• su fria mirada - Raimundo Ruiz Toca

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    Su Mirada Fria es una novela corta en formato thriller, primera parte de la compilacion El Diablo en los Detalles, y que engancha con un sugerente comienzo, manteniendo la intriga hasta su inesperado e intenso final. Matias Ariza lleva varios dias planeando su fuga del sanatorio mental en el que esta confinado. A pesar de las dificultades planteadas por su medicacion, se ha estado preparando. Sabe que ha llegado el momento de escapar. Mientras que aguarda la ocasion propicia, le hierve la sangre pensando en la que fue su suegra. Ella es una mujer cruel, de familia adinerada, capaz de provocar su encierro y que no ha dejado de acosarlo tras su divorcio. Matias se refiere a ella como la Gran Bruja y su influencia fue la responsable de todas las desgracias que sufrio, venganza tras venganza, hasta arrebatarle finalmente a su hija Natalia. En su intento de huida para recuperar su vida, Matias repasara las circunstancias que lo llevaron a sufrir si situacion actual, pasando por una inesperada y macabra propuesta realizada por un desconocido personaje.

  • Su Fría Mirada (El Diablo en los Detalles nº 1) Versión Kindle

    https://www.amazon.es/Fr%C3%ADa-Mirada-Diablo-los-Detalles-ebook/dp/B07GR88VQF

    Código QR para descargar la app de Kindle. Mirar en el interior de este libro. Su Fría Mirada (El Diablo en los Detalles nº 1) de [Raimundo Ruiz ...

  • Su Fría Mirada (El Diablo en los Detalles) Tapa blanda

    https://www.amazon.es/Fr%C3%ADa-Mirada-Diablo-los-Detalles/dp/1719862249

    Su Fría Mirada (El Diablo en los Detalles) : Ruiz Toca, Raimundo: Amazon.es: Libros.

  • Su Fría Mirada (El Diablo en los Detalles nº 1) - Goodreads

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    5 jun 2019 — Su Fría Mirada book. Read reviews from world's largest community for readers. Matías Ariza lleva varios días planeando su fuga del sanatorio ...

  • Su fria mirada - Raimundo Ruiz Toca - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/su-fria-mirada-raimundo-ruiz-toca/

    En su “gran libro de gestas” había algunas hazañas propias de quedar enmarcadas en las Cruzadas, en la Gran Guerra o en el mismísimo Holocausto. Pero esta vez ...

  • Descargar Su Fría Mirada (PDF y ePub) - Al Dia Libros

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    21 ago 2018 — Libro Su Fría Mirada de Raimundo Ruiz Toca. Desde hace algunos días, Matías Ariza está planeando su fuga del sanatorio mental en el que fue ...

  • Presentado en Baeza el libro "La Mirada Fría De Serafín Garzón

    https://9laloma.tv/noticias/baeza/2021/10/22/presentada-en-baeza-la-mirada-fria-de-serafin-garzon-el-prodigio-de-francisco-torres-fernandez/

    22 oct 2021 — Ayer por la tarde se presentaba en Baeza la novela La Mirada Fría De Serafín Garzón - El Prodigio, de Francisco Torres Fernández, el segundo ...

  • MIRADA FRIA DE SERAFIN GARZON EL PRODIGIO,LA

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    Disponible ahora en Iberlibro.com - ISBN: 9788460886204 - PAPERBACK - Condición del libro: Good - 8460886204.

  • la mirada fría de serafín garzón - francisco torres - Margen ...

    https://www.margenlibros.com/libro/la-mirada-fria-de-serafin-garzon_394162

    LA MIRADA FRÍA DE SERAFÍN GARZÓN. EL PRODIGIO, FRANCISCO TORRES, 16,95€. Un accidente doméstico, provocado por una ... Margen Libros · Búsqueda avanzada.

  • La mirada fría de Serafín Garzón - El viaje - Todos Tus Libros

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    20 nov 2020 — La migración en España contemplada a través de Mirabeles, un pueblo perdido que se integra en la aldea global.

  • El gran dragon negro de Clara Fuertes

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    Escenarios: La ciudad de Praga y el campo de concentracion de Terezin. Una epoca: La Segunda Guerra Mundial. Basada en hechos reales (ficcion historica). “Bajo nuestras ventanas espera paciente el gran dragon negro. Me gusta mirarlo, cuando la luz se refleja sobre su lomo recien pintado de negro. Tambien cuando llega desde Praga, bramando, enfadado, humeando de gris el horizonte. Cuando parte, sin embargo, no soporto su vision, ni el cementerio de vidas que se van, encerradas en vagones, hacinados como animales.

  • Lo eres todo de Fran Moran

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    CERRO los ojos y escucho su voz, como siempre lo hacia cuando la camara se movia de ella a algun invitado o pasaba a algun rollo B de la historia que ella estuviera relatando. El no necesitaba informacion sobre otro tiroteo en alguna escuela, o sobre los gatitos rescatados de un desague. Solo queria saber de ella. Eso era todo lo que veia en las noticias. Eloy Marti. Sus rasgos eran suaves y dulces, acompanados de una cabellera rubia oscura y rizada, que caia hasta sus hombros en suaves ondas. Sus ojos emanaban calidez y empatia. Tenia labios rosados, y sus pechos bajo la elegante y cara blusa lo volvian loco. Cristo, el la queria. Siempre lo habia hecho. Desde aquel dia en la universidad cuando entro en la biblioteca de Harvard y la vio. Con su apariencia, dinero y posicion en el Upper East Side de Nueva York, el podria tener a cualquier mujer que quisiera, y habia tenido bastantes. Pero siempre recordaria esa. La que se le escapo. La chica de la camiseta rosa. Ese dia, la biblioteca estaba tranquila y casi vacia. Ella estaba sola en uno de los pasillos, leyendo. Miro hacia arriba cuando el se acerco. Era una chica pequena, delgada y joven, tal vez de diecisiete, o dieciocho anos. Al mirarlo, le sonrio. A su parecer, era encantadora, no solo bonita, sino dolorosamente hermosa. Tenia grandes ojos de color marron intenso y una calida y amistosa sonrisa. Para ese momento, su cabello colgaba casi hasta su cintura, luciendo suave y un poco desordenado. Ella le habia quitado el aliento. Era la chica que habia estado buscando. Y asi como asi, se habia ido. Una voz detras de el la habia llamado. Ella se despidio con una sonrisa y paso junto a el. En menos de treinta segundos, su vida habia cambiado para siempre. Y ahora ella estaba en su television todas las noches. Pero esta noche, sin embargo, las cosas serian diferentes. Sabia donde encontrarla, y donde llevarla. Su lugar en el campo era aislado y seguro. Ella definitivamente aprenderia a amarlo alli. Abrio los ojos cuando escucho al reportero devolverle el pase a Eloy, y sonrio cuando vio su hermoso rostro de nuevo. Esta noche, querida, esta noche… ELOY CERRO las noticias con una sonrisa y espero hasta que la camara apagara la lucecita para asegurarse de que estuvieran fuera del aire. --Gracias a todos. Sonrio para sus companeros mientras el personal del piso le aplaudia. Era una de las pocas anclas que trataba a todos por igual y siempre habia sido amable y cortes. Eloy se rio de sus aplausos, ignorando a su co-presentador que se quejaba del sonido. Su asistente, Rae, se rio mientras Eloy la levantaba un poco y la hacia girar. --Alguien esta de buen humor. Bajo a su amiga, y volvieron a su camerino. --Puedes apostar a que si. Guido me va a recoger y vamos a tener dos felices semanas de nada mas que sol, mar, arena y divertido sexo sucio. Rae se rio. --No estoy celosa en lo absoluto. Realmente, realmente no. Eloy se rio. --Lo siento, boo. No deberia regodearme, pero Dios, he estado esperando esto desde siempre. --Escucha, te lo mereces. ?Entre tu y yo? Me preocupa que trabajes demasiado. --No --Eloy le sonrio--. Sabes que vivo y respiro las noticias. Escucha, ya que compartimos secretos… cuando regrese, le preguntare a Jack si puedo hacer mas periodismo de investigacion. Me encanta ser ancla, pero tambien extrano estar en el campo. Rae le sonrio. Ella tenia unos cincuenta anos, era afroamericana y la crema y nata de las asistentes personales. Ellas se conocieron hacia ya un ano, y desde entonces eran inseparables. Ahora mismo, charlaba con Eloy, mientras ella se ponia unos jeans y una camiseta, y se preparaba para encontrarse con su novio, Guido Wheeler. Llevaban dos anos juntos, y estaban tan enamorados como siempre. Eloy sabia que el era el indicado, su personalidad divertida y ferozmente inteligente los hacian coincidir en todo lo que hacian. Guido llego poco despues y la beso, permaneciendo ambos en un abrazo prolongado. Le sonrio, y sus ojos marrones oscuros, se volvieron alegres y llenos de emocion. --?Estas lista, nena? --Vamos, guapo. Se tomaron de la mano al salir del edificio hacia la cabina de espera, y no fue hasta que escucho su nombre que Eloy se dio la vuelta para ver al hombre que esperaba detras de ellos. Empezo a sonreir, ya que era su respuesta automatica para los fans que la esperaban fuera del estudio. De pronto, todo parecio ir mas despacio cuando ella vio el arma. Escucho el grito de Guido, oyo un disparo y vio su pecho explotar. Ella grito de rabia cuando el hombre le apunto con el arma, pero aun asi se lanzo sobre el sin pensar en las consecuencias. Sintio tanto dolor, que su vision se volvio negra. Por la manana, en el hospital, despues de horas de cirugia, le dieron la noticia. Guido habia fallecido, y el hombre que lo habia matado se habia escapado, desapareciendo en el frio viento de la noche. Eloy sabia que nunca mas sentiria la calidez de la felicidad, o la sensacion de estar a salvo. CAPITULO UNO UN ANO DESPUES ELOY MARTI DEJO de existir en el momento en que cerro la noticia esa noche con una sonrisa para su publico, seguida de su habitual y alegre despedida. Charlo con Rae como de costumbre, se puso su ropa y le dijo a su amiga que la veria manana. Usando un baston que ya no necesitaba, pero que guardaba para desviar la atencion, salio cojeando hacia la limusina que la esperaba, y entonces, desaparecio. Mientras el auto, conducido por uno de los choferes del FBI, se adentraba en la oscuridad del estado de Nueva York y se dirigia al refugio, la Eloy que todos conocian quedo en el pasado, y en su lugar, nacio Sunday Kemp. En el refugio, su cabello rubio oscuro fue tenido profesionalmente hasta alcanzar un tono marron oscuro que lucia natural, sus ojos marrones fueron cubiertos con lentes de contacto violetas, su nariz perforada, e incluso se hizo un pequeno tatuaje en su muneca. Entonces, el jet privado que la llevaria a su nueva casa estuvo listo, y ella supo que eso seria todo. El ultimo momento de su antigua vida. Dudo una vez mas antes de subir al avion. Sam, su protector, que se habia convertido en un buen amigo durante el ultimo ano, le puso una mano en el hombro. --?Estas bien, Sunday? Sunday. Su nuevo nombre. Lo habia elegido para honrar a Guido, a quien conocio un dia domingo. Kemp era el apellido de soltera de su madre. Cuando perdio a Guido, sintio que de hecho perdio a ambos. Habia sido demasiado doloroso para la familia de el volver a verla, aunque Patricia, la madre de Guido, se habia quedado al lado de Eloy mientras esta se recuperaba del disparo. Tan pronto como fue dada de alta, sin embargo, se quedo sola. Su propia familia, dispersa desde hacia mucho tiempo por el mundo, habia enviado sus condolencias, pero ninguno de ellos la habia visitado. Rae habia sido su familia, y ahora tenia que dejar atras a su unica amiga. Se fue desde Nueva York, el unico hogar que habia conocido, hasta la vida de pueblo en las Rocosas, Colorado. Paso de presentadora de noticias a mecanografa de alguien. Le habian encontrado trabajo con un artista que vivia en el pequeno pueblo cerca de Telluride y ella se reuniria con el el lunes siguiente. Hasta entonces, se instalaria en su nuevo hogar, un pequeno apartamento en la calle principal de la ciudad, en lo alto de las Montanas Rocosas. No habia traido nada de casa, ni siquiera ropa interior, excepto una fotografia de Guido que habia colado en el bolsillo de su chaqueta. El FBI le habia dicho que dejara todo lo que pudiera atarla a su antigua vida. --Todo sera provisto para ti --fue lo que dijeron--. Tienes que dejar tus cosas atras --le dijo Sam gentilmente--. Si apareces en la ciudad con millones en el banco… --Lo entiendo --dijo. El dinero no significaba nada mas para ella que una herramienta para hacer su vida mas conveniente; nunca habia sido una mujer avara. Pero odiaba dejar sus libros, su piano, y sobre todo, a sus amigos y companeros en la estacion. Las amenazas a su vida eran constantes. El, quienquiera que fuera, era implacable y muy sigiloso. Constantemente le enviaba recordatorios de que estaba cerca, que terminaria el trabajo, que le haria pagar por su "traicion". Imbecil. Su intestino se retorcia de la rabia, y a veces deseaba que su acosador mostrara la cara. Aunque la matara, al menos tendria la oportunidad de vengarse. El FBI estaba preocupado, y para cuando la convencieron de la posibilidad de que su atacante fuera alguien conectado a la mafia y que nunca escaparia de el, Eloy, o Sunday, casi se habia resignado a morir joven. El equipo del FBI, y Sam Duarte en particular, finalmente la convencieron de que se protegiera. --Tienes mucha mas vida que vivir --le dijo Sam, un hombre amable de unos cuarenta anos--. Tienes veintiocho anos, carino. Vive. Vive para honrar la memoria de Guido. No podria haberlo dicho de otra manera que pudiera persuadirla. De repente, un ritmo de vida mas lento, y tener tiempo para llorar por Guido, sonaba mas tentador que continuar con su carrera en Nueva York. En el jet privado, Sam le sonrio. --?Estas lista, Sunday? Ella asintio. --Creo que estoy lista, Sam. Gracias por organizar todo esto, en serio. Y el trabajo tambien. Me volveria loco sin algo que hacer. El le dio una palmadita en la mano. --No se mucho sobre tu futuro empleador, excepto que mantiene sus cosas para si mismo. Es muy reservado. --Bien. Se sintio aliviada al oir eso. Sabia que su nuevo jefe tenia una casa grande y esperaba que no se cruzaran tanto y asi tener espacio suficiente para trabajar y pensar. El avion aterrizo en Telluride, y los agentes le dieron las llaves de un todoterreno de segunda mano. Todo era parte del engano, ella lo sabia, pero realmente no le importaba. Era comodo y fiable. En la parte de atras habia maletas llenas con su nuevo guardarropas. Sam se aseguro de que estuviera comoda. --Te seguiremos hasta el nuevo apartamento --le dijo--, pero mantendremos la distancia para no llamar la atencion. Parecera que has llegado por tu cuenta. El lugar esta amueblado, por lo que deberias ser capaz de instalarte rapidamente. Hay un par de bolsas con alimentos basicos en la camioneta. ?Tienes el telefono desechable que te di? Sunday cavo en su bolso y se lo mostro, sacudiendo su mano ligeramente. --Buena chica. Entonces, estare en contacto. Manten eso contigo, pero consigue uno nuevo para usar con tus nuevos amigos aqui.

