• maria peralta endocrinologo - Aria Peralta

    https://gigalibros.com/amores-y-desamores-en-tiempos-de-twitter.html

    Victoria es una chica profesional, bella e inteligente, atraida por la metafisica y el estudio de lo oculto y no convencional. Jaime es un tipo brillante, trabajador ejemplar, con una personalidad encantadora. Jaime y Victoria se conocen laborando para la misma empresa y notan afinidad en su aficion por la astrologia, interes a partir del cual desarrollan un gran amor. Tras meses de noviazgo deciden casarse y dejar su pais para construir su hogar en el extranjero donde tienen mejores oportunidades de enriquecer su vida y fortalecer su relacion.

  • COLORES PROHIBIDOS | MARIA PERALTA VIDAURRETA

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  • Susana Monereo Megías - Dialnet

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    Extra 3, 2019 (Ejemplar dedicado a: XVIII Congreso de la Sociedad de Endocrinología, Nutrición y Diabetes de la Comunidad de Madrid (SENDIMAD)), págs.

  • Fernando Gómez-Peralta - El Español

    https://www.elespanol.com/eventos/observatorio-de-la-sanidad/20200817/fernando-gomez-peralta/510699388_0.html

    17 ago 2020 — Jefe de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital ... Fernando Gómez-Peralta ... Ha publicado más de 100 capítulos en libros, ...

  • NOS VISITA LA ESCRITORA MARIA PERALTA - Afanias

    https://afanias.org/2017/05/08/nos-visita-la-escritora-maria-peralta/

    8 may 2017 — Los libros los elegimos entre todos. El último libro que leímos fue “Bailando un tango en Madrid”. La autora del libro es María Peralta.

  • Endocrinología – Clinica Union Medica

    https://clinicaunionmedica.com/medicos/endocrinologia/

    Dr. Alberto Robledo Oquet · Dra. Olga Gil Díaz · Dra. María de los Ángeles Peralta · Dr. Mario José Rosario Figueroa · Dra. Michel Virginia Tolentino Salcedo.

  • Libros de José María Jarillo Peralta - Biografía, información...

    https://www.eselibro.es/autor/jose-maria-jarillo-peralta

    José María Jarillo Peralta · ¿Quién es José María Jarillo Peralta? · Libros escritos por José María Jarillo Peralta · Autores y autoras similares a José María ...

  • Magena de Christian Martins

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    Despues de muchos anos fuera de su pueblo, Magena decide regresar al caluroso lugar en el que se crio; el desierto de Arizona. Espera pasar desapercibida durante su breve estancia en Cave Creek, pero todo se complicara cuando un guapo indio apache se cruce con ella en su camino. La seduccion, la pasion y el peligro haran de esta historia un fascinante coctel para el lector.

  • La ultima Torre (Diamante Rojo 2) de Angy Skay

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    Nos sometemos a una prueba constante en la vida. A una lucha que nunca finaliza.
    Tras los acontecimientos pasados, las vidas de Micaela y Jack se ven desmontadas de nuevo cuando, tras la noticia del desenmascaramiento del asesino mas peligroso del mundo, sus enemigos florecen y las victimas se convierten en verdugos, dando caza al culpable de sus desgracias.
    Los recuerdos del pasado vuelven con fuerza, dejando tantas dudas como sorpresas, y los nuevos descubrimientos hacia la verdad llenaran de dudas a los protagonistas que, sin ser conscientes, seguiran siendo las marionetas movidas por los lideres que ganan la partida de ajedrez.
    ?Que harias si te encontraras con tu enemigo cara a cara?, ?si descubrieses que las personas que te rodean te han traicionado?, ?y si quien mas amas te abandona?
    Tras Matar a la Reina, llega la segunda parte de la serie Diamante Rojo: La ultima Torre. Donde la mafia, los asesinatos, la accion y un amor peligroso se juntaran, dandole lugar a las personas que, al parecer, nunca tienen oportunidad de vivir un futuro a su antojo: los villanos.

  • Los Santos Inocentes de Miguel Delibes

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    En la Extremadura profunda de los anos sesenta, la humilde familia de Paco, <>, sirve en un cortijo sometida a un regimen de explotacion casi feudal que parece haberse detenido en el tiempo pero sobre el que soplan ya, timidamente, algunos aires nuevos. Es epoca de caza y Paco se ha tronzado el perone. Las presiones del senorito Ivan para que lo acompane en las batidas a pesar de su estado sirven para retratar la crueldad, los abusos y la ceguera moral de una clase instalada en unos privilegios ancestrales que considera inalienables y que los protagonistas soportan con una dignidad ejemplar.

  • La Espana del Seiscientos de Montserrat Huguet

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    Escrito por una historiadora, este no es sin embargo un libro de historia sobre la Espana de los sesenta. Tampoco una autobiografia ni una suerte de memoria personal de aquellos anos, tras los negros cuarenta y los grises cincuenta, de transito incierto hacia la modernidad y el bienestar. Pero si un retazo de memoria compartida de aquella Espana de “ni fu ni fa” que “sin haber razones de quererla por sus meritos, tampoco las daba para abominar de ella”. Una memoria dictada y evocada desde los recuerdos de infancia de una baby boomer, aunque capaz de interpelar a aquellos que no formaron parte de esa generacion, “la primera con dos cabezas: la propia y la del televisor”, y que tambien pudo tomar distancia de la vida de padres y abuelos, “absorbiendo mas el colorante que la sustancia” del nacionalismo espanol. Un relato que describe, a traves de elocuentes imagenes y escenas cotidianas, algunas entranables y edificantes, otras mas asperas y desabridas, como era la vida y la mentalidad de aquel entonces. “La gente, modesta y no mal intencionada en su conjunto, hacia lo que podia: de la necesidad virtud. Y sacaba pecho encarando el dia a dia con diez de pipas”.

  • Casi una novela, Megan Maxwell de Megan Maxwell

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    EDICIONES VERSATIL GANADORA del premio DAMA 2012 a la mejor EDITORIAL ROMANTICA ?QUIEN QUERRIA ECHAR EL FRENO CON UN SEXY PILOTO DE MOTO GP PEGADO A SUS TACONES?Rebeca ha vivido una vida solitaria desde que sufrio un ultimo desengano. La irrupcion de Pizza, una encantadora perrita que se encuentra sola y abandonada, dara un giro a su vida inesperado. Pizza, una cazadora de piel y una nina encantadora, se encargaran de que el destino de Rebeca cambie ra- dicalmente. Cuando conozca al sexy y archiconocido piloto de moto GP Paul Stone perdera el miedo a vivir que le impedia tomar las riendas de su vida.

  • Lo inolvidable de Eduardo Berti

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    Eduardo Berti posee una de las escrituras mas solidas de la literatura argentina actual.

  • Sombras perdidas de Margarita Soto Soto

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    Sone con sus ojos y pude ver en ellos como el mundo se paraba y un silencio mortal nos envolvia. Todo se habia vuelto gris, los dias no tenian sol y la luna no acompanaba a las noches, el cielo estaba cubierto por una capa de ceniza que nos oprimia y que cada vez estaba mas cerca de nosotros. Sin tener nocion del tiempo que transcurria porque careciamos de ninguna referencia, caminabamos sin rumbo fijo y no nos conociamos entre nosotros. Cada hombre, mujer, nino, nina deambulaban solos sin destino alguno. Los padres y madres iban al lado de sus hijos sin reconocerlos y los que ni tan solo tenian edad para caminar permanecian sentados o estirados alli donde los habian dejado. Todos nosotros habiamos sucumbido y ya no podiamos considerarnos personas, no eramos mas que seres de carne y hueso que habiamos perdido la conciencia y los sentimientos que hasta entonces formaban nuestra esencia. No teniamos ningun lugar a donde ir ni al que regresar. Nos habiamos convertido en despojos, en sombras de las personas que habiamos sido. El color habia desparecido incluso de nuestros rostros que ahora tambien eran grises y el peso de nuestras espaldas hacia que caminaramos curvados. Llevabamos una carga desconocida y con ella ibamos a ningun lugar y no habia nadie que nos esperara. Ese sera nuestro final, el final de todos nosotros sera convertirnos en sombras. Existiremos, pero no viviremos, tampoco estaremos muertos, caminaremos sin fin hacia la nada donde el vacio de la eternidad nos espera. 1 El telefono no para de sonar y Alejandra se niega a contestar, no quiere saber nada de los periodistas, la unica persona con la que ha hablado en los ultimos dias ha sido con el editor de su hijo para recriminarle que filtrara la noticia. Le habia dejado bien claro que no era la persona indicada para comunicar que estaba ingresado y que el asunto no iba a quedar asi, se encargaria de hablar lo antes posible con un abogado para que tomara las medidas oportunas. En las redes sociales no se habla de otra cosa y a ella le subleva, sobre todo cuando piensa en lo discreto que ha sido Eduardo desde la publicacion de su primer libro. Siempre ha intentado mantener su vida privada al margen de todo y ahora nadie lo respeta, todo son especulaciones y se ha convertido en carnaza fresca para tiburones. ?Donde esta el respeto a su privacidad?, piensa. ?Que diferencia hay entre hacer bien tu trabajo y vivir de el a los personajillos que venden sus miserias por cinco minutos de gloria? No recuerda la ultima vez que habia estado tan indignada, y lo que es peor, la sensacion de indefension, de no poder hacer nada para detener los comentarios. Sin darse cuenta esta delante de la casa, debe concentrarse, con el coche va para aqui y para alla y al final tendra un accidente. Decide dejarlo aparcado fuera, prefiere no maniobrar para entrarlo en el garaje. Introduce la llave en la cerradura mientras mentalmente repasa el codigo de la alarma y una vez mas la tristeza y la angustia la invaden. Abre la puerta y entra, sus pasos resuenan en el silencio que habita la casa, la luz se filtra por los grandes ventanales de las paredes y el techo. Nunca le ha gustado el diseno del interior, demasiado moderno para su gusto, pero siempre se ha guardado su opinion. Mira las escaleras que dan al piso de arriba, el dormitorio esta alli, pero ahora no le interesa, la ropa puede esperar. Su idea es encontrar algo en el despacho, algun escrito. Abre la puerta y el reflejo del sol cae sobre la mesa de trabajo perfectamente ordenada, da un vistazo general a toda la estancia y confirma que a simple vista esta bien. Los libros colocados segun un orden que solo el entiende, sobre la mesa auxiliar reposan las revistas de viajes y de cine y en la silla de mimbre hay colgada una chaqueta, se acerca y la coge. Se abraza a ella y rompe a llorar al sentir el olor que todavia conserva. Sin soltarla se dirige al escritorio, todo esta colocado milimetricamente. Abre uno de los cajones y ve el cuaderno negro en el que escribia las ideas que luego plasmaba en el ordenador, lo abre. En las primeras paginas no encuentra nada nuevo, las pasa rapido, en las ultimas hay anotaciones de ideas, pero nada que parezca relevante. Sigue buscando y bajo un monton de folios en blanco encuentra una fina libreta de color rojo llena de dibujos. En la primera pagina ve el rostro de una mujer, esta hecho a lapiz, con sombras. Le sorprende que su hijo haya sido capaz de hacer algo asi y sin dudarlo un momento pasa a la siguiente hoja. Le cuesta descifrar lo que pone, su letra ha ido empeorando con el tiempo, la perfecta caligrafia de aquel nino pequeno que escribia cuentos fantasticos se ha transformado en garabatos indescifrables. Decide encender el ordenador, nunca se habria atrevido a adentrarse en la intimidad de su hijo, pero ahora tiene que hacerlo. No tiene problema con la contrasena, la sabe de siempre porque entre ellos no hay secretos. En el escritorio hay una carpeta justo en el centro que pone KAVLA, clica sobre el archivo. PRIMER ENCUENTRO Cuando Daniel vio a Eduardo entrar en el bar tenia un aspecto deplorable, nada que ver con aquel hombre elegante y de modales impecables que ultimamente se dejaba ver mas que los meses anteriores. Entro cabizbajo, con aspecto triste, y tras sentarse permanecio un rato apoyado en la barra dejando pasar unos minutos hasta pedir su consumicion. La luz del techo hacia que su cara pareciera aun mas blanca de lo que era y el pelo despeinado le daba un aire fantasmagorico, el traje arrugado sugeria que algo extrano le habia ocurrido, pero no pregunto nada, habia aprendido a ser discreto detras de la barra. Estaba acostumbrado a verlo todas las noches con aquellos trajes caros y elegantes que tanta envidia le daban, pero desde hacia un par de semanas la elegancia y el porte natural que tenia se habia ido perdiendo hasta llegar al estado de dejadez en el que se encontraba hoy. Cogio de lo alto de una estanteria la botella de whisky que siempre le pedia, la abrio lentamente mientras lo seguia observando y dejo caer la cara bebida en un vaso con hielo. Al servirle, Eduardo lo agarro fuertemente de la muneca. -- ?Crees en las brujas? -- pregunto. -- No. -- Ingenuo. -- Debo volver al trabajo-- le dijo separandose. Penso que estaba borracho, alguna cosa en sus ojos le produjo una gran desazon, intento evitar la conversacion, pero el insistio. Al apartarle la mano se fijo en el puno de la camisa, el blanco se habia vuelto grisaceo y el borde estaba desgastado. -- Huye de ellas, aun estas a tiempo. -- Sera mejor que vuelva a casa y descanse. Apoyo la cara en la barra y puso las manos sobre la cabeza, se le notaba angustiado y nervioso. Empezo a tocarse el pelo, despeinandose aun mas y haciendo que no quedara rastro del fijador que normalmente llevaba. --No estoy borracho ?sabes? Estoy enfermo. -- Vaya, lo siento-- dijo con un tono al que Eduardo reacciono de mala manera. --!No lo sientas! --grito. ?Me tomas a cachondeo? ?Crees que estoy loco? !Pues si estoy loco, me ha vuelto loco, esa hija de puta me ha matado! Rompio a llorar y Daniel salio de la barra, se acerco para consolarlo, pero lo aparto bruscamente haciendo que se tambaleara y que casi cayera al suelo. -- Esa hija de puta me ha matado. Estoy muerto-- sollozo. -- Mire yo no se que hacer ni que decirle. No tiene familia o a algun amigo a quien llamar. Venga, por favor deje de beber y digame a quien puedo avisar para que venga a buscarlo. -- A nadie, ?conoces a alguien que quiera venir a buscar a un muerto? -- !Deje de decir tonterias! Usted esta vivo, ahora mismo esta hablando conmigo. Si estuviera muerto no lo haria, los muertos no hablan. Rompio a reir y lo que salio de su boca no fue el sonido de una risa normal, era un ruido que helaba la sangre. Daniel se aparto, no queria recibir otro empujon, el estado de animo de aquel hombre no era bueno y su fuerza exagerada, parecia que de un momento a otro pudiera perder el control. -- Algun dia vendra a por ti y entonces te acordaras de esta conversacion. ?Recuerdas una mujer con la que alguna vez habia venido? Pelo rubio, ondulado, muy guapa. -- Si, pensaba que era su mujer. -- Mi mujer... Ella estaba en casa esperandome, enganada como una boba. Volvio a llorar desconsoladamente mientras le explicaba lo feliz que habia sido con ella. Se levanto del taburete y cogio a Daniel del hombro llevandolo hacia una de las mesas para sentarse alli. El sin ningunas ganas y con una sensacion desagradable que no podia quitarse de encima espero a que llegara la hora de cerrar mientras escuchaba su historia. -- Es la mejor persona que he conocido nunca, mi companera, mi vida, todo. Y la he perdido. Siempre habiamos estado juntos, desde que nos conocimos de pequenos, apoyandonos en los malos momentos y disfrutando de los buenos. Eduardo siguio con su historia, una historia larga que iba desde su infancia hasta la actualidad, con lo que el denominaba un final tragico digno de una novela de terror. -- Tranquilicese, ahora lo ve todo negro, pero las cosas por la manana se ven mejor. -- Tengo dos hijas preciosas, las adoro y ahora no puedo acercarme a ellas, no se si pueden verme, todo se esta alterando, igual que el sabor de este whisky que apenas puedo notar. -- Escucheme por fav... -- ?Como te llamas? -- le interrumpio una vez mas. -- Daniel. -- ?Y cuantos anos tienes, Daniel? -- Veintitres -- ?Veintitres ? -- Si, veintitres-- repitio. -- ?Sabes lo que daria por volver a tener tu edad? No, no lo sabes. Con veinte anos no te lo planteas, pero cuando llegas a los cuarenta las cosas cambian. -- Es hora de cerrar, ?seguro que no hay nadie que pueda venir a recogerlo? -- lo interrumpio. Estaba cansado, tenia ganas de regresar a casa y no sabia como cortar aquella conversacion que ya se alargaba demasiado. Por un lado sentia lastima y pensaba que toda aquella historia era una invencion producida por el abuso del alcohol y otras sustancias, pero su aspecto y su desesperacion le hacian sentir un poco de miedo. -- No, no hay nadie. -- Puedo pedirle un taxi. -- ?Y para que quiero un taxi? le pregunto extranado. -- Para ir a su casa-- contesto nervioso al ver de nuevo esa cosa extrana en sus ojos. -- No has entendido nada ?verdad? Estoy muerto chaval y los muertos no tienen casa ni necesitan taxi. Daniel salto de la silla como si lo hubieran pinchado con algo, no soportaba mas aquella conversacion y ademas tenia la sensacion de que el aspecto de Eduardo iba variando por segundos, el color de su piel, su extrana mirada, el pelo de sus manos parecia rigido. -- !Mire, ya esta bien! !No me gustan los cuentos ni de brujas ni de muertos! Lo he escuchado, pero mas no puedo hacer, yo si tengo una casa y una vida. Haga lo que quiera, ya se apanara con el encargado. Con la mierda que me pagan no voy a seguir aguantandolo-- grito. Daniel estaba nervioso y cansado, tenia ganas de llegar a casa y nunca le habian gustado las historias para no dormir. -- ?Te pagan una mierda? Dentro de poco no te hara falta el dinero-- murmuro riendose. -- Mire usted, se llame como se llame... -- Eduardo, me llamo o me llamaba Eduardo-- esa fue la primera vez que oyo su nombre. -- Pues bien, Eduardo, yo me voy. Daniel se dirigio a los vestuarios donde se encontro con el encargado que estaba cambiandose el esmoquin por ropa mas comoda para recoger antes de cerrar. --?Que le pasa a ese hombre? -- Esta loco o borracho perdido, dice que lo han matado. -- !Pues no tiene mal aspecto para estar muerto! Lo que hay que ver en este trabajo. --Me voy, no queda mucho por limpiar. Encargate de el, a mi me ha puesto muy nervioso, lo siento tengo que salir de aqui. --Ve tranquilo, yo me encargo del regalito que me dejas fuera-- le dijo sonriendo. El encargado se dirigio a la barra donde se quedo observando a Eduardo que seguia sentado en una de las mesas, lo miraba detenidamente mientras el escondia la cara entre sus manos. Estuvo en silencio unos segundos hasta que se levanto. --Tu sabes de que hablo, ?verdad? -- pregunto. -- Yo no se nada-- contesto a la vez que limpiaba el ya reluciente mostrador. -- Si, si lo sabes, lo veo en tus ojos. Ya conocias a esa mujer ?no es cierto? -- Hagase un favor a usted y a nosotros y vayase a dormir la mona. Manana sera otro dia. -- Sabes que no puedo dormir, que ya nunca mas voy a hacerlo. Dime ?donde la habias visto antes? -- No se de que mujer me habl... -- La que me ha estado acompanando las ultimas noches. Puedo recordar como te miraba, como si te conociera. -- Ya le he dicho que no se de quien me habla. !Vayase! -- Me voy, pero tened claro que volvera a por vosotros. --!Que se vaya, le he dicho! Salio del bar sin decir nada mas, caminando encogido como si fuera a fundirse con el suelo de un momento a otro

