• sabor a ti letra - Dacar Santana

    https://gigalibros.com/sabor-a-ti-carta-de-sabores-2.html

    Segunda entrega de la serie <>.

  • Sabor a ti - Libro de Nora Roberts: rese�a, resumen y opiniones

    https://www.lecturalia.com/libro/56417/sabor-a-ti

    Tercera entrega de �Cuatro bodas�, la deliciosa serie de Nora Roberts. Ahora es el turno de Laurel: �lograr� seducir al gran amor de su vida?

  • Leer Sabor a ti de Dacar Santana libro completo online gratis.

    https://www.librosdemario.com/sabor-a-ti-leer-online-gratis

    Sigo sin poder bailar tanto como me gustar�a porque, si lo hago, mi pierna empieza a cantarme la canci�n del dolor extremo, y mi otra pasi�n, la pasteler�a, no ...

  • Sabor a ti (Cuatro bodas 3) Versi�n Kindle - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Sabor-ti-Cuatro-bodas-3-ebook/dp/B00BT500YQ

    Sabor a ti (Cuatro bodas 3) eBook : Roberts, Nora: Amazon.es: Libros.

  • SABOR A TI - Olga Ta�on - LETRAS.COM

    https://www.letras.com/tanon-olga/sabor-a-ti/

    Olga Ta�on - Sabor a Ti (Letras y canci�n para escuchar) - Hay un sorbo de tus besos / En el vino que me embriaga / Hay un soplo de tu aliento / Cuando ...

  • 50 ideas de Sabor a ti - Pinterest

    https://www.pinterest.es/sublimecora/sabor-a-ti/

    07-may-2016 - Explora el tablero de Brenda Coral Sanz Arcos "sabor a ti" en ... Obras De Arte, Dibujos A Pintura, Libro De Artista, Cuadros De Arte,.

  • SABOR A TI | NORA ROBERTS | Casa del Libro

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    El libro SABOR A TI de NORA ROBERTS en Casa del Libro: �descubre las mejores ofertas y env�os gratis!

  • sabor ti de roberts nora - IberLibro.com

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    Sabor a ti de Roberts, Nora y una gran selecci�n de libros, arte y art�culos de colecci�n disponible en Iberlibro.com.

  • Sabor de amor (Carta de sabores 1) de Dacar Santana

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    Primer libro de la serie <>.
    La romantica historia de amor de Simonetta Copano.

  • Asesinato en la planta 31. El trampolin de acero de Per Wahloo

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    .En un futuro no muy lejano, los crimenes que se cometen son diferentes. Y la policia tambien lo es. El comisario Jensen trabaja bajo una dictadura nordica disfrazada de democracia y sus metodos deben ajustarse a las circunstancias en las que vive. Su mente analitica y su caracter sobrio le han llevado a resolver todos los casos que le han encargado. hasta el momento. Ahora, los problemas a los que se enfrenta pueden ser demasiado grandes incluso para el. Quiza hasta este en juego el destino del pais.Con las dos novelas protagonizadas por el comisario Jensen, Per Wahloo creo un universo compacto, gelido y duro como el diamante. Y lo hizo con la sutilidad de los maestros.

  • Dark Man (Halcon 1) de Anisa Gjikdhima

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    Se dice que el diablo tambien le teme a la ira de una mujer, pero no Carlos. Valentine Harper hara un pacto con el diablo para conseguir su objetivo. Tendra que lidiar con la personalidad retorcida del hombre y contentarlo hasta que el lo desee.
    Asi empieza un juego peligroso, donde no hay ni vencedores ni vencidos.
    Dos mundos dementes que se destruyen poco a poco hasta no quedar nada. Solo un loco puede quedarse sabiendo que sera su fin, y los dos estan locos.
    <>.

  • Las doradas manzanas del sol de Ray Bradbury

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    Veintidos relatos, todos encantadores. Desde historias de pequenas ciudades, naves espaciales, e incluso serpientes marinas, Bradbury conjura poderosas imagenes para asombrarnos, algunos con giros asombrosos, otros no, pero todos y cada uno poseen cierto encanto. Desde el primer relato el lector es transportado al universo ilimitado de Bradbury; no en una realidad mundana, sino en fantasticos viajes a traves del tiempo y del espacio.

  • Territorio Comanche de Arturo Perez-reverte

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    Un relato apasionado que se lee como una novela y obliga a preguntarse si existe una etica en el filo entre la vida y la muerte. En Territorio Comanche, abandonando por primera vez su faceta de narrador de ficciones, Perez-Reverte nos enfrenta con la vision mas real y descarnada, no exenta de ternura e ironia, sobre el trabajo de los corresponsales de guerra en Yugoslavia. <>. Asi define Arturo Perez-Reverte el escenario inquietante en que se ha movido como reportero de guerra durante los ultimos veintiun anos.

  • Mi unico plan de Andrea Smith

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    Si hay algo que desespera a Kenzie Sullivan es no saber que le deparara el futuro. Ha terminado los estudios y no sabe como encauzar su vida. Justo cuando cree que ya no puede sentirse mas perdida, recibe una llamada de su amiga Mel que le dara un poco de esperanza. Un trabajo en Nueva York, un nuevo comienzo. ?O quiza no? Si meter la pata el primer dia no era suficiente, cuando su nuevo jefe la convoca a su despacho para hablar con ella, descubre que este no es otro que James Smith, su exnovio del instituto. La situacion no podria empeorar. ?O si? ?Y si descubrieras que sigues enamorada de el? Tras cuatro anos separados, Kenzie y James se reencuentran e intentan retomar su amistad y, quien sabe, quizas tambien algo mas.

  • Falsas apariencias de Noelia Amarillo

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    ?Que pasaria si C3PO y Dracula se conocieran? ?Y si se sintieran atraidos sexualmente? ?Seria sexo intergalactico, robotico o vampirico?
    Luka lleva un dia de perros, se ha quedado sin gasolina y ha tenido que dar un largo y ?agradable? paseo (con tacones, sobre la carretera desconchada, malhumorada) hasta la gasolinera, para colmo de males alli se encuentra con un tipo graciosillo que presencia divertido como ella acaba tirada en el suelo lleno de ?fluidos insanos? del aseo. !Que tipo mas majo!

  • Algo mas que tu y yo de Sophie Kiss

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    Dayana tiene de todo en su intensa vida, poseciones materiales o un amante multimillonario como Andrew, solo le falta resolver un tema del pasada que ella pensaba olvidado, el universo le envia a Jim, un multimillonario al que ella tiene que confesarle algo pero nunca quiso, al suceder esto aparece Wilton, un hombre que la llevara a sentir de manera diferente.

  • Pasaje al misterio de Francisco Renedo

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    Pasaje al misterio es un libro de viajes hacia el enigma y lo insolito. Entre sus paginas podemos encontrar extranos objetos voladores que atemorizaron a sus observadores, personas desaparecidas en extranas circunstancias, pueblos que sufrieron terribles maldiciones, o apariciones y milagros que unos catalogan de divinos y otros de demoniacos.

  • Horas oscuras (Detective McHale 3) [LGBTI] de L. Farinelli

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    Madison descubrio quien es El disecado y ahora esta en una carrera contra el tiempo; Zoe fue secuestrada por el escurridizo y cruel asesino, asi que la detective tendra que poner a prueba todo su instinto para encontrarlo antes que la mujer que ama se convierta en su proxima victima.
    La sagaz detective contara con la ayuda de Andrew y el capitan Benson, pero, ?sera suficiente? ?Encontrara a tiempo el nuevo escondite de Ferguson?

  • Cuando el futuro parecia mejor de Enrique Palazuelos

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    Nacidos para impulsar la emancipacion de los trabajadores, los partidos socialistas y comunistas enarbolaron los anhelos latentes en las sociedades europeas a favor de convertir los bienes economicos en propiedad colectiva, colocar el poder politico en manos de los trabajadores y llevar a cabo la transformacion del capitalismo. Despues, a medida que comenzaron a ganar influencia social y a desarrollar fuerza politica, adoptaron posiciones reformistas y desempenaron un papel decisivo en la consolidacion de los derechos laborales, sociales y democraticos. Al final del trayecto, cuando el capitalismo imperante desde las decadas finales del siglo XX ataco el contrato social alcanzado, los partidos obreros, carentes de discurso estrategico y de capacidad politica para defender los intereses de los trabajadores, han acabado por precipitarse en la inanidad.

  • !Tu te lo buscaste! 2, Emma Green de Emma M. Green

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  • El accidente del teletransporte de Ned Beauman

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    La historia es <>. Por eso, a pesar de que El accidente del teletransporte empieza en Berlin y en pleno auge del nazismo, no es una novela sobre los nazis. La novela trata de las dos obsesiones del escenografo Egon Loeser: volver a hacer el amor con una mujer y montar un escenario que reproduzca un artilugio inventado en el Renacimiento capaz de mover a los actores en el espacio y en el tiempo.

  • Un Lord Con Wifi (Tecleame te quiero 4) de Isabel Jenner

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    Vuelve la serie <>, de Isabel Jenner, con esta cuarta y esperada entrega.

  • Desnudame de Clara Montecarlo

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    He esperado toda la vida al hombre de mi vida. Joven, soltera, trabajadora, independiente, divertida... Y sigue sin aparecer. Hasta hoy. Abdominales de acero, sonrisa de diablo. Corbata de empresario, mirada de cazador. John Corvus es el hombre de mi vida. Lo se. Mi corazon se detiene al verle. Me muerdo el labio. No habia visto a nadie asi en mi vida. Decidido, confiado, comprensivo, seductor. Inteligente, salvaje, protector, divertido. Y me quiere a mi. Noto como me devora con la mirada. Yo soy una princesa. Nunca se lo pongo facil. Pero es dificil resistir cuando su mirada te quita el aliento. Estoy cansada de ser la chica buena que termina sola. Es hora de que descubra quien es la verdadera Ann Jones.

  • El secreto del boticario de Amanda Clark

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    Ano 2018. Paola Godoy es una joven periodista que trabaja desenmascarando a farsantes que aseguran tener cualidades paranormales. Cuando le asignan investigar a Lorenzo Santillan, un famoso hipnotista, no imagina que su vida dara un giro de ciento ochenta grados. Unos extranos recuerdos afloraran desde lo mas profundo de su mente.

  • Pide un deseo, Stefania Gil de Stefania Gil

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    Leah y Jonathan estaban realmente enamorados. Comprometidos y planeando la futura boda. Pero un dia, al llegar a casa despues de una larga jornada, Leah se entera de que Jonathan y toda su familia se marcharon sin dar alguna explicacion. Solo dejaron un vacio que ironicamente estaba lleno incognitas que jamas pudo resolver y una tristeza que parecia querer acompanarla de por vida.
    Decide mudarse a la gran manzana pensando que aquella ciudad le ayudaria a empezar de cero. Pero no. Cada ano, en la misma epoca en la que habia ocurrido todo, Leah revivia cada instante de aquel sufrimiento. Era un luto que vivia ano tras ano desde la misteriosa partida de su prometido junto a toda su familia.
    Con el pasar de los anos, entendio que en ningun lugar del mundo encontraria la felicidad y decide regresar a Arlington, junto a su familia y justo en el momento en el que su mejor amiga Ellie, a quien conoce desde que eran bebes, le propone empezar un negocio juntas. Tambien intuye que Ellie quiere emparejarla de una vez y por todas con Ryan, su hermano mayor. Sonaba con verlos juntos y felices desde que eran adolescentes, cuando las salidas en grupo se disolvian en segundos gracias a Ellie, dejandolos a ellos a solas y permitiendo que ciertas cosas ocurrieran por primera vez en la vida de ambos.
    Necesitaba volver a sus raices y buscaria la manera de ponerle punto y final a ese pasado tan amargo que la seguia a todos lados y no la dejaba ser feliz.
    Es durante la mudanza, cuando sufre un accidente que le da la vision que ella tanto estuvo buscando y entonces, lo encuentra. Su amor, por fin, despues de tantos anos y por un segundo fugaz, lo ve. Lo reconoce y en un abrir y cerrar de ojos, lo pierde de nuevo.
    ?Sera la imaginacion de Leah, movida por el amor, la que evoca la imagen de Jonathan? ?Tendra que resignarse a que nunca encontrara respuestas y cedera ante la propuesta de ser feliz que le ofrece Ryan? ?O esta en lo correcto y su amado Jonathan vuelve a ella despues de todos esos anos para retomar lo que el destino les obligo a interrumpir?

  • El secreto del faro de Jean E. Pendziwol

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    Cuando vives en una isla, nada puede ser secreto.

  • El retorno del mundo de Marco Polo de Robert D. Kaplan

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    A finales del siglo XIII, Marco Polo emprendio un largo viaje hacia Oriente, siguiendo una Ruta de la Seda por la que Europa extenderia su influencia. En las primeras decadas del siglo XXI, el sentido de esta ruta esta cambiando y el poder en el escenario internacional se esta moviendo. Nuevas potencias emergentes luchan por imponerse, mientras que los paises que antiguamente dominaban el mundo se enfrentan a nuevos desafios.
    Con su habitual clarividencia, Robert D. Kaplan analiza en esta recopilacion de articulos el mundo que nos espera: desde las dificiles decisiones debera tomar Estados Unidos en un futuro proximo hasta los dilemas de la Union Europea, pasando por los movimientos estrategicos de paises como Iran o India, o por el puente que esta construyendo China hacia Europa.

  • Por nosotros (Encuentro de almas 2) de Sonia R. Salvante

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    Chema sigue perdido, mas confuso que nunca y arrastrando una frustracion dificil de gestionar.
    Sus deseos batallan constantemente contra el deber y la culpa, mientras la vida se empena en mostrarle el camino.

  • Para siempre en Nueva York de Chris Razo

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    Connor esta enamorado de Valery, pero la amistad que tiene con Adam es mucho mas importante que lo que el pueda llegar a sentir por ella o ninguna otra mujer.Hace anos decidio que no compartiria su vida con nadie y hasta ahora lo habia cumplido, pero el destino tiene otros planes para el, haciendo que todas las barreras que se habia autoimpuesto dejen de tener sentido cuando Andrea, una mujer fuerte y decidida a cumplir su sueno, irrumpe en el SWAT. Sin embargo, ella carga a sus espaldas un tormentoso pasado que vuelve para recordarle que su felicidad tiene los dias contados. La vida de Connor corre peligro, y ella no puede permitirlo. Ambos han comenzado a sentir, y el no esta dispuesto a perderla. Sumergete en una historia llena de accion, pasion, mucho amor y algun que otro cocodrilo, que te demostrara que las segundas oportunidades existen, que el amor puede ganar mil batallas y, sobre todo, que los inviernos en Nueva York son para siempre.!!No la dejes escapar!!

  • El secreto del solsticio de verano, Christine Kabus de Christine Kabus

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  • Comer para no morir, Michael Greger de Michael Greger

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    La gran mayoria de muertes prematuras podrian prevenirse con tan solo llevar a cabo sencillos cambios en la dieta y en el estilo de vida. En Comer para no morir, el doctor Michael Greger, experto en nutricion y medico de fama mundial, analiza las quince primeras causas de muerte (enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cancer, diabetes, enfermedad de Parkinson o hipertension arterial, entre otras) y explica como algunos cambios en la alimentacion y el estilo de vida pueden ser mas eficaces que las pastillas u otros tratamientos farmacologicos y quirurgicos, y de este modo vivir una vida mas saludable.

