• nos vemos en el museo - Anne Youngson

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    A veces hace falta que un extrano te muestre quien eres… Una novela epistolar sobre las pequenas alegrias y las sorpresas cotidianas, pero tambien sobre la perdida y las vidas que no elegimos.

  • NOS VEMOS EN EL MUSEO | ANNE YOUNGSON - Casa del ...

    https://www.casadellibro.com/libro-nos-vemos-en-el-museo/9788417708412/10041817

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  • Nos vemos en el museo: Una novela epistolar (Éxitos ...

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    Mirar en el interior de este libro. Nos vemos en el ... Su primera novela, Nos vemos en el museo, que Anne Youngson comenzó a escribir a los setenta años, ...

  • Nos vemos en el museo: Una novela epistolar (Éxitos literarios)

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  • EBOOKS - Nos vemos en el museo - Ediciones Maeva

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    Su primera novela, Nos vemos en el museo, que Anne Youngson comenzó a escribir ... La lectura del primer libro de Anne Youngson formará parte de la campaña ...

  • Éxitos literarios - Nos vemos en el museo - Ediciones Maeva

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    Su primera novela, Nos vemos en el museo, que Anne Youngson comenzó a escribir ... La lectura del primer libro de Anne Youngson formará parte de la campaña ...

  • NOS VEMOS EN EL MUSEO: ¡Una entrañable novela epistolar!

    https://elaventurerodepapel.blogspot.com/2020/06/nos-vemos-en-el-museo-una-entranable.html

    23 jun 2020 — "Aunque nunca nos hemos visto, usted me dedicó un libro una vez [...]. Fue hace más de cincuenta años cuando yo era joven. Ahora ya no lo soy.

  • NOS VEMOS EN EL MUSEO - YOUNGSON ANNE - Quelibroleo

    http://quelibroleo.com/nos-vemos-en-el-museo

    De un modo pausado y lleno de delicadeza, Tina y Anders se hacen amigos. Información del libro. GéneroLiteratura contemporánea ...

  • NOS VEMOS EN EL MUSEO - ANNE YOUNGSON - Agapea

    https://www.agapea.com/Anne-Youngson/Nos-vemos-en-el-museo-9788417708412-i.htm

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  • NOS VEMOS EN EL MUSEO (ANNE YOUNGON) - El Búho ...

    http://www.elbuhoentrelibros.com/2019/10/nos-vemos-en-el-museo-anne-youngon.html

    29 oct 2019 — Reseña con opinión y argumento de Nos vemos en el museo, ... Si quieres comprar el libro pincha en la imagen correspondiente: ...

  • No te mentiria dos veces de Diaz De Tuesta

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    “--Callate, tonto --le dijo y se alzo contra el. Le tomo las manos y cubrio con ellas sus pechos--. Si no vas a ayudar, haz el puto favor de callarte.”

  • Lady Smartphone (Tecleame te quiero 3) de Isabel Jenner

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    Llega la tercera entrega de la serie <>.

  • Lagrimas Nocturnas de Emanuel Castillo

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    Una buen historia, de verdad

  • Quiero confiar en ti de Lorena Concepcion

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    Atenea no era de esas chicas que se comian el mundo, pero tampoco se dejaba pisar. Nunca le habia importado tanto que la gente no la viera, en ninguno de los sentidos, o que no la tuvieran tanto en cuenta como ella queria. Como se decia a si misma, era invisible para los demas. Asi era ella, invisible a los ojos de cualquiera que no fuera su familia, y claramente, sabia que el problema era suyo, estaba en su caracter, no se hacia notar, y en muchas ocasiones era bueno, pero en otras, no tanto. A sus veintidos anos nunca habia tenido novio, tampoco tenia muchos amigos a causa de su timidez y sus inseguridades, pero ella estaba a gusto asi, no era debil, ni se dejaba menospreciar por nadie, era una chica fuerte, simplemente pasaba desapercibida. Atenea estaba convencida de que siempre seria asi para el resto de su vida, acabaria sola y con un monton de gatos, de hecho ya tenia uno, solo era cuestion de tiempo. Rio ante tal ocurrencia. Pero solo hubo un momento en su vida en el que deseo ser alguien que no pasara desapercibido, y ese momento fue cuando le vio a el, Kian, su vecino. Atenea habia alquilado un apartamento en el centro de la ciudad hacia unos meses y la primera vez que lo vio fue mientras se instalaba, el le ayudo con la mudanza y se presentaron, pero todo quedo alli. La segunda vez fue la tipica conversacion entre vecinos, el fue a pedirle sal, asi que tampoco paso nada. Otras veces solo se saludaban de pasada, el casi nunca estaba en su apartamento, pero la gran mayoria de las veces que venia, lo hacia acompanado de unas chicas que parecian y que claramente, eran modelos. Eso a Atenea no le gustaba, pero era tan guapo... alto, en forma, con unos brazos musculosos con los que mas de una noche habia sonado que la abrazaba, y otras cosas que la hacian sonrojarse. Su cabello rubio corto que la hacia querer meter los dedos mientras el la hacia gritar, y sus ojos color caramelo que tanto deseaba que la miraran. Ojala ella fuera de su tipo. Nunca se habia considerado una chica fea, pero tampoco se arreglaba mucho ?para que?Aunque lo hiciera seguirian sin hacerle caso, o peor, estaria ridicula. Era viernes por la manana y festivo, por lo que no tenia nada planeado, seguramente pasaria el dia en casa leyendo o recogiendo. Esa noche no habia dormido casi nada por culpa de un maldito sueno erotico con Kian. Atenea nunca habia tenido ninguno, pero desde que lo habia conocido, en su cabeza solo rondaba el, y eso no podia ser bueno, tenia que olvidarse de Kian lo antes posible, pues lo suyo jamas sucederia, ni en un millon de anos. El nunca estaria con una chica como ella teniendo a un moton de modelos babeando a sus pies. Aun llevaba el pijama, que no era otra cosa que una camiseta grande de su hermano que se habia dejado la ultima vez que vino a pasar la noche. Iba bajando las escaleras de marmol cuando llamaron a la puerta, se miro rapidamente en el espejo del recibidor para revisar que su pelo moreno y liso estaba presentable, sus ojos azules se veian mas intensos por la luz de la manana. <>. Se paso los dedos por el pelo y se lo puso a un lado y abrio la puerta. – Buenos dias.- Dijo Kian con una enorme sonrisa ensenando su perfecta dentadura en cuanto Atenea le abrio la puerta. Se quedo paralizada y le dio un vuelco el corazon, de todas las personas que podrian haber llamado, Kian era el ultimo al que esperaba. Estaba guapisimo, y vestido, no como ella. Llevaba unos pantalones vaqueros que le quedaban de lujo y una camiseta que hacia patente su musculado cuerpo, Atenea se sonrojo e imagenes del sueno de la noche anterior vinieron a su mente. – Bu... buenos dias.- Logro decir atropelladamente. – ?Te pillo en mal momento?- Pregunto mirandola de arriba abajo, si Atenea no lo creyera posible pensaria que la estaba devorando con la mirada, pero no era posible ?no? Decidio no darle mas vueltas pues ella no podia gustar a un chico como el. – No, bueno, no.- Rio.- ?Necesitas algo? – No, solo queria invitarte a desayunar.- Ahora Atenea se sorprendio aun mas, y se percato de la bolsa que Kian llevaba en la mano. - Mi madre es aficionada a la reposteria y me ha envido muchos dulces y yo solo no puedo con ellos, asi que si somos dos...Si no quieres desayunar conmigo te los doy igual, no quiero que se estropeen. ?Que no queria desayunar con el? ?Estaba loco o que? ?Por que tenia que ser tan malditamente amable y guapo? Aunque la invitacion solo fuera para que no se estropearan los dulces, a Atenea le valia. Sin embargo, por la cuenta que le traia a su corazon no sabia si merecia la pena, pero deseaba tanto pasar tiempo con el y conocerlo mejor que no pudo resistirse. – No, claro. Pasa. Yo invito a cafe.-Sonrio como una nina subida en el mejor columpio del parque. – Gracias. – Voy a cambiarme y... – No tranquila, por mi no te preocupes, asi estas bien.- El la miro de arriba abajo una vez mas con una sonrisa picara y le guino un ojo. AAtenea se le incendio la cara y a pesar de que la camiseta la cubria hasta los muslos sintio que estaba desnuda.- Si abres siempre asi la puerta vendre mas a menudo.- Le guino un ojo. ?Estaba coqueteando con ella? No podia ser, seguro que era algo que le salia sin mas. – Ja, ja. Alli esta la cocina, ahora bajo.- Y le dedico una sonrisa coqueta. Nunca se habia sentido asi, ella no era de coquetear con chicos !si ni siquiera sabia que sabia hacerlo! Pero un momento con el la habia hecho sentir la mujer mas sexy del mundo. Pero tenia que mantener las distancias, el no era para ella, pues solo hacia falta ver con que clase de chicas iba para saber que ella no era su tipo ni de lejos. En cuanto termino de arreglarse bajo por las escaleras de nuevo con el corazon martilleandole en el pecho. Como deseaba que su sueno se hiciera realidad y el hubiera subido a su habitacion y la tumbara en la cama para hacerla suya << ?Pero que estas pensando? !Madre mia, que verguenza! Menos mal que nadie escucha mis pensamientos...>>. – ?Como prefieres el cafe?- Pregunto el mientras ella bajaba las escaleras. – No, yo no bebo cafe, no me gusta, prefiero cacao.- Sonrio. Atenea no llego a pisar bien el siguiente escalon y se cayo de culo bajando un par de escalones.- !Au!- Y empezo a reirse. – ?Estas bien? - Corrio Kian hacia las escaleras. Atenea no paraba de reir. – Si, que caida mas tonta. Siempre estoy en el suelo. - Atenea no podia parar de reir, habia sido una caida tan tonta que preferia reir a pensar que se habia caido delante de Kian. Intento ponerse en pie pero el tobillo le dolio un poco. – Espera, ya te ayudo.- Entonces Kian la cogio en brazos. – No hace falta...- A Atenea se le iba a salir el corazon, se abrazo al cuello de Kian y aspiro su aroma. – No te preocupes.- La corto el sonriendole encantadoramente. Una corriente de pura electricidad le recorrio el cuerpo, olia tan bien... Noto como sus duros y tonificados musculos hacian la fuerza suficiente para sostenerla, la cual no parecia que le supusiera ningun esfuerzo. AAtenea le recorrio un deseo ardiente que se anido entre sus piernas. Quiso que su comedor fuera mas grande para que la sostuviera mas tiempo entre sus brazos, su calor la traspasaba y sentia la necesidad de hundir su cara en su masculino cuello y besarlo, pero se contuvo. Evito como pudo que el sintiera como su pulso estaba acelerado, y desvio la mirada de su perfecto rostro para no sentir la tentacion de besar esos gruesos y seductores labios. Por fin la sento con cuidado en el sofa. – A ver, dame tu pie.- La examino.- No tienes nada, un poco de hielo y estaras como nueva. Fui entrenador de futbol de los ninos de mi pueblo cuando era adolescente y vi muchos esguinces y roturas, y esto no es nada. Pero no te fies mucho que no soy medico. Voy a por hielo.- Le dedico una sonrisa encantadora que la fundio como un helado derretido por sol de verano. Antes de ir a por el hielo cogio un cojin y lo puso en la mesilla, y despues, con mucho cuidado, deposito el pie femenino. Su contacto la quemaba y la hacia desear mas, mucho mas. Algo que claramente no iba a hacer, ella no era su tipo, pero tampoco queria serlo, ya habia sufrido bastante en el amor como para encapricharse de alguien que jamas la corresponderia. Tenia que dejar de pensar en el. – Gracias.- Dijo Atenea. El no se habia reido de ella cuando se habia caido, a pesar de que ella no paro de reir, y eso le encanto ?Pero que le iba a hacer si las caidas tontas le hacian tanta gracia? Su gata, Diana, una persa blanca de ojos verdes se acerco a ella para pedirle que le pusiera de comer, Atenea la acaricio y la gata se tumbo a su lado en el sofa. Kian volvio enseguida con el hielo envuelto en un trapo de cocina. El se situo otra vez de rodillas delante de ella y se lo deposito en el pie magullado. Estuvieron unos minutos en silencio, el aguantandole el hielo en el pie y ella observando como la cuidaba. Atenea se deleito mirando al impresionante chico que le estaba poniendo hielo en el pie. Estaba guapisimo y solo deseaba que la mirara con deseo y la tocara ardientemente. – No sabia que tenias un gato.- Dijo el rompiendo el silencio pero sin dejar de mirar su pie magullado. – Es una gatita.- Le sonrio aunque el no la miro. – Ah, es muy bonita.- Senalo mirando ahora a la gata que dormia placidamente a su lado. – Si, pero a veces es una borde.- Rieron los dos. Atenea no podia dejar de mirar como Kian acariciaba dulcemente su pie alrededor del hielo, proporcionandole caricias calientes que la hacian estremecerse, estaba haciendo gala de todo su autocontrol para no lanzarse al cuello del hombre. Penso que por tal de que el la cogiera cada vez que ella se caia, se caeria encantada todas las veces que hicieran falta. Atenea rio ante tal tonteria y rio mas al recordar su caida. – ?De que te ries?- No se habia dado cuenta de que lo habia hecho en voz alta. – Solo pensaba en la caida.- Y volvio a reir.

  • Traicion en Lancaster Gate de Anne Perry

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    La ultima novela de intriga de Anne Perry, protagonizada por Thomas y Charlotte Pitt, arroja una mirada implacable sobre la corrupcion en la sociedad victoriana a finales del siglo XIX.

  • Lecciones apasionadas de Debbi Rawlins

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    Gina Ferraro habia crecido en un internado de monjas, pero eso no le habia impedido ver Sexo en Nueva York y aprender varias cosas sobre los hombres. De modo que, cuando fue a la Gran Manzana para visitar a su familia, tenia muy claro que necesitaba a un hombre atractivo que la ayudara a profundizar en su educacion sexual.

