• rocio ramirez gamez - Rocio Ramirez Gamez

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    Lorenzo y Marifran llevan casados veinticinco anos. Todo parece ir bien, o al menos es lo que Lorenzo cree.
    Su mujer decide que no quiere continuar a su lado, y acabara deseandolo…muerto. ?Lograra su objetivo?

  • Te deseo...muerto Versión Kindle - Libros - Amazon.es

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    Te deseo...muerto Versión Kindle. de Rocío Ramírez Gámez (Autor) Formato: Versión ...

  • Te deseo...muerto Tapa blanda – 15 enero 2020 - Libros

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  • LA BURUNDANGA | ROCIO RAMIREZ GAMEZ | Casa del ...

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  • Todos los libros de la editorial Rocio Ramirez Gamez

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    2 títulos para "Rocio Ramirez Gamez" · Te deseo muerto · Duerme, que viene el coco.

  • Rocío Ramírez Gámez - marzo 2018 - Editorial Círculo Rojo

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    Rocío Ramírez Gámez. Rocío Ramírez Gámez, escritora de Huércal de Almería, ha obtenido la mención comarcal del I Certamen de Literatura Multigénero,

  • Duerme, que viene el coco - Rocio Ramírez Gámez (Autor)

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    Detalles del Libro. ISBN/13: 9788460863748. Num. Páginas: 196. Tamaño: 148 X 210 mm. Encuadernación: Tapa blanda con solapas. Año de publicación: 2016.

  • 'Duerme, que viene el coco' de Rocío Ramírez Gámez

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    Presentación del libro: 'Duerme, que viene el coco' de Rocío Ramírez Gámez ... ¿DÓNDE? ... ¿CUÁNDO? ... ¿CUÁNTO? ... Un crimen está a punto de tener lugar. Sólo una ...

  • te deseo muerto - Ambra Llibres

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    TE DESEO MUERTO, RAMÍREZ GÁMEZ, ROCÍO, 18,00€. ... EL MERCADER DE LIBROS (EDICIÓN LIMITADA A UN PRECIO ESPECIAL): ZUECO, LUIS: Todo gran viaje comienza en ...

  • DUERME, QUE VIENE EL COCO - ROCIO RAMIREZ GAMEZ

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  • Rocío Ramírez Gámez. Escritora - Home | Facebook

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    Esta es la página oficial de la escritora Rocío Ramírez Gámez. Toda la información acerca de sus libros y sobre la propia autora, podréis hallarla aquí.

  • Preterito imperfecto de Nieves Concostrina

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    Este nuevo libro de Nieves Concostrina empieza en el Ano de la Pera y llega a nuestros tiempos, pasando, como no, por Fernando VII.

  • Libres, Iguales, Justos (La Segunda Revolucion 3) de Costa Alcala

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    Tras la aparicion del Aguila Blanca, la situacion en Nylert se ha vuelto insostenible. La sociedad se divide. El odio esta cada vez mas presente.

  • Muerto hasta el anochecer de Charlaine Harris

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    CUANDO EL VAMPIRO entro en el bar, y o llevaba anos esperandole. Desde que los vampiros habian comenzado a salir del ataud --como ironicamente se suele decir-- dos anos atras, yo habia estado esperando a que alguno viniese a Bon Temps. Ya teniamos al resto de minorias en nuestro pequeno pueblo, asi que, ?por que no la ultima, la de los oficialmente reconocidos no muertos? Pero, al parecer, el rural norte de Luisiana no les resultaba tentador a los vampiros; Nueva Orleans, sin embargo, era un centro neuralgico para ellos: cosas del efecto Anne Rice, supongo. No se tarda mucho en conducir desde Bon Temps hasta Nueva Orleans, y toda la gente que venia por el bar decia que alli tirabas una piedra a cualquier esquina y dabas con un vampiro... aunque era mejor no intentarlo. Pero yo estaba esperando a << mi>> vampiro. No se puede decir que salga mucho. Y no es porque no sea guapa, que lo soy. Tengo veinticinco anos, soy rubia y tengo los ojos azules; ademas de unas buenas piernas, pecho abundante y cintura de avispa. Me sienta muy bien el uniforme de verano que Sam escogio para las camareras: short negro, camiseta y calcetines blancos, y unas Nike negras. Pero tengo una tara. Asi es como yo lo llamo. Los clientes dicen, sencillamente, que estoy loca. De cualquier manera, el resultado es que casi nunca tengo una cita; por lo que cualquier pequeno detalle cuenta mucho para mi. Y el se fue a sentar en una de mis mesas. El vampiro. Supe inmediatamente que lo era. Me sorprendio que nadie mas se girase para mirarlo. !No lo distinguian! Su piel tenia un ligero brillo, para mi estaba claro. Podria haberme puesto a bailar de alegria; de hecho, di algun que otro paso alli mismo, junto a la barra. Sam Merlotte, mi jefe, aparto la vista de la bebida que estaba preparando y me sonrio levemente. Yo cogi la bandeja y el bloc, y me dirigi a la mesa del vampiro, rezando para que mi pintalabios no se hubiese difuminado y mi coleta estuviera aun en su sitio. Soy un poco nerviosa, y sentia que una sonrisa forzaba las comisuras de mis labios hacia arriba. El parecia estar completamente abstraido, lo que me brindo la oportunidad de echarle un buen vistazo antes de que levantara la mirada. Calcule que media algo menos de metro ochenta. Tenia el pelo castano, bien tupido, peinado hacia atras. Le llegaba hasta el cuello y sus largas patillas resultaban, en cierto modo, anticuadas. Palido, por supuesto; bueno, es que estaba muerto, si hacemos caso a la ley enda. Segun la version politicamente correcta, la que los propios vampiros respaldan en publico, este chico era victima de un virus que le habia dejado aparentemente muerto durante un par de dias y, desde entonces, alergico a la luz del sol, a la plata y al ajo. Los pormenores dependian del periodico que leyeses: todos estaban repletos de informacion sobre vampiros en aquel momento. En cualquier caso, tenia unos labios preciosos, bien definidos, y cejas oscuras y arqueadas. Su nariz surgia justo de entre esos arcos, como la de los principes de los mosaicos bizantinos. Cuando por fin me miro, descubri que sus ojos eran aun mas oscuros que su pelo; la parte blanca, casi nivea. --?Que va a ser? --le pregunte, mas feliz de lo que puedo describir. El alzo las cejas. --?Teneis sangre sintetica embotellada? --pregunto. --No, !lo siento mucho! Sam la ha encargado, deberia llegar la proxima semana. --Pues entonces vino tinto, por favor --dijo con una voz fresca y clara, como el sonido de un arroy o sobre cantos rodados. Me rei en voz alta, era demasiado perfecto. --Ni caso a Sookie. No esta bien de la cabeza --dijo una voz familiar desde el reservado que habia junto a la pared. Toda mi alegria se desvanecio, aunque aun sentia los labios forzando una sonrisa. El vampiro me miraba fijamente, mientras la vida abandonaba poco a poco mi cara. --Ahora mismo traigo el vino --dije, y me aleje a toda prisa, sin detenerme a mirar siquiera la cara de satisfaccion de MackRattray. Iba al bar casi todas las noches; el y su mujer, Denise. Yo los llamaba los Ratas. Habian hecho todo lo posible por amargarme la vida desde que se habian mudado a una caravana de alquiler en Four Tracks Corner. Todo ese tiempo habia albergado la esperanza de que se largaran tan repentinamente como habian aparecido. La primera vez que entraron en el Merlotte's, escuche sus pensamientos sin ninguna consideracion. Ya se que dice muy poco de mi, pero es que yo me aburro como todo el mundo, y aunque me paso la mayor parte del tiempo bloqueando los pensamientos ajenos que se cuelan en mi mente, a veces caigo en la tentacion. Asi que me entere de ciertos asuntos de los Rattray que probablemente nadie mas conocia. Para empezar, habian estado en la carcel, aunque no sabia por que. Ademas, pude leer las sucias fantasias con que Mack se habia deleitado a costa de una servidora. Y luego oi en la mente de Denise que habia abandonado a su bebe dos anos antes; no era de Mack. Y encima no dejaban propina. Sam sirvio un vaso de tinto de la casa y lo puso en mi bandeja sin perder de vista la mesa del vampiro. Cuando Sam me miro de nuevo, tuve claro que el tambien se habia dado cuenta de que nuestro nuevo cliente era un no muerto. Los ojos de Sam son del mismo azul que los de Paul Newman, a diferencia del indefinido azul grisaceo de los mios. Sam tambien es rubio pero tiene el pelo hirsuto y de un tono ligeramente rojizo. Siempre esta algo moreno y, aunque vestido parece poca cosa, le he visto descargar camiones con el pecho descubierto y tiene mucha fuerza en el torso. Nunca escucho sus pensamientos; es mi jefe, y ya he tenido que dejar demasiados trabajos por descubrir cosas que no queria sobre mis otros jefes. Sam no dijo nada, se limito a darme el vino. Comprobe que la copa estaba bien limpia y regrese a la mesa del vampiro. --Su vino --dije ceremoniosamente, antes de colocarlo con sumo cuidado justo delante de el. Me miro otra vez y y o aproveche para contemplar sus hermosos ojos cuanto pude--. Buen provecho --anadi, encantada. --!Eh, Sookie! !Otra jarra de cerveza por aqui! --me grito Mack Rattray desde atras. Suspire y me volvi para coger la jarra vacia de la mesa de los Ratas. Me fije en que Denise estaba en plena forma esa noche: llevaba un top que dejaba los hombros al aire y un short muy corto; su mata de pelo castano, en una despreocupada marana a la ultima. No es que fuera muy guapa, pero era tan llamativa y segura de si misma que costaba un rato darse cuenta de ello. Un poco mas tarde observe, para mi disgusto, que los Rattray se habian trasladado a la mesa del vampiro y estaban hablando con el. No participaba mucho en la conversacion, pero tampoco se marchaba. --!Hay que ver! --le comente mosqueada a Arlene, mi companera. Arlene es pelirroja, pecosa y diez anos may or que yo. Ha estado casada cuatro veces y tiene dos hijos, aunque algunas veces creo que me considera el tercero. --Uno nuevo, ?eh? --respondio con escaso interes. Arlene sale ahora con Rene Lenier y, aunque no veo que se sienta muy atraida por el, parece satisfecha. Creo que Rene fue su segundo marido. --Es un vampiro --anadi, incapaz de reprimir mi entusiasmo.

