• marianne williamson nuestro miedo mas profundo - Marianne Williamson

    https://gigalibros.com/un-ano-de-milagros.html

    Con este util y efectivo diario, podras permanecer consciente, esperanzado y centrado en cada dia, para producir milagros en tu vida.

  • Nuestro miedo más profundo de Marianne Williamson

    https://gemmamajo.com/nuestro-miedo-mas-profundo/

    15 ene 2021 — Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. Nos ...

  • Marianne Williamson: Nuestro miedo más profundo es a ser ...

    https://margaritavilalta.com/marianne-williamson-nuestro-miedo-mas-profundo-es-a-ser-poderosos/

    21 feb 2020 — Poema de Marianne Williamson, leído por Nelson Mandela en su discurso de investidura como Presidente Electo de Sudáfrica (1994). Nuestro ...

  • Nuestro miedo más profundo. Marianne Williamson - Eva ...

    https://evasandoval.es/nuestro-miedo-mas-profundo-es-a-ser-poderosos/

    Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite. Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta. Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser ...

  • Nuestro miedo más profundo (Our deepest fear) - Luis Pescetti

    https://www.luispescetti.com/luis-recomienda/nuestro-miedo-mas-profundo/

    Pasaje del libro “A Return to Love” de Marianne Williamson, rescatado por Nelson Mandela para su discurso inaugural como presidente de Sudáfrica. © Luis ...

  • Marianne Williamson cita: Nuestro miedo mas profundo no es ...

    https://citas.in/frases/1317844-marianne-williamson-nuestro-miedo-mas-profundo-no-es-ser-inadecuados/

    21 nov 2021 — Nuestro miedo mas profundo no es ser inadecuados, nuestro miedo mayor es nuestro poder inconmensurable, es nuestra luz, no nuestra oscuridad ...

  • MARIANNE WILLIAMSON Nuestro Miedo Más Profundo | PDF

    https://es.scribd.com/doc/245454668/MARIANNE-WILLIAMSON-Nuestro-Miedo-Mas-Profundo

    Nuestro miedo ms profundo es que somos enormemente poderosos. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que ms nos asusta. Nos preguntamos: quin soy yo para ser ...

  • Mandela: Nuestro miedo más profundo es a ser poderosos

    https://www.pilarjerico.com/mandela-nuestro-miedo-mas-profundo/

    7 feb 2008 — Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. ... es de Nelson Mandela sino de Marianne Williamson, de su libro Volver al Amor.

  • NUESTRO MIEDO MÁS PROFUNDO - Nuria Roura

    https://nuriaroura.com/nuestro-miedo-mas-profundo/

    «Nuestro miedo más profundo no es ser incapaces. Nuestro miedo más profundo es que somos infinitamente poderosos. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad la que ...

  • Nuestro miedo más profundo - LITERATURA Y POESÍA 2.0.

    https://literaturaypoesia20.blogspot.com/2014/05/nuestro-miedo-mas-profundo.html

    27 may 2014 — Genial discurso. Muchas veces atribuido a Mandela, quien lo usó en su discurso de presentación, pero Marianne es la autora. Tengo que ver esa ...

  • Nuestro miedo más profundo | el ambigú del yoga

    https://elambigudelyoga.wordpress.com/2018/06/24/nuestro-miedo-mas-profundo/

    24 jun 2018 — Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás.» Marianne Williamson, en su libro Volver al Amor ...

  • Esposa oculta (eLit) de Carrie Weaver

    https://gigalibros.com/esposa-oculta-elit.html

  • El momento perfecto de Kate Dawson

    https://gigalibros.com/el-momento-perfecto.html

    Lexie Quennell tenia una vida perfecta: un marido que la ama, dos hijas maravillosas y un trabajo que le gustaba. Un terrible e inesperado accidente hara saltar por los aires toda esa falsa estabilidad y la llevara de vuelta a River Place, el lugar del que escapo doce anos atras. Ante ella se presenta una nueva oportunidad de amar… si es capaz de arriesgarse.

  • April, adam y la trayectoria de planetas de Andrea Longarela

    https://gigalibros.com/april-adam-y-la-trayectoria-de-planetas.html

  • Demonio de los mares de Susana Biset

    https://gigalibros.com/demonio-de-los-mares.html

    El mar es un dios inclemente, decide sobre la vida de los que lo cruzan sin contemplaciones: naufragios, tormentas, arrecifes inesperados. El mar, a veces, tambien se encarina con sus hijos dilectos, con aquellos que han sorteado los obstaculos; entonces, decide, benevolente, darles una compania, alguien a quien anhelar.

  • Mi prima Rachel de Daphne Du Maurier

    https://gigalibros.com/mi-prima-rachel.html

    Philip Ashley, el narrador de esta novela, es un joven huerfano que ha sido criado por su primo Ambrose, un terrateniente de Cornualles veinte anos mayor que el, en una gran casa aislada, de rutinas amables e incontestadas, sin conflictos y sin mujeres. Cuando el primo debe viajar a Italia por razones de salud, conoce a una mujer, Rachel, una pariente lejana educada en Florencia, viuda de un conde que murio en un duelo y la dejo cubierta de deudas. Se casa con ella y poco despues muere subitamente. <>, se dice Philip al conocer la noticia. Pero apenas han pasado unas semanas y Rachel se presenta en Cornualles... y esa animosidad irracional que el joven sentia por ella se va convirtiendo poco a poco en una fascinacion incontrolable que no disminuye a medida que las circunstancias de la muerte de su primo se revelan cada vez mas sospechosas.
    Mi prima Rachel (1951) es una gran novela psicologica, llena de suspense, en la que Daphne du Maurier exploro, como en Rebeca, la influencia fantasmal en una casa de una figura ausente. Es tambien un sutil estudio de lo que un hombre cree que es una mujer y del accidentado viaje que dan los prejuicios cuando se enfrentan a una realidad inesperada.

  • Muerte en Cape Cod de Mary Higgins Clark

    https://gigalibros.com/muerte-en-cape-cod.html

  • Sol poniente de Antonio Fontana Gallego

    https://gigalibros.com/sol-poniente.html

    Aunque hayan pasado miles de anos, sigue siendo el olor de las higueras de las tardes de mi infancia lo que me desvela en las negras madrugadas, como si durante mi sueno hubieran echado raices al otro lado de la puerta, en el pasillo, en la cocina, por todas partes, el dormitorio de repente un revuelo de insectos, de recuerdos que hay que espantar a manotazos hasta que se posan de nuevo sobre el polvo de los muebles o en la bruma del espejo donde estamos todos vivos: si apoyo la frente en el azogue, mi padre un puntito que se aleja entre las olas; si retrocedo unos pasos, mi madre asomada al balcon diciendo adios, adios; si fuerzo la vista, yo una noche de terral, dormido en el autobus que me trae de vuelta a casa desde el Pico de las Animas, el vaho en el cristal de la ventanilla confundiendose con el vapor de la olla que mi abuela se enorgullecia de no haber fregado nunca, <>, una manera como otra cualquiera de decir que si se habia pasado la vida haciendo potaje en aquella olla, y esa semana tambien iba a hacer potaje, y potaje haria, seguro, la proxima semana, ?por que perder el tiempo fregandola? No habia que ser Einstein para deducir que el poso del potaje de las semanas y meses y anos anteriores se mezclaria con el potaje de esa semana, y que la combinacion de toda aquella grasa potenciaria el sabor del potaje de la semana entrante, y asi potaje tras potaje, hasta que un dia, aunque se le olvidara echarle, no se, garbanzos, nadie se daria cuenta, pues el potaje seguiria sabiendo a potaje y a garbanzos gracias a que la olla tenia lo que mi abuela llamaba sustancia; y yo nos imaginaba a ella, a mis padres, a mis hermanos y a mi sentados a la mesa del comedor, los siete masticando garbanzos inexistentes que se desharian en la boca como los de verdad. Lo mismo que con el potaje ocurria con el cafe de cada desayuno, mas concentrado que el cafe del desayuno anterior. La cafetera, cada manana, con mas rona que la manana anterior. Por dentro, las paredes de la cafetera ya no lisas; por dentro, las paredes de la cafetera, grumosas. Mugrientas. Posos, capas, estratos de cafe en el interior de la cafetera de la casa de mi infancia, que mi abuela tambien se negaba a fregar. Si hubieran decidido someter la costra de suciedad de nuestra cafetera a la prueba del carbono-14, sabe Dios a que conclusiones habrian llegado los cientificos. A que epoca. A que era. El holoceno. El pleistoceno. El plioceno. El cafe de la casa de mi infancia, un cafe atomico. Te tomabas una taza, y fuego por las venas. Te tomabas dos tazas, y un subidon de adrenalina. Te tomabas tres, y taquicardia. ?Seria por eso por lo que nadie venia a vernos? Principios Cuando, con un ano de diferencia, nacieron mi hermano Sebas y mi hermano Bruno, nuestra casa se lleno de parientes, de amigos de la familia y de eso tan antiguo que llamabamos <>; tambien de risas y de ramos de flores. Cuando nacio mi hermano Curro, recuerdo a los parientes, a los amigos y a las visitas, pero de las risas y los ramos de flores no consigo acordarme. Nadie nos dio la enhorabuena. Nuestra casa se poblo como de sombras. Espectros que se asomaban al precipicio de la cuna y suspiraban. Mas que de sombras, de lo que se lleno nuestra casa fue de suspiros. <> <> <> Hasta que, poco a poco, las sombras desaparecieron. Los parientes, los amigos, las visitas. No, no fue el cafe de mi abuela el culpable de que ya nadie viniera a vernos. <> Mi abuela, ahora, sonrie en blanco y negro. Mi abuela ya no mi abuela: mi abuela, las cenizas de mi abuela. Un nicho entre cientos de nichos, un bucaro, unas flores de plastico. Descanse en paz. Mis visitas al cementerio son tan escasas que siempre se me olvida cual es el nicho de mi abuela y como llegar hasta el, asi que siempre -siempre- tengo que pedirle un plano al sepulturero. Como es cojo y se apana mal con las muletas, el sepulturero prefiere moverse lo menos posible y guarda los planos fotocopiados en un cajon, de donde los va sacando para marcar con una equis el pariente que buscas. Entonces, plano en mano, busco a mi abuela como si buscara un tesoro. Mi abuela diciendo: <>. Mi abuela, encantada de que tuvieras mala cara, aunque lo tuyo no fuera nada, absolutamente nada, comparado con lo suyo. Lo suyo siempre era peor, muchisimo peor. Peor, incluso, que lo de mi hermano Curro. Un analisis de orina acababa de demostrar que se estaba muriendo a chorros, por eso mi abuela sonrie en la foto con la que decidimos decorar su pequena <> del columbario, como la llamaba mama. <>, la llamaba mi padre con sorna: <>. Que sonrisa la de mi abuela mientras agitaba el informe del ambulatorio y nos lo restregaba por las narices: -Tengo velocidad en la sangre, ?lo veis? -Y volvia a leer-: <>, aqui lo pone bien clarito. O sea, que la sangre me circula por las venas a mil por hora, lo mismito que un Ferrari. !Podria darme un jamacuco en cualquier momento! -Le brillaban los ojos, ?seria de orgullo?-. Y vosotros os creiais que eran imaginaciones mias… Y yo: -Pero abuela, si todos tenemos velocidad en sangre. -Que sabras tu. ?Acaso eres medico? No, ?verdad? Pues a callar. El resto del dia lucio aquella sonrisa con la que nos desafiaba en la hora de su muerte. Por eso la inmortalice con la Kodak de mi Primera Comunion, para recordarla despues; como tambien recuerdo, no se me olvida, la que me dedico cuando rescate para ella la vieja postalita del Pico de las Animas. Mi abuela tan poco dada a la felicidad desde que mama le obligo a abandonar su casa en aquellas calles en cuesta y a venirse a vivir con nosotros; quiza no haga falta puntualizar: sin consultarselo a papa. Cada manana mi abuela amanecia con una enfermedad nueva. ?Que el dolor de espalda le habia impedido dormir? <> ?Que por culpa de un flemon no habia pegado ojo? <> ?Que durante la comida habia rebanado el tuetano de los huesos del cocido? <> Como minimo.