  • La borde y dulce Lai 2 de Monica Benitez

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    No hace mucho que se cumplio un ano desde que Claudia y yo nos conocimos en aquel avion, diez meses desde que nos fuimos a vivir juntas y siete desde que lo dejamos. Lo se, suena horrible, pero os aseguro que no lo es, esa decision fue una de las pocas que Claudia y yo fuimos capaces de tomar sin pelearnos, y no pasa un solo dia en el que no nos alegremos de lo que hicimos. Dejad que os ponga en antecedentes: Como ya os imaginais nuestra relacion comenzo aquel dia en mi apartamento, los primeros dias todo fue bien, saliamos a comer, a pasear, al cine, en fin, lo que hacen todas las parejas, y por supuesto sexo, buen sexo, y abundante tambien... Pero ese estado no nos duro mucho, de hecho fueron tres semanas, eso fue lo que tardo en llegar nuestra primera bronca, ?Por que discutimos? Por Lore de los Polvos, yo queria presentarsela a Claudia, pero a pesar de que ya habian hablado por telefono, ella se nego a conocer a mi amiga. Aceptaba que yo me viera con ella, porque en ese sentido Claudia confiaba en mi, pero no queria conocer a la mujer con la que yo solia acostarme antes de conocerla a ella. Por una parte podia llegar a entenderla pero por otra me jodia, me jodia porque Lore formaba parte de mi, de la persona en la que me habia convertido cuando Claudia me conocio, y rechazarla a ella era como rechazar una parte de mi. Aun asi esa noche lo arreglamos en la cama, despues de un par de buenos orgasmos, Claudia me pidio un poco mas de tiempo para hacerse a la idea y yo se lo concedi, pero aquel dia se abrio la veda, empezamos a discutir con mas frecuencia, casi siempre por chorradas, cuando haciamos las paces siempre acababamos riendo por lo absurdo de las situaciones. Al principio nos daba igual, nos daba igual porque siempre resolviamos nuestras peleas en la cama, y claro, disfrutabamos mucho haciendolo. No existia el arrepentimiento o el perdon, ni yo se lo pedia a ella ni ella me lo pedia a mi, supongo que porque nuestras discusiones eran tan absurdas que cuando me ponia a pensar en ello ni yo misma era capaz de encontrar una razon coherente para haber discutido. Simplemente nos metiamos en la cama y cuando saliamos la tormenta habia pasado... pero claro, la siguiente no tardaba en llegar. Como digo, al principio nos daba igual, pero llego un momento en el que no, el sexo ya no compensaba aquellos dolores de cabeza y todos los malos ratos que pasabamos. Tuvo que ser de nuevo Lore de las Hostias la que me abrio los ojos, a mi y a Claudia, porque seguia habiendo una cosa sagrada en mi vida, los viernes cenabamos en casa de Lore, mi amiga, mi confidente y mi salvadora. Y no, no me pego un hostion si es lo que estais pensando. Lore sabia lo que pasaba entre nosotras porque yo se lo contaba para desahogarme, incluso alguna vez habiamos discutido delante de ella. Por otro lado Claudia habia establecido una amistad telefonica con mi adorable doctora: Lore de los Mocos. Yo estaba encantada, me gustaba que Claudia tuviera a alguien con quien desahogarse, yo tenia dos Lores y ella tenia una, aunque eso tambien cambiaria despues... En fin, llegamos a un punto critico, las dos nos esforzabamos por no discutir, porque que quede clara una cosa, nos queriamos, nos queriamos mucho y toda aquella situacion era muy frustrante, ?Como era posible que nos quisieramos tanto y no fueramos capaces de dejar de discutir por gilipolleces? Aquel viernes cenando en su casa, Lore nos dio la respuesta. La cena iba normal hasta que al intentar coger la sal roce mi vaso de Coca Cola y lo tire encima de la mesa. --!Joder Lai!--se quejo Claudia de mal humor. --!Joder ?Que?!--replique yo. Supongo que aun estabamos calentitas por la discusion que habiamos tenido por la manana y no nos dejabamos pasar ni una. --!Bueno, vale ya!--grito Lore dando una palmada sobre la mesa que capto nuestra total atencion--parece mentira que tengais treinta anos !Joder!, al sofa las dos --ordeno enfadada. Claudia y yo nos miramos con una mezcla de intriga, preocupacion y miedo, porque que a nadie se le olvide, Lore de las Hostias cabreada daba miedo. Las dos nos levantamos a la vez y nos sentamos en el sofa, una al lado de la otra, en absoluto silencio esperando lo que Lore tuviera que decirnos. Movio un sillon y lo coloco justo delante de nosotras. Cuando se sento tuve la impresion de estar en la consulta de una psicologa, pero mi amiga era mucho mas sabia que una psicologa cuando se trataba de mi. --?Que no veis que vais a acabar odiandoos?--dijo ya con un tono mas suave. A mi se me disparo el corazon, de pronto tuve la sensacion de que Lore iba a decir algo que Claudia y yo sabiamos pero que ninguna de las dos era capaz de reconocer. --No podeis seguir asi--continuo mi amiga--no es sano para ninguna, no haceis mas que discutir, joder. --Pero luego lo arreglamos...--susurro Claudia con la voz ahogada. --?Y cuanto tardais en volver a pelearos? Ninguna de las dos contesto, casi habia conseguido contener mis lagrimas, pero entonces vi como se le escapaban a Claudia y no pude evitar que las mias tambien salieran. --Pero yo la quiero Lore...--balbucee llorando como si Claudia no estuviera alli. --Yo tambien la quiero...--lloriqueo ella cogiendome de la mano. Me abrace a Claudia, a mi desagradable y adorable Claudia, estuvimos asi un buen rato, llorando en el hombro de la otra hasta que Lore se agacho delante de nosotras y nos cogio por la barbilla para obligarnos a mirarla. --Ya se que os quereis, pero teneis un caracter incompatible, sois demasiado iguales--dijo con una dulzura que me sorprendio--si no acabais con esto acabareis haciendoos un dano irreparable, y entonces ya no tendra solucion, no podreis ni miraros. Mi amiga volvio a sentarse y nos dejo absortas en nuestros propios pensamientos. Aquellas palabras se clavaron en mi corazon como punales. ?Podia concebir yo una vida en la que Claudia no estuviera presente? ?Estaba dispuesta a acabar odiandola? ?Queria que Claudia me odiara a mi? La respuesta a todas mis preguntas era la misma: no, no queria. --Creo que deberiamos irnos--dijo Claudia. Lore nos acompano a la puerta, nos abrazo a las dos y nos dejo ir sin decir nada mas. *** Durante el trayecto hasta mi apartamento se hizo un silencio absoluto en el coche, aunque no era un silencio incomodo, yo conducia y Claudia me cogio de la mano, acariciamos nuestras manos con afecto, supongo que para dejar claro a la otra que lo que iba a pasar no tenia nada que ver con el amor, sino con el acertado diagnostico de Lore: incompatibilidad de caracter. Cuando entramos en el apartamento nos tumbamos en el sofa, de lado, acurrucadas una frente a la otra sin decir nada, solo nos mirabamos mientras nuestras lagrimas resbalaban en silencio hasta caer en el sofa. Estabamos en calma, estabamos en paz, yo tenia la mano en su cintura mientras la acariciaba con el pulgar y ella la tenia en mi cuello jugando con uno de mis mechones rebeldes, no sabria decir cuanto tiempo estuvimos asi, mirandonos sin dejar de llorar, con hipidos y mocos, estoy segura de que fueron horas. --?Amigas?--susurro Claudia. --Amigas--conteste yo. Nos dimos un pico, tierno, de esos que suenan, lo repetimos unas cuantas veces absorbiendo los labios de la otra, despues nos abrazamos y nos quedamos dormidas alli mismo. Asi fue nuestra ruptura, sin discusiones, tierna y apacible, llena de amor y sin reproches. No voy a negar que los primeros dias fueron muy duros, seguiamos viviendo juntas, y creo que las dos estabamos cabreadas con el destino, ?Si no eramos capaces de entendernos por que nos habia unido? Pero la respuesta no tardo en llegar, empezamos a tratarnos como amigas, simplemente eso, amigas que se querian mas de lo normal, pero amigas. Y en ese papel descubrimos que nos entendiamos a la perfeccion, lo que no habia funcionado siendo pareja, iba de maravilla siendo solo amigas. Nuestra amistad es muy solida, ahora nos seguimos queriendo demasiado pero de otra manera, del rollo de que si alguien le toca un pelo le arranco la cabeza de los hombros y viceversa. Nuestras peleas se han acabado, ahora tengo en Claudia un apoyo incondicional, a veces ni siquiera necesito explicarle lo que me pasa porque ella sabe interpretarme igual que yo a ella. ?Y a quien hay que darle las gracias? A Lore de las Hostias, otra vez. *** Poco a poco cada una fue haciendo su vida con el absoluto apoyo de la otra. Decidimos seguir viviendo juntas, como amigas claro. Los viernes en casa de Lore seguian siendo sagrados, nos juntabamos las tres y pasabamos veladas estupendas, hablando y viendo pelis. De vez en cuando recordabamos aquel dia, pero no como algo doloroso, sino como algo necesario que hizo que dejaramos de hacernos dano. Al cabo de un par de meses Claudia empezo a salir, lo mismo iba a un bar cualquiera que a uno de ambiente, supongo que ella no tenia una preferencia clara. Lejos de enfadarme o sentir celos, yo estaba encantada con la idea, queria que mi amiga fuera feliz y eso era algo que yo no podia darle. De vez en cuando pasaba la noche fuera, la primera vez no quise preguntarle, no queria incomodarla, pero ella me lo conto. --No quiero que haya secretos entre nosotras Lai--dijo. Yo sabia que le preocupaba herirme, pero era algo que tenia que pasar y las dos lo aceptamos como personas adultas. Siempre me decia que me fuera con ella, que saliera y me despejara, que un polvo me vendria bien, pero a mi no me apetecia, no es que estuviera deprimida ni nada de eso, simplemente necesitaba tiempo para mi, lo de Claudia estaba muy reciente y en cierto modo aun arrastraba lo de Vero, no porque no lo tuviera superado o sintiera algo por ella, era tan simple como que siempre me quedo la duda de saber por que paso lo que paso, por que lo hizo, nunca la deje explicarse porque me dolia demasiado, pero ahora que ella no significaba nada para mi, yo necesitaba saber el porque. Creo que era una mezcla de reproches contra la vida, fui feliz con Vero durante anos y una sola accion acabo con aquello. Despues aparecio Claudia, pelee para conseguirla y cuando la tuve no fuimos capaces de hacer que funcionara. Si, creo que estaba cabreada. En parte envidiaba la forma en la que Claudia lo llevaba, y supongo que sabia que eso era lo que deberia hacer yo tambien, pero por algun motivo no podia, no era lo que mi cuerpo me pedia en aquel momento. Lo que necesitaba era estar sola y ordenar mis ideas. Asi que no solo no salia, tampoco quedaba con Lore de los Polvos que hubiera sido lo logico en mi caso. Bueno a ver, aclaremos, si que quedaba con ella, pero no para follar, solo como amigas. Realmente ni yo me entendia, me gustaba demasiado el sexo y lo cierto era que esa parte no la llevaba nada bien, aliviarme yo sola era una opcion que yo sabia que no aplacaria mis instintos durante mucho tiempo, pero de momento era lo que habia. Creo que lo que me paso con Claudia me cambio, o al menos una parte de mi. Aunque en ciertas cosas seguia comportandome como una cria, habia madurado bastante si comparaba mi comportamiento cuando lo deje con Vero a cuando lo deje con Claudia. La unica putada es que tambien me habia vuelto mas sensible de lo que ya era, todo me afectaba con mas intensidad que antes, y eso me cabreaba. *** Tras mucho insistirme, una noche accedi a salir con Claudia. Llevaba semanas pidiendome que saliera a tomar algo con ella y yo siempre me negaba, joder no me apetecia…Pero bueno, tampoco podia quedarme encerrada en casa para siempre y supongo que salir un poco me iria bien para despejarme, asi que esa noche le dije que si. Entramos en un bar de ambiente y nos pedimos un chupito de tequila, eso nos recordo todo lo que vivimos vigilando a la ninata y estuvimos comentando anecdotas durante mas de una hora, entonces la vi entrar. Gire un momento la vista hacia la puerta y vi a Lore de los Polvos, al principio me quede un poco parada, Claudia y yo no habiamos vuelto a tocar el tema de nuestra primera discusion, pero como digo, ella sabia interpretar mis gestos y mis expresiones. --?Que pasa Lai?--pregunto preocupada. Lore no me habia visto todavia, pero sabia que en cuanto lo hiciera se acercaria para saludarme, asi que se lo pregunte directamente. --Acaba de entrar Lore de los Polvos, ?Quieres conocerla o me levanto yo a saludarla? Yo no me iba a enfadar si no queria, simplemente queria saberlo para evitar una situacion incomoda. --Fui muy gilipollas con aquello Lai, claro que quiero conocerla. <> Sonrei y levante una mano para que mi amiga me viera. Lore se acerco risuena y esplendida como era ella mientras yo me levantaba. --Hola nena, ?Que haces aqui?--dijo sorprendida mientras me abrazaba con una efusividad a la que yo tambien respondi. Nos tambaleamos unos segundos fundidas en el abrazo y despues conteste. --Claudia me ha convencido para salir un rato--dije encogiendome de hombros. Ellas se sonrieron y yo las presente, Lore estaba sola, asi que le pedimos que se sentara con nosotras. Me sorprendio lo bien que se entendieron desde el principio, parecia que hacia anos que se conocian. Estuvimos hablando sin parar, me sentia bien, todas las personas importantes de mi vida parecian llevarse bien, fue como quitarme un peso de encima.

  • El sufrimiento de las cigarras de Maria Jesus Perez Navarro

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    Novela galardonada con el segundo premio en el I Certamen de Novela Casino de Monovar.

