miradas que matan libro
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miradas que matan libro - Agustin Sanchez Gonzalez
https://gigalibros.com/miradas-que-matan.htmlEllas matan mejor, ese era un titulo de un libro espanol que encontre casualmente en una de las librerias de la Cuesta de Moyano, en Madrid. Por aquel tiempo, aun no existia la moda televisiva que recogio diversas historias de mujeres asesinas. Esas historias de mujeres espanolas me conmovieron y me invitaron a recoger las historias de las damas connacionales que vivieron el drama del crimen, la tragedia por vivir en una sociedad que las aplasta. Poco a poco fui leyendo y releyendo historias que habia sub- rayado en diversos libros, en periodicos del siglo XIX o en las hojas volantes impresas por Antonio Vanegas Arroyo, que fueron ilustradas por Jose Guadalupe Posada. Asi me centre, en principio, en los primeros anos del Mexico Independiente con una historia que habria de repetirse una y otra vez: una mujer que asesina a su marido, en 1836, un diputado de aquella epoca. Ahi arranca este libro. Despues llegaron otras historias, hasta terminar en el siglo XX, cuando los Jurados Populares absolvieron Maria Teresa Landa, la primera Miss Mexico, una historia que ha cautivado durante decadas a quienes la conocen. Este libro, recoge cronicas que son un fiel retrato de una ciudad y un pais que se niega a cambiar sus patrones de conducta; mu- chas de ellas fueron transcritas tal cual, otras han sido reelaboradas, pero todas, confirmado, existieron, son parte de la tragedia y de la tragicomedia nacional. Por ello, este libro tiene una deuda con autores como Enrique Flores, que prologo Unipersonal del arcabuceado, que se constituyo en una fuente fundamental para recoger algunos de los primeros relatos. Varias lecturas mas, contribuyeron a la realizacion de este libro, como la marquesa Calderon de la Barca, quien no sale del azoro al descubrir muchas caras bonitas entre las mujeres matadoras de hombres. Otros grandes escritores como Federico Gamboa y Angel de Campo; el primero, famoso autor de Santa, fue un amigo de la Malaguena, una celebre prostituta, quien fue asesinada por la Chi- quita, otra hetaira que genero uno de los casos mas revisados de esa epoca y cuya referencia la escribio en Mi diario. De Angel de Campo, el gran escritor costumbrista que firmaba como "Micros" o como "Tick Tack", transcribimos un fragmento de una de las novelas fundamentales de nuestra historia: La Rumba. Importantes fuentes de consulta fueron los escritos de Carlos Roumagnac, sobre todo Los criminales en Mexico, de donde recogimos un par de casos; el estudio de Julio Guerrero, La genesis del crimen en Mexico: estudios de psiquiatria social; el texto El jurado absuelve, del abogado Federico Sodi, quien fue protagonista de una epoca en que, como dijimos antes, los Jurados Populares llegaron a tener tanto poder que absolvieron a muchas mujeres (y hombres) tan solo por simpatia, lo que a la postre condujo a su desaparicion. Fue esencial revisar una coleccion que escribimos hace varios lustros: La nota roja, en la cual participo una decena de autores, coordinados por Eugenio Aguirre, y entre los que se encontraban Victor Ronquillo, Victoria Brocca, Ana Luna, Gerardo de la Torre, Myriam Laurini, Rolo Diez y otros mas, ademas del que esto escribe. Finalmente, este libro tambien es un homenaje al genial Jose Guadalupe Posada, personaje fundamental en nuestra cultura, que ilustro un sinfin de historias de nota roja en hojas volantes que salian de la Imprenta de Antonio Vanegas Arroyo, redactadas por diversos escritores hoy olvidados, cuyas palabras quedaron como un fiel testimonio de la epoca y que rescatamos ahora. Algunos de estos geniales maestros de la pluma, creadores de excepcionales cabezas que permitian a los ninos gritones, vendedores de periodicos, solazarse con ellas, y que escribieron muchas de esas cronicas fueron Constancio S. Suarez, Rafael Garcia, Rafael A. Romero, Ramon N. Franco, Manuel Romero, Manuel Flores del Campo, Francisco Zacar, El Choforo Vico, Ramon N. Franco, Pablo Calderon de Becerra, Armando Molina, Gabriel Corchado y Abundio Garcia. El libro culmina con la historia de como la primera Miss Mexico asesino a su marido, un militar que la habia enganado y que pago con la vida su burla a la mujer que habia representado la belleza mexicana moderna. Uno de los crimenes mas frecuentes cometido por mujeres fue contra los charlatanes que las enganaban, lo que genero en la decada de los anos treinta, inclusive, un escuadron de mujeres matadoras de hombres en la carcel. Las historias de mujeres asesinas del pasado no tienen mayor pretension que mostrar, a traves de las notas de prensa de la epoca, que el crimen y la miseria existencial, lamentablemente, siempre han estado presentes en nuestro mundo.
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Miradas que Matan. Cronicas de Mujeres Asesinas
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miradas que matan. cronicas de mujeres asesinas - El Sótano
https://www.elsotano.com/libro/miradas-que-matan-cronicas-de-mujeres-asesinas_10562125miradas que matan. cronicas de mujeres asesinas ... Miradas que matan recoge historias ubicadas en los primero años de México ... Otros libros del autor.
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miradas que matan - Somos Voces
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MIRADAS QUE MATAN | Henry Idárraga Farias - Bubok
https://www.bubok.es/libros/269843/MIRADAS-QUE-MATAN2 dic 2021 — Aquí te presentamos algunas lecturas recomendadas basándonos en las valoraciones de lectores que compraron este mismo libro.
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Miradas que matan : Crónicas de mujeres asesinas.
https://konfusionmusikal.com/miradas-que-matan-cronicas-de-mujeres-asesinas/“Ellas matan mejor” cuenta Agustín, con un sentido de humor único y una forma literaria también única, el libro es una excelente opción para pasar momentos ...
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Miradas Que Matan / Crónicas De Mujeres Asesinas
https://articulo.mercadolibre.com.mx/MLM-778045222-miradas-que-matan-cronicas-de-mujeres-asesinas-_JMTítulo del libro, MIRADAS QUE MATAN. Autor, AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ. Idioma, Español. Editorial del libro, L.D. BOOKS. Edición del libro, 2019 ...
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Dicen que la luna se dejo atrapar de Alexandra Trece
https://gigalibros.com/dicen-que-la-luna-se-dejo-atrapar.htmlWilliam no entiende como ha podido dejar pasar el tiempo entre su querida Eve Jane y el. Pasaron de compartirlo todo de ninos a mirarse como extranos, como si en sus vidas no representaran mas que recuerdos o ilusiones pasadas. Por eso, la decision insistida por ambas familias de que se unan en matrimonio le imposibilita dormir por las noches. Eso, y las terribles pesadillas en las que muere ahogado por unas manos que el tanto anhela y conoce. Pesadillas tan reales como la amenaza que se cierne sobre Vant Konur y sobre Jane. El primogenito de los Montybell no cree en las leyendas sobre las damas de agua que acechan en el bosque, hasta que la verdad toma forma y amenaza con llevarsela a ella, y a todo aquel que se interponga en el camino de la luna. Porque luna siempre consigue lo que quiere.
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Mas rapida que la vida de Celia Santos
https://gigalibros.com/mas-rapida-que-la-vida.htmlHay vidas que contienen toda la emocion de una gran novela.
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Sean Cote es irresistible de Iris T. Hernandez
https://gigalibros.com/sean-cote-es-irresistible.htmlNo puedo apartarlo de mi mente… Sabia que un dia u otro ocurriria, aunque me hubiera gustado ser yo quien le dijera la verdad. Ahora ya es tarde. Me ha dejado muy claro que no quiere ni verme, y siento que lo he perdido para siempre.
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Un lugar en el mundo de Katherine Marsh
https://gigalibros.com/un-lugar-en-el-mundo.htmlSeptiembre de 2015. Despues de cruzar el mar Egeo huyendo de una vida de sufrimiento en Siria y de perder a su padre, Ahmed, un chico sirio de 14 anos sin pasaporte, decide escaparse del campamento de refugiados en Bruselas por miedo a que lo deporten. Sin un lugar a donde ir, comida, ropa ni conocidos, decide esconderse en la bodega de una gran casa.
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La terapia 1 de Rober Ortega
https://gigalibros.com/la-terapia-1.htmlUn violador. Un psiquiatra. Un juego mental donde alguien no es quien dice ser. LA TERAPIA es un thriller oscuro, psicologico y visceral que sumerge al lector en la historia de Raul Duque, un veinteanero recien salido de prision que debe acudir semanalmente a la consulta de un psiquiatra, el doctor Samuel Cebrian. Esta relacion desencadena un descubrimiento que convertira una consulta profesional en algo personal, librando una batalla a vida o muerte por un secreto que bajo ningun concepto deberia salir a la luz.
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Todo no dura siempre de Alexandra Ferrara
https://gigalibros.com/todo-no-dura-siempre.htmlHace ocho meses que Adriana y Juan perdieron a sus padres, y ahora les toca mudarse a una pequena ciudad costera con sus abuelos, donde no conocen a nadie y les tocara empezar de cero. Lo que Adriana no sabe es que tras el dolor que siente y las ganas de desaparecer, hay muchas aventuras por vivir y muchas cosas por aprender como que la amistad no es lo que ella ha conocido hasta ese momento, que las apariencias enganan, y que siempre hay dos versiones de una misma historia. Pero sobre todo, conocera el amor, el amor incondicional, puro y verdadero.
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Una cancion bajo las estrellas, Laura Morales de Laura Morales
https://gigalibros.com/una-cancion-bajo-las-estrellas-laura-morales.html -
El Despertar de Monica Tinoco Vazquez
https://gigalibros.com/el-despertar.htmlEl mundo que conoce Sara, una joven incomprendida, condenada a vivir en un lugar llamado Eron, comenzara a cambiar al descubrir secretos escondidos en el que es su hogar.
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La sombra de Erin (Celtic 1) de Adriana Rubens
https://gigalibros.com/la-sombra-de-erin-celtic-1.html -
Noche de loca pasion de Kristi Gold
https://gigalibros.com/noche-de-loca-pasion.htmlNada mas ver a aquel hombre moreno de ojos negros, Miranda Brooks deseo que el hiciera que perdiese su inocencia. La increible noche pasada a su lado le hizo reconsiderar sus propositos de permanecer soltera. Pero a pesar del intenso deseo de que aquel fuera su amante para siempre, penso que nunca volverian a verse…
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Los dias de Alejandria de Dimitris Stefanakis
https://gigalibros.com/los-dias-de-alejandria.htmlSaga familiar ambientada en Alejandria durante la primera parte del siglo XX.
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El oscuro camino hacia la misericordia de Wiley Cash
https://gigalibros.com/el-oscuro-camino-hacia-la-misericordia.htmlUna historia de sangre, venganza, amor y expiacion. Una vibrante y cautivadora road novel a medio camino entre Matar a un ruisenor y las paginas mas negras de Cormac McCarthy. Wade Quillby es un perdedor, un tipo sin blanca y sin futuro que abandono a sus dos hijas unos anos atras. Wade es ademas un forajido, un ladron implicado en el robo a mano armada de un furgon blindado que transportaba mas de catorce millones de dolares. Sin embargo, la noche en que irrumpe en la casa de acogida donde viven las pequenas y huye con ellas a traves de las infinitas carreteras de Carolina del Norte, solo es un hombre desesperado que no pretende mas que recuperar el tiempo perdido y tener una nueva oportunidad como padre. Pero Wade sabe bien que nunca en su vida ha logrado escapar a sus errores. Y tanto el tutor legal de las ninas como un erratico personaje que lleva anos fraguando su venganza y quiere verlo muerto a toda costa, son tambien conscientes de ello. Por eso no esperan que Wade pueda ganar la carrera a un pasado que siempre parece sacarle demasiada ventaja…
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La loba de Camucha Escobar
https://gigalibros.com/la-loba.htmlTres de las hermanas Rojas huyen del desamor y la desgracia en una Barcelona que esconde crimenes aberrantes: una mujer captura ninas y ninos, los obliga a mendigar y trafica el plasma de su sangre.
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El chico de los ojos secos de Fabian Tapia
https://gigalibros.com/el-chico-de-los-ojos-secos.htmlMe alquilo para sonar, para sonar que aun me suenas porque ese sueno ya no ha acudido. Me alquilo para sonar con una nueva primavera, con una mariposa que se pose en mi ventana y me avise que llovera. Me alquilo para sonar con un tren que me lleve a ti. Ya todos los mapas no funcionan: me tienen perdido. [Mas que tus ojos] Me alquilo para sonarte con los brazos abiertos, con un panuelo para cuando llore sobre tus hombros, con tu sweater gris dandome calor, un espacio en tu abdomen donde alcance a escuchar tu corazon y tocar tu pecho. Me alquilo para sonar, porque es lo unico que hago en esta soledad. Ya no pienso en los atardeceres, ni en el amanecer, estoy en un limbo, donde solo puedo flotar mientras te pienso. Lo odio. Pero a veces tambien me alquilo para sonar para ya no sonarte. ALGUIEN QUIERE HACER UNA FUENTE CON MIS LAGRIMAS Alguien quiere hacer una fuente con mis lagrimas. Una que adorne su jardin de plantas putrefactas y lirios venenosos. Como un trofeo, de quien impacta para dejar cicatrices, como un meteoro que extinguira la vida. Alguien quiere hacer una fuente con mis lagrimas. Me dice que necesito drenarme y me ofrece sus manos para juntarlas. Oh, si te dijera. Tus manos no las acapararan todas. Dentro de mi siempre llueve y no hay paraguas. Alguien quiere hacer una fuente con mis lagrimas y no sabe que para eso esta el cielo. Que para como he sufrido ya, estamos igual de llanto. Mis lagrimas parecen ser de plata liquida, de algo en extincion, porque cuando alguien las provoca, cada una hace sentir su desprendimiento como algo sagrado. No te preocupes, carino, tendras tu fuente, sera lo unico eterno en esto tan efimero; mis lagrimas son para siempre. ORGANS Da la casualidad que siempre descuido mi torax (es muy facil de penetrar) y cuando entra la luz, todo el polvo se va y parece venir la primavera. … Pero es un nuevo otono sin arboles, todo plateado, sin mar, todo desolado, muerto, frio, porque se transforma en iniverno y me recuerda que debo ser de titanio, no de huesos, no de sangre, no de piel, no de musculo. Necesito saber que para pelear con monstruos y salir bien de ese amor, requiero de armaduras, no de historias, no de poesia, requiero renacer y morir y renacer y no quebrarme aunque odie al invierno. Y aunque la nieve quiebre mis femures. GIRANDULAS Espero que las estrellas me consuelen. Estan gloriosas, girando en anillos por encima de mi como girandulas, despidiendo una luz que deseo guardar con mis manos. Quiero que me digan secretos, que le susurran al cielo cuando llega la noche, si la luna las quiere o solo es algo mas. Algo como tu, que solo aparecio en mi cielo para asombrarme, para capturar mi mirada, para que olvidara las demas estrellas. Les pregunto si sienten frio en la soledad del universo, si al estallar dejan recuerdos, que si al estar lejos tambien se enamoran de lo pasajero. Pero solo resplandecen. Ojala cuando alguien me pregunte si estoy bien, tambien pueda solo resplandecer. DEJAME EXPLICARTE Dejame explicarte que me has dejado sin explicaciones. Que cada paso que doy cuesta porque parece que retrocedo cuando intento acercarme y la gravedad pesa mas. Que los puentes se han destruido al declamarte poesia; no soportan el dolor de una voz interrumpiendo el silencio a herida abierta. Dejame explicarte que a veces la detonacion no tiene por que dejarte sordo. A veces, solo te deja admirar el fuego para decir “no habra forma de apagarte”. Eres el arte que sobrevivio a mi bomba atomica. El secreto mas guardado de quien no tiene llave. Eres mas amanecer que el mismo amanecer. Y mas desolacion que un aeropuerto. COMATOSO Oh, podria darte una lista de lo que me hace entrar en coma en esta vida. Por ejemplo, cuando tocas cada lunar de mi cuerpo con tu respiracion. Cuando mueves la lengua para humectar tus labios. Cuando ries a rabiar y me haces reir [estallar]. Cuando contienes las palabras para no herir y hieres mas. Cuando dices estar frio para que te abrace. [Y solo es un pretexto. Estas hirviendo] Cuando agitas tu mano para decir adios. Pero, oh, mierda. Detras de la ventana de un avion A cien metros de mi. EL ARTE DE AMARTE VIENDOTE LA ESPALDA Mientras tu me das la espalda, me imagino todo un lienzo sobre el cual puedo pintarnos en medio del mar, con las olas golpeandonos y el sol nadando entre nuestros ojos, con tu pelo lleno de arena y tus labios rebozando verano, con tus manos buscandome los hombros mientras yo me hundo muy profundo para que vengas a mi rescate. Dibujo en tu lienzo todo en acuarelas; una despedida vestida de bienvenida, unos llantos vestidos de sonrisas largas, unos brazos languidos sujetando todo mi cuerpo, un grito desesperado vestido de orgasmo, unos ojos secos vestidos de oceanos. El arte de amarte viendote la espalda consiste en hacerme nudos la garganta queriendo gritarte lo que ya has escuchado mil veces. Consiste en arrancarle las alas a las mariposas para que ya dejen su revolucion, en apretar las nubes para que llueva de una vez y dejar de ser nublado para quien es sol. EL LADO DE LA VENTANA Siempre elijo el lado de la ventana para perseguir las gotas de lluvia con mi dedo, para ver quien va quedando dormido tras un dia agotador, o quien encuentra mi mirada y la rechaza. Ya ves lo que dicen: el dolor es una casa y a veces me gusta ver otras para distraer lo que late con insistencia. Asi, puedo ver que alguien levanta sus brazos al cielo como diciendo que aun no se ha rendido, alguien que espera un cambio de luz en el semaforo para suicidarse, alguien que viene de una cita fallida con una rosa que se marchita a cada segundo, alguien que piensa en el pasado como si lo pudiera amasar, alguien que no tiene tiempo mas que para ver el dia en blanco y negro, alguien que espera el autobus y que extrana los brazos de mama. Siempre elijo el lado de la ventana, porque cuando veo una gota de lluvia me imagino lo ultimo que paso por la cabeza de Virginia Woolf, me hace pensar que todos vamos a ir a un lago a pesar de no saber nadar; nacemos en el agua y morimos en el agua… Nacemos en el lago de la vida Y morimos en el lago de las lagrimas. DUELE TANTO AFERRARSE Duele tanto aferrarse a la misma herida, a lo que nunca pudo ser pero que sucedio en tu cabeza… Es como aferrarse a un tren en movimiento con tu cuerpo colgando y listo para caer al vacio, solo que no es un sueno. Es una realidad recalcitrante en un cuerpo autoinmune al dolor que, de tanto sentirlo, ya no puede vivir sin el. Duele tanto aferrarse y duele tanto sangrar pero la sangre es lo unico vivo que recorre mi piel.