  • El temblor del heroe de Alvaro Pombo

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    Roman es un profesor universitario jubilado al que invade la nostalgia de los dias luminosos de la pedagogia en que fascinaba a sus alumnos despertandoles el amor por el saber y ayudandoles a alcanzar una vida mas noble y mas alta.

  • Imperiofobia y la leyenda negra de Maria Elvira Roca Barea

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    Maria Elvira Roca Barea acomete con rigor en este volumen la cuestion de delimitar las ideas de imperio, leyenda negra e imperiofobia. De esta manera podemos entender que tienen en comun los imperios y las leyendas negras que irremediablemente van unidas a ellos, como surgen creadas por intelectuales ligados a poderes locales y como los mismos imperios la asumen. El orgullo, la hybris, la envidia no son ajenos a la dinamica imperial. La autora se ocupa de la imperiofobia en los casos de Roma, los Estados Unidos y Rusia para analizar con mas profundidad y mejor perspectiva el Imperio espanol. El lector descubrira como el relato actual de la historia de Espana y de Europa se sustenta en ideas basadas mas en sentimientos nacidos de la propaganda que en hechos reales.

  • Persefone a traves del espejo de Sandra Andres Belenguer

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    El agua tenia el color de una melodia muerta. Fue su primer pensamiento antes entender que no tenia la menor posibilidad de luchar. Desde arriba, un monstruo embestia su cuerpo, lo aprisionaba entre sus garras, y empujaba, empujaba, empujaba... Desde las profundidades, hordas de dedos tiraban de sus pies con avidez. Sintio sus huesos tatuados de podredumbre hendir su carne, y tras gritar comprendio su error. Cientos de burbujas, como espectros entre las sombras, se arremolinaron a su alrededor. Habia perdido el poco aire que le quedaba. No inspires. Pero la necesidad de hacerlo, el acto reflejo de buscar oxigeno, le insto a abrir los labios. Su corazon amenazaba con quebrarse a cada latido, alli abajo, en las tinieblas. Se lo imagino astillandose en miles de fragmentos que reflejarian a aquellos a los que amaba; un caleidoscopio con recuerdos y suenos que moririan en el vacio. !No inspires! ?Cuanto podia aguantar? En cualquier momento sus pulmones darian la terrible orden de aspirar y colapsarian para siempre. Se removio en un intento por liberarse, pero la bestia de las profundidades persistio en su acometida, al tiempo que las presencias abismales reclamaban su ultimo aliento. A sus oidos llego un sonido extrano, distorsionado por el eco que reinaba ahi abajo. Se quedo inmovil unos segundos, una eternidad. Eran suplicas, clamores descarnados de hombres, mujeres y ninos que pronunciaban su nombre. Justo entonces, el instinto le obligo a dar una gran bocanada. Los pulmones se dilataron, las fosas nasales inhalaron sin ofrecer resistencia...Y las aguas de muerte rompieron las compuertas. Un trueno restallo en su cabeza, una llamarada prendio su pecho. El momento critico se acercaba. Las criaturas que aferraban sus tobillos tironearon con mas fuerza y sumieron su cuerpo en un remolino... Entreabrio los ojos y pudo distinguir ciudades y templos sumergidos, bovedas derruidas, esfinges olvidadas, laberintos de calles sinuosas y paramos que vigilaban sirenas de ojos ponzonosos. Las sombras se retorcieron e incrementaron la velocidad, como si su naturaleza ancestral hubiera advertido que el cuerpo que transportaban se abandonaba demasiado pronto a un destino que no le pertenecia. Semiinconsciente, sintio como alguien aferraba su cuerpo, lo alzaba en el aire y finalmente lo depositaba en tierra firme. Tosio con violencia, vomitando regueros de agua turbia. Para cuando fue capaz de abrir los ojos, trato de convencerse de que aquello era solo una pesadilla creada en los sotanos mas siniestros de su mente. Ante si, una calavera le atravesaba con su mirada de simas infinitas. Mostraba una sonrisa sardonica, de dientes podridos, desiguales y rotos. Una capucha de jirones negros cubria buena parte de su craneo y de vez en cuando los insectos se asomaban bajo la tela. Sujetaba un gran remo de barca, hecho de huesos humanos. Realizo una reverencia y le tendio su mano cadaverica. Cuando hablo, su voz parecia provenir del dolor de mil almas. --Hemos estado esperando su llegada, majestad. 1 Las historias mas bellas siempre comienzan con una destruccion. JACK LONDON A Casey le encantaba Halloween. Por eso habia elegido aquel lugar para quedar con Vera. Cuando era pequena, recorria las calles del Sur de Filadelfia con sus amigos para recoger caramelos. Lo que mas anoraba de todo eso era disfrazarse: de bruja, de pirata, de zingara, de vampiresa... Estar dentro de otra piel por una noche suponia para ella una magia dificil de superar. Y asi fue hasta que comenzo a devorar libros. Sonrio para si. Los libros eran como hechizos esperando ser descubiertos, y ella se consideraba una buena maga. Al menos, asi habia sido hasta hacia unos dias... Ahora, un incomodo hormigueo recorria su pecho cuando trataba de leer y lo que era peor, cuando intentaba escribir. --!Ey! !Casey! Una mano sobre su brazo la obligo a girarse. --!Tia, que cambiada estas! --Vera se echo a reir y su pelo, rizado a lo afro, parecia bailar en torno a sus pendientes de aro--. !Te he extranado un monton! Las dos amigas se abrazaron con fuerza. La habia echado tanto de menos durante ese verano. Vera le guino un ojo antes de mirar descaradamente a su alrededor. --!Guau, no conocia este local! Me has hecho venir aqui por los adornos de Halloween, te conozco. Pues que sepas que aun te quedan unas semanas, fantasmita. Tenia razon. Casey siempre iba a Tinsel, un bar en pleno centro de la ciudad, cuando alguna festividad estaba cerca. En Navidad, engalanaban el interior con luces, regalos, arboles, bastoncillos de caramelo gigantes... Ahora, aunque todavia eran finales de septiembre, Tinsel ya ofrecia a sus clientes un espeluznante mosaico de munecos de porcelana, calabazas sonrientes, caretas de payasos asesinos y aranas colgadas por doquier. --No sabes cuanto me alegro de verte, Vera --dijo abrazandola de nuevo. La emocion hizo enrojecer sus ojos. ?Tan sola se habia sentido?--. Tu tambien estas... --?Mas guapa? ?Sexy? ?Irresistible? ?Clavadita a Beyonce? --ambas rieron al unisono mientra Vera se sentaba junto a ella--. Nah, lo que pasa es que como ya no puedo ponerme mas morena de lo que soy, mis primas de la costa Oeste decidieron llevarme por el camino del exceso. --?Fuiste a Las Vegas? --!Que dices! !No he salido del paseo de la fama de Los Angeles en todo el verano! -- jugueteo con el frasco decorativo de ojos de cristal que habia sobre la mesa e hizo un gesto al camarero para que trajera dos refrescos--. Piensalo, ?y si me hubiera topado con Spielberg, o con Tarantino? !Imaginate! Vera queria ser guionista o directora de cine, o las dos cosas. Su caracter extrovertido y el hecho de coincidir en muchas asignaturas en el Instituto de Artes Creativas habia hecho inseparables a las dos chicas. No se habian visto en todo el verano y las ganas de ponerse al dia, tomar ese batido helado que vendian en la cafeteria de la esquina y hablar de lo que cada una habia planeado para su futuro en la universidad, se multiplicaron por mil. --?Y tu? ?Que tal estos dos meses? --la sonrisa de Vera perdio intensidad, solo durante una fraccion de segundo. Despues anadio--: ni me lo digas. Seguro que has devorado todos los libros de la biblioteca, senorita Hermione Granger. En eso tu madre lleva razon: !te va a salir humo por las orejas! Pero ya lo arreglaremos, claro que si... En realidad, penso Casey, ?que he hecho durante el verano? Su expresion alegre se torno livida. No me acuerdo de nada... ?Pero como no voy a acordarme? El corazon comenzo a martillearle en los oidos. ?Que...que diablos me esta pasando? --Ademas --Vera siguio parloteando, animada--, tienes que invitarme a una hamburguesa. Chica, la verdad es que Silk City Diner no es un mal sitio para trabajar... ademas esta en pleno centro. Casey habia comenzado a trabajar los fines de semana en una cafeteria para que su madre y ella pudieran pagar las facturas mas desahogadamente. Eso si lo recordaba, pero... La musica del bar incremento su volumen y el pulso de Casey se disparo de nuevo. Algo no va bien, algo no encaja, algo no... El camarero dejo las bebidas sobre la mesa, con pajitas rojas a juego, y se fue. En cuanto Vera me ha preguntado por el verano... He empezado a sentirme... --?Casey? --Si, si, claro, !eso esta hecho! Manana empiezan las clases, ?te parece si quedamos el sabado? --!Cuenta con ello! --Eso si, si mi jefe se entera de que te sirvo una hamburguesa gratis, !le dara algo! --?Es uno de los tipicos cabrones, no? Como Reed o Harris, pero a lo bestia... Las dos amigas conocian a Dennis Reed del curso anterior. Habian elegido apuntarse a uno de sus famosos talleres de Escritura Creativa y la experiencia habia sido, cuanto menos, surrealista. Reed se habia ganado a pulso todos los rumores que lo tachaban de extravagante, lunatico y estricto. Sin embargo, a Casey le cayo bien. Comprendio que ese aire de profesor excentrico cuadraba bastante con el mundo de la literatura, aunque todavia no pudiera perdonarle que le hiciera recitar varias veces su propio relato delante de toda la clase y de mil formas posibles. <>. Casey sonrio para sus adentros al recordarlo. Maldito Reed... Aun asi, se habia convertido en su profesor favorito y estaba ansiosa por comenzar el nuevo curso en una de sus clases. --A ver... --Casey simulo pensarlo un momento para seguir la broma de Vera--, digamos que Thanos se queda corto a su lado. --!Vaya! Si desapareces, ?puedo quedarme con tu cazadora blanca? --!Ya quisieras! --Lo digo para tapar la cara de ese payaso de ahi --senalo la careta con un comico gesto de miedo--. Eres una friki, ?lo sabias? Mira que traerme a este sitio... Casey se relajo un poco y rio con ganas. --Oye --respondio--, que esto no esta nada mal. ?Y tu quieres ser guionista? --Ya, pero no hacian falta los tarros de ojos ni las aranas. --Es que han pensado en todo, para darle ambiente --iba a darle un sorbo a su refresco cuando vio una mariposa negra aletear hasta posarse en su mano--. !Anda! !Incluso han llenado el local con mariposas! --?Que? ?De que hablas? --Bueno, justo aqui hay una --el insecto ascendio hasta su brazo--, fijate. Los ojos de Vera le devolvieron una mirada confusa. --Casey... ?Estas bien? --Pues claro --la chica seguia embelesada contemplando a la mariposa. Era increible que les permitieran tener insectos vivos en el local--, ?por que lo dices? Su amiga se mordio los labios antes de responder. --No hay... No hay ninguna mariposa, Casey.

