• los revolucionarios mexicanos - R.G. Grimaldi

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    Novela romantica y erotica, basada en el historico y fugaz romance en el Mexico posrevolucionario de Tina Modotti, una de las fotografas mas relevantes de la historia, con Julio Antonio Mella, un joven revolucionario cubano al cual la historia se ha encargado de eliminar, por lo peligrosos que aun son sus ideales para el statu quo. Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Jose Clemente Orozco, Jose Vasconcelos, Edward Stieglitz, Georgia O’Keeffe, Edward Weston, Frida Kahlo y las mas grandes figuras intelectuales de los inicios de los 1900 en America se tergiversan en este apasionante relato revolucionario.

  • Revolucionarios mexicanos (Seix Barral) - Elena Garro

    https://www.amazon.es/Revolucionarios-mexicanos-Barral-Elena-Garro/dp/9686941290

    Revolucionarios mexicanos (Seix Barral) : Garro, Elena: Amazon.es: Libros.

  • 9789686941296: Revolucionarios mexicanos (Seix Barral)

    https://www.iberlibro.com/9789686941296/Revolucionarios-mexicanos-Seix-Barral-Garro-9686941290/plp

    "Sobre este título" puede pertenecer a otra edición de este libro. Comprar usado. Condición: Muy bien. Literatura hispanoamericana. Autora ...

  • Revolucionarios mexicanos. de Garro, Elena - IberLibro.com

    https://www.iberlibro.com/Revolucionarios-mexicanos-Garro-Elena-Seix-Barral/30176997100/bd

    En esta antología de textos periodísticos, por primera vez reunidos en libro, Elena Garro nos presenta su propia visión de la Revolución mexicana.

  • Revolucionarios Mexicanos by Elena Garro - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/803036.Revolucionarios_Mexicanos

    En esta antología de textos periodísticos, por primera vez reunidos en libro, Elena Garro nos presenta su propia visión de la Revolución mexicana.

  • 4 libros básicos para entender la Revolución Mexicana

    https://aristeguinoticias.com/2011/libros/4-libros-basicos-para-entender-la-revolucion-mexicana/

    20 nov 2020 — Mariano Azuela. Los de abajo. Fondo de Cultura Económica. 143 pp. · Lorenzo Meyer. México para los mexicanos. La Revolución y sus adversarios.

  • Novelas de la revolución mexicana - Lista de 16 libros - Babelio

    https://es.babelio.com/liste/23/Novelas-de-la-revolucion-mexicana

    Novelas de la revolución mexicana ; 1, Los de abajo ; 2, La muerte de Artemio Cruz ; 3, El águila y la serpiente ; 4, Al filo del agua ; 5, 1915

  • La ciudad de las viudas de Paloma Sanchez Cortes

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    Esta novela la escribi durante varios anos pese a ser corta y la acabe en 2005. La he reescrito varias veces. Y la historia que subyace se me ocurrio al leer un articulo en un semanario de los domingos y fue asi como la comence. Nuestra protagonista Andrea tiene que hacerse cargo de una herencia al fallecer su abuela y es asi viajando a la tierra de sus padres como descubrira un gran secreto de su pasado y encontrara su destino. Por el tema que toco he de comentar que esto es solo una historia de ficcion. Nada que ver con la realidad. No voy a hacer spoilers ya os ireis enterando de a que me refiero. Espero que os guste. Es una historia en la que caben el misterio, los sucesos paranormales, el romance y los secretos del pasado de la protagonista. Es muy distinta a lo que he publicado hasta el momento y solo espero que la disfruteis y me pongais vuestras opiniones en Amazon. Os doy las gracias por adelantado por escogerme y leer esta historia a la que siempre he tenido especial carino. CAPITULO 1 La primera vez que oi hablar de La Ciudad de las Viudas creo que tendria alrededor de unos cinco anos. Fue mi abuela quien me conto la historia. Ella era una gran contadora de cuentos. Y ese, era mi favorito, aunque pueda resultar extrano. Es la historia de una pequena ciudad de provincias llamada Las Viudas aunque se la conocia mas popularmente por el sobrenombre de La Ciudad de las Viudas. Todo el mundo o al menos casi toda su poblacion, estaba compuesta por mujeres viudas de todas las edades aunque tambien habia algunos hombres, hijos y ancianos solteros que nunca habian contraido matrimonio. Asi comenzaba el cuento y entonces era yo la que preguntaba: --Abuela, y ?por que eran viudas? --y mi abuela replicaba--. Porque los maridos de esas mujeres se morian al poco de casarse en rarisimas circunstancias. Aquel lugar estaba maldito decia mi abuela, todo aquel que se casaba terminaba cavando su propia tumba. La maldicion de la gitana era la culpable de todo. Hacia como unos 85 anos, habia llegado a la ciudad un circo, con sus carromatos y sus artistas, en su mayoria gitanos. Parecia ser que una de aquellas mujeres, que iba vestida como una zingara y que se dedicaba a leer el futuro, se enamoro de un guapo mozo que habitaba en el lugar. Se trataba de un mozo rico que le prometio matrimonio. Aquel la dejo encinta y no quiso casarse con ella y la gitana lanzo su maldicion: todo hombre oriundo de aquella poblacion que contrajera matrimonio no viviria mucho tiempo y aquel lugar quedaria lleno de mujeres viudas, hasta que pronto quedara despoblado por la ausencia de natalidad. La unica forma de huir de aquella maldicion era escapar de alli, vivir en otro municipio, pero a veces, la maldicion, alcanzaba a aquellos que se creian a salvo de ella. Cuando yo le pregunte a mi abuela si habia algun modo de romper aquel hechizo me dijo que si, que solo si un descendiente varon de la gitana se enamorara y casara con una mujer descendiente de aquel mozo, la maldicion terminaria y ya nunca mas alcanzaria a ninguno de sus habitantes. Aquel relato me subyugaba. Se lo hacia repetir una y otra vez. Y la abuela me lo contaba a reganadientes. Solo cuando me fui haciendo mayor me percate de la mirada acuosa y triste que se le ponia a mi abuela cuando me contaba aquel cuento. Jamas de nina cai en la cuenta de cuanto le afectaba aquella historia que yo creia de ficcion. No fue hasta que cumpli 32 anos que fui atando cabos. Fui criada por mi abuela ya que mis padres murieron cuando yo era todavia un bebe, aunque aun no sabia como, puesto que mi abuela nunca quiso contarmelo. Era un secreto que ya no podria revelarme. Una manana, al entrar en su dormitorio, la halle extranamente quieta y palida. Cuando la toque para despertarla su piel estaba extremadamente fria y entonces comprendi que la habia perdido para siempre. Nadie que no haya perdido a un ser querido puede saber lo desamparada y sola que me encontraba. El dolor de aquella perdida, de aquella mujer que era la unica madre que yo habia conocido fue inmenso. Tuve que hacerme cargo de su entierro y de su funeral, al que acudieron pocas personas, amigos mios y algunos vecinos del barrio. Pase unos dias muy malos tras el entierro de mi abuela. Lucinda se habia ido, con ochenta y cinco anos recien cumplidos. Habia sido mi madre y aunque siempre me habia educado de un modo un poco estricto perderla habia sido como un hachazo inesperado. Tenia buena salud y no esperaba que un ictus cerebral se la llevara de mi lado de forma tan rapida. Ya no tenia mas familia y saber que estaba sola en el mundo me desolo por completo. Pase unas semanas en casa sola sin saber que hacer, sabiendo que la unica persona a la que amaba ya no estaria mas a mi lado. Fue duro tener que recomponerme sobre todo porque en ese momento no tenia un trabajo al que dedicarme para no pensar tanto en su fallecimiento y a pesar de que algunos amigos estuvieron ahi para consolarme fue un trago muy dificil de digerir. A los pocos dias recibi una llamada de un despacho de abogados que me notificaba que mi abuela habia dejado escrito un testamento y que yo, era la unica beneficiaria. Hasta el momento no habia imaginado que mi abuela tuviera alguna propiedad que dejarme en herencia que no fueran los escasos muebles y enseres de la casa donde viviamos, que ni siquiera era nuestra. Decidi aquella tarde acudir al bufete de aquel letrado porque me moria de curiosidad por saber que era lo que me tenia que decir. Cuando atravese el umbral de la oficina de Don Jose Miraflores me encontre ante un despacho austeramente amueblado, que contaba con los muebles justos, a saber: un escritorio con su correspondiente asiento, una libreria y unas paredes que aparecian ante mi desnudas de cuadros o de cualquier otro adorno a excepcion, claro esta, del titulo de abogado que se encontraba suspendido en el aire en un marco bastante antiguo y ya de por si un tanto estropeado. Tras la mesa se encontraba un senor de mediana edad, con una calva incipiente y unas gafas de cristal con un aumento tal que su mirada verde aparecia ante mis ojos multiplicando por dos su tamano. El buen hombre era bajito, segun pude comprobar cuando se incorporo de su asiento para estrecharme la mano; bajito y rechoncho. Le sobraban algunos kilos, pero eso si, parecia muy agradable, o al menos esa era la impresion que me causaba su rostro; una cara normal, ni guapo ni feo, pero si graciosa, sobre todo por el modo que tenia de abrir los ojos, muy, muy abiertos con una expresion de sorpresa continua. Llevaba un pequeno bigotito e iba vestido con un traje algo pasado de moda. --Encantada de recibirla, siento mucho la muerte de su abuela. --Muchas gracias. --Sientese por favor. --Gracias, de modo que mi abuela ha dejado testamento. --Pues si, hace cosa de un ano vino aqui y me nombro su albacea. Espere que busque el documento, si, aqui esta. --Saco un sobre lacrado de un cajon y lo abrio, extrayendo el documento que me depararia algunas sorpresas. --Pues bien, creo que le interesara que le lea el documento. --Como usted supone si, adelante. --Bien pasare por alto el lenguaje juridico, en resumen que su abuela le lega una casa en Las Viudas, un pueblo pequeno conocido popularmente como La Ciudad de las Viudas y el dinero que guardaba en su cuenta corriente, cantidad que asciende a 12 millones de pesetas. --?Ha dicho usted La Ciudad de las Viudas? ?Pero ese lugar existe? --Claro que si --se levanto y extrajo de una estanteria un atlas de Espana.