  • Te necesito esta noche: (need you tonight…), Sarah Wall de Sarah Wall

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  • Jovenes promesas de Juanjo Diaz Polo

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    Corre el ano 1920 y el comite olimpico espanol va a enviar por primera vez en su historia una seleccion de futbol a un campeonato internacional. Pero la tarea no sera nada facil: las diferentes federaciones regionales recelan unas de otras y cada una quiere que sus jugadores tengan protagonismo.
    Con tal escenario, los responsables de la expedicion no guardan grandes esperanzas, pero no cuentan que, sobre el terreno de juego, estaran los Zamora, Pichichi,
    Pagaza, Belauste o Samitier, componentes de un equipo de leyenda. Inspirada en hechos reales, Jovenes promesas se desarrolla en los inicios del futbol y el olimpismo y narra, a traves de la voz de Elena Diaz, la idealista hija de un veterano cronista deportivo, la gesta historica de un equipo inolvidable, en el que nadie creia y que alcanzo la gloria.

  • La dama roja (El espejo roto 1) de Miguel Angel Fece Allue

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    Etienne es un talentoso artista habituado a la buena vida en la corte que ahora vaga por los bosques franceses abandonado por la fortuna y buscando sustento a traves de sus canciones.
    Una oscura noche ve su camino unido al de una misteriosa mujer que porta una capucha roja y una espada negra con la que le salva la vida de una bestia surgida de los cuentos infantiles.
    A su lado comenzara una extrana busqueda de la que sabe muy poco, en la que descubrira que los cuentos de hadas tienen un trasfondo espeluznantemente real.

  • El olor de tu recuerdo de Lidia Herbada

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    ?Donde iran las historias pendientes que una vez olvidamos?

  • Urian de Adrian Blake

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    Mi nombre es Urian… aunque no siempre me he llamado asi. Por mi trabajo de fotografo de moda vivo rodeado de mujeres increibles, pero ninguna logra captar mi atencion… porque solo me importa ella. Olivia es la duena de mis pensamientos… aunque lo nuestro sea imposible. Soy un angel caido, condenado a vagar por el mundo sin encontrar el amor por no seguir unas reglas que me parecian ridiculas. Pero ahora algo ha cambiado. hay algo en Olivia que me hace tener esperanzas, y quizas… solo quizas, aun haya salvacion para un alma atormentada como la mia.

  • Un dia en la guerra de Miguel Rodriguez Echeandia

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    Asi comienza Un dia en la guerra, una novela corta en la que Miguel Rodriguez Echeandia nos pone en la piel de un soldado de infanteria que se enfrenta a la jornada mas peligrosa de su vida. Un relato en el que el protagonista cuenta de primera mano sus impresiones de cada momento de la batalla, abriendose paso a base de coraje para sobrevivir. Es la narracion completa de unas largas veinticuatro horas en las que incertidumbre y miedo se suceden dentro en la crueldad de la guerra, donde la soledad del protagonista es constante y la muerte acecha a cada paso.

  • Amor accidental de Marisa Ayesta

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    Iciar Albatrecu es testigo involuntario de como dos hombres se alejan de un restaurante tras cometer sendos asesinatos. Su declaracion ante la policia hara que se vea envuelta en una trama donde la mafia china en la provincia ha dado la orden de acabar con ella. Perseguida y asustada, encontrara la seguridad en los brazos del policia nacional Pau Salas, hacia el que surgira un amor tan accidental y repentino como la voragine de asesinatos e intrigas que les rodean.

  • Aromas de otro mundo de Stephanie Doyle

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    Claudia Bertucci era una artista de la manicura, nacida en Brooklyn y que jamas habia puesto un pie fuera de Nueva York. Pero de repente se vio obligada a esconderse de la mafia, y que mejor sitio que una tranquila granja en el lejano Wisconsin, que ademas era propiedad de Ross Evans, un agente del FBI. Podia soportar el olor de las vacas, levantarse antes del amanecer, incluso prescindir de los cafes capuchinos… Pero resistirse al deseo que despertaba en ella su atractivo anfitrion, quizas acabara por obligarla a volver a Nueva York…

  • Un conde sin corazon (Minstrel Valley 5) de Nuria Rivera

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    Para encontrar el amor… ?sera necesario convertirse en una dama?

  • Eres mi salvavidas de Mia Jf

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    Es la primera parte del libro que estoy escribiendo. ADVERTENCIA: Es un manuscrito

  • Los nombres epicenos de Amelie Nothomb

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    Los nombres epicenos son aquellos que, como Claude o Dominique, pueden utilizarse tanto en masculino como en femenino. En esta historia el (Claude) despliega un gran empeno en casarse con ella (Dominique), y despues en dejarla embarazada. Al fin logra su objetivo y como resultado nace una hija llamada Epicene. Sin embargo, en cuanto se produce el nacimiento la obsesion procreadora del padre se torna indiferencia absoluta hacia su hija. Nothomb explora con su sagacidad habitual las complejas relaciones paternofiliales y los resquemores del amor no correspondido. Y lo hace construyendo una suerte de perverso cuento de hadas contemporaneo, una fabula cruel, narrada con concision, precision y contundencia.

  • Casar a Diana de Francesca M.d

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    Lady Diana tiene un ultimatum por parte de su padre, si no se casa en un ano, el elegira a cualquiera para que se convierta en su esposo. Pero ella tiene un plan: volverse independiente por si misma evitando asi casarse por presion. Sus planes se vienen abajo cuando conoce a Mathew Andrews, un interesante caballero que enciende algo dentro de ella, algo que estaba apagado desde que Daniel Bradley salio de su vida, anos atras y sin explicaciones.
    Cuando sus planes de ser una solterona independiente estan en auge, no solo Mathew tambaleara todo, si no que la repentina aparicion de Daniel pondra su corazon en una encrucijada.
    ?Se quedara soltera o con el amor? Y si es amor, ?quien de los dos caballeros lograra ese premio?

  • La mujer desnuda de Armonia Somers

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    Que nadie se sienta incapaz de leer esta novela. Al reves, que todo el mundo se atreva a acercarse a ella. Saldriamos ganando. Siempre he odiado los prologos y tambien esas pequenas introducciones de diez o quince minutos a cargo de los criticos con las que se presenta en la television la emision de determinadas peliculas. Considero que la buena ficcion, tanto literaria como audiovisual, merece que nos adentremos en el universo que recrea completamente desarmados, como si se tratara de un sueno en el que nos reconocieramos de pronto, sin proteccion ni antecedentes, al habernos quedado dormidos. Esa es la unica manera de que el mensaje de la obra impacte en nosotros y nos hiera, para devolvernos despues a la realidad que habitamos minimamente transformados. Pocas cosas hay mas valientes que enfrentarnos a la mentira sin armadura. Asi que bienvenidos a este sueno, el que en La mujer desnuda, publicada por primera vez en 1950, Armonia Somers (Uruguay, 1914-1994) describe para el lector; un viaje a medio camino entre el erotismo y el terror, tanto el uno como el otro nada maniqueos, mimbres de un ejercicio que no persigue ensenar, sino descubrir, y que para ello impone una condicion no negociable: la supresion de todos los filtros de percepcion adquiridos. Rebeca Linke acaba de cumplir treinta anos y, para celebrarlo e interrogarse acerca de lo que el acontecimiento supone, decide pasar la noche en una finca que linda con un inmenso y oscuro bosque. Alli, nada mas llegar y ante la dificultad para conciliar el sueno, mientras contempla el paisaje nocturno a traves del estor que ciega a medias la ventana de su habitacion, decide cortarse la cabeza y, tras colocarsela de nuevo sobre los hombros, aventurarse desnuda al exterior. Este es el planteamiento de partida de una historia cimentada sobre tres conceptos que adquieren entre sus paginas la categoria de simbolos: la cabeza, el cuerpo y el bosque; tres estrellas brillantes que, como los mechones bien cepillados de una trenza, Somers entreteje con un notable sentido del ritmo y una interesante influencia de su tiempo --la lectura nos remitira desde el inicio al estilo onirico de los relatos de Clarice Lispector y a El bosque de la noche (1936), de Djuna Barnes, pero tambien a la crudeza del cine mas experimental de Bunuel, que tiene su maximo exponente en El perro andaluz (1929), y al terror que William Hope Hodgson supo ligar como nadie a las formas y colores de la naturaleza en La casa del confin de la tierra (1908). Empecemos por la cabeza y esa decapitacion casi involuntaria, mas instintiva que consciente, y al fin y al cabo reversible, sin la que Rebeca no hubiera podido comenzar su periplo. ?Que significa? ?No representa acaso una especie de bautismo, el rito con el que Armonia Somers le regala a su personaje --y por extension a su mirada de autora y a la nuestra de indiscretos voyeurs -- un nuevo principio limpio de connotaciones y experiencias previas? Y es que esa es, sin duda, una de las pretensiones mas loables de La mujer desnuda, su ansia de <>, de vaciar nuestro cerebro (y no hay manera mas grafica de hacerlo que la decapitacion) para permitir luego, al recuperarlo, que lo previamente percibido nos impresione otra vez, desintoxicado del conocimiento anterior y el prejuicio, incluido el propio cuerpo, como le sucede a Rebeca al reencontrarse con el tras la traumatica y reparada amputacion: <>. Encierran las primeras paginas de la novela de Somers un interes por dejar en la puerta de la ficcion, sin permiso para participar de la misma, todo atisbo de convencion social, porque esa es la unica estrategia para liberar al lector de las ataduras morales, los miedos y la culpa y regalarle la historia como un campo de pruebas donde experimentar sin autocensurarse interpretaciones no previstas, en este caso sobre el sexo, el odio y las fronteras del deseo no solo fisico, sino tambien mental. Es en este punto de la narracion cuando el cuerpo entra en escena, la figura desnuda y libre de Rebeca Linke se adentra en el bosque y se convierte en una provocacion para todo aquel que se cruza en su camino y, a diferencia de la mirada de la protagonista y de nuestra propia mirada, no ha sido bendecido con la bula de la autora para percibir la humanidad sin tamiz. Ante estos perfiles encadenados a la realidad, construida con un peso de milenios, Rebeca se rebela y adopta una actitud que interpela y provoca, que desafia: <>. ?Por que nos cuesta aceptar a quien, a pesar de no hacer dano a nadie, se niega a actuar segun unas reglas a menudo incomprensibles, asumidas simplemente por la costumbre y la conveniencia de la imitacion? El cuerpo de Rebeca es un grito; un grito en el siglo XXI, desde el que leemos la novela, y un grito aun mas fuerte en el ecuador del siglo XX, momento en el que el texto se publico para, con o sin intencion, reivindicar la identidad fisica de la mujer y combatir la tendencia a ocultar y condenar la belleza ante el temor de las sensaciones que suscita; un gran error. Armonia Somers nos dice en La mujer desnuda que no hay mas que un modo de alcanzar el equilibrio emocional, cierta felicidad, si es que esta existe; y es partiendo de la incomodidad e interrogandonos acerca de las pulsiones que acentua en nuestro interior la presencia absoluta del otro. En este sentido, hombres y mujeres somos victimas, y la novela va un paso mas alla del feminismo para situarse en un plano de denuncia universal y proponer una liberacion del pensamiento que, aunque preso durante mas de mil anos, tiene el poder de desprenderse de las cadenas en un segundo si, como en un conjuro, damos con las palabras adecuadas, por que no, magicas: <>. Como el aceite en el agua, como un revulsivo, asi es como el cuerpo de Rebeca, que ademas de tentar experimentara el frio de la amenaza a cada paso, se introduce en el bosque, que es el mundo y nuestra ultima estrella. Alli, donde todos los personajes son el mismo, el lenador y su mujer, los gemelos y el cura, el aficionado a las intrigas y el misterio, y el caballo..., alli es donde habitamos, inmersos en la oscuridad. El bosque es nuestro entorno, nuestra conciencia dormida, un lugar que carece de sentido si no estamos dispuestos a convertirlo en escenario de la batalla. Porque el conocimiento es una guerra continua.

  • Una vida en Paris de Erika Fiorucci

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    El amor algunas veces te golpea como un rayo y otras te consume poco a poco sin que ni siquiera te des cuenta.

  • El infierno de Ian (Saga Security Ward 6) de N. Q. Palm

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    Las cosas no podian ir peor para Ian Porter. Despues de buscar a Isabella y de encontrarla, todo se viene abajo. El destino les ha jugado una mala pasada.
    Ha estado ausente de su equipo por no poder concentrarse, algo que el capitan de su unidad, Slade Ward, exige al maximo. Hasta que despues de incorporarse a una mision de riesgo descubre que la vida le tiene reservadas algunas sorpresas. En Europa, vivira en sus propias carnes lo que han sufrido otras victimas. La impotencia y la rabia terminan por consumirlo.
    ?Puede una operacion en Budapest convertirse en el peor de los escenarios? ?Puede el amor superar una mala decision?

  • La portavoz de Sophie Saint Rose

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    Katherine tiene la mala suerte de tener que cumplir con una obligacion civica. Formar parte de un jurado en un juicio por asesinato. Pero su mala suerte no termina ahi pues se enamora perdidamente de la persona que menos le conviene. El acusado, Sean Crawford no recuerda lo que ocurrio esa noche y ella estaba dispuesta a todo para librarle de la carcel para poder conocerle.

