• sweet symphony acordes - Ginny Bennet

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    Hacia un tiempo que Monica Coleman habia perdido el Norte, pero el unico que se habia dado cuenta de ello era Miguel, su amigo de la infancia y medico de cabecera. --Monica estas agotada fisica- y mentalmente, necesitas romper con todo por algun tiempo. --Pues yo no noto nada de nada. Es mas, estoy super relajada --comentaba mientras quitaba malas hierbas de su jardin vertical. Ambos estaban tomandose un vino en la terraza del atico que poseia Monica en pleno barrio de Salamanca, en Madrid. --Hay dos cosas que me indican que eres muy optimista respecto a tu valoracion. Una, que estas como loca quitando malas hierbas en vez de estar aqui sentada conmigo. Y otra, que no hayas tenido ni un minuto para pasarte por mi consulta y haya tenido que venir yo a tu casa para poder explicarte un simple analisis de sangre. --Pero, ?que dices? !Si vives en el mismo edificio! No te cuesta nada --dijo Monica volviendo a la mesa y cogiendo su copa de vino. --Ya, pero esa no es la cuestion, ademas yo tambien tengo otras cosas que hacer, ?sabes? --No te quejes, que te encanta venir a mi casa. --Eso es porque tu terraza es mas grande que mi piso entero --dijo Miguel mirando a su alrededor. Y ambos se echaron a reir. Monica Coleman era espanola de padre americano. De esas que tiene la suerte de poder tener doble nacionalidad y estudiar donde le plazca. Su familia generaba dinero y mas dinero a medida que pasaban de generacion en generacion. Monica quiso estudiar ingenieria informatica y lo hizo viajando. Unos anos estudiaba en una universidad de Inglaterra, otros, estudiaba en otra de Estados Unidos… Hacia tres anos que habia montado su propia empresa. Como ocurria con el resto de su familia, ella tambien tenia suerte y capacidad innata para los negocios, asi que su empresa en poco tiempo ya le reportaba grandes dividendos a cambio de muchos dias sin dormir, por supuesto. Pero eso a Monica, de momento, no le importaba, ya que era su vida profesional la que mas le reconfortaba. Del resto era mejor no hablar. Siempre habia vivido rodeada de lujo y dinero y esta epoca tampoco era una excepcion. No tenia mayordomo en casa ya que le gustaba mucho su independencia, pero si tenia un jardinero, Julio, y una cocinera, Nora, que le hacia la comida y se la dejaba en el congelador para que luego Monica solo tuviese que calentarla. !Ah! Y de paso, limpiaba la casa. Miguel Ramirez era su vecino de la infancia y con el que empezo a jugar y a tontear hasta que se dio cuenta de que eso de las chicas no iba con el. Pero eso no impidio que su amistad se hiciese cada vez mayor. Miguel estudio medicina y en la actualidad es el jefe de medicina general de un hospital privado en Madrid. Ambos se perdieron la pista en la universidad y posteriores masters, pero cuando Monica se compro el atico en la calle Velazquez se encontraron en el ascensor. Fue como si esos anos vividos separadamente no hubiesen existido. En pocas semanas, volvian a ser intimos amigos. Desde que se encontraron, la vida privada de Monica se enriquecio, pues dos solteros en la noche madrilena daban para mucho. En esos momentos, como era lo mas habitual, ninguno de los dos tenia pareja, asi que se veian mas a menudo. En realidad, Monica hacia varios anos que no tenia pareja, la ultima ruptura le habia hecho concentrarse en su empresa y no tenia tiempo para pensar en nada mas. --En serio, Moni, necesitas un descanso mental y ya, de paso, fisico. Creo que deberias irte unos dias de vacaciones --seguia diciendo Miguel. --!Tu estas loco! ?Como quieres que me vaya ahora de vacaciones? !Si tengo todo a medias! Por ejemplo, el lunes viene el horticultor para empezar a crear mi huerto vertical --dijo toda ufana mientras daba un sorbo a su copa. --?Huerto vertical? No lo habia oido en la vida. --Jajajaja ?A que es original? Se me ha ocurrido que si puedo tener un jardin vertical seguro que puedo encontrar productos de huerta que crezcan en vertical, tambien. ?No seria magnifico? --Me suena a que la gravedad va a hacer de la suyas, pero siempre has ido por delante, asi que estoy seguro de que lo intentaras hasta el final. De todas formas, lo que te estoy proponiendo no es para irnos hoy o este fin de semana. Lo que quiero es que lo vayas pensando y te organices unos dias libres para hacer que tu mente descanse un poco. Porque me imagino que puedes dejar a alguien a cargo de tu empresa, ?no? --Por supuesto que puedo hacer eso, pero justamente estos dias estoy con un desarrollo muy importante. Si yo no estoy encima, la calidad del trabajo varia y no me lo puedo permitir con este cliente. Hubo otro silencio provocado por Miguel. Sabia perfectamente que si Monica no decia un no a la primera, siempre habia mas posibilidades de que hubiese un si. Solo necesitaba que la idea germinase en su mente. Continuaron tomando el vinito en la terraza. Esa noche era muy agradable, de vez en cuando se notaba un vientecito suave, sintoma de que el verano andaba cerca. En Madrid pocas veces puedes ver las estrellas, pero si miras detenidamente hacia el cielo en un entorno oscuro, consigues vislumbrar alguna de las mas potentes. Esa noche la luna era llena y preciosa, iluminaba algunos de los tejados cercanos que componian el skyline de Madrid. Habria sido una gran velada romantica si no fuera porque no estaban interesados el uno en el otro de esa forma. Ellos eran familia. Aceptacion Un dia cualquiera en la vida de Monica comenzaba con un despertador a las 6:30 de la manana. Antes de saltar de la cama repasaba las cuentas de e-mail y contestaba los mensajes. Creaba o alteraba la agenda del dia para que su asistente ya tuviese las modificaciones a su llegada a la oficina y acto seguido se subia a la eliptica. Mientras hacia 45 minutos de ejercicio, veia las noticias desde su Smart TV, que estaba colocada estrategicamente delante de la maquina eliptica. Al terminar, hacia unos cuantos estiramientos de pilates para relajar los musculos tensos. Si, fue un mes a Pilates, se aprendio las tablas y ahora las practica en casa para hacerlas cuando a ella le va bien, no cuando otros programen las clases. Asi es Monica Coleman. Al terminar se da una buena ducha y se bebe un batido cuyos ingredientes dependen de la ultima moda en batidos. En esos dias, era un batido de un color verde bastante repugnante porque tenia col rizada y menta entre otras cosas. Monica se lo tomaba como si fuera una medicina, sin pararse a saborearlo, de lo contrario no seria capaz de tragarselo. Siempre vestia en tonos grises combinados con blanco para ir a la oficina. Para el resto de actividades, le gustaba ir a la moda y meter algo mas de color a su vestuario. A las 8:30 ya estaba camino de la oficina. No tenia que andar mucho pues la empresa de Monica estaba ubicada en la planta baja del edificio donde vivia. Muy conveniente para ella, por supuesto, por eso estaba alli. Los dias de Monica eran casi todos iguales. Sentada y pegada a un ordenador. Reuniones online, algo de programacion para arreglar algun estropicio hecho por alguno de sus empleados y muchas llamadas por telefono y mensajes por WhatsApp. Al acabar el dia no sabia ni como habia llegado a las 6 de la tarde. Habia dias que ni recordaba si habia comido o no. Al finalizar la jornada laboral subia de nuevo a su casa. Normalmente abria una botella de vino, mientras su comida se calentaba en el microondas, salia a la terraza a sentarse si hacia buen tiempo, saboreando su copita de vino y sin dejar de mirar el movil para ver los mensajes de ultima hora. Entre esos mensajes, Monica siempre se encontraba uno de su padre que le instaba, por no decir le obligaba, a hacerle un resumen de que tal iba su empresa. Esos eran los mensajes que mas le costaba contestar, pues tratar con su padre la hacia sentirse como una nina pequena y sin experiencia. Monica odiaba ese sentimiento, pero tampoco hacia nada para que su padre no se metiese en sus asuntos. El padre de Monica era una persona de exito, por lo que era muy controlador. Si no lo hacia el, no estaba bien hecho. Y aunque ella ya llevaba muchos anos viviendo de sus propios beneficios, su padre tenia que comprobar que su ninita era una triunfadora, para continuar asegurando el exito de la estirpe Coleman. Ese lunes por la manana su rutina cambio ligeramente, pues venia el horticultor a ver el terreno. Cuando ambos salieron a la terraza y Monica le dijo donde queria la huerta urbana, Antonio, que era como se llama el horticultor, puso los ojos en blanco y se llevo las manos a la cabeza. --?Esta segura de lo que me esta pidiendo? --?No cree que sea posible? He pensado que para que la tierra aguante podemos poner algunas jaulas o a lo mejor usted sabe de algo.

  • Bitter Sweet Symphony - The Verve - Cifra Club

    https://www.cifraclub.com/the-verve/bitter-sweet-symphony/?idioma=es

    Tono: A Intro 4x: E E4 D9 A Batida: Baixo, Baixo, Cima, (pequena pausa), Cima, Baixo, Cima. O acorde deve ser trocado na primeira batida pra cima EX.

  • Bitter Sweet Symphony - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Bitter_Sweet_Symphony

    «Bitter Sweet Symphony» es una canción de la banda de rock inglesa The Verve, de su tercer álbum Urban Hymns, lanzada bajo el sello Hut Records el 16 de ...

  • Bitter Sweet Symphony Partituras | The Verve - Sheet Music ...

    https://www.sheetmusicdirect.com/es-ES/se/ID_No/99542/Product.aspx

    Download and Print Bitter Sweet Symphony sheet music for Piano, Voz y Acordes de guitarra (Melodía mano derecha) by The Verve from Sheet Music Direct.

  • The Verve – Bitter Sweet Symphony (1997) | El oído armónico

    http://www.bustena.com/2015/04/25/verve-bittersweet-symphonye/

    25 abr 2015 — El IV grado es un acorde de tipo sus2 (sin tercera, y con segunda). Muy publicitaria intro de esa máquina de contaminación sonora que es la ...

  • Bitter Sweet Symphony Chords - The Verve - Mychordbook

    https://www.mychordbook.com/chords/the-verve/bitter-sweet-symphony

    Interactive chords for The Verve - Bitter Sweet Symphony. See realtime chords on guitar, piano and ukulele as you are listening the song.

  • Bitter Sweet Symphony Bajo | PDF - Scribd

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  • Cómo los Rolling Stones se adueñaron de "Bitter sweet ...

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    12 feb 2018 — Una suave melodía tocada en cuerdas es la base de esta canción lanzada en 1997 por el grupo británico The Verve. "Bitter sweet symphony" fue ...

  • Home Sweet Home Bittersweet Symphony – Limp Bizkit

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    Home Sweet Home Bittersweet Symphony chords. by Limp Bizkit. 6,980 views, added to favorites 271 times. Difficulty: beginner. Author tapas.dwivedi [a] 41.

  • Bittersweet Symphony By The Verve - Sheet Music ...

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    Jul 19, 2018 - Shop and Buy Bittersweet Symphony sheet music. Piano/Vocal/Chords sheet music book by The Verve : Alfred Music at Sheet Music Plus.

