• recuerdo el olor de tu perfume - Lidia Herbada

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    ?Donde iran las historias pendientes que una vez olvidamos?

  • Perfumes que huelen a libros y a papel y te apetecerá ponerte ...

    https://www.telva.com/belleza/perfumes/album/2020/11/13/5fac590a01a2f143778b45e6.html

    19 nov 2020 — Son distintos a todos los demás pero sin duda, su sutileza y elegancia te ... Y es que si el olor a papel y a libros en todas sus variantes ...

  • lifeisnt-thathard | Tu perfume, Perfume, Poetica - Pinterest

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    02-sep-2013 - dalecuerdaalcorazon: “El olor de tu perfume emana recuerdos… ... El libro de los abrazos, Eduardo Galeano Citas De Poesía, Citas Sobre Vivir,.

  • TU SEXO ES MI PERFUME | ANNA LLAURADO | Casa del Libro

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    Su sobrina es su alter ego y trabajará por contar la historia de su tía y Roberto y por llevarla a buen fin. Viven entre olores (cada olor es un recuerdo y ...

  • El Perfume. Historia de un asesino, de Patrick Süskind Sara ...

    https://revistas.ucm.es/index.php/RFRM/article/download/RFRM0707330126A/9697

    por P Süskind — La mata para poseer su olor y la huele hasta cansarse, hasta registrar todo su aroma en la memoria. Jean Baptiste Grenouille asesina a 25 jóvenes para extraer ...

  • marketing olfativo: serie perfumes singulares: olor a libro ...

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    30 ago 2017 — Libro nuevo: su olor proviene de tres fuentes principales: el papel y ... el olor a libro no es un simple aroma, me retrotrae al recuerdo de ...

  • ¿A qué huelen los recuerdos? - Yorokobu

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    7 dic 2020 — Algunas marcas desaparecieron debido a su olor, que era un gran signo ... Obviamente, se referían a perfumes cuyo aroma evocan recuerdos de ...

  • Este perfume con olor a papel y libros sería el que Hermione ...

    https://www.glamour.es/belleza/cuerpo/articulos/perfume-olor-papel/42087

    1 abr 2019 — Lo curioso es que su olor varía dependiendo de la persona que se acerca a ella, ya que huele a aquello que más nos gusta, y Hermione Granger ...

  • Llamadas a Mama de Carole Fives

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    Resulta incomprensible que el humor en literatura este tan denostado. La tristeza encoge el pecho y enfanga el alma; sin embargo, la risa, como el canto, ensancha y oxigena, verbos que deberian formar parte de lo literario: mover el aire y renovar nuestro decorado interior, desempolvar parcelas intimas que ni siquiera reconociamos como propias. Carole Fives lo consigue: creo que nunca me he reido tanto con un libro, quiza porque trabaja con pensamientos que afloran al limite de la consciencia, esos objetos feos y bochornosos que mantenemos ocultos bajo sabanas blancas en nuestra buhardilla social. Pero eso no significa que no esten ahi. Fives levanta la sabana y nos hace reir. ?Como? A traves de una conversacion entre una madre y una hija que se alarga durante meses, y en la que solo escuchamos a la madre, Charlene, que vive y se siente sola y con derecho a demandar una atencion permanente a sus hijos, que viven lejos de ella. Asi, Charlene se sirve del telefono, ultimo cordon umbilical, como lo llama Bernard Pivot, para llorar, intoxicar, gritar, chismorrear, amenazar, hacer reproches... y tambien para declarar amor a su hija. A traves de su verborrea aparentemente despolitizada, vislumbramos un pais, Francia, en el que la comunidad como fenomeno se ha vuelto imposible, provocando en sus habitantes de mayor edad un aislamiento y una soledad lacerantes, solo mitigados por la tele (esa argamasa social de nuestra era), los lugares de citas por internet y los perritos. Sin embargo, la histrionica Charlene no desiste en su esfuerzo por trascender su apatica existencia. Busca placer y revancha, necesita ser escuchada y grita. A su madre y a su padre, de los que no obtuvo ningun amor; a sus hijos, que fueron una carga en el camino; a su exmarido psicopata, a sus nietos malcriados, a su nuera mandona, a su amiga aprovechada, a sus amantes desgarramantas, y, en definitiva, a una vida mezquina. Llamadas de mama contiene la decepcion normalmente silenciada o, cuando menos, solo rumiada de una persona comun, que, de tan comun, resulta enormemente singular. Charlene, mujer nacida en los cincuenta, de la primera generacion que tuvo opcion a liberarse en los setenta, no ve el machismo familiar, social y sistemico del que ha sido objeto y sujeto a la vez. Pero ademas de gritar, escribe. Dice que escribir la recoloca dentro de su historia. Y se lo dice a su hija, que casualmente tambien es escritora. Cuenta Carole Fives en una entrevista que su intencion fue intentar dar voz a los sin voz. ?A quien se refiere? ?Quien es Charlene? ?A quien representa? ?Quienes son los sin voz? Sobra decir que las mujeres han sido las grandes silenciadas de la literatura. Durante mucho tiempo el <> ha campado a sus anchas tanto en la literatura como en el imaginario occidental, con personajes femeninos castos y serviles, mujeres caseras, madres o esposas, invalidas y sumisas, pero pulcras y puras: estaban ahi, en casa, como un display, calladas y ausentes, mirando por la ventana, peinandose frente al espejo, embotando mermelada, zurciendo, y, de vez en cuando, debido a su debil caracter, gimoteando. Para los mas progres se creo la imagen inversa, la de la mujer nueva o femme fatale, que, como todo lo reactivo, era lo mismo, pero al reves: ni madres ni esposas, las bellas pero salvajes femmes fatales eran callejeras, enfermizas, destructivas; vestian sedas en vez de delantal, bebian y fumaban, eran ninfomanas insaciables que, en vez de llorar, gritaban, y que en vez de mirar el mundo por la ventana, se arrojaban desde ella. Tanto unas como otras fueron creadas por escritores hombres, que las situaban siempre a la sombra de protagonistas masculinos, y eran en su mayoria el objeto, la cristalizacion de fantasias surgidas del deseo y/o del miedo. Me atreveria a decir, incluso, que, asi como la femme fatale era el constructo opuesto al angel del hogar, la madre angelical, abnegada y sufridora dio lugar a su oscuro reverso: la mum fatale, fria y castradora, cuando no asesina, el personaje-cliche que quiza mas esta costando desenmascarar y por el que se pirran los editores. La literatura occidental ha formado parte de esta construccion historica y cultural de manera activa, recreando, reforzando y realimentando el orden social impuesto y naturalizando los roles de genero. Gracias a esta labor ininterrumpida que ha durado siglos, tambien la credibilidad y la verosimilitud de los personajes fueron secuestradas, como nos recuerda Belen Gopegui en Un pistoletazo en medio de un concierto; cuanto mas se alejasen de esta construccion cultural, mas dificultades tendrian para ser creibles, no solo los personajes femeninos sino tambien las escritoras, en palabras de Joanna Russ, y me gustaria anadir: sobre todo en el caso de las escritoras madres. No me voy a explayar acerca de la marginacion que han sufrido las escritoras a lo largo de la historia, tema acerca del que se ha escrito mucho y bien, ni tampoco acerca de las numerosas estrategias que las escritoras crearon para poder escribir y, sobre todo, publicar. Solo un pequeno apunte: es dificil dilucidar en que medida ha influido esta persecucion de siglos no solo en la autoestima de las escritoras, sino tambien en su autoridad, estilo, temas y personajes, por poner solo algunos ejemplos. La historia tambien se hereda, aunque sea en forma de fantasma. Cuenta Alice Munro que cuando comenzo a escribir era una joven madre con dos bebes (y uno mas en camino) a los cuales obligaba diariamente a dormir la siesta, y que muchas veces le ha asaltado la duda (tambien llamada culpa) de si sus hijas habrian sido mas felices si les hubiera dedicado mas tiempo. Sabemos que Irene Nemirovsky enseno a sus hijas a guardar silencio mientras trabajaba. Su hija acababa durmiendose en el parque y el contacto con aquella carne tibia de nina en su pierna hacia que la autora todavia se concentrase mas. Toni Morrison y Sylvia Plath se despertaban al alba para trabajar, en la hora azul, como la llamaba Plath, para poder escribir sin el peso de ser madres. Nancy Huston se refiere a la maternidad como una vasta red culpabilizadora, recordando las acusaciones que le hicieron, cuando su marido y ella dejaban a su hija con la cuidadora incluso en vacaciones, para poder escribir durante unas horas, acusaciones que solo le hicieron a ella y no a el, tambien escritor. Soy escritora y madre de dos hijos. En el ambito publico me ha costado anos poder decir la segunda parte de la frase sin carraspear. Ademas, son mellizos, dato que no suele pasar desapercibido, sobre todo cuando son pequenos: una vez se sabe, no suele haber vuelta atras, y de repente te convierten y te conviertes en madre, uy, si, de esas madres tan traviesas que, de vez en cuando, mientras los ninos duermen, tienen la aficion de escribir. Di a luz a mis hijos mes y medio antes de publicar mi segundo libro, un hecho que fue harto complicado disimular durante la promocion del mismo: el cuerpo hablaba. Hasta entonces me habia cuidado de no mostrarme demasiado <>, pero todo habia terminado, debia reconstruir mi imagen rapidamente. Los periodistas me preguntaban y yo zanjaba el tema con dureza devolviendoles la pregunta: <>. Cuidaba celosamente que la conversacion no tomara un rumbo domestico. Pero era inevitable: en una entrevista sobre una charla de literatura que me disponia a dar, me preguntaron si estaba escribiendo algo, a lo que yo respondi que no, que acababa de terminar un ensayo, tras lo cual el entrevistador me despidio diciendo que <>. En otra ocasion, el moderador de un club de lectura dijo que mis libros eran menos duros desde que habia sido madre, que la maternidad me habia ablandado; otro, con gesto compungido, me alerto de que con el tercer libro me estaba escorando hacia un terreno literario burgues. Se referia a relatos sobre madres, mujeres que mudan de cuerpo, que cambian de estatus y de capital simbolico con la misma rapidez que ganan kilos y anos... Indudablemente, mi texto estaba contaminado por mi maternidad. Senti que mi cuerpo nunca habia estado tan unido a mi texto, que nunca lo habia tenido tan dificil para ser escritora antes que mujer. Me sentia doblemente cuestionada: como madre y como escritora. Colegas escritoras me han contado que se abstuvieron de publicar poemas acerca de su embarazo y de la crianza intuyendo que estos podrian perjudicar su estatus de escritoras; otra me contaba que cuando su pareja se acercaba con su hija pequena al stand en el que se hallaba firmando libros, poco podia hacer su identidad de escritora contra esa madre infiltrada: su voz y su actitud corporal habian cambiado. Tambien hubo quien me confeso como sentia que su nivel de credibilidad caia en picado cada vez que se subia a una tarima o se sentaba a una mesa redonda estando embarazada. Por no hablar de como influyo en todas las escritoras que conozco el embarazo y su posterior desenlace en su labor como escritoras. Somos a traves de nuestros cuerpos. El cuerpo es el lugar desde el que se es, desde el que se interpretan las situaciones historicas, como dijo Butler, y tambien es el lugar desde el que se escribe. Las industrias mundiales mas poderosas en los ultimos tiempos se han generado en torno al cuerpo: la farmaceutica, la cosmetica, la pornografica, la armamentistica... El cuerpo se ha convertido en el medio para controlar a la gente, pero tambien en un medio para la reivindicacion. Y el texto no es mas que una prolongacion del cuerpo, por lo que tambien somos a traves de nuestros textos y de nuestros personajes, que son los que nos modulan como escritoras. Carole Fives da voz a las sin voz y lo consigue de manera memorable con esta inolvidable madre reptiliana, a quien conoceremos a traves de su parloteo sin filtro, inscribiendose en el mas que necesario nuevo catalogo de madres, junto a las de Irene Nemirovsky, Jamaica Kincaid, Annie Ernaux o Vivian Gornick, entre muchas otras. Porque si los personajes femeninos en general han sido los grandes silenciados de la literatura, los personajes de las madres lo han sido de manera bochornosa. Estaban ahi, pero, al igual que el cuadro que pinta Charlene en el psiquiatrico, ridiculamente dibujadas. Lo denuncian todas las comunidades que han sido, de una u otra manera, silenciadas: el estereotipo niega la voz y la palabra, y es el primer paso para la deshumanizacion y la desautorizacion. Charlene quiere gritar. Quiere recolocarse en su historia. Nos toca escuchar, es su revancha. Nuestra recompensa sera la carcajada.

  • Mas alla del equinoccio de primavera de Natsume Soseki

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  • Casi sin querer de Jose A. Gomez Iglesias

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    El amor algunas veces es tan complicado como impredecible. Pero al final lo que mas valoramos son los detalles mas simples, los mas bonitos, los que llegan sin avisar. Y a la hora de escribir sobre sentimientos, no hay nada mas limpio que hacerlo desde el corazon. Y eso hace @Defreds en este libro.

