lucia de vicente libros
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lucia de vicente libros - Lucia de Vicente
https://gigalibros.com/tras-la-estela-de-un-sueno.htmlTras la estela de un sueno es la novela ganadora del Permio Vergara – El Rincon de la Novela Romantica 2018.
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LUCIA DE VICENTE | Casa del Libro
https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/lucia-de-vicente/20077384LUCIA DE VICENTE: Libros y Biograf�a en Casa del Libro. ... Recibe novedades de Lucia de Vicente directamente en tu email. Quiero recibir sus novedades.
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Luc�a de Vicente: Libros - Amazon.es
https://www.amazon.es/Libros-Luc%C3%ADa-Vicente/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3ALuc%C3%ADa+de+VicenteEL LIBRO DEL 75 ANIVERSARIO: 00 (COLECCION ANIVERSARIOS). de LUC�A M. CABANELAS, VICENTE D�AZ, et �l. | 15 noviembre 2021.
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Todos los libros del autor Lucia De Vicente
https://www.todostuslibros.com/autor/lucia-de-vicente18 t�tulos para "Lucia De Vicente" � Tras la estela de un sue�o (Premio Vergara - El Rinc�n de la Novela Rom�ntica 2018) � Instituciones pol�ticas de la Comunitat ...
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Luc�a de Vicente - Autora de novela rom�ntica
https://www.luciadevicente.com/Escritora de novela rom�ntica contempor�nea y fant�stica. "Cuando pase la tormenta" y "Lazo Eterno" son dos de sus novelas publicadas.
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Libros de VICENTE LUCIA DE - LIBRER�A CANAIMA
https://www.libreriacanaima.com/autor/vicente-lucia-de/EL LIBRO DEL 75 ANIVERSARIO; CABANELAS, LUCIA M. / DIAZ, VICENTE / FREIJO, LUIS / LABORDA BARCE�: NOTORIOUS EDICIONES: 2021; El libro celebra el 75 ...
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de vicente lucia - Machado Libros.
https://www.machadolibros.com/autor/de-vicente-lucia/PASI�N DE LOS FUERTES: CABANELAS, LUCIA M. / D�AZ, VICENTE / FREIJO, LUIS / LABORDA BARCEL�, JUAN (1978): El libro celebra el 75 aniversario de Pasi�n de ...
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LAZO ETERNO - LUCIA DE VICENTE BARRIOS - Agapea
https://www.agapea.com/Lucia-de-Vicente-Barrios/Lazo-eterno-9788415643395-i.htmComprar el libro Lazo eterno de Luc�a de Vicente Barrios, Eride Ediciones ... Compra el libro Lazo eterno junto con cualquiera de los libros en oferta de la ...
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Libros del Autor Lucia De Vicente - Buscalibre Espa�a
https://www.buscalibre.es/libros/autor/lucia-de-vicenteEncontramos 43 resultados para lucia de vicente. Estado. Nuevos y usados. S�lo nuevos. S�lo usados. Formato. Libros F�sicos. Ebooks. AudioLibros. Ordenar.
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Autor: LUC�A DE VICENTE - Librer�a Proteo
https://www.libreriaproteo.com/libro/listadoAutor/pagina/1/id/1884374/nombre/lucia-de-vicente.htmlAutor: LUC�A DE VICENTE Librer�as Proteo y Prometeo. Desde 1969 entre Libros. La mayor librer�a especializada de M�laga. Textos UNED y Universitarios, ...
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Lazo eterno (Seleccion RNR), Lucia de Vicente de Lucia De Vicente
https://gigalibros.com/lazo-eterno-seleccion-rnr-lucia-de-vicente.html -
Jardin de Pablo Simonetti
https://gigalibros.com/jardin.htmlTemo que brote la culpa por mi desidia al momento de venderla. Sin embargo aqui estoy, hundido en el asiento de mi auto, arropado con un chaqueton que me pesa y una bufanda que me quita el aire. Intento protegerme de este dia de invierno y de cualquier otra inclemencia.>>
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Traidores que cambiaron la Historia de Jose Manuel Lechado
https://gigalibros.com/traidores-que-cambiaron-la-historia.htmlTraidores que cambiaron la Historia es el relato de algunas de las traiciones mas celebres de todos los tiempos. Sucesos que, con su comision, cambiaron el curso de los acontecimientos historicos en un pais, un imperio y, a veces, en toda la Tierra.
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Una voz escondida, Parinoush Saniee de Parinoush Saniee
https://gigalibros.com/una-voz-escondida-parinoush-saniee.htmlTras el extraordinario exito obtenido con el El libro de mi destino, donde dio voz a las mujeres iranies oprimidas por el fanatismo religioso, Parinoush Saniee aborda en su segunda novela las aciagas secuelas de la insensibilidad y la ignorancia. Basandose en el caso real de un nino que no hablo hasta cumplir los siete anos, Saniee toma el pulso a la sociedad de su pais con una historia en la que el silencio cobra la fuerza de un grito de protesta.
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Nacion de Marte 3. Hard Science Fiction de Brandon Q. Morris
https://gigalibros.com/nacion-de-marte-3-hard-science-fiction.html--EMPUJA --DIJO THEO--, !Y TEN CUIDADO! El objeto triangular comenzo a moverse despacio hacia el. Permitio que el borde delantero se deslizara hacia sus manos enguantadas. La estructura, creada a partir de paneles de cristal adheridos a la base, era sorprendentemente pesada. Dio un pequeno paso hacia atras y aseguro su agarre de la base antes de que toda la estructura pudiera deslizarse fuera de la zona de carga del rover. --Vale, para --dijo--. Ahora te necesito aqui. --De acuerdo --oyo responder a Rebecca por la radio del casco. Salto con elegancia desde la zona de carga y llego al otro extremo de la estructura. La base, un grueso panel de plastico de unos tres metros de largo y ancho, podia transportarse con facilidad por dos personas. Sin embargo, encima se encontraban dos paneles rectangulares de grueso cristal, apoyados entre si, que formaban caras opuestas de una estructura con forma de cuna que habia sido cerrada al insertarle dos paneles triangulares de cristal en los laterales. --?Ves la zona de montaje? --pregunto Theo. --Si. Habian nivelado la zona el dia anterior y hoy habian situado el rover cerca. Estaban en la cima de la colina que se cernia sobre su pequeno asentamiento. El prisma de cristal iba a situarse alli como la joya de una corona. --Y, !tira! --ordeno. En perfecta sincronia, lo levantaron del rover y caminaron de lado la corta distancia desde el vehiculo hasta el lugar elegido--. Y abajo --dijo. Se mantuvieron mientras se agachaban para bajar la estructura hacia la superficie. La soltaron como estaba planeado y volvieron a enderezarse. Theo dio un paso atras. Rebecca miro colina abajo y saludo con la mano. Habia visto a alguien que los observaba. La presencia del asentamiento solo era evidente si mirabas dos veces, ya que la mayor parte estaba situada bajo tierra. --Traere el primer contenedor --declaro Theo. Esta era la parte mas debil de su plan. Habian traido contenedores de agua y los habian mantenido dentro del caldeado rover. Iban a llenar la estructura de cristal con el agua... con rapidez, si tenian en cuenta que la temperatura del aire era de cuarenta grados bajo cero. No tenian mucho tiempo antes de que el agua se congelara. --Abrire la valvula de llenado --dijo Rebecca. Esta era la "division del trabajo" que habian planeado. Theo se acerco al rover y saco el primer contenedor de la zona de carga. Volvio deprisa a la cuna de cristal, abrio el sello del contenedor mientras caminaba y vertio el agua dentro de la estructura. --!Funciona! --exclamo Rebecca--. !Felicidades! --Gracias. El contenido del primer contenedor habia cubierto el fondo de la estructura. Recorrio a toda prisa el camino entre la estructura y el rover ocho veces mas. Habia calculado, por supuesto, la cantidad de agua que necesitaria para llenarla. El nivel del agua subia en proporcion a cada vertido porque la estructura se estrechaba desde el fondo hasta la cima. Sin embargo, Theo no fue lo bastante rapido con el ultimo recipiente. El agua se congelo antes de que pudiera verterla y solto un bufido de frustracion. --Deberia estar bien asi --dijo Rebecca--. Mira... solo faltan un par de centimetros en la parte de arriba. --Cierto --respondio mientras le echaba una mirada al sol. Era temprano por la tarde, pero su posicion ya estaba bastante baja--. Volvamos abajo --le insto. Estaba excitado. Nada dependia de esta estructura, ni su supervivencia ni el destino de la humanidad. Y este hecho era precisamente lo que la hacia tan especial. Era un puro lujo. Se subieron al rover de un salto. Como Rebecca llego al vehiculo primero, se sento en el lugar del conductor. Bajaron la colina a toda velocidad. Tenian que dar un largo rodeo porque la pared del crater era demasiado empinada como para tomar una ruta directa. Theo se agarro con fuerza a Rebecca desde atras para evitar ser lanzado fuera del traqueteante rover. Era muy divertido hacer estas salidas con Rebecca. Ella fue tambien la inspiracion tras su idea de construir una cuna de cristal llena de agua. Ella habia estado comentando con nostalgia que probablemente nunca volveria a ver un arcoiris. Esta estructura se encargaria de ello. Llegaron a la base del crater. --Para, por favor --dijo Theo. Rebecca detuvo el rover. Theo se inclino hacia delante y toco la pantalla del mapa junto al panel de control. --Deberia estar por aqui. Rebecca volvio a arrancar el motor. Condujo despacio hasta el lugar que Theo habia marcado en el mapa. --Debe de ser aqui --dijo ella. Theo miro la hora. --Faltan veinte minutos. Se quedaron uno al lado del otro, sus brazos tocandose. Era imposible que pudieran sentir el calor del otro a traves del grueso tejido de sus trajes espaciales, pero a Theo le parecia que si que podia. Observaron el borde de la pared del crater. --AHORA --DIJO THEO. El sol estaba a punto de desaparecer tras la pared del crater. Ese era el momento. Sus rayos alcanzaron la cuna de cristal, la cual, haciendo las veces de un prisma, dividio la luz en sus diversos componentes y aparecio un arcoiris. Era pequeno pero claramente visible. La luz del sol era mucho mas debil que en la Tierra, pero conforme el crepusculo se instalaba a su alrededor, el arcoiris se volvio mas claro. --Es precioso --exclamo Rebecca. --Como tu --respondio Theo con suavidad. --Gracias --dijo ella. Miraba con firmeza los colores generados por el prisma. Theo se situo tras ella y le rodeo la cintura con sus brazos. --Imagina que estamos en una playa del Caribe despues de una tormenta tropical. --Estoy alli contigo ahora. La arena es calida y suave bajo mis pies. El aire huele a mar. Sol 316, Base de la NASA --?LANCE? --?Si, Sarah? --?Cuanto obtienes de multiplicar doscientos sesenta y ocho por veinticuatro, dividido por veinticuatro coma sesenta y seis, mas cincuenta y seis? Miro a su novia, quien estaba sentada frente a el ante un ordenador. <>, penso. Sin embargo, lo que estaba haciendo en ese momento era tan aburrido que no le importo la distraccion. Se suponia que debia estar comparando las cantidades de agua y fertilizante usadas durante las ultimas dos semanas con la cantidad de comida que habian recolectado. En realidad eso era tarea de Sarah, ya que era la biologa de la tripulacion y estaba a cargo del huerto, pero el la estaba ayudando. Lance hizo mentalmente los calculos que ella le planteaba. Como Sarah no habia mencionado ningun parentesis, doscientos sesenta y ocho por veinticuatro dividido por veinticuatro coma sesenta y seis era mas o menos doscientos sesenta, mas cincuenta y seis, el resultado era trescientos dieciseis. <>. Lance se levanto de un salto. Por supuesto, en Sol 56 ellos habian... Rodeo su escritorio y se situo detras de su novia para empezar a frotarle los hombros. --?Ha empezando? --pregunto. --Creo que si. Nunca he pasado por esto, pero si yo fuera medico y otra mujer me dijera que estaba teniendo un dolor como este, mi diagnostico seria obvio. Parece que es super puntual. --Tenemos que decirselo a Mike y a Ewa --dijo Lance--. Deprisa, vamos a llevarte a la enfermeria. Pero Sarah permanecio en su asiento. --No hace falta darse prisa --respondio con calma--. Aun puedo caminar por mi misma. --Entonces ire saliendo yo --dijo Lance--, y avisare a Ewa. Aparte de Sarah, no habia mas medicos en la base y, por eso, Ewa habia recibido entrenamiento para el parto. Como granjera experimentada, sabia como traer terneros al mundo. Sarah se habia reido a carcajadas al oirlo y dijo que sentia que estaba en las mejores manos posibles. Ewa no estaba de turno en ese momento, asi que Lance la busco en su habitacion. Esa parte de la estructura subterranea aun olia a pintura fresca. Las habitaciones alli no habian estado preparadas para entrar a vivir hasta hacia dos semanas. Hasta entonces, Ewa se habia "alojado" mas que "vivido" en un almacen. Llamo a la puerta y ella le invito a entrar. Ewa estaba tumbada sobre una cama improvisada, cuyo somier habia soldado ella misma. Un gran saco plano relleno con hierba seca de su propio huerto hacia las veces de colchon y hacia que su habitacion oliera un poco a heno. --Ha empezado --dijo Lance sin mas preambulo. Ewa se incorporo. --Manten la calma --dijo ella. Le caia sudor por la espalda aunque la habitacion de Ewa estaba a apenas veinte grados. ?De que demonios estaba hablando? Lo que estaba sucediendo ahora era el mayor milagro que el universo podia ofrecer. Y, ?se suponia que debia mantener la calma? --Es mas facil decirlo que hacerlo --confeso mientras se frotaba la barbilla. --Lo superaremos --contesto Ewa--. Todo parece ir muy bien. El bebe se ha desarrollado extremadamente bien. Ewa tenia razon. Ni la baja fuerza gravitatoria ni la alta radiacion parecian haber danado al feto. Las imagenes de la ecografia revelaban a un ninito que estaba bien desarrollado del todo. No obstante, Lance estaba preocupado. Ningun humano habia nacido jamas en otro planeta. Y sus habilidades medicas eran limitadas. La expedicion de la NASA habia estado aprovisionada para una visita a Marte, no para instalarse alli permanentemente. En contraste con los miembros del proyecto espacial Ciudad Marte, que habia recibido fondos privados, y que tambien estaba situado alli en Marte, su hijo no recibiria vacunas ni inyecciones de vitamina K como era costumbre con los recien nacidos tras el parto. Las relaciones entre su base y Ciudad Marte eran tensas en ese momento, ya que se habian negado a jurarle lealtad a su administrador. --?Vas a venir ahora? --pregunto Lance. --Dentro de un momento --dijo Ewa--. Me cambiare de ropa y me lavare. Tu deberias hacer lo mismo si quieres estar presente durante el parto. ?Quieres? El asintio. Por supuesto que queria. Iba a ser la primera persona en darle a su hijo la bienvenida a Marte. EL NACIMIENTO FUE RUIDOSO, ESTRESANTE Y SANGRIENTO. Y HEDIA. LANCE ESTABA EMPAPADO en sudor. Se sento sobre sus talones para apoyar a Sarah en el pedestal mientras ella grunia y empujaba. Le corrian lagrimas por el rostro, pero la unica razon por la que se dio cuenta fue por el sabor salado en su boca. Se sentia responsable por el sufrimiento de Sarah mientras que todo lo que el podia hacer era mirar. Se alegro cuando ella le apreto la mano con tanta fuerza que le dolio, y cuando se le quedaron las piernas dormidas y le empezaron a arder bajo su peso se alegro tambien. Tal vez de ese modo el podria reducir su dolor un poco al menos. Sarah respiraba al ritmo que le marcaba Ewa. Ya era una madre ejemplar en esos primeros instantes de la vida de su hijo. Un grito final y ya habian terminado. Los musculos de Sarah se relajaron y Lance tuvo que sujetarla con firmeza para evitar que se deslizara hasta el suelo. Parecia que su cuerpo se habia quedado sin fuerzas. La abrazo con fuerza. --?Quieres hacerlo? --Ewa le estaba tendiendo un par de tijeras. ?Que se suponia que tenia que hacer con ellas? Nego con la cabeza. --El cordon umbilical --dijo Ewa--. No es dificil. --Le puso las tijeras en la mano derecha y le dijo que hacer--. Ahora. El manipulaba las tijeras con la mano derecha mientras seguia sujetando a Sarah entre su brazo izquierdo y su cuerpo. El cordon umbilical ofrecio poca resistencia. Ahora habia separado a su hijo de su madre. Lance contuvo un sollozo. Era una despedida y una bienvenida. Nunca habria pensado que el parto fuera tan... tan dramatico. --?Puedes ayudarla a subirse al catre?
