• rafa g catala - Rafa g. Catala

    https://gigalibros.com/el-puente-de-fairmont-hill.html

    Nueva York, 1983. Nick Hamilton desperto aquella noche sobresaltado por una pesadilla. Nada le hacia presagiar que volveria a encontrarse con su idilica y a veces, aterradora experiencia en el pueblo donde vivio parte de su adolescencia.
    Cuando a la manana siguiente, su vieja amiga Emily le comunico la aparicion del cadaver de Joseph Kenner, desaparecido veinte anos atras en extranas circunstancias, sin pensarlo, llamo a Oliver al que no veia desde 1961.
    La vida no habia sido facil para Oliver Kenner. Tras hablar con Nick no supo como reaccionar, tenia miedo a recordar, a regresar a un oscuro pasado que se escondia tras el puente de Fairmont Hill.
    El agente del FBI Luke Barren, encargado de la investigacion del caso, estaba a punto de desenterrar secretos a los que nadie queria enfrentarse y cuya sombra alcanzaria los estamentos mas profundos de la sociedad americana y a sacar a la luz la verdadera razon de la huida de Oliver.

  • RAFA G. CATALA: Libros - Amazon.es

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  • RAFA G. CATALA - Acción y aventura / Literatura y ficción

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  • RAFAEL CATALA | Casa del Libro

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    Aquest llibre de Rafael Català reflecteix l'esperit d'un poeta que no ha renunciat al dinamisme interior necessari per a crear una obra poètica amb dignitat ...

  • Rafa g. Catala archivos - PDF • Descargar Libros Gratis

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    Son esos los momentos en los que te das cuenta de que las malas personas pueden hacer que las buenas, dejen de serlo. Martes, 18 Octubre 1983.

  • El Puente de Fairmont Hill - Rafa g. Catala - Debeleer.com

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    El Puente de Fairmont Hill – Rafa g. Catala · General. Comentarios. Son esos los momentos en los que te das cuenta de que las malas personas pueden hacer ...

  • Todos los libros del autor Rafael Garcia

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  • [Descargar] [LIBRO] EL BENEFICIO DE LA DUDA de ...

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  • Libros de URBANO GARCIA RAFAEL - Luzvi.es

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    Titulo del libro: Álgebra lineal; Bru García, Rafael / Climent, Joan Josep / Urbano Salvador, Ana Mª / Mas Marí, José: 9788477216308: UNIVERSIDAD ...

  • CATALA, RAFAEL - Libros - Iberlibro

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    Ojo sencillo / Triqui Traque. de CATALA, Rafael.- y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible en Iberlibro.com.

  • La casa natural de Beth Greer

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    Beth Greer seguia un estilo de vida ecologico, o al menos eso creia ella, desde que llego a la edad adulta. Eso fue antes de que un problema de salud la llevase a replantearse su estilo de vida y su entorno, a identificar y eliminar las toxinas a las que nunca habia sospechado que se encontraba expuesta.

  • Aumenta el calor (Serie Castle 3) de Richard Castle

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    En la tercera novela de la <> la sexy e intrepida detective Nikki Heats se encuentra en graves problemas… El famoso periodista James Rook es el unico que puede ayudarla y hacer que el calor aumente.

  • Amor contracorriente de Annabeth Berkley

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    La joven lady Allyson Connelly se miraba en el espejo con cierta inseguridad. Estaba en el salon de la modista a la que solian acudir al inicio de cada temporada. Podria decirse que le gustaba lo que veia. Su cabello rubio perfectamente recogido, el precioso vestido celeste que resaltaba el azul de sus ojos, los bonitos y comodos botines que le permitirian bailar toda la noche... Estaba satisfecha del resultado, sin embargo... sentia que le faltaba el aire. Madame Leonard, la solicitada modista francesa a la que la mayoria de la nobleza de Londres encargaba sus vestidos desde que se habia instalado alli hacia unos anos, la miraba extranada con varios alfileres sujetos entre sus finos labios. Era alta, delgada y su demostrada experiencia y los altos precios que cobraba daban la razon a la soberbia con la que se conducia. Miro la estrecha cintura de la joven. Estaba segura de que el corpino no estaba tan apretado como para no dejarle respirar, asi que no le presto mayor atencion. Allyson sintio como sus mejillas perdian el color y un sudor frio le recorria el cuerpo. Intento distraerse mirando a su alrededor. Las paredes forradas con papel en tonos claros, las lujosas telas de diferentes colores sobre una mesa alargada, varios espejos diseminados por la habitacion, estanterias con diferentes tocados que sobresalian de sus cajas, cajones a medio cerrar con vistosas plumas, abalorios y delicados encajes... --Crei que ya tenia pretendiente --comento Madame Leonard mientras se alejaba para dar el visto bueno a su diseno desde la distancia. --Y lo tiene --afirmo altiva y satisfecha lady Josephine Connelly, la elegante matriarca de la familia--. Esta temporada, Christine causara la misma sensacion que su hermana en la anterior. No tengo duda de ello. Josephine miraba a su hija mayor con el ceno fruncido, molesta porque aun no hubieran fijado la fecha de la boda. Si la modista sabia que tenia pretendiente, pero aun no se habia casado, lo sabria, sin duda, el resto de la alta sociedad. No comprendia el porque de su reticencia cuando el conde de Nokfolk era tan buen partido para cualquier joven casadera. --El delicado vestido de color petalo que han escogido, sin duda, hara que encuentre pretendiente tan rapido como su hermana --comento la modista sonriendo friamente a la joven morena de ojos azules a la que acababa de quitarle el elegante y decoroso vestido encargado para la fiesta. Allyson miro a Christine, su hermana un ano menor, que la miraba con los ojos brillantes, emocionada por su inminente presentacion en sociedad. Sin duda, estaria preciosa y mas que preparada para encontrar esposo. La mas pequena, Laura, rubia como ella y de ojos verdes, estaba sentada indiferente junto a su madre. Ella aun tendria que esperar un ano mas para su presentacion en sociedad, y no parecia que tuviera mucho interes al respecto. Allyson volvio a mirarse en el espejo. A ella se le acababa el tiempo. La falta de aire era cada vez mas acuciante. El conde de Nokfolk, el afortunado pretendiente al que sus padres habian aprobado, ademas de pertenecer a su clase social y ser correcto y educado, habia sido muy paciente con sus caprichos de retrasar la boda entre ambos. Ese ano la acompanaria en los bailes para confirmar la union matrimonial que todos esperaban que se fuera a producir en breve. Era un buen hombre y seria un buen marido, se dijo tratando de convencerse. --Allyson, por Dios, ?que te ocurre? --le pregunto alarmada su madre, notando su palidez y angustia, cada vez mas visible. Allyson cogio aire y lo solto con rapidez varias veces mientras se doblaba sobre sus rodillas. Christine y Laura fueron preocupadas hasta ella. Madame Leonard se acerco agitando un abanico de color crudo con su mano. Solo Josephine la miraba seria, levantado una ceja con frialdad. --Se... me pasara pronto.... --les tranquilizo Allyson con un hilo de voz mientras la modista le soltaba los lazos del vestido para quitarselo. --No creo que sea necesario arreglarlo --les comento Madame Leonard con firmeza--. Quiza la joven esta nerviosa. Josephine apreto los labios con fuerza, mirando cenuda a la mayor de sus hijas. --Probablemente --murmuro entre dientes. Allyson miro de reojo a su madre antes de desaparecer tras la cortina que servia de biombo para vestirse con su ropa de paseo. --Al ano que viene me tocara a mi ponerme otro de estos vestidos --comento la joven Laura pasando la mano por el vestido que Christine iba a llevar. Christine asintio, mirando risuena su bonito vestido. Sabia que todos la compararian con su bonita hermana mayor, pero afortunadamente ella no seria rival puesto que a su boda con el conde solo le faltaba establecer la fecha. Josephine no se movio de donde estaba hasta que no vio salir a Allyson vestida con su traje de paseo de colores crudos y visiblemente mas recuperada. Christine y Laura fueron hasta ella preocupadas. Allyson les sonrio evitando la mirada de su madre. --Muy bien, Madame Leonard --le comento Josephine a la modista mientras se dirigia a la puerta--. Espero que envie estos vestidos manana mismo, y el resto de los que le hemos encargado, en una semana. La mujer asintio satisfecha. Poco antes de empezar la temporada en Londres, recibia cientos de encargos que le permitian vivir muy holgadamente el resto del ano, cuando la alta sociedad solia retirarse a pasar la temporada de caza a sus segundas viviendas alejadas de la vida social de la ciudad. Justo antes de salir, se encontraron con lady Flanigan, una vieja conocida de la familia, que entraba con su hija, probablemente con la misma intencion con las que ellas habian ido. Era alta y ligeramente corpulenta, y llevaba un moderno sombrero sobre su cabello oscuro. Su hija, con el cabello un poco mas claro, parecia su joven reflejo. Las madres se saludaron con una afectuosa sonrisa. Las jovenes se miraron con curiosidad. No solian relacionarse entre ellas. --Supongo que nos veremos en la fiesta de lord Bondshire --comento lady Flanigan. Josephine asintio complacida. --Si, Helen, aunque tenia entendido que Josselyn ya habia encontrado pretendiente el ano pasado. La mujer sonrio asintiendo y manteniendo la mirada a su interlocutora. --Asi es, pero parece ser que tiene la misma prisa que Allyson por contraer matrimonio. Las dos jovenes aludidas se miraron y se sonrieron con amabilidad. Aunque recordaban haberse visto en alguna ocasion, apenas habian hablado entre ellas. Josephine miro al cielo, como si pidiera la paciencia que necesitaba para la incomodidad que le producia la situacion de su hija mayor. --Este ano debuta Christine. Ya lo tenemos todo preparado, y estamos seguras de que todo ira... mejor. Helen asintio con una sonrisa educada. --Te deseo la mejor de las suertes, Christine --miro a la ilusionada joven--. Mucho gusto en saludarlas. Josephine y sus hijas volvieron al carruaje que les estaba esperando al otro lado de la calle. Allyson se distrajo mirando a su alrededor. Las calles de la ciudad eran amplias y estaban limpias. Habia varias personas paseando distraidas. Todo le parecia que estuviera dentro de la normalidad a la que estaba acostumbrada... y de la que habia empezado a dudar. --Allyson, ?por que te detienes? Allyson miro a su madre sonrojada. Bajo la cabeza y fue hacia el carruaje justo cuando otro carruaje similar paro frente al de ellas. Un joven apuesto de cabello castano y ojos del mismo color bajo de el para saludarlas. --Lady Connelly, Christine, Laura, Allyson. Todas sonrieron y devolvieron el saludo al prometido de Allyson. --Es un placer haberlas encontrado. Ahora iba a ver a su esposo --les explico mientras Allyson se acercaba a el. --Madre, ?puedo irme con Robert? --pregunto la joven tratando de aparentar indiferencia. --No es buena idea, Allyson. Cualquiera puede veros... --Aun no es mediodia, madre --insistio Allyson. --Voy a una de las fabricas --le explico Robert, el conde de Nokfolk, serio--. Nada me gustaria mas que compartir el tiempo contigo, Allyson, pero quiza no sea buena idea... Allyson fruncio el ceno mientras hacia un entrenado mohin con los labios que le dedico a Robert y a su madre. --Siempre os quejais de que no pasamos tiempo juntos... Josephine entrecerro los ojos mirando a su hija mayor con desconfianza. Allyson evito su mirada fijandola en su guapo pretendiente, que miraba a su madre esperando un permiso. --Puedo quedarme esperando en el carruaje... --insistio Allyson con dulzura. --Yo cuidare de ella, lady Connelly, y en cuanto termine la diligencia que me lleva hasta alli, la acompanare a casa. Josephine asintio con un gesto serio, visiblemente molesta con su hija mayor. Allyson se despidio de su madre y sus hermanas sin perder mas tiempo y dedico a Robert una bonita sonrisa mientras subia al elegante carruaje con asientos de terciopelo en color verde oscuro. El joven la siguio al interior, sentandose frente a ella. La miro detenidamente mientras golpeaba con su baston el techo para indicar al cochero que se pusiera en marcha. Pocas veces conseguian estar a solas. --No esperaba que quisieras venir conmigo --le comento Robert, con mucha calma, casi arrastrando las palabras. Allyson se encogio de hombros, sintiendose ligeramente incomoda con su tono de voz. Sentia su mirada condescendiente sobre ella, como si todavia la estuviera evaluando para saber si seria o no una buena esposa, o como si estuviera dispuesto a reganarla si no hacia lo que el consideraba correcto. --Apenas nos vemos... --le contesto ella, suponiendo que era logico que pasaran algun momento a solas. --Tu madre ya no esta. No tienes que fingir delante de mi --le indico serio mirandola a los ojos. --No estaba... --?A quien trataba de enganar? Quiza Robert habia empezado a conocerla--. Nunca he visto una fabrica --le respondio compartiendo la verdadera razon por la que habia querido acompanarle. --Ni tienes por que verla --le explico con cierta frialdad, manteniendole la mirada. Allyson lo miro por unos segundos. Habia creido que Robert apoyaria sus inquietudes o le permitiria dirigirse con mas libertad que la que tenia en casa de sus padres. Quiza fueran imaginaciones suyas, pero en determinadas ocasiones, el le hacia sentir insegura y no era nada agradable sentirse asi. --?Por que no? ?Que habria de malo? --le pregunto mirando hacia la ventana para disimular su decepcion. --Ese no es un sitio para una dama --insistio Robert mientras el carruaje iniciaba un incomodo traqueteo debido al desgastado suelo de las calles por las que habian empezado a transitar. --Oh, vamos... --Allyson le miro impaciente. --Ademas, has dicho que te quedarias en el carruaje. Allyson le miro seria. Cierta tension se palpaba en el ambiente. Ella sabia que no debia llevarle la contraria, que debia mostrarse sonriente y sumisa, pero cada vez le costaba mas comportarse asi con el. --Allyson... --le recrimino molesto--. No se que esperas encontrar alli, pero no es como te lo imaginas. Las fabricas... --entorno los ojos con una mueca--. ?Que has estado leyendo? Allyson se sonrojo, pero no le respondio. Se limito a mirar por la ventana, dandose cuenta de que habian dejado muy atras el centro londinense. --?Donde vamos exactamente? --A una parte del East End... barrios obreros... tu padre se encuentra en una de las fabricas --Allyson se asomo por la ventana sin ningun reparo--. Allyson, esto no es un viaje de placer. Vuelve dentro. Allyson lo miro molesta. --Nunca he estado en un barrio obrero. --Y no vas a estarlo --le respondio serio--. Te repito que no es sitio para una dama. Pasaremos por el barrio, pero no nos detendremos. Allyson le mantuvo la mirada, pero cedio separandose de la ventana. De nada iba a servir enfrentarse con el, ademas de que seria algo imperdonable por su parte. --?Por que no? --susurro a reganadientes. --Allyson, no hay nada que quieras ver, creeme. Allyson lo miro extranada y molesta. Ella queria asomarse por la ventana. Por eso habia ido con el. Era algo que no se podia quitar de la cabeza desde que habia leido a escondida los ultimos libros de Charles Dickens. Le costaba creer que la ciudad que el describia fuera donde ella residia. Robert decidio cambiar el rumbo de la conversacion. Tenia claro que discutir con Allyson no llevaba a nada, ademas de que no tenia por que hacerlo. Sin duda seria una esposa perfecta cuando se acostumbrara a su verdadera posicion como condesa. La acaricio con la mirada. Era preciosa, quiza demasiado transparente en sus expresiones. --Crei que querias estar conmigo... a solas. Allyson se sonrojo consciente de la intimidad del momento. Estiro su espalda pegandose aun mas al asiento en el que estaba, como si pudiera poner mas distancia entre ellos. --Si, claro... --le respondio visiblemente incomoda mientras el carruaje se movia de manera mas abrupta al dejar totalmente atras las cuidadas calles de la ciudad. Miro a Robert. Era un buen hombre, guapo, distinguido, educado. Estaba casi convencida de que seria un buen esposo, pero no sabia por que le estaba costando tanto fijar una fecha para su boda. Sabia que era lo que un marido podia exigir a su esposa. La habian educado para ello. Estaba dispuesta a ser una esposa sumisa y obediente, aunque solo pensarlo le causaba cierta ansiedad. Los pocos y robados besos que el le habia dado en contadas ocasiones no la conmovian lo mas minimo ni mucho menos le interesaba repetirlos. Su madre le habia explicado, sin muchos detalles, lo que pasaba en la intimidad del dormitorio entre un hombre y una mujer, y no tenia ningun interes en experimentar el molesto momento. Lo peor era saber que no habia manera de evitarlo. Desvio su mirada sonrojandose ante sus pensamientos. Parecia que entraba un olor fuerte y desagradable por la ventana y Allyson saco un panuelo del pequeno bolsito que llevaba colgado de la muneca y se lo llevo a la nariz. Robert la seguia mirando detenidamente. --Allyson... ?buscabas estar a solas conmigo? Allyson lo miro ruborizada. Cierto desasosiego la invadio ?Por que insistia? Los ojos de Robert habian empezado a brillar. Realmente estaban los dos a solas. ?Lo veria como una oportunidad de acercarse a ella y besarla? No le apetecia en absoluto. --No digas esas cosas, Robert. Soy una mujer decente. Robert sonrio con arrogancia. Por fin parecia que Allyson se habia dado cuenta de que estaba en sus manos, de que dependia de el. --No dudo de que lo seas... --?Donde estamos? --le interrumpio con curiosidad acercandose a la ventana al ver que pasaban junto a unos edificios que no conocia. Robert le impidio que lo hiciera sujetandola por el brazo. --Allyson, no tienes por que ver esto. Se mantuvieron la mirada por unos segundos. La tension entre ambos fue mas que visible y parecia que ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder. Robert se incorporo ligeramente sobre ella. Allyson se rindio. Lo tenia demasiado cerca. Bajo la mirada, sumisa y volvio a apoyarse en su asiento. --Si no querias estar conmigo a solas, ?Que pretendias con este viaje? --No lo se. Pense que podria ver a mi padre... --?Ahora? ?Tienes algo urgente que decirle? Una fabrica no es lugar para una mujer de tu clase. Te ruego que no bajes del carruaje cuando lleguemos. Puede ser peligroso. Allyson lo miro con cierta desconfianza. Sus palabras parecian sinceras y su tono de voz amenazador. --?Peligroso? ?Y por que mi padre viene todos los dias? ?Por que vienes tu? --Peligroso para una mujer como tu, querida --le respondio protector sin dejar de mirarla. Allyson asintio antes de girar la cabeza hacia la ventana. Estaba deseando ver lo que habia en las calles. Siempre habia vivido protegida, entre sedas y algodones, pero ultimamente tenia muchas dudas acerca de si su vida era real o era un espejismo en el que solo unos cuantos afortunados podian vivir. Robert se sento de repente a su lado buscando su contacto. Allyson se sobresalto y con rapidez se levanto de su asiento para ocupar el que el habia dejado libre. --!Robert, por favor! Robert hizo una mueca de autosuficiencia.