  • Pedir la luna de Blanca Garcia-valdecasas

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    El dia cuatro de Enero del ano 2.000 Constanza Morales cruza el Parque del Retiro camino de su trabajo. Va deprisa en la manana helada mientras recuerda como fue su vida en el ultimo ano del siglo y del Milenio. A causa de una pelea con su hermana, que involucra a toda la familia, a principios del ano, deja su Sevilla natal y se traslada a Madrid. Alli solo conoce a una prima de su padre, la tia Flora y su marido, Bernardo; son un matrimonio sin hijos y la acogen con gran afecto, y a un chico, Francis, que conocio en el tren y le gusto mucho. Pronto ensancha el circulo de sus amistades, la chica que le busca un piso donde vivir, los habitantes de los otros pisos en la casa, amigas de la tia Flora, companeros de trabajo… Le ocurren mas cosas de las que esperaba y aprende que muchas de ellas no son lo que al principio parecian. I Dicen que habeis llegado. Ademas, sin el ruido y el caos que esperaban algunos. Bienvenido, Tercero. Bienvenido, Veintiuno. Siglo nuevo y un nuevo Milenio: es emocionante. No hay tanta gente que haya vivido esta experiencia. Abuela Joaquina tenia mucha ilusion en llegar, la pobre; solo por tres anos no lo ha visto… una lastima. Y yo, Constanza Morales, una chica sin importancia, os saludo, camino de mi oficina en el segundo dia laborable de este ano dos mil. Es Martes, cuatro de Enero; en realidad, primer dia de trabajo porque ayer no se hizo gran cosa. Tambien espero que sea para mi el principio de muchas cosas buenas y estimulantes, como encauzar mejor mi vida y sacarle mas partido; desde luego lo voy a intentar. Hoy me siento mas real: peso y volumen. Piso la tierra dura, estoy aqui; este sitio que lleno es mio propio. Curioso como todo esta en la cabeza, en la disposicion, no necesariamente en ningun acontecimiento. Y he decidido: voy a ser feliz. Bueno, si me dejan entre unos y otros. He salido mas temprano de casa, asi puedo dar un paseo. El frio de la manana hace brotar de mi nubecitas de vapor si abro la boca. Voy por la calle Principe de Vergara, entrare al Retiro por la puerta que llaman de Madrid y cruzare el Parque hasta salir a la Plaza de la Independencia. No se si de verdad estoy estrenando Siglo y Milenio; se ha armado bastante discusion con eso: que si empieza ahora o en dos mil uno. Yo recuerdo fotos que guardaba mi abuela, seguramente de la suya, de la Exposicion de 1900. Ellos celebraron entonces la entrada del siglo veinte, asi que yo celebrare hoy el XXI y el Milenio y, si viene a cuento, lo volvere a celebrar cuando sea. El ano en si me parece lo mas importante, la sensacion de que acaba uno y otro empieza, la continuidad de esa cinta de anos --anillos de oro alrededor del sol-- que nos lleva por nuestra vida. Fue Arthur quien dijo que el anillo, como se dan los matrimonios, es simbolo de fidelidad porque es un "anito," annellus, y representa la continuidad de la Tierra alrededor del Sol. O al reves, como pensaban antes, el Sol alrededor de la Tierra. Arthur es la unica persona que conozco que sabe latin para hablarlo de corrido. Los anos son continuidad aunque unos sean tan diferentes de otros. Desde luego, el que acaba de terminar habia empezado mas bien aburrido para mi. Monotono, dentro de una rutina, como quien duerme la siesta. Pero a mediados de Enero cambio todo de golpe. Mi hermana y yo tuvimos una bronca monumental que involucro fatalmente a toda la familia, mas algunos amigos cercanos, y acabo haciendome la vida muy dificil. A partir de ese momento las cosas fueron como si salieran unas de otras, desenvolviendose en mas cosas inesperadas. De no haber sido por aquello, mi adorable Jefe del trabajo no habria insistido en trasladarme de la oficina de Sevilla a la de Madrid. Si no hubiera ido a Madrid no habria conocido a Francis, si no hubiera buscado piso nunca habria conocido a Misi. Ni Misi ni yo hubieramos conocido a Martin y Arthur ni… Enfin, nunca ningun ano me habia traido tantas cosas, malas o buenas, como el que acababamos de dejar. Parece mentira, pero hace unos meses estabamos Misi y yo sentadas en una cerveceria de la Plaza de Santa Barbara, bajo la sombra manchada de unos arboles medio tuberculosos, en pleno centro de Madrid; delante de nosotras dos cervezas, aceitunas y dos pinchos de tortilla. Sabado, hora del aperitivo, hartas de andar. Ella me dijo: --?Sabes cual es tu principal problema? Y mio tambien. Que no somos capaces de pedir la luna. Buscabamos vivienda para mi, habiamos visitado tres pisos aquella manana. El ultimo, en la calle Santa Teresa, nos habia llevado a restaurarnos con asiento y las canas. La casa necesitaba aun mas restauracion que nosotras. La fachada amenazaba con perder sus bonitas cornisas y la escalera estaba tan dilapidada que uno quiza se encontrase un buen dia sin poder bajar hasta la calle. Desalentada, habia insinuado que tal vez deberia comprar el apartamento que habiamos visto antes cerca de la Plaza de Castilla: pequeno y sin gracia pero recien pintado. No hacia mas que unas semanas que conocia a Misi y ya era, pensaba yo, una de mis mejores amigas. A las de Sevilla, mi tierra, las habia borrado despues de mi pelea con Macarena y a Queti, la que mas queria, no la veia desde hacia cuatro anos; al acabar la carrera se sumo a una organizacion de voluntarios para trabajar con los mas pobres de no se que lugar en Africa. Ya ni me escribia siquiera; quiza no hubiera alli correo o tenia tanto trabajo que no podia escribirme. Yo la echaba de menos Misi se estaba portando muy bien conmigo. Entonces no sabia cuanto no sabia de la vida de Misi. Solo que trabajaba en una agencia de propiedades pequena, y acaso furtiva, de la que era socia con tres amigas mas. Me encontraba en Madrid: atras quedaban familia, amigos, las calles de mi ciudad con sus arboles y olores, esa calida luz que no se encuentra en ninguna otra parte. Los rincones que amaba del Parque Maria Luisa, la Glorieta de Becquer donde solia ir desde los trece anos a mirar con devocion al poeta del que estaba --y pensaba que siempre iba a estar-- profundamente enamorada… mi mundo, todo. Dura tarea estar sola aqui pero suavizada por la presencia de los tios, Flora y Bernardo, desde luego de Francis desde el principio y enseguida despues por la amistad de Misi. Tal como habian ocurrido las cosas, a Sevilla nunca iba a volver como no fuera de visita; ya no habia sitio para mi en la casa de mis padres. Tenia algun dinero ahorrado de mi trabajo, mas una cantidad que me dejo mi madrina, la hermana mayor de mi padre, al morir. Pobre, una de esas enfermedades que no perdonan. Decidi comprar mi propio piso; no era tan facil como habia imaginado. De momento estaba en una pension con una duena pesada, habladora y llena de pretensiones, a mi ver totalmente injustificadas. Me habia acogido con muestras de aprecio pero habia ido cambiando con el paso de los dias. Tal vez se hartaba de la gente o le molestaba que recibiera a Francis en la habitacion. Me resultaban cada dia mas desagradables ella, su casa y el olor de ambas. A veces me decia a mi misma que seria mejor comprar cualquier cosa antes que seguir alli. --?Estas hablando de cosas personales o de ese apartamento?, -- pregunte a Misi, cuando me dijo lo de pedir la luna. --Ya te he dicho que era tuyo y mio pero es todo el mismo problema. El piso me parece caro para lo que es. Y, no se, a ti no te veo ahi dentro. Tampoco estas entusiasmada y cuando compres tienes que estarlo. Me disgusto que Misi tuviera la sensacion de que se conformaba con cualquier cosa. Merecia ser feliz: era buena persona, guapa, simpatica y cien cosas mas, entre otras una excelente amiga. Ahora lo estaba demostrando. A ella, como agencia, le convenia vender, comprar, hacer negocio y cobrar comisiones. A poco que me hubiera animado me habria decidido; era de agradecer que fuera en contra de sus intereses para ayudarme. Curiosamente el hilo que me llevo hasta Misi habia partido de dona Juanita, mi madre. Le parecia cutre que estuviera en una pension, sonaba mal. Un hotel resultaria mejor pero los hoteles eran caros o malos o las dos cosas. Dio en llamarme por telefono desde Sevilla todos los dias a ver si habia encontrado casa. Todo solia entrarle por rachas, igual me atosigaba sin darme respiro como parecia haberme olvidado por completo. Cuando me dijo que se proponia venir a Madrid, convencida de mi incapacidad para desenvolverme, me espante. --No, por Dios, no vengas. Me sentiria fatal y no te gustaria la pension. --No iria a esa pension en ningun caso. Me iria a casa de mi prima Flora… No era su prima; era prima de mi padre pero se la adjudicaba. Intente convencerla como pude. Que estaba ocupadisima, dije, y era perfectamente capaz de arreglarme yo sola. --!Que vas a ser! Has vivido siempre con nosotros sin tener ningun problema. Asi que ningun problema. Lo deje pasar. Dije que, en realidad, no teniamos los mismos gustos. Es extrana la gente. Puede criticar todo lo que haces o como te vistes; pero cuando dices "no tenemos los mismos gustos", se molesta. Mi madre se molesto. --No seas tonta --dijo--. Por lo menos ve a casa de tu tia Flora y le pides consejo. Ella lleva en Madrid toda la vida y conoce a mucha gente --Me da un poco de apuro --proteste--. No he tenido tiempo de pasar a saludarla y presentarme alli para pedirle un favor… --No seas tonta, --volvio a decir-- anda y le pides ayuda. Siempre ha sido muy carinosa con mis hijas. Era verdad. Aunque solo era prima de mi padre, mi madre y ella eran muy amigas. Anos atras cuando mi padre, en dos ocasiones, tuvo que pasar algun tiempo en Madrid para cursos de ascenso en su carrera militar, fuimos a vivir los cuatro en la casa de la calle de Velazquez donde los tios tenian sitio de sobra. Al salir de la oficina fui en busca de un puesto de flores que habia cerca y compre un ramo de rosas pequenas que olian un poco a tabaco pero no habia mucho donde elegir. Llegue con mi ramo a casa de los tios que me recibieron como si no hubiera pasado tiempo desde aquellos anos de la infancia. Lo primero que me dijo tia Flora: "Me ha dicho tu madre que tienes novio. ?Cuando lo vamos a conocer?". --Novio, no. Salgo con un chico pero es algo como empezando, sabes. No se si resultara. Lo que si sabia, que Francis no queria nada con mi familia ni mis amigos. Me queria a mi pero lo nuestro tenia que ser super reservado. --Bueno, rica, todavia es pronto. Pero como no has venido a esta casa. Estariamos encantados de tenerte, ?verdad, Bernardo? --Verdad, verdad. Ya estuviste aqui de pequenita. ?O es que no te acuerdas? Tio Bernardo tenia mucho pelo muy blanco, la cara rosada, los ojos claros acuosos, un poco abultados. Siempre iba vestido con trajes muy formales de tres piezas, camisas invariablemente blancas con gemelos y corbatas a rayas. --?Como no me voy a acordar, tio? Y todos los recuerdos que tengo de vosotros son estupendos. Era verdad, pero solo en parte. Me gustaba la casa, los tios eran muy carinosos con nosotros --no tenian hijos-- y habia una cocinera bastante vieja, Virtudes, que nos hacia platos especiales. Macarena y yo comiamos en el office, lo que preferiamos con mucho al comedor y las personas mayores, sopa de panecillos, natillas, croquetas… menus hechos solo para nosotras. Por otro lado yo notaba una incomodidad: la sensacion de que no era nuestra casa, mis padres no mandaban alli, eran solo invitados. Una situacion desacostumbrada que no sabiamos manejar. Pero lo peor era mi madre, llena de emulacion por la vida de tia Flora, sus muebles y cuadros, sus muchos amigos, la manera de hablar y de vestirse… no se en que consistia exactamente pero dona Juanita parecia una provinciana algo cateta, queriendo aparentar lo que yo en el fondo bien sabia que no era, queriendo alcanzar donde yo sabia bien que no llegaba. En aquella epoca ni siquiera hubiera podido decirlo con palabras pero estaba ahi, una inexpresable angustia. Verguenza ajena, a la que algunos crios son propensos. Hoy, sencillamente me diria a mi misma: "es una cateta, snob como todas las catetas", y ya esta. --Se lo dije a tu madre, que te vinieras --siguio la tia-- y me dijo que querrias libertad para salir con tu novio, aunque aqui libertad la tendrias toda… y la llave del piso, ademas. Con su edad, cuatro o cinco anos menor que mi madre, no podia decirle que mas que salir con mi novio era cuestion de entrar. La mire con carino: habia tenido muy buen tipo y un bonito pelo rubio, aunque de cara no era guapa. Aun se conservaba joven, y se vestia siempre muy elegante, pero todas aquellas cosas de la juventud y enamoramientos seguramente se le habrian olvidado… y, mirando al tio, era lo mejor que le podia pasar. Demasiado tranquilo casi seguro. --Erais dos chiquitas muy guapas --dijo el tio Bernardo, reminiscente-- Muy distintas. Una morenita y menuda y la otra tan rubia con aquellos rizos y los ojazos azules… una verdadera Marylin Monroe en miniatura. Aunque luego… Ni siquiera suspire, estaba acostumbrada a aquella clase de comentario. Mi madre era rubia con ojos muy azules; Macarena le habia salido a ella, en mejor. Mas alta y mas 'neumatica', con pinta voluptuosa que nunca supe si respondia a una condicion real o era solo el aspecto. El tio, quiza pensando que me habia hecho de menos, seguia. --Pero tu eres mas distinguida, tu tienes clase. Castana y delgada, mucho mas elegante, y tu nariz es perfecta. Quise decirle "los chicos me hablan bien de mis piernas, pero no me han dicho nada de la nariz." La verdad, mis facciones no tienen nada llamativo, estoy un poco delgada de mas para gustar, al menos en Sevilla, y se que tengo cosas a mi favor: buen pelo brillante, buenos dientes, buen cutis y buenas piernas. Para el gusto-de-hombre al lado de mi hermana no tenia nada que hacer. Pero a Francis le gustaba, asi que no estaria tan mal. La nina que cuida de los tios, una filipina tan flaca como yo pero con quince centimetros menos, se llevo las flores y trajo una bandeja del te con bollitos calientes hechos en casa. Nos habiamos sentado en la sala atiborrada de muebles y adornos y, despues de la puesta al dia sobre la familia, que no tardo mucho porque habian venido a la boda de mi hermana poco antes, les conte mi problema. Inmediatamente me volvieron a decir que me fuera a vivir con ellos. --Muchisimas gracias, de verdad os lo agradezco pero me conviene comprar. Tengo una cuenta de ahorro para vivienda y debo emplearla y… puedo hacerlo. La cosa es que no encuentro nada que acabe de gustarme. --?A que agencias has ido? --pregunto la tia Flora. Habia ido a un par de ellas que vi en el periodico. La tia dijo que eso no era arreglo; las casas mejores casi nunca llegaban a estar en los anuncios. Su amiga Nosecuantas tenia una nuera que tenia una hermana que, a su vez, tenia una agencia con otras amigas. Trabajaban muchisimo porque conocian a la mar de gente. Estaban muy bien relacionadas. Dichosas ellas, pense. Y dije: "?No te importaria preguntar a tu amiga?". El mejor favor es el que se hace mas rapido. Al minuto tia Flora estaba hablando por telefono en plan eficiente. "A ver si le encuentran a esta nina una cosa en condiciones… que es mi sobrina. Si, ya se que se lo tomaran con el mayor interes. Muy bien, que la llamen aqui, se va a quedar todavia bastante rato. Entonces esperamos la llamada. Un abrazo muy fuerte… si, tenemos que vernos. No, no, gracias a ti por ocuparte." Volvia a su butaca con la satisfaccion del deber cumplido. --Ya veras como estas te solucionan el problema. --Ojala. Estoy aburrida de buscar. Y me han ensenado cada asco… Es una perdida de tiempo. --Espera y veras. Ya te he dicho que estas conocen a todo el mundo. Decia 'todo el mundo' con la misma entonacion que mi madre, por lo demas no se parecian en nada. El tio Bernardo hablaba de inversiones y lo que deberia pagar por metro cuadrado mientras yo asentia a todo, pensando que algunos metros cuadrados eran mucho mas metrocuadrados que otros. Antes de quince minutos me habia telefoneado una de las cuatro socias, Margarita. Hablaba muy deprisa y era simpatica; me cito al dia siguiente por la tarde en su diminuta oficina en un bajo de la calle Serrano. Alli conoci a las cuatro primeras que trabajaban con otras cinco o seis agencias formadas por otros tantos grupos de senoras como ellas, bien vestidas, visiblemente ricas y mundanas. Ninguna parecia necesitar aquel trabajo. Margarita, la que me habia llamado, era muy guapa, morena, menudita; llevaba un traje de chaqueta color de rosa que casi me deja sin respirar. Con aire eficaz, me aseguro que encontrariamos algo conveniente aunque no veia que yo tuviera mi criterio formado. Todas eran amigas, me dijo. Se comunicaban posibles negocios y se repartian las comisiones con arreglo a un baremo complicado que nunca se saltaban y les funcionaba de maravilla. En los dias siguientes me fueron presentando a las demas, unas y otras se volcaron conmigo, no sabria explicarme por que. Tal vez se volcaran con todo el mundo. Todas tenian Audis o Mercedes, todas eran jovenes aunque mayores que yo, trabajaban sin parar, todas llevaban telefonos moviles con los que hablaban constantemente, organizando visitas y entrevistas… o hasta daban ordenes a personas a su servicio. Todas debian de tener montones de dinero pero llevaban unas vidas mas aperreadas que la mia. La verdad es que ellas se fascinaban por las casas; formaban una raza aparte, de la cual yo no habia conocido antes a ningun ejemplar. Su interes por las casas no bajaba nunca. A veces, si yo iba a ver un piso, por ejemplo, con Sofia, Margarita o Misi se apuntaban: "Ah, yo tambien voy porque ese no lo he visto. No te importa, ?verdad?". Eran geniales. Al principio me sentia apabullada con mi presupuesto pobreton y los conjuntos nuevos de Zara que me habia comprado para quedar bien en la oficina, (con los que hasta entonces me habia encontrado tan mona), frente a sus coches, sus Armanis, sus Pradas, sus Max Maras, sus Valentinos, sus Donna Karanes, Antonios Pernas y demas. Cuando me hice amiga de Misi gane confianza en mi misma, me volvi a sentir comoda. Eso si, me prometi secretamente asomarme por las tiendas de la calle Serrano cuando estuvieran las rebajas. No supe si las socias habian decidido que Misi se encargara de mi o si lo decidimos nosotras; la verdad es que se dedico a solucionarme el problema. Dijo que no me preocupara porque encontrariamos. Casi todos los dias a una hora o a otra me llevaba a ver algo y las mananas de los sabados siempre teniamos varias visitas en perspectiva. Con todas estas cosas llegamos a aquella manana en que me dijo que no sabia pedir la luna. --Mira, Constanza, este asunto lo vamos a tener que enfocar de otra manera. Tu trabajo esta en Alcala, ?no? ?A que altura? --Al lado de la Plaza de la Independencia. Es un piso alquilado en un edificio muy bueno. Llevan anos alli. --Vamos a centrarnos en los alrededores de tu oficina. Por lo menos lo mas cerca posible. No tienes coche, ?verdad? --Tengo, en Sevilla. No me lo he querido traer hasta ver si me manejo en Madrid… No se, a lo mejor le digo a mi padre que me lo venda. Me pregunte cuanto tiempo pasaria antes de que Macarena se apropiara de mi Ibiza amarillo. Quiza me lo habia cogido ya. Lo mejor iba a ser venderlo. --Pero --segui diciendo-- mi novio prefiere que no compre ni en el barrio de Salamanca ni en la zona de Zurbano, Paseo del Cisne, Fortuny y todo eso. --Pero ?por que demonios? ?Porque son zonas caras? ?Y el quien es para decirte donde tienes que comprar? O es que te va a dar el dinero… ?Vais a comprar a medias? Yo creo que es muy mala cosa…. Demasiadas preguntas. Era logico que no entendiera nada. A aquellas alturas ya tenia bastante confianza para decirle la verdad. --Mira, no digas ni media palabra de esto a nadie, por favor. Es que… es que esta casado. Ahi grito. "!?CASADO?! !Por favor! !No me lo puedo creer!" --Pues si y, claro, no quiere que compre el piso ni cerca de donde vive el ni cerca de su trabajo. ?Por que no te lo puedes creer? --Hija, es que no te pega. Eres joven, eres muy mona, tienes un buen trabajo, una buena educacion y una vida agradable. No entiendo que te enredes con un casado. Como si no hubiera chicos de tu edad estupendos y libres… --Pues asi son las cosas. --No, asi no son las cosas, asi las has puesto tu. Pero pueden cambiar y espero que cambien. Eso no es decente, creeme, y tu tambien lo sabes. Me habia deprimido de repente. La silla del bar, de plastico, se me pegaba al cuerpo, la cerveza me habia dejado en la boca un sabor amargo. Era uno de esos dias madrilenos en que no sabes como vestirte; por la manana sales con frio y al mediodia te asas de calor. Misi con un jersey muy fino de color azul porcelana haciendo dibujos se veia tan fresca y planchada como si acabara de salir de una caja atada con un lazo. En la mesa de al lado una pareja ventilaba a gritos sus diferencias, molesta discusion, a base de 'tu has vuelto conmigo porque Veronica te echo de su casa'. La gente que pasaba por Alonso Martinez me parecio feosa, cansada y de mal humor. Suspire; Misi se dio cuenta. --No te preocupes, que encontraremos un buen sitio. Pero vas a pensar primero en ti y en lo que te conviene a ti. Los novios van y vienen. --Si, puede ser… No se… El corazon se me hacia piedra de pensar que Francis se fuera de mi vida… no podia. En parte por el habia dado el paso definitivo de venirme a Madrid y cambiar por completo mis costumbres. --Mira, yo tengo que ir a mi casa ahora sin mas remedio. Pero si quieres a las cuatro nos vemos en la oficina. Estaremos solas y tendremos tiempo y tranquilidad para mirar ficheros. Lleva el cuaderno verde. En un cuaderno apuntaba los pisos que habia visto. Quedamos asi y nos fuimos cada una por su lado hasta las cuatro. Yo no tenia donde ir ni nadie a quien hablar. Miriam, la companera del trabajo con quien compartia despacho, dedicaba sabados y domingos a su novio o sus padres. A comer no podia presentarme en casa de los tios sin avisar, me daba apuro. Camine despacio por la calle Genova para subir por Goya a Serrrano. Al menos tendria la distraccion de mirar tiendas. No podia llamar a Francis el fin de semana, estaba prohibido. Ni siquiera tenia el telefono de su casa sino un movil al que solo podia recurrir en horas de trabajo, si fuera absolutamente imprescindible. Me pesaban las palabras de Misi, estaba claro que me censuraba y ella no era ninguna estrecha. Vivia con su novio pero era viuda y el soltero. Sabia por conversaciones anteriores que habia estado doce o trece anos casada, hasta que su marido se mato en un accidente de automovil. Despues paso algun tiempo sin nadie y con este novio, que se habia ido a vivir a su casa, llevaba dos anos o algo asi. A veces, me dijo, estaba un poco harta. Yo le habia preguntado si pensaba casarse. "No tengo ningunas ganas", me habia respondido. "No lo veo. Fuera por el ya nos habriamos casado pero no me decido. No se si puede ser el hombre de mi vida, le falta… fundamento… Para mala experiencia ya tuve una". Aquel dia me rei, diciendo que tener un voluntario para el matrimonio, tal y como estaban las cosas, me parecia genial. Pero eso de no saber si era el hombre de su vida lo decia como esperando que no lo fuera, que hubiera otro, el autentico. Suspire: unos tanto y otros tan poco. Yo lo unico que queria era casarme con Francis… o, mas honradamente, que Francis estuviera libre. Cruzando el lateral de la Castellana un coche me pito iracundo, casi me atropella. Un senor bien vestido me regano: "Nina, pero como anda usted tan distraida, no se da cuenta del peligro". Que fino, llamandome de usted. Me empareje con el para cruzar el subterraneo que no me gustaba nada. Nunca pasaba por debajo de la calzada si podia ir por encima, de no haber andado despistada habria subido por la Castellana hasta un cruce.