  • Magia y Amor de Ginny Bennet

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    Hacia mucho tiempo que Elke no volvia a casa. Cuando unicamente asistia a clases, solia visitar a sus padres cada mes, como minimo, pero desde que tambien comenzo a trabajar de becaria, le habia resultado imposible conseguir algun dia libre. Tiene sus practicas sonadas: disenadora becaria en una empresa de moda, como parte final de su formacion en "Diseno y Moda" que realiza en Hamburgo. Si al terminar sus practicas ha causado buena impresion, habra una plaza para ella. Elke nunca se habia parado a pensar que empezar a trabajar le quitaria tanta libertad. Ademas, todo son prisas, recortes de presupuesto, fechas limite imposibles y gente esperando a que falles para quedarse con tu puesto. Es como una jauria de alimanas. Elke esta empezando a pensar que disenar ropa de esta forma no es tan glamuroso como le parecia en un principio. Ella sabe, en el fondo, que no quiere que la contraten en esa empresa al finalizar sus practicas, pero tampoco sabe que hara con su vida, si eso ocurre. La familia de Elke proviene de una larga estirpe de curtidores de piel en Nuremberg. Poseen una empresa familiar de confeccion de prendas en piel de pelo largo: gorros, guantes, estolas bufandas… Las tecnicas artesanales de confeccion que utilizan han pasado de generacion en generacion por parte del padre de Elke, Klaus Schneider. Otra rama de la familia de Klaus se dedica a la cria de animales en Polonia y ellos son los encargados de enviar la materia prima. Elke recuerda pasar su ninez ayudando a sus padres. Siempre habia algo que hacer en la fabrica. A sus 15 anos, Elke ya confeccionaba sus propios gorros de piel y le entusiasmaba, se podria decir que ese fue el origen de su amor por el diseno de moda. La fabrica de la familia Schneider, llego a ser uno de los puntos de trabajo mas importantes de Nuremberg, pero ahora ya no es tan grande. Klaus y su mujer, Petra, mantienen la fabrica, pero a una decima parte de su rendimiento. A estas alturas de sus vidas, no les queda la energia ni el dinero suficientes para continuar en la brecha, solo les interesa fabricar el producto necesario para sobrevivir y no aburrirse. Estan cerca de la jubilacion y consideran que ya han trabajado lo suficiente. Prefieren vivir. Con su produccion, proveen a alguna que otra tienda local, atienden pedidos de forma online y abastecen el puesto que ponen, todos los anos, en el mercado navideno de Nuremberg, quiza uno de los mercados navidenos mas populares de Alemania, que abre al publico a finales de noviembre y termina justo antes de Navidad. Este ano, uno de los empleados de Klaus y Petra, que suele ayudarles en el mercado, se ha puesto enfermo y para poder atender el puesto necesitan un suplente. Se han vuelto locos intentando encontrar un ayudante, pero las personas de Nuremberg que no estan de vacaciones o con trabajo fijo, ya estan contratadas en los otros puestos navidenos. Al final, han pedido a Elke que venga a ayudarles con el puesto, como hacia antes de irse a estudiar fuera. A Elke le encanta estar en casa por Navidad. Este ano lo tenia complicado, porque esta en el ultimo ano de carrera y con las practicas recien empezadas, pero no queria defraudar a sus padres. Despues de muchas charlas con su jefe de estudios, por fin, llego a un acuerdo para poder llegar a Nuremberg a tiempo para la apertura del mercado. Despues del paron navideno, espera seguir teniendo su puesto de becaria cuando vuelva o ?mejor seria perderlo?... Esta muy confusa con su futuro. El paisaje avanza a toda velocidad a traves de la ventanilla del tren camino de Nuremberg, mientras Elke se encuentra sumida en sus pensamientos. Los bosques nevados de Alemania pasan ante ella como si fuese una pelicula panoramica. Es hipnotico ver pasar el paisaje, todo blanco y congelado. Contempla un bosque cubierto con un manto de nieve impoluta, parece una escena sacada de una bola de nieve. Respira hondo. Ya empieza a sentirse mas cerca de casa. Aunque Elke vuelve, sobre todo, para ayudar a sus padres, no puede dejar de pensar en algo que la incomoda. Que sus padres sigan utilizando piel de animal para sus creaciones, cada vez le parece mas cruel. Ya no se siente a gusto comercializando ese tipo de tejidos. Idea excusas para ayudar a sus padres, pero de otra manera y asi evitar ponerse en el puesto. Podria encargarse, por ejemplo, de limpiar la casa o de comprar la comida... y asi ayudar de forma indirecta porque no le apetece vender prendas de piel. Lleva un buen rato dandole vueltas y siempre llega a un callejon sin salida. ?Como va hacerles eso a sus padres? En esas estaba, cuando se le colo un poderoso pensamiento en la cabeza: "el puesto es una tradicion en mi familia, fabricar esas piezas en piel es una tradicion en mi familia... ?No es de eso de lo que trata la Navidad? ?De celebrar tradiciones?" Este pensamiento le hace sentirse algo mejor y le ayuda a justificarse un poco para no sentirse tan mal ayudando a sus padres a vender pieles en el mercado. Pero, al mismo tiempo, decide que este sera el ultimo ano que vendera prendas de piel de animal. Va a intentar explicar a sus padres como le hace sentir eso y convencerles de que habria que cambiar de producto o por lo menos de materia prima para confeccionarlo. !Buena suerte con eso! Se dice asi misma. Cuando justo se afianzaba en esta decision, aparecio una senora muy risuena por el pasillo, camino al siguiente vagon, que llevaba puesto un abrigo en un tono verde brillante. Al levantar la mirada y encontrarsela, Elke se quedo mirando fijamente a la senora, sin darse cuenta y esta, sintiendose un poco cohibida, la saludo. Al percatarse de ello, ella le devolvio el saludo de vuelta. A Elke le dio por pensar que era una senal, la senal de haber elegido correctamente, al decidir ayudar a sus padres pese a lo mal que le hacia sentir. "El verde aporta esperanza y es el color de las elecciones bien hechas", penso, sintiendose algo mejor con ello. "Proxima parada Wurzburg. Recuerde llevar todas sus pertenencias con usted cuando baje del tren. Muchas gracias por viajar con nosotros", se escucho por los altavoces. Elke desperto de sus pensamientos y miro por la ventanilla. Quedaba muy poquito para llegar a Nuremberg. Que ganas tenia de volver a ver a su familia, pero tambien a su amiga Edith. Hacia pocos dias que habia hablado por telefono con ella, sabia que estaba a punto de llegar a Nuremberg tambien. Edith era su amiga de la infancia. Se contaban todo y habian hecho muchas cosas juntas por primera vez, como besar al mismo chico, beber cerveza, aprender a patinar... El primer gorro de piel que confecciono Elke, fue para Edith. La echaba mucho de menos, pues se veian muy poco desde que ambas se pusieron a estudiar sus respectivas carreras. Elke en Hamburgo y Edith en Colonia. Elke volvio a mirar por la ventanilla. Ahora se veia pasar un campo nevado completamente liso. Esta imagen le recordo el dia en que ella y Edith se fueron con el trineo y acabaron empapadas hasta la ropa interior. Eso no habria sido problema si no hubiese sido porque era el dia de Navidad y debian ir a comer a casa de unos amigos comunes de sus padres. Ambas aparecieron chorreando de arriba abajo y se llevaron una buena reprimenda. Una sonrisa de nostalgia aparecio en la cara de Elke. Se escucho por los altavoces que llegaban a la estacion termino. Miro por la ventanilla y empezo a reconocer los barrios de su ciudad natal. Las calles despejadas con nieve derretida en las orillas, las ventanas con las luces navidenas encendidas, la gente circulando de un lado a otro... El tren se adentro en la gran estacion de Nuremberg y estaciono en su via. Elke recogio su maleta y se dispuso a bajar del tren. No tenia muy claro si sus padres podrian venir a recogerla ni estaba segura de como andarian de trabajo con los preparativos para el mercado. Al llegar a la gran sala central de la estacion, alli estaban. Altos, elegantes, enfundados en sendos disenos propios, gorro y manoplas a juego, los padres de Elke atisbaban buscando a su querida hija. Sus caras se iluminaron cuando sus miradas se encontraron y Elke echo a correr hacia ellos. A Petra se le empezaron a anegar los ojos de lagrimas y Klaus no sabia mas que decir que la habian echado mucho de menos. Elke se dejo envolver por esos brazos llenos de ese calor familiar que habia echado tanto de menos durante los ultimos meses. Si, a Elke le gustaba volver a casa por Navidad.

  • Nuncanoche (Cronicas de Nuncanoche 1) de Jay Kristoff

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    En una tierra en la que sus tres soles casi jamas llegan a ponerse, la joven asesina Mia Corvere acaba de unirse a la banda mas mortifera de la Republica.

  • Moncloa confidencial de Pilar Cernuda

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    En el palacio de La Moncloa, <> como lo define Pilar Cernuda, han tenido lugar historias insolitas y divertidas que se cuentan en estas paginas. Presidentes a gritos, polemicos encuentros, amigos y enemigos sentados a la misma mesa, ministros tentados de dimitir, secretarias que guardan secretos inconfesables de sus jefes... Pero la autora, periodista muy reconocida en estas lides de la informacion politica, extiende sus <> mas alla de las protagonistas de la presidencia del Gobierno ?Suarez, Calvo-Sotelo, Felipe, Aznar y Rajoy? y llega con sus confidencias a otras regiones de Espana, dando cuenta tambien de las luces y sombras de los presidentes autonomicos, como Pepe Bono, Manuel Fraga, Esperanza, Susana, Cristina... ? ?Aznar celoso del rey? ? Una visita a los bonsais ? Tartar de solomillo y otras delicias ? Regalos y regalazos ? La indiferencia de ZP

  • La muerte de Ivan Ilich de Lev Tolstoi

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    van Ilich es un funcionario de la administracion zarista cuya principal aspiracion, como la de sus colegas, es escalar peldanos en su carrera para mantener su bienestar y asi seguir formando parte del mundo burgues en el que ha vivido siempre. Casado por conveniencia, al poco tiempo descubre el hastio que le produce la familia y centra su vida en el trabajo. Una monotona existencia que cambia repentinamente con la llegada de un importante personaje
    a su vida…

  • Casa de espias de Daniel Silva

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  • En tierra de lobos de Luis Garcia Jambrina

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    <>

  • La epidemia de la primavera de Empar Fernandez

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    Empar Fernandez ha construido con maestria una novela en la que destacan una magnifica ambientacion de la vida en las trincheras de la Primera Guerra Mundial y la de la Barcelona de las primeras revueltas sociales encabezadas por mujeres.

  • Ginny Moon de Benjamin Ludwig

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    Ve el mundo de otra manera. Te presentamos a Ginny Moon. Es la tipica adolescente, toca la flauta en la banda de la escuela, practica baloncesto semanalmente, y lee poemas de Robert Frost en la clase de ingles.

  • Enemigos Intimos de Nina Klein

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    Viernes por la tarde. Media hora para terminar mi jornada laboral y salir corriendo de la oficina, en direccion al pub de siempre donde habia quedado con mis amigos para tomar algo. No solo eso, sino que mi amiga iba a llevar al macizorro hermano de su novio para presentarmelo.
    ?Que podria salir mal?
    Nada, o eso pensaba hasta que mi archienemigo Tom --la persona que peor me cae de la oficina y del mundo-- se presento en mi escritorio con un proyecto de ultima hora que tenia que estar terminado para el lunes. Para ese lunes.
    No solo tenia que quedarme a trabajar la noche del viernes en la oficina --adios planes, adios macizorro--, ademas tenia que hacerlo con Tom, mi enemigo publico numero uno.