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50 consejos para ser escritor de Colum Mccann
https://gigalibros.com/50-consejos-para-ser-escritor.htmlDe la mano de Colum McCann, ganador del National Book Award y profesor de escritura creativa en Nueva York, llega el perfecto regalo para los amantes de los libros. De una forma fascinante y motivacional, este libro es una llamada a mirar el mundo con ojos de escritor. Una oda al poder del lenguaje, un testimonio tan feroz como honesto de las marcas que deja la escritura como profesion, una invitacion a los aspirantes a escritores a aprender las reglas pero tambien a romperlas. Estos 50 ensayos son, en ultima instancia, un desafio y un estimulo para que una nueva generacion de escritores encuentre algo de verdad y de luz en el
oscuro mundo del arte. -
Mas alla de Los Lagos (Los Lagos 4) – Juani Hernandez de Juani Hernandez
https://gigalibros.com/mas-alla-de-los-lagos-los-lagos-4-8211-juani-hernandez.htmlHan pasado dos anos desde que el Rey Nicholas derrotase a Hrodgar y los Hae; dos anos desde que se forjase la Alianza entre todos los reinos que se unieron en la lucha por su libertad. Sin embargo, una amenaza, que ha permanecido dormida durante treinta anos, resurgira con fuerza y caera sobre ellos de modo implacable, poniendo en riesgo todo por lo que han luchado. Khawf de Vakh, conocido como el Rey Tirano por ser cruel y sanguinario, lanzara una venganza personal contra el Rey Trystan de Meissen para arrebatarle lo que mas ama y destruir todo su mundo, en una guerra que pondra a prueba el amor, la lealtad y esa Alianza que parecia indestructible. <
>, una novela de ritmo trepidante donde el amor y la pasion, la venganza y la traicion mantendran un pulso a muerte. ?Triunfara el bien en esta ultima conjura?
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La Playa de los Cristales de Pedro Ramos
https://gigalibros.com/la-playa-de-los-cristales.htmlLa Playa de los Cristales cuenta la historia de Juana, una chica de 16 anos que se escapa de un campamento de verano para buscar a su hermano de 11. Gracias a la ayuda de Marcos, un monitor que se siente culpable de la desaparicion, y de su pequeno grupo, Juana descubrira que la amistad es la mejor ayuda para superar los problemas, por muy graves y secretos que nos parezcan. Amor, amistad, aventuras y la reconciliacion de Juana con su padre hacen de La Playa de los Cristales una novela emocionante, con suspense y un ritmo que crea adiccion. Este viaje acaba de empezar y me gustaria que lo hicieramos juntos. !Feliz lectura!
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Sesenta y cinco horas de N. R. Walker
https://gigalibros.com/sesenta-y-cinco-horas.htmlME SENTE en mi despacho intentando no mirarlo. Pero lo mire. Su despacho estaba frente al mio. Las paredes de cristal me servian de distraccion diaria, porque, por mi puta vida, no queria mirarle. Pero lo miraba. No me gustaba. De hecho, me cabreaba. Era un magnifico y jodidamente arrogante hijo de puta. El hijo del jefe. Rico, inteligente, impecablemente vestido. Y heterosexual. Las mujeres de la oficina, no, de todo el edificio, lo adoraban. Realmente era vergonzoso. Se maquillaban antes de que el entrara, aleteaban las pestanas, se reian y coqueteaban sin verguenza. Y el se limitaba a sonreir con esa jodida sonrisa de suficiencia -esa preciosa sonrisa de infarto- y las dejaba a todas alborotadas a su paso. Llevaba seis meses aqui y, por lo que yo sabia, nunca habia salido con nadie de la oficina. Debia tener esa etica laboral de limites profesionales sobre la que habia leido. Eso, o el Jefe-Papa prohibia las relaciones con empleados de la oficina. Mi asistente personal, Rachel, juraba que era un buen tipo. Era la mejor amiga de Simona, que resulto ser su asistente personal. El sonreia y charlaba con las dos, pero si yo pasaba por delante de ellos, me miraba mal. Actuaba como si no me molestara, les dedicaba una sonrisa a las chicas y las saludaba con un movimiento imaginario de un sombrero que obviamente no llevaba. Y a ellas les encantaba. No estaba seguro de si eso era lo que le molestaba, o tal vez no le gustaban los tejanos. Tal vez no le gustaba el hecho de que me hubieran contratado en una de las agencias de publicidad mas lucrativas de Dallas. Tal vez fue porque me dieron una oficina justo enfrente de el, junto a la de su padre. Tal vez fue porque fui elegido por su querido padre, y se sentia amenazado de que pudiera ser mejor que el en este trabajo. Tal vez no le gustara porque soy gay. Pero no creia que fuera eso. Era bastante amigable con Marcus, de Cuentas. Los habia visto hablar muchas veces y Marcus era tan malditamente gay que me hacia poner los ojos en blanco. Sin duda, un homofobo asqueado no se acercaria al nino del cartel de la cachemira lila y el brillo de labios. Desde el primer dia que lo conoci, se mostro frio conmigo. Habia volado a Chicago para la entrevista de Alto Ejecutivo de Publicidad en la prestigiosa Publicidad Fletcher, Inc. Nos conocimos y charlamos amablemente durante dos minutos antes de que entrara su padre y comenzara la entrevista informal. Si, fue informal, pero aun asi fue una entrevista intensa. Estaba un poco nervioso, pero fui yo: profesional, honesto y directo. Veras, la cosa es que soy jodidamente bueno en lo que hago. No tengo pelos en la lengua y no pierdo el tiempo. Asi que cuando me preguntaron si tenia alguna pregunta, dije: --Solo una. Los dos hombres me miraron para que continuara. Asi que lo hice. --No necesito deciros lo bueno que soy en mi trabajo. Teneis mi cartera y, francamente, dudo que estuviera aqui sentado si no supierais que yo solo puedo aumentar la rentabilidad de vuestras cuentas en al menos un veinticinco por ciento. Diablos, si no alcanzo ese objetivo en el primer ano, podeis darme una patada en el culo o despedirme. Pero lo que no esta escrito en mi curriculo en ningun sitio es que soy gay. Ambos parpadearon. --No anuncio mi sexualidad, ni la oculto. Esta es la unica vez que espero discutir este asunto con vosotros, asi que necesito saber, antes de que perdamos mas tiempo, si vosotros, o esta empresa, os sentis de alguna manera incomodos u homofobicos. Si la respuesta es afirmativa, entonces os agradecere a ambos la oportunidad, pero estare de vuelta en Texas a tiempo para la cena. Y con eso, el jefe sonrio, se puso de pie y me estrecho la mano, mientras el hijo parecia que le acababan de cagar desde una gran altura. Empece dos semanas despues y Cameron Fletcher se mostro indiferente conmigo desde entonces. No diria que es hostil. Pero tampoco diria agradable. Un fuerte golpe en la puerta me saco de mis recuerdos antes de que se abriera. Mi afable y distinguido jefe, vestido de Armani, entro en mi despacho. --?Lucas? --?Si, Sr. Fletcher? --Mi oficina. Diez minutos. --Claro. --Le sonrei. Cerro la puerta y mire a Rachel en busca de alguna explicacion. Ella se encogio de hombros, y ambos nos volvimos hacia la pared de cristal y vimos como el senor Fletcher llamaba a la puerta de su hijo. --?Cameron? Entro y ya no pudimos oir ninguna palabra que dijera, pero observamos la silenciosa conversacion entre padre e hijo. --No parece feliz --dijo Rachel a mi lado. --?Quien de los dos? --pregunte. Ella solto una risita. --Cameron. --?Alguna vez es feliz? Me dio un golpecito en el hombro y me sonrio con un mohin retorcido, diciendome juguetonamente que lo dejara en paz. El senor Fletcher salio del despacho de Cameron y vimos como este se sentaba en su escritorio, se pasaba las manos por el cabello veinte veces y giraba su silla para que no pudieramos verlo. Vimos como Simona ordenaba rapidamente los archivos y se los entregaba, y luego Rachel dijo: --!Ve, Lucas! Es hora. Vamos. No llegues tarde. --Casi me empujo hacia la puerta, justo cuando la puerta de Cameron se abrio justo frente a mi. Ignorando completamente a Cameron, incline mi sombrero invisible y sonrei a Simona. --Senorita Simona. Ella sonrio, y Cameron puso los ojos en blanco y se alejo delante de mi. Pronto me di cuenta de que tambien se dirigia al despacho de su padre. Mierda. Lo segui, entrando por las puertas dobles abiertas al final del pasillo. El despacho del senor Fletcher era enorme; abierto, luminoso y contemporaneo, pero con estilo. Habia una gran flecha de arquero adornando la pared detras de su escritorio. El simbolo de la flecha de arquero, el icono de Publicidad Fletcher, al parecer, estaba en el escudo de la familia. La flecha, esa simple pieza de firma, estaba en todas las malditas cosas; puertas, ventanas, papeleria, muebles; television, internet, revistas, periodicos. Esa misma flecha era sinonimo de publicidad en todo el pais. Representaba la excelencia en esta industria. Incluso habia una junto a mi nombre en mis tarjetas de presentacion. No necesitaban un eslogan, ni mensajes cursis. El simbolo por si solo decia lo suficiente. Cuando veias la flecha, pensabas en Publicidad Fletcher. Simple y efectivo. Genialidad. --Ah, Lucas --dijo el Sr. Fletcher, el hombre detras del genio--. Pasa, toma asiento. Cameron estaba alli, aunque no me miraba. A decir verdad, estaba un poco nervioso en cuanto al significado de esta reunion y por que eramos solo nosotros tres. Las reuniones improvisadas y exclusivas con el jefe siempre me ponian tenso, asi que hice lo primero que se me ocurrio. Me recoste en mi asiento, cruce un tobillo sobre la rodilla y sonrei como si estuvieramos alli para hablar del partido de futbol del fin de semana. Engreido, si. Arrogante, tal vez. Vendia publicidad, joder. Mi trabajo consistia en aparentar que conocia el secreto de su exito. Era una actuacion. Yo lo sabia, pero el cliente, el tipo al otro lado de la mesa que extendia los cheques, no. --Supongo que ambos os preguntareis por que os he reunido aqui --comenzo el senor Fletcher, aunque no nos dio tiempo a ninguno de los dos para hablar--. Me he enterado por rumores de que cierta empresa de productos de estilo de vida esta en la necesidad de una nueva comercializacion. He hecho algunas llamadas telefonicas y he conseguido una reunion casual para convencerles de que nos necesitan. --Lurex --dijo Cameron con confianza--. Lei un articulo con el nuevo director general en Business Review USA. Dijo entonces que le gustaria ampliar horizontes. El Sr. Fletcher asintio a su hijo y sonrio, un poco orgulloso. --Si. Lurex. Vaya por Dios. La mayor empresa de productos de estilo de vida, como dijo el senor Fletcher con tanta delicadeza, era el mayor fabricante de preservativos, lubricantes personales y auxiliares sexuales del pais. Esa cuenta seria… enorme. Un tipo de carrera inmensa. Podia sentir que mi sonrisa se hacia mas grande, y el Sr. Fletcher sonrio cuando me miro. Pero fue Cameron quien hablo. --?Por que nos lo dices a los dos? Ese era un buen punto. Entonces mire a Cameron, aunque todavia no me habia mirado. Sus ojos estaban fijos en su padre. --La reunion es a las 10 de la manana, el lunes. Parpadee. Estaba seguro de que Cameron parpadeo. Luego volvi a parpadear. --?Como dentro de tres dias? --dijo mi boca antes de que mi cerebro pudiera detenerla. Eran las cuatro de la tarde del viernes, joder. --Si --dijo el senor Fletcher lentamente, como si yo fuera un discapacitado mental--. En sesenta y cinco horas quiero que Publicidad Fletcher entre en esa reunion con un nuevo diseno de producto, un nuevo mercado objetivo, una nueva campana. No me atrevi a preguntarle si habia perdido la puta cabeza y me conforme con removerme en mi asiento. El Sr. Fletcher me miro, luego a Cameron, y dijo: --Es un contrato de veinte millones de dolares, y lo quiero. Los dos teneis un talento excepcional y con un horario abierto, no dudo de que cualquiera de vosotros podria conseguir el trato. Oh, joder… Estaba bastante seguro de que sabia a donde iba con esto…. --Pero no tenemos un horario abierto --dijo el Sr. Fletcher--. Tenemos sesenta y cinco horas. Por eso, los dos trabajareis juntos durante el fin de semana para asegurarnos de que entramos en esa reunion y los dejamos boquiabiertos. Trabajar juntos. Trabajar todo el fin de semana. Si. Eso es lo que pense. Joder. Cameron intento objetar, pero su padre se levanto. Al parecer, la reunion habia terminado. El Sr. Fletcher se dirigio a las puertas dobles que daban paso a la sala de conferencias y mire a Cameron. Estaba mirando la silla de su padre, ahora vacia, e imagine que mi cara no era mucho mejor. --!Chicos! --nos llamo el senor Fletcher. Me apresure a seguirle, y Cameron no estaba muy lejos de mi. Habia dos bolsas de papel marron de supermercado sobre la mesa de conferencias, que el Sr. Fletcher senalo con la mano. --Conoced su producto tal y como es ahora, lo que le falta. Convertidlo en algo sin lo que alguien no pueda vivir. Estare en contacto con vosotros. Y entonces solo quedamos Cameron y yo. Y dos bolsas de papel marron. Suspirando, abri una de las bolsas, y el contenido se derramo sobre la mesa. Condones. Cajas de ellos. Acanalados, tachonados, de colores, finos, largos, para el placer de ella, para el de el, lo que sea, estaba alli. Lubricantes de todos los sabores, con purpurina, con brillo, autocalentables, con hormigueo… Sonrei cuando me di cuenta de que ya habia probado la mayoria de ellos. Eche un vistazo a la otra bolsa y, por el rabillo del ojo, note que Cameron se movia. Me encogi de hombros hacia el. --A mi tampoco me gusta esto --le dije, entregandole lo que tenia en las manos, para poder vaciar la segunda bolsa. Cuando miro lo que le habia dado, yo tambien lo mire, dandome cuenta de que acababa de entregarle una caja de lubricante con sabor a fresa. Miro la caja, luego a mi y exhalo con las mejillas hinchadas. Empece a sacar cajas de la segunda bolsa cuando me di cuenta de que el estaba volviendo a empaquetar la primera. --?Que estas haciendo? --le pregunte. --No voy a hacer esto aqui --dijo con un tono sencillo. --?Que? --pregunte en voz demasiado alta--. Oiste lo que tu… Me corto. --He dicho que no voy a hacer esto aqui --repitio, claramente nervioso. Saco una tarjeta de presentacion y un boligrafo del bolsillo y garabateo algo antes de darmelo--. Es la direccion de mi casa --explico antes de que pudiera preguntar--. Si voy a estar todo el fin de semana trabajando, mas vale que este comodo. Le dire a Simona que nos prepare todo lo que necesitemos. Miro su reloj. --Estare en casa en una hora. Y asi, sin mas, estaba secuestrado durante las siguientes sesenta y cinco horas con un hombre que no soportaba verme.
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Brianda de Gema Samaro
https://gigalibros.com/brianda.htmlBrianda de Valdivia, duquesa de Encinares, es una joven viuda que debe defender su legado en un mundo hostil. Su primo, el marques de Moncada, esta dispuesto a todo para hacerse con su patrimonio. Incluso a contratar los servicios de Baldassare, un mozo de cuadras, para que espie y controle los movimientos de Brianda, con el fin de que descubra algun secreto con el que poder chantajearla y tenerla al fin a su merced.
Sin embargo, los planes del marques se trastocan desde el momento en el que Brianda se encuentra por primera vez con Baldassare, un joven atractivo y descarado que asegura ser un principe venido de un lugar lejano. ?Pero quien es realmente ese hombre? ?Un impostor? ?Tal vez un loco? El caso es que el sirviente no solo decide ser leal a la duquesa sino que la atraccion y la fascinacion iran creciendo entre ambos hasta el punto en el que se veran inmersos en una pasion irrefrenable que podria hacer peligrar todo. -
Sanchez de Esther Garcia Llovet
https://gigalibros.com/sanchez.html.Madrid. Un Madrid nocturno en cuyo cielo de tanto en tanto se ve pasar alguna estrella fugaz. Un Madrid de extrarradio, de timbas, bingos, gasolineras de la M30, Casa de Campo y bares perdidos en la nada. Un Madrid crudamente real en el que de pronto puede suceder lo inesperado, e incluso lo magico. Ese es el espacio que transitan los personajes de esta novela de perdedores en busca de una oportunidad.
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Sangre y corazon de Alexandra Roma
https://gigalibros.com/sangre-y-corazon.htmlJuliana Stiel representa la perfeccion de la Alemania nazi. Delicada, obediente y bonita. Ishmael es el judio roto en mil pedazos abandonados en recuerdos impregnados de violencia, dolor y perdida.
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Un truhan encantador de Sandra Bree
https://gigalibros.com/un-truhan-encantador.htmlUna maravillosa historia de amor llena de intrigas, dificultades, pasion y, sobre todo, amor.
