• mitos y leyendas inuit - Knud Rasmussen

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    Asi comienza esta compilacion de Mitos y leyendas inuit, un volumen unico y revelador que nos invita a conocer de primera mano la cosmovision y creencias de uno de los pueblos mas ancestrales, enigmaticos y poco conocidos de nuestro planeta. Mucho se ha hablado y especulado sobre la forma de vida de los habitantes de las zonas mas frias de la Tierra, pero casi siempre se reduce a una vision sesgada y llena de estereotipos.
    Este volumen ofrece una cuidada seleccion de las transcripciones que Knud Rasmussen, intrepido explorador del siglo pasado y perteneciente al pueblo inuit, realizo durante toda una vida dedicada a recorrer gran parte del vasto Artico para documentar y dar voz a una de las tradiciones orales mas hermosas y apasionantes, a veces tambien descarnada, de la civilizacion humana.

  • MITOS Y LEYENDAS INUIT | KNUD RASMUSSEN - Casa ...

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    21 ene 2020 — El libro MITOS Y LEYENDAS INUIT de KNUD RASMUSSEN en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

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    Mitos y leyendas inuit (Las Tres Edades/ Biblioteca de Cuentos Populares nº 27) eBook : Rasmussen, Knud, ... Mirar en el interior de este libro. Mitos y ...

  • Mitos y leyendas Inuit | Knud Rasmussen - Librería Desnivel

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    Mitos y leyendas Inuit · Ejnar Mikkelsen. Perdidos en el Ártico. Ediciones del Viento (2022) · Hélène Gaudy. Un mundo sin orillas. Tusquets (2021) · Apsley Cherry- ...

  • Mitos y leyendas Inuit - 9788417996550 - Rasmussen, Knud

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    Mitos y leyendas inuit, libro o eBook de Knud Rasmussen. Editorial: Siruela. Los mejores precios en libros y eBooks.

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  • MITOS Y LEYENDAS INUIT - KNUD RASMUSSEN - Agapea

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  • Yo, Sofia Martinez – Jonaira Campagnuolo de Jonaira Campagnuolo

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    Sofia Martinez es una joven espontanea, divertida e inteligente, que sabe muy bien lo que quiere y esta enfocada en alcanzar sus metas con una mente positiva y entusiasta. Al culminar sus estudios universitarios abandona la proteccion paterna y se muda a Miami, con todos sus ahorros y un manojo de ideas que la ayudaran a fundar una empresa de diseno de interiores. Sin embargo, la realidad que encuentra en esa ciudad, tan pujante y competitiva, es diferente a lo que ella habia imaginado, y eso hace temblar su determinacion.
    Pronto se da cuenta que las bases en las que estan sostenidos sus suenos son debiles y descubre ciertas facetas de la vida en las que antes no habia reparado. Como el poder seductor del amor, que es capaz de hacerte olvidar con facilidad los proyectos que te has trazado, y el llamado incesante de la familia, que en ocasiones exige tanto de ti que puede alejarte de tu camino.
    Ella no descansara hasta ver cumplidas sus metas profesionales, pero tampoco esta dispuesta a perder las nuevas emociones que encontro en esa ciudad. Necesita un equilibrio, aunque el paso que debera dar para obtenerlo podria ser muy doloroso.

  • La judia de Toledo de Lion Feuchtwanger

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    Esta novela de Lion Feuchtwanger, autor ya consagrado entre los lectores de habla espanola, es una apasionada historia de amor y violencia, ocurrida en el siglo XII, y que, a traves de siglos, ha ocupado la imaginacion de los espanoles. Narra la pasion que el rey Alfonso VIII de Castilla sintio por la judia Raquel, hecho que registran las cronicas de su biznieto, el rey Alfonso X el Sabio. La accion transcurre en una epoca todavia en parte sumida en la barbarie, en la que el arrojo de aquellos nobles castellanos, fruto de una fe sin fisuras, y el ansia de matar, junto con su ilimitado orgullo, destruyeron sin remordimiento las maravillosas ciudades y reinos que otros habias creado. Solo aquel que perciba la irresistible atraccion de ese mundo de aventuras podra entender la historia de Raquel y el rey.

  • Todo de mi (Hermanos Montgomery 3) de Moruena Estringana

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  • Manana no estas de Lee Child

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    Dos de la manana en el metro de Nueva York, primera decada del siglo XXI. En la ciudad esta vivo el recuerdo del ataque a las Torres Gemelas. Jack Reacher y cinco pasajeros en un vagon. Algo no esta bien con uno de ellos: cumple con todos los requisitos del terrorista suicida. Reacher los sabe de memoria y va a entrar en accion antes de que sea demasiado tarde. El reflejo de una guerra en el territorio menos pensado.

  • Escuadron de Brandon Sanderson

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  • El primer gran caso de Yaiza Cabrera de Javier Holmes

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    Cuando Yaiza Cabrera llega a su despacho de economista escucha a traves de la puerta un ruido que le resulta familiar. Al acceder a el, se encuentra a su ayudante desnudo, boca abajo y sobre un charco de sangre. El sonido que instantes antes escuchaba era el de un vibrador que ahora esta dentro del esfinter de su ayudante fallecido. Le resultaba familiar por una razon muy sencilla, porque es de ella.

  • Noches de neon de Scarlett De Pablo

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    Cuando Butterfly conoce a Blake Novak, un luchador de artes marciales, instantaneamente se siente atraida hacia el. Lo que Blake no sabe de ella es que vive una doble vida, y que debajo de ese encanto infantil y las pelucas de colores, esta Mia Gabrielli, la hija de un jefe del crimen organizado.

  • El ano del Oraculo de Charles Soule

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    La vida es impredecible pero…

  • La primavera ausente (El Trastorno de Elaranne 1) de Ruben H. Ernand

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    Hace siete anos una devastadora epidemia, conocida como la Plaga, asolo los cinco reinos de Balaeron. Kirius, superviviente de la terrible enfermedad, vive en una prospera ciudad del reino de Merethia junto a su abuelo, bibliotecario de la ciudad. El joven arrastra unas extranas secuelas que perturban su mente y lo apartan de los demas. Un ser imaginario, al que el llama el Ausente, le habla haciendo que su cordura este siempre en peligro. Kirius intenta combatir su propia oscuridad interior confiando en que los suenos de seguir los pasos de su padre, a quien nunca conocio, se conviertan en realidad.

  • Has sido tu de Chani Aparicio Vela

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    "Has sido tu", es un volumen unico que mezcla diferentes generos, el thriller de intriga, el romance y el drama contemporaneo escrito en un estilo directo y sencillo que facilita a cualquier lector que se acerque a sus paginas.
    En una incesante busqueda de la verdad, Roberto, un joven bien acomodado de Madrid, se ve envuelto en una serie de enganos y mentiras al cambiarle la vida por completo tras el asesinato de su madre en extranas circunstancias, supuestamente a manos de su padre, un hombre perturbado por su demencia. Una apasionante novela de amor, odio e intriga que ira envolviendo al lector de principio a fin.

  • En Tus Brazos 1, Noe Casado de Noe Casado

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    Nicole lleva una vida que desean muchas mujeres de su edad: tiene una familia perfecta, un novio ideal y una carrera exitosa como abogada. Suele caer bien a la gente y nunca se desvia del camino correcto.
    Pero tras ese mundo modelico se esconde la verdadera Nicole: una mujer infeliz que anhela por encima de todas las cosas una noche de pasion y desenfreno que la haga temblar de placer.

  • Orquidea de chocolate de Rafael Odalis Bautista Ventura

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    Una vida que comienza despues de un trauma, dandole a una hermosa joven una segunda oportunidad de vivir de nuevo y comenzar de cero, sin recuerdos ni memorias, tal vez la oportunidad para ser alguien mas, tal vez mucho mejor de lo que antes fue o volver a ser la misma si llegara a recuperar sus recuerdos.

  • Los Wadlow I: ?Azar, destino… o premeditacion? de Marisa Maverick

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    “?AZAR, DESTINO… O PREMEDITACION?” es la historia de Kathy y Adam, primer volumen de la Saga Los Wadlow y con FINAL CERRADO. La segunda entrega se titulara “?Atraccion, amor… o gratitud?”, donde conoceremos como es la vida de Johan y del resto de la familia Wadlow. ?Me acompanas?
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    Celebrar el buen fin de su ultimo caso en los tribunales fue la razon que llevo a Kathy a entrar en ese afamado local. Aceptar, y solo por esa vez, la insistente invitacion de su companera de trabajo para tomar una copa, el motivo de Adam.
    El amor surgira entre ellos de forma arrolladora, con una pasion que marcara sus propios tiempos. Y esa sera la fuerza que los ayude a enfrentarse tanto a personas que quedaron en el olvido como a miedos y traumas del pasado.
    Sin embargo, un estricto sentido del deber, unido al imperioso deseo de hacer justicia, llevara a un miembro de la familia Wadlow a remover acontecimientos del ayer. Pero toda accion conlleva una reaccion, que afectara de forma implacable a sus seres mas queridos y empujara a la joven pareja hacia un letal peligro que decidira su futuro.
    ?Quizas el azar, caprichoso, les jugo una mala pasada?
    ?Tal vez estaban marcados por el destino?
    ?O el que sus caminos se cruzaran solo fue premeditacion?...
    Como cita Norbert Wadlow: Omnia vincit amor, et nos cedamus amori.