  • Hechiera de Clara Ann Simons

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    Tras la oscuridad, abro los ojos y me veo rodeada de varios hombres de aspecto fiero, vestidos con extranos atuendos como si se hubiesen escapado de algun documental sobre la Edad Media. La cabeza me da vueltas y apenas soy capaz de mantener el equilibrio. Joder, si esto es un mal sueno seria un buen momento para despertarse. Desenvainan grandes espadas con una rapidez sorprendente, profiriendo gritos amenazantes que apenas soy capaz de comprender hasta que otro hombre, mejor vestido que el resto y sentado en una gran silla de madera, indica levantando una mano que se detengan. --!Explicate!--ordena con voz ronca el hombre que se sienta en la pesada silla. Petrificada, permanezco en silencio por unos instantes, eligiendo bien mis palabras antes de contestar. Una tarea complicada porque ni yo misma se lo que ha ocurrido, asi que dificilmente puedo explicarlo de una manera minimamente coherente. --No creo poder explicar lo sucedido--respondo timidamente mientras coloco detras de mi oreja un rebelde mechon de pelo--caminaba por el bosque y no estoy segura de lo que ha pasado, pero creo que accidentalmente debi cruzar algun tipo de... En ese momento detengo mi explicacion. No solo es cierto que no se lo que ha pasado, sino que si utilizo las palabras "portal a traves del tiempo" estoy segura de que complicare aun mas las cosas. Sin embargo, por mas que mi mente se niegue a admitirlo, es la unica explicacion que encuentro, por disparatado que sea mi razonamiento. Me gustaria que no fuese asi, quisiera pensar que sigo en algun tipo de sueno, aunque ya tardo mucho en despertarme y todo esto me parece demasiado real como para tratarse de una pesadilla. Recuerdo la extrana puerta de piedra que habia encontrado en el bosque entre la neblina, los inexplicables dibujos tallados en su arco que por algun motivo me resultaban familiares y, sobre todo, el sentimiento de asfixia al cruzarla como si alguna fuerza extrana y muy poderosa estuviese estirando mi cuerpo. Y mas tarde, el vacio hasta aparecer en este lugar. Joder, !que estupidez! Los portales a traves del tiempo no existen, son solo un invento de las peliculas de Hollywood y de escritores locos. --?Donde estoy?--pregunto aturdida mientras mi cabeza sigue buscando en vano alguna explicacion que pueda resultar minimamente logica. Los hombres que me rodean se miran unos a otros extranados y la sensacion de panico crece por momentos en mi corazon al escuchar sus fuertes risas. Mi mente empieza a contemplar con mayor detenimiento la posibilidad de haber cruzado realmente un portal temporal a pesar de mis vanos intentos por descartar esa teoria. En ese caso, habria aparecido de improviso en el medio de aquella enorme habitacion como por arte de magia. --?He cruzado esa puerta?--pregunto con un hilo de voz senalando una pesada puerta de madera y forja que se encuentra a mi derecha, provocando una nueva carcajada en aquellos soldados. --No, has aparecido de repente frente a ella--contesta el hombre que se sienta en la gran silla de madera que por momentos parece estar divirtiendose a mi costa. Abro la boca un par de veces para decir algo, pero las palabras se me escapan y todo lo que puedo hacer es quedarme mirando a ese hombre que se acaricia la barba negra mientras me mira entre curioso y entretenido. --?Por que vistes esos extranos ropajes?--pregunta el hombre de pronto rompiendo el incomodo silencio--pareces proceder de tierras distantes. Observo mi ropa; desde luego, mis pantalones vaqueros y la camiseta negra no parecen encajar muy bien con las prendas que visten esas personas, y las zapatillas de deporte menos aun. Al menos, el hombre de la silla ha pedido a los demas que envainen las enormes espadas, con lo que no parece que me consideren una amenaza y eso ayuda a que me tranquilice un poco. --Pareces confusa--exclama el hombre de la pesada silla--empecemos por el principio, estas en presencia de Uther Pendragon, heredero al trono de Camelot y, ?tu eres? --Ana...de...de otro sitio--contesto luchando por sacar las palabras de mi boca ante la sorpresa que me provoca lo que ese hombre acaba de decir. La posibilidad de haber atravesado algun tipo de portal en el tiempo parece cada vez mas real; eso o me he vuelto completamente loca, y no se cual de las dos opciones prefiero. --Muy bien, Ana de otro sitio, quiero que me expliques lo mejor que puedas como has aparecido aqui. Observo que estas confusa, pero no debes temer, no te haremos ningun dano siempre y cuando tus intenciones no representen un peligro para la corona o para el reino. Te ruego que trates de aportar una explicacion, por extrana que te parezca, para que podamos terminar con todo esto cuanto antes--explica el hombre de la pesada silla de madera en tono pausado. --Creo que he atravesado algun tipo de portal o agujero en el tiempo-- admito del tiron cerrando los ojos sin atreverme a mirar su rostro. Para mi sorpresa, Uther Pendragon no parece demasiado asombrado con mi contestacion, simplemente cambia de postura sobre la gran silla de madera y, ladeando la cabeza, prosigue con su interrogatorio. --Y, ?como se supone que has atravesado ese portal o agujero en el tiempo al que haces referencia?--inquiere con calma acariciando de nuevo su barba negra. --Lo cierto es que no lo se, caminaba por el bosque y, de pronto, me encontre con una extrana puerta de piedra con forma de arco que parecia estar rodeada de una inusual neblina. Al detenerme a observar los simbolos grabados sobre las piedras que la formaban, una poderosa fuerza comenzo a tirar de mi cuerpo como si lo estuviese estirando, me vi envuelta en una profunda oscuridad y, de pronto, apareci en esta sala. Supongo que no me crees, ?verdad?--pregunto encogiendome de hombros. Nada mas terminar de hablar, los hombres que me rodean se inquietan y uno de ellos parece acercarse mas a mi con gesto amenazante, hasta que Uther le hace una sena con la mano para que se detenga. --Debes referirte a mi como "su majestad" o "mi senor" y hablarme en modo formal. Asumo que vienes de tierras extranas, Ana de otro sitio, y te lo perdonare por esta vez--explica el heredero al trono sin perder la calma--y ahora, por favor sigue contestando a mi pregunta. --Perdon, su majestad--respondo tragando saliva--como le iba diciendo, me encontre con esa extrana puerta y apareci en este lugar, no comprendo lo que ha pasado, supongo que fue simplemente casualidad. Imagino que si abro esa puerta y la atravieso no volvere a mi hogar, mi senor... su majestad-- pregunto nerviosa senalando la gran puerta de madera y forja que tengo a mi derecha, ante la sonora carcajada de los hombres que me rodean. --Te llevara al pasillo principal del castillo, pero te animo a probar-- bromea ironico el heredero al trono provocando de nuevo las risas en sus secuaces.

  • Villa Vitoria de D.e. Stevenson

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    Cerca de Wandlebury, el pueblo en torno al cual gira la saga de la senorita Buncle y Las cuatro Gracias, hay otro pueblecito, Ashbridge, donde la gente <> y es <>. En las afueras se alza Villa Vitoria, que un capitan mando construir <>. Ahora esta romantica casa de campo es famosa por su jardin florido y por la hospitalidad y buen humor de su residente, Caroline Dering, viuda de un hombre a quien solo se recuerda por su antipatia y fatalismo, y madre de tres hijos.

  • Empezar de cero (Bilogia Dos gotas de agua 1) de Graci Suarez

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    Primera entrega de la bilogia <> de Graci Suarez en la que conoceremos la historia de Alma.

  • Soldada Urbana de Jorge Borges

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    Alicia no lo tenia nada facil.
    Madre ausente.
    Padre alcoholico.
    Y ningun futuro.

  • Llamalo amor de Chloe Santana

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    Llamalo amor incluye dos novelas anteriormente publicadas por separado: Todos los veranos contigo y Nosotros… ?para siempre?

  • La piel intrusa de Yanina Rosenberg

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    En el primer libro de la argentina Yanina Rosenberg, los matices de la literatura fantastica se entreveran sutilmente con una realidad fragil, distorsionada. Todo puede quebrarse en un momento dado y sera en ese instante cuando una madre reniegue de la maternidad, lo monstruoso se confunda con lo domestico o un viaje apunte en todas las direcciones. Estas historias, que sacuden, empujan y tironean hasta la angustia y el misterio de hallar lo desconocido en ellas, sin duda suman a su autora al actual auge del cuento protagonizado por escritoras.

  • El pueblo tras la niebla de Cristian C. Bellot

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    Laura y Fede son una joven pareja que deciden mudarse de Madrid a Luduena, un pequeno pueblo en crecimiento del norte, a pocas semanas del nacimiento de su primera hija. Tras una mala experiencia con un embarazo previo y un reves laboral, afrontan el cambio a un escenario mas tranquilo y con menos presion como un necesario nuevo inicio, confian en que sea el lugar adecuado para criar a la pequena que esta en camino. Para ello contaran con la ayuda de Diego, antiguo companero de universidad de Laura y la persona que les ofrecio la oportunidad del cambio.

  • Enganos Mentiras Verdades (Trilogia completa) de Alina Covalschi

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    Libro 1
    ?Que harias si algun dia descubres que tu propia mujer esta pagando a una persona para que descubra tu infidelidad?
    Clara es una mujer hermosa y con una mirada transparente, capaz de enamorar a cualquiera.
    Su trabajo la mantiene atrapada entre la mentira y la triste realidad. Se vera obligada a permanecer bajo la sombra de las infidelidades pero, ?que pasara cuando su ex novio aparezca de nuevo en su vida?

  • Una Chica del Monton de Clara Montecarlo

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    Hice siempre lo que me decian.
    Estudiar y no meterme en problemas.
    Ser una buena chica.
    Ayudar a los demas....