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Gente Toxica de Bernardo Stamateas
https://gigalibros.com/gente-toxica.html -
Una sola vez en la vida de Carlota Manzano
https://gigalibros.com/una-sola-vez-en-la-vida.htmlAbrochandome los botones de la camisa ante el espejo, pense que ya quisieran muchos de mi edad conservarse tan bien como yo. No quiero parecer un engreido, pero nadie podia creerse que tuviera cuarenta anos. Las chicas que conocia por ahi en los locales de copas me decian que las estaba vacilando, y es que ninguna me echaba mas de treinta o treinta y dos tacos. Supongo que el hecho de no tener ni una sola cana aun en las sienes tenia mucho que ver en el asunto. Cero canas, cero arruguitas en el rostro y cero barba, que siempre me ha gustado ir con la cara bien afeitada. Ademas, normalmente suelo vestir de manera informal y muy juvenil, pero aquella tarde de sabado tocaba ponerse un poco mas elegante, puesto que habia quedado con mi amigo Claudio para asistir a la inauguracion de un lujoso bar-pub en uno de los barrios mas selectos de Barcelona. La ropa de pitimini, como yo la llamo, la dejo para ocasiones especiales. Y para el trabajo, claro esta. Un director de banco no puede permitirse el lujo de sentarse en su despacho en vaqueros y camiseta para atender a los clientes, pero el resto del tiempo... dificil era pillarme a mi con traje de chaqueta y corbata. Ni siquiera aquella tarde. Una camisa blanca arremangada hasta medio antebrazo, un pantalon azul marino de pinzas y unos modernisimos zapatos marrones que tocaba estrenar me parecia el look perfecto para la ocasion. Ni mas mas ni mas menos. Bueno, miento. El Lotus que me habia regalado Maria un par de anos antes, puesto en la muneca, completaba mi atuendo. Con el pelo ligeramente engominado y un toque de mi perfume preferido de Calvin Klein, parecia yo el tipico senorito andaluz. Lo digo sin animo de ofender a nadie, ojo, pero esa fue la comparacion que me vino a la cabeza mientras me terminaba de abrochar los botones. En ese preciso momento recibi la llamada de Claudio. --?Como vas, Thiago? --Ya estoy listo. ?Por? --Genial, estoy por ahi en ocho o diez minutos, que me he metido en un atasco que no veas. --?Un atasco a estas horas? --Me extrano, la verdad. Si fuese a primera hora de la manana, cuando la ciudad condal es un autentico caos de gente moviendose a la carrera por todas partes para ir al trabajo, todavia... --Bueno, ha habido un pinazo con una moto. Una movida que no veas, ahora te cuento cuando te vea. --Perfecto, enseguida bajo. Claudio trabajaba en la misma sucursal bancaria que yo, solo que aquel chaval era un simple cajero, lo que no impidio, como es logico, que hicieramos buenas migas desde que entrase a currar alli seis meses atras. Mi amigo tenia treinta y seis anos y acababa de separarse cuando vino a parar alli. Lo estaba pasando mal, sobre todo porque su ex era una de esas mujeres de armas tomar que le ponia mil trabas para ver a las dos ninas cuando le tocaba recogerlas. Por mi parte, acababa de poner punto final a mi relacion con Maria, aquella mujer celosa hasta la saciedad. Tres anos y medio habiamos estado de noviazgo, tiempo suficiente para entender que lo nuestro no tenia ningun futuro. No solo por sus celos, que ya bastante con eso. Maria era una mujer con mamitis aguda cronica. Parece mentira que con casi treinta tacos no pudiera mover un pie sin el visto bueno de su madre. Aparte, todos los fines de semana sin excepcion teniamos que ir a comer con sus "papis", como ella les llamaba, al chalet en que vivian en las afueras. Y los tres veranos que estuvimos juntos... a Benidorm de vacaciones con ellos, al apartamento que los senores tenian alli, porque "?que mejor que pasar las vacaciones en familia?". Y como asi, tantas y tantas cosas mas, de modo que estaba un poco harto del tema. Mandona tambien, el colmo fue ver a las claras que aquella chica no queria tener hijos. Al principio no le di tanta importancia, pensando que con el tiempo quizas cambiase de opinion, pero al ver que me estaba equivocando de medio a medio porque nadie la sacaria de sus trece, me dije que por ahi no pasaba. Tengo cuatro hermanos, tres chicos y una chica, y bien orgulloso que estoy de todos ellos. Los cinco nos llevamos fenomenal y siempre estamos disponibles los unos para los otros en cuanto nos necesitamos. No es que pretendiera tener en el futuro una familia tan numerosa, pero queria tener al menos un par de hijos que heredasen mi apellido y mis genes. Estaba visto que con Maria tendria que abandonar mi sueno. Eso o abandonarla a ella, y opte por esto ultimo, aunque ese no fue el unico motivo, como ya he explicado. Claudio tardo algo mas de un cuarto de hora en aparecer con su Audi. Venia vestido mas o menos en mi misma linea. --Venga, sube, que nos cierran Barcelona--me dijo a la par que bajaba la ventanilla del coche. --A mi no me estreses, ?eh? que es sabado y hoy no tengo ninguna prisa en acostarme. --Toma, ni yo. Bueno, aunque manana tengo que recoger a las nenas a las once, asi que tampoco quiero enredarme mucho. --?Y todo bien? --Calla, toquemos madera--el muy vacilon se dio unos toquecitos en la cabeza con los dedos --. Ultimamente, la madre esta mas relajada. Yo creo que debe andar con alguien y por eso no chista. Vamos, que parece que esta deseando que me lleve a las crias para quedarse tranquila. --La vida sigue para todo el mundo. --Estaria bueno. Oye, ?Has visto la foto esa del local que ha salido hoy en el periodico? --No, vi una la semana pasada. --El sitio esta guapisimo, tiene un pedazo de terraza asi en plan chill out que flipas. --Veremos a ver que se cuece por alli. Nada malo, desde luego. Claudio aparco unos metros mas arriba en la misma acera y el portero nos dio la bienvenida alli en el escalon de entrada. "Esperamos que les guste el Karachi", anadio. Aquel sitio destilaba lujo por todos los rincones. El ambiente tambien era de lo mas "chic", con tanta gente elegantemente vestida, charlando animada con sus copas entre las manos. Mi amigo y yo nos acoplamos en la barra, cerca de un par de chicas mas jovenes que nosotros que andaban ya ahi sentadas en sus taburetes. Me llamo muchisimo la atencion una de ellas por su espectacular melena de rizos pelirrojos. Llevaba un traje de coctel de color rosa palido y unos altisimos tacones a juego que no le hacian mucha falta, y es que debia medir cerca de metro ochenta con ellos. No es que uno sacase ahi el metro, pero fue llegar nosotros y levantarse y salir andando hacia el bano. Un metro ochenta y cinco mido yo y aquella guapisima chavala de ojos verdes casi me alcanzaba. --Eh--Claudio chasqueo los dedos ante mis narices--, estoy aqui, espabila. Me habia quedado por unos segundos medio alelado, siguiendola con la mirada. --?Has visto que porte? Ufff, madre mia. --Ya te digo --me respondio mi companero alzando las cejas. Minutos despues, la chica volvia del bano y la escena se repitio. Ahi no pude reprimirme y le di las buenas noches educadamente al pasar junto a mi. --Buenas noches. No se limito a corresponder por cortesia a mi saludo con esas simples palabras. La preciosa sonrisa con que las acompano me cayo de propina, asi que no me lo pense mucho. Espere a que se sentase y apurase el ultimo trago de su vaso, le pregunte en voz baja a Claudio y, con su aprobacion, me acerque a ella. --Disculpa. ?Estais solas? Nos gustaria invitaros a una copa. La chica, que se quedo un poco cortada, miro a su acompanante antes de volver la cabeza de nuevo hacia mi para disculparse. --Te lo agradezco muchisimo. Mejor dicho, os lo agradezco, pero estoy hablando con ella de negocios. --Oh, perdon--Yo si que me quede cortado con su respuesta. --Lo siento mucho. Ademas, tengo que irme en breve a trabajar. ?A trabajar? Eso si que me pillo fuera de juego. Un sabado por la noche y de esa guisa... la verdad es que asi de repente no se me ocurrio a que podria dedicarse. --Planchazo, amigo mio--Claudio me hizo un gesto de resignacion con los ojos. En cambio, yo no me resigne a dejar la cosa ahi. No es que insistiese mas, pero se dio la circunstancia de que media hora despues entraron unos amigos de mi companero a los que, al parecer, hacia bastante que no veia, y se liaron a charlar. Apenas cinco minutos mas tarde, la preciosa y finisima pelirroja cogio su bolso de cartera y se dispuso a salir de alli con la otra chica, que tambien estaba de muy buen ver, por cierto. Alta, morena, con un vestido muy sexy y tacones plateados, parecia otra modelo de alta costura. Me disculpe con Claudio y sali tras ellas como un detective de pacotilla. Mi amigo se quedo flipado y quiso saber a que tanta prisa. --Ya te contare--Fue lo unico que le respondi. Capitulo 2 Ambas mujeres desfilaron hacia la puerta acaparando a su paso todas las miradas masculinas, con sus firmes y elegantes andares. Cuando las vi coger calle abajo y acercarse a un lujosisimo Mercedes blanco para meterse en el, tire para arriba y pare un taxi justo cuando la pelirroja echaba andar. --Buenas noches, ?donde vamos? --Quiso saber el taxista. Eso quisiera saber yo tambien, a donde ibamos, pero como no tenia ni idea ni era plan explicarle que teniamos que perseguir al coche blanco de delante, le dije que tirase, que yo le iria indicando. Asi pues, cada vez que la veia poner un intermitente, le indicaba que tirase a izquierda o derecha, segun procediera, y asi hasta ir a parar al comienzo del Paseo de Gracia. Cuando vi que la pelirroja aminoro la marcha y torcio a la derecha para entrar con su coche en el garaje de un edificio de alto standing, le pedi a aquel tipo bigotudo que parase ya donde pudiera. --Muchas gracias, que tenga buena noche. --Se debio poner mas contento que unas castanuelas con los cinco euros que le di de propina. --No hay de que, buen servicio, amigo. Y buena pamplina la que yo acababa de hacer, y es que... ?que narices hacia alli, en la otra punta de la ciudad, mirando como un idiota los ventanales de aquel suntuoso bloque? Tal vez la mujer habia ido a cambiarse de ropa para ir a trabajar. O quizas me la habia dado con queso y aquello solo habia sido una mera excusa para quitarse el muerto de encima. Espere como unos quince minutos, plantado ahi en la acera como un pasmarote, antes de montarme en otro taxi que me llevase de vuelta a mi casa. De camino, recibi un wasap de Claudio. --?Se puede saber que mosca te ha picado? ?A santo de que te has largado con tanta prisa? --?Sigues ahi? --Desvie el balon porque me sentia un tanto ridiculo. --Claro, seguimos aqui dandole a la alpargata, vente para aca, que no veas como se ha puesto ya esto de gente. --No, tio, tengo un poco de acidez de estomago y no me apetece mucho. --Que jodio, pues no sera por lo que has bebido hoy, que ni te has terminado el primer cubata. Venga, anda, animate. --No, gracias, prefiero tirar ya para casa. --?Eras tu el que decia que hoy sin prisas? Como veas, que te compre el que te entienda, pero tu te lo pierdes. Quizas tuviera razon, pero no me apetecia un pimiento volver hasta alli para juntarme con aquella panda de antiguos companeros universitarios de mi colega a los que yo no conocia de nada. Parecera una estupidez, pero me dije para mis adentros que lo mas interesante de ver en aquel lugar ya se habia recogido en su casa, asi que no dude en meterme en la mia, ponerme otra copa y tomarmela tranquilamente, escuchando musica en el sofa. Seguia dandole vueltas a la cabeza. Con que arte me habia despachado aquella pelirroja tan guapisima y tan bien moldeada... El viernes de la siguiente semana, al salir a mediodia de trabajar, me encontre de casualidad con un vecino y amigo con quien tambien habia salido por ahi en tiempos alguna que otra vez. Marcos entraba justo en ese momento en la zapateria de al lado del banco. --Ey, Thiago, ?ya acabaste por hoy la faena? --Me pregunto sonriendo. --Si senor, hasta manana ya no me ve ni Cristo el pelo por aqui. --?Tienes prisa? --Ninguna, ?por? --Echame una mano, tio, que tengo que comprarme unos zapatos para la boda de mi hermana, y luego nos tomamos unas canejas. --Vale. --Acepte su propuesta del tiron, y es que no tenia nada que hacer. Al menos, nada que no pudiera esperar. Despues de escoger uno de los pares de zapatos mas caros que habia alli dentro, entramos a tapear en un bar a la vuelta de la esquina. --?Tienes algun compromiso para manana? --. Estaba visto que pensaba plantearme alguno. --No, nada. --Pues vente con Israel y conmigo a tomar un copazo por la noche. Hace un par de dias me pregunto por ti. --?Donde pensais ir? --A un sitio que quizas no conozcas, pero creo que te va a gustar. Nosotros hemos ido un par de veces. Es un sitio de esos donde uno puede recrearse la vista a base de bien con los bombones que andan por alli. La vista y, si uno quiere, otras cosas tambien... Me la vi venir.
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Parte de una historia de Ignacio Aldecoa
https://gigalibros.com/parte-de-una-historia.htmlimborrable en la narrativa espanola del siglo XX. El planteamiento es sencillo: a una aldea de pescadores de una isla del Atlantico #La Graciosa, en Canarias# llegan unos hombres extranos que alteraran, por poco tiempo pero dramaticamente, la vida cotidiana de los islenos. Fluye bajo la historia uno de los grandes temas contemporaneos: el enfrentamiento entre la sociedad tradicional y la sociedad moderna urbanizada. Por su precision narrativa, por la perfeccion de sus dialogos y por la belleza austera de sus descripciones, Parte de una historia es uno de esos libros que los criticos llaman una obra maestra y los lectores leen con el mas profundo gozo literario.
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La tercera Frida de Enrique Escalona
https://gigalibros.com/la-tercera-frida.htmlEsa manana, la ciudad amanecio oculta por un manto de niebla que flotaba en silencio. El oficial aleman Karl Gurlitt salio del Hotel Le Royal seguido por dos soldados. Se internaron en la Plaza de Bellecour, caminando entre la bruma, sin poder ver los edificios de ventanas altas, balcones de hierro forjado, chimeneas de ladrillo y buhardillas con tejados que rodean la explanada. Tampoco era posible admirar la basilica que domina la colina de Fourviere en el horizonte. Solo quedaba a la vista, ademas de la blancura, la tierra rojiza que cubria la plaza. Oyeron gritos en la lejania y se detuvieron; era mejor ser precavidos. Lyon era conocida como la capital de la Resistencia, el movimiento frances que luchaba contra el invasor; es decir, contra ellos. Retomaron el paso. El sol habia aparecido como un halo entre las nubes. Un sol frio, sin fuerza para disipar la bruma de la noche. Karl penso que ya debian de haber llegado al otro lado de la plaza y temio haber perdido la linea recta. Nunca habia sido bueno para orientarse. Antes de la guerra atendia la tienda de antiguedades de su familia y rara vez salia de Hamburgo. Un viento gelido disipo algo la neblina y revelo la estatua del rey Luis XIV a caballo y senalando con un dedo la calle Emile Zola: la direccion que debian tomar. Caminaron en fila india por una banqueta estrecha y llegaron al edificio que hace esquina con la Plaza de los Jacobinos. Afuera estaba estacionada una camioneta de la que descendieron tres cargadores que se apresuraron a hacer el saludo nazi. Karl saco la llave del porton, lo abrio y el grupo paso frente a la puerta del departamento del matrimonio Mercier, los conserjes del edificio. --Estan subiendo. Han de traer las llaves de monsieur Barda --murmuro Claire. --Mejor. Asi no vendran aqui --susurro Antoine, su esposo. El dia anterior, un grupo de agentes de la Gestapo se habia llevado a Daniel y Berthe Barda, arquitectos franceses, de religion judia y habitantes del tercer piso. Karl Gurlitt estaba ahi para saquear su hogar. Su trabajo consistia en apropiarse de los bienes de las familias judias deportadas a campos de concentracion. Los muebles, las joyas, las antiguedades y las prendas lujosas se vendian en el mercado negro. Si aparecia alguna obra de arte clasico, la mandaba como regalo para el Fuhrermuseum que construia Adolf Hitler en Austria, el cual reuniria las obras incautadas a los paises ocupados. Karl abrio la puerta y encontro una decoracion peculiar, con muebles escasos y modernos, hechos con tubos cromados, tapizados en telas lisas y sin florituras. La duela de madera estaba libre de estorbos; unas discretas lamparas de acabado metalico decoraban las esquinas y habia una enorme pintura abstracta en la pared principal. --?Que es esto? --pregunto un soldado y senalo una pintura que mostraba frutas hechas con formas geometricas coloridas. --Es arte degenerado --contesto Karl. "Degenerado" era el termino que usaba el regimen nazi para describir el arte moderno y de vanguardia. Algunas de esas obras eran destruidas, y otras, revendidas a coleccionistas. Karl descolgo la obra, la coloco sobre la mesa y saco un sello que estampo en la parte posterior: la marca de la ERR, organizacion responsable de confiscar bienes culturales. Indico a los cargadores que se la llevaran, junto con una escultura de dos personajes abrazados y fundidos en un beso. Reviso un librero, encontro catalogos de exposiciones de arte, tratados de arqueologia y manuales tecnicos sobre arquitectura. Nada que le interesara. Entro a la recamara principal, se puso unos guantes y saco la ropa de los armarios. Encontro joyas que metio en una bolsa y un reloj que deslizo en su bolsillo. Siguio con la recamara de los ninos. Husmeo en un armario; movio algunos juguetes; no encontro nada interesante. Ordeno a los cargadores vaciar el piso. Dio instrucciones: los muebles, la estufa y los abrigos irian a una bodega; las cosas restantes serian usadas como combustible para la calefaccion. La memoria de una familia seria consumida por las llamas. Antes de irse, Karl se fijo en un cuadro sobre la chimenea. Era un dibujo hecho de lineas negras: parecia un laberinto y tenia algo de enigmatico. Lo descolgo y le coloco el sello por la parte de atras. Como era pequeno, decidio llevarselo el mismo. Los conserjes escucharon las botas militares bajando las escaleras. Temian que tocaran a su puerta, asi que contuvieron la respiracion hasta que escucharon que se cerro el porton. Antoine espero un instante, busco una silla, la puso cerca de la entrada, subio en ella y abrio la puerta de una alacena empotrada sobre el pequeno cuarto de bano. Un nino de tres anos se asomo, silencioso, y Claire lo recibio con un abrazo. --La senora Barda me lanzo una mirada insistente cuando paso por el pasillo. Ahi entendi que habia escondido al nino. El pequeno, de cabello rubio y lacio, tenia ojos de color gris muy claro, que transmitian miedo y tristeza. Se chupaba el dedo, abrazado a la senora Mercier. Aunque no comprendia a donde se habian llevado a sus papas, intuia que ya no volverian. Karl regreso a su habitacion en el Hotel Le Royal y se asomo por la ventana hacia la Plaza de Bellecour. La neblina se habia disipado. Habia soldados a un costado de la escultura del rey. Alguien habia pintado en la base VIVE LA FRANCE LIBRE con la Cruz de Lorena, simbolo de la Resistencia. Los alemanes solian decir que no les importaba quien lo habia hecho, sino quien pagaria por ello, asi que detenian a cualquiera que pasara para interrogarlo y amedrentarlo. El sol ya no se veia a simple vista; habia cobrado fuerza y deslumbraba. En un mes comenzaria la primavera y brillaria con toda su intensidad. Los dias cortos y oscuros del invierno no durarian por siempre. Tampoco la ocupacion alemana. Karl sabia que el Tercer Reich se derrumbaria antes de los mil anos que Hitler habia prometido. Mucho antes. Ya tenia listos sus documentos falsos y escaparia de Europa en la primera oportunidad que se le presentara. Admiro su botin personal. Se puso el reloj; la cubierta debia ser de oro; le quedaba bien. Luego coloco el cuadro sobre el buro para admirarlo. Personalmente no tenia nada contra el arte moderno, y ese dibujo de lineas en tinta negra le parecia bien hecho. ?Seria una obra valiosa? Ya no parecia un laberinto, sino dos piramides vistas desde arriba. Encontro algo escrito a mano en la parte inferior; una palabra en una lengua desconocida, que pronuncio con lentitud. Decia: "TEOTIHUACAN". 1 TU LO SERAS Esa manana de febrero las jacarandas de la Ciudad de Mexico amanecieron llenas de florecitas moradas. Los arboles de la colonia Roma lucian una explosion violacea y los ciclistas se detenian para sacar sus telefonos, tomar una foto y ser los primeros en reportar el inicio de la "temporada jacarandosa" en las redes sociales. Los turistas senalaban la colorida invasion desde el segundo piso del Turibus e incluso los automovilistas --que en esta ciudad de trafico suelen ser irascibles o indiferentes-- bajaban la ventanilla para contemplar el paisaje. Era un hermoso dia con un cielo azul que anticipaba el final del suave invierno capitalino. Damian Diosdado llego hasta el cruce de Mazatlan y avenida Veracruz y se detuvo para dar una vuelta completa sobre su eje y admirar las jacarandas en flor. Era un joven sensible a la belleza. De hecho, habia sido entrenado para reconocerla y encontrarla: era un detective especializado en buscar tesoros. Habia aprendido bien el oficio de su padre y de su abuelo, el fundador de la Agencia Diosdado. Era capaz de rastrear el destino de una escultura robada, de localizar una moneda o de investigar donde andaria el timbre faltante de una coleccion. Su aspecto era el de un joven alto, pero no demasiado; delgado tirando a flaco; moreno y de cabello negro. Usaba ropa anticuada: pantalon de pinzas, camisa negra abotonada hasta el cuello y un saco de lana a cuadros que habia encontrado entre las cosas que dejo su abuelo. Hay que decir que su estilo vintage no desentonaba entre la gente que habitaba ese barrio de artistas y creativos que vestian como les daba la gana: chicas con botas a la rodilla y piernas tatuadas; barbones de saco, chaleco y reloj de bolsillo, o corredores en ropa deportiva fosforescente que pretendian seguir en la decada de 1980. Esa manana, a Damian lo habia despertado la llamada de don Fernando Mondragon, un conocido exfuncionario de cultura y coleccionista de arte que le pidio ir a su casa de inmediato. Como se trataba de algo urgente, le entusiasmaba la posibilidad de conseguir un buen caso. Llego a la calle Valladolid, llena de flamantes edificios de departamentos que tienen por fachada entradas de garaje y letreros de no estacionarse --como si fueran hogares para carros y no para personas--. La unica casa antigua que sobrevivia era aquella de don Fernando, un pequeno castillo de ventanas altas y vitrales que reproducian el escudo de su familia. En cada esquina tenia remates de cantera con forma de dragon y en las paredes, frondosas enredaderas verdes. El lugar se veia tal y como hacia un siglo, excepto por las camaras de vigilancia que monitoreaban el exterior. Damian se detuvo frente al porton de madera, que tambien tenia tallado un dragon en relieve, y toco el timbre del interfon. Mientras esperaba a que abrieran, saco su celular para fotografiarse frente a la casa. Tenia una coleccion de selfies en sitios de la Ciudad de Mexico que parecian ser de otro pais. En esa foto podria decirse que estaba en Europa, tal vez en Francia. Claro, era una mera suposicion, porque Damian nunca habia estado en el Viejo Continente. Su trabajo como detective de tesoros era esporadico y ni siquiera podia pagar la renta de un departamento; dormia en el sillon de su despacho, sus gastos eran limitados y la posibilidad de un viaje al extranjero era mas bien lejana. Se oyo el tono indicador de que la puerta estaba abierta. Damian la empujo y se encontro con don Fernando. Era un hombre delgado, bien conservado, de abundantes canas, que vestia un traje de pana. Aunque no lo conocia en persona, lo habia visto en los diarios y en la television, inaugurando exhibiciones o dando entrevistas. Tras saludarse, caminaron por un pasillo cubierto de azulejos gastados, entre jarrones, plantas y medias columnas decorativas. Entraron a un salon de techo alto con vigas de madera e iluminado por los vitrales de dragones que se veian desde el exterior. Las paredes tenian cuadros de distintos tamanos. La mirada entrenada de Damian reconocio los azules intensos de Rufino Tamayo y un paisaje con un volcan en erupcion, el cual solo podia ser obra del pintor Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl. Don Fernando se veia apurado, poco dispuesto a hacer una visita guiada de su coleccion. Tomo asiento en una silla de respaldo alto y madera dorada que parecia un trono --algo excesiva y cursi, para ser sinceros-- y senalo a Damian un sillon estilo rococo para que se sentara. --Agencia de Detectives Diosdado --leyo don Fernando en la tarjeta que Damian le habia entregado. --Asi es. Me especializo en investigaciones sobre obras de arte y antiguedades. Mi abuelo la fundo y la continuo mi padre, pero el se fue de Mexico y ahora yo estoy al frente... --No necesita leerme sus cartas credenciales --lo interrumpio don Fernando--. Supe de usted por el caso de la moneda de la muerte y me sorprendio que hubiera encontrado ese extrano peso de plata para la familia Lorca. Ahora soy yo quien necesita sus servicios y tengo prisa por mostrarle algo. --?De que se trata? Don Fernando se levanto y camino hacia una de las esquinas del salon. Alli habia un caballete con una pintura de grandes dimensiones, tapada con una tela blanca, que descubrio de un tiron. Era una pintura al oleo de un par de metros de largo y poco mas de un metro de alto. Mostraba una de las escenas mas extranas que Damian hubiera visto: un escenario teatral enmarcado por unas gruesas cortinas rojas y una escenografia de hojas gigantes. En medio habia una mesa con patas de animal de la que salia sangre. Los primeros personajes eran un nino y una nina bien vestidos que miraban al espectador con gesto tranquilo; enseguida habia un monstruo de brazos largos, overol y cabeza diminuta que parecia ser un judas de cartoneria, como los que queman en Semana Santa. En el otro lado de la mesa habia un venado, un esqueleto gigante de carton y un personaje largo y flaco que tenia un brazo clavado en la mesa y el otro unido al munon de la figura central, nada menos que la inconfundible Frida Kahlo, en huipil y falda de tehuana. El conjunto recordaba la pintura de La ultima cena, de Leonardo da Vinci, pero en version de pesadilla. --?Es lo que estoy pensando? --pregunto Damian y se acerco a ver la firma de la pintora--. Esta debe ser La mesa herida. Don Fernando. !usted ha hallado la pintura perdida de Frida Kahlo! Don Fernando levanto los hombros con indiferencia y senalo el cuadro con la barbilla para que Damian continuara con su inspeccion.