  • La asistente del diablo (Reinos oscuros 1) de Hd Smith

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    Despues de cinco anos de trabajar con el Diablo, Claire Cooper cree que, fuera de eso, vive una vida normal. Hasta que se ve en peligro por un asesinato que no cometio.
    Desesperada por salvar su vida y su alma, entra al Purgatorio, pero tiene un conflicto con la Reina Pagana. Ella tiene sus propios planes y utiliza a Claire para vengarse del Diablo. Claire averigua que cada soberano compite en una carrera por descubrir a "la chica" de la profecia, que arreglara el tiempo.
    A medida que Claire destapa pistas sobre el verdadero asesino, ella se da cuenta de que debe ser mas lista que los hijos del Diablo, o terminara prisionera en el Purgatorio para siempre.

  • Mas alla de marte y venus de John Gray

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    El autor del libro sobre parejas mas famoso de todos los tiempos vuelve con una guia actualizada para las nuevas generaciones. Un verdadero experto entiende que a medida que los tiempos cambian, los metodos que se consideraban probados deben ser reexaminados y actualizados. Hace mas de dos decadas, John Gray revoluciono la forma en la que concebimos al amor y la pareja con su libro Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus.

  • Caminante de Alexandra Bracken

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    Etta Spencer no sabia que era una viajera hasta el dia en que aparecio a miles de kilometros de su casa y a anos de su epoca. Ahora se encuentra de nuevo a la deriva, sola, obligada a cuestionar todo lo que sabia sobre su vida y a elegir un camino que, quizas, acabe transformando su futuro.
    Nicholas pretende dar con Etta, pero un terrible error le aleja de su busqueda y le conduce a descubrir un aterrador poder ancestral. Un poder que amenaza con destruir la linea temporal que les une.
    Conclusion de la bilogia Pasajera

  • El algoritmo de la felicidad de Mo Gawdat

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    Durante muchos anos, Gawdat estuvo interesado en disenar una formula que le permitiera desarrollar un verdadero estado de felicidad permanente. Despues de incontables horas de investigacion, por fin descubrio una ecuacion basandose en la comprension de como el cerebro absorbe y procesa la alegria y la tristeza.

  • La lista de Lisette, Susan Vreeland de Susan Vreeland

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    La historia de una mujer y su pasion por el arte en el sur de la Francia de Vichy, con la Segunda Guerra Mundial como telon de fondo.
    En 1937, la joven Lisette Roux y Andre, su esposo, se trasladan desde Paris a un pueblo de la Provenza para cuidar a Pascal, el abuelo de Andre.
    Pascal, dedicado a la venta de pigmentos y a la produccion de marcos de madera, entabla amistad con Pissarro y Cezanne, que le pagan los marcos con cuadros pintados por ellos. Pascal instruira a Lisette tanto en el arte como en la vida, y le hara redactar una lista de promesas que ella misma debera cumplir.
    Cuando estalla la guerra, Andre se marcha al frente, pero antes esconde los cuadros de Pascal. Ante la expansion de las tropas alemanas por Europa, la repentina caida de Paris y el surgimiento de la Francia de Vichy, Lisette debera buscar los cuadros escondidos del abuelo de Andre.
    A traves de alegrias, tragedias y grandes actos de coraje, en una epoca que marco el destino de Europa, Lisette aprendera a entender y perdonar el pasado.

  • Por ultimo, el corazon de Margaret Atwood

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    Duena de una de las mentes mas lucidas del panorama literario actual, Margaret Atwood no es solo una institucion de las letras canadienses, sino tambien una figura relevante que se ha volcado por igual en la promocion de la literatura y la proteccion del medioambiente. Esta novela, su ultima obra publicada, se inscribe en el ambito de la ficcion especulativa, genero en el que Atwood ha cosechado algunos de los mayores exitos de su formidable bibliografia.
    Victimas de la debacle economica, Stan y Charmaine se instalan en el coche tras perder su casa. Malviven gracias a los escasos ingresos que ella consigue en un bar de poca monta. Es entonces cuando llama su atencion un anuncio acerca del Proyecto Positron, un experimento social en el que los habitantes de la idilica ciudad de Consiliencia se dividen en dos grupos que alternan su modus vivendi cada treinta dias: mientras el cincuenta por ciento se recluye en la Penitenciaria Positron para mantener el sistema, la otra mitad disfruta de plena libertad y lleva un estilo de vida propio de la clase media. Al cabo de un mes, intercambian sus roles: los libres ingresan en prision y los encarcelados se instalan en las viviendas que ocupaban los nuevos reclusos, haciendo uso comun de todos los objetos, enseres y aparatos. Agotado el entusiasmo inicial, Stan y Charmaine no tardan en percatarse de que Consiliencia no es el paraiso que habian imaginado y pronto se ven envueltos en una serie de aventuras disparatadas, atrapados en un torbellino de lujuria que les hara cuestionarse sus valores y sentimientos mas profundos.

  • Oro y ceniza (Amanecer Rojo) de Pierce Brown

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    Darrow nacio esclavo. Pero se convirtio en un arma. Acabo con siglos de gobierno dorado y se convirtio en el heroe de una republica nueva y poderosa. Ahora debera arriesgar todo por lo que ha luchado en una ultima mision desesperada. Pero nuevos destinos se entrelazaran con el suyo.
    Una joven roja huye de la tragedia de un campo de refugiados y logra una nueva vida que ni siquiera habria sido capaz de imaginar. Un exsoldado se ve obligado a robar lo mas preciado del universo. o a pagarlo con su vida. Y Lisandro au Lune, el heredero en el exilio de la soberana, merodea por las estrellas, obsesionado por la perdida del mundo que Darrow ha transformado y sonando con el que brotara de sus cenizas.

  • Nunca estuve tan cerca de Claudia Serrano

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    Una novela sobre el amor en la sociedad de nuestros dias, en la que cada vez hay menos cabida para los sonadores y sus suenos.

  • Donde termina el arco iris de Cecelia Ahern

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    Una conmovedora novela en la que se nos presenta una seleccion de los divertidos y frescos dialogos que Rosie y Alex, amigos desde la infancia, intercambian.

  • La casa espanola de Stefania Gil

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    Desde tiempos remotos, los Daniels y los Gordon se odian los unos a los otros.
    Una rivalidad entre familias que se fue transmitiendo de generacion en generacion afectando sus relaciones dentro de la Aristocracia Inglesa.
    Elaine Daniels es rebelde e independiente.
    Va detras de sus suenos sin importarle si en el camino, su aristocratica familia decide renegar de ella para siempre.
    Cuando muere su abuela paterna, Ella Daniels, empieza el verdadero infierno para Elaine a quien su familia decide declararle la guerra por no asumir su papel dentro de la aristocracia y segun lo exigen las normas establecidas.
    Sin el respaldo economico de la fortuna Daniels y sin la unica persona que la protegia y le apoyaba en la busqueda de sus suenos, Elaine decide emprender un viaje que va a cambiar su destino y el de su familia.
    Pierce Gordon, de quien no ha dejado de hablar la prensa inglesa en los ultimos meses gracias a su proximo enlace con Nathalie Grant, es un hombre decidido, reservado y considerado <>.
    No conocia la humillacion y la burla hasta que su futura esposa fue filmada <>, para miles de personas en el mundo, por Elaine Daniels, saliendo de la iglesia despues de que el cura le preguntase si aceptaba a Pierce por esposo.
    Una razon mas para odiar a los Daniels.
    Sin embargo, Pierce estaba muy lejos de ser un hombre vengativo y para deshacerse de ese sentimiento que lo dominaba, decide tomarse unas vacaciones para complacer a su difunto abuelo con algo que tenia pendiente en Espana; que solo el podia manejar y que podria aclarar el pasado de odios y amenazas que habia entre los Daniels y los Gordon.
    ?Seran capaces Elaine y Pierce de ponerle fin a un odio que lleva siglos expandiendose entre ambas familias? ?Podran descubrir como ocurrieron en realidad las cosas en el pasado, dejando que el amor los una para siempre en el presente?

  • El amor que te mereces de Daria Bignardi

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    UNA AUTORA DE NOVELA NEGRA VIAJA HASTA LA MISTERIOSA FERRARA PARA INDAGAR UNA HISTORIA FAMILIAR.

  • Una promesa de hermanos de Morgan Rice

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    “EL ANILLO DEL HECHICERO tiene todos los ingredientes para ser un exito inmediato: conspiraciones, tramas, misterio, caballeros aguerridos e incipientes relaciones repletas de corazones rotos, engano y traicion. lo entretendra durante horas y satisfara a personas de todas las edades. recomendado para la biblioteca habitual de todos los lectores del genero fantastico”.
    -Books and Movie Reviews, Roberto Mattos.