  • Todo por el jefe de Cynthia Walter

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    Hay momentos en la vida en los que sabes que has metido la pata hasta el fondo. Este, es uno de esos momentos. Estoy en la puerta de un restaurante lujoso esperando a que llegue una modelo de fama internacional con la que he quedado para pasar una agradable velada, pero, mi prometida Sofia Jones esta en este momento delante de mi preguntandome que hago en este lugar cuando se suponia que habia quedado con un inversionista. -Estoy esperandolo, ?no es evidente? -Improviso. -?Por que siempre tienes que desconfiar de mi? -Algo que he aprendido, con el paso de los anos es que la mejor defensa es un buen ataque. -Pues lo esperaremos juntos. -afirma colgandose de mi brazo para marcar el territorio. No es justo que todo el mundo vaya a pensar de mi que soy un mal tipo si ven la escena porque yo jamas le prometi a Sofia un futuro juntos como el que ahora ella me exige, se suponia que ambos teniamos claro que era una especie de acuerdo comercial, pero hace varios anos que parece haberlo olvidado. -Buenas noches, senor Wilson. -Un chico que no se de donde ha salido me saluda. ?Quien es? Va vestido de traje formal y hace que Sofia se sorprenda, aunque el mayor sorprendido soy yo. -Siento el retraso, es una mala zona para aparcar. -dice mientras estrecho su mano. -?Su prometida? -pregunta mirando hacia Sofia. -?De que va todo esto? Me quedo callado porque aunque sea una locura, me beneficia. -Esta usted muy guapa esta noche. ?Se queda a cenar con nosotros? -cuestiona. -No. -Los ojos de Sofia me recorren de arriba abajo avergonzados. -Perdon. -susurra en mi oido antes de irse. -No debi desconfiar. -La veo alejarse sin darme si quiera la vuelta para comprobar que el chico sigue ahi. Miro al cielo, algo ahi arriba debe estar muy de mi parte para haberme salvado de esta. -?Quien eres? -pregunto cuando estoy seguro de que esta suficiente lejos, de hecho, la veo montarse en su coche con chofer. -?Yo? Un mandado. Las senoritas le esperan. -Senala hacia la puerta del restaurante. ?Que senoritas? Entro porque no se si tengo otra opcion. Me indica con un dedo una mesa intima donde me esta esperando Suhan, la modelo. Esta realmente guapa. Voy a caminar hacia alli pero me retiene con una mano. -Le aconsejo pasar primero por aquella otra mesa. -Sigo su dedo hasta ver una cascada de pelo negro cayendo de forma lisa sobre una espalda demasiado recta. Hago lo que me ha dicho por simple y llana curiosidad. ?De que va todo esto? -Buenas noches, senor Wilson. -La chica que me saluda y me ofrece asiento no debe tener mas edad que yo. Sus ojos son verdes y grandes, tanto que casi, en una sitacion como esta, intimidan. -He visto lo que iba a pasar y le he salvado de una masacre. Le dije a la bonita senorita que esperase dentro que tenia unos negocios de ultima hora. Le pedi a un amigo que se hiciese pasar por un hombre de negocios para que su prometida no sospechase. Esta bien eso de llevar la vida que uno quiere, pero deberia ser mas cuidadoso. Si no llego a estar yo aqui... -Lleva una copa hasta sus labios con lo que me parece vino espumoso. -Gracias. -contesto sin mucha conviccion. Nunca me he visto en algo asi y no entiendo exactamente que es lo que busca. -?Puedo devolverle el favor de alguna manera? -?Quiere dinero? Ami me sobra y la gran jugada desde luego lo vale. -Si, +1. -Sonrie y sigue bebiendo. -?+1? No entiendo que quiere decir. -Se muerde el labio y me siento como un animalillo acorralado. -Ya lo entendera y, en ese momento, espero que me devuelva el favor. -Se levanta. Parece una chica corriente vestida de manera demasiado informal para este lugar. ?De donde diablos habra salido? -Que pase una noche agradable. -Al irse su fragancia a vainilla me golpea. ?Quien es esa chica? Aunque tendria que averiguarlo e irme a casa, no estoy dispuesto a renunciar a la gran noche que tenia planeada. Quiza todo el mundo tenga razon y soy demasiado inconsciente para llevar la empresa que llevo. Todo el mundo me conoce y, aun asi, no soy capaz de estarme quieto. ?Que tiene que ver una vida de mujeriego con no saber llevar bien las finanzas de una compania de inversiones? Nada, pero todo el mundo lo mezcla. -Amor, crei que no venias. -Suhan pasa sus largas y delicadas manos por mi pecho alentandome a creer que tendre una noche increible. Con todo lo que ha pasado, lo minimo es que lo sea. !Las nueve! Me despierto en la cama del hotel con dolor de cabeza y esa preciosidad diciendome que no me vaya aun. ?Como no me voy a ir si deberia haber llegado a la oficina hace media hora? Me ducho todo lo rapido que puedo mientras llamo a Andy, mi amigo y companero, para que le diga a todo el mundo, en especial a mi padre y a mi prometida, que estoy en un atasco. La corbata no me queda tan bien como deberia ya que necesito aflojarla para no tener sensacion de ahogo con la resaca del dia anterior. Me he vuelto a pasar de rosca. ?Por que no puedo parar? Porque cuando estoy en mitad de la noche loca la empresa y mi familia me importan bien poco. Son demasiado despotas y cansinos: Hago bien mi trabajo, no tengo por que ser ejemplar. El audi responde a la perfeccion cuando le piso para llegar a las oficinas centricas donde tenemos el consejo de administracion. El aparcacoches no se sorprende ni un poquito de que le lance las llaves. Yo llegando sin tiempo es un habitual. Andy me recibe con cara de situacion y un cafe en la mano. -Se empiezan a impacientar. -Se refiere a mi familia. No entiendo que necesidad hay de que se reuna toda la familia para encontrar una buena secretaria para mi. -Pues que se metan en sus asuntos. -Mi padre y mi prometida quieren que elija a alguien exclusivamente por su curriculum y con la que, ademas, a sus ojos, sea imposible una infidelidad. Como si yo fuese tan idiota de ir a hacerlo justo con alguien que entre en la empresa y me pueda traer quebraderos de cabeza. -Por fin, mi amor, estaba preocupada. -dice Sofia besandome mas de lo que es necesario en la oficina. -Pues ya estoy aqui. -afirmo quitandome de su lado. -?Dejo que empiecen a pasar las candidatas? -Ruth es desde siempre la secretaria de mi padre, pero como el ya apenas pasa tiempo en la empresa, se ha quedado tambien como recursos humanos. Hago un movimiento con la mano indicando que si mientras nos sentamos en la gran mesa horizontal. Parece que las chicas van a pasar por todo un tribunal. -Lo haremos como siempre. Un sistema de puntos. Por cada cosa destacable pondremos un +1. -explica mi padre. ?Un +1? Esa frase me recuerda a anoche y siento que mi pulso se acelera. En cuanto se abren las puertas y veo a las cinco chicas llamadas, confirmo mi sospecha. La chica del restaurante, la que me salvo de que Sofia me pillara, esta aqui. ?Un +1? ?Eso queria decir? ?Ycon que maldita excusa le pongo un +1 sin que todo el mundo me mire raro? Bueno, al menos no me ha pedido que la contrate directamente, solo es un punto mas. Me aflojo aun mas la corbata y solo puedo mirar al techo y rezar porque, al menos, tenga un buen curriculum. Capitulo 2 Maire Tengo los nervios a flor de piel. ?Me quedaria corta al decir +1? Estoy frente a una mesa llena de gente y no se que porcentaje de votos tendra cada uno, ya que, para ser asistente del jefe directivo, no me esperaba este despliegue de efectivos. Confio en mi curriculum, mis estudios y mi juventud, pero las otras candidatas para tambien suficientemente preparadas, de hecho, si no fuera asi no habrian pasado la preseleccion. -Empecemos. -Ruth le dice a la primera de nosotras que se siente y a las demas que nos salgamos para esperar fuera. La chica que ha entrado es rubia, alta y delgada. Desde luego, si ser despampanante va a contar en algo, todas menos yo pueden ir contando con esa puntacion. No es que yo sea fea, es decir, soy una chica normal y corriente. Repaso la ropa que he elegido reafirmando mis motivos. Un pantalon de vestir negro liso y una camisa de botones blanca. Los zapatos de tacon no excesivos, solo para que se vea que soy formal. El pelo lo llevo suelto recien lavado y planchado. He decidido que no necesito maquillaje, no es sinonimo de eficiencia y disposicion inmediata. Yo estoy aqui para trabajar en todo caso no para ligar u otra cosas. uesto -Buenos dias. -Oliver me observa con curiosidad mientras su padre me saluda. -La primera pregunta que tengo para ti es una cosa que me llama mucho la atencion. ?Como es que una chica con tu curriculum busca el puesto de asistente y no uno de direccion? -Bien. Si le contestase lo que pienso me mandarian a volar porque, la verdad es que, los puestos mas altos estan reservados para los enchufes que, normalmente son amigotes y amantes. Estupendo. -He estado como asistente de los empresarios mas importantes del pais porque creo que el camino del aprendizaje es lo que marcara mi futuro. -Si me dejasen tener un futuro porque, en cuanto ven que es insostenible dado mi trabajo tenerme como secretaria, me despiden en vez de ascenderme que seria lo suyo. Tambien es verdad que si fuese rubia, alta y con piernas infinitas no tendria tantos problemas. -A mi me parece ideal. -Sofia, la prometida de Oliver, esta apuntando algo en su cuaderno. Al menos se que su puntuacion sera positiva ya que no imagina a su queridisimo enganandole con una asistente como yo. -?Tiene disponibilidad completa? -Si. -contesto escuetamente. -Tengo que hablar con mi hijo, si me disculpais. Puede esperar fuera con las demas. -dice el padre. Salgo algo nerviosa y me siento a esperar. No ha salido como habia planeado exactamente. Repiqueteo con el pie en el suelo. No me van a dar el maldito puesto. Lo se por la cara que pone al salir despues de hablar con su padre. ?Que hago? ?Montar el pollo me servira de algo? No creo. Entra, precisamente ahora, la modelo de ayer noche en escena. Viene con una chaqueta en la mano y desfila hacia el jefe con las caderas contoneandose. !Que huevos le echa la tia!

  • Piso compartido de Charlotte Wallace

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    PERO, ?por que tengo que ser yo? --Porque eres el mas indicado para hacerlo. --Que se encargue Nico. O mejor aun, Salvador. A Nicolai se le da muy bien ese tipo de trabajitos. --He dicho que lo haras tu y no hay nada mas que discutir. --Pero padre, yo…--dejo inconclusa la frase en cuanto vio que su padre se levantaba rapido del sillon. --!Enrico!--su fuerte voz infundia respeto cada vez que pronunciaba un nombre--Iras tu, te comportaras como una persona normal, compartiras el piso con ellos y conseguiras lo que necesito. Y cuando llegue el momento ya te dire yo lo que tendras que hacer. ?Entendido? --Entendido, padre. Enrico asintio a la vez con la cabeza y se giro para dirigirse a la puerta del salon. Mientras avanzaba escucho como el sillon de piel recibia de nuevo a su dueno. Era consciente de que solo el podia extralimitarse algo con el senor Vaccarezza, pero un poco nada mas. De haber sido otro el que le hubiera contestado de aquella manera, el asunto no habria terminado tan bien. En el hall de entrada le esperaba Nico, apoyado en una de las columnas de marmol y con las piernas cruzadas. --Te dije que perdias el tiempo, cuando tu padre decide algo, de nada sirve que digas nada--dijo con una media sonrisa cuando Enrico estaba a un par de metros de el. --Lo se, pero debia intentarlo. --Tampoco es el fin del mundo. Un trabajo sencillo, seran como unas vacaciones para ti. --?Vacaciones?--Enrico miro fijamente a Nico--tengo que irme a vivir de alquiler en un barrio de clase media, y encima compartirlo con tres personas mas... ?Eso son vacaciones para ti? --Vamos, Rico, tampoco te vendra mal que vivas una temporada con la gente normal. Seguro que aprenderas muchas cosas. Ademas, recuerda que tu tienes parte de culpa en todo esto, asi que ahora no te quejes. --!No me jodas, Nico! --Sera mejor que te lo tomes con filosofia, de todos modos tendras que hacerlo--dijo con ironia--Tu padre lo tiene todo preparado. Las cosas estan en el coche. Cambiate de ropa y por el camino te explico los detalles. * * * --!Nico!--grito desde la planta superior. El reclamado cerro los ojos y suspiro profundo antes de subir a ver que le pasaba al chico.--?En serio tengo que ir con esta pinta? Cuando Nico entro en la habitacion vio a Rico sosteniendo en cada mano una percha con ropa, unos vaqueros y una camisa de cuadros. --Tienes que entender que no puedes ser un tio que se va a compartir piso y que vista con trajes de Armani todos los dias. --?Y por que no? --Porque no tiene sentido, tienes que hacerte pasar por una persona de a pie de calle. Lo sabes, asi que deja de comportarte como un nino pequeno y vamonos ya, al final se nos hara tarde. --!Dios! Esta bien, me pongo estos harapos y nos largamos. --Te espero abajo, no tardes. --Vale, vale, que ya voy. Veinte minutos despues Nico vio como aparecia Enrico por la parte de arriba de las escaleras. <>, mascullo en voz baja mientras bajaba. --Estoy listo--dijo dando una vuelta sobre si mismo para mostrarle a Nico el resultado de su transformacion. --Estas muy guapo, Rico--contesto a la vez que soltaba una gran risotada. --Lo se. Fuera esperaba el coche de Nico, un cuidado Opel Calibra en color negro metalizado al que trataba como si fuese parte de su familia. --?En tu coche?--pregunto Enrico--?Por que no vamos en el mio? --Porque...--Nico suspiro de nuevo--. Asi vestido no pega nada en absoluto que salgas de un Ferrari. --Muy gracioso, hoy estas muy gracioso. A los diez minutos de viaje en silencio y con la unica compania de un disco de Neil Diamond, Nico tomo de nuevo la palabra. --Compartiras piso con esas tres personas, consigue la informacion cuanto antes. Ponte las pilas y no te duermas en los laureles. Se profesional, ?entendido? --Tranquilo, tio. Sabes que lo hago todo bien. --Eso espero, o tu padre se mosqueara mucho. --No te preocupes, de verdad--hizo una pausa para sacar pecho--Ya me conoces con las mujeres, ninguna se me resiste. --Mas te vale--dijo Nico moviendo la cabeza levemente--Trabajas como programador de aplicaciones para moviles en la empresa Tecno-Six, y llevas trabajando ahi desde hace tres meses, ?de acuerdo? --Bueno, preferiria otra tapadera, algo con mas glamur, pero en fin, tu mandas. --Intenta hablar lo justo acerca del trabajo. Evita el tema y cambia de conversacion en cuanto puedas. --Evadir tema. Tomo nota. --Intenta ser educado y comportarte como una persona normal. --?Que? ?Que insinuas? --No insinuo nada, solo digo que no te comportes como siempre. --Ah, y segun tu, ?como me comporto siempre? --Como un capullo, Rico, como un capullo. --Un dia de estos me voy a hartar de tus desconsideraciones, y entonces... --Y entonces nada--dijo Nico poniendose serio y lanzando su mirada "atraviesa almas", como solia decir Enrico. --?Has pensado ya a que vas a dedicar esas horas en las que tienes que estar fuera? --?Que quieres decir?--pregunto extranado. --Hablo de las cuatro horas en las que se supone que estaras trabajando. --Ah, pues habia pensado buscar algun gimnasio por alli y al menos aprovecho el tiempo. --Pero que sea alejado del barrio, no te arriesgues a que te descubran, ?vale? --No te preocupes. Enrico iba mirando por la ventanilla del coche durante buena parte del trayecto que le llevaria a su nuevo barrio, a su nuevo "hogar". Nunca le agrado demasiado aquella ciudad, de hecho, no le gustaba ninguna. Preferia vivir en la gran casa familiar, apartada de todo, o en su defecto, en la bonita casa de la playa. Por fin llegaron al que seria su nuevo vecindario. Parecia tranquilo, demasiado, y Enrico lo achaco a que no estaba en pleno centro sino en la periferia. Era un barrio de clase media, ocupado en su mayoria por trabajadores no cualificados y estudiantes. Nico giro hacia una calle en la que rezaba un cartel de "sin salida". Supuso que habian llegado. Detuvo el auto frente a un viejo edificio de ladrillo visto pero pintado de blanco, o mas bien en un tono grisaceo por el paso del tiempo. --?Es aqui?--pregunto Enrico. --Aqui es--le respondio Nico--Es ese edifico blanco, el del porton color burdeos. --Esto es deprimente, de verdad. --No sigas quejandote. Por mas que lo hagas la situacion no va a cambiar. Adaptate cuanto antes y todo sera mas facil. Enrico suspiro y abrio la puerta del coche. Nico hizo lo propio y se dirigio a la parte trasera del vehiculo para abrir el maletero. Saco una maleta de gran tamano y algo raido y la dejo en la acera. --Esa no es mi maleta. --Ya empezamos de nuevo--le rino Nico--.Ya lo hemos hablado antes, acostumbrate a tu nuevo papel, y hazlo rapido. Tus maletas de Gucci no son bienvenidas en este barrio. --!Esta bien!--refunfuno Enrico--Lo habia olvidado. Esto va a ser un infierno, tio. --Si, pero tu eres un machote--Nico le dio un golpecito en el brazo con el puno y le entrego un manojo de llaves--. Aqui tienes, es el 5oB. Y lo que necesites, ya sabes mi numero. --Vale, colega--le devolvio el golpe a Nico y echo a caminar hacia la puerta tirando de la maleta--. Nos vemos. Nico se despidio con un leve movimiento de su mano y subio a su coche. En cuanto Enrico desaparecio tras la puerta, arranco el motor y se marcho de alli. El porton se cerro tras el. La entrada era mas pequena de lo que habia imaginado, habia varias puertas metalicas donde ponia mantenimiento y unas estrechas escaleras. --!Vamos! !No me jodas!--se dijo a si mismo en voz alta--. !Maldita sea! Miraba fijamente hacia las escaleras. No habia nada mas en aquella especie de habitaculo claustrofobico. Era un viejo edificio sin ascensor, y Nico se lo habia callado, y dijo 5oB. Cinco plantas le separaban de su destino. A el y a su maleta. Peldano a peldano se fue acercando a su planta. Mas de una vez se congratulo de ser un fanatico del ejercicio, el estar en forma y las innumerables horas de gimnasio le venian muy bien ahora. Al llegar frente a la puerta cogio el llavero, advirtio que le quedaban tres llaves que aun no habia usado. <>, penso. <>.

  • Tu eres mi estrella de Sophie Saint Rose

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    Donatella Simmons quiere realizar el deseo de su abuela y para ello hara lo que haga falta, aunque tenga que lidiar con Brad Adkinson, un director de cine de mal caracter que esta en contra del proyecto desde el principio, haciendole la vida imposible…

  • Reinventando a Bella Style de Vanessa Hernando

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    Cuando despierto no tengo muy claro donde estoy ni que ha pasado. El gotero que tengo enchufado al brazo y las maquinas que pitan a mi alrededor me dan una pista. Y el ligero hormigueo y la escayola de la pierna confirman mis sospechas. Hace solo tres dias estaba en el despacho de mi madre intentando organizar mi boda con el amor de mi vida y probando un coche espectacular y, ahora, desde esta cama en el hospital, lo unico que tengo claro es que me quedan por delante meses de recuperacion y que tengo que buscar la manera de seguir trabajando en este estado desastroso. Nadie dijo que ser influencer fuera facil...

