• sweet manhattan lina galan - Lina Galan

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    Aquel fue un gran descubrimiento para Brooklyn. A sus cinco anos, la nina obedecia fielmente a Jocelyn, su nanny, que solia acostarla cada noche y le leia un cuento hasta que se quedaba dormida. Pero, en aquella ocasion, la inocente lectura no fue suficiente para que su sueno se volviera profundo. Unas voces en la planta de abajo le hicieron levantarse y caminar descalza por el pasillo, con su primoroso camison blanco de encajes. Su curiosidad infantil la llevo a la parte superior de la escalera, donde, agarrada a la baranda de madera, oteo el horizonte en busca de los acontecimientos que tenian lugar en la parte inferior de la casa. Aquellas voces y risas resultaron deberse a una de las veladas sociales que organizaban sus padres mientras ella y su hermano, Kayden, cuatro anos mayor, dormian apaciblemente en sus habitaciones. Observo a su madre, Alice, tan elegante como siempre, y a su padre, Cameron Edwards, candidato por aquel entonces a la alcaldia de Nueva York y que necesitaba de aquellas reuniones para obtener votos y popularidad. Tambien observo al hombre que ella conocia como el abogado de su padre y que aquella noche aparecio con su hijo, un chico de unos dieciocho anos, alto, moreno y con una contagiosa sonrisa. En cierto momento, el joven elevo su mirada y se topo con la de Brooklyn, cuya carita permanecia entre los barrotes de la balaustrada. El muchacho sonrio, le guino un ojo, y ella le devolvio la sonrisa, aunque despues el volviera a sus cosas de adulto, como estrechar manos y saludar. El caso es que aquella no fue la unica vez que la nina aparecio en lo alto de la escalera. A partir de entonces, cada vez que Brooklyn oia algo que le hiciese sospechar que habia visitas, se hacia la dormida tras la lectura del cuento por parte de Jocelyn y, minutos despues, andaba descalza hasta la escalera, se sentaba en el primer escalon y apoyaba su rostro entre los barrotes. En su mente infantil, sonaba que aquel joven un dia decidia subir los peldanos, la tomaba de la mano y la acompanaba a mundos lejanos, con caballos que volaban y arboles de gominola. La cria fue creciendo, y los suenos con aquel chico se transformaron en otros muy diferentes. Ya era una adolescente cuando continuo con la misma rutina nocturna. Aunque ya no necesitaba a su ninera para arroparla, ni cuentos que la hiciesen dormir, se levantaba a hurtadillas y corria hacia la escalera para buscar con la mirada a Jonathan Reed, el protagonista de sus suenos ya nada infantiles. Incluso, si alguna vez invitaba a alguna de sus amigas a dormir, todas ellas corrian hasta el descansillo en plena noche para poder comentar los vestidos de las mujeres, sus peinados o la aparicion de algun chico que pudiese suscitar algun interes, algo que no solia ocurrir muy a menudo en reuniones de politicos de la edad de sus padres como minimo. Brooklyn tenia catorce anos y calculo que Jonathan tendria sobre los veintisiete el dia que este se presento en su casa con su prometida, una rubia a la que odio de inmediato a pesar de su cara de angel. --Es muy mayor, te lo he dicho mil veces --comento Sally, una de sus amigas--. ?Como te puede gustar un tipo tan viejo? --No es viejo --gruno Brooklyn--, y es guapisimo. ?No habeis visto los bonitos hoyuelos que se le forman cuando sonrie?, ?y sus ojos verdes? Jamas en mi vida he visto unos ojos como esos. --Sin dejar de contemplarlo, suspiro ruidosamente. --A mi tambien me parece mayor --intervino Kimberly, otra de sus mejores amigas--, aunque lo salva bastante como va vestido. Me gustan los chicos con uniforme. Jonathan, por aquel entonces, ya era el teniente Reed. Despues de sus estudios en Harvard, se alisto en el cuerpo de Marines --Brooklyn no supo nunca el motivo, aunque oyo hablar a su padre sobre el disgusto de su amigo-- y lo solian enviar a misiones en el extranjero, por lo que sus visitas se habian espaciado considerablemente. Su padre, Samuel Reed, fiscal asistente del distrito, no parecia estar muy contento con el hecho de que su hijo no continuase con la tradicion familiar de dedicarse al derecho, pero parecia ser que Jonathan tenia bastante claro su futuro militar. --Vale, aceptamos que sea guapo --continuo Sally--. Pero ?que me dices del detalle de que tenga novia? !Y encima es una belleza! --No es la primera novia que presenta --se defendio Brooklyn--. Seguro que con esta tambien acaba rompiendo. --Tal vez, pero se ven muy enamorados --la pincho Sally. --Como con todas las demas --volvio a defenderse. --Y, luego, ?que? --pregunto su amiga--. ?Te casaras tu con el? --Lo veo un poco improbable --dijo Kimberly, con petulancia--. Hasta aqui llegan los destellos del enorme anillo de prometida que lleva la chica en el dedo. Brooklyn sintio unas enormes ganas de empujar a sus invitadas escaleras abajo. !Debian apoyarla! ?Para que estaban las amigas, si no? --!O puede que se muera y acabe viudo! --grito, presa de la rabia. --Oh, vamos, Brook, no te pongas dramatica. ?De verdad vas a desear que se muera la pobre chica? --Yo no he dicho eso, pero podria pasar. --Brooklyn se sentia ligeramente mal por su comentario desafortunado, pero no pensaba retractarse ante ellas--. Las personas tienen accidentes todos los dias... --!Deja de decir eso, Brook! --exclamo Kimberly--. ?Por que no admites de una vez que un hombre como ese jamas se fijaria en ti? !Eres una nina! --Muchas gracias, amiga --gruno, enfurrunada. Le sento muy mal que no le dieran ninguna esperanza, aunque fuese fingida, como haria cualquier amiga. Algo asi como <> o <>. !Las amigas estaban para lo bueno, para lo malo y para mentir si era necesario! Lo malo, en aquel asunto, fue que llevaban toda la razon. Jonathan y su prometida se casaron un ano despues. El dia de la boda, Brooklyn se paso el tiempo engullendo canapes y probando a escondidas todas las bebidas alcoholicas que ofrecieron en el banquete. Como resultado, pillo su primera borrachera y, para colmo, no llego ni a acercarse al novio, que, por cierto, con su uniforme militar estaba espectacular. La ultima vez que Brooklyn vio a Jonathan en su casa fue la noche que aparecio con su mujer embarazada. La joven ya no apoyaba su cara en los barrotes de la escalera, pero si se quedo en el piso superior, para poder contemplarlo, como siempre, desde la distancia. Los vio tan felices que sus suenos infantiles murieron aquel mismo dia, puesto que ella misma ya era una mujer adulta, que estudiaba, salia con chicos, se divertia... y en cuya vida ya no habia espacio para el joven de bonita sonrisa que siempre contemplo desde la altura de una escalera. Ese chico se habia convertido en un hombre casado y futuro padre, muy lejos de su alcance. Aunque si que volvio a saber de el: en el funeral de su esposa. El dia que Brooklyn supo la noticia, lloro amargamente, sintiendose culpable. Ella habia llegado a desear la muerte de esa mujer y dicho deseo se habia cumplido... El ya capitan Reed estaba destinado en Tunez, donde hubo un atentado en los alrededores de la embajada norteamericana. La mala suerte quiso que ese dia, el y su esposa estuviesen invitados, junto al resto de oficiales, a una recepcion con el embajador. Un coche bomba mato a varios soldados y diversos civiles, entre los que se encontraba la mujer del capitan. Tambien hubo heridos, uno de ellos Jonathan, que no pudo asistir al funeral de su difunta esposa debido a la gravedad de sus heridas... --Es bonita la cicatriz --le dice el chico. El corazon le da un vuelco y se lleva la cabeza de muneca al pecho. --?Bonita? Es una cicatriz. --Es una senal de haber sobrevivido. JULIANNA BAGGOTT, Puro Capitulo 1 Un agudo dolor de cabeza, sed y sensacion de nauseas fueron los sintomas que reconoci en el momento de despertarme: aquello era una horrible y pesada resaca. Ciertos flashes de la noche anterior asaltaron mi mente embotada, pero preferi intentar levantarme antes de que pensar demasiado terminara haciendome explotar el craneo. Nada mas abrir los ojos, parpadee por la intensa claridad que ya entraba por la ventana, lo que me hizo incorporarme de golpe en la cama, a pesar de los pinchazos en las sienes. Porque, si entraba tanta luz, se debia a que ya serian mas de las ocho... --!Mierda! !Voy a llegar tarde! !Otra vez! Fue justo al desprenderme de la sabana que descubri mi cuerpo desnudo. ?Desde cuando me acostaba yo asi si tenia una buena coleccion de pijamas? Temiendo responderme a mi misma a esa pregunta, ladee la cabeza hacia el otro lado y me encontre con lo que mas temia: un desconocido durmiendo junto a mi, en mi cama, acurrucado en mi almohada, tan en pelotas como yo. --!No, no, no! Pero !?que hice anoche?! Por mas que escarbaba en mi cerebro, no encontraba mas que unas pocas imagenes de mi misma en la fiesta de Patrick, de mis amigas, del retumbar de la musica, de un bailecito sexy encima de una mesa... Ya no habia tiempo para eso. Debia deshacerme de aquel tipo ya. --!Eh, tu, despierta! --grite mientras lo zarandeaba--. !Despierta de una vez, joder! El desconocido parpadeo, me miro y despues miro a su alrededor. --?Donde estoy? --En la Casa Blanca, capullo. !Levantate ahora mismo! --Le di un empujon y el cuerpo del hombre impacto con un golpe seco contra el suelo de madera. Hasta a mi me dolio. --!Oye, guapa! --se quejo, tras incorporarse--. !Seguro que anoche no me echaste asi de tu cama! --!?Que paso?! --le exigi saber--. ?Tu y yo...? Ya me entiendes... --!Y yo que se, no me acuerdo! --refunfuno mientras buscaba su ropa y sus zapatos--. ?Donde demonios estan mis cosas? --Ay, Dios... --murmure--. !Mira en el bano! ?Me habria metido en la ducha con ese tipo? ?Y que habiamos hecho con la ropa? !La mia tampoco estaba por ninguna parte! --Solo he encontrado los calzoncillos y los zapatos --dijo el chico antes de salir con esas pocas prendas sobre su cuerpo. Me habria reido ante semejantes pintas si hubiese sido buen momento para hacerlo. --?De verdad no puedes acordarte de si nos acostamos tu y yo? --insisti. --Lo ultimo que recuerdo es verte caer de una mesa --me explico--. Te tuve que coger al vuelo porque estabas muy borracha, te enganchaste a mi cuello y, despues de eso, nada. --Oh, genial --me lamente. !Ni siquiera podia saber si habia usado proteccion! --A ver, a ver, no entremos en panico. --Me coloque una camiseta que saque de un cajon, para taparme, y retire las sabanas hasta tirarlas al suelo--. Tu mira debajo de la cama, yo lo hare entre las sabanas. --?Y que se supone que tengo que buscar? --!Un condon usado, idiota! --Ah, vale, entiendo... Por si lo hicimos a pelo, ?no? --Oh, callate... --gemi. Con tan solo oir aquella posibilidad, me inundo el panico... porque aquello me hizo recordar que mi vida sexual era un autentico desastre. En las pocas relaciones que habia tenido, ni siquiera habia sido capaz de disfrutar del sexo, y, para una vez que parecia haberme desmelenado y decidido meter a un desconocido en mi cama, resultaba que no me acordaba de nada. ?Y si esa vez habia tenido un orgasmo colosal? !Nunca lo sabria! Mire al tipo, tirado en el suelo, buscando un condon, con solo unos zapatos y unos feos calzoncillos de color gris sobre su cuerpo. Arrugue la nariz. Dudaba mucho que hubiese sido el polvo de mi vida. Di un respingo cuando unos golpes en la puerta resonaron en toda la habitacion. --!Brooklyn, cielo, abre la puerta! !Te has quedado dormida! !Llegaras tarde al trabajo! --!Voy, Jocelyn! --grite--. !Un momento! --?Quien es Jocelyn? --murmuro el chico. --Mi nanny, tienes que largarte. --?Tu nanny? ?Como vas a tener ninera con...? --Fruncio el ceno--. ?Cuantos anos tienes? --Tengo veintiseis, y, ahora, largate de aqui. --?Y por donde quieres que salga si tienes a tu ninera aporreando la puerta? --Por donde va a ser, !por aqui! --Abri la ventana y le senale el alfeizar y la pared cubierta de enredadera por donde debia deslizarse. --!?Por la ventana?! --exclamo--. !Ni hablar! !Puedo matarme! !Y estoy casi desnudo! --Al menos llevas el culo tapado. --Sonrei ante la suerte que tuvo de haber encontrado al menos los calzoncillos--. !Agarrate a las ramas, veras que facil! --Joder... --refunfuno mientras colocaba las rodillas en el alfeizar--. Si me he acostado contigo, puede resultar el polvo mas caro de mi vida si me rompo un hueso. Y si no lo hemos hecho... demuestro ser muy estupido. --!Brooklyn, carino, abre! --insistia una y otra vez Jocelyn. --!Ya voy, espera un segundo! --Despues de contestar, volvi a dirigirme al supuesto desconocido--. !Vamos, baja! !Solo es un piso! --!No, espera...! Pero la negacion se perdio entre las hojas de enredadera cuando lo empuje y, a continuacion, cerre la ventana, puesto que los gritos y los intentos de abrir la puerta me estaban poniendo nerviosa. Crei captar un golpe sordo sobre el parterre de hortensias, pero lo ignore. Tras dar un suspiro, corri a abrir. --!Nina! --exclamo al entrar en mi cuarto--. ?Por que has tardado tanto? --Ya no soy una nina, Jocelyn. Puedes pillarme con el culo al aire. --?Quieres decir como estas ahora mismo? --La mujer elevo una ceja al senalar mi indumentaria, que no me tapaba, precisamente, ni el trasero. Poco despues, arrugo la nariz y se dirigio a la ventana--. !Y abre un poco, por el amor de Dios! !Huele a...! Me dirigi con rapidez a asomarme, en busca de un joven medio en pelotas que quiza yacia, inconsciente, sobre las hortensias... pero, al parecer, habia logrado sobrevivir, porque no encontre a nadie. Suspire, aliviada de que no le hubiese pasado nada y, no lo voy a negar, para no tener que dar explicaciones a Jocelyn, lo que en aquel momento me parecio lo mas importante. --?A que huele? --le pregunte a mi nanny con una sonrisa candorosa, intentando disimular el nerviosismo que aun me atenazaba. --A que tienes que meterte en la ducha ahora mismo --me apremio--. Pero no tardes en bajar, porque, antes de irte, tu padre tiene que hablar contigo. Ah, y Kayden tambien esta aqui. --?Mi padre quiere hablar conmigo? --solte, escamada--. ?Y que diantres hace aqui mi hermano? !No puedo atenderlos ahora! !Ya voy con media hora de retraso! --Pues sera una hora entera, no creo que a Harper le importe. !Vamos! !Espabila! --Joselyn puso los brazos en jarras al mirar a su alrededor mientras yo me metia rauda en el bano--. Menudo desastre de cuarto. !Y luego dice que ya no es una nina! Me duche a toda prisa, desenrede mi melena cobriza y me vesti con un pantalon negro y una blusa verde esmeralda. Cogi mi neceser para maquillarme en el taxi y ahorrar tiempo, y baje hasta el comedor, donde me esperaban mis padres y mi hermano en mitad de un espeso silencio. En lo primero que pense fue en que debia buscarme cuanto antes un lugar donde vivir, independizarme, pues ya no tenia edad para tener ninera ni para aguantar las broncas de mi progenitor. Aunque, con toda probabilidad, este iria a buscarme donde quisiera que viviese para imponer sus normas de politico. --!Lo siento, pero ya voy tarde! --exclame en un intento de salir corriendo e ignorarlos a todos. --Alto ahi, jovencita --me detuvo mi padre--. Creo que sabemos el motivo de tu tardanza de hoy. --Vamos, papa, no necesito un sermon a esta hora de la manana. Si, ayer sali de fiesta; si, bebi un poco; si, Harper me matara. Pero no creo que nada de eso pueda empanar tu imagen. --?Estas segura de eso? Cameron Edwards, mi padre, exalcalde de Nueva York y candidato a gobernador, tecleo en su telefono movil y lo planto delante de mi. Suplique que se me tragara la tierra cuando contemple aquel video subido a YouTube, donde podia verme a mi misma, borracha, bailando y cantando encima de una mesa, de donde cai en brazos de un tipo que me cogio al vuelo y que reconoci como mi companero de cama. Solte un jadeo al contemplar como nos besabamos en la boca, aunque quien estuviese grabando se centro en la parte inferior de mi anatomia, ya que se me subio el vestido hasta la cintura y mostre mi tanga de encaje negro a toda la concurrencia. Palideci. !Mi trasero ocupaba toda la pantalla! --!Por Dios, papa! --grite, alterada--. ?No puedes hacer que lo eliminen? --Oh, claro, ?por que no se me habra ocurrido antes? --respondio con ironia--. Pero me extrana que una milenial como tu no recuerde que existen las capturas de pantalla y toda clase de herramientas para conservar algo asi. Mi animo cayo al suelo en ese mismo instante. No era la primera vez que avergonzaba a mis padres, aunque juro que jamas lo habia hecho a conciencia. --Lo siento, papa, yo... --?Y que me dices de mi, Brook? --intervino Kayden--. ?Crees que no voy a ser el hazmerreir de la prensa britanica... otra vez? La mala suerte --al menos para mi-- quiso que, si no habia bastante con tener un padre con cargo publico, tuviera un hermano prometido a una joven y noble inglesa, Elizabeth, hija del conde de Pembroke. Se conocieron en una fiesta de amigos comunes, recibieron el impacto de Cupido y, unos meses mas tarde, se encontraron inmersos en la ceremonia de peticion de mano. A la vista estaba que Kayden se movia en circulos mas selectos que yo. --!Oh, vamos, dejad de mirarme como si creyerais que pretendo humillaros por deporte! -- estalle--. !Tengo veintiseis anos! !Tengo que divertirme!

