• monte a traves libro - Peter Stamm

    https://gigalibros.com/monte-a-traves.html

    Thomas y Astrid viven junto a sus dos hijos en un pueblo acogedor de Suiza. Una noche, mientras toman una copa de vino en el jardin, uno de los ninos reclama su atencion, por lo que Astrid entra en la casa para atenderlo, convencida de que su marido la seguira en unos momentos. No obstante, Thomas se levanta y, tras vacilar un instante, abre la verja y se marcha. Sin las ataduras del dia a dia--la familia, las amistades, el trabajo--, Thomas emprende una ruta a pie por la montana, expuesto por primera vez al implacable invierno alpino. En casa, Astrid se pregunta primero donde habra ido, despues cuando volvera y, finalmente, si aun esta vivo.
    Una vez mas, Peter Stamm pone de manifiesto su extraordinaria capacidad de convertir lo ordinario en sobrecogedor al retratar la fragilidad del mundo contemporaneo, que parece convertir la vida de sus personajes en una sucesion de dolorosas rupturas y la posibilidad de conocerse a ellos mismos y a los demas, en una quimera.

  • Monte a través | Editorial Acantilado

    https://www.acantilado.es/catalogo/monte-a-traves/

    Comprar libro 18 € ... Monte a través logra penetrar en la intimidad más profunda de los ... «Como en los libros anteriores, bajo una fingida frialdad, ...

  • MONTE A TRAVES | PETER STAMM | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-monte-a-traves/9788417346997/10079295

    9 oct 2019 — Sinopsis de MONTE A TRAVES ... Thomas y Astrid viven junto a sus dos hijos en un pueblo acogedor de Suiza. Una noche, mien- tras toman una copa de ...

  • 'Monte a través', de Peter Stamm - Polillas al anochecer

    https://polillasalanochecer.blogspot.com/2020/02/monte-traves-de-peter-stamm.html

    1 feb 2020 — Tiene que ser complicado que te consideren una persona adecuada para presentar libros, así, en general. No digo "un libro", porque podría ...

  • Monte a través: 328 (Narrativa del Acantilado) Tapa blanda

    https://www.amazon.es/Monte-trav%C3%A9s-328-Narrativa-Acantilado/dp/8417346996

    Monte a través: 328 (Narrativa del Acantilado) : Stamm, Peter, Campos González, José Aníbal: Amazon.es: Libros.

  • Monte a través - Anika Entre Libros

    https://anikaentrelibros.com/monte-a-traves

    "Monte a través" es una novela que se asigna a sí misma la necesidad de una lectura lenta, de un ritmo paralelo al que viven sus personajes. No gustará a los ...

  • MONTE A TRAVÉS - STAMM PETER - Sinopsis del libro ...

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    Thomas y Astrid viven junto a sus dos hijos en un pueblo acogedor de Suiza. Una noche, mientras toman una copa de vino en el jardín, uno de los niños ...

  • monte a traves - Librería Publics.

    https://www.llibreriapublics.com/es/libro/monte-a-traves_2106025

    MONTE A TRAVES, STAMM, PETER, 18,00€. Thomas y Astrid viven junto a sus dos hijos en un pueblo acogedor de Suiza. ... Otros libros del autor.

  • Reseña de Monte a través de Peter Stamm @acantilado1999

    https://elplacerdelalectura.com/2020/04/resena-de-monte-a-traves-de-peter-stamm-acantilado1999.html

    13 abr 2020 — Puede crear, dentro de un libro de relatos, un tenue hilo que vaya enlazando los textos, o reorganizar algunos elementos de aquellos para ...

  • monte a través - stamm, peter - Librería La Puerta de ...

    https://www.puertadetannhauser.es/libro/monte-a-traves_34791

    Disponibilidad inmediata. 21,90 €21,24 €. Comprar. EL LIBRO DE TODOS LOS ...

  • Monte a través - El Boomeran(g)

    https://www.elboomeran.com/obras/monte-a-traves/

    Título: Monte a través | Autor: Peter Stamm | Traductor: José Aníbal Campos ... y los libros de relatos Lluvia de hielo (2002), En jardines ajenos (2006) y ...

  • Secretos del corazon (Corazones prohibidos 1), Norah Jones de Norah Jones

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  • Mi error fue amarte. Parte 1 de Moruena Estringana

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    Dulce y Angel se evitan. Hacen lo posible por no estar mucho tiempo cerca el uno del otro. No se soportan, no pueden evitar insultarse, molestarse y odiarse… Pero, si se odian, es porque en realidad el tiempo no ha logrado hacer que se olviden y que dejen de recordar cuanto se amaron.

  • Yo caminare de tu mano de Towanda Richardson

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    Lena Bouvier es una nina prodigio de la informatica. Con solo veinticinco anos, dirige el departamento de programacion de una importante empresa de diseno de aplicaciones para moviles. Es feliz con su trabajo, con su puesto de entrenadora de un equipo de baloncesto adaptado, con sus amigos. Hace mucho tiempo que dejo de llorar por el desgraciado golpe del destino que la dejo postrada en una silla de ruedas cuando solo era una adolescente.

  • Chispas de Luis Goytisolo

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    La sonrisa del carrolliano gato de Cheshire sirve de portico a este libro, que contempla sin piedad -y con un humor de lo mas singular- la generalizada estulticia del mundo actual, retratado en forma de vinetas que escrutan comportamientos, actitudes y conversaciones. Por estas paginas desfilan los moviles que acaparan toda la atencion, las hirsutas barbas hipsters y la moda de la depilacion corporal; los botellones y las raves; la dictadura de lo digital, de las dietas y de lo politicamente correcto; los libros de autoayuda y la pretenciosidad artistica. Y tambien situaciones disparatadas como las de un par de menages a trois que toman derivas imprevistas, la incansable actitud fisgona de un quisquilloso detective de hotel, la aficion de Joyce por la escatologia.

  • Sophie en los cielos de Paris de Katherine Rundell

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    Tras hundirse un barco en el Canal de la Mancha, una nina de apenas un ano aparece flotando en un estuche de violonchelo y es rescatada por un erudito y aventurero londinense llamado Charles Maxim. De esta forma tan extraordinaria comienza la conmovedora historia de Sophie y Charles, quien, una vez constatada la desaparicion de la madre de la nina, se convierte en su tutor legal. Sin embargo, con el paso del tiempo, se apodera de Sophie la idea de que su madre sobrevivio al naufragio, y aunque Charles le advierte que eso es casi imposible, para ella el <> significa que existe <> posibilidad, y esta, por remota que sea, jamas debe descartarse. Asi pues, a pesar de que la unica pista que tienen es una direccion parisina grabada en el estuche del chelo, Charles, que lo daria todo por verla feliz, accede a acompanarla a Paris para iniciar la incierta busqueda. Alli, en una noche magica, Sophie conoce a Matteo y sus amigos, unos jovenes vagabundos que recorren la ciudad por los tejados y que enseguida se prestan a ayudarla para que su sueno se haga realidad.

  • Y si dejamos que suceda de Ana Oshiro

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    ?Alguna vez te has preguntado como seria tener una relacion con un hombre al que tus amigas consideran mayor? ?Seria como aquella tipica telenovela, novela grafica, pelicula o serie, en la cual, la alumna se enamora perdidamente de su profesor? ?La tipica historia que ahora se ve, en donde, la joven tiene un sugar daddy o el joven una sugar mommy? Nunca me han llamado la atencion estas historias. Siempre considere que unos cinco anos era aceptable, porque si hemos de ser sinceras, me gustan mayores. No andar con los tipicos crios de nuestra edad que solo buscan remojar el nabo un rato, y si te he visto, no me acuerdo. Comenzando con la clasica frase de mi madre: “Nunca digas de esta agua no has de beber”, asi fue el principio de nuestra historia. Me presento, soy Maria, tengo el clasico nombre de mujer de todos los tiempos. Tengo veintiocho anos, vivo con un gato llamado Mike y no tengo pareja. No porque no la haya tenido, sino porque se acabo. Ademas, ?para que vivir comprometida? Cuando te pica, te rascas y ya esta. No tienes el problema de si hay que salir a cenar, pasear, o hacer esto y lo otro por la otra persona. Por el amor no me preocupo, ya que entre mi madre, un poco metomentodo y mis queridas amigas, tengo todo el que puedo desear. Me puedo considerar guapa, o eso me dice mi abuela. Nunca he tenido problemas para ligar, aunque podria considerar un inconveniente que solo me busquen para follar y no para una relacion de las que pueden llamarse serias. Quiza sea eso, pero en realidad nunca me ha afectado. No es que sea uno de esos pibones a las que todos los tios se les quedan babeando por la calle, no obstante, supongo que mi encanto he de tener. La vida me ha ensenado que puede llegar a ser muy perra, asi que si no sale una cosa, sale la otra. Con esto quiero decirles que no tengo ocupacion fija. Me dedico a lo que me da para pagar el piso, los gastos, la comida y los caprichos. Si hoy puedo trabajar como recepcionista, el verano siguiente puedo ser camarera y en el invierno dedicarme a la cocina. Asi es la vida, con tanto paro no estamos para rechazar. Pero, si os tengo que contar la verdad, de profesion soy administradora. El problema fue que, cuando sali de la universidad, ya habia paro. Para muchos fue un problema, para mi una oportunidad. No es que me encante estar sentada delante de un ordenador viendo numeros, pero es una carrera que lo demandaba para los puestos que habian en ese entonces. Me gusta trabajar directamente con la gente y estar activa, por lo que, al no encontrar un puesto que se acomode a eso, me busque la vida. Cuando hice las practicas en el banco me di cuenta que no era para mi, y despues de un ano, decidi reorganizar mi vida y ver que me podia ofrecer. Quiza pensareis: “esta tia esta pirada”, sin embargo, es la realidad de muchos cuando no sabes a que te quieres dedicar cuando cumples dieciocho y optas por lo general: Administracion de Empresas, Derecho, Literatura, alguna Ingenieria. Pero, ?por que tener que elegir a esa edad cuando lo unico que queremos es libertad y salir de fiesta? Dicho esto, pensareis que vivo muy mal y que no tengo el futuro claro. No me puedo quejar. Un piso pequeno de una habitacion, en una zona cercana a la playa de Barcelona. Todo lo que una chica de veintiocho puede pedir sin tener que matarse en el intento de llegar a fin de mes. Y sobre el futuro, solo os puedo decir que intento encontrarlo. No es facil ver como tus amigas se acomodan a la vida en pareja o consiguen sus objetivos. Te quedan dos opciones: tirarte piedras a ti mismo por ello o preguntarte ?que te hace feliz a ti? Asi que para que mirar a los demas, mejor ver que tienes delante tuyo y como conseguirlo. Nati y Lucia son mis dos mejores amigas. Con las dos comparti la carrera universitaria haciendonos inseparables. Supongo que nos llevamos de lujo debido a las diferencias entre nosotras. Natalia, o Nati para los amigos, es una persona muy calmada, le gusta salir pero no en exceso. Eso es porque justo antes de acabar la carrera, conocio a Fran. El tambien se graduaba, pero de Ciencias Ambientales. Congeniaron de una manera sobrehumana, o eso nos gusta creer, y desde entonces no se han separado. Son la tipica pareja de amigos a los que acudes cuando ya no sabes que hacer y esperas que actuen como la voz de la consciencia positiva. Siempre tienen un buen consejo. Lucia es otro cantar. Es la chica extrovertida, que durante la carrera, te induce a hacer todo tipo de locuras, y por la que muchas veces faltamos a clases. Sin embargo, luego llegaban los examenes y sus notas deslumbraban. Como, no lo se. No puedo decir que no haya tenido parejas y que me haya ilusionado con un futuro con ellos. Pero la realidad es muy diferente a lo que esperamos. Con el paso de los anos, te encuentras con todo tipo de hombres, o mejor dicho ninos, esta el que te miente y te engana, el que te agobia por todo, el que te cela por todo, el que quiere avanzar sin saber caminar y el que simplemente te quiere para que estes ahi cada vez que te necesita. Por eso, a lo largo de estos anos, decidi que miraria por mi. Aunque no niego que, a veces, me gustaria encontrar lo que tienen Nati y Fran. Estar seguros con ellos mismos como personas individuales y como pareja. Supongo que como dicen las novelas que leo, tenemos que besar muchos sapos antes de encontrar al principe o al lobo feroz como se piensa en la actualidad. Mi madre dice que me centre, y que despues aparecera un hombre bueno, que me entienda y que me quiera bien. Pero seamos realistas, ?ese ALIEN existe? Si lo piensan, nosotras ya no buscamos principes que vengan a salvarnos, sino simplemente un hombre. Si, HOMBRE con todas las letras, que nos quiera, que sepa follar, que nos entendamos, que disfrutemos del tiempo juntos y que nos complementemos para formar una unidad. Las mariposas estan bien, no niego que me encanta sentirlas, pero duran horas, dias, meses…son tan etereas, que cuando menos lo imaginamos, desaparecen. Os hablo desde la experiencia. ?Encontrar a tu media naranja es tan imposible? Bien puede ser el vecino o vivir en la quinta China. Mi madre piensa que todos nacemos con un hilo rojo que nos conduce hacia nuestra otra mitad. ?Romantica no? Para que preocuparse ahora, cuando la vida son dos dias. Si ha de aparecer, ya vendra.

  • La patria de Enriqueta de Graciela Ramos

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    Enriqueta, hija de inmigrantes, lucha con todas sus fuerzas para salir adelante en una Argentina convulsionada: la decada infame, la de los anos treinta.

  • Intento de seduccion de Cat Schield

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    London McCaffrey habia hecho un trato para vengarse a cualquier precio. El objetivo era uno de los hombres mas influyentes de Charleston, pero el impresionante piloto de coches Harrison Crosby se cruzo en su camino como un obstaculo muy sexy.

  • Amores que dejan Marcas de Ruth Lefin

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    Dia a dia, nos encontramos con enunciados en los medios, como: “Mujer fue asesinada por su esposo”, “Nuevo femicidio en la capital”, “Mujer es torturada y corre riesgo vital.

