• sanando las heridas del corazon libro - Sheila Danton

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    Cuando empezo a trabajar en el centro de salud local, Rebecca Groom se dio cuenta de lo atractivo que le resultaba el doctor Marc Johnson. Hacia falta ampliar el consultorio; para ello Marc habia elegido una vieja casa que albergaba felices recuerdos para Rebecca y a cuya renovacion ella se oponia.

  • Sanando las Heridas del Corazón: Libro del Facilitador

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  • Sanar las heridas del corazón: La iglesia puede ayudar

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  • SANANDO LAS HERIDAS DEL CORAZÓN | HARRIET HILL

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  • Sanar las heridas del corazón - Todos tus libros

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    1 oct 2016 — This book offers a practical approach to engaging the Bible and mental health principles to find God's healing for wounds of the heart.

  • SANANDO LAS HERIDAS DEL CORAZON - HARRIET HILL

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  • Sanando las Heridas del Corazon: La Iglesia Puede Ayudar

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  • Yo si te ame de Karla Trier

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    Todos tenemos suenos que creemos imposibles de cumplir. Eso me ocurrio a mi, nunca pense que sucediera, pero lo hizo. Y cuando paso. no estaba preparada. ?Como estarlo cuando el sueno de tu vida puede convertirse, tambien en tu pesadilla?
    ?Quieres saber sobre que exactamente? ?O quien? Entonces tendras que leer mi historia.

  • Los dos viajes de Evita de Angeles Blanco

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    La increible existencia de Eva Peron, una mujer inolvidable que desato pasiones alla por donde fue Cuando Eva Peron llego a Espana por primera vez en 1947, en plena gloria y siempre rodeada de enormes multitudes convocadas por el regimen de Franco, no podia ni imaginar que su regreso a Madrid se daria muchos anos despues en unas circunstancias completamente distintas y penosas. Porque Evita volvio a nuestro pais en un segundo viaje, pero esta vez dentro de un ataud. Angeles Blanco novela las extraordinarias aventuras vitales y mortales de esta mujer unica cuyo carisma levanto amores y odios a partes iguales a lo largo de toda su existencia.

  • Enamorada del Jefe de Tania Villar

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    Mateo es sexy, seguro, poderoso y el Gerente de su propia compania…pero tiene algunos problemas en el pasado

    Su ex esposa que quiere quitarle todo lo que tiene. Problemas que todo millonario tiene ?no?

  • Juegos prohibidos 5, Emma M. Green de Emma M. Green

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  • Asesinos inocentes de Jose Javier Abasolo

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  • Rendida de Tierra Salvaje

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    Su desdichado y pobre pene encerrado en el interior de su ajustado boxer Calvin Klein, se estremecia y palpitaba a causa de las diabluras llevadas a cabo durante la manana debajo del mostrador junto a Rosalia, su joven companera en la recepcion. Ciriaco sacudio la cabeza a un lado y al otro con fuerza y se dijo a si mismo que era un tonto de capirote. ?Pero que diablos le estaba ocurriendo? Le complacia la frecuencia y la variedad en las relaciones sexuales, y adoraba a cualquier femina lozana con la que se le presentara la oportunidad de acostarse, pero habitualmente no se lanzaba al vacio como si fuera un vulgar adolescente. Sobre todo, si tenia la certeza de que iba a quedar insatisfecho. Sucedia, sin embargo, que su companera Rosalia lo volvia completamente loco haciendole perder la razon sin remedio. Habia algo en aquella muchacha, no podia precisar exactamente el que, algo poco comun en otras mujeres, que lograba perturbarle intensamente. No se trataba simplemente de una respuesta puramente erotica, ni tan solo que su polla se agitara por el sexo y el deseo hacia ella junto a toda aquella memorable feminidad que lo acompanaba. Aunque debia reconocer que sus redondos pechos, sus rotundas nalgas y aquel par de estilizadas piernas resultaban tremendamente sensuales para cualquier mortal. Cualquier miembro de aquel hotel, fuese hombre o mujer, se sentia irremediablemente atraido por la curvilinea figura de la guapa recepcionista. Los multiples escarceos de Rosalia con diferentes miembros del hotel e incluso con algun conocido cliente que les habia visitado, tanto hombres como mujeres, eran bien conocidos por todos ellos pues ella no trataba en modo alguno de ocultarlos. No, lo que verdaderamente lo seducia era el espiritu indomable de aquella linda gatita. Su energica repulsa a todo aquello que pudiera desacreditarla, ya fuera la prepotente actitud machista de Ciriaco --de la que en numerosas ocasiones el muchacho se avergonzaba-- o bien otros elementos como la zorra, engreida y vanidosa de Valentina. La subdirectora era astuta y malpensada y, dicho sea de paso, ni la mitad de eficaz en su trabajo que Rosalia. Vicente, el director del hotel, era aun mas incompetente que su arrogante asistente, y no deberia estar al frente ni tan siquiera de una pequena pension asi que aun menos de un hotel de cinco estrellas archiconocido en todo el pais. Ciriaco llego al fin al primer piso y, al tiempo que gozaba de la discreta, pero opulenta decoracion penso que el Hotel Alameda era, sin ningun genero de dudas, uno de los mejores hoteles del pais. Los enormes lienzos que colgaban en las paredes de la galeria de la primera planta junto a las antiquisimas estatuas de bronce y los jarrones de estilo chino deberian tener un valor incalculable --supuso mientras intentaba menguar su incipiente ereccion. Penso en dirigirse directamente a la suite ocupada por Celia Luzaro, la famosa escritora vitoriana y de exito mundial; sin embargo, volvio sobre sus pasos y se paro ante un cuadro de un autor del siglo XVIII nada celebre. La figura femenina que aparecia en el lienzo era de cabellos de tonos rojizos, de pronunciadas curvas bajo aquel vestido de epoca y de bellos bordados. Una mujer representativa de la sociedad burguesa de la epoca y que por alguna siniestra razon le recordo al instante a Rosalia. Al imaginar a su estupenda companera de recepcion engalanada con aquel magnifico vestido de seda, en lugar de con su habitual traje de chaqueta de color gris marengo, su mano se encamino al instante hacia su entrepierna en busca de una leve caricia. Se presiono su miembro por encima de los pantalones de pinzas, al mismo tiempo que fantaseaba con la imagen de Rosalia despojandose del vestido y quedandose desnuda ante el. Imaginaba el roce con su desnudo cuerpo y el perfil redondeado de su delicado trasero, redondo como un par de manzanas, mientras el se dedicaba a palparlo a conciencia. Era plenamente consciente de que dicha caricia complaceria enormemente a la muchacha: ciertamente apenas media hora antes su descarado y audaz magreo sobre sus nalgas habian logrado arrancarle un sonoro orgasmo. Mientras seguia acariciando su cada vez mas inquieta virilidad, Ciriaco sopeso la opcion de llevar a cabo una necesaria pausa en su habitacion. Experimentaba una profunda incomodidad entre las piernas. Debia resolver un par de cosas que tenia pendientes, pero una efimera masturbacion lograria que sus pensamientos se relajasen. Penso en el momento de la placentera descarga, pero al mismo tiempo imagino que le resultaria poco o nada gratificante. No queria correrse con la sola compania de su imaginacion y su mano, sino que deseaba compartir aquel momento con Rosalia. O en su defecto con cualquier otra mujer. Volvio a su cabeza la faena que la recepcionista le habia encargado y recordo la penetrante mirada que Celia Luzaro, la popular novelista cuya ducha no funcionaba desde hacia veinte minutos, le habia regalado el dia anterior. Ciriaco, eres un sinverguenza y un bribon --se dijo al dirigir sus pasos hacia la suite numero veintisiete, la cual ocupaba aquella madura mujer en cuyo sinuoso y apetecible cuerpo reparo desde la primera vez que la vio. Debia reconocer que se sentia plenamente atraido por aquella dama. Si senor, la senora Celia Luzaro era deliciosamente atractiva para un joven muchacho como el. Nada mas verla llegar al hotel se quedo prendado de su esbelta figura y de aquellos expresivos ojos verdes que tanta curiosidad le habian inspirado. Ciriaco sospecho que el aspecto confusamente idealista de aquella mujer, acaso vendria dictado por su prolifica inspiracion a la hora de imaginar historias, pero por otro lado penso que seguramente se correspondiese con un problema en la vista, pues al firmar en el libro de registro del hotel necesito echar mano de las gafas que tenia guardadas en el bolso. Luego supo, por boca de la propia senora Luzaro, que desde hacia tres anos tenia un problema de vista cansada debido al uso asiduo del ordenador al escribir sus novelas. Pese a la evidente molestia de Celia Luzaro con su vista, no le habia impedido obsequiarle con una pronta y encantadora ojeada por debajo de aquel par de lentes de exquisito diseno italiano que la hacian parecer mas joven de lo que realmente era. Cuando el muchacho le sonrio, ella se sonrojo de manera encantadora y volvio a tomar del mostrador el bolso de mano de Valentino que debia haberle costado un buen monton de dinero. Luego cuando le entrego una suculenta propina y apenas se rozaron sus dedos, volvio a enrojecer intensamente. Ciriaco se cuestiono sobre que temas versarian las novelas de aquella mujer, y en cuanto tuvo ocasion se lo pregunto a Rosalia. Pues para serte franca, la verdad es que no tengo ni la mas remota idea. Nunca lei ninguno de sus libros. La informacion de Claudia, su camarera favorita, le resulto mucho mas valiosa. !Bah! Menuda bazofia, son unos libros sin el mas minimo interes. A las jovencitas y las marujonas que no buscan mas que sensibleria y cursileria y nada de follar les encantan. No gastaria ni un euro en uno de ellos. Ciriaco sonrio abiertamente meditando sobre todas aquellas cosas que la rubita de Claudia estaria dispuesta a tantear, a succionar y lamer, a manosear y acoger en aquel soberbio cuerpo. Llamo a la puerta dos veces con los nudillos y enseguida escucho ruido en el interior de la suite. Celia Luzaro le habia dado la sensacion de ser una mujer un tanto inocente pese a ser una persona celebre y haber corrido mucho mundo. No daba la sensacion de estar muy convencida de su feminidad, pese a que cualquiera la hubiese imaginado como una autora de novela rosa con unos modales refinadamente femeninos. Hola --saludo cuando la senora Luzaro abrio la puerta. Tengo entendido que tiene un problema con la ducha. Pues la verdad es que si --le contesto ella mirandole con cara de sorpresa y una expresion apocada en el rostro. Necesito darme un bano para relajar los musculos del cuello que los tengo agarrotados y apenas salen unas gotas... ?Seria tan amable de arreglarla? Se lo agradeceria infinito... Tras estas palabras en busca de auxilio, entro a la habitacion con un frufru de seda rosa palido que balanceaba en torno a sus piernas. Ciriaco trato de contener la risa mientras la seguia hasta el cuarto de bano. Pese a la abundancia de invencion que se le podia imaginar gracias a su profesion, Celia habia claudicado ante un evidente y recurrente estereotipo: La idea de la mujer fatal que recibe al fontanero, cubierta con un simple neglige transparente y zapatillas de bajo tacon. Aquella prenda no daba lugar a que corriese la imaginacion de uno, pues se traslucia todo y ademas el escote de la espalda le llegaba hasta el inicio de las nalgas. El problema radicaba en que las artimanas de aquella madura mujer lograron el efecto deseado. Ciriaco noto que su libido se aceleraba y que su virilidad se encabritaba por debajo del pantalon. No tuvo duda de que se habia topado con una nueva admiradora. La vestimenta, los ademanes de la escritora y la sensual fragancia que la envolvia asi lo atestiguaban. Ciriaco centro su vista en aquel excitante balanceo de las caderas de la senora Luzaro bajo aquella ligera prenda y se interrogo sobre las causas que la llevaban a mostrarse de ese modo tan sumamente explicito. La suavidad de la tela era de una delicadeza sublime y, si se hubiera encontrado en un casino, hubiese apostado todo su dinero a que la mujer no llevaba ninguna otra prenda. Ante aquel pensamiento su miembro se rebelo debajo del pantalon buscando un mejor acomodo. Miro disimuladamente a la senora Luzaro, la cual corrio la puerta de la mampara a un lado y aparento un gran interes por la averiada ducha. Ciriaco, mientras revisaba el mando de la ducha que no parecia sufrir ningun dano, penso que Celia Luzaro poseia una belleza realmente cautivadora. Con su ondulado cabello, sus modales y su semblante indiferente, no guardaba la mas minima relacion con Rosalia, pero poseia un gran atractivo. Celia era delicada y fragil al mismo tiempo, lo cual la hacia mas interesante que aquella estampa refinada y artificial que pretendia sugerir. Aquella mujer era toda ella ternura, un ser candido y sin ningun atisbo de malicia. En ese momento le vinieron a la cabeza las palabras de Claudia sobre sus empalagosos escritos y reflexiono si todo aquello se debia a que la senora Luzaro tenia pensado variar la tematica de sus novelas y pasar a desarrollar unas narraciones de caracter mas erotico y donde el elemento sexual fuera mucho mas evidente. Si fuera tan amable... necesito darme un bano y como vera el mando esta atascado. No funciona ni a un lado ni al otro. --le comento mientras se acercaba a el y casi rozo el brazo del muchacho con su seno.

  • Mentiras y Pasion de Maureen Child

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    Nunca un romance fingido habia resultado tan real.

  • Como besar a un canalla de Amanda Mariel

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    Un malentendido que rompe los lazos de la amistad, impulsa a lady Natalie a encontrar el amor de su vida.

  • Historias para sonar de Maika Sanchez

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    Era una noche fria y me movia inquieta por el salon de mi casa, estaba nerviosa, asustada, cansada, triste... Todos los sentimientos que podiamos experimentar una persona humana, los tenia yo en este instante, como si de un coctel molotov se tratara. Era fuerte para muchos, pero en realidad ahora mismo solo era una mujer vulnerable, desvalida por todos los sentimientos que tenia hacia el. <>. Yo que siempre habia sido fuerte, de las mujeres que no perdian las bragas por ningun hombre, de las que sabian darse su lugar. Pero todo habia cambiado en mi vida al conocer a Cristian, mi mundo se habia vuelto del reves, todas las personas que me conocian intimamente me decian: <>. Pero, ?que mas podia hacer si lo amaba con locura? No concebia mi vida, si mi chico no estaba en ella. Y ahora lo estaba esperando como una tonta enamorada, mientras mi marido estaba con la otra en los Goya, fingiendo algo que no eran, mientras yo su verdadera mujer me quedaba en casa esperando a que el llegara. <>, me repetia a mi misma una y otra vez. En ese momento se escucho un sonido de llaves al otro lado de la puerta, lo que hizo que mi cuerpo se congelara. Un escalofrio recorrio todo mi ser, poniendome mas nerviosa de lo que ya estaba, Cristian habia llegado y no sabia que hacer, no sabia como recibirle, si con un beso, un abrazo, un no puedo aguantar mas, o con un se acabo. Otra vez mi cabeza y mi corazon volvian a tener una lucha interna, que se estaba llevando a cabo desde hacia ya dos anos y medio. Todo comenzo en el verano del 2012. Yo triunfaba en las pasarelas de toda Espana y tambien estaba rodando "Deseos Cumplidos", la nueva serie que preparaba Telecinco, cadena con la que iba a hacer mi primera aparicion televisiva. La verdad que no me podia quejar, todo me iba muy bien profesionalmente, y emocionalmente me iba mucho mejor, porque mantenia una relacion desde hacia ya casi un ano con el actor por el que todas las chicas suspiraban, Cristian Rodriguez, al que conoci en la "Fashion Week" de Madrid, donde yo desfilaba, aunque era una relacion secreta, ya que para todos solo eramos buenos amigos, aunque yo ya me estaba cansando de esta situacion, ya que queria dar un paso mas en nuestra relacion. Queria gritar a los 4 vientos que estaba locamente enamorada de Cristian, que eramos novios y que eramos muy felices, no podia guardar mas esta confidencia que me estaba matando, necesitaba decirla. Asi que prepare una preciosa velada para convencer al amor de mi vida.

