. Sin embargo, sentia todo lo contrario, notaba ligereza, como si flotara y eso tampoco le dio miedo porque aquello le resultaba placentero, la embargaba, la empujaba, aquello traspasaba todos los puntos de su piel. Algo asi como una especie de descanso, el cuerpo desconectado, en un estado suspendido de conciencia. Olvidar las exigencias de la realidad. Sintio como una caricia en la cara y cerro los ojos. Sintio la sensacion de un abrazo alrededor de su cuerpo y ella se acomodo en esa invisibilidad como un ronroneo embargador. Su pecho latia fuerte, penso que podia llegar a reventarse y eso, por un momento, la llego a perturbar. "Suenas despierta, Vega" se dijo sin hacer amago de resistirse a la sensacion que le abrumaba. Penso que aquello ya lo habia vivido antes, pero de forma real, en los brazos de el, pero esto otro que tipo de situacion era, ?una sensacion genuina? Cuando el silencio regreso, volvio en si, con la impresion de haber vuelto de un espacio en el que el tiempo habia estado en pausa. En su mente resonaba el estribillo: I’m not moving, I’m not moving, I’m not moving, I’m not moving,... [2] Al cabo de unos segundos, reacciono y se fue hasta la habitacion en la que tenia el ordenador portatil. Tecleo en el buscador las palabras pronunciadas que continuaban como eco en su interior y anadio el termino "cancion". En primera instancia, salio un tema de Phil Collins pero la voz masculina que habia escuchado no pertenecia a ese cantante. Unos resultados mas abajo, encontro un video de Youtube titulado "The Script, The man who can't be moved", hizo clic en el. Habia resuelto la incognita, bendito internet. Sonaba de nuevo la musica. Mientras, leyo la informacion sobre lo que escuchaba y recordo una ocasion en la que el, no podia pronunciar su nombre sin que algo le punzara por dentro, habia hablado de una banda irlandesa que comenzaba a gustarle. --He estado escuchando algunas de sus temas y son buenos, suenan genial. Seguro que a ti tambien te gustarian Vega. --Lo dudo, ya sabes que no coincidimos en gustos musicales. --En esta ocasion, si, estoy convencido. Ya les oiras y me daras la razon, seguro. Ella habia asentido mientras pensaba que la proxima vez que fuera a Fnac buscaria algun cd del grupo para comprarselo y le daria la sorpresa. Sin embargo, el destino le arrebato la oportunidad. La melodia continuo y sin embargo, el encantamiento que habia sentido hacia unos momentos no resurgio, espero pero los acordes terminaron y no habia notado nada mas. Ahi mismo reconocio que la cadena de sucesos fortuitos y raros tenian el mismo punto en comun, que aunque las circunstancias se repitieran, dicho encantamiento en el que se veia sumergida, no se volvia a dar del mismo modo. Como lo ocurrido dos meses atras, cuando despues del trabajo agotador como fisioterapeuta en una clinica en el centro de la ciudad, fue al establecimiento de estetica de Daniela a realizarse el tratamiento corporal de cada mes. A pesar de que en los ultimos tiempos se habia volcado de manera exclusiva en su profesion, a esa cita nunca faltaba, era de las pocas cosas junto con las clases de yoga que aun le hacian sentir bien. El horario de trabajo era de nueve de la manana hasta las tres de la tarde pero Vega iba una hora antes y salia cerca de las seis. Un dia, cuando se despedia de su jefe hasta la jornada siguiente, este le hizo un comentario al respecto de que no era necesario que se quedara mas tiempo todos los dias. Ella contesto que la lista de espera de pacientes era mucha y que los problemas que sufrian no podian esperar tanto. --Por mucho que tu te esfuerces y por muchas horas que metas, tu solita no lo vas a lograr, en todo caso es asunto mio que soy el responsable de todo esto, que tu vas a acabar como uno de los que tu tratas. --A mi no me importa quedarme mas tiempo. --Te estoy apuntando las horas no te creas, ya te las cogeras o si quieres, te las pago. --Vale Manu, no te preocupes, hasta vas a ser un jefe fuera de lo normal. --Jajaja, ya sabes que si, rompieron el molde conmigo, el de los jefes, claro. --Que vacilon eres.

