• los drusos de belgrado - Rabee Jaber

    https://gigalibros.com/los-drusos-de-belgrado.html

    En 1860, el Imperio otomano dominaba todo el Mediterraneo oriental, desde Tunez hasta Bosnia. Los pueblos musulmanes y cristianos de uno y otro lado del Bosforo convivian bajo un mismo e insostenible poder, que pronto llegaria a su fin.
    Una manana de ese ano, Hanna Yaqub, un joven cristiano vendedor de huevos de Beirut, se despide de su esposa y de su hija, para salir a recorrer la ciudad con su cesta.

  • LOS DRUSOS DE BELGRADO | Traficantes de Sueños

    https://traficantes.net/libros/los-drusos-de-belgrado

    Venta de libros on-line. Amplio fondo, con más de 30.000 títulos especializado en pensamiento crítico, movimientos sociales y narrativa de otros mundos. 91 532 ...

  • Los drusos de Belgrado - Libro de Rabee Jaber - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/86492/los-drusos-de-belgrado

    En 1860, el Imperio otomano dominaba todo el Mediterráneo oriental, desde Túnez hasta Bosnia. Una mañana de aquel año, Hanna Yaqub, un joven cristiano vendedor ...

  • Los Drusos De Belgrado (Turner Kitab) - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Los-Drusos-Belgrado-Turner-Kitab/dp/841583246X

    Los Drusos De Belgrado (Turner Kitab) : Jaber, Rabee, Rodríguez Sierra, Francisco: Amazon.es: Libros.

  • Los drusos de Belgrado - Turner Libros

    https://www.turnerlibros.com/libro/los-drusos-de-belgrado/

    Los drusos de Belgrado is an historical novel, drawing on events which occurred after the 1860 civil war in Mount Lebanon. The hero is a simple egg seller, ...

  • los drusos de belgrado - Librería La Puerta de Tannhäuser.

    https://www.puertadetannhauser.es/libro/los-drusos-de-belgrado_45799

    LOS DRUSOS DE BELGRADO, JABER, RABEE, 19,90€. En 1860, el Imperio otomano dominaba todo el Mediterráneo oriental, desde Túnez hasta Bosnia.

  • Los drusos de Belgrado - -5% en libros | FNAC

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    Los drusos de Belgrado, libro o eBook de . Editorial: Turner. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • LOS DRUSOS DE BELGRADO - RABEE JABER - Agapea

    https://www.agapea.com/Rabee-Jaber/Los-drusos-de-Belgrado-9788415832461-i.htm

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  • LIBROS RABEE JABER (2013). Los drusos de Belgrado ...

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    LIBROS. RABEE JABER (2013). Los drusos de Belgrado [Traducción de Francisco Ro- dríguez Sierra]. Madrid: Editorial Turner, 216 págs. Historia de un cautivo.

  • "Los drusos de Belgrado" de Rabee Jaber | Lectura y Locura

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    21 nov 2013 — “Los drusos de Belgrado” de Rabee Jaber ... la segunda es que acababa de leer un libro de Assia Djebar que me pareció fantástico y que lo ...

  • Los drusos de Belgrado - Jaber, Rabee - Todos tus libros

    https://www.todostuslibros.com/libros/los-drusos-de-belgrado_978-84-15832-46-1

    7 oct 2013 — En 1860, el Imperio otomano dominaba todo el Mediterráneo oriental, desde Túnez hasta Bosnia. Los pueblos musulmanes y cristianos de uno y ...

  • Un sueno por cumplir (Los Sauces 2) de Virginia V. B

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    RUTH
    Sabia que era una locura aceptar la herencia de mi amiga Judith. Sabia que aquello me acarrearia enfrentamientos que no buscaba, sobre todo con mi madre y con Unai, dos personas con las que nunca me habia llevado bien y que, ya iba siendo hora de poner en su sitio. Por supuesto que sabia que la decision de quedarme en Los Sauces traeria consecuencias en mi matrimonio, y no buenas precisamente. Me dio exactamente igual. Para ser sincera, hasta lo deseaba. Si, claro que sabia que cumplir el sueno de mi amiga, para bien o para mal, me cambiaria la vida, aun asi, firme aquel papel que me pusieron delante de las narices, con todas las consecuencias.
    !Yo no era una cobarde!

  • Me guardas el secreto de Larru

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    Cuando el unico miedo que sintio de verdad fue el vacio, el silencio, la invisible soledad, a lo que se aferro fue a su hogar y alli regreso. Como un fantasma para la eternidad. Durante mucho tiempo, Don Gonzalo Gomez de Butron, maldijo su muerte que le habia convertido en un espectro errante entre las paredes de las que antano, habia sido dueno y senor. Sin embargo, su orgullo le impedia abandonar aquel sitio, su hogar, porque el era el legitimo propietario, habia pertenecido a su familia siempre. Ademas, un alma guerrera y violenta como el, estaba condenada para la eternidad, por toda la sangre derramada que habia perpetrado, su muerte y derrota suponia el dictamen de Dios. Sucedieron anos, lustros, decadas, siglos y todo a su alrededor cambiaba, excepto el. El lugar fue remodelado, obra de la que quedo gratamente impresionado. y que, aunque no hubiera sido asi, se hubiera resignado como al resto de las cosas. Ya nada estaba en sus manos, bajo su poder, su existencia se habia transformado insignificante y carente de sentido. Hasta la noche que aparecio aquel hombre por el castillo de Butron. Llevaba aquellas vestimentas negras como habia visto en otros con anterioridad sin embargo, irradiaba mas luz que cualquiera de las otras personas y ese influjo provoco que se fijara en el. Caminaba con aplomo y mostraba el semblante de quien poseia linaje, empezo a seguirle con cautela y tratando de averiguar mas detalles de el. No en vano, el era el Senor de Butron y debia conocer a quien entrara en su territorio. Un dia confirmo sus suposiciones cuando le vio quitarse el ropaje oscuro y descubrir que llevaba dibujado un lobo a la altura del corazon. Como los que mostraba el escudo de armas de los Butron. Trato de llamar su atencion, gritandole con voz tosca y grave un “eh” que murio como eco en el vacio. En otra ocasion, intento hacerle caer en una especie de zancadilla y le traspaso en su invisibilidad. Pero hubo una vez, que aquel hombre por fin le descubrio y ocurrio cuando vio el reflejo de su espectro en un espejo. Sabia que le habia visto, por como sus ojos le escrutaron y la sorpresa que mostro su rostro al girarse y no encontrar a nadie detras de el. CAPITULO 1 El monumental Castillo de Butron, ahora lugar de visita turistica, a esas horas tan tempranas estaba desierto o casi, la unica persona que deambulaba por sus antiguos corredores era Urtzi Garai, uno de los vigilantes del sitio, que terminaba en poco menos de media hora su turno de la noche. Tras cruzar la ultima puerta antes de llegar al puesto de mando, se asomo por una de las ventanas y vio que su companera estaba aparcando. La contemplo mientras salia de su viejo Renault Megane y atravesaba el patio direccion a la puerta de entrada. Debia reconocer que era guapa, le recordaba a Angelina Jolie, pero era antipatica o timida, no sabria definirla. Desde el primer dia que empezaron a trabajar alli, Maialen llegaba a su turno, intercambiaban un saludo de cortesia, Urtzi le comentaba si habia ocurrido algun incidente y nada mas. Luego el se marchaba y hasta el dia siguiente. Urtzi continuo hasta el despacho para hacer el informe nocturno y esperar que llegara ella. Una vez hecho el trabajo rutinario, penso en lo a gusto que iba a ser meterse al fin en la cama, ultimamente no dormia muchas horas y estaba muy cansado. Cerro los ojos por unos instantes hasta que un golpe en el hombro le hizo abrirlos de golpe. Maialen le miraba con cara de burla, frente a frente. --?Asi es como trabajas tu? Asi que luego tenemos una fama… --le espeto Maialen. --Perdona --dijo y anadio mirando su reloj--. Pero mi turno ha acabado hace un par de minutos. Ella se limito a mirarlo de arriba abajo, le dio la espalda e inicio sesion en el ordenador. Urtzi gruno y la observo por detras. Tenia unas curvas muy bien delineadas, si no fuera tan borde… Esta vez el le toco un hombro: --Para la proxima vez, despiertame con un poquitin mas de suavidad. Maialen se quedo perpleja. Sus ojos negros le miraron con inquisicion y ella se percato de que su companero moreno y de pelo corto era realmente atractivo. Urtzi tambien la escruto con la mirada. Estaban casi a la misma altura, los ojos de ella centelleaban, los tenia tan abiertos que parecian querer salir de sus orbitas. --?Crees que podras? --insistio con sonrisa burlona. --?A que te refieres? --se callo unos segundos y anadio--. ?Tal vez con un beso en los labios cual princesa de cuento? Urtzi se sonrio, despues de todo la chica tenia chispa. --No creo que te atrevieras. Maialen se rio y con un movimiento rapido, le cogio por los brazos y le planto sus labios en los de el. Tardo unos instantes en separarse. --Bueno, ahora ya sabes que si, princesa --advirtio ella. Urtzi se habia quedado sin habla y ella sonreia ampliamente. --En todo caso, principe, ?no? La chica asintio. El se acerco a ella con lentitud notando como a ella se le aceleraba la respiracion. Ella estaba desconcertada, eso le gusto. y se acerco aun mas, como si fuera a besarla el esta vez. --Hasta manana, princesa, aqui te quedas en el castillo encantado. --?Tiene fantasmas? Urtzi se aparto de ella un poco y tardo unos segundos en contestar: --Nunca se sabe… Maialen se separo del todo de el y se sento delante del ordenador. Urtzi comprobo que ella estaba roja y se marcho contento al vestuario. Su companera no era tan arisca como aparentaba.

  • Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato de Jaron Lanier

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    Un brillante manifiesto que llama a la accion para comenzar a reinventar Internet.

  • Amor con fecha de entrega de Silvia Garcia Ruiz

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    ?Que pasaria si la editora de un importante grupo editorial prometiera a una chica comun y corriente leer su manuscrito a cambio de que ella ayude a Miss Dorothy, una afamada escritora de novela romantica, a terminar ese libro que tanto se le resiste?

  • A tres pasos de la luna, Beatriz Caceres de Beatriz Caceres

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  • Furia y poder de D. Martin

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    Sebastian Costa llega a la ciudad paradisiaca de Los Cabos, en Mexico. A primera vista parece un hombre normal que disfruta de sus vacaciones, pero oculta un siniestro pasado. Un pasado en el que era un brillante medico que trabajaba bajo las ordenes de la Familia Di Tella, una de las mafias mas poderosas de Italia. Tras una cirugia de rutina termina ocasionando la muerte de uno de los miembros mas influyentes de la organizacion. Su complice y amante tambien se ve inmiscuida y juntos idean el plan de escape, solo que todo resulta terriblemente mal y la situacion se convierte rapidamente en una carrera contra el tiempo, en la que un misterioso amuleto podria ser la clave para salvar sus vidas…

  • Humanos de Tom Phillips

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    Los humanos contemporaneos han recorrido un largo camino en sus setenta mil anos de paso por la tierra. Arte, ciencia, cultura, comercio: en la cadena evolutiva somos verdaderos ganadores. Pero lo cierto es que no siempre ha sido un viaje facil y, a veces, muy puntualmente, hemos llegado a pifiarla de verdad.

  • Como un sueno en un sueno de Mina Vera

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    Una nueva vision del mundo de los vampiros que te hara replantearte todas las ideas preconcebidas que tenias sobre una leyenda que podria ser mas real de lo que imaginas.

