Ver todos los libros de: Monica Benitez
No hace mucho que se cumplio un ano desde que Claudia y yo nos conocimos en aquel avion, diez meses desde que nos fuimos a vivir juntas y siete desde que lo dejamos. Lo se, suena horrible, pero os aseguro que no lo es, esa decision fue una de las pocas que Claudia y yo fuimos capaces de tomar sin pelearnos, y no pasa un solo dia en el que no nos alegremos de lo que hicimos. Dejad que os ponga en antecedentes: Como ya os imaginais nuestra relacion comenzo aquel dia en mi apartamento, los primeros dias todo fue bien, saliamos a comer, a pasear, al cine, en fin, lo que hacen todas las parejas, y por supuesto sexo, buen sexo, y abundante tambien... Pero ese estado no nos duro mucho, de hecho fueron tres semanas, eso fue lo que tardo en llegar nuestra primera bronca, ?Por que discutimos? Por Lore de los Polvos, yo queria presentarsela a Claudia, pero a pesar de que ya habian hablado por telefono, ella se nego a conocer a mi amiga. Aceptaba que yo me viera con ella, porque en ese sentido Claudia confiaba en mi, pero no queria conocer a la mujer con la que yo solia acostarme antes de conocerla a ella. Por una parte podia llegar a entenderla pero por otra me jodia, me jodia porque Lore formaba parte de mi, de la persona en la que me habia convertido cuando Claudia me conocio, y rechazarla a ella era como rechazar una parte de mi. Aun asi esa noche lo arreglamos en la cama, despues de un par de buenos orgasmos, Claudia me pidio un poco mas de tiempo para hacerse a la idea y yo se lo concedi, pero aquel dia se abrio la veda, empezamos a discutir con mas frecuencia, casi siempre por chorradas, cuando haciamos las paces siempre acababamos riendo por lo absurdo de las situaciones. Al principio nos daba igual, nos daba igual porque siempre resolviamos nuestras peleas en la cama, y claro, disfrutabamos mucho haciendolo. No existia el arrepentimiento o el perdon, ni yo se lo pedia a ella ni ella me lo pedia a mi, supongo que porque nuestras discusiones eran tan absurdas que cuando me ponia a pensar en ello ni yo misma era capaz de encontrar una razon coherente para haber discutido. Simplemente nos metiamos en la cama y cuando saliamos la tormenta habia pasado... pero claro, la siguiente no tardaba en llegar. Como digo, al principio nos daba igual, pero llego un momento en el que no, el sexo ya no compensaba aquellos dolores de cabeza y todos los malos ratos que pasabamos. Tuvo que ser de nuevo Lore de las Hostias la que me abrio los ojos, a mi y a Claudia, porque seguia habiendo una cosa sagrada en mi vida, los viernes cenabamos en casa de Lore, mi amiga, mi confidente y mi salvadora. Y no, no me pego un hostion si es lo que estais pensando. Lore sabia lo que pasaba entre nosotras porque yo se lo contaba para desahogarme, incluso alguna vez habiamos discutido delante de ella. Por otro lado Claudia habia establecido una amistad telefonica con mi adorable doctora: Lore de los Mocos. Yo estaba encantada, me gustaba que Claudia tuviera a alguien con quien desahogarse, yo tenia dos Lores y ella tenia una, aunque eso tambien cambiaria despues... En fin, llegamos a un punto critico, las dos nos esforzabamos por no discutir, porque que quede clara una cosa, nos queriamos, nos queriamos mucho y toda aquella situacion era muy frustrante, ?Como era posible que nos quisieramos tanto y no fueramos capaces de dejar de discutir por gilipolleces? Aquel viernes cenando en su casa, Lore nos dio la respuesta. La cena iba normal hasta que al intentar coger la sal roce mi vaso de Coca Cola y lo tire encima de la mesa. --!Joder Lai!--se quejo Claudia de mal humor. --!Joder ?Que?!--replique yo. Supongo que aun estabamos calentitas por la discusion que habiamos tenido por la manana y no nos dejabamos pasar ni una. --!Bueno, vale ya!--grito Lore dando una palmada sobre la mesa que capto nuestra total atencion--parece mentira que tengais treinta anos !Joder!, al sofa las dos --ordeno enfadada. Claudia y yo nos miramos con una mezcla de intriga, preocupacion y miedo, porque que a nadie se le olvide, Lore de las Hostias cabreada daba miedo. Las dos nos levantamos a la vez y nos sentamos en el sofa, una al lado de la otra, en absoluto silencio esperando lo que Lore tuviera que decirnos. Movio un sillon y lo coloco justo delante de nosotras. Cuando se sento tuve la impresion de estar en la consulta de una psicologa, pero mi amiga era mucho mas sabia que una psicologa cuando se trataba de mi. --?Que no veis que vais a acabar odiandoos?