  • Para tener casa hay que ganar la guerra de Joan Margarit

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    Despues de centenares de poemas publicados, Joan Margarit nos ofrece un broche narrativo, un recorrido vital que llega hasta la primera juventud. La intencion que lo acompana es comprender por que determinados recuerdos siguen presentes, duros y luminosos, sin necesidad de acudir a ningun diario o album de familia. ?Por que la vida se construye de una manera y no de otra? ?Por que Joan Margarit ha escrito los poemas que ha escrito?

  • Venganza en el Tamesis de Anne Perry

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  • La ultima carta de amor de Jojo Moyes

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    Una cautivadora novela para romanticos que evoca una decada llena de encanto y elegancia, por la autora de Yo antes de ti.

  • Rompiendo con el pasado de Lori Foster

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    Rowdy Yates, propietario de un bar, no era la clase de hombre al que una mujer pudiera resistirse. Por eso, cuando se insinuo a la camarera Avery Mullins, lo hizo convencido de que podria llegar a conocerla a fondo. Pero aquella esquiva belleza tenia sus razones para guardar las distancias… Entre ellas, un pasado que podia volver para perseguirlos a los dos.

  • Si tan solo me dejaran de Francisco Oro

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    Desde nino quise que cambiar al mundo, que todos fueran unidos que nadie tuviera hambre, y sobre todo todos puedan disfrutar la luz y sus beneficios; sabia que no seria un camino para nada facil ,de todas maneras nunca me rendi, pero cuando al fin logre cumplir mis metas, las coas no son tan faciles, la gente te aplastara hasta que estes en el fondo.

  • Lo hago por ti con locura de Olivia Saint

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    ?Que harias si estuvieses frente a dos hombres que harian lo que fuese para satisfacer todos tus deseos en una sola noche?
    Sarah decide un dia cambiar radicalmente su vida amorosa al entrar en la crisis de los 40s, su marido accede a que necesitan un cambio, pero todavia no estan abiertos dejar entrar a un extrano a su cama, de pronto su hermana se queda unos dias en su casa y es aqui donde todo comienza, pero esto no termina aqui… hay alguien mas esperando cumplir todos sus deseos

  • ?Quien mato a Alex?: El secreto desvelado, Janeth G.S de Janeth G. S.

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  • Prestame tu fuerza de Iris Boo

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    Nick Vasiliev mantiene viva la leyenda del Ruso Negro, como lo hizo en su momento su hermano mayor. Sabe muy bien cual es su responsabilidad con la familia, sus obligaciones, pero eso no quiere decir que no se divierta tambien. Ser el hijo pequeno del gran patriarca de la mafia rusa en Las Vegas tiene sus ventajas, pero eso no le libra de trabajar en los negocios que posee su familia; aqui no se regala nada, y el lo sabe. Como tambien es consciente de que no hay nada mas importante que la familia, y que si es necesario, se sacrificaria por los suyos sin dudar.

  • La comunidad secreta de Philip Pullman

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    Philip Pullman regresa al mundo de La Materia Oscura con esta maravillosa segunda entrega de la serie EL LIBRO DE LA OSCURIDAD.
    Han pasado veinte anos desde los sucesos acaecidos en La bella salvaje. En el primer volumen de El libro de la oscuridad, se narraba el trascendental viaje que emprendia Lyra Belacqua siendo un bebe.
    Ahora, en La comunidad secreta, nos encontramos con Lyra Lenguadeplata, y ya no es una nina...

  • Deirdre (Las feas tambien los enamoran 2) de Elizabeth Urian

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    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca Victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • Todas las veces que quieras de Armando Prieto Perez

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    Sangre cubana y un amor casi carnal por el arte, Luis es un seductor instintivo, de los que carecen de reglas e inhibiciones; por eso, ninguna mujer se le resiste, y sus conquistas terminan puntualmente en el taller de Navigli en el que pinta. Sobre sexo, cree saber incluso mas de lo que necesita, al menos, hasta que conoce a la propietaria de una tiendecita de vinilos en la que el tiempo parece haberse detenido, quien, sin pedirle permiso, pasa de ser su enemiga jurada a ser su obsesion. Todo por culpa de un huron. Pues si, porque, cuando la graciosa mascota comienza a sobrar en casa de ella, una noche de primavera en la que Milan parece magica, Luis se transforma en el Principe Azul: se ocupara de Lucky, pero, a cambio, ella tendra que posar para el una tarde a la semana, durante seis semanas. Un contrato autentico, del que Luis perdera pronto el control, arrebatado por una pasion que lo llevara, en el juego del placer, mas lejos de lo que nunca ha llegado. Y, mientras persigue la inspiracion y, poco a poco, conquista a su presa, no se dara cuenta de que, en realidad, el cazador ha sido cazado y de que puede que, con ella, haya encontrado el amor. Pero ?esta listo para reconocerlo y aceptarlo?

  • Y ahora que de Monica Hoff , Norah Carter

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    Aitana ve de nuevo una oportunidad para volver a amar en Denis, un abogado que, desde el principio, muestra su interes en ella. La vuelta de David la hara dudar de sus sentimientos por ambos y las decisiones que tome la llevaran hacia uno u otro.
    Un amor que comienza, un pasado que vuelve a convertirse en presente y un destino que aun no esta escrito para la protagonista de esta loca y divertida historia.

  • Todo saldra bien de Emilio Ortiz

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    Una nueva agencia de detectives acaba de nacer en Madrid. La forman un grupo de lo mas peculiar y divertido: Mario, un joven emprendedor invidente; Nicolas, su amigo del alma, y Milagros y Juanma, dos jovenes con unas capacidades muy especiales. Juntos intentaran averiguar que le ha sucedido a una joven que lleva meses desaparecida. Al equipo de detectives se unen dos sabuesos de primera: Cross, el extraordinario perro guia ya jubilado de Mario, que tendra que verselas con Jazz, el jugueton pastor aleman que lo acompana ahora. La ciudad esconde muchos secretos y peligros, pero las aventuras en compania son, sin duda, mucho mas divertidas.

