• raquel leyo en una semana la tercera parte de un libro - Luis Angel Fernandez de Betono

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    En una tranquila ciudad a orillas del mar Cantabrico un hombre entra en una cafeteria y, sin razon aparente, asesina a tiros a una jueza y a un fiscal.
    La inspectora Calderon, una veterana curtida en la unidad mas dura de Madrid, sera la encargada de liderar el equipo que investigara el crimen. No obstante, ella tambien debe luchar contra sus propios demonios.

  • Raquel ley� en una semana la tercera parte de un ... - Brainly

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    10 oct 2016 � 2 respuestas

  • Raquel leyo en una semana la tercera parte de un libro de ...

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    Raquel leyo en una semana la tercera parte de un libro de 180 paginas y la semana siguiente la cuarta parte . Si tarda 3 minutos en leer una pagina ...

  • Raquel ley� en una semana la tercera parte de ... - KUDO.TIPS

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    Raquel ley� en una semana la tercera parte de un libro de 180 paginas y la semana siguiente la cuarta parte. Si tarda tres minutos en leer una pagina.

  • Test: Ejercicios de repaso - Eduboom

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    Raquel ley� en una semana la tercera parte de un libro de 180 p�ginas y la semana siguiente, la cuarta parte. Si tarda 3 minutos en leer una p�gina, ...

  • Librer�a Publics.

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  • El A�o Perfecto: Manhattan Beach 2 : Raquel Villaamil

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    El A�o Perfecto: Manhattan Beach 2 : Raquel Villaamil: Amazon.es: Libros. ... Por fin llega la segunda parte de la trilog�a, con m�s emoci�n y tensi�n que ...

  • Nada es Igual (Sobrevivire 2) de Gianna Gabriela

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    ?OYE, MAMA, QUE ES ESTO? --PREGUNTO, SOSTENIENDO UNA PEQUENA BOLSA DE PLASTICO. LA encontre dentro de uno de sus zapatos en el armario cuando estaba jugando a las escondidas con Ethan--. ?Azucar? Tal vez ella olvido que estaba alli. Se que planea hacer limonada hoy. --?Donde encontraste eso, Aron? --pregunta. Parece que esta enojada, pero no entiendo por que; ella suele ponerse feliz cuando encuentro cosas. --Estaba... Ella corre hacia mi, apartando la bolsa de mi mano. --?Donde lo encontraste? --grita y mi labio inferior comienza a temblar. Miro hacia abajo para ver que hay un poco de sangre en mi mano. Creo que me aruno cuando me arrebato la bolsa. Las lagrimas comienzan a correr por mi cara. --Estaba en tu... --murmuro, sin entender lo que hice para que mi madre se enojara tanto. --?Donde? --grita y yo me estremezco. --En el armario --respondo. Ethan se quedo en la habitacion. Se esconde hasta que voy y lo encuentro. Me alegra que no este aqui para verme llorar. --!No te metas ahi otra vez! --Estabamos jugando a las escondidas --le digo. Ella me da una mirada que me dice que estoy en problemas. --No vuelvas a hacerlo --dice cada palabra lentamente y yo asiento en respuesta, mis labios siguen temblando mientras gruesas lagrimas caen por mis mejillas. No se que hice para hacerla enojar. No suele molestarse asi conmigo. Desearia que mi papa estuviera aqui. Ella nunca se enojaba cuando el estaba aqui. 1 NO DEBERIA SER YO QUIEN TERMINA DE CRIAR A SU HIJO. Cinco anos despues ENTRO EN MI CASA, ENOJADO Y LISTO PARA ENFRENTAR A MI MADRE POR DEJAR A ETHAN EN LA escuela por dos horas despues de su salida. Se supone que debe recogerlo cuando yo tengo entrenamiento de futbol. Ese es su unico trabajo, la unica cosa que le he pedido que haga, pero incluso falla en eso. Cuando me presente, el director me miro con los ojos llenos de lastima y mi hermano menor me dio un abrazo. Ethan estaba asustado. Habia estado llorando y solo podia imaginar cuantos escenarios pasaron por su cabecita, ninguno de ellos cercano a la realidad con la que me encuentro. Tal como lo sospeche, y la razon por la que le dije a Ethan que me esperara en su habitacion, mi madre esta sentada en la mesa de la cocina con el polvo blanco extendido en la superficie frente a ella. --?Que estas haciendo? --pregunto con disgusto. La he pillado haciendo esto suficientes veces para saber exactamente que es, pero le pregunto de todos modos, esperando que la respuesta sea diferente esta vez. --?Que estas haciendo tu aqui? Pense que tenias practica --pregunta, cambiando de tema. Dejo caer mi bolsa de gimnasio en el suelo. La decepcion que siento deberia ser obvia para ella, pero creo que ya no se da cuenta o quizas ya esta acostumbrada. La veo tratar de recoger el resto de su porqueria blanca. La evidencia de su fechoria, nuevamente en la bolsa. --Yo tenia entrenamiento. --?Entonces, por que no estas alli ahora? --Su tono es acusatorio. Solo mi madre se atreveria a cuestionar mis acciones cuando las que ella hace se alejan bastante de lo que esta bien. Pone la pequena bolsa dentro del bolsillo de sus jeans. --La escuela llamo --le digo, contando los segundos hasta que se de cuenta de lo que hizo esta vez. Diez segundos. !Diez segundos! --!Mierda, Ethan! --dice, acordandose finalmente. La ira corre por mi sangre. --Se suponia que debias recogerlo hace dos horas. Mira por encima de mi hombro. --?Donde esta? --Arriba haciendo la tarea, no es que realmente te importe. --!Me importa! --grune en respuesta. La miro fijamente. --?De verdad te importa? ?Desde cuando? --escupo. No deberia ser yo quien crie a mi madre. Se suponia que este no era mi trabajo. --Soy tu madre --argumenta debilmente. Bufo. No ha sido una madre para nosotros en anos. Tuve que criarme y a Ethan tambien. --?Es asi como te quieres llamar ahora? Porque parece que estas olvidando cual es tu papel. De repente contrita, ella se acerca a mi, enmarcando mi cara con sus palmas. --Lo olvide, ?de acuerdo? --dice suavemente. Coloco mis manos sobre las de ella, separandolas de mi cara. No le dare la absolucion que busca. --Si, asi fue. --Olvido que es madre, que tiene hijos, que no debe consumir drogas. No puedes olvidar a tu hijo en la escuela durante dos horas porque estas demasiado ocupada drogandote. Estas son todas las cosas que quiero decirle, pero no. Porque ya lo dije todo en vano. Supongo que ella tambien ha olvidado como escuchar. --!AMIGO, NO PUEDES DEJAR EL EQUIPO! --GEORGE DICE MIENTRAS EMPACO MIS COSAS DEL vestidor de hombres. Suelto un suspiro. Mi madre se ha olvidado de recoger a Ethan no una vez, sino todos los dias de esta semana. No puedo seguir saliendome del entrenamiento temprano para ir a buscarlo. --No tengo otra opcion. Se que el entrenador entiende, ya que el es el unico que tiene una idea vaga de como es mi vida en casa, pero no puedo seguir haciendole esto al equipo. Un mariscal de campo es una de las piezas realmente importantes en el tablero, una pieza que debe permanecer constante. --Eres el mariscal de campo --dice Tyler. No entiende mi situacion, probablemente porque no he dicho nada. A nadie. Estoy muy avergonzado. Sacudo la cabeza --Ya no. --?Que pasa con la beca para la universidad? --pregunta George--. Tendre que apuntar a una por merito. La verdad es que una beca universitaria no importara porque de ninguna manera se me permitira llevar a Ethan a los dormitorios conmigo. Y no puedo vivir con el en el campus mientras voy a la escuela. Lo mejor que puedo hacer es graduarme del bachillerato y conseguir un trabajo para poder alquilar un lugarcito para nosotros. Quizas cuando Ethan termine el bachillerato y vaya a la universidad, pueda yo pensar en la universidad para mi. --?De verdad, una beca de merito? --Tyler dice, riendo. Lo golpeo en el hombro--. Tengo puras... --Amigo, cuidado con el brazo. Puede que hayas terminado con el futbol, pero yo no puedo lastimarme si vamos a intentarlo y no nos maten esta temporada debido a que jugaremos con el segundo mariscal de campo con el que nos dejas. --No es tan malo --les digo. Tyler y George abren sus casilleros al unisono, mirandome incredulos. --?No tan malo? --dice George--. !El tipo no puede completar un pase! --El tipo se asusta cuando ve a los jugadores corriendo hacia el --agrega Tyler. --Ningun mariscal de campo quiere que lo agarren --le digo. Es verdad. Ni tampoco quieren recibir un golpe. Miro mi uniforme, mi numero y mi apellido en la parte de atras. Voy a extranar hacer esto. Jugar al futbol fue mi refugio del caos que es mi vida, pero es hora de crecer. Tengo a alguien mas que tengo que proteger. Aunque amo el futbol, amo a mi hermano mucho mas. --Solo digo que estamos a punto de empezar un periodo de sequia --dice George y todos nos reimos. No es que hayamos ganado todos los juegos; somos un oponente digno, pero lejos de tener una temporada perfecta. --Esperemos que sea corto --dice Tyler, levantando su bolso del banco y tirandolo en su casillero. --?Entonces, no te quedas a entrenar hoy con nosotros? --pregunta George. Cierro mi casillero. --Amigo, ya no voy a jugar. ?Por que razon me quedaria? --Miro mi reloj. Tengo que estar en la escuela de Ethan en unos minutos. Tyler empuja a George y le da una mirada de ?es en serio? --Me tengo que ir --les digo. --Echaremos de menos jugar contigo --dice Tyler, sin miedo a expresar sus pensamientos. --Todavia somos amigos --les aseguro. --Como somos amigos, hare una fiesta el proximo fin de semana. Mis padres estaran fuera. Podemos celebrar o compadecernos del hecho que dejas el equipo. !Mas te vale que estes alli! -- George dice. --Intentare ir por un par de horas --le digo, sabiendo que no sucedera. No hay forma de que deje a Ethan solo con mama para poder irme de fiesta. 2 ELLA NO PREGUNTA COMO ESTOY YO. HA PASADO UNA SEMANA DESDE QUE DEJE EL FUTBOL Y LO EXTRANO MUCHO. ERA MI UNICA SALIDA y ahora se ha ido. En cambio, tengo que mitigar el impacto que el habito de las drogas de mi madre tiene en la vida de mi hermano menor. Cuando llego a casa, puedo escuchar el sonido de los muebles que se mueven o son tirados al piso. --?Que hiciste? --Richard me ladra en el mismo momento que abro la puerta. Lo miro con desden. --?De que estas hablando? --pregunto, pretendiendo no tener ni idea. El cierra la distancia entre nosotros un paso a la vez. --Tu sabes de que estoy hablando. Lo desafio porque si no fuera por el, probablemente no estariamos en este lugar en este momento, mi madre no estaria asi como esta. Me encojo de hombros casualmente. --No, no tengo idea. --Me doy la vuelta y me dirijo a mi habitacion, pero no doy dos pasos antes de que me golpeen contra la pared. Richard se inclina cerca de mi oreja, su antebrazo en la parte posterior de mi cuello me sujeta en su lugar. --?Donde las pusiste? --Exige en un tono lento. Cuando me quedo en silencio, me agarra del hombro y me da la vuelta. Atrapado entre el y la pared, siento la furia golpeando mi sangre. Y quiero romperle la cara a punos. Pero me contengo. --?Donde? --grita. Richard me mira con los ojos enrojecidos. Aun asi, no digo nada. Con un grunido frustrado, lleva sus dos manos a mi garganta, envolviendo sus dedos con fuerza hasta que corta el aire. Jadeo fuertemente, mi respiracion apenas un susurro mientras digo--: En la basura. --?Las tiraste a la maldita basura? El me suelta y se dirige hacia la cocina. Lo escucho volcar la bolsa de basura, buscando las drogas responsables de destruir a mi familia. Jodida mierda. Me acerco a donde esta, observando mientras busca algo que no encontrara. --?Donde estan? --grita, volviendose brevemente hacia mi antes de regresar a su busqueda. Miro hacia el patio a traves de la ventana de la cocina. Richard sigue mi mirada. --Maldita sea --grune. No se por que sigo parado aqui, mirandolo mientras escarba. Puede que esto no termine bien para mi, pero no me importa.

  • La promesa de no olvidarte (Skye 2) de Yolanda Revuelta

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    Connor Carson regresa a la isla de Skye tras varios anos trabajando como medico en Africa. Su decision de retomar su vida donde la dejo se debe a que uno de sus mejores amigos ha muerto. No va a ser facil volver a ver a Kate y mas complicado sera aun ocultar lo que siente por ella.

  • Alianza (Ruina) de Amy Tintera

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    La ultima aventura de Emelina Flores esta por contarse en esta tercera novela de la serie Ruina: romance y traicion, magia y espadas aderezan esta historia que hara las delicias de los amantes de La reina Roja y La seleccion. Despues de la catastrofe, Emelina Flores y su hermana Olivia tenian un solo proposito: reconstruir el hogar de su pueblo en Ruina.

  • Seduccion Vengativa de Trish Morey

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    Su vengativa seduccion. !los uniria para siempre!

