rocio ramirez gamez
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rocio ramirez gamez - Rocio Ramirez Gamez
https://gigalibros.com/te-deseo-8230-muerto.htmlLorenzo y Marifran llevan casados veinticinco anos. Todo parece ir bien, o al menos es lo que Lorenzo cree.
Su mujer decide que no quiere continuar a su lado, y acabara deseandolo…muerto. ?Lograra su objetivo? -
Te deseo...muerto Versión Kindle - Libros - Amazon.es
https://www.amazon.es/deseo-muerto-Roc%C3%ADo-Ram%C3%ADrez-G%C3%A1mez-ebook/dp/B0835R98LWTe deseo...muerto Versión Kindle. de Rocío Ramírez Gámez (Autor) Formato: Versión ...
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Te deseo...muerto Tapa blanda – 15 enero 2020 - Libros
https://www.amazon.es/deseo-muerto-Roc%C3%ADo-Ram%C3%ADrez-G%C3%A1mez/dp/1659985420Te deseo...muerto : Ramírez Gámez, Rocío: Amazon.es: Libros.
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LA BURUNDANGA | ROCIO RAMIREZ GAMEZ | Casa del ...
https://www.casadellibro.com/libro-la-burundanga/9788496799554/1853023El libro LA BURUNDANGA de ROCIO RAMIREZ GAMEZ en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!
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Todos los libros de la editorial Rocio Ramirez Gamez
https://www.todostuslibros.com/editorial/rocio-ramirez-gamez2 títulos para "Rocio Ramirez Gamez" · Te deseo muerto · Duerme, que viene el coco.
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Rocío Ramírez Gámez - marzo 2018 - Editorial Círculo Rojo
https://editorialcirculorojo.com/autores/rocio-ramirez-gamez/Rocío Ramírez Gámez. Rocío Ramírez Gámez, escritora de Huércal de Almería, ha obtenido la mención comarcal del I Certamen de Literatura Multigénero,
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Duerme, que viene el coco - Rocio Ramírez Gámez (Autor)
https://libros.cc/Duerme-que-viene-el-coco.htmDetalles del Libro. ISBN/13: 9788460863748. Num. Páginas: 196. Tamaño: 148 X 210 mm. Encuadernación: Tapa blanda con solapas. Año de publicación: 2016.
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'Duerme, que viene el coco' de Rocío Ramírez Gámez
https://www.juntadeandalucia.es/cultura/agendaculturaldeandalucia/evento/presentacion-del-libro-duerme-que-viene-el-coco-de-rocio-ramirez-gamez-0Presentación del libro: 'Duerme, que viene el coco' de Rocío Ramírez Gámez ... ¿DÓNDE? ... ¿CUÁNDO? ... ¿CUÁNTO? ... Un crimen está a punto de tener lugar. Sólo una ...
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te deseo muerto - Ambra Llibres
https://www.ambrallibres.com/es/libro/te-deseo-muerto_1208920TE DESEO MUERTO, RAMÍREZ GÁMEZ, ROCÍO, 18,00€. ... EL MERCADER DE LIBROS (EDICIÓN LIMITADA A UN PRECIO ESPECIAL): ZUECO, LUIS: Todo gran viaje comienza en ...
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DUERME, QUE VIENE EL COCO - ROCIO RAMIREZ GAMEZ
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Rocío Ramírez Gámez. Escritora - Home | Facebook
https://www.facebook.com/RocioRGEscritora/Esta es la página oficial de la escritora Rocío Ramírez Gámez. Toda la información acerca de sus libros y sobre la propia autora, podréis hallarla aquí.
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Abrazame (En tus brazos 2) de Noe Casado
https://gigalibros.com/abrazame-en-tus-brazos-2.htmlANTES no era preciso que sonara el despertador para ponerse en funcionamiento cada manana, su insomnio cronico la ayudaba a estar despierta con la antelacion necesaria para arreglarse antes de empezar una de sus largas jornadas laborales. Una rutina bien organizada en la que mantenerse evitando altibajos de cualquier tipo y que hasta no hacia mucho funcionaba a la perfeccion. Pero ahora se le antojaba dificil como poco, pues, cuando oia el odioso <
> de su alarma, solo sentia deseos de acurrucarse bajo las sabanas y en buena compania. La buena compania en esos instantes dormia placidamente a su espalda, rodeandola por la cintura, por lo que las ganas de ser responsable se diluian en el acto. Extendio el brazo y apago la maldita alarma. Nicole se movio hasta quedar boca arriba y hacer una mueca. Tantos anos de responsabilidad al garete. Sonrio. ?Quien hubiera pensado que la chica mas responsable del planeta ahora queria hacer novillos? No obstante, algo siempre queda; asi que, dandole un beso suave en el hombro a su grunon y pervertido particular, se levanto de la cama dispuesta a ocuparse de unos cuantos asuntos pendientes. La vida glamurosa que se le presuponia a la novia de un exfutbolista famoso no lo era todo, y ahora tenia que ocuparse del cierre definitivo del bufete. No era plato de buen gusto dar carpetazo a aquella empresa, especialmente tras tantos anos de dedicacion, pero las circunstancias asi lo exigian. Su exsocio ahora, quien lo diria, ya no era el adicto al trabajo de antano y habia montado un despacho propio, lo que la dejaba a ella como unica responsable, hecho que le robaria demasiado tiempo y, tras el cambio experimentado en su vida, no queria pasar tantas horas encerrada en un despacho, marchitandose. Nicole, la chica otrora eficiente y profesional, miro por ultima vez la cama y suspiro mientras dudaba entre apartar la sabana y despertar a la fiera o darse una ducha, fria, antes de ir a trabajar. Se mordio el labio mientras se lo comia con los ojos, pero al final opto por acudir a su cita. La esperaban en el despacho y no podia llegar tarde, no al menos cuando se trataba de un cliente importante. Si ya el estado de la oficina daba que pensar, pues su funcionamiento distaba mucho del de otra epoca, encima no podia permitirse el lujo de no estar presente, por mucha tentacion que en forma de novio pervertido la provocara. < >, penso entrando en el cuarto de bano. Programo el termostato de la cabina de ducha y se metio bajo el chorro; necesitaba refrescarse y parecer una mujer seria y decente, nada que ver con la ligerita de cascos que la noche anterior habia sudado y gemido entre las sabanas como una descarriada. Tras el aseo y con cuidado de no despertar a Max, se metio en el vestidor y saco uno de sus trajes sastre, uno gris marengo entallado de esos de aspecto pulcro y profesional que el odiaba pero que le permitia conservar por eso de jugar a la bibliotecaria cachondona, aunque Nicole preferia usarlos solo en el ambito laboral. Tras un ligero maquillaje y con los zapatos de medio tacon en la mano, salio del dormitorio en direccion a su estudio para recoger los documentos que precisaba en la reunion. Que tuviera pensamientos excitantes no significaba desatender sus obligaciones. Miro la hora y apenas le dio tiempo para un cafe rapido, pese a que la cocinera, sin pedirselo si quiera, ya tenia el desayuno preparado. --Senorita Sanders, que esta en los huesos… --protesto la mujer cuando la vio salir sin probar ni una sola de las tostadas. Nicole se dirigio escopetada hacia su Audi y arranco como alma que lleva el diablo para llegar cuanto antes a su oficina. Cuando acabara sus obligaciones ya se ocuparia de tomarse un tentempie. Aparco en la plaza de garaje reservada en el edificio comercial y, con su portafolio bajo el brazo, subio hasta su despacho. Cuando iba a introducir la llave en la cerradura se dio cuenta de que la puerta estaba entornada y eso no era normal. Ahora ya no disponia de secretaria, y a esas horas el servicio de limpieza jamas trabajaba; por lo tanto, habia algun intruso dentro. --Maldita sea… --farfullo a caballo entre asomar la cabeza y comprobar quien podia haberse colado y para que o bien, lo mas sensato, llamar a la policia y que hiciera su trabajo. Oyo un ruido, un golpe de algo cayendo al suelo, y se sobresalto. --!Joder! --oyo alarmandose aun mas. ?Habia pillado a los ladrones in fraganti? Por si acaso, saco su movil y marco el telefono de la policia para estar preparada en caso de emergencia. Despues del incidente con ese malnacido que ni queria nombrar, empezaba a ser respetada en la comisaria. Bueno, por eso, y por tener a un ex con uniforme, que siempre venia bien. --!Joder, vaya puta mierda de caja! < >, penso Nicole cuando de nuevo se oyo un fuerte golpe. Como le pudo la impaciencia, entorno la puerta y entro. --!Deje eso ahora mismo en su sitio! --grito a pleno pulmon. Puede que una mujer indefensa tuviera las de perder, pero irritando timpanos hubiera ganado una medalla. Un tipo de espaldas a ella, vestido con vaqueros desgastados, sudadera deportiva y con una caja de carton en las manos y otra a los pies con su contenido desparramado, se giro despacio para no enervar mas a la histerica que le habia chillado. El intruso se dio la vuelta lentamente hasta quedar frente a ella y la miro achicando los ojos. Nicole abrio los ojos como platos y su bolso, que pretendia utilizar como arma defensiva en caso de ser necesario, cayo al suelo. Miro al tipo de arriba abajo, parpadeando para asegurarse de que no era una vision. --Esto pesa --dijo el con sarcasmo con la intencion de sacarla del trance. --Lo siento, no te habia conocido --murmuro avergonzada. Y es que costaba reconocer a su exsocio. Parecia otro asi vestido. En todos los anos que lo conocia nunca le habia visto de esa guisa. --Si, yo tampoco me reconozco --mascullo Thomas--. No sabia que ibas a venir; estoy terminando de recoger mis cosas --anadio senalando las cajas. --No pasa nada --dijo sintiendose un poco tonta, alli de pie, los dos en la recepcion como si fueran dos extranos. Aunque en cierto modo asi era. --?Como te va? --termino preguntando por hablar de algo y no seguir alli como dos pasmarotes. --Bien. No me quejo. ?Y a ti? --Depende de como se mire --respondio no muy contento consigo mismo. --?Y eso? --inquirio. No porque le interesara realmente, pero ahora procuraba comportarse de forma menos altiva y ser mas comunicativa. Ademas, no costaba nada perder cinco minutos. En ese instante la puerta se abrio… y una morena, ataviada con el chandal mas azul electrico del mundo y con una sonrisa de oreja a oreja, entro convirtiendose en el acto en el centro de atencion. Sin ningun reparo, se acerco a el, le dio una palmada en el culo y dijo riendose: --!Deja de darle a la sin hueso que he dejado el coche mal aparcado! --Y despues se volvio hacia Nicole--: !Cuanto tiempo sin verte! Ambas se dieron dos besos e hicieron caso omiso al refunfunon que sujetaba una caja. --Dame las llaves del coche --pidio Thomas--. Mientras os da por poneros al dia, voy bajando algo. Olivia se las metio en el bolsillo delantero del pantalon y el se marcho; eso si, Nicole tuvo la decencia de mantener la puerta abierta para que pasara. --Te veo estupenda --comento la abogada. --Pues tu tampoco te puedes quejar… Y a todo esto, ?que haces currando? Se supone que tienes una vida glamurosa, repleta de invitaciones y todo eso… --Intento llevar algunos casos sencillos. No todo va a ser ir de fiesta en fiesta --respondio de buen humor--. ?Que tal esta el pequeno Robert? --Mi nino esta para comerselo…, --murmuro orgullosa--. Mira que yo queria una nina, ya sabes, por eso de volver loco a su padre, pero al final Thomas se salio con la suya. --No se como ha consentido que le pongais ese nombre… Nicole conocia la tragedia familiar de su exsocio asi que, cuando supo el nombre escogido, se llevo una gran sorpresa. --Bah, todo es cuestion de persuasion. Ademas, entre Julia y yo le dimos la chapa y, como mi sobrina es la madrina, pues ella eligio el nombre y el padre a callar y punto. Sabe que en casa tiene las de perder y poco a poco le estamos reformando… --Ya me he dado cuenta --adujo con una sonrisita--, es la primera vez que le veo asi. Tan… --?Normal? --Si --respondio sin perder el buen humor. Habia que reconocerlo, hasta no hacia mucho pensaba que su exprometido seria incapaz de cambiar, pero, como suele decirse, torres mas altas han caido. --Me ha costado un triunfo, no veas. Es que, cuando se pone petardo… no hay quien lo aguante, pero si los vaqueros le quedan de muerte. Ah, y no son de marca, que conste --explico Olivia satisfecha. El aludido eligio ese momento para hacer su aparicion y las miro a las dos frunciendo el ceno. --?Tienes para mucho? --pregunto a su mujer con sarcasmo. Sabia que, si insistia para sacarla de alli, mas se empecinaria ella en quedarse; por tanto, mejor insistir lo justo. --No te enfurrunes que te salen arrugas. ?No me digas que no esta mono asi, con barba de tres dias? --pregunto Olivia acariciandole las mejillas. --Bueno… si --convino la otra, acostumbrada a vivir con su propio tipo desalinado. Lo cierto es que ver a Thomas con ese aspecto tan, ?normal?, como habia sugerido su mujer, le hacia parecer menos insoportable. Si ademas le sumabas un caracter menos propenso a la arrogancia, lo cierto es que hasta podian llegar a ser amigos. Thomas hizo una mueca. Lo que habia que sufrir por el bien de su relacion. Si alguien, un par de anos antes, le hubiera mencionado algo asi… Para no seguir siendo objeto de estudio, decidio poner fin a la tertulia de chicas. --Venga, que se nos hace tarde. Y te recuerdo que tu y las normas de circulacion no os llevais nada bien. --La culpa no es mia. ?A quien se le ocurre conducir al reves? Por Dios, que raritos sois --se quejo negando con la cabeza. Nicole se echo a reir. --Ya deberias haberte acostumbrado. --Me niego --adujo toda seria. --Ya discutiremos otro dia ese asunto --intervino Thomas tirando de ella. --Ah, por cierto… --Olivia busco en su bolsillo y extrajo unas tarjetas de visita que entrego a Nicole--, me he hecho freelance. --Joder… --refunfuno el a su lado y anadio mirando a su ex--: no la animes, por favor. --?Freelance? ?Te has metido a periodista? --!Que mas quisiera yo!--se lamento el abogado. Pero ninguna de las dos le prestaba atencion. --No, que va. Soy freelance de la estetica --explico orgullosa Olivia mientras la otra mujer guardaba las tarjetitas en su cartera. --Que conste que he intentado impedirlo por todos los medios --apostillo el evidenciando su desagrado por tal circunstancia. --Bah, ni caso. Veras: es que abrir un centro de estetica, como siempre habia sido mi sueno, me es imposible. --Porque no quieres, que el banco si te daba el prestamo --intervino Thomas recordandoselo. --Ya, y toda la vida trabajando para devolverlo. No, he preferido ir a mi aire. Ademas, de ese modo puedo vivir aqui o en Espana sin estar atada a un negocio. Hago clientas a traves de contactos, me llaman, voy a su casa y las atiendo. !Un negocio perfecto! --Pues me parece una idea estupenda --convino la abogada--. Dame mas tarjetas, que se las paso a mis amigas -- pidio Nicole interesada. Olivia se mostro encantada. --Tambien me ocupo de los novios y amigos… --insinuo Olivia picarona. --No me lo recuerdes… --farfullo un hombre descontento y un pelin celoso. --Pues mira, ahora que lo pienso… Igual podrias pasarte manana por casa… --Lo que me faltaba --protesto el. --Deja de enfurrunarte. Tiene derecho a montar su propio negocio --le recrimino Nicole. --?Ves como es una buena idea? --inquirio Olivia aprovechando la ventaja. --A ver, que quede claro, yo no me opongo. Pero eso de ir todo el dia con el maletin de aqui para alla, de casa en casa, no es serio. Podia haber montado un salon profesional y hacerse con una clientela respetable, pero no, la senora siempre tiene que desbaratar los planes. --Oh, por favor, ya te salio la vena petarda. Tu ni caso --dijo dirigiendose a Nicole--, tengo muchas ganas de pillar por banda a tu novio, que, por cierto, ?cuando lo vas a convertir en un hombre decente? --Un dia de estos --respondio sin comprometerse. --Porque he leido en las revistas que te lo ha pedido unas cuantas veces. --Pero siempre le digo que no --respondio con una sonrisa--. Lo de estar comprometida no es para mi. Su ex se mantuvo prudentemente en silencio. --Pues a lo mejor tienes razon… --reflexiono Olivia--; ademas, si te animas a tener crios no necesitas estar casada. Si te soy sincera, yo acepte por el --hizo una mueca burlona--, porque para estas cosas es de un antiguo… --dijo senalando al < >. --Deja de cotillear --insistio Thomas--, que al final no hacemos nada. --Bueno, pues te dejo, que con un responsable asi, a cuestas, no puedo ir a ningun sitio. Las dos mujeres se despidieron con besos y la promesa de que Olivia los visitaria al dia siguiente para ejercer de freelance estetica con Max. Cuando Nicole se quedo de nuevo a solas, cerro la puerta y comprobo la hora; se percato de que, a pesar de que se habia citado con un cliente y, despues de venir a la carrera, este ni siquiera se habia presentado. Se encamino hacia su despacho y se sento en su confortable sillon de oficina. Dejo sobre su escritorio, como siempre impoluto, los papeles que llevaba y encendio el ordenador. Le daria un tiempo de cortesia a su cliente mientras revisaba los correos electronicos y otras cosillas. Noto una vibracion