  • Sweet Manhattan - Lina Galán | PlanetadeLibros

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  • Sweet Manhattan Lina Galán - Tinta Romántica

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  • En la frontera del tiempo de Lina Galan

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    El caballero, sobre su caballo blanco y al frente de sus leales soldados, por fin siente que el hogar esta cerca. Los bosques de pinos o las suaves montanas daban fe de ello, dejando atras las vastas llanuras. Rodearon la aldea y su muralla y, sobre la elevacion mas alta, aparecio la gran fortaleza rodeada por la mas robusta muralla, como una madre que abre los brazos para proteger a sus hijos. Cruzaron el foso sobre el puente levadizo para entrar en el patio de armas, donde escuderos y pajes se apresuraron a atender a sus exhaustos y polvorientos senores y a sus igualmente fatigadas monturas. El senor de Montsolis, tras bajar de su caballo, alzo la mirada hacia las almenas, como siempre que volvia a casa. Pero, como siempre, nunca encontraba a nadie esperandole. Siempre que regresaba de alguna de las revueltas sarracenas o, como en esta ocasion, de una reunion en Las Cortes, imaginaba, fugazmente, que su dama le esperaba impaciente en alguna de las almenas o sobre el adarve de la muralla. Incluso en ese mismo instante le parecia estar divisando una oscura silueta femenina recortada sobre el rosado cielo del ocaso, con sus ropas y sus cabellos ondulando al viento. Sacudio la cabeza para salir de su ensonacion y volver a la realidad. Se quito el yelmo y se dejo ayudar por Nuno, su escudero, ofreciendole sus armas para su limpieza. Todavia con la cota de malla, aunque sacandose el mismo el almofar y la crespina por la cabeza, subio las escaleras de la torre del homenaje para encaminarse a sus estancias privadas. Primero, como tenia por costumbre, saludaria a su esposa, aunque ya sabia de antemano que ella apenas le devolveria el saludo. Ni siquiera le miraria a los ojos. En realidad, penso, no sabia de que color eran esos ojos que siempre miraban hacia el suelo. Ademas, apostaria su vida a que se encontraria flanqueada por sus inseparables guardianas, sus propias hermanas, que, como hermanas mayores del senor y en su calidad de viudas de sendos senores ciertamente notables, se encargaban de la organizacion domestica. Algo que a la propia senora del castillo parecia agradarle sobremanera, ya que era mas feliz bordando o tejiendo algun tapiz mientras sus cunadas revoloteaban a su alrededor como si quisieran protegerla hasta de su propio marido. Despues de pedir permiso, flanqueo la puerta de la estancia mas soleada del castillo, donde un grupo de mujeres bordaban y tejian y suaves murmullos femeninos llenaban el aire, aunque cesaran de repente al advertir la presencia del senor. Sus hermanas, Elvira y Mencia, tan frias como siempre, fueron las primeras en dirigirle algo parecido a una bienvenida. --Hermano --saludaron con un movimiento leve de sus cabezas. --Hermanas --correspondio el. Y seguidamente dirigio su mirada a su esposa--, esposa --y se Inclino levemente. Amicia parecio mover ligeramente los labios, aunque su marido no estaba seguro si como saludo o como plegaria por su poca deseada presencia. Asi que, volviendose a inclinar, pidio permiso para retirarse y salio para encaminarse a sus propios aposentos. Si, siempre habia deseado volver al hogar, despues de batallas o reuniones con nobles o con el rey. Pero cada dia que pasaba sentia mas un vacio interior y un hueco en su corazon que necesitaba llenar pero que cada vez se hacia mas y mas grande. Siempre tuvo claro que, como heredero de la baronia, tendria que casarse con la mujer elegida para el. Y asi fue. El mismisimo rey Jaime I le habia concertado el matrimonio con Amicia de Bearn, para evitar una guerra promovida por el rey frances que llevaba acechando al monarca desde hacia varios anos. De esta manera, el rey Jaime seguia dominando el sur de Francia y se aseguraba la fidelidad de su caballero al convertirlo por herencia y por matrimonio en Guillem I de Montsolis y vizconde de Bearn. Guillem recordaba ahora el dia de su enlace con Amicia. Nunca se habian visto antes, pero era algo que ocurria muy a menudo y no le importaba especialmente. Pero en el fondo habia esperado algo mas. Sus propios padres se habian entendido bastante bien. Incluso sus desapegadas hermanas habian tenido unos matrimonios aceptables. El habia imaginado al menos una companera que esperase su regreso, o para conversar sobre temas cotidianos, como compania en la mesa y, por supuesto, en su cama. Pero habian sido deseos vanos. Tras un ano de casados, no sabia como era la voz de su esposa, ni tan siquiera el color de su cabello, que siempre llevaba tapado por un virginal velo blanco, casi tan virginal como ella misma. Ese era otro tema que si le preocupaba. Ese matrimonio necesitaba descendencia, ya que la falta de hijos podria acarrear un serio problema incluso a nivel politico, puesto que el rey Luis intentaria reconquistar las tierras a falta de herederos. Pero hacia ya demasiado tiempo que no visitaba la cama de su esposa. Un rictus amargo se le formo en la boca al recordar la noche de bodas. Su experiencia con mujeres nobles podia ser exigua, pero esa noche intento comportarse como el caballero que era. Mientras recorria el angosto pasillo envuelto en su propia sombra proyectada por la luz de las antorchas, recordo. Recordo la camara nupcial, en la mas completa oscuridad, con solo un pequeno atisbo de la silueta de su esposa metida en la cama y tapada hasta la barbilla. A el, colocandose encima, mientras ella, rigida como una tabla, recitaba una letania de oraciones. Despues de esa noche vinieron varias mas, en las mismas condiciones y sin resultado de embarazo tras varios meses. No era de extranar. Pensaba que un acto realizado con tanto miedo y aversion no podria dar nunca como fruto un hijo. Guillem entro en sus aposentos privados y suspiro cansado. Se sintio viejo, aunque a sus veintiseis anos deberia sentirse en la flor de la vida, una mezcla de juventud y experiencia. Miro a su alrededor y se sintio relativamente satisfecho. La estancia, disponia de una antesala, con una mesa, silla y documentos para revisar, y del dormitorio, donde el mueble que mas resaltaba era la gran cama. Podia no importarle que la decoracion y el resto de mobiliario fuesen escasos y austeros, como indicaba la sencilla presencia de un baul, un arcon y una pequena comoda. Pero despues de anos ayudando a su rey en multitud de batallas, sobre todo la conquista de Valencia, viviendo en las mas atroces condiciones, para Guillem eran muy importantes el descanso y la comida. Por eso no encontraba nada frivolo poseer una gran y comoda cama y una mesa donde nunca faltara la buena comida. Mientras le preparaban una tina de agua para el bano, se asomo a la ventana y observo el paisaje. Al menos la vision del entorno familiar que lo rodeaba le daba la seguridad y la fuerza necesarias para pensar en el futuro. Por lo demas, Dios proveeria. Habia vuelto al hogar. CAPITULO 1 Barcelona, mayo de 2014 Correr calle Muntaner abajo para poder coger el tren, sin tropezar y sin que la atropellaran en el intento, era un riesgo al que cada dia se enfrentaba Beatriz, o Bea, como preferia que la llamaran. Bea trabajaba en un hospital de esa zona como enfermera y se consideraba afortunada de tener una profesion que le encantaba y por haber conseguido un puesto para los tiempos que corrian. Pero ese dia deseaba cuanto antes poner tierra de por medio. Hay dias en los que es mejor no levantarse de la cama, le oia decir muchas veces a su madre, y ese, especialmente, habia sido uno de ellos. Al levantarse por la manana, no le habia sonado la alarma del movil, ya que se le habia apagado sin bateria. Sin tiempo para desayunar, habia corrido hasta la boca del metro para descubrir que solo habia servicios minimos por la huelga de transportes, por lo que tuvo que coger un taxi, donde el pobre taxista se habia visto obligado a sortear velozmente el trafico de esa hora de la manana, debido a la orden imperiosa de una usuaria con los nervios de punta. Al llegar, habia tenido que aguantar la mala cara de la companera a la que relevaba y, para colmo, Oscar habia vuelto al hospital tras su excedencia. Ahora, volviendo para casa, y por fin en el interior del vagon, Bea se agarro a la barra, apoyo su frente en ella y cerro los ojos. ?Que mas podia haberle salido mal ese dia? ?Por que habia tenido que volver a verle a el?

  • El viento idiota de Peter Kaldheim

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    La historia real de un hombre que cometio todos los errores posibles, pero encontro la forma de superar la tragedia para construirse una nueva vida.

  • Mi madre era de Mariupol de Natascha Wodin

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    <>, solia repetir la madre de Natascha Wodin, una frase cuyo misterioso significado se llevaria a la tumba. Su hija tenia entonces diez anos y era apenas consciente de que formaba parte de un subgrupo humano, una especie de residuo de la guerra. ?Por que vivian en un campo para <>? ?De donde era su madre? ?Y que le habia sucedido? Solo decadas despues se atrevio a abrir la caja negra de su origen.

  • La tercera chica de Adrian Dresner

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    Si te gusto “La chica del tren”, disfrutaras con LA TERCERA CHICA

  • LA CLAUSULA: Piensalo bien antes de firmar de Mirian G. Blanco

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    Cuando se te aparezca una oportunidad… !tomala!
    Y eso fue lo que Melisa Baker hizo cuando Tyler Mccartney le propuso un descabellado contrato. La idea de ocupar el puesto de secretaria en una de las empresas mas prestigiosas a nivel internacional, !era realmente tentadora! Pero ser la <> del hombre mas sexy del planeta Tierra, aun lo hacia mas emocionante.

  • Balada de amor para un soldado de Nut

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    Idris Mackie, desde que decidio abandonar la musica, vive sumergido en una desidia que le lleva a desentenderse de todo aquello que no sea pasar el rato bebiendo cervezas con sus amigos, fumar maria y disfrutar del sexo sin inhibiciones ni compromisos. Un buen dia recibe una carta que contiene un Cd con una cancion, y cuyo remitente es el soldado Kevin Miller, alguien que esta seguro de no conocer pero que parece dispuesto a irrumpir en su anodina vida. Amistad, sexo, soledad, amor, son algunos de los ingredientes que componen esta Balada de amor para un soldado que tiene como telon de fondo la musica, ese lenguaje universal, y a la ciudad de New York como testigo silencioso de como dos almas a la deriva, presas de las decisiones que han marcado su existencia, se buscan sin saberlo.

  • Entre los suenos de Elio Quiroga

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    El cineasta y novelista Elio Quiroga, ganador entre otros galardones del Premio Minotauro, construye un adictivo thriller psicologico con unos personajes llenos de secretos que ni siquiera ellos mismos conocen del todo.

