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Mariah Stone
--!C! Marjorie gimio. Debia estar sonando. ?Por que otro motivo oiria el llamado a guerra de su clan? El colchon de paja le rasgunaba la piel. La habitacion estaba en silencio y olia al polvo acumulado en las cortinas del dosel. ?Estaba sola? Intento abrir los parpados, pero le pesaban, y de pronto recordo… Si abria los ojos, podia verlo a el. Y el querria golpearla de nuevo. O tomarla de nuevo. <
>. Queria perderse en el olvido oscuro y entumecedor. El olvido le permitia estar lejos del dolor que sentia en todo el cuerpo. Un sonido extrano le lleno los oidos, y se aferro a el como si estuviera al borde de un precipicio. El ruido venia de afuera y de abajo. Gritos de dolor. Varias espadas chocando contra otras. Y, de pronto… --!Cruachan! --En esta ocasion, el grito se oyo mas fuerte y mas cerca. Era el coro de varios hombres. ?Acaso se lo estaba imaginando? ?Estaba tan desesperada y quebrada que estaba sonando con su hogar? El aire olia a humo. Varios pasos resonaban contra el piso de piedra al otro lado de la puerta de la habitacion en la que la tenian prisionera. La puerta se abrio, y el enrejado de hierro solto un chirrido. Luego se cerro. Ese sonido, el de esa puerta, significaba una cosa: <>. Y si el se encontraba alli, seria para causarle dolor. Unos pasos rapidos y pesados se aproximaron. El hombre respiraba agitado y caminaba de un lado al otro de la habitacion. La cota de malla hacia un sonido metalico. Aun no la habia tocado, de modo que quizas no habia venido por ella. <> Afuera, los gritos se intensificaron. Algo pesado arremetio contra la madera. --!Cruachan! <>. La esperanza florecio en el pecho de Marjorie y le dio fuerzas. Abrio un solo ojo, pues el otro estaba hinchado y cerrado, y volvio la cabeza hacia la luz que se colaba por la ventana. Alasdair MacDougall recorrio la dura pared de piedra oscura. Tenia las fosas nasales dilatadas, la mirada perdida y el cabello oscuro despeinado bajo la cota de malla que le cubria la cabeza y los hombros. Tamborileaba la hoja plana de la espada contra la mano. La miro de reojo y se congelo durante un instante, con el rostro inexpresivo. --?Estas despierta, zorrita? --Cruzo la distancia que los separaba con tres zancadas. Aunque no le quedaban fuerzas en el cuerpo, Marjorie se incorporo en la cama para intentar alejarse de el lo mas posible. La manta que la cubria se cayo, y sus muslos desnudos, cubiertos de sangre seca, destellaron en tonos blancos, rojos y amarronados. Se queria cubrir, pero se sentia muy debil. El aroma de el, con el que ya estaba familiarizada, se impregno en el aire; apestaba a sudor y almizcle masculino. Dejo caer la espada, que aterrizo en el suelo con un fuerte ruido metalico. Con una mano, la sujeto del cabello y con la otra, la abofeteo. Una oleada de dolor cegador le atraveso la cabeza. Luego la golpeo del otro lado. Marjorie sintio que los ojos le explotaban dentro del craneo. Sin embargo, no lloro. Alasdair la jalo del cuero cabelludo para acercarla a su rostro, y ella sintio su mal aliento: una mezcla de cerveza, alcohol y carne con cebollas. --?Estas contenta ahora, princesita? Creiste que eras demasiado buena como para aceptar mi propuesta, pero ahora todos veran la zorra que eres en realidad. No vales nada. Ella tomo aire para llenarse los pulmones. --?De que hablas? --se las ingenio para preguntar. --El clan Cambel esta llamando a nuestra puerta. Pero mientras yo te tenga, tengo el poder. Que el dijera que su familia habia venido a buscarla era muy distinto a que ella lo pensara o lo imaginara. Era un hecho real. Habian venido. Marjorie sonrio y se rio abiertamente en su cara. Junto saliva en la boca y le escupio una mezcla de saliva y sangre en el rostro antes de romper a reir mas fuerte. El esfuerzo le causo dolor, pero a la vez le trajo alivio. Marjorie lucharia su batalla en esa habitacion mientras su clan peleaba por ella en el patio. --Se ha acabado, maldito violador --le aseguro. El rostro de Alasdair empalidecio, y ella se siguio riendo, aunque podria acabar muerta en cualquier momento. Alasdair descargo toda la fuerza de su puno contra su rostro, y Marjorie se hundio en una niebla oscura. A traves de la neblina, diviso a dos hombres blandiendo sus espadas. --!Te voy a matar, alimana! --grito alguien. El acero resono y destello contra la luz que se colaba por la ventana. Gritos de dolor le perforaron la mente. Luego oyo un aullido mortal y desesperado, y un sonido estrepitoso de algo pesado que cayo al suelo. Se desperto al oir una voz familiar que la llamaba. Una voz muy querida que habia conocido durante toda su vida. --Marjorie. Alguien le acaricio la cabeza, pero se sintio como si unas cuchillas le estuvieran atravesando la piel. Se esforzo para abrir los ojos y apenas logro levantar un parpado. Era Craig. Su hermano. Ensangrentado y lleno de moretones, se hallaba arrodillado a su lado. Le sonreia, tenia los ojos rojos y el cabello enmaranado. Las lagrimas le nublaron la vista y le hicieron