• sasha la rosa negra - Patricia P. Guerola

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    ?Donde te esconderias si tu padre, antes de ser asesinado, te advirtiera que corres peligro? ?En quien confiarias cuando todos a tu alrededor suponen una amenaza para ti?
    Sasha es una joven que lo tenia todo. Una persona a la que, en cuestion de segundos, toda su vida cambia y se vuelve oscuridad, tocandole ser una sombra de lo que un dia fue y convirtiendola en una mujer capaz de pelear contra quien haga falta.

  • SASHA - LA ROSA NEGRA Versión Kindle - Amazon.es

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    Descubre más libros del autor, mira autores similares, lee blogs de autores y más ... He terminado" Sasha la Rosa negra " Al principio no entendía nada y es ...

  • SASHA - LA ROSA NEGRA : P. Guerola, Patricia - Amazon.es

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    SASHA - LA ROSA NEGRA : P. Guerola, Patricia: Amazon.es: Libros.

  • SASHA - LA ROSA NEGRA by Patricia P. Guerola - Goodreads

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    SASHA - LA ROSA NEGRA book. Read 30 reviews from the world's largest community for readers. ¿Dónde te esconderías si tu padre, antes de ser asesinado, te...

  • Reseña #38: Sasha - La rosa negra (Patricia P. Guerola ...

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    4 abr 2020 — 'Sasha - La rosa negra' es la primera novela que leo de la ... de las hojas es de color negro y todas las páginas del libro están enmarcadas ...

  • Sasha. la rosa negra - Patricia P. Guerola - Debeleer.com

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    Sasha. la rosa negra – Patricia P. Guerola · General. Comentarios. T CAPÍTULO 1 odavía se apreciaba el rastro de la oscura noche en el cielo cuando el sol ...

  • SASHA - LA ROSA NEGRA PATRICIA P. GUEROLA - Crazy ...

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    28 ago 2019 — Sasha, la rosa negra es un thriller psicológico con tintes románticos ... Comenzaré diciendo qué es lo que no me ha gustado de este libro, ...

  • SASHA LA ROSA NEGRA de Patricia P. Guerola - Libros ...

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    SASHA LA ROSA NEGRA de Patricia P. Guerola. Libros Romanticos pdf. Zoom Out Zoom In. Por Libros Recomendados · 0585. 10:11 22 agosto, 2019 ...

  • RESEÑA: SASHA, LA ROSA NEGRA - Lectora Valentina

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    22 may 2020 — OPINIÓN PERSONAL: Lo reconozco, compré este libro principalmente por su estética. Su cubierta rosa fucsia y esa rosa negra que tanto llama ...

  • Libro Sasha la Rosa negra - White Pages AI

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    Libro Sasha la Rosa negra. Sasha, la rosa negra, es la nueva novela de la autora @patriciap.guerola.En esta historia nos adentramos en la vida de Sasha, ...

  • La mas bella de las mujeres de Patricia P. Guerola

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    Elisabeth nunca imagino que un fugaz desliz pudiera amargarle tanto la existencia.
    Porque, cuando para alguien ser companeros no es suficiente…, todo lo complica.
    Hasta que un dia, alguien inesperado y sumamente atrayente aparece para endulzarsela…, demasiado…
    Pero…, ?y si este fuera el verdadero problema?
    ?Hasta donde seria capaz de aguantar una persona por amor?
    Y, lo peor de todo, intuyendo que se esta poniendo en peligro…
    Amores no correspondidos. Sexo. Promesas. Pasion.
    Apariciones que marcaran un antes y un despues.
    ?Creer o no creer?
    Cuando la realidad parece ficcion…
    Cuando nada es lo que parece…

  • Una noche en el paraiso de Lucia Berlin

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  • Patito feo (Geminis 1) de Lui Jim

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    Erase una vez un patito feo al que nadie queria, fue tanta su frustracion que se encerro en si mismo, un dia quisieron poseer su cuerpo, lo que hizo que no soportara que lo tocaran. Y eso que ahora es un bello cisne.
    Elizabeth decide cumplir por fin su sueno, se apunta para el casting de un musical. Solamente queda ella a todos deja fascinados por su baile harmonioso, por su belleza y erotismo.
    Menos a David que es parte del jurado, pero mientras todos ven un cisne, el ve aquel patito feo y asustado, que ella esconde cuando baila.
    Puede la pasion cambiar un corazon, David no puede resistirse al deseo que siente por ella, pero ella se resistira a el, luchara por no sucumbir a la pasion, seduccion, erotismo, misterio, amor y sexo.
    Pero ambos ocultan secretos, el final te sorprendera.
    Primera parte de la trilogia Geminis.
    Novela Romantica-Erotica
    Para mayores de 18 anos se asimila a historias como “50 sombras de Grey” y “El infierno de Gabriel”, salvando las distancias de estos autores.
    Tambien es mi primera triologia

  • Degenerado de Ariana Harwicz

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    Degenerado es la historia de un proceso judicial. Empieza una noche gelida cuando un hombre se dispone a hacerse un te y leer despues de una larga jornada. Pronto lo distraen las luces de gendarmeria: fuera de su casa los vecinos se agolpan, y, a medida que corre el rumor de que el hombre es un pedofilo, se arma una batalla campal. A los animales del corral, por su parte, no les interesa saber si el vecino es o no es un pedofilo: quieren comer, abrir la boca y que el dueno les eche algo. Mientras, algunos vecinos ya piden la cabeza del hombre: como en las plazas publicas, sacan fotos al condenado, y los chicos son alzados sobre los hombros. La madre del acusado esta ausente, esta presente, es testigo: ese es siempre el drama del amor materno. El acusado acepta pelear hasta el final contra todo y contra todos, porque ?quien esta seguro de haber cometido un error? ?Quien se puede autoinculpar? En la noche estrellada, ?donde empieza el criminal y dondeel hombre honesto?
    Degenerado podria ser el cuento de un borracho o de un hombre que recuerda la guerra, pero sucede en tiempos de paz, en plena democracia capitalista. Degenerado, es, pues, un laberintico y sordido monologo pronunciado con un hilo de voz: el hilo de voz entrecortada de un hombre que, enfrentado a una sociedad que le pide que sea alguien, que exista, le devuelve lo peor de que es capaz.

  • Senderos salvajes de Santiago Mazarro

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    Un violin quebradizo llora desde hace dias la muerte de un hombre libre. Sus notas lanzan una melodia tan tenue que esta manana apenas alcanzaban la orilla civilizada del Misisipi. Imagino que el difunto arrastrara siempre la fama de hombre feroz y extravagante, pero los que le conocimos no ignoramos que, ante todo, y digan lo que digan, don Manuel Lisa fue una buena persona. En realidad, por aqui todos le llamabamos <>, o <>, por los anos en que lidero la compania de comerciantes mas prospera de Norteamerica. Lamento de todo corazon ser el ultimo de nosotros con vida. Habria sido mas facil entender esta historia si la hubiese escrito cualquier otro. Pese a ello, si estais leyendo estas lineas, es porque, nada mas volver de su sepelio, he decidido dejar constancia de quien fue Lisa y quienes fuimos los que le seguimos. Aunque espanol en origen, su verdadera patria fue siempre la frontera, y, con ella, cualquiera de los horizontes que visitamos los anos en que hicimos del mundo indomito y salvaje nuestro autentico modo de vida. Manuel, que en paz descanse, admiraba la curiosidad frente al resto de las virtudes, y sabia hallar fortuna en la libertad absoluta que le conferia su oficio. Tal vez por eso tuvo siempre la valentia de aventurarse en lo desconocido de nuestro continente; de sonar con un mundo nuevo. Los primeros recuerdos que vienen a mi cabeza --y mas ahora que en estas paginas trato de narrar como ocurrio todo-- son de la primavera de 1807. Si cierro los ojos, casi puedo ver a Manuel esperandome en un pequeno banco de la ciudad de San Luis. Yo llegaba a caballo, tras cuatro dias de penurias que ahora no procede contar. Alli estaba el, manos en los bolsillos y rostro inquieto tras una chalina de pano grueso. La enorme espalda apoyada en el respaldo de roble. Las piernas cruzadas, la una sobre la otra. Recuerdo pensar que estaba en plena forma. Era un hombre imponente, bastante alto, fuerte y poseedor de unos penetrantes ojos marrones. Aquel dia iba debidamente arreglado segun la moda de la epoca: frac negro con cuello de piel y sombrero de copa, aunque el pelo negro enmaranado y las botas altas anticipaban en su aspecto costumbres mas de campo que de ciudad. Me acerque. Se levanto lentamente. Pese a la voluptuosidad de sus patillas, no me fue dificil discernir que la herida fea que le recordaba en el cuello se habia tornado en cicatriz. Pocos sabran que se la hizo en la emboscada mas famosa del ano 1801, nada mas arrancado el siglo. Una expedicion de veinte espanoles volvia exitosa a Nueva Orleans tras pasar el otono cazando castores en el curso medio del rio Misisipi. Al parecer, la niebla les hizo acampar en un lugar poco aconsejado, y los indios arikaras defendieron su territorio degollando, uno tras otro, a aquellos hombres cristianos. Que se sepa, solo dos lograron escapar a semejante barbarie. Manuel Lisa fue uno de ellos. Cuentan que, en plena emboscada, se dejo caer bosque abajo, entre la maleza, esquivando los hachazos de los nativos. Por pura fortuna encontro malherido a su hermano, escondido tras un arbusto. Retrocedio unos pasos, aupo el cuerpo sobre sus hombros y le convirtio asi en el segundo superviviente de la velada. Mi padre era aquel afortunado. Joaquin Lisa. Lo que convierte a Manuel en mi tio. Ambos fueron companeros de incursiones durante muchos anos; compartieron no solo un lazo de sangre, sino tambien una de esas hermandades propias de haber vivido cientos de aventuras juntos. Desgraciadamente, mi padre murio al medio ano, fruto del mal curar de sus heridas. Recuerdo el malestar que estas le provocaron durante meses y lo sorprendido que siempre me quedaba cuando le veia bromear con mi tio Manuel sobre arrancarse la costra de cuajo y echarsela de comer a los cerdos. Eran otros tiempos, que decia mi madre. Con ella, por cierto, me fui enseguida a vivir al presidio de San Antonio de Bejar, en la provincia espanola de Texas. Alli pase cinco anos siendo mitad monaguillo en una mision catolica y mitad sirviente en la casa de unos criollos que pocos respetos le guardaban ya al rey Borbon al otro lado del oceano. Aunque hoy dia no me arrepiento, dudo mucho que, de haber conocido las actividades y companias de mi tio Manuel en aquellos anos, le hubiese ofrecido mis servicios tan a la ligera. Mas aun teniendo en cuenta lo que acababa de ocurrirle aquella misma manana. El caso es que, tras bajarme del caballo, le di un fuerte abrazo, y el me lo devolvio sin dudarlo ni un segundo. --Joaquin, cuanto has crecido --creo recordar que fue lo primero que me dijo--. Siento mucho lo de tu madre. De haberme enterado, habria tratado de ir al entierro. --Yo tambien me alegro mucho de verle, tio. Y le agradezco que me haya aceptado como ayudante. Tanta desgracia junta os resultara abrumadora, pero la realidad es que mi pobre madre murio unos dias antes del comienzo de esta historia --tras agravarsele una gripe-- y que yo me quede sin empleo el mismo dia que las tropas de San Antonio se marcharon a rendir cuentas al fuerte del Alamo. No recuerdo si, harto de servir a desconocidos o deseoso de tener a mi familia cerca, robe un caballo mas lento y flaco de lo que hubiera sido aconsejable para que me llevase directo a San Luis, lugar en que vivia mi tio Manuel como ciudadano estadounidense. Como sabreis, Napoleon le habia comprado toda la Luisiana a Espana para tres anos mas tarde vendersela a los Estados Unidos. --?Que tal el viaje? --dijo mi tio, observando la montura escualida que me acompanaba. --Muy bien --menti. Habia sido un autentico desastre. --Has llegado el dia esperado... y a la hora adecuada. Manuel se meso las patillas con calma y miro a su alrededor con un gesto de sospecha. --Tio, de verdad, no se como agradecerle... Pronto le permitire ver que soy una persona responsable... --Tranquilo. Es una buena noticia que estes aqui. Como digo, no podias haber llegado en mejor momento. --Gracias. --Tengo planes para ti. --No volvio a abrir la boca en un buen rato. Manuel Lisa no era hombre de muchas palabras, ni mucho menos. Solo hablaba si era estrictamente necesario, y, cuando lo hacia, era para poner punto y final a un debate, pues poca gente le contradecia. Subio a un caballo negro y robusto de un brinco y tiro de las riendas con agilidad. Yo hice lo propio para seguirle a paso ligero. Lisa era lo bastante conocido en San Luis como para que mas de una persona en el camino parase el carro o la montura con el animo de concederle un saludo cortes. La mayoria, sin embargo, parecia tenerle cierto respeto. Incluso me atrevere a decir que algo de miedo. Avanzamos por un camino de tierra que muy pronto se convirtio en otro elegantemente adoquinado. Me averguenza decir esto, pero otra cosa que me sorprendio nada mas pisar la ciudad fue la actitud y la vestimenta de las mujeres, mucho mas joviales y despreocupadas que en las ciudades de Nueva Espana, donde siempre andaban escondidas tras su misal y su rosario. En San Luis, los carruajes iban y venian con damas jovenes que no dudaban en mirarte de pies a cabeza para concederte una sonrisa. El trajin era sorprendente para tratarse de una ciudad ubicada en tierra tan inhospita. Pronto me di cuenta de que estabamos dando extranos rodeos. --Cuidado ahora. Acercate a mi --dijo Manuel con voz firme y segura--. Bajaremos al rio por la parte trasera; no quiero que nos descubran. --?Quienes? --pregunte. --Haz lo que te digo, Joaquin. --?Alguien nos persigue? --Pero no obtuve respuesta. Muchos habreis oido hablar de la expedicion de Lewis y Clark. Fue la primera llevada a cabo por estadounidenses con el objetivo de encontrar una ruta fluvial desde el Atlantico hasta el oceano Pacifico. Pues bien, hacia apenas unos meses que Lewis y Clark habian regresado a San Luis, y los carteles de bienvenida aun podian verse bajo las ventanas de los edificios mas proximos al rio. Con el objetivo de reclamar la presencia estadounidense en el Oeste americano antes de que franceses, espanoles o britanicos pudiesemos hacer lo mismo, la campana habia sido un gran exito. Y si os cuento esto es porque me parecio curioso enterarme de que mi tio, aun siendo espanol de nacimiento, habia tenido un papel destacado en todo aquello. Conocedor en buena parte de los territorios del oeste --gracias a la experiencia obtenida como cazador e interprete de los indios--, brindo a los estadounidenses un buen numero de consejos, mapas y provisiones a cambio de que el nuevo gobierno de Luisiana le otorgase una sola cosa: la posibilidad de seguir comerciando con los territorios espanoles de Texas y la Florida. Apeados del caballo y casi a hurtadillas, como escondiendonos de algo o de alguien, bajamos por el sendero adoquinado. A medida que nos acercabamos al rio, el numero de las calles iba descendiendo: 6, 5, 4... Finalmente llegamos a una via bastante larga en la que habia un poste del que colgaba un gran cartel: <>. Segui de cerca a mi tio, mirando de reojo a los vendedores de carne de los soportales y a los jovenes que jugaban a las cartas aranando los ultimos rayos de sol frente al muro de una iglesia protestante. No escapo a mi atencion un grupo de cuatro o cinco hombres que, observandonos desde lo lejos, intercambiaron susurros y palabras en un perfecto frances. --Es aqui --dijo Manuel por fin. Su voz era aspera y ruda como ninguna. Mientras atabamos mi caballo y el suyo a la parte trasera de su almacen, al otro extremo del pequeno jardin, desde una altura considerable y apoyado en la barandilla de madera, nos saludo mi primo Remon. Otros cabellos rubios y alborotados asomaban timidamente entre los balaustres. Debian de ser los de su hermano. Dieron las siete de la tarde en la torre de la iglesia. Y justo en ese instante, como si las campanadas hubieran definido con rigor la hora de llegada, subi con atino los peldanos de la casa, y antes de que pudiesemos hacer uso de la aldaba, la puerta se abrio de golpe. Mi tia Polly, a la que llevaba sin ver una eternidad, sonrio nada mas verme y me dio un fuerte beso en la mejilla. --Bienvenido, Joaquin. Siento mucho lo de tu madre. Ya sabes que ella y yo nos llevabamos bien. --Gracias, Polly. --Que mayor estas... ?Cuando fue la ultima vez que nos vimos? --En Nueva Orleans, hace al menos seis anos --respondio mi tio. Aunque hablaba espanol a las mil maravillas, su acento ingles seguia siendo inconfundible. Polly Charles Chew, una viuda a la que Manuel Lisa habia conocido anos atras en Nueva Orleans, era su mujer por aquel entonces. Timida, amable y carinosa, poseia unos preciosos ojos azules que combinaban a la perfeccion con una larga y ondulada cabellera rubia. No digo que no se quisieran, pero siempre tuve la sensacion de que Polly le estaba mas agradecida a mi tio que cualquier otra cosa. A fin de cuentas, Manuel Lisa se habia hecho cargo de ella --y de su pequena hija Rachel-- tanto afectiva como economicamente en un momento de suma delicadeza para sus vidas en la capital. Con el paso de los anos y tras su mudanza a San Luis, el matrimonio habia hecho crecer la familia, trayendo al mundo a Remon y a Manuel, mis dos pequenos primos carnales. --Te hemos preparado una cama en la habitacion de Remon, en el piso de arriba --dijo Polly. Creo que en aquel instante sonrei amablemente, le di las gracias por acogerme en su preciosa casa y segui a mi tio hasta el salon, donde se encontraban los tres ninos. Guardo de aquel momento un recuerdo tierno, de profunda calma y quietud. Los dos pequenos jugaban con un caballito de madera en torno a una mesa con la cena recien servida. Rachel, la mayor, leia junto a la chimenea. Cuando pienso en un hogar, tal vez por no haber tenido uno apropiado a lo largo de mi vida, viene a mi ese preciso instante. Entre en la habitacion y deje en el arcon lo unico que poseia: una camisa a rayas, ropa interior, unos calcetines bien gordos y un medallon de plata que solia cuidar como un tesoro, pues era lo unico que conservaba de mi madre. Pocos minutos despues, sentados a la mesa y tras haber ordenado lo poco que tenia, mi tio saco una botella de vino tinto de un cajon, sirvio tres copas y extendio una hacia mi con cuidado. <>, decia la etiqueta. --Pruebalo, Joaquin. Un barco solia llegar cargado de barricas desde el puerto de Cadiz. Directo a Nueva Orleans. Tu padre y yo las subiamos en bote por el Misisipi y lo vendiamos aqui y en San Carlos. --Mi tio evoco aquel recuerdo como si la llegada de su sobrino hubiese pellizcado de algun modo su memoria. --?Y ya no llega? --pregunto Rachel sin levantar la vista del libro que leia al mismo tiempo que cenaba. --El vino que llega ahora es frances. Todo es frances. ?Que estas leyendo, Rachel? Seguro que tambien es frances. Rachel sonrio, dio la vuelta a su pequeno librito y lo dejo sobre la mesa. El titulo de la portada estaba escrito en ingles: <>. Probe el vino. Estaba realmente bueno. --Creo que la novela es inglesa. Pero la protagonista es francesa --contesto Rachel--. ?Tu sabes leer, Joaquin? --Si que se --respondi orgulloso--, aunque no he tenido oportunidad de hacerlo muy a menudo. --?Cuantos anos tienes? --Veinte. --?Y no has tenido tiempo? No lo entiendo. --Si Dios quiere, pronto leere alguna novela. He oido que el Quijote de la Mancha es muy divertida. Mi padre tenia un ejemplar y solia recitar alguno de sus pasajes de memoria. --No la conozco. En las estanterias del salon habia al menos dos o tres decenas de libros viejos. Los observe con calma. Luego hubo un breve silencio que sirvio a mi tio para medir sus siguientes palabras. --Escucha, Joaquin. --Manuel lisa me miro firmemente--. Esta manana, unas horas antes de que llegaras, ha ocurrido algo. Algo que cambia mis planes. Olvida la carta que te mande: ya no me serviras en el muelle. --?Que ha ocurrido? --Pronto lo sabras. --Sus manos inquietas delataban en el cierto grado de nerviosismo--. Muy pronto. Por el momento, quiero que descanses bien esta noche y que estes preparado. No vamos a estar mucho tiempo en San Luis. --Asenti, acabe con presteza la sopa que Polly habia preparado y apure poco despues la copa de vino. Escuche el coloquio posterior sin volver a abrir la boca. Luego pedi permiso para levantarme de la mesa y retirarme a mi nueva alcoba. Me tumbe en la cama. Una cama dura y rigida de madera sobre la que colgaban sabanas gruesas y amarillentas. Aquella primera noche aprendi que Rachel, la hija adoptiva de Manuel Lisa, leia a menudo novelas de terror. Que Remon y el pequeno Manuel detestaban leer y preferian jugar con sus amigos en los canales del rio. Aquella noche, arropado ya entre mantas de piel, se me escapo una lagrima tras pensar un buen rato en mi pobre madre. No tuve tiempo de despedirme de ella, de poner en orden nuestros asuntos. Todo habia sido tan precipitado... Justo despues escuche a Polly lamentarse. Fuera lo que fuese aquello que habia ocurrido por la manana y que tanto inquietaba a mi tio, preocupaba sobremanera a mi tia. Por el quicio de la puerta vi la silueta apenas iluminada por las llamas de Manuel Lisa. Se acercaba a su mujer para darle un abrazo. Sobre el torso descubierto, y para mi sorpresa, Manuel Lisa lucia un enorme tatuaje. Una forma oscura, geometrica y alargada sobre la que se cruzaban un par de flechas. Entiendase que el impacto que me causo aquello fue debido a que, pese a que era comun entre marinos y otras profesiones, solo en una ocasion habia visto un dibujo similar sobre la piel, concretamente en el pellejo de un indio comanche al que llevaban preso los guardias de Santa Fe. Cuando se hubieron separado, observe como el le mostraba a ella una carta hecha anicos que llevaba en el bolsillo. --Lo haremos por nuestra cuenta --susurro--. No nos queda otra manera. Arrojo los pedazos de papel al fuego y observo lentamente como se consumian. --?Sigues confiando en el dibujo? --?En que dibujo? --El mapa de Heceta. --Por supuesto. --Manuel Lisa giro sobre si mismo y apago la pequena lampara de gas que iluminaba la estancia.

