• pacto entre hermanas - Ivette Chardis

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    Dos mujeres independientes y un baron dispuesto a conquistar a una de ellas.

  • Pacto entre hermanas eBook : Chardis, Ivette: Amazon.es

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  • ivette chardis - pacto entre hermanas (ebook) - Casa del Libro

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  • Pacto entre hermanas | Penguin Libros ES

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    Dos mujeres independientes y un barón dispuesto a conquistar a una de ellas. Pero las cosas no serán tan sencillas como él cree... Una apasionante novela de ...

  • Pacto entre hermanas - Ivette Chardis - Babelio

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  • Libro Pacto entre hermanas, Ivette chardis, ISBN ...

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  • PACTO ENTRE HERMANAS (EBOOK) - IVETTE CHARDIS

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  • Pacto entre hermanas, de Ivette Chardis. Reseña

    http://memoriasdevirtual.blogspot.com/2019/02/pacto-entre-hermanas-de-ivette-chardis.html

    24 feb 2019 — Mis libros auto-publicados: ciencia ficción, romance, ficción contemporánea, etc. Y reseñas de mis lecturas.

  • Pacto entre hermanas by Ivette Chardis - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/42401977-pacto-entre-hermanas

    Pacto entre hermanas book. Read 3 reviews from the world's largest community for readers. Matilde no acepta ser sumisa y complaciente.Clara, por el cont...

  • Pacto entre hermanas - Ivette Chardis - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/pacto-entre-hermanas-ivette-chardis/

    Matilde abrió un libro lleno de anotaciones. Repasó con el dedo hasta dar con su nombre. —Nos debe exactamente cuatrocientas cincuenta y cinco libras. —¡No ...

  • Ivette Chardis - Pacto entre hermanas - pdf Docer.com.ar

    https://docer.com.ar/doc/x511vnv

    22 ago 2021 — Ivette Chardis - Pacto entre hermanas - documento [*.pdf] Pacto entre hermanas Ivette ... Matilde abrió un libro lleno de anotaciones.

  • Los corazones de Ana de Ivette Chardis

    https://gigalibros.com/los-corazones-de-ana.html

    Una historia de amor con Valencia y Barcelona como telon de fondo.

  • Infinito mas uno de Tamara Varela

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    INFINITO: dicese de todo aquello que no tiene fin. ?Puede el amor ser infinito? Ari siempre creyo que si. Que la unica clave para ello era encontrar a la persona adecuada que lo hiciera posible. Por eso, cuando aquellos perfectos ojos verdes se perdieron en los suyos, lo supo. La infinitud del amor, podia ser real. Lo que no esperaba era que la cruda realidad acabara por demostrarle que nada en este vida es infinito por mucho que uno se empene en creer que si. Y esa certeza se ha quedado graba en su alma, de la misma forma que aquella noche se grabo en su piel. Hugo siempre penso que el tiempo lo curaria todo. Que con el paso de los anos la herida lacerante de su corazon acabaria cicatrizando y dejando atras todo el dolor del pasado. Pero el destino es caprichoso y, sin esperarlo, ha vuelto a poner en su camino aquellos ojos del color del mar en los que siempre ha sonado con volver a ahogarse. El pasado siempre vuelve, sobre todo cuando uno se empena en no dejarlo marchar. Y aunque el dolor lo empane todo, en el fondo, la luz siempre vuelve a brillar. Y es que. quizas, y solo quizas, al final el amor si que pueda ser INFINITO.

  • Dia de Gayle Wilson

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    ?Duncan? Habia recibido la llamada en el telefono movil, lo que significaba que la voz que estaba oyendo era la de una amiga, no una clienta. Sin embargo, dentro del exclusivo circulo de los que Duncan Culhane consideraba sus amigos, aquella era la ultima voz que esperaba oir. No habia ni una docena de personas que supieran aquel numero, y la mujer que acababa de decir su nombre no era una de ellas. Y no porque no hubiera querido darselo. En realidad, habria estado dispuesto a darle cualquier cosa que ella le pidiera. Pero ella nunca le habia pedido nada. Y aunque habian pasado cinco anos desde la ultima vez que habia oido su voz, no habia cambiado en absoluto el efecto que tenia sobre el. Incluso en aquel momento, despues del tiempo pasado, sintio un intenso calor en sus genitales. Era el resultado de un deseo que no habia confesado jamas. Y menos a ella. --?Andrea? Le encanto la firmeza de su voz. Y especialmente el haber sido capaz de imprimir una ligera vacilacion a su tono, como si no estuviera seguro de que fuera ella. Aunque habria reconocido su voz en una habitacion a oscuras y rodeado de miles de mujeres. El era capaz de distinguir su presencia haciendo lo que hacia cada vez que estaba cerca de ella. Le bastaria con respirar el aire que la rodeaba y llenarse de la sutil fragancia de su piel, como habia hecho cada vez que le besaba la mano o la mejilla. Jamas habia habido otro contacto fisico entre ellos, Andrea habia sido la esposa de su mejor amigo, de modo que no le habia quedado otra opcion que guardar las distancias. Y probablemente era mas necesario continuar manteniendolas despues de que Paul Sorrenson hubiera muerto. --Griff me sugirio que te llamara. Espero haber hecho bien. Deberia haberselo imaginado, penso Duncan, mientras se reclinaba en el sillon de cuero. Andrea nunca lo habria llamado por iniciativa propia. Deberia haberlo sabido antes de permitirse sentir aquella fuerte excitacion. --Claro que has hecho bien. Me alegro mucho de oirte. Hace mucho tiempo que no hablamos. Se produjo un pequeno y tenso silencio, como si Andrea estuviera intentando encontrar una respuesta. --Tengo un problema, Duncan. Y esa era la razon por la que Griff le habia sugerido que se pusiera en contacto con el, por supuesto. Cualquiera que buscara los servicios de Phoenix Brotherhood normalmente lo hacia a traves de un intermediario. Pero como Paul Sorrenson habia sido miembro del grupo antiterrorista de elite que Griff Cabot habia formado en la CIA, Andrea tenia acceso inmediato a ellos. Los miembros de Phoenix eran, al igual que el propio Duncan, antiguos agentes que trabajaban para una organizacion privada creada por Cabot despues de que la CIA disolviera el Equipo de Seguridad Exterior. La agencia habia decidido que, una vez acabada la Guerra Fria, nadie utilizaria sus servicios. Pero aunque el gobierno declarara que ya no necesitaba de sus habilidades, al parecer habia multitud de personas que las encontraban valiosas a juzgar por los dividendos que compartian. --?Que clase de problema? --pregunto, al tiempo que intentaba atemperar la respuesta emocional que la voz de Andrea evocaba. Agarraba el telefono con la mano derecha, una obra de arte hecha con plastico y sistemas electronicos y cubierta de piel sintetica, de la que sus creadores estaban mas que orgullosos. Con la otra mano, eligio un boligrafo de los que tenia en el escritorio. Nunca habia llegado a dominar el arte de escribir con la mano izquierda, al menos no tan bien como le habria gustado. Pero aun asi, normalmente era capaz de descifrar las notas que el mismo garabateaba sobre los casos que le eran asignados. Normalmente. --Es algo que tiene que ver con mis abuelos --contesto Andrea. El boligrafo caminaba vacilante sobre el papel mientras Duncan digeria aquella informacion. Teniendo en cuenta que Andrea debia de tener unos treinta y cinco anos, sus abuelos, como poco, tendrian mas de ochenta. --?Han tenido algun problema serio? --En realidad no es un problema. Es un asunto un poco complicado. A lo mejor no te apetece ocuparte de el. Griff me ha dicho que estabas en San Francisco... --vacilo un instante--. He pensado que podriamos vernos en alguna parte y hablar. La sugerencia quedo flotando entre ellos durante algunos segundos, provocando la misma clase de calor que minutos antes envolvia el cuerpo de Duncan. Aquella vez, la sensacion se unia a un cierto toque de ansiedad, incluso quiza de tristeza. Sentimientos que Duncan creia haber dejado tras el mucho tiempo atras. Quiza fue esa la razon por la que se mostro de acuerdo. Eso y el hecho de que si no hubiera sido por Paul Sorrenson el no estaria alli. --Por supuesto --contesto Duncan, sintiendo como aumentaba su tristeza--. Dime donde y cuando.

  • La vida secreta de los escritores de Guillaume Musso

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    Un puzle literario que el lector que no lograra resolver hasta la ultima pagina

  • En busca del equilibrio de Wayne W. Dyer

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    A traves de los nueve principios ofrecidos en esta obra, aprenderas a armonizar tu vida y tus aspiraciones.

  • Alma armenia de Magda Tagtachian

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    Que pasa cuando el DESTINO se equivoca?
    ?Ganan las raices al huracan de la PASION?
    Un amor contrariado, un viaje a Medio Oriente y una periodista que intenta reunir las piezas de su propia historia. Un mundo de aromas, sabores y belleza se enfrenta a la politica, el poder y la guerra. Como en un tablero de ajedrez, el AMOR hace su jugada.

  • Ypora. Amor y guerra bajo el sol guarani de Gloria V. Casanas

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  • Entre el bien y el mal de Maria Barillas

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    Todo se remota a tus momentos vividos, y las personas con las cuales compartes tu vida, pero que sucede cuando todo lo que tenias te es perdido, y te ves estancada en ti misma, buscando respuestas para las miles de incognitas que se presentan.