  • Yo, Dita Kraus. La bibliotecaria de Auschwitz de Dita Kraus

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    ?Por que la he llamado una vida aplazada? 1 Mi vida no es la vida real. Es algo anterior al comienzo de <>, una especie de prologo a la narracion. Todavia no cuenta, es solo un ensayo. Y alguien observa desde atras, tal vez desde arriba, y me juzga. Hay un ser que controla y valora mi comportamiento. Tal vez no este ahi fuera, sino dentro de mi. ?Quiza sea mi madre? ?O mi abuela? ?O algo mas interno... mi <>? No tengo ni idea. Pero siempre esta ahi, sosteniendo un espejo invisible delante de mi. Noto su aprobacion y su desaprobacion, esta ultima me hace estremecer por dentro, tratando de reprimir la conciencia intranquila, o buscarme excusas, aunque el sentimiento negativo es tremendamente tenaz e imposible de ahuyentar. Trato de encontrar razones para haber hecho o dicho lo que desagrada a mi controlador, pero al mismo tiempo se que solo estoy intentando justificar mi ofensa. Aun no se que relacion tiene esto con la sensacion de que mi vida este aplazada. Hasta donde recuerdo, siempre he estado mas centrada en el manana que en lo que experimento en este momento concreto. Incluso ahora, cuando voy a un concierto, estoy pensando en el viaje de vuelta y la agenda del dia siguiente, no en la musica que he ido a escuchar. Cuando como, mi mente esta en lavar los platos, y cuando me acuesto ya estoy planeando lo que hare al despertar. Nunca esta en el aqui y el ahora, e intuyo que me estoy perdiendo el disfrute del presente. Hay demasiado control: nunca me dejo llevar, nunca me relajo del todo. Siempre esta presente <>, siempre juzgando. Debia de ser muy pequena cuando empece a aplazar mi vida. Era una especie de posposicion indefinida, una satisfaccion aplazada. ?Como la <>? Aceptando la amarga realidad de que no conseguiria lo que queria, desde luego no a corto plazo, probablemente nunca. Me decia a mi misma que debia tener paciencia, que la plenitud tal vez viniera mas adelante. O nunca. Pensaba que tal vez, si ponia mi esperanza en espera y no pensaba en ella, algun dia podia salir bien. En el fondo, sigo pensando que el circulo se cerrara y que las cosas tomaran su debido curso, que todo volvera a su lugar normal; solo tengo que aplazarlo. Sin embargo, estos fragmentos atrasados de mi vida, estos espacios vacios, han creado lagunas, de modo que el mosaico de mi existencia tiene angulos muertos donde la imagen queda inacabada. Son muchas lagunas. ?Como voy a llenarlas? El tiempo se acaba: quien sabe cuanto me queda de vida. Ya tengo cuatro nietos y cuatro bisnietos. La mayoria de los personajes de mi pasado murieron y no pueden contestar a mis preguntas. Intentare reunir esos fragmentos y escribirlos: tal vez consiga un esbozo que llene los espacios en blanco del mosaico... 2 Infancia Mis primeros recuerdos surgen de la nada que precede a la memoria consciente. Son como una imagen que parpadea unos instantes en la pantalla y vuelve a desaparecer en la oscuridad. Pero cada una de ellas esta banada de emocion. Me han colocado sobre una bascula infantil, en una mesa cubierta con un hule, en la consulta de la medica. Estoy desnuda y noto el metal duro y frio contra mi espalda. Puede que tenga dos, o dos anos y medio. Madre y la medica de blanco se ciernen sobre mi. No tengo miedo porque sonrien. La doctora Desensy-Bill era nuestra pediatra. Recuerdo otras visitas posteriores. Me ponia la palma de la mano sobre el pecho, me daba unos golpecitos con el dedo corazon y luego escuchaba, apretando la oreja contra mi piel. La consulta estaba unida a su casa por una puerta de cuero marron acolchado con botones de laton. A veces, Madre se quedaba a hablar con la doctora y me hacian salir por la gruesa puerta que, aunque pesada, se movia con facilidad y sin hacer ruido, para ir a jugar con su hija Lucy. Esta tenia mas o menos mi edad, pero no me caia demasiado bien. Era aburrida. Otro recuerdo. Es de noche y estoy de pie sobre mi cama, llorando aterrada. Debo de ser muy pequena, porque estoy agarrada a la barandilla de la cuna con ambas manos. Madre y Mitzi, nuestra doncella, estan conmigo, tratando de calmarme. Pero yo no me tranquilizo, porque hace un instante una mano atraveso la pared e intento agarrarme. Madre me saca de la cuna y me lleva al otro lado de la pared, al cuarto de bano, para mostrarme que no hay ningun agujero. Ella y Mitzi me dicen que ninguna mano puede atravesar una pared solida. Pero no lo saben: ellas no la han visto. Yo si. Cuando dejo de llorar, vuelven a dejarme en la cuna, creyendo que me han convencido. Me tapan y apagan la luz. Sin embargo, el miedo sigue ahi y durante varias semanas, solo me duermo si separan la cuna de la pared. Otra escena sale de la oscuridad del no saber. Es perturbadora. Yo estoy en la banera y Madre sentada en el borde. De pronto, veo lagrimas cayendo sigilosamente por sus mejillas. Madre esta llorando en silencio. Me asusta y yo tambien empiezo a llorar. <> Pero ella sacude la cabeza, no me contesta. No se por que lloraba. ?Le hizo dano alguien? ?Fue culpa mia? ?Me porte mal? No se, no tengo ni idea. Y aun ahora, al recordarlo, siento tristeza, culpa y dolor. El nombre de soltera de mi madre era Elisabeth Liesl Adler. Tenia un hermano llamado Hugo, diez anos mayor que ella. Su madre murio cuando ella aun era un bebe y su padre, juez, volvio a casarse. Madre decia que su madrastra era una mujer justa y concienzuda, pero que le faltaba efusividad y amor maternal. No recuerdo al abuelo Adler, murio al poco de nacer yo. Hugo tambien se hizo juez. Se caso, pero no tuvo hijos. Solo le llegue a ver dos veces en mi vida. Wilhelm Adler con su hija, Elisabeth Adler-Polach Cuando tenia seis o siete anos, Madre y yo paramos en Brno dos o tres dias de camino a nuestro lugar de veraneo en los montes Tatras. Recuerdo claramente dos escenas de aquella visita. Madre se echo a llorar cuando entramos en casa del tio Hugo. Era el mismo piso donde habia crecido; cuando ella se caso, Hugo se quedo alli. Seguia teniendo los mismos muebles y le traian recuerdos. La otra escena que me viene a la memoria es en el juzgado. Hugo presidia un juicio vestido con una toga morada de juez, y nosotras estabamos al fondo de la sala. Cuando termino la sesion, Madre le comento que le habia parecido tranquilo, poco emocionante, y Hugo contesto: <>. Mis padres dejaron su Brno natal para mudarse a Praga poco despues de casarse. Alquilaron un pequeno apartamento en la planta baja de una villa. Tenia un jardin con cesped, parterres y arbustos de grosellas junto a la valla. Yo tenia permiso para coger las grosellas, pero no me gustaban, eran velludas y sabian acidas. El dueno, el senor Hackenberg, era amigo y companero de partido de mi abuelo Johann. Los Hackenberg tenian un pastor aleman enorme llamado Putzi, que era tan bueno que me dejaba subirme a su lomo. Hay una foto mia desnuda, con dos anos mas o menos, de pie junto al perro, y los dos medimos lo mismo. Me viene otro recuerdo: el senor Hackenberg y mi madre sentados en un banco del jardin, mientras yo juego en el arenero. Estoy cavando con las manos, haciendo un tunel. De pronto, una cosa horrible, rosa y viscosa, sale retorciendose del agujero hacia mi. Grito de miedo y corro a los brazos protectores de mi madre. Cuando ve lo que me ha asustado, se echa a reir. El senor Hackenberg tambien se rie. Me siento avergonzada, humillada. ?Como pueden reirse cuando estaba tan asustada? Mi madre se ha puesto del lado del senor Hackenberg y los dos se burlan de mi. Me ha decepcionado, me ha traicionado. ?Como iba yo a saber que solo se trataba de un inocente gusano? Era la primera vez que veia una criatura tan espantosa. Cuando tenia unos tres o cuatro anos nos mudamos a otro piso en Praga-Holesovice, y en esa epoca nos dejo Mitzi, la doncella. Hoy en dia, solo los ricos tienen internas, pero en la Europa de antes de la guerra era algo habitual. Las jovenes hijas de los aldeanos pobres venian a la ciudad en busca de empleo, a aprender a cocinar, a aprender modales y, con algo de suerte, a encontrar marido. Dormian en una diminuta habitacion que habia para el servicio en practicamente todos los pisos, recibian un pequeno sueldo y tenian una tarde y una noche libres a la semana. A menudo, no permanecian mucho tiempo con la familia, ya fuera porque eran demasiado lentas, o porque las sorprendian robando, algunas se quedaban embarazadas y tenian que ser despedidas. A mi madre le lleno de orgullo que Mitzi nos dejara porque se iba a casar. Su prometido era un zapatero que tenia una tienda a la vuelta de la esquina, en la calle principal, cerca de la parada numero seis del tranvia. Poco despues de la boda, Mitzi me invito a desayunar un domingo. Me dejaron ir sola, ya que el domingo por la manana la calle estaba desierta, y sali contenta de que nadie me acompanara. Mitzi y su marido vivian en la trastienda, en una habitacion que olia a cuero y pegamento. La tienda estaba cerrada y Mitzi me hizo sentir como una distinguida invitada. Me sirvio un buen trozo de gugelhupf como el que hacia mi madre, aunque el suyo sabia mas festivo, no se por que. Estaba feliz y orgullosa de que me trataran como a una adulta. Hubo mas desayunos como aquel, pero se fueron espaciando y, despues de un tiempo, Mitzi y el zapatero se marcharon; creo que el tuvo que cerrar la tienda porque no les daba suficiente para vivir. Nunca mas supimos de ella. Cuando Mitzi aun estaba con nosotros, mi madre y yo fuimos a pasar unas vacaciones a su pueblo. Estaba en la region germanoparlante de Bohmwerwald, el Bosque de Bohemia. Mitzi se quedo unos dias alli con nosotras, y luego volvio a Praga para supervisar a los pintores, que estaban redecorando el piso durante nuestra ausencia. Lo recuerdo porque cuando volvimos, olia a pintura y a suelos recien encerados. Habia un rio poco profundo detras de la alqueria donde nos alojabamos. Me viene otro recuerdo de estar con varios ninos del pueblo, metidos hasta las rodillas en el riachuelo. El agua corria cristalina y buscabamos oro. Si, oro de verdad. Los granos eran como semillas de amapola, pero brillaban entre los guijarros bajo el agua transparente. Los poniamos en la palma de la mano y dejabamos que el sol jugara con ellos. Era muy emocionante. Aun hoy, cuando veo alguna pelicula sobre la fiebre del oro, recuerdo que alguna vez yo tambien fui una buscadora. En aquel pueblo descubri lo que era la muerte. Habia un camino que recorria el pie de la colina, en la otra orilla del rio. Un caballo yacia en el camino, con la cabeza y el cuello colgando por la pendiente inclinada. Detras de el, habia un carro volcado. El caballo no se movia. Estuve un rato alli de pie, mirandolo, esperando a que se levantara. Tenia varias personas a mi alrededor. Ellos tambien esperaban. Pero el caballo no se movia y empece a comprender el hecho terrible y aterrador de que el animal no volveria a levantarse... que estaba muerto. Senti angustia y miedo. Pero, como en tantos otros descubrimientos posteriores en la vida, mas que toparme con un fenomeno nuevo, fue como si un conocimiento que ya estaba latente en mi saliera a la luz de la consciencia. Como dijo Platon: <>. Aquel fue el primer indicio de que el mundo no era un lugar tan luminoso y feliz como lo habia sido hasta entonces. Mi siguiente encuentro inesperado con la muerte sucedio anos mas tarde, cuando tenia ocho. Una manana, cerca de la escuela, vi a un grupo de chicos pegados a la verja del patio. Al otro lado habia una cuesta empinada y, al pie de esta, la via del tren. Alli, sobre los railes, habia una figura: una persona muerta, aunque parecia mas un monton de harapos que un cuerpo. Los ninos lo miraban atentamente, mudos e inmoviles. Fue un momento de profunda tristeza. Yo sabia que habia sido un suicidio; alguien no queria seguir viviendo y decidio arrojarse bajo un tren. En mi recuerdo, ese lugar ha quedado asociado para siempre con la tragedia. Incluso cuando volvi a mi escuela, sesenta anos despues, me vi arrastrada al mismo sitio junto a la verja, como si aquella triste figura siguiera tirada alla abajo. Una visita habitual en casa era la tia Lori, una pariente lejana de la abuela que me caia muy bien. Siempre traia regalos bonitos. No estaba casada ni tenia hijos, pero sabia perfectamente como hacer feliz a una nina.

  • El principio de mi caos de Mira Luna

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    Laura ha dejado de ser invisible. Se ha convertido en una super jefaza y , ademas, ha conocido a Tom, su primer amor… Laura es especial, es diferente, es pura… Laura empieza a descubrir que la vida no es un cuento de hadas. Gabriel ha llegado a la vida de Laura como un torbellino. Gabriel saca a Laura de sus casillas. Gabriel es el principio de su caos.

  • Mala Coincidencia de Miki Russo

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    Termine de redactar el mensaje, adjunte el archivo con el presupuesto y le di enviar al correo electronico. Acto seguido cerre mi laptop y cogi el abrigo tan rapido como pude; el reloj marcaba las seis y treinta de la tarde y la reunion de padres era a las siete en punto. Corri al metro y, de pura buena suerte, llegue a la escuela cuando los apoderados ingresaban al salon. Me apresure porque no queria ser la ultima en entrar, pero accidentalmente choque contra un hombre de traje gris que iba hablando por celular. --Perdon --me disculpe. --Fijese por donde camina, senora --me gruno. Me dio una mirada de desprecio, se sacudio el saco donde lo habia tocado y continuo hablando. Era extrano: jamas lo habia visto en las reuniones anteriores, en los cuatro anos de secundaria, y eso que Melisa, mi hija, habia estado siempre con los mismos companeros. Tome asiento y puse atencion porque en el ultimo ano habia muchas cosas de las que hablar; la graduacion, el viaje final, los test vocacionales que ayudarian a los chicos a decidir que hacer con su futuro y un monton de asuntos mas. Al terminar la sesion, Franco, el profesor, alzo la voz. --Necesito que se quede un momento, senor FitzGerald --anuncio. El hombre del traje gris, aquel desagradable sujeto con quien me tropece en la entrada, puso una expresion de ira y se detuvo. Bingo, el era el padre cuyo hijo seguramente seria un problema y por eso debia quedarse tras la junta. Cuando pase junto al maestro no dudo en alabar a mi pequena. --Maya, digale a Melisa que le fue muy bien en el examen de geometria --sonrio. --Claro que se lo dire --le devolvi la sonrisa. Me despedi de las demas madres y sali triunfante, porque Melisa era una de las mejores estudiantes y tenia una conducta intachable, asi que jamas recibia quejas por ella, solo felicitaciones. 2 Llegue a casa cerca de las nueve de la noche. Me encontre a Melisa sentada en el sofa frente al televisor; apenas me vio entrar se levanto y corrio a la cocina a encender el microondas. Dos minutos mas tarde me servia un suculento trozo de pizza napolitana, mi favorita. --?Como estuvo todo, mama? --pregunto, bajandole un poco el volumen al televisor. --De maravillas --respondi, tragando mi pizza. --?El profesor Franco se quejo de mi? --Muchisimo --bromee, arqueando una ceja--. Dijo que tu examen de geometria esta excelente. --Y eso que casi no estudie --alardeo. --Engreida --resople, dandole un pellizco en la mejilla. Charlamos un rato, mientras limpiabamos la casa, y a eso de las diez Melisa me dio un beso en la mejilla y se fue a su cuarto. Le gusta leer un rato antes de dormir, asi que cogio su Kindle que se cargaba sobre la mesita lateral y se la llevo a su cuarto. Melisa y yo somos solamente las dos, ella es mi razon de vivir y por eso me gaste un dineral en comprarle el Kindle, una buena laptop y su movil, cosas que jamas me pidio pero que yo crei que de sobra merecia. Es una excelente hija, carinosa y atenta, ademas de una estudiante de primera ?Que mas puede pedir una madre? Ella es perfecta para mi. La que ha cometido los errores he sido yo. A los quince anos me enamore de un chico y el dijo sentir lo mismo por mi. A los dieciseis nos hicimos novios y a los dieciocho, poco antes de graduarme, supe que estaba embarazada. Mi novio fue aceptado en una universidad al otro lado del pais, a donde se marcho con sus padres. Me prometio que me ayudaria, que estariamos juntos para siempre y que se pondria en contacto conmigo apenas se instalara en su nuevo hogar, pero... no volvi a saber de el. Al principio puse mis esfuerzos en buscarlo, pero al cuarto mes mis padres supieron de mi estado y se volvieron locos de ira. Me echaron de la casa, unicamente con un bolso con ropa y un par de libros bajo el brazo. Habia arruinado mi vida, dijeron, ya no podria ser una profesional ni viajar por el mundo como era mi sueno. Mis notas en la escuela eran excelentes, pero no pudieron ayudarme cuando me vi sola en el mundo. A duras penas llegue donde mi abuela paterna, que vivia a cien kilometros de mi antigua casa. La veiamos poco porque no se llevaba bien con mi madre, pero apenas estuve de pie en su puerta, asustada y con una criatura creciendo en mi interior, me sonrio y me hizo pasar. Claro, una vez que mis padres supieron que ella me recibio dejaron de hablarle y no volvieron a hacerlo nunca mas. Yo era la verguenza de la familia y ella la traidora que le tendia la mano. Trabaje limpiando casas en un condominio hasta que estuve muy gorda para continuar, entonces tuvimos que vivir de mis escasos ahorros, de la pension de mi abuela y de la venta de algunos muebles y electrodomesticos, que ambas fingiamos no necesitar. Cada noche lloraba pensado en mi novio, que seguia sin volver, hasta que una madrugada en medio del llanto comenzaron las contracciones. Mi abuela pidio ayuda a algunos vecinos y me llevaron hasta el hospital, donde una manana de primavera nacio mi pequena Melisa, una preciosa criatura de piel clara y ojos verdes, quien me devolvio la alegria y, de paso, me ayudo a resignarme y asumir que su padre no regresaria jamas. Durante los primeros dos anos de Mel continue trabajando aseando casas, hasta que mi abuela aparecio un dia con una inscripcion para el examen de seleccion universitaria. --Ya has perdido mucho tiempo --suspiro--. Tienes que estudiar una carrera. --Pero Abue, no podemos pagar una universidad --dije triste. --Lo solucionaremos --sonrio. --Pero Melisa esta muy bebe y... --!Basta de peros, Maya! --exclamo--. Yo cuidare a la nina, tu preocupate de estudiar para el examen. Y lo hice; en cada rato libre que tuve, por las noches y temprano antes de ir a trabajar, estudie duro para el examen, y al publicarse los resultados supe que habia quedado aceptada en la universidad nacional, tenia una beca de gratuidad de carrera y, como si fuera poco, me daban un trabajo en el campus, en labores administrativas. El sueldo era escualido pero en mi caso era una ayuda celestial. Despues de ocho semestres de sacrificio, donde estaba todo el dia en la universidad mientras mi abuela cuidaba a mi hija, obtuve mi titulo de disenadora de interiores y ambientes. En aquella epoca Melisa ya tenia casi siete anos y mi abuela rondaba los ochenta, pero seguia manteniendo intacta su energia, esa que le permitia cargar a su bisnieta a caballo sin mayores inconvenientes, a pesar de mi oposicion ante esos juegos para los que claramente ya no estaba en condiciones. Consegui empleo en una oficina de decoracion de departamentos y, por primera vez, comence a recibir un sueldo digno, lo que nos permitio darnos pequenos lujos, como reponer los muebles que habiamos vendido en aquellos dificiles anos. La vida comenzo a sonreirnos, ya que por fin tenia un trabajo fijo. Tambien por primera vez pude celebrarle un cumpleanos a mi hija, el numero nueve: invito a sus amiguitos del colegio, comimos pasteles y dulces y recibio muchos regalos. Incluso contrate un servicio de juegos inflables y un malabarista. Fue el cumpleanos perfecto, el que ella siempre recordaria. Por la noche, al marcharse los invitados, mi abuela me pidio que terminara de ordenar sola, porque se encontraba cansada. Me parecio rarisimo, pues jamas antes se quejo de cansancio. Dos dias despues, un frio lunes, el autobus recogio a Melisa para llevarsela a la escuela y yo fui al cuarto de mi abuela. Ahi estaba ella, metida en la cama, demacrada. De inmediato tuve un mal presentimiento y llame a la oficina avisando que no podria ir. Volvi a su habitacion, me sonrio y me pidio que me acostara a su lado. --Abue, deberiamos ir al doctor... --sugeri. --No, Maya, no estoy enferma --contesto--. Simplemente llego mi hora. Nos cogimos de la mano y durante horas charlamos, recordamos esos anos de vida en comun, nos reimos de algunas anecdotas y llore cuando note que comenzaba a despedirse de mi. --No llores, May, la muerte es parte de la vida --me consolo. --No quiero que te mueras... --Estaran bien --tosio--. Ahora abre el armario y trae la caja que esta al fondo. Obedeci; del closet cogi una caja de carton roida por la humedad y la puse en la cama. A una sena suya la abri y vi que su interior estaba lleno de fotos: de ella, de otros familiares, mias y de Melisa. --Tu y Mel le han dado luz a la existencia de esta pobre vieja, asi que esta es tu herencia -- hablo firme--. No son solo las fotos. Busca abajo. Debajo de las fotografias habia una carpeta verde y en su interior estaba su testamento, donde me nombraba unica heredera y, por tanto, duena de la casa. --Vende la casa y mudate a un barrio mejor. No te daran mucho dinero, pero de algo te servira. No estuvo muchos minutos mas conmigo. Ya nos habiamos dicho todo lo que necesitabamos, nos habiamos despedido de la forma mas tranquila y carinosa posible. No queria que Melisa la viera muriendose, por eso dejo de respirar antes de que la nina volviera de la escuela. La agitacion de los dias siguientes a la muerte de mi abuela fue enorme. Tanto el velorio como el funeral fueron muy concurridos, por vecinos y otras personas que apreciaban a mi Abue, pero ningun familiar asistio. Sus hijos la habian abandonado por completo, sus hermanos estaban muertos y su unica familia eramos mi hija y yo. Durante algunas semanas pense en sus palabras sobre vender la casa, lo que me causaba una pena enorme; esa no era solamente una casa, habia sido nuestro hogar en aquellos anos que fueron los mejores y los peores de mi vida. Pero ella, siempre tan sabia, tenia razon, el barrio ya no era el mismo de antano y lentamente se habia contaminado con delincuencia y drogas. No era el mejor lugar para una madre soltera y su hija pequena. Puse un anuncio y rapidamente logre vender la casa de mi abuela. Fue triste, pero eran sus deseos. Con la mayor parte del dinero pague el pie para una casa mas bonita y moderna, en un vecindario seguro, cuyo dividendo, pactado a treinta anos, pagaba mes a mes sagradamente. No era lujosa, pero si muy acogedora. En la oficina donde trabajaba conoci a Claudia, una chica casi de mi misma edad y de la misma profesion y nos hicimos buenas amigas. Durante mucho tiempo hicimos planes, medio en broma medio en serio, de abrir nuestra propia agencia de decoracion de ambientes... hasta que lo hicimos. Nos lanzamos a la piscina, pedimos un credito de emprendedores en el banco y nos asociamos. No nos podemos quejar, porque las cosas resultaron bastante bien, aunque en base a muchisimo esfuerzo. Con treinta y seis anos habia conseguido vivir en completa paz junto a mi hija, que gracias al cielo era una buena chica. Y, sobre el estante junto a la escalera, nos observa la fotografia de la mujer que lo hizo posible... mi amada Abuela.

