• manuel javier molina aldavero - Manuel Aldavero

    https://gigalibros.com/aventuras-de-un-detective-privado-especial.html

  • Manuel Javier Molina Aldavero - Administración de Fincas

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    España · Gerente · ALDAVERO - Administración de Fincas

  • Eva Pérez Fernández - Jefa de Sección de Tecnologías de la ...

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    Madrid y alrededores · Jefa de Sección de Tecnologías de la Información · Biblioteca Nacional de España

  • competencias profesionales del docente - Dialnet

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    Información del libro Las competencias básicas: competencias profesionales del docente. ... José Manuel Sáez López ... José M. Aldavero Molina.

  • Rodriguez - Últimos 30 días: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Rodriguez-Libros-%C3%9Altimos-30-d%C3%ADas/s?k=Rodriguez&rh=n%3A599364031%2Cp_n_date_first_available_absolute%3A831288031

    de Javier Larraín Parada | 25 noviembre 2021 ... de Manuel Muñoz Rodríguez | 9 febrero 2022 ... de Raquel Aldavero Rodriguez | 26 febrero 2022.

  • El Colegio de Abogados de Murcia reconoce a sus letrados ...

    https://www.laverdad.es/murcia/ciudad-murcia/colegio-abogados-murcia-20200228145935-nt.html

    28 feb 2020 — ... Antonio Morte Molina, María del Carmen San Nicolás Pérez, ... Ángeles Aldavero Morales, Francisco Javier Pato Acosta, Manuel Anastasio ...

  • Yo fuí a EGB - Probablemente los libros de texto de EGB...

    https://www.facebook.com/yofuiaegb/posts/probablemente-los-libros-de-texto-de-egb-m%C3%A1s-bonitos/2712342832109728/

    Probablemente los libros de texto de EGB más bonitos. ... Manuel Carmona Castellano, profile picture ... Almudena Lopez Aldavero, profile picture.

  • sierranevadaed4: ¿Qué te ha ha parecido el segundo módulo?

    https://abierta.ugr.es/mod/forum/discuss.php?d=131

    de Javier Aldavero Barahona - domingo, 14 de noviembre de 2021, 20:05 ... así como uno de los múltiples libros del profesor Manuel Titos:

  • Memoria del departamento - UCLM

    https://www.uclm.es/Departamentos/MemoriaDepartamento?cod_departamento=295&anio=2020

    ... de Rojas Aldavero, Jorge Hernando García, Alex Diaz Molina, Javier Toledo ... José Luis Sánchez de Rojas Aldavero, Manuel Andrés Rodrigo Rodrigo, ...

  • Apartamento 16 de Adam Nevill

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    Algunas puertas deberian permanecer cerradas… En Barrington House, un elegante bloque de pisos londinense, hay un apartamento vacio. Nadie entra, nadie sale. Y ha permanecido asi durante cincuenta anos. Hasta que una noche el vigilante oye unos ruidos despues de medianoche y decide ir a investigar. Lo que experimenta alli basta para cambiar su vida para siempre. La joven Apryl llega a Barrington House procedente de Estados Unidos. Ha heredado un apartamento de su misteriosa tia abuela Lillian, fallecida en extranas circunstancias. Se rumorea que Lillian estaba loca. Pero su diario insinua que estuvo implicada en un suceso terrible e inexplicable varias decadas atras. Decidida a averiguar algo sobre esta excentrica mujer, Apryl comenzara a desentranar la historia oculta de Barrington House. No tardara demasiado en descubrir que un mal que transforma a la gente aun habita el edificio. Y que la puerta del apartamento 16 es el acceso a algo mucho mas terrorifico…

  • Hasta que nos separe el amor de Vanessa Lorrenz

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    Madeleine miraba la luz resplandeciente del sol, que se reflejaba sobre el agua cristalina de la piscina de su casa. El clima era magnifico para pasar una tarde sobre una tumbona. Como siempre, tenia su pequeno block de notas donde dibujaba todas las creaciones que llevaria a cabo cuando fuera a estudiar a la universidad, queria ser la mejor disenadora de moda que existiera en Manhattan. Su madre le decia que dejaria a la sombra a todas esas disenadoras que no hacian mas que crear pura basura. Su familia era una de las mas adineradas de la ciudad, su padre contaba con una empresa multinacional que daba los mejores rendimientos, economicamente nunca le habia faltado nada y sus padres siempre estaban al pendiente de ella, pero tenian tantos compromisos laborales que nunca tenian el tiempo suficiente para estar con ella. Se puso sus gafas de sol, pues la luz le daba directa a la cara, y aunque tenia un sombrero de ala ancha no queria que por un descuido su piel se resintiera, tomo un poco de protector solar para cubrir su piel apinonada. Sus rizos rubios brillaban resplandecientes, a sus dieciocho anos ya se proclamaba como una belleza, y su padre estaba orgulloso de ese hecho, decia que era hermosa e inteligente y asi lo confirmaban las tres cartas de las mejores universidades de diseno que estaban esperando una contestacion por parte de ella, el unico problema es que aun no habia decidido a cual asistiria. Tenia tantos suenos e ilusiones que no podia esperar a que llegara el momento de comenzar a estudiar para disenar la mejor moda que se hubiera visto jamas. Iba a pasar las vacaciones con su abuela paterna. Resultaba que su padre siempre penso que era huerfano de madre, desde muy chico tuvo que luchar en la vida por ser alguien e ir escalando posiciones sociales, pero de un momento a otro, cuando ya tenia un futuro establecido, su abuela aparecio en la puerta de su casa para ejercer el papel de madre. Para todos fue una sorpresa, Madeleine tenia cerca de diez anos y acepto la noticia con agrado, los abuelos por parte de madre hacia tiempo que habian fallecido, asi que encontrarse a esa edad con una abuela fue lo mejor que le pudiera pasar. Y lejos de lo que pensaran, Valery Rochester tenia una enorme fortuna en sus cuentas bancarias y vivia de manera muy acomodada en una de las mejores zonas residenciales del extrarradio. Saldria al dia siguiente, aunque la casa de su abuela no estaba lejos, queria tomarse el dia para ella sola. Con una sonrisa comenzo a dibujar en su block de notas el diseno de un abrigo que seguro volveria loca a mas de una de sus amigas del instituto. La carretera que llevaba a la zona residencial parecia sacada de esas peliculas de terror donde solo se ven alrededor grandes arboles formando una perfecta fila, por suerte, en cuanto llego a la pequena comunidad donde vivia su abuela pudo conducir mas tranquila. La enorme casa de dos pisos que se dejaba ver frente a ella no era nada comparada con su casa en la ciudad, pero suponia que para una persona sola, como su abuela, estaba mas que bien. Bajo del coche sonriente, levantando sus gafas de sol para ver a su abuela en el porche, esperandola con los brazos abiertos, tenia cincuenta y cinco anos pero aparentaba cuarenta y cinco. Su rubia melena rizada estaba recogida en un mono alto, ese dia lucia un elegante vestido color azul con una chaquetilla en color perla, ver las zapatillas del mismo color del vestido casi la hace gritar, las habia visto en el Vogue la semana pasada y no lograba conseguir unas, y su abuela tenia unas por las cuales ella mataria sin lugar a dudas. -- !!No lo puedo creer, abuela!! ?Como has conseguido esas zapatillas?, !estaban agotadas!, la disenadora ha dicho que no volvera a fabricar ese modelo. --Contactos, nina, se llaman contactos, pero ?que manera es esa de saludar a tu abuela?. !Ven aqui y dame un abrazo! Sonriendo se acerco para abrazarla, su inconfundible fragancia de Chanel inundo el ambiente. --Dime que no fuiste de compras sin mi, abuela, estas usando un perfume nuevo. --Nina, de vez en cuando es bueno darse una escapada. --No se si podre perdonarte que no me invitaras. --dijo mientras comenzaban a entrar en la casa, ya se ocuparian los del servicio de subir su equipaje. Pero por el momento necesitaba pasar un tiempo charlando con su abuela. Pasaron la tarde sentadas en la terraza tomando un te helado, resulta que su abuela se habia dado su escapada a Paris y no le dijo nada, de manera que estaba simulando que estaba enfadada porque no la habia invitado a ir con ella. Sobre todo sabiendo que a Madeleine le encantaba Paris. Su abuela tenia una infinidad de historias por contar, mas aun con su reciente escapada, estaba escuchando muy atenta como su abuela salio a cenar con una disenadora muy famosa cuando algo en el jardin llamo su atencion. No fue algo, mas bien fue alguien, nunca en su vida se habia topado con un chico que le alterara el pulso incluso estando a distancia. Su abuela estaba tan emocionada contando sus anecdotas que no se dio cuenta de que ella estaba perdida observando aquel chico. Al parecer trabajaba para su abuela, porque estaba cortando el cesped de la parte lateral, tenia el cabello rubio ligeramente ondulado, desde la distancia en la que estaba no era posible distinguir el color de sus ojos, era alto, muy alto, calculaba que tendria como veinte anos, una diferencia de dos anos con respecto a ella. --Nina, ?que miras tan ensimismada? --su abuela la miraba sonriente mientras dirigia su mirada a el objeto de distraccion de su nieta--vaya, veo que nuestro Jason ha llamado tu atencion. --Tendria que estar ciega para no percatarme de su presencia, abuela. ?Quien es? --Es el nieto de mi vecino, lleva aqui dos meses, le he dado trabajo cortando el cesped, aunque mas que trabajo es un favor, ya que no me cobra nada. Es un buen chico, lastima que viva en Houston. --Tan lejos--dijo mordiendose el labio inferior, necesitaba conocerlo a como diera lugar-- supongo que regresara para estudiar la universidad.

  • Sin compromiso (Tessa Leoni 2) de Lisa Gardner

    https://gigalibros.com/sin-compromiso-tessa-leoni-2.html

    La nueva reina del suspense vuelve con un nuevo caso de la investigadora Tessa Leoni.

  • Cuando el olvido nos alcance – Raul Garcia Reglero de Raul Garcia Reglero

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    En un mundo sin memoria, cuatro personas conviven con el resto de la poblacion en un planeta distribuido por comunidades donde la gente se agrupa en funcion de su capacidad economica. No existen las fronteras. Cualquiera puede residir en cualquier lugar, siempre que se lo pueda permitir.
    La historia de la humanidad ha sido eliminada. La manipulacion mental, ampliamente aceptada, permite borrar los recuerdos mas dolorosos, otorgando a las personas que se someten a ella, una nueva libertad.
    El hacking mental es utilizado por grupos mafiosos sin escrupulos con la intencion de manipular a su antojo a una parte de la poblacion. Solo la Amapola, un movimiento que no se resigna a aceptar este orden, se opone con vehemencia.
    Sin embargo, la intrinseca confusion ligada a esta sociedad, hace que nadie sea lo que aparenta.

  • La liebre que se burlo de nosotros de Andrea Camilleri

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    Si realmente un dia logramos saber que opinion tienen de nosotros los animales, estoy seguro de que no nos quedara mas remedio que desaparecer de la faz del planeta, cubiertos de verguenza. Yo, afortunadamente, ya no estare. Pero quisiera que algun bisnieto mio entregara a los animales un ejemplar de este librito para que pudieran tener de mi, y de muchisimos otros como yo, una opinion, ni que fuese ligeramente, distinta.

  • Mar de fuego de Natalie C. Parker

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    Cuando su familia es asesinada por el tirano Aric Athair y su sanguinario ejercito de Balas, Caledonia Styx decide trazar su propio rumbo en los mares y capitanear el Mors Navis con un grupo de chicas que tambien ha perdido a sus familias. Tienen una mision: sobrevivir y derribar la flota armada y acorazada de su peor enemigo.
    Pero cuando la mejor amiga de Caledonia se salva de un ataque con la ayuda de un Bala desertor, Caledonia se cuestiona si debe permitirle formar parte de su tripulacion. Quiza el sea la clave para derrotar a Aric de una vez por todas.
    ?O SU PRESENCIA PONDRA EN PELIGRO TODO POR LO QUE TANTO HAN LUCHADO?

  • Sabor de amor (Carta de sabores 1) de Dacar Santana

    https://gigalibros.com/sabor-de-amor-carta-de-sabores-1.html

    Primer libro de la serie <>.
    La romantica historia de amor de Simonetta Copano.

  • Damiselas a la venta, camisetas de Noelia Jimenez Sanguesa

    https://gigalibros.com/damiselas-a-la-venta-camisetas.html

    Cuando Kenai y Malai decidieron irse de viaje a Kioto para pasar sus tres meses de vacaciones, no pensaron en que se encontrarian con su peor pesadilla. Aunque, mas bien, deberiamos hablar en plural. Camelia y Dalia, dos inseparables amigas que habian decidido hacia algunos meses emprender la aventura de irse a vivir a algun lugar totalmente desconocido para ellas, vieron en los muchachos la oportunidad de romper con su rutina.
    Tras varios encuentros fortuitos con los chicos, Camelia y Dalia decidieron que lo mejor que podian hacer era divertirse un poco con ellos. Despues de hacerles pasar las mil y una, los chicos empezaron a tener sentimientos encontrados hacia las dos alocadas amigas.
    Lo que las chicas no sabian era que acabarian enfrentadas consigo mismas por intentar conseguir el amor de sus vidas. Pero, ?serian capaces de volver a vender sus corazones por dos chicos en apuros?

