• maite nunez - Maite Nunez

    https://gigalibros.com/cosas-que-decidir-mientras-se-hace-la-cena.html

    Una joven prepara una cena intima. Un padre le explica a su hijo adolescente que se va a vivir a Londres. Una ejecutiva busca ninera para su hijo. Una pareja espia a sus vecinos a traves de la ventana. La escritura de Maite Nunez, a veces contenida, a veces ironica, esboza un repertorio de figuras humanas, seres paralizados a los que les cuesta tomar consciencia de su propia realidad. El apocamiento, la incertidumbre, la indolencia, el conformismo y la duda constituyen la sustancia de estos hombres y mujeres incapaces de tomar decisiones. Los personajes de Cosas que decidir mientras se hace la cena libran sus batallas en dormitorios y cocinas, esas junglas domesticas en las que no puede aspirarse a otra cosa que seguir respirando. En boca del narrador del relato que cierra el libro, <>. El presente volumen de cuentos reune relatos que han sido premiados en certamenes con una larga tradicion en las letras espanolas como el Certamen de Relato corto Hucha de Oro o el Certamen de Relatos Luis del Val.

  • Maite N��ez: Libros - Amazon.es

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  • maite n��ez - Iberlibro

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  • COSAS QUE DECIDIR MIENTRAS SE HACE LA CENA

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  • Todos los libros del autor Nunez Maite

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  • Maite N��ez presenta "Todo lo que ya no �bamos a ...

    https://www.uab.cat/web/sala-de-prensa/detalle-noticia/maite-nunez-presenta-todo-lo-que-ya-no-ibamos-a-necesitar-en-la-uab-1345830290069.html?detid=1345724815183

    Todo lo que ya no �bamos a necesitar es el segundo libro de relatos de Maite N��ez, despu�s de que en el 2015 publicara Cosas que decir mientras...

  • MAITE N��EZ - El Corte Ingl�s

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    MAITE N��EZ � Libros de MAITE N��EZVolver � Todo lo que ya no �bamos a necesitar (Tapa blanda) � Cosas que decidir mientras se hace la cena (Tapa blanda).

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  • MAITE NU�EZ - Santos Ochoa

    https://www.santosochoa.es/e/maite_nunez?data=MAITE%20NU%C3%91EZ

    Maite N��ez (Barcelona, 1966) es Licenciada en Historia Moderna y Contempor�nea (UAB) y ha cursado la licenciatura de Documentaci�n ... Libros del autor.

  • Rewind de Juan Tallon

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    Un viernes de mayo, con visos de ser un dia perfecto, se produce una explosion extrana en un edificio de Lyon. En uno de los pisos del inmueble, que queda reducido a escombros, vive un grupo de estudiantes de distintos paises que esa noche celebraba una fiesta. Paul, alumno de Bellas Artes; Emma, perseguida por la tortuosa historia de su familia espanola; Luca, fascinado tanto por las matematicas como por el ciclista Marco Pantani; e Ilka, una estudiante que dejo Berlin con solo su guitarra a cuestas, son los inquilinos de una vivienda muy frecuentada por los universitarios de la ciudad. En el domicilio vecino, tambien afectado por la explosion, reside una discreta familia marroqui, en apariencia bien integrada en la vida francesa.
    La novela explora lo sucedido desde varios puntos de vista. A traves de cinco narradores, victimas y testigos, conocemos que ocurrio esa noche de viernes, asi como sus consecuencias a lo largo de los tres anos siguientes, hasta cubrir con sus relatos cada angulo muerto de la explosion.
    Rewind indaga en la posibilidad o imposibilidad de rebobinar, en los fantasmas personales, en los golpes de azar, en la persona que al final no somos, en los secretos que deben o no deben contarse y en la capacidad de las personas para rehacerse cuando se rompen. La novela es una maniobra de espionaje de los mecanismos de la propia vida, que cambia sin avisar, gira, salta por los aires y te destruye sin que estes preparado: y de manera igual de incomprensible o mas, si eso no acaba contigo, permite que te rehagas y que sigas adelante

  • El hombre en las sombras de Angeles Goyanes

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    Despues de pasar toda su vida intentando curar las heridas del pasado, Isabel Porto parece haber conseguido la estabilidad emocional. Se ha casado, se ha convertido en madre de dos hijos adoptivos y tiene ante si un brillante futuro politico, siendo candidata a la presidencia de Espana en las elecciones que estan a punto de celebrarse. Sin embargo, hay cabos sueltos en su vida, personas que conocen un secreto capaz de destruirla, y, lo que parece peor, personas capaces de matar para protegerlo. Todos ellos entraran en accion cuando el pequeno Alex, que ha quedado paralitico en el mismo accidente de trafico en el que murio su madre, sea secuestrado y su familia, con razones para creer que la candidata presidencial esta detras del rapto, no dude en amenazarla con hacer publico su terrible secreto, uno tan oscuro que ni la propia Isabel lo conoce al completo.

  • La poeta y el asesino de Simon Worrall

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    Cuando un poema desconocido de Emily Dickinson aparecio en una subasta de Sotheby’s en 1997, un escalofrio recorrio el mundo del coleccionismo literario. Cuatro meses despues, sin embargo, el poema fue devuelto por tratarse de una falsificacion. La poeta: Emily Dickinson. Una mujer solitaria, que garabateaba versos en todo lo que tuviese a mano, para revisarlos, cada noche, frente a su escritorio. No vio ninguno publicado en vida, pero escribio mas de mil setecientos mientras ayudaba a caminar a su madre por el jardin y cocia pasteles de jengibre. El asesino: Mark Hofmann.

  • Tengo una cita de Sophie Kiss

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    Laura y Dominic se conocen por internet, se conocen, comparten sus mas intimos secretos hasta que se enamoran, pero llego la hora de conocerseen persona, tarde o temprano llega ese gran momento.

  • Guardia de mi corazon (Ritmo cardiaco 2) de Larissa De Silva

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    No creia que el hombre de aspecto perfecto existiera. Sabia que no existia. Sin embargo, levante la vista de mis deberes y alli estaba, fuera de mi ventana, trabajando. No llevaba camisa, y sus abdominales estaban cincelados, y aunque su pelo se le metia en la cara, no queria nada mas que ir alli y besarle. No hice nada de eso. Lo mire, lo salude y espere que me devolviera el saludo. Nos conociamos desde ninos, y el siempre fue amable conmigo. Se habia ido durante el verano, y cuando volvio, se habia hecho alto, su espalda se habia ensanchado, y de repente tenia definicion en sus abdominales. Lo recordaba como el nino malhumorado con cinturones de taches y las camisas de manga larga debajo de las blancas sueltas. Ahora parecia que apenas salia de casa, y cuando lo hacia, siempre llevaba pantalones cortos cargo y poco mas. Parecia que solo salia de casa para hacer trabajo de campo, y aunque fuimos juntos a la escuela, ya no lo vi mas. No habia ninguna valla entre nuestras casas, lo unico que las dividia eran unos robles dispersos entre los limites de la propiedad. Habiamos plantado algunos juntos, cuando apenas eramos mas altos que las rodillas de nuestros padres. Asi era nuestra relacion. Habiamos estado muy unidos. Habiamos crecido juntos, a un tiro de piedra del otro. Cuando eramos mas jovenes, antes del verano, solia acompanarme a la escuela. Pasaba las tardes en mi casa, y hablabamos y jugabamos, y haciamos los deberes juntos. Nunca se sintio de otra manera que como deberia haber sido, asi que cuando dejo de venir, las cosas se sintieron mal. Se sentian mal. Nuestro primer beso habia ocurrido hace unos pocos veranos, tambien, y habia sido tan breve, y tan tonto. Me habia preguntado si queria intentarlo, si queria ver lo que se sentia. No habia sido magico. Habia sido practico, cientifico, divertido. Y luego no lo habiamos vuelto a hacer, y todo habia estado bien. Nunca habiamos hablado de ello. Lo intentamos, y nunca afecto nuestra amistad. Eramos ninos y pasabamos por un momento extrano de nuestra vida juntos. Pero siempre fuimos parte de la vida del otro. Eso era una certeza. Despues del verano, cuando dejo de venir, fue cuando las cosas empezaron a sentirse tan raras. Y en ese momento, ni siquiera me estaba saludando. Me estaba ignorando, dandome la espalda, y yo no podia evitar estar furiosa. Aunque no me hubiera visto, normalmente me saludaba, me buscaba. Sabia que no podria volver a mis deberes antes de aclarar las cosas con el, porque no iba a ser capaz de concentrarme. Necesitaba que me dijera como le habia ofendido, o que diablos habia pasado durante el verano que le habia hecho sentir que era mucho mejor que yo. Me levante, sali por la puerta lateral de mi casa, me salte los dos pasos de la entrada trasera y me acerque a donde estaba el, con los punos a los lados. Se alejo de mi hasta que practicamente tuve que correr para alcanzarle, mis chanclas se movian bajo mis pies. Sus piernas eran mas largas que las mias, y sabia que estaba tratando de conseguir estar lejos de mi. Fingia no oirme y yo no queria gritarle. No queria tener que exigir su atencion. Cuando finalmente llegue a donde estaba, puse una mano en su hombro y el levanto su cuello para mirarme. Sus ojos azul claro, que parecian crecer cada ano, se estrecharon. Se quito los auriculares de los oidos rapidamente, lo suficientemente rapido como para que pareciera que le dolia. “?Que quieres, Cicatriz?” Levante las cejas, tocando mi barbilla, donde estaba mi cicatriz. El tambien habia estado alli para eso, y sabia lo devastada que estaba cuando el corte no parecia desvanecerse. Ya no se me consideraba una chica particularmente guapa, y la cicatriz se sentia como si fuera la sentencia de muerte de cualquier belleza potencial que pudiera poseer mas tarde. “?En serio? ?Cicatriz?” “?Que quieres?” repitio, mirandome de arriba a abajo. “Quiero saber que diablos te pasa”, le dije con los dientes apretados. No queria llorar, pero mis sentimientos estaban heridos. Incline la cabeza hacia atras para que no pudiera ver mis lagrimas y me aclare la garganta para que pudiera mantener la voz. “Por que no puedes ni siquiera saludarme”. Se arrugo la nariz, se rizo el labio superior y revelo un diente. Sus auriculares colgaban alrededor de su cuello. “?Por que necesitas que te salude?” pregunto. “?Que quieres decir?” Pregunte, lloriqueando a pesar de mi. Intentaba mantener la cabeza en alto, pero estaba disgustada, a pesar de mi misma. “?Por que necesitas que te salude?” pregunto de nuevo, esta vez con los dientes apretados. “?Que quieres decir con que necesito que me saludes?” Me escuche a mi mismo preguntando. Las palabras sonaban extranas en mis propios oidos. Habia incredulidad alli. No estaba segura de como se suponia que debia sentirme al respecto, y el odio que salia de su boca, y la forma en que me miraba… todo me desequilibraba. Me estaba haciendo sentir nauseas. Queria preguntar mas, pero no me respondia. No iba a decirme nada. Venir aqui, pedirle una explicacion, no habia sido absolutamente inutil. Habia sido una idea terrible. El no queria tratar conmigo, y yo tenia que estar de acuerdo con eso. Me senti ridicula. No era un buen amigo, no lo habia sido durante un tiempo, y no me debia una explicacion. No me debia nada. Habiamos sido amigos una vez, pero ya no lo eramos. Lo habia dejado muy claro. No importaba lo que yo quisiera, por mucho que quisiera que fueramos amigos. Habiamos sido tan cercanos una vez, y ahora… Debo haberlo mirado demasiado tiempo, porque se burlo de mi, sus ojos azules helados se veian aun mas brillantes y claros a la luz del sol. Con su cara retorcida asi, no se veia tan atractivo como desde mi ventana. “?Por que estas tan necesitada, Cicatriz?” pregunto. Era mi turno de burlarme. No queria llorar; todavia estaba herida y no sabia si iba a ser capaz de detenerme. Sacudi la cabeza, consciente de que era poco probable que obtuviera una respuesta directa de el, y me prepare antes de volver a mi casa. Antes de que pudiera alejarme de el, me agarro la muneca y me impidio seguir caminando. Me eche atras para mirarle, lista para darle un punetazo en la cara. En algun momento, el habia decidido que era demasiado bueno para mi, y fue entonces cuando me dije a mi misma que era hora de dejar de preocuparme oficialmente. Tenia tantas preguntas sobre lo que habia pasado, lo que le habia hecho, sobre nuestra relacion, pero con el insulto, y la forma en que me miraba, no queria tener nada que ver con el. Intente apartar mi mano. “Sueltame”, dije con los dientes apretados. Se ilumino, su cara se acerco a la mia. Podia oler su locion para despues de afeitar, y su pasta de dientes de menta, y podia ver las pecas salpicadas en su nariz. Sus fosas nasales estaban ensanchadas. “Tienes que alejarte de mi”, dijo. “Tienes que mantenerte alejada, Cicatriz. ?Me oyes?” Lo mire con atencion, y luego mi mirada se deslizo entre su mano en mi muneca y su cara. “Te escuche”, dije. “Lo comprendo. Te dejare en paz, dejame ir. ” Me agarro con fuerza. “Necesitas alejarte”, dijo, su voz bajando a un susurro. “Nadie te quiere aqui. Yo no te quiero aqui, tus padres no te quieren aqui. No tienes otros amigos. Deberias huir, Billie. Huye y no vuelvas”. Me torci el brazo para que me dejara ir. “?Que diablos te pasa?” Pregunte, sosteniendo mi mano sobre mi cuerpo. Sabia que se iba a magullar. “Hablo en serio”, escupio. “Entiendo”, respondi, frotando mi muneca, tratando de ignorar las lagrimas que caian por mi cara. Estaba llorando, y no estaba segura, pero senti que el se iba a alegrar por ello. “Hablas en serio. No te preocupes, te escucho alto y claro”. Abrio la boca para hablar, pero no dijo nada. Cerro la boca, se dio la vuelta y empezo a alejarse de mi otra vez. Quise gritar, pero no lo hice. No hice nada, no dije nada. Volvi a mi casa, con el corazon roto, e hice una nota mental para no volver a molestarlo. *** 2020 Me puse el pelo en un mono y me mire en el espejo. Solo podia robar unos minutos aqui y alla entre pacientes, y parecer cansada nunca habia sido un buen refuerzo de confianza para ninguno de ellos. Ya me veia demasiado joven, y los pacientes dudaban mas en escuchar a una mujer joven. Me asegure de tapar las ojeras con un poco de base y crema BB, y me limpie las puntas de los dedos con una toallita para bebes antes de tirarla al cubo de basura junto al fregadero. Abri la puerta del bano y, usando mi tableta, mire al siguiente paciente de mi lista. Su nombre, Eric Brown, no me resultaba familiar y parecia menor de edad. No sabia por que estaba aqui en lugar de en un centro de atencion sin cita previa o incluso en una sala de emergencias, y no sabia por que no estaba viendo a su medico de atencion primaria, el Dr. Milburn. Mire su historia, pero parecia estar perfectamente sano. No habia nada que indicara por que podria estar alli. La enfermera le tomaba los signos vitales y yo no me retrase en absoluto, lo cual era algo milagroso considerando el dia que habia tenido. Llame a la puerta y la abri cuando oi una voz profunda que me decia que entrara. “Hola”, dije mientras miraba a mi paciente, un chico alto que no me miraba. Llevaba una sudadera con capucha, y se desplomo en la silla, con los pies apuntando en direcciones completamente diferentes. Apenas miro hacia arriba, asi que me aclare la garganta otra vez. “Hola, Eric”, le dije, mirando la historia para asegurarme de que tenia su nombre correcto. “?Estan tus padres aqui?” Me miro entonces y dijo algo, pero no lo escuche en absoluto. Sus ojos eran azules, con un toque de verde. Nunca quise pensar en ello, pero por una fraccion de segundo, la cara de Misha aparecio en mi cerebro, y el era todo lo que podia ver. Sus brillantes ojos azules, sus rasgos infantiles, la forma en que la luz del sol ilumino su cabello oscuro. Cerre los ojos, respire profundamente y volvi a mirar a mi paciente.

  • Intenta dejarla (La droga + dura 2) de Anny Peterson

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    La vida continua despues de aquel lunes maldito, en el que todo parecio hacerse anicos.
    Primera fase de un adicto: EL MONO: ?es posible desengancharse del amor?
    Naia pronto vera cumplido su mayor sueno dentro de su peor pesadilla.
    Axel no esta listo para hacer por las malas, algo que deseaba hacer por las buenas.
    Leo se ha ido. Sin embargo su cuerpo sigue viviendo su vida automaticamente.
    Zoe esta a punto de descubrir que a veces, no queda otra opcion que ser valiente.
    Cesar ha desaparecido, esta concentrado en su nueva meta y no contesta a las llamadas.
    Jorge espera un clavo ardiendo al que sujetarse para no caer de nuevo al vacio.

  • El codigo Federer de Ana Ciurans , Stefano Semeraro

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    Una apasionada biografia del mejor tenista de todos los tiempos.