  • Mi mejor cliente de Emma K. Johnson

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    !Mujer, eres una maravilla! --Dijo el senor Quevedo al leer el contrato en sus manos-- !?Como diablos conseguiste estos terminos de compra?! Sonrei al verlo poner los papeles en la mesa a un lado de su bebida, sacar una pluma de su chaqueta y firmar sin aguantar su risa rasposa de satisfaccion. --Le prometi el mejor trato posible para comprar Wextler Avionics, senor Quevedo -- sentada al lado opuesto del senor Quevedo apoye mi espalda en el respaldo de la silla y le mire a los ojos--. Yo cumplo mis promesas. --No te mentire, querida --dijo el senor Quevedo antes de darle un sorbo a su bebida y cerrar la carpeta con el contrato--. Cuando Beatriz de Marin me dijo que asignaria la negociacion de la compra a alguien mas me senti desplazado. Como si ya no fuera un cliente importante para ella ni para su bufete, pero me aseguro --apunto con su dedo indice hacia mi-- que estaria tan satisfecho con tu representacion que aposto los honorarios de este mes de que asi seria. "Con razon estaba nerviosa cuando me asigno la negociacion," pense, recordando aquella reunion con mi jefa. --?Entonces, senor Quevedo? --Dije mientras esforzaba una sonrisa arrogante-- ?Trabaje gratis o me gane mis honorarios? El senor Quevedo rio por unos momentos antes de que su asistente le susurrara algo al oido. Dejo de reir, pero no de sonreir. --Lo siento, querida --dijo al deslizar la carpeta hacia mi--. Necesito atender un asunto urgente, pero sobra decir que te has ganado tus honorarios y quiza hasta un ascenso. Hice lo mejor posible para no saltar de mi asiento. --Estamos para servirle, senor Quevedo. Me levante y estreche su mano. Le mire mientras el y su asistente dejaban el bar. Deje que pasara una cantidad razonable de tiempo antes de levantar mis brazos por encima de mi cabeza y bambolear mis caderas celebrando con una danza ridicula que me salio del alma. Menos mal que estabamos en un bar o la gente me habria mirado como si estuviera loca. Caray, hubo varios comensales que si lo hicieron. Alguien me toco el hombro. Gire y vi a Esther dando saltos pequenos compartiendo mi emocion. --?Ese bailecito tan lindo significa lo que pienso? --pregunto con su inconfundible voz de nina pequena. Eche mi cabello hacia atras e incline mi cabeza a un lado. --Futura socia --dije. Esther dejo salir un chillido de emocion antes de cogerle el brazo al camarero que pasaba junto a nosotros tan fuerte que casi se le cae la bebida que traia en las manos del susto. --!Margaritas, por favor! --grito. Reiamos al sentarnos. Me habian dicho que no debia ser tan amigable con mi asistente, pero ?como no serlo? Esther poseia una alegria que contagiaba hasta al mas amargado, aunque a veces su energia y entusiasmo espantaba a la gente como al camarero cuando trajo nuestras bebidas. --!Por la futura socia! --grito Esther al levantar su margarita tan rapido que la derramo un poco encima de su brazo y de mi frente. --!Por Dios, Esther! --dije entre risas mientras me secaba con la servilleta en la que el camarero dejo mi bebida. --!Lo siento, jefa! !Lo siento! --dijo Esther cubriendo su boca sin duda tratando de ocultar que tambien estaba al borde de soltar una carcajada. --No ha pasado nada --dije sonriendo. Cogi mi propia margarita y la toque despacio con la de ella--. Por la futura socia. --!Si! --dijo Esther sonriendo de oreja a oreja. Tras beber la mitad de su margarita de un trago miro alrededor y asintio-- Este lugar no esta nada mal, ?por que nunca habiamos venido? Mire a mi alrededor. Hacia el otro lado del bar estaba la salida hacia el Casino Crescendo. Aunque llevaba un par de anos con las puertas abiertas todavia se veia como nuevo. Note las mesas llenas de personas mirando las pantallas colgadas cerca del techo del bar mostrando algun partido de futbol, carreras --ya sea de caballos o galgos--, pelea de artes marciales mixtas y cualquier otro evento en el que se pudiera apostar. "Deberia investigar que deporte estaba viendo el senor Quevedo mientras esperaba," pense. "Puede que yo me encargue de su cuenta de ahora en adelante." --No tengo interes alguno en los juegos de azar o los deportes --dije antes de dar un sorbo a mi bebida--, pero reconozco que hacen excelentes margaritas. --Creo que convencere a los chicos para que vengamos aqui de ahora en adelante. --No estaria mal --mire a mi asistente--. Si me ofrecen ser socia vendremos aqui a celebrarlo. --!Cuando te ofrezcan ser socia! --dijo, terminando su margarita--No seas ridicula, acabas de generarle al bufete una comision de mas de doscientos mil dolares. Tienen que ofrecerte un lugar entre los socios. --Atencion, atencion --dijeron en el altavoz--, en media hora iniciara el torneo satelite que dara como premio una entrada pagada al Abierto de Poker de Ciudad del Sol. Participantes, favor de... Muchos comensales se pusieron de pie y abandonaron el bar. A algunos se les notaba nerviosos, otros entusiasmados y muy pocos se les veia emocionados. --?Abierto de que...? --pregunto Esther, mirando algunos pasar hacia el casino. Cogi un panfleto encima de nuestra mesa. --"Primer Abierto de Poker de Ciudad del Sol" -- lei y me detuve al ver las cifras de los premios garantizados--. Joder, con razon esta gente quiere participar. Esther cogio el panfleto y casi se atraganta. --!Es una locura! --?Que es una locura? --preguntaron desde atras de mi. En cuanto vi el rostro de Esther iluminarse supe quien estaba detras de mi. Gire siguiendo a Esther correr hacia el hombre de su vida a darle un beso tan apasionado que hubiera entendido si ella se subia encima de el en ese momento. --?Estas borracha, bombon? --pregunto entre risas. Esther asintio rapido y rio. --Borracha de amor por ti, bombon. Gire mis ojos hacia arriba y negue con la cabeza. --?Nos acompanas, Eric? --le pregunte-- Tienen muy buenas margaritas. Yo invito. --Estoy muerto, Gina --dijo, abrazando a su chica--. Acabo de salir de mi turno, pero -- miro a Esther-- si quieres quedarte... Esther me miro. --Tenemos que tomar una declaracion manana --le dije--, asi que... --Mierda, tengo que llegar temprano a preparar la sala de juntas --gruno Esther. Ella y Eric se miraron a los ojos y cualquiera que los viera podria ver que estaban locos uno por el otro. --?Necesitas que te llevemos, Gina? --pregunto Eric. "?Y aguantar verlos dandose besitos y diciendose cositas dulces todo el camino?" pense. "Joder, no. Me dara diabetes solo de verlos." --No, me quedare otro rato. --?Segura? No tenemos problemas con... --Segura --le insisti a Eric--. Me termino mi margarita y tomo un taxi --apunte hacia una television--, o quiza me quede viendo el juego. --Tu eres la jefa, jefa --dijo Esther, cogiendole la mano a su chico y caminando hacia la salida-- !Nos vemos manana! Rei mientras los veia irse abrazados. Respire profundo y me puse en el lugar de Esther unos instantes antes de dejar salir una risita. Eric estaba guapo y tenia un buen fisico como cualquier buen bombero lo tendria, pero no era mi tipo. Era demasiado... No se, lindo, supongo seria la palabra para describirlo. "Pero algunos de sus amigos," pense, sonriendo para mi misma y atreviendome a imaginar. "Olvidalo, Gina, no tienes tiempo para liarte con alguien." Mi estomago se retorcio tanto que alcanzo a tirar de mi garganta, y un vacio familiar dentro de mi aparecio al mirar alrededor del bar. Habia chicos muy atractivos ahi. "No seas tonta, Gina. Recuerda la ultima vez que conociste a un chico en un bar." Me puse de pie, termine mi margarita y pase una mano entre mi cabello mientras veia a mi alrededor. --Hola, muneca --dijo un sujeto detras de mi antes de pararse a mi lado y apoyar su mano en la mesa. Lo mire de arriba abajo y sonrei de la forma mas educada posible, y esperaba que viera en mis ojos que no tenia interes alguno en el. --Ya casi te acabas tu copa --dijo--, deja te invito ot... --Tengo novio --le interrumpi y mire hacia otro lado. --No lo veo por ningun... --Viene en camino --le dije antes de apoyar mi menton en mi mano--, y es muy celoso. --Deberia serlo, teniendo una mujer tan guapa como... Suspire y gire hacia el. --Mira, amigo... --?Si, Fabiola? --Dijo un hombre al ponerse entre nosotros dandome la espalda mientras ponia su gigantesca mano en el hombro del casanova-- !Claro, Pedro se porta de maravilla! !Es un gran tio! Aun con el ruido del bar a nuestro alrededor la voz de aquel tipo alcanzaba a escucharse. Mi supuesto conquistador abrio sus ojos de par en par al mirar al tipo que tenia la mano en su hombro. --Le dire que lo estas buscando --dijo--. Adios, hermosa --el hombre guardo su movil en el bolsillo de su pantalon y le quito la mano del hombro. Imposible no notar ese trasero tan espectacular que lucia en sus jeans ajustados a la perfeccion. --No estaba haciendo nada --dijo mi conquistador mucho mas nervioso que cuando me dirigio la palabra.

  • El hijo perdido de Marghanita Laski

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    Hilary Wainwright, un soldado ingles, regresa a una Francia devastada y empobrecida durante la Segunda Guerra Mundial para localizar a un nino perdido cinco anos antes. Pero ?este pequeno y tranquilo nino, ahora un sombrio huerfano, es realmente su hijo? ?Y si no lo es? En esta novela exquisitamente elaborada, seguimos la lucha de Hilary por amar en medio de una guerra devastadora. El hijo perdido es tambien una novela atemporal sobre la emocion, sobre el amor, que describe la busqueda de un hombre para encontrarse a si mismo, para asumir su propio sentido de la perdida y hallar el valor para volver a amar con el pleno conocimiento de que el amor lo expondra a nuevas formas de dolor.

  • Solo fue un juego (Stage Dive 2) de Kylie Scott

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    Solo tenia que fingir ser su novia ?Puede surgir el amor de un acuerdo de conveniencia entre una buena chica y una estrella de rock? Mal Ericson, el bateria de la banda Stage Dive, necesita limpiar su imagen y rapido aunque solo sea durante un tiempo. Y para conseguirlo, nada mejor que llevar del brazo a una buena chica que le haga el trabajo. Lo que no espera es que este arreglo temporal se convierta en algo permanente… Anne Rollins nunca penso que conoceria a una estrella del rock de las que colgaban de las paredes de su habitacion… y mucho menos en esas circunstancias. Anna esta mal de dinero. Muy mal. Pero eso de aceptar que le paguen para interpretar el papel de la novia buena que sale con el bateria de un grupo no puede acabar bien. ?O tal vez si?