  • Mucho mas que sexo de Oliver Cruz

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    Las locuras de Gabriela y sus amigas, donde el sexo y la lujuria tomaron el control, terminan cuando Gabriela conoce a Jose Alberto.
    Comenzara la historia de un amor imposible y Gabriela tendra que darse cuenta de que solo el deseo no es lo que quiere.
    Es ahi cuando aparece Luis Fernando, quien le ensenara que el amor es mucho mas que juegos de cama.
    ?Podra tener con el lo que verdaderamente anhela?

  • Amenaza de Tormenta de Nora Roberts

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    La posada The Pine View estaba confortablemente situada en las montanas Blue Ridge. Despues de dejar la carretera principal, el serpenteante camino cruzaba un estrecho vado del rio con la anchura suficiente como para que pasara un coche. La posada estaba a muy a poca distancia del vado. Era un edificio con mucho encanto, lleno de personalidad, de lineas tan limpias que disimulaban su ruinosa estructura. Tenia una altura de tres plantas y estaba construido en un ladrillo rojo que el tiempo habia deslucido hasta un rosa claro. En la fachada habia ventanas estrechas con contraventanas de color blanco. El tejado, de cuatro aguas, habia ido perdiendo color hasta adquirir un tono verde claro. En el se erguian tres chimeneas. El edificio estaba rodeado por un porche de madera de color blanco y habia puertas para acceder a el en todos los laterales de la casa. El prado que la rodeaba estaba perfectamente cuidado. A menos de cincuenta metros de la posada, los arboles y los afloramientos de roca reivindicaban su presencia en el prado. Era como si la naturaleza hubiera decidido que la casa podia ocupar ese espacio y ni un milimetro mas. El efecto era impresionante. La casa y las montanas permanecian en pacifica convivencia sin que ninguna le restara a la otra un apice de belleza. Mientras dejaba el coche en la zona destinada al aparcamiento, Autumn conto cinco coches, el viejo Chevy de su tia incluido. Aunque todavia estaban en temporada baja, al parecer ya habia algunos huespedes. Soplaba un ligero viento frio de abril. Los narcisos todavia tenian que abrirse y la flor del azafran estaba comenzando a marchitarse. Algunos capullos de azalea mostraban ya algun punto de color. El campo parecia estar esperando la llegada de la primavera. Las montanas mas altas todavia vestian sus abrigos de invierno, pero comenzaban a salpicarlas algunos toques grisaceos. No continuarian vestidas de marron y de gris durante mucho tiempo. Autumn se colgo la camara a un hombro y el bolso al otro, el bolso siempre ocupaba el segundo lugar en importancia. Del maletero del coche todavia habia que sacar dos enormes maletas. Tras un pequeno esfuerzo, consiguio colocar el equipaje de tal manera que pudo llevarselo en un solo viaje. Despues, subio los escalones de la entrada. Como siempre, la puerta estaba abierta. No habia nadie en el interior de la posada. El descabalado cuarto de estar que hacia las veces de salon estaba vacio, aunque el fuego crepitaba en la chimenea. Autumn dejo las maletas en el suelo y entro en la habitacion. No habia cambiado nada. Viejas alfombras salpicando el suelo y mantas de ganchillo en sendos sofas. En las ventanas, cortinas estampadas de flores. La coleccion de figuritas Hummel continuaba sobre la repisa de la chimenea. La habitacion estaba limpia, pero distaba mucho de estar ordenada, algo que siempre la habia caracterizado. Habia revistas por todas partes y un cesto de costura a punto de rebosar. Los cojines apilados en el asiento de la ventana mas que decorativos eran simplemente comodos. El ambiente era acogedor, con un encanto ligeramente descuidado. Autumn penso sonriente que aquella habitacion encajaba perfectamente con la personalidad de su tia. Sintio un extrano placer. Siempre era reconfortante descubrir que algo que uno amaba no habia cambiado. Echo un ultimo vistazo a la habitacion y se paso la mano por el pelo. Le llegaba mas alla de la cintura y lo llevaba revuelto por haber conducido con las ventanillas abiertas. Se le paso por la cabeza la idea de que debia cepillarselo, pero lo olvido en cuanto oyo pasos en la entrada. -!Autumn, estas aqui! Tipico de ella, su tia la saludo como si acabara de volver despues de haber estado una hora en el supermercado, y no tras haber pasado un ano en Nueva York. -Me alegro de que hayas llegado antes de cenar. Estamos haciendo carne guisada, tu plato favorito. Autumn sonrio, no tuvo valor para decirle a su tia que ese era el plato preferido de Paul, uno de sus hermanos. -!Tia Tabby, me alegro mucho de verte! -camino rapidamente hasta ella y le dio un beso en la mejilla. El familiar olor a lavanda de su tia la envolvio. Su tia Tabby no se parecia en nada al gato en el que su nombre hacia pensar. Los gatos eran animales arrogantes hasta resultar esnobs, desdenosamente tolerantes con el resto del mundo. Eran conocidos por su rapidez, su agilidad y su astucia. Su tia Tabby era conocida por sus absurdas divagaciones, sus conversaciones inconexas y sus pensamientos confusos. No tenia ninguna astucia. Y Autumn la adoraba. Se separo de su tia y la observo con atencion. -Estas magnifica. Era una verdad inmutable. Su pelo continuaba siendo tan castano como el de su sobrina, aunque con numerosas hebras grises. Tambien el pelo encajaba con su personalidad. Lo llevaba corto y anarquicamente rizado alrededor de su cara redonda. Sus facciones parecian hechas a pequena escala: la nariz, la boca, las orejas, incluso las manos y los pies. Los ojos eran de un neblinoso azul claro. Aunque tenia mas de cincuenta anos, su piel se negaba a arrugarse. Tenia un cutis tan suave como el de una nina. Era unos quince centimetros mas baja que Autumn y tenia unas formas agradablemente redondeadas. Autumn se sentia desgarbada y flaca como un palillo a su lado. La volvio a abrazar y le dio un beso en la mejilla. -Estas absolutamente maravillosa. Tabby alzo la mirada hacia ella y le sonrio. -Que guapa eres. Siempre supe que serias guapisima, !pero eres tan delgada! -exclamo palmeandole la mejilla. Mientras abrazaba a su tia, Autumn penso en los cuatro quilos que habia engordado al dejar de fumar. Habia vuelto a perderlos muy rapidamente. -Nelson siempre fue muy delgado -anadio Tabby, pensando en su hermano, el padre de Autumn. -Sigue siendolo-contesto Autumn. Dejo la camara en la mesa y le sonrio a su tia-. Mama siempre le esta amenazando con ponerle una demanda de divorcio. -!Vaya! -Tabby chasqueo la lengua y la miro pensativa-. No creo que sea muy sensato despues de llevar tantos anos casados. Comprendiendo que no habia entendido la broma, Autumn se limito a asentir mostrando su acuerdo.

  • Gold and diamonds de Eli Jane Foste

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    Keira sonrio a su madre maliciosa con las cartas en la mano. --Estas perdida. --Si, eso dices siempre, pero al final siempre te gano. --Ja, ja. Se mordio su grueso labio inferior y puso las cartas sobre la mesa. --Full. Lorraine Adkins sonrio de oreja a oreja mostrando sus cartas. --Poker de ases. --!No puede ser! !Haces trampas! Su madre se echo a reir a carcajadas por su indignacion y recogio sus cinco dolares de ganancias. -- Soy rica. En ese momento sono el telefono y Keira se levanto para cogerlo. --No se como lo haces, pero algun dia te pillare. Es imposible que tengas tanta suerte y sigamos siendo pobres. --Descolgo el telefono de la pared. --Casa de las Adkins. --?Keira Adkins? La voz profunda de un hombre la hizo mirar a su madre para que bajara el volumen de la television. --Si, soy yo. --Me ha llegado su curriculum por la agencia de empleo y me gustaria concertar una cita para una entrevista de trabajo. --Oh, por supuesto. --Nerviosa miro a su alrededor buscando un papel y su madre le acerco un block de inmediato. --Digame. --Manana a las seis de la tarde en el ciento veintiseis de la Quinta. Abrio los ojos como platos. --?La quinta Avenida? --Exacto. Su madre empezo a dar saltitos por la habitacion. --Pregunte al portero por mi. Soy David Clarkson. Se le corto el aliento. ?Le estaban gastando una broma? --?David Clarkson? ?Estamos hablando del edificio Clarkson? --Ese mismo. No se retrase --dijo muy seco antes de colgar. Atontada y con el telefono aun en alto, miro a su madre que se habia llevado una mano al pecho. -- David Clarkson. --!Dios mio, que suerte tienes! !Y yo limpiando en casa de no me conoce nadie! Imagenes de David Clarkson aparecieron en su mente una tras otra. Dios, siempre le habia parecido guapisimo y tan atractivo con esos trajes que llevaba. Las revistas estaban locas por el y era considerado uno de los solteros de oro de Nueva York. Su madre se acerco emocionada colgando el telefono, pero al darse cuenta de lo que habia hecho descolgo para volver a escuchar colgando de golpe. --Bueno, ?no estas emocionada? --La cogio de las manos llevandola hasta el sofa. --Tus referencias de los senores Sutton debieron ser buenisimas para que una casa asi requiera tus servicios. --Me trataban muy bien --dijo poniendose nerviosa--. Es una pena que se tuvieran que mudar a Europa. --Mejor para ti. Dios mio, David Clarkson. Encima es soltero. No tendras mucho trabajo. --Mama, tendra mas servicio. --Se levanto inquieta. --Ademas no me ha dado el trabajo. Solo es una entrevista. --Si tuviera mas servicio no te entrevistaria el mismo. Seria su mayordomo. No, creo que le gusta tener privacidad en su casa. A lo mejor tiene cocinera, pero… --Ya nos enteraremos manana --dijo entrando en la minuscula cocina de su apartamento--. ?Que te apetece cenar? Su madre se levanto del sofa. --Hija, no entiendo que te pasa. Deberias estar contentisima. --Estoy siendo realista. --Dejo el escurridor sobre la encimera. --Mirame. Soy bajita, tengo pelo de rata y me sobran cinco kilos. --No tienes pelo de rata --dijo sin anadir que si que le sobraban cinco kilos--. Se te deshacen los rizos porque no te cuidas. --No te montes peliculas. Seguro que en ese puesto querra tener una chica mona para servir el te a sus conocidos. Cuando me vea a mi, vera a la ninera de los hijos que tendra con alguna nina rica y me dira gracias por venir. --!Por el amor de Dios! !Siempre eres tan pesimista! Vas a limpiar su casa. ?Que mas dara el aspecto que tengas? --Vaya, gracias. --No he querido decir que seas fea. No lo eres. Siendo hija mia, eso es imposible. Miro asombrada a su madre, que pesaba veinte kilos mas de lo que deberia y no se cuidaba en absoluto. --Puede que este rellenita, pero los hombres dicen que mi simpatia lo suple con creces. --Le guino un ojo. --Ademas, les encantan mis curvas. --!Oh, por Dios! Que asco. ?Tienes que hablarme de tus amantes? --!Hija, vive un poco! Ese hombre no quiere una amante, quiere que le limpien el water y tienes un curriculum impecable, no como el mio. --Si no te hubieras liado con el jefe... --Va, es que ella era muy sosa. Con tu caracter estoy segura que le encantaras. Eres timida y muy trabajadora. Estaria loco si no te contratara. Keira se mordio el labio inferior. --Si, ?verdad? --Ademas cocinas muy bien. Si no tiene cocinera y tienes que encargarte de el, estara encantado al segundo dia. --Puede que tengas razon. --Saco la pasta de la alacena. --Cumplo de sobra con los requisitos. --Y tendras un sueldo decente. !Una amiga mia trabajaba en la parte alta y ganaba dos mil dolares al mes! --Keira abrio los ojos como platos. --!Si! Solo tenia medio dia libre, pero estaba encantada. Decia que sus senores nunca estaban en casa y veia la television en la cocina todo lo que le daba la gana. --Me estas metiendo una trola. --No, de verdad. Estos ricos nunca estan en casa. No como yo, que tengo que atender a todos esos chillones. --Cogio una cacerola para echarle agua. --Oye, si necesita a alguien mas, dile mi nombre. --No pienso hacer eso. --Lo pasariamos genial juntas. --Ni hablar. --No seas quisquillosa. Tu trabajarias y tu madre descansaria. --Ja, ja. Lorraine se echo a reir. --?Que te vas a poner para la entrevista? --No se. ?El vestido marron? Su madre la miro con horror. --!Parece un saco! --?El negro? --?Con el que vas a los entierros? --!Esta bien! ?Que te pondrias tu? Asi ahorrare tiempo. La miro de arriba abajo. --Ponte una minifalda vaquera y una camiseta de tirantes. La iremos a comprar manana mismo.