  • No, mama, no de Verity Bargate

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    Lo que mas me impresiono cuando me dieron a mi segundo hijo y lo cogi en brazos fue la total ausencia de sentimientos. Ni amor. Ni colera. Nada. Contemple las hinchadas facciones amoratadas, las manos achatadas, el escroto que le colgaba casi hasta los tobillos, y senti tan poco placer y afecto como si hubieran envuelto por equivocacion la placenta en una manta y me la hubieran puesto entre los brazos. La verdad, al principio pense que eso era lo que habian hecho. Luego nunca pude saber con certeza si se lo habia devuelto bruscamente pasandoselo por encima de mis piernas al doctor que me estaba cosiendo o si lo habia imaginado. El caso es que se lo llevaron. Una enfermera se acerco entonces a lavarme. Primero el pubis, luego la cara, con el mismo pano, que apenas enjuago entre una y otra operacion. Despues el te. Tibio y derramado sobre el plato. Me desagrada el te. No me permitieron fumar un cigarrillo… <> Mi marido, David, testigo indiferente de estas humillaciones, seguia llorando porque el nino no habia sido una nina. Alegue cansancio y le sugeri que se marchara, cosa que hizo con fingida reticencia. Tanto disimulo, ya tan pronto. De vuelta en la habitacion, encendi por fin un cigarrillo. Tenia el sabor dulzon que tienen a veces despues de hacer el amor. Cerre los ojos e intente imaginar un cuadrado negro sobre un cielo negro, cualquier cosa con tal de apartar el recuerdo de esa berenjena mas bien pasada que me habian arrojado a los brazos en nombre de la maternidad. Creo que me adormeci, pues de pronto oi: <>, y lo conectaron a mi pecho docil con una precipitacion que parecia innecesaria. Tardo una eternidad, agitando el hocico como un cerdo hozando en busca de trufas. Senti asco y no me avergonce, aunque cogi un libro para intentar distraer mis pensamientos de los jadeos y tirones y movimientos de succion en curso. Regreso la enfermera y me quito el libro con un energico <>. Si puedo, grite mudamente; tendre que hacerlas los proximos meses. Mas tarde, a la hora de visita, volvio David con los ojos todavia un poco llorosos. Le envidie el lujo de sentir algo, aunque sospeche que su sufrimiento respondia sobre todo a que habiamos leido en alguna parte que si se hace mucho el amor hay mas probabilidades de tener una nina; cuanto mas se folla, mas debil es la eyaculacion, y las hembras, mas fuertes que los machos, tienen mayores posibilidades de llegar primero hasta el ovulo y fecundarlo. En otras palabras, su pena parecia tener un fundamento bastante machista. Creo que fue entonces cuando nuestra incapacidad de comunicarnos se hizo irreversible. Nuestro dolor era tan distinto, los motivos tan divergentes; el mio todavia no articulado, el suyo ya casi superado. Transcurrieron algunos dias. No se muy bien como, pero pasaron. Mientras estaba despierta leia todo el tiempo -cualquier cosa con tal de no pensar- y pasaba muchos ratos sentada en la banera. Eran los unicos momentos en que no me parecia estar sentada sobre una alambrada de puas. Pero por fin me quitaron los puntos y ya casi habia llegado el momento de volver a casa. Aparte de leer y de contemplar imaginarios cuadrados negros habia un pensamiento que no lograba impedir por mas que lo intentara. Mi madre le conto a una solterona amiga suya que parirme a mi habia sido un viaje a las puertas del Infierno. La amiga, que habia dejado de ser solterona, me comunico la informacion en el funeral de mi madre mientras los demas comian sandwiches de pepino cortado en rodajas casi transparentes y bebian te en tazas de porcelana fina decorada con hojas de hiedra. Yo estaba en el dormitorio de mi madre y recorria con el dedo el polvo que cubria su espejo mientras me preguntaba como era posible que todas esas personas reunidas ahi abajo tuvieran tantas ganas de charlar, y entonces ella vino a buscarme. Por el tono en que me hablo, se diria que me estaba transmitiendo mi legado. Y en cierto modo asi era. Creo que fue la unica persona que nombro a mi madre en todo aquel largo, caluroso dia de agosto. Y el pensamiento que no lograba apartar de mi cabeza todos esos dias en el hospital era que el parto en si no habia sido en absoluto un viaje a las puertas del Infierno; ese viaje solo empezaba ahora. La manana del dia en que debiamos volver a casa, pedi hablar con la enfermera o con un medico. La enfermera de guardia me dijo que estaban ocupados, pero yo sali del pabellon, que olia a eter y fenol, a flores muertas y leche agria, y entre en el despacho, que olia a sudor rancio y cigarrillos, a ceniceros sucios y suficiencia. Estaban tomando cafe. Volvieron hacia mi sus caras escandalizadas al ver que habia infringido las normas entrando en el sanctasanctorum sin tan siquiera llamar a la puerta. Empece a balbucear que iban a mandarme a casa con un crio a quien no queria y que no podia hacerme responsable de mis actos y que vivia en un piso alto y que que ocurriria si tiraba el crio por la ventana porque no lo queria, no lo queria, no lo queria. La expresion de horror desaparecio de sus caras; se encontraban nuevamente en terreno conocido. Oi como la enfermera le recordaba a la doctora quien era yo, una vez que la enfermera de guardia se lo hubo recordado a ella. La oi exclamar que esta madre era tan buena madre que habia dado de mamar al nino e incluso se sacaba la leche sobrante para donarla a la unidad de prematuros y pense que quiza las ascendian si superaban la media nacional y conseguian tener mas de un determinado porcentaje de madres que amamantaban a sus hijos. Yo era un dato estadistico que podia serle util en su carrera. Entonces grite que cada vez que le daba el pecho al nino me entraban ganas de vomitar; que me daba asco; que me sentia como una vaca o una maquina ordenadora. La doctora me pregunto si era actriz o modelo y comprendi que pensaba que era una puta. Me dio palmaditas en el brazo, carraspeo y pronuncio su veredicto. Dijo que no debia preocuparme porque yo sabia lo que sentia y con eso ya tenia ganada la mitad de la batalla y que aguardara unos instantes y todo se arreglaria porque iba a darme unas pastillas estupendas que me harian sentir mejor y que pensara que podria haber sido mucho peor si me hubiera ido a casa pensando que no ocurria nada. En otras palabras, que era una mujer afortunada. David habia llegado en medio de este insignificante incidente pero yo no me habia dado cuenta. Cuando la doctora se alejaba taconeando en busca de mi ficha para recetarme los antidepresivos, le grite: -Y al bebe le lagrimea el ojo, ?podria recetarme tambien algo para el? Por favor. Fue como si hubiera conjurado a la Santisima Trinidad; la doctora se detuvo en mitad de la escalera y se volvio a mirarme con expresion de total felicidad. -?Lo ve? -chillo-, ?lo ve? Tiene que querer a su hija, si no, no se habria fijado en el ojo. -No es una nina, no es una nina, es un nino. -Y me eche a llorar de verdad; empezaba a sentir algo y eso era justo lo que no queria que ocurriera. Hasta ese momento no sabia con certeza por que habia irrumpido de ese modo en el despacho. Pensaba que quiza solo queria romper la indiferencia de esa gente, porque desde luego no se me habria ocurrido pedirles ayuda. Pero entonces comprendi que lo que queria era romper mi propia indiferencia, solo para averiguar si era posible, pero dejando a pesar de todo todas las opciones abiertas, para que, si me aventuraba demasiado, siempre me quedara la posibilidad de echarme atras. Y ahora ya era demasiado tarde, ahora sufria de verdad, pero tambien estaba furiosa porque esa mujer a quien tanto detestaba lo habia desencadenado todo. Ella habia llamado nina al nino y por su culpa yo ya no podia continuar fingiendo que los bebes tenian un solo sexo, ya no podia seguir negando la causa de mi angustia. David se acerco mientras miraba el reloj y dijo: -Por el amor de Dios, no armes tanto alboroto. Nunca saldremos de aqui y tengo que entrevistar a Fenella Fielding dentro de media hora. Y entonces empece a reir y a llorar al mismo tiempo y me trajeron rapidamente las pastillas y el unguento porque algunas otras pacientes habian salido del pabellon a ver que estaba pasando y ese era el peor pecado que yo podia cometer. Estaba alterando el orden establecido y dando un espectaculo. El taxi, el crio y los medicamentos llegaron al mismo tiempo y me sacaron del recinto con escasas ceremonias y un gran alivio. En el taxi intente recuperar mi insensibilidad, lo que no fue demasiado dificil con David disculpandose con enorme irritacion y el crio chillando. Cuando llegamos a la puerta, David dijo que me veria mas tarde y que Mary traeria a Matthew a las dos y que el regresaria tan pronto como pudiera y adios carino y levanta la barbilla y arriba esos animos y te vere luego. Baje del taxi y me quede en la acera con el crio y una maleta y una bolsa. Tenia que subir ochenta y tres escalones y pense que mas me valia empezar cuanto antes. El taxi no se movio. Entonces oi que el taxista decia: -?Piensa ayudarla, amigo, o tendre que hacerlo yo? Y David bajo del taxi y subio corriendo las escaleras con la maleta y la bolsa. Y yo me volvi y sonrei, dandole las gracias al taxista, que me saludo levantando el pulgar y me solto un <>. Me cruce con David en la escalera. No nos dijimos nada. II Cuando llego Mary con Matthew, me alegre sinceramente de verlo. Solo lo habia visto dos veces en el hospital porque Mary vivia en la otra punta de Londres y tenia dos hijos propios que cuidar. Estaba enfadado conmigo por haberlo abandonado y al principio no quiso hablarme ni acercarse a mi. Contemple su vulnerable espalda de nino de veinte meses mientras el buscaba sus cochecitos, ignorandome deliberadamente. Arrastro una silla hasta la ventana, se encaramo encima y alineo los cochecitos sobre el alfeizar, con fuertes ruidos de emergencia: coches de bomberos, ambulancias y coches patrulla. Era uno de sus juegos preferidos y uno en el que solia pedir mi participacion; pero no ese dia. Mary habia hecho cafe y nos permitimos una breve chachara superficial. Eso me entristecio; antes habiamos sido amigas intimas. Los maridos y los crios y la distancia fisica habian cambiado las cosas y ahora nuestros puntos de referencia eran tan distintos que pense que ya nunca recuperariamos la antigua intimidad. Los repentinos berridos furiosos, en la habitacion de al lado, me recordaron que tenia otro hijo. Por unos diez minutos habia olvidado por completo la existencia de… Orlando, y al diablo con David. Mary fue a buscarlo y me lo trajo, haciendole mimos y carantonas. Casi se interrumpio en mitad de un berrido; nunca habia oido esos tontos ruiditos que se les hacen a los bebes. A lo mejor imagine la expresion de sorpresa, quiza le estoy atribuyendo reacciones a una edad un poco demasiado tierna, pero desde luego respondio a los mimos de Mary. Terminadas todas las operaciones necesarias para desnudar mi pecho izquierdo -los botones de la chaqueta, la cremallera del vestido y Dios sabe que del artefacto Heath Robinson llamado sosten maternal-, empece a alimentar al desconocido huerfanito. Esto tuvo un efecto instantaneo sobre Matthew. Derribo todos los cochecitos del alfeizar, bajo de un salto de la silla, corrio hacia mi y aparto a Orlando de mi pecho, diciendo: -No, no, no, no, no, no, no, no… Luego me echo los brazos al cuello y lloro y lloro y lloro como si fuera a rompersele el corazon. Sorprendida y desconcertada, solo atine a estrecharlo con fuerza. Tampoco era una nina, pero no habia sido mi ultima oportunidad; significaba algo especial a mi pesar. Mientras Matthew se calmaba, consulte el libro del doctor Spock 1 , que tenia siempre a mano, por la letra C, de celos, subapartado <>. No aclare gran cosa. Spock se referia constantemente al nino mayor como <>; el nuevo bebe era <>. Comprendia la logica de esos terminos que facilitaban mucho la lectura, evitando confusiones, pero aquel dia, para esta madre, eso significo otra pequena muerte. Ademas, Orlando empezaba a ponerse frenetico, no tenia tiempo de leer que debia hacer, solo podia actuar. Le hable a Matthew, le explique lo que estaba haciendo y por que, mientras pedia ayuda a Dios, cuyo consultorio a todas luces estaba cerrado por vacaciones. No hubo respuesta. Matthew se echo a llorar de nuevo. Idea luminosa: -Muy bien, Matty, tu tambien puedes probarlo, tambien te he tenido asi en mis brazos, tu tambien tomabas leche de mi teta. Pruebalo, tomala si quieres, Matty. Silencio en mitad de un sollozo. Unos ojos muy grandes miran alternativamente mi cara y el pezon. Leve vacilacion y despues la boca se abre, se acerca, se acerca, ya lo tiene. Una chupada poco convencida, luego una expresion de total repulsion, escupe, arruga la nariz y -milagro- las manitas de Matthew orientan la cabeza de Orlando, que mueve freneticamente la boca como un cuclillo hambriento, ya esta de vuelta en la base. Silencio de Matthew, asombrado silencio de Matthew, y un silencio un poco mas ruidoso de Orlando. Mary y yo nos miramos, y en ese momento de mutuo alivio reaparecio brevemente nuestra antigua complicidad. -Brillante -dijo ella-, has estado brillante. -Suerte -replique-, solo ha sido suerte. Continuamos charlando, pausada, nostalgicamente, mientras ella preparaba algo de comer para Matthew y yo amamantaba y despues lavaba y cambiaba a Orlando y lo dejaba en el moises. Matthew se negaba a separarse de su hermano, lo seguia de un lado a otro, agarrandose a la parte que estuviera a su alcance, y Mary tuvo que perseguirlo con el plato y la cuchara, para ir dandole de comer como y cuando podia. Por fin, Matthew cayo dormido junto a Orlando, agarrado a su pie, estableciendo de manera definitiva la estrecha relacion que han tenido desde aquel dia. Mary, la paciente, atenta Mary, finalmente se marcho para relevar a su marido en la tarea de cuidar a sus dos chicos. Recuerdo que cuando se fue tenia unas ganas terribles de decirle: <>. Pero naturalmente no se lo dije y se marcho con la imagen emotiva y totalmente irreal de una radiante maternidad de categoria superior. Cuando se hubo ido me sente y contemple a mis dos criaturas y adverti que estaba llorando de nuevo, pero esta vez sin lagrimas. Me meti en el bano y, desde el lado de la banera, alargue la mano para coger la maletita de carton que tenia en el estante de arriba. Me la lleve al dormitorio y la abri. Extendi todo lo que guardaba encima de la cama en pilas ordenadas y el llanto ceso. Aqui, los vestiditos victorianos cosidos a mano, alli las suaves enaguitas de algodon, dos capitas de terciopelo muy antiguas, diminutas, mas alla una pulserita de plata, una muneca de porcelana resquebrajada y muy delicada, un chal que casi se caia en pedazos y, por ultimo, un par de minusculas tijeritas. Cogi las tijeritas, frotandolas muy suavemente entre el pulgar y el indice, y recorde el dia, hacia muchos anos, en que habia desobedecido todas las normas y habia bajado, medio rodando, medio cayendo, por el talud del tren hasta la via ferrea, con un punado de alfileres en la mano y apretandolos con tanta fuerza que cuando llegue abajo tenia la mano cubierta de sangre. Recorde como los habia depositado de dos en dos, cruzados, sobre la via, y como habia oido el silbato a lo lejos, y el autentico terror mientras me arrastraba hasta la mitad del talud y el ruido del tren y la velocidad y el olor y el humo y las chispas sobre la hierba seca. Y despues el tren se alejo y casi todos los alfileres habian desaparecido y dos habian quedado cruzados al reves y aun quedaba un perfecto par de pequenas tijeras, un verdadero regalo del cielo para mi. Y luego me volvi y vi el talud en llamas, y tuve que bordearlo un largo trecho hasta encontrar una zona que no estuviera ardiendo, y cuando subi no sabia donde estaba. La simultanea conjuncion del miedo y una profunda satisfaccion. Un legado para mi hija. El octavo trabajo de Hercules. Mi triunfo. Para nadie.