  • Pasion sobre dos ruedas de Dana Curt

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    Senti que el whisky me quemaba mientras bajaba por mi garganta. Todavia podia recordar cuando papa me dio mi primer trago. Tenia once anos. El agua de vida, dijo. --?Sigues pensando en la rubia con la que te acostaste ayer? -- Cobra interrumpio mis pensamientos, golpeandome la espalda tan fuerte; que casi derramo el whisky del vaso. Cabron. --?Cual? -- Pregunte, girando en mi taburete del bar hacia ellos. Los otros se rieron, Cobra sonrio. --Anoche solo habia dos rubias--, dijo, y en mis labios aparecio una sonrisa. Cobra era un bromista, pero no era bueno para aceptar una chiste. Aunque, no estaba bromeando. Quise decirselo antes, pero luego lo olvide. --Exactamente--, dije, y el se abalanzo sobre mi, arrancandome el vaso de las manos. Anoche habia dos rubias. Claire o algo asi, la de las tetas grandes, y ni siquiera recuerdo el nombre de la otra. Tenia labios rojos y gruesos y recuerdo que me calzaban como un guante de latex alrededor de mi pene. Ella era la unica chica en la que Cobra habia estado interesado desde la semana pasada. Slash y Reyes me lo quitaron de encima, mientras el apretaba los dientes y me abria las fosas nasales. No iba a pelear con el. Me estaba divirtiendo, el era de la familia. No habia razon para que yo recibiera un punetazo. Respiraba con dificultad cuando me lo quitaron de encima e hizo un rapido tiron con las manos para bajarse la camisa que se le habia subido hasta el pecho. --Mas vale que sea tu idea de una broma, Dio--, dijo, y yo mire timidamente a los demas. Estaban sonriendo, pero yo sabia que secretamente esperaban que fuera una broma. ?Le digo que grito mi nombre mientras me estrellaba contra ella por detras? ?Que me dejo tres mensajes de voz esta manana? Fue tan facil irritar a Cobra. En el ultimo ano desde que tomo el lugar de Calavera en el Club, se convirtio en el tipo que usamos de saco de boxeo. No era como si fuera un hermano para mi. Me hubiera encantado ver su cara si le dijera que la chica que le gustaba era de las que se corria a chorros. --Solo bromeo, hermano--, dije en su lugar y me vacie el whisky en la garganta. Cobra se tomo un momento para analizarlo. Paso de fruncir el ceno y resoplar a sonreir y reir en cuestion de segundos. Llame la atencion del "Rey" mientras Cobra se sentaba en un taburete a mi lado y ordenaba otra ronda para todos nosotros. Reyes sabia lo que habia pasado. Me vio ir a la parte de atras del Club con las dos mujeres. Me advirtio con una senal de que era mala idea. Le alce mi vaso vacio y le sonrei. ?Que era la vida si no estaba hecha para follar con cualquiera disponible? Y esa rubia estaba disponible anoche. Yo no hubiera dicho nada si Cobra se hubiera acostado con ella anoche. Siempre y cuando llegara a ella primero. --Saben, podrian darme una mano con esto--, Big T nos trajo nuestros vasos. Siempre habia trabajado en el Club. Se decia que antes se le conocia como "El Psicologo", porque aparentemente, solia recostarse en una de las bancas y escuchar a estos hombres tatuados derramar sus corazones sobre el. Ahora que estaba retirado, era el mejor camarero del Club. Reyes le silbo a Slash como si estuviera llamando a un perro. --Puedes usar a este--, dijo y todos nos reimos a carcajadas. Big T puso los ojos en blanco, dando al mostrador un golpe con el trapo que tenia en el hombro. --?Quieres poner a los dos tipos mas grandes aqui detras de la barra? -- dijo y cruzo sus voluminosos biceps sobre su pecho. Todavia no podiamos dejar de reirnos. Solo pensar en Slash y Big T detras de la barra, apretandose. --Contrataremos a otro mesero, Big T, y no dejes que estos chicos te afecten con sus idioteces--, fue la voz de papa la que interrumpio nuestras risas. Estaba sentado al final del mostrador, rodeado por Coronado y los otros miembros mayores del club. Habia escuchado la conversacion y habia hablado con su voz profunda, que tenia el poder de silenciar a todos en la habitacion. Estas eran las cualidades que importantes para el: Poder Respeto La motocicleta Mujeres Habia hecho todo lo posible para inculcarme esas cualidades, para prepararme para cuando fuera mi turno de ser presidente de los "Outlaws". Era solo que a veces se me confundia el orden en que van esas cosas. --Si, senor--, dijo Big T y volvio a trabajar en el bar. A mucha gente le gustaba llamar a papa --Senor-- o solo --Angello--. Nunca los corrigio. Eramos una gran familia, una familia de hermanos como Coronado solia decir, pero papa se aseguro de que todos supieran quien era el jefe de la familia. Era el. Y luego iba a ser yo. Nos llamo la atencion y levanto un vaso a modo de saludo, yo hice lo mismo, brindamos y bebimos. --Entonces, ?como estaba ella? -- Cobra se habia acercado a mi mientras yo no miraba. Me volvi hacia el, un poco confundido. ?De quien estaba hablando? --Las tetas que te anotaste anoche. !Hombre, la escuche gritar! -- dijo con una risa y bebio un poco de su cerveza. No pude evitar preguntarme cuales fueron los gritos que escucho. --?Quieres que te invite a ver la proxima vez que tenga a una chica inclinada sobre mi motocicleta? -- Pregunte. Reyes y Slash se rieron. Cobra se encogio de hombros y se sento en su silla, inclinandola peligrosamente hacia atras, pero manteniendola perfectamente equilibrada. --Tal vez aprenda algo--, dijo con una risa y yo sacudi la cabeza. Cobra era un buen tipo. Era nuevo en el Club, solo un cachorro, pero me cubria las espaldas. Lo que significaba que yo siempre cubriria la suya. *** Estabamos jodidos. ?Cuanto tiempo habiamos estado bebiendo? El tiempo se habia solapado y entrelazado, para transformarse en un largo chorro de alcohol y chistes malos. --?Quien de ustedes va a arropar a mi hombre esta noche? -- La voz de una mujer nos interrumpio. Todos nos volvimos a la puerta del bar al unisono y vimos a Ruby de pie, con las manos en las caderas. Sus rizos marrones rizados enmarcaban su cara, y sus ojos eran severos. Mama. --Angello, tu vieja esta aqui para recogerte--, escuche a Coronado bromear y papa le dio una sonrisa. La mirada de mama me busco en la oscura multitud del bar y puso los ojos en blanco. Se habia casado con un motociclista. Habia criado a un motociclista. Esta era la vida con la que se habia conformado, no la que habia elegido y, a veces, me daba pena. Vi a papa deslizarse perezosamente de su taburete y alcanzar su chaqueta de cuero, mientras que mama permanecia de pie en la puerta, observando cada movimiento de papa. Se necesito mucha confianza y muchas agallas para forjar el solido matrimonio que mama y papa compartian. No habria sido facil para ella. El codigo de vida de papa incluia a las mujeres. Estaban al final de su lista de prioridades, pero estaban ahi. No tuve que estrujarme el cerebro para recordar cuantas veces lo habia pillado con otra mujer, y cuantas veces mama habia amenazado con irse. En ese entonces culpe a papa. Lo culpe por el dolor que le causo a mama, y jure que nunca haria pasar a otro ser humano por eso. No haria pasar a mis hijos por el dolor de ver a una familia desmoronarse. Por eso Miriam nos dejo a la primera oportunidad que tuvo. No podia soportar ver a mama destrozada, una y otra vez. Aunque papa no le habia sido infiel en mas de ocho anos, Miriam siempre creyo que volviera a suceder. No queria estar cerca cuando sucediera. Ahora vivia en la otra parte de la ciudad, y en secreto me alegraba que se mantuviera alejada del Club. Los chicos no estarian babeando en cada oportunidad que tuvieran de verla. Algunos de los chicos gritaron y vitorearon cuando papa se acerco a mama. Habia visto fotografias de los dos juntos cuando se acababan de conocer, antes de que Miriam y yo nacieramos. Eran muy atractivos y probablemente todavia lo eran. Papa la agarro por el culo y la tiro hacia si, antes de besarla. Puse los ojos en blanco y mire hacia otro lado. Creci viendo a los dos babeando el uno sobre el otro. Que asco. --!Vayanse a casa! -- Les ladre, y los demas siguieron animando. Cuando papa la solto, me miro directamente y arqueo las cejas, antes de volverse hacia los demas. --Todos ustedes deberian irse a casa. Es tarde, chicos--, dijo, con una voz amenazante y autoritaria. A lo largo de los anos, se habia desempenado bastante bien en su papel de matriarca, y yo sabia que eso solo habia fortalecido el matrimonio entre los dos. --Ruby es una gema, ?entiendes? -- Cobra bromeo y yo sacudi la cabeza con indulgencia. --?Como esta Miriam? -- Slash pregunto, sabiendo exactamente el efecto que tendria en mi. Mi cabeza ya nadaba en alcohol y luchaba contra las ganas de seguir el consejo de mama. --A salvo ahora que esta lejos de ti--, le dije y se rio. Miriam estaba fuera de su alcance y todos lo sabian, pero eso no les impidio tomar fotos en mi ausencia cada vez que podian. --Oye, ?no estas satisfecho con una hermana que preguntas por otra? -- Cobra se apresuro a intervenir. Slash habia empezado a ver a Sofia, la hermana de Cobra, y se habian embarcado en una extrana vida juntos. Una relacion que ninguno de nosotros pensaba que iba a funcionar. Sofia era dulce y sabia lo que queria. Slash era joven y desalinado y tenia demasiadas cosas en el pasado de su familia como para reconocer que tenia algo bueno con ella. Pero disfruto de lo mucho que esto molestaba a Cobra, sin embargo. El Rey se puso de pie. Pude ver en su cara que estaba acabado. Desde que papa lo tomo bajo sus alas hace cuatro anos, fuimos los mejores amigos. --?A donde vas? -- Slash le pregunto y Reyes senalo su reloj. Eran las tres de la manana. --?Tienes que decir tus oraciones matutinas? -- Cobra dijo con una risa, y Slash, Reyes y yo le disparamos miradas amenazantes. La religion de Reyes estaba fuera de discusion, al igual que Miriam. Incluso yo pense que era un poco raro cuando lo conoci, pero ya sabiamos que era lo que lo mantenia cuerdo. Solia ser un chico de la calle, la pandilla iba a matarlo si no salia y creia que era su religion la que lo habia traido a Angello. Respetamos sus creencias. Cobra parecia ser un estudiante lento y no se habia dado cuenta lo importante que era respetar los limites. --Recuerda lo que dijo tu madre--, me dijo Reyes, y me hizo un gesto de despedida con dos dedos. Le sonrei. --Reyes--, lo llame mientras lo veia salir del bar, despidiendose de los demas mientras se iba. Ahora solo estabamos Slash, Cobra y yo en este extremo del mostrador, todavia revolviendo nuestras bebidas. Al menos Slash tenia a Sofia esperandolo en casa. Todo lo que yo tenia era Roxana, y no era exactamente un ser humano. Era tarde y habia bebido demasiado, pero tambien era demasiado temprano para irme a dormir. Saque el telefono del bolsillo de mis jeans y me desplace por los mensajes.