  • El latido del deseo (Deseo Eire 3 parte 1) de Delora L. Pereniguez

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    Enzo ha decidido exiliarse en la isla Williams. No quiere ver a nadie. Para el nada tiene sentido sin Adara. La oscuridad ha reinado sobre la luz. Y su corazon se fue con Adara cuando murio tragicamente el dia de la boda. Lloro sobre su tumba y se quedo con ella durante horas bajo la lluvia. No aceptaba su muerte, haberla perdido para siempre.
    Pero una ayuda inesperada, caida del cielo, lo ayudara a descubrir la verdad y a desterrar el dolor que lo esta consumiendo.
    El mayor error que cometio Enzo, fue confiar que su mayor enemigo no haria nada contra el. Pero le ataco en su punto mas debil. No solo destrozo el dia mas importante de sus vidas, sino que, con un plan maquiavelicamente elaborado hizo pasar por muerta a Adara el dia de la boda para llevarsela.

  • Lo unico exacto de Alain Finkielkraut

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    Alain Finkielkraut, con el rigor que le caracteriza, toma una serie de hechos politicos, sociales, filosoficos, mediaticos…, de los ultimos anos y, apoyandose en otros pensadores como Hannah Arendt, Albert Camus o Milan Kundera, los analiza y reflexiona buscando entender lo que esta pasando, comprender el desequilibrio permanente al que nos empuja el presente.

  • Un hombre soltero de Christopher Isherwood

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    El despertar comienza al decir <> y <>. Lo que ha despertado permanece tumbado durante un rato mirando fijamente al techo y escudrinando en su interior hasta que reconoce el <>, y de ahi deduce <>, <>. Despues viene el <>, que aunque funesto resulta al menos tranquilizador, pues en ese <>, en esa manana, es donde esperaba encontrarse; como se suele decir, <>. Pero <> no senala el mero momento presente, <> es tambien un cruel recordatorio: un dia mas que ayer, un ano mas que el ano pasado. Cada <> se etiqueta con su fecha y vuelve obsoletos todos los <> que lo preceden, hasta que, tarde o temprano, quiza, quiza no, con toda certeza llegue. El miedo atenaza el nervio vago. Un miedo enfermizo a lo que espera, en algun lugar, ahi fuera, justo enfrente. Pero, entretanto, la corteza cerebral ha ocupado su lugar en la sala de mando con rigurosa disciplina y ha ido comprobando, uno a uno, el funcionamiento de los controles: las piernas se estiran, la zona lumbar se arquea, los dedos se tensan y luego se relajan. Solo entonces el sistema de intercomunicacion central emite la primera orden del dia: !ARRIBA! El cuerpo se levanta obediente de la cama--estremeciendose por las punzadas que la artritis le provoca en los pulgares y la rodilla izquierda, medio mareado por un piloro espasmodico--y, desnudo, se dirige arrastrando los pies al cuarto de bano, donde vacia la vejiga y se pesa. !Todavia algo mas de sesenta y ocho kilos, a pesar de todos los esfuerzos en el gimnasio! Luego al espejo. Lo que ve, mas que un rostro, es la encarnacion de un conflicto. Lo que se ha hecho a si mismo en sus cincuenta y ocho anos de vida, el desastre en que ha logrado convertirse; lo revelan su mirada apagada e inquieta, su nariz tosca, las comisuras de los labios caidas que dibujan una mueca como si sus propias toxinas hubieran alcanzado el maximo de amargura, las mejillas desprendidas del anclaje de los musculos, el cuello flacido colgando en pequenos pliegues. Tiene el lamentable aspecto de un nadador o un corredor extenuado, y sin embargo ni se plantea detenerse. La criatura que contemplamos seguira luchando hasta caer. No porque sea heroica, sino porque no concibe otra alternativa. Con la mirada clavada en el espejo, ve los multiples rostros que alberga el suyo--el rostro de un nino, el de un muchacho, el de un hombre joven, el de uno no tan joven--, todos aun presentes, conservados como fosiles en capas superpuestas y, al igual que los fosiles, muertos. El mensaje de todos ellos a la criatura muerta en vida es: ?ves?, nosotros estamos muertos, ?por que tener miedo? La criatura les responde: Pero eso fue algo progresivo, natural. Yo tengo miedo de que me metan prisa. Continua mirando fijamente. Entreabre los labios. Comienza a respirar por la boca hasta que la corteza cerebral le ordena con impaciencia que se lave, se afeite, se peine. Debe cubrir su cuerpo desnudo. Debe vestirse porque se dispone a salir a la calle, al mundo en que viven los demas, y deben poder identificarlo. Su comportamiento ha de resultarles aceptable. Obedientemente se lava, se afeita y se peina; acepta sus responsabilidades para con los demas. Le complace incluso ocupar un lugar entre ellos. Sabe lo que se espera de el. Conoce su nombre. Le llaman George. Una vez vestido se ha convertido en el. Ya casi es George, aunque no el George que los demas esperan y estan dispuestos a reconocer. Las personas que le telefonean a esta hora de la manana quedarian asombradas, tal vez incluso alarmadas, si se dieran cuenta de que estan hablando con algo no del todo humano. Aunque, claro esta, nunca se percataran de ello: imita a la perfeccion la voz del George al que ellos conocen. La propia Charlotte cae en el engano. Solo en un par de ocasiones ha notado algo extrano y ha preguntado: <>. Atraviesa la habitacion delantera, que llama <>, y baja por la escalera, empinada y estrecha, cuyos escalones giran formando un angulo recto. Se pueden tocar ambas barandillas con los codos y uno debe agachar la cabeza, aunque solo mida, como George, un metro ochenta. Es una casa pequena y bien aprovechada. A menudo se siente protegido por su tamano reducido. Apenas hay espacio para sentirse solo. Y sin embargo... Imaginemos a dos personas que viven juntas, dia tras dia, ano tras ano, en este espacio pequeno, cocinando codo con codo en la misma cocina diminuta, rozandose en la angosta escalera, afeitandose frente al mismo espejito: siempre topando, empujandose, chocando sin querer o a proposito, sensual, agresiva, torpe o impacientemente, con rabia o con amor. Imaginemos la estela, profunda e invisible a un tiempo, que han debido dejar tras de si. La entrada de la cocina es demasiado estrecha. Dos personas apresuradas, cargadas de platos servidos, tienden a tropezarse en un lugar asi. Y alli, al pie de la escalera, es donde casi cada manana George tiene la sensacion de encontrarse de pronto ante una abrupta grieta abierta de manera brutal. Como si el camino hubiera desaparecido bajo un derrumbamiento. Alli se detiene en seco y el recuerdo vuelve con la nauseabunda frescura de la primera vez: Jim esta muerto. Esta muerto. Se queda muy quieto, en silencio, emitiendo a lo sumo un breve grunido, a la espera de que el espasmo remita. Luego entra en la cocina. Estos ataques matutinos son demasiado dolorosos para considerarlos solo desde una perspectiva sentimental. Una vez pasados, se siente aliviado. Nada mas. Como si de un molesto calambre se tratara. Hoy hay mas hormigas: avanzan en fila india por el suelo, trepan al fregadero y amenazan con entrar en el armario donde guarda la mermelada y la miel. Pertinaz, las aniquila con insecticida, y mientras lo hace cobra conciencia de si mismo. Un ser viejo, obstinado y malevolo imponiendo su voluntad sobre unos insectos tan ejemplares y dignos de admiracion. La vida destruyendo la vida ante un publico compuesto de objetos--ollas y sartenes, cuchillos y tenedores, latas y botellas-- que no forman parte del reino de la evolucion. ?Por que? ?Por que? ?Es acaso una especie de enemigo cosmico, un architirano que intenta negar nuestra existencia enfrentandonos a nuestros aliados naturales, victimas como nosotros de su tirania? Pero para cuando George ha terminado de pensar todo esto, las hormigas ya estan muertas, las ha recogido con un trapo humedo y las ha arrojado al fregadero. Se prepara unos huevos escalfados con beicon, tostadas y cafe, y se los toma sentado a la mesa de la cocina. Y mientras lo hace en su cabeza suena una y otra vez la cancion infantil que su ninera le enseno en Inglaterra, hace ya tantos anos: <>. (Aun la recuerda nitidamente, tenia el cabello cano y unos ojos brillantes de ratoncillo, era pequena y regordeta; entraba en el cuarto de los ninos con la bandeja del desayuno, jadeante aun tras subir tantas escaleras. Solia protestar por lo empinadas que eran y las llamaba <>, una de las frases magicas de su ninez). <>. !Ay, la ternura desgarradoramente efimera de los placeres infantiles! El senorito George saborea los huevos. La ninera lo observa y sonrie complacida porque todo esta en orden en su pequeno, adorable y condenado mundo. Desayunar con Jim solia ser uno de los momentos mas especiales del dia. Era entonces, mientras bebian la segunda o tercera taza de cafe, cuando mantenian las mejores conversaciones. Hablaban de cuanto se les ocurria, incluso de la muerte, por supuesto, y de si habia algo despues, y en ese caso, que era exactamente lo que pervivia. Hablaban incluso de las ventajas y las desventajas de una muerte instantanea o de saber que uno va a morir. Pero, por mucho que se esfuerce, George no logra recordar que opinaba Jim al respecto. Es dificil tomarse en serio estas cuestiones. Suenan muy academicas. Supongamos por un momento que los muertos vuelven a visitar a los vivos. Que algo a lo que podriamos llamar Jim regresara para ver como se las arregla George. ?Mereceria en realidad la pena? ?No seria, en el mejor de los casos, comparable a la breve visita de un observador extranjero, a quien se permite echar un vistazo desde el vasto ambito de su libertad para ver de lejos, a traves de un cristal, la figura solitaria sentada a una mesita en una habitacion estrecha, comiendo triste y desganadamente sus huevos escalfados, un prisionero de por vida? La sala de estar es oscura y de techo bajo; estanterias repletas de libros recubren la pared frente a las ventanas. Los libros no han hecho a George mas noble, mas sabio ni mejor persona. Simplemente le gusta escuchar sus voces, una u otra segun su estado de animo. Abusa de ellos sin reparo--pese a que en publico los menciona con reverencia--para conciliar el sueno, para olvidar el movimiento de las agujas del reloj, para aliviar los espasmos piloricos, para que lo rescaten de la melancolia con sus chismes, para activar los reflejos condicionados del colon. Toma uno, y Ruskin le dice: ... cuando ibais a la escuela os gustaban las pistolas de juguete, y los rifles; en cuanto a los canones Armstrong, no son mas que versiones mejoradas de ellos. Pero lo peor es que lo que para vosotros, de ninos, era un juego, era otra cosa muy distinta para los gorriones; y lo que hoy tomais como un juego, tampoco lo es para los pajarillos de la nacion. Y en cuanto al aguila negra, si no me equivoco, no pareceis muy dispuestos a disparar contra ella. Que insoportable el viejo Ruskin, siempre en posesion de la verdad, tan chiflado, malhumorado y patilludo, sermoneando a los ingleses: hoy es el companero perfecto para pasar cinco minutos en el retrete. George comienza a notar aquella agradable premura en el vientre y, libro en mano, sube a paso ligero la escalera camino del bano.

  • Secretos Inconfesables. Una pasion tan peligrosa que pocos se atreverian 1 de Mercedes Franco

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    Andre Ackermann es un prestigioso psiquiatra berlines que sin querer termina atrapado en una voragine de politica cuando se enamora de la hermosa y misteriosa esposa de un oficial de la SS, el terrible y peligroso general Otis Furtwangler.

  • Seducir a un asesino (Novelas solidarias 2) de Antonio Arteaga Perez

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    Un investigador privado especializado en casos de infidelidad irrumpe por accidente en el lugar donde se esta cometiendo un sangriento crimen. Es atacado por alguien a quien no puede ver con claridad, sobrevive de milagro y solo conserva recuerdos borrosos de lo ocurrido. A partir de ese momento se producen mas asesinatos que parecen estar relacionados con su persona y sus circulos mas cercanos. Ayudado por un inspector de homicidios retirado y sus companeros de la agencia de detectives tratara de hallar alguna pista alli donde la policia no parece encontrar nada.