  • La testigo de Emma K. Johnson

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    Carino, este tipo tendra que limpiarse las babas cuando te vea --dijo Claudia al verme hacer mi mejor esfuerzo por no picarme los ojos con el delineador. --Ay si, seguramente --conteste, dejando la cochinada esa en mi mesita-- !Me rindo! !Mirame! Me veo... !Ridicula! --Sexy --me interrumpio--. Te ves sexy, muchacha --dijo Claudia al poner sus manos en mis hombros--. John me dijo que le encantaban tus ojos verdes, y asi con ese color resaltan todavia mas. Mi buena amiga. No se que hubiera hecho sin su apoyo. --?Te vas a poner eso? --pregunto frunciendo el ceno al ver la ropa que habia puesto en la cama. Me encogi de hombros y deslice mis manos encima de mis piernas. Siempre me relaja pasar mis dedos encima de la franela de mi pantalonera. Gire y vi el pantalon de mezclilla y la camisa que Claudia estaba viendo desde el pie de la cama. Creo que esa camisa era lo unico que me habia comprado cuando estuve casada con Pedro y que aun guardaba. --?Que tiene de malo? --pregunte, echando mis grenas rebeldes detras de mis hombros. --?Te llevara a un concierto de rock o a un bar de motociclistas? --dijo, levantando la camisa de la cama y mirandola como si quisiera usarla como trapo de limpieza. --No... No lo creo. --!Entonces tiene mucho de malo! --exclamo antes de irse a mi closet-- Fernanda, ?te gusta John? --Esta... guapo --dije. Nunca habia sido una chica que saliera mucho con chicos. En la prepa siempre fui una nina bien portada. Pedro fue mi unico novio y termine casandome con el. Pero no estaba hecha de piedra. Claro que veia a otros chavos y pensaba "esta lindo", pero asi como me sentia cuando sabia que Pedro iba a hacerme el amor o que me volteara a ver con deseo... No, ningun otro hombre mas que mi ex. !Y como queria que eso cambiara! --?Guapo? --grito Claudia desde las profundidades de mi closet-- Carino, John esta mucho mas ardiente que Pedro alguna vez lo fue. Okey, tenia buen cuerpo el tipo, pero ?esa nariz en forma de pelota de golf? !Yack! !No se que le viste! --Le vi algo --dije mirando el suelo del cuarto--. Dure cinco anos casada con el, despues de todo. --!Y que bueno que lo mandaste al carajo! --Sabes, no todo fue malo con el --dije, sacudiendo la cabeza y sobandome las manos--. Nunca me golpeo ni me maltrato ni nada. --!Uy! Que consuelo --dijo Claudia, asomandose y girando sus ojos hacia arriba--. Hay muchas maneras de maltratar, carino. ?Cuando te dejo salir conmigo? Negue con la cabeza. --?Cuando te dejo salir con tus companeras y companeros de trabajo? Volvi a negar. --?Cuando te dejo siquiera tener cuenta de redes sociales? Resople. El unico celular que tuve durante mi matrimonio fue de esos que solo servian para llamar y recibir llamadas. --Y ni empecemos con la ropa que te dejaba usar --dijo estremeciendose antes de entrar de nuevo a mi closet. Claudia tenia razon. No me apetecia regresar a una relacion que solo me habia hecho dano. --!Necesitamos ir de compras! --exclamo Claudia saliendo de mi closet. Me tomo de la mano y me llevo a jalones a su cuarto. Ahi abrio su armario y saco un vestido azul cielo de cuello circular. --!Vamos a ver! --dijo Claudia poniendolo frente a mi-- Oh si, esto servira. --!No me voy a poner esto! --?Por que no? Somos de la misma talla. Me levante y tome el vestido. --No lo se... --Midetelo. --!Estas loca! Vamos a ir a tomar un cafe, no a bailar. --?Y tu como sabes? Quiza despues del cafecito John quiera llevarte a otro lado... Y no necesariamente a bailar --dijo alzando las cejas y con una mueca burlona. Lleve el vestido de vuelta al armario. --Es mi primera cita en mucho tiempo, Clau. Dudo que lleguemos tan lejos. --!Ay, Fer! --exclamo-- ?Tienes idea de lo deprimente que es verte encuevada aqui todos los dias despues de trabajar? Claudia suspiro y se quedo paseando su vista por todo su armario. Me sente en la orilla de la cama. !Como admiraba a Claudia! Me habia cansado de todas las veces que me preguntaban en el trabajo por "la negrita guapa" que me iba a recoger. ?Y como no iban a querer con ella? Tenia un cuerpazo digno de concursos de belleza, igual de alta que yo, una mirada de esas que pueden hablar por si mismas, y el alma de cualquier fiesta a la que asistia. Para mi era un milagro que siguieramos siendo amigas antes, durante, y despues de mi divorcio. Pedro nunca la quiso. Siempre penso que era una mala influencia para mi con su vida fiestera y sus "ideas feministas", segun el les decia. Claro que Claudia tampoco quiso a Pedro. --!Ponte esto! --grito, lanzandome unos jeans. --Espera --me quite mi pantalonera y puse el pantalon. Claudia se asomo. --!Demonios! Chica, tienes mejor culo que yo. Me ataque de la risa al mirarme al espejo con el comentario de mi amiga. Estaba algo justo pero no estaba mal. No, no estaba nada mal. --Ahora ponte esto --dijo Claudia, dandome una blusa negra de tirantes. Me quedaba holgada de la panza y cintura, pero mis pechos quedaban justos y parecian que cualquier brinquito los haria saltar de mi escote. --!Andale! --dijo Claudia, abrazandome por atras y mirandome a los ojos en el espejo-- Te voy a decir una cosa: Si John puede seguirte viendo a los ojos durante su cita o es maricon o es un caballero. Me quede mirandome al espejo. No se veia de mal gusto mi escote, pero no me sentia comoda revelando tanto de mi. --Con Pedro jamas me hubiera podido vestir asi. --Fernanda, ?que dijimos? --dijo Claudia al darme la vuelta y mirarme a los ojos. --Que ya no hablariamos de ese imbecil. --?Que quieres que haga? Me miro como estoy vestida y escucho su voz en mi cabeza. --Dejame adivinar --dijo Claudia con el ceno fruncido--: ?Por que chingados te arreglaste? ?Quieres que se te queden viendo en la calle? ?Para que quieres que otros gueyes te vean las tetas y el culo? --dijo con voz grave y exagerada. Sonrei y mire mi perfil en el espejo. --Tambien me diria que me quitara esta mugre de la cara -- pase mi mano abierta frente a mi rostro--, que parezco payaso --el imaginarme a mi ex esposo diciendome esas cosas, y muchas otras peores, hizo que se humedecieran mis ojos--. Mas bien me diria que parezco puta. --!No no! --exclamo Claudia, acercandose y dandome un abrazo-- !Que lo metieran a la carcel es lo mejor que pudo haberte pasado! !Ya estas di-vor-cia-da! !Ya no le respondes al baboso ese! --No puedo hacer esto, Clau --me escape de su abrazo y fui hacia la ventana abrazandome de los brazos--. Todavia... todavia lo veo en los rostros de otros hombres. --Amiga, no todos son asi. --?Pero y si John es como Pedro? --Ay, amiga, ?por que crees que te lo presente? !Porque es todo lo opuesto a tu ex! --No estoy lista, Clau... Hablale y dile que... --No, ni madres --Claudia tomo mi celular y me lo estampo en la mano--. Si vas a cancelarle, hazlo tu. Solo me tomo unos segundos teclear un mensaje y enviarlo. --Listo --dije. Claudia gruno. -- ?Como esperas conocer a alguien si nunca sales de la casa? --No lo se... Pero... No, todavia no... Baje la cabeza y regrese a mi habitacion. Me sente en el escritorio y mire mis libros. "?Que estabas pensando, Fer?" pense, abriendo el libro. "Ahorita con mi certificacion no tengo tiempo de andar saliendo con nadie." Sono la campanita de mensajes de mi cel. Lo abri y vi el mensaje de John: --Al menos dejame llevarte esta flor que te compre. Que tierno. Debi contestarle, pero cuando trate de imaginarlo en mi puerta regalandome una rosa me asalto el recuerdo de la mirada imponente de Pedro sobre mi. Deje el cel en la mesa y de reojo vi que mi bote de basura ya estaba lleno de papeles. Tome mi cesto y recorri toda la casa para juntar las basuras de todos los botes. Un viejo habito de cuando estaba casada. Siempre que estaba a punto de explotar por algo juntaba toda la basura de la casa y la llevaba afuera. Y esa noche no era distinto. Ansiaba continuar con mi vida. Habia sido toda una odisea divorciarme con Pedro en la carcel. Y luego de escucharlo decirme todas las cosas que me dijo la unica vez que se me ocurrio irlo a visitar pense que me sentiria libre cuando ya terminara todo. Suspire cuando llegue al tambo y levante la tapa. Recorde cuando Pedro y yo eramos novios. Me regalaba rosas siempre que nos veiamos, hubiera jurado que conocimos todos los parques de la ciudad, y todo el tiempo me decia lo hermosa que era. Cerre el tambo luego de echar la basura, y me abrace los brazos. El aire estaba fresco, y parpadee mas rapido para no llorar. Talle mis ojos y sobe mis parpados mientras lo hacia. Me prometi que ya no lloraria por mi matrimonio fracasado. --Estas mejor que antes, estas mejor que antes --me repeti una y otra vez teniendo los ojos cerrados hasta tranquilizarme. Volvi a la casa y Claudia estaba encerrada en su habitacion hablando con algun muchacho. No sabia lo que estaba diciendo, pero identifique el tono que estaba usando. Habia visto a mas de un hombre doblarse a la voluntad de mi amiga cuando les hablaba asi. La envidie en ese momento. Fui a la cocina y me servi un vaso con agua mientras miraba fuera de mi ventana en completa oscuridad. Estaba viendo el vaso en mi mano cuando escuche un motor apagarse seguido de una puerta de coche azotarse. Levante la mirada y vi un auto negro con los vidrios polarizados estacionado a uno metros debajo el farol de una de las casas frente a las nuestra... Creo que el unico farol que funcionaba en toda mi calle. El que estaba junto a la mia llevaba meses fundido. El tipo que bajo del coche se quedo parado junto al vehiculo. Levanto la mirada y un escalofrio paso por mi espalda al verle. Claudia no vivia en el vecindario mas seguro, pero aquel tipo daba miedo. Tenia la cabeza rasurada y una barba de candado bastante gruesa. No se miraba muy alto, pero si muy corpulento. Traia una camisa negra ajustada, y sus manos se veian tambien negras. Debia estar usando guantes o algo, lo que se me hizo raro pues no estaba tan frio como para usar guantes.

  • Cartas de seduccion de Janelle Denison

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    Despues de anos locamente enamorada de su jefe, la secretaria Melodie Turner habia decidido hacer algo por fin. Quiza el detective privado Cole Sommers fuera capaz de resistirse a su nuevo peinado o a la lenceria sexy, pero pronto se veria afectado por una serie de cartas eroticas…

  • Contigo llego la pasion de Emma Bailey

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    La duena de la pasteleria de al lado esta preparando su especialidad, torta de crema, y tengo toda la intension de saborearla.

    Dicen que un mecanico con un mal pasado no puede ser un buen padre.

  • Spin Off de Colette Green

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    Sumergete en esta historia de Sumision llena de misterio y accion. sin falta los momento picantes que te aran subir la temperatura de todas las celular de tu cuerpo.

  • ?Cuanto pesan las nubes? de

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  • La falsa pista de Henning Mankell

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    En Suecia nadie recuerda un verano tan caluroso como el de 1994. Mientras la gente sigue con pasion los partidos finales del Campeonato Mundial de Futbol, el inspector Kurt Wallander se dispone a iniciar unas cortas vacaciones. Pero la tranquilidad de la provincia de Escania se ve truncada cuando una muchacha, al parecer extranjera, se suicida quemandose a lo bonzo. Wallander y su equipo tratan de averiguar la identidad de la joven y los motivos de esa tragica decision; pero los sobresaltos no han hecho mas que empezar, pues un brutal asesino en serie ha comenzado su macabra actividad. Las primeras victimas son un antiguo ministro de Justicia, un adinerado tratante de arte y un ladronzuelo de poca monta. Para detener esta carniceria, Wallander se aferra a una pista que le conducira a las altas esferas de la politica y pondra en peligro su vida y la de sus allegados..

  • Poemas para Amar de Nolvin Cruz Garcia

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    Poemas para enamorar y dedicar a esa persona especial.

  • El loco de la plaza libertad de Hassan Blasim

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    El loco de la plaza Libertad es el primer volumen de cuentos de Hassan Blasim, considerado por muchos como el mejor escritor arabe contemporaneo de ficcion. Mezclando lo fantasmagorico con lo mas descarnadamente real, en un estilo que se ha comparado con el de Roberto Bolano por su propension a la comedia macabra, Blasim sumerge al lector en los destinos individuales de quienes vivieron la paranoia institucionalizada del regimen de Sadam Hussein, la guerra de Irak, y la posterior ocupacion americana, y de los que tuvieron que emigrar sufriendo el trafico de seres humanos en los bosques de los Balcanes o las pesadillas al tratar de construir una nueva vida en Europa. Pocas veces se ha narrado la perturbadora verdad de la experiencia de la guerra y de los refugiados como en estos cuentos, escritos por alguien que vivio ese infierno donde ideas como la dignidad humana y la libertad de decision suelen convertirse y la libertad de decision suelen convertirse en un chiste cruel.