  • El dia que naciste. Granada, 1996 de Jaime Garcia Simon

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    Granada, 4 de mayo de 1996 En una fresca noche de principios de mayo de 1996, en la vieja Granada, el agua se precipitaba sobre la ciudad con la misma fuerza que lo hace el sol sobre el arido desierto al mediodia. Entre las callejuelas del barrio del Albaicin --origen primigenio de la ciudad de Granada-- y rodeados por un mar de fachadas pulcramente blancas sin orden ni concierto, una pareja corria despavorida y agotada. La mujer portaba en brazos un tremendo tesoro envuelto en un par de mantas mientras trataban de esquivar los torrentes de agua que bajaban por las empinadas cuestas de aquella irregular composicion urbanistica. Con ojos temerosos --almendrados en el caso de ella, algo caidos en el de el--, ambos echaban la vista atras reiteradamente al tiempo que doblaban por una u otra esquina, o placeta laberintica de tan singular lugar, tomando precauciones para no resbalar al pisar las desgastadas y deslizantes piedras que conformaban los escalones que salvaban aquellas incesantes pendientes. Creian haber dado esquinazo a sus perseguidores, pero la intuitiva mujer sabia que su anhelo era infundado, puesto que, de pronto y para su mas hondo pesar, los encontraron de cara a unos pocos metros, corriendo en su direccion. El hombre, desesperado, les lanzo un contenedor de basura que encontro a su lado, ayudandose de la leve pendiente que jugaba a su favor y la estrechez de la zona en la que se encontraban. El primero de los perseguidores lo esquivo sin mayores problemas --no asi los que venian detras--, para enzarzarse con su objetivo en una pelea que acabaria en unos pocos segundos al recibir un certero punetazo en la mandibula y dar con sus huesos en el suelo. La mujer, mientras tanto, aprovechaba para huir con toda la presteza que le permitian sus temblorosas y extenuadas piernas, pero, entre el rumor de la lluvia que la acompanaba en su carrera desesperada por aquel precioso y bohemio barrio, fue capaz de escuchar a mas esbirros acercandose por un callejon colindante al que ella misma recorria. Por eso urdio un plan improvisado sobre la marcha, a la vista de lo complicado de salir indemne de aquella peliaguda situacion. Se detuvo nerviosa y jadeante. Giro sobre si misma y comenzo a mirar las casas que tenia alrededor. La mayoria eran plantas bajas muy modestas. Continuo caminando unos cuatro o cinco metros. Exhausta y muerta de miedo, miraba hacia atras porque oia a sus perseguidores en las cercanias. En un recodo oscuro a su derecha, casi imperceptible y sin salida aparente, hallo la austera entrada a una casa cueva, de la que se intuia una familia tremendamente humilde. Aporreo el porton que la resguardaba del exterior con violencia. Espero unos cuantos segundos, en los que a cada poco miraba a su espalda horrorizada. Cuando observo la luz encenderse por debajo de la puerta y sintio unos pasos que se acercaban a ella desde el interior, la mujer se agacho con los ojos completamente anegados de pena y deposito con ternura infinita a esa preciosa bebe indefensa en el suelo. Estaba envuelta con una calida sabana de franela sobre su delicada piel y otra manta gruesa, empapada por el exterior, al cobijo del diminuto y viejo alero de teja de la entrada a esa casa cueva que desaguaba tras de si. Le quito la manta mojada, deshizo el nudo de un colgante que portaba al cuello y lo poso entre sus manos. Despues cogio una botella vacia de plastico que encontro por el suelo y la envolvio en la manta. Tan solo se permitio una ultima mirada antes de marchar y se fue corriendo, destrozada. Al girar en la siguiente esquina, se topo de frente con su companero, lo que provoco un chillido espontaneo por su parte, por lo inesperado del encuentro. El hombre la abrazo con fuerza mientras se calmaba y, mirando el artificial interior de la manta que llevaba en los brazos, junto con su rostro entumecido por el dolor de su corazon, entendio lo que acababa de hacer. Sus ojos se volvieron vidriosos al instante, pero el rumor de las numerosas pisadas que se acercaban chapoteando en su direccion le hicieron tragar saliva amarga y echar a correr de nuevo, junto a la mujer, para continuar con su dificultoso plan de escape, perdiendose por el incomprensible entramado del Albaicin. Cuando por fin consiguieron llegar a su apartamento, alguien los estaba esperando. La explosion fue de tal magnitud que el edificio de dos plantas fue reducido a escombros e incluso dano la estructura de los inmuebles colindantes. Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada. Francisco de Asis de Icaza CAPITULO I Granada, 24 de abril de 2019 Un grupo de unas veinte personas caminaba por los pasillos del antiguo edificio de la Diputacion de Granada en semioscuridad --actualmente el edificio del catastro--, en la centrica calle Mesones, donde por alla por el siglo xv, en tiempos nazaries, se emplazaron, extramuros, gran cantidad de tabernas y mesones, bien frecuentados por los visitantes de la ciudad en busca de comida, bebida y aseo. La noche habia caido en el exterior y apenas unos resquicios de iluminacion procedentes de las farolas se colaban por los treinta y nueve balcones de ese lugar con popular tradicion inquietante. --Como os comentaba, aqui se ubico una gran mezquita en periodo nazari, mas tarde la iglesia de la Magdalena y despues unos depositos con el mismo nombre que, posteriormente, fueron comprados por la importante cadena de almacenes americana Wolworth, hasta quedar clausurados --decia Africa, la joven guia de turismo al cargo de aquel grupo de aventureros visitantes--. En todas y cada una de estas etapas se registraron tragedias, accidentes, sucesos inexplicables y suicidios, asi como hallazgos de huesos humanos en algunas remodelaciones, seguramente de ninos --explicaba concienzudamente la joven. >>En 1984, el inmueble pasa a manos de la Diputacion de Granada. Por estos pasillos y entre estas paredes se contabilizan innumerables casos de sucesos sin explicacion logica alguna, al menos desde el punto de vista humano --aseguraba la chica que caminaba delante del grupo muy lentamente y, a cada poco tiempo, se volvia hacia sus clientes para contarles, con voz susurrante y gesticulando mucho con las manos, algunos de los sucesos, supuestamente paranormales, mas famosos que habian tenido lugar en segun que estancia del insigne inmueble--. Cual seria la presion y el grado de alarma de las personas que aqui trabajaban que incluso los responsables de la diputacion accedieron a que se llevase a cabo un estudio por parte de expertos en casos paranormales en diciembre de 1986. Se trataba del conocido Grupo Omega --resenaba mientras comenzaba a descender por unas escaleras, seguida de los sugestionados turistas. >>Los miembros del Grupo Omega fueron autorizados para investigar durante tres jornadas en este misterioso enclave, con Juan Burgos a la cabeza. El mismo que afirmo haber sentido un dolor agudo en una de sus manos cuando se encontraba bajando por unas escaleras --dijo deteniendose en mitad del descenso y mirando con semblante solemne a los amedrentados visitantes de lo oculto--. El medico del equipo le explicaria mas tarde que las marcas halladas en su mano, en el lugar donde previamente habia experimentado dicho dolor, parecian producidas por la mordedura de un nino. ?Adivinais de que escaleras se trataba? --pregunto retoricamente con perverso regocijo para volverse y seguir bajando con una amplia sonrisa de satisfaccion al observar el embrujo de Granada dibujado en las fascinadas caras de sus clientes, que murmuraban acongojados tras de si. >>Al margen de esta evidencia fisica indiscutible, los investigadores obtuvieron pruebas de gran calidad, tales como luces inexplicables de colores, escalofriantes psicofonias de una voz gutural que resultaba verdaderamente amenazante y la aparicion de una figura fantasmal, a la que mas tarde un dibujante granadino daria forma en un retrato --dijo Africa girandose cuando llego al vestibulo del edificio; mientras, veia como las personas contratantes de esa ruta de la Granada mas misteriosa bajaban en cascada y casi a la carrera para abandonar cuanto antes la supuesta escalera encantada. Todos se arremolinaban junto a ella con premura, deseosos de escuchar sus ultimas y eruditas explicaciones para, de esa manera, dar por concluida la sobrecogedora visita al edificio de la antigua Diputacion de Granada y poder salir de alli de una vez por todas.

  • With This Man (Traduccion) de Jodi Ellen Malpas

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    !Jesse Ward esta de regreso en la novela mas nueva del Sunday Times y del New York Times, la exitosa serie de This Man !

    La vida es buena para Jesse ‘The Lord’ Ward. Perfecto, en realidad. Todavia tiene el encanto, esta en gran forma, y aun reduce a su esposa, Ava, a un grupo de deseo con una simple mirada. El tiene el control total, como le gusta.

  • Los suicidios de Princeton (Rebeca Olsen 5) de Raul Garbantes

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    JASMINE SE ENCONTRABA en la azotea de la torre de Nassau Hall, en el edificio mas emblematico de Princeton. Habia tenido un buen dia. Era viernes por la noche y habia decidido ir en soledad a aquel lugar. Le gustaba mirar el campus desde alli. Cuando dio la vuelta para irse a casa, escucho un ruido y la vio. Una chica parecia decidida a lanzarse desde lo alto de la torre. Caminaba con determinacion, como si nada pudiese detenerla, pero Jasmine se movio con rapidez y corrio hacia ella antes de que pudiese subirse a la cornisa. --Detente. ?Por que quieres hacer esto? --le pregunto al mismo tiempo que con sus manos le sostenia los brazos. --!Dejame! ?Quien crees que eres para meterte asi en mi vida? Esto no es tu problema -- respondio la chica. --No vale la pena. Por lo que sea que hayas decidido acabar con todo, no vale la pena. Puedo mostrarte las cicatrices que tengo en mi cuerpo. Yo tambien he estado en tu lugar. Mi vida ha sido un desastre casi siempre y tambien pense que no habia remedio. Entonces la chica relajo los musculos de los brazos y Jasmine comprendio que al menos contaba con unos minutos para hablarle. --?Cual es tu nombre? --quiso saber. --Me llamo Jasmine. ?Y tu? Ella sonrio un segundo, con ironia. Mas bien fue una mueca. --Soy Lynette. --Te parece que nos sentemos aqui un momento. No pienso llamar a nadie ni evitar que te lances si despues de que hablemos continuas con esa idea. Solo te pido unos minutos. Te prometo que, si desistes, no avisare a nadie lo que ibas a hacer. Lynette decidio hacer lo que Jasmine proponia. Las dos se sentaron en el piso, junto a la cornisa. --No voy a poder soportar la verguenza, la humillacion... --dijo rompiendo en llanto. --?Cual humillacion? --Tiene las fotos, mis fotos de la preparatoria. Por eso no uso redes sociales. Cometi un error hace unos anos. Me gustaba un chico que no era buena persona. Me tome unas fotos para el y las difundio en las redes. Pero no todas. Despues hubo un escandalo, aunque pequeno; logramos minimizarlo. Me refiero a mi familia y a la escuela. No volvio a publicar nada mas. Ahora ellos las tienen, y unas peores, ni siquiera las recordaba, o, mejor dicho, queria olvidarlas. Aunque me he mantenido con el temor oculto de que eso volviera a salir a la luz. Diras que eso no es tan grave, pero si te pasara a ti, seria distinto. El desprestigio en este lugar no esta permitido. Esto me convierte en una impresentable. Esto me va a arruinar, porque seria solo el comienzo. Estan dispuestos a todo. A mi y a las otras. Y lo peor es que ahora se algo espantoso; algo que dana a otras personas... --Entiendo. ?Y no puedes convencerlos de que no te desprestigien? ?Que los mueve para hacer eso? --pregunto Jasmine. --Es mejor que no sepas mas --le respondio al mismo tiempo que secaba unas lagrimas de sus ojos--. De todas formas, ya hoy he perdido el valor. Hoy no lo hare --dijo y se levanto. Luego echo a andar hacia la puerta de la azotea. Caminaba despacio. Jasmine tuvo la intencion de acompanarla, pero no lo hizo. Sin embargo, averiguo lo que pudo sobre ella despues de aquella noche. Y cumplio su promesa; no le dijo a nadie lo que habia pasado. 2 ERAN las once de la manana del 25 de enero e iba a encontrarme con Rose en el Central Park. De la estacion de trenes de Nueva York al parque se me hizo el camino interminable. La ciudad estaba cubierta de nieve y la gente se resguardaba en las cafeterias. Repare en una de ellas que quedaba de camino y estaba abarrotada de gente. En la entrada vi a un mendigo sentado en el suelo. Se trataba de un hombre mayor con la cara reseca y manchada que soplaba las palmas de sus manos y luego las frotaba. Yo estaba tan emocionada y satisfecha conmigo misma por la resolucion del caso en Westchester, y en contraste con mi situacion estaba aquel sujeto pasandolo tan mal, que senti mucha pena. Pensaba que el frio era una maldicion para los desfavorecidos, asi que saque de mi morral lo mas rapido que pude varias monedas y se las ofreci. Abrio sus labios rotos y me dio las gracias con una sonrisa infantil que mostro los pocos dientes que tenia. Continue mi camino casi corriendo, mientras sentia el vaiven del abrigo que me golpeaba las piernas y tambien el viento helado chocando contra mi cara. En ese momento comenzo a nevar. La emocion de encontrarme a mi hermana despues de tanto tiempo y hacerlo con el sabor de la victoria a cuestas por lo de mi descubrimiento del asesino de Sleepy Hollow era de las mejores cosas que me habian pasado en la vida. Cuando andaba por el frente de la Torre Trump y llegaba a la esquina del parque, mi celular vibro. Lo llevaba dentro del bolsillo del abrigo. Lo tome y mire el mensaje con expectacion porque me temia lo peor, que Rose cancelara y me dijera que tampoco podria verla ahora... En efecto, era ella, para decirme que a ultima hora no le habia resultado seguro acudir a la cita. Que luego me explicaria, pero que no podriamos vernos. Tambien decia que en unos minutos Anita Lansbury me llamaria para encomendarme un caso. Tuve que aceptar sus palabras porque sabia que nuestro trabajo era peligroso y que debiamos adaptarnos a los imprevistos. Le escribi un simple okey y continue. Camine por el sendero este del Central Park. Me adentre en aquel espacio solitario y lleno de nieve y vegetacion. Anduve menos de diez minutos y despues me sente en un banco. Fue en ese momento cuando recibi la llamada de Anita. --Es urgente que te dirijas a Nueva Jersey, cerca del campus de la Universidad de Princeton. Algo terrible podria estar pasando que ya ha afectado a tres de <>. No sabemos que es, pero sospechamos una estrategia criminal que podria conducir a ciertas jovenes a cometer suicidio. Buscaras a Jasmine Morris. Ella te lo contara todo. Te esperara en el numero 8 de la avenida Patton. Estoy por enviarte un archivo a tu correo con informacion. Uno de los nuestros te conducira en auto hasta alla. Te aguarda en la esquina del suroeste del parque donde ahora estas. ?Que diablos eran <>? ?Quien seria Jasmine Morris? 3 EN SEGUIDA me acorde de que ese era el nombre que se le daba antes a las ocho universidades privadas mas prestigiosas del pais. Hace unos anos, hice un trabajo sobre el escandalo de los sobornos para los ingresos de los hijos de algunos politicos que habia conducido alguien llamado Bunderson. ?Tendria que ver con eso lo que decia la profesora Anita? Pense que era mejor no llenarme de ideas antes de hablar con Jasmine Morris. Tendria que buscarla donde Anita me habia dicho, y eso quedaba a mas de una hora de camino. Imaginaba que era una profesora que pertenecia a la Passkey. Camine hasta la esquina que habia descrito Anita y encontre en ella a un hombre. Casi no podia ver sus facciones porque llevaba la cara bastante cubierta. Tenia puesto un gorro y una bufanda negra, lentes oscuros y una chaqueta gris The North Face. --?Rebeca Marie Olsen? Soy Philip Culp. Debe venir conmigo de inmediato. --Hola. Asi es --le respondi y espere a que el tomara la delantera. Pense que iriamos a un estacionamiento, pero no fue asi. Un auto que se encontraba pasando en ese momento se detuvo con brusquedad y se bajo de el un hombre que dejo la puerta abierta y el motor encendido. Tambien abrio la puerta de atras del auto de ese mismo lado y luego, sin mediar palabra, paso corriendo junto a nosotros y desaparecio. Philip Culp --con rapidez --se subio en el asiento del conductor y yo iba a hacerlo en la parte de atras, pero recorde que me mareaba en los asientos posteriores, asi que cerre la puerta que el hombre habia dejado abierta y me apure en subirme de copiloto. El auto era un BMW negro. Entre y cerre con premura porque ya Culp habia puesto la marcha. Puse mi morral en el asiento trasero, pero antes saque de el el celular. En pocos minutos, estuvimos cruzando Manhattan por la via I-95 a gran velocidad. --?Sabes quien es Jasmine? --me pregunto de repente. --No --le dije. --Una joven que hemos rescatado de las garras de la Black Key. Ellos no saben su identidad actual. La conocieron con otro nombre. La sacamos de uno de los programas que recluta huerfanos para convertirlos en criminales, en asesinos. Ahora vive en Princeton y estudia el primer ano en la universidad. Robert esta muy orgulloso de su rescate. El personalmente se encargo. Recorde a Robert Smith Patterson, el tio del fallecido novio de mi hermana. El mismo que la habia formado a ella. Era la mayor institucion en la Passkey; entonces comprendi que Jasmine debia ser alguien con un pasado oscuro y muy bien entrenada, como una especie de arma letal. 4 DURANTE EL VIAJE estuve mirando la informacion que Anita me habia dado. Lynette Macy era una joven que se habia suicidado en su habitacion en los edificios Proyect del campus universitario de Princeton. Estudiaba Ingenieria Quimica e hizo las pasantias en Nueva York en Sory Company, una de las firmas de cosmeticos mas grandes del mundo, despues de que sus duenos adquirieran una empresa francesa llamada Verove. Todo el mundo decia que era una muchacha alegre, que irradiaba optimismo y vitalidad. De pronto comenzo a cambiar de conducta; se le veia preocupada, luego deprimida, se intento suicidar una vez, y al final se colgo en su habitacion sin carta de despedida para sus padres ni su hermana, con quien al parecer era muy cercana. El suceso habia acontecido hacia dos dias. Asi, sin mas, nadie se explicaba lo que habia pasado en la vida de Lynette Macy.