  • Un incendio invisible de Sara Mesa

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    Esta novela fue publicada por primera vez en 2011. Desde entonces, he escrito otras dos novelas y una veintena de cuentos. Han sido cinco anos fructiferos en los que, logicamente, mi escritura ha evolucionado. Sin embargo, el concepto de evolucion no ha de ser asociado necesariamente al de progreso: cada libro es una estampa fija que refleja el momento en que se escribio y esta estampa es, o debe ser, por su naturaleza, inamovible. Con todo, en la presente reedicion he realizado algunos cambios --probablemente imperceptibles para el lector, pero no para mi--, que no alteran en lo mas minimo el espiritu de la novela, su sentido, sus personajes, su estructura ni su lenguaje. Los cambios, como digo, son producto de una reflexion lectora --o relectora-- y se vinculan mas bien con la concepcion de la escritura que me he ido forjando en los ultimos anos. Quiza ni siquiera necesitarian ser explicados, puesto que en su primera version esta novela apenas consiguio lectores. No obstante, no me resisto a poner algun ejemplo. Asi, en un principio, el protagonista doctor Tejada tenia el labio leporino. Este y otros rasgos fisicos que pretendian remarcar negativamente a los personajes --rasgos de enfermedad, de vejez o de abandono-- han sido suprimidos o atenuados. Pienso que la degradacion y la excentricidad de la ciudad de Vado y de las criaturas que la habitan han de emanar de una raiz de normalidad, aunque esta normalidad sea tan terrible y desconcertante como la que rodeo el proceso de despoblacion de Detroit, fenomeno en el que me inspire --en parte, y muy libremente-- para escribir este libro. A pesar de todo, la historia que aqui se narra no tiene pretensiones de verosimilitud, camina constantemente en los limites de lo admisible y, en su dimension distopica, se emparenta con Cuatro por cuatro, novela que, en contraste con el geriatrico New Life de Un incendio invisible, transcurre en un internado escolar. Como en Cuatro por cuatro, aqui se habla de maldad, incomunicacion y egoismo, de desigualdad y miedo, de soledad y encierro. No puede ser por tanto un libro misericordioso ni clemente. Pero precisamente por ello, creo necesaria cierta contencion. De ahi que tambien haya pulido --tratando de no modificar el estilo inicial-- algunos excesos retoricos. Por ultimo, el feismo y la crueldad de ciertos momentos de la trama han sido suavizados no debido a un hipocrita impulso benevolente, sino a la mayor compasion que siento ahora por mis personajes, en el convencimiento ademas de que tratarlos con respeto los hace mas humanos y, quiza, mas creibles. Nunca releo mis libros una vez publicados. Una mezcla de pudor, cansancio y desazon --por no poder ya modificarlos-- me impide hacerlo. Esta vez, sin embargo, la experiencia de relectura me ha resultado grata y sorprendente. Sin yo ser consciente de ello, he comprobado que en esta novela anida la semilla de los temas que desarrollaria mas tarde, motivos recurrentes en mis obras que aparecieron aqui por vez primera: la ciudad de Cardenas, la llegada de un foraneo a un mundo desconocido y hermetico, la salvacion --o perdida-- de un perro, la paternidad --o maternidad -- encarnada en un maniqui, los centros comerciales como representacion del caos, el amor desigual y perverso, la ambiguedad de las relaciones entre adultos y ninos, el poder y sus abusos. Es por esto por lo que siento esta novela tan cercana y a la vez tan enigmatica. Volverla a publicar es un regalo que agradezco a mi editorial y que me produce la extrana y feliz sensacion de un reencuentro. S. M. 1. LA LLEGADA A unos veinte kilometros del centro de Vado, una vez enfilada la flamante autopista de Cardenas, todavia podian verse los ultimos barrios perifericos: casitas adosadas, urbanizaciones a medio construir, solares roturados y, mas alla, los bloques terrosos de Bocamanga y de Pozolan. Mirado desde el coche, el paisaje carecia por completo de vida. Solo de vez en cuando, entre las nubes deshilachadas, se distinguia una pareja de milanos volando con desgana a media altura. Un par de coches y un camion de pollos sin pollos cruzaron por uno de los carriles opuestos. Pudo oirse un graznido, pero no se supo de quien. Las afueras de Vado, anuncio el taxista mirando hacia delante, ni mas ni menos como las de todas las demas ciudades del mundo. Hoy nadie lo diria, continuo, pero aquellos habian sido barrios normales, incluso mas limpios y modernos de lo habitual, con gente mas feliz y tranquila que en el resto de los sitios. Vado siempre habia sido un buen lugar para vivir, anadio entrecerrando los ojos; eso era indiscutible. Un conjunto de chales de color rojo paso como una rafaga a traves de las ventanillas. A pesar de la velocidad, Tejada se dio cuenta de que todos estaban deshabitados. La voz del taxista retumbaba en el interior del coche. Desde el asiento trasero, Tejada solo veia su nuca humedecida por el calor. Quiza esperaba alguna respuesta, pero Tejada permanecio con la mirada clavada en el salpicadero, sin romper su mutismo. El peso de aquel cielo blanquecino, como recien lavado en agua sucia, los inmovilizaba sobre la grisura del alquitran. El taxista cerro los punos y acelero. El silencio entre ambos comenzo a hacerse incomodo. Avanzaron varios kilometros mas por la carretera vacia, flanqueada por una zona de naves industriales y almacenes de venta al por mayor. Los bordes de la autopista estaban desbordados por rastrojos. Las adelfas de la mediana habian crecido tanto que invadian parte de los carriles. Todo continuaba insolitamente despoblado. Tejada apreto los labios y no pregunto nada. Para llegar a la residencia, anuncio el taxista, habia que coger el siguiente desvio y despues cruzar Nuevo Vado, una descomunal area de servicio disenada como replica comercial de las calles del centro del autentico Vado. La imitacion copiaba el trazado y la arquitectura original, incluidos los edificios mas antiguos --el ayuntamiento, la biblioteca central, el museo de historia natural, la iglesia de San Lazaro--, al modo postizo de la Venecia de Las Vegas. Tan solo un ano antes, tiendas, restaurantes, parques de atracciones y hasta un casino --ahora ya cerrado-- habian sido el entretenimiento de familias que hacian cola en el coche hasta encontrar una plaza de aparcamiento. Dos lineas gratuitas de autobuses y un tren de cercanias llegaban tambien hasta alli, atestados de adolescentes, amas de casa y jubilados ociosos. Pero eso era antes, suspiro el taxista mirando a Tejada por el retrovisor. Ahora unicamente se veian algunos coches dispersos y dos o tres camiones que traian --o quiza se llevaban-- mercancia sin vender. Giraron hacia una via de servicio flanqueada de alamos. El taxi disminuyo la velocidad, como resistiendose, hasta que en la distancia comenzaron a perfilarse las construcciones de la residencia. Tejada se bajo y vio los tres grandes edificios formando una C, las placas solares reverberando bajo la luz declinante de la tarde, las parcelas secas, una piscina semiolimpica sin agua. La sombra cubria la mitad del edificio principal, resaltando sus aleros y sus fuertes pilares. Bien, se dijo Tejada, aqui estoy. Pago al taxista y se encamino hacia la verja, arrastrando tras el sus dos viejas maletas. El viejo estaba sentado en una mecedora de ratan con sucios colchoncillos en el asiento y el respaldo. Sostenia con firmeza su baston y se balanceaba con la mirada perdida en el horizonte, los ojos acuosos. Tras el, una de las camaras de videovigilancia colgaba despedazada. Los jardines estaban tomados por la maleza; varios gatos salvajes dormitaban bajo los arbustos. La cabeza pelada le escocia por el sol. --Salud, Viejo --dijo la Clueca al pasar en su silla de ruedas, y le guino un ojo obscenamente. La silla de ruedas dejo tras de si una nube de polvo. Maldiciente y rencorosa, la Clueca se agarraba a ella con furia y giraba sus ruedas entre bufidos. A veces, confundia las cosas y se insinuaba con impudicia a cualquiera, contoneando el torso hacia delante. Intentaba seducir a sus companeros, a las enfermeras, a cualquiera que se cruzara ante su silla. Con las faldas arremolinadas, reia para si misma con lascivia. El Viejo, meneando a un lado y otro la cabeza, la miro alejarse por el senderillo de grava. --Ustedes siguen riendo, bailando, bebiendo y fornicando, pero el Ojo sabio ya anuncia lo que se nos avecina. ?Para que tanta cabina de hidromasaje, tanta sala de terapia, tanta cortina igifuga? Los buitres van a venir lo mismo, nos sacaran los ojos, ardera todo este edificio y nos retorceremos entre las llamas. Y solo quedaran los cuervos y los murciegalos. Las frases del Viejo eran hinchadas, solemnes. Estaba ahora chillando. --!Eh, Clueca, eh! Pensaste cuando joven que seguirias asi eternamente, pensaste que siempre tendrias los hombres a tus pies y que tus hijos bendecirian la mesa que ponian para ti. Creiste que el mundo entero estaba a tu servicio, que eras la emperatriz eterna, con tus joyas de oro y de plata. Ah, Clueca, !que poco te queda ahora para sufrir los padicimientos mas terribles, las plagas de langostas, las moscas en los ojos, las hormigas entrando en las orejas! Mirate ahora, mirate y veras lo que el tiempo ha hecho de ti: !ahi estas, condenada por siempre a tu silla de hierro, pegada sin remedio a tu culo apestoso! !Eh, Clueca! ?Ni siquiera eres capaz de contestarme? Una enfermera morena, de mirada huidiza, se acerco muy despacio hasta el Viejo. Lo tomo de las axilas y lo levanto casi sin esfuerzo, como un trapo. El Viejo se resistio, maldijo, sacudio el baston y permanecio con las rodillas flexionadas, negandose a caminar. --!Me quitaran el sitio si me voy! --grito--. !No pienso moverme! --!Oh, vamos! --contesto ella cansadamente--, le dare un colacao si se porta bien. Al Viejo le brillaron los ojos. Aflojando el cuerpo, se dejo llevar a trompicones hasta el edificio lateral. Alli doblo la esquina y desaparecio. Empezaba a caer la tarde y el patio se llenaba poco a poco de ancianos. La mecedora de ratan fue pronto ocupada por una vieja que se mecio placidamente hasta quedar dormida. En otros tiempos, New Life habia sido la residencia de ancianos mas grande y mas lujosa de todo Vado. En sus folletos promocionales se destacaba --con colores brillantes y un buen numero de mayusculas-- la primicia de las parcelas Bioclimaticas y las zonas de Microclima de Confort, toda esa variedad de fuentes, aspersores y vegetacion exotica que Tejada nunca llego a conocer. En total --dijo el alcalde durante la inauguracion-- habia mas de cuatro hectareas de jardines, decorados con arces japoneses, mirtos, cerezos, bambues y senderos de guijarros sobre los que maullaban gatazos indolentes. Ahora, sin embargo, justo cuando mas azotaba el calor, todos los aspersores estaban secos, o rotos, con un rumor como de agua por dentro que nunca se decidia a brotar del todo. La mayoria de los viejos solo se atrevia a salir cuando el sol descendia, avanzando con sus muletas y sus andadores, jadeantes, con las venas sobresaliendo de sus cuellos y la nariz dilatada en el esfuerzo. Bajo la luz caida y amarillenta, todas las tardes a la misma hora los jardines de New Life --ahora asperos y desapacibles-- se poblaban de un resentimiento enconado. Los doce jardineros y tres paisajistas que tan solo un ano atras regaban las plantas y podaban ramitas con delicadeza se habian marchado sin dar explicaciones, y ahora era un enfermero alcoholico, desposeido de su titulo, quien vagaba por los caminos con unas tijeras en las manos, cortando aqui y alla distraidamente. Fue este enfermero, Catalino Fernandez, el que recibio a Tejada cuando llego. En realidad, ni siquiera fue un recibimiento. En los recuerdos de Tejada permaneceria mas adelante algo asi como un saludo frio y un par de preguntas que ya entonces le parecieron sin sentido. --?Duerme bien por las noches? ?Cree que la residencia seguira abierta para Navidad? Tejada solto sus maletas en el suelo y resoplo mirando alrededor. A lo lejos, una anciana -- posiblemente la Clueca-- se abanicaba sin parar de reir. --Mire, hijo, yo acabo de llegar y no se nada. Catalino le refirio algo que habia escuchado dias antes en la television. Algo sobre <> alojados en el corazon de los <>. Tejada le olfateo el aliento. --Uno nunca puede dormir tranquilo, ?sabe? --susurro el enfermero--. Cuando menos lo esperas, te dan la punalada trapera. De quien menos la esperas. De tu vecino. De tu companero de habitacion. !De tu mujer! Nunca se sabe por donde vendra, pero vendra. Un soplo de aire caliente arremolino los cabellos de Tejada, pegajosos del viaje. Carraspeo con impaciencia y se recoloco los pantalones. --?Para que ha venido aqui? --insistio Catalino alzando una de las maletas. Tejada no contesto. No estaba de humor para dar explicaciones. De momento, queria solo dejar el equipaje, tomar una ducha y beberse una cerveza sin importarle que demonios estaba pasando en aquella ciudad asfixiante, cuya poblacion huia en masa como en la leyenda de los lemmings.

  • De compania de Francisco Jose Cejudo Martinez

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    En un futuro donde nada es lo que parece y la vida lucha por ser ordenada y metodica, un terrible crimen sacara a la luz antiguos secretos y cuestiones atemporales.
    Amor, dinero, pasion y violencia se entremezclan en una novela en la que un solo hombre, detective de profesion y lobo solitario por eleccion, debera usar todas sus armas mentales y sociales para descubrir a los culpables.

  • Una visita al pasado (eLit 1) de Joan Elliot Pickart

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    Habian pasado los anos, pero no habia podido olvidar a David Westport. Su habilidad en el campo y sus dotes de estrella eran legendarias. Sin embargo, su corazon pertenecia a una chica llamada Sandra. Fue una lastima que hubieran dejado el instituto antes de graduarse para ser padres, aunque parecian tener una buena vida. ?Lamentaria David las decisiones que habia tomado? A juzgar por las ojeras de Sandra, parecia que si, aunque David deberia darse cuenta de todo lo que tenia.

  • De rodillas vuelvo a ti de Marian Sanoja

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    Un amor a primera vista.
    Una intriga bien plantada… una decision egoista y una declaracion.
    < !No me hagas elegir, por favor! prometimos apoyarnos siempre.>>
    <>

  • Maple Hill de Antonio Jesus Fuentes Garcia

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    Michael Halley vuelve a su pueblo natal para asistir al entierro de su hermano pequeno. Repudiado por su familia anos atras, se da cuenta de que los terrorificos motivos que le empujaron a huir cuando solo era un adolescente, no eran unicamente producto de su mente destrozada. Una fuerza maligna acecha al idilico pueblo de Maple Hill, esperando con ansia su oportunidad para exprimir los secretos y deseos mas oscuros de sus habitantes. Michael, junto con el sheriff Vaughn y un anciano un tanto extravagante, deberan enfrentarse a sus errores del pasado para combatir el poder que se extiende como una enfermedad entre sus vecinos.

  • El hombre sin miedo de Colette Green

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    Un periodista investiga la muerte de Julio Diaz, “El hombre sin miedo” como la mayoria lo conocia. Murio de forma misteriosa y su investigacion lleva a nuestro protagonista a encontrarse en situaciones emocionantes, apasionantes, y llenas de placer. ?Sera estas distracciones entorpeceran su trabajo? o podra resolver el misterio…

  • El reflejo de la injusticia de Hector Bueno Martin

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    “En un ambiente sociopolitico en constante enfrentamiento, un misterioso personaje, con una mascara de espejo, decide impartir la justicia que parece haber dejado de funcionar. Los medios le llaman "El Reflejo de la Injusticia", pero Marel Marno prefiere no imponerse ningun titulo; al fin y al cabo, ella solo es una joven que sigue buscando a los culpables de la desaparicion de su mejor amiga”. En esta ocasion, Hector Bueno, el autor de "Proyecto Tempus", nos recrea un thriller con esencia de novela negra actual, que transcurre por las calles de varias ciudades y pueblos aragoneses, como Calatayud, Zaragoza o Bijuesca. La trama alrededor de los personajes se va mezclando y enlazando hasta sumergirnos en una historia de crimenes, venganza y justicia.

  • Speer de Martin Kitchen

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  • Corazon nevado de Mita Marco

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    Una tormenta de nieve, un coche viejo y una carretera desconocida, es lo unico que Charlie necesita para estrellarse contra la valla de una solitaria casa de las Montanas Rocosas.
    Aislada en aquel paramo helado, su unica salida es permanecer en compania del sombrio dueno de la vivienda, que no duda en menospreciarla cada vez que se cruza en su camino.

  • Inmune al amor de R. Freire

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    Humanes se define a si misma como una depredadora sexual. Fria, directa, calculadora… esta vacunada contra el amor y es la que decide cuando y como, y tambien la que pone el punto final a cada relacion. Susana ni siquiera es lesbiana, aunque siempre ha querido probar…
    Cuando se encuentran por casualidad, la mezcla resulta explosiva. ?Quien seducira a quien? ?Habra alguna victima? Si las dos estan de acuerdo en que solo se trata de una aventura, todo deberia resultar sencillo. ?O no?
    "?De verdad he oido lo que creo? ?Es ella la que esta pretendiendo dejar claro que esto no puede convertirse en nada serio? Por favor, es el sueno de mi vida hecho realidad: una mujer preciosa que solo quiere meterse en la cama conmigo por placer, sin complicaciones posteriores ni engorrosas pretensiones de fidelidad o amor eterno. Me siento tan feliz al asimilar sus palabras que casi tengo que contenerme para no saltar de jubilo."
    "?A que estamos jugando? ?Seguimos siendo simplemente dos mujeres que lo pasan bien juntas, o por el contrario empieza a surgir algo mas profundo?"
    "En estos momentos, daria cualquier cosa por ser esa gotita de agua que ha caido sobre su hombro izquierdo para, desde alli, ir bajando despacio hasta los rinones, coger velocidad al alcanzar los gluteos y, finalmente, desaparecer extasiada en el fin del mundo que significa su entrepierna."

  • El Chico de las Estrellas de Chris Pueyo

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    Erase un nino que jamas vivio mas de dos anos seguidos en una misma casa, por lo que decidio pintar las paredes de todas sus habitaciones con estrellas. Su rechazo al colegio y una familia inusual le empujaran a emprender un viaje donde no todo seran constelaciones y pedirle deseos a la luna. Es hora de bajar al barro, equivocarse con una princesa y terminar encontrando un principe. ?o no?

