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Como un cuento de hadas decia Sebas que habia sido lo mio con Mario, vaya ojito el suyo. Que Dios le conservara al menos oido, porque con la vista no tenia ya nada que hacer. --Nina, ?estas bien? --me pregunto y me saco de mis pensamientos. --Bien jodida, eso es lo que estoy, amigo. Y menos mal que te tengo a ti. --Y que lo digas. Yo te veo fatal, con esas ojeras que me llevas, ?tu crees que vas a poder tragarte ese sapo? --se intereso con esa carita que era para comerselo, aunque le hubiera arrancado el pescuezo por eso que me dijo de las ojeras, con lo que a mi me gustaba cuidarme. --?Tantas ojeras tengo? Pues si que estoy apanada--resople. --Nada que no se quite con un buen corrector. A ver, dejame que te aplique un poco, bobita. --Ni corto ni perezoso saco uno y empezo a darle al asunto como si no hubiera un manana. --Tienes unas manos que son para embalsamartelas, Sebas, ?Que haria yo sin ti? --Estar perdida en la vida, pero muy perdida, Laila... Es mas, no creo que hubieras podido llegar a cumplir los veinticinco sin sufrir un accidente mortal si yo no hubiese estado a tu lado. -- Volteo los ojos y se echo para atras. --?Los veinticinco sin rima? --le pregunte burlona. Aunque no tenia ganas ni de mirarme, con Sebas siempre me reia. Mario se revolvio en su asiento, que se ve que los remordimientos deben dar acidez de estomago o algo. Y eso contando con que el supiera lo que era eso, que tampoco las tenia yo todas conmigo. --Sin rima o con rima, y no mientes la soga en casa del ahorcado, que tu al menos tienes la posibilidad de darte un buen homenaje estas semanas, pero yo, como no recurra a la alemanita, ya me contaras. --?A la alemanita? ?Quien es esa? ?La nueva masajista? --bromee porque mi amigo era gay. --No, es mi prima la coja... Nina, ?tu en que mundo vives? La alemanita, lo que viene siendo darle a la zambomba de toda la vida de Dios... Mi risa se escucho en todo el avion, pese a que en aquellos dias no pasaba por mi mejor momento. El caso era que Sebas ejercia sobre mi un efecto terapeutico, siempre ocurrio y asi seguia siendo. --Eres la bomba, nino, de veras que no se lo que haria sin ti--insisti. --Y dale, Laila, que te repites mas que el ajo... Tu no necesitas a nadie para brillar con luz propia, no se como tengo que decirtelo. Sin mi harias lo mismo que conmigo, destacar. --Eso era antes, Sebas, ahora me veo apagada. --Apagada, derrotada, hundida... Que hartito estoy ya de escucharte, me voy a cagar en todo lo que termine en -ada, nina, que me voy a tener que tomar un ansiolitico por tu culpa. Y luego va a ser Pablo el que pague el pato, cuando lo pille ese va a chillar. Pablo era el nuevo novio de Sebas, el que era un tirillas, siempre se fijaba en todos los fortachones del gimnasio. Y en aquella ocasion habia sonado la flauta, el musculitos de turno le correspondio. Ademas, el tio tenia buen fondo, por lo que mi amigo estaba que se salia del pellejo con el. --Disfrutalo ahora que puedes, que nunca sabe una cuando va a venir una lagarta a quitarle la alegria. --Mire a Valle, que estaba sentada cerca de Mario, y pense que no sabia si como decia mi amigo me podria tragar ese sapo, porque atragantado lo tenia una cosita mala. --En mi caso no creo que sea una lagarta, tambien te digo. Un lagarto si puede ser, uno que tenga el rabo muy largo. Sebas tenia para todo el mundo y para todas las ocasiones. Imposible ser mas locuaz... El y yo eramos de Palencia, y siempre que ibamos al extranjero nos reiamos cuando algun lumbreras nos hablaba de las excelencias de la paella, confundiendo nuestra tierra con esa otra tambien maravillosa, famosa por sus Fallas. El sintio mucho mi marcha a Barcelona, ciudad a la que me traslade para estudiar arte dramatico. Hice bien porque, aunque todavia no habia triunfado