  • Tejiendo mi destino de Victoria Cerda

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    Entre las lineas de este libro cuento una bonita historia de amor, la mia. Un relato en el que intento explicar como vivia atrapada en una relacion que no me hacia feliz, un tiempo pasado donde a pesar de no sonreir los miedos no me dejaban escapar, manteniendome paralizada. Pero un dia todo empezaria a cambiar, un tiempo en el que lucharia por recuperar de nuevo mi sonrisa, una realidad en la que una persona lo desencadenaria todo… Poco a poco me ireis conociendo, partiendo de un pasado infeliz hasta el salto que decidi realizar, pasando por diferentes epocas de mi vida, en las que complejos, miedos, inseguridades, pequenos logros y hasta un gran amor que aparecio sin avisar, hilaron nuevos caminos que cambiarian por completo mi destino.... Esa luz y ese empujon que necesitaba llegaria un dia en forma de persona, alguien que aparecio en mi vida sin avisar un 9 de marzo del ano 2016, mas concretamente, a las puertas de mi oficina…

  • Te Amo, Ich Liebe Dich, I Love de Ellen Simon

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    Yo fijaba la mirada en la torta, y ese fantastico aglomerado de calorias y glucosa la fijaba en mi, con sus ojos hechos de glaseado de fresa. Yo, humana famelica deseosa de comerla; ella, dulce increiblemente sabroso y pecaminoso, deseoso de ser devorado y de poderse apalancar para toda la vida, mi vida, en las caderas y en los muslos. Claro, porque de rellenarme un poco mi delgado culo o de darme media talla mas de sujetador ni hablar, pero un numero mas de pantalon, eso si que me lo causaria con mucho gusto. <> pregunto implacable mi madre, una mujer que desde hace tiempo habia renunciado a la linea a favor de los placeres de la mesa. ?Que le importa a ella mis remordimientos? Soy yo quien cumple veintinueve anos hoy. Veinti-nueve, pense, enajenandome con dicho infausto numero de la situacion en la que me encontraba, y me di cuenta inmediatamente de estar solo a un paso de los fatidicos enta. El recuerdo de los comentarios de mi padre en mi vigesimo quinto cumpleanos, cuando repetia sonriente que su hija ya tenia un cuarto de siglo, no parecia tan terrible. <> continuo mi madre. <> le conteste pasandole el cuchillo y la paleta. <> pregunto mi abuela, incitando a mi madre con gestos para que le cortara una generosa porcion. <> irrumpio sin piedad Julies, con elocuentes gestos y la boca abierta. <> insistio, abalanzandose despues sobre la tarta que definitivamente puso fin a su verborrea. << ?Son problemas de corazon, amorcito mio?>> ataco la abuela, capaz como ninguna otra de girar el cuchillo en la llaga todavia sensible. Antes de que pudiera hilar dos amables palabras para darles una respuesta que saciaria su curiosidad y pondria fin al tema, mi madre se adelanto. << ?A que no sabes que?, he visto el otro dia a Tony en el supermercado. Me ha dicho que te felicite de su parte>>. <> se entrometio Angela. <> afirme sintiendo un cierto alivio. <> propuso mi madre, ofreciendome un trozo de tarta. Entrecerre los ojos, agarre el dulce y lo devore como si el mundo se fuera a acabar. Bajo al estomago, y sin dejarse digerir, se teletransporto directamente a las caderas. <> <> <> <> <> corrigio Jules. <> aclare, mientras la vena del cuello me palpitaba, temiendo transformarme en Hulka de un momento a otro. Mi querida madre intento un ultimo alegato de defensa, sacando a relucir una sonrisa incierta: <> Negue con la cabeza hasta desencajarme el cuello, decepcionada. <>. <> bisbiseo Angela en secreto tapandose con la mano la boca. <> se metio la abuela, escupiendo nata a diestro y siniestro. <> la regano Claire. <> cotorreo Jules, despues de haber destapado el champan italiano. Comenzo a servirlo en las copas y observo a su amiga. <> preciso. Cinco copas a rebosar mas un buen trago directamente del cuello de la botella decretaron el final del Ferrari dulce. <> dije observando el vaso casi vacio, como el sitio en la mesa que le habia reservado. <> quito importancia Claire. <> <>. Mire fijamente mi madre. <> <>. Me percate de la habilidad de mi madre para minimizar y restar importancia a mis problemas. <> irrumpio Agnes. <> << ?Puedo dar mas alcohol a tu abuela? quiero ver hasta donde llega con sus desbarros>> balbuceo Jules, congelada por mis miradas glaciales y las de mi madre. << ?Vamos al salon a charlar un rato?>> propuso de repente esta ultima. <> << ?Alguien tiene la amabilidad de poner Amores andaluces?>> pregunto Agnes. <>. <> pregunto Angela. <>. <> exclamo Jules. Las tres si posicionaron de frente a la achacosa y anticuada television de tubo de la cocina, mientras mi madre y yo fuimos al salon.

  • Paddock, amor sobre ruedas de Emma Maldonado

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    Todas las mananas me levantaba pensando en Oscar Fanelli. Aparte de porque fuera guapo, no me interesaba solo por eso, sino por su aficion: la Formula AM. Mi mayor sueno era conocerlo y dar una vuelta en alguno de esos veloces coches raspando el asfalto. Ya de pequena apuntaba maneras. Mis primeras ruedas fueron unos patines, y !cuantas veces no me cai sobre ellos por correr a la velocidad del rayo! Despues la bicicleta ocupo su lugar, y, cuando cumpli los dieciseis, decidi que, en cuanto pudiese, rodaria sobre un estupendo coche de carreras. ?Como les habia sentado esto a mis padres? Pues a mi padre genial, que era el que me habia arrojado a su hobby favorito. Y a mi madre... Bueno, para ella la sensacion que habia tenido cuando le hable de mi sueno habia sido, en palabras suyas: <>. Aun asi, jamas desisti. ?Cual era el problema? Que conducir se me daba de pena; si, de pena, y ademas mi madre estaba tan histerica con el tema de que fuese piloto que no habia quien la soportara. Al final elegi la opcion B y me embarque en un nuevo objetivo: ser ingeniera. Me habia esmerado en aprender ingles para poder estudiar y ser especialista en aeronautica y, algun dia, ser la mejor del mundo. Era la mayor fan de Xanders Yewy, el mejor y mas respetado experto en la materia hasta el momento. Y, aunque no lo conocia personalmente, seguia todos sus pasos a pies juntillas. Habiendo emigrado a Inglaterra en contra de la voluntad de mi madre y despues de haber obtenido la mejor nota de mi promocion, emprendi la busqueda de mi lugar entre las grandes escuderias de la Formula AM, aunque ninguna me quiso por ser novata; mucho menos la mas prestigiosa, Rear Racing, que era por la que habia suspirado todo ese tiempo. Viendo las perspectivas, me dedique a mendigar un puesto de trabajo en equipos menos populares. Al final mis plegarias fueron escuchadas por algun dios y me contrataron como jefa de ingenieria aeronautica. Y aqui estoy, con mi escuderia, Siter T. Racing. !Vamos a correr la ultima carrera del Mundial de Formula AM y yo soy parte de todo este circo automovilistico! !Que emocion! Aunque no es oro todo lo que reluce. Despues de que acabe todo y por fin haya un vencedor, tendre que elegir entre quedarme aqui o aspirar a una escuderia mejor. Que, por otro lado, es lo que siempre he deseado. Para que me entendais, os contare todo desde el principio... 1 Era mi primer dia, y, por el hecho de ser mujer, ya habia algun que otro chistecito a mi alrededor. La verdad, poco me importaba que viesen extrano que una mujer hubiese decidido realizar este tipo de estudios, pero tampoco tenia por que aguantar a ningun gilipollas por eso. --!Eh, tu! !La nueva! --me apelo una voz grunona que aun no habia tenido el <> de conocer--. Te mande llamar hace tres horas y he tenido que venir yo mismo por ti. <>. En su lugar, dejandome la replica en la punta de la lengua, resople. Una cosa era que fuese nueva y otra bien distinta, que fuese la esclava de nadie. --Estoy con algo importante. No soy Dios y no puedo estar en todos lados a la vez. --Me importa una mierda quien seas. Quiero que le eches un vistazo a mi coche; necesito que arregles una averia para !ya mismo! Levante una ceja un tanto ironica. --?Por quien me has tomado? ?Te conozco de algo? Lo cierto es que era yo la que no tenia ni idea de quien era el, pero, por su uniforme, sin duda era un piloto. Con muy malas pulgas, deberia anadir. --Para tu informacion, soy Victor Campos, y nunca repito las cosas dos veces. Ven al box, !ya! Haz que ese trasto corra de nuevo. Y, con las mismas, Victor Campos salio disparado por la puerta por la que habia venido. Puse los ojos en blanco. !Yo no era mecanica! Era ingeniera aeronautica, nada mas y nada menos que la jefa de toda la plantilla, !y ese imbecil se iba a enterar! Me plante en las pistas y lo vi con el gesto serio mientras miraba el coche como si se hubiese hecho anicos. Casi pensaba que se iba a poner a llorar. Le eche un ojo al motor, pese a no ser, ni por asomo, mi cometido. --Bueno, Victor Campos, corredor de Formula AM y simpatica persona --dije con sorna. El elevo una ceja, claramente desconcertado--. Es el cable del freno, que hace contacto con otro que no deberia; nada que no se pueda arreglar. --Cogi un trapo y me limpie las manos--. Y por la velocidad no te preocupes: tengo un par de ideas que pueden, por fin, hacerte ganar. Victor Campos, al que no le habia puesto cara hasta ese momento, competia por ser el mejor piloto de la Formula AM, pero, si seguia perdiendo, probablemente prescindieran de el en poco tiempo. Y para eso estaba yo alli: para hacer que sus ruedas, literalmente, volaran sobre el asfalto. El piloto, con cara de circunstancia y practicamente incredulo, solto una estruendosa carcajada. --Esa ha sido buena, casi me lo he creido. ?Tu? ?Que podrias hacer? Ya se que los mecanicos os teneis en alta estima, pero tampoco es para que te eches tantas flores. Entonces la carcajada la solte yo. --No soy tu mecanica, soy la especialista en aeronautica que la escuderia ha contratado para que tu puedas, de una vez, llegar a tres centimetros del podio. Decir que la venganza sabe dulce y que encima se sirve en plato frio iria muy bien para ese momento. Aunque, despues de dejarlo con tres palmos de narices, me arrepenti un poco por haber danado su hombria automovilistica. No era asi como queria hacerme valer, sino por mi trabajo, aunque no soportaba que se rieran de mi, por muy buen piloto que fuese. Como no me comento mucho mas, pues cogi y me marche. No es por presumir, pero soy bastante guapa y estoy bastante bien a mis treinta anitos. Mi pelo es rubio, largo como el de una antigua romana; mis ojos, azules como el cielo; mis labios, rojizos, y mi piel, de color olivaceo. No podria pasar por la mediterranea estandar. Si a eso le sumamos mi atractivo cuerpo atletico, heredado directamente de mi madre, y mis capacidades como ingeniera, tenemos una composicion bastante explosiva. No, no es que lo diga yo. Siempre acaban haciendo esa definicion de mi despues de pasar por el pertinente examen de <> que todos me hacen. ?Que le vamos a hacer? Las peliculas americanas han danado seriamente nuestra imagen. Los chicos, algunos, cuando ven que tengo aptitudes que superan su ingenua inteligencia, salen corriendo, mientras que otros intentan desafiar mi intelecto como si ser mas listo que yo fuese una competicion a vida o muerte. Luego esta esa minoria que quiere llevarme a la cama a toda costa, y que, segun me venga, lo consigue o no. Afortunadamente para mi, los pilotos no forman parte de ninguno de esos grupos; solo saben mirar por su coche, dar ordenes y poco mas. He conocido a bastantes pilotos insufribles y a otros bastante interesantes, pero al final han sucumbido a la idiotez o la fama, o a ambas cosas. Sin embargo, no habia conocido hasta entonces a un piloto tan prepotente y malhumorado como Victor Campos, y eso mismo estaba comentando con David, uno de los mecanicos encargados de mantener su coche en perfecto estado. --Antes no era asi. Victor molaba mucho --me decia mientras cambiaba uno de los neumaticos traseros del automovil. Se lo habia ordenado yo, pues estaban todos bastante desgastados como para aguantar mas de dos minutos de entrenamiento. --?Y como era? --pregunte intrigada. No sabia mucho de Victor Campos. Siter T. Racing no me habia interesado demasiado hasta que contacto conmigo para ofrecerme el puesto despues de dejar mi excepcional expediente. Sabia que el podio se le habia resistido en unas cuantas ocasiones. No alcanzaba los primeros puestos desde hacia un tiempo. Creia que esa era la razon principal por la que habian decidido cambiar de ingeniero aeronautico; eso y que el puesto de Victor pendia de un hilo. --!Puf! Otra persona. Veras, estuvo a punto de alcanzar el tercer lugar hace dos anos, pero en el ultimo segundo, Oscar Fanelli lo adelanto y desde ahi todo le fue de mal en peor. El ano pasado volvio a intentarlo, tenia las de ganar, pero, en la ultima vuelta, al girar en una curva el coche se salio del circuito. No le paso nada, para el golpe que se pego, pero Oscar Fanelli quedo el primero. --Me encanta Oscar Fanelli --dije sin pensar. --Es un gilipollas, !y mas vale que no vuelvas a decir eso por aqui si no quieres que te despidan! --rugio una voz detras de mi. David se puso tieso como una vela y reemprendio la azarosa tarea de cambiar los neumaticos restantes sin ayuda. Me gire hacia Victor, dispuesta a defender a David si hacia falta. Despues de todo, habia sido yo la que habia metido la pata. Me encontre con sus ojos marrones acribillandome; con su nariz recta y discreta fruncida de forma molesta. --Lo tendre en cuenta --dije sin mas, cruzandome de brazos. Avanzo hacia mi. Casi podia intuir, por sus gestos tensos, que, si hubiese sido un hombre, probablemente me habria llevado un punetazo. --Mas te vale, si quieres durar aqui mas de dos telediarios --me amenazo mientras su rostro se posaba a dos palmos del mio y sus ojos se entrecerraban. Senti un poco de miedo ante tal amenaza, pero no lo demostre. No me atrevia a contestarle, asi que hice de tripas corazon y suspire de alivio cuando su mirada se despego de mi para contemplar su monoplaza. --?Que estais haciendo con el? --pregunto, rudo. --David va a cambiarle las ruedas porque esas estan muy pasadas. El tipo que he elegido te dara mas velocidad, junto con la forma un poco mas curva de los nuevos alerones que vamos a incorporar. De repente, me miro horrorizado. --!?Te has vuelto loca?! !Rubia tenias que ser! Entonces entrecerre los ojos yo. --Y mujer tambien. No me vengas con machismos ahora, porque no los tolero. Paso completamente de mi comentario y se me acerco de nuevo. Esa vez me agarro la muneca de forma brusca. --Wendel me dijo que unos alerones con forma cuadrada irian mejor, por eso los pusimos asi, !y a mi me parece bien! ?Quien te crees que eres para venir aqui como una diva y cambiarlo todo? No sabia quien diablos era Wendel, pero, de todos modos, conteste: --Soy la que va a hacer que ganes. De nada --replique, soltandome de el. Faltaba medio segundo para que su cabeza echara humo, asi que, antes de que eso ocurriera, se largo pisando fuerte sobre el asfalto, murmurando algo asi como: <>. David silbo. --Siento haberte metido en este lio. No sabia que hoy se pasaria por estos lares. --Tranquilo, no le tengo miedo. Lo que no se es como habeis podido aguantarlo tanto tiempo por aqui. --Supongo que, en el fondo, todo el equipo sufre su frustracion, aunque no gastamos tanta mala leche. Sonrei ante su comentario. Lo cierto era que no habia un apice de veneno en sus palabras. Si hubiese sido el, casi seguro que ahora estaria despotricando sobre el piloto.