  • Sin final (Sin compasion 4) de W. Winters

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    ARIA unca he visto a Tyler, solo se como es por fotos. Pero incluso antes de eso, cuando tuve el sueno por primera vez, supe que el chico era alguien relacionado con Carter. Todos los hermanos Cross se parecen. El me miro en el sueno, sus ojos oscuros me atravesaron incluso desde el otro lado del jardin sembrado de azul y blanco. Deberia haberme asustado porque sabia que no pertenecia a esta tierra ficticia evocada por mi sueno, pero una suave sonrisa permanecio en sus labios. Acogedor y entranable. El fue muy amable conmigo. Un alma buena entre las flores, aunque sus palabras fueron todo lo contrario. --Ella te mintio --dijo casualmente. Palabras que grabaron confusion en mi rostro, pero enviaron una punzada de miedo que me helo la sangre. Entonces escuche a mi madre. En un instante reconoci su voz, sonamos tan parecidas. Un susurro vino de algun lugar a mi derecha mientras caminaba por el hermoso jardin. Su nombre suplicaba salir de mis labios, raspando desde lo profundo de mi garganta, pero mi voz estaba en silencio. Mi cuerpo anhelaba moverse a su lado, mas cerca de donde ella estaba mientras se alejaba lentamente de mi. Pero mis extremidades nunca se movieron. Quede atrapada en el lugar mientras se acercaban el uno al otro, pero seguian hablandome, mirandome. Como si supieran que yo estaba alli a pesar de que estaba prisionera de lo que me mantenia inmovil y en silencio. Las lagrimas se filtraron por las comisuras de mis ojos y calentaron mi piel mientras rodaban por mis mejillas. Mi padre siempre hablaba de la belleza de mi madre y yo sabia que era verdad, pero ella era mayor en los suenos de lo que yo recordaba. Sin embargo, habia envejecido bien. Trate de llamarla de nuevo, ignorando al chico, el hermano Cross que habia fallecido hacia mucho tiempo. --Nunca menti --me dijo mi madre, todo lo que pude sentir fue la forma en que sus palabras calmaron mi alma. Habia pasado tanto tiempo desde que escuche su voz. Demasiado tiempo. Mis dedos ansiaban moverse, extender la mano hacia ella y sentir su abrazo una vez mas. Yo necesitaba tanto que me abrazaran y mi respiracion se detuvo, imaginando que ella vendria a mi ya que yo no podia ir a ella, pero ella no lo hizo. Sus ojos color avellana estaban empapados de dolor mientras susurraba--: Nunca le menti. -- El viento cortante llevo su voz por el campo. Como si sus palabras fueran una senal, el cielo se oscurecio y un rayo seco lo partio en dos. --?La amabas acaso? --pregunto el chico, mirandola--. En todo esto... ?siquiera la amabas? El insistia en preguntarle a mi madre y la ira que senti fue inmediata, empujando las palabras hasta mi garganta, aunque todavia colgaban silenciosas en el aire. Por supuesto que ella me amaba. Una madre siempre ama a sus hijos. A pesar de que las palabras habian pasado desapercibidas, ambos me escucharon y me miraron, juzgando mi comentario silencioso, pero ninguno me respondio. Lo que les digo en silencio cambia cada vez que vuelve el sueno, pero la falta de respuesta nunca lo hace. --Por supuesto que si, la sigo queriendo hasta el dia de hoy --ella dijo y la voz de mi madre se arrastro con pesar--. Mori por ella. Sus palabras eran claras, aunque el dolor acribillo sus palabras y la expresion de Tyler solo mostro mas agonia cuando nego con la cabeza. Con la cabeza gacha, mi madre se aparto el pelo de la cara y se enjugo delicadamente las lagrimas de debajo de los ojos. El brillo de sus lagrimas hizo que sus ojos fueran mas vividos y me llamaron para que aliviara su dolor. Grite llena de desdicha una y otra vez, rezando para que pudiera entender mis palabras diciendole lo mucho que la amo. Que la extrano. Pero eso no hizo nada por cambiar lo que sucedio a continuacion. Con el cielo gris oscuro abriendose y el granizo cayendo sobre nosotros sin piedad, fragmentos de la vision caen como una pintura empapada en agua. Los colores se vuelven manchas borrosas y corren juntos antes de desvanecerse hasta convertirse en un lienzo en blanco, y me quedo sin nada. Nada mas que el sonido de ellos discutiendo sobre su odio contra su amor y lo que realmente importaba la noche en que ella murio. Y otra noche... la noche en que cambio el curso del destino. Ella grita que murio por mi. Su confesion esta llena de una nota de ira que me duele hasta el tuetano. Pero lo ultimo que siempre escucho antes de despertarme gritando es su murmullo--: Hacemos cosas estupidas por los que amamos. No importa cuantos anos pasen, la pesadilla nunca me abandona. La primera vez que sucedio, estaba en la celda. Hace todos esos anos cuando Carter, mi amor, me tomo por primera vez. Pero las visiones me han perseguido a lo largo de los anos, me han manchado el alma. --N C A P I T U L O 1 ARIA o grites. Con el aliento atascado en mi garganta, mi cuerpo paralizado por la oleada de miedo forzada en cada centimetro de mi cuerpo, escucho la voz, pero no obedezco. Mi grito es amortiguado por su gran mano y me abraza con mas fuerza, acercandome a su duro pecho, sus fuertes dedos clavandose en mi piel. El sonido de su voz silenciandome mientras pateo, golpeando mi cabeza inutilmente contra la pared de musculo contra la que estoy apoyada, ese sonido es lo que me calma. Lo he escuchado antes. Daniel. Mi cuerpo se relaja lentamente, apenas sostenida por mis piernas debiles. La adrenalina todavia corre por mis venas, pero soy consciente de que es el. El hombre que me agarro y me abrazo con fuerza, es Daniel. --No grites --repite, sus labios cerca de la curva de mi oreja. Tan cerca que su calido aliento me hace cosquillas en el cuello y me pone la piel de gallina en el hombro. Demasiado cerca. No solo me asusto; casi me mata de un infarto. Tardo en quitar mis dedos de su antebrazo, uno por uno, sabiendo que mis afiladas unas se clavan en sus brazos. La sangre esta por todas partes y tantas punzadas de dolor recorren mi cuerpo, prefiero estar entumecida. Entumecida despues de todo lo que acaba de pasar. Solo entonces el afloja su agarre y se mueve lentamente frente a mi, una mano aun agarrando mi muneca. --?Que estas haciendo? --Las palabras salen de mi en un suspiro, pero Daniel no responde. Mientras mi corazon late con mas fuerza, el solo me observa de cerca, evaluando mi expresion. El aire de la noche se siente mas frio, y que esta mucho mas oscuro ahora que el esta aqui que hace un momento. El mira detras de mi antes de encontrar mi mirada y preguntarme--: ?Ibas a huir? De todo lo que podria haberme preguntado en este momento, esta pregunta me produce mas culpa de la que jamas admitiria. Con Eli muerto en el suelo detras de nosotros, Addison arriba en alguna parte, escondiendose de todo lo que acaba de suceder, el hecho de que incluso haya pensado en huir me revuelve el estomago. Yo podria haberlo hecho. Podria haber huido y dejar todo esto atras como una horrible pesadilla. Y tambien lo considere seriamente. --No --susurro la palabra, sin saber si es verdad o mentira. El aire de la tarde lame a lo largo de mi piel expuesta mientras me paro en la puerta abierta de la casa de seguridad. La noche es oscura e implacable, muy parecida a la mirada de Daniel. No puedo aguantar, sabiendo que las emociones que siento estan escritas en mi rostro. Dando medio paso hacia atras, siento el dolor de un pequeno corte en mi talon dispararse hacia mi pierna, pero no es nada. Nada comparado con el dolor de saber lo que paso. Todos los pequenos rasgunos que obtuve de la ventana rota, destrozada por las balas, no significan nada. La guerra esta aqui. Los sonidos ensordecedores de disparos han ido y venido. Pero la muerte acaba de empezar. --?Que paso? Expreso la pregunta con dolor crudo presente en cada palabra. --?Carter? --le pregunto y abro los ojos para encontrarme con los suyos mientras se suavizan, luego agrego--: ?Mi padre? --Tu padre no vino. Nikolai tampoco. --Su respuesta es clara y no tiene ninguna pretension de lo que son sus pensamientos mientras sus ojos vagan por mi rostro. Antes de que pueda pronunciar el nombre de Carter de nuevo, sintiendo el familiar dolor de la perdida que ya adormece mi corazon, dice--: Carter esta bien. Los hombres de Talvery recibieron un golpe al venir aqui. Deberian haberlo sabido mejor. Hombres de Talvery. Hombres, a los que se supone que debo ser leal y aliada con ellos. Ya no se que sentir o quien es el verdadero enemigo. Solo quiero que todo se detenga. El aliento que no sabia que estaba conteniendo finalmente se escapa, deslizandose a traves de mis labios entreabiertos mientras me apoyo en la puerta, dejando que el aire frio se deslice por mi cara acalorada. Pero mi garganta esta apretada, las palabras y las emociones se entrelazan y tratan de escapar de mi al mismo tiempo. --?Cuantos...? --Empiezo a preguntar, pero no puedo terminar mi pregunta con el nudo en la garganta. ?Cuantos murieron esta noche? --Muchos --me responde Daniel y mis ojos se dirigen a los suyos, exigiendo mas--. Docenas, Aria. Agarro la parte superior de la blusa de mi pijama, juntando la tela justo en mi pecho, retorciendola y deseando poder borrar el dolor, pero permanece, creciendo con cada latido de mi corazon.

  • La ultima cancion de Mara de Abigail Villalba Sanchez

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    Oscar se estremecio cuando la brisa marina, llena de salitre y secretos, le revolvio el pelo y le recordo que, muy a su pesar, era invierno. Su piel desnuda se erizo desagradablemente y le arranco una sonrisa resignada. —Sabes que esto podriamos haberlo hecho en cualquier otro sitio, ?verdad? —pregunto, divertido, mientras se incorporaba de la arena en la que estaba tumbado y se frotaba los delgados brazos—. En uno en el que no me estuviera helando, por ejemplo. La figura masculina que estaba junto a el, completamente estirado y tan desnudo como el mismo, sonrio con suavidad y se encogio de hombros. Sus ojos, oscuros y enormes, continuaron fijos en el cielo nocturno. —Desde aqui se la oye mejor —contesto, un momento despues. —Me pregunto como sabras tu eso. Al escuchar el tono de chanza de Oscar, Samuel rio entre dientes y se giro hacia el, con una sonrisa divertida dibujada en los labios. —?Crees que no me he asegurado de buscar el mejor sitio? —Se incorporo lentamente, se acomodo junto a el hasta que sus hombros se tocaron y doblo las rodillas para apoyar los brazos en ellas. Despues, le dio un suave empujon y continuo hablando, casi en un susurro—. Se donde quiero hacer el amor contigo. Oscar enrojecio. Despues se echo a reir de puro nerviosismo y se paso las manos por el pelo, de brillante cobre y suaves ondas que caian hasta sus hombros. —Eres encantador cuando quieres algo —le pico, sin perder ni un apice de la acidez que le caracterizaba. Sin embargo, fue en ese momento cuando, por fin, los primeros rayos de luna surgieron de detras de las montanas, asi que toda su atencion se vertio en esa direccion—. Hacia tantisimo que no veia la luna brillar asi… A su lado, Samuel sonrio con tristeza y se abstuvo de decirle lo que pensaba acerca de su exilio voluntario a tierras humanas. En otro momento, quiza, si hubiera contestado de manera diferente. Pero esa noche… la que simbolizaba el fin de ano, no era una noche para las disputas. Y mucho menos con el. El joven suspiro y miro de reojo a su companero, que aun parecia absorto en la contemplacion del satelite, para atesorar esa imagen para siempre: la luna que brillaba en su lento ascenso y que iluminaba con sus rayos la bahia en la que estaban sentados, las finas lineas anaranjadas que surgian, poco a poco, en la piel de Oscar y que revelaban su origen magico y, por ultimo, la sonrisa nostalgica de su companero, esa que hablaba de anos lejos de las profundidades marinas. —?Sabes? —pregunto, finalmente, mientras acariciaba su mejilla con los nudillos—. Cuando te escribi y te propuse venir aqui… bueno, hubo un momento en el que pense que no querrias acompanarme. Oscar aparto la mirada de la luz plateada y la clavo de nuevo en el. Sus ojos, inteligentes y siempre atentos, no tardaron en repasar las espirales violetas de sus mejillas y las lineas rectas, de identico color, que bajaban a lo largo de sus brazos. Tardo un momento en darse cuenta de a que se referia, pero cuando entendio la inseguridad de Samuel, suspiro. —Lo dices por Mara, ?verdad? —Sonrio con resignacion y nego con la cabeza, tranquilizadoramente—. No tengo nada en contra de ella, aunque todos os empeneis en decir lo contrario. Si —admitio—, he decidido abandonar las corrientes en pos de una vida humana. ?Y que? Que ahora viva en tierra, Sam, no significa que no me preocupe por ella. De hecho —anadio y se inclino hacia el, mientras bajaba la voz y acariciaba sus labios con los suyos—, si estoy aqui es para cuidarla mejor. Samuel se estremecio de placer a medida que el beso crecia. El roce de su lengua contra la suya resultaba embriagador, como si aquella fuera la primera vez que lo hacian… o quiza la ultima, pues su relacion siempre habia sido muy tormentosa e inestable y si seguian juntos era, simplemente, porque no podian estar el uno sin el otro. Por eso estaban alli, despues de meses de silencio y rabia, despues del dolor de la ultima separacion. —Te quiero —farfullo entonces Samuel, con premura, entre beso y beso, entre aceleradas y freneticas caricias—. Pase lo que pase. Estemos donde estemos. No lo olvides nunca, joder. —No podria hacerlo. Sabes que yo nunca olvido nada—contesto Oscar, jadeante, con los labios apretados contra su cuello y la excitacion a flor de piel. Ni siquiera la fuerza que la luna ejercia sobre ellos fue capaz de separarles. Sus labios se buscaban segundo a segundo, mientras sus manos se perdian en los rincones mas ocultos y placenteros de su cuerpo humano con una lentitud inhumana, como si no tuvieran prisa alguna. De hecho asi era, pues Samuel se habia encargado de buscar la cala mas escondida e inaccesible de las costas gallegas. Le habia costado un tiempo dar con aquella, pero ahora que tenia a Oscar a horcajadas sobre el se daba cuenta de que su sacrificio habia merecido la pena. Y mientras el cielo estallaba en luces artificiales de brillantes colores y la luna les acariciaba con su fria plata, ambos jovenes se perdieron en una danza tan antigua como el propio tiempo. Una danza tenida de jadeos y gemidos al principio, y poco despues, con la luna llena inmovil sobre el oceano, de una melodia dulce y tierna que procedia de algun lugar entre las oscuras aguas. —Escuchala —susurro Samuel entonces, con las manos aferradas al delgado cuerpo de Oscar y sus labios rozando su oido—. ?No es lo mas hermoso que has oido nunca? —No —farfullo el joven en contestacion, mientras le sujetaba de las mejillas y se perdia innegablemente en el fondo de sus ojos, mientras luchaba por no dejarse llevar por todos los estimulos que le asaltaban: el placer de sentir a Samuel en su interior, la magia de la luna, que le recordaba lo que verdaderamente era, y de fondo esa cancion sirenea que siempre le tocaba el corazon…—. Tu voz es lo mas bonito que he oido nunca. Ambos sonrieron, perdidos el uno en la mirada de otro, inmoviles y acunados por aquella lejana melodia que a ambos les hacia temblar de emocion, quisieran… o no. Y asi, frente contra frente, labios sobre labios, la medianoche llego y se marcho, mecida por el oceano y por las dos criaturas que se amaban sobre la arena, ajenos a que un ano habia muerto y otro habia nacido. Solo se detuvieron, cuando, agotados, se dejaron caer sobre la fria arena, abrazados el uno al otro. Permanecieron asi, en silencio, durante todo el tiempo que duro la cancion de la llamada Mara. Aquella vieja sonata, pese a pertenecer a tiempos preteritos, seguia siendo limpia y tibia y aunaba sus corazones incluso mas de lo que lo estaban en aquellos momentos. Y cuando el sol despunto en dorado, moribunda ya la noche, y la voz de Mara se quebro dando paso a la brisa, ambos hombres se incorporaron y contemplaron la calida belleza de un amanecer invernal. —?Volveremos a vernos? La voz de Samuel interrumpio el silencio. A su lado, Oscar suspiro y se encogio de hombros. —Supongo que no vas a cambiar de opinion, ?verdad? —pregunto este, con suavidad, a pesar de que sabia la respuesta—. Vas a seguir combatiendo por tu lado. No vas a hacerme caso en absoluto. Samuel fruncio el ceno y sacudio la cabeza negativamente, pues lo ultimo que queria despues de aquel encuentro era hablar de politica y de contaminacion. Por eso, apreto los dientes con fuerza y se encogio de hombros. —Te buscare —aseguro entonces, mientras se levantaba y dejaba su atletico cuerpo banarse en la luz rosada del amanecer—. Encontrare la manera de contactar contigo. —Samuel… El joven se detuvo, de espaldas a Oscar. Sus ojos se clavaron en las suaves olas que rompian en la orilla y que le recordaban lo lejos que estaba de casa. Suspiro. —Feliz ano, mi vida —murmuro entonces, sin girarse—. Ten cuidado. Oscar sintio un pellizco en el corazon que hizo que sus palabras se quedaran atascadas en la garganta. Por un lado queria ir con el, olvidarse de lo que estaban haciendo los humanos con Mara y combatirles como Samuel queria que hiciese pero, por otro… Sacudio la cabeza e hizo de tripas corazon, como cada vez que se separaban. Se levanto, beso su hombro con infinita ternura y despues camino en direccion al agua. —Aun puedo cogerme el dia libre —informo Oscar, en contestacion, mientras dejaba que el agua cada vez le arrastrara mas adentro—. Aun podemos regalarnos un dia antes de volver… a lo que cono sea que tengamos. Un dia —rogo—, en el agua, como tu quieres. En casa. —?Estas seguro de eso? ?No prefieres volver a esa… oficina y a tus companias humanas? —Un dia, Sam —repitio, mientras se dejaba caer hacia atras y el agua salada le recibia con agrado, como una madre a un hijo descarriado—. Solos tu y yo. Y mientras sus piernas olvidaban su forma humana y su cuerpo se liberaba del disfraz, una segunda figura se zambullo a su lado y tambien se transformo: sus extremidades dieron paso a una cola firme, fuerte, de brillante color violeta. Las agallas de su cuello se abrieron y bebieron del oxigeno del metodo acuatico y sus ojos, oscuros en la tierra, brillaron con intensidad mientras buceaba en busca de mas profundidad. —!Vamos, Oscar! —lo llamo, en su idioma natal, mientras giraba sobre si mismo y disfrutaba del liquido elemento—. !Que no se diga que se te ha olvidado quien eres! Al escuchar la mofa, el joven sonrio y movio con elegancia la cola anaranjada que le senalaba como triton. Dio un coletazo con fuerza, paso a su lado… y sonrio, antes de guinarle un ojo con descaro y perderse en las susurrantes corrientes de su reino oceanico.