en el bolso y saco su movil. --?Diga? --Siento el retraso, senorita Sanders. Llegare en diez minutos. Nicole suspiro y se preparo los papeles necesarios para entregarselos y asi perder el menor tiempo posible. Hubo suerte; su visita esta vez si cumplio y pudo despacharla en menos de dos horas. Asi que, con el trabajo terminado, se dedico a navegar un rato por Internet. Encontrar noticias de Max en la red ya no suponia ninguna novedad, pero de vez en cuando convenia echar un vistazo por si alguna mencion estaba fuera de lugar o se usaba su imagen de forma incorrecta. Ahora que le llevaba los asuntos profesionales, ademas de los personales, visitar webs entraba dentro de sus funciones. No encontro nada relevante, amen de algunas fotos en las que tambien aparecia ella, por lo que se quedo tranquila. Sin embargo, justo antes de cerrar el navegador hubo algo que le llamo la atencion y quiso ampliar la informacion que daba el titular… Capitulo 2 --NO puede ser… A cada palabra que leia su perplejidad iba en aumento. Deberia estar curada de espanto. Multitud de mujeres afirmaban haberse acostado con Max y, si bien algunas simplemente se lo inventaban por alcanzar notoriedad, otras aportaban pruebas, como fotos, para dar mas credibilidad a la historia. E incluso daban detalles mas intimos, como gustos personales sobre el cuerpo de su amante o habilidades especiales, lo cual Nicole conocia de primera mano, por lo que escuchar a un monton de mujeres mencionandolo jorobaba bastante. Entendia que el tuviera un pasado, aunque costaba un poco digerirlo. Y eso que Max, siempre que la pillaba martirizandose, la llamaba poco menos que idiota, por dar pabulo a esas memeces. Especialmente porque, cuando asimilo de quien se habia enamorado, lo hizo aceptando todas las condiciones, y su vida pasada entraba en el lote. Lo intentaba y lo conseguia, mas o menos, pero esta noticia era completamente diferente. No era menos cierto que a veces se difundian noticias a las que el medio en cuestion anadia detalles de su propia cosecha para hacer mas jugoso el reportaje, y luego, como no, estaban quienes, a titulo personal, se lo pasaban en grande inventado lios en los que Max era el protagonista. Aun asi, costaba digerirlo. No queria terminar siendo una de esas mujeres celosas que arrancaba los pelos a cualquiera que se acercara a su chico, ya no tenia edad para eso. Era adulta, podia racionalizar las cosas y ser objetiva, pero, utilizando palabras de su chico: jodia, y mucho. Con un nudo en el estomago y la esperanza de que solo se tratase de otra aspirante a vivir del cuento, recogio todas sus cosas y se dirigio a su coche con la idea de dar una vuelta y despejarse un poco. Sentada en el vehiculo, pero con el motor apagado, se planteo donde acudir. A esas horas, Carla, una de las pocas personas a las que podia llamar < > y a la que podia confesarle sus temores sin recibir una sarta de buenas palabras, estaria ocupada en su trabajo. Y conociendola, no estaba muy segura de querer saber su opinion, pues podia ser de todo menos racional. Podia pasarse por casa de sus padres y perderse en la chachara intrascendente de su madre, pero, como suele decirse, es peor el remedio que la enfermedad. No necesitaba acabar la jornada con dolor de cabeza y menos aun inventarse nuevas excusas para justificar que siguieran viviendo en pecado, hecho que Nicole disfrutaba, pero que a su madre todavia le escocia. No era ningun secreto que la senora Sanders se moria por organizar el bodorrio mas espectacular y hortera del mundo para casar a su unica hija. Y Nicole se resistia a ello con todas sus fuerzas. Cuando le preguntaban <>, ella siempre respondia <>. Tambien ciertas amistades le recordaban que su novio era un tipo, por decirlo de manera suave, bastante solicitado, y que, por lo tanto, deberia tener los ojos bien abiertos para evitar que una lagarta se lo levantara, de ahi que casarse fuera < >. Ya, como si a Max o, ya puestos, a cualquier otro hombre fuera a detenerlo un papel en caso de querer ser infiel. Nicole odiaba que intentaran inocularle el virus de la maldita duda; ella solita, como en esos instantes, ya se autoflagelaba lo suficiente como para recibir ayuda extra. Podian ser comprensibles, aunque irracionales, sus dudas y mas si cabe cuando Max nunca le habia dado un solo motivo para ello. Pero era humana y a veces aparecen sentimientos inoportunos que te joroban y que, como tales, no pueden ser mandados a paseo chasqueando los dedos. --Mira que soy estupida --murmuro mientras buscaba las llaves del coche en su bolso. Termino arrancando el vehiculo y, con la prudencia habitual, maniobro para salir del estacionamiento. Lo mejor era regresar a casa y esperar que semejante noticia fuera solo un bulo mas de tantos que corrian por la red. De momento no le comentaria nada a el, pues no tenia sentido hacer una montana de un grano de arena y enfadarle, ya que, normalmente, Max echaba unos cuantos juramentos cuando ella se preocupaba, a lo tonto, de ese tipo de noticias. Nada mas llegar, aprovecho para cambiarse de ropa, pues corria el riesgo de echar el traje a perder si Max la pillaba por banda, ya que tenia cierta obsesion con su ropa de trabajo; segun el, palabras textuales: < >. Eso tenia su gracia, pues, visto desde fuera, su traje sastre era de todo menos picante; pero, con una mente tan pervertida como la de Max, cualquier cosa era posible. Nicole nunca se atreveria a ponerlo en duda, asi que, con algo menos provocativo (ironias de la vida), bajo al gimnasio, donde seguro lo encontraria a esas horas. No le fallo el instinto y, cuando empujo la puerta doble que daba acceso a el, se quedo alli, atornillada al suelo, mientras un tipo que solo vestia un pantalon de deporte sudaba la gota gorda sobre un banco de abdominales acolchado; ella era incapaz de hacer ese practica, ya que con un poco de yoga y pilates le bastaba para estar en forma. Por supuesto sin estar el delante, jamas, pues no haria ni un estiramiento decente. Todavia le costaba realizar ciertas actividades en presencia de Max. Y, ademas, estando sola evitaba las burlas y comentarios jocosos sobre sus ejercicios. Se le hizo un nudo en la garganta. Sintiendose una mirona en toda regla, hecho que antes nunca le preocupo, y aprovechando que Max estaba de espaldas, espero a que el se percatara de su presencia. No iba a jadear como una tonta, pero casi. --Con las prisas y tu mania de llegar pronto, ?hoy no has desayunado? La voz de Max, que para estar haciendo ejercicio no sonaba nada forzada, la saco de su ensimismamiento. Parpadeo antes de poder hablar. --?Perdon? --se vio obligada a pregunta -
Los ojos cerrados de Edurne Portela
https://gigalibros.com/los-ojos-cerrados.htmlMe miran y me sonrien. Me hablan a gritos y muy despacio, como si fuera el tonto del pueblo. Me miran y me sonrien, ella me ha saludado con la mano, de lejos, el nunca lo hace. Yo he levantado una de mis muletas como si fuera mi mano y me he acercado, pasito a pasito, hasta ellos. Cuando llegaron al pueblo eran ellos los que se acercaban a mi, pero ahora se han quedado ahi, moviendo los pies impacientes, aunque sonrian. Creo que hace tiempo que no me los encuentro. Pasan los dias y a veces no me entero de cuantos han pasado. Vuelvo no se de donde, de que pensamiento o de que sueno y me da la impresion de que he pasado mucho tiempo con los ojos cerrados, como si hubiera estado muerto un tiempo porque no se donde he estado ni con quien, si he pensado o me he movido, si he comido o he cagado. De repente me doy cuenta de que estoy asi, con los ojos cerrados, y solo se que sigo vivo porque me huelo. Huelo mi cuerpo. Aunque bien pudiera estar muerto y pudriendome. Bien pudiera estar bajo tierra. Pero respiro, aunque sea un aire sucio, y muevo las manos en el espacio y me doy cuenta de que no estoy en un ataud. En ese momento abro los ojos y veo cosas, a veces cosas que se lo que son, como la taza y el libro y la mesa y la puerta y el balde. Eso me gusta mucho, reconocer mi taza, mi libro y la puerta de mi casa y mi balde. Entonces me levanto y toco mis cosas, las acaricio, y cada cosa me habla y me recuerda y yo les contesto contandoles mis cuitas. En dias asi me siento bien. Como hoy. Hoy tengo uno de esos dias. Le he contado al balde del agua el dia que mi madre lo dejo abandonado en medio de la calle y no volvio mas y lo recogi yo al dia siguiente porque ahi se habia quedado, abandonado en el medio de la calle y nadie se habia atrevido a llevarlo de vuelta a mi casa porque igual pensaban, como pensaba yo, que ella iba a volver y reclamarlo. Pero lo tuve que recoger yo, un dia despues de que ella lo dejara abandonado, y meterlo en casa. Y ahi se quedo, en medio de la cocina hasta que se evaporo el agua. Y cuando se evaporo todo el agua, yo te deje en esa esquina, balde, y nunca te he vuelto a usar. Otros dias el libro me cuenta cosas porque, claro, es un libro y esta para eso. Un dia me dijo que lo he leido mas de cien veces pero que no tiene merito porque solo lo tengo a el. Eso a mi me molesta un poco porque no tiene en cuenta mi fidelidad y el esfuerzo que siempre he hecho en entender hasta las palabras que no conozco. Podria haberlo dejado abandonado, como mi madre al balde, o haberme aburrido de el y sin embargo, hasta que tuve vista suficiente, leia por lo menos diez paginas todas las noches, a veces mas. Y ahora que no puedo leer, lo sigo acariciando siempre que lo reconozco. Y dejo que me cuente sus historias. Ya no se acercan a mi, me tengo que acercar yo y a veces para cuando llego a su lado de la plaza ellos ya se han ido, dando pasitos pequenos hacia atras y luego ella, el no, el nunca, luego ella me dice adios con su manita y se dan la media vuelta y aceleran los pasos y desaparecen por detras de la casa de socorro. Como habra dias que no llego a abrir los ojos, a veces pienso que tambien habra dias que yo hablo con mis cosas pero no me entero y eso me angustia porque no se que les puedo contar, que secretos se me escaparan. O incluso habra dias que salga a la calle y en vez de hablar con mis cosas hable con la pareja que ahora me mira y me sonrie. Y como en esos momentos no me entero, igual les cuento mis secretos a ellos tambien, a ella. Eso me angustia todavia mas. Pero mientras me sigan mirando y sonriendo, como ahora, y ella me salude, supongo que todo va bien, que no he contado nada. A veces veo la cara de un viejo que no se si es la mia o la de mi padre. Pero la de mi padre no puede ser porque nunca fue viejo. Entonces pienso que igual es mi cara y alargo la mano y si, me estoy mirando en un espejo. Ahora no, ahora me estoy mirando en la cara de ellos. En cuanto me acerco y la miro a los ojos, a ella, como ahora, veo lo que hay detras y no es una sonrisa. Siempre he podido hacer eso, ver lo que hay detras de los ojos. Desde nino, cuando empece a sufrir esto de cerrar los ojos mucho tiempo, he visto mas que los demas. Veo incluso lo que hay detras de los ojos de los muertos. 2 Lola sabe que el retumbar de las botas contra las piedras no corresponde a los pies de Miguel y sus hombres. Lo sabe porque, salvo Miguel, ninguno pudo nunca tener unas botas. Miguel las tuvo porque don Ernesto le regalo su par mas viejo y el las restauro. Los hombres de Miguel llevan tres anos en el monte con albarcas y alpargatas que el mismo hace. Por eso Lola sabe que esas botas no traen nada bueno. Tampoco el grito, cada vez mas cercano, que ordena <
>. Lola siempre penso que vendrian de noche, una noche poco clara, y que se meterian en las casas como hicieron hace anos para sacar a los hombres que no tuvieron tiempo de huir, pero hoy han aparecido al alba. No importa, ya no quedan hombres en el pueblo, tan solo ancianos, mujeres y ninos. El suyo, Pedro, duerme todavia. A Lola le cuesta despertarlo, le pasa un pano de agua fria por la carita tibia para que espabile. Salen, el nino frotandose los ojos, ella tiritando bajo el chal. En la pequena plaza hay una veintena de hombres uniformados. Lola les encuentra ufanos, relajados, tranquilos. Se nota que no quedan hombres jovenes en el pueblo. Poco a poco van llegado sus vecinos y vecinas, con los ninos en brazos o de la mano. Un militar con medallas da un discurso que Lola no acaba de entender, habla del final de la guerra y de la necesidad de encontrar a los que no quieren la paz. Porque hay que redimirlos, dice. Pide a los vecinos que se pongan en fila ante una mesa improvisada en el centro de la plaza para prestar declaracion sobre el lugar donde se encuentran los familiares que no estan presentes en el pueblo, particularmente los hombres. Sentado a la mesa, Lola reconoce a Federico, el hijo de Teresa, uno de los muchachos a los que se llevaron al frente cuando vinieron de noche y los sacaron de las casas. Lola se pone a la cola de familiares y ve que, tras hablar con Federico, el apunta algo en un gran cuaderno. Cuando le toca el turno a Lola, le alaba que haya aprendido a escribir tan bien, que algo bueno ha dejado la guerra. El asiente sin mirarla a los ojos y, sin mirarla a los ojos, le pregunta por Miguel. Lola dice que se fue cuando empezo todo y que no ha dado senales de vida, que es un sinverguenza y que se habra ido con otra aprovechando los tiempos revueltos. Federico, concentrado en su lenta caligrafia, senala la mala suerte que han tenido con sus hombres algunas mujeres del pueblo. Todas las mujeres y los ancianos han declarado ante Federico. El ha apuntado minuciosamente sus declaraciones en el cuaderno, se lo ha entregado al militar condecorado, este ha dado la orden de subir a los dos camiones y se han marchado del pueblo. Antes, Federico ha podido abrazar a su madre, Teresa, y a su hermano pequeno, Jose, quien ha interrumpido el juego con Pedro para recibir la carantona de ese hombre a quien apenas recuerda. Lola no espera a que salgan los dos camiones de la plaza para encaminarse de vuelta a casa. No cruza ni una mirada con las otras cuatro mujeres cuyos maridos, hijos, hermanos, estan en la sierra con Miguel. O creen que estan. Hace meses que no saben nada de ellos. Tira de Pedro y le ordena aligerar el paso. No se da cuenta de que el nino esta llorando. Pasan los dias y nada sucede. No hay noticias de nadie. Nadie visita el pueblo. Nadie se va de el. Todos los dias son iguales: cortos, soleados, frios. Desde que estuvieron los militares, cada manana Jose, el hermano de Federico, el hijo de Teresa, pasa a buscar a Pedro para que le acompane con las cabras. Lola le deja marchar, a pesar de que el nino todavia no tiene edad para pastorear. Jose tampoco, pero Teresa, su madre, no aguanta el monte, apenas aguanta ponerse delante del entremijo para hacer el queso. Teresa agradece a Lola que deje a Pedro acompanar al nino y de vez en cuando le regala un queso. Teresa sabe que Lola sera viuda pronto. Lola, sin el nino Pedro trasteando en casa, se desespera. La calma no es buena para Lola. Recuerda la mano de Federico escribiendo en el cuaderno y se enrabieta por no saber leer. ?Habra escrito lo de que Miguel es un sinverguenza? Le parece a Lola que Federico escribio poco, tres palabras habia ahi y no muy largas. Le preguntaria a Teresa, pero que va a saber ella. Si los militares no han vuelto, tal vez, quizas, los dejan en paz. Que importaran cinco hombres por ahi perdidos en la montana, que dano van a hacer. Lola no se cree los rumores, esos que dicen que en realidad con Miguel hay muchos hombres, todo un ejercito. ?De donde va a salir tanto hombre? Seran fantasmas, los fantasmas de todos los muertos de estos anos, que no se acaban de ir. Hasta que pasa una semana, tal vez diez dias. Lola esta llenando un balde de agua de la fuente de la plaza. No se acostumbra a usar el agua del grifo y sigue pensando que la de la fuente es mejor. Quiere preparar una perola de sopa de judiones para cuando vuelva el nino del monte. Escucha las detonaciones. Es dificil saber de donde vienen porque la sierra tiene sus ecos, pero Lola cree que no estan lejos, no mas alla del rio porque entonces el sonido se perderia tras la montana, se oiria con menos nitidez. Y Lola oye perfectamente los disparos, demasiado rapidos como para salir de una escopeta. Acaba de recoger el agua y se dirige hacia su casa. De camino, pasa por delante de la de Teresa. Deja el balde en el suelo y toma aliento. Teresa se asoma, pregunta si ha oido algo, Lola afirma con la cabeza. Y los ninos por ahi con las cabras. Teresa y Lola toman el camino hacia los prados adonde los ninos van a pastorear. El balde se queda en mitad de la calle. -
Mi boca florece como un corte de Anne Sexton
https://gigalibros.com/mi-boca-florece-como-un-corte.htmlSe une a Poesia Portatil la voz de Anne Sexton, una de las poetas mas importantes de la poesia norteamericana del siglo XX.