  • La hazana secreta de Ismael Grasa

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    Me dispongo a escribir sobre algunas cosas sencillas. Entiendo que cada cierto tiempo es preciso decir aquello que consideramos bueno, o lo que nos dijeron a nosotros y que pensamos que nos hizo bien. Me refiero a decirlo en voz alta, a decirlo a otros. En ocasiones nos quedamos con la sensacion de que deberiamos haber dirigido unas palabras a alguien en lugar de quedarnos callados. O con la sensacion de que con nuestro silencio fuimos complices de algo que se dijo a nuestro lado, y que en el fondo desaprobamos. Desde luego, no faltan tambien las ocasiones en que hablamos de mas. Pero la cuestion es que entre nosotros se suele criticar eso, el hablar de mas, y rara vez el haber hablado de menos. Algunas de las cosas sobre las que me propongo escribir en estas hojas son asuntos que damos por hecho, hasta el punto de que puede parecer tonto que alguien se incline sobre un papel para tratar de expresarlas. Una de ellas es que las personas, a veces, decimos la verdad, o mas o menos la verdad. El mundo es complejo, grandes intereses se mueven tras las apariencias de lo que sucede, entramados economicos y corporaciones hacen valer sus influencias. Pero eso no debe abocarnos a la idea de que la verdad es entonces algo inalcanzable, algo que se oculta tras un laberinto en el que hace mucho tiempo que todos nos perdimos. Las democracias en que deseamos vivir son las formas mas complejas de gobierno, pero a un tiempo se apoyan sobre lo mas simple, que es la confianza en las otras personas y en la verdad. Es asi como nuestra vida empieza a hacerse mejor. Quiero tratar tambien en estas hojas sobre el aspecto que ofrecemos y la urbanidad. Uno ha de atender a su forma de vestir, y ha de respetar ciertas normas y tratar a los demas sin rudeza. Puede ser una fuente de placer el aprendizaje sobre los tejidos y los cortes, o el cuidado de los objetos que uno luzca, sean unos zapatos de piel o la cartera en la que guarde el dinero. Uno ha de saber disfrutar eligiendo unas gafas de sol o llevando un reloj heredado. Es una frivolidad tratar la moda como una frivolidad. Cada uno es libre de interpretar la elegancia como quiera, pero no es aceptable la dejadez. Cada vez que uno se viste ha de procurar ofrecer algo a los demas, una prenda escogida, alguna clase de delicadeza. Ese exceso intencionado de tela que hay en una linea de corte, cualquier detalle gratuito, manifiesta una disposicion a la alegria de vivir. El escritor Salman Rushdie senalo la moda como una de las maneras que los ciudadanos teniamos de combatir el integrismo. Uno no ha de privarse de entrar de vez en cuando en una tienda bonita. A modo de introduccion, copio aqui la frase de Rushdie a la que me referia: "El integrista cree que nosotros no creemos en nada. Segun su vision del mundo, el tiene sus certezas absolutas, mientras que nosotros nos sumimos en excesos sibariticos. Para demostrarle que se equivoca, primero debemos saber que se equivoca. Debemos ponernos de acuerdo en que es importante: besarse en publico, los bocadillos de beicon, las discrepancias, la moda de rabiosa actualidad, la literatura, la generosidad, el agua, una distribucion mas equitativa de los recursos del mundo, el cine, la musica, la libertad de pensamiento, la belleza, el amor. Esas seran nuestras armas". Es preciso amar el centro de nuestra ciudad. No digo que uno haga mal en vivir en una casa con jardin de las afueras, en una zona residencial, me refiero a que no se ha de perder de vista el centro. No se puede ser feliz si uno vive simplemente protegido tras el muro de una urbanizacion. Se ha de tener el centro como referencia, con su pasado, sus plazas publicas y sus edificios antiguos y algo deteriorados. Se han de considerar afortunadas las personas que se alojan en alguna de las calles o avenidas del centro, o en el mismo casco historico. Las que viven en otros lugares han de pasear esos espacios del centro y hacerlos tambien suyos. Uno elige una prenda que ponerse, coge de la mano o del brazo a alguien querido y camina por una de esas aceras con firmeza. Porque esas avenidas o bulevares no dejan de ser la continuacion de la calle mas bella de Budapest, de Nueva York o de Buenos Aires. Todos los centros de las ciudades, si son ciudades, forman un centro comun. No es necesario ir muy lejos para hacer mejor el mundo, porque tal vez uno deberia empezar por el centro de su ciudad. Como primer paso uno deberia recorrer tranquilamente, ejemplarmente, una calle arbolada. Despues hay que sentarse en un banco, hay que entrar en una heladeria o en una tienda de nuestro gusto, aunque no podamos comprar nada, y hay que detenerse a mirar una fachada o la cartelera de un cine. Quiza muchas de las calles historicas de nuestras ciudades esten degradadas o no ofrezcan un aspecto invitador, pero eso no deberia apartarnos de ellas o hacernos renunciar a ese espacio antiguo y central. Uno no deberia detener ahi su paseo. Porque la realidad no solo es lo que es, sino tambien el modo en que la miramos. Y es sabido que el modo de mirar transforma ya las cosas. Quienes se desplacen en bicicleta, por su parte, no deben circular entre los peatones ni sobresaltar su paseo con adelantamientos o timbrazos, porque la vida que queremos se sostiene en ese paseo de los peatones sobre la acera, ese detenerse a contemplar algo, un tipo particular de conversacion. La cita que copio hoy es de Aristoteles. Se refiere a la simplicidad ultima de la que trataba en el texto anterior. Dice este filosofo que verdad es decir que es lo que es, y que no es lo que no es, y lo contrario es la mentira. Tambien lo expresa con estas palabras: "Hay en los entes cierto principio acerca del cual no es posible enganarse, sino que necesariamente se hara siempre lo contrario, es decir, descubrir la verdad; a saber: que no cabe que la misma cosa sea y no sea simultaneamente". Como escribio en una de sus sentencias el pintor Pepe Cerda, un dia es una cosa muy seria. Es nuestra unidad de medida de vivir. No tenemos otra cosa que unos cuantos dias, un numero concreto. Para los que trabajan de modo autonomo un dia es ademas el tiempo para ganar el sustento de otro dia. Y para los que tenemos un sueldo un dia deberia ser lo mismo, si somos honestos. De joven me dijeron que debia hacerme la cama al levantarme, y lo mismo he dicho luego a otros. Si uno no tiene ninguna tarea, si uno esta triste, quiza deba sentarse en la cama que acaba de hacer y respetar asi la estructura del dia. Es posible que sea su ocupacion ese estar sentado. Tal vez le sobrevenga entonces alguna clase de luz. Cuando llegue la noche uno vuelve a deshacer aquella cama. Igual que el artista espera la inspiracion en su estudio, o el escritor en su silla, conviene esperar lo que traiga el dia con la cama hecha, por decirlo de algun modo. Y si no es gran cosa lo que trae, no deberia poder decirse lo mismo de nuestra disposicion. Otra cosa que me ensenaron es a empezar el dia por ducharse y, en el caso del varon, por afeitarse. Uno se ha de arreglar el pelo y ha de cepillar unos zapatos. Uno ha de mirarse en un espejo de cuerpo entero -en toda casa deberia haberlo-. Es posible que la imagen que nos devuelva el espejo sea la de una persona sola, pero otros tal vez se hagan sitio en ese reflejo junto a nosotros en el futuro. Uno lleva a cabo sus tareas, sus obligaciones. Uno lee el periodico de esa manana y dice delante de otros, en voz alta, una opinion que no suene demasiado destemplada. Pasan las horas y uno procura no perder el respeto a lo que quede de dia. Sucede que a ratos nos sentimos alegres, como una brisa que nos atraviesa. Copio hoy una cita de Albert Camus, de Cartas a un amigo aleman. El autor, previendo que los nazis van a perder la guerra, escribe a uno de ellos: "Vosotros habeis escogido el heroismo sin direccion, porque es el unico valor que queda en un mundo que ha perdido su sentido. Y al escogerlo para vosotros, lo habeis escogido para todo el mundo y para nosotros. Hemos sido obligados a imitaros con el fin de no morir. Pero nos hemos dado cuenta entonces de que nuestra superioridad sobre vosotros era la de tener una direccion. Ahora que esto se va a acabar, podemos deciros lo que hemos aprendido: es que el heroismo es poca cosa, que es mas dificil la felicidad". Hay un tipo de ebriedad que nos embrutece, nos empequenece y nos hace mas previsibles. Hablo del alcohol y de las drogas, aunque no solo de eso. Desde luego, la mayoria de nosotros dejamos un espacio en nuestras vidas a ciertos grados de ebriedad, pero puede llegar un momento en que uno deba saber apartarse de su modo habitual de actuar. Puede ser preciso, incluso, cierto morir en vida -porque es la muerte lo que nos parece entonces prescindir de aquello-. Uno, como suele decirse, ha de tener el valor de mirar al vacio, a la oquedad a la que ha ido dejando paso a su alrededor. Por recurrir a la metafora comun: no se levanta un edificio sobre suelo raso. En todo caso, aquello que buscamos con nuestra recuperacion no es un mero encontrarnos bien, sino el privilegio de estar realmente tristes, aquella puerta a la verdad y al paraiso que contiene la vida. Se nos dice que desde la adolescencia los hombres toman decisiones en la vida porque sufren crisis. Por eso, nos explicaban, no se deben evitar los conflictos buscando el cobijo de los falsos refugios. Los pasos equivocados nos llevan a privarnos de cierta tristeza, de una clase de melancolia que es la que nos hace merecedores de la amistad y de la fraternidad. O lo que es lo mismo: no se trata de alcanzar un bienestar o una clase de salud psiquica, por utilizar una expresion actual. Esa salud es sin duda deseable, pero, si hablamos de dignidad humana, no es un fin. El fin es ser un hombre. Porque la dignidad empieza en la consciencia de la muerte y en cierta clase de desesperacion. Y asi es como buscamos la felicidad. Es en ese punto, una vez que hemos dejado un lugar a la desesperacion, cuando las personas encuentran la razon de amar a otros, de lavarse la cara en la pila del bano y de ponerse de pie frente al espejo de cuerpo entero del vestidor. Empezamos entonces el dia como si realmente fuesemos cierta clase de divinidad, y cada cosa que nos dispusiesemos a hacer fuese algo extraordinario. Esa es la verdad a la que se llega. Un dios, contemplandonos, bien podria postrarse ante nosotros, un gesto que evitariamos cogiendole de los hombros e invitandole a tratarnos con camaraderia. La cita de hoy expresa la idea de que lo realmente extraordinario esta en lo inmediato. Es del escritor Mariano Gistain. Hablando de que cada hombre contiene el universo, dice: "Escuchar equivale a buscar vida extraterrestre, pero en la cocina". Es preciso sacar un tiempo para leer, pero uno no debe tener los libros por cualquier lado. Se ha de contar con un mueble o, si se puede, con una habitacion, una biblioteca, donde guardarlos. En las casas de los lectores los libros no deberian estar dispersos por todas las habitaciones, como si la vida que tuviesemos en ellas no fuese algo real o valido por si mismo. Las lecturas forman parte de la vida buena, pero, llegado el caso, uno no debe atrincherarse tras ellas. Es facil caer en la tentacion de presumir de ser lector, o de sumarse a campanas mas o menos publicas a favor de la lectura, cuando quiza la mejor campana por la lectura sea un hombre que lee a solas y guarda luego su libro, si considera que merece ser guardado, en la balda de su biblioteca. Me refiero con esto a que antes que esforzarnos en que a otros les parezca la lectura algo atractivo, deberiamos ocuparnos de que nuestras vidas -leyendo, si, tal vez- sean ciertamente atractivas. Aunque uno lea en aparatos electronicos, hay un valor en tener a nuestro lado algunas primeras ediciones en papel o volumenes que por alguna razon valga la pena conservar. Cualquiera dira que lo importante es el contenido y no el continente, y no le faltara razon, pero hay que tener presente que el continente, lo bibliografico, esos objetos que sostenemos entre las manos, son cosas que tambien nos incumben. El coleccionismo, cuando obedece a un impulso bien ordenado, es un modo de virtud antes que una deformacion del caracter. Una casa con una biblioteca, por reducida y sencilla que sea, tiene algo de ejemplar. El dueno ha de saber entonces dar razon de aquellos volumenes, de cuales son antiguos o heredados, o raros o valiosos por alguna razon. En todo caso, parece que nunca se deba abandonar la actitud de seguir aprendiendo.

  • Cuando te conoci de Maria Buga

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    Si algo odiaba Renata Palacios era que se salieran sus asuntos de control. Un par de anos lidiando con un “fantasma” la tenia agotada. ?Suponia aquel receso en su vida una verdadera ayuda? Bueno, que ni para tomarse un respiro. Lo que no entraba en sus planes, ni en los mentales ni en los escritos, era el conocer a un cinico sujeto “Dios de los besos” que de pretender enamorarse algun dia, podria personificar la antitesis de sus ideales y expectativas: el apuesto y afamado Maximiliano Renteria.
    El pasado que no la deja vivir la alcanza para mezclarse con su presente, pero, ?muerto el perro se acabaria la rabia?. Quizas, ni asi.
    Maximiliano, desinteresado como es, no sabra contra que lucha.
    Renata se resistira a emprender batalla alguna.

  • La idiota de Elif Batuman

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    El debut novelistico nominado al Pulitzer sobre el gran desafio que supone llegar a la edad adulta.

  • Spanish Lady de Claudia Velasco

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    ?Que pasaria si una brillante chica espanola que emigra a Londres para buscar trabajo y cumplir sus suenos se topa de repente con un irlandes de origen gitano, tan atractivo como un actor de cine, tan arrebatador como interesante, e inicia un romance loco e inesperado que le descubre un mundo del que no tiene la mas minima idea?

  • Soy todo un personaje de Sylvia Marx

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    ?Soy un tipo diferente? No se, no creo, y no es porque lo diga yo, te lo aseguro. Al final de esta novela me lo vas a decir tu, o eso espero, al menos. Podria darte mil razones para convencerte, que las tengo. Podria decirte que odio el futbol, que nunca me dejo la tapa del vater levantada, que no soporto las peliculas de Stallone..., !yo que se! ?Que jamas me vuelvo a mirar el culo de una tia?… Bueno, eso es algo mas complicado, pero estoy en ello. Te imagino leyendo esto con una mueca, ?podria ser una sonrisa?… De paso, dejame decirte que la tienes preciosa. Me gustaria hacerte sonreir durante toda esta historia, pero seguro que te veras con emociones encontradas. Quiero conquistarte, mejor dicho: tengo que conquistarte, si me dejas, a traves de mis palabras. Y, si sueles leer bestsellers de novela romantica, te sorprendera que te diga que ya lo consegui una vez. ?Por que? Bueno, eso es lo que voy a ir contandote poco a poco. Se que no eres una mujer facil, pero eso precisamente me lo pone mucho mas interesante. Me gustan los retos y, ademas, no me ha quedado mas remedio que aceptar este. Soy un tipo diferente, ni mejor ni peor que todos los que has conocido hasta ahora, pero si tienes curiosidad por saber como soy realmente, entonces tendras que leer esta historia: la nuestra. No, no soy escritor ni nada por el estilo; de hecho, es la primera vez que me enfrento a esto, y te aseguro que no me resulta facil. En realidad, la escritora es Ella, era Ella, la que entonces era mi chica. Como comprenderas, no puedo darte muchos datos ni desvelar su identidad, al menos, por el momento, pero a estas alturas no es ningun misterio. Solo puedes saber que Ella era/es escritora de uno de los generos que tu sueles leer: romantica/erotica. Y creo que bastante buena, por cierto. Te preguntaras entonces a que leches me dedico yo y quien soy. Digamos que estoy acostumbrado a trabajar con mujeres en el ambito deportivo. Si, soy un personaje <>. Dejemoslo ahi, si te parece, aunque hay algo mas. Puede que estes desorientada pensando de que va todo esto... No, no es lo que estas imaginando, dejame que te lo explique, ?vale? No se tu nombre, asi que, si te parece, te llamare tu, por simplificar, hasta que cojamos confianza. A Ella, mi pareja entonces, la llamare Ella o Milady, para mantener su anonimato. Entiendo tu gesto de sorpresa al pensar que no puede ser que una novela empiece asi. Pero, espera..., !no me des planton ya! No me juzgues todavia, aun estamos conociendonos, ?no? Te pido una oportunidad, tienes estas paginas para decidir. Esperare tu veredicto pacientemente, sea cual sea, y lo asumire. En fin, gracias por dejarme traspasar esa puerta para convencerte... ?Ves como soy un tipo diferente?… ?O no? COMENZAMOS Verano de 2014 Todo empezo a mediados de julio, uno de esos dias tan calurosos como para freir un par de huevos en el asfalto. Sin saber como ni por que, Ella habia ido trasladando sus cosas a mi piso de soltero poco a poco. Habiamos dado el paso, asi es como lo definio mi chica, y ya eramos lo mas parecido a una pareja de hecho. Pareciamos felices, pero yo todavia estaba en ese doloroso proceso de asimilacion. Una tarde cualquiera, yo habia llegado del trabajo y me fui directo a la ducha para refrescarme. Como de costumbre, tarde unos siete minutos escasos. Cuando cerre el grifo, la puerta del bano se abrio lentamente, con premeditacion y alevosia. Empapado de pies a cabeza, me asome por el lateral de la mampara de paves (lo recuerdo porque acababa de pagar la factura de la reforma del bano) mientras me anudaba la toalla a la cintura y me encontre que alli estaba mi chica, sexy, sugerente... !y semidesnuda! Di un silbido prolongado y sonrei con picardia. Uno no es de piedra, mas cuando se te pone delante un pibon como Ella, aunque sea tu chica (es cona). Te juro que se me lanzo al cuello de repente y me empezo a comer la boca de un modo casi salvaje que me cogio del todo por sorpresa, pero ante determinados estimulos reacciono rapido, e instintivamente la agarre con fuerza por la cintura y la aprete contra mi cuerpo mojado. Mi chica era (o es, imagino) puro fuego, todo hay que decirlo, y yo, con mis treinta y un anos, un autentico volcan en erupcion. Mis manos fueron descendiendo hasta abarcar ese precioso trasero redondo, terso, grande (aqui he de decir que el tamano si importa, al menos, a mi: donde este un culo generoso...). Ella metio su mano dentro de la toalla y fue directa a comprobar mi ereccion, diciendo algo muy vulgar pero muy nuestro. Pensaba que querria hacerlo alli conmigo, en la ducha, pero, en cambio, me tiro del brazo hasta arrastrarme a la habitacion. De esto hace ya un par de anos, pero ya sabes lo que dicen de los tios, ?no? Eso de que para lo que queremos tenemos una memoria de elefante, bueno..., la memoria... y, algunos bien dotados, otras cosas. (Es cona.) El caso es que, muy impulsiva, mi chica me empujo sobre la cama, y no era yo quien iba a oponer resistencia, aun teniendo en cuenta que le saco dos cabezas de altura. Por lo visto, a ella se le antojaba llevar la voz cantante, y a mi eso me ponia mucho. ?Hay algo mas erotico que una tia dominante en la cama? Solo se me ocurre una cosa: dos tias dominantes en la cama. (Es cona, guino si eres <>.) --Carino, preparate, porque te voy a comer enterito. Mi sexy canibal cumplio con creces mis expectativas. Estuve tentado de abrir la boca varias veces para preguntarle que se habia tomado o que peli porno habia alquilado sin yo enterarme, pero lo deje correr para no desconcentrarla, porque me lo estaba haciendo de lujo. Cerraba los ojos a ratos, alguna vez, para disfrutar un poco mas del placer de su boca justo ahi, subiendo y bajando, pero me encantaba ser tambien ese voyeur que todos llevamos dentro cuando nos lo hacen. Ahi descubri que a ella tambien la ponia mucho que la mirase, le tocase el pelo, o reprimiese un grunido, mordiendome el labio. Asi fue como empezo una de las tantas noches afrodisiacas que tuvimos en esa epoca dulce, hasta que me entere de lo que estaba haciendo conmigo. Pero no quiero adelantar acontecimientos. Te lo contare paso a paso; lo suyo es que tengas una vision mas general de nosotros y de lo que paso. El caso es que yo, sin saberlo, estaba siendo protagonista de sus fantasias, o sea, para mi, de lujo que dia si, dia tambien tuvieramos sexo, que se atreviera a probar cosas nuevas, que incluso me ensenase a mi otras que ni se me pasaban por la cabeza. Y mira que los tios tenemos imaginacion cuando se trata de sexo. Pero como, cuando todo va bien, jamas te preguntas el porque, yo di por hecho que lo mas que tenia que hacer era disfrutar del momento. Aquella tarde/noche se alargo durante mas de cuatro horas, en las que bati mi propio record, que, todo hay que decirlo, tampoco es que fuese para el libro Guinness, porque estaba en un discreto <<3>>, pero, eso si..., siempre he sido de los pocos que controlan hasta el final, tu ya me entiendes. Me encantaba verla disfrutar, y domino bastante el autocontrol para no dejar a una mujer insatisfecha. Bien, como te digo, no habia problemas en el horizonte. Los dos cogiamos en agosto las vacaciones y teniamos planeado marcharnos unos dias.