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Purgatorio (Todos mis demonios 2), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich
https://gigalibros.com/purgatorio-todos-mis-demonios-2-veronica-a-fleitas-solich.htmlSegunda parte de la saga “Todos mis demonios”.
Despues de conocer a Vicente, Eliza se interna todavia mas en este mundo repletos de demonios los cuales guardan demasiados secretos.
Ella espera una eternidad a su lado pero ?se la dara el? ?Que esconde Vicente, que misterios se ocultan detras del alma de Eliza?
La vida se complica y lo que se inicio como una simple transaccion humano demonio, se descubre en un camino se complica cada vez mas.
Enganos, silencios, demonios con poderes increibles…
?Que vale mas, tu amor, tu alma, tu vida? ?Que prevalecera al final de esta segunda entrega?
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Corazon nevado de Mita Marco
https://gigalibros.com/corazon-nevado.htmlUna tormenta de nieve, un coche viejo y una carretera desconocida, es lo unico que Charlie necesita para estrellarse contra la valla de una solitaria casa de las Montanas Rocosas.
Aislada en aquel paramo helado, su unica salida es permanecer en compania del sombrio dueno de la vivienda, que no duda en menospreciarla cada vez que se cruza en su camino. -
A la intemperie de Roberto Bolano
https://gigalibros.com/a-la-intemperie.html -
Perverso Seductor Mentiroso de Christina Lauren
https://gigalibros.com/perverso-seductor-mentiroso.html -
El juego de Clayton. Mate de Mirian G. Blanco
https://gigalibros.com/el-juego-de-clayton-mate.htmlDespues de rescatar a Marc, la banda decide idear un plan para poner fin a la guerra contra Alex Smith, uno de los mayores monstruos de San Francisco.
Pero Regina le oculta un gran secreto a Marc, consiguiendo que los problemas y la tension entre ellos aumenten.
A pesar del enorme peligro que van a correr, el amor entre ellos se hace cada vez mas fuerte. Ambos saben que se necesitan el uno al otro para seguir adelante y ganar la batalla.
Pero, ?que pasara cuando Marc descubra el gran secreto que le oculta Regina? ?Sera capaz de terminar con esta pesadilla y poner fin a la guerra contra Alex Smith? Y lo mas importante... ?Cumplira la promesa que le hizo a Regina? -
Somos lo que comemos de Monica Katz
https://gigalibros.com/somos-lo-que-comemos.html -
Mi definicion perfecta de Lorena Perez Nolasco
https://gigalibros.com/mi-definicion-perfecta.htmlZenda tiene veintisiete anos y trabaja como camarera en una cafeteria.
Milo tiene treinta y cinco y es asesor en una agencia de viajes.
Un dia, ambos deciden que es buena idea empezar a vivir bajo el mismo techo.
Pero ellos no son pareja.
Solo son dos amigos.
Sin embargo…
La vida de Zenda se complica.
Y Milo…
?Quien decide cuanto hay que estar dispuesto a dar, por esa persona que completa el puzle que es tu vida? -
LA DAMA DE HAWTHORNE (Hawthorne House 2) de Kristi Ann Hunter
https://gigalibros.com/la-dama-de-hawthorne-hawthorne-house-2.html?Ganara el amor o lo haran la riqueza y la posicion?
Lady Georgina Hawthorne se ha esforzado mucho para ser la mas admirada en la temporada social tras su debut. En el primer baile al que asiste en Londres, espera despertar el interes de algun noble.
Colin McCrae tiene dinero y buenos contactos en el mundo de los negocios, pero ningun titulo. Lo invitan a todas las estas, pero de hecho nadie le acepta en sociedad. La primera vez que ve a la bella lady Georgina, le irrita sentirse atraido por una mujer a la que solo le importan el estatus y las apariencias.
Lo que Colin no sabe es que las desesperadas aspiraciones sociales de Georgina se deben al vergonzoso secreto que guarda.
En los planes de Georgina no esta casarse con Colin y, sin embargo, como sus caminos no dejan de cruzarse… ?Que hara? ?Apostara por el amor o se sacrificara por sus suenos de riqueza y posicion? ?Y el?
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El destino de Noah (Semillas Negras 3) de Lorraine Coco
https://gigalibros.com/el-destino-de-noah-semillas-negras-3.htmlHan pasado cinco anos desde el nacimiento de Noah y las cosas no parecen haber mejorado. Todos han tenido que hacer grandes sacrificios, mientras Raynard y sus temibles y cada vez mas abundantes aliados se esfuerzan en imponer su era de terror y destruccion.
La batalla final se acerca y es el momento de tomar decisiones y descubrir lo que el destino tiene preparado para cada uno de los Guardianes y la totalidad de las razas. ?Podra un nino traer la paz de nuevo a la tierra? ?Seran suficiente sus muchas habilidades para asegurar el destino de Dakata, Constantine, sus padres y el resto de Guardianes?
La tercera y ultima parte de la serie Semillas Negras llega para emocionarte, atraparte y dejar una huella eterna en tu corazon. -
Bellas de Clayton Dhonielle
https://gigalibros.com/bellas.htmlEn el mundo opulento de Orleans, las personas nacen grises, malditas, y solo con la ayuda de una belle y sus talentos se pueden transformar y volverse atractivas. Al igual que el resto de sus hermanas belles, a Camelia Beauregard se la considera casi una diosa en este universo en el que triunfa el culto a las apariencias.
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El valle de los lobos de Laura Gallego
https://gigalibros.com/el-valle-de-los-lobos.htmlDana crecio junto a sus hermanos llevando una vida normal. El dia que el Maestro la llevo con el a la Torre, en el Valle de los Lobos, no se imaginaba que su vida cambiaria para siempre y que se convertiria en la depositaria de secretos tan magicos como antiguos. ?Que aventuras le depara el destino a nuestra joven heroina? Fantastico libro donde nos acercamos a un mundo poblado de seres magicos y criaturas sobrenaturales.
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Creedme de Ken Armstrong , T. Christian Miller
https://gigalibros.com/creedme.htmlUna investigacion sobre varios casos de violacion en Estados Unidos que muestra los mecanismos que pone el descredito sobre las victimas.
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Palabras contra el olvido de Jose Luis Ferris
https://gigalibros.com/palabras-contra-el-olvido.htmlLa figura de Maria Teresa Leon estuvo vinculada a la de Rafael Alberti durante al menos cincuenta anos, en los que ambos vivieron juntos las experiencias decisivas de la guerra y el exilio, pero su relacion con el poeta no debe ocultar la contribucion de una de las escritoras mas deslumbrantes de la generacion del 27.
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Donde mejor canta un pajaro de Alejandro Jodorowsky
https://gigalibros.com/donde-mejor-canta-un-pajaro.htmlBasandose en una sugerente frase de Jean Cocteau, <
>, Jodorowsky nos sumerge en un amenisimo relato, tan comico y sorprendente como heroico y legendario, sobre la vida de sus antepasados, desde sus bisabuelos hasta sus padres. Esta reconstruccion narrativa de su arbol genealogico le sirve para bucear en el sentido de su propio ser y su propia vida, a traves de una inmensa geografia: Ucrania, paris, Venecia, Chile o Argentina. -
Quien tuvo la culpa de Corin Tellado
https://gigalibros.com/quien-tuvo-la-culpa.htmlAquella manana del 21 de junio, Mary recorrio la calle Alcala con mas rabia que placer. Hacia un calor sofocante. El sol, con su rostro redondo, parecia burlarse de todo transeunte que, fatigoso cruzaba apresurado la calzada. Mary salio de la RENFE con el billete en su poder, y piso la calle tomando direccion al Retiro, donde esperaba hallar la tranquilidad espiritual que precisaba para calmar los nervios, que aquella manana se sentian a flor de piel, tensos, agudos, pareciendo salir del cuerpo y clavarse como pinchos. --!Mary! Volviose en redondo, y una sonrisita de felicidad ilumino el rostro que momentos antes mostraba solo amargura. --i Sole! ! Que alegria, chiquilla! Un abrazo, seguido de la risa franca de ambas. --?Y el veraneo? -- pregunto Sole, mirandola con picardia--. ?Cuando marchas a Gijon, con tus hermanos? Vengo del colegio, y alli me han dicho que habias salido. Mary le mostro los billetes. --Vengo de la RENFE. Salgo el dia treinta. !Me tar da mas...! La otra la miro dudosa. --?De veras, lo dices? ?Tan mal van tus asuntos sentimentales? --?Crees que me voy por eso? --Se que no. Tu familia te reclama. --No guasees, que es asi. --Si no lo dudo, querida. Pero lo de Pepe... El rostro exotico de Mary tuvo una contraccion. --Aquello paso. --?Estas segura? ?Que si lo estaba? !Cualquiera lo sabia! Ella menos que nadie, porque el corazon, por ser un organo demasiado sensible y rebelde a la vez, habia de continuar exigiendo su parte en la vida, y ella ya no tenia que darle, porque todo se lo habia llevado el amor. !Insensato amor! --Debe pasar, Sole; y eso es lo que me interesa; tener la voluntad suficiente para olvidar, para domenar el deseo, para ahogar la pasion. ?Crees que lo podre conseguir? La otra muchacha la miro con detenimiento. !Era tan alegre, tan desconcertante y linda aquella Mary un algo inconsciente, pero maravillosa en su mismo despiste...! --Si te lo propones, si -- repuso convencida, pues la conocia lo suficiente para hacer la afirmacion basada en algo concreto--. Vete a Gijon y olvida. Trata de cultivar las buenas amistades que dejaste alli hace cuatro anos, y veras como al fin y a la postre, eres feliz. Mereces ser muy dichosa, y lo seras. -- Despues, tras una breve pausa, anadio dulcemente --: Pienso que aun volveras con el. Nego, no con demasiada conviccion. --?Y tu? -- pregunto luego, con carino--. ?Cuando os llega el bebe de Paris? El rostro de Sole se ilumino. --Prontito -- dijo feliz--. !Si supieras, Mary, con que ilusion lo esperamos...! Debes casarte, Mary, y entregarte sin reservas al hombre que te toque en suerte. --?Crees que me tocara alguno? La otra respondio, totalmente convencida: --Te tocara. Mereces ser muy feliz por todo lo des graciada que fuiste hasta ahora. Muchas veces me digo, querida Mary, que tu misma has tenido la culpa de todo. --?Yo? Sole afirmo: --!Si supieras lo bonito que es perder alguna vez de nuestra parte...! Tienes un caracter complicado e irascible, y para ser feliz, todo lo feliz que ambiciona una mujer de tu temperamento, es preciso domenar los impulsos de la sangre y los sentidos para dejar solo paso al corazon. --!Vaya perorata! --?Crees que no hablo con logica? --?Quien lo duda? --Entonces, atiende mi consejo y vete a Gijon, convencida de que con Pepe ya no hay nada que hacer. En primer lugar, el no te conviene. Emboto tus sentidos, apago los deseos de tu corazon, y dejo tus ansias de mujer presas en su persona; no digo en su alma, porque dio muestras de tenerla muy mal definida. --! No hables asi! --?Es que aun le quieres? Mary suspiro hondo. !Le dolia tanto hablar de aquello...! Y no es que le causara pesar el recuerdo: es que la llaga aun sangraba, y las gotas rojas parecian subirle a la boca dejando en ella aquel amargor. --Te lo dire cuando vuelva para octubre -- dijo sonriente, cambiando totalmente la expresion de su rostro alegre por naturaleza, en aquella manana ensombrecido por la melancolia--. Creo que atendere tus consejos. Tal vez me enamore de nuevo en Gijon Sole rio alegremente. --!Si fuera asi...! --?Crees que no lo conseguire? --!Que se yo! Estoy por decir que si, puesto que jamas has deseado algo que no lo lograras. ! Pero es que esto del amor es tan diferente...! De todas formas, se me antoja que vas camino de Gijon totalmente amargada, dispuesta quiza a reirte de todo, y quien sabe si hasta de la misma vida. Mary salto impulsiva, con aquel tono que Coral, mucho tiempo despues -- cuando en la ciudad del carbon se hicieron las amigas mas intimas que Mary pudiera imaginar--, definio diciendo: <