arder los ojos. El estaba alli. Y eso significaba que Alasdair ya no representaba una amenaza para ella. Craig la cuidaria. La llevaria a casa. Una ola de alivio la invadio. El eco de los sentimientos de gratitud y amor le lleno el pecho. A pesar de que tenia los labios partidos y magullados, se las ingenio para sonreir. --Hermano --susurro. La puerta se abrio de par en par, y su primo Ian entro en la habitacion. Sus rizos pelirrojos estaban cubiertos de sudor y tenia el rostro lleno de cortes y moretones, pero estaba vivo. --La encontre --le dijo Craig. --Que bien. Vamonos. El camino esta despejado. Craig asintio. Marjorie supo que le estaba prometiendo que todo estaria bien. Con cuidado, la envolvio con una manta y la levanto. El dolor la atraveso. Mientras Craig se la llevaba de la habitacion, vio el cuerpo sin vida de Alasdair en el suelo, con un charco de sangre a su alrededor. Le hubiera gustado sonreir y reirse, pero se sentia vacia. Craig bajo hasta el descanso de la escalera de madera, donde los hombres de su clan aguardaban de pie. La luz de las antorchas iluminaba sus rostros serios. Ian bajo las escaleras primero con la espada en alto, para asegurarse de que no hubiera mas peligros en el camino. Sin embargo, mientras Craig descendia los escalones, la lucha se fue deteniendo en el piso de abajo. Su padre se hallaba de pie en el siguiente descanso, con el rostro distorsionado de dolor al ver a su hija a los ojos. Ella intento sonreir para calmarlo y demostrarle que no estaba enfadada con el por no haberla protegido o no haber venido antes. Craig siguio avanzando, y Marjorie vio al tio Neil y sus hijos. Sus miradas reflejaban sentimientos de pena y furia. Al salir de la torre, Marjorie vio a John MacDougall, jefe del clan MacDougall y padre de Alasdair, aprisionado por dos Cambel. Se retorcia en vano, tenia el palido rostro crispado con una rabia silenciosa al comprender que su hijo debia haber muerto si Marjorie se encontraba en los brazos de Craig. MacDougall nunca debio haber permitido que Alasdair la secuestrara y la tratara de ese modo. Debio haber puesto fin a esa locura y haberla enviado a casa. John MacDougall habia consentido todo lo que le habia pasado a Marjorie. Por lo que a ella respectaba, el era tan culpable como su hijo. Craig por fin salio a la luz del dia del patio rodeado de los muros cortina de piedra, y Marjorie cerro los ojos. Muchos hombres habian muerto ese dia para salvarla, y no podia soportar ver la evidencia del hecho. No en ese momento. Craig camino un poco mas y, de pronto, se arrodillo en el suelo. Marjorie abrio los ojos. Su abuelo, sir Colin Cambel, yacia sobre el cesped tenido de rojo. Tenia una herida profunda cerca del corazon, pero ya no manaba sangre. Sus ojos estaban cerrados; su piel, palida. Estaba completamente quieto, excepto por el cabello blanquecino que el viento mecia. Craig tomo la mano de su abuelo y la apreto. Ian se detuvo al lado de ellos y apoyo una mano sobre el hombro de Craig. Craig le susurro algo a su abuelo, y Marjorie sintio que una lagrima se le deslizaba por la mejilla. Entonces, su hermano se puso de pie y camino con ella hacia los caballos y las carretas. --Tenemos una carreta para ti. Esta llena de mantas y pieles. Estaras en casa en breve. --La deposito sobre el lecho improvisado y la cubrio con las mantas. Pronto, el calor comenzo a regresar a ella. Se sintio a salvo. Y libre. Ciertamente, era libre; sin embargo, la humillacion, el dolor y el sentimiento de ser indigna le carcomian el corazon. La mantenian prisionera. Marjorie se doblo en un ovillo y comenzo a llorar. --Oh, Marjorie, tesoro, no llores. --Craig le dio una palmadita en la espalda--. Por favor, carino. Lamento mucho no haber venido antes. Hemos venido ni bien supimos quien te habia secuestrado. Marjorie no podia dejar de sollozar. Craig se sento a su lado en la carreta, la abrazo y la cubrio como una manta pesada y protectora. Cuando por fin dejo de llorar, se quedo quieta e intento acostumbrarse a la sensacion de libertad que le llenaba el pecho y que se sentia tan extrana. ?Como seria volver a estar rodeada de gente? ?Poder andar de una habitacion a otra? ?Salir a la luz del sol? ?Montar a caballo? Tras haber pasado un mes en cautiverio, penso que nunca volveria a experimentar esas cosas. Abrio los ojos y miro a Craig. El la observaba preocupado, con una mezcla de dolor y furia en los ojos. --?Que puedo hacer? --le pregunto. Marjorie nego con la cabeza. --Nada --susurro--. Me has salvado. Me has vengado. Has asesinado a ese bastardo. No hay mas nada que puedas hacer. Craig le apreto la mano y asintio. --Ahora nos enfocaremos en sanarte. Pronto volveras a ser la Marjorie de siempre. Ella tomo una profunda bocanada de aire y cerro los ojos. Por mas que le doliera admitirlo, eso nunca seria cierto. Por dentro, era una piedra: fria y dura. Nunca dejaria que un hombre la tocara. Nunca se casaria. Y nunca dejaria que nadie le volviera a hacer lo que Alasdair le habia hecho.
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