luchare por ti libro
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luchare por ti libro - Susan S. Seller
https://gigalibros.com/luchare-por-ti-mujeres-seguras-2.htmlCaminaba por la calle con paso decidido. Lo mejor era salir de dudas cuanto antes. Ya habia notado los tipicos malestares; nauseas por la manana, algun que otro mareo que no llegaba al desmayo pero que resultaba incomodo, y sobre todo la pesadez de vientre. Ella siempre habia tenido el vientre plano y ahora hacia una ligera curva que, por otro lado, resultaba incluso atractiva... pero los datos eran ya demasiados para ignorarlos, sobre todo aquel tan revelador del retraso de su menstruacion. No es que estar embarazada fuera ningun castigo. Ella adoraba a su flamante marido, Jake Connor, lo amaba de verdad como jamas hubiera pensado que se podia amar. Es solo que le hubiera gustado que el bebe hubiera llegado despues de un tiempo que hubieran disfrutado como pareja... pongamos unos cinco anos, seis tal vez... No, no lo podia negar. Lo del bebe no le hacia ninguna gracia. No solo porque se pondria gorda y pesada y dejaria de resultar tan atractiva para su esposo, ademas todas las revistas femeninas entre ellas Infinity Woman para la que trabajaba desde hacia un ano, coincidian en que a los hombres les encanta el vientre de su mujer embarazada. El sentimiento de proteccion de un hombre hacia la mujer que amaba se incrementaba cuando sabia que un hijo suyo iba dentro del cuerpo tan amado y deseado de su esposa. En el fondo ni siquiera era ese su miedo; sencillamente no habia sentido la llamada de la maternidad. Nunca se habia imaginado a si misma sosteniendo un bebe en los brazos mientras lo miraba con ojos tiernos. Los bebes no eran tan deliciosos como la gente queria hacer creer. Berreaban todo el tiempo, ella lo habia visto, habia mirado madres desesperadas tratando de calmarlos en una rabieta en el parque, tambien las habia visto con ojeras de no dormir, con el cabello sucio por la falta de tiempo y que decir de aquellas que cortaban sus preciosas melenas en aras de la maternidad argumentando que ya no podian cuidarse como antes. ?Estaba ella preparada para todo eso o simplemente estaba dejandose llevar por el panico? A Jake le haria feliz, de eso estaba segura. Cuantas veces se habia quedado absorto contemplando la cara pequena y perfectamente construida de un bebe y luego habia hecho un comentario significativo... "?Te imaginas uno nuestro, mi amor?" ... Ella siempre habia asentido con la cabeza y forzado una sonrisa pero en el fondo no se lo imaginaba. Pobre nino, penso tocando su vientre como si ya tuviera la certeza de estar embarazada, vaya madre te vino a tocar. Su movil vibro dentro del bolso al mismo tiempo que un rayo del sol punzante de julio le cegaba los ojos. Denisse no descansaba jamas. Eran solo las nueve de la manana y estaba segura de que su jefa y mama postiza, Denisse White, ya estaba sentada tras las mesa de su escritorio buscando nuevos contenidos para la revista. Se podria decir que era su jefa dentro de la revista y fuera de ella su mama. Habia conocido a aquella mujer de cincuenta y cinco anos en la misma epoca que conocio a Jake. De hecho ella tuvo mucho que ver en que ambos finalmente se unieran. Denisse era hermosa, rubia, elegante, sofisticada... Un lujo de mujer para cualquier hombre, sobre todo si ese hombre era Brandon Connor, el padre de Jake. Evelyn abrio el bolso blanco y saco el movil. Antes de que Denisse pudiera decir nada, aclaro: --Estoy en un asunto personal pero llego en media hora. --Buenos dias, querida, Jake llamo a preguntar donde estabas. Jake llamaba cada manana cuando los eventos deportivos que tenia que cubrir se sucedian fuera de la ciudad. Alguna vez le habia pedido que dejara su trabajo para poderlo acompanar pero ella siempre se habia negado. Era la primera vez en su vida que tenia un trabajo que le gustaba y no iba a dejarlo mientras pudiera. Denisse esperaba una respuesta al otro lado del telefono. --Ahora lo llamo yo --fue todo lo que dijo haciendo que en el otro extremo de la linea Denisse se preguntara en que andaba metida. Compro el test de embarazo mientras observaba como la farmaceutica la miraba con ojillos tiernos y una sonrisa angelical. Claro, habia visto su anillo de casada, se supone que una chica joven y casada esta deseando ser madre. Ella no pudo mas que forzar la sonrisa. No iba a decepcionar a la buena mujer. Echo el test en su bolso de la misma manera que media hora antes habia echado un Kit kat, como si fuera un objeto mas desprovisto de alguna importancia, como si aquel instrumento no fuera a determinar como seria su vida de ahora en adelante. Salio de la farmacia dando un suspiro. Se fijo en las avenidas iluminadas por el sol, en la vida que fluia por aquellas calles que tantas veces habia transitado sola hasta que conocio a Jake. Era increible como entonces aquellas mismas calles de adoquines se habian llenado de encanto y emocion al lado de su hombre .En cuanto el pensamiento de el llego a su mente sonrio instintivamente. Iba a ser su primer verano como matrimonio...y tal vez no lo pasaran del todo solos si ya albergaba una vida en su interior. Volvio a acariciar su vientre y entro en el edificio gris acero donde se encontraba Denisse White y su revista, Infinity Woman. Capitulo 2 Cuando Evelyn abrio la puerta del despacho de Denisse White la encontro tomando un te verde con limon y hielo. La elegante mujer de los cabellos dorados, como solia llamarla Jake, era una apasionada de los tes. Evelyn solia decirle que no le quedaba un color que almacenar de la bebida mas tomada en el mundo. Tenia te verde, rojo, negro, blanco, especialidades para anadirlos a la leche, tes exoticos de jazmin y canela, tes especiados.... Cuando abrias uno de sus cajones el mundo se llenaba de bolsitas de te. Denisse le dedico una de aquellas sonrisas maternales a las que Evelyn habia terminado por acostumbrarse. Ella que habia crecido sin padres y sin tener ni idea de lo que era una familia, habia encontrado en Denisse a la madre que siempre habia deseado. --?Me puedes explicar que esta pasando, querida? Evelyn se dejo caer sobre el sillon de cuero que habia frente al escritorio de Denisse. Aquel escritorio de madera caoba tenia su propia historia, gracias a el Evelyn habia conocido a Jake cuando Denisse le ofrecio ser columnista de su revista. --Llevo algo en el bolso --respondio Evelyn en un tono de voz neutro. Denisse arqueo sus finisimas cejas. --Me lo imagino, Eve, supongo que no es el tamano de tus compresas plegadas lo que te tiene con esa cara. ?Por que no le coges el telefono a Jake... habeis discutido? --pregunto a la vez que ponia delante de la joven una taza de te a la que anadio hielo y azucar. --No --respondio de inmediato. La verdad habia que ser muy insistente para hacer enfadar a Jake. --No se trata de eso. Es que si le cojo el telefono tendre que decirle lo que he comprado esta manana. Denisse paso uno de sus dedos por la barbilla. Era el gesto que hacia cuando esperaba que la explicacion se ampliara. Aquel ademan le servia para mostrar sus perfectas y pulidas unas. Jamas las llevaba pintadas de un color chillon. Denisse era la imagen de la discrecion y la elegancia. Sus tonos eran el rosado y el blanco en unas unas con manicura francesa que jamas llevaba demasiado largas porque le hubiera impedido escribir en su portatil con comodidad. --Y ese algo que has comprado esta manana es lo que llevas en el bolso ?me equivoco? -- Evelyn asintio con la cabeza. --Pues espero que no respire porque no me gustaria nada que sacaras un roedor de ese bolso carisimo que yo te regale. Evelyn rio en voz alta y Denisse noto como volvia el color a aquel cutis cremoso de un color melocoton. Evelyn metio la mano en el bolso de piel y saco una cajita que agito ante los ojos de Denisse. --Un test de embarazo --concluyo viendo la mirada desconcertada de su amiga. --?Un test de embarazo? Pero es maravilloso, Evelyn --se levanto de su silla y se acerco a la joven para abrazarla. --No te has atrevido a hacertelo aun ?verdad? --pregunto mirando los ojos desamparados de Evelyn. Ella nego con la cabeza como si fuera una nina. --Pero ?por que, de que tienes miedo? A Jake le encantara la noticia. --A Jake si, pero a mi no. Denisse entrecerro los ojos para observarla. Las facciones de su rostro perdieron la sonrisa. No es que pudiera criticar a nadie que no deseara tener hijos pero en el caso concreto de Evelyn no terminaba de entenderlo. --?No quieres ser madre, Eve? La chica volvio a negar con la cabeza. --?Puedes explicarme porque? --Su pregunta estaba desprovista de ninguna acusacion, su voz era dulce y sugeria desconcierto. --Nunca he pertenecido a una familia, Denisse, no tengo un referente materno, no se como una madre trata a su bebe, no lo he visto de cerca jamas, no he tenido a un bebe en brazos en mi vida pero algo me dice que no es facil sostenerlos, son fragiles, delicados, y yo no tengo ninguna experiencia y ... --Evelyn, mi nina --dijo Denisse al tiempo que la acurrucaba en sus brazos. --No te preocupes por eso, la naturaleza te dara todo cuanto necesitas para cuidar a tu hijo, o hija, tal vez sea una nina y tengamos por aqui una Evelyn chiquita. Ademas yo sere su abuela postiza y te ayudare, tambien Jake lo criara ?no confias en el? ?no crees que sera el mejor de los padres? Y tambien esta Brandon, sera el abuelo mas orgulloso del mundo. No tienes nada que temer, princesa. --Las manos de Denisse no dejaban de acariciar el rostro y los cabellos de Evelyn. --Claro que confio en Jake pero el tiene ese trabajo cubriendo los eventos deportivos y continuamente esta fuera de casa, Denisse. --Yo puedo darle trabajo en esta revista. --No lo aceptara. Ya sabes que tiene su orgullo y no quiere que nadie crea que dejo a Josephine Lark y a Alfa Man porque tu le ofrecias una seguridad aqui. Por eso acepto ese trabajo de columnista deportivo. --Lo se, pero las cosas cambian cuando hay una criatura en camino. --No le vayas a decir nada, Denisse. --No lo hare, el solo vendra a pedir una columna en Infinity Woman, ya lo veras. Como cada vez que hablaba con Denisse, las cosas parecian ponerse espontaneamente en su lugar. Todo parecia sencillo con la suavidad y dulzura con la que ella ubicaba cada uno de sus tormentos y los espantaba como si tuviera una mano magica. --Tambien me pondre gorda, Denisse, y Jake por ahi viendo otras mujeres... Esta vez Denisse arqueo su cuello para exhalar su carcajada dejandola mezclarse con el aire. --Querida, a un hombre le enternece el vientre abultado de su mujer. Eres el cobijo de una vida en la que ellos colaboraron. Es la prueba de su virilidad y les encanta. No sufras por eso. Evelyn contuvo aquella pregunta que siempre le cosquilleaba en la garganta cuando se hablaba de aquellos temas...?y tu como lo sabes?"... Denisse no tenia hijos sin embargo siempre hablaba de la maternidad como si fuera un tema que le tocara de cerca. Por amor y respeto hacia ella jamas le habia preguntado porque no fue madre. --Pero nos estamos demorando demasiado con conjeturas y aun no sabemos si hay bebe o solo un retraso --anadio Denisse. --Evelyn, no puedo hacer esto por ti --dijo de forma risuena --ahi tienes el aseo. Saldremos de dudas en cinco minutos. --No tengo ganas de hacer pis ahora --respondio la muchacha. --No seas nina, Eve. --Es cierto, no tengo ni un poquito de ganas. --Bebete el te --Evelyn hizo caso omiso de la sugerencia --Evelyn, bebete el te --esta vez ya no fue una sugerencia. --De aqui no te vas a marchar sin que sepamos si estas embarazada. Si es preciso te hago beber un litro de agua. Vamos, bebe te. Evelyn tomo su taza con delicadez, la llevo a sus labios y apenas tomo un sorbito. Prolongaria aquel te hasta que fuera capaz de aceptar que, efectivamente, nadie podia hacerse una prueba de embarazo por ella y que era uno de aquellos tragos en la vida que hay que pasar. Los minutos fueron desgranandose hasta convertirse en un par de horas y varias tazas de te con hielo y azucar. Evelyn llevaba un rato cruzando las piernas con fuerza para reprimir el impulso de ir a orinar. Denisse la observaba desde su escritorio comentando las semillas de flor que iba a plantar en su jardin, lo estupendo que era Brandon como jardinero y el tiempo sofocante que se avecinaba en aquel mes de julio pero sin perder de vista que la muchacha estaba reprimiendo los deseos de ir al bano. Estaba dispuesta a permanecer en silencio y a darle el tiempo suficiente para que comprendiera que aquel temor era un absurdo. En algun momento se le ocurrio decir: --Estoy segura de que sabes que hacer pipi sobre ese cacharrito no duele en absoluto. Evelyn rio ante la gracia y casi se le escapa un puntito. --Esta bien, no puedo mas, me has hinchado a te y mi vejiga esta a punto de reventar --dijo cogiendo el test y marchandose al bano mientras Denisse reprimia una carcajada. Dos minutos despues Evelyn salio con el test en la mano. --?Has apuntado bien, querida? --Muy graciosa. --Ahora solo nos resta tener paciencia. Bonita palabra que deberias cultivar, Evelyn. Denisse cogio el test de la mano de Evelyn que lo sostenia como si fuera un instrumento peligroso, y lo puso en el centro de su escritorio. --Veamos. Imposible durante esos tres minutos mirar a otra parte que no fuera la tirita del test, imposible no pensar en lineas rosas como en ningun otro momento en la vida. Dos lineas y tu vida cambia para siempre... El cielo parecio ponerse de parte de la vida cuando rompio a llover en una delicada lluvia estival que comenzo a impactar contra la ventana produciendo un sonido que , en otro momentos, hubiera hipnotizado a la joven pero que en aquel instante le resultaba una tortura martilleando sus oidos. Ambas se levantaron a observar desde la enorme ventana del despacho de la senora White como el agua iba humedeciendo el asfalto de la ciudad. Unos segundos despues aparecieron dos lineas rosadas sobre el test de embarazo. --Enhorabuena, querida --dijo Denisse abrazandola --vas a ser mama. Capitulo 3 Sentada en la terraza de su jardin Josephine Lark tomaba un cafe arabico con leche deslactosada mientras contemplaba como el dia se iba despidiendo poco a poco dejando el cielo plagado de franjas anaranjadas que tejian un curioso tapiz con el fondo violeta del ocaso. ?Acaso pensaba alguien que ella no tenia corazon y alma para apreciar la belleza sencilla de la vida? Por supuesto que si, claro que la tenia, otra cosa era que debiera mantener su status de mujer hermosa, poderosa y duena de la revista mas vendida del condado... o al menos lo era hasta que Jake Connor decidio traicionarla. Puso sus labios sobre el borde de la taza de porcelana y dio un sorbo a su cafe. Dejo que el liquido pasara con suavidad por su garganta para degustar con lenta glotoneria las tres cucharadas de azucar que le habia anadido. ?No decian que a falta de amor, bueno es el azucar? ?O era el chocolate?… No tenia ni idea porque en los ultimos anos no habia perdido ni un segundo en pensar en el amor. En realidad aquel sentimiento se hizo evidente tras la marcha de Jake de su revista. Estiro su cuello y puso un mohin frunciendo los labios para subirlo a una de sus redes sociales. Despues de todo el amor no tenia nada que ver con la coqueteria... Y lo mas gracioso del asunto es que Jake habia dejado todo por aquella insulsa de Evelyn Parker, una ninata con menos gracia que un pato mareado, con aquellos andares de nina de primaria, torpe cuando iba entaconada, con la cara lavada y el cabello siempre suelto...?que le habria visto para ser capaz de dejar su columna en Alfa Man , columna que era seguida por toda la ciudad por sus criticas acidas hacia las relaciones sentimentales? El asunto incluso tenia su chiste. El cazador cazado y ademas por la mas torpe del baile. Habia que reconocer que la chica habia mejorado mucho tras convertirse en la protegida de Denisse White. Ahora al menos sabia combinar la ropa, y su cabello suelto se veia en una cascada brillante y ondulada. Conocia de sobra porque Denisse la habia acogido como si fuera una madre. Tambien hizo lo mismo con ella en sus comienzos cuando aun era una columnista de la revista Infinity Woman. La diferencia entre las dos era simple; Evelyn Parker si necesitaba una madre aunque fuera de postizo y ella no. Ella no necesitaba a nadie. No se hablaba con su propia familia que solo le habian dado pesares toda la vida. Dejo de tratarlos cuando empezaron a pedirle dinero que jamas le devolvian. Nunca se habia arrepentido de la decision de apartarlos de su vida. Volvio a mirar su movil. No pudo impedir el impulso de ver la foto del whatsapp de Jake. Por supuesto, como cualquier hombre enamorado habia puesto de foto de perfil una imagen de pareja donde las sonrisas de ambos eran dignas de un anuncio de revista. Volvio a mirarla a ella. Ni todos los cuidados de Denisse conseguirian que fuera una belleza tan llamativa como lo era ella misma.