  • Las alas del destino de Antonio Torres Rodriguez

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    A veces nos pasamos la vida entera esperando encontrar a nuestra media naranja y cuando se consiguen conjugar todos los ingredientes para que suceda el encuentro y los elementos se alinean permitiendo que la providencia la ponga frente a nuestros ojos, entonces aparece el factor mas influyente y determinante, nosotros mismos, provocando que por una decision erronea se nos pase el tren que tanto tiempo estuvimos esperando y deseando, llegando a alcanzar tan solo a ver como se nos aleja en el a quien tanto buscamos. Eso mismo debio de pensar Paula cuando quedo desorientada en el anden del metro, viendo como se perdia por la boca del tunel el ultimo vagon. Ni imaginarlo podia cuando una semana antes viajaba como cada manana con destino a la universidad y por los cristales del vagon vio a una joven de aspecto delicado que tambien portaba libros entre los brazos, que se mostraba frente a ella al otro lado de las vias en el convoy que coincidia en horario con direccion opuesta. Las dos jovenes se quedaron mirando fijamente hasta que la velocidad y entre el gentio que abarrotaba el interior de los vagones obstaculizaron la visibilidad entre ellas. Paula quedo atraida desde ese mismo momento y su imagen ya no se aparto de su mente durante toda la jornada, pensando en su belleza y en su mirada, imantada con la de ella. A la manana siguiente y envuelta en la misma voragine cotidiana subio de nuevo al metro que le llevaria a tomar las clases universitarias. Probablemente ya nunca mas volvere a verla, pensaba, mientras el metropolitano comenzaba desplazarse sobre las vias dejando ver sobre la ventanilla el paso revolucionado de la vida al otro lado del cristal. La parada se iba acercando al mismo tiempo que su inquietud subia de tono a la espera de saber si lo del dia anterior fue solo una coincidencia y ya nunca mas se daria otro casual encuentro. Pero el convoy se detuvo coincidiendo tambien en esta ocasion frente al vagon de la desconocida pasajera y alli estaba. De nuevo sus figuras se quedaron inmoviles y mudas frente a frente, con un mensaje de atraccion mutua en sus miradas, y tras unos breves minutos otra vez la velocidad se interpuso entre las dos rompiendo el encanto del encuentro. El pulso se le altero y por primera vez comenzo a sentir un cosquilleo dulce que le recorria el cuerpo. La alegria y la sonrisa se instalaron en ella al tiempo que su mirada se quedaba anclada en cualquier objeto, al azar y con el horizonte perdido. Su concentracion quedo limitada a un recuerdo y por su mente ya no pasaba otra cosa mas que la imagen de quien comenzaba a sentirse enamorada. Pasaron varios dias mas y la dulce sensacion se tornaba temerosa, solo un dia mas de clases en la universidad y de nuevo regresaria a su ciudad, a su pais, lo que significaba que probablemente ya nunca mas volverian a encontrarse, que todo quedaria en una hermosa ilusion efimera. No asi, y consciente de ello, se atrevio a dar un paso adelante. No podia dejar escapar la oportunidad de conocer a aquella chica que le ocupaba su pensamiento todas las horas del dia y en sus suenos. A la manana del ultimo dia se levanto mas temprano que de costumbre y tomo el metro de anterior horario al habitual, con la intencion de apearse en la parada del encuentro y pasarse al otro anden, esperar al convoy en que acostumbraba a viajar la desconocida pasajera y provocar un encuentro mas cercano. Y asi lo hizo, se abrieron las puertas y subio al vagon donde la joven de delicado semblante se mostraba cada manana desde dias atras. Busco y busco, pero no la encontro en el compartimento, no estaba alli. Fue entonces cuando su manifiesta desilusion se multiplico, al ver que la joven se hallaba en el convoy opuesto, en el mismo vagon en que ella viajaba cada dia. La expresion de sus miradas lo dijeron todo y Paula solo acerto a salir precipitadamente del metro y quedarse en el anden, donde por ultima vez vio alejarse a la mujer que le habia trabado el corazon. Cuento del hombre bipolar La calida manana veraniega invitaba al relax y disfrute de los placeres mediterraneos en la pequena ensenada. Como cada manana estival el cuentacuentos disfrutaba de la brisa marinera junto a su pino preferido, bajo su sombra, a la espera de que los jovenes y curiosos que transitaban la playa acudieran a su encuentro, donde cada dia les contaba un cuento, les narraba una historia con sabor a mar napolitano. Poco a poco y como en una liturgia los escuchantes se iban sentando a su alrededor, esperando a que el narrador comenzara su relato. El contador bebio un trago de agua fresca y comenzo su historia, la del hombre bipolar: Cuentan que hace ya algunos anos, tantos como los que no alcanzamos a haber vivido, existio un joven inquieto hijo de esta isla. Pietro, como se llamaba, sonaba cada dia con recorrer otros lugares, otros paises, con vivir aventuras y nuevas experiencias. El creia que era la mejor manera de encontrarse a si mismo, la de ir puliendo su pensamiento a golpe de vivencias. Tantas ilusiones y ansias por recorrer mundo tenia que cada manana subia a la colina mas alta de Ischia, para en los dias claros observar el horizonte, la silueta de la costa napolitana, la linea del paisaje toscano; cada jornada hasta la puesta del sol, donde Neptuno pinchaba con su tridente al astro rey para llevarlo a su reino a dormir, para al dia siguiente despertar de nuevo radiante y vigoroso, esplendido de luz, exultante de vida. Uno de aquellos dias, en el que el otono se hizo patente y las nubes comenzaron a nublar el horizonte, Pietro decidio que habia llegado el momento de partir a buscar su propia identidad, aquella que, contaban los mayores del pueblo, llevamos dentro y que solo aparece con el transcurrir de los dias y las experiencias. Era tan inquieto que no soporto la espera, quiso adelantarse a su tiempo y a las vivencias para provocar su llegada lo antes posible. Bajo de la colina y fue en busca de su amada madre, de la que se despidio, para luego acercarse a los barcos amarrados en el puerto y en uno de ellos cruzar hasta su horizonte sonado. Recorrio la Toscana, sus colinas y campos cosechados, y continuo hasta llegar a Venecia, por donde navego en gondolas por entre canales, con el revolotear de palomas al sonido bizantino del repicar de San Marcos. Y continuo su caminar; y camino hacia el norte hasta poner sus pies andariegos en las orillas del Danubio, en el valle de los Bosques de Viena, con ritmo de vals y entre lagos con blancos cisnes que se difuminaban con los paisajes de palacios nevados. Y siguio la senda con la vista puesta en los Alpes, en su esbelta cordillera y por los verdes valles a su falda. Continuo hacia el Norte, hacia el Este, hasta las tierras bajas, entre canales y molinos de viento, al color de los interminables campos de tulipanes. El mar se situo a sus pies y decidio bajar continente hacia el Sur, hasta quedar prendado en las riberas marsellesas de la Costa Azul. Siguio el mismo punto cardinal en su rosa de los vientos hasta enamorarse de Sierra Morena y recorrer sus montes bandoleros a lomos de una yegua cartujana; miro hacia el Este y anclo sus ojos en los tristes fados de la dulce y triste Lisboa, donde se sento a mirar el horizonte atlantico, igual que anos atras hacia sobre la colina de su querida isla mediterranea. La anoranza le invadio y decidio que aquel era el momento de regresar. Y regreso. Nadie en su pueblo recordaba ya al joven Pietro, ni siquiera su querida madre salio a recibirlo, ya no estaba entre los moradores vivos de Ischia. Sus paisanos, que no lo reconocian, murmuraban a su paso preguntandose quien seria aquel desalinado personaje que caminaba siempre solo y hablando en voz alta, cambiando el tono, preguntandose y respondiendose a la vez, llorando y consolandose, riendose a doble carcajada. Comenzaron a llamarle el hombre bipolar, porque era capaz de mostrar doble personalidad. Hasta que una manana uno de los mas ancianos de la isla lo reconocio y recordo que salio muchos anos atras a recorrer mundo para encontrarse a si mismo, fue el que supo llegar a la conclusion mas logica, que Prieto no solo habia encontrado su identidad sino que habia regresado acompanado de su otro yo, el que se dice que todos llevamos dentro. Busca a tu hermano Busca a tu hermano, prometeme que no dejaras de buscarlo por nada del mundo. Fueron las ultimas palabras que Milagros pronuncio a su hijo Jose Antonio antes de morir. Ella siempre tuvo en el presentimiento que su primer hijo se lo robo aquel militar franquista que no paraba de piropearlo. No lo olvidaba, nunca olvido la expresion de su cara mientras repetia -!Pero que nino mas guapo!- como tampoco habia olvidado su nombre, Laureano Gil de la Hoz, el responsable del traslado de las presas republicanas en el viejo tren de mercancias con direccion a la prision de San Carlos. La guerra espanola causaba estragos en la zona republicana por los ataques de los fascistas sublevados. Milagros cayo presa aquella noche de 1.937 en la que los rebeldes entraron armados en el pueblo, mataron a la mayoria de los hombres y apresaron a las mujeres en edad de luchar. Solo tuvo tiempo para envolver a su hijo en la toquilla y, a punta de fusil y a empujones, la subieron al camion que las traslado al tren. Al segundo dia de ingresar en la carcel una monja le arrebato a su hijo de entre los brazos con la excusa de que las condiciones del presidio no eran las adecuadas para la salud del nino. Dos dias mas tarde, la misma monja, fue a decirle que su hijo habia muerto. Ella tenia el convencimiento de que no era verdad, que su hijo estaba vivo y que se lo habian robado, mas aun, despues de que la religiosa se negara a que pudiera verlo por ultima vez. Jose Antonio tenia el conocimiento de que Milagros no era su madre biologica, aunque para el nunca supuso inconveniente alguno, siempre la acepto como su propia madre desde que era un nino, cuando se quedo a vivir con ella hasta el dia en que murio. La hermana de Milagros, Encarnacion, fue a visitarla despues de acabada la guerra. La contienda las mantuvo separadas durante varios largos anos en los que la miseria y el hambre recorrian el pais de punta a punta. La noche que los falangistas entraron en el pueblo y se llevaron a las mujeres, Encarnacion, embarazada por aquel entonces, se escondio en la cuadra y no salio de alli hasta que se fueron. Al dia siguiente huyo y no regreso hasta pasados algunos anos. Jose Antonio tenia una hermana algo menor que el y recordaba el dia que junto a su madre fueron a visitar a Milagros a la ciudad, a reencontrarse las dos hermanas despues de varios anos separadas. Milagros lloraba desconsolada abrazada a Encarnacion, implorando al cielo que le devolviera a su hijo querido que le habian robado. A partir de aquel dia Milagros se convirtio en su verdadera madre. Encarnacion permitio que el nino se quedara con su hermana por unos dias, para que le hiciera compania y le ayudara a olvidar a su hijo desaparecido, pero aquellos dias se convirtieron en toda una vida. Para Milagros, Jose Antonio paso a ser Antonio a secas, como se llamaba su hijo biologico, habia encontrado en su sobrino el remedio a sus desconsolados males. Sin embargo, no echo en olvido a su hijo desaparecido, cada dia recordaba como y cuando se lo quitaron de entre los brazos para no verlo nunca mas. Nunca perdio la esperanza, hasta el ultimo de sus dias no dejo de pedirle a Jose Antonio que lo buscara y que, cuando lo encontrara, le dijera lo mucho que lloro por el, que nunca lo dio por muerto y que nunca lo habia olvidado. Los esfuerzos por satisfacer a su madre, por encontrar el paradero de Antonio, fueron infructuosos. Busco pesquisas por todas partes, en la antigua carcel, en el convento de la monja que se lo arrebato, pero todo fue inutil. El paso de los anos se habia encargado de borrar el minimo indicio de la existencia del nino Antonio. A la muerte de Milagros, el unico familiar que le quedaba vivo era su hermana Encarnita, que vivia en el pueblo donde Encarnacion habia muerto algunos anos atras. Con el dolor de la perdida de su madre y con la promesa que le hizo a esta de no dejar de buscar a su hijo, Jose Antonio decidio ir a visitar a su hermana.