  • La perdimos en la ciudad, Jose Monterrosa [PDF] de Jose Monterrosa

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    ANO 2029. EL MUNDO HA CAMBIADO Y SU ORDEN HOLISTICO TAMBIEN. ES MOMENTO DE LA REORGANIZACION, LOS PAISES YA NO EXISTEN.

  • Toledo, amor y muerte (El librero de Toledo 3) de Manuel Peitado

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    La muerte del mas artero y taimado de los hombres que conoci me condujo a una catarsis. Fue una orgia de dolor para familiares y amigos reunidos alrededor del tumulo de Salvatore. Asi comienza Manuel Peiteado su tercera novela. Como en las anteriores, el autor ha querido continuar su trabajo en la misteriosa ciudad milenaria de Toledo.
    La accion se desarrolla en los albores de 1.981, ano en el que dos fuerzas antagonicas luchan por destruir al incipiente Estado democratico espanol: ETA y grupos de extrema derecha, dentro de los cuales pervive un enemigo comun: La Hermandad del Alcazar de Toledo.
    Conocedor como nadie de los entresijos de La Hermandad, el servicio secreto tratara de convencer a Domenico para desempenar el papel de agente doble. Su juramento de venganza, contra aquellos que mataron a su padre, le empujara hacia caminos ignotos.
    El descubrimiento de los progenitores de Manuel cambiara para siempre el temperamento de Domenico. Al mismo tiempo, detras de los muros frios y sombrios del convento de santa Clara de Toledo, se vive con amargura el secuestro de recien nacidos.
    Novela del genero negro con tintes historicos; el autor, con una sutil y desbordante imaginacion conducira al lector por las tortuosas cavidades de las entranas del ser humano. Nos describira con sensibilidad el amor entre personas sin importar ni la edad ni el sexo. Novela trepidante que seduce y enamora por su ritmo, escrita sin artificios y que hara que el lector no se sienta ajeno a las revelaciones que en ella se manifiestan.

  • La orquesta de Jorge De Persia

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    Jorge de Persia ensaya en este libro una completa y conceptual introduccion a la historia de la orquesta, en la que se describe el proceso de desarrollo de sus elementos no solo instrumentales y musicales, sino tambien humanos y sociales. Y es que el devenir de la estructura orquestal, asi como el de la musica que esta interpreta, no puede separarse de las condiciones historicas e ideologicas que van configurando sus formas y composiciones. Este apasionante recorrido, en el que el autor situa la orquesta y sus diversas formas en salas de conciertos, teatros y operas de toda Europa, desde el siglo XVI hasta la actualidad, muestra la evolucion y el cambio de la agrupacion instrumental pero tambien, y sobre todo, nos ensena a valorar el privilegio del que somos participes cuando nos situamos ante un conjunto orquestal dentro del ” ritual ” del concierto.

  • El sueno de la crisalida de Vanessa Montfort

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  • El anillo del millonario de Lynne Graham

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    La boda del magnate Zac con Freddie, una inocente camarera, fue de conveniencia. Zac, un hombre de corazon sombrio, ayudaria a que la familia de Freddie no se separara si ella le daba un hijo. Tenia la seguridad de que su insaciable pasion pronto se apagaria. Pero, cuando Freddie se quedo embarazada, el se dio cuenta de que ansiaba algo mas que un heredero: !deseaba que Freddie se quedara en su lecho para siempre!

  • Con el corazon al sur de Gabriela Exilart

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    La novela retoma algunos personajes de Pinceladas de azabache, entre ellos Naiquen, quien escapa de un marido agresivo -y, sin saberlo, de un despiadado militar que llega de su pasado- y trata de iniciar una nueva vida en Francia. Alli encuentra un amor sincero y verdadero que cura sus heridas y le da fortaleza para afrontar a su perseguidor.

  • Senderos salvajes de Santiago Mazarro

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    Un violin quebradizo llora desde hace dias la muerte de un hombre libre. Sus notas lanzan una melodia tan tenue que esta manana apenas alcanzaban la orilla civilizada del Misisipi. Imagino que el difunto arrastrara siempre la fama de hombre feroz y extravagante, pero los que le conocimos no ignoramos que, ante todo, y digan lo que digan, don Manuel Lisa fue una buena persona. En realidad, por aqui todos le llamabamos <>, o <>, por los anos en que lidero la compania de comerciantes mas prospera de Norteamerica. Lamento de todo corazon ser el ultimo de nosotros con vida. Habria sido mas facil entender esta historia si la hubiese escrito cualquier otro. Pese a ello, si estais leyendo estas lineas, es porque, nada mas volver de su sepelio, he decidido dejar constancia de quien fue Lisa y quienes fuimos los que le seguimos. Aunque espanol en origen, su verdadera patria fue siempre la frontera, y, con ella, cualquiera de los horizontes que visitamos los anos en que hicimos del mundo indomito y salvaje nuestro autentico modo de vida. Manuel, que en paz descanse, admiraba la curiosidad frente al resto de las virtudes, y sabia hallar fortuna en la libertad absoluta que le conferia su oficio. Tal vez por eso tuvo siempre la valentia de aventurarse en lo desconocido de nuestro continente; de sonar con un mundo nuevo. Los primeros recuerdos que vienen a mi cabeza --y mas ahora que en estas paginas trato de narrar como ocurrio todo-- son de la primavera de 1807. Si cierro los ojos, casi puedo ver a Manuel esperandome en un pequeno banco de la ciudad de San Luis. Yo llegaba a caballo, tras cuatro dias de penurias que ahora no procede contar. Alli estaba el, manos en los bolsillos y rostro inquieto tras una chalina de pano grueso. La enorme espalda apoyada en el respaldo de roble. Las piernas cruzadas, la una sobre la otra. Recuerdo pensar que estaba en plena forma. Era un hombre imponente, bastante alto, fuerte y poseedor de unos penetrantes ojos marrones. Aquel dia iba debidamente arreglado segun la moda de la epoca: frac negro con cuello de piel y sombrero de copa, aunque el pelo negro enmaranado y las botas altas anticipaban en su aspecto costumbres mas de campo que de ciudad. Me acerque. Se levanto lentamente. Pese a la voluptuosidad de sus patillas, no me fue dificil discernir que la herida fea que le recordaba en el cuello se habia tornado en cicatriz. Pocos sabran que se la hizo en la emboscada mas famosa del ano 1801, nada mas arrancado el siglo. Una expedicion de veinte espanoles volvia exitosa a Nueva Orleans tras pasar el otono cazando castores en el curso medio del rio Misisipi. Al parecer, la niebla les hizo acampar en un lugar poco aconsejado, y los indios arikaras defendieron su territorio degollando, uno tras otro, a aquellos hombres cristianos. Que se sepa, solo dos lograron escapar a semejante barbarie. Manuel Lisa fue uno de ellos. Cuentan que, en plena emboscada, se dejo caer bosque abajo, entre la maleza, esquivando los hachazos de los nativos. Por pura fortuna encontro malherido a su hermano, escondido tras un arbusto. Retrocedio unos pasos, aupo el cuerpo sobre sus hombros y le convirtio asi en el segundo superviviente de la velada. Mi padre era aquel afortunado. Joaquin Lisa. Lo que convierte a Manuel en mi tio. Ambos fueron companeros de incursiones durante muchos anos; compartieron no solo un lazo de sangre, sino tambien una de esas hermandades propias de haber vivido cientos de aventuras juntos. Desgraciadamente, mi padre murio al medio ano, fruto del mal curar de sus heridas. Recuerdo el malestar que estas le provocaron durante meses y lo sorprendido que siempre me quedaba cuando le veia bromear con mi tio Manuel sobre arrancarse la costra de cuajo y echarsela de comer a los cerdos. Eran otros tiempos, que decia mi madre. Con ella, por cierto, me fui enseguida a vivir al presidio de San Antonio de Bejar, en la provincia espanola de Texas. Alli pase cinco anos siendo mitad monaguillo en una mision catolica y mitad sirviente en la casa de unos criollos que pocos respetos le guardaban ya al rey Borbon al otro lado del oceano. Aunque hoy dia no me arrepiento, dudo mucho que, de haber conocido las actividades y companias de mi tio Manuel en aquellos anos, le hubiese ofrecido mis servicios tan a la ligera. Mas aun teniendo en cuenta lo que acababa de ocurrirle aquella misma manana. El caso es que, tras bajarme del caballo, le di un fuerte abrazo, y el me lo devolvio sin dudarlo ni un segundo. --Joaquin, cuanto has crecido --creo recordar que fue lo primero que me dijo--. Siento mucho lo de tu madre. De haberme enterado, habria tratado de ir al entierro. --Yo tambien me alegro mucho de verle, tio. Y le agradezco que me haya aceptado como ayudante. Tanta desgracia junta os resultara abrumadora, pero la realidad es que mi pobre madre murio unos dias antes del comienzo de esta historia --tras agravarsele una gripe-- y que yo me quede sin empleo el mismo dia que las tropas de San Antonio se marcharon a rendir cuentas al fuerte del Alamo. No recuerdo si, harto de servir a desconocidos o deseoso de tener a mi familia cerca, robe un caballo mas lento y flaco de lo que hubiera sido aconsejable para que me llevase directo a San Luis, lugar en que vivia mi tio Manuel como ciudadano estadounidense. Como sabreis, Napoleon le habia comprado toda la Luisiana a Espana para tres anos mas tarde vendersela a los Estados Unidos. --?Que tal el viaje? --dijo mi tio, observando la montura escualida que me acompanaba. --Muy bien --menti. Habia sido un autentico desastre. --Has llegado el dia esperado... y a la hora adecuada. Manuel se meso las patillas con calma y miro a su alrededor con un gesto de sospecha. --Tio, de verdad, no se como agradecerle... Pronto le permitire ver que soy una persona responsable... --Tranquilo. Es una buena noticia que estes aqui. Como digo, no podias haber llegado en mejor momento. --Gracias. --Tengo planes para ti. --No volvio a abrir la boca en un buen rato. Manuel Lisa no era hombre de muchas palabras, ni mucho menos. Solo hablaba si era estrictamente necesario, y, cuando lo hacia, era para poner punto y final a un debate, pues poca gente le contradecia. Subio a un caballo negro y robusto de un brinco y tiro de las riendas con agilidad. Yo hice lo propio para seguirle a paso ligero. Lisa era lo bastante conocido en San Luis como para que mas de una persona en el camino parase el carro o la montura con el animo de concederle un saludo cortes. La mayoria, sin embargo, parecia tenerle cierto respeto. Incluso me atrevere a decir que algo de miedo. Avanzamos por un camino de tierra que muy pronto se convirtio en otro elegantemente adoquinado. Me averguenza decir esto, pero otra cosa que me sorprendio nada mas pisar la ciudad fue la actitud y la vestimenta de las mujeres, mucho mas joviales y despreocupadas que en las ciudades de Nueva Espana, donde siempre andaban escondidas tras su misal y su rosario. En San Luis, los carruajes iban y venian con damas jovenes que no dudaban en mirarte de pies a cabeza para concederte una sonrisa. El trajin era sorprendente para tratarse de una ciudad ubicada en tierra tan inhospita. Pronto me di cuenta de que estabamos dando extranos rodeos. --Cuidado ahora. Acercate a mi --dijo Manuel con voz firme y segura--. Bajaremos al rio por la parte trasera; no quiero que nos descubran. --?Quienes? --pregunte. --Haz lo que te digo, Joaquin. --?Alguien nos persigue? --Pero no obtuve respuesta. Muchos habreis oido hablar de la expedicion de Lewis y Clark. Fue la primera llevada a cabo por estadounidenses con el objetivo de encontrar una ruta fluvial desde el Atlantico hasta el oceano Pacifico. Pues bien, hacia apenas unos meses que Lewis y Clark habian regresado a San Luis, y los carteles de bienvenida aun podian verse bajo las ventanas de los edificios mas proximos al rio. Con el objetivo de reclamar la presencia estadounidense en el Oeste americano antes de que franceses, espanoles o britanicos pudiesemos hacer lo mismo, la campana habia sido un gran exito. Y si os cuento esto es porque me parecio curioso enterarme de que mi tio, aun siendo espanol de nacimiento, habia tenido un papel destacado en todo aquello. Conocedor en buena parte de los territorios del oeste --gracias a la experiencia obtenida como cazador e interprete de los indios--, brindo a los estadounidenses un buen numero de consejos, mapas y provisiones a cambio de que el nuevo gobierno de Luisiana le otorgase una sola cosa: la posibilidad de seguir comerciando con los territorios espanoles de Texas y la Florida. Apeados del caballo y casi a hurtadillas, como escondiendonos de algo o de alguien, bajamos por el sendero adoquinado. A medida que nos acercabamos al rio, el numero de las calles iba descendiendo: 6, 5, 4... Finalmente llegamos a una via bastante larga en la que habia un poste del que colgaba un gran cartel: <>. Segui de cerca a mi tio, mirando de reojo a los vendedores de carne de los soportales y a los jovenes que jugaban a las cartas aranando los ultimos rayos de sol frente al muro de una iglesia protestante. No escapo a mi atencion un grupo de cuatro o cinco hombres que, observandonos desde lo lejos, intercambiaron susurros y palabras en un perfecto frances. --Es aqui --dijo Manuel por fin. Su voz era aspera y ruda como ninguna. Mientras atabamos mi caballo y el suyo a la parte trasera de su almacen, al otro extremo del pequeno jardin, desde una altura considerable y apoyado en la barandilla de madera, nos saludo mi primo Remon. Otros cabellos rubios y alborotados asomaban timidamente entre los balaustres. Debian de ser los de su hermano. Dieron las siete de la tarde en la torre de la iglesia. Y justo en ese instante, como si las campanadas hubieran definido con rigor la hora de llegada, subi con atino los peldanos de la casa, y antes de que pudiesemos hacer uso de la aldaba, la puerta se abrio de golpe. Mi tia Polly, a la que llevaba sin ver una eternidad, sonrio nada mas verme y me dio un fuerte beso en la mejilla. --Bienvenido, Joaquin. Siento mucho lo de tu madre. Ya sabes que ella y yo nos llevabamos bien. --Gracias, Polly. --Que mayor estas... ?Cuando fue la ultima vez que nos vimos? --En Nueva Orleans, hace al menos seis anos --respondio mi tio. Aunque hablaba espanol a las mil maravillas, su acento ingles seguia siendo inconfundible. Polly Charles Chew, una viuda a la que Manuel Lisa habia conocido anos atras en Nueva Orleans, era su mujer por aquel entonces. Timida, amable y carinosa, poseia unos preciosos ojos azules que combinaban a la perfeccion con una larga y ondulada cabellera rubia. No digo que no se quisieran, pero siempre tuve la sensacion de que Polly le estaba mas agradecida a mi tio que cualquier otra cosa. A fin de cuentas, Manuel Lisa se habia hecho cargo de ella --y de su pequena hija Rachel-- tanto afectiva como economicamente en un momento de suma delicadeza para sus vidas en la capital. Con el paso de los anos y tras su mudanza a San Luis, el matrimonio habia hecho crecer la familia, trayendo al mundo a Remon y a Manuel, mis dos pequenos primos carnales. --Te hemos preparado una cama en la habitacion de Remon, en el piso de arriba --dijo Polly. Creo que en aquel instante sonrei amablemente, le di las gracias por acogerme en su preciosa casa y segui a mi tio hasta el salon, donde se encontraban los tres ninos. Guardo de aquel momento un recuerdo tierno, de profunda calma y quietud. Los dos pequenos jugaban con un caballito de madera en torno a una mesa con la cena recien servida. Rachel, la mayor, leia junto a la chimenea. Cuando pienso en un hogar, tal vez por no haber tenido uno apropiado a lo largo de mi vida, viene a mi ese preciso instante. Entre en la habitacion y deje en el arcon lo unico que poseia: una camisa a rayas, ropa interior, unos calcetines bien gordos y un medallon de plata que solia cuidar como un tesoro, pues era lo unico que conservaba de mi madre. Pocos minutos despues, sentados a la mesa y tras haber ordenado lo poco que tenia, mi tio saco una botella de vino tinto de un cajon, sirvio tres copas y extendio una hacia mi con cuidado. <>, decia la etiqueta. --Pruebalo, Joaquin. Un barco solia llegar cargado de barricas desde el puerto de Cadiz. Directo a Nueva Orleans. Tu padre y yo las subiamos en bote por el Misisipi y lo vendiamos aqui y en San Carlos. --Mi tio evoco aquel recuerdo como si la llegada de su sobrino hubiese pellizcado de algun modo su memoria. --?Y ya no llega? --pregunto Rachel sin levantar la vista del libro que leia al mismo tiempo que cenaba. --El vino que llega ahora es frances. Todo es frances. ?Que estas leyendo, Rachel? Seguro que tambien es frances. Rachel sonrio, dio la vuelta a su pequeno librito y lo dejo sobre la mesa. El titulo de la portada estaba escrito en ingles: <>. Probe el vino. Estaba realmente bueno. --Creo que la novela es inglesa. Pero la protagonista es francesa --contesto Rachel--. ?Tu sabes leer, Joaquin? --Si que se --respondi orgulloso--, aunque no he tenido oportunidad de hacerlo muy a menudo. --?Cuantos anos tienes? --Veinte. --?Y no has tenido tiempo? No lo entiendo. --Si Dios quiere, pronto leere alguna novela. He oido que el Quijote de la Mancha es muy divertida. Mi padre tenia un ejemplar y solia recitar alguno de sus pasajes de memoria. --No la conozco. En las estanterias del salon habia al menos dos o tres decenas de libros viejos. Los observe con calma. Luego hubo un breve silencio que sirvio a mi tio para medir sus siguientes palabras. --Escucha, Joaquin. --Manuel lisa me miro firmemente--. Esta manana, unas horas antes de que llegaras, ha ocurrido algo. Algo que cambia mis planes. Olvida la carta que te mande: ya no me serviras en el muelle. --?Que ha ocurrido? --Pronto lo sabras. --Sus manos inquietas delataban en el cierto grado de nerviosismo--. Muy pronto. Por el momento, quiero que descanses bien esta noche y que estes preparado. No vamos a estar mucho tiempo en San Luis. --Asenti, acabe con presteza la sopa que Polly habia preparado y apure poco despues la copa de vino. Escuche el coloquio posterior sin volver a abrir la boca. Luego pedi permiso para levantarme de la mesa y retirarme a mi nueva alcoba. Me tumbe en la cama. Una cama dura y rigida de madera sobre la que colgaban sabanas gruesas y amarillentas. Aquella primera noche aprendi que Rachel, la hija adoptiva de Manuel Lisa, leia a menudo novelas de terror. Que Remon y el pequeno Manuel detestaban leer y preferian jugar con sus amigos en los canales del rio. Aquella noche, arropado ya entre mantas de piel, se me escapo una lagrima tras pensar un buen rato en mi pobre madre. No tuve tiempo de despedirme de ella, de poner en orden nuestros asuntos. Todo habia sido tan precipitado... Justo despues escuche a Polly lamentarse. Fuera lo que fuese aquello que habia ocurrido por la manana y que tanto inquietaba a mi tio, preocupaba sobremanera a mi tia. Por el quicio de la puerta vi la silueta apenas iluminada por las llamas de Manuel Lisa. Se acercaba a su mujer para darle un abrazo. Sobre el torso descubierto, y para mi sorpresa, Manuel Lisa lucia un enorme tatuaje. Una forma oscura, geometrica y alargada sobre la que se cruzaban un par de flechas. Entiendase que el impacto que me causo aquello fue debido a que, pese a que era comun entre marinos y otras profesiones, solo en una ocasion habia visto un dibujo similar sobre la piel, concretamente en el pellejo de un indio comanche al que llevaban preso los guardias de Santa Fe. Cuando se hubieron separado, observe como el le mostraba a ella una carta hecha anicos que llevaba en el bolsillo. --Lo haremos por nuestra cuenta --susurro--. No nos queda otra manera. Arrojo los pedazos de papel al fuego y observo lentamente como se consumian. --?Sigues confiando en el dibujo? --?En que dibujo? --El mapa de Heceta. --Por supuesto. --Manuel Lisa giro sobre si mismo y apago la pequena lampara de gas que iluminaba la estancia.