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Lucharé por ti, amor[Freddy/Fred&Tu] Segunda temporada
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Miranda (Senoritas americanas 1) de Scarlett O'connor
https://gigalibros.com/miranda-senoritas-americanas-1.htmlPersonajes inolvidables. Romance como Scarlett nos tiene acostumbrados y un final que te dejara con ganas de saber mas de esta serie. Ansiosa por mas entregas de <
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Country Love – ERIKA MARC de Erika Marc
https://gigalibros.com/country-love-8211-erika-marc.htmlA los catorce anos y de forma fortuita, Marianne Phillips y Michael Keeps se conocieron en el rancho Phillips, ubicado en las inmediaciones de la ciudad de Bristol (la llamada <
>), en el estado de Tennessee.
La antigua rivalidad entre sus familias los obligo a separarse, pero diez anos despues, un evento desafortunado los hizo coincidir nuevamente. Lo que acontece en adelante les confirmara que el sentimiento que los unio nunca murio, sino que el tiempo lo fortalecio.
Sin embargo, en el presente nada sera sencillo.
?Podran vencer los obstaculos y, finalmente, lograran unir sus vidas?
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Descubre si Marianne y Michael lo conseguiran, siguiendo esta historia juvenil cargada de amor, musica country y country pop.
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Lola. Los errores existen de Eve Romu
https://gigalibros.com/lola-los-errores-existen.htmlTrabajar en una discoteca no es facil, todo tiene que estar listo, no puede faltar de nada... Vasos, bebida, canitas, limon, camareros, seguridad, DJ, musica, bailarinas y accion, mucha accion.
Mi vida era perfecta; llena de tiempo libre, las mejores amigas, una familia a la que adoro, un curro donde me lo pasaba de fiesta en fiesta... ?Que mas se puede pedir?
Pero un dia aparecio Samuel, mi quebradero de cabeza particular... Alto, moreno, guapo, con una mirada de escandalo, atrevido y desquiciante.
De esa manera y con el en escena, mis fines de semana se convirtieron en una competicion.
?Quien de los dos ganara?
Perdon, no me he presentado aun. Mi nombre es Lola, soy acuario, tengo 28 anos, morena y de ojos marrones, alta, extrovertida y algo cabezona.
Pero ahora te tengo que dejar, o mejor aun, ?te vienes a tomar algo a la discoteca de mayor exito de la zona? Si te animas me encontraras alli...
Las puertas de Suspiros quedan abiertas
!A Divertirse! -
Alex (Los hijos de monica amder 2) de Erina Alcala
https://gigalibros.com/alex-los-hijos-de-monica-amder-2.htmlLa madre de Alex Ponce siempre estuvo enamorada desde que tuvo 12 anos del padre de Alex, Nolan Wilson, su vecino del rancho de al lado, pero este, unos anos mayor que ella nunca se fijo en esa chica seria, timida pequena y callada que fue. A parte de tener novia desde el instituto, Pam, la chica rubia, animadora y guapa. Su madre, Monica Ponce, habia nacido en Malaga, Espana, de padre malagueno y madre americana, cuyo abuelo, el bisabuelo de Alex, tenia un rancho en Dubois, un pueblo del estado de Wyoming y cuando este murio, los padres de su madre tuvieron que irse desde Malaga a hacerse cargo del rancho. Y su abuelo lo hizo prospero. Sin embargo, la noche de la fiesta de graduacion del instituto, sus padres lo concibieron. Sin saberlo, su abuelo, el padre de su madre quiso que su madre Monica, estudiara en la universidad de Malaga y asi estar con sus abuelos paternos. Y alli nacio Alex, al que su madre le puso su apellido y nunca, ni su abuelo ni su padre supieron de el hasta que su madre, regreso al rancho seis anos despues. El era pequeno y recordaba poco, recordaba haber conocido a su padre en el rancho cuando volvieron de Espana, poco tiempo, pero tambien recordo que su padre iba a tener otra hija con su novia que se habia ido a California y habia vuelto embarazada, llevandose a su padre consigo. Sin embargo, la novia de su padre perdio a su hija en el parto. Pero se caso con ella, meses despues y el siguio con su madre que tuvo que hacerse cargo del rancho y ponerlo a punto al morir su abuelo. Recordaba como estuvieron los dos solos y como su madre trabajo e iba de un lado a otro hasta dejar el rancho precioso. Contrato a trabajadores y se enamoro del cocinero, un chico de Montana, West y al que quiso mas que a su propio padre que no fue a verlo nunca mas, salvo llamarlo por telefono y mandarle dinero mensualmente. No lo volvio a ver hasta los 17 anos. Sin embargo, si recordaba irse al rancho de al lado de pequeno y hasta los 17, con sus abuelos, los padres de su padre que lo querian mucho. Su padre nunca le puso el apellido y su madre no quiso que West, su marido, le pusiera el suyo, para no hacer dano a su verdadero padre Nolan, y paso a llamarse Alex Ponce, el apellido de su madre que siempre tuvo y no quiso cambiarlo. Su madre tuvo dos gemelos de su padre West, el que lo habia criado con amor y lo queria como su propio hijo, y a los gemelos les puso su segundo apellido para que todos sus hijos tuvieran el suyo, Ponce, asi sus hermanos a los que llevaba siete anos, West y John, se llamaban Amder Ponce. Cuando Alex acabo el instituto, tanto sus abuelos paternos como su madre, vendieron sus ranchos y se fueron a Nueva York. Su madre le dijo que iban a cumplir el sueno de su padre West. West era un tipo alto, mas que su padre, guapo y fuerte de ojos negros profundos como sus hermanos. Era de Montana y tenia un rancho, que su hermana mayor, le hizo vender cuando murio su padre. Y aun conservaba la mitad del dinero de su rancho, pero al ver el anuncio de su madre buscando cocinero anos atras, fue a Dubois y nunca se arrepintio. Anos atras habia estado cuatro anos en Nueva York haciendo un curso extenso de chef, pero dejo su sueno de montar un restaurante por su madre. Se enamoro perdidamente de ella y nunca habia visto una pareja que se amara mas que sus padres. Siempre se lo decia a su madre, que queria un amor como el de ellos y una mujer como su madre, que se amaban tanto. El no veia que discutieran sino por tonterias y su padre cogia a su madre en alto y se le quitaba el enfado, y siempre estaba cogiendola y besandola y ella a su padre igual. Siendo el pequeno, participaba en esos juegos. En la adolescencia, le parecian pesados, pero despues eran una envidia para todo el mundo. Eran su media naranja, el amor de su vida cada uno. Cuando se fueron a Nueva York, compraron un apartamento enorme y precioso y sus padres montaron una cafeteria justo en el bajo del apartamento. El edificio tenia gimnasio y piscina. Y su madre siempre era la madre generosa que no queria que no le faltara nada a sus hijos, y su padre era mas recto y lo respetaban y querian y West, se emocionaba a veces, sin disimular nada. Justo el ano que se cambiaron a Nueva York, Alex recibio una beca para estudiar en Harvard, habia solicitado Derecho y alli, conocio a su mejor amigo, de Wyoming, de Cheyenne, la capital y durante los seis anos que permanecieron en la universidad, fueron los mejores amigos. Iban juntos a todos lados, estudiaban, salian con chicas. Mas un tonteo que otra cosa los primeros anos, pero el cuarto ano de universidad, Alex creyo enamorarse de una chica que en una de las fiestas que hicieron, chocaron y ella le echo su refresco encima. Tenia 21 anos y cuando miro la cara de esa chica asustada y preciosa, supo que habia tenido la mayor suerte del mundo. --!Ay Dios! Lo siento, siento haberte echado... --No pasa nada, ha sido un accidente --Dijo el casi encantado. -- Lo siento de verdad --Dijo de nuevo la chica. --Te lo perdono si vienes a que me cambie. --?A tu habitacion? --No te voy a comer. --?Que estudias? --Derecho ?y Tu? --Le pregunto Alex. --Yo tambien. --?Que ano? --Cuarto. --Yo tercero --Dijo ella. --Pero no eres de aqui por el acento, digo... --No, soy espanola, de Malaga. Marbella en concreto. --?En serio? --Si, ?Por que? --Yo naci alli, mi abuelo tambien lo era y mi madre, pero me viene a los casi seis anos a Wyoming a nuestro rancho, ahora vivimos en Nueva York --Le contaba mientras caminaban hacia su dormitorio. --!Que casualidad! Yo soy de Marbella y mis padres quisieron que estudiara en esta universidad. --?Tienes beca? --No, ?Tu si? --Si --Dijo Alex. --!Que suerte! --?Como te llamas? --Sofia ?Y tu? --Alex encantado, ya llegamos y me cambio. --Vale. Y lo acompano a traves del campus y se metio en el bano y se cambio. --Bueno, ya esta. ?Volvemos a la fiesta? --Si. --?A que se dedican tus padres? --Mi padre es medico y mi madre tambien. --?Son ricos? --No demasiado, solo que ganan bien y mis abuelos me dan algo para la universidad. --?Tienes mas hermanos? --Si, tengo uno mayor. Julio. Es policia en Malaga, pero ya es independiente. --?Que edad tienes? --20, pronto cumplire 21 en marzo. --Yo 21. Y cumplire en unos meses 22. Nunca te he visto por aqui --Siempre estoy en la habitacion o en la biblioteca. Tengo que estudiar, no puedo dejar que mis padres se sacrifiquen y no aprobar los examenes. A partir de esa noche, Alex, un chico de 1,85, de ojos verdes, pelo oscuro y cuerpo formandose, se creyo enamorado de Sofia, pequena como su madre, si pasaba de 1,60, con unos ojos castanos claros y un pelo castano por media espalda que era su debilidad, tenia un cuerpo precioso. Y cada vez que tenian un rato libre estaban juntos. Eran inseparables, asi como su amigo Jim de Wyoming que se echo otra novia Karen de Nueva York. Iban los cuatro a la biblioteca, a comer y cenar y salian por Cambridge. Y dos meses despues de conocerse, hicieron el amor en un hotel de Cambridge un fin de semana que se quedaron solos. El, ya se habia acostado con algunas chicas en tonteos los anos anteriores. Pero para Sofia era su primera vez y fue muy especial para los dos. Fue intenso y estaban enamorados como adolescentes. El adoraba a esa chica buena que lo adoraba a el. No habia otra. No se lo quiso contar a sus padres hasta que esa relacion tuviera mas tiempo, y ademas no queria preocuparlos y que pensaran que no estudiaba y estudiaba mas con ella. Alex era muy carinoso, y lo que aprendio de su padre West, lo ponia en practica, la cogia al vuelo, la besaba siempre, la tocaba y era su pequena espanola. Asi estuvieron un ano y medio, saliendo. Y cuando Alex empezo el master, justo a la mitad del primer ano de los dos que hizo de master, y cuando Sofia, terminaba la carrera, los padres de Sofia murieron en un accidente de coche y tuvo que volver a Espana para no volver mas. Y aquello fue muy duro para ambos que estaban tan enamorados. Alex recordaba como lloraban el dia que ella tomo el tren para irse al aeropuerto de Nueva York. Era el fin de todo. Alex se hundio en los libros y su amigo Jim, hacia lo que podia porque sabia lo enamorado que estaba de ella. Hablaban por Skype, pero sabia que eso no llevaba a ningun lado y ella no queria sufrir mas de que ya sufria por la muerte de sus padres, y dejo de hablar con el. Le dijo que se buscara otra chica y la olvidara. Alex termino su master, pero nunca olvido a Sofia, estuvo dos anos en casa de sus padres y lo llamaron para trabajar en un bufete, y a los 26 anos, se independizo, tenia trabajo, un apartamento situado en la misma avenida que vivian sus dos padres, y que le pagaron y decoraron entre ambos padres, y ademas tenia dinero. Sus abuelos cuando vendieron el rancho le habian dado un millon de dolares que su madre junto con lo que le habia ido dando su padre Nolan a lo largo de los anos, recibio. Y su cuenta fue aumentando con los dos anos que vivio en casa de sus padres y que no quisieron cobrarle nada. Vivia feliz, tenia todo, chicas no le faltaban y a veces veia a su amigo Jim que se mudo a Nueva York y seguia con Karen y cuando los veia juntos, se acordaba de Sofia, pero eso ya no podria ser. Sin embargo, ninguna chica fue como Sofia en esos anos. Sofia por su parte, al ano siguiente y con uno de retraso, tuvo que repetir curso en Malaga, el ultimo de Derecho, en cambio el master duraba un ano alli, asi que cuando acabo tenia 24 anos y vivia con sus abuelos. No habia olvidado a Alex y nunca mas salio con otros chicos. Queria ir a Nueva York, pero ?Como encontrarlo?, quiza tuviera novia, quiza... Pero iria. Asi que una noche cuando habia acabado su master quiso irse a Nueva York y asi se lo dijo a sus abuelos que, acongojados, no querian perder a su nieta. Su hermano en cambio le dijo que si ese era su deseo, se fuera y probara, si no, que volviera. Era su vida. --Pero abuelo, esta mi hermano Julio, he hablado y con el y con Manuela. --?Y que te ha dicho tu hermano y tu cunada? --Que haga mi vida. Hemos repartido el dinero y vendido la casa de mis padres. --?Y cuanto tienes hija? --Despues de pagar el master, casi 500.000 euros, seran mas en dolares, alquilare un apartamento en Manhattan. Donde vivia Alex con la intencion de verlo. Esa era la unica intencion, encontrar trabajo tambien, pero verlo...
