• purpura profundo mayra montero - Mayra Montero

    https://gigalibros.com/purpura-profundo.html

    El vital y seductor Agustin Caban, critico musical de un periodico, acaba de jubilarse. Dispone ahora de mucho tiempo libre, pero no le apetece viajar ni jugar con los nietos; solo tiene un deseo: invocar los fantasmas que hasta el momento han sido casi su unica razon de vivir. Sebastian, el entranable jefe de la seccion de espectaculos del periodico, le da el empujon definitivo: lo anima a escribir una memorias. Mientras Sebastian devora, lleno de envidia y entusiasmo, las paginas que le va entregando el critico musical, el lector va internandose en el mundo amoroso de Agustin, y conocera sus apasionadas aventuras con la violinista Virginia Tuten, poseedora de un extrano fuego caribeno que estuvo a punto de hacer zozobrar el matrimonio del critico; con el pianista Clint Verret, que no fue el unico hombre en la vida de Agustin, pero si el que lo llevo al borde del enamoramiento; con la transparente Clarissa Berdsley, interprete de trompa que mantiene unas curiosas relaciones con un murcielago. Y si su pasion por Alejandrina Sanroma, virtuosa de la celesta, llevo a Agustin al goce mas etereo, su obsesion por la torrida violinista Manuela Suggia desato en cambio sus mas bajos instintos y lo arrastro hacia los infiernos. Estas y otras historias conduciran a Agustin por senderos insospechados, desde menages a trois hasta torturadas relaciones de corte sadomasoquista, pues cada interprete <> en el una cuerda muy distinta. Pero de lo que no cabe duda es de que, para Agustin, la musica ha estado siempre vinculada a la pasion sexual; para el, conquistar al musico significa poseer no solo a la mujer (o al hombre), su carnalidad --el purpura profundo, en ultima instancia--, sino tambien saberse dueno de una implacable, irrepetible melodia: la Musica, con mayuscula, que ambicionamos todos.

  • Púrpura profundo - Mayra Montero | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-purpura-profundo/89752

    1 mar 2000 — El vital y seductor Agustín Cabán, crítico musical de un periódico, acaba de jubilarse. Dispone ahora de mucho tiempo libre, ...

  • Púrpura profundo - Libro de Mayra Montero - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/4193/purpura-profundo

    Resumen y sinópsis de Púrpura profundo de Mayra Montero. Mientras Sebastián devora, lleno de envidia y entusiasmo, las páginas que le va entregando el ...

  • purpura profundo de montero mayra - IberLibro.com

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    Púrpura profundo de Montero, Mayra y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible en Iberlibro.com.

  • Púrpura profundo (La Sonrisa Vertical) Versión Kindle

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    Mirar en el interior de este libro. Púrpura profundo (La Sonrisa Vertical) de [Mayra Montero] ... Mayra Montero (Autor) Formato: Versión Kindle ...

  • PURPURA PROFUNDO (LA SONRISA VERTICAL) Tapa blanda

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    PURPURA PROFUNDO (LA SONRISA VERTICAL) : MAYRA MONTERO: Amazon.es: Libros.

  • purpura profundo - mayra montero - Libros Alcaná

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    18 abr 2017 — Púrpura profundo ( Montero, Mayra ) [640667] Tusquets. Barcelona. 2000. 21 cm. 172 p. Encuadernación en tapa blanda de editorial ilustrada.

  • púrpura profundo - Casa Tomada

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    PÚRPURA PROFUNDO, MONTERO, MAYRA, $50000.00. El vital y seductor Agustín Cabán, crítico musical de un periódico, acaba de jubilarse.

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    Púrpura Profundo – Mayra Montero ... El vital y seductor Agustín Cabán, crítico musical de un periódico, acaba de jubilarse. Dispone ahora de mucho tiempo libre, ...

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  • Sylvia de Leonard Michaels

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    En Sylvia no hay suspenso. Apenas empieza el relato, como en las tragedias griegas, la suerte esta echada, y esta echada aun antes de que se arrojen los dados. Prerrogativas de la ficcion autobiografica: Sylvia es la version estilizada del primer, catastrofico matrimonio de su autor, Leonard Michaels; el hombre que hacia fines de los anos ochenta se decide por fin a escribirla, casi treinta anos mas viejo que el que la vivio, escritor mas que reconocido, sabe demasiado bien que el menu con que termina su relato no incluye perdices sino cuarenta y siete pastillas de Seconal. La forma tragica, sin embargo, es una decision literaria, no un dictado de las circunstancias. El relato de Michaels no descubre, no devela nada que no este cifrado ya en la sorda combustion de sus primeras paginas, cuando el narrador, convencido de acudir a una cita inofensiva con una amiga de la universidad, tropieza de golpe con el plus de esa morocha desconocida que acaba de salir de la ducha, o en la eficacia sinoptica de una sola escena, un solo gesto, un solo objeto: el traje de bano del novio italiano de Sylvia, que esta deja colgando del picaporte del lado de afuera de la puerta mientras espera en el sillon, desnuda, que su nueva presa --el incauto narrador-- caiga en la trampa. Apenas los dejan solos, antes incluso de intercambiar las primeras palabras, el narrador dice sentir que son <>. Como pasa con los grandes relatos, lo que importa no es la carniceria sino la morbidez de la carne, el filo, el brillo y la elegancia de los cuchillos y, sobre todo, los matices infinitos que el rojo sangre es capaz de cobrar cuando los ilumina un ojo fotosensible. Todo esta escrito desde el comienzo, en Sylvia, de modo que todo puede suceder rapido, muy rapido, como solian suceder las cosas en los buenos viejos tiempos, y sobre todo en la Nueva York que describe Michaels, tan autobiografica como los hitos cada vez mas atroces de su via crucis sentimental: una ciudad que es pura simultaneidad, suerte de orgia de radicalidad donde el vociferante Lenny Bruce coexiste con las espaldas de Miles Davis, el saxo de Ornette Coleman musicaliza la predica de Malcolm X y el protoescritor que despierta entre cucarachas y ratas --zoo de cristal de los departamentostugurio donde palpita la bohemia neoyorquina-- se pasea una hora mas tarde en un Porsche descapotable con Jack Kerouac en el asiento delantero, declamando a voz en cuello las insidias que los criticos escriben sobre el. Para el narrador y Sylvia --flapper anacronica, cuyo flequillo Michaels trasplanta, ayudado por el psicoanalisis, de los roaring twenties a los golden sixties-- se trata ante todo de avanzar a toda velocidad, quemar etapas. Recien se conocen y ya se han mudado juntos de ciudad, ya se descubren durmiendo bajo el mismo techo. No es de extranar, pues, que ese primer hogar les dure lo que les llevo elegirlo: una noche, tiempo suficiente para que quien les alquila la pieza sufra en carne propia los efectos del soundtrack pasional (fornicar + pelear), aun indecorosos, al parecer, para los estandares mas bien laxos de los anos sesenta. Pero la calle en la que los amantes se sorprenden al otro dia no es un accidente sino una necesidad, la ley fatal de una relacion que ya al mes de nacer se piensa como <>: la intemperie es el espacio propio del calvario amoroso, no importa si adquiere la forma visible de un dos ambientes en Greenwich Village, un estudio en el SoHo o un piso en Columbia, tres de los puntos cardinales entre los que Michaels hace rebotar sin piedad a sus dos heroes sangrantes. Claro que no sangran por la misma herida. Sabemos que Sylvia Bloch tiene diecinueve anos, que es judia y huerfana y no <>, que nunca tuvo (ni tendra) un orgasmo, que cursa la carrera de Clasicas solo porque el narrador se lo sugiere, que tiene el primer y ultimo gesto de amor banal con el narrador --una vianda para el tren acompanada de una esquela con las palabras <>-- cuando acaba de separarse de el, que le gusta tirar y romper cosas, simular, sufrir y hacer sufrir, desproporcionar, amenazar con suicidarse, suicidarse por fin. Pero ?esta loca Sylvia? El lector precavido se lo pregunta bastante antes que el narrador, y con identica precocidad comprende tambien hasta que punto la pregunta es irrelevante, burguesa, incluso vulgar --tanto como los tapizados tajeados o los cachivaches rotos con que los filisteos confundian las obras maestras de la vanguardia-- aplicada a este frenesi que atraviesa en llamas una epoca que elogia la locura, donde la deformidad no es un accidente indeseado sino un valor (Diane Arbus es uno de los cameos conspicuos del libro de Michaels) y la inestabilidad menos una contrariedad a evitar que una experiencia imperdible, la unica verdaderamente digna de ser experimentada. Sin embargo, fieles a un identikit de mujer-bruja que vetea de un machismo aterrado pero reverencial un buen pano de la mejor literatura contemporanea --del despiadado Philip Roth de The Facts, donde Roth rememora su borrascosa relacion con Margaret Martinson, al paternalismo enternecido del Cortazar de Rayuela, con la Maga como musa loca e inocente --, los descalabros de Sylvia son tan culpables del veredicto psicopatologico con que el lector masculino se apura por neutralizarlos como de su propia envergadura de personaje: bigger than life, hilarante y feroz, extraordinario, o en todo caso extraordinariamente mas comprador --no importa lo mucho, lo en vano que intentemos ahora devolver eso que hemos comprado-- que la sensatez apatica y desconcertada del narrador, judio tambien pero de la rama victima, siempre sorprendido y perplejo y un poco farsante, siempre apagando incendios ajenos, siempre tironeado entre las bolsas de kreplaj y knishes con que lo carga su madre y los SOS colericos, los reclamos, los ultimatums de Sylvia. Cherchez la femme, sin duda. Pero ?para que buscarla si es ella --mujer medusa, monstruo inconformable, motor insomne-- la que esta todo el tiempo en camara, presente como una pesadilla, aun cuando el rostro palido que se desvive por ocupar el cuadro sea el del narrador? Y sin embargo hay que buscarla. Ademas de ser un retrato genial de psycho fatale y una de las memoirs de infierno sentimental mas espeluznantes que haya dado el fin de siglo pasado, Sylvia es tambien una fabula de iniciacion, la cronica de las primeras escaramuzas de un aprendiz de escritor que, para decirlo suavemente, no da pie con bola. Es un plano del libro que se suele pasar por alto, a tal punto tienden a eclipsarlo el magnetismo bestial de la mujer poseida y la logica autodestructiva, a la vez redundante y erratica, disparatada y monotona, de una gran pasion con destino de escombro. En rigor, la guerra amorosa va en Sylvia de la mano de la literaria. Amar y escribir: ese es el plan inicial del narrador, que el narrador mismo -- perfectamente al tanto, sin embargo, del final de catastrofe que lo espera-- evoca al principio fingiendo algo del entusiasmo, la fe, la virginidad originales con que lo acometio. Por candido que sea, el programa llama la atencion por lo persistente. A lo largo del libro, el narrador ama tanto como escribe --lo que, dada la clave catastrofe del relato, quiere decir mas bien que tropieza, pierde pie, se enfanga y naufraga tanto en el amor como en la escritura. Y aunque las batallas del primero lucen bastante mas espectaculares que las de la segunda, es dificil no ver hasta que punto estan conectadas, en que medida la intensidad critica del frente amoroso --frenesi, crispacion, imprevisibilidad-- no es la contracara de los traspies opacos del literario sino mas bien su combustible, su materia prima, incluso su condicion de posibilidad. ?Era asi como habia que amar para poder escribir, al uso psicopatico, vampirizandose hasta la demencia, en los <> anos sesenta? La leccion de Sylvia toca la relacion radioactiva entre vivir y escribir, pero la cosa no es tan simple. <>: si hay algo del paradigma sesentista a lo que Leonard Michaels sigue fiel en los noventa es esa compulsion a eludir lo directo, cierto goce del sentido obtuso que permitia que pelear fuera la metafora de follar (y viceversa) y, para un aprendiz de escritor, quiza, que escribir fuera la metafora de amar (y viceversa). <>, rememora el narrador, <>. En ese sentido, lo que el narrador le debe a Sylvia es mucho, muchisimo mas que cuatro anos de oscura, malsana, procelosa vida sentimental. Le debe en rigor su maquina de escribir: sin duda el artefacto mismo, la Olivetti Lettera 22 que Sylvia le regala (y luego, en uno de sus raptos de furor, le arroja a la cara y estrella contra la pared sin estropearla, al punto tal que es la misma que Michaels dice estar usando en los noventa), pero, de un modo mas fundamental, el programa literario que vertebra sus primeros pasos en la escritura.

  • El rey de las hormigas de Zbigniew Herbert

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    Zbigniew Herbert trabajo durante veinte anos en El rey de las hormigas y, no obstante, la obra quedo inconclusa hasta que su editor polaco recopilo los materiales, fragmentos y esbozos para darle la forma que hoy presentamos. En todos los textos, el poeta parece decidido a concederse la libertad de celebrar su amor por la civilizacion de la Antiguedad dando nueva vida a los mitos. El resultado es una recreacion personalisima, colorida y luminosa de un buen numero de personajes de la mitologia clasica, algunos conocidos por los lectores y otros injustamente olvidados: en las habiles manos de Herbert, gracias a la sutileza e ingenio del poeta, Cleomedes, Atlas, Ares, Cerbero, Endimion o Ayax parecen convertirse en nuestros contemporaneos, y sus peripecias, sus destinos y el fabuloso mundo en el que vivieron nos invitan a reflexionar sobre el presente y, muy a menudo, a reir.

  • La vida de las hormigas de Maurice Maeterlinck

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    En La vida de las hormigas, Maurice Maeterlinck, premio Nobel de Literatura, vuelve a hacer gala de su interes entomologico y decide observar el minusculo universo de estos prodigiosos insectos con la conviccion de que encierra innombrables misterios pero que, a la vez, puede despertar un sinfin de analogias con el comportamiento humano. Las hormigas se nos muestran en este libro como seres capaces de extraordinarias proezas. Como el hombre, tambien ellas cuentan con ejercitos organizados, algunas se han especializado en una suerte de ganaderia y otras parecen haber aprendido a cultivar sus alimentos. Su sistema de comunicacion tambien despierta el asombro, y nos recuerda a la telepatia. Un microcosmos admirable relatado en un estilo exquisito.

  • Rebeldes de Pedro Santamaria

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    Ano 88 a. C. Tarde de teatro en Roma. Un hombre corpulento, tuerto y vestido con atuendo militar, acaba de llegar al lugar donde se representara la tragedia griega Prometeo encadenado. Los asistentes le ovacionan. Es Quinto Sertorio, el sabino, heroe de las guerras contra cimbrios y teutones, comandante de una de las legiones de Cayo Mario en las guerras sociales que asolan Italia y que enfrentan a la ciudad del Tiber con sus aliados latinos. Esa sera la primera vez que Cneo Placidio Mutio, un muchacho de catorce anos, vea a Quinto Sertorio. No sera la ultima.

  • Luna de gato de Christian Martins

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    Amanda, la chica de los labios azules, es timida, sonadora y vive en su propio mundo. Trabaja en una editorial y dibuja lunas de gato.
    Brett es abogado, es extrovertido y trabaja en un bufete. Aunque no tiene muy claro lo que le tiene preparado el futuro.
    No tienen mucho en comun, excepto que son vecinos. Y que trabajan en la misma calle. Y que ambos acabaran embarcados en una aventura comun que cambiara sus vidas para siempre.
    ?Te apetece conocerles?

  • Cronologia de un enigma de Aa. Vv

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    Una guia en setenta y cinco etapas para abrir el camino que conduce hasta el anhelado Santo Grial.

  • Meretrice, Lola P. Nieva de Lola P. Nieva

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  • El vestido de novia de Mariana Garcia Luna

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    Son los anos cincuenta, Raquel y Alejo se aman a escondidas: los prejuicios del padre de Raquel les impiden verse libremente. Sin embargo, las precauciones para no ser encontrados fallan y una noche los protagonistas son sorprendidos. El castigo es la separacion, la que llevara a Raquel a Paris y a Alejo, a la Amazonia peruana.
    Carmina, Nana y Santiago entraran en sus vidas de maneras inesperadas, muchos anos despues.
    Estos cinco personajes se veran relacionados con el vestido de novia, y cada uno de ellos narrara la historia desde su propia perspectiva, aunque alguno tenga que hacerlo desde la mismisima muerte, convertido en un fantasma que vaga por el Amazonas.

  • Maria Magdalena de Margaret George

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    A traves de la historia de Maria Magdalena, Margaret George narra un periodo clave de la Historia: el nacimiento del cristianismo.