> --?No crees que la vida se reira de mi? Sole nego rotunda: --No, querida. Presiento que de ti no lograra reirse nadie. --!Pero si se rien hasta las piedras! --Sigues como siempre. Eres un torbellino donde no se puede atar un solo cabo. Ni siquiera las amarguras te hacen variar. --No consentire jamas que una amargura mengue mi alegria. --!Cuanto me satisface oirte...! Mi lema es aquel aforismo tan viejo, pero que para mi encierra un gran consuelo: <> --Tras una breve pausa, prosiguio --: Siento que marches por mi hermana Pili, puesto que le sera muy dificil adaptarse sin ti, pero por otra parte me alegro. Alli olvidaras todos los sufrimientos pasados, y te sentiras mas la Mary alegre y feliz que hemos visto a nuestro lado en aquel colegio donde reinaba la felicidad en un grupo de bellas muchachas, la principal, tu. --! Que halagador! Sole dio una palmada en la esbelta espalda de su amiga. --Te veo ardiendo por dejarme -- dijo--. Vete, y si no puedes venir a casa a despedirte, nosotros iremos al colegio a darte un abrazo. * * * Continuo caminando en direccion al Retiro. Su intencion era guiar sus pasos hacia el colegio, pero no lo hizo asi, pensando que de llegar a la residencia en aquellos instantes, todas acudirian a su lado queriendo saber lo que sucedia para que el rostro se viera crispado con aquella mueca indefinida que lo delataba todo y, sin embargo..., !decia tan poco! Muy despacito enfilo el paseo predilecto. al que acudia en aquellos momentos en que Pepe aun formaba parte de ella misma. !Que lejanos dias! !Que lejanos, y que cerquita los, sintio ahora, porque le parecia que de nuevo se hallaba viviendolos! ?Por que el corazon era tan complejo? ?Por que sentia? ?Por que no moria a la par que el amor? Desalentada dejose caer en un banco solitario, y miro con nostalgia todo lo que la rodeaba. Segun los ojos vagaban en torno, la imaginacion fue hilvanando con esfuerzo los recuerdos que aun atenazaban su corazon, y vivio por ultima vez todo lo sucedido, pues sabia por demas que aquel dia daria punto final a su novela sentimental: despues de lanzarse por la corriente de la vida, jamas tornaria a su lado: !nunca! Penso tambien, anhelando con imperio ser justa consigo misma, en que el no habia tenido toda la culpa de lo sucedido. No; ambos se habian hundido en el lodazal del olvido por no ser, quiza, ni ella ni el, lo suficientemente constantes y leales para lograr consagrar una vida a otra, dejandose de sacudidas violentas que tormentan el espiritu aunque hagan vibrar el cuerpo. * * * Siempre habia imaginado su regreso a Gijon alegre y feliz en compania del hombre que habia creido querer. Las luchas por las que habia pasado en aquellos cuatro anos transcurridos dentro de las cuatro paredes de aquella santa casa, donde la < > tanto y tanto le habia hecho recordar a Dios, parecian desvanecerse segun los dias se sucedian unos a otros y Pepe se aferraba mas a sus sentidos, pues en el corazon jamas habia tomado parte. Su vuelta a la ciudad del carbon, donde todo era negro, le pareciera blanco y atractivo a ella, que anhelaba verse envuelta en su bruma grisacea en compania de aquel hombre que habia creido amar con toda su alma. Una vez mas tuvo que confesarse que el amor no existia, que todo era mentira, y hasta la misma vida era un engano que torturaba en vez de satisfacer. !Todo mentira! La misma existencia era falsa y cruel. Pero mas que nada los hombres, que se dejaban manejar por la mano blanca de un tonto prejuicio. Ahora, todo era diferente. Perdido el, llegadas las vacaciones, nunca se sentiria todo lo feliz que quiza imaginaban los familiares que alla, en Gijon, esperaban ansiosos su llegada. El retorno a la ciudad natal, fria y deprimida, obligada a fingir lo que en forma alguna podia experimentar el corazon. De pronto, brusca y fiera, enojada consigo misma, pusose en pie y echo a andar sin rumbo fijo. Estar quieta, cuando los nervios parecian salirse del cuerpo. le parecia de todo punto imposible. Con aquel gesto, tan suyo, lanzo el rojo cabello hacia atras, dejando al descubierto la mirada intensa de sus ojos claros, quietos, que lucian la expresion entre acariciadora y fria que los hacia aun mas personales si esto era posible en Mary, la mujer que jamas dejo de ser < > aunque la vida azotara su alma con sus mas duros trallazos. Los ojos, aquellas gemas que expresaban candor y crudeza a la vez, quisieron decir: <> --Si no quiere ayudarme, que me mate de una vez y en paz -- oyose decir a si misma con la voz falsa que descubria en ella un fondo que solo guardaba para las ocasiones en que su corazon gemia, dejandola postrada, sin deseo siquiera de continuar luchando por una causa tan pobre como era la misma vida que le tocara en suerte. <> se dijo de nuevo, saliendo a la calle y enfilando la direccion del colegio. Muchos ojos se volvieron admirativos, clavandose avariciosos en la silueta estilizada de la mujer que, ajena a todo, caminaba gentil por la acera. No era bonita Mary, no; pero tenia, en cambio, algo en su persona que atraia y subyugaba. Su rostro de ovalo perfecto, aunque con pomulos un tanto agudizados, poseia un sello tan personal que nadie, despues de contemplarla, se hubiera atrevido a negar su atractivo, que se manifestaba en los menores gestos y rasgos de la carita de epidermis blanca, donde la boca grande dejaba ver unos dientes irregulares, salpicados con dos gotas de oro que hacian resaltar aquellos labios sensuales, siempre humedos y entreabiertos como pidiendo, vehementes, una caricia. Enmarcaba el exotico rostro una cabellera rojiza, sedosa y brillante, donde se perdia la mirada codiciosa del apasionado varon. II La habitacion, completamente revuelta, causaba en Mary un disgusto terrible. Ya no recordo su ruptura con Pepe, ni la conversacion que habia tenido lugar en mitad de la calle con aquella Sole, amiguita del corazon que tan bien y con tanto acierto sabia aconsejarla. Buena estaba ella en aquellos momentos para recordar nada, cuando sus ojos, muy abiertos, vagaban desesperadamente por la estancia, donde no habia cosa en su sitio. Todo se hallaba desordenado: la maleta abierta sobre una silla, los zapatos esparcidos por el suelo... !Ay, Senor, pero si ella siempre habia creido que todo cogia en una maleta, y resultaba que ahora no cabia nada! Suspiro con ansia, como si se ahogara. Y como la paciencia habia llegado al limite, dio un grito llamando a todas sus companeras, cuyas risas aun crisparon mas sus nervios ya de por si alterados: -- !Loli, Pili, Mary, Tere! !Ay, Dios, os quiero ver en seguida a mi lado! Cuatro rostros aparecieron en el quicio de la puerta abierta de par en par. --?Aun estas asi? Mary se lanzo al suelo, donde tuvo que bufar como una fiera. --! Estoy desesperada! -- grito destempladamente --. Os juro que si tengo que continuar metiendo ropa en la maleta, dejo mi viaje para cuando tenga menos. !No cabe nada! Todas a una se lanzaron sobre la maleta. Pero Mary, no conforme con la ayuda de sus atolondradas companeras, lanzo el < > grito que la caracterizaba, cuyo eco llego a los oidos de la senorita Sagrario, la encargada de contener los impetus de aquella juventud que residia dentro de las cuatro gruesas paredes de la residencia, donde ella era el angel bueno, la ayuda y el sosten espiritual de muchas de aquellas almas inconscientes que caminaban por la vida sin saber por que lo hacian. Una de ellas era Mary, que se presento anhelando mucho carino y mas amparo, y fue a encontrarlo en el corazon blando y sensible de la buena mujer que tan bien y con tanto acierto supo comprenderla. --!< >! Y al grito furioso de la muchacha, la puerta de la alcoba volvio a abrirse dando paso a la cara dulce de la < >. --< >, querida, por favor... ?Por que yo no puedo hacer nada sin usted? -- grito la muchacha, lanzandose al encuentro de la senorita--. No me cabe nada de ropa en la maleta. La < > sonrio compresiva, mirando dubitativa los ojos muy abiertos de Mary. --Jesus, Jesus, hija, estas que no hay quien te aguante. Anda, vete, y olvidate por un momento del viaje. Yo tratare de colocar tus cosas en la maleta. Y, en unos segundos, las manos agiles del angel bueno del colegio fueron colocando todo en forma que, cuando Mary y sus companeras se dieron cuenta, ya todo se hallaba dentro y las llaves en las manos de la < >. --Toma -- dijo esta, alargandoselas a Mary --. Ahora, a calmar los nervios y esperar que el tren se halle dispuesto para salir en direccion a la tierra que tanto anhelas ver. Mary, que jamas dejaba asomar a sus gemas claras el resquemor de una lagrima, sintio el reguero dilatado correr raudo por la mejilla satinada, mientras pedia con voz entrecortada, como si quisiera alegrar los corazones, y mas que ninguno el suyo, que se sentia anegado en dolor: --!La tila, < > de mi alma! Traigame esa clasica tila que calma tan bien mis nervios, y que sabe Dios cuando la volvere a tomar. En vez de romper el silencio que ella hubo dejado, con un sollozo mas, estallo una carcajada general, a la que se unio la risa de la dulce < >. --Jamas dejaras de ser tu, Mary, nunca; ni siquiera cuando te veas pasando el mayor apuro de tu vida lograras cambiar ese caracter terriblemente burlon que tan poco te favorece y que tanto divierte a los demas. Y al hablar, su rostro reflejaba la pena que le causaba ver marchar a su mejor amiguita; pena infinita que laceraba su corazon bueno, que tan bien sabia disculpar las extravagancias de la irascible chiquilla. Cuando todo hubo sido dispuesto, y Mary quedo de pie bajo el dintel, dijo la < >: --?No se te olvida nada, Mary? Esta corrio a su lado, apretandose contra ella. --Un abrazo, querida < >. La senorita nego. --?No es eso? -- pregunto Mary. --No. Tu santina... Y solo aquello basto para que a la mente de Mary acudiera la virgencita que tanto y tanto habia consolado su dolor. Fuese a la capilla, donde, postrada una vez mas, pidio amparo y consuelo para su angustiado corazon. Con la boca, nada pidio. Aunque quisiera, estaba segura de no poder conseguirlo. !Era tanto lo que deseaba, y tan grande el peso que llevaba sobre su alma...! Alli habia sufrido y disfrutado. Mas de una vez acudio al rinconcito donde la santina, sonriente, la miraba con sus ojos acariciadores como si se dispusiera a hablar y reir, pidiendole que jamas dejara de domenar su voluntad que era lo unico que le quedaba, y lo unico tambien que podia sostenerla en su lugar, en el lugar que corresponde a toda mujer de bien, de dignidad que no claudica ante un tonto y falso oropel, cuando la vida no es oro y alegria, sino dolor y crudeza, falsedad y algo mas que ella no queria analizar porque lo temia... -- Diviertete mucho -- dijo la < >, dandole el ultimo abrazo --; comulga mas, y no olvides a Santa Gema, que tanto te protege. Mary asintio en silencio, devolviendo con ansia el abrazo. Mas tarde, cuando en compania de muchas de sus discipulas y companeras de fatigas, se vio ante el tren que habia de conducirla a la querida tierrina, dijo alguien, sonriendo con picardia: --Todo esto lo hubieras cambiado por una sola despedida. Mary se encigio de hombros. --Ahora solo pienso en llegar alli. --?No llevas recuerdos? --Los vuestros, muy gratos. --?Nada mas? Mary se encogio de hombros. --No debo llevar mas. Es impropio de mi lo contrario. Y como el tren habia advertido que la marcha se hallaba proxima, Mary subio al vagon, asomando luego la cabeza rubia por la ventanilla. --Adios, queridas. Nada respondieron. !Dolia tanto verla marchar! --Hasta octubre -- dijo Pili, limpiando una lagrima. --Hasta octubre. Y como el tren se perdia lentamente, solo se vio la mano larga y fina que, temblorosa, se alzaba diciendo el ultimo adios. Luego, la mole negra fue un puntito tenue, difuso en la lejania hasta que desaparecio camino de Gijon, donde Mary no contaba hallar la tranquilidad espiritual que tanto necesitaba para calmar su desasosiego y su congoja. -
Como ver nevar al sol de Alexandra Roma
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> GABRIELLE Damien sabe que era un barco a la deriva hasta que el rap le acogio entre sus manos. Damien no tiene idea de como afrontar lo que ocurrira manana ni donde se ha escondido su capacidad de componer. Damien solo necesita una cosa. Que ella vuelva: Gabrielle. Que sus caminos se cruzaran parecia poco probable, pero sucedio en un autobus que llevaba a la carcel y con una grulla de papel volando. El universo del Bronx, las pistas de baloncesto y la violencia choco con el del Upper East Side, la fotografia y una familia que se hacia pedazos. Y llegaron las rimas en un karaoke, un grupo de amigos a los que llamaban juguetes rotos y su refugio en un viejo vagon de tren olvidado. Y ellos dos conociendose de fuera a dentro y quedandose mas alla de los huesos. Puede que alli este su inspiracion. En lo que un dia llamaron amor. Tal vez repasar los grandes exitos de su pasado sea la solucion… Aunque eso suponga regresar a su mayor pecado, cuando Damien era Damien y no el famoso Tiger Ocean. -
Homo Deus de Yuval Noah Harari
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Una prueba de amor de Sophie Rose
https://gigalibros.com/una-prueba-de-amor.htmlAmor, traicion y romance. Siempre hay una segunda oportunidad.
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Dimensiones de Alice Munro
https://gigalibros.com/dimensiones.htmlEn Dimensiones, la premio Nobel de Literatura hace gala de su maestria a la hora de describir la vida interior de sus personajes y nos sumerge de lleno en una historia psicologica que va mas alla de la anecdota.
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La terapia 1 de Rober Ortega
https://gigalibros.com/la-terapia-1.htmlUn violador. Un psiquiatra. Un juego mental donde alguien no es quien dice ser. LA TERAPIA es un thriller oscuro, psicologico y visceral que sumerge al lector en la historia de Raul Duque, un veinteanero recien salido de prision que debe acudir semanalmente a la consulta de un psiquiatra, el doctor Samuel Cebrian. Esta relacion desencadena un descubrimiento que convertira una consulta profesional en algo personal, librando una batalla a vida o muerte por un secreto que bajo ningun concepto deberia salir a la luz.