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La promesa de Pisa de Juan J. Prieto , Mano Bouzamour
https://gigalibros.com/la-promesa-de-pisa.htmlSam Zafar, hijo de inmigrantes analfabetas y fieles seguidores del Islam, le hizo una promesa a su hermano en Pisa: no equivocarse como el lo hizo, no terminar en la carcel.
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Los jardines del presidente de Muhsin Al-ramli
https://gigalibros.com/los-jardines-del-presidente.htmlEn las cajas se encuentra la cabeza de Ibrahim, un hombre al que todo el mundo apreciaba por su bondad y discrecion, y por su particular filosofia de saber afrontar las tragedias aceptando su destino. Habia nacido y se habia criado en un remoto pueblo del norte de Irak, junto a sus eternos amigos de la infancia: Tarek, de vida acomodada y al que siempre la vida sonrio; y Abdula, huerfano y depresivo, a quien llaman Kafka por su manera de pensar y por haber devorado las obras de aquel autor. Los <
>, como eran conocidos, habian vivido juntos alegrias, esperanzas, amores…, tambien guerras y las arbitrariedades del poder. -
!Tu Ganas! de Noni Garcia
https://gigalibros.com/tu-ganas.html?Crees que en el amor todo es ganar?
Cayetano era un hombre feliz que adoraba la vida que llevaba. Le encantaba su trabajo como escritor de novela negra, sus congresos, sus juergas, sus amantes... Y, por supuesto, no creia en el amor. Como todo escritor, sabia que los libros eran pura ficcion --o, al menos, eso creia--, y lo que menos imaginaba era que la persona a la que mas mania le tenia volveria su mundo del reves.
Blanca siempre habia llevado una vida discreta, centrada en su trabajo como correctora, en los pocos amigos que tenia y en la escasa familia que le quedaba --o eso pensaba ella--. Con eso tenia mas que suficiente para sobrellevar al insoportable de Cayetano. El problema era que estaba enamorada hasta las trancas de ese bastardo. Lo odiaba de cara a la galeria, pero, incluso antes de conocerlo en persona, sentia algo que la llamaba y atraia.
Una rivalidad con una autora muy escurridiza creara una serie de situaciones en las que Blanca y Cayetano se veran envueltos. Las circunstancias, la vida y un cumulo de casualidades --o no-- haran que tanto el perfecto mundo de Cayetano como el discreto y secreto mundo de Blanca se desmoronen, que el amor nazca donde uno nunca pensaria que floreceria y que, tras indecisiones, dudas y malentendidos, el karma los compense con una gran historia de amor. -
Always lo mejor de mi de Beatriz Saiz
https://gigalibros.com/always-lo-mejor-de-mi.htmlRebeca Donovan es una excelente doctora que va a casarse con el hombre de sus suenos y que tiene una vida absolutamente perfecta... ?o no?
Ethan Hawks es uno de los mejores DJ del mundo, al que le gusta su vida tal y como esta y que, no solo no cree en el amor, sino que tampoco quiere ningun tipo de compromiso.
Las vidas de Ethan y Rebeca se cruzan por culpa del destino, aunque ellos no crean en esas cosas, y entonces todo cambia... ?para bien?
Si crees tanto en el destino como en el amor, no debes de perderte esta preciosa historia que te removera por dentro. Y es que: "A veces hace falta un ramalazo de locura para construir un destino." Marguerite Yourcenar. -
Coincidencias de Luis Goytisolo
https://gigalibros.com/coincidencias.html?Es Coincidencias propiamente una novela? Lo es, pese a que en un principio a mas de un lector pueda parecerle algo atipica. Hasta que, estimulado por los golpes divertidos, desopilantes, del relato, la acepte sin problemas como tal. Y no ya porque cumple con todos los rasgos que caracterizan al genero, sino porque la aparente dispersion inicial propia de una narracion colectiva termina por configurarse en un todo estructurado y coherente.
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Hasta luego cocodrilo de Soledad Mora de
https://gigalibros.com/hasta-luego-cocodrilo-de-soledad-mora.htmlGracias, Lito --digo, rebuscando nerviosa las gafas de sol en el bolso--. Estare de vuelta en media hora. Me encanta ese momento, lo disfruto al maximo. Es de lo mejorcito que me da la vida… Y eso que no es que la vida me trate mal precisamente. Durante esos segundos en los que espero sentada, impasible y muy digna, a que el chofer me abra la puerta para poder salir, me siento como si fuera la protagonista de Sexo en Nueva York. La gente que pasa por la acera me mira descaradamente y sin ningun tipo de disimulo se detienen dandose codazos, me senalan y comentan entre ellos quien puede ser <
> que va a salir del espectacular Mercedes negro. A veces he oido los comentarios que hacen y no solo no me molestan en absoluto, sino que, muy al contrario, disfruto con ellos; digan lo que digan, se que son pura envidia… !Anda y que los zurzan! Que mas quisieran ellos que estar en mi lugar. Matarian. Cuando pongo un pie en la calle y empiezo a salir del coche, oigo bocinazos e insultos por parte de los que van detras y a los que parece que hemos cortado sin miramientos al parar, pero yo, continuando en mi rol de diva, los miro con desprecio y cruzo la calle fingiendo ignorarlos. Sin embargo, no siempre ha sido asi. Recuerdo sin ninguna nostalgia mis anos de recien casada. Entonces yo no tenia ninguna experiencia en el mundo en el que ahora me desenvuelvo como pez en el agua y odiaba con todas mis fuerzas algunas situaciones estresantes, en las que me sentia insegura, estupida e inutil. Y la salida del coche era una de ellas. Alli sentada, esperando sin poder hacer nada, siempre intentaba abrir la puerta del coche por mi misma, algo que rara vez conseguia, porque el chofer, siguiendo ordenes estrictas de mi marido, siempre era mas rapido que yo, con lo cual todo quedaba en un absurdo forcejeo. Una lucha contra la puerta: yo, desde dentro, empujaba con todas mis fuerzas para salir lo antes posible y acabar con el numerito y el, desde fuera, hacia presion hacia mi, para que no me atropellara nadie, supongo, y la soltaba de repente, cuando veia que yo ya podia salir sin arriesgarme a un accidente. Lo cual era mucho peor, por el show que acababamos por montar… Alguna vez, incluso habia estado a punto de caerme, al abrirse mas rapido de lo que yo esperaba y quedarme medio colgada y haciendo equilibrios y aspavientos para evitar aterrizar en plena calzada, ante las risas y burlas de los que nos miraban; y eso era exactamente a lo que yo tenia panico y lo que en aquellos momentos queria evitar a toda costa. No deseaba llamar la atencion. Que verguenza pasaba… Ademas, mi marido odiaba que me precipitase de esta manera al exterior y, cuando lo hacia, me solia renir: < >, me decia con bastante mala uva, a lo que yo solia contestarle con frases como < >. Ante esa reaccion mia, el solia anadir, mirandome despectivamente mientras negaba con la cabeza: < >. Sin embargo, ahora ya he aprendido, soy una buena alumna y la verdad es que no he tenido que esforzarme demasiado… ?Queda aun algo de la antigua Gloria? Por suerte poca cosa --ya casi ni me acuerdo--. No quiero recordar aquella adolescencia cutre en Andorra, creo que la he borrado de mi mente. Antes de conocer a Javier, todo era trabajo, privaciones y malos rollos, siempre ayudando a mis padres en el hotelito que teniamos arrendado como negocio. Lo llamabamos < > entre nosotros, con aires de grandeza, pero aquello era a todas luces una pension pura y dura; a lo sumo, se la hubiera podido calificar de residencia. Hotelito, jamas. Nuestra clientela solian ser estudiantes durante la temporada de esqui y los viajes de fin de curso. Fue asi como conoci al que hoy es mi marido. Alli trabajabamos toda la familia; no nos quedaba otro remedio, eso nos daba de comer y era impensable rebelarse o plantear otra opcion. Mis padres no se andaban con monsergas, ya nos iban bastante mal las cosas como para que las hijas les salieramos respondonas. <>, nos decia mi madre cuando le pediamos un poco de tiempo libre. Siempre habia trabajo, no se acababa nunca, pero no porque estuvieramos desbordados por los muchos clientes, que mas habriamos querido: el problema era que entre cuatro lo haciamos todo. No habia dinero para emplear a nadie que nos ayudara. Mis padres en la recepcion y en la cocina, y mi hermana Meritxell y yo haciendo camas, limpiando, ayudando a servir comidas… Lo que hiciera falta. La verdad es que lo recuerdo como una autentica pesadilla, horrible y frustrante. Yo veia con envidia y rabia a aquellas pijas que venian a esquiar, casi todas rubias y con largas y lisas melenas, que me miraban por encima del hombro, a las que tenia que servir. Se pasaban el dia esquiando y las noches de juerga, mientras yo estaba esclavizada sin poder salir. Las odiaba con todas mis fuerzas, pero al final la que se llevo el premio fui yo. Consegui a Javier, el mas solicitado, el partidazo, y encima guapisimo. Ahora soy la senora Arnau y pertenezco por matrimonio a una de las familias mas poderosas de Barcelona, una de las familias < >, como le gusta decir a mi marido, que ha triplicado el fortunon heredado de sus padres. Unos padres que, por suerte para mi, ya estan muertos, pues nos odiabamos mutuamente, ya que jamas aceptaron que su nino se casara con una < >, lo mas light que me llamaron. Y lo se porque el mismo Javier me lo contaba, con bastante mala baba, por cierto. No se si se caso conmigo porque estaba enamorado de mi o para fastidiar a sus padres, para darles en las narices con < >, otro de los carinosos apelativos con que mis suegros me obsequiaban. Murieron a los dos anos de estar nosotros casados, en un accidente de coche, precisamente en Andorra, casualidades de la vida, y fueron mis padres, a los que siempre habian despreciado, los que tuvieron que encargarse de los primeros tramites hasta que llegamos nosotros. Cosas de la vida. Javier hizo muchisimo dinero invirtiendo en electronica --!mas de cien tiendas en toda Espana!--. Macroespacios donde encontrabas de todo: las ultimas novedades, lo mas sofisticado, en fin, cualquier cosa que buscases, un nuevo concepto que resulto revolucionario. Un exito en ventas, y las abrio en un momento inmejorable. Ese patrimonio, unido a los millones que heredo de sus padres, pues encima es hijo unico, lo convirtieron en uno de los hombres mas ricos de Barcelona. Y es que las cosas son como son y hay que llamarlas por su nombre: gracias a eso, yo puedo llevar la vida que llevo y el, hay que reconocerlo, me consiente todos los caprichos. < >, me dice siempre y yo lo aprovecho a tope. Nada mas faltaria que no lo hiciera. Seria de tontos… Esa es la vida con la que siempre habia sonado y que no dejare escapar por nada del mundo. Me ha costado demasiado llegar hasta aqui. -
Balon dividido de Juan Villoro
https://gigalibros.com/balon-dividido.htmlSin apartarse del principio conductor de Dios es redondo –el futbol es la recuperacion de la infancia–, los retratos y las cronicas de Balon dividido abarcan a las figuras recientes del balompie actual –Pique, Messi, Pep Guardiola, Cristiano Ronaldo, los hermanos Boateng- y, entre extraordinarias conexiones con la literatura, la historia y la psicologia, como Juan Villoro nos ha acostumbrado, calienta el ambiente para los numerosos y encendidos debates que el futbol siempre concede, sobre todo en anos mundialistas. – De que manera las dificultades entre idiomas condujeron a la invencion de las tarjetas con que los arbitros dictan sentencia? – Puede un balon tardar meses en llegar a su destino? – Por que los hungaros tienen un sentido mas filosofico de la derrota que los mexicanos? – Cual es la funcion secreta de cada uno de los cuatro silbantes en un partido? – Como intervino Javier Aguirre en la mediocre actuacion del Tri en Sudafrica 2010? – Es posible que dos jugadores en epocas distintas anoten del mismo modo el mejor gol de todos los tiempos? – Juegan futbol los muertos? Balon dividido es una divertida guia critica para autenticos apasionados
del arte de las patadas.
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Tiempos dificiles (Scarlet Falls 1) de Melinda Leigh
https://gigalibros.com/tiempos-dificiles-scarlet-falls-1.html -
Hasta que el mundo vuelva a creer en la magia (Sin Mar 4) de Cherry Chic
https://gigalibros.com/hasta-que-el-mundo-vuelva-a-creer-en-la-magia-sin-mar-4.htmlAmelia ha tenido muchos deseos a lo largo de su vida. Algunos se han cumplido y otros no, pero solo uno le agujerea el cuerpo despertando su anhelo desde que tiene memoria: descubrir que la magia existe. Una tonteria, si tenemos en cuenta que tiene treinta y un anos y su trabajo consiste en tratar cada dia con personas que, por diversas razones, lo pasan mal en la vida. Pero cuando se tumba en el cesped de su casa, observando las nubes entre briznas de hierba, no puede evitar pensar que pasaria si un dia su sueno se hiciera realidad. A lo mejor, con un poquito de suerte, podria encontrar a alguien que estuviese tan dispuesto como ella a buscar y encontrar la magia que tanto ansia. Quiza todavia no es tarde para perder la esperanza...