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Talion de Santiago Diaz
https://gigalibros.com/talion.htmlMarta Aguilera, una periodista comprometida con su oficio, recibe una noticia que cambiara su destino: un tumor amenaza su salud y apenas le quedan dos meses de vida. Sin nada que perder ni nadie a quien rendir cuentas, Marta siente que la realidad es un lugar amenazante y decide ocupar el tiempo que le queda impartiendo JUSTICIA.
En una carrera contrarreloj por su propia vida y contra la inquebrantable inspectora Daniela Gutierrez, Marta Aguilera tratara de aplicar su particular ley del talion.
Un thriller impactante y distinto a todos los demas. Una novela que leeras como si tu mismo fueras el protagonista. -
Oscura noche salvaje de Christina Lauren
https://gigalibros.com/oscura-noche-salvaje.htmlTercera entrega de <
>, la nueva serie romantica erotica de Christina Lauren, la autora de Beautiful Bastard. -
Sagrada familia de Luis Frontera
https://gigalibros.com/sagrada-familia.htmlEl padre es el capitan Jose Maria Frontera, un oficial del Ejercito Argentino que deja a su mujer y a sus ocho hijos para ir a combatir en la Guerra Civil Espanola. Al volver a la Argentina de Peron, los militares lo encarcelan por comunista y sufre psicosis de guerra. La madre pide una entrevista con Evita: los chicos tienen talentos pero sufren penurias economicas. Lalita es vidente, Susy es cantante lirica, Juan quiere ser boxeador profesional.
Al menor, Luis, le gusta escribir y se hace periodista; trabaja en Panorama, junto con Martinez, Bustos, Briante, Lamborghini, Rabanal, Schoo; denuncia a la Triple A y es internado en un hospital psiquiatrico.
A traves de la historia de una familia plena de excepcionalidades, esta novela arrasadora narra la historia argentina del siglo XX, sus victorias y sus tragedias. Los combatientes, los muertos y los que sobreviven en la Argentina de los ultimos setenta anos aparecen en sus multiples reverberaciones. -
Sabes que te quiero…a mi manera, Iris T. Hernandez de Iris T. Hernandez
https://gigalibros.com/sabes-que-te-quiero-8230-a-mi-manera-iris-t-hernandez.html -
Los muertos no saben nadar de Ana Lena Rivera
https://gigalibros.com/los-muertos-no-saben-nadar.htmlEstimado lector: Las dos novelas anteriores de Ana Lena Rivera, Lo que callan los muertos y Un asesino en tu sombra, tuvieron muy buena acogida, por lo que estamos muy contentos de poder presentarte Los muertos no saben nadar. En esta tercera entrega volvemos a encontrarnos con la investigadora de fraudes Gracia San Sebastian, que ahora trabaja para la policia. La novela arranca en Gijon, en la playa de San Lorenzo, cuando a mediados del mes de diciembre un nino encuentra el brazo amputado de un hombre. A partir de ese hallazgo, todo es vertiginoso: la extremidad amputada pertenece al director financiero de una empresa de inversiones que en esos momentos esta siendo investigada por Gracia San Sebastian. La entidad, sospechosa de ser la tapadera de estafas a gran escala, es originaria de Rumania y posee ramificaciones por toda Europa, sobre todo en los paises del este con un sector inmobiliario emergente, como Moldavia o Bulgaria. Ademas, tiene conexion directa con un asesor fiscal de Gijon y su familia, que llevan un tren de vida muy por encima de sus posibilidades y tienen mas de un secreto que ocultar. Te reencontraras con la protagonista, Gracia, que esta intentando dejar atras el pasado para empezar una nueva relacion de pareja. Mientras, su exmarido continua velando por sus propios intereses, y su madre, Adela, sigue haciendo de las suyas. Una mafia rumana que opera con absoluta falta de escrupulos, la ciudad de Oviedo en plena preparacion de las fiestas navidenas y el comisario Miralles con su desesperada lucha contra el sobrepeso, son los ingredientes de una novela que no defraudara a ningun lector. ?A que esperas para empezar a leerla? Estoy segura de que te encantara. La editora A los que viven la vida en presente porque no saben si habra un manana Sabado, 7 de diciembre de 2019. 10:00. Playa de San Lorenzo. Gijon --!MIRA, PAPA! MIRA lo que he encontrado. --?Que es eso, Isma? --pregunto el hombre extranado al ver a su hijo acercarse con lo que parecia la mano de un maniqui viejo y sucio. El horror que sintio cuando el pequeno le entrego su recien encontrado tesoro le persiguio durante varios dias. Los momentos siguientes se fijaron de manera caotica en su memoria: como arrojo el brazo putrefacto de una patada lejos de su hijo, los ojos llorosos de este ante la reaccion de su padre, la confusa llamada a emergencias, la carrera desenfrenada y torpe por la arena con el nino en brazos, la cara de los agentes cuando les explico que habia dejado un brazo humano en la playa, el traslado a comisaria para tomarles declaracion despues de examinar el brazo y de permitirles recoger su pelota abandonada. A Ismael, en cambio, la visita a la comisaria con todos aquellos policias alrededor le compenso con creces la perdida de su hallazgo. Los agentes se interesaban en su historia, tuvo que repetirla varias veces, hasta le dieron gominolas y un batido de chocolate. Su padre le permitio tomarselo todo y le prometio llevarle esa tarde a darle la carta a Papa Noel. Fue uno de los dias mas geniales de su vida. --Entonces --quiso confirmar el agente de policia con el pequeno Ismael--, ?no encontraste el brazo en la orilla? --No, estaba escondido en mi agujero del muro. Siempre dejo alli las conchas que cojo. --?Cuando fue la ultima vez que dejaste conchas en tu agujero del muro? --El ultimo domingo que estuve con papa. Si hace bueno bajamos a jugar al futbol a la playa. --?Y eso cuando fue exactamente? --pregunto el policia mirando al adulto. --Hace dos semanas --respondio Julio, el padre de Ismael--. Mi mujer y yo estamos divorciados, paso con Isma un fin de semana de cada dos. Si no llueve y hay marea baja nos gusta jugar al futbol en la arena. Ismael tiene la ilusion de que le fiche el Real Madrid, ?sabe usted? Esta en la escuela de futbol del Sporting. --?Donde estaba usted cuando su hijo encontro el brazo? --Le estaba esperando en la zona humeda. Si la arena esta seca no se puede jugar bien. Isma fue a revisar el agujero del muro. Le gusta recoger conchas y meterlas dentro. Siempre que bajamos, comprueba si todavia estan alli. A veces las encuentra y otras no. Despues de hacerles algunas preguntas de rutina y tomarles los datos los dejaron ir, no sin antes dar las gracias a Ismael y nombrarle miembro honorifico de la policia de Gijon en una ceremonia improvisada que hizo las delicias del nino. <
>, penso Julio cuando iban para casa. Todavia sentia el estomago un poco revuelto. 1 Sabado, 7 de diciembre de 2019. 21:00 MARIO MENENDEZ TAPIA, jefe de policia del Principado, encendio un puro sentado en el sillon orejero de su salon y miro a los turistas que caminaban por la calle, en pleno casco historico de Oviedo, en busca de un restaurante para cenar. Menendez fumaba de tanto en tanto, resto de un habito que intento asumir como propio cuando los hombres muy hombres fumaban, y mas si eran tipos duros como los policias. De aquella no llego a conseguir que el tabaco le enganchara del todo. En cambio, cuando llego el momento en el que las fotos de pulmones podridos por la nicotina sustituyeron a las del vaquero de Marlboro, el habito no arraigado se nego a abandonarle. El cerebro humano, como la vida, era caprichoso. Mario era un hombre de principios, satisfecho con su trabajo, a pesar de los treinta anos que llevaba dedicado al Cuerpo de Policia, y firme creyente de que la labor policial era vital para la sociedad. Policias, medicos y profesores eran, en su opinion, los pilares basicos de la humanidad, los que conseguian que la sociedad siguiera funcionando y que el mundo fuera cada dia mejor. Con semejante vision de la vida y de su profesion, recuperaba en los integrantes del cuerpo la ilusion infantil que los habia llevado a ser policias. Sin familia directa, y sin mas aficiones que cantar en el Coro Vetusta, con el que incluso habia grabado un disco, dedicaba muchas horas al trabajo y exigia lo mismo a sus equipos. -
Toda una vida de Robert Seethaler
https://gigalibros.com/toda-una-vida.htmlLa practica totalidad de los seres humanos que han transitado por este mundo desde el inicio de los tiempos apenas han dejado huella alguna en los anales de la Historia. Sin embargo, hasta la persona mas opaca e insignificante acumula en su existencia una suma casi infinita de vivencias estrictamente personales, instantes unicos que conforman una experiencia tan plena como la del mas ilustre de los personajes. Esta excepcional novela -Libro del Ano 2014 en Alemania, con casi un millon de ejemplares vendidos y traducido a treinta y tres idiomas-, es una invitacion a compartir la vida de un hombre que, desde su total irrelevancia, proyecta un halo de vitalidad tan intenso como el del mas brillante de los mortales.
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Resina de Richard Parra
https://gigalibros.com/resina.htmlEstos cuentos se inscriben dentro del realismo sucio que sigue la estela de la tradicion beatnik. Los personajes que Parra retrata estan rotos y en el intento de volver a ensamblarse han perdido varias de sus piezas. Mas que hombres o mujeres plenos, son sobrevivientes. Hay algo elusivo en la drogadiccion, alcoholismo, las parafilias y el animo psicopatatico que define sus perfiles: una especie de renuncia a la vida, y, al mismo tiempo, una negacion de la muerte, una celebracion de los bordes en toda ley que los situa en un limbo del que no pueden escapar. Se rechaza la vida porque se aspira a algo mas, algo que no termina de llegar, pareciera ser la coda. Parra es un hacedor de historias incomodas y violentas, y es poseedor de un lenguaje descarnado y por momentos, sana contradiccion, ludico que interpela al lector, lo incomoda, no le deja un solo respiro al azar.
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El ladron de compresas de Sergio G. Ros
https://gigalibros.com/el-ladron-de-compresas.htmlSofia Jimenez, una estudiante universitaria de veinte anos de edad, ha sido secuestrada.
Un antiguo companero de la chica recibe un mensaje del movil de Sofia, se trata de una imagen borrosa que la policia cientifica analiza, en el que se aprecia una antigua Tabla Periodica de los elementos. El comisario Cervantes decide poner a la agente Susana Ruiz en el caso, hasta ese momento liderado por el engreido policia Jose Mulero. Susana tiene, ademas, otro encargo del comisario: pedir ayuda a Vargas, un famoso detective, viejo amigo suyo.
Poco despues, la comisaria de Pedreira recibe la visita del grupo de investigacion del subinspector Garnero, un hombre ambicioso y con pocos escrupulos, que toma inmediatamente las riendas del caso y todo el protagonismo mediatico. Su grupo aporta, sin embargo, un nuevo y retorcido punto de vista al mismo. El secuestrador de Sofia lleva tiempo en el punto de de mira del equipo de Garnero. Se trata de un potencial asesino en serie, un psicopata con una retorcida particularidad, una patologia denominada olfactofilia, un deseo sexual compulsivo relacionado con el olor de la transpiracion, que le hace robar las compresas de las victimas antes de matarlas.
Asqueado por el individualismo de Garnero, el comisario Cervantes permite a Susana Ruiz continuar sus investigaciones en paralelo, contando con la ayuda de Eduardo Cortes, el ayudante del detective Vargas. Eduardo es un joven ingeniero que conocio a Susana en el pasado.
La investigacion se torna angustiosa cuando Eduardo descubre algo mas.
A Sofia le queda poco para que le baje la regla. -
El muro de la memoria de Anthony Doerr
https://gigalibros.com/el-muro-de-la-memoria.htmlEl muro de la memoria reune cuatro historias ineditas del autor de La luz que no puedes ver, que nos hablan de la conmovedora fortuna de vivir en este mundo.