como actriz, ahora tendria que echar mano de mis dotes como tal para poder soportar la situacion. A la ciudad condal llegue con la maleta llena de ilusiones y sin un euro en el bolsillo. Mis padres, que tenian cuatro hijos mas pequenos que yo, me dijeron que si lo hacia tenia que ser por mi cuenta y riesgo, que ellos no me podian dar mas que un plato de comida en casa, pero hasta ahi. Yo lo hable con Ruth, mi mejor amiga, con la que compartia el sueno de pisar los escenarios. --Te deseo mucha mierda, como se suele decir en el argot, y te prometo que en cuanto pueda me piro para alla contigo, estoy hasta los ovarios de reponer en el super... Por lo menos ella tenia trabajo, pero es que yo llevaba tres meses en el paro y no podia estar mas desesperada. --No se te ocurra dejarme en la estacada, ?eh? Que a mi esto de irme sola me da un poco de yuyu. --?Tu eres tonta? ?Cuando te he dicho yo algo que no cumpliese? --?Cuando? Dejame que haga recuento...--Me puse a contar con los dedos y ella me dio un zasca en toda la cabeza. --!Ay, eres un animal de bellota! --le chille. Y me decidi a dar el salto. Cierto que Ruth no asomo el hocico por alli, pero en el fondo era algo que ya intuia. Mis comienzos en Barcelona no es que fueran para tirar cohetes. Por las mananas me emplee en una casa en la que cuidaba ninos. El tema del alojamiento, que era lo principal, lo tenia salvado. No en vano, yo escogi esa ciudad porque alli vivia mi tia Paloma. Mi tia, eso si, muy, muy feliz no es que fuera la mujer. Me explico, le habian diagnosticado de joven una depresion tal que le llevo a que ella, que era funcionaria, acabara con una paguita en su casa. Y aquel lugar venia a reflejar su caracter que, cuando menos, era mas acido que un limon. Para colmo, la casa en la que me emplee, gracias a un contacto suyo, no es que fuera a reportarme innumerables satisfacciones; seis ninos mas malos que la quina (que para eso sus padres eran del Opus) y el, encima, mas salido que el pico de una mesa. No, no era lo que yo habia sonado ni se le parecia en nada; ese tio muy religioso si que seria, pero que cuando no me estaba mirando el culo era porque babeaba con mis tetas. --Tia Paloma, ?y no me puedes buscar otra casa? --Mira que en esa voy a durar dos telediarios, que no veas como me mira el asqueroso ese. --El asqueroso ese es el senor, asi que menos tonterias y a dar el callo, que la mesa no se pone sola. "El senor", tampoco tenia cuentos mi tia ni nada. Y gracias a ello, se suponia que yo debia aguantar carros y carretas... Hasta el dia que "el senor" se permitio el lujo de darme "un extra" junto con la paga. --?Que mierda ha sido eso? --le pregunte cuando note que puso sus pezunas sobre mi culo, dandome un pellizco. --Eso ha sido un carinito, mujer, no seas arisca. Si lo fueras menos, yo podria hacer que tu vida mejorara, no se si me entiendes. Si que lo entendi, igual que me entendio a mi cuando le solte aquel mega guantazo y lo deje con los ojos fuera de las orbitas. --Buena la has liado, sobrina, ahora si que te vas a tener que buscar la vida sola, que yo no estoy para mantener a nadie y ese era el unico contacto que tenia. --Tia, pero ?es que no has escuchado que ese cerdo me ha metido mano? --Mujer, tanto como meterte mano, que digo yo que habra sido un pellizquito de carino. No era que mi tia Paloma se hubiera caido de un guindo, no, es que esa, con tal de coger un euro hacia el pino puente. Y el que yo perdiera el trabajo era lo peor que me pudo ocurrir cara a ella. Dos semanas mas tarde, seguia sin curro y eso provoco entre nosotras tan mal rollo que solo tardo otras dos en ponerme de patitas en la calle. --Espero que de una vez sientes cabeza--me dijo y todavia me recordo lo muy agradecida que debia estarle por pagarme el billete a Madrid.
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