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Seduciendo su Corazon (Manhattan Dinner Club 2) de Jean Joachim
https://gigalibros.com/seduciendo-su-corazon-manhattan-dinner-club-2.htmlEl timbre de aviso del ascensor sorprendio a Bess Cooper. Se abrieron las puertas revelando un hombre y una garganta. El hombre atractivo levanto un parpado y giro la cabeza levemente. Solto un poco la mujer a la que habia estado besando y miro con ironia a Bess. --?Quien demonios es usted? Si ha venido para ver el apartamento, ya esta vendido--, dijo mientras se enderezaba. --Yo vivo aqui. ?Quien demonios es usted?-- Bess descanso los punos en las caderas. --Yo tambien vivo aqui--. El hombre se aflojo la corbata y desabrocho el boton del cuello de su camisa. --?Asi que usted es el nuevo dueno del quince B?-- Alto, delgado, pelo negro precioso. Y esos ojos. Vaya. Esta cara me suena. --Me contaron que una ancianita vivia en el quince A--. Se saco un panuelo del bolsillo y se limpio la boca. --?Los de la inmobiliaria?-- El afirmo con la cabeza. --Gran sorpresa. Un agente inmobiliario que miente--, hizo un mohin cambiando de postura. --?Es usted mi nuevo vecino?-- --Culpable. Y, ?usted es la viejecita?-- Su mirada pausada la recorrio de arriba abajo en un latido. Una lenta sonrisa aparecio en sus labios perfectos. --Muy bien conservada --. Bess solto una risita sin querer, cubriendose la boca con la mano. --Oye, Whit...-- La morena en el ascensor tiro de la solapa de su chaqueta. --?Whit? Ahora me acuerdo de donde le he visto. Usted es Whitfield Bass. Usted es el hombre de las noticias, ?verdad?-- El sonrio y se inclino. --Nuevamente culpable--. Coloco la palma de la mano en el trasero de la mujer con el y los dos salieron del ascensor. --Ella es Candy Wayne y, ?usted es?-- Al oir su nombre, la mujer delgadisima de pelo negro corto rodeo con un brazo la cintura de Whit y se apreto contra el. --Bess Cooper.-- Ella extendio una mano. Whit la sacudio brevemente, pero Candy permanecio adherida a su lado, mirando a Bess con frialdad. --Encantada de conoceros--, dijo Bess. --Yo te he visto antes--. Whit se acaricio la barbilla sin afeitar. --Yo soy modelo. ?A que te dedicas tu?-- pregunto Candy. --Yo cocino--, contesto Bess. --Oh, eres una criada--. La morena miro con desprecio a Bess. --!Ya se!-- Whit chasqueo los dedos. --No es una criada, es una cocinera. En la tele. Cocinando Con Bess, ?verdad?-- Se le ilumino la cara. Bess se sonrojo. --Culpable--. --?No eres un poco gordita para estar en la tele?-- Candy alzo pestanas negras densas y falsas con una mirada reprobatoria a las caderas de Bess. --No segun mi productor--. Bess entro en el ascensor y pulso el boton para bajar. --A mi no me pareces gordita--, comento Whit, descansando la mirada en el escote de ella. --Peso exacto--, dijo el mientras se cerraban las puertas. Bess rio levemente mientras bajaba el ascensor. Cuando llego abajo, su portero favorito, Crash, estaba al frente del mostrador de entrada. --Buenos dias, senorita--. Ladeo su gorra. --Un nuevo vecino. ?Que te parece a ti, Crash?--. Se acerco al hombre de uniforme. "No muy amigable. Se cita con modelos de moda. Solo es un famoso mas--. --?Es de los que tiene parejas intercambiables?-- --Si. Este tipo es de los que las repone rapido--. Crash se sonrojo al decir esto. Bess enarco una ceja. --No me sorprende. Comentarista famoso de los noticieros. Tipo atractivo--. --Ahora, no vaya usted perdiendo la cabeza por el, Senorita Bess. Es un ligon. Usted es una chica decente. No me gustaria verla ser lastimada por este tipo--. Ella le dio unas palmadas en el brazo. --Gracias, Crash, eso es un buen consejo. Estoy inmunizada. Ademas, tengo a Terry y no soy una ligona--. El rio un poco. --No senora. Usted siga con un solo tipo. Por lo menos, uno por uno --. Ahora era el turno de Bess el ponerse roja. --Lo intento, Crash--. --Este tipo. El poli. Es una buena persona. Me cae bien--. --Me alegro de que te parezca bien. Me marcho a hacer la compra. Hasta luego--. Crash sonrio y se llevo la mano a la gorra otra vez. Bess salio al aire matutino agradable de mediados de septiembre. Fruncio las cejas mientras consideraba como iba a ser compartir el pasillo con un hombre con chicas calientes entrando y saliendo todo el tiempo. Y seguramente a todas horas, tambien. Aunque la vision de su mandibula recta, ojos claros que parecian desnudarla con la mirada y su cuerpo atractivo daban vueltas en su cerebro, sono una alarma. Es un ligon. Manten las distancias. Enderezo los hombros mientras subia caminando por Central Park a la calle West 81 st , luego se dirigio hacia el oeste hasta la tienda de Zabar. Tengo a Terry. No le le necesito a el. Whitfield Bass, puedes seguir con tus maneras ligonas. No mancilles el umbral de mi puerta. Una vez dentro de la tienda de productos gourmet, se dirigio a la seccion de cafes. Despues de comprar pequenas cantidades de varias marcas, eligio una variedad de tipos de te. Para cuando habia terminado, ya tenia dos bolsas de la compra llenas de cosas. Bess las alzo, sorprendida de ver lo poco que pesaban. El te no pesa nada. Siguio camino abajo pensando en que iba a preparar para cada bebida. Crash abrio la puerta del Wellington y Bess le saludo con la cabeza mientras seguia caminando hacia las escaleras. Pensando en lo que iba a cocinar, no vio a Candy Wayne avanzar hacia ella hasta que ella y la modelo chocaron. La joven mujer delgadita choco contra Bess haciendola soltar sus bolsas con su contenido tirado por el suelo. --Se me ha roto un tacon--, dijo Candy mostrando la mitad de un zapato de tacon muy alto antes de bambolearse dentro del ascensor. Cuando Bess dijo un taco para sus adentros, su perra doguillo, Albondiga, empezo a ladrar. Estaba sin arreglar, la parte de arriba de su vestimenta medio metida en la falda que estaba ladeada. --Lo siento. Lo siento--, murmuro la modelo a medida que se cerraron las puertas. El ascensor siguio su camino. Bess escucho aranazos en su puerta al tiempo que la puerta en la otra punta del pasillo se abrio. Whit, vistiendo un albornoz de color blanco como unica prenda, saco la cabeza. --?Que demonios es ese jaleo?-- --Mi perra. Cuando me oye, ladra--. Bess estaba de rodillas recogiendo cajitas de te y bolsitas de cafe. --?Que tienes alli dentro? ?Un Rottewiler? ?Un pastor aleman?-- Bess rio. --Una doguillo, ella cree que es una Rottweiler--. --?Una doguillo?-- Rio un poco. --?Te echo una mano?-- --Todo bien--. --?Ha sido Candy la que ha hecho eso?-- Bess cerro los labios en una linea firme y delgada y siguio recogiendo su compra. Albondiga siguio ladrando. Whit salio descalzo de su apartamento y se agacho al lado de Bess. Recogio varias cosas y leyo las etiquetas. --Te Chai, cafe Kona, mermelada Loganberry...--. Bess tomo cada articulo de las manos de el uno por uno y los metio rapidamente en la bolsa. --Estoy haciendo un poco de investigacion sobre el cafe y el te--. --Que interesante. Mi investigacion consiste en revisar articulo aburrido tras articulo aburrido en internet--. --Esa es la razon por la cual hace lo que hace y yo hago lo que hago--. Al ponerse en pie, el le entrego un paquete de regaliz negro. --Me apuesto que somos las dos ultimas personas en la ciudad a quienes nos gusta esto--, dijo el. --Lo dudo--. Si se cree que me va a adular para acostarme con el. Que lo vaya olvidando. Pero, a medida que el se inclino, su albornoz se abrio un poco y ella pudo ver su pecho. Era totalmente tocable, firme pero no duro tipo gimnasio. Vello negro en moderacion le hizo sentir picores en las puntas de los dedos al pensar en deslizarlos sobre sus pectorales. Con un gran esfuerzo, dejo de mirar el cuerpo de el y dirigio la mirada hacia los paquetes de comida todavia en el suelo. --Gracias--, dijo ella, con desgana de deberle nada, aunque solo fuese por el gesto de el de recoger un articulo. --No podia hacer menos despues de que Candy chocara contra usted--. Bess hizo un breve gesto con la cabeza y se encamino hacia su puerta. Al abrir la puerta, la pequena doguillo salio corriendo. Se fue directamente hacia Whit, ladrando una y otra vez. El se rio pero se retiro hacia atras. Es una bestia pequena pero feroz. --Odio los cliches, pero ?no va a llamar a su perro?-- dijo el con la espalda contra la pared. --!Albondiga! Albondiga, ven aqui, pequena--. Llamo Bess. La doguillo cerro la boca y se volvio hacia su ama. Despues de una mirada suspicaz hacia Whit, la perra se retiro, jadeando y obedeciendo. --Ella no le haria dano--. --?En serio? ?Esta usted segura de que ella lo sabe?-- La arruga en su frente se borro un poco. Se arremetio su albornoz y tiro de la banda que cerraba su albornoz apretandola. --Tu novia necesita una leccion de buenos modales--, dijo Bess, recogiendo una bolsa en cada mano. Albondiga miraba a Whit pero se quedo al lado de Bess. --Oh, no es mi novia--. --?Oh?-- Bess subio las cejas. --Pues a mi me podria haber enganado eso--. --De hecho, esa solo era nuestra segunda cita. Una cita larga quizas, pero solo la segunda. Yo tengo bastantes amigas--. El la miro otra vez con una mirada que le hizo sentirse desvestida por el. Instintivamente se tapo el pecho con el brazo. --Pues que bien. Ten cuidado con las enfermedades de transmision sexual, pueden ser bastante desagradables--, dijo ella. --?Hablando por experiencia propia?-- El enarco una ceja mirandola. El ardor subio por sus mejillas al tiempo que perdio la compostura. Solto ambas bolsas lo cual hizo que Albondiga volviese a ladrar. --Tiene mucho descaro--. --Tu eres la que lo menciono. No yo. Yo soy un gran defensor del sexo seguro. ?Lo eres tu?-- --Eso no te incumbe--. Dijo Bess recogiendo sus cosas y silbando hacia Albondiga que se callo inmediatamente y siguio a su ama. --?Tendre que usar un desinfectante cada vez que pase por delante de tu puerta?-- dijo el haciendo una mueca burlona. --!Muy gracioso! No entiendo por que no te has dedicado a la comedia en vez de las noticias. Vamos a ver... ?quizas porque no eres gracioso?-- Ella entro en su apartamento y cerro la puerta de golpe. La carcajada de el era alta y sonora. Que desagradable. Puede acostarse con todas las mujeres de Nueva York, pero a mi nunca me va a pillar. Odio a los hombres ligones. Cargo con su compra hasta la cocina con Albondiga trotando tras ella. La perrita se arrecosto en su pequena camita y ya roncaba antes de que Bess hubiese guardadado todas las compras. Se prepare un cafe y se sento con un cuaderno y un boligrafo. El telefonillo de la puerta la saco de sus pensamientos. Descolgo y le dijo a Crash que el visitante podia subir. Su ayudante, Ned Lester, entro directamente. Ella nunca cerraba la puerta con llave, pensaba que con unos porteros tan vigilantes, no tendria necesidad de hacerlo. --?Donde has estado? He dejado diez mensajes. ?Te hacia falta que recogiera algo de camino?-- --Lo compre todo yo misma. Estaba en el pasillo. Maldito vecino nuevo. Su novia repelente choco contra mi. Luego, el salio para ayudar a recoger las cosas que se habian caido--. Los ojos de Ned brillaron. --?Era mono?-- --?No tienes a alguien?-- --No has contestado mi pregunta. No para mi. Para ti--. --Supongo que se podria decir que es bastante atractivo para ese tipo de cosa--. --?Que tipo de cosa?-- Ned se sento en un taburete al lado del mostrador, su libreta lista, boligrafo en mano y los ojos azules mirando a Bess. --Quiero decir, pelo negro, ojos grises, buen fisico--. --Vaya. ?Mejor que Serge?-- --Era irritante--. Bess volvio a la cafetera y le sirvio una taza a Ned. --Ahora se que estas mintiendo. Siempre adivino. Se te ve un temblorcillo bajo el ojo izquierdo. Solo un instante, pero se ve--. --Vale. Es guapisimo pero es un ligon. Ademas, tengo a Terry--. --?Lo tienes de verdad? ?No es solo una vez a la semana y nunca se queda a dormir? -- --?Y?-- Bess bebio sorbitos de su cafe. --A mi me parece que estais algo atascados--. --Me gusta. Es un poli. Me hace sentirme segura. Estoy contenta con las cosas tal como estan--. --?De verdad?-- Ned miro fijamente, pero Bess evito mirar sus ojos. --Vamos a ponernos a trabajar. ?Como enmarcar esto? Mejores postres para cafe y mejores para el te?-- --De esa manera, a lo mejor podemos conseguir dos programas de esta idea en vez de uno solo--, dijo el apuntando en su cuaderno. --Bien pensado. Hmm, ?que va mejor con el cafe? Cualquier cosa de chocolate--. --Oh, dios. Chocolate. Aqui voy. Y de paso, a mi no me enganas. Te estoy dejando cambiar de tema... de momento--. Dijo Ned sonriendo. Bajo, con pelo marron y ojos azules, Ned era atractivo pero estaba fuera del alcance de Bess ya que era gay. Se cuidaba mucho el fisico, vestia impecablemente y la cuidaba a ella muy bien. Si yo tuviese un hermano pequeno, me gustaria que fuese exactamente igual que Ned. Bueno, quizas no tan meticon. El guardaba sus secretos y compartia su amor por la comida. Ned era mas familia para ella que su familia de verdad. Listo para convertirse en su cocinero segundo, Ned habria sido la eleccion perfecta, pero a Bess le disgustaba la idea de tener que ensenarle las cosas a un nuevo ayudante. Aunque estaba deseando que le dieran la promocion a el, tambien temia ese momento. Ella dependia de su apoyo y el jamas ponia en duda el juicio de ella. Eran el tandem perfecto. Ned repaso los cien libros de cocina que ella tenia en sus estanterias, buscando aquellos que se especializaban en postres. En media hora, ella estaba totalmente inmersa en el tema, comentando y seleccionando recetas con el. El episodio estaba empezando a tomar forma y ella habia olvidado al devastadoramente atractivo Whit Bass y su desfile de mujeres deseosas. Hicieron una lista de la compra. Ned se fue a la tienda mientras Bess se tomo un descanso. Se acerco a la ventana con su taza de cafe. Albondiga se estiro y se acerco a ella. Sus elecciones de posibles postres eran lo suficientemente numerosas para que pudiera estar segura de que habria unas cuantas opciones muy destacables para el programa. Su mente volvio al nuevo vecino. ?Por que estoy pensando en el? Es un problema para cualquier mujer soltera. Yo quiero tener hijos algun dia. No podria hacer eso con un tipo como Whitfield Bass. ?Y Terry? Ni siquiera le tengo dos veces a la semana. Se mordisqueo una una y luego se detuvo, horrorizada. --?Cuantas veces te he tenido que decir que dejes esa costumbre asquerosa?-- Ned entro, cargando dos bolsas. --Lo se, lo se. Lo siento. No estaba pensando--. --Tus manos y unas se ven. No puedes estar destrozandolas con los dientes--. Suavemente le dio una palmada en la mano y luego la elevo para besarla. --Tienes razon. Se me olvida. Preocuparme por mi aspecto ante la camara es la peor parte de este trabajo. ?Cuando podre morderme las unas y que no le importe a nadie?--. --Cuando te quedes sin trabajo. Y como ese dia no ha llegado aun, deja de hacer eso --. Recupero un paquete que se habia caido en la entrada de la puerta y lo llevo a la cocina. Mientras sacaba cosas de la compra y las guardaba, iba charlando. --?Que te tenia tan ensimismada cuando entre?--
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El laberinto azul (Inspector Pendergast 14) de Douglas Preston , Lincoln Child
https://gigalibros.com/el-laberinto-azul-inspector-pendergast-14.htmlEn la decimocuarta entrega de la serie del inspector Pendergast, la siniestra sombra de una venganza ancestral amenaza la vida del agente del FBI.
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Intervenciones de Noam Chomsky
https://gigalibros.com/intervenciones.htmlDESDE 2002, Noam Chomsky ha escrito una columna para el servicio de noticias The New York Times, en la que de una manera critica y contundente analiza los temas mas candentes del mundo de hoy. Estos articulos han sido publicados en todo el mundo y han contribuido a que las opiniones de Chomsky sean conocidas a nivel global. En est impactante coleccion de agudos ensayos, Chomsky analiza la invasion y la ocupacion de Irak, la presidencia de Bush, la invasion de Israel al Libano y otros temas clave de nuestros dias. Una oportuna, asequible y excelente contribucion de uno de los intelectuales y disidentes politicos mas destacados del mundo.