  • A merced de un dios salvaje de Andres Pascual

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    <>.

  • Cielo y Tierra (La isla de las Tres Hermanas 2), Nora Roberts de Nora Roberts

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  • El espia del rey de Jose Calvo Poyato

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    Espana a mediados del siglo XVIII. La Ilustracion empieza a ser realidad, pero la Inquisicion aun tiene fuerza. Los marinos espanoles publican obras de gran importancia cientifica. Es el caso de Jorge Juan, que ha medido el meridiano terrestre y acaba de publicar un libro sobre ello, pese a los reparos de la Inquisicion. Por su parte, el marques de la Ensenada, principal ministro de Fernando VI, esta dispuesto a potenciar la flota moderna capaz de enfrentarse a la britanica.

  • La carta olvidada de Lucinda Riley

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    Los secretos son peligrosos.

  • Hay un Androide en mi armario de Olaf Serra

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    Axel ha conseguido construir un androide al que ha dotado de unas cualidades poco comunes, entre ellas, de un sentido del humor que a veces raya el absurdo.

  • Donde se cumplen los suenos de Loren Mills

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  • Regreso a Eterna de Mila Martinez

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    La botella de vino que Norma Barnett habia descorchado era de una calidad magnifica. No obstante, la etiqueta traia recuerdos a su mente que necesitaba mantener lejos. Lleno una copa y la llevo hasta la mesa auxiliar donde habia dejado el ordenador portatil abierto. Paseo la vista por el salon, demorandose en los detalles. El apartamento que habia alquilado no era grande, pero resultaba acogedor. Aunque de decoracion sencilla, las luminosas vistas al mar eran impagables. Le procuraban el entorno de paz que venia buscando. Su vida habia entrado en una fase de estancamiento y tenia que tomar decisiones, variar el rumbo. Tras llamar a un restaurante italiano para que le trajeran comida, se acomodo en el sofa. Tenia hambre, asi que esperaba que no tardaran demasiado. Paso la mano por su corto cabello casi blanco, de tan rubio. El cambio de look fue una de las primeras medidas que tuvo que adoptar antes de regresar a Espana. Habia dejado atras muchas cosas, pero una de ellas le costo sobremanera: su espesa melena pelirroja. Con todo, el nuevo corte de pelo le daba un aire desenfadado y juvenil, al tiempo que femenino. Tambien se habia operado de la vista, con lo cual ahora solo usaba gafas para leer y sus ojos grises mostraban una expresividad mucho mas manifiesta. La transformacion fisica radical constituia toda una declaracion de intenciones sobre lo que pretendia hacer con su vida. Despues de que la Guardia Civil desmantelara La Esencia, la organizacion que habia fundado en Espana junto a su padre, no le quedo mas remedio que alejarse un tiempo del pais y continuar dirigiendo sus actividades en las sedes que seguian funcionando en el extranjero. Si no hubiera sido por algunas personas entrometidas de las que preferia no acordarse, el ahora no estaria en la carcel, sino disfrutando de una merecida jubilacion en Estados Unidos, su pais de origen. Le echaba muchisimo de menos. No podia ir a visitarlo, ni siquiera podian hablar. No obstante, sabia que, debido a su edad avanzada y a la ausencia de antecedentes penales, no tardaria en quedar libre. Por suerte, la que entonces era su amante, Lola, estaba fuera de toda sospecha. Fue quien llamo para avisarle de lo ocurrido y la que se encargo de comprar los billetes de avion que las conducirian a miles de kilometros de alli. Un pasaporte falso que la identificaba como Norma Barnett, el nombre que ahora utilizaba tanto para sus negocios internacionales como en su vida privada, le permitio salir del pais sin ser detenida. A Lola tambien le procuro documentacion falsa. No podia arriesgarse a que descubrieran que habia desaparecido y ataran cabos. Esas identidades ocultas las tenia guardadas celosamente por si algun dia las necesitaba. Y el dia, desgraciadamente, llego. Habian transcurrido algunos meses desde aquello y era hora de regresar. Todavia tenia que arreglar algunos asuntos. Noelia Blanchard estaba en busca y captura. Norma Barnett tenia las manos libres. El timbre del videoportero interrumpio sus pensamientos. Se levanto con rapidez. La comida debia de estar alli. Por la pantalla vislumbro a una joven con el logo del restaurante estampado en el frontal de la gorra y de inmediato apreto el boton para que entrara en el edificio. Al cabo de unos segundos, oyo el sonido del ascensor deteniendose en su planta y abrio la puerta. La mujer de la gorra era altisima --rondaria el metro noventa-- y todavia le parecio mas alta cuando se aproximo a ella portando la caja de comida. Estaba a punto de entregarle el dinero, que llevaba preparado en la mano, cuando la chica levanto la vista y la miro a los ojos. Norma se quedo repentinamente sin habla. Aquellos iris grises jaspeados de verde y ambar eran dificiles de olvidar, al igual que su llameante melena ondulada de color caoba. Y muchisimo mas el perfume que desprendia, que llenaba la mente de imagenes ancestrales, que hacia recordar el olor de la tierra humeda tras la lluvia. De aquella mujer emanaba algo visceral, estimulante y peligroso a un tiempo. --Te traigo tu comida --anuncio con una voz grave y particular que hacia tiempo que no oia. Recuperada de la impresion, Norma sonrio levemente y se hizo a un lado para dejarla pasar. --Gracias --dijo la recien llegada--. No esperaba menos, despues de haber sobornado con una bonita suma al chico del restaurante. Hasta me ha regalado su gorra. --No te voy a preguntar como me has encontrado esta vez. Nunca dejas de sorprenderme, Iduna. --Te dije que lo haria, aunque en esta ocasion me ha costado un poco mas, debo reconocerlo. Has abandonado tu melena pelirroja y las gafas. El nuevo aspecto te sienta bien, <>. La mujer le agradecio el cumplido con una sonrisa. --Imaginaras que con mi verdadero nombre no podia regresar a Espana. --Obviamente. Te hubieran detenido de inmediato --senalo, caminando hacia el interior de la casa. Localizo la cocina y dejo la comida sobre la bancada--. A pesar de lo ocurrido, las dos sabemos que tus investigadores siguen jugueteando en los laboratorios, convencidos de que algun dia encontraran la formula magica de la eterna juventud. Y tampoco es un misterio que hasta ahora no han obtenido ningun exito. Creo que es el momento de que aceptes mi ayuda. Y yo, en cierto modo, necesito la tuya. Norma la contemplo entrecerrando los ojos. --Compruebo que sigues bien informada --dijo con cautela. --Muchas cosas dependen de ello, ya lo sabes. Se quedo callada unos segundos observando a su visitante con interes. Despues cogio otra copa del armario y le sirvio un poco del vino que habia abierto hacia unos minutos. --Gracias --dijo, aceptando la bebida. Iduna siguio a Norma hasta el salon. La mujer rubia se acomodo en el sofa y ella se sento enfrente. -- Mi propuesta sigue en pie --insistio. Norma dio un pequeno sorbo y dejo transcurrir unos segundos antes de volver a hablar. --Has elegido bien el momento. Ahora estoy sola y, como bien sabes, mis investigadores han entrado en un punto muerto. --Lo se. Por eso estoy aqui, doctora Blanchard. Por cierto, he visto a tu expareja muy atareada en su nuevo centro de belleza en Los Angeles. Le va todavia mejor que en Valencia, tengo entendido. --Llamame Norma, por favor. Ahora soy Norma Barnett. A Noelia Blanchard la he dejado atras. En cuanto a Lola, tiene ADN de triunfadora, siempre sale adelante. Es una de las cosas que me atrajo de ella desde el principio. Pero todo tiene un final. Las dos llegamos a un acuerdo de separacion muy convincente, sin estridencias ni llantos. Nunca nos ha gustado el melodrama. --Os felicito. Entonces, ?has tomado una decision? ?Vendras a continuar tus investigaciones en mi ciudad? --Todavia no me has dicho para que me necesitas. Me intriga mucho, sobre todo porque has afirmado que tienes la formula de la inmortalidad. --Es cierto, pero necesito tus conocimientos para algo que ahora mismo no puedo contarte. Lo hare en el momento adecuado. Lo prometo. Norma la miro con fijeza a los ojos y finalmente hablo. --Estare encantada de entrar en Eterna. Iduna alargo el brazo y ambas se estrecharon la mano. --Perfecto. Ahora tengo que irme --anuncio, dejando su copa sobre la mesa auxiliar para ponerse en pie--. Manana te recojo a las nueve. Elige ropa comoda, conozco una zona perfecta no lejos de aqui para hacer escalada. Norma puso cara de sorpresa ante la propuesta, pero Iduna ni siquiera le dio opcion a preguntar. En cuanto la mujer pelirroja desparecio dentro del ascensor, entro en la casa y se arrellano de nuevo en su comodo sofa, apurando lentamente la copa de vino. Haria lo que fuera necesario para alcanzar sus objetivos. La excitacion le habia quitado el hambre. Acababa de embarcarse en una peligrosa mision que podia costarle la vida si aquella mujer descubria sus maquinaciones. Por el contrario, si todo transcurriera como se habia propuesto se convertiria en la persona mas influyente del momento. Si todo saliera bien, pasaria a formar parte de la Historia. Confiaba en que, una vez dentro de Eterna y obtenida la finalidad perseguida, podria contactar con Margot, su mas fiel empleada y amiga. Si Margot no podia por si misma sacarla de alli, estaba segura de que recurriria a Athila Broc. Norma habia aconsejado a este que la contratara para su empresa. Broc, magnate de la industria farmaceutica y socio de La Esencia, tenia medios de sobra para ayudarla en el caso de que las cosas se complicaran. Iduna lo dejo claro: la decision de entrar en Eterna era irreversible. Tendria que quedarse a vivir alli, aislada del resto del mundo, para siempre. Y, segun ella, esto era literal, ya que le habia prometido que no iba a morir nunca. Para siempre era para siempre. La mujer pelirroja insistio en que no echaria de menos nada del exterior. No obstante, Norma queria asegurarse de que, conseguido su objetivo, podria irse de alli. Siempre habia querido volar libre. Para eso quizas necesitara a Margot y, como ultimo recurso, a Athila Broc. Aquel hombre le venia muy bien a La Esencia, era un contacto muy valioso. Tenia dinero, poder y escasos escrupulos. Norma sabia que habia logrado levantar su imperio mediante negocios no demasiado limpios, pero no le importaba. De hecho, se rumoreaba que disponia de un pequeno ejercito de hombres excelentemente entrenados. Lo unico que interesaba a Norma eran los contactos, medios e instalaciones que habia puesto a su servicio. No podia exigir a sus socios que fueran un dechado de virtudes despues de los atajos que utilizaba La Esencia para conseguir sus fines. Era hora de llamar a Margot y explicarle los planes. Por fin iba a conocer Eterna, esa ciudad utopica que tantos secretos escondia.

  • Las hijas de la villa de las telas de Anne Jacobs

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  • Montenegro (Cienfuegos 4) de Alberto Vazquez-figueroa

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    La cuarta entrega de la apasionante saga Cienfuegos.

  • El despertar del mal de Aldous Wolf

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    Plenton y su equipo de investigacion se veran envueltos en un rocambolesco caso y para resolverlo, deberan poner en juego su propia vida.