  • Mis monstruos internos de Khris Diaz

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    Eva paso toda la vida complaciendo a los demas… A sus padres, maestros, a su marido e hijos. Todos tenian una vida, sus padres la fabrica de zapatos, su marido su trabajo y sus compromisos politicos, sus hijos sus estudios y suenos de lograr cosas maravillosas en la vida… Pero, que tenia Eva? ?Que pasaria si todos decidieran seguir sus vida sin ella? ?Con que quedaria esta hermosa cuarentona despues de entregarles su juventud y amor sin condiciones? Con el pasar del tiempo sale a luz un amorio de su esposo y la venda del amor cayo de sus ojos. Eva cree enloquecer producto de tantas decepciones y el cansancio de tener que sufrir callada siempre y vivir atendiendo los asuntos de su familia, olvidandose de ella misma. La actitud egoista de su companero de vida la hizo caer en cuenta que nunca fue realmente feliz…y que quizas esa infidelidad no ha sido la unica en todo su matrimonio. Entonces todo ese resentimiento, deseos reprimidos y rabia que muchas veces se trago por no perder la cordura se convirtieron en monstruos que vivian dentro de ella… Y que ahora tomaban el control de su vida.

  • El otro ingles de Ilsa Madden-mills

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    Un britanico ardiente.
    Una americana despechada.
    Una noche que se olvidaron de quienes eran.

  • El Rastro de Andres Trapiello

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    Andres Trapiello nos invita a un viaje unico y hace su personal homenaje del Rastro, uno de los mercados ambulantes mas emblematicos del mundo. Podremos conocer a su gente y entender sus vidas a traves de sus recuerdos y sus objetos.
    Una historia unica de la ciudad de Madrid, su tradicion y su cultura.

  • Sasha. La mision de mi vida de Delfina Farias

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    Sasha era hermosa, rebelde, osada y desobediente. Muy distinta a las chicas de su edad. No creia ni en principes azules, ni en cuento de hadas. Criada entre soldados, los mismos que su padre adiestraba bajo severos y peligrosos entrenamientos, y de los cuales ella era uno mas. Cuando logro ingresar al colegio militar, se encontro colmada de felicidad. A pesar de la exigencia e intensidad de los ejercicios, el cansancio y agotamiento de su cuerpo, consiguio ser primera en su clase. Todo iba sobre rieles hasta que conocio al teniente Leandro Martinez Acevedo, metro ochenta y cinco, atractivo, corpulento, recio, pomulos marcados y un cuerpo para el infarto. Con solo una mirada el puso su mundo patas para arriba. Al tiempo llegaron miradas furtivas y deseos dificiles de controlar. Una mentira se puso entre ambos y el se alejo de su lado, pero ella que era una guerrera, sin pensarlo lo siguio a un infierno llamado Irak. En ese pais sus sentimientos se encontraran a flor de piel, la incertidumbre del pasado los golpeara de frente y sin control. Ellos seran dos seres entre sombras y recuerdos de un pasado y presente muy peligroso, deberan transitar una guerra, que sin ser ellos estaran obligados a combatir.

  • Felices: La felicidad, a tu manera de Elsa Punset

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    Una fantastica mezcla entre inspiracion y conocimiento nos acerca a la felicidad a traves de un gran viaje. Con una calidez excepcional, este libro consigue dar herramientas al lector para llegar a la felicidad a traves de la sabiduria que ha ido acumulando la humanidad a lo largo de los siglos y a lo ancho del mundo. Un libro abierto y vital que nos invita a hacer un viaje fascinante y nos da mil y una posibilidades para que cada uno encuentre su propia manera de sentirse bien.

  • El mar en tu sonrisa de Maria Viqueira

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    Hay dos cosas que odio en este preciso instante: las mudanzas y a mi mejor amigo. Debo admitir que ambas estan muy relacionadas, pues la primera es consecuencia directa de la segunda. Noel y yo hemos vivido juntos durante todo un ano en nuestro piso de estudiantes. El momento que tanto temia tenia que llegar. Sin embargo, el tiempo ha pasado tan rapido que ni he podido asimilarlo. El ya es piloto y yo, ocialmente, soy graduada en Ciencias de la Actividad Fisica y el Deporte. Supongo que deberia sentirme emocionada por empezar una nueva etapa en mi vida, pero solo estoy confusa y perdida. Ya no estamos matriculados en la Universidad del Mediterraneo, asi que ya no podemos utilizar sus residencias. Podriamos haber buscado juntos un nuevo piso si Noel no hubiese sido un traidor. Se va a vivir con Andrea, su novia. Y yo... Yo he vuelto con mi madre. Es deprimente. Despues de saborear durante cuatro anos la libertad, toca regresar al nido. Miro mi antigua habitacion, totalmente angustiada. No se ni por donde empezar. Mi madre me ha sacado todas las cajas para que las organice. Y, cuando digo todas, son todas. Algunas las he traido de mi piso de estudiantes; otras las deje aqui al irme. Estoy segura de que otra buena parte son trastos que guarde cuando era mas pequena y no quise deshacerme de ellos. He captado al vuelo su indirecta para que seleccione que quiero almacenar y que tengo que tirar. Supongo que no es tan mala idea. Ya que me mudo, aprovecho para ordenarlo todo. El unico problema es que no tengo ninguna gana. --!No comeras hasta que termines! --grita mi madre desde la cocina. No es una amenaza en serio, solo es para que me apure. Si hablara de verdad, me parece que no comeria nunca. Estoy a punto de hacerlo mas facil. Es decir, puedo coger todas las cajas antiguas y tirarlas al contenedor. Ni siquiera se que guardan, es imposible que me arrepienta y las eche de menos. Soy una debil, asi que no lo hago. Es mas, ni siquiera empiezo organizando las otras, las que si se lo que tienen. Cojo una de las que precinte hace tiempo, la abro y examino el contenido. Una sonrisa se instala enseguida en mi cara cuando descubro mis juguetes. Mis barbies, mis Playmobil... Hasta mis peluches estan aqui. Saco al pequeno Tippy, el osito que me acompano hasta los nueve anos, y lo abrazo. Lo coloco de nuevo en la cama, pues esta noche me apetece volver a dormir con el. Supongo que hubo un momento en el que crei que era mayor para dormir abrazada un peluche. Ahora me siento demasiado nostalgica como para esconderlo de nuevo. Meto todo lo demas dentro y me propongo continuar, bastante mas animada. Pongo de fondo La Oreja de Van Gogh para que se me haga mas ameno. Tuve una infancia feliz junto a mi madre y a mis amigos, y recordarla solo me trae un trocito de esa felicidad al presente. Abro la segunda y descubro mis agendas y diarios. Me rio incluso antes de empezar. En el colegio y parte del instituto, mis amigas y yo nos rmabamos las agendas escolares antes de terminar el curso. Nos contabamos lo mas importante, nos deciamos que nos queriamos. Todo era mucho mas sencillo y mas bonito. Algunas de esas chicas ya no estan en mi vida; la distancia y los caminos separados se ocuparon de ello. Otras si, y volver a descubrir sus yo de quince anos, solo me hace reir. Sin embargo, esa risa se esfuma de golpe cuando abro otro diario, uno de cuando tenia dieciocho anos. Empieza hablando de Alvaro y de lo mucho que lo queria. Desearia poder volver a esa epoca y decirle a la Valeria del pasado que no se volviera loca por el, que no perdiera cuatro anos de su vida a su lado, pero no puedo. Lo unico que puedo hacer es aprender de esos errores para no volver a cometerlos. Tiro ese diario a la basura y cojo otro, de cuando era mas pequena. Sonrio ante mi caligrafia de nina, de letra redonda y cuidada. Debia de tener unos diez anos cuando escribi esto. Tan solo hay un encabezado y, a partir de ahi, todo esta en blanco. No solo la hoja, sino el resto del cuaderno. Conforme leo, la sonrisa que se ha dibujado en mi cara desaparece poco a poco. No es mas que una frase, pero una frase que signica mucho: <>. Tengo veintitres y, ahora mismo, no consigo recordar ninguna. Siempre he sido una persona muy responsable, de esas que planean hasta los horarios para ir al bano. Trato de recordar alguna, por pequena que sea, pero no caigo en la cuenta. No puede ser que mi vida sea tan triste y ni siquiera lo haya notado. No puede ser que nunca haya hecho nada emocionante, nada digno de recordar. Me apuro para buscar mi telefono, mas angustiada de lo que quiero admitir, y llamo a la unica persona que me conoce mejor que yo misma: Noel. --Eh, Val --saluda al primer tono--. Me pillas liado ahora mismo, ?puedo llamarte luego? --Dime alguna locura que haya hecho en mi vida -- ordeno en el acto. Ignoro su pregunta, necesito saber que hay alguna. --?Que dices? ?Que pasa? --Nada, solo necesito saber alguna. --Pues... --empieza y se queda en silencio, imagino que cavilando. El simple hecho de que tenga que pensarlo tanto es mala senal. Yo podria decir varias locuras de Noel sin coger aire siquiera--. No se ahora mismo, Val. ?Recuerdas aquella vez que cogimos dos perros de la calle y los escondimos en tu casa durante cinco dias? --Si, y tambien recuerdo que fue tu idea y que a mi me daba miedo que mi madre me pillara. --Suspiro--. Da igual, dejalo. Me parece que eso nunca ha sido lo mio. --Oye, Val, ?estas...? No dejo que termine la frase. Cuelgo y apago el movil. No se en que momento de mi vida cambie tanto. Con diez anos mi ilusion era llenar un cuaderno con locuras, con esa clase de momentos que es imposible recordar sin sonreir. No he conseguido escribir ni uno solo. Supongo que en algun punto me acomode y me volvi conformista. Con Alvaro, con la rutina, conmigo misma. Vuelvo a leer el maldito encabezado y entonces caigo en la cuenta de algo. Queda un ano y medio para que cumpla los veinticinco: aun tengo tiempo. Arranco la pagina, guardo todo dentro de la caja de nuevo y decido dejarlo por hoy. --!La comida se enfria! --grita mi madre de nuevo. Despues, aparece en la puerta de mi habitacion y me mira desde el umbral--. Vamos, luego te ayudare. He hecho macarrones gratinados, tus favoritos. Eh, ?estas bien? -- anade cuando me incorporo. --Si, mama. Este ano voy a hacer todas esas cosas que nunca me he atrevido --digo, convencida--. No mas miedo, ahora voy a ser libre. Capitulo 2 RYAN Reviso de nuevo los calculos. Necesito encontrar algun error, algun punto donde me haya equivocado y de repente me cuadre todo lo demas. Necesito un milagro, para ser exactos. Dejo caer los papeles, frustrado y decepcionado conmigo mismo. Me prometi que cuidaria de mi familia y no puedo permitirme fallar. Llevo haciendolo tres anos, desde que todo se vino abajo. Mi sueldo como repartidor de una empresa de paqueteria y como camarero apenas da para cubrir los gastos. Los estudios de Kylie, la escuela de Oli y la casa de Canberra son mas de lo que puedo afrontar. Sin embargo, ninguno de esos gastos es prescindible. Ya casi no tenemos ahorros y ver como baja la cuenta corriente me angustia. --?Tan mal estamos? --pregunta Kylie desde la puerta. Estaba tan ensimismado que no la he escuchado entrar. Trato de sonreir para tranquilizarla, pero tan solo me sale una mueca rara. --Hemos estado peor --armo, y no es ninguna mentira--. Nos repondremos. --Ryan, yo tambien puedo trabajar --asegura, convencida. Se acerca hacia la mesa donde estan todos los papeles y apoya las dos manos--. No tienes que hacerte cargo de todo. Somos una familia, debemos afrontar juntos los problemas. --No, Kylie --me niego--. Te queda poco para terminar la carrera, eso es lo unico que debe preocuparte ahora. --Pero... --Pero nada, joder --la interrumpo de forma brusca--. Ve a descansar. Esta todo bien, de verdad --termino. Sueno mas tranquilo, aunque no es mas que una fachada de la realidad. No insiste mas. Me dedica una mirada de reproche y se retira en silencio. Tengo que pedirle perdon mas tarde. Ahora no estoy de humor. Seria una estupidez que sacricase sus estudios cuando le queda tan poco para terminarlos. Tres asignaturas mas y sera disenadora de interiores. En ese momento, tendra una profesion que la hara feliz y que, ademas, estara mejor remunerada. Kylie ha perdido demasiado, se merece eso. Se merece todo. Se que puede ayudar economicamente, pero preero que lo haga cuando haya alcanzado uno de sus suenos. Ya ha tenido que renunciar a otros tantos mas. No se como hacerlo. Solo se que soy responsable de ellos y que, de momento, no lo estoy haciendo bien. Vivimos en una casa pequena, incluso aunque seamos solo tres. Paso poco tiempo aqui porque tengo dos trabajos distintos. Ademas, tenemos que hacernos cargo de Oli. Un nino de cinco anos da mucha guerra. Me agobia pensar que les estoy fallando a ambos. El telefono suena entonces. Es demasiado tarde como para que sea una llamada normal. Compruebo el nombre en la pantalla y respondo: --Nathan --digo como saludo--. ?Ha pasado algo?