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Aunque me haya ido de Mary Elise Albar
https://gigalibros.com/aunque-me-haya-ido.htmlLa vida de Lillian nunca fue facil. Las decisiones que tomo a lo largo de su vida la hicieron enfrentar consecuencias impensables para la mayoria de personas.
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Las cenizas del exito de Maxi Campo
https://gigalibros.com/las-cenizas-del-exito.htmlNadie imagina hasta donde es capaz de llegar el ser humano en la busqueda de opciones para sobrevivir.
Mario es un ejemplo, la vida le cambio de pronto y perdio el rumbo.
Tambien lo es Anna. O John.
Formas poco habituales de ganarse la vida. Formas poco habituales de morir.
Donde la ley siempre va por detras de la trampa.
Donde la trampa es la verdadera eleccion.
Linda sabe que, en el contexto que le toca vivir, lo moral y lo digno depende de cada cual. Y cada cual es libre de equivocarse. Para eso se hizo policia. -
Traicion. Un Secreto Peligroso de Mary Martin
https://gigalibros.com/traicion-un-secreto-peligroso.htmlDespues de un doloroso trayecto
nuevamente la vida junta a los
enamorados, lo que hace que
compartan un cruel destino. -
No, mama, no de Verity Bargate
https://gigalibros.com/no-mama-no.htmlLo que mas me impresiono cuando me dieron a mi segundo hijo y lo cogi en brazos fue la total ausencia de sentimientos. Ni amor. Ni colera. Nada. Contemple las hinchadas facciones amoratadas, las manos achatadas, el escroto que le colgaba casi hasta los tobillos, y senti tan poco placer y afecto como si hubieran envuelto por equivocacion la placenta en una manta y me la hubieran puesto entre los brazos. La verdad, al principio pense que eso era lo que habian hecho. Luego nunca pude saber con certeza si se lo habia devuelto bruscamente pasandoselo por encima de mis piernas al doctor que me estaba cosiendo o si lo habia imaginado. El caso es que se lo llevaron. Una enfermera se acerco entonces a lavarme. Primero el pubis, luego la cara, con el mismo pano, que apenas enjuago entre una y otra operacion. Despues el te. Tibio y derramado sobre el plato. Me desagrada el te. No me permitieron fumar un cigarrillo… <
> Mi marido, David, testigo indiferente de estas humillaciones, seguia llorando porque el nino no habia sido una nina. Alegue cansancio y le sugeri que se marchara, cosa que hizo con fingida reticencia. Tanto disimulo, ya tan pronto. De vuelta en la habitacion, encendi por fin un cigarrillo. Tenia el sabor dulzon que tienen a veces despues de hacer el amor. Cerre los ojos e intente imaginar un cuadrado negro sobre un cielo negro, cualquier cosa con tal de apartar el recuerdo de esa berenjena mas bien pasada que me habian arrojado a los brazos en nombre de la maternidad. Creo que me adormeci, pues de pronto oi: < >, y lo conectaron a mi pecho docil con una precipitacion que parecia innecesaria. Tardo una eternidad, agitando el hocico como un cerdo hozando en busca de trufas. Senti asco y no me avergonce, aunque cogi un libro para intentar distraer mis pensamientos de los jadeos y tirones y movimientos de succion en curso. Regreso la enfermera y me quito el libro con un energico < >. Si puedo, grite mudamente; tendre que hacerlas los proximos meses. Mas tarde, a la hora de visita, volvio David con los ojos todavia un poco llorosos. Le envidie el lujo de sentir algo, aunque sospeche que su sufrimiento respondia sobre todo a que habiamos leido en alguna parte que si se hace mucho el amor hay mas probabilidades de tener una nina; cuanto mas se folla, mas debil es la eyaculacion, y las hembras, mas fuertes que los machos, tienen mayores posibilidades de llegar primero hasta el ovulo y fecundarlo. En otras palabras, su pena parecia tener un fundamento bastante machista. Creo que fue entonces cuando nuestra incapacidad de comunicarnos se hizo irreversible. Nuestro dolor era tan distinto, los motivos tan divergentes; el mio todavia no articulado, el suyo ya casi superado. Transcurrieron algunos dias. No se muy bien como, pero pasaron. Mientras estaba despierta leia todo el tiempo -cualquier cosa con tal de no pensar- y pasaba muchos ratos sentada en la banera. Eran los unicos momentos en que no me parecia estar sentada sobre una alambrada de puas. Pero por fin me quitaron los puntos y ya casi habia llegado el momento de volver a casa. Aparte de leer y de contemplar imaginarios cuadrados negros habia un pensamiento que no lograba impedir por mas que lo intentara. Mi madre le conto a una solterona amiga suya que parirme a mi habia sido un viaje a las puertas del Infierno. La amiga, que habia dejado de ser solterona, me comunico la informacion en el funeral de mi madre mientras los demas comian sandwiches de pepino cortado en rodajas casi transparentes y bebian te en tazas de porcelana fina decorada con hojas de hiedra. Yo estaba en el dormitorio de mi madre y recorria con el dedo el polvo que cubria su espejo mientras me preguntaba como era posible que todas esas personas reunidas ahi abajo tuvieran tantas ganas de charlar, y entonces ella vino a buscarme. Por el tono en que me hablo, se diria que me estaba transmitiendo mi legado. Y en cierto modo asi era. Creo que fue la unica persona que nombro a mi madre en todo aquel largo, caluroso dia de agosto. Y el pensamiento que no lograba apartar de mi cabeza todos esos dias en el hospital era que el parto en si no habia sido en absoluto un viaje a las puertas del Infierno; ese viaje solo empezaba ahora. La manana del dia en que debiamos volver a casa, pedi hablar con la enfermera o con un medico. La enfermera de guardia me dijo que estaban ocupados, pero yo sali del pabellon, que olia a eter y fenol, a flores muertas y leche agria, y entre en el despacho, que olia a sudor rancio y cigarrillos, a ceniceros sucios y suficiencia. Estaban tomando cafe. Volvieron hacia mi sus caras escandalizadas al ver que habia infringido las normas entrando en el sanctasanctorum sin tan siquiera llamar a la puerta. Empece a balbucear que iban a mandarme a casa con un crio a quien no queria y que no podia hacerme responsable de mis actos y que vivia en un piso alto y que que ocurriria si tiraba el crio por la ventana porque no lo queria, no lo queria, no lo queria. La expresion de horror desaparecio de sus caras; se encontraban nuevamente en terreno conocido. Oi como la enfermera le recordaba a la doctora quien era yo, una vez que la enfermera de guardia se lo hubo recordado a ella. La oi exclamar que esta madre era tan buena madre que habia dado de mamar al nino e incluso se sacaba la leche sobrante para donarla a la unidad de prematuros y pense que quiza las ascendian si superaban la media nacional y conseguian tener mas de un determinado porcentaje de madres que amamantaban a sus hijos. Yo era un dato estadistico que podia serle util en su carrera. Entonces grite que cada vez que le daba el pecho al nino me entraban ganas de vomitar; que me daba asco; que me sentia como una vaca o una maquina ordenadora. La doctora me pregunto si era actriz o modelo y comprendi que pensaba que era una puta. Me dio palmaditas en el brazo, carraspeo y pronuncio su veredicto. Dijo que no debia preocuparme porque yo sabia lo que sentia y con eso ya tenia ganada la mitad de la batalla y que aguardara unos instantes y todo se arreglaria porque iba a darme unas pastillas estupendas que me harian sentir mejor y que pensara que podria haber sido mucho peor si me hubiera ido a casa pensando que no ocurria nada. En otras palabras, que era una mujer afortunada. David habia llegado en medio de este insignificante incidente pero yo no me habia dado cuenta. Cuando la doctora se alejaba taconeando en busca de mi ficha para recetarme los antidepresivos, le grite: -Y al bebe le lagrimea el ojo, ?podria recetarme tambien algo para el? Por favor. Fue como si hubiera conjurado a la Santisima Trinidad; la doctora se detuvo en mitad de la escalera y se volvio a mirarme con expresion de total felicidad. -?Lo ve? -chillo-, ?lo ve? Tiene que querer a su hija, si no, no se habria fijado en el ojo. -No es una nina, no es una nina, es un nino. -Y me eche a llorar de verdad; empezaba a sentir algo y eso era justo lo que no queria que ocurriera. Hasta ese momento no sabia con certeza por que habia irrumpido de ese modo en el despacho. Pensaba que quiza solo queria romper la indiferencia de esa gente, porque desde luego no se me habria ocurrido pedirles ayuda. Pero entonces comprendi que lo que queria era romper mi propia indiferencia, solo para averiguar si era posible, pero dejando a pesar de todo todas las opciones abiertas, para que, si me aventuraba demasiado, siempre me quedara la posibilidad de echarme atras. Y ahora ya era demasiado tarde, ahora sufria de verdad, pero tambien estaba furiosa porque esa mujer a quien tanto detestaba lo habia desencadenado todo. Ella habia llamado nina al nino y por su culpa yo ya no podia continuar fingiendo que los bebes tenian un solo sexo, ya no podia seguir negando la causa de mi angustia. David se acerco mientras miraba el reloj y dijo: -Por el amor de Dios, no armes tanto alboroto. Nunca saldremos de aqui y tengo que entrevistar a Fenella Fielding dentro de media hora. Y entonces empece a reir y a llorar al mismo tiempo y me trajeron rapidamente las pastillas y el unguento porque algunas otras pacientes habian salido del pabellon a ver que estaba pasando y ese era el peor pecado que yo podia cometer. Estaba alterando el orden establecido y dando un espectaculo. El taxi, el crio y los medicamentos llegaron al mismo tiempo y me sacaron del recinto con escasas ceremonias y un gran alivio. En el taxi intente recuperar mi insensibilidad, lo que no fue demasiado dificil con David disculpandose con enorme irritacion y el crio chillando. Cuando llegamos a la puerta, David dijo que me veria mas tarde y que Mary traeria a Matthew a las dos y que el regresaria tan pronto como pudiera y adios carino y levanta la barbilla y arriba esos animos y te vere luego. Baje del taxi y me quede en la acera con el crio y una maleta y una bolsa. Tenia que subir ochenta y tres escalones y pense que mas me valia empezar cuanto antes. El taxi no se movio. Entonces oi que el taxista decia: -?Piensa ayudarla, amigo, o tendre que hacerlo yo? Y David bajo del taxi y subio corriendo las escaleras con la maleta y la bolsa. Y yo me volvi y sonrei, dandole las gracias al taxista, que me saludo levantando el pulgar y me solto un <>. Me cruce con David en la escalera. No nos dijimos nada. II Cuando llego Mary con Matthew, me alegre sinceramente de verlo. Solo lo habia visto dos veces en el hospital porque Mary vivia en la otra punta de Londres y tenia dos hijos propios que cuidar. Estaba enfadado conmigo por haberlo abandonado y al principio no quiso hablarme ni acercarse a mi. Contemple su vulnerable espalda de nino de veinte meses mientras el buscaba sus cochecitos, ignorandome deliberadamente. Arrastro una silla hasta la ventana, se encaramo encima y alineo los cochecitos sobre el alfeizar, con fuertes ruidos de emergencia: coches de bomberos, ambulancias y coches patrulla. Era uno de sus juegos preferidos y uno en el que solia pedir mi participacion; pero no ese dia. Mary habia hecho cafe y nos permitimos una breve chachara superficial. Eso me entristecio; antes habiamos sido amigas intimas. Los maridos y los crios y la distancia fisica habian cambiado las cosas y ahora nuestros puntos de referencia eran tan distintos que pense que ya nunca recuperariamos la antigua intimidad. Los repentinos berridos furiosos, en la habitacion de al lado, me recordaron que tenia otro hijo. Por unos diez minutos habia olvidado por completo la existencia de… Orlando, y al diablo con David. Mary fue a buscarlo y me lo trajo, haciendole mimos y carantonas. Casi se interrumpio en mitad de un berrido; nunca habia oido esos tontos ruiditos que se les hacen a los bebes. A lo mejor imagine la expresion de sorpresa, quiza le estoy atribuyendo reacciones a una edad un poco demasiado tierna, pero desde luego respondio a los mimos de Mary. Terminadas todas las operaciones necesarias para desnudar mi pecho izquierdo -los botones de la chaqueta, la cremallera del vestido y Dios sabe que del artefacto Heath Robinson llamado sosten maternal-, empece a alimentar al desconocido huerfanito. Esto tuvo un efecto instantaneo sobre Matthew. Derribo todos los cochecitos del alfeizar, bajo de un salto de la silla, corrio hacia mi y aparto a Orlando de mi pecho, diciendo: -No, no, no, no, no, no, no, no… Luego me echo los brazos al cuello y lloro y lloro y lloro como si fuera a rompersele el corazon. Sorprendida y desconcertada, solo atine a estrecharlo con fuerza. Tampoco era una nina, pero no habia sido mi ultima oportunidad; significaba algo especial a mi pesar. Mientras Matthew se calmaba, consulte el libro del doctor Spock 1 , que tenia siempre a mano, por la letra C, de celos, subapartado < >. No aclare gran cosa. Spock se referia constantemente al nino mayor como < >; el nuevo bebe era < >. Comprendia la logica de esos terminos que facilitaban mucho la lectura, evitando confusiones, pero aquel dia, para esta madre, eso significo otra pequena muerte. Ademas, Orlando empezaba a ponerse frenetico, no tenia tiempo de leer que debia hacer, solo podia actuar. Le hable a Matthew, le explique lo que estaba haciendo y por que, mientras pedia ayuda a Dios, cuyo consultorio a todas luces estaba cerrado por vacaciones. No hubo respuesta. Matthew se echo a llorar de nuevo. Idea luminosa: -Muy bien, Matty, tu tambien puedes probarlo, tambien te he tenido asi en mis brazos, tu tambien tomabas leche de mi teta. Pruebalo, tomala si quieres, Matty. Silencio en mitad de un sollozo. Unos ojos muy grandes miran alternativamente mi cara y el pezon. Leve vacilacion y despues la boca se abre, se acerca, se acerca, ya lo tiene. Una chupada poco convencida, luego una expresion de total repulsion, escupe, arruga la nariz y -milagro- las manitas de Matthew orientan la cabeza de Orlando, que mueve freneticamente la boca como un cuclillo hambriento, ya esta de vuelta en la base. Silencio de Matthew, asombrado silencio de Matthew, y un silencio un poco mas ruidoso de Orlando. Mary y yo nos miramos, y en ese momento de mutuo alivio reaparecio brevemente nuestra antigua complicidad. -Brillante -dijo ella-, has estado brillante. -Suerte -replique-, solo ha sido suerte. Continuamos charlando, pausada, nostalgicamente, mientras ella preparaba algo de comer para Matthew y yo amamantaba y despues lavaba y cambiaba a Orlando y lo dejaba en el moises. Matthew se negaba a separarse de su hermano, lo seguia de un lado a otro, agarrandose a la parte que estuviera a su alcance, y Mary tuvo que perseguirlo con el plato y la cuchara, para ir dandole de comer como y cuando podia. Por fin, Matthew cayo dormido junto a Orlando, agarrado a su pie, estableciendo de manera definitiva la estrecha relacion que han tenido desde aquel dia. Mary, la paciente, atenta Mary, finalmente se marcho para relevar a su marido en la tarea de cuidar a sus dos chicos. Recuerdo que cuando se fue tenia unas ganas terribles de decirle: < >. Pero naturalmente no se lo dije y se marcho con la imagen emotiva y totalmente irreal de una radiante maternidad de categoria superior. Cuando se hubo ido me sente y contemple a mis dos criaturas y adverti que estaba llorando de nuevo, pero esta vez sin lagrimas. Me meti en el bano y, desde el lado de la banera, alargue la mano para coger la maletita de carton que tenia en el estante de arriba. Me la lleve al dormitorio y la abri. Extendi todo lo que guardaba encima de la cama en pilas ordenadas y el llanto ceso. Aqui, los vestiditos victorianos cosidos a mano, alli las suaves enaguitas de algodon, dos capitas de terciopelo muy antiguas, diminutas, mas alla una pulserita de plata, una muneca de porcelana resquebrajada y muy delicada, un chal que casi se caia en pedazos y, por ultimo, un par de minusculas tijeritas. Cogi las tijeritas, frotandolas muy suavemente entre el pulgar y el indice, y recorde el dia, hacia muchos anos, en que habia desobedecido todas las normas y habia bajado, medio rodando, medio cayendo, por el talud del tren hasta la via ferrea, con un punado de alfileres en la mano y apretandolos con tanta fuerza que cuando llegue abajo tenia la mano cubierta de sangre. Recorde como los habia depositado de dos en dos, cruzados, sobre la via, y como habia oido el silbato a lo lejos, y el autentico terror mientras me arrastraba hasta la mitad del talud y el ruido del tren y la velocidad y el olor y el humo y las chispas sobre la hierba seca. Y despues el tren se alejo y casi todos los alfileres habian desaparecido y dos habian quedado cruzados al reves y aun quedaba un perfecto par de pequenas tijeras, un verdadero regalo del cielo para mi. Y luego me volvi y vi el talud en llamas, y tuve que bordearlo un largo trecho hasta encontrar una zona que no estuviera ardiendo, y cuando subi no sabia donde estaba. La simultanea conjuncion del miedo y una profunda satisfaccion. Un legado para mi hija. El octavo trabajo de Hercules. Mi triunfo. Para nadie. -
Ojos negros de Frederic Boyer
https://gigalibros.com/ojos-negros.htmlUn nino tiene un encuentro que lo marca de por vida. Ya adulto, no recuerda nada, y emprende la narracion de su infancia para tratar de contar ese olvido, para tratar de recuperar el instante preciso que lo acompanara y que determinara toda su existencia: unos ojos negros que son, al mismo tiempo, la perdida de la inocencia y la lucha inquebrantable por volver a ella. Ojos Negros es el relato de todo lo que un hombre ha recibido del amor: el magnetismo de los cuerpos, los rostros, las historias unicas y repetidas y, por fin, la redencion. Ojos Negros narra, a traves de la vida de un hombre, la existencia de todo el genero humano, su caida, su culpa, su angustia pero, ante todo, el esfuerzo por alcanzar la salvacion a traves del amor y de la reconquista de la infancia.