  • Ni contigo ni sin ti de Lorraine Coco

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    La primera vez que Lauren Weaver poso su incendiaria mirada verde en Kenneth O'Brien, este estaba bajo su ventana, con la misma cara que ponia Neo, su Golden Retriever, cuando atacaba el plato del beicon del desayuno a traicion y lo pillaban infraganti. No le importo que pareciera realmente afligido, ni que el flequillo le cayese sobre la frente de lado, como a Zac Efron en los carteles a doble pagina que tenia colgados en las paredes de su cuarto. Tampoco que sus preciosos ojos castanos implorasen piedad. Ella estaba furiosa y el iba a recibir toda su ira.Sin duda no fue la ultima vez que esto pasaria, porque cuando conoces a tu gran amor a los once anos, y este es tu vecino y el mejor amigo de tu hermano, tu vida se convierte en una montana rusa de la que no sabes si quieres o puedes bajarte. Pero cada subida es tan divertida, cada bajada tan emocionante, y cada giro tan inesperado y excitante, que... ?quien podria resistirse?

  • Neandertal Cavernicola 2, Mary Ferre de Mary Ferre

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    Nancy decide volver a Chicago tras haberse refugiado en Crest Hill despues de haber vivido su primer desamor. La traicion del que era su novio le ha hecho caer en un pozo sin fondo en el que se ha destruido asi misma y necesita encontrar la fuerza suficiente para continuar viviendo. Va a enfrentarse a nuevos desafios una vez que se de cuenta que nunca ha dejado de ser observada por el que fue el hombre de su vida.

  • Pasion en la noche (Pasion 2) de Monica Escoda

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    Melissa trabaja como strippers en un club llamado Night Chance.
    Su sensualidad y erotismo consiguen que todos caigan rendidos a sus pies irremediablemente.
    Pero todo cambia la manana que se cruza con el.

  • La sombra de Erin (Celtic 1) de Adriana Rubens

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  • Lo que descubri de ti de Sibila Freijo

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    Continua la historia de Carlota, la protagonista de Lo que no sabia de mi.

  • Traicion (Mirame y dispara 2) de Alessandra Neymar

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    ?Que serias capaz de hacer por la persona que amas? Cristianno no desiste en su empeno por encontrar a Kathia. Sabe que esta en manos de Valentino y que corre peligro su integridad fisica. Tortura, mata, y se desespera intentado dar con una pista que le lleve a ella, junto a sus fieles companeros, Mauro, Alex y Eric, que le seguiran en esa dura travesia. Mas pasion, mas intriga, mas traicion Continua Mirame y Dispara

  • Bajo vigilancia de Gayle Wilson

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    El trabajo del agente John Edmond estaba en peligro. Tenia solo una oportunidad para demostrar que podia trabajar en equipo. Tenia que vigilar de incognito a Kelly Lockett, heredera de una fundacion benefica sospechosa de estar relacionada con el terrorismo.

  • Sal de mi camino, Valentin de Sarang Hee

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    <>. Mi mantra mananero es una verdad fuerte y bonita la cual muere en mis labios con la entrada en escena de mi archirrival, Valentin. No hace falta que levante la cabeza del teclado para saber que esta entrando. Su perfume eau du toilette de Channel, es su aviso de llegada, cual memorandum reconocido por el edificio entero. Sus pasos acompasados se escuchan cada vez mas cerca y una vez llega a nuestra oficina, como de costumbre, ni siquiera nos dedica un ‘buenos dias’. Valentin no saluda, nunca. Su comportamiento no nos sorprende ni un poco, ni a mi, ni al resto del equipo de chicas en el departamento. Ese acto o, mejor dicho: ese no acto, es muestra constante de la mala educacion del hombre. En un principio todas nos mortificabamos por ello, algunas de las muchachas no sabian que hacer; si no saludarlo de plano, o seguir haciendolo para recibir como respuesta un incomodo silencio sepulcral. En la actualidad nos hemos acostumbrado y no gastamos saliva ni energia en saludarlo. --Senor Valentin, los reportes que me solicito ayer estan encima de su escritorio; al igual que su cafe, y los curriculos de los mejores prospectos para la division de China. Celine, una menuda mujer de treinta anos, es la secretaria de direccion y tiene la tarea de todos los dias hacer lo mismo; recibir a Valentin e informarle de cualquier novedad, entretanto, el camina a su oficina, con la mirada en Jupiter. --Bien, revisare todo. Para su conocimiento voy a estar en una llamada internacional, que nadie me moleste por las siguientes horas. --Si, senor --responde una aliviada Celine. Con su primera mision del dia cumplida ella se aleja de la oficina de cristal, mejor conocida como la "pecera", con su semblante mas relajado que antes. Pasa frente a mi escritorio y hace su acostumbrada senal de alivio, le sonrio y le doy un pulgar para arriba. --Aruba. --Valentin dice mi nombre para llamar mi atencion. --Valentin --le respondo sin dejar de mirar mi computador, mas porque se que le molesta que lo ignore, que porque realmente este muy metida en lo que estoy haciendo. --?Tendras listo lo que te pedi ayer? --pregunta y asiento, sin despegar los ojos del brillante aparato. --Casi ya, en menos de veinte minutos estara en tu bandeja de correos. --No hace falta que levante mis ojos para saber que su mirada a Jupiter ha aterrizado y ahora esta puesta en mi. --Me parece perfecto, asi lo revisamos juntos antes de que te vayas a casa. Con todo dicho entre los dos, se mete en su oficina y se termina la conversacion. Todas de cierta forma respetan a Valentin, no solo porque es el jefe del departamento. El se preocupa por cosas que van mucho mas alla de la produccion y operacion, tambien le importa que su equipo aprenda y que sus colaboradores sean capaces de tomar decisiones en cualquier caso urgente. Eso, de alguna manera compensa la lengua inclemente del maleducado y engreido jefe. No se anda por las ramas, si te ganas una respuesta mordaz de su parte, la tendras seguro. !Oh, si lo sabre yo! Que fui su primera victima. Nunca olvidare esa manana de ingreso en la que, entre diez candidatos, el y yo estuvimos sentados uno al lado del otro, llenando pruebas psicologicas y examenes para determinar que tan buenos eran nuestros perfiles para el puesto. Fue un largo dia de preguntas parecidas en complejidad a problemas de fisica y respuestas a la altura. Al final de la tarde de ese dia nos habian dado los resultados, en los cuales yo aparecia como seleccionada y me di cuenta de que el tambien. Pletorica como estaba, me atrevi --con una sonrisa de boba satisfaccion personal por el logro -- a invitarle a tomarnos unas cervecitas para soltar el lastre. Mi ERROR. Ese hombre que me parecio en su momento un elegante y educado caballero; alto, de rostro bonito y ojos claros, casi en el mismo tono de su pelo castano. Me miro por encima de un hombro y sin pena alguna me dijo:--Yo no salgo con companeros de trabajo y mucho menos si son mujeres solteras que puedan malinterpretar las cosas. Mi semblante cambio al instante, estaba herida en mi orgullo femenino debido a ese despreciable desconocido, quien pensaba que como no tenia novio --cosa que aun no se como supo-- iba a acosarlo o algo asi. Pero, sobre todo, yo estaba molesta por esa forma desdenosa de mirarme, !como quien tiene un moco en la nariz! En fin, desde ese momento entre nosotros se ha instalado una especie de guerra muda, una de poder y conocimiento. Gracias a esa competitividad escalamos rapido, y hemos sido ascendidos, premiados y reconocidos varias veces, casi siempre uno delante del otro. Quizas por ello siempre he tenido la absurda sensacion de que me esta leyendo el pensamiento: si me lanzo a por un proyecto, el tambien, si hago un cambio novedoso en algo, el lo mejora en otro... y asi ha sido todo el tiempo. Es tanto el sofoco que causa en mi toda nuestra historia, que es inevitable no sentirme predispuesta, como si el pesado hombre estuviese en mi camino. Hace un ano que la competencia individual ha cesado, ambos fuimos promovidos a la vez para encargados del departamento de diseno grafico y perfil de la marca. Actualmente el es el Gerente y yo la Subgerente, por lo que la tregua esta en el aire, ambos estamos concentrados en hacer de este departamento el mejor y tocandonos la moral uno al otro, no iba a funcionar. Inconscientemente levanto la cabeza un momento de la hoja de calculo en la que estoy trabajando y le veo a traves de los cristales de su oficina, enfrascado mas de lo usual en una discusion telefonica. Aun asi, sus ojos se encuentran con los mios por un instante. Incomoda y poco interesada, le retiro la mirada y sigo en lo mio. Se supone que el y yo debiamos compartir ese espacio cerrado y privado que es la pecera y que dejariamos al resto de chicas en los cubiculos, trabajando sin la presencia de un jefe tan cerca. Cuando surgio el tema me negue en rotundo a compartir un espacio tan pequeno con el. Es cierto que estamos en tregua, pero bien, lo que se dice bien, no nos llevabamos como para compartir oficina. Sin mucho palabreo el se quedo con la pecera, mientras yo nadaba con los otros peces del estanque, y no me arrepentia de nada. Sigo concentrada en redactar un correo para enviar el informe contable del departamento, reviso lo que escribo, en el interin mi extension telefonica suena. En la pequena pantalla se refleja el numero de la extension de Maite, mi chica estrella. Tomo la llamada sin dejar de teclear el correo. --?Has visto la cara de sieso que ha traido hoy? Parecia que tenia un palo en el culo… --La diatriba, una que he escuchado antes. --!Maite! --la reprendo evitando a duras penas sonreir--. Te he dicho que no esta bien que hables asi de tu jefe. No es etico ni profesional, bajo ningun concepto, aceptar que tus colaboradores ofendan a sus superiores, incluso cuando estos se lo merezcan, como es el caso puntual de Valentin. --Aruuu, sabes que solo hablo del demonio con ustedes y es porque no entiendo como un hombre que se ve tan bien fisicamente es tan odioso e imbecil. ?Valentin verse bien?, si. No le miro mucho ni por asomo. No quiero que me vuelva a culpar de que le acoso. Al principio me costaba ignorar lo bien parecido del tio, ahora, sin embargo, lo hago con la misma facilidad con la que piso una cucaracha... Sin remordimiento. --Hay de todo en la vina del senor, Maite, vive con eso. --Con mi comentario intento quitarle hierro al asunto. --!Claro que no! Pero no te he llamado para eso: ?Aun esta en pie lo de esta noche? -- inquiere animada. Su voz es peculiar y un poco chillona, incluso a traves de la bocina del telefono. --?La cena de inauguracion de la semana del Amor? Si, a las nueve en punto nos casaremos con par de cervezas y un plato de pasta japonesa. --Con ese pensamiento tambien me animo un poco y dejo a un lado el correo casi listo. --Esa es mi jefa, iremos todas y la pasaremos bien, total, manana no se trabaja. ?Que haras hoy? Tendremos la tarde libre. --Tengo todo organizado para ir al spa y relajarme el resto de la tarde --le comento girando el asiento, en tanto rebusco algo en una carpeta. --Wao, que envidia, yo tengo que ir con mi madre a visitar a mis tias, imagina lo que me espera --se queja Maite. --No te lamentes, podria ser peor. --Define peor… --Podrias tener una desagradable cita… --Eso no es malo, yo encantada. Necesito darle alegria a este cuerpo. --Su voz no ha bajado nada, seguro la han escuchado el resto de las chicas. --Por Dios, Maite, ?como eres tan descarada? --cuestiono divertida. --Pues asi como asi. Se me da natural. --Ya veo que si. De todas formas, si quieres puedes venirte al spa conmigo --la invito. --Nah, ve tu sola, en la noche nos vemos. --Ok. Terminamos la llamada y yo releo el cuerpo del correo, luego adjunto el informe para Valentin, y envio mi mayor pendiente del dia. Al instante mi cuerpo se siente superrelajado, satisfecha de que hoy podre llegar a casa temprano y dejarme hacer de todo en las manos sagaces de un masajista profesional. Espero unos minutos la respuesta de Valentin al correo enviado, aprovecho y le pongo agua al cactus en mi escritorio, es la unica decoracion que tengo en mi cubiculo. Aprecio mucho la hermosa y redonda plantita con espinas que una vez al ano florece para mi, fue un regalo de hace dos navidades. Hicimos un angelito, una actividad de regalar y recibir presentes por varias semanas, para integrar al equipo y reirnos un poco. Ese dia Maite le regalaba a Valentin, y se le ocurrio envolver en una bolsa muy mona una camiseta estampada en el frente con el colerico munequito de la pelicula, Intensamente. Al ver el presente y la cara de Valentin tan igual a la del dibujo, nos reimos hasta llorar. Despues le toco el momento al jefe de entregar su presente y lanzo un discurso: --Este obsequio es muy especial, Aruba, ven aqui. Es para ti y cuando lo elegi lo hice pensando en todo lo que veo en ti. Ya sabia que era el quien me regalaria esa semana, las chicas no se guardan nada. Recibi la bolsa y al introducir la mano me pinche los dedos, lance un grito sutil hasta que saque el bonito pero hiriente cactus. La maseta tenia ojitos y de la planta salia una notita, la abri y alli ponia: "No todo lo que tiene espinas es feo... si no, mirate a ti." Las chicas tambien se rieron de mi expresion al leer la nota y del regalo. Unos dias bastaron para que me encarinara del peculiar y coqueto regalo, tanto que ahora la plantita es la consentida de la oficina. Con Clementina regada --asi se llama el cactus-- vuelvo a mirar el correo, sigue sin llegar una respuesta. Me levanto para ir a la impresora, el aparato es uno solo para toda la oficina. Plantada frente al monstruo blanco me pierdo mirando el calendario grande, que cuelga en la pared del frente. Es sabado siete de febrero y desde hoy hasta el catorce --dia marcado con un corazoncito flechado en el calendario-- la gente actua como loca, comprando cosas para regalar a sus amados. La maquina termina, recojo los impresos y me alejo pensando que para mi este sera un San Valentin mas. Hace unos meses que termine con el chico con el que me estaba liando, gracias a que el muy jodido ya se estaba poniendo intenso, y yo no necesito eso, por lo menos no lo necesitaba de el, que aparte de ponerme cachonda no me hacia sentir nada mas. Valentin con la rabia y tension que causa en mi, significa mas que ese chico. Es una escalofriante comparacion entre el hombre con el que peleo y el hombre con el que me liaba desnuda y al que me montaba como amazona salvaje, pero es la correcta para describir lo poco que me importaba esa relacion con esa criatura con cuerpo de modelo frustrado… --!Auch! --gimo al golpearme la frente con un costado de Valentin, hasta el choque no habia notado su presencia. Estamos solos el y yo en ese pequeno cuarto, levanto mi mirada y lo encuentro observandome serio, con sus ojos de avellana puestos en mi y su mandibula apretada. --?Sera que levantas la cabeza y miras para adelante cuando caminas? --Estamos solos, no hay que fingir que nos llevamos bien. --?Sera que sales de mi camino, Valentin? Por favor, vete a la luna. Yo misma te pago el pasaje. --No te daria esa satisfaccion, ni aunque mi vida dependiera de ello. --Su comentario mordaz y antipatico. --Cuidado con lo que deseas, que los suenos se hacen realidad. Por ahora solo sal de mi camino, esa colonia tuya es demasiado fuerte para estas horas y me molesta.