  • Ensename a olvidarte de Isabella Marin

    https://gigalibros.com/ensename-a-olvidarte.html

    Supe desde el principio que amarle tan intensamente iba a traer ciertas consecuencias. Lo supe, y, aun asi, le ame. En realidad fue bastante sencillo hacerlo, incluso algo natural. Nada estaba planeado. El amor surgio sin mas; me golpeo de repente con su aplastante fuerza y trastoco todo mi mundo en un abrir y cerrar de ojos. Yo misma me daba cuenta de que su nombre se colaba en casi cada frase que salia por mi boca. Empece a buscar mas y mas su compania, cada vez que sus ojos se desplazaban hacia los mios, todo lo que me rodeaba se desvanecia en el aire, y lo unico que quedaba era la intensidad azul de su mirada. Sencillamente, el empezo a fluir por mis venas y ni siquiera cuando acabo con todo lo que yo habia sido hasta ese momento, ni siquiera cuando todo se quebranto, fui capaz de dejar de amarle. Desde entonces he visto el mundo, podria decirse que lo he conquistado. He hecho de todo, lo he experimentado todo y he estado en todas partes, pero nunca mas he podido sentir lo que sentia cada vez que el me besaba. Claro que de aquello hace mucho, mucho tiempo… Han pasado mas de diez anos desde que cruce la frontera de Vail, un pequeno pueblo del centro oeste de Colorado. No le eche ni un solo vistazo al retrovisor de mi viejo Ford para despedirme de mi antigua vida. Ni siquiera les dije adios a las puntas blancas de las Montanas Rocosas, que se quedaron atras, solemnes, imperterritas y casi tristes por mi partida. La sucesion de momentos que formaron aquel dia aun desfila dentro de mi mente, como si todo hubiese tenido lugar ayer mismo, no hace tanto tiempo. Recuerdo, por ejemplo, que el aire arrastraba un ligero olor a humo, supongo que de las chimeneas recien encendidas. Tambien recuerdo que el cielo estaba tenido de un deprimente gris plomizo. Habia una densa cortina de nubes cubriendolo, como un oscuro techo, y eso impedia que los rayos del endeble sol de otono lo atravesaran. Aunque no es nada de todo eso lo que hace que me estremezca cada vez que evoco los recuerdos de mi huida. Hay un recuerdo mas, el mas poderoso de todos, uno que por mucho que lo intente, nunca he sido capaz de expulsar. De vez en cuando regresa a mi mente en forma de deja vu, cuando menos me lo espero, y es como si pudiera sentir otra vez la gelida caricia del viento del noroeste que se filtraba a traves de mi ventanilla bajada. Nunca pude sacarme esa sensacion de la cabeza y creo que nunca lo conseguire. Su toque fue algo similar al agarre de los esqueleticos dedos de un ser fantasmal. Al principio, se acerco a mi para traerme un poco de consuelo, pero en cuanto baje la guardia, cuando mas vulnerable estaba, me apunalo el corazon con unos dardos de hielo, congelandolo todo, menos mi dolor. Acababa de cumplir diecinueve anos. Tenia el rimel corrido, los zapatos manchados de barro y el corazon roto en millones de helados y diminutos pedazos. Mientras conducia sin apenas visibilidad y sin ser capaz de dejar de sollozar, me hice a mi misma dos promesas. Uno: jamas volveria a pisar Vail. Y dos: nunca, jamas, bajo ningun concepto, volveria a permitir que me partieran el corazon. Lo que se traducia en que no tenia intencion alguna de volver a amar. Hoy, una decada mas tarde, acabo de romper la primera promesa. Nada mas pasar por delante del cartel que reza: Bienvenidos a Vail, Colorado, aminoro la velocidad para poder disfrutar de las vistas. A pesar de todos los malos recuerdos que me despierta este sitio, he de reconocer que, si hay un paraiso sobre la faz de la tierra, ese es mi pueblo natal. Vail, construido al estilo de una villa alpina y emplazado en el corazon de las Montanas Rocosas, fue fundado en los anos sesenta y, en poco tiempo, se corono como la base de una de las mas famosas estaciones de esqui del mundo entero. En invierno, se convierte en un glacial paraiso abarrotado de turistas y aficionados a los deportes de la nieve, como el snowboard y el esqui, mientras que en verano es un oasis verde y lleno de vida, rodeado de pinos, cristalinos riachuelos, y amplias y esplendorosas zonas para pasear y disfrutar de la austera belleza del paisaje de montana. Mis padres aun viven aqui, en una casa de piedra oculta por frondosos arboles y por altas montanas que forman un protector valle a su alrededor, pero yo no he vuelto ni siquiera para visitarlos. Las pocas veces que nos hemos visto en estos ultimos diez anos, ha sido porque ellos vinieron a Washington, mi ciudad de acogida. Al recordar mi perfecta vida en el centro politico del pais, maldigo por enesima vez las circunstancias que hoy me hacen volver. Para mi, Vail supone el Paraiso y el Purgatorio a la vez. Me sorprende que aun no me haya cruzado con nadie. En los pueblos pequenos eso es casi imposible. Siempre hay alguna anciana paseando por la calle o algun jovencito enredando con la bici. Pues hoy no hay nadie, salvo por un perro que esta rascandose las pulgas mientras me sigue con su marron mirada desde el lado derecho de la carretera. Supongo que este letargo se debe a que esta lloviznando y tiene pinta de hacer bastante frio. No podia haber elegido peor el atuendo: unos zapatos descubiertos, a juego con un vestido negro cuya tela es tan fina que resulta casi transparente. Despues de tantos anos fuera, se me ha olvidado que mientras que en Washington estamos a veinticinco grados, en Colorado, si rozamos los dieciocho, es que hace un calor del carajo y la gente empieza a preocuparse por el calentamiento global. La sirena de un coche patrulla me arranca de mi contemplacion. Miro por el retrovisor y veo que estan dandome las luces rojas para que me detenga. !Maldita sea! ?De donde diablos ha salido ese coche? Si no hubieses estado mirando las musaranas, lo habrias visto venir, me regano a mi misma. --Detenga el vehiculo en el lado derecho de la carretera y permanezca en el interior --me indica el policia por el megafono, pese a que yo ya he senalizado hacia la derecha. !Este tio es tonto! Me detengo y, mientras espero las consecuencias de mis ilegales maniobras, me examino en el espejo interior para asegurarme de que no se me ha corrido el maquillaje, y de que aun llevo el pintalabios rojo que me puse hara media hora, cuando, nada mas cruzar la frontera del condado de Eagle, pare a tomar un cafe en una gasolinera. Quiero causarle una buena impresion al sheriff. Tal vez me libre de la multa, quien sabe. Al menos voy a intentarlo. Por norma general, poner ojitos me funciona de maravilla. Satisfecha a causa de la imagen que me devuelve el espejo, bajo la ventanilla y miro por el retrovisor al hombre de un metro noventa que se me acerca perezoso. !Menudo cuerpazo! No le veo el rostro, puesto que tiene la cabeza bajada y lleva una gorra para protegerse de la lluvia, pero su modo de caminar y la impresionante sensualidad que desprenden sus movimientos, me aseguran que el nuevo sheriff de este pueblo esta para comerselo. En mis tiempos, el sheriff era el senor McGrath, un hombre viejo y siempre malhumorado, que me sermoneo mas de una vez por intentar comprar alcohol siendo menor de edad. Gracias a Dios, nunca se entero de que incluso llegue a consumirlo (en mas de una ocasion). En un sitio como Vail, eso acarrea la expiacion. Mientras yo me deleito siguiendo con felino interes los andares del sheriff supermodelo, el levanta la cabeza, lo cual hace que mis oscuros ojos se crucen con el azul hielo de los suyos a traves del retrovisor del conductor. Y entonces, mi corazon deja de latir por completo. El frena en seco, separa los labios y se queda mirandome como si el aire hubiese dejado de alimentar sus pulmones. Su hermoso rostro muestra una expresion de lo mas descompuesta, el ceno arrugado, las pupilas dilatadas, y algo me dice que mi rostro trasparenta exactamente lo mismo que el suyo. Creo que tarda todo un siglo en encontrar las fuerzas para acercarse a mi ventanilla. --Liv… --murmura, y aun parece muy descolocado. --En carne y hueso

  • Todo arde de Nuria Barrios

    https://gigalibros.com/todo-arde.html

    ?Alcanza el amor para salvar una vida del desastre?

  • Historia del veneno de Adela Munoz Paez

    https://gigalibros.com/historia-del-veneno.html

    Cicuta, arsenico, cianuro, talio, polonio… Adela Munoz realiza un insolito recorrido por los momentos mas relevantes de la historia a partir de envenenamientos celebres

  • Allegra ma non troppo, Lara Smirnov de Lara Smirnov

    https://gigalibros.com/allegra-ma-non-troppo-lara-smirnov.html

    Tras el chasco de su relacion con Koldo, Allegra se refugia en el trabajo y en la musica. Cuando consiguio el puesto de representante de los Sauryn penso que le habia tocado la loteria. El problema es que los chicos no tienen muy claras las funciones de una representante, y una tarde Allegra acaba en la fiesta de cumpleanos del primo del vocalista.

  • El cuaderno de las flores de Kayte Nunn

    https://gigalibros.com/el-cuaderno-de-las-flores.html

    Dos mujeres aventureras, un viaje y la busqueda de una flor que puede dar y quitar la vida

  • Sin fin de M. C. Andrews

    https://gigalibros.com/sin-fin.html

    Daniel sabe que tiene que enfrentarse a los fantasmas de su pasado antes de la boda, por lo que le pide a Amelia que lo acompane a Hartford. Durante el viaje por la campina inglesa, la pareja pone a prueba los limites de su deseo y se entregan el uno al otro de un modo hasta entonces insospechado... <>. M. C. Andrews

  • El corazon del highlander (La bruma del tiempo 1) de Ross Callum

    https://gigalibros.com/el-corazon-del-highlander-la-bruma-del-tiempo-1.html

    Primera entrega de la bilogia <>.

  • Dragonwick de Anya Seton

    https://gigalibros.com/dragonwick.html

    La historia de una mujer notable y el misterio y el suspense que la esperan en los magnificos pasillos de Dragonwyck.

  • Quiero estar contigo de (libro 3) – Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton

    https://gigalibros.com/quiero-estar-contigo.html

    Habian pasado tres meses desde aquel dia tan duro en el que me despedi de Victor o, mejor dicho, en el que el se despidio de mi y no fui capaz de decirle que iba a ser padre. Ya me habian dicho que iba a ser una nina y habia decidido llamarla Sonia, como mi madre. Mi padre estaria orgulloso de que yo le pusiera ese nombre sin duda. En el trabajo estaban al tanto de todo y me cuidaban muchisimo. Sabian que estaba sumergida en una pequena depresion sobre la que ellos me habian aconsejado que me quedase en casa una temporada, por lo menos, hasta que diese a luz. Pero eso seria lo ultimo que haria ya que el hecho de estar en casa encerrada lo unico que hacia era que se me cayese mas el mundo encima. Los primeros dias no dejaba de llorar y se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero luego decidi ser fuerte y afrontar lo que la vida me habia puesto en mi camino. Tenia claro que tenia que sacar a mi hija hacia delante. Eso era lo que me daba fuerzas para venirme un poco arriba, aunque mi corazon seguia amando a Victor por encima de todo. Comenzaba el otono, mi bebe naceria a finales de abril. Estaba deseando montar ya su habitacion, pero habia esperado el tiempo prudencial para saber que todo iba bien, asi que sali de trabajar y me compre un bocadillo. Me fui para Jerez a un poligono a ver unos muebles para la habitacion de Sonia. Era una tienda que esta bastante de moda y las habitaciones eran espectaculares, asi que cuando entre alli vi una que sabia que esa era la de mi nina, una mezcla de color vainilla con rosa palo. Era preciosa, no quise mirar mas. La compre rapidamente y me dijeron que al dia siguiente irian a llevarla y a montarla. Al salir de la tienda, escuche una voz y me gire. Era Rebeca con su madre, la salude fingiendo que me alegraba mucho al verla. Senti una mezcla entre enfado y pena. Todavia recordaba muchas de nuestras conversaciones donde ella demostraba una inocencia y una ingenuidad que rayaban el ridiculo. -- ?Como estas, Rebeca? -- pregunte por preguntar algo. -- Bien, aqui vengo a comprar una habitacion de bebe -- dijo tocandose la barriga con una gran sonrisa en los labios En ese momento, pense que me iba a desmayar, pero tuve que disimular, actuar y poner mi mejor cara -- !Cuanto me alegro! Al final fue rapido. -- Si, !Victor es mucho hombre! -- dijo guinandome el ojo. Me dieron ganas de responderle que !No lo dudo!, pero no era el momento y ademas parecia todo una broma de muy mal gusto. -- Pues me alegro de verte y espero que todo vaya genial. Me voy que tengo prisa-- dije devolviendole dos besos. -- Ya te llamare para tomar un cafe. -- Clavos, Rebeca, hasta otra. Me queria morir, me monte en el coche muy agobiada. Menos mal que al estar yo muy delgada y llevar una blusa suelta no se percato de que yo tambien lo estaba y de un mes mas que ella. No podia digerir la noticia de que mi hija venia ya con un hermano de camino. Que pronto me habia olvidado Victor... Al dia siguiente, llegue a casa muy ilusionada del trabajo ya que venian a colocar la habitacion de mi pequena Sonia. Mientras estaba comiendo llamaron a la puerta. Ya estabamos listos todos para montarla asi que les abri, los deje pasar y termine de comer. Un rato despues fui a la habitacion y ya estaba montada. Estaban recogiendo las herramientas y, al entrar, unas lagrimas comenzaron a recorrer mis mejillas. Los montadores se quedaron impactados al verme y uno dijo que eso era de la emocion. Al final terminamos los tres muertos de risa. Imagino que eran mis nervios por ver que ese espacio ya pertenecia a otra persona que estaria en mi vida para siempre. Me quede toda la tarde metida en la habitacion y deseando empezar a llenar los cajones de ropita para mi pequena, asi que los siguientes dias me pasearia por algun centro comercial y empezaria a comprar cosas para ella. Sin saber que hacer, llame a Rocio rapidamente. Hablamos muchos los dias despues de la noticia de mi embarazo. Luego ya no quise llamarla con tanta frecuencia, porque era yo quien debia afrontar todo lo que me estaba sucediendo. Aun asi, hablabamos cada noche. Misteriosamente se habia convertido en una nueva hermana para mi. Nadie mejor que ella podria ayudarme en estos momentos en los que no sabia como actuar. Enseguida se puso al telefono. El hecho de escuchar aquella voz seria me aliviaba lo suficiente para confiar en que todo se arreglaria. -- Hola, Nora. ?Como estas, carino? -- Voy tirando. Como siempre. -- ?Sucede algo? -- pregunto con temor. -- No. No sucede nada nuevo. -- ?Por que me llamas entonces? -- Porque tengo miedo, Rocio. -- ?De que tienes miedo, Nora? No debes preocuparte por la maternidad. Hay muchas madres solteras. Ya te lo he dicho antes. -- No. No es eso. Tengo miedo a echar de menos a Victor -- dije a punto de llorar. -- No. No me lo creo. Es normal que te acuerdes de el. No puedo imaginar lo duro que debe ser recordarlo y callar tu embarazo. Pero ahora debes invertir todas tus energias en tu embarazo. -- Lo se, Rocio. Pero no duermo por las noches. Me he enterado, ademas, de que Rebeca esta embarazada tambien -- dije compungida. -- Vaya un cabronazo. Creo que debes visitar a un especialista que te pueda aconsejar mejor que yo o que tu hermana. ?Por que no vas a ver a un psicologo o a un psiquiatra? Mucha gente lo hace. -- Y si empeoran las cosas, Rocio. Y si me como la cabeza aun mas... -- dije yo con tono de preocupacion. -- No, al contrario, un especialista te ayudara. No basta con que hables conmigo o con tu hermana, Nora. Debes confiar en alguien que pueda darte instrucciones para reorientar tu vida. -- Tienes razon, Rocio. -- A mi me vas a tener siempre, pero debes dar un paso y buscar a alguien que pueda darte consejos practicos que aplicar en tu vida -- dijo ella con seriedad, mostrandose comprensiva al mismo tiempo. -- Te hare caso. -- Mira, tengo una prima que es psicologa. Si quieres la llamo y te acompano a su consulta. Quiza te sientas mejor. -- Esta bien. Cuanto antes empiece con una terapia, sera mejor para mi -- dije convencida y mas animada. -- Voy a llamarla y en cuanto sepa algo, vamos alli. Veras como mejora tu salud y como consigues olvidar a Victor poco a poco. -- Gracias por estar siempre ahi, Rocio. -- No tienes por que agradecerme nada. Poco a poco te has convertido en alguien muy importante para mi, ?sabes? El otro dia se lo comentaba a Pedro. -- Tu te estas convirtiendo en una nueva hermana, Rocio -- le dije con mucha emocion. -- No exageres. Tu harias lo mismo por mi. -- Es verdad, Rocio. Sabes que me tienes para cualquier cosa. Ya veo que has superado lo de Richard. La ruptura con su novio ingles parecia haberla dejado tocada al principio, pero luego la aparicion de Pedro la ilusiono de nuevo. Sin embargo, yo estaba lejos de imitarla. Si no me hubiera enamorado de Victor, si no me hubiera acostado con aquel hombre casado, ahora no estaria pasando por todo esto. Pero ahora de nada sirve arrepentirse. Debia dejar todo eso a un lado y centrarme en mi futuro, en mi trabajo, en mis hermanos. En mi hijo. Tenia razones suficientes por las que luchar, sin duda, como asi le dije a Rocio. -- ?Sabes una cosa? Tengo razones por las que luchar -- dije con decision, intentando aguantar las lagrimas. -- Razones solamente tienes una. Tu hijo o tu hija. Lo demas pasara a segundo plano enseguida. Ya lo comprobaras, Nora. -- Creo que no me vendra mal ver a tu prima. -- Si, a mi me ayudo bastante con mi crisis al principio, cuando el gilipollas aquel me dejo plantada en el altar. Con Richard, ya no ha hecho falta que la visitara. ?Sabes por que? -- Porque yo lo valgo. Porque me miro en el espejo y me digo lo estupenda que estoy. Me doy besos en los brazos y en las manos. Me ayuda mucho. Haz tu lo mismo -- dijo riendo. -- Joder, que tia -- le solte yo con espontaneidad. -- Yo ya estoy curada de espanto. Por esa razon, estoy tan preocupada por ti. Porque, en algun momento de mi vida, me senti identificada contigo, muy identificada, y me da una rabia tremenda que estes sufriendo de esa manera. -- Tus palabras me reconfortan siempre, Rocio -- dije, sintiendome protegida al escuchar todo lo que decia al otro lado del telefono. -- Hablo primero con mi prima para ver que respuesta me da, ?vale? -- Gracias, nunca olvidare lo que estas haciendo por mi. Te quiero mucho, Rocio. -- Voy a hacer todo lo que este en mi mano para que olvides a ese hombre, para que olvides esta miserable etapa de tu vida. Bueno, miserable, no. Vas a tener un hijo y eso es y sera siempre una experiencia maravillosa, inolvidable -- dijo con tristeza, con mucha tristeza. Aquella ultima intervencion de Rocio me dejo sobrecogida. Parecia que ella supiera de primera mano que era ser madre. No quise indagar en aquella intervencion. No quise preguntarle por temor a que se sintiera obligada a contarme algo que, por ahora, ella no queria confesarme. -- No me hago a la idea, Rocio. No me hago a la idea de ser madre -- dije yo con voz temblorosa. -- Te haras muy pronto. Es algo magico... -- dijo con un nudo en la garganta. -- ?Quieres contarme algo, Rocio? ?Te ha pasado algo? -- No. No. Ahora no puedo. Voy a hablar con mi prima y le pido cita. Debes relajarte y seguir adelante con todas tus fuerzas y ella te ayudara mucho. -- Eso espero. Me preocupa que te hayas puesto tan triste al hablar de la maternidad -- dije yo con intencion de que me contara algo. -- No. No es nada. Algun dia... -- no siguio hablando y colgo. Sabia que Rocio y yo, a partir de aquel momento, teniamos una conversacion pendiente. Se que yo la necesitaba, pero ella tambien necesitaba desahogarse conmigo. Los siguientes dias los pase comprando cosas para mi bebe. Se me notaba ya un poco la tripa, aunque aun podia disimularlo perfectamente. Me daba tanta pena no poder disfrutar de esos momentos con mi padre que hacia que me doliera en el corazon. Contra todo pronostico, mis hermanos se habian volcado conmigo desde el momento que supieron que iba a ser madre.