  • Pachinko de Min Jin Lee

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    Yeong-do, Corea, 1911

  • Todo o nada de Marcela Balluri

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    La vida de Nora se estaba cayendo a pedazos. Su exito estaba a punto de venirse abajo y en su casa tenia a un punado de periodistas dispuestos a sepultar su carrera.
    Necesitaba huir, pensar y, sobre todo, tomar la decision mas dificil de su vida.
    Y entonces alli estaba Chris Maddock, dispuesto a ocultarla y sacarla de la ciudad.
    Solo habia un problema. El era un enemigo declarado, el periodista mas rapaz de todos y quien se habia encargado de destrozar su imagen, ademas de ser el hombre que anos atras la habia vuelto loca y un maldito saco de masculinidad que gritaba pecado por todas partes.
    ?Confiar en ese charlatan? !Ja!

  • Entre el deseo y el amor de Stefania Gil

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    Dejate llevar por esta novela que esta cargada de erotismo, pasion y romance en la epoca mas bonita del ano. Ryan Griffin es un hombre guapo que se conforma con tener a Vanessa a su lado porque no quiere encontrarse solo. Le teme a la soledad y por ello aguanta cualquier manipulacion proveniente de la mujer que todos parecen querer sacarle de encima.Lo que los demas no saben es que Vanessa es su zona de confort. Para Ryan, acercarse a una chica desconocida y dar ese primer paso para conocerla representa un verdadero estres.

  • Eastwood de Francisco Reyero

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    Los inicios de Eastwood hablan del destino y de los inesperados sitios donde puede esconderse. En 1964, un desconocido actor de California acepta la propuesta de un director de cine italiano para rodar un western con localizaciones en Espana. Al ver por primera vez a su interprete, Sergio Leone supo que era el idoneo.

  • Hija de la luna de Sophie Saint Rose

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    Greer lleva toda su vida esperando que las puertas del convento se abran y que los McMurray vayan a buscarla al fin. Su padre la habia dejado alli cuando apenas tenia dos anos y su gran ilusion era regresar al clan para conocerle. Ser hija del Laird era una responsabilidad y la madre superiora le habia ensenado bien. Estaba preparada o eso creia ella porque cuando Angus McMurray, el futuro Laird fue a buscarla, empezo a sentir cosas por el que la tomaron por sorpresa.

  • Las chicas robadas (Lottie Parker 2) de Patricia Gibney

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    Cuatro chicas desaparecidas. Un secreto enterrado en el pasado.

  • Una noche. Perdido en tu galaxia de Ivan Mojica

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    Una noche decidi entregarle mi vida al amor, decidi pasar toda mi vida escribiendo sobre el.Encontre "Galaxias" en lo profundo de mi corazon, pequenos fragmentos de vida, que yo debo contar.Entonces empece a escribir, a dedicarle vida a mi vida, amor a mis suenos y un poco de cafe a mis noches.Asi nacieron cada una de estas historias, viendo la vida transcurrir y reflejando mis sentimientos en palabras.Historias, vida y cafe te pregunta.?Crees en el amor? ?Crees en la vida que se esconde en la mirada de la persona que amas?Yo creo en que todos los suenos se pueden realizar, en que todos tenemos derecho de amar, y en que esta vida es perfecta cuando ves la sonrisa de la persona que amas.Por eso y mas, bienvenidos a "Una noche.”Te invito a leer "Una noche" llena de historias que no podras olvidar.

  • Dejate llevar (Citas de amor 2) – Anna Dominich de Anna Dominich

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    Lisa es una timida profesora de primaria que siempre esta rodeada de ninos. Lleva una vida tranquila y sin sobresaltos, pero siente que le falta algo. Decepcionada consigo misma, con una vida amorosa inexistente y menospreciada por su madre y por su mascota, decide plantarse y buscar una solucion.
    Cuando ve el anuncio de una pagina de contactos llamada <>, se atreve a crear un perfil con la esperanza de conocer a alguien especial. Alli empieza a hablar con Toni, un profesor de secundaria culto y elegante con el que tiene muchas cosas en comun. Sin embargo, no todo es lo que parece. Las dudas surgen justo en el momento en que conoce a Raul, un hombre con pendientes y muchos tatuajes por el que siente una atraccion inmediata.
    Lisa debe elegir entre quedarse con lo seguro y apostar por una vida confortable al lado de Toni o arriesgarlo todo y lanzarse a la aventura con Raul, alguien que a todas luces es lo opuesto a ella y que sigue anclado en un pasado tormentoso.

  • Una temporada salvaje de Joe R. Lansdale

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    <>. Natalia Marcos, El Pais Hap Collins es un tipo blanco, mujeriego y exconvicto por negarse a combatir en Vietnam. Leonard Pine es veterano de esa misma guerra, negro y gay. Hap y Leonard son los mejores amigos del mundo en el Texas de los anos ochenta. Y tambien los mas desastrosos. Trabajan mucho, ganan muy poco y practican artes marciales en su tiempo libre. Pero de pronto Trudy y su melena rubia regresan a la vida de Hap. Se avecinan problemas, piensa Leonard. Y tiene razon, esa mujer siempre lo complicaba todo. Pero ahora tiene una propuesta: un monton de dinero facil enterrado cerca del rio Sabine. Hay que reconocer que las cosas se ponen interesantes; Una temporada salvaje, la novela con la que Hap y Leonard irrumpieron en la escena del thriller, es violencia, accion y humor acido, es camaraderia, desmadre y villanos sanguinarios, es un coctel explosivo de noir sureno y del pulp mas gamberro. Caos total al estilo texano.

  • Juego Cerebral. La Cofradia del Conejo de Jose Miguel Vasquez Gonzalez

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    Peter Mark-Hodges, exitoso escritor, siente que su vida da un vuelco fatal al recibir la noticia de que tiene un tumor cerebral inoperable. Ni en sus tramas mas escalofriantes se le hubiera ocurrido tal situacion. Su hijo Jake, el centro de su vida, de apenas 10 anos, depende emocional y economicamente de el. Tras una riesgosa operacion, Peter sobrevive pero nuevamente la vida le da sorpresas. Su cerebro le empieza a jugar malas pasadas. Con la extirpacion del tumor, recibe el extrano don de transformar lo que escribe en realidad, convirtiendose en el blanco de poderosos grupos, que ven en el la oportunidad de controlar el mundo.

  • Solo una primavera 1 de Victoria Vilchez

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    --No siempre sera invierno --dijo Cam, haciendo malabarismos para mantener el movil contra la oreja. Lily estaba sobre su regazo comiendose otra galleta. Parecia que al final si que habia acertado con algunas de sus preferencias. Maverick, a su lado, se encontraba recostada sobre el. Cam no podia ser mas feliz; las tenia, a ambas, e iba a seguir compartiendo su vida con ellas. --Si, ya --replico Lea, al otro lado de la linea--, como que la primavera llega manana. Pero ?que se supone que significa eso? Cam sonrio. --Que las cosas empezaran a ir a mejor. Lea no estaba segura de que eso fuera a pasar en su caso, pero no queria atosigar a su primo con los detalles de su pesima vida social. El habia estado llamandola para interesarse por como iban las cosas en el instituto y, en una de esas llamadas, le habia confirmado lo que su tia ya le habia dicho: Cam era padre de una nina de seis anos, la misma que ambos habian visto patinando en el lago en Baker Hills durante las Navidades junto con su madre, Maverick Parker. No dejaba de sorprenderla que los tres hermanos Donaldson hubieran encontrado el amor en menos de un ano. Aria, en verano en Lostlake; Sean, durante el otono en la universidad; y Cam, en el invierno que llegaria a su fin manana, se habia reencontrado con la chica de la que se habia enamorado en la adolescencia y habia formado una familia. La Lea del pasado seguramente hubiera sentido una envidia malsana, pero ya no era esa chica. Ahora se alegraba por ellos. --?Vas a venir a hacernos una visita? Quiero conocer a Lily -- le dijo, rehuyendo el tema que sabia que preocupaba a Cam. --Bueno, la boda de Sean y Olivia sera en verano en Lostlake. Nos veremos alli seguro. --Cam echo un vistazo a Maverick, que le guino un ojo. Ya habian hablado del tema y ella estaba deseando conocer Lostlake--. Pero puede que podamos escaparnos antes. Cam se estaba aplicando incluso mas que de costumbre para sacar adelante las asignaturas que le restaban para graduarse. Sean ya habia firmado con los Rams para jugar con ellos la proxima temporada, y todos se quedarian a vivir en California. Incluso su madre se estaba planteando vender la empresa familiar y trasladarse para estar mas cerca de ellos, pero Baker Hills siempre seria un hogar al que los Donaldson no dudarian en regresar. Hablaron durante un rato mas y, cuando colgaron, Lea permanecio tumbada sobre la cama de su habitacion mirando el techo. Habia acabado un trabajo que tenia que entregar al dia siguiente y no tenia otros deberes pendientes, tampoco nada que hacer. Asi que cogio los libros que habia sacado de la biblioteca y se dijo que podria acercarse a devolverlos. Los dias transcurrian con demasiada pereza en Baker Hills, al menos para ella. Pero la llegada de la primavera anunciaba el principio de un final que estaba mas que deseosa de alcanzar. En unos pocos meses se graduaria en el instituto y se olvidaria por fin del infierno que le habian hecho vivir sus companeros despues de lo sucedido con aquella maldita fotografia. Empezaria de nuevo, muy lejos de ese pueblo, en la primera universidad que la admitiera; no le importaba donde. Se puso el abrigo y aviso a su madre de que iba a salir. No tardaria. Sus tardes habian estado mucho mas ocupadas cuando aun tenia amigas, si podia llamarlas asi. Ahora comprendia que la unica persona que se habia preocupado por ella era Aria. Su prima habia dado la cara en su nombre a pesar de que eso le habia costado su propia reputacion. Agradecio en silencio que la hubiera perdonado por todo lo que habia sucedido luego, no era como si realmente se lo mereciera. La biblioteca de Baker Hills no era gran cosa, pero Lea habia encontrado un refugio en ella. Ademas de los libros que empleaba para algunas de sus tareas del instituto, habia empezado a sacar tambien otros por puro entretenimiento. Devolvio los que llevaba y se deslizo entre las exiguas estanterias en busca de nuevas lecturas con las que pasar las horas muertas. Al final, encontro una trilogia completa de fantasia que llamo su atencion y decidio llevarsela. Al salir cargando con los tres tomos y su mochila, el aire fresco le arano la cara y tiro del faldon de su abrigo, que habia olvidado abrocharse. Mechones de pelo rubio se agitaron frente a sus ojos y maldijo por no ser capaz de retirarlos. Con suerte, la aceptarian en Berkeley como a Aria y no tendria que pasar otro invierno padeciendo el frio de Ohio. Sin ver demasiado bien por donde iba, metio el pie en un charco. No llovia en ese momento, pero en los dos ultimos dias no habia parado y habia agua por todas partes. El bajo del pantalon se le empapo al instante y estuvo a punto de resbalar y acabar con el culo metido tambien en el charco. Maldijo de nuevo, esta vez en voz alta y de una forma muy imaginativa. Escucho un silbido. --Vaya boca... Su humor empeoraba por momentos. Seguro que seria alguno de sus companeros de instituto, muy dispuesto a burlarse de sus miserias y recordarle lo explicita que habia sido la maldita fotografia. Resoplo y dejo de mirarse los pies. Al empezar a levantar la vista lo primero que vio fue unas botas negras de cordones y las ruedas de una moto. ?Que clase de loco conducia una moto con ese tiempo? Sus ojos continuaron ascendiendo, deslizandose por un pecho amplio y bien formado sobre el que el desconocido cruzaba los brazos, y luego... mas arriba... tropezo con unos labios curvados en una sonrisa socarrona y unos ojos verdes que brillaban divertidos. Los mechones de su pelo negro tambien se agitaban con el aire frio, aunque a el no parecia molestarle. Era guapo, mas que cualquier chico con el que Lea se hubiera tropezado jamas, o al menos eso le parecio a ella. La cuestion era que ese rostro le resultaba extranamente familiar... Sabia que lo habia visto antes, pero no recordaba donde. El chico debia de tener al menos un par de anos mas que ella, por lo que podria tratarse de algun companero que ya hubiera terminado sus estudios en el instituto y con el que se hubiera cruzado en algun momento por los pasillos. Baker Hills era un pueblo relativamente pequeno, pero no tanto como para que todos sus habitantes se conocieran. --Tus padres se horrorizarian si supieran las cosas que salen por esa boca --senalo, y Lea no pudo evitar ponerse a la defensiva. No le importaba si estaba bromeando, era mas que probable que supiera de ella y de lo sucedido el curso anterior y aquello solo fuera otra de tantas burlas. Empezaba a cansarse. --Nadie te ha preguntado --le espeto, resentida, y el alzo las manos en senal de rendicion. --Te recordaba mas amable, y tambien mas... pequena. Sus sospechas eran ciertas entonces, ya se conocian. Pero Lea estaba convencida de que no hubiera podido olvidar una cara como esa, por mucho que su propietario fuera un imbecil arrogante y engreido, especialmente si era asi; a su antigua yo le encantaban ese tipo de tios. <>, se reprocho, pero el chico continuaba observandola con un descaro irritante. Si lo sabia, si habia visto la fotografia que habia circulado por cada telefono movil de todos los alumnos del instituto, no cambiaria nada que se mostrara brusca con el; tal vez asi desistiera de su afan de humillarla. Se debatio durante unos segundos, pero al final gano la batalla la parte de ella que aun luchaba por mantener cierta dignidad. --Pues yo no te recuerdo en absoluto, asi que si no te importa... Comenzo a caminar por la acera. Volveria a su casa, al calor de su dormitorio, y se sumergiria en el primer volumen de la historia que acarreaba entre las manos. Evadirse con la lectura era, a buen seguro, la mejor forma de esperar a que llegara la primavera. Pero el dejo la moto atras y se apresuro a colocarse a su lado. --No he cambiado tanto --le dijo, mientras se adaptaba a su paso rapido. Sonreia. Lea lo sabia a pesar de no estar mirandolo, de alguna forma extrana y retorcida era consciente de ello. Apreto el paso. No estaba dispuesta a soportar mas burlas, ni una mas.