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La maldicion Silach de Antonio Martin Morales
https://gigalibros.com/la-maldicion-silach.htmlLas almenaras recitaban en alto poemas de fuego, cuando Lord Veleron irrumpio en el palacio del Rey Tendon de Vestigia. Concluyeron las plegarias fabuladas a los dioses, despues de la gran cena en el salon de embajadores. Rilmor, capitan que ejercia como jefe de armas de la casa de los Veleron, acompanado de tres de sus mejores hombres, mostro sus credenciales a los custodios de la puerta del gran salon. Los acordes de las arpas y las gargantas finas de los juglares se apagaron cuando Rilmor entono la presentacion ostentosa de su senor. --!De las tierras del Este, de la region del gran Valle de Lavinia, el noble hijo de la casa Veleron, mi senor y mi protector: Rolento Veleron, hace acto de presencia! El noble cruzo en ese momento el gigantesco porton,_ a paso ligero, ruidoso, hasta arrimarse a la gran mesa. Se detuvo en la distancia prudente para que todos los comensales pudieran verlo. Ataviado con armadura de combate, levanto murmullos por doquier. Hablo el Rey y los demas guardaron silencio. --Amigo Rolento, tu visita es grata e inesperada... ?Que esconden tus ojos apenados? Ese rostro no corresponde a tu afamada tranquilidad -- pregunto directamente Tendon. Se detuvo el postre. Se paro el discurrir del vino y el paso de gargantas cuando Lord Veleron narro, sin tomar asiento, una historia terrible. A viva voz, sin la precaucion de pedir audiencia privada con el Rey Tendon, parecia al borde de la locura pronunciando estas palabras: --Traigo el corazon destrozado por los terribles acontecimientos que sucedieron en mi casa no hace ni cinco dias. En la noche mas apacible que los dioses nos han regalado, durmiendo placidamente resguardado en mi castillo, rumores picotearon la tranquilidad. Me desvele con la sensacion precipitada de abandonar la cordura. Asomado a la balconada de mis dependencias, vi a varios de mis hombres correr en el patio interior del palacio, sombras agitadas, escuche gritos, cristales rotos, metales cruzados en combate, sonidos que acompanan a la muerte rebotaban en los muros de mis dependencias, como si el pasado volviera para recordarme las manchas de sangre en mis propias manos. Corri por los pasillos tratando de averiguar por mi mismo lo que sucedia, alarmado ante aquellos estruendos. Jamas, ni en la peor de mis pesadillas imagine que... Rolento hizo una pausa, trago saliva como alfileres, mientras los invitados del Rey lo miraban con los ojos hinchados de sorpresa, sin mover un musculo, sustraidos por el encantamiento de aquella noche ominosa que el noble describia. Rolento ahora desgarro con sus manos el aire gritando... --!Despedazaron a los guardias! Yo luche a vuestro servicio en la Gran Guerra y jamas vi semejante destrozo. Las visceras de algunos de los moribundos... !las habian esparcido por el suelo, hasta amontonarlas como si fueran reses cuarteadas! Las puertas de mi castillo permanecieron cerradas. Sus muros son fuertes y altos y no sirvieron para contener la entrada de esos salvajes. No hay cuerdas ni escalas. No se si tuvieron tiempo de llevarselas o si encontraron otro medio para saltar dentro. No queda un solo hombre vivo que mantuviese combate con ellos. Los demas vieron muertos, escucharon ruidos y cuentan locuras... !locuras! No robaron nada, pero vinieron a por mi tesoro mas preciado. Se llevaron a mi hijo, Patrio, matando a cualquiera que se interpuso en su camino. De nuevo otra pausa en su discurso. Esta vez sombria y dolorosa como el luto de un heroe. --Agarre mi espada, mi peto metalico, convoque a mi guardia y sali en busca de fantasmas ensillando mis mejores caballos. Segui las pistas de la muerte pues, en las cercanias de mi palacio, cometieron los intrusos los mas abominables crimenes. Logre averiguar que eran diez o doce caballos y un carromato. Pero despues de perseguir el rio de muerte, todo rastro se perdio. En las estribaciones de mis tierras ya no podia estar seguro de cual fue la direccion que tomaron. Ocultaron bien sus huellas. Supieron escoger bien su retirada. Y mi pobre y bello hijo ahora esta a merced del capricho de esos asesinos... El llanto de un padre asolaba las oquedades del palacio real. Las llamas de las chimeneas eran el unico acompanamiento a sus lamentos. La voz del Rey se deslizo entre sus sollozos. --Destino funesto el vuestro, querido amigo. Manana en la madrugada trataremos ese asunto en reunion de gobierno... --Mi senor, mi sabio monarca. --Ahora Rolento Veleron se arrodillo y ese gesto provoco murmullos de condolencia--. Suplico varias informaciones inmediatas, si alguno de los presentes posee algun rumor, alguna presuncion sobre tan desdichado acontecimiento. --Lord Veleron espero y ninguno de los que alli habia invitados tuvo algo que decir--. Imploro que partan emisarios a los pasos fronterizos con Nuralia, que recaben informacion sobre cierto contingente de hombres, a caballo y a pie, y sobre todas las cosas, ruego permiso de su majestad para enviar un grupo de rescate a la vasta Nuralia y traer de vuelta a mi divino hijo Patrio. Entre los comensales se instalo un rumor de comentarios a media voz. El Rey, en ese momento, cambio su semblante apacible y trepo en su asiento hasta la postura erguida de quien atiende asuntos serios, abandonando la placidez del agotamiento del final de una cena copiosa. Su esposa, la reina Itera asistida por tres damas de compania, se retiro a sus aposentos despues de dar sus condolencias al recien llegado. --Seria una imprudencia absurda enviar hombres armados a Nuralia -- intervino Rosellon, quien fuera General de los ejercitos y a quien ahora el Rey habia empleado como consejero personal--. Comprendo la horrible pena y la incertidumbre que lo han animado a venir aqui, pero le recuerdo a nuestro querido amigo Rolento Veleron que, en los tratados de paz firmados tras la Gran Guerra, se prohibe expresamente la incursion de contingentes armados, mas alla de la escolta minima de los diplomaticos con salvoconducto real. El capitan de la guardia de Lord Veleron se ayudo de sus hombres y arrojo al suelo un brazalete metalico y un punal que, al estrellarse en la pulida piedra oscura desprotegida de tapices, produjo un escandaloso estruendo. --!Encontramos pruebas de que nos atacaron hombres armados de Nuralia! !Ellos han roto el tratado! --grito Rilmor. --Senores --ahora fue el Rey quien tomo la palabra--, permitid que despida a mis invitados para que podamos tratar este asunto. El desfile de graciosos vestidos y capas elegantes parecia interminable para besar la mano del Rey antes de enfilar la gran puerta y salir silenciosamente. La mayoria comentaban cosas como <
>, cuando pasaban junto a Rolento. A el no lo besaban suponiendo que no estaba ahora para rituales afectuosos... Los esclavos y esclavas de palacio se afanaban en desmontar las mesas y retirar la abundancia de desperdicios. Provocaban cierta aversion al contemplarse en los platos, frente a las sillas vacias. Mas tarde, en privado, el Rey abrazo al noble y le dio muestras de comprender su dolor. Rosellon, implacable en sus consejos, seguia argumentando que jamas se deberian romper los tratados por muy lamentable que fuese el suceso; que debia llamarse a consultas al embajador de Nuralia y exigirle que su Rey persiguiese a los culpables. Antes de marcharse, el Rey sosego la inquietud de Lord Veleron, a solas, sin consejeros ni escolta, de hombre a hombre. Rolento Veleron financiaba con su fortuna los intereses de la corona, pagando abultados impuestos comerciales por su exportacion de aceite a Plubea, y albergaba en sus tierras un gran contingente armado sumiso a la orden real de los Caballeros Rojos de Vestigia. El Rey y el noble se arrimaron a la enorme chimenea del salon. Hipnotizado por las llamas, Tendon hablo asi. --Rosellon expone bien las razones Rolento, pero comprendo el dolor que debes sentir. Jamas podre respaldarte publicamente; sin embargo, te preparare un salvoconducto especial, asi la entrada de tus hombres en Nuralia sera posible. Si alguna vez fuesen apresados esos hombres, si acaso se pidieran responsabilidades argumentare que es falso ese documento y que, dejandote llevar por la pasion de padre, infringiste la Ley. Seras multado en Vestigia y en Nuralia y habras de responder con un porcentaje de tus negocios a la multa, asi que ten cuidado de actuar con discrecion en Nuralia, no queremos mas guerras, no sirven mas que para matar hombres. Las voces, copiando la tiritera de las llamas, rebotaron en las piedras oscuras del salon, y llegaron a oidos de un hombre que escuchaba en la oscuridad... -
Fuerteventura de Alberto Vazquez-figueroa
https://gigalibros.com/fuerteventura.htmlAlberto Vazquez-Figueroa vuelve a la novela de aventuras con una historia trepidante basada en hechos reales ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial.
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Inquebrantables de Bruno Puelles
https://gigalibros.com/inquebrantables.htmlVarios siglos despues de una catastrofe nuclear, unas pocas ciudades sobreviven bajo tierra para escapar de la radiacion que todavia persiste. Una de ellas decide organizar una expedicion en busca de lo que parece un asentamiento cercano y asi poder colonizarlo. La unica manera de hacerlo es cruzando la antigua red de metro en unos vehiculos terrestres que llaman naves y rezando para no perderse en el laberinto de tuneles.
Olivia lleva toda su vida formandose para ser piloto. Cuando la admiten en la expedicion y esta a punto de cumplir su sueno no se imagina que entre la tripulacion, ademas de al guapisimo capitan Barrow, conocera a Hawke, el extrano inventor que la obligara a desobedecer las ordenes de su superior y embarcarse con el en una aventura llena de peligros.
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La ultima raya – Javier Jorge de Javier Jorge
https://gigalibros.com/la-ultima-raya-8211-javier-jorge.htmlUna historia sobre el amor, el sexo y el peso de las decisiones en la vida. Narrada con un lenguaje y estilo directo y con un ritmo trepidante que hace volar al lector por las paginas. Compruebalo pidiendo tu muestra gratis a Amazon.
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Una Reina para Escocia de Jaquelina Cinalli
https://gigalibros.com/una-reina-para-escocia.htmlUna crisis institucional atraviesa la Corona del Reino Unido. El descontento que genera la proxima coronacion del principe ingles recrudece las facciones independentistas de Escocia.
?Que pasaria si apareciera una descendiente directa de los Estuardo en la actualidad, y reclamara el trono de Escocia? ?Y si la relacionaran con un politico prominente?
En Escocia, un nuevo referendum ilusiona con la independencia.
Mary Jane no sabe que la sangre que corre por sus venas le tiene preparado un destino inesperado. Entre tantas obligaciones, ?podra encontrar lugar para el amor? -
Amigos del placer (Libertinos Enamorados 3) de Vanny Ferrufino
https://gigalibros.com/amigos-del-placer-libertinos-enamorados-3.htmlAshley Answorth, hija de los condes de Worcester, desea casarse por amor y no descansara hasta encontrar al hombre indicado con quien compartir su vida. Sin embargo, todo se sale de su control cuando sus sentimientos empiezan a inclinarse hacia el peor libertino de Gran Bretana, el marques de Sutherland, que esta a un paso del ostracismo social y a quien el matrimonio no parece interesarle mucho por ahora.
Decidida a olvidarse de su absurdo enamoramiento, Ashley acepta el cortejo del duque de Blandes, encontrandose con un rotundo obstaculo en su camino: los celos del marques de Sutherland. -
Con la espada de mi boca de Ines Garland
https://gigalibros.com/con-la-espada-de-mi-boca.htmlRelatos de iniciacion sexual, amorosa y emocional de adolescentes, jovenes y adultos en una sociedad en pleno cambio, que conforman el universo personal de la autora.