  • Como enamorarte de un hombre que vive debajo de un arbusto de Emmy Abrahamson

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  • Libelulas Azules (Ethan Bush 3) de Enrique Laso

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    LA NOVELA DE LOS RECORDS. MILES DE LECTORES EN TODO EL MUNDO

  • Aniversario en alta mar de Freya Asgard

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    Maritza se sento frente a su esposo en el elegante restaurant en el que la habia citado. Sostuvo su mirada unos segundos y luego bajo la cara, ni un "hola", mucho menos una sonrisa de parte de su esposo, la recibio. --?Como estas? --le pregunto ella en tono bajo. --Nos vamos a ir de viaje --le explico el con tono autoritario--, vamos a tomar un crucero por el Mediterraneo, estaremos veinte dias fuera. --?Veinte? ?Y tu trabajo? Jamas lo dejas. --Esta es una ocasion especial, es mi regalo de aniversario, no todos los dias se cumplen diez anos de feliz matrimonio. Ella sonrio entre confundida y nerviosa, ?feliz matrimonio? --Ahora, despues de almuerzo, quiero que vayas a comprarte ropa, quiero que seas la mas linda del barco, aunque claro, no para coquetear con otros hombres. --Sabes que no, Ricardo, yo no… --Se que no, carino, yo solo digo. Ella bebio un sorbo de su vino, era muy dulce y suave. --Tambien quiero que te compres ropa interior sugerente, hacer el amor en un barco es muy excitante. --Esta bien. El resto de la comida fue en silencio. Al terminar, el la tomo de la mano y la saco del local como si fuera una nina pequena a la que habia que tener controlada para que no hiciera una maldad. --Nelson te acompanara, ya le di mi tarjeta, el te orientara en lo que espero de estas compras. --El hombre le dio un corto beso a su esposa--. Ah, y nos vamos pasado manana, ten todo listo para entonces. --?Pasado manana? --?Algun problema? --No, no. --Bien. Nos vemos a la noche. Te quiero preparada. --Otro corto beso, se subio al automovil que lo esperaba y se fue. Maritza miro a su escolta, el que tenia una expresion indescifrable, como siempre. --?Le dijo donde comenzar? --Claro que si, senora. Vamos. El hombre le indico una direccion y comenzaron a caminar lado a lado. Durante toda la tarde, todas las horas que tardaron en comprar, Nelson no pronuncio palabra alguna, solo escuetos "No" cuando alguna prenda que ella queria elegir no seria del agrado de su jefe, quien habia sido muy especifico en lo que queria que su esposa llevara. Cada cierto rato, tras varias compras, aparecia el chofer y se llevaba las cajas o bolsas de lo que habia adquirido. En mas de una ocasion, Maritza le dijo que ya era suficiente, sin embargo, el hombre la obligaba a seguir comprando; debia llevar al menos, dos conjuntos diarios. Al llegar a la seccion de ropa interior, Maritza esperaba que el hombre se alejara y, contrario a ello, eligio un conjunto de encaje negro y una diminuta camisola que no dejaria casi nada a la imaginacion. La mujer se puso roja. --En esto, su esposo fue mucho mas especifico. --Menos mal que no me los tengo que probar frente a usted. --No se preocupe, se exactamente como le quedaran. --Supongo que eso no se lo dira a mi esposo, lo despediria de inmediato. --Al contrario, senora, el me enseno un video suyo muy sugerente, por eso tengo claras sus medidas y la forma de su cuerpo. --?Un video? Pero… pero… ?como? Yo nunca… --No se preocupe, nadie mas vera esos contenidos. Tome, este se le vera muy bien y mi jefe quedara muy satisfecho. Ella se lo arrebato de las manos y lo hizo una bola con ganas de lanzarselo por la cabeza. --No se moleste, el solo quiere lo mejor para usted --dijo de una forma que Maritza no distinguio si lo hizo con ironia o con enojo. --Claro, si usted lo dice… --?Lo duda, acaso? --No lo dudo, lo que digo es que usted no tendria por que haber visto nada intimo de mi y mucho menos estar eligiendome la ropa interior. --El paga y tiene derecho a obtener lo que quiera a cambio de ese dinero, asi funciona, ?no? --!Yo no soy un objeto! --No, pero la ropa si y esa la quiere el a su gusto. --Entonces deberia haber venido usted solo, si usted escogio todo. --Escuche, senora, yo trabajo para el, si el me ordena algo, yo lo cumplo. Usted, en cierto modo, tambien trabaja para el. Todos sus gustos y todos sus caprichos salen del bolsillo de el, asi que el tiene derecho a decidir y a exigir lo que se le de la gana y muy esposa suya sera, pero el manda, el decide, el es dueno de su vida y si no le gusta, larguese, a ver donde va a estar mejor. Su familia no tiene todo el dinero del que goza con su esposo, senora, ademas, dudo que la reciban de vuelta despues de las humillaciones que los hizo pasar cuando se convirtio en la gran senora Zegers. Usted queria dinero, joyas, una posicion social… Ahora tiene que pagar el precio y, por el momento, este es el precio, que sepa que yo la vi desnuda en todo su esplendor, que sea yo el que le escoja la ropa interior y, si se me da la gana que se la pruebe para verla, lo hace, porque asi lo ordeno el senor Zegers, ?le quedo claro? Y vaya al vestidor a ponerse esto, cuando este lista me avisa, quiero verla --ordeno de un modo intimidante. --?Y si no quiero? --Tengo orden de llamar a mi jefe y el mismo vendra a ponerla en vereda, ?quiere que lo llame? --?Le dira esto? --No, si usted obedece y hace lo que le digo. --Entonces no lo llame --suspiro y entro al vestidor, resignada. Cuando estuvo lista, lo llamo. El hombre se acerco y abrio la puerta solo un poco y se asomo. --No esperara a que salga, ?verdad? --pregunto casi como un ruego. --Por supuesto que no. Girese. Ella lo hizo. --Bien. Si, mi jefe estara muy satisfecho. --Lo imagino. --Aqui le dejo esta para que se la pruebe. No es necesario que me la muestre. --Gracias. El hizo un asentimiento con la cabeza y cerro la puerta. Ella se probo los conjuntos que le entrego el hombre y luego salio, desecho uno con el que no se sintio comoda; el no insistio. --?Tiene hambre? Su esposo llegara muy tarde esta noche y me dijo que la llevara a cenar cuando terminaramos, ya es tarde. --Si, tengo un poco de hambre, pero seguramente en la casa debe haber algo... --No, no, vamos. ?Quiere ir a algun lugar en especial? --No. --?Algun lugar al que no quiera ir? --Nada muy lujoso, por favor, algo discreto. --Muy bien, conozco el lugar perfecto. Nelson abrio la puerta del automovil que acababa de llegar hasta ellos e hizo subir a la mujer, el rodeo el vehiculo y se subio por la otra puerta. --Llevanos al Barrio Lincoln --ordeno a su chofer. --?Usted ira al crucero con nosotros? --Se atrevio a preguntar ella. --Por supuesto, como tambien Bruno, seremos sus escoltas en caso de que pase algo. --Claro. --Esta enojada. --No, solo estoy cansada. --Ya podra llegar a su casa a descansar. --Dudo que pueda hacerlo, mi esposo me pidio que estuviera preparada. --Entorno los ojos. --A veces el precio de querer todo sin trabajo es demasiado alto, ?no es verdad? --?A que se refiere?

  • Tu sangre y tus besos de Sophie Kiss

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    Para este Helloween. Aquella salida nocturna a Shirley le cambio la vida para siempre, sacandola de su rutinario y monotono estilo de vida, viviendo nuevas e intensas aventuras al lado de Rene y Marcus, dos hermosos hombres que tienen una gran sorpresa guardada entre manos. Al ver a Shirley no lo dudaron y la eligieron para estar con ella.

  • Cronicas de Noche Buena en Nueva York de Abraham Serrano

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    Nueva York se viste con un velo blanco sobre sus parques y de luces multicolores en sus rascacielos y famosas avenidas. La temporada decembrina ha llegado a conquistar a neoyorquinos y turistas, en espera de la Navidad; mientras que la Noche Buena se vuelve la espera de millones de deseos, para otros, es solo una esperanza para cambiar sus vidas. En un calido apartamento de SoHo en Manhattan, Nicholas inicia con entusiasmo su dia, a pesar de tener su corazon herido y una enfermedad que minimiza su calidad de vida; el aguarda una tarjeta navidena con un gran mensaje de esperanza que espera entregar en los primeros minutos de la Navidad al ser que ama; pero Angie, su mejor amiga llegara de sorpresa de Chicago, despues de algunos anos esperando curar heridas que la alejaron de casa. Thomas es un solitario hombre en Harlem, que pretende realizar una locura para terminar con su vida, pero su vecina Madeleine, una madre soltera y su hijo Timothy, le tendran una sorpresa navidena, sin pensar que el destino les tendra un acontecimiento inesperado a ellos. Rebecca, una esposa y madre en un area exclusiva dentro del estado de Nueva York, quien intentara pasar una cena tranquila con sus hijos, ante la inminente y constante sombra de un esposo violento, de quien planea un riesgoso plan junto con Carmen, su empleada domestica.

  • El diablo tiene nombre de mujer de Una Fingal

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    Fergus Wellan irrumpio en el aula como solia, despistado y ajeno a las gradas, abarrotadas por sus alumnos --mucho mejor si puntualizamos: alumnas-- de Escritura Creativa en el Grado de Lengua y Literatura Inglesa de la Universidad de Columbia. Dejo algunas notas sobre la mesa, se atuso el pelo, demasiado largo y despeinado, y coloco unas gafas de montura redonda delante de sus ojos, miopes y ligeramente achinados. Sobrepasaba a los demas en altura una cabeza, y su cabello y su barba claros, junto a su piel atezada, le conferian un aire muy distinguido. De origen irlandes, ademas de ser profesor, dirigia el Departamento de Ingles y Literatura Comparada. A sus treinta y cinco anos habia publicado mas de veinte exitosas novelas de misterio y gozaba del respeto y reconocimiento del publico y de la comunidad docente. La clase iba a dar comienzo en breves instantes. Los alumnos aun intercambiaban saludos o bromeaban entre si, aunque algunas toses de sus companeros llamandoles la atencion para que se callaran indicaban el animo expectante de otros. El se mantenia imperterrito, serio y distante. No era antipatia, sino timidez. La sesion transcurrio de forma agradable, en algun momento interrumpida por las tristes gracias de alumnas extramotivadas, a las que el respondia con una templada pausa y una mirada imprecisa por encima de los anteojos, mostrando asi sus ojos verdes como un olivar. La ultima, dirigida al fondo, le devolvio la presencia de su amigo Murdock Macallan, realizador de peliculas de genero negro, a quien nada unia con los fabricantes del mitico whisky, salvo las botellas vacias almacenadas en su despacho desde tiempos inveterados, como el mismo se encargaba de mencionar una y otra vez cuando tenia oportunidad. Macallan, locuaz, mordaz, ingenioso e infatigable, no perdia jamas la ocasion de agasajar a sus interlocutores con una ocurrencia inesperada que los dejara descolocados, y tan solo Fergus era capaz de combatirlo. Ambos gozaban de una indecorosa amistad desde hacia tantos anos como ellos mismos, como solian jactarse. Por separado, eran animales dociles y mansos, casi de redil, pero juntos se convertian en una fiera monstruosa y temible. --Se acabo esta mierda, chavales --celebro un muchacho, sentado delante de Murdock, cuando la clase termino. --Si, porque la mierda se va --salto Murdock, acompanando visualmente la salida del joven. Este lo oyo y le dedico una mirada mitad desconcertada, mitad ofendida, pero el le dedico un desfallecido ademan con el brazo. Luego bajo para encontrarse con su companero de fatigas. --?Que ocurre, Murdock? --Quiero que supervises mi nuevo guion... Recorrian con paso apresurado los pasillos de la facultad mientras sostenian un cafe entre las manos; Murdock los habia sacado a la carrera de la maquina dispensadora. --De acuerdo --accedio Fergus, como era habitual--. Dame un par de meses y lo hare; ahora estoy muy liado con... --!?Un par de meses?! !No tengo ni una semana! --farfullo su amigo. --!?Como es eso, tio?! --El productor se ha vuelto loco; lo ha adelantado todo, y ni siquiera tengo a la actriz principal. Los castings ya me irritan tanto que me levanto en cuanto aparece la aspirante; son todas un plomo y, encima, iguales, clones... ?De donde las sacan? --Pobres chicas, ?tan malas son? --No, que va. No es que sean malas, y no puedo negar que le ponen empeno, pero no destacan; en conjunto son como una linea plana, grises, sin matices. --?Y si optas por alguna de las grandes? --Simplemente, no puedo trabajar con ellas. Es una cuestion de encaje, no responden al perfil que busco. Prefiero a alguien virgen... aunque no sepa interpretar, pero con alma, con ese brillo penetrante en la mirada. Ya la moldearemos. Ademas, fisicamente quiero que se parezca a Brigitte Bardot, pero mas alta, mas delgada, mas... --Estas como una cabra, Murdock. --Lo se, pero es que tiene que ser asi. --?Y de donde piensas sacarla? --No lo se, por eso tienes que ayudarme... Quiza alguna de tus alumnas. --Olvidalo, no voy a hacer eso. El profesor Wellan tomo la delantera, decidido a no inmiscuirse en ese asunto. Murdock lo seguia a pocos pasos. --?Y si...? --insistio. --No --respondio, tajante. --Seria de lo mas ventajoso para ambos --volvio a la carga el cineasta. --!No! --repitio, impenetrable, Fergus. --Pero, si lo pensases con detenimiento, podriamos... --Macallan tenia trabajo para seguirle el paso. Wellan se detuvo en seco y se volvio hacia el. --?Entiendes el significado de ene seguida de o? --replico mientras le encasquetaba el vaso de cafe y seguia adelante sin esperarlo--. Eso si, enviame ese guion y vere que puedo hacer para revisarlo cuanto antes --anadio, y Murdock lo perdio de vista, pues desaparecio entre el enjambre de alumnos que transitaban el corredor. * * * Pocos dias despues volvian a encontrarse, esa vez en una gran libreria de la Quinta Avenida donde tenia lugar la presentacion de la ultima novela de Fergus Wellan, Juego de llaves. Como solia ocurrir en cada uno de esos acontecimientos, estaba atestada, mayoritariamente por un publico femenino. --Si te dedicases a la actuacion, no te iria mejor --le murmuro Murdock, satisfecho--. Tal vez solo para ligar..., ligarias mas, eso si. --Tanto como tu, ?no es cierto? --replico el aludido, alzando los labios a medias en una caracteristica mueca. --Puto irlandes --rezongo su amigo. Murdock Macallan --de la misma edad que Fergus y tan pelirrojo y fornido como un McDougall de las Highlands, de donde provenia, con su barba esculpida y unos ojos intensamente azules bajo sus densas cejas-- permanecia en el mismo y activo estado de solteria que su hermano de hazanas. Elsa Thomson, la agente literaria de Fergus, dio inicio al acto y los presentes se mostraron animados, participativos y vibrantes, por lo que el acabo con el rostro arrebolado y casi sudoroso, a pesar de mantener su inalterable conducta, formal y distante en exceso. Lo cierto es que fue semiarrastrado por la ardorosa corriente, y sus mejillas encendidas dieron buena cuenta de ello. Ademas, cuando la pragmatica Elsa dio fin a la presentacion, aun le aguardaba otro momento caliente: el de la firma de ejemplares. Cuando vieron la interminable cola de lectores, con los libros aferrados como un tesoro sobre sus pechos palpitantes, Fergus y Murdock intercambiaron una alentadora mirada. --A saltar la trinchera con valor, hermano --lo animo su amigo. El solto aire de modo discreto. --Puedo hacerlo, ?verdad? --respondio, intentando divisar el lejano final de la infinita fila. El escoces esbozo la mejor de sus sonrisas mientras su circunspecto colega se dispuso a afrontar la mision con un destello de firmeza en sus ojos verdes. Asi se internaron en el corazon de la carga ligera de fans que los devoro en cuestion de segundos. Cuando todo acabo por fin, lograron adentrarse en Central Park, no sin antes librar la ultima batalla con los aspirantes a novelista, guionista, e incluso a actores y actrices, pisandoles los talones mientras les lanzaban preguntas ininteligibles. --Aqui, ven. Macallan tiro de su amigo y lo introdujo en un bar frente al lago. Ya a salvo de miradas y persecuciones, resoplaron a la vez que tomaban asiento en la barra. --Que barbaridad, nunca lograre acostumbrarme a eso --farfullo Murdock. --Pero si te encanta, por eso jamas fallas a ninguna de mis presentaciones --le atizo Fergus. --Ahora mismo te mataria, pero, bueno, si, es verdad... ?Has visto a la rubia que casi me arranca la camisa...? Cambiando de tema, ?que hay de mi guion? --?Empezamos con cerveza? --Fergus le hizo una sena al camarero para que les sirviera dos jarras de presion. --?Empezamos? --Murdock rio--. Esto promete. Pero contestame: ?que hay de mi guion? El camarero poso las bebidas ante ellos. Fergus casi se bebio la mitad de su jarra de un trago. --Tio, si que estas seco. --Lo estoy, mucho. --Pongamos remedio a eso, entonces. --Dicho esto, y tras acabar su cerveza en dos unicos sorbos, con un gesto, pidio otra ronda. >>Mi guion... --volvio a la carga el cineasta. --Joder, Murdock. Toma, acabado. Fergus le tendio un pendrive sin mirarlo siquiera y se centro en su cerveza. --Por las barbas del primer Macallan, esto es serio... ?Que ocurre? --se preocupo. Conocia demasiado a su colega como para saber que, si no lo provocaba o lo enviaba a la mierda, era porque alguna razon de peso lo tenia abrumado. --Estoy en dique seco, tio. Hace un ano que solo empiezo historias y mas historias, pero sin lograr superar el segundo capitulo. No paso de las doce paginas. Doce putas y exactas paginas, siempre, y carpetazo. Me da pereza la documentacion, abandono con rapidez cualquier proyecto... No me apetece sentarme ante el ordenador, incluso le gruno cuando me mira mal... Un asco todo... --se sincero Fergus, haciendo al final un chasquido con la lengua y fijando los ojos en el borde de la barra. --?Que le grunes al ordenador...? --planteo su amigo, pasmado. El escritor asintio con la cabeza. Murdock reflexiono un breve instante y, tras palmearle un hombro, proclamo: --?Quien dice que es necesario escribir sin parar? Sabes que la tierra debe ser dejada en barbecho cada siete anos, para que recupere su fertilidad, ?no es asi? Pues, con la materia gris, pasa lo mismo, tio. Fergus lo contemplo con una ceja arqueada, en silencio, para acabar de nuevo con la mirada en el interior de la jarra.