  • Sorprendeme, Megan Maxwell de Megan Maxwell

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    Bjorn es un atractivo abogado a quien la vida siempre le ha sonreido. Es un hombre ardiente, alergico al compromiso, pero al que le encanta disfrutar de la compania femenina en sus juegos sexuales.
    Melania es una mujer de accion. Como piloto del ejercito americano esta acostumbrada a llevar una vida al limite, sin embargo, su principal mision es la de luchar como madre soltera por sacar adelante a su hija.
    Cuando el destino los pone cara a cara, la tension entre ellos se hace evidente. Pero lo que en un principio fue un encuentro hostil, poco a poco ira convirtiendose en una atraccion irrefrenable. ?Conseguiran estos dos titanes llegar a entenderse?

  • Sucedio un diciembre de Betzacosta

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  • La chica del sombrero azul vive enfrente de Ana Maria Draghia

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    Mencion especial del VI Premio Internacional HQN

  • La rueda de la vida de Elisabeth Kubler-ross

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    La rueda de la vida es el legado espiritual de esta extraordinaria mujer que, al reconciliarnos con la muerte, nos enseno a amar la vida.

  • Un Lugar Olvidado de Ana Belen Ortega Mena

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    Un lugar Olvidado en la lejana y bella Transilvania.
    Una region misteriosa, cargada de leyenda a la que Alejandra decide marchar un buen dia con el proposito de encontrar sus origenes, lejanos a la Espana que siempre conocio.
    Un viaje marcado por la casualidad y el destino a la vez, provocando el enfrentamiento con su pasado, haciendola comprender aquello que ocurrio tiempo atras.
    Una abuela rumana y una herencia que promete desvelar muchos secretos son mas que motivos para una huerfana como ella, bohemia, solitaria y romantica a la vez.
    Alejandra abandona Granada para habitar la casa de su abuela Nicoleta Ivanov, en el lejano pueblo de Bram, un lugar rodeado de montanas boscosas en plenos Montes Carpatos, habitado por gente ruda e inaccesible, temerosos de la invasion de lobos que cada noche tiene lugar en la tetrica aldea.
    Pronto se desatara una trama que involucrara a las familias mas nobles de Rumania, y que de alguna manera la arrastraron hasta Bram, un pueblo maldito desde todos los tiempos, un lugar olvidado para muchos y que ella quiso recordar.
    Manuscritos reveladores, sotanos oscuros y cancioncillas infantiles capaces de estremecer a cualquiera. Secretos que parecian relegados al olvido y que de repente cobran vida y pretenden vengar con su larga existencia.
    Pero la bella region de Sinaia le proporcionara el refugio perfecto y el encuentro con el amor, el lugar idilico donde se forjaron dos historias de amor paralelas, marcadas por el pasado y el presente.
    Experimentos geneticos, enfermedades casi erradicadas capaces de marcar durante anos la vida de todo un pueblo y la historia de siete princesas que siempre parecieron habitar Bram, pese al transcurrir de los siglos… Un pueblo en el que se detuvo el tiempo y que con la llegada de Alejandra quiso echar a andar, aunque el precio a pagar fuera demasiado alto: su propia infancia.

  • Para las amantes de la regencia de Varios Autores

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    Llega lo que todas las amantes de la novela romantica de regencia esperaban.

  • Circo Maximo: La ira de Trajano – Santiago Posteguillo de Santiago Posteguillo

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    Circo Maximo es la historia de Trajano y su gobierno, guerras y traiciones, lealtades insobornables e historias de amor imposibles. Hay una vestal, un juicio, inocentes acusados, un abogado brillante, mensajes cifrados, fortalezas inexpugnables, dos aurigas rivales, gladiadores y tres carreras de cuadrigas. Hay un caballo especial, diferente a todos, leyes antiguas olvidadas, sacrificios humanos, amargura y terror, pero tambien destellos de nobleza y esperanza, como la llama del Templo de Vesta, que mientras arde, preserva a Roma. Solo que algunas noches la llama tiembla. La rueda de la Fortuna comienza entonces a girar. En esos momentos, todo es posible y hasta la vida de Trajano puede correr peligro. Y, esto es lo mejor, ocurrio: hubo un complot para asesinar a Marco Ulpio Trajano.

  • Navidad en Alaska de N. Q. Palm

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    Aisha se niega a seguir excusandose por algo que no ha hecho, harta de que su amiga de toda la vida no crea en su palabra deja San Francisco y llega a Alaska.
    Un accidente, un hombre y un lobo, cambiaran su vida para siempre. Ni en suenos hubiera podido imaginar que en un lugar tan frio se encontraria a alguien que desprende calor por todos los poros de su piel.
    Tahiel es un hombre de las montanas, un guerrero curtido y con pocas esperanzas de cambiar su inevitable futuro. Bastante oscuro, por cierto. Conocer a Aisha le hara replantearse su vida.

  • No me mires asi, nena de Kris Buendia

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    !Maldicion! ?Que ocurre? --Salto en un solo pie al ver que el elevador se ha detenido. De acuerdo soy toda una valiente, pero cuando se trata de estar encerrada en el ultimo piso del elevador de la empresa Barbieri Advertising para la cual empece a trabajar hoy, todo lo valiente se puede ir al carajo en un segundo. --!La madre que los pario! --Vuelvo a gritar y esta vez siento una mano grande y fuerte sobre mi hombro. No se si esta confortandome o si esta reprendiendome por mi lenguaje. Me importa una mierda, estamos atrapados, podemos morir en cualquier momento. ?Y cuanto lleva ahi de todas maneras? De acuerdo, Amy relajate. --Senorita, por favor tranquilicese. Joder, he entrado al elevador sin darme cuenta que habia alguien, pense que estarian vacios y es porque me salte cinco minutos antes de mi almuerzo para encontrar el mejor lugar en la cafeteria de la esquina que vi hoy por la manana. --?Que me que? --Casi es una ofensa--No me pida que me tranquilice cuando mi vida puede terminar aqui en este elevador de mala muerte. Ni si quiera se por que le estoy siguiendo la conversacion. Por su tono de voz es un hombre fuerte, pero estoy empezando a maldecir esta oscuridad porque no puedo verlo como quisiera. Vaya, Amy. No es momento para que te pongas cachonda. La luz empieza a brillar, mi subconsciente me dice gire sobre mi propio eje y vea al hombre que me ha tocado el hombro. Lo hago sin pensarlo y como la torpe que soy mi bolso cae al suelo, haciendo que el hombre misterioso se agache para recogerla. Pelo castano. Oh, mierda la lampara del elevador ha vuelto a fallar precisamente cuando el iba a levantar su rostro para verme. ?Donde he visto ese pelo castano antes? --Tenga--Me entrega tanteando por la ausencia de luz y rapidamente tomo mi bolso y lo aplasto contra mi pecho. --Gracias. --?Siempre eres asi? --?Ya nos empezamos a tutear? --Lo siento--Se disculpa--Me deje llevar. --Pues agarrese para que no se lo lleven, senor... --?Siempre eres asi? --Otra vez con las preguntas--Me quejo ya sintiendo que me va a dar algo porque este hombre me esta sacando de quicio. Empieza a reirse a carcajadas, ahora me siento dichosa de poder escuchar solamente yo esa carcajada varonil del caballero misterioso. Su acento italiano es sexy. Sera porque me encuentro aqui y se ha dado cuenta que no soy de aqui que, me sigue la corriente. --Mire--Me llevo las manos al cuello y doy gracias a Dios y los santos porque no puede verme--Mejor piense en algo para sacarnos de aqui, me voy a desmayar en cualquier momento. --Tranquila--Vuelve a tocarme y esta vez ese roce manda chispas a todo mi cuerpo--Pronto saldremos de aqui, he llamado a los tecnicos del edificio. ?Y cuando los llamo que no me di cuenta? --No sabia que habian de esos--Mi insolencia sale de nuevo a la luz --Para ser una empresa prestigiosa, cuyo dueno es italiano, y que si tuviese la oportunidad de tenerlo de frente para maldecirlo por tener elevadores en mal estado. Jamas pense que me pasaria algo como esto. --?Maldecirlo? --Pregunta curioso. --En mi idioma es que le diria un par de cosas que seguramente me despediria en ese momento, pero es que los elevadores hacen que me de algo. --?Le de algo? --Oiga, ?Usted no se cansa de hacer preguntas? --Ahora si me enfado. --Le hare la ultima pregunta--Ignora lo que dije--?Cual es su nombre? Vaya, con este hombre no se cansa. --?Si le digo mi nombre me va a dejar en paz y nos sacara de aqui? Como si eso fuese posible. --Si. --Amy Collins, hoy es mi primer dia de trabajo, el que va a ser mi jefe no se ha aparecido en toda la manana y por eso me he escapado para almorzar en vez de estar esperando un hombre con cara dura segun me han contado. --Hombre de cara dura--No ha sido una pregunta--?Entonces no sabes quien es tu jefe? --Nop--Hago que suene la “p” mas fuerte de lo normal. Si vamos a estar aqui mas tiempo juro que voy a matar a dos hombres hoy. El primero sera el y el segundo el maldito quien sera mi jefe. Pero primero: --?Y usted es?… La luz regresa y el elevador se abre por dos hombres con trajes color naranja, deben ser los tecnicos del Barbieri Advertising. --Gracias a Dios--resoplo y cuando levanto mi vista para agradecerle a esos hombres que hicieron mas que el que estaba dentro conmigo, con mi ceno fruncido les pregunto: --?Que sucede? --S...senor Barbieri--Dice uno de ellos--Disculpe la tardanza. --No se preocupen--Dice la voz detras de mi y juro que he dejado de respirar--Hagan el favor de revisar todos los elevadores de la empresa-- Hace una pausa--No quisiera que alguien se desmayara aqui dentro si algo asi vuelve a suceder. --S… si, senor Barbieri. No me muevo. No parpadeo. No hablo. ?Senor Barbieri? Hago una memoria mental y maldigo esta vez para mis adentros. El hombre que estaba conmigo, el que soporto mi insolencia y mala leche, al que le dije que iba a maldecirlo. Es el Senor Barbieri. Mi jefe. 2 ?Mi jefe? !Jo...joder! He amenazado con cantarle sus tres. !Y en sus narices! --?Senorita Collins? --Pregunta alguien y yo sigo como una loca ridicula sin moverme--Senorita Collins haga el favor de responder. ?Ahora me ordena? De pronto la misma electricidad--Miento--Ahora una muy fuerte corre por todo mi cuerpo al sentir las manos del senor Barbieri en mi cintura para que salga del elevador. Hago lo que silenciosamente me pide y salgo sin decir mas. Los tecnicos hacen una nena reverencia en presencia del jefe y yo me encuentro haciendo lo mismo. --?Senorita... --Bien--Lo interrumpo--Estoy bien...senor Barbieri. Levanto la mirada y !Maldicion! Ahi esta ese rostro. Nariz respingona. Cabello castano. Ojos verdes que acompanan esa mirada sensual. Voz recargada de: "Quiero cogerte aqui y ahora" !Joder contigo, Amy! Que contigo todo es coger. --No me mires asi, nena. Y haz el favor de no hacer temblar tu voz y mucho menos tartamudear--Exige y mis entranas empiezan a sacudirse al escuchar ahora esa voz de mando--Me gustaba mas la mujer asustada del elevador... ademas de insolente y que ha amenazado a su jefe con--Ladea la cabeza--?Maldecirlo? Oh, diosito este hombre me hace sentir cosas con solo verlo y no es precisamente maldecirlo. !Aunque deberia! El muy cabron me esta intimidando, pero ni leches. !Ni loca! --Senor... --Brandon. Me llamo Brandon. Trago, trago y estoy segura que me he tragado hasta la lengua porque ahora me cuesta responderle. A pesar de ser un manojo de nervios para mis adentros no se lo demuestro y me mantengo firme despues de escuchar semejante barbaridad. --Yo--Hago una pausa breve y recuerdo no tartamudear como una cria--Yo lo lamento, pero usted es mi jefe. Por lo tanto lo llamare por: <> --En el ascensor me dijiste <> ?A que ha venido el cambio? --Estaba asustada. Y me disculpo por mi comportamiento, senor Barbieri. Veo a nuestro alrededor y la gente del edificio ha empezado su rutina. Veo el reloj en mi muneca y en efecto ya es hora del almuerzo. Varias miradas se cruzan entre nosotros y ahora me siento como una anormal por estar frente a mi jefe. !Al jefe de todos! --?Almuerzas conmigo? ?!Pero de que va!? !Madre que hoy si me da algo! --No. --Es hora del almuerzo--Ahora es el quien ve su caro reloj de oro en su muneca--Ademas es mi manera de disculparme por haber venido un poco tarde en tu primer dia de trabajo. No se cuanto tiempo lleves en Italia, y si quieres, puedo ensenarte los alrededores. --Eso no es problema, senor... --Brandon. --Senor Barbieri--Le gruno--No es necesario y no tengo nada que disculparle. Si me disculpa. Hago el movimiento de irme, pero de pronto me detiene del brazo. Casi tropiezo con ese roce que cada vez que lo siento es mas electrico y estoy segura que ya tengo los pelos de punta. Como si una eternidad pasara, clava esos ojos verdes en mi. Repasa mi rostro, mi cabello y el muy sinico ve mi pequeno escote y sonrie. !Dios, esa sonrisa! El ultimo accesorio que da a juego con ese trajo oscuro y elegante. --Almuerzas conmigo. De nuevo... no ha sido una pregunta. ... Practicamente soy arrastrada hasta su BMW y la hora pico a esta hora no ayuda en nada. Mis nervios se han ido y ahora me siento como una ninfomana pensando guarradas. Su perfume se ha apoderado de cada poro de mi piel y tengo mucho calor. Pero no es porque el clima aqui dentro no sea agradable. Es por esos jodidos ojos verdes. --?Que te gustaria comer? --Rompe el silencio mientras esperamos que el semaforo cambie a verde. --Iba al restaurante de la esquina--Veo hacia la ventana en vez de su rostro--Solamente tengo una hora. No dice nada y ese silencio hace que lo vea. Tiene su mirada puesta en mi pero no sonrie. ?Lo he enfadado? Ahora soy yo la que no dice nada, sino que hago lo mismo. Lo veo. Lo estudio. Lo deseo. !Joder, lo deseo en este momento! --?Senor? --Me obligo a preguntar aclarando mi garganta. --Brandon--Insiste--Pero asi me gusta, que me veas a la cara cuando me hablas y no que te escondas viendo hacia la ventana. --No me estaba escondiendo. --?Ah, no? Niego con la cabeza y veo sus manos que aprietan mucho el volante a pesar de que el auto no se esta moviendo. Tiene manos grandes y seguro que mis pequenos pechos pueden ser envueltos en una sola mano sin problema. El semaforo se ha puesto en verde y la bocina detras de nosotros hace que mi hombre de cara dura reaccione !Y yo tambien! --Cara de poquer--Siseo enfadada por lo que me hace pensar. --?Disculpa? --Eh... nada, que tengo mucha hambre. --He reservado en el Amore. ?Y cuando reservo en el Amore? Lo quedo viendo pasmada. Primero en el elevador y ahora esto. Esta asustandome un poco esa mania controladora. ?Sera con todo asi? Yo creo que no. Todavia no conoce a Amy Collins. Y estoy segura que lo que me gusta controlar sera un arma de doble filo tanto para el como para mi. Al momento de ver el gran letrero en letras doradas y cursivas, abro mi boca al ver la fachada del restaurante. Nunca habia imaginado un lugar tan bonito, pero es porque me gusta mas estar en <> que compartiendo el ambiente con gente estirada como el. --Llegamos, senorita Collins. --?Por que me llama de esa manera si a usted no le gusta que le diga <>? !Sere idiota! El senor Barbieri se aproxima como un iman buscando mis ojos, mis labios y hasta mi alma cuando dice: --?Te gusta que te lleven la contraria? --Pregunta respirando en mi cara y la barrita de excitacion se esta empezando a cargar. Labios carnosos. Es lo unico que puedo ver en estos momentos. --Responde. --No. Entonces saca su lengua y remoja sus labios, apenas levanta la comisura de su labio para sonreir y cuando pienso que no hay mas distancia entre nosotros, vuelve a sacar su lengua y la pasa por mi labio inferior. !Oh, si Barbieri! Cierro mis ojos y espero por mas. De pronto siento el aire que no proviene de su respiracion y abro mis ojos.