  • Dark face de Nadia Noor

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    Un recondito lugar de citas. Pasion, deseo y una situacion desesperada.

  • Lady Amelia de Lydia C. Ramirez

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    En el Londres del siglo XIX, lady Amelia Phillips sufre por el amor no correspondido del duque de Pendleton, ademas de tener que lidiar con su insoportable madre, se enfrenta al repudio social por culpa de su hermano mayor. Entonces ante ella se abre la oportunidad de salir de ese infierno de la mano del joven heredero Robert Bradford. ?Podra Amelia conseguir al fin el amor de William? ?O debera rendirse?

  • Siempre fuiste tu, Lorena Guerra Mendez de Lorena Guerra Mendez

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    A veces, las cosas grandes tienen comienzos pequenos. Eso escuche una vez, y es cierto. El amor, no se construye en un dia, el amor verdadero, crece poco a poco y cada vez es mas fuerte y solido. Aunque a veces, ese poco a poco, lleve de por medio unos anos sin verse…
    Patricia y Alex, un nuevo significado a la palabra “amor”. ? Quieres conocerlo?
    Siempre Fuiste Tu, la novela que te hara sonar y creer en el amor eterno.

  • Amiga. me tienes loco de Maria Beatobe

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    Aquella tarde estaba tumbada en el sofa viendo la television, no tenia ganas de hacer nada, cuando el sonido de un mensaje en el movil me desperto de mi letargo. Me levante, saque el telefono del bolso y lo lei. -- Nai, ?una cerveza esta tarde en "La bodega" a las nueve? Era Isaac, mi mejor amigo desde que teniamos apenas doce anos. !Ay! perdonadme que no me he presentado, me llamo Naia, pero todos me llaman Nai, tengo veinticuatro anos y soy disenadora de moda, o al menos eso pretendo ser en un futuro, me estoy preparando a conciencia para ello y voy haciendo mis primeros trabajos. Isaac, como antes os contaba, es mi mejor amigo desde la infancia. Nos conocimos porque ambos viviamos en el mismo barrio e hicimos pandilla con mas gente. El y yo conectamos desde el principio, lo cual me extrano por lo vergonzosa que yo era en esa epoca, cualquier chico que se me pusiera a menos de cinco metros hacia que me pusiera colorada y me paralizaba, pero tal cual. Menos mal que la edad y la experiencia me ha ido espabilando un poco en temas de hombres, porque si no, menudo futuro amoroso me esperaba... Recuerdo que en el colegio, cuando tenia unos cinco anos, habia un nino rubio con el pelo a melenita que me parecia guapisimo. Nunca jugaba conmigo, pero un dia se acerco a mi para intercambiar unos cromos de futbol (tema que no me interesaba absolutamente nada) y !casi me muero de la verguenza! Es curioso que ya con esa edad sintiera esas cosquillas en el estomago. Pero es que os prometo que era guapisimo, o mis cinco anos de vida me hacian verlo asi. Una noche en plenas fiestas del barrio, entre bailes y festividad, cuando yo tenia diecisiete anos e Isaac diecinueve, me propuso dar una vuelta y salir del jaleo de la celebracion. He de reconocer que teniamos una quimica especial, dificil de explicar, pero que con solo mirarnos ya sabiamos lo que el otro pensaba. ?Quien no ha tenido alguna vez un mejor amigo asi? Con el que tienes unas confianza tan ciega que serias capaz de contarle cualquier cosa por intima que fuera. Pero como todo en la vida, la cosa se complico aquella noche. Paseamos bromeando y jugueteando, riendonos mientras compartiamos un mini de cerveza. Evidentemente no era la primera vez que paseabamos solos, pero esa noche no se si por la luna o por que, el ambiente estaba raro... mas desinhibido diria. Acabamos en un parque cercano a casa. No habia nadie, rozaban las dos de la manana y nos sentamos en un banco. Sin saber como, la mirada de Isaac cambio y de repente, con un semblante serio pero decidido, me pregunto: -- Nai ?puedo besarte? - clavo sus ojos en los mios con firmeza, mientras retiraba el mini de cerveza de mi mano, para dejarlo en el suelo, y despues acercarse a mis labios, poco a poco, sin dejar de mirarlos. Aturdida y con el corazon a mil por hora, cerre los ojos y me deje llevar, de hecho creo que mi inconsciente llevaba anos esperando este momento. Y ahora me lo acababa de brindar. Nos besamos con ternura, con dulzura mientras el paseaba su mano por mi nuca y yo sentia un cosquilleo en mi estomago... hasta que, sin pensarlo, me sente a horcajadas sobre sus piernas y empezamos a besarnos con pasion. Me acariciaba la espalda con deseo apretandome hacia su cuerpo y yo le cogia por la nuca como si me fuera la vida en ello. Daba la sensacion de que los dos deseabamos hacer eso desde hacia mucho tiempo. Nuestros cuerpos hablaban por si mismos. No podiamos dejar de besarnos, nuestras lenguas bailaban al mismo ritmo y desee que el tiempo se parara. Nos separamos un segundo para coger aire y dar voz a mi jodido subconsciente. -- Que estamos haciendo... - susurre apoyando mi frente en la suya. --Esto es una locura... ?verdad? - respondio con la respiracion agitada y una sonrisa torcida tremendamente atractiva. No me dio tiempo a responder cuando tenia de nuevo su boca sobre la mia. No tuve poder de reaccion para retirarme, y lo cierto es que no queria hacerlo. Era mi mejor amigo y sabia que esto iba a cambiar el rumbo de nuestra amistad sin ninguna duda, pero no me arrepentia para nada de lo que ahora mismo estaba pasando. Esa noche ya no volvimos con los demas, nos devoramos a besos por cada rincon como si se fuera a acabar el mundo. Me acompano a casa al amanecer con los labios rojizos e hinchados de tanto besarnos. Nos abrazamos durante minutos sin pronunciar palabra, hasta que rompi el silencio. --... ?Y manana que? - pregunte apoyando mi cabeza en su pecho. --No pienses en manana... los dos sabemos que sera complicado, pero disfrutemos del ahora. - susurro posando un beso en mi sien. --No quiero estropearlo - dije a pocos milimetros de su boca. --No dejemos que pase... - musito casi pegado a mis labios y su mano acariciando mi mejilla. Y nos despedimos con un beso devorador, que nos hizo estremecernos por dentro y por fuera. Pero paso, y al dia siguiente no nos vimos, yo no se el, pero yo, no me atrevi. Ni el me llamo ni yo le llame. Cuando volvimos a vernos habian pasado un par dias y no sabiamos ni como actuar. Nuestras miradas coincidian y enseguida la retirabamos como si nos quemara reconocer con los ojos lo que habiamos disfrutado con el cuerpo. Era como tener miedo a reconocer que aquello habia ocurrido, y no solo eso, si no que nos habia gustado...y mucho. Me habia pasado esas dos noches sonando despierta y rememorando todo lo que habiamos vivido aquella noche de las fiestas. Imaginandonos como una pareja mas que se deja ver regalandose besos por la calle sin pensar que pasara con nuestra amistad ahora que habiamos pasado esa delgada linea. Pero a los dos se nos atragantaron las palabras en la garganta, y suponia que la edad, la inexperiencia y la sensacion de haberlo estropeado, pudo mas. Que raro fue todo... No se por que pero no llegamos a hablarlo. Mantuvimos el buen rollo durante meses aunque a veces, y de manera algo forzada, seguiamos hablando, llamandonos, pero poco mas. Ni una palabra del famoso dia. Aproximadamente un ano despues, a fuerza del dia a dia, recobramos la amistad que habiamos perdido por aquel rollo de una noche, yo me sentia bien con el y conmigo misma por haber recobrado casi toda aquella confianza, e incluso una noche hablamos de lo que paso, hasta conseguimos reirnos de ello y nos prometimos que no volveriamos a estropearlo todo por un calenton (ambos sabiamos que fue mucho mas que eso...jodido orgullo) Fue una conversacion que saco el una noche entre risas y bromas, cuando nos quedamos solos en el bar tras tomar unas cervezas con los amigos. Reconozco que se me encogio el estomago cuando dijo: --Que noche aquella cuando caimos en la tentacion ?eh Nai? - dijo con media sonrisa y la voz ronca, tras dar un sorbo a su cerveza. Al principio me quede un poco cortada, me pillo fuera de juego, pero me miraba de una manera que estaba mas que claro que se referia a aquella noche. Suspire antes de responder. Y tras dar un trago a la cerveza, mas largo de lo habitual para coger fuerzas y darme tiempo antes de hablar, hable: -- Si... mordimos la manzana - respondi con media sonrisa. -- ?Te supo bien? La manzana, digo - pregunto vacilon. --No estuvo mal - dije entrecerrando los ojos y manteniendole la mirada. - mejorable diria yo - otro trago a la cerveza. -- ?Perdona? - contesto alzando las cejas jocoso. Y asi, riendo a carcajadas, conseguimos quitarnos esa espinita que teniamos los dos clavada y tanto dano nos estaba haciendo teniendola enquistada. Ahora con veinticuatro anos volvemos a ser los mismos de siempre. Mas mayores, menos gamberros y mas centrados. El ha empezado una relacion con Rosa, una chica del barrio, llevan unos tres meses juntos y yo tengo mis amigos con derecho a roce. No me apetece mucho meterme en una relacion seria ahora mismo. Estoy dedicada a sacar mi profesion adelante y reconozco que lo paso bien, sin compromisos. Me prepare para quedar con Isaac a tomar una cerveza como otras tantas veces. Me puse unos vaqueros tobilleros, una camiseta blanca basica de pico y sandalias negras de cuna. Me deje el pelo suelto y me puse una base de maquillaje, mascara de pestanas y gloss color coral. Fui al bar donde habiamos quedado y alli estaba, sentado en una de las mesas del fondo de la terraza fumandose en cigarro y mirando el movil, ajeno a mi llegada. Estabamos en primavera y los bares ya empezaban a montar su negocio fuera de sus cuatro paredes. Me acerque y debio de sentirme porque levanto la vista y me recibio con una sonrisa. -- ?Que pasa, nino? - le pregunte mientras le daba dos besos. Siempre le habia llamado "nino", despues de volver a recobrar la amistad que habiamos perdido, empece a llamarle asi de manera casual, y termino siendo la manera en que me dirigia a el siempre. -- Pues nada, aqui estamos, tomando una cervecita esperandote...-respondio con una sonrisa forzada. -- Uyyy...a ti te pasa algo - afirme frunciendo el ceno y mirandole a los ojos. --No, que va, no seas tonta...- respondio evitando mi mirada y dando una larga calada al cigarro. --A ver Isaac, nos conocemos desde hace tantos anos que podria adivinar cuando ha sido la ultima vez que te has acostado con alguien - una pequena carcajada salio de su boca - Asi que ya puedes empezar a hablar. --Hay que ver que grafica eres, joder. --Ya me conoces, no tengo filtro. - sonrei triunfante al ver que habia conseguido que me mirara. Le pedi al camarero que me trajera un tercio y una bolsa de patatas, la tarde prometia ser mas seria de lo que yo me planteaba. No pasaron ni dos minutos cuando ya tenia la bebida y la comida sobre la mesa. Le di un trago a la cerveza y suspire. --Soy toda oidos, nino...- dije acercando mi silla a la suya. Me miro de soslayo y medio sonrio, pero sus ojos no hicieron lo mismo. Inspiro con fuerza... exhalo despacio y lanzo la bomba. -- Nai, me marcho - dijo sosteniendome la mirada esperando mi reaccion. -- ?Como te me marchas? ?Donde? - pregunte frunciendo el ceno confundida. --Me marcho una temporada a Londres. El gesto de la cara se me transformo. -- ?Como? ?A Londres? - dije cogiendole las manos. - ?Ha ocurrido algo? ?Tu familia esta bien? -- Si, tranquila. No es por ellos. - hizo una pausa - Bueno...quiero aprender el idioma, ya sabes, me vendra bien para el curriculo y ahora que estoy en paro quiero aprovechar -cogio su cerveza y le dio un trago largo. No me parecia del todo sincero, no se... estaba muy raro. Le costaba en algunos momentos sostenerme la mirada. No se mostraba contento, al reves, daba la sensacion de que se iba por obligacion. --Pero a ver...espera, espera - dije alzando mis manos - aqui algo no me cuadra. ?Te ha pasado algo con Rosa? --A ver Nai... -- ?Es eso? ?Las cosas no van bien entre vosotros? --Rosa y yo lo dejamos hace unos dias. Ahora si que estaba fuera de juego totalmente, ?pero no se supone que es mi mejor amigo y deberia de haberme enterado de esto cuando sucedio? Estaba totalmente desconcertada. -- Pero Isaac, ?que ha pasado? ?Por que no me lo has dicho antes? -- No lo se Nai, no se explicarlo, es complicado -dijo mirando sus manos mientras jugueteaba con ellas - La relacion no terminaba de llenarme del todo, no sentia que esto fuera a llegar a ninguna parte y no me parecia justo para ella. --Pero se os veia bien. -- Mal no estabamos, pero bien tampoco -levanto la mirada hacia mi- Nai, no estaba enamorado de ella. Nunca estas preparada para mantener conversaciones de este tipo, porque ahora que le digo, ?que lo siento? ?Que me alegro si es por su bien? No se... -- Y ella ?como se lo ha tomado? -- Bueno, regular la verdad, y la entiendo. Pero tenia que hacerlo bien y hablarlo antes de que la cosa fuera a mas y nos hicieramos mas dano. --Has hecho bien- y me levante para acercarme a el, cogerle la mano para se levantara y darle un fuerte abrazo. Apoyo su cabeza en mi hombro y note su respiracion en el hueco de mi cuello. Le di un beso en el pelo y nos separamos. Le cogi las manos de nuevo y le pregunte. -- ?Por eso te vas a Londres? --Bueno... tambien influye .Necesito irme de aqui unos meses, creo que me va a venir bien. -- ?Me abandonas, eh? - dije con media sonrisa y los ojos acuosos. -- Ey... nina no te iras a poner a llorar ?verdad? - me volvio a abrazar. --Ya sabes... tengo un numero de lagrimas al dia para gastar y estas son las de hoy- force una sonrisa. --Sabes que estoy a nada en avion ?verdad? - asenti con la cabeza- Y el telefono aunque no lo creas tambien llega hasta alli. --No te olvides de mi ?eh? - trague saliva -?A quien vas a encontrar tu tan cabra loca como yo alli ,que son todos tan estirados? Sonrio ante mi comentario. --?Pero tu crees que voy a querer olvidarte?Ni quiero ni creo que pueda- respondio serio cogiendome la cara entre sus manos y limpiando mis lagrimas con sus pulgares. -- ?Y cuando te vas? - pregunte con miedo. --Me marcho en dos dias. -- ?Ya? ?Tan pronto? --Si Nai, creeme, es lo mejor. -- Esto estaba ya planeado hace tiempo ?verdad? - Bajo la cabeza - ?Por que no me lo contaste antes? --Porque para mi habria sido insoportable estar un mes despidiendome de ti. Quiero creer que asi es mas facil. Llamame iluso. -- ?Puedo al menos acompanarte al aeropuerto? --No te preocupes, me lleva Andres. --Porque si para ti es algo bueno, a mi me duele tanto... - me lance a decir. Me miro serio, pasaron unos segundos que nos miramos con tension. Se hicieron eternos. --Porque supongo que algo te importo - respondio apretando los labios. Sonrei triste y le volvi a abrazar. Fue la ultima vez que nos vimos. Nos despedidos en la terraza de aquel bar y nos dimos un abrazo del que eramos incapaces de separarnos. Llore y el tambien derramo alguna lagrima. No queria de ninguna de las maneras que se marchara, pero si para el era lo que debia hacer, lo aceptaria aunque me costara. No volvimos a vernos durante cinco anos. Cinco largos anos en los que al principio hablabamos casi a diario, luego semanalmente...y mas tarde cuando podiamos. La cosa se enfrio, el hizo nuevos amigos alli. Yo empece a trabajar en un estudio de moda y me llevaba muchisimas horas al dia... y el cambio de numero de telefono. Un dia que fui a llamarle me salto una voz que decia que ese numero de telefono no existia. Me quede desconcertada, no entendia nada. Algo murio dentro de mi. Ahora tengo veintinueve anos y me acuerdo mucho de el. Creo que nunca podre olvidarle, una amistad como la nuestra se queda tatuada de por vida, y me niego a no saber nada de el. Una tarde entre en una conocida libreria, disfruto mucho en estos establecimientos mirando los libros, me pierdo entre sus letras y me relaja mucho. Mientras sostenia uno de ellos y leia su sinopsis escuche una voz tras de mi. -- ?Nai? - pronuncio una voz masculina. Me gire en seguida y me quede de piedra. Isaac estaba delante de mi, con la misma mirada y sonrisa de siempre. -- ?Isaac? - dije perpleja. --Vaya, aun no te has olvidado de mi - respondio con media sonrisa. --Pero... -parpadee sin creerme tenerlo delante de mi. -- Lo siento, Nai - dijo sin dejarme terminar. Trague saliva y le mire con sorpresa, una parte de mi estaba muy enfadada con el por haber desaparecido de mi vida de esa manera, tan brusca, sin explicaciones, ni palabras... nada. -- ?Cuando has vuelto? - me atrevi a preguntar algo tensa. --Bueno...volvi la semana pasada- dijo jugando con sus manos nervioso. -- No pensabas llamarme por lo que veo.