  • Clima de Jenny Offill

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    Por la manana llega la que ha alcanzado una mayor iluminacion. Hay grados y ella piensa que esta en el penultimo. Esta etapa tan solo puede ser descrita por una palabra japonesa. Significa: <>. Me paso bastante tiempo buscando libros para el profesor auxiliar condenado al fracaso. Lleva once anos trabajando en su tesis doctoral. Le doy montones de folios para impresora. Clips sujetapapeles y boligrafos. Hace la tesis sobre un filosofo del que no he oido ni hablar. Un filosofo menor pero fundamental, me conto. !Menor pero fundamental! Pero anoche su mujer le dejo un papelito en la nevera. Lo que estas haciendo ahora, ?da dinero ?, decia. El hombre del traje raido no quiere que le rebajemos las multas por retraso en las devoluciones. Le gusta contribuir al sostenimiento de nuestra institucion. La chica rubia que lleva las unas mordidas hasta la raiz se deja caer despues de comer y se va con el bolso lleno de papel higienico. Aventuro una teoria acerca de las vacunas y otra sobre el capitalismo tardio. <>, pregunta el ingeniero de corazon solitario. No, nunca, contesto. Y le cuento el viejo chiste de ir hacia atras. Aqui no servimos a viajeros en el tiempo. Un viajero en el tiempo entra en el bar . De camino a casa, paso frente al tenderete de la senora que vende esas cositas que dan vueltas. A veces, si los estudiantes estan muy colocados, se las compran. Hoy no he vendido nada, dice. Cojo una para Eli. Es blanca y azul, pero el blanco se confunde con el azul cuando le da el viento. No te olvides de las monedas de veinticinco centavos, me recuerdo a mi misma. En la tienda de alimentacion, Mohan me da un rollo de monedas. Le expreso mi admiracion por su nuevo gato, pero me dice que acaba de colarse en la tienda. De todos modos, se quedara con el gato porque su mujer ya no le quiere. <> * Henry llega tarde, y mira que yo he cogido un taxi privado para no retrasarme. Cuando por fin lo veo aparecer, esta empapado. Sin abrigo, sin paraguas. Se para en la esquina y le da unas monedas a la mujer que lleva un chubasquero hecho con una bolsa de basura. Mi hermano me dijo una vez que necesitaba la droga porque hacia que el mundo dejara de llamarlo a gritos. Me parece muy bien, le conteste. Estabamos en el supermercado. A nuestro alrededor, las cosas intentaban proclamar su verdadera naturaleza. Pero el fulgor que emitian era muy debil, y mas aun bajo aquella musica tan horrible. Intento que entre en calor: sopa, cafe. Tiene buen aspecto, pienso. Se entera de todo. La camarera prepara otra jarra de cafe, coquetea con el. La gente paraba a mi madre por la calle. Que desperdicio, decian, !un nino con esas pestanas! O sea que ahora tenemos doble racion de pan. Me como tres panecillos mientras mi hermano me cuenta una historia sobre una reunion de Narcoticos Anonimos. Una mujer se puso en pie y empezo a despotricar contra los antidepresivos. Lo que mas le molestaba era que la gente no los reciclase correctamente. Segun las pruebas que se habian hecho a los gusanos de las alcantarillas, todos presentaban altas concentraciones de Paxil y Prozac. Cuando los pajaros se comian esos gusanos, ya no se alejaban tanto de sus hogares y fabricaban nidos mas sofisticados, pero parecian tener muy poca inclinacion a aparearse. <>, le pregunto. <> * La ventana de nuestro dormitorio esta abierta. Se puede ver la luna si te asomas afuera y estiras el cuello. Los griegos creian que era el unico cuerpo celeste parecido a la Tierra. Estaba habitada por animales y plantas quince veces mas fuertes que los nuestros. Mi hijo viene a ensenarme algo. Parece un paquete de chicles, pero en realidad es una trampa. Cuando intentas coger un chicle, un resorte de metal se cierra de golpe sobre tu dedo. <>, me advierte. !Ay! Le pido que mire por la ventana. <>, dice Eli. Sospecho que ahora ya sabe todo lo que va a saber de la luna en toda su vida. En su antiguo colegio le ensenaron una cancion para que se acordara de todas las fases. A veces nos la canta a la hora de la cena, pero unicamente lo hace cuando nadie se lo pide. La luna se las arreglara solita, pienso. La luna no le importa a nadie. * Esta manana la mujer del megafono esta apostada junto a la entrada del colegio. Avisa a los padres de que no pueden entrar y deben dejar a los ninos detras de la linea roja. <>, chilla. <> Pero a veces Eli se echa a llorar si tiene que quedarse solo en medio de ese gentio tan ruidoso. No le gusta tener que caminar el solo desde un lado de la enorme cafeteria hasta el otro. Una vez se quedo petrificado a medio camino hasta que un monitor lo agarro por el codo y lo empujo hacia su rincon. O sea que hoy vamos corriendo y pasamos a toda velocidad por delante de la mujer hasta llegar al punto de reunion que le han asignado. Su amigo esta sentado a la mesa y tiene galletitas con forma de animales, asi que consigo irme de alli sin que llore, solo que la mujer del megafono me grita: <>. Dios, como le gusta el megafono. Cuando oigo la voz de esa mujer algo me sacude todo el cuerpo, pero luego consigo llegar a la calle y me digo que no debo volver a pensar en ella. No se me permite pensar sobre lo grande que es esta escuela ni sobre lo pequeno que es mi hijo. Ya he cometido el mismo error en otras ocasiones despues de haber dejado a mi hijo en el cole. Ya deberia estar acostumbrada, pero a veces vuelvo a entrar en panico. * Profesores chiflados todo el dia. Juro que los que tienen plaza fija son los mas chiflados de todos. Se saltan la cola para sacar un libro o para rellenar la lista de solicitudes. Los estudios demuestran que el noventa y cuatro por ciento de los profesores de universidad creen hacer un trabajo muy superior al de la media. El otro dia nos dieron una guia. Claves para identificar patrones de conducta problematica . En ningun momento se mencionaba a los profesores. Contenia las siguientes categorias: Maloliente. Canturrea mucho. Se rie mucho. Pintarrajea mucho. No lleva ropa limpia. Combativo. Habla mucho. Solitario. Tose mucho. Pero ?en que categoria entra el anciano caballero que se pasa la vida pidiendome la contrasena de su propio email? Intento explicarle que me resulta imposible acceder a esa informacion, ya que el es el unico que sabe la contrasena, pero el hombre niega con la cabeza, haciendo esa clase de gesto ofendido que viene a decir: <>. * En la parada del autobus hay un poster de Sylvia. Anuncia que va a venir a dar una charla en el campus. Hace anos fui alumna suya de posgrado, pero luego lo deje. De vez en cuando, Sylvia hacia un seguimiento para comprobar si yo seguia malgastando mi talento. La respuesta era siempre que si. Al final movio los hilos para que me dieran este trabajo, a pesar de que no tengo la titulacion adecuada. Al salir del trabajo, escucho su nuevo podcast. El episodio se llama El centro cedera . Todos los episodios podrian llevar ese titulo. Pero la voz de Sylvia casi compensa el repunte de terror que propician sus charlas. A mi me consuela, y eso que solo habla de los jinetes invisibles que galopan hacia nosotros. Hay unos patrones inequivocos para percibir el ascenso y la caida. Pero nuestra civilizacion industrial es tan enorme, tiene unas proporciones tan... Miro por la ventana. Hay algo a lo lejos que avanza a trompicones hacia los arboles. * Se abre la puerta y Eli se abalanza sobre mi. Le ayudo a quitarse el pegamento de las manos y luego regresa a su juego. Es ese que gusta a todo el mundo. Segun mi marido, se trata de un mundo en 3D generado de forma procedural. Educativo. Es divertido verlos jugar. Construyen edificios pieza por pieza y luego llenan las estancias con los minerales que han extraido usando las piquetas que se han fabricado ellos mismos. Montan campos de color verde y crian gallinas para comerselas despues. <>, chilla Eli. <>, le dice Ben. Hay facturas y folletos de supermercado. Tambien una revista enviada a un antiguo inquilino que ya no vive aqui. La portada anuncia consejos para ayudar a la gente depresiva. Lo que hay que decir: Siento que usted este sufriendo tanto. No voy a abandonarle. Voy a cuidarme, asi que no tiene por que preocuparse de que su dolor acabe afectandome . Lo que no hay que decir: ?Ha probado el te de manzanilla ? * Por una vez, dejo a mi hermano elegir la pelicula, pero resulta tan estupida que no tengo fuerzas para verla. En las peliculas que le gustan siempre hay una catastrofe inminente y una sola persona, la mas inverosimil, capaz de evitarla. Despues damos un paseo por el parque. Ha conocido a una chica que tal vez. Pero no cree que la cosa funcione. La chica es demasiado diferente. Tardo un poco en descubrir que todavia no han salido juntos. Le digo: <>. Henry se echa a reir. <> En la primera clase que nos dio Sylvia nos hablo del emparejamiento selectivo. Se referia a los iguales con los iguales, los depresivos con los depresivos. El problema del emparejamiento selectivo, nos dijo, es que cuando uno lo pone en practica le parece perfectamente adecuado. Como una llave que encaja en una cerradura y abre la puerta. Pero la cuestion es otra: esta habitacion, ?es la habitacion en la que estarias dispuesto a pasar toda tu vida? Asi que le digo a mi hermano que Ben y yo nunca nos fijamos en las mismas cosas. Como aquel dia que volvi a casa y el estaba muy emocionado porque por fin lo habian quitado. ?Que es lo que han quitado?, le pregunte. Y tuvo que explicarme que por fin habian retirado el andamio que habia cubierto durante tres anos la fachada de nuestro edificio. O como la semana pasada, cuando le estaba contando una historia sobre el tipo que vive en el 5oC, y me dijo, oye, ?de que traficante de drogas me estas hablando? * Cuando vuelvo a casa, nuestra perra quiere un cubito de hielo. Le doy uno, pero ella sigue aporreando su cuenco de comida por la cocina. <>, le pregunto a Ben. Se encoge de hombros. <> Hay una heroica pila de ropa doblada sobre la mesa. Veo mi falda favorita y la ropa interior que me resulta menos deprimente. Voy al dormitorio y me las pongo. Ahora soy una persona totalmente renovada. El tercer dia de su matrimonio, la reina Victoria escribio: <> Mi madre me llama por telefono y me habla de la luz, de la vina verdadera, del pan de vida. * Son las siete de la manana y Eli esta jugando con la perra lanzandole una rana de goma. Cojo la rana y la dejo sobre la nevera. <>, digo. La perra me mira cautelosa con la cabeza entre las patas. A lo bruto, le paso un cepillo por el pelo a Eli. Pone una mueca de dolor y se escabulle. Le chillo: <>. Por fin salimos de casa. La senora Kovinski intenta decirme algo sobre los ascensores, pero pasamos corriendo por delante de ella. Tenemos que recorrer diez manzanas. Camino demasiado deprisa arrastrando a Eli. Esto no es vida, lo se, lo se, pero si mi hijo llega tarde a clase me encuentro una cola muy larga en la garita del conserje. Hacemos un ultimo esprint para cruzar el patio y llegamos justo a tiempo. Estoy sin aliento, empapada en sudor, triste. Beso la cabeza de Eli, intentando enmendar la carrera. ?Por que no he tenido mas hijos para disponer asi de mas oportunidades de hacer bien las cosas? En el colegio hay madres lo suficientemente sabias como para haber tenido mas hijos. Un grupo de esas madres se ha congregado junto a la valla. Estan hablando en urdu, me parece. Una de ellas me dirige una sonrisa y yo le contesto haciendo un timido saludo con la mano. Me pregunto como juzgara mi aspecto, ahora que llevo ropa de colores anodinos y gafas a la moda. La semana pasada, esa mujer dono una bolsa de seda para la tombola del colegio. La tela es roja, ribeteada de hilo dorado. Eli quiere ganarla para hacerse una capa. Se escribir el nombre de la mujer, pero no se pronunciarlo. * Esta mujer es psiquiatra. Tambien es budista. Me he dado cuenta de que intenta aplicarme uno u otro de sus conocimientos. <> Expliquemelo, senora . Los martes da una clase de meditacion en el sotano. La clase es para todo el mundo, no solo para la comunidad universitaria. Compruebo que Margot reacciona de forma diferente a como reacciono yo. Presta atencion, pero nunca cuenta sus propios problemas. Hoy vamos mal de tiempo, asi que le ayudo a preparar la clase. Almohadones para los fuertes, sillas para los debiles. <>, me dice siempre, pero nunca lo hago. No tengo claro si deberia elegir un almohadon o una silla.

  • En la piel de Barbra (Mujeres heroinas 2) de Anna Anudi

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    Y tu ?que harias por las personas que quieres?

  • Liquidacion Final de Petros Markaris

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    Mientras los griegos ricos se las ingenian para no pagar impuestos, los griegos empobrecidos por la crisis solo pueden indignarse ante el escandaloso fraude fiscal o desesperarse ante el empeoramiento de la situacion. Sin embargo, un hombre ha decidido pasar a la accion y tomarse la justicia por su mano. Con cartas de amenaza y armas anticuadas, se dispone a ajustar cuentas. Entretanto, en la Atenas al borde de la quiebra, todo esta patas arriba, excepto el Departamento de Homicidios. No hay crimenes, solo rutina y burocracia. Cuando encuentran el cadaver de la primera victima que se cobra ese peculiar justiciero, el comisario Kostas Jaritos casi siente alivio. Su jefe le ha hablado de un posible ascenso, pero de momento le han recortado el sueldo y su hija Katerina piensa en emigrar porque no encuentra trabajo. Y el tiene que atrapar a un asesino que realiza una obra <>, aplaudida por muchos ciudadanos.

  • Nunca te hare llorar de Monica Diaz Vazquez

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    Bianca deja una vida acomodada,
    para comenzar a...
    !VIVIR SU VIDA!
    Su corazon lo tiene cerrado al amor...
    Aless, un guapo y famoso modelo,
    se interpone en su camino...
    Esta enamorado de ella desde hace anos...
    Los fantasmas del pasado vuelven a Bianca...
    ?Conseguira Aless volver a abrir su corazon?
    Y ella... ?Se dejara?
    ?Conseguira vencer sus miedos?

  • La llave maestra de D. M. Pulley

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  • No lo llames amor, Noelia Amarillo de Noelia Amarillo

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    La convivencia no es facil en una comunidad de vecinos. En la mia hay malentendidos, vecinos cotillas, ninos ruidosos, ancianas de rigidas tradiciones, mujeres de disipadas costumbres (por lo visto, una de esas soy yo), divorciadas rompepelotas, apuestos metrosexuales y, aunque te cueste creerlo, hasta un par de personas que estan en sus cabales. Bueno, mas o menos…

  • La abadesa de Bingen de Maria Elisa Cortina

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  • Piedras negras de Eugenio Fuentes

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    Marta Medina fallece de alzheimer en Toulouse. En el testamento encarga a su nieta Marthe que busque a un hijo que tuvo que dar en adopcion en tiempos de la guerra civil. La nieta viaja a Espana y encarga la investigacion a Ricardo Cupido. El detective descubre que el hijo de Marta se llama Alejandro Garcilaso y es un hombre muy rico y padre de una hija ilegitima. Cuando Cupido y Marthe le revelan quien es el en realidad, este se niega a aceptarlo y Marthe regresa desenganada a Toulouse. Dias despues, la hija de Garcilaso aparece asesinada. El crimen resulta un tanto gotico y truculento, y Garcilaso, que quiere investigarlo al margen de la policia, le pide a Cupido que descubra que o quienes se esconden tras ese homicidio.

  • Las cuatro estaciones del amor de Gregoire Delacourt

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    Cuatro parejas, cuatro etapas distintas de la vida. La misma cancion de amor.

  • El reto mas dificil de Lory Squire

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    Las chicas duras no se enamoran de los ninos guapos… ?O si?

  • Las dos muertes de Mozart de Joseph Gelinek

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    Joseph Gelinek regresa con su thriller historico mas ambicioso hasta el momento en torno a una de las figuras mas importantes e influyentes de la historia de la musica: Wolfgang Amadeus Mozart.