  • Hechicera (La cofradia de las comunes 2) de Diana Scott

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    El capitan golpeo de lleno con el duro mastil de madera. Pequenas gotas de sangre, disueltas en agua salada, surcaban su frente. Los miembros de la tripulacion gritaban como furias enloquecidas mientras las pocas mujeres en cubierta corrian espantadas buscando refugio en la bodega. El barco, cual bebe acunado por gigantes, se agitaba con los intensos vientos del Mar occidental. Quiso centrarse, pero el fuerte dolor de cabeza apenas si le dejaba pensar. La vision se le borraba de a momentos y el cuerpo se tambaleaba sin encontrar el sentido cuando unas manos intentaron sostenerlo por la cintura. ?Estaria muerto y lo transportaban al cielo? Penso al oler ese dulce aroma de mujer, tan fresco, tan delicado y tan floral. No, se contesto a si mismo, el no era hombre de recompensas celestiales. Las Espanas ya no lo esperaban y los cielos no perdonaban. Dos fueron las veces que sacudio su cabeza intentando aclararse y tres las que parpadeo hasta comprender la gravedad del asunto. La vela mayor hecha unos trapos danzaba con los vientos mientras el galeon, sin rumbo, golpeaba con cuanta ola se encontrase. La jovencita de tacto terso y gentil lo acunaba en su abrazo como si se encontrase ante un hombre de dulces declaraciones. "Ingenua", penso aturdido. Hubiese querido no despertar, pero aquellos ojos de sirena, curvas deliciosas como budin de abuela, y voz, penso comenzando a reaccionar, voz excesivamente intensa, se dijo apretandose la sien para que la sesera no se le escapase de la cabeza. --Estoy bien… estoy bien. --Alzo la mano deseando detener la intensa verborrea, pero nada. La sirena no callaba. --Estas sangrando, apenas puedes sostenerte. Te llevare a la bodega junto a las mujeres. Ellas podran curarte. <> Murmuro deseando matar a quienes el filo de su espada habia acallado ya. --Adonay… --Ella era la unica en ver mas alla de las mentiras o la traicion. !Que les importaba a ellos la rojez que circulaba por sus venas! ?Quienes eran ellos para declarar la verdad ante tanta mentira? ?Que profeta era ese que bendecia a los malditos y sentenciaba a las almas puras? --!Id a por la monja! --Grito con la garganta aspera por el temor. --Id a por la monja. --Repitio debilitado. La sangre primitiva le pedia gritar, romper y asesinar, pero el dolor le rogaba llorar. Llorar como ese nino que nunca se permitio ser. Llorar como ese pequeno que se fortalecio en la triste incomprension. Ajusticiar como ese joven que una noche helada de invierno dictamino justicia. Aun lo recordaba, su nombre era Andres. Hijo del tabernero y con apenas quince anos el muchacho era tan desgraciado y putero como su propio padre. Borracho, maltratador y con un rostro que mejor ocultar, el hombre con aficiones dignas de escribirse con minusculas era todo un hijo de puta con mayusculas. Sus vicios, innumerables. Su oficio, la vagancia. Su diversion, apalear judios. Una noche decidio que esa seria la ultima de aquel malnacido. Ese desgraciado no volveria a llamarlos puercos asquerosos ni escupir sus rostros ensangrentados por sus apestosas botas. Con lentitud se levanto de la cama y a escondidas de su padre escapo. Con sigilo bajo por la estrecha calle del mercado apenas iluminada por algunas antorchas de esquina y camino hacia la taberna. Unas cuantas calles cuesta abajo atravesando la Plaza del Solarejo y su destino estaba delante. Sigiloso para no ser visto, enfilo hacia la estrecha ventana trasera. Con el punal en mano y la calma del verdugo en las venas espero que el silencio cubriese la ciudad. "Un ajuste de cuentas" dijeron muchos, y nadie mas pregunto. Esa noche se hizo hombre mas alla de lo que marcaba la edad. --Que demonios… --Beltran no daba credito a la escena. --Id a por la monja… --Repitio perdiendo la poca coherencia que poseia. Ella respiraba, podia notarlo en el subir y bajar de su pecho pero el temor a que fuesen los ultimos suspiros lo estaban desquiciando. El caballero de rizos como el sol se acerco preocupado. Se lo notaba inquieto y puede que incluso algo culpable. Intento acariciarle el palido rostro pero su mano fue detenida por otra mucho mas dura y algo mas callosa. --?Quien sois? --Pregunto con la dentadura entrecerrada. --Ambos se miraron como si de una justa a muerte se tratase, pero fue Beatriz quien rapidamente aclaro. --Estabamos preocupados y decidimos entrar. Mi senor debeis disculparnos. --La voz temblorosa de Beatriz no presagiaba nada bueno. Juda oia pero sin escuchar. Las palabras de la joven se le escapaban como la paja de un granero sin tejado. Cabellos dorados como el trigo, penso observando con detencion, mirada del color del cielo en verano, porte tan elegante como los nobles de cuna y sonrisa tan amplia como su falsedad. --Senor, el es… --Vuestro hermano. --Termino la frase Juda, abrumado. La peor de sus pesadillas se convertia en carne. --Si mi senor, lo creimos muerto y… --Pero no lo esta. --Su voz sono ironica a la vez que desgraciada. Con rapidez busco en los recuerdos. ?Cinfaa aseguro que Gadea aun lo lloraba? ?Habia dicho algo mas? ?Aun lo amaba? ?Aun sonaba con sus recuerdos? ?Se habian besado? Las dudas le asaltaban con la misma intensidad con que los celos se le incrustaban en las carnes. Era suya. El propio Adonay se la habia entregado. Ese desgraciado regresaria al cielo donde todo el mundo le creia reposar, con o sin su punal clavado en el pecho, suya seria la eleccion. --Recuperare todo lo que por derecho me pertenece. --La voz neutra y condescendiente del ricitos trigales lo hizo sonreir. ?Buscaba con nobles modales intimidarlo? No era ningun noble de cuna pero sus ropas eran mas costosas y sus arcas estaban mas rebosantes que muchos de esos imbeciles escasos en tesoros y temerosos de la nueva realidad. --Marcharos. --Susurro como si de una mosca el caballero se tratase. --La mirada ardiente como las llamas presagiaban lo peor del converso pero se silencio ante los gritos de Beatriz.

  • La Piel del Pecado de Francis Molehorn

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    Angela Bennett es una mujer de 37 anos emancipada, bella, madre soltera, brillante profesional y rodeada de admiracion, a lo que ha llegado despues de haber llevado una existencia llena de sacrificios y locuras. Su vida lo tiene todo para ser ideal, hasta que su pensamiento critico hacia las religiones la pone en el punto de mira de grupos fundamentalistas dentro de la Universidad Catolica San Justo, donde imparte clases de Psicologia y donde mas de una vez ha tenido choques teoricos con alumnos que prefieren el creacionismo a la evolucion.

  • Fabulas feministas y otros textos de Suniti Namjoshi

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    Fabulas feministas es una antologia de Suniti Namjoshi, traducida al espanol por las escritoras mexicanas Ave Barrera y Lola Horner, donde se reune la obra mas destacada de la poeta y fabulista india. Estos son algunos de los titulos que conforman al libro: Fabulas feministas (1981), Conversaciones de la vaca (1985), Fabulas de la burra azul (1988), Las madres del Maya Diip (1989), Goja: un mito autobiografico (2000) y Sycorax (2006); ademas, la recopilacion de textos remata con un vistazo al trabajo mas reciente e inedito de la autora.

  • Ali en el pais de las maravillas de Alberto Vazquez-figueroa

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    Ali en el pais de las maravillas es una divertida aventura, una descarada parodia del tiempo que nos ha tocado vivir y los absurdos contrastes en los que se desenvuelve una humanidad que pretende ir a Marte, cuando aun no conoce la Tierra.

  • Mi Amante (El ceo 2) de Lisa Blanc

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    El “Todo lo que necesitas es amor” de los Beatles se escucho a traves de los altavoces estereo en el estudio de Tobias, como si la radio supiera de su situacion amorosa actual . Habian pasado cuatro meses y 11 dias y, para sorpresa de casi todos, todavia iba todo bien . Habia leido por ahi lo que decian sobre como Tobias me estaba usando para ser mas agradable o como yo lo estaba usando por dinero. Por supuesto, las historias no habian terminado alli, pero habia aprendido a no prestar atencion a las palabras de personas que ni siquiera nos conocian. Mire a Tobias que se estaba enfocando en su pantalla, trabajando en algo importante. Era increiblemente bueno en su trabajo, un hecho por el que muchos no le daban suficiente credito. Lejos de aprovecharse del trabajo de su padre, habia trabajado duro y continuaba trabajando duro. Era una de las razones por las que lo amaba. Su dedicacion era admirable. Volvi a mirar mi libro y lei algunas lineas mas antes de que las palabras comenzaran a empanarse. Doble la esquina de la pagina y cerre el libro antes de mirar mi movil . Era casi medianoche. “Me voy a la cama. Tengo trabajo en la manana "murmure poniendome de pie. “Y tengo un tirano de jefe, realmente me molesta”. Reprimi una carcajada. Tobias dejo de escribir y se volvio para mirarme. Sus ojos azules brillaban con intensa diversion mientras sus labios se curvaban en una sonrisa juguetona. “Eres una mujer diabolica “. Respondio. “?Como rayos voy a poner concentrarme ahora?” “No es tu culpa .” Sonrei. “Es parte de mi malvado, malvado plan para seducirte”. Tobias fruncio el ceno y extendio sus manos, meti las mias dentro y el las apreto suavemente. “Tengo que terminar esto antes de la reunion de manana”. Gimio el . Sonrei. “Y dijiste que nunca seriamos aburridos”. Bromee Tobias fruncio el ceno y casi pude ver que la culpa lo invadia. Me acerque y presione mis labios contra los suyos. "Estaba bromeando. Se lo importante que es este acuerdo para Clarke Industries ". "Aun asi, te pedi que te quedaras sabiendo que tenia que concentrarme en esto. Supongo que queria tener mi bizcochito cerca y comerlo tambien “. “No te compliques “. Me rei. “Tobias, relajate, prefiero sentarme aqui en tu compania mientras trabajas que en mi piso sola de todos modos”. Tobias se lamio los labios y se mordio el labio inferior antes de dejar escapar un suspiro estrangulado. Algo lo estaba molestando, pero no pude averiguar que. Senti mi sonrisa caer, sus ojos se abrieron y sacudio la cabeza. “Estoy bien.” murmuro el. “Estaba pensando … que preferirias estar aqui, y preferiria que estuvieras aqui”. Hizo una pausa y sonrio ampliamente. “Tiene sentido que te mudes aqui”. Por un momento el mundo dejo de girar, el tiempo se detuvo y la oferta de Tobias silencio cualquier otro pensamiento en mi mente. A pesar de nuestro amor, a pesar del hecho de que nuestra relacion estaban funcionando mejor que nunca … Me sorprendio. “?Quieres que me mude contigo?” Susurre. “Si.” El exhalo. “Ruby . Quiero que te mudes conmigo. No podia hablar, mi voz estaba atrapada en mi garganta y por mucho que intente vocalizar mis sentimientos simplemente no pude. Mis ojos comenzaron a llorar y asenti como una idiota. Tobias sonrio, soltando mis manos para abrazarme. Tobias acaricio mi cuello y sus manos comenzaron a vagar. Me aparte y sacudi la cabeza, moviendo el dedo indice. “Uh uh” dije frunciendo el ceno. “Tienes trabajo que hacer”. Tobias suspiro y volvio a mirar la pantalla de su ordenador portatil. La propuesta a medio terminar debia completarse por la manana. Paso los dedos sobre el teclado y escribio Lo que sea que quieras para ser mi cliente, te lo dare. Fin . “Listo. Hecho. ” Respondio el , extendiendome la mano otra vez. “Tobias”. Yo frunci el ceno. “Necesitas terminar eso … correctamente”. “Ahora mira quien es el aburrido”. Comento Tobias con una sonrisa ironica antes de soltarme. “Si ser aburrida te consigue este trato, creo que puedo vivir con eso”. Respondi. “Dios, te amo Ruby”. “Y yo te amo tambien, Tobias”. Le respondi de pie. ** ** Me desnude, agarrando una de las camisas de Tobias de sus cajones antes de caminar hacia un lado de la cama que habia reclamado como mio . Tenia mi propio cajon con mi propia ropa, pero dormir con sus camisetas se habia convertido en algo habitual para mi. Retire las mantas y me meti en la cama, agarrando el ipad del cajon de la mesilla de noche. Una vez que Tobias y yo hicimos publica nuestra relacion, aprendi muy rapidamente a no buscar en Google. De hecho, evite los tabloides por completo. Excepto esta noche. Recibi un correo electronico de un remitente anonimo. Debe consultar la seccion de entretenimiento de la revista en linea Masque. Gran noticia sobre ti. Que lo disfrutes. Deberia haberlo borrado al instante . Mi instinto ya me decia que no podia venir nada bueno de esse remitente anonimo. Quien estaba detras estaba revolviendo una olla, esperando un bocado … y se lo di. Abri una nueva pestana y escribi el nombre de la revista y mi nombre. Una foto mia, fuertemente retocada hasta el punto en que me veia con un atuendo de mujer fatal que nunca habia visto y mucho menos habia usado El encabezado gritaba en brillante fuente de color rojo. De dulce nina de pueblo pequeno o Hiedra Venenosa: la verdad detras de la chica que atrapo lo inalcanzable . Lei un poco el articulo , ya que decia detalles bastante correctos sobre mis primeros anos de vida. Pero tan pronto como la esperanza de que esto no fuera horrible comenzaba a invadirme, el temor me sobrecogio. Dado que sus padres murieron casi tan juntos, la pregunta tienen que hacerse es ?Ruby tuvo algo que ver con eso? Atrapada bajo el control de sus estrictos padres mayores a lo mejor para ella no era suficiente . ?Se enfurecio asesinando a su padre, solo para descubrir que nada habia cambiado porque su madre la seguia controlando ? Las nauseas me agarraron. Suponian que habia matado a mis padres. Cuyos certificados de defuncion indicaban claramente las enfermedades que les habian quitado la vida. A quienes amaba y extranaba todos los dias de mi vida, cuyos recuerdos nunca estuvieron lejos de mi mente. Trague saliva y me desplace por la pagina. Un ex novio, Benjamin Riley, que estudiaba en el Ivy league college cayo bajo el hechizo de Ruby solo para que ella rompiera su corazon y huyera. Despues de mudarse a Worthington para declararle su amor, Ruby lo hizo arrestar por asalto a pesar de que las fuentes dicen que ni siquiera sucedio nada.

  • La parte recordada de Rodrigo Fresan

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    ?Como recuerda un escritor?

  • Todo es posible en Navidad de Vanessa Gonzalez Villar

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    ?Te has preguntado que pasaria si alguien te hiciera entrega de un calendario de adviento con veinticuatro propositos navidenos y tuvieras que cumplir todos ellos? Tal vez tu vida cambiaria, tal vez volverias a creer que los deseos se cumplen, tal vez, solo tal vez, descubririas que: Todo es posible en Navidad.Pablo, un publicista sarcastico e introvertido. Gabriela, una psicologa alegre y excentrica. Julia, una nina muy lista y simpatica. Juntos abriran ese calendario esperando cumplir sus deseos. ?Se haran realidad? Una novela llena de amor y mucha esperanza. Vuelve a sentir la magia de la Navidad.

  • Un cura me obligo a casarme con dos primas de Fernando Neira

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    Despues de dos anos trabajando como medico para una ONG en una lejana aldea de la India, llega la hora de la partida para nuestro protagonista pero entonces un monje capuchino que llevaba toda la vida trabajando para aligerar el sufrimiento de esa pobre gente, le pide un favor que no solo choca frontalmente contra la moral de ese sacerdote catolico sino que a todas luces resulta inasumible para un europeo.
    Esa misma manana se ha enterado que un policia corrupto pretende a dos jovenes de esa etnia y para salvarlas de ese cruel destino, el cura le pide que se case con ellas y se las lleve a Espana.
    Nuestro protagonista no tarda en descubrir durante la boda que aunque ese santurron le habia asegurado que las hindues sabian que era un matrimonio ficticio, eso no era cierto al oir que esas dos primas juraban ser sus eternas companeras.

  • Todo el Bien y Todo el Mal de Care Santos

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    Reina tiene un marido, un exmarido, un amante, un hijo adolescente, un buen sueldo y un trabajo que le apasiona y al que se dedica en cuerpo y alma. A Reina le gusta su vida. Aparentemente lo tiene todo, o por lo menos eso piensa ella. Hasta que, durante uno de sus viajes de trabajo, de repente sucede algo en su casa que cambiara las cosas, y que le demostrara de la peor manera hasta que punto es vulnerable.

  • Lord John y un asunto privado de Diana Gabaldon

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    Una apacible manana de junio de 1757, lord John Grey, aristocrata y oficial de alta graduacion del ejercito de su majestad, sale de su club londinense sumido en una profunda confusion. Acaba de descubrir un secreto perturbador, que afecta directa y gravemente a su prima Olivia. Con el fin de evitar un escandalo que podria arruinar el buen nombre de su familia, lord John decide tomar cartas en el asunto, pero un deber mas urgente lo obliga a postergar sus planes: la Corona lo reclama para que investigue la muerte de un camarada de armas. Asi pues, enfrentandose a una red de traidores y delatores que se extiende por diversas capas de la sociedad inglesa, desde las casas de mala reputacion hasta las lujosas mansiones de la nobleza, lord John seguira la pista de un escurridizo lacayo y una enigmatica mujer, sinuosos personajes que tal vez puedan proporcionarle las claves de ambos casos.

  • Mujeres olvidadas de Antonina Rodrigo

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    Antonina Rodrigo inicio hace muchos anos la labor de recuperar y dar a conocer la vida y la obra de las grandes mujeres de la Segunda Republica espanola, excluidas de la historia de Espana a causa de la guerra, la represion posterior y el exilio. A pesar de silencios y olvidos, la lucha y utopia de estas pioneras, convertidas en materia de estudio, forjaron a la mujer de hoy, en una cronica oral para las nuevas las generaciones.

  • Verdugo de Yaira Britos

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    Genova queria a un hombre que la hiciera temblar unicamente con una sonrisa, pero, sobre todo, ella queria experimentar y solo hacia falta que tocara la puerta de la oficina de aquel magnate multimillonario para recibir todo lo que alguna vez habia deseado.