  • La vida mas patetica de Dryadeh Lair

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    Eryn lleva anos sola. A Peter acaba de dejarlo su novia.
    Los dos tienen algo en comun: no estan buscando conocer a alguien, pero cuentan con unos amigos tan bienintencionados como entrometidos que se han empenado en encontrarles pareja. Cuando se conocen, tras una encerrona, Eryn y Peter se sumen en una alocada competicion por ver quien tiene la vida mas patetica.
    Aunque no acabara como esperaban…

  • La simpatica pero dramatica historia de Laura Maria Garcia Rodriguez de G. Z. Escribano

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    La historia de Laura Maria Garcia Rodriguez podria calificarse como simpatica, como dramatica, como agridulce, como tragicomica…o como se quiera. De lo que no cabe duda, es de que se trata de una historia que merece la pena contarse por lo variopinto de sus vivencias: tiene episodios tan peculiares como una inoportuna primera menstruacion; un comico incidente con un quinceanero en calzoncillos; o volar por los aires en un ring de boxeo. La muchacha nacio una fria manana de finales de verano --que hasta para eso fue peculiar-- y desde el dia de su nacimiento estuvo marcada por infinidad de avatares. Mejor dicho, desde el segundo dia, que fue cuando su progenitor, el senor Garcia, fue a inscribirla en el Registro Civil de su pequena ciudad de provincias. El deseo de su madre era que se llamara Laura; un nombre nuevo en una familia donde hasta ese momento predominaban denominativos mas clasicos como Maria, Carmen, Antonia o incluso Isidra. Laura, como nombre, no es que fuera toda una revolucion, pero a su madre le parecio candido y novedoso. En cambio, a su santo padre se le metio en la sesera que seria un nombre muy soso y demasiado moderno. Por ello decidio anadirle como segundo apelativo el de su bendita madre, el de la abuela paterna de la criatura, vaya. --Laura Maria Garcia Rodriguez. Fue lo que el padre dijo al funcionario del registro, y asi se quedo la muchacha. Nombre que solo sirvio para que la llamaran de decenas de maneras a lo largo de toda su vida: Laura, Maria, Marila, Lauma, LauraMari, etc. Y eso que ella siempre insistia en un simple Laura. Por lo que respecta a su infancia, puede decirse que fue relativamente feliz. No obstante estuvo salpicada por los agravios que su padre cometia contra su madre. No es que el senor Garcia maltratara a la senora Rodriguez, al menos fisicamente. Sin embargo, su escaso sentido del amor dinamito el ideal de familia que la madre esperaba. El trabajaba en la fabrica de embutidos mas grande de toda la provincia, y una de las mas grandes del pais. Todo un orgullo para su pequena ciudad. Y cuando terminaba de trabajar las diez horas reglamentarias, preferia irse al bar antes que pasar tiempo con ellas dos. A la senora Rodriguez le hubiera gustado darle un hermano o hermana a Laura, pero el senor Garcia no estuvo muy por la labor. <<--A no ser que quieras que coman siempre morcilla, no podremos alimentarlos bien>>. El interes por compartir sabanas con su mujer se diluyo con el tiempo, y Laura se quedo como hija unica. Esto y que el senor Garcia estaba mas tiempo fuera de casa que dentro, hicieron que Laura y la senora Rodriguez tuvieran una relacion muy proxima. Al menos hasta que la nina llego a la preadolescencia. Era una muchacha bastante solitaria. Aunque tenia amigas/companeras en el colegio, apenas quedaba con ellas fuera de las horas lectivas. A su casa acudieron como mucho dos companeras, Amalia y Anabel, a realizar alguna que otra tarea colectiva. Y todo esto ya con diez anos. Precisamente estos diez anos supusieron un punto de inflexion en su vida. Un chiquillo del colegio, Agustin, empezo a interesarse por ella. Todo lo que un nino de diez anos puede interesarse por otra nina. Se sentaban juntos en pupitres contiguos en el aula, y el se las ingeniaba para pasarle notitas de ?amor? En una excursion a un bosque a las afueras de la ciudad, Agustin se las arreglo para quedarse rezagado y poco a poco fue tirando de las manos de Laura que, curiosa, se dejo llevar. Acabaron bajo un enorme alcornoque con Laura recostada sobre el muchacho. El intento besarla y ella al principio rehuso. <<--No por favor, ?que haces?>> Agustin no se dio por vencido y a reganadientes Laura se dejo besar. Si es que a eso se le podia llamar besos, porque mas que nada eran como cabezazos con los morros. El silbato y los gritos de los profesores los sacaron de su <>. Agustin insistio en quedar con Laura fuera del colegio. <<--Los viernes por la tarde, por favor. >> Pero Laura no se mostro dispuesta. No es que le asqueara el contacto humano, pero el minimo intercambio de saliva con el chico no fue de su agrado. Y ademas estaba la catequesis, donde se hablaba del matrimonio como unico elemento valido para el amor, y por ende, para el amor carnal entre hombres y mujeres. Pasadas dos semanas de esos besuqueos/cabezazos tocaba confesarse para tomar la primera comunion. Ese sacramento en el que tanta vehemencia habia puesto su padre que recibiera. Bajo la madera del confesionario, tenia una cita con don Angel, el parroco de su barrio. Un senor que se pasaba muy de vez en cuando por las clases de catequesis y que era casi un desconocido para los futuros comulgantes. Cuando le conto al cura el incidente con Agustin, este puso un interes inusitado en los detalles. --?Te toco los pechos hija mia? --No padre, no. --?Te toco el trasero? --No por favor, no me pregunte eso. Al sacerdote parece ser que se le olvido el voto de castidad: deslizo sus asperas manos sobre el muslo de la muchacha, bastante mas arriba de la rodilla, hasta casi llegar a su entrepierna. --?Te toco aqui? Laura pego tal brinco que se golpeo en la cabeza con el techo de madera del confesionario. ?Resultado? Un buen chichon y un manantial de lagrimas con el que llego a casa. Su padre --como no podia ser de otra manera-- no la creyo, pero su madre intercedio por ella. --?Pero como se va a inventar la nina esto, hombre de Dios? --Yo que se, no querra hacer la comunion. ?No ves que esta siempre en su mundo? --Haz el favor de apoyar a la unica hija que tienes y ve a pedirle explicaciones al cura ese. --?Yo? No quiero problemas con la Iglesia que luego nos ponen una cruz en todos lados. !Pues que no haga la comunion, eso que nos ahorramos! Asi que no hubo comunion que valiese, pero tampoco hubo convite ni viaje a la capital a conocer el Parque de Atracciones. Ni la propia comunion ni la fiesta es que le hicieran especial ilusion a Laura, pero si queria viajar en tren a la capital y montarse en las atracciones que habia visto por television. El berrinche fue apocaliptico. Ademas el <> de Agustin fue contando mentiras por todo el colegio, que se sumaron a los rumores procedentes de la parroquia. No la crucificaron, pero como habia anticipado su padre, si que le pusieron la cruz. Sus ?amigas? empezaron a cuchichear y a darle la espalda. Con esa edad ella no es que fuera del todo consciente de lo que la rodeaba, pero si lo suficiente para volverse aun mas introvertida. Paso el verano enfrascada en lecturas de poemas. Acababa de descubrir a Becquer y Espronceda, y eso mitigo su soledad, ya que su madre se distancio de ella, o ella de su madre. Nunca lo supo. Lo que le ocurrio al siguiente curso, al poco de cumplir los once anos, fue algo que jamas se le borraria de la memoria. Su paso de nina a mujer. La no deseada le llego quiza en uno de los peores momentos posibles. Corrian las once de la manana de un frio dia de invierno y Laura recitaba entusiasmada un poema de Lorca. Una tarea encomendada por Arturo, su amado profesor de Lengua, que ella realizaba con devocion, vestida con su falda reglamentaria. !Que no quiero verla! Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre De Ignacio sobre la arena !Que no quiero verla! La luna de par en par… No fue la sangre del tal Ignacio la que vio, sino la de su primera menstruacion entre sus zapatos, sobre el suelo del altillo de la clase. La carcajada y burla por parte de sus companeros fue excesiva. El hecho de coincidir con la declamacion sobre la sangre que Lorca escribio en la poesia, contribuyo a ello. Agustin fue uno de los que mas se cebo. Aunque incluso las que habian sido sus amigas hasta hacia poco tiempo, se rieron de ella. Laura no pudo articular palabra. Ni siquiera derramo una lagrima. Tan solo apoyo su espalda sobre la pizarra y trato de cruzar las piernas --ilusa-- para intentar disimular la catastrofe. Su amado profesor fue el unico que mostro algo de empatia. Y solo algo porque en lugar de pedir a los demas que detuvieran la burla, se limito a decir que se podia marchar a casa. Laura ni siquiera paro a recoger su mochila y su abrigo. Ni tampoco cayo en pasarse por el bano del colegio a intentar disimular el estropicio. Recorrio las gelidas calles de la ciudad humillada ante las atonitas miradas de los transeuntes, que parecian ver a un extraterrestre en lugar de a una nina indefensa. Porque al fin y al cabo seguia siendo una nina. Cuando llego a casa estuvo mas de una hora en la banera sin parar de enjabonarse con una aspera esponja. El rozar del rugoso tejido sobre su epidermis hacia el intento de limpiar la verguenza y la humillacion que sentia. Su madre trato de consolarla sin exito. --Asi tienes una anecdota que contar a tus nietas, mujer. No es que fuera algo agradable para contar a tu descendencia, pero la senora Rodriguez tampoco era una experta terapeuta, ni una buena amiga tampoco. No acudio a clase el resto de la semana. Una de sus companeras, Amalia --la que menos se rio--, le llevo la mochila y las tareas a casa los dos dias siguientes; dias en los que a Laura le costo levantar un pie de la cama. Cuando Amalia le dio los libros a Laura, esta se lo agradecio con la cabeza gacha y Amalia tampoco hizo mucho por empatizar con ella. El incidente hizo que se convirtiera en mas introvertida si cabe. Aunque quiza marco lo que fue su futuro, ya que se refugio, aun mas, en los libros.

  • Intriga en el Car Wash de Salvador Flejan

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    Usa Salvador Flejan elementos de la idiosincrasia venezolana como punto de inicio para los seis cuentos que componen Intriga en el car wash. El beisbol, los concursos de belleza, lo salseros o las carreras de caballos, buscan atrapar al lector en una atmosfera de complicidad mientras presenta una vision holistica sobre que es ser venezolano. Valiendose de un lenguaje narrativo simple y eficiente, y recreando con gran detalle las historias, los personajes, los dialogos y las descripciones de cada escenas, el autor ofrece la posibilidad de una lectura amena y divertida, mientras se descubre el mensaje que este libro atesora en sus entranas.