  • Tu mirada manana de Alberto Fuentegris

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    Un grupo de jovenes celebran una fiesta en la finca de uno de ellos. Es el cumpleanos de Robe y para la ocasion han llevado porros, alcohol y hasta coca. ?Que podria salir mal? Todo comienza como deberia, diversion, alguna discusion, juegos y charlas. Pero la fatalidad tiene lugar esa misma noche. Ninguno hubiera sospechado que esa noche cambiarian las vidas de todos. Esta es una novela que se lee con gran agilidad. Cuenta con multiples dialogos y en ella se reflexiona sobre asuntos de gran actualidad relacionados con la juventud, asi como sobre temas universales. La proliferacion de las violaciones en grupo, la falta de intimidad, la violencia, el sexo, la incertidumbre ante el futuro laboral, el amor y la maldad son los principales asuntos sobre los que esta obra hara reflexionar al lector. Amor, humor, sexo, misterio y dilemas eticos. Cuando los personajes hablan utilizan un vocabulario cercano y coloquial, cercano a la jerga juvenil a veces. Esta novela no te dejara indiferente.

  • Complaceme de J. Kenner

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    Si te apasiono la excitante historia de amor entre Nikki y Damien en la trilogia <>, si seguiste su explosivo romance hasta el ultimo capitulo, no te puedes perder Complaceme.

  • Orfancia de Athos Zontini

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    Un nino demasiado delgado dentro de un mundo demasiado insipido. Un padre y una madre obsesionados con la comida: una lucha en familia que solo puede acabar en tragedia. O en comedia, en una comedia muy negra.
    <>
    El protagonista de Orfancia se siente perseguido por sus padres, una pareja de Napoles que quiere verlo rollizo y feliz. El esta convencido de que, llegado el momento, todos los adultos devoran a los ninos y no tiene claro que quiera acabar asi. Pero la vida tiene un sabor imposible de resistir…

  • El secreo de marcos de Rafael Nieto Rio

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    *A partir de 10 anos*
    La vida de Marcos transcurre tranquila. Se divierte en el recreo, juega de defensa suplente de futbol sala. hasta que un dia tropieza con un portal al territorio magico de Alistea y su apacible existencia da un vuelco espectacular. Un guerrero elfo, al que le encantan dos cosas de nuestro mundo (una de ellas es el chocolate con churros) se convertira en su canguro. Ambos deberan resolver un enigma por las calles de Madrid con la ayuda de un vecino jubilado, recorreran Alistea en una carrera contrarreloj.y descubriran un secreto estremecedor.

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • El pecado de Meg Ferrero

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  • Sin miedo a las estrellas de Chiara Parenti

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    Una historia sobre la importancia de saborear cada momento y de no dejar escapar las oportunidades que te brinda la vida.

  • El ultimo paciente del doctor Wilson de Reyes Calderon

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  • Sonar en puntas de Laura Benito

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    Todos corrian por los pasillos. Desde fuera se podian sentir los nervios a flor de piel que habia. Estabamos listos para esto. Ibamos a conseguirlo. Me dirigi a mi camerino. Sally ya me habia dejado todo listo. Mi traje. Mis puntas. Mis pasadores. Mi maquillaje. Pero me seguia faltando lo que yo mas necesitaba. Lo necesitaba para triunfar. Alguien toco mi puerta. -Senorita Price, primer acto en 40 minutos. Tenia 40 minutos, no se si para arreglarme o para convencerme de que podia hacerlo sin ello. Me coloque mi traje. Verdaderamente parecia un cisne. El maillot1 lleno de pedreria de diamantes, palabra de honor, unido directamente al tutu blanco nieve continuado con las preciosas piedras era impecable. El tul2 era un tono blanco roto para que quedase mas perfecto el contraste del cisne. Sally me habia colocado todo el maquillaje perfectamente ordenado, pieza por pieza. Me hice el mono trenzado y pegado en la parte baja de la cabeza, como tradicionalmente se hace. Me esparci por la cara la base liquida de polvos de talco para dar el tono de cisne. Todavia me acuerdo de aquel dia, el dia en el que vi la fotografia de mi abuela Mara situada en lo alto de su salon. * * * Tendria alrededor de siete u ocho anos. Yo estaba tranquilamente jugando y rondando por la casa de mis abuelos, cuando alce la cabeza para contemplar algo que habia visto por el rabillo del ojo. Ahi estaba, se trataba de una fotografia tomada en el ano 1972, como bien ponia en el pie de foto. Era una fotografia en blanco y negro, tomada en el momento justo en el que una bailarina realizaba una posicion intacta y hermosa. Llevaba un maquillaje de ojos muy extranos, con unos adornos en la cabeza que lo asemejaban a plumas negras. En los pies llevaba unas extranas zapatillas y se sostenia sobre ellas. Era lo mas parecido a un cisne, pero oscuro. En ese momento me quede inmovil alli de pie. Fue entonces cuando la abuela Mara entro, y al verme alli sorprendida, lanzo una sonrisa esplendida y se sento a mi lado, en el sillon donde ella solia coser. -Pequena Jackie, ?Sabes quien es esa joven bailarina? -No abuela. -Soy yo carino, en el mejor dia de mi vida, antes de tener a tu madre claro. – ?Eres tu abuela? ?Que estabas haciendo? ?Y sobre que te sostienes? Esos zapatos son un poco extranos. Mi abuela rio y juraria haber visto asomarse una lagrima, ?de felicidad? -Carino, se llaman puntas, las utilizan las bailarinas de danza clasica. – !Quiero unas! -No es tan sencillo de utilizar carino. Ese dia estaba representando al cisne negro. De la obra de El Lago De Los Cisnes. – ?Sigues bailando abuela? -Oh no, no carino, ya deje de hacerlo hace mucho, cuando tuve a tu madre. Pense que quizas ella seguiria mis pasos, pero tu mama era mas partidaria de otro estilo de baile moderno. -Abuela yo quiero ser como tu. Quiero ser una bailarina. -Mi pequena bailarina. Y se le cayo la lagrima. En ese momento lo supe. Volvi a mirar la fotografia y esta vez, la lagrima se me cayo a mi. No logre saber por que, pero lo que si sabia era que, si mi madre no lo habia hecho, seria yo quien lo haria. Yo seguiria los pasos de mi abuela. * * * Y ahora que habia llegado hasta aqui, no estaba. Lo que mas apoyo me daba, mi pilar, la razon por la que empece a bailar. La fotografia de mi abuela, no estaba. Acabe de arreglarme justo cuando escuche a Step gritar. -Cinco minutos para el primer acto pequenas cisnes. Me coloque mis puntas y cuando iba a salir, alguien volvio a llamar a mi puerta. Abri. Ahi estaba. Despues de todo, habia tenido el valor de venir. Pero, ?a que? No solo me habia destruido a mi, sino que, ?tambien queria destruir mi sueno? Fui a hablar, pero no me dejo. -No digas nada, tan solo cogelo. Con toda la rabia que habia salido de mi, no me habia fijado en lo que llevaba en la mano. Me lo entrego. -Como has… -Luego tendremos el tiempo suficiente para hablar Cisne, pero ahora, tienes un sueno que cumplir. Antes de poder responder a eso, me beso, y se marcho. Me quede ahi parada, mirando como se marchaba, vestido de traje, ?Por mi? No lo sabia, pero no era el momento. Era mi momento, e iba a salir ahi y cumplir mi sueno, por lo que he luchado y he sufrido para llegar a cumplirlo. Antes de irme mire lo que me habia entregado y le di un beso. La fotografia de mi abuela. Capitulo 1 Mi primer dia estaba cerca. Iba a ser en una semana, mi primer dia en la Universidad de bellas artes de Seattle. Era el cambio radical que necesitaba. Llevo toda mi vida viviendo en Nueva Jersey. Mis padres y mis hermanos no quieren que me marche, pero tengo que hacerlo para lograrlo. – ?Vendras a vernos cada fin de semana Jacqueline? -Ethan, sabes que no puedo. Seattle esta a 41 horas de aqui. Pero vendre siempre que pueda a veros. -Bueno… esta bien, no te olvides de mi Jackie. Deje de colocar lo que me faltaba, me gire hacia el y lo abrace con todas mis fuerzas. -Nunca me olvidaria de ti Ethan. Te quiero muchisimo, ?me has oido? -Yo tambien te quiero Jackie. En ese instante entro en la habitacion Maverick. – !Yo tambien quiero! Y se tiro encima nuestra como de costumbre. Iba a echar mucho de menos a mis hermanos. Me encanta estar con ellos, y ayudarles en sus peleas tontas. Ambos son gemelos. Tienen diez anos menos que yo, es decir, nueve. Los dos tienen una melena rubia un poco larga, pero sin llegar a los hombros ni mucho menos, y unos grandes ojos azules. Si, ellos se habian llevado la parte buena de la familia. Mi mama era rubia con ojos claros y mi papa moreno con ojos claros al igual. Y yo, era la replica exacta de mi abuela Mara. Pelo largo, liso y de un tono chocolate con mechas mas claras que me hice el verano pasado. Mis ojos eran de un tono caramelo y bastante grandes. No me quejo de nada la verdad, todo lo que he heredado de mi abuela, es una maravilla. Me dirigi abajo. Mi padre ya habia puesto en la entrada de casa todo el equipaje necesario. Las demas cosas necesarias para vivir, ya estaban en mi nuevo cuarto en la residencia de la universidad. Mis padres me dieron la opcion de alquilar a las afueras del campus un pequeno apartamento para mi sola. Pero lo cierto es que no me apetecia mucho. Tenia esa ilusion de sentirme una universitaria, y tener mi cuarto con alguna companera extrana como en todas las peliculas y libros que habia visto hasta ahora. Mi padre estaba sentado en la cocina junto a mi madre mirando fotos. Cuando me acerque pude ver que se trataban de mis primeros dias en ballet. En la academia de la senorita Hudson. Mi madre estaba llorando, la abrace por detras. -Parece que fue ayer cuando empezaste a bailar Jacqueline. -Lo se mama, a mi tambien me ocurre. -Jacqueline, ten mucho cuidado por favor. No hagas cosas de las que te puedas arrepentir, ni hagas tonterias, podrias lesionarte. -Esta bien papa. No os preocupeis por nada. Me despedi de todos. Nos dimos un gran abrazo y mi padre me llevo hasta la estacion de autobuses de Nueva jersey centro. Cuando me monte en el coche, me dio realmente pena dejar todo esto atras, todo esto con lo que yo habia comenzado, el lugar en el que di los primeros pasos de mi vida y el lugar en el que aprendi a bailar. Ahora yo, Jacqueline Price, iba a ser oficialmente una universitaria. Iba a dejar la pequena academia de la Senorita Hudson, por la gran Universidad, para conseguir mi sueno. Por mi abuela. En ese momento me acorde. -Papa, tengo que despedirme de la abuela, ve rapido. -Jacqueline no hay tiempo. -Papa, rapido, siempre hay tiempo para la abuela Mara. -Esta bien. No podia irme sin despedirme de ella. Estaba tan contenta de que su nieta siguiera sus pasos que cada vez que tenia una audicion, venia a verla, e incluso antes de acabar el acto, se levantaba y aplaudia como loca con sus lagrimas cayendo. Mi abuela era mi todo. La queria como a nada. Verdaderamente, no me iba a ir sin despedirme de ella. Porque gracias a ella, voy a donde voy. Mi padre aparco y antes incluso de parar, creo que yo ya estaba en la puerta de mi abuela. – !Carino! ?No tendrias que estar ya en la estacion? El autobus sale en 30 minutos.

  • Todas las noches contigo de Iria Blake

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    Alvaro y Maria no creen en el amor, solo quieren pasar una noche divertida juntos. Pero cuando despues de esa torrida cita se reencuentran en el mismo lugar de trabajo, descubren que su chispa fue una explosion.
    El quiere repetir, ella no.
    Una mentira, el pasado y su propia cabezoneria seran las barreras que se pondran a si mismos para poder estar juntos.
    < Quiero pasar todas las noches contigo>>
    ?Se amaran lo suficiente como para superar los obstaculos que se les presenten?