  • El triunfo del artista de Tzvetan Todorov

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    La Revolucion rusa de 1917 es sin duda uno de los episodios mas cruciales del siglo xx y dio origen al primer estado totalitario de la historia. Muchos fueron los artistas y escritores que saludaron la revolucion y muchos tambien los que sufrieron la represion del totalitarismo que la siguio. En El triunfo del artista, Tzvetan Todorov se fija en una serie de creadores y analiza su posicion frente a la revolucion en dos momentos: en primer lugar la actitud que adoptan en relacion con la idea misma de revolucion antes de que se convierta en realidad. Y en segundo lugar la relacion que se establece, una vez producida, entre el arte y el poder, entre los creadores y los dirigentes politicos. Escritores como Pasternak, Babel, Bulgakov, Maiakovski, Tsvetaieva o Mandelstam; cineastas como Eisenstein; musicos como Shostakovitch; y pintores como Malevitch son analizados por Todorov desde el conocimiento profundo de su obra y la compasion por la tragedia de su vida. Para proclamar finalmente el poder del arte sobre aquellos que quieren su muerte.

  • La mujer que cavo una tumba de Ed Ramirez

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    Los sucesos narrados ocurrieron en 2014 en Sarajevo, donde Anarishkova, una agente rusa, cavaria una tumba despues de haberse involucrado con al menos dos centros de inteligencia de paises distintos: Alemania y Estados Unidos.

  • Tierra de bisontes (Cienfuegos 7) de Alberto Vazquez-figueroa

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    Una nueva aventura del guanche Cienfuegos, el cabrero de La Gomera que se embarco por error en una de las naves en las que Cristobal Colon se dirigia al Nuevo Mundo.

  • Donde braman los vientos de Constanza Chesnott

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  • Estremeces mi mundo de Mia Ford

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    Eran perfectos el uno para el otro hasta que el empezo a ser una famosa estrella de rock y una infidelidad los separo.

  • Tres Capas, Maxima Suavidad de Nieves Hidalgo

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    !Que ganas tenia de que acabara la maldita reunion! Cuando Fernando Orellana se pone petardo, se pone de verdad. Le encanta escucharse, al muy becerro. Estoy convencida de que antes de presentarse en la sala de reuniones se planta delante del espejo y ensaya; no es normal que, cada dos frases, te suelte una que te obliga a abrir Google y consultar la RAE para saber que punetas esta diciendo. --Repeticion, por favor. Le he interrumpido tres veces alzando la mano. No le ha gustado, claro, le repatea que lo hagan cuando esta soltando su discurso, pero me ha importado menos que cuarto kilo de pimientos fritos que se haya cabreado tras el coro de risas. No soy lela. De hecho, siempre saque estupendas notas en lengua. Pero es que lo de Orellana me supera, de verdad. Me gusta conversar, intercambiar ideas, no acudir a un soliloquio de frases rimbombantes. Por la rabia que he visto en su mirada se que, de haber podido, me hubiera echado de la reunion. O enviado de cabeza al departamento de personal para que me preparasen el finiquito. Pues que se joda, que a mi no puede ponerme de patitas en la calle. Por varias razones: soy muy buena en mi trabajo --la falsa modestia me cabrea--, soy rapida y tengo mas ideas que una raposa. Al menos eso me decia siempre mi abuela. Ademas, poseo un buen porcentaje de acciones en el negocio. Y por si eso fuera poco, mi padre es el dueno de Imagine, una de las mas reconocidas empresas de decoracion a nivel nacional. Nuestros proyectos de arquitectura e interiores destilan pasion y no se cinen a los deseos del cliente: los sobrepasan. El negocio va viento en popa y es muy posible que abramos una delegacion en Nueva York el ano que viene, cuya direccion me ha ofrecido mi padre y yo he rechazado. Me gusta viajar, pero no me acostumbraria a vivir fuera de Espana, mucho menos a separarme de el. No, no, no, esto ultimo, lo de ser la hija del dueno, no tiene nada que ver, que os veo venir. Quiero que quede constancia de que me he ganado el puesto a pulso, mi adorado padre no me ha regalado nada --salvo pagarme la carrera-- y comence haciendo recados de un despacho a otro. ?Que os habiais creido? Aprendi del mejor, que para mi es el; tal vez por eso me costo lo suyo demostrar mi valia profesional ante ese peso pesado. Y muchas veces no estamos en absoluto de acuerdo porque su estilo es sobrio, pleno de elegancia, y el mio alocado, puede que incluso excesivo. Pero gusta; es de lo que se trata en un negocio. --?Te marchas? Belen se acerca a mi mesa y deja la carpeta de color sepia. Dentro, mi proyecto para un tenista que quiere redecorar un chale que acaba de adquirir. Le he pedido que me de su opinion, conoce el negocio mas que muchos de nosotros, no en vano lleva veinte anos ejerciendo de secretaria de mi padre. Quiero saber que le parece mi idea porque no se anda con panos calientes, si algo le agrada te lo dice, y si no tambien, por eso siempre nos hemos llevado de lujo a pesar de la diferencia de edad. Ha cumplido medio siglo, aunque cualquiera lo diria viendola tan guapa, todavia con un buen tipazo, siempre perfectamente peinada y maquillada. Esa es una de las cosas que siempre me recrimina desde el carino, que no me importa demasiado la pinta que lleve. Es que para mi lo que prima es la comodidad, con unos pantalones anchos y una camiseta voy lista. Para calzar, manoletinas, aunque me diga que cuando camino con ellas mis andares se asemejan a los de Jhon Wayne. --Tengo que hacer compra, mi frigorifico parece el desierto de Gobi y no me queda ni un rollo de papel higienico. --Llevate alguno de aqui. --Gracias, pero no. Solo uso de triple capa, maxima suavidad. Y rosa, a ser posible. --Estas como un cencerro, tesoro. --Asi soy yo: maniatica para ciertas cosas. Bueno, ?que te ha parecido? --Senalo la carpeta con la barbilla. --Me gusta. --Asi, sin mas. --No parece buena senal y me corre un gusanillo de preocupacion por el cuerpo. --Atrevido. --Era lo que buscaba. --Entonces has acertado. No, en serio --sonrie--, creo que es sensacional. Lo que no se es lo que va a decir tu padre. --El proyecto es mio, a ti te ha gustado... ?Que va a decir? Sabes que valora tus opiniones tanto o mas que yo. Asiente, se da la vuelta y chasca los dedos por encima del hombro. --Buen finde, preciosura. --?Quieres que te acerque a casa? --Me quedo un rato para terminar unas facturas. Pero recuerda que me debes una comida, no te la perdono. Es cierto. Prometi que hoy comeriamos juntas y que yo pagaria, pero ha sido imposible. --El pestino de Orellana no nos ha dejado respirar con el asunto del complejo hotelero, ya has visto que incluso nos han traido un catering. El lunes te voy a invitar a Viridiana, reservo esta misma tarde, y te juro que se te van a caer las lagrimas cuando pruebes los huevos fritos con trufa de Abraham Garcia, lucero mio. Se echa a reir, mueve la cabeza como dejandome por imposible y se aleja con ese caminar elegante y sensual que a mi me gustaria tener. Busco la nota que he hecho de la compra y apunto el nombre del restaurante; con tantas cosas como tengo en la cabeza o lo anoto o se me olvida y no quiero quedar como una cerda con Belen, que le tengo mucho carino. Doy un vistazo al reloj, reniego por lo bajo, agarro la carpeta, la meto en mi bolso para darle el ultimo toque al proyecto el fin de semana, y salgo a escape del despacho. Casi choco con mi padre en el pasillo. --?Sales ya? --Acabo un par de cosas y me marcho. No te retrases para la cena y ponte algo decente, si no es mucho pedir. --Me advierte mientras pulso el boton del ascensor y se abren las puertas. --Prometo presentarme tan maravillosa como la Cenicienta cuando conoce al principe. No puedo disimular el gesto de fastidio. Despues de la semana agotadora que llevamos lo que menos me apetece es tener que soportar una cena de negocios. Trabajo muy bien bajo presion, soy una maquina, pero me vuelvo irritable. Lo mejor en esos momentos es que se olviden de mi y me dejen sola. Hoy, ademas, la reunion con Fernando ha terminado de mandar al carajo el poco humor que me quedaba. Sin embargo, no puedo negarme a echar una mano a mi padre, asi que adios a llegar a casa, quedarme en bolas y tirarme en el sofa con un paquete de palomitas a ver una de esas peliculas antiguas en blanco y negro que tanto me gustan. Tenia previsto ponerme Testigo de cargo. La he visto un monton de veces y no me canso de la magistral actuacion de Charles Laughton en el personaje de sir Wilfrid Roberts. Si, no puedo remediarlo, soy friki de las peliculas antiguas. Meto la rodilla para que no se cierren las puertas del ascensor y me doy la vuelta. --Papa, ?cuando vas a decidirte a pedirle matrimonio a Belen? Ejerceria de anfitriona mucho mejor que yo. Tuerce la boca y se queda mirandome unos segundos. --Sin retrasos, Kindelan --repite antes de alejarse. Sonrio mientras el ascensor me lleva hasta la planta baja. Siempre se dirige a mi por el apellido cuando se enfada, pero he visto un brillo especial en sus ojos al conjuro del nombre de Belen. Todos en la empresa sabemos que mantienen una relacion desde hace anos, lo normal seria que se dejaran de juegos y se casaran. Belen es soltera, una mujer de bandera, y el un hombre bastante apuesto y viudo desde hace mas de quince anos, que merece ser feliz. Una vez en la calle paro el primer taxi que veo. Normalmente voy en autobus, no me gusta utilizar el coche en Madrid, pero hoy no tengo tiempo, he de hacer mil cosas: comprar --llevo una lista tan larga como la de Schindler y no puedo dejarlo para manana porque es domingo y en el supermercado de mi urbanizacion no abren--, ducharme, lavarme el pelo, maquillarme un poquito y llegar al chale de mi padre en Guadarrama. 2 Jaime --Bien, pues te veo el viernes que viene. --Siento que hayas tenido que atenderme en sabado, Jaime. De no haber sido por la excursion... --No pasa nada, ya sabes que para ti estoy disponible siempre. Cierro el expediente, rodeo la mesa y alzo la mano para chocarla con la del muchacho. Estoy orgulloso de el. Como lo estoy de mi trabajo. Cuando empece a tratarlo hace un ano, tras su intento de suicidio, me costo lo suyo conseguir que confiara en mi, pero la terapia, la medicacion y la confianza han dado excelentes resultados. Es un chaval estupendo y, poco a poco, ha ido superando la muerte de sus padres en un accidente de avioneta. La primera vez que lo tuve frente a mi, me identifique con el de inmediato, tal vez porque tambien yo me quede solo a su edad. Me masajeo la nuca, que noto tensa, guardo los papeles y la sesion grabada en la caja fuerte, apago el ordenador, las luces, tomo la chaqueta y cierro la consulta. Llevo una semana demoledora. Mientras bajo en el ascensor me recuesto y cierro los ojos un momento. Se me ha levantado un ligero dolor de cabeza, lo que siempre me pone de mal talante. Sueno con llegar a casa, abrir una cerveza bien fria, cenar cualquier cosa y dormir doce horas seguidas. Ya ni recuerdo cuanto tiempo hace que no me tomo un fin de semana completo. Habia previsto disfrutar de este, pero el destino se ha confabulado en mi contra y, aparte de tener que cambiar la visita de Oscar a hoy, he de acudir a una cena que preveo aburridisima. !Que demonios entiendo yo de interiorismo! Si mis tios quieren redecorar los cinco apartamentos que han adquirido en Benalmadena, perfecto. Seguro que cualquier empresa puede dejarlos preciosos, no me entra en la sesera que quieran mi opinion. Ni siquiera me va a dar tiempo a echar una cabezadita porque antes he de pasar por el super -- visita imprescindible-- y la cena es en Guadarrama. Arranco el coche, saludo con la mano al guarda de seguridad antes de subir la rampa del garaje y me meto de lleno en el caotico trafico de Madrid. Apenas recorro dos kilometros cuando entro en un atasco de los que hacen epoca. Durante unos tres minutos nadie protesta, todos estamos acostumbrados mas o menos a lo que se monta en la capital. Pero despues empieza la juerga: unos tocan el claxon, otros se asoman por las ventanillas, alguno hasta se baja del vehiculo para increpar a los causantes del embotellamiento, aunque ninguno sepamos que o quien lo provoca porque solo alcanzamos a ver un coche de bomberos a lo lejos y las luces azules de la policia. El disco se pone en verde seis veces mas antes de que, por fin, empecemos a movernos. Solo es una ilusion: cien metros mas adelante volvemos a quedar varados. Por descontado, regresan las protestas junto con el irritante y continuado estrepito del claxon del gilipuertas que llevo detras, que me esta poniendo la cabeza como un bombo. --!Joder! --Golpeo el volante con las dos manos, abro la puerta y salgo para encararme con el --. ?Quieres que te diga donde cono puedes meterte la bocina? Vale, estoy de acuerdo en que no es la reaccion mas logica en un profesional de psicologia y psiquiatria. Se supone que una de mis misiones es calmar a la gente, ?verdad? Pero no he podido reprimirme, debe ser el cansancio acumulado el que me ha hecho perder los papeles. O el maldito dolor de cabeza, que me tiene loco. Igual debo consultar con algun colega, a lo peor estoy menos lucido que los clientes a los que intento ayudar. Ponerme como un energumeno no es normal en mi. Por fortuna, los coches empiezan a avanzar, asi que me olvido de la discusion y de aquel idiota que, por otro lado, se ha quedado mas callado que un muerto al verme la cara de mala leche. Durante el trayecto no dejo de pensar en mi ilogica reaccion. No solo he sacado los pies del tiesto, he sacado las dos piernas. Es el agotamiento, no me cabe duda. Tengo que descansar mas o acabare en el psiquiatrico. Lo que necesito es silencio y tranquilidad, sobre todo tranquilidad. Una se me va y otra se me viene, me dan ganas de llamar a mi tio y excusarme para la cena. Lo malo es que soy una persona de palabra y la he dado. Debo mucho a tio Jorge y a tia Elvira, fueron los que me criaron tras la muerte de mis padres; no se donde hubiera acabado sin ellos porque a los quince anos era un anarquico que iba en contra de cualquier sistema, me saltaba una clase si y otra tambien y tenia companias poco recomendables. Meto el coche el parking del supermercado y entro. Algo pasa. Por norma, un sabado y a esas horas apenas hay gente. Sin embargo, veo filas interminables de carros cargados hasta la bandera y funcionan las tres cajas al mismo tiempo. Conozco a una de las cajeras, Monica, por haber tratado a su madre el ano pasado. Me acerco a su puesto y le pregunto la causa de tanto jaleo. --?En que mundo vive, doctor Samper? Hay huelga de reponedores del sector a partir del lunes. Empujando ya mi propio carro me doy cuenta de que, con frecuencia, estoy en of respecto a lo que pasa alrededor, parece que vivo en otro planeta. ?Que hay huelga de reponedores? No tengo ni idea de como se dirige un super, pero suena a grave. Y debe serlo cuando las colas en las cajas llegar hasta el fondo del local. A mi, por de pronto, me han chafado la lista que llevo preparada; tendre que comprar alguna cosa mas, por precaucion. Soy meticuloso a la hora de adquirir productos, voy anotando lo que me hace falta y solo me llevo eso, nada de acaparar lo que no necesito o cargar con todas las ofertas. Segun escucho a la senora que pasa a mi lado charlando con otra, la sentada puede ir para largo. El primer pasillo es el de los productos de limpieza. En mi lista, el papel higienico esta redondeado con rotulador, lo que quiere decir que es lo unico que no se me puede olvidar porque no me queda mas que el rollo que hay puesto. Para mi sorpresa, las estanterias estan practicamente vacias: servilletas, papel de cocina y, por descontado, papel higienico, brillan por su ausencia. Solo queda un paquete. Rosa. Va a quedar muy cool en mi cuarto de bano, pero tendre que aguantarme, de modo que me voy a por el y... Y una mano lo atrapa al mismo tiempo que yo.

