• libro zac y mia - Sabina Rogado

    https://gigalibros.com/zac-huida-desesperada-3.html

    El club de dudosa reputacion estaba repleto a esas horas intempestivas y las mesas de juego se erguian coronadas por nobles depravados, los cuales acostumbraban a ejercer el poder que les otorgaba el titulo heredado sin el menor remordimiento. Sabian lo que querian y buscaban alicientes acordes a su manera de ser y no a los convencionalismos de siempre, de ahi que naciera un tugurio que presumia en lo referente a la escasez de normas y de senoritingos estirados y aburridos. En el interior de sus discretas paredes resultaba habitual respirar el aire viciado, mientras apostaban cantidades indecentes de libras, propiedades y lo que se terciara. La espesa neblina ocasionada por el tabaco cubria la mayor parte de la estancia y se mezclaba con los diferentes olores y sonidos; el toque dulzon venia a traves del perfume de las damas de compania, el alcohol corria de vaso en vaso como la polvora y las voces de las personas alli congregadas se escuchaban demasiado elevadas. Sin duda alguna, cualquier caballero de honor, integro y de buenas formas, ni siquiera se dejaria caer por el barrio a riesgo de permanecer en boca de lenguas viperinas y malintencionadas durante semanas, convirtiendose en un cotilleo escabroso y asegurando asi los pecados inconfesables de almas corrompidas. Lo que no se ve no se comenta y, por lo tanto, no existe. Al fondo, un pianista, una cantante de suntuosas curvas y varias bailarinas con un vestuario indecente amenizaban la frenetica noche, al tiempo que varias amantes se acomodaban sobre el regazo de sus respectivas companias y alardeaban de la buena suerte que estaban dispuestas a brindarles. El conjunto en general era el consecuente de arrastrar a los envalentonados socios a situaciones nefastas, terminando en mas de una ocasion con una cita en Hyde Park; el famoso parque en el que se debatian los duelos entre caballeros al dejarse llevar por la impulsividad y la euforia incuestionable que les otorgaba el whisky, las trampas, y alguna que otra muchacha recien llegada y que levantaba el revuelo entre los mas mujeriegos de inmediato. En una de esas mesas, Zac ojeaba las cartas que sujetaba en su mano derecha y alzo la vista en busca de su companero de juegos o, mejor dicho, de juergas. Ultimamente, las escapadas nocturnas se acortaban entre unas y otras y, lo que era peor, cada vez ansiaba, con una necesidad acuciante, vivir a contracorriente para empaparse de las delicias que la vida podia ofrecerle tras dejar atras el internado en el que curso sus estudios, y en el que compartio habitacion con su amigo Henry, para terminar, como era el caso, en una multitud ingente de lugares de dudosa reputacion. Cada dia le perdia el respeto a lo que podria sucederle, no terminaba de encajar en la ciudad londinense y se dejaba llevar. Atras quedo el chiquillo de dieciseis anos que tuvo que armarse de valor, viendose obligado a abandonar el rancho de sus padres fallecidos, en el oeste americano, con el unico proposito de salvar a su hermana Zoe de las garras de un ser deleznable, el cual, de no huir a tiempo, habria desposado a su hermana a la fuerza y se hubiese quedado con la propiedad que no le correspondia. Por fortuna, los planes de huida jugaron a favor de los desprotegidos hermanos y, ese ser deleznable, termino con el final que le correspondia al otro lado del oceano. Eso si, debia reconocer que la aventura emprendida les pudo salir demasiado cara, no todo fue un camino de rosas, y de no ser por la providencial aparicion de Nick, duque de Hackins, el destino de Zoe, y de el mismo, no se habria semejado ni una pizca con el actual, mas resulto que ese hombre se convirtio en la tabla de salvacion para ambos. [1] De ese episodio habian transcurrido diez anos, en la actualidad, Zac tenia veintiseis y contaba con una formacion academica excelente; el que su cunado fuese un noble tan poderoso le bastaba para acceder a un sinfin de oportunidades inalcanzables para cualquier otro individuo, quiza por ello, y a pesar de tener la edad perfecta para sentar la cabeza, ni por asomo pretendia dar por finalizada su etapa de bribon y mujeriego, ampliandola hasta limites demasiado peligrosos. No, por supuesto que no dejaria ese tipo de vida. ?Para que con lo divertido que era? Zac dejo atras sus pensamientos, presto atencion al hombre situado frente a el, y una mueca socarrona salio de su boca al interpretar un movimiento sospechoso. <>. El aspecto del hombre en cuestion lo delataba por si solo, y lo corroboro al percatarse de su mano dirigiendose al corbatin en un intento de aflojarlo. La frente resplandecia perlada por el sudor y la mirada huidiza conferia que la situacion le vencia por momentos; con cada detalle dejaba entrever la incomodidad y la desesperanza de encontrarse en ese lugar, aunque claro, que lo hubiese pensado antes de quedarse sin ninguna libra y terminar apostandose la propiedad de campo que poseia a las afueras de la ciudad. Estos nobles se creian impunes y a la vista estaba que nunca aprenderian. El jamas hubiese sido capaz de apostar el rancho de sus padres, el bien mas preciado que tanto su hermana como el poseian en Wyoming, y menos en una misera partida de cartas. No, jamas. Y le dio exactamente igual el estado de desconcierto de su rival. La disposicion a zanjar el asunto, en la mayor brevedad posible, era lo unico que le importaba en esos instantes, pues de pronto, estar rodeado de gente como aquella consiguio que la repugnancia invadiera el vacio alojado en su interior cada vez que recordaba su pasado. La nostalgia resurgio, el malestar de Zac se agrando, y de ahi broto la disposicion a actuar con total impunidad. Una casa de campo le vendria demasiado ventajosa para retirarse durante un tiempo de la ciudad depravada, llena de formalismos y teatralidades por doquier. Quien sabe, puede que aquella oportunidad fuese la excusa perfecta para replantearse que hacer con su vida, porque claro, lo que se dice claro, no lo tenia en absoluto, comenzando a aceptar que la vida de excesos que llevaba no le aportaba la felicidad que ansiaba, sino todo lo contrario. Mientras, en la mente del otro sujeto, una lucha esclarecedora se debatia con fervor ante el clamor que le otorgaba una informacion primordial. Nadie de su condicion era ajeno a las habladurias en torno al cunado del duque de Hackins; los varones de la alta sociedad eran conocedores de la destreza magistral con cualquier tipo de arma, al igual que sabian que, gran parte de esa destreza surgio a consecuencia del tiempo en el que tanto su hermana como el convivieron entre una tribu india, cuando escapaban del destino que trataron de marcarle a la duquesa de Hackins a la fuerza (HUIDA DESESPERADA). Es por ello que debia de templar los nervios, recomponerse y practicar un intento desesperado para que el azar jugase a su favor, al menos por esta vez. Si el muchacho contra el que jugaba descubria las intenciones de hacer trampas, y le retaba a duelo, las posibilidades de salir impune brillarian por su ausencia, en cambio, si seguia adelante, la baza de cartas que poseia entre sus manos con toda la probabilidad le dejaria sin una de sus propiedades. Solo de pensar en la humillacion y la verguenza que pasaria, primero ante la obligacion de confesarselo a su esposa, y despues siendo el tema de conversacion de las malas lenguas, le provocaba espasmos y sudores frios. La determinante debilidad por el juego no entendia de limites y acechaba en su interior sin darle tregua alguna, pues la obviedad resulto tan grande que no le quedo otra alternativa que aceptar la delicada situacion en la que se encontraba por su poca cabeza. Parecia predestinado a ser empujado hacia el abismo y, antes de caer, debia armarse de valor y coraje. De bien sabidos era que eligiese la opcion que eligiese el perderia. ?Como diablos consintio en llegar hasta estos limites indecentes? La reflexion llegaba tarde, demasiado tarde, de hecho. --?Quiere otra carta? --escucho a Zac, sintiendo como si el corbatin tuviese vida propia y se empecinara en atenazarle el cuello, impidiendole respirar con normalidad. El noble supo que si aceptaba, y por muy buena que fuera, no le serviria para su proposito, y eligio la opcion que segun el mas se adecuaba a las nefastas circunstancias. ?O no? Pronto lo descubriria. --No, mejor quiero otro whisky --desvio la atencion, tratando de que su voz no lo delatara. Sin mas, se dejo llevar y, a la desesperada, procedio con la actuacion estelar, lo que ocasiono a que alertara por unos segundos a las mesas proximas, al alzar una de las manos para avisar a la muchacha que servia las bebidas, mientras tiraba a proposito el vaso vacio contra el suelo.--Vaya, que inoportuno --lamento, aprovechando de inmediato la situacion que el mismo acababa de provocar. Solo tendria una oportunidad para salir airoso de un aprieto tan grande, y sin lugar a dudas era ahora o nunca, por lo que su siguiente movimiento fue agacharse a recoger los cristales aparentando una normalidad absoluta. Ni a Zac, ni a su amigo, le pudo pasar por alto el movimiento rapido de una de sus manos, observando como sacaba algo de la manga. La rabia de Zac no tardo en aparecer y no perdio ni un segundo de su tiempo. Tiro los naipes sobre la mesa y siseo en un tono escalofriantemente calmado: --Lo que acaba de hacer ha sido una temeridad, amigo. --?A que se refiere? --le encaro con una gota de sudor cayendole por la sien. --Supongo que sabra que las cartas estan marcadas, ?me equivoco? Nunca juego sin que sea asi. La palidez invadio la cara del noble y trago con dificultad. --?Que esta insinuando? --dudo delatandose. --?De verdad tengo que aclararselo, o mejor nos disponemos a arreglar el asunto como es debido? Le cedo la oportunidad de elegir dia y hora, no quiero molestar a mis padrinos. --Yo... --titubeo acorralado. Con normalidad, cuando alguien retaba a duelo a otro en un local de esas caracteristicas, el revuelo aparecia de inmediato y hacia participes a cada una de las mesas, no asi en esta ocasion, y todo gracias a la templanza de Zac y al aturdimiento del tramposo. --Por favor --suplico de repente perdiendo la decencia--, salvo su amigo nadie se ha dado cuenta de mis verdaderas intenciones, por tanto le suplico que tenga misericordia conmigo. Lo que faltaba. --Disculpe, ?acaso pretende ablandarme? Porque en el caso de ser asi pierde el tiempo. --Por favor, acepte mis excusas y olvidemos este malentendido. He escuchado que es un hombre justo y le prometo que no volvera a verme en lugares asi. He aprendido la leccion y no puedo dejar viuda a mi esposa. Esta enferma y... --!Basta! --exclamo levantando una mano--. Se equivoca conmigo, la gente como vos no levanta ninguna simpatia en mi y desprecio su falta de hombria. Ademas, si tan estima le tiene a su esposa, ?que hace aqui y no en su compania? El hombre perdio la palidez y un rojo intenso cubrio su rostro mostrando una verguenza absoluta. --Estas ultimas semanas he perdido bastante dinero y no puedo hacer frente a los medicamentos tan caros que precisa --se excuso avergonzado--, es por ello que continuo buscando una buena racha y asi enmendar mis actos indecorosos. Por mi poca cabeza he llegado tan lejos que me averguenzo de mi mismo y la conciencia no me deja dormir por las noches. Los ojos de Zac parecian escupir fuego, de la rabia contenida, tras dicha confesion. Odiaba que gente sin escrupulos le mintiera en su propio beneficio, aunque claudico al percatarse de que ese tipo bien podria estar diciendo la verdad. Cada uno de sus gestos lo delataba y parecia avergonzado, aunque, ?que diantres le importaba a el? De seguido, maldijo por lo bajo y miro a su amigo en busca de una respuesta que no deberia de admitir siquiera, pero sus correrias, borracheras y mala vida, al parecer no terminaban de bastar para aplacar al hombre frio e insensible que se empenaba en mostrar ante los ojos de seres egoistas y carentes de sentimiento alguno. Henry se limito a asentir con la cabeza, dando credibilidad al testimonio, y a Zac le basto. Su amigo conocia al dedillo cada chisme referente a las vidas de esos fulanos, pues desde bien pequeno aprendio la valia de saber cada punto debil de los ricachones en general, y asi obtener una ventaja que siempre podria aprovechar en su propio beneficio. Zac expulso el aire con pesar y hablo antes de arrepentirse. --Largo de aqui, no quiero volver a verle. --Oh, milord, gracias, gracias --repetia servil, levantandose del asiento sin todavia creerse el acto de buena fe de su contrincante. --Por su bien espero que venda la propiedad que deberia de ser mia y pague sus deudas, de no ser asi se tendra que atener a las consecuencias. No habra mas oportunidades. --Lo hare, no le quepa la menor duda, buen hombre. Inclino la cabeza en una muestra de respeto y, sin tiempo que perder, anduvo hasta la entrada. Alli aguardo a que le llevaran la chistera y el baston, e, inmediatamente despues, se largo del local que ni loco volveria a pisar, y lo hizo con pasos apresurados y sin echar la mirada atras en ningun momento. Al salir, el aire choco contra su rostro acalorado y pudo respirar con la normalidad debida, alzo el menton y avisto el coche de caballos que le esperaba. Subio con un alivio creciente y apoyo la espalda contra el respaldo. La certeza de salir indemne, de una muerte segura, consiguio que recapacitara de una vez por todas. Su lugar estaba al lado de Mary, y no le importaria echar por tierra su honor al vender la casa de campo que le salvaria de las cuantiosas deudas acumuladas en su haber. Y le dio las gracias al muchacho que le acababa de dar una de las lecciones mas i m p o r t a n t e s d e l a v i d a. G r a c i a s a e l v o l v i a a t e n e r o t r a o p o r t u n i d a d y n i p o r a s o m o p e n s a b a d e s a p r o v e c h a r l a. No, ni habl a r.

  • ZAC Y MIA | A. J. BETTS | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-zac-y-mia/9788498386509/2532578

    7 may 2015 — Sinopsis de ZAC Y MIA. Valiente y poco convencional, describe el fuerte apego a la vida que surge cuando se padece una enfermedad grave.

  • ZAC Y MIA (Juvenil) : Betts, AJ - Libros - Amazon

    https://www.amazon.es/ZAC-MIA-Juvenil-J-BETTS/dp/8498386500

    ZAC Y MIA (Juvenil) : Betts, A. J.: Amazon.es: Libros.

  • Zac y Mia | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/novela-romantica-juvenil/27428-ebook-zac-y-mia

    Narrada con un fresco sentido del humor, autenticidad y delicadeza, Zac y Mia es una historia excepcional sobre dos chicos cuyo prometedor futuro se tambalea ...

  • Zac y Mia, A.J.Betts - Reseñas de libros y cine en español ...

    https://entremetaforas.es/resena-zac-y-mia/

    Porque Zac y Mia son dos extremos opuestos, Zac siempre tiene mucha fuerza y se siente capaz de poder con todo, a pesar de que sus posibilidades son muy escasas ...

  • Reseña 'Zac y Mia' de A. J. Betts - Blog Divergente

    https://www.blogdivergente.com/2015/10/resena-zac-y-mia-de-aj-betts.html

    El libro es muy corto y rápido de leer, a pesar de tratar el tema del cáncer la historia no es triste porque aprendes a aceptar el destino de los protagonistas ...

  • Reseña Zac y Mia A. J. Betts - El Templo de las Mil Puertas

    http://www.eltemplodelasmilpuertas.com/critica/zac-mia/1011/

    Reseña literaria de Zac y Mia, escrito por A. J. Betts y publicado por Salamandra. ... En El Templo nos gustaría saber qué te pareció este libro.

  • ZAC Y MIA - BETTS A.J. - Sinopsis del libro, reseñas, criticas ...

    http://quelibroleo.com/zac-y-mia

    Si bien el ambiente frío y aséptico de una clínica es el último lugar donde una pareja de adolescentes esperaría iniciar una relación significativa, ...

  • Libro Zac y mia, A. J. Betts, ISBN 9788498386509. Comprar ...

    https://www.buscalibre.es/libro-zac-y-mia/9788498386509/p/46549661

    Libro Zac y mia, A. J. Betts, ISBN 9788498386509. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros importados, novedades y ...

  • Ciudad de los Libros: Reseña 'Zac y Mia' de A.J. Betts

    http://ciudad-de-libros.blogspot.com/2015/06/resena-zac-y-mia-de-aj-betts.html

    4 jun 2015 — Zac y Mia es un libro narrado en primera persona a través de los ojos de ambos protagonistas y está dividido en tres partes: Zac, y, Mia, tal y ...

  • ZAC Y MIA (EBOOK) - ANTONIO LOZANO SAGRERA AJ BETTS

    https://www.agapea.com/libros/Zac-y-Mia-Ebook--EB9788415630937-i.htm

    Comprar el libro Zac y Mia (Ebook) de Antonio Lozano Sagrera A. J. Betts, SALAMANDRA INFANTIL Y JUVENIL (EB9788415630937) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en ...