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Rendicion (Premio Alfaguara de novela 2017), Ray Loriga de Ray Loriga
https://gigalibros.com/rendicion-premio-alfaguara-de-novela-2017-ray-loriga.html -
Cruzare la eternidad de Donna Kenci
https://gigalibros.com/cruzare-la-eternidad.htmlAlejandria, ano 30 a. C. --Date prisa, muchacho. No hay tiempo que perder --me dijo en voz baja, tras descubrirme bajo las capas de mi atuendo. --?Es aqui? --interrogue a mi viejo amigo. --Si. --Se detuvo mirando hacia un lado y hacia el otro, para cerciorarse de que nadie me habia seguido--. ?Que ha pasado? ?Hemos caido otra vez? --inquirio. --Nos han vuelto a derrotar --le confirme. Echo un ultimo vistazo hacia la oscuridad de la noche, antes de dejarme paso. --?Cleopatra esta...? --Esta bien, hemos escapado --le asegure--. Vive, pero no por mucho tiempo. Esta decidida a quitarse la vida, antes de dejarse atrapar por ellos. No me hizo falta anadir nada mas, su silencio fue acompanado de un gesto de nerviosismo. Una vez en el interior, aparte de mi cabello la gruesa tela con la que me habia cubierto para no ser reconocido. Al instante, el viciado aire de la camara inundo mis fosas nasales. Olia a muerte y no pude evitar sentir una profunda desolacion. Otee la sala con dificultad, hasta que mis ojos se habituaron a la tenue luz que provenia de la abertura, justo al otro extremo de la entrada. --?Donde esta Neith? --pregunte al anciano, sin dejar de atisbar a mi alrededor. --En esa habitacion --me contesto, indicando el lugar con su mano. Al volver a mirarme, su rostro se mostro compungido--. Te dejare con ella a solas, pero no debemos esperar mucho mas o no funcionara. Asenti con la cabeza, incapaz de articular palabra. Mi cuerpo temblaba y un nudo en mi garganta me impedia tragar saliva, pero hube de armarme de valor para enfrentar a lo que me esperaba en aquel lugar. Avance despacio, con pasos titubeantes hasta llegar al umbral, entonces la vi. Yacia sobre una superficie de piedra, apenas cubierta por un fino tejido de lino. Estaba inmovil. Me aproxime para taparla mejor, sin ser consciente realmente de lo que ocurria. No podia ser cierto. No lo era. Me incline sobre su cuerpo con lentitud. Tenia los bellos ojos cerrados, rodeados por sus largas pestanas y coronados por sus perfectas cejas. No debi hacerlo, pero sin lograr reprimirme, la toque. Di un respingo al sentir la frialdad de su piel y me lleve la mano a la frente tratando de contener un lamento, aunque resulto inutil. Mis lagrimas comenzaron a brotar sin remedio, resbalando por mis mejillas. --?Por que lo has hecho? --le susurre con una mezcla de rabia y dolor--. Mi dulce y preciosa Neith. Grite para soltar toda la afliccion que me consumia por dentro, a la vez que estampaba mi puno contra la pared. --?Por que me has dejado? --Me enjugue el reguero salado que corria por mi cara--. Tan solo un dia mas y habriamos sido libres. --Solloce, mientras acariciaba su mano. Recorde su risa, su voz, su intensa mirada. Contemple sus hermosas facciones, esperando que abriera los ojos y me sonriera como tantas veces habia hecho al despertar entre mis brazos. Sin embargo, no ocurrio. ?Que le habia impulsado a quitarse la vida? Tras el anuncio de su padre que acababa de prometerla para contraer matrimonio con el tio de Cleopatra, Neith le confeso que aun seguiamos viendonos, le amenazo con escaparnos si no cejaba en su intento por casarla con aquel hombre. Pero no pudo impedir que su padre se saliera con la suya en contra de su voluntad, asi que Neith y yo decidimos fugarnos en cuanto regresara de la mision que se me habia encomendado. Una suave palmada en la espalda me saco de mis pensamientos. Me gire para encontrarme con la expresion preocupada del sacerdote sem. --Mi joven Sekani, comprendo tu dolor, pero sabes que no surtira efecto si nos demoramos mas. Esa era mi unica esperanza, asi que intente recobrar fuerzas para concentrarme en lo que tendria lugar a continuacion. Asenti con conviccion. --Adelante, comienza cuando quieras --le confirme. Sus arrugadas manos levantaron mi brazo derecho, palpando mi muneca, no sin antes observarme con gesto interrogante. --?Estas seguro, muchacho? --Sus ojos mostraban lastima--. No habra vuelta atras. Tienes que entender que no es posible saber cuantas veces regresaras de la muerte hasta encontrarla. A lo mejor tienes suerte y en tu primera reencarnacion hallas a Neith, pero ten en cuenta que si la fortuna no esta de tu lado, podrian transcurrir mas de mil anos sin que se cruce en tu camino. Suspire, totalmente convencido de lo que iba a hacer. No me importaba vivir una y otra vez durante cientos de anos, si con eso conseguia permanecer un solo dia mas junto a ella. La idea de perderla para siempre no era una opcion. --No puedo vivir sin ella --conteste. El sabio anciano supo que no cambiaria de opinion, que estaba decidido a llevar a cabo aquella locura, costara lo que costase. Meneo la cabeza con un gesto de desaprobacion, mientras repetia el movimiento que acababa de realizar conmigo. Sujeto el brazo de Neith para girar su palma hacia arriba; a continuacion extrajo de su tunica un objeto punzante, que no logre identificar y comenzo a grabar algo en su muneca, a la vez que susurraba una oracion ininteligible. Me mantuve en silencio, presenciando el extrano ritual que tenia lugar frente a mi, siguiendo cada movimiento con atencion, hasta que me di cuenta de que habia dibujado un ankh en la piel de Neith. --Ella no te reconocera --solto de improviso el sacerdote, sin levantar la vista--. Al estar muerta durante la ceremonia, una de las partes de su alma ya ha comenzado a olvidar, aunque aun no es demasiado tarde--. Se interrumpio para sondear mi expresion--. Tu si lo recordaras todo y tendras la mision de hacer que rememore su primera vida. Neith sentira el vinculo que os une, pero eso la confundira. Debes ser paciente para ganarte su confianza e impulsarla a recuperar sus recuerdos. --Lo hare --le dije con solemnidad. --Es importante que nunca le reveles su pasado --me advirtio--. Si lo haces, Neith no recobrara su memoria jamas. Tendra que hacerlo por ella misma. --Puedo ayudarla, pero no desvelarle nuestro secreto --resumi. --Asi es. El sacerdote sem se dirigio al otro extremo de la sala para limpiar los utensilios en un recipiente con agua. Acto seguido me hizo extender mi brazo para proceder a esculpir otro ankh en mi piel, repitiendo la misma invocacion entre murmullos. El simbolo de la vida eterna quedo marcado en la parte interna de mi muneca. Con cuidado, intente limpiar los restos de sangre, pero no me dio tiempo, senti un tiron en el brazo y vi como el anciano unia mi mano con la del cuerpo sin vida de Neith, quedando las dos palmas pegadas, frente a frente, al tiempo que pronunciaba unas palabras dirigidas a la diosa Isis. --Isis es la unica que puede hacerlo posible, aunque esto va en contra de nuestras creencias, pero ella nunca me ha fallado con este ritual. Funcionara --me explico. Cuando finalizo, avanzo unos pasos hasta detenerse frente a la pared y presiono un pequeno bloque de piedra que sobresalia. La sorpresa me invadio al descubrir como se abria un resquicio, revelando la entrada a una camara secreta. --?Eso es lo que creo? --pregunte con intriga. --Si, es la estancia donde han depositado todas sus pertenencias de valor --me confirmo, mientras se introducia en la oscuridad del habitaculo. Al momento regreso con un objeto en las manos--. Toma. Poseer objetos de su antigua existencia acelerara la recuperacion de sus recuerdos. --Extendio su brazo hasta dejar caer en mis manos un colgante--. Guardalo en un lugar donde nadie pueda acceder a el, para que puedas rescatarlo en el instante en que os reencontreis y se lo entregues. Mi corazon dio un vuelco al fijarme con atencion en la joya. Se trataba del amuleto que yo mismo le habia regalado, una preciosa piedra de lapislazuli, engarzada en un borde grueso de oro. Sin dudar, lo colgue de mi cuello y lo escondi bajo mi atuendo. --Asi sera --le prometi. Me palmeo el brazo para infundirme animo. --?Que pasara con Egipto ahora que hemos sido derrotados? --Cambio bruscamente la conversacion. --No lo se. El destino de Egipto esta en manos de Roma --le explique, abatido. Se llevo las manos a la boca, mientras su mirada se entristecia. Resoplo, pero se recompuso con rapidez, aclarando su garganta antes de hablar
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El hombre de la dinamita de Henning Mankell
https://gigalibros.com/el-hombre-de-la-dinamita.htmlNorrkoping, Suecia, 1911. Los periodicos locales dan brevemente la noticia de que Oskar Johansson, dinamitero de veintitres anos, ha muerto a consecuencia de un tragico accidente producido durante la voladura de un tunel. La nota nunca se desmintio, pero Oskar sobrevivio, aunque quedo gravemente herido y con secuelas atroces; es mas, siguio trabajando hasta su jubilacion, y no murio hasta abril de 1969.
Narrada a traves de distintas voces y perspectivas, la vida de Oskar, con sus suenos y esperanzas, sus alegrias y tristezas, y por supuesto marcada por ese accidente que lo cambio todo, traza no solo su destino, sino tambien una imagen aguda y vibrante de la situacion obrera en la primera mitad del siglo XX. -
Al rescate del amor de Isabella Abad
https://gigalibros.com/al-rescate-del-amor.htmlEs el ano 1843. Las oscuras y traicioneras aguas del Rio de la Plata, en el cono sur americano, se han cobrado otro navio: Nuestra Senora de la Caridad. Con el se hunde tambien una hermosa y enigmatica escocesa y su historia de amor, amen de un pequeno tesoro.
Ciento setenta anos despues, una expedicion de rescate se organiza para encontrar los restos del naufragio. El buzo y capitan argentino Sebastian Cortes ignora que, al poner a rodar sus suenos de exploracion subacuatica, tambien activa una trama antigua de ambiciones y venganza.
A bordo de su buque, el Incitatus, y custodiado por la bella Elvira Gamboa, de la familia noble de los Bedford, la busqueda se tenira de pasion y romance. Pronto todo se desvirtua y prima la lucha entre los deseos de poder del Conde de Bedford y los de revancha de los O’Connell, clan que clama justicia por su antecesora abandonada y enganada para morir lejos de su tierra natal.
Un pequeno cofre en el lecho marino, un clan de airados escoceses, una rancia familia noble inglesa, un amor del pasado y otro del presente.
Una historia en dos tiempos que te asegura romance, pasiones y suspenso. -
Romance a la carta de Olga Salar
https://gigalibros.com/romance-a-la-carta.htmlBrian Mosley domina a la perfeccion el tiempo y las cantidades exactas que hay que utilizar en la cocina para convertir un sencillo plato en una obra maestra culinaria. Lamentablemente su incapacidad para medir los tiempos en la vida real, y llegar puntual a las citas, le convierte en el novio desastre que ninguna mujer quiere tener.
La unica esperanza que le queda es dar con una femina lo suficientemente segura de si misma como para que no le importe que le hagan esperar, o que se olviden de ella por completo. Lo curioso sera que una vez que Pamela haga acto de presencia los defectos del chef desapareceran como el volumen de un “souffle” al salir del horno. -
A Sexy Berling Valentine (Sexy Berling 4), Maya Blair de Maya Blair
https://gigalibros.com/a-sexy-berling-valentine-sexy-berling-4-maya-blair.html -
Con aroma a madera de Luz Barreras
https://gigalibros.com/con-aroma-a-madera.htmlUna historia que nos recuerda que cada dia tiene mil cuatrocientos cuarenta minutos para vivirlos, que las cosas sencillas de la vida pueden obrar magia y que hay muchos caminos para llegar al hogar.
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Mi mejor medicina de T. Rubio
https://gigalibros.com/mi-mejor-medicina.htmlAdam y Alice eran unos ninos cuando se conocieron en la habitacion de un hospital. Alice abandono el hospital y nunca mas recibio noticias de Adam. Diez anos despues, al tener que volver de nuevo al hospital, Alice, descubre algo que la deja impactada. A los pocos dias recibe una misteriosa llamada de alguien que dice ser Adam, sin dar explicaciones de donde ha estado todo este tiempo…
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Suite Italiana de Javier Reverte
https://gigalibros.com/suite-italiana.htmlUn libro sobre libros, viaje y paisaje, a medio camino entre el diario y el ensayo literario, banado por la maravillosa luz del Mediterraneo italiano
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Voragine 1 de Estefania Blanco Reyes
https://gigalibros.com/voragine-1.html?Estarias dispuesto a abandonar tu propia humanidad por salvar al resto del mundo?
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El intelectual melancolico de Jordi Gracia
https://gigalibros.com/el-intelectual-melancolico.htmlAl autor de este cuaderno, nacido en Barcelona en 1965 y profesor de universidad desde hace veinte anos, le llegara un dia u otro la hora de la melancolia. Mientras tanto, se protege contra ella proponiendo una diatriba contra quienes leen en clave depresiva las transformaciones del presente.
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Presas de Beatriz Esteban
https://gigalibros.com/presas.htmlPor la autora de Sere fragil (segunda finalista en el X Premio Internacional para Jovenes Jordi Sierra i Fabra), una fascinante novela ambientada en una carcel y protagonizada por dos jovenes: una voluntaria y una presa.