  • Rehenes de Nina Bouraoui

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    Escribi Rehenes como obra de teatro para el Paris de las Mujeres, festival dedicado a las autoras femeninas. Fue interpretada por Christine Citti en 2015 en el Theatre des Mathurins, en 2016 por Marianne Basler en la Bonnieux de Agnes Varda y en la Opera de Vichy, luego, en 2019, por Anne Benoit y Tommy Luminet en la Comedie de Valence y en el Theatre du Point du Jour de Lyon. Como el destino de mi heroina seguia unido al caos del mundo, escribi una nueva version, inspirada libremente en la obra de teatro, en homenaje a los rehenes economicos y amorosos que somos. Me llamo Sylvie Meyer. Tengo cincuenta y tres anos. Soy madre de dos hijos. Estoy separada de mi marido desde hace un ano. Trabajo en Cagex, una empresa de derivados del caucho. Dirijo la seccion de ajustes. No tengo antecedentes judiciales. No conozco la violencia ni he tenido una educacion violenta ni bofetadas ni azotes con el cinturon ni insultos, nada. Tambien me es ajena esa violencia que uno lleva dentro y que ejerce contra el otro, contra los otros. Es una suerte, una suerte enorme. Somos pocos asi, soy consciente de ello. Y no es que no conozca la violencia del mundo, la conozco, pero no me traspasa la piel. Tengo compartimentos para resistir, asi soy yo: separo las cosas. Nada malo puede contaminarme. He construido una autentica fortaleza en mi interior. Conozco cada habitacion y cada puerta de esa fortaleza. Se cerrarlas cuando hay que cerrarlas y abrirlas cuando hay que abrirlas. Y me va bien asi. La alegria es algo que hay que moldear. No sucede por arte de magia. La alegria requiere meter las manos en la tierra, en el barro, en la arcilla, y ahi es donde es posible agarrarla, atraparla. He buscado la alegria como loca, a veces he llegado a encontrarla y luego se me ha escapado volando como un pajaro, pero lo he aceptado y he seguido adelante, sin quejarme mucho o solamente un poco. No sirve de nada quejarse, ni para una misma ni para los demas. Es vulgar y lleva demasiado tiempo. Me parece que mi tiempo esta contado, que mi tiempo es algo precioso. Muy a menudo me siento llevada, empujada, cuando lo que a mi me gustaria de verdad es mirar el cielo y ver pasar las nubes, echarme en un bosque, cerrar los ojos y sentir el calor de la tierra. Amo la naturaleza. Creo en ella como otros creen en Dios. Me produce siempre un invariable sentimiento de plenitud, de sensacion de grandeza, de asombro: el misterio de las estaciones que se suceden, la profundidad de los oceanos, el poderio de las montanas, el color de la arena y el de la nieve, el aroma de las flores y el del musgo de los bosques, la inmensidad que nos hace tan pequenos. Nunca me he derrumbado, jamas, ni siquiera cuando mi marido se marcho hace un ano. He resistido. Soy fuerte, las mujeres somos fuertes, mas que los hombres, nosotras asimilamos el sufrimiento. Para nosotras sufrir es algo normal. Esta en nuestra historia; en nuestra historia de mujeres. Y seguira siendo asi. No digo que este bien, pero tampoco digo que este mal. Es incluso una ventaja: no hay tiempo para lamentarse. Y como no tenemos tiempo, pasamos a otra cosa. Rapidito y asi nadie se aflige. Hace un ano, cuando mi marido me dejo, no dije nada, no llore, ni frio ni calor, como con la violencia, calma chicha. Ya era raro que llevaramos juntos mas de veinticinco anos. Es mucho tiempo, veinticinco anos, mucho tiempo. Son anos llenos de costumbres, de amor tambien, pero seamos sinceros, sobre todo de costumbres, de pequenos habitos puestos uno detras de otro. Es una cinta que se desenrolla y que no termina nunca de desenrollarse, no se le ve el final, aunque a veces pensamos en ese final sin creer en el verdaderamente. La cinta es de un color determinado. Para la vida con mi marido yo elegiria el amarillo palido. No es que fuera un sol brillante, mas bien era entre nubes; todo iba bien, si, pero en cualquier momento podia suceder una desagradable sorpresa. Y no me equivocaba: un buen dia se desperto y me dijo: <>. No le conteste. Me fui a la cocina, prepare la mesa para desayunar con nuestros dos hijos, como si nada, y luego me duche muy rapido, como de costumbre. Cuando digo <> es para explicar que tampoco tengo tiempo para el placer. No tengo tiempo. Y es un error, porque el placer es una de las maneras de escapar de lo real. Habia un muro entre mi marido y yo. Un muro que se habia levantado poco a poco. Al principio, era una pequena linea, luego se hizo un pequeno escalon. Nos veiamos todavia, pero tropezabamos cuando uno se acercaba al otro. El escalon se volvio cada vez mas alto y cada uno permanecio en su lado por temor a hacerse dano. Nuestras manos aun podian tocarse, pero habia que hacer un esfuerzo. El cemento se espesaba. De pronto dejamos de vernos, de mirarnos, de sentirnos. El muro ya se habia levantado y seguia creciendo. Habiamos acabado sin llegar a decirnoslo porque, en el fondo, lo sabiamos. Esas cosas siempre se saben. Las tememos, pero las sabemos. Es falso eso de que es una sorpresa cuando el otro se marcha. Mentira. A veces, sin admitirlo, lo esperamos, lo provocamos, y cada uno de nuestros gestos lleva a ese desenlace. Cada una de nuestras palabras tambien. El muro lo hemos levantado los dos. Los dos hemos ido poniendo la arena, el agua, la grava y el hierro para que fraguase bien y nada pudiera llegar a romperlo. Aquel dia, cuando mi marido me anuncio que se iba, yo no llore. Era una noticia como cualquier otra, una mas dentro de las noticias del dia que yo podria haber integrado: la curva del paro, el calentamiento climatico, la subida de precios, la guerra. Era algo importante, pero a la vez tambien algo sin ninguna importancia. Formaba parte de las cosas generales y no de mi intimidad. Eso era lo mas extrano. Mi marido me abandonaba y yo tenia la impresion de que abandonaba a otra mujer. Era como si no me concerniera o me concerniera muy poco. El no era realmente el ni yo era realmente yo. El se iba, pero el muro seguia ahi. No lo vi marcharse. Solamente dijo una frase, algo asi como, por ejemplo, voy a comprar pan, o a pagar el recibo de la luz, o a recoger la ropa de la tintoreria. El lenguaje no significa nada cuando no queremos comprender. Las palabras se vuelven ligeras como pompas de jabon que flotan en el aire y estallan. Despues de la frase de mi marido, deje al menor de mis hijos en el colegio y luego me dirigi a Cagex. Fiche, fui a mi seccion, revise las maquinas y a los empleados que iban llegando, uno a uno, mis abejas. No era una jornada especial, tampoco ordinaria, pues en mi mente permanecia la idea de que algo habia pasado, que mi marido habia decidido marcharse, pero eso no me dolia demasiado, era como una piedra en el zapato, una piedra que aguantas porque no tienes tiempo para quitartela; simplemente lo aplazas y dices <>, pero ese mas tarde no llega nunca y la piedra se queda alli y no piensas mas en ella: forma parte de ti. Pensandolo bien, habia pasado una cosa: habia cambiado de lado de la cama. No me habia puesto en medio, como habria hecho otra mujer, no, yo me habia apropiado de su lado, el izquierdo. Mi cuerpo sobre su cuerpo que ya no estaba ahi, mi piel sobre su piel que ya no sentia contra mi, mi respiracion mezclada con su respiracion que ya no percibia, mi espalda, mi costado, mis nalgas encima de el que no estaba debajo, aunque a veces me figuraba que si lo estaba, pero tan solo era un hueco por rellenar.

  • Nobelnomics de Juan Carlos De Pablo

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    Un original recorrido por la historia de la economia moderna a partir de las contribuciones clave y los aspectos mas intimos de los economistas distinguidos con el galardon mas prestigioso del planeta.

  • Mi error fue enamorarme del novio de mi hermana. Parte 2 de Moruena Estringana

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    Jenna siempre se ha sentido diferente. Con sus diecinueve anos no aparenta mas de quince y para eso no ayuda mucho su despreocupado aspecto. Hija de un importante empresario nunca se ha sentido a gusto en sociedad. No encaja en ese mundo. Su mundo es la pintura, le encanta perderse en su cuadros y plasmar la belleza que solo ella es capaz de ver.

  • La ultima pintura de Sara De Vos de Dominic Smith

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    Con La ultima pintura de Sara de Vos, Dominic Smith ha cosechado un exito rotundo de ventas, y la critica ya compara su obra con clasicos como El jilguero, de Donna Tartt, o La joven de la perla, de Tracy Chevalier.

  • El Baile Del Ahorcado de Day Anna

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    HAY HISTORIAS QUE MARCAN
    ?Y si pudieras ser Katniss? ?Y si pudieras ser Tris?
    El sueno de Violet se convierte en realidad cuando ella y sus amigos son trasladados al universo de El baile del ahorcado, su saga distopica favorita.
    Atrapada en una historia violenta y peligrosa cuyas reglas no conoce tan bien como creia, Violet debera convertirse en la heroina que siempre quiso ser.
    Aunque eso signifique bailar el baile del ahorcado.

  • El sueno de Cartago de Juan Carlos Mato

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    Dos pueblos enfrentados. Una venganza. El odio de un vencido general forjado al rojo vivo en el alma de sus hijos. Una nacion orgullosa que no se deja conquistar.

  • Al llegar la noche de Jezz Burning

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    Manon Capwell es la responsable de las excavaciones que tienen lugar en las tierras colindantes a las del apuesto Lucan Dux, quien, para evitar que la excavacion alcance sus propiedades logra que la empresa que financiaba el proyecto retire sus fondos.La noticia no es bien recibida por Manon y acude al despacho de Lucan Dux para tratar de recuperar el apoyo economico. A raiz de este encuentro una serie de fenomenos extranos empiezan a sucederle: un lobo intenta atacarla; su madre, que lleva anos ingresada, despierta de un coma profundo; unas inquietantes imagenes alteran sus suenos; y, ademas, algo que Manon no pretendia: se siente irremediablemente atraida por ese misterioso hombre de mirada penetrante y salvaje.Lo que ella ignora es que ese hombre esconde un secreto y que ese secreto arrastrara a Manon a una experiencia que cambiara su vida.

  • La mascara del herrero de Susana F. Ameijeiras

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    Las cajas inundaban el suelo y eso hacia que, de un momento a otro, pudiera acabar entrando en colera, pero lo sabia disimular. De hecho, disimular, era una de mis especialidades. --Maca, no creo que te cueste tanto meter al menos la ropa en el armario --dijo Esteban. Esteban nunca fue un hombre demasiado alto, le faltaba algo de pelo, pero sus ojos tenian una caida que solo define a los hombres buenos y profundos… a los hombres bienintencionados y serenos. Macarena, mi hija, era por aquel entonces una adolescente de 15 anos cuando nos mudamos a la nueva casa. Al nuevo hogar. Llegamos una tarde de sabado a finales de septiembre. Habiamos decidido darnos la oportunidad de vivir frente al mar aprovechando el nuevo puesto de trabajo de Esteban en un bufete de abogados de un pequeno pueblo costero de cuyo nombre prefiero no acordarme (para algo sirven las grandes frases de los que fueron grandes sintiendose, a veces, bastante pequenos). A medida que nuestro coche se acercaba a aquella calle estrecha, me iba dando cuenta de que el cielo gris inundaba gran parte del paisaje y de que, apenas al fondo, habia un destello de luz sobreviviendo a los ultimos dias de verano. Aquel dia no supe como describir aquella sensacion, pero, para algun organo de mi cuerpo, no paso desapercibida; algo se movio dentro de mi, ni bueno ni malo, solo algo. Ese efecto duro unas pocas decimas de segundos; era una emocion extrana, casi imposible de saborear. No pude saber que era porque se esfumo de golpe, pero dejo en mi un mensaje que solo unas pocas semanas mas tarde empece a descifrar. Ya no habia vuelta atras, ya estabamos dentro de aquel pueblo medio esperanzador... medio oscuro. Esteban abrio la puerta del maletero; la mayoria de las cosas ya estaban dentro, puesto que la empresa de mudanzas se habia encargado de traerlas unos dias antes. Nosotros solo llevabamos unas cuantas maletas y bolsas con algo de comida, abrigos, zapatos... Mire de frente hacia nuestro nuevo hogar. Dos pequenas plantas se alzaban bajo un escaso terreno de hierbas y maleza que se sumaban al aspecto grisaceo del cielo aquella tarde de sabado. Las paredes eran blancas, recien pintadas. Las ventanas, rojas, algo curioso y pintoresco que no me desagradaba en absoluto. Al entrar, subi directamente las escaleras al primer piso en donde se encontraban los dormitorios. Deje dos maletas y mire por la ventana: el mar azotaba con fuerza y el cielo cada vez se oscurecia con mayor rapidez. "Quizas no haya sido buena idea venir una tarde tan oscura", pense, "No es la mejor hora para hacer cambios". Esteban seguia peleandose con Maca para que, al menos, guardara su ropa y su calzado... el resto podriamos hacerlo poco a poco. Maca no hacia caso, y yo, tampoco. Seguia mirando hacia esa ventana y no conseguia saber que era eso que me incomodaba. La mayoria de la gente quiere estar frente al mar, pero esa imagen idilica e inspiradora que otros parecen percibir en ese enorme charco interminable, yo no conseguia verla. Algo oscuro salia de aquel movimiento que desprendia espuma con el empuje de sus olas. Algo queria decir esa fuerza inquieta e infinita que sabemos que jamas se va a detener: una y otra vez golpea y golpea sin cansarse... --Olivia, no pareces muy contenta de poder tener una casa con vistas al mar --dijo Esteban con un tono carinosos mientras ponia su mano en mi hombro. --No, no es eso, me gusta, pero... tal vez ahora mismo solo sea una sensacion de miedo por empezar algo nuevo --dije mientras lo miraba con una leve y, en cierto modo, fingida sonrisa para que no se preocupase en exceso por mi mas que notable cara de cierta tristeza--. Echo de menos nuestro pequeno piso, supongo. Ademas, es tarde, mejor sera que deje de mirar por la ventana y empiece a colocar lo mas necesario --continue diciendo mientras me dirigia al dormitorio dando zancadas entre las cajas. Esa misma noche cenamos comida preparada que compramos por el camino. Todavia aquella casa no parecia un hogar. Demasiadas cosas sin colocar, demasiado caos alrededor. Supuse que no dormiria de noche, no es que lo haya supuesto, es que creo que fue una sentencia firmada desde el mismo momento en que lo pense. Y asi fue. Al dia siguiente, cuando desperte a las cinco de la madrugada, sin apenas haber dormido unas cuatro horas, me di cuenta de que habia sido una pesima idea haber hecho la mudanza un sabado para amanecer un domingo con el cielo completamente gris y el pueblo hundido en un inquietante vacio. "No estoy preparada para este recibimiento tan cutre", pense. Mire las cajas, y todavia me senti peor. Desorden, cielo gris, frio y soledad. Una buena combinacion para empezar de cero… Baje a la cocina, busque la caja donde se encontraba la cafetera, la cogi y mire hacia los lados tratando de encontrar un lugar donde poder colocarla. Es curioso, primero busque un espacio para unos cuantos gramos de plastico antes que uno para mi, pero asi fue. Supongo que en ese momento pensaba que no era nadie sin un cafe en la sangre, lo mismo que no eres nada sin sangre corriendo por las venas. Una vez que la mezcla de sangre y cafeina empezo a burbujear por mis arterias, consegui levantarme por dentro (por fuera llevaba algo mas de una hora despierta). No sabia que hacer, todavia no eran ni las siete de la manana. Asi que, con mucha pereza y con bastante miedo..., volvi a asomarme a la ventana y ver el mar. "No lo entiendo", pense. "No me parece ni tan bonito ni tan magico como todo el mundo recuerda en sus instantaneas de verano. No consigo ver esa sensacion tantas veces repetida en anuncios de television y campanas publicitarias en las que el mar es el elemento mas persuasivo para vender cualquier cosa, aunque sea una cafetera. Nunca compraria una cafetera en cuyo reclamo publicitario saliera el mar". Mientras terminaba ese pensamiento, volvi a darme la vuelta para ver que podia hacer que no fuera desempaquetar cajas; para eso preferia tener a Esteban y a Maca levantados, y no pasar el tormento yo sola. No se me ocurria nada, solo dos opciones: o arreglar la gran duna de carton que se levantaba a cada paso que daba, o mirar por la ventana y ver el mar. Pocas opciones y, todas, desoladoras. Asi que cogi el movil. Y entonces me senti fatal por mirar a una pantalla teniendo en frente de mi al todopoderoso oceano, al que no queria ni ver. Hubo suerte: Esteban se levanto. --Buenos dias --dijo Esteban mientras trataba de despejar los ojos con sus dos dedos de la mano y si dirigia hacia la ventana--. Que maravilla de vistas tenemos por la manana, ?no te parece precioso? --me pregunto, con una mirada de satisfaccion esperando que yo le contestara con su mismo entusiasmo. --Si, es precioso, llevo viendolo desde que me levante, tenemos mucha suerte de poder vivir cerca del mar --conteste, sabiendo que la ironia se habia adentrado durante unos segundos en mi cuerpo, "sera culpa de la cafeina, tal vez debiera dejar de tomar cafe y conformarme con una sosa infusion". --Veo que has sacado primero la cafetera, buena idea --continuo Esteban, y se dirigio con una envidiable actitud hacia la cocina. Tras desayunar y vestirnos, comprobando asi que la ducha funcionaba, que el calentador funcionaba, que el agua corria con soltura (como no podia ser de otra forma, dado que estabamos al lado del mar), Esteban decidio estrenar su primer dia en el pueblo yendo a buscar el periodico. Me invadio una extrana envidia al percibir la ilusion con la que salia por la puerta, la curiosidad por adentrase en el entorno de su nuevo hogar y captar todos los detalles para hacerlos suyos. Yo no podia, habia una extrana barrera entre ese nuevo espacio que me amenazaba con hacerme un pulso y ser mas fuerte que yo. Tal vez estaban saltando todos mis soldados con sus canones preparados para que el territorio no se revelara contra mi. Una osadia que nunca quise analizar demasiado para no caer en la tentacion de pensar que pudiera ser castigada por querer controlar algo que era mas grande que yo. Tal vez los dioses no me lo perdonaran y apareciera su furia en cualquier momento desde cualquier parte de ese cielo gris a traves de esa ventana desde la cual se suponia que teniamos casi las mejores vistas del pueblo. --Buenos dias, Maca --dije con mucha alegria, pero sin mucho exito, puesto que Maca suele levantarse con los auriculares incorporados en sus orejas y no atiende a nada, no escucha... solo clava la mirada en la pantalla de su telefono y levanta la vista a modo de saludo. Quizas es mucho pedir que levante la mano, y que salga un "buenos dias" de su boca, ya es algo con lo que no cuento desde hace un largo tiempo.