  • Angel en una libreria de Rj Scott

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    D C AP I T U L O U NO Michael: No recuerdo a menudo en detalle cada vez que soy parte de una familia. Recuerdo los grandes eventos: las guerras, los nacimientos, las bodas y las muertes. Por eso estoy aqui, despues de todo, y escribo todo lo mas fielmente que puedo. Aun asi, el tiempo avanza muy rapido y estoy feliz de dejarlo pasar. Hasta que encuentre al hombre que me hara decidir que el tiempo debe pasar mas lento, para poder quedarme. Un dia conocere a la persona que me hara sentir. El sera fuerte, seguro y perfecto para mi, y querre ascender para ser humano solo para estar con el. Y, si, se que es un el. Siempre lo he sabido urante mucho tiempo, Joshua Blakeman permanecio inmovil en la calle fuera de la tienda. La gente caminaba a su alrededor, algunos chasqueaban sus lenguas, otros pasaban rozandole como si pudiera ser empujado y quitado de en medio. Nadie se detuvo y le pregunto si estaba bien. El nunca espero que lo hicieran. Era un hombre extrano envuelto en un abrigo de invierno con un gorro que le cubria la cabeza y una bufanda que le ocultaba la boca, y estaba bloqueando su camino al trabajo. Detras de el, el autobus numero quince se detuvo con dificultad, y algunas de las personas que lo habian empujado ahora luchaban por conseguir un sitio en el. Josh no escucho ninguna maldicion o discusion; todos encontraron un lugar en silencio. El sabia como era eso. Durante los ultimos siete anos, habia usado su bolsa de mensajero e inflado su metro setenta y ocho para intimidar y conseguir a su manera un espacio de pie en los trenes del metro. Se habia vuelto tan bueno en eso que con el uso juicioso de su voluminosa bolsa, podia ir de Baker Street a St. Paul en menos de quince minutos. Pero eso fue ayer. Eso fue un monton de ayeres antes. Mucho antes de su crisis. Mucho antes de que todo se fuera a la mierda y terminara aqui de pie y mirando. Esta era su vida ahora, esta pequena rata que corre entre el metro y el autobus en St. Paul. Nadie sabia que estaba alli, o al menos nadie se detuvo. No habia Starbucks, ni Costa, ni vendedores de periodicos, ni historia de ningun famoso que viviera en la plaza. No habia absolutamente ninguna razon para que un viajero se tomara un momento para ver que habia en los jardines de Horus. Los turistas a veces vagabundeaban por este lugar, esta pequena plaza silenciosa, y a veces, muy raramente, se quedaban. Habia cesped en alguna zona para sentarse en paz antes de la siguiente etapa del dia. Podrian ir al Palacio de Buckingham o a la Torre de Londres, podrian tener entradas para el London Eye o un crucero por el Tamesis. Todos tenian un proposito, y todo lo que dejaban aqui en la plaza era basura. --Joder, --alguien maldijo en la cara de Josh mientras se lanzaba sobre el. No agrego nada, simplemente se alejo, dejando a Josh con el aroma del ajo de la noche anterior y el desodorante y la locion para despues del afeitado de esta manana. Josh se pregunto lo cerca que esa persona estaria de una crisis nerviosa. ?Estaba a semanas de distancia, o solo habia vendido su alma al comercio y todavia estaba fresco como un recien nacido? --Lo siento, --dijo, a pesar de que la persona se habia ido hace mucho tiempo. Pero no se movio. Se limito a mirar fijamente el letrero que tenia delante, las grandes letras CERRADO pintadas en escarlata sobre un tablero que cubria la puerta, y los remolinos blancos que empanaban las ventanas. Alli estaba todo lo que Josh no queria, y todo lo que necesitaba. --Jesucristo, --espeto una mujer mientras se desviaba para evitarle--. Malditos inmigrantes. --Dejo el aroma de Chanel y el insulto era nuevo. Se echo una ojeada a si mismo. Vestia un abrigo de Marks and Spencer, vaqueros Levis y botas de cuero, y el panuelo envuelto alrededor de su cabeza era de cachemir, el mejor diseno de John Lewis. Aun asi, el estaba parado aqui como un idiota, y eso significaba que era etiquetado instantaneamente como cualquier tipo de molestia que la gente pudiera imaginar. --Lo siento, --dijo otro hombre mientras atrapaba la rodilla de Josh con su maletin. El hombre claramente no estaba arrepentido. Josh conocia bien ese tono de voz desdenoso e irritable. El mismo lo habia usado lo suficiente. Finalmente se acerco, solo un pequeno movimiento, las llaves un gran peso en su bolsillo. Luego otro paso. Por algun milagro, nadie mas choco con el, hasta que finalmente llego a la entrada de Capitulo Uno y la puerta empotrada. Al menos en este area protegida, el hielo no se colaba a traves de la lana de su abrigo. Aqui habia silencio y no estaba en medio del camino de todos. Saco las llaves de su bolsillo y las barajo para encontrar la que estaba marcada con FRONTAL. Los pulcros capiteles en la letra de su padre le causaron un escalofrio en el corazon que no fue del todo debido a los vientos de finales de octubre. Torpe al principio le dio vueltas y consiguio meter la llave en la cerradura y abrir la puerta. El tintineo de una campana de plata anuncio su llegada, y tuvo que empujar con fuerza para mover una acumulacion de correo basura y cartas a un lado. Algunas de ellas parecian oficiales, pero ya habia ordenado las facturas online y por telefono. Todos los que trataban con la libreria tenian una direccion de contacto de la casa de Josh y su madre. El podria preocuparse por el correo mas tarde. La oleada de olores lo golpeo, la ranciedad de un interior que no habia visto la luz del dia en casi un ano y el olor de los libros que se encontraban justo como en el dia que su padre los habia dejado. El gran espacio estaba lleno de estanterias, pero carecia de lo que le habia dado proposito y vida: su padre, Andrew Blakeman. El dolor apunalo a Josh con fuerza, y se quedo quieto cuando el peso lo empujo hacia abajo. Al menos esta vez no era un obstaculo en el camino mientras se quedo absolutamente inmovil. La ultima vez que habia estado alli, su padre estaba detras del mostrador con sus gafas de montura oscura y sus guantes blancos, trabajando en una nueva adquisicion, reparando una encuadernacion para que el libro pudiera ser vendido. Los dedos de Josh se crisparon ante la idea. Habia sido aprendiz de su padre durante algunos anos, hasta que el atractivo de los ordenadores lo arrastro lejos. Conocia el cuero, los paneles y las planchas, y podia moverse con sutileza a traves de una discusion sobre recubrimientos en oro si no lo presionaban demasiado con preguntas. Habia una caja frente al mostrador, con lo que parecian libros de segunda mano, una copia de Marley & Yo asomando por la parte superior. Su padre siempre tenia personas que le dejaban cajas de libros, y Josh nunca habia entendido por que su padre no les habia dicho que llevaran las cajas a una tienda de caridad. Porque cualquier libro es precioso y nunca sabes que gema o herencia familiar puedes encontrar con los Grishams y los Kings. Diez meses desde que su padre habia muerto y aun las palabras estaban grabadas en su memoria como si fuera ayer. Su telefono sono en su bolsillo, y se quito los guantes y lo saco. Se habia prometido a si mismo que no seguiria revisando ese maldito telefono, pero incluso despues de este periodo de tiempo, aun no habia perdido el condicionamiento de responder. La sola palabra, Mama, en la pantalla, le tenia casi guardando el maldito telefono de nuevo, pero no podia hacer eso. Ella querria saber. --Hola mama. --Joshua, carino, ?has llegado ahi bien? A Josh no le gustaba recordarle a su madre que habia logrado llegar a la ciudad de forma segura durante siete agotadores anos y que ella no se habia preocupado entonces. Eso le habria valido uno de esos suspiros patentados de paciencia de mama y un comentario sobre como las cosas habian cambiado ahora. Esa era una lata de gusanos que no queria volver a destapar hoy. --Acabo de entrar. --?Como se ve todo? ?Esta bien? Josh se miro a si mismo. Nada se habia movido desde el dia en que su padre murio. Solo el y su madre tenian llaves, y nadie mas habia estado dentro. Incluso los cuadernos estaban abiertos en el escritorio para los pedidos, y una pequena pila de periodicos locales hablaba sobre el diciembre mas lluvioso desde que comenzaron los registros. Diez meses, casi once, y el lugar seguia siendo el mismo. --Esta bien, --resumio--. Polvoriento. --Gracias por hacer esto, --dijo mama--. Se que he estado alli para ocuparme de la calefaccion, pero no podia tocar los libros, sus libros, simplemente… todavia no. --Esta bien, mama. Revisare las tuberias, ordenare la publicacion y me abrire paso por la lista. --Y Josh, no olvides que Phil pidio una segunda llave. Si se vende Capitulo Uno, tendra que dejar entrar a los agentes y posibles compradores. Josh se trago su respuesta instintiva. De ninguna manera en el infierno iba a hablar con Phil o darle la llave de este lugar. El tio Phil, el hermano de su padre, habia mostrado un interes desmedido en esta pequena propiedad recientemente, bajo el pretexto de apoyar a su cunada. Dijo que solo queria ayudar, pero Josh tuvo un mal presentimiento cuando Phil estuvo rondando. El padre de Josh habia dejado este lugar a su esposa, y Josh seria el que vendiera la libreria y el inventario, haciendo una nueva vida para su madre. No el tio Avaricioso Phil. Pero en el momento en que su madre dijo que queria vender, Phil le habia exigido que recibiera la ayuda adecuada. Josh hara esto por mi. Sera bueno para todos nosotros. Ahora no era el momento de discutir con su madre. --Esta bien, --dijo en cambio. --Espero que esto no sea demasiado para ti, --dijo. Las palabras fueron suaves, y Josh se pregunto si ella incluso habia tenido la intencion de decirlas en voz alta. --Mama, estoy bien. Te llamare, ?de acuerdo? --Termino la llamada rapidamente y coloco su telefono sobre el mostrador. La tienda estaba oscura debido a la madera clavada en los marcos de las ventanas, y mantener la puerta abierta para tener luz no iba a funcionar con este frio. Pulso un interruptor y las luces del techo se encendieron. Las facturas aun se pagaban con la electricidad minima, las tarifas comerciales y el agua. La lista era interminable, especialmente para un negocio que estaba inactivo y no tenia un ingreso equilibrado. El frio del exterior se precipito sobre el en una rafaga de viento de octubre y cerro la puerta. Finalmente, cuando hubo encendido la calefaccion, pudo quitarse el abrigo y el sombrero, y luego ir en busca de una tetera. La calefaccion se habia mantenido baja durante todo el ano, con su madre apareciendo de vez en cuando para comprobar que todo estaba bien. Incluso ahora se preguntaba por que ella no estaba alli organizando el inventario. Pero ella parecia pensar que deberia ser el, dijo que podia usar el tiempo para considerar lo que haria a continuacion. ?Y que diablos iba a ser lo siguiente que iba a hacer de todos modos? Nunca mas volveria a trabajar para una institucion financiera, y la idea de ser uno de esos tipos de IT por cuenta propia le lleno de pavor. Enfocate. No tenia leche, pero el cafe negro era una posibilidad si habia algo aqui. Su padre habia mantenido una pequena cocina y habia ofrecido a los buscadores en la libreria una seleccion de cafe, aunque fuese instantaneo, o te. La pequena nevera estaba vacia, afortunadamente. Josh tenia pesadillas al pensar en lo que en todo este tiempo le habria pasado a cualquier comida o bebida que quedara alli. Habia bolsitas de cafe, y permitio que el viejo grifo vertiera agua en el fregadero hasta que la corriente se asento antes de llenar la tetera. Con un cafe negro que lo calentaba desde adentro, fue mas capaz de catalogar coherentemente su entorno. El lugar no estaba humedo, lo cual era bueno. Habia existencias alli que podrian ser rescatadas y vendidas. No obtendrian mucho por eso, y muchos de los libros irian a obras de caridad, pero tal vez podrian recuperar lo suficiente como para cubrir la calefaccion que se necesitaria para ver este lugar durante otro invierno. El letrero de fuera de la libreria de segunda mano yacia en el suelo, apoyado entre las pequenas muestras de publicaciones periodicas de su padre y narrativa romantica, y Josh se agacho para inspeccionarlo. ‘Capitulo Uno’ se leia en escritura cursiva antigua. Era un nombre genial para una libreria, incluso Josh tuvo que admitirlo. El letrero estaba oxidado y era mas que probable que solo fuera apto para la basura. El rastreo la metalica C y movio el cartel un poco para que no presionara demasiado en ningun inventario que pudiera salvarse. Tal vez podrian obtener algo por el letrero. ?Un lugar de reciclaje o algo asi? Habia visto cosas extranas en el televisor. Alguien podria quererlo para su granero convertido o alguna otra mierda de arte que el no conocia. El cartel era tan viejo como el negocio, y eso era mas de cien anos de antiguedad. Los suelos de madera estaban sin brillo, pero puliendolos con un tinte o algo asi se verian bien de nuevo. Josh agrego eso a la lista de cosas que hacer cuando se quitaran todas las estanterias. Hablando de eso… Examino la base del sistema de estanterias mas cercano, preguntandose si el suelo habia sido colocado antes o despues de que se construyeran los estantes. Todo llegaba casi al techo, pero parecia estar encima del suelo de madera, gracias a Dios. De hecho, habia un pequeno espacio debajo de cada estante de libros y un fuerte recuerdo le golpeo.

  • Nunca sere tu heroe de Maria Menendez-ponte

    https://gigalibros.com/nunca-sere-tu-heroe.html

    Andres es un joven que no vive su mejor momento: esta harto del colegio, de su madre, de su eterno acne… Solo le anima dibujar comics, su novia y odiar a Jorge, el pijo del colegio. ?Que hara para encontrar su sitio en la vida? Humor y lios en una novela que resalta la importancia de la amistad y el esfuerzo.

  • En el corazon del lobo (Wolfheart 1) de Jess Gr

    https://gigalibros.com/en-el-corazon-del-lobo-wolfheart-1.html

    Desde Nino siempre se me ha dicho que el caracter de un hombre es como tener dos lobos que habitan en constante pelea en el corazon. El lobo negro es violento y sediento de venganza mientras el blanco es compasivo, misericordioso y sabe amar. Y que solo ganara la pelea el que yo alimente mas.
    En ese entonces no entendi a que se referia, hasta ahora…

  • Nunca vuelvas atras de Lara Sanchez

    https://gigalibros.com/nunca-vuelvas-atras.html

    Cuidado con lo que leas, porque nada es lo que parece

  • El otro ingles de Ilsa Madden-mills

    https://gigalibros.com/el-otro-ingles.html

    Un britanico ardiente.
    Una americana despechada.
    Una noche que se olvidaron de quienes eran.

  • La vida da muchas vueltas de Laura Martinez

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    ?Que pasa cuando el chico mas popular del instituto te propone un trato?
    Puede pasar cualquier cosa…

  • Un rincon llamado hogar de Isabella Marin

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    Lo dejo plantado en su baile de graduacion. Anos mas tarde, cuando toda su vida empieza a desmoronarse, Zooey regresa a casa y sus caminos se cruzan de nuevo. ?Sigue siendo T.J. el mismo chico enamorado de ella, o la vida le ha hecho cambiar? ?Y que es lo que siente Zooey exactamente por el?

  • Yo soy la duena de Erina Alcala

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    De Cadiz a Montana... Mara, la madre de Mia, vivia en un pueblo de Cadiz, pero en verano trabajaba de camarera de pisos en un hotel de la capital. Alli conocio a un chico americano de una de las habitaciones que limpiaba. Habia tenido un affaire con ese chico, hijo unico, cuyos padres tenian un rancho en Montana hacia veintidos anos atras. Luke, habia ido con sus padres de vacaciones y ella se enamoro de el y se quedo embarazada de Mia. Fue un amor de verano y ahi quedo todo. Luke volvio a Montana y ella se quedo alli. A los dos anos, Mia se caso con un chico gaditano que entro en el hotel a trabajar, Pepe, que acepto a Mia como su hija. Despues, la madre de Mia, ya no se quedo mas embarazada. Cuando se hicieron pruebas, Pepe, no podia tener hijos y se volco en Mia como si fuera realmente hija suya. La vida de Mara fue relativamente feliz, pero nunca olvido al verdadero amor de su vida Luke, aunque quiso mucho a Pepe y su hija creyo siempre que era su verdadero padre. Pasaron los anos y aquello quedo en el olvido. Pepe, murio cuando Mia tenia siete anos, de un accidente laboral, un dia de viento y lluvia. Y su madre ya no volvio a casarse. Pepe, le duro cinco anos, tan corto el tiempo... Y se dedico de lleno a cuidar a su hija. Cuando Mia entro en el Instituto, su madre padecio un cancer de pecho, del que se recupero al cabo de ano y medio y Mia tenia que cuidar de su madre, cuando no pudo ir a trabajar. Hacia la comida, estudiaba, limpiaba y cuidaba a su madre. Afortunadamente tenian una casa pagada y el seguro de vida de Pepe y su madre se saco otro por si le pasaba algo no dejar desamparada a su hija. Se recupero pero ya no fue la misma, siempre haciendose pruebas, siempre de baja del trabajo cada dos por tres y cuando estaba en segundo de Universidad Mia, haciendo Derecho y ADE, su madre recayo de nuevo con metastasis y le dieron poco mas de dos anos de vida. Luke y Mara habian tenido contacto de vez en cuando por carta, cuando el se caso con una mujer que tenia un hijo. Pero su vida fue paralela a la de Mara, el amor de su vida tambien. Nunca la olvido y cuando murio su mujer, cuando su hijo, adoptado, Set, estaba en la Universidad, le escribio a Mara. A partir de ahi se escribian de vez en cuando y Mara le conto que Mia, era su hija, que estaba en el instituto, le mandaba fotos. Luke, le propuso que se fuera al rancho con el, seria un estimulo para sacar su rancho que se iba a pique, pero Mara estaba ya enferma y se lo dijo. Cuando recayo Mara de nuevo y Mia estaba en la Universidad, ella aguanto todo lo que pudo, pero se apagaba lentamente y entonces fue cuando Luke supo que el tambien estaba enfermo. Su hijo Set, por su parte, montaba una empresa de Turismo en Helena y no queria saber nada del rancho. De hecho, nunca le dijo que estaba enfermo. Y Set, no volvio por el rancho en casi tres anos, montando su empresa y viajando y su padre, le presto dinero para ello. Sin embargo, Luke no queria morirse sin ver a su hija y se lo dijo a Mara y acordaron que en cuanto terminara la Universidad, la mandaria con el o si el vivia cuando ella muriera. Mara murio tres meses despues de que su hija terminara la Universidad. Y fue en esos meses, antes de morir, cuando le conto toda la verdad a su hija y le pidio que se fuera con su padre. --!Pero mama!, aunque se ingles y me defiendo, no quiero irme al otro lado del mundo. --Carino, ?que vas a hacer sola aqui?, tu padre tiene un rancho y quiere que lo lleves, tiene planes. Aquello es precioso --Y le ensenaba las fotos que Luke le mandaba. --Son preciosas. Si. --Y conoceras a tu padre. Se que te gustara aquello. Llevar un rancho es un gran trabajo que ya tienes. Aqui no tienes a nadie, estaras sola y no quiero que estes sola. Y con tu carrera sabras gestionar un rancho. Un rancho es una empresa. --Mama, estoy acostumbrada a vivir aqui y ademas no vas a morirte. No quiero hablar de eso. --!Ay carino!, sabes que si, pero si te vas con tu padre, yo me ire tranquila. --Esta bien, te lo prometo, me ire, pero si aquello no me gusta, me vengo. --Eso me gusta mas, mi nina. Te quiero mi amor. Has sido una gran hija. Y seras una gran mujer. Seras feliz alli. Ya veras. Al mes de morir su madre y con veintiun anos, llegaba al aeropuerto de Helena, donde el capataz del rancho, Bill, la esperaba para llevarla a su nueva casa. Bill, era joven, mas de treinta anos y en el camino, le conto, que Luke estaba enfermo y ella penso que tenia mala suerte con todos sus padres. Que el rancho estaba dejado de la mano de Dios y que su hijo, su hermanastro Set, no queria el rancho. Habia estudiado Turismo y estaba levantando una pequena empresa en Helena, donde ella habia llegado, la capital del estado. Mas o menos la puso al dia. Pero conocer a Luke, su padre fue quererlo, aunque este guardaba secretos. Lo quiso y lo cuido, y pasaban largos ratos de charlas interminables y supo que su madre fue el amor de su vida, como ella lo fue del suyo, aunque quiso tambien a su mujer, pero no fue igual. El rancho era maravilloso, sin embargo, Luke sabia que se moria y que, aunque estaba todo para tirarlo y renovar todo, no quiso hacerlo, queria estar con su hija todo el tiempo que le quedaba, pero el padre le dijo que harian planes y cuando muriera ella iniciaria el proyecto de su vida, renovar el rancho y llevarlo. Mientras, hacian planes e incluso planos los ultimos meses en que vivio su padre, con un arquitecto del pueblo. Mia fue feliz en ese rancho casi tres anos, aprendio ingles a la perfeccion, hasta que Luke, su padre, murio una manana. Y de nuevo se quedo sola. Sabia que tenia trabajo por delante a partir de ahora, lo que no sabia era el dinero que tenia para poner al dia el rancho, pero si tenia promesas, no darle dinero al hijo adoptado de su padre y que le devolviera lo que le habia prestado, dos millones de dolares si no cumplia su voluntad. Y no llamarlo hasta que se leyera el testamento. Aunque Set llamaba a su padre, a veces se demoraba y el padre no quiso que viera su muerte. Gina, la mujer del capataz, limpiaba todo y hacia la comida para los pocos chicos que tenian y para ellos. Solo tenian apenas quinientas cabezas de ganado y o arreglaban ya los graneros o no llegarian al invierno. Y ella tuvo que llamar a su hijo Set y decirle que su padre habia muerto. Y el dia que al dia siguiente debia estar en el rancho porque se leia el testamento. Y Set, se quedo de piedra y se sintio culpable por no haber ido en mas de dos anos a ver a su padre, estando tan cerca. ?Como es que nadie le habia avisado de que su padre habia muerto? No habia podido asistir al entierro, pero Mia le dijo que todo se lo explicarian cuando llegara. Set, penso que era la secretaria del notario y no quiso insistir, pero se sintio irritado por no haber sido avisado, incluso con su padre por no decirle que estaba enfermo, cuando pregunto de que habia muerto. Hubiese ido a verlo, como no. Aun asi, la culpa no lo dejaba dormir. Estaba nervioso por lo que iba a encontrarse. Llamo a su abogado de la empresa y amigo Devin y ambos pusieron rumbo al rancho. --!Llevate tu coche y yo el mio por si tengo que quedarme! --Como quieras, ?cuando nos vamos? --Ya, deja lo que tengas, nos vamos. CAPITULO UNO --No me esperaba esto Devin --Dijo Set en la puerta desvencijada del rancho --Mi padre siempre ha querido fastidiarme. --Eras su unico hijo, Set, y queria que llevaras el rancho. No digas eso hombre. Querria que siguieras sus pasos al volver de la universidad. Un unico hijo. --Pero si esto no es un rancho, esta para caerse todo. ?No lo ves? Empezo a abandonarlo cuando me fui a la Universidad, tras morir mi madre. Ademas, no necesito su dinero, tengo el mio, mi empresa dara diez veces mas ingresos que este pedazo de tierra baldia. Le avise que lo vendiera y se viniera conmigo a Helena. Se que tengo que terminar de pagar el edificio y quiero comprarme un apartamento para no pagar alquiler, aun estoy pagando hipoteca del edificio y alquiler del apartamento, las dos cosas, pero la empresa va bien. Y en pocos anos tendre todo comprado y sin hipotecas. --Tu padre es de campo, nunca hubiera querido irse a la ciudad. Lo hubiese matado estar entre edificios. Tu, lo conocias bien. --?Has echado ya un vistazo a tu alrededor? El notario esta a punto de venir. --La verdad es que esta todo en mal estado, pero hace mas de dos anos que no vienes a verlo y estabas a dos horas y media. Pero yo, me he dado una vuelta y he preguntado. --No he venido porque he tenido mucho trabajo. --Sabes que no es una buena excusa Set. Y ahora tiene unas quinientas cabezas de ganado, pocas para este rancho. Esta desperdiciado. Incluso donde duermen los vaqueros esta en mal estado. Tiene cinco vaqueros creo. Y Bill el capataz, con el que he hablado y su mujer Gina que se ocupa de las casas y la comida. Nada mas. A ver que vas a hacer con ellos. --Despedirlos y vender el rancho, !Que voy a hacer! Aqui no voy a quedarme. --Bueno, al menos se ha enterrado con tu madre, donde el queria. Ya te contara el notario todo, he podido averiguar poco. Me ha dicho que esperara, que venia hacia el rancho. --Pero si lo vendo, tendre que llevarme sus restos y los de mi madre al cementerio del pueblo. Es que ni siquiera me dijo que estaba enfermo Devin. ?Tenia que estar enterrado antes de que viniera? --El lo dispuso asi, Set. A lo mejor no queria que lo vieras enfermo, ni morirse… --!Dios esto esta!... Es algo. La casa, todo, en mal estado. No me daran ni cinco centavos por esto. Y necesito ese dinero para terminar de pagar la hipoteca del edificio, asi podre comprarme una casa en Helena y generar todo ganancias. No se que tendra mi padre, nunca me lo dijo. Me presto dos millones de dolares para la empresa. --?No te los dio? --No, me los presto sin intereses, pero me dijo que debia salir por mi cuenta y devolverselos cuando pudiera. --?Tu padre tenia dos millones de dolares? --Los tendria. El rancho es grande. Nunca supe que capital tenia mi padre. Pero debia tener, ya que mis abuelos y el han trabajado el rancho toda la vida. Fue un rancho prospero y rentable hasta hace unos anos. Sin embargo, nunca me hablo de lo que tenia. Otra cuestion es su estado. Pero en sus tiempos fue un rancho grande y prospero. Y mi padre siempre fue un hombre ahorrativo. Tiene bastante terreno, a pesar de su estado. --Si, la tierra es grande. Es una gran extension de terreno. Mira ahi viene el notario. --?Y esa mujer quien es? --Pregunto Set? --No lo se Set, espera, que eres impaciente, sera su ayudante. --?Ayudante, con vaqueros y una coleta? Parece una limpiadora. Es... --Ya se que es, tranquilo. --Se saludaron y pasaron a lo que era el salon desvencijado, de muebles viejos y antiguos. Se sentaron Devin, Set, la chica que le parecia a Set, un raton asustado y el notario. --?Quien es ella? --le dijo Set al notario. --Ahora te enteraras Set. Tranquilo. Tu padre dejo todo escrito. Empiezo ya si tienes mucha prisa. --Si, tengo que salir de viaje. Tengo prisa y mucho trabajo. Saco el notario una carta. --Es de tu padre. --Dirigiendo su mirada a Set. Querido hijo Set: Nunca quise que me vieras enfermo, por eso no te avise y deje acordado que cuando volvieras al rancho, que se que no lo quieres, pero que te gustaba tanto de nino cuando tu madre te trajo aqui. Tenias cinco anos y me case con ella. --?Como, dijo Set?, ?No era mi padre biologico? A estas alturas, ya sabras que no era tu padre biologico. Me case con tu madre cuando tenias apenas cinco anos, pero te acepte como mi hijo y siempre lo fuiste. Tu madre tuvo un parto dificil y no pudimos tener mas hijos y no me importo porque la quise toda mi vida. Nunca me dijo quien era tu padre. Nunca lo supe y jamas hablamos de ello. Viviamos bien en el rancho, un buen rancho y eramos una familia, hasta que fuiste a la universidad y dejaste de interesarte por el. Y tu madre murio. Espero que me perdones que no te avisara de mi entierro. No queria que me vieras morir ni que supieras que estaba enfermo. Como veras, a tu lado, esta Mia, Mia Ramos. Es la hija de un amor de juventud, cuando fui a Espana de vacaciones. Mi hija, aunque no tenga mi apellido. Y Set, miro incredulo a Mia... Soy su padre, pero cuando su madre hace mas de dos anos, murio, me la encomendo. Siempre estuvimos en contacto como amigos. No pienses mal, tu madre fue muy importante en mi vida y ella, un amor de juventud y una gran amiga hasta que su marido murio y me dijo que tenia una hija y me la traje aqui conmigo hace dos anos. Ella ya sabe que soy su verdadero padre, cuando su madre enfermo se lo dijo y cuando murio hace dos anos, me la traje de Cadiz, Espana. De donde es y donde vivia sola, con Mara, su madre. Ha aprendido ingles en estos dos anos, aunque ya sabia defenderse y me ha cuidado, todos los dias con el cancer que he tenido de pulmon. Se que no te lo dije, pero no has venido en estos anos tampoco a pesar de estar tan cerca. Estabas muy ocupado montando tu empresa y yo, no podia viajar, y me hubiese gustado verte y tambien no verte para que no me vieras como estaba.