  • Coincidencias de Luis Goytisolo

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    ?Es Coincidencias propiamente una novela? Lo es, pese a que en un principio a mas de un lector pueda parecerle algo atipica. Hasta que, estimulado por los golpes divertidos, desopilantes, del relato, la acepte sin problemas como tal. Y no ya porque cumple con todos los rasgos que caracterizan al genero, sino porque la aparente dispersion inicial propia de una narracion colectiva termina por configurarse en un todo estructurado y coherente.

  • La biblioteca de la luna de Francesc Miralles

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    En un futuro mas o menos cercano, Kumar, un excentrico magnate, crea la primera colonia humana en la Luna: Exovillage, centro turistico para grandes fortunas.

  • Cuando la vida es sexo de Mar De La Vega

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    Si hay una palabra que define la vida de Adriana Herranz sin duda es SEXO. Psicologa y sexologa de profesion, por su consulta van a pasar pacientes de todo tipo, alguno acompanado de graves peligros para ella. En el plano personal esta casada con Hugo Velarde y muy unida al hermano gemelo de este, Bruno. Descubre en esta intensa novela todos los detalles de la complicada y sensual vida de Adriana.

  • Kryptos de Blas Ruiz Grau

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    Un thriller actual en el que Blas Ruiz Grau, con la colaboracion de Bruno Nievas, Cesar Perez Gellida, Gabri Rodenas y Roberto Lopez-Herrero, difumina los limites de la legalidad y nos hace preguntarnos en manos de quien estamos.

  • Un amor en construccion de Lorraine Coco

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    --!Jenna! La cabeza de Krysten asomo por la pequena apertura de la puerta mientras esperaba una respuesta, pero esta no llego. Golpeo con los nudillos la madera un par de veces con impaciencia antes de decidir entrar sin esperar. No tenia tiempo para cortesias. Y aunque su amiga le hubiese dicho un millon de veces que llamase antes de invadir su hogar, no era culpa suya si estaba sorda como una tapia. Aun asi, nada mas adentrarse, y mientras cerraba la puerta tras ella, volvio a llamarla a gritos. --!Jenna! !Vamos! !Si estas tirada en la cama, ya puedes levantarte! Entorno la mirada al no recibir respuesta. El amplio y estiloso apartamento parecia desierto, pero sabia que era imposible que no estuviese alli. Llevaba recluida en su casa doce semanas, desde el incidente. Y no habia conseguido que saliese ni tentandola con extravagantes planes, cenas suculentas o sesiones de tratamientos de belleza que antes le habrian hecho estallar la cabeza. Incluso hacia dos semanas hizo saltar la alarma de incendios del edificio, a la desesperada, pero ni siquiera asi logro que abandonase su auto impuesta prision. Esa manana, sin embargo, iba con un nuevo plan, una idea a la que llevaba una semana dando forma. Se le habia ocurrido mientras ojeaba las noticias en su movil, en el metro, en el transcurso del trayecto desde su casa en Little Italy hasta el Upper East Side, donde residia su amiga. Normalmente empleaba ese tiempo en ver videos en Tik Tok y ojeando las ultimas novedades de lo que se cocia en Instagram. Pero ese dia un idiota la empujo cuando estaba a punto de tomar asiento, y al recoger su movil del suelo debio tocar la pantalla sin querer. Estuvo a punto de desechar la pagina de noticias rapidamente en cuanto se acomodo en su sitio, pero entonces se fijo en el protagonista del articulo y detuvo en seco su dedo antes de deslizar la pantalla a la derecha. Una lectura rapida del articulo, tres minutos de cavilaciones y un par de conexiones neuronales mas tarde, tenia el plan perfecto para devolver a la vida a su amiga. Y por muchas excusas que esta le hubiese preparado ese dia, no iba a dejar que su plan fracasara. Habia tenido que cometer un par de delitos para asegurarse de que asi fuera, pero la necesidad apremiaba y ambas se jugaban mucho. Necesitaba recuperarla urgentemente. Odiaba tener que ponerse dura cuando sabia que estaba sufriendo, pero no podia seguir viendola en ese estado. No soportaba a la gente triste y amargada. Lo llenaban todo de un halo gris y deprimente que se cargaba sus buenas vibraciones. Ademas, en el caso particular de su amiga/jefa, el tema se convertia en una cuestion de supervivencia. Llevaba tres anos trabajando para Jenna, los mejores de su vida laboral, pero parecia que todo lo que habia conseguido en ese tiempo peligraba con cada dia que pasaba, hasta el punto de ver que en pocas semanas se veria en apuros para pagar el alquiler de su apartamento y tendria que volver a pedir asilo en casa de su hermana, su cunado y los cuatro terroristas de sus sobrinos. Sacudio los hombros al sentir un escalofrio que le atraveso la espalda solo con imaginarlo. Ya estaba frente a la puerta del dormitorio de Jenna, y el ansia que la carcomia por contarle su plan hizo que abriese sin llamar, con una energia que estuvo a punto de hacerla puerta giratoria. --!Jenna! !Te juro que como te pille en la cama...! Habia imaginado que la encontraria como tantas otras veces durante las ultimas semanas: alli tirada, sobre el colchon, en pijama y con una pinta desastrosa. Pero en lugar de eso se vio imbuida por la mas absoluta oscuridad. Achico los ojos cuando advirtio una pequena luz azulona que se movia de un lado a otro con rapidez, y sacudio la cabeza justo antes de presionar el interruptor de la luz, esperando tener que enfrentarse a un intruso, armada solo con su mini bolso. --!Mierdis! --exclamo Jenna despojandose de una visera de plastico transparente que cubria su cara. Elevo las cejas y apreto los labios despues, como una nina pequena a la que han pillado robando en una tienda de chuches. --?Que diablos estas haciendo? ?De que vas disfrazada? La respuesta de su amiga fue intentar ocultar tras su espalda la linternita que le habia advertido en la mano un segundo antes. Como si con aquel gesto infantil ella fuese a obviar lo rocambolesco de la escena. Jenna, la mas sensata, centrada y juiciosa de sus amigas (hasta hacia doce semanas) llevaba una especie de mono blanco, como los que usaban los del Centro para el control y la Prevencion de Enfermedades en las series de medicos que devoraba los jueves por la noche. --Tienes exactamente diez segundos para explicarme que esta pasando aqui antes de que llame a tu madre para que te ingrese en algun sitio de esos a los que vais los pijos cuando sufris una crisis nerviosa --le dijo sacando el movil del bolsito y mostrandoselo para que viera que iba en serio. Jenna se mordio el labio inferior y puso ojitos de cordero antes de alzar las manos y despojarse de la parte superior del traje, liberando su cabeza. --No es para tanto... !Lo juro! Solo estaba... estaba... --Apreto los dientes y los punos al tiempo. Estaba tan roja como si hubiesen abofeteado su palido rostro sin piedad. Abrio los labios --... buscando muestras biologicas --escupio las palabras a la carrera, como si no quisiese escuchar su propia declaracion. La que abrio los ojos desorbitadamente en ese momento fue Krysten. --?Muestras biologicas? --Ladeo la cabeza mientras pronunciaba la frase, sin poder creerlo, pero Jenna afirmo repetidamente con energia mientras su gesto se contraia en una mueca avergonzada. --!No estoy loca! !No he perdido la cabeza! Es que despues de encontrar unas braguitas que no son mias en un cajon, yo... Con mirada desquiciada, empezo a negar con la cabeza, como si estuviese sufriendo un ataque. Y tenia que haber sido asi porque entre las muchas peculiaridades de su amiga estaba la fobia a los germenes. Imaginarla tocando la ropa interior de otra persona era surrealista. --Tenia que comprobarlo. Ese... ese pedazo de... se acosto con esa... con esa... --Con ese zorron --termino por ella, viendo que la furia que habia empezado a dominarla, y que hacia que su rostro pareciese ahora incandescente, se le atragantaba en el gaznate. --Si, con... esa. !En mi cama! !Mi casa! !Mi hogar! El que he estado pagando con mi esfuerzo, con mi programa, mientras el se hacia un nombre a costa del mio y vivia de gorra porque supuestamente respetaba y admiraba mi independencia, mi autonomia, mi capacidad de emprendimiento y mi carrera. !El muy hijo de...! --Perra, cielo. Hijo de perra. Puedes decirlo abiertamente --apunto posando una mano sobre el hombro plastificado de su amiga. Aparto la palma al instante, repeliendo el contacto gomoso, y aleteo los dedos al tiempo que arrugaba la nariz. Jenna empezo a sacudir los brazos con rabia, como un pajarillo enfundado en un preservativo blanco y brillante, mientras hacia pequenos ruiditos que pretendian ser grunidos, pero que en la finolis de su amiga no eran mas que quejidos lastimeros. No lo iba a negar, verla disfrazada con ese mono, la cara enrojecida, el cabello largo y rubio pegado al rostro perlado de sudor, en medio de la escena de CSI que se habia montado, era rocambolesco. Pero por fin la veia estallar y hacer algo mas que llorar como una mema. Tenia que dejar que sacara su ira, frustracion y dolor. Ella, de haber estado en el lugar de Jenna, le habria rajado las ruedas del coche a su ex, le habria tirado en plena calle un cubo con restos de pescado putrefacto, y subido a las redes sociales las fotos de aquel viaje a las islas griegas en las que tuvo la ocurrencia de ponerse un tanga verde fluorescente. Pero su amiga y ella no se parecian en nada. Se habian criado en lados opuestos de la ciudad. Jenna habia nacido en el seno de una familia adinerada, mientras que ella habia aprendido en su barrio que el que la hace, la paga. Y su mente retorcida habia imaginado cientos de escenarios en los que humillaba a su exjefe hasta convertirlo en el hazmerreir y la comidilla de todo el mundillo televisivo. Pero Jenna se lo habia impedido alegando que ellas eran mejores personas, estaban a otro nivel y no iban a rebajarse a su juego sucio. Sabia que creia aquella afirmacion palabra por palabra, pero tambien que Jenna evitaba a toda costa alimentar el escandalo en el que se habia visto envuelta cuando su novio, su prometido, su companero en el programa de reformas mas famoso del momento, la habia dejado delante de toda la audiencia nacional, en directo, en un programa especial de recaudacion de fondos. Era un programa en el que su amiga habia deseado participar durante meses, en el que se subastaban sus demandados servicios como disenadora de interiores. Se habia hecho eco del evento en todas las redes sociales, prensa y television. La audiencia habia sido la mas alta del mes y ante toda aquella gente, el asqueroso de Kevin la habia ridiculizado, avergonzado y dejado en directo, por una de las presentadoras del programa, con la que al parecer hacia meses que mantenia una relacion. Desde entonces, la humillacion no la habia dejado salir siquiera de casa. Primero, intentando evitar a la prensa sensacionalista que se habia apostado las primeras semanas, camara en mano, en la puerta de su edificio, deseosa de conseguir la instantanea de la destrozada y hundida Jenna Hopper. Y despues, cuando las aguas se calmaron, tampoco quiso salir temiendo ser reconocida y vuelta a ridiculizar por cualquiera que hubiese visto el programa o se hubiese reido con alguno de los innumerables memes que se habian hecho a su costa tras el incidente. Habia sido durisimo para ella. Las cosas que habia dicho el asqueroso delante de todo el pais... Entendia que hubiese necesitado un tiempo para reflexionar, lamerse las heridas y recuperarse. Pero el periodo de autocompadecerse habia terminado. Se lo decia su instinto, su preocupacion de amiga, y su cuenta bancaria, que estaba tiritando tras estar tres meses sin ingresos del programa que Jenna habia cancelado al romperse la pareja. --!Esta bien! No puedo seguir viendote de esa guisa, y tampoco oliendote, para ser sincera... --dijo tras aproximarse a su amiga y olisquearla como un sabueso. Jenna abrio los ojos, espantada--. ?Te extranas? Eso es plastico y estamos a mas de treinta grados. Sudas y hueles como una gorrina. Jenna introdujo la nariz por el cuello del traje y casi se puso azul. --!Oh, Dios mio! --exclamo espantada--. !Voy a darme una ducha! --Me parece una idea estupenda. Yo me ocupo mientras de quemar el colchon. --Cuando su amiga, que ya iba en direccion a la puerta, se giro alzando las cejas como si de repente la hubiese iluminado con la mejor de las ocurrencias, anadio--: !Era una broma, loca! Pero me deshare de el sin testigos y haciendo que parezca un accidente. --Le guino un ojo y Jenna sonrio, iluminando sus facciones dulces y elegantes. --Eres la mejor amiga del mundo --declaro de repente--. No se si te lo he dicho mucho ultimamente, pero sabes que te quiero, ?verdad? Sus palabras la emocionaron, y estuvo tentada de ir a abrazarla, pero luego recordo que apestaba y se limito a asentir, tocarla con la punta de los dedos y hacerla girar para guiarla hasta el bano de la suite. --Perfecto, recuerda lo que acabas de decirme hasta que salgas de la ducha porque... !tengo un plaaaaaan! --dijo en tono cantarin. Jenna le brindo una mirada entornada desde el interior del bano, pero antes de que pudiera preguntarle que se le habia ocurrido, cerro la puerta en sus narices y grito: --!Primero la ducha! --Y cuando oyo segundos mas tarde el sonido del agua correr, se mordio el labio volviendose a preguntar que clase de arma usaria para matarla cuando descubriese lo que habia hecho. CAPITULO 2 Jenna salio de la ducha y se envolvio en la mullida toalla blanca que cogio del toallero. La anudo sobre su pecho y tomo otra mas pequena para hacer lo mismo con su cabello, dejandolo recogido asemejando un turbante. Era una operacion mecanica, algo que repetia sin la necesidad de pensar en sus pasos. Y durante unos segundos se dejo llevar por esa inercia apaciguante, hasta que se detuvo en el reflejo del espejo y se contemplo como lo harian los demas si la viesen en ese momento: como una loca desquiciada y hundida. Aparto la vista y se concentro en el resto de tareas mecanicas que hacia al salir de la ducha cada dia, como su ritual de cremas, desenredar su cabello largo y dorado, y perfumarse. Cualquier cosa que le impidiese pensar en lo que acababa de hacer. Porque habia que estar muy loca para haberse disfrazado de esa forma y buscar durante horas pruebas biologicas por toda su casa. ?Que habria hecho de haberlas encontrado? ?La habria ayudado eso a superar el dolor, la traicion, el sentimiento de fracaso o la verguenza? El pulso le temblo al darse cuenta de que si alguien la hubiese visto, la situacion no habria hecho mas que confirmar todo lo que habia dicho su ex de ella. La lista de adjetivos para calificarla ante todo el pais habia empezado por loca, maniatica, perturbada y... Se negaba a repetirla al completo en su mente, como las cientos de miles de ocasiones en las que se habia dejado llevar por el punzante recuerdo en aquellas semanas. Lo curioso era que nunca se habia considerado una persona con esos problemas hasta que el la vejo publicamente. Y entonces la verguenza y el sofoco de verse juzgada y abochornada le hicieron perder la cabeza. Hasta ese momento se habia considerado una mujer fuerte, a la que no le importaba la opinion que tenian los demas de ella. Se habia sentido segura de si misma, pero las ultimas semanas habian sido clarificadoras en ese sentido, pues descubrio que siempre le habia importado la opinion de cuantos la rodeaban, darles lo que esperaban de ella, ser complaciente y perfecta. Imaginaba que era algo que le habian inculcado sus padres desde nina, pues asi habian sido ellos, o al menos la imagen que daban de puertas para fuera. En consecuencia, siempre se habia esforzado por ser la hija perfecta que encajase en la fotografia familiar. Su cometido habia sido sacar las mejores calificaciones en sus estudios, destacar en cuanto hacia y buscar la excelencia. <>. Eso le habia dicho su padre hacia unos dias cuando le confeso que ya no estaba segura de querer seguir con su empresa de diseno. Creyo que el, un importante empresario del sector joyero, la habria animado a no desistir, a luchar, que a lo mejor le habria brindado las palabras que la animarian a salir de la espiral de verguenza y autocompasion en la que estaba perdida. Pero no habia sido asi. Elevo la vista y dejo que su mirada se clavase en la de su reflejo, y se pregunto cuanto estarian dispuestos a pagar por ella ahora. Hacia tan solo unos meses era Jenna Hopper, la mas cotizada y valorada disenadora de todo el pais. Los clientes esperaban hasta dos anos para que ella pudiese hacerse cargo de su reforma o la redecoracion de alguna de sus propiedades. Todos buscaban su esencia, su sello y estilo. Pero ahora... Ahora los que la habian llamado lo habian hecho para acribillarla a preguntas sobre el programa, interesarse falsamente por su estado o cotillear sobre las ultimas noticias que habia publicado su ex en las redes sociales. Como si saber que era super feliz, que ahora si tenia a la novia perfecta y que acababa de comprometerse y firmar para tener su propio programa de television sobre parejas que se enamoraban en directo en dos citas, fuese a hacerle algun bien a ella. La unica persona que se habia mantenido a su lado, inamovible y siempre intentando salvarla de la oscuridad en la que se sentia inmersa, era Krysten. Su alocada, divertida, excentrica y especial amiga. Habia sido una suerte que hubiese sido ella la que la habia pillado haciendo de CSI, porque sabia que jamas la venderia ni contaria sus mas humillantes secretos. Los habia guardado desde que se conocieron hacia siete anos, cuando se los confeso completamente borracha durante una fiesta universitaria. Krysten no se parecia en nada a las amigas que habia tenido hasta ese momento; las que habia conocido en el club de campo del que era socio su padre, en su escuela privada o las hijas de los amigos que frecuentaban la mansion familiar. Ella era descarada, insolente, hablaba sin tapujos ni dobleces. No habia una gota de falsedad en su larguirucho cuerpo. Y desde el minuto uno fue estimulante para ella, como aire fresco que llegaba a su vida para abrirle la ventana a un mundo que hasta entonces habia estado vetado para ella. Por eso le habia pedido que se convirtiera en su ayudante cuando decidio emprender y crear su propia empresa de diseno. Necesitaba su dosis de realidad, su facilidad para simplificar las cosas, para olvidarse de las apariencias y su capacidad de trabajo y honestidad. Tenia que haberla escuchado cuando le dijo que no le gustaba Kevin, que le parecia artificial y prepotente. Que escondia un halo de falsa modestia y una hostilidad maquillada de seguridad. Con frecuencia lo habia acusado de ser un aprovechado, una especie de parasito que se alimentaba de su exito. Tambien decia que era un interesado y manipulador. En definitiva, un cuadro. Nunca le habia caido bien. Y la animadversion era mutua, pues Kevin tampoco habia soportado la presencia de Krysten en su vida. La tachaba de vulgar, descarada y teatral. Decia que le daba mala imagen y que tenia que deshacerse de ella, como si fuera un cachorro que habia decidido adoptar para despues aburrirse de el. La guerra entre ambos siempre habia anadido tension a la dinamica de trabajo, pues se sentia en la obligacion de defender a uno y a otro delante del contrario para mantener la paz. Creia que merecia la pena conservar a ambos en su vida y ahora veia que cuanto le habia intentado mostrar su amiga era cierto. Aun asi, aun estando acertada en todo lo que habia dicho de su ex, desde la ruptura ni una sola vez le reprocho haberselo advertido. Aunque sabia que, en su fuero interno, se carcomia por hacerlo. Sonrio al imaginarla estallando y soltando por esa boquita todo lo que guardaba desde hacia casi tres meses en uno de sus apabullantes ataques de sinceridad brutal. No iba a negarlo, esa era una de las cosas que echaba de menos de trabajar con ella. Los momentos en los que se divertian juntas y conseguian que una situacion caotica, como las muchas que se daban en una obra, se convirtiese en una anecdota que atesorar. Suspiro desolada posando una mano sobre el pomo de la puerta antes de abrirla. Temia que esos momentos ya no se volviesen a repetir. No se sentia ni con fuerzas ni capaz de enfrentarse al mundo, a los juicios y las criticas. Se imaginaba mas desapareciendo en mitad de la noche, tomando un avion a algun recondito lugar del mundo donde nadie la reconociese y donde pudiese dedicarse a alguna causa humanitaria. No era ninguna locura, se dijo saliendo del bano para empezar a cubrirse con un vestido fresco y holgado, de largo por encima de la rodilla. Y tampoco seria la primera vez que se embarcaba en una aventura asi. Durante la universidad, varios veranos los habia dedicado a viajar a paises como la India, Etiopia o Camerun para participar en las causas en las que colaboraba su madre recaudando fondos en las muchas asociaciones en las que participaba. Para el grupo de mujeres elitistas con las que se codeaba, no eran mas que una forma de entretenimiento y competencia entre ellas. La que mas recaudaba era mejor persona. Y por eso, cuando ella decidio apuntarse personalmente a una de esas causas, ayudando en la construccion de viviendas en la India, su madre no pudo poner objecion, pues aquello le hizo subir puntos frente a su grupo de amigas. Ella, sin embargo, vio la oportunidad de hacer algo mas que sonreir y figurar en el ambiente falso y edulcorado en el que habia crecido. Descubrio que podia ser util de verdad, que sus ideas sobre estructuras y aprovechamiento del espacio eran valoradas, y descubrio que queria ayudar a los demas haciendo lo que mas le gustaba.