  • El laberinto de los suenos de Soledad Palao Sires

    https://gigalibros.com/el-laberinto-de-los-suenos.html

    Valentina es una mujer de 43 anos, guapa, divertida e inteligente. Reside en uno de los barrios mas senoriales de Madrid y procede de una familia adinerada. Su gran agudeza mental le empuja a estudiar varias carreras, sin embargo se decide por la investigacion, aficion que le lleva a formular un veneno indetectable en las autopsias . Una vez descubierto tambien el antidoto , decide crear una peculiar empresa que enriquecera aun mas su cuenta corriente. Lo que no espera la protagonista es que comenzara a recibir consejos desde el mas alla a traves de sus familiares mas queridos, que apareceran en los sitios y momentos mas insospechados.

  • La cancion de los vivos y los muertos de Jesmyn Ward

    https://gigalibros.com/la-cancion-de-los-vivos-y-los-muertos.html

    Una novela que la critica ha comparado con William Faulkner, Flannery O’Connor o Toni Morrison. Jojo, de trece anos, y su hermana menor Kayla viven con sus abuelos negros en una granja en la costa del Golfo de Misisipi, con la compania siempre esporadica de su madre, Leonie, una mujer que desearia ser mejor madre de lo que es. Cuando el padre de ambos, un hombre blanco, va a salir de prision -Parchman Farm, la misma penitenciaria en la que el abuelo de Jojo cumplio una condena injusta durante su juventud-, Leonie insiste en ir a recogerlo con los ninos. Durante el azaroso viaje, Jojo, Kayla y Leonie deberan aprender a relacionarse como familia, y Jojo conocera a Richie, otro nino con quien descubrira el legado de la esclavitud y la importancia de reconciliarse con el pasado.

  • Un marido adecuado de Renee Roszel

    https://gigalibros.com/un-marido-adecuado.html

    El guapisimo Noah Barrett era el marido que toda mujer sonaba con tener: era carinoso, amable. y no le iba a resultar nada dificil convencer a la familia de Sally Johnson, durante su visita, de que iba a ser un padre maravilloso para el bebe que ella estaba a punto de tener.

  • Al final de la calle 118 de Clara Cortes

    https://gigalibros.com/al-final-de-la-calle-118.html

    La calle que lleva al motel donde vivo es larga y ancha, y una acera no tiene nada que ver con la otra. Es como si una barrera invisible separara ambos lados. Por supuesto, siempre que quieras puedes cruzar al otro lado, pero eso no significa que la gente lo haga. Es como la valla que rodea un instituto: aunque muchos querrian y podrian saltarla, eso no significa que la salten de verdad. Porque saben que su lugar esta dentro. Cuanto mas camino de la derecha recorro, mas grietas me encuentro. Y mas suciedad. Y menos casas. En la otra acera, sin embargo, la fila de chalets de color amarillo y naranja sigue hasta mas alla del motel, hasta alcanzar la carretera del norte. Aunque pueda sonar a mentira, me gusta mucho mas la acera de la derecha que la de la izquierda. Es mucho mas real. La vida es asi, rota, con hierba seca entre los huecos que deja la piedra de los adoquines. Si conoces a alguien con una vida-chalet, probablemente todo se quede en esa fachada amarilla, tan igual a lo largo de toda la fila. Probablemente su sitio tambien este en este lado, nuestro lado, pero no quieran aceptarlo. Antes de llegar al motel, en la acera de la derecha, la calle esta flanqueada por la verja de un orfanato. Es el que cubre la zona norte de la ciudad, adonde se sabe que llegan muchos ninos todos los meses. A veces lloran tanto y tantos a la vez que puedo oir sus sollozos sincronizados desde mi habitacion, y eso que no tiene ninguna ventana que pueda cerrar para acallarlos. Son gritos desgarradores. Cuando pasa me pregunto si habra alguna nina especial ahi dentro, alguien que se parezca a mi y que llore mas fuerte que todos los demas. Tambien me pregunto si la habre visto alguna vez cuando he pasado por delante y todos los ninos estaban jugando fuera, aunque me desespera pensar que he podido hacerlo y que no la he reconocido. Normalmente me gusta pasar la mano por la verja de rombos metalicos mientras camino. El sonido que hacen los anillos de mis dedos contra los alambres es musical y, si lo cuento en mi cabeza, sigue cierto ritmo que puede llegar a ser agradable. Siempre logro encontrarlo, aunque cada vez es diferente, pero eso es lo que mas me gusta. Sin embargo, ahora paro de hacerlo, porque, como todos los dias, tengo que mirar. Siempre me obligo a hacerlo al menos una vez, porque seria una persona horrible si no me molestara en dedicarle unos segundos al dia; busco un par de coletas desiguales que yo podria haber conocido, a esa nina que deberia tener mi nariz, o mis ojos, o los de Raven... Como de costumbre, no veo nada -porque no hay nada, ni siquiera suerte-, asi que tengo que seguir andando para volver a casa. Solo que, esta vez, si que hay algo cuando me pongo a andar otra vez. No lo habia visto porque mi mente habia elegido omitirlo y concentrarse en buscar, como cada dia; es curioso como nuestro cerebro es capaz de aislarnos hasta el punto de no dejarnos ver cosas tan obviamente claras. Porque, cuando vuelvo a andar, hay ahi otro sonido que esta vez no es mio. No rozo la verja con la yema de los dedos, pero, aun asi, en alguna parte hay musica. Y son notas. Notas de verdad, quiero decir, no solo en mi cabeza. Sol. Do. Re. La. No es metalico. Es una guitarra, y creo que viene de dentro. Vuelvo a mirar hacia alli sin dejar de andar. Ahi esta. No tardo demasiado en localizarla. La guitarra. Obviamente, alguien la esta tocando. Es un chico. Esta al fondo, encorvado y sentado sobre un banco. A pesar de todos los ninos que hay a su alrededor, parece estar muy solo. El chico es larguirucho y grande, o eso es lo que parece desde aqui. Tiene los dedos agiles, pero, a pesar de eso, se mueve como si no se sintiera seguro; vacila cuando hace amago de levantar la cabeza y al final nunca aparta la vista del movimiento de sus dedos sobre las cuerdas, como si de verdad temiera perderse o equivocarse. Esta cantando y lo que oigo en la distancia es grave y fuerte, pero a la vez suave y agradable. Cuando han pasado unos segundos y creo haber escuchado lo suficiente, decido que me gusta su voz. No parece que el este muy de acuerdo en eso, sin embargo. Tiene el ceno levemente fruncido y los hombros tensos. Las gafas de pasta negra que lleva juegan a ser equilibristas sobre la punta de su nariz, y me pregunto por que no puede, simplemente, hacer algun tipo de movimiento para subirselas. Siempre me ha puesto nerviosa la gente que mira el mundo por encima de la montura de sus gafas, como la senora que se encarga de la biblioteca del centro, aunque no se exactamente por que me molesta. Cuando acaba la cancion se queda un momento mirando la vibracion de las cuerdas antes de subir la cabeza y sonreirles a los ninos, un publico realmente desagradecido. Si, han estado tranquilos, pero no escuchandole. Gritan, saltan y rien mientras se persiguen los unos a los otros, y el baile sigue para ellos aunque ya no haya musica para acompanarlo. Me sobresalto al darme cuenta de que he estado parada tarareando todo el rato, aunque ni siquiera se como se llama la cancion. He debido de oirla en la radio alguna vez, o en el centro comercial, o en alguna sesion de fotos. No era consciente de habermela aprendido. Me doy la vuelta y sigo mi camino justo despues de que el chico se suba las gafas con un gesto despreocupado. El no me ve. No reanudo el sonido de mis anillos, simplemente meto las manos en los bolsillos y ando mas rapido, porque quiero llegar ya al motel. Solo unos treinta y cinco o cuarenta metros lo separan del orfanato. Cuando subo las escaleras metalicas que llevan al segundo piso y entro en el apartamento 36, la sensacion tan rara que se me habia puesto en el estomago tras escuchar esa cancion es sustituida por la colonia postsexo de Raven. Tengo que aguantar la respiracion y pasar directamente a la cocina. Y aunque alli no es mejor, porque ella esta fumando, al menos no es ese tufo a fruta, sudor y suciedad. -Ah, hola -dice, tranquila-. No he oido la llave. -Hola. Vacio mi mochila en la mesa blanca donde comemos. El tablero esta lleno de quemaduras y manchas marrones que no se pueden quitar. Caen las llaves, un libro, una camiseta sucia y un sobre. Justo antes de venir he pasado por el banco para sacar lo que me han pagado hoy. Raven apaga el cigarrillo dentro de una lata de cerveza arrugada y se acerca a mi con curiosidad. -?Cuanto? -Cincuenta pavos. -La ultima sesion fueron mas. -Porque me pase seis horas en ese estudio sin parar ni para mear, Raven. Por eso fueron mas. Mi hermana agarra el sobre antes de que yo pueda alcanzarlo y sale de la cocina contoneandose. Me dan ganas de gritarle que no hay nadie mirando, que no hace falta que haga eso, pero no quiero discutir. Necesita montar un espectaculo todo el tiempo. Ademas, suele estar de muy mal humor despues de estar con un cliente, por eso me callo. Se agacha junto a su cama y mete la mano debajo. Saca una caja de metal rosa que tiene un pequeno candado. Ahi es donde guardamos todo nuestro dinero. Esta llena de polvo y tiene un par de pelusas enganchadas en las esquinas. Muchas veces pienso en que pasaria si alguien entrara a robar, porque no seria nada dificil hacerlo. No seria dificil encontrar la caja bajo la cama y que alguien rompiera ese estupido candado y nos robara todo lo que tenemos. De hecho, yo misma podria hacerlo si quisiera. Podria agarrar una piedra de fuera, acercarme, golpearlo hasta que se partiese... Y luego irme lejos de aqui con el dinero. Pero Raven abre la caja y me quedo a medias preguntandome adonde iria. A un lado, los billetes estan sucios, algo rotos y arrugados. Al otro lado, el monton de mi dinero, es decir, el dinero que yo gano y que sale directamente del banco, descansa en pilas mas o menos agrupadas por su valor. Mis billetes estan limpios, en todos los sentidos posibles. En total no hay demasiado dinero, pero si mucha diferencia entre ambos lados. <>, pienso. Es como si cada monton saliera de un mundo completamente distinto, o viniera de una cara diferente de la luna, y en parte, si lo piensas, es un poco asi. -Bueno, supongo que esta vez, cuando venga ese baboso del casero, podre pagarle en condiciones. No soporto tener que tocarlo cuando vamos un poco justas. Doy la vuelta a su cama para ir hacia mi habitacion. -No necesitaba saber eso. -C'est la vie, Valeria. No puedes ser tan tiquismiquis. Las cosas son como son, a ver si lo aprendes de una vez. <>, dice siempre Raven. Raven, la que esta hecha de piedra. La que es dura y fria como el hielo. La que tiene muchos problemas y muchas responsabilidades que siempre prefiere evitar. Es Raven, es casi una extrana

  • El rey de Itaca de Glyn Iliffe

    https://gigalibros.com/el-rey-de-itaca.html

    Cuando Eperitus, exiliado tras la traicion de su padre, decide interrumpir su camino para ayudar a un grupo de guerreros que batallan por su vida en clara desventaja, poco podia imaginar que los dioses le habian puesto en el camino de Ulises, Principe de Itaca. La inquebrantable amistad que surge entre ellos sera puesta a prueba en el apasionante viaje que inician a Esparta, donde estan la bellisima Helena y Agamenon.

  • Las mujeres de Winchester de Tracy Chevalier

    https://gigalibros.com/las-mujeres-de-winchester.html

    Tracy Chevalier regresa con la historia apasionante y atemporal de una mujer en busca de libertad en la Inglaterra de los anos treinta.

  • Hermanos Landvik. Serie Completa de Laura Sanz

    https://gigalibros.com/hermanos-landvik-serie-completa.html

    Las tres novelas de los hermanos Landvik en un solo volumen. Incluye La historia de Cas, La lucha de Jan y La culpa de Till.
    “Tres hermanos. Tres historias unidas por los acontecimientos, la familia, la pasion y el amor.”

  • Grecia para todos de Carlos Garcia Gual

    https://gigalibros.com/grecia-para-todos.html

    La civilizacion griega dejo un importante legado entre nosotros, aunque muchas veces ignoramos su procedencia. En un tono ameno y accesible, Carlos Garcia Gual cuenta como nacio la civilizacion griega, la rivalidad entre Atenas y Esparta, las luchas por la hegemonia en el Mediterraneo, el desarrollo de la polis y la democracia, del pensamiento y la filosofia, de las ciencias y las matematicas; el arte griego, las relaciones sociales y familiares, la mitologia, la literatura, etc.