  • Miss Nicholls de J.f. Morgan

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    Cloe Nicholls venera el amor verdadero, ese sentimiento puro de novela victoriana, inexistente en la realidad; una utopia que, asume, jamas conocera. Asi discurre su aburrida relacion con el hombre que su padre ha elegido para ella. Este posee todas las cualidades para enamorar a Cloe, pero no logra alojar ese turbador sentimiento en su corazon.

  • Los juegos de mi jefe de Megan Rose

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    Cuando Tatiana consigue su primer trabajo, conoce a Hugo, quien ademas de ser su jefe, la adentrara en un mundo desconocido para ella.
    Los juegos sexuales seran adictivos, pero hara que toda su vida cambie por completo.
    ?Estara dispuesta a seguir con todo eso?
    Si son simples juegos, ?que ocurrira cuando su corazon le muestre que hay mucho mas detras?

  • Que grande eres, pequena de Marta Marin

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    Su expresion risuena y su mirada timida. Su pelo ahora es rubio pero es el de siempre, largo, liso, suave y con olor a hierbabuena. Lleva un vestido azul con la espalda descubierta que le queda estupendamente a conjunto con unas sandalias de tacon alto y, aunque esta mas delgada, me sigue pareciendo un pecado llevar tres anos sin poder deleitarme con todo su cuerpo, tan perfecto para mi, tan hecho a mi medida. No puedo salir de aqui esta noche sin haberla tocado, sin haberla besado, sin haberla hablado al menos.

  • Somos Tentacion (Suenos y Pecados 3) de C. H. Dugmor

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    Ella renuncio a su realidad para ir tras sus suenos. El fue victima de una pasion clandestina que lo arrastro al borde de la locura. Cuando creian que todo era felicidad, aun les quedaba una prueba por enfrentar. Fantasmas del pasado regresaran para enturbiarlo todo y hacerlos caer en la tentacion.
    Mas romance… Mas pasion… Mas suenos… Mas pecados… y muchas tentaciones que los pondran a prueba. ?Caeran en la tentacion?

  • Erase una vez en Londres de Laura Maqueda

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    ?Puede el modelo mas famoso del mundo enamorarse de una chica corriente?

  • Senderos de libertad de Javier Moro

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    Durante tres anos, Javier Moro recorrio miles de kilometros a traves de la Amazonia en avioneta, canoa, autocar e incluso a pie para recrear la epopeya del mayor plan de colonizacion jamas emprendido por el hombre. A traves de la historia de Chico Mendes, un humilde cauchero convertido en baluarte internacional de la defensa del medio ambiente, y de la de uno de los pistoleros contratado para eliminarlo, se desarrolla el drama de unos misioneros desgarrados entre su lealtad a la Iglesia y su compromiso con los pobres, de policias obligados a trabajar para asesinos, de un grupo de indigenas enfrentados a miles de mineros instalados en sus tierras, de los caucheros expulsados a sangre y fuego de sus hogares. Todos ellos, armados unicamente de su valor y de la fuerza de sus convicciones, organizan su resistencia contra los buldozers y los ejercitos de los terratenientes.

  • Victory, en algun lugar desconocido de Maite R. Ochotorena

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    Plymouth, Inglaterra, 1817.
    Tras el horrible asesinato de Anne Pembleton, Sebastian Avendale embarca en el Victory, con destino a la lejana colonia penal de Port jackson. Pero el navio desaparece sin dejar rastro y su familia no vuelve a saber nada de el. Sophie se niega a perder la esperanza. Cuando su padre le habla de la posibilidad de enviar al Oracle a buscarle, siente que la vida vuelve a sonreirle.

  • Sincronicidad de Carl Gustav Jung

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    Carl Jung define la <> como <>. Lo que distingue una sincronicidad de sucesos sincronicos normales es la existencia de un significado subjetivo comun que inevitablemente interpreta el sujeto que la experimenta. Se trata de una teoria que descarta el principio de causa-efecto del paradigma moderno y, al mismo tiempo, es una teoria antimaterialista, puesto que se centra en una experiencia subjetiva que engloba alineamientos supuestamente <> de sucesos.
    Durante su vida, Jung vivio constantes sincronicidades tanto personalmente como en la vida de pacientes de psicoanalisis. En un determinado caso, una paciente excesivamente <> sonaba constantemente con un escarabajo dorado. Jung no podia avanzar en el psicoanalisis con ella debido a la resistencia de un modo de pensar demasiado cerrado. Sin embargo, un dia, tras relatarle la paciente otro sueno, sono un golpe en la ventana, Jung la abrio y en la habitacion entro precisamente un escarabajo verde dorado que se poso sobre la mesa. La mente de la paciente no volvio a oponer resistencia al psicoanalisis.
    Las sincronicidades suelen suceder con mayor profusion en periodos de transformacion: nacimientos, muertes, enamoramiento, psicoterapia, obra creadora intensa, cambio de profesion... En palabras de David Peat, <energia mental se propagase hacia afuera en el mundo fisico>>.