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Si Dios puso la manzana, fue para morder de Carol B. A
https://gigalibros.com/si-dios-puso-la-manzana-fue-para-morder.html -
Quiero confiar en ti de Lorena Concepcion
https://gigalibros.com/quiero-confiar-en-ti.htmlAtenea no era de esas chicas que se comian el mundo, pero tampoco se dejaba pisar. Nunca le habia importado tanto que la gente no la viera, en ninguno de los sentidos, o que no la tuvieran tanto en cuenta como ella queria. Como se decia a si misma, era invisible para los demas. Asi era ella, invisible a los ojos de cualquiera que no fuera su familia, y claramente, sabia que el problema era suyo, estaba en su caracter, no se hacia notar, y en muchas ocasiones era bueno, pero en otras, no tanto. A sus veintidos anos nunca habia tenido novio, tampoco tenia muchos amigos a causa de su timidez y sus inseguridades, pero ella estaba a gusto asi, no era debil, ni se dejaba menospreciar por nadie, era una chica fuerte, simplemente pasaba desapercibida. Atenea estaba convencida de que siempre seria asi para el resto de su vida, acabaria sola y con un monton de gatos, de hecho ya tenia uno, solo era cuestion de tiempo. Rio ante tal ocurrencia. Pero solo hubo un momento en su vida en el que deseo ser alguien que no pasara desapercibido, y ese momento fue cuando le vio a el, Kian, su vecino. Atenea habia alquilado un apartamento en el centro de la ciudad hacia unos meses y la primera vez que lo vio fue mientras se instalaba, el le ayudo con la mudanza y se presentaron, pero todo quedo alli. La segunda vez fue la tipica conversacion entre vecinos, el fue a pedirle sal, asi que tampoco paso nada. Otras veces solo se saludaban de pasada, el casi nunca estaba en su apartamento, pero la gran mayoria de las veces que venia, lo hacia acompanado de unas chicas que parecian y que claramente, eran modelos. Eso a Atenea no le gustaba, pero era tan guapo... alto, en forma, con unos brazos musculosos con los que mas de una noche habia sonado que la abrazaba, y otras cosas que la hacian sonrojarse. Su cabello rubio corto que la hacia querer meter los dedos mientras el la hacia gritar, y sus ojos color caramelo que tanto deseaba que la miraran. Ojala ella fuera de su tipo. Nunca se habia considerado una chica fea, pero tampoco se arreglaba mucho ?para que?Aunque lo hiciera seguirian sin hacerle caso, o peor, estaria ridicula. Era viernes por la manana y festivo, por lo que no tenia nada planeado, seguramente pasaria el dia en casa leyendo o recogiendo. Esa noche no habia dormido casi nada por culpa de un maldito sueno erotico con Kian. Atenea nunca habia tenido ninguno, pero desde que lo habia conocido, en su cabeza solo rondaba el, y eso no podia ser bueno, tenia que olvidarse de Kian lo antes posible, pues lo suyo jamas sucederia, ni en un millon de anos. El nunca estaria con una chica como ella teniendo a un moton de modelos babeando a sus pies. Aun llevaba el pijama, que no era otra cosa que una camiseta grande de su hermano que se habia dejado la ultima vez que vino a pasar la noche. Iba bajando las escaleras de marmol cuando llamaron a la puerta, se miro rapidamente en el espejo del recibidor para revisar que su pelo moreno y liso estaba presentable, sus ojos azules se veian mas intensos por la luz de la manana. <>. Se paso los dedos por el pelo y se lo puso a un lado y abrio la puerta. – Buenos dias.- Dijo Kian con una enorme sonrisa ensenando su perfecta dentadura en cuanto Atenea le abrio la puerta. Se quedo paralizada y le dio un vuelco el corazon, de todas las personas que podrian haber llamado, Kian era el ultimo al que esperaba. Estaba guapisimo, y vestido, no como ella. Llevaba unos pantalones vaqueros que le quedaban de lujo y una camiseta que hacia patente su musculado cuerpo, Atenea se sonrojo e imagenes del sueno de la noche anterior vinieron a su mente. – Bu... buenos dias.- Logro decir atropelladamente. – ?Te pillo en mal momento?- Pregunto mirandola de arriba abajo, si Atenea no lo creyera posible pensaria que la estaba devorando con la mirada, pero no era posible ?no? Decidio no darle mas vueltas pues ella no podia gustar a un chico como el. – No, bueno, no.- Rio.- ?Necesitas algo? – No, solo queria invitarte a desayunar.- Ahora Atenea se sorprendio aun mas, y se percato de la bolsa que Kian llevaba en la mano. - Mi madre es aficionada a la reposteria y me ha envido muchos dulces y yo solo no puedo con ellos, asi que si somos dos...Si no quieres desayunar conmigo te los doy igual, no quiero que se estropeen. ?Que no queria desayunar con el? ?Estaba loco o que? ?Por que tenia que ser tan malditamente amable y guapo? Aunque la invitacion solo fuera para que no se estropearan los dulces, a Atenea le valia. Sin embargo, por la cuenta que le traia a su corazon no sabia si merecia la pena, pero deseaba tanto pasar tiempo con el y conocerlo mejor que no pudo resistirse. – No, claro. Pasa. Yo invito a cafe.-Sonrio como una nina subida en el mejor columpio del parque. – Gracias. – Voy a cambiarme y... – No tranquila, por mi no te preocupes, asi estas bien.- El la miro de arriba abajo una vez mas con una sonrisa picara y le guino un ojo. AAtenea se le incendio la cara y a pesar de que la camiseta la cubria hasta los muslos sintio que estaba desnuda.- Si abres siempre asi la puerta vendre mas a menudo.- Le guino un ojo. ?Estaba coqueteando con ella? No podia ser, seguro que era algo que le salia sin mas. – Ja, ja. Alli esta la cocina, ahora bajo.- Y le dedico una sonrisa coqueta. Nunca se habia sentido asi, ella no era de coquetear con chicos !si ni siquiera sabia que sabia hacerlo! Pero un momento con el la habia hecho sentir la mujer mas sexy del mundo. Pero tenia que mantener las distancias, el no era para ella, pues solo hacia falta ver con que clase de chicas iba para saber que ella no era su tipo ni de lejos. En cuanto termino de arreglarse bajo por las escaleras de nuevo con el corazon martilleandole en el pecho. Como deseaba que su sueno se hiciera realidad y el hubiera subido a su habitacion y la tumbara en la cama para hacerla suya << ?Pero que estas pensando? !Madre mia, que verguenza! Menos mal que nadie escucha mis pensamientos...>>. – ?Como prefieres el cafe?- Pregunto el mientras ella bajaba las escaleras. – No, yo no bebo cafe, no me gusta, prefiero cacao.- Sonrio. Atenea no llego a pisar bien el siguiente escalon y se cayo de culo bajando un par de escalones.- !Au!- Y empezo a reirse. – ?Estas bien? - Corrio Kian hacia las escaleras. Atenea no paraba de reir. – Si, que caida mas tonta. Siempre estoy en el suelo. - Atenea no podia parar de reir, habia sido una caida tan tonta que preferia reir a pensar que se habia caido delante de Kian. Intento ponerse en pie pero el tobillo le dolio un poco. – Espera, ya te ayudo.- Entonces Kian la cogio en brazos. – No hace falta...- A Atenea se le iba a salir el corazon, se abrazo al cuello de Kian y aspiro su aroma. – No te preocupes.- La corto el sonriendole encantadoramente. Una corriente de pura electricidad le recorrio el cuerpo, olia tan bien... Noto como sus duros y tonificados musculos hacian la fuerza suficiente para sostenerla, la cual no parecia que le supusiera ningun esfuerzo. AAtenea le recorrio un deseo ardiente que se anido entre sus piernas. Quiso que su comedor fuera mas grande para que la sostuviera mas tiempo entre sus brazos, su calor la traspasaba y sentia la necesidad de hundir su cara en su masculino cuello y besarlo, pero se contuvo. Evito como pudo que el sintiera como su pulso estaba acelerado, y desvio la mirada de su perfecto rostro para no sentir la tentacion de besar esos gruesos y seductores labios. Por fin la sento con cuidado en el sofa. – A ver, dame tu pie.- La examino.- No tienes nada, un poco de hielo y estaras como nueva. Fui entrenador de futbol de los ninos de mi pueblo cuando era adolescente y vi muchos esguinces y roturas, y esto no es nada. Pero no te fies mucho que no soy medico. Voy a por hielo.- Le dedico una sonrisa encantadora que la fundio como un helado derretido por sol de verano. Antes de ir a por el hielo cogio un cojin y lo puso en la mesilla, y despues, con mucho cuidado, deposito el pie femenino. Su contacto la quemaba y la hacia desear mas, mucho mas. Algo que claramente no iba a hacer, ella no era su tipo, pero tampoco queria serlo, ya habia sufrido bastante en el amor como para encapricharse de alguien que jamas la corresponderia. Tenia que dejar de pensar en el. – Gracias.- Dijo Atenea. El no se habia reido de ella cuando se habia caido, a pesar de que ella no paro de reir, y eso le encanto ?Pero que le iba a hacer si las caidas tontas le hacian tanta gracia? Su gata, Diana, una persa blanca de ojos verdes se acerco a ella para pedirle que le pusiera de comer, Atenea la acaricio y la gata se tumbo a su lado en el sofa. Kian volvio enseguida con el hielo envuelto en un trapo de cocina. El se situo otra vez de rodillas delante de ella y se lo deposito en el pie magullado. Estuvieron unos minutos en silencio, el aguantandole el hielo en el pie y ella observando como la cuidaba. Atenea se deleito mirando al impresionante chico que le estaba poniendo hielo en el pie. Estaba guapisimo y solo deseaba que la mirara con deseo y la tocara ardientemente. – No sabia que tenias un gato.- Dijo el rompiendo el silencio pero sin dejar de mirar su pie magullado. – Es una gatita.- Le sonrio aunque el no la miro. – Ah, es muy bonita.- Senalo mirando ahora a la gata que dormia placidamente a su lado. – Si, pero a veces es una borde.- Rieron los dos. Atenea no podia dejar de mirar como Kian acariciaba dulcemente su pie alrededor del hielo, proporcionandole caricias calientes que la hacian estremecerse, estaba haciendo gala de todo su autocontrol para no lanzarse al cuello del hombre. Penso que por tal de que el la cogiera cada vez que ella se caia, se caeria encantada todas las veces que hicieran falta. Atenea rio ante tal tonteria y rio mas al recordar su caida. – ?De que te ries?- No se habia dado cuenta de que lo habia hecho en voz alta. – Solo pensaba en la caida.- Y volvio a reir.
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Una chica desconocida, Mary Kubica de Mary Kubica
https://gigalibros.com/una-chica-desconocida-mary-kubica.html -
Martina y su caja de zapatos, Maria Gallego de Maria Gallego
https://gigalibros.com/martina-y-su-caja-de-zapatos-maria-gallego.htmlMartina vuelve a casa un dia antes de lo previsto y al entrar en su habitacion, la escena que contempla cambia su vida para siempre. Con casi cuarenta anos, una caja de zapatos llena de recuerdos y un marido que olvidar, comienza su nueva vida.
Una noche recibe un mensaje anonimo que la invita a participar en un extrano y sorprendente juego. -
Soy tu destino 1 de Sandra Lugo
https://gigalibros.com/soy-tu-destino-1.htmlEsta es la continuacion de la historia de Sofia y Daniel. “ERES MI TIEMPO”.
En ella, el destino seguira jugando entre estos dos seres destinados a encontrarse, perderse y reencontrarse; revolucionando sus vidas mientras tratan de ignorar que no son como los demas. -
El rey caido de Joaquin Sanjuan
https://gigalibros.com/el-rey-caido.htmlLa venganza es un sentimiento destructor, pero tambien constructor, pues destruye mundos y construye imperios; destruye civilizaciones y crea reinos donde no los habia; destruye vidas y crea alianzas; destruye amores, y crea, por que no, amor.
Esta es la historia de una venganza de proporciones divinas: la de una diosa despechada. Es tambien la historia de una venganza de proporciones epicas: la de un gran rey. Pero es ademas la venganza del ultimo eslabon de la sociedad, de un ratero devenido en asesino.
La venganza es lo que alza de nuevo al Rey Caido, y lo lleva a amenazar Saphir, en una espiral de miedo, de terror, que lo cubre todo y amenaza con destruir la vida como la conocemos. Solo un punado de Neonatos, dirigidos por el lider de sus asesinos sera capaz de plantarle cara, a la vez que huyen del acoso de la Legion de los Cien Corazones.
?Quien quedara en pie cuando las cenizas de la venganza se enfrien?
Joaquin Sanjuan, autor de la saga de fantasia oscura Leyendas de Lacenor y de la antologia de relatos sobre Solomon Kane Cazadores de lo Imposible nos ofrece una nueva novela de fantasia epica en la que la oscuridad toma nombre propio. -
Volvieron cantando de Valerio Cruciani
https://gigalibros.com/volvieron-cantando.htmlSon las navidades de 1898, en Paris acaban de firmar el tratado de paz entre Estados Unidos y Espana y la guerra de Cuba se zanja tras miles de muertos y heridos en una desastrosa derrota.
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Correspondencia a una dama de Blanca Santoro
https://gigalibros.com/correspondencia-a-una-dama.htmlEsta novela nacio de un reto particular. Hace unos meses me propuse escribir una carta romantica y colgarla en mi perfil de Instagram. Soy una autentica enamorada de las epistolas y queria darme el placer de escribir una. Lo que no sospechaba era que acabaria por engendrar 64 cartas de amor. Si, toda una correspondencia que, como puedes suponer, iba a convertir mi muro de Instagram en algo totalmente diferente a lo que es: un espacio intimo donde suelo hablar de literatura. Asi que decidi reunir esas epistolas en un pequeno libro y lanzarlo al mundo para que todos los romanticos pudieran deleitarse de su lectura; tanto, espero, como yo disfrute al crearlo. Y es que el amor tiene mil caras y no todas las personas lo sentimos de igual manera ni lo expresamos del mismo modo. Todos somos unicos y, como tal, esta historia de amor tambien lo es.
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El ejercito de los sonambulos, Wu Ming de Wu Ming
https://gigalibros.com/el-ejercito-de-los-sonambulos-wu-ming.htmlParis, enero de 1793. El rey Luis XVI esta a punto de ser guillotinado y la ciudad bulle entre el entusiasmo de los partidarios del nuevo orden y las conspiraciones de los monarquicos. El Terror no tardara en llegar, y la Revolucion entrara en una fase critica.
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La luz que ilumina la oscuridad (Ojos de gata IV) de M. N. Mera
https://gigalibros.com/la-luz-que-ilumina-la-oscuridad-ojos-de-gata-iv.htmlPor fin el final de esta fantastica saga romantica
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Entre los 35 y los 45. La ruptura de Beatriz Curi Chercoles
https://gigalibros.com/entre-los-35-y-los-45-la-ruptura.htmlEs una novela romantica dirigida a un publico adulto, de facil comprension de lectura, muy dinamica y divertida.
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Aunque Siga Siendo Su Hermano…, Magela Gracia de Magela Gracia
https://gigalibros.com/aunque-siga-siendo-su-hermano-8230-magela-gracia.htmlAntes me desagradaban los viernes; ahora cualquier dia era malo. Desde que Victor ya no vivia con nosotros -conmigo- los lunes se parecian a los sabados. La unica diferencia en mi vida era que tenia muy presente el sabor de los labios de aquel hombre y que por su cobardia no habia vuelto a probarlos.
El miedo a que nuestros padres se enteraran de lo nuestro lo habia llevado a pedirle a su mejor amigo que me sedujera…
?Que podia pasar si llegaban a conocer lo que habia pasado mientras ellos trabajaban?
Por eso, cuando por fin Victor no pudo controlarse y me acorralo en el bano, entre sus besos se le escaparon estas palabras:
– Tus padres van a matarme…
Y a mi, que en ese momento solo me importaba el rumbo que habian tomado sus manos, le respondi:
– Para eso tienen que enterarse…
Porque, a pesar de todo, aun seguia siendo su hermano…
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La sombra del alma de Pedro Suner G
https://gigalibros.com/la-sombra-del-alma.htmlHola querido lector, aqui tienes mi novela. No cometas el error de leerla como una historia normal, pues no lo es. Es una trama compleja, llena de detalles hilvanados con precision. Es una gran locura en la que no hay nada al azar, por retorcido que te parezca todo, aun solo estaras aranando la superficie.