  • Ninos en la Oscuridad de Harry Betancourt

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    Ninos en la oscuridad es una novela donde se narra la historia de un escritor frustrado y alcoholico quien se ve hundido en lo mas profundo que puede llegar una persona, la indigencia. Un dia se cruza en su vida un nino de la calle quien subsiste junto a otros muchachos en un vertedero de basura y que lo ayudara no solo a sobrevivir en aquel submundo donde los seres humanos son considerados desechos de la sociedad, sino que lo hara despertar de la oscuridad para ver de nuevo la luz al final del sendero.

  • La vida en cuatro letras de Carlos Lopez Otin

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    Partiendo de un momento extraordinariamente dificil de la vida del autor, este libro empieza con una pregunta fascinante: ?llevamos la felicidad escrita en nuestros genes?

  • Juego de conquista (Hermanas Withler 02), Silvia Garcia Ruiz de Silvia Garcia Ruiz

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  • Aventuras de un detective privado especial de Manuel Aldavero

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  • Cruelity Free de Elizabeth Betancourt

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    Suky Rider es una mujer muy inusual, para empezar es totalmente lo opuesto a lo que la actual sociedad define como "belleza". Ella es una mujer curvilinea, bajita, espontanea, dulce y muy apasionadal. Debido a una infancia desastrosa y una madre que siempre trato de bajar su autoestima, Suky nunca supo el potencial que realmente tenia, pero su caracter colorido y espontaneo siempre la hizo llamar la atencion. En un momento de su vida en el que se entera que practicamente ha vivido en una mentira se volcara en una gran aventura que consistira en salvar su marca de maquillajes favorita (Cruelity Free), lo que no espera encontrarse por el camino es a una serie de catastroficas desdichas y a un hombre tan atractivo que la hara temblar de la cabeza a los pies.

  • El Silencio De Tu Nombre de Andres Perez Dominguez

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    Cuando Erika Walter, viuda de un agente secreto aleman, huye a Madrid con un importante legajo de documentos que implican a altos cargos nazis en el exilio, su amante Martin Navarro, ex miembro del PCE, se ve obligado a abandonar Paris y perseguirla. Aunque sabe que en Espana le espera la carcel si es capturado por la policia franquista o la muerte por traicion si sus camaradas del partido le descubren, Martin lo arriesgara todo, incluso sus convicciones ideologicas, por volver a reunirse con Erika. Con la policia, los nazis, los comunistas y la CIA pisandoles los talones, ambos amantes se veran envueltos en una trama de espionaje e intereses ocultos mas compleja y peligrosa de lo que nunca hubieran imaginado. Plagada de espias desencantados, idealistas convencidos y heroes a su pesar, El silencio de tu nombre auna historia, aventura, intriga y romance. Una novela que refleja con maestria como en una Europa arrasada por la intolerancia y el fanatismo politico y hay lugar para el amor, la amistad, el honor y la esperanza.

  • Una casa 7 problemas de Hana Candela Chung

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    La suerte no esta del lado de Alex Foster. Su madre murio hace un mes, no ve a su padre y a su hermano desde que tiene cinco anos, y su mejor forma de desahogarse es ir de fiesta en fiesta.
    Hasta que llega su padre, la persona que mas odia, para llevarsela al otro lado del mundo. Nada le sono mas absurdo en sus 17 anos, pero no tiene otra opcion. Y cuando llega a Los Angeles, le dan la peor noticia: No vivira con su padre, sino con su hermano Drake y sus seis mejores amigos.

  • Segunda oportunidad (Destinos 2) de Kira Freitas

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    Segunda oportunidad

  • Un highlander para Adela de Azahara Vega

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    La vida de Adela es un desastre. No tiene trabajo. Ni pareja. Vive en casa de su abuela junto al resto de su familia con la que no se lleva bien.

  • Enamorarme la primera vez, fue mi error, Indhira Jacobo de Indhira Jacobo

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    Deslenguada, impertinente y maleducada. Asi es como David Wyatt ve a Eve Montes, la chica que sin proponerselo entro en su tranquilo y ordenado mundo para ponerlo patas arriba. Pero lo que el no sabe es que detras de todo ese caracter existe una mujer fragil y luchadora.

  • Apartamentos Fifi. Caution de Lux Aeris

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    Jose: alto, rubio, guapo, rico, rompecorazones y extravagante. ?Es oro todo lo que reluce? ?Podra superar su pasado? ?El amor es sufrimiento? ?Que precio pagara?

  • Vidas descalzas de Fabio Geda

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    Ercole esta atrincherado en el techo de un cobertizo, armado y rodeado por la policia. Con el esta Luca, que tiene seis anos. ?Como han terminado alli?

  • Las intrigas de la fama 2 de Mercedes Franco

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    Carolina comienza su nueva carrera con exito, ya que ha logrado captar la atencion de todos los medios y tambien de Armando Lugo.

  • Miguel (Y llegaste tu 9) de Merche Diolch

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    —?Que haces aqui, Miguel? —le pregunto Sarah mientras subia las escaleras que conducian hasta la entrada del bar donde trabajaba. El joven, que estaba sentado en uno de los escalones, levanto la vista de su movil y le regalo una radiante sonrisa. —Esperarte. Ya sabes que sin ti no puedo vivir. La risa femenina los envolvio. —Mira que eres pelota —lo acuso al mismo tiempo que abria la puerta del establecimiento—. Anda, entra —lo invito mientras encendia las luces. El se levanto, se limpio un poco el vaquero y la siguio. —No sabia que abrias tan temprano —comento intentando entablar una conversacion. Se sento en uno de los taburetes que habia cerca de la barra y el silencio del local le llamo la atencion, tan acostumbrado al ruido y las conversaciones de los camioneros que por alli pasaban. La chica se metio en la cocina para salir de inmediato con un cubo lleno de agua en una mano y una fregona en la otra. —Alguien tiene que limpiar. —?Te ayudo? —Se bajo del taburete y atrapo corriendo el cubo de plastico. Ella nego con la cabeza. —Es cosa mia… El tiro del cubo con fuerza, intentando que se lo diera, pero ninguno de los dos lo soltaba. —Venga, no seas cabezota. Dejame ayudarte… —No, Miguel. Es mi trabajo… —le senalo y tiro del cubo hacia ella, provocando que el agua cayera al suelo, mojandolos. El chico comenzo a reirse. Sarah lo miro con cara de pocos amigos. —No le veo la gracia. Miguel aprovecho para quitarle la fregona de la mano y le dio un beso en la mejilla para su sorpresa. —Venga, no te pongas asi, que estas muy fea. Ella cruzo los brazos por delante y arrugo el ceno mientras observaba como limpiaba. —Pues tampoco se te da tan mal —dijo pasado un tiempo. Miguel la miro por encima del hombro y guino un ojo. —La experiencia… Anda, sigue tu con otras tareas y yo termino con el suelo. Sarah asintio y desaparecio en la cocina. Al poco, se escucho en el local el ruido de la puerta al abrirse. —Esta cerrado —anuncio Miguel a quien fuera que habia entrado, sin ni siquiera molestarse en mirar. —?Esta Sarah? —pregunto de forma brusca el recien llegado sin hacerle caso. —?Quien lo pregunta? —Miguel paro lo que estaba haciendo y observo al joven que acababa de entrar. Iba vestido con un pantalon negro y una cazadora tambien oscura, y no era mas alto que el. Tenia las gafas de sol puestas, aunque ni dentro ni fuera del local fueran necesarias, y su cabello rubio estaba peinado hacia arriba. El joven lo miro con gesto de desprecio de arriba abajo. —No es de tu incumbencia… Miguel dejo la fregona apoyada en la barra. —Si preguntas por Sarah, si. —No sabia muy bien por que habia dicho eso, pero al observar a ese desconocido algo le dijo que no era de fiar. Se carcajeo ante su respuesta. —No me hagas reir, muchacho. !Sarah! !Sarah! —la llamo a gritos, ignorandolo. Miguel se acerco a el un poco mas y atrapo su brazo. —Tengo que pedirte que te marches… El chico se quito las gafas de sol, dejando visibles unos ojos demasiados rojos, muy lejos del blanco que debia cubrirlos, prueba de que por su sangre corrian sustancias ilegales, y trato de zafarse de su agarre. —!Sueltame! —le exigio. Miguel hizo lo que le pedia y senalo la puerta. —Vete —le ordeno de nuevo. —Obligame —lo reto. Miguel avanzo un par de pasos con intencion de hacerlo cuando le sorprendio un punetazo en el estomago que provoco que se doblara sobre si mismo. Mientras hacia todo lo posible para recuperar el aire que le habia robado el golpe, el joven que le habia sacudido se agacho para mirarlo a la cara. —Dile a Sarah que Aitor la busca —le dijo entre dientes y se marcho. Miguel se acerco a la entrada en cuanto esto ocurrio y, sin dudarlo, cerro la puerta con llave. Se apoyo en la madera y llamo a la chica que se escondia en la cocina. —Sal… Ya se ha ido. Sarah aparecio de inmediato. En su cara se reflejaba el terror que habia sentido cuando identifico la voz de quien la llamaba. —?Estas bien? —le pregunto preocupada. El se paso la mano por su estomago y asintio. —Algo dolorido…, pero bien. La chica llevo sus manos a la zona que habia sufrido el punetazo y lo miro con sus ojos azules llenos de lagrimas. —Lo siento… Yo… Miguel chisto acallandola y le acaricio la mejilla, secandole la humedad que se deslizaba por ellas. —No pasa nada… Estoy bien. Esta todo bien —mintio pasandole un brazo por los hombros para atraerla hacia el—. Estoy aqui. Me tienes para lo que necesites. Sarah apoyo su cabeza en el pecho de el y lo abrazo. El silencio se asento en el local, solo roto por el llanto de la joven. PARTE 9 MIGUEL Capitulo 1 —Nos vamos —le dijo Miguel en cuanto aparecio por el bar a modo de saludo. Sarah arrugo el entrecejo y lo observo confusa. Hacia dos dias que no sabia nada de el y ahora, de repente, aparecia como si tal cosa. Cogio el trapo con el que limpiaba la barra del bar con mas fuerza de la necesaria y siguio con lo que estaba haciendo sin dirigirle la palabra. El joven se quito el gorro verde que llevaba y lo estrujo entre las manos. —Sarah, se que estas enfadada… Esta nego con la cabeza, pero no lo miro a los ojos. —No se de que hablas. Miguel tiro el gorro sobre la barra, entorpeciendo su trabajo y obligandola a detenerse. —Si, desapareci. —Se paso la mano por el cabello y resoplo—. Pero tenia cosas que debia atender para poder… Sarah le dio la espalda y se dirigio a la cocina, ignorandolo. El solto el aire que retenia, agarro su gorro y se lo metio en el bolsillo trasero del vaquero. Golpeo uno de los taburetes y solto un exabrupto arrancando una carcajada a uno de los camioneros que estaba cerca de el tomando una cerveza. Lo miro con cara de pocos amigos, pero el hombre, lejos de molestarse, levanto la jarra y brindo en el aire. —Yo apuesto por ti. —Le guino un ojo y bebio. —No se que decirte, amigo —intervino en la conversacion un hombre que se sentaba un par de mesas por detras del primero—. Esa chica los tiene bien puestos… —?Apostamos? —pregunto un tercero. Miguel parpadeo varias veces, alucinando de que todos los reunidos en el local estuvieran mas atentos a la charla que habian mantenido Sarah y el que a sus propias cosas. Se puso el gorro en la cabeza y, sin querer intervenir en el debate que mantenian los clientes del bar, fue tras su objetivo. Cruzo la barra del bar y se parapeto en el vano de la puerta para evitar que Sarah saliera huyendo sin escucharle. La joven, que estaba preparando lo que parecia ser una hamburguesa, ni siquiera se volvio para mirarlo cuando sintio que la observaban. Sabia de quien se trataba y no queria que supiera que le habia afectado su ausencia. Dos dias… Habian pasado dos dias desde que aparecio Aitor buscandola, desde que Miguel se habia enfrentado a el, desde que le habia prometido que estaria ahi para lo que necesitara… Golpeo con la espatula la carne picada, con mucha mas fuerza de la necesaria, y tenso su mandibula al recordar como en esos dias saltaba cada vez que la puerta del local se abria, cada vez que aparecia detras de ella una cabeza rubia, con temor a que su exnovio regresara y que, en esa ocasion, nadie pudiera ayudarla… porque estaba sola. Miguel se marcho en cuanto aparecio Boris, su jefe, en el local con la excusa de que debia solucionar unas cosas para volver a aparecer… No habia estado a su lado, aunque se lo habia prometido. —Sarah… —la llamo justo cuando esta daba la vuelta al filete y lo golpeaba con sana y el no pudo mas que tragar con dificultad, consciente de que la camarera en ese momento imaginaba que, en vez de carne, maltrataba una parte de su cuerpo…, una muy delicada—. Sarah, escuchame, por favor.