  • Un revolver y siete rosas (Elizabethtown 1) de Brenna Watson

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    Le dolian tanto los pies que apenas podia continuar avanzando. Desde que habian abandonado Cold Harbor, donde la Union habia sufrido una de sus mayores derrotas, se habian dirigido a Petersburg para unirse al asedio de la ciudad. Alli pretendian hacerse con el control de aquel punto estrategico y cortar las comunicaciones ferroviarias que abastecian al ejercito del general Lee. Gabriel Sinclair no recordaba cuantas horas llevaba caminando y, cuando al fin alcanzaron su destino y obtuvieron permiso para descansar, lo primero que hizo fue quitarse aquellas malditas botas. Contemplo, con una mueca de dolor, sus pies ensangrentados y los dedos casi agarrotados y deformes a fuerza de llevar un calzado dos numeros menor al que le correspondia. Al menos, penso, no iba descalzo. No hacia muchos dias que habia contemplado el cadaver de uno de aquellos confederados, que habia cubierto sus pies con pedazos de carton pintados de negro. A su lado se tendio su primo Russell. El y Mitchell Chapman, Mitch, parecian los unicos conformes con su indumentaria, el ultimo a causa de unas relucientes botas que le habia hecho llegar su padre desde Saint Louis, aunque al parecer seguia echando de menos sus zapatos Oxford. <>, se dijo, aunque sin atisbo de acritud. Mitch era un buen chico, y generoso ademas. Compartia con sus companeros casi todo lo que le hacian llegar desde casa, desde dulces a camisas nuevas. De hecho, le habia sugerido a Gabriel intercambiar con el las botas de vez en cuando, solo para que pudiera descansar los pies, pero se habia negado a aceptar. Ya era suficiente con que sufriera uno de los dos, aunque en ocasiones, como esa en concreto, se arrepentia de no haber accedido. David Cassane se sento cerca de ellos, apoyo la espalda contra un arbol y, como era su costumbre, abrio aquel cuaderno de tapas negras que siempre llevaba con el para ponerse a escribir. Gabriel admiraba su capacidad de concentracion. Era capaz de abstraerse hasta en las condiciones mas adversas. --?Que crees que escribira ahora? --pregunto Brett McFarlane con su habitual sonrisa. Se dejo caer junto a Russell, que protesto cuando lo empujo sin querer--. Si no hemos hecho otra cosa que caminar durante dias. --Seguro que esta escribiendo sobre ti --bufo Russell. --Entonces necesitara un cuaderno mas grande --bromeo Brett. Mitch habia encendido un pequeno fuego y colocado una cafetera encima. Por suerte, en ese momento disponian de agua en abundancia, aunque nunca se sabia cuanto iba a durar la buena fortuna. Gabriel aun recordaba la ultima vez que habia recogido el agua de lluvia con sus botas y habia tenido que beber de ellas antes de llenar su cantimplora. David finalizo su escritura antes de lo acostumbrado, guardo el cuaderno en el bolsillo superior de su chaqueta, y la pluma, con sus iniciales grabadas, en el macuto. --?Que creeis que hacemos aqui? --les pregunto a bocajarro. --Impedir que los confederados entren o salgan de Petersburg --respondio Mitch, que siempre parecia el mejor informado de todos. --Es decir, que esto puede alargarse durante dias. --Si, supongo. Cuando la cafetera comenzo a silbar, Mitch la retiro del fuego y sirvio cafe para todos. Gabriel nunca habia sido muy aficionado a aquella bebida tan amarga, pero era una de las pocas cosas que el ejercito distribuia con profusion. Mientras disfrutaban de aquellos minutos de descanso, observo a los hombres que lo rodeaban uno a uno. Se habian conocido en Pennsylvania, al poco de alistarse en el ejercito, y en los tres anos infernales que llevaban juntos se habian vuelto inseparables. Juntos tambien padecieron hambre y sed, un calor abrasador y un frio que a punto estuvo de llevarselos al otro lado. Se habian curado mutuamente las heridas y compartido las provisiones y, en las noches mas oscuras, se habian consolado compartiendo lagrimas y suenos. Eran los mejores amigos que un hombre podia tener, estaba convencido. Gabriel Sinclair aun no podia saber lo que les aguardaba, ni sospechar siquiera que muy pronto iban a perder a uno de ellos en la que seria conocida como una de las acciones mas sangrientas de toda la guerra: la batalla del Crater. Capitulo 1 Elizabethtown, Kansas. Octubre de 1870 El sol aun estaba alto cuando Eleanor Montgomery se bajo del tren en Elizabethtown. La estacion no era mas que un conjunto de tablas desbastadas y una pequena oficina, con los cristales tan cubiertos de polvo que era imposible apreciar si habia alguien en su interior. Un hombrecillo emergio del edificio para ocuparse de que su equipaje fuese colocado en el anden. Cuando el tren se puso en marcha de nuevo, le dedico una leve inclinacion de cabeza y regreso a su cubiculo. Eleanor recorrio con la mirada el modesto apeadero para cerciorarse de que su marido, James Montgomery, no habia acudido a recibirla. Tras casi una semana de viaje desde Richmond, Virginia, llegaba por fin a su destino, al Salvaje Oeste del que tanto habia oido hablar. Se pregunto una vez mas si habia tomado la decision acertada. Un ano antes, tras el fallecimiento de su madre, le sugirio a su esposo la idea de reunirse con el en el Oeste, pero James alego multitud de buenas razones para que no lo hiciera, y ella se plego a sus deseos. La guerra le habia arrebatado a Eleanor cuanto poseia, empezando por su padre y sus dos hermanos, y luego su plantacion de tabaco, que vio arder hasta los cimientos a manos de los yanquis. Su madre y ella se vieron obligadas a aceptar la generosidad de los Cathaway, viejos amigos de la familia, para poder sobrevivir. James Montgomery III habia sido amigo de su padre toda la vida, a pesar de ser algo mas joven, y habia aceptado la propuesta de desposar a su hija como un favor personal. Su fortuna habia sucumbido bajo el ejercito del general Ulysses S. Grant, al igual que la de Eleanor y su familia, y los habitantes del viejo Sur habian tratado de estrechar aun mas los lazos que los unian. Con veinticuatro anos ya cumplidos, Eleanor seguia soltera, y las posibilidades de encontrar un esposo apropiado se habian desvanecido con la guerra. Su padre, que se recuperaba de una herida por aquel entonces que acabaria con el meses despues, habia propuesto un matrimonio de conveniencia que fue aceptado por ambas partes. Eleanor recordo, no sin cierto rubor, su noche de bodas. James era veinte anos mayor que ella, un viudo bien parecido que resulto ser un hombre considerado y atento, en el lecho y fuera de el. Hacia anos que Eleanor habia abandonado sus suenos romanticos de juventud, y vio el matrimonio con James como la ultima oportunidad de no convertirse en una solterona. Solo un mes despues del matrimonio, el se habia mudado al Oeste en busca de fortuna, con la esperanza de regresar con dinero suficiente como para empezar de nuevo. Cinco anos llevaba Eleanor aguardando reunirse con ese hombre que era practicamente un desconocido, y se habia cansado de esperar y de aceptar todas las excusas con las que el habia argumentado esa separacion. Nada la ataba ya a su Virginia natal y su deber era estar junto a su esposo, para labrar juntos su incierto futuro. Habia empaquetado sus cosas y, el dia antes de partir, le habia enviado una carta anunciando su llegada, sin otorgarle tiempo suficiente para una replica en la que intentaria hacerle cambiar de idea. Algo habia fallado en su plan, porque James no se encontraba alli. Sintio que el jefe de estacion la observaba desde el otro lado del sucio cristal de su ventanilla. Se imagino que no debia de ser muy corriente ver a una mujer ataviada con un vestido de muselina sentada sobre un desvencijado banco, rodeada por media docena de baules y otros tantos bultos de distintos tamanos. Esa manana, en el tren, se habia esmerado en acicalarse para causar buena impresion a un marido al que apenas recordaba. La estrategia no surtiria efecto si no aparecia pronto; el aspecto saludable y lozano que pretendia aparentar se iria al traste. Decidio concederle otros veinte minutos, tiempo mas que suficiente para que el hubiese oido el silbato del tren desde cualquier punto del pueblo en el que se hallase y acudiese en su busca. Transcurrio ese tiempo, y algo mas. La espera comenzaba a ser insoportable. Tal vez James no estaba ese dia en Elizabethtown, quizas habia viajado hasta Abilene, a cuarenta y cinco millas de distancia, y habia olvidado dejar instrucciones para que alguien acudiese a recogerla. O, peor aun, tal vez su carta aun no habia llegado. Ese pensamiento le helo momentaneamente la sangre. Se aproximo a la ventanilla, dispuesta a remediar el estado de incertidumbre en el que se hallaba. --?Necesita ayuda? --le pregunto el hombrecillo desde el otro lado del cristal. --Si, por favor --le respondio, ofreciendole su mejor sonrisa--. ?Podria guardar mi equipaje en la estacion mientras voy en busca de mi esposo? --Por supuesto --contesto solicito--. Ahora mismo me ocupo de ello. Eleanor permanecio erguida, retorciendose las manos con nerviosismo mientras el hombre salia de detras del mostrador, cruzaba la puerta y se aproximaba a sus baules. Su aspecto le resultaba simpatico, un hombre pequeno y energico, que caminaba dando saltitos y cuyos ojos, de un azul desvaido, se movian al mismo ritmo bajo la montura de sus lentes. --?Se le ofrece algo mas? --le pregunto, al ver que ella no se movia del sitio. --Le agradeceria mucho si pudiera orientarme. Acabo de llegar y aun no conozco el pueblo. --Me he dado cuenta de ello. --Le sonrio con amabilidad--. Permitame que me presente. Soy Matt Perkins, el jefe de estacion --le dijo, e inclino ligeramente la cabeza al tiempo que sus pulgares se enganchaban de los tirantes que sostenian sus pantalones--. Este es un lugar pequeno, y aqui nos conocemos todos. ?Que necesita saber? --?Podria indicarme como llegar al negocio de James Montgomery? --Le dedico su mejor sonrisa. --Crei que habia dicho que iba en busca de su esposo --contesto el hombre mientras la miraba con cierta suspicacia. --El senor Montgomery es mi marido --aclaro ella, irguiendose ante lo que parecia una inexplicable mirada de reproche. --!Que me aspen! ?Habla usted en serio? --Perkins la observo de arriba abajo, con las cejas ligeramente alzadas y la boca formando una extrana mueca que no supo interpretar. --Desde luego que si --contesto de forma rotunda, atonita ante la falta de modales de su interlocutor--. ?Como se atreve a dudarlo? --Disculpeme, senora, no era mi intencion ofenderla --le respondio con un tono mucho mas suave--. Es solo que no sabia que tuviera esposa… --Le escribi diciendole que venia, pero, como puede ver, no ha acudido a recibirme. Tal vez mi carta no llegara a tiempo --dijo con una voz apenas audible, mientras se recriminaba el proporcionar tanta informacion a un desconocido. De repente, el hombre parecio a punto de sufrir una apoplejia. Se saco un arrugado panuelo del bolsillo y se seco la frente, sin dejar de observarla durante todo el proceso. Luego se coloco las manos sobre los rinones, como si se estuviese preparando para pronunciar un discurso. Cuando volvio a meterlas en los bolsillos y a hundir los hombros, la que estaba a punto de sufrir la apoplejia era Eleanor. --Creo que sera mejor que se siente --le dijo al fin, indicandole el mismo banco que acababa de abandonar. --!Pero si acabo de levantarme! --Lo se, lo se, pero sera lo mejor --le aseguro con un expresivo gesto de las manos en direccion al descascarillado asiento. --?Que ocurre? !Me esta usted incomodando! --Oh, creame que lo lamento, de verdad que si. ?Quiere usted tomar un vaso de agua? --?Un vaso de agua? --Eleanor no salia de su asombro. --Si, claro, que estupidez --contesto Perkins sin mirarla, como si hablara consigo mismo--. Mejor un whisky, ?no? --?Un whisky? ?Pero se puede saber que ocurre? ?Donde esta mi marido? --Las sospechas se acumulaban en el aire como un remolino de polvo--. ?Le ha sucedido algo? La pausa fue tan elocuente que Eleanor cayo desmadejada sobre el banco. --Es eso, ?verdad? --pregunto con un hilo de voz, lamentando no haber aceptado ese vaso de agua. --Me temo que si, senora --balbuceo el hombrecillo--. Creame que siento ser yo quien le comunique la noticia, pero su marido… bueno, su marido ya no esta entre nosotros. --?Mi marido ha… muerto? --Eleanor sentia como si el mundo se hubiese puesto a dar vueltas a su alrededor. --Eso es, senora, exactamente --respondio Perkins, visiblemente aliviado. --?Como? ?Cuando? --balbuceo ella al cabo de una larga pausa. --Sufrio un ataque el domingo, y el medico no pudo hacer nada por el. Dijo que le habia fallado el corazon, asi, de repente. Fue enterrado hace dos dias. Lo siento mucho. Muerto. James habia muerto. Eleanor aguardo a experimentar el aguijonazo de dolor que ya le resultaba familiar, pero, para su sorpresa, no se produjo. Un latido sordo en el interior del pecho, producto mas del asombro que de la angustia, fue la unica senal que se dejo sentir. No era una reaccion inapropiada, se dijo a si misma, teniendo en cuenta que apenas se conocian. Pero era una desgracia. Aun era un hombre joven y era su marido. ?Como habia podido suceder algo tan terrible? ?Que iba a ser de ella ahora? Mientras esos pensamientos cruzaban por su mente, no era consciente de que el jefe de estacion observaba consternado los dos lagrimones que se deslizaban por sus mejillas. --?Quiere que vaya a buscar a alguien? --le pregunto transcurridos unos minutos. Eleanor emergio de su catarsis y observo al hombre, al que le parecia ver por primera vez. Su rostro angosto y veteado de arrugas, enmarcando esos ojillos vivaces de un azul traslucido que ahora parecian ligeramente empanados, las cejas tupidas y aun oscuras, el escaso cabello que ya empezaba a clarear… Su cara ahora amable la contemplaba con cierta preocupacion, que le parecio normal dadas las circunstancias. --No, gracias. No conozco a nadie en el pueblo --contesto mientras intentaba recuperar la compostura. --Podria avisar al reverendo Spencer. O al medico. ?Necesita usted sus sales? --?Mis sales? --inquirio con cierta perplejidad. --Si, ?no las necesitara? ?Y si se desmaya? ?No es eso lo que se utiliza cuando una mujer pierde el conocimiento? --No se inquiete. Estoy practicamente segura de que no voy a desmayarme --respondio, no del todo segura de sus palabras. El cansancio de los ultimos dias parecio abatirse sobre ella. Perkins asintio, aunque no parecio muy convencido con la respuesta. La vio fruncir el ceno y morderse el labio inferior, como si anduviera perdida en profundas cavilaciones, lo que no era de extranar. --?Podria usted indicarme ahora como llegar a la casa de mi marido? --pregunto al fin, clavando en el unos ojos de color miel que de repente parecian demasiado grandes para aquel rostro tan delicado--. Creo que sera lo mas apropiado. --Oh, bueno, vera… yo creo que estara mejor donde la viuda Dupre. Tiene una casa de huespedes y seguro que la acogera con mucho gusto, hasta que se sienta con fuerzas. --Es muy amable, pero creo que sera mas conveniente que me aloje en mi propia vivienda. --Si, por supuesto, pero… en fin… no se como… --Perkins se miraba los pies mientras trataba de encontrar las palabras apropiadas, para mayor consternacion de Eleanor--. Su marido no tenia una casa propiamente dicha. --?Donde vivia entonces? --inquirio, preguntandose que mas desagradables sorpresas la aguardaban--. ?En un hotel, quizas? --Oh, no, no, senora. James Montgomery tenia una buena propiedad --aclaro. --Senor Perkins, ?donde vivia mi marido? --Encima de su local, senora, en una especie de apartamento que se hizo construir a su gusto. Eleanor asintio, aprobando la idea de James de aprovechar el negocio tambien como vivienda, un modo de ahorrar un dinero que pensaba invertir en Virginia a su regreso. --?Y sabe usted donde esta? --pregunto con suavidad. --Por supuesto que si, senora --respondio con desparpajo, como si le ofendiera la idea de no saber donde se encontraba el lugar--. En la calle principal, justo pasada la barberia de Cooper, gire a la izquierda y se dara de bruces con el. --Muchas gracias, senor Perkins. --Le sonrio con dulzura mientras se incorporaba--. ?Me guardara el equipaje hasta que pueda hacer que alguien venga a buscarlo? --No pensara ir alli ahora, ?verdad? --Me temo que no tengo otra opcion. No puedo quedarme aqui indefinidamente, ?no le parece? --No, claro. Pero ya le he dicho que la viuda Dupre estara encantada de acogerla. Es una mujer muy amable, y su cocina es estupenda. --Gracias, lo tendre en cuenta. Ha sido usted muy considerado, senor Perkins, y se lo agradezco mucho. Espero que volvamos a vernos pronto. Eleanor se sacudio el vestido, irguio la espalda y, tras despedirse con un leve y estudiado gesto, cruzo la estacion y salio por el lado que daba al pueblo, que se arracimaba a escasa distancia. Elizabethtown habia crecido alrededor de una calle principal y se habia extendido hacia ambos lados mediante una serie de calles mas estrechas, formando una cuadricula. Eleanor sabia por las cartas de James que el ganado procedente de las propiedades situadas al sur bordeaba el pueblo una vez al ano, con destino a los corrales situados al otro lado de las vias, para ser posteriormente subido a los vagones y transportado hasta las fabricas del Este. Mientras recorria la arteria principal, apenas era consciente de las miradas curiosas de las personas con las que se cruzaba. Las visitas femeninas no eran muy frecuentes en un pueblo que vivia casi exclusivamente del ganado de los ranchos vecinos y de algunas manadas que llegaban desde Texas. Y menos visitas tan elegantemente ataviadas como aquella mujer, cuyo vestido de muselina amarillo palido destacaba como una flor en un prado. La gracia con la que caminaba, sosteniendo con elegancia su sombrilla y balanceando suavemente su ridiculo, atrajo mas de una mirada. Eleanor paso frente a varios negocios y viviendas sin fijarse en nada, buscando con la mirada la columna bicolor que anunciara la barberia del pueblo. Su mente solo registro que el pueblo no parecia demasiado grande, que las construcciones eran solidas y que hacia mucho calor. Los tacones de sus botines resonaban sobre el entarimado de madera con una cadencia ritmica, mientras iba inclinando la cabeza de forma mecanica ante todo aquel que se cruzaba en su camino. Se sentia tan aturdida y cansada que temia detenerse antes de llegar a su destino y echarse a llorar en mitad de la calle, algo que una senorita no debia hacer jamas. Su educacion y sus modales eran lo unico que poseia en esos momentos, y trataba de aferrarse a ellos como a una tabla de salvacion en medio de un naufragio. Se permitiria derrumbarse y llorar solo cuando se encontrase en el interior de su nuevo hogar, sin testigos.

  • En realidad la amiga soy yo de Helena Apalategui

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    (VICTORIA y ARTURO ensayan una escena de baile. El la recoge del suelo y ella, suspendida en el aire, rodeada por sus brazos, se encuentra cara a cara con el. Se rozan los labios. Despues, despacio, el la deja en el suelo. Ella le mira mientras el permanece con los ojos cerrados.) ARTURO. (Se distancia dos pasos.) Muy bien, ha quedado bien. Sobre todo, la ultima parte. VICTORIA. Si. La proxima vez nos liamos. Ha faltado poco. ARTURO. (Saliendo de la sala, como si no la hubiera oido. ) Me voy a cambiar. VICTORIA. Si. Yo tambien. (VICTORIA se queda sola en la sala de ensayo. Recoge una toalla del suelo y se seca el sudor de la nuca. Observa el suelo con la mirada perdida.) INTERIOR/TARDE; VESTUARIO (ARTURO y tres mujeres se cambian en el vestuario. ARTURO, sin camiseta y con una toalla alrededor de la cintura, mete su neceser en la taquilla. VICTORIA se acerca a ARTURO y le acaricia la espalda con un dedo indice hasta la cintura mientras avanza hacia la suya. ) VICTORIA. !Vaya David de Miguel Angel! (Con media sonrisa y dirigiendole la mirada ya desde su taquilla.) Es que no se puede estar mas bueno. No te falta un musculo por marcar. (ARTURO la observa serio y continua cambiandose. Las mujeres que se estaban vistiendo salen del vestuario despidiendose.) MUJER 1a. !Adios! MUJER 2a. Hasta el viernes. MUJER 3a. !Adios, chicos! VICTORIA. Adios. ARTURO. (Sin mirar a VICTORIA.) No soy gay. (VICTORIA de espaldas a ARTURO, se gira sorprendida y mira a ARTURO, que continua hablando.) ARTURO. No se si te das cuenta, solo te diriges a mi cuando no estamos ensayando, para hablarme de mi culo o de mi cuerpo. (Levanta la cabeza y la mira fijamente.) No soy gay. ?Lo sabes?, ?no? VICTORIA. (Todavia vestida, le mira perpleja y balbucea nerviosa.) ?Que? ARTURO. No soy gay, no me gustan los tios. Me gustan las mujeres. (Avanzando lentamente hacia ella.) Esas son las tipicas cosas que le dices a tu amigo gay, o a un stripper al que estas pagando. Lo digo porque me tratas como a un trozo de carne, me tocas como si no me importara, (a medio metro de VICTORIA) y te has tomado unas confianzas conmigo que no creo que te haya dado. Y solo conmigo, ademas. (Carraspea. ) Con el resto eres muy respetuosa. (ARTURO y VICTORIA se miran unos segundos en silencio.) ARTURO. ?Y? VICTORIA. Es que no se..., no se me... ARTURO. ?Te gusto? VICTORIA. (Agachando la cabeza y fijando la mirada al suelo.) ?Que dices? ARTURO. ?Te estabas insinuando? ?O eres una descarada? (VICTORIA levanta la mirada con una sonrisa nerviosa, establece contacto visual unos segundos y vuelve a apartar la mirada.) ARTURO. Si te gusto, en vez de tocarme el culo en el gimnasio, me podrias haber invitado a una cerveza... Dime. VICTORIA. (Mirandole a la cara.) Si. ARTURO. (Bajando la mirada.) Hay un bar a diez minutos de aqui, que han abierto hace poco. Hay musica en directo. (Alza de nuevo la mirada.) Si estas libre el viernes despues del ensayo, vamos. (ARTURO se gira y se aleja unos pasos.) Si te apetece, claro. VICTORIA. (Mirandole.) Vale. ARTURO. (Mirandola de perfil.) Bien. (ARTURO agarra un jabon de la taquilla, sale del vestuario y se mete en la ducha. VICTORIA resopla y comienza a desnudarse. ) INTERIOR/TARDE; CAFETERIA (ANA, sentada en una mesa, bebe una copa de vino y mira el reloj; a los pocos segundos entra ALICIA y la saluda, muy expresiva, desde la puerta. Se acerca a ANA y la abraza. Desplaza una de las sillas de la mesa, cuelga el bolso del asa y el abrigo en la silla, se sienta y hace una senal a un camarero. Este se acerca.) CAMARERO. Hola, ?como estas? ALICIA. Muy bien, ?y tu? CAMARERO. (Mirando a las dos.) Muy bien. ALICIA. ?Los ninos? CAMARERO. Muy guapos; e insoportables. ALICIA. Lo normal a esa edad. CAMARERO. Estoy por quedarme solo con uno de ellos. Como son iguales, al otro no lo echare de menos. (Riendose.) ?Que te pongo? ALICIA. A mi una copa de vino. (Con un gesto de la mano le pide al camarero que se acerque y le susurra algo al oido.) CAMARERO. (Sonriendo y mirando a ANA.) Oido. Enseguida. (El camarero se retira.) ANA. ?No habras pedido que traigan una tarta? ALICIA. !Ay! Que pesada. Es vuestro cumpleanos. (Efusiva.) !Felicidades! No te he dado ni un beso. (ALICIA se acerca a ANA la besa, abraza y se vuelve a sentar.) ANA. ?Y que tienes? ?Treinta y ocho velas en el bolso? Que !por cierto! Julia es una pesada. Me dijo que llegaria puntual. ?Ni en su cumpleanos? ALICIA. Mirala. (Senalando a JULIA que entra a la cafeteria.) Ahi viene la otra melliza de Santa Clara. (JULIA se acerca a la barra antes de saludar y habla con el camarero, despues abraza a ALICIA y le tira de la oreja a