  • AIDAN (Genesis 4) de Maricela Gutierrez

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    Cuando apenas era un nino, Aidan fue entregado para convertirse en esclavo del mal. Durante mucho tiempo lucho ferozmente para no permitirle a su peor enemigo doblegarlo, pero este encontro la unica forma para hacer que el guerrero se rindiera. Desde entonces, el solo espera a que sea el momento correcto para escapar de las garras de su opresor y, recuperar lo que le fue arrebatado. Su busqueda lo llevara mas alla, a los brazos de una pequena chica que se encuentra esclavizada, aunque esta vez por la maldad de los hombres.

  • Caleidoscopio de Samantha Pardo Carmona

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    La vida daba muchas vueltas y en cada una de ellas, algo nuevo se formaba. La luz, el color, la perspectiva, todo ello unido hacia que se creasen ilusiones que maravillaban a las personas.
    Las estaciones se sucedian unas tras otras sin que nadie lo evitara. La primavera daba paso al verano y este al otono con sus miles de colores para traer el frio del invierno.
    En un pequeno lugar, cerca del bosque y la naturaleza, ocurrio una historia inesperada que llevo a todos al borde de sus emociones. Alli fue donde aparecio Alanna por primera vez tras mudarse, sola en un sitio desconocido, con miedo a perder todo de nuevo. Y luego estaba Matt, el chico que vivia no muy lejos de ella y que le enseno a ver el mundo de otra forma, como si de un caleidoscopio se tratase.
    Juntos formaron una historia de superacion, miedos y alegria. De luchas y casualidades. Crearon sus vidas conociendose, pero tambien dejandose conocer. Y es que Alanna no estaba por la labor de confiar en nadie y Matt no queria darle una segunda oportunidad al amor.
    Eran tantos los desafios que tenian que superar para llegar al final que tal vez descubrieran no todo era blanco o negro, que el sol pasaba a traves de las copas de los arboles y creaba esas ilusiones para ellos.
    Y esta es la historia de un chicos y una chica, de un verano complicado y de una segunda oportunidad.

  • Pasion de Brane Mozetic

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    Con una prosa afilada como una cuchilla de afeitar, ‘Pasion’ es una obra tierna y desesperanzada que nos descubre a una de las voces mas reputadas de la literatura eslovena actual. La dominacion y el sexo son el eje de un conjunto de relatos que traza una radiografia descarnada de la homosexualidad masculina donde la belleza y la crueldad conviven en equilibrio.

  • Voy a ser mama. Y ahora que de Sofia Fournier

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    Escribir el prologo de un libro no es siempre una tarea facil y agradable. Hay circunstancias en las que se acepta el encargo por cierta obligacion, la obra esta orientada a un terreno que no conocemos en profundidad y muchas veces sabemos poco o nada a los autores. Para esta ocasion no vale nada de lo anterior. La obra trata sobre el embarazo y el parto, temas que me son muy proximos puesto que constituyen mi ambito profesional habitual desde hace mas de cuarenta anos. Por lo que hace referencia a la autora, conozco a Sofia Fournier desde que abrio los ojos por vez primera, ya que tuve el placer de atender el parto de Ines, su madre, buena amiga de juventud. Es facil, pues, entender la ilusion que me hace este encargo, acrecentada ademas por el hecho de haber visto crecer personal y profesionalmente a Sofia durante estos ultimos anos en los que ha compaginado perfectamente su carrera profesional como ginecologa de prestigio con su papel de madre de dos fantasticos hijos. Dejando a un lado las siempre importantes consideraciones personales, me corresponde a mi hacer una valoracion de la obra propiamente dicha. Este no es un libro mas sobre el embarazo, sino que, para mi, es un excelente ejemplo de lo que la moderna divulgacion medica de calidad debe ser. En sus doce capitulos, la autora cubre todos los aspectos medicos y sociales que mas preocupan a las embarazadas de hoy, y lo hace con un tono proximo y desenfadado, sin olvidar en ningun momento su condicion de obstetraginecologo, y planteando todas las cuestiones desde una perspectiva medica global no renida con la claridad y la informacion mas dinamicas. Especialmente atractivos me han parecido los capitulos dedicados al papel de los maridos-futuros padres para ayudarles en el aprendizaje y la adaptacion a la situacion medica y personal que su mujer va a vivir en este periodo de nueve meses, y tambien aquellos apartados en los que la autora desmonta con exquisito rigor medico todas las leyendas urbanas que han constituido durante muchos anos la tradicion popular de lo que debian ser los cuidados de la mujer durante el embarazo. No me queda mas que agradecer al Grupo Planeta que haya apostado por este libro que ofrece un nuevo enfoque sobre el embarazo, y que haya encargado la responsabilidad de escribirlo a quien, por su condicion de joven madre y ginecologa, mejor podia hacerlo. 1 UN LIBRO PARA DISFRUTAR DEL EMBARAZO Todo lo que puedes hacer en esta preciosa etapa Si, es cierto: a primera vista, este es otro de los muchos libros que existen sobre el embarazo, pero te prometo que no es como los demas. ?Y por que me atrevo a decirte esto? No solo porque es el primer libro que escribo, sino porque con el voy a intentar transmitirte mi experiencia profesional como ginecologa pero a la vez mi experiencia personal como madre. Todo con el objetivo de procurar que disfrutes al maximo de estos nueve meses que tienes por delante. El embarazo es una de las mejores epocas de la mujer, una etapa diferente para la pareja, un tiempo de reflexion y autoconocimiento, y probablemente se vaya a dar pocas veces en tu vida (si resides en Espana y se cumplen las estadisticas, estaras embarazada una o dos veces). Asi, me voy a esforzar en darte toda la informacion que considero que puede serte util y siempre procurare hacerlo desde un punto de vista positivo, aportando los conocimientos adquiridos a traves de mis propias vivencias y los casos que he conocido en mi consulta. Soy de las que piensan que el embarazo hay que vivirlo con los cinco sentidos, pero sin dramas. Es un camino precioso en el que, si sigues unas pocas pautas, todas ellas muy logicas, podras seguir haciendo vida normal. No hay que agobiarse ni estresarse antes de tiempo. Yo he estado embarazada dos veces y te puedo asegurar que, aunque fueron dos embarazos muy diferentes entre si, disfrute de los dos al maximo. Me sentia pletorica, guapa, con energia, con ganas y, sobre todo, feliz, muy feliz. Por supuesto, tambien experimente las tipicas molestias. Tuve nauseas, miedos, varices y contracciones dolorosas, pero lo asumi como parte natural del proceso, siempre con alegria y buen humor y, por encima de todo, fascinada al notar como una personita iba creciendo dentro de mi. De esta manera, si quieres vivir tu embarazo sin obsesionarte, compartir esta experiencia con tu pareja sin cambiar radicalmente tu dia a dia y conocer un poco mas que te espera a lo largo de estos nueve meses de gestacion, estoy segura de que este libro te gustara. Yo lo escribi con muchisimas ganas, porque queria transmitirte lo que se y lo que siento, !y espero que tu lo cojas con la misma ilusion! Entonces, ?empezamos? !Por supuesto! ?Y con que? Pues con los cuatro consejos imprescindibles para toda embarazada. Pero no te pienses que son algo muy raro o misterioso, se trata de cuatro reglas basicas y es importante que tomes nota ahora que acabas de lanzarte a vivir esta aventura. Los cuatro basicos que toda embarazada debe saber 1. APRENDE A CONTAR EN SEMANAS Olvida lo de <>, el embarazo se cuenta en semanas. ?Y cuantas dura? 40 desde el primer dia de la ultima regla. Obviamente, no todos los bebes nacen el Dia D a la hora H. Si fuera asi, seria muy facil. La semana 40 es la fecha probable de parto, pero un embarazo normal puede durar entre 38 y 42 semanas. Lo de contar en semanas veras rapidamente que nos sirve a los medicos para hablar todos el mismo idioma. Es decir: sabemos que hacia las 12 semanas hay que hacer tal o cual prueba; que, si una embarazada de 35 semanas se pone de parto, la prematuridad extrema ya esta superada; o que, si a las ocho semanas se tienen nauseas es lo mas normal del mundo. En fin, que contar en semanas de gestacion es practico, agil y, ademas, permite establecer un protocolo de control del embarazo organizando las pruebas complementarias y las visitas hospitalarias en funcion de las mismas. 2. ESCUCHA POCO, ACEPTA MENOS CONSEJOS Me explico. Veras que cuando tu entorno se entere de que estas esperando un bebe, rapidamente las conversaciones de sobremesa en casa de tus padres, de las cenas con tus amigas o del momento cafe en el trabajo se centraran casi en exclusiva en tu embarazo. Y, con la mejor intencion del mundo, la gente te contara tal o cual anecdota: te explicaran que el medico de la hija de la vecina le dijo que era malisimo sentarse con las piernas cruzadas o que la hermana de la prima de su novio tuvo una reaccion alergica horrible al comer pescado y que, <>, es mejor no probar el atun. Luego estan los comentarios sobre el parto. Todas tus conocidas que hayan tenido hijos querran contarte su experiencia con total detalle y emocion (porque si, el dia del parto se te queda grabado a fuego, es unico, especial, inolvidable y emocionante), pero ni se les ocurrira pensar que para ti ese es un momento que aun esta a anos luz y que con solo mencionarlo te empiezan a entrar los agobios y los miedos. Ademas, cada una te aconsejara de manera insistente lo que a ella le funciono en su embarazo: <>. A lo que otra amiga replicara: <>. En fin, ya veras, puede haber momentos de estres en estas conversaciones inocentes sobre embarazos, partos y demas. ?Mi consejo? Tu escucha, claro que si, todo el mundo lo hace con buena fe, con ganas de ayudarte y apoyarte, pero luego, en casa, relativizalo todo. No te tomes nada al pie de la letra y, en caso de duda, siempre pregunta a tu ginecologo. Cada embarazo es unico, con sus circunstancias particulares, y lo que a una le fue bien puede que a otra no, o lo que le dijeron a ella puede no estar indicado en tu caso. 3. ESCOGE UN GINECOLOGO QUE TE TRANSMITA CONFIANZA Esto me parece fundamental. Durante las 40 semanas que dure tu embarazo, el ginecologo va a ocupar un papel bastante protagonista en la historia, en serio. Asi que mejor que sea un personaje agradable de la novela, ?no? Es cierto que es tu medico y no tu mejor amigo, pero te has de atrever a preguntarle todo lo que te preocupa y te agobia, sin verguenzas ni miedos de si la duda que tienes es una tonteria o no. ?A ti te agobia? !Pues preguntale! Yo siempre les digo a mis pacientes en la primera visita que se hagan una lista de preguntas para cada vez que vengan a la consulta porque, si no, por mucho que yo les explique cosas, seguro que se les acaba olvidando algo y luego en el coche, de camino a casa, le dicen a su pareja: <>. Personalmente, me encantan las pacientes que vienen a la consulta con <>, las que se atreven a preguntarme todo lo que les inquieta, las que veo que poco a poco van cogiendo confianza conmigo y se sienten comodas en la visita. 4. CUIDATE, CUIDATE MUCHO Si tuviese que dar un solo consejo a una embarazada, me quedaria con este sin dudarlo. Cuida tu alimentacion, cuida tu cuerpo, cuida tu mente, cuida tu imagen…. Cuidandote a ti cuidas a tu bebe. Aprovecha estos nueve meses para mejorar tus habitos de vida: dieta sana y ejercicio fisico son fundamentales en esta etapa, pero desde luego son buenas costumbres a mantener en el futuro. Yo siempre repito a las pacientes que lo importante no es hacer una dieta o un regimen durante el embarazo, el objetivo es lograr adquirir unas pautas de alimentacion saludables que acaben formando parte de tu vida. Y lo mismo sucede con el deporte: si el embarazo te sirve como detonante para que luego lo integres en tu dia a dia, !genial! Practicar ejercicio fisico moderado tiene un monton de beneficios que te ire contando, pues te ayuda a sentirte bien en tu cuerpo y juega un papel importante a la hora de prevenir complicaciones propias de la gestacion. Cuida tu imagen, sientete guapa, ve a la pelu, vistete mona. No te dejes, !en serio! Si te ves guapa por fuera, te sentiras mejor por dentro. Y, por ultimo, aprovecha para cuidar tu mente, para aprender a vivir sin estres, para pensar, para descansar y bajar el ritmo. Prueba el yoga, retoma habitos como la lectura, busca tiempo para algun hobby que te encante…. Y recuerda: mente sana + cuerpo sano = !embarazo feliz!