Algunos de los misterios que se entreven mirando por las rendijas de las tramas seran desvelados, otros errados y otros permaneceran en mi mente hasta que tu curiosidad llame a mi puerta. Esa puerta estara abierta siempre para saciar tus dudas. -
Los trucos de la bestia de Lide Aguirre
https://gigalibros.com/los-trucos-de-la-bestia.htmlEstoy convencido al ciento cincuenta por cien de que es mi vecino quien lo tiene secuestrado. Me da igual su aspecto de angel redentor y que sea el nino bonito de un barrio atestado de momias que ya solo quieren creer y se rinden a sus maneras de oveja encarrilada, a su voz llena de graves que ahora suena a terciopelo de salon pero que hace nada barria los silencios de los locales mas miserables de la ciudad: el sabe donde esta el chico por el que todo el mundo llora. El tiene a Pablo Martiarena. Lo supe ayer, al anochecer. Volvia a casa entre calles brillantes por la lluvia, dejando atras los pasos apresurados de quienes corrian a resguardarse bajo los soportales y sintiendome algo mejor que los dias anteriores, seguramente porque la oscuridad del nuevo invierno parecia darme un refugio y el cuello del abrigo solo me devolvia el calor de mi respiracion. Y entonces lo vi. Salia con su coche por la cuesta del parking de la plaza Cataluna y no me habria fijado en el si no fuera porque volvio la cara y me miro de repente; y sus ojos eran dos agujeros transparentes, no esa mirada azul a lo Paul Newman que tanto explota hoy dia por aqui y que tan bien le funciona, sino dos ojos redondos, vacios, de pirado, que me abrieron la puerta, por un segundo, a los calculos de hielo que se forman dentro de su cabeza. Y detras, en el asiento trasero, estaba el, Pablo Martiarena, el joven de la <
>, el nino bien por el que se han levantado las alfombras de la ciudad, con su cicatriz en forma de jota en la sien izquierda, < >, como explicaba su angustiada madre en el programa de ETB de ayer por la tarde, y su pelo rubio cortado a lo casco, un peinado antiguo, de los noventa, que le da aspecto de nino o de yonki, segun quien lo mire. El caso es que vi a Pablo de perfil, a cuatro metros de mi y medio cubierto por una sombra corpulenta que le habia lanzado el autobus 17, que circula por la Gran Via como si se fugara de Alcatraz, pero lo reconoci a pesar del escupitajo oscuro del autobus y las bailarinas de lluvia que se estampaban contra su coche. Pero eso no es todo: algo le estaba sucediendo. Porque habia algo mas ahi, en el interior del vehiculo que conducia mi vecino Ivan Katz; algo lo suficientemente impactante como para que mi conciencia lo eliminara al instante, algo que llevo intentando rescatar desde entonces sin lograrlo. Ahora camino hacia mi casa en el barrio de Gros, en San Sebastian. Hoy no llueve, pero el dia suena a cristal helado. A mi derecha, el horizonte mastica los ultimos restos de la tarde y las paredes de los edificios a mi izquierda se van apagando cubiertas de carteles con el rostro de Pablo, carteles de color naranja fosforito para que destaquen sobre la rona que esta levantando su silencioso imperio de oscuridad sobre las fachadas de este barrio bohemio, obtuso y marino que el chico frecuentaba bastante, segun he podido saber. En los carteles, la familia de Pablo Martiarena subraya que se trata de una desaparicion de riesgo, asegura que se recompensara cualquier informacion sobre su paradero y facilita un numero de telefono. El chaval sonrie en la foto con una tristeza latente que te hace pensar que si no hubiera desaparecido ahora lo habria hecho mas adelante, de alguna otra manera. Tiene una expresion apocada y una mirada ojerosa y descolorida que revela noches de juerga y dias oscuros y tristes. Segun voy leyendo, me entero de que a Pablo Martiarena, donostiarra de 27 anos, se lo trago la tierra hace tres semanas, pero hace solo un dia estaba sentado en el Volvo gris de Ivan, el artista, el emprendedor, el nino mimado que se perdio en las fauces del lobo durante mas de diez anos y se reencontro con su parte ganadora antes de que se lo tragara la bestia. El mismo nino al que todos los demas del edificio teniamos miedo de pequenos. La Ertzaintza, sin embargo, tiene su propia version de lo ocurrido. Una version que me ha roto todos los esquemas. Una version con la que no estoy de acuerdo. Pero empecemos por el principio. Ayer por la noche, cuando llegue a casa y le conte a mi prima okupa lo que habia ocurrido, me convencio de que me acercara a una comisaria de la policia a contarles lo que vi o, mejor dicho, a ponerles al corriente de < >, como la llama ella ahora. No lo hice, no inmediatamente; no lo tenia claro del todo. En cambio, opte por tirar de contactos haciendo uso del listin siglo XXI: Facebook. Alli di con Edorta, un buen tipo con aspecto de toro viejo y espiritu acolchado, antiguo companero de clase en mi primer colegio y ertzaina de profesion. Le envie un mensaje diciendole que queria verle por un asunto que quiza era una tonteria, pero quiza no, y que, eso, que mejor encontrarnos. Y hoy mismo a primera hora me ha contestado animandome a que me pasara por la comisaria de Hernani, un pueblo a pocos kilometros de San Sebastian, < >. Al final, ha sido el quien me ha puesto al corriente de la verdadera situacion de Pablo. Y, en pocas palabras: Edorta desmiente todo lo que se cuenta sobre el caso en los medios de comunicacion. Pablo Martiarena < >, me ha insistido. Ni desaparecido ni en el coche de Ivan Katz. El chico de los carteles esta, simplemente, haciendo su vida muy lejos de aqui con una mujer que ha conocido y que su madre no aprueba. < >, me comenta bastante molesto. Al parecer, la madre se niega a aceptar esa version de la desaparicion y les pone <> alla por donde va, me cuenta. Por otra parte, los familiares de otros desaparecidos han empezado a criticar la repercusion que esta teniendo el caso de Pablo y la supuesta atencion que recibe por parte de la policia, y lo achacan a que el chico viene de una familia con dinero. < >, lamenta mi ex companero. En realidad, todo lo que me ha contado Edorta sobre el caso me ha dejado bloqueado, con una extrana sensacion muy parecida a la de tener las manos atadas y no poder abrir un regalo. Porque nada tiene mucho sentido, y cuanto mas habla el mas nitida se hace en mi memoria la imagen de Pablo en aquel coche. ?Estaba llorando?, pienso. Igual. Igual si. --Es un caso archivado, Mikel, aunque te agradezco la preocupacion --me suelta Edorta tranquilamente apoyado sobre el escritorio de un despacho anodino. Estoy sentado en la tipica sala de paso que imagino es la que utiliza cualquier agente cuando se reune con alguien poco relevante como yo--. Pablo Martiarena Gallardo se marcho voluntariamente a Iquique, en Chile, con su novia, hara tres semanas. Esta localizado y sano y salvo, pero no podemos evitar que su madre insista en que no es asi y se dedique a empapelar la ciudad y a llamar a la tele y a la radio, donde no comprueban la veracidad de casos como este porque son demasiado morbosos y les dan audiencia. El chaval da pena, su madre da pena y viene de una familia bien, y eso vende. En cualquier caso, te agradezco la informacion, Mikel, me alegra que hayas venido, te tenia perdida la pista despues de tantos anos y me ha gustado verte. Seguramente viste a alguien que se parece a Pablo, pero quien sabe, tal vez el chaval haya vuelto a San Sebastian. Nos pondremos en contacto con la madre para saber si ha tenido noticias. Trato de digerir la informacion. No se por que, no me cuadra. --?O sea, que al final lo unico que ha pasado es que se ha fugado con una chilena? --le pregunto con la vista fija en su costado derecho mientras intento poner los puntos sobre las ies. Edorta se ha levantado de su asiento y le hace un gesto a alguien a traves de la pared acristalada que separa el despacho del resto de habitaculos. --Si; bueno, no, no se ha fugado --cuando vuelve a tomar asiento, mi antiguo companero me sonrie con amabilidad y recuerdo fugazmente aquellos tiempos en los que era un nino regordete que me ayudaba a resolver problemas en clase de matematicas, treinta anos atras--. Lo unico que ha hecho es marcharse de mala manera con una chica, lo que hacen algunos enamorados, nada del otro mundo. El padre de Pablo murio hace cuatro anos y el no tiene hermanos, y su madre no quiere creer que se haya ido porque no asume que el hijo unico haya puesto una novia y un oceano entre ellos. Una locura pasajera, al parecer acababa de conocer a la chilena cuando hizo las maletas y se largo, una cosa rara, pero no ilegal. La madre niega la evidencia y asegura que esta secuestrado, que no lo localiza y que ni siquiera cree que este en Chile, pero lo cierto es que, por ahora, tenemos todo: los billetes de avion, su direccion… Ya volvera. O no. De todas maneras, nunca se sabe y es mejor tener todo atado. ?Dices que te parecio que Pablo viajaba en el coche con un vecino tuyo? --Si, en la parte trasera del coche de Ivan Katz, seguro que lo conoces. Ultimamente ha salido bastante en los periodicos. De chaval fue un grafitero bastante popular y ahora dirige una academia de pintura que organiza exposiciones de arte cada dos por tres en toda la ciudad, en Tabakalera y en el Kursaal y… Bueno, en muchos lados. Edorta se encoge de hombros --no lo reconoce-- y empieza a anotar en su ordenador. La luz blandengue de un halogeno cae sobre nosotros como lo haria en la sala de espera de un hospital. --Katz se escribe con k y tz, entiendo --murmura mientras teclea. --Si. Katz, como suena. Su abuelo era aleman. Ivan tiene nuestra edad, 42. Vivia en mi edificio, en la calle Zabaleta. Ahora vive en Segundo Izpizua, casi al lado. --?Y que sabes de el? Porque si has venido aqui sera por algun motivo. La gente no va denunciando a sus vecinos… --la mirada de Edorta se vuelve indescifrable. --Ivan Katz… --me siento como una maruja cotilla, pero trago saliva y me animo a continuar-- es un tipo raro. --?Raro? --Edorta es demasiado bueno para mirarme con mala cara, pero hasta yo me doy cuenta de que mi descripcion no tiene un pase valido en una comisaria. --Es peculiar… Peligroso --continuo, intentando despertar su interes--. Ahora parece un tio normal, asentado, ya sabes. Se esta haciendo un hueco en la sociedad guipuzcoana de renombre, digamos. Abrio la academia de pintura hace unos cinco anos, despues de recuperarse en Proyecto Hombre y… -
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Tus mejores secretos de Sheila Maldonado
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Lara se siente presa en su condicion de hija casadera- Rechaza, uno tras otro, los pretendientes que su padre le presenta. La presencia del nuevo jardinero, Pietrick, hara surgir en ella emociones hasta entonces desconocidas. Podria ser el comienzo de una aventura peligrosa. La desaparicion de una joven aristocratica alerta a las familias buscando al posible culpable. Tambien encuentran restos de otra doncella que parece haber sido devorada por los lobos.
El padre de Lara, William, comienza a manifestar inquietud por casar a su hija con un importante senador y asi obtener mayor poder para ganar la alcaldia. Mientras, el personaje de la madre se debate entre la vida y la muerte en un horrendo sanatorio mental en Athens, Ohio, teniendo que soportar crueles tratamientos contra la “locura” que pretenden achacarle. Lara tendra que dejar esa vida de lujos para escapar de un matrimonio con uno de los peores y sanguinarios racistas del estado, aunque finja respetar los derechos de los negros liberados. La joven Teslas, intentando sobrevivir en una nueva ciudad, acaba en un cabaret haciendo lo unico que sabe, bailar, y por azares del destino un potentado empresario se encapricha de ella y la quiere convertir en su esclava sexual.
Una panoramica social con tintes romanticos sobre la sociedad americana en sus inicios de emancipacion de la mujer y manifestaciones racistas a pesar de la Decimotercera Enmienda, que abolia la esclavitud. -
Verano del 36 de Sonia Lasa
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Fenix. Lejos del cielo de Maribel C. Gomez
https://gigalibros.com/fenix-lejos-del-cielo.htmlLa vida de Caleb, se pone del reves el dia que Ben Killer, el lider de una pandilla de barrio, secuestra su moto.
Si quiere recuperarla tendra que participar en una carrera ilegal organizada por el y ganar, de lo contrario la perdera para siempre.
La carrera es interceptada por la policia y Caleb, llevado a comisaria. Alli, el inspector Santos, un policia corrupto obsesionado con meter entre rejas a Ben Killer, y Laura Casas, una subinspectora infiltrada en su banda, le chantajean. Tendra que acercarse a Killer y averiguar si tiene algo que ver con la desaparicion de Cristine Lambert, una exnovia de el de la que no se sabe nada desde hace semanas.
Caleb, se ve obligado a aceptar y decide hacerlo de la manera que mejor sabe, !A MILES DE REVOLUCIONES! -
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--Un juego formado por cincuenta retos en el que cada participante tiene que superar cada uno de ellos. El juego concluye cuando el jugador se suicida>>. -
Recuerdos del futuro de Siri Hustvedt
https://gigalibros.com/recuerdos-del-futuro.htmlUna escritora consagrada que trabaja en sus memorias redescubre los viejos diarios de su primer ano en Nueva York, a finales de la decada de 1970. Recien salida de un pueblo de Minnesota, sin apenas dinero y con hambre de nuevas experiencias, se deslumbra por todo lo que le ofrece la ciudad: su primer amor, los esbozos de su primera novela, la escena literaria que se abre ante ella, y, sobre todo, la obsesion por su vecina, una mujer joven que cada noche entona extranos monologos en su apartamento y que la protagonista anota febrilmente en sus cuadernos. Conforme estas confesiones
se vuelven mas perturbadoras, su interes por descubrir la verdad detras de la puerta de al lado tambien se intensifica.
Cuarenta anos despues de aquello, esas notas y diarios sirven a la escritora para reflexionar sobre temas como el paso del tiempo, el deseo o el papel de la mujer en la sociedad, y para constatar que son los recuerdos del pasado los que en gran medida conforman quienes seremos en el futuro.
Entre la metaliteratura y el feminismo, entre el thriller psicologico y el bildungsroman, Siri Hustvedt vuelve a cuestionar nuestras relaciones con la realidad, la capacidad del arte para cambiar nuestra
percepcion del mundo, los limites de la ficcion y los enigmas de la personalidad y la memoria. -
Oro negro de Dominique Manotti
https://gigalibros.com/oro-negro.htmlMarsella, 1973. El comisario daquin, con apenas 27 anos, es destinado al Obispado una de las comisarias mas conflictivas. Se encuentra con una ciudad ensangrentada por los ajustes de cuentas tras la resolucion del caso de la French conectivo que destapan la estrecha relacion entre los politicos y la mafia de Marbella. Ademas los diferentes servicios de la policia estan en plena guerra entre ellos, y proliferacion asociaciones semi clandestinas. Danquin debera investigar el asesinato de uno de los capos de la droga y la relacion que guarda con el crimen un veterano agente de los servicios secretos junto al comisario, asistiremos al nacimiento de un nuevo mercado de productos relacionados con el petroleo a la ascension fulgurante de los brokers asociados al dinero facil y negocios oscuros.