  • Placer oral de Simona Coz

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    Capitulo 1 – Consuelo Vale, asi que no es tan malo como pense que seria, aunque la adrenalina fluye por mi cuerpo como si me preparara para luchar contra un oso. Es la unica explicacion para la reaccion de pelear o huir que estoy experimentando ahora mismo. Pero no, esto es solo un sex shop. La verdad esto es mucho mejor de lo que esperaba. En mi cabeza tenia esta imagen de un lugar oscuro con la decoracion de la guarida de Dracula, con cadenas y consoladores colgando del techo, pero ahora mirando alrededor, me averguenzo de cuantas veces camine arriba y abajo por la calle antes de permitirme entrar. Mi corazon todavia late con fuerza y me siento incomoda como el infierno, pero debo reconocer que la tienda es bonita. Todo son vitrinas de cristal y musica divertida. Me recuerda a una tienda de accesorios de belleza por la forma en que esta disenada, excepto por todos los juguetes sexuales…. Saco mi telefono para comprobar la hora de la clase. Todavia es temprano. Eso significa que debo seguir caminando por la tienda mirando torpemente cosas que nunca he pensado en usar. Despues de vagar unos momentos, me detengo junto a una exhibicion de productos con el logo de Pleasure Chest, que consiste en un par de piernas enredadas eroticamente, y un pequeno letrero que dice lo que hay dentro. Mis ojos se fijan en uno llamad--. Kit para una mejor mamada. --y resoplo en voz alta. Ojala fuera tan facil. Me alejo de ese mostrador rapidamente, tratando de ignorar la punalada de dolor y tristeza que acompana al pensamiento. Dario se habria reido, y no porque pensara que el kit fuera gracioso, sino porque habria pensado que era una buena idea. Que necesito ayuda. Su burla me sigue doliendo. Salio de nuestro apartamento hace 23 dias sin previo aviso. Cuando le pregunte por que, se rio. Practicamente fue una risa de super villano de las peliculas. --Es el sexo, Consuelo. Es…. bueno, apesta. --Se volvio a reir--. Necesito una mujer que sepa que hacer con su boca y no que actue como si fuera la primera vez que toca un pene. No me malinterpretes. El resto tambien es terrible, pero una buena mamada puede hacer la diferencia. Trate de decir que podria mejorar. Que podria aprender. Que no acabara con nuestra relacion por algo que se podia arreglar. Pero antes de que pudiera decir algo, el continuo. --Consuelo, no te enganes. El resto de ti no compensa lo terrible que eres en la cama. --Y luego se fue. Honestamente, no lo entendi, y sigo sin entenderlo. Pense que eramos felices. Hasta entonces habia sido dulce y nunca dijo nada sobre no estar satisfecho. Asi es como termine aqui. Una noche de borrachera solitaria termine buscando clases de sexo y finalmente tropece con una clase mamadas. En ese momento parecia la solucion perfecta, pero ahora estoy aqui, de pie en una habitacion llena de penes de silicona lamentando mi decision. Solo espero que nadie vea mi cara. Me arrastro de vuelta al presente, tratando de alejar el dolor de las palabras de Dario. Realmente pense que venir aqui seria una buena idea, que ya me habia recuperado lo suficiente como para levantarme y seguir adelante, pero ya no estoy tan segura. Si una exhibicion en un sex shop puede hacer que mis emociones se disparen asi, ?Estare realmente lista para seguir adelante? --?Puedo ayudarte a encontrar algo? Salte hacia atras asustada por la voz y golpee directamente un estante. En camara lente vi con horror como consoladores de todos los tamanos y colores y las cajas detras de ellos caian al suelo en la cadena de dominos mas pornografica del mundo. Oh, Dios mio. ?Que acabo de hacer? Mire a mi alrededor y encontre a un hermoso hombre asiatico con un delantal negro mirandome a mi y a los restos de la estanteria, con una expresion de sorpresa estampada en su cara. Su cabello esta peinado hacia atras y noto que tiene lindos pomulos, pero eso es todo lo que puedo observar antes de mirar hacia otro lado, porque estoy tratando de no derretirme de la verguenza. Mi cara es de un rojo brillante y puedo sentir el calor del rubor que irradia de mi. Me inclino para ayudar a ordenar el desastre y me sonrojo mas porque de repente estoy sosteniendo dos consoladores frente a un completo extrano. El se agacha y empieza a recoger las cajas, enderezando el estante y volviendolas a poner en su sitio. --Lo siento mucho. --me las arregle para decir en voz baja, con la esperanza secreta de que se abra un agujero en el suelo y me trague. --?Primera vez aqui? --Si, lo siento, de verdad. --Puse los juguetes en el estante--. Es primera vez que visito una tienda como esta. Busque en su delantal una etiqueta con su nombre, pero no vi ninguna. En vez de eso, hay un boton redondo que dice 'Maestro de traseros'. Siento que el rubor me sube por el cuello con todas las tonalidades que podria tener. --Esta bien, tranquila. --dice--. Puede ser raro la primera vez. Hasta yo me puse nervioso la primera vez que vine aqui. --Es bueno saberlo. --dije e intente reirme un poco. --?Buscas algo especifico? Tal vez pueda hacerte algunas sugerencias. --Me guino el ojo y me sonroje de nuevo, apresurandome a levantarme y poner la ultima de las cajas de vuelta en el estante. --En realidad estoy aqui por la… um… la clase. --Su rostro se ilumino. --!Perfecto! Te llevare. Busco mi celular otra vez para ver la hora, asegurandome de no dejar un mar de penes en el suelo otra vez. --Creo que te va a gustar mucho. --dijo mi guia turistico mientras me llevaba a la parte trasera de la tienda donde visualice una zona con cortinas de color rojo exuberante--. Es una buena clase. Desafortunadamente, nuestra profesora habitual, Carmen, esta enferma. Una punzada de decepcion me atraveso. Entonces, ?Se cancelo la clase? Me di cuenta de que la deseaba mas de lo que habia pensado bajo toda mi ansiedad. Supongo que pense que seria un buen paso para ayudarme a superar lo de Dario. --Pero no te preocupes. --continuo--. Consiguio que alguien viniera a remplazarla. Estoy seguro de que sera genial. Me dio unas palmaditas en el hombro mientras me dejaba en la entrada. --!Diviertete! Por un segundo pense en irme. Quiero decir, no es la verdadera profesora, asi que no es la experiencia real. Asi que tal vez deberia volver a su proxima clase y asegurarme de que aprendere correctamente. Pero si me voy ahora, se que me arrepentire. Pasare el resto de la noche castigandome por lo gallina que soy. De todas maneras, siempre podre volver a la siguiente clase si siento que esta no fue lo suficientemente buena. Enderece mi columna y levante la barbilla, y pase mas alla de la cortina. Ya hay algunas mujeres sentadas en las sillas, esperando. Todo el mundo parece estar relajado, mucho mas relajado que yo. Esto no es gran cosa. No estoy sola. Puedo hacerlo. Puedo aprender. Aplastando mi torpeza y ansiedad, tome asiento en la segunda fila. No quiero estar demasiado adelante o atras, simplemente quiero mezclarme estrategicamente. Esto es casi como elegir un nuevo asiento al comienzo del ano escolar. Reviso nuevamente la hora, y aun me quedan unos minutos. En la parte delantera de la clase hay una mesa larga, y en ella veo una variedad de juguetes sexuales, incluyendo algunos consoladores y vibradores. Esto es una clase de sexo oral y no estoy segura de para que se usaran, aunque no estoy segura de querer averiguarlo. Oh, Dios, seria estupido que nos hicieran practicar con eso, ?Verdad? Hay un caballete con el titulo de la clase escrito en colores brillantes y letra cursiva: !Mamadas y mas alla! Tambien hay un beso dibujado y un lapiz labial. Me pregunto que es lo que significa 'mas alla'. No lei el resumen de la clase en tanto detalle y todo lo que recuerdo que decia era que me encantaria. Pero ahora, mirando esos consoladores, estoy pensando que deberia haber leido mas de cerca y asegurarme de que no habia un aspecto practico en la clase. De cualquier modo, debo confesar que estoy menos preocupada de que me guste y mas preocupada de que a mi proxima pareja le guste. Si alguien mas reacciona de la forma en que lo hizo Dario, no creo que pueda soportarlo. Aunque sus palabras fueron una mierda, me siento terrible porque tuvo que fingir que fue feliz durante tanto tiempo. Siento no haber visto el problema antes y no haberlo solucionado. Si lo hubiera hecho, tal vez seguiriamos juntos. Unas cuantas mujeres mas han entrado en la habitacion y las sillas estan casi llenas. Es hora de empezar la clase, pero no hay senales de nuestra profesora sustituta. Vuelvo a revisar mi telefono por costumbre, notando que todavia siento una punzada cuando descubro que no hay ningun mensaje de Dario. Realmente no espero ninguno, pero hay una parte de mi que todavia tiene la esperanza. Me dispongo a borrar algunos correos electronicos de spam cuando escucho un grito ahogado de una de las otras mujeres, y un silencio colectivo cae sobre la pequena habitacion. Levanto la vista y me encuentro con uno de los hombres mas guapos que he visto. Incluso en mi cabeza suena ridiculo, pero realmente lo es. Lleva botas y jeans, una camisa con un par de botones desabrochados y las mangas enrolladas. Parece que estaria mucho mas comodo sin camisa, con un hacha en la mano cortando un arbol. No se si alguna vez he encontrado a alguien que encarne la esencia del hombre, pero en este chico la testosterona practicamente sale en olas. Su cara es salvaje, como si perteneciera a la naturaleza y no hubiera sido domado. Se ve feroz, aspero y algo tiembla en el fondo de mi. Luego sonrie y se le ilumina toda la cara. Siento que el aliento abandona mis pulmones. En una fraccion de segundo paso de ser salvaje a calido y encantador, pero igualmente bello. Me mira con esa sonrisa, y de alguna manera, siento que solo me mira a mi. Siento que todo mi cuerpo se vuelve gelatina. Incluso desde esta distancia puedo decir que sus ojos son de un peculiar tono de azul oscuro. --Lamento llegar tarde, senoritas. --dijo, con una voz profunda y aspera, que encaja perfectamente con ese exterior salvaje--. Ya saben como es el trafico en Los Angeles. Hay risas dispersas de todas las mujeres de la habitacion. El chico avanzo a la parte delantera de la habitacion y se apoyo casualmente en la mesa--. Mi nombre es Jaime Pettersen, y hoy sere su instructor.