  • Contrato II. Lo que quiero de ti de Aryam Shields

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    Ama sin esperar nada a cambio, vive dando y muere recibiendo. Esta deberia ser una premisa de vida…
    ?Como hacer cuando el lado egoista desea algo mas.?
    Katheryne y Alessandro han pasado seis meses, el siendo dominante y ella sumisa, pero el castigo injustificado lleva a Kath a abrir los ojos y a reconsiderar el contrato que habia firmado con Alessandro, instaurando un nuevo acuerdo entre los dos que traera nuevas condiciones que los llevara a profundizar su relacion.
    ?Podra Alessandro aceptar las condiciones que Katheryne le exige a cambio de permanecer juntos?

  • Los peces de la amargura de Fernando Aramburu

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    Es dificil empezar a leer las historias en principio modestas, de una enganosa sencillez de Los peces de la amargura, y no sentirse conmovido, sacudido -a veces, indignado- por la verdad humana de que estan hechas, una materia extremadamente dolorosa para tantas y tantas victimas del crimen basado en la excusa politica, pero que solo un narrador excepcional como Aramburu logra contar de manera veridica y creible. Un padre se aferra a sus rutinas y aficiones, como cuidar los peces, para sobrellevar el trastorno de una hija hospitalizada e invalida; un matrimonio, fastidiado por el hostigamiento de los fanaticos contra un vecino, esperan y desean que este se vaya de una vez; un joven recuerda a su companero de juegos, que luego lo sera de atentados; una mujer resiste cuanto puede los asedios y amenazas antes que marcharse… A manera de cronicas o reportajes, de testimonios en primera persona, de cartas o relatos contados a los hijos, Los peces de la amargura recoge fragmentos de vidas en las que sin dramatismo aparente, de manera indirecta o inesperada -es decir eficaz-, asoma la emocion y, con ella, la denuncia y el homenaje.

  • La Ninera de Papa de Alicia Bloom

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    “Una hermosa historia a traves de una serie de eventos desafortunados para ambos personajes que termina siendo lo mejor que les pudo pasar en sus vidas. Noah y Mia, dos completos desconocidos que terminan siendo los mejores amantes.