  • R_185. Proyecto Mouna de Luis Enrique Duenas Gutierrez

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    Abri los ojos lentamente y sobre mi solo pude distinguir, palpan-do, lo que me parecio una tapa de madera. No sabia donde estaba ni menos aun como habia llegado a aquel lugar. Lo que si sabia es que no podia moverme por la falta de espacio. Intente llegar al bolsillo del pantalon; alli guardaba un mechero con el que poder alumbrar y asi poder ver realmente donde me encontraba. Tras un gran esfuerzo, consegui llegar al bolsillo y sacar el mechero. Lo encendi. Entonces pude ver que estaba en una caja, tenia forma rectangular y era de madera. !Dios mio! Estaba encerrado en lo que probablemente seria una especie de ataud, pero lo peor no era eso, lo peor era el no saber como habia llegado a aquella situacion. En esos momentos de incertidumbre, por mi cabeza pasaban infinidad de preguntas y ninguna de ellas tenia respuesta. ?Que hacia alli?, ?como habia llegado?, ?estaba bajo tierra o en la superficie? Nada de aquello era logico. Mi nerviosismo iba en aumento. Por un momento pense que todo era un sueno, cerre fuerte los ojos para intentar despertar, pero fue inutil. Mi corazon dio un vuelco; notaba mi sangre recorriendo con fuerza todo mi cuerpo, provocandome un escalofrio que me sacudio toda la columna vertebral como si de un rayo se tratara. Por unos segundos crei desfallecer, pero recupere la conciencia, porque si eso me sucedia seria mi final y no me iba a rendir tan facilmente. Intente recordar que habia sucedido a lo largo del dia para asi poder entender que me habia arrastrado hasta aquella situacion. A las 5:00 de la manana, como todos los dias, me levante, me di una ducha y desayune. Despues cogi el coche y me dirigi al trabajo; el resto del dia transcurrio con toda normalidad, sin nada que mereciera la pena destacar. Sobre las 14:00 h. fui a comer al restaurante habitual y mientras comia me puse a leer como de costumbre las noticias y tampoco sucedio nada raro. !Un momento! Si, algo paso fuera de lo comun. Una chica morena, con los ojos verde esmeralda, se acerco a mi mesa y me dio un sobre. Susurrandome en voz baja dijo. --Hola Michael no tenemos mucho tiempo. --Perdone senorita, creo que se confunde, mi nombre es Richard --conteste algo desconcertado. La chica me sonrio, se levanto, y se fue por donde habia venido como si el mismisimo diablo la persiguiera. La verdad es que me resulto un poco raro, pero continue leyendo las noticias y comiendo sin darle mayor importancia a lo ocurrido. Termine y regrese a la oficina, donde pase toda la tarde revisando y archivando antiguos expedientes. A las 19:00 h. sali de la oficina y como todos los dias me dirigi al gimnasio. De camino y estando parado en un semaforo, me parecio volver a ver a aquella chica morena. Por su atractivo se hacia dificil poder olvidarla. Crei verla pasar por delante de mi coche y mirarme… pero, como siempre, yo estaba inmerso en mis pensamientos. Me sobresalto el sonido de un claxon que me hizo regresar de golpe a la realidad y continue mi camino girando hacia la derecha en direccion al gimnasio. Pero ahora que lo pienso bien, no recuerdo si finalmente llegue a mi destino. Tras haber hecho memoria de todo lo acontecido ese dia, regrese a la realidad. La pregunta de si estaba enterrado machacaba mi cabeza. Al pensarlo senti un frio helador que, sacudido mi cuerpo, haciendome ser consciente de lo delicado de mi situacion, ?cuanto aire me quedaria aqui dentro? Intentaba pensar, pero no podia. Rapidamente trate de moverme para dar una patada a la tapa y salir de alli lo antes posible, pero esto hizo que cayera en mi cara lo que parecia arena. Fue cuando mis perores sospechas se confirmaron, estaba enterrado. Hice un segundo intento de escapar. Di un punetazo a la tapa, pero eso tambien fue en vano. Recorde amargamente que pretendia repetir aquella escena de Kill Bill que tanto me gustaba y tanto me agobiaba a la vez cada vez que la veia. Mi corazon se acelero y comenzo a bombear sangre como si fuera su ultimo latido. Ya no podia controlar mi respiracion. Intente relajarme para poder pensar; si no conseguia controlar aquella terrible angustia pronto me quedaria sin aire. A duras penas logre relajarme; mi ritmo cardiaco disminuyo un poco y entonces recorde (era increible que no me hubiera dado cuenta antes) que tenia el movil en el bolsillo. Estire la mano para cogerlo del pantalon, pero alli no estaba; a tientas palpe los bolsillos traseros. Era raro que estuviera alli, ya que nunca lo guardaba atras, pero debia comprobarlo. Lo unico que encontre fue una carta… ?Una carta? !La de la chica! Ni recordaba que me la habia dado. Con gran dificultad pude leer lo que ponia ayudado de la poca luz que me proporcionaba el mechero. En la carta solo habia una simple nota que rezaba: <> Al acercar el mechero para poder descifrar el final de la nota debido a mi nerviosismo, queme el maldito papel y no pude averiguar lo que esa misteriosa mujer me queria decir. Perdi el conocimiento por unos instantes. Tenia que priorizar y no encender mas el mechero para no consumir aire. Sabia que cuanto mas tiempo pasara, menos aire llegaria a mi cerebro y mas me costaria pensar la manera de escapar de aquel infierno. No se me ocurria nada para salir de alli. Si rompia la tapa provocaria que la arena me cayera encima, y moriria igualmente. Estaba resignado; salir era imposible. Ya notaba como apenas quedaba aire, no podia respirar bien, me empezaba a sofocar y cada vez se me hacia mas y mas dificil mantener los ojos abiertos. No tenia fuerzas ni para rezar (nunca habia sido creyente, pero en esos momentos queria creer que existia algo o que alguien milagrosamente me podria ayudar). Mis ojos se fueron cerrando con una lentitud pasmosa, y al contrario de lo que la gente pueda pensar, he de decir que tu vida no pasa por delante cuando estas a punto de morir. Lo que se te viene a la cabeza, es todo aquello que no has podido hacer y que siempre quisiste hacer. Ya no podia mover ni un musculo de mi cuerpo; de hecho, ni si quiera los sentia. Es impresionante como el cuerpo prioriza en los casos extremos y otorga el poco aire que entra a intentar salvar los organos mas necesarios. Me fui sumiendo en un profundo sueno y fue en ese preciso momento cuando me di cuenta de que llegaba el punto y final a mis dias. Cerre los ojos y todo se convirtio en oscuridad. Ni un pensamiento corrio ya por mi cabeza. Solo senti paz. Capitulo 1 Abri los ojos con mucha dificultad. El sol me cegaba, me costo ver que me encontraba en una habitacion con paredes blancas inmaculadas. Podia oir un pitido constante que parecia provenir del lado derecho de mi cama. Al intentar girarme comprobe, que estaba atado de pies y manos a ella. Entonces, una pregunta surgio en mi cabeza; ?donde estaba? A simple vista parecia la habitacion de un hospital, pero eso era lo que menos me importaba. Lo mejor era que estaba vivo y que podia respirar ese aire que hasta donde recordaba tanto queria y necesitaba. Solo tenia que esperar a que alguien viniera y me diera una explicacion de lo que habia sucedido. Aguarde un rato, pero debido al cansancio y al agotamiento, me inundo un profundo sueno. En este estado, crei ver como en mi habitacion entraban dos individuos que por su atuendo parecian personal sanitario. Trate de hablar con uno de ellos, pero de mi boca no salia ni una sola palabra. Al percatarse de que intentaba decirle algo y para calmarme me dijo. --Tranquilo, relajese, esta en buenas manos. Me inyecto algun tipo de medicamento y volvi a caer en un profundo sueno. No sabria decir el tiempo que estuve asi, pero me desperte con las fuerzas renovadas (o eso me parecia a mi) ya que, al intentar moverme, note un dolor intenso que recorria todo mi cuerpo. Esto me hizo pensar que quiza no era tan buena idea moverse, aunque tenia que incorporarme si queria conseguir informacion de lo que habia sucedido. Me di cuenta de que ya no estaba atado a la cama, asi que haciendo un gran esfuerzo consegui levantarme y quedarme sentado en el borde, teniendo una mejor perspectiva de la habitacion donde me encontraba. No era muy grande. No tenia mucho mobiliario. Tan solo habia una mesilla al lado derecho de la cama, y un pequeno armario para dejar la ropa. En la habitacion habia dos puertas, una de ellas seria seguramente la del bano y la otra la que creia me sacaria de alli, siendo un poco optimista. A mi izquierda habia un ventanal por el cual se filtraba la luz del exterior. Como pude me baje de la cama. Aun me dolia todo el cuerpo, senti un repentino mareo que por segundos me dejo inmovil y apoyado en la cama. Una vez se me paso me dirigi hacia la ventana. Queria ver el exterior. Vi un patio trasero y a lo lejos un frondoso bosque. Ya estaba anocheciendo. Aquel paisaje me recordo a los dias que pasaba con mi padre en una cabana a las afueras de Kenora, donde los dos juntos pasabamos las tardes pescando. No se podia ver mucho mas, pero por lo menos pude comprobar que aquel hospital debia estar en algun lugar a las afueras de la ciudad, pero... ?de que ciudad? Me arrastre como pude hacia el armario para comprobar si alli se encontraba mi ropa, intente abrirlo, pero estaba cerrado, volvi hacia la cama y me sente resignado en ella. Pude ver un cable que colgaba desde la cama, lo segui con la mirada y comprobe que se trataba del pulsador de emergencia que tienen todas las habitaciones de hospital. Me estire para cogerlo con un gran esfuerzo lo pulse varias veces seguidas, esperando sentado en la cama a que alguien apareciera. Pero alli no se presento nadie. Decidi levantarme y salir de aquella habitacion, antes de abri la puerta me pare a escuchar, y tras comprobar que no se oia nada decidi abrirla. Temia que al igual que el armario, tambien estuviera cerrada. Con la mano temblorosa gire suavemente el pomo, sono un chasquido y la puerta cedio. Tire de ella lentamente y una rafaga de aire con un fuerte olor a desinfectante se colo en la habitacion. Dude unos segundos si salir o regresar a la cama, pero la curiosidad me pudo y sin mas titubeos cruce el umbral de la puerta. Me encontre un pasillo que parecio interminable. A ambos lados habia multitud de puertas. Desde mi situacion pude apreciar al lado izquierdo, en el cruce de los dos pasillos, algo parecido a un control de enfermeria; y me dirigi a el. Me encontraba un poco mejor. Aunque todavia estaba debil, fui apoyandome en la pared hasta llegar alli. Mire a mi alrededor, pero no habia nadie. Desde el otro lado del mostrador observe una puerta de cristal biselado, en la que habia un cartel que indicaba: <>. Pase dentro y golpee suavemente la puerta, esperando contestacion. No obtuve resultado. Comprobe si la puerta estaba abierta. Agarre el pomo con firmeza y lo gire. Oi los engranajes de la cerradura y la puerta se abrio. Ante mi, una pequena sala con un solo sofa y una mesa, nada mas. Se encontraba en perfectas condiciones. Aquella habitacion no se habia utilizado nunca, o eso parecia. Di media vuelta para retomar el camino por donde habia venido y entonces lo vi. Estaba quieto, impecable, esperando a que alguien lo utilizara; era blanco, por su aspecto al igual que el sofa y la pequena mesa parecia como si nunca nadie lo hubiera utilizado, asi que cogi el impoluto telefono y lo descolgue. Me lo acerque para comprobar si daba tono y, entonces mis sospechas se confirmaron, aquel telefono no daba senal alguna. Aquel hospital estaba muerto. Colgue, y sali de detras del mostrador y segui por el pasillo de la derecha a ver si por fin encontraba algo o a alguien en aquel siniestro lugar. Conforme transcurria el tiempo cada vez estaba mas convencido de que en aquel hospital solo estaba yo. No se oia nada, ni se veia un alma, pero yo seguia andando, y buscando a alguien… o simplemente una salida. Me pare frente a algunas habitaciones. Abria las puertas, pero todas estaban vacias, algunas puertas ni si quiera se abrian, como si escondieran algo o a alguien en su interior y otras en cambio si. En las que estaban cerradas no puedo asegurar si habia alguna persona en su interior, pero no parecian ocupadas. Aquellas que si consegui abrir tenian un mobiliario identico compuesto por una cama, una mesa y poco mas; estaban todas inmaculadas y parecia que nunca se hubieran usado. Tras un rato andando sin rumbo, pude ver a lo lejos unos ascensores. Encamine mis pasos hacia ellos. Antes de llegar escuche un ruido, me pare y observe a mi alrededor, pero no habia nadie (debia ser producto de mi imaginacion). Ya estando frente a los ascensores, pulse varias veces para llamarlos, pero no respondieron (debian estar fuera de servicio). Justo cuando mas convencido estaba que en aquel lugar estaba yo solo, fue cuando a lo lejos empece a oir unos pasos. Me detuve entre dos pasillos mirando a ambos lados, intentando averiguar de donde provenian. El eco no me dejaba distinguir bien. !No podia ser!, mis ojos me enganaban, lo que estaba viendo no era real, alli estaba… aunque solo la habia visto una vez en aquel bar la reconoci perfectamente. Tenia un atractivo fuera de lo comun, y eso, la hacia dificil de olvidar. La mezcla exotica que proporcionaba su piel canela, su pelo negro azabache y unos ojos de color verde intenso hacian de ella una mujer inalcanzable para cualquier hombre