  • Antes de Amarte (Solteronas 2) de Amaya Evans

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    Adalind caminaba hacia la propiedad de su vecino y como siempre que iba a encontrarse con el, su corazon latia desbocado. Se sentia nerviosa porque no queria echarlo todo a perder por sus palabras de hacia unas semanas. Todavia se decia "estupida" una y mil veces. Ella se imagino que el estaria de acuerdo, cuando le dijo que harian una pareja perfecta, no solo porque eran dos signos afines, pues ella siendo Libra, era muy tranquila y optimista, ademas de que no le gustaban los enfrentamientos y el siendo Leo, tenia un caracter fuerte, asi que podian ir bien. Sin embargo, habia otras cosas que le gustaban de el, como lo generoso que era, aunque no le gustaba que los demas lo supieran y bueno...decian que los de su signo eran apasionados, y eso no le hacia dano a nadie. Sintio que un sonrojo se extendia por todo su rostro con solo pensarlo. Pero Damien en lugar de aceptar su practica idea, se puso livido, y la miro con ojos asesinos. Le dijo que ya sabia que esa amistad entre ellos, era demasiado buena para ser verdad. Le grito que no era mas que una mentirosa como todas las mujeres pero que le aplaudia su astucia porque se habia hecho pasar por una amiga para luego dar el zarpazo. Ella no entendio una palabra de lo que dijo, pero le suplico que no terminara su amistad por una imprudencia de ella, que se le habia salido ese comentario porque penso que el no lo veria mal. Damien se fue en su caballo y la dejo alli sola, teniendo que aguantarse la lluvia torrencial que cayo todo el camino de regreso a su casa. Aunque eso fue terrible, ella no se habia cansado de ir dia tras dia a su casa para convencerlo de que no habia sido su intencion molestarlo, pero el no queria saber de ella. Cuando llego a casa de Damien, quien la recibio fue su mayordomo. --Buenas tardes, Huxley. --Buenas tardes, lady Adalind. -- ?Podria ver a lord Gilmor? --Me temo que no esta en condiciones de atenderla--el hombre miraba para todos lados, menos hacia ella. -- ?Es eso o tampoco quiere verme hoy? El hombre tuvo la decencia de parecer avergonzado. --Ya entiendo...dijo ella carilarga. --digale que estuve de nuevo aqui, y que no dejare de venir hasta que me de la cara y hable conmigo. Digale tambien que por si no se ha dado cuenta ya no es un nino para hacer esos berrinches infantiles, que si tiene algo que decirme lo haga como un hombre adulto que es. El mayordomo la miro con ojos muy abiertos--milady, no creo que pueda usar esas mismas palabras, pero me asegurare de darle el mensaje con palabras mas... --No Huxley, digaselo asi. --Milady, si no quiere que me corra en ese mismo instante en que se lo diga, lo mejor sera que suavice el recado. --Bien, bien, haga lo que quiera--le dijo molesta--buenas tardes. --Buenas tardes, lady Adalind, que tenga un excelente dia--el hombre cerro la puerta y se limpio nerviosamente, las gotas de sudor con el panuelo, antes de subir las escaleras para dirigirse al dormitorio de su senor. Damien miraba desde su ventana mientras la veia irse. No cabia duda de que lady Adalind Payton, era una mujer terca y persistente. La vio salir con su forma de caminar peculiar cuando estaba molesta. Sonrio pensando que la habia llegado a conocer bastante bien en ese poco tiempo que llevaban siendo amigos. Sabia cuando estaba feliz, cuando estaba pensativa, y tambien cuando estaba triste. Pero cuando estaba molesta era una fuerza a tomar en cuenta, se portaba impulsiva y decia lo que se le viniera a la cabeza. Suerte que era mas bien de temperamento calmado. Con ansias la habia esperado cada tarde para salir a cabalgar y escucharla hablar de sus adorados astros, de la luna mas indicada para los cultivos y de sus signos del zodiaco. Ella tambien escuchaba sus ideas de mejorar la propiedad y las condiciones de sus arrendatarios. Asi como sus historias de tiempos mejores. No supo como ni cuando, pero ella se fue metiendo en sus corazon, y se encontro echandola de menos cuando no la veia. Todavia recordaba aquella vez que a el se le ocurrio salir a dar un paseo solo, y la encontro cerca a sus terrenos, segun ella recogiendo hongos para una receta con pollo muy especial que queria hacerle a su tia. Fue alli cuando supo que era sobrina de lady Helen Payton, una mujer bastante peculiar y muy independiente. La gente e incluso el, solian decir que era una mujer adelantada a su tiempo. No le gustaba la compania de los hombres y definitivamente no le gustaba tenerlos en cuenta para nada en su vida. Vivia diciendo que hacian falta mujeres medicos, contadoras, enfermeras y hasta abogadas. Que, si las cosas fueran asi, no tendria que emplear al genero masculino para nada en su vida. Por Dios Santo !mujeres abogadas!, sintio escalofrios de solo pensar en mujeres haciendo leyes. Con lo temperamentales que eran, mandarian el mundo al diablo en cuestion de meses. Pero a el le caia bien Adalind, con su manera de pensar independiente. El dia que la encontro recogiendo sus hongos, le metio un susto de muerte, le grito y hasta le apunto con su arma, diciendole que estaba en propiedad privada. A lo que ella descaradamente respondio--Lo se, pero nuestras propiedades estan juntas, y me imagine que no veria nada malo en regalarme unos cuantos honguitos. Ademas, es de buenos vecinos colaborarles a otros vecinos--le dio una tremenda sonrisa. El estaba totalmente desconcertado al ver que aquella mujer atrevida, no gritaba o se desmayaba al ver su rostro. Por lo general era costumbre que el genero femenino huyera despavorido al verlo o hiciera una mueva de asco por sus cicatrices en el rostro. Ella lo observaba, pero era mas con curiosidad. De manera que poco a poco se las arreglo para estar presente cada dia cuando el pasaba por esa parte de la propiedad y siempre tenia algo que decir. Al principio el solo le respondia con monosilabos, pero despues no supo como paso, empezaron a hablar mas y un dia el le dijo que trajera su caballo y podrian cabalgar. Ese fue el comienzo de aquella extrana amistad. Todo marchaba bien, hasta que a ella se le dio por decirle un dia que, en lugar de encontrarse cada dia, deberian vivir juntos. El se imagino que ella le insinuaba que se convirtieran en amantes. Al final de cuentas, el habia escuchado que ella y sus hermanas eran solteronas, y que no pensaban casarse porque pensaban igual que su tia, pero se dio cuenta de que se habia equivocado, cuando ella le dijo que seria mas practico casarse. Damien penso que estaba loca, pero ella pensaba que su idea, era mas que logica. El no quiso saber nada mas del asunto, pero ahora Adalind lo buscaba todo el tiempo y ya se estaba cansando de aquel asunto. El jamas se casaria. Todavia tenia en su mente el recuerdo de aquella mujer que se burlo terriblemente de el. Esa que le hizo pensar que lo amaba y mientras el la visitaba en su casa para cortejarla, ella se reunia despues en el te de las cinco con sus amigas para chismear sobre el asco que le daba que Damien la tocara y que un dia cuando le habia robado un beso casi vomita. Eso le dijo la prima de un buen amigo con la cual ellas habian estado una tarde, sin saber que conocia a Damien. Cuando ella se lo dijo a su primo y este se lo comento a el, casi muere de la verguenza y del dolor. Esa maldita mujer habia reido cruelmente y les habia jurado a sus amigas, que cuando fuera marquesa y tuviera acceso a la fortuna de el, le diria todo el tiempo que tenia jaqueca para que no se le acercara, y se iria por temporadas a alguna de las casas de campo de su propiedad con un amante nuevo, cada vez. Damien no fue el mismo desde aquel dia. El no habia creido su suerte cuando conocio a Daphne. Era una mujer hermosa, delicada, educada, hija de un baron con mucho dinero, y su union seria perfecta, ante toda la sociedad de Londres, e indiscutiblemente beneficiosa para ambas familias, pero cuando vio su verdadero rostro, a el le parecio que era incluso mas horrendo que el suyo cuando se miraba al espejo. Para el era dificil confiar a partir de ese dia y por eso se juro jamas volver a caer en el juego de ninguna mujer.

  • Indignacion de Philip Roth

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    Corre 1951, el segundo ano de la guerra de Corea. Marcus Messner, de Newark, Nueva Jersey, comienza su segundo curso en la bucolica y conservadora Universidad de Winesburg en Ohio. ?Por que esta ahi? Porque su padre, un esforzado carnicero de barrio, parece haber perdido el juicio, loco de temor y aprension ante los peligros de la vida adulta, los peligros del mundo, los peligros que en cada esquina acechan a su amado hijo. Indignacion, relato de la formacion de un joven en los tremendos riesgos y los extranos obstaculos de la vida, se suma a las agudas exploraciones de Roth sobre el impacto de la historia norteamericana en la vida del vulnerable individuo aislado.

  • Todos los dias de mi vida de Laura R.

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    Lo unico que queria Maca era pasar un verano relajada y disfrutar del sol lejos de su isla. ?Como iba a imaginarse que seria en esas pequenas vacaciones donde conoceria el amor?
    Miguel deja clara sus intenciones desde el principio: esta interesado en ella. Y aunque Maca no quiere enamorarse, su corazon decide lo contrario.
    Su historia comenzara con secretos que podian terminar con la relacion cuando saliera a la luz. Todo depende de ellos y de que tan fuerte es ese amor que creen sentir el uno por el otro.