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Mi amor prohibido de Jodi Ellen Malpas
https://gigalibros.com/mi-amor-prohibido.htmlLa princesa Adeline se niega a someterse a las obligaciones que implica su titulo, pues sabe que bajo la imagen perfecta de la familia real no hay mas que mentiras y secretos. Ni quiere formar parte de ello ni piensa aceptar la peticion de su padre para que se case con un hombre al que no ama…Todo cambia cuando se cruza en su camino Josh Jameson, un actor escandalosamente sexy que pronto se convierte en el ultimo vicio de la princesa: su atractivo es abrumador y sus caricias son puro fuego. Nadie la ha hecho sentir tan viva nunca. Pero, aunque el pertenezca a la <
> de Hollywood, no es un aristocrata real, y Adeline sabe que el rey y sus consejeros haran todo lo que este en sus manos para impedir que vivan esa pasion. ?Acabara rindiendose a los deseos de su padre o a los de su corazon? -
Alguien especial de Andrea Munoz Majarrez
https://gigalibros.com/alguien-especial.htmlAquella tarde del mes de marzo, en la que el cielo estaba cubierto de nubes, el pub Mackenzie se preparaba para una importante celebracion. El dueno, Dan Mackenzie, por fin se jubilaba y dejaba el negocio en manos de sus dos unicos hijos, Duncan, de treinta y dos anos, y Ronald, al que todos llamaban Ron, de treinta y cinco. Con mucho trabajo y esfuerzo, Dan Mackenzie mantuvo el negocio a flote despues de que su padre, John, se jubilara. Este a su vez lo habia heredado de su padre, Maxim, que fundo el pub en 1908. Dan lo convirtio en un lugar de encuentro que recibia tanto a habitantes de Edimburgo como a turistas venidos de diferentes partes del mundo, ofreciendo una variedad de platos y bebidas tradicionales de Escocia, en un entorno calido y hogareno. El pub estaba situado en Castle Street, en la New Town, justo al lado de los Princes Gardens, uno de los puntos mas emblematicos de la ciudad, asi que la localizacion era perfecta. Lo malo era que habia mucha competencia, porque aquella zona estaba llena de restaurantes, cafeterias y pubs. Sin embargo, tenian clientes fijos, que a su vez invitaban a otros. Todo el personal siempre procuraba que aquel que viniera por primera vez, tuviera ganas de volver. Ayudaba mucho el ambiente agradable y familiar que se respiraba en el lugar, y la buena labor de la cocinera, Kim, una virtuosa de la cocina. Todo sumado en conjunto, daba como resultado un negocio prospero, donde todos los que trabajaban alli estaban contentos. Para Ron y para Duncan aquella era su casa. Pasaban mas horas en el pub que en sus respectivas viviendas. A pesar de que los hermanos Mackenzie tuvieron una infancia feliz, sufrieron un duro golpe. Janis Mackenzie, su madre, fallecio de cancer cuando Ron y Duncan eran muy pequenos, algo que dejo devastado a Dan, que amaba a su esposa con todo su corazon. Fue entonces, cuando Dan se encerro en si mismo, y se volvio un hombre serio y reservado, que solo se preocupaba del trabajo y de sus hijos. Duncan era demasiado joven entonces y apenas recordaba a Janis. No obstante, para Ron y para el, habia una persona a la que consideraban su madre, porque habia ejercido ese papel con diligencia y amor incondicional. Se trataba de Maggie, la pareja de su padre. Ella fue la que, tras la muerte de Janis, curo el corazon destrozado de Dan, y crio a Ron y Duncan como si fueran hijos suyos. Dan y Maggie no se habian casado, pero convivian desde hacia casi treinta anos. Tanto Duncan como Ron le habian recriminado a su padre que no formalizara las cosas, pero a Maggie parecia no importarle. Ella estaba bien asi, y les habia dicho muchas veces que no necesitaba ningun documento para demostrarle al mundo que ella era una Mackenzie. Maggie seguira trabajando en el pub como una especie de mentora, hasta que se jubile. En el equipo tambien estaba Murray, un chaval joven, de unos veinte anos, estudiante, que trabajaba a tiempo parcial alli para pagarse los estudios, y Tess, que llevaba ya cuatro anos trabajando con ellos. Hoy celebraban la jubilacion de Dan Mackenzie, pero hace pocos dias, tuvieron otra celebracion: El quinto aniversario de boda de Ron y su esposa, Phoebe. Cuando se conocieron, daba la impresion de que no tenian nada en comun, pero con el tiempo, ambos se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. Phoebe es una mujer alta, con una melena larga pelirroja rizada, y unos bonitos ojos grises. Trabaja como administrativa en una empresa de publicidad, cuya oficina estaba muy cerca de alli. Es una avida lectora de novela romantica a la que le entusiasma todo lo relacionado con la magia y los temas de misterio. Tiene amigos de todo tipo y condicion, que dan cierto nivel de versatilidad al pub. Ese dia, vino acompanada de su amiga Robin, una mujer alta, rubia, con los ojos verdes, que suele llevar un variopinto vestuario elaborado a base de telas de colores, combinado con un look oriental. Es una especie de pitonisa aficionada al tarot y las ciencias ocultas, a la que le gusta leer las palmas de las manos. Siempre habia alguien interesado en que le leyera el futuro. Duncan, sin embargo, no creia en esas cosas. Todo estaba preparado para recibir al invitado de honor, que desconocia la fiesta sorpresa que le tenian preparada. Solo faltaba la novia de Duncan, Gwen, que ya llegaba tarde, como siempre. Llevaban juntos practicamente toda la vida. Se conocieron en el instituto. El jugaba al rugby y ella era una de las chicas populares. Enseguida se enamoraron, y desde entonces, no se separaron. Cuando Duncan dejo el rugby debido a una lesion, y comenzo a estudiar hosteleria, ella estuvo a su lado. Cuando ella se graduo en la universidad, obteniendo un titulo de Empresariales, el acudio emocionado a su graduacion. Y finalmente, despues de muchos anos, se fueron a vivir juntos. Duncan se sentia el hombre mas afortunado del mundo por tener a Gwen a su lado. Era una mujer maravillosa, guapa, con un cuerpo escultural, carinosa, traviesa y seductora. Tenia una mente brillante y siempre sabia lo que habia que hacer en cada momento. Tenia todo bajo control. Incluso a su novio, que estaba loco de amor por ella. Despues de muchos meses, Duncan habia conseguido ahorrar para poder comprarle un anillo de compromiso. Al dia siguiente iria con Phoebe para que le asesorara. Confiaba plenamente en su criterio. Aunque hay que aclarar que Phoebe no sentia demasiada estima por Gwen, de hecho, le caia bastante mal. Sin embargo, procuraba disimularlo porque apreciaba a Duncan. Este estaba empezando a impacientarse, asi que decidio llamar a Gwen, porque su padre estaba a punto de llegar y aun no habia aparecido. Al llamar, comprobo que tenia el telefono apagado, algo muy extrano. Ahora si que estaba inquieto. ?Le habria ocurrido algo? Como aun quedaba un poco de tiempo, y su casa no estaba lejos, decidio ir a buscarla. --Ron, tengo que ir un momento a casa. Su hermano lo miro frunciendo el ceno. --Duncan, papa esta a punto de llegar. ?Para que tienes que ir a casa ahora? --Es que Gwen aun no ha llegado, y tiene el telefono apagado. No se si le ha pasado algo, asi que voy a comprobarlo. Volvere antes de que llegue papa, te lo prometo--contesto mientras salia por la puerta. Ron no dijo nada en respuesta. Instantes despues, Duncan ya estaba caminando calle arriba en direccion a su casa. En cuanto llego, abrio la puerta y entro en el apartamento. --?Gwen? ?Estas en casa? Parecia que no habia nadie, pero observo que el abrigo de Gwen estaba aun colgado en el perchero de la entrada. Justo al lado, habia otro abrigo que no habia visto antes. De repente, su pulso se acelero. En ese momento, pudo escuchar un ruido proveniente del fondo del pasillo, donde estaban las habitaciones. Camino despacio, con inquietud. A medida que se acercaba, el sonido era mas claro, y pudo distinguir lo que era. Unos gemidos de mujer. Temblo en ese instante pensando lo peor. ?Estaria en lo cierto o eran imaginaciones suyas? Finalmente, llego a la puerta de la habitacion y la abrio de golpe. Y entonces deseo no haberlo hecho. Gwen estaba desnuda, sentada a horcajadas sobre un tipo al cual no habia visto nunca. Los dos le miraron, horrorizados, con los ojos muy abiertos. El trago saliva, y apreto la mandibula y los punos. Tenia unas ganas terribles de pegarle una paliza a ese hombre. Pero al mirar a Gwen, algo le detuvo. Una tremenda sensacion de dolor y tristeza se apodero de el. Empezo a retroceder lentamente, y de repente, perdio la nocion del tiempo y del espacio. Gwen se levanto, y le persiguio por el pasillo, con su cuerpo cubierto por una sabana, diciendole que no era lo que parecia. Lo que suele decirse cuando te han pillado. Duncan tuvo ganas de echarse a reir ante semejante justificacion. ?Que no era lo que parecia? !Pero si estaba gimiendo de placer, desnuda, cabalgando sobre ese tipo, como habia hecho tantas veces con el en todos esos anos! Duncan jamas se habria imaginado que Gwen le enganaria, y que encima le tomara por idiota. No quiso escucharla, no queria saber mas, solo deseaba desaparecer. Salio por la puerta, y no supo como llego al pub. Su padre acababa de entrar, sonriente y feliz ante la maravillosa sorpresa que le habian preparado. Duncan disimulo como pudo, y se acerco a el, poniendo la mejor de sus sonrisas. Pero a su padre no podia enganarle. Agarro su rostro entre sus manos, y pregunto con gesto serio: --Duncan, ?estas bien? ?ha ocurrido algo? El nego energicamente con la cabeza. No iba a estropearle aquel momento tan especial. Ya se lo contaria en otro momento. --Todo esta bien, papa, de verdad--contesto, sonriente, a pesar de que estaba sangrando por dentro. La fiesta continuo hasta muy tarde, entre risas y charlas distendidas. En un momento dado, Duncan hablo con Ron y le pidio que le dejara quedarse en su casa un tiempo. Cuando le explico la situacion, a Ron parecio no sorprenderle, ni a Phoebe tampoco. Por lo visto, ellos intuian que Gwen no era lo que parecia a simple vista. Mas tarde, cuando tuvo ocasion de conversar con su padre y contarle todo, este no dijo nada, solo se limito a escucharle, y a darle animos como bien pudo, al igual que Maggie. A ellos tampoco les gustaba Gwen. Dos dias despues, Gwen y el quedaron para hablar de los terminos de la ruptura. Ella ya habia llevado sus cosas a la casa de su flamante nuevo novio, que era un alto ejecutivo de una empresa, rico y poderoso. --Entiendelo, Duncan. Nunca quise hacerte dano. Pero no pude evitarlo. Me enamore. Surgio sin mas--le explico. Duncan no le dijo lo que verdaderamente pensaba, porque, a pesar de todo, aun la seguia queriendo. Cuando has querido a alguien con toda tu alma, eso no se olvida en dos dias. --Te deseo lo mejor, Duncan. De verdad--dijo acariciandole la mano, como solia hacer siempre. Ese gesto, que antes le encantaba, ahora le daba escalofrios. Se sentia estupido e impotente. ?Como habia sido capaz de entregarse durante todos aquellos anos a alguien asi? ?A alguien a quien su amor le importaba poco? Todos sus planes de futuro con ella se habian ido al traste. Duncan queria formar una familia, tener ninos. Pero parece ser que el no entraba en los planes de Gwen. ?Como habia estado tan ciego? A partir de ese dia, Duncan cubrio su corazon con una solida coraza y lo cerro con un fuerte candado. No volveria a enamorarse de nadie. El amor era un invento del cine y de la literatura. Algo irreal en un mundo lleno de egoistas. El trabajo, su familia y sus amigos se convirtieron en el centro de su mundo. Nada de amor, solo sexo cuando surgiera la ocasion. Volvio al trabajo con toda la energia que pudo reunir, porque aun se sentia un poco abatido. Nadie de su entorno volvio a mencionar el nombre de Gwen, permitiendo asi que el trance fuera mas llevadero. El tiempo haria el resto. Capitulo 1 Edimburgo, un ano despues. Eran las siete de la manana y Duncan se preparaba para ir a trabajar. Estaba mirandose en el espejo, terminando de arreglarse, mientras pensaba en su cita de la noche anterior. Se llamaba Clare, era una mujer preciosa, alta, rubia, con los ojos grises y con unas medidas perfectas. Se habian conocido unos dias atras, a traves de un amigo comun, y al principio, le parecio una mujer agradable y simpatica. Sin embargo, lo que prometia ser una velada fantastica, acabo siendo un largo camino hacia el aburrimiento. Clare resulto ser una mujer superficial, que solo hablaba de si misma. Ademas, tenia un caracter un tanto insoportable. Cuando llegaron al restaurante, que era de un conocido suyo, se comporto como una nina malcriada. Empleaba muy malas formas para dirigirse a los camareros, como si fueran sus esclavos, encontraba defectos en todo, y en cuanto a conversacion, lo dicho, solo hablaba de lo que a ella le gustaba. Al final, a Duncan incluso le parecio fea. Perdio el interes por completo, y se alegro de no volver a verla. Desde que rompio con Gwen, la dinamica siempre habia sido la misma. Salia con muchas mujeres, pero nunca de forma seria. Duncan no estaba abierto al amor, solo a encuentros apasionados y casuales. En alguna ocasion, pensaba fugazmente en Gwen, pero cada vez menos. Al final, el tiempo habia puesto las cosas en su sitio, y ya no estaba enamorado de ella, aunque su corazon seguia cerrado. Finalmente, se dirigio al pub. Ya estaba Ron en la puerta, abriendo el negocio. Se tomaron un cafe y algo para desayunar, como siempre hacian antes de abrir, y enseguida se pusieron manos a la obra para atender a los primeros clientes. El primero en llegar fue el senor Barron, un hombre mayor, ya jubilado, que solia desayunar alli todos los dias. Era otro cliente habitual, divertido y dicharachero, que siempre tenia cosas que contarles. Sobre todo, le gustaba hablar de politica y de deportes. Ojeaba el periodico, les contaba como estaba el mundo, y despues, el daba su opinion, aportando su propia solucion a algun conflicto internacional. Casi siempre proponia una buena juerga con whisky y comida, para poner punto y final a una guerra. Asi de sencillo.
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Paginas de sangre de Thomas Harding
https://gigalibros.com/paginas-de-sangre.htmlEn junio de 2006 el anciano Allan Chappelow, un reputado fotografo y experto en George Bernard Shaw, fue encontrado en su casa londinense bajo una montana de papeles y desperdicios. Lo habian golpeado brutalmente hasta matarlo. Casi tres anos despues, Wang Yam, un disidente politico chino, fue declarado culpable de su asesinato.
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Bellini de Anna Casanovas
https://gigalibros.com/bellini.htmlHacia un ano que Daniel Liveux dirigia la orquesta del Liceo de Barcelona y podia afirmar que profesionalmente habia sido la mejor decision de su vida, en lo personal no estaba tan seguro. Cambiar Paris por Barcelona le habia resultado muy facil, de Francia echaba de menos a sus mejores amigos y las comodidades de su casa, y tambien esa sensacion de tranquilidad que conlleva estar en el lugar donde has nacido y crecido. Pero no echaba de menos la condescendencia de la prensa y los paparazzi que en Paris lo seguian a todas partes. En Espana la maxima <
> se llevaba a rajatabla y Daniel, si quisiera, podria salir a la calle medio desnudo sin que ninguno de sus vecinos se inmutase. En Francia seguian hablando de el, pero ahora solo aparecia en la prensa rosa muy de vez en cuando y probablemente lo sacaban para rellenar un hueco. Sin embargo, la prensa musical especializada y los circulos intelectuales que orbitaban alrededor de la Opera de Paris estaban pendientes de todas y cada una de sus apariciones en el Liceo espanol y las aplaudian con entusiasmo. Era como si ahora que ya no estaba alli, en Francia, lo hubiesen descubierto. Daniel sentia que por fin se estaba quitando de encima la etiqueta de nino mimado que le habian colgado esos mismos criticos musicales que ahora tanto lo adoraban cuando fue elegido director de la orquesta de Paris. En los articulos que recortaba y guardaba (aunque nunca lo reconoceria) ya no aparecia la coletilla < > ni mencionaban sus fiestas o sus amantes en medio de una resena de una opera. Por fin era solo Daniel Liveux, musico, compositor, director de orquesta. Para un hombre que con diecinueve anos gano un Cesar por la banda sonora de la pelicula mas taquillera en la historia del cine frances y que a los veintitres tenia ya seis Grammys, el respeto de la prensa de su pais era el santo grial, y por fin lo tenia. Y le importaba una mierda. La manana que leyo en Le Figaro una critica donde calificaban su batuta de magistral y se dio cuenta de que no sentia ninguna emocion, que no le subia por la espalda ningun cosquilleo o que no sonreia orgulloso de si mismo, Daniel se asusto. La apatia le dejo helado, la mano con la que sujetaba el periodico temblo, era la que mas utilizaba para dirigir la orquesta, y flexiono los dedos hasta arrugar las hojas de papel. El no podia no sentir nada. Imposible. El se ganaba la vida dejandose llevar por la pasion, sucumbiendo siempre a los instintos mas basicos, escuchando atentamente cualquier capricho o peticion de sus sentidos. Daniel no podia < > y, sin embargo, eso fue lo que paso esa manana. Daniel no tenia por costumbre dedicarle demasiado tiempo a la introspeccion, asi que se dijo que debia de estar resfriado, se tomo un cafe como a el le gustaba y salio a correr por la playa. El atico que tenia alquilado estaba frente al mar, en un exclusivo edificio de la zona olimpica de Barcelona, y a su alrededor se encontraban algunos de los hoteles mas caros de la ciudad. Siempre que corria por alli atraia el interes de alguna que otra turista. No solia hacerles caso, para Daniel correr era casi tan sagrado como su musica, pero esa manana, si tenia suerte, haria un excepcion. La hizo, ella era guapisima, divertida, atrevida, y aunque el encuentro le dejo exhausto fisicamente en sus entranas no sintio nada. NADA. El no se enamoraba de las mujeres con las que se acostaba, pero siempre sentia algo cuando estaba desnudo con una de ellas. No era una maquina y le gustaba saber que aunque era solo sexo el siempre sentia respeto por la mujer que lo acompanaba y unos instantes de conexion. La chica no se dio cuenta, gracias a Dios, y despues de una ducha y de vestirse con la ropa de deporte (toda de licra y de colores extremadamente llamativos) volvio a su hotel con una sonrisa en los labios y dejandole a Daniel sus datos de contacto. El volvio a ducharse, esta vez solo y dejando que el agua helada cayese con fuerza sobre sus hombros, y se fue al Liceo con la certeza de que no iba a llamarla. Lo mejor seria que no estuviese con nadie hasta que se quitase de encima ese virus que sin duda estaba incubando. Cuando llego a la Rambla y cruzo la puerta del Liceo ya se sentia mejor. Habia ido hasta alli en moto y durante el trayecto no habia pensado en nada. Se habia dejado llevar por la musica que habia sonado a todo volumen dentro del casco. Si los motoristas o los conductores de los coches que se detenian a su lado supieran que escuchaba musica clasica, ese dia Wagner, para ser mas exactos, no se lo creerian. A Daniel le gustaba el rock, el pop, el soul, el jazz, el heavy metal, el folk. Podia disfrutar casi con cualquier composicion siempre que tuviese sentimiento, que fuese de verdad. Pero solo ciertas piezas de musica clasica lograban erizarle la piel y hacerle sentir vivo. --Buenos dias, Daniel --la directora de la fundacion que gestionaba el Liceo lo miro sorprendida--, me habian dicho que hoy no estabas. Pilar Fortuny giro su delicado cuello hacia la derecha para fulminar con la mirada a su secretario. --Y no iba a estar --se apresuro a puntualizar Daniel al ver el rostro aterrorizado del joven--. ?Me necesitas para algo? El ayudante, Ricardo, suspiro aliviado y le entrego una carpeta de piel negra a Pilar cuando esta le tendio la mano. --Si, ?por que no vamos a tu despacho? --En realidad ya estaba caminando hacia el--. Anula la reunion de las diez y encargate de que nadie nos moleste --anadio en voz mas alta para Ricardo. El joven musito un gracias en direccion a Daniel y se fue a cumplir con las ordenes de su jefa. Daniel penso que nadie se merecia tener que soportar a Pilar ocho horas diarias. El tenia que lidiar con ella de vez en cuando y se podia permitir el lujo de torearla porque en ultima instancia ella era sustituible y el no. --Adelante, sientate donde quieras --la invito sarcastico cuando entro en su despacho y vio que Pilar habia apartado una pila de partituras de una silla para ocuparla. --Tienes esto hecho un desastre, le dire a Ricardo... --Deja a Ricardo en paz. Pedi que no entrase nadie a limpiar porque despues no encuentro nada. --Es imposible que puedas trabajar aqui. --No lo es. Ella le aguanto la mirada, el collar de perlas se levanto un poco cuando solto el aire para conceder esa batalla a Daniel. --Esta bien. Daniel sonrio y fue a sentarse. El nunca se sentaba en su escritorio, le gustaba mucho mas leer partituras tumbado en un sofa o en el suelo. La alfombra de ese despacho era magnifica y si se ponia uno o dos cojines bajo la cabeza podia pasarse horas en ella. Algo le dijo que a Pilar no le gustaria saberlo, y mucho menos hablar con el de esa manera, y opto por dejar encima de la mesa los libros que habia amontonado en la silla del escritorio y sentarse en ella. --?En que puedo ayudarte, Pilar? --Entrelazo los dedos y espero. -
La geek y el highlander (Tecleame te quiero 1) de Isabel Jenner
https://gigalibros.com/la-geek-y-el-highlander-tecleame-te-quiero-1.htmlUn apuesto highlander entrenado solo para la batalla… Una timida joven experta en ordenadores… !Y unos juegos de las Tierras Altas repletos de tecnologia en plena Escocia del siglo XVIII!