  • Amos y Mazmorras V de Lena Valenti

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    Nick Summers se enamoro de Sophie Ciceroni ocho anos atras.Ella era de otro mundo distinto al suyo, una princesa inalcanzable. Fijarse en ese mujer fue demasiado pretencioso, pero enamorarse perdidamente de ella los aboco a una locura, en la que los secretos y las mentiras debian ser cuidadosamente tratados, o un error, pod ria abocarlo todo al desastre.Sin embargo, un hombre enamorado es capaz de lo mejor y de lo peor por conservar a la mujer que ama.

  • El Indiano de Maria Montesinos

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    Hector Balboa, un indiano enriquecido en Cuba, regresa al cabo de los anos a Espana con la intencion de reconciliarse con su pasado e introducirse en los influyentes circulos economicos e industriales de la sociedad de 1883. Llega rebosante de planes de progreso y con la esperanza de hacerse un sitio respetable en su tierra natal, Santander. Sin embargo, pronto se dara cuenta de que para formar parte de esa sociedad debera aceptar sus rigidas reglas y acordar un matrimonio ventajoso con alguna joven casadera que le abra las puertas a los grandes negocios forjados entre los politicos, empresarios y aristocratas que se dan cita cada verano en Comillas.
    Balboa no dudara en sacrificar el amor a sus propias ambiciones personales hasta que se cruza en su camino la obstinada Micaela Moreau, una joven solterona de Madrid, empenada en cambiar el destino de las ninas sin educacion y al mismo tiempo, defender su libertad e independencia frente a los designios marcados por su familia.

  • La cruz del Nilo (Las hijas de las tormentas 2) de Jordi Sierra I Fabra

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    Joa continua buscando a sus padres, negandose a aceptar el silencio. Por fin una llamada del arqueologo Gonzalo Nieto, viejo amigo de su padre, la pone sobre una nueva pista que la traslada a Egipto. Pero no llegaran a encontrarse, porque es asesinado unas horas antes. Joa tendra que sumergirse en la resolucion de una sucesion de enigmas partiendo de un viejo jeroglifico egipcio, e intentar huir de la secta que esta dispuesta a todo por guardar el secreto que protegen.

  • Tiempos de esperanza de Emilio Lara

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  • Mapa del Corazon de Susan Wiggs

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    Camille Adams habia enviudado a causa de una gran tragedia, pero consiguio seguir adelante con su vida en una tranquila ciudad de la costa junto a su hija adolescente, Julie. La llegada de un misterioso paquete abrio de par en par la puerta a los antiguos secretos de su familia.

  • Omerta (El juego de las seis mascaras 1) de Adriana Criado , Maria P. Marti

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    ?Sera cierto que nuestro destino esta escrito? Hugo, arrogante. Nikki, diva. Bruno, cruel. Mia, sensual. Marco, payaso. Serena, fria. Seis miradas que tras nueve anos vuelven a reencontrarse, arrastrando con ellos un pasado tan oscuro como su presente… y su futuro. ?Habeis oido alguna vez que no es oro todo lo que reluce? Hijos de las familias mas poderosas de Providence, ocultos tras mascaras de mentiras, creen tener el mundo a sus pies: dinero, lujo y secretos. ?Hay arma mas poderosa??Seras capaz de guardar silencio? ?De jurar… Omerta? Bienvenidos al principio del fin.

  • El paciente ingles de Michael Ondaatje

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    Con inusitada belleza e inteligencia, Michael Ondaatje traza la interseccion en los ultimos dias de la Segunda Guerra Mundial y en una villa italiana abandonada, de cuatro vidas danadas.

  • No suena a Best Seller de Rebeca Cod

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    Si tu vida tuviera banda sonora, ?sabes como sonaria?

  • La madre de Fiona Barton

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    Un escueto parrafo en el periodico anuncia el hallazgo de unos restos antiguos de un bebe en una zona en construccion de Londres. Muy pocos lectores siquiera le echaran un vistazo.
    Para tres mujeres, sin embargo, la noticia es imposible de ignorar.
    Para la primera, es el recuerdo de lo peor que le ha pasado en la vida.
    Para la segunda, la peligrosa posibilidad de que su secreto mas oculto sea revelado.
    Para la tercera, la periodista Kate Waters, la primera pista en una carrera para descubrir la verdad.
    Secretos guardados durante anos, enterrados bajo tierra y en el fondo del corazon, saldran a la luz para cambiar tres vidas para siempre.
    Fiona Barton vuelve con su protagonista Kate Waters en un nuevo thriller imposible de olvidar.

  • El blanco color del odio (Cronicas de las Camaras 1) de Abigail Villalba Sanchez

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    Las Camaras son el ultimo resquicio de rebeldia de aquellos que son como Ertael: angeles caidos, malditos por la furia de Dios y condenados a una existencia de permanente sufrimiento. Pero alli, ocultos a la vista de El, los angeles se deshacen de su luz y buscan entre las sombras ese momento de paz que tanto anhelan… pues, por encima del dolor, se alza el orgullo que busca la libertad.

  • En mi mundo (Entre dos mundos 2) de Nadia Noor

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    Segunda entrega de la bilogia <> de Nadia Noor.

  • AMURAO (El purgatorio de los ninos perdidos) de Fran Barrero

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    En un inusualmente seco mes de Noviembre, el cadaver de un nino de cuatro anos aparece en un embalse a las afueras de Riotinto, un pueblo minero de la sierra de Huelva. ?Accidente? ?Homicidio? El inspector Marcos Navarro, recien trasladado desde Sevilla, se hace cargo de la investigacion a pesar de no sentirse recuperado de las pesadillas que lo persiguen cada noche. La reportera Laura Moreno, obstinada y perspicaz, se encuentra con la noticia y decide usarla para lograr el ascenso a presentadora que tanto ansia.

  • Fuimos magia (Por amor 9) de Maria Beatobe

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    Llegan las navidades y con ellas las interminables celebraciones. Un tiempo feliz y de buenas intentaciones pero en el que Naira, Noemi y Cloe se tendran que enfrentar con una situacion totalmente inesperada.

  • Donde habita el miedo de Maite R. Ochotorena

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    Para los amantes del terror y el suspense, <> ha sido una sorpresa, original, impactante, dura.

  • El panuelo negro de Rafael Sarmiento

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    Habian pasado treinta anos, pero el rostro de Elisaveta no lo aparentaba. Ni su figura, ni su porte ni el aura que rodeaba la elegancia de aquella hermosa mujer. Al menos asi lo pensaba Marek, su marido. Treinta anos hacia que la habia tomado por esposa y el seguia viendo en ella a aquella joven alta y rubia, de maneras lozanas, ojos picaros y sonrisa mordaz que le cautivo en su juventud y que, aun entonces, cuando ambos habian sobrepasado de largo la cincuentena, seguia dejandole sin habla cuando le miraba con ese gesto confiado tan cargado de sensualidad. La cena habia sido excelente, muy acorde con la celebracion de dicho aniversario. El siguiente seria un buen dia para continuar con la rutina de sus vidas, pero aquella noche pasearian tranquilamente, si el frio lo permitia. Marek nunca descuido a su esposa, a pesar de la enorme responsabilidad que conllevaba su trabajo, pero vivia con el pesar de no haberle dedicado mas tiempo, que era lo que de verdad le hubiera apetecido. Siempre penso que no se puede tener todo, que quien mucho abarca, poco aprieta y que llevaban una vida de ensueno, al menos en comparacion con la inmensa mayoria de la poblacion del pais en el que vivian. Pero dicha vida era consecuencia de su trabajo, de su estatus, y ese era el precio que debia pagar. Sin embargo, aquel dia era para ellos. Aquel dia, no habia otra cosa que no fueran ellos. Acababan de terminar los postres y, al tiempo que avisaba al camarero para que le trajera la cuenta, Marek hizo un gesto a Juliusz, su escolta, que esperaba en otra mesa mientras tomaba algo y leia un libro. De inmediato, se levanto de su asiento y se dirigio a la salida. Hasta que el no lo autorizara, Marek y Elisaveta no saldrian del restaurante. – Aqui tiene, senor-. El camarero, perfectamente vestido, como era propio en un sitio de lujo como aquel, tardo apenas un minuto en traerles la cuenta. Era quien les habia atendido desde que entraron en aquel lugar y habia hecho su trabajo de una manera mas que eficiente, lo cual satisfacia sobremanera a Marek. Era algo que el valoraba mucho en un profesional, daba igual el rango o el sector. En su opinion, el trabajo habia que hacerlo bien, terminar siempre lo que se empieza, nunca dejar nada a medias y emplearse a fondo para que el resultado sea el mas satisfactorio posible. A pesar del nivel en el que se manejaba en la vida, no juzgaba a los demas en funcion de su estatus o su ocupacion, sino por la efectividad con la que lo realizaba. Y aquel camarero habia aprobado con nota alta segun su escala de valoracion. Una vez pagada la cuenta, la pareja permanecio en sus asientos hasta que Juliusz se asomo desde la puerta de salida y les hizo un gesto. – Ya nos podemos ir-. Marek se levanto entonces y retiro la silla de su esposa para facilitarle a ella el que lo hiciera tambien. Luego, ambos se dirigieron al guardarropa, donde les dieron sus abrigos, se los pusieron y salieron del restaurante, ella agarrada al brazo de el y el encantado de sentir el contacto de ella. En verdad, hacian una pareja imponente. Ambos altos, bien parecidos y con el porte gallardo tan propio de quienes, por su posicion, miran la vida por encima del hombro, por mucho que traten de evitarlo viviendola con sencillez y sin estridencias, como era el caso. Juliusz se echo a un lado y les dejo pasar delante de el. Luego, espero unos segundos mientras Marek y Elisaveta caminaban, para empezar a hacerlo el unos metros por detras, de manera que pudiese tenerlos a la vista y al alcance, pero sin molestarles en lo mas minimo. – Hace una noche preciosa, a pesar del frio-. Exclamo Elisaveta, mostrando su agradable sonrisa. – No ha querido fallarnos y tambien ella nos acompana-. Asintio Marek, pasandole el brazo por encima de los hombros para abrazarla. – Podriamos ir al mismo lugar que fuimos cuando vino a visitarnos tu hermana el mes pasado-. Propuso ella entonces-. Me gusto mucho el vino que sirvieron. – Y con un poco de suerte, coincidiremos con el mismo pianista. Tocaba muy bien. Es un sitio muy agradable, me parece buena idea. – El problema es que hace demasiado frio para pasear. Podriamos acortar camino callejeando, en lugar de ir por la avenida. Marek hizo una mueca y se quedo callado. No le gustaba ir a los sitios por calles secundarias y solitarias. Eran, sin duda, mucho mas peligrosas que las principales. No llevaba escolta por gusto, la responsabilidad de su cargo lo hacia conveniente, y en el estaba facilitarle la tarea, no hacersela mas complicada. Y eso se conseguia, entre otras cosas, con pequenos detalles como aquel. Sin embargo, Elisaveta tenia razon. Hacia mucho frio y no queria que nada le estropeara una velada tan especial. Ni siquiera eso. Ademas, el lugar al que se dirigian estaba cerca y no les llevaria demasiado tiempo llegar hasta el, de modo que, despues de ese momento de duda, accedio a los deseos de su esposa. No fue buena idea, sin embargo. En absoluto. No llevaban recorridos ni cincuenta metros de una calle estrecha y oscura cuando un grito a sus espaldas sobrecogio a la pareja. Apenas se dieron la vuelta cuando aquel hombre les dio alcance. No era demasiado alto, pero tenia pinta de fuerte. Sus ropas eran oscuras y llevaba la cabeza cubierta con un gorro de lana. Les amenazaba con una navaja de grandes dimensiones, la misma que habia utilizado para herir a Juliusz, el cual yacia en el suelo unos metros mas alla, sin poder levantarse y retorciendose por el dolor. – Si no hacen ninguna tonteria, nadie mas tiene por que acabar herido-. Les dijo, pero Marek no hizo caso y trato de abalanzarse contra el para arrebatarle el arma. No obstante, el hombre fue capaz de revolverse y le hizo caer de un fuerte punetazo en la cara, tras lo cual, agarro con fuerza a Elisaveta por un brazo y la inmovilizo, para a continuacion amenazar su cuello con la hoja de la navaja. – Esta bien, no le hagas dano-. Le rogo Marek, que se habia levantado de inmediato y se llevaba la mano a la nariz para comprobar que le sangraba. – Ahora es tarde-. Respondio el hombre con frialdad-. Se lo adverti, nadie mas tenia por que salir herido, pero ahora es tarde-. Y entonces, apreto la navaja contra el cuello de Elisaveta, provocando el grito de esta y haciendola sangrar levemente. – !No! !No sigas! ?Que quieres de nosotros? – En principio, solo queria dinero, pero ahora no se… Marek suponia que aquel hombre solo pretendia robarles, pero estaba sobreactuando para provocarles mientras mas miedo mejor y asi conseguir lo que pretendia evitando que el volviera a revolverse. Ademas, debia ser consciente de que ellos eran buena presa. Incluso, era muy probable que llevara espiandoles desde hacia rato. Marek sabia que habia ladrones que controlaban las entradas de los restaurantes de lujo para atacar a los clientes que salian de ellos porque eran gentes de dinero, y aquel hombre debia ser uno de aquellos. Les habria estado observando, habria visto que llevaban proteccion y lo primero que hizo fue eliminarla. Se habia quitado de en medio al guardaespaldas antes que nada y ahora les atacaba a ellos, ya sabiendo que Juliusz no les podria ayudar. Sin embargo, saber todo eso no le valia para nada y Marek, al no encontrar la manera de salir de aquel entuerto, se decidio por lo facil, saco la cartera del bolsillo interior del abrigo y alargo el brazo para acercarsela. En ese momento, el hombre solto una carcajada. – Las cosas no son asi de faciles, aunque lo pueda parecer-. Le dijo entonces este-. Se quien es usted, pedazo de hijo de puta. ?Sabe? En verdad, le he mentido con eso de que nadie tiene por que salir herido. Solo pretendia que bajaran la guardia. La cartera me la voy a llevar, no le quepa duda, pero quiero hacer mas. Voy a hacer mas. Yo le odio a usted y todo lo que representa y no hay cosa que desee mas que tomarme venganza, aunque solo esto que voy a hacer no seria suficiente para todo lo que ustedes han hecho antes. Pero mejor que nada, sin duda. – Por favor, suelteme, no me haga dano-. Suplicaba entre lagrimas Elisaveta mientras Marek, impotente, no sabia que hacer.