  • Ese verano a oscuras de Mariana Enriquez

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    Un calor que no da tregua. Una noche cuya oscuridad se alarga. La adolescencia y su rebeldia y las primeras experiencias.

  • Manto del Firmamento (Los Devonshire 4) de Maria Isabel Salsench Olle

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    Georgiana o, como la llamaban, Gigi era una Cavendish. Y, como tal, poseia una belleza extraordinaria asi como una personalidad singular y, en ocasiones, controvertida.
    Poseedora de una inteligencia que asustaba a los hombres del 1845 e interesada en estudiar medicina en una sociedad que se lo prohibia , finalmente, encuentra su alma gemela en Thomas Peyton.

  • La Asistente De Boda Del Jeque de Jessica Brooke

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    Alana Fiora asimilo la magnitud del palacio arabe, un monumento en piedra tallada y marmol en el pais de Al-Marasae; una maravilla que nunca hubiera pensado que veria en persona. Su madre, que habia crecido en el Libano, le habia contado historias de lo asombroso que habia sido el Palacio Beiteddine cuando se abrio al publico durante el Festival Beiteddine. ?Pero esto? El palacio de la familia real Hassem estaba mas alla de todo lo que podria haber imaginado. No estaba segura de que era lo que esperaba cuando su padre le dijo que trabajaria en el palacio unos pocos meses. Pero su mente habia evocado imagenes del Taj Mahal, con sus blancos chapiteles resplandecientes alcanzando el cielo o las grandes bovedas hinchadas como lagrimas de oro asentadas en torres enormes. Lo que le esperaba aqui era un palacio con exteriores en austera arenisca rosada, con apagados chapiteles, que parecian mas bien torres de un castillo europeo. Si se mirara con detenimiento, se podria ver las bovedas relucientes a traves de las esquinas y la cupula en alto, todo ello disimulando un exuberante arco iris de color increible y la decoracion interior. El salon de entrada le recordaba, extranamente, a las navidades. Los mosaicos geometricos pintados que cubrian sus muros en verdes y rojos brillantes incorporaban caligrafia tallada que danzaba por todo el salon. Alana se dirigio a la biblioteca del palacio (o a una de ellas, en todo caso) donde, se le habia informado, se encontraba el principe primogenito Jeque Dharr Hassem. El jeque Dharr era su mision aqui en Al-Marasae, el futuro novio. Con veintisiete anos y con muchos anos de universidad a sus espaldas, no le habia parecido algo demasiado normal convertirse en experta de organizacion de bodas. No, mejor borrar eso, asistente experta en organizacion de bodas. Su madre, Lena, habia sido quien habia sido contratada por la familia real. Sin embargo, las bodas islamicas eran basicamente un contrato legal y Gabriel Fiora habia decidido que el reluciente nuevo titulo de Derecho de Alana era justo lo que su madre necesitaba llevar con ella a Oriente Medio. El curro, aun asi, venia con un magnifico beneficio para ella: para hacer el trabajo deberia de ser ascendida de asistente juridico a abogada en practicas. Alana nunca habia oido de ningun caso semejante, aunque tampoco habia oido que alguien graduado en Derecho fuera contratado como asistente legal para empezar. Aun con su diploma, era el unico trabajo disponible en el bufete de su padre y el se habia resistido a la idea de que ella trabajara para cualquier otro. El era su padre, despues de todo, asi que en aquel momento cogio el puesto, aunque ahora estaba mucho mas contenta con la promocion. Su padre parecia confiar unicamente en ella para este trabajo, lo cual era gratificante, aunque un tanto extrano. Todo el asunto era un tanto raro, empezando por la manera en que se lo presento. Ella recordaba que la habia llamado desde su oficina una noche hacia las nueve. Alana tambien estaba alli, tratando de sacar algo en claro de todos las caligrafias deficientes y archivos mal nombrados. Gabe dijo que habia perdido una apuesta sobre un recorrido de golf y que se habia quedado mas tarde de lo normal hincando el diente a un trabajo de machaca para uno de los socios de mas arriba en el escalafon corporativo. El queria saber si recordaba los rumores que habian rondado en la bolsa sobre cierto jeque de un pequeno pais de Oriente Medio llamado Al-Marasae, cerca de Arabia Saudi y los Emiratos Arabes Unidos. Alana habia recordado los rumores. Le habian asignado alguna comprobacion de hechos en Hassem Petroleum, Inc., puesto que era a la vez cliente de Singer, Winchester and Cole, asi como una inversion de muchos de sus empleados. Habia oido rumores de que el heredero del jeque reinante habia resultado envuelto en algun tipo de controversia. Alana nunca acabo de identificar exactamente lo ocurrido, pero la corriente del rumor crecio con chismes variables--desde el intento de asesinato por parte del jeque Darr hacia su propio padre, hasta su affair con una princesa italiana. Sea como fuere, debia de haber algo de verdad en los rumores, puesto que se habia comunicado a la junta directiva de Hassem Petroleum que podria haber algun cambio en la linea sucesoria de la familia real hacia agosto de 2015. Se habia fijado cierto tipo de ultimatum para el principe, y ahora Alana sabia lo que era. Se tenia que casar. Ella no sabia que encantamiento habia empleado, pero de alguna manera su padre habia descubierto que el jeque Azhaar Hassem, el dirigente de Al-Marasae, habia dado a su hijo hasta agosto para casarse, o seria descartado en favor de su hermano menor. Alana dudaba aun mas de que fuera una simple coincidencia el hecho de que su madre fuera reclutada como organizadora de bodas para el evento. Su madre tenia en marcha un pequeno imperio bastante simpatico, y habia organizado el "mejor dia de vuestras vidas" para mas de una pareja famosa. A pesar de ello, de alguna manera dudaba que el estatus de Lena Fiora como organizadora de bodas hubiera alcanzado notoriedad internacional. No, su padre se habia servido en cierto modo de ellos para esto, pero no estaba segura de con que objetivo. Pero, oye, ella era una abogada capacitada, y su madre iba a conseguir un cheque bastante gordo, asi que no podia ser tan malo. Fuera lo que fuera en lo que andaba metido, de momento salia rentable. Ahora, solo necesitaba conseguir unos pocos minutos con del jeque Dharr. La puerta de la biblioteca era igualmente impresionante que el resto del palacio. La puerta de tamano doble iba desde el suelo hasta un estilizado arco de punto del techo, dejando sitio solamente para la misma jamba. La libreria tras la puerta no tenia nada que ver con sus expectativas. Estaba acostumbrada a las bibliotecas de la Universidad de Nevada, Las Vegas, incluyendo la Biblioteca de Derecho Weiner-Rogers, asi que la palabra biblioteca normalmente conjuraba imagenes de mesas de madera rodeadas de incomodas sillas de alambre grueso con asientos de plastico e interminables estanterias, con tantas filas de profundidad que te podias perder entre ellas. En cambio, lo que encontro era una planta redonda de la misma arenisca rosa, de una docena de metros de diametro, en lo que conjeturo que era uno de los chapiteles a modo de torreones de la esquina. Mosaicos pintados en azul y rojo intensos rodeaban estanterias que habian sido excavadas en los mismos muros, que se curvaban en espiral con la sinuosa escalera de piedra, que serpenteaba a lo largo del muro hasta al menos otro piso. En el centro, habia una amplia mesa octogonal sin sillas. Cada lado tenia un almohadon afelpado color burdeos, apoyado en pequenos cojines descansando contra el, con borlas doradas colgando de sus esquinas. El aire era seco y fresco con el delicioso aroma que solo pueden desprender los libros. Las suaves estanterias de piedra estaban cargadas de tomos y Alana pasaba las manos por sus lomos, sintiendo las encuadernaciones de piel y las caligrafias labradas. La mayoria de los libros, al menos en esta planta, estaban escritos en arabe, o en todo caso se trataba de traducciones. Los amplios caracteres bajo sus dedos y la atmosfera extranjera hacian que Alana se sintiera como si la hubiesen raptado dentro de uno de aquellos mismos libros. ?Cuantas horas podria perderse en una biblioteca como aquella, hondamente enterrada en uno de aquellos cojines gigantes? Suspiro mientras retiraba la mano de los libros. -- Perdon, chicos, tengo que encontrar a un jeque. Seguro que sabeis donde esta, ?no? --Quizas le convenga echar un vistazo a la segunda planta. Alana quedo boquiabierta durante un momento antes de darse cuenta de que la voz incorporea procedia de algun lugar encima de su cabeza. Hizo girar sus ojos a su alrededor y miro a lo largo de la escalera de espiral, mientras el sol de la manana se desparramaba por las hermosas vidrieras azules y rojas que la delimitaban, pero no podia divisar a nadie. Sus pies tomaron los peldanos. Afortunadamente, habia decidido llevar zapatos bajos. Los tacones no solo habrian sido indecentes, sino que tambien habria sido un horror para sus pantorrillas el subir los peldanos de piedra. Al llegar a lo alto del tramo de escaleras, localizo a una persona sentada en una silla de piel atiborrada y oculta tras un periodico. Creia que su padre era la ultima persona del mundo en leer aun aquellas cosas. El segundo piso parecia mas tradicional, con mesas de cafe de madera cuidadosamente lustrada y cristal. Salpicados por doquier se podian encontrar elegantes sillones orejeros hechos en piel, mezclando el olor de los libros con la piel y el barniz de madera. La escalera acababa alli, pero las estanterias y los libros seguian aun mas alto, al menos dos pisos mas, donde el techo estaba decorado con arabescos en un azul mas claro y blanco, en un patron trenzado, circular, y caleidoscopico. El hombre de la silla doblo su periodico y se levanto para recibirla. Era alto y esbelto, con anchos hombros que se estrechaban descendiendo hasta estrechas caderas. Contaba con una mandibula afilada y pomulos salientes. El hombre, que supuso seria el jeque Dharr, alcanzaria casi el metro noventa de estatura e iba vestido con una holgada camisa blanca de algodon e inesperados jeans occidentales. Sus ojos de color de miel la sopesaron con perspicacia, y su piel, entre cetrina y cobriza, parecia relucir en el halo resplandeciente de la vidriera mientras permanecia de pie con las manos cruzadas detras. --No la conozco --dijo sencillamente. *** Nunca habia visto a una mujer apareciendo en lo alto de las escaleras de la biblioteca. Mediria uno sesenta y ocho en el mejor de los casos, con pelo azabache recogido en una coleta sobre una sencilla americana azul cubriendo una blusa de cachemira crema. Una falda a juego hasta la rodilla cubria unas caderas voluptuosas y las gafas sin marco acentuaban los ojos turquesa mas imponentes que el jeque hubiera visto en su vida. Resaltaban frente a su cutis cetrino y sus suaves labios con silueta de corazon. Las elegantes lineas de su rostro se disolvian en un largo escote que desaparecia entre el tejido de su ropa. El jeque Dharr habia notado inmediatamente la falta de hijab o cualquier otro tocado y dio por supuesto que era una de entre los americanos que habia hecho venir su padre para la boda. Poso a un lado su periodico y se mantuvo en pie, observandola detenidamente segun se acercaba. --No la conozco. --No, nunca nos hemos encontrado. Soy Alana Fiora, ha contratado a mi madre como organizadora de su boda --dijo en una voz que habria rezumado profesionalidad si no fuera por la ligera vacilacion. El sospecho que probablemente se encontraba encogida por el esplendor del palacio, tal y como sucedia normalmente a los pocos visitantes que habian venido. Pero tambien reconocio el sonido de la inexperiencia. Noto que ella no le habia ofrecido su mano como saludo, y encontro inusual que una extranjera supiera que una mujer no deberia tender su mano al saludar. O eso, o simplemente ella estaba siendo descortes. La boda, por supuesto. La condicion de su padre para mantener su lugar como heredero del reino. Su padre sabia que legalmente no podia privarle de su herencia, pero el gobierno si que se lo podria retirar. Tambien sabia que, si perdiera el poder ejecutivo del reino, la posicion de facto como director de Hassem Petroleum iba con el. --De hecho fue mi padre quien la contrato --dijo, volviendo a su asiento--. Sientese, y digame para que me necesita. ?Ya hemos llegado a la degustacion de la tarta? --Muchas gracias, jeque Dharr. No --sonrio--. Estoy colaborando con la organizacion de la boda, pero la razon principal por la que me encuentro aqui es como consejera legal para el Katb elKitab, el contrato de matrimonio. Apuesto a que la degustacion de la tarta seria mucho mas divertido. La sonrisa de Alana era brillante, plena de dientes blancos como perlas. El no podia evitar sonreir a su vez. --Digame, senorita Fiora, ?por que habrian mandado a una mujer a aconsejarme, especialmente a una bisona en las leyes de los Estados Unidos, no digamos ya a los contratos matrimoniales islamicos? Esos ojos turquesa brillaron, pero estaba intrigado por saber si iba a morder el cebo prontamente. --?Que le hace creer que soy novicia? El se encogio de hombros. --Es usted joven. Se deduce de ello. Sencillamente, se retiro las gafas y las doblo en el bolsillo interior de su chaqueta. --Entiendo cuan diferentes son nuestras culturas, mi jeque. Podria inventarme como excusa la ignorancia de mi padre respecto a las costumbres de su cultura. Podria admitir que quizas el nepotismo tuvo algo que ver. Podria tratar de impresionarlo con mis cuantificaciones y resultados en la universidad o con mis estudios previos en legislacion islamica y judaica. Pero, sinceramente, creo que su padre accedio a que viniera con mi madre porque no sentia la necesidad de pagar los elevados honorarios de los abogados mas reconocidos del bufete para algo que se reduce a un mero acuerdo prenupcial. Esta era nueva, pero no tenia miedo en absoluto en sacar un poquito las garras. Esto le gusto. --Asi pues, digame, consejera, que me tiene preparado? --El Katb-el-Kitab esta en su mayor parte en orden. Es mayormente el modelo general de ustedes, regido por el Islam sunita, la jurisprudencia Hanafi que rige en Al-Marasae, etcetera. Usted firmara en su propio nombre y el sultan Jassor bin Adi Puteri firmara en nombre de su hija la princesa Raaniya Binti Jasoor. El unico asunto que me preocupa es algo sepultado en el mahr, lo que los occidentales llamarian la dote. --Si, senorita Fiora, estoy familiarizado con las costumbres matrimoniales de mi propia cultura. --Por supuesto --dijo, y el notaba que ella trataba de mantener la pulla ajena a su voz--. Pero lo que encontre es algo que pense que seria apropiado comunicarselo personalmente. Puede que usted este al tanto de esto, pero no podia evitar tener la sensacion de que estaba encubierto intencionadamente entre la jerga legal. --Prosiga --dijo el, meciendo su mano. --En esencia, el mahr contiene una estipulacion que transfiere el diez por ciento de sus acciones con derecho en RPI a la familia real de Burhinna. Asi que eso era parte de la estratagema de su padre. Habia habido controversia, algunos dicen que infundada, sobre si menguaban las existencias domesticas de crudo en Burhinna. La pequena nacion de Malasia habia dado con un pozo en los primeros anos veinte del siglo pasado que les habia convertido en muy pudientes comparados con su tamano. Si fueran ciertos los rumores sobre el cierre de ese pozo, parecia como si estuvieran tratando de crear algun tipo de colaboracion encubierta con RPI a traves del matrimonio. Tras sus propios intentos fallidos, parecia como si su padre le hubiese comprado una novia con las propias acciones de Dharr. --Es un asunto que no habia previsto. Pero, llegados a este punto, no me parece descabellado -- suspiro casi. --Bueno, esa no era la parte que estaba muy oculta. Como sabra, hay dos partes en un mahr. Hay una que se concede directamente tras el matrimonio, y esta lo que se espera si el matrimonio se disuelve. Lo que encontre es que al parecer en caso de disolucion, por cualquiera de las dos partes, la cantidad se dispara a otro 25% mas, para un total de 35%. Eso es el 35% de sus acciones en RPI que iran a la familia real si se produjera un divorcio --dijo ella, pasandole un archivador lleno de papeles. Habia dos especificamente senalados con marcadores de pegatinas amarillas. El jeque Dharr se sento frente a su silla y tomo el monton de ella. Noto que se lo ofrecia con su mano derecha y no con la izquierda. Aun no sabia si era coincidencia o si quizas ella poseia ciertas nociones de las costumbres de Oriente Medio. El jeque hojeo los papeles, seguro de que tenia que haber mas en las cifras que habia encontrado ella. Tenia que haber algun tipo de proteccion para evitar tanto a el como a la princesa el cortar y salir corriendo tras el matrimonio. El archivador requeria un examen mas detallado que no podia darle al momento, ya que varios asuntos en Hassem Petroleum requerian su atencion esa manana. --Necesito revisar estos mas de cerca, pero enseguida tengo una reunion. Venga conmigo a cenar al restaurante Principes y Paisanos. Tengo una mesa en el salon del piso de arriba. Vistase de modo apropiado. --Por supuesto, mi jeque. Si eso es todo... --y estaba seguro de que ella no quiso darle a sus palabras la leve huella de ponzona que llevaban, pero aquello no le sento mal. No queria otro monigote o pelele a sus pies. Esta mujer ya le habia probado que tenia un ojo agudo y cierta integridad. Ahora el tenia bastante curiosidad en ver hasta donde llegaba su talante. Permanecio en pie, mientras ella retiraba sus gafas de su chaqueta y extendio su brazo hacia las escaleras. --Si, senorita Fiora. Eso sera todo por ahora. La veo esta noche a las siete. --Hasta entonces --contesto Alana. Recogio sus cosas y se retiro haciendo resonar las suelas por toda la biblioteca segun descendia las escaleras. Alana Fiora, su nueva consejera con los cautivadores ojos turquesa le dejo tambien un eco tras su paso. Habia encontrado algo improcedentemente oculto en el contrato con su futura novia, o era que quizas buscaba algo dramatico --?el impetu de una hija excesivamente entusiasta, tratando de ganarse a su propio padre? Lo descubriria esta noche, tras tratar de analizar los documentos personalmente. En cualquiera de los casos, tenia preguntas para su nueva consejera, unas pocas mas alla del archivador que sostenia. Las trataria esta noche.