  • El fuego en tus ojos de Virginia Camacho

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    Altoona, Pensilvania. Samuel Slater salio de la vieja casa de su padre hacia el jardin delantero buscando a su hermana. Era una noche de verano, y se escuchaba el cantar de los grillos en los arboles; la brisa calida hacia desear meterse a un recinto con aire acondicionado, pero en su casa no habia, asi que, despues de todo, afuera estaba mas fresco. De todos modos, por esta zona no era recomendable ir por alli en la oscuridad, aunque eso Cassie ya lo sabia. La encontro sentada junto a los setos de la senora Wilson, tan bien cuidados como siempre, y se sento a su lado en el bordillo del anden. Cassie lucia un pantalon corto de jean y una simple blusa de tiras de colores. Su cabello castano oscuro estaba recogido, y gracias a la luz de las farolas, se veia el brillo de las lagrimas en sus ojos. Se estuvieron en silencio por varios minutos, mirando la niebla entre los anosos arboles de la calle, y de vez en cuando se escuchaban los sollozos de Cassie. --Lo siento --sollozo ella, y metio su cabeza entre sus rodillas, como si quisiera abrir un agujero en la tierra y meterse alli por una eternidad--. Lo siento tanto--. Samuel levanto su mano y la abrazo--. No queria fallarles asi... --No nos has fallado... --dijo con voz tierna y grave, pero eso no apaciguo a Cassie. --Esto echa a perder todos nuestros planes. --No es cierto... --Y no quiero abortar --siguio ella, moviendo su cabeza para mirarlo de frente--. Lo pense, lo pense muy bien, y me da mucho miedo... De hecho, me da mas miedo que tu y papa furiosos y decepcionados de mi. Tendre este bebe, Sam. --Esta bien. --No, no esta bien --volvio a sollozar ella--. Solo tengo veinte anos... y mi trabajo no es que me este pagando en oro... --No tengas miedo --le pidio el acercandola con su brazo y besando su cabello--. Cuando me gradue, sere un ejecutivo con una muy buena paga, y luego, un exitoso empresario. Mi sobrino, o sobrina, lo tendra todo, porque a pesar de que tu entres a la universidad luego de que yo haya salido, seras tambien una profesional. El bebe no altera nuestros planes. --Solo los hace mas dificiles de conseguir. --Por un tiempo --admitio el--. Pero no estas sola... En ningun momento, Cassie--. Los ojos de ella volvieron a inundarse de lagrimas, y lo abrazo con toda su fuerza. Ah, adoraba a este tonto de cabeza dura, sonrisa facil y convicciones firmes. Era, junto a su padre, su pilar en la vida, su ejemplo a seguir, casi su mitad, pues habian compartido utero y nacieron con una diferencia de solo minutos. La pobreza trae pobreza, decian por alli, y era muy comun que jovencitas sin estudios superiores como Cassie, venidas de ninguna parte, procrearan sin son ni ton. Ella habia cometido el error de acostarse con un hombre que luego se hizo el sordo cuando le notifico de su embarazo, y ahora tenia que apechugar. Afortunadamente, su hermano estaba alli; solo su apoyo moral ya le daba un gran alivio. --Siento poner esta carga sobre tus hombros--. Samuel solo suspiro. --Te apoyare en todo lo que este en mi mano --le prometio el--, pero al fin de cuentas, seras tu quien lleve la mayor parte de esa carga, Cassie. Yo me ire a la universidad, y aunque vendre para el nacimiento, y estare en las fiestas y las vacaciones todo lo que me sea posible, seras tu quien sufra las nauseas, los antojos, los dolores, los trasnochos... --Oh, no hables de eso, que me entran ganas de salir corriendo --Samuel sonrio. --Y papa te ayudara --dijo--. No lo viste, pero, luego de la primera impresion, creo que lo hace feliz ser abuelo. --?Tu crees? --Si, lo creo. Tal vez no vaya a aplaudirte, pero tampoco te dejara sola--. Cassie suspiro apoyando su cabeza contra la de el, sintiendose mucho mejor. --Ojala sea una nina --dijo de pronto. Ocho meses despues de aquella conversacion, nacio Harper; y tal como lo prometio, Samuel tomo un autobus desde el estado de Massachusetts, donde estaba su universidad, hasta Pensilvania. Solo pudo estar con ella unas pocas horas, pues tuvo que regresar el mismo dia debido a todas sus obligaciones, pero consiguio tener en sus brazos a su bella sobrina y besar a su hermana en la frente mientras al fin se daba un respiro luego de la dura labor de traer a su hija al mundo. --Bienvenida, Harper --le dijo a la pequena y preciosa carga que llevaba en sus brazos, arrullandola con suavidad, temiendo hacerle dano, y al mismo tiempo, deseando apretarla muy fuerte entre sus brazos--. Soy tu tio, el tio Sam. ?No es apropiado? Nada te va a faltar, te lo prometo. Ahora eres una razon mas para trabajar mucho y superarme--. En el momento, Harper arrugo su carita, asomo su lengua blanca y rosada y bostezo estirandose como una gatita, pero al tiempo volvio a relajarse y siguio dormida. El corazon de Samuel quedo totalmente cautivado. Desde ahora, hasta su muerte, ella era el amor de su vida. 1 Ciudad de Nueva York. --No puedes hacerme esto --protesto Catherine caminando tras su madre a traves de los pasillos del enorme apartamento en el que habia vivido la mayor parte de su vida. Laverne Brown simplemente ignoro a su hija y se sento tras un escritorio de alamo, elegante y enorme, que ocupaba casi toda la habitacion--. Mama, te lo advierto, no me hagas esto. --?Que es ese castigo tan grande que crees que te estoy infringiendo? --No voy a casarme con Oliver White. En primer lugar... !No siento nada por el! En segundo, !es un idiota!, y en tercero... Me gustaria, si algun dia me caso, elegir al hombre por mi misma. --?Como que no sientes nada por el? --replico Laverne, como si hubiese sido lo unico que Catherine dijera--. ?No has sido su novia desde hace...? --!Nunca he sido su novia! Solo amigos, amigos del club, de fiestas y paseos, eso no me hace su novia... Lo sabrias si escucharas algo de lo que te digo, pero... --Entonces son buenos amigos. Eso es suficiente. No necesitas sentir nada demasiado especial para casarte... --!No! --protesto Catherine en voz alta--. No, mama, !no! --Laverne respiro profundo al ver que su hija se alteraba y le lanzaba miradas acusatorias. --No puedo creer que a estas alturas de la vida todavia me salgas con tonterias como esa --dijo con voz suave, aunque no amable--. ?Acaso no te eduque para que fueras una mujer emocionalmente independiente? ?Ahora me sales con que quieres sentir cosas especiales por tu marido? --?Y que tiene de malo? --Tu deber como la heredera de Laverne Inc. no es tener esos suenos tontos de nina. !Despierta, ya estas en el mundo real! --Mama... --La familia White esta mas que dispuesta a pasar por alto nuestras diferencias en riqueza y aceptarte en su familia. Deberias darte por bien servida, ojala yo hubiese tenido tu suerte. Creeme, todo habria sido mas facil para mi. --Pero es... --Te estoy facilitando las cosas y no haces sino quejarte --siguio Laverne sin dejar hablar a su hija, algo muy comun en sus conversaciones y que siempre irritaba a la mas joven--. Cumplo con mi deber de madre al dejarte bien posicionada en la vida, !y solo lloras! Catherine miro a su madre con rencor. No era cierto. Nada de lo que acababa de decir provenia de sus sinceros sentimientos. En primer lugar, Laverne no queria que su hija heredara su preciosa compania, su marca de maquillaje que la habia llevado al exito internacional. Solo tenia cuarenta y siete anos, por lo tanto, aspiraba estar en la silla de presidencia muchos anos mas. Cuando, inocentemente, una vez le dijo que seria la mejor en la escuela y la universidad para algun dia dirigir la marca, ella solo se rio y le contesto que siguiera sonando. En ese momento penso que lo habia dicho porque dudaba de sus capacidades, asi que se esforzo muchisimo mas. Veia a su madre trabajar de sol a sol, llevarse documentos a casa y estudiarlos hasta altas horas de la noche, y ese se habia convertido en su ejemplo a seguir. Fue muchos anos despues, luego de que logro ingresar a la MIT, y que gracias a eso los socios empezaron a evaluarla como futura presidente, que le dijo que aprendiera todo lo que pudiera para que algun dia iniciara su propia empresa. No para heredar, no. Para iniciar la suya. Lo que indicaba claramente que Laverne Brown no veia en su hija a su heredera, sino una competencia. La estaba casando con un idiota hijo de una familia mas rica y poderosa solo para tener excelentes contactos y sacarla a ella de su camino. Dos pajaros de un tiro. Saber eso ardia y dolia al mismo tiempo. Para su madre, ella nunca estaria lista; nunca estaria a la altura. Pero lo comprendia solo ahora, que era adulta y se estaba acercando peligrosamente a sus objetivos. Como todavia dependia economicamente de ella, estaba jugando sucio. "Yo tambien se jugar sucio, mama", quiso decirle. "Aprendi de la mejor, tu". Toda la educacion de Catherine habia estado orientada a convertirla en una mujer dura, de acero; de las que pegan antes de ser golpeadas, de las que aplastan antes de sentirse siquiera amenazadas. Pero la que la estaba amenazando ahora era precisamente la mujer mas fuerte que ella conocia, asi que tendria que callarse sus pensamientos y ser mas astuta. Aunque, la verdad, era que por dentro estaba asustada y dolida. Habia hecho de todo para conseguir la aprobacion de Laverne, para estar a la altura de sus exigencias, y cada vez que creia que lo estaba consiguiendo, sucedian cosas como esta. ?Pero que se podia esperar de la mujer que acabo con su propio marido? Cuando estaba pequena, un dia simplemente su madre tomo sus cosas, a ella, y se fue lejos. Rento un apartamento en Manhattan, la puso en una nueva escuela, y a su padre solo lo veia muy de vez en cuando. Se estaban divorciando, comprendio. --No quiero que se divorcien --le habia dicho a su madre, llorando--. Quiero que esten juntos otra vez. --Tu padre es un perro infiel --exclamo Laverne entre dientes--. Como todos los hombres, perro infiel. Te prohibo que llores por el. No tiene derecho a que lo extranes. El nos cambio por una zorra. Al principio lo lloro, lo llamaba a escondidas exponiendose al castigo de su madre, y el le contestaba feliz, diciendole todas las cosas bonitas que necesitaba escuchar. Cuando le pregunto si era verdad que era un perro infiel, su padre se molesto, llamo a Laverne para reclamarle el estar hablandole mal de el a su hija, y entonces ella recibio un castigo por llamar a su papa sin autorizacion. El divorcio fue largo y ruidoso, pero Laverne le quito todo lo que pudo. Como la infidelidad de su padre pudo demostrarse, le quito el dinero, los bienes, y sobre todo, le quito a su hija, que era lo unico que el le pedia. --?Por que le fuiste infiel? --le reclamo ella a su padre en una de esas ocasiones en que podian verse. Unos cortos dias en verano, de ano en ano--. ?Por que destruiste la familia? --El solo la miro con tristeza. No podia decirle que era mentira, pero si le explicaba sus circunstancias, ella no las entenderia. Pero luego fallecio en un accidente, asi que nunca pudo explicarle nada. Cuando entro en la adolescencia, en su mente ya estaba acunado el pensamiento de que los hombres eran perros infieles, que ninguno servia para nada, que las mujeres podian estar muy bien sin ellos. Al fin y al cabo, su madre lo habia conseguido; era una exitosa empresaria, cada vez ganando mas dinero con su marca de maquillaje, haciendose cada vez mas famosa, mas fuerte. Si se enteraba de que tenia algun amigo, Laverne la alentaba a aprovecharse de el todo lo que pudiera, sacandole regalos costosos a cambio de muy poco. Si se enteraba de que alguna chica era amiga de su "novio", le aconsejaba que la destruyera, pues no se podia confiar en nadie. Era una filosofia de vida agotadora, y a Catherine a veces le faltaban tripas para ejecutarla. Sin embargo, en todas las relaciones que tuvo, ella nunca fue la perdedora. Excepto ahora que, al parecer, su madre la estaba considerando una amenaza, y la estaba "destruyendo". Estaba aplicando en ella sus metodos. --No me casare --insistio Catherine, tratando con todas sus fuerzas de parecer firme--. Si lo que quieres es tener buenos contactos, hay otras formas de conseguirlo. Si necesitas dinero... --?Me lo vas a conseguir tu? --se burlo Laverne elevando la comisura de sus labios y mirandola despectiva. El corazon de Catherine se acelero; su madre estaba cambiando el modo de batalla, lo veia en sus ojos gris palido, iguales que los suyos, en su sonrisa tenebrosa. Trago saliva y empuno su mano. --En este momento no --susurro--, pero... --Casandote es la unica forma en que podrias proporcionarme esos millones. Oliver esta obsesionado contigo, y es de agradecer. Recuerda que no eres tan bonita--. Al escuchar aquello, Catherine se quedo sin aire--. Atrapa marido ahora que eres joven. Si te parecieras mas a mi, te garantizaria tener a todos los hombres a tus pies aun cerca de los cincuenta, pero saliste a tu padre y aun a tus veinte, pareces un hombrecito. --No me... --!Eres la menos bonita entre tus amigas, y lo sabes! Que Oliver se fijara en ti, y no en la boba de Joyce, o la taimada de Jessica, !es un milagro! --Basta, mama... --Ah, ?no te gusta que te recuerde la realidad? Entonces no me provoques, y haz lo que te digo. Oliver es el mejor candidato que jamas tendras. Hazlo por las buenas... Conoces mis metodos a las malas, y no te gustan--. Los labios de Catherine temblaron, pero se los mordio obligandolos a estarse quietos, y sin poder anadir nada mas, dio la media vuelta y salio del despacho privado de su madre. Al llegar a su habitacion, no pudo evitar correr y sentarse frente a su espejo. Desde luego, no era la primera vez que Laverne atacaba a su hija de esa manera; desde nina siempre le senalo todos los defectos que tenia. Segun ella, Catherine tenia el rostro huesudo, igual que todo su cuerpo, sin curvas, como un hombre. Laverne odiaba su nariz, tanto, que incluso habia hecho las diligencias para una rinoplastia. Le molestaba que su cabello fuera castano y no rubio, como el de ella, y siempre criticaba sus cejas anchas y gruesas, tambien de hombre. --Seguro ibas a ser un macho --decia siempre--, y a mitad de camino la naturaleza se arrepintio, y naciste con vagina. Ni tetas tienes.