  • Mis pensamientos por tu silencio de Henar De Andres Miguelsanz

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    Perder a alguien puede significar perdernos a nosotros mismos, dejar de buscar cualquier cosa porque todo se esconde en el dolor y es tan dificil salir de alli. Todo se ve tan oscuro… Tenemos tanto miedo que nos abrazamos a la tristeza como si esta pudiera ser nuestra unica salvadora. Y nos equivocamos. Llevamos toda la vida cometiendo errores porque creemos que todos y cada uno de los dias hay examen. Nos sentimos culpables por no haber podido hacer mas cuando quizas deberiamos haber hecho otra cosa. Nunca se sabe. Nunca nadie sabe nada. Y por eso, seguimos sorprendiendonos. Un dia, de repente, estamos fuera de todo eso que hablamos al principio. Esa persona que amabamos sigue sin estar, pero nosotros hemos vuelto. Quiza con ayuda de alguien. Quiza estemos dispuestos a arriesgarnos de nuevo y correr el peligro de perder a otro a alguien. Quiza, entonces, nos queramos, el uno al otro y a nosotros mismos.

  • El peon del Rey: La secta de los banqueros de Alma Sampedro

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    La vida de Sofia parece haber firmado un pacto con el destino tras haber sobrevivido a las peores semanas de su vida y haberse comprometido con el hombre de sus suenos. Pero su universo dara un dramatico giro de ciento ochenta grados al escuchar una enigmatica y demoledora conversacion privada entre su hermana y su prometido.

  • Un pasado incierto de Tierra Salvaje

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    Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproduccion total o parcial de este libro, por cualquier medio electronico o mecanico, sin la autorizacion previa y por escrito del autor. Capitulo 1: El despertar El sonido de aquellas voces me desperto. Llegaban de lejos y hablaban en voz baja. Intente abrir los ojos, pero un intenso dolor me sacudio la cabeza y atraveso todo mi cuerpo. Deje que el dolor campara a sus anchas por mi interior y me abandone a su suerte. Me concentre en las voces que ahora escuchaba con mayor claridad, no se si porque habian subido el tono o porque mi oido se habia agudizado, al estar ahora mas atento que antes. Eran dos, un hombre y una mujer. --Mire, senora --dijo el, con voz viril, formando en mi mente difusa el retrato de un hombre entrado en anos-- todavia es pronto para saber el alcance del accidente y sus posibles secuelas. Lo unico que sabemos en este momento con certeza es que tiene dos costillas rotas, el femur fracturado y distintas contusiones, pero lo que mas preocupa es conocer el alcance de los danos cerebrales y su tratamiento. --Doctor, el y yo no estamos casados, al menos por el momento --dijo la voz femenina, sin duda perteneciente a una chica joven-- ?se va a poner bien? ?Por que no despierta? --Vera --continuo la voz del que debia ser el doctor-- como le estaba diciendo, su novio ha recibido un fuerte impacto en la cabeza. Tiene varias contusiones y hematomas, y hasta que no despierte no podemos conocer en que estado esta su cerebro. De momento, el hecho de que no despierte no es alarmante. Sus constantes vitales son estables, es un joven fuerte, y no dudo que acabara despertando. --Pero es que lleva asi dos dias... --dijo ella en un tono que mostraba su evidente preocupacion. --Conozco casos en que han estado mucho mas tiempo y han despertado sin secuelas ni complicaciones --intento calmarla-- no digo que sea el caso... ojala fuera asi. Lo unico que quiero hacerle entender es que el cerebro es un organo complejo, de dificil diagnostico y, aunque las primeras pruebas no hayan detectado nada preocupante, hasta que el paciente no despierte no podemos estar seguros. Hay que tener paciencia. --Ya... --dijo ella resignada-- al menos esta vivo... cuando vi el estado en que habia quedado el coche pense que lo habia perdido para siempre...No sabe la angustia que pase hasta que alguien me confirmo que seguia con vida, que aun lo tenia a mi lado. --No se angustie y sea paciente --dijo el doctor con voz condescendiente-- en este caso hay suficientes motivos para creer en una pronta recuperacion. Intui que debian hablar de mi. ?Llevaba dos dias dormido? ?Habia tenido un accidente de coche? ?Por que no podia moverme? ?Y quien era esa chica a la que el doctor trataba como si fuera mi novia? Note a mi lado otra presencia, alguien que se movia al lado de donde estaba tendido. De eso si estaba seguro, estaba tumbado y supuse que en una cama. Como habia escuchado estaba en un hospital. La presencia se acerco a mi y toco mi brazo, moviendo algo que tenia clavado en mi piel, provocando un leve gemido de protesta por mi parte y que moviera levemente mi mano tratando de apartarla de aquella nueva fuente de dolor. --Doctor --dijo al instante otra voz, esta mucho mas cercana-- se acaba de mover... Pasos acercandose, unos dedos palpandome y, de pronto, una luz cegadora directa a los ojos. De nuevo, me agite intentando huir y moviendo al parecer mi cabeza. Aquellos parecieron apiadarse de mi y me abandonaron momentaneamente, reiniciando la exploracion en zonas menos dolorosas para mi. --?Lo ve? --dijo con alegria aquel hombre-- ya le dije que despertaria... --Si... --dijo la voz femenina entre sollozos-- gracias doctor... --No me de las gracias todavia --le respondio el-- tenemos que ir paso a paso... ver si hay secuelas, hacer mas pruebas y, luego, si todo va bien, empezar la recuperacion, pero ahora dejemosle descansar. Las voces se alejaron, un ligero pinchazo en el brazo y el dolor empezo a remitir sumiendome de nuevo en un profundo sueno. No se el tiempo que permaneci inconsciente, dormido o lo que fuera el estado en que me encontraba. Solo se que, cuando me desperte de nuevo, esta vez si pude abrir los ojos sin sentir aquel dolor atroz que me lo habia impedido la primera vez. Seguia habiendo dolor, pero algo mas leve, mas llevadero... Un falso techo aderezado de varios focos que alumbraban la habitacion fue lo primero que vi. Intente mover la cabeza y, para mi sorpresa, consegui hacerlo. Paredes blancas, una butaca al lado de la cama donde, como ya habia adivinado, me encontraba tumbado y una mesita al lado donde se hacinaban varios objetos a los que no dedique una mirada mas escrutadora. Al pie de la cama, mi pierna colgaba de un anclaje y de mi mano salian varios cables y tubos conectados a maquinas varias que pitaban de forma ritmica y constante. Definitivamente, estaba en un hospital. Habia abierto los ojos y movido la cabeza, lo siguiente fue probar mis dedos y luego la mano. De momento todo bien. El brazo tambien consegui levantarlo y la pierna, la buena, tambien respondio a las ordenes de mi cerebro. Senti un profundo alivio, al parecer todo respondia como debia y no me habian quedado secuelas... al menos hasta donde llegaba mi alcance. --Vaya, veo que estas despierto de nuevo... --dijo una voz entrando por la puerta de la habitacion-- parece que tienes mejor cara... Era la enfermera, la misma que estaba en la estancia la ultima vez que me habia despertado. No respondi, tampoco sabia si podia ya que aun no lo habia intentado. Pero ella no necesitaba respuesta alguna para seguir hablando. --Vamos a ver como esta todo esto... --dijo comprobando los cables y las constantes-- ya veras que alegria le vas a dar a Sara cuando te vea asi... lo ha pasado tan mal la pobre... ?Quien era Sara? Pense mientras miraba a aquella enfermera de cabello negro recogido en una coleta agacharse, dandome una vision privilegiada de su culo embutido en aquellos pantalones blancos donde se marcaba a la perfeccion su ropa interior. --Dentro de un rato vendra y podreis estar un rato juntos que seguro que la has echado de menos --dijo levantandose e inclinandose sobre mi para comprobar el vendaje que cubria mi pecho, dandome ahora una panoramica de sus pechos que, sin ser muy grandes, eran bastante proporcionados a su pequena figura-- a ver por aqui... Y para mi sorpresa, me quito la sabana hasta un poco mas debajo de mi entrepierna, dejando al descubierto mis partes mas intimas. --Daniel, Daniel, Daniel... --dijo mientras alargaba su mano y acariciaba mi miembro completamente flacido-- menudo descubrimiento... Su dedo recorrio la longitud de mi miembro, provocandome un cosquilleo en toda la zona y provocandome sentimientos encontrados: alivio al notar que aquella zona parecia responder a los estimulos de aquella enfermera, pero tambien sorpresa, porque para nada me hubiera esperado algo asi. Y, finalmente, enfado. ?Quien cono se creia esa enfermera para tomarse esa libertad? --Lastima que no tengamos tiempo para seguir jugando un ratito mas... --dijo mientras tras una ultima pasada a mi miembro volvia a cubrirme con la sabana. Yo no entendia nada de lo que acababa de pasar, pero, por suerte o por desgracia, no tuve tiempo de darle muchas vueltas al asunto ya que la puerta volvio a abrirse y aparecio una chica que supuse debia de ser la que hablaba con el doctor, no se si hacia unas horas o quizas dias. Habia perdido la nocion del tiempo. --Hola Sara --saludo la enfermera-- mira quien se ha despertado... --!Daniel! --grito contenta aquella tal Sara que vino hacia mi-- no sabes lo preocupada que he estado por ti... por un momento me temi lo peor... crei haberte perdido para siempre, que nunca volveria a tenerte entre mis brazos...

  • Amor por destino 2 de Sophie Saint Rose

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    Jenny bajo de su ranchera y dio un portazo. Gimio cuando la manilla cayo al suelo y resignada se agacho para recogerla. --Estupendo --siseo intentando colocarla de nuevo, pero al parecer esa vez no habia suerte y algo se habia salido de su sitio. La tiro a traves de la ventanilla abierta y suspirando se paso el dorso de la mano por la frente apartando un mechon rubio platino. Hacia un calor espantoso--. Mierda de dia. --A traves de las ventanillas sus ojos azules vieron el rostro de Bob Bentley en la acera y se le corto el aliento agachandose de golpe. Gimio al ver sus zapatillas desgastadas. Estaba hecha una pena, asi que agachada fue hasta el final de la camioneta intentando que no la viera. Su risa le llamo la atencion y se incorporo poco a poco para ver como hablaba con una morena guapisima que reconocio enseguida porque habia ido con ella al instituto. Gruno porque Alison Reidy era muy simpatica y agradable. Ademas su padre era el dueno del concesionario y tenia dinero. Seria una buena novia para Bob, que era el hermano del dueno del rancho mas grande del condado. Desde alli vio como le guinaba un ojo antes de alejarse y como ella se le quedaba mirando antes de suspirar. Estaba loca por el y no era para menos porque no solo era guapo, era un buen hombre y siempre estaba dispuesto a echar una mano. Muchos le llamaban oso porque era enorme. Media uno noventa y gracias a su trabajo con el ganado tenia buenos musculos. Mas de uno se habia arrepentido de meterse con los Bentley despues de enfrentarse a Bob o a su hermano Marc. Eran los duenos de la zona y hasta que su hermano se habia casado hacia unos meses con su mejor amiga, eran los solteros mas cotizados por cualquier femina a cien kilometros a la redonda. Suspiro recordando sus ojos grises y su sonrisa socarrona cuando alguien carraspeo tras ella sobresaltandola. Se volvio de golpe para ver ante ella a su mejor amiga acariciando su voluminoso vientre de siete meses. Megan divertida levanto sus cejas pelirrojas sin quitarle sus preciosos ojos verdes de encima. --?Que haces? --Oh... Nada. --Se incorporo. --Es que le he hecho otro rayon a la camioneta. Su amiga vio su machacado vehiculo que tenia rayones por todos lados e incluso un abollon en la defensa. --Si quieres... --Ni se te ocurra decirlo, Megan. Ya has hecho bastante. --Puedo hacer mucho mas y lo sabes. --?Como esta Marc? --pregunto para que cambiara de tema. --Esta bien. Algo nervioso con la llegada de nuestro primer retono. Ya no me deja salir de casa sola por si tengo un frenazo y mi barriga choca contra el volante. Me ha traido Bob. --Sonrio maliciosa. --?Le has visto? --?Yo? No --dijo haciendose la tonta--. Bueno, me voy a comprar que necesito... -- Penso rapidamente. --Compresas. --Creo que he llegado en mal momento a esta conversacion. --Jenny gimio por lo bajo y se volvio para encontrarse a Bob tras ella con una sonrisa en el rostro. --Hola, Jenny... Su voz la estremecio de arriba abajo y sonrojada susurro --Hola, Bob. El se aparto el sombrero texano de la frente mostrando el principio de su cabello negro. -- ?Que tal? ?Como van las cosas por el rancho? --Muy bien, desde que Megan se encarga van muy bien, gracias. --Yo no me encargo. Solo te he prestado a cinco de mis chicos. Jenny chasqueo la lengua. --Miente como una bellaca. Esta todo el dia diciendome lo que tengo que hacer. Su amiga jadeo mientras Bob sonreia aun mas. --?Y que tal tu padre? Hablar de el la avergonzaba un poco. --Mucho mejor, gracias. Si todo va bien en un mes podra venir los fines de semana. --Eso es estupendo --dijo Megan alegrandose por ella. --Me han llamado esta manana, por eso no te lo habia dicho. --Sonrio mirando a su amiga. --Y se que te alegras. Gracias. --Mucho, me alegro mucho por ti. Jenny sonrio mirando de reojo a Bob y se hizo un silencio que le resulto muy incomodo. -- Bueno, debo irme. Tengo algo de prisa. --?Por que no vienes a cenar esta noche al rancho? --pregunto su amiga tan amable como siempre para que no se sintiera sola en su casa--. Asi te ensenare lo que me ha comprado Alice. Esta como loca con el nacimiento de su primera biznieta. --Oh, me encantaria, pero esta noche no puedo. Te llamo, ?vale? --dijo antes de salir casi corriendo. Megan confundida la vio alejarse. --Que raro. ?Que puede tener que hacer? --Desde que regreso de la universidad para cuidar a su padre esta muy rara. Y conmigo ni te cuento. Como si fuera tonta miro a su cunado interrogante. --?Y eso por que? --No tengo ni idea --dijo molesto--. Pero es verme y parece que le ha comido la lengua el gato. Debo caerle mal o algo. Ni idea --dijo como si le importara poco. La miro de arriba abajo--. ?No has comprado nada? --Esta en la camioneta. --Megan, como Marc se entere de que has cargado pesos, me rompe las piernas. --Por eso no se lo vas a contar. Sobre Jenny... --Bah, igual son imaginaciones mias. Cuando su padre se emborrachaba todos los dias se volvio rara con todo el mundo. ?Nos vamos? Tengo mil cosas que hacer en el rancho. Preocupada camino a su lado hasta su camioneta negra y su cunado le abrio la puerta como todo un caballero. --No es rara. Paso un mal momento --dijo subiendose y poniendose comoda. Bob chasqueo la lengua cerrando la puerta. Cuando se sento a su lado y arranco el motor ella pregunto --?Por que piensas que es rara? --Mira, antes de irse a Nueva York no es que la conociera mucho, era una cria. La veia contigo de vez en cuando y nunca fue de hablar demasiado, ?pero despues de que muriera su madre y tuviera que regresar de la universidad por el alcoholismo de su padre...? Ya no abria la boca. Y no es lo que opino yo. Mucha gente piensa que es algo rara. Megan jadeo llevandose la mano al pecho. --No puede ser. Pero si es un amor. Intento cuidar al senor Parker y abandono una carrera que le apasionaba... --Pues sera un amor contigo y con su padre, pero con los demas es hosca y muy seca. --?De veras? --La ultima vez que hable con ella fue poco despues de tu boda. Una manana me la encontre en el banco. Coincidi tras ella en la cola. Intente ser amable, pero solo me respondia con monosilabos y estuvimos alli media hora. Me miraba como si quisiera salir corriendo y te juro que hubo momentos en que me senti como un pesado de primera. Megan no salia de su asombro. --Marc dice que se avergonzaba por la situacion que estaba pasando. Se quedaron en la ruina y encima su padre no dejaba de beber... Para ella que era tan buena estudiante y que sonaba con ser el medico del pueblo, tuvo que ser un shock con todo lo que habia trabajado. Siempre odio el rancho. --Miro la carretera. --Me gustaria poder ayudarla mas. --Si no hubiera sido por ti lo hubieran perdido todo. Tu pagaste sus deudas y le prestas a tus vaqueros para que la ayuden en el rancho. Has hecho muchisimo mas que nadie. --Es lo que hacen los amigos. Bob la miro de reojo. --Pues solo a ti te considera su amiga. Asi que supongo que dio gracias a Dios porque regresaras con tu gente. --?Por que dices eso? --pregunto extranada. --Venga Megan, ?no te has dado cuenta? No tiene mas amigos que tu en la ciudad. No se relaciona con nadie. Cuando murio su madre muchos quisieron ayudarla al ser conscientes de su situacion y la situacion de su padre. Les rechazo a todos. Y debo decir que algunos de muy malas maneras. --No me lo puedo creer. Jenny siempre es muy agradable. --Marc y yo fuimos a verla un dia que tuvo que sacar a su padre del calabozo por una bronca en un bar. Tu marido le ofrecio nuestra ayuda, incluso con el rancho a pesar de que en ese momento teniamos muchisimo trabajo. ?Y que le dijo ella? Que se arreglaba muy bien sola y que no necesitaba la ayuda de los Bentley. Casi nos echa del rancho a patadas. Megan se sonrojo. --Eso debio ser porque yo me habia enfadado con Marc. Siempre ha sido una amiga fiel y eso que necesitaba vuestra ayuda. --Bob gruno entrando en el rancho y ella vio que estaba molesto. --Ahora todo mejorara. El rancho empezara a dar dinero de nuevo y cuando su padre se encargue del trabajo otra vez, podra volver a estudiar. De eso me encargo yo, vaya que si --dijo tozuda--. Con lo lista que es, no puede llevar el rancho.