  • Prometo no amarte hasta que el pacto nos separe de Vega Manhattan

    https://gigalibros.com/prometo-no-amarte-hasta-que-el-pacto-nos-separe.html

    Dina abrio uno de sus ojos y miro el movil que habia cogido a ciegas, tanteando sobre la mesilla de noche. Las seis de la manana, no habia sonado antes de tiempo, aunque a ella le pareciese asi. Gimio a la vez que metio la cabeza bajo la almohada. Ultimamente parecia que las noches eran demasiado cortas, se pasaban en un plis plas. A veces ni tiempo le daba a abrir los ojos cuando la dichosa alarma estaba sonando. Saco la cabeza de su escondite, abrio los ojos y miro a traves de la ventana de su habitacion. Aun no habia amanecido. Pero su dia ya deberia haber comenzado. Dia que no contaba con las horas suficientes, asi que no podia permitirse el lujo de quedarse en la cama ni un minuto mas. Y a veces, muchas en realidad, le gustaria hacerlo. Ser como esas personas que ponian la alarma a una hora y la iban retrasando cada cinco minutos para disfrutar del momento. A este paso ni cuando seas vieja. Pues seguramente no. Seria una anciana que aun estaria con doble o triple trabajo para pagar deudas, pero era lo que le tocaba. Habia gente que nacia con estrella y otras personas estrelladas. Ella habia nacido ya estampada y hecha una tortilla en el suelo. En fin... Se levanto rapidamente y un alarido salio de su garganta cuando al salir del dormitorio se golpeo el dedo pequeno del pie, haciendo que se doblase en una postura antinatural. --!Me cago en...! (Piiiii) !Hijo de...! (Piiiii) !Todos tus...! (Piiiiiiiiiiiiiiii) Mejor ni escribo lo que dijo que hay gente muy susceptible por aqui y despues todo son problemas y criticas estilo "que vulgar" y cosas asi. Y como que no me apetece porque yo cuento historias para reirnos y para que disfrutemos. Para problemas ya estaba Dina. Que por si no tuviera nada encima, la pobre estaba saltando a la pata coja. Como diria mi abuela, "dobladita de dolo'". Muy de mi tierra la expresion. --!Tu... (piiiiiiiiiiiii) madre! Vale, pense que habia terminado… Desde ese momento en que se levanto, nunca mejor dicho, con mal pie, ya se presagiaba un mal dia. --Veras el dia de mierda que voy a tener --gimio unos minutos mas tarde cuando la cafetera expres medio exploto y el contenido de la capsula de cafe llego hasta el techo. Adonde Dina miro de malos modos, acordandose de todos los dioses habidos y por haber. Y por si tener que comprar una cafetera nueva no fuera poco, tendria que ver si lo de que no le hubiese llegado el agua caliente al bano la noche anterior era un problema que necesitase de un fontanero o solo era algo puntual que se arreglaba solo. Si era lo segundo, que solia pasar muchas veces ya que solo ocurria por joder un rato, bien. Pero si era lo primero... Iba a tener que plantearse, y ya en serio, el vender alguno de sus organos no vitales. Empezaria por el primero que apunto en la lista. Y si, tenia una lista sobre ello, asi de mal le iban las finanzas. Asi de preocupante era el asunto. Pero tenia que seguir, si o si. Como fuera. Por la mujer a la que le estaba cogiendo la mano en ese momento, tras sentarse a su lado, en la cama. Dina suspiro tras apretar el agarre a la anciana. Solo por ese momento merecia cualquier pena. --Buenos dias --sonrio y miro a esos cansados y tristes ojos azules. La anciana miro a Dina con curiosidad, su ceno fruncido. --?Quien eres? --pregunto, con voz somnolienta. --Tu nieta --sonrio Dina haciendo, como siempre, un esfuerzo para que no se le notase la tristeza que sentia cada vez que su abuela no la recordaba. Era una parte dura de su enfermedad, una entre tantas. --Ah... --la anciana asintio con la cabeza, como si con eso ya no tuviese lagunas, pero en sus ojos podia verse que no la reconocia. --Con la lata que te he dado siempre, como para que no me reconozcas. --No digas eso --le dio un cate a la mano de Dina--. Si has sido muy buena --sus despobladas y casi inexistentes cejas, unidas. --Ah, ?si? --esa vez, Dina sonrio de verdad. Por esos momentos en los que su abuela recordaba algun pequeno detalle, merecia la pena todo lo demas. --Si. Un poco cabezota y con un... ?Como se dice eso? --?El que? --Cuando... --la anciana refunfuno al ver que no podia explicarse-- Cuando alguien se enfada. --Ah, enfadado. --No --dijo enfadada ella, haciendo sonreir a su nieta. --?Cabreado? --la anciana la seguia mirando de mala manera, esa palabra tampoco era-- ?Enfurrunado? --Que no, cono --solto su abuela. Dina solto una carcajada. --Mucho genio tienes tu --rio la nieta. --Me parezco a mi madre, ?conoces a mi madre? A veces viene a verme. --Ah, ?si? Tocaba conversacion sobre fantasmas que venian a visitarla. --Si y tiene un genio de los mil demonios, pero no es mala. Como tu. Que vaya caracter, pero eres una santa. --No todos piensan igual, abuela --rio Dina, divertida. --!Que sabran ellos! --refunfuno la abuela-- Si te conocieran de verdad, pensarian diferente --miro a Dina fijamente--. ?Como me dijiste que te llamabas? Dina suspiro, pero mantuvo la sonrisa. Asi eran las cosas con su abuela. Eso y pasar de un tema a otro sin sentido. Y tener paciencia mientras organizaba las palabras en su mente y terminaba una frase. Eso y tantas cosas mas. --Dina, abuela. Soy Dina. --Ah... Dina --asintio un poco con la cabeza--. A tu madre siempre le gusto ese nombre --pues si, asi era--. ?Yo conozco a tu madre? --La pariste tu, si no la conoces... --?Y dolio? --Segun siempre me habeis contado, un poco mas y se te cae sola --rio Dina.

  • La biblia de los Caidos. Tomo 1 del Testamento de Gris de Fernando Trujillo Sanz

    https://gigalibros.com/la-biblia-de-los-caidos-tomo-1-del-testamento-de-gris.html

    Bruno movia la cabeza y olfateaba, mientras arrugaba la nariz involuntariamente. Un olor agresivo y penetrante, capaz de asfixiar a un hombreadulto, seextendia por todalaestancia. Suspiro con resignacion. --!Tenemos unaemergencia, nena! --grito. --Tetocaati--contesto Tamaraentrando en elsalon. Tamara llevaba la cena sobre una bandeja roja con el estampado de Mickey Mouse. Esquivo al pequeno David, que gateaba en la alfombraentreelarsenal dejuguetes ymetralla de piezas descolocadasalos queapenas prestabaatencion, y sesento en elsofa. --?Como es posible que no te molesteeste pestazo? --Se acostumbra una --dijo ella. Cambio de canalcon el mando a distancia--. Cuanto mas tardes peor sera. Yno te libraras esta vez. Empieza miseriefavorita. --Esta bien. Alla voy --dijo Bruno recabando fuerzas--. Ven aqui, pequeno marrano. --Cogio al bebe por las axilas y le alzo hasta que sus ojos quedaron ala mismaaltura. El olor leenvolvio deinmediato--. ?Quien eselmocoso mascochino detodos? --Le dio una vueltaen el aire--.?Yquien eselmas guapo? Apreto sus labioscon suavidad sobre elcuello de su hijo y soplo. El bebe le devolvio una sonrisa deliciosa. Bruno no tenia claro siera por eltacto delos labios y elcalor desu aliento, o porelsonido que producia, pero la pedorretafuncionaba. Al nino leencantaba y aelselecaiala babaal verlesonreir. Pero nisiquieralasonrisa desu hijo detrece meses leayudabaasoportarel olor. --No me dejais ver latele --protesto Tamara--. Echaosa un lado. --Vamosa dejara mama que veasu serieromantica --dijo Bruno haciendo una muecaal bebe--, quesi no, yasabescomo se pone. Llevaba al nino boca abajo como siestuviera volando. Silbaba, imitando sinmucho exito elsonido del viento. El bebe sonreia, agitaba los brazos y pataleaba. Bruno se detuvo en la puerta delsalon. --Ylos panalesestan... --En elsegundo cajon delacomoda --recito Tamarasin despegar los ojos dela pantalla. --Yalo sabia. Por fin se quedo sola. Unos minutos de paz. Elcapitulo de hoy era apasionante. La protagonista acababa de descubrir que su marido la enganaba con la nueva y joven abogada que habia contratado la firma en la que trabajaba, bastante tipico, pero igualmente emocionante. Tamara queria vercualibaaser su reaccion. Esperaba quele mandaraalinfierno y se quedaracon todo. !Porcerdo! Si no... La television se apago en ese momento. Tamara bufo. Se levanto para ver si se habia soltado elcable. El televisor volvio a encenderse, aunque no mostraba ningunaimagen, solo una nube de puntos negros y blancos y elsonido delaestatica. Se volvio aapagar. Elcableestaba bien, no se habiasoltado. Tamaraapreto elmando a distancia varias veces, pulso los botones delatelevisionmanualmente. Nada. Solo restaba unacosa por hacer. --!Bruno!?Has terminado decambiaral nino?!Latelese ha vuelto aestropear! No obtuvo respuesta. Cruzo el pasillo andando deprisa, no queria perderse el resto del episodio. La puerta de la habitacion del bebe estabacerrada, pero lellegabala voz desumarido hablando con el pequeno. Por lo visto, leestabarelatando una peleaentre Spiderman y otro superheroe queella no conocia. Seguramente poreso no le habia oido cuando lellamo. --Echa un vistazo alatele,anda. Yo me ocupo de... Lafrase murio en su bocacon un gorgoteo.Alabrir la puerta, habiaentrado de nuevo en elsalon, no en la habitacion del bebe. Aquello no teniasentido. Miro asu alrededor, toco loscojines delsofa, elespejo quecolgaba dela pared, latelevision quecontinuabaapagada. Todo era real, solido,como debiaser.?Seestaria volviendo loca? Debia de haberse desorientado dealguna manera. Volvio a salir al pasillo. Esta vez avanzo despacio, asegurandose de que no se giraba sin darse cuenta, lo que le hizo sentirse estupida. Entonces reparo en que ya no escuchabaa Bruno nial bebe y seleacelero elcorazon. --!Bruno!?Dondeestas?!Bruno! La puerta dela habitacion del pequeno David seabrio. Bruno salio al pasillo como unaexhalacion. --?Que pasa? --dijo muy preocupado--. Me hasasustado. ATamaraletemblaban las manos. --Yo... No lo se... Me he mareado... Ellaabrazo. --?Teencuentras mal??Tellevo almedico? --No,estoy bien. Hasido algo momentaneo, no me hagascaso. No seatreviaacontarlelo quecreia haber vivido. Yno mereciala pena, pronto lo olvidariaellatambien. No era mas que una bobada. --!Dios mio! El nino.?Le has dejado solo? --Tranquila. Estaen lacuna.Yale habiacambiado. Estabamosa punto de derrotaralmalvado Doctor Octopus. Vamosa porel pequeno Spiderm... Lacunaestaba vacia. --Dijiste queestabaen lacuna. Por Dios no pongasesacara. !Meestasasustando!?Dondeesta David? --!Estabaen lacuna! !Lo juro! --!Pues ya no esta! Ambos temblaban y gritaban. Sus respiracionesestaban casitan aceleradascomo suscorazones. --Tiene queestar poraqui--dijo Bruno al borde dela histeria. Tamara ya estaba abriendo el armario. Gritaba el nombre de su hijo sin cesar, arrojaba la ropa y los juguetes a un lado, sin contemplaciones. --!Malditasea!?Como es posible? --Tiene que haber salido mientras hablabamosen el pasillo --dijo Bruno. --Pero si no anda, solo gatea. No puedesalir delacuna. !Es solo un bebe! Bruno vio un fuego en los ojos desumujer que nunca habia visto antes. --Telo juro por lo mas sagrado. Le deje dentro delacuna. --Registremos lacasa --rugio Tamarasaliendo dela habitacion. No descansaria hastarepasar hastael ultimo centimetro delacasa. Entro en la habitacion de matrimonio, queerala mascercana. David no estaba debajo delacama, nien losarmarios, ni detras dela puerta, nientrelasalmohadas, ni... La desesperacion se estaba apoderando de ella. Tenia miedo. Un miedo tan intenso que le dolia. Un miedo que la estaba haciendo enloquecer. Por sumente desfilo todaclase deimagenesaterradoras. Lesiones de bebes, secuestros y cosas mucho peores. --!Tamara! !Ven, deprisa! La voz de Bruno provenia delsalon. --?Le hasencontrado? --pregunto casisin respiracion trasabrir de un portazo--.?Dondeestaba?!Dime quele hasencontrado! Pero sabia que no. --Mas o menos --balbuceo el. No fue lo extrano de esa respuesta lo que paralizo completamente a Tamara. Fue la expresion de sumarido, el tono de voztan irreal que habiaempleado. --?Como que mas o menos? Bruno levanto un pie y lo mantuvo en elaire unos segundos. Luego lo poso un poco a la derecha, lo volvio a levantar. Despues dio un pequeno salto a un lado,con lacara palida de miedo. Miro alsuelo con unaexpresion indescriptible y levanto la vista de nuevo. --E-Estaahi...,aqui..., no esta. --Bruno, meestas preocupando de verdad.?Que demonios...? --!No! !Para! !No te muevas! --Tamarase quedo quietasin entender una palabra--. !Retrocede o le pisaras! Sumarido habia perdido completamenteeljuicio. Teniaelrostro desencajado, su voz vibraba y seentrecortaba,confundialas palabras. --Bruno no se quete pasa, pero tienes quecalmarte. Tenemos que buscara David. --M-Mira. Era obvio que Bruno no eracapaz de hablar. Senalo con el dedo. Ella miro, y cuando lo vio, secayo alsuelo. En laimagen delespejo estaba David, su hijo detrece meses, gateando, justo entreellos dos. Tamara miro alsuelo y no vio nada. Volvio a mirarelespejo. Alliestaba. Erael, su pequeno, pareciaasustado pero no lloraba. --!Cielo santo!?Queesesto? Paso la mano por el lugar que ocupaba su hijo en la imagen delespejo. No noto absolutamente nada. Ahora todo daba vueltas. Estaba perdiendo larazon, lo sabia, no podriasoportarlo. Solo quedo unaideaen su cabeza. --Tengo que sacarle de ahi --dijo mientras se levantaba. Bruno estaba completamente petrificado contemplando la imagen de espejo--. !Ya voy, David,cielo! !Mama vaa buscarte! Solo pudo dar un paso. Elespejo revento en pedazos mucho antes de que lo alcanzara. Los fragmentos volaron, se esparcieron por elsuelo, rebotaron contra las paredes y elsuelo. Tamarase desmayo.