--dijo ya con un tono mas suave. A mi se me disparo el corazon, de pronto tuve la sensacion de que Lore iba a decir algo que Claudia y yo sabiamos pero que ninguna de las dos era capaz de reconocer. --No podeis seguir asi--continuo mi amiga--no es sano para ninguna, no haceis mas que discutir, joder. --Pero luego lo arreglamos...--susurro Claudia con la voz ahogada. --?Y cuanto tardais en volver a pelearos? Ninguna de las dos contesto, casi habia conseguido contener mis lagrimas, pero entonces vi como se le escapaban a Claudia y no pude evitar que las mias tambien salieran. --Pero yo la quiero Lore...--balbucee llorando como si Claudia no estuviera alli. --Yo tambien la quiero...--lloriqueo ella cogiendome de la mano. Me abrace a Claudia, a mi desagradable y adorable Claudia, estuvimos asi un buen rato, llorando en el hombro de la otra hasta que Lore se agacho delante de nosotras y nos cogio por la barbilla para obligarnos a mirarla. --Ya se que os quereis, pero teneis un caracter incompatible, sois demasiado iguales--dijo con una dulzura que me sorprendio--si no acabais con esto acabareis haciendoos un dano irreparable, y entonces ya no tendra solucion, no podreis ni miraros. Mi amiga volvio a sentarse y nos dejo absortas en nuestros propios pensamientos. Aquellas palabras se clavaron en mi corazon como punales. ?Podia concebir yo una vida en la que Claudia no estuviera presente? ?Estaba dispuesta a acabar odiandola? ?Queria que Claudia me odiara a mi? La respuesta a todas mis preguntas era la misma: no, no queria. --Creo que deberiamos irnos--dijo Claudia. Lore nos acompano a la puerta, nos abrazo a las dos y nos dejo ir sin decir nada mas. *** Durante el trayecto hasta mi apartamento se hizo un silencio absoluto en el coche, aunque no era un silencio incomodo, yo conducia y Claudia me cogio de la mano, acariciamos nuestras manos con afecto, supongo que para dejar claro a la otra que lo que iba a pasar no tenia nada que ver con el amor, sino con el acertado diagnostico de Lore: incompatibilidad de caracter. Cuando entramos en el apartamento nos tumbamos en el sofa, de lado, acurrucadas una frente a la otra sin decir nada, solo nos mirabamos mientras nuestras lagrimas resbalaban en silencio hasta caer en el sofa. Estabamos en calma, estabamos en paz, yo tenia la mano en su cintura mientras la acariciaba con el pulgar y ella la tenia en mi cuello jugando con uno de mis mechones rebeldes, no sabria decir cuanto tiempo estuvimos asi, mirandonos sin dejar de llorar, con hipidos y mocos, estoy segura de que fueron horas. --?Amigas?--susurro Claudia. --Amigas--conteste yo. Nos dimos un pico, tierno, de esos que suenan, lo repetimos unas cuantas veces absorbiendo los labios de la otra, despues nos abrazamos y nos quedamos dormidas alli mismo. Asi fue nuestra ruptura, sin discusiones, tierna y apacible, llena de amor y sin reproches. No voy a negar que los primeros dias fueron muy duros, seguiamos viviendo juntas, y creo que las dos estabamos cabreadas con el destino, ?Si no eramos capaces de entendernos por que nos habia unido? Pero la respuesta no tardo en llegar, empezamos a tratarnos como amigas, simplemente eso, amigas que se querian mas de lo normal, pero amigas. Y en ese papel descubrimos que nos entendiamos a la perfeccion, lo que no habia funcionado siendo pareja, iba de maravilla siendo solo amigas. Nuestra amistad es muy solida, ahora nos seguimos queriendo demasiado pero de otra manera, del rollo de que si alguien le toca un pelo le arranco la cabeza de los hombros y viceversa. Nuestras peleas se han acabado, ahora tengo en Claudia un apoyo incondicional, a veces ni siquiera necesito explicarle lo que me pasa porque ella sabe interpretarme igual que yo a ella. ?Y a quien hay que darle las gracias? A Lore de las Hostias, otra vez. *** Poco a poco