  • El lado oscuro de internet de Telly Frias Jr

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    Este articulo presenta a grandes rasgos el tema de “Internet de las Cosas” o Internet of Things (IoT) y su influencia en nuestras vidas. Como continuacion de nuestro primer ensayo “Cibercrimen: Las Amenazas al Navegar en Internet y en Las Redes Sociales” discutiremos sobre como nuestros simples electrodomesticos se han convertido en herramientas conectadas a la red en los ultimos anos y podemos pronosticar que esta tendencia seguira en aumento. Internet ya cuenta con 3 mil millones de usuarios, es decir, un 43% de la poblacion mundial. Estos usuarios estan constantemente conectados a las redes sociales, haciendo compras en linea y participando en otros medios de comunicacion. En Estados Unidos el 87% de la poblacion usa Internet. Todos los electrodomesticos electronicos enchuflables seran conectados a Internet en un futuro proximo. Por tanto, las ciudades gradualmente seguiran siendo mas eficaces y convirtiendose en ciudades inteligentes o smart cities con competencias en sistemas digitales de automatizacion. En estas nuevas ciudades se podran prevenir accidentes en las carreteras y automatizar el cobro de las multas a coches teniendo evidencia camaras de vigilancia. Esto ya esta sucediendo y continuara avanzando la tecnologia de comunicaciones. Internet de las Cosas A pesar de las regulaciones gubernamentales, laborales y politicas existe un espacio virtual abierto 24 horas al dia que nos permite ganar dinero aunque estemos durmiendo una fabulosa siesta. Este gran mercado nos permite ingresos a toda hora y consiste en un medio de conexion y comunicacion que esta siempre a disposicion cuando lo necesitais. Este nuevo mundo se llama ‘Internet’. Hemos ampliado nuestro conocimiento sobre lo que constituye ser un emprendedor en Internet. Deseo que el lector valore este ciberespacio como una herramienta critica para su vida cotidiana y sea consciente de lo que esta sucediendo en este mundo cibernetico. La hiperactividad en las redes es imposible de manejar por un solo ser humano. Las cuentas de usuarios y sus transacciones son infinitas. Hoy por hoy, los comentarios explicitos sobre la politica causan gran polemica en las relaciones publicas o sociales y algunos usuarios aprovechan estas situaciones inventando nuevos trucos para estafar a otros y se requiere tener mucho cuidado cuando se navega en este campo virtual. No es un mundo totalmente anarquico como se presupone cuando se declara que la red oscura o ‘dark web’ estan fuera de reglamentos legales pero como en el mundo real, en Internet existe solo un lado oscuro o redes arcanas que solo es conocido por pocas personas que podrian hacer mucho dano. No obstante la red tambien funciona entre ellos mismos para poder gestionar sus operaciones clandestinas, y crear un negocio muy lucrativo. Es importante aprender como se hacen las cosas porque cuando enfrentamos a personas sus actos nos podrian decir mas que lo diria sus propias palabras. En la primera parte nos centramos en la idea de que la ciberseguridad de un usuario en Internet se convierte en riesgo desde que se hace el primer clic a un enlace. Por consiguiente, dependiendo de los tipos de comando que ofrece un PC u otro dispositivo a menos que no escribas directamente a la computadora, la unica forma que normalmente existe para comunicarnos es haciendo un clic con el raton o un clic con el dedo en tu movil inteligente. De hecho el iPhone fue el primero en eliminar el teclado en tu movil. Este clic se convirtio con pantallas tactiles donde aparece un enlace que te lleva a tu destino. No importa cual sea vuestro objetivo, en todo momento, podriais aplicar estas mismas tecnicas usando las herramientas pertinentes a la solucion de un problema de ciberseguridad que te asesora sobre el nivel de confianza o amenaza en este espacio virtual. Si eres una persona que se recuerda los origenes del Internet en los anos 90s habras experimentado lo lenta que era una conexion en Internet. El uso de la linea telefonica fue el comienzo. Hace un poco mas atras en los anos 70s y 80s antes de computadoras personales el “hacking” era dirigido hacia los telefonos publicos. En retrospecto, el origen de hacking empezo en las lineas telefonicas. La red telefonica fue un medio de comunicacion desarrollado a medianos del siglo 19 e inventado por el italiano Antonio Meucci. Por otro lado otra innovacion de aquella epoca fue el radio inventado por Gugliemo Marconi. Estos fueron los inicios de la comunicacion masiva. La primera Compania dedicada a proveer servicios telefonicos (al menos en los Estados Unidos) se llamaba Bell Atlantic para luego pasar a ser AT&T y finalmente convertirse en Verizon. En el sector de telecomunicaciones las grandes empresas telefonicas si desean unirse o una corporacion adquirir a otros necesitan el consentimiento del gobierno Federal ya que las leyes como el ‘Sherman Antitrust Act’ de 1890 la primera de las tres leyes “anti-trusts” que en 1914 se hicieron contra los monopolios de las corporaciones y anegarles una abrumadora cuota de mercado. Es mas, con las colaboraciones de empresas telefonicas como Sprint/ Nextel y T-Mobile, Verizon y AT&T estas controlan el mayor porcentaje del mercado. Sin embargo, ellas llegan a acuerdos de cooperacion con derechos a las torres antenas de celulares responsables de la difusion de comunicaciones. Los telefonos publicos se utilizaban hasta que el gran uso del telefono movil los hizo obsoletos desde finales de los 90’s fueron vulnerables al hackeado por un pequeno aparato que transmitia un sonido especial. El hacker alzaba el telefono y con el mismo aparato procedia a pulsar una serie de clics produciendo un sonido de cierta frecuencia auditoria programando la linea telefonica a desviar el pago de la moneda depositada. Asimismo, los hackers de los anos 70s y 80s podrian hacer llamadas gratis a cualquier parte del mundo. La herramienta clave de esta operacion que obviamente fue ilegal se llamaba bluebox. Era por consiguiente ilegal poseer este dispositivo. Los fundadores de Macintosh, Steve Jobs y Steve Wozniak fueron de los pioneros en usar esta herramienta. En el primer ensayo hablamos de como ellos lanzaron el i-Phone que ha sido la gran innovacion en comunicaciones del siglo veintiuno. Probablemente, hoy por hoy, un smart phone o movil inteligente es la herramienta mas utilizada en nuestras vidas. En gran parte producto de la doctrina ‘transhumanista’ se pretende transformar la condicion humana mediante la aplicacion de tecnologias que aumentan nuestras capacidades como seres humanos y hacen que glorifiquemos nuestros moviles inteligentes. Aparentemente nuestra cultura tecnocratica ha avanzado bastante hoy en dia. De hecho, nuestras costumbres y el nivel de confort se han adaptado dependiendo en si se tiene una conexion Internet a traves de WiFi. (IoT) Internet of Things es especialmente un tema polemico ya que asisten en nuestras exigencias con la conserje de Alexa, una cafetera que se programa a preparar un cafe a las siete de la manana, o un coche se se calienta cuando la temperatura esta bajo 0 Grados Cesio. Todos los smart dispositivos contienen con un chip especial que se comunican con la red para hacer actualizaciones de software y hasta funcionar. La desventaja es que estos dispositivos pueden trabajar por el mal cuando no querremos ya que trabajan para seguir sacandonos dinero vendiendonos mas productos. La impresora es un buen ejemplo, en este caso digamos que hay una impresora que cuesta entre 90-100 dolares y los cartuchos de tinta cuestan tambien lo mismo por el paquete completo de blanco/negro y color. Muchas veces las impresoras se venden a una perdida y el coste se recupera en compras de tinta cada trimestre. La impresora esta conectada a la red y ya es un dispositivo producto de ‘Internet of Things’. La impresora recibe actualizaciones de software y se mantiene conectado a la red donde gestiona los niveles de tinta y otros aspectos de la impresora. Sabiendo que los cartuchos de tinta contienen un chip especial que mide el nivel de tinta, una tactica que usan las empresas de impresoras es advertirte cuando necesitas mas tinta para imprimir. El chip que contiene un cartucho de tinta en una impresora esta programado para vivir su vida util, y ademas estan programados para no ser rellenados y dejar de funcionar si tu no usas los cartuchos de la misma marca de la impresora. Este servicio alude a la responsabilidad de imprimir a veces dejando de funcionar aunque todavia quede tinta o no. Por otro lado los dispositivos de conserje como Alexa o Siri a veces pueden tener nuestra informacion bancaria y hacer compras de defecto simplemente porque el dispositivo nos registra en la casa diciendo que nos gustaria tener algun producto o cosa material. Estamos en esta fase de la tecnologia y nuestra capacidad en linea se sigue ampliando con almacenar Big Data. En este momento quiero avisaros que no es necesario usar mas herramientas fisicas de las que vamos a hablar en este articulo- aparte del ordenador para poder hacer una operacion en el ‘lado oscuro’ en la web. A pesar de que se puede hacer mucho con el hardware como servidores, bluebox o keyloggers- que adivinan contrasenas analizando el sonido de botones pulsado en algun teclado y/o telefono) hay ciertos software que invaden nuestra privacidad. Existen herramientas que almacenan los datos en una red privada tambien generadas por empresas que ofrecen servicios de hospedaje en la nube. Tenemos que pensar bien como conducirnos en las redes. De la misma manera debemos saber si queremos prestar nuestros servicios o vender nuestros productos. Si vos sois consumidor y teneis duda sobre como podeis salir perjudicado participando en las redes sociales ejecutando estos inocentes clics que os llevais virtualmente a cualquier lugar debes leer este libro. Aqui aprendereis a conduciros inteligentemente en Internet y conoceras el uso de algunas herramientas utiles que previenen graves errores.

  • Inutil ilusion traicionera de Noe Casado

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    Despues de tres anos de dura investigacion, el juez Fabio Castel asiste al entierro de Ezequiel Zahner, un escurridizo mafioso al que estaba a punto de incriminar. Durante el sepelio aparece una misteriosa y atractiva mujer con zapatos rojos que se despide del difunto.

  • La Ultima Mentira de Mary Kubica

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    El mundo de Clara Solberg estalla en mil pedazos cuando su marido y su hija de cuatro anos tienen un accidente de trafico. Nick muere, pero Maisie sale extranamente ilesa. El suceso se cataloga como accidente… hasta que dias mas tarde, Maisie empieza a tener terrores nocturnos que hacen que Clara se cuestione que sucedio realmente esa fatidica tarde.

  • Siempre te he amado de Monica Hoff , Norah Carter

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    ?Quien diria que un “simple” viaje puede cambiar tu vida por completo?
    Cuando Carlota y Fran llegan, junto a sus amigos, al Caribe, no podran ocultar por mas tiempo lo que sienten el uno por el otro. El secreto que han guardado por anos, saldra a la luz.
    Pero no todo sera tan facil y, a veces parece ser que, por mas que ames a alguien, esa persona no esta destinada a permanecer en tu vida. ?Lo estaran ellos dos?

  • La Atadura de Vanessa Duries

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    Vanessa, estudiante de letras, siente una atraccion irresistible hacia Pierre, un hombre maduro que la introduce en el mundo de la dominacion. Con una sinceridad rayana en el candor, <>, nombre que adopta despues de su iniciacion, nos conduce primero por las sombras de la infancia, marcada por humillantes castigos, antes de relatarnos las primeras practicas sadomasoquistas. De ese modo, Vanesa Duries nos adentra, en el vinculo que ata a la sumisa a su Amo, una atadura basada en la confianza y en el absoluto respeto a los limites establecidos de comun acuerdo.