  • Sonrie, te ves mas guapo de Ariadna Baker

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    Sonrie, te ves mas guapo--le dije a Fabio en tono apenas audible sabiendo que me lo iba a tener que currar todavia un poco mas... Y lo de un poco era un decir, porque en las dos semanas que yo llevaba en el grado de fotografia todavia no le habia visto esbozar ni una leve sonrisa. --Tu flipas si crees que lo vas a lograr, Lourdes. Eres una ilusa. --Ya me estaba Gema cargando. --Y tu una mujer de poca fe, te he dicho que lo voy a lograr y lo voy a lograr, ?que te juegas? --Pues una noche de copas en el bar de Adan, que ese si que esta bueno. --Ya, ya, he oido que lo llamas "el paraiso", por motivos obvios. --Claro, te juego tambien lo que quieras a que dentro de nada yo sere su Eva. Le di un coscorron, pero pensando que bendito el momento en el que los caminos de aquella petardilla y el mio se habian cruzado. En los pocos dias que llevaba en Madrid, mi vida habia dado un giro de ciento ochenta grados. Y hablando de grados, si algo me sentaba rematadamente mal de la capital de Espana, era los pocos que marcaba el termometro. Vale que corria el mes de octubre y que no estoy hablando de un frio polar, pero es que, para una canaria como yo, unos grados de menos se convierten en una especie de tragedia que solo puede ser combatida con kilos y kilos de ropa. Que se le va a hacer y ademas ese otono se presento especialmente gelido. --Toma tu sobre camisa, tu jersey, tu abrigo, tus guantes, tus...--Gema no paraba de hacer bromas sobre que yo llevaba mas capas de ropa que una cebolla. --Muy graciosa, tu como eres de Avila y alli estais acostumbrados a convivir con los pinguinos, pues eso... riete de mi, pero ya llegaran los mios. --?Y cuales son los tuyos si es que puede saberse? --Julio y agosto, esos son los mios, con ese calorcito tan rico. --Pero para entonces lo tengo claro, me apalanco en casa de cierta amiga canaria que acabo de conocer y me paso un verano de escandalo. --Tu no tienes cara, ?verdad? --Anda, si estas deseando tenerme de huesped todo el verano. ?Tu sabes lo bien que nos lo vamos a pasar juntas en las islas? Las vamos a quemar... --Cuidadito con lo que dices que ahora la gente esta muy sensible con el tema de los piromanos, no nos vayan a meter presas por tu culpa. --Mira, Lourditas, que yo el mechero lo llevo para echarme un piti de vez en cuando, pero hasta ahi. Mientras hablaba con Gema no podia evitar hacer eso que tanto me gustaba, perderme en las facciones de Fabio. Para no variar, el me pillo mirandole y yo tuve que disimular. Lo hizo con ese gesto afable y carinoso que tanto me atraia, pero mas que serio. Y la pregunta del millon volvia una y otra vez a mi mente, ?que le sucederia para que la amargura se hubiera aduenado de el? Fabio era uno de los mejores, por no decir el mejor en su sector. Su escuela de fotografia gozaba de una merecida fama nacional e incluso diria tambien que internacional, pues algunos de mis companeros de curso habian llegado desde otros paises atraidos por el halo de su fama. Su elevado nivel de profesionalidad estaba fuera de toda discusion. Pero en lo tocante a su vida personal, esa debia ser harina de otro costal... Por Dios que yo no es que me tuviera por una Chiquita de la Calzada de la vida, pero me habia prometido a mi misma arrancarle una sonrisa mas pronto que tarde y yo siempre cumplia mis promesas. Ese pensamiento me llevo a recordar las ultimas palabras que me dijo mi madre antes de embarcar rumbo a Madrid. --Lourdes, prometeme que vas a esforzarte en sacar el curso. Por favor, no dejes que lo sucedido este ano trunque tambien tus suenos. --Te lo prometo, mama--le respondi con total decision, pues a mis veintidos anitos estaba segura de que me iba a comer el mundo. Cierto, me comeria el mundo. Entre otras personas, se lo debia a mi madre. Pero tambien a mi padre, que era el que estaba mas afectado desde que mi hermano Oliver nos dejo. Todavia era inevitable que la piel se me pusiera de gallina cada vez que pensaba en mi muneco rubio de ojos verdes, el nino de mis ojos, mi hermano pequeno... Ojala el tambien nos hubiera dejado para ir a estudiar fuera como yo, a Londres, como el queria. Pero no, Oliver nos habia dejado para ir a un lugar en el que yo estaba segura de que nos esperaba, pues me negaba a creer que jamas volveria a verlo. Todo fue demasiado rapido. La primera vez que en aquella fria consulta del especialista escuchamos el nombre del tumor que habia invadido su cuerpo, mi madre y yo nos quedamos en shock. Como el valiente que era, fue Oliver el que nos animo a la salida de la consulta. Dieciocho anitos tenia y el mas triste de los pronosticos; solo unos meses de vida por delante. Unos meses de vida que nos supieron a muy poco y a los que el les saco el maximo partido hasta el ultimo momento... unos meses en los que yo me fui aficionando a la fotografia gracias a el, pues todo mi afan era mantener vivo su recuerdo a traves de imagenes. Super emotivo fue el tributo que le rendi en casa dias antes de su partida. Para ello trabaje con ahinco y consegui recrear un reportaje con fotos a tamano real que coloque estrategicamente por todo su dormitorio. Sencillamente flipo, pues eran las instantaneas que resumian los mejores momentos de nuestra vida familiar. Ahora, unos meses despues de su marcha, tenia que reconocer que los mejores recuerdos de mi hermano yo los habia grabado en el disco duro de mi memoria; pero parte de su legado lo constituia el amor que me habia transmitido por una profesion en la que yo queria despuntar. Rotos de dolor, mis padres se habian proyectado totalmente en mi tras su fallecimiento. Esa fue una de las razones por la que me animaron a matricularme en la escuela de Fabio, pues despues de documentarnos al respecto, llegamos a la conclusion de que no habia mejor lugar para que yo me formara. --Pero eso debe costar un huevo de pato--les comente. --Nunca hemos escatimado en la formacion de nuestros hijos, y habla bien, Lourdes, que eso si que es gratis--me contesto mi madre. Tanto mi padre, que tambien se llamaba Oliver, como mi padre, Nadia, eran de lo mas correctos. Sin embargo, yo era un poco discola y tenia la lengua un tanto suelta, un defectillo de nacimiento que a mi hermano siempre le hizo mucha gracia. --Oliver, es que yo no puedo ser como tu, que eres mas cumplido que un luto--le solia decir. --Y tu mas bruta que un arado, Lourdes... Lo mismo es que eres adoptada, te dejarian debajo de una vaca para que te alimentaras y papa y mama te recogieron--me respondia el preparandose para recibir el preceptivo capon que yo le daba en momentos asi. Por bruta no me tenia, pero si por un poco deslenguada, como vengo diciendo. En cualquier caso, hubiera dado un brazo porque el pequenajo, con el que me llevaba tres anos, me hubiera llamado asi o como le hubiera venido en gana durante toda la vida. Lo echaba tanto de menos que a veces me pellizcaba para sentir dolor fisico y olvidarme momentaneamente del otro, del dolor en el corazon que me producia que ya no estuviera con nosotros. Desde que nos faltaba, tampoco es que mi madre se hubiera convertido precisamente en la alegria de la huerta, pero como ya he apuntado, el que lo llevaba verdaderamente mal era mi padre, que se habia sumido en un peligroso bucle depresivo del que no encontrabamos la forma de sacarlo. El psicologo nos decia que era cuestion de tiempo, que el solito tenia que pasar el duelo e ir volviendo de modo paulatino a su realidad, pero mi madre y yo teniamos mas miedo que siete viejas de que su caracter hubiera cambiado de manera irremediable para siempre.

  • Te presto mi voz de Cristina Pernas

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  • Binti. Hogar de Nnedi Okorafor

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    Cinco, cinco, cinco, cinco, cinco, cinco --susurre. Ya estaba ramificando, con los numeros dando vueltas a mi alrededor como granos en una tormenta de arena, y senti un profundo chasquido cuando algo en mi interior cedio. Produjo un dolor agradable, igual que al crujir los nudillos o estirar un musculo. Me hundi mas y halle calidez. Podia oler la sangre en mis venas y el aroma terroso del otjize que me habia aplicado en la piel. La habitacion desaparecio. La mirada sorprendida en el rostro de Okpala, mi profesora de matematicas, desaparecio. Aferraba mi edan, y las puntas de su forma estrellada se me clavaban en las manos. --Oh, cielos --murmure. Algo le estaba pasando. Abri las palmas ahuecadas. Como no sabia que no debia soltarlo, lo habria dejado caer si no me hubiese hallado en meditacion matematica profunda. Lo primero que pense fue en la bola de hormigas que vi una vez, con seis anos, rodando por una duna; asi se desplazaban cuesta abajo las hormigas del desierto. Habia corrido para observarla de cerca y chille con alegria y asco ante la fluctuante masa viva de sus cuerpos. Mi edan se retorcia y revolvia ahora como una bola de hormigas del desierto; las laminas triangulares que lo componian giraban, rotaban y cambiaban entre mis palmas. La corriente azul que habia invocado oscilaba rodeando y adentrandose entre las placas como un gusano. Se trataba de una nueva tecnica que me habia ensenado la profesora Okpala y que habia perfeccionado durante los ultimos dos meses. Incluso la llamaba la corriente del <> por su forma y porque requeria emplear la metrica de estos agujeros para activarla. <>, me dije. Una parte reprimida de mi queria lamentarse porque la corriente que atravesaba el edan lo estaba desmontando; debia parar, nunca seria capaz de juntar todas las piezas de nuevo. Sin embargo, abri la boca y volvi a susurrar el numero tranquilizador. --Cinco, cinco, cinco, cinco. <>, pense. Senti una rafaga de viento en la cara, como si algo hubiera pasado por delante. Me pesaban los parpados. Deje que se cerraran... -- oOo -- Me hallaba en el espacio. Oscuridad infinita. Ingravidez. Volaba, caia, ascendia, atravesaba el quebradizo polvo metalico de un anillo planetario. Unas piedras minusculas me acribillaban la piel. Abri un poco la boca para respirar y el polvo me azoto los labios. ?Podia respirar? Un aliento lleno de vida broto en mi pecho desde mi interior y senti que los pulmones se expandian, llenandome. Me relaje. --?Quien eres? --pregunto en el dialecto de mi familia una voz que procedia de todas partes. --Binti Ekeopara Zuzu Dambu Kaipka de Namib, ese es mi nombre --respondi. Silencio. Espere. --Hay mas --dijo la voz. --Eso es todo --repuse, irritada--. Ese es mi nombre. --No. El fogonazo de rabia que me atraveso me pillo por sorpresa. Pero enseguida lo acogi con agrado. Conocia mi nombre. Estaba a punto de gritarlo cuando... -- oOo -- ...Me halle de vuelta en el aula. Sentada delante de la profesora Okpala. <>, pense. <>. Esa furia era un sentimiento horrible. En casa, las sacerdotisas de las Siete Deidades podrian haber dictaminado que tal nivel de rabia era impuro. Uno de mis okuoko con aspecto de tentaculo se contrajo. Fuera, el segundo sol se estaba poniendo. Su brillo se mezclaba con el del otro sol e inundaba el aula de un color que me encantaba, una combinacion intensa de rosa y naranja que los nativos de Oomza Uni llamaban <>. Los ntu ntu eran unos insectos del planeta que ponian huevos de ese intenso rosa anaranjado que resplandecian con un brillo tenue en la oscuridad. La luz ilumino mi edan, cuyas partes simetricas flotaban ante mi en una red de corriente. Nunca lo habia visto tan desmontado y no habia sido mi intencion hacerlo. Lo que pretendia era que el objeto se comunicara por si mismo al filtrar una corriente entre sus trazados. Segun Okpala, eso solia funcionar y yo queria saber lo que mi edan tenia que decir. Sufri un pinchazo de ansiedad. <>, pense con desesperacion. Llena de alivio, observe que todas las partes del edan que se habian separado regresaban lenta y sistematicamente a su lugar. Completo de nuevo, el edan se poso en el suelo ante mi. <>, pense. Tanto el azul de la corriente que seguia envolviendo al edan como el intenso ntu ntu brillaban en la cabeza gacha de Okpala. Tenia una libreta y un lapiz de verdad en la mano, elementos muy terricolas. Escribia con frenesi con uno de esos rudos lapices que confeccionaba ella misma a partir de la rama de un arbol parecido al tamarindo que crecia cerca del edificio de Matematicas. --Te has caido de la rama --dijo sin levantar la mirada. Asi llamaba a ese momento cuando alguien estaba ramificando y de repente dejaba de hacerlo--. ?A que ha venido eso? Por fin habias conseguido que el edan estuviera dispuesto a abrirse. --?Eso es lo que hacia? ?Entonces es algo bueno? --La profesora se rio entre dientes sin dejar de escribir. Yo frunci el ceno y sacudi la cabeza--. No lo se... Ha ocurrido algo. --Me mordi el labio--. Ha ocurrido algo. Centre mi atencion en ella cuando alzo la mirada. Hubo un momento en el que me pregunte si era su estudiante o su objeto de estudio. Deje que la corriente se disipara, cerre los ojos y descanse la mente con la ecuacion tranquilizadora de f(x) = f(-x). Toque el edan. Solido de nuevo, menos mal. --?Te encuentras bien? --pregunto la profesora Okpala. A pesar de curarme con la ecuacion calmante, la cabeza empezaba a dolerme. Y entonces una ira cegadora me inundo como agua hirviendo. --Uf, no lo se --respondi, masajeandome la frente y con el ceno mas arrugado--. No creo que lo que ha pasado tuviera que pasar. Ha ocurrido algo, profesora Okpala. Algo raro. La profesora solto una carcajada. Aprete los dientes, enfadada. Otra vez. Tanta furia... No era propia de mi. Y ultimamente se estaba convirtiendo en parte de mi, porque ocurria muy a menudo. Pero ?mientras ramificaba? ?Como era posible? No me gustaba ni un pelo. Aun asi, llevaba un ano terricola trabajando con la profesora Okpala y si algo habia aprendido era que trabajar con cualquier tipo de edan, sin importar en que planeta se hubiera encontrado, significaba trabajar con lo impredecible. <>, solia decir Okpala. Cada edan hacia algo distinto por distintas razones. El mio, ademas, era ponzonoso para las medusas; aquello me salvo la vida cuando me atacaron en la nave. Por eso Okwu nunca venia a ver mis sesiones con Okpala. Sin embargo, si yo lo tocaba, no me producia ese efecto. Incluso me habia arriesgado a tocar el edan con uno de mis okuoko. Solo asi me di cuenta de que, por muy medusa que fuera esa parte de mi, yo seguia siendo humana. --Ha sido una deconstruccion aislada --dijo la profesora Okpala--. Habia oido hablar de ella. Nunca la habia presenciado. Bien hecho. Lo dijo con toda la tranquilidad del mundo. <>, me pregunte. Ensanche las aletas de la nariz para calmarme. No, eso no era propio de mi. El tentaculo volvio a contraerse y un pensamiento extrano y bastante solido se instalo en mi mente: <>. Me atraveso un escalofrio electrizante de rabia y pegue un salto. ?Quien intentaba hacerle dano? Me esforce por parecer tranquila. --Profesora, tengo que irme. ?Puedo? --dije. Dejo de escribir y me dirigio un ceno fruncido. La profesora Okpala era tamazight y, por lo que mi padre decia tras anos vendiendo a los tamazight, eran gente de pocas palabras, aunque contundentes. Podria haber sido una generalizacion, pero resulto ser cierto en mi profesora. Conocia bien a Okpala; tras ese ceno se daba toda una galaxia repleta de accion. Sin embargo, debia marcharme, y debia marcharme ya. Okpala alzo una mano y la agito. --Vete. Me levante y casi choque contra una maceta que habia detras de mi al darme la vuelta con torpeza hacia donde tenia la mochila. --Cuidado --me dijo--. Estas debil. Recogi la mochila y sali antes de que cambiara de opinion. La profesora no era directora del departamento de matematicas por nada. Seguro que cuando me conocio ya lo tendria todo calculado. No fue hasta muchisimo mas tarde cuando me percate del peso de esa sucinta advertencia. -- oOo -- Tome la lanzadera solar. Como el segundo sol se estaba poniendo, la lanzadera de la universidad se habia cargado por completo e iba a maxima potencia. Tenia forma de serpiente, pero era tan espaciosa que cabian cincuenta individuos del tamano de Okwu sin problema. La capa externa estaba hecha de la piel mudada de alguna criatura gigantesca que residia en alguno de los muchos bosques en Oomza. Me contaron que el cuerpo de la lanzadera era tan resistente que una colision no le dejaria ni un aranazo. Se apoyaba y viajaba sobre un lecho de <>, un aceite verde y resbaladizo secretado sobre la via por unas plantas insectivoras enormes que crecian junto a la estacion.