  • Yo, La Peor de Monica Lavin

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    La novela definitiva sobre sor Juana Ines de la Cruz. Una mujer fuera de epoca, una escritora flagrante, apasionada y sensual que entregada a la razon y consagrada en su fe, tomo los retos mas grandes para lograr que su alma se dejara conducir por los seductores caminos del conocimiento.

  • La Herencia Secreta de Edgar Alberto Rojas

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  • A un corazon del cielo de Diego Rivera

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    Si hay algo que aprendi, es que la vida puede cambiar de rumbo de un dia para el otro sin aviso, y que el destino, tal y como lo teniamos planeado, de pronto puede desaparecer. Fue al comienzo del verano que lo conoci a el, a Gerard, el chico que se convirtio en el hombre de mi vida sin esperarlo. Fuimos amigos al comienzo, pero con el pasar del tiempo nos fuimos enamorando profundamente y gracias a el, pude vivir la mejor epoca de mi vida luego de que los medicos me diagnosticaran una MCD (Miocardiopatia Dilatada) en el corazon, enfermedad que iria acabando conmigo en pocos meses a no ser que apareciera un donante compatible conmigo a tiempo.
    Angustia, miedo, risas, amigos, llanto, amor e incertidumbre, son algunas de las palabras que mas resaltaron aquel caluroso verano que marco mi vida para siempre.
    Mi nombre es Domiana Rey, y esta es mi historia.

  • Tocar las estrellas de Katie Khan

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  • Mi amor en vano de Soledad Puertolas

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    Esteban, un joven que sobrevive a un accidente de trafico, debe plantearse la vida de una forma nueva. Tendra que vivir desde el combate contra el dolor y desde la limitacion, por lo que se desvincula de su vida anterior, de su familia y de sus amigos, y se va a vivir solo a un barrio distinto. En el nuevo contexto, el Centro de Rehabilitacion al que acude diariamente sera el principal referente. Entre sus nuevos vecinos, una familia compuesta por Dayana, una mujer madura que ha sido actriz, cantante y modelo de artistas, Eugenio, su marido, alcoholico y periodista deportivo, y su hija Violeta, que se dedica a hacer arreglos de ropa y collares, va acercandose mas y mas a el.

  • Historias de un agente inmobiliario de Jacobo Armero

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    UNA NOVELA PARA ENTRAR A VIVIR

  • Binti. Hogar de Nnedi Okorafor

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    Cinco, cinco, cinco, cinco, cinco, cinco --susurre. Ya estaba ramificando, con los numeros dando vueltas a mi alrededor como granos en una tormenta de arena, y senti un profundo chasquido cuando algo en mi interior cedio. Produjo un dolor agradable, igual que al crujir los nudillos o estirar un musculo. Me hundi mas y halle calidez. Podia oler la sangre en mis venas y el aroma terroso del otjize que me habia aplicado en la piel. La habitacion desaparecio. La mirada sorprendida en el rostro de Okpala, mi profesora de matematicas, desaparecio. Aferraba mi edan, y las puntas de su forma estrellada se me clavaban en las manos. --Oh, cielos --murmure. Algo le estaba pasando. Abri las palmas ahuecadas. Como no sabia que no debia soltarlo, lo habria dejado caer si no me hubiese hallado en meditacion matematica profunda. Lo primero que pense fue en la bola de hormigas que vi una vez, con seis anos, rodando por una duna; asi se desplazaban cuesta abajo las hormigas del desierto. Habia corrido para observarla de cerca y chille con alegria y asco ante la fluctuante masa viva de sus cuerpos. Mi edan se retorcia y revolvia ahora como una bola de hormigas del desierto; las laminas triangulares que lo componian giraban, rotaban y cambiaban entre mis palmas. La corriente azul que habia invocado oscilaba rodeando y adentrandose entre las placas como un gusano. Se trataba de una nueva tecnica que me habia ensenado la profesora Okpala y que habia perfeccionado durante los ultimos dos meses. Incluso la llamaba la corriente del <> por su forma y porque requeria emplear la metrica de estos agujeros para activarla. <>, me dije. Una parte reprimida de mi queria lamentarse porque la corriente que atravesaba el edan lo estaba desmontando; debia parar, nunca seria capaz de juntar todas las piezas de nuevo. Sin embargo, abri la boca y volvi a susurrar el numero tranquilizador. --Cinco, cinco, cinco, cinco. <>, pense. Senti una rafaga de viento en la cara, como si algo hubiera pasado por delante. Me pesaban los parpados. Deje que se cerraran... -- oOo -- Me hallaba en el espacio. Oscuridad infinita. Ingravidez. Volaba, caia, ascendia, atravesaba el quebradizo polvo metalico de un anillo planetario. Unas piedras minusculas me acribillaban la piel. Abri un poco la boca para respirar y el polvo me azoto los labios. ?Podia respirar? Un aliento lleno de vida broto en mi pecho desde mi interior y senti que los pulmones se expandian, llenandome. Me relaje. --?Quien eres? --pregunto en el dialecto de mi familia una voz que procedia de todas partes. --Binti Ekeopara Zuzu Dambu Kaipka de Namib, ese es mi nombre --respondi. Silencio. Espere. --Hay mas --dijo la voz. --Eso es todo --repuse, irritada--. Ese es mi nombre. --No. El fogonazo de rabia que me atraveso me pillo por sorpresa. Pero enseguida lo acogi con agrado. Conocia mi nombre. Estaba a punto de gritarlo cuando... -- oOo -- ...Me halle de vuelta en el aula. Sentada delante de la profesora Okpala. <>, pense. <>. Esa furia era un sentimiento horrible. En casa, las sacerdotisas de las Siete Deidades podrian haber dictaminado que tal nivel de rabia era impuro. Uno de mis okuoko con aspecto de tentaculo se contrajo. Fuera, el segundo sol se estaba poniendo. Su brillo se mezclaba con el del otro sol e inundaba el aula de un color que me encantaba, una combinacion intensa de rosa y naranja que los nativos de Oomza Uni llamaban <>. Los ntu ntu eran unos insectos del planeta que ponian huevos de ese intenso rosa anaranjado que resplandecian con un brillo tenue en la oscuridad. La luz ilumino mi edan, cuyas partes simetricas flotaban ante mi en una red de corriente. Nunca lo habia visto tan desmontado y no habia sido mi intencion hacerlo. Lo que pretendia era que el objeto se comunicara por si mismo al filtrar una corriente entre sus trazados. Segun Okpala, eso solia funcionar y yo queria saber lo que mi edan tenia que decir. Sufri un pinchazo de ansiedad. <>, pense con desesperacion. Llena de alivio, observe que todas las partes del edan que se habian separado regresaban lenta y sistematicamente a su lugar. Completo de nuevo, el edan se poso en el suelo ante mi. <>, pense. Tanto el azul de la corriente que seguia envolviendo al edan como el intenso ntu ntu brillaban en la cabeza gacha de Okpala. Tenia una libreta y un lapiz de verdad en la mano, elementos muy terricolas. Escribia con frenesi con uno de esos rudos lapices que confeccionaba ella misma a partir de la rama de un arbol parecido al tamarindo que crecia cerca del edificio de Matematicas. --Te has caido de la rama --dijo sin levantar la mirada. Asi llamaba a ese momento cuando alguien estaba ramificando y de repente dejaba de hacerlo--. ?A que ha venido eso? Por fin habias conseguido que el edan estuviera dispuesto a abrirse. --?Eso es lo que hacia? ?Entonces es algo bueno? --La profesora se rio entre dientes sin dejar de escribir. Yo frunci el ceno y sacudi la cabeza--. No lo se... Ha ocurrido algo. --Me mordi el labio--. Ha ocurrido algo. Centre mi atencion en ella cuando alzo la mirada. Hubo un momento en el que me pregunte si era su estudiante o su objeto de estudio. Deje que la corriente se disipara, cerre los ojos y descanse la mente con la ecuacion tranquilizadora de f(x) = f(-x). Toque el edan. Solido de nuevo, menos mal. --?Te encuentras bien? --pregunto la profesora Okpala. A pesar de curarme con la ecuacion calmante, la cabeza empezaba a dolerme. Y entonces una ira cegadora me inundo como agua hirviendo. --Uf, no lo se --respondi, masajeandome la frente y con el ceno mas arrugado--. No creo que lo que ha pasado tuviera que pasar. Ha ocurrido algo, profesora Okpala. Algo raro. La profesora solto una carcajada. Aprete los dientes, enfadada. Otra vez. Tanta furia... No era propia de mi. Y ultimamente se estaba convirtiendo en parte de mi, porque ocurria muy a menudo. Pero ?mientras ramificaba? ?Como era posible? No me gustaba ni un pelo. Aun asi, llevaba un ano terricola trabajando con la profesora Okpala y si algo habia aprendido era que trabajar con cualquier tipo de edan, sin importar en que planeta se hubiera encontrado, significaba trabajar con lo impredecible. <>, solia decir Okpala. Cada edan hacia algo distinto por distintas razones. El mio, ademas, era ponzonoso para las medusas; aquello me salvo la vida cuando me atacaron en la nave. Por eso Okwu nunca venia a ver mis sesiones con Okpala. Sin embargo, si yo lo tocaba, no me producia ese efecto. Incluso me habia arriesgado a tocar el edan con uno de mis okuoko. Solo asi me di cuenta de que, por muy medusa que fuera esa parte de mi, yo seguia siendo humana. --Ha sido una deconstruccion aislada --dijo la profesora Okpala--. Habia oido hablar de ella. Nunca la habia presenciado. Bien hecho. Lo dijo con toda la tranquilidad del mundo. <>, me pregunte. Ensanche las aletas de la nariz para calmarme. No, eso no era propio de mi. El tentaculo volvio a contraerse y un pensamiento extrano y bastante solido se instalo en mi mente: <>. Me atraveso un escalofrio electrizante de rabia y pegue un salto. ?Quien intentaba hacerle dano? Me esforce por parecer tranquila. --Profesora, tengo que irme. ?Puedo? --dije. Dejo de escribir y me dirigio un ceno fruncido. La profesora Okpala era tamazight y, por lo que mi padre decia tras anos vendiendo a los tamazight, eran gente de pocas palabras, aunque contundentes. Podria haber sido una generalizacion, pero resulto ser cierto en mi profesora. Conocia bien a Okpala; tras ese ceno se daba toda una galaxia repleta de accion. Sin embargo, debia marcharme, y debia marcharme ya. Okpala alzo una mano y la agito. --Vete. Me levante y casi choque contra una maceta que habia detras de mi al darme la vuelta con torpeza hacia donde tenia la mochila. --Cuidado --me dijo--. Estas debil. Recogi la mochila y sali antes de que cambiara de opinion. La profesora no era directora del departamento de matematicas por nada. Seguro que cuando me conocio ya lo tendria todo calculado. No fue hasta muchisimo mas tarde cuando me percate del peso de esa sucinta advertencia. -- oOo -- Tome la lanzadera solar. Como el segundo sol se estaba poniendo, la lanzadera de la universidad se habia cargado por completo e iba a maxima potencia. Tenia forma de serpiente, pero era tan espaciosa que cabian cincuenta individuos del tamano de Okwu sin problema. La capa externa estaba hecha de la piel mudada de alguna criatura gigantesca que residia en alguno de los muchos bosques en Oomza. Me contaron que el cuerpo de la lanzadera era tan resistente que una colision no le dejaria ni un aranazo. Se apoyaba y viajaba sobre un lecho de <>, un aceite verde y resbaladizo secretado sobre la via por unas plantas insectivoras enormes que crecian junto a la estacion.