  • La locura de saltar contigo de Silvia Sancho

    https://gigalibros.com/la-locura-de-saltar-contigo.html

    Una boda.
    Un monton de chupitos.
    Un Porsche aparcado en una calle oscura.
    El mejor amigo del novio.
    El hombre con el que no debia acostarme.
    El que iba impecablemente vestido con un traje gris y una camisa blanca almidonada.
    El dueno de unos ojos verdes que hablaban mas que su irresistible boca.
    El socio mas joven de su despacho de abogados.
    El mejor hombre con el que he estado en la cama.
    Una locura.
    Las huellas de mis unas en el salpicadero de su coche como prueba.
    Un problema de los grandes.
    El era inalcanzable.
    Yo estaba rota.

  • El recuerdo del viento de Marta Marquez

    https://gigalibros.com/el-recuerdo-del-viento.html

    El tenia treinta y un anos y su vida, una vez mas, volvia a dar un giro. Habian transcurrido mas de dos anos desde que habia dejado atras aquellas calles que le habian regalado tantos momentos, pero su barrio seguia tan vivo en su mente como en su corazon. Escondido alli, habia algo que le hacia recordar una y otra vez. Aunque creyo que nunca volveria, un suceso inesperado lo obliga a hacerlo, y el miedo se apodera de el otra vez , como le sucede siempre que tiene que volver. El viento del pasado regresa para llevarlo. El mismo que siempre le trae los mismos recuerdos. Ella tenia veintitres anos y continuaba como siempre. Seguia recorriendo las mismas calles una y otra vez y, pese a los anos transcurridos, seguia sintiendo que su vida aun no habia logrado completarse. Si miraba hacia atras, solo habia un momento en el pasado en el que se habia sentido parte del mundo que la rodeaba, pero eso ya no era mas que un antiguo recuerdo. Desde hacia mas de dos anos paseaba por las calles de la ciudad en busca de la emocion perdida, a la espera de volver a encontrarla tras alguna esquina. No podia evitar pensar que el aire que ahora respiraba habia dejado de ser el mismo. PRIMERA PARTE CAPITULO 1 David apuro el ultimo trago de whisky y dejo el ancho vaso vacio sobre la mesa. Apago el cigarrillo y respiro hondo. Todo estaba sumido en la oscuridad y el silencio reinaba a su alrededor. Consulto su reloj de pulsera. Faltaban veinte minutos para que las manecillas marcaran las dos de la madrugada. La noche era calida para ser septiembre, pero la madrugada habia traido con ella una fresca brisa marina. Se puso de pie y abrio un poco mas el gran ventanal que separaba la pequena terraza de la sala de estar. Ya en el interior, agradecio el calor que envolvia la sala. Al encender la luz todo se transformo. Lo que hasta hacia escasos segundos no eran mas que sombras que reptaban por las paredes, eran ahora sus enseres y recuerdos. Pudo ver el sofa negro que habia apoyado contra la pared y, frente a el, el mueble de estilo moderno de color ceniza que contenia dos fotografias, una en la que posaba junto a su amigo Damian y otra de el mismo cuando era un nino, una maqueta de un coche antiguo a escala y un gran televisor de plasma. Recorrio la sala de estar en unos pocos pasos y llego hasta el estrecho pasillo que separaba el cuarto de bano de su habitacion. El piso era tan pequeno que podia recorrerlo en menos de un minuto; pero no le importaba, era suficiente para el, ademas desde las ventanas podia ver el mar y con eso le bastaba. Se lavo los dientes frente al espejo y contemplo su imagen con cierta desidia. En los ultimos meses habia ganado algo de volumen y sus musculos eran ahora mas robustos y definidos. Las horas que pasaba en el gimnasio practicando boxeo daban sus frutos. Apago la luz y su imagen se perdio en el espejo, formaba ahora parte de la oscuridad. Camino hasta su habitacion. A traves de la ventana, se colaba la luz procedente de las farolas que habia en la calle y, aunque era una tenue claridad, pudo distinguir sin problema la gran cama de dos por dos que presidia la habitacion, las dos mesillas que habia a cada lado y en las que ahora no podia distinguirse el color chocolate que las banaba. La silueta del televisor que colgaba de la pared parecia querer fundirse con los graciles reflejos brillantes y blanquecinos de la luz. Se metio en la cama y se desprendio de la ropa que llevaba. Se quedo solo vestido con su ropa interior blanca. Cerro los ojos cuando el reloj digital marcaba las dos. La alarma lo desperto como cada dia. Eran las nueve de la manana. Se quedo unos minutos tumbado en la cama, enredandose entre las sabanas y sintiendo la irresistible tentacion de cerrar los ojos de nuevo y dejarse llevar por las olas del sueno. Al final, y no sin esfuerzo, se levanto de la cama despacio. Subio la persiana y sonrio cuando vio que el sol brillaba esplendoroso. Abrio la ventana y recibio el sonido del mar que se encontraba a tan solo unos metros. El mismo mar que escuchaba cada manana al despertar, que le gustaba contemplar cada noche antes de dormir, el que llevaba un par de anos regalandole el aroma salino que tanto le gustaba. El mismo olor que lo recibia cada manana al salir a la calle. Camino escasos metros hasta que llego a su coche, aparcado frente al bloque de apartamentos. El Opel Astra negro que hacia tantos anos lo acompanaba. El mismo que esperaba que lo escoltara en todos los viajes que estaban por venir. Poco mas de diez minutos despues, llego frente a la tienda de recambios de vehiculos en la que trabajaba desde hacia mas de un ano. Aparco su coche en el pequeno aparcamiento que habia junto a la trastienda y saludo con un movimiento de cabeza a su companero que tambien acababa de llegar. --Vamos a ver que hacemos con este lunes. --El chico sonreia, pero unas marcadas ojeras azules bajo sus ojos parecian indicar que el dia seria duro y que el fin de semana debia haberlo sido aun mas. David sonrio. Llevaba trabajando con ese chico desde el primer dia. Ruben tenia veinticinco anos y llevaba mas de siete trabajando en aquella tienda que era propiedad de un familiar. Nunca habia mostrado demasiado interes en los estudios, y todos siempre supieron que alli estaria su futuro. Era un joven alegre, de mirada traviesa y picara sonrisa. Divertido y amante de la fiesta, tambien era un chico responsable y carinoso con el que David habia entablado una amistad casi desde el primer minuto. Cuando lo miraba no podia evitar ver a la misma persona que el habia sido algun dia y de la que no conseguia desprenderse del todo. Miro el reloj. Eran casi las diez de la manana. Su jornada laboral estaba a punto de empezar. Los casi diecisiete meses que llevaba trabajando alli lo habian convertido en todo un experto sobre la materia, ademas, su desparpajo innato y su simpatia le encumbraban como uno de los mejores vendedores de la tienda, motivo por el que su jefe, Ramon, siempre accedia a todo lo que David le pidiera; lo cierto es que era un buenazo, bajo su apariencia de hombre robusto y barrigon se escondia uno de los corazones mas grandes que David se habia encontrado en toda la vida, era tranquilo y sosegado, aunque podia hacer temblar al mas valiente cuando arrugaba su frondoso bigote, sintoma inequivoco de que su paciencia se habia agotado. A las dos y cinco de la tarde se dirigio al almacen. En uno de los extremos, en una pequena sala que entre ellos habian habilitado con un par de viejos sofas, un antiguo televisor y una estrecha mesa de madera que ya nadie usaba, pasaban los ratos de descanso. Se dirigio a la maquina que habia junto a la puerta y cogio un refresco de cola y un sandwich de jamon york con queso. Comio en silencio pensando en lo que haria cuando su turno terminara. Aquel dia seria a las siete de la tarde, era un buen horario, le ofrecia la posibilidad de tener gran parte de la tarde libre, y el sin duda la aprovecharia golpeando un saco de boxeo, no se le ocurria otra forma mejor de hacerlo. Miro el cuadrante que habia colgado en la pared y lo memorizo en un segundo. Era una de las cosas que mas le gustaban de ese trabajo. Como la tienda abria de diez de la manana a diez de la noche de forma ininterrumpida, los trabajadores podian planificarse los turnos de forma que a todos los favoreciera. David siempre lo organizaba de forma sutil para coincidir con Ruben, su inseparable companero, y para que las prioridades de Ramon y de Miguel, el hombre de calva brillante y sonrisa constante que siempre le hacia reir con su inocencia e ingenuidad, se antepusieran a las de Alvaro. De todos sus companeros este ultimo era el unico con el que David apenas cruzaba mas de dos palabras. No soportaba la forma que tenia de andar entre los demas, creyendose siempre el mejor y el mas listo en todos los ambitos. Eran dos defectos que para David eran imperdonables y que convertian su relacion en imposible. Pero no le importaba, aquel hombre no era mas que alguien que pasaba por su vida de forma temporal, que olvidaria en cuanto lo perdiera de vista y que no volveria a recordar jamas. Aparco frente al gimnasio y cogio la mochila que estaba en el maletero. La temperatura era suave esa tarde de mediados de septiembre. Mientras caminaba, aspiro una bocanada y se dio cuenta de que el aire ya era diferente. El verano iba perdiendose entre las calles de aquella ciudad costera. Habia estado tan ocupado ultimamente que apenas habia reparado en ello y de pronto se sintio un tanto melancolico. El final del verano suponia un cambio, algo que en un lugar como Valencia se hacia aun mas pronunciado. Los turistas habian empezado a marcharse, la playa estaba cada vez mas vacia y el silencio que llegaba poco a poco cubria todo bajo un manto de nostalgia. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de su telefono movil. Lo busco en la mochila y sonrio cuando vio el nombre que aparecia en la pantalla. --Hola, Damian --dijo con la alegria implicita en la voz. Siempre que hablaba con su amigo, el que aun seguia siendo su mejor amigo, la felicidad lo invadia. Se alegraba de haber conseguido mantener la relacion de amistad con el a pesar de todo. --David, ?Como estas? Noto enseguida que la voz de su amigo era debil. --?Va todo bien? --pregunto sin mas dilacion. Hubo un silencio al otro lado que se prolongo durante unos segundos. --Estoy en Madrid --Damian respondio al fin. David fruncio el ceno. Su amigo vivia en Barcelona desde hacia casi dos anos. --?Estas de visita? --Mientras hacia esa pregunta noto que su estomago daba un vuelco. Siempre que pensaba en Madrid se sentia de la misma forma, no podia evitarlo. De repente sintio vertigo. El mismo que si estuviera frente a un precipicio. --Es mi padre, David. --La voz de su amigo se suavizo--. No esta bien. --?Que ha pasado? --Bueno, le han detectado cancer de pulmon. David abrio desmesuradamente los ojos y apreto los punos, no esperaba una respuesta tan directa. --Vaya... yo... no se que decir. Lo siento mucho. Muchisimo. --Sintio que daba un paso mas hacia aquel precipicio. --Lo se. --Damian parecio sonreir al otro lado--. Solo queria que lo supieras. Queria contartelo. Queria hablar contigo. --Sabes que yo siempre estare aqui. --Sonrio--. ?El como esta? --Bueno solo hace un par de dias que lo sabemos. Esta bien, ya sabes como es. He venido a pasar unos dias con el. Con ellos. David sintio que la sensacion de vahido era aun mas acuciante. Ellos. Aquella simple palabra significaba tanto para el que no pudo evitar sentirse fragil. --?Como esta ella? Esa palabra tan sencilla temblo en sus labios. Era incapaz de hablar de Sara, de pensar en ella sin sobrecogerse. --Esta bien. Sabes que es fuerte. Muy fuerte. --Claro. --Al pensar en la chica su mente volo cientos de kilometros, casi podia sentirse a su lado, como en los viejos tiempos, como cuando Sara era tan familiar como su propia sombra--. ?Cuantos dias estaras en Madrid? --Aun tengo un par de semanas de vacaciones, asi que aprovechare para quedarme aqui. No quiero irme ahora. No quiero dejarlos solos. Un pensamiento atraveso su cabeza a toda velocidad, como un rayo que vuela en un cielo de verano una noche de tormenta. Y tal y como lo penso, lo dijo en voz alta, y de inmediato se arrepintio de ello. Salto directamente hacia el precipicio sin pensarlo. --Ire a verte. Cuando termino de decir la frase cerro los ojos y susurro una maldicion. --Eso seria estupendo. --La voz de su amigo de repente habia cobrado fuerza. David sonrio. Aunque fuera duro para el, aunque volver a Madrid lo asustara mucho mas de lo que estaba dispuesto a reconocer, tenia que estar con su amigo en un momento como ese, queria estar con el. --Quiza pueda ir el fin de semana. --Ojala puedas hacerlo. Ven cuando puedas. --Te llamare en cuanto sepa algo. --Comenzo a caminar de nuevo y se apoyo contra un banco de piedra que habia frente al gimnasio--. Damian, estate tranquilo. Yo estoy contigo, ya lo sabes. --Lo se. Muchas gracias. Colgo el telefono y se quedo mirando la pantalla. Su mente estaba bloqueada. Aquella llamada habia cambiado todo en un segundo. De pronto habia tomado la decision de ir a Madrid, y ahora que empezaba a ser consciente del alcance de sus palabras, sentia miedo. Miedo de volver. Miedo de volver a verla.

  • El Rey del miedo (Viento 2) de Olalla Pons

    https://gigalibros.com/el-rey-del-miedo-viento-2.html

    Sabba, emprende un peligroso viaje hacia las salvajes tierras del Norte, anos despues de la partida de Taru. Su hija Sinda, Xenia y Mihn la acompanan. La Princesa del Viento esta dispuesta a encontrar al hombre del cual se vio obligada a separarse, aunque no tiene ninguna certeza sobre si sigue con vida.