  • Asesinato en Roma de Walter Astori

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    EL PRIMER CASO DEL CUESTOR FLAVIO CALLIDO

  • El maestro y las magas de Alejandro Jodorowsky

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    En este libro que completa su autobiografia La danza de la realidad (Siruela, 2001), Alejandro Jodorowsky cuenta como conocio al maestro japones Ejo Takata, que lo inicio en la meditacion, en el budismo zen y en la ensenanza que transmiten los koans. Sin embargo, la aplicacion de estos conocimientos en la vida lo aprendio de un reducido grupo de mujeres (<>) que nada tenian que ver con el budismo. Aunque era el propio Takata quien le mostraba la esencia del zen y de los koans, la experiencia de dichas ensenanzas solo la aprendia a traves de estas mujeres. En este libro nos habla de la escritora y pintora surrealista Leonora Carrington; de Dona Magdalena, que le enseno el masaje iniciatico; de la poderosa actriz mexicana la Tigresa; y de Reyna D'Assia, hija del ocultista G. I. Gurdjieff. Pero en la vida del autor hubo otras magas: la sacerdotisa de los hongos Maria Sabina, la curandera Pachita o la cantante chilena Violeta Parra, de quienes ya escribio en La danza de la realidad y Psicomagia (Siruela, 2004).

  • Empezar de cero – Virginia V. B de Virginia V. B

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    Julia, es la hija de un arquitecto muy importante de Estados Unidos. Un hombre despota que no la trata precisamente bien. En una fiesta que organiza su padre, conoce a Abraham Asbai. Un nuevo arquitecto recien llegado a la ciudad del que se enamora perdidamente, y con el que se casa poco despues de conocerse. Ella, esta muy enamorada, y por supuesto cree que su marido siente lo mismo que ella. Hasta que sin querer escucha una conversacion de este con su mejor amigo y descubre algo que evidentemente, ignoraba.
    Desesperada y decepcionada huye en el coche para ver a su amiga y hablar con ella de lo que acaba de descubrir, pero un camion se cruza en su camino, y tiene un tragico accidente que la dejara en coma y posteriormente amnesica.
    ?Podra seguir Julia con su vida cuando se despierte del coma a pesar de no recordar nada de ella?
    ?Y que sucedera cuando esos recuerdos regresen?
    ?Se vera con fuerzas para empezar de cero?

  • El secreto (El manuscrito 1), Blanca Miosi de Blanca Miosi

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  • Mediocracia de Alain Deneault

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  • El pasado que nos une (Tiempo 1) de Ailina Shebelle

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    Joel Hunt odia el tabaco y se siente perdido. Lleva siete anos sin pisar Telluride, el lugar que lo vio nacer y crecer. Se niega a volver debido a los sucesos que alli acontecieron, pero algo lo obligara. No sabe como actuar con las personas que lo apoyaron y quisieron durante su infancia. Es consciente de que debe muchas explicaciones y, aunque no se siente preparado para darlas, tendra que afrontar el hecho de que, a pesar del tiempo, sigue enamorado de Mandy.
    Mandy Brown es una chica que lucha contra las adversidades de la vida que amenazan con frenar sus suenos. Pinta cuadros llenos de luces y sombras, adora el chocolate caliente con nubecitas y contar las estrellas fluorescentes del techo de su habitacion. Y, por mucho que le duela, sigue enamorada de Joel .
    Aunque el pasado aprieta y ahoga en ocasiones, ambos encontraran la forma de llegar el uno al otro para construir un futuro juntos, mientras las pesadillas mas temidas de Joel vuelven para desestabilizarlo todo.
    El pasado que nos une es una historia sobre como el amor nos hace fuertes para superar el miedo, repleta de sentimientos a flor de piel y con un mensaje claro: el destino esta escrito en las estrellas.

  • Recogiendo manzanas en italia de Mary Ann Taylor

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    Claire Holmes es la heredera de un emporio de cocina distribuido en todo el mundo. Su padre es aclamado por la critica culinaria, sin embargo ella no sabe cocinar. Ha sido siempre una nina mimada a la que han complacido en todos sus caprichos. Cuando su padre decide mandarla a Italia para aprender con uno de los mejores chef no puede creerlo.
    En Italia descubrira los sabores, los olores, las formas de cocinar con especias.pero sobre todo descubrira a Romeo, un saludable americano que tambien ha ido a aprender a cocinar.
    Entre platos, vapores y cucharas descubriran la atraccion latente entre ellos, una atraccion que esta a punto de cristalizar cuando se produce un crimen; uno de los alumnos del curso de cocina ha sudo asesinado.
    Claire tendra que madurar rapidamente para enfrentarse por primera vez en su vida a la cruda realidad.

  • Una carta en mi buzon (En papel 2) de Elena De La Cruz

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    Adriana vive con el miedo de que su acosador la alcance. Carlos sobrevive a la decepcion y el abandono de la mujer de su vida. Dos almas heridas que se encuentran y se ofrecen su amistad para salir a flote. Cuando la relacion entre ambos empieza a cambiar, un accidente trastocara sus vidas y los hara aun mas vulnerables. Solo la fuerza de sus sentimientos decidira su futuro.

  • Seducida por su ex de Anne Oliver

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    Pertenecian a mundos diferentes.