  • Inocencia salvaje de Cathryn De Bourgh

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    Alyn Stuart penso que era su dia de suerte, acababan de ascenderla y mas que eso: ahora trabajaria con ese hombre que hacia tiempo que le robaba el sueno, para ese guapo macho latino llamado Raymond Estevez. Es que no podia creer que fuera su jefe, era casi como sacarse la loteria para ella. Estaria cerca de el y tal vez tuviera la suerte de poder cumplir la fantasia de ser su amante. Ese machote alto, macho alfa por supuesto, de cabello muy oscuro y ojos cafes era la tipica mezcla de razas: de hombre latino con gringo, tal vez hijo de un machote mexicano y una gringa rubia que se moria por el o quiza fuera a la inversa. Pero tenia cara de latino, era un tipo duro y varonil, de voz fuerte y manazas enormes. Pero lo que mas la encandilaba eran sus ojos, su mirada de hombre viril era tan intensa, tan especial, era profunda y ver esos ojos... Rayos, no podia dormir pensando en ese hombre. Realmente le quitaba el sueno preguntarse como seria poder sentir en su boca el calido sabor de sus besos y algo mas... Lo malo era que el seguia ignorandola. Esa era la triste realidad. Todas sus fantasias calientes quedaban en eso: en fantasias, en historias que su mente tejia y luego a solas en su habitacion imaginaba que lo hacia con el... ?Acaso estaba enamorandose? ?Por que sufria tanto al saberse ignorada? Debia entender que tal vez ella no fuera su tipo y listo. Si se pusiera a dieta, tal vez... perderia un poco de figura rolliza. No a todos les gustaban las mujeres como ella, algunos las preferian muy delgadas, tipo palo... Pero Alyn sabia que sus curvas siempre atraian miradas y que si adelgazaba perderia sus encantos, su buena pechuga y ese trasero inflado que el buen Dios le habia dado. Entro en la oficina temblando. Su jefe podia ser un macho latino muy lindo y dotado pero tenia mal caracter, siempre estaba rabiando por algo. Y a pesar de su mal caracter ella veia su lado mas lindo... Entro y como siempre, paso desapercibida, el ni siquiera levanto los ojos para mirarla. Hasta que lo oyo retrucar: --Senorita Stuart. Esta distraida. ?Puede decirme en que piensa? Lo ha hecho de nuevo. Si, usted...--dijo. Una reprimenda. Pero a ella las reprimendas de su jefe no la asustaban. La excitaban. Eran mejor que ser ignorada, francamente... --Lo siento senor Estevez, ?que he hecho mal?--le pregunto mirandole con cara de inocente. Entonces el vio sus ojos verdes de gata atrevida y tal vez vio algo mas porque se quedo alli mirandola un buen rato. Luego, como si despertara del embobamiento sacudio levemente la cabeza, aparto la mirada y continuo en tono mas suave: --Pues confundio los nombres, senorita Alyn, anoto mal mis citas. ?Lo ve? Y no es la primera vez que lo hace. Ella vio a donde le senalaba su jefe y se disculpo. --Oh lo siento mucho, es que esos nombres se parecen... disculpe, no volvere a hacerlo, lo prometo--dijo. Al estar cerca pudo sentir su perfume caro tan delicioso y tambien pudo verle, sentir su proximidad y humedecerse con el contacto. Un simple acercamiento la tensaba, la ponia como loca. El la miro con fijeza. Vaya, ya no parecia enojado, ahora directamente miraba su escote y sonreia levemente. Vaya, al fin se daba cuenta de que existia y de que era una mujer bonita y tal vez apetecible para tener sexo. Pero no seria tan tonta de caer en la primera. Ahora tenia que ser el quien mordiera el anzuelo. Y eso podia llevar unos dias mas... quien sabe. No era prudente demostrar mucho interes ahora. No queria que pensara que era una zorra de oficina que lo hacia con todos, eso no era mas que una fantasia para ella, una fantasia que la consumia. Pero era una zorra teorica, le faltaba la practica y sin eso... en el mundo de las zorras no era nadie. Asi no mas. ********** Sin embargo el dejo de ser tan rezongon con ella. Empezo a tratarla mejor, como si fuera una empleada valiosa o algo asi. Una bella flor que el queria acaricias con sus manazas cuadradas de macho latino...oh si, esas manos... Aparto esos pensamientos cuando el le hizo una pregunta extrana. --Asi que estudias en tus tiempos libres... ?que estudias, carino? ?Carino? ?La llamo carino? Trago saliva excitada y respondio: --Estudio periodismo en la universidad, senor Estevez. --?Periodismo? Vaya, que interesante. ?Quiere ser periodista? ?En que rubro? --Bueno, todavia no lo se, pero me encantaria viajar por el mundo realizando reportajes o cubriendo eventos insolitos. El dejo escapar una risita. --Con lo bonita que es terminaria prisionera de algun musulman pervertido senorita Stuart. Seria tomada de rehen y luego convertida en la novena esposa de uno de esos jeques o vendida al mejor postor. Ella no supo como responder a eso. Debia molestarle ese comentario machista de que la verian como una mercancia solo por ser mujer y bonita pero no dijo nada. --Espero no meterme en problemas, realmente quisiera trabajar tranquila-- respondio algo tajante. --OH si, disculpe, no quise ofenderla... era solo una broma. Es usted una mujercita lista pero muy llamativa y si esta frente a una camara todos la miraran a usted y dudo que presten atencion a sus notas. --Pero yo no quiero ser presentadora senor Estevez, quisiera cubrir eventos, realizar entrevistas a lideres mundiales. --Vaya, que interesante. Lastima que no estudia algo afin a esta empresa automotriz senorita, si lo hiciera podria progresar, podria ascenderla. --Bueno, yo no busco ascender aqui, solo es un trabajo de medio tiempo para cubrir mis gastos, no quiero vivir a expensas de mis padres. --?Y que edad tiene, senorita? --Diecinueve, pero pronto cumplire veinte. El rio cuando le dijo su edad. --Por Dios, la crei mayor. Es una adolescente casi. Que dijera eso le molesto por supuesto. --No soy una adolescente, soy adulta senor Estevez. El la miro con fijeza. --Es muy joven para mi, senorita, no hace mucho que estaba en la escuela. Ella enrojecio porque de repente se sintio despreciada y lo vio retraerse, alejarse de ella, el y sus manazas... casi las escondio, como si sintiera deseos de tocarla. Sintio ganas de llorar. --?Y usted que edad tiene, senor Estevez? --Veintinueve senorita, algunos mas que usted... soy casi tu hermano mayor, ?verdad?--dijo con una sonrisa burlona. --Pero yo no tengo hermanos, senor Estevez, soy hija unica. La conversacion languidecio lentamente y ambos volvieron a sus quehaceres. Durante dias la ignoro, no volvio a hacerle preguntas personales pero si la miraba a hurtadillas. Ella trataba de mostrar sus encantos por supuesto, tenia un cuerpito llamativo y bien formado, le faltaba algo de altura para ser una modelo voluptuosa pero eso si que no tenia arreglo, excepto llevar tacones pero habia dejado de llevar zapatos tan altos porque terminaba con los pies muy doloridos y odiaba eso. Sabia que el seguia sus pasos y no la perdia de vista. Alyn supo que a su jefe le picaba la curiosidad, ella le picaba tambien, le gustaba pero el tema de la edad sin saber por que parecio hacerle dudar. Realmente la indigno pensar que el la creyera una adolescente. Eso no era verdad. Era una mujer y todos decian que era muy madura para su edad, y en la universidad habia muchos chicos que querian invitarla a salir pero ella no los alentaba porque le gustaban mas grandes. Hombres como el senor Estevez... maduros, hombres en todo el sentido de la letra. Y un latin lover. Habia oido que era dotado y que ninguna chica podia coger esa inmensidad sin sentir dolor excepto una de ellas, una tal Lizzy que le habia dado una felacion extrema. O eso dijeron. No tenia idea que seria eso pero podia interpretar el mensaje: ese macho latino la tenia gruesa y muy grande y por eso todas querian cogerselo aunque fuera una puta vez en su vida. Lo raro era que el las ignorara. Si, al parecer una chica le dijo que su jefe no era de enredarse con faldas del trabajo, esas fueron sus palabras. Vaya, asi que las mujeres de su empresa eran "faldas", que bien...

  • Camile (Las feas tambien los enamoran 1) de Elizabeth Urian

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    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca Victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • Tu hoy no te casas de Maria Jose Vela

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    Coco esta fabulosa envuelta en su exclusivo vestido de novia. Incluso su madre, la editora de moda mas poderosa del momento, parece dar su visto bueno.

  • Las amantes boreales de Irene Gracia

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    <>. GUSTAVO MARTIN GARZO, El Mundo Las amantes boreales es la historia de la amistad profunda y abismal de Roxana y Fedora, dos jovenes de la alta burguesia de San Petersburgo, durante el periodo mas convulso y definitivo de la Rusia de la Revolucion de Octubre. Tras ser expulsadas de la Escuela Imperial de Danza, ambas ingresan en Palastnovo, un internado con doble fondo y doble moral, situado en una remota isla del lago Ladoga. Sus voces, a la manera de un concierto contrapunteado, iran llegando hasta el lector como una serie de relatos que se oponen y se complementan, y cuya tension lirica y existencial acaba convirtiendo el texto en una sutil indagacion sobre las fronteras difusas del amor, la intimidad, el aprendizaje y las trampas que a menudo se ocultan tras aquello que hemos dado en llamar destino.

  • Nada es para siempre de Noe Casado

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    El hedor procedente de la sangre, orines y otros desechos humanos hacia el aire irrespirable y se adheria a la basta tela del habito. La ventilacion de las celdas era insuficiente y la paja, que debia cambiarse cada diez dias, se hacia cada treinta, porque el alguacil y los carceleros estaban conchabados con el paisano que debia ocuparse de que las condiciones de los reos fueran aceptables. Un negocio fraudulento que daba beneficios a quienes cobraban una miseria por trabajar; no era el unico negocio en el que se falseaban las cuentas. Todos en aquella prision tenian algun que otro chanchullo para meterse unas monedas extra en la bolsa. A pesar de que las ventanas de las celdas no disponian de cristal ni de ningun otro elemento que las cubriera y de que el aire atravesaba los barrotes, jamas se respiraba aire limpio. Ni siquiera en invierno, cuando soplaba el cierzo. Aquel olor tan nauseabundo no se iba nunca. Un olor que, por mucho que las lavanderas se empenaran y dejaran durante dias las prendas oreandose, nunca terminaba de eliminarse de la ropa. Aunque era superado por otro quiza menos habitual, el de la desesperacion de los que iban a morir tras sufrir tormento, pues, culpables o no, su destino estaba sellado desde que se habia formulado la acusacion. El ultimo interrogatorio al que me habia visto obligado a asistir como inquisidor fue el de un hombre acusado de judaizante, porque una vecina aseguraba que no lo veia echar tocino en el puchero. Acusaciones como esa eran comunes y la razon esgrimida por el reo era que no disponia de recursos para comprar tocino. Lo facil hubiera sido hacer las comprobaciones, sin embargo, resultaba mas ejemplarizante detenerlo y arrancarle una confesion bajo tormento. Y ahi lo habia dejado, desangrandose, con una pierna rota, esperando ser ejecutado, aunque, dado su estado, lo mas probable es que fuera una ejecucion en efigie. * * * Bip… bip… bip… El maldito zumbido avisando que entraba un mensaje hizo que se sobresaltara. Por poco el movil no acabo estampado contra la pared. Odiaba los adelantos tecnologicos, porque, a pesar de que hacian la vida mas facil a muchas personas, para el eran sin duda sinonimo de esclavitud. Incluso los avances medicos, que tantas vidas salvaban, no eran de su agrado, pues mucho hijo de puta se beneficiaba de ellos. Ya nada quedaba al azar, todo estaba contaminado. LM se incorporo maldiciendo. Se noto sudado y puso cara de desagrado. Tenia la espalda dolorida, ya que llevaba unos dias durmiendo sobre un delgado colchon. Por alguna razon que preferia no analizar, se habia impuesto un castigo que consistia en prescindir de ciertas comodidades. Intentaba que los malditos suenos no regresaran. Eran como una enfermedad que no se ha curado bien. De vez en cuando lo atormentaban impidiendole dormir o, peor aun, haciendo que su humor, ya de por si agriado, se agriara todavia mas. Aparto la aspera sabana de un manotazo y se levanto para ir al bano. Ni siquiera se molesto en encender la lamparita que habia colocado a un lado del colchon para leer de noche. Que mania tenia la gente de abusar de la luz. Por la claraboya se filtraba la suficiente como para no tropezar con nada. Siempre que finalizaba una mision, buscaba un lugar apartado en el campo, donde por la noche la unica luz fuese la del reflejo de la luna; y hasta esta descansaba algunos dias, proporcionandole oscuridad total. Tras orinar, regreso al desvan que utilizaba como dormitorio y miro la hora. Apenas eran las cinco. Maitines, algo a lo que por mucho que pasaran los anos seguia acostumbrado. Desecho la idea de volver a dormir, asi que busco algo con lo que cubrirse. En ese aspecto los avances si le gustaban, con un pantalon y una camiseta estaba listo y la comodidad del algodon era muy de agradecer. Llevaba en esa vivienda poco mas de un mes, lo justo para preparar la mision que le habian encomendado. Una de tantas. Ya no le importaban nada ni el motivo ni el posible beneficio, nada. Le daba todo igual, solo cumplia con su parte del trato. Le habian enviado un maldito artefacto, tableta lo llamaban, en el que encontraria toda la informacion, sin embargo, el habia insistido en que hubiese tambien documentos impresos. La tableta era otro cacharro que, igual que el telefono movil, evitaba. Lo primero que miro fueron los datos del companero que le habian asignado y arqueo una ceja al ver la fecha de nacimiento, 1905. Eso no tenia sentido segun las normas. Unas normas que todos, incluido el, habian aceptado sin cuestionarlas cuando se les ofrecio una forma de redimirse. Cuando estaba a punto de morir, una mujer a la que no pudo ponerle rostro ni edad, le hablo de la posibilidad de vivir para siempre a cambio de servirla. Cuando la acuso de bruja, sufrio unos dolores infernales, mucho mas insufribles que las heridas que llenaban su cuerpo. Desde entonces, habia sido tan necio y tan cobarde que nunca planteo la pregunta que se formulaba desde hacia siglos: ?aquello acabaria alguna vez? No, no acabaria nunca. Sus misiones habian sido numerosas. Solo cambiaba el pais, la gente, las costumbres. El tiempo avanzaba, pero el no, el seguia siendo el mismo, eso si, mimetizado con el ambiente para no llamar la atencion. Debio cerrar los ojos, aguantar el dolor producido por aquellas cuchilladas que lo desangraban poco a poco y esperar la muerte en aquel camino embarrado a la salida de Medina del Campo. No lo hizo y ahora estaba harto, aunque resignado, y a punto de empezar otra mision con un <>. Segun la norma, tras aceptar servir indefinidamente a cambio de salvar la vida, cualquiera de ellos debia pasar oculto en un monasterio al menos cien anos desde su <>, para que nadie pudiera reconocerlo. LM tuvo que sobrellevar los primeros anos de su obligado retiro en la abadia de Hautecombe. No podian correr riesgos y por eso, cada pocos anos, diez a lo sumo, se trasladaban a otro monasterio, siempre antes de que alguien se percatara de que no envejecian y comenzaran las preguntas incomodas. Por ese motivo se sorprendio al leer el expediente de quien iba a ser su companero en aquella mision, porque el tal Bastien von Hayek, solo llevaba setenta y cinco anos recluido. Su ultima estancia habia sido en el priorato de Silverstream, en Irlanda. LM fruncio el cejo al seguir leyendo; no le hacia mucha gracia aguantar a un novato nacido en Hallstatt, Austria, y que en el momento de su <> tenia cuarenta anos. El ninato, como lo llamaba ya mentalmente, habia sido piloto de la Luftwaffe y, tras ser derribado, habia conseguido escapar, pero debido a sus lesiones ya no le permitieron volver a pilotar, asi que lo premiaron con un buen destino: el gueto de Terezin, en Checoslovaquia, con un alto rango dentro de las SS. Bueno, iban a formar una pareja sin igual, un inquisidor y un nazi. Tendrian mucho de que hablar, sin duda, penso LM no sin cierta ironia. La mision consistia en acceder a los archivos de la familia Alcazar de Virrey. Era el primer paso para averiguar que paso con los cuadros expoliados en Austria a una importante familia judia tras la invasion nazi de 1938 y que, por diferentes motivos, acabaron en manos de un militar espanol. No se trataba del primer encargo de esa indole. Por desgracia, a lo largo de la historia habian sido innumerables los casos de arte robado, por lo que no suponia ninguna novedad. Ademas, casi siempre, por desgracia, se repetia el mismo patron. O por suerte para el, porque asi la tarea se simplificaba. Aunque ya hacia mucho que nada lo emocionaba, a veces agradecia que se complicaran las cosas, de esa forma se aburria un poco menos. LM llevaba ya un rato concentrado en la lectura y el dia clareaba. Miro de reojo y con desconfianza la moderna cafetera. Odiaba ese brebaje traido de las Indias, que la humanidad tomaba cada dia. El preferia un sencillo cuenco de avena con miel, aunque los cereales de ahora sabian a tierra y la miel era una mierda adulterada. Como no disponia de avena, busco algo de pan ya duro del dia anterior, calento leche en un cazo y lo fue partiendo en trozos irregulares. Echo una cucharada de azucar y espero a que el pan absorbiera la leche, mientras lo removia a fuego lento.