  • Ninos en el tiempo de Ricardo Menendez Salmon

    https://gigalibros.com/ninos-en-el-tiempo.html

    Y asi como el instante de la concepcion, ese misterioso empuje en el que dos principios colisionan para cambiar el curso del mundo, resulto inaudible, con ambos actores ajenos a lo que nacia dentro de los cuerpos, asi el instante de la desgracia fue tambien silencioso. Solo mas tarde, al entrar en casa desde el jardin de juegos, descubrieron la sangre empapando el pantalon del nino. Ese mismo nino que los miraba con ojos inocentes, sin huella de dolor o de sorpresa, ignorante de que algo se habia quebrado dentro de el fatal y decisivamente. De modo que piernas arriba, con menos temor que asombro, siguieron el dibujo de la macula, aquel flujo que no era rojo, como quiere el lugar comun, sino negro y espeso, como canto el primer poeta, hasta llegar al pequeno y tierno agujero por donde el hijo amado se vaciaba igual que una taza rota. Entonces los conmovio el espanto. II Cuando supo que su hijo estaba desahuciado, Antares se recluyo en el silencio. Lo hizo porque comprendio que solo la palabra crea la verguenza. Y el sintio verguenza: verguenza de sobrevivir al nino, verguenza de tener ganas de defecar, verguenza de su necesidad de sueno. Asi que callo. Callo durante setenta y dos horas, el tiempo transcurrido entre que el oncologo le dijo que su hijo iba a morir y el instante en que el nino se apago sin ruido ni ira, como una vela soplada por un viento dulce y caritativo. Nunca, desde que en la infancia le extirparan las amigdalas, habia permanecido tanto tiempo en silencio. Quiza por eso, cuando tras la hora setenta y dos abrio la boca con intencion de hablar, de su garganta solo broto una especie de grunido, un lamento confusamente humano, mas cercano al sonido de una sierra al morder la madera que al lenguaje articulado. Antares supo entonces que, por mas que se desee, no se puede nombrar lo innombrable. III Las cosas que los muertos dejan tras ellos. Esa vida privada, inmune a la fatalidad, de los objetos, las reliquias, las posesiones. La estupida permanencia de una cuna, un peluche, un sonajero. La inerte materia de la que estan hechos un pijama de bebe, la tetina de un biberon, la pila ya para siempre identica de los panales. Cuando Antares regreso a casa, cuando cruzo aquel umbral que llevaba anos siendo un lugar seguro, las correspondencias cambiaron, el mapa giro en un vertigo loco, se deslizo un idioma desconocido en el lexico familiar. Como seguir llamando habitacion del nino a aquel cenotafio inmundo; como seguir viendo la banera vacia como una promesa de juegos; que disciplina del sueno y de la vigilia aplicar a las noches de pronto sin llantos, hambre ni compasion. La paternidad es una provincia pedagogica; la orfandad es una escuela desolada. El discipulo, aquel que ha aprendido por necesidad y por sentido del deber las obligaciones de ser padre, se convierte en un salvaje a quien los pronombres fallan, los sustantivos hieren, los verbos esquivan. La casa, la ficcion de un hogar estable, se transforma en una jungla donde amenazan animales impios. Se vuelve la mirada con la esperanza de encontrar un gesto reconocible, pero se halla solo una ausencia blanca y absurda, el insoportable ruido de fondo de un mundo hueco. Por eso, cuando el nino murio, su realidad se descompuso. El posesivo su es la clave, porque lo mas doloroso de la experiencia de la muerte es constatar algo que se sabe desde siempre, pero que jamas se acata con resignacion. Que el mundo trascurre ajeno a nuestros anhelos y padecimientos; que precisamente porque el mundo permanece indemne ante cada pequena catastrofe, son mi mundo, su mundo, nuestros personales e innegociables mundos los que se desmoronan. Aquella primera noche. Como olvidarla. Como decirla. Aquella primera noche en que los perros ladraban en la penumbra algo parecido a su desamparo, y dentro de la gran casa vacia, donde ya nunca brillaria la risa, Antares comenzo otra especie de busqueda. IV Esa busqueda que, acaso sin anunciarse, habia empezado al abandonar el hospital y alla dentro, en la colmena de su arquitectura funcional, dejar el cadaver del nino. Los gestos imposibles que hay que llevar a cabo: despedirse del equipo medico, recoger las ropas que ya nadie usara, liquidar cuestiones practicas con los encargados de la funeraria. No es una tarea hecha a medida humana. O si. Es humano, demasiado humano, tener que seguir adelante cuando todo pronostica que la posteridad, el porvenir, el manana, son lanzas clavadas en el costado de la cordura. Sentado junto a la ventana que miraba al jardin lluvioso, mientras el limonero que planto cuando supo que iba a ser padre temblaba bajo el viento, Antares penso en el trayecto de vuelta a casa, en el y en su esposa, la madre desolada y casta, un absurdo de la carne y de la emocion, reunidos en el coche como dentro de un cofre atomico, ideado para hacer frente a un desastre de proporciones universales. Recordo como permanecieron alli, quietos durante un largo, insolito minuto, saboreando su nueva condicion de huerfanos, heridos por la evidencia de que tras ellos, en la parte posterior de la maquina, ya no habia nadie, ya no habia nada. Y recordo tambien como, al girar la llave del contacto, el lector de musica se puso en marcha y arranco al disco que contenia en su interior una cascada de notas alegres, joviales, hirientes por inapropiadas, y un estribillo innoble, que a ambos les procuro lagrimas de rabia y una furia sorda y brutal, que destilo en sus bocas ya no el sabor de la ceniza o de la sangre, sino el de los agravios. V La carne cremada. El horno y sus fauces verdosas, como un gran cepo atrapado en el musgo. El bramido del fuego al alzarse, el chasquido de las mandibulas de hierro. Nadie, nunca, los habia preparado para semejante imagen. De que servian los libros leidos, los paisajes admirados, la interpretacion, la glosa, la sabiduria, la capacidad para la critica y el analisis, el juicio educado y selecto ante aquel rito. Para nada. No servian para nada. Y cuando les mostraron la urna, aquel objeto lacado, de aspecto pulcro, en el que supuestamente reposaban las cenizas de su hijo, ninguno avanzo las manos para tomarla. Ambos se miraron como extranos, viajeros arrojados por el mar a una costa abrupta, llena de peligros, y durante un insoportable lapso de tiempo permanecieron en pie, fracasados, vidas en llamas, esperando que alguien los arrancara del embrujo de la quietud, mientras el hombre de la funeraria, que olia a locion de afeitado y vestia un traje negro, contaba en silencio hasta veinte. --Cojanla, por favor --exigio al fin la voz educada pero firme--. Un dia les hara bien. Y aunque Antares no supo si era la experiencia, la impaciencia o el mas intolerable de los cinismos quien hablo desde aquellos labios, si recuerda que fue el quien extendio los brazos y recogio el tamano de su desdicha.

  • Londres, 1891 de Juan Ramon Biedma

    https://gigalibros.com/londres-1891.html

    <<El baston de paseo de Holmes seguia apoyado en la roca donde yo lo habia dejado. Pero no habia indicios de su presencia y de nada me sirvio gritar.>>

  • La peligrosa amante del jeque de Elizabeth Lennox

    https://gigalibros.com/la-peligrosa-amante-del-jeque.html

    Shanelle Basara se subio un poco mas el formal vestido, irritada por tener que llevar un atuendo como ese. El hecho de que tuviera que estar alli era ridiculo, sobre todo porque se habia tenido que arreglar tanto para un idiota arrogante y engreido. Habia dejado bastante claro a los poderes facticos que no tenia ningun interes en estar alli ese fin de semana, pero alli estaba. Desgraciadamente, no tenia la opcion de ignorar la citacion sin mas. !Era el jeque! ?Pero que hacia ella alli? Shanelle miro a su alrededor y vio a muchisimas mujeres ansiosas y entusiasmadas, la mayoria de ellas mas bellas y preparadas que ella. Claro que algunas de esas diferencias eran intencionadas. Habia restado importancia a su aspecto a proposito, apenas se maquillo y eligio el vestido menos favorecedor que pudo encontrar. El vestido sin espalda era de un gris plateado que hacia que su piel pareciera palida y amarillenta. El corte del vestido hacia que sus caderas parecieran enormes y sus pechos apenas eran visibles, a diferencia de las elecciones hechas por muchas de las senoritas presentes. El corte del dobladillo probablemente mostraba demasiada pierna, pero era lo mejor que pudo conseguir con tan poco tiempo. Nadie diria que estuviera gorda, pero se negaba a morirse de hambre como muchas otras mujeres. Tenia una cintura pequena, ?pero a quien le importa la linea? Sus piernas eran bonitas, pero no demasiado tonificadas como las de la mujer que tenia a la derecha. Ni eran tan largas y delgadas como las de la mujer a su izquierda. Caminaba al lado de su madre y de su padre sintiendose inepta, cohibida y amargada, deseando ser otra persona y estar en otro lugar. No entendia por que habia tantas mujeres invitadas al gran baile en el palacio. Si los rumores eran ciertos, el jeque buscaba una esposa. Pero el hombre tenia treinta y seis anos y habia estado soltero hasta el momento. ?Por que cederia a la tradicion y se casaria ahora? No tenia ningun sentido. Desde luego, tampoco tenia mucho sentido que ella y sus padres estuvieran alli. Su padre era adinerado y caia en gracia al gobierno, pero no era un funcionario de alto nivel ni el director de una institucion. Su madre no trabajaba, pero ayudaba a su padre con la socializacion, lo que Shanelle sabia que era una parte muy importante de la vida en Canaan. Igual que en muchas carreras politicas gubernamentales, gran parte del trabajo del gobierno se realizaba durante los eventos sociales, durante negociaciones discretas con una copa de vino o bourbon que terminaban con un apreton de manos. Pero aquello no tenia nada que ver con Shanelle, asi que le resultaba muy extrano que la invitaran cuando nunca habia formado parte de esa red social hasta el momento. Asi que los rumores de que el jeque necesitaba encontrar una esposa debian ser ciertos. Puesto que aquella no era una posicion a la que Shanelle aspirara, deseaba darse la vuelta y volver a casa, acurrucarse en su comoda silla y leer un buen libro. Claro que tambien podria dedicar unas cuantas horas mas a estudiar para los examenes de derecho del proximo mes en los que se habia inscrito. Mientras esperaba en la cola a que la anunciaran, miro alrededor intentando averiguar como escabullirse de esa ridicula charada. No queria llamar la atencion, queria pasar desapercibida. Estar en segundo plano. -Papa, necesito ir a refrescarme -dijo ella y solto la mano de su brazo antes de que el pudiera replicarle. Sonrio a su madre para tranquilizarla, pero giro sobre sus tacones y se marcho en direccion opuesta. Detuvo a uno de los sirvientes que llevaban una bandeja con copas de champan, le pregunto donde estaba el servicio y se dirigio hacia alli lo mas rapido posible. Si tuviera mucha suerte, podria quedarse en la zona lujosa hasta que acabaran todos los anuncios. Shanelle tenia un plan. No era un plan muy bueno, pero le permitiria permanecer invisible. Volvio a asomarse al cabo de diez minutos e inspecciono el pasillo. Seguia habiendo una fila de personas que avanzaban hacia el salon de baile, pero al menos sus padres ya estaban dentro. Eso queria decir que ya no era necesario que la anunciaran formalmente a su llegada. !Podia ser anonima! Sonrio, se levanto la falda y recorrio el pasillo por donde los camareros iban de un lado para otro. Ser invisible seria mucho mas facil si pudiera pasar por la entrada de los sirvientes en lugar de la puerta principal. Sospechaba que el jeque y su sequito estaban esperando al pie de la escalera, saludando a cada uno de los invitados a medida que los anunciaban. Con una sonrisa de deleite, oteo el pasillo, entusiasmada por la idea de haber despreciado al jeque de esa manera. Era poca cosa y quiza insignificante, pero no era buena idea despreciar abiertamente a un hombre tan poderoso. Asi que esas pequenas rebeliones eran todo lo que podia ingeniar de forma segura. Se detuvo en la esquina, se giro un poco y miro al salon, intentando descubrir si era seguro entrar por ese pasillo o si debia buscar otro. Malik Badri del Rahal, Jeque de Canaan, vislumbro con el rabillo del ojo el destello de plata en la esquina. Levanto la mano y el ayudante que caminaba a su lado quedo en silencio inmediatamente. Si no hubiera sufrido tantos intentos de asesinato recientemente, jamas habria accedido a la celebracion de ese fin de semana. Pero incluso Malik acepto que la mejor manera de detener los atentados contra su vida era casarse rapidamente y engendrar un heredero. O varios herederos, como le habian aconsejado en muchas ocasiones. Malik se habia resistido a la idea, pues preferia concentrarse en hacer que el pais creciera. La idea de tomarse el tiempo para casarse y engendrar un heredero le parecia un desperdicio ridiculo. Pero tras el cuarto atentado contra su vida, Malik supo que debia hacerse algo drastico. No era que no le gustara la compania de mujeres. No, indudablemente disfrutaba esa parte de la vida. !Incluso con mucho placer! Lo que le fastidiaba era simplemente la idea de estar atado a una mujer. Sus consejeros le habian dicho una y otra vez que estar casado no implicaba que no pudiera disfrutar de la variedad, solo que deberia ser mas discreto al hacerlo. Ese pensamiento le dejo un mal sabor de boca, pero ya se habia hecho a la idea del matrimonio. Y la manera mas apropiada de cumplir la tarea era reunir a tantas mujeres aptas como fuera posible en el palacio y seleccionar una que pudiera cumplir el trabajo. Aquel era el tercer fin de semana y, hasta el momento, ninguna mujer le habia llamado la atencion. En ese momento, Malik deseaba senalar a una de ellas y terminar ya con la decision. Aquello parecia vulgar, pero estaba cansado de aquellos fines de semana llenos de bailes y cenas elaboradas. Tenia cosas que hacer y pasar el tiempo socializando con un grupo de mujeres excesivamente maquilladas, acicaladas y muertas de hambre no parecia una buena forma de pasar el tiempo ni de gastar el dinero. El destello de plata desaparecio por el pasillo de los sirvientes y Malik camino rapidamente en esa direccion con la determinacion de capturar a quien estuviera colandose en el salon. Sabia que no era un sirviente, ya que estos llevaban uniformes dorados y bermellones. Se le paso por la cabeza que, si pudiera capturar el destello de plata, quiza podria conseguir algunas respuestas sobre el plan para librarse de el. Si pudiera descubrir quien intentaba matarle, podria eliminar la amenaza y no tendria la necesidad urgente de casarse y engendrar un heredero. Malik sabia que su ayudante lo seguia, sin saber por que no estaban yendo hacia el salon de baile. El publico ya se estaba reuniendo con ansias por ver al jeque y presentarle a sus hijas para que las examinara. Pero lo que vio cuando giro la esquina era mucho mas fascinante que cualquier intencion criminal. El trasero curvo y exuberante que habia ante el hizo que su cuerpo reaccionara con un interes inesperado. ?Por que alguien enviaria a una mujer para matarlo? Cuando el bonito trasero desaparecio bajo el voluminoso vestido de baile, observo con un interes mayor como una pierna larga y esbelta aparecia por la parte frontal. La mujer tiro del material plateado que tenia sobre esa pierna pero a Malik no le importo, ya que aquello hizo que levantara un poco la mirada. La agradable y seductora vision del pecho de la mujer cautivo su atencion. Solo pudo ver el costado y la mayor parte del pecho estaba cubierta con el fabuloso vestido, pero pudo entrever suficiente para captar su interes. <>, penso con placer. Malik recorrio el pasillo e hizo una senal a sus guardias para que se adelantaran a la mujer por el pasillo paralelo pero sin detenerla. Sus ordenes eran esperar mientras el descubria cuales eran sus intenciones. Mientras observaba, la belleza del vestido plateado caminaba sigilosamente por el pasillo. Por que intentaba ser tan silenciosa era un misterio, pero la forma en que echaba un vistazo a cada pasillo perpendicular era adorable, dandole a el otra vision de su adorable pompis. A medida que ella avanzaba por el pasillo, comenzo a sospechar que esa mujer no era del tipo criminal. Era demasiado obvia y muy poco sigilosa. Ademas, la expresion de su cara tenia algo que no parecia propio de alguien con intenciones de asesinar. Parecia demasiado alegre, demasiado encantada con su travesura. Cuando llego al final del pasillo, se acerco con intencion de verle la cara. Despues de haber observado su cuerpo durante los ultimos minutos, admitio que estaba mas que un poco intrigado. Fascinado seria una expresion mas adecuada. Se acerco mas y observo con interes como ella cruzaba los dedos a su espalda para despues asomarse a la entrada del salon de baile. <>, penso el. De ninguna manera iba a permitir que esa pequena belleza se perdiera entre la multitud, como sospechaba que intentaba hacer. Una asesina no cruzaria los dedos a su espalda. Sacaria una pistola u otra arma. Tampoco llevaria un vestido plateado que atrapara la luz, haciendo que toda su figura brillara. No, una asesina pasaria desapercibida, posiblemente con un vestido negro o incluso marron. Algo que muchas otras mujeres vistieran. O se vestiria como una camarera. Pero aun asi, ella destacaria. Ese cabello negro y reluciente trenzado en la parte trasera de su cabeza resaltaba su delicada estructura osea. <>, penso el mientras la luz del salon de baile iluminaba sus rasgos. Sus ojos eran de un marron chocolate oscuro, su piel tenia un color cremoso con tonos melocoton que el no creia que fuera maquillaje. Tenia unas pestanas largas y gruesas que rodeaban esos ojos almendrados, haciendo que tuviera un aspecto sensual sin usar montones de maquillaje. Incluso el hecho de que llevara menos de la mitad de maquillaje que las demas mujeres habria hecho que destacara. Por no mencionar el entusiasmo de sus adorables y expresivos ojos cuando se mordia su carnoso labio inferior. No, esa mujer no era una asesina. El se apostaba la vida literalmente con ese instinto cuando se acerco mas y se apoyo contra la pared justo detras de ella. En esa posicion, ella estaba demasiado ocupada mirando a la vuelta de la esquina, pero el pudo ver debajo de ese bonito vestido aquellos pechos que sus manos repentinamente ansiaban sostener y examinar. Eran abundantes y exquisitos y el corte del vestido le dio una seductora vision del profundo escote y las interesantes sombras. Sus ojos percibieron el lazo que mantenia el corpino sin espalda en su lugar y deseo con desesperacion estirar de ese provocador cordel para poder ver completamente esos pechos