  • Persefone a traves del espejo de Sandra Andres Belenguer

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    El agua tenia el color de una melodia muerta. Fue su primer pensamiento antes entender que no tenia la menor posibilidad de luchar. Desde arriba, un monstruo embestia su cuerpo, lo aprisionaba entre sus garras, y empujaba, empujaba, empujaba... Desde las profundidades, hordas de dedos tiraban de sus pies con avidez. Sintio sus huesos tatuados de podredumbre hendir su carne, y tras gritar comprendio su error. Cientos de burbujas, como espectros entre las sombras, se arremolinaron a su alrededor. Habia perdido el poco aire que le quedaba. No inspires. Pero la necesidad de hacerlo, el acto reflejo de buscar oxigeno, le insto a abrir los labios. Su corazon amenazaba con quebrarse a cada latido, alli abajo, en las tinieblas. Se lo imagino astillandose en miles de fragmentos que reflejarian a aquellos a los que amaba; un caleidoscopio con recuerdos y suenos que moririan en el vacio. !No inspires! ?Cuanto podia aguantar? En cualquier momento sus pulmones darian la terrible orden de aspirar y colapsarian para siempre. Se removio en un intento por liberarse, pero la bestia de las profundidades persistio en su acometida, al tiempo que las presencias abismales reclamaban su ultimo aliento. A sus oidos llego un sonido extrano, distorsionado por el eco que reinaba ahi abajo. Se quedo inmovil unos segundos, una eternidad. Eran suplicas, clamores descarnados de hombres, mujeres y ninos que pronunciaban su nombre. Justo entonces, el instinto le obligo a dar una gran bocanada. Los pulmones se dilataron, las fosas nasales inhalaron sin ofrecer resistencia...Y las aguas de muerte rompieron las compuertas. Un trueno restallo en su cabeza, una llamarada prendio su pecho. El momento critico se acercaba. Las criaturas que aferraban sus tobillos tironearon con mas fuerza y sumieron su cuerpo en un remolino... Entreabrio los ojos y pudo distinguir ciudades y templos sumergidos, bovedas derruidas, esfinges olvidadas, laberintos de calles sinuosas y paramos que vigilaban sirenas de ojos ponzonosos. Las sombras se retorcieron e incrementaron la velocidad, como si su naturaleza ancestral hubiera advertido que el cuerpo que transportaban se abandonaba demasiado pronto a un destino que no le pertenecia. Semiinconsciente, sintio como alguien aferraba su cuerpo, lo alzaba en el aire y finalmente lo depositaba en tierra firme. Tosio con violencia, vomitando regueros de agua turbia. Para cuando fue capaz de abrir los ojos, trato de convencerse de que aquello era solo una pesadilla creada en los sotanos mas siniestros de su mente. Ante si, una calavera le atravesaba con su mirada de simas infinitas. Mostraba una sonrisa sardonica, de dientes podridos, desiguales y rotos. Una capucha de jirones negros cubria buena parte de su craneo y de vez en cuando los insectos se asomaban bajo la tela. Sujetaba un gran remo de barca, hecho de huesos humanos. Realizo una reverencia y le tendio su mano cadaverica. Cuando hablo, su voz parecia provenir del dolor de mil almas. --Hemos estado esperando su llegada, majestad. 1 Las historias mas bellas siempre comienzan con una destruccion. JACK LONDON A Casey le encantaba Halloween. Por eso habia elegido aquel lugar para quedar con Vera. Cuando era pequena, recorria las calles del Sur de Filadelfia con sus amigos para recoger caramelos. Lo que mas anoraba de todo eso era disfrazarse: de bruja, de pirata, de zingara, de vampiresa... Estar dentro de otra piel por una noche suponia para ella una magia dificil de superar. Y asi fue hasta que comenzo a devorar libros. Sonrio para si. Los libros eran como hechizos esperando ser descubiertos, y ella se consideraba una buena maga. Al menos, asi habia sido hasta hacia unos dias... Ahora, un incomodo hormigueo recorria su pecho cuando trataba de leer y lo que era peor, cuando intentaba escribir. --!Ey! !Casey! Una mano sobre su brazo la obligo a girarse. --!Tia, que cambiada estas! --Vera se echo a reir y su pelo, rizado a lo afro, parecia bailar en torno a sus pendientes de aro--. !Te he extranado un monton! Las dos amigas se abrazaron con fuerza. La habia echado tanto de menos durante ese verano. Vera le guino un ojo antes de mirar descaradamente a su alrededor. --!Guau, no conocia este local! Me has hecho venir aqui por los adornos de Halloween, te conozco. Pues que sepas que aun te quedan unas semanas, fantasmita. Tenia razon. Casey siempre iba a Tinsel, un bar en pleno centro de la ciudad, cuando alguna festividad estaba cerca. En Navidad, engalanaban el interior con luces, regalos, arboles, bastoncillos de caramelo gigantes... Ahora, aunque todavia eran finales de septiembre, Tinsel ya ofrecia a sus clientes un espeluznante mosaico de munecos de porcelana, calabazas sonrientes, caretas de payasos asesinos y aranas colgadas por doquier. --No sabes cuanto me alegro de verte, Vera --dijo abrazandola de nuevo. La emocion hizo enrojecer sus ojos. ?Tan sola se habia sentido?--. Tu tambien estas... --?Mas guapa? ?Sexy? ?Irresistible? ?Clavadita a Beyonce? --ambas rieron al unisono mientra Vera se sentaba junto a ella--. Nah, lo que pasa es que como ya no puedo ponerme mas morena de lo que soy, mis primas de la costa Oeste decidieron llevarme por el camino del exceso. --?Fuiste a Las Vegas? --!Que dices! !No he salido del paseo de la fama de Los Angeles en todo el verano! -- jugueteo con el frasco decorativo de ojos de cristal que habia sobre la mesa e hizo un gesto al camarero para que trajera dos refrescos--. Piensalo, ?y si me hubiera topado con Spielberg, o con Tarantino? !Imaginate! Vera queria ser guionista o directora de cine, o las dos cosas. Su caracter extrovertido y el hecho de coincidir en muchas asignaturas en el Instituto de Artes Creativas habia hecho inseparables a las dos chicas. No se habian visto en todo el verano y las ganas de ponerse al dia, tomar ese batido helado que vendian en la cafeteria de la esquina y hablar de lo que cada una habia planeado para su futuro en la universidad, se multiplicaron por mil. --?Y tu? ?Que tal estos dos meses? --la sonrisa de Vera perdio intensidad, solo durante una fraccion de segundo. Despues anadio--: ni me lo digas. Seguro que has devorado todos los libros de la biblioteca, senorita Hermione Granger. En eso tu madre lleva razon: !te va a salir humo por las orejas! Pero ya lo arreglaremos, claro que si... En realidad, penso Casey, ?que he hecho durante el verano? Su expresion alegre se torno livida. No me acuerdo de nada... ?Pero como no voy a acordarme? El corazon comenzo a martillearle en los oidos. ?Que...que diablos me esta pasando? --Ademas --Vera siguio parloteando, animada--, tienes que invitarme a una hamburguesa. Chica, la verdad es que Silk City Diner no es un mal sitio para trabajar... ademas esta en pleno centro. Casey habia comenzado a trabajar los fines de semana en una cafeteria para que su madre y ella pudieran pagar las facturas mas desahogadamente. Eso si lo recordaba, pero... La musica del bar incremento su volumen y el pulso de Casey se disparo de nuevo. Algo no va bien, algo no encaja, algo no... El camarero dejo las bebidas sobre la mesa, con pajitas rojas a juego, y se fue. En cuanto Vera me ha preguntado por el verano... He empezado a sentirme... --?Casey? --Si, si, claro, !eso esta hecho! Manana empiezan las clases, ?te parece si quedamos el sabado? --!Cuenta con ello! --Eso si, si mi jefe se entera de que te sirvo una hamburguesa gratis, !le dara algo! --?Es uno de los tipicos cabrones, no? Como Reed o Harris, pero a lo bestia... Las dos amigas conocian a Dennis Reed del curso anterior. Habian elegido apuntarse a uno de sus famosos talleres de Escritura Creativa y la experiencia habia sido, cuanto menos, surrealista. Reed se habia ganado a pulso todos los rumores que lo tachaban de extravagante, lunatico y estricto. Sin embargo, a Casey le cayo bien. Comprendio que ese aire de profesor excentrico cuadraba bastante con el mundo de la literatura, aunque todavia no pudiera perdonarle que le hiciera recitar varias veces su propio relato delante de toda la clase y de mil formas posibles. <>. Casey sonrio para sus adentros al recordarlo. Maldito Reed... Aun asi, se habia convertido en su profesor favorito y estaba ansiosa por comenzar el nuevo curso en una de sus clases. --A ver... --Casey simulo pensarlo un momento para seguir la broma de Vera--, digamos que Thanos se queda corto a su lado. --!Vaya! Si desapareces, ?puedo quedarme con tu cazadora blanca? --!Ya quisieras! --Lo digo para tapar la cara de ese payaso de ahi --senalo la careta con un comico gesto de miedo--. Eres una friki, ?lo sabias? Mira que traerme a este sitio... Casey se relajo un poco y rio con ganas. --Oye --respondio--, que esto no esta nada mal. ?Y tu quieres ser guionista? --Ya, pero no hacian falta los tarros de ojos ni las aranas. --Es que han pensado en todo, para darle ambiente --iba a darle un sorbo a su refresco cuando vio una mariposa negra aletear hasta posarse en su mano--. !Anda! !Incluso han llenado el local con mariposas! --?Que? ?De que hablas? --Bueno, justo aqui hay una --el insecto ascendio hasta su brazo--, fijate. Los ojos de Vera le devolvieron una mirada confusa. --Casey... ?Estas bien? --Pues claro --la chica seguia embelesada contemplando a la mariposa. Era increible que les permitieran tener insectos vivos en el local--, ?por que lo dices? Su amiga se mordio los labios antes de responder. --No hay... No hay ninguna mariposa, Casey.