  • La mentira os hara libres de Fernando Vallespin

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    Como decia D'Israeli, la politica es el <>.En efecto, el espacio de lo politico se ha visto siempre como una esfera especialmente propicia para la mendacidad, la hipocresia y la simulacion.Y, sin embargo, los politicos de hoy apenas necesitan recurrir a la mentira. ?Para que hacerlo si es posible enganar por otros medios? Entre estos el mas eficaz es la construccion de la realidad a la medida de sus intereses. Han adquirido autentica maestria en el arte del enmascaramiento detras de marcos, narrativas u otros instrumentos dirigidos a manipular la percepcion del mundo. Sobre todo en unos momentos en los que necesitan encubrir su impotencia frente a los dictados de la economia detras de todo tipo de estratagemas. Su objetivo es convencernos de que son algo mas que meros gestores de un sistema economico sobre el que han perdido toda capacidad de iniciativa, impedir que veamos que la democracia ha devenido ya casi en un mero simulacro, y reafirmarnos en la idea de que ellos <>.Los ciudadanos, ante un mundo huerfanoya de una realidad objetiva que sirva de referente comun frente al cual contrastar nuestras opiniones, y en ausencia de eficaces medios de argumentacionpublica, nos mostramos encantados antela posibilidad de pronunciarnos liberrimamentesobre casi todo.

  • Los herejes de Humphrey Slater

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    Aquella tarde del 17 de julio de 1936 en un cafe de Malaga, el coronel Cordova no pudo evitar echar un vistazo a los tres jovenes antropologos ingleses que, sentados en un rincon del local, charlaban animadamente sobre una novela acerca de la tragica suerte de tres ninos -Elizabeth, Paul y Simon, como se llaman tambien los tres jovenes- cuyos padres habian sido condenados a morir en la hoguera victimas de la cruzada que la Iglesia habia emprendido contra la herejia catara. (r)No te sientas tan segura de que los dias de la persecucion de la heterodoxia hayan quedado atras-, le previene Simon a Elizabeth bajo la atenta mirada del militar. Al dia siguiente, Espana entera revienta en una guerra fratricida y sin cuartel, convirtiendose en un lugar inhospito para la libertad de pensamiento y en un terreno abonado al odio y la intolerancia donde nada ni nadie estara a salvo de cruzadas, purgas, ejecuciones y traiciones, llamense brigadistas, anarquistas, republicanos, comunistas o militares.

  • Corazones que vuelven a latir (Corazones 3) de Claire Contreras

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    Victor Reuben es el abogado matrimonialista mas cotizado de Los Angeles. Nicole Alessi, futura exmujer de la estrella de cine mas famosa del momento, es su ultima cliente, ademas de la hija de su jefe. Ante un divorcio tan mediatico, no hay cabida para problemas adicionales. Afortunadamente, ni abogado ni cliente tienen nada que ocultar. si no contamos con la sesion de sexo alucinante que compartieron.
    Una vez.
    Dos veces.
    Tres veces.
    Aunque eso fue hace mucho tiempo, y la ocasion de estar juntos se desvanecio. Si son capaces de dejar el pasado a un lado, todo saldra bien. Pero si continuan devorandose con los ojos cada vez que se ven, las cosas se pueden complicar.

  • Empujones del destino de Lucia Herrero

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    Durante unas vacaciones en un hotel de Mallorca, Nadia y su amiga Ruth conocen a dos chicos que ocupan la habitacion contigua: Samuel y Daniel. Para sorpresa de las chicas, uno de ellos, Samuel, resulta ser un vecino y amigo de la infancia de Nadia. Pero las cosas se complican y al finalizar esas vacaciones, el la ha herido y decepcionado de tal manera que cree que nunca podra perdonarlo.

  • Traicion (Mirame y dispara 2) de Alessandra Neymar

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    ?Que serias capaz de hacer por la persona que amas? Cristianno no desiste en su empeno por encontrar a Kathia. Sabe que esta en manos de Valentino y que corre peligro su integridad fisica. Tortura, mata, y se desespera intentado dar con una pista que le lleve a ella, junto a sus fieles companeros, Mauro, Alex y Eric, que le seguiran en esa dura travesia. Mas pasion, mas intriga, mas traicion Continua Mirame y Dispara

  • Amores que matan de Rosa Beltran

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    Aqui se convoca la narrativa breve de una de las escritoras mas destacadas de la literatura mexicana contemporanea.

