• lugar de origen de los clanes hacia el ano 1000 - Beatriz Curi Chercoles

    https://gigalibros.com/el-origen-de-los-clanes-catarsis-1.html

    Es una novela que se mueve entre los generos de aventura, intriga y romance, tres ingredientes fundamentales en un relato dirigido a un publico juvenil. De facil comprension de lectura, muy dinamica y divertida, y es el primer libro de una trilogia.

  • 1000 - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/1000

    En la actual Bangladés (al este de la India) se funda la ciudad de Daca (actual capital del país). Ferdousí (935-1020) escribe Shāhnāmé (El libro de los reyes).

  • Siglo XI - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Siglo_XI

    También se considera que en torno al año mil se extendió por las tierras europeas el miedo a la aproximación del fin del mundo, por lo que podemos encontrar ...

  • Año mil, ¿el fin del mundo? - La Vanguardia

    https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-media/20170912/47311445903/ano-mil-el-fin-del-mundo.html

    22 sept 2017 — Muchos siguen pensando que la Europa previa al año mil vivió bajo el ... nacimiento de Cristo, tras lo cual tendría lugar el Juicio Final.

  • La Europa del año 1000 - Edad Media - La Crisis de la Historia

    https://www.lacrisisdelahistoria.com/la-europa-del-ano-1000/

    Las segundas invasiones fueron movimientos migratorios de pueblos de la “periferia” hacia el antiguo Imperio Carolingio. Pueblos que hasta entonces habían ...

  • Cómo fue el año 1000 y por qué es más parecido a nuestra ...

    https://www.bbc.com/mundo/noticias-53589036

    1 ago 2020 — Al marcar el primer milenio de nuestra era, el mundo estaba más interconectado ... a abandonar sus regiones de origen e ir a nuevos lugares.

  • Por qué el año 1000 marcó un antes y un después en la ...

    https://www.elespanol.com/cultura/historia/20210310/ano-marco-despues-historia-parece-actualidad/564944406_0.html

    10 mar 2021 — Por qué el año 1000 marcó un antes y un después en la historia (y se parece tanto a la actualidad). Entre el final del siglo X y el inicio del ...

  • La nueva Edad Media

    https://www.nuevatribuna.es/articulo/historia/la-nueva-edad-media/20171029182428144818.html

    29 oct 2017 — Europa, año 1000 Cuando faltaban pocos años para la llegada del año 2000 ... con su libro El fin de la historia y el último hombre.

  • Entre los 35 y los 45. La ruptura de Beatriz Curi Chercoles

    https://gigalibros.com/entre-los-35-y-los-45-la-ruptura.html

    Es una novela romantica dirigida a un publico adulto, de facil comprension de lectura, muy dinamica y divertida.

  • Se mia y te dare el mundo (El Tutor 1) de Paula Rossello Frau

    https://gigalibros.com/se-mia-y-te-dare-el-mundo-el-tutor-1.html

    < Leandro recorrio, anos atras, los locales de un submundo de magia y misterio, y
    lleno sus noches y sus dias con juegos y practicas no alcanzables a la mayoria de los
    mortales.
    Pero su vida sufre un serio reves y queda a cargo de Ivy, una adolescente de catorce
    anos, huerfana de unos queridos amigos suyos, muertos de forma tragica en un accidente de
    trafico.
    Hans esta demasiado ocupado con sus negocios, ademas de colaborar activamente con
    un grupo policiaco contra la trata de personas, como para asumir la tutela a tiempo
    completo de Ivy, y la envia a un internado suizo para que crezca con las mejores
    comodidades. A medida que Ivy crece, Hans decide ser lo mas discreto posible con su
    vida alternativa. Y nace una amistosa camaraderia entre su tutelada y el.
    Pero...
    Ivy se esta convirtiendo en una joven mujer muy atractiva, demasiado atrayente,
    incluso, para su tutor.
    ?Podra Ivy derribar las barreras que Hans interpone entre ellos?
    ?Impedira Hans que el ardiente anhelo que lo desgarra le haga perder el control?
    El destino es caprichoso y puede que ninguno pueda decidir sobre lo que ya esta escrito
    en el futuro>>.

  • De la melancolia de Espido Freire

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    Elena y Sergio forman una pareja unida, pero la imposibilidad de ser padres hace aflorar la falta de amor entre ellos y Sergio decide, despues de veinte anos de convivencia, abandonar a Elena. Ella cae en una profunda depresion que tambalea su vida en todos los aspectos. Pasa el tiempo y Elena recibe una propuesta de un familiar lejano para alojar, durante su convalecencia, a Lazaro, un tio abuelo que tiene que ser operado. Elena no solo acoge en su casa a Lazaro, sino que, como tiene que alquilarla para sobrevivir, tambien otros personajes llegan a la casa con su vision sobre como vivir la tristeza o como huir de ella: Sonsoles, una mujer mayor que debe vender su casa, llena de libros y de recuerdos; Vanesa, una joven de treinta anos que se niega a crecer, porque el mundo de los adultos le resulta terrorifico; Teresa, que entra en la historia para conseguirle una gatita a Lazaro y que ya no se va, como una especie de hada urbana que alivia del dolor cada una de las veces que aparece. O Cristian, un viejo amigo que reaparece, un triunfador que oculta tantos secretos como pecados.

  • El asesino de Alcasser de Teresa Ortiz-tagle

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    Gloria Goldar es una periodista de investigacion ligada a asociaciones de victimas que se oponen a la excarcelacion de Angles. De forma inesperada, recibe una extrana oferta del abogado del preso: Un contrato en el que se compromete a no pedir el tercer grado, a permanecer encerrado los cuatro anos que le quedan y morir en prision, ya que esta gravemente enfermo.

  • Tu y Solo Tu de Lynda Sandoval

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    ?Habria vuelto para darle una segunda oportunidad o para vengarse?

  • El asedio de Troya de Theodor Kallifatides

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    En este recuento perspicaz de La Iliada, una joven maestra griega recurre al poder duradero del mito para ayudar a sus estudiantes a sobrellevar los terrores de la ocupacion nazi. Las bombas caen sobre un pueblo griego durante la Segunda Guerra Mundial, y una maestra lleva a sus alumnos a una cueva para refugiarse. Alli les cuenta sobre otra guerra, cuando los griegos sitiaron a Troya. Dia tras dia, cuenta como los griegos sufren de sed, calor y nostalgia, y como se enfrentan los oponentes: ejercito contra ejercito, hombre contra hombre. Los cascos se cortan, las cabezas vuelan, la sangre fluye. Ahora son otros los que invaden Grecia, el ejercito de la Alemania nazi. Pero los horrores son los mismos miles de anos despues. Theodor Kallifatides proporciona una notable vision psicologica en su version moderna de La Iliada, minimizando el papel de los dioses y profundizando en la mentalidad de sus heroes mortales. La epopeya de Homero cobra vida con una urgencia renovada que nos permite experimentar los eventos como si fueran de primera mano, y revela verdades eternas sobre la insensatez de la guerra y lo que significa ser humano.

  • Nosotras, Christian Martins de Christian Martins

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    Aurora conocio a Hugo cuando solo era una cria que no buscaba el amor. A sus veinte anos de edad, no sabia lo que queria ni se le pasaba por la cabeza consolidar una relacion.
    Pero el tiempo fue pasando, ano tras ano, y el amor entre los dos continuaba estando presente... Lo que ninguno de los dos esperaba era que el pasado intercediera en su futuro.
    ?Como sobrevive un amor de verano al paso de los anos y a la inmadurez de la juventud?
    ?Que ocurre si, cuando has conseguido que todo se estabilice, tu mundo se derrumba sin control? ?Si, repentinamente, desaparece todo aquello por lo que tantos anos has luchado?

  • Serie Dulce Perversion de Kelly Dreams

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    Cuatro historias, cuatro hermanos, cuatro formas de entender el placer.
    Adentrate en esta Dulce Perversion…

  • Ochate. La puerta secreta de David Zurdo

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    Una impenetrable noche de invierno, tres jovenes llegan por error a un pueblo cercano a Ochate. No saben que sus habitantes los esperan. Los necesitan… Alli se llevan a cabo ancestrales rituales celticos, cuyos dioses reclaman sangre nueva para apaciguarse. En el entorno del pueblo maldito de Ochate, los tres jovenes, ayudados por una guardia civil recien destinada a la zona, tendran que luchar por sus vidas. Una lucha en la que todo parece en su contra.

  • Imposible es nada de Elena Pita

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    Aquella manana le tocaba ir al hospital, probablemente el lugar que mas habia odiado nunca; aquel hospital de paredes sucias y pasillos atestados de enfermos dolientes como animas sin vida, de personal atropellado y a punto de la desidia. Tenia que recoger los resultados del ultimo PET, una de esas tomografias nucleares que evaluan el dano en los tejidos. A Carmen Lopez le habian descubierto un cancer de pulmon, iba a hacer ya dos anos. Dos anos ganados a la vida porque el tumor se habia diagnosticado en fase muy avanzada (estadio IV) y propagado en dos metastasis. Ella no se habia resignado y, blindada de la energia positiva y la fuerza que contagian la responsabilidad y el amor de dos hijos aun pequenos, se sometio con excelentes resultados a tratamientos de radio y quimioterapia que habian logrado disipar aquellas oscuras manchas, ramificadas en la columna vertebral y el esofago, y reducir el tumor principal, que amordazaba la vena cava. Eran resultados excepcionales que los doctores habian presentado en simposios medicos; admirable fortaleza la de Carmen, que durante aquellos largos meses fue capaz de ocultarle la enfermedad al mundo e incluso a su anciana madre: detestaba dar lastima. Y en su intimidad, sus horas de mayor soledad, recordaba la lectura de La sonrisa etrusca, tierna novela en la que Jose Luis Sampedro relata la lucha de un viejo partisano contra el peor enemigo jamas enfrentado en su vida: la Rusca, un cancer de estomago que acabaria robandole a mordiscos hasta el ultimo soplo, y que encima el escritor habia bautizado con el nombre de las perras pastoras de la madre de Carmen, transmitido el nombre de generacion en generacion canina. No tenia por que ser distinta aquella manana de principios de diciembre. El mismo e infecto hospital, el cielo cubierto, las calles mojadas. Llego a la consulta del oncologo con optimismo, esperando escuchar lo que ya se habia convertido en una tonica progresiva: una vez mas el tumor primigenio habria reducido su tamano y actividad, pese a que una nueva sombra les inquietaba desde la ultima radiografia. <>. Las palabras de su admirado oncologo taponaron los oidos de Carmen. Ya no escucharia mas que un zumbido en su cabeza. Eran sus palabras una sentencia de muerte irrevocable y pronta que ella se negaba a aceptar. Aun noqueada por el shock, percibio sin embargo que el doctor estaba dejando una pequena espita abierta, una diminuta posibilidad de vida que su esposo si pudo escuchar con nitidez. Se trataba de un joven cirujano que habia desarrollado una tecnica quirurgica minimamente invasiva que, a traves de una sola incision y valiendose de una camara, operaba proezas y se atrevia con los mas endiablados tumores de torax. <>. <>, le estaba diciendo el doctor Firvida cuando Carmen pudo volver a escuchar: <>. * * * La camilla de Carmen esta siendo introducida en el ascensor de planta camino al quirofano. Han transcurrido apenas dieciocho dias desde su sentencia. Dieciocho dias con sus noches de espanto y panico, abrazada a su marido, ocultando a sus dos hijos y a su madre todo indicio de la grave situacion. Dieciocho dias y sus noches de ferreo control mental para no desesperarse. Carmen padecio siendo aun bebe la poliomielitis, durante la ultima y temida plaga del virus que se propago en Espana en los anos cincuenta. Fue primero intervenida, con solo tres anos, por un doctor aleman que en Madrid le fijo a la tibia el pie que habia quedado suelto y desarmado, y luego con trece se sometio a la tecnica quirurgica experimental del doctor Esteve de Miguel, que, sirviendose de un hierro colocado en forma de zeta, lograba alargar hasta cinco centimetros las tibias de aquellos ninos de la polio. Su padre, urologo, no dudo en confiar en la experimentacion de su colega catalan: fueron ocho operaciones en total para el estiramiento de la tibia, un dolor inenarrable que al primer asalto le haria adelgazar once kilos en veintiocho dias, y cuya sola contemplacion noquearia a su madre en el viejo Hospital Quiron de Barcelona: <>, le rogaba a su esposo. Y el, que las visitaba los fines de semana: <>, a la nina. Una memoria tan atroz que ensenaria a Carmen <>. <>. Asi pues, dieciocho dias de espera con la seguridad de que todo iba a ir mejor: <>. Dieciocho jornadas de carreras recopilando pruebas e historial clinico y siguiendo los pasos de aquel cirujano prodigioso que curiosamente tenia su plaza en la Seguridad Social a tan solo ciento setenta kilometros de distancia de su ciudad, pero que al parecer viajaba por todo el planeta sin descanso ensenando su innovacion. El joven cirujano que, !Dios le bendiga!, despues de recibir las imagenes del tumor habia dicho que si, que el la operaria aunque su equipo lo hubiera descartado o simplemente no se sintiera capaz de abordar el caso: una masa localizada en el hilio pulmonar, esa cavidad central, entre ambas visceras, donde nacen los vasos del corazon, atravesada por las principales arterias toracicas. Media catorce centimetros de diametro, invadia el lobulo superior derecho y estaba literalmente incrustado en la vena cava; ademas, habia sido sometido a una radio y quimioterapias limites durante dos anos, con la consecuente debilitacion de los tejidos. El diagnostico de los cirujanos que le correspondian por la Seguridad Social habia sido tajante y volvio entonces a ser tajante: <>. Pero consiguen hablar con Diego y hacerle llegar todo el historial y las ultimas pruebas, y el esposo de Carmen, el doctor estomatologo Ignacio Romero, jamas podra ya olvidar lo que aquel cirujano ofrecio como respuesta. <>. Expuso con claridad al esposo y cunado de Carmen (medicos ambos) los riesgos de la intervencion, que eran muchos, pero que el asumia como cirujano y ella como paciente: <>. Tampoco les parecio una historia increible, un cuento, casualidad o supercheria que aquel cirujano tuviera su plaza de origen en A Coruna, tan cerca, <>. Se lo comunica al oncologo jefe del equipo, y el doctor Firvida dice que si, que es bueno tener esa segunda opinion. Carmen se dirige entonces con todo su historial al equipo del doctor Josep Baselga, quien acababa de ser nombrado director medico del Memorial Solan Kettering Cancer Center de Nueva York, el mas prestigioso centro oncologico del mundo. El insigne doctor catalan recibe personalmente sus pruebas y la emplaza a una cita con la jefa del programa de cancer de pulmon en su instituto de Barcelona. La doctora Felip (gran conocida de Firvida), tras un sinfin de examenes, descarta la compatibilidad de su tumor con los tratamientos inmunoterapeuticos que estan aplicando, y le aconseja que abandone toda quimioterapia, porque le va a destruir. Algo que la paciente una vez mas no admitira: <>. Y continua con la quimio hasta que, como ya contamos, se revela inoperante. * * * Se celebraban elecciones generales en Espana y, de nuevo, como si la casualidad existiera, el cirujano vendria a votar en un plazo de, eso precisamente, dieciocho dias. Carmen dio gracias incluso a la politica. Ni tiempo hubo de consulta previa, apenas se habia visitado con su equipo medico, que no se sintio capaz pero que no dudo en remitir las pruebas a su colega, que impartia esos dias entre Shanghai y Estados Unidos. Acostumbrado el equipo a que el si asuma retos que para cualquier otro resultarian un imposible: sobradamente conocian aquellos medicos la intolerancia de Diego al termino <>. * * * Estan introduciendo su camilla en el ascensor de la planta para bajar a quirofano y de pronto hace su aparicion decidida un chico jovencisimo enfundado en un plumifero azul, acompanado por su colega (y hoy jefa de servicio) Mercedes de la Torre, tocada de un gorrito de lana. El joven se acerca a la camilla: <>. Le cogio una mano y se la apreto con suma delicadeza y a la vez firme teson.