  • En la red (Serie Hacker 1) de Meredith Wild

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    Tras una infancia dura, Erica Hathaway aprendio pronto a valerse por si misma. Ahora acaba de graduarse en la Universidad de Harvard y espera financiacion para desarrollar su proyecto: una ambiciosa red social de moda.
    En la negociacion, todo va de maravilla hasta que conoce a Blake Landon, un hombre misterioso, que la arrastrara hacia los mas oscuros placeres.
    El es un hacker peligroso y adinerado, acostumbrado a conseguir siempre lo que desea. Y ahora desea a Erica con todas sus fuerzas.
    ?Caera ella en sus redes? ?Sera capaz el de amarla y ganarse su confianza hasta derribar sus barreras? ?Y que ocurrira cuando se vea obligado a renunciar a ese control al que esta acostumbrado?
    Porque Erica no es como las mujeres que ha conocido, es fuerte, luchadora y hay algo que la atormenta terriblemente.
    Quiza Blake no sea el unico que esconde secretos..

  • Vertigo por perderme en ti, Rebeca Banuelos Ortiz de Rebeca Banuelos Ortiz

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  • Poniente de Alber Vazquez

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    Esta novela narra una de las aventuras mas increibles de la historia de la Humanidad: la primera circunvalacion al globo terraqueo. Un viaje unico donde las distancias asombran, la voluntad triunfa sobre las limitaciones y el tiempo deja de ser relevante cuando de alcanzar la gloria se trata.

  • La solterona de Jana Westwood

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    En 1878 Elizabeth Downton es ya una solterona. Tiene treinta anos y ninguna expectativa romantica. Aun asi Elizabeth no es una mujer amargada, acepta el destino que le ha tocado y disfruta de las cosas sencillas de la vida.

  • La hoguera de los inocentes de Eugenio Fuentes

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    La ordalia o <> era un procedimiento judicial surgido en la Europa del medievo, segun el cual, en caso de denuncia (por herejia, adulterio o robo), era el acusado quien tenia que demostrar su inocencia. Las pruebas a que para ello era sometido variaban: agarrar un hierro candente con las manos y resistir sin quemaduras, ser arrojado al agua con las manos atadas y no ahogarse, o resultar vencedor en un torneo. El autor explora los prejuicios morales, culturales y antropologicos que se esconden tras esta aberracion juridica y los mecanismos con los que el Poder senala y convierte en enemigos a determinados grupos (judios, negros, mujeres).

  • Dejame amarte (Dejame amarte 2) de Norah Carter, Monika Hoff

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    Habia transcurrido mas de un mes desde que volvi de Paris, la tristeza no habia pasado pero el dolor habia menguado. Me habia costado volver a coger la rutina, pero gracias a Marta y a los chicos de la academia, todo fue mucho mas facil ya que intuyeron desde un primer momento que volvia totalmente derrotada. La ultima vez que vi a Brian me habia dejado bastante mal. Esa imagen no podia borrarla de mi memoria y mi eso se reflejaba en la cara. Asi que entendi, desde el momento que volvi, que mis amigos lo notaran. Sabia que no seria capaz de enmascarar la tristeza que sentia. Me habia volcado totalmente en los estudios y los fines de semana saliamos sin perdernos ni un solo dia. Los chicos siempre tenian alguna fiesta o lugar al que ir. Yo sabia que lo estaban haciendo por hacerme sentir mejor a mi, o al menos hacerme reir y se los agradecia. Clark seguia tonteando mucho conmigo, ademas que decia que antes de Navidades me iba a robar el corazon, a mi me hacia mucha gracia, pero sabia que no seria posible nada con el ya que mi cabeza estaba en otro lugar por mucho que quisiera evitarlo, todo seria cuestion de tiempo y yo me habia propuesto olvidarlo a toda costa. Pero no era nada facil. Una cosa era la resolucion o lo decidida que estaba a conseguirlo, y otra muy distinta que pudiera hacerlo tan rapido como me hubiese gustado. Pero lo haria, de eso no tenia dudas. Marta comia la mayoria de los dias conmigo, a ella le cumplia el contrato en su apartamento en enero, y le propuse que como las dos ibamos a estar hasta junio, pues que se viniese al mio a la vuelta de las navidades, a ella le hizo mucha ilusion eso, aunque aun para ello faltaban dos meses. Estabamos preparando en la Academia la fiesta de Halloween ya que habiamos decidido que como se celebraria un sabado, nos iriamos al chalet de uno de los chicos que se habia ofrecido para que se hiciese alli. Desde el momento en que lo propuso, todos los demas aceptamos encantados. La verdad es que necesitabamos, o al menos yo, distraccion, y esa seria una oportunidad perfecta para poder divertirme, sin pensar en nada mas que en pasarmelo bien. Marta estaba muy ilusionada con aquella fiesta, decia que ibamos a coger la borrachera mas grande del mundo, que si caiamos redondas, tendriamos alli donde dormir, asi que no habia nada por lo que preocuparse. A mi me hacia mucha gracia verla asi, como una nina pequena que sale por primera vez con sus amigas, asi que me rei con su comentario y le dije que por supuesto, pero que si se emborrachaba y hacia alguna locura, yo tendria suficiente con decir que no la conocia. Esto hizo que las dos terminaramos partiendonos de la risa. Pero ella seguia, no paraba de buscarme la lengua y decir que esa noche seguro que iba a caer en los brazos de Clark, me tenia majara con ese tema ya que decia que cada vez el estaba mas obsesionado conmigo. Estuve a punto de decirle que podia estar todo lo obsesionado conmigo que le diese la gana, pero que no tenia nada que hacer. Pero eso seria tener que hablar sobre Brian de nuevo y no me apetecia, queria sacarlo de mi mente, asi que preferir aguantar a mi amiga, iba a ser lo mejor. Esa semana la pasamos preparando como nos ibamos a disfrazar. Estuvimos varias horas discutiendo sobre que disfraz usar y a todos les encontrabamos fallos. Al final decidimos ir de enfermeras cadaveres. No habia sido la mejor eleccion porque con la profesion de Brian... pero en fin, vi a mi amiga tan ilusionada con la idea que me costo decirle que no, asi que hice de tripas corazon y acepte. Nos tuvimos que buscar dos batines blancos y que fueran muy cortos ya que Marta decia que para disfrazarse tambien habia que estar sexy. Yo no entendia que tenia que ver una cosa con la otra, si ibamos a ser unas enfermeras zombies y se lo dije, a lo que ella contesto que fuese como fuese, antes muerta que sencilla, asi que me rei pero acepte tambien. Nos pasamos unos dias como locas buscando todos los complementos y lo necesario para estar a la altura de las circunstancias. Los batines blancos nos fue facil conseguirlos pero Marta tuvo que pedirle a una amiga que nos lo arreglara ya que eran demasiado largos, y fue todo un acierto porque nos lo dejo perfectos. A mi, verme con ese uniforme me trajo demasiados recuerdos, demasiadas imagenes de Brian en mi cabeza... Me recrimine a mi misma, tenia que olvidarme de el. Por fin llego tan esperado dia. Yo me habia levantado temprano y me habia tomado un cafe mientras pensaba. Me gustaba ese momento de tranquilidad por las mananas y poder disfrutar del silencio y la soledad. Cuando me tome el cafe y me fume un cigarro, prepare el desayuno para Marta y para mi. Ella habia dormido la noche anterior en casa porque habiamos decidido que de ahi saldriamos por la tarde ya disfrazadas para la fiesta. -- Buenos dias, Marta --le dije cuando la vi aparecer. -- Buenos dias, bella ragazza --dijo mientras me daba un abrazo que yo correspondi rapidamente. -- ?Que tal dormiste? --pregunte cuando se separo de mi. -- Como una bebe, ademas sone con la fiesta y que pasaba una noche de lujuria y sexo irrefrenable --me rei con el comentario, no cambiaria--, me he levantado de lo mas feliz del mundo, creo que senti hasta el orgasmo. -- No hace falta que me cuentes todos los detalles --dije riendome. -- Ah, no, si no me importa --nego muy seria con la cabeza mientras cogia las tostadas a las que yo le acababa de echar mantequilla y las ponia sobre la mesa--. Pero lo peor de todo fue que el del sueno era Patrick --termino diciendo mientras se sentaba. Me quede con las tazas de cafe a medio camino entre la encimera de la cocina y la mesa. No se como no se me cayeron o como me estaba aguantando las ganas de reirme. La cosa es que, tras unos segundos mirando la cara descompuesta de mi amiga ante tal revelacion, que puedo asegurar que lo era, consegui poner las tazas encima de la mesa y que no se me derramara ni una sola gota. Claro que, despues de eso, empece a descojonarme. -- Mierda, no tenia que habertelo dicho --gimio y yo no podia dejar de reir, me sente hasta que se me pasase el ataque de risa--. Bueno, tampoco es para tanto --dijo unos segundos despues. --Pues claro que no --me seque las lagrimas de los ojos--, es solo un sueno, no le tienes que dar mayor importancia. -- Pues eso mismo pienso yo. -- Pero fue un buen orgasmo, ?no? --pregunte inocentemente mientras le daba un bocado a la tostada. -- Pues si --dijo despues de atragantarse con el cafe y yo sonrei al verla colorada por la verguenza--. Pero vamos, que solo fue un sueno. Digo... los suenos son solo eso, suenos. Me estaba riendo de lo lindo de nuevo al verla a ella misma intentando convencerse de ello. En ese momento supe, o imagine, que a Marta le gustaba Patrick, pero si ella no lo queria ver, no seria yo quien se lo mostrara. Me divertiria y ya. -- ?Y tu como has dormido? --pregunto para cambiar el tema y le segui la corriente. -- Bien, la verdad que ultimamente me esta costando menos conciliar el sueno --reconoci--, y ya no me desvelo casi nada. -- Me alegra oir eso. Ya veras que bien nos lo vamos a pasar hoy. -- Miedo me esta dando dejarte a ti cerca del alcohol. -- Beber de vez en cuando no es malo y, ademas, con esos disfraces super sexys que llevamos, vamos a tener a todos los tios babeando por nosotras. -- Vamos de zombies, no podemos ir sexys --volvi a reirme, Marta tenia cada cosa... -- Y tanto que podemos, si un poco mas corta la bata y vamos ensenando el tanga. Ademas, son bastante ajustados, Maria hizo un buen trabajo. -- Desde luego el disfraz es mas de actriz porno que de otra cosa. Menos mal que llevaremos la cara verde. -- Lo que nos hara mas sexys --batio las pestanas y las dos comenzamos a reirnos--. Pero bueno, tu no tendras problemas, Clark no te dejara ni a sol ni asombra. No se que le das, hija mia, pero ese chico esta loquito por ti. -- Que este lo loquito que quiera que no va a catar, eso te lo digo yo --le dije muy seriamente. -- Quien sabe, no es malo darle una alegria al cuerpo. Esta bien --dijo cuando me vio poner los ojos en blanco, desesperada ya con ese tema--, ?vamos a comer aqui? -- Si, tenia pensado hacer algo rapido de comer para que pudieramos arreglarnos con tiempo y no llegar tarde a la fiesta. -- Vale, entonces voy preparando yo los disfraces para que este todo listo --se levanto de la mesa, decidida a irse. -- Ah, Marta... -- ?Si? -- No me contaste... --ella enarco las cejas ante la curiosidad-- ?Como es Patrick en la cama? Salio resoplando de la cocina mientras yo me reia a carcajadas. Iba a disfrutar de lo lindo haciendola rabiar con Patrick, o al menos hasta que me dijera que le gustaba. Esas eran cosas que no se le ocultaban a una amiga, claro que primero deberia de darse cuenta ella. Me levante y me puse a recoger la mesa, dispuesta a ponerme a cocinar. El dia paso rapidamente. Almorzamos temprano y descansamos un rato en el sofa mientras veiamos la television. Un par de horas antes de que comenzara la fiesta, empezamos a ducharnos y arreglarnos el pelo. Tardamos mas de lo habitual porque, aunque pareciese mentira, las dos estabamos nerviosas y bastante ilusionadas con la fiesta. Nos pusimos el disfraz y nos maquillamos una a la otra. Al ver el desastre que nos habia quedado, decidimos quitarnos el maquillaje y el disfraz para no mancharlo mientras volviamos a intentarlo de nuevo. Miramos hasta varios tutoriales de maquillaje en Youtube que teniamos guardados desde que elegimos el disfraz. -- Creo que no esta tan mal --dijo Marta cuando a la quinta nos miramos en el espejo. -- Pues no, y si esta mal, asi se va a quedar. Ya no nos quedan toallitas desmaquillantes --dije mientras miraba el desastre que habia montado en la habitacion. Las toallitas sucias estaban por todos lados. Nos iba a hacer mucha gracia cuando al dia siguiente tuvieramos que recoger todo. Terminamos de vestirnos, preparamos unos pequenos maletines que compramos de enfermera (que utilizariamos como bolsos) y salimos de casa dispuestas a divertirnos. Cogimos el coche de Marta y nos fuimos directas para la fiesta, estaba claro que ya llegabamos tarde, antes de salir de casa ya nos habiamos tomado un chupito de whisky. Ibamos cantando en el coche la cancion de la bicicleta que habia acabado de salir de moda y la cantaba Shakira junto con Carlos Vives, estabamos muy emocionadas por la noche que nos esperaba. Llegamos a la fiesta y aparcamos el coche en el parking del chalet, ya se acercaban hacia nosotros Patrick y Clark, disfrazados de Batman y Superman respectivamente, venian con un Gin Tonic para cada una, nos miramos y empezamos a reirnos, Marta sabia de sobra que mis miradas iban a recordarle aquel sueno toda la noche. -- Estais muy sexys --dijo Patrick mirando intimidante a Marta. -- Doy fe --solto Clark mirandome de arriba abajo. -- Gracias, chicos --dije sonriendo. Marta ni gesticulo, comenzo a andar para adentrarse en el jardin donde estaba toda la fiesta, atras, por supuesto, siguiendole, ibamos los tres. Nos pusimos en un barril que quedaba libre y hacia de barra, apoyamos los Gin Tonic y empezaron a venir companeros del curso a saludarnos, habia un buen rollo bestial y todo el mundo se habia preocupado en currarse bien el disfraz. Habiamos unas treinta personas pero en ese barril nos quedamos en plan fijo los cuatro, yo estaba que me moria de la risa con Patrick y las indirectas tan bestiales que le tiraba a Marta, aunque Clark tampoco se quedaba corto, lo que pasaba era que yo le dejaba tan cortado solo con la mirada, que se retraia un poco. Pero los otros dos eran los que estaban dando el cante ya que aunque Marta se cortaba por las cosas que le decia Patrick, ella le respondia con todo el salero, se notaba que era de Cadiz, el sur siempre es el sur y el caracter se nota a leguas, no se cortaba ni un pelo en decirle una burrada y quedarse tan pancha, pero eso lo unico que conseguia era que Patrick soltara mas bestialidades, la verdad es que estaba pasando unos momentos buenisimos con aquella situacion. Nos tomamos tres o cuatro chupitos seguidos, pero decidimos cortar porque ya el nivel de alcohol estaba por encima de la cabeza, le diese lo que le diese a Marta, ella se lo tomaba, asi que yo le decia que en vez de Gin Tonic nos ibamos a tomar un Whisky cola, lo que hacia era llevarle un Coca Cola sin alcohol y ella se lo bebia, cuando llegaba alcohol era que le traiga un Gin Tonic y asi no iba mezclando, aunque llevabamos un ritmo impresionante bebiendo. Cuando me di cuenta, Marta estaba bailando en medio del jardin ante los gritos de animo de nuestros companeros, pero ella se sentia la Britney Spears por lo menos, estaba super metida en el papel de cada cancion y estaba segura de que estaba dando un buen show, aunque realmente lo estaba dando. Llego un momento que Marta iba por su lado y nosotros tres por el otro, estaba irrefrenable y no habia Dios que la parase, nosotros observamos muertos de risa desde aquel rincon, no nos despegamos del barril ni a tiros, parecia que lo estabamos escoltando. Patrick que estaba ya en su salsa y loco por Marta, se fue hacia la pista y se puso a bailar con ella, eso era todo un espectaculo y estaba todo el curso pendiente a ellos, en el fondo creo que eran la envidia porque se lo estaban pasando bomba mientras todos los demas charlaban. Mientras yo volvia con dos Gin Tonic, para Clark y para mi, el me hizo sena con los ojos para que mirase hacia la pista, y cuando me volvi me quede impactada de la estampa que estaba viendo, Marta y Patrick dandose un pedazo de morreo en medio de la pista mientras bailaban y ante los ojos de todo el mundo. Yo me quede muerta, mire a Clark y al volverme ya lo tenia justo enfrente y me dio un beso en los labios, rapidamente reaccione y me eche para atras, me quede muy cortada y lo mire a los ojos y le dije que no lo volviese a hacer, pero se me escapo una risa que fue mi sentencia para esa noche, en el fondo esa risa me habia delatado sobre que en el fondo me habia gustado ese beso. Evidentemente no eran como los de Brian pero tampoco podia quejarme, aunque en el fondo algo me frenaba a hacer alguna tonteria, tenia como una especie de voz diciendome al otro lado de mi cabeza que eso no era lo que yo queria. Clark se tiro toda la noche intentando robarme otro beso, asi que me tire todo el tiempo jugando a esquivarlo, mas de uno logro alcanzar la comisura de mis labios, cada vez que pasaba yo le propinaba una patada en el culo. Cada vez que miraba la pista veia el mismo espectaculo, Marta y Patrick bailando como si estuviesen solos y metiendose unos morreos tipicos de quinceaneros que se pensaban que se iba a acabar el mundo al dia siguiente. Patrick no paraba de decirme que aprendiese de mi amiga y yo le respondia que era mucha italiana para tan poco hombre, a el le encantaba que le dijese esas cosas y mas con la mirada que le echaba, por supuesto el me decia que menos atacar y mas probar para luego opinar. Nos tiramos toda la noche tomando copas y soltando indirectas, la verdad que se me hacia la noche comoda a su lado, me encantaba ese pique que manteniamos los dos, a Clark se le notaba a leguas que tenia unas ganas de cogerme impresionantes, si me hubiera cogido en otra epoca ya lo hubiera dado yo la del pulpo, pero ahora mismo era incapaz de pasar de aquel juego. Yo cada vez que miraba a Marta me reia al pensar que al dia siguiente iba a querer morirse cuando se acordarse de que habia sido el centro de atencion toda la noche en la fiesta. Me removi incomoda cuando algo golpeo mi cara, le di un manotazo a lo que fuera para que dejara de molestarme. Abri un poco los ojos y los cerre cuando la luz del sol me dio en ellos. Levante la mano y me aprete las sienes, tenia un dolor de cabeza impresionante, habia bebido demasiado. Levante un poco la cabeza y volvi a abrir los ojos lentamente para irme acostumbrando a la luz del sol. Lo primero que vi fue la cara de Clark muy cerca de la mia, tan cerca que meti un bote pero el ni se inmuto, asi seria la borrachera que cogio. Me tenia agarrada por la cintura, le quite la mano y empece a levantarme sin querer hacer mucho ruido.