  • El Precio De Tu Amor de Vanessa Lorrenz

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    Todas las alarmas de su cuerpo se dispararon al escuchar la voz entrecortada de su madre al telefono, aun no sabia que era lo que pasaba exactamente, solo logro escuchar la palabra: papa y secuestro, !Pero eso no podia estar pasando! Agitada salio de la sala de juntas empujando a cualquiera que se le atravesara en su camino para llegar lo mas pronto posible a casa de sus padres. Pero cuando llego todo habia pasado, en el lapso de unas horas, unas malditas horas a su padre lo habian secuestrado y asesinado, no pidieron rescate, !nada!, solo encontraron su cuerpo dentro de una camioneta, con un impacto de bala. Natalia lloraba desconsolada entre los brazos de su madre, no era posible que, asi sin mas, unos hombres acabaran con la vida de su padre, que siempre fue un hombre excepcional, un marido dedicado a su familia, pero sobre todo un hombre de honor. Estaban hablando con unos agentes de la policia cuando llego a la casa Robert el segundo al mando en la empresa de su padre, estaba tan tranquilo que le dio una rabia inmensa que se lo tomara todo con calma. La razon exacta de su odio por Robert la desconocia, pero era algo que no podia evitar, aunque sabia perfectamente que se estaba mintiendo. Cuando llego a trabajar con su padre, hizo todo lo posible por ir escalando de posicion hasta situarse donde estaba, de un simple arquitecto ahora era la mano derecha de su padre, quien tenia igual poder dentro de la empresa igual que si fuera el dueno. Eso la llenaba de rabia, ella que se mato estudiando para trabajar en la empresa familiar, la relegaron a trabajos sencillos en una planta inferior en el area de administracion, mientras que el hijo predilecto de su padre era Robert; aunque no llevara la sangre de su familia, era para sus padres como un hijo mas. --Robert querido, que desgracia mas grande ha pasado, estamos destrozadas. --dijo su madre en cuanto lo vio entrar por el umbral de la puerta, arrogandose a sus brazos para ser consolada. Su peor enemigo en persona envolvio a su madre en un fuerte abrazo, Robert estaba ahi como siempre, con su uno noventa de estatura, su porte elegante, su cabello negro noche al igual que sus ojos heladores, que en esos instantes la observaban como si ella fuera la culpable de todo, mientras su madre no se percataba de nada, tan sumida en su profundo dolor. !Estupido! --Elena no sabes como lo siento, pero quiero que sepas que aqui estoy para apoyarlas en todo lo que necesiten. --Gracias Robert no sabes como agradezco tu apoyo. --su madre aun sollozaba, limpiandose las lagrimas en un fino panuelo de seda. --En unos momentos me encargare de los preparativos para el funeral de Arturo. --Gracias hijo, en este momento no tengo cabeza para nada. Si me disculpan necesito descansar un momento, voy a mi recamara a recostarme un rato. --Es lo mejor Elena. --dijo el insufrible separandose de su madre, para acompanarla hasta las escaleras de media luna que daban acceso a la parte superior de la casa. -- ?Quieres que te acompane madre? Estas muy alterada. --No hija, mejor te agradeceria que apoyaras en todo a Robert, no quisiera cargarle mucho la mano, con todos los tramites que le esperan. --tal parecia que su madre estaba metida en una neblina de dolor. En cuanto su madre desparecio de la vista de los dos, ella se volvio fulminando con la mirada a Robert. -- ?Se puede saber que te propones? --posiblemente no deberia de actuar de esa manera, pero el simple hecho de que ese hombre no estuviera sufriendo la perdida de si padre la estaba matando. Ella estaba destruida. --No entiendo a tu pregunta Natalia. -- !No te hagas el idiota!, esta claro que sabes a lo que me refiero, ?que ganas con venir a ofrecerte para los tramites?, !soy yo la que tengo que hacer todos los tramites, es mi padre no el tuyo Robert, que se te quede bien granado en la memoria! --grito sin poder evitarlo, reflejando en su tono de voz todo el dolor que sentia por dentro. --Aunque no lo creas nena, Arturo para mi fue como un padre y, su partida me duele igual o mas que a ti. -- ?Por que? ?Por que se te acabo tu reinado en la empresa de papa? --Nunca crei que no tuvieras corazon Nat--dijo usando el diminutivo con el que siempre la fastidiaba, aunque su padre lo usaba para referirse a ella, dicho en los labios de ese hombre era como un golpe en el higado nada mas de escucharlo--, nunca crei que fueras capaz de pensar solo en la empresa cuando a tu padre lo acaban de asesinar. No dejas de sorprenderme. Con estas acciones solo me confirmas que es verdad lo que Arturo decia de ti, unicamente eres una nina caprichosa y mimada que necesita que la bajen de su nube rosa en la que esta subida. Debes salir de ese castillo de algodon princesita. Las palabras de el hicieron que una furia contenida desde anos atras saliera precisamente en ese instante. Sin saber muy bien como lo hizo; le propino una bofetada, que retumbo por toda la casa. Ella odiaba la violencia, de verdad que si, pero ese hombre sacaba lo peor de ella. -- !Nunca en tu maldita vida, te vuelvas a acercar a mi, ni a referirte a mi persona con esas palabras!, sabes, estoy cansada de competir siempre contigo por el aprecio de mi padre y estoy cansada de que siempre ganaras, pero mi padre ya no esta, asi que preparate para lo que viene, porque esta vez no te dejare ganar. Robert tomo su rostro entre sus manos apretandola provocandole dolor por su agarre. O tal vez el dolor era por ver el odio en sus ojos. --Mira ninita consentida, te voy a decir que a mi el que me la hace me la paga, yo que tu no cantaria victoria dulzura, esta --dijo sobandose la mejilla donde lo habia golpeado--me la vas a pagar y muy caro, que tu padre no supiera ponerte limites no quiere decir que los demas vamos dejar que nos domines con tan solo mover un dedo. La solto de pronto haciendo que ella retrocediera, por la fuerza con la que la empujo. -- !Eres un maldito bastardo! !Me oyes, te odio, te odio con todas las fuerzas de mi alma!, espero que desaparezcas de nuestras vidas para siempre. --grito Natalia con todas sus fuerzas, mientras veia a ese hombre darse la vuelta al momento que se acomodaba los botones de la chaqueta de su traje, para despues salir de la estancia riendo a carcajadas. -- !!Ya veremos quien rie al ultimo, estupido bastardo, considerate fuera de la empresa!! porque eso va a pasar en cuanto tome las riendas de la empresa. !Eso te lo juro! --murmuro entre dientes a la puerta cerrada por la que habia desaparecido Robert. En contra de lo que ella queria, Robert fue el encargado de los preparativos del funeral, velaron a su padre dos dias, para darle cristiana sepultura al tercer dia. Su madre estaba sumida en una profunda depresion, no hacia mas que llorar todo el tiempo, pero era comprensible, si a ella le mataran al amor de su vida estaria peor, sin comprenderlo en su mente aparecio la imagen de Robert; pero la desecho al instante, ese estupido engreido tenia las horas contadas dentro de su empresa. Durante la siguiente semana todo fue muy triste para ellas, lo dias pasaban de manera lenta, su madre se pasaba la mayor parte del dia llorando sobre la cama, abrazada a un portarretratos de plata donde se encontraba una foto de los tres en sus navidades pasadas. Ese ano definitivamente todo seria distinto. La vida de hecho ya comenzaba a ser muy distinta sin su padre levantandose temprano por la manana para desayunar con ellas, era cierto que su padre tenia cierta debilidad por Robert, pero siempre profeso un amor incalculable para ella. Pero ahora les tocaba enfrentar el mundo solas. Capitulo 2 La empresa de su padre, era una importante constructora donde prestigiados arquitectos trabajaban disenando todo tipo de construcciones. Natalia se habia especializado en direccion empresarial, no hacia falta un arquitecto mas en la familia, con que el hijo prodigio fuera el mejor en su campo, era mas que suficiente. Tontamente tenia la ilusion de que asi su padre la tomaria mas en cuenta a la hora de asignarle su puesto en la empresa, pero: !oh sorpresa!, se habia equivocado totalmente. Ya que fue delegada a estar en el piso administrativo, luchando a cada paso para poder escalar un peldano dentro de su misma herencia familiar. El regreso a la realidad fue muy doloroso, aunque no tenia otra opcion, necesitaba tomar las riendas de s empresa. En cuanto puso un pie en la constructora miles de recuerdos se agolparon en su mente. Su padre saliendo de ahi, con su impecable traje hecho a medida. Cuando tenian oportunidad de salir juntos; le tomaba de la mano y le decia que ese magnifico imperio era su orgullo y que cuando el faltara todo pasaria a sus manos. Ella siempre le decia que haria cualquier cosa para nunca verlo caer. Robert siempre detras de su padre, le decia que era una empresa tan solida que jamas llegaria a caer. Pero bueno lo mismo habian dicho del titanic y las torres gemelas y las dos ahora estaba destruidas. Camino por los amplio pasillo sin percatarse de la mirada de pena que embargaba a los empleados; su padre siempre fue un jefe consiente de que sus empleados eran lo primero. Estaba claro para el, que sin empleados capaces y bien remunerados, la empresa no seria lo que era en ese momento. Solo se escuchaba el repiquetear de sus zapatillas, sobre el inmenso silencio que reinaba en las estancias, seguramente todos estaban a la expectativa de que es lo que pasaria con la empresa. Subio al ascensor que la llevaria al decimo piso donde se encontraba la presidencia, no habia pisado la constructora por ordenes expresas de su padre, orden que se la hizo saber el abogado el dia del sepelio. Unicamente se podia presentar ahi para la lectura del testamento; donde aclararian la situacion financiera de todo. Daria la empresa completa por tener de nuevo a su padre junto a ella, la herencia, la empresa, las acciones en la bolsa todo eso no era mas que puras cosas superficiales, una lagrima resbalo por su rostro solamente de pensar que jamas lo veria de nuevo, detras de su imponente escritorio. Nunca en su vida penso en sentir un dolor tan grande y lacerante que le atenazaba el alma. Era como si una parte de ella estuviera perdida, ahora su madre y ella estaban incompletas: su familia estaba incompleta. Lo unico reconfortante de todo, es que seguramente no volveria a verle la cara a Robert, ese era un maldito aprovechado que unicamente gozaba de la preferencia de su padre. Pero afortunadamente eso se habia acabado. Ahora solo quedaba decirle de la manera mas educada posible que abandonara las instalaciones de la constructora y buscara otro hombre al que andar siguiendo como perrito faldero. Aun recordaba la primera vez que lo vio entrar a su casa, Natalia acababa de llegar de la universidad para las vacaciones decembrinas, todo parecia ir de maravilla, adorno la casa con su madre, juntas eligieron el menu de aperitivos y comida central que se serviria en la cena de navidad; pero todo su mundo se paralizo en cuanto poso sus ojos en ese insufrible hombre que unicamente habia llegado para amargarle la existencia. Para la cena ella habia elegido un hermoso vestido color dorado, que resaltaba su cabello castano, se habia maquillado ligeramente, y su cabello le habia dado forma con unas ondas gruesas, para despues sujetarlo en un mono alto, dejando unas hebras rizadas que le daban un aire coqueto. Su madre estaba elegante con su vestido rojo y su cabello recogido en un mono frances a la altura de la nuca; bajaron tomadas de las manos, sonriendo a su padre que estaba al pie de la escalera, pasaron al interior del salon donde sus amistades mas allegadas y los empleados de la constructora estaban esperando para pasar con ellos la navidad y, ahi estaba el; parado frente a la chimenea con una copa de champagne en su mano, mientras hablaba animadamente con uno de los chicos de sistemas de la empresa. Su corazon se paralizo en ese momento, nunca en su vida un hombre habia llamado tanto su atencion como aquel desconocido. Su padre se acerco con ellas del brazo, hasta donde estaba el desconocido provocando que su muy paralizado corazon comenzara a latir desenfrenado. El desconocido sonreia amablemente a sus companeros de trabajo y, ella practicamente habia perdido el habla. Su cabello negro levemente rizado, dejaba un mechon rebelde que caia sensualmente sobre su frente. Cuando el giro su rostro, logro ver que tenia los ojos negros como la noche, los cuales la cautivaron al instante; aquel dia los ojos de el tenian una chispa cuando se posaron en ella, pero fue cuestion de un segundo, porque al instante vio como se tensaba y cambia su semblante risueno por un ceno fruncido justo en el instante en que ellos llegaban a su lugar. Esa era la misma mirada que siempre le dirigia a ella, como si siempre estuviera enojado y como si ella fuera la culpable de todos los males que aquejaban al universo. Natalia suspiro antes de pararse frente a la puerta del despacho que, hasta unas semanas atras era el que ocupaba su padre.

  • El galan imperfecto de Rafael Gumucio

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    Una novela comica, una observacion sagaz del amor y las amistades, un relato sofisticado y desternillante, una prosa brillante.

  • Tu voz entre un millon de voces de Marian Viladrich

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    Es oscuro, cinico, hurano y egoista.
    Miles Baker, antiguo dios del rock, es ahora un ermitano incapaz de escribir una cancion.

  • En tu mundo (Entre dos mundos 1) de Nadia Noor

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    Primera entrega de la bilogia <>.

  • Cuando llegue el invierno de Scarlett Butler

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    Daniela perdio a sus padres una fria noche de invierno y desde entonces odia esa estacion del ano. Pero su vida no dara un cambio hasta que no decida mudarse a Madrid y comience a trabajar en una agencia de viajes, donde conocera a Emma y Victoria, dos chicas que se convertiran en su gran apoyo.
    Leo vive por y para su trabajo. Le encanta ayudar a la gente y desvivirse por ella, pero siente que le falta algo. Cuando conoce a Dani, no entiende por que ella odia el mes de diciembre si es el mes de la ilusion y la magia.
    Esta es la historia de un flechazo, de esa quimica inesperada que surge entre dos personas que se acaban de conocer pero sienten que se conocen de toda una vida. Es la historia de un diciembre que lo cambia todo, llenandolo de intensidad y recuerdos que atesorar.

  • Dejame odiarte… – Vanessa Lorrenz de Vanessa Lorrenz

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    Madeleine tenia un sueno en la vida: ser una famosa disenadora de modas. Eso era lo que ella pensaba hasta que se encuentra de frente con el primer amor, ya saben ese que te hace cometer locuras y provoca de todos tus planes cobren otro significado. Pero en el amor no todo es miel sobre hojuelas, o por lo menos es lo que dice la gente.

  • Caballo en el monte de Eugenius Malaczewski

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    ?Cuanto dolor puede soportar un hombre?

  • En un lugar del Caribe de Irene Mckinstry Oria

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    Mientras el Imperio espanol y el Reino de la Gran Bretana se enfrentan en elCaribe en la Guerra del Asiento, la hija de un almirante ingles se enamora de unmarino vasco, prisionero de la Real Armada britanica. Anne Stewart e Inigo deIturriaga deciden romper las rigidas normas de una sociedad que habia previstodos destinos muy diferentes para ellos y, a partir de ese momento, se enfrentan alas consecuencias de su arriesgada decision.

  • Eres mi refugio (Amor infinito 1) de Laura Bellido

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    Primer libro de la saga “Amor Infinito” [?]