  • El segundo sexo de Simone De Beauvoir

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    “El segundo sexo” no solo ha nutrido a todo el feminismo que se ha hecho en la segunda mitad del siglo, sino que es el ensayo feminista mas importante de la centuria. Todo lo que se ha escrito despues en el campo de la teoria feminista ha tenido que contar con esta obra, bien para continuarla en sus planteamientos y seguir desarrollandolos, bien para criticarlos oponiendose a ellos. “El segundo sexo”, que es el ensayo de una filosofa existencialista, se encuadra en el ambito mas amplio de un pensamiento ilustrado que toma de la ilustracion precisamente sus aspectos positivos, emancipatorios; ante todo, una concepcion igualitaria de los seres humanos, segun la cual la diferencia de sexos no altera su radical igualdad de condicion. Al mismo tiempo, es un ensayo filosofico que analiza el hecho de la condicion femenina en las sociedades occidentales desde multiples puntos de vista.

  • Mi mejor cliente de Emma K. Johnson

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    !Mujer, eres una maravilla! --Dijo el senor Quevedo al leer el contrato en sus manos-- !?Como diablos conseguiste estos terminos de compra?! Sonrei al verlo poner los papeles en la mesa a un lado de su bebida, sacar una pluma de su chaqueta y firmar sin aguantar su risa rasposa de satisfaccion. --Le prometi el mejor trato posible para comprar Wextler Avionics, senor Quevedo -- sentada al lado opuesto del senor Quevedo apoye mi espalda en el respaldo de la silla y le mire a los ojos--. Yo cumplo mis promesas. --No te mentire, querida --dijo el senor Quevedo antes de darle un sorbo a su bebida y cerrar la carpeta con el contrato--. Cuando Beatriz de Marin me dijo que asignaria la negociacion de la compra a alguien mas me senti desplazado. Como si ya no fuera un cliente importante para ella ni para su bufete, pero me aseguro --apunto con su dedo indice hacia mi-- que estaria tan satisfecho con tu representacion que aposto los honorarios de este mes de que asi seria. "Con razon estaba nerviosa cuando me asigno la negociacion," pense, recordando aquella reunion con mi jefa. --?Entonces, senor Quevedo? --Dije mientras esforzaba una sonrisa arrogante-- ?Trabaje gratis o me gane mis honorarios? El senor Quevedo rio por unos momentos antes de que su asistente le susurrara algo al oido. Dejo de reir, pero no de sonreir. --Lo siento, querida --dijo al deslizar la carpeta hacia mi--. Necesito atender un asunto urgente, pero sobra decir que te has ganado tus honorarios y quiza hasta un ascenso. Hice lo mejor posible para no saltar de mi asiento. --Estamos para servirle, senor Quevedo. Me levante y estreche su mano. Le mire mientras el y su asistente dejaban el bar. Deje que pasara una cantidad razonable de tiempo antes de levantar mis brazos por encima de mi cabeza y bambolear mis caderas celebrando con una danza ridicula que me salio del alma. Menos mal que estabamos en un bar o la gente me habria mirado como si estuviera loca. Caray, hubo varios comensales que si lo hicieron. Alguien me toco el hombro. Gire y vi a Esther dando saltos pequenos compartiendo mi emocion. --?Ese bailecito tan lindo significa lo que pienso? --pregunto con su inconfundible voz de nina pequena. Eche mi cabello hacia atras e incline mi cabeza a un lado. --Futura socia --dije. Esther dejo salir un chillido de emocion antes de cogerle el brazo al camarero que pasaba junto a nosotros tan fuerte que casi se le cae la bebida que traia en las manos del susto. --!Margaritas, por favor! --grito. Reiamos al sentarnos. Me habian dicho que no debia ser tan amigable con mi asistente, pero ?como no serlo? Esther poseia una alegria que contagiaba hasta al mas amargado, aunque a veces su energia y entusiasmo espantaba a la gente como al camarero cuando trajo nuestras bebidas. --!Por la futura socia! --grito Esther al levantar su margarita tan rapido que la derramo un poco encima de su brazo y de mi frente. --!Por Dios, Esther! --dije entre risas mientras me secaba con la servilleta en la que el camarero dejo mi bebida. --!Lo siento, jefa! !Lo siento! --dijo Esther cubriendo su boca sin duda tratando de ocultar que tambien estaba al borde de soltar una carcajada. --No ha pasado nada --dije sonriendo. Cogi mi propia margarita y la toque despacio con la de ella--. Por la futura socia. --!Si! --dijo Esther sonriendo de oreja a oreja. Tras beber la mitad de su margarita de un trago miro alrededor y asintio-- Este lugar no esta nada mal, ?por que nunca habiamos venido? Mire a mi alrededor. Hacia el otro lado del bar estaba la salida hacia el Casino Crescendo. Aunque llevaba un par de anos con las puertas abiertas todavia se veia como nuevo. Note las mesas llenas de personas mirando las pantallas colgadas cerca del techo del bar mostrando algun partido de futbol, carreras --ya sea de caballos o galgos--, pelea de artes marciales mixtas y cualquier otro evento en el que se pudiera apostar. "Deberia investigar que deporte estaba viendo el senor Quevedo mientras esperaba," pense. "Puede que yo me encargue de su cuenta de ahora en adelante." --No tengo interes alguno en los juegos de azar o los deportes --dije antes de dar un sorbo a mi bebida--, pero reconozco que hacen excelentes margaritas. --Creo que convencere a los chicos para que vengamos aqui de ahora en adelante. --No estaria mal --mire a mi asistente--. Si me ofrecen ser socia vendremos aqui a celebrarlo. --!Cuando te ofrezcan ser socia! --dijo, terminando su margarita--No seas ridicula, acabas de generarle al bufete una comision de mas de doscientos mil dolares. Tienen que ofrecerte un lugar entre los socios. --Atencion, atencion --dijeron en el altavoz--, en media hora iniciara el torneo satelite que dara como premio una entrada pagada al Abierto de Poker de Ciudad del Sol. Participantes, favor de... Muchos comensales se pusieron de pie y abandonaron el bar. A algunos se les notaba nerviosos, otros entusiasmados y muy pocos se les veia emocionados. --?Abierto de que...? --pregunto Esther, mirando algunos pasar hacia el casino. Cogi un panfleto encima de nuestra mesa. --"Primer Abierto de Poker de Ciudad del Sol" -- lei y me detuve al ver las cifras de los premios garantizados--. Joder, con razon esta gente quiere participar. Esther cogio el panfleto y casi se atraganta. --!Es una locura! --?Que es una locura? --preguntaron desde atras de mi. En cuanto vi el rostro de Esther iluminarse supe quien estaba detras de mi. Gire siguiendo a Esther correr hacia el hombre de su vida a darle un beso tan apasionado que hubiera entendido si ella se subia encima de el en ese momento. --?Estas borracha, bombon? --pregunto entre risas. Esther asintio rapido y rio. --Borracha de amor por ti, bombon. Gire mis ojos hacia arriba y negue con la cabeza. --?Nos acompanas, Eric? --le pregunte-- Tienen muy buenas margaritas. Yo invito. --Estoy muerto, Gina --dijo, abrazando a su chica--. Acabo de salir de mi turno, pero -- miro a Esther-- si quieres quedarte... Esther me miro. --Tenemos que tomar una declaracion manana --le dije--, asi que... --Mierda, tengo que llegar temprano a preparar la sala de juntas --gruno Esther. Ella y Eric se miraron a los ojos y cualquiera que los viera podria ver que estaban locos uno por el otro. --?Necesitas que te llevemos, Gina? --pregunto Eric. "?Y aguantar verlos dandose besitos y diciendose cositas dulces todo el camino?" pense. "Joder, no. Me dara diabetes solo de verlos." --No, me quedare otro rato. --?Segura? No tenemos problemas con... --Segura --le insisti a Eric--. Me termino mi margarita y tomo un taxi --apunte hacia una television--, o quiza me quede viendo el juego. --Tu eres la jefa, jefa --dijo Esther, cogiendole la mano a su chico y caminando hacia la salida-- !Nos vemos manana! Rei mientras los veia irse abrazados. Respire profundo y me puse en el lugar de Esther unos instantes antes de dejar salir una risita. Eric estaba guapo y tenia un buen fisico como cualquier buen bombero lo tendria, pero no era mi tipo. Era demasiado... No se, lindo, supongo seria la palabra para describirlo. "Pero algunos de sus amigos," pense, sonriendo para mi misma y atreviendome a imaginar. "Olvidalo, Gina, no tienes tiempo para liarte con alguien." Mi estomago se retorcio tanto que alcanzo a tirar de mi garganta, y un vacio familiar dentro de mi aparecio al mirar alrededor del bar. Habia chicos muy atractivos ahi. "No seas tonta, Gina. Recuerda la ultima vez que conociste a un chico en un bar." Me puse de pie, termine mi margarita y pase una mano entre mi cabello mientras veia a mi alrededor. --Hola, muneca --dijo un sujeto detras de mi antes de pararse a mi lado y apoyar su mano en la mesa. Lo mire de arriba abajo y sonrei de la forma mas educada posible, y esperaba que viera en mis ojos que no tenia interes alguno en el. --Ya casi te acabas tu copa --dijo--, deja te invito ot... --Tengo novio --le interrumpi y mire hacia otro lado. --No lo veo por ningun... --Viene en camino --le dije antes de apoyar mi menton en mi mano--, y es muy celoso. --Deberia serlo, teniendo una mujer tan guapa como... Suspire y gire hacia el. --Mira, amigo... --?Si, Fabiola? --Dijo un hombre al ponerse entre nosotros dandome la espalda mientras ponia su gigantesca mano en el hombro del casanova-- !Claro, Pedro se porta de maravilla! !Es un gran tio! Aun con el ruido del bar a nuestro alrededor la voz de aquel tipo alcanzaba a escucharse. Mi supuesto conquistador abrio sus ojos de par en par al mirar al tipo que tenia la mano en su hombro. --Le dire que lo estas buscando --dijo--. Adios, hermosa --el hombre guardo su movil en el bolsillo de su pantalon y le quito la mano del hombro. Imposible no notar ese trasero tan espectacular que lucia en sus jeans ajustados a la perfeccion. --No estaba haciendo nada --dijo mi conquistador mucho mas nervioso que cuando me dirigio la palabra.

  • Una larga noche de Andrea Pitzer

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    Durante mas de un siglo, en todo momento, ha habido al menos un campo de concentracion en funcionamiento en algun lugar del mundo. Al principio, los campos se utilizaron como parte de la estrategia militar, pero con el paso de los anos fueron evolucionando en la dimension de sus consecuencias y en el salvajismo con que los gobiernos los utilizaron. Ya bien entrado el siglo xxi, mientras seguimos calculando la magnitud y el horror del Holocausto, la Historia nos recuerda que hemos roto la promesa del <>.

  • La Cabana_ Donde la Tragedia Se de Wm. Paul Young

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    Cuando la imaginacion de un escritor y la pasion de un teologo se fecundan entre si, el resultado es una novela del orden de La cabana. Este libro puede ser para nuestra generacion lo que El viaje del peregrino fue para la de John Bunyan, su autor. !Asi de bueno es! Eugene Peterson, profesor emerito de teologia espiritual, Regent College, Vancouver, B.C. Mientras leia La cabana me di cuenta de que las preguntas que se despliegan en esta cautivadora novela eran preguntas que yo llevaba muy dentro de mi. Lo maravilloso de este libro no es que ofrezca faciles respuestas a preguntas abrumadoras, sino que te invite a acercarte a un Dios de misericordia y amor, en el que encontramos esperanza y sanacion. Jim Palmer, autor de Divine Nobodies (Nadies divinos) La cabana es una invitacion unica en su genero a viajar al corazon de Dios mismo. En medio de mis lagrimas y exclamaciones de jubilo, fui realmente transformado por la amorosa piedad con la que Wm. Paul Young levanto el velo que tan a menudo me separaba de Dios y de mi mismo. Con cada pagina, los complicados sies y noes que distorsionan una relacion hasta convertirla en religion eran arrasados, conforme yo comprendia al Padre, el Hijo y el Espiritu por primera vez en mi vida. Patrick M. Roddy, ganador del Emmy como productor de ABC News Envuelta en creativa brillantez, La cabana es espiritualmente profunda, teologicamente iluminadora y vitalmente impactante. La recomiendo al maximo. Por cierto, estamos regalando ejemplares de la novela que es de dar gusto. Steve Berger, pastor de Grace Chapel Leipers Fork !Por fin una novela sobre el encuentro de un hombre con Dios, poseedora de integridad literaria y audacia espiritual! La cabana traspasa los cliches tanto de la religion como de la mala literatura para revelar algo bello y rotundo sobre la danza integral de la vida con lo divino. Esta historia se lee como una plegaria: como el mejor tipo de plegaria, llena de sudor y maravilla y transparencia y sorpresa. Cuando la lei, me senti en comunion con Dios. Si este ano lees una obra de ficcion, que sea esta. Mike Morrell, zoecarnate.com Una excepcional pieza literaria que te lleva directamente al corazon y naturaleza de Dios en medio del angustiante sufrimiento humano. Esta increible historia te retara a considerar la persona y el plan de Dios en terminos mas amplios de los que sonaste jamas. David Gregory, autor de Dinner with a Perfect Stranger (Cena con un perfecto desconocido) La cabana cambiara para siempre tu manera de pensar en Dios. Kathie Lee Gifford, coanimadora de Today Show (Programa de hoy) de la NBC Pense de verdad que este libro era un libro mas. Creanme, amigos: !no lo es! Cuando aparecen los carros alegoricos, por lo general los dejo ir. Pero en el caso de La cabana no solo me he subido al carro, sino que ademas no dejo de pedirle al conductor que se detenga para recoger a todos mis amigos. No recuerdo cuando fue la ultima vez que un libro, y mucho menos una obra de ficcion, tuvo tal impacto sanador en mi vida. Drew Marshall, conductora de radio, The Drew Marshall Show Si Dios es todopoderoso y esta lleno de amor, ?por que no hace algo con el dolor y el mal en nuestro mundo? Este libro responde esa antiquisima pregunta con sorprendente creatividad y asombrosa claridad. Con mucho, uno de los mejores libros que yo haya leido en mi vida. James Ryle, autor de Hippo In the Garden (Hipopotamos en el jardin) Seductor, con giros que desafian nuestras expectativas mientras nos ensenan eficaces lecciones teologicas sin condescendencia. Yo estaba llorando para la pagina 100. No podras leerlo sin involucrar tu corazon. Gayle E. Erwin, autora de The Jesus Style (El estilo de Jesus) Este libro va mas alla de ser la novela bien escrita llena de suspenso que es, y que te obliga a dar vuelta a la pagina. Desde la muerte de nuestro hijo Jason, el Senor nos ha guiado hasta un reducido numero de esos libros que cambian la vida, y este es el primero de la lista. Cuando llegues a la ultima pagina, habras cambiado. Dale Lang (rockcanada.org), padre de un estudiante muerto en el tiroteo de Columbine La cabana es una hermosa historia de como Dios sale a nuestro encuentro en medio de nuestras penas, atrapados por las desilusiones, traicionados por nuestros propios supuestos. El nunca nos deja donde nos encontro, a menos que insistamos. Wes Yoder, Ambassador Speakers Bureau La creatividad e imaginacion de La cabana te cautivaran, y antes de darte cuenta estaras experimentando a Dios como nunca. Las intuiciones de Wm. Paul Young no solo son cautivadoras, sino tambien biblicamente ciertas y fieles. No te pierdas esta transformadora historia de gracia. Greg Albrecht, director de Plain Truth Magazine (Revista La Pura Verdad) !Su libro es una obra maestra! Hay lagrimas en mis ojos y un nudo en mi garganta. Solo puedo pensar en quienes deberian leer sus palabras, y estoy convencida de que cada persona que lea este libro tambien conoce a otras necesitadas de sus palabras.