  • INCORRUPTA de Ralph Barby

    https://gigalibros.com/incorrupta.html

    Maragda se habia empenado en visitar a su amiga Brigitte Marais que sabia que se hallaba gravemente enferma. Por la familia de Brigitte sabia que la joven se encontraba recluida en una casa de campo a unos treinta kilometros al norte de Sarrebourg. Y para no hacer el viaje sola, logro convencer a su amiga Simone para que la acompanara. Simone no se mostraba muy convencida ante el viaje. Ella hubiera preferido salir con hombres por companeros y emprender la ruta del sur en direccion a Espana, la tierra del sol, a la Costa Brava o a la Costa Dorada, lugares adonde se podia ir en automovil y regresar con comodidad a la red de autopistas que unia Francia con Espana

  • Wylding Hall. La Mansion de Elizabeth Hand

    https://gigalibros.com/wylding-hall-la-mansion.html

    A raiz de la misteriosa muerte de su cantante principal, los jovenes miembros de una legendaria banda de folk rock se encuentran en Wylding Hall, una antigua casa de campo inglesa, con sus propios y oscuros secretos. Alli grabaran Wylding Hall, el album que les consagrara y marcara un antes y un despues en su trayectoria… pero a un coste aterrador, cuando Julian Blake, su nuevo cantante, desaparece en el interior de la mansion para no volver a ser visto.
    Ahora, anos mas tarde, cada uno de los musicos supervivientes, sus amigos y amantes --incluyendo un psiquico, un fotografo y el manager de la banda-- se reunen con un joven documentalista para contar su propia version de lo sucedido durante aquel verano. Pero, ?cual es la historia verdadera? ?Y que le ocurrio realmente al joven y talentoso Julian Blake?

  • Secreto compartido de Sabrina Mercado

    https://gigalibros.com/secreto-compartido.html

    Selma esta descorazonada. A pocos dias de irse a vivir juntos y de manera repentina, su novio ha roto con ella, desarmando la estructura que la mantenia segura. Desolada pero no abatida, decide seguir adelante y avanza con su proyecto de partir de la casa de sus padres.
    Un incidente fortuito la involucra con Nadir, un apuesto y enigmatico joven del que nada sabe, pero que irrumpe en su vida con un torbellino de sensaciones nuevas. Cuando la pasion la devora y cree que el amor con mayusculas se ha instalado en su vida, el desaparece misteriosamente, sin dejar rastros.
    Su vida termina desarticulandose por completo cuando sucede algo inesperado que suma mas vacilacion a su existencia. Con unos padres anticuados que rechazan sus decisiones y una amiga lejos que no puede brindarle el apoyo que necesita, se siente perdida.
    ?Que les deparara el futuro? Nadir mantiene en firme una vieja promesa, sabiendo que eso lo aleja indefectiblemente de Selma. Ella ignora que ese secreto puede decidir el porvenir de ambos, y escapa para olvidarse de todo e intentar comenzar de nuevo.
    ?Seran las conexiones invisibles que los unen lo suficientemente fuertes para aplacar la angustia de la incertidumbre? ?Podra ese nexo intangible impedir que la decepcion le gane a la esperanza? ?Acaso el gran amor que ambos se prodigan sea el que termine separandolos para siempre?

  • Cuando te rindas (Los Silverwalkers 3) de Chris De Witt

    https://gigalibros.com/cuando-te-rindas-los-silverwalkers-3.html

  • La rebelion de Penelope de Dolores Garcia Ruiz

    https://gigalibros.com/la-rebelion-de-penelope.html

    Penelope es hallada inconsciente junto al cadaver de su mejor amiga en un paraje de la costa de Castellon. Santiago Ramirez, inspector de policia tratara de desenmascarar al asesino mientras lidia con la enfermiza y adictiva relacion que le une a su esposa.
    La investigacion policial ira reconstruyendo la historia de la protagonista, a traves de las personas que constituyen su universo familiar, un marido asfixiante que la anulaba, una hija egoista que la ignoraba y un pasado reciente en el que cobra especial importancia la estrecha amistad de Penelope con un elegante galerista de arte.

  • La horda de los Malditos de Peter Sword

    https://gigalibros.com/la-horda-de-los-malditos.html

    En un mundo donde la magia es tan comun como el aire, la amenaza de una nueva guerra contra el Imperio supone un duro golpe para los reinos del sur. Neoludan, uno de los paises afectados, decide liberar de su cautiverio a un poderoso mago, considerado un portento de la magia y capaz de realizar sortilegios ya olvidados. Sin embargo, este mago tiene sus propios intereses y demostrara que no es una persona sencilla de dominar, jugando el solo con el equilibrio de la guerra que se cierne sobre el continente. Magia, caballeros, duelos entre magos, politica, traiciones… Todo tiene cabida en La horda de los Malditos, el primer volumen de la saga Ocaso de Leyendas, escrita por Peter Sword.

  • El imperio espanol de Hugh Thomas

    https://gigalibros.com/el-imperio-espanol.html

    El imperio espanol fue una de las mas grandes creaciones politicas europeas. Concebido a principios del siglo xvi, perduro trescientos anos en la America continental y casi otros setenta en el Caribe y Filipinas.
    Hugh Thomas, con el estilo que le ha granjeado tantos lectores, emprende un estudio completo de la genesis de este imperio, mostrandonos las hazanas de las dos primeras generaciones de exploradores, colonizadores, gobernadores y misioneros que abrieron el camino al imperio americano de Espana. De la caida de Granada al viaje de Magallanes, pasando por el descubrimiento de Colon o la coronacion de Carlos V, Hugh Thomas se embarca en la narracion epica de una de las mas grandes aventuras de la humanidad.

  • La hazana secreta de Ismael Grasa

    https://gigalibros.com/la-hazana-secreta.html

    Me dispongo a escribir sobre algunas cosas sencillas. Entiendo que cada cierto tiempo es preciso decir aquello que consideramos bueno, o lo que nos dijeron a nosotros y que pensamos que nos hizo bien. Me refiero a decirlo en voz alta, a decirlo a otros. En ocasiones nos quedamos con la sensacion de que deberiamos haber dirigido unas palabras a alguien en lugar de quedarnos callados. O con la sensacion de que con nuestro silencio fuimos complices de algo que se dijo a nuestro lado, y que en el fondo desaprobamos. Desde luego, no faltan tambien las ocasiones en que hablamos de mas. Pero la cuestion es que entre nosotros se suele criticar eso, el hablar de mas, y rara vez el haber hablado de menos. Algunas de las cosas sobre las que me propongo escribir en estas hojas son asuntos que damos por hecho, hasta el punto de que puede parecer tonto que alguien se incline sobre un papel para tratar de expresarlas. Una de ellas es que las personas, a veces, decimos la verdad, o mas o menos la verdad. El mundo es complejo, grandes intereses se mueven tras las apariencias de lo que sucede, entramados economicos y corporaciones hacen valer sus influencias. Pero eso no debe abocarnos a la idea de que la verdad es entonces algo inalcanzable, algo que se oculta tras un laberinto en el que hace mucho tiempo que todos nos perdimos. Las democracias en que deseamos vivir son las formas mas complejas de gobierno, pero a un tiempo se apoyan sobre lo mas simple, que es la confianza en las otras personas y en la verdad. Es asi como nuestra vida empieza a hacerse mejor. Quiero tratar tambien en estas hojas sobre el aspecto que ofrecemos y la urbanidad. Uno ha de atender a su forma de vestir, y ha de respetar ciertas normas y tratar a los demas sin rudeza. Puede ser una fuente de placer el aprendizaje sobre los tejidos y los cortes, o el cuidado de los objetos que uno luzca, sean unos zapatos de piel o la cartera en la que guarde el dinero. Uno ha de saber disfrutar eligiendo unas gafas de sol o llevando un reloj heredado. Es una frivolidad tratar la moda como una frivolidad. Cada uno es libre de interpretar la elegancia como quiera, pero no es aceptable la dejadez. Cada vez que uno se viste ha de procurar ofrecer algo a los demas, una prenda escogida, alguna clase de delicadeza. Ese exceso intencionado de tela que hay en una linea de corte, cualquier detalle gratuito, manifiesta una disposicion a la alegria de vivir. El escritor Salman Rushdie senalo la moda como una de las maneras que los ciudadanos teniamos de combatir el integrismo. Uno no ha de privarse de entrar de vez en cuando en una tienda bonita. A modo de introduccion, copio aqui la frase de Rushdie a la que me referia: "El integrista cree que nosotros no creemos en nada. Segun su vision del mundo, el tiene sus certezas absolutas, mientras que nosotros nos sumimos en excesos sibariticos. Para demostrarle que se equivoca, primero debemos saber que se equivoca. Debemos ponernos de acuerdo en que es importante: besarse en publico, los bocadillos de beicon, las discrepancias, la moda de rabiosa actualidad, la literatura, la generosidad, el agua, una distribucion mas equitativa de los recursos del mundo, el cine, la musica, la libertad de pensamiento, la belleza, el amor. Esas seran nuestras armas". Es preciso amar el centro de nuestra ciudad. No digo que uno haga mal en vivir en una casa con jardin de las afueras, en una zona residencial, me refiero a que no se ha de perder de vista el centro. No se puede ser feliz si uno vive simplemente protegido tras el muro de una urbanizacion. Se ha de tener el centro como referencia, con su pasado, sus plazas publicas y sus edificios antiguos y algo deteriorados. Se han de considerar afortunadas las personas que se alojan en alguna de las calles o avenidas del centro, o en el mismo casco historico. Las que viven en otros lugares han de pasear esos espacios del centro y hacerlos tambien suyos. Uno elige una prenda que ponerse, coge de la mano o del brazo a alguien querido y camina por una de esas aceras con firmeza. Porque esas avenidas o bulevares no dejan de ser la continuacion de la calle mas bella de Budapest, de Nueva York o de Buenos Aires. Todos los centros de las ciudades, si son ciudades, forman un centro comun. No es necesario ir muy lejos para hacer mejor el mundo, porque tal vez uno deberia empezar por el centro de su ciudad. Como primer paso uno deberia recorrer tranquilamente, ejemplarmente, una calle arbolada. Despues hay que sentarse en un banco, hay que entrar en una heladeria o en una tienda de nuestro gusto, aunque no podamos comprar nada, y hay que detenerse a mirar una fachada o la cartelera de un cine. Quiza muchas de las calles historicas de nuestras ciudades esten degradadas o no ofrezcan un aspecto invitador, pero eso no deberia apartarnos de ellas o hacernos renunciar a ese espacio antiguo y central. Uno no deberia detener ahi su paseo. Porque la realidad no solo es lo que es, sino tambien el modo en que la miramos. Y es sabido que el modo de mirar transforma ya las cosas. Quienes se desplacen en bicicleta, por su parte, no deben circular entre los peatones ni sobresaltar su paseo con adelantamientos o timbrazos, porque la vida que queremos se sostiene en ese paseo de los peatones sobre la acera, ese detenerse a contemplar algo, un tipo particular de conversacion. La cita que copio hoy es de Aristoteles. Se refiere a la simplicidad ultima de la que trataba en el texto anterior. Dice este filosofo que verdad es decir que es lo que es, y que no es lo que no es, y lo contrario es la mentira. Tambien lo expresa con estas palabras: "Hay en los entes cierto principio acerca del cual no es posible enganarse, sino que necesariamente se hara siempre lo contrario, es decir, descubrir la verdad; a saber: que no cabe que la misma cosa sea y no sea simultaneamente". Como escribio en una de sus sentencias el pintor Pepe Cerda, un dia es una cosa muy seria. Es nuestra unidad de medida de vivir. No tenemos otra cosa que unos cuantos dias, un numero concreto. Para los que trabajan de modo autonomo un dia es ademas el tiempo para ganar el sustento de otro dia. Y para los que tenemos un sueldo un dia deberia ser lo mismo, si somos honestos. De joven me dijeron que debia hacerme la cama al levantarme, y lo mismo he dicho luego a otros. Si uno no tiene ninguna tarea, si uno esta triste, quiza deba sentarse en la cama que acaba de hacer y respetar asi la estructura del dia. Es posible que sea su ocupacion ese estar sentado. Tal vez le sobrevenga entonces alguna clase de luz. Cuando llegue la noche uno vuelve a deshacer aquella cama. Igual que el artista espera la inspiracion en su estudio, o el escritor en su silla, conviene esperar lo que traiga el dia con la cama hecha, por decirlo de algun modo. Y si no es gran cosa lo que trae, no deberia poder decirse lo mismo de nuestra disposicion. Otra cosa que me ensenaron es a empezar el dia por ducharse y, en el caso del varon, por afeitarse. Uno se ha de arreglar el pelo y ha de cepillar unos zapatos. Uno ha de mirarse en un espejo de cuerpo entero -en toda casa deberia haberlo-. Es posible que la imagen que nos devuelva el espejo sea la de una persona sola, pero otros tal vez se hagan sitio en ese reflejo junto a nosotros en el futuro. Uno lleva a cabo sus tareas, sus obligaciones. Uno lee el periodico de esa manana y dice delante de otros, en voz alta, una opinion que no suene demasiado destemplada. Pasan las horas y uno procura no perder el respeto a lo que quede de dia. Sucede que a ratos nos sentimos alegres, como una brisa que nos atraviesa. Copio hoy una cita de Albert Camus, de Cartas a un amigo aleman. El autor, previendo que los nazis van a perder la guerra, escribe a uno de ellos: "Vosotros habeis escogido el heroismo sin direccion, porque es el unico valor que queda en un mundo que ha perdido su sentido. Y al escogerlo para vosotros, lo habeis escogido para todo el mundo y para nosotros. Hemos sido obligados a imitaros con el fin de no morir. Pero nos hemos dado cuenta entonces de que nuestra superioridad sobre vosotros era la de tener una direccion. Ahora que esto se va a acabar, podemos deciros lo que hemos aprendido: es que el heroismo es poca cosa, que es mas dificil la felicidad". Hay un tipo de ebriedad que nos embrutece, nos empequenece y nos hace mas previsibles. Hablo del alcohol y de las drogas, aunque no solo de eso. Desde luego, la mayoria de nosotros dejamos un espacio en nuestras vidas a ciertos grados de ebriedad, pero puede llegar un momento en que uno deba saber apartarse de su modo habitual de actuar. Puede ser preciso, incluso, cierto morir en vida -porque es la muerte lo que nos parece entonces prescindir de aquello-. Uno, como suele decirse, ha de tener el valor de mirar al vacio, a la oquedad a la que ha ido dejando paso a su alrededor. Por recurrir a la metafora comun: no se levanta un edificio sobre suelo raso. En todo caso, aquello que buscamos con nuestra recuperacion no es un mero encontrarnos bien, sino el privilegio de estar realmente tristes, aquella puerta a la verdad y al paraiso que contiene la vida. Se nos dice que desde la adolescencia los hombres toman decisiones en la vida porque sufren crisis. Por eso, nos explicaban, no se deben evitar los conflictos buscando el cobijo de los falsos refugios. Los pasos equivocados nos llevan a privarnos de cierta tristeza, de una clase de melancolia que es la que nos hace merecedores de la amistad y de la fraternidad. O lo que es lo mismo: no se trata de alcanzar un bienestar o una clase de salud psiquica, por utilizar una expresion actual. Esa salud es sin duda deseable, pero, si hablamos de dignidad humana, no es un fin. El fin es ser un hombre. Porque la dignidad empieza en la consciencia de la muerte y en cierta clase de desesperacion. Y asi es como buscamos la felicidad. Es en ese punto, una vez que hemos dejado un lugar a la desesperacion, cuando las personas encuentran la razon de amar a otros, de lavarse la cara en la pila del bano y de ponerse de pie frente al espejo de cuerpo entero del vestidor. Empezamos entonces el dia como si realmente fuesemos cierta clase de divinidad, y cada cosa que nos dispusiesemos a hacer fuese algo extraordinario. Esa es la verdad a la que se llega. Un dios, contemplandonos, bien podria postrarse ante nosotros, un gesto que evitariamos cogiendole de los hombros e invitandole a tratarnos con camaraderia. La cita de hoy expresa la idea de que lo realmente extraordinario esta en lo inmediato. Es del escritor Mariano Gistain. Hablando de que cada hombre contiene el universo, dice: "Escuchar equivale a buscar vida extraterrestre, pero en la cocina". Es preciso sacar un tiempo para leer, pero uno no debe tener los libros por cualquier lado. Se ha de contar con un mueble o, si se puede, con una habitacion, una biblioteca, donde guardarlos. En las casas de los lectores los libros no deberian estar dispersos por todas las habitaciones, como si la vida que tuviesemos en ellas no fuese algo real o valido por si mismo. Las lecturas forman parte de la vida buena, pero, llegado el caso, uno no debe atrincherarse tras ellas. Es facil caer en la tentacion de presumir de ser lector, o de sumarse a campanas mas o menos publicas a favor de la lectura, cuando quiza la mejor campana por la lectura sea un hombre que lee a solas y guarda luego su libro, si considera que merece ser guardado, en la balda de su biblioteca. Me refiero con esto a que antes que esforzarnos en que a otros les parezca la lectura algo atractivo, deberiamos ocuparnos de que nuestras vidas -leyendo, si, tal vez- sean ciertamente atractivas. Aunque uno lea en aparatos electronicos, hay un valor en tener a nuestro lado algunas primeras ediciones en papel o volumenes que por alguna razon valga la pena conservar. Cualquiera dira que lo importante es el contenido y no el continente, y no le faltara razon, pero hay que tener presente que el continente, lo bibliografico, esos objetos que sostenemos entre las manos, son cosas que tambien nos incumben. El coleccionismo, cuando obedece a un impulso bien ordenado, es un modo de virtud antes que una deformacion del caracter. Una casa con una biblioteca, por reducida y sencilla que sea, tiene algo de ejemplar. El dueno ha de saber entonces dar razon de aquellos volumenes, de cuales son antiguos o heredados, o raros o valiosos por alguna razon. En todo caso, parece que nunca se deba abandonar la actitud de seguir aprendiendo.