  • La quietud del que se queda de Elena Romero Molina

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    Lucia y Jacobo no eran felices en sus respectivos matrimonios ya antes de conocerse.
    En ese momento se puso en funcionamiento una rueda sin fenomeno fisico capaz de pararla. El dia que sus miradas se cruzaron por primera vez tuvo lugar un accidente que arraso con su mundo conocido y transformo su historia en algo unico.

  • Una corte de llamas plateadas de Sarah J. Maas

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    El agua negra que le pellizcaba los talones estaba helada. No como la mordedura del frio invernal, ni siquiera el ardor del hielo solido, sino algo mas frio. Mas profundo. El frio de los huecos entre las estrellas, el frio de un mundo anterior a la luz. El frio del infierno, el verdadero infierno, se dio cuenta mientras luchaba contra las fuertes manos que trataban de empujarla dentro del caldero. El verdadero infierno, porque era Elain la que yacia en el suelo de piedra con el hombre Fae de pelo rojo y un solo ojo que se cernia sobre ella. Porque esas orejas puntiagudas se clavaban en el cabello marron dorado de su hermana, y un brillo inmortal irradiaba de la piel blanca de Elain. Un verdadero infierno, peor que las profundidades de tinta a pocos centimetros de sus pies. Sumerjanla, ordeno el rey Fae de rostro duro. Y el sonido de esa voz, la voz del macho que habia hecho esto a Elain… Ella sabia que iba a entrar en el Caldero. Sabia que perderia esta lucha. Sabia que nadie vendria a salvarla: ni la sollozante Feyre, ni el antiguo amante de Feyre amordazado, ni su devastado nuevo companero. Ni Cassian, roto y ensangrentado en el suelo. El guerrero seguia intentando levantarse con brazos temblorosos. Para alcanzarla. El Rey de Hybern… el habia hecho esto. A Elain. A Cassian. Y a ella. El agua helada mordio las plantas de sus pies. Fue un beso de veneno, una muerte tan permanente que cada centimetro de ella rugio en desafio. Iba a entrar, pero no lo haria con suavidad. El agua se aferro a sus tobillos con garras fantasma, tirando de ella hacia abajo. Se retorcio, arrancando el brazo del guardia que la sujetaba. Y Nesta Archeron senalo. Un dedo… al Rey de Hybern. Una promesa de muerte. Un objetivo marcado. Unas manos la empujaron hacia las garras del agua que la esperaban. Nesta se rio del miedo que aparecio en los ojos del rey justo antes de que el agua la devorara entera. En el principio y en el final habia oscuridad y nada mas No sintio el frio mientras se hundia en un mar que no tenia fondo, ni horizonte, ni superficie. Pero sintio el ardor. La inmortalidad no era una juventud serena. Era fuego. Era mineral fundido que se vertia en sus venas, hirviendo su sangre humana hasta que no era mas que vapor, forjando sus fragiles huesos hasta que eran acero fresco. Y cuando abrio la boca para gritar, cuando el dolor la partio en dos, no hubo ningun sonido. En este lugar no habia mas que oscuridad, agonia y poder… Ellos pagarian. Todos ellos. Empezando por este Caldero. Empezando ahora. Ella desgarro la oscuridad con garras y dientes. Rasgo, hendio y destrozo. Y la oscura eternidad a su alrededor se estremecio. Se agito. Se agito. Ella se rio cuando retrocedio. Se rio de la bocanada de poder en bruto que arranco y trago entera; se rio de los punados de eternidad que introdujo en su corazon, en sus venas. El Caldero lucho como un pajaro bajo la pata de un gato. Se negaba a ceder. Todo lo que le habia robado a ella, a Elain, se lo quitaria ella. Envueltos en la negra eternidad, Nesta y el Caldero se enroscaron, ardiendo en la oscuridad como una estrella recien nacida. Primera Parte: Aprendiz Capitulo 1 Cassian levanto el puno hacia la puerta verde del tenue pasillo y dudo. Habia abatido a mas enemigos de los que le importaba contar, habia estado de rodillas en la sangre en innumerables campos de batalla y habia seguido luchando, habia tomado decisiones que le costaron la vida de guerreros expertos, habia sido un general, un soldado y un asesino, y sin embargo … aqui estaba, bajando el puno. Dudando. El edificio en el lado norte del rio Sidra necesitaba pintura nueva. Y suelos nuevos, las tablas que crujian bajo sus botas al subir los dos pisos habian sido una indicacion. Pero al menos estaba limpio. Definitivamente sombrio para los estandares de Velaris, pero a decir verdad la propia ciudad no tenia barrios bajos, y eso no era decir mucho. Habia visto y permanecido en lugares mucho peores. Sin embargo, nunca entendio por que Nesta insistia en vivir alli. Entendia por que no se alojaba en la Casa del Viento: estaba demasiado lejos de la ciudad, y no podia volar ni tamizarse, lo que significaba tener que lidiar con los diez mil escalones de subida y bajada. Pero ?por que vivir en este basurero, cuando la casa de la ciudad estaba vacia? Desde que Feyre y Rhys habian terminado la construccion de la casa del rio, la casa de la ciudad habia quedado abierta a cualquiera de sus amigos que la necesitara o quisiera. Sabia de hecho, que Feyre habia ofrecido a Nesta una habitacion alli… y habia sido rechazada. Fruncio el ceno ante la pintura desgastada de la puerta. Ningun sonido se filtraba a traves del gran hueco que habia entre la puerta y el suelo, lo suficientemente ancho como para que incluso las ratas mas gordas pudieran pasar por el; no habia olores frescos en el estrecho pasillo. Tal vez tuviera suerte y ella estuviera fuera, tal vez durmiendo bajo la barra de cualquier taberna de mala muerte, que hubiera frecuentado la noche anterior. Aunque eso podria ser peor, ya que tendria que buscarla alli. Cassian volvio a levantar el puno, el rojo de su Sifon parpadeando en las antiguas luces de los focos colocados en el techo. Cobarde. Ten las malditas pelotas. Cassian golpeo una vez. Dos veces. Silencio. Cassian casi suspiro de alivio en voz alta. Gracias a la maldita Madre… Unos pasos cortos y precisos sonaron desde el otro lado de la puerta. Cada paso mas enfadado que el anterior. Plego las alas, cuadrando los hombros mientras separaba los pies. Una postura de lucha tradicional, que le fue inculcada durante sus anos de entrenamiento, ya era casi un recordatorio muscular. No se atrevio a considerar por que el sonido de esos pasos hizo que su cuerpo tomara esa posicion. El chasquido que produjo al abrir cada uno de sus cuatro candados bien podria haber sido el golpe de un tambor de guerra. Cassian repaso la lista de cosas que debia decir, como Feyre le habia sugerido que las dijera. La puerta se abrio de un tiron, el pomo giro con tanta fuerza que Cassian se pregunto si ella lo estaba imaginando como si fuera su cuello. Nesta Archeron ya tenia el ceno fruncido. Pero alli estaba. Tenia un aspecto infernal. --?Que quieres? --Ella no abrio la puerta mas alla de un palmo. ?Cuando la habia visto por ultima vez? ?En la fiesta de fin de verano que fue en la barcaza en el Sidra el mes pasado? No tenia tan mal aspecto. Aunque supuso que una noche tratando de ahogarse en vino y licor nunca deja a nadie con un aspecto particularmente bien a la manana siguiente. Especialmente en… --Son las siete de la manana --continuo ella, mirandolo con esa mirada azul grisacea que siempre encendia su temperamento. Llevaba solo una camisa de hombre. Cassian apoyo una mano en el marco de la puerta y le dedico una media sonrisa que sabia que sacaba sus garras. --?Una noche dura? Un ano, en realidad. Su hermoso rostro estaba palido, mucho mas delgado de lo que habia sido antes de la guerra con Hybern, sus labios sin sangre, y esos ojos… frios y afilados, como una manana de invierno en las montanas. Ninguna alegria, ninguna risa, en ningun plano de ella. Hizo ademan de cerrar la puerta con la mano. El metio su bota en el hueco antes de que ella pudiera romperle los dedos. Sus fosas nasales se expandieron ligeramente. --Feyre te quiere en la casa. --?En cual? --dijo Nesta, frunciendo el ceno ante la bota que habia metido en la puerta--. Tiene cinco. Reprimio su respuesta. Ese no era el campo de batalla y el no era su oponente. Su trabajo consistia en llevarla al lugar asignado. Y luego rezar que la hermosa casa a la que Feyre y Rhys acababan de mudarse no fuera reducida a escombros. --La nueva. --?Por que mi hermana no me vino a buscar ella misma? El conocia ese brillo sospechoso en sus ojos, la ligera rigidez de su espalda. Sus propios instintos surgieron para enfrentarse a su desafio, para empujar y descubrir lo que podria pasar. Desde el solsticio de invierno, solo habian intercambiado unas cuantas palabras. La mayor parte habia sido en la fiesta de la barcaza el mes pasado. Habian consistido en: Muevete. Hola, Nes. Muevete. Con gusto. Despues de meses y meses de nada, de apenas verla, eso habia sido todo. Ni siquiera habia entendido por que se habia presentado a la fiesta, especialmente cuando sabia que estaria atrapada en el agua con ellos durante horas. Amren probablemente merecia el credito por la rara aparicion, debido a cualquier influencia que la mujer tuviera sobre Nesta. Pero, al final de esa noche, Nesta habia estaba al frente de la fila para salir del barco, con los brazos apretados alrededor de si misma, y Amren habia estado melancolica en el otro extremo, casi temblando de rabia y repulsion. Nadie habia preguntado que habia pasado entre ellas, ni siquiera Feyre. El barco habia atracado, y Nesta practicamente habia salido corriendo, y nadie habia hablado con ella desde entonces. Hasta este dia. Hasta esta conversacion, que se sentia como la mas larga que habian tenido desde las batallas contra Hybern. Cassian dijo por fin--: Feyre es una Alta Lady. Esta ocupada dirigiendo la Corte Oscura. Nesta ladeo la cabeza, con el cabello castano dorado deslizandose sobre un hombro huesudo. En cualquier otra persona, el movimiento habria sido contemplativo. En ella, era la advertencia de un depredador, que evaluaba a su presa. --Y mi hermana --dijo con esa voz plana que se negaba a dar cualquier senal de emocion--, ?considero necesaria mi presencia inmediata? --Sabia que probablemente necesitarias asearte, y queria darte tiempo. Te espera a las nueve. Espero la explosion mientras ella hacia las cuentas. Sus ojos se iluminaron. --?Parece que necesito dos horas para ponerme presentable? El aprovecho la invitacion para observarla: largas piernas desnudas, un elegante barrido de caderas, una cintura fina – demasiado fina- y unos pechos llenos y apetecibles que no encajaban con los nuevos y afilados angulos de su cuerpo. En cualquier otra mujer, esos magnificos pechos habrian sido motivo suficiente para que el comenzara a cortejarla en el momento en que la conociera. Pero desde el instante en que conocio a Nesta, el frio fuego de sus ojos habia sido una tentacion de otro tipo. Y ya que era una Alta Fae, toda la dominacion y agresion inherentes -y una actitud de mierda- hacia que la evitara en la medida de lo posible. Especialmente con lo que habia pasado durante y despues de la guerra contra Hybern. Ella habia dejado mas que claro sus sentimientos hacia el. Cassian dijo por fin--: Parece que te vendrian bien unas cuantas comidas abundantes, un bano y ropa de verdad. Nesta puso los ojos en blanco, pero se toco el dobladillo de la camisa. Cassian anadio--: Echa a ese desgraciado, aseate y te traere un te. Sus cejas se alzaron una fraccion de pulgada. El le dedico una sonrisa torcida. --?Crees que no puedo escuchar a ese macho en tu dormitorio, tratando de ponerse la ropa en silencio y escabullirse por la ventana? Como si se tratara de una respuesta, un ruido sordo llego desde el dormitorio. Nesta siseo. --Volvere dentro de una hora para ver como van las cosas. -- Cassian puso suficiente mordacidad detras de las palabras que hasta sus soldados sabrian que no debian presionarlo, que requeria siete sifones para mantener su magia bajo control por una buena razon. Pero Nesta no volaba en sus legiones, no luchaba bajo su mando, y ciertamente no parecia recordar que tenia mas de quinientos anos y... --No te molestes. Llegare a tiempo. Se aparto de la jamba de la puerta, agitando ligeramente las alas mientras retrocedia unos pasos. --Eso no es lo que se me pidio. Tengo que acompanarte de una puerta a otra. Su rostro se tenso. --Ve a posarte en una chimenea. Esbozo una reverencia, sin atreverse a quitarle los ojos de encima. Ella habia salido del Caldero con… regalos. Regalos considerables, oscuros. Pero nadie habia visto ni sentido ninguna senal de ellos desde la ultima batalla con Hybern, desde que Amren habia destrozado el Caldero y Feyre y Rhys habian logrado arreglarlo de la misma forma. Tampoco Elain habia revelado ningun indicio de sus habilidades videntes desde entonces. Pero si el poder de Nesta seguia siendo capaz de arrasar campos de batalla… Cassian sabia que no debia hacerse vulnerable a otro depredador. --?Quieres tu te con leche o con limon? Le cerro la puerta en la cara. Luego cerro cada una de las cuatro cerraduras. Silbando para si mismo y preguntandose si ese pobre bastardo dentro del apartamento huiria de hecho por la ventana -mas que nada para escapar de ella- Cassian recorrio el tenue pasillo y fue a buscar algo de comida. Ese dia necesitaria sustento. Especialmente cuando Nesta supiera precisamente por que su hermana la habia convocado. Nesta Archeron no sabia el nombre del macho en su apartamento. Busco en su memoria empapada de vino mientras regresaba al dormitorio, esquivando montones de libros y montones de ropa, recordando miradas en la taberna, el encuentro humedo y caliente de sus bocas, el sudor cubriendola mientras lo montaba hasta que el placer y la bebida la enviaron al bendito olvido, pero no recordaba su nombre. El macho ya se habia asomado a la ventana, con Cassian sin duda acechando en la calle de abajo para presenciar su espectacular y patetica salida, cuando Nesta llego a la tenue y estrecha habitacion. La cama con postes de laton estaba desarreglada, las sabanas medio derramadas sobre el chirriante e irregular suelo de madera, y la ventana agrietada golpeaba contra la pared con sus bisagras sueltas. El hombre se giro hacia ella. Era guapo, como lo eran la mayoria de los machos Altos Fae. Un poco mas delgado de lo que a ella le gustaban, practicamente un nino comparado con la imponente masa de musculos que acababa de llenar su puerta. Se estremecio cuando ella entro y vio su expresion de dolor al ver lo que llevaba puesto. --Yo… Esa es ... Nesta se quito la camisa, dejando solo la piel desnuda a su paso. Sus ojos se abrieron de par en par, pero el olor de su miedo permanecio, no el miedo a ella, sino al macho que habia escuchado en la puerta principal. Cuando recordo quien era su hermana. Quien era el companero de su hermana. Quienes eran los amigos de su hermana. Como si algo de eso significara algo. ?A que oleria su miedo si se enterara de que ella lo habia utilizado, se habia acostado con el, para mantenerse a raya? Para calmar esa oscuridad que se retorcia en su interior desde el momento en que salio del Caldero. El sexo, la musica y la bebida, que habia practicado ese ultimo ano, ayudaban. No del todo, pero impedia que el poder se desbordara. Incluso si ella todavia podia sentir que corria por su sangre, enroscado en sus huesos. Le arrojo la camisa blanca. --Ya puedes usar la puerta principal. Se colgo la camisa por encima de la cabeza. --Yo… ?Sigue…? --Su mirada seguia en los pechos de ella, que se asomaban contra el frio de la manana; su piel desnuda. El vertice de sus muslos. --Adios --Nesta entro en el cuarto de bano oxidado y agujereado, adjunto a su dormitorio. Al menos el lugar tenia agua corriente caliente. A veces, Feyre y Elain habian intentado convencerla de que se mudara. Ella siempre ignoraba sus consejos. Al igual que ignoraria lo que le dijeran ese dia. Sabia que Feyre planeaba una reprimenda. Quizas algo relacionado con el hecho de que Nesta habia firmado la escandalosa cuenta de la noche anterior en la taberna a la cuenta bancaria de su hermana. Nesta resoplo y giro la manilla de la banera. El metal estaba helado al tacto y el agua chisporroteo, para luego rociar la banera agrietada y manchada. Esa era su residencia. Sin sirvientes, sin ojos vigilando y juzgando cada movimiento, sin compania a menos que ella los invitara. O a menos que los entrometidos guerreros indiscretos hicieran su asunto para pasar por alli. El agua tardo cinco minutos en calentarse lo suficiente como para empezar a llenar la banera. Habia habido algunos dias en el ultimo ano en los que ni siquiera se habia molestado en tomarse el tiempo. Algunos dias en los que se habia metido en el agua helada, sin sentir su mordida, sino la de las oscuras profundidades del Caldero mientras la devoraba por completo. Mientras le arrancaba su humanidad, su mortalidad, y la convertia en esto. Le habia costado meses luchar contra el panico que tensaba su cuerpo y que hacia que sus huesos temblaran por estar sumergidos. Pero se habia obligado a enfrentarse a ello. Habia aprendido a sentarse en el agua helada, con nauseas y temblores, con los dientes apretados; se habia negado a moverse hasta que su cuerpo reconocio que estaba en una banera y no en el Caldero, que estaba en su apartamento y no en el castillo de piedra al otro lado del mar, que estaba viva, inmortal. Aunque su padre no lo estaba. No, su padre era cenizas en el viento, su existencia marcada solo por una lapida en una colina a las afueras de esta ciudad. O eso le habian dicho sus hermanas. Te ame desde el primer momento en que te tuve en mis brazos, le habia dicho su padre en esos ultimos momentos juntos. No pongas tus sucias manos sobre mi hija. Esas habian sido sus palabras finales, escupidas al Rey de Hybern. Su padre habia desperdiciado esas palabras finales en ese gusano de rey. Su padre. El hombre que nunca habia luchado por sus hijas, no hasta el final. Cuando habia ido a salvarlas, a salvar a los humanos y a los Fae, si, pero sobre todo, a sus hijas. A ella. Un gran y estupido desperdicio. Un poder oscuro e impio fluyo a traves de ella, y no fue suficiente para evitar que el Rey de Hybern le rompiera el cuello. Ella habia odiado a su padre, lo odiaba profundamente, y sin embargo el la habia amado, por alguna razon inexplicable. No lo suficiente como para intentar librarlos de la pobreza o evitar que se murieran de hambre. Pero de alguna manera habia sido suficiente para que el levantara un ejercito en el continente. Para llevar a la batalla un barco que llevaba su nombre. Todavia habia odiado a su padre en esos ultimos momentos. Y entonces su cuello se habia quebrado, sus ojos no estaban llenos de miedo mientras moria, sino de ese tonto amor por ella. Eso era lo que habia perdurado: la mirada de sus ojos. El resentimiento en su corazon mientras el moria por ella. Habia quedado en su memoria, royendo en ella como el poder que habia enterrado en lo mas profundo, corriendo desenfrenadamente por su cabeza hasta que ningun bano helado pudo adormecerlo. Podria haberlo salvado. Fue culpa del Rey de Hybern. Lo sabia. Pero tambien era suya. Asi como fue su culpa que Elain fuera capturada por el Caldero despues de que Nesta lo espiara con ese escrutinio, era su culpa que Hybern hubiera hecho cosas tan terribles, cosas para cazarla a ella y a su hermana como a un ciervo. Algunos dias, el miedo y el panico encerraban el cuerpo de Nesta tan fuerte que nada le permitia respirar. Nada podia impedir que el horrible poder empezara a surgir, a surgir, a surgir en ella. Nada mas alla de la musica de aquellas tabernas, las partidas de cartas con desconocidos, las interminables botellas de vino y el sexo que no la hacia sentir nada, pero que le ofrecia un momento de liberacion en medio del rugido de su interior. Nesta termino de lavarse el sudor y otros restos de la noche anterior. El sexo no habia sido malo; habia tenido mejores, pero tambien mucho peores. Incluso la inmortalidad no era suficiente para que algunos machos dominaran el arte del dormitorio. Asi que se habia ensenado a si misma lo que le gustaba. Consiguio un te anticonceptivo mensual en un boticario local, y luego habia traido a ese primer macho aqui. El no tenia ni idea de que su virginidad habia estado intacta hasta que vio la sangre manchada en las sabanas. Su rostro se habia tensado con desagrado, y luego un atisbo de temor de que ella pudiera informar a su hermana que su primer companero de cama no la habia dejado satisfecha o informarle al insufrible companero de su hermana. Nesta no se habia molestado en decirle que evitaba a ambos a toda costa. Especialmente a este ultimo. Estos dias, Rhysand parecia alegrarse con hacer lo mismo. Despues de la guerra con Hybern, Rhysand le habia ofrecido trabajos. Puestos en su corte. Ella no los queria. Eran ofrendas de lastima, intentos de conseguir que formara parte de la vida de Feyre, que tuviera un empleo remunerado. Pero el Alto Lord nunca le habia agradado. Sus conversaciones eran friamente civilizadas en el mejor de los casos. Ella nunca le dijo que las razones por las que la odiaba eran las mismas razones por las que ella vivia alli. A veces tomaba banos con agua fria. Otros dias se olvidaba de comer. No soportaba el crujido y el chasquido de la chimenea. Y se ahogaba en vino, musica y placer cada noche. Cada cosa maldita que Rhysand pensaba de ella era cierta y ella lo sabia mucho antes de que el hubiera seguido su puerta. Cualquier ofrenda que Rhysand le lanzara fue hecha unicamente por amor a Feyre. Mejor pasar su tiempo de la manera que ella deseaba. Ellos seguian pagando por ella, despues de todo. La llamada a la puerta hizo temblar todo el apartamento.