  • La senora Harris en Nueva York de Paul Gallico

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    La senora Ada Harris y la senora Violet Butterfield, que vivian respectivamente en los numeros 5 y 9 de Willis Gardens Street, en el barrio londinense de Battersea, se estaban tomando la taza de te de todas las noches en el pisito de la primera de ellas, una casa pulcra y adornada con flores, en el semisotano del numero 5. La senora Harris era senora de la limpieza, de ese tipo robusto y tipico de Londres que se pasa el dia yendo de un lado a otro dispuesta a adecentar la ciudad mas grande del mundo; su amiga de toda la vida y companera del alma, la senora Butterfield, era cocinera por horas y tambien limpiaba. Las dos atendian a una elegante clientela de Belgravia, donde corrian diversas aventuras a lo largo de la jornada, enterandose tambien de algun que otro chisme interesante de los excentricos personajes para los que trabajaban. Por las noches se juntaban para tomar una ultima taza de te y contarse esos chismes. La senora Harris rondaba los sesenta anos, era baja y enjuta, tenia unas mejillas que parecian manzanas glaseadas y unos ojillos traviesos. Aunque tenia un lado muy eficiente y pragmatico, tendia a idealizar las cosas, al optimismo y a ver la vida muy simplificadamente, en blanco o negro. La senora Butterfield, tambien de unos sesenta anos, era una mujer rechoncha, sinuosa y temerosa, de un pesimismo absoluto, que imaginaba que todo el mundo, ella incluida, vivia siempre al borde del desastre. Estas dos buenas senoras eran viudas desde hacia muchos anos. La senora Butterfield tenia dos hijos casados, y ninguno de ellos la ayudaba a mantenerse, cosa que no le extranaba; le habria sorprendido que lo hubieran hecho. La senora Harris era madre de una hija casada que vivia en Nottingham, a la que escribia todos los jueves por la noche. Las dos llevaban una vida provechosa, ocupada e interesante, se brindaban apoyo fisico y espiritual, y se consolaban en su soledad. Habia sido la senora Butterfield quien, al ocuparse temporalmente de los clientes de la senora Harris, habia hecho posible que esta cogiera un avion a Paris con el emocionante y romantico objetivo de comprarse un vestido de Dior, un trofeo que ahora colgaba de su armario y que le recordaba a diario lo maravillosa y trepidante que puede ser la vida para alguien con un poco de energia, tenacidad e imaginacion. Comodas y a gusto en el pulcro piso de la senora Harris, bajo el resplandor de la pantalla de la lampara, con la caliente y fragante tetera debajo de la funda amarilla y florida que la senora Butterfield le habia tejido por Navidad, las dos mujeres se contaban los acontecimientos del dia. La radio estaba encendida y de ella salia una serie de ruidos horribles atribuibles a la grabacion hecha por un tal Kentucky Claiborne, cantante estadounidense de musica hillbilly. [?]Y le dije a la condesa: <> -contaba la senora Harris[?]. Que tacana es esa mema. <>, me contesto, <>. !Que nos sirva un ano mas! Cada vez que toco el condenado trasto, me suelta una descarga que me baja hasta los pies. Le he dado un ultimatum. <> [?]declaro. Echar las llaves de un piso por la ranura de un buzon era la forma clasica en que una senora de la limpieza anunciaba su dimision. La senora Butterfield le dio un sorbo al te. [?]No lo comprara -aseguro en tono sombrio[?]. Conozco a las personas como ella. Todo el dinero se lo gastan en si mismas, lo demas les da igual. Desde el altavoz de la pequena radio de mesa, Kentucky Claiborne cantaba entre gemidos: Adios con un beso, mi mustang querido, adios con un beso a lo que hemos sido. Los malos me han pegado un tiro, me temo que he sido abatido. Adios con un beso, mi mustang querido. [?]!Buf! -exclamo la senora Harris[?]. Ya no aguanto mas esos quejidos. Tesoro, quita eso, por favor. Obedientemente, la senora Butterfield se inclino y apago la radio mientras comentaba: [?]Hay que ver la pena que da que al hombre le peguen un tiro y luego quiera darle un beso a su caballo. Ahora nunca sabremos si llega a hacerlo. Sin embargo, si llegaron a enterarse, ya que por lo visto los vecinos eran grandes seguidores del cantante de baladas norteamericano, y todo el folletin de tragedias y amores del Lejano Oeste se filtro por las paredes. Otro ruido distinto llego a la cocina en la que estaban las dos mujeres: un leve golpe seco y despues un aullido de dolor, tras los cuales el volumen de la radio subio enseguida para que el punteo de la guitarra y los grunidos nasales de Kentucky Claiborne tapasen los sollozos. Las dos senoras se irguieron inmediatamente, con un gesto triste y muy preocupado. [?]Que gentuza -susurro la senora Harris[?], estan volviendo a zurrar al pobre Henry. [?]Ay, pobre criatura -dijo la senora Butterfield, y anadio[?]: Ya no le oigo. [?]Por eso han subido la radio. Ada se acerco a un punto de la pared en el que era evidente que antes habia una compuerta y en el que el tabique era mas fino, y lo golpeo fuertemente con los punos. Casi en el mismo momento le contestaron con los mismos golpes. Acerco la boca al tabique y grito: [?]Oigan, dejen de pegar al nino. ?Quieren que llame a la policia? La respuesta del otro lado de la pared fue clara y concisa: [?]Vayase a freir esparragos -le espeto una voz masculina[?]. ?Quien esta pegando a nadie? Las dos mujeres esperaron cerca del tabique, angustiosamente atentas, pero no oyeron nuevos sintomas de sufrimiento, y al poco tambien perdio intensidad el ruido de la radio. [?]!Que gentuza! -repitio la senora Harris[?]. El caso es que no le pegan lo bastante fuerte para dejar marcas, porque si no podriamos llamar a la Sociedad Nacional para la Prevencion de la Crueldad contra los Ninos. Manana les dire muy claro lo que pienso. La senora Butterfield aseguro, abatida: [?]No servira de nada, despues se desquitaran con el y ya esta. Ayer le di un trozo de bizcocho que me habia sobrado de la merienda. Madre mia, como se abalanzaron sobre el esos mocosos de los Gusset, se lo quitaron antes de que pudiera llevarselo a la boca. De pronto aparecieron dos lagrimas de frustracion y rabia en los ojos azules de la senora Harris, que solto una retahila de palabras muy malsonantes e irreproducibles para describir a los vecinos, la familia Gusset. La senora Butterfield le dio unos golpecitos en la espalda a su amiga y dijo: [?]Vamos, vamos, querida, no te alteres. Es una pena, pero ?que podemos hacer? [?]!Algo! -respondio la senora Harris con ahinco. Luego repitio[?]: Algo. Es que no lo aguanto. Es un chiquillo adorable. -Le aparecio un brillo en la mirada[?]. Seguro que si yo fuera a Estados Unidos podria encontrar a su padre sin demasiadas complicaciones. En algun sitio tiene que estar, ?no? Sufriendo mucho por su pequeno, sin duda. El rostro regordete de la senora Butterfield adopto un gesto de espanto, la papada se le empezo a agitar y sus labios, a temblar. [?]Ada -dijo con voz tremula[?], no estaras pensando en viajar a Estados Unidos, ?verdad? Recordaba muy bien que, en una ocasion anterior, a la senora Harris se le habia metido entre ceja y ceja que lo que mas deseaba en el mundo era un vestido de Dior, y que despues se habia tirado dos anos apretandose el cinturon y ahorrando; luego habia cogido un avion a Paris y habia vuelto triunfante con el vestido. A la senora Butterfield le causo gran alivio ver que lo que su amiga era capaz de hacer tenia un limite, ya que esta anadio, apenada: [?]Pero ?como iba a hacerlo? Aunque esto me parte el corazon. No aguanto ver como maltratan a un nino. Esta tan flaco que no puede ni tenerse en pie. Todo Willis Gardens conocia la historia del pequeno Henry Brown y los Gusset, una tragedia de la epoca posterior a la guerra que, desgraciadamente, se repetia demasiadas veces. En 1950, George Brown, un joven piloto norteamericano destinado en alguna base aerea, se habia casado con una joven camarera del pueblo mas cercano, una tal Pansy Cott, con la que habia tenido un hijo llamado Henry. Cuando, al acabar su periodo de servicio, a George Brown lo volvieron a enviar a Estados Unidos, la mujer se nego a acompanarlo, se quedo en Inglaterra con el nino y exigio una manutencion. Brown regreso a su pais y fue mandando el equivalente a dos libras semanales para el cuidado del pequeno. Tambien se divorcio de su mujer. Pansy y Henry se trasladaron a Londres, donde ella encontro trabajo y tambien conocio a otro hombre, que mostro interes por el matrimonio. Sin embargo, no queria tener nada que ver con el nino, y el precio que puso para convertir a Pansy en una mujer decente fue que se desembarazara de el. Ella no tardo en dejar al pequeno Henry, que por aquel entonces tenia tres anos, en casa de una familia apellidada Gusset, que vivia en Willis Gardens y que ya tenia seis hijos; se caso con su novio y se mudo a otra localidad. A lo largo de tres anos, la libra semanal que Pansy habia acordado pagar a los Gusset para que se ocuparan del pequeno Henry (con lo que claramente se sacaba una libra de beneficio) no dejo de llegar, y el nino, aunque tampoco es que se atiborrase de comida gracias a semejante opulencia, no vivia en condiciones mucho peores que los hermanos Gusset. Pero un dia la libra no llego, y a partir de entonces no volvio a hacerlo. Pansy y su nuevo marido se habian esfumado y no hubo modo de dar con ellos. Los Gusset tenian una direccion del padre, George Brown, en Alabama. Una carta que mandaron a estas senas, en la que pedian dinero, les fue devuelta con una inscripcion sellada que decia <>. La familia se percato de que no podia deshacerse del nino, y a partir de entonces las cosas se pusieron feas para Henry. Desde ese momento, en el barrio quedo claro que los Gusset, que ya tenian fama de ser una familia parecida a los Juke, 1 estaban tomando represalias contra el nino. Henry se convirtio en gran motivo de preocupacion para las dos viudas que vivian a izquierda y derecha de los Gusset, pero sobre todo para la senora Harris, a quien conmovia el infeliz chiquillo, legalmente huerfano, cuya desgracia se le aparecia en suenos por las noches y tambien en sus ensonaciones diurnas. Si los Gusset lo hubieran tratado con mayor brutalidad, la senora Harris podria haber tomado alguna medida inmediata y drastica en cooperacion con la policia. Pero los vecinos eran demasiado listos para hacer algo asi. Nadie sabia a ciencia cierta a que se dedicaba el padre para mantener a la familia, pero su actividad se desarrollaba en el Soho, a veces de noche, y en general se opinaba que estaba relacionada con algo turbio. Fuera cual fuera esa actividad, se sabia que a los Gusset les inquietaba en especial llamar la atencion de la policia, y por lo tanto, en lo que respectaba al pequeno Henry, cumplian la ley al pie de la letra. Estaban muy al tanto de que, cuando habia un nino de por medio, la policia solo podia actuar en casos de crueldad extrema y visible. Nadie podia decir con exactitud hasta que punto el chico pasaba hambre o se le infligian lesiones. Pero la senora Harris sabia que habian convertido su vida en un infierno continuo de raciones escasas, bofetones, golpes, pellizcos e insultos, con los que los Gusset se vengaban de el por la desaparicion del dinero. Henry era el criado y la victima de esta desastrada familia, y cualquiera de los seis hijos, cuatro chicos y dos chicas entre los tres y los doce anos, podia darle patadas, pellizcarlo y ofenderlo con impunidad. Aunque lo peor de todo era que el nino se estaba criando sin amor ni carino de ninguna clase. Al contrario: lo odiaban, y esto era lo que mas dolia tanto a la senora Harris como a la senora Butterfield. La senora Harris tambien habia recibido bastantes golpes; en su mundo eran algo que se esperaba y se aceptaba, pero ella era de naturaleza calida y acogedora y habia conseguido criar a una hija; lo que veia del nino de al lado y del trato que recibia empezo a causarle un dolor y una inquietud continuos, a convertirse en algo que siempre le rondaba la cabeza, de lo que nunca se olvidaba del todo. Muchas veces, cuando, en consecuencia con su caracter, estaba contenta, animada, sin preocupaciones y entregada por completo al trabajo, a sus clientes y a sus amigos, se acordaba de pronto y con gravedad de la desgracia del pequeno Henry. Entonces se sumia en una de sus ensonaciones, de esas que en torno a un ano antes la habian llevado a emprender la gran aventura de su vida en Paris. La nueva ensonacion tenia el tono de las historias romanticas a las que era muy aficionada, y que leia en las revistas que muchas de sus clientas le pasaban cuando ya las habian terminado. La opinion de la senora Harris, trasladada a sus ensonaciones, era que Pansy Cott, o fuera cual fuera ahora su nuevo apellido, era la mala de la historia; Brown, el piloto desaparecido, el heroe; y el pequeno Henry, la victima. Entre otras cosas, estaba convencida de que el padre seguia manteniendo al nino, y de que Pansy se quedaba con el dinero. Todo era culpa de Pansy: ella se habia negado a acompanar a su marido a Estados Unidos, que era lo que le dictaban sus obligaciones de mujer casada; ella habia apartado a Brown del nino; ella, para contentar a un novio, habia colocado al chiquillo en casa de esa monstruosa familia; y, por ultimo, ella se habia esfumado con el botin y habia abandonado al pequeno a su espantosa suerte. George Brown, por otro lado, era uno de esos hombres nobles por naturaleza; seguramente, en los anos transcurridos se habia hecho rico, que era lo tipico en Estados Unidos. A lo mejor se habia vuelto a casar, a lo mejor no, pero se hallara donde se hallara estaria anorando a su Henry perdido. Esta valoracion de George Brown se basaba en lo que la senora Harris habia visto de los soldados estadounidenses destinados en Inglaterra, que siempre le habian parecido simpaticos, de buen corazon, generosos y especialmente carinosos y atentos con los ninos. Recordaba que, durante la guerra, nunca habian dejado de compartir su racion de dulces con los chiquillos que vivian en las inmediaciones de sus bases. Tendian a ser ruidosos, gritones, fanfarrones y derrochadores, pero, cuando se les acababa conociendo, en el fondo eran mas buenos que el pan. Evidentemente, tambien eran las personas mas ricas del mundo; la senora Harris erigio una especie de palacio de fantasia en el que en esos momentos debia de estar viviendo George Brown, y donde el pequeno Henry tambien podria estar disfrutando de lo que le correspondia por derecho de nacimiento, si su padre estuviera al tanto de sus desventuras. No le cabia la menor duda de que, si de un modo u otro pudiera encontrar al senor Brown y ponerle al corriente de la situacion, este haria acto de presencia, tras haber viajado en un avion a reaccion mas veloz que el sonido, para recuperar a su hijo y alejarlo de la tirania y la esclavitud a que lo tenian sometido los espantosos Gusset. Solo hacia falta que un hada madrina tirara levemente de los hilos del Destino y pusiera el mecanismo en marcha. Tanto le afectaban los padecimientos del pequeno Henry que no tardo en considerar que ella era esa hada madrina. En esa ensonacion, de un modo u otro, se trasladaba a los formidables Estados Unidos de America, donde, gracias a una mezcla de astucia y suerte, encontraba casi enseguida al desaparecido George Brown. Mientras la senora Harris le contaba la historia del nino, el padre empezaba a llorar, y, cuando ella terminaba, el ya estaba sollozando sin freno. <> Era una ensonacion muy feliz. Sin embargo, como se ha dicho antes, la senora Harris no era unicamente dada a construir castillos en el aire. Era realista, pragmatica, y sabia perfectamente cual era la situacion del pequeno Henry y de los Gusset; tambien, que nadie habia podido localizar al padre, a lo que se sumaba el hecho de que tampoco nadie lo habia intentado de veras. Por debajo de esos suenos estaba la certeza creciente de que, si se le presentaba la ocasion, trataria de encontrarlo; una certeza a la que no restaba la menor intensidad la circunstancia de que solo supiera de el que se llamaba George Brown y habia sido miembro de las Fuerzas Aereas de Estados Unidos. II En el fondo de su corazon, la senora Harris sabia muy bien que, para ella, un viaje a Estados Unidos era tan improbable como uno a la luna. Era verdad que habia llegado a cruzar el canal de la Mancha, y que gracias a los aviones el oceano Atlantico solo era una masa de agua que se podia sobrevolar a toda velocidad, pero las consideraciones practicas de los gastos, la manutencion, etcetera, hacian que un viaje asi le resultara inalcanzable. Habia conseguido ir a Paris y materializar su sueno despues de dos anos de ahorros y economias, pero ese esfuerzo habia sido de los que se hacen una vez en la vida. Ahora era mayor y consciente de que ya no se veia capaz de intentar reunir la cantidad necesaria de libras para financiar semejante expedicion. Tambien era verdad que l'af aire Dior se habia iniciado porque habia ganado cien libras en una quiniela de futbol, sin las cuales quiza no habria llegado a emprender la tarea de ahorrar otras trescientas cincuenta. Seguia jugando a las quinielas, pero sin la honda conviccion gracias a la cual a veces la fortuna sonrie. Y sabia perfectamente que ese tipo de rayo nunca caia dos veces en el mismo sitio. Sin embargo, en el mismo momento en que al pequeno Henry, silenciado por los espantosos aullidos de Kentucky Claiborne, lo estaban zurrando en la cocina del numero 7 de Willis Gardens, y mientras lo mandaban a la cama mal alimentado una noche mas, el Destino ya estaba preparando el terreno para un cambio asombroso que iba a producirse no solo en la vida del nino, sino tambien en la de Ada Harris y la senora Butterfield. No se obro ningun milagro, ni hubo nada sobrenatural; solo paso que dos grupos de hombres se reunieron frente a frente en una mesa de direccion de la sala de juntas y reuniones de un gigantesco estudio de Hollywood, de cine y television, a nueve mil quinientos kilometros de distancia, mientras se lanzaban miradas asesinas con toda la mala fe que pueden llegar a albergar unos hombres codiciosos, enzarzados en una lucha por el poder. Despues de siete horas, ciento tres cafes y cuarenta y dos Havana Perfectos, la maldad de las miradas no se habia atenuado, pero la batalla habia terminado. Se envio un cablegrama que tuvo consecuencias directas e indirectas en la vida de un extrano conjunto de personas, algunas de las cuales ni habian oido hablar de la North American Pictures and Television Company Inc. Entre los clientes a cuya casa la senora Harris <> no solo con regularidad sino tambien con entusiasmo, pues tenia sus preferencias, estaban el senor Joel Schreiber y su mujer, que vivian en un piso de seis habitaciones en la ultima planta de una de las casas reformadas de Eaton Square. Joel y Henrietta Schreiber eran una pareja de estadounidenses, de mediana edad y sin hijos, que llevaban tres anos instalados en Londres, donde el senor Schreiber trabajaba de representante y director de distribucion en Europa de la North American Pictures and Television Company. Habia sido gracias a la bondad de Henrietta Schreiber como la senora Harris habia podido cambiar sus libras, que tanto le habia costado ganar, por los necesarios y exportables dolares que le habian permitido pagar el vestido de Dior en Paris. Ni una ni otra habian tenido la menor idea de que al hacerlo estaban violando la ley. Tal como lo veia la senora Schreiber, ?acaso no iban a seguir las libras estando con ella en Inglaterra, sin salir del pais, que era lo que querian los britanicos? Tambien es cierto que la senora Schreiber era una de esas personas aturulladas que nunca llegan a entender del todo como funcionan las cosas, o como deben funcionar. Con la ayuda diaria y los consejos de la senora Harris, la mujer habia llegado a acostumbrarse a llevar una casa en Londres, a ir de compras por Elizabeth Street y a cocinar ella sola, mientras, gracias a la energica aparicion de Ada dos horas al dia, su piso estaba impoluto. Era muy probable que, si surgian contratiempos o un cambio repentino, a la senora Schreiber le diera un ataque. Al ser una persona que, antes de instalarse en Inglaterra, se habia visto obligada a aguantar al tipo de servicio domestico disponible en Hollywood y Nueva York, Henrietta era una ferviente admiradora de la rapidez, eficiencia y facilidad para que el polvo desapareciera de la senora Harris, y, sobre todo, de su capacidad de lidiar con casi cualquier situacion que se presentase. Joel Schreiber, como el soldado raso de Napoleon que portaba una vara de mariscal en el macuto, llevaba en el maletin un sello de presidente de una gran empresa imaginaria. Era un tenaz hombre de negocios que habia ido ascendiendo en la North American Pictures, que habia pasado de recadero a su puesto actual, pero siempre en el ambito ejecutivo; tambien tenia aspiraciones vinculadas a las artes y las letras, y sonaba con lo que haria si fuera presidente de la North American, una posibilidad tan remota que ni siquiera llegaba a comentarla con su Henrietta. El puesto que ocupaba el senor Schreiber no llevaba a la presidencia, ni a la creacion de estrategias, ni a reuniones con las grandes y medianas estrellas del sector del cine y la television. No obstante, cuando termino la reunion en Hollywood mencionada anteriormente y se mando el cablegrama, este tuvo como destinatario nada mas y nada menos que a Joel Schreiber, con las instrucciones de que trasladara tanto su despacho como su domicilio a Nueva York para ejercer durante cinco anos de presidente de la North American Pictures and Television Company Inc. Dos facciones de poder que luchaban por el control de la empresa, ninguna de las cuales era lo bastante fuerte para imponerse a la otra, proximas al agotamiento, habian accedido al fin a nombrar a Schreiber, un candidato inesperado y ajeno a ambas; por consenso, acabaron convirtiendolo en presidente de la North American. Despues del cablegrama que Schreiber recibio en su despacho esa tarde, se produjeron conferencias telefonicas, milagrosas conversaciones en <> celebradas con oceanos y continentes de por medio, en las que cinco personas (una en Londres, dos en California, dos en Nueva York) hablaron por telefonos distintos y lo hicieron como si todas estuvieran en la misma sala, y cuando el senor Schreiber, un hombrecillo fornido de mirada inteligente, llego a casa a ultima hora de esa tarde, estaba que no cabia en si por la ilusion y las noticias. No pudo contenerse, lo solto todo de golpe en cuanto cruzo la puerta. [?]Henrietta, !lo he CONSEGUIDO! Tengo que contarte una novedad, una importante. Soy presidente de la North American Pictures, !soy el responsable de todo! Van a ponerme una oficina en Nueva York. Tenemos que irnos dentro de dos semanas. Vamos a vivir en un piso enorme de Park Avenue, la empresa ya me ha buscado uno; es un atico, un duplex. Henrietta, ahora soy el mandamas. ?Que te parece? Formaban una pareja carinosa y afectuosa, asi que en primer lugar se abrazaron; a continuacion, el senor Schreiber dio unos pasos de baile con Henrietta, hasta que ella empezo a jadear mientras su corpulento y acogedor cuerpo se agitaba. [?]Te lo mereces, Joel -le dijo[?]. Lo tendrian que haber decidido hace mucho tiempo. Entonces, para tranquilizarse y ordenar las ideas, se acerco a la ventana y contemplo la sosegada y arbolada sombra de Eaton Square, con la calzada que la atravesaba por la mitad, y con una punzada penso en cuanto se habia acostumbrado a esa vida apacible, cuanto le habia gustado, y cuanto habia temido que la volvieran a llevar al barullo y el ritmo frenetico de Nueva York. Schreiber se paseaba entusiasmado por la casa, incapaz de sentarse, mientras docenas de pensamientos, grandes emociones e ideas nuevas, relacionados con su nueva posicion superior, le venian a la cabeza; de pronto se detuvo y solto: [?]Henrietta, si hubieramos tenido un hijo, ?no habria estado orgulloso de su padre ahora mismo? La frase se le clavo a la mujer en el corazon, donde se quedo temblando como un dardo lanzado a una diana. Sabia que aquello no pretendia ser un reproche, porque su marido no era un hombre de esos; eran palabras que solo surgian de las ganas que el habia sentido tanto tiempo de ser padre, ademas de marido. Y, ahora que de un dia para otro se habia convertido en alguien importante, ella entendia que ese deseo hubiera cobrado mayor intensidad. Cuando se aparto de la ventana, tenia lagrimas al borde de los ojos y solo pudo decir: [?]Ay, Joel, pero que orgullosa estoy de ti. El vio enseguida que la habia herido; se acerco a ella, le paso un brazo por los hombros y le dijo: [?]Oye, Henrietta, no me malinterpretes. No te eches a llorar. Somos una pareja muy afortunada. Ahora somos importantes. Piensa en lo bien que lo vamos a pasar en Nueva York, en las cenas que vas a organizar para un monton de gente famosa. Como suele decirse, seras la anfitriona perfecta, ya lo veras.

  • Mientras me quieras de Charo Gabarro

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    Elise, una mujer sin suenos demasiados pretenciosos, conoce Paris en su luna de miel. Alli encuentra una ciudad de la que enamorarse y descubre un futuro con el que no se atrevio a sonar. Marcel, un exitoso empresario parisino con el corazon blindado, se cruza de pronto en su camino. Entre ellos comienza una historia de amor, desconfianza, sexo y celos. en la que la eterna lucha entre la cabeza y el corazon no da tregua.

  • Encontre lo que me faltaba (Serendipity) de Moruena Estringana

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    Levi sabe que si presiona a Olimpia la acabara perdiendo para siempre. Pero ?Que hacer cuando ella fue ella la que se abalanzo para luego salir huyendo arrepentida? ?Como conocer los verdaderos sentimientos de Olimpia?