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Tiempo de promesas, Elena Garquin de Elena Garquin
https://gigalibros.com/tiempo-de-promesas-elena-garquin.htmlAno 917.
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A la deriva de Steven Callahan
https://gigalibros.com/a-la-deriva.htmlAntes de “La tormenta perfecta”, antes de “En el corazon del mar”, la dramatica historia de supervivencia en el mar de Steven Callahan estuvo en la lista de libros mas vendidos del New York Times durante mas de treinta y seis semanas. Callahan perdio su bote en una tormenta frente a las Islas Canarias mientras participaba en una carrera en solitario a traves del Atlantico en 1981. Afortunadamente, llevaba mucho mas que el equipo basico de emergencia requerido, por ejemplo, una balsa para seis personas. Antes de hundirse, pudo recuperar su bolsa de equipo de emergencia y su balsa salvavidas. Lo que hace diferente su historia fue que estaba solo. “Absolutamente absorbente” (Newsweek), “A la deriva” es una pieza imprescindible para cualquier biblioteca de aventuras.
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Una influencer y un giro inesperado (Influencer 2) de Hugo Sanz
https://gigalibros.com/una-influencer-y-un-giro-inesperado-influencer-2.htmlUn ano despues, tras el inesperado giro que ha sufrido su vida, Chloe decide que es hora de resurgir de sus cenizas. Para ello, se plantea hacer un viaje por Asia que, aparte de para ver mundo, le sirva para reencontrarse consigo misma.
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Uno como los demas de Pintina Cuneo
https://gigalibros.com/uno-como-los-demas.htmlSe busca chica guapa para casarse con hombre feo. Interesadas enviar correo a: [email protected] --Lara, mira esto. --Eloisa le acerco el periodico a su companera de piso. Era domingo, uno mas dentro de otro fin de semana, parecido a todos los anteriores que Eloisa llevaba viviendo desde hacia meses, una rutina continua que para ella no se diferenciaba apenas del resto de dias. Hacia tan solo cinco minutos que el reloj de la iglesia proxima a su edificio habia anunciado las diez con su lento taner de campanas. Las dos amigas desayunaban perezosas y sin prisas en el soleado salon. --?Que es? --pregunto su amiga, colocandose las gafas que habia dejado sobre la mesa. La alegre risa de Lara resono por todo el espacio al acabar de leer el sorprendente anuncio que Eloisa habia rodeado con rotulador rojo, destacandose, de ese modo, de entre el resto de la seccion. --Si es que hay gente para todo --dijo con desidia volviendo a leer aquellas escuetas frases. --?No te parece raro? --inquirio Eloisa con el ceno fruncido. --Me parece inquietante, mas que raro, y estoy convencida de que habra unas cuantas locas que contesten. --Lara se paso la mano por su corto y rubio flequillo con gesto despreocupado. Eloisa permanecio durante unos segundos mirando fijamente hacia el periodico cerrado que Lara acababa de lanzar, con gran desden, hasta el otro extremo de la mesa. --?En que estas pensando? --le pregunto su companera con evidente gesto de preocupacion en el rostro. --En el anuncio --contesto Eloisa, saliendo de su ensimismamiento. --?En serio? --Si --aseguro convencida. --?En que parte en concreto? --Lara se cruzo de brazos, intrigada a la vez que sorprendida. --No se, me parece muy extrano y confuso. --Lo que me parece a mi es que alguien quiere aprovecharse de otras personas --sentencio, segura de sus palabras--. A saber las memas que contestaran. --?Quien? ?Quien crees que va a contestar si ya te avisa de que es feo? --!Eloisa, no me gusta nada la cara que estas poniendo! --le recrimino senalandola con el dedo indice como si la estuviera amonestando--. ?No estaras pensando...? --Si --le corto por toda respuesta. --!!?Que?!! --chillo asustada. --Que voy a contestar --respondio Eloisa tranquilamente. --Tu estas loca, !como ese tio o mas! --se exaspero Lara volviendo de nuevo a toquetear su flequillo. --Solamente quiero ver que hay detras de un anuncio asi. --?Un pervertido? ?Un sadico?... --!Que exagerada! --?Igual algun asunto turbio para captar tontas como tu? --pregunto Lara en tono dramatico. --No me digas que no sientes curiosidad por saber si realmente tan solo es lo que dice. --?Curiosidad, dices? !!Verguenza es lo que siento!! A ver, recapitulemos: el es feo, pero busca una chica guapa, que vamos, no esta mal, muy respetable. Pero simplemente podria decir <
>, a secas, si es que en realidad es un alma solitaria que necesita amor y compania... !Pero no! El tio matiza, especifica como debe ser. Lara se incorporo para recoger el periodico y buscar la pagina donde estaba el motivo de la discusion --!Ufff! --bufo, claramente agobiada, peleando con las hojas del ya maltrecho diario sin encontrar lo que buscaba--. Me parece tan ridiculo mantener siquiera esta conversacion… -- Volvio a lanzar el periodico lejos de ella y se encamino hacia el bano, abandonando sobre la mesa los restos de su cafe ya frio. Sin inmutarse por el malhumor de su amiga, Eloisa cruzo el estrecho pasillo hasta su habitacion. Con la mirada busco el portatil y en cuanto lo hubo localizado sobre el escritorio, lo abrio para ir a sentarse con el en la cama. Despues se conecto a internet y finalmente entro en su correo. --!!Eloisa!! --grito su companera tras ella dandole un susto tremendo. --!Joder, Lara! --dijo llevandose una mano al pecho como si quisiera constatar que no se le iba a salir el corazon de un momento a otro. --Pero ?vas en serio con esta locura? --Solo voy a enviar un mensaje y pedir detalles, ?que hay de malo? --Claro, tu se los vas a pedir y el te los va a dar. Anda, !buscate un trabajo! Y haz algo con tu vida. --Eso hago... !y mira como me va! --rezongo con tristeza. Lara se arrepintio al instante de su brusquedad al hablarle. Sabia que para Eloisa las cosas no estaban resultando faciles desde que la habian despedido de la empresa donde llevaba diez anos trabajando; la unica que conocia, puesto que incluso antes de acabar sus estudios de Marketing y Publicidad ya estaba realizando trabajos como becaria para ellos. Pero su virtud fue la honestidad, y es que, harta de ver los chanchullos a los que el director recurria para hacerse con las mejores marcas y las campanas que las administraciones lanzaban, decidio decirle al incompetente de su jefe que pensaba de el, de forma clara y abierta. Y ya metidos en faena de ser sinceros, le recordo el hecho de que la hiciese trabajar muchas mas horas de las que su contrato estipulaba sin llegar a protestar ni una sola vez. ?Y como le habia le pagado el su esfuerzo y dedicacion? Echandole en cara, no en una sino en varias ocasiones y ante quien le viniese en gana, que era una vaga, una holgazana y que su implicacion era cero con el negocio. Y no acababan ahi sus quejas: solia recriminarle que su unica motivacion en esa empresa era el acudir a diario para cobrar un sueldo, haciendo que Eloisa solo sintiese estupor y mucha rabia cada vez que se cebaba con ella, ya que, por todos era sabido que su creatividad les habia reportado varios premios dentro del campo de la publicidad. Eloisa creia firmemente que la explosiva reaccion de su jefe, tras acabar de ponerlo en su sitio, fue escuchada no solo en la empresa, tambien en unos cinco kilometros a la redonda. Levantando las enormes posaderas de su sillon, se encaro con ella al tiempo que la piel de todo su rostro se iba tinendo del rojo mas intenso. Sus palabras eran catapultadas de su boca junto a algo mas: alguna que otra gota de saliva que su viperina lengua proyectaba con inquina banandola una y otra vez. Saliva que ella limpio de su cara sin disimulo alguno y mostrando el asco mas profundo. Al escucharle, hubiera querido gritar con mas ganas y mas alto de lo que el lo estaba haciendo, pero aguanto toda aquella inundacion procedente de su boca. Tambien escucho improperios que no la definian y frases que no mostraban a la persona trabajadora y eficaz que ella era. Su despido fue fulminante, pero nada que Eloisa no esperase dada su forma de conducirse. Ahora pesaba sobre ella una acusacion por injurias y calumnias, por lo que un juez deberia dirimir si su despido era improcedente o no. Sabia que no ganaria ese juicio y lo que mas temia era que probablemente iba a tener que pagar las costas de este, aunque no sabia con que dinero iba a hacerlo. Su jefe, segundos despues, pasado el tsunami de mala leche y ya impasible desde su sillon -- aquella atalaya giratoria de diseno exclusivo, tapizada de piel negra desde la que miraba el mundo con altivez y desprecio-- habia dictado sentencia para ella antes de que lo hiciera un juez: < >. Y no cabia duda de que de eso se habia asegurado muy bien, puesto que desde que se habia quedado sin empleo ninguna empresa del gremio la habia querido contratar. Tenia la terrible intuicion de que su jefe se habia puesto en contacto con las empresas del sector para echar su nombre por tierra. En todas las empresas que no habia recibido un no de inmediato lo recibia al cabo de unos dias, cuando todo parecia ir sobre ruedas tras la entrevista. En otras ocasiones bastaba con pedir referencias, de ese modo estaba todo decidido para ella sin que contase para nada su brillante curriculum y todos sus anos de experiencia. Y por descontado, si no era bueno indicar el nombre de la empresa en la que habia trabajado, no indicar experiencia alguna para ahorrarse el mal trago de que le pidiesen referencias significaba dar a entender que no habia hecho nada de los veinticinco a los treinta y cinco anos que tenia en esos momentos. Y ese era un dato que no buscaban en el perfil de ninguna empresa. Eloisa sabia que ya era hora de enfrentarse a la realidad: iba a tener que trabajar en todo aquello que no le gustaba y de lo que no tenia ni idea, puesto que se habia formado en algo en concreto y nunca habia trabajado en nada mas. Llevaba unos meses viviendo de lo que ingresaba por la prestacion por desempleo y esa ayuda no iba a durar mucho tiempo mas. Nunca habia sido de ahorrar mucho, era una autentica manirrota, sabia que esa era una buena definicion para ella. El < > no era algo que tuviese muy asimilado, ya que casi todo el sueldo se lo gastaba en viajar y en los mas variados caprichos; como ese carisimo coche de alta gama del que habia tenido que deshacerse al quedarse en paro, malvendiendolo porque no podia afrontar las elevadas cuotas mensuales. La ropa de las mejores marcas tambien figuraba en ese derroche del que hacia gala casi a diario; habia tenido un buen sueldo, un trabajo fijo y nunca habia pensado en otra situacion economica distinta de la que habia gozado durante diez anos. Sin futuro claro a la vista se desesperaba sin saber que hacer. Habia conseguido algunas clases particulares con los hijos de los vecinos del cuarto que no daban para practicamente nada; como no fuese para acabar con fuertes dolores de cabeza, los que aquellas dos fieras sin domar le provocaban ante el caso omiso que hacian a cualquier cosa que ella dijese. Para Eloisa, aguantar a esos gemelos no estaba pagado con nada. El odio que sentian el uno hacia el otro era mas que evidente: si uno hablaba el otro chillaba, si uno se equivocaba el otro se burlaba, si uno tosia el otro estornudaba, uno respiraba y al otro le molestaba... El caso era estar como fuese siempre uno por encima del otro. Eran como una reminiscencia de lo que habia sucedido en el utero materno, donde uno habia robado espacio al otro, sintiendose, desde el mismo momento de su concepcion, como si ya fuesen sabedores de que siempre deberian luchar por el afecto y la aprobacion de sus progenitores. No eran hermanos, eran rivales: luchadores sin tregua, revestidos de un odio como ella nunca antes habia percibido en nadie. Habia concluido que aquellos ninos no necesitaban un profesor de apoyo, lo que necesitaban era una orden de alejamiento para llegar a ser felices. O al menos unas personas capacitadas para ver mas alla de ese espejo en el que irremediablemente se debian mirar a diario desde que amanecia hasta que al fin cerraban los ojos por la noche. El que su madre, pese a la edad de los chicos, once anos ya, se empenase en peinarlos y vestirlos como si de dos gotas de agua se tratase, no facilitaba las cosas. A la espera de que alguna empresa de publicidad quisiera apostar por ella, tan solo habia conseguido dos empleos: como camarera y como dependienta en una conocida cadena de ropa. Aunque servir cafes e infusiones en aquella gran teteria, solo habia servido para incluir, de manera hipotetica, su nombre en la lista de persona non grata en el mundo de la hosteleria. ?Y como olvidar que no habia durado ni una semana como dependienta? Asumio muy rapido que no estaba hecha para ordenar y doblar ropa de manera mecanica y en un tiempo record. Reconocia, avergonzada, eso si, que ni tan siquiera servia para contener esas miradas con las que fulminaba a las clientas de la tienda cuando las veia remover en las estanterias que acababa de ordenar de manera meticulosa. La voz de Lara le llego llamandola. --Eloisa, mirame. --Su amiga le sujeto firmemente las manos para hacerla reaccionar despues de verla tan sumida en sus pensamientos--. !Por favor! Dime en que estas pensando porque ya me estoy empezando a asustar. --Si este hombre ofreciese una vida sin preocupaciones a cambio de casarse con el... ?Tu lo harias? --Eloisa pregunto con la mirada perdida, como si no estuviese haciendo esa pregunta y solo fuese uno mas de sus pensamientos. --Claro que no, no lo conozco de nada, ?quien en su sano juicio iba a querer embarcarse en algo asi con un hombre del que no sabe nada? --Yo --sentencio, dejando atonita a su companera. --Eloisa... --gimoteo Lara--. No hablas en serio. --?Que crees que pierdo? --le dijo con el desencanto pintado en la voz--. Nada, no me queda nada que perder ya. --La dignidad, ?acaso eso no cuenta para ti? --Con eso no se come ni se paga el alquiler, te recuerdo que te mudas dentro de nada y me quedo yo sola haciendo frente a la mensualidad completa y no puedo pedir ayuda a mi familia, porque no estan en su mejor momento y ya tendre que recurrir a ellos para pagar las costas del juicio. La realidad es que tengo que encontrar una solucion a mis problemas, !ya mismo! --Pero no asi, casandote con un extrano. --Deja que envie este correo, vamos a ver que tiene que ofrecer y luego lo discutimos. No se... Tengo un palpito y quiza esto no es tan raro como parece. Lara se quedo en silencio y Eloisa aprovecho para redactar el mensaje: < >. --?Piensas quedarte ahi toda la manana hasta que ese tipo conteste? --inquirio Lara una vez que observaba, resignada, como su companera le daba a < >. --No tengo nada que hacer y quiza soy la primera en contestar. No habia transcurrido ni un minuto cuando el telefono de Eloisa emitio un suave sonido, indicativo de que habia recibido un nuevo mensaje en su correo. Incredula, miro hacia la pantalla del ordenador y confirmo aquel aviso sonoro. --!Vaya con el feo! Le corre prisa --refunfuno Lara. Abrio el mensaje dispuesta a leerlo, mientras su companera tomaba asiento junto a ella para hacer lo propio. < >. --!!Joder con el tio!! Sabes que pierde el tiempo, la busca guapa e inteligente. --Lo que cualquiera desearia, ?no crees? --?Y el que ofrece? Ya sabes que es feo, ahora solo falta que apenas tenga estudios y sea un ignorante con el que no se pueda mantener una minima conversacion. Eloisa no escuchaba sus quejas, unicamente se concentraba en buscar en la galeria de fotos una en la que a ella se la apreciase bien. --?Que haces? --Voy a enviarle una foto y asi zanjamos el tema fisico, que me vea a ver que le parezco. Eligio una del pasado verano, una de las muchas que conservaba de la ultima comida de empresa. Se la veia de cuerpo entero, embutida en un escotado vestido negro de seda salvaje, ajustado de cuerpo y falda amplia que realzaba su figura haciendola casi perfecta, dibujada, por no parecer humana. La adjunto de forma rapida y tecleo un comentario. < >. -
Seduciendo al diablo de Olivia Kiss
https://gigalibros.com/seduciendo-al-diablo.htmlTodo parece apuntar a que Sophie Thomson terminara casandose con el duque de Wellington, el mejor candidato de la temporada. Sin embargo, durante un baile de mascaras, Sophie conoce a Jack Gallard o, como toda la ciudad lo llama, el mismisimo diablo. Un hombre poco respetable, de sonrisa seductora y mirada intensa que le ensenara que, a veces, correr riesgos vale la pena. Y mas si esos riesgos tienen mucho que ver con el deseo por lo prohibido, el amor y la felicidad. ?Conseguira Sophie seducir al diablo.?