  • No me comas el coco de Manu Ponce

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    Un buen dia te levantas y te encuentras que en el trabajo que tienes desde hace seis anos ya no te necesitan, entonces te entran los peores temores, te cuesta hasta respirar y dejan de sonar todas esas melodias que cada dia te acompanaban. Mire a mi jefe que rara vez estaba ahi, ese dia se habia encargado de aparecer para ponerme el despido sobre la mesa, el finiquito y una excusa de lo mas absurda, todo por no reconocer que mi puesto de encargada se lo iba a dar a su amante, esa chica que llevaba en la tienda un ano, que era su ojito derecho y encima no me tragaba, blanco y en botella, para mi casa de vuelta... --Seguro que pronto encontraras un lugar para trabajar... --Senor Lucas. ?Ve el pasillo de alli, al fondo? --Claro... --Pues por ahi se puede ir a la mierda usted y ella --senale a la chica con la que enganaba a su mujer. Agarre mis papeles, el cheque y sali de alli maldiciendolos. --Eres una desagradecida --murmuro mientras me alejaba. Ni me gire, simplemente le saque el dedo por encima de mi hombro y sali de alli, era lo unico que deseaba, coger aire. Un apartamento de alquiler, un coche viejo y unos pequenos ahorros de mucho tiempo que iba guardando como una hormiguita, mas el finiquito ?Que se supone que debia hacer ahora? No tenia a nadie aqui, mi familia me abandono cuando naci y fui criada por unas monjas hasta mi mayoria de edad que ellas fueron las que me buscaron este trabajo para comenzar a volar por mi misma. Luego estaba mi mejor amiga Esther, nos criamos juntas ya que ella tambien fue abandonada... Trabajo cinco anos en un restaurante, cogio todos sus ahorros y se fue a Australia de empleada en un chiringuito en una de esas playas paradisiacas. El dueno era el hermano de un amigo suyo, un catalan que termino en aquel pais con el bar y una escuela de surf. Esther tenia una de las cabanas de madera de la playa, rosa, era su rincon favorito para tirarse mil fotos y subirlas a las redes. La llame y le comente lo que me habia pasado, lo primero que me dijo: !Vente ya, es la tuya! Me daba terror irme, pero tambien quedarme, la cosa estaba mal para encontrar trabajo y el alquiler lo debia de seguir pagando sola, asi que le dije que me lo pensaria y que le diria algo en breve. Lo bueno es que alli me aseguraba que tendria trabajo. Esa noche me costo conciliar el sueno, pero me dormi convencida de que lo mejor era vender el coche, entregar la casa e irme. Por la manana me levante con otra actitud, incluso con una sonrisa de oreja a oreja, asi que cogi el toro por los cuernos, hable con el propietario que me dijo que no habia problema y que me devolveria los dos meses en fondo que deje, me fui a una compraventa de coches y negocie un precio justo. Me puse a buscar vuelos y encontre uno que salia en unos dias con escala en Bangkok, donde estaria veinticuatro horas y otro vuelo me llevaria a mi destino. Me deshice de muchas cosas personales que done a una familia, solo me iba a llevar mis objetos mas preciados, mi ropa y los complementos. Nada, no le dije nada a Esther, tenia los billetes, las maletas preparadas y unas ganas inmensas de comenzar ese viaje. La verdad es que me iba a lucir, de no haberme subido en un avion en mi vida, ahora me iba a comer trece horas hasta Tailandia y diez hasta Sidney... Estuve los nervios hasta que llego el dia, por fin estaba sentada en ese avion que me llevaria directa al continente asiatico. A mi lado iba un hombre con el que entable rapidamente conversacion y me conto que iba de viaje de negocios. Se llamaba Ricardo, me recordaba a los hermanos Matamoros, frecuentes de los programas de television, asi todo rapado, con un buen fisico y con talante de tipo duro, pero resultaba que era un encanto, ademas necesitaba mantener la mente distraida mientras... --Me cago toda --murmure en alto cuando el avion comenzo a ascender y mi barriga noto un revuelo de esos que te dejan sin saber que decir o hacer. --Tranquila, es uno de lo medios mas seguros del mundo --sonrio y le dio dos toques a mi mano con afectividad, esa que tenia agarrada al reposabrazos como si lo fuera a partir. --Yo quiero que esto pare, me quiero bajar --volvi a murmurar en alto notando como hasta la tension se me venia abajo. --Bueno, creo que eso ahora mismo va a ser un tanto imposible --reia flojito intentando calmarme--. Ya mismo esto se estabiliza y veras que no notas nada. --?Cuanto queda para llegar? --pregunte intentando olvidar esas trece horas que se me harian eternas. --Un poquito, ya quedan diez minutos menos --reia. --No tendras una tableta entera de pastillas de esas para dormir, ?no? Se le escapo una carcajada y nego con la cabeza, ya sabia yo que ni aunque las tuviera me las iba a dar, en todo caso una dosis, pero no me iba a mandar directamente al suicidio. --?Te cuento un truco? --Trato, trato --bromee un tanto nerviosa. --Tomate dos copas de vino y seguramente te mandara a dormir placidamente. --?Y una botella? Puede que me haga dormir las trece horas --lo mire apretando los dientes. --No mujer, puede ser peor el remedio que la enfermedad. --No se, pero yo quiero bajarme de aqui !Si lo se no vengo! --exclame ansiosa perdida. --Ya se estabilizo, no seas exagerada --sonreia. --Yo me quedo en Bangkok, paso de coger al dia siguiente un avion para Sidney, ni de broma. Ni una vez mas !Santo Tomas! --?Y que vas a hacer en Bangkok el dia que tienes libre? --Pues no lo se, la verdad, pasarlo en la habitacion del hotel o irme a conocer un poco de la ciudad. --Si quieres te puedo hacer un recorrido rapido por lo mas importante y que te lleves la esencia del pais. --!Adjudicado! Te contrato de guia, pero te recuerdo que soy pobre, por si no lo sabias, me han despedido del trabajo y nada de ir a sitios caros --adverti riendo. --Tranquila, no tendras que pagar por nada. --No soy prostituta, por si acaso... --Le senale bromeando. --Ni se me ocurriria, podrias ser mi hija... --Mejor no, si me entero de que eres mi padre, sales por la ventanilla del avion, por abandonarme, por dejarme huerfana... --Entonces prefiero no ser tu padre --apreto los dientes. --Ya te digo... --rei un poco mas calmada al comprobar que ya el avion estaba firme, sin seguir subiendo, ya era otra cosa, pero seguia con el mojon apretado en el culo. El vuelo paso de aquella manera, entre intentos de dormir, largas charlas con ese senor que tenia una vida de lo mas interesante, pero resoplo de ver que a veces parecia que las horas no pasaban. Y por fin, a las seis de la manana, hora local de Bangkok... !Aterrizamos! Ricardo salio conmigo y me ayudo en todo, hasta cogimos un taxi que me llevo a mi hotel para descansar y luego quedo en pasar a recogerme antes de la hora del almuerzo, lo ibamos a hacer juntos, al igual que de esa manera pasariamos el dia. Me choco mucho la primera visual de aquel pais donde habia personas por todos lados. Me quede un buen rato en la ventana de la habitacion mientras tomaba un cafe que pedi que me trajeran. Me encantaba la idea de irme con Ricardo a explorar la ciudad, me habia caido genial y, sobre todo, era una persona que transmitia paz. Era como esa figura paternal que tanto habia faltado en mi vida, una persona que se notaba que le gustaba proteger, que da lo mejor de el con esa sonrisa constante que no se le borro en ningun momento de la cara. Me eche a dormir y fue el despertador quien me levanto a la una de la tarde, asi que me duche, me vesti y baje al encuentro de Ricardo. --Estas muy guapa, Carmina --dijo cogiendo mis manos y mirandome, pero sin maldad, desde el carino, se le veia de lo mas respetuoso. --Gracias, Ricardo. Tu tambien estas muy guapo. --Bueno, bueno, gracias por el cumplido --abrio la puerta de un taxi que nos esperaba para que entrara. El se sento delante y fuimos directos a las afueras de la ciudad, un poco lejos, pero decia que ibamos al corazon de lo que mas anoran conocer los millones de turistas que vienen a este pais. Y fue todo un acierto, al corazon del mercado flotante mas impresionante de Tailandia "Damnoen Saduak". Nos montamos en una barca a solas, nosotros y el chico que la iba a llevar. Comenzo a navegar por ese lugar lleno de puestos flotantes y barcas que se nos acercaban ofreciendo frutas, refrescos y cervezas. Ricardo me iba contando la historia de aquel lugar mientras no paraba de agasajarme con lo que iba pillando. Para empezar, una cerveza bien fria, luego frutas y frutos secos tipicos de alli. Me hice mil fotos para ensenarselas a Esther, iba emocionada contemplando toda la belleza de aquel lugar y lo bien que Ricardo me lo relataba todo, se notaba que tenia mucha cultura y, sobre todo, de aquel pais que comenzaba a llamar mi atencion de manera estrepitosa. De ahi nos fuimos a comer a un restaurante a pie de carretera, luego volvimos a Bangkok, directos a ver sus palacios, el Gran Buda, impresionante aquello, me tuve que tapar hasta debajo de los codos con una especie de tul de gasa que me compre antes de entrar, era una de las condiciones para visitar un lugar tan sagrado como ese. Cuando comenzo a atardecer me llevo a la joya de todos los mochileros y visitantes del mundo: Khaosan Road. El ambiente era de lo mas pintoresco, lleno de comidas callejeras, insectos fritos que vendian como si fueran caramelos y demas, hasta me atrevi a probarlos incitada por Ricardo, que los comio conmigo. Aunque me conto que lo habia hecho en numerosas ocasiones y oye, no tenia mal sabor, me daba la sensacion de estar comiendo frutos secos o pipas, estaban muy bien fritos. Me estuvo contando su vida. Se habia quedado viudo hacia un par de anos y nunca tuvo hijos, su mujer lo fue todo para el, habian estado veinte anos juntos y su perdida lo habia hecho sentir que ya no queria mas amores en la vida, solo esperaba un dia a reunirse con ella y tener una vida eterna. Hasta me hizo llorar contando su historia llena de amor, gratitud y mucho respeto por ambas partes, un matrimonio que habia sido plenamente feliz. Nos despedimos esa noche intercambiando telefonos y demas, ademas prometio que, si me quedaba a vivir en Australia, iria un dia a visitarme, cosa que le dije que ojala asi fuera. Ricardo se habia convertido en un amigo en muy poco tiempo, pero se lo habia ganado a pulso. Ese dia me habia pagado todo, no permitio que sacara ni un centimo y no escatimo en gastos, se le notaba que era generoso ademas de una increible persona.

  • Los secretos del viento de Angeles Fernandez Marti

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    Klara, una mujer de treinta y nueve anos, seria y organizada, recibe tres noticias que haran que su mundo se tambalee. Su exmarido la invita a su enlace matrimonial, a su madre le diagnostican Alzheimer y su abuelo fue un espia nazi en Fuerteventura.
    A traves de los diarios que le entrega su madre, Klara conocera la infancia y adolescencia de su abuela durante la guerra civil espanola, el gran amor que sintio por Klaus durante la segunda guerra mundial y como eso marco su vida.
    El conocimiento del secreto familiar que siempre le habian ocultado provocara que Klara crezca como persona y se replantee sus creencias y vision de las relaciones familiares.

  • El Diario de un Sueno de Moises Gaviria Piedrahita

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    Luego de que su borrador se publicara en librerias digitales y se convirtiera en un exito, el libro El Diario de un Sueno vuelve en su primera edicion, con una entrega completamente revisada, ofreciendo un nuevo final que se construye durante toda la nueva narracion.

  • El lobo de Escocia de Emma G. Fraser

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    Gael Sinclair es uno de los guerreros mas temidos del norte de Escocia. Su fama de despiadado es conocida en las Tierras Altas. Uno de sus enemigos es Calem Sutherland, pero el mayor de ellos lo tiene entre sus muros: Leslie Sinclair. Despues de que Gael la rechazara como esposa, decide vengarse y robar el bien mas preciado de Gael: un colgante de su difunta madre. Para evitar que fuera encontrado, lanza un hechizo sobre el, pero algo sale mal y desaparece. Sin embargo, es encontrado por Sophie Blanc que, en busca de nuevas experiencias en su vida, decide gastar sus ahorros en comprar un castillo en Escocia.