  • Multimillonario Inesperado. Jax de J. S. Scott

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    Hace varios meses... --!No voy a dejarte aqui sola, Taylor! --le dije a mi becaria con toda la fuerza que pude reunir. Por desgracia, tenia la boca tan seca que mi voz apenas era poco mas que un susurro airado. Tras nueve dias prisioneras en un pais extranjero sin comida y con muy poca agua, Taylor y yo estabamos hambrientas y gravemente deshidratadas. Basicamente habiamos quemado todas las reservas de energia que teniamos hacia mucho tiempo. Solo intentar hablar durante unos instantes suponia un enorme esfuerzo. Fulmine con la mirada al rebelde laniano que habia intentado levantarme de un tiron despues de cortar las apretadas ataduras de mis piernas. Me negue rotundamente a levantarme cuando me ordeno que lo hiciera. --Llevatela a ella --exigi gesticulando con la cabeza hacia Taylor--. Me quedare yo. No conocia mas que unas pocas palabras de laniano, pero nuestro captor chapurreaba suficiente ingles para que yo entendiera que se habia pagado mi rescate y que estaban planeando dejarme marchar. Tambien estaba totalmente claro que mi becaria, Taylor, no estaba incluida en el plan de liberacion y, sin duda, aquello no iba a funcionar para mi. --No --gruno el guerrillero agitando su rifle automatico en mi cara--. Solo tu. Yo sacudi la cabeza. <>, pense. Aquella era mi exploracion geologica. Ya me faltaba un miembro de aquel pequeno equipo de tres. Taylor y yo no habiamos oido nada de Mark, el tercer miembro de nuestro grupo. Era el ingeniero de minas cuya llegada se esperaba en la isla nacion hacia diez dias para reunirse conmigo y con Taylor. Yo habia pasado cada uno de esos nueve dias histerica por lo que le habria sucedido. Mark no solo era un miembro del equipo, sino tambien un hombre que me importaba mucho. <>, me dije. ?Habia escapado Mark a la captura de alguna manera? ?Habia sido secuestrado tambien, pero ya lo habian liberado? ?O estaba aguantando a duras penas como Taylor y yo ahora mismo? No conocer su suerte me corroia las entranas desde el dia en que Taylor y yo fuimos secuestradas a punta de pistola unos instantes tras nuestra llegada a Lania. --Tu vienes --insistio el rebelde en tono enfadado mientras me golpeaba la cabeza con el canon de su rifle de asalto. Volvi a sacudir la cabeza. Tal vez deberia estar aterrada, pero se me habia agotado la adrenalina necesaria para sentir aquella emocion mediante la privacion y la intimidacion emocional. Lo unico que me quedaba era resignarme. Encontraria a Mark. No dejaria que mi becaria muriera alli, sola. Ya no me quedaba energia para temer. No queria morir, pero si ese cabron terminaba disparandome, no le quedaria mas alternativa que dejar marchar a Taylor si tenia que liberar a un rehen. El hombre dejo escapar un rugido salvaje y salio como un vendaval por la puerta de nuestra pequena prision. Yo hice una mueca al oir el chirriante sonido del metal contra el metal cuando el aseguro las barreras en la puerta. Era un sonido premonitorio que siempre me recordaba lo precaria que era nuestra situacion en ese momento y el poco tiempo que nos quedaba a Taylor y a mi. La diminuta habitacion volvio a quedarse a oscuras en cuanto se cerro la puerta y el alivio momentaneo que recibimos del calor sofocante mientras la puerta estaba abierta termino bruscamente. Casi no habia ventilacion en la estructura de una habitacion donde nos retenian y entraba muy poca luz a traves de las minusculas ventanas cerca del techo. ?De verdad podian llamarse ventanas esos agujeros? Taylor y yo apenas logramos sacar una mano por ellos y proporcionaban muy poca ventilacion para neutralizar el calor agobiante de Lania en verano. --Tienes que ir, Harlow --dijo Taylor con voz aspera y apenas audible--. Sabes que debes hacerlo. Si no lo haces, Mark y yo probablemente moriremos antes de ser rescatados. Solte un debil gemido al bajar el tronco al suelo de tierra, junto a Taylor, sintiendome completamente agotada tras el esfuerzo de permanecer incorporada durante unos minutos. <>, pense. Me odiaba a mi misma por haber metido a Taylor en aquella situacion. Mark y yo eramos ambos empleados de Montgomery Mining y lo habiamos sido durante anos. Cierto, ahora yo era geocientifica investigadora, asi que ya no hacia mucho trabajo de campo, pero no era como si Mark y yo no tuvieramos experiencia en exploraciones. Taylor Delaney era una simple becaria de verano que trabajaba bajo mi tutela en el laboratorio de Montgomery Mining en San Diego. Sinceramente, ella ni siquiera estaria en Lania si yo no hubiera tomado la fatidica decision de dejar que viniera con nosotros a la expedicion. Taylor acababa de terminar su master en Stanford y yo pense que sus estudios en geologia ambiental serian utiles. <>, reconoci para mis adentros. Tambien queria que viniera para que viviera su primera experiencia con un trabajo de campo internacional. Se suponia que yo era su mentora, asi que queria proporcionarle durante sus practicas todas las oportunidades posibles que la ayudaran en su futura carrera. Sin embargo, si se me hubiera ocurrido ni por un segundo que traerme a Taylor fuera a poner su vida en peligro, nunca habria puesto un pie en ese maldito pais. No solo era mi becaria. Taylor y yo tambien eramos amigas. <>, pense desesperada. Nada de aquel viaje rutinario deberia haber sido peligroso. Se suponia que ya no habia agitacion politica en Lania y estar alli conmigo deberia haber sido perfectamente seguro para ella. --?Como voy a hacer eso, Taylor? --pregunte con voz ronca--. ?Como voy a marcharme y dejaros aqui a ti y a Mark? --?Como no vas a hacerlo? --me contradijo debilmente--. Si no vas e intentas hacer que nos rescaten, ninguno de nosotros aguantaremos mucho mas. --No digas eso --suplique, aunque sabia que tenia razon. Taylor y yo estabamos extremadamente debilitadas. No habiamos comido en nueve dias y la pequena cantidad de agua de lluvia que habiamos recogido por las ventanas diminutas estaba evaporandose. Aqui, las temporadas de lluvia eran cortas y esporadicas. Habiamos llegado al punto en que pasabamos largos ratos en silencio porque simplemente no nos quedaban energias para hablar. Cada vez con mas frecuencia, teniamos periodos en que ya no eramos completamente coherentes. Tarde o tempranos, nuestros cuerpos renunciarian a la lucha. Nos quedariamos dormidas y ya no despertariamos. --Somos realistas, Harlow --respondio Taylor en voz baja--. Ambas sabemos que llevamos dias muriendo lentamente de deshidratacion. No estoy segura de como estara Mark en este momento, pero tengo la certeza de que el tiempo tambien es crucial para el. El rebelde volvera. Deja que te saque de aqui para poder sacarnos de aqui tambien a Mark y a mi. Una vez que estes de vuelta en Estados Unidos, puedes contarles a los negociadores lo que esta pasando aqui realmente. Se que moveras cielo y tierra hasta que alguien venga por nosotros. --Quiero que te lleven a ti --susurre--. No quiero dejarte aqui. Prefiero ser yo quien se quede. --Sabes que te quiero por eso, pero es imposible --respondio Taylor--. Estare bien, Harlow. Si se que vas camino de casa, tendre un poco de esperanza. Algo por lo que vivir al saber que la ayuda esta en camino. Mi corazon se rebelo ante la idea de partir de Lania sin Taylor y Mark, pero mi cabeza sabia que tenia razon. --No entiendo por que no te liberan conmigo. Si realmente han pagado mi rescate, ha tenido que ser Montgomery Mining quien lo pago. La unica a la que podria importarle lo suficiente para soltar dinero por mi es mi madre y no tiene tanto efectivo. --?Y crees que Montgomery tambien habria pagado por la liberacion de una simple becaria? --murmuro Taylor. --Si. Se que lo habrian hecho. Los hermanos Montgomery son multimillonarios, pero siempre se han asegurado de dirigir un negocio justo y etico, aunque sea la corporacion minera mas grande del mundo. He trabajado para ellos el tiempo suficiente para saber que se preocupan por sus empleados, incluso los becarios de verano. --Una vez yo fui una de esas pasantes, asi que sabia que eran bondadosos con todos los empleados y no solo con la alta direccion de la empresa. --Entonces, tal vez los rebeldes solo accedieran a liberarte a ti primero para conseguir mas dinero --sugirio Taylor--. Sin duda, no hay nadie ahi fuera dispuesto a entregar el dinero que probablemente exigen si no lo hace Montgomery. Nadie sabra siquiera que he desaparecido. --Estoy segura de que tiene algo que ver con el dinero --convine--. Y tus amigos sabrian que has desaparecido. --Eres la unica amiga que tengo en San Diego y la unica persona que sabe que estoy aqui -- susurro. Como Taylor se habia mudado recientemente a San Diego para hacer sus practicas de verano, no podia discutirle aquella afirmacion. Sus amigos de la universidad de Stanford probablemente estaban repartidos por todo el pais a estas alturas, y Taylor no tenia familia. Queria desesperadamente tenderle una mano a Taylor para reconfortarla, pero no podia. Teniamos las manos atadas demasiado fuerte como para envolverla en un abrazo. El hecho de ser incapaz de hacer absolutamente nada para ayudar a Taylor me habia destrozado lentamente. Su seguridad era mi responsabilidad y le habia fallado por completo. --Superaremos esto, Taylor. Mientras pronunciaba aquellas palabras de consuelo, no habia verdadera conviccion en mi voz. Sin comida. sin mas agua y sin un respiro del calor sofocante de aquella diminuta celda que nos retenia, Taylor y yo probablemente estariamos muertas en un dia o dos. Contuve un quejido al sentir que la circulacion volvia levemente a mis piernas. Ya casi estaba acostumbrada al dolor de tener las extremidades atadas tan fuertemente que todos los musculos suplicaban alivio. Ahora que finalmente estaban libres, me percate de que la circulacion cortada con anterioridad probablemente habia atenuado parte del dolor del maltrato. --?Taylor? --pregunte en voz baja--. ?Sigues conmigo? <>. Era triste necesitar confirmacion de que aun respiraba. --Estoy aqui --dijo con la garganta seca--. Por favor, no te preocupes por mi, Harlow. Ve a conseguir ayuda. Yo seguire aqui, sonando con una gran jarra de agua con hielo hasta que tambien me rescaten. --Y un enorme chuleton jugoso con una patata asada rellena --respondi yo automaticamente. Taylor y yo habiamos convertido en un juego hablar de las primeras cosas que queriamos comer y beber cuando escaparamos de aquel antro. Yo sabia que esa comida en particular era la primera en su lista. --Se lo duro que es esto para ti, Harlow --musito Taylor--. Yo tampoco querria dejarte atras. Pero es nuestra unica oportunidad. Nadie en casa sabe que no estamos recibiendo comida ni agua para mantenernos con vida durante mucho tiempo. Quizas crean que tomarse este rescate con calma y llevarlo sobre seguro es la mejor manera de manejarlo. --Ire --le asegure. Aunque sabia que era mi unica opcion, la decision me estaba partiendo el alma--. Tienes razon. Quienquiera que este negociando nuestra liberacion tiene que comprender que se le acaba el tiempo. --Han vuelto --farfullo Taylor cuando el molesto sonido estridente de la puerta al abrirla hizo que sintiera un escalofrio de pavor en la columna. --Me voy --dije sin aliento--. Te sacare de aqui lo mas rapido que pueda. No te rindas, Taylor. Por favor, no te rindas. Solo aguanta un poco mas. --Hare todo lo que pueda para no morir sobre tu conciencia, Harlow --me prometio--. Hemos aguantado todo este tiempo. Creo que puedo sobrevivir unos cuantos dias mas. La luz del sol inundo la habitacion cuando los rebeldes abrieron la puerta de un empujon. Yo estaba tan desacostumbrada al resplandor tras nueve dias de penumbra casi constante o de total oscuridad que cerre los ojos y parpadee con fuerza hasta que mi vision se ajusto. El guerrillero habia traido refuerzos y, esta vez, no pude resistirme cuando tres de ellos me pusieron en pie de un tiron. --!Mierda! --maldije, haciendo todo lo posible por mantenerme erguida cuando el dolor me atraveso la rodilla izquierda. Sabia que la lesion era mas que los musculos atrofiados y tensos de pasar tanto tiempo atada. Me habia torcido la rodilla cuando los rebeldes nos secuestraron y nos arrojaron al suelo a Taylor y a mi. Si, dolia, pero en realidad, una lesion de rodilla era la ultima de mis preocupaciones. <>, me dije. Necesitaba la maldita pierna para salir de alli. Me dolio en el alma al echar un vistazo atras hacia Taylor y ver lo fragil que parecia mi amiga pelirroja, normalmente feliz. Si no supiera que se trataba de Taylor, podria no haberla reconocido. --Tu, vete --dijo uno de los rebeldes mientras me empujaba hacia la puerta. Tropece y perdi de vista a mi amiga. <>, me recorde. Solte un sollozo de angustia mientras salia por la puerta cojeando con paso vacilante. Quizas necesitara una especie de desahogo temporal, pero no pensaba desmoronarme completamente. Tenia un unico proposito en mente, un objetivo, y lo unico que podria impedirme lograrlo seria la muerte. Como no parecia que aquel fuera mi dia para morir, resolvi que Taylor y Mark no pasarian ni un segundo mas de lo absolutamente necesario en aquella pocilga. Harlow En el presente… --No necesito un consejero de Last Hope, Marshall --le dije al hombre maduro que estaba sentado frente a mi en la mesa de mi cocina--. Especialmente, no uno como Jaxton Montgomery, por Dios. Sabes lo que quiero. Tengo unas ganas desesperadas de formar parte de Last Hope en lugar de ser tratada como uno de sus rescates. Marshall dio un sorbo de su taza de cafe y arqueo una ceja. Era una mirada que pretendia intimidar a la mayoria de la gente y, vaya, tenia que reconocer que el excomandante Marshall tenia una presencia tremenda que impedia discutirle nada. Sin embargo, esas expresiones que pretendian alarmar a cualquiera que las viera ya no funcionaban conmigo. Tal vez hubiera sido el lider supremo de todo hombre que hubiera servido a sus ordenes en su equipo SEAL de la marina estadounidense. Tampoco me cabia duda de que merecia ese culto al heroe. Pero Marshall era mucho mas que su antigua carrera militar. Durante los ultimos meses, habia visto una faceta diferente suya que estaba convencida de que el no queria que nadie viera en realidad. No es que se hubiera convertido en un osito de peluche ni nada parecido a ser calido o afectuoso, pero tampoco era el perfecto hombre duro que queria que todos creyeran que era. --Ya conoces las normas --dijo el con brusquedad--. Cualquiera implicado en Last Hope es antiguo miembro de las fuerzas especiales. No te ofendas, Harlow, pero no estas en condiciones de hacer frente al secuestro de otra persona ahora mismo. No cuando ni siquiera has lidiado con las secuelas de haber sido prisionera tu misma. Por eso he convertido a Jax Montgomery en tu consejero. Tienes trabajo que hacer con esos problemas, senorita, y te ayudaria tener a alguien con quien hablar que realmente pueda ayudarte a superarlos. ?Acaso te has molestado en responder a las llamadas de Jax? Yo puse los ojos en blanco. Lo detestaba cuando me hablaba como si fuera mi padre. --Jax se ha dejado caer por aqui antes --reconoci. --Deja que lo adivine. Le diste con la puerta en las narices --dijo Marshall acertadamente. Yo me encogi de hombros. --Le dije que si conseguia pasar dos semanas sin ser fotografiado con una de sus citas de una noche, accederia a dejar que sea mi consejero. Era la manera mas facil que se me ocurrio de librarme de el y no tener que volver a verlo nunca. Dudo que aguante un solo dia sin ser fotografiado con otra mujer. Ha sido un casanova durante anos. Eso es lo ultimo que necesito ahora mismo. --Tambien es uno de los dos hombres que arriesgaron su vida para rescatar a Taylor --me recordo. Suspire. Tenia razon. Jax y Hudson Montgomery no habian dudado en hacer volar uno de sus aviones privados en cuanto se enteraron de que Taylor estaba mal. De hecho, para cuando los encontre en sus despachos corporativos tras mi liberacion, Marshall, Jax y Hudson ya estaban planeando ejecutar un rescate para Mark y Taylor. Una cosa de la que no me percate cuando sali de Lania eran las probabilidades casi nulas de que Taylor fuera liberada pagando un rescate. Por lo visto, los rebeldes lanianos eran conocidos por aceptar el dinero del rescate por la liberacion de ultimos rehenes para despues matarlos a todos. Una tentativa de rescate era la unica opcion para ella. Tenia que reconocer que me quede conmocionada al descubrir que los tres hermanos Montgomery eran miembros de una operacion secreta de rescate voluntario llamada Last Hope. Marshall la puso en marcha despues de retirarse de la marina estadounidense debido a una lesion. Jax, Hudson y Cooper Montgomery se habian subido al carro hacia anos, despues de abandonar cada uno sus unidades en las fuerzas especiales. No solo eran miembros activos de Last Hope, sino que yo sospechaba que tambien estaban financiando la operacion. Por lo que habia visto, Last Hope era demasiado sofisticado para ser un grupo de voluntarios con un presupuesto limitado. --Lo se --confese con voz temblorosa--. Y nadie estara nunca mas agradecido que yo de que encontraran a Taylor a tiempo. No es como si Jax y Hudson tuvieran que llevar a cabo el rescate ellos mismos, pero gracias a que lo hicieron, le salvaron la vida a Taylor. Dios, ni en mis suenos mas descabellados podria haber imaginado que los poderosos multimillonarios duenos de la compania para la que yo trabajaba formaban parte de una organizacion civil secreta como Last Hope. Si Jax y Hudson no hubieran formado parte del grupo ni estuvieran altamente cualificados para llevar a cabo su propio rescate de inmediato, Taylor no habria sobrevivido. Si hubieran perdido tiempo reuniendo otro equipo, yo estaba casi segura de que habrian repatriado a Taylor a Estados Unidos en una bolsa. Ni Taylor ni Marshall me habian contado exactamente como estaba cuando la encontraron. Pero yo no era completamente idiota. Sabia que no se habia levantado ni salido de alli por su propio pie. Desesperada, Taylor habia hecho un pobre intento de escapar una vez que yo deje el recinto, y la golpearon severamente por sus acciones.