  • La maldicion de los Montpensier de Francisco Robles

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    La enigmatica muerte del escultor Antonio Susillo es el ultimo eslabon de la cadena de maldiciones que sufrio la infanta Maria Luisa Fernanda de Borbon -hermana de Isabel II- desde que se establecio con su familia en el palacio de San Telmo de Sevilla, convertido en verdadera Corte Chica del reino de Espana durante una generacion.
    Su mirada femenina nos adentra en un siglo agitado y tumultuoso, plagado de revueltas, pronunciamientos y conspiraciones a los que algunos casos no fue ajeno su propio esposo, el duque de Montpensier, eterno aspirante al trono. Estas memorias apocrifas desvelan la clave de aquellos acontecimientos sucedidos en el siglo XIX y que sin embargo -como si de otra maldicion se tratara- han marcado la historia de Espana hasta nuestros dias.

  • Memorias de un amor de Ruby Martinez

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    Amar es la decision mas hermosa que una persona puede tomar en su vida.
    Sentirse amado es la sensacion mas extraordinaria que se puede experimentar.
    Pero ?que pasa cuando no eres correspondido? ?Que pasa cuando la chispa se apaga y tienes que verte obligado a terminar lo construido, y desgraciadamente se dicen adios de la manera jamas pensada?
    Este libro alberga 15 historias en las que, de manera delicada, se narra esa batalla interna entre el corazon y la razon, la cual provoca estragos muy amargos pero que son necesarios, ya que gracias a ellos nace una nueva oportunidad para amar.
    Muchas veces es mejor soltar que sostener.

  • Secretos Inconfesables. Una pasion tan peligrosa que pocos se atreverian 1 de Mercedes Franco

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    Andre Ackermann es un prestigioso psiquiatra berlines que sin querer termina atrapado en una voragine de politica cuando se enamora de la hermosa y misteriosa esposa de un oficial de la SS, el terrible y peligroso general Otis Furtwangler.

  • Libelulas Azules (Ethan Bush 3) de Enrique Laso

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    LA NOVELA DE LOS RECORDS. MILES DE LECTORES EN TODO EL MUNDO

  • Cuentos de Antonio Tabucchi

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    La maestria literaria de Antonio Tabucchi no se plasma solo en sus novelas, sino que tambien impregna su produccion cuentistica. Reunimos en este volumen los cinco libros de relatos del escritor italiano (aunque portugues de adopcion), que permiten valorar su virtuoso dominio de la forma breve, asi como la variedad de sus tematicas y sus escenarios.
    El lector se topara aqui con una Toscana secreta y embrujada, con las calles de Lisboa, Estambul, Varsovia y Bucarest, con un tren que hace el recorrido entre Bombay y Madras, con un Berlin por el que deambula un ex agente secreto que espio a Bertolt Brecht y con las historias de ballenas y balleneros de las Azores que configuran Dama de Porto Pim.
    Y aparecen perdedores que nunca se dan por derrotados, viajeros sin rumbo, contadores de historias, personajes sacados de El gran Gatsby e incluso algun fantasma. Todos ellos protagonistas de unos cuentos cosmopolitas y filosoficos, que condensan todas las virtudes -elegancia, sutileza, capacidad evocadora, profundidad- de ese escritor portentoso que fue Antonio Tabucchi.

  • Hielo en las venas (Los hijos del monstruo 3) de Marcia Cotlan

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    Tercera y ultima entrega de la apasionante trilogia <>.