  • Renunciare a Amarte de Sophie Kiss

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    Ahora es su turno. Esta es una historia que me conto mi amiga, lo ha mantenido en secreto durante todos estos anos. No sabia como habia conocido a su esposo que tambien es mi amigo, hasta que en una conversacion me conto como llegaron a estar juntos me impacto. Mi amiga tuvo que pasar por muchos problemas antes de que el destino lo juntara con su esposo. Era demasiado lo que le hizo su ex esposo, ella eligio dejar de ser una espectadora y tomar cartas en el asunto. A mi amiga no le gusta hablar sobre este tema pero creo que esta historia merece ser conocida.

  • Las Increibles Aventuras de Mr. Flowers de Jose Flores

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    El amor es un misterio de cuatro letras. El alfabeto, de veintises. Pero Mr. Flowers ha descubierto su secreto: cada pais esconde una letra que sigue el orden del alfabeto para ofrecerle el amor. Por desgracia, las reglas son muy estrictas. Asi que, cuando conoce a la persona adecuada con la que compartir su vida con la letra equivocada, tendra que tomar una dificil decision: respetar el camino de su destino o renunciar a descubrir lo que la vida tiene preparado para su futuro.

  • Guardia de mi corazon (Ritmo cardiaco 2) de Larissa De Silva

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    No creia que el hombre de aspecto perfecto existiera. Sabia que no existia. Sin embargo, levante la vista de mis deberes y alli estaba, fuera de mi ventana, trabajando. No llevaba camisa, y sus abdominales estaban cincelados, y aunque su pelo se le metia en la cara, no queria nada mas que ir alli y besarle. No hice nada de eso. Lo mire, lo salude y espere que me devolviera el saludo. Nos conociamos desde ninos, y el siempre fue amable conmigo. Se habia ido durante el verano, y cuando volvio, se habia hecho alto, su espalda se habia ensanchado, y de repente tenia definicion en sus abdominales. Lo recordaba como el nino malhumorado con cinturones de taches y las camisas de manga larga debajo de las blancas sueltas. Ahora parecia que apenas salia de casa, y cuando lo hacia, siempre llevaba pantalones cortos cargo y poco mas. Parecia que solo salia de casa para hacer trabajo de campo, y aunque fuimos juntos a la escuela, ya no lo vi mas. No habia ninguna valla entre nuestras casas, lo unico que las dividia eran unos robles dispersos entre los limites de la propiedad. Habiamos plantado algunos juntos, cuando apenas eramos mas altos que las rodillas de nuestros padres. Asi era nuestra relacion. Habiamos estado muy unidos. Habiamos crecido juntos, a un tiro de piedra del otro. Cuando eramos mas jovenes, antes del verano, solia acompanarme a la escuela. Pasaba las tardes en mi casa, y hablabamos y jugabamos, y haciamos los deberes juntos. Nunca se sintio de otra manera que como deberia haber sido, asi que cuando dejo de venir, las cosas se sintieron mal. Se sentian mal. Nuestro primer beso habia ocurrido hace unos pocos veranos, tambien, y habia sido tan breve, y tan tonto. Me habia preguntado si queria intentarlo, si queria ver lo que se sentia. No habia sido magico. Habia sido practico, cientifico, divertido. Y luego no lo habiamos vuelto a hacer, y todo habia estado bien. Nunca habiamos hablado de ello. Lo intentamos, y nunca afecto nuestra amistad. Eramos ninos y pasabamos por un momento extrano de nuestra vida juntos. Pero siempre fuimos parte de la vida del otro. Eso era una certeza. Despues del verano, cuando dejo de venir, fue cuando las cosas empezaron a sentirse tan raras. Y en ese momento, ni siquiera me estaba saludando. Me estaba ignorando, dandome la espalda, y yo no podia evitar estar furiosa. Aunque no me hubiera visto, normalmente me saludaba, me buscaba. Sabia que no podria volver a mis deberes antes de aclarar las cosas con el, porque no iba a ser capaz de concentrarme. Necesitaba que me dijera como le habia ofendido, o que diablos habia pasado durante el verano que le habia hecho sentir que era mucho mejor que yo. Me levante, sali por la puerta lateral de mi casa, me salte los dos pasos de la entrada trasera y me acerque a donde estaba el, con los punos a los lados. Se alejo de mi hasta que practicamente tuve que correr para alcanzarle, mis chanclas se movian bajo mis pies. Sus piernas eran mas largas que las mias, y sabia que estaba tratando de conseguir estar lejos de mi. Fingia no oirme y yo no queria gritarle. No queria tener que exigir su atencion. Cuando finalmente llegue a donde estaba, puse una mano en su hombro y el levanto su cuello para mirarme. Sus ojos azul claro, que parecian crecer cada ano, se estrecharon. Se quito los auriculares de los oidos rapidamente, lo suficientemente rapido como para que pareciera que le dolia. “?Que quieres, Cicatriz?” Levante las cejas, tocando mi barbilla, donde estaba mi cicatriz. El tambien habia estado alli para eso, y sabia lo devastada que estaba cuando el corte no parecia desvanecerse. Ya no se me consideraba una chica particularmente guapa, y la cicatriz se sentia como si fuera la sentencia de muerte de cualquier belleza potencial que pudiera poseer mas tarde. “?En serio? ?Cicatriz?” “?Que quieres?” repitio, mirandome de arriba a abajo. “Quiero saber que diablos te pasa”, le dije con los dientes apretados. No queria llorar, pero mis sentimientos estaban heridos. Incline la cabeza hacia atras para que no pudiera ver mis lagrimas y me aclare la garganta para que pudiera mantener la voz. “Por que no puedes ni siquiera saludarme”. Se arrugo la nariz, se rizo el labio superior y revelo un diente. Sus auriculares colgaban alrededor de su cuello. “?Por que necesitas que te salude?” pregunto. “?Que quieres decir?” Pregunte, lloriqueando a pesar de mi. Intentaba mantener la cabeza en alto, pero estaba disgustada, a pesar de mi misma. “?Por que necesitas que te salude?” pregunto de nuevo, esta vez con los dientes apretados. “?Que quieres decir con que necesito que me saludes?” Me escuche a mi mismo preguntando. Las palabras sonaban extranas en mis propios oidos. Habia incredulidad alli. No estaba segura de como se suponia que debia sentirme al respecto, y el odio que salia de su boca, y la forma en que me miraba… todo me desequilibraba. Me estaba haciendo sentir nauseas. Queria preguntar mas, pero no me respondia. No iba a decirme nada. Venir aqui, pedirle una explicacion, no habia sido absolutamente inutil. Habia sido una idea terrible. El no queria tratar conmigo, y yo tenia que estar de acuerdo con eso. Me senti ridicula. No era un buen amigo, no lo habia sido durante un tiempo, y no me debia una explicacion. No me debia nada. Habiamos sido amigos una vez, pero ya no lo eramos. Lo habia dejado muy claro. No importaba lo que yo quisiera, por mucho que quisiera que fueramos amigos. Habiamos sido tan cercanos una vez, y ahora… Debo haberlo mirado demasiado tiempo, porque se burlo de mi, sus ojos azules helados se veian aun mas brillantes y claros a la luz del sol. Con su cara retorcida asi, no se veia tan atractivo como desde mi ventana. “?Por que estas tan necesitada, Cicatriz?” pregunto. Era mi turno de burlarme. No queria llorar; todavia estaba herida y no sabia si iba a ser capaz de detenerme. Sacudi la cabeza, consciente de que era poco probable que obtuviera una respuesta directa de el, y me prepare antes de volver a mi casa. Antes de que pudiera alejarme de el, me agarro la muneca y me impidio seguir caminando. Me eche atras para mirarle, lista para darle un punetazo en la cara. En algun momento, el habia decidido que era demasiado bueno para mi, y fue entonces cuando me dije a mi misma que era hora de dejar de preocuparme oficialmente. Tenia tantas preguntas sobre lo que habia pasado, lo que le habia hecho, sobre nuestra relacion, pero con el insulto, y la forma en que me miraba, no queria tener nada que ver con el. Intente apartar mi mano. “Sueltame”, dije con los dientes apretados. Se ilumino, su cara se acerco a la mia. Podia oler su locion para despues de afeitar, y su pasta de dientes de menta, y podia ver las pecas salpicadas en su nariz. Sus fosas nasales estaban ensanchadas. “Tienes que alejarte de mi”, dijo. “Tienes que mantenerte alejada, Cicatriz. ?Me oyes?” Lo mire con atencion, y luego mi mirada se deslizo entre su mano en mi muneca y su cara. “Te escuche”, dije. “Lo comprendo. Te dejare en paz, dejame ir. ” Me agarro con fuerza. “Necesitas alejarte”, dijo, su voz bajando a un susurro. “Nadie te quiere aqui. Yo no te quiero aqui, tus padres no te quieren aqui. No tienes otros amigos. Deberias huir, Billie. Huye y no vuelvas”. Me torci el brazo para que me dejara ir. “?Que diablos te pasa?” Pregunte, sosteniendo mi mano sobre mi cuerpo. Sabia que se iba a magullar. “Hablo en serio”, escupio. “Entiendo”, respondi, frotando mi muneca, tratando de ignorar las lagrimas que caian por mi cara. Estaba llorando, y no estaba segura, pero senti que el se iba a alegrar por ello. “Hablas en serio. No te preocupes, te escucho alto y claro”. Abrio la boca para hablar, pero no dijo nada. Cerro la boca, se dio la vuelta y empezo a alejarse de mi otra vez. Quise gritar, pero no lo hice. No hice nada, no dije nada. Volvi a mi casa, con el corazon roto, e hice una nota mental para no volver a molestarlo. *** 2020 Me puse el pelo en un mono y me mire en el espejo. Solo podia robar unos minutos aqui y alla entre pacientes, y parecer cansada nunca habia sido un buen refuerzo de confianza para ninguno de ellos. Ya me veia demasiado joven, y los pacientes dudaban mas en escuchar a una mujer joven. Me asegure de tapar las ojeras con un poco de base y crema BB, y me limpie las puntas de los dedos con una toallita para bebes antes de tirarla al cubo de basura junto al fregadero. Abri la puerta del bano y, usando mi tableta, mire al siguiente paciente de mi lista. Su nombre, Eric Brown, no me resultaba familiar y parecia menor de edad. No sabia por que estaba aqui en lugar de en un centro de atencion sin cita previa o incluso en una sala de emergencias, y no sabia por que no estaba viendo a su medico de atencion primaria, el Dr. Milburn. Mire su historia, pero parecia estar perfectamente sano. No habia nada que indicara por que podria estar alli. La enfermera le tomaba los signos vitales y yo no me retrase en absoluto, lo cual era algo milagroso considerando el dia que habia tenido. Llame a la puerta y la abri cuando oi una voz profunda que me decia que entrara. “Hola”, dije mientras miraba a mi paciente, un chico alto que no me miraba. Llevaba una sudadera con capucha, y se desplomo en la silla, con los pies apuntando en direcciones completamente diferentes. Apenas miro hacia arriba, asi que me aclare la garganta otra vez. “Hola, Eric”, le dije, mirando la historia para asegurarme de que tenia su nombre correcto. “?Estan tus padres aqui?” Me miro entonces y dijo algo, pero no lo escuche en absoluto. Sus ojos eran azules, con un toque de verde. Nunca quise pensar en ello, pero por una fraccion de segundo, la cara de Misha aparecio en mi cerebro, y el era todo lo que podia ver. Sus brillantes ojos azules, sus rasgos infantiles, la forma en que la luz del sol ilumino su cabello oscuro. Cerre los ojos, respire profundamente y volvi a mirar a mi paciente.