  • Gina de Maria Climent

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  • El Refugio De Los Invisibles de Alberto Cerezuela

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    Ya no esta. Se ha ido. No hay vuelta atras. ?Como hemos llegado a esto? ?Por que lo permitimos? Sinceramente, no me creia capaz de hacerlo. Yalgunos piensan que soy debil. No me conocen. No saben de mi dolor. La necesitaba tanto... Pero ya no puedo seguirla. Ytodo por mi culpa. Solo han pasado unas horas y sigo teniendo dudas. ?Podre vivir sin ella? No lo se. Lo seguro es que no habia eleccion. Despues de hacerlo pense en mi abuelo. El, que habia luchado en una guerra civil y estuvo varios meses recluido en un campo de concentracion frances, decia que un hombre, con el tiempo, se acostumbra a todo. Puede vivir en la India a mas de cuarenta y cinco grados, y tambien en Siberia a treinta bajo cero. Tambien se acostumbra a andar con muletas, incluso a ir en silla de ruedas. !Y a perder un brazo! Acostumbrarnos, segun mi abuelo, era la absurda manera que tenemos las personas para seguir siendo felices a pesar de las desgracias. Pero yo no se si sabre estar sin ella. ?Me acostumbrare a no ver su sonrisa? ?Aque no eleve mis celos al maximo exponente? ?Ano volver a percibir su olor? Yo creo que no, aunque no hay que subestimar la fuerza de un hombre. Su ausencia me definira a partir de ahora. ?Y que podre hacer cuando la eche tanto de menos que el pecho me reviente? Quiero aguantarlo, debo aguantarlo. Debemos ser consecuentes con nuestras decisiones. Nuestro amor es inmortal. Contigo al fin del mundo, nos deciamos. Yya nada de eso vale. Ni siquiera voy a ser capaz de volver a nuestro refugio. Sin un nosotros ha dejado de ser ese lugar donde nos haciamos invisibles. Donde escapabamos de todo y de todos: el castillo del rey. El hombre que tiene miedo busca refugio en los montes, en los bosques sagrados o en los templos. Sin embargo, tales refugios no sirven, pues alli donde vaya, sus pasiones y sus sufrimientos lo acompanaran. (BUDA GAUTAMA) 1. EL TELEFONO DE LA INSPECTORA Reyes Martinez sono esa manana demasiado pronto. Ella solia levantarse cuando los rayos del sol de Cabo de Gata entraban por las rendijas de su persiana y se estrellaban directamente en su cara. No tenia despertador. Ni siquiera alarma en el movil. En los ultimos dias apenas habia conseguido dormir tres horas seguidas sin ayuda del Alprazolam que su medico, el doctor Pedro Mezquita, le recetaba a pesar de que sabia que estaba enganchada. Ademas, estaba de suerte: no habia tenido ninguna pesadilla, o al menos no la recordaba. --!Dios! Es el comisario Malvido. ?Que querra tan temprano? Era muy raro que su jefe la llamase. Algo grave tenia que haber pasado, y de pronto sintio un mal augurio por el cuerpo. Por eso decidio hacerse un rico cafe de pota que le habia descubierto su amiga Nieves, criminologa de La Coruna, antes de devolverle la llamada al cascarrabias de su superior. No hizo falta, Ramon Malvido volvio a llamar. --Dime, Ramon --contesto con un tono a medio camino entre la incertidumbre y la curiosidad. --!Martinez! --Asi solia llamarla cuando se ponia serio, sacando de quicio a Reyes--. !Siento haber profanado tu ritual de cada manana, pero necesito que vengas cagando leches! Malvido conocia perfectamente la rutina de Reyes. De hecho, era la persona mas cercana que tenia. La trataba como una hija aunque a ella no le gustaba que el resto de companeros pensasen que era el ojito derecho del jefe. El ritual al que se referia consistia en unas cuantas carreras por la playa hasta llegar a la iglesia de Las Salinas, trayecto que aprovechaba su perro Gordon para chapotear en el agua; llegar a casa y degustar un cafe tras la ducha, mientras leia unas veinte paginas del ultimo titulo que habia comprado en una libreria que recientemente habian abierto en el barrio. --!Eres un malhablado, te lo he dicho mil veces! ?Que ha pasado? --contesto ella mientras notaba como el acelere de su corazon iba in crescendo. --!Ha aparecido un cadaver en la Alcazaba, y todo apunta a una muerte en extranas circunstancias! Una muerte en la Alcazaba. Aquello paralizo a Reyes durante unos segundos. No podia ser en otro lugar. Y precisamente tenia que ir ella. --!Martinez, joder! ?Estas ahi? ?O es que te ha comido la lengua el gato? --De nuevo aparecio el malhumor del comisario. --!Si, es que me ha pillado de sopeton! Como en Almeria nunca pasa nada... --respondio la inspectora, aunque su interlocutor sabia perfectamente lo que ocurria. --!Vente para aca y por el camino avisa al subinspector Campillo! --fueron las ultimas palabras del comisario antes de colgar. Era paradojico que Reyes esa noche, despues de mucho tiempo, no tuviese ninguna pesadilla, justo la manana en que tenia que volver, por primera vez en anos, al barrio donde tuvo las peores de su vida. 2. EL TIMBRE DEL TELEFONO asusto a Lucas Campillo. No esperaba la llamada. Se encontraba dejando a sus ninas en la puerta del colegio. --!Dadle un beso a papa! --comento a sus dos amores, como asi las llamaba. Y es que Laura y Alejandra habian cambiado la vida del joven policia. Reyes era su superior, y el lo acataba con la mayor profesionalidad posible, pero a veces el caracter autoritario de su companera le impedia disfrutar al cien por cien de su trabajo. --Buenos dias, inspectora. ?Ha pasado algo? --Campillo, tenemos que ir rapidamente a la Alcazaba. El director del conjunto monumental aviso a emergencias esta manana, y los zetas que se personaron alli han confirmado el hallazgo del cadaver de una chica. --Y a nosotros, como cabezas del Grupo de Homicidios, nos toca investigar --interrumpio el subinspector mientras se le abria la boca de un bostezo. --?Es que te han dado guerra las ninas esta noche, Luquitas? Por eso yo no quiero saber nada de traer familia al mundo --sentencio Reyes. --Para traer familia al mundo, como tu dices, primero necesitas alguien que te ayude. Y no me refiero a alguno de esos tios que conoces en el Bar de Jo y que no pasan del primer asalto --termino de decir Lucas al tiempo que comprendia que se habia pasado. Era consciente de que no son formas de dirigirse a un superior, pero la verdad es que le tocaba las narices que le llamasen Luquitas. El consideraba que su trabajo era impecable y que merecia una oportunidad como inspector, pero todo el mundo sabia de que pie cojeaba el comisario. Aun asi, se contuvo porque el motivo de su bostezo no eran las ninas. Los angelitos habian dormido a pierna suelta. Lucas no habia pegado ojo escuchando ese podcast de misterio que tanto le gustaba. La noche anterior habian estado hablando del edificio n.o 1 de la calle Tres Forques, en Valencia, una finca en la que habian muerto once personas desde 1957, todos de distinta forma. Era el bloque de pisos maldito mas famoso de Espana. --!Subinspector, no hay tiempo que perder! Nos vemos al principio de la calle Descanso, justo en el cruce con la Almedina --ordeno Reyes. 3. ELLA FUE LA PRIMERA EN LLEGAR. Le temblaban las piernas y eso que no era una mujer impresionable. De hecho, era la inspectora jefe del Grupo de Homicidios, pero aquel barrio la habia marcado demasiado. Habia vivido hasta los dieciocho anos en la calle Cisne, muy cerquita de La Guajira, esa asociacion cultural que, desde su casita azul, habia lavado la cara del barrio con sus conciertos, exposiciones y actividades varias. Las vistas a la Alcazaba que brindaba a los clientes, desde su terraza, no tenian precio. Era el mejor exponente del toque multicolor que tenia La Almedina, junto a las almenas y los rosales, y a las pintorescas casas pintadas de la calle Descanso. A medida que Reyes subia hacia la Alcazaba, cada paso era un golpe en la espalda. Los mismos que recibia su madre a manos de su padre cada vez que este se emborrachaba. La inspectora no habia hablado a nadie sobre sus origenes. <>, le decian en la comisaria. Pero no queria revivir aquellas heridas. --?Cuando fue la ultima vez que visitaste la Alcazaba? --pregunto Lucas Campillo, con la clara intencion de arrancar una palabra a su companera, que permanecia callada desde hacia varios minutos. --Nunca he puesto un pie dentro. --!Es imposible! --espeto Campillo--. Asi nos va a los almerienses, que preferimos gastarnos un dineral en hacer turismo en el extranjero, cuando aqui tenemos un patrimonio espectacular. !Hasta los de fuera nos valoran mas! Acuerdate de Juego de Tronos, que se rodo aqui hace unos anos. --?Juego de que? --!Vaya! No recordaba que dona intelectual no veia la tele --murmuro en tono jocoso Lucas--. Ella solo lee libros sofisticadisimos. En realidad, los libros que Reyes Martinez leia, lejos de lo que pueda parecer, eran de todo menos sofisticados. Le encantaban las novelas romanticas. Quiza para evadirse de lo que dia a dia veia en la calle, o por un deseo reprimido de enamorarse y casarse, algo a lo que ya practicamente habia renunciado. --No duermes para descansar, duermes para sonar... !Bonita frase, inspectora! Aunque no se que demonios pinta en esta calle. --Vete tu a saber, Campillo, vete tu a saber --respondio Reyes para acabar con la conversacion. Claro que sabia la historia de esa frase. Era de Walt Disney y homenajeaba a los ninos. A todos los ninos que, como ella, habian crecido jugando en aquel pequeno parquecito, hoy bastante deteriorado por la falta de cuidado y el paso del tiempo. Aquello le volvio a recordar a sus padres. Las palizas que el le propinaba a ella y como, una vez completado su desahogo, sentaba a la pequena en su regazo mientras terminaba de emborracharse empinando la botella de vodka. Eran los unicos momentos que podia compartir con su padre, al que por alguna absurda razon idolatraba en aquel momento hasta el punto de aceptar los chupitos de alcohol que el le ofrecia antes de caer desplomado de sueno en su vieja mecedora. Al dia siguiente, para paliar los remordimientos y lavar su conciencia, su padre le traia algun juguete: una muneca, una caja con cromos de Barbie y hasta una Nintendo NES. Pero, aun siendo una nina, sabia que lo importante no era tener muchos juguetes, sino tener con quien jugar, y de eso carecia. Para que no llorase, Lucia, su madre, le contaba la historia de un nino que no se asustaba ante nada. Se llamaba Juan sin Miedo. !Que valiente era! El solo habia derrotado a varias criaturas, fantasmas, brujas y ogros. Aquello tambien era mentira. Jamas ha existido alguien que no tenga miedo. Porque hay muchos tipos: miedo a perder a tus seres queridos, miedo al monstruo que vive dentro de tu armario o debajo de la cama, miedo a no poder pedir ayuda cuando mas lo necesitas, miedo a que mueran todas esas mariposas que revolotean en tu tripa cuando te gusta un chico... o miedo a no saber que sera de ti cuando un buen dia tienes que llamar a la policia porque encuentras a tu madre llena de moratones sobre un charco de sangre, y a tu padre colgado del techo del dormitorio. Por suerte, el primer policia que llego prometio ser su heroe. Se hizo cargo de ella, la obligo a apuntarse a la Academia de policia y estuvo velando siempre por su carrera y por su vida. Su heroe no volaba ni tenia superpoderes, se llamaba Ramon y estaba a punto de jubilarse como comisario de Almeria. --?Donde vais tan solicos, maderos? --Una voz ronca y seca hizo volver a Reyes de sus pensamientos. Era un patriarca gitano que habia taponado, con su silla, la parte final de la calle Descanso, justo antes de llegar a la estatua del rey Jayran, gran oficial del ejercito califal y primer rey de la taifa de Almeria. Su mirada intimidaba. Apenas se le distinguia nada mas en un rostro poblado por una gigantesca barba blanca y su larga cabellera. --Dejenos pasar, solo queremos hacer nuestro trabajo. Con suavidad, la inspectora Martinez intento que aquel senor no les diera problemas. Ella sabia quien era. Y el quien era ella. --Mariquilla, te voy a dejar pasar, pero ten mucho cuidado. Espero que encontreis al malnacido que le ha hecho eso a la pobre paya. --?Y usted como sabe que ha pasado algo con una mujer? --interrumpio Lucas con gesto malhumorado. --Yo se todo lo que ocurre en mi barrio, criatura: el diablo sabe mas por viejo que por diablo. El ya os ha elegido, camina junto a vosotros... y cuando coge a alguien, no lo suelta jamas.

  • La casa de Electra de Carlos Tromben

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    Una mujer en el lugar equivocado que acepta correr el riesgo.

  • El amor no cierra a mediodia de Abby Baker

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    Valentina trabajaba en una tienda de libros viejos. Bueno, en realidad era mucho mas que eso. Era un sitio donde llegaban libros raros y eran tratados como obras de arte, cuidadosamente restaurados para volverlos a poner a la venta para los coleccionistas amantes de la calidad. Esa tienda, llamada El estante de Jane Austen, habia sido desde siempre el sueno de Valentina. Desde que tenia uso de razon habia sonado con abrir una tienda de libros viejos, pero no una de esas polvorientas, con olor a rancio, sino de las que podian compararse con un museo. Y tras muchos anos lo habia conseguido. Despues de licenciarse en Filologia inglesa, y con la ayuda de los contactos de sus padres, compro un local en las callejuelas del Barrio Gotico de Barcelona y abrio su sonada libreria de viejo. Fue bautizada en honor al primer volumen que puso en los estantes, un ejemplar antiguo de Emma que le habia regalado anos atras su abuela y que, a pesar de formar parte de la coleccion de libros que habia en la tienda, era el unico que siempre tenia el cartel de <> delante. Durante seis anos se habia dedicado enteramente a esa libreria, que se habia convertido en punto obligado de visita para todos los bibliofilos de la ciudad, gracias a la perseverancia y al trabajo de su mejor amiga, Victoria, licenciada en Filologia inglesa igual que ella y restauradora de profesion. Eran las unicas empleadas del negocio y, aunque a final de mes siempre tenian beneficios, no podian dejar de abrir ni un solo dia. Ese sabado en concreto, le tocaba a Valentina, asi que, despues de dejar su apartamento en el Eixample, bajo por la Rambla de Catalunya, cruzo la Gran Via y la plaza Catalunya y, tras girar a la derecha antes de llegar al final de Portal de l'Angel, subio la persiana de El estante… Normalmente, la tienda la visitaban curiosos y los pocos clientes habituales, los tipicos coleccionistas en busca de la pieza esencial para su coleccion, que, dada la calidad de los libros alli expuestos, podia ser cualquiera. El local era alargado. La mayor parte estaba dedicada a los libros que estaban a la venta, dispuestos en los altos estantes de las paredes; las piezas mas valiosas se hallaban cerradas bajo llave en unas vitrinas de cristal. Al fondo habia una pared con una puerta en la que se podia leer <>, que daba acceso a la sala donde Victoria restauraba los libros antes de volverlos a poner a la venta. En el catalogo de El estante no habia cualquier libro. Valentina se encargaba de seleccionar los ejemplares antes de adquirirlos. Los que entraban a formar parte del fondo solo eran incunables, ediciones raras, ediciones anteriores al siglo XIX, y cosas por el estilo, es decir, autenticas piezas de coleccion. Encendio las luces y el oscuro local se convirtio en un bonito espacio de paredes blancas, bien iluminadas, donde se podian ver perfectamente los libros meticulosamente ordenados. Para Valentina, abrir la tienda siempre era un placer. Tras dejar sus cosas debajo el mostrador, que estaba al lado de la puerta de entrada, se dispuso, como cada sabado, a quitar el polvo de todos los estantes. No queria que su tienda oliera a viejo. Aunque pareciera raro, los sabados eran el dia mas tranquilo en El estante. Ese dia, la mayoria de la gente salia a pasear y a comprar con sus familias; los turistas deambulaban por la ciudad haciendo fotos de todos los rincones famosos de Barcelona y muy pocos pensaban en adquirir una edicion de coleccionista de algun libro en latin, impreso a mediados del siglo XVIII. Por ello, era la mejor ocasion para hacer limpieza y revisar la caja de la semana. Esa manana del sabado transcurrio sin sorpresas, es decir, sin visitas, y casi al mediodia Victoria llego a la tienda. --Buenas tardes --saludo. --Hola, Vicky. --?Alguna venta importante? --pregunto Victoria--. ?Alguien ha comprado la edicion del Galileo de mil setecientos noventa? --No se ni para que lo preguntas --respondio Valentina--. Sabes de sobra que ese libro nunca nos lo sacaremos de encima. --Claro, ?quien va a comprar un ejemplar de hace mas de doscientos anos, cuyo precio pasa del cuarto de millon de euros? --Hizo una pausa--. Suerte que lo compraste tirado de precio en Florencia; si no, habria sido nuestra ruina. El verano anterior, tras tres anos sin vacaciones, ambas decidieron de mutuo acuerdo cerrar la tienda durante el mes de agosto e irse de vacaciones a la Toscana. Y, como siempre, mientras Victoria confraternizaba con algun italiano de mas de metro ochenta y torso musculoso, ella no hizo mas que comprar libros, entre ellos ese ejemplar que habia mencionado su amiga. --Sabes que si no cambias, no te volvere a llevar de vacaciones conmigo. -- Victoria se callo, rememorando un pasado magnifico--. ?Como se llamaba el que te estuvo tirando los tejos el dia que estuvimos en Pisa? ?Giancarlo? ?Pietro? Bueno, eso es lo de menos. ?Por que no le hiciste caso? Cada vez que se quedaban solas o no habia clientes cerca, Victoria le recordaba las posibles conquistas que Valentina habia rechazado durante su viaje. --Mira que eran guapos y… !estaban buenisimos! --grito, como si tuviera hambre --. ?Que debe tener un hombre para que le dirijas la palabra? --Les dirijo la palabra --replico Valentina. --Si, como a Francesco, que se te durmio a los treinta segundos. --?Ves? --dijo Valentina--. Eso es lo que busco en un hombre: que me pueda aportar algo mas que un abdomen musculado y una bonita sonrisa, y que no se me duerma si le hablo de algo que no este relacionado con el. Victoria no quiso seguir con la conversacion. Sabia como acabaria. Valentina buscaba al hombre perfecto, algo que, como habia podido comprobar ella misma, no existia. Segun Victoria, solo la suma de fragmentos de muchos hombres distintos daba como resultado el hombre perfecto. El unicornio blanco. --Cambiando de tema --dijo--, estoy a punto de terminar con el Hamlet en frances de mil ochocientos. ?Hay alguien que este interesado? Valentina nego con la cabeza. --Esto no puede seguir asi --continuo Victoria--. Cada vez tenemos mas libros y no conseguimos venderlos. Hasta que vaciemos un poco los estantes no deberiamos comprar mas. --Justo ahora que viene la Feria del Libro de Ocasion --respondio Valentina--. Sabes que ire y que no podre resistirme. --Esta semana no hemos vendido nada. Deberiamos ampliar el mercado. Hacer algo que atraiga a mas clientela que los coleccionistas viejales que vienen a comprar para ligar con nosotras. --No seas mala, Victoria. Esta se encamino al fondo del local y entro en su taller para, pocos segundos despues, colgar en la puerta una hoja de papel escrita a mano que decia <>. No era la primera vez que Victoria hablaba de ese tema de las relaciones con Valentina. Casi cada sabado la invitaba a ir con ella de copas para ver si ligaba. Pero mientras que Victoria no podia recordar a cuantos habia presentado como su <>, Valentina no habia tenido mas que decepciones. Por eso, ultimamente ya no se proponia ni siquiera entablar conversacion con ningun hombre. En cuanto a la tienda, la verdad era que Victoria tenia razon. Deberian ampliar el mercado, pero Valentina no tenia ni idea de nada que no fueran sus preciados libros. Pero como minimo tenian que intentar vender algun ejemplar valioso, para solventar los ultimos meses, un poco ajustados. Durante la tarde, Valentina se canso de recibir visitantes desde detras del mostrador. Personas mayores que descubrian una tienda que <>, turistas despistados buscando la catedral, gente que se confundia de local y entraban pensado que era una libreria <>, y un largo etcetera. Tan solo una joven pareja compro algo. Tras ver el ejemplar de Emma, y los precios de los libros de alrededor, el chico habia convencido a la chica para que buscaran algo un poco mas asequible. Asi que esta se acerco a Valentina. --Hola --dijo con voz decidida--, estaba buscando algun ejemplar un poco raro de alguna obra de Jane Austen… --Pero que no sea extremadamente caro --intervino su pareja. --!Carino! --protesto ella--. Eso no se dice. --No pasa nada --dijo Valentina--. Se que algunos ejemplares son un poco caros. Vamos a ver si encontramos algo. Salio de detras del mostrador y se fue a una esquina de la tienda, seguida de cerca por la chica, mientras el chico se distraia con cada cubierta que veia. Se notaba que entendian. Se les veia en la cara que eran lectores habituales, y no tan solo de bestsellers. Ella seguro que habia leido todo Jane Austen y a las hermanas Bronte, y el sin duda habia hecho algo mas que hojear Sherlock Holmes. --Aqui tenemos los ejemplares de principios del siglo veinte. Tal vez no son tan raros como los del dieciocho, pero tienen su encanto. Empezo a repasar los estantes en busca de algo que pudiera satisfacer a su joven clienta. --Mira, aqui tienes Orgullo y prejuicio y Sentido y sensibilidad de los anos veinte, por unos veinte euros cada uno. Saco los dos libros y se los enseno. La chica los hojeo detenidamente, parandose en las paginas que contenian grabados, intentando valorar si la calidad y el precio eran aceptables. Mientras, Valentina le iba ensenando otros libros de la misma epoca y autora, a precios que no superaban los treinta euros. --Carino --dijo la joven--, ven aqui a ver que opinas. --Un segundo --replico el--. Yo tambien estoy mirando. Cogio un ejemplar de Verne que habia estado leyendo hasta ese momento y se acerco a su pareja. --?Que? ?Te decides? --No se. Sabes que me gusta muchoEmma, pero este ejemplar de Orgullo y prejuicio es mas antiguo. El cogio los dos libros que tenia en las manos, los hojeo, miro los precios y luego la miro a ella. --Quedate los dos --sentencio. --?Los dos? ?Ya te va bien? --pregunto la chica. El asintio con seriedad y, mientras iban con Valentina hacia el mostrador para pagar, discretamente dejo el Verne donde estaba. Mientras les cobraba y se despedia de ellos, Valentina envidio a aquella joven. Se notaba que el, a pesar de tener sus gustos y caprichos, era capaz de dejarlos de lado para hacerla feliz. Pues, al fin y al cabo, parecia que ella fuera su mayor capricho.