  • Un grave error de Erina Alcala

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    -?Que pasa mama? -Pregunto Ana. La madre bajo la cabeza. -?Es grave?, papa dime que pasa. La familia Solis, estaba compuesta por el padre, Francisco Solis de 50 anos y su madre Berta de 48 y ella misma, Ana Solis como hija unica. Era una familia acomodada de Marbella, pues el padre trabajaba para la empresa de Floros Michelakis, un armador griego que tenia una de sus bases en Marbella. Vivian en una gran villa, desde que ella tenia uso de razon. Su padre era gerente de la empresa naviera. Llevaba ya trabajando tiempo con Floros, al tanto de los astilleros de Cadiz y de la flota de yates de recreo que se vendian en Marbella. Ahora, Floros se habia jubilado y su hijo Dimitri habia tomado el mando de todas las propiedades que la familia Michelakis tenian en Grecia, en Marbella, en Cadiz y algunos astilleros italianos e Inglaterra tambien. Su padre habia hecho un buen trabajo y Dimitri a sus treinta anos, era el dueno de una inmensa fortuna, un yate de lujo enorme y caro, un jet privado, una casa en la isla de Santorini, lejos del turismo, pero no menos preciosa, rodeada de un terreno de vinedos de los que estaba orgulloso, crecian en esa tierra volcanica que era la isla, y la casa estaba situada en una pequena colina. Abajo, por un sendero de unos trescientos metros, se bajaba a la playa, de arena blanca. Una playa privada de kilometro y medio con un embarcadero al final de la misma. Aunque no toda la isla tenia arena blanca, la otra parte de la isla, era arena negra, tan maravillosa como la blanca. Dimitri, se compro esa casa a seis kilometros de la civilizacion para estar tranquilo, cuando viajaba, era su remanso de paz, de descanso entre viajes. Tenia un balcon con piscina natural, como las casitas turisticas de la isla, una gran casa con una decoracion en tonos azules, gimnasio, piscina cubierta y otra en el jardin desde la que se veia el mar, y todo cuanto podia necesitar. Tres trabajadores se encargaban de la casa, dos mujeres, una de la cocina Cora, mujer de Cosmos que se encargaba de la vigilancia, del jardin y las piscinas, asi como de cerrar por la noche la verja que llevaba a la playa. Su mujer Cora, se encargaba de las compras y la cocina, dormian en una casita de invitados en el jardin, a una cierta distancia de la casa y Delia se encargaba de la limpieza de la casa. A dos kilometros, habia un almacen y una bodega, con todo lo indispensable para criar su propio vino. Un vino seco y de gran acidez debido al terreno volcanico de la isla. Estaba orgulloso de su bodega. Tenia para ello a tres trabajadores. Marco, era el supervisor y el encargado. En Atenas, donde tenia su trabajo, su oficina, habia adquirido un gran apartamento en el centro de la ciudad, y el resto del tiempo, o cuando viajaba lo hacia en el jet privado y el yate lo tenia de recreo para ir al resto de las islas, y se quedaba en hoteles cuando iba a otros paises. No queria mas propiedades, salvo las que su padre le habia dejado, a cambio, su padre recibia anualmente una buena cantidad de dinero para vivir bien con su madre, un yate y una casa en las afueras de Atenas. Su padre le decia que ya era hora de enamorarse y formar una familia, pero el decia que posiblemente lo segundo, lo primero impensable, Dimitri no era de esos, ni queria hijos. Ninguno. No tenia tiempo de atenderlos. No se veia como su padre. Le encantaba su trabajo y viajaba demasiado como para hacerse cargo de una familia al uso. Si queria una mujer, se la llevaba algunos viajes, si eran cortos. Habia salido con Anika, una griega hija de un banquero importante, pero le puso los cuernos con otra persona y no queria saber nada de mujeres. Tampoco es que tuviesen una relacion formal ni seria. Asi que no le dolio lo mas minimo cortar con ella. -Hijo, ?y a quien dejaras todo esto? Al menos nosotros te lo hemos dejado a ti. Tu padre ha creado un imperio y se que tu doblaras ese trabajo. Eres inteligente, pero una mujer buena a tu lado... -Quiza mas adelante te de una sorpresa, mama. tranquila soy joven aun, -Si, piensalo, tu padre me tenia a mi cuando volvia de sus viajes, y hemos sido felices treinta y cinco anos. -Ya veremos. Ahora viajo mucho y trabajo mucho mas. Papa se ha dado a la buena vida y estoy haciendo auditorias en todas las empresas antes de tomar decisiones importantes. -Tu padre ya ha trabajado bastante, viajado y quiere tranquilidad. -Es cierto, yo puedo ocuparme de todo. No os preocupeis. Te quiero, mama. -Y nosotros a ti hijo -Dijo abrazandolo. En Marbella, Ana estaba muy preocupada. -?Bueno, me vais a decir que pasa? -El senor Floros se ha jubilado y ha venido el hijo, que es el que se ha hecho cargo de todas las empresas de su padre. Es un joven duro, no es como su padre. -Bueno ?Y que pasa? -Ha hecho una auditoria en la empresa. Las esta haciendo en todas las empresas que su padre le ha dejado. -Y bien, es normal ?no? -No hija. Tuve que sacar dinero para la casa y la buena vida que llevamos. Iba a reponerlo, pero nunca reunia suficiente. -Pero papa... ?Has robado a la empresa? -Solo lo he cogido, pero no tengo el suficiente para reponerlo todo. Lo perderemos todo, e ire a la carcel. Su hijo es duro. -?Como? -Fue para que tu madre y tu vivierais bien y fueras a la universidad de Harvard a hacer Derecho y Administracion de empresas. -Pero papa, vamos a ver, tengo 23 anos. Acabo de terminar la carrera y por supuesto no ire a hacer ningun master, podia haber estudiado en Malaga, ?cuanto debes? -No puedo decirtelo, eran pequenas cantidades para que no se notara. -?Te ha echado? Por Dios papa, ?que has hecho?... -Me ha dicho que vaya manana a verlo a las 12 de la manana. Eso significara que si y que tendra alli a sus abogados. -Bueno, buscamos un piso pequeno de alquiler en Malaga y le das la casa o la vendes, y le das el dinero, y el dinero que tengas ahorrado tambien, vendes los coches, no necesitas esos dos coches. -No tengo nada hija, y la casa no es suficiente. -?Por Dios papa, ?que has hecho? -No se hija, se me ha ido la mano y ya no pude parar. -?Por que has llevado una vida que no te correspondia? Nos has mentido. Y tu mama ?lo sabias? -y su madre bajo la cabeza. -!Por Dios! Esto es lo mas, aparte de este calor infernal de agosto. -Deja hija, a ver si manana lo puedo convencer de que me siga dando trabajo y le doy la casa a cambio, o la vendo y le doy el dinero. -Si le das la casa ?cuanto le sigues debiendo? -Dos millones de euros. -?Dos millones? ?Estais locos? Eso no lo ganaremos en la vida ni trabajando los tres con un buen sueldo, ?que has hecho? Coches de lujo, ?creias que no te pillarian? -Ha hecho una auditoria en cuanto su padre se ha ido y ha tomado el mando. -Normal. Uff. Me voy a acostar, a ver que te dice manana. Si no, recogemos las cosas y nos vamos a trabajar en lo que sea los tres y le pagamos todos los meses algo hasta pagar la deuda, aunque tengamos que trabajar toda la vida para pagarsela. Y se fue a su cuarto temblando, cabreada con su padre, muy enfadada. Y llorando. Ella nunca les habia pedido nada a sus padres, a pesar de todo, no era una chica mimada, sino trabajadora y estudiosa. Tenia el pelo largo, y era morena y bajita como su madre, de ojos verdes y nariz con pecas respingona, tenia caracter y estudios, pero nada de experiencia. Y mientras pensaba en la cama en todo, se le ocurrio ir a ver a ese tal Dimitri, hijo del ex jefe de su padre, sin cita ni nada y hablar con el del tema de su padre – Si podia llegar a un acuerdo... No sabia como era ese senor, y aunque ella era joven, 23 anos, intentaria por todos los medios que sus padres salieran bien parados. Se iria a las nueve de la manana. Y esperaria lo que hiciera falta. A las ocho y media le pidio a su madre el coche, desayuno cerca del trabajo de su padre e iba con una carpeta y un boligrafo en el bolso, puso el movil en modo avion para que no la molestara nadie. Se habia puesto una falda de verano, una blusa de maga corta, sandalias altas y se habia recogido el pelo en una cola alta. Se maquillo lo justo y entro en el edificio de oficinas del puerto donde estaba ubicado el trabajo de su padre hasta hoy. Iba nerviosa, no sabia si la recibiria, ni con quien iba a encontrarse. Y, sobre todo, como la recibiria En la recepcion pregunto por el. -No esta, -le dijo la recepcionista -ha salido a desayunar. -?Tardara mucho?, le pregunto Ana. -Una media hora, como el resto de los dias, es muy puntual. -Quisiera hablar con el. -?Tiene cita? -No, pero soy hija de Francisco Solis. -!Ah bueno! Intentare que la atienda en cuanto venga. Si quiere espere en la planta quinta. Hay sillas. Al lado de la puerta, a la derecha, frente a la puerta del director. -Gracias. Lo espero arriba. Y espero media hora justa. Ya estaba temblando de los nervios, las piernas hechas un flan y hasta la barbilla le temblaba, cuando sintio unas pisadas seguras y el corazon le latia a mil por hora. Cuando ese hombre gigante, elegante donde los hubiera, de pelo negro y ojos verdes y barba de un par de dias, se paro junto a ella... -?Es usted hija de Francisco Solis? -Si, senor... -Michelakis. -Senor Michelakis, queria hablar con usted -y Dimitri sonrio con una sonrisa lobuna. -?Que edad tienes? -?Es importante? -Si no, no se lo preguntaria. -Veintitres. He terminado la universidad, si quiere saber mas. -Si un buen dinero mio invertido y en Harvard, nada menos -Y se puso roja -Vamos pase -Y la dejo pasar primero. Y a ella le parecio ir al matadero delante de ESE hombre tan grande, y tuvo un muy mal presentimiento. Hablaba muy bien castellano. -Bueno, a ver, saco unos documentos -sientese por favor -Y ella se sento frente a el en un sillon. -Francisco solo tiene una hija, Ana.

  • Conexion de Julian Gough

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  • Recuperar a Ari – Marta Frances de Marta Frances

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    Diego va al instituto pero pasa de todo, de las clases, de la gente… se ha portado como un capullo durante demasiado tiempo. Perdio a un ser querido y eso lo cambio, y al cambiar, perdio lo que mas queria: a Ariadna. Una tarde de invierno, un accidente inesperado origina un cambio en su interior. Ya no quiere seguir comportandose asi, ahora solamente quiere una cosa: recuperar a Ari.

  • Celos y envidia de Liah Jones

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    Paula y Miguel adolecen de varios pecados, uno de ellos capital. Los dos sufriran en su piel ser victimas y verdugos del mismo sentimiento.

  • La ciudad oculta (Los casos de Marina Altamirano 2) de Mar P. Zabala

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  • Los mejores casos de Max Carrados de Ernest Bramah

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    <>. GEORGE ORWELL Hubo un tiempo en que las aventuras protagonizadas por Max Carrados, competian en popularidad en las paginas de The Strand Magazine con las del mismisimo Sherlock Holmes. Carrados cumplia con todos los requisitos del perfecto detective eduardiano: era inteligente, educado y, al igual que el personaje de Conan Doyle, el cosmopolita y adinerado Carrados contaba con la ayuda de un companero inseparable, el senor Carlyle. Sin embargo, habia algo que le hacia unico: Max Carrados era ciego. Algo que nunca supuso un impedimento para que, desde su estudio de Richmond, resolviera siempre con brillantez losmisterios a los que se vio enfrentado. El presente volumen ofrece una seleccion de sus mejores casos, aquellos en los que las habilidades deductivas del investigador, basadas en sus agudizados sentidos restantes, se muestran en su maximo esplendor.

  • Ladronas de Nueva York de Estefania Yepes

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    La historia que encontraras a continuacion no es distinta a la tuya, a la mia o a la de cualquier mujer que se encuentre en un momento decisivo de su vida. Aqui no hallaras la respuesta a un gran interrogante, ni tampoco misterios que resolver o una trama enrevesada. Si buscas algo asi, esta no es tu novela. En estas paginas descubriras la historia de tres mujeres normales, como tu y como yo. Da igual la edad que tengas, en cualquier caso, entenderas sus miedos, sus arrebatos, sus locuras y sus momentos de complicidad. La historia de Sarah, Danielle y Caroline es la de muchas mujeres que en un momento dado, deben enfrentarse a ellas mismas. Te adentraras en sus vidas, en sus suenos y en sus citas. Pero tambien conoceras sus miedos, los que ni siquiera se confiesan entre ellas, a pesar de que lleven anos compartiendo sus vidas. Y, ?sabes que? Todo empieza como lo hacen muchas de las historias que ya conoces. Con una lista de deseos. Concretamente con tres. Y es que, si tuvieras treinta anos y recuperaras la lista de suenos que hiciste a los veinte. ?Que crees que encontrarias en ella?

  • Magena de Christian Martins

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    Despues de muchos anos fuera de su pueblo, Magena decide regresar al caluroso lugar en el que se crio; el desierto de Arizona. Espera pasar desapercibida durante su breve estancia en Cave Creek, pero todo se complicara cuando un guapo indio apache se cruce con ella en su camino. La seduccion, la pasion y el peligro haran de esta historia un fascinante coctel para el lector.