  • Etienne (Paris 1) de Emma Madden

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    --Natasha... La llamo en un susurro, sintiendo como le esparcia el chocolate caliente sobre el abdomen e iba deslizandolo con maestria por las ingles y el vello pubico, y ella suspiro y empezo a lamerselo con la misma maestria, provocandole espasmos de placer, hasta que lo llevo al borde del abismo y entonces se detuvo en seco, se aparto de el y lo dejo ahi, a medias e indefenso, con las manos atadas al cabecero de la cama y a ciegas, porque le habia tapado los ojos con un antifaz de terciopelo negro. --Natasha, ?que haces? --Me encanta verte sufrir, Etienne... --No, vamos, venga, vuelve aqui, preciosa. --Net! --Cielo. --Eres un chico muy malo, Etienne Clermont-Tonnerre, alguien tiene que hacertelo pagar. --Dame un beso, ven aqui... --Net! Nego otra vez en ruso y el percibio perfectamente como recogia su ropa, decidida a abandonarlo de verdad. Movio los brazos empezando a desesperarse, pero fue inutil, porque las puneteras esposas eran de las buenas, y volvio a suplicar, pero ella no respondio y se largo de la suite cerrando la puerta con un sonoro portazo. Vale, calma, Etienne, se dijo a si mismo, pensando en que en algun momento alguien del hotel podria pasar a rescatarlo, aunque esa opcion era de lo peor, porque no queria que lo pillaran desnudo, atado con esposas, con un antifaz y cubierto de chocolate en una cama carisima que ya le tocaria pagar por el estropicio con el chocolate, y con todo lo demas. Le encantaba Natasha, esa rusa espectacularmente guapa, una escort de lujo, que se estaba haciendo rica en Paris, pero que salia con el gratis y por placer. Era preciosa, sexy, divertida y una fiera en la cama, pero a veces sin venir a cuento se volvia incontrolable y podia ponerte en situaciones muy incomodas, como en ese caso, en el que no solo habia medio destrozado la suite del Hotel Jorge V bailando y rompiendo cosas, sino que tambien habia acabado dejandolo tirado y a merced de cualquiera, completamente indefenso. Calculo las consecuencias publicas, no solo privadas, que podria acarrear aquello, es decir, que si alguien del servicio de habitaciones lo pillaba en esa tesitura podia ser desastroso para su reputacion, y sin querer penso en Chantal y en Jean-Jacques, sus mejores amigos, que siempre lo habian llamado irresponsable y kamikaze por andar enredando con mujeres "peligrosas" (decian ellos), y tenian mucha razon, pero es que no podia evitarlo. Era marca de la casa, y de casta le venia al galgo, porque su padre le habian ensenado desde bien joven que las mejores amantes eran las que no conocian limites, las rebeldes, y si estaban un poco locas, mucho mejor. Sonrio, pensando en su padre, un dandi parisino celebre por sus conquistas, y luego volvio a pensar en las opciones que tenia. Una: empezar a gritar para que alguien del hotel lo rescatara. Dos: que Natasha volviera y lo desatara. Tres: que alguien del restaurante se percatara de su ausencia y empezara a buscarlo hasta llegar al Hotel Jorge V, su hotel favorito para las citas de mediodia. Se concentro, llamando mentalmente a Iris, su ayudante y mano derecha, que ya lo habia pillado varias veces en situaciones comprometidas, y su cabeza volo sin querer hasta el nuevo menu de otono que iban a estrenar con bombo y platillo en el Saint-Malo, su restaurante con dos estrellas Michelin que llevaba cuatro anos buscando la tercera. El Saint-Malo era realmente lo unico que le importaba en la vida. Por supuesto, estaba su familia y sus amigos, pero su restaurante era su bebe, su obra maestra, lo unico que habia construido con sus propias manos, y se sentia tan orgulloso de el que no lograba entender que aun no le dieran su merecida tercera estrella Michelin, cuando ya se la habian dado a otros chefs de su edad, entre ellos a Jean-Jacques, su colega, su querido examigo, que llevaba tres anos sin dirigirle la palabra. Menudo don perfecto, mascullo cabreandose con el, y se pregunto que horas serian, porque tenia hambre y muchas ganas de ir al bano. Merde! Exclamo furioso intentando zafarse de la cama y de repente, como un milagro, las esposas hicieron un clic y se abrieron tan ricamente. El se incorporo en la cama, se saco el antifaz y comprobo que eran programables, un invento que no tenia ni idea de que existiera, pero que a partir de ese momento se convertiria en uno de sus favoritos. Salto de la cama y se fue corriendo al cuarto de bano, se metio debajo de la ducha para intentar quitarse el chocolate (ya solido) que tenia por todo el cuerpo, y casi quince minutos despues consiguio hacerlo y salir limpio y perfumado a la suite, que parecia el escenario de una pelicula de terror. Copas, botellas, comida, su ropa... todo disperso por la habitacion donde habia estado practicado sexo salvaje con Natasha desde las once de la manana. Recogio sus valiosos pantalones, y su valiosa camisa, hechos a medida en su sastreria de Londres, sintiendo un pelin de verguenza por lo que habian sido capaces de organizar alli entre la fondue de chocolate y las frutas, se vistio y salio al pasillo llamando a Iris. Llego al ascensor y ella le contesto en su tono habitual. --?Donde te metes?, son las cinco de la tarde, chef. --Buenas tardes, Iris. Estoy bien, gracias, he tenido un pequeno percance, pero ya voy camino del restaurante. --Tu madre acaba de llamar reservando para ocho personas, Claire esta que se sube por las paredes, no puede reservar con tan poco tiempo de antelacion. Habla con ella, por favor. --?Le ha conseguido mesa? --Claro, anulando a dos clientes nuevos. --Buena chica. Ya hablaremos, ahora necesito que llames al Hotel Jorge V, hables con Pierre y te ofrezcas a pagar la factura que te pida, ?ok? He estado en el Penthouse con Natasha y todo se ha desmadrado un poco. --?Sera posible? --Farfullo, pero el no hizo caso. --Vale, llego en diez minutos. 1 --Bon apres-midi a tous. Saludo a todo el mundo entrando en la cocina de su restaurante y se detuvo cerca de la bodega para mirar a Pierre, el encargado de las compras, que estaba discutiendo acaloradamente con el distribuidor del aceite de oliva, se les acerco para intentar poner orden, pero Pierre le pidio por favor que no interviniera, asi que se alejo camino de su despacho para cambiarse y ponerse manos a la obra. Entro en su cuarto de bano para vestirse y cuando salio poniendose el mandil y se detuvo para mirar el telefono movil donde tenia un monton de mensajes calientes de Natasha, Iris irrumpio de repente en la oficina sin llamar. --Chef... --?Que pasa, Iris? --Primero, la broma del Penthouse del Hotel Jorge V supera los ocho mil euros. --Vale, ?que mas? --?Me puedes contar que estabais haciendo para dejar el colchon inutilizable?. Vale cuatro mil euros, ?sabes?, mas las cortinas y la ropa de cama, te lo han dejado en ocho mil cuatrocientos euros por ser tu, pero sigue siendo una barbaridad. --La culpa la tuvo una fondue y el chocolate caliente. ?Quieres mas detalles? --No, que asco --Arrugo la nariz y Etienne sonrio. --Tu paga lo que te pidan y fin de la historia. --Esa tia te va a arruinar, pero no es asunto mio. En fin, hoy se ha incorporado Sonsoles Monzon Aramburu. --?Quien? --La chef repostera recomendada por Chantal. --?Por Chantal? --?Espanola?, ?graduada con honores por Le Cordon Bleu?, ?amiga de tu mejor amiga?, ?diplomada en pasteleria y chocolate por la Academia de Artes Culinarias Suiza?. La entrevistamos por videollamada, le firmaste el contrato hace un mes. Ha dejado Nueva York para venir aqui. --Ah, vale, ya me acuerdo. Disculpa, pero he tenido un dia duro. ?Donde esta? --Trabajando, por supuesto. --Ok... Salio del despacho para seguir a Iris y entro en la zona de postres del Saint-Malo saludando con una venia al equipo. Todos lo miraron de reojo saludandolo de la misma forma, y de repente localizo en la mesa del rincon a una chica joven, que estaba sentada mirando un ordenador portatil mientras tomaba notas. --Sonsoles, al fin ha llegado el chef Clermont-Tonnerre. Le dijo Iris y la chica, morena y guapisima, asintio sacandose las gafas, se puso de pie y le extendio la mano. --Buenas tardes, chef. --Encantado y bienvenida. --Muchas gracias, pero ya nos conociamos. --Si, de la videoconferencia, pero... --No, nos conocimos en la boda de Chantal hace cuatro anos, pero es igual. --?En la boda de Chantal? Entorno los ojos intentando situarla, pero fue imposible, porque se habia pasado media boda pedo total, y ante la evidencia, le regalo una de sus sonrisas encantadoras como disculpa. --Lo siento, no lo recuerdo y Chantal no me habia dicho nada, yo... --No pasa nada, supongo que conoce a mucha gente, chef. Iris, por favor, ?podria hablar con los responsables de compras? He estado revisando los menus y tengo bastantes dudas y solicitudes. --Claro, Sonsoles. Vamos, el jefe de compras esta ahora mismo en su despacho. --Genial, pero llamame Sol, por favor, todo el mundo me llama Sol. Le susurro con un frances casi perfecto, pero cargado de un evidente acento espanol, y salio detras de Iris sin despedirse de el, y sin dedicarle ni una sola mirada. Se quedo un poco perplejo por esa actitud tan indiferente, porque estaba acostumbrado al respeto reverencial por parte de todo el mundo, especialmente si se trataba de una nueva empleada, y se cabreo un poco, respiro hondo y saco el movil para llamar a Chantal. --Hola, Chanty. --?Que quieres, Etienne?, estoy trabajando. --Tan dulce como siempre, carino. --Ya sabes que estoy muy liada, ?estas bien? --Acabo de conocer a tu chef de reposteria... Son son sol o algo asi. --Sonsoles, aunque la puedes llamar Sol. --No lo se, no es muy cercana. ?De que la conoces? --Joder, tio, te lo he contado mil veces. --?En serio? --La conoci en Lucerna, cuando hice el master de pasteleria y chocolate en la Academia de Artes Culinarias Suiza. --Claro, esa chica... --Tambien la viste en mi boda, aunque no se si te acuerdas de mi boda, porque teniais un cachondeo que no era normal. --Ya, que tiempos aquellos --Sonrio recordando la bacanal que habia montado con Jean-Jacques y las damas de honor, y Chantal bufo. --Es buenisima, es la puta ama con el chocolate. Le Pre Catelan tambien intento llevarsela, pero al final tu pagabas mejor. ?Recuerdas? --Vale, si, lo siento, es que me he confundido un poco. Estoy agotado. --?Por que dices que no es muy cercana?, ?ha pasado algo? --No, no se, no hemos cruzado mas de dos frases, pero no me parecio muy simpatica, eso es todo. --?No se ha desmayado a tus pies? --!No!, no es eso, es una cuestion de quimica profesional. --No necesitas tener quimica con todos tus empleados, Etienne, solo necesitas que trabajen bien. --Por supuesto, pero tambien necesito un ambiente de trabajo feliz y relajado. --Pues seras el unico chef de Paris que trabaja feliz y relajado. En serio, ?hay algun problema real?, porque si no es asi tengo que dejarte. --Nada, dejalo, solo queria refrescar la memoria y comprobar si era tan amiga tuya o... --Es muy buena amiga mia, me encanta que ahora este viviendo en Paris, pero recuerda que tambien es una chef cojonuda. Confia en mi, contratarla ha sido un puntazo. --Vale... esta bien. ?Tu que tal estas? --Yo bien, pero con un pedido estratosferico por delante. --Si necesitas ayuda te mando a alguien. --Gracias, cielo, pero no, de momento nos arreglamos. --Perfecto, un beso. --Un beso, guapo. Adios.

  • No me olvides (Generacion 1) de Elisabeth M.s

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    Entre los mas vendidos de sagas romanticas y eroticas #Top20 de Amazon durante 6 meses seguidos Primera entrega de la Trilogia Generacion Sheena huye de su hogar al cumplir la mayoria de edad. Dejando una sociedad adinerada que no desea para su carrera. Inconformista por el futuro que le habian disenado y ambiciosa por tomar sus propias decisiones. Diez anos despues de su marcha se enfrenta al pasado para cerrar una etapa. Enfrentarse al hombre que puso su vida patas arriba y que tanto se habia empenado en olvidar todo ese tiempo. El amor que pudo sentir hacia el anos atras paso a ser rencor, pero tras su primer reencuentro no logra alejarse de el y corre el riesgo de volver a caer rendida a sus pies. ?Sera capaz de mantenerlo lejos de ella? ?Sera capaz de no volver a enamorarse?

  • Con el agua al cuello de Donna Leon

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    Desde la residencia donde pasa sus ultimos dias postrada en una cama, Benedetta Toso, enferma de cancer con apenas treinta y ocho anos, quiere hablar con Brunetti de algo que no quiere llevarse consigo a la tumba. Debil y al borde de la muerte, la mujer apenas consigue tener algun momento de lucidez y esbozar algunas frases sueltas que implican a su marido, Vittorio Fadalto, muerto recientemente en un accidente de trafico, con un dinero obtenido de forma ilegal y que, en consecuencia, su muerte fue en realidad un asesinato. <>, cuenta al comisario. Desgraciadamente, antes de poder obtener mas informacion al respecto, la mujer expira su ultimo aliento.
    ?A que dinero ilegal se referia? ?Quienes son esos <> a los que Toso acusa de haber asesinado a su marido? El fino hilo de investigacion llevara al comisario hasta el lugar de trabajo del hombre, Spattuto Acqua, una empresa privada encargada de vigilar por la calidad del agua en Venecia. Alli, Brunetti no solo se enfrentara a la verdad sobre si Fadalto fue asesinado o no, sino a un caso de soborno entre los empleados con el objetivo de ocultar vertidos contaminantes en el agua, lo que podria tener consecuencias catastroficas en la salud de los venecianos.