  • Un Vaquero Leal (Rancho Atkins 1), Tess Curtis de Tess Curtis

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  • Volver el tiempo de Jose Edgardo Zarate

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    Para cuando Joaquin se da cuenta de lo que hizo, su companera de colegio, su amiga, ya no forma parte de su vida. Es por eso que a cada instante, recordando aquella tarde noche, intenta regresar el tiempo y cambiar lo que paso.
    El relato, contado por su propio protagonista, nos hace viajar entre el pasado y el presente, y de a poco nos muestra el verdadero sentimiento de Joaquin para con su amiga.
    Sin embargo, cuando la ha dado casi por perdida, Lourdes reaparece en su vida, para mostrarle que quizas no sea demasiado tarde.

  • Con mis propias manos de Maurizio De Giovanni

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  • Alguien a quien conoces de Shari Lapena

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    El esperado nuevo thriller de la autora del best seller internacional La pareja de al lado.

  • Los hijos del rey vikingo. Saqueo de Lasse Holm

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    Primavera de 868. Una flota de 80 barcos partira de Nourmoutier, en la costa de Francia, en direccion sur. Su objetivo: Al-Andalus, la Espana musulmana. A bordo viajan Rolf y sus companeros de batalla, acompanados por 2.000 vikingos de pura sangre guerrera.

  • Renunciare al principe azul de Olivia Saint

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    Los zapatos de mujer son un arma mortal que le facilita la conquista del mundo, destilan sensualidad y glamour, sin ninguna duda la pasion de una mujer se refleja en el calzado que usa. Esto lo sabe Helga, que es una mujer profesional, duena de una empresa de calzado para damas. Ella, entiende a las mujeres, sabe que buscan y a donde debe dirigir el estilo y el diseno de sus colecciones para poder siempre dar un toque de clase y glamour a sus modelos que hacen lucir sexy a todas las clientes que usan sus zapatos. Es la distincion de su marca.

  • Dinero sucio de Cristina Alger

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    La aparentemente perfecta vida de Annabel en Ginebra se rompe cuando el avion de Matthew, su esposo banquero, se estrella en los Alpes. Cuando empieza a encontrar pistas de lo que puede ocultar su muerte, Annabel se pone en la mira de enemigos poderosos y comienza a preguntarse si realmente conocio a su esposo. Mientras tanto, la periodista Marina esta investigando a Swiss United, el banco donde trabajaba Matthew. Pero cuando descubre evidencia de un escandalo financiero global impactante que implica a alguien cercano a su hogar, se vera obligada a tomar una decision imposible

  • El asesino de La Pedrera de Aro Sainz De La Maza

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    En la fachada de La Pedrera aparece colgado un cuerpo en llamas. La investigacion posterior descubre un grado de crueldad extrema: la victima fue colgada viva antes de prenderle fuego. Todo indica que en la Barcelona para turistas ha empezado a actuar un psicopata. Y politicos, policia y jueces tienen prisa por detenerlo. Para ello, el Grupo Especial de Homicidios de los Mossos pide ayuda al inspector Milo Malart, apartado del servicio por un expediente disciplinario. Solo el parece capaz de detener al monstruo que amenaza con sembrar Barcelona de cadaveres.

  • Amor en la fila 27 de Eithne Shorthall

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    ?Que pasa cuando Cupido juega a ser copiloto? Todavia recuperandose de una ruptura, Cora Hendricks ha renunciado a encontrar el amor. Para ella, en realidad. Para pasar el tiempo, mientras trabaja en el mostrador de check-in de Aer Lingus en Heathrow, Cora empieza a jugar a ser cupido con parejas solteras durante el vuelo. Utilizando solo su intuicion, Internet y la afable asistente complice, Nancy, la fila 27 se convierte en el laboratorio del amor de Cora. En lugar de sentarse al azar, dos pasajeros, de forma involuntaria, se sentaran junto a la persona de sus suenos, o no. Cora asegura que la fila 27 es solo algo de diversion, pero mientras ella esta ocupada haciendo que salte la chispa a gran altura, el amor que habia abandonado para si misma podria haber aterrizado justo en frente.

  • La Espana maldita de Lorenzo Fernandez Bueno

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    La Espana Maldita es un ambicioso recorrido por nuestro pais en el que se visitan enclaves donde todavia hoy el ambiente se condensa y la historia se alia con la leyenda para invitarnos a marchar cuanto antes. Y es que, ?que llevo a tachar de maldito al pueblo aragones de Trasmoz, al punto de que setecientos anos despues continua excomulgado por la Iglesia? ?Por que los lugares donde se ubican construcciones templarias estan ligados a oscuros tesoros, a reliquias sagradas o a fenomenos de dificil explicacion? ?Que hay detras de las muertes que se han producido en el triangulo de los suicidas andaluz? ?Existen los pueblos malditos? ?Y los santos apocrifos por decreto del mal?

  • ?Aun quieres saber que me hace reir? de M.c. Sark

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    ?Alguna vez os ha venido a la memoria un primer beso? ?La sonrisa de ese joven al que conocisteis una noche y no volvisteis a saber de el? ?Pensais con frecuencia en lo que pudo haber sido y no fue?
    Malditos recuerdos. Unas veces vuelven para endulzarte la vida, otras para amargarte la existencia.

  • Dulce pacto (Dulce Londres 7) de Eva Benavidez

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    Vuelve la serie de novelas romanticas de regencia <> con la apasionante historia de Anthony y Blair.

  • Me enamore de mi mejor amigo de Valeriam Emar

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    CLAVO los ojos en la botella mientras giraba en el suelo. Rogo que se detuviera en Frank. Su mejor amigo no la delataria si su primer beso apestaba. Apreto los punos como signo de victoria cuando el cuello de la botella desvio al tonto Mike. Era un juego estupido, ?pero de que otro modo una nina de doce anos aprenderia a besar? El pecho se le inflo. La botella se detuvo en Frank. Deby, la anfitriona de la fiesta, los hizo pasar al armario. La puerta se cerro cuando ellos ingresaron al pequeno ambiente oscuro. --Por suerte me toco contigo, Alex --dijo el--. No queria besar a ninguna nina --susurro. Frank ademas de ser su amigo, era su vecino. Supo que serian amigos desde el dia que lo vio bajar del camion de mudanza con sus padres. Parecia un nino introvertido y ella se le acerco con su bicicleta y lo invito a la fiesta que daria ese fin de semana, y desde ese entonces, no se habian vuelto a separar. --Tendras que besarme... No podia ver el rostro de Frank, pero sabia que acababa de poner los ojos en blanco. --No lo hare --se nego--. Y no puedes obligarme. --Si no lo haces, les dire a todos que tienes mal aliento --lo amenazo --. Y de ahora en adelante, seras conocido como Frank el apestoso. --Y yo les dire que todavia sigues jugando a las munecas --replico. Ella se quedo boquiabierta. --No es cierto, ya estoy grande para esos juegos de nina. --?Soy tu vecino, recuerdas? Te veo por la ventana cuando le das el te a tus Barbys. Apreto los labios y le dio un pisoton. --No vuelvas a espiarme. Frank solto un chillido y la empujo. --No vuelvas a pisarme. --?Esta todo bien ahi adentro? --pregunto Deby del otro lado. Sabia que todos estaban pendientes de ellos y que esperaban a que salieran del armario con un resultado. Y entre los invitados estaba Sam, su companero de clases. Queria besar a Sam, pero primero debia practicar para hacerlo bien. --?No sientes curiosidad, Frank? --?De que? Solto un bufido. --De lo que se siente dar un beso. --No. --?No prefieres que nuestro primer beso sea con alguien que conoces bien? El se quedo en silencio. --Algun dia tendras que besar Frank, y no sabras como hacerlo y quedaras como un tonto. --Tu ganas --accedio finalmente--. Pero si me llenas de saliva, te pateare el trasero y no me importara si eres nina. Ella sonrio ampliamente. --No lo hare... El se aclaro la garganta. --?Y... como hacemos? --Cierra los ojos, inclina la cabeza... --le fue indicando. Sus bocas se encontraron por varios segundos y se alejaron de golpe. --?Sentiste algo? --le pregunto despacio. --No --respondio el--. ?Y tu? --Tampoco --mintio. En realidad, habia sido asombroso. Ahora estaba preparada para besar a Sam. --Deberiamos salir --dijo Frank, abriendo las puertas del armario. --Frank... --?Si? --Gracias --expreso--. Gracias por ser mi mejor amigo. 1. ENTREVISTA Quince anos despues... APOYO las manos sobre las rodillas para que las piernas dejaran de temblarle. No era la unica que esperaba en la sala para ser entrevistada por Jason Harbor. El elegiria a su nueva asistente. Ella queria el puesto. El era el dueno de una revista de moda y para una disenadora de indumentaria recien recibida, era un paso importante para estudiar de mas cerca el mercado. Tal vez hasta algun dia sus vestidos saldrian en la portada de la revista Harbor. Sus suenos fueron interrumpidos cuando una de las postulantes la codeo y le susurro: --?Conoces a Jason? Estudio a su competidora a traves de los ojos entornado. Si ella queria ser la asistente de Jason Harbor, debia poner manos a la obra para ganarselo. --!Oh, si! --Gimio--. ?Tu no? La postulante nego con la cabeza. --Es mi primera entrevista --le hizo saber--. Tengo miedo de que el sea uno de esos jefes grunones que trata mal a sus empleados. Ella apoyo una mano en su brazo. --Entonces has venido al sitio equivocado --dijo--. Su asistente anterior dejo su puesto porque el la enloquecio... y las malas lenguas dicen que el hasta la golpeo --anadio en un tono de confidencia. La postulante abrio grande los ojos. --?Enserio? --Oh, carino, no quiero que te asustes --murmuro--. Pero deberias pensarlo dos veces si quieres que este sea tu primer empleo. --?Como te llamas? --Alex. --No sabes cuanto te agradezco que me hayas dicho todo esto, Alex. --?Y... que haras? --Seguire buscando en otro sitio --respondio--. ?Y tu porque estas aqui si sabes que el es un asco? --Tengo hijos pequenos que mantener --mintio. --Oh, lo entiendo --levanto los pulgares y agrego--: Mucha suerte, Alex --le deseo antes de salir de la sala. Y acababa de despachar a su primera contrincante. Echo una ojeada a la espaciosa y elegante sala y estudio su competencia. Todavia le faltaban seis mas. Cogio el maletin y se levanto de la butaca para sentarse al lado de la postulante que tenia mas actitud para llevarse el puesto. Saco una goma de mascar y se la ofrecio. --No gracias --continuo--. Una buena asistente no mastica goma de mascar --le dijo la estirada con cara de amargada. Ella le sonrio para mostrarse mas amigable. --?Vienes por el puesto de asistente, verdad? --No, vengo a calentar la silla. --Noto que te gustan las bromas... Aparto la vista hacia la ventana y blasfemo por lo bajo. No seria sencillo deshacerse de ella. Carraspeo y agrego: --?Sabes? Te dire esto porque me caes bien --empezo diciendo--. Trabajo para la revista Harbor y me enviaron para que evaluara a las postulantes. Su contrincante comenzo a prestarle mas atencion. --Y tu pareces tener todas las cualidades para ser contratada --y lo decia enserio. La postulante enarco una ceja. --?Ah, si? --Felicidades, pasaste a la segunda ronda. --?Segunda ronda? Ella abrio el maletin y saco una birome y anoto una direccion en un papel. --Debes ir a este edificio para culminar con la entrevista. La postulante sujeto el papel y leyo la direccion. --Pero queda a una hora de aqui --protesto. Ella le quito el papel de la mano. --No te preocupes, elegire a otra. --No he dicho que no pueda ir --volvio a apoderarse de la direccion. Sus labios se curvaron en una amplia sonrisa. --Bienvenida a la familia Harvor. --?Debo entregarte a ti todos mis datos? --?Tus datos? !Oh, si! La postulante le entrego su curriculo antes de abandonar el edificio Harvor. Abrio la carpeta y leyo sus datos. Menuda experiencia. No tenia duda, habia hecho bien en sacarla del medio. Tambien lo hizo con las otras postulantes, hasta que finalmente quedo sola en la sala. El famosisimo Jason Harvor salio de su despacho. En persona se veia mas apuesto que en las revistas. Su rostro tenia facciones duras, pero eran condenadamente atractivas. Todo el decia seguridad, masculinidad y poder. Se paso una mano por el pelo y sonrio. Jason era soltero, tenia treinta y nueve anos y le gustaba jugar al tenis. Eso le habia dicho a una periodista en una entrevista que habia leido en la manana mientras desayunaba. --?Y las demas postulantes? --pregunto el, cenudo. Ella se encogio de hombro. --No lo se, parece que he sido la unica a la que le ha interesado el empleo. --Bien, no importa, pasa a mi despacho. Sujeto el maletin y paso por delante de el para ingresar a la oficina. Su perfume importado era exquisito. No pudo evitar ver su precioso trasero cuando rodeo el escritorio y se sento. Ella tomo asiento cuando el se lo pidio y le entrego su curriculo. Jason se puso sus gafas de lectura, abrio la carpeta y empezo a leer sus datos. --?Alex, verdad? --Si. --Hablame sobre ti, Alex. Odiaba cuando las entrevistas comenzaban de ese modo. ?Que mas podia decir de lo que ya estaba escrito en su curriculo? Respiro hondo y sonrio. Un empleado positivo siempre tenia mas chance para ser contratado. --Soy Alex Bloom, y acabo de recibirme como disenadora de indumentaria. El se cruzo de brazos y la miro con sus intensos ojos oscuros. --?Y por que una disenadora quiere ser mi asistente? --Porque seria un honor trabajar para la revista Harvor y creo que... --Bla, bla, bla... no dices nada nuevo --la interrumpio el capullo. Habia hecho un gran esfuerzo para deshacerse de las demas postulante y no dejaria que un gilipollas como el, por mas guapo que fuese, no le diera el empleo. --Si tuvieras que definirte, ?como lo harias, Alex? Como alguien que todavia seguia buscando sus suenos, aunque eso significaba haber comenzado varias carreras y dejado a mitad de semestre porque sentia que no eran para ella, o que el empleo que mas tiempo le duro fue de tres meses. Vale, ella a veces era una persona inestable. ?Pero quien no lo era?