  • Mas rojo sangre de Katarzyna Puzynska

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  • Yo no creo en principes azules de Alexa Blanco

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    !Me cago en toda mi mala suerte! Encima de tener un dia de mierda con dos pacientes un poco tocones y mirones, ahora salgo y esta lloviendo a cantaros y para rematar no llevo paraguas. Estamos a finales de octubre, ya han pasado dos meses desde que volvimos de nuestras vacaciones, un viaje para descansar y disfrutar con mis amigas y el cual me dejo hecha polvo y aun lo sigo estando. Yo no creia en el amor y me acabe enamorando de un estupido mentiroso, el peor de todos. Jamas me hizo ninguna promesa lo se, pero solo con sus gestos y su forma de tratarme ya lo decia todo y yo como una tonta cai rendida a sus pies. Todo este tiempo he tenido a mis amigas a mi lado apoyandome y dandome animos porque hasta el dia de hoy no hay noche que no me acueste llorando por Aday. Y si hay una persona que en estos meses no ha habido ni un solo dia que no este conmigo ese es Jorge. Ha sido un pilar muy importante en mi vida, aunque a mi no me apeteciera me obligaba y me obligaba a salir, aunque solo fuera a pasear o al cine y siempre le estare agradecida por darme tanto apoyo. Hoy me ha llamado para ver una peli y hemos quedado todos en mi casa para hacer una fiesta pijama, es viernes y manana nadie madruga. – Abril, !pero si vienes empapada! – Es Jorge que me esta esperando en la puerta de casa. – Hay Jorge hijo hoy he tenido un dia de mierda, y no llevaba paraguas y hasta encontrar un taxi mira como me he puesto. – Ya veo ya, anda tira, vamos para arriba y te das una ducha, no vayas ahora a ponerte mala, preciosa. – ?Y las chicas? – Maria me ha dicho que llegaria un poco mas tarde, tenia un compromiso y Esther debe de estar a punto de llegar. Subimos a mi casa y me voy directa a mi cuarto a darme una ducha calentita y a ponerme comoda, a Jorge no hace falta decirle nada se conoce mi piso al dedillo y nos conocemos de toda la vida. Cuando salgo del cuarto ya me siento un poco mejor, llevo puesto mi pijama de Frozen que me regalo mi hermana para reyes. Al ir bajando las escaleras oigo una conversacion y al llegar abajo veo que Esther ya ha llegado. – Hola preciosa, ?Como estas? – Pues haber si mejora un poco el dia, porque hoy ha sido una puta mierda. JAJAJAJA se echan los dos a reir, seran capullos. Me siento muy mal por Esther, ella tambien lo ha pasado mal con ese viaje, estaba bastante colgada por Daniel y se que tuvieron algo, pero aunque el ha intentado llamarla varias veces ella no quiere saber nada, no le perdona que lo supiera todo y dejara que Aday me hiciera esto. Lo unico que se es que la susodicha se llama Monica, porque aunque Esther no dejo que Daniel se explicara si llego a oir su nombre. -?Chicas que os apetece de cena? – nos dice Jorge. – Aun falta Maria. – A mi hermana que le den, cuando llegue ya se encontrara con lo que haya y si no que se haga una ensalada. Nos echamos los tres a reir. Con mis amigos me siento a gusto pero no me rio ni de lejos como la Abril de antes de conocer Aday. Al final nos ponemos a pensar y decidimos pedir mexicano. Me apetecen bastante unas fajitas bien picantes y unos nachos gratinados con queso y su salsita guacamole. Nada mas pensarlo se me hace la boca agua y, como no, ellos acceden a mi capricho. Ultimamente me estan mimando mucho, pero tambien es verdad que es la primera vez que me han visto hundida totalmente por un hombre. Lo mio con Aday fue corto pero muy intenso, jamas me hubiera imaginado que me hiciera eso, se veia tan sincero. Estoy perdida en mis pensamientos cuando noto que alguien me abraza, es Maria y ni siquiera he sentido el timbre cuando ha llegado, si ya digo yo que estoy en la parra. – Hola flacucha, ?Como estas? – Bueno no tambien como tu Marieta, se te ve muy contenta. – Si cielo lo estoy, es mas, no solo estoy contenta estoy feliz como una perdiz. – ?Y a que se debe tanta alegria pillina? – Pronto, muy pronto lo sabreis, ?y tu como sigues? – Bueno ultimamente creo que peor, cada vez me cuesta mas ir a trabajar, estoy muy cansada y tengo muchos dolores en las lumbares. – Y conociendote seguro que no has ido al medico. – Pues si lista, si que he ido. – ?Y que te ha dicho? – Como otras veces, que estoy algo baja de defensas y tenga algo de anemia, el haber perdido tanto peso y la depre, que todo puede venir de ahi, me ha hecho unos analisis completos y el lunes voy a por ellos. – Pues el lunes te acompano. – No, no te preocupes cielo tu tienes clases. Me acompana Esther. – Ok pero cuando salgais me llamais. – Por supuesto mi sargento. Me cuadro delante de ella y nos echamos las dos a reir. Nos ponemos los cuatro morados de comida mexicana mientras nos bebemos un par de botellas de vino. Jorge no para de hacer el ganso durante toda la cena, cosa que me hace reir tanto que olvido el dia tan malo que he tenido hasta ahora. Cuando acabamos de cenar nos vamos arriba a mi habitacion donde he apartado la cama y he puesto un colchon en el suelo. Las chicas han traido peliculas de terror y comedia, asi que yo me tumbo con Esther en mi cama y Maria con su hermano en el colchon y nos hartamos de comer chucherias y ver pelis hasta que uno por uno vamos cayendo dormidos. CAPITULO 2 Suena el despertador y la verdad es que no tengo ganas de nada, cualquiera diria que he estado todo el fin de semana sacudiendome las telaranas o bebiendo, nada que ver. El sabado despues de despertarnos y recogerlo todo salimos lo cuatro a comer y despues ya me vine a casa, hasta ahora que ha sonado el maldito despertador. Al menos hoy me consuela que solo trabajare un par de horas, tengo cita con el medico y me he pedido el resto del dia libre. Voy arrastrandome desde la cama hasta la ducha como si anoche me hubiera tomado todo el alcohol y el agua de los floreros que tienen mis vecinos en su casa. Y la verdad es que solo me bebi un vaso de leche y a las nueve estaba en la cama frita. Soy patetica lo se, por dios soy peor que mi abuela. Ella si que se lo monta bien, ya no se si le gusta la carne o el pescado , la muy jodia a sus 70 anos no hay viaje ni fiesta que se pierda cada semana. Despues de la ducha parece que ya me siento persona, desayuno algo y salgo para el trabajo. Despues de estar un rato en la clinica donde trabajo con un par de pacientes, salgo hacia mi medico donde me esta esperando Esther. Cuando la veo enseguida se que algo le pasa, tiene una cara de cabreo que no puede con ella. – Hola reina, ?y esa cara? – No, no es nada cielo, hoy tengo el dia que todo al que me encuentro en mi camino es gilipollas o imbecil. JAJAJAJA me echo a reir porque se lo que es, quien no ha tenido un dia de esos que los mandarias a todos a la mierda sin billete de vuelta. – Venga nena ya paso, vamos para dentro y luego nos vamos por ahi de compras. – Ay si Abril, necesito renovar el armario. – Pero si fuimos de compras hace un mes. – ?Y? Ya sabes que en mi trabajo no puedo repetir mucho de ropa y ademas tengo dos galas beneficas. – Ufffff vale, pero tampoco me tengas toda la tarde de tienda en tienda. – No, no, para nada, solo lo justo, ademas tu tambien tienes que comprarte algo, sabes que como cada ano estais invitadas. Ay la virgen, ya no me acordaba, tiene razon tengo que comprarme algo, pero lo que Esther dice lo justo significa un minimo de cuatro horas. Que le voy hacer, hay de todo en este mundo y a mi me ha tocado una amiga loca y encima amante de las compras. Yo me puedo poner unas bragas del Carrefour (que por cierto son monisimas y comodas) y no se me cae el chocho al suelo y ella tiene que ser minimo marca La Perla, ni que tuviera el potorro de oro la punetera. Estamos esperando en la sala de espera hablando de lo bien que lo pasamos el viernes, cuando oigo que la enfermera me llama y enseguida nos levantamos y la seguimos dentro de la consulta. Detras de su mesa esta mi medico, un hombre de unos 38 anos, moreno y con los ojos de un azul precioso, la verdad es que es todo un ejemplar el condenado. Un par de veces me invito a salir hace tiempo, pero la cosa no paso de una simple cena, muchas risas y una copa. – ?Como esta mi paciente favorita? Se levanta, me da dos besos y le presento a Esther que me mira con cara de que confianzas son estas. – Pues no muy bien la verdad, cada dia estoy peor. – Bueno vamos a ver estos analisis seguro que no es nada. Veo que abre el sobre y comienza a mirar hasta que veo que pone cara de preocupado, ay dios ?que tendre? – Dime la verdad Pedro, que tengo. – No te asustes, no es nada malo. Como te dije tienes un poco de anemia y las defensas un poco bajas, pero eso con un buen tratamiento solucionado, no es nada preocupante. – ?Entonces esa cara de susto? Pedro te conozco. Lo veo que me mira y intenta ver como decirmelo. – A ver preciosa no te asustes y estate tranquila pero en los analisis tambien sale algo mas. – YYYYY sueltalo ya, Pedro por favor. – Estas embarazada. – ?Como que embarazada? No, no puede ser, debe de haber un error. Veo que Esther se me queda mirando muy preocupada, cogiendome la mano. – Las pruebas no fallan Abril, ademas no solo lo pone en una, te hicimos pruebas de orina y sangre y en las dos da positivo, por eso y por la anemia te has estado encontrando tan mal cielo. – Pero, pero embarazada, hace dos meses que no estoy con nadie. – Tu sabes que tus periodos no son regulares y por eso no te has dado cuenta antes, solo con que olvidaras una pildora o tomaras alguna medicacion especial, ya puede pasar. Embarazada, embarazada de Aday, un mentiroso que me engano y me dejo tirada. Ya no puedo decir nada mas, mis ojos se llenan de lagrimas y noto como se me nubla la vista y en ese momento me desplomo. CAPITULO 3 Abro los ojos y veo que estoy en la camilla de una consulta tumbada y recuerdo perfectamente por que me he desmayado: estoy embarazada, embarazada de Aday. Aun no me lo puedo creer, intento incorporarme pero las manos de Pedro me detienen. – Ten cuidado preciosa no te incorpores aun, poco a poco. – Ay dios Abril, que susto me has dado cuando te he visto asi. – No te asustes Esther solo ha sido un desmayo por la impresion y la tension – le contesta Pedro. Me voy incorporando poco a poco en la camilla hasta ya quedar sentada. Esther en todo momento esta cogiendome de la mano que no hace mas que temblarme de los mismos nervios. Veo que Pedro se va y a los pocos minutos vuelve a entrar con unos papeles en las manos. – Mira Abril, aqui te dejo un informe con la medicacion que tienes que tomar para la anemia, y tambien te receto acido folico para que empieces a tomarlo ya. Y nada mas salir de aqui, quiero que llames a tu ginecologo para pedir una cita. – No te preocupes Pedro, enseguida lo llamo. – Ya me encargo yo de que lo haga si no le meto un sopapo – suelta Esther. – Bueno chicas, tengo que seguir con mis pacientes, quedate aqui hasta que te encuentres mejor para salir, y cualquier cosa repito cualquier cosa me llamas Abril. No importa la hora, ya sabes que no solo eres mi paciente tambien eres mi amiga. – Muchas gracias Pedro. Le doy dos besos y nos despedimos, tiene que continuar trabajando el pobre. Media hora despues en que no he abierto la boca para nada, me he quedado en estado de shock nada mas oir la palabra embarazo, le digo a Esther de marcharnos. La pobre no ha querido ni molestarme, ha estado todo este tiempo solo acariciandome la espalda y cogiendome de la mano sin decir nada. – Ahora mismo llamo a un taxi y nos vamos a casa. – Gracias Esther. – No tienes que dar las gracias por nada. – Te he estropeado tu dia libre, para ir de compras. – Seras imbecil, antes estas tu y no me has estropeado nada. Estamos en la calle subiendonos al taxi cuando mi movil empieza a sonar, es Maria pero sinceramente ahora no tengo ganas de cogerlo, asi que se lo paso a Esther para que ella conteste. – Dime Maria – ?Que os ha dicho el medico??Y por que contestas tu y no Abril? Lo sabia, algo malo ha pasado. – Uy hija que preguntona. – Dejate de tonterias, ?Que pasa? – Es mejor que cuando salgas vengas a casa de Abril y hablamos. – Pero me quieres decir de una punetera vez que pasa, ?Que tiene Abril? – No te asustes no es nada, ahora vamos en un taxi a su casa, ven cuando puedas y alli hablamos. – Te lo juro que cuando te vea te doy dos collejas con la mano abierta, en un par de horas salgo y nos vemos alli. – Ok un beso

  • Mas que amigos, el final 2 de Carolina Salvo

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    Estuve siete dias sin hablar, siete dias odiandome por tomar aquella tortuosa y masoquista decision, y estuve siete dias ignorando los mensajes de Tobias que no dejaban de llegar a mi celular. Siete dias.