  • Multimillonario desconocido. Blake de J. S. Scott

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    Harper
    Estaba perfectamente satisfecha con mi vida. Mi carrera prosperaba. Viajaba. Hacia tanto voluntariado social como podia con los sinhogar y era feliz con lo que habia elegido.
    Al menos, asi era, hasta que mi hermana Dani desaparecio. Como corresponsal internacional, viajaba a paises asolados por la guerra y se habia pasado un poco de la raya. Con mi hermana secuestrada y el tiempo a punto de agotarse, no me quedo mas alternativa que acudir a Marcus Colter para pedirle ayuda.
    Volver a ver a Marcus despues de que me rompiera el corazon hacia mas de diez anos no fue facil, pero fue un alivio descubrir que los viejos sentimientos que creia albergar por el habian desaparecido por completo. Era como un extrano para mi. Despues de reunirme con el, la unica emocion que sentia era gratitud porque intentaria rescatar a mi hermana.
    Antes de poder relajarme por no sentir nada por Marcus, conoci a Blake Colter. De pronto, todas las emociones que crei tener por el, se presentaron al conocer al guapisimo senador.
    Era absurdo. No habia visto a Blake desde que eramos ninos. ?Como pude entregarme a Marcus hacia tantos anos y, sin embargo, sentir todo aquello por su gemelo Blake? Cuanto mas tiempo pasaba con Blake, esperando el rescate de mi hermana, mas confusa me sentia con respecto a mi atraccion por el. Entonces, todo mi mundo se vino abajo al descubrir que todo lo que crei cierto durante mas de una decada resulto no ser verdad.
    ?Que ocurre cuando una mujer descubre que el hombre al que habia amado y odiado durante mas de diez anos nunca existio?

  • Erotissima de Venus Sade

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    Cleo, una joven madrilena rebelde y desencantada que canaliza sus frustraciones en el sexo, se ve envuelta junto a sus amigos en unos hechos misteriosos que los ponen en peligro de muerte.

  • Rebelion electronica de andar por casa de Esther Mor

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    “El robot Roomba, en un alarde de independencia y autonomia, se habia puesto en marcha. Solo. Y se dirigia hacia mi. Amenazante. A velocidad constante. Intente salir de su radio de accion, pero, de una manera inexplicable, parecia perseguirme. Eso no era posible. Mi mente racional no daba credito. Avance por el pasillo con el condenado electrodomestico siguiendo mis pasos a corta distancia. Cuanto mas aceleraba la marcha, mas parecia hacerlo el tambien.”
    ?A que se enfrenta Maribel?
    ?Es una rebelion local, un odio visceral enfocado unicamente a nuestra protagonista o esta toda la humanidad en peligro?
    Ella esta a punto de iniciar una aventura perseguida por aquello que el ser humano ha creado para facilitar su vida cotidiana, ?quieres acompanarla?

  • Un angel de cristal de Dawn Brower

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    Esta es una obra de ficcion. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son productos de la imaginacion del autor o se usan de manera ficticia y no deben interpretarse como reales. Cualquier parecido con lugares, organizaciones o personas reales, vivos o muertos, es completamente fortuito.

  • Una cierta edad de Marcos Ordonez

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    <>, dice Marcos Ordonez en el portico de este variadisimo dietario, que abarca de 2011 a 2016. En el afirma tambien: <>
    Ordonez entiende los dietarios como unas memorias con otra forma, mitad <> y mitad <>. Y que revele, senala, el <> del escritor, <>. Pero hay mucho mas.