  • Senora Miler (Valkiria 2) de Eva Gonzay

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    Un sonido tan estridente como brusco y fuerte me despierta de golpe haciendo que mis pulsaciones se disparen como si me estuviese persiguiendo un asesino en serie. Mientras la melodia me taladra los timpanos y yo trato de ubicarme y descubrir que cojones es eso, escucho tambien un par de manotazos sobre la mesilla y, unos segundos despues, el espantoso ruido se detiene haciendome suspirar de alivio. Abro los ojos como dos platos mientras trato de ubicarme y de pronto una luz se enciende. Miro a mi izquierda parpadeando varias veces para tratar de dejar de ver doble y veo a Valeria frotandose los ojos con extremada pereza. --Mas vale que borres esa mierda de alarma, ?quieres matarme de un infarto? --grazno despues de intentar aclararme la voz. Valeria se gira hacia mi lado y me observa tratando de aguantarse la risa. --Eres increiblemente desagradable cuando te despiertas, en serio--dice como si fuese todo un descubrimiento cada dia. --Despiertame de otro modo y sere mas amable. Valeria sube mi camiseta y me sorbe un pezon hasta que logra ponerlo duro como una piedra. Cuando se aparta, observa su obra con una sonrisa malvada y su mano se cuela por debajo de mis bragas, sus dedos me tantean y cierro los ojos pensando equivocadamente que esta dispuesta a recompensarme, pero lo que hace la muy zorra es estimular un poco mi clitoris y, en cuanto suelto el primer suspiro de placer me lo pellizca con suavidad y salta de la cama. --Tendras lo que quieres cuando te lo ganes, ahora levanta--ordena con autoridad. --?Que me levante? ?Que hora es? --pregunto con una mezcla de desconcierto y enfado. --Las seis. Pero bueno, ?se ha vuelto loca? --?Como que las seis? --pregunto incorporandome de golpe--?me he perdido algo? ?Vamos a algun sitio y yo no me he enterado? De verdad que no me lo puedo creer, ?como se le ocurre poner el despertador a estas horas? La oficina no abre hasta las nueve y yo siempre me levanto a las siete y media, este Valeria en mi casa o no. --Exacto, vamos a correr--contesta provocando que mis cejas se eleven de forma exagerada. --A correr--repito incredula. Valeria salta sobre la cama de repente y se sienta sobre mi a horcajadas. --Siempre dices que quieres volver a recuperar el habito de salir a correr, pero nunca encuentras el momento, asi que yo lo he decidido por ti. --Por mi--sonrio sarcastica--ya, pues no decidas tanto, bonita, si quieres correr cuando todavia no han puesto las calles me parece perfecto, pero yo voy a seguir durmiendo--digo derrumbandome de nuevo sobre la cama. Valeria se inclina sobre mi hasta que sus labios rozan mi oido y su melena suave y aterciopelada me acaricia el cuello. --O te levantas o te castigare, y no sera de una forma agradable para ti--amenaza en un susurro, despues sale de encima de mi y se dirige hacia el bano sin volver la mirada. --Joder...--me quejo incorporandome, todos sus castigos me vuelven loca, salvo cuando consisten en dejarme con el calenton como ha hecho hace unos segundos. Asi que, si la nina quiere correr, vamos a correr. Valeria ha propuesto algo suave, cinco kilometros en un recorrido circular que hace cuando no tiene mucho tiempo. Me ha parecido bien, en mis buenos tiempos corria entre doce y quince kilometros diarios, pero parece que mis buenos tiempos quedaron muy atras, porque no llevamos ni la mitad y siento que los pulmones estan a punto de explotarme. Poco a poco voy perdiendo fuelle y Valeria se va adaptando a mi ritmo sin articular palabra, pero soy tan competitiva que me imagino lo que debe estar pensando, que soy una floja. --Podemos parar ya si quieres y volver caminando--propone sin esfuerzo. --No--jadeo como un animal sediento. Deberia hacerle caso, pero mi orgullo no me lo permite. Asi que para demostrarle que todavia puedo aguantar, decido hacer un sprint y provocarla para que me siga. Valeria no tarda ni dos segundos en darme alcance, porque se me acaba de subir el gemelo de la pierna izquierda y me acabo de tirar al suelo de forma dramatica mientras me aguanto los lagrimones. --Me cago en la leche, como duele--berreo agarrandome la pierna flexionada con las dos manos. --Deja que te ayude--dice agachandose frente a mi. Dios mio, no recordaba que doliese tanto. La miro enfurecida y me contengo para no decirle que todo esto ha sido culpa suya, si no me hubiese amenazado, yo ahora estaria calentita en mi cama durmiendo a pierna suelta, y no tirada en el suelo humedo del parque aguantandome la respiracion para no gritar de dolor, porque mi pierna en lugar de suelta se ha quedado rigida como una tabla. --Esto tiene truco, deja a la maestra--se pavonea apartando mis manos. Valeria coge mi pierna y la estira completamente, despues me quita la zapatilla y tira de mis dedos hacia atras manteniendolos asi unos segundos. --No me jodas--digo asombrada cuando el dolor se calma de golpe. --Te he dicho que tiene truco--se rie la muy boba. --Me lo podrias haber dicho antes--me quejo aprovechando para recuperar el aliento. --Pense que una experta corredora como tu ya lo sabria. Le dedico una mirada incendiaria y Valeria ignora mi cabreo y me tiende la mano para ayudarme a levantar del suelo. Es lo que mas me gusta de ella, mi comportamiento a veces grosero y desmedido que no consigo aprender a controlar no le afecta y, la naturalidad con la que me ignora logra calmarme mas que una pastilla o el ladron de mi psicologo. Me pego a ella y le doy un sonoro beso en la mejilla, puede parecer algo absurdo e infantil, pero a ella le gusta, dice que asi todo el mundo se entera de lo que siento por ella, que a estas alturas puedo decir que es mucho. En fin, a veces creo que me estoy convirtiendo en una monas. --Bueno--dice contenta--creo que estas suficientemente tranquila, ya podemos volver e ir al trabajo. --?Que quieres decir? --pregunto caminando a su lado. --Nada. Esto si que no, puede que llevemos poco tiempo de relacion o lo que sea que tenemos, si por poco entendemos casi seis meses durmiendo juntas al menos cuatro noches a la semana. La conozco lo suficiente como para saber cuando me esconde algo, porque Valeria nunca hace nada por hacer y yo soy gilipollas por no haber sospechado que no era normal que de repente un dia decida que hemos de salir a correr a las seis de la manana. !A las seis! --?Que pasa? --pregunto agarrando su brazo para que deje de caminar. Se pega a mi y muerde el lobulo de mi oreja provocandome una descarga que me sacude todo el cuerpo. --Queria que quemases un poco de energia, ya sabes que eso calma tu mala leche--confiesa mordiendo mi cuello esta vez. --Me relajo mas cuando me follas--aclaro con los brazos en jarras mientras la miro exigiendo una explicacion. --Cierto, pero si te follo ahora no tengo garantias de que te controles despues, en cambio, hay mas posibilidades de que te portes bien y te controles si sabes que despues tendras una recompensa si lo haces. --?En que se supone que me he de controlar? --pregunto alucinada. --En el trabajo. --?En el trabajo? ?Que ha pasado? --pregunto poniendome tensa. --Sandra tambien esta embarazada. --!?Que?! Pero bueno, ?que pasa en esta empresa? ?Es que todas se han puesto de acuerdo? No es que me importe que quieran ser madres o no, es que cada embarazo significa una baja que debo cubrir con alguien nuevo a quien se le tiene que ensenar todo para luego despedirlo. Es algo que me irrita una barbaridad, no puedo remediarlo, y no hace ni dos dias que me entere de que otra empleada tambien se ha quedado en estado. --Sandra podria haber tenido el detalle de esperar a que Isabel volviese de su baja, asi podria aprovechar al mismo sustituto para cubrir las dos bajas--reniego en voz alta echando a caminar. --?Ves como necesitabas quemar energia? Imaginate como te hubieses puesto si te enteras al llegar alli-- comenta como si le hubiese hecho un favor al mundo cansandome a las seis de la manana. --No me hubiese enfadado. Valeria alza las cejas y me mira de reojo. --Bueno, un poco si--admito haciendola reir--pero si me controlo y no le digo nada cuando me lo cuente tendre recompensa, ?no? --pregunto sintiendome infantil. --Por supuesto--contesta dandome un suave azote en el trasero--?quieres saber quien es el padre? --No, no quiero saber nada--respondo cortante. --Es Mario, el de recursos humanos. --?Que parte de no quiero saberlo es la que no comprendes? --pregunto exasperada. --Lo siento, es que me pones mucho cuando te enfadas--dice abrazandome y provocando que por poco nos demos un tortazo. Me entran ganas de preguntarle si es bipolar, me hace levantarme a horas que deberian estar prohibidas para aplacar mi mal humor y ahora me provoca porque resulta que le pone cachonda verme enfadada. --Espero que no follen en horas de trabajo--bufo cogiendola de la mano. --Tu lo haces...--suelta encogiendose de hombros. No tengo argumentos para defenderme ante semejante afirmacion, asi que guardo silencio y decido disfrutar lo que queda de paseo hasta mi casa. Capitulo 2 Menuda manana de mierda llevo, mas vale que Valeria cumpla su palabra y me recompense bien despues. Pero el dia siempre puede empeorar, porque parece que ha llegado el momento de que Sandra venga a darme la gran noticia y, cuando cruza la puerta del despacho tiene la cara descompuesta. De repente siento una punzada extrana de angustia al pensar que su incomodidad se deba ante el hecho de tener que comunicarme algo que deberia alegrarla, ?de verdad la intimido tanto? Me gusta que me respeten y mantener la distancia con mis trabajadores, pero no hasta el punto de que me teman. Soy una maldita zorra. Valeria me hace una sena con las cejas senalando a Sandra. En este tiempo tambien he aprendido a descifrar sus gestos y lo que me pide basicamente es que no sea una borde. --No te preocupes, Sandra, ya me he enterado de lo tuyo. Enhorabuena--digo lo mas amable que puedo. Valeria sonrie aprobando mi actuacion y yo lo hago interiormente porque esto aumenta mi recompensa de despues, pero Sandra me observa estupefacta y me hace sentir como si fuese alguien de otro planeta. Eso me irrita, ?cree que no puedo ser amable? --Gracias--explota de repente rompiendo a llorar. Yo miro a Valeria completamente desconcertada y ella se levanta y se acerca a mi mesa para sentarse al lado de Sandra. Durante la siguiente media hora asisto perpleja al culebron que rodea la vida de Sandra y al parecer de parte de la empresa. Resulta que la chica, que apenas tiene veinticinco anos, esta prometida con su novio de toda la vida y se van a casar dentro de tres meses. Hasta aqui todo seria normal si no fuese porque la mosquita muerta, se ha liado con Mario, que a su vez es el responsable tambien del embarazo de la otra empleada, Isabel. Valeria la consuela y le tiende una caja de panuelos mientras yo las observo sin pestanear. --Lo has hecho muy bien--aplaude Valeria cuando Sandra se marcha por fin. Tras eso, se dirige hacia la puerta y echa el pestillo que me vi obligada a instalar dado que no hay forma de detener nuestros encuentros calenturientos aqui dentro. Me habia propuesto comportarme y aguantar hasta llegar a mi casa, pero me resulta imposible, cuando Valeria me mira de cierto modo me deshago por dentro y no soy capaz de razonar. --Ven aqui--ordena situada junto a su mesa. Obedezco notando como mi corazon se acelera sin remedio y Valeria me besa acorralandome contra la mesa hasta que mi culo se encuentra con el borde. Una vez ahi, se coloca en medio de mis piernas y presiona con su muslo haciendome suspirar. --?Crees que deberia despedir a Mario? --le pregunto entre suspiros. Inmediatamente me cabreo conmigo misma por haberle preguntado. Tiempo atras hubiese tomado la decision sin pestanear y probablemente sin tener en cuenta las consecuencias, pero desde que estoy con ella su opinion me importa mas de lo que me gusta reconocer, porque es mas analitica que yo y menos impulsiva. Valeria me complementa, y me cabrea sentir que la necesito tanto. --No--responde a la vez que baja mis pantalones y mis bragas hasta los tobillos. --Se esta follando a media empresa--reniego cuando muerde mi sexo, inmediatamente despues me da una cachetada justo ahi y me dedica una mirada seria. --No es tu problema, ya son mayorcitas. --Las bajas las voy a pagar yo, y todas sus ausencias cuando los ninos tengan mocos y diarreas, tambien. --Ya me has cabreado, date la vuelta--ordena apartandose de mi. --?Que? --Ya me has oido. Joder, sigo sin poder creerme que algo asi pueda ponerme tan cachonda. Me giro apoyando las dos manos en la mesa y le ofrezco mi trasero a Valeria, quien alterna varios azotes que me desesperan entre masajes en mis nalgas y dedos que tantean la entrada de mi vagina hasta clavarse dentro de mi con fuerza. Ahogo un gemido cuando la noto hasta el fondo y Valeria agarra mi hombro con su otra mano para ayudarse a empujar. Me folla sin descanso haciendo que me muerda los labios para no gritar y, cuando estoy a punto de correrme, saca sus dedos de mi interior y me da otro cachete que resuena con fuerza y me provoca un escozor mezclado con deseo que hace palpitar mi sexo con desesperacion. Otro nuevo cachete en el mismo lado me hace tensarme y ahogar otro gemido, y entonces sus dedos vuelven a mi interior con la misma determinacion de antes, follandome sin descanso hasta que me corro y acabo con la cabeza apoyada sobre la mesa porque las piernas no me sostienen. Valeria arquea su cuerpo sobre el mio y besa mi nuca. --Me encanta follarte asi--confiesa dandome un beso. Si el aliento me lo permitiese le diria que a mi tambien, las dos sabemos a lo que se refiere, a follarme fuerte, de forma algo brusca y sin preliminares. Me pone tremendamente cachonda que lo haga, y a ella le encanta. Despues de una jornada que se me ha antojado interminable, por fin abandono el despacho seguida de Valeria. Mantenemos las formas delante del personal, jamas han presenciado una muestra de afecto entre ambas o una conversacion que no sea sobre trabajo, pero no son tontos y hay rumores sobre el hecho de que pasemos tanto tiempo juntas, Valeria me lo conto hace poco. Al principio me puse de muy mal humor, pero no puedo negar lo evidente y acordamos simplemente seguir como hasta ahora, con discrecion en cuanto a las muestras afectivas, aunque sin negarnos el hecho de poder entrar o salir juntas del edificio. --Hasta manana, Gabriel--le digo al conserje cuando me abre la puerta de salida. --Hasta manana, senora Miler. No hay manera de que no me llame asi pese a que Valeria lo intenta algunas veces, pero ya no me molesta tanto que lo haga, quiza porque el hombre vino a disculparse personalmente por el comportamiento del chorizo de su sobrino cuando no tenia por que hacerlo. Tras despedirse tambien de Valeria, las dos caminamos hasta el aparcamiento y nos montamos en mi coche. --?Te vienes a mi casa? --pregunto cogiendo su mano antes de arrancar el motor. --Si te apetece, si, pero antes pasa por la mia, llevo un par de dias sin ir y hay que ventilar y ver que esta todo en orden. --De acuerdo. Esto se esta convirtiendo en algo muy habitual ultimamente, Valeria pasa mas tiempo en mi casa que en la suya y solemos hacer visitas como esta para comprobar que todo esta bien en su apartamento. Al principio yo la esperaba en el coche, pero poco a poco fui sintiendo la necesidad de conocerla de una manera mas profunda, de saber como vive y lo que le gusta, y ahora ya no le pregunto o espero a que me invite, simplemente bajo del coche y entro con ella.--Te va a explotar el buzon--comento cuando veo que pasa de largo para dirigirse al ascensor. --Mierda, siempre se me olvida--dice volviendo sobre sus pasos. Lo abre y extrae un buen fajo de cartas que me entrega mientras se dispone a cerrarlo. --?Puedes separar la publicidad de las cartas importantes mientras yo abro las ventanas? --me pide en cuanto entramos en su apartamento. Dejo mi bolso sobre una silla y me siento en otra para hacer lo que me pide, contenta de poder ayudarla. Resoplo al ver la cantidad de publicidad que hay, yo tengo un cartelito en el buzon donde pone expresamente que no quiero publicidad y, aun asi, me la dejan los muy desgraciados, es algo que no soporto. Sigo separando las cartas hasta que una de ellas me llama la atencion, no es que este leyendo ni cotilleando su correo, pero un sobre negro con un discreto logotipo dorado en la esquina inferior derecha con el nombre de Valeria escrito en el centro en letra dorada y caligrafica, pues no se, no es muy comun. Todavia lo tengo en la mano cuando la veo aparecer. --Perdona, es que es un poco hipnotizante--me excuso algo azorada al sentirme pillada. Lo pongo encima de la pila de cartas cuyo contenido puede ser importante y se lo entrego. Valeria acepta el paquete con una sonrisa divertida, coge el sobre negro y deja todo lo demas sobre la mesa. --?Quieres saber que es? --pregunta alzandolo frente a mi. Dios mio, me siento como un perro cuando su amo le muestra una chuche, de repente siento una curiosidad desmedida por conocer el contenido del maldito sobre.

  • Mi madre sonaba en frances de Luis Hernan Castaneda

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    “Conocer lo mas proximo, lo que se ha despreciado por evidente, solo me seria dado si me alejaba de mi lengua. Asi llego el relato de mi madre, un mensaje intimo disfrazado de extranjero.”

  • Mas generoso que la soledad de Yiyun Li

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    Un profundo misterio yace en el corazon de esta magnifica novela de Yiyun Li, ‘una de las mejores novelistas jovenes de los Estados Unidos’ (Newsweek) y celebre autora de Las puertas del paraiso, ganadora del premio PEN / Hemingway. Ambientada entre los Estados Unidos de hoy y la China de la decada de 1990, Mas generoso que la soledad es la historia de dos mujeres y un hombre, cuyas vidas cambian por un asesinato que quiza uno de ellos cometio. Cuando Moran, Ruyu y Boyang eran adolescentes, se vieron involucrados en un misterioso ‘accidente’ en el que una amiga ingirio un veneno que la convirtio en un ser vegetativo hasta su muerte.

  • Solo con un beso (Entonces tu 2) de Marion S. Lee

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  • El honor de Preston de Mia Sheridan

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    <>. Annalia se ha criado en la granja de los Sawyer, y ha crecido junto a los hijos gemelos de los duenos: a Cole le dio su primer beso, pero con Preston le une algo mas, algo mucho mas intenso, y ella sabe que es amor puro. Preston ama profundamente a Annalia desde siempre, pero su sentido del honor, por su familia, por su gemelo, le impide conquistarla. Hasta que no puede resistirse mas, y durante una calurosa noche de verano en la que sus mundos --y sus cuerpos-- impactan, se desencadena una serie de acontecimientos que alteraran sus vidas para siempre y que provocan que Annalia desaparezca. Pero Annalia regresa a la granja pasado un tiempo para reclamar lo que tanto ansia su corazon, y se encontrara a un Preston que no sabe si puede perdonarla y que no quiere arriesgarse a volver a sufrir. ?Impediran el orgullo y la amargura que Preston se abra a lo unico que ha anhelado siempre? ?Podra Annalia arreglar algo que esta irremediablemente roto? ?Se puede perdonar lo imperdonable?

  • Un monton de migajas de Elena Gorokhova

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    Elena Gorokhova es una chica rusa que descubre las verdades que los adultos le ocultan y las mentiras que subyacen al triunfalismo oficial de su patria: su pais ya no es la Rusia majestuosa de las novelas decimononicas o de los zares, sino un Estado totalitario y desesperado por preservar a toda costa su poder y su orgullo. Elena se apasiona por el estudio de la lengua inglesa y desea explorar el mundo mas alla del telon de acero, pero en la Union Sovietica de 1960 algo tan inocente puede resultar subversivo: el Estado la controla del mismo modo que la contro- la su madre, convertida en un espejo de la madre patria: autoritaria y sobrepro- tectora, es dificil zafarse de ella. A los veinticuatro anos, tras varios desenganos, Elena asumira las consecuencias de su inconformismo y se propondra emigrar al extranjero para liberarse del doble yugo nacional y materno.

  • With This Man (Traduccion) de Jodi Ellen Malpas

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    !Jesse Ward esta de regreso en la novela mas nueva del Sunday Times y del New York Times, la exitosa serie de This Man !

    La vida es buena para Jesse ‘The Lord’ Ward. Perfecto, en realidad. Todavia tiene el encanto, esta en gran forma, y aun reduce a su esposa, Ava, a un grupo de deseo con una simple mirada. El tiene el control total, como le gusta.