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Inseparable de Mia Ford
https://gigalibros.com/inseparable.htmlEl camarero miro el asiento vacio que habia frente a mi en mi mesa, mientras llenaba mi vaso de agua por segunda vez. Ordene el tenedor sobre la servilleta de lino que tenia delante y suspire, poniendo las manos en mi regazo. El restaurante estaba lleno, y habia gente esperando mesa en la parte delantera. Me senti un poco incomoda al estar sentada alli sin pedir nada, pero aun no estaba muy segura de lo que pasaba. Detuve al camarero antes de que abandonara mi mesa y le pedi una copa de chardonnay, para que al menos no estuviera alli sentada con las manos vacias. Habia quedado con mi mejor amiga Lindsey para repasar algunos detalles de la boda. Lindsey habia sido mi mejor amiga desde antes de que pudiera recordar. Habiamos crecido juntas y continuabamos nuestras vidas en el mismo lugar, Los Angeles, California. Eramos chicas de Los Angeles y eso nunca cambiaria. Lindsey habia conocido a su prometido Jordan Smith en una hora feliz en ese mismo restaurante, y a partir de ahi todo fue historia. Me gustaba mucho Jordan, y los dos encajaban perfectamente. A veces me ponia celosa, pero luego recordaba la clase de imbeciles que podian ser los hombres. En cualquier caso, Lindsey debia estar alli para hablar de su proxima boda. Yo era la dama de honor, y el gran dia estaba a solo un mes de distancia y habia unas mil cosas por hacer. La queria, pero a veces era como si pensara que esas cosas se resolverian magicamente si las ignoraba. La planificacion de la boda habia empezado con fuerza tras su compromiso, pero cuanto mas nos acercabamos, mas agotada la veia con todo ello. Todos estabamos en el punto en el que solo queriamos que la boda llegara. Meti la mano en el bolso y saque mi telefono, que estaba vibrando salvajemente. --?Donde estas? --susurre con irritacion. --Lo siento mucho, Amanda --dijo--. Tengo una sesion de fotos en marcha, y pense que se acabaria, pero las cosas estan tardando demasiado. No creo que pueda ir a la cena hoy. Lo reprogramaremos muy pronto. Lindsey era una de esas chicas con un cuerpo perfecto, una tez perfecta y curvas en todos los lugares adecuados. No era solo una modelo en potencia, sino una modelo de verdad. Llevaba una vida de lujo, y siempre me hacia gracia verla en diferentes anuncios por la ciudad. Era tan tonta en la vida real pero tan seria cuando se trataba de su trabajo. Suspire y tome un trago de mi vino. --Esta bien --dije--. Llamame cuando hayas terminado y cambiaremos la fecha. --Gracias --dijo dulcemente--. Te quiero mucho. Tengo que irme. El fotografo va a volver. Colgue el telefono y mi sonrisa se desvanecio rapidamente. Intente ser comprensiva, pero estaba un poco irritada. Llevaba mas de veinte minutos sentada alli sola. Mire a mi alrededor, sintiendo que mi estomago refunfunaba y decidi que por que no comer alli. Ya estaba alli sentada. Hice senas al camarero y le susurre. --Mi invitada no viene --le dije--. Me voy a quedar, pero me ire a la barra para que esta mesa quede libre para otra persona. --Muy bien, senora --dijo con una sonrisa y un asentimiento--. Hare que le transfieran la cuenta. --Lo siento mucho --dije, poniendome de pie y cogiendo mi cartera de la mesa. --De verdad que no hay problema --dijo amablemente, acompanandome a la barra--. Sucede a menudo. Sonrei y me hice a un lado mientras el se daba la vuelta y se dirigia a la parte de atras. Sacudi la cabeza, ligeramente avergonzada por tener que anular una mesa asi, pero lo ultimo que queria era sentarme sola en una mesa a comer. Me acerque a la barra y sonrei, colgue mi bolso sobre el respaldo del taburete y me puse de puntillas para sentarme. Apoye mi cartera en la barra y mire por encima del hombro, observando al hombre realmente guapo que estaba sentado dos sillas mas alla. Me sonrio y me sonroje, volviendo a mirar al camarero mientras me entregaba la carta. Mientras ojeaba la lista de platos principales y pedia, pude ver que el chico guapo se cambiaba a mi lado. --?Te importa si me siento? --me pregunto. --En absoluto --respondi, sintiendo una atraccion instantanea entre ambos. --Soy Nathan --dijo, extendiendo la mano. --Amanda --respondi con una sonrisa. --?Que te trae hoy aqui sola, Amanda? --Tenia que encontrarme con mi mejor amiga, pero el trabajo la mantuvo alejada --dije. --Ella se lo pierde, yo lo gano --respondio con una sonrisa encantadora. --?Y tu? --Ahogando mis penas --dijo con una risa--. Solo estoy bromeando. Queria alejarme de las multitudes, supongo. --Puedo entenderlo --dije, riendo. Nos sentamos, comimos, bebimos y hablamos durante toda la noche. Era realmente encantador, y resultaba que tenia su propia empresa de tecnologia, aunque no estaba segura de cual. Por el aspecto del Rolex en su muneca y el traje de Louis Vuitton que llevaba, sospeche que no le iba nada mal. Las bebidas empezaban a subirseme a la cabeza, pero no me importaba en absoluto. Estaba disfrutando de este encuentro inesperado. --Tuve que convencerla de que no usara el estampado floral para las damas de honor. --Me rei--. Ha sido una pesadilla. --Eso parece. --Se rio, terminando su bebida y mirando alrededor del restaurante, que se estaba vaciando--. Parece que nos hemos pasado de la raya. --Oh, Dios --dije, mirando la hora--. ?Te gustaria ir a mi casa para tomar otra copa? --Pense que nunca me lo pedirias --dijo, llamando al camarero--. Dame la cuenta de los dos. --No tienes que hacer eso --dije, negando con la cabeza. --Por favor, me haria sentir como un caballero. --Sonrio. Me rei y recogi mis cosas mientras el pagaba las cuentas. Salimos a la calle, y el saludo a un sedan negro aparcado al final de la manzana. El coche avanzo y se detuvo frente a nosotros. El conductor salio y abrio la puerta. --?Vamos? --pregunto. --Pues claro --dije, impresionada. Cuando llegamos a mi casa, Nathan le indico al conductor que llamaria cuando estuviera listo. Abri la puerta principal y entre con el detras. Me dirigi a la cocina donde guardaba el alcohol y cogi el whisky del estante superior. Me quede helada al sentir las manos de Nathan rodeando mi cintura y su entrepierna rozando mi culo. Cerre los ojos cuando me paso los labios por el cuello antes de girarme para mirarle. Apoyo su mano en mi cara y apreto sus labios apasionadamente contra los mios, sin perder tiempo. Los dos sabiamos que esa era la razon por la que le habia invitado a mi casa, y yo sabia que queria quitarle esa ropa y pasar mis manos por su pelo oscuro. Me levanto y me sente a horcajadas sobre el, con mis brazos rodeando su cuello y mis labios aun pegados a los suyos. Se echo hacia atras y me miro con sus grandes ojos marrones, con un destello de sonrisa cruzando sus labios. Apoyo mi culo en el borde de la encimera y me subio la mano por el muslo, deteniendose despues de cruzar el borde de mi corta falda y entreteniendose bajo ella. --?Donde esta el dormitorio? --pregunto. Sonrei y le bese los labios. Luego baje de un salto, le cogi de la mano y tire de el atravesando el salon y el pasillo hasta mi dormitorio. Cerro la puerta de una patada cuando entramos. Avance hacia la cama, sonriendo timidamente y sacando mi top por encima de la cabeza, y el me miro con lujuria. Se acerco, se quito la chaqueta del traje y la corbata y bajo la cremallera de mi falda. Me la quite y me sente en la cama, deslizandome hasta que mi espalda se apoyo en el cabecero. Observe como se desnudaba, quitandose la camisa y revelando sus duros y bronceados musculos debajo. Era absolutamente maravilloso, y yo queria follar con el. Cuando se quedo en calzoncillos negros, se arrastro hacia mi, me agarro por los tobillos y me acerco a el. Me rei mientras me deslizaba y apoyaba la cabeza en las almohadas. Me quito lentamente las bragas y las tiro a un lado. Me eche la mano a la espalda y me desabroche el sujetador, dejando que mis pechos rebotasen. El sonrio y se tumbo boca abajo, apoyando mis piernas sobre sus hombros. Pase la mano por su pelo oscuro y cerre los ojos mientras su lengua empezaba a rozar mi clitoris. Separo mis pliegues y lamio a traves de mis jugos, volviendome absolutamente loca. --Date la vuelta --gemi. Giro su cuerpo y se tumbo junto a mi. Me levante y le baje los calzoncillos hasta las rodillas, sacando su enorme y dura polla y rodeandola con mis labios. El gimio cuando me gire hacia un lado, sintiendo su cara sumergirse de nuevo entre mis piernas, mi cabeza se movia arriba y abajo de su eje vibrante. La sensacion de su boca contra mi cono fue demasiado para mi, y chupe con fuerza su polla antes de echar la cabeza hacia atras y gritar de extasis. Todo mi cuerpo se puso rigido, mi orgasmo fluyo por cada vena y cada musculo de mi cuerpo. Levanto la cabeza, sonriendo, y se quito los boxers del todo, inclinandose sobre la cama y cogiendo un condon. Me retorci sobre las sabanas y mi cuerpo empezo a relajarse justo cuando el deslizo la goma por su ereccion y separo mis piernas. Introdujo su polla en mi interior. Grite, sintiendo como me llenaba por completo con su enorme eje, empujando y sacando a traves del torrente de jugos. Levanto la mano y me agarro las tetas, golpeando su polla dentro de mi una y otra vez, mientras el sudor se acumulaba en su firme pecho. Me mordi el labio y tire de el hacia abajo, pasando mi lengua por su boca y gimiendo en su garganta. Me agarro por los hombros y bombeo sus caderas una y otra vez, con los ojos oscuros de pasion. Levanto su cuerpo y bombeo varias veces mas antes de retirarse y darme la vuelta. Me levante a cuatro patas y me agarre a las sabanas mientras el volvia a empujar dentro de mi. Su mano se deslizo por mi espalda y se inclino hacia delante, poniendo la otra alrededor de mi y deslizandola sobre mi clitoris. Sus dedos se restregaron con fuerza sobre mi clitoris mientras me empujaba con pasion, con nuestras pieles golpeando con fuerza una contra otra. Grite, sintiendo que el fuego de mi vientre empezaba a aumentar mientras el grunia profundamente, excitandome aun mas. --Dios --gimio--. Frota tu cono para mi. Volvi a meter una mano y reemplace sus dedos, frotando circulos alrededor de mi clitoris mientras el se sentaba, me agarraba de las caderas y me penetraba una y otra vez. Mis gemidos alcanzaron un tono febril, y pude sentir que el fuego comenzaba a explotar. Grite, frotandome mas rapido entre las piernas antes de estremecerme salvajemente. Me corri con fuerza, mi cuerpo se tambaleo en extasis mientras el se introducia profundamente en mi interior y grunia, su cuerpo palpitaba mientras el tambien se corria. Su semilla caliente lleno el preservativo mientras mi cono vibraba contra su eje. Cuando los dos habiamos sentido todo el curso de nuestro placer, se retiro y se dirigio al bano para limpiarse. Cuando volvio, se subio a mi cama y me acerco a el, rodeandome con sus grandes brazos y dejando escapar un profundo suspiro. Normalmente, no dejaba que mis parejas de una noche se durmieran en mi cama, pero cuando sus ojos se cerraron y su respiracion se hizo mas profunda, me senti demasiado comoda para moverme. Me deje llevar, cayendo en un sueno sin suenos, envuelta en los brazos de este hombre interesante y sexy
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Los trucos de los ricos de Juan Haro
https://gigalibros.com/los-trucos-de-los-ricos.htmlNadie nos ensena los trucos para, legalmente, incrementar nuestro patrimonio y ponerlo a resguardo de Hacienda. Pero existir, existen. Y los mas ricos, bien asesorados, los utilizan para maximizar su patrimonio y minimizar los impuestos a pagar. Y, tambien, para evitar que en un golpe de mala fortuna bancos o acreedores puedan quedarse con lo acumulado a base de esfuerzo y trabajo.
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Mi Planta de Naranja-Lima de Jose Mauro De Vasconcelos
https://gigalibros.com/mi-planta-de-naranja-lima.htmlDe mayor Zeze quiere ser poeta y llevar corbata de lazo, pero de momento es un nino brasileno de cinco anos que se abre a la vida. En su casa es un trasto que va de travesura en travesura y no recibe mas que reprimendas y tundas; en el colegio es un angel con el corazon de oro y una imaginacion desbordante que tiene encandilada a su maestra. Pero para un nino como el, inteligente y sensible, crecer en una familia pobre no siempre es facil; cuando esta triste, Zeze se refugia en su amigo Minguinho, un arbolito de naranja lima, con quien comparte todos sus secretos, y en el Portugues, dueno del coche mas bonito del barrio.
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No hay reglas para olvidar de Iris T. Hernandez
https://gigalibros.com/no-hay-reglas-para-olvidar.htmlNasha dejo atras su zona de confort y se separo de su novio, Andres Zuniga, para lanzarse a la aventura, levantar su negocio y construir su reino.
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La disculpa de Eve Ensler
https://gigalibros.com/la-disculpa.htmlQue extrano me resulta escribirte. ?Te estoy escribiendo desde la tumba, desde el pasado, desde el futuro? ?Escribo como si fuera tu, o como querrias que fuera, o como quien de verdad soy desde mi propia comprension limitada? ?Acaso importa? ?Estoy escribiendo en una lengua que nunca hable ni entendi, que has creado en el interior de nuestras mentes para salvar distancias y remediar nuestra falta de conexion? Quiza este escribiendo tal como soy de verdad, ahora que me has liberado con tu presencia. O puede que no este escribiendo nada y que sencillamente me estes utilizando como un medio para satisfacer tus propias necesidades y tu version de la historia. No recuerdo haberte escrito jamas. Raras veces escribia cartas. Escribir cartas, acudir a alguien, habria sido una senal de debilidad; eran los demas quienes me escribian a mi. Jamas habria permitido que nadie pensara que me importaba lo suficiente como para escribirle una carta. Hacerlo me habria rebajado, me habria puesto en inferioridad de condiciones. Incluso contarte esto me resulta extrano. No es algo que de ordinario sabria o diria, a menos que hubieses entrado en mi mente. Pero no lo discutire, pues se me antoja certero. Tu siempre me escribias cartas. Me parecia peculiar y extranamente conmovedor. Viviamos en la misma casa y aun asi me escribias, con tu caligrafia de nina pequena, tratando de formar renglones rectos, pero desviandote por toda la pagina. Era como si estuvieras tratando de establecer contacto con algun aspecto de mi, con una parte que no encontrabas en los momentos mas intensos de nuestro conflicto, como si mediante poesia trataras de apelar a un yo secreto que una vez te deje ver. Normalmente, escribias cartas de disculpa. Que apropiado que ahora quieras una carta de disculpa por mi parte. Siempre te estabas disculpando, suplicando perdon. Te habia reducido a un degradante mantra diario de <
>. Un dia te mande a tu cuarto sin cenar y te obligue a quedarte alli hasta que comprendieras y reconocieras tu mal comportamiento. Al principio te mostraste terca, callada durante veinticuatro horas. Tu madre estaba preocupada. Pero puede que entonces te entrara hambre o te aburrieras, porque me escribiste una carta en un pedazo de carton que traian mis camisas de la tintoreria. La pasaste por debajo de la puerta de mi dormitorio. Era una suplica dramatica, una lista. Siempre te gustaron mucho las listas. Ahora veo que necesitabas catalogar las cosas, darles sentido con una especie de aritmetica literaria. Era una lista de todo lo que habias aprendido y todo lo que no volverias a hacer. Recuerdo que lo primero era mentir; no volverias a mentir. Y yo sabia, a pesar de perseguirte diariamente y de hacerte creer que eras una vil mentirosa, que eras la nina mas sincera que habia conocido jamas, aunque no conocia a muchas. Detestaba a los ninos. Hacian ruido y lo desordenaban todo y se portaban mal. Era demasiado viejo para tener hijos, solo los tuve para dejar mi legado. Pero estoy divagando. Aquella carta de carton con tu apresurada caligrafia en rotulador morado y las flores torcidas que habias dibujado en los margenes te saco de la habitacion, y ahora me pregunto si por eso seguiste escribiendo, como si se tratara de una especie de pasaporte hacia la libertad. Desde que abandone el mundo de los vivos he estado atrapado en un lugar de lo mas debilitante. Se parece mucho a lo que la gente suele decir del limbo: la nada, el olvido. El limbo no es un lugar externo, no exactamente. Al contrario, he estado basicamente en ningun sitio. Flotando, sin amarres, dando vueltas. Aqui no hay nada, nada que ver, no hay arboles, no hay oceano, no hay sonidos ni olores, no hay luz. No hay lugares tal como los concebimos, no hay arraigos, nada a lo que aferrarse. No, no hay nada, excepto el reflejo de lo que mora en mi interior. <> Eso es de Eliot. Tal vez no sepas que era mi poeta favorito. Sus palabras acuden a mi a menudo en este limbo. Llevo casi treinta y un anos de tu tiempo dando vueltas en este lugar, pero es extrano, porque aqui no hay tiempo, no hay mas que un vacio agonizante, un espacio infinito que me engulle y que es terrorificamente vasto y sumamente claustrofobico a la vez. Deje el mundo de los vivos cargado de resentimiento y rencor. Incluso en mi lecho de muerte, la virulencia de mi ira fue mas poderosa que el cancer que consumia mi cuerpo. Mi rabia era tan perniciosa que era capaz de luchar contra la morfina y el delirio, y darme energia para disenar y ejecutar mis ultimos castigos. Y tu pobre madre, ?que podia hacer? La habia amedrentado durante tantos anos, atizandola con mis gritos, mi condescendencia y mis amenazas, que para entonces se habia convertido en una complice apocada y fiel. Trato de seguirme la corriente, me decia que tal vez no fuera el mejor momento para tomar decisiones tan extremadas como aquellas. Lo hizo todo excepto decirme que habia perdido la cabeza. Mis ultimos pensamientos y alientos estuvieron tenidos por el deseo de hacer dano, el deseo de crear un sufrimiento que perdurara en el tiempo. Puede que no lo sepas, pero en ese momento final insisti en que te eliminaran de mi testamento. No heredarias nada, <>, dije con mucha fuerza. Incluso en mi fragilisimo estado, aquel acto de venganza me dio vida. Fue la ultima oportunidad que tuve de abolirte, de erradicarte, de castigarte. Y cuando tu madre me pidio que me lo replanteara, insisti en que tu te lo habias ganado. ?Por que iba a dejarle nada a una hija que habia sido tan obstinada y desleal? El cuestionamiento de tu madre avivo mi furia todavia mas y me volvi mas vengativo, tratando incluso de eliminar tu caracter. La obligue a prometerme que, dijeras lo que dijeras tras mi muerte, no te creeria jamas, ya que hacia muchos anos habia quedado plenamente demostrado que eras una mentirosa descarada. Mentirosa. Obligue a tu madre a que se comprometiera, en esencia, a desconfiar y dudar de ti para siempre. En ese sentido, la obligue a exterminarte igual que yo lo habia hecho. La obligue a escoger a su marido antes que a su hija, pero aquello no era nada nuevo, tu madre tenia mucha practica en hacer ese sacrificio. Se lo habia exigido durante la mayor parte de tu vida. Y yo sabia perfectamente lo mucho que se despreciaba por consentirlo. Veia como, con los anos, habia minado el respeto que se tenia como madre, eliminado su seguridad y su voz, y como la habia debilitado hasta el punto de no gustarse o no reconocerse siquiera y, aun asi, segui insistiendo. La primera etapa de mi tiempo en este reino de muerte, que senti como si hubiese durado anos, la pase inmerso en un bucle infinito compuesto de todas las traiciones y decepciones vividas, de todas las formas en que mis companeros, hijos y supuestos amigos habian puesto de manifiesto su estupidez o debilidad, reviviendo toda aversion justificable y ejecutando venganzas imaginadas. Naturalmente, tu estabas entre las primeras de la lista. Abandone el mundo tan furioso contigo, que para castigarte me negue incluso a avisarte de que me estaba muriendo. No te llame para despedirme. Queria que las esquirlas de mi rabia te cortaran y te hicieran sangrar para obligarte a llevarme contigo, para que arrastraras una hemorragia de culpa y desesperacion y te preguntaras durante el resto de tu vida por que nunca estuviste a la altura, por que nunca fuiste la hija que esperaba que fueras. Resuelto a dejarte sin cierre ni final, no planee ni permiti siquiera que se celebrara una ceremonia o un funeral. Me parecian demostraciones vulgares y pateticas de emociones absurdas e inutiles. Y, ademas, si me llorabas, era muy probable que terminaras desprendiendote de mi. Retenerte era el unico poder que me quedaba a esas alturas, la unica forma de agarrar tu ser, la unica forma de llamar y conservar tu atencion. Pocos dias despues de morir, antes de entrar en este plano, te vi sentada en el suelo de mi armario en Florida con la cara hundida en mi viejo jersey amarillo de cachemira. Al principio no entendi que estabas haciendo, pero luego, a medida que te observaba, comprendi que estabas oliendo lo que quedaba de mi, inhalando mi colonia y mi esencia, tratando de hallar un lugar en el que depositar tu dolor. Y, a mi pesar, aquello me conmovio. Me devolvio a un tiempo que habia sido docil entre los dos, un tiempo albergado por un carino casi insoportable. Verte en el suelo ante mi armario, tratando de hallarme, de hallar esa ternura, provoco en mi una oleada de tristeza y perdida; y entonces desapareci. Deje atras tu mundo, deje atras la belleza, deje atras la posibilidad de la salvacion. Y fui arrojado al interior de una desenfrenada repeticion de ofensas y agravios. Dicen que asi como vives, moriras. Y es cierto que con el tiempo mi furia se volvio letal. < >, solia advertirme mi madre, ya que siempre estaba inexplicablemente furioso. Y entonces mi rabia cambio de sentido y me pudrio el cuerpo inundandolo de un terror insufrible. Fue como si la ira se hubiese replegado sobre si misma, devorando y asfixiando mi angustiada psique en un callejon de lamentos, de una ansiedad insoportable, de dudas desgarradoras y de una torturadora autorrecriminacion. No podia avanzar. No podia retroceder. No habia salida. Paralizado en este lugar del limbo, carecia del lenguaje y de la voluntad, y de la comprension para liberarme. Se que fui un cinico que rechazaba con desden todas las sandeces relacionadas con el mas alla. Pero ?que sabia yo sobre nada? Y a esto ni siquiera lo llamaria el mas alla. No esta < > de nada, sino a continuacion. En este sentido, la muerte es atroz e infinita. O quiza solo lo sea esta muerte concreta que me ha tocado a mi. Imagino que habra otros a quienes su buen proposito los lleve en sus alas a lugares mas resplandecientes. Si he aprendido algo aqui -y no ha sido facil aprender gran cosa, pues mi cerebro esta ofuscado por la angustia-, lo que he descubierto es que es de suma importancia resolver los conflictos mientras vives, puesto que todos los asuntos pendientes te persiguen al siguiente plano y determinan el estado de tu ser. Todo agravio que hayas ocasionado en vida, todo dano cuya culpa no hayas asumido, se convierte en una especie de fango espiritual, una sustancia viscosa que construye tu encierro. Es una jaula, pero esta dentro de ti, y eso resulta todavia mas insufrible e inquietante. Estas atrapado en ti mismo, absorbido por el barro de la obsesion eterna. Gritarias, pero el lodo es tan denso que impide que te salga la voz. No hay alivio posible. Por eso te doy las gracias, Eve, por invocarme, por darme esta oportunidad de rendir cuentas por mis espantosas acciones. Se que no hay ninguna garantia de que vaya a ser liberado de este angustiante limbo, pero tu ofrecimiento de recibir esta disculpa ya ha modificado este paisaje de desesperacion. Soy consciente de que tu proposito es claro. La profundidad y la sinceridad y la necesidad de tu mision son evidentes y potentes. Se que me estas pidiendo que me disculpe, y debo decir que este terreno me resulta desconocido y antinatural. No recuerdo haberme disculpado jamas por nada. De hecho, se me inculco que al pedir perdon uno muestra debilidad, se vuelve vulnerable. Imagino que es mi vulnerabilidad precisamente lo que necesitas de mi, tal vez fue lo que siempre necesitaste. Hare todo lo posible por no justificar ni racionalizar mis acciones. Al contrario, tratare de dar cuenta de mis acciones e intenciones. Al contartelas, no pretendo obtener comprension ni perdon, se trata de una confesion en el sentido mas profundo. Ciertamente, es algo que preferiria que permaneciera oculto ante ti, ante Dios, ante mi mismo. Pero ha llegado el momento de someterme, sin reservas, sin justificaciones, a esta rendicion de cuentas. Me he preguntado: ?que es una disculpa? Es humildad; es la admision de las ofensas y una rendicion; es un acto de intimidad y conexion que exige un gran autoconocimiento y entendimiento. Estoy seguro de que no dare la talla. -
Ya no tengo miedo de Patricia Fernandez Montero
https://gigalibros.com/ya-no-tengo-miedo.html?Te imaginas despertar y que nada sea igual? ?Que todo tu mundo haya cambiado, para siempre? Esta es la historia, mi historia, la voz acallada durante anos, el grito en el vacio que intente lanzar, el sordo temor del panico y que, hoy, ve la luz. Comparto esta historia con la de cientos de ninos y personas que han vivido y viven bajo el agonico dolor de la violencia de genero. Esto es un grito a la esperanza y un reclamo a la sociedad. El vertigo de las amenazas y el desgarro del dolor. La verdadera cara de los que nadie cuenta ni quiere oir, porque, a veces, da demasiado miedo.