  • La madre de los carabineros de Alessio Puleo

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    Alessio Puleo decidio en el ano 2001 prestar servicio en la quinta del Arma de Carabineros[1]. Algunos dias despues de su traslado desde Benevento a Palermo fue asignado al servicio de vigilancia de la casa de Paolo Borsellino. Y fue alli donde tuvo lugar el primer encuentro con la senora Lupo, la <>. La senora vivia sola en un antiguo edificio situado justo enfrente de la casa del juez. Alessio, dentro del XII Batallon de los Carabineros de Sicilia, habia oido hablar a menudo de ella, pero cuando por primera vez se encontro delante de aquella <> mujer con el sombrero del Arma en la cabeza y los galones cosidos en la chaqueta, entendio que se trataba de una persona muy especial. Mama Mimma lo escruto de pies a cabeza para asegurarse de que el uniforme estuviera en orden, que los zapatos estuvieran relucientes, el nudo de la corbata perfecto... !y la cara bien afeitada! Se comportaba como un verdadero oficial y todos (desde los mas bajos cargos a los oficiales) la querian y respetaban. Transcurria todo el dia en compania de aquellos jovenes carabineros que, alejados del carino de sus familias, encontraban en ella el amor de una verdadera madre. Les daba consejo y compraba todo tipo de cosas: bocadillos, croissants, te, cafe... Y muchisimo mas. Todos la habian rebautizado como <>. Alessio cogio un afecto especial a aquella mujer y, pasando muchas de las horas de servicio en su compania, intento entender que la llevaba a hacer lo que hacia. Asi, dia tras dia, reconstruyo su vida, descubriendo un pasado lleno de emociones hermosas y horribles en las que residia el porque de todas aquellas buenas acciones con los carabineros. No, aquella historia no podia, un dia, desvanecerse en la nada junto a mama Mimma, asi que decidio transcribir toda la informacion acumulada y, recopilando tambien informacion del Museo Historico del Arma, reconstruyo el contexto social de aquel periodo. Despues de casi cuatro anos de trabajo, consiguio escribir su guion cinematografico. El proyecto atrajo la atencion de una productora, pero el excesivo coste hizo que lo dejaran a un lado. Alessio, convencido del interes que la historia podria suscitar, decidio darle forma editorial. Asi, en el ano 2006, transformo el guion en novela y nacio La madre de los carabineros. 1 Domenica Lupo, <>, vive desde hace muchos anos en una pequena casa, un chalet estilo modernista de principios del siglo XX. Vive sola, rodeada de vecinos carinosos. Frecuenta la casa de los Borsellino desde hace mucho tiempo y, tras la muerte del juez, su amistad con la viuda del difunto magistrado se ha vuelto incluso mas intima, tanto que para la senora Borsellino es casi <>, una anciana tia a la que pedir consejos. La casa de tia Mimma esta enfrente de la vivienda de los Borsellino, y por eso lo primero que ella ve por la manana al abrir las ventanas es a los carabineros que, desde la muerte del magistrado, montan guardia para proteger a su familia. Pero volvamos con tia Mimma. Es una calurosa manana de julio. Son las diez y la canicula ya oprime, molesta, causada por el siroco que azota Sicilia desde hace dos dias. Palermo sucumbe bajo el ardiente sol, pero la vida en la ciudad continua. Tia Mimma abre la pequena verja peatonal. Viste sencilla, pero tambien con cierta elegancia: un vestido de tela ligera color beige moteado con pequenos lunares de tono tierra de Siena, tono sobre tono; un sencillo cinturon le cine la cintura. Es una mujer menuda, con una silueta todavia juvenil... !para sus casi noventa anos! Cierra de nuevo la verja, comprueba el bolso para asegurarse de que estan las llaves, el portamonedas, la pequena corona del rosario y el panuelito bordado. Perfecto, !no falta nada! Ahora puede irse. El mercado esta a pocos cientos de metros, !caminar un poco siempre va bien! Echa un vistazo a los dos carabineros de la calle con una media sonrisa digna de la Gioconda y se va. Son las diez y veinte. El mercado del barrio es todo un vocerio, un coro de reclamos, una alabanza a las propias mercancias. El puesto de la pescaderia parece una paleta de pintor con tonos plateados, el de las hortalizas, un centelleo de verde y rojo por la verdura fresca y los tomates maduros. Tia Mimma hoy esta ahi por la fruta; pide en el mostrador un kilo de jugosos melocotones amarillos y uno de cerezas rojo rubi. Un chico a su lado mira la mercaderia y vacila: no parece convencido. Tia Mimma lo observa durante unos segundos: cuerpo atletico, tejanos y polo blanco, una extrana bolsa de piel con lineas en la mano, un poco como aquellas de los pieles rojas que recuerda haber visto en las peliculas western de la television. Mientras paga, nota que el chico tambien compra melocotones al mozo; tia Mimma abandona el puesto y se va. El calor es sofocante. Despues de pocos pasos se apoya en un poste de la luz, con la cabeza dandole vueltas vertiginosamente, y resbala lentamente hasta el borde de la acera mientras escucha al frutero que le pregunta: <>. Es una mujer dura, con una voluntad de hierro, asi que se apoya sobre sus delgadas piernas. <>, responde levantandose fatigosamente y retomando el camino a casa. Unos pocos pasos mas y esta vez le falta el aire, la cabeza le vuelve a dar vueltas y acaba tendida en el asfalto. Abre los ojos y, tras algunos segundos, ve el rostro del chico del polo blanco. Una senora da al joven un vaso de agua y este se lo acerca a los labios a tia Mimma tras acomodarla en una silla. Pasan los minutos, el chico aleja a los curiosos con educada firmeza, quedandose con tia Mimma y la senora que ha traido la silla y el agua. Tia Mimma lo observa ahora atentamente: sobre los treinta, metro setenta y cinco, en muy buena forma, constitucion media, ochenta kilos mas o menos, rostro afeitado, cabello corto, cara de buen muchacho. !Que extrano, habla un italiano perfecto, no tiene el acento o la cadencia siciliana!, piensa. Tia Mimma presumia siempre de saber <> a una persona a primera vista. ?Y este que <> puede tener?, se pregunta. Despues se oyen las cuestiones de rigor: <>, <>, y asi... El joven se ofrece a acompanarla a casa. Coge el bolso y se lo devuelve. <>, se dice. Empiezan a caminar despacio. El joven abre la verja del pequeno jardin. Querria seguir ayudando a tia Mimma, pero esta se retira asegurandole que todo ha pasado ya y se lo agradece de corazon. Ya que estamos aqui, podria ofrecerle un cafe, piensa. Pero no esta convencida. ?Quien es este?... ?Y si fuera un maniaco que asesina a las viejecitas? Pero, mirandole bien, y recordando la buena accion que ha realizado, desecha el mal pensamiento y lo invita a casa a tomar algo. El joven se mantiene educadamente en el exterior de la cancela, rechaza la oferta sintiendose un poco incomodo y, empujado por la curiosidad, pregunta a la pequena anciana si vive sola. Si tiene marido o hijos. La respuesta es extrana, muy extrana, y su curiosidad crece aun mas: <>. ?Que habra querido decir? ?Por que una respuesta tan vaga?, piensa el chico. Se quedaria encantado para escuchar lo que tiene que decir aquella anciana mujer que, con pocas palabras, ha despertado su interes, pero no puede. Asi que, por el momento, rechaza la invitacion por obligaciones laborales que le esperan, le promete volver y se va. Tia Mimma entra en casa, corre hacia la ventana y sigue con la mirada al joven, que se dirige hacia los carabineros que aparcan como cada dia delante de la casa de los Borsellino.

  • La ultima Torre (Diamante Rojo 2) de Angy Skay

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    Nos sometemos a una prueba constante en la vida. A una lucha que nunca finaliza.
    Tras los acontecimientos pasados, las vidas de Micaela y Jack se ven desmontadas de nuevo cuando, tras la noticia del desenmascaramiento del asesino mas peligroso del mundo, sus enemigos florecen y las victimas se convierten en verdugos, dando caza al culpable de sus desgracias.
    Los recuerdos del pasado vuelven con fuerza, dejando tantas dudas como sorpresas, y los nuevos descubrimientos hacia la verdad llenaran de dudas a los protagonistas que, sin ser conscientes, seguiran siendo las marionetas movidas por los lideres que ganan la partida de ajedrez.
    ?Que harias si te encontraras con tu enemigo cara a cara?, ?si descubrieses que las personas que te rodean te han traicionado?, ?y si quien mas amas te abandona?
    Tras Matar a la Reina, llega la segunda parte de la serie Diamante Rojo: La ultima Torre. Donde la mafia, los asesinatos, la accion y un amor peligroso se juntaran, dandole lugar a las personas que, al parecer, nunca tienen oportunidad de vivir un futuro a su antojo: los villanos.

  • Reino de fieras de Gin Phillips

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  • A contracorriente (Bolsillo (terciopelo)), Noe Casado de Noe Casado

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  • Una maleta cargada de suenos de Carmen Caceres

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    Una maleta cargada de suenos" mas que novela es una exposicion de la situacion social de los paraguayos, de clase menos favorecida, que se ven forzados a emigrar dejando a su familia, amigos, costumbre, su pais, para sumergirse en un mundo desconocido y lleno de desafios. La maleta contiene suenos de los paraguayos que parten a buscar la tierra prometida. ?Seran ellos capaces de cumplir sus suenos o los mismos permaneceran guardados en la oscura maleta de la desesperacion? Amalia, personaje de la obra, recapacita: "Mi segunda noche en Espana... La primera detenida en el aeropuerto de Barajas y la segunda encerrada en este rincon oscuro de un lugar desconocido".

  • Goya: Tres casos de suspenso e intriga de Raul Garbantes

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  • Los 80 anos de Sofia de Jaime Penafiel

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  • Diosa Cosmica de Gema Perez

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    Las fertiles. aun mas.
    Y Cassandra. es unica.
    Disenada para ello.

  • La chica de las botas tejanas de Amanda Seibiel

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    Otro dia mas de calor espeso. No habia ganas ni de trabajar. Y solo de pensar en el baboso de James intentando meterme mano a la primera de cambio… uf, la moral se me venia abajo. Estaba tumbada boca abajo sobre la cama, en bragas, con mi perra ladrando y sacudiendo la cola con insistencia. Pretendia que la sacara a la calle… --Ya voy, pesada. Me levante y le abri la puerta a Manchas, mi perrita, mi unica amiga verdadera. La encontre hacia ya dos anos, abandonada en mitad de la desertica carretera donde trabajaba. Cuando la rescate del hijo de puta que la habia abandonado, el pobre animal estaba aterrorizado, delgado, temblando. Parecia un amasijo de pelo blanco con manchas negras. Me enamore de ella nada mas verla y ya nunca separamos. --Vamos, meona --dije, dando un par de palmadas--, que se te va a prender fuego el culo con este calor. Manchas volvio a entrar en la pequena y destartalada casa de madera donde viviamos. Lo unico bueno que tenia era el aire acondicionado. Estabamos en pleno desierto de Mojave y ahi las temperaturas podian superar perfectamente los cincuenta grados. El pueblo no tenia mas de doscientos habitantes y yo trabajaba en una solitaria carretera, en el unico restaurante de comida rapida que habia en muchos kilometros a la redonda. Tambien estaba la gasolinera de Kerry. Si no fuera por esos dos negocios, el pueblo ni siquiera apareceria en los mapas. Bueno, por esos dos negocios y porque, supuestamente, viviamos en una zona muy comun de avistamientos ovni. Yo llevaba toda la puta vida alli y el unico extraterrestre que habia visto era el manos largas de mi jefe James. De haber podido, me hubiera ido de aquel lugar en un santiamen, pero la temprana muerte de mi madre y un padre alcoholico que jamas supero lo de mi madre no me pusieron las cosas faciles. Aprendi a convivir entre borrachos, pirados en busca de E.T. y las fulanas que se traia mi padre cuando se dejaba caer por casa algunos viernes. Sonaba con irme a Las Vegas algun dia, pero, de momento, tenia que seguir en aquel pueblo polvoriento. Me vesti con unos vaqueros, una camisa blanca y mis botas tejanas. Teniamos que ir vestidas asi. Cosas de James. Subi al viejo Ford Mustang rojo, la unica herencia que recibi de mi madre, y me dirigi hacia otro dia mas de mi aburrida vida. --!Joder! --grite, una vez baje del coche. Se habia levantado viento y tenia arena en la boca. Apresure el paso y entre en el restaurante; bueno, en el cuchitril de James, mejor dicho. Dora y Lena ya estaban sirviendo cafe por las mesas y, de reojo, vi a algunos clientes sentados, todos ataviados con la tipica diadema con antenas para captar mejor las ondas espaciales. Dora me guino un ojo y escondio la sonrisa maliciosa ante aquella gente peculiar. Suspire, resignada, pensando que eso era lo que me tocaba, que no me quedaba otra. Entre en el cuartito donde teniamos las taquillas para ponerme el ridiculo delantal y coger la libreta para anotar los pedidos. Al entrar en la cocina, un cachetazo en el culo me hizo ver las estrellas. --?Como esta mi camarera favorita hoy? Fulmine a James con la mirada. Tenia unos treinta anos, era muy alto, rubio y llevaba el pelo largo sujeto en una coleta. Las otras camareras iban locas detras de el, pero yo le tenia un asco que no podia con mi alma. --James, si vuelves a tocarme el culo, te estampo la cafetera en la cabeza. No te lo vuelvo a repetir. Sali encendida de la cocina, con el trasero dolorido. --Como has venido hoy, Hope. ?Estas con la regla o que? --le oi decir a mis espaldas, pero no le hice ni punetero caso. Me tenia harta y, como me siguiera buscando, al final me iba a encontrar. Pase todo el dia sirviendo hamburguesas, perritos y tarta de manzana. Me dolian los pies por culpa de las puneteras botas tejanas. Cuando ya oscurecia y apenas quedaba gente en el restaurante, empezamos a limpiar los sofas de color verde y rojo y aquel suelo negro y blanco que parecia un ajedrez. --?Habeis visto al motorista de esta tarde? --dijo Lena en voz baja, sonrojandose. Lena era rubia y de ojos azules. Era una chica un poco suelta y, en cuanto veia a alguien que le gustaba, se lo tiraba. Bien por ella. Lo cierto era que no habia nada mas interesante que hacer en aquel pueblo perdido de la mano de Dios. A mis 24 anos, habia estado con dos tios y lo mejor era ni acordarse de ellos. --?El calvo grandote? ?El de los tatuajes? --pregunto Dora. Yo no me habia percatado de nada. Dora estaba colada por James y este pasaba de ella, cosa que no entendia porque era una morenaza espectacular. Tenia unos ojos verdes y un cuerpazo que quitaban la respiracion. --Si, ese --respondio Lena--. Estaba de paso, pero va a venir a buscarme. Esta noche me lo tiro. ?Habeis visto lo grande que es? Seguro que lo tiene todo asi. --?No te da miedo ir con un desconocido? --dije--. La gente esta muy pirada. --Hope, no seas aguafiestas --me contesto Lena--. Tu puedes tener al hombre que quieras, pero con esa mala leche que tienes los espantas a todos. --Yo no tengo mala leche… --dije--. Solo soy selectiva. Lena y Dora empezaron a reirse de mi en mi propia cara. --Venga ya, pero si te cortaste el pelo a lo chico para que los tios te dejaran en paz. No se como lo has hecho, pero eso les da mas morbo todavia. Seguian descojonandose a mi costa y ya me estaban poniendo de mala leche. --Eso no es cierto --dije--. Me corte el pelo por el puto calor que hace siempre aqui. Vieron que me estaba alterando y dejaron de reir. Me pase la mano por mi pelo corto y fui a por mis cosas para marcharme. ?Tan mala opinion tenian de mi? Sali del bar con direccion a mi coche. Aparcaba siempre en la parte trasera del edificio, pues habia que dejar libre para los clientes el aparcamiento delantero. Eso era lo que nos decia siempre el capullo de James. Al lado del mio habia un coche negro con todos los cristales tintados. Me llamo la atencion porque tenia oscurecidos tambien los cristales delanteros. No sabia si habia alguien dentro, no veia nada, asi que me puse nerviosa. Busque las llaves en mi bolso y no las encontraba. Alli afuera ya no quedaba nadie y aquel coche negro imponia un huevo. --Hope --me llamo James. Nunca pense que me alegraria tanto de verlo. --?Que pasa? Continue buscando las llaves mientras el seguia hablando. --Se me olvido comentarte que manana tambien doblas turno. Lo siento. Lo mire con cara de odio, de asco, de todo lo peor que podia salir de dentro de mi. --Llevo mas de doce horas aqui metida --le respondi--. Me duelen los pies, el cuerpo entero. Hoy ya he doblado turno; ?y pretendes que manana vuelva a hacerlo? Se acerco y me acaricio el hombro. Un siniestro escalofrio me recorrio el cuerpo. --Si no fueras tan borde y te portaras mejor conmigo, tu situacion cambiaria ligeramente. Me aparte de el con brusquedad. Por fin habia encontrado las llaves. --Vete ligeramente a la mierda, James --le espete. No se tomo muy bien mi rechazo y me agarro fuerte de la muneca, tirando de mi hacia el. Me cogio totalmente desprevenida, no esperaba esa reaccion. No era mas que un pesado, pero inofensivo. --Sueltame, imbecil. ?Que te has creido? --?Por que no me deseas? Me he follado a todas tus companeras y tu no vas a ser una excepcion. Me sujeto la cabeza con fuerza e intento besarme. Le di un mordisco en el labio y le golpee en el pecho. Solto un grunido de dolor, pero ni con esas me solto. Empece a tener un poco de miedo. James era fuerte y yo muy menuda. Grite y grite, profiriendole todos los insultas que se me venian a la cabeza. Mientras tanto, James sonreia con cara de depravado. --Grita todo lo que quieras. Aqui nadie va a venir a socorrerte. --Estas loco, dejame. Segui gritando, luchando contra un James descontrolado. Su mano me apreto un pecho con fuerza, lo que me hizo un dano horroroso. Yo intentaba librarme de aquel pulpo, pero tenia la fuerza de un toro. Volvi a golpearlo y levanto la mano para devolvermela. Extasiada, cerre los ojos para recibir el impacto.