  • El desafio de Florencia de Alejandro Corral

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    La gran novela sobre la rivalidad entre Leonardo da Vinci y Miguel Angel Buonarroti.

  • El secreto de Xein (Guardianes de la Ciudadela 2) de Laura Gallego

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  • Los dias perdidos de Valentina, A.P. Hernandez de A.p. Hernandez

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    Valentina: una adolescente que puso fin a su vida con un cuter.
    Marta: una madre que no admite el atroz acto de su hija.
    Ismael: un estudiante universitario que comienza a perder sus miedos.
    Lazaro del Rio: ex Inspector Jefe de Policia, expulsado e inhabilitado de por vida.

  • Seb Damon 3 14 (Seb Damon 1) de Martin Mccoy

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    ?Imaginas vivir una historia digna del cine negro en una ciudad de la Luna? Tal vez te cueste imaginarlo, pero puedes leerlo.

  • El lazo invisible de Claudia Barzana

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    Cuatro mujeres unidas con la sutileza de un zurcido que hilvana lo que cada una percibe, lo que cada una anhela. Cuatro mujeres entrelazadas por la fuerza de eso que las vincula, que las hace amigas, que las hermana. Cuando el mundo vea por primera vez una guerra fuera de toda escala, el tejido que las une comenzara a rasgarse. Emma y Rose son amigas desde la infancia. Deciden instalar una casa de modas en Buenos Aires. Rose dibuja los modelos, disena, cose. Cada pieza es tambien una historia para contar, un universo en si mismo. Emma es quien se ocupa de seducir a las clientas, de invitarlas. Martina es hermana de Emma y una de las pocas mujeres cirujanas de la epoca. Acaba de recibir una invitacion para hacer una residencia en Paris, algo que, emocionada, quiere compartir con Sofia. Sofia es pianista, toca con las orquestas de tango en lugares de mala muerte en los que se siente feliz de que la escuchen sin que nadie la vea de verdad. Compone canciones en secreto para el hombre que la desvela.
    Cada una tiene un anhelo, cada una esta ligada a la otra por un lazo que amenaza con romperse cuando la Primera Guerra Mundial estalle. Emma y Rose deberan lidiar con revueltas sindicales, con un amor que va mas alla de las traiciones de la sangre. Martina elegira quedarse en un hospital de guerra a ayudar a los heridos y vivir el amor como si no hubiera un manana. Sofia buscara su pasado irlandes y a su amor, aunque eso la deposite en el ojo de la tormenta.
    Cuatro mujeres en tiempos de una guerra que iba a cambiarlo todo, cuatro amigas que se resisten a la distancia que se les impone. Claudia Barzana ha escrito una novela que es muchas a la vez, coral, intensa, que enhebra una trama sin fisuras.

  • Feudalismo de Liborio Salazar

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    Retrato descarnado de una de las ultimas grandes pervivencias feudales: la universidad, una institucion de privilegios, servidumbres, abusos, corrupcion y luchas encarnizadas por el poder, que sirve de refugio a pederastas, parasitos indolentes, misantropos y meritorios.

  • Calor asfixiante (Serie Castle 6) de Richard Castle

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  • Hechicera (La cofradia de las comunes 2) de Diana Scott

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    El capitan golpeo de lleno con el duro mastil de madera. Pequenas gotas de sangre, disueltas en agua salada, surcaban su frente. Los miembros de la tripulacion gritaban como furias enloquecidas mientras las pocas mujeres en cubierta corrian espantadas buscando refugio en la bodega. El barco, cual bebe acunado por gigantes, se agitaba con los intensos vientos del Mar occidental. Quiso centrarse, pero el fuerte dolor de cabeza apenas si le dejaba pensar. La vision se le borraba de a momentos y el cuerpo se tambaleaba sin encontrar el sentido cuando unas manos intentaron sostenerlo por la cintura. ?Estaria muerto y lo transportaban al cielo? Penso al oler ese dulce aroma de mujer, tan fresco, tan delicado y tan floral. No, se contesto a si mismo, el no era hombre de recompensas celestiales. Las Espanas ya no lo esperaban y los cielos no perdonaban. Dos fueron las veces que sacudio su cabeza intentando aclararse y tres las que parpadeo hasta comprender la gravedad del asunto. La vela mayor hecha unos trapos danzaba con los vientos mientras el galeon, sin rumbo, golpeaba con cuanta ola se encontrase. La jovencita de tacto terso y gentil lo acunaba en su abrazo como si se encontrase ante un hombre de dulces declaraciones. "Ingenua", penso aturdido. Hubiese querido no despertar, pero aquellos ojos de sirena, curvas deliciosas como budin de abuela, y voz, penso comenzando a reaccionar, voz excesivamente intensa, se dijo apretandose la sien para que la sesera no se le escapase de la cabeza. --Estoy bien… estoy bien. --Alzo la mano deseando detener la intensa verborrea, pero nada. La sirena no callaba. --Estas sangrando, apenas puedes sostenerte. Te llevare a la bodega junto a las mujeres. Ellas podran curarte. <> Murmuro deseando matar a quienes el filo de su espada habia acallado ya. --Adonay… --Ella era la unica en ver mas alla de las mentiras o la traicion. !Que les importaba a ellos la rojez que circulaba por sus venas! ?Quienes eran ellos para declarar la verdad ante tanta mentira? ?Que profeta era ese que bendecia a los malditos y sentenciaba a las almas puras? --!Id a por la monja! --Grito con la garganta aspera por el temor. --Id a por la monja. --Repitio debilitado. La sangre primitiva le pedia gritar, romper y asesinar, pero el dolor le rogaba llorar. Llorar como ese nino que nunca se permitio ser. Llorar como ese pequeno que se fortalecio en la triste incomprension. Ajusticiar como ese joven que una noche helada de invierno dictamino justicia. Aun lo recordaba, su nombre era Andres. Hijo del tabernero y con apenas quince anos el muchacho era tan desgraciado y putero como su propio padre. Borracho, maltratador y con un rostro que mejor ocultar, el hombre con aficiones dignas de escribirse con minusculas era todo un hijo de puta con mayusculas. Sus vicios, innumerables. Su oficio, la vagancia. Su diversion, apalear judios. Una noche decidio que esa seria la ultima de aquel malnacido. Ese desgraciado no volveria a llamarlos puercos asquerosos ni escupir sus rostros ensangrentados por sus apestosas botas. Con lentitud se levanto de la cama y a escondidas de su padre escapo. Con sigilo bajo por la estrecha calle del mercado apenas iluminada por algunas antorchas de esquina y camino hacia la taberna. Unas cuantas calles cuesta abajo atravesando la Plaza del Solarejo y su destino estaba delante. Sigiloso para no ser visto, enfilo hacia la estrecha ventana trasera. Con el punal en mano y la calma del verdugo en las venas espero que el silencio cubriese la ciudad. "Un ajuste de cuentas" dijeron muchos, y nadie mas pregunto. Esa noche se hizo hombre mas alla de lo que marcaba la edad. --Que demonios… --Beltran no daba credito a la escena. --Id a por la monja… --Repitio perdiendo la poca coherencia que poseia. Ella respiraba, podia notarlo en el subir y bajar de su pecho pero el temor a que fuesen los ultimos suspiros lo estaban desquiciando. El caballero de rizos como el sol se acerco preocupado. Se lo notaba inquieto y puede que incluso algo culpable. Intento acariciarle el palido rostro pero su mano fue detenida por otra mucho mas dura y algo mas callosa. --?Quien sois? --Pregunto con la dentadura entrecerrada. --Ambos se miraron como si de una justa a muerte se tratase, pero fue Beatriz quien rapidamente aclaro. --Estabamos preocupados y decidimos entrar. Mi senor debeis disculparnos. --La voz temblorosa de Beatriz no presagiaba nada bueno. Juda oia pero sin escuchar. Las palabras de la joven se le escapaban como la paja de un granero sin tejado. Cabellos dorados como el trigo, penso observando con detencion, mirada del color del cielo en verano, porte tan elegante como los nobles de cuna y sonrisa tan amplia como su falsedad. --Senor, el es… --Vuestro hermano. --Termino la frase Juda, abrumado. La peor de sus pesadillas se convertia en carne. --Si mi senor, lo creimos muerto y… --Pero no lo esta. --Su voz sono ironica a la vez que desgraciada. Con rapidez busco en los recuerdos. ?Cinfaa aseguro que Gadea aun lo lloraba? ?Habia dicho algo mas? ?Aun lo amaba? ?Aun sonaba con sus recuerdos? ?Se habian besado? Las dudas le asaltaban con la misma intensidad con que los celos se le incrustaban en las carnes. Era suya. El propio Adonay se la habia entregado. Ese desgraciado regresaria al cielo donde todo el mundo le creia reposar, con o sin su punal clavado en el pecho, suya seria la eleccion. --Recuperare todo lo que por derecho me pertenece. --La voz neutra y condescendiente del ricitos trigales lo hizo sonreir. ?Buscaba con nobles modales intimidarlo? No era ningun noble de cuna pero sus ropas eran mas costosas y sus arcas estaban mas rebosantes que muchos de esos imbeciles escasos en tesoros y temerosos de la nueva realidad. --Marcharos. --Susurro como si de una mosca el caballero se tratase. --La mirada ardiente como las llamas presagiaban lo peor del converso pero se silencio ante los gritos de Beatriz.

  • Comimos y bebimos de Ignacio Peyro

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  • Rosa del Mar de Amylynn Bright

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    Cuando el barco de Rosalia se hunde durante una horrible tormenta, ella esta completamente segura de que jamas vera de nuevo a su prometido.

  • Amanecer (Sombra de vampiro 7) de Bella Forrest

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    !La tan esperada conclusion del viaje de Derek y Sofia!

  • Tras el cristal de Ricardo Gomez Gil

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    No pude estudiar, asi que trabajo en una tienda. Habra quien piense que esto es una advertencia; que con ello quiero decir que si no estudias caera sobre ti la maldicion de trabajar en una tienda, pero no es eso. La mia es una tienda de ropa y lo que pretendia decir es que no se necesita haber estudiado para hacer bien mi tarea. Y lo digo ademas para que se sepa pronto que soy un don nadie. Aunque no estoy insatisfecho con mi profesion. Me gusta. Hay lugares peores en los que uno tiene que ganarse la vida, incluso habiendo estudiado. Conozco a gente que dedico miles de horas a los libros, que sacrifico al saber fines de semana y vacaciones y que acaba sometida a horarios crueles, a la disciplina de un jefe botarate, inclinada sobre una mesa o sufriendo penalidades. Yo he tenido suerte. Se me ocurren decenas de oficios mas desagradables que el mio, con estudios o sin ellos. Cualquiera que haya entrado en una tienda, que es casi todo el mundo, puede imaginar que lo mas duro son los calendarios y los horarios. Dejando aparte los periodos en que los duenos echan el cierre, que no son muchos, todo el ano tienes que andar bregando, incluyendo los sabados y los dias que preceden a las fiestas, que es cuando mas se vende. Los horarios tambien son implacables, de la manana a la noche. Pero quitando eso, la tarea es comoda. Se esta a resguardo de la lluvia y del frio de la calle y en los dias mas calurosos se disfruta de aire acondicionado. Antes no era asi, pero ahora las tiendas suelen ser refugios confortables. ?Quien entraria aqui si este fuese un sitio hostil? La temperatura es estable, hay musica relajante de fondo, el entorno es limpio, la decoracion se cambia cada poco y el trato es, por lo general, amable. Ademas, los ratos en que no hay clientes se tiene mucho tiempo para pensar. Visto desde el escaparate de una tienda, el mundo resulta fascinante. Habra quien diga que un viaje a China tambien lo es, pero yo no le veo la gracia a recorrer miles de kilometros en pocos dias. ?Quien, a esas velocidades, puede apreciar los pequenos detalles que hacen de la vida lo que es, la suma de delicadas pinceladas que componen un cuadro? Aqui el horizonte es estrecho, el limitado por los extremos de la cristalera, pero si uno se acostumbra a observar a la gente con el paso de los dias descubre habitos, vicios, ritos, costumbres y manias. Y en un instante, el menos pensado, se rompe la rutina, brota la sorpresa y, entonces, los acontecimientos se precipitan. Tambien en esto me considero afortunado, quiza porque nunca me gustaron los libros. Hay empleados que distraen las horas muertas hojeando revistas o novelas, pero a mi ni se me ocurre. No digo que leer sea malo, cada cual es dueno de ocupar los ratos de descanso en lo que quiere. A mi lo que me apasiona es observar a traves del cristal, mirar, imaginar... Alguien se burlara si digo que a veces echo de menos trabajar domingos y dias de fiesta, porque sospecho que el comportamiento de la gente que pasa por aqui debe de ser muy distinto los laborables que los festivos. Pero de lunes a sabado compongo mis teorias acerca de lo que son las existencias ajenas. Aunque esta tienda lleva abierta mas de cuarenta anos, trabajo en ella desde hace quince. Se que es mucho, teniendo en cuenta que hoy todo el mundo cambia de trabajo cada dos por tres. Tal vez, como no he estudiado, no pueda aspirar a otra cosa distinta de la que hago, pero ya he dicho que esto me gusta. En estos quince anos he visto como bebes que hace nada iban en cochecito se transformaban en adolescentes, como algunos ancianos desaparecian, como vienen y van familias enteras, gente que cambia de barrio, otros que llegan. Yo soy un mudo testigo de estos cambios. Nadie entra en una tienda para avisarme: <>, <>, <>, <>... Sin embargo, yo me entero de todo. Incluso diria que quienes pasan por aqui me ignoran, pero no me importa. Dejando aparte el que me gane la vida en la tienda, me gusta estar aqui por el placer (insano, lo reconozco) de tener a la vista las vidas ajenas. Conozco muchos detalles de clientes que vienen por aqui, pero tambien se cosas de gente que nunca ha pisado esta tienda y que jamas lo hara. Es la posicion privilegiada de quien no tiene mas aspiraciones en la vida, de quien dispone de todo el tiempo del mundo para observar. Resulta apasionante ver a la gente moverse de aca para alla y, cuando la puerta esta abierta, captar retazos de conversaciones. Es como pasar todo el dia viendo una larguisima pelicula, con momentos de suspense que te dejan boquiabierto, y en la que es necesario prestar atencion a los detalles para encontrar una explicacion que tarde o temprano acaba por llegar. El miercoles de la semana pasada, por ejemplo, una ambulancia se detuvo a la entrada del portal, a pocos metros de aqui. De ella descendio primero dona Marta, que vive en el 3o C. Luego, un camillero ayudo a bajar a su hija en silla de ruedas. De pronto encajaron pequenas escenas que hasta ese momento carecian de significado: la madre, dos dias antes, salio de casa cargada con una bolsa y subio a un taxi; y el padre, que suele regresar hacia las siete de la tarde, esos dias volvio mas temprano. ?Que habia ocurrido con su hija? ?Una operacion de apendicitis? ?Una fractura de cadera? !Nada de eso! La chica sufrio un navajazo el sabado anterior, y ya han detenido al culpable, segun los vecinos. Alguno de estos, por lo visto, lo conocia. ?Fue un atraco, un asalto sexual? ?Donde y por que la hirieron? Pobre chica, espero que no haya sido grave... Hace nada entro aqui a comprar una cazadora. Tendre que esperar a los proximos dias para conocer mas detalles. Casi todo se acaba sabiendo. Claro que estos sucesos son excepcionales. Este es un barrio tranquilo. Lo que sucede alrededor no merece un par de lineas en un periodico y, sin embargo, la accion es continua y los pequenos misterios estan a la orden del dia. Ningun guionista podria anticipar que va a ocurrir una semana mas tarde. Esto es la vida misma. Como en las series de television, personajes que durante meses han sido secundarios, un dia se tornan protagonistas. Gente que siempre he visto pasar lejos del escaparate, de pronto se detiene, mira con interes, entra y desembolsa una buena cantidad de dinero para lucir ropa nueva. ?Que ocurrio en el pequeno mundo de la mujer madura que pasea su perrita, hasta ahora desalinada y vestida con astrosos chandales, para que de pronto decida cuidarse y cambiar de aspecto? ?Que le llevo a pensar que su vida no esta acabada? ?Suena con un novio o lo encontro ya? ?O solo le toco la loteria? En los proximos episodios... La vida me ha ensenado lo que se. Y se que no hay existencia trivial. Isidro, por ejemplo, es conductor de autobuses. Un dia entro a ultima hora de la tarde buscando un regalo urgente para su mujer. Debia de ser su aniversario de bodas, quiza el cumpleanos de ella. Tras rebuscar y solicitar precios de casi todo, se llevo un panuelo, que debia de ser lo unico que podia permitirse. Desde entonces, y hace ya mas de tres meses, su mujer lo lleva siempre puesto. ?Cual es la historia de amor de esta pareja madura que pasea siempre de la mano? Los sabados van a la compra al mercado cercano y el no consiente que ella vaya cargada: el tira del carrito y de algunas bolsas, la trata como si fuera su princesa. Y sus hijos... ?En que escuela aprendieron estos padres a criarlos tan bien? Tampoco estudiaron Isidro y Carmen, a la vista esta, pero es casi seguro que sus hijos llegaran a ser sabios. No hay mas que verlos. Quienes entran en una tienda dan mas informacion de lo que sospechan. Estan la forma de vestir, si saludan o no, la manera de hablar, como sacan los billetes o la tarjeta... Y luego, como se comportan al seleccionar una prenda o entrar en el probador. Con el tiempo se aprende a distinguir las personas resolutivas de las indecisas, y en ocasiones hago apuestas conmigo mismo acerca de si compraran o no, y gano casi siempre. Hay una mujer alemana, por ejemplo, ya mayor, de quien solo se que se llama Monika. Debe de trabajar en un laboratorio de investigacion o algo parecido, porque un dia la oi hablar por telefono de asuntos tecnicos y exigia que se repitieran unos analisis y se calibrara bien una maquina. Es un ejemplo de mujer resolutiva, acostumbrada a tomar decisiones. Sabe siempre lo que busca: toma un par de prendas, generalmente trajes de chaqueta, entra al probador y compra uno de ellos. Pasaria desapercibida de no ser por un detalle en apariencia insignificante. Siempre abre su cartera sobre el mostrador dejando a la vista una fotografia antigua, de un hombre vestido con chaque y pajarita. Mantiene visible esa foto desde que pregunta el precio hasta que acaba los tramites con la tarjeta, y en los tiempos de espera baja repetidamente la mirada hacia la imagen de ese hombre de aspecto distinguido y acaricia la fotografia a traves del plastico. Ha ocurrido tantas veces que tengo la certeza de que son padre e hija, aunque quiza el haya muerto ya, a juzgar por lo avejentado del papel. Puedo suponer que la foto se tomo cuando el era joven y Monika una nina, o tal vez ella ni siquiera hubiera nacido. ?Que vinculo misterioso ata a esas dos personas? ?Que la enorgullece tanto de ese hombre como para mostrarlo tan abiertamente? ?Cuantas veces al dia, al abrir su cartera, contempla esa foto, y no la de su marido o de sus hijos, si es que los tiene? Sospecho que si le preguntara por ello, su voz y su seguridad germanica se quebrarian e hilvanaria entre lagrimas algun emotivo relato. Muy diferente de esa otra mujer, que ha entrado al menos una docena de veces y jamas ha comprado nada. !Ni unas medias! Entra, observa, rebusca, se prueba, no solicita opinion, apila prendas sobre el mostrador y, al final, pide disculpas y dice que se lo pensara, que volvera otro dia. Lo asombroso es que, en efecto, vuelve otro dia para repetir casi con exactitud maniatica sus mismos gestos. La experiencia me ha ensenado que estos casos son los mas apasionantes. Esta mujer, con sus habitos machacones y su indecision, puede ser una fuente de grandes sorpresas. De un personaje aventurero se espera cualquier cosa, pero ?de que sera capaz esta mujer el dia que rompa sus manias? Hay algo que resulta misterioso en ella, y son sus silencios. Abre y cierra la puerta con sigilo, anda como si levitara sobre el suelo, habla con una voz que parece un susurro y me he fijado que rasca con sus unas las prendas que se prueba, y las frota acercandoselas al oido. Utiliza un criterio extrano cuando selecciona la ropa, lo mismo una casaca que una falda, unos pantalones que un gorro, de colores variados y estilos antiteticos. ?Que busca esta mujer, en realidad? A traves del cristal la he observado entrar en otras tiendas y sospecho que reproduce las mismas maniobras, porque jamas la he visto cargada con una bolsa. Detalles. Oi una vez que uno puede ser casualidad, que dos es confirmacion, pero que tres es ley. Hay comportamientos incomprensibles, pero que deben de tener su explicacion. Un hombre viene de vez en cuando por aqui a comprar pequenos complementos: calcetines, alguna camisa o ropa interior. Antes de salir, quita las etiquetas de todas las prendas, pidiendo unas tijeras incluso, y comprueba con maniatica obsesion que lo que se lleva, !sin bolsa, entre las manos!, este libre del mas pequeno adminiculo. Todo lo que se lleva es blanco y en ocasiones ha desechado alguna prenda por tener una minima raya de color o un discreto bordado. Se diria que esa obcecacion por la limpieza es sindrome de alguna mania sexual, pero a saber... Me gusta la calle. !Es hermosa! A veces el sol luce generoso, pero otras, incluso en dias despejados, parece enfadado y decidido a escarmentarnos. Si llueve, el cemento de las aceras despide un aroma agradable y los arboles parecen recien pintados. Esta tarde hace un calor de plomo, la calle esta desierta y el aire vibra en los bordes de las cosas. No hay nadie que entre a la tienda a estas horas, aunque estamos en epoca de rebajas, y por eso tengo tiempo de charlar con ustedes. No sera mucho mas, porque en un par de horas hombres, mujeres y ninos saldran a pasear, como si el cielo les hubiese perdonado y ya pudieran salir de casa. De nuevo la calle se convertira en un espectaculo. De haber estudiado, a mi me gustaria haber hecho Psicologia. Creo que poseo un don innato para detectar emociones que a otros les pasan desapercibidas. Si dentro de un rato quisieran salir conmigo les mostraria: aquella chica, ese muchacho, la mujer de alla, el hombre que viene por la acera... viven un gran amor. Pero no hay que fiarse de las apariencias. Hay jovenes que pasean cogidos de la cintura cuyos rostros delatan un enorme aburrimiento, y parejas que miman a sus criaturas y en cuyas miradas no aparece la menor huella de su antigua pasion. Y eso es triste. Igual que uno contempla como los ninos crecen y como los adultos caminan hacia la vejez, tambien se ve como ciertos amores declinan y acaban por esfumarse. Uno de los casos mas dramaticos es el de Adriana, que no hace muchos anos llego aqui con su reciente marido. !Ella se lo comia a besos por la calle, como comiendose el mundo! Hoy los dos se ignoran, apenas se hablan. Mantienen las convenciones y el acompana a su mujer a veces a la tienda, pero yo se que cuando ella escoge una ropa no se viste para el. Se ve en la forma en que se prueba los vestidos, mirando a su marido como si fuese una nube de gas. Apostaria algo a que tiene una aventura, que la mantiene viva cuando el marido no esta.