  • Cartas a Middleton de Patricia Garcia Ferrer

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    No puedo creer que Lady Middleton sea lo unico que os interese leer del periodico del pueblo --dijo Margaret Westworth mientras arrojaba indignada el trozo de papel sobre la mesa del comedor--. No hay nada con cierta seriedad en sus comentarios que deba tenerse en cuenta. --?Lady Middleton regresa con noticias? --la menor de las hermanas Westworth se levanto de la mesa con energia para recuperar la hoja en la que se recogian los suculentos y recien publicados cotilleos. A su paso, movio con impetu el mantel de la mesa arrojando algunos panecillos que tanto cuidado y esmero se disponian en torre sobre una de las bandejas. Los vasos casi derramaron su contenido y Margaret, conocedora de la energia de su hermana, agarro con fuerza la mesa para evitar que ellas no fueran detras de aquel gran terremoto. --Insultan nuestra inteligencia. --la indignacion de la mayor de las hermanas crecia por momentos ante el entusiasmo del resto de miembros de la familia. No podia creerse como aquellas palabras tan hirientes sobre su persona podian interesar tanto. --Hermana, estos panfletos no estan escritos para las mujeres --dijo Rose Westworth mientras aireaba por encima de la cabeza la octavilla de Middleton orgullosa de ser la mayor seguidora de aquella seccion del periodico local -- Economia, venta de ganado y tierras… Carece de interes. Sin embargo, la seccion de Lady… --Si todos supieran quien es Lady Middleton, sus comentarios atrevidos y sin pudor carecerian de interes, ?no crees? --Margaret sembro la duda y la reflexion entre sus hermanas que con rapidez se miraron la una a la otra y regresaron a las palabras avispadas y mordaces--. Ninguna mujer en su sano juicio deberia disponer de tiempo para rumores sin fundamento. Margaret era, para su desgracia, la mas sensata de las tres hijas del senor Westworth. Durante anos habia cultivado su mente a traves del poder de la palabra en libros y cartas. Era capaz de tratar la mayoria de los temas que pudieran interesar a caballeros y entablar con ellos conversaciones con criterio. Sin embargo, carecia de algunas, o muchas, de las habilidades sociales requeridas para una dama. Jamas habia pretendido serlo y a pesar de que la misteriosa Senora Middleton pusiera todo su empeno en dejar en evidencia sus carencias y su falta de interes por capturar un marido, ella se mantendria fiel a sus creencias. --Estas enfadada porque la autora de estas lineas siempre encuentra un momento para criticarte. --sugirio la mediana de las hermanas con un ligero tono altivo. Todas las mananas, cuando llegaba la temporada social, se repetian una y otra vez las mismas escenas en el desayuno y Grace estaba cansada de que su hermana les sermoneara con su falta de prudencia al creer aquellas palabras. --No seas necia, Grace --la insinuacion del interes de Margaret en figurar en las paginas de sociedad era una broma entre hermanas que bien sabian que era disparatada, pues la mayor de las hermanas deseaba acaparar la atencion de la lengua viperina de esa mujer tanto como los adulteros necesitaban ser reconocidos. --?Y en que deseas que invirtamos nuestro tiempo, querida hermana? --pregunto con sorna Rose mientras se llevaba con delicadeza refinada la taza de te a la boca provocando la risa de Grace y agrandando la frustracion de Margaret--. Esto es Middleton, no ocurre nada emocionante en Middleton. Nunca --dramatizo la pequena de la familia. Rose era un espiritu libre con ganas de volar lejos de las cuatro fincas del condado, pero jamas, en sus dieciocho anos de vida habia puesto un pie mas alla de las tierras de Robert Pulman. Para ella, Lady Middleton era un soplo de aire fresco. Es posible que para su tierna edad conociera los secretos de la mayoria de los lugarenos de Middleton y de algunos que procedian de mas alla de las fronteras del pueblo. --En el fondo la admiras. Admitelo --insistio Grace mirando a su hermana mayor. --?Admitir que me interesan los cotilleos de este pueblo? --el color en el rostro de Margaret comenzo a cambiar de un color palido a otro propio de una persona con pocas ganas de seguir hablando de forma decente. --Si te hubieras casado el ano pasado con el senor Martin tendriamos la posibilidad de encontrar entretenimiento en los actos sociales y recreacion con otras conversaciones. Sin embargo, estamos obligadas a perder otra temporada. --critico Grace. --?Ahora la culpa es mia? --cuestiono enfurecida Margaret mientras no dejaba de observar a sus hermanas. La discusion entre las hermanas habia alcanzado un nivel de tension alarmante. El cuello estirado de Margaret dejaba paso a un rostro tomado por el color carmesi. La provocacion de sus hermanas menores habia dado sus frutos porque el enfado de Margaret era evidente. --Si. -- gritaron las dos hermanas a coro divertidas. Rose y Grace quedaron durante un segundo en silencio tras comprobar la falta de gracia que habian tratado de transmitir a su hermana. Las dos miraron fijamente a Margaret y por la tension de su cuerpo interpretaron que la mayor de ellas estaba a punto de estallar. Quiza habian sido demasiado duras con su hermana mayor. Justo en ese instante, Margaret rompio el silencio con una gran carcajada y sus hermanas le siguieron. --Sin duda, Lady Middleton tiene la capacidad de enterarse de todos los secretos intimos de la sociedad de Middleton y por ello la admiro. --confeso Rose mientras se terminaba su enfriada taza de te. --Rose, querida, deberias admirar a personas que hayan aportado algo mas interesante al mundo y no una retahila de chismes y suposiciones sobre amorios. --Margaret censuro el comportamiento y las aficiones poco profundas de su hermana. --Deja que la pobre se encapriche y obsesione con aquello que le haga feliz, tampoco hay muchos entretenimientos que digamos en que ocupar nuestro tiempo. --sugirio Grace ante la critica que Margaret habia hecho sobre el comportamiento de Rose. --Algun dia averiguare quien es Lady Middleton. --prometio de forma solemne la pequena de la familia Westworth. Era tenaz y constante en aquellas cosas que cautivaban su interes asi que, sin duda, alcanzaria el exito. Con esta firme promesa pronunciada por Rose y terminado el desayuno, todas se retiraron a sus quehaceres. Rose salio al jardin para recolectar el fruto del escaramujo, que tenia las ramas demasiado salvajes, con el fin de que la cocinera de la residencia preparara unas deliciosas mermeladas. Grace retomo la lectura de "La dama de las camelias", novela romantica que su tia le habia regalado semanas atras. Y Margaret se retiro a su dormitorio. Tras la muerte de la senora de la casa hacia unos anos a causa de unas graves fiebres, la joven Margaret se habia visto obligada a representar a la familia en sociedad. Para ella, sin embargo, era mas un castigo que una bendicion. Lejos de encontrar placer en los bailes de salon, en los trajes voluminosos o en los juegos de seduccion con los abanicos, la mayor de las hermanas Westworth solo deseaba pasar una temporada mas sin ser el foco de atencion de miradas lascivas. A pesar de sus duros intentos por no acaparar miradas, su tez palida y su larga melena oscura siempre eran comentadas en cada reunion social, su compania solicitada en cada baile y sus palabras halagadas en cada conversacion. Las madres de todos los jovenes caballeros en edad casadera adoraban su posicion social, su fortuna y, por supuesto, la sensualidad con la que su cadera y sus pechos acompanaban un lindo rostro. Los mayores de otras familias agradecian la sabiduria y la formalidad de la joven pues podia equiparar en confianza y seguridad a cualquier varon. Los jovenes solteros ansiaban y rechazaban al mismo tiempo sus comentarios toscos y mordaces hacia su genero. Tachable comportamiento para cualquier joven de buena familia y reputacion que deseara contraer nupcias en cualquier circulo social. Pero era su comportamiento desafiante lo que la convertia en una joven tan atractiva para los apuestos jovenes que cada semana trataban de acercarse a su padre para ganarse su favor. Sin embargo, y muy a pesar de las intenciones de la tia de Margaret, de su querido padre y de su difunta madre, Margaret Westworth no deseaba encontrar un esposo. No deseaba entregar su vida a ninguna persona que no mereciera su corazon y por ello esperaria el momento adecuado, aunque con ello privara a sus hermanas de la posibilidad de entrar en sociedad y de encontrar alivio y divertimento en los encuentros sociales. En apenas unos dias daria comienzo la nueva temporada social y las jovenes de todo el condado encargarian nuevos vestidos, zapatos y cintas para decorar sus cuerpos con el fin de agradar las vistas de los interesados. Y alli estaba Margaret Westworth, sentada en la cama de su ostentoso dormitorio mirando a traves de la ventana con una pulcra carta en la mano y preguntandose por que debia seguir esperando.

  • El placer del pirata (Al tiempo del pirata 2) de Mariah Stone

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    C N . M encuentro en una suerte de trance observando sus ojos onix detras de sus parpados bajos. Una barba incipiente le cubre el menton definido, y una cicatriz le atraviesa la mejilla. Lleva el largo cabello oscuro amarrado detras de las orejas en una media cola, mientras el resto le cae por debajo de los hombros. Sus rasgos son duros y elegantes. Peligrosos. ?Como es posible que una pintura enmarcada me genere este sentimiento? A lo mejor este es el tipo de estupor que le provoca una serpiente a un raton antes de lanzarse sobre el y tragarselo vivo. Siento un codazo en las costillas que me sobresalta. Miro de reojo a Samantha, mi mejor amiga, que esta de pie a mi lado en el Museo Ciudad de Piratas. Observa el retrato de James Principe Barrow, colgado al lado del de Cole. Entre las pinturas, hay dos colgantes de jade antiguos, expuestos contra la pared. --!Que atractivo! --Fija la mirada en James--. Y, aun asi, no logro encontrar una cita para ir al baile. Observo el cabello dorado, los ojos violetas, el menton cuadrado y la nariz en alto de James. Es todo lo contrario a Cole. A decir verdad, James es el tipo de hombre por el que me suelo sentir atraida, el tipico Principe Encantador. Asi era Hank, mi ex prometido. --Pero, ?quien no querria ir al baile con el, Samantha? -- pregunto y siento que se me forma un nudo en la garganta--. Ningun hombre deberia verse asi de guapo. El pensar en Hank me distrae y me provoca un dolor en la piel similar al de una ducha helada luego de un bano de inmersion calido. El era todo lo que yo siempre habia querido. La mente me da vueltas, los ojos me pican, pero no hay lagrimas, gracias a las tres pinas coladas que Samantha me hizo beber en el desayuno. Samantha pone los ojos en blanco. --Pues, yo no iria. --Senala el retrato de Cole--. El otro sujeto es mi tipo. Sigo mirando a James. Es mas seguro. Me temo que, si vuelvo a mirar al Senor Peligro, se saldra del retrato, me arrojara sobre un hombro y me llevara lejos para hacer cosas obscenas y perniciosas conmigo. Placeres prohibidos y salvajes. El tipo de cosas que las chicas decorosas como yo no deberian anhelar. --Se me ocurrio que podriamos animar un poco nuestra vida sexual --recuerdo que dijo Hank. --?Estas aburrido de mi? --le pregunte mortificada, mientras el sudor me resbalaba de la piel como hielo derretido. El bajo la mirada. --Pues, si, nena. Tienes muchas reglas. Que las luces apagadas, que ni hablar de sexo oral, que ni… Dejo de hablar, suspiro y me miro. Mis brazos y mis piernas se sentian como algodon humedo. --?Y si vamos a uno de esos intercambios de pareja para que puedas sentir otros placeres? --me sugirio. --?Quieres acostarte con otra mujer? ?Tan aburrido estas de mi? El recuerdo me da vueltas en la mente y me genera dolor de cabeza. Niego con la cabeza y me obligo a mirar a Cole con la esperanza de que logre distraerme. Cole es diferente a Hank. Mientras que Hank es el encanto personificado, es evidente que Cole es un predador que usa a las mujeres para su propio placer, como si fuera su dueno. Es probable que las deslumbre, como a mi, y despues las subyugue a su poder. Al final, las termina descartando. Decido que el tiene miedo de amar. Miedo de resultar herido. Si los hombres como el se abrieran al amor, no sentirian la necesidad de acostarse con otras mujeres. El me hace acordar a alguien que conozco: a Samantha. --Ah, si, Cole el Negro parece ser mas tu tipo, Samantha -- coincido--. Al igual que tu, necesita alguien que ame su alma perdida. Ella suelta un resoplido, pero yo sonrio y niego con la cabeza. Ella se merece la felicidad absoluta al lado del hombre indicado. Creo que la terminara encontrando. Creo que, a pesar de lo de Hank, yo tambien la encontrare. Por mas que este pasando lo que deberia haber sido nuestro quinto aniversario con Samantha. Y que tenga el corazon hecho anicos. Como soy una persona leal, estaba dispuesta a trabajar en nuestra relacion. Y el… el solo queria acostarse con otras mujeres. --No puedo hacer eso --le conteste. --Entonces, se acabo --determino. Y aqui estoy. Siento nauseas en el estomago y volteo el rostro hacia la brisa que se cuela por la ventana abierta y acarrea el aroma a mango, pera y piedras calientes. A lo lejos, se ve el destellante tono azul oscuro del oceano Atlantico bajo el sol. El guia turistico personal que contrato Samantha arquea las cejas. Adonis es un isleno que lleva puesta una camiseta blanca, una panoleta de un rojo intenso en la cabeza, un colgante de cuentas de colores, y tiene consigo una serpiente viva. --No tengas miedo --me dice Adonis. --No tengo miedo --le aseguro y me acerco para ver a la serpiente que se retuerce y saca la lengua en el aire. --?Estas loca? Alejate de ese bicho --me ordena Samantha. Sonrio, entretenida por haberla sorprendido. Ella cree que me conoce, pero hay cosas que nunca le he contado. Como mi fantasia de que Hank me tomara y me dominara porque no hubiera podido seguir respirando si no lo hacia. La realidad era que siempre me hacia hacer casi todo el trabajo y, en muy pocas ocasiones, me hizo acabar. --?Hablas en serio, Sam? --pregunto mientras observo a la serpiente--. Nunca he albergado a ninguna serpiente en mi hotel. Adonis me mira lleno de curiosidad. --?Tienes un hotel? --Un hotel de mascotas en Nueva Jersey. --Le sonrio a la serpiente--. Me encantan los animales. Tengo tres perros y dos gatos, todos adoptados. Los deje con mis padres, pero los echo mucho de menos. Samantha suspira. --Que buena manera de darle uso a tu titulo de la Universidad de Nueva York: abrir un pequeno negocio en una zona aun mas pequena y no poder contratar a mas de dos empleados. Podrias tener algun trabajo en los medios, como yo, y vivir en Manhattan. Podriamos comprar apartamentos en el mismo edificio y vivir una al lado de la otra. --Oh, detente, Sam. Me encantan mis clientes peludos, y el negocio va de maravillas. Ella pone los ojos en blanco, y Adonis retoma la historia de James. Cole y James eran amigos: los dos eran piratas y los dos capitaneaban sus propios navios. Habian asaltado un barco espanol y conseguido un gran tesoro, pero James se vio en apuros y tuvo que luchar por su vida. Cole termino quedandose con todo el tesoro, pues habian acordado que, si algo salia mal, el que tuviera el tesoro lo dividiria con el otro cuando las aguas se hubieran calmado. --Cole mantuvo su palabra y escondio la parte del tesoro que le correspondia a James --nos cuenta Adonis con una sonrisa taimada. --?Ves? --exclamo--. Te dije que Cole era un alma perdida. Se podria haber quedado con todo el tesoro, pero no lo hizo. Solo se necesita un poco de amor para abrir el corazon. Samantha niega con la cabeza. --Me asombra que sigas siendo una romantica incurable tras tu ruptura.

  • El regalo fue encontrarte de Sergi Navarro

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    A dos dias del esperado reencuentro con su amiga y ex companera de pantalla, Lydia Bosch, la ex azafata del famoso concurso televisivo Un Dos Tres, Nuria Carreras, recibe una de las peores noticias de su vida.
    La vuelta de la mano de Risto Mejide a los Estudios Roma, actual sede de Mediaset y donde grabaran el concurso que la lanzo a la fama, nos abrira la puerta a la Espana de los ochenta, a los anos de juventud de la primera chica negra que pisara los platos de Television Espanola, y quien de la mano de Chicho Ibanez Serrador, y en contra de su voluntad, se convertiria en una de las mas prometedoras y rutilantes estrellas televisivas de la epoca.

  • Se busca amor de Lee Vincent

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    ?Alguna vez has encontrado el amor sin buscarlo?

  • Devorame (Gio e Ilke 1) de Rose Gate

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    Su alma no estaba preparada para amar, el sexo y la oscuridad dominaban su vida, llena de dinero, poder y desenfreno. Giovanni Dante, era gerente del Masquerade, un selecto club de sexo ademas de poseer casi un imperio de la hosteleria. Huerfano, al fallecer sus padres en su adolescencia, hereda la empresa de la familia y es adoptado por la familia de su mejor amigo cuando mas lo necesita. Ilke es una joven llena de vitalidad, guapa y sexy a morir disfruta de su libertad al maximo sin apenas preocupaciones solo una, ganar el dinero suficiente para cumplir su sueno. Ilke desea sobre todas las cosas convertirse en una gran disenadora y estudiar en Paris, para ello aceptara un trabajo un tanto peculiar, oonde le ofreceran ganar mucho dinero para ahorrar la cantidad que necesita. Un trabajo en un lugar oculto ante el mundo y solo abierto para el goce de algunos. Con lo que no contaba Ilke era con conocer a Giovanni y la voragine de sentimientos que este despertaba en ella. Su atractivo animal, su exotismo y la corriente sexual que hay entre los dos los, les llevara a un tira y afloja de voluntades avocandolos hacia un viaje sin retorno. Si te gusto trece fantasias, preparate para la historia mas irreverente y excitante, la de Ilke y Giovanni. Si te gusto Trece fantasias, trece maneras de conquistar y la conquista de Laura. Llega la pareja mas irreverente la de Ilke y Giovanni. Feliz lectura, espero vuestras opiniones y si quereis seguirme lo podeis hacer a traves de redes.

  • Eh, cowboy, ?de que vas? de Chloe Santana

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    Algunos lo llaman San Valentin, para otros es el Dia de los enamorados, pero para
    Summer es, literalmente, el peor dia del ano.
    Despues de su ultimo desengano amoroso, Summer decide empezar de nuevo en
    el rancho abandonado que heredo de su bisabuela. Pero resulta que la propiedad
    esta en un pueblo alejado de la mano de Dios, se ha perdido y… vaya, por alli
    parece que viene alguien dispuesto a ayudarla.
    Lo ultimo que Connor espera encontrar cuando vuelve de trabajar es a una mujer
    perdida en mitad de la carretera. Ni tampoco que ella lo confunda con un criminal
    cuando decide echarle un cable.
    Ahora el destino de Summer y Connor esta unido a pesar de que no hayan
    empezado con buen pie. Un 14 de febrero, muchos malentendidos y dos personas
    que reniegan del amor pero estan obligadas a entenderse. ?Hara Cupido de las
    suyas con dos corazones testarudos?

  • Esto te va a doler de Adam Kay

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    Bienvenido al estimulante trabajo de medico: 97 horas a la semana y disponibilidad los 365 dias del ano. Bienvenido a un sunami de fluidos corporales compensados por unos ingresos economicos inferiores a los de un parquimetro. Di adios a tus relaciones familiares, amorosas y a tus amistades. Bienvenido a tu vida como medico en practicas.
    Tras cinco anos sin ejercer la medicina y dedicado a escribir series de comedia para television, Kay recibe un aviso del colegio de medicos comunicandole que le van a quitar la licencia. Aprovecha entonces para rescatar sus diarios de medico en practicas y hacer un repaso a sus anos en la sanidad publica.
    El resultado es un tronchante diario no exento del mejor humor negro, lleno de anecdotas e historias protagonizadas por medicos, pacientes y administrativos asqueados y hartos. Una mirada ironica y desmitificadora de la vida en los hospitales que ha sido un fenomeno en Reino Unido y que pronto se convertira en serie.

  • Salvando el Para Siempre 4 de Lexy Timms

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    Cuando el Dr. Elijah Bennet le propuso matrimonio a Charity, ella dijo que si. Habia dudas en el fondo de su mente, pero ella entendia una cosa; ella lo amaba y no queria estar sin el. Ella podria manejar cualquiera de las reservas o incertidumbres que pudieran surgir.

  • La conquista del jeque de Olivia Gates

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    ?Conseguiria el trono y el amor?