cada una fue haciendo su vida con el absoluto apoyo de la otra. Decidimos seguir viviendo juntas, como amigas claro. Los viernes en casa de Lore seguian siendo sagrados, nos juntabamos las tres y pasabamos veladas estupendas, hablando y viendo pelis. De vez en cuando recordabamos aquel dia, pero no como algo doloroso, sino como algo necesario que hizo que dejaramos de hacernos dano. Al cabo de un par de meses Claudia empezo a salir, lo mismo iba a un bar cualquiera que a uno de ambiente, supongo que ella no tenia una preferencia clara. Lejos de enfadarme o sentir celos, yo estaba encantada con la idea, queria que mi amiga fuera feliz y eso era algo que yo no podia darle. De vez en cuando pasaba la noche fuera, la primera vez no quise preguntarle, no queria incomodarla, pero ella me lo conto. --No quiero que haya secretos entre nosotras Lai--dijo. Yo sabia que le preocupaba herirme, pero era algo que tenia que pasar y las dos lo aceptamos como personas adultas. Siempre me decia que me fuera con ella, que saliera y me despejara, que un polvo me vendria bien, pero a mi no me apetecia, no es que estuviera deprimida ni nada de eso, simplemente necesitaba tiempo para mi, lo de Claudia estaba muy reciente y en cierto modo aun arrastraba lo de Vero, no porque no lo tuviera superado o sintiera algo por ella, era tan simple como que siempre me quedo la duda de saber por que paso lo que paso, por que lo hizo, nunca la deje explicarse porque me dolia demasiado, pero ahora que ella no significaba nada para mi, yo necesitaba saber el porque. Creo que era una mezcla de reproches contra la vida, fui feliz con Vero durante anos y una sola accion acabo con aquello. Despues aparecio Claudia, pelee para conseguirla y cuando la tuve no fuimos capaces de hacer que funcionara. Si, creo que estaba cabreada. En parte envidiaba la forma en la que Claudia lo llevaba, y supongo que sabia que eso era lo que deberia hacer yo tambien, pero por algun motivo no podia, no era lo que mi cuerpo me pedia en aquel momento. Lo que necesitaba era estar sola y ordenar mis ideas. Asi que no solo no salia, tampoco quedaba con Lore de los Polvos que hubiera sido lo logico en mi caso. Bueno a ver, aclaremos, si que quedaba con ella, pero no para follar, solo como amigas. Realmente ni yo me entendia, me gustaba demasiado el sexo y lo cierto era que esa parte no la llevaba nada bien, aliviarme yo sola era una opcion que yo sabia que no aplacaria mis instintos durante mucho tiempo, pero de momento era lo que habia. Creo que lo que me paso con Claudia me cambio, o al menos una parte de mi. Aunque en ciertas cosas seguia comportandome como una cria, habia madurado bastante si comparaba mi comportamiento cuando lo deje con Vero a cuando lo deje con Claudia. La unica putada es que tambien me habia vuelto mas sensible de lo que ya era, todo me afectaba con mas intensidad que antes, y eso me cabreaba. *** Tras mucho insistirme, una noche accedi a salir con Claudia. Llevaba semanas pidiendome que saliera a tomar algo con ella y yo siempre me negaba, joder no me apetecia…Pero bueno, tampoco podia quedarme encerrada en casa para siempre y supongo que salir un poco me iria bien para despejarme, asi que esa noche le dije que si. Entramos en un bar de ambiente y nos pedimos un chupito de tequila, eso nos recordo todo lo que vivimos vigilando a la ninata y estuvimos comentando anecdotas durante mas de una hora, entonces la vi entrar. Gire un momento la vista hacia la puerta y vi a Lore de los Polvos, al principio me quede un poco parada, Claudia y yo no habiamos vuelto a tocar el tema de nuestra primera discusion, pero como digo, ella sabia interpretar mis gestos y mis expresiones. --?Que pasa Lai?--pregunto preocupada. Lore no me habia visto todavia, pero sabia que en cuanto lo hiciera se acercaria para saludarme, asi que se lo pregunte directamente. --Acaba de entrar Lore de los Polvos, ?Quieres conocerla o me levanto yo a saludarla? Yo no me iba a enfadar si no queria, simplemente queria saberlo para evitar una situacion incomoda. --Fui muy gilipollas con aquello Lai, claro que quiero conocerla. <
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