  • Khalil, El Hijo Del Desierto de Andrea Adrich

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    Los suenos hay que perseguirlos. Hay que correr tras ellos hasta atraparlos; sin descanso, sin respiro, sin desfallecer... Por muy utopicos que sean. Por muy descabellados que nos parezcan. Eso es lo que pensaba Nadya y, como buena arqueologa, poseia una tenacidad envidiable para conseguir lo que deseaba, por muy dificil que fuera el camino que tuviera que recorrer. Nadya doblo la camiseta de manga corta y la metio en la maleta que descansaba abierta encima de la cama. --?Estas segura de que quieres ir? --le pregunto Emma, su mejor amiga. Nadya giro el rostro lleno de incredulidad hacia ella. --?Lo estas diciendo en serio? --dijo. --Es peligroso. --No seas alarmista, Emma. --No soy alarmista, Nadya. El desierto Blanco de Egipto no es un lugar tranquilo en estos momentos --le advirtio su amiga--. He leido que hay muchos conflictos entre los pueblos que habitan en el. Nadya nego con la cabeza. Emma era exagerada y demasiado pesimista. Por Dios, estaban en el siglo XXI, no en la Edad Media. La gente era civilizada. --No me va a pasar nada --aseguro en un intento por tranquilizarla. --No se como puedes ir... Estas como una cabra. --No estoy como una cabra, lo que estoy es ilusionadisima. Voy a cumplir mi sueno. --Nadya abrio los brazos para enfatizar sus palabras--. Por fin he acabado mi Master de Arqueologia, por fin soy arqueologa, y por fin puedo ir a Egipto a desenterrar su pasado --respondio en tono de ensonacion--. Sabes que llevo meses de un lado para otro haciendo papeles y pidiendo permisos para poder empezar las excavaciones. Emma lanzo al aire un suspiro de resignacion. Nadya era muy testaruda. Nadie le sacaria de la cabeza la idea de ir a Egipto. Ni el anuncio del fin del mundo lo haria. --Has crecido en Inglaterra, pero es indiscutible que corre sangre egipcia por tus venas --apunto. Nadya sintio algo calido en su interior al escuchar aquellas palabras. --Mi madre lo era, y aunque vino a Londres muy joven, yo he heredado de ella el inmenso amor por su tierra --explico Nadya. --Lo tuyo por Egipto no es amor, es obsesion --comento Emma, parafraseando una conocida cancion. Las comisuras de Nadya se elevaron formando una sonrisa en los labios. --Reconozco que la Tierra de los Faraones me apasiona. Para mi Egipto es magia, misterio, encanto... --enumero. Se dejo caer sobre la cama--. Es hechizante --concluyo. Para Nadya, Egipto era un enigma. Nunca dejaba de desconcertarla: su pasado, su historia, la leyenda que la envolvia provocaba en ella una extrana nostalgia. --Prometeme que te vas a cuidar --le pidio Emma, dandose por vencida. --Te lo prometo --dijo Nadya. --Y que no vas a hacer ninguna locura, que te conozco. --Te lo prometo. Emma estiro los brazos y la rodeo con ellos, estrechandola contra su cuerpo. --Te voy a echar mucho de menos, Nadya --susurro con un nudo en la garganta. --No te preocupes, en un par de meses estare de vuelta -- dijo Nadya. --Van a ser dos meses muy largos --apunto Emma, deshaciendo el abrazo. --Podrias ir a verme... --sugirio Nadya. Emma se encogio de hombros y sopeso la sugerencia unos segundos. --Quiza vaya... La idea parecio entusiasmarle de pronto. Dos meses lejos de su mejor amiga, a la que consideraba casi una hermana, se le iban a hacer muy largos. Habian planeado un verano juntas. Irian a Ibiza y se lo pasarian en grande; seria un verano memorable. Se lo merecian despues de todo lo que habian estudiado. Pero Nadya finalmente habia conseguido que le aprobaran las licencias pertinentes y la financiacion necesaria para comenzar sus excavaciones en el desierto Blanco de Egipto, el sueno por el que habia luchado desde que tenia uso de razon. Eran muchas las noches que habian pasado charlando sobre ruinas, historia y descubrimientos arqueologicos... La pasion de Nadya. Emma, mejor que nadie, era la unica que comprendia plenamente su decision de ir a Egipto y dejar atras durante un tiempo su vida convencional. --Iremos a El Cairo, es una ciudad preciosa --la animo Nadya--. Esta a unos 550 kilometros aproximadamente del lugar donde vamos a instalar el campamento. --?Habra chicos guapos? --bromeo Emma. Nadya le paso el brazo por los hombros y la atrajo hacia si. --Estoy convencida de ello. Los egipcios son hombres de rasgos raciales y exoticos, y esa piel acaramelada... Nada que ver con la palidez de los ingleses. Seguro que alguno te gustara... --dijo, guinandole un ojo con complicidad. --Ay, esa piel acaramelada... No me importaria pasarle la lengua a uno de ellos. --!Emma! --?Que? Es para ver si saben a caramelo. Nadya rompio a reir con una carcajada. Emma no iba a cambiar nunca. --?Y tu? --Yo, ?que? --?Cuando vas a echarte novio? --?Novio? --repitio Nadya, como si la palabra le produjera alergia. Se levanto de la cama y siguio metiendo prendas en la maleta--. Llevo toda mi vida estudiando en un internado, lo que menos me apetece ahora es tener novio, atarme a alguien. Lo que quiero es vivir, salir, entrar, y hacer lo que mas me gusta... --!La arqueologia! --le corto Emma, poniendo los ojos en blanco. --Si, la arqueologia --afirmo Nadya. --Querer ir al desierto Blanco en verano solo demuestra tu amor por ella --apostillo Emma. CAPITULO 1 Nadya abrio los ojos de par en par. El asombro asomo a ellos cuando bajo de la camioneta que le habia acercado hasta el campamento donde iba a tener lugar la excavacion. El equipo que iba a acompanarla en aquella aventura llevaba alli dos dias montando las tiendas. El desierto Blanco, conocido como Sahara el Beyda, se desplegaba ante ella como un gigantesco mar de dunas blancas. El paisaje era sobrecogedor, iluminado por una luz vibrante y misteriosa, que jugaba con la arena, creando diferentes colores. Pero no solo el paisaje era sobrecogedor, tambien el sutil aroma a especias que parecia flotar en el aire --o tal vez eran imaginaciones suyas--, y el silencio que lo anegaba todo, que era casi tangible. Nadya respiro hondo. Por primera vez fue consciente de su magnificencia. Era enorme, y no supo por que, pero tenia la sensacion de que tambien era peligroso. No sabia que hora era, pero el crepusculo se cernia sobre su cabeza con una puesta de sol que tenia el cielo de un rosa vibrante. Habia sonado tantas veces con estar alli, que ahora le parecia mentira tener bajo sus pies aquellas arenas que escondian y salvaguardaban misterios de miles de anos de antiguedad. De pronto la invadio una sensacion de irrealidad. Un escalofrio le recorrio de la cabeza a los pies, pese al calor que aun calentaba el aire. En silencio se pregunto que le depararia aquel desierto de increible belleza. Habia ido alli siguiendo el rastro de Akhenaton, el llamado faraon <>, y de su <>, cuya leyenda afirmaba que habia construido con mano de obra infantil. Pero Nadya no solo habia ido a Egipto tras la pista del faraon <>, sino buscando su propio pasado, del que apenas tenia nociones. Solo sabia que su madre era egipcia, de una region cercana al desierto Blanco, y que, por alguna razon que desconocia, se habia ido de alli. Nadya intuia que bajo aquel abandono habia mas, mucho mas... --?Que le parece, senorita Rice? La voz del ayudante de la excavacion, Randolph Crowe, desvanecio la magia del momento y la devolvio a la Tierra. Pestaneo un par de veces para salir del estado de ensonacion en el que se habia sumergido y giro el rostro hacia el. El hombre, pelirrojo y con la cara llena de pecas, la miraba con expectacion. --Es maravilloso --respondio Nadya. --Las puestas de sol que se pueden ver en el desierto son de las mas bonitas del mundo --comento el hombre. A Randolph no le faltaba razon. El asombroso color rosa del crepusculo se reflejaba en el blanco casi puro de las dunas, concediendo al sugestivo paisaje un aire de fantasia. --Venga a ver la tienda que le hemos preparado, senorita Rice --dijo el hombre. Nadya asintio. Berenice alargo la mano de dedos elegantes e introdujo una jugosa uva en la boca de Khalil con un gesto cargado de sensualidad. --?Le gusta, mi senor? --pregunto la concubina sonriente, acercando los labios a su oido. --Me gustas mas tu --coqueteo Khalil, al tiempo que saboreaba la uva. Berenice, una joven de aspecto risueno, con una larga melena de color azabache y profundos ojos negros, se acerco a el melosamente y lo beso. Khalil habia metido ya la lengua en la boca de su concubina cuando unos nudillos golpearon la puerta, interrumpiendo la escena. --Adelante --dijo. La enorme puerta de madera labrada se abrio con un ruido pesado. Un hombre alto, de complexion atletica y pelo negro, vestido con un pantalon oscuro y un caftan gris que le llegaba a la mitad del muslo, entro con semblante serio. --Khalil, los ingleses han vuelto --anuncio, despues de hacer una ligera reverencia a su jeque. El rostro de Khalil se tenso, acentuando aun mas sus rasgos marcados. Enderezo la espalda y se echo hacia adelante. --Berenice, dejanos a solas --ordeno a la concubina en tono autoritario. --Pero, mi senor... La joven acaricio suavemente la mejilla de Khalil en un intento por permanecer en la habitacion. --Ahora, Berenice. --El tono de Khalil no admitia replica alguna. --Si, senor --contesto ella con una reverencia. Berenice se levanto de la cama formada por decenas de brillantes cojines y almohadas y, aunque salio de la enorme habitacion con la mirada baja y una expresion servicial, como correspondia, por dentro la sangre le hervia a borbotones en las venas. Llevaba muchos dias sin poder estar a solas con Khalil; el habia reclamado a otras concubinas del haren, y ahora que por fin la habia elegido a ella para pasar la noche juntos, Salih, amigo y jefe del ejercito de Khalil, les habia interrumpido muy inoportunamente para anunciar que los ingleses estaban de nuevo en sus tierras. Berenice bufo antes de salir de la habitacion. ?Como podia tener tan mala suerte? --Maldito Salih y malditos ingleses --farfullo entre dientes.

  • Una semana de placer de Jc Harroway

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    Actual. Atrevida. Independiente.

  • Genesis de Sofia Olguin

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    EL GENESIS DEL NUEVO MUNDO COMIENZA CON UNA HISTORIA DE AMOR
    Victor es huerfano y vive en el orfanato de Blue Lagoon desde que tiene memoria. Cuando los chicos grandes lo golpean, Vic se encierra en el cobertizo a comer insectos.
    Una tarde de verano, un mago llamado Jonathan llega al orfanato para entretener a los ninos y en cuanto lo ve, Vic se siente misteriosamente atraido por el. Ambos comienzan una ambigua relacion de amistad y el chico descubre que Jonathan tambien tiene aficion por los insectos.
    Vic no comprende la naturaleza de sus sentimientos. Llegado a la adolescencia, su obsesion por el mago lo lleva a hacer cosas que jamas habia imaginado hacer.
    Jonathan ha llegado a Blue Lagoon en busca de alguien. Y cuando ve a Vic, sabe que lo ha encontrado

  • Paranormal de Daniel Fenoll Mediana

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    Daniel Fenoll Medina (12 mayo de 1977, Alicante). Nacido en el seno de una familia humilde, le toco vivir una infancia marcada por la mezcla que existe entre las desdichas provocadas por la falta de recursos y una lucha continua para sobrevivir en las calles de un barrio marginal; uno de esos lugares donde las mafias imponen sus propias reglas. En el intento de dar a conocer a la persona que hay escondida detras de esa coraza, nos expone una pequena cronologia de su vida, en la que ademas ha sido objeto de toda clase de fenomenos extranos. En este libro encontraras el testimonio real de una serie de sucesos que te haran pensar en otras formas de vida y en lo que nos espera despues de esta.