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El viaje de Katerina de Gabrielle Niamh
https://gigalibros.com/el-viaje-de-katerina.html--A ver, Sophie, John, imaginad que vais por la calle, que un vendaval os hace caer al suelo y os desmayais…
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Igual te echo de menos que de mas de Olga Salar
https://gigalibros.com/igual-te-echo-de-menos-que-de-mas.htmlCuando Olimpia se da de bruces con su pasado, presiente que sus problemas no han hecho mas que empezar. Alli estaba el, mirandola fijamente con sus ojos negros, sin previo aviso y mas atractivo todavia de lo que recordaba. Y Olimpia que creia que lo habia superado…
Como ella es una optometrista de lo mas profesional, esta dispuesta a probarse todas y cada una de las lentes correctoras que ha ido acumulando a lo largo de los anos: las de los "suenos rotos", las de la "venganza", las de la "solitaria estabilidad" y las de "la ilusion". Pero no se decide a probar esas que llevan por marca "Dale Otra Oportunidad".
Menos mal que en esta montana rusa que es la vida estara acompanada por sus estupendos jefes, Gerardo y Arturo, parientes de "su pasado", su inseparable amiga Lola, quien sufre el ataque de las malditas hormonas, y su hermano Nico, un Dj enemigo de la pena que esta deseando poner ritmo a la banda sonora de su futuro. -
Quiero estar contigo de (libro 3) – Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton
https://gigalibros.com/quiero-estar-contigo.htmlHabian pasado tres meses desde aquel dia tan duro en el que me despedi de Victor o, mejor dicho, en el que el se despidio de mi y no fui capaz de decirle que iba a ser padre. Ya me habian dicho que iba a ser una nina y habia decidido llamarla Sonia, como mi madre. Mi padre estaria orgulloso de que yo le pusiera ese nombre sin duda. En el trabajo estaban al tanto de todo y me cuidaban muchisimo. Sabian que estaba sumergida en una pequena depresion sobre la que ellos me habian aconsejado que me quedase en casa una temporada, por lo menos, hasta que diese a luz. Pero eso seria lo ultimo que haria ya que el hecho de estar en casa encerrada lo unico que hacia era que se me cayese mas el mundo encima. Los primeros dias no dejaba de llorar y se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero luego decidi ser fuerte y afrontar lo que la vida me habia puesto en mi camino. Tenia claro que tenia que sacar a mi hija hacia delante. Eso era lo que me daba fuerzas para venirme un poco arriba, aunque mi corazon seguia amando a Victor por encima de todo. Comenzaba el otono, mi bebe naceria a finales de abril. Estaba deseando montar ya su habitacion, pero habia esperado el tiempo prudencial para saber que todo iba bien, asi que sali de trabajar y me compre un bocadillo. Me fui para Jerez a un poligono a ver unos muebles para la habitacion de Sonia. Era una tienda que esta bastante de moda y las habitaciones eran espectaculares, asi que cuando entre alli vi una que sabia que esa era la de mi nina, una mezcla de color vainilla con rosa palo. Era preciosa, no quise mirar mas. La compre rapidamente y me dijeron que al dia siguiente irian a llevarla y a montarla. Al salir de la tienda, escuche una voz y me gire. Era Rebeca con su madre, la salude fingiendo que me alegraba mucho al verla. Senti una mezcla entre enfado y pena. Todavia recordaba muchas de nuestras conversaciones donde ella demostraba una inocencia y una ingenuidad que rayaban el ridiculo. -- ?Como estas, Rebeca? -- pregunte por preguntar algo. -- Bien, aqui vengo a comprar una habitacion de bebe -- dijo tocandose la barriga con una gran sonrisa en los labios En ese momento, pense que me iba a desmayar, pero tuve que disimular, actuar y poner mi mejor cara -- !Cuanto me alegro! Al final fue rapido. -- Si, !Victor es mucho hombre! -- dijo guinandome el ojo. Me dieron ganas de responderle que !No lo dudo!, pero no era el momento y ademas parecia todo una broma de muy mal gusto. -- Pues me alegro de verte y espero que todo vaya genial. Me voy que tengo prisa-- dije devolviendole dos besos. -- Ya te llamare para tomar un cafe. -- Clavos, Rebeca, hasta otra. Me queria morir, me monte en el coche muy agobiada. Menos mal que al estar yo muy delgada y llevar una blusa suelta no se percato de que yo tambien lo estaba y de un mes mas que ella. No podia digerir la noticia de que mi hija venia ya con un hermano de camino. Que pronto me habia olvidado Victor... Al dia siguiente, llegue a casa muy ilusionada del trabajo ya que venian a colocar la habitacion de mi pequena Sonia. Mientras estaba comiendo llamaron a la puerta. Ya estabamos listos todos para montarla asi que les abri, los deje pasar y termine de comer. Un rato despues fui a la habitacion y ya estaba montada. Estaban recogiendo las herramientas y, al entrar, unas lagrimas comenzaron a recorrer mis mejillas. Los montadores se quedaron impactados al verme y uno dijo que eso era de la emocion. Al final terminamos los tres muertos de risa. Imagino que eran mis nervios por ver que ese espacio ya pertenecia a otra persona que estaria en mi vida para siempre. Me quede toda la tarde metida en la habitacion y deseando empezar a llenar los cajones de ropita para mi pequena, asi que los siguientes dias me pasearia por algun centro comercial y empezaria a comprar cosas para ella. Sin saber que hacer, llame a Rocio rapidamente. Hablamos muchos los dias despues de la noticia de mi embarazo. Luego ya no quise llamarla con tanta frecuencia, porque era yo quien debia afrontar todo lo que me estaba sucediendo. Aun asi, hablabamos cada noche. Misteriosamente se habia convertido en una nueva hermana para mi. Nadie mejor que ella podria ayudarme en estos momentos en los que no sabia como actuar. Enseguida se puso al telefono. El hecho de escuchar aquella voz seria me aliviaba lo suficiente para confiar en que todo se arreglaria. -- Hola, Nora. ?Como estas, carino? -- Voy tirando. Como siempre. -- ?Sucede algo? -- pregunto con temor. -- No. No sucede nada nuevo. -- ?Por que me llamas entonces? -- Porque tengo miedo, Rocio. -- ?De que tienes miedo, Nora? No debes preocuparte por la maternidad. Hay muchas madres solteras. Ya te lo he dicho antes. -- No. No es eso. Tengo miedo a echar de menos a Victor -- dije a punto de llorar. -- No. No me lo creo. Es normal que te acuerdes de el. No puedo imaginar lo duro que debe ser recordarlo y callar tu embarazo. Pero ahora debes invertir todas tus energias en tu embarazo. -- Lo se, Rocio. Pero no duermo por las noches. Me he enterado, ademas, de que Rebeca esta embarazada tambien -- dije compungida. -- Vaya un cabronazo. Creo que debes visitar a un especialista que te pueda aconsejar mejor que yo o que tu hermana. ?Por que no vas a ver a un psicologo o a un psiquiatra? Mucha gente lo hace. -- Y si empeoran las cosas, Rocio. Y si me como la cabeza aun mas... -- dije yo con tono de preocupacion. -- No, al contrario, un especialista te ayudara. No basta con que hables conmigo o con tu hermana, Nora. Debes confiar en alguien que pueda darte instrucciones para reorientar tu vida. -- Tienes razon, Rocio. -- A mi me vas a tener siempre, pero debes dar un paso y buscar a alguien que pueda darte consejos practicos que aplicar en tu vida -- dijo ella con seriedad, mostrandose comprensiva al mismo tiempo. -- Te hare caso. -- Mira, tengo una prima que es psicologa. Si quieres la llamo y te acompano a su consulta. Quiza te sientas mejor. -- Esta bien. Cuanto antes empiece con una terapia, sera mejor para mi -- dije convencida y mas animada. -- Voy a llamarla y en cuanto sepa algo, vamos alli. Veras como mejora tu salud y como consigues olvidar a Victor poco a poco. -- Gracias por estar siempre ahi, Rocio. -- No tienes por que agradecerme nada. Poco a poco te has convertido en alguien muy importante para mi, ?sabes? El otro dia se lo comentaba a Pedro. -- Tu te estas convirtiendo en una nueva hermana, Rocio -- le dije con mucha emocion. -- No exageres. Tu harias lo mismo por mi. -- Es verdad, Rocio. Sabes que me tienes para cualquier cosa. Ya veo que has superado lo de Richard. La ruptura con su novio ingles parecia haberla dejado tocada al principio, pero luego la aparicion de Pedro la ilusiono de nuevo. Sin embargo, yo estaba lejos de imitarla. Si no me hubiera enamorado de Victor, si no me hubiera acostado con aquel hombre casado, ahora no estaria pasando por todo esto. Pero ahora de nada sirve arrepentirse. Debia dejar todo eso a un lado y centrarme en mi futuro, en mi trabajo, en mis hermanos. En mi hijo. Tenia razones suficientes por las que luchar, sin duda, como asi le dije a Rocio. -- ?Sabes una cosa? Tengo razones por las que luchar -- dije con decision, intentando aguantar las lagrimas. -- Razones solamente tienes una. Tu hijo o tu hija. Lo demas pasara a segundo plano enseguida. Ya lo comprobaras, Nora. -- Creo que no me vendra mal ver a tu prima. -- Si, a mi me ayudo bastante con mi crisis al principio, cuando el gilipollas aquel me dejo plantada en el altar. Con Richard, ya no ha hecho falta que la visitara. ?Sabes por que? -- Porque yo lo valgo. Porque me miro en el espejo y me digo lo estupenda que estoy. Me doy besos en los brazos y en las manos. Me ayuda mucho. Haz tu lo mismo -- dijo riendo. -- Joder, que tia -- le solte yo con espontaneidad. -- Yo ya estoy curada de espanto. Por esa razon, estoy tan preocupada por ti. Porque, en algun momento de mi vida, me senti identificada contigo, muy identificada, y me da una rabia tremenda que estes sufriendo de esa manera. -- Tus palabras me reconfortan siempre, Rocio -- dije, sintiendome protegida al escuchar todo lo que decia al otro lado del telefono. -- Hablo primero con mi prima para ver que respuesta me da, ?vale? -- Gracias, nunca olvidare lo que estas haciendo por mi. Te quiero mucho, Rocio. -- Voy a hacer todo lo que este en mi mano para que olvides a ese hombre, para que olvides esta miserable etapa de tu vida. Bueno, miserable, no. Vas a tener un hijo y eso es y sera siempre una experiencia maravillosa, inolvidable -- dijo con tristeza, con mucha tristeza. Aquella ultima intervencion de Rocio me dejo sobrecogida. Parecia que ella supiera de primera mano que era ser madre. No quise indagar en aquella intervencion. No quise preguntarle por temor a que se sintiera obligada a contarme algo que, por ahora, ella no queria confesarme. -- No me hago a la idea, Rocio. No me hago a la idea de ser madre -- dije yo con voz temblorosa. -- Te haras muy pronto. Es algo magico... -- dijo con un nudo en la garganta. -- ?Quieres contarme algo, Rocio? ?Te ha pasado algo? -- No. No. Ahora no puedo. Voy a hablar con mi prima y le pido cita. Debes relajarte y seguir adelante con todas tus fuerzas y ella te ayudara mucho. -- Eso espero. Me preocupa que te hayas puesto tan triste al hablar de la maternidad -- dije yo con intencion de que me contara algo. -- No. No es nada. Algun dia... -- no siguio hablando y colgo. Sabia que Rocio y yo, a partir de aquel momento, teniamos una conversacion pendiente. Se que yo la necesitaba, pero ella tambien necesitaba desahogarse conmigo. Los siguientes dias los pase comprando cosas para mi bebe. Se me notaba ya un poco la tripa, aunque aun podia disimularlo perfectamente. Me daba tanta pena no poder disfrutar de esos momentos con mi padre que hacia que me doliera en el corazon. Contra todo pronostico, mis hermanos se habian volcado conmigo desde el momento que supieron que iba a ser madre.