  • Con esto y un bizcocho de Amara Castro Cid

    https://gigalibros.com/con-esto-y-un-bizcocho.html

    Con esto y un bizcocho es una novela positiva, actual, y que te atrapa desde las primeras paginas. Mariana regresa a su Vigo natal para recuperarse de las secuelas de un accidente. Su familia, su psicologo, su fisioterapeuta y sus amigas intentan ayudarla a reconciliarse consigo misma pero una llamada inesperada lo complicara todo. Los personajes secundarios, tambien con sus propios miedos e inseguridades, acompanaran a Mariana en este viaje de superacion. Sus historias se van narrando en paralelo y vienen a reforzar la idea central de la novela: no podemos cambiar el pasado pero si que podemos intentar verlo desde una perspectiva diferente. Superacion, amor, amistad y una pizca de intriga hacen que quieras saberlo todo sobre los Nogueira porque, poco a poco, te vas sintiendo como uno mas de la familia.

  • Las furias de Katie Lowe

    https://gigalibros.com/las-furias.html

    MATARIAS POR SER UNA DE ELLAS

  • Tierra, tragame, y escupeme en el Caribe, Ivanka Taylor de Ivanka Taylor

    https://gigalibros.com/tierra-tragame-y-escupeme-en-el-caribe-ivanka-taylor.html

  • Al pie de la Muralla de Begona Pro Uriarte

    https://gigalibros.com/al-pie-de-la-muralla.html

    Fui arrancado con sana de la inocencia de la ninez. Los banelatus robaron mis juegos infantiles y aniquilaron a mis parientes y amigos, obligandome a presenciar su exterminio. Decidieron robarme mi vida para jugar con ella. Me crie entre seres sin sentimientos, que aunque de aspecto semejante al nuestro, carecen de alma y, simplemente, buscan el modo de aniquilar a una raza que creen inferior. Lo hacen a base de herirnos una y otra vez con el fuego de sus mentes. Creci en Bankada, la ciudad mas importante del supremio banelatu del oeste, y juro que cada dia alli fue una batalla continua en la que todos queriamos morir. Pero ellos se empenaban en sanarnos una y otra vez para volver a intentar matarnos al dia siguiente. Hasta que una vez lo consiguieron; me mataron.

  • Jugando a enloquecerte de Sara Pena Lainez

    https://gigalibros.com/jugando-a-enloquecerte.html

    Y ahi me encontraba yo, en la puerta de mi casa a dos semanas de mi boda con todas mis amigas euforicas porque hoy es mi despedida de soltera que ellas han organizado con una ilusion descomunal. --Azhar, ?estas preparada para la mejor noche de solteria de tu vida? --dijo Carla muy euforica con una ridicula diadema con una polla en toda la frente, lo peor era que en ese mismo momento Monica otra de mis amigas me colocaban a mi una aun mas grande con un velo de novia pequeno y con luces. --Si. --les dije forzando una sonrisa mientras que en mi mente me santiguaba y rezaba porque esto no se pusiese peor de lo que mi mente imaginaba, a mi parecer mas complicado de lo que iba a ocurrir de eso estaba totalmente segura. --Azhar animate joder es tu despedida de soltera deja a un lado tu yo frigida y disfruta con nosotras. --dijo ahora Claudia mientras que yo seguia rezandole a cualquier dios existente que se compadeciera de mi. --?No habia una diadema mas discreta?--pregunte intentando quitarmela para observarla mejor, cosa que no me dejaron hacer poniendola en mi cabeza. --Si, pero entonces no se te hubiese visto y eso no nos gustaba. --dijo Laura con una sonrisa picara que combinaba muy bien con el guino que vino despues. --Vamos a entrar a esperar a las que quedan y vamos empezando a calentar. --dijo Laura entrando en la casa dejandome a mi en la puerta con las demas no mucho tiempo pues estas la siguieron dejandome con cara de circunstancias y con ganas de decirles a todas que se fueran, que no iria a celebrar nada. --Azhar, ?donde tienes escondido el alcohol? No lo encuentro. --dijo aquella misma mientras escuchaba los muebles abrirse y cerrarse. Mire al cielo y sin pronunciar palabra clame una plegaria porque esta noche me dejara la virtud de la paciencia porque como no me la diera presagiaba que esto acabaria como el rosario de la aurora, cerre la puerta y entre con decision para darles a esas locas lo que pedian, haber si asi con suerte se emborrachaban en mi casa y no teniamos que ir a ningun lado. Capitulo 1 Y aqui estoy en una ridicula limusina rosa chicle, no entendia por que teniamos que hacer esta ridicula celebracion que era para despedir algo que yo no era desde hacia tantos anos que ni me acordaba, empece con Mario cuando apenas teniamos diecisiete anos y fue practicamente mi primer novio enserio y teniendo en cuenta que tenia veintiocho, llevabamos once anos juntos, osea llevaba once anos sin estar soltera. --Azhar dame la copa. --me dijo una Sofia bastante achispada para ser sinceros, antes de que le pudiera dar la copa ya esta habia sido arrancada de mi mano para ser rellenada y devuelta. Mientras habiamos estado en mi casa habiamos acabado con tres botellas enteras, una era de tequila, otra de ron y la ultima de ginebra, a pesar de que yo solamente habia bebido un par de copas y un chupito las chicas habian arrasado. Estabamos dentro haciendo tiempo mientras llegaban todas las invitadas a la despedida y para que pudiera llegar la limusina horrenda color chicle que no tiene nada que ver con lo que a mi gusto se refiere. Aunque siempre habia sido una chica bastante humilde, debo de decir que dedicarme al mundo de la moda, como una recien estrenada periodista de moda, habia hecho mella en mi, siempre fui una chica a la que le llamo la atencion demasiado la moda, fijarme en lo que se llevaba, intentar ir a la ultima y que mi ropa no tuviera ni una misera arruga, eso habia hecho que mucha de las cosas que antes me encantaban y atraian ya me aborrecieran y quisiera huir de ellas como si eso me fuese a pegar una enfermedad que aseguraba mi muerte. --Azhar, bebe que es tu despedida. --escuche que me chillaba Marta haciendome salir de mi ensonacion abruptamente, la busque y vi que me habia chillado desde la otra punta de la limusina con una sonrisa que delataba en el estado de ebriedad que se encontraba la que habia sido companera de carrera. Bebi mirandolas a todas tomandome la copa de champan de golpe con una sonrisa dedicada a todas ellas que estaban ahi, haciendo que todas me vitorearan y volvieran a rellenar mi copa pensando que por fin comenzaba a relajarme. --Chicas, recordemosle a nuestra gran amiga que no se olvidara jamas de este dia. !Chofer sube el volumen! -- chillo Laura euforica mientras que bailaba cuando el pobre chofer atendia su peticion sin rechistar. Las diez mujeres que se encontraban dentro comenzaron a bailar con impetu como si manana se fuese a acabar el mundo y tuvieran que demostrar hoy lo fiesteras que eran. Yo por el contrario me bebi mi copa de golpe intentando coger fuerzas con lo que veia que se me venia encima y la larga noche que me esperaba, miraba hacia abajo y mi aspecto hizo que cogiera la botella y me rellenara la copa dos veces, mis amigas me habian puesto una camiseta horrorosa, rosa fluorescente con letras horribles que ponia en el pecho: "Aqui se encuentra la novia mas perrisimamente y excitante que veras" Despues de ponerme esa camiseta horrenda y la diadema que no queria ni pensar en buscar un adjetivo para definirla porque posiblemente mi mente se destruiria en el acto; llevaba una banda en verde fluorescente tambien, que tampoco entiendo el empeno en los colores fluor si estos ya no se llevan pero en fin creo que las chicas buscaban algo que no fuera para nada con mi estilo, como si no fuera suficiente en la banda ponia: "Novia cachonda" Y ya para terminar con mi ridiculo y avergonzante atuendo llevaba un tutu del mismo color de la banda. Lo unico que deseaba es que pasara rapido la noche y pudiera estar manana con Mario sentados en el sofa mientras el veia alguna serie y yo leia un buen libro o cotilleaba sobre articulos de moda o sobre los ultimos modelitos de las estrellas, eso siempre seria mas agradable que llevar una polla en la cabeza y ser una feria andante. --Azhar ya hemos llegado... --dijo Monica con una sonrisa enorme que a mi me hacia intuir que la noche no iba a mejorar, muy por el contrario iba a empeorar para mi, aunque ellas seguro que iban a disfrutar de lo lindo. Asenti y comenzaron a bajar todas dejandome a mi la ultima, cuando me toco a mi bajar, no me lo pude creer donde me habian llevado, de hecho ahora lo de la limusina no me parecia en realidad tan mala idea, de hecho me gustaria adentrarme de nuevo y no salir de ella, eso seria una gran idea, teniendo en cuenta que ahi dentro no me veria nadie en cambio en ese local seria uno de los focos de atencion ya que a mis grandes amigas no se les ocurrio otra cosa mas idonea y que encajara conmigo que llevarme a un local especializado en despedidas de soltera, un show el cual estaba disenado para cenar y tener cameros y camareras eroticas para despues convertirse en una discoteca, mire a las chicas formulando una pregunta sin verbalizar ni una silaba. --!Vamos entremos! --dijo Maria tan emocionada que no parecia en estos momentos la chica sensata que solia ser siempre. --Chicas en serio, ya sabeis lo que opino sobre estos lugares. --dije en disconformidad, es que era mi despedida de soltera y no habian hecho nada que a mi me gustase. --Vamos Azhar, olvidate de esa periodista de moda en la que te has convertido y recuerda la despedida de soltera que siempre deseaste. --dijo Carla cogiendo de la mano y tirando de ella como si fuese una nina que le da miedo entrar en el colegio por primera vez en su vida. --Carla teniamos, ?cuanto? ?quince, diecisiete anos?--le digo enfurrunada mientras que me dejo llevar donde me lleva ella, total resistirme no iba a servir para nada en realidad. --En realidad teniamos dieciocho pero, la edad no importa tu dejate llevar y ya veras como los prejuicios se van con un par de chupitos. --dijo Laura picara mientras me pasaba el brazo por encima de mi espalda apoyandose en mi. Resople pero viendo que no iba a solucionar nada me deje llevar del todo y pense que ya de perdidos al rio total que seria lo peor que me pudiese pasar, ?pescar una borrachera descomunal? No seria la primera de mi vida.

  • Nuestro es el cielo de Luke Allnutt

    https://gigalibros.com/nuestro-es-el-cielo.html

    Todos tenemos que tomar decisiones.

  • La liberacion del senor Garret de Patricia Rivas

    https://gigalibros.com/la-liberacion-del-senor-garret.html

    Ian Garret es un importante hombre de negocios adicto a las mujeres. Solteras, casadas o separadas, le da igual. Cada dia una distinta pasa por su cama. Un dia seduce a su secretaria Emma Connor que vive una vida monotona con su novio al que conoce desde el instituto. La culpabilidad por los encuentros clandestinos con su jefe hara que Emma le confiese a su pareja la infidelidad haciendo que salga a la luz como es su novio en realidad. Ian se involucrara ayudandola mientra sigue en su circulo de sexo descontrolado ?Cambiara por ella?? Soportara Emma estar cerca de el sabiendo que no es la unica?

  • Solo hace falta esperar de Alma Sandher , Josefina Fernandez

    https://gigalibros.com/solo-hace-falta-esperar.html

    Alma y Laura deciden hacer un viaje especial con destino, Varadero. Con entusiasmo y ganas de disfrutar cada momento, emprenden su aventura, con vivencias que jamas podrian haber imaginado. Regresan con las maletas cargadas de recuerdos inolvidables, y una nueva vida. Aunque a veces las cosas no son lo que parecen, y entre sorpresas, encuentros, verdades y mentiras, las dos amigas se subiran a una montana rusa de emociones con un destino inesperado. Una historia donde la amistad y el amor dan sentido a todo. La vida les regalara un gran aprendizaje, solo hace falta esperar, para que te suceda todo lo que mereces, ser feliz.