  • Ni contigo ni sin ti de Lorraine Coco

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    La primera vez que Lauren Weaver poso su incendiaria mirada verde en Kenneth O'Brien, este estaba bajo su ventana, con la misma cara que ponia Neo, su Golden Retriever, cuando atacaba el plato del beicon del desayuno a traicion y lo pillaban infraganti. No le importo que pareciera realmente afligido, ni que el flequillo le cayese sobre la frente de lado, como a Zac Efron en los carteles a doble pagina que tenia colgados en las paredes de su cuarto. Tampoco que sus preciosos ojos castanos implorasen piedad. Ella estaba furiosa y el iba a recibir toda su ira.Sin duda no fue la ultima vez que esto pasaria, porque cuando conoces a tu gran amor a los once anos, y este es tu vecino y el mejor amigo de tu hermano, tu vida se convierte en una montana rusa de la que no sabes si quieres o puedes bajarte. Pero cada subida es tan divertida, cada bajada tan emocionante, y cada giro tan inesperado y excitante, que... ?quien podria resistirse?

  • El arcangel de luz de Raquel Cruz

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    ?Que pasaria si un dia descubres que no eres quien crees ser? ?Como aceptarias que tu destino no es el que con esfuerzo habias proyectado?
    Dana es periodista, intrepida, rebelde e insolente. Y su unico proposito es ganar el juicio contra el hombre que quiso asesinarla.
    Abel Rumsfeld es el abogado de la defensa y el ser mas perverso sobre la faz de la Tierra. No dudara en usar todo su poder para salirse con la suya.
    La rivalidad y la animadversion saltaran enseguida entre ellos. Pero las circunstancias se sucederan y la hostilidad se convertira en otra clase de sentimientos mucho mas intensos.
    Hasta que Dana descubre una verdad que amenaza con poner en jaque el mundo de los humanos.

  • Intimidad improvisada de Maximo Huerta

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    A lo largo de los ultimos anos Maximo Huerta ha ido escribiendo casi a diario articulos, greguerias, fogonazos que abordan desde su particular optica nuestro mundo, lo mas palpable de nuestros dias. Y lo hace aplicando sus dotes de observador para hablar acerca de nuestras costumbres y manias, nuestros suenos y frustraciones, tambien de nuestras formas de soportar (o rechazar) las esclavitudes de la vida moderna: el movil, el gimnasio, las redes, la TV, el control de calorias, los tatuajes..., acercandonos su parecer sobre los grandes temas y los pequenos, que a todos nos (pre)ocupan, nos divierten y nos fastidian.

  • No manipuleis el feminismo de Ana Bernal Trivino

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    La reaccion patriarcal esta aqui. En plena cuarta ola feminista, el machismo ataca de forma contundente. Para conseguirlo se vale de un arma potente: la informacion y el lenguaje. En una etapa donde la desinformacion esta a la orden del dia, este libro repasa cada una de esas frases que escuchamos en los medios de comunicacion y en conversaciones cotidianas con el unico fin de confundir y danar los logros conseguidos por las mujeres. Frente a las mentiras sobre el feminismo, la unica solucion es verificar y contrastar con las leyes, los datos y las raices del propio movimiento. Es esta una obra basica para separar lo falso de lo verdadero, romper tabues, desmentir bulos, estar alerta frente al machismo e identificar cuando nos enganan. En definitiva, conocer de donde venimos para saber como afrontar las amenazas a los derechos de las mujeres y sus desafios.

  • Gente que conoci en los suenos de Luis Mateo Diez

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    Las cuatro historias de Gente que conoci en los suenos, libro inedito del escritor leones Luis Mateo Diez, tienen el comun denominador de una mezcla de irrealidad y fantasmagoria y, en tal sentido, algunas secretas revelaciones de lo que nos sucede e inquieta mas alla de la vigilia, donde existen habitantes que se nos pueden aparecer, ademas de ser como nosotros mismos.