  • Amante y felino (Lover Tygrain 1) de Kelly Dreams

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    Lo ultimo que necesitaba Markus era una companera, su vida ya era lo suficiente complicada sin tener que anadir una mujer a tal ecuacion, y cuando esta aparecio en su camino bajo una apariencia sosa y mas bien anodina supo que su destino estaba sellado. No importaba que el no deseara una companera, que intentara alejarla con cada aliento, al final del dia eran sus instintos los que mandaban y estos solo la deseaban a ella.

  • A mi amigo escoces de Maria Barbal

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    Benet y George se conocen en el hospital al que han sido trasladados tras las heridas recibidas en el frente de la Guerra Civil espanola. George, de origen escoces, sirve en las brigadas internacionales, mientras que Benet es un chico de provincias destinado en el frente. A pesar de ser poco habladores, Benet a causa de un problema que le afecta al sistema nervioso y le impide el habla, y George por su poco dominio del idioma local, conectaran rapidamente y forjaran una amistad que perdurara a lo largo de los anos.
    Tiempo despues, George buscara a su amigo de la guerra. De sus cuadernos, que Benet le regalara, George decidira escribir un libro.
    Una historia de amistad forjada durante la guerra y que perdurara a lo largo de los anos.

  • La promesa de un amor de Anne Marie Warren

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    La nueva novela romantica de Anne Marie Warren.
    Repudiada por su familia, con el corazon destrozado y escondiendo un pasado que podria arruinarla, lady Amy debe empezar una nueva vida lejos de todo lo que conoce.
    Pero cuando anos despues llega un nuevo inquilino a la mansion que colinda con su actual hogar, descubrira que su dura coraza no es tan fuerte como creia, sin saber que el hombre que le ha devuelto la fe en el amor tambien esconde un secreto que podria separarlos.
    Mentiras, enredos y celos en una historia donde solo una promesa puede tener la fuerza necesaria para unirles.

  • No te vayas, QUEDATE CONMIGO de Monica Hoff , Norah Carter

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    Sofia, una escritora de novela romantica no interesada en el amor y que vivia una solitaria vida enfrascada en su mundo, decide ayudar un dia a un triste vagabundo que pide para poder comer. Aunque un poco reticente, no puede evitar tenderle la mano para ayudarlo a salir de la miseria. Cuando Cristian acepta su ayuda, se convierte en parte indispensable en la vida de la escritora, tanto que acabaran mas unidos de lo que pensaron, haciendo que el extrano llegue a ganarse su corazon. Pero uno de los dos sera la voz de la razon, intentando evitar que sus sentimientos vayan a mas. ?Podra Sofia dejarse llevar cuando el corazon sea el que mande? ?Sera Cristian, el vagabundo, quien le haga ver cuanto lo necesita ella en su aislada vida? Una intensa historia de amor que te ensenara que si el corazon es el que elige, los prejuicios no tienen cabida.

  • La anatomia de las rosas rojas de Alberto Fausto

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    ?Que le ocurrio a Sarah Trelis?

  • Vamos Juntos de Mia Ford

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    Era jueves, gracias a Dios, y la semana estaba a punto de terminar. Desde que empece con este negocio tecnologico despues de la universidad, no habia hecho mas que avanzar, avanzar y avanzar. Sabia lo que habia que hacer para que un negocio tuviera exito, y siempre me decia a mi mismo que cuando llegara al club de los multimillonarios bajaria el ritmo, pero alli estaba, trabajando como un esclavo en mi escritorio despues de que todo el mundo se hubiera ido a casa, intentando sacar adelante un poco mas de trabajo. Era casi una obsesion, en realidad. Mi padre me enseno desde muy joven que para tener exito habia que hacer sacrificios, asi que eso fue exactamente lo que hice. El telefono sono, interrumpiendo mi concentracion, y suspire, asumiendo que era un cliente tardio con mas trabajo. --Blaine Butler, Butler Technologies --dije, contestando al telefono. --Eh, gilipollas, ?que haces todavia ahi? Me rei. --Hola, Caleb. Caleb y yo nos habiamos conocido en la universidad, y ambos nos mudamos a Filadelfia despues para perseguir nuestros suenos. El era un gran abogado fiscal y acababa de convertirse en socio de su empresa a principios de ano. Era mi hombre de referencia, el tipo con el que podia hablar de cualquier cosa, sin importar que. --Todavia vas a venir a la boda de mi hermana el sabado, ?verdad? --pregunto. --Tio, tengo mucho trabajo que hacer --conteste--. Creo que voy a tener que faltar. --No --dijo con severidad--. Lo prometiste. No puedes dejarme solo con todos los viejos. --Esperaba terminar un gran proyecto este fin de semana --dije--. Para estar a la vanguardia. --Vamos, hombre --dijo Caleb--. El trabajo seguira ahi el lunes. Pasa el rato este fin de semana. Pon un poco de diversion en tu vida. Hazlo por mi. Me rei. --Uf, bien. Pero solo porque me has hecho sentir culpable. Espero que te sientas bien con eso. --Espectacular --dijo riendo--. No llegues tarde o te mato. --Si, si --dije, colgando el telefono. Mire el reloj y decidi que habia terminado por hoy. Lo deje todo de lado y sali de la oficina, decidiendo que me convenia tomar una copa despues de haber trabajado tanto. Baje a un bar no muy lejos de mi oficina y entre, me quite la chaqueta del traje y me sente en la barra. Pedi un whisky con hielo y mire la television que habia sobre la barra, leyendo los subtitulos de la resena deportiva. Los comentaristas hablaban de un monton de partidos que yo no veia por culpa del trabajo. A veces me parecia que me perdia muchas cosas de la vida por tener la cabeza metida en la pantalla del ordenador. Suspire y mire mi bebida. Una mujer se sento a unos cuantos asientos de mi, llamando mi atencion. Observe las curvas de sus caderas y sus sensuales labios y supe inmediatamente que estaba alli por una sola razon: encontrar un hombre. Se echo hacia atras y cruzo sus largas piernas desnudas. Su corta falda se deslizaba por sus suaves muslos. Llevaba la blusa desabrochada y pude ver el encaje negro de su sujetador envolviendo sus grandes tetas. Me miro y sonrio, con un brillo en sus ojos mientras miraba mi traje y se metia la cereza de su bebida entre los labios. Esto iba a ser pan comido. --Oye --dije, poniendome de pie y acercandome a ella--. ?Te importa si me siento? --En absoluto --dijo ella, todavia jugando con la cereza--. Soy Missy. --Encantado de conocerte, Missy, soy Blaine Butler --respondi, mostrando una sonrisa. --Blaine Butler --dijo ella con una mirada tensa de pensamiento pasando por sus ojos--. ?Como Butler Technologies? --Si. --Me rei, mirando su telefono--. Veo que te gusta el movil Slicer. Era uno de mis favoritos cuando se fabrico. Tuve cuatro de ellos. --Vaya. --Ella solto una risita, acercandose y tocando mi pierna--. Es bastante impresionante. --?A que te dedicas? --Soy cosmetologa, --dijo--. Trabajo para MAC en el centro de la ciudad. Tambien soy masajista certificada, pero aun no he encontrado un spa donde conseguir trabajo. --Que bien, me encanta el sitio de la Octava --dije, sonriendo--. Voy al menos dos veces al mes. --Son fantasticos --dijo emocionada--. Sabes, si no quieres salir de tu casa, siempre puedes llamarme y puedo ser tu masajista personal. --?Ah, si? --Me rei y la mire a los ojos--. No estoy seguro de poder soportar que me toques de esa manera sin cruzar el limite entre paciente y masajista. --No creo que me importe ni un poco --dijo, inclinandose y sonriendo. --Oye --dije, inclinandome tambien--. Se que esto puede ser presuntuoso, pero ?quieres que nos vayamos de aqui? Mi casa esta a unas pocas manzanas. --Claro que si --dijo ella, dando un trago a su bebida y poniendose de pie para ponerse el abrigo sobre los hombros. Salimos inmediatamente, cogimos uno de los primeros taxis y nos dirigimos a mi atico. Cuando entramos, ella se quedo boquiabierta ante la loca tecnologia con la que habia equipado el lugar. Todo se activaba con la voz, y cuando entre por la puerta principal ya estaba sonando musica. Se acerco a los grandes ventanales de la sala de estar y miro el horizonte de Filadelfia, moviendo la cabeza. --Una vista increible --dijo. --Estoy de acuerdo --respondi, poniendome detras de ella y mirando su firme y redondo trasero--. ?Te apetece una copa? --Me encantaria --dijo, mirando la decoracion--. Este es un lugar increible, aunque no se que esperaba del genio dueno de Butler Technologies. --Me gusta trastear --dije, dirigiendome a la cocina abierta contigua. Servi dos copas de champan--. Este sistema fue mi creacion. No lo vendemos. --Deberiais hacerlo --dijo ella--. A la gente le encantaria. Volvi a acercarme a ella y le di una copa. Ella tomo un trago y siguio mirando todo el arte, pero yo mantuve mis ojos pegados a ella. Hacia bastante tiempo que no tenia sexo con nadie, y me sentia extremadamente reprimido. No tenia tiempo para complicaciones, asi que me mantuve alejado de las relaciones. Habia tenido varias relaciones de una noche en el ultimo ano, pero habia estado tan ocupado que la mayoria de las veces estaba demasiado agotado al final del dia para salir. Missy era exactamente lo que buscaba y me abalance sobre ella como un cazador que atrapa a su presa. Avance hacia delante y le quite el vaso de la mano, dejando los dos sobre la mesa de centro. Con un suave movimiento, me levante y la agarre por la nuca, presionando mi boca profundamente contra la suya. Ella solto una risita cuando mi lengua se movio por sus labios y yo hundi mi lengua en su boca, haciendola callar muy rapido. Al instante, el fuego me recorrio y baje la mano, deslizandola por su muslo y subiendo su falda hasta la cintura. Se aparto de mi y me miro fijamente, haciendome pensar que no estaba contenta con lo que estaba haciendo. Aparte mis manos de ella, pero entonces vi como una timida sonrisa se dibujaba en sus labios. Se arrodillo lentamente, juntando sus labios rojos y brillantes, y me desabrocho los pantalones, bajando la cremallera y dejandolos caer a mis pies. Froto su mano por mi dura polla que tiraba de mis calzoncillos negros. Los musculos de mi vientre se tensaron cuando me toco los huevos, haciendolos girar en su mano. Se levanto, agarro la cintura y tiro de mis calzoncillos hasta los tobillos, agarrando mi polla dura y rebotante con su mano y mirandome con una sonrisa. Sus labios rojo rubi se adelantaron y pude sentir el calor de su aliento en la punta de mi polla. Incline la cabeza hacia atras y cerre los ojos. El humedo movimiento de su lengua me provoco, y sonrei ligeramente antes de gemir cuando sus labios se movieron sobre la punta y su boca se abrio, acogiendome profundamente. Cuando su boca se abrio y se cerro en torno a mi pene y comenzo la succion, me di cuenta de que era una buena idea. Levanto la mano y me agarro por las caderas, atrayendome hacia ella mientras empezaba a mover la cabeza hacia delante y hacia atras con un movimiento mas rapido y mas fuerte. Baje la mano y la enrede en su pelo rubio y empuje y me movi con su ritmo. Si no creyera que es una groseria recibir una mamada y mandarla a paseo, habria dejado que me hiciera acabar asi. Sin embargo, siendo el caballero que soy, vigile de cerca el calor que se cocia a fuego lento en mi estomago. Ella gimio con fuerza cuando mi polla se acerco al borde de sus labios y luego volvio a bajar. El ruido vibraba arriba y abajo de mi ereccion. Gruni con fuerza, haciendole saber lo mucho que me gustaba y vi como me miraba, con los ojos llorosos y una pequena sonrisa en los bordes de su boca. La agarre por la cara y le saque la polla de la boca, no queria esperar ni un segundo mas y arriesgarme a explotar en ese momento. La levante y la lleve al sofa, orientandola hacia el respaldo y empujandola sobre sus rodillas. Separe sus piernas y apoye mis rodillas en el borde, agarrando mi polla por la base y llevandola hacia ella. Le empuje la falda hasta la cintura y le aparte el tanga rojo, frotando la cabeza de mi polla entre sus jugos. Empuje hacia delante y ella solto un profundo gemido, agarrandose al respaldo del sofa e inclinandose hacia delante con el culo asomando. Le pase la mano por la mejilla del culo y la abofetee ligeramente, escuchando sus risitas y gemidos de dolor y placer. Estaba muy mojada y tarde un segundo en darme cuenta de que tenia que coger un condon. Me agache y saque uno de la cartera de mis pantalones y le arranque la parte superior, sacando la polla solo lo suficiente para deslizar la goma por encima y hacia abajo. Volvi a empujar dentro de ella, dejando que su humedad me guiara. Rodee sus caderas con las manos y empuje y tire, introduciendome con fuerza en su interior. El sonido de su voz resonando en el apartamento era erotico, y esperaba que se corriera pronto porque yo estaba muy cerca. --Frotate el cono --gemi. Ella se metio la mano entre las piernas y gimio con fuerza mientras sus dedos bailaban sobre su clitoris. Se ponia cada vez mas tensa a medida que mi polla se hundia y sus dedos seguian el ritmo de mis caderas. A medida que su voz aumentaba, yo me movia mas rapido, sintiendo como su cuerpo se retorcia entre mis manos. --Dios --grito--. Me voy a correr. --Si, nena, correte en mi polla --gruni. Con dos empujones mas, ella estallo en un orgasmo, y su cono se apreto contra mi eje. Con solo tres empujones mas, finalmente me deje llevar, empujando tan profundo como pude y gimiendo fuertemente mientras mi semilla llenaba el condon y sus calidos jugos goteaban sobre mis pelotas. Mi cuerpo se tenso y flexiono mientras el placer fluia a traves de mi, hasta que finalmente mis hombros se relajaron y deje salir el aire de mis pulmones. Lentamente, me retraje, tirando de mi polla hacia atras y dirigiendome al bano para limpiarme. Era justo lo que necesitaba para quitarme el estres de la semana. En el bano, tire del condon y me lave las manos y la polla, nunca me ha gustado la sensacion despues de tener sexo con una total desconocida. Me mire el pelo en el espejo y tense el pecho, impresionado por la constitucion que habia mantenido los ultimos meses. Podia oir a Missy vistiendose en el salon, y esperaba que no insistiera en quedarse. Cogi los pantalones del pijama que colgaban de la parte trasera de la puerta del bano y me los puse antes de volver a salir de la habitacion. --Espero que no te importe --dijo ella, recogiendo sus cosas y poniendose la ropa--. Realmente tengo que irme. Tengo que trabajar temprano por la manana. --Que pena --dije, tratando de sonar convincente. --Tal vez podamos vernos pronto --dijo, acercandose y besando mis labios antes de dirigirse a la puerta. --Si --dije, siguiendola y entregandole mi tarjeta--. Aqui esta mi tarjeta. Llamame. --Genial --dijo, abriendo la puerta y volviendose--. Tal vez pueda traer a mi perro, y podemos ir al parque o algo asi. Hice una mueca al oir la palabra <>, y todo mi cuerpo se puso inmediatamente en tension. Los perros y yo no nos llevamos bien despues de haber sido atacado por uno cuando era nino. El simple hecho de escuchar esas palabras eran un sincero freno al trato. --Bueno, probablemente no --dije, negando con la cabeza--. Ni por ti ni por tu perro. Pero fue divertido. Cerre la puerta antes de que pudiera procesar lo que habia dicho. No iba a permitir el asunto del perro en absoluto, sin importar quien fuera la mujer. Era la tipica mujer de siempre. Capitulo 2 Reese Abri la puerta trasera de mi oficina y entre sonriendo, cuando un pequeno cachorro corrio hacia adelante para saludarme. Me agache, riendo cuando tropezo con una de sus grandes orejas y choco con mi pie. Me acerque y le acaricie la cabeza, lo rodee con la mano y lo cogi en brazos. --?De donde has salido, pequeno? Yo tenia un centro de cuidado de animales que se centraba principalmente en el alojamiento, la limpieza, el aseo y los cuidados menores que no requerian la atencion de un veterinario. Organizabamos clinicas de esterilizacion y castracion una vez al mes, acogiamos a los perros callejeros para los que la perrera no tenia sitio y, lo mas importante, podiamos pasar el rato con todos los amigos peludos y emplumados que venian a visitarnos. Me acerque al corral que albergaba a los nuevos cachorros que habiamos acogido y deje al cachorro con los demas, cerrando la puerta. Deje mis bolsas en la mesa de aseo y entre en la zona de alojamiento, donde me recibio un coro de ladridos. Cada uno de esos perros estaba a mi cargo de una forma u otra, ya fuera porque su familia estaba de viaje, porque necesitaban un nuevo hogar o porque habian envejecido y necesitaban que alguien los cuidara. Los perros mas viejos eran los mas dificiles para mi. No por su cuidado, sino porque me enamoraba de todos los perros que pasaban por alli, y estos solian estar alli por poco tiempo, ya que sus vidas habian llegado a los ultimos anos. En cualquier caso, siempre trate a cada uno de ellos como si fuera de la familia. --Bueno, buenos dias, amigos mios --dije, pasando la mano por las jaulas--. Por fin es viernes. Espero que ya hayais hecho planes. Pase y salude a cada perro. Luego, pase a la habitacion de al lado e hice lo mismo con los gatos. No teniamos ningun otro animal en ese momento, asi que me salte por completo la sala de los conejos, cobayas y reptiles. Cuando volvi al puesto de acicalamiento, Lenna entraba por la puerta con un aspecto mas cansado que de costumbre. Era mi mejor amiga, y habiamos empezado este negocio juntas justo despues del instituto, sabiendo ambas que no teniamos ambiciones universitarias en ese momento. Tuve que admitir que era bastante impresionante trabajar con mi mejor amiga. Ella y yo nunca nos habiamos peleado por nada, y no podia imaginar una socia mas perfecta. Ambas amabamos a los animales, trabajabamos muy duro para mantener el local en marcha y nos complementabamos. Donde yo era debil, ella era fuerte, y viceversa. Ademas, ella era la tecnica veterinaria y podia poner inyecciones y cosas asi cuando era necesario. --El Senor Floppy volvio a salir --dije riendo--. Me ha saludado en la puerta, asi que ten cuidado donde pisas. Todavia no he buscado bombas de caca. --Oh, alegria --dijo Leena con un bostezo--. Es demasiado pronto para esto. --?Empezaste el fin de semana temprano? --Claro que si --dijo con una sonrisa somnolienta--. Y he conocido a un tio que esta muy bueno, con el que tengo una cita de nuevo el sabado por la noche. --Mirate, siempre en movimiento. --Me rei. --?Que hiciste anoche? --Me bane, vi una pelicula y me quede dormida. --Sonrei. --Vaya --dijo con voz monotona--. Emocionante. ?Que tal este fin de semana? ?Tienes algun plan increible? --?Lo tengo alguna vez? --No, pero seguire preguntando cada semana con la esperanza de que un dia me sorprendas con algo escandaloso, como, oh, no se, una cita o algo asi --dijo, mirandome a la cadera mientras pasaba. Yo me conformaba con seguir trabajando en el negocio, centrarme en crecer y aprender y, al mismo tiempo, mantener los ojos abiertos para cuando apareciera ese chico. Ese chico que hace que todo encaje, el que toda chica suena con conocer algun dia. Sin embargo, Leena piensa que estoy loca por pensar en ese cuento de hadas y esta mas que dispuesta a sacarme, a llevarme a que eche un polvo y a llevarme por otro camino. No era virgen porque estuviera esperando al Senor Perfecto. Simplemente no habia encontrado ningun Senor Perfecto en este momento que realmente pudiera encajar. De hecho, no habia habido ningun Senor Nada durante bastante tiempo, y yo estaba bien con eso, incluso aunque pareciera molestar a todos los demas a mi alrededor. --Si, tengo esa boda este proximo fin de semana --dije, sacando mis materiales y alineandolos sobre la mesa. --Oh, si --dijo ella--. ?Quien se casa esta vez? --Caroline Haynes --dije--. Era una chica con la que salia cuando eramos ninas. --Oh, si, en el club al que pertenecia tu padre --respondio--. Sigo pensando que es muy raro que vengas de una familia con dinero. --?Por que? --Es que pareces tan normal. --Ella se rio. --Supongo que si, si consideras normal a una virgen de veintitres anos que ha abandonado la universidad --dije, poniendo los ojos en blanco. --Recuerdas que tienes un negocio realmente exitoso que construiste desde cero, ?verdad? --Si, y estoy orgullosa de ello, pero mi padre es otra historia --dije con un suspiro--. No se hizo a la idea de este negocio hasta que compramos el edificio. --Bueno, es bueno que tu dirijas tu vida, no tu padre --dijo, dandome una palmadita en el hombro--. Ademas, a tu madre le encanta este lugar. Estoy bastante segura de que ya ha pasado la hora a la que suele venir a visitar a todos los perritos. --Es el final de los eventos de verano en el club --le recorde--. Le quedan como tres dias para marujear con las otras mujeres antes de que el clima se enfrie y todos los ricos se escondan en las zonas residenciales. --?Van a ir a la boda? --No, gracias a Dios --dije con una risa nerviosa--. Van a estar fuera el fin de semana visitando a mi hermano en Nueva York. --Bueno, ahi tienes --dijo, volviendose hacia mi--. Entonces puedes contar totalmente con la boda como planes de fin de semana. Pensaba que tus padres te iban a llevar a rastras y te iban a exhibir como una munequita, como tanto les gusta hacer. --No. --Me rei--. ?Y sabes que? Eso significa que tengo planes para este fin de semana. Voy a beber champan, bailar y mirar fijamente a la hermosa y feliz pareja, preguntandome a cuantas bodas ire antes de tener la mia. --Asi que, podrias llevar una cita a esa fiesta, ?verdad? --Si conociera a alguien que pudiera ser una cita, si --dije--. Pero sabes tan bien como yo que no he conocido a ningun hombre ultimamente. Diablos, no he conocido a nadie sin pelo y cuatro patas en mucho tiempo. --Vaya, ?a que clase de bares vas? --Muy gracioso --respondi, riendo.