  • Un lugar desconocido de Seicho Matsumoto

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    Cuando recibio la noticia, Tsuneo Asai se encontraba de viaje de negocios en la ciudad de Kobe. Eran las ocho y media de la noche y estaba cenando con un grupo de empresarios de la industria de alimentos procesados. Asai era el encargado jefe del departamento de Alimentacion del Ministerio de Agricultura y Silvicultura. Habia llegado un dia antes junto con el director general, el senor Shiraishi, que el mes anterior habia sido ascendido desde otro departamento y no sabia practicamente nada sobre gestion de alimentos. Ambos habian estado visitando fabricas de enlatado y plantas de procesado de jamon en la region de Osaka y Kobe, y tenian previsto dirigirse a Hiroshima al dia siguiente. Aquella noche se habian reunido con algunos empresarios locales para celebrar una velada informal. El ambiente empezaba a decaer. El director general Shiraishi, que era tres anos mayor que Asai, mantenia una conversacion sobre golf con el presidente de la asociacion, sentado frente a el. Shiraishi tenia un handicap de golf bajo. Ademas, era practicamente un profesional en juegos de mesa como el go y el shogi, y su dominio del mahjong era conocido en todo el ministerio. Asai estaba sentado a su lado, bebiendo sake a pequenos sorbos mientras escuchaba al director con expresion sumisa. Consideraba que prestar atencion a la chachara de su jefe era una senal de respeto. Shiraishi hablaba en voz demasiado alta por culpa del whisky. Su carrera estaba siendo meteorica, pues habia llegado a director general a los cuarenta y cinco anos. A diferencia de Asai, Shiraishi habia estudiado Derecho en la Universidad de Tokio y era el nino mimado del viceministro, lider de una de las facciones politicas del ministerio. Antes del cambio de director, Asai habia advertido a los empresarios de que al cabo de tan solo dos anos -- quiza incluso uno y medio-- el nuevo director general seria trasladado a un ministerio de mas relevancia, y que aquel cargo no era mas que un peldano en su ascenso hacia el exito profesional, una simple ocupacion temporal a la que no tenia previsto dedicar demasiados esfuerzos. <> Los empresarios eran personas sin apenas formacion, por lo que solian dejar los asuntos practicos en manos del veterano Asai. El encargado jefe mantenia una relacion de perfecto entendimiento con ellos, pero delante del director general se esforzaba en disimularlo. En la universidad, Shiraishi habia dedicado su tiempo libre a perfeccionar pasatiempos como el go, el shogi o el mahjong, mientras que Asai era hijo de una familia humilde que habia conseguido con muchos esfuerzos graduarse en una universidad privada y ahora ocupaba un puesto en un departamento gubernamental. Ambos hombres eran tan diferentes que no parecian de la misma especie. En la sala habia unas veinte geishas. Enfrente del director general se encontraba la mas destacable. Resulto que la muchacha tambien jugaba al golf, y se habia unido a la conversacion. Su presencia frente a Shiraishi durante toda la velada, que ya se acercaba a su fin, parecia una maniobra del vicepresidente de la asociacion local de empresarios de alimentos procesados, el senor Yagishita. Al menos eso era lo que Asai sospechaba. Yagishita se dedicaba a la produccion de jamon y salchichas. De repente, alguien susurro algo al oido de Asai y este penso que se trataba de Yagishita, que se habia levantado del asiento desde donde analizaba todas las reacciones del director general. Pero no era Yagishita, sino una de las camareras del lujoso restaurante. --Tiene una llamada de su casa --dijo la muchacha en voz baja. Asai no se levanto enseguida. Salir precipitadamente habria sido una falta de respeto para con el director general. Para ganar tiempo, cogio el vaso de sake de la mesa y bebio un sorbo. Mientras fingia interesarse por la conversacion de su jefe, se pregunto cual seria el motivo de aquella llamada tan tardia. A pesar de que solia viajar bastante por trabajo, su esposa Eiko casi nunca le llamaba, y con ellos no vivia nadie mas. Cuando tenia previsto hacer un viaje largo, su mujer invitaba a su hermana pequena a casa para que le hiciera compania. Aquel viaje iba a durar cinco dias, asi que su cunada debia de estar con ella. Una llamada de Tokio a aquellas horas de la noche no presagiaba nada bueno. Si bien era cierto que no habia pisado el hotel en todo el dia, ?que podia ser tan urgente como para que Eiko, que casi nunca le llamaba, se viera obligada a localizarlo en el restaurante? No podia ser un asunto domestico trivial que se le hubiera ocurrido consultarle precisamente entonces. Despues de aproximadamente un minuto, Asai se levanto en silencio del cojin donde estaba sentado sobre sus talones. Su jefe estaba de espaldas a el, enfrascado en su conversacion con el vicepresidente. Al incorporarse, la geisha le dirigio una rapida mirada de soslayo, pero enseguida volvio a centrar la atencion en Shiraishi. Saltaba a la vista que aquella muchacha, de veintisiete o veintiocho anos y la cara perfectamente ovalada, era del agrado del director general. La camarera, que lo estaba esperando en el exterior de la sala de banquetes, condujo a Asai a traves de un pasillo. Despues de doblar dos equinas llegaron a una cabina telefonica. A traves de la puerta de cristal se veia el auricular descolgado. --Hola, soy yo --dijo Asai, pero nadie le respondio. Se le acelero el pulso. Al otro lado de la linea se oia un murmullo de voces, pero eran demasiado lejanas para descifrar lo que decian. Oyo a una mujer que sollozaba muy cerca de su oido y reconocio a su cunada Miyako. No podia decirle nada porque estaba llorando. --?Que ha pasado, Miyako? --pregunto Asai con un ligero temblor en la voz, temiendo que a Eiko le hubiera sucedido algo y no hubiera podido llamarle en persona. --Eiko ha… --Asai no entendio el resto de la frase. Su cunada estaba tan alterada que era dificil decir si estaba riendo o llorando. Entonces le parecio que habia dicho <>. --?Como? ?Que has dicho? --Ha muerto. Ha sido muy repentino. --?Ha muerto? ?Estas segura? --Una camarera paso por detras de la cabina, pero la puerta de cristal estaba firmemente cerrada y la chica ni siquiera reparo en el--. ?Cuando ha sido? Una fuerte oleada de sollozos ahogo las palabras de su cunada durante un buen rato. --Hace tres horas. ?Su mujer llevaba tres horas muerta y el no lo habia sabido hasta ahora? Tres horas antes acababa de entrar en el restaurante. Antes de salir de Tokio habia anotado para Eiko y Miyako su agenda de actividades previstas y los nombres de los hoteles en los que se alojaria. Miyako debia de haber llamado al hotel, donde le habrian dado el numero de telefono del restaurante. Aun asi, habria podido localizarlo inmediatamente. Asai penso que debia de haber sido un accidente: aquello justificaria el retraso en darle la noticia. Ademas, su mujer debia de haber muerto fuera de casa. De lo contrario le habrian avisado enseguida. Aunque la hubieran llevado al hospital, alguien le habria llamado mucho antes. --?Ha sido un accidente? --pregunto. --Soy yo --le respondio una voz diferente--. No, no ha sido un accidente. --Era el padre de Eiko. Incluso el, que vivia en Hachioji, habia tenido tiempo de llegar a su casa--. Se le ha parado el corazon. Ha sido muy repentino. --Un ataque de tos distorsiono la voz turbada de su suegro, de setenta anos--. Estaba en la calle. Ha sufrido un infarto y ha entrado precipitadamente en la tienda mas cercana. La duena ha llamado a Miyako, que ha ido enseguida en taxi, pero ya era demasiado tarde. --Ya veo. ?Y ha sido la duena de la tienda quien ha llamado a la ambulancia? --pregunto Asai, haciendo un esfuerzo por dominar sus emociones. --En realidad, habia una clinica de medicina general a unos doscientos metros y enseguida ha ido un medico. Pero su corazon ya habia dejado de latir. Eiko estaba delicada del corazon. Dos anos antes habia sufrido una angina de pecho. --?Donde esta ahora? --La han traido a casa hace una hora. Miyako ha llamado a tu hotel para preguntar donde estabas. --Parecia que su suegro intentara excusarse por haber tardado tanto en avisarle. A traves del auricular oia llorar a Miyako y a otra persona, que le parecio el hermano pequeno de su mujer--. ?A que hora llegaras? --Los trenes bala ya no circulan a esta hora. Si consigo llegar a tiempo al aeropuerto, volvere en avion. Si no, tomare el tren nocturno que llega a Tokio manana por la manana. --Te estaremos esperando. En fin, es una tragedia. Procura… --Su suegro seguramente iba a decirle que procurase mantener la calma y regresar a casa sano y salvo, pero la voz se le quebro. Casi parecia que le pesara mas el hecho de haberle fallado a su yerno avisandole tan tarde que la muerte de su propia hija. Asai salio de la cabina e hizo una sena a una camarera que pasaba por el pasillo. --?Hay algun avion que vuele a Tokio esta misma noche? La muchacha se arremango una de las mangas violeta del kimono que llevaba y consulto un pequeno reloj de pulsera. --Son casi las nueve y diez y el ultimo avion despega a las nueve y media, asi que me temo que ya no le da tiempo a llegar al aeropuerto de Itami. --El restaurante tenia muchos clientes de la capital, por eso el personal conocia de memoria el horario de los vuelos--. ?Necesita regresar ahora? --Si. ?A que hora sale el expreso? --Hay uno que sale de Sannomiya a las diez y cinco y llega a Tokio manana, sobre las nueve y media. --Pues tomare este. ?Puede llamar a un taxi? --?Para una persona? --Si, regresare yo solo. Es una emergencia. Mientras recorria el pasillo de vuelta a la sala de banquetes, decidio pedirle al vicepresidente Yagishita que atendiera al director Shiraishi. No podia pedir al ministerio que enviaran a un sustituto, asi que su jefe tendria que completar solo los dos dias de visitas que todavia tenia por delante. Un hombre como el, al que le gustaba darse aires de importancia, se sentiria humillado viajando sin acompanante. Se planteo pedir un sustituto a la delegacion de Hiroshima, pero descarto la idea porque le parecio irrespetuoso dejar al director general y a los empresarios con alguien que no fuera de la sede del ministerio. A pesar de la conmocion de haber perdido a su mujer de forma tan repentina, Asai estaba completamente centrado en resolver los asuntos del trabajo. Cuando volvio a la sala de banquetes ya habian servido el ultimo plato. Su jefe estaba dando buena cuenta de un cuenco de arroz con besugo y te verde. La geisha seguia entreteniendolo. Despues de que Asai le hiciera una reverencia a Shiraishi y se sentara, la muchacha le pregunto si queria arroz con besugo y te verde o preferia arroz blanco. Asai detecto en el rostro de perfil de su jefe un ligero malestar por su prolongada ausencia. Mientras sujetaba el cuenco caliente de arroz con la punta de los dedos, pensaba en la mejor forma de exponerle el asunto. No tenia tiempo que perder. La voz llorosa de Miyako todavia resonaba en sus oidos. Asai volvio a dejar encima de la mesa el cuenco que acababa de levantar, se arrodillo y se acerco a su jefe. --Senor Shiraishi, le pido disculpas de antemano --le susurro al oido. Su jefe se inclino en su direccion, frunciendo la frente para indicarle que lo escuchaba--. Me gustaria pedirle que este asunto no trascendiera al resto de los invitados. --La velada no estaba tan animada como a la hora del aperitivo, pero la conversacion continuaba viva--. Acabo de recibir una llamada de Tokio, desde mi casa. Parece ser que mi esposa ha fallecido repentinamente. --Shiraishi se inclino un poco mas con expresion confundida, como si no hubiera entendido bien la palabra <>--. Ha sufrido un infarto hace tres horas. La palabra <> si que llego a sus oidos con claridad. El director general abrio los ojos como platos y dejo el cuenco de arroz encima de la mesa. Su mirada se paseo por el comedor y finalmente se detuvo en el rostro de Asai.--?Estas seguro? --pregunto en el tono grave que la situacion requeria. --Me temo que si --confirmo Asai en un murmullo--. He hablado con mi suegro y mi cunada. --?Estaba enferma? --inquirio su jefe, bajando la voz como habia hecho Asai. --No, gozaba de buena salud. Se ve que ha empezado a encontrarse mal en la calle, ha entrado en una tienda cercana y ha muerto en el acto. --!Cielo santo! Como Asai le habia pedido la maxima discrecion para que la triste noticia no trascendiera, su jefe se limito a agachar ligeramente la cabeza. Su irritabilidad muto inmediatamente en una expresion en la que se mezclaban la compasion y el nerviosismo. --Debes volver a Tokio ahora mismo --le ordeno en voz baja. --Si, senor. Lamento no poder seguir siendole de ayuda en este viaje. --No te disculpes, no importa --dijo Shiraishi, y consulto su reloj--. A esta hora ya no saldran mas aviones. --No. --?Sabes si todavia hay trenes? --Le he preguntado a una de las camareras y me ha dicho que hay un tren nocturno que sale a las diez y cinco. --No tienes mucho tiempo. Mas vale que te vayas, me las arreglare solo. --Muchas gracias, senor. Lamento las molestias que le estoy ocasionando. --En absoluto. No te preocupes por mi. Los representantes de la industria de alimentos procesados seguian comiendo y bebiendo ajenos a todo, pero lanzaban alguna que otra mirada de curiosidad a los dos hombres que hablaban en susurros. La geisha habia tenido la discrecion de no entrometerse y estaba conversando en voz baja con una de sus companeras. --De acuerdo. Gracias, senor. --Ire a ofrecer mis condolencias a tu familia en cuanto regrese a Tokio. --No sera necesario, senor… Se lo agradezco mucho, pero se que esta muy ocupado. --En cualquier caso, sera mejor que te vayas. Ya encontrare el momento adecuado para decirselo a los demas. --No hace falta que se moleste. Llamare al vicepresidente Yagishita para que salga al pasillo un momento y le pondre al corriente yo mismo. El informara a los demas. --Entendido. El director general acepto sin vacilar, como si lo aliviara saber que no tendria que ocuparse el mismo de comunicar a los demas el infortunio sucedido en el hogar de su subordinado. --En cuanto al resto del viaje, senor, podria pedirle al director de Asuntos Generales de la delegacion de Hiroshima que le acompanara en sus visitas. Si esta usted de acuerdo, le dire a Yagishita que tome las disposiciones necesarias. --No te preocupes por nada, me las arreglare solo. --Pero habria que zanjar los asuntos pendientes… --Tranquilo. Anda, vete. Todavia tienes que pasar por el hotel para recoger tus cosas, ?verdad? --Si. En ese caso, senor, sera mejor que me vaya. A esas alturas, todo el mundo habia advertido ya que ocurria algo excepcional. Cuando Asai se levanto del cojin, treinta pares de ojos se posaron sobre el. Asai le hizo una sena a Yagishita con la mirada y salio al pasillo. El hombre lo siguio inmediatamente. El vicepresidente se quedo perplejo al oir la tragica noticia. Para no perder mas tiempo, ambos hombres hablaron mientras caminaban hacia la puerta de salida. --Me ha parecido raro que empezara a cuchichear con su jefe nada mas regresar, pero jamas habria imaginado que se tratara de algo tan espantoso. No se que decir… Yagishita agacho su cabeza calva y le hizo una profunda reverencia a Asai. --Gracias. Para mi tambien ha sido muy inesperado. --Naturalmente. Es una autentica pesadilla. Los demas tambien se sorprenderan mucho cuando se enteren. --No me ha parecido apropiado anunciar una noticia tan triste durante la cena. ?Lo haras tu cuando encuentres el momento adecuado? --Faltaria mas. Pero aqui no tiene por que guardar las apariencias, senor Asai. Nos conocemos desde hace mucho tiempo, esta usted entre amigos. No se preocupe, avisare a los demas. --Me gustaria pedirte otra cosa. Cuando yo me vaya, el director general tendra que seguir viajando solo. No habra nadie que lo acompane. Si tuviera que venir alguien del ministerio, ya no llegaria a tiempo, pero he pensado que tu podrias llamar manana por la manana a Asuntos Generales de la delegacion de Hiroshima y pedirle al director que vaya a recibir al senor Shiraishi a la estacion y lo acompane en mi lugar durante el resto del viaje. --Por supuesto, no hay problema. Asi lo hare. Pero no tiene por que pensar en estas cosas en un momento como este, senor Asai --observo Yagishita en tono compasivo. --Debo hacerlo, es mi responsabilidad. Tengo que asegurarme de dejarlo todo bien atado. No puedo permitir que los asuntos personales me distraigan del trabajo. --Pero esto no es un asunto personal cualquiera, !su esposa ha fallecido! Es completamente distinto. --Aun asi, hay que saber distinguir lo laboral de lo personal. El senor Shiraishi se quedara solo, y no le gustara dar esa imagen. --Bueno, supongo que tiene razon, pero… --?Me haras ese favor? --Si, de acuerdo. Espero que tenga un buen viaje de vuelta. Asai se detuvo un instante y se inclino hacia el oido de Yagishita. --?Que opinas de la muchacha que esta sentada enfrente del senor Shiraishi? ?Crees que podria surgir algo mas entre ambos? Yagishita se quedo atonito ante la pregunta de Asai. --Senor Asai, ?de verdad le preocupan esas cosas en un momento como este? Asai no salio de su estupor hasta mas tarde. Mecido por el traqueteo del tren nocturno, sin poder dormir, se dio cuenta de que se le habia olvidado preguntar donde estaba Eiko cuando habia sufrido el infarto.