  • Soy tu primera vez de Laurie Elizabeth Flynn

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    Esta noche voy a hacerle un favor a la novia de Evan Brown. Un favor incomodo, sudoroso y torpe. Melanie, o como quiera que se llame, me debe una. Solo que nunca lo sabra. --Espera aqui --le digo a Evan antes de meterme en el vestidor. Lo miro de reojo: esta encorvado, sentado en el borde de mi cama, con los hombros estrechos echados hacia delante y las manos en las rodillas. Es como si fuese a ponerse a jugar a un videojuego. Ahogo una risa. Esta pantalla no se la va a pasar a la primera. Cuando al fin estoy a salvo en el vestidor, me deslizo en unos pantalones cortos de saten rosa y una camisola a juego. Por el miedo en su cara y el olor a sudor nervioso que emana de sus axilas, se que Evan no podria soportar el salto de cama de encaje negro, ni mucho menos el camison de saten rojo, el que tiene una raja hasta arriba. Abro el cajon donde guardo los ligueros y mi coleccion de medias de rejilla y lo cierro de nuevo. Evan no sabria que hacer con un liguero ni con unas medias de rejilla, y no quiero avergonzarlo mas de lo que ya lo esta. Me pinto los labios de rosa y me dejo el pelo suelto sobre los hombros. Esta ondulado, aun humedo de la ducha. Normalmente me lo plancho muy liso, pero creo que por esta vez puedo saltarme el peinado. Me froto la boca para quitarme el pintalabios, pero mantengo la resolucion en los ojos. Evan va a tener lo que, definitivamente, no soy: una buena chica. --Dios, Mercy --dice cuando salgo. Se le quiebra la voz y se pone mas rojo que su pelo, lo que hace que los granos de sus mejillas destaquen aun mas. La pubertad no se ha portado bien con Evan Brown. --No digas eso --le ordeno, encaramandome sobre el. Le tiemblan las piernas. --?Que no diga que? --La voz tambien le tiembla. --Mercy. Ese no es mi nombre. --Pero asi es como te llama Angela. --Angela es mi amiga. Tu, no. Tu eres alguien a quien le voy a hacer un favor. No tienes que llamarme de ninguna forma. En todo caso, llamame por mi nombre. --Mercedes --dice, pronunciando todas las silabas con voz chillona--. Mi madre siempre ha querido uno de esos. --Se da una palmada en la frente --. Mierda, no queria hablar de mi madre. No estoy pensando en ella ni nada. --Se quita las gafas y se frota los ojos--. No creia que fuese a ponerme tan nervioso. Antes me gustaba mi nombre: Mercedes. Hasta que me entere de que me lo habian puesto por un coche. Aquel coche rojo que tanto le gustaba a mi padre, el mismo desde el que se despidio con la mano cuando se fue. Recuerdo que a mi tambien me gustaba aquel coche. Mi padre me sentaba delante y fingia que arrancaba. <>. Pero no se quedo con nosotras el tiempo suficiente para ser el quien me ensenara. En la boca de Evan, mi nombre no sonaba elegante ni rapido. Solo sonaba complicado, como si estuviese intentando hablar en otro idioma. Supongo que, para Evan, yo soy otro idioma. Sonrio y le paso la mano por el pelo. O al menos lo intento, pero se ha echado tanta gomina que la mano se me queda pegada. --No te preocupes --digo, secandome los dedos pegajosos en su camiseta--. Todo el mundo se pone nervioso. Le beso el cuello. Puedo sentir el pulso latiendo bajo su piel. Muevo las manos hasta la parte de abajo de su camiseta y se la quito por la cabeza. --He traido esto --dice, metiendose la mano en el bolsillo de los vaqueros y sacando una tira de preservativos. Debe de haber unos diez. Intenta esbozar una sonrisa, pero le sale mas bien una mueca. --Siempre es bueno estar preparado --digo--. Pero guarda esos para Melanie. Yo tambien estoy preparada. Me inclino y abro el cajon de la mesilla, donde tengo las cajas apiladas en orden, como soldados. Ultrafinos. Estriados para el placer femenino. Segunda piel. XL. Saco un ultrafino. Da igual lo que crean ellos, la mayoria de los tios son de ultrafinos. Lo justo para estar protegido, sin mayores florituras. Esto lo aprendi muy pronto. Mi madre empezo a hablarme de anticonceptivos cuando el resto de madres estaban aun con los tampones. Ademas, Evan no tiene pinta de XL. --?Hasta donde has llegado con Melanie? --pregunto. --Melody --dice--. Se llama Melody, no Melanie. Melody, como una cancion. --Baja la vista hacia mi escote, que tiene justo a la altura de los ojos --. Me ha dejado meterle mano. Y una vez que sus padres no estaban, casi lo hacemos. Hicimos otras cosas. Me llevo las manos a las caderas. --Vas a tener que ser mas preciso. ?Otras cosas como que? ?La has visto desnuda? ?Le has hecho un cunnilingus? Asiente con la cabeza y se pone aun mas colorado. --Pero no quiso llegar hasta el final. Quiere que sea la mejor noche de su vida. Asi que lo tengo todo planeado. Una cena y tal. --Que romantico --digo con una gran sonrisa. Esta es la razon por la que hago lo que hago--. Parece que te gusta. Y tu le gustas a ella. Me encanta que los tios se tomen el tiempo de planearlo. Y, aunque Evan ha musitado lo de <> sin mirarme a los ojos, se que es mucho mas. Se ha tomado el tiempo de conocer a Melody, saber lo que le gusta y lo que la hara feliz. --Ese es el problema --prosigue--. Dice que me quiere. Y dice que, como me quiere, sabe que voy a hacerle tocar el cielo. Asiento. Esto lo entiendo bien. Melody parece como todas las chicas: espera que la primera vez haya fuegos artificiales. Pero yo se que los fuegos artificiales no se consiguen asi como asi. Hay que prepararlos bien y prender la mecha despacio. Que es exactamente lo que estoy haciendo por Evan. --Pero tu no crees que vayas a hacerle tocar el cielo --digo lentamente --. Por eso estas aqui. --Si, bueno --dice--. Ella esta mucho mas buena que yo. Y mi amigo Gus... sigue con su novia gracias a ti. Se exactamente de quien habla Evan, solo que yo lo recuerdo mejor por su apodo, el que le puse en secreto. El Llorica. Gus fue el numero seis, el que se hizo el duro y practicamente intento ensenarme el a mi hasta que se vino abajo y acabo llorando en mi almohada al terminar. Le pongo las manos en los hombros a Evan. --Bueno, ya habeis avanzado mucho mas que otra gente. Ya os habeis visto desnudos. Eso ya esta hecho. Para alguna gente esa es la parte mas incomoda. --Me bajo los tirantes del camison--. A ver. ?Que harias si yo fuera Melody? --Te diria que eres preciosa --responde--. Te preguntaria si puedo tocartelas. --Bien y mal --repongo--. Siempre esta bien decirle a una chica que es preciosa. Pero nunca le preguntes si puedes hacer algo. Se valiente, porque la confianza en ti mismo es algo que puedes fingir perfectamente hasta que la sientas de verdad. Evan sigue mirandome los pechos fijamente. Su respiracion se hace mas pesada y puedo notar su ereccion a traves de los vaqueros. A lo mejor al final resulta ser XL. --Adelante --le digo--. Aqui puedes cometer errores. Y eso hace. Comete un monton de errores. Me soba las tetas como si fueran pelotas de beisbol, me babea el cuello, me mete la lengua hasta la garganta. Son errores de principiante, de esos que la gente no sabe ver la primera vez. Pero para eso estoy yo aqui. Le digo que cierre los labios, que recorra las curvas de mi cuerpo con las manos, que trace una linea con los dedos y la siga con la lengua. Le enseno a abrir la caja de condones y a coger la punta con los dedos antes de desenrollarlo para que no se quede el aire dentro. Bajo las luces para el acto final, lo guio dentro de mi, no lo castigo por los primeros quince segundos de torpeza en la oscuridad y le felicito por su tecnica mejorada los ultimos quince. Cuando pide una segunda ronda, sacudo la cabeza con firmeza. Nunca he permitido una segunda ronda. --Guardala para Melody --le digo. Se estira bajo las sabanas y entierra la cabeza en la almohada. Aun jadea. --?Quieres que me quede a dormir? --me pregunta--. Podemos volver a hacerlo por la manana. Seguro que aguanto mas. Me tapo los pechos con las manos y me levanto, buscando algo para cubrirme; solo encuentro una bata transparente. Maldigo mi mania de no tener pijamas. Esta es la parte que no me gusta. A oscuras, cuando soy yo la que tiene el control, aunque este totalmente expuesta, me siento menos desnuda que ahora. Luego se enciende la luz y quieren hablar. Hacer preguntas. Preguntas que no puedo ni contestarme a mi misma, mucho menos a ellos. --No te vas a quedar --le digo mientras me ajusto la bata a la cintura--. Ya lo entenderas. A las chicas eso no nos importa tanto como creeis. Sobre todo al principio. Ya lo trabajareis juntos. Sonrie. Esta diferente, mas guapo en cierto modo. Con esta luz mas suave, no se le ven tanto los granos y la mandibula parece mas pronunciada. Creo que Evan Brown puede llegar a ser un rompecorazones algun dia. Pero hoy no es ese dia. Miro al reloj que hay sobre la mesilla. Son las once de la noche de un martes. --Manana hay clase, Evan. Es hora de irte. Tu madre estara preguntandose donde estas. --Supongo que la mayoria lo hace. La mia no, claro. Deja de sonreir y frunce el ceno. --Esto... ?Te debo algo? No se como va esto... --Se le apaga la voz. --No me debes nada. Solo portate bien con ella, ?vale? Recuerda todo lo que hemos hablado. Se que lo hara. Si hasta ha tomado apuntes.

  • Venganza en Sevilla (Martin Ojo de Plata 2) de Matilde Asensi.

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    Sevilla, 1607. Catalina Solis – la protagonista de Tierra Firme- llevara a cabo su gran venganza en una de las ciudades mas ricas e importantes del mundo, la Sevilla imperial del siglo XVII. Cumplira asi el juramento hecho a su padre adoptivo de acabar con una importante familia de comerciantes a Indias, los Curvo, gracias a una espectacular venganza multiple basada en el engano, la seduccion, la fuerza, la sorpresa, el duelo, la medicina y el juego. La acompanan en esta arriesgada aventura amigos de Tierra Firme y unos picaros supervivientes, dispuestos a dar su vida por un personaje tan legendario.