  • Justicia de sangre de Franc Murcia

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    Jairo observo el color de la sangre. Despues de un rato de analisis, concluyo que el tono no se parecia a ningun otro. Presiono la herida para que el flujo se incrementase y sonrio al ver la densidad del liquido vital. No entendia como alguien podia desmayarse al ver la sangre. A el le parecia algo hermoso. Suave y seductor. Escucho el grito que venia de arriba. Levanto la cabeza y escucho a aquel energumeno, que le increpaba y le prometia que la proxima vez que no le diera el bocadillo seria mucho peor. Jairo no pudo reprimir una sonrisa y penso que escupirle un gargajo sanguinolento era la mejor respuesta que podia ofrecerle en aquella situacion. Con un poco de suerte, ganaria tiempo y podria reaccionar. Si le atacaba directamente a el, sus secuaces no reaccionarian. Al menos, eso era lo que esperaba. Contaba con que los otros se acojonarian. Si no era asi, seria hombre muerto. <>, se dijo. Otra voz le susurro que se estuviese quieto e hiciese todo lo que le pedia aquel grandullon que disfrutaba con su reinado del terror. --?Vas a quedarte ahi llorando como un bebe? --increpo el grandullon mientras acompanaba las palabras con una patada en el cuerpo ovillado del muchacho, que yacia en el suelo--. Dile a tu madre que deje de ponerte sardinas de lata. Todos sabemos que se gana bien la vida chupando pollas. El comentario le hizo a Jairo mas dano que la patada. Las habladurias sobre su madre estaban en boca de todo el barrio, y a el no le pasaba desapercibido como la miraban cuando entraba en el bar a comprar un sifon o cigarrillos. Pero lo que peor llevaba la gente es que ella se enfrentara a aquellas miradas y las combatiese con comentarios hirientes. A finales de los sesenta, una mujer soltera, resultona, a la que se veia con diferentes companias masculinas y que, ademas, bebia, fumaba y no tenia pelos en la lengua era carne de las criticas mas causticas. Pero su madre aseguraba que era envidia por vivir como le apetecia. Siempre refrendaba su opinion sobre el tema con el comentario de que ya tuvo bastante represion con un padre falangista al que le gustaba utilizar el cinturon al menor atisbo de modernidad. Jairo dirigio su mirada glacial atrapada entre aquellos largos barrotes negros que, en una contorsion imposible, oscurecian el color verde de los ojos y los convertian en una puerta al mismisimo infierno. --A tu padre no se la chupa. Se escarba los dientes con el palillo que tiene entre las piernas --escupio Jairo. El grandullon se puso rojo de rabia y comenzo a patear el cuerpo enjuto del muchacho, que se cubrio como pudo del ataque del gigante sin cabeza. Los secuaces se miraron entre ellos, y uno se atrevio a parar la furia del cabecilla. --Dejalo. Ya ha recibido suficiente. La afirmacion parecio contentar al maton, que se calmo y, senalando el cuerpo que estaba a su merced, grito: --La proxima vez eres hombre muerto, !maldito retrasado! Jairo aguardaba otra lluvia de patadas que no llego. Uno de los satelites del grandullon, asustado, se dispuso a comprobar que el muchacho no necesitase ayuda medica. Al intuir su intencion, el cabecilla le dio una colleja y solto: --Si quieres ayudarle, manana te pongo en su lugar y te llueven hostias del cielo. El resto estallo en risas nerviosas. El reinado del terror que imponia aquel muchacho, al que no se le conocian razones para ser un mal bicho, era terrible. Si no obtenia el reconocimiento de su plebe, se mostraba proclive al desanimo y a paranoias conspiratorias que arrastraban a una espiral de turbas dogmaticas y pruebas de compromiso con el lider. --Suspendes lengua, ?verdad? --dijo Jairo desde el suelo--. Llover implica que sea desde el cielo, mendrugo. El comentario hizo gracia a uno de los secuaces, que se esforzo mucho por no soltar una carcajada. El grandullon barrio con su mirada estrabica a su horda de titeres antes de volver a dar una patada brutal a Jairo. Iba dirigida a las costillas, pero el muchacho consiguio atenuar el golpe interponiendo un brazo. --Te voy a dar tal paliza que la zorra de tu madre no te va a reconocer, hijo de la gran puta. El ultimo insulto proferido por el grandullon floto por el lugar durante unos instantes antes de esfumarse. Pero rebotaba en los oidos de Jairo. --Agarradle los brazos --ordeno el grandullon. Dos muchachos corrieron a cumplir el cometido. Uno tenia un tic en el ojo y el otro estaba rapado casi al cero. Ambos sabian que debian ser ellos quienes agarraran a Jairo, que parecia un cristo crucificado en un suelo que olia a orines y cobardia. El grandullon se sento a horcajadas en el abdomen de Jairo. Luego, deleitandose, se inclino y puso sus rodillas encima de los brazos del muchacho. --Ayudadme a abrirle la boca --mando de nuevo. Los mismos crios que antes le sujetaban los brazos corrieron en su ayuda sin rechistar. --Necesita que le lavemos la boca --dijo apretando los carrillos de Jairo--. Tiene una lengua muy sucia. Los otros dos se aplicaron en su nueva mision. Cuando entre los tres tuvieron la boca de Jairo abierta, el grandullon hizo el sonido desagradable del que produce un gargajo asqueroso. La mucosidad que producen las carencias se aglomero en la boca del maton. Macero la mezcla de fluidos y, en el momento en que estaba dispuesto a dejar caer el chorro vomitivo en la boca de Jairo, este consiguio morder los dedos laxos de un secuaz que previamente estiraba sus labios. En un movimiento raudo, el muchacho se deshizo de lo que le oprimia y lanzo un escupitajo sanguinolento al rostro del grandullon, que no se esperaba aquella reaccion. La sorpresa paralizo al resto de rivales. El maton, con horror, se paso el dorso de la mano por la cara y, sin abrir demasiado los ojos para que no se le metiese el liquido espeso que cubria su rostro, solto un punetazo. Jairo consiguio apartar la cabeza con un movimiento felino, y el puno del grandullon se estrello en el suelo. El maton solto un grito de dolor y sus secuaces se quedaron clavados. No sabian lo que tenian que hacer. Jairo aprovecho la indecision. Se levanto impulsado por el odio y el afan de revancha y se lanzo a las espaldas del grandullon para cogerlo con fuerza del cuello. Luego, con un movimiento rapido, saco su afilado lapiz Staedtler Noris del numero 2 y lo paso con fuerza y rapidez por la mejilla del maton, que ya no parecia tan fiero y que grito muerto de miedo. Jairo amenazo con clavarle el lapiz en la garganta mientras la brecha del carrillo comenzaba a sangrar. El muchacho miro con atencion la sangre. Se calmo al momento. Penso que la suya era mas atractiva y se levanto sin dejar de amenazar al grandullon con el lapiz ante la atenta mirada de los secuaces, que no iban a mover un dedo. --?Ves lo que sucede cuando te pasas de listo? --dijo Jairo como si estuviese sentado en el sillon de su casa--. Voy a tener que darte un correctivo --anadio simulando la voz del sadico profesor de religion. El grandullon lloraba muerto de miedo. No conseguia ver cual era la gravedad de la herida que no paraba de sangrar y que abrasaba su cara. Con las manos manchadas de sangre, reclamaba ayuda a gritos y pedia clemencia a un Jairo frio como el hielo. --!No, por favor! !Llamad a un medico! !Este loco me ha rajado la cara! --Todavia no he acabado contigo --dijo con una sonrisa agridulce. Sus ojos se entornaron y el verde del iris fulminaba y le hacia parecer de otro planeta. La cadencia y la calma con que pronuncio las palabras hizo que el ambiente se cargara de terror. Y de mas orines. Jairo disfrutaba de su protagonismo. Para dar mas tension, cogio el sacapuntas y se dispuso a afilar el lapiz. --?Que vas a hacer? --pregunto el grandullon, sumiso y sin apartar la mano de su moflete abierto. --Ahora lo veras --prometio con la misma sonrisa. El grandullon retrocedio hasta la pared oscura devorada de moho y suciedad. Sus pantalones cortos se tineron con un tono mas profundo. --Por favor, por favor, deja que vengan a curarme. Me duele mucho la cara y no para de sangrar --consiguio decir entre sollozos. --Te prometo que ese va a ser el menor de tus problemas --dijo Jairo, que caminaba hacia el y daba la espalda a los secuaces del grandullon. Estaba seguro de que no iban hacer nada por ayudarle. Jairo empunaba el lapicero como si de una varita magica se tratase. Cuando llego donde se hallaba el grandullon, se arrodillo a su lado y dijo: --Estate quieto o sera peor. El terror inmovilizo al maton. Quiza era cierto que aquel chico era el mismisimo demonio. Jairo puso el lapiz frente a la cara del grandullon. --?Izquierda o derecha? --?Que? Jairo chasqueo los labios y comenzo a cantar el <>. Lo hizo clavando la mirada irredenta en los ojos del maton y sin borrar la sutil sonrisa cinica. La concurrencia estaba extasiada, incapaz de mover un musculo, y pendiente del zigzag agorero que dibujaba el lapiz. Jairo pronuncio el conocido <>. Hizo un gesto de <> sin apartar el lapiz convertido en arma blanca. Espero unos instantes que al maton se le hicieron eternos. Parecia que el muchacho meditara en dejar marchar a su cazador convertido en presa. La sonrisa muto y ahora parecia angelical. La de un nino que nunca hubiese roto un plato. Algo en la cabeza de Jairo le dijo que el muchacho que tenia ante si ya habia tenido suficiente y parecia que ganaba el duelo a la otra voz. Jairo relajo la fuerza con la que sujetaba el lapiz. El maton con la cara rajada buscaba una respuesta en los ojos de su captor. Un atisbo de esperanza crecia entre tanta oscuridad y, cuando parecia que iba a desaparecer, lo inundo todo. Jairo realizo un movimiento de vertigo y le clavo el lapiz en el ojo. El ataque arranco un grito salvaje del que segundos antes fuese el maton mas temido del colegio. Fue un movimiento rapido y preciso. Como si Jairo fuese un experto cirujano. Los alaridos de dolor y panico que emitia el grandullon no evitaron que contemplara con interes la herida y el liquido que manaba de ella. Antes de apartarse de su victima, se metio la parte percutora del lapiz en la boca y sonrio de satisfaccion. J 2 Pajaros caidos airo observaba como los vocales, uno era fiscal de la audiencia; el juez de menores, que tambien lo era de adultos, y el resto de funcionarios devoraban a su madre. Se les intuia el deseo en la mirada y en la entrepierna. Sin ningun atisbo de verguenza al sentirse por encima del resto de mortales y amparados por un poder exclusivo que apostaba por la represion y el miedo y se regia por el legado de la sangre. Penso que, de un momento a otro, el juez, como aquel maton al que le dibujo otra pupila en un ojo, mandaria a sus esbirros sujetar a su madre, reclinarla sobre la mesa, levantarle la falda, arrancarle las bragas y obligarla a abrir las piernas para que el fiscal, como si de un mamporrero se tratase, sujetara el miembro erecto del juez y lo introdujera en el interior de su madre para que los otros dos funcionarios lo ayudasen con los movimientos invasivos del delito que no existia en sus codigos: violacion. Fue entonces cuando le hicieron la pregunta: --?Estas arrepentido, chico? Jairo observo las verrugas que poblaban el rostro del hombre que se habia dirigido a el. Miro a su madre, que asentia con la cabeza y mostraba su sonrisa mas tierna, antes de que el respondiera: --Si --mintio. El tipo parecio quedar complacido por la respuesta de Jairo y volvio a desnudar a la persona de la sala que ocupaba sus pensamientos libidinosos. --?Prometes que no volveras a obrar de esa manera? --insistio el hombre. Jairo lo miro sin entender nada de lo que significaba <>. Clavo la mirada en el suelo. Volvio a contar las piedras negras de la baldosa de terrazo que pisaba antes de contestar. Intuyo que debia responder que si y asi lo hizo. --Bien --contesto el hombre de las verrugas a punto de perder la paciencia--. Porque, si te volvemos a ver por aqui, iras de cabeza a un reformatorio --concluyo. A partir de ahi desconecto. No le volvieron a preguntar. Para no ver como atosigaban a su madre con la mirada, prefirio contar todas las piedras blancas que habia incrustadas en el terrazo de la sala. Luego conto los lunares del juez y las verrugas del hombre de las verrugas. Se imagino como serian sus vidas de individuos importantes, pero le parecieron tan aburridas que se canso enseguida. Si en algun lugar se depositaban los remordimientos, supuso que era en las bolsas que colgaban, como carunculas, bajo los ojos de aquellos cuervos cargados de testosterona. Se imagino que, tal como le explico Gines, todos tendrian el pecho, ahora oculto por la camisa y la corbata, muy colorado por culpa de abusar de la practica sexual. Cuando acabo la vista, Jairo tuvo que esperar en un banco a que su madre saliera de firmar los papeles en el despacho del juez. No habia nadie en aquella antesala y escucho los gritos de indignacion de su madre y como el magistrado la amenazaba con retirarle la patria potestad. Luego se hizo el silencio y, tras un tiempo indeterminado, escucho los grititos que emitia el juez con la eyaculacion. Jairo no supo que sucedia dentro de la habitacion y penso que los sonidos agudos y pateticos que emitia el juez eran como el de los gorrinos cuando se les clavaba el cuchillo en el cuello. La mujer abandono la oficina con el rostro poblado por el rubor que causa la injusticia. Se limpiaba la mano con un panuelo. El juez aparecio detras, ajustandose el paquete entre los pantalones sostenidos por tirantes con los colores de la bandera, se apoyo en el marco de la puerta y dijo: --No se te olvide. Recuerda quien soy y lo que puedo hacer para que tu vida se convierta en un infierno. No eres una decorosa esposa y nadie te creeria. Si quieres a tu hijo, que no se te olvide. Jairo noto la mirada de odio que su madre le lanzo al juez y el deseo agazapado en aquel cuerpo orondo. El rostro jadeante y sudoroso amenazaba con engullir los ojos miopes cargados de lascivia.

  • Mala mujer de Noemi Casquet

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    Tras ver su cuenta censurada por Instagram y su voz acallada en multiples ocasiones, Noemi Casquet lanza su poderoso mensaje a traves de este libro:

  • Seducida por su ex de Anne Oliver

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    Pertenecian a mundos diferentes.