  • La cabana junto al lago (Stillhouse Lake 1) de Rachel Caine

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    Creyo estar a salvo, pero el mal volvio a llamar a su puerta.

  • La sexta planta de Diego Garcia Andreu

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    Jaime Murillo, escritor de novelas de terror con un exito mediocre, vive en la sexta planta de un edificio en un barrio alejado de Madrid con Noelia Pineda, su mujer, y Javier Murillo, su hijo de nueve anos.
    Ante la crisis financiera que arrastra la familia, Jaime se propone escribir la novela que lo catapulte hacia el exito, sin embargo, ningun hilo argumental lo satisface. Despues de mucho meditarlo, al fin se decide: ?sobre quien iba a escribir, si no?
    El proyecto parece avanzar a buen ritmo, hasta que un dia recibe una carta sin franqueo revelando una terrible premonicion. Si, quiza escribir sobre ello no habia sido una buena idea, pero ahora ya no hay vuelta atras y el terror, la intriga y el desconcierto estan servidos.
    Esta novela podria considerase una segunda parte de El proceso del mal, no obstante y aunque guarda un ligero hilo conector, la obra es independiente.

  • La suerte de haberte conocido de Ciara Giannetti

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    Mia es una chica de veinticuatro anos con muchisimos objetivos por alcanzar. Desde hace ano y medio sufre un trastorno generalizado de ansiedad que le ha hecho perder su esencia e incluso las ganas de seguir viviendo. Sin embargo, en una de sus visitas al psiquiatra conoce a un medico un tanto peculiar que le hara ver la vida desde otra perspectiva… Si quieres saber mas sobre esta historia, !solo tienes que leerla!

  • DESTRUCTORA de K. Spencer

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    Su melena rubia y ondulada emitia un brillo magnetico que hacia que todos los hombres a su paso se giraran para contemplar en toda perspectiva la radiante belleza de esa espectacular mujer. Pero nadie sabia el secreto que se escondia tras esos ojos negros de profundos abismos. Nadie se imaginaba lo que encerraban con candados de misterioso silencio. Una bella mujer no podia ser fruto de las tinieblas, pero tras esa magnetica apariencia se hallaba la mas vil de las feminas. Todo lo que toco en su vida lo hizo pedazos, no a base de violencia sino a traves de lo que derivo de su presencia. Ella era como uno de esos cataclismos naturales que no se espera nunca que ocurran pero que acaban por destruir todo lo que se habia levantado antes de su aparicion

  • Para siempre contigo (Eres mi adiccion 3) de Laurelin Paige

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    El desenlace de la trilogia superventas <>. Un viaje vertiginoso y torrido de la mano de la pareja mas excitante.

  • Travis y Emily_ El pasado imper de Abril Camino

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    Cuando las ruedas del avion tocaron con suavidad el asfalto de la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional JFK de Nueva York, Travis sintio la vieja tension de la expectativa. Las mismas sensaciones que solian embargarlo en los minutos previos a saltar al campo antes de un partido. Ilusion y nervios. Emocion y ansiedad. El habitual crujido de su rodilla derecha le recordo que el futbol era ya historia para el. Como casi todo lo que le habia parecido divertido cuando era joven. Cuando era joven. Hacia dos anos que habia dejado Nueva York para volver a Arizona, y tenia la sensacion de haberse hecho viejo desde entonces. Habia trabajado de sol a sol, al ritmo que su padre habia marcado, y ni siquiera habia buscado un lugar decente donde vivir. Pocas semanas antes de que el se instalara en Phoenix, su hermano Mark se habia mudado al rancho que la familia poseia en las afueras de la ciudad, y Travis se limito a ocupar su antiguo apartamento sobre el garaje. En el fondo de su alma, incluso sin ser consciente de ello, siempre habia sabido que regresaria a Nueva York. Sentado en el autobus que lo llevaba al sur de Manhattan, se sentia como un turista novato. Buscaba la silueta de los rascacielos sobre el East River, el sol dibujando el crepusculo de aquella tarde de final de verano sobre las azoteas de Brooklyn, el ritmo frenetico de la ciudad. Pero el no era un turista. El habia vivido cuatro anos en Nueva York y no habia vuelto a sentirse en casa en ningun otro lugar. Aquella ciudad aparentemente fria y despiadada era su lugar favorito en el mundo. Pese a los dos anos de ausencia, tardo segundos en trazar en su cabeza el recorrido que debia hacer en metro hasta el pequeno estudio que habia alquilado en el SoHo[1], a pocas manzanas de Little Italy[2]. Su hermano Preston lo habia elegido para el, teniendo en cuenta el exiguo presupuesto con el que contaba para los primeros meses. Su padre se habia tomado su desercion con deportividad y le habia ofrecido una asignacion similar a la que aun le pasaba al mas pequeno de los cuatro hermanos, Parker, pero el la habia rechazado. Queria comprobar si, viviendo como cualquier persona de su edad que empezaba en su primer empleo, conseguia sentir, al fin, que tenia veinticuatro anos. Encontro la llave sobre el marco de la puerta de entrada, donde Preston se la habia dejado, lanzo sus bolsas de viaje a una esquina del salon-cocinacomedor-dormitorio, y se rio con ganas al ver la nota que le habia escrito su hermano gemelo. Ademas de hacerle unas cuantas propuestas para las siguientes cuatro mil noches de sabado, lo informaba de que le habia comprado dos packs de Budweiser y se los habia metido en el frigorifico. A eso debia de referirse la leyenda urbana de que los gemelos se comunicaban de forma telepatica. Una cerveza, en ese preciso instante, sentado en el sofacama de su nuevo apartamento, era la perfeccion. Por desgracia, a Preston tambien se le habia ocurrido concertar una reunion fraternal, segun sus propias palabras, aprovechando que las fiestas de San Gennaro se celebraban en esos dias en su barrio. Tras cinco horas de vuelo y con la perspectiva de tener que ubicar todas sus cosas en un apartamento que cabria en la parte de atras de la camioneta que solia utilizar en Arizona, sus ganas de pasar la tarde bebiendo chianti[3] y comiendo cannoli[4] eran mas bien escasas. La propuesta incluia tambien a Parker y a su novia Amy. Travis habia conocido a Amy ese verano en el rancho familiar, donde habian coincidido todos durante una semana de vacaciones. Entre sus padres y la propia Amy habian conseguido convencer a Parker de que casarse ese mismo verano era una locura incluso para su nivel de impulsividad habitual. Pero Parker seguia siendo Parker, asi que solo lograron retrasar el enlace un ano. Ahora, tenian nueve meses por delante para organizar una boda. Un motivo mas para alegrarse de haberse ido de Phoenix y mantenerse alejado de la locura de preparativos en la que ya habia entrado su madre. Travis podia estar agotado por el viaje desde Arizona y deseando echarse a dormir, pero no enganaria a nadie si dijera que no le apetecia ver a sus hermanos. Le encantaban los dias, cada vez mas escasos, en que se reunian todos. Mark seguia en el rancho, de donde parecia que nadie podria sacarlo jamas, pero los otros tres Sullivan iban a compartir vida en Nueva York. Quiza Preston tuviera razon, y la ocasion mereciera celebrarse. Habia echado de menos a Preston los dos ultimos anos. Jamas lo diria en alto y, por supuesto, preferiria cortarse la lengua que reconocerlo delante de el. Adoraba a Mark y a Parker, pero la relacion con su gemelo siempre habia sido especial. Habian compartido amigos, deportes, locuras y tambien alguna novia. Al acabar la universidad, Preston habia aceptado la oferta de un viejo amigo de su padre para trabajar con el durante dos anos en Londres. Travis, en cambio, habia sido mas conservador y habia regresado a Arizona. Habia viajado a Londres cuatro veces en los dos ultimos anos para visitar a su hermano, y lo habia visto muy integrado en aquella ciudad loca en que los coches circulaban por el lado contrario, se bebia te en lugar de cafe, y los reyes vivian en palacios. Pero Travis lo conocia lo suficiente como para saber que el tampoco podia vivir lejos de Nueva York. Los dos llevaban dos anos sintiendo que se habian dejado un trozo de su alma en la Gran Manzana. En cuanto le surgio la oportunidad, a traves de un viejo conocido de Beta Theta Pi, de disfrutar de una beca como profesor adjunto en la misma escuela de Leyes de Columbia en la que todos los hermanos habian estudiado, Preston no dudo en cruzar de nuevo el Atlantico e instalarse en la ciudad. Durante una enajenacion mental transitoria, llegaron a pensar en compartir apartamento, pero llevaban demasiado tiempo luchando por diferenciarse el uno del otro como para caer ahora en ese error. Ademas, Preston se habia convertido en una especie de moderno al estilo europeo y se habia instalado en Brooklyn. A Travis, en cambio, no lo moverian de Manhattan ni los desorbitados precios de la vivienda, ni la incomodidad de convivir a diario con los turistas ni las mas que probables plagas de ratas a las que se enfrentaria en su viejo edificio. Cuando oyo el timbre de su portero automatico, tiro al fregadero la bolsa de hielo que se habia colocado un rato antes en la rodilla, y bajo las escaleras de tres en tres antes de recordar dos cosas: que la rodilla lo estaba matando y que un par de horas antes creia que no le apetecia demasiado ver a sus hermanos. || --Pero, ?que demonios te ha pasado, Preston? --Travis se rio con ganas de su hermano gemelo, que ya no lo parecia, con su pelo casi tan largo como el de Parker, su barba cuidadosamente desalinada y unas gafas de montura de pasta negras. --!Tu tambien no, por Dios! ?Crees que no he tenido suficiente con Parker? --Es que me esta costando mucho decidir si me horroriza mas el hermano pijo puro o el hermano pijo reconvertido en hipster --se burlo el menor de ellos. --Al menos nosotros no nos dedicamos a tatuarnos hasta los dientes. -- Travis entorno los ojos en direccion a su gemelo, con una interrogacion llena de sospecha--. ?No, Preston? --No, joder. Eso si que no. --Preston miro a su hermano pequeno y senalo el vendaje plastico que lucia en la parte interior de su antebrazo izquierdo--. ?Otro? Parker le respondio con una media sonrisa y un encogimiento de hombros, justo antes de protestar por que lo trataran como si aun tuviera doce anos delante de su prometida. --Perdona, Amy. Creo que ya intuiste este verano que no es agradable convivir con los hermanos Sullivan. --Podria llegar a acostumbrarme a vosotros. Al fin y al cabo, me toca lidiar con el mas rebelde, ?no? --Oh, si, todo un dechado de rebeldia el pequeno Park. Creo que esa imagen quedo atras cuando decidio casarse a los veintidos, por muchos tatuajes que se haga para disimularlo. --Que os jodan a los dos --respondio Parker, aunque su sonrisa contradecia sus palabras--. ?Cuando empiezas en el trabajo? --La semana que viene. Tengo tres dias para acabar de instalarme, buscar gimnasio para la rehabilitacion y emborracharme un par de veces como minimo. --?Rehabilitacion? ?Sigues con problemas en la rodilla? --le pregunto Amy, ignorando los planes de los otros dos hermanos sobre esas prometidas borracheras. --En teoria, ha mejorado con la operacion. Pero llevo dos semanas sin ir al gimnasio, y ha empezado a dolerme de nuevo. --En el gimnasio de Columbia hay descuentos para antiguos alumnos. Si quieres, me entero de como funciona y te paso la informacion --se ofrecio Preston. --Perfecto. Me queda mas o menos cerca de la oficina. --Si tu oficina esta cerca de Columbia, lo que no entiendo es por que has decidido vivir en el extremo opuesto de la ciudad. --He rechazado el dinero de papa. Asi que no me puedo pagar nada mas arriba del SoHo. --Yo pago en Harlem por un piso de dos habitaciones la mitad que tu por ese zulo --se burlo Parker. --No voy a vivir en Harlem. No te ofendas, Amy. --Su futura cunada le sonrio, quitandole importancia al comentario con un gesto de su mano--. Y, antes de que digas nada, Preston, mucho menos voy a vivir en Brooklyn. || Brooklyn, Harlem o hasta el mismisimo Phoenix ya no le parecian tan mala opcion a Travis cuando asumio que ni la cuarta parte de su impecable ropa de marca cabria en aquel piso. Iba barajando la opcion de guardar algun par de zapatos en el horno, mientras cubria caminando el breve trayecto entre su despacho y el gimnasio del campus en el que Preston le habia conseguido plaza. Se habia pasado la noche del sabado bebiendo con su gemelo y bailando en un rooftop de la Quinta Avenida, en un plan del que Parker se descolgo a ultima hora para ir a ver el musical Wicked con Amy y su hija. !Cielo santo, el mundo estaba loco! El domingo habia pagado las consecuencias de la noche anterior. Primero, tratando de echar de su apartamento, con la mayor elegancia que fue capaz de reunir, a la rubia siliconada bajo la cual habia visto amanecer; y, despues, aliviando con hielo e ibuprofeno el persistente dolor de su rodilla. La decision de retomar los ejercicios de rehabilitacion, habia asumido al fin, respondia mas a una necesidad que a un capricho. Cuando llevaba menos de media hora en el banco de cuadriceps, ya sudaba como si acabara de dar veinte vueltas a las pistas de atletismo de su instituto. De hecho, pocos anos antes, daba las vueltas que hicieran falta sin sudar como un pollo escaldado. Fue a echar mano de la botella de agua que, inteligentemente, habia comprado en una de las maquinas de los vestuarios, cuando reparo en la chica que ocupaba el banco a la derecha del suyo. Daba igual cuantos asaltos le hubiera proporcionado la rubia del sabado o cuanta intencion tuviera Travis de portarse bien en esas primeras semanas de trabajo. Tendrian que haberle arrancado los ojos para no fijarse en aquella mujer. Vestida con unas mallas largas de licra negras, una simple camiseta blanca de tejido tecnico y unas zapatillas de running, estaba tan concentrada en sus ejercicios que Travis se podia permitir el lujo de mirar sin disimulo. Pese al esfuerzo que se reflejaba en su ceno fruncido, la dulzura de su cara no podia pasar desapercibida a nadie que la mirara. Llevaba el pelo rubio -y que Travis apostaria a que era natural, para variar- recogido en un mono alto, y unos enormes ojos marrones no apartaban la vista de la punta de sus zapatillas. Cuando Travis acabo de beber, volvio a su rutina y decidio que trabajaria mas suave solo para prolongar su estancia en el gimnasio y esperar a que ella se levantara. No pensaba desaprovechar la oportunidad de disfrutar de ese culo enfundado en unas mallas brillantes como chocolate fundido. Igual de rico. Una hora despues, Travis habia perdido toda la esperanza y casi toda la dignidad, forzando unos ejercicios que estaban a punto de costarle un ataque cardiaco. Se levanto exhausto, preguntandose de donde sacaba aquella chica la resistencia. Seguro que habia entrado en Columbia con alguna beca de deporte. --Los primeros dias siempre son mas dificiles --le comento la chica del culo perfecto (ya habia decidido que no seria necesario verlo para juzgarlo), con voz dulce y sin atisbo de burla, cuando el paso por su lado camino de los vestuarios--. Pronto cogeras la forma. Travis se limito a asentir. Maldita sea. Habia quedado como un debilucho delante de una chica que no debia de tener ni siquiera edad legal para beber.