  • Agua por todas partes de Leonardo Padura

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    Los libros de Leonardo Padura estan hechos de historia, y de literatura, y de humo de cigarro cubano, y del beisbol al que tan aficionado es el narrador de La Habana. La nueva obra de Padura es una celebracion y un homenaje al genero de la novela, del que se siente tan deudor; en sus paginas aborda cuestiones en torno este invento que lleva ya cuatro siglos tratando las cuestiones de los humanos y siendo una herramienta de transformacion de la sociedad y un reflejo de ella.

  • Dejame sonar contigo de Dina Reed

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    Harry Drake, el atractivo hombre de negocios al que todo el mundo teme, acaba de heredar el imperio billonario de su padre y esta a punto de casarse con Melissa, su novia de toda la vida.
    Sin embargo, todo se pone del reves con la llegada de Caroline Musset, su nueva asistente personal.
    Caroline es la sobrina de la antigua secretaria de su padre, se supone que es alguien de confianza, con un expediente academico brillante y con preparacion mas que de sobra para el puesto, pero para Harry esa chica que ha llegado a su vida es sobre todo un incordio.
    Caroline dice siempre lo que piensa, se mete donde no la llaman, es caotica, tozuda, intuitiva, impuntual, alocada y ademas tiene un fisico explosivo por el que empieza a sentir una absurda atraccion.
    En fin que Caroline es la persona que menos necesita en su empresa, si bien ella no esta dispuesta a perder el trabajo y va a empenarse a fondo en demostrarle a su jefe que es imprescindible.
    Y tanto empeno le pone que, inesperadamente, Harry Drake comienza a colarse en sus suenos...
    Y es que Harry ademas de poderoso, enigmatico, carismatico y duro, es sumamente sexy, pero sobre todo inalcanzable...

  • Desde ayer y para siempre (Casi como hermanos 2) [LGBT] de Frances Stone

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    Anthony y Marc estan mejor que nunca.
    Kyle esta conociendo cada vez mas a Noah.
    Todos estan felices, todo es perfecto.
    El sexo es increible.

  • La familia y otros lios de Marian Keyes

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    La nueva novela de la inimitable Marian Keyes.

  • Cielo y Tierra (La isla de las Tres Hermanas 2), Nora Roberts de Nora Roberts

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  • No te dejare atras de Linda Howard

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  • Cuando acabe el invierno de Angela Drei

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    Alex bajo del taxi frente al portal de la casa de Marie. Volvio a mirar el ramo de flores que habia comprado. Siete rosas rojas, una por cada mes. Recordaba el primer dia en que ella aparecio en su cafeteria con su gran bolso azul y sus gafas de sol. Habia cambiado mucho desde entonces. Ya no se escondia tras unos cristales oscuros, no tenia ojeras y su vestuario se habia llenado de color. Hasta su pelo era diferente. Sonrio como el bobo enamorado que era y toco el boton del videoportero mientras escondia las flores a su espalda. Marie le esperaba en la puerta, y el la siguio al interior con una sonrisa traviesa. En cuanto estuvieron dentro, Alex le entrego el ramo de flores. Ella las observo sorprendida. Siete rosas de un vivaz color rojo. Fruncio el ceno sin entender y lo miro en espera de una explicacion. --Hoy hace siete meses que apareciste en mi cafeteria. ?No te acuerdas? Alex disfruto al ver como ella se ruborizaba. No, estaba claro que no se acordaba. Pero el no se enfado, al contrario. Se sintio orgulloso y feliz de haberla sorprendido. --Vaya, asi que te has olvidado. --Lo siento, de verdad. No recordaba la fecha. --Pues algo tendras que hacer para que te perdone. Marie sonrio con coqueteria al ver como el le guinaba un ojo ladeando su sonrisa. Habia vuelto a ser el hombre sexi y atrevido de siempre. No quedaba ni rastro de aquella mirada triste, la que aparecia cuando los recuerdos del pasado llegaban si avisar. --No se que puedo hacer. Podemos salir y comer algo fuera..., o tal vez podemos quedarnos... El no la dejo continuar. Con un beso interrumpio lo que fuera que iba a decir y las rosas acabaron aplastadas entre ellos. --Las flores, deja que las coloque. Marie trato de apartarse un poco, pero el la tenia sujeta por la cintura con firmeza. --Te comprare mas. Te comprare flores cada dia --dijo sin separarse de ella--. Celebraremos el primer dia que te hice el desayuno, nuestra primera cita, la primera vez que te lleve en mi moto. Mientras hablaba, iba dejando besos desde su cuello hasta su hombro, y desabrocho el primer boton de su camisa para poder tener mas piel cerca de sus labios. Ella rio cuando sintio sus dedos cosquillear en su cintura subiendo la tela y entonces Alex se aparto lo suficiente para mirarla. --Me encanta escucharte reir. Adoro tu risa. --Y era cierto, la habia visto llorar incluso antes de saber su nombre y habia odiado cada lagrima que oscurecia su preciosa mirada de chocolate. Ahora tenia entre sus brazos a una Marie muy distinta, ligera y sonriente, vibrante como esas zapatillas con rayas doradas que se habia comprado el fin de semana anterior. Marie aprovecho ese momento para escabullirse y fue a la cocina. Antes de que las rosas estuvieran en un jarron con agua, Alex ya habia llegado y la envolvia entre sus brazos. --No te escapes --le rino mientras se colocaba tras ella. --Deja que las ponga en agua. --Solo si me prometes hoy no salimos de casa. --Esta bien, no salimos --acepto ella mientras colocaba las flores en un sencillo jarron de plastico junto a la ventana de la cocina--. ?Que quieres comer? ?Comida china, pizza, sushi? ?Que pedimos? --Tengo delante lo que quiero comer. Marie abrio mucho los ojos y fue a decir algo mas, pero el la cogio en brazos y cargo con ella hasta el dormitorio. --Vamos, galletita, me muero de hambre. --?Galletita? --Si, galletita. Estoy pensando que quiza con un poco de chocolate... ?Tienes sirope? ?Nata? Marie sintio como sus mejillas ardian y oculto el rostro con las manos. --No tengo de nada. Intento hacer dieta. --?Dieta? ?Para que? Mientras esperaba una respuesta, Alex no se quedo quieto. Fue desabrochando el resto de los botones de la camisa que ella llevaba y bajando por la linea de su esternon hasta descubrir su ombligo. --Pues veras, por culpa de alguien que conoces, los pantalones me quedan tan estrechos que no puedo casi abrocharmelos. --?Que pantalones? ?Estos? Alex se puso de rodillas entre sus piernas y desabrocho el boton de los vaqueros que ella llevaba puestos. --Tengo una solucion mejor: tira estos pantalones a la basura. Se inclino hasta dejar un beso en su estomago y ella intento incorporarse. --No es gracioso --dijo fingiendo mas enfado del que sentia. --No. No es gracioso. --Alex, deja de hacer el tonto y escucha. --Esta bien, te escucho --acepto y volvio a sentarse en la cama, aunque en lugar de mirarla a los ojos se quedo prendado del sujetador gris oscuro que resaltaba sobre su piel, tan palida como el azucar. --!Mirame a los ojos! --No puedo --dijo echandose a reir. Marie cogio la almohada y le golpeo, pero el era mucho mas grande y con un solo movimiento la tuvo inmovilizada bajo su cuerpo. --Estas preciosa. A mi me gustas. --?Te gusto gorda? --No estas gorda, Marie. Pero es que aunque lo estuvieras me daria igual. --Ya, seguro. --No estas gorda --repitio muy serio--. Y quitate los vaqueros. --?Que me quite los vaqueros? --?No te quedan estrechos? Pues quitatelos. O mejor, te los quito yo. Alex la sujeto de los tobillos y bajo los pantalones hasta conseguir deshacerse de ellos. Cogio uno de sus pies y beso con cuidado sus dedos. Llevaba las unas pintadas de rojo oscuro. Le encantaba que fuera tan coqueta: a Marie le gustaba llevar las unas de colores, aunque no llevara sandalias y nadie las viera. Eso era perfecto, porque sabia que ahora ella se ponia guapa para sentirse bien, no para agradar a los demas. --Eres tan suave… --susurro pasando los labios por su tobillo. Marie sintio un escalofrio cuando el aliento de el le hizo cosquillas. Su boca iba subiendo muy despacio dejando un camino de besos por el interior de su pierna. --?Sabes? Conozco una forma de quemar calorias. Alex dio un pequeno mordisco en su muslo antes de mirarla. --?Si? ?Cual? --pregunto Marie con un jadeo. --Primero tienes que quitarte toda la ropa. Mientras ella se dejaba desnudar, el no dejaba ni un trozo por besar. Era su plato preferido, su dulce Marie, la que habia conseguido atraparle y llenar su corazon. Siete meses. Todavia le costaba pensar que no estaba solo. Como su hermano le habia dicho, ella habia llegado para dinamitar los muros que habia construido, y ahora tenia que volver a aprender a vivir sin miedo a sentir. Podia ser feliz. Era como lanzarse del trampolin a diez metros. Daba miedo, pero sabia que merecia la pena esa sensacion de zambullirse y sentir cada musculo del cuerpo cargado de energia. Marie sintio sus manos, sus besos, que recorrian su piel hasta que todo fue calor. Su corazon latia cada vez mas rapido. No solo era sexo. Con Alex se convertia en una experiencia divertida donde ella podia devolverle cada caricia. El nunca ponia mala cara, nunca fruncia el ceno, ni siquiera cuando ella se echaba a reir de forma escandalosa porque le hacia cosquillas al besar su cadera. El sexo era genial con Alex. Vivir a su lado era genial. Se sentia segura y querida. No se avergonzaba si no llevaba la ropa interior conjuntada, si habia escogido un sujetador demasiado sexi o si ese dia estaba cansada y queria pasar la tarde viendo la tele con una vieja camiseta. Con el podia ser libre. --!Alex! --se le escapo un grito y rodeo sus caderas con las piernas para atraerle mas cerca, tanto que no habia ni un centimetro entre sus cuerpos. El tenia el cabello revuelto, respiraba agitado y en cada movimiento mezclaba sus jadeos. La beso largo y despacio. Su ritmo era lento, saboreaba cada gemido de ella. Terminaron temblando y sin aliento. --Dios, Marie, creo que no deberia haber ido a la piscina hoy. Si muevo cualquier musculo, voy a terminar desmayado. --Ha sido culpa tuya. Yo solo queria quedar a comer --repuso Marie. Alex habia terminado tumbado boca arriba en la cama, sin preocuparse por cubrirse con las sabanas, y su abdomen todavia subia y bajaba muy rapido. --?No te ha gustado? --pregunto mientras se ponia de lado para poder atraparla y volver a tenerla cerca. --No he dicho eso. El unico que te has quejado eres tu. --Llevas razon. Me quejo --dijo y la beso--. Me quejo de que eres tan suave que no puedo quitarte las manos de encima. Me quejo de que desde que te veo tengo ganas de desnudarte y hacer mil flexiones contigo. Y sobre todo me quejo --anadio mientras golpeaba con el dedo indice su nariz--, de que eres una cabezota que no quiere vivir conmigo y me hace ir todo el dia de aca para alla perdiendo un tiempo precioso que podriamos gastar en otras cosas, cosas interesantes como estar en la cama, en la ducha o sobre la alfombra del salon

  • Divina Lola de Cristina Morato

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  • Te enamoraste de mi sin saber que era yo de Patricia Hervias

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    ?Que harias si la vida te pusiera delante al hombre de tu vida?