  • La habitacion de Nona de Cristina Fernandez Cubas

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    Una nina siente una envidia creciente hacia su hermana Nona a quien todo lo que le ocurre es "especial" y, lo que es peor, le ocurre a escondidas. Una mujer al borde del desahucio confia en una benevola y solitaria anciana que le invita a tomar cafe. Un grupo escolar comenta un cuadro, y de repente alguien ve en el algo inquietante que perturba la serenidad del momento. La narradora se aloja en un hotel madrileno y al salir vive un salto en el tiempo... Cristina Fernandez Cubas revisita la infancia y la madurez, la soledad y la familia, la cotidianidad de nuestras casas y nuestras ciudades y nos descubre que en todos ellos tal vez aniden inadvertidos el misterio, la sorpresa y el escalofrio.

  • El otro de Thomas Tryon

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    Verano de 1935. En un pueblo de Nueva Inglaterra, la gente no para de hablar sobre la epidemia de muertes que esta asolando el hogar de los Perry. Vining y Russell Perry, padre e hijo, han sido misteriosamente asesinados. Otro de los miembros de la familia se ha ahogado mientras patinaba. La viuda de Vining se cae por las escaleras. ?Se trata de simples accidentes? Los hijos gemelos de los Vining son de lo mas peculiar: cada uno podria leer los pensamientos del otro, pero no podrian ser mas diferentes. Holland es sarcastico e introvertido, y todo el mundo le considera una mala influencia, mientras que su gemelo, Niles, es agradable y generoso, adorado por todos. Ambos estan inmersos en un extrano juego telepatico con su abuela rusa. Y puede que el juego se les este yendo de las manos..

  • En la boca del lobo de Michael Morpurgo

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    Una historia real y estremecedora de dos hermanos y la guerra que lo cambio todo.
    Francis y Pieter siempre han sido muy distintos. Se acerca otra gran guerra y eligen caminos diferentes: Pieter se alista para combatir mientras Francis, feroz pacifista, rehusa tomar las armas. Lo que ocurre a partir de ese momento cambiara la vida de Francis para siempre y lo arrojara directo a la boca del lobo.
    Intensa y conmovedora, considerada por Morpurgo como una de sus obras mas personales, En la boca del lobo nos cuenta la epica historia real de los tios del autor durante la Segunda Guerra Mundial.

  • En un lugar sin nombre de Katherena Vermette

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    Una novela coral en la que las voces de sus protagonistas componen un cuadro y una denuncia: el abuso es una cuestion de poder. Por la nueva voz de la literatura canadiense.

  • Joyce Y Las Gallinas de Anna Ballbona

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    Ha podido sentarse en la direccion del tren, lado paisaje y sol. Apoya un brazo en el estrecho alfeizar de la ventana que no sirve para apoyar el brazo, piernas cruzadas y cabeza inclinada hacia El oficio de vivir de Cesare Pavese. Lo ha abierto ceremoniosamente, con el gustillo de complacencia y mirada alrededor que la obra merece, como diciendo al resto del vagon: ?veis lo que me dispongo a leer? Incluso ha puesto un punto de libro de los que quedan aparentes, para anadir mitica y pomposidad al acto personal. En un bloque de asientos a mano derecha, observa a cinco personas, ni mayores ni jovenes, que hablan de manera animada. No son estudiantes. Quiza es gente de una misma empresa que va a hacer un curso. Quiza vuelven de una asamblea de trabajadores para evitar despidos. O simplemente son viejos amigos… -?Como te ha ido hoy la sesion? -Bien, ahora tengo una buena epoca, a ver… -Pero ?tu que tenias? -Yo, paranoia y depresion. Sobre todo mas de lo primero. ?Y tu? -A mi me dijeron que tenia brotes de esquizofrenia. Pavese todavia no ha pasado del portal. No ha podido llegar ni a la segunda pagina. El tren, sin embargo, ha dejado atras un par de estaciones, camino de Barcelona. Entre una mirada a la extension de poligonos y cemento, y otra a los paramos sin cultivar, al circuito de Montmelo y a los contenedores abandonados, Dora ha intentado volver a la intemperie del diario de Pavese. Por ahora, una lectura imposible. En concreto, es una impresion de desmantelamiento directo y sincero, desvestido de cualquier disfraz social, lo que la empuja hacia la conversacion que ha cazado al vuelo. -Casi hace dos anos que me trato aqui. Una chica del grupo, mas deteriorada de lo que debiera, escucha a los demas con una expresion de estar en Babia, sin llegar a verbalizar que hace ella en aquel grupo. Tiene los ojos inertes, como los que vio una vez en una anciana que padecia un alzheimer avanzado, en el hospital. Dora habia ido a ver a su abuela. Pero la otra senora de la habitacion, Merce, no paraba de moverse, inquieta, a pesar de que estaba sujeta a la silla. A ratos intentaba coger el cojin que sobresalia de la silla de su abuela, a ratos tiraba de las sabanas hasta que caian al suelo. Dora se acerco para apartarla un poco, pero justo cuando se disponia a mover suavemente la silla, Merce la agarro de los brazos con fuerza, mirandola fijamente, sin decir nada. Era como si la acribillara con la mirada. Dora se asusto pero se esforzo en disimularlo. La mujer parecia salida de una pelicula de ciudadanos hipnotizados, de esas en que los ninos van de aqui para alla con los ojos vidriosos y fieros. Por un momento, viendo que no cambiaba la cara, temio que aquella anciana estuviese a punto de soltarle un mamporro. Pero con un movimiento rapido se escabullo de sus brazos, movio la silla y se aparto a tiempo. La chica del tren que estaba en Babia continua en Babia. Cuando buena parte del grupo ya ha repasado de la manera mas natural sus cuadros medicos, uno, algo inquieto, toma la voz cantante. Actua como si se tuviesen mucha confianza y ya lo hubiesen dicho todo; el da por acabados los informes medicos y plantea otra cuestion: -Y… ?vosotros habeis pensado alguna vez en suicidaros? El oficio de vivir se cierra de un respingo. No queda mas remedio. -Si, claro, muchas veces -contesta uno de ellos con una vehemencia que no es impostada. Otro anade, timidamente, que lo intento una vez, pero no lo consiguio. <>, afirma entre murmullos, muy bajito. A partir de aqui se lanzan con toda sinceridad a recolectar diversos suicidios ejemplares, <>, <>. Llama la atencion la espontaneidad y las pocas manias con que hablan de una cuestion que es todavia tabu y a menudo se despacha con algun topico. El grupo que Dora ha encontrado en el tren no pretende formular ninguna teoria elaborada sobre el final de la existencia, sus miembros, simplemente, relatan algunos hechos que han oido, pero ahorrandose un detalle demasiado significativo: el eufemismo. A su pesar, hasta la estacion de Parets del Valles, El oficio de vivir de Pavese mas bien la ha hecho bostezar. Por el contrario, a su alrededor parece que alguien ha organizado una concentracion de energias singulares, como un encuentro de coches antiguos, biscuters o motos vintage. Si, motos antiguas, de esas que permiten soltar, con una pose interesante, en mitad de una conversacion: <>, <>, o bien <>. Son energias singulares y ajenas pero que le provocan un cosquilleo de preguntas: ?quien es el extrano? ?O quien el enajenado? ?Quien observa, quien habla, quien escucha, quien escribe y levanta acta? Pavese, ?de que oficio habla? -Pepe lo hizo delante de su abuela. La mujer estaba preparando la cena. Parece que los ultimos dias no habian sido demasiado tranquilos. Pero nadie se lo podia imaginar. En un momento en que ella estaba en la cocina enfrascada en el sofrito, que debia de hacer ruido, ya sabes, como cuando echas la cebolla… Chhhh -imita el ruido-. Pepe salto por la ventana y se acabo. -Yo se que Salomon puso la cabeza en la via. Si, es un poco asqueroso. Y claro, paso el tren y quedo todo por alli despachurrado. Mas de lo normal. Pero no se por que quiso poner la cabeza en la via y ya esta. A la ex lectora de El oficio de vivir le da la impresion de que comienza a marearse. Quiza si abre el libro otra vez… ?Y si se cambia de sitio? La chica que esta en Babia continua en Babia. En la escena de la cabeza en la via ha fruncido un poco los labios, aunque, de todas las palabras y lindezas que ha oido, <> ha sido la que le ha causado una alteracion mas profunda. -Despues ese que entro en la tienda de lamparas. ?Como se llamaba? Que tambien habia estado con nosotros un tiempo… ?Paco? Si, Paco se llamaba. Entro en la tienda de lamparas y tuvo que esperar mucho rato. Paco solo queria una lamparita de noche porque la de la habitacion se habia descuajeringado y no podia leer bien. Parece que le gustaban mucho las novelas romanticas, si, si, era un romantico, el tio. Mira que no tenia pinta, pero por la noche, en cuanto podia, hala, novela romantica al canto. -?Y que paso? -pregunto una chica del grupo, viendo que el narrador empezaba a tener un gusto excesivo por el florilegio. -?Que que paso? Que la tia de la tienda no se enrollo demasiado, le hizo esperar, le decia que fuera mirando, y alli habia tanto para elegir, tantas lamparas que no necesitaba, tantas cosas que no valian una puta mierda… Bueno, eso decia el. -El grupo escuchaba con una atencion inaudita; Dora tambien. -Pero, claro, quiza al final hasta yo me habria enfadado, y eso que soy tranquilo de verdad. ?Por que cono le plantaban delante de los morros las jodidas lamparas de comedor, aquellas aranas del ano de la pera o aquellas lamparas de pergamino que apenas dan luz? Es que la pena se complica la vida, macho. Para postre, atendieron antes a un representante, el tipico representante todo sudado, al que todavia se le nota el aliento del huevo frito que se ha zampado. Y eso Paco no lo pudo soportar. Los huevos fritos le daban mucho asco. Lo se porque en el patio me lo habia contado muchas veces. Soy bueno escuchando, siempre me lo dice la doctora. Yo a Paco lo entiendo, pero claro, tampoco hacia falta que rompiese aquella lampara de 2.600 euros. Si, macho, hay lamparas de comedor que valen 2.600 del ala. Total, para acabar agarrando el cable y yendo hacia la dependienta… Suerte que al final la pudieron salvar. -Miriam le asesto una cuchillada a su marido, de un dia para otro -sentencia la que estaba en Babia. Pero la parroquia no se inmuta. Ni un poco. MONTCADA BIFURCA. DESOLACION El grupo que venia de terapia se ha bajado en Montcada-Bifurcacion, quiza para cambiar a otro tren que los llevara a Sabadell, Terrassa o Manresa. Esta estacion produce en Dora una fascinacion especial. Esteticamente es horrorosa, un vomito de vias sin orden ni concierto, la nada entre una autovia y un barrio de periferia, un no-lugar, como se dice ahora. Aquello de alla arriba debe ser Vallbona, ?no? Un dia ira alli, piensa a veces. Para ver los bares, las tiendas, como camina la gente… Por la noche la estacion en penumbras da un poco de miedo. Durante el dia es sobre todo un mero agujero de intercambios de trenes que cubren la rutina practica de conectar con otras lineas. Es de una desnudez sin compasion, sin paliativos: en los dias soleados, el sol cae como una avalancha de piedras; cuando llueve, parece una tempestad que te arrastrara por las vias hasta el mar. Su nombre, de connotaciones borgianas, responde a una realidad inapelable: la estacion es la puerta entre una Barcelona y otra, entre el escaparate y la trastienda, entre el centro y el suburbio; ?que hay en un lado del tunel y que al salir de el? A este lado del tunel, donde se apea el grupo terapeutico, no caben los romances metaforicos. Con la infalibilidad de un reloj Casio de plastico, se completa la cruda rutina del que baja del tren, atraviesa el entramado de vias deterioradas y se va caminando bajo las farolas de un amarillo deprimente hacia alguno de los pisos coloreados, de tan mal gusto que parece que se burlen de los que viven alli. Deberia haber una cancion punk que proclamase: <> Dora hasta se imagina el concierto: el publico disperso y ella desganitandose con el grito de guerra: <> Solo que Dora no tiene ni idea de musica y presiente que canta todavia peor que si tocara un instrumento. La flauta no cuenta. Intuye el motivo por el cual le da pereza admitir la derrota, todavia siente aquella punzada que vuelve: de pequena no la admitieron en el coro de la escuela. Eso, y el hecho de haber tenido que representar siempre el papel de arbol o de <> en las obras de teatro de primaria, da como resultado un potaje demasiado espeso. En una ocasion, no se acuerda en que tipo de obra, tuvo que actuar disfrazada de gallina. <> Quiza por culpa de la escena del grupo que volvia de hacer terapia, ha evocado la remora de festivales de la ninez, que tienen, aunque no lo parezca, un vinculo insufrible y estrecho con las vias de escape punk. Esta convencida de ello. Las gallinas cuentan tantas cosas… Ponerse en el papel de gallina era como si, en el patio, te eligiesen la ultima para el partido de futbol. O que solo te quisieran de portero. En Montcada Bifurca suele bajar un matrimonio que siempre se esta peleando. Menudos, cincuentones, ambos demacrados por el tabaco, y quiza tambien por el alcohol. Para ser mas precisos, ella siempre le echa los perros a su marido. Vocifera y lo trata como a un inutil. El suele ir cabizbajo, arrastrando los pies, a veces dibuja en el aire un gesto intentando hacerse entender, pero sin exito. Ella, mas vigorosa, esta todo el rato pinchando, diciendo que no hace falta que se explique, que no tiene razon, que siempre hace lo mismo y que esta muy harta. <>, refunfuna. Todos los dias se apean en Montcada Bifurca. Como si esa estacion fuese la argolla que los mantiene unidos. Para que no haga mas ruido, en el anden se agachan y cargan la bola presidiaria que no se sabe quien les ha mandado arrastrar. RUEDA DE PRENSA Ha llegado a la plaza de Catalunya obsesionada con la conversacion del grupo que hacia terapia. A partir de ahora, lo llamara asi. Cualquier escritor con garra y salero habria anotado todo lo que decian y los habria seguido cuando se bajaron en Montcada Bifurca. !Ellos solitos te escriben una historia! Pero Dora tenia que llegar puntual a una rueda de prensa en el ayuntamiento. Hoy le tocaba sustituir a un companero enfermo, aunque su trabajo habitual era cerrar la agenda cultural que salia todos los viernes con el periodico, un suplemento sin pena ni gloria, el !Vamos! Si, se llama asi… La crisis se ha llevado por delante, entre otras muchas cosas, la creatividad y la originalidad en las redacciones. En todo caso, era bastante peor el trabajo que tenia antes de llegar aqui. Ahora le toca recomendar gintonics, horchatas, locales de ambiente, sitios donde comprar hormigas y lagartos para comer, bares con ambiente parisino, con ambiente literario, con ambiente oriental, con ambiente de ir a follar pero sin que se note, tiendas de segunda mano donde comprar alguna mancha accidental con pretensiones artisticas, o donde comprar la alimentacion necesaria para ser un buen vegano y no caer en la tentacion de la carne… ?Existe todo eso en Barcelona? Si sale en el !Vamos!, debe de existir. Aparte, ya se sabe que con estos ambientes y su correspondiente descripcion no hay por que hilar fino. A veces algun barman la ha invitado a tomarse un gintonic, pero en general le toca hablar y poner por los cielos propuestas que no llegara a probar nunca. Todos estos manjares quedan para los otros, para quien dispone de suficiente tiempo y dinero, y alberga un tipo de veleidades que podrian concebirse, hablando lisa y llanamente, como magnificas gilipolleces. Tambien pertenece a los otros el cotizado territorio de los hoteles, las pasarelas de moda, los estrenos teatrales y los pases previos de cine. A pesar de que, ante este panorama, Dora siente el mantra del tapon generacional que le cierra la trampilla encima como una bota que aplasta al escarabajo que chillaba <>, puede asegurar que antes era peor: le tocaba escuchar los informativos de las radios y transcribir todas las noticias con rapidez insospechada. Habia depurado la tecnica para memorizar frases enteras y no tener que parar tan frecuentemente la grabacion. En concreto, lo que hacia era seguir los informativos del mediodia de las dos grandes cadenas. Recogia todo lo que tuviese huella, trazo, brazo o directriz gubernamental, fuese bien o fuese mal para el pais. Era un trabajo para el Departamento de Presidencia del gobierno. Como era joven y la ultima en incorporarse al gabinete, a Dora le encargaban tareas ingratas como esta. En este pais eres joven hasta que eres demasiado mayor y dejas de serlo cuando te han jodido bien jodido. Durante el tiempo que estuvo alli, en aquellos cafes revolucionarios de media manana que no arreglarian nunca nada, Dora se preguntaba y preguntaba a algun companero: -?Que sentido tiene hacer el trabajo dos veces y taquigrafiar los informativos de la radio publica que algun otro trabajador publico ya ha escrito antes? -Los caminos del despues-de-un-dia-viene-otro son verdaderamente inescrutables -le habria podido responder el interlocutor, si no fuese porque lo unico que hacia era encogerse de hombros. Ahora tambien se pregunta adonde habra ido a parar toda aquella pila de informativos transcritos y entregados a un capitoste. ?De verdad los lee alguien? ?Alguien se pone cachondo con las transcripciones de informaciones parlamentarias, bienaventuranzas vacuas del gobierno, declaraciones sincopadas y aburridas? ?Puede alguien captar el sentido de las cosas, como minimo de la cosa publica, con ese sinfin de declaraciones que responden a un nulo sentido comun? Ese alguien, lector de estiercol, suponiendo que todavia este vivo y no haya sido sepultado por el tedio y la mediocridad, ?a que conclusiones llega? ?Como procesa estas deducciones y como repercuten -si es que repercutensobre la poblacion? Afortunadamente para su equilibrio mental todo aquello se acabo, aunque su equilibrio monetario salio perdiendo. En realidad, solo era una sustitucion por baja maternal bien pagada. Ahora escribe sobre hormigas domesticas, tapas de nombre impronunciable y combinados vomitivos. Pero hoy, como el periodico anda corto de personal por bajas encadenadas de gripes, le toca ir a una rueda de prensa al Ayuntamiento de Barcelona. Es una de esas ruedas de prensa convocadas el mismo dia, deprisa y corriendo (un deprisa y corriendo simulado), que solo sirve para que el politico -en este caso, una teniente de alcalde- haga su declaracion, estrictamente la que quiere hacer, cuatro preguntas de rigor en que echara pelotas fuera porque no le da la gana de decir nada mas, que reproduzca todo el mundo la frase que ha querido endilgar y fin de la historia. Ademas, como los periodicos, escasos de papel y de prioridades periodisticas, ahora tienen espacio para muy poca cosa, lo que deberia ser un tema menor que encabeza la pagina acabara convertido en un breve de media columna. Dora llega al Ayuntamiento de Barcelona, a la sala anexa a la de Lluis Companys, cuando todo el mundo ya esta en su sitio. Solo queda libre la silla al lado de donde se sentara la teniente de alcalde. Un momento, ?por que esta apartada esta silla? <>, apunta una periodista. Menuda tonteria. <>, ha exclamado Dora. Parece que el jefe de prensa ha venido y la ha retirado. El personal de las teles lo comenta. Este plano televisivo estrafalario no les va nada bien por cuestion de imagen. Alguien se arma de valor y pone la silla de nuevo en su sitio. Seria bastante absurda una declaracion de una politica de pie como un cirio, hieratica delante de una mesa de periodistas sentados y por debajo de su campo de vision. Pero da igual: la imagen que se quiere dar es que de ninguna manera, ni por casualidad, el gobierno municipal de CiU esta pactando con el PP. De hecho, casi no se pacta nada. Pero por una de esas cosas de la vida las cuentas del ayuntamiento, la columna vertebral del mandato, tampoco hay que exagerar, seran aprobadas con el voto favorable de… Bueno, si -cuchicheando- <>. Un tramite como cualquier otro. Es cuestion tambien de pasar por alto que por la manana <>, el PP, ya han dado su rueda de prensa explicando con todo lujo de detalles los <> que han arrancado del gobierno municipal para los ciudadanos de Barcelona. Una comparecencia que se podria resumir asi: gracias a la accion heroica del PP (<>, gritando), los ciudadanos de Barcelona viviran mucho mejor; que digo mejor, daran un salto cualitativo extraordinario y definitivo hacia la prosperidad. Sea como fuere, la imagen que ahora quiere transmitir el jefe de prensa del gobierno de CiU, obsesionado con la posicion de la silla, es que la teniente de alcalde convergente viene del gimnasio, por el camino ha aprovechado para hacer unos encargos y comprar cuatro cosas, y mientras deja el capazo y el bolso sobre la mesa, unos periodistas le preguntan por los excelentes resultados que gracias a Dios tendra Barcelona (no habria que obviar que la teniente de alcalde de CiU es democristiana). Entra la teniente de alcalde sin el capazo ni la cinta en el pelo y como ve la silla colocada en su sitio para sentarse, en un acto de coherencia politica, se sienta. El jefe de prensa llega demasiado tarde para evitar el desacato involuntario a su estrategia comunicativa. El jefe de prensa resopla. Mira con desconfianza acusatoria alrededor, se enfurruna. La teniente de alcalde se sienta sin acabar de entender que ha hecho mal. Habia una silla y se ha sentado. El jefe de prensa murmura algo y chasquea con desaprobacion la lengua; se quedara alli de pie, rompiendo si puede el plano televisivo, y no dejara pasar ni una. La teniente de alcalde piensa que no es para tanto, ni para la irritacion del jefe de prensa ni para el gentio de periodistas que han acudido a esta simple declaracion de <>. Y no se apartara ni un apice de este guion: pero ?y las inversiones? ?Y el acuerdo con el PP? ?Y las concesiones a este socio no oficial pero socio al fin y al cabo? Nada, no hay manera de sacarla de ahi. Por lo que Dora sabe a traves de sus companeros, por lo que ha comprobado las veces que le ha tocado ir alli en sustitucion de alguien, las ruedas de prensa pueden llegar a ser una tortura de guiones masticados: es como si un animal rumiara durante horas un mensaje para despues expulsarlo en forma de bola, un detritus que sera presentado a los periodistas con los elementos justos -o justisimospara que la bola no se desintegre. Y si por aquellas cosas de la vida se produce alguna pregunta incomoda, siempre esta el recurso de esquivarla educadamente (<>) o de tirar por la via de la mentira piadosa o de la declaracion archipasota. Sea por lo que explican algunos redactores al volver de las ruedas de prensa, sea por las pruebas cientificas que ha ido recogiendo puntualmente ella misma, alinadas con propuestas deslavazadas de agenda cultural, estas constataciones provocan que Dora se sienta atrapada, sin escapatoria, reventada de tanta previsibilidad y tanto aburrimiento admitidos como noticia. Es como si esta convocatoria para los medios tuviese lugar en una caja raquitica y estrecha y, una vez dentro, uno se convirtiera en un ratoncito de feria encaramado en una rueda que solo da vueltas y no lleva a ningun sitio. En cuanto acaba el numero circense, Dora vuelve al periodico pensando que tendria que escribir un articulo contando el numerito de la silla, ya que tiene mas sentido y contenido que reproducir las cuatro declaraciones desaboridas. El hecho habla por si mismo y habla mucho mas que el breve pusilanime de columna que, efectivamente, acaba realizando. Al final del dia, lo mas sustancioso, y particularmente menos absurdo, habra sido la conversacion del grupo de terapia. Al menos ellos, hoy, han hablado claro.