  • No Soy Ella (Amores Imposibles 4) de Amaya Evans

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    Para Brianna Doyle, una chica rebelde, con un espiritu libre y un alma sonadora, conocer a David Bentham, conde de Darmond es todo un acontecimiento, pues a sus ojos es el hombre mas guapo y galante que haya conocido, sin embargo al enterarse de que es el antiguo novio de su prima, decide alejarse. El unico problema es que David tiene otros planes porque al verla queda tan sorprendido ante el parecido que ambas mujeres; Ursula, su antiguo amor y Brianna la chica que acaba de conocer tienen entre si, que decide hacerla suya y no descansara hasta lograrlo. Pero cuando por fin logra lo que desea, se da cuenta de que tal vez ha cometido la mayor equivocacion de su vida, pues al corazon nadie puede enganarlo, y el en su afan de hacerlo, tal vez termine perdiendo el tesoro mas valioso que ha podido encontrar.

  • La marquesa de George Sand

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    Tras varias experiencias desafortunadas en el amor y haber desarrollado el odio hacia los hombres. “La marquesa” narra el enamoramiento fulminante de una exquisita aristocrata por un actor teatral, sublime en escena, pero ordinario y decepcionante en la vida real.

  • Las Palabras y los Mitos de Isaac Asimov

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    Las informaciones y comentarios de este ameno e instructivo ensayo conducen al lector por los vericuetos de la creacion mitologica griega como si se tratase de una novela de aventuras, comentando la poderosa influencia que los mitos han ejercido en la genesis y evolucion del pensamiento humano, con particular enfasis en la formacion de las principales lenguas que se hablan en el mundo.

  • La rubia de hormigon (Harry Bosch 3) de Michael Connelly

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    Harry Bosch se enfrenta a un juicio interpuesto por la familia de Norman Church. Anos atras, estando de servicio, Bosch mato a Church, a quien creia culpable de una serie de asesinatos. Todos los indicios indicaban que tras este se ocultaba un asesino en serie apodado ?el Fabricante de Munecas?, un hombre que maquillaba como munecas a sus victimas, la mayoria de ellas prostitutas. La viuda de Church sigue insistiendo en la inocencia del que fuera su marido y su abogada alega tener pruebas que ofrecen una coartada a Church para uno de los asesinatos que en su dia le imputaron. El hallazgo de un nuevo cadaver con el sello de Church, pero cometido tras la muerte de este, complica aun mas las cosas para Bosch, quien tendra que enfrentarse a la presion del juicio mientras intenta resolver un caso que pone a prueba la credibilidad del departamento de policia.

  • ?Amor o Deseo? de P. Maria Neta Flecha

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    Katia, una madre soltera de veinticinco anos, estudiante de derecho y ciencias juridicas. Sencilla, simpatica y bastante seria. ?Que pasara cuando se encuentre con su amor del pasado? Dimitri, un capitan de la marina mercante de veintiocho anos. Egocentrico, prepotente y se toma la vida con el “carpe diem”. ?Luchara por la mujer que perdio en el pasado y de la cual sigue enamorado?

  • Mi ex y otros zombis de Kai Kalei

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    La vida de Ana transcurre felizmente a pesar de la invasion zombi que ha sufrido el planeta, hasta que su jefa la echa del trabajo y unos zombis okupas la echan de su apartamento. Entonces se ve obligada a volver a casa de su madre en un pueblo remoto. Una vez alli, los acontecimientos se suceden sin descanso:

  • Suena conmigo, Peter Pan de

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    Todo comienza con una oferta para un enigmatico empleo. Laura Ripoll, aunque no confia en ejercer por fin como letrada, responde al anuncio guiada por la curiosidad, intentando escapar de su vida insustancial. Una sin ayer y sin manana, en la que el hoy se resume en calcar desayunos con sus amigas, tontear en las redes sociales y permitirse alguna salida nocturna que enmascare su vacia realidad.
    Pero todo cambiara de la noche a la manana. A pesar del desconcierto inicial, notara que su vida adquiere sentido cuando conoce a Ivan, quien consigue cristalizar con su aparicion sus mas profundos deseos. Su particular Peter Pan se encargara de conducirla con ternura y sencillez hacia el Pais de Nunca Jamas. Y es que nunca jamas volvera a sonar Laura con vivir. En adelante, vivira para sonar.

  • Hay amores para toda la vida (Rendicion 2) de Lina Perozo Altamar

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    Alessandro da el salto de fe que Samantha le pidio anos atras, confiando solamente en el amor plasmado en las paginas de su historia, se marcha a America con la esperanza de recuperar a la mujer que ama y tener una vida junto a ella.
    Samantha sentira como todo su mundo se pone de cabeza nuevamente, debera decidir entre quedarse con la vida organizada, calmada y predecible, que le ofrece el hombre a su lado o apostarlo todo y lanzarse a vivir junto a Alessandro, ese amor intenso que el le brindo y no ha logrado olvidar.
    Despues de casi cuatro anos volveran a estar frente a frente, luego de aquella dolorosa separacion donde las dudas y el orgullo hablaron por ellos, el destino juega sus cartas una vez mas llevandolos al mismo lugar que fue testigo de su rendicion. Sin embargo, el paraiso no sera exclusivamente suyo esta vez y deberan enfrentar situaciones que los pondran a prueba, descubriendo cuanto han madurado en ese tiempo separados.
    Rendicion: Hay amores para toda la vida, nos llevara a revivir el amor de Alessandro y Samantha, quienes esta vez estaran acompanados de nuevos personajes que entraran a escena, y cada uno sera una ficha que juegue a su favor o en contra. Historias paralelas donde cada personaje buscara el amor, el equilibrio y el complemento que se necesita para ser feliz, y al final cada uno encontrara el camino que escoja en la vida.

  • Los tiempos de Patricia de B. Menendez Vico

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    A Patricia Elizondo un fallido amor juvenil y un divorcio tormentoso, le trajeron la inseguridad y la falsa idea de que ya no habria otra oportunidad para ella. No fue asi, porque cuando creyo verse condenada a la soledad, Patricia encontro al hombre que con solo mirarla la hizo renacer.
    Con la llegada del amor el corazon de Patricia latio al ritmo de otro tiempo, se fugo de la opresion, del desaliento y amo sin pedir nada. Al final, fue amada y feliz. Patricia entonces comprendio que sus fracasos la condujeron hasta el amor unico y verdadero, ese que se alcanza aunque el camino este lleno de tropiezos.
    Ultima novela romantica de la escritora, despues de Encuentro, Nadia, Un guardian para Sonia, El maestro de musica y Un angel vino a verme.

  • La catedral de la luz de Ruben Laurin

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    Una historia de amor, celos y traiciones durante la construccion de la catedral de Magdeburgo, uno de los primeros templos goticos del imperio germanico.

  • Breve historia de las batallas de Carlos Diaz Sanchez

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    Descubra las batallas que cambiaron el destino de las grandes civilizaciones. Los detalles de las tropas, armamentos y las tacticas de los mas brillantes generales, Ramses II, Alejandro Magno o Julio Cesar. Egipcios contra Hititas, Griegos contra Persas, Romanos contra Dacios: la trepidante historia de las guerras que decidieron el curso de la historia.

  • Yo curare tus heridas (Corazone heridos 1) de Towanda Richardson

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    Jamie Parks lo tenia todo. Apenas habia cumplido los veinte cuando todos sus suenos se cumplieron. Era el hombre mas feliz del mundo. Hasta que un maldito accidente en una pista de esqui se lo llevo todo por delante. Su profesion, sus ilusiones y sus ganas de vivir.

  • El Zorro de Frederick Forsyth

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    El legendario Frederick Forsyth, <> segun Los Angeles Times, nos sorprende con un nuevo y oportuno thriller.

  • Corazon Remendado (Corazones de Combate 1) de Tarina Deaton

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    Como auxiliar medico de la Fuerza Aerea, Bree Marks vio lo peor de la guerra contra el terrorismo. Ahora, como fisioterapeuta, utiliza su experiencia para ayudar a otros veteranos a curarse de sus heridas fisicas, mientras ella lucha contra su propio dano emocional.

  • Respira de Marta Yanci Serrano

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    Valladolid. Anos sesenta. Un joven artista persigue sus suenos en contra de lo establecido. Una ilusion que le arrastrara al sordido mundo de la drogadiccion.