  • El Leon, la Bruja y el Armario de C. S. Lewis

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    Cuatro hermanos descubren un armario que les sirve de puerta de acceso a Narnia, un pais congelado en un invierno eterno y sin Navidad. Entonces, cumpliendo con las viejas profecias, los ninos --junto con el leon Aslan-- seran los encargados de liberar al reino de la tirania de la Bruja Blanca y recuperar el verano, la luz y la alegria para todos los habitantes de Narnia.

  • El hilo rojo del destino (Un mundo para Hector 2), Estefania Yepes de Estefania Yepes

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    Hector ha cruzado una barrera invisible, demostrando una vez mas el alcance del amor incondicional de una madre por un hijo. Sin embargo, su pequeno mundo ahora se tambalea de nuevo, mientras trata de recomponerse de un pasado que todavia le persigue.

  • No fue una casualidad (Navidades en Stirling 2) de Enrique Garcia Diaz

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    Lizzie y sus companeras de trabajo en la Web de citas, Share your Heart, se enfrentan a una situacion poco comun. ?Como es posible que uno de sus usuarios haya rechazado veinte citas? Para saber que esta pasando, Lizzie se tendra que meter en el papel de una mujer soltera que busca compartir su corazon. Pero cuando conozca a Jason todos sus ideales se vendran abajo porque no tiene nada que ver con lo que ella habia imaginado. Y lo que en un principio comenzo como una tarea de investigacion por el bien de la Web, resultara una revelacion inesperada para la propia Lizzie. Y mientras tanto, su hermano Andrew regresa de Londres a Stirling por motivos de trabajo pero tambien para descubrir que en ocasiones las personas que aparecen en nuestro camino no lo hacen por casualidad, sino por un determinado fin.

  • Decision Peligrosa de Adrian Aragon

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    Josefina Hernandez es una hermosa adolescente rebelde, amante del boxeo y del riesgo extremo. Reside en Pueblo Viejo, una ciudad de Arizona en el paso fronterizo, que forma parte de la ruta de los traficantes de droga. Cuando su madre se suicida, la convivencia con su padre se hace insostenible, y, con la idea de ganar dinero para independizarse, comienza a pasar droga para una de las pandillas de la ciudad.

  • Las cenizas del califato de Mikel Ayestaran

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  • Mi Nada Sincero Jefe de Anna Crenwood

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    Melisa estaba conforme con su vida tal cual era, una vida perfecta creia ella. Un trabajo de asistente en una de las mas prestigiosas agencias de publicidad, pero sobre todo estar siempre al lado del ser amado. Bryan era su amor desde sus anos de estudiante y ella tenia la idea que al ser su incondicional el veria la hermosa mujer que llevaba dentro y le corresponderia.
    Cuando la vida le puso un ultimatum estaba asustada, no es facil aceptar los cambios, pero la vida es sabia y no perdona, asi que o cambiaba y daba la oportunidad a su verdadero yo de surgir y en ese largo camino descubrir el verdadero amor o se quedaria hundida para siempre en la mediocridad y auto-compasion, en un empleo sin futuro y atada al amor de un hombre que pertenecia a otra”.
    ?Lograria el Amor de Antoni vencer las barreras del tiempo?

  • La Hija del Hielo de Daniel Cuadrado

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    El mundo atraviesa una era de inseguridad. Viejos poderes ya olvidados estan resurgiendo y un oscuro mal se alza en el este extendiendose como una sombra terrorifica.
    Barbaros y salvajes se agolpan en las fronteras del mundo civilizado y las debiles guarniciones de occidente, apostadas en el Muro de Hiperion, apenas pueden hacer nada para resistir los ataques. Ademas, movidos por la codicia y el poder, reyes y caudillos intrigan y se traicionan en las sombras de un complejo entramado de alianzas y pactos secretos.
    En medio de esa voragine de caos y terror, Alanys, la joven lider de Bastion de Plata, libra una guerra de venganza contra el asesino de su familia, una guerra que ya dura mas de seis anos y que se ha cobrado millares de vidas. Buscando siempre saciar su resentimiento, Alanys ha recorrido medio mundo y luchado en decenas de batallas al frente de sus poderosos ejercitos. Ahora, justo cuando esta a punto de vencer, surgen nuevos interrogantes ?Quien es ella de verdad? ?De donde viene? Sin pretenderlo, Alanys se convierte en la unica esperanza que le queda al mundo para subsistir. Su viaje la llevara a poner a prueba sus propios limites fisicos y mentales y a enfrentarse al mismo mal que asola un reino tras otro haciendo uso de unas fuerzas que todos pensaban que solo existian en las leyendas.

  • Angeles en llamas, Tawni O’Dell de Tawni O'dell

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    Library Journal

  • Esperando a Alba de Manuel Jesus Palma

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    Daniel tiene treinta anos, un trabajo que le encanta, un elegante piso en Barcelona y una preciosa novia embarazada de su primera hija. Y tambien un cancer de pancreas terminal, que hace que le queden tan solo unos meses de vida.
    Consciente de las pocas posibilidades que tiene de llegar a conocer a su hija, Daniel comienza a escribir un diario en el que le habla de todo aquello que no podra contarle en persona. Del amor y la amistad. Del dinero y la familia. De como sacar fuerzas de donde no las hay para seguir peleando contra el tiempo, aunque sea una batalla perdida.
    Daniel suena con poder besar a Alba al menos una vez antes de marcharse, pero el destino parece estar poniendole a prueba continuamente. El miedo, la nostalgia y a veces tambien el humor, se deslizan entre las palabras que Daniel escribe en sus ultimas semanas, para que unos anos despues, en un espacio-tiempo donde el tan solo sea un recuerdo, Alba las pueda leer y conocerle mucho mejor.
    Una historia sobre la vida a traves de los ojos de alguien que esta a punto de perderla.

  • Buscando Esposa de Julia Quinn

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    Londres, cerca de St. George, Hannover Square, Verano de 1827 Sus pulmones estaban en llamas. Gregory Bridgerton estaba corriendo. A traves de las calles de Londres, ignorando las miradas curiosas de los transeuntes, estaba corriendo. Habia un extrano y poderoso ritmo en sus movimientos -uno dos tres cuatro, uno dos tres cuatro- que lo empujaban, impulsandolo a seguir adelante, mientras su mente permanecia enfocada en una sola cosa. La iglesia. Tenia que llegar a la iglesia. Tenia que detener la boda. ?Cuanto tiempo llevaba corriendo? ?Un minuto? ?Cinco? No podia saberlo, no podia concentrarse en otra cosa diferente a su destino. La iglesia. Tenia que llegar a la iglesia. Tendria que haber empezado a las once. Eso. La ceremonia. Eso que jamas debio haber pasado. Pero sin embargo, ella lo habia hecho. Y el tenia que detenerla. Tenia que detenerla a ella. No sabia como lo iba a hacer, y seguramente no sabia por que, pero ella estaba haciendolo, y todo era un error. Ella tenia que saber que estaba en un error. Ella era suya. Ambos se pertenecian. Ella lo sabia. Lo peor de todo, era que ella lo sabia. ?Cuanto tiempo tardaria en desarrollarse una ceremonia? ?Cinco minutos? ?Diez? ?Veinte? Nunca habia prestado atencion antes, seguramente nunca penso en mirar su reloj de principio a fin. Nunca penso que necesitaria esa informacion. Nunca penso que le importaria tanto. ?Cuanto tiempo llevaba corriendo? ?Dos minutos? ?Diez? Giro alrededor de una esquina y se dirigio a Regent Street, grunendo lo que parecia ser un <> cuando tropezo con un caballero respetablemente ataviado, y le tiro su maleta al piso. Normalmente Gregory se habria detenido para ayudar al senor, inclinandose para recoger su maleta, pero no hoy, no esta manana. No ahora. La iglesia. Tenia que llegar a la iglesia. No podia pensar en nada mas. No debia. Debia... !Maldicion! Patino al hacer una parada, cuando un carruaje se detuvo enfrente de el. Descansando las manos en sus caderas -no porque queria, sino porque su desesperado cuerpo se lo exigiaaspiro enormes bocanadas de aire, intentando aliviar la furiosa presion de su pecho, ese horrible ardor, que lo hacia sentir como... El carruaje se movio y el comenzo a correr de nuevo. Ahora estaba cerca. Podia hacerlo. No podian haber pasado mas de cinco minutos desde que habia salido de la casa. Quizas seis. Se sentian como treinta, pero no podian haber pasado mas de siete. Tenia que detener esto. Todo estaba mal. Tenia que detenerlo. Lo detendria. Ya podia ver la iglesia. A lo lejos, su torre gris elevandose hacia el brillante cielo azul. Alguien habia colgado flores en las linderas. No podia decir que clase de flores eran -amarillas y blancas, pero en su mayoria eran amarillas. Se derramaban en el exterior con un abandono temerario, saliendo de los cestos. Lucian alegres, incluso contentas, y todo estaba tan mal. Este no era un dia alegre. No era un evento que debia ser celebrado. Y el lo detendria. Redujo la velocidad solo lo suficiente para poder seguir corriendo sin caerse de bruces, y entonces tiro de la puerta para abrirla, amplia, mas amplia, mientras escuchaba el golpe al chocarse con la pared exterior. Quiza debio haber entrado con un poco mas de silencio, dandose un momento para evaluar la situacion, para darse cuenta lo lejos que habian llegado. La iglesia quedo en silencio. El sacerdote detuvo su parloteo, y cada columna vertebral de cada banco se giro, hasta que todas las caras se volvieron. Hacia el. – No -jadeo Gregory, pero tenia tan poco aliento, que apenas si podia escuchar sus propias palabras. – No -dijo, mas alto esta vez, agarrandose del borde de los bancos mientras avanzaba-. No lo hagas. Ella no dijo nada, pero el la vio. Tenia la boca abierta de la conmocion. Vio como el ramillete de flores se caia de sus manos, y sabia, por Dios que lo sabia, que ella habia dejado de respirar. Se veia tan hermosa. Su cabello dorado parecia capturar la luz, y brillar con un fulgor que lo llenaba de fuerzas. Se enderezo, aun respirando con dificultad, pero ahora podia caminar sin ayuda, y se solto del banco. – No lo hagas -dijo el otra vez, avanzando hacia ella con la gracia furtiva de un hombre que sabe lo que quiere. Que sabe lo que debe ser. Ella aun no hablaba. Nadie lo hizo. Eso era extrano. Trescientos de los entrometidos mas grandes de Londres, estaban en ese edificio, y nadie habia proferido ni una palabra. Nadie podia apartar la vista de el mientras caminaba en medio del pasillo. – Te amo -dijo, justo alli, enfrente de todo el mundo. ?Y a quien le importaba? No podia guardarse ese secreto. No permitiria que se casara con nadie mas, sin asegurarse de que todo el mundo supiera que ella era la duena de su corazon. – Te amo -dijo otra vez, y por el rabillo del ojo pudo ver a su madre y a su hermana, sentadas en un banco, boquiabiertas de la sorpresa. Siguio caminando. Por el pasillo, cada paso era mas seguro, mas confiado. – No lo hagas -dijo, saliendo del pasillo y entrando en el altar-. No te cases con el. – Gregory -susurro ella-. ?Por que haces esto? – Te amo -dijo, porque era lo unico que podia decir. Era lo unico que importaba. Sus ojos brillaron, y el podia ver como contenia el aliento. Ella miro al hombre con el que estaba tratando de casarse. Levanto las cejas cuando el simplemente le contesto con un diminuto encogimiento de hombros, como si le dijera: Esa es tu opcion. Gregory inclino una rodilla. – Casate conmigo -dijo, con su mismisima alma en sus palabras-. Casate conmigo. Contuvo el aliento. La iglesia entera dejo de respirar. Ella fijo los ojos en los suyos. Eran grandes, claros y todo lo que habia pensado que era amable y verdadero. – Casate conmigo -susurro el, una ultima vez. Sus labios temblaron, pero su voz fue clara cuando dijo... Capitulo 1 En el que nuestro heroe se enamora Dos meses antes. A diferencia de la mayoria de los hombres que conoce, Gregory Bridgerton cree en el verdadero amor. Tendria que ser un tonto para no creer en el. Teniendo en cuenta lo siguiente: A su hermano mayor, Anthony. A su hermana mayor, Daphne. A sus otros hermanos, Benedict y Colin, sin mencionar a sus hermanas, Eloise, Francesca, y (aunque no lo crean) Hyacinth, todos -absolutamente todos-estaban completamente enamorados de sus respectivas parejas. A la mayoria de los hombres, ese tipo de cosas solo les produciria un ataque de bilis, pero para Gregory, quien habia nacido con una alegria incomparable, que de vez en cuando (segun su hermana menor) era irritante, eso sencillamente significaba que no tenia otra opcion, mas que creer en lo obvio: El amor existia. Y no era una completa invencion de la imaginacion, disenada para evitar que los poetas murieran de hambre. Podria ser algo que no se podia ver, oler o tocar, pero estaba alli, y era solo cuestion de tiempo antes de que el, tambien, encontrara a la mujer de sus suenos y se estableciera para ser fructifero, se multiplicara y asumiera aficiones como el papel mache y la coleccion de ralladores de nuez moscada. Aunque, si queria ser claro en un punto, que parecia ser bastante necesario para ese concepto tan abstracto, sus suenos no incluian exactamente a una mujer. Bueno, no a una con atributos especificos e identificables. No sabia nada de la mujer que iba a ser suya, la unica que supuestamente transformaria su vida completamente, convirtiendolo en un pilar feliz de aburrimiento y respetabilidad. No sabia si seria bajita o alta, o morena o rubia. Le gustaba pensar que podria ser inteligente y poseer un gran sentido del humor, pero mas alla de eso, ?Como iba a saberlo? Ella podia ser timida o franca. Tal vez le podria gustar cantar. O quizas no. Quizas era una amazona, con un cutis sonrosado por estar demasiado tiempo bajo el sol. No lo sabia. Cuando esa mujer llegara, esa imposible, maravillosa y actualmente inexistente mujer, todo lo que en realidad sabia era que cuando la encontrara... Lo sabria. No sabia como lo sabria; solo sabia que lo sabria. Ocurriria algo muy importante, su mundo se estremeceria, y la vida se alteraria... bueno, en realidad, no iba a llegar susurrando su paso por su existencia. Vendria pleno y poderoso, como una tonelada proverbial de ladrillos. La unica pregunta era cuando. Y mientras tanto, no veia ninguna razon para no pasarla bien mientras se anticipaba a su llegada. Despues de todo, uno no tenia que comportarse como un monje mientras esperaba al verdadero amor. Gregory era, segun todos, un tipico hombre londinense, con una comoda -pero no extravagante-asignacion, tenia muchos amigos, y el suficiente sentido comun para saber cuando debia alejarse de una mesa de juegos. Era considerado lo suficientemente decente para ser tenido en cuenta en el Mercado Matrimonial, puede que no estuviera precisamente a la cabeza (los cuartos hijos nunca llamaban mucho la atencion) y siempre estaba en demanda cuando las matronas de la sociedad, necesitaban a un hombre que llenara los requisitos para ser invitado a un buen numero de fiestas. Lo que hacia que su anteriormente mencionada asignacion, se estirara un poco mas, convirtiendose en un beneficio. Quizas debio haber tenido un poco mas de proposito en su vida. Alguna clase de direccion, o incluso una tarea insignificante que realizar. Pero eso podria esperar, ?no es verdad? Pronto, estaba seguro, todo se aclararia. Sabia que era lo que deseaba hacer, y con quien deseaba hacerlo, y mientras tanto, el tenia... No tenia tiempo. Por lo menos, no en ese preciso momento. Para explicar: Actualmente Gregory estaba sentado en una silla de cuero, una muy comoda por cierto, y no era que realmente tuviera que pensar en el asunto, mas que en el hecho de que la falta de incomodidad conducia a las personas a sonar despiertas, lo que a su vez conducia a no escuchar a su hermano que, debe anotarse, estaba de pie, aproximadamente a un metro de distancia, hablando sobre algo o alguna cosa, casi seguramente relacionada con alguna variacion de las palabras deber y responsabilidad. En realidad, Gregory no le estaba prestando la debida atencion. Raramente lo hacia. Bueno, no, ocasionalmente lo hacia, pero... – ?Gregory? !Gregory! Levanto la mirada, pestaneando. Anthony tenia los brazos cruzados, esa nunca era una buena senal. Anthony era el vizconde Bridgerton, y lo habia sido durante mas de veinte anos. Y mientras que era -Gregory era el primero en insistir-el mejor de los hermanos, tambien hubiera podido ser un excelente senor feudal. – Perdoname por entrometerme en tus pensamientos, de esta manera -dijo Anthony en una voz seca-, pero tu has, quizas -solo quizas- ?escuchado algo de lo que te he dicho? – Diligencia -repitio Gregory como un loro, mientras asentia con lo que juzgaba era un gesto de suficiente gravedad-. Direccion. – En efecto -replico Anthony, y Gregory se felicito a si mismo por lo que claramente habia sido una excelente actuacion-. Es tu ultima oportunidad de que le busques alguna direccion a tu vida. – Por supuesto -murmuro Gregory, principalmente porque no habia cenado, y tenia hambre, y habia escuchado que su cunada estaba sirviendo refrescos en el jardin. Ademas, nunca tenia sentido discutir con Anthony. Nunca. – Debes hacer un cambio. Escoger un nuevo camino. – Claro. -Quizas habia bocadillos. Podia comerse cuarenta de esas ridiculeces cortadas por la mitad. – Gregory. La voz de Anthony tenia ese tono. Aquel que era imposible de describir, pero lo suficientemente facil de reconocer. Y Gregory sabia que era el momento de prestar atencion. – Correcto -dijo, porque de verdad, era notable como una sola silaba podria borrar a una frase apropiada-. Espero unirme al clero. Eso hizo que Anthony se congelara. Muerto, helado, frio. Gregory hizo una pausa para saborear el momento. No le importaba que para ello, hubiera tenido que convertirse en un condenado vicario. – ?Disculpame? -murmuro Anthony finalmente. – No es que tenga muchas opciones -dijo Gregory. Y cuando esas palabras emergieron, comprendio que era la primera vez que las habia dicho. Las hacia mas reales, de algun modo, mas permanentes-. Es el ejercito o el clero -continuo-, y bueno, debo decir esto: Soy una bestia para disparar. Anthony no dijo nada. Todos sabian que tenia razon. Despues de un momento de incomodo silencio, Anthony murmuro: – Hay espadas. – Si, pero con mi suerte, me enviarian a Sudan. -Gregory se estremecio-. No debe ser demasiado terrible, pero en realidad, hace mucho calor. ?Querrias ir? Anthony objeto inmediatamente. – No, claro que no. – Y -agrego Gregory, empezando a disfrutarlo-, esta Madre. Se hizo una pausa. Entonces: – Ella sabe algo de Sudan... ?verdad? – No le gustaria mucho mi partida, y entonces tu, sabes, seras el unico que debera sostener su mano cada vez que se preocupe, o tenga alguna pesadilla horrible sobre... – No digas mas -le interrumpio Anthony. Gregory se permitio reir internamente. Realmente no era justo para su madre, quien, solo para senalar, nunca habia dicho alguna vez que pronosticara el futuro con algo tan tonto como un sueno. Pero si odiaria que el se marchara a Sudan, y Anthony tendria que escucharla cuando se preocupara por eso. Y como Gregory no estaba particularmente deseoso de partir de las orillas nubladas de Inglaterra, el argumento era muy discutible, de cualquier forma. – Correcto -dijo Anthony-. Bien. Estoy feliz, entonces, de que finalmente hayamos podido tener esta conversacion. Gregory le echo un vistazo a su reloj. Anthony se aclaro la garganta, y cuando hablo, se escuchaba un filo de impaciencia en su voz. – Y que hayas pensado finalmente en tu futuro. Gregory sentia que algo se apretaba en la parte de atras de su mandibula. – Solo tengo veintiseis anos -le recordo-. Seguramente soy muy joven como para que tengas que repetirme la palabra finalmente. Anthony simplemente arqueo una ceja.