  • La ciudad de las mujeres desaparecidas de Megan Miranda

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    Han pasado diez anos desde que Nicolette abandono su ciudad natal despues de que Corinne, su mejor amiga, desapareciese sin dejar rastro. Nicolette regresa a casa para cuidar de su padre enfermo, pero pronto se ve inmersa en un terrible drama. Todas las personas relacionadas con la desaparicion de Corinee siguen con sus vidas en Cooley Ridge: el hermano de Nic, Daniel, a punto de ser padre; el antiguo novio de Corinne que trabaja en el bar del pueblo; y Tyler exnovio de Nic y pareja actual de Annaleise que fue la coartada que exculpo al grupo de amigos la noche de la primera desaparicion. Pero ahora es justo Annaleise la desaparecida. Durante las dos semanas que siguen -la historia se nos explica desde el dia 15 al dia 1, en una ciudad donde nadie es lo que parece, ni familiares y amigos.

  • Corazon nevado de Mita Marco

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    Una tormenta de nieve, un coche viejo y una carretera desconocida, es lo unico que Charlie necesita para estrellarse contra la valla de una solitaria casa de las Montanas Rocosas.
    Aislada en aquel paramo helado, su unica salida es permanecer en compania del sombrio dueno de la vivienda, que no duda en menospreciarla cada vez que se cruza en su camino.

  • Dakata (Semillas Negras) de Lorraine Coco

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    Mi nombre es Dakata. Tengo 18 anos y soy una dhampira. Vivo en la Colmena junto a otros miembros de mi raza. Somos custodiados y entrenados por seres de la casta superior, que en apariencia nos protegen del mundo exterior y de los humanos.
    Pero he comenzado a ser convocada a realizar combates a muerte antes de que se desarrollen todas mis habilidades, y eso lo ha complicado todo.
    Estoy descubriendo que nada es lo que parecia hasta este momento, entre otras cosas, la misteriosa muerte de Constantine, mi companero.
    Las revelaciones me empujan hacia un mundo nuevo e inquietante que pone en peligro mi vida y la de mis seres mas queridos. ?Conseguire adaptarme a el y salvarlos?

  • Cumpleanos Feliz de Nina Klein

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    C U NO umpleaaaaaanoooooos feeeeeeeliiiiiiiiz... cumpleaaaaaanooooos feeeeeeeeliiiiiiiz... Mientras la gente de la oficina desafinaba a mi alrededor, mire la tarta que me habian comprado entre todos. Le habian puesto velas y las habian encendido. Alli estaban, pinchadas en la tarta, esperando a ser sopladas por mi. Afortunadamente no eran velas individuales, o habrian tapado la tarta entera. Eran velas con forma de numeros. Un cuatro y un cero. Dios dios dios, cuarenta anos. Te deseeeeeaaaaaaamos Tiiiiinaaaaaaaaaaa... En serio, adoraba a mis companeros de trabajo. Eramos como una gran familia y nos llevabamos todos de cine. Al menos en nuestro departamento, que era el mio, porque la jefa del departamento era yo. Pero vamos, que eramos todos iguales, no tenia necesidad de sacar latigos para obligarles a trabajar ni nada. Me caian bien, iba diciendo, mis companeros de trabajo. Lo de la tarta no era peloteo, cada vez que alguien cumplia anos se ponia dinero entre todos, se encargaba una tarta y un par de botellas de vino rosado espumoso --mmmm-- y cantabamos cumpleanos feliz al pobre incauto justo despues de la hora de comer. A veces pienso que mas que por simpatia o buen rollo lo haciamos para comer tarta y beber en horas de trabajo, pero bueno. Servia de las dos formas. No eran mis companeros quienes me estaban incomodando. Era la cifra maldita que estaba clavada en la tarta, en forma de vela. ...cumpleaaaaanoooooos feliiiiiiiiiz. Corono la cancion desafinada una ronda de aplausos, y luego unos cuantos !sopla, sopla! Eso hice, sin pedir un deseo, porque total, lo unico que se me ocurria era no tener cuarenta anos, y tenia delante de mi la prueba --en forma de vela-- de que ese deseo no se me iba a conceder. Asi que sople las velas. Sonrei. Di las gracias. Alguien saco un cuchillo para cortar la tarta. Bueno. Me console pensando que la tarta era de cafe y chocolate, mi favorita. Algo era algo. --?ESTAS bien? Mire a Ana, apoyada en el marco de la puerta de mi despacho, con un plato de papel en la mano con un trozo de tarta. Ana, que trabajaba conmigo y era una de mis mejores amigas, se habia dado cuenta, supuse, de que mi sonrisa era un poco forzada mientras la gente me felicitaba, y de que igual habia bebido un vaso de vino mas de lo normal. O dos. Luego me habia recluido en mi despacho, con el tercer vaso de vino, poniendo la excusa de que tenia trabajo. Que era cierto, pero tambien era cierto que me dolia la cara de sonreir y no tenia muchas ganas de celebrar nada. --Meh --respondi, apoyando el codo en el escritorio y la mano en la cara. Ana se dio la vuelta para cerrar la puerta de mi despacho y se sento en la silla de los visitantes, al otro lado de mi mesa. Cada vez que hacia eso --y lo hacia por lo menos una vez al dia-- se nos iba media hora hablando. Ana era alta, delgada, con el pelo corto rubio platino, super estilosa. Yo era mas, como decirlo... voluptuosa, algo que conseguia mantener a raya yendo religiosamente al gimnasio. Eso si, nunca podria llegar a ser un insecto palo como Ana. Tampoco me quejaba: cintura estrecha --lo mio me costaba--, caderas anchas --no podia hacer nada-- y una talla de sujetador mas que generosa. Pero bueno, tenia musculos en los brazos --solo se veian cuando los flexionaba-- y estaba en forma, eso era lo importante. Tambien tenia el pelo sobre los hombros, castano oscuro que dentro de nada iba a empezar a tenirme porque esa misma manana --?casualidad, el destino?-- me habia visto como siete canas en el espejo del bano. Siete canas, las habia contado. Mi pregunta era, ?donde estaban hasta entonces? ?Habian esperado a mi cuarenta cumpleanos para manifestarse? --?Que te pasa? ?En que estabas pensando ahi fuera? --pregunto Ana--. Estabas como ida... Suspire. Suspirar era algo que parecia que estaba haciendo mucho ultimamente. --Ya sabes, cuarenta --dije, poniendo enfasis en la palabra--. El numero en si, crisis, mediana edad, etc. Ana hizo una especie de pf con la boca. --?Estas de broma? Yo tengo cuarenta y tres, paso de todo. Estoy mejor que nunca. Me encogi de hombros. --Tambien me estaba preguntando si la virginidad puede volver a crecer. Ana rompio a reir con su risa cristalina, que ademas era contagiosa. Me vi sonriendo casi sin darme cuenta. --Lo que necesitas --dijo, bajando un poco la voz, como si no estuvieramos en el despacho con la puerta cerrada y alguien pudiera oirnos--. Es volver al mercado. Torci la nariz. Volver al mercado, que expresion mas odiosa. --No, gracias. --No, en serio, escuchame... --como si tuviera otra opcion. Cuando Ana se sentaba en mi mesa del despacho, hasta que no decia lo que habia ido a decir, no se iba--. ?Por que no pruebas una app de citas? Puedes instalarte Tinder. A mi me va bien --le dio un mordisco al trozo de tarta que tenia en el plato de papel--. O por lo menos la mitad de las veces me ha ido bien. Bueno, me ha ido bien dos veces. Pero es la unica manera de conocer gente. Mire a Ana mientras masticaba la tarta. --?La unica manera? ?Y que hay de malo en salir un sabado por la noche a tomar algo, que te guste alguien, hablar un rato, intercambiar telefonos? Ana elevo los ojos al cielo y luego suspiro. --?Por donde empiezo? Primero, demasiado trabajo. Y segundo, demasiado cansado. Asi es como se conocia gente en el siglo pasado. Tienes que renovarte, Tina... ?Cuanto tiempo hace que te divorciaste? No queria hablar de ello, y menos en mi cumpleanos. --Un ano --dije, despues de titubear un poco. En realidad era ano y medio, a lo que tenia que sumar diez meses de separacion… Dios, mas de dos anos. ?Que habia hecho desde entonces con mi vida? Practicamente nada. Y en el terreno amoroso (por llamarlo de alguna manera), solo acudir a un par de citas a ciegas que mis amigas me habian preparado, en plan tienes que conocer al amigo del cunado de mi companero de trabajo, ya veras es super majo que habian sido un desastre absoluto. Dude un poco, lo que Ana aprovecho para convencerme. --En serio, Tina... tienes que hacer algo. Estas en lo mejor de la vida. No te encierres en casa por culpa del imbecil de James. El imbecil de James era mi exmarido, del que no tenia ganas de hablar. --Me da pereza... --dije, y era verdad. Ahora tenia que empezar a averiguar como funcionaba eso, quedar con gente... buf, solo de pensarlo me cansaba. Con lo bien que se estaba en casa un sabado por la noche, en el sofa, con una mantita, una botella de vino y una peli. En cuanto escuche mis propios pensamientos me di cuenta de que necesitaba ayuda. O eso o comprarme dos o tres gatos y ya terminar con todo, una de dos. --Puedo ayudarte a hacerte el perfil, ensenarte como funciona --dijo Ana, y aquello termino de convencerme. Accedi a reganadientes, sobre todo porque si no lo hacia Ana no se iba a ir de mi despacho. --Bueno... vale. Poco podia imaginarme la que se me venia encima...

  • Tu me robaste el corazon (Destino austral 2) de Yamila Bianqueri

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    Morena regresa de su viaje dispuesta a luchar por el, por lo que siente.
    ?Sera correspondida su ilusion?

  • Recordaran tu nombre (Serie Mariana de Marco), Lorenzo Silva de Lorenzo Silva

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  • Simplemente Sara (Sara Summers 4) de Susanna Herrero

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    Sara ya tiene veinticuatro anos. Y tanto sus saltos, como sus caidas y sus decisiones la han llevado a ser lo que es: simplemente Sara.

  • Que sea para siempre de Bryan Valarezo

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    La vida puede sorprendernos con sus giros inesperados,con las casualidades que sacuden nuestra forma de ver el mundo.Caleb es un joven que ya ha perdido mucho. Primero debio despedirse de sus padres de forma repentina y hace poco tambien tuvo que decirle adios a su abuela. Y es justo en ese momento, cuando la tristeza se carga sobre sus hombros, que por su camino se cruza alguien que podria dibujar nuevas sonrisas en su rostro.Kensei es una chica de mirada melancolica y de emociones profundas. Transita sus dias acompanada por una guitarra con la que expresa las verdades de su corazon. Con personalidad altanera y hambrienta de aventuras, se preparara para realizar un viaje muy importante para ella.El primer encuentro sucede en una heladeria, el segundo en un cafe. Y cuando el tercero se concreta en la estacion de tren, ya no hay vuelta atras.A medida que ambos personajes se abren el uno al otro, descubren que la felicidad no esta tan lejos como habian pensado, que las casualidades existen y que a veces las sonrisas pueden dibujarse tan solo con pequenas muestras de carino.

  • La flor de hierro de Laurie Forest

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    La fortaleza de Elloren Gardner marcara el destino de un reino. Una historia en un entorno escolar a la Harry Potter y con un contexto politico a lo Juego de Tronos.

  • Mi amor prohibido de Jodi Ellen Malpas

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    La princesa Adeline se niega a someterse a las obligaciones que implica su titulo, pues sabe que bajo la imagen perfecta de la familia real no hay mas que mentiras y secretos. Ni quiere formar parte de ello ni piensa aceptar la peticion de su padre para que se case con un hombre al que no ama…Todo cambia cuando se cruza en su camino Josh Jameson, un actor escandalosamente sexy que pronto se convierte en el ultimo vicio de la princesa: su atractivo es abrumador y sus caricias son puro fuego. Nadie la ha hecho sentir tan viva nunca. Pero, aunque el pertenezca a la <> de Hollywood, no es un aristocrata real, y Adeline sabe que el rey y sus consejeros haran todo lo que este en sus manos para impedir que vivan esa pasion. ?Acabara rindiendose a los deseos de su padre o a los de su corazon?

  • Viva la Revolucion de Eric Hobsbawm

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    En su autobiografia Anos interesantes. Una vida en el siglo XX, Eric Hobsbawm escribio que America Latina era la unica region del mundo fuera de Europa donde se sentia realmente en casa. Siempre se sintio atraido por el potencial de la revolucion social en America Latina: despues del triunfo de Fidel Castro en Cuba en enero de 1959, <> -escribio- <>.