  • Amame ahora y siempre de Priscila Serrano

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  • Morirse es de mal gusto de Francesc Mari

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    Durante una selecta velada en la mansion de Charles Richmond, aclamado productor de cine y jefe de los Estudios con el mismo nombre, tendra lugar un asesinato. El mayordomo de la mansion, Bernard, sera la victima.

  • Entre brumas de Raquel R. Gallagher

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  • Nunca pense que volveria a verte de Susana Scott

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    !Diez anos! Tristes e interminables anos de soledad desde la ultima vez que lo vio.
    Una ligera mirada al pequeno grupo le revelo que no habia expresado sus pensamientos, pues nadie le prestaba atencion... todo interes estaba centrado en el recien llegado.
    El presidente de la compania, hacia las presentaciones y pronto llegaron a ella. Lleno sus pulmones de aire tratando de tranquilizar sus nervios, procurando parecer indiferente y fria.
    El recien llegado la saludo con un informal apreton de manos. La mano masculina resulto calida y sus dedos firmes y decididos. El contacto de sus pieles la sacudio. El no dio muestras de haber sentido lo mismo.
    Ella se sintio desconcertada. Al verlo tan de cerca no le cupo la menor duda de que se trataba de el, pero parecia no reconocerla. La saludo como si nunca la hubiese visto.

  • El cementerio de las hesperides – Lindsey Davis de Lindsey Davis

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    “De la aclamada Lindsey Davis (< historica>> para El Periodico de Catalunya; < Christie de la Antigua Roma>> segun Santiago Posteguillo),
    creadora del queridisimo personaje de Marco Didio
    Falco, llega la nueva novela protagonizada por la hija de
    este, Flavia Albia.
    La vida les sonrie a Flavia Albia y su pareja, Manlio Fausto.
    Pero el nuevo trabajo de este como contratista comienza
    con un problema: en el Jardin de las Hesperides aparecen
    los huesos de un mozo de taberna desaparecido anos atras.
    Albia decide investigar y para ello se interna en la vida real
    de las calles de Roma, donde las tabernas son burdeles,
    los trabajadores llevan una existencia brutal y el juego y la
    extorsion estan a la orden del dia. Y frente a esa realidad,
    Albia no puede olvidar que su propia boda y su emocionada
    familia la esperan a la vuelta de la esquina.
    Los dioses, sin embargo, parecen tener otros planes…”

  • Los pecados del padre de M.j. Fernandez

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    A lo largo de veinticinco anos, en cuatro paises de Europa, un asesino en serie acaba con la vida de parejas jovenes, enganando a la policia para que crean que el muchacho en cada una de ellas es el culpable. Michael Sterling, comisario de Scotland Yard, que conoce su modus operandi y esta obsesionado con detenerlo, emplea todos sus esfuerzos para descubrirlo. La investigacion se lleva a cabo con un equipo policial que involucra dos paises, Inglaterra y Espana, mientras un pecado familiar surge del pasado para exigir su expiacion.
    Una novela intrigante con un final sorprendente.

  • El Precio de una venganza (Bdb), Victoria Magno de Victoria Magno

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  • Irrompible de Romina Naranjo

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    Tucker y Amelia fueron, con toda probabilidad, la peor pareja del mundo.

  • Hora de sonar de Kristan Higgins

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    La joven viuda Lucy Lang solo buscaba un hombre agradable y decente. Alguien que cortara el cesped, se encargara de la barbacoa y ensenara a sus futuros hijos a jugar al futbol. Pero, sobre todo, alguien que no le alterara lo mas minimo el corazon, ni ninguna otra parte de su cuerpo. Lucy no podia arriesgarse a otra perdida mas. De modo que no le quedaba otro remedio que despedirse de Ethan, su ardiente y completamente inapropiado amigo con derecho a roce, y buscarse un hombre con el que pudiera casarse.

  • Amiga…me vuelves loco de Maria Beatobe

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    “Amiga… me vuelves loco” Tres relatos en los que la amistad acaba enamorando.? Quien no ha sentido algo por su mejor amigo? ?Nunca has visto con otros ojos a tu mejor amiga? Pues eso es lo que vais a encontrar en estos tres relatos cortos, amigos/as que luchan contra su corazon para no estropear la amistad y pasar esa delgada linea que se convierte en amor. ?La pasaran?

  • No hay mas dios que el dinero de Angel Sarabia

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    En la Barcelona del ano 2000, dos Inspectores de Policia del Distrito 10, comparten rutinas: Marcial, veterano policia desencantado con el sistema, solo espera un inminente ascenso que le permita comenzar su “descanso del guerrero”. Y su buen amigo, Lorenzo, que reingresa a la Policia despues de haber cumplido varios anos de inhabilitacion por una nefasta noche inundada de Bourbon.

  • 10 dias para Ano Nuevo de Carmen Amil

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    Eli ha roto con su novio y todo le recuerda a el. Por eso, acepta la proposicion de su amigo Caleb para pasar las fiestas en la casa rural de su hermana, lejos de cualquier cosa que le haga pensar en Dani.
    Caleb tiene diez dias hasta Ano Nuevo, el dia que Eli se va, para conseguir que ella se olvide de su ex.
    Juntos, redescubriran las navidades de una forma muy distinta a lo que estan acostumbrados.

  • Insolitas de Varios Autores

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    .Dice el diccionario que lo insolito es lo raro, lo extrano, lo desacostumbrado. Lo insolito nos permite observar el mundo desde el otro lado del espejo y deformar las imagenes de la realidad para mostrar su verdadero rostro. En esta antologia, lo insolito es todo aquello que resulta extraordinario. Lo que se sale de lo comun: lo inusual, lo fabuloso o lo inexplicable. Lo que aspira a ir mas alla de la realidad.

  • El triangulo de la vida de Francisco Mir

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    --Me pregunto por que los secretos se hallan en los sitios mas oscuros --dijo el abuelo mientras intentaba en vano sacar una de sus zapatillas de debajo del sofa. Su voz sono cansada por el esfuerzo de agacharse. --?Que has dicho, abuelo? --le pregunte extranado mientras me agachaba yo para ayudarlo. Saque la zapatilla y se la di. --Nada, Juan. Gracias, mi espalda ya no esta para estas cosas. --Abuelo, te he oido. ?Que tiene de secreta tu zapatilla? --?Mi zapatilla? Esconde un gran misterio: nadie sabe por que es tan escurridiza --contesto muy serio, y luego se quedo pensando y dijo-- Humm..., esa frase me ha venido a la cabeza de repente, y me ha recordado... --?El que? --Nada, una vieja historia. Algo que me conto muchas veces mi propio abuelo. Sobre un antepasado nuestro. --?Un antepasado? ?Quien era? ?Que le paso? ?Por que nunca nos la has contado? --!Tranquilo, pequeno!, solo es una vieja historia. No se, a tu padre le aburria, asi que... --!Es sabado, abuelo, tenemos toda la manana. No te muevas del sofa, voy a llamar a mis hermanos! --!Pili, Eli, Carlos!, venid, el abuelo nos va a contar una historia de un misterioso secreto. Rapidamente acudieron al salon, y nos situamos todos a su alrededor. Mi hermano pequeno, Carlos, que tenia cuatro anitos, y yo, que entonces tenia nueve, nos sentamos en la alfombra, a los pies del abuelo. Mis hermanas, Eli, de catorce, y Pili, de diecisiete, se sentaron cada una en un brazo del sillon; mi abuelo no podia sentirse mas arropado y orgulloso de sus nietos. --Bueno, bien, os la contare --dijo mi abuelo afablemente--, pero recordad que esto le ocurrio de verdad a un antepasado nuestro: el abad del monasterio de Montserrat, que se llamaba Joan, o Juan en castellano, como todos los primogenitos de esta familia. A el le toco protagonizar uno de los viajes mas importantes de la historia, aunque casi nadie sabe de el. --?No aparece en los libros de texto? --pregunto mi hermana Pili, la mayor. --Pues no, no aparece, por eso teneis que aprenderlo bien, no puede caer en el olvido. Bueno, pues alla va, escuchad. Hasta el pequeno Carlos se quedo en silencio a la espera de aquella historia. --!Imaginaos un carro tirado por cuatro caballos! Y ahora imaginad que el carro lo custodian cuatro soldados montados sobre otros cuatro caballos. Dos van delante y los otros dos detras, y van armados con espadas. Por sus caras serias parecen dispuestos a usarlas en cualquier momento, y todo ello nos hace suponer que aquello que transportan es de suma importancia. Esto nos lo contaba mi abuelo sin leerlo en ninguna parte, gesticulando y haciendo aspavientos con las manos, y asi conseguia que cobrara mucha mas vida. --Uno de los soldados que encabezaban la expedicion, harto de viajar, nervioso por su responsabilidad, le pregunto al otro: <>. Su companero le contesto: <>.--Viajaban desde la imprenta de Venecia hacia el monasterio de Yuso en San Millan de la Cogolla, que entonces pertenecia a Castilla y hoy a La Rioja. --?Como eran de grandes los caballos, abuelo? --preguntaba yo, con los ojos abiertos como platos. --Muy grandes. Pensad que aquella gente no podia fallar en su cometido, tenian que recorrer mas de mil quinientos kilometros, por caminos de todas clases, y debian infundir respeto a cualquiera que pretendiera asaltarlos. !Carlitos, ponte de pie! Fijaos en vuestro hermano pequeno: pues los caballos eran como tres veces mas altos que el. Empece a imaginar la altura de aquellos caballos…, y deduje que rebasaban el techo del salon. --?En que idioma hablaban? --pregunto mi hermana mayor. --Buena pregunta, hija. Aunque el padre Joan era catalan, a los italianos les hablaba en castellano, y ellos lo chapurreaban mas o menos. Las tres lenguas eran entonces mas similares que ahora y, con buena voluntad, siempre se terminaban entendiendo de una forma u otra. --!Atentos, chicos!, era el ano 1482 cuando la carreta con su escolta atravesaba los pequenos municipios de un valle metido entre las montanas, asustando a los pocos vecinos que se cruzaban en su camino; como si hubieran visto al diablo, los hombres, mujeres y ninos desaparecian hacia el interior de sus casas despavoridos, para observar por alguna rendija de las ventanas semiabiertas el paso del carruaje. --?Cuantas generaciones han pasado, abuelo? --interrumpio mi hermana la mayor. --Mira, hija, si han transcurrido ya unos quinientos anos, calcula unas veinte generaciones mas o menos hasta nosotros, no sabria bien como tendriamos que llamar al padre Joan. --?Trastataratio, quizas? --Creo que no, me parece que se dice, llegado a ese nivel, como en geometria, hexatio abuelo, heptatio abuelo y asi hasta decatio abuelo, pero no me hagas mucho caso. Continuare… >>Habian dejado atras el pueblo de Najera, tan solo les faltaba adentrarse en el valle de la Sierra de la Demanda y en unas horas estarian con los hermanos de la Real Congregacion de San Benito, hoy conocidos como los hermanos benedictinos. >>Nuestro familiar, el abad del monasterio de Montserrat Joan de Peralta, viajaba junto a Giovanni Della Rovere, enviado de especial confianza del papa Sixto IV, custodiando los trece libros de Euclides, asi como un manuscrito secreto de cuya existencia nadie sabia, salvo el papa y nuestros enviados, que se llamaba El Triangulo de la Vida. --?Que habia en ese manuscrito secreto, abuelo? --pregunto mi hermana Eli. --Tenia nada mas y nada menos que las claves para reconocer en la naturaleza lugares con un gran poder. --?Y que es eso de los trece libros? --pregunte yo. --Mira, Juan, Euclides fue un geometra griego, responsable de la biblioteca de Alejandria, la mas importante de todos los tiempos, que recopilaba todo el conocimiento de la epoca y que, segun se dice, se quemo en un gran incendio y quedo totalmente destruida. Pero el recogio y plasmo en esos trece libros los principios de toda la geometria que seguimos utilizando hoy en dia. Y gracias a que esos libros se salvaron, hemos podido evolucionar y prosperar en todas las areas tecnologicas, ?entendeis? Ni mi hermano Carlos ni yo habiamos entendido nada, pero asentiamos por no parar el ritmo de la historia. --Continuo, y aguantad un poquito mas, que, si no, no me va a dar tiempo de terminar antes de comer, ?vale, chicos? --!Siii! --dijimos todos a la vez. --Habian pasado el pueblo de Badaran y aquella noche de verano se les echaba encima --continuo mi abuelo--, de modo que prendieron los faroles que colgaban de la carreta, y que a duras penas alumbraban la ruta que conducia hasta el monasterio. Dos soldados abrian paso a la carreta por el estrecho camino, que iba cerrandose a medida que se adentraban entre las frondosas ramas de las enormes hayas y encinas que cubrian el valle. Como ya he dicho, otros dos soldados vigilaban la retaguardia. Las raices, que surgian del terreno como si formaran el sistema nervioso del bosque, conectandolo todo, atravesaban de lado a lado aquella senda y hacian que la carreta fuera dando brincos continuamente. Su estructura crujia, y el ruido resonaba como alaridos de auxilio en el solitario valle. >>Dentro del pequeno habitaculo de la carreta, compartian el espacio los dos encargados de custodiar el baul: Giovanni Della Rovere, sobrino del papa, por si no os lo he dicho antes, y nuestro pariente el abad Joan. Viajaban sin comodidad alguna, tan solo acompanados del tacto de las grietas de las viejas maderas y del de las cadenas que sujetaban y fijaban el baul, que sin cesar chocaba contra sus piernas encogidas y entumecidas. El resto de los enseres iban en la parte de arriba de la carreta en tres baules tras el cochero. --!Hala, un sobrino del papa! --dijo mi hermana Pili. --Si, ya vereis porque, esperad un poco. --?Era muy grande el baul, abuelo? --le pregunte; no me podia imaginar aquellas dimensiones. --Mira, hijo, las carretas no eran muy grandes, poco mas que un coche, se sentaban enfrentados y, en medio, el baul. !Vamos a imaginarlo! Vuestro hermano Carlitos sera el baul, hazte una pelota en el suelo..., y ahora vosotras dos --les dijo a Pili y a Eli-- sentaos una enfrente de la otra, en medio vuestro hermano, con las rodillas pegadas a su cuerpo. --Ja, ja, ja --Carlos empezo a reirse--. Me haceis cosquillas con las rodillas. Nos reimos todos. --Pues esas cosquillas --dijo mi abuelo muy seriamente-- eran todo lo contrario: solo sentian aspereza, dureza y dolor. --Se quedo callado mirando al frente como queriendo sentir ese momento como si el lo hubiera vivido. Todos enmudecimos--. Ascendian junto al rio respirando la frescura del anochecer, cuando unas gotas de lluvia prendieron el intenso aroma de las hojas mojadas. De ser unas gotas que perfumaran el valle, pronto pasaron a ser chorros de agua que se colaban entre las rendijas de la carreta, y un placido instante se convirtio en una autentica trampa para todo el grupo. << !Padre!>>, le grito el cochero, <>. A lo que el padre Joan respondio: <> Antes de que el cochero pudiera cumplir su orden, les salieron al paso... !tres, cocodrilos! --!Cocodrilos, abuelo! --exclamo mi hermana la Pili.