  • El amor no cierra a mediodia de Abby Baker

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    Valentina trabajaba en una tienda de libros viejos. Bueno, en realidad era mucho mas que eso. Era un sitio donde llegaban libros raros y eran tratados como obras de arte, cuidadosamente restaurados para volverlos a poner a la venta para los coleccionistas amantes de la calidad. Esa tienda, llamada El estante de Jane Austen, habia sido desde siempre el sueno de Valentina. Desde que tenia uso de razon habia sonado con abrir una tienda de libros viejos, pero no una de esas polvorientas, con olor a rancio, sino de las que podian compararse con un museo. Y tras muchos anos lo habia conseguido. Despues de licenciarse en Filologia inglesa, y con la ayuda de los contactos de sus padres, compro un local en las callejuelas del Barrio Gotico de Barcelona y abrio su sonada libreria de viejo. Fue bautizada en honor al primer volumen que puso en los estantes, un ejemplar antiguo de Emma que le habia regalado anos atras su abuela y que, a pesar de formar parte de la coleccion de libros que habia en la tienda, era el unico que siempre tenia el cartel de <> delante. Durante seis anos se habia dedicado enteramente a esa libreria, que se habia convertido en punto obligado de visita para todos los bibliofilos de la ciudad, gracias a la perseverancia y al trabajo de su mejor amiga, Victoria, licenciada en Filologia inglesa igual que ella y restauradora de profesion. Eran las unicas empleadas del negocio y, aunque a final de mes siempre tenian beneficios, no podian dejar de abrir ni un solo dia. Ese sabado en concreto, le tocaba a Valentina, asi que, despues de dejar su apartamento en el Eixample, bajo por la Rambla de Catalunya, cruzo la Gran Via y la plaza Catalunya y, tras girar a la derecha antes de llegar al final de Portal de l'Angel, subio la persiana de El estante… Normalmente, la tienda la visitaban curiosos y los pocos clientes habituales, los tipicos coleccionistas en busca de la pieza esencial para su coleccion, que, dada la calidad de los libros alli expuestos, podia ser cualquiera. El local era alargado. La mayor parte estaba dedicada a los libros que estaban a la venta, dispuestos en los altos estantes de las paredes; las piezas mas valiosas se hallaban cerradas bajo llave en unas vitrinas de cristal. Al fondo habia una pared con una puerta en la que se podia leer <>, que daba acceso a la sala donde Victoria restauraba los libros antes de volverlos a poner a la venta. En el catalogo de El estante no habia cualquier libro. Valentina se encargaba de seleccionar los ejemplares antes de adquirirlos. Los que entraban a formar parte del fondo solo eran incunables, ediciones raras, ediciones anteriores al siglo XIX, y cosas por el estilo, es decir, autenticas piezas de coleccion. Encendio las luces y el oscuro local se convirtio en un bonito espacio de paredes blancas, bien iluminadas, donde se podian ver perfectamente los libros meticulosamente ordenados. Para Valentina, abrir la tienda siempre era un placer. Tras dejar sus cosas debajo el mostrador, que estaba al lado de la puerta de entrada, se dispuso, como cada sabado, a quitar el polvo de todos los estantes. No queria que su tienda oliera a viejo. Aunque pareciera raro, los sabados eran el dia mas tranquilo en El estante. Ese dia, la mayoria de la gente salia a pasear y a comprar con sus familias; los turistas deambulaban por la ciudad haciendo fotos de todos los rincones famosos de Barcelona y muy pocos pensaban en adquirir una edicion de coleccionista de algun libro en latin, impreso a mediados del siglo XVIII. Por ello, era la mejor ocasion para hacer limpieza y revisar la caja de la semana. Esa manana del sabado transcurrio sin sorpresas, es decir, sin visitas, y casi al mediodia Victoria llego a la tienda. --Buenas tardes --saludo. --Hola, Vicky. --?Alguna venta importante? --pregunto Victoria--. ?Alguien ha comprado la edicion del Galileo de mil setecientos noventa? --No se ni para que lo preguntas --respondio Valentina--. Sabes de sobra que ese libro nunca nos lo sacaremos de encima. --Claro, ?quien va a comprar un ejemplar de hace mas de doscientos anos, cuyo precio pasa del cuarto de millon de euros? --Hizo una pausa--. Suerte que lo compraste tirado de precio en Florencia; si no, habria sido nuestra ruina. El verano anterior, tras tres anos sin vacaciones, ambas decidieron de mutuo acuerdo cerrar la tienda durante el mes de agosto e irse de vacaciones a la Toscana. Y, como siempre, mientras Victoria confraternizaba con algun italiano de mas de metro ochenta y torso musculoso, ella no hizo mas que comprar libros, entre ellos ese ejemplar que habia mencionado su amiga. --Sabes que si no cambias, no te volvere a llevar de vacaciones conmigo. -- Victoria se callo, rememorando un pasado magnifico--. ?Como se llamaba el que te estuvo tirando los tejos el dia que estuvimos en Pisa? ?Giancarlo? ?Pietro? Bueno, eso es lo de menos. ?Por que no le hiciste caso? Cada vez que se quedaban solas o no habia clientes cerca, Victoria le recordaba las posibles conquistas que Valentina habia rechazado durante su viaje. --Mira que eran guapos y… !estaban buenisimos! --grito, como si tuviera hambre --. ?Que debe tener un hombre para que le dirijas la palabra? --Les dirijo la palabra --replico Valentina. --Si, como a Francesco, que se te durmio a los treinta segundos. --?Ves? --dijo Valentina--. Eso es lo que busco en un hombre: que me pueda aportar algo mas que un abdomen musculado y una bonita sonrisa, y que no se me duerma si le hablo de algo que no este relacionado con el. Victoria no quiso seguir con la conversacion. Sabia como acabaria. Valentina buscaba al hombre perfecto, algo que, como habia podido comprobar ella misma, no existia. Segun Victoria, solo la suma de fragmentos de muchos hombres distintos daba como resultado el hombre perfecto. El unicornio blanco. --Cambiando de tema --dijo--, estoy a punto de terminar con el Hamlet en frances de mil ochocientos. ?Hay alguien que este interesado? Valentina nego con la cabeza. --Esto no puede seguir asi --continuo Victoria--. Cada vez tenemos mas libros y no conseguimos venderlos. Hasta que vaciemos un poco los estantes no deberiamos comprar mas. --Justo ahora que viene la Feria del Libro de Ocasion --respondio Valentina--. Sabes que ire y que no podre resistirme. --Esta semana no hemos vendido nada. Deberiamos ampliar el mercado. Hacer algo que atraiga a mas clientela que los coleccionistas viejales que vienen a comprar para ligar con nosotras. --No seas mala, Victoria. Esta se encamino al fondo del local y entro en su taller para, pocos segundos despues, colgar en la puerta una hoja de papel escrita a mano que decia <>. No era la primera vez que Victoria hablaba de ese tema de las relaciones con Valentina. Casi cada sabado la invitaba a ir con ella de copas para ver si ligaba. Pero mientras que Victoria no podia recordar a cuantos habia presentado como su <>, Valentina no habia tenido mas que decepciones. Por eso, ultimamente ya no se proponia ni siquiera entablar conversacion con ningun hombre. En cuanto a la tienda, la verdad era que Victoria tenia razon. Deberian ampliar el mercado, pero Valentina no tenia ni idea de nada que no fueran sus preciados libros. Pero como minimo tenian que intentar vender algun ejemplar valioso, para solventar los ultimos meses, un poco ajustados. Durante la tarde, Valentina se canso de recibir visitantes desde detras del mostrador. Personas mayores que descubrian una tienda que <>, turistas despistados buscando la catedral, gente que se confundia de local y entraban pensado que era una libreria <>, y un largo etcetera. Tan solo una joven pareja compro algo. Tras ver el ejemplar de Emma, y los precios de los libros de alrededor, el chico habia convencido a la chica para que buscaran algo un poco mas asequible. Asi que esta se acerco a Valentina. --Hola --dijo con voz decidida--, estaba buscando algun ejemplar un poco raro de alguna obra de Jane Austen… --Pero que no sea extremadamente caro --intervino su pareja. --!Carino! --protesto ella--. Eso no se dice. --No pasa nada --dijo Valentina--. Se que algunos ejemplares son un poco caros. Vamos a ver si encontramos algo. Salio de detras del mostrador y se fue a una esquina de la tienda, seguida de cerca por la chica, mientras el chico se distraia con cada cubierta que veia. Se notaba que entendian. Se les veia en la cara que eran lectores habituales, y no tan solo de bestsellers. Ella seguro que habia leido todo Jane Austen y a las hermanas Bronte, y el sin duda habia hecho algo mas que hojear Sherlock Holmes. --Aqui tenemos los ejemplares de principios del siglo veinte. Tal vez no son tan raros como los del dieciocho, pero tienen su encanto. Empezo a repasar los estantes en busca de algo que pudiera satisfacer a su joven clienta. --Mira, aqui tienes Orgullo y prejuicio y Sentido y sensibilidad de los anos veinte, por unos veinte euros cada uno. Saco los dos libros y se los enseno. La chica los hojeo detenidamente, parandose en las paginas que contenian grabados, intentando valorar si la calidad y el precio eran aceptables. Mientras, Valentina le iba ensenando otros libros de la misma epoca y autora, a precios que no superaban los treinta euros. --Carino --dijo la joven--, ven aqui a ver que opinas. --Un segundo --replico el--. Yo tambien estoy mirando. Cogio un ejemplar de Verne que habia estado leyendo hasta ese momento y se acerco a su pareja. --?Que? ?Te decides? --No se. Sabes que me gusta muchoEmma, pero este ejemplar de Orgullo y prejuicio es mas antiguo. El cogio los dos libros que tenia en las manos, los hojeo, miro los precios y luego la miro a ella. --Quedate los dos --sentencio. --?Los dos? ?Ya te va bien? --pregunto la chica. El asintio con seriedad y, mientras iban con Valentina hacia el mostrador para pagar, discretamente dejo el Verne donde estaba. Mientras les cobraba y se despedia de ellos, Valentina envidio a aquella joven. Se notaba que el, a pesar de tener sus gustos y caprichos, era capaz de dejarlos de lado para hacerla feliz. Pues, al fin y al cabo, parecia que ella fuera su mayor capricho.

  • Todo lo que hay que saber sobre poesia de Elena Medel

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    ?Sabias que el soneto en castellano nace durante una conversacion entre dos embajadores? ?Que los franceses inventaron la poesia moderna europea en bares y hostales de mala muerte? ?Que una mujer excentrica, empenada en vestir de blanco durante los ultimos anos de su vida, cambio la poesia estadounidense sin apenas salir de su habitacion? Este libro nos acerca de forma entretenida y didactica todo lo que hay que saber sobre la poesia, explicandonos los secretos de los versos, la metrica o las formas, y tambien su historia, trufada de anecdotas curiosas que nos acercaran a un genero literario lleno --en todos los sentidos-- de vida.

  • La peligrosa amante del jeque, Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • Estefania El arrebato de una pasion, Victoria Magno de Victoria Magno

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    Londres, 1884 Estefania es una nina hermosa que vive felizmente junto a su padre en la gran mansion Campbell. Sin embargo, la felicidad no es eterna y ella lo descubre cuando el muere dejandola a cargo de su malvada tia Jacinta, quien se apodera de su herencia despojandola de todo cuanto posee en la vida. apodera Al mismo tiempo Anthony, el engreido y lujurioso conde de Woodruff, pretende robar el corazon de Estefania pase lo que pase aunque de ello depende su honor. pero no todo es lo que parece: dentro del corazon de Anthony surge algo que el ignora, algo que el amor modifica y ella percibe. ?lograran la manera de estar juntos aunque sus mundos sean distintos? ?Estefania recuperara su fortuna y su honor aunque todo parezca ir en su contra? Romance, intriga y erotismo revelan una historia apasionante en un Londres donde el dinero no importa tanto como el amor que surge entre los personajes.

  • Todo esta muy oscuro (Las doce puertas 3) de Vicente Raga

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    ?Te atreves a entrar en el universo de Las doce Puertas? Piensalo bien porque te costara salir.

  • La Ninera de Papa de Alicia Bloom

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    “Una hermosa historia a traves de una serie de eventos desafortunados para ambos personajes que termina siendo lo mejor que les pudo pasar en sus vidas. Noah y Mia, dos completos desconocidos que terminan siendo los mejores amantes.

  • Ni la muerte nos puede separar de Mano Book

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    Edward Mu es el soltero mas codiciado de la ciudad, nacido en una familia rica, nunca supo lo que era el amor, algo que jamas obtuvo de sus padres. Rocio era una mujer especial. Como una coronel del ejercito, estaba acostumbrada a llevar una vida dura y sacrificada, sin embargo, su principal objetivo era luchar como madre soltera por criar al hijo que tuvo con Edward seis anos atras y del quien el ni siquiera conocia la existencia. Un dia, finalmente, ella decidio reaparecer en su vida con el pequeno… Pero lo que no esperaba era que esa decision transformaria por completo la vida de los tres. Cautivado por esta mujer tan especial, esta vez Edward la amaria con locura. ?El destino les daria una nueva oportunidad?

  • Amistades peligrosas de Alvaro Rey

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    Daniel siempre ha sido un picaflor y gracias a su increible fisico y a su alegre personalidad, la mayor parte de su vida se ha dedicado a usar a las mujeres. Hasta que aparece Rose y le cambia la vida.
    La chica inglesa que ha llegado a Espana a practicar el idioma y a buscar trabajo, lograra que por primera vez el se enamore y deje de ver a las mujeres como solo sexo.
    Uno de sus ligues de siempre, Marta, no estara de acuerdo con la eleccion de Daniel y quiere volver a tenerlo a su antojo, amenazandolo con destruir su relacion si no hace lo que ella quiere.
    El aceptara los chantajes para que Rose no conozca su pasado, pensando que Marta se olvidara rapidamente de el, sin saber que solo es el inicio de la gran pesadilla de su vida.

  • Un millon de pasos de Daniel Zaragoza

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    El Camino de Santiago ha sido recorrido durante siglos por millones de peregrinos venidos de todo el mundo, algunos atraidos por su espiritualidad, otros por conocer media Espana al ritmo de sus pasos, y la mayoria buscando que la peregrinacion sea el preludio de un cambio de vida.Son los mismos paisajes, senderos y piedras pisadas una y otra vez, pero los peregrinos son diferentes. Cada uno con su historia, con sus miedos y anhelos, con sus ilusiones y con un motivo personal por el que recorrer un millon de pasos por el Camino de las Estrellas.
    “El Camino es la gente que lo recorre”.
    Cuatro peregrinos y dos peregrinas de distintos paises, con sus problemas, traumas, suenos y esperanzas, nos muestran desde su mirada el Camino de Santiago frances. Conoceremos los beneficios de caminar cada dia cargando con lo necesario, en contacto con la naturaleza, hablando con desconocidos, con tiempo para pensar y conocerse a si mismo, llevando una vida sencilla, asombrandote con cada descubrimiento y con un sueno que cumplir. Pero como en la vida, en el Camino no todo es maravilloso. Tambien hay que lidiar con el sufrimiento, el cansancio, personas toxicas, abusos sexuales, e incluso, la muerte.
    No estamos ante una guia de viajes. Puedes disfrutar de este libro tanto si eres amante del Camino, como si no, pues posee todos los elementos que debe tener una buena novela.
    Basada en hechos reales, ya sea vividos directamente por el autor al recorrer el Camino o contados por los muchos peregrinos y hospitaleros conocidos.

  • Corazon cautivo de Lori Foster

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    Cuarto de la saga. Jordan Sommerville era capaz de seducir a una mujer solo con la voz, pero no utilizaba tal poder muy a menudo. Sus hermanos decian que se reservaba para una mujer perfecta que fuera un modelo de virtud… y no habia muchas asi en Buckhorn. Pero entonces conocio a Georgia y rompio todas sus normas.Georgia Barnes mantenia a sus hijos gracias a su trabajo de bailarina… exotica. Si Jordan no lo aprobaba, podia irse a paseo. Por mucho que fuera el hombre mas atento, carinoso y atractivo que habia conocido en toda su vida, seguia siendo un hombre como los demas…