  • Quinto culpable de Mercedes Pinto Maldonado

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    Todas las vacaciones que recuerdo hasta que cumpli diecinueve anos comenzaron en Salomar al dia siguiente de recibir mis calificaciones de fin de curso. Regresar a nuestro querido pueblo costero era para mi familia el sueno de todo el ano. Mis padres y yo viviamos en pleno centro de Madrid y para ellos su residencia habitual suponia trabajo, prisas y estres. Todo lo opuesto a Salomar, donde cada verano nos esperaba la tranquilidad, el esparcimiento y la diversion, a elegir segun el estado emocional, con toda la libertad de quien es dueno de las veinticuatro horas del dia. Manuela y yo llegabamos antes que mis padres, casi siempre la ultima semana de junio. Mis padres, a causa de su trabajo, comenzaban sus vacaciones el uno de agosto. Pero en el verano de 2012 ni mis padres ni yo teniamos prisa por regresar al chale de la playa. Las vacaciones del ano anterior habian supuesto para los Del Bosque una quiebra familiar de la que dificilmente nos recuperariamos. No obstante, y a pesar de que mi madre y yo le insistimos en que ese ano era un grave error regresar a Salomar, mi padre resolvio que la mejor forma de superar la situacion era retomar nuestras costumbres. Lo cierto es que el era el menos afectado; en gran parte, por su caracter desenfadado y resolutivo y por su natural manera de distanciarse de los problemas para afrontarlos con perspectiva. **** El Audi A6 recorria los ultimos kilometros de la autovia que desembocaba en la costa andaluza. A traves de las ventanillas, mi madre y yo atisbabamos en la lejania la cala que albergaba los mejores momentos de nuestras vidas, pero tambien el mas amargo para mi. Note como se me aceleraba el corazon a medida que nos aproximabamos y la playa se abria ante mis ojos. No podia pensar, mi mente estaba colapsada a causa de una fuerte sensacion de panico. Comence a sudar y senti una imperiosa necesidad de bajar la ventanilla para respirar aire fresco, pero no la brisa salobre de Salomar. Ese verano, lo que antes percibia como un agradable y penetrante perfume marino, me parecia que iba a colapsar mis pulmones. Pero mi padre era ajeno a mi estado de conmocion y pulso el boton que bajaba los cuatro cristales; aunque yo sabia que lo habia hecho a proposito, como terapia de choque para todos, como hacia el las cosas. --Guauuu… Ya no recordaba esta agradable sensacion humeda en la piel. Y este aroma… Tiembla, Salomar, los Del Bosque han regresado --dijo mi padre con un entusiasmo que no parecia fingido. --Creo que voy a vomitar --susurre convencida de no poder retener en mi estomago los dos trozos de ternera que habia ingerido en todo el dia. --?Puedes aguantar un poco? Segun este chisme, estaremos en la puerta de casa en cinco minutos. Asoma un poco la cara por la ventanilla como hacias de pequena cuando te mareabas, siempre te dio resultado. Solo un poco, creo que ahora esta prohibido. Lo hice y, tras dos arcadas, arroje sobre el exterior de la puerta mi exiguo almuerzo. --Eso seguro de que esta prohibido --fue lo unico que dijo mi madre. --Voy a parar --decidio mi padre. --Ya no es necesario, puedo aguantar los minutos que faltan. --Bien. ?Estas mejor? --Si, algo mejor. Pero no, no estaba mejor. Cada vez me sentia mas debil e incapaz de pisar de nuevo las arenas de Salomar. --Toma, bebe un poco de agua --dijo mi madre mientras me daba una botella de agua mineral. **** Despues de que mi padre pulsara el boton del mando, las dos hojas del porton comenzaron a abrirse lentamente. Siempre nos habia parecido un ritual maravilloso que nuestra residencia de veraneo nos diera la bienvenida de manera tan majestuosa y acogedora, como si extendiera dos grandes alas para abrazarnos. Sin embargo, ese 1 de agosto de 2012 me parecio que la casa abria su boca de una forma siniestra. Tuve la sensacion de que ese verano pretendia engullirme. Entonces volvi la cabeza hacia mi izquierda y el placido sueno del pequeno Daniel me rescato de un desmayo. --Hemos llegado, familia --anuncio mi padre mientras los aromas del jardin inundaban el interior del coche. Nadie le contesto. Ni mi madre ni yo nos sentiamos con animos de hacer ningun comentario. La tension se palpaba en el vehiculo. --Mientras descargais, voy a darle el biberon a Daniel y un buen bano. Pobrecillo, esta agotado --fue lo unico que dijo mi madre mientras abria la puerta del copiloto. Entonces aparecio Manuela en la entrada principal, nuestra querida Manuela. --No puedo creerme que esteis por fin aqui. Que alegria. A ver ese pequenin --dijo mientras se aproximaba al coche--. !Pero si esta criado! Que lindo esta. --Tu si que nos has dado una alegria. ?Que haces aqui? --le pregunto mi madre mientras la besaba con carino. --Llenaros el frigorifico y cocinaros algo para la cena. Ademas, estaba loca por ver al pequeno Daniel. Que bonito esta. Es igual que tu, Mariano. Mi madre y yo nos miramos con perplejidad; el parecido entre mi padre y Daniel era inexistente. --Me miras con muy buenos ojos, Manuela, pero creo que mi hijo es mucho mas guapo que yo, gracias a Dios. Manuela habia comenzado a trabajar como interna en nuestra casa de Madrid cuando acababa de cumplir los dieciocho anos. Yo solo tenia unos meses. En realidad, segun su carne de identidad habia nacido varon y se llamaba Manuel, pero ella siempre se habia sentido una mujer y, desde luego, lo parecia. Mi padre me conto que, despues de que un conocido le comentara que en casa necesitaban ayuda domestica, llamo a nuestra puerta y pidio el trabajo. Decia que lo habia conquistado su honestidad, que no habia omitido ningun detalle de su vida personal; estaba viviendo en casa de una amiga despues de que su madre la echara de casa cuando le confeso su homosexualidad. Fue contratada por dos semanas de prueba, pero ese mismo dia mis padres supieron que se quedaria en casa hasta que ella decidiera marcharse. Tambien pasaba los veranos con nosotros en Salomar, y fue alli donde conocio a uno de los pocos pescadores solteros que quedaban en el lugar, se enamoraron y se casaron a los pocos meses. Fue un escandalo en el pueblo, su union dio lugar a habladurias durante semanas. A Paco el Boquetes --llamado asi porque se le daba muy mal coser los agujeros de su red y solia sacarla medio vacia de la barca--, no se le habia conocido relacion alguna en sus cincuenta anos y la mayoria de sus colegas de pesca le hacian el vacio, convencidos de que era homosexual y temiendo las malas lenguas. Que Manuela se enamorara y se casara tambien fue una sorpresa para nosotros que cambio, en buena parte, nuestra rutina familiar. Una semana antes de la boda, Manuela se fue a vivir a Salomar. Hacia ya unos meses que se encargaba de vigilar y cuidar nuestro chale, y desde entonces una fria empresa se hacia cargo de la limpieza del hogar de Madrid. Desde que Manuela conocio a Paco el Boquetes no se le borraba la sonrisa del rostro; era realmente feliz. En un acto casi reflejo, sali del coche y me eche en sus brazos, conteniendo las lagrimas. Fue como si de repente encontrara algo reconfortante entre el dolor lancinante que me aguardaba en aquel lugar desde hacia un ano. --!Ay, mi nina! !Como te he echado de menos! --exclamo mientras me estrechaba contra su sujetador relleno de trapos. --Y yo a ti, ni te lo imaginas. --?Estas mas alta o me lo parece a mi? --No he crecido desde los catorce anos, Manuela. --Pues entonces estas mas delgada, y mas mujer. ?Y ese brillo en los ojos? --me pregunto sosteniendome la mirada. --Nada, que me emociona verte de nuevo. --Bueno, vamos adentro que hay trabajo antes de la cena --nos interrumpio mi padre, temiendo que mis sentimientos se desbordaran. Manuela era unica y fantastica. En una hora todo estaba en su lugar, Daniel dormia comido y banado, y la cena estaba servida. --Yo ya os dejo, que mi Paco tambien querra cenar --nos dijo antes de marcharse mientras se quitaba el delantal--. Si os viene bien, puedo venir este mes de lunes a viernes; mi Paco tiene a su madre muy malita en el hospital de Granada y la pobre mujer solo lo tiene a el para cuidar de ella. Se va los lunes muy temprano y vuelve los sabados. Que vida esta... --Nos viene de maravilla contar contigo estos dias, ahora tenemos mas trabajo que nunca. Gracias, Manuela --le contesto mi madre. --?Que nos va a parecer, Manuela? Pues que estamos encantados y agradecidos --dijo mi padre. --Ea, pues manana temprano estoy aqui con mis cosas. Cenamos en silencio, ni siquiera mi padre fue capaz de articular mas de dos frases. Todos teniamos en mente el ultimo verano y ninguno estaba dispuesto a compartir sus pensamientos. Aunque mis padres ignoraban los episodios mas sordidos que habian acaecido durante aquellos dias de sol y playa. Y que la tragedia interior que suponia para mi regresar superaba con creces el miedo que ellos sentian ante la posibilidad de que volviera a ver a Raul. **** Para la gente, nuestra relacion era un amor de verano sin transcendencia, no solo porque nuestro romance habia nacido a la orilla del mar de un pueblo acostumbrado a ver como sus veraneantes adolescentes vivian relaciones pasajeras; tambien porque nuestros mundos eran incompatibles. Raul era oriundo de Salomar, habia crecido entre campesinos y pescadores, gente sencilla que vivia a mas de cien kilometros de cualquier capital. La inmensa mayoria de los ninos nacidos en el pueblecito pesquero terminaban sus estudios cuando salian de la escuela, igual que el, que desde los catorce anos trabajaba en un taller de reparaciones de vehiculos del municipio vecino. Aunque su caso era algo distinto: le encantaba leer en sus ratos libres, habia conseguido compaginar su trabajo con los estudios y estaba a punto de presentarse a la selectividad confiando en obtener una beca. Aun asi, su formacion pudiera parecer escasa y su personalidad, la propia de sus circunstancias y su medio de vida. Tanto los lugarenos como los veraneantes veian a un muchacho apuesto que, al fin y al cabo, llegaba todas las tardes con las unas negras de grasa a causa de su trabajo en el taller y que limpiaba los fines de semana con la sal del mar haciendo windsurf y pescando cangrejos y pulpos. En cambio, yo era lo que vulgarmente podria decirse una nina bien. Hija de una popular fiscal del Estado y del dueno y fundador de un famoso gabinete de investigadores de Madrid. Nunca me habia faltado absolutamente nada. Desde pequena estudie en los mejores colegios privados y estaba a punto de entrar en la universidad. Como decia mi amiga Sonia: << Lo vuestro es un imposible, hija, pero disfrutalo mientras puedas. Que cono >>. Ella tambien era natural de Salomar. Era bastante ordinaria, aunque muy buena chica y la mejor amiga que he tenido. El amor es asi, te propina su estacazo sin valorar si hay alguna posibilidad de exito. En mi caso, lo que rompio la relacion no fue la diferencia social ni los quinientos kilometros que nos separarian la mayor parte del ano, sino la mas vil violacion, que a mi no me cabia la menor duda de que el habia orquestado junto a sus amigos de la pandilla con premeditacion, alevosia, nocturnidad.

  • El vagon de los huerfanos de Pam Jenoff

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  • Las hijas del Capitan de Maria Duenas

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    Nueva York, 1936. La pequena casa de comidas El Capitan arranca su andadura en la calle Catorce, uno de los enclaves de la colonia espanola que por entonces reside en la ciudad. La muerte accidental de su dueno, el tarambana Emilio Arenas, obliga a sus indomables hijas veinteaneras a tomar las riendas del negocio mientras en los tribunales se resuelve el cobro de una prometedora indemnizacion. Abatidas y acosadas por la urgente necesidad de sobrevivir, las temperamentales Victoria, Mona y Luz Arenas se abriran paso entre rascacielos, compatriotas, adversidades y amores, decididas a convertir un sueno en realidad.

  • Hasta que te Enamores de mi 1 de Beta Julieta

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    La joven ejecutiva Evelyne Taylor lo tiene todo: un buen puesto de trabajo con expectativas de ascender, un padre al que adora y unos amigos con los que puede contar. Lo unico que le falta es una pareja con la que compartir su felicidad. O no.
    ?Para que comprometerse con un hombre si lo que buscan la mayoria es una noche de sexo salvaje y apasionado?
    Desde hace un tiempo ha decidido que no les necesita mas que para eso: se trata solo de sexo. Ni mas. Ni menos. Hasta que conoce a Mark, que se empena en conquistarla y mantener una relacion mas alla de lo carnal.
    ?Podran controlar la irresistible atraccion sexual que surge entre ellos? ?Conseguiran derribar sus propias barreras para llegar a un acuerdo que satisfaga a los dos?
    La guerra entre los sentimientos y la lujuria no ha hecho mas que comenzar…

  • Aniquilame. Navidad de Christina Ross

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    Es Navidad en la costa de Maine, junto a Jennifer y Alex, Lisa y Tank, y Blackwell y sus dos hijas. Lo que al principio parecia una buena idea empieza a ponerse en duda una vez que Blackwell exige que sea ella quien haga la cena de Navidad sin ayuda de nadie mas. ?Estara pensando servirles hierbas variadas e invitarlos a masticar hielo o en una cena tipica hecha por alquien que no tiene ni idea de cocina?

  • Jaque Mate (Ronda mortal 3) de Lina Perozo Altamar

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    La revelacion de un secreto, guardado por anos, trastocara el mundo de Gonzalo Dorta, alejandolo de la estabilidad que habia conseguido, gracias al sentimiento que renacia en el y que creia olvidado. Sentira, que debe escapar de Nueva Orleans y dejar atras, todo lo vivido.
    Sin embargo, una vez mas, Deborah Wallis, lo atraera; dandole nuevos motivos para quedarse, pero esta vez, sus intereses habran cambiado; en adelante, se movera dentro del tablero, en funcion de descubrir la verdad, detras de la fachada de la familia Wallis.

  • Cartas Quemadas de Angel Paudo Veloso

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    Mi abuelo hace mucho que nos dejo, tanto, que yo apenas recuerdo que alguna vez haya estado aqui. En mis escasos recuerdos, el siempre estaba triste, callado, ausente. Por eso, el dia que fallecio, todos lo vimos como un paso mas, no como la interrupcion de algo. Mi abuelo pasaba la mayor parte del dia en su despacho, siempre sentado en aquel mueble de caoba tan senorial. Cuando enfermo, la llave giro sobre la cerradura y aquel despacho quedo cerrado durante muchos anos sumido en la mas profunda oscuridad. Ahora que mi familia se planteaba vender la vieja casa, habia que abrir aquella habitacion y vaciarla, dando salida a todos los fantasmas tristes, callados y ausentes que alli debian habitar. Cuando la puerta se abrio, nadie queria entrar alli, ni siquiera mi abuela. Todos miraban hacia aquella oscuridad como si hubiese algo que ellos veian, pero que yo no podia imaginar. El polvo ocupaba cualquier minusculo espacio de aquella oscuridad infinita. Al final, fue mi abuela la primera que se decidio a entrar y cuando levanto las persianas, incluso a la luz le costaba introducirse en aquel espacio, buscando huecos entre las manchas de los cristales para iluminar la estancia. Mi abuela atraveso la puerta despacio, con cautela, como si tuviera miedo de pisar algun recuerdo que hubiese quedado olvidado en el suelo. Yo la observaba desde fuera sin atreverme a cruzar el umbral, era como un viaje al pasado, a un pasado demasiado oscuro, tras ella la puerta se cerro de nuevo. No tardo mucho en abandonar el despacho, apenas quince minutos. Cuando salio, lo hizo con una vieja caja de zapatos atada con un lazo raido, intente hablar con ella, curiosear que era aquello, pero estaba como ausente, mis palabras no llegaban a sus oidos, camino por el pasillo despacio, con la mirada perdida y, finalmente, entro en su habitacion y cerro la puerta suavemente, luego echo la llave. Mi abuela habia reaccionado de un modo extrano, encerrandose en su habitacion. Ella no era como mi abuelo, a ella le gustaban los cuartos abiertos, nunca antes habia echado la llave de su habitacion. Yo, preocupado, desde la ventana la observaba en silencio, agazapado, con la curiosidad del que ve, que las cosas cambian demasiado rapido e intenta asimilarlas a una velocidad normal, antes de que estas perdieran su sentido, mientras mi familia se desmoronaba rapidamente. A traves de la ventana, podia ver a mi abuela leyendo una montana de cartas que se amontonaban junto a un raido lazo rojo. Mi abuela leia y leia sin apartar la vista, de manera casi enfermiza, como quien ha entrado en un sitio del que ya no puede salir. Mientras ella leia, en la penumbra yo podia ver el reflejo de sus lagrimas descendiendo por sus mejillas. Cuando por fin termino de leer, con los ojos enrojecidos de tanto llorar, amontono las cartas en una papelera, se seco las lagrimas, encendio una cerrilla y les prendio fuego. Mi padre siempre decia que todos queremos dejar algo a nuestro paso por la tierra, pero no por cuestion de ego, en realidad es una necesidad o, mas bien, una obligacion que todo ser humano sentia a lo largo de su vida; y mi abuela le acababa de robar a mi abuelo todo eso en un instante, porque aquellas cartas eran su legado, lo unico que aquel hombre triste y callado habia dejado de su paso por este mundo. Eso y un colgante, con un extrano trozo de metal retorcido que siempre llevaba al cuello como su reliquia mas preciada. Tras las llamas vino el silencio, mi abuela se nego a responder a ninguna de nuestras preguntas sobre lo que alli ponia, sobre aquellas palabras que habian removido tanto en su interior como para hacerla reaccionar de una manera tan encendida. Por la noche me acerque a la papelera y entre los restos negros de papel carbonizado, apenas pude rescatar parte de la direccion de un remite, como unica prueba de que alli antes existieron letras, que formaron palabras, que formaron frases y que juntas cobraron tanto sentido que hicieron llorar a mi abuela desconsoladamente durante un dia entero. Yo, por mi parte, intente que me contase que ponia en aquellas cartas, que se abriera y se sincerase, necesitaba que compartiera conmigo aquello, lo unico interesante que habia aparecido en medio de todo el silencio que envolvia la vida de mi abuelo. Pero, de repente, no tenia nada que decir, parecia que habitaba ahora en el extrano lugar donde antes lo hacia mi abuelo. Era ella ahora la que no hablaba, la que observaba la vida pasar en silencio, ausente, con una mirada perdida. Todo esto provocaba aun mayor necesidad en mi de saber que era lo que habia ocurrido, que era lo que ponia en aquellas cartas y que extrano secreto habia dejado dos vidas en suspension de aquella manera. Mis abuelos siempre habian mantenido una relacion cordial, se querian, se respetaban, pero nunca vi ese algo especial que si observaba en la relacion de mis padres, practicamente, hasta que mi padre fallecio. En pocos anos, los cambios habian sido tantos y afectado a generaciones tan diferentes entre si, que quien podia calificar el comportamiento o las costumbres de una generacion que nada tenia que ver con la nuestra. En cualquier caso, mis abuelos siempre estuvieron juntos, se hacian compania y no se dejaban ni a sol ni a sombra, yo solo eche de menos entre ellos esa pasion que en mis padres desbordaba por todas partes. Yo habia perdido a mi padre por una enfermedad larga y agonica que fue acabando con el poco a poco y, realmente, tengo pocos recuerdos suyos fuera de la cama o alejado de su enfermedad. Ademas, su padre murio en la guerra. Esa era una de las razones por las que la guerra civil era un tema tabu para el, como si, por no hablar de las cosas, estas desaparecieran. La familia para nosotros era un gran conjunto de fantasmas sin ningun recuerdo ni ninguna historia a la que aferrarse. La abuela decia que el abuelo se rompio en la guerra y que no siempre fue un hombre triste y melancolico, el hombre que vino con ella a Alicante fue transformandose a lo largo del trayecto, de manera que el hombre que llego a Alicante nada tenia que ver con el hombre que salio del pueblo. Era como si con cada paso, con cada trecho recorrido, sus recuerdos y lo que el habia sido, se iban quedando alli en el barro, en cada pisada. Pero que hubo un tiempo, antes de que la gente empezase a dispararse unos a otros, en que cuando mi abuelo entraba a un sitio, ese sitio resplandecia, se iluminaba. Despues de lo de las cartas, le di muchas vueltas a todo, yo estaba pasando un extrano momento, una epoca mala, una epoca mala que duraba ya demasiado tiempo. Me habia dejado llevar y estaba completamente perdido, apatico y sin ganas de hacer nada, sin ilusion, sin ninguna meta, asi que me propuse averiguar lo que pudiera de aquellas cartas, a lo mejor asi, averiguaba algo de aquella familia de la que no sabia absolutamente nada. La mia. El domingo, unos dias despues de lo de las cartas, cogi una mochila, guarde en una bolsa de plastico el pequeno trozo del remite, algo de dinero y me subi sin pensarmelo demasiado en un autobus con direccion a Madrid a visitar a una amiga y a buscar un pedazo de la historia. La historia de mi familia, que al igual que la historia del pais durante aquellos anos, se escondia entre las sombras a buen recaudo, enterrada en una montana de remordimientos, rencores y pena, mucha pena. Antes de marcharme, busque entre las cosas de mi abuela y cogi uno de los pocos recuerdos que en la casa quedaban, quiza el unico. Sin contar aquel extrano colgante con un trozo de hierro retorcido, que, desde hacia ya tiempo, era mi posesion mas preciada. Aquel extrano colgante que mi abuelo antes de morir me colgo un dia al cuello, dedicandome una sonrisa, la unica que yo recuerdo haberle visto, pero sin explicarme nada. Asi de raro era mi abuelo. Como digo, cogi ese recuerdo, una foto de aquella epoca en blanco y negro castigada por el tiempo, por si me era de ayuda en mi busqueda. En la foto estaban mi abuelo, mi abuela y un grupo de personas desconocidas para mi, conectadas por sus cuerpos, buscando un lugar en el encuadre, compartiendo el espacio fotografiado con una sonrisa como del que no sabe lo que se le avecina. Estas fotos de antes y del periodo de entreguerras me producian miedo y nostalgia, parecen de una epoca tan lejana, en la que siempre intuyo una extrana felicidad y una mirada con un brillo especial, del que nada tiene y nada espera. Creo que hemos perdido algo necesario y muy importante en este tiempo, pero no se bien que es, solo se que, cuando veo fotos de aquella epoca, los rostros tienen un brillo especial que ahora soy incapaz de encontrar. Es como si, con el paso del tiempo, hubiesemos perdido nuestra razon de ser y ahora no supiesemos muy bien lo que queremos o lo que buscamos. Llegue a Madrid al atardecer, la sensacion al llegar a la ciudad en la que creci era siempre especial y dificil de explicar, una mezcla de nostalgia y de falso arrepentimiento de haberla cambiado por otra ciudad. Pero, sobre todo, me sentia importante, siempre paseaba altivo sintiendome alguien especial por sus calles, aunque era como si se pudiese oler que ya no pertenecia a ella, pero andaba por sus calles con la seguridad de alguien que sabe por donde pisa. Al mismo tiempo, mientras caminaba me sentia insignificante, dejaba de ser alguien, ese alguien que en las ciudades pequenas tenia nombre y apellido y era reconocido por todos, para integrarme en esa masa sin forma con multitud de individuos que vagaba de un sitio a otro sin fijar su mirada en nada ni en nadie. Esa masa donde la singularidad perdia todo su sentido, una autentica contradiccion, como todo lo que esta ciudad me hacia sentir. La casa de Eva estaba en pleno barrio de Malasana, uno de los barrios mas antiguos y autenticos de Madrid. Tenia el encanto de las viejas construcciones de principio de siglo, una corrala donde el cuarto de bano estaba fuera de la casa, aunque varios de los estudios que se habian creado en las antiguas viviendas ya reformadas, disponian de cuarto de bano en su interior. Pero esto te recordaba como habian cambiado las cosas en poco tiempo y esos patios exteriores ahora vacios, te hacian pensar en la vida que antes debian tener en su interior, donde todos sus vecinos se conocian y no se esquivaban unos a otros como hacen hoy en dia y era facil imaginar a toda aquella gente relacionandose y hablando en esa zona donde ahora no habia vida ninguna y donde reinaba el silencio mas absoluto. Eva tardo bien poco en encontrar una direccion y el nombre del pueblo en aquel pequeno trozo de papel casi vacio, con apenas unas letras. Le resulto muy facil, tan solo tuvo que hacer un filtrado en internet y unas cuantas busquedas en Google Maps. Apenas tardo una hora en conseguir algo que yo podia haber tardado toda una vida en averiguar. "Masegoso del Tajuna" en Guadalajara era el sitio elegido, el pueblo al que debia ir a buscar las raices sobre las que descansaba el futuro incierto de mi familia, a punto de ser talado por los rapidos golpes certeros del destino. Es curioso como un pueblo completamente desconocido para mi, con un nombre que me sonaba tan extrano, habia marcado el principio y el final de mi familia. Un pueblo donde descubriria con el tiempo que mi apellido era compartido por gran parte de los aldeanos. Que mis ancestros habian corrido por aquellas callejas y vivido durante decadas en un sitio que para mi era completamente desconocido. Aquel sitio, que no significaba nada para mi, era el sitio donde descansaba toda la historia de mi familia, una clara muestra de que todo lo importante en la vida, queda sepultado por el tiempo. El ?De donde venimos? y el ?A donde vamos? ahora cobraba un nuevo sentido y una de las dos preguntas al final quedaba respondida y quien sabe si quiza la segunda a raiz de este viaje tambien quedase respondida. Porque a veces las respuestas como las desgracias vienen todas de golpe sin saber si quiera si estamos preparados para ellas. Sin mas dilacion, le dije a Eva que al dia siguiente por la manana saldria para Masegoso. Yo no era una persona paciente y una vez sabido el nombre del pueblo no tenia sentido que siguiera en aquella casa, no debia perder mas tiempo en Madrid. Ademas, la situacion con Eva se habia convertido en algo un poco raro e incomodo. Es increible como se puede querer y compartir tanto con una persona y, con solo estar un par de anos separados, ser ahora los dos tan distintos, como dos extranos que buscan a la otra mitad que dejaron, siempre en el sitio equivocado y que echan mano a recuerdos de un pasado tan cercano como lejana esta ahora la quimica que antes habia. Era como, si desde el momento de nuestra separacion, cada uno hubiera tomado el camino mas alejado del que habiamos compartido hasta entonces, pero en direcciones opuestas y nos hubieramos convertido en dos personas tan distintas, que ni siquiera nuestros recuerdos de los mismos hechos coincidian ahora, por no hablar de esos silencios incomodos que estaban cubiertos de reproches. De camino a la estacion volvi a caer en la cuenta de que Madrid sigue siendo una ciudad especial para mi y que siempre lo sera por mucho tiempo que pase y que cada rincon de la ciudad me traia algun extrano recuerdo. Recuerdos olvidados que venian a la cabeza al pasar por aquellas calles. Ahora que me marchaba, en la estacion tuve claro que amaba tanto a Madrid por la capacidad que tenia para ponerme triste. Ademas de encontrarme la direccion del pueblo, Eva me dijo algo en lo que yo no habia pensado. Y es que, practicamente, todo en esta vida tiene su reverso y en este caso, no simplemente era importante la direccion, sino que habia algo mucho mas importante. Todas las cartas que vinieron tuvieron respuesta en otras que fueron y que, aunque mi abuela quemo unas, las cartas de mi abuelo, si es que las hubo, no pudo quemarlas y habia una posibilidad de que tambien descansaran en la oscuridad de algun armario o de alguna caja de zapatos y estuvieran alli esperandome, quiza en Masegoso, aquel pueblo que me esperaba en la provincia de Guadalajara, una provincia que era una autentica desconocida para mi.