  • Tienteme, su Gracia (Liga de Caballeros Incasables 1) de Tamara Gill

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    Fue desterrada de Inglaterra … y ella lo desterro de su corazon. A su regreso a Inglaterra tras la muerte de su padre, la senorita Ava Knight se convierte en propietaria de una de las propiedades de caballos de carreras mas grandes del pais. Solo hay un problema: el futuro de la finca requiere un programa de cria solido con los servicios de un semental llamado Titan. Es una pena que el caballo sea propiedad de un hombre al que juro no volver a ver nunca mas. El duque de Whitstone, Tate Wells, estaba desconsolado cuando Ava lo abandono la noche de su fuga, y juro no volver a ver a Ava nunca mas. A pesar de la falta de voluntad de Tate para perdonar a Ava, ella acude en su ayuda durante un incendio deliberadamente encendido en su propiedad. Alguien esta decidido a destruirlos. Ahora, los dos se ven obligados a trabajar juntos para garantizar la seguridad de sus caballos y sus hogares. ?Sus sentimientos anteriores del uno por el otro reavivaran su amor, o sus sentimientos se estancaran en el punto de partida? L PROLOGO Knight Stables, Berkshire 1816. a senorita Avelina Knight, Ava para los cercanos, apreto la cincha de su montura y comprobo que la silla no resbalara mientras se subia a un estribo. Con una sola vela encendida en el candelabro de la pared de los establos, trabajo tan rapido y silenciosamente como pudo con la esperanza de que los mozos de establo que dormian en los lofts de arriba no se despertaran. Encantada de que la silla aguantara y de que su montura estuviera bien sujetada antes de su partida, saco a Manny de los establos lo mas silenciosamente posible, encogiendose cuando los pies calzados del caballo hacian un sonido de clip a cada paso. Ava apago la vela al pasar junto a ella y, cogiendo su pequena bolsa, la tiro sobre el cuello de su caballo antes de subirse a la silla. Se sento alli un minuto, escuchando cualquier ruido, o la posibilidad de que alguien estuviera mirando. Feliz que todo quedo tranquilo, dio un codazo a su montura y se dirigio a la puerta oriental. Todavia habia tiempo y no necesitaba apresurarse, ahora que estaba en camino. Tate habia dicho que la encontraria en su arbol favorito a las tres de la manana, y eran solo las dos y media. Empujo a Manny al galope, abriendose camino a traves de varios patios de caballos que rodeaban su casa y mas alla del galope que su padre usaba para entrenar sus caballos de carreras. O lo que una vez fue su hogar. A partir de esta noche, su vida finalmente comenzaria. Con Tate, viajaria por el mundo, haria el amor bajo las estrellas si asi lo desearan, y no tendria que ser esclava de los caprichos de sus familias o de la sociedad y sus restricciones. Tate y ella encontrarian una nueva vida. Un nuevo comienzo. Solo ellos dos hasta que expandieran su familia para agregar ninos en unos pocos anos. El placer calento su corazon ante el pensamiento, y no pudo detener la suave risa de placer que se le escapo. Con el tiempo, Ava esperaba que su padre la perdonara, y tal vez cuando regresaran, felizmente casados y con hijos incluso, su padre estaria complacido. La figura sombria de un hombre estaba debajo del arbol. Sin embargo, por la postura y la circunferencia del caballero, no se parecia a Tate. La frialdad se apodero de su piel y entrecerro los ojos, tratando de distinguir quien la estaba esperando. Con el estomago hecho un nudo, empujo a su caballo hacia adelante sin estar segura de lo que significaba este nuevo desarrollo. Ava miro a su alrededor, pero no vio a nadie mas. Con un par de pasos mas, jadeo cuando finalmente distinguio la forma fantasmal. Su padre. Su corazon latia con fuerza. ?Como era que el estaba aqui y no Tate? Habian sido tan cuidadosos, tan discretos. Pues, ni siquiera habian circulado dentro de la misma esfera social para ser escuchados susurrando o planificando. Con Tate siendo el heredero de su padre, el duque de Whitstone y Ava solo la hija de un criador de caballos de carreras notable, sus vidas no podrian ser mas diferentes. Ava monto su caballo hasta el arbol. Vio poco sentido en volverse atras. Se detuvo ante su padre y lo miro a los ojos, tanto como pudo distinguir bajo la noche iluminada por la luna. "Ava, baja, deseo hablar contigo." Su tono no era enojado, sino cauteloso, y la boca de su estomago se estremecio ante la idea de que algo terrible le habia sucedido a Tate. ?Habia sido herido? ?Por que no estaba el aqui para encontrarla? Ella salto, caminando hacia el, su montura siguiendole los talones. “Papa, ?que estas haciendo aqui?” pregunto, necesitando saber y sabiendo que no tenia mucho sentido ignorar el hecho de que el la habia descubierto. Dejo caer las riendas de su caballo y su montura se agacho para mordisquear la hierba. El rostro de su padre adopto un tono severo. "El marques de Cleremore no se reunira contigo aqui, Ava. Recibi una nota anoche notificandome que, mientras hablamos, su senoria ha sido enviado a Londres para tomar el primer barco con destino a Nueva York. Por lo que afirma su padre, el duque de Whitstone, esta fue la decision del marques. Tate le confio a su padre la situacion en la que se habia encontrado contigo y que no sabia como librarse de tener que casarse con una mujer que no era su igual”. Ava miro fijamente a su padre, incapaz de comprender lo que estaba diciendo. El vacio se abrio en su pecho y se abrocho el chal como para detener su avance. ?Tate la habia dejado? No eso no podria ser cierto. “Pero eso no tiene ningun sentido, papa. Tate me ama. El mismo me lo dijo en este mismo lugar”. Seguramente ella no podria haberse equivocado acerca de su afecto. La gente no declara tales emociones a menos que sean verdaderas. Ella ciertamente no lo habia hecho. Amaba a Tate. Ava penso en todas las veces que se habia tomado libertades con ella, besandola, tocandola, pasando copiosas cantidades de tiempo con ella y todo habia sido sin sentido para el. Ella habia sido una mera distraccion, un juguete para un hombre de su estatura. Su estomago se revolvio ante la idea y tropezo con el arbol, agarrandolo como apoyo. “No. No lo creo. Tate no me haria eso. Me ama como yo lo amo a el y nos vamos a casar”. Ava miro al suelo por un momento, su mente dando vueltas antes de volverse hacia su padre. "Necesito verlo. Necesita decirme esto en mi cara”. "Lord Cleremore ya se ha ido a la ciudad. Y por la manana, estara en un barco a Estados Unidos”. Su padre suspiro, se acerco a ella y le tomo la mano. "Pense que tu apego a el era una locura pasajera. Su senoria nunca fue para ti, querida. Entrenamos y criamos caballos de carreras y, en Inglaterra, la gente como nosotros no se casa con futuros duques”. Ava miro fijamente a su padre, sin creer que esto estuviera pasando. Habia pensado que esta noche seria el comienzo de una eternidad, pero ahora era el comienzo del fin. Le ardian los ojos y era incapaz de mantener la compostura. “Pero lo amo”, susurro, con la voz quebrada. Su padre, un hombre orgulloso pero humilde de origenes aun mas humildes, enderezo la espalda. “Se que piensas que lo haces, pero no es amor. Eres joven, demasiado joven para desperdiciar tu vida con un chico que quiere entretenerse contigo y luego casarse con otra mujer titulada y bien relacionada”. “No estoy arruinada ni tocada, padre. Por favor, no hables de esa manera”. No queria imaginar que Tate pudiera tratarla con tan poco respeto, pero valia la pena pensar en lo que dijo su padre. Las ultimas semanas con Tate habian dejado muy poco espacio aparte de planear. ?Habrian pensado de manera diferente, habria actuado Tate de manera diferente si hubiera sido mayor, mas maduro? Si su partida mostraba algo, era sin duda que lo que decia su padre era cierto. Se habia arrepentido de su eleccion y se habia ido en lugar de enfrentarse a ella. Dejarla caer como deberia hacer un caballero, no habia sido su decision. Mostraba lo poco que pensaba en ella y el amor que ella le habia declarado tan ardientemente. Se golpeo las mejillas, queriendo gritar en la noche ante la injusticia de todo. “Lo siento”, dijo, mirando sus medias botas y sin poder encontrar su mirada. ?Como pudo haberme hecho esto? Ella nunca lo perdonaria. El suspiro. “Hay una cosa mas, querida.” !Mas! !Que mas podria haber que decir! “?Que, papa?” pregunto, el miedo se formo como un nudo en su estomago ante el semblante ceniciento de su padre. Ella habia visto una mirada similar en el cuando habia venido a contarle sobre el fallecimiento de su madre y era un rostro que nunca habia querido volver a ver. Ava se agarro con mas fuerza al arbol. "Te envio a terminar la escuela en Francia. Te inscribi en Madame. Escuela de refinacion para ninas de Dufour. Esta ubicada en el sur de Francia. Viene muy recomendada y te ayudara a prepararte para lo que vendra en tu vida; es decir, dirigir Knight Stables, reemplazandome cuando llegue el momento”. !Terminar la escuela! "!Me vas a enviar a Francia! Pero Papa, no necesito terminar la escuela. Sabes que ya soy mas que capaz de hacerme cargo de la gestion de los establos. Y conozco mis modales, como actuar tanto en la sociedad de clase alta como en la de clase baja. Por favor, no me envies. No sobrevivire sin ti y nuestros caballos. No me quites eso tambien”. No cuando ya he perdido la felicidad de la que estaba tan segura. La hizo callar y la estrecho entre sus brazos. Ava lo empujo lejos, caminando delante de el. Su padre le tendio la mano, tratando de tranquilizarla. “Me lo agradeceras algun dia. Creeme cuando te digo que esto es bueno para ti y no me movere en mi decision. Nos vamos a Dover manana y yo mismo te acompanare para asegurar tu llegada segura”.

  • No te atreveras de Ana Maria Gonzalez Lopez

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    Tras la repentina muerte de su prometido, Sofia decide mudarse a Madrid con una antigua amiga del colegio. Buscando trabajo como profesora, se encuentra con Leonardo. Este es un futbolista de elite el cual tiene un problema con su hijo de ocho anos. Inicialmente, su relacion profesional y personal sera un verdadero desastre, debido a que ella se instalara en su casa como profesora interina, y hara estragos en la vida de pareja que tiene Leonardo con la famosa modelo Isabella. Leonardo poco a poco vera en Sofia aspectos de su difunta mujer, mientras que Sofia tendra que lidiar con los abusos sexuales que se produjeron en su ninez. Entre los dos nace algo mas que atraccion. ?Podran lidiar con sus nuevos sentimientos?

  • El secreto de la highlander (Al tiempo del highlander 2) de Mariah Stone

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    --!C! Marjorie gimio. Debia estar sonando. ?Por que otro motivo oiria el llamado a guerra de su clan? El colchon de paja le rasgunaba la piel. La habitacion estaba en silencio y olia al polvo acumulado en las cortinas del dosel. ?Estaba sola? Intento abrir los parpados, pero le pesaban, y de pronto recordo… Si abria los ojos, podia verlo a el. Y el querria golpearla de nuevo. O tomarla de nuevo. <>. Queria perderse en el olvido oscuro y entumecedor. El olvido le permitia estar lejos del dolor que sentia en todo el cuerpo. Un sonido extrano le lleno los oidos, y se aferro a el como si estuviera al borde de un precipicio. El ruido venia de afuera y de abajo. Gritos de dolor. Varias espadas chocando contra otras. Y, de pronto… --!Cruachan! --En esta ocasion, el grito se oyo mas fuerte y mas cerca. Era el coro de varios hombres. ?Acaso se lo estaba imaginando? ?Estaba tan desesperada y quebrada que estaba sonando con su hogar? El aire olia a humo. Varios pasos resonaban contra el piso de piedra al otro lado de la puerta de la habitacion en la que la tenian prisionera. La puerta se abrio, y el enrejado de hierro solto un chirrido. Luego se cerro. Ese sonido, el de esa puerta, significaba una cosa: <>. Y si el se encontraba alli, seria para causarle dolor. Unos pasos rapidos y pesados se aproximaron. El hombre respiraba agitado y caminaba de un lado al otro de la habitacion. La cota de malla hacia un sonido metalico. Aun no la habia tocado, de modo que quizas no habia venido por ella. <> Afuera, los gritos se intensificaron. Algo pesado arremetio contra la madera. --!Cruachan! <>. La esperanza florecio en el pecho de Marjorie y le dio fuerzas. Abrio un solo ojo, pues el otro estaba hinchado y cerrado, y volvio la cabeza hacia la luz que se colaba por la ventana. Alasdair MacDougall recorrio la dura pared de piedra oscura. Tenia las fosas nasales dilatadas, la mirada perdida y el cabello oscuro despeinado bajo la cota de malla que le cubria la cabeza y los hombros. Tamborileaba la hoja plana de la espada contra la mano. La miro de reojo y se congelo durante un instante, con el rostro inexpresivo. --?Estas despierta, zorrita? --Cruzo la distancia que los separaba con tres zancadas. Aunque no le quedaban fuerzas en el cuerpo, Marjorie se incorporo en la cama para intentar alejarse de el lo mas posible. La manta que la cubria se cayo, y sus muslos desnudos, cubiertos de sangre seca, destellaron en tonos blancos, rojos y amarronados. Se queria cubrir, pero se sentia muy debil. El aroma de el, con el que ya estaba familiarizada, se impregno en el aire; apestaba a sudor y almizcle masculino. Dejo caer la espada, que aterrizo en el suelo con un fuerte ruido metalico. Con una mano, la sujeto del cabello y con la otra, la abofeteo. Una oleada de dolor cegador le atraveso la cabeza. Luego la golpeo del otro lado. Marjorie sintio que los ojos le explotaban dentro del craneo. Sin embargo, no lloro. Alasdair la jalo del cuero cabelludo para acercarla a su rostro, y ella sintio su mal aliento: una mezcla de cerveza, alcohol y carne con cebollas. --?Estas contenta ahora, princesita? Creiste que eras demasiado buena como para aceptar mi propuesta, pero ahora todos veran la zorra que eres en realidad. No vales nada. Ella tomo aire para llenarse los pulmones. --?De que hablas? --se las ingenio para preguntar. --El clan Cambel esta llamando a nuestra puerta. Pero mientras yo te tenga, tengo el poder. Que el dijera que su familia habia venido a buscarla era muy distinto a que ella lo pensara o lo imaginara. Era un hecho real. Habian venido. Marjorie sonrio y se rio abiertamente en su cara. Junto saliva en la boca y le escupio una mezcla de saliva y sangre en el rostro antes de romper a reir mas fuerte. El esfuerzo le causo dolor, pero a la vez le trajo alivio. Marjorie lucharia su batalla en esa habitacion mientras su clan peleaba por ella en el patio. --Se ha acabado, maldito violador --le aseguro. El rostro de Alasdair empalidecio, y ella se siguio riendo, aunque podria acabar muerta en cualquier momento. Alasdair descargo toda la fuerza de su puno contra su rostro, y Marjorie se hundio en una niebla oscura. A traves de la neblina, diviso a dos hombres blandiendo sus espadas. --!Te voy a matar, alimana! --grito alguien. El acero resono y destello contra la luz que se colaba por la ventana. Gritos de dolor le perforaron la mente. Luego oyo un aullido mortal y desesperado, y un sonido estrepitoso de algo pesado que cayo al suelo. Se desperto al oir una voz familiar que la llamaba. Una voz muy querida que habia conocido durante toda su vida. --Marjorie. Alguien le acaricio la cabeza, pero se sintio como si unas cuchillas le estuvieran atravesando la piel. Se esforzo para abrir los ojos y apenas logro levantar un parpado. Era Craig. Su hermano. Ensangrentado y lleno de moretones, se hallaba arrodillado a su lado. Le sonreia, tenia los ojos rojos y el cabello enmaranado. Las lagrimas le nublaron la vista y le hicieron arder los ojos. El estaba alli. Y eso significaba que Alasdair ya no representaba una amenaza para ella. Craig la cuidaria. La llevaria a casa. Una ola de alivio la invadio. El eco de los sentimientos de gratitud y amor le lleno el pecho. A pesar de que tenia los labios partidos y magullados, se las ingenio para sonreir. --Hermano --susurro. La puerta se abrio de par en par, y su primo Ian entro en la habitacion. Sus rizos pelirrojos estaban cubiertos de sudor y tenia el rostro lleno de cortes y moretones, pero estaba vivo. --La encontre --le dijo Craig. --Que bien. Vamonos. El camino esta despejado. Craig asintio. Marjorie supo que le estaba prometiendo que todo estaria bien. Con cuidado, la envolvio con una manta y la levanto. El dolor la atraveso. Mientras Craig se la llevaba de la habitacion, vio el cuerpo sin vida de Alasdair en el suelo, con un charco de sangre a su alrededor. Le hubiera gustado sonreir y reirse, pero se sentia vacia. Craig bajo hasta el descanso de la escalera de madera, donde los hombres de su clan aguardaban de pie. La luz de las antorchas iluminaba sus rostros serios. Ian bajo las escaleras primero con la espada en alto, para asegurarse de que no hubiera mas peligros en el camino. Sin embargo, mientras Craig descendia los escalones, la lucha se fue deteniendo en el piso de abajo. Su padre se hallaba de pie en el siguiente descanso, con el rostro distorsionado de dolor al ver a su hija a los ojos. Ella intento sonreir para calmarlo y demostrarle que no estaba enfadada con el por no haberla protegido o no haber venido antes. Craig siguio avanzando, y Marjorie vio al tio Neil y sus hijos. Sus miradas reflejaban sentimientos de pena y furia. Al salir de la torre, Marjorie vio a John MacDougall, jefe del clan MacDougall y padre de Alasdair, aprisionado por dos Cambel. Se retorcia en vano, tenia el palido rostro crispado con una rabia silenciosa al comprender que su hijo debia haber muerto si Marjorie se encontraba en los brazos de Craig. MacDougall nunca debio haber permitido que Alasdair la secuestrara y la tratara de ese modo. Debio haber puesto fin a esa locura y haberla enviado a casa. John MacDougall habia consentido todo lo que le habia pasado a Marjorie. Por lo que a ella respectaba, el era tan culpable como su hijo. Craig por fin salio a la luz del dia del patio rodeado de los muros cortina de piedra, y Marjorie cerro los ojos. Muchos hombres habian muerto ese dia para salvarla, y no podia soportar ver la evidencia del hecho. No en ese momento. Craig camino un poco mas y, de pronto, se arrodillo en el suelo. Marjorie abrio los ojos. Su abuelo, sir Colin Cambel, yacia sobre el cesped tenido de rojo. Tenia una herida profunda cerca del corazon, pero ya no manaba sangre. Sus ojos estaban cerrados; su piel, palida. Estaba completamente quieto, excepto por el cabello blanquecino que el viento mecia. Craig tomo la mano de su abuelo y la apreto. Ian se detuvo al lado de ellos y apoyo una mano sobre el hombro de Craig. Craig le susurro algo a su abuelo, y Marjorie sintio que una lagrima se le deslizaba por la mejilla. Entonces, su hermano se puso de pie y camino con ella hacia los caballos y las carretas. --Tenemos una carreta para ti. Esta llena de mantas y pieles. Estaras en casa en breve. --La deposito sobre el lecho improvisado y la cubrio con las mantas. Pronto, el calor comenzo a regresar a ella. Se sintio a salvo. Y libre. Ciertamente, era libre; sin embargo, la humillacion, el dolor y el sentimiento de ser indigna le carcomian el corazon. La mantenian prisionera. Marjorie se doblo en un ovillo y comenzo a llorar. --Oh, Marjorie, tesoro, no llores. --Craig le dio una palmadita en la espalda--. Por favor, carino. Lamento mucho no haber venido antes. Hemos venido ni bien supimos quien te habia secuestrado. Marjorie no podia dejar de sollozar. Craig se sento a su lado en la carreta, la abrazo y la cubrio como una manta pesada y protectora. Cuando por fin dejo de llorar, se quedo quieta e intento acostumbrarse a la sensacion de libertad que le llenaba el pecho y que se sentia tan extrana. ?Como seria volver a estar rodeada de gente? ?Poder andar de una habitacion a otra? ?Salir a la luz del sol? ?Montar a caballo? Tras haber pasado un mes en cautiverio, penso que nunca volveria a experimentar esas cosas. Abrio los ojos y miro a Craig. El la observaba preocupado, con una mezcla de dolor y furia en los ojos. --?Que puedo hacer? --le pregunto. Marjorie nego con la cabeza. --Nada --susurro--. Me has salvado. Me has vengado. Has asesinado a ese bastardo. No hay mas nada que puedas hacer. Craig le apreto la mano y asintio. --Ahora nos enfocaremos en sanarte. Pronto volveras a ser la Marjorie de siempre. Ella tomo una profunda bocanada de aire y cerro los ojos. Por mas que le doliera admitirlo, eso nunca seria cierto. Por dentro, era una piedra: fria y dura. Nunca dejaria que un hombre la tocara. Nunca se casaria. Y nunca dejaria que nadie le volviera a hacer lo que Alasdair le habia hecho.