  • Amor sin instrucciones de uso de Olga Salar

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    Erik abrio la puerta de la casa de su amigo y vecino, y entro sin siquiera encender las luces. Las casas de la urbanizacion en que vivian estaban distribuidas del mismo modo, por lo que conocia al dedillo donde se encontraba cada pared o pasillo. Se habia pasado todo el dia escribiendo, por lo que apenas habia tenido tiempo para nada mas. No obstante, su promesa de regarle las plantas a Pablo se habia impuesto a su cansancio y al hambre que sentia, y se habia obligado a cumplirla antes de quedarse dormido frente al teclado. Siguio por el pasillo y se detuvo abruptamente al ver que habia una luz encendida en el salon. Desconcertado, ya que Pablo le habia dicho que no llegaria hasta el domingo, entro y se quedo petrificado en la puerta de la entrada. Tendida en el sofa, durmiendo, habia una mujer. Erik habia visto desfilar por casa de su amigo a infinidad de mujeres. La mayoria, famosas y despampanantes, pero la chica del sofa parecia estar hecha de otra pasta. No porque no fuera bella, que lo era. Sus piernas eran increibles. Erik daba las gracias a la suerte que habia hecho que su falda se subiera lo justo para mostrarselas. No obstante, emanaba de ella un halo de serenidad que lo perturbaba mas de lo esperado, tanto, que tardo unos segundos en reaccionar, aunque finalmente saco el movil del bolsillo trasero de sus vaqueros y busco entre sus contactos el numero de Pablo Duarte. Su amigo descolgo al tercer tono: --Erik, me pillas en un mal momento, ?es urgente? --pregunto este. De fondo se escuchaba el sonido de musica y de gente hablando, por lo que dedujo que debia de estar en alguna fiesta de promocion. --Lo cierto es que si --susurro preocupado por despertar a la bella durmiente. --Dame un segundo. Erik escucho como Pablo se disculpaba con alguien y tras varios segundos de silencio en la linea el sonido de fondo se disipo. --?Que sucede? --pregunto cuando estuvo lo suficientemente lejos como para hablar con tranquilidad. --He ido a tu casa a regar las plantas, tal y como me pediste, y me he topado con que hay una mujer durmiendo en tu sofa. --Ya veo --comento con tanta calma que Erik dudo que le hubiera entendido--, ?Como es? Erik observo a la mujer. --Guapa, esbelta... --Eso ayuda poco. La mayoria de mis amigas son tal y como la describes. --Tiene los ojos mas bonitos que he visto en mi vida. Pablo guardo silencio al otro lado de la linea, ?como podia saberlo si estaba durmiendo? --?Como lo sabes? --Porque los estoy viendo ahora mismo. --?Se ha despertado? Erik bajo el tono de su voz. --Solo un segundo. --?Que mas me puedes decir de ella? --insistio. Despues de todo habia una mujer en su casa y Pablo estaba seguro de no haberle dado la llave a ninguna. --Es pelirroja. --?Pelirroja? --Si. Te lo acabo de decir, no me digas que todas tus amigas tienen el cabello de ese color o te cuelgo. --No. !Dejala dormir! --?Porque es guapa? ?O por que es pelirroja? Escucho a Pablo reir al otro lado de la linea. --No soy tan facilon --dijo riendo--, es porque si es guapa, pelirroja y tiene los ojos bonitos no hay duda de que es mi hermana. Alex estaba teniendo un sueno maravilloso del que se negaba a despertar. Estaba tan cansada del viaje que se habia quedado dormida en el sofa de su hermano, a pesar de que su propia casa estaba a solo cien metros mas alla. El problema era que su hogar llevaba tres anos deshabitado, el mismo tiempo que habia estado viviendo en Paris, y Alex no tenia intencion de cruzar el umbral de su casa hasta que esta hubiera sido fumigada y debidamente limpiada. Alex era una mujer valiente y decidida, capaz de enfrentar cualquier problema con determinacion y valentia, no obstante, su arrojo desaparecia cuando se trataba de insectos, a grosso modo, fueran cuales fueran. Nunca hacia distinciones en ese campo. Por ese motivo, el de los posibles invitados no deseados en su hogar, habia invadido el domicilio fraternal, y alli estaba teniendo un maravilloso sueno con un guapisimo desconocido como protagonista. El desconocido era tan atractivo que, si todavia lo recordaba cuando se despertase, iba a convertirlo en el protagonista de su nueva novela, un asesino en serie tan guapo seria capaz de sorprender a cualquier lector, por muy listo que este fuera. Pero ya lo pensaria cuando se despertara. T Capitulo 1 ras una semana de okupa en casa de su hermano, Alex por fin podia entrar en la suya sin temor a ser devorada por los supuestos insectos que la habian invadido mientras ella habia estado viviendo en Paris. Aun asi, a pesar de la fumigacion previa, paso con cierto temor. Estar de regreso implicaba demasiados cambios que iba a tener que comenzar a asumir. El primero de ellos acababa de superarlo: estaba de regreso en Londres, de nuevo cerca de sus padres y de su hermano y, como no, de todo lo que habia tratado de evitar mudandose a Paris. No obstante, el cambio de editorial la habia empujado a regresar y, aunque era una persona que no solia amilanarse por nada, una parte de ella no podia evitar sentirse nerviosa. El segundo cambio era el que la habia ilusionado lo suficiente como para plantearse regresar. Tras convertirse en una escritora valorada y exitosa de novela negra, la mayor editorial del genero acababa de contratarla para que escribiera una serie con ellos. La unica peticion era que estuviera ambientada en Londres. Tras darle muchas vueltas a sus opciones, Alex habia decidido regresar con la intencion de ambientar su trabajo en el Londres victoriano. Era la primera vez que se planteaba escribir una novela con trasfondo historico, pero la idea la habia emocionado tanto que casi sin darse cuenta ya tenia el guion para las dos primeras novelas. Esa iba a ser la primera vez que Scarlett Payne, la escritora misteriosa de la que todo el mundo hablaba, iba a salir de su zona de confort y a aventurarse en un proyecto tan fascinante que la habia empujado a regresar a la ciudad de la que habia huido tres anos antes, cuando la persona en quien mas confiaba la habia traicionado. --?Alexa? ?Se puede pasar? --pregunto Pablo en la puerta de entrada. Alex dejo de lado sus pensamientos y salio al encuentro de su hermano. El era la unica persona que la llamaba Alexa, ni siquiera su madre la llamaba de ese modo, para ella era Alejandra, nada de anglicismos ni de diminutivos. Borro los pensamientos sobre su madre, a la que habia estado evitando desde que regreso y fijo su atencion en su hermano. Pablo estaba de pie con su sonrisa traviesa, la misma que lo habia encumbrado a la fama; el cabello negro y rizado, que solo el habia heredado de su madre espanola, y sus ojos del mismo verde azulados que los de su hermana melliza, brillando divertidos. --Pasa. --?Estas segura? ?No hay restos de la masacre a la vista? Ya sabes que tengo el estomago delicado --siguio burlandose de su hermana. Despues de todo el haber nacido siete minutos antes que ella le otorgaba cierto poder como el hermano mayor que era. --Muy gracioso. Pero al mismo tiempo que contrate a un fumigador hice lo propio con un servicio de limpieza. No hay cadaveres a la vista. --!Maravilloso! --anuncio entrando en la casa y, tras cruzar los diez metros que separaban la entrada del salon, se dejo caer con cierto encanto en el sofa. --?No tienes trabajo? --pregunto Alex sentandose con el. --Tengo mucho trabajo, pero como soy un buen hermano he decidido aparcarlo para ayudarte con la mudanza. Ella arqueo con desconfianza una ceja y lo observo en silencio. --?Tantas ganas tienes de que me marche de tu casa? Pablo se sintio pillado, pero como el buen actor que era recupero su expresion neutra y trato de encandilar a su hermana con palabras bonitas. --Por supuesto que no. Lo unico que me interesa es tu bienestar. --!Ja! --Te lo digo completamente en serio. --?No tiene nada que ver el que mi presencia en tu casa haya acabado con tu vida... romantica? --aventuro Alex. Pablo le lanzo una mirada furibunda. --De acuerdo, supongo que esa parte tambien ha tomado peso en mi decision de ayudarte. --Acepto tu ayuda --dijo ella saltando del sofa y poniendose de pie--, pero no la necesito para mudarme. En tu casa apenas hay dos maletas; la mayoria de mis cosas de Paris llegaran esta tarde. Lo que necesito es tu ayuda para encontrar un asistente. Esta vez fue Pablo quien salto del sofa. --?Como dices? Ella se encogio de hombros. --Necesito un asistente. --?Estas segura de eso? Asintio con la cabeza. --Solo tengo una peticion: debe ser una mujer. Fue la ocasion de Pablo para asentir. --Creo que es lo mas inteligente. ?Y como pretendes que te la consiga? No tengo ni la mas remota idea de como hacerlo. --Tu no, idiota. Habla con tu representante, estoy segura de que ella sabra donde puedo conseguir un asistente. --Michelle no es muy de fiar para esa tarea. Lo unico que tiene en cuenta para contratar a alguien es su aspecto. Cuanto mas feos, mejor. --?Por que? --No tengo ni idea, una vez le pregunte, pero se nego a responderme. Aunque tengo la teoria de que lo hace para evitarme tentaciones. Alex no dijo nada. Principalmente porque no sabia que decir ante semejante confesion. Fuera como fuera no podia criticar a su hermano ya que ella estaba haciendo lo mismo. Pretendia que su asistente fuera una mujer para evitarse problemas como enamorarse de el. Algo que ya habia hecho previamente y habia sido un desastre. Ahora lo unico que ella necesitaba era una asistente que fuera competente y, sobre todo, de fiar. --!Lo tengo! Erik me conto el otro dia que su prima habia llegado a Londres y que buscaba trabajo, quizas puedas entrevistarla. Habia considerado contratarla como secretaria, pero si lo haces tu mejor que mejor. Su hermana suspiro sonoramente para demostrarle su irritacion. --Eres increible. ?Cuantas secretarias tienes? ?Y quien demonios es Erik? --Actualmente tengo tres secretarias. Y Erik, ya que lo preguntas... es tu vecino. --Tu eres mi vecino y ?para que necesitas tantas secretarias? --Yo soy tu vecino de la izquierda, Erik es tu vecino de la derecha. Y no necesito secretarias, solo las contrato para hacerles un favor a mis amigos. --No creo que esos amigos merezcan la pena si te utilizan para que contrates a sus novias. Pablo fulmino a su hermana con la mirada. --No todas son novias. Una de ellas es la hija de mi chofer --anuncio con mucha dignidad, un segundo antes de darse la vuelta y dar por terminada su conversacion T Capitulo 2 res dias despues de su conversacion con Pablo, Alex estaba sentada en su despacho con Harper, la prima de su vecino de la derecha, quien, a pesar de su edad, ni siquiera llegaba a los treinta, tenia un brillante curriculo. --?Desde cuando conoces a mi hermano? --No lo conozco de nada --respondio con una sonrisa avergonzada--, en realidad el que este aqui ha sido cosa de mi primo. --Entiendo. --Acepto y siguio leyendo sus aptitudes--. ?Puedo preguntarte por que abandonaste un trabajo como profesora de informatica para venir a Londres? Harper enrojecio de repente y Alex se sintio culpable por haber hecho una pregunta tan directa sin una pizca de tacto. --No tienes por que responder si no lo deseas. --No, no... Es solo que me averguenza un poco confesarlo y tampoco creo que me deje en buen lugar hacerlo. --Se encogio de hombros, como si no hubiera solucion mas que decirlo--. Sufri un desengano amoroso. Mi prometido me abandono por otra mujer unas semanas antes de nuestra boda. Quedarme alli me asfixiaba. --Hizo una pausa--. Bueno, en realidad lo que me asfixiaba era ver la lastima en los rostros de las personas. No me gusta que me compadezcan. Mi primera opcion fue Sidney, pero al final me entro el panico y decidi quedarme aqui. Por primera vez, desde que le habia abierto la puerta esa manana, Alex sintio una conexion con aquella rubia de apariencia delicada que tenia delante. Todo, desde su mirada dorada sin maquillajes, hasta su vestido insulso indicaban que era una persona que preferia pasar desapercibida y, aun asi, su belleza era demasiado llamativa para lograrlo al cien por cien. --?Por que Sidney? --Mi mejor amigo vive alli. La observo en silencio y le ofrecio una sonrisa. Si, en la superficie parecia alguien fragil, una persona capaz de romperse con facilidad, y para algunas personas que escucharan su historia seguro que lo verian de ese modo, pero Alex era distinta. Ella conocia en carne propia lo dificil que era abandonar la comodidad del hogar para tratar de recomponerse en otra parte, alejada tanto de lo bueno como de lo malo. --?Cuando puedes empezar? Como si no se hubiera esperado esa respuesta, Harper agrando los ojos por la sorpresa y se llevo la mano a los labios para ahogar un gritito de alegria. No obstante, su expresion cambio de repente tan velozmente que Alex se planteo si habia imaginado su sonrisa. --?Me das el trabajo por lastima? Te acabo de decir que me molesta que me consideren alguien tan lamentable. --No, ?por que? ?Hay algun motivo por el que deberia tenertela? Los ojos color caramelo de Harper brillaron afilados. --?Crees eso realmente o solo tratas de complacerme? A Alex le gusto ese punto de rebeldia que le estaba mostrando. Necesitaba un asistente, alguien que ordenara su correspondencia, que hiciera las labores de investigacion cuando fuera necesario, pero tambien necesitaba alguien que fuera capaz de criticar su trabajo sin amilanarse, alguien con cierta capacidad de critica que la ayudara a mejorar. --No tengo ningun interes en complacerte. No tengo por que contarte esto, aunque lo voy a hacer. Parece que te has montado tu propia pelicula acerca de lo que crees que te dire, pero que no te compadezco, igual que tampoco me compadeci de mi misma cuando mi anterior asistente, y novio, robo mi trabajo y lo hizo pasar como suyo. En aquel entonces yo tambien me marche de Londres y me refugie en Paris. --Pero eres bellisima. --Tambien lo eres tu. --Pero... --Al contrario de ti --la corto Alex--, yo jamas senti que fuera culpa mia. Asi que, bien pensado, si... un poco si que te compadezco. No obstante, si estas dispuesta a tirar por la borda este trabajo por eso es que te he sobrevalorado. Durante unos segundos que se sintieron eternos las dos mujeres se miraron en silencio, cada una debatiendose en sus propias dudas. Harper estaba decidida a quedarse en Londres. No tenia previsto regresar a Birmingham en mucho tiempo. No solo porque deseaba evitar a Justin y a su futura esposa todo lo que fuera posible, sino porque una parte de ella le decia que debia despertar del largo letargo en el que se habia sumido. Desde que conocio a Justin y hasta su ruptura habia ido dejando de lado sus suenos y aspiraciones en favor de las de el. Y esa falta de ambicion habia terminado por pasarle factura. Si tan solo hubiese escuchado a David cuando le advertia las cosas habrian sido distintas. --Puedo empezar ahora mismo, si lo deseas. --Perfecto. Pues vamonos de compras. --?De compras? --Miro a su nueva jefa con curiosidad. Alex Blackesley Duarte era una mujer estilosa de la cabeza a los pies mientras que ella misma se ponia cualquier cosa que apareciera en su armario sin preocuparse por si las piezas combinaban o no. ?Como, pues, iba a saber ella aconsejarle sobre ese tipo de cosas? --Si, necesitamos ordenadores, impresoras, papel... Ya sabes. Este despacho lleva tres anos vacio. La tinta se ha secado y nada funciona como deberia. !Por supuesto! Se dijo Harper, en ese tipo de compras si que podia serle de utilidad a su nueva jefa. --!Eso suena muy bien!