  • Ella me pertenece de Lia Carnevale

    https://gigalibros.com/ella-me-pertenece.html

    Ciudad de Mexico, 2007 En el momento en que me di cuenta de que mi vida estaba a punto de quedar patas arriba, fue cuando presione el pie en el acelerador, la alfombrilla no detuvo el movimiento y el automovil, un Chevy C2 de segunda mano, alcanzo los ciento cincuenta por hora. Las calles de Polanco, el barrio mas exclusivo de Ciudad de Mexico, aparecian mojadas por una ligera lluvia. El cielo estaba oscuro, el otono ya habia hecho su aparicion. Baje la ventanilla y respire el aire perfumado de humedad; sin duda era mi estacion favorita, suave, agradable, tranquila, tal como yo me sentia cuando estaba cerca de Ysabel. No estariamos solos nosotros dos, en pocas horas, tal vez minutos o segundos, seriamos tres: Alexander, Ysabel y Felicity, nuestra hija. Nuestra familia. Eran tan solo las ocho de la tarde, por suerte, la hora punta habia pasado, asi que solo habia unos pocos autos en mi camino. Aparque lo mejor que pude frente al hospital y sali rapidamente del pequeno automovil que mis padres me habian dado tras de aprobar el examen de conducir. En ese momento, el telefono comenzo a sonar, lo saque mientras caminaba por la avenida hacia la puerta principal. --Papa, he llegado. !Estoy entrando! Lo note molesto de la misma manera que percibi a mi madre cuando me llamo para decirme que Ysabel habia comenzado el trabajo de parto. --Esperamos noticias, chico. Diablos, cuantas mujeres dan a luz hoy en dia. ?Por que solo habia agitacion en su voz? --Claro papa --no dije nada mas. Nadie apagaria mi alegria. Me moria por ver a Ysabel, estar junto a ella, presenciar el nacimiento de mi hija. ?Era feliz? Si. Superariamos cualquier problema, derrumbado cada obstaculo. Tarde o temprano creerian en nuestro amor, sus padres, mi hermana, mi familia, todos. Nadie nos separaria. Ahora menos que nunca. Estariamos juntos para siempre. Serenos y unidos. Me dirigia rapidamente al departamento de ginecologia que la senora me habia indicado en la entrada. El aire estaba impregnado de desinfectante, las escaleras llenas de polvo y los pisos cubiertos de manchas oscuras. La limpieza no era la mejor, aunque deberia haber sido una prioridad, pero el hospital publico no tenia fondos suficientes y, en cualquier caso, los que ingresaban alli eran demasiado pobres para fijarse en la suciedad. Tenia la esperanza de que los padres de Ysabel elegirian una clinica privada para el nacimiento de su nieta. Yo no me lo podia permitir, pero ellos si. La familia Mendez se situaba entre las mas ricas del mundo, podrian haber pagado cualquier cosa, pero estaban demasiado ocupados luchando contra nuestro amor para preocuparse por el lugar de mierda donde su hija estaba a punto de dar a luz. Me pase una mano por el cabello, aleje los malos pensamientos y me prepare para ir a la habitacion donde la unica razon de mi existencia pugnaba para hacerme mas feliz aun. Las luces iluminaban el largo corredor, el silencio era interrumpido por los gritos de una mujer: Ysabel. Corri hacia alli y cuando llegue a la entrada me detuve debido al grito que se escucho al otro lado de la puerta. ?Que se suponia que debia hacer? ?Deberia haber llamado? ?Entrar? ?Por que no habia nadie alli? ?No deberian las enfermeras hacer el turno de noche? Decidi entrar, pero tan pronto como puse mi mano en la manija, se abrio. !Tanjia! la hermana de Ysabel me indico que me corriera. La deje pasar y cerro la puerta. Tenia los ojos brillaban y sus labios temblaban. La mire confuso. Buscaba en sus ojos la alegria de quien acababa de convertirse en tia, pero no pude encontrar nada que no fuera… ?dolor? ?Enfado? ?Miedo? Se detuvo frente a mi, sus manos apretadas cerrando el puno. --!Es solo culpa tuya! Maldito el dia que entraste en la vida de mi hermana --dijo rompiendo a llorar. La deje a merced de sus emociones, porque no podia entender la razon de las lagrimas. Un indicio de desesperacion se abria paso en mi cabeza, borrando la euforia que lo ocupaba. ?Que demonios estaba pasando? El silencio se adueno de todo, tanto, que podia sentir mi corazon latir mas rapido. Fue en aquel momento que la puerta se abrio… Fue en aquel momento cuando vi el cuerpo del amor de mi vida cubierto por una sabana blanca… Fue en aquel momento que el medico me informo que habian muerto… Muertas... Ambas. Cai sobre mis rodillas, lleve mis manos, manchadas de la grasa que distinguia a los mecanicos de los otros trabajadores frotandome los ojos, esperando que una vez abiertos descubriera que era solo un mal sueno. No fue asi. Ya no fue nada mas. Mi vida perdio el rumbo. Se perdio en medio de la nada. Capitulo 2 Nueva York, 2019 Sali de la limusina que me habia llevado al enesimo evento organizado especificamente para personas con cuenta bancaria de seis cifras. Al menos una vez a la semana me veia obligado a asistir a estas fiestas, donde la caridad se usaba como excusa y el objetivo principal era aparecer en escena. Alise la chaqueta negra de Armani y me prepare para atravesar la alfombra roja entre los destellos de periodistas y la gente comun que esperaba la llegada de algunos VIP que realmente importaban. Siempre me preguntaba que cono hacia en ese lugar. La respuesta era siempre la misma, simple y objetiva: nuestro bufete de abogados estaba a la vanguardia en las donaciones a los mas pobres. Gracias tambien a ellos, estabamos consiguiendo mas y mas clientes. Publicidad. Era solo una forma egoista de publicitarnos. Simon caminaba a mi lado. Cruzamos entre la muchedumbre con paso rapido, algunos fotografos y periodistas intentaban detenernos y hacernos algunas preguntas, pero los ignoramos, como siempre, claro. Quienquiera que hubiera organizado el evento no escatimo en gastos, la mesa estaba cargada de caviar y champan, una de las bandas de rock mas populares alegro la noche y para terminar las cifras que se recaudaron superaron con creces las expectativas de cada presente. Aparentemente todo era perfecto. Exacto, solo aparentemente. Me gustaba mi trabajo, ir a los juzgados, ganar un caso, emitir una factura y recibir el pago; queria limitarme a eso. Me hubiera encantado sin todas aquellas putadas. --Parece que Sophie y tu estais pasandolo bien esta noche. --La voz de Simon me obligo a apartar los ojos de la mujer que acababa de nombrar. No le respondi, volviendo a mirar a mi companera de juegos. --?Tarde o temprano sentaras cabeza? Sophie es inteligente, podria ser la ideal. --!No! --dije con firmeza. Termine de beber champan y fui hacia la mujer que aliviaria otra noche de insomnio. No habia lugar en mi vida para nadie… y mucho menos para una mujer. Lo tomaba todo. Cada suspiro Cada respiracion. Cada gemido. Luego me marchaba. Ese era yo. Este era yo. En el trabajo. En la vida privada. Con personas. --Alex, te ruego… --?Que pasa Sophie? ?Por que estas rogando? --!Oh, Dios! --Echo la cabeza hacia atras, dejandome libre acceso a su garganta. Su piel era suave, blanca, delicada. Le habria dejado una marca, como cada vez que la follaba. --Mas fuerte. --Se aferraba a mis hombros y agarraba mi cabello, llevandome al centro de su placer. Era su instante favorito. Pase mi lengua sobre su clitoris, lentamente, justo como a ella le gustaba, la penetre y luego volvi a lamer. Me di cuenta de que estaba a punto de correrse cuando sus musculos comenzaron a contraerse y los gemidos se volvieron mas fuertes. La deje alcanzar el extasis y, en el mismo momento en que termino, comence a arremeterla contra la pared de la entrada de su apartamento. La penetre mas profundamente, arrancandole un grito que rapidamente rompi con un beso. Un beso que no tenia nada que ver con la dulzura, con el amor. Despues de todo, yo no era delicado, gentil. Me gustaba follar Me gustaba el sexo sucio, aspero y vulgar porque asi me hacia sentir cuando terminaba. Sophie habia sido la unica mujer capaz de darme el minimo de placer esperado en un polvo. Por eso se habia convertido en mi entretenimiento permanente, a pesar de que ella estaba empezando a pedir mas. Y esto me cabreaba. Ella sabia que no le habria dado lo que queria, ni a ella ni a ninguna otra. Me separe de su calido cuerpo. Sonrei traviesamente frente a su expresion enojada. Tenia hermosos ojos verdes, fue justamente su magnetica mirada lo que atrajo mi atencion y provoco el deseo de quitarle las braguitas de primera vez. Mire el cuerpo curvilineo envuelto en el exiguo vestido purpura, usado para la fiesta de cumpleanos de Simon esa noche; Su falda quedo retorcida alrededor de su plano estomago, sus braguitas yacian en el suelo junto a mis pantalones. La gire bruscamente contra la pared y la penetre. Empuje fuerte, entre hasta que golpee mis bolas en la piel sudorosa. Dentro y fuera, un movimiento mecanico, rapido, instintivo y natural. Unos pocos empujones y la saque, me aleje y me vacie en su piso. Estaba sin aliento, sudoroso y aunque en apariencia parecia satisfecho, siempre sentia aquel vacio. Un vacio que me acompanaba ya durante anos. Me detuve por un momento para recuperar el aliento, recogi mis pantalones y me los puse. Mire a Sophie y le sonrei. No queria que ella pensara que no era suficiente, no se lo merecia, el problema no era ella, sino yo. Se bajo el vestido y se acerco. Me quede quieto y deje que acariciara mi mejilla. Sophie era una de esas hermosas mujeres con todo cuesta arriba. --Vamos a la cama --susurro agarrando mi mano. --!Sophie! Mi tono sono a advertencia. Pretendia ir mas alla y como siempre, tenia que ponerla a raya, asi que me libere de su agarre y continue vistiendome. --Alexander, hemos estado teniendo sexo durante meses. Follamos y tu te marchas. !Estoy harta! Quiero mas y si no estas dispuesto a darmelo, sal por esa puerta y no vuelvas. Parecia segura, pero sus ojos brillosos traicionaban sus palabras. Termine de abrocharme el cinturon del pantalon y tome su barbilla, trasladando nuestros ojos al mismo nivel. --Siempre he sido claro contigo. No quiero emparejarme, no lo busco y nunca lo buscare. Si ya no estas dispuesta a verme, lo acepto. La deje ir y espere a que secara la lagrima que mojaba su mejilla. No se que reaccion me esperaba, seguramente habia sido un imbecil al hablarle asi. --Solo te estoy pidiendo que lo intentes. Solo eso Alexander. Me lo debes. --No te debo nada. Lo que acabamos de hacer fue buscado y deseado por ambos. No estoy en deuda contigo --dije dirigiendome a la puerta y la abri. --!Alexander! --Llamo de nuevo, pero no me di la vuelta. No podria, la habria vuelto a ilusionar. Le dije adios en silencio, como habia hecho con todas las demas antes que ella.

  • El amor no es como lo pintan de Erina Alcala

    https://gigalibros.com/el-amor-no-es-como-lo-pintan.html

    Juan Carlos Y Rebeca, eran del mismo pueblo andaluz. El, de una familia rica y ella de una pobre. Se enamoraron un verano, y solo duro su amor, eso, un verano. Ninguno de los dos, penso jamas encontrarse en la gran manzana al cabo de los anos. Rebeca no habia podido olvidar a su primer hombre y el tampoco la habia olvidado en cuanto la vio de nuevo. Pero no era el mismo Juan Carlos que ella conocio. Entro a trabajar en su empresa y conocio a Charly y su vida empezo a ser tan feliz como infeliz la de Juan Carlos.
    ?Les daria la vida una tercera oportunidad?, ?Volveria Rebeca a amarlo despues de tantos anos y amar a otro hombre?

  • Respira de Marta Yanci Serrano

    https://gigalibros.com/respira.html

    Valladolid. Anos sesenta. Un joven artista persigue sus suenos en contra de lo establecido. Una ilusion que le arrastrara al sordido mundo de la drogadiccion.

  • Stanley y las mujeres de Kingsley Amis

    https://gigalibros.com/stanley-y-las-mujeres.html

    Stanley Duke se adentra placidamente en la edad madura. Nada parece importunar su vida acomodada hasta que, de repente, su hijo Steve se vuelve loco. A partir de ese momento, Stanley se ve acosado por las mujeres que le rodean: Nowell, su primera esposa, actriz televisiva y reina del drama; su mujer actual, Susan, una escritora reputada que no se muestra muy solidaria ante el descenso de Steve a la locura; la madre de Susan, una esnob con titulo que le mira como si fuera un arribista; o Trish Collings, una psiquiatra manipuladora y tornadiza que sugiere que el culpable de la esquizofrenia de su hijo es el propio Stanley. A medida que todas ellas van comiendole la moral, Stanley empieza a preguntarse si la insensatez no es algo con lo que todas las mujeres lidian en su vida.

  • Hasta que te Enamores de mi 1 de Beta Julieta

    https://gigalibros.com/hasta-que-te-enamores-de-mi-1.html

    La joven ejecutiva Evelyne Taylor lo tiene todo: un buen puesto de trabajo con expectativas de ascender, un padre al que adora y unos amigos con los que puede contar. Lo unico que le falta es una pareja con la que compartir su felicidad. O no.
    ?Para que comprometerse con un hombre si lo que buscan la mayoria es una noche de sexo salvaje y apasionado?
    Desde hace un tiempo ha decidido que no les necesita mas que para eso: se trata solo de sexo. Ni mas. Ni menos. Hasta que conoce a Mark, que se empena en conquistarla y mantener una relacion mas alla de lo carnal.
    ?Podran controlar la irresistible atraccion sexual que surge entre ellos? ?Conseguiran derribar sus propias barreras para llegar a un acuerdo que satisfaga a los dos?
    La guerra entre los sentimientos y la lujuria no ha hecho mas que comenzar…

  • El amor no cierra a mediodia de Abby Baker

    https://gigalibros.com/el-amor-no-cierra-a-mediodia.html

    Valentina trabajaba en una tienda de libros viejos. Bueno, en realidad era mucho mas que eso. Era un sitio donde llegaban libros raros y eran tratados como obras de arte, cuidadosamente restaurados para volverlos a poner a la venta para los coleccionistas amantes de la calidad. Esa tienda, llamada El estante de Jane Austen, habia sido desde siempre el sueno de Valentina. Desde que tenia uso de razon habia sonado con abrir una tienda de libros viejos, pero no una de esas polvorientas, con olor a rancio, sino de las que podian compararse con un museo. Y tras muchos anos lo habia conseguido. Despues de licenciarse en Filologia inglesa, y con la ayuda de los contactos de sus padres, compro un local en las callejuelas del Barrio Gotico de Barcelona y abrio su sonada libreria de viejo. Fue bautizada en honor al primer volumen que puso en los estantes, un ejemplar antiguo de Emma que le habia regalado anos atras su abuela y que, a pesar de formar parte de la coleccion de libros que habia en la tienda, era el unico que siempre tenia el cartel de <> delante. Durante seis anos se habia dedicado enteramente a esa libreria, que se habia convertido en punto obligado de visita para todos los bibliofilos de la ciudad, gracias a la perseverancia y al trabajo de su mejor amiga, Victoria, licenciada en Filologia inglesa igual que ella y restauradora de profesion. Eran las unicas empleadas del negocio y, aunque a final de mes siempre tenian beneficios, no podian dejar de abrir ni un solo dia. Ese sabado en concreto, le tocaba a Valentina, asi que, despues de dejar su apartamento en el Eixample, bajo por la Rambla de Catalunya, cruzo la Gran Via y la plaza Catalunya y, tras girar a la derecha antes de llegar al final de Portal de l'Angel, subio la persiana de El estante… Normalmente, la tienda la visitaban curiosos y los pocos clientes habituales, los tipicos coleccionistas en busca de la pieza esencial para su coleccion, que, dada la calidad de los libros alli expuestos, podia ser cualquiera. El local era alargado. La mayor parte estaba dedicada a los libros que estaban a la venta, dispuestos en los altos estantes de las paredes; las piezas mas valiosas se hallaban cerradas bajo llave en unas vitrinas de cristal. Al fondo habia una pared con una puerta en la que se podia leer <>, que daba acceso a la sala donde Victoria restauraba los libros antes de volverlos a poner a la venta. En el catalogo de El estante no habia cualquier libro. Valentina se encargaba de seleccionar los ejemplares antes de adquirirlos. Los que entraban a formar parte del fondo solo eran incunables, ediciones raras, ediciones anteriores al siglo XIX, y cosas por el estilo, es decir, autenticas piezas de coleccion. Encendio las luces y el oscuro local se convirtio en un bonito espacio de paredes blancas, bien iluminadas, donde se podian ver perfectamente los libros meticulosamente ordenados. Para Valentina, abrir la tienda siempre era un placer. Tras dejar sus cosas debajo el mostrador, que estaba al lado de la puerta de entrada, se dispuso, como cada sabado, a quitar el polvo de todos los estantes. No queria que su tienda oliera a viejo. Aunque pareciera raro, los sabados eran el dia mas tranquilo en El estante. Ese dia, la mayoria de la gente salia a pasear y a comprar con sus familias; los turistas deambulaban por la ciudad haciendo fotos de todos los rincones famosos de Barcelona y muy pocos pensaban en adquirir una edicion de coleccionista de algun libro en latin, impreso a mediados del siglo XVIII. Por ello, era la mejor ocasion para hacer limpieza y revisar la caja de la semana. Esa manana del sabado transcurrio sin sorpresas, es decir, sin visitas, y casi al mediodia Victoria llego a la tienda. --Buenas tardes --saludo. --Hola, Vicky. --?Alguna venta importante? --pregunto Victoria--. ?Alguien ha comprado la edicion del Galileo de mil setecientos noventa? --No se ni para que lo preguntas --respondio Valentina--. Sabes de sobra que ese libro nunca nos lo sacaremos de encima. --Claro, ?quien va a comprar un ejemplar de hace mas de doscientos anos, cuyo precio pasa del cuarto de millon de euros? --Hizo una pausa--. Suerte que lo compraste tirado de precio en Florencia; si no, habria sido nuestra ruina. El verano anterior, tras tres anos sin vacaciones, ambas decidieron de mutuo acuerdo cerrar la tienda durante el mes de agosto e irse de vacaciones a la Toscana. Y, como siempre, mientras Victoria confraternizaba con algun italiano de mas de metro ochenta y torso musculoso, ella no hizo mas que comprar libros, entre ellos ese ejemplar que habia mencionado su amiga. --Sabes que si no cambias, no te volvere a llevar de vacaciones conmigo. -- Victoria se callo, rememorando un pasado magnifico--. ?Como se llamaba el que te estuvo tirando los tejos el dia que estuvimos en Pisa? ?Giancarlo? ?Pietro? Bueno, eso es lo de menos. ?Por que no le hiciste caso? Cada vez que se quedaban solas o no habia clientes cerca, Victoria le recordaba las posibles conquistas que Valentina habia rechazado durante su viaje. --Mira que eran guapos y… !estaban buenisimos! --grito, como si tuviera hambre --. ?Que debe tener un hombre para que le dirijas la palabra? --Les dirijo la palabra --replico Valentina. --Si, como a Francesco, que se te durmio a los treinta segundos. --?Ves? --dijo Valentina--. Eso es lo que busco en un hombre: que me pueda aportar algo mas que un abdomen musculado y una bonita sonrisa, y que no se me duerma si le hablo de algo que no este relacionado con el. Victoria no quiso seguir con la conversacion. Sabia como acabaria. Valentina buscaba al hombre perfecto, algo que, como habia podido comprobar ella misma, no existia. Segun Victoria, solo la suma de fragmentos de muchos hombres distintos daba como resultado el hombre perfecto. El unicornio blanco. --Cambiando de tema --dijo--, estoy a punto de terminar con el Hamlet en frances de mil ochocientos. ?Hay alguien que este interesado? Valentina nego con la cabeza. --Esto no puede seguir asi --continuo Victoria--. Cada vez tenemos mas libros y no conseguimos venderlos. Hasta que vaciemos un poco los estantes no deberiamos comprar mas. --Justo ahora que viene la Feria del Libro de Ocasion --respondio Valentina--. Sabes que ire y que no podre resistirme. --Esta semana no hemos vendido nada. Deberiamos ampliar el mercado. Hacer algo que atraiga a mas clientela que los coleccionistas viejales que vienen a comprar para ligar con nosotras. --No seas mala, Victoria. Esta se encamino al fondo del local y entro en su taller para, pocos segundos despues, colgar en la puerta una hoja de papel escrita a mano que decia <>. No era la primera vez que Victoria hablaba de ese tema de las relaciones con Valentina. Casi cada sabado la invitaba a ir con ella de copas para ver si ligaba. Pero mientras que Victoria no podia recordar a cuantos habia presentado como su <>, Valentina no habia tenido mas que decepciones. Por eso, ultimamente ya no se proponia ni siquiera entablar conversacion con ningun hombre. En cuanto a la tienda, la verdad era que Victoria tenia razon. Deberian ampliar el mercado, pero Valentina no tenia ni idea de nada que no fueran sus preciados libros. Pero como minimo tenian que intentar vender algun ejemplar valioso, para solventar los ultimos meses, un poco ajustados. Durante la tarde, Valentina se canso de recibir visitantes desde detras del mostrador. Personas mayores que descubrian una tienda que <>, turistas despistados buscando la catedral, gente que se confundia de local y entraban pensado que era una libreria <>, y un largo etcetera. Tan solo una joven pareja compro algo. Tras ver el ejemplar de Emma, y los precios de los libros de alrededor, el chico habia convencido a la chica para que buscaran algo un poco mas asequible. Asi que esta se acerco a Valentina. --Hola --dijo con voz decidida--, estaba buscando algun ejemplar un poco raro de alguna obra de Jane Austen… --Pero que no sea extremadamente caro --intervino su pareja. --!Carino! --protesto ella--. Eso no se dice. --No pasa nada --dijo Valentina--. Se que algunos ejemplares son un poco caros. Vamos a ver si encontramos algo. Salio de detras del mostrador y se fue a una esquina de la tienda, seguida de cerca por la chica, mientras el chico se distraia con cada cubierta que veia. Se notaba que entendian. Se les veia en la cara que eran lectores habituales, y no tan solo de bestsellers. Ella seguro que habia leido todo Jane Austen y a las hermanas Bronte, y el sin duda habia hecho algo mas que hojear Sherlock Holmes. --Aqui tenemos los ejemplares de principios del siglo veinte. Tal vez no son tan raros como los del dieciocho, pero tienen su encanto. Empezo a repasar los estantes en busca de algo que pudiera satisfacer a su joven clienta. --Mira, aqui tienes Orgullo y prejuicio y Sentido y sensibilidad de los anos veinte, por unos veinte euros cada uno. Saco los dos libros y se los enseno. La chica los hojeo detenidamente, parandose en las paginas que contenian grabados, intentando valorar si la calidad y el precio eran aceptables. Mientras, Valentina le iba ensenando otros libros de la misma epoca y autora, a precios que no superaban los treinta euros. --Carino --dijo la joven--, ven aqui a ver que opinas. --Un segundo --replico el--. Yo tambien estoy mirando. Cogio un ejemplar de Verne que habia estado leyendo hasta ese momento y se acerco a su pareja. --?Que? ?Te decides? --No se. Sabes que me gusta muchoEmma, pero este ejemplar de Orgullo y prejuicio es mas antiguo. El cogio los dos libros que tenia en las manos, los hojeo, miro los precios y luego la miro a ella. --Quedate los dos --sentencio. --?Los dos? ?Ya te va bien? --pregunto la chica. El asintio con seriedad y, mientras iban con Valentina hacia el mostrador para pagar, discretamente dejo el Verne donde estaba. Mientras les cobraba y se despedia de ellos, Valentina envidio a aquella joven. Se notaba que el, a pesar de tener sus gustos y caprichos, era capaz de dejarlos de lado para hacerla feliz. Pues, al fin y al cabo, parecia que ella fuera su mayor capricho.