  • Amor en la red (Serie Hacker 5) de Meredith Wild

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    Pocos dias despues de su boda, Blake y Erica Landon inician su luna de miel, un viaje que promete borrar las heridas del pasado y fortalecer aun mas su union. Sin embargo, justo cuando los problemas parecian quedarse atras, un escandalo electoral entorno a la figura de Daniel Fitzgerald, candidato a gobernador, salpicara a Blake. Ahora se encuentra en el punto de mira, sus delitos pasados como hacker le pueden pasar factura. La libertad de Blake esta en juego, asi como su relacion Erica. Mientras que el parece rendirse, Erica no lo permitira y estara dispuesta a limpiar su nombre asi como a salvar su relacion. ?Dejara Blake que su pasado le venza? ?O por el contrario podra Erica convencerle para que luche por un futuro unidos?

  • Voz de acero de Vega Fountain

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    !Adios, mama! --Adios, carino que pases un buen fin de semana. No hagas enfadar a los abuelos --sugirio a Alberto por ser el mayor, y por todo lo que eso conllevaba. --Ya lo se, no me lo vuelvas a repetir --le contesto el chiquillo. --Adios, mami --dijo Alba. --Adios, cielo, pasalo bien --repuso, dandole un beso a su hija menor mientras le colocaba la camiseta. --Y tu tambien, mami --le deseo Alba. Claro que lo haria o por lo menos lo intentaria. Esa misma noche saldria de caza. Habia sido una semana muy dura, necesitaba quitarse todo el estres de encima y la mejor forma que conocia era mediante el sexo. Eran muchas las veces que habia pensado en hacerlo de forma <>, ir a un bar convencional, pero no le apetecia nada entablar conversacion con alguien para luego llegar al mismo punto. Asi que, como venia siendo habitual, decidio ir donde siempre, al club de intercambio de parejas donde tantas veces habia estado con su marido. Cuando el fallecio penso en dejar de pagar la cuota y desvincularse del lugar en el que tanto habia disfrutado con la persona que amaba, pero despues de un tiempo decidio que, ?por que? Nunca seria lo mismo, eso estaba claro, pero alli podia desinhibirse de todo, olvidarse durante algunas horas de todo lo que la rodeaba y simplemente evadirse y disfrutar. No se habia sentido culpable por disfrutar, era una cosa que tenia bien clara, ahora y antes, con su marido, pero mucho mas ahora que el no estaba. No porque no disfrutara antes, ahora simplemente era distinto, no tenia esa complicidad y confianza que habia tenido con el con nadie mas. A veces, algunas situaciones le recordaban a momentos vividos con Alberto, pero los borraba lo mas rapido posible de su mente y vivia el momento. El lo hubiera querido asi. Durante una temporada tambien penso en hacer lo que hace todo el mundo, ir a un bar, buscar a alguien, entablar conversacion y si la cosa cuadraba y se daba bien pues, darse un revolcon con algun hombre. Esta ultima opcion la habia desechado hacia tiempo, aunque a veces se lo volvia a plantear. Lo que no queria era implicaciones, ni supuestas confianzas, por eso la mejor opcion era ir al <<(S)experience>>. Era una mujer adulta, desinhibida, sin tiempo que perder en dar explicaciones ni que se las dieran. Eso no entraba en sus planes, el amor se habia acabado, ya lo habia tenido una vez, no necesitaba mas, le duro poco, si, pero cada momento vivido con Alberto habia sido emocionante y muy apasionado. Hacia dos anos que el se habia ido, un terrible accidente se lo arrebato. Durante mucho tiempo estuvo enfadada con el, por abandonarla con los ninos, no podia explicarse por que un hombre tan joven, tan lleno de vida podia morir dejando una familia y un monton de proyectos personales y profesionales sin terminar, pero ya no. Ya lo habia perdonado. Aunque no llegaba a entenderlo del todo, se habia dado cuenta de que el era el que mas habia perdido y que, en realidad, ninguno de los implicados tenia culpa de nada. Asi lo habia decidido, vivir la vida que le habia tocado de la mejor manera posible. Sus hijos eran lo mejor de su vida. Por ellos daria lo que fuera, todo giraba en torno a esos dos pequenos a los que adoraba. Alberto era el mayor, tenia casi siete anos, era un nino muy risueno y algo timido cuando no tenia confianza, fisicamente se parecia mucho a ella, era moreno con el pelo algo rizado y los ojos marrones, en cambio Alba era igual fisicamente a su padre, era mas rubia, con rizos mas marcados que se ensortijaban unos con otros, tenia carita de muneca, a sus cinco anos era muy extrovertida y alegre. Dedicaba todo su tiempo libre a ellos, se volcaba en su educacion y tambien en su tiempo de ocio, hacia cosas con sus hijos, manualidades, juegos, iba a la piscina, leian cuentos juntos, los ayudaba en sus deberes, todas las cosas que hacen los padres con sus hijos, con la unica diferencia de que estaba ella sola, no tenia el apoyo y la ayuda de un papa que la aliviara un poco de su carga, pero no le importaba, era feliz asi. Contaba con una familia politica que la queria y la apoyaba en lo que ella necesitara, eran su unica familia. Adoraba su trabajo aunque casi siempre era demasiado absorbente, por ello cada quince dias se dedicaba un tiempo a ella y esa era una de esas noches; iba a salir de caza, sus hijos se iban a pasar el fin de semana con los abuelos paternos y hasta el domingo por la tarde no volveria a verlos. Asi se decidio cuando murio Alberto y asi seguia siendo. Les servia a todos de valvula de escape, a ella la primera, asi podia disfrutar de sus escapadas. Nunca habia surgido el llevar a un hombre a casa, cosa que no queria por nada del mundo, y en el caso de que ocurriera no estarian los pequenos alli, no tenia fuerzas para dar explicaciones sobre todo a sus hijos. Alberto y Alba disfrutaban de lo lindo con sus abuelos y primos, y los abuelos encantados de la vida por poder disfrutar de alguna manera de un trocito de su hijo. Se habia vestido de forma provocativa, pero no ordinaria. Llevaba un vestido negro recto y sencillo de tirante ancho y escote cuadrado que insinuaba sus pechos, su ropa interior era tambien negra y lo acompanaba todo de unos zapatos negros de tacon, adoraba esos zapatos. Era alta aunque no delgada, tenia formas y su pecho era prominente, su cabello moreno y rizado a media altura la daba a veces un aspecto de devoradora de hombres, pero nada mas lejos de la realidad. Su forma de caminar, segura de si misma la hacia sentirse orgullosa con su cuerpo. No llevaba nada de maquillaje, pero eso era por simple practicidad, en las sesiones de sexo el maquillaje solia estropearse y despues o se volvia a retocar o tenia que desmaquillarse, todo eso unido a que a diario tenia que ir muy arreglada a trabajar hacia que desestimara la idea de hacerlo en sus salidas nocturnas, solamente se echaba perfume. Llego al (S)experience, un local de intercambio de parejas, situado a las afueras de la ciudad, estaba localizado en una finca aislada y escondida de miradas indiscretas. Era una gran casa que fue en su dia un chalet de lujo de una familia acomodada, que despues se adecuo a las necesidades de los socios. Se llevo a cabo una reforma muy grande para poder dotar al lugar de todo lo necesario para disfrutar del sexo, el morbo y la lujuria. En la parte baja habia una zona comun muy amplia donde se podia charlar y tomar una copa en un ambiente distendido, contaba con sillones y butacones amplios repartidos por toda la estancia ademas de varias barras donde los camareros servian cualquier bebida que se solicitara con profesionalidad y discrecion. La decoracion era muy provocativa, sobre todo porque habia imagenes religiosas y esculturas que representan angelotes y alguna virgen, el contraste entre esas imagenes y lo que alli se vivia era cuanto menos chocante. Los tonos de las paredes eran ocres, vainilla y beige y algun detalle en dorado, sobre todo en las lamparas de arana que combinaban el dorado con el cristal. En la parte superior a la que se accedia por unas escaleras de marmol color rosa y una barandilla de madera policromada en tonos dorados, se hallaban las habitaciones, todas con amplios banos y una cama redonda, ademas de alguna butaca. La zona de jacuzzi tenia dos baneras separadas por un pequeno murete. A parte de las habitaciones normales, habia habitaciones tematicas, como la de los espejos, la negra y otras con todo lo necesario para quien quisiera practicar sexo mas fuerte, sado o cosas asi. Contaban, por tanto, con una habitacion con un potro, distintos tipos de cuerdas y correas, ademas de fustas y latigos. Todos los socios sabian lo que alli habia, nadie se escandalizaba, era un club como otro cualquiera en el que sus socios pagaban una cuota anual elevada que les permitia disfrutar de su sexualidad de manera libre. Anos atras Patricia y Alberto habian sido invitados por un amigo a visitar las instalaciones y desde entonces habian decidido hacerse socios. Lo que alli habian vivido fue toda una experiencia como su propio nombre indicaba. La cuota era muy alta y los socios se elegian con mimo, nada de antecedentes y con una situacion economica holgada. Ademas tenian la opcion de invitar a amigos cuando lo creyeran oportuno, de este modo se garantizaba que hubiera caras nuevas casi constantemente. La regla primordial habia sido y era la discrecion, si esta no se respetaba automaticamente se expulsaba al socio. El anonimato era primordial. Charly, el relaciones publicas del local, era un tipo maduro y educado, iba vestido impecablemente y tenia modales de autentico gentleman. Ademas poseia un atractivo fisico y personal que encandilaba tanto a hombres como a mujeres, era alto, delgado con pelo canoso que le daba un toque interesantisimo y una sonrisa encantadora que hacia que se le formaran unos hoyuelos muy atractivos en su rostro. Todo el mundo lo conocia, era muy respetado, hacia que la gente se encuentrara a gusto. Nunca jamas hablaba con palabras malsonantes ni en un tono alto, era un hombre tranquilo. El trato con los clientes era exquisito. El se encargaba de solventar cualquier problema que pudiera surgir de la mejor manera posible y de ensenarles el local a los que acudian por primera vez alli, tambien se encargaba de organizar fiestas tematicas refinadas y muy divertidas. Patricia aparco su coche y, al entrar en el local, no se detuvo en la zona social donde habia algunas personas charlando y esperando a ver que les deparaba la noche. Se dirigio directamente a una de las salas, a la sala comun donde habia pantallas colocadas estrategicamente para que todo el que quisiera pudiera ver que era lo que se solicitaba en cada habitacion si es que no le habia surgido el plan antes en la gran sala. Ella vio que se solicitaba una mujer y sin pensarselo subio por las escaleras hasta el lugar indicado. Al principio le costo un poco ver debido a la penumbra que reinaba alli, entorno los ojos hasta que se acostumbraron a la poca luz. Se sentia expectante y excitada, siempre le pasaba cuando iba a tener un encuentro, nunca sabia lo que le iba a deparar la noche y esa incertidumbre hacia que creciera su deseo. Cuando entro vio a una pareja sobre la cama, estaban desnudos y se acariciaban mutuamente, se estaban besando apasionadamente y los ruidos que emitian hacian saber a cualquiera que los escuchara que estaban muy excitados. Al verla llegar la saludaron. --Hola --dijo Patricia. --Hola --contesto la mujer separandose del hombre y recibiendo a su invitada con una sonrisa en la cara--, soy Elena y el es Marcos --continuo, presentando a su acompanante. --Yo soy Patricia --dijo devolviendoles la sonrisa. --Quitate la ropa --ordeno Elena en un tono dulce pero autoritario. Estaba claro que era ella la que llevaba la voz cantante en aquella pareja. Era pequena y con ojos muy vivos de color miel, igual que su pelo. El era mas alto, moreno y con ojos oscuros, su cuerpo estaba bien definido, se notaba que pasaba horas en el gimnasio. Patricia acato las ordenes, dejo el bolso sobre la butaca y se quito su vestido, los zapatos y se quedo con la ropa interior. Cuando se volvio, Elena le hizo un gesto para que tambien se desprendiera del resto, no hablaban, nada mas la miraban con deseo. Patricia lo sabia, sentirse observada por dos personas anonimas que la deseaban, que deseaban su cuerpo la excitaba, se sentia poderosa ante esa situacion. --Tumbate --continuo. Patricia obedecio sin decir nada--. Te vamos a dar placer porque eso nos lo proporciona a nosotros tambien --prosiguio. --De acuerdo --respondio Patricia excitada, era lo que necesitaba en ese momento. Se tumbo y rapidamente el hombre se dirigio a sus pechos, los lamia, succionaba y le daba pequenos mordisquitos que excitaron a Patricia al maximo

  • Palabras contra el olvido de Jose Luis Ferris

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    La figura de Maria Teresa Leon estuvo vinculada a la de Rafael Alberti durante al menos cincuenta anos, en los que ambos vivieron juntos las experiencias decisivas de la guerra y el exilio, pero su relacion con el poeta no debe ocultar la contribucion de una de las escritoras mas deslumbrantes de la generacion del 27.