  • Seduciendo a Liliana de Dylan Martins

    https://gigalibros.com/seduciendo-a-liliana.html

    Cuando Brian acepta la oferta de su mejor amigo para unirse a el y a su mujer a un viaje a Cuba tras su regreso de la luna de miel, no puede imaginar que esto le cambiara la vida para siempre.
    Liliana, una cubana que conoce de casualidad, pondra su vida patas arriba. Y Brian esta decidido a conseguirla.
    ?Te atreves a conocer sus armas de seduccion?
    La vida de Brian dejara de ser la misma y Enzo y Emma lo acompanaran en la aventura de su vida.

  • La hermana luna (Las Siete Hermanas 5) de Lucinda Riley

    https://gigalibros.com/la-hermana-luna-las-siete-hermanas-5.html

    La hermana luna es el quinto volumen de la emocionante saga de Lucinda Riley Las Siete Hermanas, una serie de novelas basada en la mitologia griega y en la astrologia que enamorara a sus lectoras y que en este caso nos transporta a Granada, Barcelona y Madrid.

  • Miedo en los ojos de Raul Garbantes

    https://gigalibros.com/miedo-en-los-ojos.html

  • Fugaz de Leila Sucari

    https://gigalibros.com/fugaz.html

    “La primera vez que lo vi me dio asco”. Asi comienza esta novela, cuya protagonista acaba de ser madre. A esa reaccion le seguiran otras, algunas mas amorosas, otras mas mordaces, pero todas signadas por una mirada incisiva que evita cualquier lugar comun y da cuenta de un tiempo suspendido y casi alucinatorio. Ella, que eligio dejar atras pareja, casa, perro, familia, como quien suelta amarras para siempre, buscara trabajo, entablara nuevas relaciones y se trasladara de un paisaje a otro en una deriva que por momentos parece acercarla a una verdad. La acompana ese pequeno ser que succiona incansablemente de su cuerpo y la atraccion hipnotica que le despiertan las ballenas varadas en la playa.
    Leila Sucari sorprende otra vez con una novela en la que cada acontecimiento esta hecho de frases iluminadoras que dejan vibrando las palabras como un diamante violento y bello.

  • La leyenda del Holandes de Antonio Pascual-garcia

    https://gigalibros.com/la-leyenda-del-holandes.html

    Marc es un famoso escritor londinense, que harto del estres de la ciudad, decide seguir el consejo de su agente y viaja a un hotel situado en la costa de Dover. Desde la llegada, el autor queda prendido de la belleza y de la amabilidad de los propietarios. Pero no todo es lo que parece, un misterio por resolver altera la tranquilidad de Marc. Un enigma que rodea una vieja leyenda es el engranaje que utiliza el autor en este nuevo relato. Una obra de misterio recomendada para todos los publicos.

  • Una lista de deseos para Santa Claus de Mariah C

    https://gigalibros.com/una-lista-de-deseos-para-santa-claus.html

    La Navidad es sin duda la epoca mas feliz del ano, un periodo de alegria, ilusion y esperanza. Aunque no para Yarek que cree que el gordinflon de las barbas blancas y las ropas ribeteadas de armino que todos los anos lo visitaba para Navidad ha dejado de existir.
    Un denso manto blanco cubre Chicago. La noche de Navidad esta cercana.
    ?Crees en la magia y en como lo imposible se hace realidad?
    Escribe una lista de deseos, pide con el corazon, cierra los ojos, y dejate llevar.

  • Esos ojos me suenan de Natalia Divan

    https://gigalibros.com/esos-ojos-me-suenan.html

    Amy es una periodista freelance estadounidense a la que sus trabajos apenas le dan para subsistir. Cuando se le presenta la oportunidad de ascender en la revista para la que principalmente trabaja si entrega un buen articulo, decide hacer uso de los pocos ahorros que tiene y viajar en un crucero que surcara el mar Mediterraneo, en busca de inspiracion.
    Lo que Amy desconoce todavia, es que el azar del destino la hara coincidir con alguien del pasado que guarda un delicado secreto, y le hara vivir, a su vez, peligrosas aventuras no exentas de romanticismo.

  • Quemada de Carmen Gracia

    https://gigalibros.com/quemada.html

    Quiza el sistema electrico de la zona habia fallado o el aire acondicionado se dano por fin (recordo que tenia dias planeando para llevarlo al servicio tecnico), lo cierto es que esta noche hacia mas calor que de costumbre. Pero, mas alla de eso algo mas se asomaba en el ambiente. ?Acaso es humo lo que huelo? Veronica termino de despertar cuando su cerebro lanzo una alarma de emergencia. No estaba del todo lucida y ademas la falta de aire la tenia un poco mareada. El corazon le latia sin parar y estaba segura de que su tension arterial danzaba por las nubes. Su cama se habia convertido en un horno o una paila del infierno, las cosas pintaban muy mal y la desesperacion no la dejaba pensar claramente. Tenia que hacer algo enseguida. Cuando abrio los ojos por completo se vio rodeada de humo. Trato de salir, pero, una explosion de llamas entro cuando abrio la puerta de su habitacion, Ella dio dos pasos hacia atras y cayo sentada en el piso ahora mas desorientada que antes. Se toco la cara, creia que se la habia quemado, pero, gracias al cielo, solo fue el calor lo que la alcanzo y no las llamas directamente. Ella nunca habia sentido este tipo de miedo, hoy quiza podria morir. Realmente estaba muy cerca de eso y el solo pensarlo hizo que Veronica se quedara paralizada del miedo. En su mente buscaba la manera de salir de este problema, pero, las soluciones no eran las correctas. Debia clamarse primero para poder pensar claramente, pero, justo ahi estaba el problema. No podia clamarse sabiendo que no tenia tiempo para ello. Escuchaba las llamas abriendose camino entre la casa. El fuego parecia susurrar algo macabro, algo que la llamaba a ella, era como si estuviera arrinconandola, como un torero a su bestia, la iba desangrando poco a poco hasta dar el golpe final, ese que acaba con las luces y las sombras, ese que deja los sabores y las visiones. La muerte estaba detras de su puerta y no lo podria evitar. Quiza es mejor quedarse quieta. No puedes luchar contra algo tan grande. Moriras, de eso debes estar segura. Veronica se acurruco mientras se alejaba de las paredes, con su espalda empujo la cama y quedo casi en el medio de la habitacion. Sola y con las lagrimas bordeandole la cara. Por su mente pasaba una pelicula de su vida, recordaba muchos momentos que vivio y otros que deseaba vivir, estaba en una encrucijada de sentimientos. Penso en todas las metas que tenia por delante y ademas estaba muy joven para morir y mucho menos de esa manera. Metio la cabeza entre sus rodillas y se tapo la cabeza con las manos. Era la unica forma que tenia de protegerse en aquel instante, aunque por un momento penso que se habia rendido y estaba esperando o peor en cualquier momento. Mas alla del ruido propio del incendio se empezaron a escuchar unas voces y quiza algo similar a unas sirenas. ?Sirenas? ?Bomberos? Una leve esperanza surco la mente de Veronica y ella levanto la cabeza, pero, justo cuando lo hizo todo comenzo a darle vueltas y penso que si no era las llamas lo que la mataban, seria toda la cantidad de humo que estaba ingiriendo en ese momento. Pero, a pesar de todo el mareo y lo confundida que estaba, podria jurar que escuchaba voces y cada vez mas cerca. Si, definitivamente eran voces. Estaba mareada, pero no loca. Alguien gritaba algo... Eran como instrucciones... No. Estaban llamando. Si, eso era. La puerta se abrio de un golpe y la luz de la habitacion se torno naranja y rojiza, eran las llamas que entraba a devorarla. Pero, habia algo mas. Una figura grande aparecio con un casco y un traje amarillo que se podria ver a kilometros de distancia. Ella no estaba segura si era verdad lo que estaba viendo, quiza ya el humo surtia un efecto alucinogeno en ella. Ana mano fuerte la asio por un brazo y la levanto sin ningun tipo de problemas. Veronica era una mujer delgada y de baja estatura, por lo cual se hizo tan facil manejarla en aquel momento. Aun no estaba segura si lo que estaba viviendo era realidad o un sueno, lo cierto es que la mujer se aferro de la espalda de ese hombre lo mas fuerte que pudo y luego todo se puso negro. Veronica se habia desmayado.

  • Dos en la tormenta de Johanna Lindsey

    https://gigalibros.com/dos-en-la-tormenta.html

  • Te odiare toda la vida de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/te-odiare-toda-la-vida.html

    Kaileen, acusada de asesinato se encontro de repente totalmente sola, repudiada por su familia y amigos. Pero lo que nunca imaginaria es que Jack Mallory le diera la espalda, provocandole un dolor indescriptible del que solo brotaria el odio.

  • Azul de Prusia de Philip Kerr

    https://gigalibros.com/azul-de-prusia.html

    1956. El general Erich Mielke, un alto mando de la Stasi al que no le gustan las negativas como respuesta, ha viajado hasta la Riviera francesa para obligar a Bernie Gunther a asesinar a una mujer. Es una mision suicida y Gunther lo sabe, asi que huir es su unica opcion. Mientras escapa de los agentes de la Stasi, el antiguo detective rememora otro caso: en 1939 fue enviado a Baviera a resolver un asesinato cometido en la segunda residencia de Hitler. Diecisiete anos separan ambas historias, pero los vinculos entre pasado y presente nunca se acaban de romper.

  • El cazador de estilemas de Alex Grijelmo

    https://gigalibros.com/el-cazador-de-estilemas.html

    Eugenio Pulido es un filologo con poca suerte en la vida. Cuando se queda en el paro y sin ahorros, gracias a un viejo amigo entra en contacto con el comisario Contreras, al que va a hacer una proposicion insolita. Pulido puede ayudarle a resolver delitos utilizando para identificar a los delincuentes una herramienta de la lengua, los estilemas, variaciones idiomaticas que son propias de cada persona y que se deben a su origen, historia familiar y trayectoria vital. Al principio esceptico, muy pronto Contreras se dara cuenta de que el metodo de Pulido es de una eficacia insospechada.