  • Fuego y espadas de T. J. Rymer

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    --Mi comandante, en las puertas de la ciudad un hombre demanda hablar con usted. Parece un demente. Podemos echarle si lo desea. --?Os ha comunicado que solicita? --pregunte al soldado que permanecia firme como una roca. --Dice haber avistado un Nabzang en los bosques cercanos. Una leve sonrisa se dibujo en su faz. --?Un Nabzang? --pregunte retorico a la vez que sorprendido. El soldado asintio. Parecia claro, que quien aguardaba en las murallas pervivia bajo una clara enajenacion. Los Nabzang no daban senales de vida desde hacia milenios. De no ser por los relatos que ancianos y mercaderes narraban junto al calor del fuego, ni siquiera habria oido hablar de ellos. Yo mismo escuche de boca de mi abuelo una de esas historias cuando era un nino; pero al igual que hacia todo el mundo, filtre solo una leyenda. Lo que aquel loco decia haber visto resultaba del todo imposible. Aun asi, la curiosidad se habia presentado ya en mis adentros. --Mandale subir. Apenas cinco minutos tras la orden, el soldado se cuadro de nuevo acompanado por un anciano. Portaba una tunica marron hecha anicos, sucia. Sus ojos, ensartados en una cara marchita, relucian blancos como nevisca: un hombre ciego. Aquello empezaba a parecerme una broma de mal gusto. --Anciano... --masculle mientras me acercaba--. ?Como va usted a ver nada? --No solo los ojos ven. --Su voz quebrada penetro en mis oidos, profunda y siniestra--. Tambien el alma atisba entes que no requieren vision. El corazon detiene su latir, el aliento se congela mostrando blanco su camino, el alma se inquieta y el temor cruza fronteras que estimaba infranqueables. Se puede sentir cuando un Nabzang esta cerca, si; el terror no requiere percepcion. --Escoltalo a la salida --ordene molesto--. No voy a seguir escuchando tan magna sarta de mentiras. Contemple como lo retiraban a empujones mientras mi cabeza no dejaba de darle vueltas a las inviables palabras que acababa de escuchar. No eran posibles, mas ya habian sembrado el fruto del desasosiego. Observe al anciano liberarse del brazo que le guiaba y dirigirse hacia mi. Con un gesto detuve al soldado que se abalanzaba sobre el --aunque demente, no aprecie maldad en sus inservibles ojos--, permitiendo asi su acercamiento. Y aun sin poder ver, me agarro las hombreras de la armadura, pegando su rostro al mio. --No ignores mis palabras, Astheron, o la culpa te hostigara hasta el fin de los dias. La oscuridad se acerca lentamente, mas aun hay tiempo de detenerla. !Detenla, Astheron, detenla, o no habra un manana para Theralia! Se lo llevaron arrastras mientras lanzaba al viento maldiciones y malos augurios. Yo permaneci desconcertado en lo alto de las murallas que protegian la ciudad de Atreka. Y sobre aquel espigado baluarte aviste a lo lejos el horizonte: el ocaso que indicaba el fin de mi jornada. Baje angostas escaleras de caracol en direccion al hogar, al calor de la familia. Recorriendo sus calles, pense en lo rapido que el tiempo fluye. Inquebrantable lo cambiaba todo a su paso, dirigiendo a nuestra amada Theralia a su destino, al igual que a cada uno de sus habitantes; consumiendo el presente en pos de la leve sombra que es para el hombre el pasado. Atreka, capital del sur de Theralia, anidaba en una fastuosa belleza dificil de igualar. Sus avenidas empedradas y sus casas de roca, siempre de un color casto, emanaban de la gran ciudad una pureza y pulcritud incomparables. Al termino de esas concurridas y elegantes travesias se alzaba imponente el palacio real. Braolin reinaba el sur desde antes que yo naciera. El mismo me nombro comandante del ejercito diez anos atras; decada de una tranquilidad indolente. La guerra contra los Erziofres llevaba anos en punto muerto. Ellos permanecian en el norte, nosotros haciamos del sur nuestro fortin; ellos tenian su capital Erziofre, nosotros Atreka; ellos al rey Ubklar, nosotros nos inclinabamos ante Braolin... Un mundo fragmentado en dos desde el inicio de los tiempos. Batallas y contiendas perduraban en la memoria de los mas viejos. No se recuerda una Theralia de un solo rey. Nadie recuerda una unica