  • Te odio, pero besame, Isabel Keats de Isabel Keats

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    Lucas y Candela se conocen desde ninos. Segun Candela, lo suyo fue odio a primera vista, pero da la casualidad de que India es la mejor amiga de ambos y estan condenados a verse a menudo. Eso si, cada vez que se juntan vuelan los cuchillos. Todo indica que las cosas seguiran asi eternamente, hasta que Candela decide que ha llegado la hora de sentar la cabeza. A pesar de que odia los imprevistos y las sorpresas, esta dispuesta a embarcarse en una expedicion, nada menos que a Kamchatka, para asegurarse de que Victor, su novio, es el hombre de su vida. Sin embargo, no ha contado con Lucas quien, al parecer, tiene mucho que decir en el asunto y no esta dispuesto a que su pelirroja favorita se lance a semejante aventura con otro que no sea el. Pero hay cosas que son imposibles, al fin y al cabo, ellos se odian desde siempre… ?o no? Si te gusto ‘Te quiero, baby’ (Premio Dama Mejor Novela Romantica Contemporanea 2015) no te puedes perder esta nueva novela de Isabel Keats.

  • Coincidencias de Luis Goytisolo

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    ?Es Coincidencias propiamente una novela? Lo es, pese a que en un principio a mas de un lector pueda parecerle algo atipica. Hasta que, estimulado por los golpes divertidos, desopilantes, del relato, la acepte sin problemas como tal. Y no ya porque cumple con todos los rasgos que caracterizan al genero, sino porque la aparente dispersion inicial propia de una narracion colectiva termina por configurarse en un todo estructurado y coherente.

  • El jardin de los ciervos de Patricio Sturlese

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    Una novela de aventuras e intrigas por el autor de la superventas El inquisidor.

  • Despues del <> (Bianca), Chantelle Shaw de Chantelle Shaw

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  • Nuestro es el cielo de Luke Allnutt

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    Todos tenemos que tomar decisiones.

  • Pescando salmones en Alaska de Caridad Bernal Perez

    https://gigalibros.com/pescando-salmones-en-alaska.html

  • El amor de la senora Rothschild de Sara Aharoni

    https://gigalibros.com/el-amor-de-la-senora-rothschild.html

    Un amor entranable que forjo una de las familias mas emblematicas de la historia del judaismo: los Rothschild.

  • El Secreto de La Belle Nuit de Maite R. Ochotorena

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  • No se lo cuentes a nadie (Volumen independiente), Noe Casado de Noe Casado

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    << ?Quieres pasar una noche inolvidable? ?Asistir a eventos exclusivos? ?Cenar en los mejores restaurantes? ?Codearte con gente vip?

  • Dibujando la tormenta de Pedro Sorela

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    “Dibujando la tormenta” es un paseo a traves de las vidas y obras de cinco <>: Faulkner, Borges, Stendhal, Shakespeare y Saint-Exupery. Un apasionado y estimulante canto a la lectura en el que Pedro Sorela, de forma amena y a la vez exhaustiva, nos descubre como Faulkner intuyo que toda novela es una forma de poesia, como Borges tuvo que sufrir una infeccion de la sangre para terminar aboliendo las fronteras internas de la literatura, como de Shakespeare no sabemos casi nada pero si lo que importa, como Stendhal escribio para revivir su juventud heroica en Italia e intuir que la condicion para escribir una obra maestra es haberla vivido antes, y como Saint-Exupery encarno un siglo despues esa profecia y fundio vida y escritura en una sola obra. Toda seleccion tiende a ser injusta, pero no si se trata, como es el caso, de la propuesta de una serie de escritores que no pretende armar ninguna etiqueta, ni esculpir un canon, ni ordenar una clasificacion o facil comodin cultural para la academia, la critica, el periodismo o cualquiera de las industrias de la posmodernidad. El unico criterio seguido por Pedro Sorela para proponer a Faulkner, Borges, Stendhal, Shakespeare y Saint-Exupery como algunos de los fundadores de la escritura moderna es una doble constatacion: la de que el placer de su lectura aumenta con el tiempo y la de que nada fue lo mismo despues de sus libros: la caligrafia de cada uno de ellos es reconocible en la escritura moderna. Todo ello es explicado a la luz de cinco intensas biografias, sin las cuales, en contra de lo que tiende a sostener la Academia, sus obras resultarian mucho mas enigmaticas de lo que siempre es inherente al gran arte.

  • Hasta que nos volvamos a encontrar (Bilogia Amame 2), Priscila S de Priscila S

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    La vida de Alison cambio por completo desde que decidio instalarse en Paris. Nunca penso que alli podria convertirse en la mejor bailarina de ballet, ni que cumplir un sueno no la hiciera feliz.
    Anos despues, y con una vida hecha, lo unico que mantenia era el recuerdo del que creyo el amor de su vida. Los recuerdos de Nicolas seguian atormentandola.
    La ciudad del amor volvera a ponerla a prueba. ?Que ocurrira cuando el pasado vuelva a convertirse en presente?
    Familias enemigas volveran a verse las caras cuando el pasado vuelva a ser presente.

  • Solo tuya 2 de Anabel Garcia

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    Despues de sucumbir a lo que sienten, Elizabeth y Sammuel intentan abordar los multiples problemas que surgen en su incipiente relacion, pero parece que estos cada vez son mas fuertes y Elizabeth duda constantemente de que merezca la pena. ?Como se las ingeniara Sammuel esta vez para que no huya mas? ?Sera capaz de conseguirlo o el yo malvado de Elizabeth se saldra finalmente con la suya? Seguimos inmersos en esta caotica historia de amor en la que los dos deben elegir si luchar juntos contra viento y marea, o dejar que el barco se hunda, y lo que es peor, con ellos dentro.

  • Idus de Julio de Felipe Ortin

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    Un alto cargo ejecutivo regresa a su hogar despues de varios meses en el extranjero por motivo de negocios. Al llegar a su casa en plena noche, un asombroso descubrimiento le hace sospechar que su mujer le ha estado enganando con alguien. Pero no un alguien cualquiera, sino uno de sus tres mejores amigos. Pero, ?cual de ellos? Las pistas y los indicios que va recogiendo no le ayudan a desvelar el misterio, mientras su relacion amorosa se desmorona.
    Paralelamente a su vida personal, en el ambito profesional, las cosas tambien han cambiado en la oficina, despues de tanto tiempo, y un ejecutivo envidioso tratara de evitar el ascenso de categoria del protagonista, utilizando rastreras artimanas para conseguir escalar en la compania a costa del personaje principal.

  • Un trato con la NERD de Cynthia Walter

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    SINOPSIS: Nadia Rodriguez es una excelente economista, tiene una carrera brillante y mas meritos de los que necesita; ?Por que entonces no consigue mantener un trabajo? Es una nerd, si, esa chica cerebrito que sirve para todo pero nadie quiere ensenar. Adam Zavala es un empresario exitoso que tiene un plan para lanzar a lo mas alto el negocio heredado del mundo de la moda de su padre; ?Que hara cuando se de cuenta de que su plan no es viable? El padre de Adam mandara a Nadia a comprobar el trabajo de su hijo... Nadia se dara cuenta de que nunca habia conocido a nadie tan atractivo como su nuevo jefe... ?Podra Adam ver mas alla del trato que firmara con la Nerd para salvar su negocio? Capitulo 1 Nadia Me levante como cada manana a las cinco en punto al oir el despertador. El espejo me recibio en el bano con una especie de reproche por acostarme a las tantas; ?Nadie entendia que mi trabajo requeria estar siempre dispuesta a pasar sueno? Me duche tomando un poco mas de tiempo del necesario en mi pelo, rizado como una escarola no queria quedarse en su sitio y mas bien parecia que no me habia peinado en la vida. Odiaba el vaho que se formaba en el bano porque mis gafas se empanaban suficiente como para sentirme totalmente ciega; ?Habian pensado alguna vez en construir unas barras como las del coche para la lluvia instalandolas en unas gafas? Yo las llevaria. Sono el timbre y abri aun con el albornoz puesto para recibir a Tom, mi mejor amigo ademas de un crack de las finanzas tanto casi como yo. -No he visto ningun error en el documento que me mandaste a las dos de la manana. -dijo con cierto reproche por la hora en la voz. - ?Esta lloviendo? -pregunte al comprobar que sus gafas de culo de vaso tambien estaban empanadas. -Evidente. -contesto riendose cual cerdito. - ?Como es que tu intachable jefe te pidio que hicieras un balance de semejantes caracteristicas con tan poco tiempo? -anadio buscando alguna magdalena en mi cocina. -Aun no me ha dado tiempo a hacer el cafe. -asegure. No me senti nada violenta por estar en albornoz por la sencilla razon de que Tom y yo eramos como hermanos, ademas de que dudaba de que a cualquier hombre le pudiese gustar verme semidesnuda. -Diria que Enzo Zavala no se fia mucho de las cuentas que le mandan desde Shadows and ligths S. L. -afirmo riendose de nuevo con su sonora y tipica voz ronca. -Supongo que tienes razon. -conteste. Me dispuse a servir las tazas del brebaje magico llamado cafe para los dos y sali disparada hacia mi habitacion para buscar algo que ponerme en el armario; Escogi unos pantalones de vestir mas altos y con corte de hombre junto con una camisa blanca que no marcaba nada, y unos tirantes negros para unirlo todo. -Menos mal que eres un genio. -Tom se metio conmigo por mi vestimenta como de costumbre. Mi amigo tenia razon, nosotros eramos nerds al margen de la sociedad de la moda; Lo nuestro era la economia y los informes. Sentada a la mesa tomando el cafe pense en lo que habia dicho Tom sobre el senor Enzo. El tenia negocios por todo el pais e invertia en distinta empresas, yo era algo asi como su mano derecha para ese tipo de operaciones; Era extrano por tanto que me hubiese pedido hacer un analisis de esa empresa de moda que dirigia su hijo Adam en un plazo record. Ya eran las seis y media asi que debia salir para el trabajo si tenia en cuenta que mi coche arrancaba cuando queria. Tom se levanto de su asiento cogiendo su maletin recolocandose la corbata de cuadros muy a nuestro estilo para seguirme. Rojito era mi vehiculo desde que me habia conseguido sacar el carnet, por supuesto a la primera como todo lo que dependia unicamente de mi esfuerzo y no de mi imagen. Llegue a la esquina del edificio central donde trabajaba y deje que Tom se bajase para ir hasta su empleo; Uno por debajo de su cualificacion tal y como me pasaba a mi. Aparque como pude entre dos coches enormes y lujosos para despues bajarme asegurandome de pasar por recepcion para recoger las cartas ademas de un cafe que habia pedido que dejasen alli para Enzo Zavala. -Senorita Rodriguez, pase. -dijo mi jefe. A pesar de ser ya mayor seguia teniendo un porte elegante que, sin embargo, se encontraba empanado por un rostro de preocupacion. -Aqui tiene. -conteste sacando torpemente las diversas carpetas de mi bandolera cruzada. -He traido tanto el informe que me pidio, como un analisis sobre los numeros que me facilito. -anadi quedandome callada. -Despues de tanto tiempo y sigo sin conseguir que me tutees. -contesto con una pequena carcajada. -Pero lo que si se es que cuando no terminas una frase con rigurosidad es que hay algo malo. -anadio poniendome entre la espada y la pared. -Me resultan incompletos los numeros, como si hubiesen hecho el dosier sobre una parte de la informacion. Una vision optimista pero no estoy segura de si realista. -conclui aun sabiendo que de alguna manera estaba poniendo en duda algo cuya direccion llevaba su propio hijo. -Precisamente por eso... -dijo pensativo. -Necesito que me hagas un favor, voy a mandarte a la delegacion de Shadows and lights por un tiempo. Quiero que supervises los negocios de mi hijo porque su entusiasmo puede llegar a ser un riesgo para la compania. -Su mandato me cayo como un jarro de agua fria. -Pe-Pero... Yo no tengo ni idea de...De... Ese sector. -conteste tartamudeando por los nervios al borde de tirar el cafe del jefe. -Nadia. -El senor Zavala cogio el vaso de mi mano y lo dejo en la mesa para despues seguir sosteniendo mi mano entre las suyas. -Siempre ha hecho un trabajo excelente pero ahora necesito que vayas a esas oficinas y me ayudes a comprobar que todo sigue siendo solido. -Su peticion era totalmente seria. -Esta bien. -respondi recolocandome las gafas. Entre en mi despacho recogiendo las pocas cosas que tenia en el e imprimi los documentos que el mismisimo senor Zavala habia preparado para mi.

  • Lo que nunca te cante, Cara A de Lena Valenti

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    Una siempre cree estar satisfecha con la vida que tiene. Yo, por ejemplo, asi lo siento.
    Tengo una relacion estable con un chico que me quiere y que me encanta, mi vocacion es mi trabajo, me rodeo de buenos amigos, tengo salud y unos padres que me apoyan en todo.
    No pido nada mas. Pero si esto fuera asi, no tendria nada que decirte.

  • La sombra del adepto (El adepto de la reina 4) de Rodolfo Martinez

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    La nemesis del adepto sale a la luz.

  • Polvo eres 1 de Nieves Concostrina

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  • Cuando la sociedad es el tirano de Javier Marias

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    Cuando la sociedad es el tirano reune los noventa y seis articulos publicados por Javier Marias en el suplemento dominical El Pais Semanal entre el 5 de febrero de 2017 y el 27 de enero de 2019.

  • Cuando regrese, Esmeralda Laderas de Esmeralda Laderas

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    Para Forrester regresa a Eford, un pequeno pueblo del Sur de Estados Unidos, diez anos despues de verse involucrada en la muerte de Jason Graham, miembro de una familia cuyo apellido que en ese lugar lo simboliza todo.
    La intencion de limpiar su nombre despierta viejos odios, rencillas y dramas familiares, e incluso a un asesino que vive oculto entre sus habitantes.
    Pero tambien el amor en el corazon de un hombre al que deberia odiar.

  • El arte del engano de Daniel Tubau

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    Una cuidada edicion que ofrece la mas completa panoramica del arte de la estrategia china publicada hasta la fecha.

  • Sangre intocable de Maribel Medina

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    Tras el exito de Sangre de barro Maribel Medina lleva a sus protagonistas, la forense Laura Therraux y el agente de la Interpol, Thomas Connors, hasta la fascinante ciudad de Benares (novela negra).

  • Noches de neon de Scarlett De Pablo

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    Cuando Butterfly conoce a Blake Novak, un luchador de artes marciales, instantaneamente se siente atraida hacia el. Lo que Blake no sabe de ella es que vive una doble vida, y que debajo de ese encanto infantil y las pelucas de colores, esta Mia Gabrielli, la hija de un jefe del crimen organizado.