  • La falsa verdad de Marta Sebastian Perez

    https://gigalibros.com/la-falsa-verdad.html

    En torno a 38 personas desaparecen cada dia en Espana, unas 14000 al ano. De ellas, habra 140 de las que nunca mas se volvera a saber nada.

  • Beauty Too (2a parte) de Susana Rubio Girona

    https://gigalibros.com/beauty-too-2a-parte.html

    Eran las siete menos diez de la manana y estaba en el portal, preparadisima para nuestra escapada a Sort. Mire mi maleta rosa fucsia y automaticamente pense en Javi. El me la habia regalado al principio de nuestra relacion y con ella hice varios viajes; Berlin, Roma, Praga y ?alguno mas? Si, claro, salidas varias por nuestra hermosa tierra. Habiamos ido a la Rioja, Pais Vasco, Madrid... Me faltaba Paris, era mi viaje pendiente. Desde que lo habia dejado con el, no habia ido a ninguna parte y pense que era hora de cambiar aquello. Quizas despues de Navidades podria irme unos dias por ahi... ?pero sola? Jamas lo habia hecho... y no sabia si me sentiria comoda. Podia proponerselo a alguien... -- Buenos dias -- Sebas me devolvio a la realidad con su voz grave. Le di un repaso rapido: vaqueros y sudadera gris. El pelo medio largo alborotado y sus ojos increibles puestos en mi. Que guapo era el maldito. -- Buenos dias -- respondi apartando mi vista y mirando hacia la carretera para ver si venia Marco y no alargaba demasiado aquella incomoda situacion. Estuvimos en silencio, como dos autenticos desconocidos. Pense en que era una lastima estar asi con el justo ese fin de semana pero o era eso o acabaria en su cama. Sebas tenia razon en decir que debia aclarar mis pensamientos y queria ser justa y madura. No podia ir dejandome llevar por ellos y justificarme a mi misma con ideas vagas sin sentido. -- ?Que tal tu semana? -- rompio el hielo y me sorprendio. -- Bien, trabajando... -- ?Alguna novedad? -- le mire a los ojos y vi que lo decia intencionadamente. ?Hasta donde debia ser clara con el? El lo era mucho, no se cortaba cuando me explicaba segun que cosas. ?Por que yo no podia hacer lo mismo? -- Lucas quiere dejar a su mujer, aunque va a esperar para decirselo. Asi que no digas nada. Apreto sus dientes y alzo una ceja asintiendo con la cabeza varias veces. -- Asi pues, la cosa va en serio. -- No es por mi -- nada mas decirlo me sono idiota el argumento. -- Sera por mi, entonces -- dijo con una notable ironia y me entraron ganas de reir pero me aguante las ganas. -- Sebas te lo he dicho porque no quiero malos entendidos. Lo sabes, igual que yo, y punto. -- ?no pedia siempre sinceridad? Dos tazas. -- Muy bien. ?Y ese punto que significa? -- Que todo sigue igual -- le dije, tranquilamente. Me miro pensativo. -- ?Vamos a tener que retarnos en duelo? Lo mire sin poder no sonreir. Menuda tonteria... -- Lo digo para ir preparando las pistolas. Al final no sabia si reir o mandarlo a paseo y opte por lo primero. Sebas tambien medio sonrio y me gusto que lo hiciera, estar tan serio no le pegaba nada. Su preciosa sonrisa era un rasgo muy caracteristico en el y algo que me dejaba a menudo embobada... -- ?Bea? -- Su voz me saco de ese estado catatonico. Afortunadamente llegaron en ese momento Marco y los demas en un BMW enorme y nuevecito. Me sente al lado de Ari y empezo la chachara nerviosa por el viaje a Sort. Paramos a medio camino para hacer un cafe y cambiar de conductor. Sebas se ofrecio y de ese modo pude ir observando su pose y sus gestos al conducir. Aproveche para analizar sus rasgos y recrearme recordando las veces que me habia besado y las cuatro ocasiones que habiamos estado piel con piel. La primera en mi cocina fue puro sexo, sin mas adornos. Aunque sexo del bueno, tenia que reconocer que era un figura en el arte amatorio. No hubo tiempo ni de ir a la cama, fue un pillo aqui te mato pero de diez. Uno de aquellos polvos que recordaria toda mi vida por sexual y morboso. La segunda en el parking... me provocaba verguenza todavia; me veia apoyada en su coche, con el vestido subido y el empujando. Me gusto claro, pero fue algo que no repetiria, creo... De la tercera habian transcurrido pocos dias... Buf, en su cama, y me habia hecho el amor, el mismo lo habia verbalizado de ese modo. Cada vez lo tenia mas claro: yo sentia algo por el. Me mordi el labio al recordarlo. Mi ropa cayendo despacio a mis pies, el olor a sexo en su habitacion, piel con piel... todavia oia sus gemidos. Y la cuarta fue en su cocina, en la silla, y fue solo sexo, si, pero un sexo complice y lleno de confianza. Como cuando tienes pareja y lo haces en plan salvaje, sabiendo que hay un trasfondo en todo aquello. -- Bea, hemos llegado -- me dijo Ari dandome un codazo -- Deja de babear -- murmuro sonriente. -- Muy graciosa -- le dije saliendo del coche. El paisaje habia ido cambiando continuamente y ahora estabamos en medio de la naturaleza, repleta de arboles, de nieve y frente a una casa de madera bastante grande y con un tejado de pizarra. La casa estaba rodeada de montanas junto al pueblecito de casas de piedras. Eran casi las diez y media de la manana, y un senor nos esperaba para entregarnos las llaves. Le saludamos amablemente, nos dio algunas indicaciones y nos despedimos con ganas de entrar. Su interior no nos decepciono; el suelo, las vigas, todo era rustico y acogedor. Fuimos recorriendo las estancias y Martina y yo dejamos nuestras cosas en nuestro correspondiente armario. Lo hicimos con rapidez porque la idea era subir a pistas cuanto antes. Nos cambiamos de ropa y Marco y Sebas prepararon su material. Eran los unicos que esquiaban asiduamente y que tenian su propio equipo. Seguidamente subimos a Port-Aine, nos sacamos los forfait y alquilamos el material necesario. Alejandro y yo, que eramos los que no sabiamos esquiar, decidimos compartir un monitor. Sebas se habia ofrecido dias atras pero no me habia dicho nada mas ni yo hubiera querido tenerlo de profesor. Con todo, tocamos nieve ya bien tarde, eran poco mas de las doce y quedamos que a las dos bajariamos a la cafeteria para picar algo. El monitor que nos toco era como todos; muy moreno, con la marca de las gafas en su cara, de ojos azules y muy joven. ?Tendria los veinte? Era guapillo si, pero un crio, claro. -- ?Tendra la ESO? -- le pregunte a Alejandro chismorreando mientras le seguiamos hacia la zona de los aprendices. -- Se ve joven, ?no? -- ?Nos fiamos? -- nos reimos y el muchacho no dijo nada. Se llamaba Francisco y juro que a los dos minutos empece a llamarle "Franco", la madre que lo pario al enano. Menuda mala leche gastaba y de bromas ni una. Serio como un garrote. Eso si, despues de dos horas duras de batallon con el, Alejandro y yo empezamos a deslizarnos y a defendernos entre la gente en las pistas verdes y azules, lo que era ya un gran logro para nosotros. Al despedirnos de el, le dimos las gracias. -- Por cierto Bea -- le sonrei -- Tengo la ESO. Nos reimos los tres a carcajada limpia aunque yo me puse roja como un tomate, era algo tan comun en mi que incluso a veces ya no le daba importancia. -- Perdona Franc -- le dije aun riendo. -- Te perdono si me invitas a un cafe mas tarde. -- Sus ojos de nino se clavaron en los mios y le sonrei amablemente. Ostras, con la juventud, como subia... -- Gracias pero es que voy con amigos, ya sabes. -- Anda, vamos -- me echo una mano Alejandro -- Ahi vienen los profesionales. En aquel par de horas, no nos habiamos visto porque ellos habian ido por pistas mas complicadas, las rojas y las negras. Los cuatro sabian esquiar de sobras y venian muy sonrientes. -- Mira que ligarte al monitor Bea -- me dijo Alejandro bromeando -- Infanticida. Nos reimos los dos abiertamente. Sebas y yo nos miramos unos segundos largos. Estaba para comerselo; con aquello ropa, con la chaqueta medio abierta, las gafas en ese pelo revuelto, y con las mejillas rojas por el frio. Uf, era como un poster de esos tios buenos que habia en las revistas y lo tenia delante, era real y no podia tocarlo. ?O si? Fuimos a la cafeteria, andando con los pies molidos. Aquello era peor que llevar unas Manolo Blahnik de medio metro, lo juro. Que dolor en mis deditos. Nos cambiamos aquellas endiabladas botas por unas de nieve y nos sentamos en la mesa, satisfechos y cansados. La comida fue igual de amena que el viaje, hablando de todo y de nada, y con alguna que otra mirada entre Sebas y yo. Era imposible no hacerlo, me gustaba jolines, me gustaba mucho y lo tenia frente a mi.

  • Amor en Paris (Amor 3) de Esther Llull

    https://gigalibros.com/amor-en-paris-amor-3.html

    A 1 qui en Paris tambien soy la duena de la tranquilidad y el orden, la heredera de altivas tradiciones. Las luces comienzan a proyectar amarillas rayas en la plaza de Notre-Dame. Me encuentro de nuevo en ella, pues me encanta. La niebla nacida en el rio llena estos antiguos espacios. Suavemente se pega a la blanquecina piedra. Le he mandado a Christian un mensaje, espero que pueda leerlo a tiempo. Entre nosotros la comunicacion nunca se corto. El se mostro tan concernido con lo mio, que a veces pienso que si es real. Sin embargo, siempre ha estado la distancia que lo cambia todo, que nos distancia mas. Pronto en Paris nos perderemos los dos en el frio y en la noche. Si, porque estamos destinados a ser como dos seres de hielo, para que esta amistad no se deshiele a destiempo. Me consta que ahora hace buen tiempo en esta renacida primavera en Paris. El suscito en mi el deseo de progresar en la vida. Sin rumbo, avance por la Promenade plantee (paseo plantado) de Paris. Me quede con curiosidad observando los rostros, los rostros de los recien nacidos empujados en sus carritos por sus madres, esos rostros un poco desvividos, incluso repelentes o llorosos. Y este altivo latir -tic-tac, tic-tac- del pulso de la mente adquirio mas mayestatico ritmo. El cuerpo es mas fuerte de lo que yo creia. Y estoy mas aturdida de lo que suponia. Ya nada me importa. Nada claro necesito. Nada que surja ya hecho, con todos sus pies, para aposentarse en el suelo. Ahora soy una de esas resonancias y amables ecos que resuenan y suenan de nervio en nervio, dentro de nuestro pecho, formando una musica de pecho coral, y pienso en la musica de opera. Me quedo extasiada pensando en que estoy cerca de la opera de la Bastilla. Una lluvia fina parece estremecer esta noche, una fina radiacion que no acusa y que resiste defendida por una serie de resistencias que se crean en mi cuerpo animado. Desposeido, no busca poseer. Y viene a tomar espacio sin posesion, sin lugar propio. La cabeza se me va hacia atras como movida por una imperceptible brisa, y ese momento es como coger la ruta convenida. Y esta luz inconfundible es la luz de sus ojos, los ojos de Christian que me han hipnotizado, con la luz de la pura razon. No desmiente el agua o la fina lluvia que cae, sino que en la oscuridad el alma bebe de las divinas tinieblas. Pues que el agua tambien es agua viviente, sangre, luz derretida. L 2 os relampagueantes arboles y las blancas barandas del exterior se alzaron en densa lluvia. El mundo parecia que se resquebrajaba, hubo un brusco impulso en mi interior y un zumbido en mis oidos, y se me hizo pesada la respiracion. El sueno me vencio. Eche una ojeada al reloj. Una vez mas las inquisiciones nocturnas han robado a mi descanso mas de dos horas sobrecargadas de recuerdos. Ciertos hechos pasados se niegan a desaparecer de mi memoria. Avaros quieren abarcar un presente con la ferocidad de un animal rabioso. Son terriblemente codiciosos. No claudican. No admiten "ser olvidados". Nada se parece tanto al olvido como a la dispersion de las ideas. Sin saber por que de repente todo es un caos, todo se convierte en incertidumbres vertiginosas y desvios mentales. Nada esta en su sitio. Ahora los hechos se desnudan, cambian de color y recatan la verdad que la conveniencia humana. Ahora en Paris, en este sitio idilico como un valle de expurgaciones, solo caben las confirmaciones y las certezas, limpias de enganos o fabulas amoldables y transigentes. Ahora ya no voy disfrazando con imposiciones acomodaticias las cosas. Y me es imposible modificar los matices y borrar evidencias. En este lugar todo aumenta de tamano, las evocaciones son como insectos gigantes. Hechos que carecian de importancia ahora me quitan el sueno. Las evocaciones nos acosan, nos clavan aguijones y nos martirizan constantemente. El amor jamas se apoya en sensaciones para destruir algo. Ni se apoya en conceptos que admiten hipocresia. A veces recapacitamos pero ya es tarde. B 3 asta un detalle cualquiera para recuperar infinidad de pequeneces que durante el dia consideramos perdidas. No obstante y sin saber por que las pequeneces surgen vigorosas y exigentes en los desvelos. Son como taladros para mantenernos despiertos y obligarnos a pensar. Y el insomnio volcando recuerdos que la memoria se empena en acumular. Parecia que se deslizaba un sutil velo sobre la arena blanca de la improvisada playa que se habia creado artificialmente en la orilla del Sena, en la isla de la Cite. La improvisada y artificial ola se detenia, y despues volvia a retirarse arrastrandose como en un suspiro. O como el durmiente cuyo aliento va y viene en la inconsciencia. El dia cae copioso y esplendente. Ahora me ato, sin cenirla demasiado, la cinta del vestido suelto que llevo, y me tiendo sobre esta arena de playa, sobre una tumbona, cubriendome con la delgada sabana de luz que flota en la sutil playa que es como una leve capa de agua lanzada por una ola. A su traves, lejos, muy lejos, debilmente, oigo el comienzo de una musica coral, ruedas de coches, perros, hombres que gritan, campanas de la iglesia, el comienzo del coro, y ruedas de un carruaje a caballo. El sol se alzo mas. Quedo una sutil linea negra en la arena. Las piedras del muro, antes suaves y neblinosas, se endurecieron y quedaron marcadas por rojas grietas. Me gusta este vestido tan sutil, entreverado de hebras rojas y negras que brillan a la luz del fuego. El vestido parece que revolotea en mi cuerpo y que flota con la forma de una flor. Debo abrir ahora este ordenador portatil para que salgan estas frases encadenadas con las que logro unir cuanto ocurre, de manera que, en vez de incoherencia, se perciba un hilo de vagabunda linea que auna sutilmente una cosa con otra. Ahora te contare la historia de mi futuro, no la del pasado. Me sumerjo y chapoteo en las destellantes aguas de la infancia, pero solo para traspasar las puertas del futuro. Algo prende y arde. Ahora la viajera, que soy yo, esta despierta, pero le gustaria sonar. No creo en la separacion, no somos individuales. Pero siento deseos de incrementar mis observaciones como si me separaran de la naturaleza humana y de la vida. Ahora vendra Christian. Lo espero de un momento a otro. II. Paris, primavera J 1 ean Louis lo que el siempre quiso es que yo fuese hacia el, que yo volviese a repetir el papel de la chica que lo da todo, lo entrega todo. Ahora dice que va a venir pero no me lo creo, porque el se fue a vivir afuera tambien. En ese momento de debilidad que el tuvo conmigo, tal vez si yo hubiera ido hasta el lo hubiera retenido, lo tendria conmigo ahora, pero hubiera tenido que renunciar a mi misma, estoy segura, no hubiera podido hacer nada para mi. Con Christian hemos sustituido el fuego por una sutil llama inextinguible, algo que es admiracion y, al mismo tiempo, nos permite crecer el uno con el otro. Y eso siempre ha sido muy dificil para mi. Esa felicidad adictiva de hoy dia no es felicidad. Lo que da es un placer corto y repetitivo que nos hace mas infelices todavia, por sus notas adictivas. Si hablo de las emociones positivas, no hablo de la felicidad, sino de los diversos sentimientos positivos que experimentamos en torno a este sentimiento: la alegria, la exuberancia, el humor y la risa, el optimismo… incluso la curiosidad, que fomenta la supervivencia en un ambiente extrano, y es necesaria y positiva para sobrevivir. Regular las emociones y filtrar las emociones negativas --odio, envidia, ira…-- hasta hacerlas casi desaparecer, concentrandose en las emociones positivas, esto deberia ser considerado un arte. Un verdadero arte alquimico. Transformar en oro el carbon. "No tienes por que agobiarte con mi presencia, no voy a ser un incordio para ti o para las personas que esten contigo, solo quiero verte, quiero hablar contigo unos momentos y eso es todo. Tendre unos dias libres y quiero aprovecharlos. No tengas miedo, tu amigo esta a salvo conmigo". La indiferencia al sufrimiento es lo que convierte al humano en inhumano. La indiferencia, despues de todo, es mas peligrosa que la ira o el odio. Las emociones nos afectan positiva o negativamente, no hay emociones neutras, y con ellas conformamos el ambiente que respiramos. Cae una hoja y cae de alegria. Amo la vida, estoy enamorada de la vida. Miro como el sauce lanza en el aire sus chorros sutiles. Miro como a traves de ellos se desliza una barca, que pasa junto al Sena, en un vivir de inconsciencia. Veo el fondo, el corazon, las profundidades. Veo como los amores temblando se convierten en fuego. Y los celos disparan verdes rayos aqui y alla. Se la intrincada manera en que el amor se entrecruza con el amor; el amor forma nudos; el amor los rompe brutalmente. He sido anudada. He sido rota. Habia un arbol de haya y las doradas luces de la noche destellando entre los arboles. Las palomas abrieron las hojas. Las cambiantes luces moviles me recorrieron. Y huyeron.