  • Apagame de Una Fingal

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    Desenganada de su matrimonio y de su aburrida existencia, Suzanne Daniels se refugia en las novelas romanticas, viviendo sus fantasias de un modo tan real que muchas veces son causa de problemas o circunstancias hilarantes.

  • El Maestro Del Desastre de Samuel Sanaga

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    Perverso. La idea salio como le salen las ideas a todo gentio: por una minuscula probada, como se lo incito ella al entregarse al sendero de las hormonas. Ella, un cuerpo helado por la incertidumbre que le calaba las entranas, encorvada entre esos brazos como un nino pequeno. El, sudando frio, su piel palida, sus ojos enfermizos y vivaces arriba de orificios diminutos, sentia golpecitos en el pecho de adentro hacia fuera, y el darse cuenta de eso le inquietaba mas. La sentia liviana, porque no era la primera vez que la tomaba en sus brazos. Iba a trote, con el temor de escuchar el sonido de otros zapatos que los suyos en medio del silencio criptico. Llego a una esquina solitaria; al frente, a diez pasos, un muro de ladrillos viejos. Giro a la izquierda, fue estirando las piernas cuesta abajo. La humedad ya se sentia debajo de ese tremendo abrigo y tambien debajo de la capucha, una hilacha de liquido corria por la sien. ?Tan poquito has caminado y ya sudas? De tranco en tranco manoseaba la pierna de la chica, y evocaba movimientos frondosos de glorias bajo sabanas; pero las luces de los postes, uno en cada veinte pasos, imponian entornos amarillentos, hepaticos, en la pista de cerro muerto por la que se desplaza, que parecia aumentar de longitud con cada pisada. La adrenalina de hacer lo que hacia le permitia concentrarse mas en las hileras de casas mudas a la izquierda, y el muro de la derecha del estadio la Bombonera, que continuaba hasta terminar la ultima esquina del bullanguero 15 de Enero. El tipo desconocia el aire que deambulaba; por mas que vivio casi toda su vida en Lima, la frialdad era inusual, parecia penetrar desde los resquicios descubiertos de las ventanas oscuras, entre las lenguetas de tierra laterales a las veredas, le calaba la piel erosionada en puntos como gallina, hasta la punta de los mas reconditos bellos de su pulverizada conciencia. ?O es frio o eres tu el que tiembla tanto? Era precisamente la conciencia la que le estaba jugando una mala pasada. Miro al cielo vacio, Hasta la luna no quiere ser testigo de lo que hare hoy. Por la izquierda, a unos cuantos pasos, un gran grupo de piedras de cemento, desmonte de alguna casa remodelandose, quiza la que seguia. Al otro lado a medio metro debajo de la vista, una cabeza pequena, un par de ojos asustadizos, la criatura escualida denoto su olfato con un sonido, rompio el silencio de la madrugada comenzando a ladrar, el sujeto carajeo bajito y maldijo, se alejaba para prevenir muelas sucias en la piel. Sintio cerca del pie una roca de tamano regular y quiso saltarla, uno de los bordes le rasguno un tobillo, el cuerpo de la chica se le vencio al mar de piedras, el cayo apoyado en sus manos arriba de ella como si la protegiera, en posicion de cuadrupedo. Quedo perplejo un instante observandola, Gerald giro un tanto la cabeza, una roca le elevaba por su lado occipital. El tipo sintio dolor ajeno, se reprochaba, !Como llegue a este punto! Se levanto sintiendo hinchazon en las palmas de las manos. Alargando los brazos, quiso recogerla mientras los ladridos lo aturdian; puteo al perro, cogio una piedra y le asesto en pleno pescuezo. Sus ladridos se opacaron y se alejaron al igual que su silueta a la luz de un poste, al profesor le quedo en la cabeza el sonido de la piedra impactando esa piel. Recogio a la adolescente en sus brazos y reanudo la corrida. Su mente maquinaba forzosa, por querer callar la conciencia que brotaba; recuerda ocasiones entretejidas en telaranas, una sobre otra, cuando la perforaba con gusto y todo, sus movimientos, sus melodiosos gemidos bajo su cuerpo, sus temblores, las canciones que canturreaban luego de la accion en un limbo de oscuridad total, juntitos, endiablados, en medio de cuatro estrechas paredes. Quiso recordar mas, pero un sentimiento le golpeo el foco de su atencion; empezo a ralentizar sus pasos. A solo unos cuantos metros de la ultima esquina, el profesor dejo de correr. Quedo inerte un instante, mirando al suelo. Su memoria opera: la vez que se pasearon el parque de La Reserva, el la empujo hacia uno de los chorros que formaban arcos acuaticos cubriendo sus cabezas, emocionados con los reflectores de luz, ambos metiendo las manos en los arcos para lanzarse el agua como ninos; Tambien vino la vez en que ella se asomo al salon del primero C mientras el espectaba desde el pupitre a los uniformados haciendo tareas, se acerco y le dejo en las manos un poema que le habia compuesto, cuyas letras manejadas de su mano, le hicieron sentir un sabor a madurez y verano mezcladas en un solo cuerpo, y no pudo despedirse de el mas que con una estrechada de manos por miedo a que los chiquillos de primero vieran cosas imprudentes; Finalmente le vino a la cabeza la ocasion en que, sentados en un banco de madera labrada, apreciando un grupito de ninos dando vueltas en el centro de una alameda, ella le apreto las mejillas con dulzura como nunca sintio que se lo habia hecho mujer, mirandole a los ojos y susurrando: Te amo. La letra de una cancion de Grupo 5 pasaba por su mente, ?Por que tengo ahora estos recuerdos tan triviales? Todas esas imagenes, siempre con una Gerald sonriente, pudica, le hicieron analizar en como el amorio desequilibrado que vivieron los llevo a perder toda pulcritud; Tanto horror, tanta inconciencia, tanto condenado. Por fin bajo el rostro para verla: la muchacha tenia los parpados cerrados, tan dulce se veia con la carita blanca apegada a su pecho, silenciosa, drogada. Empezo a dudar; con todos los pensamientos de arrepentimiento y empatia que le apesadumbraban, deseaba hacerle algun bien y dejar de pensar --por lo menos por unas horas-- en si mismo y en su hambre de venganza, y la depresion de no volver a sentir -- ?Que cosa?-- el ocio, los bailes, las canciones, sus rodillas, sus muslos, su… !Ya! Carajo, ya se habia invertido mucho tiempo como para pensar en tirar la toalla justo ahora, en la penultima etapa. Aquella voz estridente le persuadio a seguir. Dio tres pasos agigantados. Freno de nuevo, los brazos, las piernas y el torso entero llevaban un temblorcillo que aumenta mientras mas piensa. Miro al frente, la calle despejada. Volvio a avanzar, cruzo el umbral de la reja en la que terminaba el barrio quincineriano, giro en diagonal a la izquierda donde lo esperaba el carro azul, al costado de un terreno baldosado y con cesped, con ciertos banquitos de concreto. Abrio la puerta trasera y acomodo a la chica durmiente en los asientos. Gira la vista, observa el tramo de la pista que va en subida, Tanto me he demorado en esa poca calle. Dejo a la adolescente con el cuerpo estirado y cerro la puerta. Acerco la muneca izquierda y apreto el boton de la luz. Eran las tres. Froto las palmas de las manos por los ojos y parte del rostro. La observaba recostada sobre su lado izquierdo. La piyama solo consistia en una camiseta rosada y un pantaloncillo plomo y delgado, y penso nuevamente en que Esto pudo haber terminado mejor. Giro la vista a la derecha, un misero pedazo de cesped del terreno baldosado. Sacudio la cabeza y las manos para darse valor. Entro al vehiculo y giro la llave. Tremulo, arranco a gran velocidad. II --Claro que esos sentimientos llegan cuando estas mas hundido, para terminar de fregarte --Ricardo hablaba senalando hacia abajo con la vista. Tenia apariencia trasojada, como si no hubiera dormido la noche anterior. Gerald cruzo los brazos sobre la carpeta. --Ya hasta hablas como filosofo... o, mejor dicho, pretendes hacerlo --respondio. --Tu no tienes enamorado, ?no, Gerald? --Stefany pregunta, dejo de maniobrar el lapicero azul y manoseo su barbilla. --No. --Geraldine es una intelectual, cualquier mequetrefe no estara a su altura --afirmo Ricardo palmeando la carpeta y sonriendo. Gerald permanecio seria. --No es que sea sobrada, simplemente no me da la gana. --Lo que pasa es que eres un poco alzada, Gerald, no lo niegues --dijo el companero bromeando; abajo de su barbilla, se lucia el lapicero al lado de una letra mayuscula escrita en el cuaderno. Lo tomo, observo su cobertura negra. --Que no soy alzada. --Si lo eres, se te nota en los ojos. --Eres mal educado --reprendio Stefany--, no sabes expresarte con amabilidad a una chica. --Soy directo, mujer. --Te apuesto que nunca tuviste enamorada. Gerald oprimio la punta con tinta haciendo el punto final al parrafo. Dejo caer al lapicero sobre el cuaderno. --?Tu crees en el amor? --Stefany