  • La venganza de Candy Townsend de Kate L. Morgan

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    !Era feliz! !Era su momento esperado! Y, sin embargo, sentia que algo fallaba. Lady Candy Townsend, miro los diferentes regalos que llegaban al hogar de sus padres. Los traian desde todos los rincones del reino. Su padre, segundo hijo del baron de Thistle, no se habia dedicado al sacerdocio como era propio en los hijos segundos, todo lo contrario, se habia forjado una reputacion como juez, y tenia muchisimos amigos y conocidos que lo respetaban. Ella se habia criado entre la elaboracion de las leyes del parlamento, y juicios a delincuentes, pero habia sido una nina feliz y se sentia amada por su madre y por su padre. La muchacha de cabellos de fuego y ojos de color celeste como una tarde de verano, observo atenta su vestido de novia. Habia sido confeccionado por la mejor modista de Londres; Madame Roswell. El corte, al mas puro estilo victoriano, tenia un diseno muy voluminoso de gran falda y mangas abullonadas, escote con volantes y cola de tres metros. Estaba cosido en tafetan de seda de marfil del vestido de novia de su madre, encaje antiguo del velo de novia que habia pertenecido a su abuela, y que habia sido bordado con hilos de plata y mas de cinco mil perlas. El resto de tejidos con los que habia sido confeccionado provenian de artesanos tradicionales ingleses. Candy miro su anillo de compromiso; una impresionante esmeralda rodeada de diamantes que se veia demasiado grande en una mano tan pequena como la suya. Sentia nerviosismo, pero se tranquilizo porque era algo habitual en las novias. Su prometido era el tercer hijo del conde de Magpie, un hombre de florida verborrea y mirada vacua que apenas le prestaba atencion. Ella se habia quejado varias veces porque le extranaba la actitud de su prometido, pero su madre, Olivia Townsend, le habia dejado muy claro que un hombre del talante y linaje de su prometido, no perdia el tiempo escuchando la palabreria de una muchacha ignorante como ella. Esa descripcion de su madre no le habia gustado nada, pero era una hija obediente. Por eso, no tuvo que esforzarse mucho en convencerla, y en asegurarle que despues de la boda todo cambiaria para ella, pero Candy se hacia muchas preguntas. El noviazgo era el momento mas dulce para una mujer, sin embargo, ella veia a su prometido en contadas ocasiones, y siempre acompanado. Todavia no conocia lo que era un beso apasionado y caricias lujuriosas que habia leido en novelas de romance, y ese desconocimiento la hacia sentir impaciente. Porque aunque lo ocultaba bajo una fria indiferencia, su cuerpo bullia de pasion. Ansiaba ser besada, acariciada, pero tendria que esperar a la noche de bodas para dar rienda suelta a todos esos sentimientos que burbujeaban en su interior. Su madre le decia que desear era pecado, pero ella no podia sentirse una pecadora. Si Candy fuera una muchacha docil, si fuera obediente, y nada impulsiva, ahora se encontraria viajando por el mundo y probandolo todo, pero era una hija aplicada, y esperaba el dia de su boda como toda muchacha de su edad. Era lo propio. Era lo justo, pues sus padres anhelaban ese dia mucho mas que ella pues estaban encantados con la boda de su unica hija, porque ello les permitiria entrar en el estrecho y cerrado circulo de la alta nobleza. Candy sabia que jamas le faltaria de nada, que tendria todo aquello que deseara porque la fortuna del conde Magpie era de sobra conocida. Entonces, ?por que sentia en lo mas profundo de su corazon que algo no encajaba? ?Que sentia que le faltaba? Se pregunto por enesima vez. Estaba asustada por lo que el destino le tuviese preparado. Ella sabia que no era muy hermosa, sobre todo por su color de cabello tan escandaloso, pero tenia buen corazon e iba a ser la companera adecuada pues habia sido instruida desde la ninez para ser la esposa perfecta. Se consolo diciendose que lo mas destacable de su persona eran sus ojos de color celeste, porque estaban acompanados de largas pestanas bajo unas perfectas cejas cobrizas que los realzaban. Sentia nerviosismo, y se tomo un tiempo para tranquilizarse porque debia llevar algunos regalos a la casa que seria su hogar despues de la boda. Una bonita mansion a orillas del Tamesis con un bonito jardin delantero. A pesar del nerviosismo, una sonrisa se dibujo en su rostro. Su madre habia aceptado que pasara el fin de semana con sus queridas amigas, Aline y Melany, en la pequena casita de Combe Down, donde podria despedirse de su solteria en una fiesta intima donde solo estarian ellas tres. Incluso habian prescindido del servicio. Candy se coloco la capa sobre los hombros, se puso los guantes, y se ajusto el sombrero. Pensaba entretenerse lo minimo posible en su futuro hogar porque tenia poco tiempo para arreglar su valija con las prendas que necesitaria en su breve viaje. Sonriendo, salio del hogar de sus padres sin sospechar el cambio tan drastico que iba a sufrir su existencia. Todo iba a cambiar para ella en cuestion de minutos. La vida le tenia reservada una gran sorpresa que cambiaria su vida para siempre. Cotswolds, tierras de Bath Aline Rawson arreo las monturas mientras seguia conduciendo la calesa por el estrecho camino rural. Llegaba tarde y lo sabia. La sinuosas curvas hacia dificil que pudiera conducir de forma mas rapida, pero ella, que solia ser prudente en demasia, se intranquilizaba por momentos, pero confiaba en sus sementales. Manejarlos era un autentico placer, aunque sus amigas no pudiesen comprender por que motivo les tenia tanto carino. Respirar el aire de la campina inglesa le levantaba el animo mejor que cualquier conversacion estimulante con un caballero de lengua dulce y manos atrevidas, pero le preocupaba la discusion que habia mantenido esa tarde con sus padres, y de los interrogantes que habia dejado sin resolver. Volvio a centrar su atencion en el camino porque solo faltaban unas millas, y ya habia pasado el pequeno pueblecito de Marshfield. Ella y sus dos amigas del alma iban a hospedarse en una casita de dos plantas en el bello pueblecito de Combe Down en pleno corazon de Cotswolds, muy cerca de Bath, una villa turistica ubicada en el campo ondulado del suroeste ingles, conocida por sus termas naturales y la arquitectura georgiana. El padre de Aline era el tercer hijo del baron de Lark, una familia con un titulo menor, pero con una herencia considerable. Y entonces se dedico a pensar en las familias de sus dos amigas del alma. El padre de su amiga Candy era el segundo hijo del baron de Thistle, pero no se habia dedicado al sacerdocio sino que era juez. Y el padre de Melany era el baron de Turtledove, pero estaba en la mas absoluta ruina. Las tres amigas vivian cerca de Londres, y, aunque estaban en edad casadera, solo Candy estaba prometida al segundo hijo del conde de Magpie, y la boda iba a celebrarse en breve. Ese era el motivo para que las tres amigas hubieran decidido hospedarse en Combe Down, la casita de Maggie Rawson, su unica tia, que era una adorable ancianita que siempre la ayudaba a mantener encuentros fraternales alejadas de los padres de todas, pero sobre todo de su hermano el baron que ejercia un ferreo control sobre su unica hija. Para la tia Maggie, Aline era su sobrina favorita, y se lo demostraba cada vez que podia. La encantadora vivienda era muy antigua, y, aunque su tia nunca ponia pegas o trabas para que ella la disfrutara de vez en cuando, en esa escapada solo iban a ocupar la primera planta. Miro hacia la curva que se cerrada hacia la derecha, y, aunque lo intento, no consiguio vislumbrar el bosque de castanos, ese lugar conseguia conmoverla por su quietud y paz. Aline creia que faltaban solo doce minutos para las seis, se cerro demasiado en una curva, y tuvo que sujetar mejor las bridas. La conduccion tan temeraria que estaba ejercitando echaba por tierra anos de buen juicio y sensatez. Menos mal que su padre no podia verla. Tomo una doble curva, y vislumbro el pueblo frente a ella. Las estrechas calles empinadas estaban desiertas a esa hora, pero Aline no se sorprendio. El mes de abril estaba siendo muy frio en comparacion con otros, fue pensarlo, y percibio un escalofrio involuntario que la recorrio de pies a cabeza. Ya vislumbraba la casa. Observo humear la alta chimenea, y llego hasta su nariz el olor de la lena quemada. Aparco la calesa en el granero donde antano se resguardaba a los animales, su tia Maggie lo habia reformado recientemente. Nada mas descender del vehiculo, sus zapatos se hundieron en el barro pues habia llovido el dia anterior. Sus medias y zapatos eran demasiados finos, pero ella no habia tenido tiempo de cambiarse, habia salido directamente en direccion a Bath porque no queria llegar demasiado tarde, aun asi el trayecto habia durado demasiado. Saco la pequena maleta, y dirigio sus pasos hacia la calidez de la casa. Se moria por una taza de te. Cuando llego al interior, deposito la maleta en la entrada y dirigio sus pasos hacia el salon donde podia oir la voz de Melany. En el momento que abrio la puerta y fijo sus ojos en sus amigas, una amplia sonrisa se dibujo en su rostro. Las dos mujeres que estaban esperandola desde hacia cuatro horas, se levantaron al unisono para dirigirse directamente hacia ella. --!Llegas tarde! --la firme voz de Melany le arranco una sonrisa conciliadora. --Lo se, pero queria salir de inmediato. Tanto Melany como Candy miraron al unisono el atuendo de Aline y levantaron los ojos al cielo. --!No te has cambiado el vestido de fiesta! --exclamo Melany con tono incredulo, pero Aline no le permitio continuar. --?Crees que no lo se? --trato de justificarse--. Si me hubiese cambiado de vestuario, mi madre habria impedido mi marcha --le contesto--. He tenido que correr mucho y ser sigilosa. Melany resoplo de forma poco femenina al escucharla. El control que ejercian los padres de Aline sobre ella le parecia inhumano. --?No le has dicho a tus padres que ibas a pasar el fin de semana en Combe Down? No puedo creerlo --la recrimino--. Pues deberias haberlo hecho. Aline sonrio ante el tono aspero de su amiga. Nadie en el mundo manejaba el sarcasmo como ella, si bien al sentirse reganada, entrecerro los ojos suspicaz, y miro su semblante adusto. En ocasiones detestaba la forma franca que tenia de decir las cosas, pero callo en un intento de que el fin de semana fuese lo mejor posible, y, por ese motivo, clavo los ojos en la copa que sostenia Candy entre sus manos. --Yo tambien quiero un poco de eso --dijo con una sonrisa en los labios. Aline hizo un gesto con la cabeza hacia la copa que sostenia Candy. --?Champan? Te recuerdo que tu bebes unicamente te y limonada fria --le recordo. Aline hizo un gesto exasperado con la cabeza, ella tambien bebia champan cuando asistia a los espectaculos en Covent Garden. Que sus amigas la considerasen tan anodina, la preocupaba. --Pero ahora he decidido beber lo mismo que vosotras. Aline tomo asiento en el unico lugar vacio frente al enorme hogar encendido, cogio la copa llena con el dorado liquido que Candy le acerco amable. --Hoy brindaremos por el dulce y maravilloso futuro que se abre ante ti, por el esposo que te hara la mujer mas feliz del mundo, y porque veremos con nuestros propios ojos que la prosperidad te inunda y llena tu vida por completo --le dijo Aline con una sonrisa genuina. Melany hizo una mueca al escucharla. --Es increible, Aline, lo empalagosa que te pones en ocasiones --la carcajada de Candy al escucharla no se hizo esperar. Melany fijo sus ojos en ella. Tenia en el rostro una mirada que no habia visto nunca. Candy levanto la copa con ojos chispeantes, y, sin previo aviso, les espeto a ambas. --Por el bastardo de mi prometido. !Ojala le estalle el corazon dentro del pecho! --tanto Aline como Melany clavaron sendas miradas con asombrosa incredulidad en el rostro de ella. La miraron beberse de un trago la copa y volver a llenarsela sin una duda--. ?Que...? ?No os ha gustado mi brindis? --las dos seguian con las copas todavia llenas si bien la apuraron de un trago. El silencio que reino en la pequena sala por unos breves instantes, fueron el preludio del caos que acontecio poco despues. Candy comenzo a maldecir, a mascullar y blasfemar de tal forma, que habria conseguido sacarles los colores a unas verduleras en el mercado. Tanto Melany como Aline estaban asombradas. No conseguian entender su arranque inesperado, y la miraban indecisas ante la noticia sorprendente. Tanto Aline como Melany eran conscientes de que Candy era la mas prudente y comedida de las tres. Candy ceso en su retahila de insultos hacia su prometido, e inspiro profundamente antes de volver a sentarse como si nada hubiera ocurrido. Como si por sus labios no hubiera salido semejante aluvion de insultos. Melany, fue la primera en romper de nuevo el silencio --?Que ha sucedido? --le pregunto. Aline estaba realmente preocupada. --?Es algo serio? --se intereso la otra en un tono suave. Candy solto una carcajada ausente de humor, y, de pronto, los ojos se le llenaron de lagrimas que apenas pudo contener. Aline se levanto presurosa de su asiento y encauzo los pasos hacia ella. Cuando llego a su lado, la abrazo fuerte. Ese detalle consiguio desbordar la presa que Candy intentaba contener a duras penas. No queria molestar a sus dos amigas del alma. Melany seguia mirando en silencio a sus jovenes amigas, y un suspiro amargo broto de su garganta ante la infelicidad que empanaba ese momento. Eran amigas desde siempre, tanto Candy como ella habian nacido en Basingstoke, salvo Aline que era de Newbury, pero las tres habian asistido al mismo colegio de senoritas, y seguian estando tan unidas como cuando eran adolescentes llenas de inseguridades.

  • Me enamore de mi mejor amigo – Valeriam Emar de Valeriam Emar

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    Dicen que uno valora lo que tiene cuando lo pierde. Alex Bloom podia dar fe de eso.
    Ella era perfectamente imperfecta. Una vida llena de sobresaltos e inestabilidad. Lo unico perdurable que habia tenido, habia sido Frank Martin, su mejor amigo. Pero estaba a punto de perderlo.
    Frank Martin era el tipico chico bueno que todos querian tener como amigo. Un director de cine que acababa de ganar un viaje a Grecia para dirigir su primera pelicula, lugar en donde el conoceria a la mujer con la que pretendia casarse. Justo en el momento en el que Alex habia descubierto que se habia enamorado de su mejor amigo.
    Un viaje a Grecia, una fiesta de compromiso y nada que un par de copas no puedan solucionar.

  • Desafiando a Kilian Reinhardt (Hermanos Reinhardt 1) de Velvet Black

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    ?Una Historia de Sexo o Una Historia de Amor?

  • Al vuelo de la pagina de Juan Malpartida

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    Al vuelo de la pagina, de Juan Malpartida, es un diario que abarca la ultima decada del siglo XX. El autor no se limita a reflejar su punto de vista, sus observaciones sobre literatura, filosofia, politica y vida literaria, sino que deja testimonio de su dialogo con escritores, desde la lectura pero tambien desde la amistad, como Octavio Paz, Fernando Savater, Juan Gil-Albert, Enrique Molina, Charles Tomlinson y muchos otros que vemos aparecer en estas paginas que se convierten, asi, en un testimonio historico.