  • Mi amigo invisible de Guillermo Fesser

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    Con la mezcla de cotidianeidad y surrealismo que le ha convertido en un referente del humor contemporaneo en Espana, Guillermo Fesser hace en esta novela una version 2.0 de La tesis de Nancy, la cara B de su best-seller A cien millas de Manhattan. Su protagonista, Ingelmo, es un autor en crisis, incapaz de enfrentarse al reto de escribir su segunda novela tras el moderado exito de la primera. A su crisis creativa se le suma un tsunami vital y matrimonial que el personaje va desgranando en primera persona. Por si esto no fuera ya lo suficientemente complicado, nuestro heroe tiene que soportar todo el dia los sermones que le suelta Agenjo, su amigo invisible. Cuando Ingelmo piensa que no podra soportar mas dosis de neurosis al cuadrado y de surrealismo al cubo, Agenjo le hara una propuesta que no podra rechazar.

  • El agua de la vida de Sara Gruen

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    Fin de ano, 1944. Para Maddie y Ellis Hyde, un joven matrimonio de clase alta de Filadelfia, la guerra y la privacion son conceptos lejanos. A Ellis solo le interesa divertirse gracias al dinero que recibe de su padre. Pero cuando el viejo general Hyde les corta su asignacion, Ellis decide recuperar el favor de su padre retomando el proyecto en el que este fracaso anos atras: encontrar al famoso monstruo del lago Ness.
    A pesar de las quejas de Maddie, y acompanados por su inseparable amigo Hank, los tres parten hacia Escocia y se instalan en un pequeno hotel rural, sin ninguno de los lujos que tan bien conocen. Ajenos a todo, cada dia los dos hombres salen a buscar al mitico monstruo, mientras otro monstruo, Hitler, esta arrasando Europa. Maddie, sola la mayor parte del tiempo en un pais extranjero, rodeada de desconocidos, debe comenzar a preguntarse quien es y que quiere en realidad.
    Apasionante y conmovedora, El agua de la vida narra una intensa historia de amor, pero tambien el despertar de una joven privilegiada que, a medida que va experimentando lo que sucede a su alrededor,
    aprende a entregarse a los demas como nunca antes lo habia hecho.
    Una tierra de misterio y leyendas. Un amor capaz de cambiarlo todo.

  • G de guardaespaldas de Sue Grafton

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    La misma semana que Kinsey recupera su piso destrozado por una bomba y cumple 33 anos ocurren dos cosas que durante un tiempo van a trastornar su vida: viajando desierto a traves en su Volkswagen en busca de una anciana desaparecida, alguien desde una camioneta le vuela inesperadamente los neumaticos. Solo entonces Kinsey se convence de que un ex convicto, a quien ella habia contribuido a apresar, al salir en libertad ha ofrecido 1.500 miserables dolares por su cabeza. Aun consciente de lo poco que vale su vida, decide no obstante contratar a Robert Dietz, un guardaespaldas, muy duro, algo introvertido y misterioso, quien -vaivenes del oficio- acaba protegiendole algo mas que la cabeza. Entretanto, si fue cosa facil dar con la vieja bruja de Agnes Grey, bastante mas complicado sera descifrar los inconfesables misterios en los que va enredando cada vez mas a Kinsey Millhone. ?Adonde la conducira esta vez su insaciable necesidad de meterse en lios?

  • Todas las malditas decisiones de May Boeken

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    Rebeka, veinteanera y bilbaina, odia las despedidas de soltera, pero muy a su pesar se encuentra en Londres celebrando una. Mientras lamenta su suerte en la barra de un bar, conoce a Gary, norirlandes treintanero, quien se presenta a si mismo como una estrella del rock. Tras una noche de risas, cervezas y chupitos, Rebeka se despierta en casa de Gary. Y menuda sorpresa cuando descubre que no solo es una estrella del rock: es el cantante y fundador de Everlasting Wound, uno de los grupos con mas tiron del momento.

  • El enigma del Salon Victoria de Antonio Puente Mayor

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    1899. Seis respetables caballeros despiertan una manana en el salon de un hotel tras una noche de francachela. Para su sorpresa, junto a ellos aparece el cadaver, desnudo y pintado de dorado, de una joven prostituta que habia intervenido en la fiesta.

  • Llevame al cielo de Carla Guelfenbein

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  • Doble o nada (Doble o nada 3) de Veronica L. Sauer

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    Debo conf esar que no me llamo Veronica L. Sauer. Si asi f uera, si ese f uera mi nombre real, jamas me atrev eria a contarles lo que les v oy a contar. Y si no estuv iera a miles de kilometros del sitio donde comenzo todo, puede que tampoco. Me f ui de Uruguay sin dirigir ni una sola mirada al ay er, con la esperanza de encontrar en el f uturo y en otro lugar, una nuev a historia de amor. Y de poder elegir, que esta v ez f uera la mia. Estoy v iv iendo en New York, lista para enfrentar un nuev o desaf io en esta v ida llena de av enturas que elegi llev ar hace un tiempo. Y no me arrepiento ni lo hare nunca, porque es precisamente mi espiritu av enturero el culpable de que Ana hay a entrado en mi v ida, y junto a ella la esperanza de algun dia poder v iv ir un amor asi. Un bonito amor. En f in; no es nuev o para nadie, que la historia que les acabo de narrar en "Septimo cielo" y "El quinto inf ierno", llego a mi a trav es de Ana. Lo que seguramente nadie sabe, es como llego Ana a mi v ida. Y y o les quiero contar. Ya lo saben, no me llamo Veronica L. Sauer. Pero si me llamo Veronica. Y lo q u e le s v o y a n a r r a r a c o n tin u a cio n, s e g u r o la s v a a s o r p r e n d e r. 1. Cuando llegue a Uruguay el v erano pasado, me senti perdida. Acababa de dejar Barcelona, luego de haber sido durante dos largos anos lo que jamas hubiese querido ser: el adorno de un abogado catalan presumido y f ormal. Y que ademas, me maltrataba. En ese momento no me daba del todo cuenta, pero mirandolo en retrospectiv a, debi mostrarle a ese capullo de que estaba y o hecha. O no... Jordi no era malo. Miento, si lo era. Y disfrutaba enormemente de menospreciarme con diplomacia. Decia cosas como: "Veronica, que bien te la pasas aqui conmigo ?no? Y pensar que hasta hace poco v endias boletos para el bus turistico en la calle..." o "?Que piensa tu f amilia, alla en Sudamerica, de la v ida de reina que te doy, carino? Tenia una incontrolable compulsion a hacerme notar lo que me daba, cada v ez que me lo daba. Y una f orma de decir "Sudamerica" cargada de desprecio que me hacia sentir muy mal la may oria del tiempo. Creo que no estaba del todo errado, sin embargo. Me sentia comoda a su lado, y como todo aquel que no quiere salir de su zona de conf ort, desestimaba las alarmas que sonaban en mi cabeza cada v ez que decia cosas desagradables. O las ignoraba, o las minimizaba, o las justif icaba. "Sudamerica" estaba muy lejos y queria que se mantuv iera a esa distancia siempre. No queria v olv er a mi Gualeguay chu natal ni a palos. No necesitaba mas discusiones, mas presiones... No deseaba enfrentarme a mi papa, el prototipo de marido en serie, y a su sequito de esposas con f echa de caducidad. Ni a mi mama, con su eterna pose de martir. No queria mas mentiras, mas enganos... Mas bien queria estar lejos de todo eso, tan lejos como el oceano me lo permitiera. Y tal v ez por eso f ue que aguante a Jordi tanto tiempo. Pero un dia, todo termino. Y lo mejor (o lo peor) es que no f ue por un acto ref lexiv o de mi parte o por un subito espiritu de arrojo; ni siquiera f ue por hartazgo. Fue porque me lie con el paseaperros y el gilipollas de Jordi me pillo. Me llamo golf a, perra, zorra y algo mas. Tenia razon, desde luego. El me saco del f ango y y o le meti los cuernos con el primero que se me cruzo. Y encima, tan sudaca como y o. Al principio me senti perdida, pero luego acepte el destierro con la may or dignidad. Y lo mas sorprendente de todo es que pudiendome quedar en Casteldef elds con el paseaperros, elegi v olv er a "Sudamerica". Rasque el f ondo de mi hucha y mi amigo sudaca hizo otro tanto. Y asi f ue que logre reunir quinientos euros que junto a millas acumuladas en mi tarjeta de credito, me hicieron aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, un candente v iernes de enero. No me habia alcanzado para un v uelo directo a Buenos Aires, asi que tendria que cruzar la frontera en micro si queria llegar a mi pais. Inspire hondo y con mi pequena maleta a cuestas, me instale en la parada del bus que me iba a dejar en la terminal, donde tomaria el que me dev olv eria a Gualeguay chu. Solo me quedaban un par de tramos y estaria en casa... En casa. Un dolor punzante en la boca del estomago comenzo a molestarme. Para cuando el bus llego, ese dolor me tenia sin aire... Lo deje pasar. Al bus, porque el dolor se habia instalado. Y por primera v ez en mi v ida me senti perdida. No me habia sentido asi jamas, ni siquiera cuando supe esa v erdad que me hizo huir, o cuando llegue a Barcelona, sin dinero y sin amigos.