  • El estafador del amor de Natalia Divan

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    Antes de continuar, me cercioro por ultima vez de que estoy en el lugar adecuado: <>, leo en la placa de una fachada. Si, es aqui. Camino unos pasos esquivando a un par de ancianas que se mueven con dificultad, cada una de ellas sujetandose del brazo de la otra, y llego a la entrada de un edificio senorial, solemne y recientemente reformado. Sobre la puerta descansa anclado un distintivo 2 dorado. Este es un barrio de pijos. Me acerco al portero automatico y presiono el boton junto al cual hay una pegatina en la que se puede leer <>. --?Si? --pregunta una voz femenina a traves del telefonillo. --Eh, hola --titubeo nerviosa--. Soy Alizee. Ayer pedi una cita para... --Suba --la voz me interrumpe y, tras un zumbido electrico, la puerta se abre. Entro y cierta fragancia delicada me acaricia el sentido del olfato. No se trata del tipico ambientador en spray de marca blanca que se utiliza para disimular olores, ni mucho menos. Parece ser que en esta comunidad gusta bastante lo delicado, lo exclusivo. --Hola --le digo a la limpiadora. --Buenos dias --me saluda educadamente y vuelve a centrar la atencion en sus quehaceres. Subo en ascensor hasta el tercer piso. Alli, la puerta del 3o B esta entreabierta. Pego timidamente y entro. --?Le ha sido facil encontrar aparcamiento? --me pregunta con una sonrisa de oreja a oreja la recepcionista, que esta sentada tras un escritorio. Es una senora de unos sesenta y pico anos que viste de forma muy elegante y que es bastante sexy. --He venido en metro. --Le devuelvo la sonrisa. --!Ah! --Ella hace una mueca. Supongo que la gente que contrata los servicios de un detective no es gente que, en general, suela usar el transporte publico. Eso es muy lower-class. En este momento me replanteo si, de verdad, puedo permitirme desembolsar tanto dinero en esto. --Agustin la atendera en un momento --dice la mujer, centrando su atencion en un monton de papeles que comienza a ordenar--. Puede ponerse comoda. Dicho y hecho. Me siento en un confortable sillon que hay en la entrada y me dedico a admirar la decoracion: muebles buenos y modernos, plantas naturales, bastante luz que entra a traves de las amplisimas ventanas, elegante papel de pared, un titulo enmarcado de detective reconocido por el Ministerio del Interior... Un pasillo parece conducir al resto de las estancias del piso, imagino que esto es una casaoficina. En la habitacion en la que me encuentro hay, ademas, una puerta cerrada a cal y canto con un cartelito de metal incrustado que reza <>. Lo mas probable es que Agustin este ahi dentro, tras el letrero. Miro de soslayo a la recepcionista, que continua poniendo orden en su escritorio. ?Estaran Agustin y ella casados? Tras cinco minutos de espera, la puerta que estaba cerrada se abre y, al otro lado, aparece un senor trajeado, canoso, alto y languido de la misma edad que la recepcionista. --?Alisei? --Me dirige una mirada. --Alizee --le corrijo la pronunciacion. --Disculpe. Pase. Entro en su pequeno despacho, en el que me siento como atrapada en una jaula por la falta de ventanas y las numerosas estanterias repletas de libros que tocan el techo. Ambos tomamos asiento, cada uno a un lado de un escritorio de roble. --Bueno... --dice lentamente mientras entrelaza las manos, como si no supiera por donde empezar--. Mi nombre es Agustin, aunque eso ya lo sabra. ?Te parece bien que nos tuteemos, Alizee? Ahora lo he dicho bien, ?verdad? --Si --respondo con una risilla nerviosa--. Mejor nos tuteamos. --Sofia, la recepcionista, me ha dado algunos detalles sobre lo que necesitas, pero mejor que me lo expliques tu misma. --Pues --mientras hablo me fijo en que sus ojos, cansados por el paso del tiempo pero todavia hermosos, son celestes como el cielo-- quiero investigar a mi pareja. --?Hombre o mujer? --pregunta mientras comienza a realizar anotaciones. --Es varon. Se llama Marcos. --Dejame adivinar: crees que te es infiel con alguien --sugiere sin dejar de escribir--. Una amiga, quizas. --No... --!Vaya! --Da un chasquido con los dedos--. Suele ser eso. Entonces, ?de que se trata? --Creo que mi novio no es quien dice ser. Temo que me ha estafado y que me engana, pero no estoy segura. No se que pensar. --Interesante... --dice rascandose la barbilla--. ?En que te basas para acusarlo de tal cosa? --Me llego un mensaje. Saco mi telefono movil del bolso, ingreso en mi cuenta de Instagram y le muestro el misterioso mensaje privado que recibi hace un par de dias de un perfil 'vacio', sin fotos, ni seguidores, ni seguidos ni ninguna descripcion, y cuyo nombre de usuario es <>, una sucesion aparentemente aleatoria de letras y numeros. Estoy convencida de que, quien sea que esta detras de esta cuenta, la creo con el unico fin de ponerse en contacto conmigo. Agustin lee el mensaje en voz alta: --<>. --?Que te parece? --pregunto intrigada por conocer su opinion --Ummh... --Se rasca ahora compulsivamente la cabeza, pensativo--. La imagen de la que habla, ?en ella apareces con Marcos? --Si. Es la primera que subo junto a el. Soy muy celosa de mi intimidad. --?Puedo verla? Asiento con la cabeza y le muestro la fotografia durante algunos segundos. Fue tomada en un restaurante por un camarero. --?Marcos sabe que la has subido? --No. Mi novio ni siquiera tiene redes sociales. --!Oh!... ?Que edad tiene Marcos? --La mia. Veintinueve. --?Alguien menor de treinta anos, en pleno 2019 y que no tiene ni una sola red social? --Entiendo lo que estas sugiriendo. Confieso que a mi tambien me parecio raro al principio, pero tampoco es como para desconfiar... ?O si? --Mira, te sere claro, Alisei... --Alizee --vuelvo a interrumpirle. --Disculpa. Como decia, existe la posibilidad de que, si, se trate de un estafador. A juzgar por el tono de desesperacion, ese mensaje que has recibido parece sincero, aunque podria ser completamente contrario a la verdad y perseguir algun oscuro objetivo como destruir vuestra relacion. Dicho esto, te advierto de que en los ultimos anos se han puesto muy de moda los conocidos como 'estafadores del amor'. --?Que es eso? --pregunto atonita, aunque ya formando una idea en mi mente de lo que puede significar. --Son personas, hombres en su mayoria, que se aprovechan de sus victimas haciendoles pensar que sienten grandes sentimientos hacia ellas. Se ganan su confianza, a veces logran meterse en sus casas, les apartan de sus familias y amigos y les sacan todo el dinero que puedan. --Oh, mon Dieu. --Me llevo la mano a la boca al ver similitudes respecto a mi relacion con Marcos. --Pero no seamos negativos, por favor. Al menos, no todavia. No tenemos ninguna prueba solida para acusar a tu novio de nada. --Le da un pequeno sorbo a su botellita de agua. Parece tener la lengua seca de tanto hablar--. Estos estafadores suelen aprovecharse de individuos debiles, psicologicamente hablando. Gente que no tiene muchos amigos, gente timida, que esta sola, maleable... Gente mas facil de enganar. ?Te sientes identificada? --No me considero una persona debil ni timida --respondo con total sinceridad--, pero, cuando lo conoci, yo estaba sola. Acababa de llegar a Espana. --Ahi esta --exclama Agustin chasqueando los dedos, como si acabara de descubrir la clave --. El fue tu apoyo, ?verdad? --Si. Me ayudo muchisimo. --Alisei, necesito que me lo cuentes todo. Como lo conociste, cuando, que me des detalles de su actitud a lo largo de todo este tiempo... No te dejes nada en el tintero ?de acuerdo? --La historia es un poco larga --le advierto. --Descuida. Tengo toda la tarde para escucharte. --Pues vamos alla... Tomo aire y me preparo para hacer memoria y hablar sobre todo lo que se de Marcos.

  • Corazones de plomo de Jose Gil Romero

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    A finales de septiembre de 1859, y tras los dramaticos sucesos relatados en EL MECANISMO DE LOS SECRETOS, todavia ocurrieron unas cuantas cosas que merecian ser contadas.

  • Ultima llamada. Destino Irlanda de Victoria Valencia Duran

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    Cuando Sara, una joven de veintidos anos recien titulada en Psicologia pero inexperta en temas del amor, conoce por casualidad a Andrew, un irlandes de unos cuarenta anos muy atractivo y con una buena posicion social y economica, sentira por primera vez en su vida lo que es el verdadero amor. Y a pesar de la gran diferencia de edad, ambos se enamoraran. Pero pronto la vida de Sara dara un giro inesperado cuando descubra que Andrew, el amor de su vida, oculta un gran secreto que pondra en riesgo su relacion. Ultima llamada: Destino Irlanda es una novela que te cautivara desde el primer momento. Aprenderas a conocer el amor de una manera muy profunda a traves los ojos de Sara y Andrew, quienes representan el mas claro ejemplo de que ni el tiempo ni la distancia pueden con el destino.

  • Desaparecido de Pablo Poveda

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    Una extrana mujer le encarga que encuentre a su marido. El acepta, a cambio de una generosa suma.
    Lo que parece un asunto facil de resolver, se convierte en un turbio caso que pondra en peligro su vida.

  • Todo lo que sucedio en el valle – Ramon Solsona de Ramon Solsona

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    El asesinato de un guardia civil sera el hilo conductor de esta novela ambientada en los anos sesenta y que narra el proceso de construccion de las grandes obras hidroelectricas en los Pirineos. Miles de trabajadores procedentes de toda Espana encontraron trabajo en aquellas faraonicas obras de ingenieria, con mas de 50 kilometros de galerias subterraneas, pozos verticales y grandes centrales invisibles desde el exterior. En una zona geografica frecuentada por contrabandistas, militares y fugitivos, se daran cita una serie de personajes de diferentes origenes que lucharan por obtener una vida mejor.

  • Los cadaveres blancos de Gemma Herrero Virto

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    ?Por que el asesino deja los cadaveres de las victimas en canteras abandonadas de Vizcaya y las coloca sobre una piedra con los brazos en cruz como si fueran una ofrenda en un altar? ?Por que cubre sus cuerpos con maquillaje blanco y quema sus caras y sus manos con acido? ?Que significan las mascaras blancas sobre sus rostros y las extranas inscripciones escritas en ellas? ?Tienen algun sentido los relojes con las manecillas paradas que llevan en su mano izquierda? ?Que quiere decirnos el asesino con estos extranos rituales?

  • Mientras dure el verano de Jessa Lacey

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    Ariadna no era consciente de que ese verano y esa familia iban a poner su mundo patas arriba. Su nuevo y extravagante trabajo no era ni mas ni menos que el de fingir ser una sobrina lejana de la familia para conseguir controlar y vigilar al hijo de los Walker que ya no sabian que mas hacer para que su hijo no dejase echar a perder mas su vida entre fiestas, mujeres y malas companias y que ademas que poco se responsabilizaba del negocio familiar.