  • Una vez anhelado (Un Misterio de Riley Paige 3) de Blake Pierce

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    Nadie se preocupa mucho cuando prostitutas aparecen muertas en Phoenix. Pero cuando se descubre un patron preocupante de asesinatos, la policia local pronto se da cuenta que un asesino en serie esta haciendo de las suyas y saben que no pueden con esto. Dada la naturaleza unica de los crimenes, el FBI sabe que necesita a su mente mas brillante para resolver el caso, saben que necesitan a la agente especial Riley Paige.

  • Mi Regalo de Elle Razzamaglia

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    Giulia, es la unica hija de un obrero y de una ama de casa, acostumbrada a usar la violencia para imponerse y a no demostrar el afecto, ya que para ella solo demuestra debilidad e inseguridad.
    Matthew, es el tercero de cuatro hijos, de una mujer que, en la vida, tuvo pocas posibilidades de elegir su destino y de un rico emprendedor, que ama controlar todo y todos, inclusos sus hijos, usando su propia posicion.
    Matthew y Giulia pasaran del rencor a la amistad y al darse cuenta que se necesitan el uno a la otra. Pero no nace el amor, por lo menos, no para ella.
    ?Matthew se hizo un regalo, forzando a Giulia a estar con el o ella lo complace solo por la mejor vida que el le puede ofrecer, impidiendole de seguir viviendo en ese infierno?
    Pasar del fundo del pozo a las estrellas es muy facil y devolverse, es una cosa que pocos estan dispuestos a hacer. Especialmente para una persona que vivio siempre entre sacrificios y renuncias, y que se dio cuenta de cuanto el dinero pueda simplificar las cosas.

  • La mascara del alquimista de Jose Callado

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    ?Que podria esconder la alquimia para tener la capacidad de poner en peligro la misma historia de la humanidad?
    Cuando Luigi di Martino vio a su padre morir frente a sus ojos, no pudo imaginar que la maquinaria del Destino se habia puesto en funcionamiento para que su vida cambiara de forma traumatica.
    Cumplir la ultima voluntad de Paolo, su padre, de entregar su querida mascara de cinabrio a Santiago Velez, alguien desconocido para Luigi, supone el punto de partida de un viaje que le llevara a recorrer parte de Europa en busca de los responsables de que la desgracia haya caido sobre su familia. Un viaje que unira el destino de cuatro personas que se veran obligadas a luchar para impedir que fuerzas oscuras, que se creian muertas, puedan convertir en realidad el antiguo sueno ario.
    El seguimiento de la vida de Luca Adamo, alquimista del siglo XV, y de su prodigiosa creacion, desembocara en una persecucion para impedir los planes de aquella que desea romper el fragil hilo donde descansa nuestra realidad.
    En este viaje, Santiago Velez, ademas de ayudar a Luigi a darle sentido a la muerte de su padre, sera clave en la lucha por conservar el presente tal y como se conoce. Ademas, por fin encontrara el significado de esos suenos que le atosigan desde su lejana ninez. Por fin sabra cual es su papel en la historia.
    La mascara del alquimista nos recordara que el lado mas oscuro de la humanidad sigue vivo, esperando la mas minima oportunidad para convertir en realidad ese mundo, el cual creen perfecto.
    Tan perfecto como el propio infierno.

  • Dejare de esconderme de Sophie Saint Rose

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    Regina lleva anos alejada de su familia por un episodio que podria destruirla. Las circunstancias la forzaran a volver y a enfrentarse al pasado. Pero sobre todo debera enfrentarse a Keith que necesita explicaciones.

  • Prisionera de tu venganza (Los Mendoza 2) de Natalia Roman

    https://gigalibros.com/prisionera-de-tu-venganza-los-mendoza-2.html

    Monica Mendoza es una muchacha sonadora que suena con encontrar a un hombre que la ame para formar una familia y vivir en Nube Blanca. Aunque vive rodeada de militares, se ha prometido a si misma que jamas se desposara con uno de ellos y, a pesar de que sus padres nunca la obligarian a casarse, el tiempo pasa y ningun hombre llama su atencion. Hasta que un dia el destino cruel y jugueton pone en su camino a Gabriel.

  • El regalo de Eloy Moreno

    https://gigalibros.com/el-regalo.html

  • A orillas del rio Piedra me sente y llore, Paulo Coelho de Paulo Coelho

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  • ?Estas dormida? de Kathleen Barber

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    Una novela de suspense psicologico con un gran gancho narrativo, ?Estas dormida? cautivara a los fans de The making of a murder y atraera a los lectores que buscan protagonistas femeninas fuertes.

  • Ojala esta fuera nuestra historia de amor de Andrea Longarela

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    Esta es la historia de un flechazo. Y del amor de una vida. Y de un corazon hecho pedazos.

  • Duena de mi corazon de Sandra Gabriel

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    Katri - Capital de Salima. ashid observaba con tristeza como Kalim y Zulima se abrazaban. Hacia tiempo que sospechaba que se amaban, aunque hasta ese dia no habia sido consciente de cuanto. --Te juro que no te olvidare --afirmaba en ese momento Kalim mientras miraba a Zulima. Zulima queria morirse. Tan solo pensar en no volver a verle hacia que se le rompiese el corazon. Aun no comprendia muy bien lo que habia pasado. Lo unico que sabia con seguridad era que algo muy serio habia ocurrido entre Brahim, el primo de Kalim, y Sulaima, su propia hermana. Algo lo bastante grave como para provocar la furia de los padres de Brahim, los reyes de Salima, y que habia ocasionado que su propio padre, uno de los consejeros mas fieles del rey, fuera expulsado del pais junto con toda su familia. --?Tu hermana te ha contado algo? --pregunto Kalim con desesperacion. Si por lo menos supiera cual era el problema, podria intentar arreglarlo e impedir que se llevaran a Zulima lejos de el. --No. Sulaima no quiere hablar conmigo --nego Zulima, que sentia como se le rompia el corazon--. Permanece encerrada en su habitacion y mi padre tampoco quiere contarme nada. Zulima estaba segura de que jamas volveria a ver a Kalim. Lo percibia en cada uno de los poros de su piel. Ni siquiera les habian permitido despedirse. Habian tenido que escabullirse hasta la casa de Rashid para poder verse por ultima vez. --Te escribire --murmuro Kalim mientras la abrazaba--. Te llamare. Aunque te vayas del pais, removere cielo y tierra para encontrarte. Jamas te olvidare. En cuanto pueda, ire a buscarte. !Jurame que me esperaras! --le rogo con desesperacion--. Te amo, duena de mi corazon. Zulima le miro mientras las lagrimas corrian por su rostro. No era la primera vez que la llamaba asi, pero sintio como si fuera la ultima. El tambien era el dueno de su corazon. Le miro con intensidad para grabarse su imagen en la retina. Estaba segura de que esta seria la ultima vez. No porque no creyera en el ni en sus promesas. Estaba segura de que intentaria mantenerlas, pero tambien sabia que sus tios, los reyes de Salima, harian lo que fuera necesario para impedirselo. Brahim era el heredero al trono y si lo sucedido entre el y Sulaima era tan grave como para expulsarlos del pais, estaba segura de que jamas se les permitiria regresar. --Zulima. Debemos irnos --le recordo Rashid apesadumbrado. La habia ayudado a escabullirse de su casa para que pudiera despedirse de Kalim. Desde que Rashid habia llegado al pais se habian hecho amigos. Aunque se habia criado en Inglaterra con su madre, tras la muerte de esta habia descubierto que su padre, del que no sabia nada, vivia en Mulak, el pais vecino. No hacia mucho que convivia con el aunque, por complacerle, habia abrazado gustoso sus tradiciones. Por ello, con tan solo dieciseis anos, su padre le habia enviado a Salima a realizar la instruccion militar, tal y como habian hecho todos los miembros de su familia durante generaciones. Su padre temia que le considerasen debil por haberse criado en Inglaterra. Con la experiencia vivida por sus padres, Rashid no creia en el amor; sin embargo, al ver a sus amigos abrazados y jurandose amor eterno, se sintio conmovido. Era singular la imagen que ofrecian. Con tan solo dieciseis anos, Kalim ya tenia el cuerpo y los musculos de un gran guerrero. Media casi un metro noventa, de pelo negro y largo y con unos ojos verdes del mismo color del musgo que tanto le recordaba a Rashid a Inglaterra, la tierra que le habia visto nacer. Sabia que su amigo podia tener a la jovencita que quisiera y, sin embargo, desde nino parecia que solo tenia ojos para Zulima. Kalim la sostenia entre sus brazos. Con su metro cincuenta parecia tan pequena a su lado… Una muneca de larga melena del color del ebano que desde que se habia hecho mujer cubria con el hiyab, y unos pequenos brazos que en ese momento le abrazaban con desesperacion. Apenas era una nina de quince anos, pero para Kalim era la mujer de su vida. La amaba tanto que a veces le dolia. Mientras permanecia abrazada a Kalim, Zulima miro a Rashid con el corazon en un puno y sus ojos color chocolate empanados por las lagrimas. No creia que volviese a ver nunca mas a ninguno de los dos. Estados Unidos estaba demasiado lejos de Salima o de Mulak. Se aparto de Kalim con renuencia y se acerco a Rashid, quien la abrazo con tristeza. Debia acompanarla de regreso antes de que nadie notase su ausencia. --Cuidale --le pidio mientras miraba a Kalim en la que estaba segura de que seria la ultima vez que lo viera. --Lo hare --le prometio Rashid con voz queda. --Adios, Kalim --susurro por ultima vez antes de irse acompanada de Rashid. --Adios, duena de mi corazon --murmuro Kalim mientras la veia alejarse de su vida--. Esperame porque ire a buscarte. K I Dos anos despues. Anvard - Salima. alim entro en el pueblo en el mismo momento que Rashid lo abandonaba. Iba a caballo secundado por sus hombres. A pesar de ser un ejercito numeroso, cabalgaban en completo silencio solo interrumpido por el sonido de los cascos de los caballos. Cuando llego hasta el se dio cuenta de que estaba totalmente cubierto de sangre. Unos vendajes cubrian su rostro, pero lo que mas le asusto fue su mirada. --?La has encontrado? --pregunto Kalim aunque temia la respuesta. --Esta muerta --afirmo Rashid con frialdad al tiempo que senalaba una especie de carromato que transportaba un cuerpo. Kalim le miro con tristeza. Llevaban meses recorriendo el pais en busqueda de Evangeline. Nunca habian perdido la esperanza de encontrarla. Cuando estaba a punto de preguntarle de nuevo, Kalim oyo el llanto de un nino y vio el bulto que Rashid sostenia entre los brazos y en el que no se habia fijado hasta entonces. --Es su hija --afirmo Rashid al tiempo que apretaba la mandibula. --?Como...? --pregunto Kalim. --La estaban violando cuando llegue --escupio Rashid con repugnancia--. Habia perdido mucha sangre a consecuencia del parto. Ni el hecho de que tuviera una hemorragia les importo a esos cerdos. --?Que has hecho, Rashid? --pregunto mientras contemplaba a los hombres que le secundaban y adivinaba el temor en sus ojos. Temor hacia Rashid. Le miraban como si fuera capaz de cualquier cosa. --Les he ensenado que hay que respetar a las mujeres --anuncio con una sonrisa cruel--. Les he dejado sin lo que ellos creen que los hace hombres. Les he cortado la polla a todos -- anadio con frialdad--. A cada uno de ellos. Kalim palidecio por la crueldad que se desprendia de sus palabras. Trago saliva con dificultad. --?Estan muertos? --No --afirmo Rashid sin borrar la frialdad de su sonrisa--. Me he asegurado de que todos vivan para que no lo olviden. La historia de lo sucedido en Anvard corrio como la polvora por todo el pais, cruzo la frontera y llego hasta Mulak, hogar de Rashid y pronto paso a ser conocido como el Carnicero de Anvard. El rey de Salima, tio de Kalim, se mostraba muy satisfecho con su actuacion, ya que habia descabezado al ultimo bastion de la resistencia. Kalim y Rashid llevaban meses recorriendo el pais con el ejercito en busca de los rebeldes. Lo que el tio de Kalim no sabia era que, en realidad, Rashid solo lo hacia para localizar a Evangeline, a la que su propio padre queria como una hija, y que habia sido entregada a los rebeldes. Aunque la habia encontrado demasiado tarde. A pesar de que no estar unidos por lazos de sangre, la queria como una hermana. Como si la muerte de Evangeline no hubiese supuesto un duro golpe para Rashid, al volver a Mulak descubrio que su padre habia fallecido mientras el trataba de rescatar a la joven. Al final, habia perdido a ambos. *** Un mes despues. Bakara - Mulak. --?Ya has decidido que vas a hacer con la nina? --pregunto Kalim mientras acompanaba a Rashid para recorrer sus tierras a caballo. Estaban en Bakara. Tras los sucesos de Anvard, Kalim habia acompanado a su amigo Rashid hasta Mulak y desde entonces permanecia en su casa. Este no le habia pedido que se quedase, pero tampoco le habia sugerido que se fuera. Kalim sabia que lo ocurrido en Anvard le habia cambiado. Ya no era el joven alegre que una vez habia conocido, sino que se habia transformado en una persona taciturna. Sabia que a pesar de no estar interesado en mantener una relacion estable, antes de lo de Anvard, muchas mujeres se le habian insinuado; las mismas que ahora le rehuian. La cicatriz que recorria su rostro desde la sien hasta el cuello le daba un aspecto feroz. Eso, unido al pelo negro como el ala de un cuervo y a una mirada penetrante que parecia capaz de desentranar hasta el ultimo de tus secretos, hacia que la gente le tuviese pavor. --?Que vas a hacer con la nina? --le pregunto de nuevo Kalim al tiempo que detenia su caballo, ya que Rashid estaba tan sumido en sus pensamientos que ni le habia escuchado. Rashid tiro de las riendas mientras se detenia a la altura de Kalim y miro en silencio a la lejania. Notaba como le palpitaba la cicatriz. Un cruel recordatorio de que no habia sido capaz de salvar a Evangeline. ?Que iba a hacer con la nina? En realidad… no lo sabia. Solo tenia la certeza que no podia dejarla abandonada.