le hablo apoyando la cara sobre sus manos. --Yo creo que ese... ese manojo de emociones... florece... en la juventud. Stefany junto los parpados. --Oye, ?que te has fumado? --Nada que te importe. --No necesitas decir cosas elegantes a cada rato. Gerald apoyo la nuca en sus manos, mirando hacia el techo. Los amorios no la preocupaban, preferia pensar en su ninez, ?Te acuerdas? Tu cabello era olitas diminutas, y tu mentecilla se preocupaba en juegos libres, caricias, ganarles las canicas a los ninos, los malditos ponies que nunca te compraron, en vez de preocuparte en rellenar cuadernos, presentar tareas ineficaces, escuchar a tus companeros hablar estupidez y media. Ella baja la vista para observarlos: sus palabras son ausentes a sus meditaciones, dos ojos masculinos hundidos arriba de pomulos redondos, casi una senal de depresion, una voz dulce; la companera de al lado, robustita, lentuda, intercambiaba palabras como no lo hacia con muchos. Los uniformados de todo el sitio se prestaban a socializar; el profesor, estrabico de sus actividades, sentado en su pupitre, ojeaba un cuaderno y una hoja se caia para un lado, tenia cuadraditos rellenos de numeros diminutos, y Gerald se preguntaba de que color eran esas notas, Mas rojas que azules, de seguro. Giro la cabeza a la izquierda y miro a los demas; unos copiando la tarea de la pizarra, otros, tan ajenos al texto, intercambiaban frases y abrian grande la boca, tan profunda como un tunel, y los ojos, como si no pareciese que se estan riendo de lo sucia que esta la falda de una companera, otro se burla senalando al alumno que apoyaba la cabeza y los brazos sobre la carpeta, muerto en suenos, delante de ella. Dejo caer los brazos a los costados. Nunca hizo falta las presiones atolondradas ni los castigos risibles de ineficaces padres para que mantuvieras buena posicion en los puntajes ?no, Gerald? Eres de las muchachas que poco se encuentra, y que poco se conoce, y con el soporte social de conversar con muchos y amistarte solo con algunos cuantos. En sus pensamientos mas comunes idealizaba que nadie podia negar lo atractivo y lo presentable de su fisionomia, un par de ventanas cristalinas con dos pelotitas negras brillosas, con apariencia de piedad, y en medio una nariz regular y lisa, como la tez blanca. De lejos, parecia que su rostro llevara una forma casi redonda, pero su mirada era de las que pronosticaban a la primera impresion un gesto de pureza, armoniosa con la personalidad esbelta que demostraba. Se acordo del consejo de alguien, que solo le hacia falta lentes para combinar lindura e intelectualidad, pero ella aborrecia la idea. "Las personas que usan lentes son muy intelectuales". Gerald puso las cejas pesadas, ella conocio a personas de erudicion que no necesitaron mejorar la apariencia con un par de vidrios, y lo confirmo al mirar a la derecha, en el grupo de cuatro carpetas mas cercano a la puerta, El Duro lanzaba a sus companeros repulsivas babosadas y mentadas de madre, llevaba puesto un par de ojos adicionales como apariencia de "intelecto"; tambien giro al sentido contrario para divisar, en el otro grupo, a la companera que hoy se puso en la vista un par de lunas con monturas rosadas y pensaba lo mismo que sus companeras le decian: "Se te ve lindo", "Te asienta". Gerald la miro bien, !?te asienta?! No pudo evitar que salga un sonido risueno. --Tonta-- el pensamiento salio literalmente de su boca. Miro a su costado, Stefany escribia concentrada, no la escucho, parece. Volvio a poner las manos tras la nuca, relajandola. Ricardo ha levantado la vista para verla. Ella percibe a su companero por el rabillo del ojo, se formula la duda si le esta viendo los pechos o si esta mirando hacia otra direccion. Dirigio el iris hacia el, el muchacho bajo la mirada al cuaderno donde transcribia. --Se ve que escribes muy rapido, Gerald. --Ella ha devuelto la vista al techo. --Asi es. A dos carpetas de distancia, Jorge, un palillo alagado, torcido, con la piel de un matiz oscuro, la miraba de reojo a su izquierda. Jugaba con un D.N. I. ajeno en una mano, leia el apellido Castillo. --Maldita --susurro entre dientes. --Oye, tu si te pasas. --Aurelio se acomodaba el cordon amarillo que se le caia del hombro. Estaba riendo. --De que cosa. --Angello le miraba con ojos vivos. --Lo de hacer una de esas jugadas. Pero seria bacan, ?no? --Si, pues, tenemos que hacerlo. --Verdad, la profesora de historia dejo tarea ?no? --dije yo. --Creo que si --dijo Aurelio, y siguio el tema-; pero no hay maestro mas jodido que Paul. ?Te contaron lo que hizo en el bano? --En el bano pasa de todo. Claro. --El tiene tino para eso. --Si, ?no?, ese huevon revento una rata-blanca en el water, ya te imaginaras como salio la aguita marron como volcan --dijo Angello, la risa se le salia atorada, y sus ojos se ponian mas chinos. Los tres saliamos del salon despues que la campana del recreo habia sonado, ya medio salon habia desaparecido. Nos ibamos al bano. --A mi me han contado que dos anos antes, uno de quinto se grabo cagando encima de una carpeta. --!Ja, ja, ja! --Y fue en el salon donde estamos ahora. Yo los escuchaba casi sin hablar mucho, el pasillo no tenia mucha gente que estorbaba el paso, hasta llegar a donde queriamos. El bano tenia una reja nueva, observamos las losetas limpias y celestinas del lavadero de un lado, antes eran de un color blanco falso, porque parecian con manchas amarillentas de tanto uso. Cuando entramos los cuadritos de losa estaban tan nuevos que hasta reflejaban las caras. Se veian mejor a comparacion de antes, cuando los banos de los hombres estaban en el segundo piso y no habia ni puerta, un marco de fierros oxidados rodeaba la entrada, y algunos de los bloques donde estaban los inodoros no tenian ni puerta. --Me gustaria hacer algo mejor que eso --dijo Angello mientras se acercaba a una puertilla y la abrio. --!Oigan, oigan, miren aqui! Angello ?Te refieres a esto? --Aurelio senalaba el inodoro y nos acercamos a mirar. Al fondo de la tasa en medio de la aguita repugnante, habia un DNI enmicado y con la cara de una chica en la parte frontal. Rieron mas fuerte que antes. --Ella no es.... --No jodas. --Ella no es... --!Esa es Gerald! alaaa, esto es literalmente la prediccion del futuro --dijo Angello. --Pues, si sigue siendo como es --dijo Aurelio. --?Como "es"? --dije yo. --!Ah, perdon, Ricardo! no debi decirlo contigo aqui. --Aurelio me tocaba de un hombro y luego se tapaba la sonrisa con la mano. En el recreo, ha llevado una silla cerca a la puerta, y sentada, observaba el desfile desorganizado de jovenes de todas las clases y tamanos, y le distraen de sus pensamientos dos criaturas enanas que parecian saltar delante suyo a toda prisa como crias de chivo. Los nuevos que entraron a secundaria siguen pareciendo ninos, ?no?, y que feo, Gerald, estos mocosos parecen ser mas vivos de lo que eramos el C en primero. Por andar correteando casi le arrancan los audifonos que estan colgando del cierre de su casaca, que reproducen una cancion a bajo volumen. Se los pone a los oidos. Entrelazadas como canasta, dos de sus companeras van tomadas del brazo al quiosco, igualitas como la mayoria del colegio: las vastas de las faldas cuatro dedos mas subidas de la rodilla, los cuellos de la camisa sin abotonar, bordeadas por una especie de culebras oscuras y largas, y los monos que no estan detras de la cabeza sino arriba en la coronilla, deformes, informales, sujetos con un cole de distintos colores, ?De donde salio esa moda tan lacra? Quiza nunca lo sepas, Gerald; para ti las vacaciones ya terminaron, fueron dos semanas pequenisimas, solo una interrupcion a diez meses de rutinarias ensenanzas, un pequeno viajecito a provincia, para visitar a los primos, unas cuantas vueltas a la Lima jodida, y de vuelta seis horas y media adentro de esta cazuela pintada de azul, casi todos los dias, acompanada de chibolos excentricos y estrabicos que se creen de lo mejor, aunque para algunos de ellos, las vacaciones nunca terminan. El timbre ha sonado y ella prefirio meterse sin comprarse algo para el estomago. El recreo duro veinte minutos y hacia falta cinco para que todas las cabezas dejen de chapar en los sitios oscuros, los hombres dejen la pelota y todo el mundo se encuentre en el aula. Los del quinto C entran mas despacio, porque parece que el profesor de fisica no llega todavia. --Y eso que el es puntual --ha dicho Saltachin--. Hoy toca fisica ?no? --?Ya no te acuerdas? --le dijo El Duro-- Mejor si no viene. Ambos estiran las piernas por el pasillo, se alejan del salon, pero grande es su sorpresa al ver llegar a una mujer de contextura regular, de cabello corto color rubio artificial, y usando un par de ojos adicionales con monturas doradas y redondas como un reloj de pendulo. --Mierda, alla esta Elia. --Ah, que pesada.