  • Sin compromiso (Nuevos Tiempos) de Curtis Sittenfeld

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    Mucho antes de que llegase a Cincinnati, todo el mundo sabia que Chip Bingley andaba buscando esposa. Dos anos antes, Chip --graduado por el Dartmouth College y por la Facultad de Medicina de Harvard, vastago de los Bingley de Pensilvania, que durante el siglo XX habian hecho fortuna con el negocio de las piezas de fontaneria-- habia aparecido, por lo visto con alguna reticencia, en el famosisimo reality televisivo Tal para cual. A lo largo de ocho semanas, durante el otono de 2011, veinticinco solteras habian convivido en una mansion de Rancho Cucamonga, en California, compitiendo por el corazon de Chip: celebraban citas en las que iban a jugar al blackjack a Las Vegas o a catas de vino en los vinedos del valle de Napa mientras se peleaban y se ponian a parir entre ellas delante del pretendiente y tambien a sus espaldas. Al final de cada episodio, le daba a cada una o bien un beso en los labios, lo que significaba que continuaba compitiendo, o bien un beso en la mejilla, que queria decir que tenia que volverse a su casa de inmediato. En el ultimo episodio, cuando solo quedaban dos mujeres --Kara, una antigua animadora universitaria de veintitres anos con unos ojazos y una melena rubia rizada, profesora de instituto en Jackson, Misisipi; y Marcy, una dentista morena de veintiocho anos, hipocrita pero atractiva, de Morristown, Nueva Jersey--, Chip se puso a llorar como una magdalena y rehuso proponer matrimonio a ninguna de las dos. Ambas eran increibles, extraordinarias, inteligentes y sofisticadas, afirmo, pero no sentia hacia ninguna de las dos lo que el llamaba <>. En cumplimiento de las normas de la Comision Federal de Comunicaciones, la consecuente diatriba de Marcy quedo reducida a una serie de palabras interrumpidas por pitidos que a duras penas ocultaban su colera. --No quiero que conozca a las chicas por haber estado en esa chorrada de programa --le decia la senora Bennet a su marido durante el desayuno una manana de finales de junio. Los Bennet vivian en Grandin Road, en una amplia casa de estilo Tudor de ocho habitaciones en el barrio de Hyde Park de Cincinnati--. Ni siquiera lo he visto. Pero estudio en la Facultad de Medicina de Harvard, ?sabes? --Eso me comentaste --respondio el senor Bennet. --Despues de todo lo que hemos pasado, no me importaria tener un medico en la familia. Llamalo interes si quieres, pero yo mas bien diria que es una cuestion de inteligencia. --?Interesada tu? --repitio el senor Bennet. Cinco semanas antes, el hombre habia pasado por una revascularizacion coronaria de urgencia; tras una convalecencia complicadita, hacia pocos dias que habia recuperado su habitual actitud sardonica. --Chip Bingley ni siquiera queria presentarse en Tal para cual, pero su hermana lo propuso como candidato. --Entonces un reality no es muy distinto del Premio Nobel de la Paz, pues en ambos se requiere de candidatos propuestos por terceros. --Me pregunto si esta de alquiler o ha comprado la casa --dijo la senora Bennet--. Eso nos indicaria cuanto tiempo tiene pensado quedarse en Cincinnati. El senor Bennet bajo su rebanada de pan. --Teniendo en cuenta que hablas de un completo desconocido, tu interes en los pormenores de su vida me parece desmedido. --Yo tampoco lo consideraria un desconocido. Trabaja en Urgencias en el Christ Hospital, lo que significa que Dirk Lucas debe de conocerlo. Chip es bienhablado, no como esos jovenes vulgares que suelen salir en la tele. Y es muy atractivo, ademas. --Pensaba que nunca habias visto el programa. --Me trague unos minutos de pasada mientras las chicas lo veian. --Miro malhumorada a su marido--. No deberias discutir conmigo; es malo para la recuperacion. En cualquier caso, Chip podria haber hecho carrera en la television pero decidio volver a la Medicina. Y se nota que viene de buena familia. Fred, estoy convencida de que el hecho de que se haya mudado aqui justo cuando Jane y Liz se encuentran en casa supone un resquicio de esperanza para nuestros problemas. Las dos hijas mayores de las cinco hermanas Bennet llevaban una decada y media viviendo en Nueva York; a causa del susto motivado por la salud de su padre habian vuelto repentina, si bien temporalmente. --Carino, si una marioneta hecha con un calcetin, que tuviera herencia y un diploma de Medicina de Harvard, se mudase aqui, tu estarias convencida de que su destino era casarse con una de nuestras chicas. --Burlate todo lo que quieras, pero el tiempo no pasa en balde. No, Jane no aparenta los cuarenta que va a cumplir en noviembre, pero cualquier hombre que sepa su edad le dara vueltas y vueltas a lo que ello supone. Y Liz la sigue de cerca. --Muchos hombres no quieren hijos. --El senor Bennet le dio un sorbo al cafe--. Ni yo lo tengo claro todavia. --Una mujer de cuarenta puede dar a luz, pero no es tan facil como los medios de comunicacion nos hacen creer. La hija de Phyllis y Bob ha probado toda clase de metodos y al final se tuvo que conformar con el pequeno Ying de Shanghai. --Se levanto y se miro el reloj de oro ovalado--. Voy a llamar por telefono a Helen Lucas, a ver si puede organizar algo para presentarme a Chip. Capitulo 2 La senora Bennet era quien siempre bendecia la mesa en las comidas familiares --sentia predileccion por las oraciones de la Iglesia anglicana-- y, aquella noche, apenas hubo pronunciado la palabra <>, anuncio con entusiasmo incontenible: --!Los Lucas nos han invitado a su barbacoa del Cuatro de Julio! --?A que hora? --pregunto Lydia, de veintitres anos, la pequena de las Bennet. Mary, que tenia treinta, le dijo: --Hasta que no se haga de noche no puede haber fuegos artificiales. --Nos han invitado a una prefiesta en Mount Adams --intervino Kitty. Ella tenia veintiseis, la mas cercana tanto en temperamento como en edad a Lydia, aunque contraria a las conductas fraternales tipicas; iban juntas a todas partes, y era la pequena quien llevaba por el mal camino a la otra. --Pero si no os he dicho quien va a estar en la barbacoa. --Desde su extremo de la larga mesa de roble de la cocina, la senora Bennet estaba euforica--: !Chip Bingley! --?El llorica de Tal para cual? --dijo Lydia, y Kitty solto una risita mientras aquella anadia--: Yo no he visto nunca a ninguna mujer llorar lo que lloro el en la temporada final. --?Que es un llorica de tal para cual? --pregunto Jane. --Ay, Jane --le dijo Liz--. Que inocente y pura eres. Has oido hablar del programa Tal para cual, ?verdad? Jane entrecerro los ojos. --Creo que si. --Pues el salia alli ahi hace un par de anos. Era el tio que codiciaban veinticinco mujeres. --Creo que no os imaginais el terror que ha de experimentar un hombre al verse asi de superado en numero --comento el senor Bennet--. Yo muchas veces me echo a llorar, y eso que aqui solo sois seis. -- Tal para cual es degradante para la mujer --dijo Mary. --Esa es tu opinion, claro --tercio Lydia. --Pero a la temporada siguiente van a ser una mujer y veinticinco chicos; eso es paridad --dijo Kitty. --Las mujeres se humillan de una manera a la que no llegan los hombres. Estan desesperadisimas --replico Mary. --Chip Bingley estudio en la Facultad de Medicina de Harvard --dijo la senora Bennet--. No es uno de esos ordinarios de Hollywood. --Mama, su ordinariez hollywoodiense es lo unico que interesa de el aqui en Cincinnati --le dijo Liz. Jane se volvio hacia su hermana. --?Tu sabias que estaba aqui? --?Tu no? --?A por cual de nosotras quieres tu que vaya, mama? --pregunto Lydia--. Es mayor, ?verdad? Entonces doy por hecho que a por Jane. --Gracias, Lydia --comento aquella. --Tiene treinta y seis, asi que es tan adecuado para Jane como para Liz --contesto la senora Bennet. --?Por que no Mary? --pregunto Kitty. --No me parece el tipo de Mary. --Porque es lesbiana y el tal Chip no es mujer --anadio Lydia. Mary la fulmino con la mirada. --Lo primero: no soy lesbiana. Y aunque lo fuese, prefiero ser una lesbiana a una sociopata. Lydia sonrio con superioridad. --Puedes ser las dos cosas. --?Lo estais oyendo todos? --Mary se volvio hacia su madre, en un extremo de la mesa, luego a su padre, en el otro--. Lydia esta fatal de la cabeza. --Las dos teneis la cabeza perfectamente --dijo la senora Bennet--. Jane, ?como se llama esta verdura? Sabe distinta a otras veces. --Son espinacas. Las he estofado. --A decir verdad --intervino el senor Bennet--, hay un aspecto para el que no os funciona muy bien la cabeza. Sois adultas, tendriais que estar viviendo por vuestra cuenta. --Papa, vinimos para cuidarte --respondio Jane. --Pues ya estoy bien. Volveos a Nueva York. Tu tambien, Lizzy. Ya que eres la unica que se niega a aceptar un centavo y, no por casualidad, la unica con un empleo de verdad, se supone que debes dar ejemplo a tus hermanas. De lo contrario, te arrastraran con ellas. --Jane y Lizzy saben lo importante que es para mi el almuerzo --dijo la senora Bennet--. Por eso siguen aqui. El acontecimiento al que se referia era el almuerzo benefico anual de la Liga Femenina de Cincinnati, programado aquel ano para el segundo jueves de septiembre. La senora Bennet era miembro de la Liga desde los veinte, aquel ano era la presidenta del Comite de Organizacion del acto y, lamentablemente (como recordaba a menudo a los integrantes de la familia), la enorme presion y responsabilidad de dicho papel le impedian cuidar de su marido durante la convalecencia. --A ver: la invitacion de los Lucas es para cuatro. Lydia y Kitty: teneis tiempo de sobra para veniros con nosotros y llegar a vuestra fiesta antes de los fuegos artificiales. Helen Lucas va a invitar a unos cuantos jovenes del hospital aparte de a Chip Bingley, asi que seria una pena que os perdieseis la oportunidad de conocerlos. --Mama, a diferencia de nuestras hermanas, Kitty y yo somos perfectamente capaces de conseguir novio por nuestra cuenta --replico Lydia. La senora Bennet miro al otro extremo de la mesa, a su marido. --Si alguna de nuestras hijas se casase con un medico, me quedaria satisfecha, si. Pero Fred: me atreveria a decir que, si eso hace que se vayan de casa, tu tambien lo estarias.

  • Los pequenos brotes de Abel Azcona

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    Los pequenos brotes’ Es una de las obras narrativas mas intimas de Abel Azcona, en la que revisa los acontecimientos que han marcado su vida. A traves de relatos breves, Azcona reune un compendio de experiencias reales que nos permiten comprender mejor la complejidad de un artista inclasificable y controvertido. Un libro muy personal en el que indaga en su trayectoria vital como nunca antes lo habia hecho. <>.

  • A la sombra del arbol violeta de Sahar Delijani

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    Azar iba sentada en el suelo de chapa ondulada de la furgoneta, acurrucada contra la pared. El vehiculo daba bandazos por la sinuosa calle, zarandeando a Azar de aqui para alla. Con la mano libre se aferraba a lo que, al tacto, parecia un asidero. La otra mano sujetaba su vientre tenso y abultado, que se contraia obligandola a respirar de forma entrecortada, irregular. Una ardiente punzada de dolor surgio en un punto indeterminado de su columna y se extendio a todo el cuerpo como un estallido. Reprimiendo un grito, Azar cerro los dedos en torno al chador que la envolvia y lo estrujo con tanta fuerza que se le blanquearon los nudillos. Cada vez que la furgoneta doblaba una esquina, se veia lanzada contra los costados del vehiculo. Con cada sacudida y cada bache, su cuerpo rebotaba hacia el techo y la criatura que llevaba en el vientre se tensaba y se encogia. La venda que le tapaba los ojos estaba empapada de sudor. Se llevo una mano a los ojos para secarselos. Aunque iba sola en la parte trasera de la furgoneta, no se atrevio a quitarse la venda, pero sabia que habia una ventanilla a su espalda. Habia tocado el cristal al subirse. Si la Hermana en el asiento delantero se volvia, podria verla, o tal vez se detuvieran de repente y no le diera tiempo a ponerse de nuevo la venda. No sabia que sucederia si la sorprendieran con los ojos descubiertos, pero preferia no saberlo. A veces intentaba convencerse de que el miedo que habia anidado en su interior, que la seguia alla donde fuera, no estaba justificado; nadie le habia levantado la mano jamas, ni la habia empujado, ni siquiera amenazado. No tenia ningun motivo para temer a las Hermanas y los Hermanos, ninguna razon tangible. Pero habia oido los gritos que hacian vibrar los muros de la carcel y resonaban en los pasillos desiertos, despertando a las reclusas por la noche, interrumpiendo la conversacion de las que compartian almuerzo, sumiendolas en un silencio de dientes apretados y extremidades agarrotadas que se prolongaba hasta la noche. Nadie sabia de donde venian aquellos gritos. Nadie se atrevia a preguntarlo. Pero eran gritos de dolor, eso si lo sabian. Nadie habria podido confundir aquellos alaridos con un lamento de otra clase; eran aullidos de un cuerpo privado de su identidad, abandonado, aplastado hasta acabar convertido en una masa informe cuya unica manifestacion vital era la fuerza con que rasgaba el silencio entre los muros de la prision. Y nadie sabia cuando le llegaria el turno, cuando desapareceria por el pasillo sin dejar mas rastro que sus gritos. Asi que seguian viviendo, esperando y acatando ordenes a la sombra de una amenaza que -- bien lo sabian-- no podrian esquivar para siempre. Por una rendija situada por encima de su cabeza se colaba en la furgoneta, amortiguado, el clamor de la ciudad, que a esa hora se desperezaba: el enrollar de las persianas, los bocinazos, las risas infantiles, los pregones de los vendedores ambulantes. Por la ventanilla oia tambien los sonidos intermitentes del parloteo y las risas en la cabina, aunque no alcanzaba a distinguir lo que decian. Solo oia las carcajadas de la Hermana en respuesta a lo que uno de los Hermanos acababa de contar. Azar trato de acallar las voces que resonaban en la furgoneta concentrandose en el rumor de las calles de Teheran, su querida ciudad, que llevaba meses sin ver ni oir. Se pregunto hasta que punto habria cambiado, despues de tres anos de guerra con Irak. ?Habrian llegado los combates a la capital? ?Se habrian visto sus habitantes obligados a abandonar la ciudad? A juzgar por el ruido que procedia de las calles, todo parecia igual que siempre, el mismo caos, el mismo bullicio de lucha, de supervivencia. Se pregunto que estarian haciendo sus padres en ese momento.