  • El sol brilla por la noche en Cachemira de Andres Pascual

    https://gigalibros.com/el-sol-brilla-por-la-noche-en-cachemira.html

    Inspiro, espiro. ?Por que mi cuerpo se aferra a la vida, si lo unico que quiero es morir? Me apoyo en la barandilla del puente y sigo con la vista el avance lento de una barca cargada de telas. La mujer que la guia, ataviada con un sari agitado por el viento, introduce el remo en el agua turbia con el mimo de una repostera que remueve chocolate. Inspiro, espiro. Ya no me queda nada por hacer en esta Tierra que cada vez tiene menos de madre. Nadie que estuviera en mi lugar querria seguir viviendo. Me quito la gorra azul y paso la mano por la cara. La barca se escora hacia la orilla, donde un par de adolescentes esperan junto a un carrito de madera con el que transportaran la delicada seda. Imagino lo que ocurrira despues: la apilaran en su comercio del mercado, sera acariciada por clientes indecisos y dentro de unos meses venderan el ultimo rollo y llegara otro bote con un nuevo cargamento. Es injusto que, mientras yo me veo obligado a soportar mi pena insoportable, la vida siga para el resto con esta exasperante normalidad. Giro la vista hacia la carretera. Un camion del ejercito indio toca el claxon y escupe humo negro que pica en la garganta. Durante unos instantes no veo nada, pero al poco se disipa la nube y amanece de nuevo Srinagar, la capital de verano de Cachemira. Contemplar esta ciudad es pegar el ojo a un caleidoscopio. A pesar de llevar a sus espaldas varias decadas de guerra, conserva el aspecto de un escenario atiborrado de atrezo en el que bien podrian representarse todas las leyendas. Frases en hindi, pakistani y tibetano hacen tirabuzones en el aire, tejiendo una pashmina de palabras. Docenas de dioses y budas se dirigen a sus templos; hay tantos que han de cederse el paso en las esquinas. Mientras espero a que el soldado que conduce el jeep venga a recogerme, cruzo al otro lado del puente. El lago Dal parece una enorme acuarela. En sus fondos dormitan --como adictos al opio-- proyectiles sin explotar. Una inquietante serenidad en forma de bruma envuelve a los barcos-casa anclados en los desvencijados embarcaderos. Se confunden sus contornos, vibran como los suenos. En otro tiempo, esta atmosfera de contrastes me habria fascinado. Los soldados que custodian la <> demarcada por Naciones Unidas danzan entre los sacos terreros y las alambradas que cruzan la ciudad como retorcidas cicatrices. La persistente polvareda se entrevera del tufo de la fruta pisada a la entrada de los santuarios, del canto del muecin que llama a la oracion desde la mezquita, del humo de la manteca que queman los lamas. Cuantas paletas de colores para un solo lienzo... A ella tambien le habria fascinado estar aqui. Inspiro, espiro. Me seco el sudor de la frente con la manga del polo. Es de color negro, con el emblema cosido en el pecho, la tipica vestimenta de observador de la ONU. Un helicoptero sobrevuela mi cabeza. Su sombra me engulle durante un instante y se pierde en la tierra ennegrecida por el aceite derramado de los tanques. Una voz logra hacerse oir entre el ruido atronador: --!David! !Hora de volver! Es mi chofer. Le dirijo una mirada desganada. No es mal chico. Se alisto en los cascos azules para ayudar a la humanidad. Acostumbra a decirlo asi, con la ingenuidad de un nino que sale por primera vez de excursion con el colegio. Yo nunca hablo de lo que me trajo aqui. Antes pase por Somalia y por Haiti. Nadie creeria que estoy buscando una manera rapida de acabar con todo. Me dirijo al jeep. En la parte de atras se amontonan media docena de tijeras para cortar alambre que acabo de comprar en el mercado. Si los mandos las hubieran pedido a traves del protocolo de abastecimiento habrian tardado una eternidad en llegar, y las cosas no estan como para perder tiempo. Cada dia que pasa, los destacamentos de fuerzas internacionales nos vemos obligados a levantar nuevas empalizadas alrededor de los campamentos. Tras una temporada de tregua no escrita, han surgido grupos radicales que no dudan en atacar a pecho descubierto. Ni siquiera sabemos quien es el enemigo; indios, pakistanies y cachemires independientes guerrean en un marco confuso que yo aprovecho para hacer mas inspecciones de las que me corresponden. Siempre que puedo me salgo de la ruta, flirteo con la muerte. --Tenemos que regresar cuanto antes --dispone el chofer con aire de veterano--. Se esta haciendo de noche y pronto saldran los espectros. Mas de una vez he oido esa expresion a los lugarenos. Dicen que los muertos vagan con impunidad por este valle enclaustrado entre escarpadas montanas. Yo tambien lo creo. Cada vez que se pone el sol, los imagino acercandose a los nidos de mortero y jugueteando con los muelles hasta que se escapa una bala. --?Dejas que conduzca yo? --le pregunto. Me mira con desconcierto. --No. --Apiadate de mi. Llevo muchas semanas de copiloto... --Sabes que me arrestaran. Me llevo la mano al pecho. --Un kilometro antes de llegar, paro y te lo devuelvo. Prometido. Me siento al volante sin darle tiempo a reaccionar y enfilamos la carretera que discurre sobre la linea de control. Tras medio siglo generando resentimiento y cadaveres, nadie gasta dinero en reparar los efectos del monzon sobre el precario asfalto. Azotados por los desprendimientos, algunos tramos de esta frontera inventada apenas aguantan sin vencerse hacia el fondo del barranco. Nos sumergimos en el silencio que por la noche hiela el alma de los jovenes reclutas hasta hacerles creer que estan acurrucados bajo mantas de nieve. Al rato, creo divisar un reflejo. No pueden ser las luces del campamento, aun estamos lejos. Tampoco hay luna, ni es noche de estrellas fugaces. Detengo el jeep y repaso el cerro palmo a palmo. No veo nada, pero me invade una sensacion extrana. Llevo varios meses aqui, volviendo sano y salvo de las misiones mas arriesgadas. Algun dia tiene que agotarse la suerte. ?Va a ser hoy cuando por fin ocurra? Siento un pulso ajeno, el corazon de la cordillera se acelera y trepa por los neumaticos para resonar en mis entranas. La niebla despliega un par de brazos fantasmales. Reanudo la marcha, pero al poco he de parar de nuevo. En mitad de la carretera hay una gran roca desprendida de la ladera... O eso quieren que creamos. ?Va a ser hoy? Permanezco unos segundos quieto, aguzando el oido. La respiracion de mi companero se agita, poco a poco se acompasa con los desaforados latidos de la montana. Como impulsado por un resorte, lleva su mano al arma automatica e intenta decir algo, pero un estallido sordo solapa todas las palabras. A partir de entonces tomo conciencia de las cosas con una claridad inusitada. Escucho el clic del detonador,

  • Rosa la Rebelde de Gema Perez

    https://gigalibros.com/rosa-la-rebelde.html

    Rosa era una princesa oscura.
    Encerrada en su torre.
    No para protegerla a ella.
    Sino a los demas.

  • Yeruldelgger. La muerte nomada de Ian Manook

    https://gigalibros.com/yeruldelgger-la-muerte-nomada.html

    Los anos de lucha contra el crimen y el dolor por la muerte de su hija Koshi han hecho mella en Yeruldelgger. Encerrado en un misticismo a ultranza, hace cuatro meses que el incorruptible comisario ha abandonado la policia de Ulan Bator y ha plantado su yurta en el desierto de Gobi, donde, gracias al silencio y la belleza del lugar, espera reencontrarse con las tradiciones ancestrales y recuperar la paz espiritual. Pero su retiro durara muy poco: contra su voluntad, dos jinetes extranos lo empujaran a la accion, y Yeruldelgger se vera envuelto asi en un fuego cruzado entre mercenarios pagados por voraces companias mineras, politicos inmorales, policias corruptos y jovenes seguidores del juramento de Gengis Kan. Una marana sangrienta en una Mongolia destripada por las excavadoras de las multinacionales, expoliada por las ansias de los especuladores y arruinada por la venalidad de sus dirigentes, y de la que Yeruldelgger, siempre fiel a sus ideales, no saldra indemne.

  • Furia, Jonathan Kellerman de Jonathan Kellerman

    https://gigalibros.com/furia-jonathan-kellerman.html

  • Maria quiere ser tu amiga de Laura Marshall

    https://gigalibros.com/maria-quiere-ser-tu-amiga.html

    Cuando Louise Williams recibe un mensaje procedente de alguien de su pasado muy lejano, le da un vuelco el corazon.
    <>
    El problema es que Maria Weston desaparecio hace mas de veinticinco anos, tras la fiesta de fin de curso del instituto. Todo el mundo cree que esta muerta, especialmente Louise, que ha vivido durante este tiempo custodiando un terrible secreto.
    Sin embargo, los mensajes de Maria continuan, y cada vez son mas escalofriantes. ?Quien los envia?
    Al reconectar con los viejos companeros y tratar de averiguar que sucedio realmente aquella noche, Louise descubre que hay muchas cosas que desconocia.