  • Un matrimonio para enamorarse de Estefania Scioli

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    Faustina Rizzi, una treintanera amante de las fotografias de bodas y muy devota del amor, cree estar atrapada en un matrimonio arreglado por causa de uno de los tantos negocios fraudulentos de su padre cuando la ofrece como garantia de una deuda a una familia muy adinerada de la provincia de Mendoza a cambio de un poco mas de tiempo.
    Y cuando ella solo desea salvarlo una vez mas de sus errores, llenandose de rencor, odio e inseguridad, conoce a la familia D' angelo y esos sentimientos van quedando atras al darse cuenta de que en la "Finca Elena" puede encontrar la libertad y por que no, el amor hacia una nonna bastante divertida y particular, unos suegros muy sabios que la tratan como a una hija y un hombre que le roba el corazon antes de saber que iba a ser su esposo.
    Asi mismo, Rafael, apasionado por la ley y considerado el Diablo ante un juez, le regala no solo las alas que ella siempre anhelo, sino que tambien le concede un amor sincero, companerismo, fidelidad y exclusividad. Y a su vez, la beneficia con una historia de vida que le permite aprender a vivir sola tanto con tristezas y felicidad, recaidas y aprendizaje, recuerdos para olvidar y metas por cumplir.
    ?Y quien dijo que la familia no se elige? ?Quien aseguro que el dolor es solo un sentimiento y no una herramienta para crecer y madurar? ?Quien afirmo que se necesita de un hombre para llegar a ser la mujer que siempre deseamos ser? ?Y quien murmuro que las segundas vueltas no son las mejores?
    Rebotar. Superar. Transitar. Y avanzar pese a todo.

  • Un marido para Suzanna de Christine Rimmer

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    Ni en sus peores pesadillas Suzanna habria imaginado que la dejarian plantada en el altar. Tampoco habria esperado que pasaria su noche de bodas con un atractivo e irresistible desconocido.
    Pero lo que sin duda habria jurado que nunca sucederia era que iba a quedarse embarazada. y no le iba a quedar otro remedio que aceptar la proposicion de matrimonio de aquel arrogante vaquero.

  • La joya de Meggernie, Kate Danon de Kate Danon

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  • Corazon en penumbra de Jana Westwood

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    Anelise es la hija menor de Selig Vandermer, dueno de una gran naviera y uno de los hombres mas ricos de Nueva York.

  • Mariposas en tu estomago (Sexta entrega) de Natalie Convers

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    No hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.

  • El Vaticano como nunca te lo habian contado de Javier Martinez-brocal

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    Un libro para viajeros y curiosos que nos ofrece una visita inolvidable por la basilica de San Pedro, un recorrido a traves de sus personajes y hazanas en este lugar tan especial.
    Aprenderemos que, en el siglo xvi y durante 150 anos, en la colina vaticana se concentro una densidad artistica sin precedentes para construir la mas grande de las iglesias de la cristiandad: Rafael, Miguel Angel, Bernini, Borromini… Obra maestra indiscutible, para comprenderla no basta con explicar sus tecnicas artisticas, porque en San Pedro nada esta ahi por casualidad: detras de cada estatua o adorno hay una historia increible, una anecdota escondida o un misterio por descubrir.

  • Piedra viva de Luis Gonzalvo

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    Esta apasionante historia atrapa al lector desde la primera pagina y lo guia a las profundidades del mundo artesanal romanico del siglo XII.
    Luno, un simple aprendiz de tallista, se ve obligado a no desarrollar su pasion por la escultura en una sociedad medieval organizada en rigidas estructuras sociales y jerarquias gremiales. A pesar de todo, decide trabajar la piedra y, a lo largo de su vida, deja su huella en diversas iglesias y monasterios de Huesca y las Cinco Villas. Incluso llega a tener una escuela, pero en solo una ocasion firma su obra con el me fecit tipico de la epoca.
    Luis Gonzalvo Flores expone en esta, su primera obra, una explicacion a este hecho tan curioso, asi como al misterio de la desaparicion de “la gota” (el tesoro) del monasterio de San Juan de la Pena, en Santa Cruz de las Seros.

  • La Alfa es mia de Iris Montes Meseguer

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    CUANDO LA PASION LLEGA…NADIE PUEDE ESCAPAR DE ELLA
    (De la autora de Indomable pero mia con mas de 1 millon de lecturas en Wattpad):

  • Backstage Lovestory de Robin Scoresby

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    ?Y si cuando beso a otro actor en escena me estoy imaginado al director?

  • Mas alla de la piel de Rita Black

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    Marina es diferente y ella lo sabe.
    ?Pero quien dice que lo diferente no sea especial?

  • Amores pasados (Quedate conmigo 1) de Nari Springfield

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    La vida de Mimi nunca ha sido apasionante, pero todo cambia cuando decide mudarse de Nueva York a Los Angeles para estar al lado de su hermano. Tras conseguir un empleo en la prestigiosa y conocidisima multinacional Laksmi, Mimi se reencontrara con su pasado, con las tardes en Central Park mirando el cielo, las risas hablando sobre ovnis y los timidos besos adolescentes. Pero Mimi ya no tiene quince anos, y hace media vida que perdio contacto con la unica persona con la que habia conseguido conectar a todos los niveles.

  • Romance inolvidable – Stefania Gil de Stefania Gil

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    Alexandra Eldridge y Blake Olson se conocen en Yellowstone mientras asisten a un campamento de verano. Durante treinta dias -y sus noches- Blake y Alex se hacen inseparables, creando un lazo entre ellos que seguira uniendoles a pesar de la distancia que los separa y del destino que se empena en demostrarles que puede jugar con ellos a su antojo. Asi regresan a sus vidas perdiendo contacto absoluto; dejando atras la experiencia de haber tenido unas vacaciones unicas, un romance inolvidable e ignorando que volveran a encontrarse en el futuro.
    Baltashar Eldridge es un hombre al que no se le escapa nada y es un as en los negocios, por ello detecta a los oportunistas aun estando a largas distancias de estos. No soporta la idea de que su pequena este involucrada con un hombre como Gary Lockwood y Alex se niega a escucharle por el error que cometio en el pasado. Piensa que no le queda mas que rezar por un milagro y es entonces cuando descubre el pasado -aun latente- entre su nina y el nuevo empleado que le envio su socio desde San Francisco. Baltashar se da cuenta que tiene ante si una oportunidad perfecta para evitar la boda de su hija que terminara en una catastrofe segura. Blake Olson es la unica carta que tiene en juego y debe usarla bien para lograr su cometido, aunque su hija acabara odiandolo para siempre. ?Se prestara Blake a seguir el juego del Sr. Eldridge para conquistar a Alex? ?Alex estara dispuesta a revivir su pasado con Blake?

  • Tu. Yo. Ahora. de Mercedes Alvarez

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    "Se te cayo la bufanda." Lola me quito la bufanda sin siquiera mirarme. Cuando mis dedos rozaron los suyos, ella no se dio cuenta. "A tu orden" Las palabras salieron sarcasticamente, poniendo enfasis en sus modales olvidados. Pero incluso entonces, no levanto sus ojos para encontrarse con los mios. No se detuvo ante mi presencia mas de lo que tardo en sacar la bufanda de mis manos. Una bufanda negra. Lo note. Note el hecho de que su chaqueta era negra tambien. Asi como su blusa. Para ti, esto puede no parecer raro. Podrias inclinarte a pensar que soy un poco descerebrado para llegar a la conclusion de que Lola no estaba bien. Y para sacar la prueba de su no-estar-tan-biendel color de su ropa. "?Estas bien?" grite mientras se apresuraba a su escritorio, apoyando sus manos contra la superficie de madera en un movimiento de frustracion. Ella miro por encima de su hombro durante tres segundos – probablemente solo para ser cortes – antes de mirar a otro lado. Lola y yo no haciamos este tipo de cortesias – haciamos familiar y amigable y nos sonreiamos jodidamente el uno al otro. No era la clase de mujer que se abstenia de iluminar una habitacion. De hecho, la forma en que su sonrisa hacia que sus mejillas se hundieran y las esquinas de sus ojos se arrugaran tan ligeramente no era nada menos que perfectas. Ella era nada menos que perfecta. "Estoy bien. Gracias." La respuesta fue lenta, como si tuviera que pensarla, dando vueltas en su cabeza unas cuantas veces antes de contestar. Ella no estaba bien. Era el tercer dia seguido que habia usado todo negro. Lo cual no habria significado nada si hubiera sido alguien mas. He notado que las mujeres usan mucho negro en su lugar de trabajo. Se supone que te hace ver mas delgado, ?cierto? Pero esta era Lola y Lola raramente llevaba negro. La habia visto pasar por mi escritorio varias veces al dia durante dos anos, y ella usaba rosado, ella usaba azul y verde y amarillo y naranja y rojo y morado. Incluso gris. Pero raramente usaba negro. Las pocas veces que ese color la vestia de la cabeza a los pies tambien parecia desalinada, su pelo oscuro y ondulado atado en un mono desordenado, su camisa arrugada, sus ojos verdes hinchados y rojos. Estaba desalinada ahora. Y cuando vislumbre sus ojos estaban hinchados y rojos. La vi acercarse a su escritorio y sentarse. Envolvio la bufanda alrededor de su cuello y luego se hundio en su silla, tan bajo que el monitor de la computadora ocultaba su cara. Me recoste en mi propia silla y mire a la parte posterior del monitor que le oscurecia la cara. Luego me acerque a su escritorio. Permaneci en silencio durante un minuto, con las manos en los bolsillos. Ella no me noto. Su rostro estaba pulgadas de la pantalla y estaba escribiendo rapido, golpeando las teclas tan fuerte que retumbaban en lugar de hacer clic. “Oye.” Se sobresalto cuando escucho mi voz, su piel de color oliva se sonrojo. “Dios. Me asustaste.” Sonrei. “Lo note.” Empezo a escribir de nuevo. Ahora mas lento. “?Estas bien?” "?Por que sigues preguntandome eso?" "Porque no te ves bien." "Vaya, gracias. Estoy bien." Bajo, una vez mas ocultando su rostro detras de la pantalla. "De acuerdo. ?Que tienes para almorzar?" "Nada. No tengo hambre, para ser honesta. Ademas, estoy tratando de hacer esta divulgacion antes de las cuatro." "Te ves hambrienta" "Estas lleno de cumplidos hoy ?no?, ?Como puedo lucir hambrienta?" "Me apetece algo de Wahaca para el almuerzo. ?Quieres venir? Yo invito." Ella pidio Wahaca para el almuerzo al menos una vez a la semana durante los ultimos seis meses. La alegria en su rostro cuando salio de su escritorio, sabiendo exactamente lo que iba a ordenar, y con la seguridad de que no tendria un sabor diferente que las ultimas cuatro veces, era dificil de imaginar en este momento. Ella sacudio su cabeza. "Gracias, Christopher. Pero, honestamente, no tengo hambre." Su estomago gruno. Ruidosamente. "?Si? Parece que tu estomago no esta de acuerdo," sonrei. Recogi su abrigo de la parte de atras de su silla, lo mantuve abierto. Ella se puso de pie sin mirarme y tomo el abrigo, deslizandolo sobre sus hombros por si misma, alisando sus manos sobre la tela antes de enganchar los botones en su lugar. Uno y luego el otro. Observe sus dedos todo el tiempo. Cuanto tiempo lo hicieron. Como el esmalte de unas de Borgona en su dedo anular estaba pelandose. Como ese mismo dedo estaba vacio de un diamante brillante de corte princesa. !El anillo no estaba! Ido. Desaparecido. Y el esmalte de unas pelado me dijo que habia sido sacado con fuerza. En lugar de sorprenderme, la realizacion hizo que mi estomago revoloteara positivamente. Mariposas bailando cosquilleaban su camino a la parte superior. Casi sonrei. Casi. Las chicas como Lola son tan raras como un calamar de piedras preciosas y en la casualidad de que te tropieces con uno de ellos, estan marcados con uno de los tres titulos: Ocupado, No Interesado, Jugando para el otro equipo. No es que Lola estuviera interesada, pero veras que es mas facil cambiar el interes de una mujer soltera en ti, que convertir a una gay a hetero o una casada a divorciada. "Bien, pero no puede ser muy largo. Realmente necesito-" “Terminar tu divulgacion antes de las cuatro. Volveremos antes, Cenicienta. Prometido.” El tiempo afuera estaba de mierda, como mi habilidad para mantener una conversacion entretenida. Nuestra caminata estaba llena del tipo de silencio que la mayoria de las mujeres encontrarian incomodo. Me gustaria decir que no fue mi culpa, porque honestamente, este tipo de cosas por lo general no lo son. Soy conocido por mi encanto. Conocido por tener habilidad con las palabras y tambien conocido por usar muchas. Pero tenia mi mano en la pequena espalda de Lola y la sensacion de tocarla me habia dejado sin habla. Suena como una cosa marica que decir, ?no? Excepto que asi fue. Lola nunca habia estado soltera antes. O mas bien, nunca habia conocido a una Lola soltera antes de hoy y digamos que, todas las posibilidades de lo que podria ser o no ser, se alojaron en la parte mas delgada de mi garganta. Y el sexo… no es que estuviera pensando en ese tipo de cosas… pero solo dejame decir, si fueramos a llegar a eso, se las arreglaria para volar mi puta mente. O por lo que he oido decir, que las mujeres que lanzan sus anillos de compromiso en un ataque de ira, tienden a canalizar toda esa energia reprimida en actividades de cama extraordinarias. Al parecer, es el tipo de sexo que te deja jadeando dias despues de que el sudor se seca. Energetico. Apasionado. Nada de esto se hablado desde la experiencia, por supuesto. Por mucho que pudiera ser uno de los playboys mas estimados de Londres, nunca he conseguido acostar a una mujer tan cerca, pero tan lejos del matrimonio. De nuevo, no se trataba del sexo. Se trataba de Lola. Y Lola era mucho mas que una buena noche. Sostuve la puerta abierta, practicamente obligando a mi mano a apartarse de su espalda mientras ella entraba. Y luego me quede atras por un minuto, despejando los abruptos pensamientos en mi cabeza. Calculando mi siguiente movimiento. "?Vienes Chris?" Ella giro su atencion a mi direccion, apenas encontrandome a los ojos antes de seguir su camino. No habia acomodado mis pensamientos, pero la segui, pasando las mesas de metal, un poco demasiado juntas y luego deslizandome en la mesa regular de Lola. Se sento a mi lado en vez de al frente, sabiendo muy bien que era la mejor manera de evitar el contacto visual. Lentamente, se paso los dedos por el pelo, suspiro y agarro el menu. A pesar de que todavia estaba escaneandolo de atras hacia adelante, de adelante hacia atras, ordeno como si no tuviera que pensar la decision. Porque era siempre la misma comida que confirmo aun mas que habia algo mal. Seria y jodidamente mal. Tome un trago de mi Corona, permitiendo que el vaso descansara en mis labios un poco mas de lo necesario. Miro la botella de cerveza que tenia en la mano, sus ojos verdes llenos de desaprobacion. "Sabes que tienes que volver a trabajar despues, ?verdad?" Me encogi de hombros. Tome otro trago. Guino. "Es viernes." Le pase la botella. "?Quieres un poco?" “No, gracias.” "Parece que necesitas un trago" Su sonrisa era sarcastica. “?Estas realmente encantador hoy, no es asi?” Sonrei, reprimiendo una carcajada. Esa afirmacion era cierta. Yo era un verdadero encantador. Mis bolas eran grandes cuando se trataba de impresionar a las mujeres y puedes apostar tu culo que muchas de esas mujeres podrian recitar con precision exacta lo que la cosa entre esas bolas era capaz de hacer. Asi que si, a pesar del claro sarcasmo en su tono, yo era realmente encantador. Tomo un sorbo de su Sprite a traves de un popote, y entonces miro fijamente el vidrio, girando el popote en vuelta y vuelta. No habia nada que odiara mas que ver a Lola como si el mundo se le hubiera puesto justo sobre sus hombros. Busque una palabra o dos para aligerar su estado de animo, pero lo unico que me salio fue: "Lola". Ella giro su cabeza para mirarme. Hizo contacto visual. "?Estas bien?" Le pregunte, en serio ahora. "Por favor, deja de preguntarme eso." "?Por que?" "Porque no estoy bien." "Lo se." Ella aparto la mirada. Doblo su servilleta. Desplego su servilleta. "Entonces, ?por que preguntar?" "Porque espero que me digas por que no estas bien." Ella sacudio su cabeza. Tomo otro sorbo de su bebida. Volvio a doblar su servilleta. "No es nada." El mesero trajo los platos chisporroteados de tacos, taquitos y quesadillas de pollo. Comimos en silencio por un tiempo. El restaurante estaba lleno. Habia grandes grupos de companeros de trabajo hablando y riendo alrededor de las mesas que tuvieron que ser juntadas para acomodarlos. Lola y yo eramos una de solo cuatro mesas con menos de tres personas. Mire a mi alrededor, fingiendo estar interesado en cualquier otra cosa – cualquier cosa para detenerme de mirar a Lola todo el tiempo. Ni siquiera me miro una sola vez. Despues de un largo y espantoso tiempo, dejo de comer y se seco las comisuras de la boca. Bebio su bebida.