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Solo fue un juego (Stage Dive 2) de Kylie Scott
https://gigalibros.com/solo-fue-un-juego-stage-dive-2.htmlSolo tenia que fingir ser su novia ?Puede surgir el amor de un acuerdo de conveniencia entre una buena chica y una estrella de rock? Mal Ericson, el bateria de la banda Stage Dive, necesita limpiar su imagen y rapido aunque solo sea durante un tiempo. Y para conseguirlo, nada mejor que llevar del brazo a una buena chica que le haga el trabajo. Lo que no espera es que este arreglo temporal se convierta en algo permanente… Anne Rollins nunca penso que conoceria a una estrella del rock de las que colgaban de las paredes de su habitacion… y mucho menos en esas circunstancias. Anna esta mal de dinero. Muy mal. Pero eso de aceptar que le paguen para interpretar el papel de la novia buena que sale con el bateria de un grupo no puede acabar bien. ?O tal vez si?
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Enamorada del Jefe de Tania Villar
https://gigalibros.com/enamorada-del-jefe.htmlMateo es sexy, seguro, poderoso y el Gerente de su propia compania…pero tiene algunos problemas en el pasado
Su ex esposa que quiere quitarle todo lo que tiene. Problemas que todo millonario tiene ?no?
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Un lugar en tu corazon de Amaya Evans
https://gigalibros.com/un-lugar-en-tu-corazon.htmlViolet estaba sentada frente al espejo, mirando su rostro completamente rojo. No podia evitar que adquiriera ese tono, cuando se enojaba o estaba triste y lloraba mucho. No era como su hermana que hasta un desmayo le quedaba bien, por lo hermosa que era. A ella en cambio, todo le quedaba mal, siempre tenia que esforzarse mas que Rose para obtener las cosas y para que algun gesto elegante le saliera perfecto. En su hermana Rose todo era natural -- penso aburrida. Violet--hija, el carruaje nos espera--le dijo su madre, tocando la puerta de su habitacion para apresurarla. --Ya voy, mama--todavia estaba molesta por lo que su hermana le habia dicho. Siempre se las arreglaba para hacerla llorar o al menos hacerla sentir mal. Ahora tendria que ir a la casa de Christopher con la cara roja y el pensaria que era horrible. Seguramente su hermana ya estaba dentro del carruaje, y le constaba que se habia levantado casi de madrugada haciendo que Rita, su doncella le ayudara en todos los menjurjes que le ponia a su cuerpo y a su rostro supuestamente para verse mas hermosa. Rose ya se veia como la marquesa de Eaden, viviendo en la enorme casa de Christopher con 50 o mas sirvientes a sus servicio. Violet se vio una vez mas en el espejo, arreglo su cabello. El tono cobrizo de este, la hacia ver simple y normal, su baja estatura y su tez algo rolliza, no ayudaban mucho a que los pretendientes hicieran fila en la puerta de su casa. Solo sus ojos en un extrano color violeta, la hacian diferente en un buen sentido. Su padre decia que sus dos hijas eran las mas hermosas flores de su jardin y por eso a cada una le habia dado nombre de flor, pero la sorpresa fue cuando ya con el nombre Violet, sus padres comenzaron a notar que sus ojos empezaron a cambiar de un tono oscuro de azul a un tono violaceo. Muchas personas curiosas se acercaban mucho para ver si era cierto y entonces se sentia como una rareza en una feria. -- ?Vas a venir o nos haras esperar toda una vida hasta que sientas que te ves bien?--le pregunto su hermana entrando arbitrariamente por la puerta de su habitacion, sin siquiera tener la cortesia de golpear antes. Se veia muy hermosa, aunque le doliera reconocerlo, su cabello rubio recogido en la parte de arriba, estaba adornado a los lados con dos hermosas hebillas en forma rosas, que su padre le habia traido de la india. Llevaba un vestido de tarde hecho en seda, la parte izquierda y derecha del vestido eran en dos tonos de verde y las separaciones en tonos dorados, en la mitad la tela era de color crema liso que hacia perfectamente juego con los otros dos colores y estaba decorado con perlas. Las mangas en forma de tulipan, que estaban muy de moda, decoradas con hilos dorados trenzados en los bordes. Zapatillas de color crema y una estola en cashimir completaban el hermoso conjunto, que solo realzaba la belleza de su hermana. --Suspiro aburrida--ya estoy lista, estaba por bajar. --Gracias a Dios, de todas formas no habrias podido hacer nada mas--le dijo de manera desdenosa. --Gracias querida hermana, tu siempre tan atenta. --Solo digo la verdad--le respondio con su actitud ingenua, con la que se ganaba a todo el mundo. Violet, no queria discutir, asi que solo paso a su lado y se dirigio a las escaleras, sintiendo que su mirada la seguia de cerca. Ella habia escogido un vestido mas recatado, pero a su manera de verlo, muy bonito. En muselina blanca con algunos toques de azul rey en el escote y el dobladillo, las mangas eran cortas adornadas en encaje. Su tocado era de estilo griego, pues le gustaba ocultar su cabello y los guantes largos junto con sus zapatillas eran de color blanco. Mientras bajaba las escaleras se preguntaba porque sus padres estaban tan obsesionados con casarlas con hombres de la alta sociedad. Ella se sentiria feliz de poder casarse con un hombre que la quisiera y le diera una vida comoda, sin tanta opulencia y banalidad, pero nada podia hacer ante la voluntad de su padre que siempre habia querido lo mejor para su familia y es por eso que se habia esforzado tanto en llegar tan lejos , el era muy pobre cuando comenzo en los negocios, su madre le habia contado que era un pandillero en la ciudad de Nueva York y que a base de juegos y apuestas , se habia hecho una pequena fortuna, que luego tuvo la buena de cabeza, de invertir en un pequeno negocio de construccion. Pues era muy aficionado a todo lo que tenia que ver este tema. Su abuelo Charles, el padre de su padre, era albanil y siempre lo llevo de pequeno a su trabajo, le inculco el amor por las construcciones, le enseno los diferentes tipos de materiales que se usaban, le mostro como trabajaba, siempre buscando la perfeccion en lo que hacia. Su padre desvio un poco el camino cuando crecio, pero cuando tuvo el dinero en sus manos para poder hacer algo bueno con su vida, se acordo de su padre y sus ensenanzas e invirtio en ello. Ahora era el dueno de todo un imperio de la construccion y todo el mundo lo buscaba, ya que tenia fama de hacer las mejores casas adosadas del Reino Unido, pero la sociedad era tan cerrada que no olvidaban los origenes de nadie y ellos a pesar de ser un hombre respetable, y tener mucho dinero, seguian pensado que era un simple comerciante nuevo rico y esa misma percepcion que tenian de el, la hacian extensiva a su familia. No pasaba mucho, pero algunas veces ella podia sentir el escrutinio de los demas sobre ella y su hermana. Otras veces la hicieron sentir incomoda con algunos comentarios fuera de lugar. Por eso sus padres querian a como diera lugar, buenos matrimonios para sus hijas, de preferencia con la nobleza. -- !Hija por Dios! Ya era hora--dijo su madre. -- !Ya estoy aqui! -le respondio--Solo el saber que veria a Christopher, le daba dolor de estomago, pero saber que solo tendria ojos para su hermana y ni siquiera se daria cuenta de que ella estaba alli, le daban ganas de vomitar. --Nina, vamos a la casa de un marques, no a la casa de tu tia o a la modista. El nos espera a las seis de la tarde y falta media hora. No quiero tener que ir con prisas. --Bueno madre, ya estoy aqui, ya podemos irnos--le dijo con cierta impaciencia. Su madre la reprendio con la mirada y se dirigio al coche. Rose la siguio y su padre y ella entraron de ultimos. El trayecto fue mas bien tranquilo, cada uno sumido en sus pensamientos, hasta que llegaron a la imponente residencia del marques. El mozo salio a recibirlos en la verja de la entrada y el cochero dio sus nombres a lo que el enseguida respondio con una sonrisa, al tiempo que abria la puerta para dejar pasar el coche hacia el patio. Llegaron a la entrada principal donde el mayordomo, los esperaba y le dijo a un sirviente con librea que los ayudara a bajar y los hiciera pasar al salon azul. Casi enseguida de haber entrado, al elegante vestibulo, un par de criadas se acercaron y saludando con una reverencia, las ayudaron a quitarse abrigos y sombreros. Luego el mayordomo los llevo a todos al salon azul, donde habia enormes retratos de antepasados de Christopher. Una habitacion hermosa, calida y acogedora. Acto seguido, ellos fueron anunciados y Christopher, el marques de Eaden, se levanto para saludarlos. Con una enorme sonrisa, se acerco y Violet se quedo sin habla, como siempre que lo veia. Estaba vestido con un frac de doble botonadura en color negro, camisa blanca de lino, cuello alto, pantalon de lino que se ajustaba a sus muslos. Su cabello negro corto peinado hacia adelante en los laterales, lo hacia ver muy varonil y su rostro siempre adusto, pero tan atractivo. Violet solia mirarlo cuando el no se percataba y observaba detenidamente el tono bronceado de su piel, color que habia adquirido por tanto tiempo al sol, pues le encantaba cabalgar. Su menton fuerte y labios gruesos, le hacian desear besarlo y en muchas ocasiones sola en su habitacion, se lo habia imaginado observandola con esos ojos gris plomo, que la hacian estremecer cuando la miraban, apoderandose de sus labios hasta dejarla sin aliento. Era un sueno recurrente y sin embargo tan alejado de la realidad que al volver a esta, dolia demasiado. --Buenas tardes, saludo Christopher--Senora Amelia, siempre tan hermosa--le dijo a su madre. Su madre estaba feliz con el cumplido y le dio la mano para que el la besara-- Excelencia, siempre tan galante. Christopher le dio la mano a su padre-- Senor Prescott, un placer tenerlos a todos en mi casa. --Muchas gracias, su excelencia, estamos honrados de su invitacion y bueno, muy complacidos por el motivo de esta. Violet se pregunto cual seria ese motivo, del que su padre hablaba. A ella solo le habian dicho que era una invitacion formal del marques, pero nada mas. --Senorita Rose, se ve usted deslumbrante--la miro con deseo, con todo el amor con el que ella queria la mirara. --Muchas gracias, su excelencia. Me arregle asi para usted ?le agrada? -- !Rose!--la reprendio su madre--Ese no es el comportamiento adecuado para una senorita. --No se preocupe--el marques se dirigio a su madre--la senorita Rose nunca podra hacer nada que me haga pensar mal de ella--le sonrio. Rose solo movia las pestanas como si fuera la mas ingenua, modesta y dulce de las criaturas. --Senorita Violet ?Como se encuentra? Me han dicho que estaba un poco indispuesta. --Oh si, pero solo fue un resfriado--recordo que la ultima vez que Rose habia querido salir al parque con el, su madre le habia dicho que si no iba debidamente escoltada por una dama de compania y Violet, no podria ir. Su madre lo hacia con una segunda intencion; que el marques le presentara algun amigo o conocido de la nobleza, que pudiera emparejar con ella. Por eso ella habia dicho que se sentia terrible, de esa manera no tenia que salir con ellos y pasar por el martirio de ver a Christopher junto a su hermana.
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?Bailamos? de Noni Garcia
https://gigalibros.com/bailamos.htmlAlejandra no podia creer que aquel coche se hubiera saltado la senal, que tuviera que estar de baja algunos meses, que no pudiera bailar y, mucho menos, que su medico y cirujano fuera Salvador, el insoportable hermano de Ivan, su mejor amigo y pareja de baile.
Salvador siempre habia mantenido lejos de el a Alejandra, alguien que le atrajo desde el dia que la conocio, una nina de papa ante la que no pensaba sucumbir, ya que con una tuvo suficiente.
Pero ni Alejandra es lo que aparenta, ni Salvador es el hombre insufrible que parece ser.
Un accidente, una mujer valiente, un hombre con miedo a sufrir, una recuperacion que los une sin remedio y.
?Podra un baile unirlos para siempre? -
Las catastrofes de Alicia de Lighling Tucker
https://gigalibros.com/las-catastrofes-de-alicia.html?Crees que has tenido un mal dia? Seguro que no supera el de Alicia.
Dejando Espana lejos se traslada a Manhattan para vivir su nueva vida, pero no empieza como ella espera.
La empresa que iba a contratarla ha sido cerrada a causa de una investigacion policial. El piso que iba a compartir esta en un edificio que apenas se mantiene en pie y, como postre, el coche que alquila y en el que mete sus cosas, pisa un clavo deshinchando una de sus ruedas.
Con el poco aire que queda en el neumatico logra llegar al taller mas cercano que encuentra por internet y esta cerrado.
?Que mas puede salir mal?
Justin contempla a la mujer que llega a su taller, la pobre parece haber sobrevivido a una catastrofe. Decide escuchar lo que tiene que decirle al mundo y le genera ternura su desesperacion.
<<--Entra, te arreglare la rueda --dijo Justin apiadandose de ella.
--?Eres el mecanico? ?Y por que has dejado que te explicase mi miserable vida?
--Mera curiosidad --contesto sonriente.
--Eres cruel>>.
?Que opinas? ?Esta historia puede mejorar? -
Sean Cote es provocador de Iris T. Hernandez
https://gigalibros.com/sean-cote-es-provocador.htmlAparecio sin mas. Recuerdo perfectamente aquel dia. Estaba en su despacho porque Jeff me habia pedido que, por favor, los ayudara. Al principio no me parecio una mala idea, pero eso fue porque no sabia quien era Sean Cote, el desconocido que esperaba a mi espalda sin yo saberlo.
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Una novia de pelicula de Carla Tristan
https://gigalibros.com/una-novia-de-pelicula.htmlEl:
La vida de un actor es rapida, cambiante y estricta. Y cuando la mia iba cuesta arriba sucedio lo impensado, cayo al piso.
Lo bueno es que la conoci a ella y aun que solo era un juego de mis amigos para hacerme sentir mejor, resulto ser de lo mas agradable. Linda, perspicaz, divertida, una sonadora muy sexy. Justo lo que le faltaba a mis dias. Claro que no estaba seguro de que fuera lo correcto en este momento.
Yo debia enfocarme en mis asuntos y reconciliarme con mi publico... -
Las independencias de Africa de Custodio Velasco
https://gigalibros.com/las-independencias-de-africa.htmlLas independencias de Africa son, junto a las dos guerras mundiales, la bipolaridad Este-Oeste o la caida del Muro de Berlin, uno de los fenomenos capitales de la historia del siglo XX y, por tanto, un hecho fundamental para comprender la historia del tiempo presente. Custodio Velasco ofrece en este libro una amplia y documentada lectura de los procesos de esas independencias en el Africa Subsahariana. Una acotacion justificada por sus particularidades historicas con relacion al norte de Africa y por su trascendencia en los conflictos regionales y geopoliticos mundiales, cuyas secuelas se perciben en la renovacion de tensiones sociopoliticas y el creciente fenomeno migratorio, uno de los problemas de mas compleja solucion para la Europa del siglo XXI.