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A mi no me seduzcas de Nekane Gonzalez
https://gigalibros.com/a-mi-no-me-seduzcas.htmlMirandome frente al espejo de la entrada de mi zulo, observo como me queda el vestido negro que Maria me regalo ayer, expresamente para el evento. Ironicamente pienso que, aunque me encanta este color para la ropa y casi siempre voy vestida de enterradora, como dice mi madre, hoy es el dia que menos me apetece vestirme asi. Esta claro que debo de ser la propia contradiccion en persona. Fuera en la calle luce un esplendido y caluroso sol de primavera, cosa que ya es bastante rara en Bilbao, pero a mi casa, mi zulo, no llega ni un triste rayito y permanezco aqui en la sombra como un vampiro; como esta negrura que hoy atenaza mi alma y mi corazon. Me resulta imposible aceptar la forma que tiene el universo de cambiarlo todo de un momento a otro, sin que podamos hacer nada al respecto, y no puedo evitar sentirme completamente fragil e impotente. Miro la hora en el movil, ya que nunca llevo reloj desde que estuve viviendo en Palma de Mallorca y decidi vivir la vida sin importar la hora que fuera. Fue en el preciso momento que me deshice del reloj, que descubri la terrible adiccion que tenia a mirarlo y a vivir cronometrada. Aun es pronto, tengo tiempo de sobra, asi que me preparo un sucedaneo de Martini y me fumo un cigarrillo mientras dejo que los recuerdos inunden mi mente y me lleven a ese tiempo que ahora parece tan lejano, a pesar de haber transcurrido apenas un ano. Ese instante que a mi me parecio maravilloso y donde parece que el mundo se quedo congelado, en el momento que abri la puerta de mi zulo y me encontre de frente con el, con mi sueno hecho realidad, con Freddy. Todavia me cuesta creer la historia onirica que vivi y la semejanza fisica entre un Freddy y otro. Con el tiempo termine por pensar que aquello tenia que haber sido un sueno premonitorio, excepto porque sigo esperando que me toque la loteria, claro. Pero no dejo de reconocer que el universo, en aquella ocasion, hizo que todos los astros se conjuntaran para traer a mi vida un regalo muy grande. Aun recuerdo su cara de sorpresa, con aquellos maravillosos ojos verdes abiertos de par en par, en consonancia con su sensual y provocadora boca, ante el inicial portazo. Tarde unos segundos en reaccionar, pues aun estaba muy conmocionada por el sueno que habia tenido, y en comprender lo que Maria me explicaba entre gritos y aspavientos. Fueron muchas horas las que me quede profundamente dormida despues de haber desconectado todos los telefonos, como suelo hacer cuando me pongo a escribir y prefiero que nadie me corte la inspiracion. Fue tan profundo el sueno en el que cai, pues debia estar agotada tras pasar tres dias y tres noches frente al ordenador escribiendo, que ni tan siquiera me saco de mi sopor Maria, aporreando la puerta de mi casa alteradisima porque penso que me habia pasado algo. Maria volvio a su casa a recoger las llaves de la mia para entrar a comprobarlo, pero fue tal la pelicula que se formo en su cabeza en el trayecto, que antes de emprender la vuelta, llamo a la policia para no estar sola ante el cuadro que se pudiera encontrar. Otra que se parece a mi madre montandose peliculas. !Que familia! Como quiera que fuera, durante mucho tiempo tuve que agradecerle a mi hermana el teatro que se monto, porque aquello fue lo que trajo directamente a mi puerta al protagonista de mi peculiar sueno; a Freddy. Nunca le he preguntado que fue exactamente lo que le hizo interesarse por mi, en una situacion en la que cualquiera me hubiera tomado por una chalada, maxime teniendo en cuenta el estado de mi casa aquel dia; pero supongo que la situacion le resulto de lo mas divertida, a juzgar por las risas que nos echamos los tres, una vez aclarado el malentendido. El salia de una guardia aquella noche y desde la central le habian pedido que se pasara por alli de camino a su casa, para ver que ocurria, asi que ya habia terminado su servicio, y entre explicacion y explicacion, nos dieron las tantas de la noche. Una noche en la que comenzo nuestra historia, con muchas risas y muchos sucedaneos de Martini. A partir de ahi comenzamos a quedar y poco a poco fuimos conociendonos mas, aunque he de decir que Freddy, resulto ser un hombre bastante mas introvertido de lo que yo habia sonado. Tan celoso de su intimidad que ahora, un ano despues, me doy cuenta de lo poco que se de su vida. Yo siempre di por sentado que como era Ertzaina [1] , la desconfianza le venia de serie. No en vano, es un cuerpo que no destaca por su simpatia precisamente. Pero siempre crei que, con el tiempo, terminaria por abrirse y confiar mas en mi. Tal vez un ano no es demasiado, a mi se me ha hecho muy corto, escandalosamente corto ahora que lo pienso, y, debido a su trabajo, tampoco hemos podido vernos todo lo que hubieramos querido. Maria abre la puerta de mi casa trayendome de vuelta a la cruda realidad. Despues de aquel episodio siempre lleva mis llaves junto a las suyas. – ?Estas lista, tata? -me susurra con cara de circunstancia. -Supongo que para una situacion asi, una nunca esta lista -respondo con tristeza, tras agotar un soplo de aire cargado de amargura. Me abraza y me da un beso de esos suyos, que parece que quiera juntarme una mejilla con otra a traves de mi cavidad bucal. Esta vez es mayor el dolor que acumulo en mi alma, que el propio fisico que me proporciona mi hermana con su exagerado amor. -He traido el coche hasta el portal -trata de esbozar una sonrisa- para que no tengas que pasar la aduana, ya sabes. -Si, gracias. Hoy seria capaz de soltar algun improperio gordo y convertirme en la noticia del mes de radio patio -contesto.- Cojo el bolso y nos vamos. Me monto en su Audi nuevo, que no es nuevo, que es de segunda mano, pero como lo compro hace apenas dos meses, pues es su Audi nuevo. Recorre marcha atras el callejon de mi casa hasta llegar al sitio donde normalmente se aparcan los coches, al que llamamos la curva, y donde hoy la aduana ha montado el chiringuito al completo, sacando las sillas de camping y las sombrillas. Menos mal que llevo gafas de sol y no pueden ver las oscuras ojeras que decoran mi rostro. ?Que no recordais que es la aduana? La aduana es esa familia que vive en mi mismo callejon y que se pasa el dia entero aunque llueva, en la curva que es la unica entrada a la calle, para enterarse de cuanto chisme se haya producido. No se te ocurra entrar andando y preguntar aquello de ?que tal?, cuestion que se plantea mas por cortesia que otra cosa y que no espera nunca una respuesta definida. En este caso acabaras sometido a un tercer grado y terminaras por contar hasta lo que no quieres que se sepa. De difundirlo ya se encargara radio patio. Levanto la mano a modo de saludo como si fuera la reina de Inglaterra, con la ventanilla cerrada eso si, y fijo la mirada en mi Paco, mi Peugeot gris que esta aparcado a la derecha. Lo observo como si no fuera mio y pienso que no tiene mal aspecto, a pesar de saber que, por no tolerar las intensas lluvias de Bilbao como su duena, termino por inundarse y ahora tiene la centralita rota y hay que andar quitandole un borne de la bateria, cada vez que vas a parar mas de diez minutos porque si no se descarga y no arranca despues. Menos mal que soy de arreglarme poco, porque imaginad el cuadro cuando una sale de pitimini con tacon alto y al bajarse del coche, se pone a hacer de mecanica. A mi hermana le resulta graciosisimo, sobre todo por las caras que ponen quienes nos observan en tan peculiares momentos
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Tristeza de los citricos de Liliana Blum
https://gigalibros.com/tristeza-de-los-citricos.htmlSabado al fin. Lucia se levanto de la cama con ese pensamiento y una sonrisa. Las ensonaciones que acumulo en su mente durante todos los otros dias iban a tomar forma al fin. La semana habia sido eterna. Asi eran todas desde que conocio a Marcelo. Camino por el pasillo rumbo a la cocina, moviendo un poco las caderas al ritmo de una musiquita dentro de su cabeza. La casa olia a encierro: abrio la ventana que daba al patio y el jardin. Se habria fijado en el polvo acumulado en el alfeizar, pero algo mas capturo su atencion. Una de las macetas parecia haber sufrido un ataque con granada: sus entranas de tierra expuestas, fragmentos de planta y trozos de barro yacian dispersos por los adoquines. No eran ni las ocho de la manana. Sin pensar, su dedo indice fue a posarse sobre el lagrimal para quitarse una lagana: tardo unos segundos en procesar la totalidad de la escena. No era muy buena para la jardineria, pero intentaba mantener vivas las plantas en las macetas mas bonitas que podia encontrar: un ama de casa se valora por la limpieza de su hogar, el cuidado de su jardin y el buen cuerpo a pesar de los hijos. Por la brutalidad de la imagen no habia advertido en primera instancia al Capitan Capibara, pero el grito de Eloisa la arranco de tajo de aquella mezcla de indignacion e incredulidad ante el destino de las violas. Se sorprendio por encontrar a su hija alli. ?Por que le afectaba a ella la tragedia de aquella planta si la unica preocupacion de la nina a esa hora era ver Discovery Kids? Aquello era tragedia para senoras de cierta edad. Su abuela solia decir que una maceta rota en la manana era presagio de un mal dia que solo empeoraria a medida que corrieran las horas. Pero Lucia no era supersticiosa, sino pragmatica. Aquello solo significaba mas trabajo para ella. Las caritas formadas por las motas de los petalos regadas entre la tierra contribuian a dar el efecto de una masacre. Cerro los parpados y se convencio a si misma de que ese accidente no podia arruinar su sabado: nada que no pudiera resolverse con una visita al vivero, una escoba y un recogedor. El sabado era el mejor dia. Algo tan nimio como eso no cambiaria sus planes. Abrio los ojos y percibio el cadaver del cobayo. Extendido tras una tortuga de barro que albergaba a las dalias, con la cabeza destrozada por detras, parecia llevar una corona de cuajos de cerebro y sangre. Comprendio al fin el grito de su hija que, aullando, tiraba con fuerza de su ropa, como si quisiera castigarla a ella por la muerte de su mascota. ?Le daria tiempo a limpiar aquello antes de su cita? II Un, dos, tres, cuatro... y cinco. Lucia conto despacio, con parsimonia, antes de cortar el chorro del aceite y poner el sarten sobre la flama. Vertio todo un tramo de chorizo hasta verlo expulsar su propia grasa rojiza sobre el teflon. Luego de unos minutos, cuando el aroma inundo la cocina, fue rompiendo uno a uno los cinco huevos para incorporarlos. El desayuno tan bellamente dispuesto frente a el provoco en Cesar esa expresion de gula que ella conocia muy bien: un vaso con medio litro de jugo de naranja, una taza de cafe con leche, cinco tortillas de harina y los huevos con chorizo, brillantes como charol. Lucia lo miro engullir aquello desde la puerta de la cocina. El doctor le habia prohibido grasas, azucares y alcohol, ademas de haberle ordenado una vida menos sedentaria. Prediabetico, hipertenso, con mas placa en las arterias que un hombre del doble de su edad, el candidato ideal para un infarto. Pero su marido no daba indicios de entender los riesgos de ignorar las recomendaciones medicas. ?Por que, entonces, le habia preparado Lucia aquel desayuno? Era obvio: no lo queria y le daba igual lo que le pasara; aun mas, si se moria pronto por comer asi, mejor. No. No era cierto. Lo hizo porque lo amaba tanto que no podia negarle nada, porque lo respetaba y sabia que era un adulto capaz de tomar sus propias decisiones, y no queria actuar como si fuera su madre. Regreso a la cocina. El reloj con silueta de cafetera de la pared parecia estatico. Se volvio a sentir como en la primaria, contando los minutos para salir de clase. Comenzo a preparar un huevo estrellado y sirvio un vaso de leche con chocolate para Eloisa. Cuando escucho la voz de Cesar, estaba a punto de ponerle unos ojitos de catsup a la yema. --?Por que esta llorando la nina? Lucia enderezo la espalda y respiro hondo para controlarse: le crispaba que Cesar se refiriera asi a su hija, sobre todo porque Eloisa estaba sentada frente a el en la mesa. ?No podia preguntarle? Desde la barra de la cocina, ella grito como si estuviera muy lejos: --Elo, dile a tu papa que paso. Lucia termino de pintarle una boca a la cara amarilla y decoro las orillas con picos rojos para simular un sol. Le puso un popote al vaso y contemplo su obra: podrian decir lo que fuera de ella, pero nunca descuidaba a su hija. Al contrario, detalles como este hacian que Eloisa diera grititos de alegria y se colgara de su cuello para decirle que era la mejor mama del mundo. Pero hoy el esfuerzo se veria neutralizado por la muerte del roedor vegetariano que la esclavizaba obligandola a cortar dos veces al dia trozos de apio, zanahoria y lechuga para alimentarlo. --Mataron al Capitan Capibara, papi. La voz de Eloisa se quebro; la nina sorbio mocos y luego uso el dorso de la mano para limpiarse. Lucia entro en ese momento y puso el huevo-sol frente a su hija. Cesar hizo contacto visual con ella, esa expresion patetica de perfecto inutil, como siempre que no sabia como actuar con Eloisa. Con el paso de los anos, ambos habian llegado a perfeccionar aquella comunicacion no verbal hasta llegar a niveles insospechados: incluso a veces podian mandarse al carajo con un simple gesto, o incluso un suspiro con la fuerza adecuada. Se acerco para recoger la taza vacia de su marido y le susurro: --El cuyo --luego, en voz mas fuerte--: voy a traerte mas cafe. --?Que le paso al cuyo, mija? --pregunto el con falsa seguridad. --Tenia la cabeza toda explotada por atras. --La nina se cubrio la cara con las manos y se solto a llorar--. Solo tenia su carita... Lucia contuvo el aliento por unos segundos haciendo acopio de paciencia. Tras descubrir el cadaver, le habia tomado casi media hora hacer que su hija dejara de llorar y ahora estaba chillando otra vez. ?Podria volver a calmar a Eloisa y aun asi llegar a tiempo a su cita? --?La cabeza, dices? --Cesar introdujo un tenedor lleno de huevo en la boca y ella rogo a los cielos que no continuara hablando mientras masticaba. ?Pero cuando han escuchado los santos las plegarias de una esposa?--. Si le arranco la cabeza, entonces fue un cacomixtle --dio un trago a jugo de naranja--. No hay duda. El hombre masticaba y discurria al mismo tiempo sobre los habitos depredadores de esos animales. El ruido de la comida triturada, la saliva haciendo su parte en el proceso de deglucion y la mandibula moviendose obligaron a Lucia a recoger rapido algunos trastes usados y volver a la cocina en busca de refugio. Era repugnante. Quisiera pensar que si de novios lo hubiera visto hacer algo asi, jamas se habria casado con el. ?Estaba ciega? ?O a partir de cierto tiempo a el dejaron de importarle los modales? Al menos Eloisa ya habia dejado de llorar y escuchaba con interes la informacion sobre el asesino del Capitan Capibara. Lucia abrio el grifo para lavar los trastes. Mezclada con el sonido del agua, llegaba a sus oidos la voz de su marido describiendo el modus operandi de los cacomixtles. El olor a huevo del sarten le provoco nauseas y tuvo que verter un chorro de cloro en gel en el recipiente del jabon. Eso arruinaria la suavidad de sus manos; tendria que usar una buena crema para revertir el efecto. Era sabado y necesitaba que su tacto fuera el mas terso del mundo. III Consulto su telefono: faltaba una hora para el inicio de su primera clase. La de reposteria habia sido recomendacion de su mama y la de natacion, de la suegra. El camino al corazon de un hombre es a traves del estomago, habia dicho su madre, una de las mujeres mas ingenuas que Lucia conocia. Tal vez por eso creia que usar refranes populares era el mejor vehiculo para transmitir la sabiduria. Como las parabolas de Jesus a sus discipulos, decia con una mano en la cintura y la otra tocando el crucifijo que pendia de su cuello. Parecia una taza: una taza muy devota. La suegra, en cambio, abatida por la obesidad y la diabetes, era menos religiosa y mucho mas pragmatica. Una tarde, durante una comida familiar, se habia acercado a su nuera para apretarle con el indice y el pulgar una lonja sobre la cintura. <