  • La debilidad de Alec (Hermanos MacLeod 2) de Jane Mackenna

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    No se exactamente cuanto tiempo ha trascurrido desde mi llegada a Dunvegan. No siento tristeza ni melancolia porque eche de menos a mi antiguo clan, jamas me senti parte de el. Aquellas tierras parecian estar malditas, todo era frio y oscuro, sin vida. Muy distinto de las de los MacLeod. Si Ian creia que enviandome lejos conseguiria olvidar el infierno que me hicieron pasar su padre y su hermano, estaba muy equivocado. No hay noche que no tenga pesadillas en las que revivo una y otra vez aquella tortura; despierto llorando, temblando y gritando. Soy incluso capaz de percibir el dolor que senti cuando me arrebataron la inocencia, el asco que me embargo, e incluso puedo volver a olerlos en mi cuerpo. Nadie viene a socorrerme en medio de la noche. Solo Ian parecia comprenderme por completo, pues fue obligado a ver mi humillacion. Lucho con unas y dientes para liberarse de sus captores y ayudarme, mas no pudo hacerlo. El cree que lo culpo, que lo desprecio, sin embargo, no es asi. Puede que haya dejado de amarlo, porque ese dia no solo perdi mi inocencia, tambien me arrebataron la capacidad de sentir. Ya no soy capaz de querer a nadie, ni siquiera soporto estar rodeada de mucha gente. Los MacLeod han sido generosos y pacientes conmigo, sobre todo, mi senora. En Rosslyn veo mucho de Ian, quien me conto que nunca estuvieron muy unidos por culpa de su padre y de su hermano mayor, ellos intentaron hacer de el otro demonio, sin conseguirlo. No obstante, en el proceso perdio una hermana y muchos anos sin estar al lado de su madre. Solo yo se cuanto le dolia el distanciamiento con ambas. Todas las mujeres MacLeod han intentado ayudarme, tratandome casi como a una igual, cuando no soy mas que una simple criada que practicamente ha sido desterrada de su clan. Mas no consigo sentirme tranquila con casi nadie a mi alrededor. Soporto a mi senora, a Glenda, a la madre de Ian, quien es una santa por no odiarme despues de todo, su hijo mato a su primogenito por mi culpa y fui la ramera de su esposo, aun recuerdo como si fuera ayer la ternura con la que me cuido despues del ataque. *** Mis ojos estan abiertos, pero no soy capaz de ver nada. Escucho como Ian solloza a mi lado y me pide perdon una y otra vez mientras hace un esfuerzo por no tocarme, pues la primera vez que lo ha intentado he gritado, a pesar de que ya no me quedan mas fuerzas para hacerlo. --Buscare ayuda --dice mientras se levanta, aun estando tan malherido como yo--. !Madre! --grita con fiereza y cierro los ojos, rezando para no volver a abrirlos jamas--. !Madre! -- vuelve a insistir. No se el tiempo que trascurre hasta que escucho un grito ahogado que me hace levantar los parpados, hinchados de nuevo, y veo ante mi a la esposa del laird MacKinnion que me mira horrorizada. --?Que te han hecho, criatura? --pregunta, rompiendo a llorar mientras se agacha a mi lado --. ?Quien ha sido el animal que te ha dejado en este estado? --Tu esposo y tu hijo son los responsables --escupe con furia Ian, quien no se ha marchado en ningun momento--. Tienes que salvarla --implora--. Se que no he sido el mejor hijo, pero, por favor, madre... --Detente, Ian --le pide ahora, observandolo con ternura--. Claro que la ayudare, y tu y yo hablaremos largo y tendido despues. Centra de nuevo su atencion en mi, su mirada de compasion es como una punalada en mi corazon. --Ian va a tener que cogerte en brazos --me explica--. Necesitas una buena cama. Tranquila, voy a curarte. --Lo siento --balbuceo, pues noto que mis labios no me pertenecen y el sabor de mi propia sangre me hace tener ganas de vomitar--. Lo siento, mi senora, yo no queria... --!Calla, nina! --ordena espantada--. No vuelvas jamas a pedir perdon por lo sucedido esta noche. Guardo silencio al comprender que esta buena mujer no me culpa por lo ocurrido, y dejo que Ian me tome en sus brazos, a pesar de que me causa tal sensacion de repugnancia que cierro con fuerza mis ojos y mis labios para evitar vomitar; me tenso por el dolor y las ganas de salir corriendo si pudiera. --Te prometo que mi padre y Bruce pagaran por lo que te han hecho --susurra sin mirarme, pues es muy consciente de que no soporto su tacto, ese que antano era capaz de estremecerme--. Los matare. Hay tal fiereza en su voz y su rostro que se me hiela la sangre, se que esta hablando en serio y, a pesar de lo que me han hecho, no podria soportar que se ensuciara las manos con la sangre de su propio padre y hermano. Sin embargo, ahora mismo no me encuentro con fuerzas para discutir, solo quiero dormir y que al despertar todo esto haya sido una terrible pesadilla. No tengo claro en que alcoba me encuentro, pero cuando mi cuerpo mancillado es dejado sobre un colchon de plumas, se con seguridad que no estoy en la habitacion que comparto con dos muchachas mas. --Sigo pensando que no es apropiado que este en tu alcoba, Ian --escucho como su madre discute con el mientras ordena a alguien que le traiga agua y panos. --Me importa bien poco si es lo correcto o no, madre --espeta--. Ayudela. --Deja que te cure a ti tambien --dice ansiosa--. Estas lleno de sangre... --Ahora me limpiare --contesta, restandole importancia--. No permitas que nadie se acerque a ella. *** Aquella noche, ambos sellamos nuestro destino. Ahora Ian es el laird de los MacKinnion, despues de que Cameron MacLeod matara a su padre y el mismo asesinara a su hermano por lo que me hizo. No importo las veces que le rogue que no lo hiciera, ahora ambos demonios deben estar quemandose en las llamas del infierno, pero, aun asi, logran atormentarme. --Siempre que te encuentro estas parada y perdida en tus pensamientos, muchacha --la voz potente de Alec, el pequeno de los MacLeod, me sobresalta y, como ya es costumbre, mi corazon comienza a latir con rapidez--. ?Acaso tu senora no necesita ayuda? --pregunta, adentrandose en la cocina en la cual estoy sola en esos momentos. --Ahora mismo esta con mi laird y el pequeno --tartamudeo, mirando a mi alrededor para encontrar una forma de escapar. --!Deja de hacer eso! --exclama, alzando la voz, y siento que en cualquier momento voy a desmayarme--. No pienso saltar sobre ti --grune mas bajo--. No es que tengas gran cosa que apreciar. --?Puedo ayudarle en algo, mi senor? --pregunto, intentando aparentar una valentia que estoy muy lejos de sentir, ni siquiera soy capaz de levantar la cabeza. --Si --asiente mientras entra contoneandose Gladys, mi peor pesadilla en Dunvegan--. Que trabajes. Estoy harto de verte deambular sin hacer nada. Cuando soy capaz de mirarle, Gladys esta pegada a el recorriendo su cuello, a la vez que me observa muy ufana. Alec lo hace como si me odiara y no comprendo el motivo. No le he hecho absolutamente nada, siempre he procurado mantenerme alejada de su camino, porque, desde la primera vez que le vi, me di cuenta de que era el mas explosivo de los hermanos. --Si, mi senor --asiento avergonzada ante la escena que trascurre frente a mi. --Y no vuelvas a llamar la atencion para que venga alguien a interrumpirnos, estupida -- espeta Gladys. Alec, sin decir mas, la coge entre sus brazos y se pierden en el pequeno cuarto donde guardamos las provisiones. No tardo en escuchar gemidos y gritos. No lo soporto y salgo con rapidez hacia las escaleras buscando algo en lo que pueda ocupar mi tiempo mientras mi senora no me da trabajo. He llegado a pensar que lo hacen a proposito, trabajo mucho menos que cualquier criada del castillo, lo que no me hace muy querida entre ellas, algo a lo que ya estoy acostumbrada. ?Que hay de malo en mi? Soy huerfana de nacimiento, nunca supe quien era mi padre, y mi madre murio al darme a luz. Asi que me criaron las propias sirvientas de los MacKinnion hasta que fui lo bastante mayor como para empezar a trabajar. Rezo para encontrarme con alguna de las senoras, pero es demasiado temprano y el unico con el que me cruzo es Evan, que sale silbando de sus aposentos. Al verme, me mira cenudo, y pregunta con delicadeza... --?Ocurre algo, Moira? --Niego con la cabeza, porque siempre me cuesta encontrar la voz para dirigirme a los hombres, aunque sepa que no van a hacerme nada--. ?Alguien te ha molestado? --Por supuesto que no --me apresuro a responder, no quiero problemas de nuevo con Alec --. Solo queria saber si mi senora necesitaba algo... ?Tal vez su esposa? --insisto esperanzada. --Glenda todavia esta en la cama --dice con orgullo--. Puedes preguntar por si le apetece un bano. Se marcha dejandome frente a la puerta. Suspiro, llamo con delicadeza y no entro hasta recibir respuesta. --Buenos dias, mi senora --saludo--. ?Necesita algo? --Buenos dias, Moira --exclama feliz--. Lo cierto es que si Rosslyn no te tiene ocupada, me gustaria darme un bano. --Por supuesto --respondo enseguida, aunque se me revuelve el estomago al pensar que debo volver a la cocina, y seguramente Alec y Gladys aun no habran acabado. --?Sucede algo? --pregunta, incorporandose en la cama y dejandome ver que esta completamente desnuda. ?Es que en este castillo no pueden parar de encamarse? --No, mi senora --me apremio a decir--. Enseguida le preparo su bano. Me apresuro a llegar a la cocina e intentar no pensar en lo que esta ocurriendo a pocos pasos de distancia. Comienzo a llenar cubos de agua para calentarlos, y casi choco con un pecho desnudo y sudoroso. Alzo los ojos asustada y, como temia, es Alec, que ni se molesta en ocultar que ha estado haciendo. Detesto a Gladys, ?como puede dejarse hacer lo mismo una y otra vez? No podria soportarlo. --Asi me gusta, que trabajes --se burla y se marcha silbando muy alegre. ?Como no?, si ha obtenido lo que deseaba... Continuo con mi trabajo, subo varios cubos por las escaleras con esfuerzo, y de nuevo vuelvo a asustarme cuando unas manos aparecen por detras para quitarme peso de las manos. --Te he dicho que trabajes, no que te deslomes --grune--. ?Son para Rosslyn? --pregunta sin mirarme. --No --respondo, al fin, cuando soy capaz de recuperarme de la sorpresa--. Para Glenda. Asiente y los deja en la puerta, sin entrar. Cuando se marcha, lo hace sin dirigirme una sola mirada. ?Por que me ha seguido? ?Por que me ayuda si esta claro que le molesta mi presencia en el castillo? Son tantas preguntas para las que no tengo respuesta... Cuando entro en la habitacion, la tina ya esta dispuesta. Puede que las demas chicas no me tengan mucho aprecio, pero saben cumplir ordenes. Comienzo a llenarla con agua caliente y preparo todo lo necesario para un buen bano. --Gracias, Moira --agradece Glenda mientras se sumerge con un suspiro en el agua--. Quedate un poco conmigo --me pide con su acostumbrada alegria. No puedo negarme asi que me siento y la escucho parlotear... CAPITULO I Alec MacLeod <>. No puedo parar de pensar en ella, aunque este poseyendo a Gladys. Sus gemidos en mi oido no hacen nada para acallar mi mente. Soy incapaz de olvidar la mirada de terror que me ha dirigido en la cocina, ni la de asco al darse cuenta de lo que ibamos a hacer mi amante y yo. ?Por que demonios le repugno? Nunca le pondria las manos encima, mucho menos sin su consentimiento, y siempre me observa como si estuviera esperando que me abalanzara sobre ella igual que un animal. --Alec --repite Gladys una y otra vez, solo quiero que se calle. Cierro los ojos y sigo penetrandola con fuerza, gruno cuando el placer estalla y me dejo ir encontrando el alivio momentaneo que buscaba. Me retiro y alejo con rapidez de ella, hoy no estoy para estupidas caricias. Desde que regrese a Dunvegan, Gladys se ha vuelto bastante posesiva, y creo que esta haciendose demasiadas ilusiones, tarde o temprano tendre que romper nuestro acuerdo. --?Que ocurre? --pregunta con voz jadeante--. Alec... --Tengo cosas que hacer, Gladys --la interrumpo--. Vuelve al trabajo. Salgo con rapidez, incluso sin haber acabado de vestirme, y algo menudo golpea contra mi; contengo un grunido al darme cuenta de quien se trata. Reconoceria su olor en cualquier parte. <>, pienso, intentando contener mi lengua. No soporto su cara de decepcion, no comprendo por que me mira asi. Desde que la vi por primera vez en tierra de los MacKinnion, supe que me traeria problemas. Ojala, Ian no nos hubiera pedido que dejaramos a Bruce con vida para poder matarlo el, pues yo hubiera cumplido el cometido con gusto. Contemplo su rostro mientras intento alejarla con palabras bruscas. De las heridas ya no queda nada, solo una pequena cicatriz sobre una de sus cejas. Un recordatorio constante de lo que debio sufrir a manos de esos bastardos. Me marcho para alejarme y no comportarme como un miserable con ella. Es tan inocente que no comprende mi forma de actuar, ni yo mismo me entiendo a veces. Pero no puedo mantenerme alejado por mucho tiempo, me he dado cuenta de que esta llenando cubos de agua, lo cual significa que alguna de mis cunadas quiere darse un bano. Como suponia, la encuentro subiendo cuatro; es tan pequena, tan delgada que me sorprende que pueda con ellos. No logro evitar correr para cogerlos yo y que no se haga dano. De nuevo, consigo asustarla y eso me enfurece de nuevo. Una vez cumplido mi cometido, me marcho para una buena sesion de entrenamiento, asi, tal vez, deje de una vez de pensar en ella. Odio los sentimientos que despierta en mi porque no los comprendo. Nunca he sentido por una mujer algo que no fuera deseo, mas Moira es diferente. Hace que ansie protegerla al verla tan destrozada, quisiera que no me mirara como si fuera a danarla, y eso es lo que hace que me enfade y la trate mal. Luego, cuando mi maldito genio se calma, me siento un imbecil y me gustaria poder disculparme, pero se que acercarme a ella es imposible. Dejo de pensar cuando veo a Evan aguardando con cara de pocos amigos, espero que no me de un sermon por llegar tarde, porque no tengo la paciencia necesaria para soportarlo. --Al fin apareces --refunfuna mi hermano Evan--. ?Que demonios estabas haciendo? No respondo y cojo una espada, pretendo descargar toda mi ira y frustracion con mi hermano, y espero que este preparado. --?Donde esta Cam? --pregunto mientras me preparo para atacar. --Sabes que desde que nacio Owen es dificil que aparezca temprano --responde sin quitarme los ojos de encima. --Es el laird --siseo tras hacer mi primer movimiento que esquiva con facilidad. --Cuando seas padre, lo comprenderas --se burla mientras me devuelve la estocada. --?Quien te ha dicho que quiera serlo? --espeto a la vez que esquivo por los pelos su espada. --Al paso que vas, no me extranaria que tuvieras algun bastardo --grune cuando le golpeo. Maldigo ante la posibilidad y dejo de hablar para concentrarme por completo en la pelea. No se cuanto tiempo estamos entrenando, me duelen todos los musculos y el sudor empapa mi cuerpo, solo nos detenemos ante la llegada de nuestro hermano mayor. --?Quereis mataros? --pregunta de brazos cruzados, mirandonos con el ceno fruncido. --Estamos haciendo lo que te corresponde desde hace horas, Cameron --respondo, intentando recuperar el aliento. --?Tienes algo que decirme, Alec? --interroga con aparente tranquilidad, aunque se que esconde un caracter parecido al mio, solo que el ha aprendido a controlarse. Esta preguntandome si cuestiono su liderazgo para con el clan, y no es asi, jamas pondria en duda su valia o su derecho al titulo. Nos retamos con la mirada durante unos instantes, pero soy el primero en apartarla. --Nada --escupo--. No tengo nada que decir. Me alejo de ellos para ir al lago que no se encuentra muy lejos de aqui y lavarme. En esta epoca del ano, el agua esta helada, mas no me importa, estoy mas que acostumbrado. Al llegar, me desnudo sin preocuparme por quien pueda verme, no muchos suelen venir aqui y menos en invierno. Me sumerjo y comienzo a nadar durante un rato, necesito estar agotado para no pensar en el futuro. ?Que me espera a mi? Cameron es el laird del clan, tiene una esposa y un hijo al que adora. Evan tiene a Glenda, y no creo que tarden mucho en aumentar la familia, y yo...

  • Un bonsai en la Toscana, Isabel Keats de Isabel Keats

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    El cientifico Robert Gaddi esta a punto de hacer un descubrimiento que supondra un inmenso avance para la medicina; sin embargo, hay demasiados intereses en juego y mucha gente decidida a que sus investigaciones no vean la luz. La noche que destrozan su laboratorio en Washington D. C., tanto su jefe como su amigo Charles Cassidy, del FBI, insisten en contratar los servicios de un guardaespaldas.

  • Esposa de resaca (Los peligros del amor 1) de Peter Albert

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    Siempre es agradable despertar junto a una bella mujer. ?Siempre? No, no lo es cuando dice ser tu esposa, no habla tu idioma y no estas en tu pais. Y no, no estoy en Las Vegas. Estoy en Turquia, junto a una bailarina llamada Havva. ?Tendra que venirse conmigo? ?A mi casa? ?Y luego que? ?Es solamente una bailarina…?

  • El ganso salvaje de Ogai Mori

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    La bella Otama se ve obligada a convertirse en la mantenida de un prestamista para proporcionar sustento a su anciano padre. La monotonia y resignacion con que la muchacha deja pasar los dias se ve rota por el cortes saludo que con su sombrero le dedica el apuesto Okada en sus habituales paseos. hasta que un insospechado incidente propicia que entre ambos se intercambien las primeras palabras. Dos vidas que se cruzan sin apenas rozarse, dos destinos que se truncan cuando la fatalidad, materializada en un ganso salvaje, hace acto de presencia. Una elegante historia que nos retrata con exquisitez la desventura de un amor apasionado.