  • Los sonambulos de Chuck Wendig

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    Yumiko Sakamoto, la mujer que descubrio el cometa, tenia veintiocho anos y era una astronoma aficionada del pueblo de Kurashiki, en la prefectura de Okayama. Lo encontro de chiripa, ya que en realidad buscaba uno del todo diferente que se esperaba que chocase contra Jupiter. Yumiko Sakamoto afirmo que el descubrimiento le habia cambiado la vida. En una entrevista al periodico Asahi Shimbun comento: Hasta ahora me he centrado demasiado en las cuestiones materiales, como conseguir un buen trabajo o encontrar un buen marido, pero he renunciado a objetivos tan mundanos como el romance o mi carrera profesional. Volvere a la universidad y aprendere mas sobre el mundo y el cosmos que lo rodea, no para obtener beneficios economicos, sino porque la busqueda de conocimientos es un objetivo noble de por si. Acto seguido proclamo su intencion de empezar a formar parte de la comunidad asexual y arromantica de Japon, que cada vez era mayor. Sentia que el mundo ya estaba <> y que no tenia por que ponerle las cosas mas dificiles engendrando descendencia. El cometa, llamado Sakamoto en su honor, paso a 0,1 UA (unidades astronomicas) de la Tierra el 2 de junio. No era lo bastante cerca como para convertirse en un peligro, pero si para contemplarlo a simple vista y que se uniese al grupo de grandes cometas, entre los que se encuentran los famosos Halley o Hale-Bopp. Yumiko Sakamoto iba a comenzar sus estudios academicos el siguiente mes de octubre, pero no vivio lo suficiente para ello. Murio de un aneurisma cerebral la noche en que el cometa surcaba los cielos. PRIMERA PARTE La incubacion 1 El primer sonambulo Los astronomos aficionados tuvieron mucha suerte anoche, ya que recibieron el paso del cometa Sakamoto con cielos despejados y luna nueva. Los ultimos tres grandes cometas habian sido el Lovejoy en 2011, el McNaught en 2007 y el famoso (?o infame?) Hale-Bopp en 1997, que por supuesto dio lugar a la secta Heaven's Gate, cuyos miembros cometieron un suicidio en masa movidos por la creencia de que seria como hacer autoestop en la nave espacial extraterrestre que iba a pasar justo detras del cometa. Estan escuchando a Tom Stonekettle en Stonekettle Radio, 970 BRG. El Show de Stonekettle Radio , 970AM WBRG, Pittsburgh 3 de junio, Maker's Bell (Pensilvania) S hana estaba en pie y contemplaba la cama vacia de su hermana pequena. <>, fue lo primero que penso. La llamo unas cuantas veces. Despues de que Nessie se hubiese quedado despierta hasta las tantas de la noche anterior para ver el cometa a traves del telescopio cutre de papa, Shana supuso que la joven debia de seguir en la cama roncando como un oso. No estaba segura de donde narices podia estar Nessie. Shana se habia despertado hacia una hora para preparar los almuerzos, terminar la colada y sacar tanto la basura reciclable como la no reciclable para llevarla al dia siguiente en la camioneta, por lo que sabia que Nessie no estaba en la cocina. Tal vez estuviese en el bano de arriba. --?Nessie? --Se quedo en silencio y espero--. ?Nessie? Venga ya. Pero no oyo nada. Volvio a pensar. <> En aquel momento no tenia mucho sentido, no como la primera vez que se habia escapado. Habian perdido a su madre, perdido de la manera mas literal. Los cuatro habian ido a un supermercado y solo habian vuelto tres. Temian que alguien la hubiese secuestrado para hacerle dano, pero al cabo vieron gracias a las camaras de seguridad del Giant Eagle que nadie la habia secuestrado. Habia salido por las puertas automaticas como si nada y desaparecido de sus vidas para siempre. Mama se termino por convertir en un enorme signo de interrogacion que se les habia clavado en la mejilla como si fuese un anzuelo. Pero a Shana le habia quedado claro que su madre ya no queria formar parte de sus vidas. Supo desde ese momento que iba a tardar mucho en hacerse a la idea, pero ese no fue el caso de Nessie, que aun no lo habia conseguido. Nessie opinaba que habia sido culpa de papa. Y quiza Shana tambien. Por eso, hacia casi dos anos exactos, despues de que se acabara el curso, Nessie preparo una mochila llena de comida en lata y agua embotellada (y algunas chocolatinas) y se fugo. Encontraron a Nessie cuatro horas despues bajo la marquesina de madera de la parada que habia en Granger, resguardandose de una tormenta inesperada y temblando como un perrito perdido. Se habia puesto a patalear y a dar manotazos cuando papa la intento coger. Habia sido como ver a un luchador intentando detener un tornado. Al final dio el brazo a torcer y papa le dijo: --Si quieres fugarte, fugate, pero si pretendes ir en busca de tu madre, que sepas que no creo que quiera que la encontremos. Fue como ver un vaso de agua derramarse a camara lenta. Nessie se desplomo en sus brazos y comenzo a llorar con tal desconsuelo que solo era capaz de coger aire despues de cada uno de esos sollozos exagerados. Le empezaron a temblar los hombros y metio las manos en las axilas, como si se abrazara a si misma. La llevaron a casa, se paso dos dias durmiendo y luego retomo la vida cotidiana de manera lenta pero seguida. Hacia ya dos anos de aquello. Pero ahora Shana no sabia por que a Nessie se le ocurriria fugarse otra vez. La chica tenia quince anos y no lo estaba pasando tan mal como Shana a su edad. Papa siempre decia que Shana habia pasado una epoca de <>. Depresion, locura y hormonas, como un caballo que no parase de dar coces. Ahora Shana tenia casi dieciocho y ya estaba mejor. Mas o menos. Nessie tampoco estaba tan mal. No es que se hubiera convertido en una mujer lobo. Seguia feliz. Optimista. Los ojos le brillaban como una moneda de cinco centavos recien acunada. Tenia un pequeno cuaderno en el que escribia todas las cosas que queria hacer (bucear con tiburones, estudiar a los murcielagos, tejerse sus propias pantuflas como hace..., como hacia mama), todos los lugares a los que queria ir (Edimburgo, el Tibet, San Diego) y todas las personas a las que queria conocer (la presidenta, un astronauta, a su futuro marido). Un dia le habia dicho a Shana: --He oido que, si te quejas, tu cerebro se reprograma como si tuviese un virus de ordenador y empiezas a ser cada vez mas infeliz, asi que voy a ser positiva, porque estoy segura de que tambien funciona al reves. El cuaderno estaba tirado en su cama vacia. Junto a la cama habia una caja abierta: Nessie habia recibido un paquete por correo, algo de ciencias que habia pedido. (Shana le habia pedido prestada una pequena probeta para guardar la hierba.) Sus sabanas amarillas como narcisos estaban arrugadas como si hubiese dormido en la cama, y su almohada rosada aun tenia la marca de su cabeza. Shana echo un vistazo al cuaderno. Nessie habia empezado una nueva lista: <>. En ella se leia: <>. ?Fotografa?, penso Shana. Esa es la mia. Sintio como la banaba una oleada de rabia. A Nessie se le daba bien todo. Si decidia hacer lo mismo que Shana, seguro que lo haria mejor y ella seria una torpe y se odiarian para siempre. (Bueno, no. Shana odiaria a Nessie. Nessie la querria de manera incondicional, porque su hermana era asi.) Shana volvio a gritar su nombre. --?Ness? ?Nessie? Oyo el eco de su voz, pero nadie respondio. Joder. Papa ya estaria en lo que el llamaba la <> (decia que, si iban a formar parte del movimiento del queso artesanal de Pensilvania, tenia que empezar a llamar las cosas por su nombre, cono) y estaria esperando a Ness y Shana para que ayudaran en el tenderete que montaba junto a la carretera. Luego ordenaria a una de ellas que fuese al cobertizo del queso para comprobar la cuajada del Gouda o para quitar el agua de los azules, despues mezclar el forraje, alimentar a las vacas y, joder, la veterinaria iba a venir ese dia para echarles un ojo a las pobres ubres hinchadas y rojas de Belinda. Despues... Quiza Nessie se hubiese fugado por eso. Las clases ya se habian acabado, y las vacaciones de verano nunca eran tales: todo era trabajo, trabajo y trabajo. (Shana se pregunto si Nessie habria hecho lo correcto. A lo mejor ella tambien se fugaba. Aunque solo fuese un dia. Podia llamar a su amigo Zig para que acudiese a buscarla en su Honda, fumar algo de hierba, leer comics, insultar a los estudiantes que se acababan de graduar...) (Dios, tenia que salir de alli. ) (Si no salia de alli pronto, se quedaria en la granja para siempre. Aquel lugar era como arenas movedizas.) Pero sabia que Nessie era demasiado nina buena como para haberse escapado otra vez, por lo que quiza se hubiera levantado antes que ella y ya estuviese en el tenderete. Menuda curranta. ?Como se llamaba esa cancion del viejo disco de REM que tenia papa? ?Shiny Happy People? Pues esa era Nessie. Shana ya habia desayunado, por lo que fue a buscar el adaptador de objetivo macro para el movil con el que hacia fotos de cosas que estaban muy cerca. Era como descubrir pequenos mundos, lo micro hecho macro. No tenia una camara de verdad, pero estaba ahorrando para comprar una reflex digital algun dia. Mientras, tendria que seguir usando el telefono. Acaso encontrara algo en el establo o en la queseria que estuviese guapo para sacar fotos muy de cerca: oxido descascarillado, la aguja roja del termometro o las burbujas y los cristales del queso. Recordo donde habia dejado el adaptador la ultima vez: estaba sacandole fotos a una arana que colgaba de su ventana y la habia dejado en el alfeizar. Por lo que fue a buscarlo y... Algo que habia fuera le llamo la atencion. Un movimiento en el aparcamiento. Lo primero que penso fue que una de las vacas se habia quedado suelta. Shana se acerco a la ventana. Habia alguien fuera, caminando. No. No era alguien. Una colgada habia recorrido la mitad del aparcamiento en pantalones de pijama y camiseta rosa. Tambien descalza, al parecer. ?Que narices? ?Nessie? Shana corrio a la cocina y se olvido por completo del objetivo. Se puso las zapatillas lo mas deprisa que pudo y corrio hacia la puerta del porche trasero al tiempo que trastabillaba porque una se le habia quedado mal puesta, pero enseguida le dio un buen pisoton con el talon y siguio corriendo. Penso en gritarle a su hermana pequena, pero decidio no hacerlo. No habia razon para llamar la atencion de papa. Seguro que si descubria que aun no estaba en el tenderete les iba a largar un sermon de los suyos y el dia ya habia empezado con suficiente mal pie. En lugar de eso, se limito a correr por el aparcamiento mientras la gravilla crujia bajo sus zapatillas. Las vacas Holstein que habia a la izquierda mugieron. Un joven ternero, que creia que era Moo Radley, se quedo mirandola con las patas torcidas mientras ella iba en busca de la lerda de su hermana. --Nessie --siseo--. !Oye, Nessie! Pero Nessie no se dio la vuelta. Siguio caminando. <> Shana troto hasta ponerse delante de ella y planto los pies como raices. --Por Dios, Nessie, pero que carajo estas... En ese momento vio los ojos de la chica. Estaban abiertos, pero su hermana tenia la mirada perdida. Era como si mirase detras de Shana o a traves de ella. Eran como los ojos de un muerto, como las cabezas inmoviles de unos clavos muy grandes. Ya no brillaban ni tenian esa chispa tan natural en ella. Nessie siguio caminando descalza. Shana no sabia que hacer. ?Apartarse? ?Seguir plantada como un poste telefonico? La indecision la obligo a hacer un poco de ambas cosas, se movio unos centimetros, pero aun seguia en el camino inevitable de su hermana. El hombro de la chica la golpeo con fuerza, y Shana se tambaleo hacia la izquierda despues de recibir el golpe. La carcajada que solto era de sorpresa. Era una risa de molestia, un ladrido de incredulidad. --Eso ha dolido, capulla --dijo al tiempo que la agarraba por el hombro y empezaba a zarandearla. Nada. Nessie se zafo y siguio caminando. --Nessie. Nessie. Shana agito una mano delante de los ojos de su hermana. La agito, una y otra vez. En aquel momento empezo a pensar, se le ocurrio la idea improbable pero que podia ser cierta: <> Pero Shana era la bromista, y los chistes del repertorio de Nessie eran tan malos que hasta papa torcia el gesto, y eso que los chistes malos le encantaban. Pero, por si acaso, levanto el dedo y le apreto la nariz como si fuese un boton. --!Bup! --dijo--. Te acabo de apagar, robotita. Nessie no reacciono. Ni parpadeo siquiera. ?Habia parpadeado en algun momento? A Shana le parecia que no. Luego vio delante de ellas un gran charco de agua de lluvia y aviso a su hermana: --Nessie, cuidado. Hay un... Demasiado tarde. Nessie lo vadeo sin inmutarse. Plis. Plas. Metio los pies en el agua casi hasta los tobillos, pero no se detuvo ni por un instante, como si fuese un juguete al que le habian dado cuerda y solo pudiera caminar en una direccion. Seguia mirando al frente. Seguia avanzando. Tenia los brazos rigidos en los costados. Algo iba mal. La idea impacto el corazon de Shana como si fuera un puno. Se le cerro el estomago y sintio como se le espesaba la sangre. Empezo a sentir miedo, pero de todas maneras intento razonar consigo misma: <> Vale, no. A Nessie nunca le habia pasado algo asi, pero quiza fuera la manera en la que su cerebro habia decidido tratar con las hormonas que recorrian su cuerpo como caballos de carreras. La cuestion era otra:

  • Inapropiadamente hermosa (Confesiones en la noche 1) de Marion Marquez

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    Incapaz de regirse a las normas de la sociedad de Londres de 1835, Lady Emmeline Laughton estaba lejos de ser la dama apacible y docil que todos esperaban, pero con su caracter dulce y atrevido era capaz de entrar hasta en el corazon mas duro. Con su constante ceno fruncido y sus modales perfectos, Joseph Whitemore, Marques de Thornehill, era el hombre mas enigmatico que ella hubiese conocido. Emmeline se ve inmediatamente tentada a averiguar quien es el hombre que se esconde detras de todo el misterio, sin saber que en el proceso, podria terminar develando el secreto de su propio pasado.

  • No te vayas, QUEDATE CONMIGO de Monica Hoff , Norah Carter

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    Sofia, una escritora de novela romantica no interesada en el amor y que vivia una solitaria vida enfrascada en su mundo, decide ayudar un dia a un triste vagabundo que pide para poder comer. Aunque un poco reticente, no puede evitar tenderle la mano para ayudarlo a salir de la miseria. Cuando Cristian acepta su ayuda, se convierte en parte indispensable en la vida de la escritora, tanto que acabaran mas unidos de lo que pensaron, haciendo que el extrano llegue a ganarse su corazon. Pero uno de los dos sera la voz de la razon, intentando evitar que sus sentimientos vayan a mas. ?Podra Sofia dejarse llevar cuando el corazon sea el que mande? ?Sera Cristian, el vagabundo, quien le haga ver cuanto lo necesita ella en su aislada vida? Una intensa historia de amor que te ensenara que si el corazon es el que elige, los prejuicios no tienen cabida.

  • Ebano (Enfrentados 2) de Mercedes Ron

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    Amar nunca fue tan peTheme Settingsligroso como en <>, la nueva saga de Mercedes Ron.

  • Muerte al Rey (Diamante Rojo 3) de Angy Skay

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    Tras la caza al enemigo de Jack, la lucha interna por sus malos actos traera como consecuencia sucumbir a uno de los tratos que jamas hubiese imaginado, siendo Aaron el mayor de sus problemas.
    Por otra parte, Micaela se encontrara sumida en un pozo tan oscuro del que no podra salir, mientras busca al causante de toda su desgracia. Pero el miedo a proteger lo que tanto ama para recordar de alguna forma lo mejor de su vida hara que se plantee que piezas debe mover.

  • Cartas desde la prision de Nelson Mandela

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  • Lolita de

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    La historia de la obsesion de Humbert Humbert, un profesor cuarenton, por la doceanera Lolita es una extraordinaria novela de amor en la que intervienen dos componentes explosivos: la atraccion <> por las ninfulas y el incesto. Un itinerario a traves de la locura y la muerte, que desemboca en una estilizadisima violencia, narrado, a la vez con autoironia y lirismo desenfrenado, por el propio Humbert Humbert. “Lolita” es tambien un retrato acido y visionario de los Estados Unidos, de los horrores suburbanos y de la cultura del plastico y del motel. En resumen, una exhibicion deslumbrante de talento y humor a cargo de un escritor que confeso que le hubiera encantado filmar los pic-nics de Lewis Carrol.

  • Botones y dolor 3 de Penelope Sky

    https://gigalibros.com/botones-y-dolor-3.html

    Cuando se me presento la oportunidad de escapar, lo hice. Ahora estoy en Nueva York, intentando rehacer mi vida. A pesar de llevar un rastreador en el tobillo, Crow no ha venido a buscarme. Ni siquiera me ha llamado. Le confese la profundidad de mis sentimientos, pero el los rechazo con crueldad. A lo mejor se ha olvidado de mi. Un dia, vi los botones sobre la encimera al entrar en mi apartamento. Yo no los habia dejado alli, y no habia mas que una explicacion para su presencia. A lo mejor Crow no se habia olvidado de mi, despues de todo.

  • Congo de David Van Reybrouck

    https://gigalibros.com/congo.html

    El mas importante reportaje sobre Africa desde los tiempos de Kapuscinski.

  • La mujer inexistente de Jaime Mesa

    https://gigalibros.com/la-mujer-inexistente.html

  • Corazon esquimal de Jose Vicente Alfaro

    https://gigalibros.com/corazon-esquimal.html

    Groenlandia. Siglo XIV de nuestra era.

  • Asi es como se mata (Un caso del comisario Mancini 1) de Mirko Zilahy

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    La nueva voz del thriller que esta conquistando Europa. Tras el exito de Dicker, Lemaitre y Dazieri, llega una nueva novela negra de alto impacto.

  • Mi causa perdida de May Mars

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    Syah no ha logrado superar la ruptura con su exnovio Carlos, se siente sola y atrapada en un piso que solo le trae viejos recuerdos y en una ciudad donde, mire donde mire, ve momentos pasados en los que era feliz.
    Cansada de todo decide dar un vuelco a su vida y tomar la oportunidad que una empresa le brinda para trabajar en Alemania. Para ello debe dejar todo atras, aunque sus amigos intentan advertir a Syah que el trabajo que le ofrecen no es trigo limpio, sus ansias de huir haran que no escuche a nadie y partira de cero con tan solo sus dos maletas de equipaje.
    Tal como sus amigos predijeron el trabajo no era en absoluto lo que parecia y seis meses despues Syah se ve en la calle, sola, sin trabajo ni dinero en un pais extrano, es oficial: ha fracasado.
    Es entonces cuando Vali, un hombre con problemas de conducta y traumas sin resolver, se cruza en su camino y le ofrece un trato. Syah debera cuidar de el a cambio de un lugar a donde ir. Asi es como Syah se convierte en la Asistente Personal del artista conocido como Liosberi, un chico tan roto como atractivo que despertara en la espanola, no solo el deseo de arreglarlo, sino otras emociones que no querria volver a sentir y menos con alguien como el. Porque, ?que ocurre cuando te enamoras de alguien que no es capaz de amar?