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Tres sillas de Anea de Maribel Alvarez
https://gigalibros.com/tres-sillas-de-anea.htmlNada mas acabar la Guerra Civil espanola, cuatro mujeres solteras alrededor de la veintena adoptan a una sobrina de cinco anos que ha quedado huerfana despues de la contienda. La nina actuara como testigo presencial de las conversaciones de las adultas: mujeres guapas de cierto nivel social con el unico objetivo de encontrar un buen partido para casarse en un tiempo en que los hombres escasean.
Tres sillas de Anea nos situa en el Oviedo de posguerra, una ciudad asolada por la destruccion y donde se cierne la mas envenenada de las mojigaterias. -
Belle de Amaya Evans
https://gigalibros.com/belle.htmlDespues de que la vida a la que estaba acostumbrada se le escapa de las manos, Belle Dwan asume un puesto imposible: ser una criada en casa del baron Clarence. Ella no tiene a donde ir y con una situacion desesperada no le queda mas remedio que aceptar trabajar con aquel hombre malhumorado y su esposa, una coqueta insufrible. Pero en un giro del destino, Belle se da cuenta de que el baron no es el hombre terrible del que todos hablan y sabe que la unica forma de ayudarlo, es llegar a su corazon sin poner en riesgo el suyo.
Gabriel Devonte, baron de Clarence, es un hombre atormentado por un matrimonio que es solo una farsa y una mujer hueca, que solo quiere vivir de fiesta en fiesta y volverlo un cornudo. Cada dia que pasa su temperamento es mas hosco y amargo hasta que conoce a la nueva criada de la casa; un pequeno raton que se encuentra donde quiera que va. Siempre esta en los lugares equivocados y enciende su temperamento de una forma inexplicable, aunque tambien por mas loco que parezca, enciende su deseo. -
Mientras estas sola (Rancho Triple K 3), Laia Sinclair de Laia Sinclair
https://gigalibros.com/mientras-estas-sola-rancho-triple-k-3-laia-sinclair.htmlNovela autoconclusiva.
<Lo que nunca hubiese imaginado al aceptar, era que el amor me estuviera esperando en la forma de un vaquero tierno y paciente que consigue que me derrita solo con mirarme>>. -
El circulo perfecto (El reino del aguila 1), Moruena Estringana de Moruena Estringana
https://gigalibros.com/el-circulo-perfecto-el-reino-del-aguila-1-moruena-estringana.html -
Que me detengan de Mariah Evans
https://gigalibros.com/que-me-detengan.htmlVanessa, tras una ruptura sentimental, alquila un piso en la playa de San Juan de Alicante para estar cerca de sus amigos.
Todo va como la seda hasta que su nuevo vecino entra en accion. Vanessa escuchara, a traves de las finas paredes, sus escarceos amorosos, conversaciones con amigos que deberian ser privadas y actos de su vida cotidiana. Un dia, cansada de aguantar, sufre un arrebato de furia y desesperacion aporreando la pared de su vecino. Lo que ella no espera es que el responda, iniciandose entre ambos una guerra entre paredes.
Una de las noches en que Vanessa sale de fiesta para olvidar sus penas, esta y sus amigas sufren un atraco y ella queda prendada del policia que la rescata. Miguel es su nombre, un atractivo agente del Cuerpo Nacional de Policia. Lo que Vanessa no sabe es que ya habia mantenido contacto anteriormente con el y que, de hecho, solo un muro los separa.
!La guerra vecinal jamas fue tan divertida! -
ADN. El secreto de la vida de James D. Watson
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Solo una aventura (Solo tu 3) de Simona Ahrnstedt
https://gigalibros.com/solo-una-aventura-solo-tu-3.htmlCon Solo esta noche y Solo un secreto, Simona Ahrnstedt, la reina de la novela romantica sueca, deslumbro a legiones de lectoras en todo el mundo. Solo una aventura es la tercera entrega de su saga <
>, una novela explosivamente sensual y aun mas adictiva. -
Todas las noches contigo de Iria Blake
https://gigalibros.com/todas-las-noches-contigo.htmlAlvaro y Maria no creen en el amor, solo quieren pasar una noche divertida juntos. Pero cuando despues de esa torrida cita se reencuentran en el mismo lugar de trabajo, descubren que su chispa fue una explosion.
El quiere repetir, ella no.
Una mentira, el pasado y su propia cabezoneria seran las barreras que se pondran a si mismos para poder estar juntos.
<Quiero pasar todas las noches contigo>>
?Se amaran lo suficiente como para superar los obstaculos que se les presenten? -
K de Kinsey de Sue Grafton
https://gigalibros.com/k-de-kinsey.htmlLorna Kepler era guapa y obstinada, una solitaria a quien le gustaba coquetear con el peligro. Puede que muriera por esta razon. El caso es que, cuando encontraron su cadaver, estaba tan descompuesto que nadie pudo averiguar si habia fallecido de muerte natural o no, y se archivo el caso. Solo la madre, Janice Kepler, seguia interesada y convencida de que su hija habia sido victima de un crimen cuyo anterior autor permanecia en libertad. Cuando Kinsey le abrio la puerta de Investigaciones Millhone, no sabia que se veria arrastrada al infierno de los crimenes impunes, en los que solo un pacto con el diablo puede apaciguar los inquietos fantasmas de las victimas y liberar a los vivos que aquellas han abandonado. Grafton lleva aqui a Kinsey a una zona sombria, profundamente turbadora, en la que los asesinos andan sueltos, sin remordimientos ni castigo.
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El informe de Brodeck de Philippe Claudel
https://gigalibros.com/el-informe-de-brodeck.htmlAutor de Almas grises, La nieta del senor Lihn y Aromas, Philippe Claudel esta considerado uno de los mejores novelistas franceses de su generacion. Con esta novela -ganadora del Premio Goncourt des Lyceens- Claudel renueva su exploracion de los recodos mas sombrios del ser humano y sus complejos mecanismos.
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Silencio de Elisabet Castro Rodriguez
https://gigalibros.com/silencio.htmlTenia ganas de vivir, pero me destrozaron la vida dejandome rota, sola y sumergida en mi silencio. Veia a mi madre sufrir y mi hermana pequena intentaba ayudarme para hacerme sentir mejor. Pero necesitaba a mi propio salvavidas y ese salvavidas era Dylan, un amor inalcanzable.
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La venganza del ciego y otros cuentos de Victor Garcia Barquero
https://gigalibros.com/la-venganza-del-ciego-y-otros-cuentos.html“La venganza del ciego y otros cuentos” es un libro de relatos de intriga, misterio e investigacion policial. Algunos de estos relatos son continuacion de los casos de los detectives Mark y Marcus (“Una llamada en mitad de la noche”, Editorial Planeta).
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Un revolver y siete rosas (Elizabethtown 1) de Brenna Watson
https://gigalibros.com/un-revolver-y-siete-rosas-elizabethtown-1.htmlLe dolian tanto los pies que apenas podia continuar avanzando. Desde que habian abandonado Cold Harbor, donde la Union habia sufrido una de sus mayores derrotas, se habian dirigido a Petersburg para unirse al asedio de la ciudad. Alli pretendian hacerse con el control de aquel punto estrategico y cortar las comunicaciones ferroviarias que abastecian al ejercito del general Lee. Gabriel Sinclair no recordaba cuantas horas llevaba caminando y, cuando al fin alcanzaron su destino y obtuvieron permiso para descansar, lo primero que hizo fue quitarse aquellas malditas botas. Contemplo, con una mueca de dolor, sus pies ensangrentados y los dedos casi agarrotados y deformes a fuerza de llevar un calzado dos numeros menor al que le correspondia. Al menos, penso, no iba descalzo. No hacia muchos dias que habia contemplado el cadaver de uno de aquellos confederados, que habia cubierto sus pies con pedazos de carton pintados de negro. A su lado se tendio su primo Russell. El y Mitchell Chapman, Mitch, parecian los unicos conformes con su indumentaria, el ultimo a causa de unas relucientes botas que le habia hecho llegar su padre desde Saint Louis, aunque al parecer seguia echando de menos sus zapatos Oxford. <
>, se dijo, aunque sin atisbo de acritud. Mitch era un buen chico, y generoso ademas. Compartia con sus companeros casi todo lo que le hacian llegar desde casa, desde dulces a camisas nuevas. De hecho, le habia sugerido a Gabriel intercambiar con el las botas de vez en cuando, solo para que pudiera descansar los pies, pero se habia negado a aceptar. Ya era suficiente con que sufriera uno de los dos, aunque en ocasiones, como esa en concreto, se arrepentia de no haber accedido. David Cassane se sento cerca de ellos, apoyo la espalda contra un arbol y, como era su costumbre, abrio aquel cuaderno de tapas negras que siempre llevaba con el para ponerse a escribir. Gabriel admiraba su capacidad de concentracion. Era capaz de abstraerse hasta en las condiciones mas adversas. --?Que crees que escribira ahora? --pregunto Brett McFarlane con su habitual sonrisa. Se dejo caer junto a Russell, que protesto cuando lo empujo sin querer--. Si no hemos hecho otra cosa que caminar durante dias. --Seguro que esta escribiendo sobre ti --bufo Russell. --Entonces necesitara un cuaderno mas grande --bromeo Brett. Mitch habia encendido un pequeno fuego y colocado una cafetera encima. Por suerte, en ese momento disponian de agua en abundancia, aunque nunca se sabia cuanto iba a durar la buena fortuna. Gabriel aun recordaba la ultima vez que habia recogido el agua de lluvia con sus botas y habia tenido que beber de ellas antes de llenar su cantimplora. David finalizo su escritura antes de lo acostumbrado, guardo el cuaderno en el bolsillo superior de su chaqueta, y la pluma, con sus iniciales grabadas, en el macuto. --?Que creeis que hacemos aqui? --les pregunto a bocajarro. --Impedir que los confederados entren o salgan de Petersburg --respondio Mitch, que siempre parecia el mejor informado de todos. --Es decir, que esto puede alargarse durante dias. --Si, supongo. Cuando la cafetera comenzo a silbar, Mitch la retiro del fuego y sirvio cafe para todos. Gabriel nunca habia sido muy aficionado a aquella bebida tan amarga, pero era una de las pocas cosas que el ejercito distribuia con profusion. Mientras disfrutaban de aquellos minutos de descanso, observo a los hombres que lo rodeaban uno a uno. Se habian conocido en Pennsylvania, al poco de alistarse en el ejercito, y en los tres anos infernales que llevaban juntos se habian vuelto inseparables. Juntos tambien padecieron hambre y sed, un calor abrasador y un frio que a punto estuvo de llevarselos al otro lado. Se habian curado mutuamente las heridas y compartido las provisiones y, en las noches mas oscuras, se habian consolado compartiendo lagrimas y suenos. Eran los mejores amigos que un hombre podia tener, estaba convencido. Gabriel Sinclair aun no podia saber lo que les aguardaba, ni sospechar siquiera que muy pronto iban a perder a uno de ellos en la que seria conocida como una de las acciones mas sangrientas de toda la guerra: la batalla del Crater. Capitulo 1 Elizabethtown, Kansas. Octubre de 1870 El sol aun estaba alto cuando Eleanor Montgomery se bajo del tren en Elizabethtown. La estacion no era mas que un conjunto de tablas desbastadas y una pequena oficina, con los cristales tan cubiertos de polvo que era imposible apreciar si habia alguien en su interior. Un hombrecillo emergio del edificio para ocuparse de que su equipaje fuese colocado en el anden. Cuando el tren se puso en marcha de nuevo, le dedico una leve inclinacion de cabeza y regreso a su cubiculo. Eleanor recorrio con la mirada el modesto apeadero para cerciorarse de que su marido, James Montgomery, no habia acudido a recibirla. Tras casi una semana de viaje desde Richmond, Virginia, llegaba por fin a su destino, al Salvaje Oeste del que tanto habia oido hablar. Se pregunto una vez mas si habia tomado la decision acertada. Un ano antes, tras el fallecimiento de su madre, le sugirio a su esposo la idea de reunirse con el en el Oeste, pero James alego multitud de buenas razones para que no lo hiciera, y ella se plego a sus deseos. La guerra le habia arrebatado a Eleanor cuanto poseia, empezando por su padre y sus dos hermanos, y luego su plantacion de tabaco, que vio arder hasta los cimientos a manos de los yanquis. Su madre y ella se vieron obligadas a aceptar la generosidad de los Cathaway, viejos amigos de la familia, para poder sobrevivir. James Montgomery III habia sido amigo de su padre toda la vida, a pesar de ser algo mas joven, y habia aceptado la propuesta de desposar a su hija como un favor personal. Su fortuna habia sucumbido bajo el ejercito del general Ulysses S. Grant, al igual que la de Eleanor y su familia, y los habitantes del viejo Sur habian tratado de estrechar aun mas los lazos que los unian. Con veinticuatro anos ya cumplidos, Eleanor seguia soltera, y las posibilidades de encontrar un esposo apropiado se habian desvanecido con la guerra. Su padre, que se recuperaba de una herida por aquel entonces que acabaria con el meses despues, habia propuesto un matrimonio de conveniencia que fue aceptado por ambas partes. Eleanor recordo, no sin cierto rubor, su noche de bodas. James era veinte anos mayor que ella, un viudo bien parecido que resulto ser un hombre considerado y atento, en el lecho y fuera de el. Hacia anos que Eleanor habia abandonado sus suenos romanticos de juventud, y vio el matrimonio con James como la ultima oportunidad de no convertirse en una solterona. Solo un mes despues del matrimonio, el se habia mudado al Oeste en busca de fortuna, con la esperanza de regresar con dinero suficiente