  • Una heredera obstinada (Las elegidas 2) de Laura A. Lopez

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    Melissa Ross, hija de uno de los magnates burgueses mas influyentes de Londres, opto por convertirse en religiosa, debido a que no encontro ningun pretendiente que deseara desposarla. La llamaban el desperdicio, pues su gran dote que se perderia por falta de un esposo. Sin embargo, Melissa no esperaba que la invitaran al compromiso de su hermana menor, era un hecho que no deseaba ir y muy a su pesar tuvo que hacerlo, tan solo para que su vida diera un estrepitoso vuelco.
    Thomas Sackville marques de Dorset invitado a la fiesta de compromiso, era uno de los incansables solteros de Londres, aunque resulto victima de una de las caprichosas damas casaderas. Un mal plan, una buena samaritana y un matrimonio indeseado serian los resultados de aquella invitacion.

  • El pensionado de Neuwelke de Jose C. Vales

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    El Pensionado de Neuwelke es la historia de una joven institutriz francesa aquejada de una rara y terrible afeccion que la convierte en una proscrita. Tras recorrer Europa huyendo de un implacable exorcista, la maestra llega al Pensionado de Senoritas de Neuwelke, en los gelidos y desolados parajes de Livonia. Alli, por fin, Emilie cree haber encontrado el sosiego y la paz que anhelaba: el propietario del colegio, los profesores, las damas de compania y las alumnas, junto a un viejo y malhumorado jardinero escoces, conforman un paisaje humano en el que la amistad, la generosidad y la honradez se veran forzadas a luchar contra los celos, las ambiciones y el fanatismo. Una gran novela que rinde homenaje a la mejor literatura decimononica.

  • Un verano en Saint de Mayte Salmeron Almela

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    "Un verano en Saint-Malo" es una historia de misterio y de grandes emociones en la que la protagonista, Clara, conocera a diferentes personajes y vivira situaciones que haran que su verano sea menos tranquilo de lo que hubiera deseado.
    Con la aparicion de un cadaver en un ascensor, la historia empieza a moverse entre tres etapas distintas de su vida: la de su ninez mas tardia, cuando la noticia mas comentada era la desaparicion de unos ninos en las comarcas cercanas; la de su juventud, con su viaje a Saint-Malo y en donde los sucesos que acontecen dejan sin respiracion a la propia protagonista; y por ultimo, la de su vida adulta donde tendra que lidiar con todos esos recuerdos y entender mejor por que se encuentra con el cuerpo de un conocido en un ascensor.

  • Rosa del Mar de Amylynn Bright

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    Cuando el barco de Rosalia se hunde durante una horrible tormenta, ella esta completamente segura de que jamas vera de nuevo a su prometido.