  • Atentado de Mariano Gambin

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    Atentado. La Novela. Thriller. Un desgraciado incidente provoca la contratacion de dos peligrosos asesinos para atentar contra los reyes de Espana en una visita a la ciudad con motivo de la inauguracion del templo masonico rehabilitado como museo. Ambos decidiran que el lugar adecuado es la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Los asesinos actuan por separado y cada uno ideara un sistema de atentado contra los monarcas el 15 de febrero a las dos de la tarde. La policia tendra noticia de su existencia bastante tarde, tal vez demasiado... Un tubo volcanico aparece debajo del subsuelo de la calle del Pilar, en pleno centro de Santa Cruz. Dentro de la galeria se descubre un pasadizo subterraneo que lleva a una inquietante camara donde se desarrollaron rituales profanos hace mas de doscientos anos. Dos cadaveres centenarios anaden muchas incognitas a un enigmatico y amenazador secreto. Para ello la arqueologa Marta Herrero debera enfrentarse a sus propios miedos.

  • Cambio mundo por universo de Beatriz M. De Lagos

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    YO
    Me llamo Eva, tengo treinta y seis anos, estoy casada y tengo dos hijas. La relacion con mis padres es buena y aunque soy hija unica, mi amiga Paula ha sido desde el colegio como una hermana para mi. Soy coordinadora en una empresa que organiza fiestas y eventos sociales. Me encanta mi trabajo, hace que me sienta activa y me da la oportunidad de conocer a mucha gente. Vivo en una ciudad comoda para vivir y pequena para esconderse.
    Soy infiel y estoy enamorada.

  • La chica de Edna O'brien

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    <>. Asi empieza la nueva y sorprendente novela de Edna O’Brien, quien con mas de ochenta anos ha encontrado la fuerza y la valentia para viajar a Nigeria y entrevistar a varias de las ninas que fueron victimas de Boko Haram. Su estremecedor testimonio ha inspirado esta novela al tiempo desgarradora y luminosa: la historia de Maryam, que es secuestrada junto con sus companeras del colegio, encarcelada, violada y obligada a casarse con un desconocido; que debe huir

  • El demonio bajo mis pies de Ka Barcelo

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    Aquel dia fue devastador. La llamada desde la residencia le desperto a las seis y media. Su madre habia muerto. A pesar de que Ivan ya se habia ido haciendo a la idea de que seguramente moriria pronto, debido a las complicaciones que le habia producido el Alzheimer, aquella noticia le cayo como un jarro de agua fria. Por la tarde, Ivan permanecia sentado en la sala numero tres del tanatorio Sancho de Avila, enfundado en un abrigo de lana. En un rincon estaba el ataud cerrado y, encima, una corona de flores blancas y un lazo con la inscripcion: <> A pesar del ambiente gelido y el aviso de ola de frio polar, durante la hora del almuerzo fueron algunos vecinos de la escalera a darle el pesame, y se sorprendio de algunas de las visitas. Se acerco el matrimonio del segundo tercera: Remedios y su marido, que nunca iban a las reuniones de la comunidad; Rosa, que siempre iba de cabeza y con quien apenas habia hablado, con sus dos hijos --?pero que hacen aqui, estas criaturas?--, y Jose, un abogado jubilado que pintaba cuadros impresionistas al que todos consideraban un tipo bohemio y extrano. Todo el mundo se mostro tan carinoso, incluso el hurano pintor, que tuvo ganas de llorar. Mas tarde comenzaron a llegar companeros de trabajo. Los primeros, Nestor y Nadia, colegas del departamento a quienes queria como si fueran de su familia y que le dieron un fuerte y largo abrazo. --?Como estas, tio? --dijo Nestor con gesto compungido mientras Nadia frotaba con la mano la espalda de Ivan. --Estoy bien --dijo el con una ligera sonrisa de circunstancias--. Gracias por venir. Los dos amigos firmaron el libro de condolencias y se sentaron con el un buen rato, en silencio, hasta que empezaron a llegar otros companeros. Pedro, community manager de la empresa y gran animador en el trabajo y en las fiestas en la azotea del piso de Ivan; Andreu y tambien su mujer, Carmen, a quien conoceria por primera vez y, poco despues, Eduard, el jefe de departamento con su esposa. Un poco mas tarde, se presento Estel. Ni siquiera el movimiento de sus caderas enfundadas en aquella falda de tubo sobre el pedestal de unos zapatos de tacon kilometrico le hicieron reaccionar. Estel era el amor platonico de todos los companeros; solteros, casados y divorciados y, segun Nadia, una fuente de envidia entre las mujeres con las que se cruzaba en la oficina. De hecho, la mayoria de ellas pensaban que se habia ganado su ascenso meteorico, a los veintisiete anos, gracias a su <>. Pero en el tanatorio no sonreia. Se acerco a Ivan para darle dos besos y un tierno abrazo, y le susurro unas palabras de animo. El paso el brazo por su cintura en un gesto de agradecimiento mientras presenciaba la estampida de miradas furtivas. La llegada de mas conocidos del barrio y de algunos de sus clientes le obligo a atenderlos. <>, repetia Ivan mientras le surgia un sentimiento de consuelo y alivio por tantas muestras de afecto. Su madre era el unico familiar cercano que le quedaba y, pese a no haber podido comunicarse con ella los ultimos meses, habia constituido uno de los pilares de su rutina: Ivan no fallo a la cita semanal en la residencia de ancianos, cuando le llevaba ropa o crema fijadora para la dentadura postiza y le contaba como habia ido la semana mientras ella le ajustaba bien la corbata, en un gesto tan obsesivo como carinoso. Era el motivo mas importante por el que trabajaba duro, para que tuviera la mejor calidad de vida posible en los ultimos dias de su vida, y para pagar las cuotas de la residencia que ya habian agotado el dinero de la venta del piso donde Ivan habia crecido. Hacia las ocho menos cuarto de la tarde la sala quedo casi vacia, e Ivan se volvio a sentar junto a Nadia y Nestor, que habian aguantado estoicamente toda la tarde. --Nosotros tambien nos vamos, xiquet. Ya sabes que puedes llamar si lo necesitas, a la hora que sea --dijo Nadia levantandose de la silla. --Manana iremos al entierro y comeremos juntos, si quieres. --Nestor puso su mano en el hombro de Ivan, que se aflojo la corbata--. Haznos un favor, ve a dormir a casa y descansa. --Gracias chicos. Tranquilos, lo hare. Hasta manana. *** Nadia se arrebujaba con el abrigo cruzando los brazos, intentando que el viento no se colara por la botonadura. Estaba nerviosa como si fuera el primer dia que quedaron para liarse en el hotel. Habia seguido a Ivan por la calle hasta llegar cerca del Auditorio. Y alli estaba, apoyado sobre la barandilla del puente que cruzaba las vias del tren, con la solapa del abrigo levantada para huir del frio y, tal vez, para preservar su intimidad. Parecia mirar con deleite los railes que brillaban bajo las luces anaranjadas de la ciudad y ella decidio intervenir en ese romance. --Ivan… --El se incorporo despacio--. Perdona que te haya seguido… La expresion de el era tan triste como atrayente, con el ceno fruncido y los labios entreabiertos que exhalaban con ritmo sincopado el humo blanquecino de la helada. Nadia se lo habria comido alli mismo. Ambos permanecieron inmoviles unos segundos antes de abrazarse con ternura, justo en el momento en que empezo a caer aguanieve de aquel cielo tan turbio. --He pensado que quizas querrias estar acompanado un rato mas. --Un rato --dijo el. Ella se acerco y le beso en la mejilla. Esa noche, por causa de fuerza mayor, solo la acompanaria hasta el portal de su casa. PRIMERA PARTE 1 ESTEL Deambulaba por los alrededores de Via Laietana entre la multitud de turistas y locales. Aquel lunes habia sido un dia agotador en el trabajo y Estel, como de costumbre cada ano, fue a dar un paseo por el centro de la ciudad para disfrutar de la Diada de Sant Jordi. Alli estaban los restos de la fiesta; en la calle Plateria solo habian quedado las mesas y los cubos vacios de los vendedores ocasionales, petalos de rosa multicolores esparcidos por todas partes sobre las mesas y el suelo, espigas verdes y secas ignoradas por los peatones, y carteles manuscritos con los saldos del dia abandonados entre la riada de gente que iba y venia. Hacia tres anos que en el trabajo no regalaban rosas a las chicas; la crisis habia hecho desaparecer la cortesia en la empresa, y hacia mucho mas tiempo que el companerismo entre los colegas iba bien escaso. Camino hasta el Fossar de les Moreres, donde se sento bajo el pebetero de la llama eterna y se quito los zapatos; el placer del contacto de los pies sobre el suelo de piedra fue tal que cerro los ojos durante unos segundos, inspirando el aire fresco de la primavera en la ciudad. Alli fue objeto de las miradas de los hombres, jovenes y maduros, acompanados o solos que pasaban cerca, y tambien se sintio escrutada por algunas mujeres. Estel observaba aquel amasijo de gente bajo los muros de la basilica de Santa Maria del Mar. Observaba las familias de turistas enfundados en camisetas del Barca, los vendedores ambulantes lanzando al aire luces voladoras aunque aun no habia oscurecido, y chicas y senoras luciendo la rosa de Sant Jordi en las manos, junto a sus parejas. En un arrebato cogio el movil y busco entre los contactos. Aquel era un buen dia, era un buen momento para llamar a Ivan. Ya habria llegado a casa, o tal vez estaria dando una vuelta. Quizas habria decidido bajar el centro, como ella, y estaria en la terraza de cualquier bar tomando una cerveza bien fresca. Se lo imagino sentado en la cerveceria, con la chaqueta plegada sobre la silla, con las mangas de la camisa arremangadas, acariciandose la barba de tres dias que siempre llevaba impecablemente recortada. Le veia con su espalda cultivada en el gimnasio apoyada en el respaldo, mientras leia la novela de Ken Follet que le habia visto en la oficina. A pesar de la diferencia de edad, ella se sentia tan atraida por el que cuando le veia sonreir con aquella expresion tan dulce se fundia de ganas de hacerselo saber. ?Que podria pasar si le contactaba? Podria pasar que no le cogiera la llamada, o que la enviara a paseo. Pero, ?no podria haber un termino medio? Animada, se puso los zapatos bajo la atenta mirada de un turista que estaba sentado un par de metros mas alla y, tomando aire, se levanto. Entonces, se dirigio hacia la puerta del Born esperando encontrar un poco de intimidad para llamar. Alli, bajo la puerta de la basilica, apreto el icono verde del telefono y espero unos segundos. Calling Mobile. El corazon le iba a cien. En diez segundos le paso de todo por la cabeza: <> La persona a quien llama no esta disponible, por favor, deje su mensaje despues de la senal. Estel colgo antes de oir el pitido. Aliviada, bajo los escalones de la portalada y fue directa a comer una pizza y una cerveza para compensar el trance. <>