  • La casa que ame de Tatiana De Rosnay

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    Querido: Puedo oir como suben por nuestra calle. Es un rugido extrano, amenazante; sacudidas y golpes. El suelo tiembla bajo mis pies. Tambien oigo los gritos, unas voces masculinas, altas, excitadas, el relincho de los caballos y el martilleo de sus casas. El rumor de una batalla, como aquel terrible mes de julio tan caluroso en el que nacio nuestra hija, aquella hora sangrienta en la que la ciudad se erizo de barricadas. Hay nubes de polvo sofocantes, un humo agrio, tierra y escombros. Le escribo estas letras sentada en la cocina vacia. La semana pasada embalaron los muebles y los enviaron a Tours, a casa de Violette. Dejaron la mesa, era demasiado voluminosa, tambien la cocina de esmalte, muy pesada. Tenian mucha prisa y yo no pude soportar el espectaculo. Aborreci cada minuto. La casa despojada de todos sus enseres en un brevisimo instante. Su casa, la que usted pensaba que se salvaria. !Ay, amor mio! No tema, yo no me marchare jamas. Por las mananas, el sol se cuela en la cocina, eso siempre me ha gustado. Pero hoy, esta cocina, sin Mariette apresurada, con la cara enrojecida por el calor de la estufa, y sin Germaine refunfunando mientras se recompone los rizos que se le escapan del mono prieto, es un lugar muy lugubre. Con un ligero esfuerzo, casi puedo oler las bocanadas de humo del ragu de Mariette, que tejian lentamente una apetitosa redecilla por la casa. Nuestra cocina, antano llena de alegria, esta triste y desnuda, le faltan las cazuelas y las ollas resplandecientes, las hierbas, las especias en sus tarritos de cristal, las verduras frescas del mercado y el pan caliente en la panera. Recuerdo el dia que llego la carta, el ano pasado, un viernes por la manana. Yo leia Le Petit Journal junto a la ventana del salon, mientras tomaba un te. Siempre me ha gustado ese momento apacible, antes de que comience el ajetreo diario. No era nuestro cartero habitual. A ese, no lo habia visto nunca. Un hombreton grande y huesudo, con una gorra de plato verde que le cubria el pelo de lino. Llevaba una bata de color azul con el cuello rojo que parecia demasiado ancha para el. Vi como se llevaba una mano agil a la gorra y entregaba el correo a Germaine. Luego desaparecio y lo oi silbar bajito mientras seguia su ruta por la calle. Despues de dar un sorbo al te, volvi al periodico. Aquellos ultimos meses, la Exposicion Universal estaba en boca de todos. Siete mil extranjeros invadian los bulevares todos los dias. Una voragine de invitados de prestigio: Alejandro II de Rusia, Bismarck, el vicerrey de Egipto. !Que triunfo para nuestro emperador! Distingui los pasos de Germaine en la escalera y el frufru de su vestido. Es raro que yo reciba correo. Generalmente, una carta de mi hija, cuando considera que tiene que mostrarse atenta, o de mi yerno por la misma razon. A veces, una postal de mi hermano Emile o de la baronesa de Vresse, desde Biarritz, junto al mar, donde pasa los veranos. Eso sin contar los recibos e impuestos esporadicos. Aquella manana, me fije en el sobre blanco y largo. Le di la vuelta: <> y mi nombre en grandes letras negras. Lo abri. Las palabras se distinguian claramente, pero no pude comprenderlas. No obstante, tenia las gafas bien sujetas en la punta de la nariz. Me temblaban tanto las manos que tuve que dejar la hoja en las rodillas y respirar profundamente. Cogi de nuevo la carta y me obligue a leerla. --?Que ocurre, senora Rose? --gimio Germaine. Debia de haber visto mi expresion. Meti la carta en el sobre, me levante y me alise la falda con las palmas de las manos. Un bonito vestido de color azul oscuro, con el numero justo de volantes para una senora mayor como yo. Usted lo habria aprobado. Tambien recuerdo el calzado que llevaba puesto, unas simples zapatillas, suaves y femeninas, y recuerdo el grito que solto Germaine cuando le explique lo que decia la carta. Mas tarde, mucho mas tarde, sola en nuestra habitacion, me derrumbe encima de la cama. Por mas que supiera que aquello podia suceder en cualquier momento, la impresion fue terrible. Entonces, mientras todos los de la casa dormian, cogi una vela y el plano de la ciudad que le gustaba observar. Lo desplegue encima de la mesa del comedor y tuve cuidado de no verter cera caliente encima. Si, veia la progresion inexorable de la calle Rennes, que surgia derecha hacia nosotros desde la estacion del ferrocarril de Montparnasse, y del bulevar Saint-Germain, ese monstruo hambriento, reptando hacia el oeste desde el rio. Con dos dedos temblorosos, segui el rastro hasta donde se unen. Exactamente en nuestra calle. Si, nuestra calle. En la cocina reina un frio glacial, tengo que bajar a buscar un chal y tambien unos guantes, pero solo para la mano izquierda, porque con la derecha quiero seguir escribiendole. Hace unos quince anos, cuando nombraron al prefecto, usted se mofaba: <>. Luego supimos lo que iba a ocurrir con la casa de mi hermano Emile, pero usted seguia sin tener miedo: <>. A menudo voy a sentarme a la iglesia, tranquila y apacible, para pensar en usted. Ahora hace diez anos que murio, pero para mi es como si hubiera pasado un siglo. Contemplo los pilares y los frescos, recien restaurados, y rezo. El padre Levasque se acerca a mi y cuchicheamos en la penumbra. --!Senora Rose, hara falta mas que un prefecto o un emperador para amenazar nuestro barrio! Childeberto, rey merovingio y fundador de esta iglesia, vela por su creacion como una madre por su hijo. Al padre Levasque le gusta recordarme cuantas veces se ha saqueado, destrozado, quemado y arrasado la iglesia desde la epoca de los normandos, en el siglo IX. En tres ocasiones, creo. Amor mio, que equivocado estaba. La iglesia se salvara, pero nuestra casa no. La casa que tanto amaba usted. Capitulo 2 El dia que recibi la carta, el senor Zamaretti, el librero, y Alexandrine, la florista, que habian recibido el mismo correo de la prefectura, subieron a visitarme. No se atrevian a mirarme a los ojos. Sabian que a ellos no les resultaria tan terrible; siempre habria un hueco en la ciudad para un librero y una florista. Pero sin la renta de los locales comerciales, ?como llegaria yo a fin de mes? Soy su viuda y sigo alquilando los dos locales que me pertenecen, uno a Alexandrine y el otro al senor Zamaretti; como lo hacia usted, como lo hizo su padre antes que usted, y el padre de su padre. Un panico frenetico se apodero de nuestra callejuela, que no tardo en llenarse del bullicio de todos los vecinos, carta en mano. !Que espectaculo! Todo el mundo parecia haber salido de sus casas y todos vociferaban, hasta la calle Sainte-Marguerite: el senor Jubert, el de la imprenta, con el delantal manchado de tinta, y la senora Godfin, de pie en el umbral de su herboristeria. Tambien estaba el senor Bougrelle, el encuadernador, fumando en pipa. La picaruela senorita Vazembert, la de la merceria (usted no la conocio, alabado sea el Senor), iba y venia por la acera, como pavoneandose, con un mirinaque nuevo. Nuestra encantadora vecina, la senora Barou, me dedico una gran sonrisa cuando me vio, pero me di cuenta de lo desesperada que se sentia. El chocolatero, el senor Monthier, era un mar de lagrimas. El senor Helder, el propietario de ese restaurante que tanto le gustaba a usted, Chez Paulette, se mordia nervioso el labio, lo que le agitaba el poblado bigote. Yo llevaba puesto un sombrero, nunca salgo sin el, pero, con las prisas, muchos olvidaron el suyo. El mono de la senora Paccard amenazaba con desmoronarse cuando meneaba con furia la cabeza. El doctor Nonant, tambien con la cabeza descubierta, agitaba el dedo indice rabioso. El senor Horace, el tabernero, consiguio que se le oyera entre el tumulto. Desde que usted nos dejo, el sigue siendo el mismo. Quiza tenga el pelo rizado algo mas gris y su panza haya adquirido una pizca de volumen; sin embargo, sus maneras estridentes y la risa sonora no se han debilitado. Sus ojos, negros como el carbon, echan chispas. --Senoras y senores, ?que hacen chismorreando a voz en grito? ?De que nos servira eso? Les invito a una ronda a todos, !tambien a los que no frecuentan mi antro! Por supuesto, se referia a Alexandrine, la florista, a quien le repugna la bebida. Un dia me conto que su padre habia muerto alcoholico.

  • No queria enamorarme y apareciste tu de Virginia V. B.

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    Me despierto sobresaltada y agitada. Miro el reloj que hay encima de la mesilla de noche, las cinco y media de la madrugada. No puede ser que otra vez haya sonado con el tio de mantenimiento. Con esta ya son tres veces esta semana, me siento acalorada. Nunca antes habia tenido suenos eroticos con nadie. Que sensacion mas extrana...Voy a la cocina y me bebo un vaso de agua bien fria, eso ayudara a que la sangre recupere su temperatura habitual. Me acerco al gran ventanal que hay en la cocina y me quedo mirando la ciudad que aun duerme. No se si podre volver a dormirme, aun asi regreso a la oscuridad de mi cuarto y vuelvo a meterme en la cama. Los ojos verdes de ese tio vuelven a mi mente una y otra vez. Esa forma de mirarme !uff! Hace que se me pongan los pelos de punta. !Joder, no me gusta nada esta sensacion, juro que en la vida me habia sentido tan atraida por nadie! ?De donde sera? No tiene pinta de ser espanol, mas bien de algun pais de America Latina. !!Dios, es tan atractivo!! Esa piel morena, el pelo negro, ese cuerpazo… y que decir de esa mirada. Lleva poco tiempo en la urbanizacion pero a mas de una nos tiene babeando por el. Me he fijado como lo miran mis vecinas, las jovenes, las no tan jovenes, entre las que me incluyo y las bien maduritas. Intento cambiar el rumbo de mis pensamientos porque si sigo por ese camino, volveran las palpitaciones y la agitacion y lo que quiero es volver a dormirme, no ponerme como una moto. Es sabado y no trabajo. Todo lo que tenia pensado hacer era dormir la manana, y por culpa de mis hormonas que parece ser estan disparadas ya no podra ser. Llevo viviendo en la urbanizacion Santa Margarita unos seis meses. Es una zona exclusiva y selecta de Marbella situada a muy pocos metros de la famosa Milla de oro, donde se encuentran las tiendas mas chic de la ciudad. Va desde el centro de Marbella hasta Puerto Banus. A mis treinta y ocho anos tengo una casa en propiedad y un trabajo que me permite vivir muy comodamente. Soy cirujana plastica y trabajo en una clinica muy, muy privada donde caras muy conocidas de este pais y del extranjero vienen a hacerse algunos retoques. Por mis manos ha pasado mucha gente, y aunque no esta bien que yo misma lo diga, soy muy buena en mi trabajo, por eso estoy donde estoy. Lo se, mi modestia deja mucho que desear, pero asi soy yo. Estoy muy orgullosa de mi, todo va fenomenal, bueno casi todo. Hace tres meses rompi con mi prometido. Cuando estabamos a punto de casarnos nos dimos cuenta de que no estabamos hechos el uno para el otro, eso y que Fer, mi ex, se habia enamorado perdidamente de su companera de trabajo ocho anos menor que yo y diez anos menor que el. Osea, una perita en dulce. No es que yo este mal, para nada. Pero Fer, la prefirio a ella y eso a mi me repateo la entranas, me cabree muchisimo, y claro por mi boca salieron sapos y culebras. Se fue de casa gritandome que era una amargada, y que iba a estar sola el resto de mi vida, !!JA!! !Y una mierda!! Vuelvo a mirar la hora, las siete menos veinte. Esta claro que Morfeo me ha abandonado por completo, y aqui tumbada no hago nada, solo ponerme de mal humor con tanto pensamiento inutil. Asi que me levanto, me pongo unas mallas negras, una camiseta de tirantes y me calzo las Nike fucsia que me regalo mi hermana en mi ultimo cumpleanos y salgo a correr. Una vez fuera de la urbanizacion enchufo el iPod. El nuevo tema de Marta Sanchez, "la que nunca se rinde", me llena de energia positiva y salgo disparada hacia el puerto. Por cierto, mi nombre es Alejandra, pero mis amigos me llaman Alex. Cuando llego al puerto, mis pulmones y mis piernas me piden a gritos que aminore la marcha, hacia mucho tiempo que no salia a correr como una posesa. Lo necesitaba, toda mi frustracion ha quedado pegada al asfalto, y eso es bueno para mi, me noto mucho mas ligera. Cuando llego a la zona de anclaje de los yates, me detengo y recorro con la mirada la maravillosa vista que tengo ante mi. El sol saliendo en el horizonte y reflejandose en el mar. Es absolutamente precioso, solo por esta panoramica ha valido la pena la carrera. Me siento bien, respiro hondo varias veces y mi respiracion se normaliza. Doy media vuelta y sintiendome satisfecha vuelvo a casa. En el trayecto a casa, recuerdo que las chicas y yo tenemos planes para esta noche. Iremos a cenar a “La Mar Del Medio”. Es un restaurante que esta en el puerto, su especialidad el pescado. Lo cocinan de todas las formas posibles. Solemos ir bastante a menudo, es un lugar precioso, decorado en madera en tonos blanco y azul. Cuando estas dentro, tienes la sensacion de estar dentro de un barco. !!Es una pasada!! Despues de la cena iremos a la inauguracion de Bacana, es una sala de baile latino. Por la zona en la que esta supongo que bastante pijo, pero nosotras que nos apuntamos a un bombardeo no podemos faltar al evento. Mentalmente repaso mi vestidor, me devano los sesos pensando que ponerme, como vuelvo a estar en el mercado, esta noche tengo que estar espectacular. Estoy en el vestibulo esperando el ascensor para subir a casa, cuando se abre la puerta de la oficina de mantenimiento. Se por el cosquilleo que recorre mi espalda que es el. Me giro lentamente y ahi esta, con esos ojos verdes clavados en mi. Esboza una sonrisa y repasa mi cuerpo con la mirada. ?De que cono va este tio? La chula que hay en mi se abre paso a trompicones entre la timidez y el atrevimiento, y por supuesto gana el atrevimiento, la timidez se queda escondida en algun lugar de mi mente. Lo miro de pies a cabeza, cuando llego a la altura de sus ojos, estos parecen estar preguntandome: <> Vuelvo a mirarlo de arriba abajo con altivez y doy media vuelta para entrar en el ascensor. Pulso el botoncito de subir y mientras las puertas se cierran alcanzo a ver esa sonrisa burlona dibujada en su cara. Entro en el atico echando humo, no soporto que me miren como si estuviese en venta, es algo que me pone enferma, que tipico de los hombres. Me meto en la ducha y el agua caliente hace que me relaje al instante. No se por que me afecta tanto este tio, normalmente no suelo sentir este tipo de cosas. Tiene algo misterioso, creo que es eso lo que me intriga, lo cual me hace sentir inquieta. Joder, menuda manana llevo perdiendo el tiempo pensando en un tipo del que ni siquiera se su nombre. Salgo de la ducha y me unto el cuerpo de crema hidratante. Me desenredo el pelo mientras mi piel absorbe la crema y de repente suena el movil, sin ponerme nada encima, salgo a buscarlo a la habitacion, esta sobre de la cama. Miro la pantalla y reconozco el numero de mi amiga Carla. --?Donde demonios te metes, Alex? --!!Vaya… buenos dias para ti tambien Carla!! --Lo siento… !!Buenos dias!! Te he enviado un monton de wuas y como no me has contestado… --Estaba en la ducha, he salido a correr esta manana y estaba acabando de vestirme. --?Pero no habias dicho que hoy no moverias tu culo de la cama hasta medio dia? --Si, lo dije, pero a las cinco y media estaba despierta. --?Y eso? --Suenos eroticos con el tio que te conte. --!!Joder Alex, lo tuyo es flipante!!--La muy capulla se descojona de risa.- --Deja de reirte como una hiena, no tiene gracia. --Si que la tiene, !!reconocelo!! --Esta bien, vamos a dejar el temita. ?Que es lo que tenia tanta urgencia? --Estela se ha rajado para lo de esta noche, tiene una nueva cita. Estaremos tu y yo solas ante el peligro, baby. --Que dramatica eres Car, el peligro somos nosotras, ya sabes que siempre acabamos metidas en alguna historia. --Tienes razon. !!Que tiemble la ciudad que esta noche vamos pisando fuerte!! ?Ya tienes modelito, Alex? --Si, creo que si, pero ya sabes como soy, seguro que cambio de idea en el ultimo momento. --!Si, lo se! ?No quieres contarme nada del tio ese? --!!Noooo no quiero hablar del tema!! --Esta bien, como quieras, !seguro que esta noche cantas por bulerias despues de que te hayas tomado unas cervezas! --No es esa mi intencion, pero me conoces demasiado bien. --Venga animate y no le des vueltas al coco, te veo esta noches en el restaurante, ?sobre las diez? --Perfecto, !alli nos vemos!