  • La disculpa de Eve Ensler

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    Que extrano me resulta escribirte. ?Te estoy escribiendo desde la tumba, desde el pasado, desde el futuro? ?Escribo como si fuera tu, o como querrias que fuera, o como quien de verdad soy desde mi propia comprension limitada? ?Acaso importa? ?Estoy escribiendo en una lengua que nunca hable ni entendi, que has creado en el interior de nuestras mentes para salvar distancias y remediar nuestra falta de conexion? Quiza este escribiendo tal como soy de verdad, ahora que me has liberado con tu presencia. O puede que no este escribiendo nada y que sencillamente me estes utilizando como un medio para satisfacer tus propias necesidades y tu version de la historia. No recuerdo haberte escrito jamas. Raras veces escribia cartas. Escribir cartas, acudir a alguien, habria sido una senal de debilidad; eran los demas quienes me escribian a mi. Jamas habria permitido que nadie pensara que me importaba lo suficiente como para escribirle una carta. Hacerlo me habria rebajado, me habria puesto en inferioridad de condiciones. Incluso contarte esto me resulta extrano. No es algo que de ordinario sabria o diria, a menos que hubieses entrado en mi mente. Pero no lo discutire, pues se me antoja certero. Tu siempre me escribias cartas. Me parecia peculiar y extranamente conmovedor. Viviamos en la misma casa y aun asi me escribias, con tu caligrafia de nina pequena, tratando de formar renglones rectos, pero desviandote por toda la pagina. Era como si estuvieras tratando de establecer contacto con algun aspecto de mi, con una parte que no encontrabas en los momentos mas intensos de nuestro conflicto, como si mediante poesia trataras de apelar a un yo secreto que una vez te deje ver. Normalmente, escribias cartas de disculpa. Que apropiado que ahora quieras una carta de disculpa por mi parte. Siempre te estabas disculpando, suplicando perdon. Te habia reducido a un degradante mantra diario de <>. Un dia te mande a tu cuarto sin cenar y te obligue a quedarte alli hasta que comprendieras y reconocieras tu mal comportamiento. Al principio te mostraste terca, callada durante veinticuatro horas. Tu madre estaba preocupada. Pero puede que entonces te entrara hambre o te aburrieras, porque me escribiste una carta en un pedazo de carton que traian mis camisas de la tintoreria. La pasaste por debajo de la puerta de mi dormitorio. Era una suplica dramatica, una lista. Siempre te gustaron mucho las listas. Ahora veo que necesitabas catalogar las cosas, darles sentido con una especie de aritmetica literaria. Era una lista de todo lo que habias aprendido y todo lo que no volverias a hacer. Recuerdo que lo primero era mentir; no volverias a mentir. Y yo sabia, a pesar de perseguirte diariamente y de hacerte creer que eras una vil mentirosa, que eras la nina mas sincera que habia conocido jamas, aunque no conocia a muchas. Detestaba a los ninos. Hacian ruido y lo desordenaban todo y se portaban mal. Era demasiado viejo para tener hijos, solo los tuve para dejar mi legado. Pero estoy divagando. Aquella carta de carton con tu apresurada caligrafia en rotulador morado y las flores torcidas que habias dibujado en los margenes te saco de la habitacion, y ahora me pregunto si por eso seguiste escribiendo, como si se tratara de una especie de pasaporte hacia la libertad. Desde que abandone el mundo de los vivos he estado atrapado en un lugar de lo mas debilitante. Se parece mucho a lo que la gente suele decir del limbo: la nada, el olvido. El limbo no es un lugar externo, no exactamente. Al contrario, he estado basicamente en ningun sitio. Flotando, sin amarres, dando vueltas. Aqui no hay nada, nada que ver, no hay arboles, no hay oceano, no hay sonidos ni olores, no hay luz. No hay lugares tal como los concebimos, no hay arraigos, nada a lo que aferrarse. No, no hay nada, excepto el reflejo de lo que mora en mi interior. <> Eso es de Eliot. Tal vez no sepas que era mi poeta favorito. Sus palabras acuden a mi a menudo en este limbo. Llevo casi treinta y un anos de tu tiempo dando vueltas en este lugar, pero es extrano, porque aqui no hay tiempo, no hay mas que un vacio agonizante, un espacio infinito que me engulle y que es terrorificamente vasto y sumamente claustrofobico a la vez. Deje el mundo de los vivos cargado de resentimiento y rencor. Incluso en mi lecho de muerte, la virulencia de mi ira fue mas poderosa que el cancer que consumia mi cuerpo. Mi rabia era tan perniciosa que era capaz de luchar contra la morfina y el delirio, y darme energia para disenar y ejecutar mis ultimos castigos. Y tu pobre madre, ?que podia hacer? La habia amedrentado durante tantos anos, atizandola con mis gritos, mi condescendencia y mis amenazas, que para entonces se habia convertido en una complice apocada y fiel. Trato de seguirme la corriente, me decia que tal vez no fuera el mejor momento para tomar decisiones tan extremadas como aquellas. Lo hizo todo excepto decirme que habia perdido la cabeza. Mis ultimos pensamientos y alientos estuvieron tenidos por el deseo de hacer dano, el deseo de crear un sufrimiento que perdurara en el tiempo. Puede que no lo sepas, pero en ese momento final insisti en que te eliminaran de mi testamento. No heredarias nada, <>, dije con mucha fuerza. Incluso en mi fragilisimo estado, aquel acto de venganza me dio vida. Fue la ultima oportunidad que tuve de abolirte, de erradicarte, de castigarte. Y cuando tu madre me pidio que me lo replanteara, insisti en que tu te lo habias ganado. ?Por que iba a dejarle nada a una hija que habia sido tan obstinada y desleal? El cuestionamiento de tu madre avivo mi furia todavia mas y me volvi mas vengativo, tratando incluso de eliminar tu caracter. La obligue a prometerme que, dijeras lo que dijeras tras mi muerte, no te creeria jamas, ya que hacia muchos anos habia quedado plenamente demostrado que eras una mentirosa descarada. Mentirosa. Obligue a tu madre a que se comprometiera, en esencia, a desconfiar y dudar de ti para siempre. En ese sentido, la obligue a exterminarte igual que yo lo habia hecho. La obligue a escoger a su marido antes que a su hija, pero aquello no era nada nuevo, tu madre tenia mucha practica en hacer ese sacrificio. Se lo habia exigido durante la mayor parte de tu vida. Y yo sabia perfectamente lo mucho que se despreciaba por consentirlo. Veia como, con los anos, habia minado el respeto que se tenia como madre, eliminado su seguridad y su voz, y como la habia debilitado hasta el punto de no gustarse o no reconocerse siquiera y, aun asi, segui insistiendo. La primera etapa de mi tiempo en este reino de muerte, que senti como si hubiese durado anos, la pase inmerso en un bucle infinito compuesto de todas las traiciones y decepciones vividas, de todas las formas en que mis companeros, hijos y supuestos amigos habian puesto de manifiesto su estupidez o debilidad, reviviendo toda aversion justificable y ejecutando venganzas imaginadas. Naturalmente, tu estabas entre las primeras de la lista. Abandone el mundo tan furioso contigo, que para castigarte me negue incluso a avisarte de que me estaba muriendo. No te llame para despedirme. Queria que las esquirlas de mi rabia te cortaran y te hicieran sangrar para obligarte a llevarme contigo, para que arrastraras una hemorragia de culpa y desesperacion y te preguntaras durante el resto de tu vida por que nunca estuviste a la altura, por que nunca fuiste la hija que esperaba que fueras. Resuelto a dejarte sin cierre ni final, no planee ni permiti siquiera que se celebrara una ceremonia o un funeral. Me parecian demostraciones vulgares y pateticas de emociones absurdas e inutiles. Y, ademas, si me llorabas, era muy probable que terminaras desprendiendote de mi. Retenerte era el unico poder que me quedaba a esas alturas, la unica forma de agarrar tu ser, la unica forma de llamar y conservar tu atencion. Pocos dias despues de morir, antes de entrar en este plano, te vi sentada en el suelo de mi armario en Florida con la cara hundida en mi viejo jersey amarillo de cachemira. Al principio no entendi que estabas haciendo, pero luego, a medida que te observaba, comprendi que estabas oliendo lo que quedaba de mi, inhalando mi colonia y mi esencia, tratando de hallar un lugar en el que depositar tu dolor. Y, a mi pesar, aquello me conmovio. Me devolvio a un tiempo que habia sido docil entre los dos, un tiempo albergado por un carino casi insoportable. Verte en el suelo ante mi armario, tratando de hallarme, de hallar esa ternura, provoco en mi una oleada de tristeza y perdida; y entonces desapareci. Deje atras tu mundo, deje atras la belleza, deje atras la posibilidad de la salvacion. Y fui arrojado al interior de una desenfrenada repeticion de ofensas y agravios. Dicen que asi como vives, moriras. Y es cierto que con el tiempo mi furia se volvio letal. <>, solia advertirme mi madre, ya que siempre estaba inexplicablemente furioso. Y entonces mi rabia cambio de sentido y me pudrio el cuerpo inundandolo de un terror insufrible. Fue como si la ira se hubiese replegado sobre si misma, devorando y asfixiando mi angustiada psique en un callejon de lamentos, de una ansiedad insoportable, de dudas desgarradoras y de una torturadora autorrecriminacion. No podia avanzar. No podia retroceder. No habia salida. Paralizado en este lugar del limbo, carecia del lenguaje y de la voluntad, y de la comprension para liberarme. Se que fui un cinico que rechazaba con desden todas las sandeces relacionadas con el mas alla. Pero ?que sabia yo sobre nada? Y a esto ni siquiera lo llamaria el mas alla. No esta <> de nada, sino a continuacion. En este sentido, la muerte es atroz e infinita. O quiza solo lo sea esta muerte concreta que me ha tocado a mi. Imagino que habra otros a quienes su buen proposito los lleve en sus alas a lugares mas resplandecientes. Si he aprendido algo aqui -y no ha sido facil aprender gran cosa, pues mi cerebro esta ofuscado por la angustia-, lo que he descubierto es que es de suma importancia resolver los conflictos mientras vives, puesto que todos los asuntos pendientes te persiguen al siguiente plano y determinan el estado de tu ser. Todo agravio que hayas ocasionado en vida, todo dano cuya culpa no hayas asumido, se convierte en una especie de fango espiritual, una sustancia viscosa que construye tu encierro. Es una jaula, pero esta dentro de ti, y eso resulta todavia mas insufrible e inquietante. Estas atrapado en ti mismo, absorbido por el barro de la obsesion eterna. Gritarias, pero el lodo es tan denso que impide que te salga la voz. No hay alivio posible. Por eso te doy las gracias, Eve, por invocarme, por darme esta oportunidad de rendir cuentas por mis espantosas acciones. Se que no hay ninguna garantia de que vaya a ser liberado de este angustiante limbo, pero tu ofrecimiento de recibir esta disculpa ya ha modificado este paisaje de desesperacion. Soy consciente de que tu proposito es claro. La profundidad y la sinceridad y la necesidad de tu mision son evidentes y potentes. Se que me estas pidiendo que me disculpe, y debo decir que este terreno me resulta desconocido y antinatural. No recuerdo haberme disculpado jamas por nada. De hecho, se me inculco que al pedir perdon uno muestra debilidad, se vuelve vulnerable. Imagino que es mi vulnerabilidad precisamente lo que necesitas de mi, tal vez fue lo que siempre necesitaste. Hare todo lo posible por no justificar ni racionalizar mis acciones. Al contrario, tratare de dar cuenta de mis acciones e intenciones. Al contartelas, no pretendo obtener comprension ni perdon, se trata de una confesion en el sentido mas profundo. Ciertamente, es algo que preferiria que permaneciera oculto ante ti, ante Dios, ante mi mismo. Pero ha llegado el momento de someterme, sin reservas, sin justificaciones, a esta rendicion de cuentas. Me he preguntado: ?que es una disculpa? Es humildad; es la admision de las ofensas y una rendicion; es un acto de intimidad y conexion que exige un gran autoconocimiento y entendimiento. Estoy seguro de que no dare la talla.

  • A corazon abierto (En cuerpo y alma 4) de Mimmi Kass

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    Las vacaciones en Tromso inician cambios maravillosos en la relacion de Erik e Ines. Tras la vuelta a Chile se entregan a una etapa dulce y sosegada, pero los problemas del dia a dia, en casa y en el trabajo, ponen en peligro el amor que han construido.

  • Una lista de deseos y treinta noches de invierno (Jacaranda 2) de Yanira Garcia

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    Puede que, de nuevo, no sea necesaria la carta de presentacion. No la mia, porque ya me conoceis, pero a el no. El, Ethan, el chico de la armadura de cristal, el chico serio que no sonrie con cualquier broma, el chico de la mandibula recta y las perfectas patillas, el chico frio, tan frio como el hielo. El chico que teme que le hagan dano, humano, sensato y parco en palabras. El chico de los secretos inconfesables y la magia sin trucos. El. Una vez mas, el. Lo que estoy segura de que si que debo contaros es que he regresado a Jacaranda de nuevo y no lo he hecho sola, tampoco en verano. La estacion ha cambiado, la temperatura tambien y las gotas de sudor han sido sustituidas por el vaho que se escapa cuando confiesas tus deseos, cuando escribes una lista que no esperabas escribir y cuando un mes cambia por completo el resto de tu existencia. Ethan llego a mi vida como el invierno llega tras el otono. Ponte unas botas de montana, una bufanda y un gorro de lana y deja que lo que hay dentro de estas paginas te cuente mi invierno, el invierno que cambio nuestras vidas.

  • Tazas de caldo de Vicente Verdu

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    Cada vez es mas amplio el consenso acerca de que el aforismo es el genero mas ajustado y representativo de nuestra epoca. Ajustado por su brevedad aprendida de la comunicacion en las redes, por su necesidad de condensar incisivamente el pensamiento al modo del lenguaje publicitario, y representativo del momento en que la lectura debe copiar los tiempos breves que impone el imperio de la imagen.
    Todo en la forma y proposito del aforismo parece coincidente con esta nueva naturaleza de la comunicacion. Pero hay un factor mas. Y es que, a pesar de todo, no es corriente que los jovenes cultiven el aforismo y si que lo hagan los autores en los que se han acumulado la vida y sus peripecias.
    En el caso de estos ultimos, cada sentencia aforistica condensaria la esencia fundamental del pensamiento y caeria sobre el papel, o la pantalla, como gotas depuradas por la experiencia. De hecho el aforismo recibio su primera influencia de la tradicion gnostica que reflejaron escritores como Esquilo o Pindaro, aparte del presocratico Heraclito de Efeso. De modo que, curiosamente, en aparente paradoja, el aforismo o el proverbio vienen de muy lejos y son hoy, a todas luces, lo que mas se aproxima a la manera expresiva de la epoca. Vicente Verdu, uno de los mejores ensayistas europeos a la hora de senalar las tendencias sociales y explorar El estilo del mundo (Anagrama, 2003), viene a ser con este libro el testimonio directo de lo que se lleva y adonde nos llevan las nuevas tendencias de la literatura.
    Con su lucidez proverbial y la belleza de su estilo, Tazas de caldo es, asi, de una parte, la obra mas personal de su autor, y, de otra, una muestra de pensamiento filosofico y sociologico propagado mediante pildoras. O, en el mejor de los casos, mediante balas de plata. ?Balas de plata que dan en el blanco y sosiegan como un caldo? ?Tazas de caldo para consumir el texto a sorbos y no ya de un grosero tiron, como los bestsellers baratos? Efectivamente, cualquier acierto en la diana de la verdad, la emocion o el deseo procuran paz y compania de espiritu. Pero tambien, como sin humor no se llega a ninguna parte, la <> evoca la <>. Marx regresa asi desde el capital ardiente y pesado de una vieja siderurgia a la irradiacion correspondiente al presente <>, que seduce con el artero fulgor de una chispa.

  • Trieste de Dasa Drndic

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    Haya Tedeschi espera junto a un cesto repleto de cartas, fotografias, recortes, versos, testimonios, listados… A los ochenta y tres anos, su historia, reflejo de un pasado turbulento, se ha quebrado ya en mil pedazos que Haya repasa uno a uno: la infancia en Gorizia, en el seno de una familia judia multilingue, Trieste y el ascenso del totalitarismo, los anos de juventud, el cine y el primer amor. Pero tambien estan la guerra, los trenes cerrados y los campos de exterminio, como la antigua arrocera de San Sabba, de la que dia y noche salian humo y ceniza que se transformaban en un barro negro en el que jugaban los ninos. El mismo barro donde hubiese jugado su hijo de no haber sido secuestrado para formar parte del siniestro proyecto Lebensborn de Heinrich Himmler.
    Haya Tedeschi espera el reencuentro con su hijo y, mientras lo hace, desmenuza la compleja marana de su vida revelando la fragilidad de la memoria y las limitaciones de la Historia, que nunca pueden agotar la realidad. Asi, poco a poco, se va componiendo el rompecabezas de esta obra, en la que la autora entremezcla magistralmente realidad y ficcion para, con un impactante manejo del lenguaje, ofrecernos una cruda cronica de las profundas heridas que la Segunda Guerra Mundial ha dejado en Europa.