  • La tribalizacion de Europa de Marlene Wind

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    Estudiosa y defensora a ultranza de la UE, Marlene Wind expone en este libro el peligro que supone para el continente europeo la aparicion de partidos y movimientos nacionalistas y populistas que, sin valorar la responsabilidad que ello implica, propugnan la independencia de territorios europeos, provocando lo que
    Wind denomina la <> o <> de Europa. Continente este que en unos anos sera el que menos potencia demografica tenga en el mundo y, como consecuencia de ello, cualquier accion de disgregacion y ruptura repercutira en su poder y en su supervivencia. Gran conocedora de las incongruencias del discurso independentista, abordara en este trabajo su oposicion al proceso soberanista que se esta viviendo en Cataluna.

  • Prestame a tu hermano de Iris Boo

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    Angie ha tenido que renunciar a muchas cosas por su familia; aplazo sus estudios de enfermeria por cuidar de su abuelo enfermo, no se independizo para poder cuidar de su abuela… Y ahora ni siquiera tiene suficiente dinero para arreglar el tejado de su casa en plena temporada de tormentas. Pero no todo esta perdido. Ha hecho nuevas amigas, y estas estan dispuestas a ayudarla a superar este bache. Entre ellas Maria, que no dudara en prestarle a su hermano Alex para solucionar su problema.

  • La teteria de la felicidad (Valerie Lane 1) de Manuela Inusa

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    Laurie es la propietaria de una pequena tienda de te en la romantica Valerie Lane de Oxford. En su teteria se venden los tes mas deliciosos del mundo, y sus clientes se sienten como en casa; es comoda y acogedora e irradia la misma calidez que la propia Laurie. Su unico problema: el amor nunca le ha acabado de funcionar. Y, mientras, Laurie lleva meses sonando con Barry, su atractivo proveedor de te… Asi que las amigas de Laurie deciden que es hora de trazar un plan.

  • Croatoan (?Tu me ves? 6) de Gemma Herrero Virto

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    El esperado final de la saga ?Tu me ves?

  • El desfile salvaje de Hugo Burel

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    Una historia del mejor cuno de la novela negra, una inquietante thriller psicologico que atrapa sin respiro y en el que se impone con fuerza el deseo, intenso y tan humano, de no resignarse a vivir una unica existencia.

  • La rubia de hormigon (Harry Bosch 3) de Michael Connelly

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    Harry Bosch se enfrenta a un juicio interpuesto por la familia de Norman Church. Anos atras, estando de servicio, Bosch mato a Church, a quien creia culpable de una serie de asesinatos. Todos los indicios indicaban que tras este se ocultaba un asesino en serie apodado ?el Fabricante de Munecas?, un hombre que maquillaba como munecas a sus victimas, la mayoria de ellas prostitutas. La viuda de Church sigue insistiendo en la inocencia del que fuera su marido y su abogada alega tener pruebas que ofrecen una coartada a Church para uno de los asesinatos que en su dia le imputaron. El hallazgo de un nuevo cadaver con el sello de Church, pero cometido tras la muerte de este, complica aun mas las cosas para Bosch, quien tendra que enfrentarse a la presion del juicio mientras intenta resolver un caso que pone a prueba la credibilidad del departamento de policia.

  • Retractate de Sophie Saint Rose

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    Muriel Daniels odiaba a Parker Montgomery. Le odiaba de veras y no solo por la disputa que habian tenido sus familias durante generaciones, sino porque el aprovechaba cada oportunidad para intentar ridiculizarla como habia hecho por primera vez cuando tenia quince anos. Pero habia llegado el momento de vengarse de veras y en cuanto tuvo su oportunidad, no la desaprovecho. Era una pena que no hubiera salido como esperaba.