  • Atrapados por el deseo de Mireia Hernandez Bellavista

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    Martina es una pastelera algo desorganizada. Lo unico dulce en su vida es lo que toca con sus manos. Ella no cree en el amor, y menos en el que nace <>.

  • Preguntame si te quiero de Helena Pinen

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    Para Harper Blossom fue extrano regresar a casa. Cuando el coche se detuvo frente la casa donde vivian sus padres, y donde ella se habia criado con una legion de hermanos, una mano le sujeto el corazon. En la ciudad habia vivido lejos de recuerdos terribles y sus pulmones se habian llenado de oxigeno sin problemas. Sin embargo, ahora volvia a revivir todo lo sucedido la ultima vez que estuvo en el pueblo y los malos recuerdos amenazaban con romperla en mil esquirlas. Miro el perfil de su padre, quien la habia ido a buscar al aeropuerto. Estaba desabrochandose el cinturon tras parar el motor. El estaba tranquilo, incluso feliz de tener de vuelta a su unica hija. Vivia ajeno a los sentimientos encontrados que se removian en el pecho de Harper. Le pregunto si tenia ganas de ver a su madre y ella solo encontro fuerzas para asentir. Haciendo acopio de toda la fuerza de voluntad que tenia, salio del coche y camino hacia la casa. Estaba a orillas del Isabella Lake y las vistas eran tan impresionantes como la estructura de madera de dos pisos que tenia ante si. El hecho de que los Blossom hubieran tenido cuatro hijos y hubiesen adoptado a otros dos, les habia obligado a hacer ampliaciones a la casa principal a lo largo de los anos. Abrio la puerta sin necesidad de usar la llave. Casi siempre estaba abierta cuando su madre se encontraba en casa. No habia motivo para desconfiar de los vecinos. El pueblo era una gran familia, una comunidad unida donde jamas ocurria nada. Excepto cuando Harper cometio el peor error de su vida. Habia voces que provenian de la cocina. Las reconocio a todas ellas: mama, sus hermanos, Milo y Clive, y sus respectivas mujeres, Piper y Rosemary. Cuando se adentro en la cocina, cuya puerta no existia pues habia sido arrancada por Clive y Donald de adolescentes, en una pelea digna de hermanos gemelos, se llevo una mano a la boca. Dios, los habia echado tanto de menos... No oia lo que hablaban, tan solo los observo. Su madre tenia mas arrugas en el rostro y se habia dejado las canas para no seguir usando tintes, pero nadie diria que tenia sesenta y cinco anos. Milo habia cambiado mucho en esos ultimos cinco anos: habia engordado y habia empezado a perder pelo; sin duda, el primogenito iba a ser la viva imagen de su padre. Clive estaba igual; mantenia su porte fuerte, sin duda fruto de trabajar en la granja sin descanso. Incluso lucia con orgullo la cicatriz que le partia la ceja; se la hizo el mismo dia que rompieron la puerta de la cocina. Sus cunadas estaban tan bonitas como de costumbre, quiza las notaba distintas porque Piper llevaba el pelo corto tras superar un cancer de pecho y porque Rosemary llevaba gafas. Por lo demas, la estampa que tenia ante si no era diferente a la habitual. Hacia cinco anos que no pisaba el lugar y que no veia una escena tan acogedora como aquella. Fue directa a su corazon y, por unos momentos, se sintio derretir. Si, habia valido la pena regresar, pese todo lo malo que sabia que traeria para su salud mental y sus emociones mas escondidas. Unos brazos fuertes la agarraron por la cintura y la alzaron. Harper grito y todos la miraron, sorprendidos de tenerla alli. Escucho a su madre lanzar una exclamacion de deleite y a Rosemary sollozar. Se vio arrastrada al salon. Una carcajada muy familiar la hizo reir tambien mientras giraba en brazos de su hermano. Cuando se vio en el suelo, se volvio para encarar a Luke. --Bienvenida a casa, buhita. --Luke... Se lanzo a sus brazos. Luke y ella tenian una afinidad especial, quiza porque se llevaban un ano o porque el habia sido el primero en aceptarla cuando la adoptaron y la trajeron a casa. Habian sido mejores amigos incluso cuando el era el chico mas popular del instituto y ella la mas invisible de su curso. La hizo bailar por la sala, aunque no hubiera musica. Tras marcharse a la universidad, Luke habia regresado expresamente para llevarla al baile de graduacion del instituto. Nadie iba a pedirle una cita, era la chica mas introvertida del instituto, asi que Luke se habia querido asegurar de que fuera y se divirtiera. Nadie cuestiono que fuese con su hermano y ella le estaria eternamente agradecida por haberle dado esa experiencia. --?Y ese brillo en la mirada? Texas te ha sentado bien --lo comento con una sonrisa que le arrugo la comisura de los ojos. Era honesto. Se alegraba de tenerla de nuevo en el pueblo. Harper se vio contagiada al momento. --Es que el clima era mejor que aqui. --Siento decirte que Michigan es el mejor estado del pais. El verde de nuestros prados es la envidia de los tejanos --le rebatio Luke. --Eso es discutible. ?Como estas? --pregunto mordiendose los labios. --Deseando que me toque la loteria. --Vamos, no dejarias la granja ni con cien millones en la cuenta --le pincho ella. --Luke, vamos, deja a mi nina. Quiero achucharla. Maggie Blossom hizo un lado a Luke, le puso sobre el hombro un pano de cocina y con un jadeo de felicidad absoluta, la abrazo con fuerza. Harper le devolvio el gesto, sintiendose segura. Los brazos de su madre siempre habian sido un puerto seguro para ella. --Cielo, te hemos echado tanto de menos. Que bien que estes de vuelta --le cogio la cara--. Estas mas delgada. No me gusta. ?De verdad has comido bien? --Mama, quedate tranquila. Simplemente... estoy fuerte. Si tocas, todo es musculo --se burlo. Con la familia alli, era facil olvidar las desgracias y dejar fuera de su cabeza la culpabilidad. --Entonces vienes preparada para asumir el mando... --bromeo Clive, su fuerte presencia apareciendo por detras de la madre--. Ven aqui, buhita. La llamaban asi porque de pequena se habia pasado mas horas leyendo que durmiendo por las noches. Durante su juventud no fue distinto: dedicaba las noches a estudiar y apenas dormia cuatro o cinco horas. No necesitaba descansar tanto como los demas. Era una persona nocturna, que disfrutaba de la quietud de la noche. Solo cuando caia el sol su cerebro se encontraba activo al cien por cien. Sus hermanos habian empezado a decir que en vidas anteriores habia sido un buho y el mote pronto se quedo en Harper. Cuando la telefoneaban, casi nunca usaban aquel apodo. Que volvieran a pronunciarlo, con sus voces y connotaciones carinosas, le pellizco el alma. Sus hermanos eran su mayor bendicion, un regalo que a veces creia no merecer. A pesar de que en Texas lo tenia todo, siempre habia tenido un vacio en el pecho. ?Donde estaban sus padres? ?Y esos hombres con los que habia crecido? Los adoraba. Vivir sin ellos habia sido muy doloroso. --Clive... grandullon... --Harper sabia que se echaria a llorar en cualquier momento, desbordada por tanto afecto. El le toco las mejillas. Luego la estrujo para comprobar si todo era fuerza y fibra como presumia o solo era un punado de huesos. Queria asegurarse de que iba a sobrevivir a Michigan. Parecio complacido, porque le guino un ojo cuando se separaron. --No te preocupes, mama. Harper no esta mal nutrida, solo ha sabido invertir dinero en un entrenador personal. --Mi entrenador es el mismo que el tuyo, creo. !Estas bien fuerte! --Le toco los abdominales a traves de la camisa antes de mirar a Milo--. Es raro verte callado. El hermano mayor de los Blossom nunca se queda sin palabras. Su intento de quitar hierro al asunto con humor no fue bien recibido por Milo. La miraba desde el marco de la puerta. A Harper no le gustaba que estuviera tan callado y serio, el no era asi. Podia imaginar que pasaba por su cabeza. Y eso repercutio en su corazon y en su respiracion. No la habia perdonado. Habian pasado cinco anos, mas seguia detestandola. No podia echarselo en cara, si bien esperaba que disimulase. La salud de sus padres era delicada y ver a sus hijos asi no les sentaba bien a sus nervios. Sobre todo, a su padre. Pete observaba desde un rincon la escena y Harper estaba segura de que se habia quedado rigido, como casi todos los presentes, esperando la reaccion del primogenito. Milo no dijo nada. Dio media vuelta y se adentro en la cocina decidiendo que la mejor manera de demostrarle su rabia era ignorandola. Se hizo el silencio mas espeso que Harper habia vivido jamas en aquella casa. Cerro los ojos unos momentos y trato de mantenerse firme. Sabia que algo asi podia suceder. No iba a ser bien recibida por todos. Al fin y al cabo, su error habia costado la vida de una persona muy cercana a su hermano. Milo tenia todo el derecho a no querer saber nada de ella. Tampoco iba a ser el unico que le diera la espalda. Deberia acostumbrarse a ciertas hostilidades; Sherman al completo iba a ponerle muy dificil vivir alli. Pero la indiferencia de un hermano era la mas dolorosa de todas. Piper quiso ir tras su marido, reprocharle su comportamiento en la intimidad de la cocina, pero Harper la llamo. --Dejalo. --Ay, Harper, lo siento mucho, pero es tan... --suspiro, entristecida. Le abrio los brazos--. Ven aqui, buhita mia. Piper era como una hermana mayor para ella. Se llevaban doce anos, asi que era un referente para Harper. Se estrecharon con fuerza. No hicieron falta palabras. Los sentimientos que cada una queria transmitir llegaron a la otra a traves de aquel contacto. Fue suficiente para aplacar sus corazones y mantenerse ante la adversidad. --Como me alegra verte bien. Siento no haber estado ahi para ti --le susurro al oido aun sin soltar aquel abrazo. Piper temblo y le devolvio el murmullo. --Con tus llamadas, me bastaba. Estuviste en mi corazon... --Se separaron entre lagrimas. Harper le paso una mano por el pelo--. ?Te gusta mi nuevo peinado? --Pareces una rebelde. ?Donde te has dejado la Harley y la chupa de cuero con flecos? --Le arranco una risita. --Aparcada junto la lancha motora. Si la policia viene a por mi, ya vere con que huyo. --Que idiota eres. --Harper miro a Rosemary--. Amiga... Rosemary era su mejor amiga. Eran inseparables desde los diez anos. Que empezase a salir con uno de sus hermanos habia ido un shock para la Harper de dieciseis, pero, tras once anos juntos, ahora veia que no podia haber una mujer mejor para Clive. Ni un hombre mas bueno y honorable para aquella alma tan luminosa como era Rosemary. --Ven aqui --susurro su cunada. Harper avanzo sin dudar hacia sus brazos--. Te he extranado cada dia de estos cinco anos y tengo la sensacion de haberte visto ayer. Dios, mirate. Estas preciosa, Harper. --Creo que tienes las gafas sucias --Pues yo no llevo gafas y creo que veo visiones. --Una voz atronadora hizo temblar toda la casa. Rosemary tuvo el tiempo justo de separarse antes de que un toro embistiera a Harper, quien tuvo que agarrarse a la cintura de Donald con las piernas--. !La buhita ha regresado! Donald era uno de los dos hermanos que no se habia dedicado a los animales, rompiendo asi con la tradicion familiar de los Blossom. De hecho, era famoso y estaba forrado. Habia sido jugador de futbol americano hasta el verano pasado cuando se retiro tras una lesion. Ahora era profesor de educacion fisica en el colegio e instituto del condado. Se mantenia en forma, su pelo castano despeinado se complementaba con una incipiente barba que antes no llevaba. Pese estar cubierta, su sonrisa seguia siendo tan pura como antes de irse a jugar profesionalmente. La fama y el dinero no se le habian subido a la cabeza gracias a la educacion y el apoyo de sus padres, asi que seguia siendo el mismo muchachote de siempre. --Veo que aun puedes levantarme como si nada, Donald. --?Podre usarte como pesa un dia de estos? Me ayudaras mas que cualquier aparatejo de gimnasio. ?Has visto lo que pesas? --Invitame a cenar y me lo pienso. Este cuerpo tengo que mantenerlo a base de alimentos de calidad. ?Tenemos un trato? --Cuenta con ello, buhita. La solto y ella observo a su familia. Parecian emocionados y encantados de verla alli, pasando de mano a mano, recibiendo el carino de todos ellos. Milo no contaba; siempre habia sido el mas sensible y ferreo de todos, y nadie podia controlar sus emociones y reacciones. Cuanto antes se aceptase esa realidad, mas sencillo era quererle con todas sus virtudes y defectos. Faltaba el pequeno de los hermanos. --?Y Connor, mama? --Oh, ahora viene. Ha ido a buscar a su chica para que la conozcas. --Connor tiene novia. --Donald le dio un golpe con el hombro--. Que te parece. Increible, ?verdad? --Va a cumplir diecinueve anos, Don. No es un crio. ?O acaso tu con su edad no te fijabas en nadie? Que Connor fuera tan joven, porque la diferencia de edad entre hermanos era tremenda, hacia que muchos de ellos lo vieran como a un hijo. Y se les hacia extrano que condujera o que tuviera pareja, incluso, un sueldo fijo cada mes. --Vienes con ganas de guerra, ?eh? --la provoco Donald, guinandole un ojo. Ella solo movio la cabeza. Su padre y Luke quisieron subir sus cosas a su dormitorio y su madre la insto a ir a mirar el cochinillo que acababan de asar para cenar. Milo estaba alli, preparando la ensalada mientras Piper le lanzaba murmullos furtivos, sin duda, enfadada por el trato que le habia dado a Harper. Sin embargo, ella no pensaba enojarse. Se mantuvo lo mas alejada que pudo de el mientras su madre le ensenaba con entusiasmo los nuevos muebles de la cocina. De hecho, encontraba comprensible que no quisiera saber nada de ella. Su hermano y Harper apenas hablaban desde el accidente, y ambos sabian que Milo hubiera preferido que la condenasen a ir a prision en lugar de que un juez la considerase inocente de todos los cargos. ?Como dirigirte a alguien que creias un monstruo? ?Como hablar con alguien que te veia como tal? Texas habia sido mucho mas sencillo. Pese a la nostalgia de echar de menos sus raices y su numerosa familia, la cual podia ser verdaderamente arrolladora de buenas a primeras, en el otro estado nadie sabia de su pasado. Ella decidia que mostrar al mundo. Nadie se habia enterado jamas del accidente, de que habia estado a punto de ser acusada de homicidio imprudente. Le habia gustado vivir alli tras lo ocurrido. Le habia permitido ir a un psicologo que no la conocia desde pequena y que no la iba a juzgar. Ningun vecino la senalaba a sus espaldas ni cuchicheaban los domingos tras ir a la iglesia. Era otro tipo de libertad que habia sido como un soplo de aire fresco tras el infierno vivido a la espera del juicio. Ahora tendria que enfrentarse a todo lo que habia dejado atras. Iba a ser dificil. Sherman al completo la repudiaba. Por suerte, su terapeuta le haria sesiones en linea hasta que Harper creyera no necesitarlas. Era un gran apoyo. Porque, por mas que sus padres y hermanos la defendieran ante los buitres, solo Harper podia librar la batalla. Primero, para no meter en mas problemas a los Blossom; luego, porque solo asi demostraria su inocencia y se reafirmaria en ella. --Mama, Harper acaba de llegar. --Donald abrio la nevera--. No la atosigues con los cambios de la casa. Dale una cerveza y deja que se relaje. --Tienes razon. ?Que quieres para beber, hija? --Estoy bien, mami. --Le toco el pelo y miro de reojo a Milo. Seguia sin dirigirle ni una sola mirada, pero estaba tenso--. ?Te ayudo a poner la mesa? ?Cenamos dentro o fuera? --Mi vida --su padre aparecio por la puerta, interrumpiendoles. Miro a su esposa con inquietud--, empezad a cenar sin mi. Tengo que ir a asistir una urgencia. --?Que pasa? --pregunto Maggie, preocupada. Los animales de sus vecinos eran como suyos. --Un caballo se ha caido y no puede levantarse... --Voy contigo --se ofrecio Harper. --No, pequena. Quedate aqui y descansa. El vuelo debe haber sido agotador. --La sonrisa nerviosa de su padre no le gusto ni un pelo--. Yo vuelvo en un momento. No creo que sea nada grave... --Papa, si voy a sustituirte cuando te jubiles, creo que deberia acompanarte --insistio. --Te he dicho que no. Todos enmudecieron ante la voz tajante de Pete. Harper trago saliva. El jamas le habia hablado asi. Su padre era un hombre tierno y solo habia sido tan duro cuando sus hijos habian hecho travesuras muy desagradables. A ella nunca la habia tratado de aquel modo, ni siquiera cuando paso lo que paso. --Harper, de veras... --intento amoldar la voz--. Creo que debo encargarme yo solo de esto. --?Por que? --Porque el caballo es de los O'Malley. Todos agacharon la cabeza. Ella se quedo sin aire y una rafaga de recuerdos la golpearon, noqueando y saqueando su mente. Durante unos segundos, temio desvanecerse. Movio el rostro para encarar a Milo que ahora si la observaba de cara. Su mirada penetrante era tan oscura que Harper temio caer en un abismo profundo. Se sintio tan vulnerable. Volvio a echar mano de su fuerza interior. Ya no era joven y debil. Ahora era madura, fuerte y poderosa de su verdad y su paz mental. Podia flaquear, pero no hundirse. Eso estaba prohibido. No acudir a la emergencia de los O'Malley era como esconderse de ellos y no pensaba hacerlo. No iba a dar a nadie el poder de hacerla sentir mas mal de lo que ya se sentia. Solamente ella podia echarse piedras sobre su propio tejado. Nadie mas. --Tarde o temprano voy a tener que verlos. Son vecinos y clientes, papa --empezo a decir. Intentaba ser paciente y hacerse entender. La comunicacion era la llave para ganarse a su padre, quien detestaba los gritos y las discusiones sin argumentos--. Cuanto antes sea, mejor. --No se si estas preparada para... --?Yo? ?O ellos? --No tienes verguenza, Harper --le solto Milo. --Tengo mas agallas que tu --le espeto de vuelta. Milo no contaba con que le devolviera la pulla--. Por lo menos yo voy de frente, no me quedo parado en un rincon esperando a que la gente sepa lo que pienso y siento. --Ya basta, hijos --decreto su padre cuando Milo abrio la boca para replicar. Los nervios hacian mella en el, pero claudico ante su hija--. Si quieres venir conmigo, Harper, ve a ponerte el mono de trabajo. Tienes cinco minutos, los que necesito yo para comprobar que lo tengo todo en la camioneta.