  • El verano de Seb (Hombres de Maine 3) de K. C. Wells

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    Un enorme agradecimiento, como siempre, a mi maravilloso equipo de betas. Sois lo maximo. Un agradecimiento especial a Jason Mitchell, por seguir siendo el alfa mas maravilloso y la mejor caja de resonancia. Donal Mooney, por permitirme utilizar parte de nuestra conversacion en un dialogo. Kazy Reed, por su inestimable ayuda. Ha estado presente en los tres primeros libros de la serie, pero en este se necesitaba un conocimiento un poco mas experto, y ella lo ha proporcionado. Jack Parton, por sus inestimables conocimientos sobre Maine, pero tambien por sus consejos. No podria haber escrito este libro sin el, y nunca habria descubierto al Dr. Carl Hart. Gracias por dar vida a Marcus. PROLOGO Anteriormente, en El Jefe de Ben… --!Me cago en mis muertos! !No puedo creer que me este pasando esto! --Seb, vas a despertar a la abuela --dijo Ben--. Acercate aqui y calmate ?Que ha pasado? Seb se dirigio a grandes zancadas hacia donde estaban sentados, sus manos como punos a ambos lados de su cuerpo y su pelo revuelto de tanto frotarlo. --Esa era mi madre al telefono --su pecho subia y bajaba rapidamente. --Respira, colega --dijo Ben. Nunca habia visto a Seb en ese estado--. Ahora, cuentanos, mas relajadamente, que ha pasado. Seb hizo un obvio esfuerzo por complacerle e intento relajarse. --Mi tio Gary ha ido y se ha roto la jodida pelvis, eso es lo que ha pasado --dijo y se paso la mano por el pelo, rastrillandolo con los dedos. No era la primera vez que hacia eso, sospecho Ben, y fruncio el ceno. --?Sois cercanos? ?Es esa la razon por la que estas tan afectado? --pregunto Ben. Solo que Seb no estaba exactamente afectado. Parecia enojado, hasta el punto de que su cuerpo estaba vibrando, visiblemente, con lo que parecia ira. --No, no somos cercanos --dijo Seb--. Bueno… eramos cercanos cuando yo era un crio, pero no le he visto desde hace mucho tiempo. Nos fuimos distanciando, supongo. Y lo que esta pasando, es que mi madre le ha dicho a mi tio que yo le ayudaria porque, aparentemente, soy el unico que puede. --Lo que estas diciendo no tiene ningun sentido --dijo Ben. Seb se sento en la silla mas cercana, se inclino hacia delante y oculto su rostro entre las manos. --Yo tenia planes, me cago en la puta. Iba a relajarme, salir, follar, follar algo mas… -- inspiro profundamente--. El tio Gary tiene su propio negocio de pesca ahi abajo, en ese pequeno sitio que posee en la costa: Cabo Porpoise. Un nombre encantador, ?eh? Es exactamente como suena. Encantador, pintoresco, idilico… y tranquilo. Tranquilo como la muerte de tranquilo porque alli no hay nada. Nunca pasa nada. Y, mi madre, le ha dicho al tio Gary que iria a quedarme con el y le ayudaria el resto de mis vacaciones de verano. Ben se mordio el labio, intentando, con gran esfuerzo, contener la risa. --?Vas a pescar? --pregunto y no pudo evitar reir. No deberia reirse. Realmente, no deberia. Pero, bueno, la situacion era hilarante. Seb alzo la cabeza como si hubiese recibido un latigazo, sus ojos salvajes. --No es gracioso, colega --dijo ofendido. --Lo es desde donde yo estoy --contesto Ben--. Recuerdo ese verano que fuiste a ayudar, ?cuando eramos mas pequenos? Eso era lo que hacia toda tu familia, ?no? Haciais turnos para ser mano de obra para el puerto durante el verano --sonrio abiertamente--. Recuerdo que cuando volviste no paraste de quejarte y lamentarte, fuiste un drama y juraste que esa iba a ser la ultima vez en tu vida que alguien te meteria en un barco de pesca. Seb le miro, atonito. --?Y lo que es peor? --dijo consternado-- Voy a hacer todo eso gratis. Deberias haber oido a mi madre: “Eres profesor, ya tienes un salario. No necesitas el dinero” --dijo imitando la voz --. Como que no, !joder que no! “Ayudale y toma las riendas”, me ha dicho. Si, claro. ?Vosotros podeis verme --a mi--, levantandome a las putas no se cuantas de la manana o lo que sea, para salir en un bote como un famoso marinero de cubierta? Porque eso es todo lo que voy a ser --se irguio en la silla--. ?Sabeis que? Ni siquiera voy a pensar en esto, porque seria como aceptar su existencia y eso no va a pasar. Gary puede encontrarse otro grumete --se puso en pie--. Lo siento, chicos. Me voy de aqui. Esa llamada me ha amargado la noche. Os llamare pronto --se despidio y se dirigio ofuscado hacia la salida del recinto. CAPITULO 1 13 de junio. Lo que sea que Seb Williams estuviese sintiendo en ese mismo momento iba mucho mas alla de estar meramente enojado, y todo lo que habia necesitado para llegar a ese estado habia sido una llamada de su madre. Volvio con paso firme al interior de la casa, parando en seco --en el ultimo segundo--, antes de dar un portazo, porque la parte logica de su cerebro se puso en marcha y le recordo que podria despertar a la abuela si hacia eso. <>. Aun no podia creer que le hubiese metido en toda esa mierda. <>. Bueno, pues de ninguna jodida manera iba --el-- a pasar sus esperadisimas y sonadas vacaciones de verano --con las que habia estado fantaseando durante todo el ano--, limpiando boyas, preparando anzuelos, acarreando contenedores y asegurando las pinzas de las langostas. Incluso le horrorizo el darse cuenta de que sabia todo lo que habia que saber sobre esa mierda. Ese trabajo estaba grabado a fuego en su memoria. <>. Cuando Seb cogia su chaqueta de uno de los percheros que habia en la pared al lado de la puerta, Levi salio de la cocina. --Oye, ?algo va mal? --pregunto. Seb se forzo a respirar profundamente antes de contestar. --Oye, colega. Es un gran fiesta y todo eso, pero voy a irme. Acabo de tener una conversacion realmente desagradable con mi madre y, si me quedo, voy a arruinar la noche a todo el mundo. Te llamare, ?vale? Al segundo siguiente habia salido y caminaba en direccion al coche, agradecido por no haber bebido demasiado alcohol durante la fiesta. Hacia casi dos horas desde que se habia tomado la ultima cerveza, pero esa llamada habia sido como un jarro de agua helada y le habia devuelto la sobriedad al instante. Abrio el coche, se puso tras el volante y resistio el impulso de dar rienda suelta a su ira y proferir a gritos lo que estaba pensando. <>. Su telefono sono y se retorcio sobre el asiento intentando liberar el movil del bolsillo de sus vaqueros. --?No has olvidado algo? --dijo Levi segun contesto la llamada. --?Aparte de mis modales? No lo creo --contesto Seb. <>. --Y ?que hay de los invitados que iban a pasar la noche en tu casa? Ben, Dylan y Aaron, ?no iban a quedarse contigo esta noche? <>. --Mierda, si --dijo Seb. Se habia olvidado de ellos completamente. <>. Antes de poder anadir palabra, Levi se le adelanto. --Mira, no te preocupes por ellos, pueden quedarse aqui esta noche. Preparare la habitacion de invitados. <>. --No tienes por que hacer eso. --Si, si tengo. No creo que estes de humor para entretener a ningun invitado. Mandame un mensaje cuando llegues a casa, ?vale? Solo para saber que no has decidido envolver un arbol con tu coche o algo por el estilo. --Claro. Gracias, Levi --dijo Seb y colgo. <>. Luego, recordo el resto de sus planes para ese fin de semana: iban a ir todos a su casa, para almorzar. <>. Si se veia capaz de mejorar su estado de animo, a lo mejor. Condujo de nuevo hasta Ogunquit, en casi absoluto silencio, excepto por el extrano y virulento "!Joder!" que se escapaba de vez en cuando de su boca. Cuando llego a su casa, su rabia habia disminuido ligeramente. <>. Seb se habia dejado el culo trabajando en el colegio y necesitaba recargar sus baterias y, por como se sentia en ese momento, sabia que necesitaria todos y cada uno de los dias que le quedaban hasta que el colegio empezara de nuevo, a finales de agosto, para conseguirlo. Abrio la nevera y saco una botella de cerveza. Su telefono vibro sobre la mesa y miro hacia la pantalla con terror. <>. Cuando vio que no era ella, respiro con mas tranquilidad. Era un numero desconocido. Seb cogio el telefono y pulso "Contestar", esperando que, quienquiera que estuviese al otro lado, hablara primero. Si era una llamada de publicidad, se encontraba en un estado de animo perfecto para estallar con ellos. --?Seb? ?Estas ahi? Reconocio la voz de su tio inmediatamente. --Hola, tio Gary --saludo. <>. Parecia que esta mierda iba a empezar a ponerse seria. Una risa burlona inundo sus oidos. --Por el amor de Dios, chico, ya eres un poco mayor para esa mierda de tio. Llamame Gary --dijo y por la voz parecia agotado. Seb tenia que darle la razon. Llamarle tio le hacia sentir como si tuviera ocho anos de nuevo. --Me ha llamado mama. Me ha dicho que has tenido algo de mala suerte --dijo mientras sacaba una silla de la mesa de la cocina y se sentaba. Gary resoplo. --Mierda, ya te digo. Perdona si mi jodido lenguaje ofende tus delicados oidos. A pesar de su estado de animo, rio. Parecia que Gary no habia cambiado nada. --?Como te has roto la cadera? Espera, no me lo digas, ?te resbalaste con un pescado? Oh, no, ya se. ?Una langosta te hizo la zancadilla? --Ja-ja. Muy gracioso, chico. Mi maldita moto me dejo tirado. Y no esta rota, esta fracturada. Confia en tu madre para exagerar todo el puto asunto --dijo Gary. Seb oyo una voz amortiguada de fondo seguida de un grunido de Gary--. No, no voy a dejar de decir tacos en mi jodida casa. Por el amor de Dios, mujer. Voy a estar en tus garras las proximas ocho semanas o mas. Sera mejor que te vayas acostumbrando a mi lenguaje, porque no tengo intencion de abandonarlo en un futuro demasiado proximo. --?Quien esta ahi contigo? --pregunto Seb. --Tu tia Annie. Y es como tener un enorme grano en el culo --gruno Gary. Seb oyo de nuevo la voz de Annie, elevandose al otro lado del telefono, y luego lo que parecio ser un forcejeo--. Hola, Seb, soy Annie. --?Acabas de luchar con Gary por el telefono? --Estupida vieja mula --se quejo Annie, pero Seb percibio el tono afectuoso en el insulto. --?Como es de grave? --pregunto. --Lo suficiente como para que hayan tenido que usar tornillos para volver a poner todo en su sitio. Y no escuches ni una palabra de lo que te diga. Fractura, mis cojones --gruno--. Ahora me tiene maldiciendo a mi tambien. Llevo solo cinco minutos a su lado y ya soy tan soez como un marinero de cubierta. Lo que necesita ahora es descanso total sobre una cama. Los medicos han dicho que puede tardar de ocho a doce semanas en recuperarse por completo, asi que me lo llevo a casa conmigo. No puede quedarse aqui solo. Ademas, tu ya tienes suficiente con lo tuyo sin tener que hacer de enfermera para un viejo amargado. --!Oye! --Oh, callate. Sabes que tengo razon. Ademas, si te quedas aqui lo unico que haras sera criticar todo lo que haga Seb. Tim sabe lo que esta haciendo, ?verdad? --Seb oyo a Gary, al otro lado del telefono, dando su aprobacion reganadientes--. ?Ves?, todo ira bien. Dejas a Tim al mando, Seb hara lo que le digan que haga y tu te centras en recuperarte. --Otra pausa--. !Ve a hacer te! --ladro Gary. La voz de Annie se atenuo y el suspiro de Gary inundo el oido de Seb--. Tiene buenas intenciones --explico-- y se por que esta haciendo todo esto. Todos tus primos han abandonado el nido y ella necesita a alguien al que cuidar de nuevo, ?no es cierto? Y ha decidido que ese alguien, voy a ser yo. <>. --?Te duele? --pregunto Seb. --?Estas bromeando? Me tienen atiborrado a unas pastillas que me hacen volar tan alto como una jodida cometa --hizo una pausa--. Mira, siento todo esto, pero fuiste el unico que me vino a la mente. Seb forzo un profundo suspiro. --Lo entiendo. Mi madre ya me expuso toda la situacion y argumento que "tu estas libre todo el verano". Y Annie tiene razon. Al menos, ella sera capaz de cuidar de ti. --Asi que… --empezo Gary-- ?A que hora puedes estar aqui manana? <>. --?Perdona?

  • Mirame, nena (Tu y yo 1) de Ana Belen Martinez

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    Una novela conmovedora con mucho amor y risas. !No te la pierdas!
    Empece a trabajar hace seis meses en la editorial New York pages, en Seattle, la ciudad esmeralda, como ayudante de uno de sus editores: el senor Harris, pensando que tendria un gran futuro en esa empresa. Estar todos los dias rodeada de miles de libros maravillosos, era mi sueno mas anhelado. No obstante, la realidad muchas veces se impone a los suenos y algo que creia podia ser maravilloso, se volvio deprimente y aburrido.Odiaba mi trabajo. Me pasaba el dia atendiendo el telefono y haciendo recados personales para el senor Harris. Y, por si fuera poco, no tenia acceso a poder disfrutar o trabajar con futuras promesas editoriales ya que mi editor no confiaba en mi capacidad y eso que tengo un Master en Filosofia, Filologia y Humanidades.
    Segun Alex, mi amigo gay, un cerebro privilegiado, pero nada aprovechado.Tenia que tomar una decision: Conformarme y ser una infeliz o…

  • Dime que te quedaras (Terciopelo) de Corinne Michaels

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    POR LA ACLAMADA AUTORA CORINNE MICHAELS, BEST SELLER EN EE. UU., LLEGA UNA NOVELA SOBRE LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES.

  • Tiempo de odio de Andrzej Sapkowski

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    La catastrofe se abate sobre el mundo de Geralt de Rivia. Decir que la conoci seria una exageracion. Pienso que, excepto el brujo y la hechicera, nadie la conocio de verdad jamas. Cuando la vi por vez primera no me causo especial impresion, incluso pese a las extraordinarias circunstancias que lo acompanaron. Se de algunos que han afirmado que al instante, a primera vista, percibieron el halito de la muerte que seguia a esta muchacha. A mi sin embargo me parecio completamente normal, y ya por entonces sabia yo que no era normal, por eso me esforce en mirar, descubrir, percibir lo extraordinario en ella. Pero nada vi y nada percibi. Nada que pudiera haber sido senal, presentimiento ni profecia de los tragicos acontecimientos posteriores. Aquellos de los que fue causa. Y aquellos que ella misma provoco.

  • 1.280 almas de Jim Thompson

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    “Yo solo soy un sheriff del sur” declara Nick Corey, un tipo en apariencia lerdo y vago que no soporta a su mujer ni a su cunado, cuya maxima es que solo se detiene a un individuo cuando no hay mas remedio, y eso siempre que sea un don nadie. Todos en Potts County -un lugar imaginario en la America profunda, con una poblacion de 1.280 habitantes- estan convencidos de su apatia y su simplicidad. Pero pronto el lector se dara cuenta de lo astuto que es Corey. Su deseo de ser reelegido para el cargo de sheriff hace que su comportamiento no tenga limites ni conozca escrupulos. Poco a poco, la idea de deshacerse de todos aquellos que se interpongan en su camino va tomando cuerpo. El protagonista expone en primera persona los hechos sin inmutarse, pues en su paranoia llega a creerse elegido para limpiar de escoria el lugar.

  • Los Graham de Mia Del Valle

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    Los Graham no son una familia normal y aunque aparentan ser educados y correctos, el clan tiene demasiados secretos como para poder mantenerlos ocultos por mucho tiempo mas.
    Derek, el hijo mimado del clan es un cerdo engreido, que pasa sus dias dando ordenes a todo aquel que se ponga en su camino, Diana su secretaria no lo soporta, y luego de una borrachera en la cena navidena le canta las cuarenta al multimillonario… pero la cosa no queda asi, ya que sin querer Diana se ha metido en la boca del lobo y ahora debera buscar la forma de escapar sin salir herida en el camino.

  • Reunion en el restaurante Nostalgia de Anne Tyler

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    Alrededor de una mesa, y ahondando en las emociones de una familia, Anne Tyler (Pulitzer 1989) ha construido un mundo donde cada lector encontrara su propia historia.

  • Un mes de besos, abrazos y caricias de Monica Benitez

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    Cuatro amigas.
    Un corazon roto.
    Un amor no correspondido.
    Un mes de vacaciones.
    Y un pacto que lo cambiara todo.

  • El dilema de Sofia de Luz Hidalgo

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    Con cuarenta anos, una vida resuelta y acomodada, Sofia se da cuenta de que no vale la pena luchar por un matrimonio basado en mentiras. Nada mas formalizar el divorcio, recibe noticias de su padre despues de muchos anos separados. Esa carta, le da el empujon para dejar Espana y viajar a su pais de origen, Londres. Alli descubre que la amistad no tiene limites, que se puede volver a empezar. Lena, su amiga de la infancia, se vuelve imprescindible en esta historia, aportando frescura y recordando que la amistad no tiene fecha de caducidad. Por otro lado, esta James, un hombre frio, distante, sombrio. Ahi empieza el gran dilema de Sofia. Descubrir el secreto de aquel hombre enigmatico, o dejarlo correr y no arriesgar su seguridad emocional. En esta entrega, la autora, rescata a Sofia de su primera novela y crea una historia que la traslada al pintoresco pueblo de Castle Combe, adentrandonos en sus preciosas calles, descubriendo asi algunos de sus rincones mas emblematicos. CAPITULO UNO UN DETALLE QUE LO CAMBIA TODO Noviembre de 2019 Me deje caer al suelo, las piernas no me sostenian. No podia creer lo que estaba leyendo. Relei la carta coronada con el membrete de un prestigioso urologo de la ciudad. Las manos me temblaban mientras buscaba en el movil el significado de la palabra azoospermia [1] . Imaginaba su significado, pero queria estar segura antes de aceptar aquella realidad, que habia descubierto por casualidad. Me lo temia, Carlos era esteril. Habia llegado a aquella conclusion despues de leer el informe medico que habia permanecido oculto en el caos de su escritorio. Cuando me fije en la fecha monte en colera. Hacia tres anos que Carlos habia recibido el diagnostico. !Tres! Me tape la boca y contuve la ira y las ganas de gritar. Las lagrimas resbalaron por mis mejillas. No fue por la noticia, sino por la mentira que habiamos estado viviendo durante tanto tiempo. Mi marido habia intentado evitar que descubriera la verdad a toda costa. Que cobarde... Carlos me encontro sentada en el suelo, llorando. La carta destacaba en el calido suelo del parque. --!Sofi! !Carino!, ?que te ocurre? ?Te has mareado? --susurro, carinoso, mientras se agachaba a mi lado. Su mirada denotaba preocupacion. Cuando intento cogerme las manos, reparo en la nota que habia en el suelo, justo a mi lado. Se distinguia claramente el sello de la clinica privada que habia visitado tiempo atras. El mundo se le vino encima en aquel instante. Se sento junto a mi con gesto abatido. Su querida esposa habia descubierto el engano que durante tanto tiempo habia intentado enterrar. --Sofia...--Por fin levante la cabeza. Lo mire directamente a los ojos. --Como has podido... --Pretendia decirtelo, en serio, pero no encontraba el momento. Sofi, carino, no me atrevia. Preferia que creyeras que algun dia lo conseguiriamos. Mientras tanto, tenia que pensar en la posibilidad de adoptar. --Pero ?que estas diciendo, Carlos? No tienes ni idea de lo que dices. La mentira es injustificable. !Me has hecho creer que no podia tener hijos! Que cruel has sido... !Me has mentido durante todo este tiempo! Carlos no sabia que decir. No insistio en su inocencia. No me suplico. Era consciente de que su comportamiento no tenia justificacion. Sabia que aquello seria demasiado para mi. No hacia ni un mes que habia descubierto que se habia acostado con Lucia, la mujer de su amigo, y ahora esto. Nuestro matrimonio ya no tenia sentido. Se habia convertido en una carga demasiado pesada para mi. El sabor amargo que invadio mi boca me supo a ruptura definitiva. Me levante lentamente y lo deje alli sentado. Abandone el salon sin mirar atras. No podia. Ya no. *** 1 de diciembre de 2019 Un dia lei esto en alguna parte: Volver a resurgir. Como si nada. Como si a mi vida no le hubieran abierto una herida con bisturi, dejandola sangrar sin contemplaciones. Sin puntos, sin anestesia. Cuando tu mundo se resquebraja de tal manera no hay forma humana de reconstruirlo. No hay mejor manera de explicar lo que sentia en esos momentos. La infidelidad fue el primer golpe que causo la pequena grieta. La mentira sobre su esterilidad, el golpe final que hizo anicos mi confianza. Sentia que el tiempo se me acababa. Con cuarenta anos, no podia esperar mucho mas para ver convertido mi sueno en realidad. Sin embargo, en aquellos momentos no podia pensar en rehacer mi vida de nuevo. Antes tenia que sobrevivir a la soledad. No tenia ninguna amiga especial a la que recurrir en busca de consuelo. Las pocas que tenia lo eran tambien de Carlos y no tenia ni las ganas ni el animo de recuperar una relacion que habia dejado de ser sincera. Durante el ejercicio de mi profesion como directora de un hotel nunca me faltaron enemigos. Me costaba entablar amistad con mis companeras de trabajo. Habia ido escalando puestos sin remordimiento alguno, realizando mas de un despido injusto. Mi fama de mano dura me habia dejado mas sola que la una, pero aquello jamas me preocupo. Para mi, lo mas importante era la familia. Y, ahora, de aquella familia anorada solo quedaba yo. Un dia, al regresar del trabajo, no me moleste en aparcar en el garaje. Ataviada con mi traje chaqueta y mis altos salones, encare el caminito de piedra que conducia a la entrada principal de mi casa. Aquella noche de principios de diciembre mis pasos resonaban en la calle. Dirigi una rapida mirada al buzon; a traves de la rendija se veia un sobre. Extranada, abri la carta. La letra del remitente me resultaba familiar y mis sospechas se confirmaron cuando reconoci la caligrafia del remitente. --Papa --susurre--. Cerre los ojos y la imagen de mis padres aparecio ante mi. En aquellos momentos, ignoraba cuanto tiempo hacia que habiamos perdido el contacto. Decidi entrar en casa; el frio de diciembre se mezclo con la temperatura de mi corazon. Recordar el dia en que me despedi de mis padres dolia y mucho. Naci en Inglaterra, en un pueblecito llamado Castle Combe, situado al sudoeste del Reino Unido, a dos horas de Londres. Tenia siete anitos cuando a mi padre le ofrecieron trabajo en el Consulado britanico, en Barcelona. Por supuesto, no pudo rechazar aquella oferta, asi que los tres emigramos a Espana con las maletas llenas de ilusion y tambien de incertidumbre. Sophie, que era mi nombre real, se convirtio en poco tiempo en Sofia; resultaba mas sencillo de pronunciar en la Barcelona de entonces. Me amolde de maravilla a mi nuevo hogar. Aprendi pronto el idioma e hice amigos. Tuve una infancia feliz abrigada por el amor de mis padres, que me sobreprotegian porque era hija unica. Creci feliz y despreocupada; era el ojito derecho de papa. En el consulado acostumbraban a llamarle Sir Henry Jones. Teniamos una conexion especial. Cada noche, cuando llegaba de trabajar sin importar lo cansado que estuviera, jugabamos juntos. Con mi madre mantenia una relacion mas fria. No desempenaban ese papel a proposito, pero asi lo establecieron. Alguien tenia que llevar por el buen camino a la nina y aquella ingrata tarea le correspondio a mi madre. O eso era lo que yo creia hasta que todo estallo. Desde bien pequena, despunte en las clases de ballet. Nunca me cansaba de ensayar. Me matricularon en el conservatorio de la Ciudad Condal y me forme hasta el ultimo curso. Consegui destacar a base de esfuerzo. Mi sueno en aquel entonces era convertirme en bailarina profesional y viajar por el mundo deleitando a los espectadores con aquellas piruetas imposibles. No me importaba la dureza del entrenamiento. Hasta que no conseguia ejecutar un perfecto fouete no salia de la clase. Practicaba durante horas para perfeccionar mis movimientos. Mi estricta vida como bailarina me marco para siempre. Compagine el amor por la danza con la carrera de publicidad y relaciones publicas, pero, cuando acabe la carrera y comence a trabajar, a mi padre lo destinaron de nuevo a Londres. Teniamos que regresar a nuestro pais, pero yo no estaba dispuesta a acompanarlos. No queria sacrificar todo lo que habia conseguido. Tenia diecinueve anos cuando me enfrente a mis padres y les dije que me quedaba en Espana. Aquello provoco un distanciamiento que se acentuo con los anos. Mis padres se sintieron muy dolidos por mi decision irrevocable. Mi madre no encajo bien que la desobedeciera y nunca me lo perdono. Aquel hecho me marco para siempre. Vivi anos de penurias, ya que mis padres se negaron a mantenerme y me busque la vida como pude. Aquellos recuerdos me abrumaron. Estuve a punto de tirar la carta al cubo de la basura, pero senti una anoranza repentina y me sente en el comodo sofa, apenas iluminado por la lampara de pie que habia junto a el. Abri el sobre con sumo cuidado, tome aire lentamente y me dispuse a leer la carta que cambiaria el rumbo de mi vida. <>. No pude seguir leyendo. Mi madre se habia ido sin despedirse de mi. Nunca hubiera imaginado que aquella noticia me doleria tanto. El vinculo que nos unia se fue apagando con el paso de los anos. La frialdad de mi madre hizo que el amor que sentia por ellos se fuera diluyendo. Aquella carta me hizo recordar mi ninez. Por un momento senti el olor a citrico de mi padre, senti sus calidas manos agarrando las mias, escuche su voz ronca, tan personal, susurrandome palabras llenas de ternura. !Que solo tenia que sentirse en aquel momento! Confieso que me dolia mas la soledad de mi padre, el dolor que yo imaginaba que estaria experimentando, que el hecho de que mi madre hubiera fallecido. El tendria que lidiar con aquella soledad. En mi boca se dibujo un rictus amargo. Que caprichoso era el destino. Estabamos casi en la misma situacion; la soledad nos envolvia como un manto negro, aunque nos separasen cientos de kilometros.