  • Astillas en la sangre de Ashley Dyer

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    La sargento Ruth Lake y el comisario Greg Carver andan a la caza de un asesino en serie que recoloca a sus victimas como si fueran maniquis y les cubre el cuerpo entero de complejos y misteriosos tatuajes. Los medios ya lo han apodado <>, por el metodo primitivo y tremendamente doloroso del que se sirve para tatuarlas. Despues de muchos meses de investigacion, cuando parece que la resolucion del caso es inminente, el asesino asesta un golpe personal: dispone a su ultima victima de forma que se parezca a la esposa de Carver. Sometido a una gran presion, el comisario entra en una espiral autodestructiva de sexo y alcohol. De pronto, se encuentra en el suelo, medio muerto por un disparo, y sobre el se alza la imperturbable Lake, apuntandolo con un arma. ?Le ha disparado ella? Si no es asi, ?por que esta retirando de su apartamento todas las posibles pruebas y falseando el escenario del crimen?

  • La venganza del profesor de matamaticas de Jordi Sierra I Fabra

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    El temido profesor de matematicas esta a punto de jubilarse, aunque sigue en su empeno de que sus alumnos comprendan la importancia de su asignatura. Cuando es victima inesperada de una broma preparada para otra persona, decide dar una leccion a tres de sus alumnos que no podran olvidar. Deberan ir a su casa y pasar una serie de pruebas para poder aprobar la asignatura.

  • Madre esclava de Liah Jones

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    La desaparicion de Lucia convierte a su madre en esclava sexual, para conseguir pistas que la lleven hasta el paradero de su hija. Lorena tendra que adaptarse a un mundo nuevo y muy diferente del rol de ama de casa que acostumbra. ?Que estara dispuesta a hacer con tal de encontrarla? ?Aguantara los castigos severos que le imponga su ama, la unica persona que parece saber donde esta Lucia?

  • El club de los eternos 27 de Alexandra Roma

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    “Cai en la cuenta de que habia una cosa que no habia experimentado. Lo unico que solo probamos una vez en la vida. Aquello que nadie sabe como es porque no se puede explicar despues.”
    La fama siempre tiene un precio
    Julien Meadow era el chico de la eterna sonrisa, el que cantaba en el garaje con su hermano y el que se enamoro de unos ojos valientes ocultos tras una mecha rosa, los de Crysta. Nunca hubiera esperado que, a raiz de un video subido a YouTube, le llegaria la fama.
    De repente, su voz inunda el mundo y su cara protagoniza todas las noticias. Julien debe hacer frente a un nuevo universo lleno de altibajos, lujo, descontrol y poder. Uno en el que te vuelves adicto a focos que queman y a palabras que muerden. Uno en el que echas de menos el abrazo de un gigante o que te besen con brochazos de pintura.
    Todo el mundo sabe que Julien Meadow es el cantante con mas exito del planeta. Solo algunos recuerdan que fue una persona.

  • El corazon del inspector O'Brian de Dama Beltran

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    Nunca abandono una batalla sin tan siquiera luchar, pero ella le dejo bien claro que no habia nacido para estar con el. Hundido, humillado y con el corazon roto, O'Brian se propuso destruir ese sentimiento que tenia hacia su gran amor.
    Sin embargo, cuando por fin ha logrado no pensar tanto en ella, la vida le brinda otra oportunidad y, en esta ocasion, no permitira que April Campbell, viuda del vizconde Gremont, lo rechace de nuevo.
    ?Superara April el engano y la traicion de su difunto marido? ?Sera capaz de darle una oportunidad al hombre que nunca la olvido?
    Quien sabe.

  • 1980 de Juan Vila

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    Fui a Barcelona pero no estaba buscando a mi padre. Fui a presentar una novela y ya no quedaba ni rastro de el. Ni de el ni de la ciudad que conoci de su mano, la de los viajes en Navidad para pasar las fiestas con su familia, la de mi adolescencia despues, cuando todos los anos me acercaba con mis amigos desde el pueblo en el que veraneaba para darnos una vuelta y romper la rutina de muchos dias seguidos a base de playa por las mananas y fiesta todas las noches hasta las tantas. Esa Barcelona para mi tenia algo muy superior a Madrid, era mas culta y civilizada, como lo era mi padre respecto a nosotros. El burguesito catalan presumia de su gran danesa color azul y de su palco en el Liceo. Era alto y fuerte, con aire aristocratico, tenia el pelo blanco y la nariz muy grande, los ojos claros, unas manos como no he vuelto a ver otras iguales en mi vida, unos brazos de acero. Olia muy bien papa, sobre todo cuando olia a el mismo, recien levantado y sin duchar, sin haberse rociado todavia en perfume como haria luego antes de salir de casa. Papa desayunaba zumo de pomelo todas las mananas y unas tostadas de pan con aceite de oliva virgen, cuando eso aun no se llevaba y era imposible encontrar en Madrid, o en Barcelona, otro aceite que no fuera el refinado. Y frente a el, frente al burguesito catalan, estabamos nosotros, los barbaros de la capital, la familia ordinaria y desestructurada que se entendia a base de gritos y malos modos. La abuela, siempre a un paso de estallar en un nuevo ataque de furia, siempre imponiendo su voluntad como una fuerza desatada de la naturaleza, como un tornado o un terremoto, siempre a regimen para controlar su obesidad y siempre comiendoselo todo aunque solo le quedara un diente. La recuerdo muy bien chupando las cabezas de los pescados y el cuello de los pollos, rebanando los platos, acabandose cualquier resto que los demas hubiesemos podido dejar. Era casi un ser mitologico, primitivo y oscuro, la gran ogresa, como la llama uno de mis primos mas queridos. Luego tambien hablaremos de ella, de cuanto la quise y cuanto aun hoy la sigo queriendo. El padre, mi primer padre, habia muerto en un accidente de coche, completamente aplastado por un camionero borracho, y eso fue una bendicion para mi madre. Mama, de pronto, se encontro viuda y con la necesidad de sacar a sus tres hijos adelante. Pero tambien mama se sintio libre en esos anos de cambio y falsa revolucion en Espana, mediados de los setenta, se volco en el trabajo y en divertirse. Mama, por lo tanto, se volvio ausente, invisible para sus hijos, poderosa al margen de ellos, y descubrio emociones hasta entonces desconocidas en diferentes redacciones y con diferentes hombres. La abuela se hizo cargo de esos tres ninos que entre sus gritos, pellizcos y lanzamientos de zapatilla fueron creciendo. Nada especialmente dramatico. No hubo abusos sexuales ni torturas. No hubo malos tratos. Los tres ninos, nosotros, no pasamos hambre, ni frio, ni penalidades de ningun tipo. Fue una infancia afortunada y llena de privilegios. Los tres hermanos hemos superado ya los cuarenta anos y en todo ese tiempo aun no hemos conocido ni la guerra ni la carcel ni una epidemia ni un cataclismo. Incluso el buen trabajo de la madre y su ascendente carrera en los medios le permitio pagar un carisimo pero mediocre colegio en las afueras de Madrid. Cada dia un autobus iba a buscarnos y haciamos, dormidos en el mejor de los casos, los casi treinta kilometros que separaban nuestra casa junto al Retiro de ese espanto de color verde y amarillo en el que perdimos un monton de anos y en el que solo aprendimos lecciones nefastas para el dia de manana. O sea, para hoy. Porque hoy ya es el futuro, incluso lleva tanto tiempo siendolo que el futuro tambien ha envejecido y se ha marchitado, tiene un aroma ligeramente rancio. Lo que quiero decir es que esa infancia no fue terrible, pero si triste, tristisima, y, al menos para el menor de los hermanos, estuvo marcada por una soledad absoluta, tanto en casa con el primer padre muerto, la madre ausente y la abuela gritona, como en el colegio, donde todo resultaba extrano y lejano, extranisimo, casi de otro planeta. Hasta que de repente obro el milagro y el burguesito catalan aparecio en nuestras vidas sin la doga ni el palco, porque esos los dejo en Barcelona, pero si con su presencia real e integradora, con su gran cuerpo, con su decadente sentido de la disciplina y de la familia, con sus viejos principios, que igual eran falsos, pero que consiguieron frenar el desastre y a mi me rescataron de ese vacio en el que flotaba a miles de kilometros de cualquier otro nino o adulto, de la tierra y del mundo, de cualquier cosa, concreta o no, a la que yo pudiera agarrarme o en la que yo pudiera encontrar un refugio, una referencia, un punto de apoyo, lo que fuera, ya digo, con tal de esquivar la tristeza y el miedo, ese vacio y aislamiento, el frio en las tripas y en los pies, un frio mas imaginado que real, pero un frio que helaba por dentro y que a mi estaba a punto de matarme justo cuando aparecio el. ?Como yo no iba a amar Barcelona y todo lo que tenga que ver con mi padre?, ?como, incluso tantos anos despues, yo no voy a sentirme vinculado con esa ciudad aunque nunca haya vivido en ella ni tenga el menor interes en hacerlo, aunque en esa ultima visita me dejara un sabor tan amargo de boca? He dicho que estaba a punto de morir cuando aparecio mi padre. He hablado de un frio en las tripas y en los pies. No exageraba. Aunque me ha podido el lirismo. Fue mas bien fuego, y no habia forma de detenerlo. Afectaba, sobre todo, a la cabeza. Fiebre. Un calurosisimo verano en Almeria y yo ardiendo sobre la cama, sudando y derritiendome, a punto de iniciar uno de esos procesos de combustion espontanea. Mi temperatura corporal se habia fijado en los cuarenta y uno o cuarenta y dos grados. Me deshidrataba por mas que bebiera. Empezaba a morir y nadie sabia que estaba pasando. Era el primer verano de mi padre con nosotros. Mi madre y el ni siquiera se habian casado. La relacion empezo en invierno. Recuerdo perfectamente la primera vez que le vi, y eso muy pocos hijos pueden decirlo. Recuerdo tambien cuanto le odie. Es una escena que ambos comentamos muchas veces y bromeabamos con ella. Debio ocurrir a media tarde. Ya habia oscurecido. Mi madre llamo de forma histerica al portero automatico. Es algo que aun sigue haciendo. Una fuerza desatada de la naturaleza ella tambien, un torbellino, un terremoto. Mama, entonces y ahora, aparece de pronto y le da al botoncito. Le da, le da, le da. Lo mantiene apretado un buen rato. Lo suelta. Vuelve a insistir, golpea con su dedo en el boton una y otra vez, una y otra vez. Ahora toca que suene de forma continuada. Cinco, diez, quince, veinte segundos. Suelta y vuelve a empezar... Mas que una llamada es una exigencia y una importantisima noticia. Es el anuncio de su llegada. El mundo entero debe pararse y rendirle pleitesia. Yo a los siete anos aun participaba del juego, ?como no iba a hacerlo? Ella llamaba y yo corria a abrirle desesperado y gritando: mama, mama, ha venido mama. Como si su vuelta a casa no fuera algo cotidiano sino excepcional. Porque en efecto asi era. Yo corria tan rapido como podia. Atravesaba el larguisimo pasillo de casa. Llegaba al hall. Hacia una breve parada para abrir la puerta. Continuaba corriendo por el descansillo y me lanzaba escaleras abajo para encontrarme con ella, que siempre subia andando, y la abrazaba. Pobre idiota de mi. Cuanto la queria y cuanto la echaba de menos, como me dejaba manipular, como consentia que estrechara y estrechara el vinculo para esclavizarme, para hacerme absolutamente dependiente de sus necesidades y caprichos, para asfixiarme en mas de dos y mas de tres sentidos, y para luego, al final, abandonarme otra vez al vacio y a la tristeza, al miedo, a esa soledad absoluta. Aunque justo esa tarde, o esa noche, despues de la carrera, cuando por fin iba a abrazarla, le vi a el. Le vi y le odie. Ya lo he dicho, pero lo repito. Es un detalle fundamental en esta historia. ?Quien era ese senor?, ?como se atrevia a aparecer en mi casa?, ?iba a robarme a mi madre como ese otro hombre habia hecho antes?, ?se la llevaria el tambien a aquel maldito apartamento de la calle Alberto Alcocer, lleno de libros estupendos, de humo, de whisky? Un paraiso, ya lo creo, para la relacion furtiva, o mas o menos furtiva, que ella habia mantenido con un periodista casado. Mi madre vivia alli mientras nosotros esperabamos junto a mi abuela a que sonara, de la manera mas violenta e impertinente posible, el timbre del portero automatico anunciando su vuelta a casa. Aquella tarde, mama dejo al senor con el que venia en el salon. Creo recordar que le sento en la vieja mecedora de mi abuelo. Es esa otra escena que tengo guardada de forma clarisima en la memoria, aun reconociendo que es muy probable que me la haya inventado: solo diez o quince minutos despues, mi hermana, ya casi en la adolescencia o, si no, en la pubertad, trepa por el cuerpo del burguesito catalan hasta llegar a su meta: las rodillas, y se sienta en ellas. Trata de camelarselo, de seducirlo para conseguir eso que tanto desea. Quiza luego explique de que se trata y por que la actitud de ella esta mas que justificada. De momento, me limitare a senalar hasta que punto somos ya a esa edad --mis siete anos y los once o doce de mi hermana-- la basura o el incalculable tesoro que el dia de manana podra ver el mundo. La idea en si resulta aterradora porque supone que el resto, cualquier cosa que pase o que hagas despues, no servira de mucho, o no servira de nada.

  • Sentir el bosque de Alex Gesse

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    Una invitacion a conectarte con la naturaleza: los banos de bosque.

  • Todo es relativo Parte 2, Naobi Chan de Naobi Chan

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    Tras un triste desenlace, Elizabeth cree haber rehecho su vida, un nuevo trabajo, una nueva ciudad, pero los fantasmas del pasado todavia le atormentan, Daniel ahora no esta en su vida y con nuevos amigos cree que podra salir adelante y ser un poquito feliz. Nicholas se mantuvo alejado, cumplio lo que elle le habia pedido y parece que con el tiempo ha aceptado no volver a verle, pero todo cambia con un solo vistazo, sentimientos dormidos vuelven a florecer y es muy facil dejarse llevar, aunque el miedo de volver a sufrir esta latente.

  • Una Mancha en la Cama, Magela Gracia de Magela Gracia

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    Una mancha en la cama es la historia de una mujer amante del sexo; sexo morboso, sexo salvaje, sexo ajeno… Ajeno, sobre todo eso. Se deleita con el sexo de otros. La protagonista tiene una imaginacion desbordante, y busca inspiracion donde uno menos se lo espera. Le gusta sacar escenas pornograficas de las cosas cotidianas que observa en el parque, y luego, en la intimidad de su casa, las transforma a su antojo para crear una pequena historia, con la que disfrutar, despues, manchando las sabanas de su cama. Porque la mejor mancha que puede tener una sabana es la que luce, orgullosa, despues de una buena sesion de sexo. Una mancha en la cama es un libro de relatos, imaginados por una mente perversa, para el disfrute de hombres y mujeres que no le tengan miedo a dejar volar su imaginacion, apartando los prejuicios, y dejando que sea la entrepierna la que mande. Porque, si te excita… no puede ser malo.

  • Ensename el camino de A. L. Jackson

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    Rynna Dayne huyo de su pueblo natal, Gingham Lakes, Alabama, cuando tenia diecisiete anos con el firme proposito de no regresar jamas., hasta que su abuela le deja en herencia el restaurante familiar que Rynna adora desde la infancia y no le queda mas remedio que volver.

  • Falsa Identidad de Pablo Poveda

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    Una agente novata, un despiadado criminal y cientos de vidas en juego.

  • La sinfonia del tiempo de Alvaro Arbina

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    Una joven escritora que trata de desentranar la misteriosa desaparicion de su marido…

  • La realidad es peor que la ficcion de Maicol Rodriguez

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    SE A DICHO MUCHAS VECES QUE LA REALIDAD ES AUN PEOR QUE UN CUENTO DE FICCION. AHI MILES DE HISOTRIAS DE TERROR QUE RECORREN EL MUNDO Y AQUI LAS VAN A CONOCER ALGUNAS

  • El invierno de las aguilas de Emilio Diaz Lara

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    Ano 235 de nuestra era. Roma esta en guerra contra los barbaros. El joven emperador Alejandro Severo es asesinado por sus propias legiones y guardias pretorianos, mientras el cruel y gigantesco general Maximino es proclamado nuevo Cesar por las exaltadas tropas.

  • Loki de Mike Vasich

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    Dios de la Maldad, Padre de la Mentira, Heraldo de la Destruccion. Exiliado y torturado por los dioses, Loki jura venganza. Invocara al mitico lobo Fenrir y a la legendaria serpiente de Midgard, y junto a ellos dirigira un ejercito de gigantes y muertos de Niflheim contra Thor, Odin y el resto de los Aesir. Con el poder del ser mas destructivo de los Nueve Mundos bajo su mando, Loki no descansara hasta que Asgard caiga y los dioses mueran a sus pies.