Theralia. El resto del mundo residia en la mas profunda neutralidad, exentos de bando alguno, campando a sus anchas por nuestras tierras fragmentadas. Elfos, nerzs, enanos..., anidaban bosques y montanas alejados del mundanal ruido. Los nerzs: pequenos seres de alma pura felices en sus pequenas y comodas <> en las copas de los arboles; los elfos: letales guerreros capaces de acabar con la vida de un hombre sin darle tiempo a consumir un pestaneo, ocultos en sus radiantes ciudades blancas; los enanos: feos, siempre refunfunando, aguardando en sus ciudades bajo la tierra un pretexto para abandonar la roca y blandir sus hachas. Milenios atras, nuestras tierras poseian nombres extranos. El mundo cambio tras eras y eras de erosion, y aquel que fue un mundo de matices, dio paso al norte y el sur. Todo pendia de un fino hilo de orden. Mas el orden tiende a la desobediencia, y en cualquier momento, en el instante menos esperado, ese equilibrio se esfumaria dejando tras el una estela de destruccion. Al cobijarme en las paredes que eran mi hogar, la turbacion que parecia perseguirme desaparecio al instante. Junto al fuego, mi mujer Aurea y mi hijo Tywren esperaban la llegada del comandante del Ejercito Atreko. Mientras mi pequeno se abrazaba a mis pies, su madre me besaba. La amaba tanto que pensar en perderla me vejaba el alma hasta convertirla en nada; y como todo ser viviente sabe, nada es demasiado poco. Pensamientos que tiempo llevaban rondando mi cabeza. <> Lo que si resultaba evidente era que las palabras del ciego no habian ayudado a aplacar mis aciagos augurios. --Hola, amor --saludo sin dejar de apretarme entre sus brazos. No me cansaba de escuchar su dulce voz--. ?Cansado? --Un dia mas. --No me complacia hablar del trabajo en casa--. !Pero ya estoy aqui con mi familia! --exclame mientras alzaba en brazos a mi hijo de tan solo dos anos--. !Y ahora solo tengo ojos para mis dos soles! Rei mientras balanceaba arriba y abajo a Tywren como a un pelele. Aurea se dispuso a servir la mesa. --Me olvidaba --declaro de pronto--. Han echado esta carta por debajo de la puerta. Es para ti. Vulgar: blanca por delante y blanca por detras, a excepcion de mi nombre, escrito en una de sus caras. La abri. Se leia: <>. --?Que dice? --La curiosidad parecia haber hecho mella en mi esposa. --Nada. Unos documentos que por algun motivo han enviado aqui. Y no lo entiendo, la verdad. Pero bueno... !Comamos! --exclame intentando cambiar de tema--. !Tengo un hambre voraz! Cene hasta saciar el apetito y me acoste junto a la mujer de pelo negro y ojos azules que robo mi corazon una decada atras en el tiempo. Le hice el amor como tantas otras noches, aunque en esa ocasion, mi mente se evadio hacia el mensaje de la enigmatica carta. Espere hasta verla dormir y me dirigi por las oscuras calles de la ciudad hacia la posada La Senda de Tul. Entre. Una cantina como cualquier otra, sumergida en una falta de luz alarmante. Al acceder, solo pude percatar una mesa ocupada. En ella permanecia un hombre enano. No bajo ni menudo…, enano de los pies a la cabeza. Resultaba extrano verles tan al sur. Pero alli estaba, sentado, inmerso en una oscuridad cerrada, fumando una larga pipa de la que emanaba un intenso humo blanco. Observe su diminuta silueta y la nube densa que se desperdigaba por los alrededores de su fea cara. Me acerque y sente. Entonces le vi: !un nerz! Quieto a su lado, con la cabeza gacha, en silencio. --Mas te vale no haberme hecho levantar a estas horas para nada, enano. --Hola, Astheron --saludo agachando la cabeza en reverencia--. Gusto en conocerte. Adverti su gesto como uno sarcastico. Un hombre rechoncho y a la vez rocoso, de faz desagradable como pocas. Pelo sucio y enmaranado, a juego con su barba azabache. De facciones duras y contritas, denostando un ser arisco; su aroma no le iba a la zaga. --Habla y dejate de absurdeces. Y ve al grano, tengo sueno. No me gustaban los de su raza. En contadas ocasiones tuve el <> de compartir mesa con alguno de sus congeneres, y no disfrute en absoluto de su compania. --Ten cuidado, sureno, no sabes con quien hablas. --Sus manos se independizaron de la mesa donde se apoyaban y me senalaron