  • Atame a tu corazon de Anne Redheart

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    En ocasiones, las heridas del pasado vuelven abrirse irremediablemente. Los miedos nunca desaparecen del todo y, los que se han quedado ocultos bajo la piel, no te dejan ser tu de una vez por todas y para siempre...
    Pero aparece Ivan. Un chico que acaba de llegar a la ciudad, con ojos arrebatadores, un cuerpo de infarto y recepcionista en la sede de la editorial donde trabajo. Con una sola mirada no puedo sacarmelo de la cabeza y me quiero permitir el lujo de ser yo misma.
    Cuando algo que estaba enterrado, vuelve a aparecer en mi vida, todo da un giro de ciento ochenta grados. La relacion que estoy empezando con Ivan sera puesta a prueba y debere enfrentarme al pasado.
    Me llamo Rebeca y esta es mi historia.

  • Todas las cosas que nunca sabre de Noelle Stephanie

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    ?Que pasaria si tu hermanastro apareciera un tu vida queriendo recuperar el tiempo perdido?
    ?Y si te propusiera coger un avion a Londres e irte con el? ?Aceptarias?
    Ariadna Gomez lo tenia muy claro, si queria se libre tenia que dejar de vivir con sus padres. Y el unico que podia salvarla era su hermanastro Charlie.
    Los desacuerdos, las discusiones y las continuas plegarias a la libertad hicieron que la chica tomara una decision rotunda al decidir marcharse con Charlie. Sin embargo, nada seria tan facil como planeaba.

  • Nada prohibido de Mariel Ruggieri

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    “Ahora te sueltas el pelo y asi descalza caminas, voy a morder el anzuelo, pues quiero lo que imaginas. Cuando se cae tu vestido, como una flor por el suelo, no existe nada prohibido, entre la tierra y el cielo…” PAZ MARTINEZ Dedicado a Facundo Arana. Una estrella brilla para vos, y para todo lo que tus manos toquen. Gracias por sumarte a las causas solidarias, a los suenos ajenos, por predicar con el ejemplo atreviendote a cumplir los tuyos. Y por practicar el amor al projimo en todas sus dimensiones. La popularidad no cambio tu esencia, pero generaste cambios gracias a ella. Mariel --1-- "Sin Dios todo esta permitido --nos dice Dostoievski-- porque si Dios no existiera, no tendrian razon de ser las restricciones morales, y sin ellas, todo es posible..." El suplemento cultural del domingo pasado trae este articulo sobre el existencialismo humanista y la libertad. Tengo toda la intencion de leerlo pero no me puedo concentrar y lo dejo a un lado. Estoy hasta la coronilla de Dostoievski, de Sartre, y de todos los pensadores que en mi epoca de estudiante me fascinaban. Recuerdo avergonzado como repetia igual que un lorito bien entrenado que "el hombre es el responsable de sus elecciones" y que "la libertad genera angustia". Que pelotudo... Veinte anos sujeto a restricciones auto impuestas de toda indole, me demuestra que esa angustia se parece mas bien a una especie de vertigo al darse cuenta de la infinidad de posibilidades que implica el no estar atado a nada. Ahora ya es tarde, y como una oveja temerosa, me encuentro seguro en el rebano y esa antigua aspiracion de sentirme libre ya no esta a mi alcance. A decir verdad, a esta altura ni siquiera me interesa. Y pensar que en algun momento quise ser el lider de la manada... Lo dicho, que pelotudo. Carla siempre fue el macho alfa y tampoco hay nada que pueda hacer al respecto. Y Juan y Pia, los cachorros que pisotean sistematicamente cualquiera de mis necesidades incipientes, porque las de ellos siempre estan primero. Y es bueno que asi sea. Pero en el fondo de mi corazon, a mis treinta y nueve anos recien cumplidos, siento que la palabra "resignacion" no deberia estar en mi diccionario todavia. Lunes por la noche: Estoy... pasmada. No puedo creerlo, aun no caigo. Me siento paralizada en medio de esta voragine de acontecimientos que presiento van a cambiar mi vida para siempre. No se ni por donde empezar. Es tal la locura en la que me vi inmersa de un dia para otro, que no tuve ni tiempo para escribir nada en esta bitacora de vida que me acompana siempre. Pensandolo bien, no escribo desde mucho antes. No escribo desde el dia en que me marche de Carmelo, hace ya dos semanas. ?Quien iba a decir que mis vacaciones se iban a extender tanto? Bendita tarde calurosa. Era tanta la humedad en Montevideo, que apenas podia respirar y por un momento me arrepenti de haber accedido a acompanar a Natalia al casting. Afortunadamente ella me recibio con una limonada helada en su monoambiente pesimamente decorado. Mi hermana tiene una extrana obsesion con los autos de lujo, y el departamento es la prueba de ello. Veinte posters de relucientes convertibles, y ni un solo espejo... Y yo necesitaba uno. Verme linda es lo unico que me da seguridad en la vida. No soy vanidosa, pero sentirme hermosa es lo unico que me hace feliz ultimamente. No, mentira. Cantar lo es, porque cuando canto me siento la mas linda del mundo. Me anote para participar, por esa vieja costumbre de no dejar pasar las oportunidades sin intentarlo, pero en el fondo jamas crei que lo iba a conseguir. Cuando pase a la segunda ronda, casi me boicoteo las posibilidades de quedar. Me senti como una tonta, con la lengua trabada y la sangre latiendome en las sienes mientras trataba de responder a la trillada pregunta de: ?Por que te presentaste al casting? Por inercia, por eso. Y porque a mi prima Veronica le parecio que era buena idea que lo hiciera, y porque mi insoportable hermana que si se moria por ser seleccionada, practicamente me arrastro con ella. No dije nada de eso, por supuesto. Sin embargo, no menti. Roja como un tomate solo mencione que me gustaba cantar y que me parecia una buena forma de comenzar mi carrera... !Y al parecer les gusto! Gran Hermano va a ser la bisagra que me haga pasar de ser una ilustre desconocida, a tapa de revistas y de discos compactos. !Asi de simple! Tengo el bendito telegrama en las manos, y no puedo dejar de leerlo: Senorita Maria Emilia Fraga: ha sido seleccionada para formar parte de Gran Hermano Argentina. Rogamos se comunique a la brevedad con nosotros, y que seleccione un letrado que la represente en la firma del contrato. Atentamente, La Produccion. Que felicidad, por Dios. Y por primera vez en mucho tiempo, siento que la vida me sonrie de veras. Mi madre tiene una extrana obsesion con mi salud. Siempre me ve demasiado palido, demasiado delgado, demasiado triste. Bueno, puede que en esto ultimo tenga razon. No estoy deprimido, mas bien me definiria como hastiado. ?De que? De todo y de nada. No hay razon para que me sienta asi, pues trabajo en lo que me gusta y no me va mal; tengo dos hijos sanos, un techo donde vivir y una companera. ?La tengo de veras? Hace mucho que Carla y yo corremos por distintos rieles. No se cuando comenzamos a alejarnos uno del otro, pero lo cierto es que algunas noches la observo dormir y una sensacion de extraneza me invade. La misma que siento en las mananas cuando sin querer me miro en el espejo. La misma que debe sentir Pia cuando intento interesarme en sus cosas, o Juan cuando me hago el ocurrente y solo obtengo una mueca de disgusto. Mi casa no es mia solamente; la mitad es del banco. Y mi trabajo... Moverme entre la mierda, entre las miserias humanas, ya me esta hartando. Es que a todos nos pasa mas o menos lo mismo. Una madre castradora, un padre ausente, o viceversa. Fantasias prohibidas, amores desencontrados. Un querer y no poder, un anhelar y no hacer nada para conseguirlo. Problemas de dinero, problemas conyugales. Problemas y mas problemas. Y el miedo… Siempre presente, siempre acechando. Hace mucho tiempo yo queria cambiar al mundo y finalmente el mundo termino cambiandome a mi. La ilusion de haber optado por ser libre y el haber luchado contra el mandato familiar ahora se me antoja una perdida de tiempo. Me resisti todo lo que pude, quise vivir a mi propio aire y hacer lo que el corazon me indicara, pero termine tomando el te con mi madre todos los miercoles a las cinco, solo porque ella lo quiere asi. Me mira por encima de sus anteojos y como es su costumbre desaprueba mi aspecto, y me lo hace notar en mas de una forma. Sacude la cabeza, molesta. "Si, mama. Soy la unica oveja negra que tiene el cabello rubio. Vaya contradiccion..." Haber elegido ser un psicologo bohemio e idealista, nunca fue buen visto en una familia de polistas de raza. Y ser de izquierda entre gente conservadora definitivamente no ayudaba en nada. A mi nunca me gusto la pose, y el pedigree de las personas siempre me resulto indiferente. Desde chico tuve una tendencia a salirme de la fila, y tambien a salirme de la raya y mis padres se encargaron sistematicamente de volverme al corral. Solo mis ferreas convicciones me mantuvieron cuerdo en una familia de locos, pero con el tiempo fui desgastando esa cordura, y poco a poco me transforme en lo que hoy soy. Un hibrido entre lo que debi ser y lo que me gustaria ser. Mi vida actual es una sombra de la que sone, y una copia algo venida a menos de la de mis padres que tanto repudie. Indiferencia marital es la tonica de hoy con Carla, igual que la legendaria que siempre se profesaron mis padres. Una copia pero no identica. Para empezar, en casa el dinero no es lo que abunda, sino lo que se me reclama continuamente. Y tampoco abunda el amor, pero no es el odio el pan de cada dia. Por ultimo, la infidelidad no engrosa mi lista de pecados, y espero que tampoco la de Carla. Infidelidad… Soy un hombre formalmente fiel. Y lo digo asi, porque ganas no me faltaron, pero mis principios guiaron el alcance de mis lealtades, asi que jamas me atrevi a cruzar esa linea. Estuve al borde, camine por la cornisa mas de una vez, pero jamas me lance. El suicidio tampoco esta en mi lista, y el haber cedido a la tentacion hubiese significado un atentado a mi esencia, y la muerte de mi tranquilidad espiritual. Me molesta sin embargo, no sentirme con la autoridad moral de antano para juzgar mas duramente a mis padres. ?Los habre perdonado? Tal vez, o tal vez me este convirtiendo en ellos. Como sea, le cumplo a mi madre cada miercoles y vengo a tomar el te a las cinco en punto. Escucho atentamente sus criticas y finjo que voy a seguir sus consejos. "Tenes razon, en cualquier momento me corto el pelo, mama. Se que no me queda bien", miento en ambas cosas, porque ni me lo voy a cortar, ni me queda tan mal. Hace mucho que lucho por evitar los espejos, y por eso me deje la barba. Un sentimiento primitivo de autoproteccion me impide profundizar en el abismo que adivino tras esa mirada azul que ellos me devuelven. "Tambien tenes razon. Debi dedicarme a los caballos y al polo… Pero el dano ya esta hecho." Soy un fracaso. Esto ultimo no se lo digo, pero hace tiempo que yo admito a la frustracion en mi vida. Nos hicimos amigos porque voy a tener que vivir con ella el tiempo que me quede por delante. Frustracion laboral, porque nada se dio como yo esperaba. No cambie la vida de nadie, apenas fui el reflejo de los conflictos de mis pacientes. Frustracion como padre, pues mis hijos cuando no me subestiman me ignoran. Y frustracion conyugal, porque mi matrimonio es solo una fachada. Cuando Carla empezo a negarse con mas frecuencia de la que accedia, es que yo aprendi a sublimar. Soy el rey de los sublimadores, y lo hago mediante el deporte, igual que cuando tenia trece y las hormonas guiaban mis pasos. Pero ahora segrego solo bilis, y cualquier ejercicio no competitivo se lleva mi energia hasta las duchas. Nado, corro, y el gimnasio es una de mis rutinas agradables. Las otras… las otras tienen que ver con llevar un enorme peso, mas que con levantar pesas. En algun momento, muy de vez en vez, siento un inquietante palpitar en mi cuerpo… Pero cuando realmente pierdo el sosiego es cuando ese palpitar no lo siento en mi pene, sino en mi corazon. !Viernes! Ya esta. Hoy firme el contrato y enseguida, sin darme siquiera un respiro, pase directo a la sesion de fotos promocionales. Fui a cara lavada y termine hecha una verdadera muneca. Me quieren "vender" como sexy, no como talentosa, pero yo les voy a demostrar que soy mas que una cara bonita. !Les voy a demostrar lo que valgo! Por ahora digo que si a todo, y me preparo para jugar. Si no me conociera, me creeria, en serio. Pero como se que mi segundo nombre no es "Coraje", me doy cuenta de que mas que como una pantera me comportare como un gatito, y andare escondida detras de las cortinas. !Dios mio! !Voy a entrar a Big Brother!