  • La cara oculta de Mari Jungstedt

    https://gigalibros.com/la-cara-oculta.html

    EL AVION MODELO Cessna 182 con capacidad para cuatro personas habia comenzado a temblar de forma tan violenta que cualquiera habria creido que iba a estallar por los aires de un momento a otro. El piloto acelero al maximo el motor para alcanzar la velocidad correcta y provoco que la tension se apoderase de todos los que se encontraban en el interior. Aun seguian en la pista esperando la senal de despegue. Mientras tanto, el piloto revisaba las normas de seguridad, controlaba el timon de direccion, el panel de mandos, las valvulas, el nivel de aceite y la temperatura de los cilindros. El ruido ensordecedor imposibilitaba cualquier conversacion y los pasajeros tenian que gritar a pleno pulmon en caso de que necesitaran algo. Habian quitado los asientos para mayor comodidad y tanto Krister como su viejo amigo Peter se habian puesto de rodillas en el suelo. Una paracaidista que Krister no habia visto antes iba sentada al lado del piloto, de espaldas al panel de mandos. Los dos amigos, agazapados en la parte de atras y con sus paracaidas a la espalda, llevaban varios anos sin verse. Peter lo habia llamado la noche anterior para anunciarle que estaba de paso por Estocolmo y habia insistido en que fueran juntos a hacer paracaidismo como antes. Ademas, ya habia reservado en el centro al que iban cuando eran jovenes. Cecilia, la hija de dieciseis anos de Krister, estaba de visita aquel fin de semana y no escondio su decepcion al saber que su padre habia preferido quedar con otra persona en lugar de pasar el sabado con ella. Esa manana no tuvo mas remedio que ir de compras a la ciudad con la nueva novia de su padre. <>, penso Krister. No podia rechazar la invitacion y perder la oportunidad de reencontrarse con su amigo, que vivia en Estados Unidos desde hacia varios anos. Para compensar a su hija, la invitaria a cenar por la noche en un restaurante de Gamla Stan, los dos solos. Los motores rugieron. En el centro de la aeronave, habia otra mujer agachada que no habia dicho ni una sola palabra. Era bastante guapa, bajita y tenia el cabello oscuro. Parecia una de esas personas que no expresan nada. De vez en cuando, miraba fijamente por la ventanilla del avion con cara de pocos amigos. Aquel dia, Krister y Peter iban a saltar juntos a la vez, tal y como solian hacer cuando Peter vivia en Suecia y ambos participaban en las actividades del centro de paracaidismo. Los dos eran paracaidistas experimentados y llevaban practicando ese deporte desde hacia casi veinte anos. Los motores tronaron con mas fuerza y Krister supuso que ya se aproximaban a las tres mil revoluciones que se precisaban para alzar el vuelo. En ese momento, el avion empezo a dar sacudidas y a balancearse de un lado a otro. El piloto se comunico por radio con la torre de control y finalmente obtuvo autorizacion para iniciar el despegue. Acelero aun mas y la aeronave se puso en marcha. Tardaron veinte segundos en alcanzar la distancia inicial de cuatrocientos metros. A partir de ese momento, el avion empezo a dar bandazos cada vez mas fuertes hasta que finalmente se separo de la pista. Se sintieron liberados, pese a que las turbulencias y sacudidas se volvieron mas violentas. Aquel momento era el peor de todos. Parecia que el aeroplano fuera a desmoronarse cada vez que tomaban un poco mas de altura. Alcanzaron los tres mil metros despues de media hora de vuelo. Las piernas se les habian dormido debido a la postura incomoda en la que estaban y, ademas, la temperatura corporal les habia disminuido a causa de la altura. Al avion le faltaba la puerta, que habia sido sustituida por una cortina de tela que tapaba la abertura y que se cerraba con una cinta de velcro. Krister trato de pensar en otra cosa conforme perdia la sensibilidad en las piernas. Ademas, notaba que los dedos se le helaban aun mas a medida que ascendian. De repente, le vinieron a la cabeza los anos de amistad con Peter y todo lo que habian hecho juntos. Justo entonces, a bordo de aquella pequena aeronave en compania de su amigo, se dio cuenta de cuanto lo habia echado de menos. El avion continuo volando en circulos unos minutos sobre la zona de salto hasta que, finalmente, el piloto se dirigio a un area de arboles frondosos. Era importante acertar y calcular el salto correctamente segun la direccion del viento. El piloto les dio la senal y la primera paracaidista que estaba mas cerca de la cortina se coloco en posicion y bajo el pie izquierdo para apoyarse en el soporte externo. Unos segundos despues, salto del avion y desaparecio. Krister se abrio paso y se dirigio al mismo punto. Cruzo la mirada con Peter y justo despues le hizo senas con un brazo para indicarle que era el momento de saltar. Primero estiro el brazo, luego se lo pego al cuerpo y por ultimo volvio a extenderlo; Peter y Krister contaron hasta tres y se tiraron del avion a la vez. En ese momento, empezo la caida libre. Era crucial saltar exactamente al mismo tiempo para descender a la par, pues la minima desviacion de movimiento podia modificar la velocidad del descenso. El salto se realizo con exito y, mientras flotaban en el aire, ambos se encontraron de frente. Cada uno poso una mano en el brazo del otro, se agarraron de la muneca y juntos formaron una sola figura. Sin perder la concentracion, mantuvieron el contacto visual todo el tiempo. El cielo azul de mayo los envolvia y a su alrededor las nubes blancas auguraban el principio del verano. Ante su miraba, la vida humana y el paisaje verde se fundian en la inmensidad del horizonte. Durante la caida libre, que transcurria a doscientos kilometros por hora, la mente se quedaba en blanco. Peter le hizo un gesto con la cabeza a Krister y enseguida ambos doblaron la rodilla derecha y el codo izquierdo para hacer una pirueta simultaneamente. Krister pudo entrever que Peter le sonreia mientras el viento los azotaba con fuerza. Unos segundos despues, se hicieron otra senal y extendieron los brazos y flexionaron las rodillas, esta vez para realizar una voltereta hacia atras mientras continuaban precipitandose a una velocidad de vertigo. Justo despues, intercambiaron otra sonrisa cuando sus miradas se cruzaron de nuevo. Se animaron con una ultima pirueta antes de que llegara el momento de soltar el paracaidas, aunque primero se aseguraron de mantener la distancia apropiada para no acabar chocando. Krister tiro firmemente de la anilla del paracaidas para que se abriera en el aire. Sin resultado. Volvio a tirar una vez mas, pero no sucedio nada. Empezo a sentir que el panico le presionaba ligeramente el pecho. La velocidad de la caida era de doscientos kilometros por hora y sabia que tan solo contaba con unos segundos antes de que fuera demasiado tarde. Sin embargo, no era la primera vez que le ocurria, pues a veces el paracaidas tardaba en desplegarse. Era consciente de que siempre podia haber algun fallo, pero no era lo habitual. En cualquier caso, para su alivio, todos los equipos llevaban un paracaidas de emergencia. <>, se dijo. Alzo la cabeza un poco y observo que Peter ya flotaba a una distancia considerable de el, y a lo lejos pudo ver a la otra paracaidista que se habia lanzado al vacio antes que ellos. A ella tambien se le habia abierto el paracaidas sin problema. ?Que le habria pasado al suyo? En ese instante, se acordo de que la noche anterior habia revisado el equipo de vuelo para comprobar que todo estuviera en orden. No lo entendia. Tal vez deberia haberlo revisado una vez mas antes de montarse en el avion tal y como solia hacer. Al fin y al cabo, todos los paracaidistas comprobaban el correcto funcionamiento de los sistemas de seguridad antes de saltar. <> Krister se habia concentrado tanto en la conversacion con Peter que ni siquiera se habia preocupado de revisarlo de nuevo. Tras varios intentos mas, todos fallidos, busco el arnes que tiraba del paracaidas de repuesto e hizo todo lo posible porque se soltara. Pero fue en vano. El paisaje se iba fundiendo delante de sus ojos a medida que caia en picado. Las copas de los arboles, el campo, el bosque y, al fondo, en algun lugar, el centro de paracaidismo. De pronto lo invadio un panico absoluto. El corazon le latia a mil por hora mientras se precipitaba hacia el suelo, y la desesperacion se apodero de el en el instante en que se dio cuenta de que ya era demasiado tarde. Noto una fuerte presion en el pecho y sintio que ya no podia seguir respirando. El paracaidas no se abriria nunca. En ese momento, vio pasar ante sus ojos los rostros de su hija, Cecilia, de su madre, Annika, y de Anki, su novia. En cuestion de segundos, la vida llegaria a su fin. Y tan solo con cuarenta y siete anos. De repente, noto como si algo le estuviera succionando el cuerpo de la cabeza a los pies. A su alrededor solo quedaba el viento, la hierba, la tierra... Y, al final, el suelo se lo trago. EN ALGUN LUGAR de mi ser soy consciente de que he comenzado un viaje, un camino hacia la destruccion y la eterna oscuridad. Las arrugas de mi frente asi lo reflejan, al igual que mis ojos, donde se plasma la inquietud, y los musculos de mi rostro, que siento cada vez mas tensos. Al mismo tiempo, me muevo de manera inconsciente y un tanto mecanica, como si ya no hubiera vuelta atras. Estoy sola, sentada delante de este enorme espejo, despues de que se hayan marchado todos. Se perfectamente que nadie volvera a entrar aqui hasta manana temprano. Hace unos momentos se podia palpar y oir el ajetreo, las voces, las risas y el parloteo de los actores. Mientras algunos mostraban su enfado, a otros se los veia nerviosos y preocupados. Una pareja se abrazaba y alguien le daba un masaje en los hombros a su companero con movimientos lentos e inconscientes mientras ambos se miraban fijamente a los ojos en el espejo. Siempre se respira cierto erotismo en el aire. No lo soporto. La mayoria iba a salir a tomar unas cervezas por la ciudad, pero yo he preferido quedarme con la excusa de que aun tengo trabajo que terminar. Y bueno, en cierto modo, asi es. Cuando todos se van y tan solo quedo yo es cuando me retraigo en una calma y un silencio absolutos. Es algo de lo que me es imposible escapar, no tengo adonde huir. Me viene a la cabeza una estrofa del poeta Birger Sjoberg: <>. No ha dejado de llover en todo el dia. Es una lluvia fresca que anticipa el verano y que lo humedece todo. Me gusta el silencio que deja a su paso. Cuando miro a mi alrededor, me parece que el pasado aun estuviera presente en este lugar. Al fin y al cabo, los enormes muros medievales albergan la historia de cientos de anos y representan la memoria viva de una epoca que ya no existe. No se puede olvidar. Nunca. Jamas. Un destello de color plomizo se cuela por los recovecos de los ventanales. Pronto llegara el verano y con el volvera la luz a pesar de que dentro de mi reine la oscuridad. Como ha pasado el tiempo. Delante de mi tengo todo lo que necesito. Voy a peinarme el pelo hacia atras y lo sujetare con un gorro ajustado de forma que quede completamente pegado a la cabeza, aunque, por si acaso, usare tambien cinta adhesiva. Me encuentro con mi propia mirada en el espejo, serena y decidida a la vez. Entonces alcanzo la brocha de maquillaje y empiezo a aplicarme la base. Poco a poco, la transformacion empieza a cobrar forma. Los ojos me llevan mas tiempo, pues he de ponerme varias capas de sombra oscura en los parpados hasta que quedan totalmente cubiertos. Despues, utilizo un lapiz negro y un buen perfilador para hacerme la raya, incluso me hago unos rabillos a lo Audrey Hepburn. A continuacion me pongo el colorete y me pinto los labios con calma y esmero para no perder la concentracion. Se lo que hay que hacer cuando se trata de lograr una transformacion perfecta. Por ultimo, llega la guinda del pastel. Retiro la peluca de la cabeza del maniqui que hay en la mesa y me la coloco. No lo he podido remediar, he soltado un profundo suspiro en cuanto he visto el resultado final en el espejo. Efectivamente, esa es la mujer que buscaba. Guapa, morena, misteriosa y sexy. Soy el cebo perfecto antes de la muerte, y lo mas importante de todo es que estoy irreconocible. Este es un rostro que nunca habia visto y que no habria imaginado ni en suenos. Es mi otro rostro. Ha llegado la hora de hacer lo que debo. Podria considerarlo una mision, una obligacion, aunque me gusta mas pensar en ello como una llamada de la muerte. El mero hecho de pensarlo hace que se me erice la piel y sienta cosquillas de emocion en el estomago. Llevo toda la vida esperando este preciso momento. Bueno, miento. Quiza no toda la vida. Mas bien lo llevo esperando desde el 4 de mayo de 1998. Ahi fue cuando empezo todo HENRIK DAHLMAN TENIA los ojos clavados en el techo cuando de repente un brote de ansiedad le azoto todo el cuerpo. Ese podria haber sido un domingo cualquiera, pero al final decidio hacer otros planes. Sus dos hijas mayores entraron de golpe en la habitacion con el perro y se subieron de un salto a la cama. De pronto, a Henrik lo rodearon las risas y los lametones efusivos del labrador feliz que se revolcaba sin parar en la cama de matrimonio de sus duenos. Tenia tres hijas. A la menor, Inez, de tan solo dos anos, la habia tenido con su nueva pareja. A las dos mayores, Ebba y Angelica, con su exmujer. Tenian diez y doce anos, y ambas se iban con su madre cada dos semanas. Ademas, tambien tenia una hijastra, Beata, hija de su exmujer, fruto de una relacion sentimental anterior. Beata ya habia cumplido veinte anos, se habia mudado y vivia en Estocolmo. Nunca termino de aceptar el hecho de que su padrastro hubiera tenido otra hija al poco tiempo de echarse una nueva novia, y apenas habian seguido en contacto despues del divorcio. Henrik Dahlman era consciente de lo afortunado que era a pesar de todo, pues era un artista reconocido con galeria propia y con un estudio en el centro, justo al lado de la muralla. Ademas, estaba recien casado y tenia, ni mas ni menos, que una mansion en Visby y una casa de verano en Ljugarn. Las ventanas del dormitorio de la casita de piedra situada junto al jardin botanico ofrecian unas vistas preciosas a la muralla y a un manto verde y frondoso. Se apreciaba como el verano arrancaba con todo su esplendor. Las vacaciones estaban a la vuelta de la esquina y la vida era llevadera y sencilla para cualquiera que asi lo deseara. Por desgracia, Henrik Dahlman habia optado por lo contrario y habia preferido complicarsela. Muy a su pesar, ya no habia vuelta atras. Despues de los mimitos y el alboroto matutinos, dejo a las ninas y al perro metidos entre las sabanas y almohadas y se levanto para ir al bano. Amanda ya estaba despierta, la oia trajinar en la cocina mientras tarareaba el estribillo de una cancion que sonaba en la radio.

  • Esperame en la ultima pagina, Sofia Rhei de Sofia Rhei

    https://gigalibros.com/esperame-en-la-ultima-pagina-sofia-rhei.html

  • El salto de papa de Martin Ernesto Sivak

    https://gigalibros.com/el-salto-de-papa.html

    El 5 de diciembre de 1990 un grupo de obreros que levantaba un hotel en el centro de Buenos Aires vio como Jorge Sivak se lanzaba al vacio sin darles tiempo a impedirlo. Dirigente estudiantil, guerrillero urbano, abogado defensor de presos politicos, y el mismo preso politico y exiliado, Jorge Sivak nunca abandono la empresa familiar, un pequeno imperio creado gracias a la habilidad mercantil de su padre y a los fondos secretos del Partido Comunista. Quedo a cargo -sin don para los negocios- cuando su hermano mayor fue asesinado en el secuestro mas sonado de la decada de 1980: el Caso Sivak. Su hijo, Martin Sivak, que en el momento del suicidio tenia quince anos, reconstruye una vida que brillo y se extinguio ante sus ojos.

  • Mas alla de tus ojos de Francisco Munoz De La Rosa

    https://gigalibros.com/mas-alla-de-tus-ojos.html

    ?Por que Isabela, una simple doncella, es tan importante?
    ?Que se esconde tras su aparente normalidad? Isabela es raptada y va a parar a las manos de Martin, un esbirro de poca monta que tirara del hilo de la trama y ayudara a destapar una conspiracion internacional en torno a Isabela donde se mezclan los intereses ocultos de la aristocracia, el clero y la clase politica de Espana e Inglaterra del siglo XVII.

  • Transicion de Santos Julia

    https://gigalibros.com/transicion.html

    Este es sin duda uno de los libros mas importantes escritos por Santos Julia. Y uno de los analisis mas lucidos, completos y profundos del concepto de transicion en las ultimas decadas de la politica espanola. Porque el libro no se limita al analisis del periodo posterior a la muerte de Francisco Franco -la Transicion que unos elevan a categoria de modelo mientras es vilipendiada por otros como regimen del 78-, sino que se retrotrae a cuando ese concepto entro en el lexico politico espanol hace ya ochenta anos como una propuesta para clausurar la Guerra Civil, y llega hasta el uso que de el se hace en el presente. En sus origenes y diversos significados durante la misma guerra, y luego, en la oscura edad de la posguerra, en los anos cincuenta al socaire de una nueva generacion, en los sesenta con las pancartas al viento reclamando libertad y amnistia, la transicion fue una expectativa que acabo por formularse como una pregunta: despues de Franco, ?que? Y a la respuesta en la decada de los setenta como libertad, amnistia y Estatutos de Autonomia acompano un extendido desencanto, disuelto como por ensalmo el 23-F con el fondo de guardias civiles asaltando un Parlamento. ?Fin de la historia? Que va, comienzo de los usos politicos. La Transicion, que con la Guerra Civil es uno de los dos hechos que han marcado con sello indeleble el siglo xx de Espana, sigue ahi, para unos como causa de todos los males, un candado que habria que reventar; para otros, como motivo de orgullo. Santos Julia nos ofrece una apasionante historia politica de este largo proceso de transicion a la democracia, investigando en las huellas que ha ido dejando antes, mientras y despues de que sucediera.