  • Amor, Sexo y Musica (Entre letras y un cafe 2) de Maleja Arenas

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    Escuche una vez a alguien decir que el amor puede ser constructivo, apasionado, ardiente, febril, vigoroso, fantastico o todo lo contrario. Destructivo, amargo, solitario y devastador.
    Cuando me enamore por primera vez, encontre lo segundo. destruccion.
    Cuando me enamore por segunda vez encontre. Mi Todo.

  • Seducida por su ex de Anne Oliver

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    Pertenecian a mundos diferentes.

  • Correr mejor, vivir mejor de Santiago Garcia

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    En su segundo libro, Santiago Garcia, el critico de cine que un buen dia
    empezo a correr y ya no pudo parar, vuelve a abordar la pasion por el
    running desde esa dimension intima que invita como ninguna a calzarse
    las zapatillas y sumarse a esa aventura que tarde o temprano se
    convertira en la vida misma.

  • Clandestina de Cristina Redondo

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    La cronica negra sobre las estrategias de los juegos del poder.

  • Un caballero para Lola de Becca Devereux

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    A ver, para ser sincera, no tengo tan mala suerte. Puede que me haya dejado llevar por el desconsuelo y en realidad sea una pringada del monton con una vida mediocre. Te juro que lo quiero creer con todas mis fuerzas. Lo repito en mi cabeza como un mantra mientras guardo silencio y miro al juez del juzgado de lo civil con ojos de cordero degollado. El, por el contrario, mantiene una expresion impasible. ?Les habran ensenado a mostrarse asi de frios en la Escuela Judicial? Ni idea. Pero es lo que se me viene a la mente cuando Lina, mi abogada y una de mis mejores amigas, explica con voz firme y segura de si misma: --Senoria, con la venia y para que sirva como atenuante: tengo una declaracion firmada del propietario de la tienda en la que perdona a mi cliente y le ruega que no se tomen medidas contra ella. Ademas hay que tener en cuenta que robo viveres de primera necesidad y que el hurto apenas supero los cuarenta euros. Mi clienta se muestra muy arrepentida y avergonzada de lo sucedido y considera los hechos como una oportunidad para convertirse en una mejor persona y trabajar para ser un ejemplo para la sociedad. Guau. La observo impresionada como si se tratara de la mismisima Ally McBeal. Lina es una abogada maravillosa. A ver, no es que yo entienda mucho del tema. De hecho es la primera y la ultima vez que espero estar de acusada en un juicio. Ojala fuera como mi amiga: profesional, carismatica y arrolladora. Vale, retiro lo dicho. Supongo que no tengo tan mala suerte como pensaba. En realidad soy muy afortunada de tener una abogada como Lina que es mi amiga y no me cobra los honorarios. De lo contrario me habria tenido que conformar con el desagradable tipo del turno de oficio que me ofrecieron en comisaria. Ya lo dice mi madre --a la que por cierto apenas hago caso--: Lola, tienes que buscarle la parte positiva a la vida. --Me gustaria oir a la senorita Ramirez antes de dictar sentencia --dice el juez. La expresion de Lina pasa de la serenidad a la angustia. No se por que, la verdad. Soy una mujer la mar de pragmatica y jamas diria algo que me dejara en evidencia. Me levanto de un salto y me llevo la mano al pecho. No lo puedo evitar. Soy asi de dramatica y la situacion lo requiere. Lina me da un tiron de la blusa y murmura en voz baja algo que no llego a entender. Parece estar relacionado con no irme de la lengua y cenirme a sus instrucciones. ?De que habla? ?Yo, irme de la lengua? !Lo que hay que oir! Pero si soy la persona mas diplomatica sobre la faz de la tierra... --Senorita Ramirez, ?es cierto que esta usted muy arrepentida? Lina me mira de reojo y me hace un gesto para que asienta. Lo se, habria sido muy sencillo responder un timido si y volver a sentarme. Pero ?conoces a esas personas que meten la pata cuatro de cada cinco veces y a las que se les da fenomenal complicarse la vida? Exacto, esa soy yo. --Por supuesto, senor juez. Estoy absolutamente arrepentida de lo sucedido --respondo colorada por la verguenza que todavia me persigue. Podria haberlo dejado ahi. Lina me habria mirado orgullosa y luego nos habriamos reido de todo este lio al salir del juzgado. Pero... estoy nerviosa. Y cuando estoy nerviosa se me va la fuerza por la boca y me da por decir sandeces como la siguiente--: Le juro que soy una persona formal y que jamas hago dano a los demas a proposito. Mi madre me ha educado para que sea una buena hija, una buena hermana y una mujer decente. !Yo no queria robar en aquella tienda! Pero, a veces, las circunstancias requieren esto... !Medidas desesperadas! Si, senoria. Por eso le digo que ademas de ser buena persona tambien soy una superviviente. ?Que habria hecho usted de estar en mi lugar? ?Le parece justo que alguien se vea en una situacion tan vulnerable que este obligada a delinquir para sobrevivir en este mundo tan duro y cruel? Buah, me he quedado ancha. Ha sido un discurso epico y me va el corazon a mil por hora. Soy como... Que se yo, Gandhi abogando por los mas necesitados, ?no? No. Parece que no. Lo se en cuanto Lina se tapa la cara con las manos y masculla una maldicion en voz baja. Lo confirmo en cuanto el juez se rasca la barbilla con aire pensativo y clava una mirada censuradora en mi. --A ver si la he entendido, senorita Ramirez, me esta usted diciendo que no se arrepiente de los hechos porque en realidad considera que tiene motivos de sobra para delinquir. Lina esta a punto de responder por mi, pero soy mas rapida y hablo de manera atropellada. Otra cosa que se me da fatal: mantener la boca cerrada cuando la situacion lo requiere. --!Si! No, es decir... --ay, madre, la acabo de liar parda. Me muerdo el labio y me sube un calor sofocante por las piernas--. Yo... Esto... ?Me puede repetir la pregunta? El juez deja escapar un suspiro pesaroso ates de emitir su veredicto. --Senora Ramirez, no dudo de que tiene usted buen corazon, pero teniendo en cuenta su falta de madurez para responsabilizarse de sus actos, considero que necesita cierta dosis de justicia. Iba a dejarlo a estar con una carta de disculpas a los propietarios del negocio, pero en vista de que ha sentido la necesidad de tener la ultima palabra... --Vaya por Dios, me iba a ir de rositas --se me escapa. El juez me mira por encima de las gafas. Esta perplejo. Debe pensar que soy la tia mas idiota que se ha echado a la cara. No lo culpo. El dia que Dios repartio la suerte y las neuronas se lucio conmigo. Lina sacude la cabeza. Esta irritada porque ha hecho bien su trabajo y yo la he fastidiado. Como siempre. --La condeno a treinta dias de servicios para la comunidad en una residencia de la tercera edad. Con ello pretendo que el buen juicio de nuestros mayores la inspire a ser una persona de provecho. --?Me manda a una residencia llena de abuelitos? --pregunto alucinada a la par que entusiasmada--. Gracias, Senor juez. Me encantan las personas mayores. !En realidad no es un castigo! Perdi a mis abuelos cuando era una nina y siempre quise... El juez se quita las gafas y me mira como si fuera un autentico suplicio. --Senorita Ramirez, por favor, callase. Cinco minutos despues, Lina me agarra del brazo para que me levante y me arrastra hacia la salida. Esta despotricando sobre el juez cuando salimos del juzgado. Esta que se sube por las paredes. Lina es de las que detesta perder incluso jugando al parchis. Si llega a ser mas competitiva no nace. --!Tenias que abrir esa boquita de oro que tienes! --Peeeeerdon --musito sin sentirlo del todo--. Tampoco ha ido tan mal. Pense que iba a ir a la carcel. --Nadie va a la carcel por robar en un supermercado. Pero te podrias haber escaqueado sin necesidad de hacer servicios a la comunidad. --?Y por robar en una tienda de ropa? --intento bromear--. O sea, que deberia haber robado jamon en vez de choped para darme el gustazo, je, je. Lina me mira sin dar credito y al final hace el amago de sonreir. --Dios, en el fondo te quiero tanto... Lina me abraza con afecto como si fuera su hermana pequena. Me saca mas de diez anos y es muy sobreprotectora conmigo. Siempre me salva de los lios en los que me meto y es mi saco de lagrimas cuando algun hombre me decepciona. Los que dicen que no tiene corazon no la conocen en absoluto. *** Lina y yo somos las primeras en llegar al bar de Raul, el hermano de nuestra amiga Cris. Solemos reunirnos aqui todos los domingos, pero hoy hemos hecho una excepcion porque Maria viene de visita. Nos apodamos El club de las solteras desde que hara cosa de dos anos y algo Lina y Cris se conocieron por casualidad en una clase de zumba. Despues llegamos Lara, Maria y yo. Todas me sacan varios anos y me tratan como si fuera una especie de hija a la que tienen que aconsejar porque esta muy perdida en la vida. No van desencaminadas. --Hola, guapisimas. ?Que os falta? ?Puedo hacer algo por vosotras? --Raul se acerca con su caracteristica sonrisa. Lina pone los ojos en blanco. Por alguna extrana razon que ninguna de nosotras conoce, Lina no soporta a Raul. Su enemistad es epica desde que fundamos El club de las solteras. --Si que puedes hacer algo por nosotras: pirate y traenos dos cervezas. --Eres un encanto. El dia que dejes de obsequiarme con tu amabilidad me caere de espaldas --bromea el, y acto seguido se marcha. --Tia, te pasas tres pueblos con el. Con lo majo que es. --No lo soporto. Todo el santo dia revoloteando a nuestro alrededor e intentando poner la oreja. Para que luego digan que las cotillas somos las mujeres. --Raul es buena gente. --Lo que tu digas --responde con tono categorico para dar la conversacion por zanjada--. Seguro que Lara se presenta con David. En vez de El club de las solteras, podriamos rebautizarlo como: El club de las amigas que no pueden salir sin sus novios. Es patetico que ya no pueda tomarse una cerveza con sus amigas sin despegarse de su churri.

  • Secbra (Desterrados 1) de Beca Aberdeen

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    Ash ha vivido toda su vida rodeada de ordenadores en el espacio, y a sus dieciseis anos es capaz de arreglar cualquier maquina y hasta de inventar sus propios programas.
    Cuando la invitan a formar parte de la academia de informaticos situada en la maravillosa Noe, acepta seducida por la idea de vivir en un lugar parecido a la Tierra, el cual nunca ha conocido.

  • Lo estas deseando de Kristen Roupenian

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    En diciembre de 2017 Kristen Roupenian publico en el New Yorker el relato <>. De inmediato se hizo viral y se convirtio en uno de los mas comentados y que mas revuelo han generado entre los publicados por la revista, junto con los ya clasicos <> de Shirley Jackson y <> de Annie Proulx.

  • Borges A/Z de Antonio Fernandez Ferrer & Jorge Luis Borges

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    El hecho de que el genero literario que yo prefiera sea la enciclopedia se debe a varias razones. Una, que es honrosa: mi curiosidad; otra, que es menos honrosa: mi haraganeria. Pero la mas importante de todas, quiza sea esta: la cuota de sorpresa, de suspenso, como se dice ahora, que hay en las enciclopedias. En un libro se sabe con antelacion lo que se encontrara; es decir, que uno sabe que le espera tal o cual cosa de acuerdo al tipo de libro que se haya elegido. Esto no sucede en una enciclopedia, ya que esta regida por el orden alfabetico que sencillamente es un desorden, sobre todo si uno piensa en los temas. Jorge Luis Borges.

  • Irene (Un caso del comandante Camille Verhoeven 1) de Pierre Lemaitre

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    La novela negra mas original y poderosa de los ultimos anos.

  • Una tarta de manzana llena de esperanza de Sarah Moore Fitzgerald

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    Esta es una historia maravillosa, hermosa y conmovedora que habla de esperanza y de tartas de manzana. Pero en este libro no encontraras tartas de manzana normales y corrientes. Encontraras tartas magicas. En cuanto las pruebes, el mundo te parecera muy diferente. Las cosas empezaran a cambiar y, cuando hayas tomado un trozo, sentiras que todo va a salir bien.

  • Limon, canela y chocolate, Marisa Diaz de Marisa Diaz

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    Noelia regresa a su ciudad, Sevilla, dispuesta a retomar su trabajo en la pasteleria familiar. Pero la abuela, una mujer cabezota y excentrica, la convence para que pase una temporada en el pueblo que abandonaron antes de nacer ella. En principio, la madre se opone a este viaje que puede desenterrar su secreto mejor guardado: la identidad del padre de Noelia. Sin embargo, en Canada Rosal, la joven conocera a Diego,quien le mostrara un pueblo muy diferente y menos aburrido de lo que ella imaginaba, y descubrira que ningun secreto familiar puede permanecer oculto para siempre.
    Limon, canela y chocolate narra, unas veces con humor, otras con emocion y ternura, una historia conmovedora en la que el amor, el desamor, el orgullo, la lealtad y el perdon dirigen la vida de sus personajes.

  • Esos ojos me suenan de Natalia Divan

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    Amy es una periodista freelance estadounidense a la que sus trabajos apenas le dan para subsistir. Cuando se le presenta la oportunidad de ascender en la revista para la que principalmente trabaja si entrega un buen articulo, decide hacer uso de los pocos ahorros que tiene y viajar en un crucero que surcara el mar Mediterraneo, en busca de inspiracion.
    Lo que Amy desconoce todavia, es que el azar del destino la hara coincidir con alguien del pasado que guarda un delicado secreto, y le hara vivir, a su vez, peligrosas aventuras no exentas de romanticismo.

  • Pasiones prohibidas de mi pasado 3 de Mercedes Franco

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    Isabella decide aceptar el trabajo que le han ofrecido en Espana sin saber las consecuencias que esta decision traera a su vida.

  • Tesoro oculto de Diana Scott

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  • De las ruinas de los imperios de Pankaj Mishra

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    En la segunda mitad del siglo xix, las potenciasoccidentales dominaban el mundo a su antojo,mientras las distintas culturas asiaticas vivian susometimiento al hombre blanco como una catastrofe.Eran muchas las humillaciones que occidente leshabia infringido, e innumerables los corazonesy las mentes que habian soportado con resentimientola autoridad de los europeos sobre sus paises.