  • La guerra invisible de Marcelo Larraquy

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    El capitan de navio Carlos Corti habia servido como vocero de la dictadura militar argentina. Ahora tenia estatus diplomatico con residencia en Paris. Corti era hombre del almirante retirado Eduardo Massera. Su mision era politica. Intentaba presentar en Europa al ex jefe de la Armada como figura de recambio, el candidato ideal para la sucesion presidencial, y limpiar las denuncias sobre secuestros y desapariciones en el centro clandestino de la Escuela de Mecanica de la Armada. En su faz publica, Corti era titular de la Subcomision Naval de Compras Argentina en la Republica Francesa, designado por decreto de Estado. Este cargo, de manera imprevista, lo habia obligado a nuevas tareas: la supervision de la compra de catorce aviones Super Etendard (SUE) y diez misiles Exocet aire-mar 39 (AM-39), que las empresas Avions Marcel Dassault y Aerospatiale habian vendido a la Armada. A fines de 1981 solo habian llegado cinco aviones y cinco misiles. Francia habia priorizado la venta de cien misiles a Irak. Y habia prometido completar el envio para abril de 1982. Pero ese mes la Argentina ocupo las islas Malvinas y la entrega se suspendio. El capitan Corti quedaria enmaranado en la busqueda de misiles en el mercado negro en medio de la contienda belica. Lo haria hasta el dia de la rendicion. El proceso de compra de aviones y misiles se habia iniciado cinco anos atras. En 1977, los Douglas A-4Q Skyhawk estaban llegando al final de su vida util y no habia un avion seleccionado para suplirlos. La Armada queria que Estados Unidos le vendiera su variante mas avanzada. O, en el peor de los casos, que le entregara repuestos para los A-4Q. Pero la enmienda de HumphreyKennedy a la ley de Asistencia Extranjera, aprobada por el Congreso norteamericano, bloqueaba las ventas de armas para la Argentina. Frente a la necesidad de armamentos, en la Armada cada sector jugaba para su lado. Un grupo de marinos habia iniciado tratativas per se para la compra de aviones britanicos Harrier. Otro sector preferia insistir con la compra en Estados Unidos. En la jefatura de la Aviacion Naval, que tenia entre sus facultades la adquisicion de aviones, dos capitanes de corbeta tambien quisieron intervenir. Revisaron en un catalogo que presentaba las novedades de la industria aeronautica y vieron el Super Etendard, armado con misiles de ultima generacion. La Marina francesa habia aceptado los primeros prototipos presentados por la empresa Marcel Dassault, pero el avion todavia estaba en proceso de fabricacion. Francia tenia una oficina para la exportacion de su material militar aeronautico. Dependia de su Ministerio de Defensa. Se denominaba Ofema (Of ice francais d'exportation de materiel aeronautique). Su representante era Adrien D'Arboumont. El capitan de corbeta Carlos Ricaldoni, asignado en la Jefatura de Aviacion Naval, y el capitan Julio Italo Lavezzo lo citaron en la sede de la Armada, el Edificio Libertad. Querian saber si el Super Etendard podia operar en el portaviones ARA 25 de Mayo. Necesitaban precisiones tecnicas. D'Arboumont no quiso adelantar informacion. Le parecio que aquellos eran dos oficiales de baja jerarquia para gestionar compras de aviones y prefirio que el interes se diluyera: les dijo que los costos serian muy altos para la Argentina. La respuesta molesto a los marinos. Antes que el costo, querian conocer su factibilidad, si el avion podia adaptarse a las caracteristicas del portaviones. Frente a la insistencia, D'Arboumont explico: "Mi pais quiere una nota oficial". Ricaldoni presento un pedido de diez puntos con los requerimientos tecnicos y lo firmo en soledad, sin el conocimiento de sus superiores. Pedia las dimensiones, las velocidades para la catapulta y el aterrizaje, precisiones sobre el sistema de cable de frenado. Francia tomo en serio la nota y el proceso evoluciono. En febrero de 1978, con un aviso de ultimo momento, aterrizo una mision francesa en Buenos Aires con diez personas. El contralmirante Rafael Serra, de la jefatura de Aviacion Naval, pregunto quien los habia convocado. Los expertos del Super Etendard se presentaron por su cuenta en el Edificio Libertad. Se trataba de un jefe de Operaciones, un jefe de Armas y un senalero. Abrieron las carpetas, presentaron los folletos. La Armada los llevo a la Base Aeronaval Comandante Espora, en Bahia Blanca, para que expusieran sobre el avion y su sistema de armas frente a los oficiales. Los franceses conocieron a los pilotos y caminaron sobre el portaviones 25 de Mayo. La jefatura de Aviacion Naval recomendo la compra al jefe de la Armada, almirante Armando Lambruschini. El presupuesto inicial era de 272 millones de dolares. Incluia catorce aviones, diez misiles Exocet para integrar al sistema de armas, repuestos para cuatro mil horas de vuelo, un simulador a instalarse en la Base Espora, y el entrenamiento en Francia para los pilotos y el personal de mantenimiento. La Armada francesa, que habia programado con Dassault la compra de setenta y nueve aviones Super Etendard, saco catorce de la linea de la produccion para venderselos a la Argentina. El "contrato bandera" se firmo en noviembre de 1979. Participaron distintas fabricas: Dassault para el avion, Thomson-CSF para el radar Agave, Snecma para el motor, Aerospatiale para los misiles. El contrato especificaba el costo por la estadia de los pilotos en Francia, el alojamiento y la atencion medica. Todas las eventualidades estaban contempladas. Excepto la guerra. La compra genero un tropiezo comercial y geopolitico. Estados Unidos interpuso obstaculos. Argumento que la computadora del avion que conectaba al sistema de armas, la central inercial, era de produccion norteamericana, y por ende debia ser incluida en la enmienda HumphreyKennedy. El Super Etendard no podia venderse a la Argentina. En su interes de hacer caer la operacion con la Armada francesa, Estados Unidos modificaria su rigidez inicial. Acepto vender dieciocho turbinas que se necesitaban como repuesto para los aviones A-4Q Skyhawk. Una comision de la Armada volo a una base militar norteamericana y traslado el material en un avion Electra. La operacion, realizada en secreto, habia vulnerado el bloqueo, pero de todos modos el proceso de compra con Francia continuo. La Base d'aeronautique navale de Landivisau, en la region de Bretana, fue elegida como centro de adiestramiento para los pilotos argentinos. Se utilizarian para las pruebas los aviones comprados por la Armada. El capitan Lavezzo, que habia sido el factotum de la operacion, fue incorporado a la Subcomision Naval de Compras. Viajo a Paris para supervisar la recepcion de los aviones y los misiles junto al capitan Corti y otros tres marinos: el capitan de corbeta Carlos Alberto Quintana Casalot, el capitan de corbeta ingeniero Alberto Etchegaray y el teniente de navio ingeniero Ruben Alfredo Fernandez. Esta fue la mision permanente de la Subcomision, designada ad hoc por decreto oficial en noviembre de 1979, que luego, tras el desembarco argentino en las islas Malvinas, tendria que salir a pisar el mercado negro en busca de misiles. La compra de aviones Super Etendard le permitia a la Armada Argentina mantener actualizados sus planes militares, con Chile y las islas Malvinas como hipotesis de conflicto. Asi lo venia haciendo desde los anos sesenta. Era la unica fuerza que tenia bases y guarniciones en Tierra del Fuego. Sus pilotos se adiestraban en el sur. Volaban en forma visual. No tenian cartas aeronauticas de la zona, pero conocian cada una de las estancias. Habian pintado los techos de los galpones con un numero rodeado de un circulo blanco, que observaban desde el avion para tener una referencia de donde estaban. El sector de la Ruta Nacional 3 proximo a la base de Rio Grande habia sido ensanchado para los aterrizajes de emergencia, desde la estancia Las Violetas, en el norte, hasta Punta Maria, en el sur. En sus origenes, la Segunda Escuadrilla de Caza y Ataque de la Aviacion Naval, a la que le serian asignados los Super Etendard, volaba con los cazas norteamericanos Corsai, que estaban entre los mejor considerados por sus prestaciones en la Segunda Guerra Mundial: habia llegado a derribar setenta aviones japoneses en solo cinco dias de combate. El Corsai se desplegaba desde el portaviones ARA Independencia y de las bases aeronavales del sur como patrulla de exploracion y ataque por incidentes fronterizos con Chile, o para la deteccion de submarinos no identificados en el mar argentino --estaban equipados con cargas de profundidad--, e incluso formarian parte de las contiendas belicas internas de las Fuerzas Armadas. Dos aviones Corsai habian sido derribados por el fuego antiaereo del Ejercito en ocasion de la disputa entre las facciones castrenses de "azules" y "colorados" en abril 1963, cuando la Aviacion Naval ataco los cuarteles militares de La Plata y Magdalena. Para la instruccion en Francia se conformo una escuadrilla de diez pilotos, seleccionados entre aquellos que tenian determinada cantidad de horas de vuelo en Douglas A-4Q Skyhawk y experiencia como senaleros de aterrizaje en portaviones. El plan era que cada piloto pudiera formarse con cincuenta horas de instruccion basica. La instruccion era "de avion a avion", con el instructor frances dando las indicaciones desde la otra aeronave. Los oficiales estaban al mando del capitan de corbeta Jorge Luis Colombo. Era el mayor de todos. Su primer enganche en un portaviones habia sido en 1965. Tenia 38 anos. Siempre recordaba que a la Argentina el portaviones le habia costado sangre, sudor y lagrimas. Como docente de la Escuela de Aviacion, habia visto matarse a pilotos cuando aterrizaban, delante de el, en el Independencia y el 25 de Mayo.

  • Ingreso basico de Philippe Van Parijs

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    Philippe Van Parijs y Yannick Vanderborght quieren que el gobierno te de dinero: una cantidad frecuente, en efectivo, que no dependa de tu situacion laboral, de tu edad, de si tienes muchos o pocos recursos, de si eres mujer o eres hombre. Eso es el ingreso basico.

  • Quemame dentro de Sebastian Holik

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    Fue cuestion de suerte, mi mente lo recuerda entre las palabras que mi hermano dijo antes de que saliera de casa. Tal vez esta en lo cierto, no cualquiera llega a conseguir un empleo en plena crisis, menos en esta epoca del ano, sin embargo yo lo he logrado. Como todas las mananas compre el periodico en busca de algo que cubra los gastos que con mi madre no alcanzamos a pagar, y por fortuna lo acabe encontrando. No es precisamente un trabajo del que me este muriendo de ganas de hacer, pero en fin, se que voy a contar con el dinero justo que necesitamos. Llego a la parada despues de haber estado rogando no tener que estar sola, pero asi es, solo me acompana el sol que amenaza con quedarse detras de las nubes el resto del dia. Observo hacia mis costados, siempre es bueno hacerlo, al menos cada tanto, por las dudas de que ocurra algo malo. La delincuencia no tiene horarios, y en mi vecindario menos. Asomo mi vista hacia la calle en busca del bus que me llevara al trabajo. Sigo sin poder creer que alli voy. Despues de tantos dias de busqueda logre conseguir el empleo, y lo hice sin tener que pedirle ayuda a nadie. Viajo como era de esperarse: de pie, aferrada a un asiento para sostenerme, un tanto incomoda por la gran cantidad de gente que me rodea, pero nada importa demasiado con el optimismo que hoy llevo dentro. Bajo chocandome con el frio viento de julio. La tienda esta cerca. Camino hasta que llego a la enorme puerta de cristal rodeada de ladrillos a la vista y de un cartel encima con letras negras. Paso diciendo buenos dias. Mi jefe me responde con una sonrisa detras del mostrador y me indica que me acerque para estrecharle la mano. No puedo evitar sonreirle tambien, el anciano transmite alegria de solo verlo. Ojala la actitud que veo hoy en el se mantenga asi siempre, a veces noto que le cuesta un poco ser amable con la gente. --?Como te encuentras, Emma? Ese era tu nombre, ?cierto? --dice Raffaello. --Si --Asiento con la cabeza. No puedo culparlo todavia de que olvide mi nombre. --?Por donde empezare esta vez? --vuelvo a hablar. --Necesito que repongas la estanteria de la vajilla de la tercera fila. Me encargue de dejarte las cajas a un costado, asi que no tendras tanto que hacer. --Gracias --respondo alegre por haberme facilitado un poco el trabajo, no cualquier jefe haria lo mismo. Despego la cinta de la caja para abrirla. Saco plato por plato para ir ubicandolo en la estanteria. No es un trabajo dificil, pero requiere paciencia, algo que en ocasiones me cuesta tener. Si bien esta no es la primera vez que trabajo estoy nerviosa de echarlo todo a perder. Debo de tener cuidado con todo. Solo asi, en un futuro si todo marcha bien, quizas mi jefe me recompense con un aumento de sueldo. No es que el dinero que me pague no me alcance, de hecho si lo haria si no tuviese que compartirlo con Daniel, con quien salgo. El pobre se ha quedado sin trabajo hace un par de meses y todavia no consigue nada. Ademas, por sobre todas las cosas, tengo que colaborar con los gastos de la casa que mi madre a mas no poder se sacrifica en llevar. Ella estuvo presente cuando mi hermano y yo mas la necesitamos. A sus treinta anos enviudo en plena miseria y supo hacerle frente a ello sin quejarse ni una vez. Nos alimento, nos cuido, nos educo como pudo, pero lo hizo, y yo le respondere de igual forma. De espaldas siento una mano sobre mi hombro. Si se tratara de Raffaello creo que me hubiese llamado a lo lejos como siempre y directamente por mi nombre. Tal vez es algun cliente que no logre percibir. Que tonta me siento, a lo mejor el sujeto me estuvo llamando y yo aqui; sumergida en mis pensamientos sin hacerle caso. Me pongo de pie dispuesta a ayudarlo en lo que sea posible. Doy la vuelta corriendo un mechon de mi cabello castano que se interpuso en mi frente. Al mirar suspiro aliviada, para mi sorpresa es Daniel. --?Que haces aqui? --le pregunto asombrada. No recuerdo haberle dado la direccion exacta de donde trabajo. --Lo siento, no quiero causarte problemas --dice apenado--. Solo pasaba a preguntarte si no querias que salieramos luego. ?Salir?, ?me pregunta? El sujeto no tiene un solo centavo, desde luego yo menos, y de todas maneras me esta proponiendo que salgamos. --Espera --intento no sonar demasiado fuerte; no quiero que el dueno se moleste si llega a enterarse de que Daniel vino para algo poco importante--. No tengo dinero y creo que tu tampoco, ?o si?--No --me confirma tomandome de las manos--. Pero a ti si te queda algo, ?cierto? --Si, de hecho si. No supe que decirle. Tendria que haberle mentido, pero no soy buena mintiendo, mi cara jamas fue complice de mis palabras cuando trate sanamente de enganar a alguien. --Vamos, ?que dices? Quiere que salgamos, hoy mismo. No creo que sea buena idea, debo de abstenerme de ciertas cosas si quiero lograr vivir mejor. Pero el no tiene dinero, por ahora, y ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que salimos juntos. --Bien --digo aceptando su proposicion--, pero no gastaremos mucho, ahora vete antes de que me reprendan. El rostro de Daniel se ilumina por completo, sonrie alegre y me da un fuerte abrazo prometiendome que la pasaremos estupendo esta noche. Al desprenderse de mi noto que alguien tosiendo se oculta detras: Raffaello. Espero no tener que dar demasiadas explicaciones, aunque seria lo justo, despues de todo el es mi jefe. --?Todo en orden? --pregunta molesto el anciano. --Si, senor, lo siento --me disculpo nerviosa. --Excelente. Si ya has acabado quiero que sigas con la proxima fila. --De acuerdo --digo mirando a mi novio que aun sigue de pie sin moverse. Con la mirada intento decirle a Daniel que es hora de que se marche, pero al parecer no lo entiende hasta que lo despido diciendole que pase a buscarme por mi casa a las nueve. No puedo evitar reirme al verlo salir apresurado del local. La incomodidad de la situacion, que de seguro comenzo a notar tras lo que le indique, provoco que estuviese a punto de llevarse una pila de cajas por delante. A veces no entiendo por que salgo con el, es decir, es apuesto, fuerte y en ocasiones logra hacerme reir, sin embargo siento que no son motivos suficientes para estar a su lado. Quizas hay alguien mas esperando por mi, alguien con otras cualidades que tal vez me hagan sentir diferente. Por supuesto, son suposiciones. Que haya un hombre capaz de hacerme perder por completo la cabeza no creo que sea algo que vaya a suceder, no conmigo. --?Sabes una cosa? --me detiene el anciano antes de que siga con el trabajo--. Te contrate porque pareces una buena muchacha, y creo saber que si tanto necesitas el empleo como me lo contaste en la entrevista… sabras valorarlo, ?o me equivoco? Me esta reganando. Al parecer no fue suficiente con haberle pedido disculpas cuando me sorprendio abrazando a Daniel. ?Que espera?, ?que lo haga de nuevo? --Lo siento --Suspiro conteniendo mi enfado. --No quiero volver a ver a ese joven molestando por aqui --advierte con su dedo. --No, senor. --Bien, sigue con tu trabajo. Por un momento cuando por primera vez hable con Raffaello me convenci de que seria un jefe diferente de los que tuve, no sumiso porque para eso es el dueno de la tienda y debe tratarme como la empleada que soy. Lo que quiero decir es que no pretendo que me ayude con las tareas como ya lo hizo, simplemente que sea un poco mas comprensivo. Yo no invite a Daniel, ni siquiera sabia que conocia el local. Pero eso de seguro no lo entenderia, esta enojado y cualquier cosa lo respaldaria frente a los cinco minutos de conversacion que tuve. Estoy en mi habitacion buscando uno de los vestidos que mas me gusta usar cuando suelo salir. Tal vez ya no este muy de moda, pero a mi me sigue gustando de todas maneras. Tiene una textura gris que se ajusta perfecta a mi silueta, botones dorados en los hombros y en la cintura que hacen que con la chaqueta negra arrojada sobre la cama sea la combinacion perfecta. Son las ocho y cuarto, en poco tiempo Daniel vendra por mi. Ya me di una ducha de agua bien caliente. Falta que se me seque el cabello, me maquille y estare lista, claro, si logro encontrar el atuendo que quiero llevar puesto. Me siento en el borde de la cama cubriendome todavia con mi toalla, pensando en donde pude haberlo dejado cuando la puerta suena dos veces. --Emma, ?podria pasar? Encontre el vestido --dice mi madre desde el otro lado. --Claro, pasa. ?Donde lo encontraste? Se la nota algo consternada, como si tuviese miedo de decirme algo que pudiera llegar a hacerme enojar. Esta nerviosa, puedo darme cuenta por sus manos cuando me entrega la prenda y luego retrocede unos pasos para mirarme sin decir nada. --?Que sucede? --pregunto. A ella le hara bien contarme lo que piensa y a mi me lo hara escucharla. --Nada importante, dejare que te cambies --Gira, pero la detengo. --No me dijiste donde lo encontraste. El rostro de mi madre queda enmudecido. Vaya, de eso se trata. ?Que puede ser tan malo como para que no me diga nada? --Tuve que lavar el vestido, estaba un poco sucio. Tu hermano se lo regalo a Neena la semana pasada cuando vino a cenar. Ambos durmieron ayer aqui y pude quitarselo porque lo trajo puesto. Estaba tirado en el suelo junto a la puerta. --?Y es que no les dijiste nada? --Trato de calmarme.