  • Antologia de relatos romanticos. San Valentin 2020 de Varios Autores

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    Este febrero dejate enamorar con la nueva Antologia de relatos romanticos de Selecta.

  • La joya de Meggernie, Kate Danon de Kate Danon

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  • El misterio del muerto en el maletero de Margotte Channing

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  • Las mujeres de la NASA de

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    En el Laboratorio de Retropropulsion creado durante la Segunda Guerra Mundial para que los Estados Unidos iniciaran su carrera espacial, se necesitaban matematicos con una agilidad mental excepcional. Fue entonces cuando reclutaron a un grupo de elite: 16 mujeres jovenes, verdaderas computadoras humanas, que con solo lapiz y papel transformaron el diseno de los cohetes gracias a su extraordinaria habilidad.

  • Los ciegos del 13 de marzo de Francisco J. Sanchez

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    Emitio un desesperado quejido al sentir un intenso dolor agudo, entreabrio los ojos y vislumbro a alguien vestido de blanco. Sus parpados volvieron a cerrarse y otra dolorida punzada le obligo a despertar. El frenesi de personal con batas y pijamas blancos por toda la sala era incesante. Aquella marea de actividad que pululaba de un lado para otro le sobrepasaba, no sabia donde se encontraba ni que sucedia, intento incorporase, pero le fallaron las fuerzas, opto por desistir y volver al mundo de Morfeo. --?Como te llamas?, ?que como te llamas? --oia con insistencia. --Ra... fa... --balbuceo con los dos ojos cerrados. --?Cuantas pastillas te has tomado? ?Que cuantas pastillas te has tomado? --volvio a interrogar la joven con voz firme y decidida. Le costaba mantener los ojos abiertos, solo le apetecia dormir y aquella gente le estaban incordiando. --Dejadme... tengo... sueno... --De eso nada. !Espabila! --ordeno la voz. El dolor provocado por la fuerte presion en el lobulo de su oreja le abrio los ojos, busco enfadado la causa de aquel ataque, pero sus munecas estaban maniatadas a la camilla. --Tranquilo, colabora, es por tu bien. Comprendio que se encontraba en el hospital, en urgencias, estaba muy somnoliento, pero vivo. Lo ultimo que recordaba fue el titanico esfuerzo que realizo para pulsar la roja tecla de emergencias de su telefono movil de ultima generacion. De subito se encontro mas lucido y espabilado, la inyeccion por via intravenosa que le aplico el enfermero por orden de la joven doctora le habia hecho un efecto inmediato. La facultativa, ya en un tono mas suave, comenzo a interrogarle para realizarle su historia clinica. Que si tenia alergias, si padecia alguna enfermedad, si tomaba algun tratamiento, antecedentes familiares. Rafa contestaba docilmente mientras quedaba embobado por la belleza de la doctora; <>, pudo leer de soslayo en la tarjeta identificativa que colgaba de su bata desabrochada. Por primera vez en su vida, se sintio relajado, tranquilo y a gusto con una mujer, a excepcion de su madre por supuesto. Se entretuvo contemplando a Alicia, su vaiven por la sala, escribir en el ordenador, susurrar ordenes a las enfermeras con un aterciopelado acento del norte: --Lavado de estomago con carbon activado y despues consulta con psiquiatria. Rafa permanecia fascinado, Alicia era alta y esbelta, morena con pelo largo atado en una coleta de caballo, ojos azules, labios carnosos. Sus pechos turgentes intentaban escapar del generoso escote, cintura de avispa, tras la bata se le adivinaba un culo prieto. --Si, mi turno de hoy es de veinticuatro horas, salgo a las ocho de la manana --escucho decirle a un companero. Tras el tipico sermon sobre las bondades de la vida y la estupidez del suicidio, le inculco animos para buscar solucion a sus problemas. Alicia se despidio muy amable y contoneandose por la sala de pacientes criticos se dirigio al pasillo, hacia su consulta. Debia continuar atendiendo a la larga cola de pacientes que seguian esperando atencion medica en la sala de espera. Rafa la observo obnubilado mientras se alejaba. Tras terminar de vomitar fue trasladado al area de psiquiatria. A primera hora de la manana no tuvo mas remedio que mantener una larga y sincera charla con el especialista. Rafa fue un nino gordito, de estilo rechoncho, un negado para el deporte y todos los juegos que requerian un esfuerzo fisico. Dado su peculiar aspecto, tuvo problemas con frecuencia en el colegio y en su pequeno pueblo natal, famoso por su puente de hierro, aledano a la sierra de la Alpujarra de Granada. Siempre fue el centro de las burlas y desprecio de sus companeros, se mofaban bastante de el. Esto le provoco un gran aislamiento social, convirtiendose en un solitario. En su infancia solo encontro refugio en las novelas, tebeos y enciclopedias de historia, convirtiendose en un avido devorador de literatura de todos los generos. Alcanzo su adolescencia padeciendo una timidez extrema. La unica ventaja es que disponia de mucho tiempo libre para dedicar al estudio y a una de sus aficiones favoritas, la informatica. Geneticamente se parecia mas a su padre que a su madre, por lo que heredo su pelo escaso y grasiento, asi como su baja estatura. Su traslado a la ciudad y la entrada en el ambiente universitario no le cambio demasiado la vida. Ya lucia ademas una prematura alopecia y una gran miopia adornadas con unas gruesas y poco estilosas gafas de alta graduacion que resaltaban aun mas su morfologia. Se licencio con excelentes notas, lo que le permitio buscar con facilidad su futuro profesional como programador. Lo encontro en Almeria, ciudad del sureste, en la costa mediterranea. Pero a demasiada distancia de la unica relacion estable y carinosa de toda su vida, su pequena familia. Adecuo su trabajo a su estilo de vida, se convirtio en su propio jefe. Su profesion la realizaba en casa, sin horario. Le presentaban el desarrollo de una aplicacion o el diseno de una pagina web, solo debia concentrarse, sumergirse en la tarea y dedicarle todo su tiempo. Descubrio que por la noche trabajaba mejor, las conexiones de Internet fluian mas despejadas, su ordenador iba mucho mas rapido y las paginas web subian con mayor velocidad. Asi que cambio sus habitos de vida, dormia mas por la manana y trabajaba en sus proyectos durante las tardes y las noches. Un dia se descubrio con cuarenta anos, sin amigos, sin pareja, sin familia, sin relaciones, solo y amargado. Dada las circunstancias de su vida, siempre tuvo una personalidad depresiva que solventaba con medicacion y muchas horas de trabajo. Le gustaba mucho el sexo, como a casi todo el mundo, aunque nunca habia mantenido relaciones, era virgen e incapaz siquiera de charlar de cosas banales con ninguna mujer. Se ponia tan nervioso que apenas conseguia articular palabra, provocandole una ridicula tartamudez. En una ocasion, recien llegado a la ciudad, intento contratar los servicios profesionales de una prostituta. Al subir a la habitacion de la pension, mientras la chica se desnudaba, se sintio tan nervioso que un amargo sabor de boca le provoco unas arcadas que no pudo reprimir, sin previo aviso y sin poder evitarlo vomito sobre la prostituta. La chica, que ya habia cobrado por adelantado, entro en colera y encontro la excusa perfecta para finalizar su trabajo y largarle a base de gritos: --!Pero sera asqueroso el gordo seboso este! !Como que me llamo Susana, que no me vuelvas a buscar en tu vida! !Cerdo! !A la puta calle! Tras la colosal bronca, Rafa, muy avergonzado, salio apresuradamente huyendo de alli en un lamentable estado de ansiedad. Despues de esta nefasta experiencia, su sexualidad continuo reduciendose a su coleccion de peliculas porno y a su muy querida y fiel amiga <>. Sus circunstancias vitales le provocaron un fuerte rechazo a la sociedad, un resentido y profundo odio general. Aquella fatidica madrugada las cosas iban rematadamente mal. Estaba atascado, como espeso, no le salia nada bien. Decidio tomarse un descanso, ver un poco la tele. No habia nada interesante, multitud de programas de concursos de llamadas, esos de respuesta muy facil, ganchos para sacarle dinero a la gente via telefonica. Encontro en un canal de television local una estupenda y guapisima chica, con unas curvas impresionantes. Realizaba un strip tease al ritmo de una suave musica, a los cinco minutos ya tenia una ereccion y tras otros cinco minutos se limpiaba el semen con un panuelo. Siguio sintiendose mal, fue al botiquin a tomarse su acostumbrada pildora antidepresiva pero en un arrebato, entre lagrimas, se tomo el frasco entero. Se tumbo a esperar en el sillon, mientras seguia viendo en la television lo que mas anoraba, el suave y aterciopelado contacto humano de una mujer. Cada vez le costaba mas sujetar los parpados, insistian en cerrarse, no podia con ellos. No supo por que, movido por un resorte inconsciente, quizas el instinto de supervivencia, alargo el brazo intentando coger el movil de la mesa, el cable que lo mantenia enchufado para cargar la bateria lo impidio y este cayo al suelo hacia el otro lado. Rafa se levanto para recogerlo, sus piernas ya no le sostenian y tambien cayo al suelo. Tras arrastrarse, consiguio alcanzarlo, estaba apagado, lo encendio con dificultad. No podia fijar la vista para marcar el pin, pulso el boton rojo de emergencias y al escuchar la voz de la operadora, solo alcanzo a suspirar <> antes de perder el conocimiento... Rafa salio del hospital convencido de la idiotez que habia cometido, el lavado de estomago habia sido una experiencia que no queria volver a repetir jamas. Le habia costado convencer al psiquiatra de que la crisis autolitica habia cesado y que se tomaria las cosas de otro modo, encarando los problemas de su vida. Llego a su casa, pero le aguardaba una desagradable sorpresa, la puerta estaba destrozada, solo se mantenia cerrada por unas pegatinas de la policia local con la leyenda de <>. El interior estaba algo revuelto, estaba muy cansado para ordenar, le apetecia dormir, asi que dejo el desorden para despues y bloqueo la puerta con una simple silla. Se acosto dejando su dormitorio a oscuras, con las persianas completamente bajadas y la opaca cortina extendida, como era su costumbre. Mientras entraba en el sueno no pudo reprimir pensar en Alicia que le habia causado una honda impresion, sabia que era inalcanzable, ella nunca se fijaria en un tipo como el. Se durmio mientras fantaseaba como podria conseguir atraer su atencion. Descanso durante varias horas, aunque, a pesar de tener un sueno profundo, unas voces lejanas le despertaron. Estaba empapado en sudor, volvio a oir voces, pero esta vez mas cerca. Abrio la puerta del dormitorio y la voz se oyo con mas fuerza, no entendia lo que decia, pero si, era aqui en su piso, dedujo que alguien se habia colado en casa aprovechando la rotura de la puerta. --!Un ladron! --penso preocupado. Tenia unos equipos informaticos por valor de mas de quince mil euros, se iba a enterar el <>, cogio una pesada lampara de la mesita de noche y se dirigio con sigilo hacia la cocina de donde provenia el ruido. Entro y se encontro al individuo de espaldas, como no era del genero valiente quiso evitar un enfrentamiento, no lo dudo y le asesto un fuerte golpe en la cabeza. El delincuente cayo al suelo inconsciente y un hilillo de sangre que manaba de la cabeza, invadio con rapidez el suelo de la cocina. La vision de tanta sangre le asusto. --<> --penso. Se arrodillo y volteo el cuerpo dejandolo boca arriba.

  • Si te atreves, amame de Olga Salar

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    ?Se atreveran a arriesgar de nuevo o el temor a sufrir los separara?

  • Habla como un lider de Julian Reyes

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    Conseguir atrapar a tu audiencia y que te presten atencion durante una presentacion no es tarea sencilla. Julian Reyes ha desarrollado una metodologia propia que persigue, no solo la mejora de la oratoria a traves de la tecnica, sino tambien el desarrollo de la autoconfianza personal en el orador.

  • Anomalias de amor de Eleanor Rigby

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  • Tu sueno hecho realidad de Chris Guillebeau

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    Al igual que los heroes de antano se lanzaban a realizar sus suenos y a lomos de un caballo se adentraban en bosques encantados, muchos hombres y mujeres siguen recorriendo un camino para <> a si mismos. Como descubrio don Quijote hace muchos anos, una mision no siempre resulta ser como se habia planeado. Los viajeros sufren contratiempos inesperados o se pierden porque alguien les ha orientado mal, y algunas situaciones que han de afrontar son un autentico reto. Sin embargo, por extrano que parezca, las desventuras (y a veces hasta los desastres) generan confianza. Este libro trata sobre esta oportunidad de aprender. Vas a estar en compania de hombres y mujeres que iniciaron grandes aventuras y dieron un proposito a sus vidas trabajando en pos de algo que para ellos tenia un profundo sentido. Encontraras aqui sus relatos y las lecciones que aprendieron. Sabras lo que les sucedio por el camino, pero, sobre todo, sabras por que ocurrio y por que importa. Fabuloso… Bien escrito, entretenido e inspirador. HUFFINGTON POST. Las increibles aventuras a las que Chris Guillebeau nos remite en Tu sueno hecho realidad, incluida la suya propia de viajar a todos los paises del mundo, me dejaron exhausto.

  • Cassandra la semidemonia y Lady Gedren la elfa oscura de Erika Sanders

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    Cassandra la semidemonia y Lady Gedren la elfa oscura es el tercer volumen de las nuevas aventuras de Conan el Barbaro y sus bellas companeras.
    Conozca a las mujeres en la vida de Conan como nunca antes le habian contado.

  • Un inesperado segundo amor de Ivonne Vivier

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    Maite, una divorciada de cuarenta y un anos, organizada, pulcra, exigente y valiente, arrastra un pasado con perdidas irreparables incluyendo al amor de su vida.
    Luca es un empresario viudo de cuarenta y siete anos, quien no comprende el porque la vida lo expuso a el y a sus dos hijos a semejante dolor. Todavia no es capaz de dejar ir a la mujer que le enseno a amar, aquella a la que vio sufrir demasiado y por la que aun no se anima a continuar con su vida.
    Maite se deslumbro con la elegancia de Luca y toda su inmejorable apariencia cuando se tomo cinco minutos para admirarlo. Luca, comenzo a replantarse sus pensamientos en el mismo instante en que vio a Maite pasearse frente a el.
    Ambos se dejaran llevar por sus emociones dejando atras el pasado. Asustados y desconcertados se daran el permiso de conocerse y enamorarse, a pesar de que Piero, el hijo de el, no acepte la relacion.
    Lo que comienza como un bonito romance, se ira complicando cada vez mas.
    Maite y Luca tendran que descubrir si ese inesperado segundo amor es tan profundo como parece y si es posible salvarlo de una realidad que no se puede evitar o, por el contrario, deben dejarlo pasar y seguir cada uno con su vida.

  • La pieza que no encaja, Sara Flamenco de Sara Flamenco

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  • Escandalo en el dormitorio de Caitlin Crews

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    Un multimillonario desaparecido y una mujer inocente para… doblegarlo.

  • Tiempo de tormentas de Boris Izaguirre

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    Desde muy nino, Boris sabe que es diferente. Muy temprano se detectan problemas de motricidad y dislexia, y el pequeno actua con unos gestos y una forma de hablar amaneradas. Los adultos dicen que su madre, Belen, una bailarina de renombre, y su padre, critico de cine, rodean al nino de malas companias. En Caracas se habla de sus amigos intelectuales y de toda esa gente homosexual con la que ella trabaja. Tambien que Boris esta enamorado de Gerardo, el hijo de la influyente periodista Altagracia Orozco. Sin embargo, Belen no se rinde al prejuicio y por mas golpes que llegan de fuera, convierte su casa en un refugio para esa diferencia. Primero cara a cara, luego unidos por la linea telefonica, pero siempre juntos bajo el inquietante influjo de un cuadro lleno de historia, Tiempo de tormentas.
    Los dias de escuela, un amor, una violacion, el silencio; sus primeros pasos como columnista o escritor de telenovelas, el salto a la fama en Espana con Cronicas marcianas y el finalista del Premio Planeta, el glamur, los abismos, de nuevo el amor y la violencia. Una enternecedora y envolvente novela autobiografica donde Boris Izaguirre construye una vida a veces complicada, siempre apasionante, a caballo entre dos paises que tambien estaban creciendo.

  • Atrapado en el infierno de otra mente de Monica Moreno

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    Gabriela y Gerardo llevan muchos anos juntos en una vida relativamente feliz. Sin embargo, ella empieza a sospechar que el quiere dejarla y lo cela y presiona de mas, invitandolo con sus celos a hacer realidad esos temores. En este triller psicologico ubicado en la Ciudad de Mexico contemporanea encontraremos una historia de intensas emociones, secretos y obsesiones, podremos ver como las situaciones cotidianas pueden llevar a la locura a quien no sepa manejarlas, afectando a otras personas. Porque, a final de cuentas, hay mas demonios en una mente obsesiva que en el infierno.

  • Seduccion Vengativa de Trish Morey

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    Su vengativa seduccion. !los uniria para siempre!