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Kim Jones
V.1: octubre de 2020 Titulo original: That Guy (c) Kim Jones, 2018 (c) de la traduccion, Cristina Riera Carro, 2020 (c) de esta edicion, Futurbox Project S.L., 2020 Todos los derechos reservados. Diseno de cubierta: Taller de los Libros Imagen de cubierta: Marko Marcello | Shutterstock Publicado por Chic Editorial C/ Arago, 287, 2o 1a 08009 Barcelona [email protected] www.chiceditorial.com ISBN: 978-84-17972-33-2 THEMA: FR Conversion a ebook: Taller de los Libros Cualquier forma de reproduccion, distribucion, comunicacion publica o transformacion de esta obra solo puede ser efectuada con la autorizacion de los titulares, con excepcion prevista por la ley. Ese chico Atractivo, rico, poderoso, enigmatico y muy sexy... Jake Swagger es ese chico Penelope es una autora en busca de inspiracion y, cuando conoce a Jake, un empresario al mas puro estilo Christian Grey, idea un plan muy simple: hacer que se enamore de ella, descubrir los secretos que Jake oculta tras esa fachada de tipo duro y escribir una novela con el como protagonista que la lance a la fama. Pero Penelope esta jugando a un juego muy peligroso... Llega Kim Jones, la nueva reina de la comedia romantica y erotica <
> Colleen Hoover, autora best seller Dedico este libro a todas las mujeres que estan buscando a ese chico. Y a todas las mujeres que ya lo han encontrado. Capitulo 1 Nunca en la vida habria pensado que estaria corriendo por la acera con una bolsa de caca de perro calentita en la mano mientras me pisaban los talones un golden retriever muy lanzado y su dueno, fuera de si. La gente de Chicago se toma la mierda demasiado a pecho. ?Quien demonios tuvo la genial idea de que todo el mundo recogiera el zurullo caliente de un perro? El parque que hay aqui incluso tiene un dispensador de esas bolsitas gratuitas con la imagen de un perro que lleva una bolsita llena de su propia caca en la boca. En el pueblecito en el que creci, Mount Olive, en Misisipi, a nadie le importa donde caga tu perro. Si por casualidad pisas una mierda, restriegas el zapato en la hierba hasta que consigues eliminar la mayor parte. Si entras en una tienda y ves que la gente se pone a olisquear, como si pensara <>, la reaccion habitual es que todo el mundo compruebe sus zapatos. Entonces, es de buena educacion que la victima diga <>. Y todo el mundo asiente y le indica donde esta la parcela de hierba mas cercana. Sin embargo, ahora mismo me da la sensacion de que estoy a miles de kilometros de casa. Esquivo un parquimetro y casi arrollo a una mujer que lleva un cochecito. --!Lo siento! --Levanto las manos y corro marcha atras mientras me disculpo. La mujer me fulmina con la mirada y se agacha para bajar la cremallera y comprobar que su bebe esta bien. Me siento fatal. Hasta que su chihuahua minusculo estira el cuello adornado con un panuelo hacia mi. <>. Me cago en Chicago. Me cago en el perro. Me cago en la mierda. Me cago en Luke Duchanan. Han pasado muchos anos desde que hice el ridiculo en unos grandes almacenes y tuve que enrolarme en un curso de control de la ira. Sin embargo, aun oigo la vocecita del instructor cada vez que me cabreo. <>. Claro, venga. Repasemoslo. Luke Duchanan le robo el corazon a mi mejor amiga cuando ella vino a Chicago en un programa de practicas de verano. Seis meses despues, se lo rompio cuando ella lo pillo con la polla metida en el culo de otra. Mi amiga volvio a Misisipi. A mi apartamento. Y he tenido que ver como lloraba y gimoteaba y se tragaba todo mi vino durante estas ultimas dos semanas. Asi que cuando me conto que Luke tenia fobia a la caca de perro, supe que debia hacer: llegar al limite de la tarjeta de credito para volar a Chicago la vispera del peor tormentazo de nieve que ha asolado el estado de Illinois, poner un poco de caca de perro en una bolsita, prenderle fuego en el porche de casa de Luke y grabar como intentaba apagarla. Luego, subo el video, se vuelve viral y le arruino la vida a Luke. Hago que mi mejor amiga, Emily, sonria. Nos vamos a un bar. Se lo explica a un chico que esta mas bueno que Luke. Echan un polvo en el aparcamiento. Emily supera su mal de amores. Y entonces, se muda a otra parte y me deja vivir en paz, joder ya. Sencillo, ?verdad? Pues no. ?Por que? Porque es complicadisimo encontrar mierda de perro en Chicago, Illinois. Asi, cuando me he acercado al monton de caca, con el brazo metido en seis bolsas de plastico gratuitas, el amo del perro me ha preguntado que que hacia. Y yo se lo he dicho: --Mira, hombre, de verdad que necesito la caca del perro, ?vale? Pero no creia que me fuera a perseguir por toda la ciudad, y en esas estamos. Y ni de cona se puede decir que nada de esto sea culpa mia. <>. Los ladridos del perro suben de decibelios. Me arriesgo a volver la vista atras y veo que estan cerca. Demasiado. Doblo enseguida la esquina a la izquierda y me meto en una calle todavia mas concurrida y llena de coches. El aire abrasador me da de lleno en la cabeza y me acribillan rafagas de viento artico tan heladas que de verdad que noto como la neumonia se apodera de mis pulmones. Sin resuello, muerta de frio, con las piernas ardiendo y un dolor en el pecho, tomo una mala decision. Abro la puerta trasera de una limusina negra y me meto en el asiento del pasajero. En cuanto se cierra la puerta, amo y perro pasan junto al coche. Suelto un suspiro de alivio. Que dura solo dos segundos. Estoy en el coche de otra persona. Todo es de cuero negro lustroso y asientos suaves. Tapiceria limpia y ventanas tintadas. Hay una licorera cara llena de un liquido ambarino. La mampara de cristal tambien esta tintada. <>. Pues claro.
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