  • Enigma (Argus del Bosque 2) de M.j. Fernandez

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    Un asesino brutal que amenaza la paz de una pequena ciudad de Espana...

    El homicidio de una anciana es el primero de una serie de crimenes diabolicos que desconciertan a los detectives de la comisaria de <>, en Calahorra. En una carrera contra el tiempo, la conflictiva inspectora Luisa Burgos debera ocuparse de la investigacion criminal. Junto a cada cadaver encuentran una nota con un acertijo, donde el asesino usa palabras cripticas para senalar quien sera la proxima victima. Las autoridades disponen solo de veinticuatro horas para descifrarlo. De lo contrario, otro inocente morira…

  • La vidente de Lars Kepler

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  • Te quise como si fuera posible de Abril Camino

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    Lennon lleva dos anos sin pisar Nueva York. Se marcho a Europa con el corazon roto y la conviccion de que jamas volveria a la ciudad en la que un dia creyo que todo era posible. Incluso su amor por Daniel.

  • El dia que me quieras (Los Collinwood 1) de Victoria Magno

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  • Un amor de Alejandro Palomas

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    En el reducido universo familiar de Amalia y sus tres hijos, Silvia, Emma y Fer, el engranaje se mueve al ritmo desacompasado de las emociones. Es una familia tipica, y sobre todo, muy real. Un cosmos cocido al fuego lento de varias entregas que han atado a miles de lectores. Pero llega un dia cumbre en sus vidas. Emma se va a casar y todos se sumergen en las tareas y los remolinos de organizar la mejor boda. La noche previa a la ceremonia, una llamada rompe la armonia familiar. Silvia, Emma, Fer y otros parientes se conjuran para poder celebrar a la vez el aniversario de Amalia, que coincide inevitablemente con la fecha de la boda. 24 horas de aceleron emocional que pondran a prueba a todos y cada uno y al mismo engranaje familiar.
    Un nuevo ejercicio de virtuosismo emocional. Una literatura que llega por el plexo y se inocua directamente a los sentimientos. Alejandro Palomas extiende su ya variada paleta de colores para dotar a sus personajes de los matices, sesgos y rasgos que los acercan a los lectores y estos los reconocemos como a propios en sus particulares universos familiares.

  • Hasta que entres en razon de Sophie Saint Rose

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    Yanina sin soltar el volante bebio de su botella de agua sintiendo como el sudor recorria su espalda. Maldito aire acondicionado. Mira que estropearse en ese momento. Era para matar al tipo que le habia vendido aquella chatarra. Exasperada se dijo que era hora de parar. Despues de doce horas metida en el coche necesitaba un desayuno decente. Miro a su alrededor. Le daba la sensacion de que en aquella carretera solitaria iba a ser dificil encontrar hasta un coche en direccion contraria. Miro por el espejo retrovisor. Nada. Ni un alma. Empezaron a ponersele los pelos de punta rogando que no se le estropeara el coche porque dudaba que alli tuviera cobertura. Apenas unas millas mas adelante sonrio al ver el cartel que anunciaba que llegaba a Rainshaw. --Bonito nombre. --Impaciente acelero mas, deseando asearse un poco en cualquier bano y comer algo. Ah, y se moria por una cola con mucho hielo. Al entrar en el pueblo vio que estaba bastante animado. Habia rancheras por todas partes y hombres con sombreros vaqueros. Para ella que era de Detroit le parecio una pasada. El pueblo era precioso. Como los de las peliculas con casitas pintadas de colores y jardines muy bien cuidados. Fascinada detuvo el coche mientras varias familias cruzaban la calle. Al mirar a la izquierda vio una feria y sonrio ilusionada. Nunca habia ido a una asi. Ese pueblo merecia una parada de al menos un par de horas. Echaria un vistacito. Despues de varios minutos le estaba costando encontrar aparcamiento, pero era logico porque seguro que habia mucha gente de los alrededores para disfrutar de la feria. Al pasar por delante de una heladeria, salio en ese momento una enorme ranchera y aprovecho para aparcar su pequeno utilitario. Salio del coche mostrando sus preciosas piernas cubiertas por un pantalon corto y se llevo las manos a los rinones inclinandose hacia atras disfrutando del sol y de la brisa fresca. Dios, que tiempo mas estupendo. Cogio su botella de agua y el bolso colocandoselo en bandolera. Deseando cambiarse de ropa porque hasta habia dormido con ella fue hasta el portaequipajes y lo abrio dejando la botella de agua dentro. Abrio una de las cajas y saco discretamente algo de ropa interior y un vestido ligero en color rosa. Se miro las zapatillas de deporte y decidio ponerse unas sandalias planas. Metio la ropa en el bolso y cogio la botella de agua antes de cerrar el capo. Miro a su alrededor y vio que en la heladeria habia bano. Esperaba que no les importara. Entro en la heladeria que estaba a tope y como si nada fue hasta el bano. Suspiro del alivio al ver que estaba vacio y dandose prisa cerro y se desnudo lo mas rapidamente que pudo. Se aseo en el lavabo y sintiendose mas fresca se puso la ropa limpia. Se miro al espejo quitandose la cola de caballo y cepillo con brio su cabello rubio. Hizo una mueca por su aspecto, necesitaba un buen corte porque ya le llegaba a la cintura, eso por no mencionar que sus preciosos ojos verdes estaban rodeados de unas ojeras bastante evidentes. Ultimamente no habia descansado demasiado. Gimio porque parecia enferma al estar tan palida. Se hizo la cola de nuevo, se pinto los labios de rosa intentando mejorar su aspecto e iba a salir cuando vio su frasquito de perfume en el neceser. Se echo unas gotitas porque nunca estaba de mas. Sonrio saliendo del bano y casi se choca con un vaquero que salia del de hombres. Levanto la vista y se le corto el aliento cuando vio su rostro. El mas masculino que habia visto en la vida. Sin poder evitarlo recorrio su cuadrada mandibula, sus finos labios y su nariz que tenia un pequeno bulto como si se la hubiera roto alguna vez, pero fue al ver sus ojos azules cuando su estomago dio un vuelco sintiendo que todo su ser gritaba de la alegria. El entrecerro los ojos y le indico con la mano que pasara. Se sonrojo ligeramente y farfullo --Gracias. --De nada, senorita --dijo con voz grave. Dios, que voz. Hasta diciendole la lista de la compra la excitaria. Sintiendo que casi ni le respondian las piernas se obligo a pasar ante el y al llegar hasta ella su aroma se mordio el labio inferior. Este tio era un vaquero en toda regla. Como no queria irse sin tomar nada porque le parecia mal despues de usar el bano, se acerco al mostrador pensando que un helado no era lo mejor para desayunar, pero un dia era un dia. Miro el expositor sin verlo realmente porque de reojo sus ojos siguieron al hombre que caminaba hasta una mesa donde habia un chico de unos trece anos, moreno como el, que se comia un gran helado de chocolate. Volvio a mirar los helados, pero sintio que la observaban, asi que miro sobre su hombro discretamente. Al ver que el vaquero no le quitaba ojo sin ningun disimulo, giro la cabeza de golpe sintiendo un tiron. Gimio cerrando los ojos. Eso era por tantas horas de coche. Se llevo la mano al cuello y se lo froto. --?Que le pongo? Abrio los ojos para ver a una rubita de unos quince anos sonriendo de oreja a oreja. --Uno de fresa con nata y chocolate. Y con trocitos de fresa. La chica se echo a reir. --?A que siempre pide lo mismo? Sonrio sin poder evitarlo. --La verdad es que si. --Pues yo le aconsejo un cambio. --Vio que le senalaba un helado que parecia que tenia caramelo. --Este con este. --Vio algo con sirope rosa. --Y esto. --Galleta de chocolate. --Se va a chupar los dedos. Rio asintiendo. --Muy bien. Es hora de cambios, eso esta claro. --?Esta aqui por la feria? --No, estoy de paso. Voy a San Antonio por un nuevo trabajo. --Solo esta a dos horas de aqui. --Le puso el bol sobre el mostrador y Yanina se echo a reir de nuevo al ver su tamano. --Asi que podra disfrutar de la feria. --Al menos un par de horas. La chica levanto la vista sobre su cabeza y asintio antes de mirarla de nuevo. --Esta invitada. La miro sorprendida. --?Como? --Te ha invitado Dallas --dijo tuteandola antes de guinarle un ojo. --?Quien? --Se volvio y sus ojos se encontraron con ese tio que se levanto acercandose. Se puso como un tomate y forzo una sonrisa buscando las palabras adecuadas, pero es que la dejaba muda y ella no era precisamente timida. Dios, era muy alto. Cuando se acerco a ella demasiado para su paz mental farfullo --Gracias, pero... --?Como te llamas? Como hipnotizada por esos ojos azules respondio -- Yanina. El asintio antes de sacar la cartera del bolsillo trasero de los vaqueros y la abrio sacando diez dolares. --No, de verdad... No es necesario. Dejo los diez dolares sobre el mostrador y sin mirarla dijo --Ha sido un gusto conocerte, Yanina. --Sin mas se volvio, le hizo un gesto al chico y salio del local dejandola con la palabra en la boca. La chica suspiro tras ella antes de soltarle. --Guapa, que suerte tienes. La miro sorprendida. --?Tu crees? --Que yo sepa nunca ha invitado a nadie. Pasalo bien en la feria -- dijo maliciosa. Como un tomate cogio el helado mirando la chapita con su nombre. --No, si yo me voy enseguida, Cindy. --!Ja! !Te veo en el baile de esta noche! Salio de alli a toda prisa y disimuladamente echo un vistazo a su alrededor, pero no le vio por ningun sitio. --?Pero que haces? -- pregunto para si por ser tan idiota--. No le conoces de nada. Solo ha querido tener un gesto amable. -- Exasperada se metio la cuchara en la boca y gimio de gusto. Aquello estaba buenisimo y estaba muerta de hambre. Camino hasta el coche y abrio el capo para meter la ropa sucia mientras saboreaba otra cucharada. Metio la ropa en una bolsa y decidio dar una vuelta por la feria. Ese hombre no tenia nada que ver. ?Se llamaba Dallas? ?O seria un apodo? Exasperada porque volvia a pensar en tonterias cogio el helado y cerro el capo sobresaltandose al ver alli al chico que iba con Dallas. Este le sonrio mostrando que le faltaba una esquinita a uno de sus incisivos. --Hola. --Hola --respondio confusa. Echo un vistazo a su alrededor para ver que estaba solo antes de mirar sus ojos negros. Sin saber que decir porque se habia quedado alli plantado sin quitarle ojo pregunto --?Querias algo? --Mi tio te invita a su mesa para la comida. --?Tu tio? --Dallas, el del helado. Miro el helado en su mano y avergonzada nego con la cabeza. -- Agradezco mucho la invitacion, pero sera mejor que no. Empezo a caminar por la acera y el chico la siguio. -- Soy Robbie. --Encantada Robbie, yo soy... --Yanina, lo se. Me lo dijo mi tio. Dile a Yanina que venga a mi mesa. Eso dijo, ?sabes? Asi que tienes que ir. Nadie le lleva la contraria a Dallas. La divirtio su manera de hablar, como si fuera un cacique o algo asi. --?No me digas? Pues se va a llevar una sorpresa. --Se metio una cucharada en la boca porque se le deshacia el helado y eso seria un pecado. --?De donde eres? --De Detroit, Michigan. --Se te ve una chica dura. Se detuvo mirandole con ganas de reirse. --?De veras? --Dicen que Detroit es una ciudad peligrosa. Hay muchos crimenes y esas cosas. --Es mas la fama que otra cosa. --Se encogio de hombros. --A mi nunca me ha pasado nada. --Pero seguro que conoces a alguien al que si, ?verdad? Eso no lo podia negar. El sonrio como si fuera muy listo y hubiera conseguido tener la razon. -- Esto es muy seguro, ?sabes? Yo me voy a casa en bici. Miro a su alrededor. --Si, tiene toda la pinta. Cruzaron la calle y fueron hasta un monton de puestos que estaban llenos de gente. Se entretuvo fascinada en un puesto donde habia perritos para adoptar. Nunca habia podido tener uno y habia un cachorro de chihuahua que era una preciosidad. Era todo negro con una manchita blanca en el hocico. Lo acaricio hablando con la chica que se lo ofrecio, pero ella con pena nego con la cabeza. Hasta que no se asentara era imposible. Miro de reojo al chico que no la dejaba y se detuvo. --?No tienes que irte con tu tio? --Claro, pero si no vienes no puedo volver. Cualquiera le aguanta cuando no consigue lo que quiere. Todavia tengo tiempo para convencerte. Se sonrojo por lo que acababa de decir e incomoda miro a su alrededor, pero el sonrio. --?Por que no vienes a la comida y le dices que no tu misma? Si que era listo, si. --?Por que no ha venido el? --Oh, es que tiene algo que hacer. --Hincho el pecho orgulloso. -- Mi tio tenia que recoger el trofeo al mejor toro de la feria. Pues si que era ranchero y al parecer de los buenos. Carraspeo, pero el miro su helado. --?No te lo comes? --Se lo cogio y empezo a comer con ganas mientras ella le miraba asombrada. --Es que estoy creciendo --dijo con la boca llena. --Te acabas de comer uno. No vas a almorzar. Sonrio como si le hubiera regalado la luna. --Que va --dijo con la boca llena --. Ven, que ya empieza.

  • Sacrificio de M.a. Andrade

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    En un mundo en el que la Guerra Biologica y Nuclear ha hecho mella, Theather y su nueva familia se ven confinados en su hogar por ordenes del Gobierno. Deben protegerse de aquellos que amenazan por matarlos, pero ?seran realmente una amenaza?

  • La salvacion de lady Schellin de Claudia Cardozo

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    No hay otra salvacion para lady Schellin que la que puede buscar en si misma. No hay otra salvacion que la que los afectos, las amigas, ese grupo de mujeres con el que comparte un ideal, con el que luchan por ser iguales, le pueden dar. Despues de descubrirse, de reconocerse como una mujer antes que como una lady, entonces tambien puede rescatarla el amor.

  • No madres de Maria Fernandez-miranda

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    Ser o no ser madre, esa es la cuestion para tantas y tantas mujeres…