como para empezar de nuevo. Cinco anos llevaba Eleanor aguardando reunirse con ese hombre que era practicamente un desconocido, y se habia cansado de esperar y de aceptar todas las excusas con las que el habia argumentado esa separacion. Nada la ataba ya a su Virginia natal y su deber era estar junto a su esposo, para labrar juntos su incierto futuro. Habia empaquetado sus cosas y, el dia antes de partir, le habia enviado una carta anunciando su llegada, sin otorgarle tiempo suficiente para una replica en la que intentaria hacerle cambiar de idea. Algo habia fallado en su plan, porque James no se encontraba alli. Sintio que el jefe de estacion la observaba desde el otro lado del sucio cristal de su ventanilla. Se imagino que no debia de ser muy corriente ver a una mujer ataviada con un vestido de muselina sentada sobre un desvencijado banco, rodeada por media docena de baules y otros tantos bultos de distintos tamanos. Esa manana, en el tren, se habia esmerado en acicalarse para causar buena impresion a un marido al que apenas recordaba. La estrategia no surtiria efecto si no aparecia pronto; el aspecto saludable y lozano que pretendia aparentar se iria al traste. Decidio concederle otros veinte minutos, tiempo mas que suficiente para que el hubiese oido el silbato del tren desde cualquier punto del pueblo en el que se hallase y acudiese en su busca. Transcurrio ese tiempo, y algo mas. La espera comenzaba a ser insoportable. Tal vez James no estaba ese dia en Elizabethtown, quizas habia viajado hasta Abilene, a cuarenta y cinco millas de distancia, y habia olvidado dejar instrucciones para que alguien acudiese a recogerla. O, peor aun, tal vez su carta aun no habia llegado. Ese pensamiento le helo momentaneamente la sangre. Se aproximo a la ventanilla, dispuesta a remediar el estado de incertidumbre en el que se hallaba. --?Necesita ayuda? --le pregunto el hombrecillo desde el otro lado del cristal. --Si, por favor --le respondio, ofreciendole su mejor sonrisa--. ?Podria guardar mi equipaje en la estacion mientras voy en busca de mi esposo? --Por supuesto --contesto solicito--. Ahora mismo me ocupo de ello. Eleanor permanecio erguida, retorciendose las manos con nerviosismo mientras el hombre salia de detras del mostrador, cruzaba la puerta y se aproximaba a sus baules. Su aspecto le resultaba simpatico, un hombre pequeno y energico, que caminaba dando saltitos y cuyos ojos, de un azul desvaido, se movian al mismo ritmo bajo la montura de sus lentes. --?Se le ofrece algo mas? --le pregunto, al ver que ella no se movia del sitio. --Le agradeceria mucho si pudiera orientarme. Acabo de llegar y aun no conozco el pueblo. --Me he dado cuenta de ello. --Le sonrio con amabilidad--. Permitame que me presente. Soy Matt Perkins, el jefe de estacion --le dijo, e inclino ligeramente la cabeza al tiempo que sus pulgares se enganchaban de los tirantes que sostenian sus pantalones--. Este es un lugar pequeno, y aqui nos conocemos todos. ?Que necesita saber? --?Podria indicarme como llegar al negocio de James Montgomery? --Le dedico su mejor sonrisa. --Crei que habia dicho que iba en busca de su esposo --contesto el hombre mientras la miraba con cierta suspicacia. --El senor Montgomery es mi marido --aclaro ella, irguiendose ante lo que parecia una inexplicable mirada de reproche. --!Que me aspen! ?Habla usted en serio? --Perkins la observo de arriba abajo, con las cejas ligeramente alzadas y la boca formando una extrana mueca que no supo interpretar. --Desde luego que si --contesto de forma rotunda, atonita ante la falta de modales de su interlocutor--. ?Como se atreve a dudarlo? --Disculpeme, senora, no era mi intencion ofenderla --le respondio con un tono mucho mas suave--. Es solo que no sabia que tuviera esposa… --Le escribi diciendole que venia, pero, como puede ver, no ha acudido a recibirme. Tal vez mi carta no llegara a tiempo --dijo con una voz apenas audible, mientras se recriminaba el proporcionar tanta informacion a un desconocido. De repente, el hombre parecio a punto de sufrir una apoplejia. Se saco un arrugado panuelo del bolsillo y se seco la frente, sin dejar de observarla durante todo el proceso. Luego se coloco las manos sobre los rinones, como si se estuviese preparando para pronunciar un discurso. Cuando volvio a meterlas en los bolsillos y a hundir los hombros, la que estaba a punto de sufrir la apoplejia era Eleanor. --Creo que sera mejor que se siente --le dijo al fin, indicandole el mismo banco que acababa de abandonar. --!Pero si acabo de levantarme! --Lo se, lo se, pero sera lo mejor --le aseguro con un expresivo gesto de las manos en direccion al descascarillado asiento. --?Que ocurre? !Me esta usted incomodando! --Oh, creame que lo lamento, de verdad que si. ?Quiere usted tomar un vaso de agua? --?Un vaso de agua? --Eleanor no salia de su asombro. --Si, claro, que estupidez --contesto Perkins sin mirarla, como si hablara consigo mismo--. Mejor un whisky, ?no? --?Un whisky? ?Pero se puede saber que ocurre? ?Donde esta mi marido? --Las sospechas se acumulaban en el aire como un remolino de polvo--. ?Le ha sucedido algo? La pausa fue tan elocuente que Eleanor cayo desmadejada sobre el banco. --Es eso, ?verdad? --pregunto con un hilo de voz, lamentando no haber aceptado ese vaso de agua. --Me temo que si, senora --balbuceo el hombrecillo--. Creame que siento ser yo quien le comunique la noticia, pero su marido… bueno, su marido ya no esta entre nosotros. --?Mi marido ha… muerto? --Eleanor sentia como si el mundo se hubiese puesto a dar vueltas a su alrededor. --Eso es, senora, exactamente --respondio Perkins, visiblemente aliviado. --?Como? ?Cuando? --balbuceo ella al cabo de una larga pausa. --Sufrio un ataque el domingo, y el medico no pudo hacer nada por el. Dijo que le habia fallado el corazon, asi, de repente. Fue enterrado hace dos dias. Lo siento mucho. Muerto. James habia muerto. Eleanor aguardo a experimentar el aguijonazo de dolor que ya le resultaba familiar, pero, para su sorpresa, no se produjo. Un latido sordo en el interior del pecho, producto mas del asombro que de la angustia, fue la unica senal que se dejo sentir. No era una reaccion inapropiada, se dijo a si misma, teniendo en cuenta que apenas se conocian. Pero era una desgracia. Aun era un hombre joven y era su marido. ?Como habia podido suceder algo tan terrible? ?Que iba a ser de ella ahora? Mientras esos pensamientos cruzaban por su mente, no era consciente de que el jefe de estacion observaba consternado los dos lagrimones que se deslizaban por sus mejillas. --?Quiere que vaya a buscar a alguien? --le pregunto transcurridos unos minutos. Eleanor emergio de su catarsis y observo al hombre, al que le parecia ver por primera vez. Su rostro angosto y veteado de arrugas, enmarcando esos ojillos vivaces de un azul traslucido que ahora parecian ligeramente empanados, las cejas tupidas y aun oscuras, el escaso cabello que ya empezaba a clarear… Su cara ahora amable la contemplaba con cierta preocupacion, que le parecio normal dadas las circunstancias. --No, gracias. No conozco a nadie en el pueblo --contesto mientras intentaba recuperar la compostura. --Podria avisar al reverendo Spencer. O al medico. ?Necesita usted sus sales? --?Mis sales? --inquirio con cierta perplejidad. --Si, ?no las necesitara? ?Y si se desmaya? ?No es eso lo que se utiliza cuando una mujer pierde el conocimiento? --No se inquiete. Estoy practicamente segura de que no voy a desmayarme --respondio, no del todo segura de sus palabras. El cansancio de los ultimos dias parecio abatirse sobre ella. Perkins asintio, aunque no parecio muy convencido con la respuesta. La vio fruncir el ceno y morderse el labio inferior, como si anduviera perdida en profundas cavilaciones, lo que no era de extranar. --?Podria usted indicarme ahora como llegar a la casa de mi marido? --pregunto al fin, clavando en el unos ojos de color miel que de repente parecian demasiado grandes para aquel rostro tan delicado--. Creo que sera lo mas apropiado. --Oh, bueno, vera… yo creo que estara mejor donde la viuda Dupre. Tiene una casa de huespedes y seguro que la acogera con mucho gusto, hasta que se sienta con fuerzas. --Es muy amable, pero creo que sera mas conveniente que me aloje en mi propia vivienda. --Si, por supuesto, pero… en fin… no se como… --Perkins se miraba los pies mientras trataba de encontrar las palabras apropiadas, para mayor consternacion de Eleanor--. Su marido no tenia una casa propiamente dicha. --?Donde vivia entonces? --inquirio, preguntandose que mas desagradables sorpresas la aguardaban--. ?En un hotel, quizas? --Oh, no, no, senora. James Montgomery tenia una buena propiedad --aclaro. --Senor Perkins, ?donde vivia mi marido? --Encima de su local, senora, en una especie de apartamento que se hizo construir a su gusto. Eleanor asintio, aprobando la idea de James de aprovechar el negocio tambien como vivienda, un modo de ahorrar un dinero que pensaba invertir en Virginia a su regreso. --?Y sabe usted donde esta? --pregunto con suavidad. --Por supuesto que si, senora --respondio con desparpajo, como si le ofendiera la idea de no saber donde se encontraba el lugar--. En la calle principal, justo pasada la barberia de Cooper, gire a la izquierda y se dara de bruces con el. --Muchas gracias, senor Perkins. --Le sonrio con dulzura mientras se incorporaba--. ?Me guardara el equipaje hasta que pueda hacer que alguien venga a buscarlo? --No pensara ir alli ahora, ?verdad? --Me temo que no tengo otra opcion. No puedo quedarme aqui indefinidamente, ?no le parece? --No, claro. Pero ya le he dicho que la viuda Dupre estara encantada de acogerla. Es una mujer muy amable, y su cocina es estupenda. --Gracias, lo tendre en cuenta. Ha sido usted muy considerado, senor Perkins, y se lo agradezco mucho. Espero que volvamos a vernos pronto. Eleanor se sacudio el vestido, irguio la espalda y, tras despedirse con un leve y estudiado gesto, cruzo la estacion y salio por el lado que daba al pueblo, que se arracimaba a escasa distancia. Elizabethtown habia crecido alrededor de una calle principal y se habia extendido hacia ambos lados mediante una serie de calles mas estrechas, formando una cuadricula. Eleanor sabia por las cartas de James que el ganado procedente de las propiedades situadas al sur bordeaba el pueblo una vez al ano, con destino a los corrales situados al otro lado de las vias, para ser posteriormente subido a los vagones y transportado hasta las fabricas del Este. Mientras recorria la arteria principal, apenas era consciente de las miradas curiosas de las personas con las que se cruzaba. Las visitas femeninas no eran muy frecuentes en un pueblo que vivia casi exclusivamente del ganado de los ranchos vecinos y de algunas manadas que llegaban desde Texas. Y menos visitas tan elegantemente ataviadas como aquella mujer, cuyo vestido de muselina amarillo palido destacaba como una flor en un prado. La gracia con la que caminaba, sosteniendo con elegancia su sombrilla y balanceando suavemente su ridiculo, atrajo mas de una mirada. Eleanor paso frente a varios negocios y viviendas sin fijarse en nada, buscando con la mirada la columna bicolor que anunciara la barberia del pueblo. Su mente solo registro que el pueblo no parecia demasiado grande, que las construcciones eran solidas y que hacia mucho calor. Los tacones de sus botines resonaban sobre el entarimado de madera con una cadencia ritmica, mientras iba inclinando la cabeza de forma mecanica ante todo aquel que se cruzaba en su camino. Se sentia tan aturdida y cansada que temia detenerse antes de llegar a su destino y echarse a llorar en mitad de la calle, algo que una senorita no debia hacer jamas. Su educacion y sus modales eran lo unico que poseia en esos momentos, y trataba de aferrarse a ellos como a una tabla de salvacion en medio de un naufragio. Se permitiria derrumbarse y llorar solo cuando se encontrase en el interior de su nuevo hogar, sin testigos. -
Un guardaespaldas de sangre azul de Joyce Sullivan
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La mujer singular y la ciudad de Vivian Gornick
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>, < > es un mapa fascinante y emotivo de los ritmos, los encuentros fortuitos y las amistades siempre cambiantes que conforman la vida en la ciudad, en este caso Nueva York. Mientras pasea por las calles de Manhattan, de nuevo en compania de su madre o sola, Gornick observa lo que ocurre a su alrededor, interactua con extranos, intercala anecdotas personales y piezas reflexivas sobre la amistad, sobre la a menudo irreprimible atraccion por la soledad y sobre que significa ser una feminista moderna. Estas memorias son el autorretrato de una mujer que defiende con ferocidad su independencia, y que ha decidido vivir hasta el final sus conflictos en lugar de sus fantasias. -
La bestia de Lily Perozo
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Candice Adams lleva una vida perfecta al lado Jeremy el chico al que ama, pero un inesperado suceso que conmociono al mundo la golpeara con todas sus fuerzas, cuando creia que todo estaba perdido y habia tomado nuevas decisiones para su vida, el destino la llevara a un lugar donde conocera cuan delgados son los limites entre el bien y el mal. Las pesadillas que la persiguen desde nina empezaran a hacerse realidad; sin darse cuenta formara parte de un plan para el que ha sido predestinada y terminara entregando mas que el corazon a la persona menos indicada.