  • Hotel Hillover de Claudio Hernandez

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    El Hotel Hillover era uno de los hoteles mas lujosos de toda la ciudad, o para ser mas exactos, de todo el estado de Maine, y podria ser uno de los habituales de Colorado: alli tambien existen hoteles especiales. Construido por primera vez en el siglo XIX--ya que fue reconstruido tres veces--, el hotel era ahora uno de los mas populares entre los turistas que la habitaban con sus estupidas sonrisas en contraste con el comienzo frio que tuvo hace mas de cien anos. Myer trato de no parecer aburrido mientras repetia esto a los nuevos invitados que acababan de llegar. El acababa de ordenar a viva voz, que se enviaran sus equipajes al piso de arriba y ahora los acompano a las habitaciones que habian reservado de antemano. Esas pequenas joyas que empezaban por el primer piso hasta acabar en el cuarto. Myer tenia poco mas de treinta anos. Era alto, de piel bronceada y clara, barba incipiente, ojos verdes y cabello castano claro que se peinaba cuidadosamente con cera antes de salir a cualquier parte. Llevaba una camisa blanca debajo de su traje negro y se enfundaba en esa chaqueta susodicha, con una pajarita a juego alrededor de su cuello que no era precisamente una estola. Los huespedes que se quedaron en el hotel, en adelante sencillamente hotel a secas; no eran personas comunes o se deberia decir: normales. El hotel era muy exclusivo y solo tenian acceso a su cache aquellas personas adineradas de todo el pais o de los diferentes estados que bordeaban Maine. Estos personajes residian durante largas temporadas, excepto en invierno, en este hotel, mientras estaban en Arkansas, Nueva York o Washington a traves de la magia de los telefonos moviles con su cobertura 5G. Todo el mundo sabia que punetas era. Si, todo el mundo. Las personas con una cartera en el bolsillo, de las que se consideraban normales, no podrian pagar las facturas de un hotel como este, aunque tambien conocian ese jodido 5G. Myer habia estado trabajando en el hotel durante los ultimos seis anos y su vida habia cambiado drasticamente desde el dia uno: todo empezo con una entrevista de lo mas enrevesada y extrana que uno podia imaginar. A veces la recordaba y otras, sufria de amnesia. Eso era bueno. Todos los invitados que ahora se arremolinaban cerca de el eran de familias adineradas y siempre le dejaban generosas propinas que al final acababa en su estomago en forma de alcohol. Ademas de eso, el dueno del hotel, un tipo que siempre hablaba en la penumbra de su despacho, le pagaba un buen salario--unos treinta mil al ano-- porque trabajar como conserje era un trabajo importante. Claro que lo era. Responsabilidad pensaba. Demasiado tiempo de dedicacion al completo para que el corazon del monstruo que pugnaba de la montana siguiera latiendo con naturalidad. Despues de subir las escaleras que no resonaban a su taconeo cruzo los pasillos y mostro el largo camino a los nuevos huespedes que derivaban hacia sus respectivas habitaciones. Su mano extendida bajo una incipiente sonrisa que lo hacia parecer un payaso de feria, los guiaba. --Debes estar cansado despues de este y jodido largo viaje --dijo Myer al aire, porque nadie giro la cabeza sobre sus rodillos de carne--. Puedo recomendarte los mejores espaguetis de la ciudad, una vez que hayas descansado. ?Supongo que querras cenar mas tarde? --Y esa persona no era nadie porque todavia no le escuchaban. Despues del chasco inevitable, acompano a los invitados a sus habitaciones, que estaban bien iluminadas, eran acogedoras y muy exuberantes con un papel tapiz dorado clasico que emitia vibraciones muy vintage: que fino ha quedado eso. Todas las habitaciones tenian muebles de roble oscuro, elegantes camas con dosel y chimeneas decorativas en un extremo como un ojo avizor. Estaban estrategicamente colocadas y discretas para evitar el riesgo de un posible incendio. <> Los pisos de las habitaciones estaban alfombrados. Los pasillos exteriores estaban tambien, bien iluminados, con una serie de luces alineadas en las paredes que parecian las del metro de Nueva York. Mientras se ocupaba de los clientes y terminaba con ellos casi atragantandose al comer una docena de hamburguesas, ahora, bajo las escaleras como solia hacer cuando terminaba el trabajo durante un dia si, y otro tambien. Y asi hasta la saciedad y el aburrimiento. Y es que algunas veces pensaba que, un hombre normal se habria ido a casa con su esposa e hijos despues de un largo dia de trabajo, porque ese es el unico lugar del mundo donde encontraria consuelo, pero no, Myer tenia que joderse. Para el, su salvacion estaba, bueno, oh, si, lo encontraria en el buen vino... Y en esas tupidas noches se reencontraba con un par de amigos siempre sonrientes con unas dentaduras que destellaban como focos. Simples asistentes del punetero hotel, que eran a su vez, sus companeros de bebida. Bebian todo cuanto sus estomagos aguantaban. Y la cabeza empezaba a sentirse sedosa y a escuchar como un zumbido. El y sus amigos, bebian mucho, juntos, todas las malditas noches para ahogar sus penas despues de todo. Aunque era un perfecto borracho, Myer tuvo el cuidado de no beber cuando estaba de servicio. Toda una odisea. Si lo hubiera hecho, no se habria tolerado y lo habrian despedido del trabajo al dia siguiente. Bueno, que pedante sonaba todo esto y que tan sencillo era. Sin preambulos ni metaforas de por medio. --Hola, Paul --dijo Myer moviendo la cabeza y los ojos cuando anadio--. Y Will, ?que tal? --Asintio con la cabeza con premura mientras sacaban botellas en un atroz tintineo. Estaban en el sotano, donde Myer mantenia la caldera. Tenia la experiencia necesaria para que el maldito dragon--como lo llamaba el --funcionase a la perfeccion y bajase de presion cuando se hinchaba como un globo. Tantos fueros las ocasiones que esto sucedio, que nadie mas se atrevia a acercarse a la caldera. --Bien jodido, jefe. Como siempre --sonrio Will. En los cinco minutos siguientes, llenaron sus vasos y bebieron haciendo estragos como unas alcantarillas en medio de una tormenta de otono. Despues de acabarse la primera ronda, Myer lleno los vasos de nuevo y bebieron hasta que se sintieron ligeramente mareados y por otra parte; complacientes. Esto les arrancaba sonrisas de idiotas y gastaba bromas aburridas.

  • El secreto (El manuscrito 1), Blanca Miosi de Blanca Miosi

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  • Esta Bruma Insensata de Enrique Vila-matas

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    Desde un caseron al borde de un acantilado en las afueras de Cadaques, Simon Schneider trabaja para un autor de gran exito que se hace llamar Gran Bros y que vive oculto en Nueva York desde hace anos. Simon es un hokusai, es decir, un distribuidor de citas para otros escritores, entre los que se encuentra, sin que el pueda imaginarlo, el mismisimo Pynchon. La tarde del 27 de octubre de 2017, Simon, que se ha quedado bloqueado cuando intentaba recordar una frase sobre el infinito, deja atras su caseron y emprende un largo paseo en busca de la cita perdida.
    Cuando se camina al borde del abismo y las certezas se tambalean, una huida a tiempo puede ser una puerta abierta hacia la escritura sin aditivos, aquella que hace saltar por los aires los limites de la ficcion, trasciende la experiencia personal e historica, y concibe una geografia sonada por un alma liberada de todo, hasta de su propia desgracia.
    Esta bruma insensata es una novela sobre la energia inextinguible que proviene de la ausencia y sobre la tension entre la fe en la escritura y el rechazo radical a esta. Enrique Vila-Matas, uno de los mejores narradores de nuestros dias, alumbra la paradoja de que la unica originalidad posible surja del arte de la cita en un lucido y brillante duelo de ingenios entre dos formas de entender la creacion literaria.

  • El guerrero de las sombras (Medieval 2) de Anne Marie Warren

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    Tras la muerte de su padre, el laird de los MacLead, a manos del clan vecino y con un traidor entre sus muros, a Maisie solo le quedaba recibir la ayuda de un impresionante ingles llegado de las cruzadas, cuya presencia no seria bien recibida por su clan al creer que se trataba de un demonio llegado del infierno.
    Rohan Glaymore estaba acostumbrado a que todo el mundo le temiera, al haber nacido con el rostro marcado, y ser considerado una aberracion. Una marca que solo le habia traido soledad y tristeza, hasta que una valerosa escocesa lo miro directamente a la cara sin mostrar temor, desafiando con cada mirada a que su corazon la amara.
    Traicion, romance, aventura y todo un mundo de supersticiones en esta segunda entrega.

  • El secreto del olmo de Tana French

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    Toby es un tipo con gancho y pocas preocupaciones en la vida. Acaba de librarse de una buena en el trabajo y esta celebrandolo con los amigos cuando la noche toma un derrotero que le cambiara la vida: sorprende en su casa a dos ladrones que le pegan una paliza y lo dan por muerto. Mientras lucha por recuperarse de secuelas y empieza a comprender que tal vez nunca vuelva a ser el mismo, busca refugio en la vieja casa familiar, donde ira a cuidar de un tio suyo moribundo. Hasta que descubren un craneo en el tronco hueco del olmo que hay en el jardin. Conforme la policia va estrechando el cerco, se vera obligado a encarar la posibilidad de que su pasado no sea el que siempre habia creido.

  • La maldicion de los Montpensier de Francisco Robles

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    La enigmatica muerte del escultor Antonio Susillo es el ultimo eslabon de la cadena de maldiciones que sufrio la infanta Maria Luisa Fernanda de Borbon -hermana de Isabel II- desde que se establecio con su familia en el palacio de San Telmo de Sevilla, convertido en verdadera Corte Chica del reino de Espana durante una generacion.
    Su mirada femenina nos adentra en un siglo agitado y tumultuoso, plagado de revueltas, pronunciamientos y conspiraciones a los que algunos casos no fue ajeno su propio esposo, el duque de Montpensier, eterno aspirante al trono. Estas memorias apocrifas desvelan la clave de aquellos acontecimientos sucedidos en el siglo XIX y que sin embargo -como si de otra maldicion se tratara- han marcado la historia de Espana hasta nuestros dias.

  • Y ahora no se como encontrarte (Escapandome 4) de N. S. Luna

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    Mirco es un jugador de futbol profesional, lindo, exitoso, del que podria decirse que nunca ha tenido problemas para conquistar mujeres.
    Sin embargo, viene de sufrir varias decepciones amorosas.
    Una ex, a quien perdono mucho y una amiga de la que cree, sigue enamorado, despues de tantos anos. Aun cuando ella esta felizmente casada y ha formado su familia, su recuerdo lo atormenta y no lo deja avanzar.
    Esta seguro de que ella fue su gran amor, y de que nunca mas volvera a estar enamorado.
    Por lo menos hasta que conoce a Nadia.
    Una chica divertida, con una personalidad unica y un caracter tan particular, que lo tendra cautivado.

  • Tu segunda vida empieza cuando descubres que solo tienes una – Raphaelle Giordano de Raphaelle Giordano

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    ?Cansada de la rutina? ?Necesitas dar cuerda a tu vida?

  • Hasta que regresen (Los Townsend 4) de Nunila De Mendoza

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  • Una tienda en Paris de Maxim Huerta

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    ?Alguna vez has pensado empezar de cero en otra ciudad? Fue entonces cuando todo cambio. Justo al acercarme a aquel viejo cartel de madera escrito en frances que vendian en un anticuario improvisado de Madrid. Aux tissus des Vosges, Alice HUMBERT, nouveautes.

  • Yoga & medicina de Timothy Mccall

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    En el yoga la ausencia de sintomas no es sinonimo de salud. El yoga busca optimizar la funcion de todos los sistemas del cuerpo, desde los musculos hasta la digestion, la circulacion y el sistema inmune, junto con un bienestar emocional y una sensacion de optimismo. El yoga ensena que solo cuando estos elementos se alinean se puede maximizar la oportunidad de gozar de una buena salud y alcanzar la curacion.
    Yoga & Medicina presenta los beneficios del yoga y sus usos terapeuticos desde un punto de vista medico.

  • Tiempos fugaces de Sandra Jaramillo Botero

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    Todos tenemos un destino por cumplir y es por ello que en ocasiones terminamos envueltos en situaciones incomprensibles de las cuales no podemos escapar. Debido a su destino Luna llego a Jepira, una misteriosa isla a la que incluso llegar a ella es todo un secreto. En aquella isla la vida de Luna se entrecruza con la de Samuel y desde su primer encuentro ambos intuyen que estan unidos a un pasado que no logran entender.
    No solamente Samuel marcara la vida de Luna para siempre, tambien lo hara Balar, un enigmatico ser cuya esencia es una mezcla de hombre, sabio y angel. Las extensas conversaciones con el y los extranos acontecimientos que ocurren en ese lugar, llevan a Luna a pensar que se ha transportado a otra dimension de la cual no quisiera marcharse jamas.
    Sin embargo con el paso de los dias Luna se da cuenta que todos los habitantes de Jepira esconden un secreto y ella esta dispuesta a descubrir de que se trata y que es realmente ese sitio.

  • Lo que ha unido el arroz que no lo separe la p de A. R. Cid

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    ?Quien ha dicho que la novia ha de ser la protagonista?
    Tres amigas, ahora damas de honor, se han propuesto que ese dia sea inolvidable, pero se les ha ido de las manos.

  • Solo Amigo (Destinations 1) de Kira Freitas

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    Brooke Evans tiene planes de graduarse de la Facultad de Derecho de Harvard, pero para ello, tiene la dificil mision de graduarse de su curso elegido en su primer ano. Nacida y criada en la alta sociedad, hija de padres ricos, Brooke sigue las reglas para complacer a la familia, por lo que siempre es reservada. Pero en el fondo odia toda la ostentacion de sus padres, y la gente snob con la que ellos y su prometido viven juntos. Para obtener mejores calificaciones en el curso y graduarse con honores, Brooke debe servir como tutor en un trabajo complementario.