  • Treinta Postales De Distancia de Sara Ventas

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    <>. Le habia gustado la idea de elegir la planta numero trece de un edificio situado en La Malagueta, un barrio centrico de Malaga junto a la playa. Las vistas eran espectaculares y la orientacion no podia ser mejor. Cuando recibio las fotografias que Manu le habia enviado del apartamento y las vistas desde la terraza, comenzo a concienciarse del paso que estaba dando y, sobre todo, empezo a ver una luz que no era precisamente la de aquel sol que iluminaba aquellas imagenes, sino la de la sensacion que le producia la velocidad con que todo estaba saliendo: rodado. Sofia tenia el convencimiento de que si algo que nace entre dudas sale sin esfuerzo, es porque se ha elegido el camino correcto. Y que mejor muestra que aquella de encontrar, casi a la primera, la casa que se ajustaba, de sobra, a las caracteristicas que ella buscaba. A todos les encanto. A todos menos a su padre, claro, un poco supersticioso por naturaleza y que se aventuro a pronosticarle algun pequeno infortunio originado por la maldita cifra en cuestion. Eso a ella no le afectaba, no creia en esas bobadas de la supersticion, y era capaz de pasar bajo una escalera, tranquilamente. Incluso si veia que alguien evitaba una y se cambiaba de acera, ella pasaba por debajo mirando al supersticioso con picardia y presumiendo de su osadia. Una vez, cuando era pequena, llevo a casa un gato negro que se encontro por la calle; su padre monto tal espectaculo que no tuvo mas remedio que dejarlo abandonado donde lo habia encontrado, y no dio su brazo a torcer con sus llantos ni cuando le dijo que era el peor padre del mundo. Claro que luego se lo compenso regalandole una tortuga que a ella no le hizo mucha gracia. Alego que era la unica mascota que aceptaria que tuviese en casa: <>. A ella al principio le daba repelus el tacto de aquellas patitas arrugadas y ver aquel cuello diminuto estirarse fuera del caparazon. La tortuga tenia el tamano de una galleta y le puso de nombre Tomasa. Mas tarde descubririan, viendo un documental, que Tomasa era macho por la forma que tenia en la parte baja del caparazon: concava en vez de plana. Pero aunque intentaban rectificar y llamarla Tomas, ya no les salia. Despues de una semana de frenetico ajetreo de mudanza, aun tenia el salon empantanado con cajas de libros sin abrir, utensilios de cocina, y la ropa de invierno que habia dejado amontonada sobre la cama del cuarto de invitados, amenazaba con venirse abajo, de un momento a otro, si una mosca se posaba en la superficie de la montana mal apilada. Se tiro en el sofa acordandose de su madre mientras observaba el desbarajuste que decoraba su salon. Aquel desorden con apariencia de haberse mudado aquel mismo dia, tenia todo el pronostico de mantenerse por unas cuantas semanas mas, si no eran meses. Pero eso a ella no le preocupaba lo mas minimo, lo importante ahora era adaptarse a la nueva vida que acababa de comenzar. Aun no habia cumplido treinta y tres anos. Siempre imagino que a esa edad ya estaria de sobra casada y con una ristra de hijos revoloteando a su alrededor. Ahora que la disfrutaba, a ratos se sentia demasiado joven para tener hijos y otros, preocupada porque iba camino de los cuarenta y lo mismo se quedaba asi como la hermana de su padre, su tia Conchita. Tanto espero al hombre que se ajustase a sus exigencias que, cuando desistio bajando considerablemente sus requisitos hasta un punto en que ya le servia casi cualquiera, a quien empezaron a exigirle fue a ella. En su casa de vez en cuando se comentaba que se veia con un viudo del piso de abajo, pero que no se aguantaban del todo y no acababan de decidirse. <>, explicaba el padre de Sofia. <>, solia comentar la madre de Sofia espantada, porque no le hacia ni pizca de gracia que su cunada se le metiera en casa a entretener sus quehaceres. No se llevaban mal, pero porque se veian lo justito. A Sofia le caia muy bien la tia Conchita y fue la primera en animarla a que se fuera a Malaga: --Sofi, comete el mundo y no le hagas demasiado caso a tu cabeza, las hormonas son muy sabias. --?Las hormonas? --comentaba Sofia-- Que cosas se te ocurren, tia. --Hazme caso, Sofi, alli me deje yo algo imperdonable, y precisamente por darle la espalda a las hormonas. --?Alguna vez me contaras que fue aquello que te paso en Malaga y que solo dejas caer? --Hay cosas que deben quedarse enterradas para no hacer dano a terceros. Y Sofia no conseguia sacarle mas informacion. Sofia acababa de salir de una relacion que habia pasado por todos los estados que puede pasar una relacion, con inesperado final incluido. Decidio cambiar de aires para evitar caer de nuevo en aquel ciclo interminable de idas y venidas: --Te perdono, pero te prometo que esta sera la ultima vez. --Vale, yo tambien te prometo que voy a cambiar. --Si yo no quiero que cambies, lo que quiero es que te centres y proyectes tu futuro en una direccion. --Que si, no seas boba, si yo estoy centrado. --No estas centrado, tienes treinta y cinco anos y eres relaciones publicas de una discoteca ?No te das cuenta que el resto de tus companeros son veinteaneros? --Todos no. --Deberias concentrarte en el trabajo que tienes por las mananas, que esta muy bien, y olvidarte de la noche. --Que si, no seas pesada, es solo un tiempo hasta que encuentren a alguien. --Llevan buscando a alguien anos, Alex, anos, y tu cada vez estas mas metido en ese mundo. A penas nos queda tiempo para vernos. ?Crees que en esas condiciones a mi me apetece una vida en comun, para estar todo el dia sola? Pero era un bucle que no terminaba de abrirse para ir a alguna parte. Aquella relacion daba vueltas sobre el mismo sitio y ella ya conocia de sobra aquel itinerario absurdo. Necesitaba caminar en linea recta, aunque fuera para estamparse contra una pared de hormigon. No le importaba demasiado el sitio, lo importante era salir de la isla que por primera vez se le habia quedado pequena, y que el lugar tuviera mar. Era mallorquina. Eligio la ciudad de Malaga porque su padre era de alli, era donde veraneaban desde siempre para no perder aquella parte de sus raices, y le hacia sentirse un poquito como en su casa. Un buen amigo de su padre, dentista como el de profesion y al que habia conocido en la facultad, le ayudo a mover su curriculo y le encontro un puesto en una cadena de clinicas dentales. Los veranos que habian disfrutado en Malaga, los habian pasado con este amigo y su familia. Sofia sabia al dedillo las batallitas de su padre con Miguel y, ademas, habia hecho muy buena amistad con uno de sus hijos que tenia su misma edad: Manolito, bueno Manu, como se habia rebautizado cuando paso la adolescencia. Estuvieron mucho tiempo fuera de contacto. Lo retomaron hacia mas de un ano a traves de facebook y, a partir de ahi, surgio de nuevo la amistad que habian reforzado cada verano que su familia viajaba a Malaga o ellos a Mallorca. El habia sido su visitador de aquella casa con magnificas vistas al mar, y quien le envio las fotos junto con un informe detallado sobre cada rincon de la casa, incluido un examen exhaustivo a sus caseros los que, a simple vista, le parecieron algo presuntuosos y bastante cotillas. Pero si Manu lo decia, algo de verdad habria en ello --pensaba Sofia-- porque a diferencia de ella, el no solia equivocarse en los juicios rapidos. Y al conocerlos ella tuvo la misma impresion. No le apetecia devolver las llamadas que tenia acumuladas en el contestador. Lo que mas le apetecia aquella tarde de viernes, era quedarse tumbada a la bartola en el sofa y que alli se las diesen todas. Pero habia quedado con Manu que apareceria en cualquier momento y penso que, al menos, deberia apilar las cajas que tenia por medio, aunque pensandolo mejor, casi que preferia llamar a su madre y quitarse una llamada de encima. Deseaba hablar con Paula, pero no queria saber nada de Alex y en su mensaje del contestador ya se intuian noticias frescas. Era mas comodo mantenerse aislada en aquella burbuja que le proporcionaba su nueva vida, donde el apenas existia. --!Hola mama! --Hija, no hay quien te localice ?que ha pasado con el calentador? --Tenia razon papa, me lo ha confirmado el casero. Hay que abrir un poco la ventana del lado opuesto al calentador, para que circule el aire sin que el viento apague la llama, porque no se que rejilla esta tapada por la lavadora… no me he enterado bien, pero me he duchado y no se me ha apagado esta vez. --?Ya tienes todo ordenado? --Sofia dudo entre decir la verdad o adornarla. <>, penso. --Ordenadisimo, todo en su sitio. --Mira que eres mentirosa. --?Por que nunca me crees? --Si me hubieses dicho que te faltaba alguna caja, te habria creido, pero diciendome que tienes todo ordenadisimo, como si lo viera, seguro que esta todo manga por hombro. --Esta bien, tu ganas, quedan dos cajas --intento rectificar inutilmente. --Ya no cuela, hija, mira que eres desastrosa. ?Y que tal el trabajo? --la madre de Sofia prefirio no seguir aquel tema para no terminar discutiendo con su hija. Era la primera vez que se separaban y le estaba costando muchisimo adaptarse a aquel vacio que habia dejado en casa. Sofia era hija unica, aparecio cuando ya habian perdido las esperanzas intentandolo. No lograron conseguirlo otra vez. Esto hizo que sobreprotegieran a Sofia y que, aun siendo una mujer que sabia valerse por si misma, la siguieran tratando como a una nina. --Bien, lo de siempre, de un lado a otro… Me gustaria trabajar como papa, en su consulta, sin moverse. --Ay hija, no te quejes, y ?para que quieres estar todo el dia en un mismo sitio? Asi te mueves, vas de un sitio a otro, estiras las piernas… --?Las piernas? Si voy en coche mama. Cada clinica esta en una punta de Malaga. --Bueno, hija, Malaga tampoco es tan grande. ?Y que tal son los vecinos?

  • Tu y yo. Nivel principiante (Tu y yo 1) de S.j. Hooks

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    Ella es su alumna. El tiene mucho que aprender.

  • El libro de los quizas de Fran Russo

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    ?A que no eres capaz de leer solamente el primer capitulo?

  • Te amare siempre de Recast Margot

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    Luna llega a Bilbao, enamorada y mas segura de si misma que nunca. En esta nueva etapa, tendra que afrontar muchos cambios en su vida: la universidad, nuevos companeros, las complicaciones de una relacion a distancia con Diego y decisiones importantes que tomar para su futuro. Un dia, al llegar a casa despues de las clases, una extrana nota sobre la cama, la destrozara por completo. Tendra que superar el dolor y para ello se distanciara del pueblo durante casi cuatro anos. Cuando llega el momento de regresar los nervios por algunos reencuentros demasiado importantes, asi como el deseo de no volver a sufrir, se agolpan en el estomago de Luna.

  • El cuerpo tiene sus razones de Therese Bertherat

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    Habitualmente confiamos la responsabilidad de nuestra vida y de nuestro cuerpo a los demas, pero a veces esta confianza no nos proporciona mas salud y libertad, sino que mas bien nos hace reprimir nuestros instintos. ?Como tomar las riendas de la situacion para recuperar la salud, la vitalidad y la autonomia a que tenemos derecho? Desde luego, tratar de fortalecernos mediante la gimnasia no es la respuesta adecuada, ya que la esta considera el cuerpo como un animal al que hay que domesticar.

  • Secuestrada – Anna Zaires de Anna Zaires

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    Primer volumen de la trilogia de romance oscuro y exito de ventas en las listas del New York Times y el USA Today.

  • Las intrigas de la fama 2 de Mercedes Franco

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    Carolina comienza su nueva carrera con exito, ya que ha logrado captar la atencion de todos los medios y tambien de Armando Lugo.

  • El nino que domo el viento de Bryan Mealer , William Kamkwamba

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  • Fellatium de Ulises Novo

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    Claudia se reune todos los miercoles con Anna, la ex novia de su actual pareja, Dylan, un hombre de exito, pero adicto al sexo oral.
    A lo largo de las conversaciones que mantienen estas dos mujeres, el lector descubrira la compleja personalidad de este seductor nato asi como sus fantasias mas morbosas y su talento para manipular segun sus intereses.
    Desgraciadamente, Claudia y Anna no comparten la misma opinion sobre Dylan y esa falta de entendimiento solo puede conducir al desastre.

  • El mejor de los pecados de Mario Benedetti

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  • El valle de dos caras de Amador D. Gervasio

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    Al final de la Guerra de Secesion, en un minusculo pueblo del Salvaje Oeste, Abigail y su madre son atormentadas por un terrible circulo religioso recien llegado. Un enigmatico reverendo viene para imponer su fanatismo a base de versiculos biblicos y condenar a los infieles.
    Un oscuro secreto del pasado obligara a Abigail a reclamar una vida arrebatada. Un juicio impredecible la llenara de desilusion, brutalidad y depravacion hasta el punto de cuestionar su propio codigo moral.

  • Cuando Lisboa temblo de Domingos Freitas Do Amaral

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    El 1 de noviembre de 1755 la tierra temblo en Lisboa,

  • Frederica de Georgette Heyer

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  • Un yogurin surfista envuelto para regalo, por favor de Sandra Broa

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    En el verano de 2015, mis amigos y yo nos fuimos de vacaciones una semana a la playa. En aquel entonces todavia no habia llegado el baby boom a mi pandilla y solamente habia una pareja que tenia una nina de tres anos. Los demas todavia no se habian decidido a tener descendencia a pesar de llevar mil anos emparejados (a excepcion de mi hermana y de mi que eramos las unicas solteras del grupo), por lo que las vacaciones se presentaban como una semana de relax llena de planes tranquilos y familiares. Y la verdad es que si que lo fueron, a excepcion de una noche, en la que vivimos la historia mas absurda que hemos protagonizado jamas… y eso que la mitad de nosotros ni siquiera llegamos a salir de casa.

  • El Puente de Fairmont Hill de Rafa G. Catala

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    Nueva York, 1983. Nick Hamilton desperto aquella noche sobresaltado por una pesadilla. Nada le hacia presagiar que volveria a encontrarse con su idilica y a veces, aterradora experiencia en el pueblo donde vivio parte de su adolescencia.
    Cuando a la manana siguiente, su vieja amiga Emily le comunico la aparicion del cadaver de Joseph Kenner, desaparecido veinte anos atras en extranas circunstancias, sin pensarlo, llamo a Oliver al que no veia desde 1961.
    La vida no habia sido facil para Oliver Kenner. Tras hablar con Nick no supo como reaccionar, tenia miedo a recordar, a regresar a un oscuro pasado que se escondia tras el puente de Fairmont Hill.
    El agente del FBI Luke Barren, encargado de la investigacion del caso, estaba a punto de desenterrar secretos a los que nadie queria enfrentarse y cuya sombra alcanzaria los estamentos mas profundos de la sociedad americana y a sacar a la luz la verdadera razon de la huida de Oliver.

  • El muneco de nieve (Harry Hole 7) de Jo Nesbo

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    El muneco de nieve, septima entrega de la serie de novela negra noruega protagonizada por el atormentado detective Harry Hole, es un combate cara a cara con el mal absoluto.

  • El rio baja sucio de David Trueba

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    Las vacaciones de Semana Santa de Tom y Martin suelen ser bastante predecibles. En la sierra, con sus familias, los amigos, las bicis, el rio, la naturaleza… Nada demasiado memorable salvo el reencuentro, que les permite disfrutar de la amistad que los une desde que eran pequenos.