>. Lucia la contemplo como si no creyera lo que habia oido: ?como se atrevia a decirle algo asi, ella, que parecia una ballena? Entonces, como si fuera psiquica, la suegra agrego: < >. Luego exhalo: se agitaba por cualquier movimiento, hasta por hablar. El papa de Cesar no volvio a tocarme desde que me puse asi. Lucia habia comenzado a apilar los trastes para llevarlos al fregadero. La senora la seguia del comedor a la cocina, esperando una reaccion, pero ella apreto los labios y tenso la quijada en directa proporcion a como se sentia ofendida. < >. En ese instante, las dos hicieron contacto visual. Sus ojos parecian decir: sabes a lo que me refiero. Metio en su maleta deportiva traje de bano, gorra, toalla, goggles, y un estuche en donde guardaba el champu, jabon, desodorante, crema corporal y perfume, luego puso su delantal y una cofia en una bolsa de plastico que guardo junto con lo demas. Frente al espejo, sumio el vientre. Eloisa se quedaria en casa con Cesar un rato, pero mas tarde el la dejaria con alguna de las abuelas, que se peleaban por cuidar a la unica nieta en ambas familias. Los sabados por la tarde el jugaba futbol con sus amigos. Aunque aquello sonaba como una actividad atletica, en realidad se trataba de un partido en el que todos los jugadores, panzones y con calcetines que les cubrian las pantorrillas, se quedaban parados lanzandose pases mediocres con la pelota. Si alguno llegaba a correr, era solo por unos diez o veinte metros antes de parar y encorvarse para recuperar el aliento con las manos apoyadas en las rodillas. Media hora despues llegaban a la conclusion de que ya habian hecho suficiente ejercicio y buscaban una sombra, abrian la hielera y sacaban las cervezas. En el hipotetico caso de que alguno hubiera llegado a quemar alguna caloria, la recuperacion del partido los hacia volver a su casa mas gordos que al salir a la cancha. Pero eso si: la culpa habia sido de Lucia y sus kilos de mas por el embarazo; sus estrias y la grasa extra en su cuerpo habian provocado que Cesar le fuera infiel. Como si las gallinas fueran responsables de que las degollaran por tener plumas. Era estupido. No tenia logica. Y sin embargo, esa habia sido su excusa. Termino de quitarse la ropa y la arrojo con fuerza al cesto de mimbre en el bano. Desnuda, tomo la crema depilatoria y se agacho para untarla en sus piernas. Un olor quimico y punzante impregno sus pulmones. Esta sustancia no podia ser buena, pero no tenia tiempo ya de depilarse con cera caliente. Eloisa asomo su cabecita por la puerta del bano: --Mami, ?vamos a comprar otro cuyo? Doblada hacia el frente y con las manos embadurnadas de blanco, Lucia tuvo una vista privilegiada de las lonjas de su vientre y de sus pechos colgantes. Penso en las perras callejeras. Se irguio de inmediato y succiono aire antes de enfrentarse con el espejo para comprobar que aquella imagen era reversible con tal solo cambiar de posicion. Estoy hecha una vaca, penso. No hablo en voz alta porque la psicologa de la escuela les habia advertido que los comentarios vengativos sobre el cuerpo moldeaban las mentes de las ninas. Un futuro de anorexia, bulimia y frustracion perpetua las esperaba si escuchaban a sus madres denostar sus propias figuras. --Vamos a ver, mi amor. --El reloj indicaba que ya habian pasado los tres minutos requeridos. Tomo el rastrillo sin filo para remover la crema--. Si va a andar libre en el jardin como el otro, lo va a matar tambien ese animal. --Se llama cacomixtle. --Habia un cierto aire de superioridad en la vocecita de su hija. Le fascinaba poder corregir a su madre--. Pero puede vivir en una jaula. --Eso, el cacomixtle. --Lucia enjuago el rastrillo en el lavabo y vio caer grumos de crema y vellos negros--. Si lo ponemos en una jaula se va a morir de tristeza. Eloisa puso cara de compungida, como siempre que estaba a punto de hacer un berrinche. Maravilloso. ?Por que no podia ir a importunar al papa que no estaba haciendo nada? Su marido le habia sido infiel con la asistente del contador que llevaba las cuentas de su microempresa. El idiota habia cerrado la ventana del navegador, pero sin salir de su cuenta de correo electronico, una direccion que Lucia desconocia. A la hora en que se sento a revisar sus mensajes en la computadora familiar, se encontro con la bandeja abierta y una carta no leida. Era una carta de amor cursi y con pesima ortografia. Cuando Cesar regreso del trabajo hubo gritos e incluso algunos ridiculos punetazos que lanzo Lucia y que el neutralizo sin problema tomandola de las munecas. Mientras montaba su escena, Cesar se defendia diciendo que no era su culpa que ella hubiera perdido interes en el sexo y que lo tuviera abandonado, ocupada a tiempo completo con la bebe. Eso, sin mencionar lo mucho que habia engordado durante el embarazo. --Elo, no llores. A lo mejor compramos un gatito. --Se acerco a la nina y le acomodo el cabello detras de las orejas--. O tal vez un cachorro que no vaya a crecer mucho. La carita infantil se ilumino con aquellas palabras y Lucia no pudo dejar de experimentar un estrujamiento en el corazon, un dolor bueno, tierno. Si por atender a esta criatura el cerdo de su esposo habia corrido a los brazos de esa puta, bien habia valido la pena. Con el tiempo, la terapia, la inercia y las intervenciones de su madre y suegra, que terminaron enterandose, el matrimonio se habia repuesto de aquel < >. La infidelidad habia sido un episodio del pasado, como aquella vez que la lavadora se descompuso o ella olvido sacar un pollo del horno y la cocina quedo apestando a quemado durante dias. Pero no habian dado los pasos necesarios para resolver el problema de fondo. Solo lo guardaron al fondo del closet, como los regalos que no gustan pero no se pueden reciclar. Lucia no lo perdonaria nunca. --?De veras, mami? --Si --Lucia se puso un sosten que le aumentaba el busto un par de tallas y que la hacia parecer una paloma golona. Analizo su cuerpo desde varios angulos y se puso perfume en la y griega que se le formaba entre los pechos rebosantes--. Aunque papa no quiera. IV Lo que Lucia tenia con Marcelo era sexual. Tras conocerse, nunca se habian visto fuera del motel: jamas habian compartido una comida o ido al cine. No conocian a ningun miembro de sus respectivas familias y nunca irian juntos al supermercado. Ella no le traeria a la cama un remedio para la gripa ni el la veria recien levantada y sin maquillaje. Ningun futuro. Solo sexo. Marcelo la hacia sentir ligera, sin peso, radiante incluso, como una medusa que flota en el oceano y no piensa nada porque no tiene cerebro. Al volver a casa tras estar con el, Lucia permanecia varias horas suspendida en esa ingravidez deliciosa, como cuando de nina patinaba durante horas y al quitarse los patines tardaba en adaptar de nuevo sus pies al piso. Encendio la luz: siempre la sorprendia la distribucion de los muebles, que podia variar de un cuarto a otro; el kit de condon, champu, jabon y pastillas de menta sobre el lavabo; la regadera de paredes transparentes, visible desde la cama. El aroma a productos quimicos queria enmascarar los olores sexuales de las parejas que habian estado alli, pero a ella le parecia que mas bien los exaltaba. Marcelo bajo la hielera del carro; saco una cerveza para el y una bebida preparada de lata para Lucia. Si las rutinas de su vida domestica le resultaban tediosas, las que habia desarrollado con su amante la prendian: quedarse de ver cerca de la escuela de reposteria, dejar su carro alli y subir al de Marcelo, que la esperaba sonriente, oliendo a locion Calvin Klein y con una cara que la hacia sentir como si ella fuera lo mejor que le habia sucedido en toda la semana, manejar hasta el motel en las afueras de la ciudad, ponerse una gorra deportiva y lentes oscuros antes de entrar. Luego sexo por el tiempo exacto de sus clases de reposteria y natacion juntas, y regresar a casa banada, como si hubiese nadado. Pocas veces hablaban de camino al motel: apenas sobre el clima, si Marcelo habia tenido que esperarla mucho tiempo, la falta de fluidez en el trafico. Aunque el conocia la situacion de Lucia y la existencia de una hija (la cicatriz de la cesarea y las estrias eran imposibles de pasar por alto), no sabia detalles de su vida. Ya en el cuarto, el intercambio de palabras entre ambos se reducia a peticiones especificas o a indicativos de que algo iba bien. Entre ellos habia sexo y nada mas. Ese era el proposito del oasis. Lucia dejo la bolsa sobre el tocador y acepto la bebida que Marcelo le puso en la mano. Sentados muy cerca uno del otro, en la orilla de la cama, bebieron en silencio sin quitarse los ojos de encima. Necesitaban tiempo para pasar de sus respectivos mundos a este privado, como el pez angel que hace un ano le habia comprado a Eloisa. Segun el empleado de la tienda de mascotas, era necesario ponerlo en la bolsa de agua dentro de la pecera de la casa, y abrirla poco a poco. < >. Asi con ella: requeria un periodo para que su cerebro, pero sobre todo su cuerpo, supiera que ahora estaba con Marcelo. Al terminar su margarita, Lucia se sintio aclimatada al olor de Marcelo, a la textura de su piel. Se desvistieron sin ayudarse y se acercaron para cerciorarse de la realidad del cuerpo ajeno. Se besaron despacio al principio, pero a medida que se adentraban uno en el otro, sintio la urgencia de besarlo mas rapido y de modo casi violento, como necesitara devorarlo. Estaba acostumbrada a gritar muy fuerte cuando cada particula de su ser se estremecia con lo que ella solo podia definir como felicidad. Esta vez no pudo: ya estaba cerca, pero perdio el impulso a mitad del camino, igual que un jabon que se resbala entre las manos. Cambiaron de posicion varias veces y por fin fingio su orgasmo. ?Para que alargar el tormento? Poco despues, Marcelo se convulsiono debajo de ella con ese ruido animal y viril que a Lucia le parecia el sonido mas hermoso del planeta, pero que hoy estaba manchado de rencor. El si, pero ella no. Se dejo caer de espaldas sobre la cama, brazos y piernas extendidos como una estrella de mar, la vulva humedecida. El ambiente impregnado de su propio olor marino, del sudor de los dos, de semen, oscilaba sobre ellos como el Espiritu Santo en el libro de catecismo de su hija. Lucia giro la cabeza hacia Marcelo, que ostentaba ese gesto de agradecimiento y satisfaccion que tienen los hombres despues de eyacular. Cuando lo vio por primera vez, nunca imagino que terminaria asi con el, esperando a que el ritmo cardiaco se les normalizara y el sudor se secara en la piel mientras el cansancio del orgasmo les recorria cada fibra de sus musculos. Movio la mano hasta tocar la de Marcelo: entrelazaron los dedos y ella cerro los ojos. Se habian conocido en un negocio de insumos para oficinas y escuelas. Lucia hacia fila para sacar fotocopias; el revisaba unos mapas sobre el mostrador perpendicular a ella. ?Arquitecto? Marcelo la sorprendio mirandolo y le sonrio. Sin duda soltero. Tenia aun ese aire de osadia y ligereza de espiritu que nunca sobrevive a los primeros anos de matrimonio. Ella se sonrojo: hacia anos que no coqueteaba, anos tambien sin que un hombre la mirara asi. Al levantar la cara para darle al empleado el cuaderno con las recetas de la abuela para fotocopiar, se dio cuenta de que el seguia mirandola. Sin mas la invito a un cafe. ?Que encontro en sus ojos que intuia la posibilidad de que ella aceptara? ?O era algo que hacia con todas? No importaba. Habia aceptado de inmediato, sintiendo un calor intenso que la recorria completa. Era como una de esas comedias romanticas: se emocionaba a una distancia segura. Pero de pronto se habia convertido en el personaje principal, sentada en un cafecito con decoracion retro y frente a un hombre mucho mas joven que ella. Contra todos los consejos maternos y de revistas femeninas, tuvo sexo con el en la primera cita, si es que a eso se le podia llamar cita. Si se habia vuelto un personaje de pelicula cursi, una mujer que en realidad no era ella, ?que mas daba? La noche despues de haber estado con Marcelo por primera vez, Lucia paso por todos los estados posibles: feliz, angustiada, feliz, arrepentida, feliz, entusiasmada, feliz, avergonzada, feliz, con ganas de repetir. ?Pensaria el que era una puta que hacia eso con cualquiera? Tras varias vueltas sobre el colchon habia decidido que no importaba: nadie, salvo ellos, lo sabria. Ademas, si no la tomaba en serio, era irrelevante: ella ya estaba casada. ?No era ese el unico proposito de ser tomada en serio? Lucia se coloco a horcajadas sobre las caderas de el y le regalo la vista de su cuerpo entero. Coloco sus palmas abiertas sobre el pecho y jugo con esos vellos oscuros y gruesos. Quiso iniciar el sexo otra vez, pero no pudo. El deseo la habia abandonado y se sentia sin fuerzas, como un juguete sin baterias. El la jalo hacia si para besarla: ella correspondio sin ganas y fue evidente para los dos. --?Que pasa? Quien sabe si fuera el dia del mes (faltaba una semana para su periodo), o si en verdad la escena del cuyo la habia afectado mas de lo que pensaba, pero la tristeza ensombrecio su cara. Nunca habia sido buena para ocultar sus estados de animo: su desolacion era evidente. No hubiera querido contaminar este espacio, lo que sea que Marcelo y ella tenian, con el tedio de su otra vida, con sus problemas de ropa sucia, las fechas limites de pago, comidas balanceadas o como limpiar un dibujo con crayola de las paredes. Pero ante la pregunta de Marcelo, su cerebro no tuvo mas opcion que contarle lo que habia pasado esa manana: la maceta, el cuyo, el llanto de Eloisa, la actitud desesperante de Cesar, la culpa que la embargaba por haberse reunido con el cuando su hija se habia puesto tan mal. --?Que es un cuyo? Lucia puso los ojos en blanco por un segundo. ?Que pasaba con el vocabulario de los jovenes de hoy? --Es lo mismo que un conejillo de indias --intento que su voz no adquiriera el tono didactico que usaba con su hija. Marcelo tenia cara de no entender--. Los animalitos que usan en los laboratorios para experimentar... Tampoco. Los roedores no estaban en el repertorio de conocimientos de su amante. Iba a agregar que los cuyos eran un platillo muy apreciado en Peru, pero el ya estaba tocandole las tetas y no era precisamente agradable. --Basta --tomo las munecas de Marcelo--. No me estas escuchando. Vio la expresion de su amante: impaciencia, fastidio. Queria sexo y ella estaba hablando de sus sentimientos. Un parpadeo. El deseo de Marcelo de estar en cualquier otra parte. Quizas con una mujer de su propia edad, con preocupaciones de chica joven y sin hijos. Un segundo, pero alli estaba, era evidente. ?Lo habia arruinado todo? Un silencio incomodo se concentro en el aire, como la humedad pesada antes de una tormenta. Marcelo se puso de pie y comenzo a vestirse. --Quede de llevar a mi hermana al centro comercial. Tal vez la maternidad la habia vuelto mas sensible para detectar las mentiras, pero esta era la primera vez que Marcelo mentia y era tan estruendoso como un vaso que se estrella contra piso. Lucia sintio un malestar que se extendia por su cuerpo. Fingio consultar la hora en su celular y dijo que tambien debia irse. Se metio a banar y mojo su traje de bano en la regadera. Seco su cuerpo con la toalla que habia traido de su casa. Una puesta en escena para beneficio de su estabilidad conyugal.