  • La Guarida de Jaime Blanch

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    Una figura avanzaba con paso tranquilo por la avenida, apenas iluminada por las farolas recien encendidas. A derecha e izquierda, se alzaban en silencio refinadas casas. Todo estaba en calma. El hombre consulto su reloj y, luego, miro a lo alto. Soplaba una suave brisa y el cielo estaba cerrado por nubes bajas. La temprana luna no le descubriria. Mejor asi. Incluso si alguien llegara a fijarse en el seria muy improbable que luego recordara sus rasgos. Justo al pensarlo, se cruzo con una pareja que se alejo trotando, con un perro que les seguia. Pasaron a su lado sin ni siquiera echarle un vistazo, como si fuera un fantasma. Camino cien metros mas y se paro frente a la entrada de la finca. A traves de la verja se vislumbraba una gran extension de cuidado cesped, flanqueada a la derecha por una piscina y a la izquierda por una cochera en la que se veia el BMW de su dueno. Contemplo el edificio con detenimiento y distinguio luz en una de las ventanas del segundo piso. Sin duda, el viejo debia estar leyendo comodamente en su biblioteca. Se alejo unos pasos y examino la verja. Su parte inferior era un muro que imitaba la piedra natural, pero a partir del metro y medio de altura estaba hecha de estilizadas barras negras verticales, que ascendian hasta los dos metros. Era muy elegante, se dijo, pero facil de saltar. Miro a ambos lados y, no viendo a nadie, trepo con agiles movimientos y se dejo caer al otro lado. Una vez dentro del recinto, camino con tranquilidad hacia la puerta principal. Sabia de sobra que el doctor nunca habia querido recurrir a camaras ni sensores, confiando ciegamente en la seguridad privada de la urbanizacion. Se acerco hasta la puerta de la casa y movio el pomo. Este giro en silencio. No pudo evitar sonreir. El viejo siempre tan confiado. Como de costumbre, no echaria la cerradura hasta la hora de dormir. Dejo la puerta entreabierta y avanzo por el amplio recibidor. Frente a el, las escaleras daban acceso al piso superior; a la derecha se situaba la cocina con una despensa y una pequena habitacion, destinada a los sirvientes que nunca hubo en la casa; y a la izquierda, se distinguia un amplio comedor y otra habitacion mas. En ese momento oyo voces arriba y se sobresalto. Se suponia que el doctor estaba solo. Subio en silencio y se acerco sigiloso a la puerta de la biblioteca. El hombre hablaba con alguien, pero enseguida cayo en la cuenta de que estaba usando el telefono. Se disponia a bajar cuando algo de la conversacion le detuvo. --Manana vendra a verme ese antiguo alumno del que le hable, Lucas Drusell. (...) --Si, le dare los tres cuadernos, ademas del escrito que ahora mismo he terminado, en el que lo explico todo. (...) --Si, eso es. Es diferente del que tengo preparado para entregar a la policia. Tambien ese lo acabo de terminar. (...) --No. Tengo mis motivos para pensar que el puede ser una pieza importante para resolver este asunto. (...) --No estoy seguro de que se acuerde de mi, pero no importa. Estoy convencido de el se ha visto afectado, aunque todavia no lo sabe. Una vez se lo explique todo, nos ayudara. Drusell sera una pieza clave para contrastar todas mis afirmaciones y proporcionar mayor validez a mis argumentos, una vez nos decidamos a entregarselo todo a las autoridades. Pero primero debo ganarme su confianza antes de contarle toda la verdad; sera duro para el. Hay que acabar con todo esto, lo que hacen alli no tiene nombre. El intruso noto como la ira aumentaba en su interior y sintio deseos de matar con sus propias manos al anciano. Tal y como imaginaba, se habia ido de la lengua y lo que habia oido seguramente no seria mas que la punta del iceberg. Cerro los punos con fuerza y respiro varias veces hasta que consiguio calmarse. Aunque sabia que nunca podrian encontrar pruebas que lo involucraran, tenia que parecer un accidente, y utilizar un poco de gasolina era algo muy distinto de abrirle la cabeza con un hacha. No obstante, habia conseguido una informacion muy util. <>: no debia olvidar ese nombre. Se felicito en su interior por encontrarse alli en aquel instante y se dispuso a terminar su cometido. En una de las paredes del salon, una timida lumbre crepitaba en la chimenea. Era mas de lo que necesitaba. Esparcio pequenos troncos de la lenera alrededor del hogar, mientras miraba a su alrededor con aprobacion: paredes forradas de listones de pino, una gran mesa de roble, todo el suelo alfombrado... El viejo iba a tener una pira funeraria impresionante. De su mochila extrajo un pequeno bote de gasolina. Esparcio el combustible por la alfombra y golpeo una de las brasas con un tronco. Esta salto de la chimenea y en un instante, toda la alfombra prendio. La figura abandono la casa y cerro la puerta con cuidado tras de si. Rodeo la pared hasta situarse bajo la ventana de la biblioteca y alli dejo un pequeno objeto con cuidado. Desanduvo el camino hecho y al cabo de unos instantes ya estaba fuera de la propiedad. Jose Antonio Brull colgo el viejo telefono, colocandolo sobre el interruptor de gancho, y se sento en el comodo sillon que utilizaba para leer. La biblioteca constituia para el su recinto sagrado. Era la sala mas grande de la casa. Cuando adquirio la vivienda, reformo esa habitacion, tirando varios tabiques para dejar espacio a su amplia coleccion. Asi, las cuatro paredes estaban adornadas con elegantes estanterias repletas de libros cuidadosamente ordenados. En un lugar accesible conservaba, ademas, los cuadernos en los que, durante su dilatada carrera profesional como psiquiatra, habia ido anotando la evolucion de los enfermos tratados por el. Durante unos minutos estuvo sentado, sin hacer nada, pensando en la reunion del dia siguiente. Su antiguo alumno no habia confirmado su asistencia, ni la recepcion de la carta, pero estaba seguro de que acudiria. No sabia por que tenia esa certeza, como si lo conociera de siempre, a pesar de que habian hablado en contadas ocasiones. De pronto, tuvo la sensacion de no estar solo. Percibio en su cuerpo un estremecimiento que le resultaba familiar

  • El portal de los obeliscos (La Tierra Fragmentada 2) de N.k. Jemisin

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  • Lo que quiero de ti (Contrato II) de Aryam Shields

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    Ama sin esperar nada a cambio, vive dando y muere recibiendo. Esta deberia ser una premisa de vida…
    ?Como hacer cuando el lado egoista desea algo mas.?
    Katheryne y Alessandro han pasado seis meses, el siendo dominante y ella sumisa, pero el castigo injustificado lleva a Kath a abrir los ojos y a reconsiderar el contrato que habia firmado con Alessandro, instaurando un nuevo acuerdo entre los dos que traera nuevas condiciones que los llevara a profundizar su relacion.
    ?Podra Alessandro aceptar las condiciones que Katheryne le exige a cambio de permanecer juntos?

  • Muriendo sin ti de Freya Asgard

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    Luego de cerrar la carpeta que contenia los documentos, el abogado de Jose Fernandez miro a la unica heredera legal, su hija, Victoria Fernandez Subercaseaux, una mujer de veintiseis anos, tez blanca, ojos verdes y pelo negro, no habia heredado los rasgos europeos de su madre. De su padre, nada tampoco. --?Usted me quiere decir que todo lo que menciono ahi es mio? --Todo, senorita. --?Esta seguro que no le pertenece a alguien mas? --Seguro. Usted es la unica heredera, los padres de Jose Fernandez, sus abuelos, ya no viven, no tenia hermanos, tampoco estaba casado. Usted es la unica heredera legal, nadie mas puede reclamar lo que es solo suyo. --?Alguien mas podria o querria hacerlo? El abogado trago saliva y se acomodo la corbata. --Digame, ?hay alguien mas que querria tener eso? --indico la carpeta. --Bueno, si, algo asi, pero el no tiene derecho legal alguno sobre la herencia. --?Quien es? --El encargado de la hacienda, Rodrigo Montero, el aun no esta informado, manana viajo al sur para hablar con el. --?Es el capataz? --No, el es hijastro de don Jose, se crio con el. Victoria se quedo en silencio, no supo que decir; ella, que no habia significado nada en la vida de su padre, habia heredado todo, sin embargo, ese hombre que lo habia tenido todo junto a el, estaba quedando sin nada. Y eso no le gustaba nada. Ella no era una mala mujer, por mas dano que le hubiera hecho su padre. --Manana a las once viajare al sur, ?vendra conmigo? --consulto el abogado. --?En que posicion quedara el? --inquirio Victoria muy preocupada. --Eso sera decision suya, senorita, usted ahora es la duena universal y yo que usted, me quedo con todo, es lo que corresponde, despues de todo, su padre le debe pension alimenticia por muchos anos --respondio con malicia el licenciado.

  • Todos los caminos de Romina Naranjo

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    --Vamos a ver, Leroy… --Sorbi fuerte por la nariz, mientras apoyaba los antebrazos en la mesa y cogia aire. Perder los nervios nunca era una buena opcion, pero era viernes, la tarde se me estaba haciendo interminable y, encima, aquel moquillo persistente, fruto de un catarro mal curado que ya parecia haberse alquilado un pisito con vistas en mi cuerpo, no remitia. No tenia yo el dia muy paciente--. Cuando te digo, <>, no me refiero a que bajes la voz. Puedo oirte. Estamos solos en esta clase. Por mucho que susurres… te oigo. El crio, haciendo un mohin, toqueteo el lapiz, volviendo una atencion que yo ya sabia voluble a su hoja de calculo. --Es que asi no me sale, seno. Me mordi el interior del moflete, pero no… no dejaria que me ablandara otra vez. Llevabamos una semana con aquello. Empezaba a estar harta. Tanto como el, seguro. --Leroy, saberse las tablas sumando los resultados no es saberse las tablas. Saberlas es… memoria. --Me incorpore. !Ay, mi cuello! !Ay, las lumbares…! Dichosa profesion. --La profesora del cole nos deja copiarlas en un folio para el examen. Enarque la ceja. --?Ah si? ?Y en el instituto vas a hacer lo mismo? ?O cuando toque dividir por cuatro cifras? Eso es perder el tiempo y creeme, chaval…, tiempo es lo que te va a faltar para la cantidad de cosas que te quedan por delante. --?Roma? Aparte la vista de la cara de susto de Leroy. Gire medio cuerpo hasta enfocar la puerta de la clase, donde mi jefa se habia acodado. Puro estilismo, aquella mujer bien podria acabar de bajarse de una pasarela de modas, en vez de ser la directora del centro de refuerzo educativo donde ambas trabajabamos. Roma, supongo que lo habeis adivinado por el contexto, soy yo. Me presento. Metro sesenta, melena castana cogida en un mono, cara pecosa, gafas de pasta que en ese momento se me resbalaban por la nariz y rictus de mala leche. Vamos, que daba el perfil de profesora a la perfeccion. --Tienes una llamada. --Mi jefa sonrio hacia la mesa--. ?Como va eso hoy, Leroy? ?Se porta Roma bien contigo? Si se pasa mucho dimelo y la despido, ?vale? El chiquillo sonrio, echandome una miradita que me parecio entender como <>, pero que probablemente querria decir otra cosa. --Te doy los cinco minutos que tarde para repasar las tablas, luego toca preguntarlas. -- Levante el dedo antes de que me interrumpiera--. Salteadas. Tire de la cinturilla de mis vaqueros y sali del aula. Recorri el pasillo bien iluminado que separaba los demas despachos del mio y cruce a la derecha para llegar al office. Dado que habia una politica de prohibicion ante el uso excesivo del telefono movil, no era nuevo que recibiera mis llamadas en el mismo centro, aunque claro esta… tampoco era algo que se pudiera dilatar en el tiempo. No era plan de limarme las unas mientras me ponia en conferencia con quien fuera que estuviera al otro lado de la linea en tanto dejaba desatendidos a los ninos. --?Hola? --Oi un suspiro. Puse los ojos en blanco--. Aina… estoy trabajando. --?Y crees que te llamaria si no fuera superurgente? Bueno… todavia no sabeis mucho de ella, pero debeis estar prevenidos; lo que mi mejor amiga conocia como urgencias variaba desde <>, lo cual te hacia soltarlo todo y echar a correr, o… << Fulanito de tal ha subido un storie y yo no quiero que vea que lo he mirado, entra tu>>. Vamos, que el abanico era amplio y aterrador. --Te escucho. --Consulte mi reloj de Mickey Mouse. Segun sus bracitos enguantados… eran las el puto tiempo no pasa y cuarto--. Te doy dos minutos. Tengo a Leroy multiplicando. --?Leroy? ?En serio se llama asi o es uno de tus nombres en clave para no revelar las vidas emocionantisimas de tus alumnos? --Es su nombre. --Y probablemente elspoiler de su futuro laboral como no se aprendiera la tabla del ocho. Sin acritud ninguna, palabra--. Escupe, Aina. --Requiero del codigo de mejores amigas. --Resople. Aquello tenia mala pinta… llamadme suspicaz--. Me han organizado una cita a ciegas esta noche. Te necesito de reten. ?Lo veis? Si es que lo sabia… --Ni de cona. ?La familia bien? Pues, me vuelvo al trabajo. --!Roma, tia, he mentado el codigo! --El codigo no son mas que unas directrices. Fue el turno de Aina de resoplar. --Vale, capitan Jack Sparrow, ?podemos ponernos serios? Es mi primera cita en meses. Desde… ya sabes. Y encima, !a ciegas! ?De verdad quieres que me presente completamente sola y desamparada ante un desconocido? ?Quieres salir manana en las noticias diciendo que fuiste la ultima persona que hablo conmigo? --Dios… pero mira que eres dramatica… --Pero la capulla habia ganado. Las dos lo sabiamos--. Y, para empezar, ?que cono haces saliendo con alguien a quien no conoces? --Es el amigo de un conocido mio, ya sabes. De mis tiempos mozos cuando ligaba chateando por foros. Empezo a hablar a toda velocidad. Ese era uno de los dones de Aina, situaba a personas y sucesos en el tiempo con una facilidad tan brutal que parecia que llevaba la escala espaciotemporal metida en el bolsillo. Del susodicho no sabia mucho mas de lo que ya me habia comentado, amigo de un amigo, lo cual bastaba, a medias, para saber que podria sentarse frente a el con una cerveza y no temer mas que a una aburrida conversacion. No obstante, y como mejores amigas, los anos nos habian dado muchos aprendizajes, entre los cuales destacaba la depurada tecnica de sacar a la otra de una mala cita sin hacerla quedar mal. --Voy. --Asumi, oyendo como gritaba al otro lado del telefono--. Me doy una vuelta cinco minutos, te echo un vistazo y si no has activado la senal, me piro y te dejo a lo tuyo. ?Conforme? --!Conforme! Ah por cierto… arreglate un poco, que no se note que vas solo de reten. Aquello ya me olio a chamusquina, aunque ni por asomo vi venir el tremendo incendio forestal que se aproximaba. --Aina, escuchame bien, si por cualquier circunstancia tienes ni siquiera la mas minima intencion de liarme con el amigo de tu cita, es un no. Never. Estas avisada. Sus carcajadas me sacaron de contexto. --?Estas pirada? !Que va, Roma! !Ese tio no es para ti! Tras un par de frases relativas a la hora y sitio de quedada, colgue. Mientras volvia a la clase, note un molesto picorcillo a la altura de la nuca que no se me iba por mas que lo rascara. Una especie de… aviso. Rollo alerta. Como la ventana emergente del Avast Antivirus que se presenta en el escritorio del ordenador cuando menos te lo esperas --casi siempre de noche y cuando llevas los auriculares puestos--, y te quita un par de anos de vida. Yo no me asuste entonces. El miedito real, vendria mas tarde. --!Bueno, Leroy, vamos a ver que tal vas! Los ojillos azules del crio me miraron con culpabilidad. Tarde un segundo en descubrir que, en vez de aprovechar el tiempo para estudiar la tabla como yo le habia pedido, se habia dedicado a copiarla en su goma. A tamano microscopico. Cogi aire. Me repeti que hacer llorar a los ninos cuando eras profesora de apoyo no estaba bien. --No pasa nada. --Y me obligue a sonreir, mientras volvia a tirar del moquillo que no paraba de caerseme--. !Empezamos desde el principio! Y nosotros, seguimos adelante. 2 La primera vez que vi al Sueco no fue la primera vez. Bueno… fue la primera vez despues de la primera y la segunda, que tambien pueden calificarse como desastrosas y lo bastante traumaticas como para que esta primera tercera vez acabara como acabo; igualito que el rosario de la aurora. Ahora os lo explico. Antes de darnos un chapuzon en la triste piscina de los recuerdos pasados --importante para la trama, lo juro solemnemente--, unas pocas pinceladas del ahora. Sali del centro de estudios cabizbaja, congestionada y arrebujada en mi bufanda kilometrica de Desigual, comprada por Ali Express. La verdad es que haciamos una pareja increible, porque en ese momento, con una jornada dura a las espaldas y la sensacion de que en vez de avanzar daba dos pasos para adelante y tres pasos para atras --sin la media vuelta, pero siempre, siempre, volviendo a empezar--, me sentia como una imitacion barata. De profesora. De ser humano. Asi… en general. Despues del episodio del telefono y en la hora siguiente a la de Leroy, me habia tocado lidiar con un par de esos padres… tocapelotas. Que ojo, igual es mas profesional y elegante llamarles algo tipo rara avis o cualquier cosa semejante, por aquello de la tremenda implicacion que demostraban en la escolarizacion de sus hijos. Hasta rayar lo insano. Estaban quienes solo querian de los chiquillos que cumplieran. Deberes hechos y asignaturas llevadas mas o menos al dia. Los que lidiaban con algun handicap, y no tenian las expectativas altas mas alla de una adaptacion saludable en el centro reglado y aprendizajes significativos, y luego… luego estaban los demas. Los que promulgaban eso de, como yo pago este servicio extra requiero de ustedes que vivan por y para hacer magia con una hora de terapia enfocada en el retraso madurativo. Vamos, que si el nino tenia un nivel de lectura de primaria, pero estaba en edad de cursar la ESO, yo tenia que agitar mi varita, aunque el primer instinto fuera metersela a papa por el culo. Cogi aire y respire hondo al salir del metro en Opera y eche a caminar hacia Plaza de Callao. Tenia la tremenda suerte de contar con un coqueto pisito de renta antigua situado en el edificio colindante con el de El Corte Ingles. Un lujo para muchos, principalmente turistas que venian a Madrid de paso; por lo bien situado, lo centrico de su ubicacion y lo cosmopolita de todo cuanto lo rodeaba. Para mi, que tenia que ir al curro todos los dias y llegar con tiempo, que volvia cansada y arrastrandome los findes cuando doblaba turnos en la pizzeria donde me sacaba un sobresueldo, las aglomeraciones, retrasos, colas interminables, codazos, tropiezos, estrenos de cine, luces, voces y algarabia general… eran mas una molestia que algo que tomar como positivo. Mi alma viejoven, supongo, que a veces se imponia a la edad que me marcaba el DNI. Pase por la chocolateria San Gines para darme un capricho antes de subir a casa… y me lo comi por el camino porque recorde que mi plan de pasar el resto del dia con ropa de indigente y abrazada a mi gato se habia ido al garete por culpa de Aina. --Dichosas mejores amigas… hay que joderse. --Tire de la portezuela metalica haciendo fuerza con el hombro, mientras me relamia los restos dulces que se me habian impregnado a las comisuras--. Aprende a decir no, Roma. Es muy facil. Son solo dos letras. Si podias pronunciar esternocleidomastoideo con seis anos, ?que puto problema tienes con negarte a las cosas? Subi las escaleras pisando fuerte, pero no como Alejandro Sanz, sino en plan… mosqueada con la vida. No me apetecia salir. No tenia ganas de ducharme, peinarme y revolver en el armario algo para ponerme. No queria bajar otra vez las escaleras. Queria prepararme estrategias de defensa para el lunes, cuando seguramente mi jefa me llamaria a su oficina para que le contara mi parte de version en la movida con los padres de los alumnos. <>, diria. <>. !Como si fueran culpa mia los suspensos en asignaturas que no estaba impartiendo, cojon! Gire la llave y, de inmediato, los maullidos me recibieron al otro lado. Sonrei. Al cruzar el umbral, Cax Teller, mi gato rubio de ojos azules, llamado asi en honor al protagonista de series como Hijos de la Anarquia y fantasias sexuales recurrentes de Roma. Me incline para acariciar su pelaje calentito. --Las cosas que hacemos por l