amenazantes--. Hablare..., pero no vuelvas a usar ese tono conmigo. Estoy aqui para advertirte de lo que acontece en el norte. --Su voz sonaba gruesa, robusta--. El hechicero real ha indagado mas alla de lo congenito, y un mal que dormitaba ha despertado. --?Nabzangs? La palabra broto de mi boca sin permiso, como si el temor que almacenaba mi cuerpo hubiera huido de mis tripas como una exhalacion. --Si. --Los ojos del enano despuntaron blancos entre lo oscuro--. Pero no es todo: pretende crear un ejercito y abalanzarlo sobre el sur sin clemencia, haciendo al rey Ubklar el unico en Theralia. Temo que haya dos posibilidades en todo este tenebroso asunto: el sur cae ante el norte y su ejercito Nabzang; o norte y sur lo hacen acompanados del resto de razas. Terminos que no podian ser ciertos. Aunque el hechicero real retornara a los Nabzangs, nadie seria capaz de controlarlos. Pero el ciego ya noto su presencia en los bosques cercanos a la ciudad... --Digamos que te creo. ?Que propondrias hacer? --Partir de inmediato hacia el norte y acabar con las malas artes del hechicero real. --?Pretendes que yo, el comandante del Ejercito Atreko parta hacia el norte con la unica compania de un enano loco? --Y la de un nerz --matizo--. No puedo demostrar lo que digo --prosiguio negando con la cabeza--. ?Pero no crees, Astheron, que la vida de tu mujer e hijo merecen al menos el beneplacito de la duda? --Dame un dia para meditar. Manana visitare a mi buen amigo Asdrabal, hechicero real aqui en el sur, y le contare lo que me acabas de explicar. Me aleje del enano y el timido nerz, y me dirigi raudo a mi lecho. Me abrace a Aurea, que ni siquiera habia advertido mi ausencia, e intente conciliar un sueno que sabia no iba a alcanzar. ?Y si las palabras del enano eran ciertas? ?Y si los augurios del anciano resultaban veraces? Queria creer que no, pero la simple posibilidad de que lo fueran obsequiaban a mi alma con esa pesadumbre que no parecia tener intencion de abandonarme. Desperte sin haber reposado. Desayune junto a los mios entre risas y arrumacos y me dirigi a las dependencias de Asdrabal el hechicero. Bajo el palacio real, en un pequeno torreon situado en el centro de los jardines que adornaban la base del monumental castillo, se encontraba su hogar. No era un hechicero al uso. Mas que un hombre dedicado al noble arte de lo magico, en ocasiones parecia un bufon. Pero su erudicion no conocia fin. Mientras me aproximaba a la alta torre de piedra gris, de los pequenos orificios que le hacian de ventanas percibi un fuerte estruendo y un denso humo negro. Corri hacia la puerta, que no estaba cerrada, y al abrirla vi lo que moraba dentro. Las estanterias, sillas, frascos, ollas..., todo se amontonaba asemejando la madera de una hoguera lista para arder. Bajo tan mayusculo desastre se alojaba Asdrabal, que emergio apartando los trozos de lo que fue mobiliario segundos atras. Su largo pelo negro, cubierto de polvo parecia casi blanco, al igual que su oscura tunica portadora del sol de seis puntas, emblema inequivoco del clan de los hechiceros ulgidos. --Esta vez si que he estado cerca de viajar al otro mundo --aseguro entretanto se sacudia las vestiduras. --?Que ha sido esta vez? ?La vida eterna? ?El retorno a la juventud, quiza? ?La cura al mal aliento...? --La sonrisa afloro en mi sin remedio. --No. Algo mucho mas materialista --contesto entre carraspeos--: intentaba convertir el hierro en oro. --Pues es una pena, porque vas a necesitar mucho para arreglar este desastre. Observe desde la distancia al hombre mugriento que reflejaba en su rostro el fracaso reciente. Y sin poder evitarlo, una carcajada surgio de mi boca; de igual manera, Asdrabal no pudo evitar hacer lo mismo. Reimos un largo instante. --Subamos a la buhardilla --dijo entre carcajeos--. Alli podremos conversar tranquilos. Creo saber por que estas aqui, Astheron. Ascendimos por una estrecha escalera de caracol. Al alcanzar su cima me encontre en una habitacion minuscula de bajo techo que no permitia andar erguido. En el centro de la pequena estancia atisbe una mesa de madera redonda con dos sillas. Asdrabal se sento en una de ellas y me insto a que yo hiciera lo mismo