  • Suenos (Italia 1) de Elizabeth Betancourt

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    La maleta vieja y desgastada sobre la cama matrimonial provocaba que sus pensamientos revolucionaran otra vez. Las preguntas asaltaban su cabeza sin contemplacion, cada reflexion parecia un latigo que golpeaba su cabeza como si deseara castigarla. --Esto es una completa locura, Melania. --Las palabras de su prima, la perfecta, siempre coherente y logica Danna, aparecian en su mente como si de un disco rayado se tratara. Su familia adoptiva, La tia Mitzi, el tio Arnold y por supuesto, Danna, conseguian hacerla dudar de si misma desde que tenia memoria. Todo lo que comenzaba a emprender y cualquier idea que se le cruzara por la mente era considerada una "locura". --"Deberias de pisar la tierra firmemente, Melania. !Fijate en tu prima! Ha logrado conseguir un contrato fijo en el supermercado y ahora tiene un trabajo digno y mas o menos bien pagado. Tu siempre aspirando a cosas imposibles... !Debes ser realista Melania! --Solia decir la tia Mitzi a menudo y tarde o temprano lograba disuadirla de aquellas ideas fantasiosas que provocaban suenos de una vida diferente, una en la que se sintiera llena y ese vacio que la llevaba persiguiendo desde siempre finalmente se disipara como las cenizas del fuego que se las llevaba el viento. La mayoria de las personas, al menos aquellas que formaban su entorno, elegirian la seguridad que les proporcionaba esa rutina y aparente apacible vida que mas que pacifica era tediosa, tan estatica que llegaba a ser pesada y hartaba. Si, en definitiva, su alma necesitaba poder brincar, poder sentir una emocion nueva, sentirse viva en verdad. Hasta hacia una semana ni se le habria cruzado por la mente algo como lo que estaba a puntito de hacer. Trabajaba en el taller de costura de sus tios porque a Danna nunca se le habia dado bien aquella labor, el taller y la costura la aburrian de sobremanera, encontrar el empleo de jornada completa en el supermercado habia sido una feliz noticia para ella, pues le gustaba moverse y en ese trabajo una siempre reponia estanterias, ordenaba, hacia inventarios y mil cosas mas, ademas se llevaba estupendamente con sus companeras de trabajo y no la habia costado integrarse en el grupo de "Mercomax". Quien habia tenido que cargar con la dificil pareja que eran Arnold y Mitzi Wilson, habia sido la joven Melania que habia aprendido desde nina a lidiar con el temperamento de sus tios. Lo cierto es que les amaba con locura, se habian hecho cargo de ella sin dudarlo ni por un segundo en cuanto sus padres, cuyos rostros apenas recordaba, no, lo cierto es que no los recordaba, se habian muerto en un accidente automovilistico dejandola sin el amparo que representaban sus figuras con tan solo un anito de edad. El agradecimiento que sentia por los Wilson era infinito, pues la habian dado techo, comida e incluso amor a su manera, pero sus formas de pensar contrastaban muchisimo con la suya. Ella deseaba con ansias poder caminar por muchos senderos y ver hasta que destino la llevarian. Sus suenos eran grandes y sin limites, a veces sentia que podia conseguir cualquier cosa que se propusiera, pero sus tios la bajaban a la tierra de inmediato, matando de un tiro todos los pajaritos que volaban por su cabeza. Tal vez fuera una sonadora irremediable a la que la realidad podia golpear con fuerza, pero una vida sin suenos, deseos y objetivos le parecia una forma de respirar insipida, como esos platos saludables que cocinaba a veces la tia Mitzi y que sabian basicamente a nada. Ni sal, ni condimentos... !Nada! Suspiro por enesima vez mientras borraba las gotitas de sudor de su frente con la manga de su camisa de algodon. En su mente habia una batalla, un gran dilema: Por una parte, su lado salvaje, ese tan lleno que aspiraba por nuevas emociones que podria conservar toda la vida en forma de recuerdos y por otro, la sensatez con la que habia crecido gracias a la firme educacion de sus parientes que preferian vivir en una burbuja contemplando el mundo a traves de su fina capa transparente. Para ellos, la realidad consistia en ciertos pasos que uno debia dar: El primero, por supuesto nacer. El segundo, estudiar. Despues elegir si continuar con estudios superiores o trabajar. Segun el tio Arnold, la educacion en la crisis que amenazaba al mundo actualmente era algo inutil que solo representaba gastos innecesarios que se podian ahorrar por si algun dia los necesitaban. El tercer paso consistia en encontrar un empleo e intentar ahorrar dinero, parecia que cuanto mas se trabajaba y menos se gastaba era mejor, como si el dinero se coleccionara. Algo que a Melania la costaba comprender, pues, aunque no habia compartido su opinion con nadie de sus conocidos, ella pensaba que si uno trabajaba tenia el pleno derecho de disfrutar de la manera en que vea correcta de su esfuerzo. Curiosamente, sus tios siempre se quedaban con todo el dinero que ganaba de las clientas del taller. Con los anos, la vista de Mitzi habia empeorado y a Melania se le daba muy bien coser y confeccionar... por lo tanto las mujeres del contorno solian acudir a ella. El dinero que ganaba iba directamente a las cartillas de ahorro de la familia, para posibles percances futuros, decian sus tios... Era una pena porque Melania deseaba desde hacia mucho tiempo poder pagarse un curso de Diseno de moda corte y confeccion. Le gustaba en verdad ese trabajo, era lo unico que provocaba el brillo en su mirada, queria avanzar, sentia una enorme creatividad en su interior que deseaba explorar. A veces se imaginaba a si misma creando disenos de vestidos y conjuntos hermosos, como las que llevaban las modelos en las pasarelas mas espectaculares de Paris que una podia ver gracias a internet. En su habitacion, tenia monton de libros que la duena de la libreria que se encontraba al lado del taller, habia tenido la amabilidad de regalarla. Casi todos eran sobre moda, era algo que la fascinaba e inspiraba. Melania movio su cabeza de un lado a otro, sus cabellos del color del vino tinto se movieron salvajemente golpeando la piel de sus mejillas, como si de esa forma pudiera borrar las dudas que estaban a punto de convencerla de quedarse y seguir con su vida tal y como llevaba veinte anos, pero una voz interior la gritaba que prosiguiera, que no debia temer y que ya era hora de abandonar el nido, de alzar las alas y ver lo que la deparaba esta nueva aventura, este nuevo capitulo del libro de su vida que deseaba abrir. --Llevas reflexionando una semana, Melania. !Ya lo tienes decidido! --Se dijo a si misma y un brillo adorno su mirada de color verde oliva. La hoja que habia imprimido seguia sobre su cama, al lado de su vieja maleta que habia logrado adquirir en una tienda de segunda mano. Era antigua, pero desprendia clase, segun Melania que se habia enamorado de aquella maleta a primera vista, imaginando un viaje memorable con una sonrisa de oreja a oreja, pues para alguien que llevaba estancada en la pequena ciudad pintoresca de "Boring", en el corazon de Oregon, era como una peripecia. Siempre que venia un visitante al lugar donde habia crecido y al cual conocia como a la palma de su mano, reia a carcajadas ya que el eslogan de aquella mini ciudad que ni debia ser catalogada como "ciudad", era: "El lugar mas excitante para vivir, todos los dias son una aventura". La frase que habia elegido el alcalde, un vejestorio que debia tener ciento veinte anos, pero que no cambiaba ni un apice de aspecto fisico como si fuera la reina de Inglaterra, contrastaba totalmente con el nombre de aquel sitio. Se acerco al papelito que se habia arrugado ligeramente, pues lo miraba cada noche antes de acostarse pensativa. Pronto las reflexiones sobre si esta decision era tan acertada como en su imaginacion, se convertian en suenos. Con una media sonrisa, lo tomo entre sus dedos y leyo por enesima vez el anuncio que iba mudar su vida: Fabbriche di Vergemoli (Toscana) La hermosa zona, frecuentada en el pasado glorioso del pais por grandes artistas, esta dentro del proyecto europeo de la compra de casas por un euro. Debido al gran descenso de habitantes del pais por culpa de la crisis, el gobierno ha optado por este nuevo y revolucionario metodo que es perfecto para los amantes de la naturaleza, las almas sensibles y artisticas que deseen la libertad y lanzarse a la gran aventura de reformar un hogar y devolverle su grandeza de antano en cinco anos. Para mas informacion, consulte a la siguiente direccion web: www.casasporuneuroeuropa.it El anuncio estaba acompanado de una imagen de la zona que quitaba el aliento. El verdor de los prados, el cielo de un azul tan claro y hermoso que seguramente las mejores poesias se debian haber inventado contemplando semejante panorama. Aquella tierra en plena primavera, adornada por varios colores intensos que se mezclaban en el verde del inmenso prado. Los rayos del sol parecian caminar por el campo y las flores parecian aplaudir antes de que la luna, como buena madre que era, les mandara dormir y descansar en el confort de la noche. Aquellos rayos iluminaban a un caseron de tejas verdes como si fuera el protagonista de un escenario de algun musical famoso. La paz que transmitia la imagen llevaba a la joven mujer a visualizarse sentada en las escaleras blancas decoradas con pequenas macetas de flores bien cuidadas, bebiendo una copa de vino blanco y observando la luna mientras sonaba despierta. En la pagina web, la descripcion de la hermosa casa, resultaba muy apetecible de aceptar la unica y especial oferta con la cual uno pocas veces podia encontrarse en la vida. Seis habitaciones, una sala de estar y comedor, una cocina, un mirador amplio con vistas espectaculares e inspiradores y un sotano, ademas de las extensas tierras que tambien estaban dentro de aquella oferta mas que generosa. --Es una propuesta tan diferente y singular que no aceptarlo y lanzarse podria llevarme a lamentarme y preguntarme durante el resto de mi vida lo que habria pasado en caso de haber aceptado... Hablo sola consigo misma, como solia hacer. A veces su familia la miraba como si fuera un bicho raro cuando hacia ese tipo de cosas.

  • Mi cunada de Tierra Salvaje

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    Un viaje de final de curso entre un grupo de jovenes acompanados de dos de los profesores mas atractivos, entre las que se encuentra Eva, la cunada David, quien vivira una experiencia inolvidable en una isla idilica y cambiara su vida en pareja y su percepcion de la misma. Amor, celos, sexo, desencuentros, amistad, deslealtades y sentimientos encontrados.

  • El sentido de la vida de Carla Pi (Los libros de Nico y Carla 2), A. M. Irun de A. M. Irun

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  • Cuando regrese, Esmeralda Laderas de Esmeralda Laderas

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    Para Forrester regresa a Eford, un pequeno pueblo del Sur de Estados Unidos, diez anos despues de verse involucrada en la muerte de Jason Graham, miembro de una familia cuyo apellido que en ese lugar lo simboliza todo.
    La intencion de limpiar su nombre despierta viejos odios, rencillas y dramas familiares, e incluso a un asesino que vive oculto entre sus habitantes.
    Pero tambien el amor en el corazon de un hombre al que deberia odiar.

  • El cazador de estilemas de Alex Grijelmo

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    Eugenio Pulido es un filologo con poca suerte en la vida. Cuando se queda en el paro y sin ahorros, gracias a un viejo amigo entra en contacto con el comisario Contreras, al que va a hacer una proposicion insolita. Pulido puede ayudarle a resolver delitos utilizando para identificar a los delincuentes una herramienta de la lengua, los estilemas, variaciones idiomaticas que son propias de cada persona y que se deben a su origen, historia familiar y trayectoria vital. Al principio esceptico, muy pronto Contreras se dara cuenta de que el metodo de Pulido es de una eficacia insospechada.

  • Resistencia. Un ano en el espacio de Scott Kelly

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    Antes de conquistar Marte, debemos aprender a sobrevivir en el espacio.

  • Juego de Sombras de Aitor Angelats

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    Siguiendo las indicaciones de una desesperada carta de auxilio que ni siquiera lleva su nombre como destinatario, Ted Legentrell, un desconocido cientifico de Domstrool, se ve empujado a embarcarse en el Cillian y atravesar el mar con rumbo a Angra. Al pisar por fin tierra firme, Ted conocera al senor ToddCodge, responsable de tal llamada de socorro. Juntos investigaran una oleada de muertes y desapariciones y se adentraran en un laberinto de pistas desordenadas y desconcertantes, que les conduciran a desenmascarar el nudo de mentiras y sombras que se cierne sobre Cliffdavil.
    Al final de todas las pesquisas, descubriran que tras aquel oscuro cortinaje de misterio siempre estan “ellas”; una sombria incognita vestida de feminidad.

  • La vida que no elegi de Lorena Franco

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    LA VIDA QUE NO ELEGI, una novela de ficcion que ya ha cautivado a cientos de lectores por su MAGIA, HECHIZOS y el intrigante tema de la existencia de MUNDOS PARALELOS. Las decisiones que tomamos, por muy pequenas que sean, marcan el rumbo de nuestras vidas. Cuando Nora Clayton, una imponente vicepresidenta ejecutiva de una importante compania farmaceutica de Nueva York, debe despedir a diez mil trabajadores que seran sustituidos por sofisticadas maquinas, desata la furia de Bonnie Larson. Bonnie es una mujer invisible que proviene de una larga estirpe de maleficas brujas y decide, despues de un largo tiempo sin practicar su magia, maldecir a Nora, que vera como su vida, inesperadamente, da un giro de 180 grados. Las personas con las que comparte su comoda existencia no la reconocen, su lujoso apartamento de Upper East Side no le pertenece y la unica opcion que le queda es volver a Kutztown (Pennsylvania), el pueblo donde nacio, retomar la relacion inexistente con su madre y empezar a vivir la vida que no eligio.