  • Si Un Dia Me Besaras (Besos En Richmond 2) de Ana Alvarez

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    Olivia se toco una vez mas, nerviosa, el largo cabello rubio, y sintio de nuevo crecer su irritacion hacia Scott. Los ojos grises, en general tan claros que parecian traslucidos, refulgieron de rabia y se oscurecieron mientras apretaba los labios para no expresar su enfado. El reloj de la cocina marcaba las seis y diez de la tarde y la celebracion del sesenta cumpleanos de Andrew, su padre, se retrasaba en espera del invitado que aun no habia hecho acto de presencia. Si por ella hubiera sido, haria rato que habrian comenzado a tomar la merienda, preparada de antemano para agasajar el cambio de decada. Pero el homenajeado queria demasiado a Scott, el hijo de su gran amigo de la infancia y al que consideraba un miembro de su familia tambien, para no esperarle. Y lo que la irritaba mas, le disculpaba por la tardanza. Como siempre. Su padre, conocedor de su desagrado, le hizo una caricia para que suavizara el gesto. --No seas tan dura con el, carino. Seguro que tiene un buen motivo para llegar tarde. --Seguro que si --mascullo entre dientes. Se apostaba el sueldo del mes a que el retraso tenia nombre de mujer. Y ella sabia ese nombre: Stefany. No es que le importase, pero tenia veinticuatro horas al dia para estar con su vecinita, mientras que Andrew solo cumplia los sesenta anos una vez en la vida. Ella habia cambiado su turno para estar presente en el acontecimiento y, junto con su madre, habian elaborado una merienda en la que no faltaban los emparedados preferidos del hombre ni la tarta casera que reposaba sobre la mesa. --Si en cinco minutos no ha llegado, comenzamos sin el --advirtio a los padres del culpable, que guardaban silencio, rogando para que su vastago llegase pronto y evitar otro enfrentamiento. Rara era la reunion familiar en que ambos jovenes no se lanzaran pullas y miradas asesinas. Desde pequenos era evidente que no se soportaban, y si aceptaban estar bajo el mismo techo era por el gran carino que los dos sentian hacia Andrew. Al fin, el timbre de la puerta les hizo a todos exhalar el aire que estaban conteniendo, y a Olivia apretar los labios con fuerza, mientras su madre abria al recien llegado. Tendria que contenerse, una vez mas, para no estropear la fiesta. Scott Howard, el hijo del mejor amigo de su padre, hizo su aparicion en la estancia, llenandola con su presencia. Era un hombre corpulento, de ojos marron oscuro y cabello negro peinado hacia atras, lo que permitia ver unas facciones regulares y agradables. Vestia una camisa a cuadros sobre un pantalon negro, signo de que asistia a una celebracion, en lugar de sus habituales sudaderas y camisetas. Se dirigio hacia Andrew con paso decidido y le beso con carino, tras encerrarlo en un abrazo afectuoso. --!Felicidades, tio! A pesar de no ser parientes carnales, siempre le habia llamado asi. Hasta los siete anos Scott fue el hijo que Andrew y Melissa no habian tenido en una decada de matrimonio y lo consideraban un sobrino. Pero entonces llego Olivia, adoptada a la edad de cuatro anos. para cambiarlo todo. Aunque el carino que sentian hacia Scott no mermo, este tuvo que compartirlo y no lo acepto demasiado bien. Tras felicitar a Andrew, continuo besando al resto de la familia. Al llegar a ella, esta se limito a poner la mejilla sin devolver el gesto, algo que no parecio sorprenderlo en absoluto. --Espero que tengas una buena excusa para hacernos esperar casi media hora --mascullo en su oido. --Por muy valida que sea, a ti no te convencera. --La puntualidad es importante para mi. Scott se mordio la lengua para no decirle que, si no fuera el retraso ya buscaria alguna otra cosa que recriminarle. No tenia intencion de entrar en la provocacion, esa tarde no. De todas formas, no era a Olivia a quien debia pedir disculpas. --Siento llegar tarde --se excuso, dirigiendose a Andrew--, tenia que resolver un asunto que se ha alargado mas de lo previsto. La mirada de Olivia se elevo hacia el techo en un gesto de incredulidad. A continuacion, se perdio en la cocina para coger la comida preparada. --No importa, ya estas aqui y no es tan tarde --afirmo Andrew con una sonrisa. Dudaba mucho que ella pensara lo mismo, pero decidio dejar el asunto. De todas formas, estaba seguro de que a lo largo de la tarde se las arreglaria para continuar con sus recriminaciones. Su prima no dejaba escapar una ocasion de hacerle reproches, sobre todo si habia un delito y habia llegado tarde, eso era indiscutible. Una vez servida la merienda, todos se sentaron alrededor de la mesa a disfrutar de la celebracion. Como siempre, la comida estaba exquisita. Las mujeres Wood eran excelentes cocineras y el gozaba de un apetito envidiable. Mientras disfrutaba de las delicias que habia sobre el mantel, trataba de ignorar la aviesa mirada que le dirigia Olivia, sentada al otro extremo de la mesa. Llevaba mas de veinte anos viviendo situaciones parecidas, pero nunca terminaba de acostumbrarse. De pequenos habian tenido sus diferencias y rencillas, propias de crios que luchaban por la atencion de los mayores o por un juguete. Pero aquellas peleas infantiles, en vez de cesar con el tiempo, como hubiera sido natural, dieron paso a una rivalidad que no tenia mucha logica en la edad adulta. Al principio, Scott se habia sentido celoso de aquella nina rubia y encantadora, porque de pequena lo fue: buena, docil y maravillosa, la hija perfecta que cualquiera desea tener. Su llegada le robo la atencion absoluta de su tio Andrew a la edad de siete anos y le hizo sentirse desplazado, pero ya era lo bastante adulto para saber que este le seguia queriendo tanto como siempre. Su resentimiento hacia Olivia se hubiera suavizado si ella no continuase tratandole con desprecio y haciendole victima de sus pullas y mal humor. No sabia donde habia ido a parar la nina dulce que llego a Richmond muchos anos atras, porque ahora era una autentica arpia, al menos siempre que el estaba presente. Desde su puesto en la mesa, podia verla comer con frugalidad. Olivia cuidaba con ferrea voluntad cada caloria que se llevaba a la boca, aunque no necesitara vigilar la linea. Poseia un cuerpo esbelto, demasiado delgado para su gusto, pero muy elegante. Ello le facilito la entrada en las aerolineas donde trabajaba como azafata de vuelo. Su fisico se habia sumado a unas calificaciones extraordinarias que la habian llevado a cumplir su sueno. Al tipo se unia una cara bonita, de facciones regulares y agradables, pero eran sin duda los preciosos ojos, de un gris muy claro, lo que mas llamaba la atencion en su rostro. Ojos que se oscurecian cuando estaba enfadada, y el los habia visto pocas veces en su tono natural. Tampoco en aquellos momentos lo estaban y sabia quien era el causante de su irritacion. El, como siempre. Tras la merienda llego el momento de entregar el regalo que, junto con sus padres, habia preparado para Andrew: un viaje al Caribe para que lo disfrutara con Melissa. Siempre fue el sueno de ambos y nunca habian logrado materializarlo. La emocion en los ojos de Andrew logro enternecer lo suficiente a Olivia para hacer que abandonara su expresion adusta y esbozara una tenue sonrisa. Tras los besos y abrazos de agradecimiento por el presente, llego la hora de que la chica entregara el suyo. Observo como Olivia le obsequiaba con un libro de arte, descatalogado hacia anos y que su padre habia buscado con ahinco. No le debia haber resultado facil conseguirlo, ni barato, pero la expresion de felicidad de su tio y la forma en que acariciaba la cubierta le hacia saber que el esfuerzo habia valido la pena. La vio abrazar al hombre que habia llenado de felicidad su vida, desde el momento en que el y Melissa decidieron adoptarla, y como lagrimas de emocion inundaran sus ojos haciendo que parecieran transparentes. Ella parpadeo con fuerza para evitarlas al percatarse de que la miraba. --Gracias, carino. Me lo llevare al viaje y le ire echando un vistazo en los ratos libres. --!Ni se te ocurra! --protesto su mujer--. El viaje es para disfrutarlo conmigo y no tengo intencion de dejarte ningun tiempo libre. Ademas, no quiero pensar en lo que le habra costado a Livvy conseguirlo, y podria deteriorarse. El libro se quedara en casa y ya lo leeras cuando volvamos. --?Cuando volvamos? Esta misma noche. La mujer alzo una ceja para evidenciar que tenia otros planes y todos sonrieron con benevolencia. Scott observo como Olivia, tras separarse de su padre, se limpiaba con disimulo una lagrima que habia logrado escapar de su ferreo control. Al sentirse observada, se giro con rapidez para huir de su mirada y salio en direccion a la cocina musitando una excusa. La siguio con decision dispuesto a hacerle saber que habia descubierto su momento de debilidad. Silencioso como un gato, se situo a su lado junto a la encimera y le tendio un paquete de panuelos de papel. Olivia se volvio con expresion irritada y los ojos humedos. --Ten --ofrecio. La chica extrajo uno del envoltorio de plastico y se enjugo el lagrimal con una esquina. --Se me ha metido algo en el ojo --aclaro. --!Seguro! --dijo sarcastico--. Estas llorando como una nina sensiblera, pero no es algo de lo que te debas avergonzar. No es malo tener sentimientos aparte del enfado y la irritacion. --!Que sabras tu de mis sentimientos! --Salvo de los que he mencionado, nada. Pero acabo de ver que eres capaz de tenerlos, de emocionarte y de llorar. --Por mi padre, por supuesto. Y por mi madre. Tambien aprecio mucho a Diane y a Conrad. -- La alusion a sus propios progenitores le hizo sonreir --Y ahi acaba todo. No hace falta que mientas y me incluyas en el lote, ya se que a mi no me soportas. --Es mutuo, ?no? --Lo es. --En ese caso, vuelve al salon y dejame sola con mi mota en el ojo --exclamo adusta--. Y si se te ocurre mencionar algo de esto... --Me sacaras las tripas con tus unas afiladas y las serviras como colofon de la merienda. --Se me indigestarian. --Seguro que si. Apenas has probado una pequena muestra de todas las exquisiteces que hay sobre la mesa. --No como mucho. --No comes nada. Deberias ir a un psicologo que trate tu anorexia. --No soy anorexica. Me alimento bien, a base de comida sana. Los dulces y las grasas los mantengo muy controlados. --?Hay algo que no mantengas muy controlado? Come, bebe, rie, sacate el palo que tienes metido en el culo, Olivia... Ya has demostrado lo buena chica que eres, ahora se tu misma. --No pretendo demostrar nada. --Si tu lo dices... --Suspiro y se aparto de ella--. Me vuelvo al salon a seguir comiendo. Seria una ofensa a la cocinera no hacer los honores a tan deliciosa merienda. Tu sigue intentando ser perfecta, ya te daras cuenta algun dia del error que cometes. A Olivia le vino una frase malsonante a la boca, pero se contuvo a tiempo. No entraria en la provocacion ni caeria en la trampa que sin duda Scott le habia tendido. Ella no era tan vulgar como el. No decia tacos, no perdia el control ni se comportaba de forma soez. Era una mujer correcta y educada, por mucho que le costara si el estaba presente. Cuando salio de la cocina dejandola sola, abrio el frigorifico y se sirvio un vaso de agua fria, que no calmo la irritacion que le habia provocado. Despues, regreso junto a su familia, que bromeaba alrededor de la mesa, y se unio a ellos. El sesenta cumpleanos de su padre y la felicidad de este por compartirlo con las personas que amaba bien merecia el esfuerzo de soportar a Scott. Capitulo 2 Olivia llego a casa con la firme determinacion de hablar con sus padres de un asunto que llevaba posponiendo durante un par de semanas. Era consciente de que les daria un disgusto, pero no deseaba retrasarlo mas. Habia esperado a que regresaran de su viaje al Caribe y despues dejo pasar unos dias mas, consciente de la cara de felicidad que mostraban a su vuelta. No dudaba de que habian disfrutado de una segunda luna de miel durante el tiempo que estuvieron fuera. Pero no podia, ni queria, continuar retardandolo mas tiempo. Tras una ducha rapida, se reunio con ellos en el salon, donde solian pasar las tardes y se preparo para abordar el tema que la inquietaba. Se sento frente a ellos en una silla, en lugar de ocupar su butacon habitual, y lo abordo sin mas dilacion. Siempre habia sido partidaria de afrontar las situaciones dificiles cuanto antes y de forma directa. --Me gustaria comentaros un asunto --dijo resuelta. La pareja, que miraba la television, clavo la vista en ella ante la seriedad de su tono. --?Que ocurre, carino? --pregunto Melissa, preocupada. --Si tienes algun problema, sabes que estamos aqui para lo que sea. --No tengo ningun problema, es solo... --?Que? --Que tengo veintinueve anos y aun vivo con vosotros. --Lo solto de golpe. Habia planeado decirlo con mas suavidad, pero le resulto imposible. La cara de sus padres se suavizo. --Quieres independizarte. --No fue una pregunta. --Si --admitio. A continuacion, trato de exponer sus argumentos, de hacerles comprender que no era nada contra ellos--. No penseis que no me siento a gusto aqui, con vosotros. --En ningun momento hemos pensado eso, pequena. De hecho, tu madre y yo, hace tiempo que lo estamos esperando. Sintio que el corazon se le aligeraba al oir la frase de Andrew. --?Lo esperabais? --Pues claro, Livvy, es lo normal. Tienes tu trabajo, eres una mujer adulta, y quieres tener tu casa. ?Pensabas acaso que no lo entenderiamos? --Me preocupaba un poco, si. No quiero que penseis que tengo algun problema con vosotros. --Ya lo se. Se trata del ciclo normal de la vida. Tambien algun dia nos diras que has encontrado un hombre, que quieres formar una familia, y nos haras abuelos. --!Quita, quita! No hay nada de eso. No me apetece en absoluto tener un hombre en mi vida. --Ya te llegara el momento, nadie se libra del amor. --Pues que tarde mucho, entonces --anadio con una mueca. --?Tienes ya algun plan sobre lo que quieres? Me refiero a tu traslado. --He pensado alquilar algo con una companera en una zona cercana al aeropuerto. Eso me ahorrara mucho tiempo y kilometros, ya sabes los horarios que tengo a veces. --?Algo amueblado? --Prefeririamos que estuviera vacio, y escoger nosotras los muebles a nuestro gusto. --Me parece una idea excelente. La mayoria de los pisos amueblados son horribles. --Puedes pedirle a Scott que os eche una mano con la decoracion. La empresa de diseno para la que trabaja hizo una labor fantastica en la casa de sus padres. Quedo preciosa. Reconocio que tenia razon, pero no le apetecia en absoluto tener a Scott cerca y tampoco a su odiosa vecina. No obstante, no se sentia capaz de rechazar la propuesta de su padre despues de lo bien que se habian tomado su marcha. Andrew no parecia darse cuenta de que entre ella y el hijo de su amigo no fluia ningun tipo de afinidad. --No creo que sea buena idea, papa. --Dale una oportunidad al chico, mujer. Es hora de que enterreis el hacha de guerra. --No hay ninguna guerra entre Scott y yo, simplemente no nos caemos bien. --De todas formas, yo me quedaria mas tranquilo si el revisara la instalacion electrica y te colgara las cortinas. Suspiro sin poder evitarlo. Sentia sobre ella los ojos de su madre, que no se habia pronunciado, pero evito mirarla a su vez. --De acuerdo --admitio--. Lo hablare con Patty, no estoy sola en esto. Tal vez ella desee decorar el apartamento por si misma. --Dile que yo pagare los honorarios, asi seguro que la convenceras. --!Como si el fuera a cobrarte! Si algo tenia claro respecto a Scott, era que haria cualquier cosa que su padre le pidiese, y gratis. El carino que le profesaba era incuestionable. Esperaba que en aquella ocasion rechazara el encargo, aunque no confiaba demasiado en ello. Su presencia le resultaba soportable de tarde en tarde y en pequenos lapsus de tiempo. De todas formas, era incapaz de negarle nada a sus padres, de modo que se mentalizo para soportarlo durante el periodo que durase la instalacion de su nuevo hogar. --De acuerdo. --Se rindio con un gesto teatral--. Tratare de convencer a Patty y, si Dios no lo remedia, Scott colgara las cortinas. --Solo las colgara, carino, no tiene porque escogerlas por ti --aseguro Andrew.

  • Rhys (Detras de la musica 1) de Yunnuen Gonzalez

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    Primero fueron The Beatles y The Rolling Stones, despues Oasis y Blur. Ahora la rivalidad es entre The Border y The Radicals, dos grupos lideres en el mundo del Indie Rock.