  • Guerrero salvaje de Juan Martinez

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    De sus ojos emanaba un rojo tan intenso, que ni siquiera el color de la sangre viva podia compararse con esto. Era lo que siempre iniciaba los suenos de Artemis, quien habia sido acechada por una gran cantidad de fantasias eroticas durante las noches. Era dificil asegurar de donde provenian todas estas imagenes, ya que, era una chica de apenas 20 anos de edad y jamas habia abandonado el reino, era virgen, dulce e inocente, siendo catalogada por sus padres como la hija perfecta. Los cabellos rubios de Artemis, llegaban hasta su cintura, su madre se preocupaba mucho desde que era tan solo una nina por mantenerlo en el cuidado perfecto, en un estado espectacular que brillaba con la luz solar. Resplandecia e impresionaba absolutamente todos los que veian a esta hermosa jovencita de piel blanca como la nieve. El hecho de simplemente verla, ya era una bendicion, ya que, Artemis no solia ir demasiado al pueblo, vivia en los limites del reino de Klion, y alli, desempenaba sus actividades de agricultura y cuidado de animales junto a sus padres. Tenia un circulo de amigos muy reducido, y generalmente, eran los hijos de los amigos de sus padres, con los cuales, solia jugar por aquellos campos hermosos y floreados. Pero el reino de Klion no habia sido siempre asi, habian sido siglos de restauracion y crecimiento, ya que, en algun momento, los vampiros habian dominado absolutamente todos los espacios del planeta. Por suerte, Artemis habia nacido en la epoca buena, en el periodo de mayor crecimiento de estas tierras, ya que, una paz continua, habia mantenido a todos seguros y confiados de que absolutamente nada podria amenazarlos, ni comprometer su tranquilidad. Los registros historicos, habian narrado muchas anecdotas acerca de las batallas que se habian llevado a cabo en el pasado entre Licantropos y Vampiros, siendo los segundos, los cuales habian ganado mas batallas a lo largo de la historia, pero los licantropos habian logrado reducir a uno de los lideres mas poderosos, sometiendolo a un castigo de sueno indefinido, aunque estos habian asegurado que lo habian matado. Una estaca en el corazon era uno de los metodos mas tradicionales para asesinar a un vampiro, pero a pesar de que uno de los guerreros mas elogiados de Klion, habia logrado finalmente incrustar una gran daga de madera en el pecho de Eudor, este, habia fingido una muerte temporal, pero habia entrado era un estado de sueno profundo, de donde solo podria despertar en 200 anos. Este habia sido el tiempo suficiente para que las personas comenzaran a olvidar de manera definitiva lo que habia ocurrido en aquel encuentro entre los dos reinos. Los Licantropos, rapidamente comenzaron a distribuirse por todo el planeta, fundando nuevas ciudades, creciendo de una manera significativa. Pero todo giraba en torno a Klion, ya que, este era el centro mas importante en lo economico, alli, se llevaban labores de extraccion de minerales, cultivos, cria de animales para el alimento de los propios licantropos, asi que, era una sociedad organizada que habia experimentado un crecimiento belico muy significativo. Sus ejercitos, habian logrado desarrollar armamento de alta tecnologia, espadas disenadas especialmente para asesinar a los vampiros, los cuales, podian ser decapitados con mucha facilidad. Esta era otra alternativa que se podria utilizar al momento de luchar contra uno de estos seres malvados y oscuros, pero estos, utilizaban algunos trucos que no les permitia ser asesinados con mucha facilidad. El tiempo de sueno de Eudor, habia pasado, y aunque esto no era de conocimiento de los licantropos, era precisamente el hermano menor de aquel lider vampiro, el que tenia sus intenciones puestas sobre la necesidad de llevar a la vida nuevamente a su hermano. Sabia que aquello que habia ocurrido hacia 200 anos atras, habia sido simple casualidad, un breve error de calculo, pero que, si no hubiese ocurrido, la extincion de los licantropos, hubiese sido definitiva. La muerte de Eudor, habia significado un antes y un despues en la historia de los licantropos, asi que, todo debia permanecer en el mismo estado de equilibrio para poder garantizar la continuidad de la raza. Serian inimaginables los problemas, los dolores y el sufrimiento a los que debian ser sometidos nuevamente en caso de que Eudor volviera a la vida, principal prioridad de Cosmo, quien habia dedicado su absoluta energia e impetu a este objetivo. Se decia en algunas de las historias que Eudor habia sido capaz de acumular el poder de 1000 demonios, y por esto, habia sido tan despiadado, arrasando con multiples razas, acabando con los humanos, destruyendo por completo la existencia de las brujas y enanos, dejando simplemente como sobrevivientes a sus contrincantes mas fuertes. Los Licantropos habian sido los unicos que habian logrado contener la furia de los vampiros, los superaban el numero, era mucho mas resistentes a sus ataques y sus mordidas, y esto, habia garantizado la subsistencia de los mismos. Precisamente Artemis, era habitante de este reino, y aunque sus actividades no tenian nada que ver con el futuro del reino, habia caido en un punto aleatorio donde las probabilidades la habian perjudicado a ella. Artemis habia sido seleccionada como la elegida, ya que, para poder volver a la vida, la sangre de una virgen debia ser derramada en honor a Eudor, y este, era capaz de propiciar este acto desde las sombras. A esto se debian los multiples suenos eroticos, humedos, retorcidos, a los cuales se veia sometida Artemis, quien no puede entender de donde vienen estas imagenes y porque todo era tan realista. Habia pedido ayuda a su madre, habia tenido la confianza de revelarle absolutamente todo lo que pasaba en su mente, pero esta mujer, tampoco habia sido capaz de explicar lo que ocurria. En ocasiones, despertaba con algunos moretones en su piel, algo que parecia trascender la fantasia a la realidad, generando un vinculo entre los dos planos, ya que, mientras aquel ser malevolo de cabello largo y ojos grises la besaba de manera agresiva, cuando despertaba, en su piel podia sentir aun el dolor, y al encender las velas, y poder ver su piel, podia notar que habia marcas que habian sido dejadas por este demonio. Eudor habia acosado a la chica desde hacia dos semanas, este demonio de cabellera larga, de aspecto sensual, y actitud apasionada, la poseia una y otra vez en el interior de sus fantasias. Aunque el cuerpo de Artemis en la realidad seguia siendo virgen, en el plano surrealista, ya le pertenecia por completo al vampiro. Esta campesina inocente y hermosa, habia sido seleccionada de manera sabia por Eudor, quien debia entrar en la mente de alguien que no estuviese preparado, y de manera gradual contaminandola desde su imaginacion. El miedo, la ignorancia y la duda, habian hecho que los padres de Artemis guardaran silencio, ya que, no querian que esto que estaba ocurriendo se hiciera de dominio publico. Los Licantropos eran muy estrictos cuando se trataba de vampiros, asi que, tomaban medidas extremas que no resultarian del todo agradables para la espectacular rubia. El rey de los lobos, Animus, habia establecido una norma de que cualquiera que sintiera contacto con un vampiro, debia reportarlo antes de que fuese demasiado tarde. A traves de metodos poco ortodoxos y bastante agresivos, se sometian a una prueba nefasta, tratando de sacar el demonio, pero en la mayoria de los casos, la victima moria antes de conseguir la sanacion. Precisamente el miedo habia generado que la chica guardara silencio, aquello habia sido un secreto sumarial que no podria ir mas alla de las paredes de la cabana donde habitaban, asi que, ellos aprenderian a lidiar con las fantasias y suenos de Artemis. Esta despertaba de forma agresiva en la madrugada, tratando de sacarse de encima a aquel apasionado amante que se servia de su cuerpo cuando lo deseaba. Su principal intencion, siempre habia sido quebrantarla, desde el momento en que comenzaba a influenciarla, Eudor podia ir generando fracturas en su autoestima, generando una persona temerosa que finalmente acabaria con su vida regalandole su sangre, ante lo que, el podria volver al plano de los vivos. Cosmo, su hermano menor, habia estado alistando las tropas de los seres oscuros de la noche, los vampiros, ya que, una vez que este regresara a la vida, podria canalizar todas sus fuerzas belicas directamente hacia los licantropos. Esta vez, no darian tregua, no habria marcha atras, la ofensiva seria definitiva, y no se detendrian hasta acabar con el ultimo de los lobos. Era una situacion realmente complicada para una inocente campesina, la cual, no podia entender por que era ella precisamente la que tenia que lidiar con aquellos suenos tan extremos. Aquellas semanas, se habian vuelto una tortura para Artemis, quien no descansaba durante la noche, y durante el dia, solo pensaba en lo que habia afrontado en los suenos. Tanto Eudor como Cosmo, estan al tanto de que la seleccion ya ha sido hecha, pero el menor de los vampiros, no puede internarse hacia el reino licantropo de Klion para poder hacerse con la virgen y terminar el trabajo el mismo. Seria una mision suicida, asi que, el unico recurso que tienen, es la manipulacion mental. Es una situacion confusa para la chica, la cual, tiene que lidiar con el hecho de que muchos de aquellos estimulos que tiene que sufrir durante sus suenos o pesadillas, le agradan. Pero el miedo que le transmite el lider vampiro, sin saberlo, la esta convirtiendo en su esclava mental. Generalmente, Artemis experimentaba como aquel hombre entraba a traves de la ventana, era como una especie de niebla que se materializaba en un aspecto masculino, varonil y muy sexy. Ella trataba de resistirse, pero el, a traves de susurros, caricias y estimulos, terminaba haciendo que se doblegara. Su cuerpo quedaba totalmente inmovil mientras el cuerpo desnudo de aquel vampiro infame, comenzaba a recorrer toda su piel. Artemis podria asegurar casi en su totalidad que aquello estaba ocurriendo, pero no podia gritar, no podia pedir ayuda, imploraba que todo terminara rapido cada vez, pero las cosas se prolongaban en diferentes ocasiones. Eudor parecia disfrutar enormemente de lo que hacia con el cuerpo de aquella chica. Descubria sus pequenos senos, los lamia con mucho deseo, su lengua frotaba sus pezones para que estos se despertaran, mientras la veia directamente a los ojos explorando sus reacciones. Artemis separaba sus labios para respirar agitada, tiembla, se siente insegura, y a pesar de que esto ha ocurrido varias veces, el temor siempre es el mismo. Eudor podia haber seleccionado a cualquier mujer que quisiera, su mision era acabar con los licantropos si era precisamente la sangre de estos lobos la que debia derramarse. No habia elegido al azar, habia escogido a la virgen mas espectacular de Klion, y esta, tarde o temprano se convertiria en su mujer. En otros casos, el sacrificio simplemente debia llevarse a cabo y una vez que la victima habia muerto, ya no era importante. Pero en este caso, Eudor se ha obsesionado con Artemis, llevandola hasta el punto de satisfaccion a traves de aquellos suenos que han perturbado enormemente la mente de la chica.

  • El chico del Maravillas de Lluis Llach

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    Roger Ventos, futuro baritono reconocido a escala internacional en el mundo de la opera, tiene unos origenes peculiares. Nace en 1939 en la ciudad francesa de Seta, pero a los quince anos su madre lo manda a Barcelona con su tio, Lluis Ventos, tramoyista en un teatro de variedades del Paralelo. Es alli, entre los bastidores del teatro Maravillas, donde Roger descubre a su verdadera familia mas alla de los lazos de sangre y empieza a recibir clases de canto en el Liceo.
    La vida de Roger desde entonces basculara entre dos polos: el de la calidez familiar de su Maravillas
    y el de la independencia personal consagrada a las exigencias del canto. Mientras seguimos su fulgurante carrera operistica, asistimos tambien a traves de sus ojos a la evolucion forzosa del viejo teatro del Paralelo. Y lo hacemos con una esplendida galeria de personajes secundarios que subraya el impacto de una historia conmovedora.
    Literariamente impecable, El chico del Maravillas consolida a Lluis Llach como un autor de referencia. En su obra mas personal y emotiva, las experiencias de un cantante lirico, que vive la musica de una forma apasionada y al mismo tiempo reflexiva, trascienden al personaje y reflejan las complejidades de toda una epoca.

  • Frio y calor (Los secretos de Boira no 2), Gina Peral de Gina Peral

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  • En el huerto de las Mujercitas de Gloria V. Casanas

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    En el huerto de las Mujercitas rinde homenaje a una escritora que evadio los esquemas de pensamiento reservados a las mujeres de su epoca, se atrevio a desafiar las convenciones sin perder su amor por la familia ni el romanticismo, y dejo profunda huella en otros escritores. Es tambien una novela dentro de otra, a tal punto fusionadas que la realidad se torna ficcion y esta se vuelve real.