  • La desaparicion de Josef Mengele de Olivier Guez

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    El North King surca el agua cenagosa del rio. Los pasajeros, que han subido a cubierta, escrutan el horizonte desde el amanecer, y ahora que las gruas de los astilleros y la linea roja de los tinglados perforan la bruma, unos alemanes entonan un canto militar, unos italianos se persignan y unos judios rezan, pese a la llovizna, unas parejas se besan, el transatlantico arriba a Buenos Aires tras una travesia de tres semanas. Solo en la borda, Helmut Gregor cavila. Esperaba que acudiera a buscarlo una lancha de la policia y asi evitar los incordios de la aduana. En Genova, donde ha embarcado, Gregor ha suplicado a Kurt que le haga ese favor, se ha presentado como un cientifico, un genetista de altos vuelos, y le ha ofrecido dinero (Gregor tiene mucho dinero), pero el intermediario se ha zafado sonriendo: los favores de esa indole se reservan para los peces gordos, para los dignatarios del antiguo regimen, raramente para un capitan de las SS. Aun asi, enviara un cable a Buenos Aires, Gregor puede contar con el. Kurt se embolso los marcos pero la lancha no ha aparecido. De modo que Gregor aguarda en el gigantesco vestibulo de la aduana argentina con los demas emigrantes. Sostiene con firmeza dos maletas, una grande y otra pequena, y observa a su alrededor a la Europa del exilio, las largas filas de personas anonimas, elegantes o desalinadas, de las que se ha mantenido apartado durante la travesia. Gregor ha preferido contemplar el oceano y las estrellas o leer poesia alemana en su camarote; ha pasado revista a los ultimos cuatro anos de su vida, desde que abandono Polonia a la desesperada en enero de 1945 y se diluyo en la Wehrmacht para escapar de las garras del Ejercito Rojo: su internamiento durante unas semanas en un campo norteamericano de prisioneros, su liberacion gracias a su documentacion falsa a nombre de Fritz Ullmann, su escondite en una florida granja de Baviera, no lejos de Gunzburg, su ciudad natal, donde corto heno y selecciono patatas durante tres anos haciendose llamar Fritz Hollmann, despues su huida en Semana Santa, dos meses atras, la travesia de las Dolomitas por caminos sembrados de contrabandistas, la llegada a Italia, a Tirol del Sur, o Alto Adigio, donde paso a ser Helmut Gregor, a Genova por fin, donde el bribon de Kurt le facilito las gestiones ante las autoridades italianas y la emigracion argentina. 2 El fugitivo tiende al funcionario de aduanas un documento de viaje de la Cruz Roja Internacional, una autorizacion de desembarco y un visado de entrada: Helmut Gregor, 1,74 metros de altura, ojos castano verdoso, nacido el 16 de agosto de 1911 en Termeno, o Tramin en aleman, municipio de Tirol del Sur, ciudadano aleman de nacionalidad italiana, catolico, mecanico de profesion. Direccion de Buenos Aires: calle Arenales 2460, barrio de Florida, c/o Gerard Malbranc. El aduanero inspecciona su equipaje, la ropa meticulosamente doblada, el retrato de una mujer rubia de rasgos delicados, libros y algunos discos de opera, y hace una mueca al descubrir el contenido de la maleta pequena: jeringuillas hipodermicas, cuadernos de anotaciones y dibujos anatomicos, muestras de sangre y de celulas: un poco extrano para un mecanico. Llama al medico del puerto. Gregor se estremece. Ha corrido riesgos descabellados para conservar el maletin comprometedor, fruto inestimable de anos y anos de investigaciones, toda su vida, que se llevo consigo cuando abandono precipitadamente su puesto en Polonia. Si los sovieticos lo hubieran capturado en posesion de aquello, lo habrian ejecutado sin mediar juicio alguno. De camino hacia el oeste, en la primavera de 1945 de la gran debacle alemana, se lo confio a una enfermera comprensiva, con la que se reunio posteriormente en el este de Alemania, en zona sovietica, un periplo demencial tras su liberacion del campo estadounidense y tres semanas de viaje. Despues se la traspaso a Hans Sedlmeier, su amigo de la infancia y hombre de confianza de su padre, industrial de profesion; Sedlmeier, con quien se vio regularmente en los bosques que rodeaban la granja donde se enterro durante tres anos. Gregor no habria abandonado Europa sin su maletin: Sedlmeier se lo devolvio antes de su marcha a Italia con un grueso sobre lleno de dinero, y ahora un estupido de unas mugrientas lo esta echando todo por la borda, piensa Gregor, mientras el medico del puerto inspecciona las muestras y las anotaciones hechas con apretada letra gotica. Como el medico no entiende nada, interroga a Gregor en espanol y este le contesta en aleman; el mecanico le habla de su vocacion de biologo aficionado. Los dos se miden con la mirada y el medico, que tiene ganas de irse a comer, con un gesto le indica al aduanero que puede dejarlo pasar. Aquel 22 de junio de 1949, Helmut Gregor ha alcanzado el santuario argentino. 3 En Genova, Kurt le habia prometido que en el puerto lo esperaria un medico aleman que lo conduciria a casa de Malbranc, pero el intermediario ha vuelto a enganarlo. Gregor da mil vueltas bajo la lluvia, tal vez su contacto ha pillado un atasco. Escruta los muelles, el trajin de los estibadores, las familias reunidas que se eclipsan sonriendo, las pilas de cuero y los fardos de lana de las zonas de los cargueros. Ningun medico aleman a la vista. Gregor consulta su reloj, gime la sirena de un barco frigorifico, Gregor, angustiado, duda en correr a casa de Malbranc, pero decide esperar, es mas prudente. Pronto es uno de los ultimos pasajeros del North King, que sigue en el muelle. Dos calabreses cargados como mulas le proponen compartir un taxi. Gregor se sorprende yendose con los piojosos; ese primer dia en tierra sudamericana no le apetece quedarse solo, y, ademas, no tiene adonde ir. 4 En el hotel Palermo, comparte una habitacion sin lavabo ni servicios con sus acompanantes, que se burlan de el: Gregor, el tiroles del sur, no sabe ni una palabra de italiano. Maldice su eleccion, pero asume la situacion en que se halla, acepta unas lonchas de salchichon con ajo y se duerme exhausto, con el maletin fuertemente encajado entre la pared y el, a salvo de la codicia de los dos hombres. A la manana siguiente, esta al pie del canon. En casa de Malbranc, nadie contesta al telefono: sube a un taxi, deja el maletin en la consigna de la estacion de tren y se dirige a una calle tranquila del barrio de Florida. Gregor llama a la puerta de una espaciosa villa de estilo neocolonial. Regresa al cabo de una hora, llama de nuevo a la puerta, despues telefonea tres veces, en vano, desde el cafe en que ha buscado refugio. Antes de abandonar Genova, Kurt le ha facilitado un segundo contacto en Buenos Aires: Friedrich Schlottmann, un hombre de negocios aleman, dueno de una floreciente empresa textil. En 1947, Schlottmann financio la exfiltracion de aviadores e ingenieros del ejercito del aire aleman, via los paises escandinavos. <>, le dijo Kurt. Al llegar a la oficina central de la Sedalana, Gregor exige ver a Schlottmann, pero este va a estar toda la semana de vacaciones. Ante su insistencia, una secretaria lo conduce ante un responsable de recursos humanos, un germano argentino con traje cruzado cuya pinta le desagrada de inmediato. Gregor es candidato a un puesto de gerente, pero, en vez de eso, el joven de pelo aceitoso le ofrece un trabajo de obrero <>: cepillar la lana que llega a diario de Patagonia; es lo que suele darseles a los camaradas recien llegados. Gregor tuerce el gesto, podria saltar a la garganta de aquel mequetrefe. ?El, un hijo de buena familia, con dos doctorados, uno en antropologia y otro en medicina, ponerse a frotar, a friccionar tonsuras de corderos en compania de indios y extranjeros, inmerso en los efluvios de productos toxicos, diez horas al dia, en un suburbio de Buenos Aires? Gregor sale dando un portazo del despacho del empleado y jura retorcerle el pescuezo a Kurt cuando regrese a Europa. 5 Gregor analiza la situacion mientras se toma a sorbos una naranjada. Encontrar un trabajo, aprender cien palabras de espanol cada dia, echarle el guante a Malbranc, un exagente de la red Bolivar de la Abwehr, los servicios de inteligencia nazis; sobrellevar la situacion con paciencia permaneciendo con los dos calabreses aunque podria permitirse un buen hotel. No entiende el dialecto de los meridionales, solo que son veteranos fascistas de la conquista de Abisinia. Unos soldados no lo traicionaran, asi que mejor mantener un perfil bajo y sus preciadas divisas, el futuro es incierto, Gregor nunca ha sido temerario. Avellaneda, La Boca, Monserrat, Congreso…, ante un mapa desplegado, se familiariza con la topografia de Buenos Aires y se siente diminuto ante el damero, insignificante como una pulga, el, que hasta hace poco tenia aterrorizado a todo un Reich. Gregor piensa en otro damero, barracones, camaras de gas, crematorios, vias ferreas, donde paso sus mejores anos como ingeniero de la raza, una ciudad prohibida sumida en el olor acre de carne y pelo socarrados y rodeada de torretas y alambre de espino. En moto, en bicicleta y en coche, circulaba entre las sombras sin rostro, infatigable dandi canibal, botas, guantes y uniforme deslumbrantes, gorra levemente inclinada. Cruzar su mirada y dirigirle la palabra estaba prohibido; sus propios camaradas de la Orden Negra le temian. En la rampa donde se clasificaba a los judios de Europa, ellos estaban borrachos, pero el permanecia sobrio y silbaba entre dientes compases de Tosca con una sonrisa. No abandonarse nunca a un sentimiento humano. La piedad es una debilidad: con un movimiento del fino baston, el omnipotente sellaba la suerte de sus victimas, a la izquierda la muerte inmediata, las camaras de gas, a la derecha la muerte lenta, los trabajos forzados o su laboratorio, el mayor del mundo, que el alimentaba con <> (enanos, gigantes, tullidos, gemelos) con la llegada diaria de los convoyes. Inyectar, medir, sangrar; descuartizar, asesinar, practicar autopsias: a su disposicion, un zoo de ninos cobayas con el fin de desvelar los secretos de la gemelaridad, de producir superhombres y de acrecentar la fecundidad de las alemanas para poblar algun dia con campesinos soldados los territorios del Este arrancados a los eslavos y defender la raza nordica. Guardian de la pureza de la raza y alquimista del hombre nuevo: despues de la guerra le esperaban una formidable carrera universitaria y el reconocimiento del Reich victorioso. Sangre para el suelo, su demencial ambicion, el gran proyecto de Heinrich Himmler, su jefe supremo. Auschwitz, mayo de 1943-enero de 1945. Gregor es el Angel de la Muerte, el doctor Josef Mengele. 6 Bruma, lluvias violentas, el invierno austral se apodera de Buenos Aires y Gregor, tumbado en la cama, se deprime, esta resfriado. Observa la carrera de una cucaracha surgida de un conducto de ventilacion y se estremece bajo las mantas. No se habia sentido tan indispuesto desde el otono de 1944. Los sovieticos se lanzaban al asalto de Europa Central: el sabia que la guerra estaba perdida y no lograba conciliar el sueno, agotado por los nervios. Logro levantar cabeza gracias a su mujer, Irene. Durante el verano ella se presento en Auschwitz y le mostro las primeras fotos de su hijo, Rolf, nacido unos meses antes, y pasaron unas semanas idilicas. Pese a su ingente tarea tras la llegada de cuatrocientos cuarenta mil judios hungaros, vivieron una segunda luna de miel. Las camaras de gas funcionaban a pleno rendimiento; Irene y Josef se banaban en el Sola. Los SS quemaban a hombres, mujeres y ninos en los fosos; Irene y Josef recogian arandanos con los que ella preparaba confituras. Las llamas brotaban de los crematorios; Irene le chupaba el pene a Josef y Josef poseia a Irene. En menos de ocho semanas fueron exterminados mas de trescientos veinte mil judios hungaros. Cuando a comienzos de otono Josef habia amenazado con venirse abajo, Irene permanecio a su lado. Se habian mudado a un nuevo barracon equipado con banera y cocina, y tenian testigos de Jehova a su servicio. Gregor mira el retrato de Irene colocado en la mesita de noche, una foto de 1936, el ano en que se conocieron, en Leipzig. El trabajaba en el hospital universitario, ella estaba de paso, estudiaba historia del arte en Florencia. Un flechazo: la joven tenia diecinueve anos, el cabello rubio y el cuerpo delgado, el porte de una Venus de Cranach, su ideal femenino. Gregor tose y se acuerda de Irene, con un vestido de verano, colgada de su brazo en el Jardin Ingles de Munich; de Irene embobada en el cupe Opel corriendo por las autopistas del Reich el dia de su boda, en visperas de la guerra. Y Gregor se subleva al contemplar por milesima vez los labios finos de su esposa en la fotografia. Se nego a acompanarlo a Argentina con su hijito, a llevar una vida de fugitiva allende el oceano. Mengele figura en la lista estadounidense de criminales de guerra y su nombre ha salido a relucir en varios juicios.

  • Capitan Struk de Thiago Silva

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    Struk fue probado en el corazon del oceano. Se recupera y en poco tiempo, encara una mision de rescate compleja.
    Liderando a un equipo entrenado, enfrenta sus miedos y vuelve al mar. Debe traer a su compatriota a casa sin volcar una gota de sangre.

  • Una Vez Tomado (Un Misterio de Riley Paige 2) de Blake Pierce

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    Mujeres estan siendo asesinadas en el norte del estado de Nueva York, sus cuerpos encontrados misteriosamente colgando en cadenas. El FBI esta en el caso. Dada la naturaleza bizarra de los asesinatos y la falta de pistas, solo hay una agente a la que pueden recurrir-la Agente Especial Riley Paige.

  • Sonrisa mortal de Joseph Knox

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    El detective Aidan Waits, a quien conocimos en Sirenas, emprende la caza del hombre que sonrie.

  • Cuando llegue a Monfort de Noah Evans

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    Tras el abandono de su pareja y la muerte de su madre, Lina llega a Monfort en busca de una nueva vida. Animada por Lucia, una antigua amiga, se instala en la casa que comparte con Kitty y Margot. Lo que Lina no sabe es que la mayor sorpresa que le guarda Monfort, vive en la casa de al lado.

  • Una prueba de amor de Sophie Rose

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    Amor, traicion y romance. Siempre hay una segunda oportunidad.

  • Sherlock Holmes a la caza de Jack el Destripador de Arquimedes Gonzalez

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    En noviembre de 1889 Francis Tumblety, senalado como la persona vinculada a los asesinatos de varias mujeres en Whitechapel, Inglaterra, escapo en barco con destino a Nueva York, Estados Unidos. Los policias enviados por Scotland Yard para capturarlo jamas lo localizaron...
    Entre enero y febrero del siguiente ano se reportaron las muertes de seis mujeres en diferentes ciudades de Nicaragua.
    Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador es una novela historica y policial que relata la llegada de Jack El Destripador a Nicaragua y tambien el arribo del famoso detective britanico Sherlock Holmes en su busqueda del asesino mas famoso de todos los tiempos.
    Este libro fue publicado en el 2002 con un prologo del escritor Sergio Ramirez Mercado (incluido en la contraportada), con un tiraje de 4,500 ejemplares. El libro fue reimpreso en el 2005 con un tiraje de 3,500 ejemplares. Una ultima edicion se hizo en el ano 2007 de 3,500 ejemplares.
    En el ano 2005 el detective britanico Trevor Marriot publico el libro Jack El Destripador, La Investigacion del Siglo XXI, en el que asegura que efectivamente el asesino pudo haber viajado de Nueva York a Nicaragua.
    En enero de 2009 el libro se presento en la Libreria Estudio en Escarlata, en Madrid, Espana. Entre el ano 2010 y el ano 2011, este libro fue el mas vendido en el genero de Suspenso, Crimen y Misterio en Amazon en espanol.

  • Goodbye Days. Un mensaje. Tres despedidas de Jeff Zentner

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  • Poder y deseo de Michelle Smart

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    Una noche... un secreto... un bebe.

  • Una relacion inapropiada de Hilda Rojas Correa

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    Lady Olivia ha pasado los ultimos tres anos enclaustrada en un bosque, al norte de Inglaterra. Sin embargo, no lo lamenta,
    esta conforme con su existencia llena de esfuerzo y estrecheces, muy lejos de Londres y de las estrictas normas que rigen a
    la alta sociedad. Esas mismas normas provocaron que su familia la repudiara, y apenas le permitieron quedarse con lo mas
    preciado de su vida, su hijo.
    Andrew Witney, antes de ser el vizconde Rothbury, era veterano de las guerras napoleonicas y tenia la vida de un hombre comun. Nada hacia presagiar que obtendria su titulo gracias a una tragedia familiar, y junto con ello, hacerse cargo de un
    sinfin de responsabilidades propias de su posicion, para las cuales nunca estuvo preparado, entre ellas, engendrar un heredero.
    Eso es lo mas complicado, no porque no quiera, sino porque nadie es capaz de mirarle a la cara sin hacer una mueca de
    repulsion. Su fealdad y cojera le dan el triste apodo de <>.
    En las aguas heladas de un lago comienza la verdadera historia. Un encuentro fortuito desencadenara la union de sus vidas de manera dulce y natural. Pero para el resto de la sociedad, ese amor que nace entre ellos solo podra ser catalogado de una
    manera: como una total y absoluta relacion inapropiada.

  • Un dia para no olvidar de Dylan Martins

    https://gigalibros.com/un-dia-para-no-olvidar.html

    Un guino de amor a todas esas lectoras que comparten un momento conmigo.
    Por todas y cada una de vosotras…
    El amor en el dia de San Valentin en esta variedad de relatos.

  • Naska. El Guardian de Joaquin Perez Ruiz-adame

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    ?Como reaccionarias si descubrieras que en otra vida... hace muchos siglos... fuisteis un rey/reina, o un general, un politico, o un chaman/una bruja o un sabio/sabia o incluso un dios o una diosa? Por que no, ?quien dice que no es posible?
    Alex no ha tenido una vida facil, pero a pesar de todo se ha hecho rico, en tiempo y dinero. Domina una de las profesiones (actividades) mas complicadas que existen en el mundo, el trading intradia en los mercados financieros. Pero algo no va bien. Aun habiendo conseguido su sueno se sigue sintiendo un nino raro e inadaptado. Todo ese malestar le llevara a hacer un viaje, a su pasado mas remoto; la antigua Grecia.
    Una historia de amor. Que te hara reir y reflexionar sobre los mismos temas de siempre. Los que eternamente han existido en cualquier epoca de la humanidad.