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Damas Asesinas de Tori Telfer
https://gigalibros.com/damas-asesinas.htmlAl hablar sobre los criminales mas letales de la historia, siempre pensamos en Jack el Destripador, Ted Bundy o John Wayne Gacy. De hecho, en 1998, el FBI afirmo que las asesinas en serie <
>. Pero ?que hay de la infame condesa Erzsebet Bathory --apodada < >--, de Mary Ann Cotton --virtuosa del < >--, de Darya Nikolayevna Saltykova --< >--, de Nannie Doss --< >--, de Alice Kyteler --< >-- o de Kate Bender --< >--? Ingenioso y provisto de un enfoque que arrincona las explicaciones faciles (< >, < >, < >) y los topicos machistas (< >), este esclarecedor estudio glosa las actividades agresivas y predatorias que las mujeres mas letales nos han legado para la posteridad. Una sugerente compilacion de damas letales, dotada de un vitriolico humor negro, que rescata del olvido a catorce maestras del crimen que hicieron de lo sangriento un arte: horneando deliciosos pasteles con sorpresa, manejando el cuchillo con habilidad mortal o administrando sibilinos venenos a prueba de autopsia. -
Todo sobre nosotras de Monica Lavin
https://gigalibros.com/todo-sobre-nosotras.htmlAlejandra las habia recogido en el aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa, pero sin mas, a pesar de que venian de un vuelo trasatlantico y de que habian trasbordado en Paris, las subio a la camioneta y tomaron la carretera. Habian venido a festejar el cumpleanos sesenta de su amiga y los de ellas; las tres habian nacido el mismo ano y habian ido a la misma escuela desde los seis anos hasta la preparatoria. Pero Carla y Nuria no habian visto a Alejandra en treinta anos. Les sorprendio que fuera casi una calca de la que habia sido: el pelo seguia lacio y oscuro, aunque se lo pintara y lo llevara en una melena corta, los ojos negros intensos, casi moros, pero sus formas sofisticadas de cuando conducia aquel programa de television habian quedado ocultas por una voluntad rural. Al fin y al cabo, mujeres de ciudad, les costaba trabajo ver a Alejandra en tenis, con muy poca pintura, aunque, eso si, el barniz de unas impecable la seguia distinguiendo. Sus manos en el volante lo ostentaban. --?El azul esta de moda? --dijo Nuria, que jamas se pintaba las unas. Era lo menos apropiado para una panadera. --Ya no se que esta de moda, pero lo veo en las tiendas y lo sumo a mi cajon de barnices -- dijo Alejandra, con esa voz cantarina, con su risa facil. La recordaban en la preparatoria: con mas maquillaje que ellas, con esos barnices naranjas, o rojos o rosas nacarados que se estilaban. Las unas con forma ovalada, como de revista. Las tres distraian la platica con nimiedades porque no sabian por donde empezar. Carla y Nuria habian tenido oportunidad de conversar algo en el avion, antes de quedarse dormidas y de quejarse de lo reducido de los asientos. --?No podriamos viajar en business? --habia dicho Nuria, que era de caderas anchas, pero con menos posibilidades economicas. --?Y pagar el doble? Nuria habia olvidado por que administrar era el fuerte de Carla, despues de la nutricion. Por algo tenia una compania. Si tuviera el dinero, Nuria lo habria pagado, ?cuando tendrian sesenta anos de nuevo? ?Cuando vendrian a festejar con Alejandra a Portugal juntas? Claro que pensar asi la habia llevado a no ahorrar nada, a destinar parte de su herencia en poner la panaderia en Ensenada, cuando por fin decidio que no podia vivir un dia mas en la Ciudad de Mexico. Recorrieron el campo de arboles de follaje verde seco, con la tierra mas bien arenosa, o esa impresion daba, entre Lisboa y la desviacion hacia Evora, donde Alejandra prometio llevarlas de regreso para ver las ruinas romanas, esas columnas del templo de Diana en medio de callejas medievales. --Para quienes me visitan es parada obligada. Pero sera despues. --?Y no te hartas de hacer paseos turisticos con los que venimos? --pregunto Carla. --Ustedes no habian venido en los treinta y un anos que llevo aqui. Vivo muy lejos y las visitas no son frecuentes. Ir a Evora era un placer para Alejandra, era una conexion con el asombro original de cuando llego, recien casada con Esteban, y se comio el paisaje, la historia, el acento, el bacalao, las cerezas del verano, con los ojos, con el cuerpo, con una alegria chispeante. Estaba entonces en la cresta del descubrimiento y en la euforia amorosa; no habia ponderado lo que significaban la distancia, el desarraigo, que sus padres murieran en Mexico y que ella llegara tarde a despedirse. La friccion de las llantas contra el asfalto siseo adentro de la camioneta, donde las ventanas abiertas ventilaban el fin del verano. Entonces hizo algo abrupto, se orillo en la cuneta, oteo a ambos lados de la carretera y tomo el carril de regreso. Sus amigas no comprendieron. --?Te equivocaste? --Volar trece horas, traer otro horario, por lo menos merece una parada para comer y tomar algo. Vamos a Evora. Nuria y Carla agradecieron sentarse en las mesas al aire libre frente al templo de Diana, en medio de la convergencia de varias calles empedradas, estirar las piernas y tomar una cerveza con aceitunas para empezar a sentir el aire del Mediterraneo de su travesia. La ruta las llevaba al este, hacia la frontera con Espana. El mar les quedaba a la espalda y al sur, y la sensacion de estar en un pais desconocido las excitaba. --?No estan cansadas? --pregunto Alejandra. --A mi solo me cansa el que no pase nada, el agua quieta --dijo Carla con la espuma de la cerveza en los labios--. Esto es vida. Ademas, la cerveza es muy sana. --Se rio. Siempre habia sido una pesada con los asuntos de los nutrimentos, pero habia bajado la guardia. Era una fortuna que no hubiera tenido hijos, los habria atosigado con el discurso del balance de proteinas y grasas de las buenas, y carbohidratos de los malos y calorias vacias. Aunque sus clientas agradecian sus consejos para estar mas sanas, para aceitar el deterioro, para impedir la gordura, pero sin abandonar el placer de comer. --Ya vas a empezar. --Se burlo Nuria. --Yo quiero todos tus consejos para presumir en el hotel. Esta de moda eso de la conciencia de nutrirse bien y la dieta portuguesa es buena para eso. --Pidio Alejandra mientras compartian un plato de embutidos y una ensalada fresca. --Tengo consejos de todo tipo --anadio Carla con picardia--. Aunque les confieso que ya me harte de ser la flaca que soy. Eso de querer ser ejemplo viviente de mi compania es catastrofico. En este viaje pienso comer todo lo que se me atraviese. --Ya era hora --anadio Nuria, que era robusta, generosa de carnes y espiritu, y que movia su cuerpo sin que sus senos y caderas prominentes fueran un obstaculo. Carla casi no habia visitado a Nuria desde que se fue a Ensenada, hacia un lustro, y no soltaba el cuerpo, como si al hacerlo pudiera irse por el camino torcido. Tal vez le pesaba ser hija de medicos; su padre, un endocrinologo. --Esteban es un gran cocinero. --Presumio Alejandra--. No podras rehusarte a ningun platillo. --Ese debe ser uno de sus encantos. Alejandra sonrio con cuidado, sin la espontaneidad que le conocian. De las tres era la unica que permanecia casada, la unica que habia conservado la pareja con la que decidio hacer una vida. Dejaron que lo que Alejandra les platico sobre aquel templo --que era del siglo I antes de Cristo y que en algun momento habia sido carniceria, lo cual ayudo a que se conservara en pie-- fuera acomodando sus cuerpos al nuevo paisaje y a la alegria fortuita de compartirlo. Alejandra les dijo que lo mas impresionante era la Capilla de los huesos dentro de la iglesia de San Francisco, hecha con la osamenta de los monjes, apilados uno sobre otro, macabra y poderosa, pero penso que lo dejarian para otro dia, si acaso. Habian sido tan amigas en secundaria y preparatoria. Habian celebrado la primera boda de las amigas, la de Carla, cuando ella aun no terminaba la licenciatura, con Joaquin, su novio de tantos anos, de quien no se habia vuelto a hablar. Todas habian puesto su amistad por encima de cualquier otro argumento. No eran tres, eran cuatro. Renata habia sido mas amiga de Alejandra; Nuria y Carla, las mas cercanas. Las cuatro inseparables en aquellos anos. Tal vez por eso no se habian reunido en treinta anos. Pues, aunque Alejandra habia hecho viajes a Mexico para visitar a su familia, no las habia buscado ni ellas habian preguntado cuando iria. Las mexicanas habian perdido todo contacto con la que vivia en Portugal, hasta que ella les propuso celebrar su cumpleanos sesenta en el Alentejo. Alejandra y Renata cumplian anos el mismo dia, en una fecha innombrable: 19 de septiembre. Volvieron al auto, achispadas y con deseos de conocer el paraiso que Alejandra les habia prometido: aquella quinta donde crecian olivos y vides, y donde acababan de estrenar un hotel rural, con apenas cuatro habitaciones y un comedor. Oculto el nombre del hotel hasta que, despues de un cabrioleo por una carretera delgada entre cultivos, les senalo el letrero: Quinta Renata. Habian llegado. 2 Alejandra le asigno un cuarto a cada una, pero les advirtio que durante el fin de semana tendrian que compartir habitacion. --Como en los viejos tiempos --dijeron. --Me vengo con ustedes. --Se rio divertida. Le hubiera encantado revivir las noches en que estudiaban e ideaban estrategias para no quedarse dormidas. --Lo malo es que el vino me arrulla --dijo Nuria-- y en lugar de platicar seguro me quedo dormida pronto. Y no quiero beber Coca-Cola. --Yo, si --agrego Carla--, toda la que he dejado de beber durante anos. --Esteban la tiene prohibida hasta para el hotel --enfatizo Alejandra. Desde sus cuartos verian los vinedos dorarse bajo el sol del verano al caer la tarde, les advirtio Alejandra. Estuvieron de acuerdo en que la vista les daba paz. --Aunque tambien da desasosiego --dijo Carla. En realidad, a ella le encantaba vivir en uno de esos edificios altos del poniente, desde donde la ciudad se veia lejana, como una colcha de luces que advertia que el bullicio no paraba. Cuando visitaba a Nuria en la casa del acantilado, sentia la angustia del infinito mar. Esperaba poder dormir, el insomnio podia atacarla y que haria sin television, sin horario y con tanto verdor. La boca se le seco, pero no dijo nada. Las estaban consintiendo. Alejandra las apresuro, pues sabia que Esteban estaria ansioso por recibirlas. Quedaron en instalarse con mas calma despues. --Igual me paso desde hoy a tu cuarto --le dijo Carla a Nuria por lo bajo, temiendo el vertigo del espacio abierto. Caminaban de nuevo hacia el auto para llegar a la casa principal, una vieja construccion de adobe que les tomo tiempo remodelar, como explico Alejandra. --Claro que si, mi reina, pero ronco. --Se rio Nuria. --Yo tambien --dijo Alejandra, que las habia oido--. Eso dice Esteban. Que verguenza. --Verguenza con un amante, con el marido no creo --siguio Nuria--. Aunque yo soy la que soy a esta edad. Si alguien quiere dormir conmigo, que se lleve las caricias con el paquete completo, yo hare lo mismo.
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Imperfecta armonia de Paula Gallego
https://gigalibros.com/imperfecta-armonia.htmlGrite. Pero nadie escuchaba. Aunque estaba sola en casa y nadie me oiria, mi alma gritaba por dentro, sin atreverse a levantar la voz. Sabia que era aquello. Sabia que si mi interior desataba todo lo que habia guardado esos meses, estaria algo mas en paz y no tendria ni que plantearme lo que me disponia a hacer en esos instantes. Pero esa era la unica forma que tenia de desahogarme. Y por eso me encerre en el bano, me sente en el suelo de marmol y vacile con la cuchilla sobre mi piel unos segundos para, despues, cortarme. Y ahi estaba. La sangre, la liberacion. Ya me sentia mejor. No era ingenua. Habia leido sobre ello. Sobre los "cutters"; gente que se autolesiona, que generalmente se corta, buscando una forma de expresar lo que no puede decir con palabras. Se por que lo hacia. Se que el subidon que experimentaba justo antes de cortarme, y la descarga de tension despues, el alivio, eran lo que me llevaban a hacerlo una y otra vez. Era mi droga, mi adiccion. Y era completamente consciente de ello. Pero no tenia intencion de parar. No era una suicida, ni una persona que quisiera llamar la atencion. Si la gente lo supiera, habria dicho que estoy enferma. La mayoria no lo entenderia, es "insano". Pero, para mi, en cambio, era la unica forma de mantenerme mentalmente "sana". Si no pudiera cortarme, me habria derrumbado hace mucho tiempo. Me levante despacio, y limpie la sangre y la cuchilla. Me la meti al bolsillo, baje las mangas de mi camiseta y volvi a mi cuarto, para esconderla en el cajon de los calcetines. Mi tia Beatrice no suele fisgar. De hecho, no creo que entre nunca en mi habitacion. Pasa mucho tiempo fuera de casa, y yo me encargo de hacer mi propia colada y de mantener ordenado mi cuarto; no soporto el desorden. Me acerque al tocador. Y una chica paliducha de dieciseis anos me devolvio la mirada desde unos ojos azules y cansados. Frente al espejo habia un cepillo y a su lado un botecito con pastillas. Es triste que a mi edad estuviera tomando antidepresivos. Pero me consolaba la idea de que podria ser peor. Si mi tia o mi psicologo se enterasen en algun momento de que me cortaba… Bueno, me imagino que los antidepresivos habrian sido el menor de mis males. Guarde la cuchilla que llevaba en el bolsillo, cogi una de las pastillitas, y me asegure de que eran las cuatro de la tarde. Cerre los ojos y la trague sin pensar. Despues me arrepenti de no tener cerca un vaso de agua, pero ya era tarde. Aun asi, con un desagradable regusto en la garganta, baje al piso de abajo a por uno. Mire mi muneca desnuda. Alli, hacia tan solo una hora, habia estado mi querida pulsera azul; la que me regalo mi madre por mi noveno cumpleanos. Y su perdida, en parte, era una de las cosas por las que estaba triste aquel dia. Mi tia Beatrice me habia regalado una blusa de una de aquellas tiendecitas autonomas del centro, esas demasiado pobres como para asentarse en la Gran Avenida, pero que se encuentran a tan solo unas calles de distancia de esta. No me quedaba bien, y tenia que ir a descambiarla. Tendria que haber ido con mi tia, porque odio ir de compras sola. De hecho, odio cualquier actividad que implique salir sola de casa. Pero el caso es que la tienda cerraba pronto y era el ultimo dia para descambiar la prenda. Mi tia estaba trabajando y tenia que acercarme yo sola. Y ademas de la verguenza que pase diciendole al dependiente que la mayoria de la ropa que me ensenaba no me gustaba, habia perdido mi pulsera azul. No es que fuera algo irremplazable. Hacia mucho que no me la ponia, pero ultimamente me gustaba llevarla conmigo. Ahora ya no podria hacerlo. Dentro de la tienda habia estado jugueteando con ella, y seguramente la habia perdido en un descuido. Suspire, resignada, y enfile las escaleras. Cuando subi, me quede paralizada en la puerta de mi cuarto. Deje caer el vaso y se hizo anicos sobre el suelo de madera. Delante de mi, y al otro lado de la habitacion, habia un chico mirando distraido por la ventana. Con unos dedos delgados y alargados retiraba cuidadosamente la cortina, con la vista fija en la calle otonal. Era alto y moreno. Llevaba unos vaqueros ajustados, y una camiseta negra con la que se le marcaban los biceps. Me quede sin respiracion, y me recorde a mi misma que lo impactante no era su fisico, sino que se hubiese colado en casa. Sacudi la cabeza para reponerme y entonces cai en la cuenta de que podria ser peligroso. Pero me daba miedo moverme, mi tia aun tardaria en llegar. Ademas, si intentaba salir corriendo puede que me alcanzara; a lo mejor resultaba ser rapido. Bueno, mas rapido que yo seguro. Me decante por el plan B. --?Quien diablos eres tu y que haces aqui? --Eso me preguntaba yo. --Su voz era suave, pero grave. --?Quien eres? --Me llamo Jack. --Muy bien, Jack… ?Y que se supone que haces en mi casa? --Ya te he dicho que no lo se. Entonces oi que se abria la puerta del piso de abajo. Escuche el tipico repiqueteo del llavero de mi tia y me relaje un tanto. Ella sabria que hacer. No parecia un tipo peligroso, pero aun asi podria ser alguien desequilibrado. Volvi a darle un repaso; no parecia un loco. --!Beatrice! --Grite sin apartar la mirada del extrano que habia irrumpido en mi cuarto. Espere. --!Beatrice, date prisa! --Ya voy, ya voy. Sus tacones resonaron en el entarimado de madera. Por fin, tras unos interminables segundos en los que imagine como el guapo y pacifico Jack se convertia en Jack el destripador y nos mataba a las dos, Beatrice llego a mi lado. La mire a ella y, despues, al frente. Ella siguio mi mirada. Bien. No parecia asustada. ?Tal vez lo conocia? ?Estaria haciendo el ridiculo? --!?Pero que has hecho?! --Exclamo. --?Te encuentras bien? --Miro al vaso hecho pedazos en el suelo y luego me miro a mi. --Beatrice… --Susurre, alzando la mano hacia el desconocido. Pero ella se me adelanto, y camino hacia el con paso seguro y firme. --?Por que tienes esto a oscuras? !Por eso se te ha caido el vaso, porque no veias nada! -- Dijo, mientras se dirigia a la ventana, hacia donde estaba Jack y… y paso por delante de el. Por su lado, sin inmutarse siquiera. Incluso pude ver como rozaba su brazo sin que se dignara a levantar la cabeza hacia el; como si no lo hubiera visto. Ahogue un grito y me quede con la boca abierta. Mi tia volvio a mi lado y me dijo que iria a por una escoba. Yo asenti, sin apartar la mirada del desconocido que se encogia de hombros como si la cosa no fuera con el. Instintivamente, mire hacia el bote de pastillas del tocador. Y entonces cai en la cuenta de que me habia vuelto rematadamente loca. Era oficial. La senorita Mel estaba peor que una cabra. Capitulo 2 Cai derrotada sobre la cama. Tenia dos opciones: me lo callaba, o lo contaba. Ambas incluian cosas buenas y cosas no tan buenas que me preocupan mas. Si hablaba, era probable que me medicasen aun mas, que doblasen las sesiones del psicologo y, probablemente, que descubriesen lo que hacia con mi cuerpo… Y, con un poco de mala suerte, quiza me internasen en algun centro. Pero si no lo decia… Bueno, lo unico que estaba en juego era mi propia salud mental. Jack cotilleaba, curioso, cada rincon de la habitacion mientras yo iba acostumbrandome a mi locura con la cara enterrada entre las manos. Estaba en shock. Despues de un rato, en el que ninguno hablo, me decidi a romper el hielo. --Jack. --Pronuncie, con prudencia. --?Que haces aqui? --Dimelo tu. --Dijo mientras jugueteaba con el marco de una foto. --Oh. Asi que… ?Quien eres en realidad? ?Un espiritu o un angel que quiere que descubra por mi cuenta por que necesito su ayuda? --No. --Nego con la cabeza. --Cuando te he dicho que me lo dijeras tu, era exactamente porque creia que tu lo sabrias mejor que yo. No tengo ni idea de que hago aqui. Solo se que me has traido tu. --Aja… --Murmure con cansancio, sintiendome ridicula por seguirle la corriente a un producto de mi imaginacion, de mi mente. --?Y quien eres exactamente? --Soy Jack. --?Jack que mas? --Solo Jack. Me deje caer en el colchon. Madre mia, !estaba hablando con alguien que no existia! Tras unos segundos de absoluta desesperacion, me incorpore y cruce el pasillo que separaba mi cuarto del bano. Lo acabas de hacer. No, no lo hagas. Lo acabas de hacer. Lo acabas de hacer. Lo acabas de hacer… --Me repeti, una y otra vez, delante del espejo. Pero no tenia fuerza de voluntad. Busque una cuchilla de depilar, pues no queria que mi nuevo amigo Jack viese como sacaba mi cuchilla especial del cajon de los calcetines, y la hice vacilar sobre la piel de mi brazo. Lo acabas de hacer. Otra vez no… --Grito alguien desde algun rincon de mi interior. Pero nadie le escucho, porque los gritos de mi alma afligida amortiguaron el sonido. Y en mi cabeza solo podia pensar en la gloriosa sensacion que vendria despues de hacerlo. Derrame un hilillo de sangre. No mucha, la suficiente para sentirme mas serena. Limpie todo concienzudamente y volvi a mi cuarto, donde me esperaba mi nuevo trastorno. Pase a su lado sin prestarle atencion y me pregunte que debia hacer. Tenia que distraerme hasta la hora de la cena. Pero solo pensar en ver los programas que retransmitian a esas horas en la tele… me ponia enferma. Tampoco queria salir. En esos instantes, no me apeteceria ver a nadie. Y, aunque quisiera, ?con quien podria quedar? Seamos sinceros, solo tenia una amiga y casi siempre estaba ocupada. Pero ese no era el mayor de mis problemas en aquel momento. El mayor de mis problemas media mas de uno ochenta, era moreno y tenia una sonrisa de infarto. Ojala pudiera decir que solo era la tipica chica colada por el bombon de clase. Ojala. Pero no era asi. Cogi un libro y baje al salon. Por algun motivo, me daba reparo quedarme a solas con el. Me tire en el sofa y escuche a Beatrice mover cacharros en la cocina. Eso me relajo. Sin embargo, al cabo de unos minutos, oi como Jack bajaba las escaleras y se acercaba a mi. --?Tu quien eres? --Me dijo, como si fuera el el sorprendido. No le conteste, volvi a distraerme con la lectura y procure no prestarle atencion. --Dime al menos como te llamas. Yo te he dicho mi nombre. Hice como que no le escuchaba. --!Eh, vamos! --Me chillo. --!No grites, trato de leer! --Le espete, malhumorada. --?Dices algo, Mel? --Oi la voz de mi tia desde la cocina. --No… Nada. --Le dije, consciente de que acababa de gritarle a mi propia imaginacion. Volvi a mi habitacion atropelladamente y me encerre dentro. --No me hables en publico. --Le pedi a Jack. --Entonces prestame un poco de atencion cuando estemos a solas. --Alzo una ceja. Sacudi la cabeza. No podia creer lo que estaba pasando. --Escuchame. --Le dije, senalandolo con el dedo. --No pienso hablarte, ni mirarte, ni prestarte atencion. Estas en mi cabeza, y cuando deje de pensar en ti, te iras. Entonces tome una decision. Haria como si todo fuera normal. Jack podia ser un efecto secundario de los antidepresivos. Seguramente, si dejaba de pensar en el, se acabaria yendo. Desapareceria sin mas, igual que aparecio…
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Las adelfas del recuerdo de Catalina Puiggros
https://gigalibros.com/las-adelfas-del-recuerdo.htmlLas Adelfas del recuerdo es una novela que nos transporta a la Mallorca e Ibiza de principios de siglo. Basada en hechos reales, no es una novela al uso, ya que envuelta en una prosa poetica y sencilla, no solo nos narra una historia de amor verdadero y apasionado que intento superar los prejuicios de la epoca, sino que nos ensena las costumbres y palabras de una Mallorca antano placida y silenciosa, costumbres en desuso que los islenos conocen y que los foraneos disfrutaran de aprender.