  • El nacimiento del ultimo Fenix de V.g. Gonzalez

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    Sabrina sufre una extrana condicion en la vista y cada vez que es dominada por la ira o el miedo sus ojos cambian de color. Cuando el primo de su mejor amigo llega a la ciudad, comienzan a acontecer una serie de sucesos extranos. En su interior va creciendo un poder que no puede controlar. Mientras, angeles, demonios , criaturas misticas comienzan a hacerse visible en su mundo. ?Que significan? ?Quien es el extrano que ha despertado todo esto dentro de ella? ?Estara perdiendo la cordura o un nuevo mundo se esta haciendo presente ante ella?

  • El grito de la gaviota de Emmanuelle Laborit

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    El grito de la gaviota es el testimonio de una joven que, a los veintidos anos, ha conocido
    ya la soledad absoluta, la duda y la desesperacion, pero tambien la dicha, la solidaridad y la gloria. La adolescencia y la primera juventud de Emmanuelle Laborit son la historia de una lucha por subsistir en un mundo <> y por el reconocimiento de los derechos de los tres millones
    de sordos franceses, hasta conseguir que, en 1991, se ensenara por fin en los centros de educacion para sordos el lenguaje de signos. Con este triunfo colectivo y el personal, pero no menos emblematico, de su exito como actriz teatral, El grito de la gaviota cierra significativamente un itinerario personal tan breve como intenso.

  • Herido – Veronica Valenzuela de Veronica Valenzuela

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    Esta es la revision editada, ampliada y corregida de la novela de Veronica Valenzuela. Nuevas escenas, mejor desarrollo y todo para hacer de esta una gran historia.

  • El club de Trebol de Lee Vincent

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    Supe que estaba perdido tan pronto el joven crupier comenzo a recoger las fichas. Solo un idiota como yo apostaria los ultimos veinte mil dolares para perderlos en cuarenta y cinco minutos. <>, me dije, mientras apuraba la copa de whisky que sostenia en mi mano derecha. Unicamente me consolaba la mirada inquisitiva de una mujer pelirroja, muy parecida a la caricatura de Jessica Rabbit, que no me habia apartado su mirada en toda la noche. Me agradaba que las mujeres aun me encontraran atractivo, pese a que, hacia dos semanas, habia cumplido los cincuenta y cinco anos. (Si, como acaban de leer, cincuenta y cinco. ?Que creen? Todavia puedo ser el galan de una novela). Bueno... creo que mi estatura, de un metro noventa y tres, mis atractivos ojos azules y mis noventa y un kilogramos de masa muscular, suelen ser un magnifico cebo para algunas mujeres, pero mi arma mortal es mi voz, masculina y atronadora. Cuando les hablo se derriten como mantequilla. A muy temprana edad aprendi, gracias a mi hermano mayor, Nelson, que un conquistador debe tratar a las mujeres como reinas. Y asi actuaba frente a ellas, haciendome el galante. No entendia como despues de un tiempo me resultaban tan aburridas e insipidas que tenia que buscar una nueva conquista, por eso ya contaba con cuatro matrimonios fracasados y algunas misas sueltas. Todas ellas extraordinarias mujeres, excepto la ultima. Pamela fue el gran error de mi vida. ?Saben que a los hombres nos ataca una condicion que se conoce como andropausia? Es lo mismo que la menopausia, pero con sintomas un poco diferentes, asi que cuando comence a padecerla, me inicie con Pamela, una rubia despampanante, Treinta anos menor que yo. Me enloquecio porque olia a Conejita de Playboy. !Ja...! (Ahora se estaran preguntando como huele una de esas conejitas, he de decir que a… !GLORIA!…) Hare un parentesis (Me gustan las mujeres jovenes pues me encanta la piel tersa, que los pechos no hayan sido afectados por la gravedad, pero sobretodo, que no haya rastro de celulitis). Por eso no saldria con una vieja ni, aunque me pagaran. Esa habia sido mi filosofia de vida hasta esa noche, cuando al finalizar el partido de poker, regrese a mi habitacion del noveno piso en el hotel Borga de Atlantic City. Ver dos gigantes corpulentos, con cara de pocos amigos, flanqueando la puerta de mi habitacion, me hizo presagiar que algo muy malo estaba por acontecer. Les sonrei para disminuir la tension, pero ni tan siquiera se inmutaron en contestar. Asi que apresure mis manos para abrir la puerta. Cuando logre acceder a la habitacion todas mis dudas se disiparon, no era mi imaginacion. El ambiente en el interior era diferente. Un olor rancio, como a azufre, inundaba el lugar. Y ta-ra-tatan... Alli estaba el mismisimo diablo encarnado, Gerry Rhys-Meyers. Sentado como un leon que espera a su presa. Literalmente parecia un leon con su melena abundante de color gris. Llevaba un traje negro, camisa negra, corbata negra... Apostaria que hasta su corazon era negro. El desgraciado sonrio sin mostrar su dentadura perfecta. Sospechaba que ya utilizaba caja de diente porque debia rondar los sesenta y tantos, aunque se conservaba muy bien. Tal vez habia descubierto el misterio, casi mistico, del Agente 007, Sir Sean Connery, que, entre mas viejo, mas sexy lo encontraban las mujeres. Envidio a ese tipo, no saben cuanto. Deje la billetera y el movil sobre la comoda y me voltee para mirarlo. La ultima vez que hablamos, hacia mas de un mes, el magnate de la bolsa de valores de Wall Street, exigio su paga de seis cifras. Debo admitir que las apuestas me han llevado por un camino muy tenebroso. No era a este hombre al unico que le debia dinero, pero sabia que Rhys-Meyers era peligroso. --Por tu cara puedo imaginar que no ganaste un penique, Liam --dijo con un sarcasmo que me saco de quicio y, aunque me vi tentado a golpearlo, me contuve--. ?Cuanto perdiste? No le conteste de inmediato, por el contrario, me tome mi tiempo y camine hasta el mini bar para sacar del botellero una cerveza Guinness. ?No lo he mencionado? !Ah! Si, soy irlandes, radicado en Estados Unidos desde hace casi cincuenta anos. Mis padres me trajeron en una de las ultimas grandes olas migratorias y nos establecimos en Queens, Nueva York, asi que guardo algunas costumbres irlandesas muy bien afianzadas. --No tengo el dinero --conteste. --Ultimamente es lo unico que sabes decir, Liam. El hombre se levanto para enfrentarme. Ya mencione que tengo gran estatura, pero Gerry no se quedaba corto, era un hombre de casi un metro noventa. Nos sostuvimos la mirada por unos segundos. Me enfermaba que el tipo se creyera con todo el derecho del mundo a amedrentarme, aunque se rumoraba que, en algunas circunstancias, cuando alguien le jugaba mal con un negocio, Gerry actuaba como un vil mafioso. Lo que queria decir que a algunos malos socios los habia desaparecido del mapa. Sospechaba que al final, si no conseguia la pequena fortuna que le debia, me pasaria lo mismo. --Saque la cuenta --dijo--. Me debes ciento ocho mil dolares y al ritmo que vas, no creo que los consiga para antes de verano. ?No fue eso lo que prometiste? --Estoy haciendo un esfuerzo, pero la firma no va bien. Desde hace tres meses no conseguimos un nuevo cliente. No le mentia. Soy dueno de una firma de arquitectura, que en un momento fue muy prestigiosa, pero que en la actualidad estaba en una decadencia bochornosa. Gerry solto una carcajada socarrona. Ahi regresaba su majaderia. Aprete el puno que me quedaba libre, pero como siempre sucedia, desisti. --Necesito un gran favor --dijo, mientras se paseaba por la habitacion con ese aire que siempre utilizaban los magnates, como si el mundo lo tuvieran a sus pies--. Un favor que puede saldar tu deuda. Hice una mueca. El favor tenia que ser bastante grande. Tal vez me pedia que asesinara a alguien o que cometiera algun fraude. Ninguna de esas dos opciones estaba en mi radio de accion. --Si recurro a ti es porque creo que eres perfecto para este encargo. A esas alturas estaba deseoso por saber cual seria ese magnifico favor que me liberaria de sus garras para siempre. --Necesito que viajes a Ibiza en tres dias. ?Ibiza? ?Habia dicho Ibiza? ?A las Baleares en Espana? ?A ese paraiso pecaminoso? Hacia mas de diez anos que estuve alli celebrando mi tercer divorcio. Un viaje escandaloso con tres bellezas, mucho whisky y la mejor musica, pero ahora estaba en otra etapa de vida... Ya no estaba para tanta intensidad. ?Que pretendia Gerry? --?Y eso? --le pregunte, vacilante. El hombre se mantuvo en silencio, envuelto en un misterio que ya comenzaba a impacientarme, tanto que me tome el resto de mi Guinness de un solo sorbo. Deje la botella sobre la mesa y abri la puerta de cristal que daba al balcon para que corriera la brisa. Tambien para disipar la peste a azufre que impregnaba la habitacion. Si, es que era el mismisimo diablo. --Liam, necesito que seduzcas a mi mujer. Gracias al cielo que estaba de espaldas a el porque mi cara desfigurada debe haber costado un millon. ?El muy anormal me habia pedido que sedujera a su mujer? ?Habia escuchado bien? ?Que me acostara con ella? ?Que le diera toda mi pasion y que le mostrara por que las mujeres me decian Liam Farrell, "el temible"? Me voltee despacio para afrontarlo. Guardaba la ilusion de que al encontrarme con su feo rostro estuviera sonriendo debido a que su propuesta habia sido una estupida broma, pero no fue asi. El tipo me miraba como si acabara de darme la hora. Carraspee un poco para ver si se daba cuenta de su locura, sin embargo, el hombre ni se inmuto. --Obvio, no quiero que te acuestes con ella. Fue como si de repente el alma me regresara al cuerpo. !Plop! Resople dejando ver mi alivio. Aunque no conocia a su mujer, la idea de acostarme con la esposa de alguien conocido no entraba en el Codigo de Etica Farrell, un conjunto de normas y valores de diez cosas a las que nunca cederia, entre las que se destaca: "Jamas acostarme con la mujer de un tipo que conozco". --No te entiendo, Gerry. --Me hice el tonto. A veces esa tecnica me funcionaba a la perfeccion, tal como les funcionaba a algunos animales hacerse los muertos cuando enfrentaban el peligro. --Acabo de pedirle el divorcio a Fiona... No lo deje culminar porque estalle en risa. ?Fiona? ?Acaso alguien, aparte de la mujer de Shrek, tenia ese nombre? --No se por que te produce tanta gracia, Liam. --Perdona es que me acorde de... Olvidalo --anadi un ademan. --Por supuesto, ella no quiere hacerlo a las buenas y me ha pedido la mitad de mi fortuna, cosa que no pienso hacer. --Volvio a mostrar su dentadura, blanca y perfecta, pero no era un gesto sincero --. Necesito ponerla en una posicion incomoda que pueda probar una infidelidad. !Ja...! Ahora si que entendia menos. Me acababa de pedir que no tuviera una relacion coital, o sea que no tuvieramos "wiki wiki", solo que la sedujera, pero queria que le fuera infiel para utilizar la prueba durante el divorcio. Recorde a mi tercera esposa. La muy picara habia hecho exactamente lo mismo que se proponia Gerry, acusarme de adulterio, pero el caso se cayo en corte cuando las fotos no fueron prueba suficiente, aunque eran muy explicitas. Para que eso prosperara era casi obligatorio filmar un video porno. Bufe en mi cabeza.