  • Un marido para Olivia de Concepcion Marin Albesa

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    Olivia es una joven que vive la vida con intensidad. Ninguna preocupacion la perturba; hasta que su tio fallece y debe entregar a su sobrino Howard la herencia familiar. Dispuesta a recuperar lo que por ser mujer no le ha sido dado, decide comprar un marido que le devuelva lo suyo. Una decision que cambiara su existencia para siempre.

  • A la caza de Jack el Destripador de Kerri Maniscalco

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    Esta deliciosa y espeluznante novela de terror tiene una trama inspirada en los asesinatos de Jack el Destripador y un final inesperado que te helara la sangre.
    Audrey Rose Wadsworth, de diecisiete anos, nacio como la hija de un Lord, con toda una vida de riqueza y privilegios por delante. Pero entre las fiestas de te y los vestidos de seda lleva una vida secreta prohibida.
    En contra de los deseos de su severo padre y las expectativas de la sociedad, Audrey se escapa frecuentemente al laboratorio de su tio para estudiar la espantosa practica de la medicina forense. Cuando su trabajo en una serie de cadaveres asesinados salvajemente la arrastra a la investigacion de un asesino serial, su busqueda de respuestas la llevara muy cerca de su propio mundo protegido.

  • Sapere Aude (Versos, canciones y trocitos de carne) de Cesar Perez Gellida

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    Conoce en este nuevo spin off el pasado de uno de los personajes mas carismaticos de la trilogia <>, que ha atrapado a casi doscientos mil lectores.

  • Degenerado de Ariana Harwicz

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    Degenerado es la historia de un proceso judicial. Empieza una noche gelida cuando un hombre se dispone a hacerse un te y leer despues de una larga jornada. Pronto lo distraen las luces de gendarmeria: fuera de su casa los vecinos se agolpan, y, a medida que corre el rumor de que el hombre es un pedofilo, se arma una batalla campal. A los animales del corral, por su parte, no les interesa saber si el vecino es o no es un pedofilo: quieren comer, abrir la boca y que el dueno les eche algo. Mientras, algunos vecinos ya piden la cabeza del hombre: como en las plazas publicas, sacan fotos al condenado, y los chicos son alzados sobre los hombros. La madre del acusado esta ausente, esta presente, es testigo: ese es siempre el drama del amor materno. El acusado acepta pelear hasta el final contra todo y contra todos, porque ?quien esta seguro de haber cometido un error? ?Quien se puede autoinculpar? En la noche estrellada, ?donde empieza el criminal y dondeel hombre honesto?
    Degenerado podria ser el cuento de un borracho o de un hombre que recuerda la guerra, pero sucede en tiempos de paz, en plena democracia capitalista. Degenerado, es, pues, un laberintico y sordido monologo pronunciado con un hilo de voz: el hilo de voz entrecortada de un hombre que, enfrentado a una sociedad que le pide que sea alguien, que exista, le devuelve lo peor de que es capaz.

  • Aqui hay dragones (La historia de La Diana 1) de Florencia Bonelli

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  • Terriblemente enamorado de Never Girl Pan

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  • Siempre te encontrare (Las guerreras Maxwell 3) de Megan Maxwell

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    El laird Kieran O'Hara y sus guerreros son atacados por unos villanos mientras pernoctan en el bosque cercano al castillo de Caerlaveroch, pero una misteriosa banda de encapuchados, liderados por una mujer a la que los aldeanos llaman <>, consigue salvarlos.

  • Mi vida en tus manos de Rose B. Loren

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    Zoe es una joven doctorada en educacion infantil, con un pasado que le ha marcado para siempre; su madre los abandono a ella y a su padre cuando era tan solo una nina, y este fallecio en un accidente aereo siendo una adolescente. Procedente de una familia acomodada, sus abuelos fueron los responsables de procurarle una buena formacion en los mejores colegios y universidades. Con un gran corazon, rechazo un puesto en la universidad para dedicar su tiempo a ser maestra en un orfanato de Cardiff. Pero toda su vida se ve truncada justo cuando esta apunto de recibir una suma importante de dinero proveniente de la herencia de sus abuelos. Un cambio que la pondra en una situacion extrema y que necesitara de la ayuda de Owen, un subinspector de policia que le tendera una mano cuando mas lo necesita. Situaciones al limite y decisiones desesperadas que haran que todo gire alrededor de una sola idea, recuperar la vida que le ha sido arrebatada. ?Recuperara Zoe su verdadera vida? ?Quien esta detras de toda esta trama? Descubrelo en Mi vida en tus manos.

  • Una vida que no es mia de Olivia Sudjic

    https://gigalibros.com/una-vida-que-no-es-mia.html

    Alice Hare tiene veintitres anos, acaba de terminar Filosofia y decide regresar a Nueva York para pasar tiempo con su abuela enferma y dejar atras la Inglaterra en la que ha crecido, y con ella su complicado pasado familiar (un padre desaparecido, una madre manipuladora y obsesiva.).

  • Correr el tupido velo de Pilar Donoso

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    Una extraordinaria, brutal y honesta investigacion

  • Bajo la luz del norte de Louise Fuller

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    El objetivo de el era conseguir que las relaciones romanticas fuesen faciles.

  • Bajo la luna de Siena de Laimie Scott

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    ?No ha llegado el representante de McTavish? --Alessio se quedo de pie con las manos apoyadas en las caderas y el ceno fruncido mientras permanecia atento a la respuesta de Monica, la asesora juridica de Modas Rimbalzi. Alessio esperaba que, si no habia llegado todavia, al menos le informara de que estaba de camino a las oficinas en ese momento. --No --fue la escueta respuesta de ella al tiempo que contemplaba a Alessio y percibia como la sorpresa inicial reflejada en su rostro dejaba paso al enojo. Monica dedujo que su sorpresa se debia a que pasaban algunos minutos de la hora acordada, lo cual lo habia irritado. A ella no le gustaria estar en la piel del representante de McTavish en esos momentos. Alessio permanecio indeciso por unos segundos. Se limito a lanzar una mirada a su reloj e inspiro de manera profunda en un claro sintoma de que se estaba controlando, de que si aquella situacion se prolongaba por mas tiempo, seria capaz de ser el quien rompiera el acuerdo con la casa de modas britanica. Le fastidiaba aquel retraso. Se suponia que ya debia estar en las oficinas de su compania para la reunion programada. ?Que sucedia? ?Se habria echado atras ese viejo zorro de McTavish y ahora decidia darle planton? Que el supiera, no habian recibido ningun comunicado por parte de el o de algun representante de la firma diciendo lo contrario. -- ?Ha habido algun comunicado o llamada en referencia a esta cita? --Que sepamos, no ha habido nada. Nadie ha llamado o enviado un correo electronico para cancelarla --le respondio, con total seguridad, ella mientras cruzaba los brazos bajo su pecho y entornaba su mirada hacia Alessio--. ?Temes que nos den planton? Alessio sacudio la cabeza desechando cualquier conjetura sobre lo que podria haber sucedido para que se produjera ese retraso. Seria mejor no dejarse llevar por banas especulaciones. Esperaba que existiera una explicacion logica para tal situacion. --No. Pero espero que se presenten cuanto antes para acabar con esta incertidumbre --le aseguro con una sonrisa, consciente de que Monica tenia la misma impresion que el. --Yo tambien. La colaboracion con McTavish es necesaria para el futuro de Modas Rimbalzi -- murmuro ella con una mirada de temor por la reaccion que pudiera tener Alessio ante aquella inesperada situacion. Y mientras, Alessio, con las manos en los bolsillos, miraba a Monica con gesto turbado. *** La chica daba vueltas sin sentido por la habitacion del hotel mientras miraba por todas partes, incluso debajo de la cama, como si estuviera buscando algo. --Llegamos tarde, Claire --exclamo alterada por este hecho mientras recogia sus zapatos negros de tacon de casi diez centimetros y dejaba escapar un grito de triunfo. A continuacion, se sento en la cama para ponerselos, con una pierna cruzada sobre la otra. -- ?No me digas? ?Y a quien se debe este retraso? --Habia un toque mordaz en la pregunta de Claire, la representante de McTavish--. Tal vez, si no te hubieras empenado en salir anoche a conocer Siena... --le recordo con sus labios fruncidos en un mohin de desagrado y cogio la chaqueta de su traje para ponersela en el pasillo del hotel en el que se hospedaban. --No fue para tanto. Ademas, debes reconocer que nos lo estabamos pasando bien con aquel par de italianos --le recordo mientras hacia que sus cejas formaran un arco perfecto sobre su frente en clara alusion a ellos y a su atractivo. Claire se limito a poner los ojos en blanco ante este comentario y trato de dejarlo pasar e incluso de olvidarse de ello. --Oh, si, claro, por supuesto. Si tenemos en cuenta que fuiste tu la que les dio cuerda para que no se despegaran de nosotras en toda la noche --comento con una mirada acusadora dirigida hacia su amiga, como si ella fuera la unica responsable de aquello--. Por favor, Shae, no hemos volado hasta Italia en busca de un romance con un par de apuestos italianos. Ni a hacer turismo por la Toscana, sino, mas bien, a cerrar el trato que mi padre dejo a medias y regresar a Londres de inmediato --le recordo, furiosa consigo misma por haber dado pie a aquella situacion. Por haberse permitido aquel pequeno capricho. Lo cierto es que lo estaban pasando bien y que la compania era agradable, pero no era lo que habian ido a hacer a Siena. Claire hubo de mostrarse fria y algo borde entrada la madrugada para quitarselos de encima, ya que las atenciones e intenciones de ellos no iban por el mismo camino que el de ellas. --Venga, subamos a ese taxi. ?Tienes la direccion? --pregunto mientras abria la puerta del coche y se metia dentro, con Shae poco menos que a la carrera. --Si, no te preocupes --le aseguro acomodandose en el taxi a empujones y chapurreando italiano para indicarle la direccion al taxista. *** Alessio y Monica regresaron al interior del despacho donde los aguardaba Fabio, amigo y socio del primero. Fabio permanecia sentado detras de la impresionante e impoluta mesa de madera maciza mientras tecleaba en el portatil. Lanzo una mirada por encima de la pantalla a los recien llegados. Al comprobar el semblante de Alessio, dedujo que no estaba contento con la manera en la que se estaban desarrollando los acontecimientos. --Sospecho por la expresion de tu rostro que el representante de McTavish se retrasa. Y desde que nos conocemos, soy consciente de que odias la impuntualidad en las personas. Sobre todo cuando se trata de reuniones de negocios. ?Me equivoco? --pregunto, arqueando sus cejas en clara senal de escepticismo y expectacion. Alessio emitio una especie de grunido mientras daba vueltas cual fiera enjaulada por el amplio despacho con vistas a la hermosisima Torre del Mangia, en la Piazza del Campo. Con el ceno fruncido, la americana de su traje abierta y las manos en el interior de los bolsillos, su semblante reflejaba una mezcla de preocupacion, crispacion e incluso temor. -- ?Donde cono ha quedado ese dicho que habla de la puntualidad britanica? --estallo con una pregunta cargada de ironia, mirando a Fabio por primera vez desde que regresara al despacho. --Bueno... Ya sabes que las reuniones de negocios siempre cuestan al principio --le comento su colega. Se levanto de la mesa, abrocho su chaqueta y miro a su amigo con escepticismo antes de centrarse en su ayudante Monica. --Esta cabreado por la impuntualidad de McTavish, y en parte no se lo niego. Teme que al final no se presente. --Aquella aclaracion por parte de Monica disparo las alarmas en la mente de Alessio. Este se habia planteado la remota posibilidad de que eso llegara a suceder. Pero no se lo confesaria a su socio y amigo. No cuando necesitaban ese contrato de asociacion para sacar adelante Modas Rimbalzi, su empresa de modas en la Toscana. --No me gusta que me hagan esperar, como bien sabes. Es uno de mis principios en los negocios --le respondio con firmeza--. Aunque se trate del gran magnate de la moda britanica --puntualizo alzando su mano para recalcarlo y empleando un tono jocoso y rimbombante para referirse a el. --Ya, pero debes comprender que en esta operacion McTavish es quien manda --le recordo un Fabio lleno de sarcasmo mientras sonreia divertido e intercambiaba una mirada de complicidad con la ayudante de Alessio. --Dejadme que os te refresque la memoria. Es el quien quiere abrirse camino en Italia, no os confundais --matizo Alessio agitando su mano delante de los dos para dejar clara cual era la situacion real--. Roger McTavish pretende empezar a expandir su firma de moda en Italia. Y para ser mas exactos, aqui, en Siena. Luego es el quien tiene mas interes que nosotros en esta transaccion. ?No creeis? --les pregunto alzando una ceja en clara senal de suspicacia. --Si te soy sincero, Alessio, creo que a ambas firmas nos conviene. No olvides que un acuerdo con McTavish significara un buen impulso a nuestra propia marca de ropa, algo tocada ultimamente en lo referente a las ventas. Formar parte de su gran imperio textil es una oportunidad que muchos cogerian a ojos cerrados --le recordo Monica, frunciendo sus labios en un mohin que no gusto nada a Alessio, quien le lanzo una mirada nada amistosa mientras el emitia una especie de grunido de desaprobacion, aunque en el fondo era consciente de que llevaba toda la razon. Cuando recibieron la propuesta de MacTavish, hacia ya algunos meses, para abrirse camino en Italia, Alessio lo concibio como una gran oportunidad para afianzar su propia firma de trajes para el hombre y la mujer del siglo actual. Una colaboracion que sin duda beneficiaria a ambos. --Pero ello no quita que se este retrasando en su primera reunion despues de haber concretado el acuerdo --matizo Alessio esgrimiendo un dedo frente a su amigo para recalcar aquella informacion. --Dime, ?crees que el viejo oso saldra de su caverna y vendra en persona a supervisar la operacion? --No. No creo que sea el quien venga --respondio Alessio sacudiendo la cabeza muy convencido de ello y restando importancia a este hecho--. Mandara a alguno de sus principales socios. Alguien de plena confianza para cerrar el acuerdo. --Pues no se a quien enviara porque Adrian, su primogenito, renuncio a dirigir la compania, como sabras --le recordo Monica desde la ventana por la que observaba el paso de la gente --Lo se. Vive en Verona con la duena de una trattoria. --Hay que tenerlos cuadrados para enfrentarte al viejo McTavish y renunciar a dirigir su gran imperio de la moda, que tiene distribuido por todo el Reino Unido y una gran parte de Europa. Eso y acabar en un trattoria en Verona sirviendo mesas --senalo Fabio emitiendo un silbido--. Apuesto a que al gran McTavish no le hizo nada de gracia. --Esas son cuestiones familiares que a nosotros no nos atanen. Cada uno es libre de elegir su destino --le comento de pasada, sin demasiado interes en este asunto. Lanzo una nueva mirada a su reloj y sacudio la cabeza.