  • Saldremos a la lluvia de Mercedes Alonso

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  • Amame lentamente de Carlota Medina

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    Doscientos cincuenta grados – Esta reduccion tiene demasiada pimienta, Gustavo. Hazla de nuevo, pero hazla bien. Los clientes esperan. -le dijo Soraya con propiedad. – Cindy, por favor ve rapido con esas cebollas. -le senalo ella. – Dejame ver. -le dijo a Lorenzo, probando el caldo que preparaba. – Senores, tenemos todas las mesas llenas. Necesito que le pongan corazon. Quiero que todo salga a tiempo y perfecto. -les senalo a todos los trabajadores. Aquella era una noche importante la Soraya, era la apertura del restaurante donde ahora era chef. El dueno era Dorian Andueza, caballero de muchos recursos, amante de la gastronomia que un dia probo un plato de Soraya, en el antiguo restaurante donde trabajaba, y resolvio que habia encontrado la pieza fundamental para hacer realidad su sueno de tener un restaurante de alta cocina. – Caballero, ?puede decirle al chef que quiero felicitarlo? -le pregunto al mesonero aquella noche hacia poco mas de dos anos. – Con gusto. -le respondio. El senor Andueza, a sus cincuenta y ocho anos de edad y a pesar del dinero del que disponia, no se habia atrevido a perseguir su sueno ya que no conocia un chef con el toque magico que el estaba buscando; pero con el plato que esa noche le habian presentado, sintio que la oportunidad tocaba a su puerta. Vio a una bella mujer, con chaquetilla, acercandose a el. Se dio cuenta que ella era la responsable de tan deliciosa comida y le parecio increible. No era lo que se esperaba, ya que era muy joven y solian decir que los mejores chefs son hombres. – Buenas noches, senores. Me informaron que querian hablar conmigo. – ?Usted es la responsable de esta exquisitez? -le pregunto el. – Me satisface que le haya gustado. – No solo me gusto, me fascino; me dejo completamente encantado. ?Desde cuando se dedica a la cocina? – Desde que tengo uso de razon cocino senor, pero de manera profesional desde los dieciocho anos. -le conto ella. – !Pues, hombre! Que maravilla. -le dijo el muy emocionado. Y desde esa vez, Dorian Andueza se convirtio en un comensal asiduo del lugar. Soraya siempre le servia lo mejor y el siempre le agradecia con halagos. Un dia el le hablo de su sueno y le propuso que se uniera a el para abrir un restaurante. Al principio, ella penso que el solo bromeaba pero su insistencia era cada vez mayor. Le ofrecio el mejor sueldo y la posibilidad de organizar absolutamente todo segun lo que ella dispusiera. Despues de algunos meses, la convencio y juntos emprendieron el recorrido que ahora habia llegado a su fin, por lo menos de una primera etapa, la apertura. Soraya deseaba que todo saliera perfecto en aquella ocasion tan especial. Se sentia comprometida con el senor Dorian, por toda la confianza que deposito en ella. Pero tambien porque sentia un gran compromiso consigo misma. Desde ese nuevo restaurante, ella podia luchar por hacer su propio sueno realidad: obtener una estrella Michelin. – La mesa cinco tiene tiempo esperando, por favor. -le anuncio a sus ayudantes. Soraya estaba nerviosa esa noche, pero su satisfaccion superaba cualquier sensacion incomoda que pudiera tener. Durante anos habia tenido que trabajar con lo que le fuera impuesto, ahora ella habia sido la responsable de todo en aquel local, desde la organizacion de las cocinas hasta la contratacion del personal que trabajaria con ella. Ella y Dorian habian trabajado arduamente para lograr tener el mejor restaurante posible segun sus consideraciones. – Cindy, no vayas a dejar que ese bistec se pase de coccion. El cliente lo pidio termino medio. – Chef, la solicitan en la mesa nueve. -le comunico uno de los mesoneros. – Voy enseguida. A ella le encantaba ver cara a cara a los clientes, asi podia realmente darse cuenta del trabajo que hacian. Hablando con ellos era la mejor manera de evolucionar en las preparaciones. Por lo que rara vez despreciaba un llamado de alguna de las mesas, por mas ocupada estuviera en las cocinas. Asi que se dirigio a la mesa nueve, donde vio una pareja joven y a una senora que parecia ser la madre de alguno de ellos. – Buenas noches senores, espero hayan disfrutado de sus platos. -los saludo ya en la mesa. – Estuvo delicioso. Desde hace muchisimo tiempo no probaba una sopa de cebolla tan exquisita. Incluso mi madre se siente celosa de que nunca me habia comido una sopa con tanto gusto en toda mi vida. -le senalo la mujer de la joven pareja. – Me alegra que haya sido de su agrado. -les dijo con una gran sonrisa en el rostro. – ?Cual es el secreto? -le pregunto la mujer mayor. – El secreto de nuestra sopa de cebolla es la calidad de los ingredientes que seleccionamos para ella; las mejores cebollas, el mejor vino blanco, el mejor aceite de oliva y la coccion lenta. – Lo tomare en cuenta. -le dijo la senora. – Espero que sigan disfrutando de la velada. Hasta luego. -se despidio ella y volvio a las cocinas. Al terminar el servicio de esa noche, se sentia un ambiente de celebracion. Tanto Dorian como Soraya, habian felicitado con mucha emocion a todo el personal por el excelente trabajo realizado. Habian destapado varias botellas de vino para brindar por el exito de la apertura. Despues de una ameno compartir, todos se retiraron cansados a sus hogares. A Soraya la esperaba Oriana, su amiga y companera de piso. – !Felicitaciones! -le dijo su amiga al verla. – Gracias Ori. ?Te gusto la comida? – Demasiado. La comida fue espectacular y la atencion fue tambien excelente. Van a tener muchisimo exito. !Que emocion! -le expreso su amiga muy alegremente. – Yo tambien siento mucha emocion. – Oye pero no parece. Estas como desanimada. -apunto Oriana. – No, para nada. Solo es que estoy muy cansada. – Pense que iriamos a un lugar a celebrar. – Creo que mejor lo dejamos para otro dia. -le pidio Soraya. – Vale, pero lo tenemos pendiente. ?Entendido? – Entendido. -le respondio Soraya. Soraya llego a su departamento casi muerta de sueno, pero como era su costumbre, primero se metio a la ducha. Nunca se iba a dormir sin ducharse antes pues sentia que el olor de los alinos se impregnaba en ella. Comenzo su ducha como siempre, primero con agua caliente, luego tibia y finalmente, agua fria antes de salirse. Asi, ella sentia que el calor de los hornillas abandonaba su cuerpo; este era un consejo que le habia dado su madre y que ponia en practica, cada dia de su vida. A penas coloco su cabeza en la almohada, Soraya quedo completamente inconsciente. El cansancio y la perdida de sueno de meses le habian caido directamente en los parpados y le impidieron levantarse sino doce horas despues, cuando ya practicamente debia regresar al restaurante para organizar todo para su turno de trabajo. – Sor, estaba muy preocupada. Ya casi llamo a una ambulancia; pense que se habias muerto. -le dijo Oriana, como siempre exagerando. – Ay Ori, es que estaba muy cansada. Sabes todo lo que trabaje antes y durante la apertura. -se justifico Soraya. – Si, lo se. Pero no me vuelvas a asustar asi. -le advirtio su amiga. – Esta bien. Voy a vestirme para salir. – Si quieres te llevo. -le ofrecio Oriana. – No es necesario. Puedo tomar un taxi. – He estado todo el dia encerrada, quiero salir. Te llevo y asi me das un almuerzo especial alla. – Esta bien. -accedio Soraya. – Oye, ?no se te olvida algo? -le pregunto Oriana. – !La critica! ?Ya la leiste? – No, no he podido. Esperaba por ti. – La voy a buscar. -dijo Soraya, y corrio a buscar su movil. – Leela en voz alta. -le pidio su amiga. – Aqui esta. Anoche fue la apertura del restaurante La Estancia en el centro de la ciudad. Debo decir que la experiencia ha sido refrescante. Se nota que en este lugar saben lo que hacen. La comida estuvo absolutamente exquisita, la atencion es sin duda la mejor que he visto en anos, el ambiente es encantador. El unico consejo que podria brindarles es que podrian mejorar la presentacion de los platos para que este acorde con la excelsitud de todo lo demas que nos brindan. Recomiendo este nuevo lugar ampliamente, estoy seguro que os sorprendera gratamente. -leyo Soraya en voz alta. – !Excelente! -dijo Oriana con emocion. – ?Excelente? -pregunto Soraya molesta. – ?No? – ?Que es eso de la presentacion?, ?acaso esta loco? La presentacion era completamente impecable. Yo personalmente revise cada plato antes de que saliera a las mesas. – Soraya pero no dijo que estuviera mal, solo que podria mejorarse. Como un consejo. Nada serio, sabes como son los criticos. -le dijo Oriana tratando de calmar a Soraya. – A ver, ?quien escribio esto? Cristobal Aparicio. ?Quien demonios es Cristobal Aparicio? -se pregunto leyendo en el movil. – Creo que estas exagerando Sor. No es para que te pongas asi. La critica en realidad es muy buena. – Trabaje mucho tiempo e inverti muchisimo esfuerzo para que todo fuera perfecto Oriana. – Y lo fue. Solo que asi son los criticos, tienen que criticar algo; por eso se llaman asi linda. Calma. Que esto no arruine tu momento. Desayuna, date una buena ducha y vamonos al restaurante. ?Si? – Ok. -le dijo aun molesta. Soraya no quiso desayunar, se dio una ducha y estuvo lista rapidamente para regresar al restaurante. Durante el trayecto estuvo muy callada mientras que Oriana no paraba de hablar, tratando de hacerla olvidar del asunto desagradable de la critica, pero era imposible; Soraya no hacia mas que asentir con la cabeza y miraba insistentemente hacia el frente, como planeando algo. Su actitud permanecio de la misma manera durante largo rato, incluso ya en el restaurante. Le sirvio a su amiga un almuerzo especial y se sento a comer con ella pues ya sentia mucha hambre. Todos en el restaurante sabian que estaba muy molesta y sabian perfectamente cual era la razon; sin embargo, nadie decia nada al respecto. – Gracias por traerme Oriana. – No me llames asi, pareciera que me estuvieras reganando a mi por tu asunto de la critica. – Ese es tu nombre, creo que estas a la defensiva. -le dijo Soraya. – Tu nunca me llamas por mi nombre completo, excepto cuando me meto con lo que estas cocinando. Y claro que estoy a la defensiva, desde que leiste eso has tenido una actitud terrible y estas incomodando a todo el mundo. -le reclamo Oriana. – Soy la chef, se supone que debo incomodar a la gente. – No estas en servicio. -le dijo con seriedad. – Tienes razon, disculpa. Tu no tienes nada que ver con esto y no tengo por que hacerte pagar por ello. – Asi es. Ahora tendras que compensarme por el mal rato. – ?A que te refieres? -le pregunto Soraya con suspicacia. – Pues que iremos a celebrar esta noche despues del trabajo. – No estoy de animos Ori. – No tienes opcion. Vamos, bailaremos, beberemos y nos divertiremos. Esta dicho. -le impuso ella. – ?Obligado? – Asi es. Vendre por ti. Saldras un poco antes, nada de quedarte hasta tarde. ?Entendido? – Ok. -le dijo con mala cara. – ?Como? – Si, Ori. – Mejor. Adios. -le dijo y se fue. Soraya y Oriana era amigas desde hacia muchos anos atras. Oriana se mudo al lado de la casa de Soraya cuando eran adolescentes. Desde ese momento hicieron una excelente relacion, sobre todo porque a Soraya y a su madre les encantaba cocinar y a Oriana le fascinaba comer, por lo que se convirtio entonces en la probadora oficial de todos los platos y los inventos del duo.

  • Los moteros del MidWay (Serie Completa) de Patricia Sutherland

    https://gigalibros.com/los-moteros-del-midway-serie-completa.html

    !Las historias de la serie Moteros que siempre has querido leer!

  • El Mandamas de Clara Montecarlo

    https://gigalibros.com/el-mandamas.html

    El era el Alfa y el Omega.
    Y todo con lo que una mujer podia sonar.

  • Belleza Enredada, K. L. Middleton de K.l. Middleton

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  • El dulce sabor de la verdad (Mentiras con amor 2) de Chris Razo

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    Despues de Infidelidad, primera entrega de la trilogia <> vuelven Sofia y Marcos para darse una segunda oportunidad.

  • Te mando un beso de Gabriela Valdivia Marquez

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    En los anos 2009 y 2010 Mexico esta contrastado. Por un lado estan en puerta los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolucion; y por otro, la violencia e inseguridad, debido a los enfrentamientos del ejercito contra los carteles.

  • Borges A/Z de Antonio Fernandez Ferrer & Jorge Luis Borges

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    El hecho de que el genero literario que yo prefiera sea la enciclopedia se debe a varias razones. Una, que es honrosa: mi curiosidad; otra, que es menos honrosa: mi haraganeria. Pero la mas importante de todas, quiza sea esta: la cuota de sorpresa, de suspenso, como se dice ahora, que hay en las enciclopedias. En un libro se sabe con antelacion lo que se encontrara; es decir, que uno sabe que le espera tal o cual cosa de acuerdo al tipo de libro que se haya elegido. Esto no sucede en una enciclopedia, ya que esta regida por el orden alfabetico que sencillamente es un desorden, sobre todo si uno piensa en los temas. Jorge Luis Borges.

  • Mi diosa pelirroja de Marian Arpa

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  • No llores, princesa de Nuria Rivera

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    Dicen que de una boda siempre sale otra… y esto encontraremos en esta apasionante novela romantica de Nuria Rivera.

  • Si confias en mi de Norah Carter

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    Las flores nunca mueren. Es un pensamiento que a veces me recuerda que de algun modo siempre hay una razon para creer que en los corazones de los hombres y de las mujeres no debe haber temor a nada. Un fuego oculto nos mantiene siempre vivos y esperanzados, ese mismo fuego con el que miramos a la vida y, de repente, nos damos cuenta de que las flores nunca mueren. La primavera siempre vuelve como el resto de las estaciones, pase lo que pase. La historia siempre se repite y la naturaleza sigue su curso. Por esa razon misma, las flores nunca mueren. Habia acudido mucha gente. La tarde gris era un espejo de su semblante. Todos se dieron cita alli por desgracia. Duncan habia perdido a su madre. Hace unos anos, enterro a su padre y ahora la que habia sido toda su ocupacion y dedicacion estos ultimos anos habia muerto tambien, en la cama, a su lado. ?Que vida le esperaba ahora a aquel hombre? Toda su vida habia estado vinculada a esa casa paterna, pues solo el se habia encargado de cuidar de sus padres durante anos. Todo el sentido de su existencia habia sido refugiarse al lado de sus progenitores, como si no existiese otro mundo que el hecho de velar por la seguridad de aquellos ancianos. North Berwick es un pueblo pequeno y todos nos conocemos desde siempre. Aun recuerdo algunos momentos de mi infancia al lado de Duncan y, si tuviera que destacar algunos de sus rasgos, dire que era un chico reservado, silencioso, demasiado prudente a la hora de hablar o de intervenir. Pero ese caracter tan introvertido me gustaba particularmente. Era una forma de diferenciarse del resto de chicos, embrutecidos, siniestros al tramar algunas travesuras y siempre orgullosos de aquellas frases obscenas que soltaban por la boca. Duncan no era de esa clase de chicos. Al contrario, su naturaleza era tan diferente que a veces preferia quedarse con las chicas a observarnos como jugabamos con nuestras munecas o al escondite. Esbozaba una tierna sonrisa mientras nosotras pasabamos el rato con nuestras correrias. Nunca le di demasiada importancia a ese comportamiento, pero es cierto que companeros de clase y muchos chicos del pueblo tildaron a Duncan de un muchacho demasiado raro y extrano. Y aquellos calificativos contribuyeron a que se distanciara todavia mas del resto del mundo. Nunca se vio envuelto en una pelea y nunca fue motivo de burla, porque Duncan paso a ser, de un chico raro y extrano, a un chico invisible. Caminaba con torpeza y su pelo color paja lo hacia inconfundible. Era como una breve llama entre nosotros cuando decidia acompanarnos a la loma o a algun rincon del bosque a buscar animales o setas. Puedo decir abiertamente que mi infancia ha estado asociada a esa presencia de Duncan. Poco a poco, fuimos creciendo y las apariciones de Duncan eran cada vez menos frecuentes cuando saliamos al bosque o por los caminos. Siempre he culpado a sus padres de aquella conducta de Duncan, pues eran huranos y bastante posesivos. En un pueblo como este, todos nos conocemos y algo de lo que acabo de escribir tuvo que ir fraguandose en la intimidad de esa casa, hasta que Duncan, cuando todos cumplimos trece anos, dejo definitivamente de salir a buscar aventuras con nosotras. Porque hubo un momento en que se alejo para siempre de los chicos, especialmente cuando estos empezaron a fumar y a espiar a las parejas jovenes que buscaban un rato de soledad en el bosque para amarse.