  • Los muertos no saben nadar de Ana Lena Rivera

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    Estimado lector: Las dos novelas anteriores de Ana Lena Rivera, Lo que callan los muertos y Un asesino en tu sombra, tuvieron muy buena acogida, por lo que estamos muy contentos de poder presentarte Los muertos no saben nadar. En esta tercera entrega volvemos a encontrarnos con la investigadora de fraudes Gracia San Sebastian, que ahora trabaja para la policia. La novela arranca en Gijon, en la playa de San Lorenzo, cuando a mediados del mes de diciembre un nino encuentra el brazo amputado de un hombre. A partir de ese hallazgo, todo es vertiginoso: la extremidad amputada pertenece al director financiero de una empresa de inversiones que en esos momentos esta siendo investigada por Gracia San Sebastian. La entidad, sospechosa de ser la tapadera de estafas a gran escala, es originaria de Rumania y posee ramificaciones por toda Europa, sobre todo en los paises del este con un sector inmobiliario emergente, como Moldavia o Bulgaria. Ademas, tiene conexion directa con un asesor fiscal de Gijon y su familia, que llevan un tren de vida muy por encima de sus posibilidades y tienen mas de un secreto que ocultar. Te reencontraras con la protagonista, Gracia, que esta intentando dejar atras el pasado para empezar una nueva relacion de pareja. Mientras, su exmarido continua velando por sus propios intereses, y su madre, Adela, sigue haciendo de las suyas. Una mafia rumana que opera con absoluta falta de escrupulos, la ciudad de Oviedo en plena preparacion de las fiestas navidenas y el comisario Miralles con su desesperada lucha contra el sobrepeso, son los ingredientes de una novela que no defraudara a ningun lector. ?A que esperas para empezar a leerla? Estoy segura de que te encantara. La editora A los que viven la vida en presente porque no saben si habra un manana Sabado, 7 de diciembre de 2019. 10:00. Playa de San Lorenzo. Gijon --!MIRA, PAPA! MIRA lo que he encontrado. --?Que es eso, Isma? --pregunto el hombre extranado al ver a su hijo acercarse con lo que parecia la mano de un maniqui viejo y sucio. El horror que sintio cuando el pequeno le entrego su recien encontrado tesoro le persiguio durante varios dias. Los momentos siguientes se fijaron de manera caotica en su memoria: como arrojo el brazo putrefacto de una patada lejos de su hijo, los ojos llorosos de este ante la reaccion de su padre, la confusa llamada a emergencias, la carrera desenfrenada y torpe por la arena con el nino en brazos, la cara de los agentes cuando les explico que habia dejado un brazo humano en la playa, el traslado a comisaria para tomarles declaracion despues de examinar el brazo y de permitirles recoger su pelota abandonada. A Ismael, en cambio, la visita a la comisaria con todos aquellos policias alrededor le compenso con creces la perdida de su hallazgo. Los agentes se interesaban en su historia, tuvo que repetirla varias veces, hasta le dieron gominolas y un batido de chocolate. Su padre le permitio tomarselo todo y le prometio llevarle esa tarde a darle la carta a Papa Noel. Fue uno de los dias mas geniales de su vida. --Entonces --quiso confirmar el agente de policia con el pequeno Ismael--, ?no encontraste el brazo en la orilla? --No, estaba escondido en mi agujero del muro. Siempre dejo alli las conchas que cojo. --?Cuando fue la ultima vez que dejaste conchas en tu agujero del muro? --El ultimo domingo que estuve con papa. Si hace bueno bajamos a jugar al futbol a la playa. --?Y eso cuando fue exactamente? --pregunto el policia mirando al adulto. --Hace dos semanas --respondio Julio, el padre de Ismael--. Mi mujer y yo estamos divorciados, paso con Isma un fin de semana de cada dos. Si no llueve y hay marea baja nos gusta jugar al futbol en la arena. Ismael tiene la ilusion de que le fiche el Real Madrid, ?sabe usted? Esta en la escuela de futbol del Sporting. --?Donde estaba usted cuando su hijo encontro el brazo? --Le estaba esperando en la zona humeda. Si la arena esta seca no se puede jugar bien. Isma fue a revisar el agujero del muro. Le gusta recoger conchas y meterlas dentro. Siempre que bajamos, comprueba si todavia estan alli. A veces las encuentra y otras no. Despues de hacerles algunas preguntas de rutina y tomarles los datos los dejaron ir, no sin antes dar las gracias a Ismael y nombrarle miembro honorifico de la policia de Gijon en una ceremonia improvisada que hizo las delicias del nino. <>, penso Julio cuando iban para casa. Todavia sentia el estomago un poco revuelto. 1 Sabado, 7 de diciembre de 2019. 21:00 MARIO MENENDEZ TAPIA, jefe de policia del Principado, encendio un puro sentado en el sillon orejero de su salon y miro a los turistas que caminaban por la calle, en pleno casco historico de Oviedo, en busca de un restaurante para cenar. Menendez fumaba de tanto en tanto, resto de un habito que intento asumir como propio cuando los hombres muy hombres fumaban, y mas si eran tipos duros como los policias. De aquella no llego a conseguir que el tabaco le enganchara del todo. En cambio, cuando llego el momento en el que las fotos de pulmones podridos por la nicotina sustituyeron a las del vaquero de Marlboro, el habito no arraigado se nego a abandonarle. El cerebro humano, como la vida, era caprichoso. Mario era un hombre de principios, satisfecho con su trabajo, a pesar de los treinta anos que llevaba dedicado al Cuerpo de Policia, y firme creyente de que la labor policial era vital para la sociedad. Policias, medicos y profesores eran, en su opinion, los pilares basicos de la humanidad, los que conseguian que la sociedad siguiera funcionando y que el mundo fuera cada dia mejor. Con semejante vision de la vida y de su profesion, recuperaba en los integrantes del cuerpo la ilusion infantil que los habia llevado a ser policias. Sin familia directa, y sin mas aficiones que cantar en el Coro Vetusta, con el que incluso habia grabado un disco, dedicaba muchas horas al trabajo y exigia lo mismo a sus equipos.

  • Ginger de Tierra Salvaje

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    Hoy es sabado, no tengo ningun plan mas alla de ver una pelicula en casa y descansar. La semana se me hizo cuesta arriba con tanto trabajo, y estoy cansado. Un dia de relax no viene mal. Cuando estaba en Netflix buscando algo medio decente para ver llaman a mi puerta. Voy al teleportero, veo que Hugo esta abajo y le abro. Hugo es mi mejor amigo. Es la persona a la que le puedo contar cualquier cosa y consigue hacerme reir siempre que nos vemos. Le abro la puerta en calzoncillos, pero que cono, el es mi amigo. Con el no tengo que recoger los platos sucios de la cocina ni la ropa del viernes todavia tirada en un sillon. Es Hugo, hay confianza. --Joder, tio, ?que haces de esa guisa? -- ?Que pasa? Iba a ver una peli tranquilo --No me digas que ya te has olvidado del cumple de Ruth. No puedes ser mas capullo ni intentandolo. --Dijo mientras empezaba a reirse. --Menos mal que vine a buscarte temprano. Vete a la ducha y yo te espero por aqui. Y rapidito que nos esperan en media hora para cenar. --Pero... --Pero nada, hace dos semanas que nos aviso, ?asi que te vas duchando o tengo que ensenarte yo a hacerlo? --Dijo mientras me amenazaba con la jarra de agua que habia en la encimera. --Ademas hasta puede que pilles, pero eso si, no la traigas aqui. ?Cuanto hace que no lavas los platos? --No me seas cabron que tu eres peor que yo. --Dije ya desde el pasillo hacia el bano. Esta claro que no iba a sacar nada de discutir, y, lo peor de todo, el tenia razon. Ruth nos habia avisado hace dos semanas, y hace una semana nos lo habia recordado. Gracias a los benditos regalos en comun no tenia que preocuparme de comprarle algo, pero no me apetecia nada salir. Ya me habia hecho a la idea de pasar el fin de semana sin rascarla y aqui estoy yo ahora, pensando que cojones me voy a poner. Creo que tengo la camisa negra planchada y los vaqueros que me regalo Ruth por mi cumpleanos en la secadora. Seguro que le gusta el detalle de llevarlos, y, bueno, los vaqueros no se planchan ?No? Le di vueltas a lo que Hugo dijo de pillar. ?Deberia recortar un poco el vello alrededor de mi polla? Dicen que parece mas grande si no hay tanta selva. Hombre, yo no me quejo, pero nunca esta de mas. Mire el reloj y decidi que no tardaria mucho. Tras terminar de esquilar me meti en la ducha e intente quitar todos los pelillos pegados a mis piernas. Afeitarse, desodorante, colonia... Tras 20 minutos de reloj estaba yo como un pincel entrando en mi salon. Cuando vi a Hugo comiendose los espaguetis con albondigas que me habia traido mi madre ayer y que iban a ser mi comida de manana casi lo mato. --No me mires con esa cara. Da igual a donde vayamos a cenar, nada va a estar tan bueno como los espaguetis de tu madre y lo sabes. --Me dijo mientras me miraba con cara de cordero degollado. --Era mi comida de manana, cabronazo. --Pues pide una pizza. Ademas, tu disfrutas de los tuppers de tu madre a menudo, y sabes que yo no como tuppers de mi madre ni, aunque me pagaran. Que suerte tienes con la madre que te pario. Ademas, te hago un favor, tantos hidratos se te estan empezando a notar. --Se que es la envidia la que habla y no pienso contestarte. --Lo dije con mucha mas confianza de la que sentia. Ultimamente no habia tenido tiempo para nada mas que el trabajo, lo cual excluia tambien el gimnasio. Cuando pasamos por el espejo de la entrada, mientras Hugo cogia la cazadora, aproveche para echar un vistazo. Yo no notaba diferencia, pero ya se sabe que uno no nota nada hasta que de repente no te cabe ni un punetero pantalon. Supe que Hugo me la habia jugado cuando dijo que vino en moto y mi casco seguia casualmente en su casa. Lo cual era un eufemismo de "vamos en coche y tu no bebes". Que majo por su parte. En fin, no soy de los que echa de menos el alcohol, con lo que no me importo. Lo cual no quiere decir que no fuera insultandolo hasta el restaurante. No tengo pensado reconocerlo ante nadie, pero me vino genial cenar fuera y hablar de cosas que no tuvieran nada que ver con trabajo. Consegui desconectar al cien por cien, reirme, hablar con gente que llevaba tiempo sin ver, todo iba genial, y cuando nos dimos cuenta la cena habia terminado y yo estaba por retirarme cuando Hugo me dijo que fuera con el a por una cosa que se habia dejado en el coche. -- ?Desde cuando necesitas que te acompane al coche, ?que pasa? --Es que hoy es el cumple de Ruth, y, bueno, la noto mas receptiva de lo normal, ademas le compre un regalo solo mio para ella y queria darselo cuando venga con nosotros a la disco, venga tio, necesito que me ayudes. Por un instante no me gusto que me hubiera metido en un embolado asi, pero yo sabia que el estaba mas colado por Ruth de lo que reconocia y si podia hacer algo para poder sacarlo de la friendzone lo haria. Cuando volvimos un par de parejas se habian marchado y el resto ya habian decidido a donde ibamos. Nos repartimos en los coches y consegui que la cumpleanera fuera en el mio. Nada mas llegar al coche me di cuenta de que me habia "olvidado el movil en el restaurante" y fui a ver si todavia no me lo habia robado alguien. Les di diez minutos hasta que "casualmente" descubri que lo tenia en el bolsillo trasero del vaquero. Cuando llegue estaban los dos sentados en los asientos traseros muy juntitos. Ella con la cara roja y el con una sonrisa de oreja a oreja. Parecia que las cosas habian salido bien asi que me sente y conduje en silencio hasta la discoteca mientras ellos se decian cosas al oido y se reian. Senti una punzada de celos cuando los vi tan complices. No celos de Ruth, para nada, y de Hugo menos, yo quiero que sea feliz. pero yo nunca he conseguido conectar tanto con una tia. Es decir, no soy un santo, y he tenido sexo increible, pero ese vinculo, ese no poder sacar los ojos de una tia, esa sonrisilla tonta, ese aleteo de mariposas nunca lo he sentido. Quizas no todos estamos destinados al amor. O igual tengo unas expectativas muy altas. Igual la tia de mis suenos ha pasado por delante de mis narices y no me he dado cuenta. Llegamos al local y todos estaban en la puerta esperandonos. Sali del coche para explicar el retraso y todos miraron sin ningun disimulo a los dos tortolos que salian de los asientos de atras. No hicieron ningun comentario, pero sabia que cuando las chicas se fueran al bano o a bailar a Hugo le caeria un puteo de aupa, probablemente alguna palmadita en la espalda tambien. Pero sobretodo un puteo generoso. Asi que fui a por bebidas a la barra y los deje que fueran a escoger sitio. Con las manos llenas de bebidas me gire para buscarlos con la vista, y vi que habian juntado varias mesas bajas y sillones en una esquina de la pista de baile, en penumbra. Como llegamos directamente de cenar era temprano y no habia demasiada gente, pero hicimos acopio de sillones con cazadoras para los que faltaban por llegar, porque en una hora el local estaria de bote en bote. No pude evitar sonreir al ver a Ruth sentada en el brazo del sillon de Hugo y como disimuladamente "resbalo" hasta quedar totalmente sentada encima de las piernas de el. No paraban de hablar al oido e incluso en un momento me parecio ver que ella le mordia el lobulo de la oreja. Yo estaba sentado al lado, por eso podia ver el espectaculo de primera mano. Pude ver como ella aprovechaba que se colocaba la falda para pasar la mano por encima del paquete de mi amigo y se sentaba justo encima de el. Tambien vi como el habia aprovechado tambien para apretarle una nalga, desapareciendo sus dedos en las profundidades de su falda. Y cualquiera podia ver como el top de saten de ella marcaba sus pezones como si no llevara ropa, casi se podia distinguir la aureola de lo excitada que estaba. Yo no era el unico que me fijaba en el espectaculo que estaban dando y que habia conseguido que mi polla se pusiera morcillona. Uno no es de piedra y esos dos como no pararan pronto iban a acabar follando alli mismo. De hecho, si las miradas contaran, esos dos ya habrian consumado un par de veces.

  • Aviso de muerte (Anne Capestan 2), Sophie Henaff de Sophie Henaff

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    La nueva voz de la novela negra francesa, sucesora de Fred Vargas y ganadora de los premios Polar en Series, Arsene Lupin de Literatura Policiaca y de los Lectores de Livre de Poche, regresa con una nueva e hilarante aventura de la brigada mas peculiar.