  • El guante de cobre. Magisterium 2, Cassandra Clare de Cassandra Clare

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  • El Jeque y la Ladrona de Maya Blake

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    Allegra miro al auxiliar de vuelo y sonrio. Rechazo la copa de champan con un movimiento de la cabeza y una sonrisa desvaida. Afortunadamente, el compartimiento de primera clase estaba casi vacio. Nadie podia presenciar su preocupacion, nadie podia saber que seguia impresionada por la noticia que le habia dado su hermano Matteo hacia dos dias. ?Como era posible que su abuelo le hubiese ocultado la gravedad de su enfermedad? Ella sabia que estaba haciendose pruebas porque los medicos sospechaban que la leucemia habia vuelto, pero le habia quitado importancia cuando, hacia dos meses, le habia preguntado el pronostico. En ese momento, sabia que le quedaba un ano de vida. Tenia al corazon encogido. No podia creerse que el hombre que parecia mas grande que la vida misma no fuese a estar alli en la proxima Navidad. Los ojos se le empanaron de lagrimas. Se las seco precipitadamente cuando noto que volvia el auxiliar de vuelo. No podia perder la compostura. Todo el mundo estaba mirando y tenia que mantener las apariencias, sobre todo, cuando las tecnologias avanzaban a la velocidad de la luz. Era Allegra di Sione, la nieta mayor de uno de los hombres mas poderosos del mundo. Tambien era la cara visible de la Fundacion Di Sione, una fundacion benefica a la que dedicaba su vida. Era feliz realizando ese trabajo tan absorbente aunque significara que casi siempre se sintiera muy sola. Intento pensar en otras cosas y miro por la ventanilla del avion que ocupaba su posicion en la pista del aeropuerto internacional de Dubai. Era principios de mayo y el sol era deslumbrante. Casi tan deslumbrante como habian sido los invitados y el exito de ultima gala que habia celebrado la fundacion. Su equipo le habia asegurado que habia sido la mejor hasta la fecha, que habia recaudado casi el doble que la del ano anterior, pero ella, aunque estaba muy orgullosa, no podia pensar en eso cuando seguia dandole vueltas a lo que le habia contado Matteo. Aparte de la noticia sobre la salud de su abuelo, su hermano habia dejado caer otra bomba. La pequena fabula que les contaba su abuelo no era una fabula en absoluto, segun Matteo. Siempre le habia emocionado la historia que les contaba su abuelo sobre las amantes perdidas. Incluso, habia llegado a preguntarse si su abuelo habia llevado una vida tan disoluta como la de sus propios padres. Sin embargo, habia descartado esa posibilidad porque sabia que su abuelo habia adorado a su esposa hasta que ella murio. Su integridad era una de las muchas virtudes que ella habia intentado emular. Aparte, su prioridad absoluta siempre habia sido levantar la fortuna de los Di Sione. Sin embargo, no estaba preparada para descubrir que las amantes perdidas tenian un significado verdadero. ?Por que le habia encomendado su abuelo a Matteo que recuperara un collar perdido hacia mucho tiempo? Ademas, la expresion de los ojos de su hermano cuando le dijo que volviera a casa sin demora... Tomo una bocanada de aire cuando el avion se elevo en el arido cielo del desierto. Cuando tenia seis anos, habia hecho frente a la perdida de sus padres de 6 la forma mas atroz y entre la atencion de todos los medios de comunicacion. Habia sofocado su propio dolor para ayudar a sus seis hermanos a pesar de lo mucho que echaba de menos a su madre, cuyo amor habia sido tan volatil como abundante. Haria frente a lo que tuviera que decirle su abuelo, fuera lo que fuese. A pesar de todos los animos que se habia dado a si misma durante el vuelo, no podia dejar de temblar mientras el coche tomaba el camino que llevaba al lugar que ella llamaba su hogar. Tenia un piso con tres dormitorios en Manhattan, pero la residencia de los Di Sione en Long Island, donde se habia criado con sus hermanos, era su verdadero hogar. Como pasaba con casi todos los hogares, tenia recuerdos agridulces, aunque en su caso, y en el de sus hermanos, eran mas agrios que dulces. No podia apartar la mirada de la impresionante mansion. Estaba rodeada de cesped impecablemente cortado y se veia a lo lejos el Estrecho de Long Island. Alli la llevaron despues de la noche que estuvo en la casa de sus padres y presencio la que seria su ultima pelea a gritos inducida por las drogas. Dos horas despues, llego un coche de policia, se bajo un agente y, con cuatro palabras, sus hermanos y ella se convirtieron en huerfanos. Allegra enterro ese recuerdo espantoso en el rincon mas recondito de la cabeza y se bajo del coche. Se abrio la puerta doble y salio Alma, el ama de llaves que habia formado parte de la familia desde que ella tuvo uso de razon. Aunque la sonrisa de la anciana italiana era tan amplia y acogedora como siempre, Allegra capto la preocupacion en sus ojos marrones y en su forma de agarrarse las manos. -Senorita Allegra, cuanto tiempo... -la saludo Alma cuando entro en el enorme vestibulo. Allegra asintio con la cabeza, pero ya estaba buscando a su abuelo con el corazon desbocado ante la posibilidad de que se lo hubieran llevado de alli. -?Donde esta el? ?Como esta? La sonrisa de Alma se apago un poco mas. -El medico le ha aconsejado que descanse en la cama, pero el senor Giovanni... insiste en que tiene un buen dia. Esta sentado fuera, en su sitio favorito. Allegra se aparto de la imponente escalera de hierro fundido que subia los tres pisos y fue a dirigirse hacia el ala oeste de la villa, al sitio donde su abuelo habia desayunado toda su vida. -Senorita Allegra... Se detuvo y se dio la vuelta para mirar a Alma. El desasosiego que vio reflejado en su rostro le produjo un escalofrio en la espalda. No habia dudado de su hermano ni por un momento, pero la verdad era que Matteo habia estado un poco absorto por la mujer que lo habia acompanado a la gala de la fundacion. En cierto sentido, habia esperado que hubiese exagerado la gravedad de la situacion cuando habia hablado con ella en Dubai. Sin embargo, la expresion del ama de llaves confirmaba que Matteo no habia exagerado. -No esta como la ultima vez que lo vio. Preparese. 7 Allegra asintio con la cabeza. Tenia la boca seca y se paso las manos humedas por el vestido de lino azul marino mientras seguia por el pasillo. No veia la luz que entraba por los ventanales e iluminaba las obras de arte que adornaban las paredes. Solo le importaba llegar al final del pasillo y salir por las puertas acristaladas que daban a la terraza con columnas. Alma le habia dicho que se preparara, pero, a pesar de la advertencia, se quedo boquiabierta cuando salio al exterior. Habia esperado que su abuelo estuviese sentado en su butaca favorita. Se quedo helada cuando vio la cama con lo que parecia una bombona de oxigeno. Su abuelo estaba tumbado con unas mantas de cachemira por encima de la cintura. El pecho le subia y bajaba lentamente y tenia los ojos cerrados. Sin embargo, lo que mas le impresiono fue que su rostro, normalmente resplandeciente, estuviese palido y demacrado. El cambio, desde la ultima vez que lo vio hacia dos meses, era increiblemente asombroso. -?Vas a quedarte todo el dia como una estatua? Allegra dio un respingo y se acerco a esa figura, cuya fragilidad quedaba cruelmente resaltada por la luz del sol. -Abuelo... -Sientate -le ordeno Giovanni dando unas palmadas en la cama con una mano nudosa. Ella se sento en el borde de la cama y tuvo que contener un sollozo cuando miro a su abuelo a los ojos. No habria podido soportar que tambien se hubiese apagado el espiritu indomable del hombre que llego a la isla de Ellis hacia mas de medio siglo. Sin embargo, y afortunadamente, sus ojos grises eran tan penetrantes como siempre, aunque un poco ensombrecidos por el dolor. -?Por que no me lo dijiste? -susurro ella con la voz ronca por las emociones que estaba intentando contener-. Hemos hablado muchas veces por telefono desde la ultima vez que estuve aqui. ?Por que no me has dicho que viniera? -Tenias otras cosas en la cabeza. -?Como que? -pregunto ella con el ceno fruncido. -Se lo importante que era para ti la gala de la fundacion y, a juzgar por lo que he oido, fue un exito clamoroso. No queria que te preocuparas por un anciano cuando ese acontecimiento tan importante exigia toda tu atencion. -Mi trabajo nunca sera tan importante como tu para mi. Lo sabes. !Deberias haberme avisado! -Considerame debidamente reganado -replico el con media sonrisa. Allegra, avergonzada, sacudio la cabeza. -Lo siento. -No lo sientas. Tu pasion serena es una de las muchas cosas que admiro de ti, piccola mia -el le tendio una mano muy grande y ella la tomo. Era calida y tranquilizadora, pero no tenia la fuerza de antes-. Entonces, ?Matteo ha hablado contigo? 8 Allegra asintio con la cabeza mientras tragaba saliva. -La leucemia ha vuelto y el pronostico es que te queda un ano si tenemos suerte, ?no? Le temblo la voz al preguntarlo y sintio un vacio enorme cuando miro a su abuelo. Habia deseado con cada celula de su cuerpo que no fuese verdad, pero Giovanni asintio con la cabeza. -Si -el la miro a los ojos para que no diera la espalda a la realidad-. Ademas, esta vez no habra intervencion. La ultima vez ya fue bastante arriesgada, o eso me han dicho los medicos. -?Estas seguro de que no se puede hacer? Podria hacer algunas llamadas... -Allegra, querida, no te he pedido que vengas por eso. He roto todos los pronosticos durante mas de quince anos, desde que me lo diagnosticaron la primera vez. He vivido muy bien y me han bendecido de muchas maneras. He aceptado mi destino, pero antes de que me marche... -Por favor, no hables asi -le interrumpio Allegra. Su abuelo la miro con compasion y sacudio la cabeza. -Asimilaras esto como has asimilado muchas cosas dolorosas en tu vida. Eres fuerte, Allegra. Se que seras mas fuerte todavia en este trance. Ella queria taparse los oidos como una nina, pero nunca habia eludido la realidad. Era una nina cuando tuvo que hacerse responsable de sus hermanos menores de un dia para otro. Alessandro, su hermano mayor, y Dante y Dario, los gemelos que habian hecho la vida imposible a todas y cada una de las personas que habian estado en contacto con ellos en la residencia Di Sione, fueron a un internado en cuanto fueron lo bastante mayores, pero sus tres hermanos menores habian sido responsabilidad de ella. Si bien sabia en el fondo de su corazon que no habia conseguido ser el mejor modelo a seguir, si habia intentado por todos los medios que sus vidas como huerfanos fuesen lo mas faciles posible. Habia intentado darles estabilidad en un mundo donde las nineras entraban y salian como si las puertas fuesen giratorias y donde su abuelo habia estado plenamente dedicado a levantar su emporio. Habia fracasado muchas veces y Giovanni habia tenido que intervenir. Con cada fracaso habia dudado que tuviese la capacidad de ser lo que tenia que ser para su familia, pero nunca habia dejado de hacer lo que tenia que hacer, y lo que tenia que hacer era su familia. Su abuelo y sus hermanos siempre eran lo primero. Sofoco el dolor que le atenazaba el corazon, tomo aire y asintio con la cabeza. -?Que necesitas que haga? Fuese por la decision de su voz o porque habia aceptado que no podia cambiar los designios del destino, su abuelo se sento con algo mas de color en la cara. Ella se alegro aunque tenia el corazon acelerado. Giovanni no la habria llamado si no fuese a pedirle algo importante. -Necesito que recuperes algo, algo unico y muy preciado que perdi hace mucho tiempo. -De acuerdo -Allegra asintio con la cabeza-. Llamare al director de la agencia de detectives que utilizo para...

  • Cuando la sociedad es el tirano de Javier Marias

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    Cuando la sociedad es el tirano reune los noventa y seis articulos publicados por Javier Marias en el suplemento dominical El Pais Semanal entre el 5 de febrero de 2017 y el 27 de enero de 2019.