  • Y tu que harias por amor de Jose Belenguer Serrano

    https://gigalibros.com/y-tu-que-harias-por-amor.html

    El taxista se alejo lentamente por el sendero asfaltado que serpenteaba entre los parterres. Tras atravesar la cancela dio un breve toque de bocina a manera de despedida, aplasto la grava del sendero privado, que crujio bajo las ruedas, y se perdio en la desierta carretera, dejandome solo frente al caseron. La hora, poco mas de las cuatro de la tarde de un junio cantabro. Subi por uno de los lados de la doble escalinata los seis peldanos que conducian a la puerta principal, cargado con la bolsa de viaje en bandolera e izando a pulso la pesada maleta, cuyas ruedas resultaban inutiles en los escalones. Deje el equipaje en el suelo y aferre la argolla de hierro de la aldaba, suspendida de las fauces de un leon de bronce. ?Habia ido solo a visitar a mi abuela, la famosa escritora de literatura infantil, o tambien a lamerme las heridas en la esplendida soledad del caseron? Hay en la verde Cantabria y en la no menos verde Asturias una suerte de palacios neogoticos, o, si se prefiere, casas senoriales construidas por indianos en el siglo XIX, cuando Isabel reinaba en Espana, que hoy ofrecen un aspecto vagamente siniestro. Asi, el llamado Palacio de Partarriu, en el concejo asturiano de Llanes, fue utilizado por el cine para rodar una celebre pelicula de terror. Y el casaron de mi abuela, una edificacion solitaria junto a un bosque de hayas y robles, habia sido proyectado por el mismo arquitecto. La fachada sin divisiones no dejaba ver las diferentes plantas que lo conformaban. Sobresalian los balcones con balaustres y las altas ventanas, todo ello coronado por una torre en la que se abrian dos grandes y gemelos ventanales. Tenia, sobre todo en las mananas de niebla, un aspecto inquietante, aunque no para mi: entre aquellas paredes queridas habian transcurridos los veranos de mi infancia, y alli habia nacido Albertina, la protagonista de las mejores y mas divertidas novelas de mi abuela. He dicho antes <> porque toda mi familia se habia esfumado en una rapida sucesion de muertes absurdas. Mi abuela y yo nos habiamos quedado de pronto solos en el mundo. Ya no volveriamos a reunirnos en bodas y bautizos, ni a descorchar botellas de cava en Noche Buena. En poco mas de un trimestre la muerte habia diezmado a mi numerosa familia. El chupinazo que senalaba el comienzo de la orgia de sangre y muerte sono cuando mi primo Paco se dejo la vida entre los pitones del miura, y quiza muchos recuerden las confusas imagenes en que le vimos morir durante la fiesta mas internacional de Espana. Mi primo Paco murio en un tramo de la mundialmente conocida calle Estafeta, corneado por un toro durante un encierro de los sanfermines. Salio en la tele y pudimos ver como perdia la vida en el telediario de la noche, aunque mi tia Amparo ya lo habia visto en el telediario de las tres. Si no vio su muerte en directo, a eso de las ocho de la manana, fue porque se habia quedado dormida o, como decia ella, traspuesta. --No se distingue muy bien entre el gentio --nos dijo tia Amparo, sentada en medio del sofa, con todos pendientes del televisor--; pero ese, si, ese de la camisa blanca, el panuelo rojo y el pantalon blanco...bueno, todos visten igual ...ese a quien el toro esta ahora corneando con tanta sana, ese es Paco. Hubo un momento en que pudimos reconocerlo sin sombra de duda, cuando el morlaco lo lanzo hacia el cielo en un derrote de su poderosa cornamenta y Paco quedo suspendido en el aire, sobre la cabeza de los mozos, igual que uno de esos peleles rellenos de paja que manteaba el populacho en las carnestolendas. Su palido semblante expresaba mas sorpresa que miedo, porque el toro zaino lo habia enganchado de forma volandera. Cuando aterrizo sobre el adoquinado, ya lo habia escogido como su victima exclusiva y, ajeno al enjambre blanco y rojo de corredores que trataban de distraerlo y hasta apartarlo de su presa golpeandolo en los costados o tirandole del rabo, lo corneo porfiadamente contra el vallado de una talanquera hasta matarlo. Por aquellos dias el tio Augusto, que viajaba por Europa Central, fue arrollado por un tranvia, como Gaudi. Se dio la coincidencia de que el tranvia circulaba a 10 kilometros por hora y que mi tio, uno de esos sabios distraidos, un momento antes habia estado a punto de ser atropellado por una bicicleta y, para esquivarla, se lanzo contra el tranvia que venia de cruzar el rio Moldava y descendia muy lentamente por los rieles, resonando. Exhalo su ultimo suspiro con medio cuerpo tendido en las vias, mientras el conductor del tranvia, indignado por su despiste y arrastrandolo de los tobillos para apartarlo del carril, le insultaba en checo. Las muertes de Paco y de mi tio Augusto abrieron la veda, por decirlo asi. La dama de la guadana decidio que su temporada de caza en mi familia acababa de inaugurarse. Mi prima Violeta se ahogo en una piscina publica, rodeada de banistas que jugaban a echarse agua, y su hermano Rafael murio por atragantamiento en un atiborrado restaurante: cuando ya tenia el rostro azulado y daba muestras de asfixia, no hubo nadie que le aplicara la sencilla maniobra de Heimlich; y cuando se desplomo inconsciente, a nadie se le ocurrio darle la respiracion boca a boca, ni mucho menos utilizar un cuchillo o un simple boli para practicarle una traqueotomia. Entre los comensales abundaban los abogados y los politicos, pero ningun medico. Murio en menos de seis minutos por culpa de un gran trozo de carne que no pudo pasar por la traquea. El tio Jacinto, un amante del excursionismo de montana, tambien murio corneado, como Paco, pero no por un miura, sino por un buey. --Solo de pensar en tantas muertes me pongo malo --dijo el moribundo. No era una muestra de ingenio, sino un chiste involuntario. Pobre abuelo. Estaba en la cama con la cabeza hundida en la almohada, y el resto de su cuerpo, un costal de huesos, oculto bajo el cobertor. Sus cabellos, que tantas mujeres habian acariciado, seguian siendo densos, dociles y mas blancos que la funda de la almohada. Miraba fijamente al techo, no porque lo identificase con el cielo y solicitase el favor divino, sino porque dada su postracion y debilidad era el unico lugar al que podia mirar sin torcer la fatigada cabeza. Cetrino, con el cuello y el rostro de un octogenario, los tendones descarnados como cables, no recordaba en nada al galan que habia sido. Era evidente para todos nosotros que se aproximaba su salida de este mundo, o, mejor, dado que habia sido un conocido actor de teatro, todos adivinabamos que su mas que notable actuacion en este mundo llegaba a su fin y que su siguiente y ultimo movimiento, contenido entre parentesis en las acotaciones del libro tragicomico del destino, seria hacer mutis por el foro. Mutis, telon y atronador aplauso general: fue un hombre bueno. Poco despues mis padres perdieron la vida en un accidente de coche. No vieron el camion de cinco toneladas que los arrollo en una curva de la carretera de Alcala de Henares a Torrelaguna. Segui viviendo en nuestra casa de Madrid, solo. Contaba veintipocos anos y las numerosas defunciones en mi familia --mi madre, mi padre, mi abuelo, mi tio, mis primos Violeta, Rafael y otros parientes con lo que apenas habia tenido relacion y que no he mencionado para no alargar la lista luctuosa--, ocurridas todas ellas en un lapso muy pequeno de tiempo, me pasaron una factura adicional que yo no esperaba. Creia que mi juventud y mis ganas de vivir me ayudarian a superar aquellas perdidas dolorosas. Pero entonces empezaron a ocurrirme cosas raras. Ocurrio que tuve el capricho de pasar una tarde paseando por los encinares de la Casa de Campo y pense tomar el autobus de la linea 33, la mas proxima a mi casa. Durante el trayecto, me detuve ante una agencia de paracaidismo. Era una especie de jaula donde se invitaba a la gente a inscribirse en un curso de salto en paracaidas. La atendia un muchacho detras de un mostrador. No tenia pinta de paracaidista. Dudaba si entrar o no cuando me tocaron en un hombro. --Hola, chaval. ?Que haces por aqui? Quien me saludaba de esa forma tan campechana era un cura amigo del sector creyente de mi familia. Habia otros dos sectores, el de los ateos practicantes, que luchaban sin exito para que en Espana se implantase el laicismo, y el de los agnosticos, que iba a lo suyo y no polemizaban con nadie. El cura no sabia a cual de estos tres sectores pertenecia yo. Como tengo cara de buen chico, supuso que pertenecia a la seccion de los creyentes. --?Que, te vas a hacer paracaidista? --pregunto echando un vistazo a los carteles y fotos publicitarias que adornaban el escaparate. --Lo estoy pensando --repuse. --?Que te atrae del paracaidismo? --Me gustan las emociones fuertes. --Pues hazte misionero en Sierra Leona. Fingi no haberle oido. Yo pertenecia al sector agnostico, y en cuanto a mi cara de buen chico, ya se sabe que las apariencias enganan. --Debe ser una experiencia inolvidable --dije-- saltar del avion y que no se despliegue el paracaidas automatico por algun fallo, precipitarte a una velocidad endiablada hacia la tierra contra la que ta vas a hacer papilla y tirar in extremis de la anilla de reserva, sin saber si funcionara o no. --Pues ten cuidado --me dijo el cura--, no sea cosa que de tanto bajar del cielo se te olvide como se sube a el. Este ingenioso consejo forma parte del repertorio de chorradas que les encanta a los curas. Despues me confeso, quiero decir me comento, pues el que confesaba era el, que la frase la habia pronunciado Juan XXIII en una alocucion que dirigio a unos paracaidistas italianos. El cura se fue y yo estuve a punto de entrar en la agencia para recabar mas informacion sobre los cursos de paracaidismo. Lo que me decidio a no hacerlo fue que la tiendecita la atendia un chico y yo en cuestion de compras o de inscripciones prefiero hablar con chicas. Antes de continuar mi camino, eche un ultimo vistazo a una gran foto que adornaba la pared: un paracaidista, con sus gafas y su casco y todos los artilugios que utilizan en los saltos, planeando en el aire, como si fuera ingravido como una pluma y flotara en una piscina de baldosas azules. Cerca de la parada, habia un autobus de otra linea, detenido ante un semaforo en rojo. Dos nucas eran visibles en la parte trasera del vehiculo. Pertenecian a un hombre y una mujer sentados en la ultima fila. De pronto sus nucas giraron 180 grados simultaneamente, una hacia su derecha y la otra hacia su izquierda, juntando los rostros, y me observaron fijamente. Senti un escalofrio, hubiera jurado que eran los de mis padres. Y entonces yo no sonaba, sino que estaba bien despierto bajo la marquesina de la parada. Si eran ellos y viajaban en aquel autobus, ?de quienes eran las cenizas que ocupaban uno de los miles de columbarios del cementerio de La Almudena tras una lapida con los nombres y las fotos de mis padres? Tuve otras experiencias extranas, rayanas con la alucinacion, que no voy a describir porque serian repeticiones de un mismo fenomeno. Y hubo tambien otras muertes inesperadas en el coto familiar, que tampoco voy a resenar.

  • Un Vecino Encantador de Lupita Palma

    https://gigalibros.com/un-vecino-encantador.html

    Las personas siempre han pensado que yo no era una ‘persona sociable’, no estoy muy segura del porque de eso. Bueno, la verdad es que yo creo que era una persona agradable con el resto de las personas. Habia muchas cosas que me gustaba de tratar con la gente. Me gustaba ver como le pasaban cosas un poco desafortunadas a quienes se lo merecian. Me gustaba incomodar a la gente con mis frases directas. Solo porque sentarme a conversar en un campo de hierba con mi mejor amigo y una canasta de picnic en la mano no era mi idea del paraiso, no me convertia en un harisco. Pero el hecho de que probablemente elegiria salvar la vida de un gato antes que la vida de una persona… Bueno, eso podria llevarme un poco mas lejos hacia el extremo psicopata del espectro, pero nadie es perfecto. Todos tenian que encontrar sus alegrias en la vida. Placeres culpables. Mis alegrias solo se referian a la desgracia de los demas. Aunque tal vez haya una forma menos perturbadora de decir que… No me gusta la mayoria de la gente, y me gusta verlos sufrir. Basicamente, asumi que todo el mundo tenia un mal karma en camino, y si yo tenia la suerte de verlo, era una bonificacion. El tipo que acaba de derramar cafe en su corbata mientras se dirigia al trabajo probablemente paso al lado de su inocente Golden Retriever, que solo queria un masaje en la barriga hace unas horas. Karma. La mujer que tenia un trozo de papel higienico en el talon despues de la hora del almuerzo probablemente le hizo pasar un mal rato a una trabajadora de servicio al cliente por su cupon que no funciono. Peor aun, la razon por la que el cupon no funciono fue probablemente porque no se molesto en leer la fecha de vencimiento en la parte de atras. Boom. El Karma ataca de nuevo. Pero hay algo que disfruto aun mas que los actos casuales del gran espectaculo de equilibrio del universo. No me emociono facilmente, y no tengo el habito de sonreir, pero disfruto especialmente esperando que el karma golpee a alguien cuando me ha cabreado. Y asi es como empezo todo. Vivia al otro lado del pasillo del Sr. Perfecto. No sabia su nombre, a pesar de que habia vivido frente a mi durante unas semanas, y tampoco pensaba saberlo. Probablemente era algun nombre tonto como “Marc”, “Ben”. Tipos como el siempre tenian nombres como ese, como si acabaran de salir de un yate usando un sueter envuelto alrededor de sus hombros, si, asi como lo imaginas. El Sr. Perfecto no se vestia asi, pero se veia muy bien. Algo sobre el pelo o la forma en que tenia ese tipo de rostros odiosos que probablemente se verian bien hasta calvos. O que al mirarlo no podia evitar pensar en la larga e ininterrumpida linea de personas absolutamente hermosas que tuvieron que dormir juntas a lo largo de los siglos para producir un hombre con una genetica tan perfecta. O tal vez era la forma estupida en que se mantenia en tan buena forma – quiero decir, vamos, ?quien necesita que su cuerpo luzca como si se estuviera tratando de salir de la ropa para mostrar cada uno de sus musculos perfectamente moldeados? Habia decidido, en un momento muy extrano, darle una oportunidad el primer dia que se mudo. Es importante notar que mi decision no tuvo casi nada que ver con lo bien que se veia o con cualquier fantasia extrana que pudiera haber tenido sobre el. No fue nada de eso. Solo pense que seria un buen vecino. En lugar de mi mirada habitual, simplemente mire hacia su lado y espere a que se presentara. Incluso le hice uno de esos sutiles asentimientos de cabeza que veo que los chicos se hacen el uno al otro. Habia visto tanto la inclinacion de la barbilla hacia arriba como la variacion de la inclinacion de la barbilla hacia abajo, asi que elegi una. No esperaba mucho a cambio. Tal vez una respuesta igual de regreso. Tal vez una sonrisa. Tal vez que me arrastrara a su habitacion porque nunca habia visto una belleza tan salvaje como yo. Pero me ignoro por completo. Ni siquiera contacto visual. Nada. Asi que, el karma estaba en marcha. ?Queria ser perfecto? Tal vez queria llevar un cartel alrededor de su cuello que dijera ‘mi vida es mejor que la tuya’. Bien. Podia hacerlo. Pero si me esfuerzo por mirarte fijamente cuando te veo, mas vale a que al menos me des una inclinacion de cabeza. Ese fue el error numero uno. Su siguiente error fue seguir pareciendo como si tuviera un alijo de la suerte del universo de Harry Potter escondido en su apartamento, como si cada dia de su vida fuera una serie interminable de coincidencias perfectamente afortunadas. Se le veia en los ojos. Pero los detalles no son lo que importa. Lo que importaba era que me irritaba. Asi que habia estado esperando agresivamente a que el universo se diera cuenta de que le debia unos treinta anos de mala suerte, todo en un solo momento. No queria que le pasara nada grave, pero me habria alegrado el dia si lo hubiera visto caer de bruces una vez. Incluso me conformaria con una lesion osea. Tal vez su inodoro podria inundar su apartamento de mierda. Lo que sea, de verdad. Me habia sentido como una sombra bajo el glorioso rayo de luz que era su vida desde el dia en que se mudo, y ya habia tenido suficiente. Era martes, lo que significaba que probablemente me encontraria con el antes de llegar a mi apartamento. Puede que haya tenido una vaga idea de la hora en que regresaba al complejo de apartamentos despues del trabajo, pero no es como si yo fuera una acosadora. El hombre seguia su vida como un reloj. Sali de mi apartamento alrededor de las cinco, no porque quisiera encontrarme con el, sino porque era cuando tenia que salir para llegar a tiempo a mi destino. Tarde unos dos minutos en llegar desde las escaleras hasta el buzon, asi que el estaba entrando justo cuando yo estaba saliendo de la escalera. No se vestia ostentosamente. Gafas de sol baratas, camiseta azul descolorida y vaqueros. Por supuesto, hacia que todo pareciera de un millon de dolares, lo que me hizo querer hacerle tropezar. Si el karma no iba a hacer el trabajo, me encantaria ayudar a que las cosas tomen su rumbo. Los buzones para los residentes se ubicaban en la pared y estaban disenados para gigantes. Yo media 1,65 metros, pero tenia que pararme de puntillas para girar la llave de mi buzon y meter la mano dentro. El buzon del Sr. Perfecto estaba justo al lado del mio. El no tenia problemas para alcanzar el suyo mientras yo trataba de mantener algo de dignidad en mis puntas de los pies y con mi cara aplastada contra la pared. Saque un paquete sorprendentemente grande de mi buzon. Ambos salimos de nuestras casillas con paquetes en las manos: el mio era una caja beige discreto, y la suya era una caja rosa muy femenina con una cinta blanca y sedosa para mantenerla cerrada. “Bonito paquete”, dije. Me sorprendio un poco oir mi propia voz. Pense que mi cerebro y mi cuerpo habian acordado una tactica pasivo-agresiva estricta, pero tampoco estaba dispuesta a disculparme por lanzar un pequeno sarcasmo en su camino. Se volvio para mirarme con una ceja levantada. Dios. El tipo era guapo. Fue casi repugnante, como si no estuviera satisfecho con el buen aspecto de estrella de cine que tenia. No, tuvo que seguir subiendo en la lista hasta ser perfecto. Ni siquiera se le podia llamar excesivamente perfecto al punto de ser aburrido, porque parte de su perfeccion era precisamente la imperfeccion en los puntos correctos, como sus cejas que eran demasiado oscuras o demasiado gruesas, pero que de alguna manera armonizaban en su cara. Luego estaba su nariz. Nunca habia pasado mucho tiempo estudiando la nariz de un hombre, pero era una nariz bonita. Dignificada. Noble, incluso. Era una nariz que me hizo preguntarme si de alguna manera me habia convertido de repente en una ‘especialista en narices’. ?Eso existe? “El tuyo es mas grande”, dijo, asintiendo hacia el paquete que tenia en mis manos. Habia una nota juguetona en su voz que me hacia luchar para suprimir una sonrisa. Normalmente no tenia que luchar para no sonreir. Todo eso de no ser muy simpatica era algo natural. Tampoco me ponia nerviosa con los chicos, asi que la sensacion extrana e incomoda en mi estomago debe haber sido lo que intensamente odiaba a este ser. “Si, bueno, el consolador que pedi era extra grande.” Le di a la caja un poco de inclinacion y lo mire con ira. Se rio. Era un sonido profundo y rico. “?Debo enviar a los paramedicos al otro lado del pasillo si no sales de tu apartamento para manana?” “No”, dije. “Envia un plomero”. Volvio a reir, y me vi a mi misma casi sonriendo mientras lo miraba a el y a sus dientes blancos y bien arreglados. “No te distraere. Grandes planes. Lo entiendo”. “Si, planes extra grandes”, murmure antes de girarme y subir las escaleras. Que imbecil. Podia fingir todo lo que quisiera ser encantador y agradable, pero nunca se habia presentado ante mi. ?Solo enciende el encanto cuando hablo de consoladores enormes? Probablemente es un pervertido…. En realidad, habia ordenado un consolador, pero era uno de tamano normal, y el no necesitaba saber nada de eso. Tampoco suscribi la idea de que poseer un respetable arsenal de juguetes sexuales tuviera implicaciones sobre tu vida sexual o la falta de ella. Podrias hacer el trabajo a mano, tener buenas herramientas, o llamar a alguien para que lo haga por ti. ?Yo? Prefiero estar preparada con un buen equipo. Una vez que volvi a mi apartamento, pase unos minutos mas maltratando el paquete porque era demasiado perezosa y terca para caminar cinco pasos hasta la cocina por las tijeras. Esperaba encontrar mi cita de pulgadas de largo y dos de ancho para esta noche. En vez de eso, solo habia un sobre. Lo tome y lo voltee. Un par de tarjetas de plastico se cayeron, pero el paquete de papeles de adentro se atasco. Si esta era una nueva tactica de correo no deseado, estaba funcionando, porque mi curiosidad estaba en su apogeo. Roosevelt, mi gato, tambien estaba interesado. Era una raza de munchkin, que era basicamente el corgi del mundo de los gatos: piernas muy cortas en un cuerpo de tamano normal. Se podria argumentar que era un poco confuso criar un gato con patas cortas y rechonchas. Si alguna vez salieran a la naturaleza, probablemente perderian las peleas callejeras con otros gatos porque no tendrian el mismo alcance, o lo que sea. Pero tambien se podria argumentar que era completamente increible. Tome una de las cartas que se habian caido y entrecerre los ojos ante la foto. Era la licencia de conducir de mi vecino. ?Ted Smith? Supongo que me equivoque en el juego de nombres, pero Ted era casi peor. Imbecil. Tire la tarjeta de vuelta a la caja y pense largo y tendido. Abrir el correo de alguien por error era bastante perdonable, pense. Asi que, hasta este punto, no me sentia demasiado culpable. Por otro lado, si me meto en los papeles del sobre, puede que tenga que empezar a sentirme mal. Gruni enojada y cerre las solapas de la caja. Cualesquiera que fueran los secretos que Ted Smith tenia, no me importaba lo suficiente como para someterme a la pequena dosis de culpa que sentiria al escarbar en su correo a proposito. Alguien golpeo fuerte en mi puerta. Le rasgune la barbilla a Roosevelt y luego fui a ver quien era. Arregle cuidadosamente mi cara antes de abrir. Reflejaba algo como ‘has interrumpido algo extremadamente importante’, pero tan pronto como vi a mi vecino en la puerta, mi expresion se quedo en blanco. Estaba sosteniendo un consolador, mi consolador purpura que tenia unas venas muy bonitas y prominentes trabajadas en el molde. Normalmente, me habria tomado un momento para apreciar y disfrutar de la artesania. Molde solido. Buen acabado en la silicona, y una gran base con capacidad de succion. Todo lo que una chica puede sonar. Profundo. Probablemente me debi sentir avergonzada, pero hace mucho tiempo aprendi que era mejor ser duena de tu verguenza que esconderse de ella. “Oh bien. Encontraste mi cita”, le dije, cogiendo el consolador de su mano. Enfatice mi punto al golpear la ventosa en la parte posterior de las bolas contra el marco de la puerta donde se atasco y luego comenzo a tambalearse amenazadoramente entre nuestros ojos. Me miro con una leve distraccion. “Tu cita encontro el camino a mi buzon. Me preguntaba si tambien recibiste mi paquete”. “Creo que sabria si tuviera tu paquete”. El no parecia pensar que mi juego de palabras era divertido. Tenia los brazos cruzados de tal manera que sus biceps y pecho se veian lamibles, aunque pense que preferiria morderlos. Tipos como el tenian suficiente placer en sus vidas, despues de todo. “?Estas segura?”, pregunto. Habia tension en su voz. Por alguna razon, su tono me hizo querer mentir sobre mi descubrimiento. Tal vez el universo finalmente habia encontrado una manera de lanzarle al Sr. Perfecto una muy merecida bola curva. A menos que tener a sus padres llamandolo “Ted Smith” fuera su unico intento de equilibrio. Tal vez vio dentro de mi oscuro y retorcido corazoncito y supo que yo era la complice perfecta. Cruce mis brazos hacia el y le hice un encogimiento de hombros digno de un premio de la Academia. “Si. Bastante segura. Acabo de comprar comida para gatos. Tal vez no tenian suficiente espacio para poner los dos paquetes en mi buzon, asi que metieron mi consolador en tu agujero”. Sus fosas nasales se abrieron un poco. Eran bonitas fosas nasales si eso era posible, y ver un poco de ira en su cara solo parecia hacerle parecer mas intocable, como un dios. Tenia el pelo oscuro y ojos gris claro. Su piel estaba un poco palida, pero eso me gusto. Significaba que al menos no se pavoneaba afuera, flexionando sus musculos, o peor aun, engrasandose y deslizandose dentro de una de esas camaras de radiacion que ellos llaman camas de bronceado. Despues de una larga y tensa pausa, suspiro. “Si aparece, ya sabes donde encontrarme”. “Claro”. Golpee el consolador, lo vi tambalearse, y luego lo arranque del marco de la puerta con un agarre a dos manos. Hizo un vulgar ruido de schlup mientras lo liberaba. “Gracias por traer a mi cita de vuelta, por cierto”. Volvio a suspirar y cerro la puerta. Mi puerta. ?Que clase de persona cierra la puerta de otra persona para terminar una conversacion? Mire al consolador con el ceno fruncido, como si tuviera las respuestas para mi. Lo lance aun mas enojada hacia el sofa, lo que desafortunadamente puso a Roosevelt en su camino directo. Solto un pequeno grito de guerra asustado mientras se apartaba del camino. Tome el grueso sobre que habia dentro de la caja una vez mas, dude, y luego volvi a meter los papeles sin mirar. Lo siento, universo. No quiero ser arrastrada a esto. CAPITULO 2 CARL Comprobe dos veces el correo electronico de mi telefono. El paquete habia sido entregado esta tarde. O la chica del otro lado del pasillo estaba mintiendo, o se habia metido en el buzon de otra persona. No habia manera de comprobarlo a menos que quisiera perder la tarde sentado en el vestibulo mientras miraba a cada persona revisar su correo. Incluso eso no tenia sentido porque no sabia de que tamano o tipo de caja era, o si habia sido retirada mas temprano en el dia. Nada de eso importaba. Sabia en mis entranas que la vecina lo tenia. No podia imaginarme cual era su problema. Desde que me mude, ella no ha hecho nada mas que quedarse mirandome fijamente. Era como si ella lo supiera, como si de alguna manera viera a traves de mi y las mentiras endebles en las que me habia envuelto en las ultimas semanas. No era inconcebible, despues de todo. La mezquindad de mi hermanastra tenia muy pocos limites, y no descartaria que sobornara a gente al azar en toda la ciudad para que estuviera atenta a alguien que coincidiera con mi descripcion. La vecina podria estar mandando un mensaje a Tanya sobre el paquete ahora mismo. Me hundi en el borde de mi cama y rastrille mis manos a traves de mi cabello. Todavia estaba esperando que alguien me dijera que los ultimos meses habian sido un mal chiste. Mi hermanastra siempre habia estado loca, pero sus recientes payasadas opacaban todo lo que habiamos vivido en el pasado. No queria pensar en ello. Nada de esto. Si sigo escondiendome y pasando inadvertido, se calmara. Defenderse o hacer un gran escandalo solo prolongaria la frustracion. Si no le daba municiones nuevas, se aburriria como siempre, y podria volver a mi vida normal. No mas de estas ridiculas distracciones o juegos a los que me habia forzado a jugar. Me sentiria libre para concentrarme en mi compania de nuevo, aunque incluso esa idea se sintiera vacia en este momento. La compania habia sido mi unica preocupacion durante anos, y tener que retirarme de ella, aunque fuera temporalmente, me estaba haciendo cuestionar por que estaba dejando de lado toda mi vida por mi trabajo. Hice todo el dinero que podia necesitar. Habia logrado los objetivos que me habia propuesto. Era muy bueno en lo que hacia, y no habia ningun imperativo para mi de seguir esforzandome por ser mejor, pero me sentia obligado a volver a la oficina, al trabajo y a la competencia. Ninguna relacion habia sido capaz de ganar contra esa compulsion, pero cada dia que pasaba escondiendome me hacia cuestionar aun mas mi dedicacion. Tal vez era hora de relajarse, de soltar el peso y liberarse un poco. Alguien llamo a mi puerta. Me apresure en ira ver de quien se trataba y cuando abri la puerta, encontre a la chica del otro lado del pasillo que estaba alli de pie, viendome con la mirada perdida por sus ojos cubiertos de lapiz de ojos. “Aqui esta tu estupido paquete. Resulta que tu nombre estaba en el. Whoops.” Como era de esperar, no parecia ni remotamente arrepentida. Su voz tenia una cualidad de inexpresiva que no coincidia con la mirada que tenia en los ojos, como un desafio constante, un reto de algun tipo, pero cualquiera que fuera el desafio, no podia ni siquiera empezar a adivinarlo. Mi corazon se hundio cuando vi que el paquete estaba abierto. No me atrevi a preguntarle si habia leido el contenido del sobre, asi que intente mirarla fijamente. La mayoria de la gente no se sentia comoda con el silencio, especialmente cuando se combinaba con el contacto visual. Era la manera mas rapida de juzgar la fuerza del caracter de alguien, en mi opinion. Asi que cuando pasaron diez segundos y luego veinte, sin que ella siquiera se apartara de mi mirada, decidi que su apariencia dura no podia haber sido una actuacion despues de todo. “Gracias”. Dijo de una manera tan seca y desinteresada despues de medio minuto. “Eso es lo que dices cuando alguien hace algo bueno por ti”. Le dio a la caja un fuerte empujon hacia mi y se dirigio hacia su puerta. “Espera. ?No miraste dentro?”, le pregunte. “Lo creas o no, no me importa saber que clase de cosas raras te envian por correo”, dijo. Saque el sobre y vi que el sello estaba roto en la solapa. “?Entonces por que abriste esto?” Esos ojos marrones profundos de ella se alejaron de los mios y luego volvieron de nuevo. Era la primera senal de debilidad que habia mostrado, y me ayudo a saber que era humana bajo el muro de desinteres que estaba mostrando. “?Por que abriste mi caja de consoladores?”, respondio ella. “Pense que era mia”, dije con los dientes apretados, aunque sabia que me estaba preparando para lo que estaba por venir. “Boom”, dijo, enfatizando la palabra con un movimiento perezoso de sus cejas. “Tambien pense que tu estupida caja era mia. ?Alguna otra pregunta cientifica?” Entrecerre los ojos. “No te creo. Y no me importa”, dije. Cruce los brazos y espere. “?Que?”, pregunto ell