Catalina Puiggros, a sus ochenta y cuatro anos nos presenta esta novela enternecedora, que hara las delicias de aquellos que quieran conocer mas sobre las costumbres de nuestras islas. -
El Amor Entre Una Chica de Mano Book
https://gigalibros.com/el-amor-entre-una-chica.htmlEn un chale suburbano, en el gran dormitorio de estilo azul oscuro se estaba mostrando una imagen sexual, y toda la habitacion estaba llena de una atmosfera carnal. Marina Lopez acababa de volver del extranjero, al salir del aeropuerto llamo a un taxi. Sentada en el coche, Marina sonrio al contemplar los paisajes de la ciudad a traves de la ventana. En este momento, ella estaba nerviosa pero al mismo tiempo impaciente, ya que pronto podria ver al hombre que habia estado amando durante mucho tiempo. Marina saco una llave de repuesto que le dio Pedro Franco para abrir la puerta del chale. Al entrar, Marina oyo un sonido extrano, era como la voz de una mujer. Camino hacia el dormitorio y abrio la puerta de la habitacion. Sorprendidamente, encontro a su hermana Maria Lopez tumbada entre los brazos de Pedro. -?Que cono pasa aqui? Mi novio esta teniendo un polvo con mi hermana? Marina se cabreo de repente, senalando a las dos personas desnudas en la cama y grito: -!Pedro! !Maria! La alta voz de Marina hizo que Pedro y Marina dejaron de sus actos. Pedro al ver la cara bonita de Marina cabrearse, se puso nervioso, cogio la ropa rapidamente y se vistio. Maria cogio la manta y se tapo su cuerpo, insultando a Marina en su interior ya que habia intenrrumpido el momento perfecto. Tras ponerse las ropas Pedro se acerco a Marina nerviosamente y dijo: -Marina, no es lo que parece, puedo… Pedro no pudo terminar la frase, una bofetada le llego a su cara. -Pedro, asi que si no te dejo tocar, tocas a otra chica verdad? !Escuchame bien, ya hemos acabado! - Al terminar las palabras Marina se dio la vuelta para irse, las lagrimas le comienzan a caer. Este ataque tan repentino y el dolor que acababa de sufrir era inexplicable. Pedro sintio el mismo dolor que Marina, porque el amaba realmente a Marina, pero no pudo resistir la seduccion de otra mujer. A medianoche, las luces de neon iluminaban todo el bar. En frente de la barra, Marina estaba sentada en una silla, tomando el licor que le paso su mejor amiga Emily Velazque. Emily se sentia mal al ver a Marina asi, pero no sabia como consolarla. Cuando eran estudiantes, Pedro podia arrodillarse delante de Marina para declararse el amor, pero ahora, tal vez hubiera cambiado con el paso del tiempo. Ademas, su hermana mayor Maria Lopez, tenia mucha envidia de Marina, nunca la habia tratado como una hermana. Marina practicamente borracha, mirando el licor de su vaso y dijo: -?Emily, piensas que debo a este mundo? ?Por que la persona que estaba con Pedro tiene que ser mi hermana? !Dime por que! Emily movio los labios, pero no dijo nada. -Jajaja, -Marina sonrio, en sus ojos solo habia dolor, odio y furia. -!Pedro, hijo de puta, Maria, te odio! Comenzo a beber de nuevo cuando termino sus palabras. Ya era la madrugada, Emily al ver a Marina que ya estaba borracha tirada en la barra del bar decidio llevarla al hotel que estaba en frente del bar. Debido a que tenia que trabajar a esa hora, Emily llamo a su companera de trabajo para que la llevara al hotel. La companera de Emily la llevo al hotel, pero en el ascensor, Marina saco la tarjeta de la habitacion, insistiendo que podia encontrar la habitacion ella sola. Tras echar a la companera de Emily ella se fue a buscar su habitacion. Al salir del ascensor, Marina empezo a buscar la habitacion 522, pero cuando ella llego a la habitacion 521, vio que la puerta estaba semi abierta. Sin pensar nada dijo: -!Esta es! El camarero me ha abierto incluso la puerta. Sin pensar mas, abrio la puerta y entro directamente. Marina camino hacia el centro de la habitacion, al ver la cama gigante con una manta blanca le dio una sensacion de cansancio. Sin prestar atencion al ruido de ducha en el bano, se tiro directamente a la cama. Ella cerro los ojos y comenzo a dormir. El hombre del bano era musculoso y fuerte. Estaba claro que habia recibido algun entrenamiento duro, asi que podia obtener tan buena figura. El agua de la ducha caia por su cuerpo sexy y su cara fria, parecia que era un hombre guapo. Federico Carrasco apago el grifo de la ducha, cogio la toalla que estaba a su lado. Se seco el pelo, tapo su cuerpo con la toalla y salio del bano. Justo cuando quiso subir a la cama, se asombro de repente al ver a la persona tumbada en su habitacion. -?Como que ha aparecido una mujer de repente? ?Es porque soy VIP de este hotel de 5 estrellas y por eso me regalan una mujer?, -pensado Fede. Fede no se alejo, sino que se acerco lentamente para ver a la mujer tumbada en la cama. La mujer que expulsaba el olor al alcohol, tenia la cara palida. Su pelo desordenado transmitia una belleza natural y su rostro, no era tan hermoso, pero se contaba entre las guapas mujeres. Fede comenzo a observar a esta mujer de la cama, se sintio atraido por su belleza natural. Se quedaba mirando de pie a la mujer, de repente recordo una imagen en su mente. -Aquel ano, ella tambien era asi de natural, tenia una sonrisa dulce y un rostro listo. Pero donde esta ahora? ?Como se lo esta pasando? Aparecio numerosas preguntas en la mente de Fede. Viendo a la mujer de la cama, se sintio mal porque no esperaba que podria estar atraido por otra mujer que no fuera la chica de su memoria. Fede no paraba de recordarse a si mismo que la mujer que ahora estaba en la cama no era nadie, e incluso apenas tenia una cara bonita, tampoco tenia un cuerpo sexy. Pero por fin no habia conseguido controlarse y empezo una noche especial y larga. Capitulo 2 No hace caso a la familia Lopez Un dolor fuerte desperto a Marina, entonces ella abrio sus ojos involuntariemente. No obstante, se quedaba atontada cuando vio lo que estaba pasando. No se podia distinguir muy claramente la cara del hombre, pero le daba una sensacion de que seria muy guapo. Marina saco la conclusion de que este hombre tambien seria muy fuerte a traves de su piel de color de bronce y los hombros anchos. Cuando Marina por fin entendio lo que estaba pasando, el dolor ya le habia quitado la consciencia. Aunque sabia que era su primera vez, no estaba en condiciones de resistir lo que el hombre le estaba haciendo, porque ahora ya no tenia fuerza. Por la manana, los dos todavia estaban dormidos en la cama. De repente se oyo un ruido, Fede, quien siempre estaba alerta, al escucharlo abrio los ojos enseguida y se volvio para mirar hacia la direcion de la entrada. Cristian Melgar entro a la habitacion de Fede alegremente, queria despertarlo, ya que hoy ellos tenian que volver al ejercito para asistir a una reunion. Pero cuando llego a la puerta y vio a las dos personas en la cama, se sorprendio mucho. Despues de un buen rato, Cristian se recupero de la sorpresa y pregunto: -Fede, tu…tu…tu… El tenia muchas preguntas pero estaba tan sorprendido que no sabia como preguntarle. Al ver que la persona que entro en la habitacion era Cristian, Fede no le hizo caso. El tiro de la manta para arropar a la mujer en la cama, y luego se levanto de la cama para vestirse rapidamente. Cristian, con una sonrisa maliciosa, se dirigio hacia Fede y le pregunto: -?Que tal? ?Has pasado una noche muy romantica? -Vete. -Fede lo dijo furiosamente. Pero a Cristian no le importaban sus palabras, seguia riendose con malicia: -No pensaba que a nuestro jefe tambien le gustan las mujeres. ?Quien es ella? -No lo se. -Al contestar su pregunta, Federico ya se habia vestido bien y salio del dormitorio. -Di, para que has venido. -Fede pregunto. Cristian se apresuro para contestar. -Voy a llevarte al ejercito para asistir a la reunion y esta tarde tambien tienes que volver a la Casa Militar. Es orden del senor. Fede se mantenia callado, y despues de ordenar bien su ropa, dio una vuelta para salir de la habitacion. Al ver salir Fede, Cristian salto una mirada al dormitorio y luego siguio el paso de el. Cuando se desperto Marina ya era al mediodia. Ella abrio sus ojos, y miraba el techo, sintiendose un poco mareada. Luego observo las circunstancias, a ella todo le parecia muy raro. Se acordaba de que anoche estaba borracha despues de beber mucho, y Emily pidio a su companera que la llevara al hotel. Entonces, ahora debia estar en un hotel. En su mente aparecio la imagen de un hombre. Marina no recordaba su cara, pero sabia que anoche un hombre aparecio ante ella. Sintiendose confundida, Marina tiro de su pelo al azar. Quiso levantarse, porque parecia que se habia tumbado en la cama durante mucho tiempo. Pero cuando se movio un poco su cuerpo, sintio un dolor fuerte, lo que hizo que ella frunciera el ceno. Casi grito por el dolor de su cuerpo. En este momento, Marina se acordaba de que anoche cuando vio a esa hombre, tambien le dio un dolor insoportable. Bajo su cabeza y destapo la manta, sorpendidamente descubrio que ella estaba desnuda, y en su piel blanca se quedaban muchos chupetones. Al ver la mancha roja en la cama, las lagrimas brotaron de sus ojos. Despues de perder a la persona mas amada, ahora tambien perdio su virginidad. Lo peor era que incluso no sabia quien le habia quitado la virginidad. ?Seria un bastardo mas asqueroso que Pedro? Marina se quedaba totalmente pasmada, mirando al techo sin pensar en nada. Perdio todas esperanzas de la vida, ya que le habian quitado las cosas mas importantes para ella. Despues de un tiempo, Marina, soportando el dolor, se levanto de la cama. Recogio sus ropas tiradas por el suelo y entro en el bano. Media hora despues, ella salio del hotel. Se detuvo en la calle, mirando los coches y diciendose que aunque su corazon ya habia muerto, pero su cuerpo no. Entonces ella debia seguir su vida perseverantemente. Decidio volver a su casa. Al entrar, vio a su padre Miguel Lopez y su llamda tia Jenny Lara, asi como su llamada hermana Maria Lopez, quien le habia soplado el novio. Los tres estaban sentados en el salon discutiendo algo alegremente. La criada al ver que Marina entro, dio una sonrisa a ella y saludo a ella: -Hola, senorita Marina. Al oir la voz de la criada, las tres personas en el salon se volvieron hacia la direccion de Marina. -Puta zorra, para que vuelves ahora? Si ya no te da ganas de volver a esta casa, entonces no vuelvas. Sin ti, estamos todos mas felices. -Jenny Lara insulto a Marina de una manera muy grosera, ya que no era su propia hija, entonces no hacia falta hablar con ella educadamente. Marina no hizo caso a lo que dijo Jenny, porque ya se habia acostumbrado a su actitud. Durante estos veinte anos, esta tia casi la insultaba todos los dias. Marina se recordaba a si misma lo malo que era esa mujer. En aquellos tiempos, esta mujer se aprovecho de tener relaciones sexuales con su padre y amenazo a su padre con el matrimonio de negocios, e incluso echo a la madre de Marina fuera de esta familia. Estaba claro de que Marina nunca olvidaria todos los hechos Mirando a su padre, que no estaba muy lejos de ella, Marina dijo: -Padre, he vuelto. -Bueno, sientate. Estamos hablando sobre la boda de tu hermana. -Su tono era ordinario, aunque Miguel no queria mucho a Maria pero tampoco la odiaba. -?Quien es ella? Es indigna de enterarse de mi boda. -Maria miro a Marina con desden, seguia hablando: -Marina, debes entender bien que ahora soy la novia de Pedro. La tia Franco me ha prometido que sin duda alguna sere la nuera de la familia Franco. Capitulo 3 Casarla con un hombre rico Marina al pensar en Pedro y en Maria, le empezo a doler el corazon, aun que ella quiso olvidarse de todo eso pero, no era facil, los danos seguian estando ahi. -Estoy bien, por cierto felicidades. -Aguantando el dolor, Marina respondio con una voz suave. Maria ni si quiera quiso hablar con ella. -La hija de una zorra, por eso tiene tanta cara. Jenny Lara dijo enseguida: -?Ya ves, por que no te mueres con la puta de tu madre? ?Por que tienes que estar aqui? Si no era porque sedujiste a Pedro, mi hija ya se habria casado con el. -Tia, yo tambien pertenezco a la familia Lopez, y en aquel entonces era papa quien no me dejo ir con mi madre. Ademas Pedro y yo eramos companeros de clase por eso… -No termino de hablar, una bofetada le llego al rostro. Despues de darla la bofetada, Maria grito. -!Marina, escuchame bien, solo hay una hija en la familia Lopez y esa persona soy yo, Maria Lopez! Soy la vicepresidenta del la compania LOP. ?Y tu quien eres? Solo eres un lider de equipo del departamento de negocios en la compania. ?No tienes nada que comparar conmigo. No tienes nada que competir conmigo. Marina al recibir la bofetada, se agacho la cabeza sin decir nada. De repente los insultos de Jenny volvieron a llegar a los oidos de Marina . -Marina, te deje vivir en este chale porque me dabas pena, la puta de tu madre sedujo a tu padre y tu nacimiento ha sido un error. Si no era porque eche a tu madre a la calle, tal vez hoy sea la puta de tu madre la duena del chale. -Tia, mi padre y mi madre en aquel entonces ya se habian estado enamorados desde hace mucho tiempo, utilizaste a Maria para obligar a mi padre a casarse contigo. -Marina explico en voz alta, que podia aguantar todos los insultos hacia ella misma, pero nunca iba a dejar a los demas ofender a su madre. -!Puta zorra asquerosa! - Jenny se levanto de repente con la intencion de pegar a Marina, sin embargo, Miguel la impidio el paso. Como no podia acercarse a Marina, Jenny se detenia y la miro con odio, echando los insultos: -?Quien te ha dicho esto, la puta de tu madre? !Marina, si te digo la verdad! Soy yo quien habia concebido primero, la puta de tu madre no tuvo la misma suerte como yo. Ademas, la familia Lara habia ayudado tanto en los negocios de la familia Lopez, entonces era natural que contrajeramos matrimonio. Eres una perra mentirosa, deja de decir chorradas. Jenny apenas termino sus insultos. Cuando Marina estaba a punto de decir algo, Maria la interrumpio. -Papa, mama, parece que es mejor casar a ella lo antes posible. Temo que se vuelva a seducir a mi Pedro, porque es tan frivola. Si eso ocurre, a lo mejor perdere la posicion de la mujer del alcalde. -Maria lo dijo preocupadamente ya que siempre habia odiado a Marina. -De acuerdo, cualquiera que perjudique la felicidad de mi Maria es imperdonable, no dejare que eso ocurra. -Jenny mirando a Marina, hablaba con Miguel que estaba a su lado, -Manana prepara unas citas a ciegas para ella. El hombre debe ser rico y tenemos que cobrar mucha donacion esponsalicia para cubrir los gastos de ella durante estos anos. Miguel Lopez al mirar a Marina y a Jenny, no se atrevio a decir nada. En esta familia siempre mandaba Jenny, el no tenia derecho a tomar decisiones. Marina dejo de resistir su destino, porque habia perdido todas las cosas mas importantes para ella durante estos dos dias, ahora ya no le importaba nada. En la Casa Militar. Un anciano con uniforme militar estaba sentado en el asiento principal del salon. Fede y Cristian se ponian de pie a su lado, mateniendose callados y esperando la orden del anciano. Antonio Carrasco miro a los dos chicos de su lado contentamente. Los dos, creciendose juntos, eran ambos excelentes en el ejercito. Sobre todo estaba satisfecho con su nieto, Siendo tan joven, ya habia sido general de todo el ejercito. En toda la Casa Militar, casi todos envidiaban y admiraban a su nieto, debido a eso Antonio estaba muy contento con el Pero no se algro con una cosa, la que creia que era mas importante para la familia. -Cristian - Antonio rompio el silencio, y su voz era bastante imponente. Era el ex general principal del ejercito, y ahora todavia mantenia su dignidad. -Si, senor. -Cristian contesto enseguida. -?Ultimamente Fede todavia esta en el ejercito? ?Ha ido a las citas preparadas para el? - Antonio lo pregunto seriamente, mostrando la importancia de este asunto. -Eh… -Cristian no supo como contestarlo, porque no se atrevio a revelar que el mismo fue a las citas por Fede. Aunque no quiso hacerlo, Fede lo obligo. Si decia la verdad, tanto Antonio como Fede iban a enfadarse con el. -?Que pasa? - Antonio echo la misma pregunta otra vez. Al ver que las palabras de su abuelo lo pusieron en situacion violenta a Cristian, Fede dijo directamente: -Abuelo, recientemente he tenido en total ocho citas preparadas, pero solo he ido tres veces. Es una pena que no me gusten ningunas. Fede lo dijo sencillamente, pero en realidad no habia asistido a las citas ni una sola vez. Su respuesta era solo para satisfacer a su abuelo, si no lo decia de esta manera, envolveria a Cristian en este asunto. -?No te gusta ninguna de ellas? Esas senoritas son de las familias ricas y nobles en esta ciudad, todas estan bien educadas. ?De verdad no te gusta ninguna? Antonio estaba un poco enfadado, ya que no pensaba que su nieto era tan exigente. Fede no hablaba. A su lado Cristian tambien se mantenia callado, sabiendo que Fede estaba en condiciones de conllevar a su abuelo y no hacia falta preocuparse por el. Despues de un buen rato, Antonio lo ordeno severamente. -Continue las citas hasta que obtenga un certificado de matrimonio. Esta orden no intimido a Fede, porque no paraba de pensar en la mujer de anoche. En este momento, no pudo menos que extranar a la mujer y la sensacion fantastica de aquella noche. Al oirlo, Cristian de repente comenzo a reir. -?Continuar las citas hasta obtener un certificado de matrimonio? ?Esto esta empujando a este general frio a un callejon sin salida? El general indiferente ahora tiene que asistir a las citas a ciegas para buscar su pareja. Si los companeros de las tropas se enteran de esto, a lo mejor van a morirse de risa. Al escuchar la risa de Cristian, Fede inmediatamente se recupero de sus ilusiones. Miro a el fijamente con enojo y Cristian se puso serio de inmediato.