  • Agata, La Aprendiz de esclava de Magenta Perales

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    Agata era una joya en bruto.
    19 anos. Preciosa. Y loquisima.
    Trastorno antisocial y limite de personalidad.
    Bebia. Fumaba. Y se drogaba.

  • Una furia de alas negras de Alex London

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    Se alzaran juntos o caeran solos.
    El pueblo de Uztar ha mirado el cielo con asombro y esperanza desde tiempos remotos. Nada en su mundo es mas venerado que las aves rapaces y nadie es mas respetado que los cetreros que las llevan en el puno.
    Brysen se esfuerza por ser un gran cetrero, mientras que su hermana melliza, Kylee, posee dones ancestrales pero quiere librarse para siempre de la cetreria. Ya casi lo ha logrado, pero una guerra se aproxima a Seis Aldeas, con un ejercito rebelde que no deja nada a su paso, excepto sangre y el cielo vacio. No habra cetrero ni ave a salvo de esta invasion.
    Juntos, los mellizos deben emprender una expedicion a las traicioneras montanas, para atrapar a la casi mitica aguila fantasma, asesina solitaria y el ave rapaz uztari mas temida de todas. Cada uno va por sus propias razones: Brysen, por el chico que ama y la gloria que tanto anhela; Kyle, para reparar el pasado y proteger el futuro de su hermano. Pero ambos son perseguidos por aquellos que solo buscan una cosa: poder.
    Con este libro, Alex London lanza una vertiginosa saga sobre los recuerdos que nos acechan, las historias que nos persiguen y los lazos de sangre entre nosotros.

  • Mater familias de Lindsey Davis

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    Celebrar una subasta en julio es un craso error. ?Quien queda en Roma entonces? Los que pueden escapar han huido ya a sus retiros campestres en regiones mas frescas de Italia. Los demas yacen en su lecho de muerte o se han quedado aqui para esquivar a sus parientes. Es inutil intentarlo. A todo el mundo se le pega la tunica al cuerpo; el sudor resbala por los cuellos grasientos. A los mozos de cuerda se les caen las cosas y se marchan resoplando con fastidio. Los vendedores vacilan y los compradores no cumplen. Los rotulos se pierden. Los pagos, idem. Los perros pululan y ahuyentan a los compradores. Mas tarde, alguien senala que no se llego a colgar ningun anuncio de la subasta en el Foro. Los subastadores de la competencia no se molestan en regodearse por tus pobres ingresos: hace demasiado calor. Mi padre posee una casa de subastas y en plena canicula se refugia en su villa junto al mar. Sus empleados mantienen el negocio familiar renqueando. Siempre es una epoca tranquila. No cambio nada en el ano de los consules Tito Aurelio Fulvo y Marco Asinio Atratino, salvo que antes de una venta en julio, nuestros empleados hallaron un cadaver. * * * Me encontraba en Roma. Habia estado en la costa, obligada por mi madre, <>, decia ella, durante una enfermedad que estuvo a punto de matarme. Ella me llevo a la finca familiar, al sur de Ostia. Despues de tres semanas de agobiantes cuidados, estaba impaciente por regresar. Un amigo me habia encontrado medio muerta en mi vivienda de Roma y amablemente me habia salvado la vida, de modo que queria agradecerselo, y me parecio que ya me hallaba lo bastante recuperada para la vida urbana. A lo mejor estas pensando que ese amigo y yo eramos amantes. Pues te equivocas. Habia un dia de viaje hasta Roma por la Via Ostiense. Lo hice en un carro destartalado y fue agotador. Entre en mi silenciosa y sofocante vivienda del Aventino sintiendome demasiado debil. Guarde cama dos dias, alimentandome de una cesta de exquisiteces enviada por mi madre. Sola y triste, comia con deleite recostada en los cojines, convaleciente. No tenia apetito, pero en otro tiempo habia vivido en la calle pasando hambre. Detestaba desaprovechar comida. En poco tiempo habia lamido hasta el ultimo plato de ensalada de aspic. Tendria que valerme por mi misma, o volver con mis padres arrastrandome ignominiosamente. Ni hablar. Aun asi, los quiero. Me adoptaron cuando era una adolescente desesperada e infestada de piojos, una adolescente dificil a la que trataron con lealtad y afecto, cuando otros no quisieron saber nada de mi. Habian convertido un alma perdida de la lejana Britania en una hija romana bastante normalita. Ahora era una viuda independiente de veintinueve anos, pero aun asi habia tenido que lloriquear y protestar para que me dejaran regresar a Roma, montando una pataleta igual que mis hermanas pequenas cuando querian sandalias nuevas. <>, habian exclamado mis padres burlonamente. Asi que ahora tenia que atenerme a mi afirmacion de que ya estaba bien. Consegui ponerme una tunica con esfuerzo. Baje lentamente por un tramo de escalera exterior hasta una galeria. Esta estructura medio podrida, que llaman escalera de incendios, era inaccesible para la mayoria de inquilinos. Discurria alrededor del vacio patio interior, una vieja lavanderia ahora abandonada. Vivia en el edificio del Aguila, en la plaza de la Fuente: una de las numerosas casas de viviendas oscuras, desvencijadas y apestosas donde los romanos pobres y miserables, la mayoria, soportamos lo que pasa por ser vida. El edificio estaba dividido en un monton de viviendas deficientes y era proclive a despedir olores nauseabundos. Lamento decir que pertenecia a mi padre, lo que no anadia lustre a su reputacion, que ya era bastante mala por su trabajo de investigador privado. A la gente le asombraba que tuviera suficiente dinero para poseer un edificio, pero parecian entenderlo cuando se enteraban de que tambien era subastador, profesion que se relaciona con la riqueza. Yo tambien era investigadora. La opinion publica era aun mas dura conmigo, porque una mujer respetable debe quedarse en su casa todo el dia. Deberia estar tejiendo en mi telar en un refinado atrio, o pegando a mi joven esclava o fornicando con un porteador de literas en lugar de mi marido. Que tonteria. <> era una palabra obscena para mi madre, mis hermanas y yo. Tampoco poseia ninguna joven esclava, y hacia diez anos que mi marido habia muerto. Yo trabajaba, aunque no lo pareciera en ese momento. * * * Descendi por la empinada escalera, deteniendome cada poco. Siempre era conveniente andarse con cuidado en aquel edificio por si una parte se derrumbaba. ?Quien quiere una espalda rota y el pelo estropeado? Me estaba probando a mi misma. Si me sentia debil, tenia una habitacion junto a la galeria del primer piso, donde podia tumbarme en un viejo divan para recobrar fuerzas. Tambien podia gritar hasta quedarme ronca, lo que quizas haria aparecer a Rodan, el portero del edificio. Si le daba instrucciones claras y algo de calderilla, iria en busca de ayuda. No fue necesario. Logre llegar a la galeria. Me sentia mejor de lo que esperaba. La gelatinosa ensalada de aspic tiene muchas bondades. Por muy molesta que estuviera Helena Justina por mi marcha, sabia como dejarme claro que seguia necesitando una madre. Yo era la mas alocada de sus cuatro testarudos hijos, pero no iba a permitir que me esfumara. Me apoye en lo que pasaba por barandilla, descargando el peso con cautela. Un liquen especialmente desagradable indicaba las zonas podridas. Si se tocaba, la mano se manchaba de un limo gris verduzco. Su textura era aun peor que los excrementos de paloma, de los que tambien habia en abundancia. Por una vez, Rodan estaba a la vista. Era un antiguo gladiador, pero sus cicatrices se debian a cobrar alquileres entre pobres violentos mas que a sus luchas en la arena. El viejo, una bola de grasa, estaba en el porche discutiendo, su reaccion habitual a cualquier peticion. Su interlocutor era un recadero al que reconoci de la casa de subastas de mi padre. Los observe. Los mensajeros en Roma estan acostumbrados a las discusiones, pero Ciro, permanecia en silencio, dejando que la inutil agresividad de Rodan le resbalara. Si Ciro habia venido de la Saepta Julia, donde estaba la oficina, la caminata habia sido larga y coronada por una empinada ascension al Aventino. Se estaba tomando un respiro por si tenia que dar media vuelta y regresar sin cumplir con su mision. La pulcritud del mensajero contrastaba con la fea cabeza afeitada de Rodan y las manchas de sudor de su andrajosa tunica. Ciro tenia cuarenta y tantos anos, el pelo corto, calzaba sandalias con cordones y vestia una tunica blanca, floja por el calor pero no sucia. Era delgado, pero no por pasar hambre. Mi padre aun recordaba lo que significaba la pobreza, asi que era un patron justo. Tampoco machacaba a sus empleados con palizas asiduas, al contrario que muchos otros en nuestra ciudad supuestamente civilizada. Rodan tambien era un empleado de mi padre, pero era un caso perdido. Llame a Ciro. Al verme, Rodan se metio en su apestoso cubiculo. Ciro cruzo el patio y alzo la mirada hacia el primer piso, donde estaba yo. Mareada aun, intentaba no tambalearme. --!Flavia Albia! Nos habian dicho que estabas en casa. --Parecia aliviado de haberme encontrado--. ?Sabes si tu padre vendra pronto a la ciudad? --Lo siento, Ciro, estamos en julio. Falco sale en un bote cada dia, con una mano pegada a una cana de pescar y la otra a una calabaza llena de vino. --?Pican los peces? --No; simplemente esta alli con un absurdo sombrero, sumido en ensonaciones. Pero de vez en cuando desembarca con una estatua muy hermosa que asegura haber encontrado flotando en la corriente... Esta emulando a su propio padre. --A menudo mi abuelo volvia a casa remando despues de pasar el dia en el agua, con un pequeno esquife a remolque lleno de esplendidas obras de arte griegas <>. Que estupenda forma de evitar los aranceles de importacion para un subastador. Con los ojos muy abiertos y absoluta desfachatez, Gemino podia hacer que la historia sonara casi creible. El personal de la casa de subastas sabia que mi padre me otorgaba la autoridad para actuar en su nombre, de modo que le ofreci mi colaboracion. --Ciro, tendras que conformarte conmigo. ?En que puedo ayudarte? El se encogio de hombros. --Oh, nada que no podamos solucionar nosotros, pero el capataz de los mozos ha pensado que debiamos decirselo al patron. Resulta que estan preparando la venta de los Calixto. Uno de los muchachos levanto la tapa de un cofre grande..., y se encontro con un cadaver acurrucado en su interior. Eso me revivio. Le dije que llamara a una silla de manos y que lo acompanaria. II La mejor manera de soportar un trayecto en silla de manos es cerrar los ojos, aferrarse a una parte que no este demasiado astillada y meditar sobre el significado de la vida. Por lo general evito la filosofia, pero necesitaba apartar mis pensamientos de los porteadores que me llevaban dando tumbos. Corrian cuesta abajo por el escarpado Aventino, que tiene malas calzadas y la pendiente de una hipotenusa, haciendome temer lo peor. ?Que es esto? ?Una mujer que habla de hipotenusas? Bueno, cuando Falco y Helena me adoptaron, me dieron una educacion de lo mas generosa, que yo absorbi como si fuera un nuevo manjar. La devore hasta que supe mas que la mayoria de mujeres y tambien muchos hombres. Consulto textos como si tal cosa y escribo mis propias notas; cuando quiero alardear, las escribo en griego. A veces incluso con los acentos correspondientes. Otra cuestion es que Apolonio, el camarero jefe del Astrologo, nuestra pesima fonda local, habia ensenado geometria. Desde que le habian obligado a abandonar la ensenanza anos atras, habia servido grandes cantidades de adulterado vino de Falerno en la taberna de mi tia, esperando a que mejoraran las circunstancias para poder abrir una nueva escuela a pie de calle. Bajo el reinado del actual emperador, Domiciano, eso no iba a ocurrir. La gente no malgasta dinero en educacion para sus hijos cuando un tirano puede hacerlos ejecutar en cuanto se hagan mayores. Intenta disertar sobre Euclides con el carcelero en una celda para condenados a muerte: el muy estupido te azotara hasta que apenas puedas ir tambaleandote hasta los leones. De modo que, gracias a mis padres y a un camarero, llegue colina abajo y hasta el Campo de Marte meditando sobre triangulos. Por lo demas, rogue que no aparecieran perros callejeros y los porteadores me dejaran caer. O echaran a correr. Eso seria peor. Como sea, me transportaron sana y salva hasta la Saepta Julia, una elegante casa de cambio de dos plantas con galerias, en la que mi padre, como su padre antes que el, tenian alquilado un almacen para sus antiguedades mas valiosas. Arriba tambien tenian una oficina donde amontonaban toda la basura que no podian vender, un lote de cosas horrorosas a las que estupidamente les habian tomado carino. Era uno de esos edificios grandiosos tan propios de Roma. Nuevo aun, combinaba su coste desorbitado con la belleza y la funcionalidad, si es que alguien recordaba su funcion original. Habia sido un centro de votacion, pero los emperadores no podian arriesgarse a aceptar la democracia, asi que ya no se celebraban autenticas elecciones. En lugar de votar, ahora los hombres acudian alli para dejarse ver, y tambien a comprar joyas para sus amantes a fin de que estas se pavonearan. Aunque ya no era necesaria para fines politicos, Domiciano habia costeado una lujosa reconstruccion de la Saepta despues de que un gran incendio arrasara la zona durante el reinado de su hermano Tito. Tito apenas habia durado un par de anos. Algunos creian que era cosa de Domiciano. En mi familia no deciamos nada porque insultar a Domiciano equivalia a un suicidio. El decia que era un dios, asi que todos nos habiamos vuelto profundamente religiosos. Con suerte, los autenticos dioses o algun humano furioso se encargarian del monstruo que nos gobernaba. Los adivinos charlatanes que profetizaban cuando moriria Domiciano proliferaban tanto como los vendedores de ajos. En ocasiones, el adivino era lo bastante bueno como para verlas venir, y se las piraba. Pero en general Domiciano acababa enviandolos a la muerte... junto con muchas otras personas, un par de las cuales probablemente habian conspirado para asesinarlo. Alguien acabaria por realizar la hazana. En el aire se olia a complot. * * * Ciro me condujo a la oficina, donde me deje caer en un trono de piedra que llevaba tantos anos en la casa de subastas que nadie queria venderlo, ni siquiera cuando algun idiota con infulas monarquicas ofrecia dinero en efectivo y su propio transporte. El trono era uno de los muchos articulos que habia rescatado del fuego mi primo Gayo, quien, al iniciarse el incendio, primero habia sacado todas las existencias y solo despues habia regresado a la Saepta para salvar vidas. Habia perdido la suya al derrumbarse el amplio tejado de madera de cedro. Yo apreciaba a Gayo. Despues de su heroico deceso, lo cierto era que ya no me gustaba ir alli. Ese dia mi intranquilidad duro poco. En cuanto me sente, el capataz de los mozos, Gornia, me informo de que el cadaver estaba, en realidad, en el portico de Pompeyo. Alli era donde se iba a celebrar la subasta de Calixto. Yo habia pasado por delante de camino a la Saepta. Los romanos se distinguen tambien por hacerte perder el tiempo. No es mi estilo. Yo soy agil y organizada. Ahorro energia. Por los dioses, sobre todo cuando aun estoy recuperandome de una virulenta disenteria. Sin embargo, se que no debo mostrarme impaciente, porque con esta gente irritante solo se consigue empeorar las cosas. Mi silla de manos se habia ido, asi que les pedi que me consiguieran otra. El portico quedaba a la vuelta de la esquina, caminando un corto trecho, motivo por el que la familia Didio lo preferia para las subastas, pero yo me sentia molida. Los empleados sabian que habia estado muy enferma, hecho que habia provocado una tormenta familiar. Asi pues, Gornia, que esos dias tenia tambien el aspecto apergaminado de un espectro del inframundo, dijo que llamaria a nuestro carretero Felix y su mula Coces; ellos me llevarian al monumento de Pompeyo en su carreta de reparto. Acepte. A Felix nunca le habia caido bien, pero era un buen carretero. Y Coces era un primor. En Roma, la mayor parte del transporte rodado esta prohibido durante el dia. Felix llevaba siempre un tablon y unos cubos sucios en la carreta para parecer un albanil, pues estos tienen permiso. * * * Felix sabia que yo tenia prisa, asi que callejeo tranquilamente como un guia turistico. En lugar de doblar la esquina y recorrer el corto trecho, dio un amplio rodeo por el Panteon y las Termas de Agripa. El gentio que suele pulular por alli nos entorpecia una y otra vez, obligandonos a ir a paso de tortuga. Por fin llegamos al teatro de Pompeyo, que se encuentra en el extremo opuesto del enorme y bullicioso complejo, y luego avanzamos despacio pegados a uno de los laterales hasta que al final me dejo frente a una entrada, practicamente en el mismo sitio del que habiamos partido. !Gracias, Felix! El monumento a Pompeyo tambien lo habia reconstruido Domiciano tras el incendio. Todo nuevo gobernante debe meterle mano a la ciudad segun su gusto y poner su nombre en grandes inscripciones. Si quiere parecer aun mas benevolente, gasta su propio dinero en nuevos proyectos, o afirma hacerlo. Imagino que en el erario publico hay funcionarios que conocen la verdad. El portico tenia su esplendido anfiteatro de piedra en un extremo, bajo el alto templo dedicado a Venus Victoriosa; detras se extendia un vasto jardin rodeado por un peristilo, por donde paseaba la gente a la sombra de los platanos, y, como todo el mundo sabe, unas grandes letrinas publicas en el lugar mancillado por el asesinato de Julio Cesar cuando se dirigia a una sesion del Senado. Para la mentalidad romana (bueno, la mentalidad cerril del emperador Augusto), el lugar del crimen era demasiado horrible para que pudiera usarse de nuevo como curia. Se conmemoraba asi a Bruto y Casio, hasta donde era legal recordarlos, con unas buenas letrinas. Mi padre, republicano hasta la medula, mascullaba a veces que la gente deberia recordar que no solo habian sido Bruto y Casio quienes habian apunalado valientemente a Cesar, sino tambien otros sesenta senadores opuestos a la dictadura, a los que, sin embargo, se habia olvidado. Teniamos que hacerlo callar. Cualquier espia podia denunciarlo a Domiciano por hablar de dagas. Los usuarios de las letrinas podian contemplar el amplio jardin rodeado de bonitas columnas. En un extremo habia una galeria de estatuas griegas tras esplendidas cortinas de brocado de oro. Se trataba de uno de los pocos lugares donde las mujeres podian pasearse en publico solas. Y asi, los hombres podian echar una relajante meada y luego observar a las mujeres que contemplaban las desnudas estatuas griegas y sacaban ideas. No era extrano que el portico de Pompeyo fuera tan popular. A los romanos les encantaba acudir alli y pasear por el peristilo. Ademas de la galeria de arte, habia tiendas para explorar. Las zonas abiertas se utilizaban para reuniones publicas, incluyendo subastas. Mi abuelo preferia el portico para sus ventas: segun el, no tenia nada que ver con el hecho de que fuera un legendario mujeriego. Mi padre, hombre felizmente casado, perpetuo la practica porque el portico se encontraba a una comoda distancia de la Saepta Julia. Que yo supiera, jamas habia aparecido un cadaver mientras se preparaba un catalogo de articulos. Me alegre al ver que el cofre se encontraba al aire libre. Era grande, rectangular y reforzado, del tipo que tienen los ricos en casa para guardar sus enseres de valor. Los mas presuntuosos lo colocan en el atrio, a fin de impresionar a las visitas en cuanto entran en la casa. Nuestros empleados holgazaneaban a la sombra entre arbustos ornamentales, algunos comiendo panecillos rellenos. No son faciles de intimidar, pero me fije en que todos se mantenian alejados del cofre. Lo habian cubierto con una gruesa tela que se parecia sospechosamente a las esplendidas cortinas doradas de la galeria de arte. Lo habian hecho para mitigar el efecto del sol sobre el cuerpo en descomposicion, pero en cuanto me vieron llegar apartaron la tela. Era una pieza con imponentes herrajes que se sostenia sobre cuatro recias patas. Los cierres parecian muy resistentes. Me pregunte por que querria alguien venderlo, a menos que estuviera en la ruina, y no era eso lo que habia oido sobre los Calixto, hombres de negocios muy conocidos. Entonces observe que las partes de madera mostraban huellas de haber sido danadas por el fuego. El personal me ofrecio mostrarme el cadaver. Aunque yo no habia expresado queja alguna por haberlos encontrado comiendo en horario de trabajo, repare en que guardaban sus viandas y adivine lo que ocurria. Lo que aguardaba en el cofre era repugnante; habian apostado a que vomitaria. Bueno, eso me sirvio de aviso. Con una sena indique que levantaran la tapa, al tiempo que me armaba de valor. Mire el interior, vi todo lo que necesitaba ver, oli el espantoso hedor y luego hice gestos perentorios. El mozo cerro la tapa de un golpe y retrocedio rapidamente entre arcadas. Yo reprimi un grito, logrando a duras penas conservar una postura digna. Un ataque agudo de disenteria constituye un buen entrenamiento para el autodominio.