  • Los Exiliados Las doncellas de Summerwind de Kattie Black

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    En su sueno, la extrana niebla negra lo rodeaba y tiraba de el hacia abajo, llamandolo por su nombre. Lo llamaba con la voz de ella. Con la voz de Lis, de su Lissie, dulce y grave como una caricia que lo consolaba y heria al mismo tiempo. --Ven a mi, Baltair, mi amor... Ven a mi, mi amor, Baltair... En medio de la espesa bruma casi podia oler su perfume, sentir la suavidad de sus pechos contagiandole su calidez. Trato de asirla, pero ella se deshacia. Era un vaho caliente que se enredaba en su garganta, en sus munecas. --Lis... maldita, maldita seas... dejame verte. --Ven a mi, Baltair, mi amor... Ven a mi, mi amor, Baltair... --repetia--. Perdoname... perdoname... Al fondo de la humareda oscura, dos ojos brillaron. Al principio creyo que eran tan azules como los de ella, pero despues le parecieron verdes. O tal vez rojos. <>. Se sacudio en suenos, tratando de librarse de la pesadilla, pero no consiguio despertar. Cayo cada vez mas profundo, sintiendo como aquel cuerpo que de pronto ya no era calido sino frio, se apretaba mas contra el. Los brazos se enredaron en su cuello y una lengua viscosa y gelida intento entrar en su boca. --No... !No! Volvio a la vigilia con un sobresalto, tomando aire con la desesperacion de un ahogado. La pesadilla habia terminado, sin embargo, aun notaba el tentaculo frio anudado a su alrededor. Hizo un gesto instintivo para sacudirse los restos de la terrible alucinacion y a punto estuvo de soltar un grito cuando sus dedos golpearon un bulto viscoso y fresco que colgaba de su cuello. <>. Al bajar la vista, a la luz mortecina del fuego del campamento, vio a la horrible criatura. Una espantosa vejiga que lo miraba. Los restos de sueno desaparecieron barridos por la adrenalina. Se puso en pie y agarro la masa viscosa, tirando, hasta que se arranco sus finas extremidades del gaznate. Los tentaculos se soltaron y empezaron a moverse, tratando de atraparlo de nuevo. El ser que se retorcia entre sus manos tenia el tamano de una naranja y era blanquecino y escurridizo como una medusa. Un unico ojo amarillo de pupila vertical se abria en medio de una cabeza hecha de bultos y pustulas, sin pelo ni escamas, de la que brotaban tentaculos desiguales con las puntas rojas. --!Garren! !Garren! Sintio el ruido de las hojas secas quebrarse bajo los pies de su hermano cuando este se puso en pie de un salto. Un cuchillo de caza aparecio como de la nada y partio por la mitad al engendro, cuyas dos partes cayeron al suelo y empezaron a burbujear y a recomponerse. --?No se muere? --resollo Garren. Empunaba el cuchillo, con los ojos brillantes y la voz ahogada por el brusco despertar. --Es un demonio. Ahora... ahora son dos --comprendio Baltair al ver como nuevos tentaculos brotaban de las informes aberraciones.

  • El secreto de los Nocturnos de Sergio Villanueva

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    Un brutal asesinato. Una investigacion a contrarreloj. Una ciudad hermetica. Una incomoda verdad.

  • Cautivada por ellos de Lorena Concepcion

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    Lauren Hayse esta convencida de que su vida no debe cambiar ni un apice, si no algo terrible podria ocurrir. La muerte de su madre esta muy presente, pues el responsable sigue por ahi suelto y la vigila muy de cerca. La llegada repentina de sus futuros hermanastros cambiaran las reglas del juego, asi como sus sentimientos, haciendola sentir emociones que ni ella misma entiende, y que no podra controlar.
    Ulrik y Nolan Felton no se esperan que el futuro marido de su madre tenga una preciosa hija que hara que se planteen todo su mundo en muchos sentidos.
    “Esta historia es tan emocionante, trepidante y tan sensual que no podras dejar de leer, preparate para adentrarte en la piel de un trio amoroso sin igual”.

  • La gran conquista (Unidos por el amor 4) de Fernanda Suarez

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    Cuarta entrega de la serie <> de Fernanda Suarez que apasionara a todos los lectores de novela romantica ambientada en la regencia.

  • LAS MARIPOSAS NUNCA MIENTEN de Maria Beatobe

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    Anna y Sergio se conocen de manera fortuita en unas vacaciones de verano y se sienten atraidos desde el primer momento. Pero todo se trunca cuando Sergio comete un grave error y no se vuelven a ver hasta cuatro anos despues, cuando se reencuentran en una circunstancia muy complicada emocionalmente para Anna y una de sus amigas .Volverse a ver provoca que los sentimientos vuelvan a aflorar de manera inmediata y las mariposas que revoloteaban a sus anchas por su estomago hacia cuatro anos, resuciten animadas, aunque ambos se nieguen a admitir lo evidente. El acoso de un desconocido y el accidente de moto de Sergio, hacen que ambos se replanteen lo que sienten.Pero la vida da tantas vueltas... ?sera verdad eso de que las mariposas nunca mienten?

  • Cuentos de brujas de escritoras de Varios Autores

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    En Gran Bretana, en la epoca victoriana, las mujeres de las clases mas acomodadas se reunian en <> en los que se dedicaban a diferentes actividades. El interes por la brujeria aglutino muchas de esas reuniones, donde se contaban noticias, cuentos, tradiciones, y se inspiraban nuevas obras de creacion. En Cuentos de brujas de escritoras victorianas (1839-1920) Peter Haining ha querido reflejar esa variedad: la antologia incluye cronicas historicas y legendarias tanto como ficciones escritas por mujeres que en su dia no gozaron de mucho prestigio y que hoy en su mayoria han sido bastante olvidadas pero que sin duda ha valido la pena recuperar.

  • Las piedras del frio de Nuria Pagratis

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    Violeta viaja a Praga para visitar a su amiga Flor. Ambas acaban envueltas en un asunto turbio de robos y asesinatos relacionados con unas piedras muy especiales.

  • Seis razones para no amar de Marta Flores

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    No es fruto de la casualidad que Sheila se decida a confeccionar el listado de las "seis razones para no amar". Y es que la joven protagonista no conoce el amor verdadero, pues todos los hombres de su vida le han "salido rana".