  • El siglo de la revolucion de Josep Fontana Lazaro

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    El periodo que va de 1914 a nuestros dias ha sido un siglo de luchas de liberacion, de un gran enfrentamiento de clases. La revolucion que se inicio en Rusia en 1917 ha marcado el siglo entero. La amenaza de subversion del orden establecido determino la evolucion politica de los demas, empenados en combatirlo y, sobre todo, en impedir que se extendiera por el mundo. La culminacion de esta dinamica se produjo despues de la segunda guerra mundial, cuando, tras la derrota del fascismo, se organizo por una parte la guerra fria, mientras, por otra, los avances sociales del estado de bienestar servian como antidoto para evitar la penetracion de sus ideas en las sociedades del mundo desarrollado. Fue asi como se alcanzo aquella situacion excepcional de los anos que van de 1945 a 1975, cuando en los paises desarrollados se registraron las mayores cotas de igualdad hasta entonces conocidas.

  • A partir de ahora (Casi como hermanos 1) (LGBT) de Frances Stone

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    Anthony espera feliz la llegada de su nuevo HERMANITO adoptivo, pero cuando su madre abre la puerta le presenta a su nuevo HERMANO MAYOR, que llega directamente desde el orfanato y no parece tener muchas ganas de hacer amigos.

  • Una nina en camino de Raduan Nassar

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    Al salir de su casa, la nina camina sin prisa, anda descalza en medio de la calle; a veces se desvia agil para espantar a las gallinas que picotean la hierba que crece entre las piedras de la cuneta. El vestido casero, cosido probablemente con dos retales, cubre su cuerpo delgado como un tubo; la falda es de un pano grueso y descolorido; la blusa es de raso, de fondo negro y brillante, con un enorme estampado chillon de vivos colores, tan grande que sobre el pecho liso de la nina solo se ve un trozo de hoja tropical. Debe de dormir y despertar, dia tras dia, con las mismas trenzas, unos restos aplastados. Una de ellas, deshilachada, se sostiene con dos horquillas que casi naufragan, ya casi deshecha; los mechones de la otra estan mal sujetos en lo alto por un lazo sucio que cae como una flor marchita sobre su frente. Mientras se relame al andar las fibras de mango pegadas al circulo amarillo y pegajoso alrededor de su boca, la nina olvida por un momento las otras distracciones de la calle hasta que se acerca a una pequeno tumulto frente a la maquina de trillar arroz; tres chiquillos salen por la puerta grande del almacen arrastrando cada uno un saco de paja. <>, refunfuna uno de los chicos. <>, dice el segundo. <>. La nina se queda pasmada siguiendo clandestinamente aquella disputa, nota un entusiasmo gozoso escondido tras la discusion. <>, recomienda el tercer chiquillo. Descalzos, sin camisa, con el cuerpo encorvado por la carga, los chicos arrastran los sacos, que estiran por uno de los extremos, como si les tirasen de la oreja. Y la paja, con ese movimiento que a veces se atasca, va hinchando cada vez mas la abultada barriga de los sacos. Al pasar por el suelo de tierra, uno de los chicos ve a la nina en cuclillas, observandolos por debajo de la panza curva de un caballo cuyas riendas estan amarradas a una de las argollas de plomo. Los tres chicos se paran. <>, grita uno de ellos agachandose para toparse con los ojos de la nina bajo la barriga del caballo. La nina vislumbra el fondo oscuro de un patio, un gran circulo acolchado de paja de arroz, velas encendidas sobre las estacas, los trabajadores del circo, los ninos trapecistas, y sus ojos brillan de emocion. <>, dice Dinho agachandose tambien. Zuza, el mozalbete que pasa por la acera de enfrente con una pelota de cuero bajo el brazo, afloja el paso y se dirige al centro de la calle: <>, pregunta. <>, dice Dinho. <>. <>. <>, interviene uno de los chicos. <>. <>, pregunta Zuza maliciosamente. <>. Zuza hincha el pecho, lleno de si, mientras el chico le advierte con miedo: <>. <>. El chiquillo se calla y clava los ojos en el suelo. Zuza hace una mueca: <>, dice despechado y, soltando de repente la pelota de cuero, hace una parada con el pecho y la pisa con el pie derecho. Con los brazos libres compone en un instante el gesto: <>, dice moviendo el brazo lentamente arriba y abajo, tieso por el corte de mangas que hace con los ojos llenos de descaro. <>. La nina abre los ojos como platos y sigue con aprension la amenaza del chaval. Los tres chiquillos ni se mueven y, a sus pies, uno tras otro, caen los tres sacos, vomitando paja por la boca abierta, como si les hubieran dado un golpe violento en la barriga. <>. Zuza deja ipso facto de hacer el corte de mangas. Coge disimuladamente la pelota y mira. <>. Apoyada sobre un almohadon de saten azul, en el alfeizar de una ventana alta, dona Ismenia, rolliza, muy pintada, disfruta de la primera sombra que ya roza su casa y agita la mano llamando a Zuza. El chico baja de la acera mientras los tres chiquillos, sin mas dilacion, recogen los sacos por un extremo y se largan rapidamente de alli, dejando en el suelo tres marcas circulares de paja amarilla, como si fuesen tres yemas enormes cociendose al sol. Zuza sube a la otra acera desmanado y alza los ojos hacia la ventana. <>, dice dona Ismenia con los ojos juguetones, la cara coloreada como el trasero de un mandril. Zuza sigue mirando hacia arriba, la pelota de cuero en el arco del codo. <>. <>, responde azorado. <>. <>. <>. <>. <>. <>. <>. Otra mujer, medio escondida detras de la cortina, recogida hacia uno de los lados, pellizca el muslo grueso de dona Ismenia, que sofoca un chillido volviendo la cara y ampliando la sonrisa. Se apoya de nuevo en el almohadon. Sus senos blancos como la leche, explosivos, que casi se escapan por el canalillo del escote, turban aun mas al muchacho. <>. El bulto tras la cortina ya no mantiene el decoro, estalla, sin dar la cara, en una carcajada, mientras dona Ismenia, muerta de risa, se agita tanto en la ventana que parece que va a vomitar una mazorca. Zuza tambien se rie, sin saber por que, las mejillas le arden, pero la algazara incomprensible de las dos mujeres se extingue poco a poco. <>. <>. <>, pregunta dona Ismenia, acentuando la malicia, al tiempo que se atraganta con un nuevo ataque de risa. <>, dice la voz tras la cortina <>, anade dona Ismenia, alimentando la hoguera de risa. Se menea de nuevo en la ventana, haciendo temblar los senos de gelatina, llora de tanto reir, despues suelta un gritito por el pellizco que recibe otra vez en el muslo. Termina extenuada: <>. <>, dice la voz tras la cortina. Zuza arde de sonrojo, las orejas como una hoguera. <>, remata dona Ismenia entre suspiros. Zuza sigue mirando hacia arriba. <>, dice apartandose, desviando la mirada y canturreando bajito: <>. Se dirige de nuevo al muchacho: <>. <>. <>. <>, repite dona Ismenia viendo que Zuza no se va. Detras de la cortina, una risita, como un maullido, aparece y desaparece. <>, dice finalmente el muchacho. <>. Zuza se va, andando cada vez mas rapido, atento tal vez a su curiosidad, que crece a cada paso, mientras en la ventana de dona Ismenia vuelven las risas con fuerza renovada. Agachada todavia junto al caballo, la nina desvia los ojos de la ventana y ve, ya lejos, a los tres chiquillos que arrastran los sacos de paja por el suelo de tierra, como si fuesen tres pequenos arados, uno junto al otro, que dejasen a su paso surcos estrechos a lo largo de la calle. Cuando el caballo aparta las patas traseras la nina ve, escondido en lo alto entre las extremidades, su sexo voluminoso de alquitran. Ella cambia rapidamente de postura, se echa hacia atras, con los bracitos estirados, las palmas de las manos plantadas en la tierra. Incluso asi recibe las salpicaduras de la fuerte rociada, del chorro de orina que deja un charco en el suelo. El temor de sus ojos aumenta con la carcajada de los mozos de cuerda, dos criollos musculosos y un blanco rechoncho, que duermen la siesta en la acera, tendidos a la sombra de un arbol. <>, bromea uno de ellos, moviendo el sombrero como si fuera una calabaza de mate, en un gesto obsceno que provoca las carcajadas de los otros dos. <>. Asustada, la nina busca con la mirada la ventana de dona Ismenia, pero solo encuentra el almohadon abandonado en el alfeizar, percibe apenas un bulto agitado cuya risa se enreda en el encaje de la cortina. Se levanta de un salto, tropieza con la carreta parada casi enfrente de la maquina de trillar arroz y sale disparada. Respirando con la boca abierta, ya en la esquina de la calle principal, sigue desde alli con la mirada al camion viejo, que se acerca, levantando una polvareda amarilla, con la carroceria bamboleante, haciendo un ruido del demonio en esa hora de la siesta cuando todo esta tranquilo. El camion pasa, pero la nina sigue alli, con el dedo en la nariz, mirando indecisa aqui y alla. <>

  • La centesima puerta de Alfredo Cernuda

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    Cuando bagdad cayo en poder del ejercito estadounidense, bandas de saqueadores vaciaron el museo nacional de iraq. semanas despues, ayman mansur, experto en la civilizacion sumeria, recibe el encargo de huir de bagdad con el sello de los destinos. debe impedir que caiga en manos de la elite que nos gobierna desde la sombra.
    Gabriela, una joven rebelde, creadora de grafitis y peleada con el mundo, comienza a tener extranos suenos que revolucionaran su caotica vida.
    Noah stein, abogado y mano derecha del multimillonario michael Fellerstone, relacionado con los illuminati y los bilderberg, es el encargado de encontrar a ayman mansur y el sello de los destinos. toda la maquinaria del poder se pondra a su servicio para estrechar el cerco y destruir la codiciada pieza sumeria.
    Estas tres personas, aparentemente tan separadas en la distancia y en la cultura, bagdad, madrid, washington, iniciaran un viaje apasionante que les llevara a conocer y a habitar mundos sorprendentes. mundos del pasado, del presente y del futuro. la alquimia, el nuevo orden mundial, los universos paralelos. mundos fantasticos y tenebrosos.

  • El pais de los crepusculos de Sebastia Bennasar

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    Ha llegado el frio en la Vall de Boi. Y, con las primeras nevadas, tambien ha llegado un implacable asesino que va dejando cadaveres torturados y martirizados en las iglesias de este valle, todas ellas Patrimonio de la Humanidad. El comisario Jaume Fuster -un hombre que no teme a nada ni a nadie- tendra que combatir viejas supersticiones medievales en medio de la belleza del lugar, donde todo vuelve, tambien los lobos.

  • Madera de savia azul de Jose Luis Gil Soto

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    Una gran novela, llena de emociones y aventura, que nos traslada hasta un mundo medieval legendario para mostrarnos las grandes pasiones que, desde el principio de los tiempos, mueven al ser humano.

  • Un millonario despiadado de Yvonne Lindsay

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    La venganza lo habia movido durante mas de una decada y, ahora que por fin tenia su objetivo al alcance, Josh Tremont se descubrio deseando mas. Su nueva asistente, Callie Lee, era guapa, sensual y aparentemente inocente. Sin embargo, se la habia ganado al enemigo… ?podia fiarse de ella por completo?Acostarse con un millonario no estaba entre los planes de Callie, pero Josh Tremont era sencillamente irresistible. Se habia metido en aquello sabiendo que traicionaria a su jefe, pero no habia esperado enganar al hombre de quien se habia acabado enamorando.