  • ?Cuanto pesan las nubes? de

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  • La tumba de Eva Goth de David Orange S

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    Billy, Hunter y Jules han crecido escuchando la terrorifica leyenda de que a Eva Goth, una joven de su barrio, la enterraron con vida cuando tan solo tenia dieciseis anos, precisamente los mismos anos que ellos tienen ahora. Cuentan, ademas, que se llevo con ella un gran secreto a la tumba y que ese secreto, tal vez, podria conducir hasta el mas grande de los tesoros.

  • Scarlet Island de Jaime Garcia Simon

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    Scarlet Island, meses antes: Richard corria girando la cabeza hacia atras, de manera casi compulsiva. El contorno del fuerte de los colonos aun repuntaba tras de si, en lo alto, impasible. Sus pulmones hiperventilaban de manera preocupante tratando de hacer llegar el ansiado aire a sus musculos y organos extremadamente fatigados. El panico se habia apoderado de el irremediablemente, en su huida hacia ninguna parte por mitad de aquel bosque oscuro y traicionero en Scarlet Island. La noche amparaba a su alrededor multitud de sonidos escalofriantes de a saber que alimanas que no hacian sino asustarlo aun mas. En ocasiones apreciaba el aroma sutil de la flor escarlata colandose en su sentido del olfato. Las irregularidades de la superficie sobre la que corria, tan pronto llana, como abrupta y escarpada debido a hoyos, piedras, enormes raices de los arboles que lo rodeaban o viejos troncos derrumbados en estado de semi descomposicion, hacian que fuesen continuas las violentas caidas del biologo. Cada vez que besaba el suelo, se levantaba mas magullado, renqueante y con mayor dificultad, pero sabia que no podia detenerse, puesto que la vida le iba en ello. Su veloz espantada a la carrera se convirtio poco a poco, tan solo en una suerte de marcha lastimosa lo mas rapido posible, puesto que sus fuerzas habian llegado al limite. Algo se acercaba a su posicion de manera furtiva al abrigo de la noche. Richard dijo basta, y se detuvo jadeante en un pequeno claro en mitad del boscaje espeso, donde con dificultad trataba de recuperar el resuello, mientras miraba con ojos vidriosos repletos de miedo a su alrededor intuyendo que estaba sentenciado. De pronto, en mitad de la lobreguez de la noche distinguio lo que tanto temia y de alguna manera comenzo introspectivamente a despedirse de la vida, de su vida. Montones de imagenes brotaron de su mente enloquecida por el sufrimiento, algunas de las cuales ni tan siquiera era consciente que recordaba, flashes que iban y venian pasando raudas por su consciencia antes de desaparecer para dejar paso a otras. Imagenes de su ninez, de su madurez, visiones entranables que no debian ser sino el obsequio de despedida de su intuitivo cerebro a su persona. Emocionado y apesadumbrado, contemplo su final frente a frente, todo acabaria ahi, en el mismo bosque que tanto estudio, que tanto amo. H SCARLET ISLAND ay lugares en el mundo que cuesta creer que sean reales. Lugares tan idilicos, que no somos ni siquiera capaces de imaginar, sumergidos en nuestra voragine diaria de estres laboral y vidas tristemente superfluas. Lugares de ensueno con los que todos hemos fantaseado alguna vez; tranquilos, preciosos, salvajes y virgenes. Pero hasta en esos emplazamientos paradisiacos no todo tiene por que ser positivo, algunos esconden oscuros secretos... --!Alba, levantate o llegaras tarde! --le decia su madre ante la tranquilidad que presentaba la chica esa manana al darse cuenta de como hacia caso omiso a las alarmas, que una tras otra sonaban infructuosamente en su iPhone--, !tu vuelo sale dentro de dos horas...! --Ya voy, mama, solo cinco minutos mas... --le respondio a su madre, queriendo saborear los ultimos instantes en su hogar antes de marcharse a la que, sin duda, esperaba que fuese la aventura de su vida, por lo menos hasta entonces. Alba vivia en Madrid, con sus padres y su hermano de dieciocho anos. Varias semanas antes consiguio terminar por fin la carrera de psicologia, licenciandose en la Universidad Complutense con todos los honores. Ahora, su siguiente objetivo era conseguir el doctorado, pero para lograrlo tenia que presentar una tesis y que la aceptasen, es decir, un estudio o investigacion sobre un tema concreto referido a esa carrera. La tesis propiamente dicha, es un escrito que trata de dar explicacion de forma argumentada y organizada, a una idea primigeniamente teorica, y de esta forma demostrar que esa hipotesis era correcta tras un exhaustivo estudio detallado. El tribunal evaluador es el que se encarga de aceptarla o no. Si lo hace, esta investigacion se anade y revierte de forma innovadora sobre la ciencia misma a la que hace referencia. Alba tenia veinticuatro anos, era vitalista y sonadora. Con su cabello negro azabache, largo y ondulado, recordaba a un corcel indomable. Media un metro setenta y cinco centimetros y era esbelta, sin duda ayudada por sus clases de defensa personal. Su tez morena contrastaba con el profundo verde de sus ojos, que cuando te miraban parecian hipnotizarte. Se disponia a vivir la vida al cien por ciento. Solia pensar que no desperdiciaria ni un segundo con personas o asuntos que no lo mereciesen. Cualquier aspecto a su alrededor, que por su negatividad le resultase un lastre en la busqueda de la plena felicidad, lo desecharia inmediatamente. Era una persona a la que le gustaba observar lo que tenia a su alrededor, cuando salia a correr miraba a la gente a la cara y de alguna manera intentaba descifrar lo que su gesto denotaba. Sentia que podia ayudar a la gente con sus problemas cotidianos, simplemente haciendoles ver que una actitud positiva ante la vida era la clave del exito y de la felicidad. Por eso los observaba, tenia un sexto sentido, una intuicion empatica que le hacia sentir de alguna manera lo mismo que sentian ellos, de esa forma sabia lo que necesitaban y como ayudarles. Por eso estudio psicologia, para tratar de ayudar a las personas. Su objetivo final y su sueno, era convertirse en una influyente coach emocional, que con sus metodos llegase a muchas almas necesitadas. Quiza con algun libro de autoayuda que encauzase la energia de la gente de manera positiva, que abriese una puerta esperanzadora a afligidos y descorazonados, dejando atras la negatividad. Deseaba crear una corriente de pensamiento propia que perdurase en el tiempo. Fantaseaba con que esta integrara sinergias positivas en la sociedad, y que pudiese cambiar asi, quien sabe, a mejor, por poco que fuese la humanidad. Ese era, sin duda, su mayor sueno y motivacion, ser completamente feliz, y ayudar a que los demas tambien lo consiguieran con sus consejos. --Te voy a echar tanto de menos, mami... --le decia, abrazandola con mucha fuerza en la puerta de la terminal, en la que sus vidas se bifurcarian por un largo tiempo, nunca antes soportado. --Y yo a ti, hija... y yo a ti... --decia su madre tremendamente afligida, sin apenas poder contener las lagrimas de puro amor que le brotaban de manera natural, ante la separacion de parte de su alma--. Prometeme que vas a llevar cuidado y que me llamaras todos los dias por favor --exigia esa madre apesadumbrada. --Te lo juro --dijo con una amplia sonrisa y los ojos cristalinos, antes de abrazar a su hermano que tambien se emociono un poco, aunque intentaba contenerse. Habitualmente tenian sus mas y sus menos, pero se querian muchisimo, ella era un referente indudable en su vida. --?Estas llorando, hermanito...? --le pregunto con tono socarron cuando se separaron. --Eso es lo que tu crees... --respondio cortante el chico, montando de nuevo su muro defensivo, con el que protegia su sensibilidad interior de la barbarie adolescente. Finalmente sonrio y le guino un ojo de manera complice. --!Ultima llamada para los pasajeros del vuelo British Airways 1657 con destino Scarlet Island! --aviso una voz aguda y nasal surgida de un altavoz blanco que tenian justo encima. --Bueno... ha llegado el momento --comento Alba, con un compendio de sensaciones encontradas surcando su estomago, en forma de pena mezclada con incertidumbre, y aderezada con una pizca de euforia ante esa aventura en ciernes--. Os quiero, cuidad a papa --apunto finalmente andado de espaldas mediante pequenos e inseguros pasos, hasta que se giro y encaro la puerta de embarque, no sin volverse al poco y mandar un beso con su temblorosa mano derecha, debido a la emocion que la embargaba. El avion se elevaba abriendose paso en el cielo azul, mientras el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas empequenecia junto con la preciosa vision de Madrid, iluminada con la luz blanca y clara de la manana estival. Llevaba mas de un ano preparando aquel viaje de manera pormenorizada, y trabajando los fines de semana para poder costearse los cerca de dos meses que, en principio, y si todo iba bien, pretendia estar en su destino, a donde ya se dirigia surcando los cielos, a Scarlet Island. Si bien ano y medio antes, cuando decidio que era alli a donde debia ir, ya pensaba que podia ser el escenario perfecto para su estudio, ahora lo daba por hecho completamente. Se proponia demostrar en su tesis que todo lo que ocurre alrededor de las personas, en su entorno cercano, influye de manera directa en la conducta de las mismas y en sus vidas, en definitiva. Lo que ocurre a tu alrededor, te afecta de manera positiva o negativa haciendo cambiar tu vision de la realidad y finalmente tu vision del mundo. Es decir, que, por consiguiente, el mundo real cambia o puede evolucionar hacia una u otra vertiente, en funcion de sucesos que afectan a la psiquis de las personas que lo habitan. Una vez demostrada esta creencia, se podria afirmar que las personas que consiguen por si mismas cosas positivas e inspiradoras para otros, por su complejidad o dificultad, realmente son los individuos que cambian el mundo. Scarlet Island le proporcionaba el escenario ideal para demostrar su teoria, y precisamente por eso viajaba a ese lugar. Se trataba de una porcion de tierra aislada en mitad del Atlantico, antigua colonia britanica de apenas unos treinta y cuatro quilometros en su segmento mas amplio. Se llamaba asi debido a una caracteristica flor roja de cinco hermosos petalos, unica en el mundo, que crecia en varios lugares de la isla, pero, sobre todo, alrededor de un bello lago interior llamado Blood Lake. Unos dicen que el ancestral nombre de ese lago se debe al precioso reflejo rojizo de esas flores en el agua, cuando esta en calma. Otros, en cambio, aseguran que estas mismas aguas se tineron de sangre cuando los ingleses masacraron a los nativos para lograr el dominio de la isla. Cuenta la leyenda que desde entonces el lugar esta maldito. A cinco quilometros se encontraba la pequena ciudad, de apenas seis mil habitantes, denominada Black Port Town, la unica de la isla, al margen de pequenos poblados y alguna que otra vivienda independiente salpicadas por sus hermosos bosques. Su coqueto puerto de profundas aguas oscuras, de ahi su nombre, era el lugar de mayor movimiento de entrada y salida de barcos de la isla. Alli se podian contemplar parte de las antiquisimas construcciones defensivas, con altos muros de piedra coronados por canones, que los ingleses erigieron en ese lugar ventajoso para protegerse de invasores y piratas hace alrededor de cinco siglos. Al oeste de Black Port Town se emplazaba el pequeno aeropuerto con apenas dos pistas, una para aterrizar y la otra para despegar. Al este se encontraba la preciosa Pearl Beach, practicamente a continuacion del puerto y durante cuatro quilometros mas alla de Black Port Town. En su arena blanquecina se decia que de vez en cuando era posible encontrar perlas de ostras. Esos cuatro quilometros de playa paradisiaca, representaban la parte mas turistica de la isla, con un hotel rural conformado por pequenas cabanas hechas de madera autoctona, que estaban casi integradas con la exuberancia del entorno. Las cabanas estaban distribuidas desde el interior del bosque hasta adentrarse en la costa unos cien metros a traves de un malecon de madera, que hacia las veces de caminito de ensueno conduciendo a los turistas hasta donde estas se ubicaban, como suspendidas sobre el agua. En la isla cualquier cosa que ocurria era de sobra conocida por todos, y a todos influenciaba de una u otra forma. La isla de por si, ya tenia una leyenda relativamente extrana y misteriosa, por las inquietantes ruinas que se encontraban en mitad de un tupido bosque, casi absorbidas por la vegetacion, a unos quinientos metros de Blood Lake. Eran los restos de la fortificacion donde moraban los primeros colonos ingleses, que segun la tradicion desaparecieron de pronto sin dejar rastro. Pero en los ultimos tiempos varios sucesos consiguieron magnificar de manera exponencial esta leyenda. Hacia alrededor de tres meses, que habian encontrado muerto en insolitas circunstancias a un famoso biologo, que estudiaba la flora alrededor de esas ruinas abandonadas cercanas al lago. Todos en la isla al parecer dan por hecho que alli pasan cosas extranas, inexplicables… Pero algo incluso mucho peor ocurrio unas cinco semanas antes de su viaje, suceso que dejo sobrecogido a medio mundo, y mucho mas a los habitantes de la pequena isla. La que era la ultima tribu autoctona de Scarlet Island, vivia en un primitivo asentamiento en las inmediaciones de las ruinas junto al precioso lago. Subsistian de la misma manera que hacia miles de anos, pero repentinamente se esfumaron, de un dia para otro, tal y como cuenta la supersticion de los colonos, aumentando la leyenda negra de ese enclave de manera brutal. Todos los islenos miraban con recelo hacia alli ahora mas que nunca. Las noticias dieron la vuelta al mundo, ante tales extranos casos sin explicacion. El biologo era muy conocido y la tribu estaba considerada como un espejo de nuestros antepasados, con un valor incalculable para el estudio evolutivo y cultural. Muchas eran las hipotesis que se habian lanzado, pero ninguna la aclaracion veraz. Alba pensaba que era imposible encontrar un lugar en el que la gente estuviese mas expuesta, influenciada, y seguramente sugestionada por los acontecimientos que les rodeaban, para llevar a cabo su experimentacion con garantias. Pareciera que el destino se hubiese aliado con ella para brindarle ese lugar en ese momento, y no lo pensaba desperdiciar. Demostraria que los hechos acaecidos alterarian y modificarian de alguna manera las vidas de las personas, y estas a su vez verian el mundo de distinta forma. El avion atravesaba los cielos sobre la inmensidad del oceano, buscando el punto exacto en donde se encontraba aquel misterioso pedazo de roca, que simplemente por el hecho de estar alli, solo, aislado, ya resultaba extraordinario. Si trazasemos una linea imaginaria desde La Republica Dominicana hasta el Sahara Occidental, justo en medio encontrariamos Scarlet Island. Su clima tropical durante todo el ano era el sueno de cualquier amante de la playa, la naturaleza y la buena vida. El tiempo se detenia en aquel lugar, el estres era algo desconocido, la tranquilidad, algo innato y la belleza, de tal calibre que todo el que visitaba la isla quedaba irremediablemente enamorado por siempre de ella. Una primera imagen de la isla cautivo a la chica por completo, cuando el piloto, al hacer una maniobra de aproximacion, les regalo un breve recorrido semicircular por buena parte de su extension. Primero atravesaron el Norte lleno de acantilados inaccesibles de bella factura. Tras estos se encontraba Little Rock, como era conocida la pequena formacion montanosa que dominaba Scarlet Island desde las alturas, con un manto absolutamente verde y frondoso que cubria sus laderas como nunca antes habia visto. En realidad era un volcan dormido durante miles de anos, seguramente el que diera origen a la isla. Justo al terminar la montana pudo disfrutar a vista de pajaro de la preciosa imagen de Blood Lake que lo precedia, incluso un pequeno salto de agua brotaba de Little Rock para caer al extremo mas al oeste del lago, formando una preciosa catarata vaporosa e irisada por los rayos del sol. Alba miraba aquel espectaculo de la naturaleza en estado puro, pensando que si algun dia habia intentado imaginar como podia ser el famoso paraiso de Adan y Eva, la imagen que tenia delante debia ser lo mas parecido. A la altura de Black Port Town el avion comenzo a girar dejando ver desde lo alto la distribucion del pueblo, con Pearl Beach al costado extendiendose hacia el este. Encaro la pista de aterrizaje unos pocos quilometros mas alla del pueblo, al oeste. Se aproximaba descendiendo al diminuto aeropuerto rodeado de palmeras en las zonas colindantes, hasta que por fin tomo tierra para tranquilidad de Alba y entre el aplauso espontaneo de los demas viajeros. Estaba realmente emocionada por haber llegado de una vez por todas a su destino. Al bajar del avion comprobo que la temperatura era mas que agradable, similar a la de Madrid. No en vano, la isla se encontraba dentro de la zona intertropical del planeta en donde las temperaturas son muy suaves y apenas varian en todo el ano, siendo de media superiores a los dieciocho grados. Debido a esa temperatura la isla carecia de estaciones termicas, propiamente dichas, pero si tenia estaciones lluviosas, secas e incluso mixtas, precisamente en la que se encontraban ahora. Duraba apenas dos meses, en los que la lluvia tal y como llegaba de forma imprevisible y casi torrencial, se esfumaba. La humedad si que era notoria, algo de lo que ya daba buena cuenta Alba, mientras caminaba con el resto de viajeros por mitad de la pista, con la misma actitud que si de andar por casa se tratase, --dado las humildes instalaciones--, cargada de maletas y con la frente sudorosa. Alba miraba a todos lados empapandose con una sonrisa en su rostro de la belleza del lugar. Casualmente habia compartido el vuelo con una chica, que ubicada a su lado, decia ser biologa y venia a reemplazar al que encontraran muerto meses antes. Si bien su muerte fue un poco escabrosa, transcurrido un tiempo y tras una exhaustiva investigacion, fue determinada como accidental. Por ello la empresa para la que trabajaba envio a un reemplazo, una vez esclarecido el asunto, o eso creian... La nueva amiga de Alba se llamaba Valentina. Era de origen italiano, pero vivio durante varios anos en Espana por la relacion afectiva que mantuvo con un chico. Finalmente encontro un buen trabajo como biologa, carrera que habia cursado, para una importante farmaceutica espanola. Tanto era asi, que, aunque dicho amorio con su novio toco a su fin, ella se quedo a vivir en Espana, en Toledo mas concretamente, en donde se sentia muy integrada. Un chico de unos treinta anos, rubio, con sonrisa de anuncio y la piel dorada por el sol, al mas puro estilo americano, se encontraba en la puerta del aeropuerto con un cartel rotulado a mano en el que se podia leer "Valentina". La empresa farmaceutica habia puesto a disposicion de la chica todos los recursos necesarios para que se encontrara comoda en Scarlet Island, sobre todo teniendo en cuenta lo que le habia ocurrido a su antecesor, de hecho, varios candidatos se negaron a ir por las habladurias sobre las controvertidas circunstancias que envolvieron el deceso de su colega. --Si quieres te puedo acercar a donde vayas --le dijo Valentina a Alba. --De acuerdo, por mi perfecto --contesto sonriendo--, he alquilado una vivienda social proporcionada por el ayuntamiento de Black Port Town, asi el coste me sale practicamente a mitad de los precios habituales --le dijo a la biologa. --?Cual es la direccion? --pregunto Valentina. --Espera... --respondio Alba, sacando de una pequena mochilita que llevaba, un papel doblado y arrugado donde traia todo apuntado. --Esta en la Calle... St George's. Por lo que he visto en internet, creo que se encuentra por el centro del pueblo, muy cerca de la bahia --comento Alba. --No hay problema, se lo diremos a mi ayudante para que te acerque, ademas creo que vamos a residir cerca --dijo alegremente, mientras caminando llegaron a donde estaba el apuesto joven, que las esperaba con el cartel en la mano y saludando. --Hola, senoritas, mi nombre es Peter. ?Cual de ustedes es Valentina? --dijo de forma agradable y simpatica. --Yo soy Valentina, es un placer, Peter --le dijo, dandole un apreton de manos--, y esta es mi amiga Alba, necesito que la llevemos a su apartamento --le explicaba, mientras Peter hacia lo propio con Alba. --No hay ningun problema, solo diganme donde se encuentra y la dejare en la misma puerta. Como sabe, estoy a su entera disposicion --concluyo Peter con una actitud exquisita que complacio a las chicas. --Muy bien, Peter, veo que es usted muy eficiente --lo halago Valentina. --Si me permiten... --les dijo el chico, cogiendo sus maletas para introducirlas en la parte trasera de su pick up negra, y seguidamente abrirles la puerta cortesmente para que montasen. --Muy amable --dijo Alba, que seguia a Valentina al interior del vehiculo. --Bueno... --comento Peter, que una vez habia montado y con el motor arrancado se disponia a llevarlas a sus nuevos domicilios--, es un placer darles la bienvenida a este maravilloso lugar, debo decirles senoritas, que acaban de aterrizar en el paraiso --comentaba simpatico con una sonrisa de oreja a oreja, mientras giraba el volante al maximo para dar la vuelta acelerando al mismo tiempo. --?Es usted originario de aqui? --pregunto Alba. --Asi es, senorita, nacido en la isla, tal y como mis padres, mis abuelos y asi generacion tras generacion, hasta remontarnos a los primeros colonos britanicos que consiguieron establecerse aqui. --Pero hay una leyenda que cuenta que los primeros colonos britanicos desaparecieron como por arte de magia, ?no? --volvio a preguntar Alba, mientras salian del aeropuerto mirando las palmeras que habia alrededor, con una frondosidad casi selvatica bajo estas. --Si, se suele contar que desaparecieron, pero como usted dice es una leyenda. Lo que realmente ocurrio fue que abandonaron la primera fortificacion que construyeron en una zona un poco mas alta de la isla, mas alla del lago en mitad del bosque. Se decia que en aquel lugar pasaban cosas inexplicables, creian que estaba encantado. En verdad, muchos se fueron tras unos anos de tragedias, penurias y sucesos anormales, pero otros tantos lo que hicieron fue trasladarse a la bahia, en donde establecieron su nuevo asentamiento. Asi nacio Black Port Town. Mas tarde crearon una serie de pequenos baluartes defensivos, alrededor de los puntos mas accesibles de la isla desde el mar, donde colocaron canones capaces de repeler casi cualquier ataque maritimo. Incluso hoy en dia existen estas fortificaciones con otros canones mas modernos, eso si. En los anos ochenta y gracias al auge del sector turistico fueron adecentados y puestos en valor como bienes de interes cultural. Son un lugar muy frecuentado por los viajeros. --Es muy interesante --exclamo Valentina. --Si que lo es --concluyo Peter. --?Y que crees tu acerca del supuesto encantamiento de ese lugar del que se fueron? --continuo sutilmente Alba con su indagacion, que ansiaba hacerse una primera impresion de las creencias de las personas autoctonas. --Pienso que la gente cree lo que quiere creer... --dijo intrigantemente, dejando un halo de reflexion en el ambiente.

  • Antes de partir de R.m. De Loera

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    Los japoneses atacaron suelo americano y el pais entro en guerra. Los hombres partiran al siguiente dia y solo les quedan unas horas para decir adios.

  • La Daga Espartana – Nicholas Guild de Nicholas Guild

    https://gigalibros.com/la-daga-espartana-8211-nicholas-guild.html

    Primera mitad del siglo IV a. C.
    Una fria noche, a las afueras de una tranquila aldea ilota, dos jovenes hermanos espartanos, Eurito y Teleclo, esperan agazapados para llevar a cabo su Krypteia, el antiguo rito de iniciacion a la sangre. Una familia -padre, madre e hijo- se aproxima; estan desarmados y no pueden defenderse. Los espartanos salen a la luz de la luna y completan el ritual matando al matrimonio. Pero el hijo, Protos, logra escapar primero y acabar con Teleclo despues.
    Rapidamente Esparta manda una partida de guerreros para acabar con el chico. Pero este, cuyo nombre significa <>, y que tiene una astucia y una habilidad para las armas fuera de lo normal, acaba con el grupo.

  • Lady Morgan de Emma G. Fraser

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    Lady Morgan es una joven inglesa rebelde que, tras presenciar el asesinato de su madre, jura encontrar al responsable y hacerle pagar por sus actos. Despues de dos anos de intensa busqueda por toda Escocia, Morgan se cruza con Ray Logan, un atractivo escoces a quien acusa de ser el asesino.
    Tras esto, Ray huye y secuestra a Morgan hasta aclarar el malentendido que los llevara por una intensa busqueda en la que no solo encontraran al verdadero asesino, sino tambien el amor.