  • La receta secreta de las segundas oportunidades de J. D. Barret

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    Lucy Muir ha decidido dejar a su marido. Es un tema complicado.
    Teniendo en cuenta que son copropietarios y chefs de uno de los mejores restaurantes de la ciudad, no va resultar facil cortar por lo sano. Pero, seamos realistas, una no puede soportar eternamente que le pongan los cuernos, le roben las recetas y la menosprecien.

  • Lo imprevisible de Marta Garcia Aller

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    Este libro no esta aqui. No ha podido llegar al lector porque este libro esta confinado. Acabe de escribirlo en febrero de 2020, a tiempo de convertirse en una de las novedades de la primavera. O eso creia yo. Brinde por ello con amigos nada mas entregarlo. No sabia por entonces que aquella iba a ser la ultima vez que pisariamos un bar en mucho tiempo. Ni que este ano nos ibamos a quedar sin primavera. De eso iban, al fin y al cabo, las paginas que acabaron confinadas. Advertian de que habia que ir acostumbrandose a convivir con todo aquello que no se puede prever. A principios de marzo, Lo imprevisible ya estaba impreso y empaquetado, listo para llegar a las librerias. Y ahi se quedo. Atrapado por sorpresa en las cajas de una imprenta de Igualada, el primer municipio espanol en decretar el confinamiento total por el brote de coronavirus. Igualada sonaba entonces, igual que Bergamo, como si fuera el reactor 4 de Chernobil. No se podia salir ni entrar de alli por el alto riesgo de contagio. Mi editora me llamo para avisarme de que la publicacion del libro se retrasaria. La semana siguiente se decreto el estado de alarma que puso a Espana en cuarentena. Y luego la COVID-19 fue paralizando el resto del planeta. Mas de tres mil millones de personas nos quedamos encerradas en casa durante semanas para tratar de frenar el virus que cambiaria el mundo. Asi que este libro no es exactamente el mismo que en febrero. De alguna manera, ninguno lo somos. Tampoco el lector. Ya no me va a costar convencerle de que un espejismo tecnologico nos ha hecho creer que tenemos bajo control mas cosas de las que en realidad estan a nuestro alcance. Eso ha quedado claro ahora que el mundo esta patas arriba. Mientras reescribo estas lineas, aprovechando mi propia clausura, aun no sabemos cuanto durara el estado de alarma. Ni cuando podremos volver a salir de casa para ir a trabajar o abrazar a la familia. Tampoco cuando volveran a abrir las librerias para que estas paginas, estas si, lleguen por fin a sus manos. De pronto, ya no sabemos nada del futuro. Ni de lo que hay a la vuelta de la esquina. Solo hay algo seguro: nunca ha sido tan imprevisible. De pequena me fascinaba un libro que fantaseaba sobre como seria el ano 2020 y del que solo recuerdo esa fecha y el dibujo de una banera robotica. He olvidado tambien el titulo, pero no aquel cuarto de bano. De el salian todo tipo de brazos que lavaban, peinaban y secaban el pelo de un nino sumergido en espuma sin mover un dedo. Todavia me da algo de envidia cuando lo pienso. Tal vez por eso siempre habia imaginado 2020 como un ano futurista. Y, por supuesto, que a estas alturas ya tendriamos banos con robots. Antes de que esta devastadora pandemia que me tiene recluida en casa mientras escribo provocase la peor crisis economica y sanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, los nuevos anos veinte se preveian de otra manera. Iba a ser la decada dorada del progreso tecnologico y la robotizacion. De la medicina personalizada y la inteligencia artificial. Y ahora resulta que 2020 es el ano en el que Occidente descubrio que no tenia suficientes camas, ni medicos, ni mascarillas para atender a sus enfermos en caso de emergencia. Y mientras la inteligencia artificial y la genetica van dando forma a la medicina del futuro, en nuestros hospitales del presente los medicos improvisan batas con bolsas de basura para protegerse. A principios de ano todavia viviamos ajenos a lo que se avecinaba. Las ferias tecnologicas prometian grandes avances que ahora parecen frivolos (conste que antes del coronavirus, tambien). En enero se presento en Las Vegas un minirrobot rodante que se controlaba desde el movil, pensado para acercar un rollo de papel higienico alla donde alguien lo necesitara. Tambien se anuncio un sensor para avisar con un mensaje al movil si el bano huele mal antes de tener que asomarse a comprobarlo.1 No es esto lo que de nina entendia por un bano robotizado, ni tampoco por lo que pasara a la historia el papel higienico en 2020. En enero, mientras en la feria tecnologica mas importante del mundo se presentaban estos inventos para el supuesto vater del futuro, ya habia un nuevo coronavirus extendiendose por China que pronto llegaria al resto del planeta. En las semanas siguientes, a medida que la amenaza avanzaba, la gente reacciono, para sorpresa de Gobiernos y reponedores de supermercados, almacenando compulsivamente montanas de papel higienico. Por inutil que fuera comprar decenas de rollos, el acaparamiento irracional transmitia una paz a la poblacion que ningun robot podria prever. El miedo a lo desconocido entra dentro de eso que a los humanos nos vuelve imprevisibles. Una epidemia de incertidumbre La escritura de este libro ha pasado por una mocion de censura, dos elecciones generales y una pandemia mundial. La rutina iba desapareciendo mientras andaba yo buscando eso que nos vuelve imprevisibles. Para encontrarlo, he mantenido entrevistas con un centenar de expertos en cuestiones muy diversas: matematicos, astrofisicos y psicologos; con filosofos, abogadas e ingenieras; antropologos, linguistas y policias; con una nina de tres anos, varias empresarias de exito y un ligon de Tinder; en estas paginas hay tambien genetistas, meteorologos y hasta un excombatiente de Irak que ahora reparte burritos a domicilio. No faltan las opiniones --ultimamente, nunca lo hacen-- de politologos, epidemiologos y periodistas, ademas de las charlas con un par de neurologos, varios humoristas famosos y algun que otro robot. Nos hemos ido acostumbrando a los sistemas de inteligencia artificial que calculan por nosotros que carretera escoger para evitar los atascos y predicen que tiempo va a hacer. Al fin y al cabo, hay algoritmos para todo. Los hay que generan noticias falsas, invierten en bolsa y anticipan a quien vamos a votar. Otros prometen predecir los delitos, el amor y hasta el orgasmo. Incluso hay robots que conducen, componen musica y pintan cuadros como los de Rembrandt. Se automatizan los despachos de abogados, las consultas de los medicos y los templos budistas.2 La inteligencia artificial aspira a automatizarlo todo. ?Todo? No, todo no. Al computo del algoritmo siempre se le escapara lo imprevisible. Y, mas alla de las pandemias, la vida esta llena de situaciones cotidianas que lo van a seguir siendo. Al final, los dilemas humanos son los mismos de siempre, solo que nunca habiamos tenido como especie tanta informacion disponible. Por eso nos desconcierta tanto descubrir lo vulnerables que somos en realidad. Por una parte, nos hemos vuelto, en cierto modo, mas previsibles que nunca gracias al mayor procesamiento de datos de la historia. Por otra, el mundo esta transformandose a tal velocidad que desconocemos las nuevas reglas de juego. No es casualidad que tanto desconcierto coincida con un profundo cambio tecnologico. La nueva era de la predictibilidad tecnica se caracteriza, paradojicamente, por una epidemia de incertidumbre. En 2016, nadie vio venir el brexit ni la victoria de Trump.3 A partir de entonces, la cronica geopolitica ha sido una sucesion de acontecimientos inesperados. Tanto cambio constante llevaba tiempo desconcertandonos, mucho antes de que llegara el coronavirus. La sensacion de estar entrando en territorio desconocido ya se habia generalizado en un Occidente a medio repensar. El exceso de informacion puede tener mucho que ver con ello. Alvin Toffler ya advertia en El shock del futuro que la saturacion informativa podia crear mecanismos de defensa en la gente, que necesitaria simplificar tanto el mundo para comprenderlo que acabaria reafirmando sus prejuicios. Era 1970.4 La sobrecarga de informacion tambien provoco un aumento de la incertidumbre en los tiempos de Gutenberg. En cierto modo, la llegada de la imprenta tambien trajo consigo una acentuacion del sectarismo.5 Acceder a mas informacion de diferentes concepciones religiosas no genero mas tolerancia, sino la conviccion de que la unica vision verdadera del mundo era la propia. La imprenta supuso un enorme progreso tecnologico para la humanidad que inauguro la Edad Moderna. Sin ella, no se entenderian las guerras de religion de los siglos XVI y XVII que causaron millones de muertos en Europa. La manera en la que accedemos a la informacion (y a la desinformacion) transforma a las sociedades, como veremos en el capitulo dedicado a como la verdad y la mentira se vuelven mas imprevisibles con los algoritmos. Cuando los cambios tecnologicos se aceleran tanto, aumenta la sensacion de vertigo. ?De donde viene tanta incertidumbre, teniendo como tenemos un acceso a la informacion y unos avances cientificos y tecnologicos con los que nuestros padres y abuelos solo podian sonar leyendo a Julio Verne? En menos de un siglo, hemos visto llegar la penicilina y el 5G, los viajes a Marte y la secuenciacion del genoma. Y en el momento mas algido de las promesas tecnologicas, cuando el futuro parecia capaz de automatizarlo todo, el mundo, de pronto, se paraliza de golpe por un virus. Una cuarentena no deja de ser, al fin y al cabo, una tecnica medieval para la prevencion de los contagios. Tanto algoritmo y tanto big data,6 y cuando llega la gran pandemia nos tenemos que encerrar todos en casa como en tiempos de Boccaccio, pero con wifi. Antes de la llegada de la COVID-19, se me ocurrio consultar con un experto en la estructura del universo. ?Quien mejor para darle un poco de perspectiva al asunto? Pregunte a Martin Rees, astrofisico y astronomo real, si veia relacion entre la incertidumbre y la era de los algoritmos: <>. A diferencia de lo que les ocurrio a nuestros antepasados, para nosotros el proximo siglo sera drasticamente diferente al actual. Por no saber, no sabemos ni en que planeta viviremos para entonces.7

  • Ecos de muerte de Anne Perry

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    Vuelve la autora por excelencia del crimen victoriano.

  • Los cabrones tambien se enamoran de Yanira Garcia

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    Soy Helena Miller, aunque el se empene en llamarme Helena con hache... Sobra decir que lo odio, ?verdad? ?A el? A el tambien, por supuesto.
    No me he parado a pensar siquiera como he acabado trabajando en New York Style tras una entrevista de los mas rara, ?que por que? Pues porque... No pienso desvelarte todos mis secretos, !entonces no tendria gracia!
    El senor microbio, que asi es como lo llamo carinosamente --anadase un punado de ironia en esta parte--, me ha encomendado una mision: debo escribir una columna en la revista sobre como conquistar a un hombre... !Yo! Que no tengo ni idea de ello, en fin, me toca improvisar, eso si, mientras mi mente se plantea como ser creativa para cumplir el objetivo por el cual me han contratado, jugare a ser su piedra en el zapato.
    Lo que no me esperaba es que la cosa se terminara complicando hasta el punto en que... en que... Pues hasta este punto.
    Loren, Mia y Sarah, mis mejores amigas, intentaran ayudarme en este camino, unas veces acertaran y otras me complicaran las cosas mas aun y luego esta Guille, mi companero de piso que solo piensa en... ?empotrarme?
    Lios, risas, confesiones, consejos, vodkas, enemigos, amigos, verborrea, dramatismo, locuras... Esos son ingredientes que encontraras en mi historia, ?te atreves a descubrirla? Si no lo haces, te arrepentiras... !Os presento mi mundo! !Bienvenid@s!

  • La ultima decision de Raquel Rodrein

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    Imagina que te ofrecen la posibilidad de hacer realidad el sueno de todo aspirante a escritor. ?Desaparecerias de la faz de la tierra para conseguir que tus novelas se convirtiesen en el fenomeno editorial del ano?