  • Atrapados en la noche (Nueva York 3) de Mariah Evans

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    Tercera entrega de la serie Ciudad de reyes.
    Despues de que la division enviada a Nueva York haya derrotado la nueva vivienda de los vampiros, Ryan conocera a Evelyn, una telequinesica con la que comenzara con muy mal pie, pero dado los problemas generados por su hermano, James, al tener numerosas deudas provocadas por el juego, Ryan se vera obligado a protegerla no solo de los vampiros, sino tambien de la mafia.
    Una divertida combinacion de romance, accion, suspense y risas que haran la delicias del lector.

  • Tenerte nunca es suficiente (Para toda la eternidad 4) de E. L. Todd

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    Mientras Cayson se debate intentando tomar una decision sobre la Facultad de Medicina, se percata del extrano comportamiento de Slade. Parece que nunca esta donde asegura encontrarse y esta claro que le esta ocultando algo a todo el mundo. Cayson esta convencido de que tiene novia y se siente mas dolido cuanto mas lo niega Slade. ?Por que no le estara contando la verdad? Decide investigar mas el asunto y descubre algo que nunca habria creido posible... especialmente de Slade.

  • El color de la libertad de Nelson Mandela

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    El color de la libertad continua las memorias que Mandela publico en El largo camino hacia la libertad, relatando sus anos como presidente. La extraordinaria historia de un pais en transicion y los retos que afronto el premio Nobel de la Paz al luchar por que su vision de una Sudafrica liberada se convirtiera en realidad.

  • Una pelirroja indomable de S. Giner

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    Bruce Rayner era un escritor de renombre de 27 anos. Hombre de trato dificil, ademas de rudo, poco amable y con una total ausencia de paciencia. Empleaba para realizar su trabajo las tecnicas de los autores del siglo pasado y Edward, su editor y amigo, lo convencio para que se actualizara e hiciese uso de la tecnologia. Los ultimos meses, Rayner habia pasado mas tiempo haciendo entrevistas para encontrar una nueva asistente personal, que escribiendo.

  • Sonrie (Proyectos de amor y deseos 1) – Mel Caran de Mel Caran

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    Rebeca acaba de divorciarse y esta tratando de reorganizar su vida. Ella nunca imagino lo que el destino le tenia preparado, ni que gracias a su modesto trabajo conoceria a Alan, la persona que acabaria con su tranquila y aburrida existencia de recien separada.

  • Brezo blanco de Nieves Hidalgo

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    Los McDurney y McFersson estan enfrentados desde hace decadas. Desde que sus bisabuelos provocaron un choque que acabo con la vida de uno de ellos. Al regresar de una aldea en la que ha estado ayudando a sanar a los enfermos, la patrulla de Josleen McDurney hace prisionero a un hombre, creyendole culpable de un robo de caballos perpetrado a su clan. Atraida por el, averigua asombrada que se trata de un McFersson y, temiendo las represalias, le deja escapar para evitar posteriores complicaciones o incluso una guerra. Meses mas tarde, Josleen parte de Durney Tower hacia la fortaleza de Ian McCallister, con quien su madre se ha casado en segundas nupcias. Pero jamas llegara alli. La patrulla dispuesta a robar el ganado de su hermano Wain, esta liderada por el mismo guerrero al que ella dejo escapar. Y ese hombre, aunque ella lo ignora, no es otro que el laird Kyle McFersson, jefe del clan enemigo. Un guerrero sobre el que corren las historias mas terrorificas. La primera intencion de Kyle es pedir rescate por la joven, pero luego la idea de dejarla marchar se le hace imposible. Sin embargo, Wain McDurney no esta dispuesto a dejar a su hermana en manos del rival al que desea matar hace mucho tiempo. Josleen tendra que tomar una penosa decision: regresar con los suyos o permanecer al lado de las personas a las que acaba queriendo y del hombre que, aun enemigo de su clan, consigue ganar poco a poco su corazon. Y para angustia de la joven, Stone Tower se vera rodeada por huestes enemigas, al mando de su hermano, decidido a no dejar piedra sobre piedra. Autor: Hidalgo, Nieves ISBN: 9780898382631 Generado con: QualityEPUB v0.31 Los McDurney y McFersson estan enfrentados desde hace decadas. Desde que sus bisabuelos provocaron un choque que acabo con la vida de uno de ellos. Al regresar de una aldea en la que ha estado ayudando a sanar a los enfermos, la patrulla de Josleen hace prisionero a un hombre, creyendole culpable de un robo de caballos perpetrado a su clan. Atraida por el, averigua asombrada que se trata de un McFersson y, temiendo las represalias, le deja escapar para evitar posteriores complicaciones o incluso una guerra. Meses mas tarde, Josleen parte de Durney Tower hacia la fortaleza de Ian McCallister, con quien su madre se ha casado en segundas nupcias. Pero jamas llegara alli. La patrulla dispuesta a robar el ganado de su hermano Wain, esta liderada por el mismo guerrero al que ella dejo escapar. Y ese hombre, aunque ella lo ignora, no es otro que el laird Kyle McFersson, jefe del clan enemigo. Un guerrero sobre el que corren las historias mas terrorificas. La primera intencion de Kyle es pedir rescate por la joven, pero luego la idea de dejarla marchar se le hace imposible. Sin embargo, Wain McDurney no esta dispuesto a dejar a su hermana en manos del rival al que desea matar hace mucho tiempo. Josleen tendra que tomar una penosa decision: regresar con los suyos o permanecer al lado de las personas a las que acaba queriendo y del hombre que, aun enemigo de su clan, consigue ganar poco a poco su corazon. Y para angustia de la joven, Stone Tower se vera rodeada por huestes enemigas, al mando de su hermano, decidido a no dejar piedra sobre piedra. Libro de acceso libre, publicado en la web de la autora. Esta pendiente por revision, segun ella misma, y puede conseguirse aqui: http://nieveshidalgo.blogspot.com/ Capitulo 1 La neblina cubria la vereda del rio y hacia un frio espantoso. A pesar de todo, Josleen McDurney no quiso quedarse a pasar la noche en la aldea y prefirio que emprendieran el camino de regreso a Durney Tower. Miro con ojo critico los preparativos de los hombres que la acompanaron en el viaje y, mentalmente, les agradecio la ayuda prestada. La aldea de Dorland se habia visto atacada por una epidemia y Josleen no dudo en intentar prestar toda la ayuda posible. De eso, hacia ya un mes pero, afortunadamente, la epidemia habia remitido. No era la esposa del jefe del clan McDurney, pero era su hermana y dado que su cunada, Sheena, sufria un fuerte resfriado cuando se enteraron de los problemas, fue ella quien tomo en sus manos llevar ayuda a los campesinos. No lo lamentaba. Su deber era cuidar de quienes pertenecian al clan y lo mismo que su hermano, les procuraba alimentos, justicia y venganza --cuando esta era necesaria--, ella ayudaba en otros quehaceres. A pesar de todo, regresaba con el mal sabor de boca de no haber podido hacer mas por los enfermos. Seis de ellos murieron a causa de las fiebres y en sus oidos retumbaban aun los lamentos de aquella mujer que perdiera a su bebe. --?Un poco de vino? Josleen se medio volvio y miro al guerrero que le tendia un pellejo. Bebio un poco y se lo devolvio. --Deberias descansar, se te ve agotada. Ella accedio. Les quedaba un largo camino y era cierto que sus fuerzas flaqueaban, despues de tantos dias y noches sin apenas reposar. Se arrebujo en la piel que la cubria, se recosto sobre la manta, encogio las rodillas pegandolas al menton y dejo que el la cubriese con otra manta de gruesa lana. Aun asi, tirito sin poder contenerse. La bruma se le metia en los huesos. --Daremos una batida para ver que todo esta bien --le informo--. Aufert y Will se quedaran haciendo guardia en el campamento. Josleen no le escucho. Apenas cerrar los ojos, se quedo dormida. El guerrero la miro desde la altura. Con un grunido de disconformidad busco una manta mas y la echo sobre ella. Inconscientemente, Josleen agradecio el gratificante aumento de calor y gimio. El se alejo, hablo algo en voz baja con dos de sus companeros y montaron a caballo para dar una batida por los alrededores. No habian visto a nadie desde que salieran de Dorland, pero no debian olvidar que estaban muy proximos a las tierras de los McFersson, sus enemigos declarados desde hacia decadas. Desde que Colman McFersson mato en una pelea al bisabuelo de la muchacha, Ian McDurney. Y no era cuestion de caer en manos de aquellos desgraciados mientras dormian. Porque no era la primera vez que los McFersson atravesaban la linea divisoria para robarles el ganado. Claro que ellos hacian otro tanto cuando la ocasion les era propicia. Los dos hombres que quedaron de guardia se acomodaron cerca de la joven, dispuestos a protegerla contra cualquier eventualidad. Ella era la hermana bien amada de Wain McDurney, el jefe del clan, y sus cabezas peligraban si le sucedia algo. Capitulo 2 Ajeno a la presencia de enemigos tan cerca de sus tierras, Kyle se apeo del caballo, un inmejorable semental negro. Se habia alejado de todo y de todos y dejo que el animal decidiera la ruta, sin preocuparse de nada que no fuera escapar de sus fantasmas personales. Ahora, sin ser consciente de ello, se encontraba a mucha distancia de Stone Tower. Sabia que no era prudente salir sin una escolta, pero necesitaba unos momentos de paz. Demasiadas preocupaciones, demasiadas responsabilidades cenian en torno a el un grillete que, en ocasiones, le ahogaba. Desde que su padre muriera y se hiciera cargo del clan habian llovido sobre sus espaldas un sin fin de problemas. La educacion de sus hermanos, la viudedad de su madre, cada vez mas melancolica y apartada. Sobre todo, aquella criatura que le pertenecia y de la que se sentia incapaz de hacerse cargo. Era su hijo, si. Lo habia engendrado y lo queria, aunque no amo a la mujer que le alumbro. Aquello fue reciproco, de todos modos. Muriel nunca lo amo a el. Accedio al matrimonio porque la obligaron. Kyle siempre supo, desde el primer momento, que ella lo detestaba y que solamente las amenazas de su padre para conseguir la alianza con el clan McFersson la obligaron a dar su consentimiento. Y ahora, ?como explicar a una criatura de cinco anos todo aquello? ?Como decirle que su madre murio profiriendo gritos contra su hijo y su esposo? ?Como !por amor de Dios! hacerle entender que les maldijo antes de exhalar su ultimo aliento? Por eso, cuando el pequeno Malcom preguntaba acerca de su mama, Kyle escapaba. Huia como un cobarde y salia de Stone Tower, acompanado solo por un pellejo de whisky. Muchas veces, se emborracho hasta perder la conciencia. Mas tarde, al recobrar el sentido, buscaba de nuevo las fuerzas para regresar. Se dejo caer de rodillas a la orilla del rio. La densa neblina cubria el bosque y atravesaba sus ropas. Pero el frio no le importaba. Gateo hasta el agua. Necesitaba despejarse, volver a ser el mismo. Llevaba todo un dia fuera y era hora de regresar. !Valiente jefe del clan estaba hecho! Se mojo la cara, el cuello y el pecho. El agua lanzo punzadas de frio a su cuerpo, pero le despejo un poco. Se medio sento, aun ligeramente aturdido. Y tirito. Maldijo entre dientes su propia estupidez, porque alguien le habia robado mientras yacia completamente ebrio. Su capa de piel desaparecio a manos de aquel o aquellos asaltantes que, eso si, como muestra de buena voluntad, le habian dejado otra raida que apenas le abrigaba. No perdio el caballo porque con seguridad no lo vieron. De otro modo, hubiera tenido que regresar a pie y !maldita la gracia que le hacia tener que dar explicaciones a su llegada! Creyo escuchar una ramita troncharse a su espalda. Se volvio con rapidez, pero no lo suficientemente agil como para poder evitar que la empunadura de una espada le golpeara sobre la ceja. Kyle se derrumbo sin un quejido. El que lo dejara fuera de combate se agacho a su lado y le dio la vuelta. Tenia la ceja partida y la sangre manaba profusamente cubriendole el rostro. --?Quien sera? Barry Moretland se aupo sobre su montura con un rictus de hastio en la cara. --Sea quien sea es nuestro prisionero --dijo--. Por su capa, debe ser un pordiosero. --Es posible que pertenezca al grupo que nos robo varios caballos hace dos meses --opino otro. --No tiene tartan que lo identifique, Barry --se aventuro un tercero--, pero mira su complexion. Mas parece un guerrero. Y su caballo es un animal excelente. Moretland echo otro vistazo al sujeto al que acababan de apresar. Ciertamente, no parecia haber sufrido necesidades en toda su vida. De anchos hombros, brazos y piernas fuertes, bien podia tratarse de un hombre de guerra. --Seguro que el caballo es robado --dijo--. Ya nos lo dira cuando le interroguemos. Volvamos al campamento. Tiraron al prisionero sobre el animal y emprendieron la marcha. Hacia el bosque. Hacia los dominios de los McDurney. Un lugar al que, de haber podido evitarlo, Kyle jamas habria ido.

  • Querida Amelia (Hawthorne House 0,5) de Kristi Ann Hunter

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    La senorita Amelia Stalwood es una mujer noble y vive tambien en una casa noble en Londres, el hogar de un pariente siempre ausente. Aislada de la vida social, sus mejores amigos no son nobles, sino criados. Y asi sigue siendo hasta que le presentan un poco por casualidad a la familia Hawthorne y a un amigo de esta, Anthony, marques de Raeburn. Los Hawthorne le abren las puertas de la alta sociedad y, justo cuando empieza a sentirse bien entre ellos y cuando cree que despierta cierto interes en Anthony, su situacion cambia de manera inesperada para peor. A ello hay que anadir unos rumores muy feos que no sirven si no para empeorar las cosas.
    Ahora que acababa de entrar en un mundo nuevo para ella, ?conseguira Amelia mantenerse en el y salvar su reputacion? ?La ayudaran sus nuevos amigos? ?Que pasara con Anthony?

  • Algun dia te besare de Ana Alvarez

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    El dijo que la besaria, y ella no supo si era una promesa o una amenaza.

  • Una ventana frente al mar de Vanessa Freiria

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    En su perfectamente estructurada vida como abogada de exito, Alicia no cuenta con el cambio que sufrira al conocer “accidentalmente” a Marco. El pondra su mundo patas arriba y la hara dudar de que lo que ella consideraba perfecto, como su matrimonio, tal vez no lo sea.
    Una novela de agil lectura y ritmo trepidante que no te dejara indiferente.

  • Cuervo de Medianoche de Katy Molina

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    Cuervo de Medianoche es un libro de versos libres y reflexiones de amor, erotica y sentimientos a flor de piel. Un libro muy personal ya que esta lleno de mi sentir mas profundo y manera de ver la vida. Escrita desde el corazon e incluso un libro inspirador.