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El ultimo desayuno de Rogelio Guedea
https://gigalibros.com/el-ultimo-desayuno.htmlRoque de la Mora es un profesor universitario en Nueva Zelanda. Su vida transcurre entre la calma y el tedio, hasta que una de sus alumnas, Sara Pike, es asesinada en las instalaciones del campus.
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La aventura de sonar despiertos de Silvia Sancho
https://gigalibros.com/la-aventura-de-sonar-despiertos.htmlTodos me advirtieron de que no debia enamorarme de Sergio: nuestros amigos comunes, mi propia experiencia, hasta el mismo. Sergio llevaba la palabra <
> escrita en los caracteristicos frunces de su ceno. Era un espiritu libre, indomable, salvaje. Su magnetismo era tan grande como su falta de compromiso. Con Sergio parecia imposible alcanzar la estabilidad que tanto habia buscado, mi sonado final feliz. El solo estaba dispuesto a ofrecerme dudas, calor entre las piernas y un empleo en su agencia, uno que nunca debi aceptar. No era una buena idea entregar mi corazon a un hombre asi, pero el resto del cuerpo. ?Es de ilusos creer que una aventura puede cambiarte la vida por completo? -
Kruso de Lutz Seiler
https://gigalibros.com/kruso.html1989, el ano en que en la Republica Democratica Alemana cayo el muro de Berlin. Ed, un joven estudiante de literatura, decide romper con todo para tratar de superar la desolacion por la muerte de su novia en un accidente. Deja atras su vida en una gris ciudad de provincias de la Alemania del Este y viaja hasta Hiddensee, una isla en la costa baltica. El lugar atrae a hippies, idealistas y disidentes del regimen comunista, que desde alli pueden intentar huir a Dinamarca.
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Cierra los ojos y entregate de Pilar Parralejo
https://gigalibros.com/cierra-los-ojos-y-entregate.htmlTAN pronto como termino la reunion, Miranda Warhol, editora jefe de Stardust Miracle, cerro la libreta sobre sus rodillas, estirandose sobre el puf en el que habia estado sentada durante mas de dos horas. Se puso en pie elegantemente y se coloco bien la chaqueta del traje. --Bien, chicas. Nos vemos aqui el proximo martes con los articulos de los zapatos mas extravagantes del mundo, --senalo a un par de chicas-- el articulo sobre vestidos de epoca, -- miro a otro par de ellas-- y el de los peinados sencillos pero elegantes para citas de ensueno. -- ?Y el de los consejos para conquistar al hombre de tus suenos, del mes proximo? --respondio una de las redactoras a medida que se acercaban a la puerta. --Bueno, de ese articulo me encargo yo --sonrio--. De vez en cuando tambien me gusta colaborar, ya lo sabeis. Cuando todas salieron de la enorme sala de colores en la que se reunian siempre, Miranda indico a su asistente que las siguiera, y este no tardo en unirse a ellas. Las chicas se acercaron a la puerta del ascensor de cristal exterior, desde donde se veia gran parte de la ciudad en una imponente panoramica. --Parece que hara buen tiempo el resto de la semana. Las chicas y yo iremos el viernes a un sitio nuevo ?Querras venir? --pregunto Pauline, una de las redactoras y alguien con quien Miranda se llevaba especialmente bien desde hacia algo mas de tres anos. --Pues no lo se, ese viernes por la tarde vienen los de la mudanza y no se si tardaran mucho --explico--. De todas formas enviame la direccion en un mensaje, si terminan rapido me pasare por alli, no me gustaria perdermelo. --!Hecho! --exclamo--. ?Sabes? A ese sitio nuevo suele ir tu amado Sebastian Jefferson --canturreo con intencion de avergonzar a su jefa. --Por dios Pauli, !callate! --Miranda la regano con los dientes apretados mientras le daba un golpe con el codo en las costillas. -- Vamos Warhol, ya todo el mundo sabe que te gusta el jefazo --rio, entrando en el elevador y corriendo para esconderse detras de sus companeras, haciendo que la editora se sonrojase por ver su secreto al descubierto. --Es cierto… --confirmaron las otras chicas asintiendo efusivamente. Miranda se abrazo a su asistente y fingio que se ponia a llorar, haciendo reir a las muchachas y al secretario. No podian negar que lo pasaban genial en aquel trabajo. Casi como si de una broma se tratase, Bastian, el guapo y sexy director general de New York Paper Ind., la editorial a la que pertenecia la revista de las chicas, esperaba en la puerta del ascensor. Cuando este se detuvo, la mandamas del grupo salio caminando de espaldas y, sin haber visto al hombre, choco aparatosamente con el. Las chicas empezaron a reir y a pasar sobre los papeles para ir a sus puestos y dejarlos solos. --!Oh, madre mia! Lo siento tanto… Disculpa. Lo lamento muchisimo --murmuraba completamente avergonzada, mientras recogia el monton de papeles que el choque entre ellos habia dejado desperdigados por el suelo. --No importa. ?Estas bien? --Si, estoy bien. Tu… ?te he hecho dano? Lo lamento de verdad. --Si, tambien estoy bien --sonrio el, poniendose en pie y presionando el boton para que las puertas del ascensor volvieran a abrirse-- Ten un buen dia. --Gracias, tu… tu tambien --dijo la editora, sonriendo como una tonta antes de darse la vuelta y correr a su despacho hecha un manojo de nervios. A Miranda nunca le habia gustado un hombre como Sebastian. El no era mucho mas alto que ella, tenia el cabello semi-largo, de un castano casi rubio, y ojos azul grisaceo. Era un hombre que siempre llevaba barba sin afeitar de varios dias y mayor que ella por varios anos. Miranda siempre se habia enamorado de tipos como Maximilien, su asistente, chico atractivos, jovenes y seductores. Hombres jovenes con los que podia acostarse una noche y olvidarlos la noche siguiente. Tampoco es que lo hiciera asi, se habia acostado con al menos una decena de chicos desde su adolescencia, pero salio con todos ellos como minimo por un mes. Pauline la habia visto correr a su despacho y, abrio una ventana de chat con el resto de las chicas para burlarse de ella. --Realmente te quita el aliento, ?no? --No --la miro a traves del cristal de su despacho con la cara aun colorada--. ?Por que siempre exagerais tanto? Solamente lo encuentro atractivo. Una de las redactoras habia encontrado una foto del ejecutivo en internet y la compartio en el chat. Miranda se puso en pie para reganarlas por su falta de decoro, pero su expresion risuena cambio inmediatamente, palideciendo mas por momentos. Bastian se acercaba directo a su despacho, con su siempre recta y elegante postura. NYPaper tenia reuniones todas las semanas en la sala de juntas contigua a la que usaban las chicas. Esta, por el contrario, no era en tonos blancos, rosas, naranjas y violetas, ni tenia como asientos cojines, pufs y sillones acolchados. Era una sala fria, gris, con una gran mesa de cristal ahumado en el centro y rodeada de sillas de simil piel color negro. Bastian solto la pila de papeles sobre la mesa conteniendo una sonrisa por el choque con esa chica. --?Pasa algo? --pregunto uno de los editores de la revista masculina que su editorial llevaba. --No, no en realidad. Desvio la mirada al monton de documentos y se dio cuenta de que los suyos estaban mezclados con los de la editora. Por un momento penso en mandar a Sean, su secretario, pero le apetecia verla de nuevo asi que, despues de rebuscar y seleccionar los informes y recortes de Miranda, bajo a su despacho. Al salir del ascensor la vio reir dentro de su acristalada oficina. Su cara aun lucia llena de color y parecia interesada mirando algo en el monitor de su ordenador. Camino despacio, observandola mientras se acercaba, hasta que ella alzo la vista y le miro. Su expresion perdio todo color que pudiera tener. --Buenos dias de nuevo, Senorita Warhol. --Saludo, apoyandose en el marco de cristal de la puerta. --Buenos… dias --respondio ella, colocandose frente a la pantalla en la que aun estaba la imagen. Las chicas reian, mirandolos. Ellas tambien estaban sorprendidas por la visita del jefazo, pero la cara de su editora era un poema y era inevitable no reirse. --Supongo que te sorprende mi visita. --!No! Bueno si. Pero por favor, pasa, sientate. --No. En realidad vengo a por los papeles de mi reunion --ella lo miro sin saber a que se referia, pero Bastian senalo con la mirada el monton que habia en una mesita al lado de su escritorio. --Oh, !lo siento! De verdad que lo siento… --No te disculpes tanto, yo tambien me he llevado los tuyos --anadio, sacudiendo los que llevaba en la mano. Maximilien miraba desde fuera. Habia ido a por los cafes que la mandamas le habia pedido y dudaba si entrar o no. Las chicas le llamaron con gestos, como si le dijeran que se apartase de alli. Su jefa se veia tan emocionada que, obedeciendo a las redactoras se acerco al escritorio de Pauline para no interrumpirles. --?Que ha pasado? ?Por que esta el jefazo en su despacho? --pregunto soltando las bebidas calientes en la mesa de la pelirroja, pero ella no respondio, solo se encogio de hombros sin apartar la mirada de su amiga. Mientras ella rebuscaba entre los papeles para devolverle los que se habia llevado por error, el ojeo el despacho y con el, el reflejo en el espejo que habia detras de ella. Desde ahi pudo ver el monitor, donde habia una foto suya en primera plana. Sin intencion alguna de disimular dio la vuelta al escritorio para verla mejor. --?Y esto? --pregunto risueno. Miranda se giro horrorizada, sin poder articular palabra-- Esa no es de mis mejores fotos, la verdad… ?Son esos? --pregunto, cambiando de tema, restandole importancia a lo que habia estado mirando. --Si… estos son. --Vale. Gracias. Espero chocar mas veces contigo, me gusta sonreir antes de una reunion importante, ayuda a aliviar tensiones --Bastian tendio una mano como saludo y ella la estrecho timidamente. Nunca antes habia pasado esa verguenza. Habia chocado con el, tirando todo lo que llevaba en las manos, le habia hecho ir a por los documentos que se habia llevado y, ademas, le habia pillado con un retrato suyo en la pantalla. Cuando el ejecutivo se marcho Miranda se llevo las manos a la cara, percibiendo sin querer, el aroma que la mano de ese hombre habia dejado impregnado en la suya.
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Una historia insolita de la neurologia de Sam Kean
https://gigalibros.com/una-historia-insolita-de-la-neurologia.html -
La sangre es mas dulce de Helena Hermman
https://gigalibros.com/la-sangre-es-mas-dulce.htmlHistorias de amores prohibidos existen muchisimas. Pero si consideramos que esta novela de Helena Hermman ha sido considerada como la mas morbosa y perversa de la literatura under, entenderemos antes de leerla que siempre existe un limite que no todos pueden cruzar.
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Un puto runner de Javier Gurb
https://gigalibros.com/un-puto-runner.htmlKetamina, hachis, extasis, LSD… Los ositos de gominola del doctor Van der Zwaanswijk -un pseudocurandero senil con aires de cientifico- contienen mas droga que azucar por cada cien gramos de producto.
Empujado por el odio y la incontrolable sed de venganza que alberga en su interior, Frank comete una serie de errores que marcaran inexorablemente su destino: el primero es dejarse engatusar por aquel estrafalario doctor con pinta de chaman trastornado; el segundo, tragarse hasta diez ositos magicos del tiron, y el tercero, cruzarse en el camino de los hermanos Contreras, una saga de sicarios profesionales -y lo que es peor, vocacionales- que no descansaran hasta darle caza, en una dramatica, surrealista y sangrienta carrera hacia el abismo. -
La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres – Siri Hustvedt de Siri Hustvedt
https://gigalibros.com/la-mujer-que-mira-a-los-hombres-que-miran-a-las-mujeres-8211-siri-hustvedt.html<<La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres>>. Asi define Siri Hustvedt esta ambiciosa reunion de sus mejores ensayos, escritos entre 2011 y 2015. Su vasto conocimiento en un amplio abanico de disciplinas como el arte, la literatura, la neurociencia o el psicoanalisis ilumina una teoria central en su obra ensayistica, la de que la percepcion esta influenciada por nuestros prejuicios cognitivos implicitos, aquellos que no provienen del entorno, sino que se han interiorizado como una realidad psicofisiologica.
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La retribucion de Jack (Seleccion RNR), Betzacosta de Betzacosta
https://gigalibros.com/la-retribucion-de-jack-seleccion-rnr-betzacosta.html -
Dile si al amor…, Vanessa Lorrenz de Vanessa Lorrenz
https://gigalibros.com/dile-si-al-amor-8230-vanessa-lorrenz.htmlZoe es la mejor abogada dentro del despacho juridico donde trabaja, mantiene una relacion con su jefe, para ella la vida es facil, no suena con un principe azul que la rescate para llevarla a su precioso castillo, solo busca la manera de ser feliz sin que su corazon salga danado. Pero que pasara cuando Derek no este conforme con su relacion y quiera mas.
Zoe sera capaz de perder todos sus miedos y decirle de una vez si al amor, o saldra huyendo para ser infeliz toda la vida.
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El ultimo siempre pierde, Fran J. Marber de Fran J. Marber
https://gigalibros.com/el-ultimo-siempre-pierde-fran-j-marber.html -
Devuelveme la luna de Elena Moreno Scheredre
https://gigalibros.com/devuelveme-la-luna.htmlNo importa si alguien oso prometerte la luna y le creiste, lo importante es descubrir que nadie puede darte aquello que no posee.Al destino se le puede esquivar, pero el corazon siempre te encuentra.
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La vieja tierra (Exitos literarios) – Dorte Hansen de Dorte Hansen
https://gigalibros.com/la-vieja-tierra-exitos-literarios-8211-dorte-hansen.htmlUna historia sobre vidas paralelas y sobre los grandes contrastes entre el pasado y la vida que llevamos en el presente.
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Mil de amores de Mita Marco
https://gigalibros.com/mil-de-amores.htmlVioleta Parrish acaba de recibir un ultimatum: si no es capaz de encontrar trabajo y de ser auto suficiente, perdera su cuantiosa asignacion de dinero mensual. Deprimida por su mala suerte y por su reciente divorcio, conoce a Iker, un afamado actor por el que todas las feminas suspiran. Es guapo, simpatico, agradable y esta interesado en ella.
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Tu recuerdo (Japon 1) de Heather Hamilton
https://gigalibros.com/tu-recuerdo-japon-1.htmlHellen vive un autentico infierno en su interior pese a que todo el mundo cree que posee una existencia idilica al ser la hija del Conde de Oxford. Las amistades la han dejado a un lado, desconoce que hacer con su vida ahora que ha terminado el Instituto, y el pasado la acompana con dulces recuerdos de ninez pero sin un rostro claro.
Para mas complicaciones, un joven que desea ser periodista, se presenta en la mansion de verano deseando conocer lo que hay detras del Conde, pero despertando mas aun el pasado y recordando el mismo, cosas de su infancia que creia que nunca podria volver a sentir.
Un pasado que quedo cerrado, se abre de nuevo para aclarar lo que antes no se aclaro, pero existen heridas que mejor no volver abrir.
?Sabra que hacer Hellen? ?Y el joven periodista? ?Que va a pasar con ellos ahora que el telon ha sido abierto?