  • Secretos imperfectos (Serie Bergman 1), Michael Hjorth de Michael Hjorth

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  • Y por fin juntos de Mariah C

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    <>.Esas preguntas hacen que Tom Collins reviva un pasado que recuerda con amor, pero tambien con dolor. Las verdades que ha escondido durante anos salen a la luz, al mismo tiempo que otras mas emergen del interior de Susan, su hija, cuando su adorada nieta intenta descifrar el sinuoso camino que le toco vivir.Aventuras, enganos, giros del destino y esperanzas se unen en esta historia que transcurre entre Vermont, un condado de hermosas vistas, el Boston mas refinado y elitista, y el lago Champlain como telon de fondo.

  • Correo literario de Wislawa Szymborska

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    Szymborska, tan reacia a hablar de su poesia, llevo durante anos en la revista Vida literaria lo que podriamos denominar un “consultorio de escritores”, en el que entre lineas, y con esa fina ironia presente en toda su obra, podemos entrever su particular concepto de la literatura.

  • El Final de todos los Inviernos de David Arrabal Carrion

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    Araziel escapa del Infierno decidido a recuperar el amor que Dios le arrebato. Para ello no dudara en matar a todo aquel que se cruce en su camino, ya sea humano, angel o demonio. Los que fueron sus hermanos no dudaran en detenerle, mientras que su antiguo enemigo se revela como la piedra angular de su destino. Mientras, Irene, sumida en la indestructible tristeza a la que fue condenada, ignora la batalla que se libra a su alrededor, una lucha que busca liberarla del castigo divino impuesto por amar a alguien prohibido. “El final de todos los inviernos” es una historia de amor y muerte, de fe y tenacidad, de superacion y sacrificio, un canto a la esperanza.

  • Solo una dama lo lograra (Casarse con un picaro 5) de Tamara Gill

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    Londres 1812 Como se las habia arreglado para meterse en este lio? Josh Worthingham, duque de Penworth, bajo la cabeza e intento usar los helechos y la abundante vegetacion que su madre habia colocado alrededor de su casa en Londres para que el baile ocultara su ubicacion. Habia insistido en que queria que la habitacion representara el encantador aire libre, los arboles, el musgo, la hierba y las flores que crecian en los parques alrededor de su finca, Dunsleigh. Su madre habia logrado el efecto y era impresionante. Quiza un poco exagerado para el gusto de Josh, pero el follaje al menos le permitia esconderse. Los invitados tambien jadeaban y sonreian, miraban con asombro, justo lo que su madre adoraba, siendo este su ultimo ano como duquesa de Penworth, una celebracion por su epoca como uno de los pilares de la sociedad. Una debe salir con algo extraordinario si quiere ser recordado. No es que su madre estuviera yendo demasiado lejos, pero se debia a su declaracion de que esta temporada se debia casar. Encontrar una esposa adecuada para el papel de duquesa y dejar que su madre le entregue las ocupadas riendas de su posicion en la sociedad. Solo podia esperar que el colosal error que habia cometido el ano pasado en Hampshire no lo siguiera a la ciudad. Vio a Lady Sophie y se encogio. Ser respetable y amable no significaba que ofreciera la mano del matrimonio. Habia mostrado tanto respeto a muchas mujeres a lo largo de los anos y no les habia propuesto matrimonio. No podia comprender por que habia surgido el rumor que le preguntaria a lady Sophie, ni permitiria que continuara. ?Cuando cambiaron las reglas? Habia bailado y tenido charlas con muchas mujeres durante sus anos raspando tablas en Londres. ?Cuando hablar y bailar se habia transformado en su eleccion de novia? Una nocion absurda. Vio a Lady Sophie, rodeada de sus muchos pretendientes, pero no deseaba ser uno de ellos. En un momento, ella pudo haber despertado su interes, pero eso ya habia pasado. Tampoco habia mostrado nunca mas interes del que deberia mostrar un caballero. Su madre lo habia criado bien y el era un duque que no transgredia las reglas. Habia algo en la dama que no le gustaba, una pequenez en ella que era fea por muy hermosa que fuera. Ninguna cantidad de colorete o diamantes podria alterar la personalidad de uno si estuviera podrida en su esencia. Un dedo movio su oreja y se sobresalto. Su hermana mayor Elizabeth se rio, acercandose a su lado. Veo que sigues escondido. Llevamos un mes en Londres, querido Josh. Creo que es hora de que salgas de las sombras y te enfrentes a la dama que parece estar contando a todo Londres de lo enamorado que estas. Por supuesto, solo se lo esta contando a unos pocos de sus amigos para que el rumor no se extienda demasiado, pero parece que al menos se ha esparcido a los oidos de mama”. Josh gimio, odiando tener que huir de la Temporada si no podia encontrar una salida a este lio. Quizas a Elizabeth le gustaria que el viajara al norte de Escocia y verificara su propiedad mientras estaban en Londres este ano. “Es un lio del que no puedo escapar. Baile con ella en Hampshire y converse como con cualquiera ya que eran los anfitriones del baile. ?Como puede una dama con eso, formarse la opinion de que una propuesta es inminente?” Se encontro con la mirada divertida de su hermana y fruncio el ceno. ?Ningun hombre estaba a salvo de esas mujeres? ?Era asi como pensaban las damas atrapar a los hombres en sus redes matrimoniales? Bueno, no sucumbiria a tales payasadas. Elegiria a su dama cuando encontrara una adecuada para el puesto de duquesa. No cualquier dama lo seria. Oh no, su dama necesitaba ser ingeniosa, inteligente y hermosa si el podia ser tan vanidoso como para desear tal cosa. Pero, sobre todo, necesitaba ser de una familia honrada, sin reproches, sin una mancha en su nombre y una dote considerable. No es que necesitara esos fondos, pero no queria ser uno de esos padres que dejaba todo a su hijo mayor y no tenia nada para sus otros hijos. Sus padres habian donado fortunas a todos sus hijos y el queria hacer lo mismo. “Debes haber causado una gran impresion en Hampshire”. Elizabeth bebio un sorbo de su negus y observo a la multitud de invitados detras del follaje verde con el. “Tambien debes dejar de esconderte, volver al baile y hablar con todo tipo de damas y caballeros para sofocar los rumores. Si bien no sugeriria evitar a toda costa a Lady Sophie, creo que pedirle a otra de sus amigas que baile y no prestar demasiada atencion a la dama, seria prudente. Estoy segura de que, al actuar asi, pronto pasaran todas estas tonterias, y habra otra apuesta en Whites que no te incluya a ti”. El gimio. “?Conoces la apuesta?” Como detestaba ese libro y los problemas que causaba. No solo en esta temporada, sino en el pasado. Y por su culpa. Tonto. Elizabeth arqueo una ceja dudosa. “Por supuesto, ?no todos la conocen?” Probablemente eso tambien era cierto. A su buen amigo Anthony, Conde Thetford, le habia parecido una broma hacer una apuesta a sus expensas. ?Quien seria la dama con la que se casaria el duque de Penworth? Se enumeraron varios nombres, el de Lady Sophie con las mejores probabilidades. Ninguna de ellas seria la mujer con la que se casaria. Todavia no la habia encontrado. Sus hermanas se habian casado por amor. Lo sabia hasta la medula. La forma en que miraban a sus conyuges le recordaba como su mama miro una vez a su padre antes de que el muriera. Queria eso para el. Casarse era de por vida, y no queria arrepentirse de su eleccion en caso de que fuera incorrecta, porque no podria cambiarla despues de hacerlo. “Ese libro deberia ser quemado por todos los problemas que ha causado a muchas familias en Londres”. Elizabeth le lanzo una mirada curiosa pero no se entrometio en sus pensamientos. “?Escuchaste”, dijo, cambiando de tema, “que mama va a apadrinar a la hija de su amiga mas cercana esta temporada? No podria asistir esta noche, pero estara aqui manana”. Josh gimio por dentro, habiendo escuchado ya. La hija de un vicario cuya madre habia nacido hija de un conde, pero se caso por debajo de su posicion y, segun los informes, su familia la rechazo por sus esfuerzos en el amor. Sabia que su mama habia debutado con la madre de la joven el mismo ano, y su amistad habia permanecido en la pluma ya que la familia nunca llego a la ciudad. “Escuche que iba a llegar manana. Me mudare a mi alojamiento de soltero durante el tiempo que dure su estadia, que espero no sea larga. Cuanto antes se case, mejor”. “Se amable con ella, Josh. Siempre has sido un hermano carinoso. Espero que ayudes a encontrar una pareja adecuada para la dama y no te escapes en tu club y garitos mientras ella esta aqui en la ciudad. No ha tenido una vida facil, por lo que he oido. Tienes que ser amable”. Apenas podia ser cruel con sus hermanas o con la amadrinada de su mama, aunque quisiera. No estaba en su naturaleza ser un imbecil. “Le prometi a mama que las acompanarias varias veces a la semana a bailes o eventos musicales, operas y demas. Hare lo necesario y examinare a los pretendientes que se acerquen por su mano. Me asegurare de que se case bien”. Elizabeth le lanzo una mirada astuta. “Necesitara toda nuestra ayuda si quiere casarse bien. No tendra nada mas que su ingenio, encanto y buscara tener un matrimonio sin dote ni titulo. Esperemos que tenga los tres en abundancia”. “?La condesa Buttersworth, su abuela, no querra guiarla? Seguramente, despues de todos estos anos, ?no podria seguir enojada porque su unica hija se casa con un vicario?” Elizabeth termino su bebida y se la entrego a un lacayo que pasaba. “Mama escucho que la condesa esta bastante molesta porque su nieta volvera a la ciudad. Tuvo una temporada hace varios anos, pero no tuvo exito. No se todos los detalles, pero mama dijo que la condesa esta lista para ignorarla”. Lady Buttersworth era una bruja vieja malhumorada. ?Quien podria tratar a la familia con tanta crueldad? “Confio en la eleccion de amigos de mama. Si siente carino por esta joven y su madre, estoy seguro de que tendra pareja. Con o sin la ayuda de su abuela”. “?Y tu vida, querido hermano? ?Cuando podre dar la bienvenida a una duquesa como mi nueva hermana? ?Crees que sera este ano? Otro rumor que te rodea dice que asi sera”. Josh se froto la mandibula, pensando en las palabras de su hermana. Sin duda, su madre les habia contado a sus hermanas su declaracion. “Estoy decidido a encontrar una novia adecuada para el puesto de duquesa esta temporada. He decidido que debe ser una dama de la mejor raza, bien hablada y educada y, sobre todo, que conquiste Londres con su belleza y gracia”. Elizabeth resoplo, cubriendo su lapsus de modales con una tos que Josh no se trago ni por un segundo. “Que hermoso. Te deseo todo lo mejor en la busqueda de esta joya.” Se dirigio hacia donde estaba su mama, pero se volvio antes de ganar demasiada distancia. “Quizas deberias ir a pescar y atrapar una sirena, querido hermano. Estoy seguro de que tendras mas suerte en encontrar una de esas criaturas miticas que la que acabas de mencionar”. Josh se quedo boquiabierto antes de cerrar la boca con un chasquido. Su idea de una novia no era un ser mitico. Su dama perfecta podria estar aqui esta noche, escondida en la vegetacion como el. Salio de su escondite, decidido a encontrar su joya y coronarla con una corona ducal. La temporada era joven, y el tambien, y probaria que su hermana estaba equivocada y disfrutaria presentar a su novia perfecta ante ella cuando encontrara su pareja. Cornualles “Ven aqui, pequeno.” Iris alcanzo al lechon, pero no vio al pequeno acaro. Se escabullo hacia el corral justo cuando su pie se atasco en el comedero. Con un chasquido y un grito, aterrizo boca abajo en la suciedad de cerdo. “Maldito seas. Voy a disfrutar mucho comiendote esta noche”, murmuro ella, levantandose. El hedor a excremento de cerdo, a restos podridos de su casa, hizo que se le humedecieran los ojos. Se arrodillo, usando la valla para incorporarse y volvio a intentarlo. El cerdo era rapido, y con su cojera, ella era mas lenta que el animalito, pero estaba mas decidida que nunca a atraparlo. “?Ya atrapaste el lechon, carino? La cocinera quiere ponerlo en el horno en la proxima hora, o no estara listo para tu cena de despedida esta noche”. Iris gimio, mirando al cielo. Londres. Se estremecio ante la idea de viajar hasta alli, a ser cortejada por esos novatos hambrientos de dinero que no le interesaban ni un apice. Tampoco tenia el dinero para tentarlos a casarse con una lisiada. No despues de lo que habia sucedido la primera vez que habia viajado a la ciudad. Hace ya siete anos, llena de esperanzas y suenos. Como se habian derrumbado, junto con ella, dejandola coja y con una horrible cicatriz a lo largo de la sien hasta la ceja. Dudley, Baronet Redgrove, su difunto prometido. Iris hizo a un lado el doloroso recuerdo, busco al lechon y lo encontro mirandola. Su pequeno cofre subia y bajaba rapidamente, y sus ojos asustados la hicieron detenerse. Se dio la vuelta, abrio la puerta del corral y dejo solo al animalito. Esta noche podrian cenar algo mas. No se atrevio a matar a la pobre criatura, sin importar lo que su madre dijera sobre el hecho. Se quito el barro y el estiercol de las botas y el vestido mientras se dirigia al pozo en la parte trasera de la vicaria. Probablemente tambien tendria que desnudarse hasta su camisola antes de que su mama tambien la dejara entrar. “?Donde esta el lechon?” pregunto su mama, con las manos en las caderas, un delantal envuelto alrededor de su cintura con todo tipo de suciedad y comida. Los labios de Iris se levantaron al ver a su mama, la hija de un conde y heredera en otro tiempo. Iris estaba segura de que si su abuela, la condesa Buttersworth, viera a su unica hija ahora, caeria muerta. Su mama parecia pensar que era su lugar molestar a la cocinera en la cocina, a pesar de que ella misma era una cocinera terrible. La hija de un conde nunca habia pisado las cocinas de su finca en Derbyshire y tuvo que aprender a hervir agua. Su mama se habia casado por amor y habia adaptado su vida a su corazon y a la carrera de su esposo en la iglesia. Era una buena mujer e Iris estaba decidida a ser como ella si podia. “En el corral. No puedo atraparlo. Tendremos que comernos el pollo que los Smiths trajeron ayer para nosotros.” Su mama salio al pozo y la ayudo a recoger un vaso de agua. “?Que vamos a hacer contigo, Iris? No puedes viajar a Londres oliendo a estiercol. Tendremos que banarte durante la noche en vinagre para eliminar el hedor”, dijo, desabrochando los botones de la espalda de su vestido. Cuando tuvieron el balde encima de la pared de piedra del pozo, Iris lavo la mayor cantidad de suciedad y corral de cerdo que pudo. “Siempre podrias permitirme quedarme aqui. Estoy mas que dispuesta a encontrar un tranquilo hacendado rural con quien casarme. No tengo que viajar todos esos kilometros para encontrar un caballero adecuado. Y no lo olvides, mi cadera coja te lo agradecera si no lo hago “. Su mama extendio la mano, lavandose una pequena mancha de Dios sabe que de su mejilla, una tristeza en sus claros ojos azules. “Te mereces mucho, querida, mas que un hacendado rural. Te mereces tener la Temporada que te fue robada. Ahora que estas lo suficientemente bien, ha llegado el momento de que te cases, te establezcas y seas feliz. Dejame hacerlo para ti. ” “?Pero tiene que ser con la duquesa de Penworth que tenga mi temporada? No quiero ser una carga para ellos”. “No seras una carga. La duquesa esta muy emocionada de tenerte este ano. Es una mujer encantadora y una gran amiga. No te decepcionaras. Ojala pudiera estar contigo, pero con nuestra posicion aqui en la parroquia, la gente nos necesita. A ti, querida, no. Eres una mujer inteligente y hermosa que tiene el mundo a sus pies. Creo que tomaras Londres por asalto”. O no lo haria, y simplemente cojearia por las calles como la vieja invalida que se sentia a veces. “Apenas conozco a la duquesa. ?Y si no le agrado?” “Ella te amara, porque me ama a mi. Nuestra amistad es fuerte, y ella no tiene un hueso desagradable en su cuerpo. Todas sus hijas estan casadas ahora, y agradece tener compania en su casa esta temporada. Ahora, ven, querida. Deberas banarte antes de la cena y no podemos mantenerte despierta hasta muy tarde. Tienes un largo viaje por delante.” Iris decidio no seguir debatiendo el tema de quedarse en Cornwall, que no era algo que deberia perseguir. Su madre estaba decidida y, como hija de un conde hasta la medula, por lo general se salia con la suya. Pero algo le dijo a Iris que cuando se trataba de tomar Londres por asalto, de ser el exito que creian que seria, sus padres la estaban viendo a traves de lentes color de rosa. Ella no era una joya. Tenia cicatrices por dentro y por fuera; sin dudas algo de lo que se burlarian durante los proximos meses aquellos sin empatia. Su tiempo para un futuro habia pasado. Habia enterrado todas sus esperanzas hace siete anos con Dudley.