  • Vikingo Dominante de Rocio Verdejo

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    Auron era un hombre cuya planificacion siempre iba a un paso adelante, mas alla de la naturaleza, y cualquier adversidad que pudiese presentarse en sus viajes y travesias. Era un vikingo que habia nacido en un barco, y alli, habia crecido rodeado de hombres feroces, fuertes, guerreros y luchadores. No habia tenido una infancia normal, no habia tenido la oportunidad de disfrutar de la diversion y la inocencia de ser nino, siempre habia tenido que sujetar una lanza, un espada o un escudo entre sus manos para poder sobrevivir. Asi era la vida de los vikingos, el no lo habia elegido, no tuvo opcion, para el, simplemente era una condicion de la vida que tenia que asumir con la mayor fuerza, ya que, a medida que iban pasando los anos, mayores eran las responsabilidades que tenia que afrontar. Cuando apenas habia cumplido los 17 anos de edad, ya tenia una contextura corpulenta que lo hacia ser bastante intimidante y atemorizante. Ninguno de los companeros de tripulacion, podia vencerlo, era un vikingo con la sangre guerrera corriendo por sus venas, la cual, alimentaba un espiritu que era imbatible. Con 19 anos de edad, habia visto morir a su padre en medio de una invasion, aquel hombre que le habia ensenado absolutamente todo, habia sido traspasado con un espada en su abdomen. Auron, sin pensarlo, habia corrido en su ayuda, pero lo unico que habia conseguido, era decapitar al enemigo, pero no salvar a la vida de su padre. Tendido alli en el suelo, en medio de un charco de sangre, ambos se habian despedido, y el padre de Auron, le habia pasado el liderazgo en ese momento, una gran responsabilidad, ya que, liberaria a un ejercito de vikingos, los cuales, generalmente se trasladaban en tres barcos diferentes. Aquello no habia sido una opcion, no fue una alternativa o una eleccion por parte de Auron, simplemente habia sido lo que le habia tocado vivir, y aunque no se arrepentia, en ocasiones mientras navegaban de noche, se sentaba en el borde de aquel barco, con sus pies suspendidos sobre las aguas mientras se movian sobre el oceano, observando las estrellas y tratando de conseguir respuestas de los dioses, los cuales, parecian ignorarlo por su naturaleza. En ocasiones, este dudaba de la existencia de un poder divino, dudaba de la existencia de esos dioses que muchos alababan, inclusive, aquellos que navegaban junto a el. Su constante desafio a las deidades sagradas, hacian temblar a quienes los rodeaban, ya que, decian que enfrentar a Odin o a Zeus, seria una completa estupidez, ya que, cuando estos desataban su furia o lograban escuchar este tipo de desafios, no tenia ningun tipo de tregua. Navegaron sin rumbo durante algunos dias, Auron y su tripulacion, la cual, estaba comprendida por mas de 200 hombres y algunas mujeres, entre las cuales se encontraba Eyra, su amante, y su prima Lena, la cual, era la segunda al mando. Lena habia sido entrenada directamente por Auron, por lo que, esta tenia una forma de pelear muy similar a la de el. Era aguerrida, feroz, rapida, y tenia a su favor una personalidad encantadora, que podria ser utilizada como caballo de Troya al momento de atacar a sus enemigos. Nadie podria esperarse un ataque tan feroz proveniente de una mujer tan delicada como Lena, la cual, admiraba enormemente a su primo, el cual, era el lider de aquel batallon vikingo, el cual, se movia por los mares amenazando con saquear, robar, matar y despojar de todas sus pertenencias, a aquellos desgraciados que recibian la visita de aquella trinidad de desgracias que conformaban estas embarcaciones. Si algo habia quedado completamente claro en el grupo de asesinos, es que no habia reglas, en el momento en que podian desembarcar en un lugar, tenian carta abierta para tomar lo que quisieran, asi era la ley vikinga. Pero en esta oportunidad, las cosas estaban a punto de cambiar, ya que, por primera vez, Auron estaba enfrentandose a la furia de los dioses, ya que, los habia retado tanto, que habia obtenido su respuesta. --!Ajusten las velas! No podemos ir por el mar de Hades, tenemos que cambiar de direccion. !Todos a sus puestos! --Exclamo Auron, mientras la lluvia comenzaba a arreciar. Tanto tiempo navegando por los mares, le habian permitido tener una clara idea del comportamiento de la naturaleza, podia predecir cambios de viento, cuando debian tomar una direccion o no, cuando debia navegar en contra de la marea. Pero en esta oportunidad, la mente de Auron habia sufrido una confusion, parecia haber sido enganado, emboscado por los propios dioses. En busca de nuevas tierras para conquistar, habia tomado una ruta incorrecta, algo que lo habia llevado directamente a uno de los sectores mas peligrosos, ya que, alli habia naufragado una gran cantidad de barcos en el pasado. Ese viaje, se habia convertido en la peor experiencia de toda la tripulacion, ya que, aquel navio se sacudia de un lado al otro como si se tratara de un simple pergamino. El viento arreciaba, las velocidades impactaban contra las velas amenazando con romperlas como si se tratara de simples hojas secas. Auron habia vivido muchas cosas, habia tenido que atravesar por momentos realmente dificiles que habian forjado una personalidad aguerrida, feroz, potente, y el miedo, rara vez se manifestaba en su interior. Pero habia cosas que simplemente lo superaban, por ejemplo, la naturaleza, no podia controlarla, no habia gritos, no habia espada ni escudo que pudiese contener la furia del entorno, cuando la tierra se expresaba no habia forma de silenciarla. Era la peor tormenta que habian visto los ojos de aquellos vikingos, los cielos habian tornado tan negros, que ni siquiera las nubes podian verse, era como si hubiesen quedado atrapados en las fauces de un gran demonio. Por momentos, en los cielos se iluminaban brutalmente con los rayos que caian sobre las aguas, casi a unos cuantos metros de los barcos. Parecian estar bajo ataque, pero no era un enfrentamiento justo, ya que, ellos no podian tener una contraofensiva para este tipo de situaciones. --!Tenemos que buscar la manera de regresar, Auron! !Vamos hacia la catastrofe! Nos acercamos al mar de Hades. --Dijo Lena, quien conocia tambien los mares como su primo. --Si entramos en esa zona, solo dependeremos de la suerte. El lugar esta repleto de rocas, y la marea es brutal. No podemos llegar alli. --Dijo Auron, mientras le hablaba a su prima y al resto de la tripulacion. --Todos ajusten las velas, nadie puede ocultarse, se que tienen miedo, pero sostengan esas velas y apuntenlas en la direccion contraria. --Dijo Lena, mientras asumia su posicion como segunda al mando. Auron corria de un lugar al otro, estaba atento a las embarcaciones que lo seguian, ya que, la de el era la que lideraba la ruta. Los otros barcos simplemente seguian, no tenian la posibilidad de discernir o pronosticar absolutamente nada de lo que estaba pasando, asi que, todos debian seguir las instrucciones de Auron, o de lo contrario, naufragarian. Era una situacion realmente complicada, ya que, a pesar de que hacian lo posible por ir en contra del viento, tratar de evadir los obstaculos, mantenerse tranquilos y serenos en medio de una situacion como esta, era practicamente imposible. El miedo los consume, ya que, estan en medio de la tormenta mas feroz vista jamas. Pero todo empeoro mucho mas, cuando Auron vio como uno de los navios que le pertenecian, y que se habia quedado hasta atras en medio de aquel recorrido, fue capturado por un remolino, el cual, se habia formado desde lo mas interno del oceano. Era una especie de vortice que podia tragarse cualquier cosa que estuviese cercano a el, asi que, pudo ver como aquel barco fue engullido por el oceano, y entendio, que la situacion era mucho mas grave de lo que imaginaba. Al menos uno 70 hombres se encontraban en el interior de aquella barca que fue tragada por el oceano, no pudo verla nuevamente, aquel navio tenia que haber terminado en el fondo de aquella gran masa de agua, la cual, parecia estar dispuesta acabar con ese grupo de vikingos aquella noche. Era muy probable que Poseidon estuviese involucrado en esto, parecia que el mar habia cobrado vida y queria erradicarlos, borrarlos del mapa, pero Auron era mucho mas fuerte que esto, y no permitiria que los dioses lo sometieran. Su segundo barco, comenzo a moverse en una direccion totalmente opuesta a la de el, nuevamente, penso en que la naturaleza estaba actuando de manera inteligente y simplemente queria separarlos para derrotarlos. Este, veia con ojos de asombro la manera en que aquel barco se alejaba tan rapidamente, era imposible, pero tenia que mantener el liderazgo y salvar a quienes lo rodeaban. No habia forma de que pudiese controlar lo que estaba ocurriendo en el otro barco, asi que, su mision es salvar el que es comandado por el en ese momento. Era posible que hubiese realizado un mal calculo, lo que era muy poco probable, pero finalmente habian terminado en el lugar que no deseaban. Estaban entrando en el mar de Hades, este lugar, era una tumba para los barcos, ya que, una gran cantidad de embarcaciones habian desaparecido alli, habian chocado contra las rocas, habian sido devastadas por las mareas, y ni siquiera los cuerpos de los tripulantes eran encontrados. Despues de largas horas de lucha, Auron simplemente decidio rendirse, ya que, no habia posibilidad de poder controlar una situacion como esta. Se despidio de su tripulacion y les pidio que se pusieran a salvo, se abrazo a Eyra, su amante, mientras Lena, trataba de asegurar algunas de las provisiones, ya que, en caso de que sobreviviran, las necesitarian para poder vivir algunos dias en el destino desconocido que tomarian. De manera casi milagrosa, cuando el sol salio a la manana siguiente, muchos de los tripulantes, habian quedado inconsciente es debido a las fuertes sacudidas dentro del barco. Algunos habian golpeado sus cabezas contra la coraza y el armazon del barco, otros simplemente se habian quedado dormidos ante el agotamiento, ya que, habian tenido que lidiar mucho para poder sobrevivir. Los ojos de Auron se abrieron, y al ver la luz del sol golpeando incesantemente contra su rostro, penso que estaba muerto. Entre sus brazos, aun tenia a Eyra, levanto su cabeza lentamente y dio una mirada alrededor, su barco estaba completamente deshecho, pero aun se encontraba alli, imponente sobre las aguas, la naturaleza no habia logrado hundirlos. Aquella ruta que absolutamente nadie podia tomar, debido a la letalidad que esta representaba, lo habia llevado hacia un lugar completamente desconocido e inexplorado, unas tierras que probablemente estaban inhabitadas. --!Eyra, despierta! Parece que lo hemos logrado. --Dijo Auron, mientras sacudia suavemente a la chica de cabello rojo y trenzas que tenia a su lado. Esta, era tan letal y aguerrida como Lena, aunque esta, estaba perdidamente enamorada de Auron. --No lo puedo creer, ?en donde estamos? --Pregunto Eyra. --No tengo la menor idea de que es este lugar y hacia donde vamos. Parece que los dioses nos han dado una segunda oportunidad, aparentemente, si existen. --Dijo Auron. --Claro que existen, y debes dejar de desafiarlos, esto ha sido un castigo por tu insolencia. -- Dijo Eyra, mientras golpeaba fuertemente en el rostro a Auron, algo que mas alla de desagradarle, parecia excitarlo. --Ven aqui, lo logramos. !Estamos vivos, Eyra! --Dijo Auron, mientras la tomaba de la cintura y la abrazaba, dandole un beso profundo, apasionado donde sus lenguas jugaron apasionadamente, algo un poco fuera de lugar para la situacion en la que se encontraban. La incertidumbre los consume, ya que, no saben en donde estan, no saben a donde ir, y el camino de retorno, es absolutamente imposible. No pueden regresar por el mar de Hades, ya que, posiblemente no tengan la misma suerte dos veces. --Auron, lo logramos, estamos vivos, primo. --Dijo Lena, mientras corria rapidamente a abrazarse con su admirado capitan. --Si, somos imbatibles, prima. Alista a toda la tripulacion, tenemos que prepararnos, aun no sabemos hacia donde vamos ni lo que nos espera. Perdimos dos barcos, y tenemos que defender lo poco que nos queda. --Dijo el capitan. Esta actitud de liderazgo, fuerza, y ese impetu, calentaba enormemente a Eyra, la cual, como premio y celebracion, habia invitado a Auron a una escena mucho mas intima, ya que, la muerte les habia respirado en el rostro, les habia sonreido, casi habia tomado sus vidas. Pero por alguna razon, los habia dejado salir sanos y salvos, aunque, con muchas perdidas materiales y vidas sacrificadas en el trayecto. --Ven conmigo, casi morimos la ultima noche, pero ahora, quiero disfrutar de la vida. Vamos, necesito de ti. --Dijo Eyra, mientras tomaba de la mano a Auron. Esta mujer era muy caliente, y por esto, precisamente por esto, era que este la habia seleccionado como su amante principal. Auron es un hombre lider de un campamento vikingo, puede tener a la mujer que quiera, pero por alguna razon, ha elegido a Eyra como la unica. Esta, parece llenar el vacio de cualquier tipo de chica, ya que, es apasionada, lujuriosa, caliente, comprensiva y muy apasionada. Ingresaron a la habitacion privada de Auron, la cual, se mantuvieron a puertas cerradas durante al menos una hora mientras en la tripulacion era organizada por Lena. Cuando estos dos follaban, podia escucharse practicamente en todo el barco, ya que, no eran nada discretos.

  • 180 segundos de Jessica Park

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    Algunas personas se pasan toda la vida sin cambiar de perspectiva. Para Allison solo bastaran 180 segundos…

  • Las hijas del Capitan de Maria Duenas

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    Nueva York, 1936. La pequena casa de comidas El Capitan arranca su andadura en la calle Catorce, uno de los enclaves de la colonia espanola que por entonces reside en la ciudad. La muerte accidental de su dueno, el tarambana Emilio Arenas, obliga a sus indomables hijas veinteaneras a tomar las riendas del negocio mientras en los tribunales se resuelve el cobro de una prometedora indemnizacion. Abatidas y acosadas por la urgente necesidad de sobrevivir, las temperamentales Victoria, Mona y Luz Arenas se abriran paso entre rascacielos, compatriotas, adversidades y amores, decididas a convertir un sueno en realidad.