  • Inmune al amor de R. Freire

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    Humanes se define a si misma como una depredadora sexual. Fria, directa, calculadora… esta vacunada contra el amor y es la que decide cuando y como, y tambien la que pone el punto final a cada relacion. Susana ni siquiera es lesbiana, aunque siempre ha querido probar…
    Cuando se encuentran por casualidad, la mezcla resulta explosiva. ?Quien seducira a quien? ?Habra alguna victima? Si las dos estan de acuerdo en que solo se trata de una aventura, todo deberia resultar sencillo. ?O no?
    "?De verdad he oido lo que creo? ?Es ella la que esta pretendiendo dejar claro que esto no puede convertirse en nada serio? Por favor, es el sueno de mi vida hecho realidad: una mujer preciosa que solo quiere meterse en la cama conmigo por placer, sin complicaciones posteriores ni engorrosas pretensiones de fidelidad o amor eterno. Me siento tan feliz al asimilar sus palabras que casi tengo que contenerme para no saltar de jubilo."
    "?A que estamos jugando? ?Seguimos siendo simplemente dos mujeres que lo pasan bien juntas, o por el contrario empieza a surgir algo mas profundo?"
    "En estos momentos, daria cualquier cosa por ser esa gotita de agua que ha caido sobre su hombro izquierdo para, desde alli, ir bajando despacio hasta los rinones, coger velocidad al alcanzar los gluteos y, finalmente, desaparecer extasiada en el fin del mundo que significa su entrepierna."

  • Castillos en el aire de Ana Castellar

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    Una apasionante novela de amor, pasion y reencuentros.

  • Con mi tanga no se juega, !bruja! (Brujas 1) – Monica Garub de Monica Garub

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    “Dicen que las brujas debemos estar escondidas, que nuestro don ha sido otorgado por un ser de la oscuridad y que ante todo no sabemos amar sin utilizar nuestra magia.

  • Chicas de papel y de fuego de Natasha Ngan

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    Cada ano, eligen a ocho chicas hermosas que serviran al rey como Chicas de Papel. Es el mas alto honor al que pueden aspirar. y a la vez, el mas degradante. Este ano hay una novena chica.
    Y en lugar de papel, esta hecha de fuego.
    Lei pertenece a la casta de papel, la clase mas baja de Ikhara. A pesar de eso, un rumor sobre sus ojos dorados ha despertado la curiosidad del rey; por eso, la apartan de su hogar y la llevan al opulento palacio, una prision dorada, y su vida queda sometida a los caprichos del Rey Demonio.
    Mientras suena con escapar, Lei comete lo impensable: se enamora.

  • Solo una caricia de Maya Banks

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    Educada desde jovencita en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el mundo exterior, lo unico que tiene son vagos retazos de recuerdos que parecen pertenecer a otra vida. Recuerdos a los que se agarra cuando los lideres de la secta descubren sus poderes sanadores. y la castigan. Anos de cautividad y sometimiento a las estrictas ordenes de la secta han convertido a Jenna en una mujer timida y docil. o eso es lo que todos creen. En realidad, esta esperando el mejor momento para escapar.

  • Que te vaya como mereces de Gonzalo Lema

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  • Todos mis suenos te dare de Priscila Serrano

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    Sia nunca penso que aquella noche en la que habia celebrado su dieciocho cumpleanos, seria el principio de una historia inolvidable.
    Un sueno, una vida diferente y un amor la atrapara de tal manera que no sabra si quedarse o escapar. Pero se enamorara, lo hara sin saber si existe en realidad. Porque Miller, ese chico que llegara su vida, parecera ser algo mas que un simple sueno.
    Una mirada, un roce y un beso fugaz seran los detonantes de esta historia en la que no sabras si estamos en la realidad o todo pertenece a la ficcion.

  • Sucedio en Zamora de Cristina Rodriguez Trueba

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    Un cambio radical llevara a la protagonista de esta novela a mudarse desde las abarrotdadas calles de Nueva York a un pequeno pueblo de Zamora. En el descubrira el amor, la pasion y una nueva vida y es que la realidad siempre, siempre, supera a la ficcion.

  • El collar de los Balbases de Jorge Eduardo Benavides

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    Con el telon de fondo de la primera guerra carlista, mientras Espana decide su futuro y vive en la confusion de las revueltas y con- juras politicas que acosan al gobierno de la Reina regente, un famoso ladron, un du- que enamorado y un ingles poliglota entre- mezclan sus destinos a causa de un collar antiguo y, segun se dice, maldito. Una galeria de ambiguos, oscuros y cautivadores personajes --politicos, intelectuales y artistas-- desfilan por esta novela escrita con la maestria de quien se confirma en estas paginas como uno de los grandes narradores de aventuras.

  • Nunca volveras de Hans Koppel

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    Mike Zetterberg, su esposa Ylva y su hija Sanna viven en Helsingborg, en el sur de Suecia. Cuando una tarde, tras el trabajo, Ylva no regresa a casa, su marido deduce que esta con sus companeros tomando una copa. Pero a medida que pasan las horas su preocupacion va en aumento. Ylva se ha esfumado sin dejar rastro. Pasados unos dias, la policia investiga el entorno de la desaparecida y sigue de cerca los movimientos de Mike, que pasa a ser el principal sospechoso. Para el, la vida se convierte en un infierno: no solo tiene que demostrar su inocencia, sino tambien coger fuerzas para sacar adelante a su hija a pesar de su desasosiego y su desconcierto. Lo paradojico es que Ylva esta secuestrada a pocos metros de alli, en la casa de sus vecinos; esa pareja mayor que se mudo hace unos meses al barrio y que parece tan normal..

  • La ultima en enterarse (Willow Creek 1) de Micalea Smeltzer

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    El era solo un chico.
    Y yo, solo una chica.
    Pero si esa fuera toda la historia no tendria ningun interes, ?verdad?

  • Atame (Atados 1) de Cristina Fernandez

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    Alicia es una agente inmobiliaria de viviendas de lujo, con un caracter explosivo y muy segura de si misma, hasta que conoce a un importante y atractivo empresario italiano que tambaleara su mundo: Sandro Veri.
    Ambos se veran envueltos en una conexion mucho mas profunda de lo que imaginan, dejando asi descubrir un mundo en el que Alicia jamas penso que se sumergiria, abriendo las puertas a lo desconocido, a un cosmos personal, tanto tortuoso como apasionado. Y tu, ?dejaras que ate tu corazon?

  • La Sorpresa del Marques (Caballeros 2) de Dama Beltran

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    Roger Bennett, el futuro marques de Riderland, se define a si mismo como un caballero dispuesto a ayudar a las pobres infelices carentes de placeres sexuales. Le gusta tanto su vida que desea continuar asi hasta el final de sus dias. Sin embargo, una persona truncara esa vida de libertinaje que tanto ansia mantener.
    Resignado por tener que vivir con una esposa a la que no conoce ni ama, decide enfrentarse con entereza a su futuro. Aunque cuando sus azulados ojos se clavan en Evelyn, descubre que todo aquello que deseo se ha evaporado. Pero el amor hay que trabajarlo y para un hombre al que le ha sido facil romper corazones, le resultara increible ver como el suyo se hace anicos como el cristal.

  • Mas cerca aun de Natalie Daniels

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  • Sere tu luz (Presagios 1) de Sonia Lopez Souto

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    Una alianza. Una premonicion. Una decision que se convierte en error. En momentos dificiles, aferrarse a un tiempo que ya fue o a una esperanza infantil, puede resultar peligroso. Sin embargo, mirar adelante, a pesar de los mas arraigados miedos, puede suponer la diferencia entre el triunfo y el fracaso.