  • Mendel el de los libros de Stefan Zweig

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    De vuelta en Viena tras una visita a los barrios de la periferia, me vi inmerso de improviso en un chaparron que, con humedo latigo, perseguia a la gente obligandola a correr hasta los portales de las casas y otros refugios. Yo mismo busque tambien, a toda velocidad, un techo que me amparara. Por fortuna, en Viena le espera a uno en cada esquina un cafe. De modo que hui al que se encontraba mas proximo, con el sombrero que ya goteaba y los hombros empapados. Una vez en el interior, se revelo como el tipico cafe de arrabal, con ese estilo casi esquematico, burgues, de los de la antigua Viena, lleno a rebosar de gente normal que consumia mas periodicos que bolleria, y sin los artificios tan de ultima moda en los cafes cantantes que en el centro de la ciudad imitan a los alemanes. En aquel momento --estaba empezando a oscurecer--, la atmosfera ya de por si sofocante se veia jaspeada por espesos anillos de humo azul. Y, sin embargo, aquel cafe daba la impresion de estar limpio, con sus sofas de terciopelo visiblemente nuevo y su caja registradora de aluminio reluciente. Con las prisas no me habia molestado en leer el nombre que ponia por fuera. Por otro lado, ?para que? De modo que me sente en aquel lugar calido, mirando impaciente a traves de los ventanales cubiertos de chorros azules a la espera de que la lluvia, inoportuna, tuviera a bien alejarse un par de kilometros. De modo que alli estaba yo, sentado sin hacer nada; a punto de caer en esa pasividad indolente que, como un narcotico, irradia todo autentico cafe vienes. Con aquella sensacion de vacio, me dedique a contemplar a las distintas personas que se encontraban a mi alrededor. La luz artificial de aquel espacio lleno de humo marcaba unas sombras de un gris muy poco saludable en torno a sus ojos. Observe a la senorita de la caja, que con movimientos mecanicos alcanzaba al camarero el azucar y las cucharillas para cada taza de cafe. Medio dormido, de manera involuntaria, lei los carteles del todo anodinos que colgaban de las paredes. Aquella especie de letargo casi me sento bien. Pero, subitamente, una extrana tension me saco de mi somnolencia. Una imprecisa inquietud despertaba en mi interior, como lo hace un pequeno dolor de muelas del que aun no sabe uno si procede de la parte izquierda o de la derecha, de la mandibula inferior o de la superior. Tan solo senti una sorda impaciencia, una intranquilidad espiritual, pues de pronto --no sabria decir por que-- fui consciente de que ya debia de haber estado alli en alguna ocasion, hacia anos, y de que algun recuerdo debia de unirme a aquellas paredes, a aquellas sillas, a aquellas mesas, a aquel espacio envuelto en humo. Pero cuanto mas me esforzaba por alcanzar aquel recuerdo, con mayor malicia y de modo mas escurridizo se me escapaba, como una medusa, brillando incierto en el estrato mas profundo de la conciencia y, sin embargo, imposible de atrapar. En vano fije la mirada en cada objeto que habia en aquel local. Es cierto que algunas cosas no las conocia, como la caja registradora con su resorte tintineante. O el revestimiento marron de las paredes de falsa madera de palisandro. Todo aquello debian de haberlo colocado mas tarde. Pero, si, sin duda. Yo habia estado alli en alguna ocasion, hacia veinte anos o mas. Alli perduraba, oculto en lo invisible como el clavo en la madera, una parte de mi propio yo hace tiempo soterrada. Haciendo un esfuerzo, dilate y empuje todos mis sentidos por aquel espacio, y al mismo tiempo por mi interior. Y, sin embargo... !Maldita sea! No lograba alcanzar aquel recuerdo desaparecido, ahogado en mi mismo. Me enfade, como se enfada uno siempre que un fallo le hace ser consciente de la insuficiencia e imperfeccion de las fuerzas mentales, pero no perdi la esperanza de recuperar aquel recuerdo. Tenia claro que tan solo necesitaba un minusculo gancho al que poder aferrarme, pues mi memoria es de una indole particular, buena y mala al mismo tiempo. Por un lado, obstinada y tenaz, pero por otro tambien increiblemente fiel. Se traga lo mas importante, tanto en lo que respecta a los acontecimientos como a los rostros, tanto lo leido como lo vivido, dejandolo con frecuencia en lo mas hondo, en la oscuridad, y no devuelve nada de ese mundo subterraneo sin que uno ejerza presion, solo porque asi lo requiere la voluntad. Sin embargo, me basta el mas fugaz asidero, una postal, los trazos de una caligrafia en el sobre de una carta, una hoja de periodico amarilla por el tiempo, y enseguida lo olvidado, como el pez en el anzuelo, resurge de un brinco de la fluida y oscura superficie, vivo y coleando. Entonces reconozco cada detalle de una persona: su boca y, en su boca, el hueco de un diente, a la izquierda, cuando se rie. Y el tono ronco de su risa, y como al reirse se le contrae el bigote. Y como con esa risa surge otro rostro, diferente. Todo esto lo veo entonces de inmediato, en una panoramica completa, y anos despues recuerdo cada palabra que aquella persona me dijo en cierta ocasion. Pero, para percibir con los sentidos algo ocurrido en el pasado, necesito siempre un estimulo sensorial, una minima ayuda de la realidad. Asi que cerre los ojos para poder reflexionar de modo mas intenso, para dar forma a aquel anzuelo misterioso y asirlo. Pero, !nada! Otra vez, !nada! Estaba enterrado y olvidado. Y tanto me irrite por lo chapucero y caprichoso del aparato retentivo que tengo entre las sienes, que habria podido golpearme la frente con los punos, tal y como se sacude una maquina tragaperras estropeada que, desleal, retiene lo que le pedimos. No, no podia seguir por mas tiempo sentado tranquilamente. Hasta tal punto me excitaba aquel fracaso intimo. Y de puro enojado me levante para despejarme. Pero, es curioso, apenas habia dado los primeros pasos por el local, cuando en mi interior se produjo, reverberando y centelleante, un primer resplandor fosforescente. A la derecha de la caja registradora, recorde, debia de haber una habitacion sin ventanas, iluminada tan solo con luz artificial. En efecto. Asi era. Y alli estaba, empapelada de un modo distinto y, sin embargo, exacta en sus proporciones, aquella habitacion interior cuadrada, de contornos imprecisos: la sala de juego. De manera instintiva, mire en derredor los diferentes objetos, con los nervios que ya vibraban de alegria. Enseguida lo sabria todo, senti. Dos mesas de billar holgazaneaban alli como verdes cienagas en silencio. En las esquinas habia mesas de juego agazapadas, a una de las cuales estaban sentados dos consejeros o catedraticos jugando al ajedrez. Y en un rincon, justo al lado de la estufa de hierro, por donde se iba a la cabina de telefonos, una pequena mesa cuadrada. Y de improviso me vino a la memoria como un relampago. Lo supe de inmediato, al instante, c

  • Tu en la sombra de Marisa Sicilia

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    Jorge es un abogado brillante. Saca adelante su bufete, trabaja sin descanso en los casos mas complicados, es extremadamente responsable y, cuando acaba el dia, se pone al limite en el gimnasio, entrenando y golpeando el saco de boxeo hasta agotar todas sus fuerzas. Algunas veces el entrenamiento funciona. Otras, nada ni nadie puede apartarlo de esa pulsion que lo lleva a lo mas oscuro: su adiccion al sexo rapido con desconocidas.

  • Sangrando bajo la piel (En compania de vampiros 4) – A.R. Morena de A.r. Morena

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    Carmen, una bella vampira aplastada por un terrible pasado.
    ?Como quitar de su espalda ese horrible peso?
    ?Como borrar la negra mancha que le nubla la mente?
    Michael, un vampiro neofito que se desvive por una hembra.
    ?Sera capaz de conquistar su corazon?
    Y, lo mas importante, ?podra asumir que sea de otra manera?
    La vida sigue en Nueva York, girando, entrelazando y atando las cuerdas del destino, mientras todos los integrantes de la comunidad encuentran su camino.

  • Los herederos de Wulf Dorn

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    Laura Schrader despierta rodeada de sirenas de ambulancia completamente perturbada y herida. Esta embarazada, y acaba de sufrir un accidente cuando circulaba por una carretera montanosa entre la niebla y la lluvia. En el maletero del coche, la policia descubre el cadaver de una nina con evidentes signos de violencia y ninguna pista coherente.

  • Historia de un desafio de Manuel Sanchez Corbi

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    Han sido numerosos los libros publicados en estos ultimos anos sobre la historia de ETA, y desde muy diversas perspectivas. En la mayoria, el protagonismo de la Guardia Civil es muy importante, como no puede ser de otra manera, pero faltaba un angulo fundamental, la cronica real, cruda, estremecedora a veces, documentada con rigor y escrita por los propios guardias civiles, de un tiempo en el que su actuacion se resumia en dos palabras: sacrificio y sufrimiento.

  • Sudor, ritmo y magia de Zoe Xaern

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    Tras un accidentado concierto, Alex, decepcionado con la vida que le ha tocado vivir, se encontrara con la unica mujer que no querra con el un “juntos para siempre”. Inmaduro emocional y mujeriego enfermizo, se embarcara en un viaje por terreno desconocido hacia el corazon de Esther. En su camino tendra que hacer frente a la tentacion, los celos, la traicion, la lujuria y “Don Perfecto”, con el que competira por amor. Urdidas en esta adictiva y sorprendente trama se encuentran las vidas de una dominatriz novata, un bateria de rock que odia los tatuajes, un voyeur con grandes aspiraciones, una mujer enamorada de su vecina pelirroja y un hombre casado que pierde los papeles con un amor de juventud. ?Como puede acabar esto?

  • Dias y suenos. Obra poetica reunida (1939 de Eugenio De Nora

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    Antologos y criticos han reconocido a Eugenio de Nora como un poeta de avanzada, pionero en la renovacion poetica de posguerra que abrio brechas entre las apretadas filas de la poesia establecida. Fue el primero en responder, con actitud critica y dialectica, a una situacion social sumida en la intransigencia religiosa, ideologica y politica, lo que le concede un lugar privilegiado en la que posteriormente se llamaria “poesia social”. Y todo ello sin ceder terreno a la esencia de la poesia lirica. Su obra figura con mayor numero de paginas en las antologias de poesia espanola publicadas, junto a las de Jose Hierro y Blas de Otero.

  • En la arena de Gijon de Gabriela Exilart

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    Una Espana dividida por sus ideas. Dos hermanos enfrentados por la misma mujer.
    ?Quien ganara la guerra? ?Quien triunfara en el amor?

  • Cinco dias que estremecieron al mundo de Nicholas Best

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    Pocos episodios han conmocionado mas al mundo que los cinco dias que, a finales de abril de 1945, se iniciaron con el asesinato de Mussolini y terminaron con la noticia de que Hitler se habia suicidado en su bunker de Berlin. Toda clase de personas, algunas famosas en aquel momento, otras, en un futuro, han recordado exactamente donde estaban y que hacian esos dias: el futuro papa Benedicto habia desertado de la Wehrmacht, Audrey Hepburn estaba en Holanda, feliz por haber escapado a su encierro en un burdel de la Wehrmacht, Roman Polanski vivia practicamente como un nino salvaje por las calles de Cracovia,

  • El ultimo verano de Ricarda Huch

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    Corre el ano 1906, y el gobernador de San Petersburgo, Yegor Rasimkara, ha cerrado la universidad a raiz de las protestas estudiantiles y se ha refugiado en su casa de campo, donde pretende proteger a su familia y a si mismo de las amenazas de muerte. Todo es en vano, porque el hombre que su esposa ha elegido para que vele por su seguridad esta conspirando a sus espaldas. Capaz de ganarse la confianza, la admiracion e incluso el amor de los miembros de la familia,?llegara a cumplir la mision que tiene encomendada?
    Brillante y premonitorio, este clasico de la literatura es, como apunta Cecilia Dreymuller en su revelador prologo, una joya entre las novelas historicas, que puede leerse tambien como una novela policiaca, llena de presagios. Ricarda Huch se descubre como una escritora de caracteres a la altura de Dostoievski.

  • Evermore 1 de Sara Holland

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    HACE MUCHO TIEMPO, YO LE ROBE EL CORAZON A LA HECHICERA. AHORA, ELLA QUIERE RECUPERARLO.

  • Las horas perdidas, Lorena Franco de Lorena Franco

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    Josh Parker, uno de los directivos creativos de la prestigiosa agencia publicitaria en la que trabaja Paula Hawkins, aparece brutalmente asesinado. Paula es la ultima persona que lo vio con vida y, junto al inspector Paul Tischmann, intentara resolver el misterioso crimen.
    Las voces de Paula y Paul se entremezclan para dar paso a un inquietante y escalofriante Thriller con algo oculto, para lo que ni siquiera sus propios protagonistas estaran preparados.
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  • Derrame mis lagrimas (Por amor 5) de Maria Beatobe