  • 1793 de Niklas Natt Och Dag

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    El fenomeno de ventas que ha revolucionado el thriller historico

  • Ella teme. She fears de Jesus Emmanuel Perez Rodriguez

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    La obsesion es parte natural y normal de una ruptura emocional, a veces no solamente puede afectar a la persona que la sufre, pues hay personas que temen esa obsesion, lo que puede llevar a alguien a crear una mentira. 2029. Dos accidentes similares y dos dolores iguales. A once anos de nuestra epoca, en la ciudad Vilen. La segunda realidad es la mas problematicas y una de las que cuenta con el menor numero de almas que han logrado cruzar hacia el punto de realidad, tambien llamado: “Lo inexistente”. La nueva ciudad de Vilen se ubica en lo que anteriormente era Australia, gracias a la orden “Nueva realidad”. Una orden que definio a la tierra como un unico pais con un gran sistema de gobierno en proteccion, investigacion, orden y control, pero que no intervendria en la religion de cada persona. Logicamente los paises dejaron de existir, y ahora nos referimos a ciudades. La seguridad y orden son destacables de manera superficial, pero el precio fue alto, ya que la orden “Nueva realidad” establecio eliminar totalmente la informacion historica, registros de asesinatos, investigaciones en curso y bibliografias, a fin de tener un inicio limpio en el designado: “Nuevo mundo”. Asimismo, todas las estructuras culturales fueron destruidas y se establecio un programa para la depuracion de recuerdos (Programa que es opcional y que permite eliminar solo las memorias deseadas “Depuracion Nova”). Todo esto causo miles de conflictos, pero en esta historia, se destaca la eliminacion de investigaciones en curso; “Lo cual hara casi imposible la busqueda de la verdad en esta historia”. Elena fue una de las miles de mujeres que decidio borrar su memoria, lo cual la hara verse comprometida en una sangrienta, ilusionista, enredada, confusa, fria, mentirosa y oscura situacion, pero una ilusion y una linda chica guiaran a todos hacia la verdad oculta detras de una mujer temerosa.

  • Sucedio un diciembre de Betzacosta

    https://gigalibros.com/sucedio-un-diciembre.html

  • Mia en Navidad de J. S. Scott

    https://gigalibros.com/mia-en-navidad.html

    !Simon y Kara han vuelto!

  • Voy a hablar de Sarah de Pauline Delabroy-allard

    https://gigalibros.com/voy-a-hablar-de-sarah.html

    La historia de una obsesion erotica es el descubrimiento literario del ano en Francia: favorita de la critica y los lectores, finalista del Premio Goncourt y ganadora del Premio de los Libreros de Nancy-Le Point.

  • La cabana de Natasha Preston

    https://gigalibros.com/la-cabana.html

    Un fin de semana de juerga en una cabana remota es justamente lo que Mackenzie necesita. Quiere divertirse a tope con sus amigos, lejos de los padres y las obligaciones. Pero tras una noche loca dos de ellos mueren. asesinados.
    Sin signos de que la puerta haya sido forzada y ningun rastro de forcejeo, las sospechas recaen sobre el grupo de amigos.
    Entre ellos solo hay un asesino. Pero ninguno es inocente.

  • El maestro de las sombras de Donato Carrisi

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    Ano 1521.
    Nueve dias antes de morir,
    el papa Leon X emite una bula
    que contiene un mandato solemne:
    < nunca quedarse a oscuras.>>

  • Sin senal de Daniela Bascope

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    Los ojos de Cheito se asomaron por las rendijas de la ventana para asegurarse que sus papas se habian ido. Con la mano derecha, le hizo senas a Tomas, su hermano mayor, quien se fue corriendo al armario principal. Jurungaron como pudieron y donde pudieron, tratando inutilmente, de no dejar evidencias de la buscadera y el afan. Cayeron rendidos en la alfombra; derrotados porque no encontraron nada. En eso, una idea se asomo en los ojos saltones de Tomas quien otra vez y a las carreras, salto hasta la puerta de la casa. Tomo unas llaves guindadas y se fue veloz al garage. Abrieron el cajon de la camioneta. Tomas brinco como mono y reviso el perolero. Debajo de unas toallas consiguio unas bolsas y en las bolsas (brillaron los ojos de Tomas), los juguetes. Los hermanitos se taparon la boca para que sus gritos de emocion no se escucharan. Empezaron a curucutear todo y encontraron: una patineta blanca y brillante; una pista de trenes; una caja de construccion para ninos; 4 potes de plastilina azul y dos Walkies Talkies fluorescentes que funcionaban como los de la gente grande. Escucharon un ruido y aunque no eran los papas, decidieron guardar todo como estaba y cerrar el cajon de la camioneta. Esa noche, Cheito y Tomas se desvelaron pensando en todo lo que harian con esos juguetes. Imaginaban pasear por la cuadra y ser el centro de atencion de sus amigos. Fantaseaban con comunicarse por los Walkies Talkies fluorescentes y montar a Pancho, el gato tuerto pero tierno de la casa, encima del tren de la pista. Eran las dos de la madrugada y los dos hermanos sonaban despiertos; sonrientes, viendo su futuro en el techo. Llego el 25 de Diciembre. Tomas bajo a las carreras por las escaleras. Eran las seis de la manana y el sol apenas alumbraba. Cheito, en un pijamas que le quedaba grande, bajo aun dormido pero emocionado; siempre mas lento y tropezandose. Euforicos, abrieron los regalos y no encontraron nada. Si habian juguetes y eran para ellos, pero no los mismos del cajon de la camioneta ni los de tantas madrugadas de desvelo y fantasia. Con un vaiven agridulce, los hermanos Ramirez jugaron en las calles de su vecindario; sin armar mucho alboroto y sin ser centro de atencion de nadie. Algunas tardes, antes del ano nuevo, Tomas se quedaba fantaseando con la patineta blanca y brillante que jamas habia llegado y se preguntaba que habria pasado con ella. Con frecuencia, las fantasias lo encontraban a la hora de la comida, y no faltaba un "!Tomas! !se te enfria!" que lo sacudia y lo devolvia a la realidad de sus buenos pero no tan queridos juguetes. Dos dias antes de noche vieja, los hermanos Ramirez salieron con su papa al parque. Tomas y Cheito ya se acostumbraban a sus nuevos juguetes y hasta se la pasaban bien con ellos. Cheito brincaba torpemente sobre el avioncito dibujado con tiza en el piso mientras sostenia uno de sus munecos de guerra. Cantarruteaba una cancioncita de un comercial de television mientras Tomas corria y corria por el parque. De pronto, sus ojos y su cuerpo se detuvieron en seco: a lo lejos estaban dos ninos jugando con una patineta blanca, una pista de tren y dos Walkies Talkies. Tomas no creia lo que veia; eran exactamente como los juguetes que habian descubierto en la camioneta de su padre a quien volteo a ver con sus ojos saltones; intrigados y atonitos. El padre le devolvio una sonrisa leve pero Tomas le quito la mirada y no le hablo en todo la tarde. Anos despues, Tomas y Cheito conocieron a sus hermanos. Sin senal Quedaron solos en una habitacion. No habia senal asi que hablaron como se hablaba antes; sin selfies, sin historias de 24 h, sin mensajes ni llamadas. Eran ellos a solas con sus conversaciones. Se dieron cuenta que tenian el mismo lunar en el mismo sitio del cuerpo; los mismos gustos musicales y los mismos intereses pseudo espirituales. Las miradas ya no pudieron sostenerse y se acercaron; a penas se rosaron los labios pero no se besaron. Se tocaron como los ciegos para reconocer las caras pero no se besaron. Se sintieron iguales, pares, pareja, cercanos. Se amarraron las manos, las ganas. Contuvieron; aguantaron. Quedaron abrazados en un espacio que habia dejado de ser el de esa habitacion, imaginando como seria hacer el amor. Dias despues se vieron en el cumpleanos de su padre quien durante anos habia querido reencontrar a su hija con su hermano. Actuaron cordiales en la fiesta y despues de eso, nunca mas se hablaron. El silencio Mary era el estorbo ruidoso del que su mama tanto se quejaba; tenia prohibido gritar, aplaudir o escuchar musica. Habian dias en los que tenia que cuidar el pasar de las paginas de su libro o el rechinar de las puertas cuando entraba o salia. Forraba la suelas de sus zapatos para cuando llegaba del colegio y cuidaba que los platos no chocasen demasiado con los cubiertos durante la comida. Un dia llego del colegio. Sigilosa, comio sola en la cocina, hizo sus deberes y se bano. Ya eran las 8:45 de la noche y aun no habia visto a su madre que por lo general, siempre estaba en la casa escribiendo en miles de hojas de papel reciclado y un par de botellas de vino. A las 9:30 pm, Mary sintio una extrana curiosidad y camino en puntillas hasta la habitacion de su madre. La puerta estaba cerrada asi que prefirio regresar a su cuarto para evitar el ruido de las bisagras. A la manana siguiente, cuando estuvo lista para salir al colegio, decidio abrir la puerta con sumo cuidado. Habian 6 tomos de la Enciclopedia Britanica; La Iliada y 8 revistas despedazadas que formaban una torre sobre el suelo. Unos centimetros mas arriba, los pies de su madre suspendidos en el aire. El cuerpo inerte colgado de una soga y los ojos, afortunadamente, cerrados. Fue la primera vez que Mary grito; grito sin parar; grito agudo; grito largo. El Perro Fue a las siete de la manana cuando Casimir salia del garage. El perro habia esperado toda la madrugada para fugarse. Se escondio entre los otros autos de la casa para que no lo amarraran. Con el frio de la madrugada recordaba aquel dia en que habia llegado a esa casa. Apenas tenia dos meses de nacido. Queria tener familia, lamer, querer y ser querido. Con el tiempo, la ilusion del hogar calido desaparecio y el nombre que alguna vez tuvo se fue desvaneciendo: ahora solo era El perro. En esa casa era estorbo; fastidio; el desastre indeseable. Por eso, aquella manana, El Perro espero la salida del sol para irse cuanto antes. Casimir encendio el auto, tomo el control de la reja automatica y presiono el boton de salida. El Perro se acerco al porton. Ni siquiera corrio. Nadie lo vigilaba, nadie lo detenia. Salio por la reja sin mayores estrategias, sin mayores prisas. Casimir retrocedio el auto y cerro la reja automatica. Acelero mientras cambiaba la estacion de radio. Choque. Ruido. Quejido de perro. Llanto. Agonia. Casimir se bajo del auto y vio a su perro en al pavimento. Temblaba. Lo cargo como pudo: camisa llena de sangre; asientos llenos de sangre. El Perro murio. Casimir lo enterro en el jardin de su casa y lloro como cuando era nino. Lo quiere mas que nunca. Lo quiere como nunca lo quiso. Lo quiere porque ya no esta. Pian Orestes Pian Orestes era su amor platonico. Lo veia con admiracion tras bambalinas mientras el hacia escenografias, actuaba o esculpia esculturas. -!Es un renacentista!- decia con suprema admiracion. Laura Mariela visitaba brujas y adivinadoras esperando que le dijeran que el tambien la amaba, que no se lo decia porque tenia ese misterio timido y atormentado del artista que no lo deja. Aunque pasaron algunos anos, hombres y viajes para Laura Mariela, Pian Orestes seguia en sus fantasias; la esculpia, la besaba en una escena; le escribia una carta prohibida y la encontraba en una fiesta. Siempre hermosa en sus idilios y con las palabras perfectas. Fue hasta un 4 de Marzo de 1977 cuando, en un bar de Praga en el que sonaba Louis Amstrong, lo reconocio a lo lejos. Estaba solo, leyendo y tomando cafe. Laura Mariela quedo paralizada ante la imagen de su Dios. Tomo una respiracion profunda como quien esta a punto de sumergirse en el agua y camino en camara lenta hasta su mesa. Se detuvo el planeta tierra y las estrellas fugaces alumbraron la escena. Al verla, Pian Orestes se sonrio y la invito a sentarse. Hablaron durante casi dos horas y el se volvio accesible, vulnerable y cotidiano; cada vez mas humano. Se despidieron en la puerta del bar y caminaron, cada quien, en sentido contrario. Laura Mariela llego a su hotel y se puso el pijamas. Una lagrima se asomo sin muchos animos y con un solo reclamo: Pian Orestes habia matado al hombre de sus fantasias. A la manana siguiente, se levanto llena de energia y con ligereza de haberse liberado de un hombre que nunca existio.