  • La estrella robada de Mary Higgins Clark

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    Faltaban veintidos dias para Navidad, pero este ano Lenny queria comprar sus regalos con antelacion. Seguro de que nadie conocia su presencia y tan inmovil y silencioso que apenas se oia respirar, observo desde el confesionario como monsenor Ferris recorria la iglesia cerrando con llave las puertas para la noche. Con una sonrisa despectiva en los labios, aguardo impaciente a que las luces del sagrario se apagaran. Al ver que el monsenor echaba a andar por el pasillo lateral encogio el cuerpo, pues eso significaba que iba a pasar por delante del confesionario. Una de las tablas del cubiculo crujio y Lenny blasfemo en silencio. Por un resquicio de la cortina vio que el clerigo se detenia y aguzaba el oido. Luego, creyendo que no era nada, monsenor Ferris siguio hasta el fondo de la iglesia. Instantes despues la luz del vestibulo se apago y se oyo una puerta al cerrarse. Lenny se permitio un suspiro audible. Estaba completamente solo en la iglesia de San Clemente, en la calle 103 Oeste de Manhattan. Sondra se hallaba bajo el portal de una casa situada justo enfrente de la iglesia, al otro lado de la calle. El edificio estaba en reformas y el andamio, levantado a ras de suelo, la ocultaba de la vista de los transeuntes. Queria asegurarse de que el monsenor salia de la iglesia y entraba en la rectoria antes de dejar al bebe. Durante los dos ultimos dias habia asistido a los oficios de San Clemente para conocer las costumbres del clerigo. Tambien sabia que cada dia a las siete, en epoca de Adviento, dirigia el rosario. Debilitada por la tension y el esfuerzo del parto ocurrido unas horas antes, con los pechos hinchados por el liquido que precedia a la leche, se apoyo en el marco de la puerta. Un debil gemido procedente del interior de su abrigo parcialmente abotonado hizo que sus brazos, llevados por el instinto materno, hicieran el gesto de mecer. En la hoja de papel que planeaba dejar con el bebe habia escrito cuanto podia revelar sin delatarse: <>. Sintiendo un nudo en la garganta, Sondra vio la figura alta y algo encorvada del monsenor salir de la iglesia y dirigirse a la rectoria, situada justo al lado. Era el momento. Habia comprado dos camisitas, unos patucos, un camison largo, un abrigo con capucha, algunos biberones y panales desechables. Habia arropado a la pequena al estilo indio, con una bata de lana gruesa y dos mantas, pero la noche era tan fria que en el ultimo momento habia traido consigo una bolsa de papel marron. Habia leido en algun lugar que el papel era un buen aislante contra el frio. De todos modos, el bebe no iba a pasar mucho tiempo a la intemperie, solo hasta que Sondra encontrara un telefono y llamara a la rectoria. Lentamente, se desabrocho el abrigo y cambio de postura al bebe teniendo especial cuidado con la cabeza. Las farolas de la calle le permitian ver la cara de la pequena con claridad. --Te quiero --susurro con vehemencia--. Siempre te querre. La nina levanto la vista. Tenia los ojos totalmente abiertos por primera vez. Unos ojos marrones, unos mechones claros y rizados sobre una frente diminuta, labios pequenos y encogidos buscando el pecho de la madre. Sondra estrecho la cabecita y sus labios rozaron la suave mejilla de la criatura al tiempo que le acariciaba el cuerpecito. Luego, con gesto decidido, introdujo la diminuta figura en la bolsa marron y cogio el cochecito de segunda mano que, cerrado, descansaba a su lado. Los coches aparcados la protegian de las miradas curiosas al cruzar la calle en direccion a la rectoria. Subio los tres escalones de la estrecha entrada y abrio el cochecito. Tras colocar el freno, deposito a su hijita debajo de la capota y dejo la bolsa con la ropa y los biberones a sus pies. Se arrodillo y la contemplo por ultima vez. --Adios --susurro, y echo a andar a toda prisa hacia la avenida Columbus. Telefonearia a la rectoria desde una cabina situada a dos manzanas de alli. ***** Lenny se enorgullecia de ser capaz de entrar y salir de una iglesia en menos de tres minutos. Podria haber alarmas silenciosas, penso al abrir su mochila y sacar la linterna. Tras dirigir el haz de luz al suelo, inicio el recorrido de costumbre. Primero se encamino hacia el cepillo de los pobres. Sabia que ultimamente la cuantia de las limosnas habia disminuido, pero este cepillo contenia una recaudacion mas sustanciosa de lo normal, entre treinta y cuarenta dolares. Los cepillos de las ofrendas, situados debajo de las velas votivas, fueron los mas satisfactorios de las ultimas diez iglesias que habia saqueado. Habia siete, cada uno instalado frente a la estatua de un santo. Con mano rapida, forzo los cerrojos y recogio el dinero. Durante el ultimo mes habia acudido a misa en dos ocasiones para estudiar la distribucion de la iglesia y habia observado que el cura consagraba el pan y el vino en copas muy sencillas, de modo que no se molesto en forzar el tabernaculo. Ademas, se alegraba de no hacerlo. En su opinion, los dos anos vividos en la escuela parroquial le habian afectado profundamente, pues ahora le creaba remordimiento hacer ciertas cosas, lo cual era un fastidio a la hora de saquear iglesias. En cambio, no tenia reparos en hacerse con el trofeo que le habia llevado hasta aqui: el caliz de plata con el diamante en forma de estrella en la base. Habia pertenecido al sacerdote Joseph Santori, el fundador, un siglo atras, de la parroquia de San Clemente, y era el unico tesoro que poseia esta iglesia historica. Sobre una vitrina de caoba, en un nicho situado a la derecha del sagrario, colgaba un retrato de Santori. La vitrina, muy ornada, poseia una reja destinada a proteger el caliz. En una de las ocasiones en que habia asistido a misa, Lenny se habia acercado para leer la placa expuesta debajo de la vitrina: <>.

  • Perros que duermen de Juan Madrid

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    Madrid, 2011. Juan Delforo, periodista y escritor, hijo de padres republicanos y con un pasado de militancia en la lucha antifascista, acude a un chalet de El Viso para recoger el legado de un hombre que no conoce y que acaba de morir. Se trata de Dimas Prado, un comisario, viejo falangista, que se relaciono en el pasado con los padres de Delforo y ha ejercido de protector en la sombra del joven disidente.
    Burgos, 1938. Dimas Prado es encargado de la investigacion del espeluznante asesinato de una jovencisima prostituta a manos de un jerarca del bando nacional. La investigacion, que tendra por objeto borrar cualquier rastro del crimen, permitira relanzar la carrera policial de Dimas Prado, que cuenta con la ayuda del siempre fiel Guillermo Borsa.
    Malaga, 1945. El padre del protagonista, Juan Delforo, militar republicano que lucho en la Defensa de Madrid, es detenido y condenado a muerte. Dimas Prado intercede por el a cambio de una informacion fundamental para su futura carrera politica y le permite un encuentro con su mujer, Carmen Munoz, a la que le unian lazos nunca revelados.
    ?Por que el viejo comisario quiso como ultima voluntad que Juan Delforo heredara su historia?
    ?Puede un novelista contarlo todo?
    ?Que verdades se esconden tras las lealtades ocultas de estos personajes?
    Juan Madrid, en la que es su novela mas ambiciosa hasta el momento, nos lleva a traves de las paginas de “Perros que duermen” a aquella epoca sombria de la guerra y la posguerra civil, y a sus ecos en la construccion de nuestro presente. Una novela de intriga, inquietante y estremecedora, con personajes complejos, contradictorios y ricos en matices, que nos hara reflexionar sobre el genero humano y sobre la necesidad de contar historias.

  • Amor de humo y algodon de Natalia Sanchez Diana

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    La vida de Sophie, hija del conde Samuel Hastings, cambia cuando descubre que tiene un hermano y que su tio, dueno de un molino de algodon en Manchester, ha sido asesinado.
    Aprovechando el parecido entre su padre y su tio Byron, este les deja escrito un plan para que suplanten su identidad y averiguen quien le ha matado.
    Para ello, tendran que relacionarse con los seis molineros mas poderosos y descubrir sus intrigas, mientras se ven envueltos en las luchas sindicales del movimiento obrero.
    Sophie no sabra en quien puede confiar, pero su corazon tal vez si.

  • A tu lado 4 de Helena Sivianes

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    Haley afronta el ultimo ano de instituto con grandes expectativas e ilusion, y la llegada del nuevo curso no la defraudara, pues vendra acompanada de una espiral de emociones, vivencias y aventuras.