  • El secreto de las hermanas Blackwood de Ellen Marie Wiseman

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    L CAPITULO 1 LILLY Julio de 1931 Blackwood Manor Horse Farm Debbin's Comer, Nueva York ILLY BLACKWOOD, DE NUEVE ANOS, SE PLANTO EN LA buhardilla del atico de Blackwood Manor por milesima vez, deseando que la ventana se abriera y poder asi oler el aire fresco. Al dia siguiente seria su cumpleanos y no podia pensar en un regalo mejor que aquel. Seguramente, papa le traeria un vestido nuevo y otro libro cuando volviera de Pensilvania, pero habia estado lloviendo y queria saber si afuera se estaba igual que adentro. Se pregunto si las gotas de lluvia habrian impregnado el ambiente de suavidad y frescura, como le pasaba al agua cuando se daba un bano de esponja. ?O afuera tambien estaria el aire caliente y pegajoso como el de su cuarto? Le habia pedido cientos de veces a mama que cambiara la ventana por otra que pudiera abrir, y quitar aquella reja enroscada para poder ver mejor, pero mama, como de costumbre, nunca la escuchaba. Si mama supiera que papa la dejaba jugar en la otra parte del atico cuando ella se iba a misa, papa estaria en apuros. Mas que cuando la enseno a leer; mas incluso que cuando le regalo una gata en su tercer cumpleanos. Lilly suspiro, saco el telescopio por el alfeizar, y arrimo el ojo. Por lo menos era verano y no tenia que rascar el hielo del cristal. Papa llamaba a aquella hora del dia <>, cuando el paisaje parecia pintado unicamente con dos colores, verde y azul. La hilera de pinos al otro lado del establo, pasando por los prados donde jugaban los caballos, parecia hecha del mismo fieltro que Lilly usaba como mantas para las munecas. Las sombras, cada vez mas oscuras, estaban por todas partes. Fue deslizandose por el borde del bosque buscando al ciervo que habia visto el dia anterior. Ahi estaba el sauce torcido; la roca junto al arbusto que el invierno pasado se puso roja; el tronco quebrado junto a la valla de piedra; y ahi estaba la... Paro y volvio con el telescopio a la valla. Habia algo diferente al otro lado del bosque, cerca de las vias del tren que atravesaban el lejano prado. Aparto el telescopio del ojo, parpadeo, miro nuevamente y jadeo. Le silbo el pecho, como cada vez que se ponia nerviosa. Habia una serie de luces azules, rojas, amarillas y verdes, como las que papa colgaba en su cama en Navidades, colgando sobre una gigantesca casa de tela. Habia otras luces rodeando mas casas con forma de fantasmillas regordetes. Lilly no pudo distinguir las palabras, pero tambien habia senales con letras iluminadas por bombillas de colores. Las banderas ondeaban desde lo alto de sus postes, y una linea de luces amarillas flotaba a lo largo de las vias del ferrocarril. Parecian las ventanas de un tren que estuviera detenido. Uno de los largos. Lilly dejo el telescopio, espero a que sus pulmones dejaran de silbar, fue a la estanteria y cogio su libro ilustrado favorito. Paso las paginas hasta encontrar lo que estaba buscando --un colorido dibujo de una tienda a rayas rodeada de vagones, caballos, elefantes y payasos--. Se apresuro de vuelta a la ventana para comparar la forma de la tienda del libro con la casa brillante del otro lado del bosque. Estaba en lo cierto. Era un circo. Y podia verlo. Normalmente, las unicas cosas que podia ver a traves de su ventana eran caballos y pastizales, y a papa trabajando junto a su ayudante junto a las vallas blancas, o el establo amarillo de los caballos. A veces, mama paseaba cruzando los pastos hasta el establo, con su larga melena rubia arrastrandose tras ella como un velo. Otras veces, los camiones paraban a la entrada del establo y el ayudante de papa subia y bajaba los caballos de los remolques o descargaba sacos y balas de heno. Una vez, dos hombres vestidos con ropas anchas --papa los llamo gandules-- se encaminaron hacia la entrada, donde el ayudante de papa salio a recibirlos con la escopeta. Cuando Lilly tenia suerte, podia ver a los ciervos asomando por el bosque, o a los mapaches corriendo a lo largo de la valla en direccion al cobertizo, o el tren acercandose por las vias. Y si pegaba la oreja a la ventana, el ruido de la maquinaria del tren o el pitido del silbido llegaban hasta ella atravesando el cristal. Pero ahora habia un circo ahi fuera, al otro lado de la ventana. !Un circo de verdad, en ese mismo instante! Por primera vez en su vida, estaba viendo algo diferente y lo estaba viendo en vivo, no en un libro ilustrado. Se puso muy contenta, pero al mismo tiempo, tambien se puso triste. Si no se hubiera pasado la tarde leyendo, habria podido ver como descargaban las cosas del circo en la parada del tren; podria haber visto como traian las tiendas; podria haber visto los elefantes, las cebras y los payasos. Ahora estaba demasiado oscuro para ver nada salvo las luces. Dejo el libro y conto los travesanos de la ventana. A veces contar la hacia sentirse mejor. Uno, dos, tres, cuatro, cinco. Nada. No funcionaba. No podia dejar de pensar en lo que se habia perdido. Apreto la oreja contra el cristal. A lo mejor podia oir los gritos del director o la musica del circo. Pero lo unico que oyo fue el pitido de su pecho y los latidos acelerados del corazon. En el alfeizar de la ventana, su gata, Abby, se desperto y parpadeo con somnolencia. Rodeo con el brazo al atigrado felino anaranjado, atrayendola hacia si, y hundiendo su nariz en el suave pelaje del animal. Abby era su mejor amiga y la gata mas lista del mundo. Podia apoyarse en sus patitas traseras para dar besitos y levantar la zarpita para tocarla y llamar su atencion. Incluso podia saltar a la cama de Lilly o bajarse de ella cuando se lo pedias. --Apuesto a que mama ira al circo --dijo Lilly-- porque la gente no le tiene miedo, asi que ella no tiene por que preocuparse de eso. La gata ronroneo. ?Como sera el hombre elefante?, se pregunto Lilly. ?Que se sentira al tocarle la piel arrugada y quedarte mirando esos ojos marrones y grandotes? ?Y montar en el caballo rosa y blanco de un carrusel? ?Como sera? ?O caminar entre la gente, comer cacahuetes y algodon de azucar? ?Y ver un espectaculo de leones autentico, en vivo y en directo? Habia noches en las que, tras apagar las luces y acurrucarse en la cama, los pensamientos salian de su mente abandonando la habitacion, corriendo escaleras abajo. Habia leido bastantes libros como para saber que la casa tenia mas de una planta, y se imaginaba a si misma escabullendose por el atico, encontrando una escalera, abriendose paso por las plantas inferiores de Blackwood Manor, y saliendo por la puerta principal. Se imagino alli fuera, con los pies sobre la tierra, respirando profundamente, oliendo a algo mas que madera vieja, telaranas y polvo caliente, para variar. Durante las visitas semanales de papa, uno de sus juegos favoritos consistia en adivinar a que olia su ropa. A veces olia a caballos y heno; otras veces a betun o humo, pan horneado o... ?Como se llamaba esa cosa que se suponia que era una mezcla de limones y cedro? ?Colonia? Bueno, fuera lo que fuese, olia bien. Papa le habia hablado mucho del mundo exterior. Tambien sabia como era por lo que habia leido en los libros, pero no tenia ni idea de lo que era sentir la hierba entre los dedos, ni como era el tacto de una corteza. Sabia que las flores eran aromaticas porque su padre le traia un ramillete cada primavera, pero se moria por pasear a traves de un campo de margaritas y dientes de leon y poder sentir la tierra y el rocio en los pies descalzos. Queria oir a los pajaros cantando y escuchar el viento. Queria sentir la brisa y el sol sobre su piel. Habia leido todo lo que se podia leer sobre plantas y animales, podia recitar el nombre de cada uno de ellos si era necesario, pero al margen de Abby y el raton que habia visto correr por el zocalo aquel invierno, jamas habia visto ningun otro animal de cerca. Su otro juego favorito era escoger un lugar en el atlas y leer todo lo que pudiera sobre el para, seguidamente, planear un viaje hasta quedarse dormida, decidiendo que hacer y donde ir cuando estuviera alli. Su lugar favorito era Africa, donde se imaginaba corriendo con los leones, los elefantes y las jirafas. A veces imaginaba que rompia la ventana de la buhardilla, se arrastraba hasta el tejado y se deslizaba hacia abajo por un lateral de la casa, escapando furtivamente hasta el establo para ver los caballos. Y es que por todo lo que habia visto y leido, eran sus animales favoritos, aparte de los gatos, por supuesto. No es solo porque fueran fuertes y hermosos, sino porque podian tirar de remolques, trineos y arados. Dejaban que la gente los montase y podian encontrar el camino de regreso a casa si se perdian. Papa decia que los caballos de Blackwood Manor estaban demasiado alejados de la ventana del atico, asi que Lilly los bautizo con nombres de su propia invencion: Gypsy, Eagle, Cinnamon, Magic, Chester, Samantha, Molly y Candy. Como le habria gustado acercarse a ellos, acariciarles las crines y cabalgar sobre sus lomos por los prados. Si esos estupidos barrotes de la ventana que mama decia que eran por su propio bien no estuvieran ahi... Entonces recordo la advertencia maternal, y sus suenos se convirtieron en pesadillas. --Esos barrotes son para protegerte --le habia dicho su madre en mas de una ocasion--. Si alguien se atreviera a entrar y te viera se asustaria, y trataria de hacerte dano. Cuando Lilly le pregunto por que tendrian que tener miedo de ella, mama le dijo que era porque era un monstruo, una abominacion. Lilly no sabia lo que era una abominacion, pero sonaba mal. Bajo los hombros y suspiro en mitad de la quietud de su habitacion. No habria circo para ella. Ni ahora ni nunca. Jamas podria salir del atico. El unico modo en el que podria ver el mundo seria a traves de los libros. Papa decia que afuera el mundo tampoco es que fuera una maravilla, como ella creia, y que debia estar agradecida y feliz por tener una cama caliente y comida que echarse a la boca. Habia mucha gente que no tenia casa ni trabajo, y tenian que hacer cola para que les dieran un trozo de pan y algo de sopa. Le conto algo sobre bancos y dinero, y no se que crisis financiera, pero ella no entendio ni jota. Y tampoco la hizo sentir mejor, la verdad. Rodeo a Abby entre sus brazos y se sento en la cama de hierro que habia medio escondida debajo de un rincon de papel pintado de un cielo azul redondeado. La lampara de su mesilla de noche proyectaba sombras alargadas sobre el suelo de madera, lo cual significaba que pronto oscureceria y seria hora de apagar la luz. No queria olvidarse de apagarla. De lo contrario, tendria que aguantar las monsergas de mama, siempre con la misma cantinela. Le habia dicho mas de cien veces que si alguien veia luz en su habitacion y la descubria alli se la llevarian lejos y nunca mas volveria a verlos. Pero la semana anterior hubo una noche que se olvido de hacerlo porque habia empezado a leer un libro nuevo y se habia quedado durmiendo. Dejo a la gata en la cama y examino las cicatrices de sus dedos. Papa tenia razon, la locion estaba surtiendo efecto. !Pero hay que ver como quemaba la llama de la lampara de mama! --La letra con sangre entra --habia dicho mama. Lilly estuvo a punto de preguntarle si la Biblia decia algo sobre aquello de la letra con sangre entra, pero al final no se atrevio. Se suponia que debia saber lo que decia la Biblia. --Me pregunto que haria mama si supiera que me paso el dia leyendo los libros de papa en lugar de esa vieja Biblia --le dijo a Abby. La gata restrego el hocico contra el brazo de Lilly. Despues se hizo un ovillo y se volvio a dormir. Cogio la Biblia de la mesilla de noche --no se habria atrevido a ponerla en ningun otro lugar --, movio el punto de lectura hasta situarlo unas cuantas paginas mas adelante, y volvio a dejarla en el mismo sitio. Mama solia revisar cuanto avanzaba la lectura, y si el marcapaginas no se movia, empezaban los problemas. De acuerdo a su madre, la Sagrada Biblia y el crucifijo que habia colgado en la pared sobre su cama eran las dos unicas cosas que necesitaba para ser feliz. El resto de cosas que habia en la habitacion eran cosa de papa: la mesa de mimbre para las fiestas de te, con tapete de encaje, su bandeja de plata y sus tazas de porcelana, la mecedora a juego y el osito de peluche que habia sentado en el taburete acolchado de color azul junto al armario; la casa de munecas con los muebles en miniatura y sus munequitas; la maqueta de la granja de animales asomando desde la balda superior de la biblioteca, con aquellas caras que parecia que se iban a poner a cantar de un momento a otro; tres munecas de porcelana con vestidos de encaje en un cochecito de bebes, de esas que tenian ojos que se abrian y se cerraban. Y, por supuesto, la biblioteca llena de libros. Hubo un tiempo en que parecia que no habia cosa en el mundo que papa no fuera capaz de darle, hasta que leyo Blancanieves y le pidio un espejo. A veces, en mitad de la noche, cuando estaba segura de que todo el mundo estaba durmiendo y no habia mas que una oscura negrura al otro lado de la ventana, encendia la luz y estudiaba su reflejo en el cristal. Lo unico que veia era una mascara fantasmagorica y borrosa devolviendole la mirada, con los barrotes rizados serpenteando sobre su piel. Observaba aquel reflejo blanco detenidamente, se tocaba la frente, la nariz y las mejillas, intentando hallar lo grotesco, o el trozo que faltaba, pero todo parecia encajar a la perfeccion. Cuando le preguntaba a papa que habia de malo en ella, le decia que para el era muy hermosa y eso era lo unico que importaba. Pero ponia ojos comicos cuando lo decia, asi que no creia que dijera la verdad. Pobre de el si mama llegaba a enterarse alguna vez, porque su madre siempre decia que mentir era pecado. Por suerte para el, ella nunca le delataria. Papa le habia ensenado a leer y escribir, a hacer sumas y restas. Fue el quien decoro las paredes de su habitacion con el papel pintado rosa, y era el quien le traia vestidos y zapatos cuando los que tenia se le quedaban pequenos. Traia comida para Abby y dejaba que Lilly fuera a la otra parte del atico para que pudiera estirar las piernas. Una vez, hasta trajo un fonografo para ensenarle a bailar el charleston y el tango, pero ella se ahogo de cansancio y tuvieron que parar. Le encantaba la musica. Le suplico que dejara el fonografo en su habitacion pero tuvo que llevarselo de vuelta abajo, y es que si mama se hubiera llegado a enterar de que lo habia cogido, se habria puesto hecha una furia.

  • Donde desaparecen las estrellas de Monica Banos

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    Si hay algo que caracteriza al pequeno pueblo costero de Melia es la creencia popular de que las estrellas pueden influir en la
    vida de sus habitantes. Alli vive Gala, una joven que pasa los dias trabajando en una floristeria. Todo cambiara con el regreso de Nestor, uno de sus mejores amigos de la infancia. Pero Gala ya no es la misma: una serie de acontecimientos que tuvieron lugar en el ultimo ano la han vuelto solitaria y algo hurana.
    Cuando se le presenta la oportunidad de trabajar para el periodico local y disipar asi los malos recuerdos que la acechan, se cruza en su camino Constanza, una elegante anciana que sacara a la luz secretos de la familia de Gala tenidos de dolor, pero, sobre todo, de esperanza.
    Gala debera aprender a perdonar a los fantasmas de su pasado, mientras encuentra la manera de perdonarse a si misma.

  • Un Rostro en la Multitud de Stephen King & Stewart O’nan

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    Desde la muerte de su mujer, Dean Evers se pasa las tardes apoltronado en el sofa viendo partidos de beisbol. Durante una de estas tardes solitarias, mientras mira un partido de los Devil Rays contra los Mariners, la vision de una figura entre las gradas lo saca de su letargo. Dos filas detras de la multitud, en el asiento asignado a un invitado especial, alguien le mira fijamente desde el otro lado del televisor. Es el rostro de una persona de su pasado, de hace decadas, de alguien que no deberia estar en un partido de beisbol ni tampoco en ningun lugar de este planeta. Y asi empiezan a desfilar por la pantalla personas de su pasado. Hasta que un dia aparece la mas terrorifica de todas...

  • El viejo teatro de la noche. Acto de sombras de Juanma Martin Rivas

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    Son una voz sin rostro, la sensacion de que hay alguien donde no hay nadie.Son algo atrapado entre nuestro mundo y el siguiente.Esperan agazapadas al otro lado, oliendonos, sintiendonos.No suba esas escaleras, Vanessa ya no es lo que usted recuerda.No debe mirarla, no debe buscarla, no debe tocarla? Esta advertido.? Barcelona, 1904. A traves de la ventana del tranvia Gabriel cree ver a un fantasma. Pero Vanessa desaparecio, murio, eso le dijeron al volver de la guerra, sinembargo? Una de las ultimas anotaciones en su diario habla de un lugar, un teatro, pero cuando Gabriel cruce sus puertas la realidad comenzara a disolverse poco a poco. Alli, la magia parece a un latido de existir, personajes desconcertantes le invitan a creer de nuevo en la vida o a desconfiar de las sombras. Si insiste en adentrarse en ellas podria hallar incluso? monstruos.