  • En la piscina vacia de Felix Sabroso

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    Llevaba ya mas de dos anos sin escribir. Casi ni siquiera fantaseaba con hacerlo. Me habia dedicado un tiempo, demasiado, a esa pequena literatura oral que nos convierte en charlatanes de fiestas, sobreactuados de red social, manipuladores de las palabras en favor de un goce no siempre de ida y vuelta. Un intenso palabritas, sobrado y elucubrador. Un pesado a evitar, soportable solo a ratos. Siempre conseguia eludir el papel. No queria bajar al sotano, aterrado ante el sonido que de alli me llegaba. No era un sonido, era un terrible olor que a duras penas conseguia disfrazar, un hedor sonoro como un grito podrido. Pensaba a menudo que era cuestion de tiempo, de rachas, periodos de observacion y reflexion, de etapas de llenado. Acumulando sin discriminar, como si todo fuese informacion, como si todo me sirviese alguna vez para algo en mi Diogenes absoluto. Amontonando vivencias apestosas, situaciones y miradas como bolsas de basura apiladas en los pasillos... Me castigaba y me toleraba al mismo tiempo. Siempre supe hacerlo, combinar indulgencia y autorreproche, mi coctel favorito. Pero en cada uno de aquellos dias habia siempre un momento para la decision y la audacia, asi me convencia de que estaba intentando remediarlo, de que arrancaria con la escritura por fin partiendo de cualquiera de las innumerables ideas que diariamente hacian en mi el camino de entrada y salida. Cualquiera de ellas, incluso la peor de todas. La satisfaccion estaba solo en pensarlo: un goce neurotico, una fantasia analgesica y paralizante. El cuerpo obedece con automatica ferocidad y busca caminos para nuestros mas titubeantes requerimientos, casi siempre en contra de nosotros mismos. El cuerpo gobierna y, atendiendo a ese deseo de volver a escribir, realizo algunos movimientos, intentando ponerle remedio de la unica manera que sabia: haciendo mas ruido aun, rompiendolo todo y poniendome en jaque. Asi, una noche en la que el olor estaba a punto de asfixiarme, mi cuerpo abrio las ventanas de par en par; y alli estaba el, husmeando, merodeando. Y yo, claro, lo deje entrar. Aun confundo el momento exacto en que entro en mi vida, pero esta intacto el retrato mental que me hice de el. Era un torpe, un ambicioso, el muchacho sordo y mudo que tenia todos los nombres y ninguno. Ese idiota innecesario al que invitaria al festin con mi desden de vampiro amateur y mi exceso de falso enamorado de la vida sin decirle que el era la unica vianda. Lo habia visto ya antes, a distancia, y sabia lo que estaba haciendo. No eran, ni por asomo, pasos inocentes los suyos, pero los mios tampoco. Comence con algunas frases tontas y el respondio con algun cuestionable halago. Luego, un gesto suyo de prematuro desinteres fue decisivo para que afilase mis colmillos y me tirase en barrena a por el a una velocidad vertiginosa y comica a un tiempo. Se llamaba Victor, como siempre humilde y pretencioso como el charol embarrado de un zapato que no esta hecho para caminar y que sin embargo lleva ya el cuentakilometros al limite. Podria completar la descripcion pero lo cierto es que el dibujo a trazo gordo del idiota interesado saltaba de el a mi como las pulgas... Y nos fundiamos, o mejor, nos confundiamos, mezclandose nuestros rasgos de origen antagonicos hasta el mimetismo absoluto, como en esos videoclips con morphing de los noventa. Asi, a veces yo era el y otras el era yo, a veces moria de pena por el y otras me lamentaba de mi mismo. En cuanto a el, tambien a veces le ocurria todo, pero casi siempre nada. Podria dedicar mas tiempo a describir con detalle todos los episodios de esta breve relacion que venia a colmar el vaso, a provocar un equilibrio a traves de un gran desastre, a cambiar las cosas quiza o a desmontarlas definitivamente para que nada se moviese. Podria contarlo, disfrazando habilmente las obviedades, porque tengo cada instante de aquellos escasos dos meses minuciosamente elaborado y, por supuesto, reinventado: cuando el idiota se hizo listo, cuando yo me volvi idiota, cuando manipule triunfante, cuando me dieron la vuelta, cuando crei amar, cuando jugue sin piedad, cuando creyo amar el, cuando me desprecio, cuando se sintio despreciado, cuando nos reimos todos de el, cuando el se rio el ultimo... Pero definitivamente esto no es una cancion de amor, hablamos del egoismo y sus excelencias, asi que el relato exige a gritos una elipsis. Se trataba de un asunto de dos tan intenso como comun, tan brillante como repetido, de tal manera que todo el que fuese ajeno a aquella borrachera emocional, es decir, todo el mundo excepto yo, lo encontraria, sin duda, eludible, inutil, soporifero y no pasaria de estas primeras paginas. Malos tiempos para cuentos de amor con el unico y endeble fin de emocionar, para historias esperanzadoras que no han sido desvirgadas por venenosos puntos de giro, para paginas y paginas de dulce retrato prenado de eficaz empatia pero sin cargas de dinamita ocultas tras cada punto y aparte. Nada de eso. Voy a ir a lo que considero sin duda el verdadero arranque de la cuestion. Dare un salto mortal para situarme directamente en el momento en que mate a Victor. Aquella imborrable noche en la que destroce a ese muchacho de tal modo que no lo reconocio ni su madre. 2 Comienzos exagerados de eyaculador precoz. Siempre me pongo el liston muy alto para asi defraudar y defraudarme, creando para mi mismo un apacible fracaso, una emocion familiar que me devuelve al mismo lugar: ese narcotico confort donde siempre me rindo, me inmovilizo y apago el ruido. Destroce a aquel muchacho de tal modo que no lo reconocio ni su madre. !Que exageracion tan resultona! Soy un gandul acomodado con infulas de roquero que confunde a la audiencia haciendole esperar algo mas audaz, incorrecto y emocionante de lo que en realidad fue: ni un crimen de pasiones del hemisferio sur, ni el de un psicopata descuartizador, ni el de un escritor asesino con complejo de Dios --creador y destructor, filosofia y metafora del mundo que se desmorona, la podredumbre de la sociedad del exito, ego y naturaleza creativa--. Nada de eso. Fue solo un torpe accidente: no conduzco bien, no conduzco nada y habia bebido tanto como una comunidad autonoma. No estaba colerico ni desesperado, no se me habia colmado el vaso, aun no estaba a punto para la revolucion que posteriormente protagonizaria. Solo fue una llamada de atencion, un trailer promocional, una actuacion histerica e innecesaria: me largaba de la fiesta de cumpleanos de Adriana, mi editora, tras discutir con ella -- desacuerdos y amenazas-- y despues de una sobredosis de impertinencias de Victor. Pero la fiesta la dejamos para luego. Ahora vamos al accidente: a la rueda que marcha adelante y atras, al neumatico chirriante, a mi mano errada titubeando con las marchas, quemando el mecanismo, a su cabeza arrastrandose por el asfalto, al chof de cucaracha aplastada, al ruido de la maquina cuando cruje al ser. Le habia pedido las llaves de su coche. Nos conociamos hacia apenas dos meses y era nuestra primera fiesta juntos, pero el ya sabia perfectamente que yo no conducia nunca y se hacia evidente que estaba muy borracho. Aun asi me las dio. La indolencia y la irresponsabilidad impidieron que Victor dudase ante mi solicitud, muy propio de una generacion en la que debieron verter sosa caustica sobre el neurotransmisor encargado de la empatia con el projimo. Sali de aquel chale --oda tantas veces repetida al siglo XX y sus excelencias decorativas-- haciendome notar, interpretando el orgullo, la altivez y la radicalidad de alguien que hubiese llegado a una suerte de conclusion iluminada: una tontuna en contra de todavia no sabia que... Como pude llegue al coche y, tampoco se como, consegui meter las llaves en el contacto. El equipo de musica se activo enseguida, saturando y aniquilando mas si cabe mi percepcion del entorno. Sonaba un CD del chico, una macarrada infumable. No lo apague. La senti de pronto como la banda sonora perfecta para dar contenido a mi terrorista interior; en ese momento yo era Victor. Y probablemente tambien Victor fuera yo, porque hizo lo que sin duda hubiese hecho yo mismo: seguirme arrepentido hasta el parking. En nuestros escasos encuentros esos habian sido los pequenos gestos que yo interpretaba como amorosos, no habia otros a los que asirse. Asi se construia nuestro endeble y enganoso asunto. Victor me siguio preocupado y a mi, subjetivo como mi oficio, estos cuasigestos me ponian hasta el culo de endorfinas. Probablemente solo penso --porque efectivamente alguna vez parecio hacerlo (mas por fria templanza que por comun proceso reflexivo)-- en como cono volveria a su barrio desde aquella urbanizacion tan irritantemente desubicada, o quiza temio que me cargara su coche, su unica y mas preciada propiedad: una chatarra patria de tercera mano. Di marcha atras. No lo vi, nunca lo veia y esta vez tampoco. No supe que era lo que se habia enganchado, primero a las ruedas y luego al chasis inferior. Lo arrastre una y otra vez. En lugar de frenar, debi de concluir que la mejor manera de deshacerme del bulto seria superarlo, pisotearlo hasta que se soltase. Tambien soy asi, cuando la cago insisto hasta la gran cagada y remato... No fue tan facil mover el vehiculo adelante y atras, pero segui hasta acabar envolviendolo todo en humo. Por fin me detuve y baje del coche. Alli estaba Victor: sus zapatos pretenciosos me enternecieron. Me di cuenta por primera vez de que los llevaba para buscar mi aprobacion, otro gesto que sobreinterprete nuevamente como mudo acto de amor. Asi, antes del horror, primero senti lastima de aquel pobre hombre que en ese momento era yo; antes del horror, me cupieron incluso las milesimas ironicas, el chiste que enciende la culpa inmediata y te obliga a recular sobre ti mismo. Una casi risa ante sus delgadas piernas saliendo por la parte trasera del vehiculo: una imagen de dibujos animados, el coyote aplastado. ?Por que no grito? ?Por que cayo inerte desde el primer instante como un saco de patatas? No somos de piedra y, aunque recorramos carreteras secundarias ante el dolor --humor, escepticismo, lastima--, al final, en estas situaciones, de un modo o de otro, siempre acaba teniendo lugar la unica posible emocion de resultante logica: el horror absoluto. Vomite, me cegue y camine por las calles oscuras de la urbanizacion hasta poner entre ambos toda la distancia posible. Pero no la suficiente. Victor se quedaria conmigo mucho tiempo. ?Como llegue hasta el centro y hasta mi casa desde aquella colonia periferica? Eso es otra elipsis. El caso es que llegue y no debi tardar tanto porque la enajenacion nerviosa no me habia abandonado aun... Asi comenzo todo: el panico, la espiral de errores, las hojas de periodico tapando las ventanas, el fantasma maltratador, la locura absoluta... Pero rebobinemos hasta Adriana, mi editora, su cumpleanos, la fiesta y un grabado de Baco

  • Carreteras de otono de Lou Berney

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    A Frank Guidry se le ha acabado la suerte. Fiel empleado del capo de la mafia de Nueva Orleans Marcello, Guidry sabe que todo el mundo es prescindible. Pero ahora le toca a el; sabe demasiado sobre el crimen del siglo: el asesinato de JFK. Sin apenas opciones, Guidry se echa a la carretera camino de Las Vegas para ver a un antiguo socio.

  • El Vaquero (Los hermanos Walker 2) de Amanda Adams

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    Persigues tu sueno.
    Respeto eso.

  • Seduciendo al diablo de Olivia Kiss

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    Todo parece apuntar a que Sophie Thomson terminara casandose con el duque de Wellington, el mejor candidato de la temporada. Sin embargo, durante un baile de mascaras, Sophie conoce a Jack Gallard o, como toda la ciudad lo llama, el mismisimo diablo. Un hombre poco respetable, de sonrisa seductora y mirada intensa que le ensenara que, a veces, correr riesgos vale la pena. Y mas si esos riesgos tienen mucho que ver con el deseo por lo prohibido, el amor y la felicidad. ?Conseguira Sophie seducir al diablo.?

  • 21 (humano perfecto 1) de Alejandro Barvel

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    Un futuro tragico para nuestra especie cimentado en la desidia del ser humano.

  • Papi de Jorge Borges

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    Frank no era un hombre cualquiera.
    Era el p*to amo de Nueva York.
    Penthouse en Manhattan.
    Cuerpo de infarto. Empresa multimillonaria.

  • La catadora de Hitler de V.s. Alexander

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    ?Hitler se suicido o fue asesinado por uno de sus mas cercanos colaboradores? Basandose en la estremecedora historia de Margot Wolk, V. S. Alexander ha escrito un absorbente thriller que pone en duda lo que sabemos sobre la muerte del Fuhrer. Cuando los bombardeos de los Aliados comienzan a caer sobre Berlin, los padres de Magda deciden enviarla con sus tios a las montanas, donde le consiguen un trabajo en el Berghof, el lugar de descanso de Hitler. Tras una serie de rigurosos examenes fisicos y mentales, es asignada a la cocina. ?Su labor? Formara parte del grupo de mujeres dedicadas a catar los alimentos del Fuhrerpara asegurarse de que no esten envenenados. En medio de la belleza de los Alpes bavaros, poco a poco Magda se olvida de los horrores de la guerra y del peligro que arrastra su nuevo trabajo. Sin embargo esta aparente calma se esfumara cuando conozca al capitan de las SS Karl Weber, un conspirador que intenta convencerla de que el Fuhrer debe morir y ella es la pieza mas importante de un complot que pondra a prueba su inteligencia y lealtad. La novela inspirada en la vida de Margot Wolk, catadora del Fuhrer.

  • En la piscina vacia, Felix Sabroso de Felix Sabroso

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    Un thriller psicologico, una profunda revision de los sentimientos mas repulsivos y nobles del ser humano a traves de un protagonista inolvidable, un Raskolnikov del siglo XXI.

  • La promesa de Pisa de Juan J. Prieto , Mano Bouzamour

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    Sam Zafar, hijo de inmigrantes analfabetas y fieles seguidores del Islam, le hizo una promesa a su hermano en Pisa: no equivocarse como el lo hizo, no terminar en la carcel.

  • Pacto entre hermanas de Ivette Chardis

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    Dos mujeres independientes y un baron dispuesto a conquistar a una de ellas.

  • Carlota en las alturas de Mercedes Alonso

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  • ?Es o no es? de Cristo Alcala

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