  • Oonagh (Anam Celtic 3) de Angy Skay

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    La incesante lucha por los tesoros irlandeses sigue su curso de la mano de dos autenticas rivales; Maureen y Taragh, quienes no descansaran hasta conseguir su objetivo.
    Ambas se enfrentaran a multitud de adversidades que se interpondran en su camino, haciendo que todo se tuerza y que, quiza, no les quede otro remedio que unirse a su rival. Con demasiadas trabas en sus andaduras, tendran que luchar contra una fuerza mucho mas poderosa que todas las demas: sus corazones.

  • Recogiendo manzanas en italia de Mary Ann Taylor

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    Claire Holmes es la heredera de un emporio de cocina distribuido en todo el mundo. Su padre es aclamado por la critica culinaria, sin embargo ella no sabe cocinar. Ha sido siempre una nina mimada a la que han complacido en todos sus caprichos. Cuando su padre decide mandarla a Italia para aprender con uno de los mejores chef no puede creerlo.
    En Italia descubrira los sabores, los olores, las formas de cocinar con especias.pero sobre todo descubrira a Romeo, un saludable americano que tambien ha ido a aprender a cocinar.
    Entre platos, vapores y cucharas descubriran la atraccion latente entre ellos, una atraccion que esta a punto de cristalizar cuando se produce un crimen; uno de los alumnos del curso de cocina ha sudo asesinado.
    Claire tendra que madurar rapidamente para enfrentarse por primera vez en su vida a la cruda realidad.

  • Treintanera (y a mucha honra) de Amabile Giusti

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    Carlotta esta a punto de cumplir los treinta y se considera una gafe cronica. Solo llega al metro sesenta con tacones altos, tiene una familia que esta completamente loca y no ve en el horizonte a un novio como Dios manda. Y por si eso fuera poco, acaba de dejar su trabajo y ahora se ve obligada a alquilar una de las habitaciones de su apartamento para llegar a fin de mes. Luca, el nuevo inquilino, tiene muchos pros: es escritor, guapisimo y muy simpatico, pero en cambio: es desordenado, fuma mucho y suele llevar a sus conquistas a casa.

  • Ojos de muneca de Ingrid Desjours

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    Una intriga psicologica perturbadora escrita por la nueva reina del thriller en Francia.

  • El soborno de John Grisham

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    El juez mas corrupto de la historia, la mafia y una joven investigadora con un informante secreto en el impresionante nuevo thriller del autor favorito de America: John Grisham.

  • Con fina desobediencia de Fermin De La Calle

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    Todo sobre el rugby : episodios iconicos, jugadores famosos y personajes menos conocidos.

  • Las aventuras y misterios de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle

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    El libro consta de doce cuentos: doce asuntos en los que Sherlock Holmes se valdra de su deslumbrante inteligencia para dejar boquiabierto a su ayudante Watson --y tambien al lector-- con su logica implacable y sus certeras deducciones. Tabla de contenidos: 1. Escandalo en Bohemia. 2. La Liga de los Pelirrojos. 3. Un caso de identidad. 4. El misterio del valle Boscombe. 5. Las cinco semillas de naranja. 6. El hombre del labio torcido. 7. El carbunclo azul. 8. La banda de lunares. 9. El dedo pulgar del ingeniero. 10. El aristocrata solteron. 11. La corona de berilos. 12. El misterio de Copper Beeches. Sir Arthur Ignatius Conan Doyle (1859 – 1930) fue un medico y escritor escoces, creador del celebre detective de ficcion Sherlock Holmes. Fue un autor prolifico cuya obra incluye relatos de ciencia ficcion, novela historica, teatro y poesia.