LA BESTIA es una historia cargada de suspenso e intriga que nos llevara a cuestionarnos algunas de nuestras creencias, siempre teniendo como ingrediente principal ese poderoso sentimiento que mueve al mundo: El amor. -
Preguntame si me importas 2 de Alejandra Beneyto
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Un ano para Olivia, que se ha puesto a prueba en todos los sentidos posibles hasta acabar reinventandose.
Un ano para Will, que ha permanecido inmerso en una vida en la que no se encuentra a si mismo.
Han pasado doce meses en los que el mundo ha seguido girando y, ahora, el destino ha decidido colocarlos de nuevo en la casilla de salida.
O eso parecia.
Nada sera facil. El tiempo ha dejado huella en ellos y ambos son diferentes. ?Realmente lo que tuvieron fue tan fuerte como para que la distancia no lo haya borrado?
Acompana a Will y a Olivia mientras aprenden que, a veces, lo unico que te separa de tus suenos es el miedo a verlos convertidos en realidad.
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Mariposas en tu estomago (Quinta entrega) de Natalie Convers
https://gigalibros.com/mariposas-en-tu-estomago-quinta-entrega.htmlNo hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.
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Un hombre para dos chicas de Tanya Anne Crosby
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Viejo canibal de Daniel P. Espinosa
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20 Dias de Carlos Merenciano
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Sedienta de Aeryn Anders
https://gigalibros.com/sedienta.htmlEl traqueteo del vagon, junto a los efectos de alguna sustancia que permanecia en sus venas, la mantenia en un duermevela constante. Ni los gritos de la nina del asiento trasero ni el persistente rezo susurrado de la monja sentada a su lado, lograron que su mente se despejara. Su cuerpo se mecia al compas del vaiven de las ruedas de hierro al rozar las vias. Se mojo los labios con la lentitud que la acompanaba, necesitaba dejar atras la sequedad que abordaba su boca y no sentir la aspereza cada vez que tragaba. Su mente estaba repleta de flashes que se proyectaban segun la lucidez del momento. Aprovecho el instante de disfrutar uno de ellos para bajar la mirada. Una manta gris le cubria el cuerpo desprovisto de ropa, las dudas se aduenaron de sus pensamientos de inmediato. <>, logro preguntarse antes de dejarse vencer otra vez por Morfeo. Sintio un frio tremulo, la humedad de la superficie --mezclada con el agua expandida a su alrededor-- se filtraba por la piel desnuda de los muslos helandole los huesos. Alzo la cabeza aun condolida al oler el desagradable hedor que le impedia una correcta respiracion. Sus ojos enfocaron a la nada, la oscuridad la envolvia por completo. Los brazos le dolian debido a la posicion, la tension de tenerlos estirados en la espalda atados con una soga imposibilitaba que pudiese moverlos. Al tragar comprobo que la misma cuerda que la mantenia maniatada le presionaba la garganta impidiendole un buen funcionamiento. Bajo de nuevo la cabeza para evitar ahogarse ella misma. Escucho el descorrer del pestillo y al instante una luz mortifera inundo la estancia. Alzo el rostro a la misma vez que abrio los ojos. Le descoloco ver el gris sucio del sillon. Desvio el rostro e intento enfocar la imagen de la religiosa que miraba a cualquier parte del vagon menos a ella. Sacudio la cabeza, lo unico que deseaba era aclararla, volver a tener todos los sentidos en alerta; pero su mente no le daba tregua, seguia empenada en mantenerla en la inopia mas de lo establecido. Con pesadez llevo la mano izquierda a la sien. Los moratones que lucia, penso que serian producto de la atadura. Se acaricio la cabeza con suavidad, todavia sentia miles de aguijones clavandose en su interior. Miro por la ventanilla y le impacto la imagen que proyectaron sus retinas en el cristal: estaba de pie con los brazos en cruz sujetados por unas esposas negras a la madera que, debido al barniz, le refrescaba la espalda. Frente a ella se bosquejaron unos ojos negros como la noche que --junto a unos carnosos labios-- la observaban con lascivia a la vez que se humedecia el belfo. Sintio la caricia en la mejilla seguida de una bofetada que le giro el rostro. <
>, ordeno una voz sugerente en el interior de su cabeza. Quiso cerrar los ojos y dejar de verse en aquella tesitura; pero la mirada azabache junto a la sensualidad de la voz, la mantenian rehen de su propia zozobra. El tren redujo velocidad y logro sacarla de la ensonacion. Le costo horrores enfocar de nuevo la vista hacia su companera de viaje. --Perdone, hermana, ?que hora es? --Sintio los aguijonazos en la garganta con la primera palabra, pero se obligo a terminar la frase. Debia de recomponer el lapsus de tiempo que su mente se negaba a mostrarle por voluntad propia. La monja alargo el brazo y senalo la pequena pantalla que colgaba del techo al otro lado del pasillo. Edna parpadeo un par de veces, por mucho que se esforzo por adivinar en que franja horaria vivia, sus retinas se negaban a ofrecerle tal consideracion. --Disculpe, hermana, pero es que no logro verlo, ?podria decirmela usted si es tan amable? --suplico sin dejar de observarla, aunque la religiosa se negaba a ofrecerle una mirada de compasion. A la religiosa no le hacia demasiada gracia hablar con una hija de la calle que encima tenia la poca decencia de subirse al tren repleto de menores, mujeres decentes y hombres con miradas libidinosas, desnuda; pero su deber, al ser una sierva de Dios, era ayudar a los necesitados. --Las ocho y media de la tarde --respondio sin llegar a observarla. Un flash obligo a Edna a cerrar los ojos, vagamente recordaba haberse subido al tren a primera hora de la manana, y si el trayecto duraba tres horas, no podia ser tan tarde y que aun estuviesen camino de Valencia. <>, se pregunto desconcertada. < >, eso era el motivo de estar en el tren, tenia la presentacion de la nueva novela de su mejor amiga. Se alarmo al comprobar que iba tarde, por mucho que quisiera no llegaria a tiempo. --?Ha habido algun imprevisto para que llevemos once horas de trayecto? --Tomo una bocanada de aire para proseguir--. Valencia esta a tres horas de Murcia. Era la primera vez que su companera de viaje desviaba la vista hacia ella. A Edna le sorprendio, y alarmo a partes iguales, la incredulidad que sus iris proyectaron. --Senorita, en una hora llegaremos a Madrid. --?Madrid? --alcanzo a cuestionar. La religiosa asintio una vez. --?Que dia es? --Domingo. ?Se encuentra usted bien? --Deseo saber la hermana, comenzaba a preocuparle el estado en el que se hallaba. Le extrano, a la vez que escandalizo, que accediera al vagon desnuda; pero eso no fue lo que en realidad llamo su atencion, verla repleta de mugre y sangre por doquier logro que se santiguara en mas de una ocasion. No tardo en llamar la atencion de una azafata y solicitar que trajese una manta o cualquier prenda para tapar la desnudez de la chica que parecia perdida, aunque sus movimientos se asemejaban mas a estar bajo los efectos de algun potente estupefaciente. Antes de ladear el cuerpo y mirar por la ventana opuesta a la suya, se aseguro de que ella respiraba, incluso le arrebato el billete de las manos con delicadeza para entregarselo al revisor de turno con el proposito de que no la despertara. Edna volvio a caer en el duermevela que la mantenia al margen de la realidad, no tuvo tiempo de contradecir a la monja, su mente se apago de repente sumiendola en una voragine de imagenes que no lograba encajar. Todo lo que le rodeaba parecia la mala organizacion de un puzle al que le faltaban piezas para poder acabarlo, y estaba segura de que esas eran las que lo recomponian. Esforzo hasta el limite sus recuerdos, simplemente alcanzo a rememorar el momento justo que llego a la estacion de tren de Murcia, su hermana habia sido la encargada de llevarla para evitarle el gasto del taxi. Otra fugaz imagen le mostro estar sentada en el banco a la espera de que llegase el tren y partir hasta Valencia a pasar el fin de semana con Sara, tenia muchas ganas de verla, de estar de nuevo con ella. Otro momento efimero le mostro alguna que otra diapositiva de ella en el vagon con el movil en las manos, hablaba con… Su mente volvio a bloquearse, no recordaba quien era la persona que lograba arrancarle mas de una sonrisa; pero estaba segura de que no se trataba de su amiga, aquella atontada iluminacion de rostro nada mas la mostraba por un hombre, un hombre que le gustaba. La turbacion se apodero de sus somnolientos pensamientos haciendola cuestionarse los hechos. ?Quien era aquel extrano con el que habia hablado de camino a Valencia? ?Seria el dueno de los ojos azabaches que la excitaban y asustaban a partes iguales? ?Y por que se encontraba direccion hasta Madrid sin sus pertenencias? Abrio los ojos al escuchar el chirriar de unas ruedas necesitadas de un poco de aceite, las pobres se lamentaban con cada giro que alguien les obligaba a hacer. Parpadeo con insistencia hasta que logro ver a la joven azafata que la miraba con pena. --?Quiere un poco de agua? --Ofrecio con una sonrisa en la cara. --Si, estoy sedienta. --Logro articular. Alargo el brazo, pero no llego a alcanzar el vaso que la chica le ofrecia, este cayo con peso muerto sobre el regazo de su companera. La miro a la espera de obtener su perdon, un perdon que no llego. La azafata se apiado de ella. Se hizo con el vaso y le acerco el plastico a los labios para incitarla a tomar sorbos pequenos. La enfermera que viajaba en el vagon contiguo les habia advertido a todos los trabajadores que no le diesen nada solido, a lo mucho un poco de liquido. Edna engullo el vaso en un suspiro, noto como el agua le danaba la garganta a su paso, pero a la vez aliviaba la sensacion de lija en la que se habia convertido. --Mas --rogo. La mujer quiso apiadarse de Edna y darle mas. Las instrucciones eran claras, un vaso pequeno cada hora, no sabian bajo a que efectos estaba sometida y no debian arriesgarse o podian empeorar su salud. --No se preocupe, en el hospital le daran mas. Quiso cuestionar aquella afirmacion, pero su aletargada mente no lo permitio. Espero sentada mientras los demas pasajeros bajaban del tren, por mucho que quisiese alejarse de todo aquello y recuperar la normalidad, su cuerpo se negaba a obedecer las instrucciones de su cerebro. Sintio unas manos sujetandola con suavidad por los brazos, su instinto fue pegar la espalda al asiento. Su confusa mente la premio con otra imagen que para nada era la real que vivia en ese momento. En la fantasia, el hombre de ojos oscuros, le presionaba los biceps con insistencia, tanto que la dolencia era insoportable. Noto como algo le rasgaba desde el mismo centro de su cuerpo, el dolor ascendio por la espina dorsal hasta ubicarse en la cabeza. < >, en esa ocasion la voz no emanaba sensualidad, era rudeza lo que emitia. --Senora --escucho lejano--. Senora, tiene que acompanarnos. La llevaremos al hospital y alli podra recuperarse. --?Que me ha pasado? El enfermero --encargado de ayudarla a bajar-- la miro con compasion. No era la primera vez que la veia, su rostro llevaba una semana mostrandose en todos los noticieros del pais, tanto su amiga como su familia habian denunciado su desaparicion siete dias atras. Fueron los propios trabajadores de Renfe quienes dieron el aviso de su paradero al verla subir mugrienta, ensangrentada, desorientada y desnuda en la estacion de Alcira, y en Atocha estaban apostados a la espera de su llegada. Su mente rechazaba rellenar los recovecos que seguian con bastantes lagunas. Cuando volvio a despertar noto que su cuerpo no pesaba tanto como horas atras; pero aun asi, por mucho que lo intento, Edna no fue capaz de recordar lo ocurrido. Presto atencion al escuchar lejana una diccion conocida, los lagrimales se humedecieron al oir la voz angustiada de Sara. --Doctor, ?no insinuara que mi amiga se marcho por voluntad propia? --No insinuo nada, senora. Lo unico que pretendo es que comprenda que no hay sintoma alguno de que su amiga fuese obligada y tampoco se ha hallado semen, lo que descarta que haya sido violada. Por otra parte, el examen toxicologico releva una gran cantidad de cocaina consumida. --Lo que me faltaba por escuchar --se quejo Sara--, mi amiga no es ninguna drogadicta. Edna dejo de prestar atencion, su mente le revelaria lo sucedido, pero hasta que no encajara todas las piezas del rompecabezas no hallaria la verdadera respuesta. Cerro los ojos y una sonrisa calida la recibio con alegria, los abrio sobresaltada al reconocerlo. 2 Cuarenta y ocho horas antes de desaparecer --Damos paso a las noticias mas relevantes de hoy, viernes 24 de noviembre de 2017. Retiran un polemico mensaje para concienciar a la gente contra la violencia de genero. Este ano las denuncias por malos tratos han repuntado mas de un 24 %. Por otro lado, saltan las alarmas en la estacion de Villena, ya son dos jovenes las que han desaparecido... Alargo el brazo hasta alcanzar el radio despertador. Le encantaba comenzar el dia con la melodica voz del locutor. Desde aquella manana que la escucho en la oficina se habia enamorado de ella, su mente no alcanzaba a imaginar que rostro acompanaria tan bella diccion; pero habia logrado cautivarla de tal modo que compro un despertador con emisora para levantarse cada manana con ella. Desperezo el cuerpo antes de ponerse en marcha, le deleitaba rezagar la salida de debajo de las mantas, algo que solo ocurria en epoca invernal, el resto del ano nada mas sonar la alarma se ponia en marcha. Sonrio con amplitud al saber que dia era, por fin habia llegado el tan ansiado viaje que la llevaria directa a pasar unos dias inolvidables junto a Sara, su amiga. Hacia tres anos que se conocian gracias a las Redes Sociales. Pronto congeniaron a las mil maravillas convirtiendose, ademas de en amigas, en el apoyo que ambas necesitaban para lograr las decenas de objetivos que se marcaban para superarse profesionalmente. A Edna le encantaba hablar con ella, le fascinaba la capacidad de imaginacion de Sara, como de la nada se sacaba una novela que te absorbia hasta la ultima palabra. A ella siempre le atrajo aquel solitario pero fascinante mundo, el poder de unir palabras hasta crear una historia que atrapase al lector al instante. Sara era especialista en ello, no lo decia por tener la suerte de ser su amiga y leer sus novelas antes que nadie, todos los medios y entendidos del tema elogiaban el estilo de su pluma. En cambio, su trabajo hacia meses que habia dejado de atraerle. Al principio disfrutaba con cada venta de vivienda que realizaba, le satisfacia saber que aportaba su granito de arena a que familias comenzasen una nueva etapa. Pasados los anos, era tan monotono que debia obligarse a ir cada manana a la oficina para comenzar un nuevo dia. Aquel viernes era distinto, lo tenia libre puesto que no deseaba perderse la triunfal presentacion del nuevo libro de Sara, porque estaba convencida de que seria todo un exito como los demas. Sin perder la felicidad del rostro se preparo para marcharse, en menos de un par de horas tenia que estar en la estacion si no deseaba perder el tren. La insistencia de un claxon en la calle le advirtio de la llegada de su hermana. Apago las luces de casa antes de agarrar el asa de la maleta y cerrar la puerta hasta su regreso. -
Como ser una bruja moderna de Gabriela Herstik
https://gigalibros.com/como-ser-una-bruja-moderna.htmlInfunde una gota de magia en tu vida diaria.