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    Durante el trayecto en taxi, ninguna de las tres cruzo una sola palabra. Lo unico que oi, y con una sensacion de lejania, fue que Cloe le daba la direccion al taxista para decirle donde nos tenia que dejar. Cuando me subi al vehiculo, mis amigas se miraban con incredulidad. Algo debieron de ver u oir, porque ninguna hizo ni una pregunta, lo cual agradeci. No estaba para muchas explicaciones sobre algo que me parecia una jodida pesadilla. Apoye la cabeza en el cristal y, con las manos tapandome el rostro, llore en silencio, en un estado de nervios que no era capaz de controlar. Me faltaba el aire; tenia hasta ganas de vomitar. Pero ?que cono habia pasado ahi fuera? La imagen y la voz de Gael diciendome <> se repetian una y otra vez en mi cabeza, como si fuera un mantra. ?De verdad habia tenido novia durante todo ese tiempo que habiamos estado juntos? ?Habia sido capaz de ser tan cruel? No, seguro que habia alguna otra explicacion. Gael no era asi. Conmigo se habia portado tan bien... !Que cono! !Le habia entregado mi regalo mas preciado! !Mi virginidad! Me enjugue las lagrimas al tiempo que notaba como Noe me ponia la mano en la rodilla. --Tranquila, mi nina --susurro--. Estamos contigo. No pude ni mirarla; me sentia una puta pringada, enganada vilmente por el chico del que estaba enamorada. Habia vuelto a fracasar; primero fue Mora y ahora, Gael. !Pero es que ellos no tenian nada que ver el uno con el otro! Gael era carinoso, romantico y, lo mas importante de todo, me respetaba. Cosa que Mora no hizo en ningun momento. Eran la noche y el dia; entonces, ?por que los dos me la habian jugado? ?Tenia un cartel en la frente que decia <>? De pronto me acorde de la pulsera que me regalo por mi cumpleanos. Aquella de la que colgaba mi inicial. Primero la mire recordando el dia que me la dio y despues, no se de donde saque las fuerzas, me la arranque de la muneca para lanzarla a continuacion al suelo del taxi. Note que mis amigas se sobresaltaban. Me quede mirando la pulsera tal y como quedo, inerte bajo los pies. Y observarla me recordo que, tras regalarmela el dia de mi cumpleanos, nos dimos nuestro primer beso. Los ojos volvieron a inundarseme de lagrimas y mi vision se torno algo borrosa. Volvi a apoyar la cabeza en el cristal y mire como pasaban los coches. Parecia que me hubieran arrancado de cuajo el corazon; sentia hasta el escozor del hueco tan doloroso que me habia dejado. Era una sensacion entre incredulidad y rabia. No podia ser cierto..., !no podia serlo! Mi movil empezo a vibrar dentro del bolso; alguien me llamaba. Lo saque y lo poco que quedaba de mi observo que en la pantalla parpadeaba el nombre de Gael. Me estaba llamando. ?Y todavia tenia el valor de hacerlo? ?Que queria? ?Seguir partiendome en pedacitos? Colgue; si contestaba, entonces si que moriria en vida, y todavia, aunque pareciera increible, me quedaba algo de dignidad. Tenia muchos mensajes sin leer en el movil, suponia que suyos, pero ni me moleste en abrirlos. Busque la opcion de borrarlos y todos desaparecieron de la memoria de mi telefono, pero no de la mia. Tambien habia quince llamadas perdidas; esas si que las mire: todas de el. ?Borrar? Si. Ojala los recuerdos se pudieran resetear en nuestra cabeza de la misma manera; todo seria mas facil. Yo ahora estaria yendo tan contenta a casa de Cloe, y sobre todo, de una sola pieza. Mi corazon se habia quedado en la puerta de su casa. Me lo habia arrancado y ese desgarro era tan doloroso que no sabia si algun dia conseguiria sanarlo. Decidi apagar el telefono, dejar de saber que estaba presente en mi vida. De esa manera creia que una parte de el tambien desapareceria. !Ilusa de mi! Todo habia sido una cruel mentira; no me queria tanto como me decia, !no podia hacerlo! !Estaba con otra chica! Vale que, en teoria, no se habian visto durante el tiempo que estuvo conmigo, pero !hablaria con ella! !Le habria dicho te quiero igual que a mi! !Le habria mandado mensajes igual que a mi! !Habria pensado en ella igual que en mi! El movil de Noe comenzo a sonar. Me sobresalte al oirlo; la mire de soslayo y vi que mi amiga, nada mas ver quien llamaba, colgaba inmediatamente. --?Era el? --susurre con un hilo de voz. --Si, carino, pero tu tranquila --respondio cogiendome de la mano. No habian pasado ni dos minutos cuando la melodia del de Cloe empezo a sonar. No habia que ser muy lista para saber que seria Gael de nuevo. Mi amiga repitio los mismos pasos que Noe. Colgo y se lo guardo. !Maldito cabron! ?Me quieres dejar en paz? Si ya me has jodido a mi, deja a mis amigas tranquilas. ?No te queda claro que no quiero hablar contigo y tienes que intentarlo a traves de mis amigas? Trague saliva y volvi a mirar por la ventanilla del coche. En ese momento nos adelanto a toda velocidad uno igual que el de Gael, !hasta del mismo color! ?Que era eso?, ?una puta broma? Por un instante crei que era el y hasta me incorpore para mirar al conductor, pero no, era una senora quien iba al volante. Y tras verla, exhale todo el aire que habia retenido en los pulmones al ver el coche. 76 El taxi aparco frente al portal de Cloe. Mis amigas sacaron los monederos de sus bolsos y, cuando yo hice lo mismo, Noe puso su mano sobre la mia. --Dejalo, nena. Ya haremos cuentas. En el fondo se lo agradeci, porque en ese momento no era capaz ni de sumar dos mas dos. Estaba aturdida, me escocian los ojos de tanto llorar y la cabeza estaba a punto de estallarme. Habia sido el trayecto mas largo de mi vida. Despues de que pagaran y salieramos del taxi, mis amigas se acercaron a mi con decision y me abrazaron con fuerza. Ese gesto me hizo llorar aun mas. No entendia nada. Estabamos tan bien que ver que de repente todo se habia esfumado me parecia increible. No era justo, joder, no lo era. Cuando entramos en casa de Cloe me fui directa al cuarto de bano. Abri el grifo del agua fria y me la eche sobre la cara varias veces, deteniendo las manos en el rostro. Me mire en el espejo que habia sobre el lavabo y me sorprendio mi propia imagen. Tenia los ojos rojos e hinchadisimos. La inflamacion me bajaba hasta las ojeras. El resto de mi rostro estaba palido. Trague saliva y empece a notar que el estomago se me revolvia y la respiracion se me aceleraba. Tuve que correr hasta el vater, me arrodille y empece a vomitar sin control. Oi que la puerta se abria y que, de pronto, alguien me sujetaba de la frente y me acariciaba la espalda. --Tranquila, carino. Estamos aqui contigo. Por la voz supe que era Cloe. Se arrodillo a mi lado y espero pacientemente a que terminara. Despues de echar todo lo que llevaba dentro, me volvi a lavar la cara y mis amigas me llevaron hasta la cama de Cloe. Estaba desfallecida. --Tumbate, Nai. Descansa --dijo Noe. Me recoste, y entre las dos me quitaron los zapatos y me metieron en la cama mientras me tapaban con una liviana colcha. --Estaremos en el salon. Si necesitas algo, llamanos --susurro Cloe. Las dos salieron de la habitacion y dejaron la puerta entornada. Habian bajado la persiana del todo, por lo que la unica luz que entraba en el cuarto era la que procedia del salon. Cerre los ojos, pero era imposible dormir; no podia parar de llorar. La cabeza me daba vueltas al rememorar la imagen de Gael y Ursula bailando juntos tan joviales. ?Se habrian besado hoy? ?Gael la habria recibido con un beso como los que me daba a mi? ?Se habria acostado con ella antes de ir a la fiesta? !Basta ya, Naira! !Deja de autofustigarte! Lo que haya pasado no lo vas a saber, al menos de momento, asi que intenta descansar. Me di la vuelta hacia la ventana y me acurruque, hecha un ovillo, con la intencion de dormirme. Y, tras un rato con la mirada fija en la nada y las lagrimas campando a sus anchas por mis mejillas, lo consegui. Creo que fue a causa del agotamiento mental por lo que termine cayendo rendida. Me desperte con sobresalto y me incorpore sudorosa y algo desorientada. Todo estaba oscuro. Me costaba respirar; habia tenido una pesadilla horrible, pero por un momento habria jurado que era real. Gael aparecia en casa de Cloe y me pedia perdon entre lagrimas, arrepentido y nervioso. Y cuando me acercaba a el para perdonarle, empezaba a carcajearse al tiempo que la figura de Ursula aparecia a su espalda. Los dos me senalaban riendose como locos. <>, gritaba Gael. Yo intentaba salir de alli, pero las paredes cada vez se acercaban mas a mi y el espacio se hacia cada vez mas pequeno y asfixiante. Gritaba llamando a mis amigas, pero la voz no me salia. ?Que cono habia sido eso? ?No tenia bastante con lo que habia pasado que hasta los suenos tenian que recordarmelo? Encendi la luz de la mesilla y puse los pies en el suelo. Estaba frio, pero al estar en pleno mes de agosto se agradecia. Respire hondo y me levante. Me acerque hasta la cocina y me bebi un vaso de agua fria de la nevera. Mis amigas ya estaban durmiendo. Mire el reloj de la cocina que colgaba sobre la mesa y vi que eran las cuatro y cuarto de la madrugada. No queria volverme a acostar y sonar de nuevo con cosas por el estilo. Cuando me dirigia hacia la terraza para tomar un poco el aire, vi mi bolso colgado en una de las sillas del comedor. Me lo quede mirando. ?Y si cogia el movil y lo encendia? Lo mismo mis padres me llamaban y, si lo tenia apagado, igual se asustaban. Si, claro, Naira. Lo mas probable es que tus padres te llamen a las cuatro de la manana; es lo mas logico. Vale, lo reconozco; queria encenderlo para ver si Gael habia vuelto a intentar contactar conmigo. ?Pero es que era masoca o que? !Lo que tenia que hacer era olvidarme de el e intentar pasar pagina! Pero, claro, no creo que fuera la unica persona en el mundo que, en una situacion como la mia o similar, quisiera ver si la otra parte intentaba por todos los medios saber como estabas. Necesitaba encender el telefono y comprobarlo. ?Locura? Si, pero es que le queria. Y no podia olvidarle de un plumazo. Al fin y al cabo, no habian pasado ni seis horas desde el descubrimiento. Era humana... y estaba enamorada. Saque el movil del bolso y fui a la terraza. !Que calma mas agradable se respiraba a esas horas! Mire nerviosa la pantalla apagada del telefono antes de encenderlo. Pero al final lo hice; lo puse en marcha con el corazon a mil por hora. Mientras se reiniciaba, vi que casi todas las ventanas de los pisos de enfrente tenian las luces apagadas; solo en un par de ellas permanecian encendidas. Me pregunte quien estaria tras esos cristales y que estaria haciendo despierto a esas horas. El movil emitio la musiquita de inicio y teclee la clave de acceso. Volvi a dejar de mirar. Preferia hacerlo cuando estuviera cargado del todo, y no esperar nerviosa observando la pantalla para ver si aparecia alguna llamada o no.

  • No es amor, es diciembre de Susanna Herrero

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    Adam Wallace es abogado. No le gustan los quimicos.
    Ariadna Cabana es quimica. No le gustan los abogados.

  • Por ser mujer de Mila Reyes

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    Aqui, los personajes juegan un papel muy importante. Libra, es la oprimida pero que con la ayuda de su madre logra escapar de un futuro de sumision. Yares, es la luz con la que todas suenan y a la que estan dispuestas a seguir. Y Lago Verde, no es otro que el camino hacia la libertad.

  • !O no hay trato! de Carolina Gattini

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    El destino y la mala suerte llevan a Miriam a la desesperacion. No es capaz de pagar sola el alquiler al que se habia comprometido con su reciente ex, las deudas la ahogan y finalmente decide vivir en un lugar con todas las comodidades, "comodos" sofas, bano y ducha, salas de reuniones…, es decir, la oficina donde trabaja.
    Miguel Garmendia esta a punto de perder lo unico que tiene, la empresa que levanto desde joven porque precisamente dedico su vida a trabajar, en lugar de disfrutar de ella como hicieron sus amigos y hermanos. Confiar en la persona equivocada, su contable, le ha llevado practicamente a la quiebra. Sin embargo hay una esperanza, conseguir la herencia de su madre, bajo la condicion de casarse. Claro que, no es tan facil encontrar a una mujer que quiera casarse con un hombre como el y renunciar a una vida normal, aunque sea por unos meses. O tal vez si… El unico problema es que esa mujer es adicta al sexo y la abstinencia de ese matrimonio no es compatible con ella… Asi las cosas… Miriam tendra que establecer sus propias condiciones… !O no habra trato!

  • Coleccion Especial Policiaca de Raul Garbantes

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  • Relatos de amor de Perla Mucino

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    En el 2015, estaba sentada a la orilla de una banqueta conversando con un amigo… Le platicaba de algunas historias que conocia; historias que habia escuchado a lo largo de mi vida y que, si bien distaban mucho de ser un cuento de hadas, eran autenticos relatos de amor. El, por su parte, me contaba de lo afortunado que habia sido en el amor comparado con el resto de sus amigos, decia que nunca estaria lo suficientemente agradecido con Dios por ello. Cuando me conto su historia, me encanto y me conmovio bastante; era una de esas historias en que no puedes dejar de pensar en su magia. Resultaba evidente que mi amigo era muy, pero muy afortunado. Emocionados por la historia, hicimos planes a futuro; estos incluian: una boda, ropa especial para los novios, banquete, flores y muchas cosas mas. Todos estos planes se cristalizarian en el 2020, pero en el 2019, mi amigo... !murio! Su perdida significo para mi, un duro golpe emocional. Ese fue el motivo que me llevo a escribir Relatos de amor. [?][?][?] Estaras en el ultimo relato de este libro, amigo. Ahi, viviras por siempre. Escribir es inmortalizar... Marissa se va Cuando el <> solo cambia de forma Mi nina hermosa, !no llores!, !aqui esta papa! !Marissa!, !si sigues corriendo te puedes caer! !No vas a salir con esa falda a ningun lado, jovencita! Que descanses princesa... te amo. Enseguida vuelvo, voy a ajustar cuentas con aquel patan. [?][?][?] --Papi... ?te gusta como se ve? Su tierna voz me saco de mis recuerdos. Vi a mi Marissa de cuatro anos preguntandome si se veia bien con su traje de hadas, se veia tan bella y tan alegre. --!Papa!, ?estas bien? --pregunto Marissa un poco angustiada--, te noto distraido. ?Vas a estar bien, verdad papi? --Si, mi nina, estoy bien, solo estoy pensando --le conteste con tristeza--, hace apenas unos anos usabas vestidos verdes con brillos y mallas amarillas y... !mirate ahora! --Papa, eso fue hace demasiados anos --exclamo--, yo tenia entonces cuatro anos y era un festival de primavera. --Si, lo se --anadi--, pero no pudimos quitarte esas mallas en varios dias porque creias que si te las quitabamos se acabaria la primavera, tu madre tuvo que banarte con ellas... !Sonia! -- murmure con tristeza al recordarla--. Tal vez tu madre estaria llorando ahora mismo si te viera vestida asi. --Papa... --dijo cabizbaja--, mama nos mira desde el cielo y si te pones triste, ella tambien lo estara. !Ven papi!, vamos por agua, tengo algo de sed. Nos levantamos, se colgo de mi brazo y caminamos en busca de agua. Yo solo queria alargar el camino, deseaba estar con mi hija el mayor tiempo posible. --Debo aceptar --confese--, que no se como reaccionar. Tu madre ya me habria dado algunos consejos para actuar con cordura y superar estos sentimientos tristes, me habria abrazado y me habria contado algun chiste tonto sobre la ocasion, pero no esta y no se como sobrellevar esto yo solo. --Papa --susurro con ternura--, deberias reirte porque tengo dos horas pensando en que mi mama diria que mi cabello parece un nido de golondrinas o algo parecido. Rei su observacion, sabia que su madre habria dicho algo similar y seria un comentario muy acertado, ese peinado parecia un nido de pajaro. Mi princesa habia heredado el sentido del humor de su madre, asi como su calidez y amabilidad. En cambio yo, un viejo de cincuenta y cinco anos, estoy amargado por la perdida de mi amada esposa y, ahora, por la partida de mi hija: mi mas hermoso tesoro sobre la tierra, la flor mas hermosa de mi jardin. ?Que sera de mi sin mis dos pilares? Lo habia pensado con tal intensidad, que no me di cuenta que mis pensamientos salieron por mi boca. --!Papa! --expreso con carino mientras me abrazaba--. Yo estare contigo siempre, y siempre necesitare de ti. No me ire nunca, solo estoy creciendo. Sus palabras sonaban tan calidas y certeras, que no pude oponerme mas. !Era verdad lo que ella decia! Mi hija solo estaba creciendo y seguiria su camino como yo lo segui en su momento... como lo siguio su madre conmigo. Entonces, por que habria de entristecerme el ver a mi retono florecer y enraizar en una mejor tierra, por que deberia dolerme su maduracion y crecimiento. Eso no tenia ningun sentido. --Tienes razon mi nina --comente convencido--, no es una despedida ni nada parecido. !Hagamos lo propio! Tome su mano, la mire a los ojos, le sonrei y nos dirigimos de vuelta al dormitorio. --!Vamos, mi nidito de golondrina! --dije en tono de broma--, !tenemos algo pendiente! Quince minutos despues caminabamos hacia <>. !Al fin!, ahi estaba yo llevando a mi hija del brazo, caminando en medio de un pasillo flanqueado por personas y, mientras caminabamos hacia el altar, los recuerdos de mi princesa me rondaban por la mente mientras escuchaba la marcha nupcial que, a decir verdad, me sabia mas a una marcha funebre. Vi a lo lejos a aquel nono, bobo, pazguato, papanatas que me habia arrebatado a mi mas hermosa flor. Ahi estaba el, esperando como buitre a que la presa muriera, mirando a mi Marissa con la misma sonrisa de idiota que lo caracterizaba. Y mi hermosa princesa, tan feliz y nerviosa como nunca. Tan bella ella, con ese vestido blanco y ese velo que le cubria la cara evitando que vieran su angelical sonrisa. ?Que puedo hacer?, me he prometido no llorar y no maldecir. Solo debo dejar a mi hija seguir su camino con quien ella ha escogido para compartir su vida. Sonrei, respire profundamente y entregue su mano a el: al maldito nuevo heroe de mi princesa. !La fiesta fue un exito!, mi hija estaba tan feliz como nunca y... si mi hija era feliz... !yo tambien deberia serlo! [?][?][?] Han pasado seis anos desde la boda y, como lo prometio en su momento, mi nina nunca me olvido. Ahora, Fernando, mi yerno, me ha hecho comprender la frase de la que siempre me burle: <>. El ha sido un excelente companero de mi amada Marissa, la ha tratado muy bien y que decir de... --!Esperen!, !que esperen, les digo!, !los atrapare!, !ya veran! Bueno, ustedes me disculparan, pero a estos pilluelos tengo que alcanzarlos... --!Manuelin, Yesenia!... ahora que les ponga la mano encima... !me los comere a besos!, !ya veran!

  • Cleptomanas de Kirsten Smith

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