  • El Sendero Del Dragon de K. Spencer

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    La tarde presentaba un aire plomizo que se pegaba a las nubes, convirtiendolas en masas gigantescas que caerian de un momento a otro sobre la faz de la Tierra aplastando todo vestigio de vida de un plumazo. La ciudad convivia con la agitacion propia de cada tarde: vehiculos que desfilaban en una y otra direccion, llevando y trayendo gente sin parar por las principales avenidas que parecian un circuito infinito de carreras. Manipulados por alguna voluntad que jugase con un mando a distancia, a la que le gustara jugar con los humanos y ver hasta donde son capaces de soportar entre tanto estres e insufrible rutina. En los suburbios se respiraba, sin embargo, el esperpentico lado trasero de ese espejo donde todo parecia brillar y resultar consumible, apetecible. Alli, en construcciones extremadamente humildes y pesimas en habitabilidad, se ve a quienes no pueden acceder a la voragine empresarial, financiera, y glamurosa de Detroit. Y es en esas condiciones --muchas veces miserables-- donde se encuentran, entre quienes acaban como carne de canon de la delincuencia, las verdaderas perlas de la ciudad, pues han sabido apartarse de ese margen de vertigo en medio de la adversidad conservando un minimo de dignidad humana. En algunos centros educativos, como el que tiene a Pamela como profesora, parece que se producen milagros, que se intenta llevar a cabo una nueva integracion de jovenes de esos suburbios para ofrecerles algo mejor que no sea delinquir, drogarse, o entrar en negocios clandestinos. Pero puede que algo oscuro se este fraguando en esas altruistas intenciones. Algunos de esos jovenes estan empezando a demostrar un nivel de vida demasiado alto para lo que se pueden permitir. Estamos hablando de chicos con 16 anos que, aunque a duras penas pueden sus familias pagar el suministro de luz en sus casas, ellos llevan al instituto demasiado dinero en sus bolsillos... y eso esta empezando a ser demasiado sospechoso. Pues ni sus padres estan al corriente de donde viene esa fuente de ingresos. Y aqui comienza esta historia, en esa tarde en la que nuestra profesora va a tener una extrana visita... Pamela seguia en su despacho, rodeada de dossiers por corregir. Todos en el instituto habian marchado ya, pero ella se quedo para estudiar un caso especialmente particular: el de su alumno mas problematico, tratando de comprobar si la ayuda recibida por parte del equipo psicopedagogico habia surtido efecto, o no, en sus avances academicos. Tampoco queria que ese muchacho cayera --como los otros-- en esa red que seguramente estaria poniendole el cebo hasta que picara. Tenia obsesion por conseguir mejoras en todos sus alumnos, hasta el punto de sacrificar su vida privada, entregandose por completo a su labor como tutora. Y aun mas ahora que sentia que podria desenmascarar toda una mafia que quizas se aprovechaba de algunos de sus alumnos. Despues, seria ya demasiado tarde, todo se desvaneceria como la niebla al amanecer. El instituto cerraria sus puertas el curso siguiente. La arquidiocesis tenia problemas financieros y decidio vender colegios para salir a flote. Solo los seleccionados profesores pasarian --desde su entonces central ubicacion-- al nuevo edificio: en el ala superior oeste de la ciudad. Por ello, se dejaba el alma en su particular investigacion, ademas de ser una perfecta educadora. En el dossier de ese muchacho, llamado Oliver, figuraban los ejercicios de la semana, todos ellos llenos de garabatos y tachaduras, haciendo que la frustracion se apoderara cada vez mas de Pamela, agotada tras una jornada intensa de valoraciones del segundo trimestre. Se echo las manos a la cara, intentando apaciguar la sensacion de impotencia que la estaba invadiendo. ?Como podia hacer para que ese atormentado estudiante se tomara en serio las clases? Sabia de sus problemas personales. Practicamente, se habia criado solo, en ausencia de los grandes pilares paternales, que desaparecian continuamente de su atormentada vida. Abrio el cajon de la derecha y saco una caja de aspirinas. Le dolia mucho la cabeza y no le hacia gracia tener que conducir hasta su casa con un nuevo episodio de migrana que le impidiera siquiera manejar su vehiculo. Dio un sorbo del cafe que le quedaba ya frio en la taza para tragar la pastilla, cerrando los ojos, como de costumbre. Permanecio asi unos instantes, entrando en un estado de relajacion que le hacia falta para olvidar todos sus problemas, todos sus pesares. Para concentrarse en algo mas placentero, cogio entre sus manos el colgante que llevaba puesto: una cadena de plata con un espejito enmarcado. Se miro a traves de el buscando el reflejo de todo lo que ese objeto representaba. Aparto unos mechones del flequillo para ver mejor sus ojos…tal y como le habian indicado en un extrano grupo de amistades que hacia muy poco habia conocido en internet. De repente, sintio como si alguien estuviese detras de su espalda. Una corriente de panico atraveso su cuerpo, dejandola inmovil, quizas para congelar ese momento y que no avanzase, tratando de considerarlo una alucinacion. Pero no lo era. Alguien, con extranas intenciones, habia entrado en su despacho. En silencio, sin que ella se diera cuenta. Iba vestido de negro, con una capucha que ocultaba su cabeza; y su rostro, tras una mascara. Acto seguido, unas manos frias rodearon su cuello. Una voz masculina, llena de tension, pronuncio: --No te des la vuelta o te mato. Quedate quieta y escuchame bien --un tipo le ordenaba mientras pasaba la hoja de un cuchillo por delante de su cara a la vez que con el otro brazo la sujetaba contra su cuerpo. Pamela, desde su asiento, sin poder moverse apenas, con el corazon a todo galope, queria girarse para ver su rostro, pero sus ojos no pudieron ver mas que una masa oscura, una capucha y la mascara blanca, que sonreia igual que un nino ante su tarta de cumpleanos, y que cubria toda la cara del misterioso intruso. --He dicho que no te gires --insistio el asaltante, con la voz amortiguada por la careta, y siguio--: Y ahora quiero que grabes esto en tu puta cabeza: !Deja en paz a Oliver, o tendras que lamentarlo! --?Oliver? Yo solo quiero ayudarle --dijo temblorosa Pamela, a punto de darle un infarto. --Se lo que estas haciendo. Te lo advierto. Deja de meterte en su vida --ordeno el tipo--. No juegues a salvar vidas. ?Te ha quedado claro? --No se a que se refiere. Soy su tutora, nada mas --intento justificarse Pamela. --la hoja del cuchillo iba dando vueltas, como si el agresor quisiera deslumbrarla con el brillo de su acero. --Si que lo sabes, senorita Pamela, lo sabes perfectamente. Y como sigas metiendo tus narices en todo lo que haga o diga Oliver, te puede ocurrir una verdadera desgracia. Y seria una pena. Tanto trabajar para acabar pasto de las ratas --sentencio el cinico extrano, con un tono realmente siniestro. Las manos de ese individuo rozaron las mejillas de la tutora, estremecida al maximo, la cual esparcio una lagrima que recorria su cara como si fuera puro acido. Despues, bajaron por su cuello y presionaron un poco. Ella intento tragar saliva, notando sus gruesos dedos, que le parecian mortalmente repudiables. El intruso enmascarado retiro sus manos del cuello de Pamela, bajando aun mas hacia sus pechos, pero se detuvo. Pamela emitio un quejido, queria desembarazarse de esas manos, apartandolas con las suyas, y eso provoco que el atacante se exasperara y continuara con su advertencia. --Dejeme, por favor. Hare lo que me dice. Pero dejeme. --suplicaba Pamela, viendo que podria acabar agredida en su intimidad, en manos de ese hombre que, por su voz, estaba deseando hacer dano y disfrutar con ello. --Espero que todo se solucione por las buenas. A ver, ?te ha quedado suficientemente claro lo que no debes hacer? --exigio el, alzando el cuchillo para indicar que se levantara. Ella tenia casi inmovilizadas las piernas. Era como si el cerebro la ordenase quedarse asi, quieta, esperando que --de alguna manera-- esa orden fuera enseguida anulada, y, mientras, las neuronas trabajasen en inteligentes sinapsis para convencer al agresor de que lo que queria hacer con ella no podia ser, que eso no estaba bien. Que el minimo resquicio de conciencia y humanidad que le quedara en su cabeza le hicieran desistir en su empeno por dejarle una marca de espanto de por vida. --Ya le he dicho que lo he entendido, y que no intervendre mas en cuanto a Oliver. Ahora dejeme ya, por favor. Vendra enseguida el conserje. --concluyo Pamela, mintiendo, ya que no quedaba nadie en todo el instituto. Solo estaba ella. Y el asaltante, claro. --Mentirosa. ?Te crees que soy idiota? Se muchas cosas de este instituto. Y tambien sobre ti -- dejo bien claro ese tipo que estaba al corriente de los movimientos del centro, y que no se andaba con rodeos. Iba en serio. --Esta bien. No le miento. Puede que haya salido, pero el conserje suele quedarse hasta tarde supervisando el trabajo de las limpiadoras --se excuso Pamela. Su mente no paraba de buscar pruebas para no sentirse desamparada. Pero la realidad era que asi lo estaba. Estaba completamente a merced de ese hombre, cuya mascara le producia, ahora que se habia levantado y podia verle de soslayo, verdadero terror. --Date la vuelta --le exigio mirandola, como si estuviera mordiendola con sus ojos afilados. --No hagas algo de lo que te puedas arrepentir. --?Arrepentirme? Eso se lo dejo para las santurronas como tu, que van de Madres Teresa de Calcuta por la vida. Pero no te preocupes, haga lo que haga, iras derechita al cielo. Te lo has ganado --la asusto al limite. Pamela se iba acercando a la pared con gran nerviosismo. Solo la idea de sentir el filo de ese cuchillo por su fina piel, la dejaba en estado de shock… Porque, aunque saliera viva de alli, ya no seria lo mismo. Habia caido en un pozo del que no se puede salir mas que cuando en este se deja caer una cuerda por la que subir. Y alli no habia ni Dios ni cuerda alguna. El hombre seguia mirandola, y a la vez iba haciendo saltar el cuchillo para sujetar su mango en cada vuelta al aire que lo lanzaba, a escasos centimetros de su mano, pero de vez en cuando la apuntaba como si se lo fuera a lanzar de un momento a otro. --No me mate, por Dios. Hare todo lo que me diga, sin decirselo a nadie. Y deje de apuntarme con el cuchillo. Me esta dando algo. No me haga sufrir, por favor. Yo no he hecho nada, y si le molesta que me preocupe por Oliver, desde ahora dejare de hacerlo. Se lo juro --confesaba presa del panico, espantada de pies a cabeza. --Venga, dejate de suplicas. No te voy a matar, solo quiero que sepas de lo que soy capaz -- volvia a recordarle su falta de escrupulos. --Perfecto, senorita --murmuro el, con un tono de conformidad--. Tiene un cuello precioso. Fragil, delicado... --?Le gusta asustar a las mujeres? Pues que sepa que lo esta consiguiendo. Asi que dese por satisfecho. --Ella se oponia por dentro a atacarle verbalmente. Pero tenia delante al mismisimo diablo, con la intencion de pasar el filo de la hoja de ese cuchillo por su delicada piel si es que le incitaba a ello, y aunque lo intentara, sabia que no podia huir de esa situacion. --Esta bien, senorita. Date la vuelta y quedate ahi hasta que me haya ido, ?entendido? Ella vio salir el sol en ese momento. Se giro y se puso contra la pared, apretando su cuerpo con sus manos, como si se abrazara recuperando su vuelta a la vida, dejando atras, literalmente, al terror y a la muerte. Y ese individuo, tal como habia entrado por la ventana, desaparecio subitamente, en silencio y el aire de la calle entro y lleno los pulmones de Pamela, como si acabara de nacer. Ella se dirigio, tras unos segundos, hacia la ventana que, en un primer piso, era facilmente accesible, al poder ser escalada la pared de ladrillos de la fachada con la soltura propia de una persona atletica. Juraria que tenia la ventana cerrada antes de que ese tipo entrara, pero quizas una de las hojas de la ventana quedara sin ajustar. Se asomo pero no vio a nadie, era evidente que ese hombre habia torcido a la derecha. Justamente, su despacho estaba ubicado hacia la esquina del edificio. Cogio sus cosas: su bolso, su abrigo y se tapo por delante con una mano. Abrio la puerta del despacho y se dirigio por el pasillo hacia la salida del centro, pasando por las clases en las que retumbaban sus tacones al estar con las puertas abiertas en medio de aquel vacio que hacia eco. Ya en la puerta, metio la llave que no acababa de centrar y salio apresuradamente del instituto, dirigiendose a su coche, que estaba estacionado en el aparcamiento, a unos diez metros. Busco sus llaves en el bolso, y se le iban cayendo cosas con los nervios, como recibos de los supermercados y algun que otro pintalabios, se agacho a recogerlas mientras maldecia por no haberse ido, como todos, a la hora del cierre del centro. Encontro por fin el llavero con la inicial P, apreto el boton del mando y, antes de sentir el clic de apertura de puertas, acciono la maneta de la puerta, lo que bloqueo el sistema y hubo de esperar para volver a activar el sistema de apertura: cosa que acabo por desquiciarla en su intento por escapar de alli lo antes posible. Mientras tanto, uno de sus pechos se habia salido con los movimientos. Al verse asi, expuesta a las miradas de quienes en ese momento pasaban por alli, y darle igual si habian visto o no su semi desnudez, no escucho o no lo quiso hacer, los comentarios de esas personas que la miraban: <>. Eso si, ganas le dieron de decirles lo que le acababa de pasar. <>, penso. Se sento, cerro las puertas, bloqueandolas, puso la llave en la toma de contacto y la giro para arrancar. Nada, no arrancaba. Siguio intentandolo, una y otra vez pero lo que en realidad estaba haciendo era ahogar el motor. Ya no pudo mas, se estiro sobre el volante, apoyando los brazos contra su frente, descargando en el llanto toda la tension, todo el miedo que se habia aduenado de su cuerpo dejandola incapaz ni siquiera a reaccionar. Un golpe seco en la ventanilla de alguien que se habria acercado a su coche, hizo que cesara el llanto y se preparara para lo peor, abriendo de golpe los ojos --ya desorbitados de tanta angustia --, echandose hacia el asiento del copiloto, tratando de evitar ser de nuevo violentada por el misterioso agresor. Con las manos protegiendo su cara, a traves de los dedos trato de ver, muerta de panico, lo que le esperaba; cuando una voz amable resono como las campanas de un despertador de pesadillas, pues no parecia ser el agresor que en su despacho la violento, y algo le decia en su interior que podria confiar en quien estuviera ahi fuera picando a la ventana de su coche. Una cara amable de un hombre de mediana edad se asomaba para ofrecerle ayuda. --!Hola! !Tranquila, solo queria ayudarla! He visto que tenia dificultades para arrancar su vehiculo. ?Esta usted bien? -le dijo, mostrando su mejor voluntad para sacarla del apuro. --!Ah!…Si, gracias, es que me asuste pensando que se trataba de otra persona. !Por favor, ayudeme! !Alguien ha intentado matarme! --le respondio, soltando el lastre de desconfianza del que estaba poseida. Desbloqueo las puertas para poder salir, pues veia por la cara de incertidumbre que ese hombre no escuchaba nada a traves del cristal de la ventana, aunque ella si pudo escucharle, dado que su tono era lo suficientemente alto para conocer su bienintencionado proposito. El hombre acompano la puerta hasta abrirla del todo, facilitando que Pamela fuera socorrida. --!Dios mio! !Gracias que ha aparecido usted! !Casi me matan ahora mismo en el instituto! Y siguio desahogandose: --!El coche no arrancaba, y ...! Entonces, un mar de lagrimas inundo sus ojos, ahogando sus palabras. --!No se altere, tranquila! Llamaremos a la policia. Ahora respire y deje que ellos se ocupen. --!No! !La policia no! --interrumpio Pamela horrorizada ante la idea de "molestar" con su declaracion al misterioso asaltante, que seguro no tendria escrupulos en acabar con ella en cualquier momento, en el instante mas inesperado. --Bueno, esta bien, pero al menos deje que la lleve a tomar una tila, ahi mismo --propuso, senalando el bar que se veia al otro lado de la carretera. --!Esta bien! !Gracias! Sera lo mejor --reconocio Pamela mirando hacia los lados intentando identificar a su agresor en toda persona que deambulaba por esas calles. Se fijo, algo mas detenidamente, en su "angel de la guardia". Era todo un gentleman: por su exquisita forma de vestir y ademanes corteses, propios de un ejecutivo que esta acostumbrado a llevar su imagen siempre impecable, asi como la actitud: inspiraba confianza, la que requiere alguien que debe defender la representacion de una gran firma empresarial. Su cabello estaba cortado en un estilo jovial, con esa graciosa caida de flequillo que invitaba a desordenarlo, como cuando tocamos la cabeza de un nino mostrando afecto revolviendo su pelo. El corte y la calidad de su traje bien podrian ser de los mejores modistos italianos, a la vanguardia de la elegancia y la comodidad. Pamela cerro el coche cogiendose del brazo de ese amable desconocido, pues le faltaban las fuerzas con todas las angustias que acababa de sufrir. --Me llamo Alexander Stone, he venido a Detroit unos dias para firmar un acuerdo con una sucursal de nuestra compania. La Central esta en Paris, donde resido habitualmente, aunque mi origen es britanico. --Su presentacion no podia ser mas "glamurosa". Solo oir "Paris" parece que las neuronas aplican una transmision de sensualidad y elegancia en todo aquel que pronuncia esa palabra..."Paris", esa ciudad que representa la esencia del romanticismo y la exquisitez. --!Vaya! !Alli me querria ir ahora mismo, para olvidarme de todo lo que me ha pasado! --!Nunca se sabe!… dijo el galante ejecutivo, que, mirandola a los ojos, arqueo una ceja como si del Arco del Triunfo se tratara... Caminaron hasta la cafeteria "Chance" donde una pareja solitaria, al fondo, se confesaba en un cuchicheo divertido. --?Que deseas tomar? --le pregunto el empresario a la tutora, que no cesaba de mirar a la pareja para ver si se daba la vuelta el chico y poder comprobar si se trataba del "sospechoso". --!No temas! --la calmo Alexander--. No estara aqui... ese individuo debe estar bien lejos ya. Cuentame, ?que te ocurrio? Pamela conto con todo detalle el suceso ocurrido en su despacho: el asalto, la amenaza (que quedo grabada en la memoria de los miedos que jamas se olvidan), las sensaciones de impotencia injustas que devoraron esos interminables segundos... haciendo que Alexander cada vez expresara mas preocupacion en su rostro. La apariencia amable de Alexander se fue convirtiendo en rabia contenida. Hasta sus manos, antes acogedoras, ahora se cerraban en vengativos punos dispuestos a hacer justicia. El ceno fruncido y los labios apretados siguieron a un golpe seco en la mesa con su mano, haciendo sonar uno de los gemelos de su camisa. --!Ese malnacido no deberia seguir asustando asi a ninguna mujer y menos a usted, que se ha preocupado tanto por todo alumno conflictivo! La tarde se iba cerrando en una oscura noche, que invadio de repente la atmosfera con voluminosas nubes de un gris cercano al negro, en su avance al centro de Detroit. Una mujer y su hijo corrian por la calle tratando de huir de la tormenta que se avecinaba. No se esperaba este cambio de tiempo tan brusco en un dia de lo mas soleado, propio de mediados de abril, en plena primavera. --Deberia ir ya hacia el vehiculo, pronto se desatara la tormenta y no se podra conducir --dijo Pamela algo asustada, comenzando a poner los pies en el suelo y seguir dirigiendose a su rutina diaria. --No utilizo aqui el coche, me desplazo en taxi, es mas comodo. ?No le importaria llevarme unas calles mas alla? No tengo ninguna prisa en llegar al hotel --dijo Alexander, intentando estar mas tiempo con ella. Pamela le miro y por su mente se cruzaron pensamientos enfrentados: por una parte, se sentia halagada de tal peticion; por otra, aparecian miedos ante los numerosos crimenes que habia visto en las series policiacas. No se consideraba una rompecorazones ni una Dulcinea para nadie, pero siempre guardaba un aspecto delicadamente femenino que, sin saberlo, causaba una especial atraccion a algun que otro companero del centro. Podria contemplar la posibilidad de que ese hombre quisiera tener un affaire con ella, pues es lo que muchos hombres de negocios hacen cuando salen de su guarida y prueban a soltar una cana al aire. Pero, en cuanto penso en todas sus responsabilidades, dio carpetazo a cualquier tentacion al respecto: en cuando llegara a casa tendria que dar de comer al gato, o este daria la serenata a todo el vecindario; poner la lavadora, darse una ducha, cenar algo y preparar la comida del dia siguiente. Siempre se llevaba un tapper al centro para comer alli, pues seguia una dieta estricta para mantener la figura. Ensaladas, tofu o seitan, hamburguesas vegetales y sobre todo fruta para ir calmando el apetito entre horas.

  • Lagrimas de la Revolucion de Graciela Ramos

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    Un gran amor entre un italiano y una espanola en los albores de la revolucion.

  • El Cuaderno de Rosa de Alina Reyes

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    Impudico pero a veces candido, sin retoricas ni ambages, este Cuaderno intimo desvela la verdad desnuda de los gustos (y usos) eroticos de una mujer: sus encuentros sexuales y sus amores, los fugaces y los duraderos, los apasionados e incluso los platonicos. A lo largo de 69 breves capitulos --un numero, por supuesto, no azaroso-- que pueden leerse de manera independiente, la protagonista ofrece a sus lectores algunas de las <> que han convertido su vida en un continuo disfrute sexual. Mientras celebra el goce femenino y el masculino, no solo revela confidencias, pensamientos y episodios personales, sino tambien obsesiones y peculiares practicas, en un tono unas veces poetico, otras veces descarnado y realista. La pasion por <>, por el hombre que suscita el deseo en ella, y por conocer los mecanismos del sexo, se entrevera en esta obra con la rebeldia frente a lo socialmente bien visto, lo politicamente correcto. Esa rebeldia trasciende los episodios que narra para alcanzar al propio lenguaje; la protagonista, que se llama Rosa, llamara <> a la parte de si misma que mas placeres le procura, y empleara un lenguaje que pertenece a su imaginario erotico. Todo ello hace de este libro una verdadera osadia.

  • Los dias que no fueron de Juan Andres Pons Server

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    En 1582, Ugo Boncompagni, mas conocido como el Papa Gregorio XIII, decidio, asesorado por sus astronomos y la curia papal, alterar el paso del tiempo en el mundo catolico. Asi, del 4 de octubre de 1582 se paso, en un solo dia, al 15 de octubre del mismo ano, desapareciendo de una tacada diez dias de la historia de la humanidad. La razon que se esgrimio en su momento fue la necesidad de ajustar el calendario juliano a la realidad del ano tropical, el cual habia provocado cada 128 anos la perdida de un dia completo.Los paises del mundo conocido, unos antes y otros despues, fueron ajustandose a este cambio creyendo sin el mayor atisbo de duda la justificacion papal antes mencionada. Solo unos pocos conocen la verdadera historia de porque el Papa decidio borrar de la historia del mundo lo acaecido en esos diez dias.

  • Missing de Alberto Fuguet

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    Fuguet esta parado todo el tiempo tambaleandose sobre los hombros del mejor Bolano. Es un gusto verlo bailar asi, con su verdad en brazos.

  • La marca del meridiano de Lorenzo Silva

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    En una sociedad envilecida por el dinero sucio y la explotacion de las personas, todavia el amor puede ablandar a las fieras. Un guardia civil retirado aparece colgado de un puente, asesinado de manera humillante. A partir de ese momento, la investigacion que ha de llevar a cabo su viejo amigo y discipulo, el brigada Bevilacqua, abrira la caja de Pandora: corrupcion policial, delincuentes sin escrupulos y un hombre quijotesco que buscara en el deber y el amor imposible la redencion de una vida fracturada. Ambientada en la Cataluna actual, esta absorbente novela policiaca de Lorenzo Silva, maestro indiscutible del genero, se adentra mas alla de los hechos y presenta un solido retrato del ser humano ante la duda moral, el combate interior y las decisiones equivocadas.