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Un trato con la NERD de Cynthia Walter
https://gigalibros.com/un-trato-con-la-nerd.htmlSINOPSIS: Nadia Rodriguez es una excelente economista, tiene una carrera brillante y mas meritos de los que necesita; ?Por que entonces no consigue mantener un trabajo? Es una nerd, si, esa chica cerebrito que sirve para todo pero nadie quiere ensenar. Adam Zavala es un empresario exitoso que tiene un plan para lanzar a lo mas alto el negocio heredado del mundo de la moda de su padre; ?Que hara cuando se de cuenta de que su plan no es viable? El padre de Adam mandara a Nadia a comprobar el trabajo de su hijo... Nadia se dara cuenta de que nunca habia conocido a nadie tan atractivo como su nuevo jefe... ?Podra Adam ver mas alla del trato que firmara con la Nerd para salvar su negocio? Capitulo 1 Nadia Me levante como cada manana a las cinco en punto al oir el despertador. El espejo me recibio en el bano con una especie de reproche por acostarme a las tantas; ?Nadie entendia que mi trabajo requeria estar siempre dispuesta a pasar sueno? Me duche tomando un poco mas de tiempo del necesario en mi pelo, rizado como una escarola no queria quedarse en su sitio y mas bien parecia que no me habia peinado en la vida. Odiaba el vaho que se formaba en el bano porque mis gafas se empanaban suficiente como para sentirme totalmente ciega; ?Habian pensado alguna vez en construir unas barras como las del coche para la lluvia instalandolas en unas gafas? Yo las llevaria. Sono el timbre y abri aun con el albornoz puesto para recibir a Tom, mi mejor amigo ademas de un crack de las finanzas tanto casi como yo. -No he visto ningun error en el documento que me mandaste a las dos de la manana. -dijo con cierto reproche por la hora en la voz. - ?Esta lloviendo? -pregunte al comprobar que sus gafas de culo de vaso tambien estaban empanadas. -Evidente. -contesto riendose cual cerdito. - ?Como es que tu intachable jefe te pidio que hicieras un balance de semejantes caracteristicas con tan poco tiempo? -anadio buscando alguna magdalena en mi cocina. -Aun no me ha dado tiempo a hacer el cafe. -asegure. No me senti nada violenta por estar en albornoz por la sencilla razon de que Tom y yo eramos como hermanos, ademas de que dudaba de que a cualquier hombre le pudiese gustar verme semidesnuda. -Diria que Enzo Zavala no se fia mucho de las cuentas que le mandan desde Shadows and ligths S. L. -afirmo riendose de nuevo con su sonora y tipica voz ronca. -Supongo que tienes razon. -conteste. Me dispuse a servir las tazas del brebaje magico llamado cafe para los dos y sali disparada hacia mi habitacion para buscar algo que ponerme en el armario; Escogi unos pantalones de vestir mas altos y con corte de hombre junto con una camisa blanca que no marcaba nada, y unos tirantes negros para unirlo todo. -Menos mal que eres un genio. -Tom se metio conmigo por mi vestimenta como de costumbre. Mi amigo tenia razon, nosotros eramos nerds al margen de la sociedad de la moda; Lo nuestro era la economia y los informes. Sentada a la mesa tomando el cafe pense en lo que habia dicho Tom sobre el senor Enzo. El tenia negocios por todo el pais e invertia en distinta empresas, yo era algo asi como su mano derecha para ese tipo de operaciones; Era extrano por tanto que me hubiese pedido hacer un analisis de esa empresa de moda que dirigia su hijo Adam en un plazo record. Ya eran las seis y media asi que debia salir para el trabajo si tenia en cuenta que mi coche arrancaba cuando queria. Tom se levanto de su asiento cogiendo su maletin recolocandose la corbata de cuadros muy a nuestro estilo para seguirme. Rojito era mi vehiculo desde que me habia conseguido sacar el carnet, por supuesto a la primera como todo lo que dependia unicamente de mi esfuerzo y no de mi imagen. Llegue a la esquina del edificio central donde trabajaba y deje que Tom se bajase para ir hasta su empleo; Uno por debajo de su cualificacion tal y como me pasaba a mi. Aparque como pude entre dos coches enormes y lujosos para despues bajarme asegurandome de pasar por recepcion para recoger las cartas ademas de un cafe que habia pedido que dejasen alli para Enzo Zavala. -Senorita Rodriguez, pase. -dijo mi jefe. A pesar de ser ya mayor seguia teniendo un porte elegante que, sin embargo, se encontraba empanado por un rostro de preocupacion. -Aqui tiene. -conteste sacando torpemente las diversas carpetas de mi bandolera cruzada. -He traido tanto el informe que me pidio, como un analisis sobre los numeros que me facilito. -anadi quedandome callada. -Despues de tanto tiempo y sigo sin conseguir que me tutees. -contesto con una pequena carcajada. -Pero lo que si se es que cuando no terminas una frase con rigurosidad es que hay algo malo. -anadio poniendome entre la espada y la pared. -Me resultan incompletos los numeros, como si hubiesen hecho el dosier sobre una parte de la informacion. Una vision optimista pero no estoy segura de si realista. -conclui aun sabiendo que de alguna manera estaba poniendo en duda algo cuya direccion llevaba su propio hijo. -Precisamente por eso... -dijo pensativo. -Necesito que me hagas un favor, voy a mandarte a la delegacion de Shadows and lights por un tiempo. Quiero que supervises los negocios de mi hijo porque su entusiasmo puede llegar a ser un riesgo para la compania. -Su mandato me cayo como un jarro de agua fria. -Pe-Pero... Yo no tengo ni idea de...De... Ese sector. -conteste tartamudeando por los nervios al borde de tirar el cafe del jefe. -Nadia. -El senor Zavala cogio el vaso de mi mano y lo dejo en la mesa para despues seguir sosteniendo mi mano entre las suyas. -Siempre ha hecho un trabajo excelente pero ahora necesito que vayas a esas oficinas y me ayudes a comprobar que todo sigue siendo solido. -Su peticion era totalmente seria. -Esta bien. -respondi recolocandome las gafas. Entre en mi despacho recogiendo las pocas cosas que tenia en el e imprimi los documentos que el mismisimo senor Zavala habia preparado para mi.
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Bull Mountain de Brian Panowich , Ruben Martin Giraldez
https://gigalibros.com/bull-mountain.htmlDurante generaciones, el clan Burroughs ha mantenido su asentamiento en Bull Mountain, al norte de Georgia, traficando con whisky casero, marihuana y metanfetamina sin que la ley repare en ello. Pero el dia en que Clayton Burroughs, quien para distanciarse del reinado criminal de su familia se convirtio en sheriff, recibe la visita de un agente federal con un plan maestro para erradicar todas las actividades ilegales a lo largo y ancho de seis estados, las lealtades de una estirpe unida por la sangre pero separada por el deber se veran peligrosamente puestas a prueba…
Esta poderosa novela, que ha renovado el genero del country noir, repasa la cronologia de una historia de violencia ejercida durante casi un siglo con el unico objeto de mantener un imperio fundado no en el poder o el dinero, sino en los lazos familiares, explorando hasta donde son capaces de llegar los hombres para protegerlos, honrarlos o incluso destruirlos. Con un ritmo tan trepidante que no deja sospechar en ningun momento los disparos que nos tiene reservados, el autor estampa cada palabra como si la descerrajase con una escopeta, y por eso mismo, nadie esta a salvo del tiroteo.
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Confio en ti de Susana Oro
https://gigalibros.com/confio-en-ti.htmlTina Martinez es una respetada escritora de autoayuda. Llena auditorios cuando dicta conferencias, y sus talleres son uno de los mas concurridos. Ha publicado varios libros, pero "La confianza es la clave de un matrimonio feliz" es el que le ha dado la fama. Tina tiene muchos fans y se ha convertido en una referente de la autoayuda con sus lemas: "Si confias nadie te defraudara". "Ama y recibiras amor". Pero su vida perfecta se tambalea cuando su marido le deja ver que las palabras no son como la vida real.
David Valente era un hombre felizmente casado hasta que descubrio la traicion de su esposa. La palabra confianza esta fuera de su diccionario. El se ha convertido en el hombre mas esceptico sobre la tierra. Su lema es: "La vida es una mierda". "La gente esta llena de matices". "Nadie es confiable".
Ella positiva. El negativo. Nada bueno puede salir de dos personas tan diferentes. ?O si? -
Flores negras de Lara Siscar
https://gigalibros.com/flores-negras.htmlInspirada en hechos reales, Flores negras es un rotundo alegato contra la indiferencia y la normalizacion de la violencia verbal, fisica o sexual hacia las mujeres.
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La estrellas de Nerea (Las estrellas 2) de Estrella Correa
https://gigalibros.com/la-estrellas-de-nerea-las-estrellas-2.htmlNerea intenta ser feliz al lado de lo que conoce, pero nada la llena.
Nerea se siente sola, pero cree que, poco a poco, encontrara su camino.
Nerea lucha, vive y suena, pero ni el tiempo sana las heridas de su corazon roto. -
La cupula del cielo de Sebastian Fleming
https://gigalibros.com/la-cupula-del-cielo.htmlLa Roma del Renacimiento es una ciudad gobernada por papas tan belicosos como enamoradizos, y donde el dinero carece de importancia. Julio II encargara al rudo e impulsivo Donato Bramante que construya una nueva basilica sobre las ruinas de San Pedro, la mas impresionante que se haya visto hasta entonces: la edificacion mas grande de occidente sera un simbolo del poder de la Iglesia.
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Y llenarte el muro de flores de Laura Nuno
https://gigalibros.com/y-llenarte-el-muro-de-flores.html?Puede triunfar un amor de Facebook? Segun Nacho, que no tiene ni idea del tema, si. Pero Noelia ha perdido toda su fe en el amor. Despues de una serie de relaciones infructuosas, algunas incluso destructivas, no deberia hacerse muchas ilusiones de exito respecto a su cita con Nacho, un chico al que ha conocido a traves de Facebook. Pero ya es demasiado tarde para echarse atras, y Nacho resulta ser maravilloso. Sin embargo, le va a ser muy dificil ganarse su total confianza y mantenerlo al margen de un pasado que no le permite forjarse un nuevo futuro.
Noelia tendra que aprender a guiarse por el corazon y aceptar que las casualidades, en realidad, son regalos del destino. -
Te sigo esperando de Cristal Marea
https://gigalibros.com/te-sigo-esperando.htmlAlejandra es una joven que se enamoro en secreto de Fernando cuando estuvo en la universidad, pero para ella era el menos indicado. La decepcion de verlo enganar a otras mujeres la llevo a una gran desilusion por lo que decidio olvidarse del amor y dedicarse por completo a sus estudios de postgrado. Cuando regresa a su ciudad, ella quiere retomar el tiempo perdido y abre su corazon para encontrar a ese hombre ideal que la lleve al altar y en eso, se reencuentra con Fernando. Enseguida siente que nunca pudo olvidarlo y el hace todo lo posible por demostrarle que ha cambiado y busca las miles de maneras para conquistar su corazon, pero Alejandra, se niega a que su corazon siga sintiendo amor por Fernando y fija su mirada en Sergio, pero este resulta ser la antitesis de lo que ella quiere.
Despues de insistir en alejarse de Fernando, el no desiste y al final, le hace ver a Alejandra que se merece una oportunidad y ella se da cuenta que el amor ya habia tocado su puerta en el pasado y no se habia ido de su corazon por lo que termina por entregarse y ser feliz con el hombre que siempre habia amado.
Es una novela, fresca y actual que te hara vivir grandes momentos de romanticismo y aventura. -
Botones y verguenza de Penelope Sky
https://gigalibros.com/botones-y-verguenza.htmlTristan es uno de mis mejores clientes. Siempre paga a tiempo, y siempre cumple su palabra.
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Nuestro juego mas cruel de Araminta Hall
https://gigalibros.com/nuestro-juego-mas-cruel.htmlUn juego entre amantes. Una obsesion. Un tipo de amor que lleva a la muerte.
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La carne de Eva de Casaseca
https://gigalibros.com/la-carne-de-eva.htmlSi Margarita hubiese recibido el nombre de la santa del dia en que nacio, al igual que sus hermanos, se habria llamado Carmen. Carmen es un nombre muy bonito. La clase de nombre que llevaria una gran dama, alguien de clase y con posibles. Quizas por eso don Alonso se nego a ponerselo, porque penso que no seria apropiado para la hija de un minero negro.