  • Sabes que te quiero de Alexia Seris

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    "Estoy deseando que llegue el verano" penso Irene mientras miraba por la ventana de su habitacion nada mas levantarse. Despues de ducharse, vestirse y comprobar que habia metido en la mochila todo lo que necesitaba, bajo a la cocina para desayunar con su madre, como tenia por costumbre, antes de que esta la llevase al instituto. --Buenos dias madre --saludo como cada manana. --Buenos dias Irene, ?has descansado bien? --una pregunta de rutina en la que solo cabia una respuesta. --Si madre, ?y tu? --Por supuesto --dijo tajantemente sin mirar a su hija. Mientras la joven se preparaba el desayuno penso con amargura: "la misma conversacion sin sentido una y otra vez. ?Todas las madres son iguales?", se sento en la mesa y desayuno, despacio y en silencio, tal como se esperaba de una senorita como ella. Veinte minutos mas tarde, ambas se subian en el coche en direccion al instituto, por supuesto en silencio, su madre no era muy dada a tener conversaciones profundas. Cuando Irene necesitaba hablar con alguien de confianza, acudia a su abuela materna, una mujer que no se parecia en nada a su madre, eran como la noche y el dia, pero desde su muerte hacia pocos meses, Irene se habia quedado sin nadie con quien compartir sus penas. --Aprovecha el dia Irene --esa era la despedida que le dedicaba su madre cada dia. --Por supuesto madre, que tengas un buen dia --contesto antes de cerrar la puerta del coche. Mientras subia por la escalinata del colegio catolico mixto donde estudiaba, pensaba en la relacion tan fria e impersonal que tenia con sus padres. A su madre la veia a diario, pero era muy raro si cruzaban mas de dos minutos de conversacion. Y nada de emociones, era fria como el hielo. Su padre viajaba mucho por trabajo y habia semanas en las que ni siquiera le veia. Se sentia tremendamente sola y ese sentimiento le pesaba en el corazon. --!Hola Irene! --saludo la loca de Maria. --Hola Maria --respondio sin mucho animo. --?Que te pasa? ?otra vez de mal humor? --pregunto preocupada por su amiga, ultimamente estaba siempre triste. --Llueve otra vez --dijo laconicamente. --Estamos en invierno, ya llegara el verano. Maria se dio cuenta de que su amiga no tenia muchas ganas de hablar, le pasaba mucho ultimamente. Desde hacia unos meses se retraia cada vez mas y la tristeza se apoderaba de ella por dias. Le tenia mucho carino y le apenaba enormemente saber que el unico consuelo que recibio Irene, por parte de sus padres, en el funeral de su abuela fue: "una senorita no llora en publico Irene, comportate". Cuando se lo conto al volver de Sevilla, destrozada por el dolor de la perdida mientras lloraba desconsolada, Maria quiso darle un bofeton a la madre de Irene. No era capaz de comprender por que los padres de su amiga no veian a la persona tan maravillosa que era. Las primeras horas de clase pasaron y llego el recreo, como llovia a cantaros decidieron ir a la biblioteca para pasar el tiempo, ya que ultimamente, Irene tampoco estaba muy receptiva a relacionarse con el resto de sus companeros de clase. No es que alguna vez hubiese sido la alegria de la fiesta, pero al menos se relacionaba con alguien mas que con Maria. Entraron en la biblioteca en silencio, saludaron con un gesto a Sor Rosa y se dirigieron al fondo de la habitacion. La sala era espaciosa aunque muy clasica, todas las paredes estaban forradas con estanterias de madera oscura con escalerillas para alcanzar las partes mas altas, el techo abovedado le daba un aspecto regio, en el centro habia dos filas de enormes escritorios con bancos de madera y unos cojines de color borgona delimitaban los asientos, solo habia una pared que no tenia estanterias, en su lugar un enorme ventanal permitia la entrada de luz natural. Cuando llegaron al ultimo banco, se dieron cuenta de que habia un chico al que no conocian. El las miro y las saludo con un gesto de cabeza mostrando una sonrisa que hizo que a Irene el corazon le diese un vuelco. Avergonzada por quedarse mirandole un segundo mas de la cuenta, se sento al otro extremo del banco y se alegro enormemente cuando levanto la vista y vio que aquel joven aun la miraba. No comprendia por que habia reaccionado asi, pero de repente el corazon le latia a toda velocidad y la sangre le renovaba las energias. "Menuda preciosidad acaba de llegar" penso el joven Nicolas cuando sonrio a las dos adolescentes que pasaron delante de el. Las dos eran guapas, una tenia el pelo liso de color castano claro y unos ojos azules intensos y bonita sonrisa, pero la otra, esa fue la que le llamo la atencion a Nicolas. Tenia el pelo ondulado color caoba rojizo, unos ojos casi negros que le hicieron suspirar y su sonrisa hizo que se le acelerara el corazon. Durante un momento no pudo dejar de mirar a la morena que se sento al final del banco. Era muy hermosa y delicada y cuando ella levanto la vista para echarle un vistazo, la sangre se le congelo en las venas. En ese instante supo que jamas olvidaria esos ojos tan oscuros como la noche. Cuarenta minutos despues, los tres jovenes se levantaron a la vez del banco y se dirigieron en silencio a la entrada. Nicolas, como un perfecto caballero, les cedio el paso, y cuando ellas se giraron en el pasillo para darle las gracias, clavo sus ojos en los de la chica que tanto le atraia. --Me llamo Nicolas Heredia y ha sido un placer coincidir con vosotras --dijo con una gran sonrisa. Irene intento ser educada y responder, pero la boca se le seco y las palabras se le atropellaron en la garganta. Maria al ver que esta no reaccionaba, intervino a favor de su amiga. --Encantada, yo soy Maria Ballester y mi amiga es Irene Vazquez. --Encantada --consiguio articular Irene. --Soy nuevo aqui y aun me lio bastante con la situacion de las aulas, ?seriais tan amables de indicarme donde estan las clases de COU? --Por supuesto --le dijo Maria al ver ruborizarse a su amiga. La clase donde tenia que ir Nicolas estaba al principio de un largo pasillo demasiado iluminado y despues de despedirse amablemente de las dos amigas, se quedo en la puerta observandolas en silencio. Cuando su padre le obligo a matricularse a mitad de curso en este instituto, Nicolas estuvo a punto de revelarse, pero al ver a esas dos chiquillas por el pasillo con sus faldas de tablas ondeando al ritmo de sus pasos, se sintio profundamente agradecido por no haberse negado. Estaba decaido y frustrado por tener que estar durante aquellos meses en Madrid, pero esa preciosa chica, llamada Irene, le habia devuelto la alegria. Los dias pasaron y los tres jovenes se veian en la biblioteca. Irene acudia cada dia para ver a Nicolas, este iba para ver a Irene y charlar con ella durante los minutos que les llevaba hacer el trayecto hasta sus respectivas clases y Maria estaba tan contenta de ver como su amiga dejaba de estar triste, que la acompanaba solo para asegurarse de que los ojos se le seguian iluminando al ver al chico nuevo. Dos semanas mas tarde, volvia a llover a mares y Nicolas espero frente a la puerta de la biblioteca a sus dos amigas. Aunque Maria era muy divertida y le caia realmente bien, quien le tenia fascinado era Irene. Esa chica tenia algo especial y el cada vez estaba mas decidido a averiguar que era. Pero el tiempo del recreo termino y ninguna de las chicas aparecio, eso molesto profundamente a Nicolas y con ese sentimiento abriendose paso hasta su corazon volvio a su clase y se sento en su mesa para continuar con sus clases diarias. No entendia muy bien el motivo, pero no podia dejar de pensar en Irene y tomo la decision de esperarla en la puerta de entrada del edificio para hablar con ella y averiguar que habia ocurrido. Cuando a primera hora, Maria no aparecio en clase, Irene se quiso morir. Su actual estado de inapetencia la habia alejado del resto de sus companeros y lo unico que la motivaba para ir a clase cada dia, eran esos maravillosos minutos que pasaba en la biblioteca intercambiando notas con Nicolas, pero si Maria no la acompanaba ?como iba a ir ella sola? Encontraba el valor de hablar con el y responder a sus notas, por la insistencia de su amiga. Si estaban los dos a solas no se atreveria ni a mirarle, asi que con gran pesar en su corazon, decidio que no saldria de clase durante el recreo y se disculparia con el al dia siguiente. --Hoy no has venido a nuestra cita --oyo Irene a sus espaldas. --Ho... hola Nicolas --consiguio balbucear cuando aparto la mirada de los intensos ojos del joven --queria terminar unos ejercicios que no acabe ayer, lo siento. Mintio y Nicolas supo que le ocultaba algo. --De verdad fue por eso, ?o es que no querias verme? --le pregunto acercandose hasta casi rozarla con todo su cuerpo. --Yo siempre quiero verte --contesto antes de pensar lo que decia por lo nerviosa que estaba. --A mi me pasa lo mismo contigo --respondio rapidamente Nicolas gratamente sorprendido. Ese dia, Nicolas acompano a Irene a su casa y se quedaron en el portal charlando durante casi media hora. Los dos estaban teniendo sentimientos muy intensos por el otro, pero ninguno queria ceder a lo que sentian, ella por miedo a perderle y el porque sabia que en unos meses tendria que volver a Londres. Pero por mucho que se resistiesen, cuando se miraban a los ojos, algo les impulsaba a no alejarse. Tras los examenes del segundo trimestre, los tres amigos decidieron ir a tomar un refresco por la tarde, a fin de cuentas, era viernes. El tiempo empezaba a templarse y dado que los tres estaban contentos por como les habian salido las pruebas, pensaron que seria bueno celebrarlo. --Estoy muy contenta por ti, Irene --le dijo Maria de camino a su casa, esa noche dormirian juntas. --?Por que lo dices? --contesto algo confusa. --Por Nicolas, te ha sacado de ese aletargamiento en el que estabas, te hace sonreir de nuevo, por eso me alegro. --Es un buen chico --dijo ligeramente avergonzada. --Lo es, y sin duda alguna, lo esta --las dos amigas rieron alegres. A Irene le encantaba estar en casa de su amiga Maria, !era tan diferente de la suya! Cristina, la madre de Maria era una extremena afincada en Madrid desde que se caso con Juan, el padre de su amiga. Ambos eran divertidos, extrovertidos y muy carinosos, siempre la trataban como a una mas, pero lo que mas le gustaba a Irene era que aprovechaban cualquier excusa para besarse y abrazarse entre ellos o a ellas. --Ninas, hoy he salido tardisimo del trabajo, ?pedimos una pizza para cenar? --dijo alegremente Cristina. --!Si! --gritaron las dos jovenes entusiasmadas. Maria observaba a su amiga comer con deleite la pizza, la bruja de su madre no le permitia comer nada que no fuese comida sana y por eso Irene no habia probado la pizza hasta la primera noche que pasaron juntas. Se acercaba el cumpleanos de Irene y eso siempre la ponia muy nerviosa, pero este ano la ponia especialmente tensa. Sus padres nunca le habian dejado celebrar una fiesta de cumpleanos aunque ella se lo suplicaba cada ano. Pero este ano era especial, habia una razon por la que Irene queria celebrarla, esa razon era Nicolas, era la excusa perfecta para pasar toda la tarde a su lado. Estaba totalmente fascinada por el. --Madre, queria preguntarte si este ano podria hacer una pequena celebracion por mi cumpleanos --pregunto mientras se preparaba el desayuno. --Irene, todos los anos la misma pregunta. Ya sabes cual es la respuesta, no vamos a meter a un grupo de desconocidos en nuestro hogar. La palabra "hogar" no se ajustaba para nada al lugar donde ella compartia techo con sus padres y esa idea la hizo tensarse, pero decidio que lo mejor para conseguir su objetivo era manejar a su madre con mano izquierda, un sabio consejo que su abuela solia darle. --No madre, por supuesto que no, mas bien habia pensado en que unos cuantos amigos fuesemos a tomar un refresco a la cafeteria donde solemos ir. --Eso me parece mas razonable, quedar la pandilla de siempre para reunirse y distraerse del dia a dia. Si, eso me parece mejor, al fin y al cabo, envejecer no es motivo de celebracion. --Por supuesto madre --respondio intentando controlar a su corazon que latia desbocado. Irene no cabia en si de gozo, su madre habia accedido a que se reuniese con varios amigos y no habia mencionado nada acerca de que hubiese algun padre para vigilarles. Debia esperarle un dia muy duro en el estudio de arquitectura si habia accedido sin reservas. Sintio como la alegria se apoderaba de ella y la sangre corria rauda por sus venas. Cuando le comunico las buenas noticias a su mejor amiga, Maria no paraba de sonreir. Ella sabia que a esa "celebracion" solo irian tres personas y ella ya tenia pensado darle planton a su amiga, llevaba tiempo fijandose en que entre esos dos saltaban chispas y queria facilitarles el camino. Una vez en la biblioteca, Irene estaba nerviosa por preguntarle a Nico si querria ir con ellas a tomar algo. Solo faltaba una semana y el corazon le latia tan deprisa en el pecho que apenas podia respirar, no es que no hubiesen ido mas veces a tomar un refresco los tres juntos, pero esas ocasiones habian surgido de repente, sin planificacion, esta vez, ella tenia que invitarle a el. "?Haces algo el sabado?" Irene doblo el papel y se lo extendio a Nico, este lo cogio y aprovecho para rozar la punta de sus dedos con los suyos, sonrio al leer lo que ponia. "Nada en especial, ?tienes algo en mente?" le extendio el papel por la mesa, esta vez no se tocaron. "Pensaba en tomar algo donde Josefina, ?te parece que nos veamos alli sobre las cuatro?" Nicolas sonreia al ver como ella se ruborizaba al acercarle el papel de nuevo. "Me parece perfecto, ?algo que celebrar?" pregunto curioso. "Mi cumpleanos" respondio ella sin mirarle. Cuando iban a salir de la biblioteca, Nicolas les cedio el paso como cada dia, pero cuando Maria paso por su lado le deslizo un pequeno trozo de papel en la mano y con una mirada le advirtio que no dijese nada. Asi lo hizo el joven, que se guardo el papel en el bolsillo y no lo saco hasta que estuvo sentado en su pupitre en la clase de economia. "Yo no voy a ir el sabado, pero Irene no lo sabe. Aprovecha el tiempo a solas con ella Nicolas, y portate bien, ella se lo merece" la nota le dejo bastante alterado y le costo centrarse el resto del dia, lo mismo que le paso en el gimnasio por la tarde, no se podia quitar de la cabeza el pensamiento de que el sabado por fin podria estar a solas con Irene.

  • Falsas apariencias de Noelia Amarillo

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    ?Que pasaria si C3PO y Dracula se conocieran? ?Y si se sintieran atraidos sexualmente? ?Seria sexo intergalactico, robotico o vampirico?
    Luka lleva un dia de perros, se ha quedado sin gasolina y ha tenido que dar un largo y ?agradable? paseo (con tacones, sobre la carretera desconchada, malhumorada) hasta la gasolinera, para colmo de males alli se encuentra con un tipo graciosillo que presencia divertido como ella acaba tirada en el suelo lleno de ?fluidos insanos? del aseo. !Que tipo mas majo!

  • El secreto de tu sonrisa (Secretos 1) de Raquelita Gomez

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    Kyle es uno de esos chicos que se enamoran de verdad y aman con todas sus fuerzas. Llega nuevo a la ciudad con su amigo Steve para empezar una nueva vida: la universidad. Lo que el no tenia en mente era encontrarse con ella.
    Ella es una camarera de las que te animan a volver al lugar solo para verla de nuevo. Siempre con una sonrisa en el rostro, esa que le regala todos los dias, esa que se ha vuelto imprescindible para el.
    Lo que el no sabe es todo lo que guarda detras de esa sonrisa. Guarda una vida, una vida que la ha convertido en lo que es, a sonreir al mundo solo porque si. La realidad es muy distinta a lo que ven sus ojos. Y el va a descubrirlo.
    El es un chico curioso. Y ella una chica llena de misterios.

  • Con olor a tinta corriente de Magdalena Zapata

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    Con olor a tinta corriente, retrata los abandonos mas profundos, los amores desviados, la forma mas cotidiana en que los seres humanos se dejan llevar por lo primitivo de sus sentimientos. Por los deseos irrefrenables, el olor de la tinta corriente y lo mejor, por una maravillosa piel sin estrenar.

  • Mision de doble filo de Encarna Magin

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    Olivia Park es una agente secreta de la CIA que recibe la orden de custodiar a un reconocido empresario hasta que declare en el juicio contra su exsocio. Lo que empieza siendo un caso mas se complica cuando Olivia descubre que el testigo protegido es Nick Evans, el hombre que le rompio el corazon en el pasado.