  • Conquista plena (Dive Bar 3) de Kylie Scott

    https://gigalibros.com/conquista-plena-dive-bar-3.html

    ?Puede un mujeriego llegar a ser el mejor padre para tu hija? El amor lo puede todo…
    Eric Collins es un chico malo y se ha ganado esa reputacion a pulso. Por eso, no esta teniendo mucha suerte en el amor ultimamente... Cuando Jean llega a la ciudad, cree que los dioses del sexo la han enviado justo para el... El problema es que, primero, ella no quiere saber nada de el y, segundo, esta embarazada.
    Jean esta cansada del estilo de vida que ha llevado hasta ahora. Una ciudad pequena se le antoja el mejor sitio para empezar de nuevo y ser para su futuro bebe la madre buena y carinosa que ella nunca tuvo. Al saber que ella esta embarazada, el dueno del bar de la localidad, Eric, se olvida de ella. Sin embargo, Jean se pone de parto durante una ventisca, su vehiculo se sale de la carretera y no sera otro que Eric quien acuda para ayudarla. ?Acaso el podra dejar de ser un mujeriego para convertirse en el hombre de su vida?

  • Mil maneras de hacer sonreir al Highlander de Martina Leiva

    https://gigalibros.com/mil-maneras-de-hacer-sonreir-al-highlander.html

    Es necesario partir de cero en un nuevo lugar para curar las heridas...

  • La Atadura de Vanessa Duries

    https://gigalibros.com/la-atadura.html

    Vanessa, estudiante de letras, siente una atraccion irresistible hacia Pierre, un hombre maduro que la introduce en el mundo de la dominacion. Con una sinceridad rayana en el candor, <>, nombre que adopta despues de su iniciacion, nos conduce primero por las sombras de la infancia, marcada por humillantes castigos, antes de relatarnos las primeras practicas sadomasoquistas. De ese modo, Vanesa Duries nos adentra, en el vinculo que ata a la sumisa a su Amo, una atadura basada en la confianza y en el absoluto respeto a los limites establecidos de comun acuerdo.

  • Amor y tiempo de B. E. Raya

    https://gigalibros.com/amor-y-tiempo.html

    Forks, Washington, martes 30 de noviembre de 2010 Hector Clark entro en el parque sin siquiera ser consciente de que lo hacia, sus pies se movian por inercia, le daba igual hacia donde caminara, no le importaba absolutamente nada en ese momento, ni siquiera tenia fuerzas para quejarse por el frio o la humedad como lo habia venido haciendo durante las ultimas semanas, podia escuchar ninos corriendo a su alrededor, escuchaba los murmullos de los padres conversando o los gritos llamandoles la atencion a sus hijos para que tuvieran cuidado, lo tipico que se podia encontrar en un parque publico a esa hora. Forks era asi, al parecer al unico que seguia afectandole tanto el frio era a el. Hector camino sin rumbo, hasta que encontro el arbol, ese lugar en particular tenia la capacidad de perturbar mas aun sus sentimientos, deberia de dar la vuelta y correr... pero si su subconsciente lo habia llevado ahi... <<Hector, el subconsciente es una excusa del ser humano para justificar sus estupideces>> Hector no le costo trabajo alguno imaginar a Trevor diciendole esa frase. Tomando una respiracion profunda, recorrio los ultimos tres pasos que lo separaban del arbol, sin importarle que el cesped estuviera humedo, Hector se sento recargando su espalda contra el tronco. Se estremecio al oir las campanas de la iglesia local anunciando las seis de la tarde. El no era creyente, ni sus padres lo eran, Hector consideraba que entre mas grande y desarrollada era la ciudad, menos fe existia entre las personas, pero, aun asi, ya fuera grande o pequena, en cada ciudad o pueblo habia una iglesia, y distintas religiones, aunque los creyentes disminuian mas ano con ano. La fe de algunos prevalecia. Hace dos semanas habia visto una pelicula religiosa en la television, fue una pelicula en blanco y negro, al principio no tuvo la menor idea de que trataba, pero gracias a Trevor se habia vuelto fan de las peliculas clasicas, la pelicula resulto no ser una comedia romantica sino un pasaje biblico, la habia terminado de ver, simplemente porque no tenia nada mas que hacer, estaba en sus cinco minutos de depresion y molesto con el mundo, no quiso ver a nadie, ni hablar con nadie, ni siquiera salir con nadie. Habia deseado estar una noche solo y sin hacer nada. La dichosa pelicula trataba sobre la vida Job [1] y las calamidades que habia sufrido. El no sabia explicar porque razon la historia de ese hombre le habia llamado la atencion, era la primera vez que prestaba realmente atencion a algun tema religioso. La historia le habia parecido sumamente tragica, dramatica y un tanto fantasiosa. Hector suspiro pesadamente y se recargo contra el tronco del arbol, hizo que su rostro se girara hacia el cielo, estaba atardeciendo, nuevamente, Job regreso a su cabeza, recordo que segun la historia en el transcurso de un dia Job habia recibido varios mensajes, cada uno con la noticia de que su ganado y sus hijos habian muerto, Job habia perdido todo, Hector pensaba que a cualquier persona, eso lo hubiera destruido por completo, pero no a Job, ese hombre soporto como los grandes, siguio siendo un fiel devoto, el siguio alabando a Dios, Job persevero. ?Como podria ser posible? Hector rio amargamente tan solo de pensar en eso. Segun la historia la fe de Job fue puesta a prueba, y Job vencio, su fe fue mas fuerte que su odio y su dolor. Y por su fe dios recompenso a Job con el doble de lo que tenia antes. Hector cerro los ojos tratando de contener las lagrimas, ?fe? ?Que era la fe? Hector habia buscado en Google esa palabra semanas atras, y el senor Wikipedia le habia contestado que la fe era la seguridad o confianza en una persona, cosa, deidad, opinion, doctrinas o ensenanzas de una religion, y, como tal, se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad. Conceptos, conceptos y conceptos, !Nadie tenia una respuesta a nada! Solo eran terminos generales, opiniones que no aportaban nada para comprender realmente lo que era, nada era cierto, justo y certero, ?existia tan siquiera un Dios? --!Maldita sea! --grito frustrado, sintiendo un dolor profundo en el pecho, su estomago estaba revuelto y tenia ganas de vomitar. Abrio los ojos y volvio a mirar al cielo, dirigiendole su mas dura y furiosa mirada a quien estuviera ahi y lo estuviera observando. --?Por que? --pregunto, su voz era ahogada por el nudo que sentia en la garganta. --!Dime por que! --volvio a exigir, pero nuevamente no consiguio nada, a excepcion tal vez de las miradas incomodas de las personas a su alrededor. Hector aparto su mirada del cielo, se inclino para colocar sus codos sobre sus rodillas y recargo su rostro entre las palmas de sus manos, tratando de ahogar sus lagrimas. Jesus dijo en la cruz antes de morir, !Dios mio! !Dios mio! ?Por que me has abandonado? [2] Segun esa pelicula, Job se hizo la misma pregunta, pero aun asi Job conservo su fe. Lo cual deberia de dejar una significativa leccion. Pero Hector se preguntaba ?que consiguio Job a cambio de su fe? Pues... Job fue recompensado con hijos de remplazo, tension, estres, dolor, pena, recupero todo, claro, pero... ?valio la pena haber sido un buen sirviente? ?O habria sido mejor haber maldecido el nombre de dios desde el principio? Hector se pregunto por millonesima vez ?Donde estaba dios durante todo el sufrimiento y dolor de Job? La respuesta a eso tambien era muy sencilla, Dios le ganaba una apuesta a Satanas y Job habia sido el conejillo de indias. Esto hacia a Hector preguntarse donde estaba Dios entre tanta injusticia, desigualdad y crueldad en el mundo. ?Donde estaba el ahora? Capitulo 1 Forks, Washington, 5 de septiembre de 2010 Hector hizo una mueca al contemplar el legendario letrero "The city of Fork, Welcomes you" "La ciudad de Fork, te da la bienvenida" y como era de esperarse, un par de turistas se habian detenido para tomarse una fotografia. --Bienvenidos al infierno --susurro. --Hector --dijo su madre con algo de exasperacion, Hector la ignoro. Ni siquiera la miro, desde que habian salido de Seattle no habian vuelto a mirarse o a hablar, no era necesario, dias antes Hector ya habia dicho todo lo que tenia que decir al respecto, pero sus padres jamas lo escucharon. Sus protestas no importaron, habian abandonado la ciudad mas espectacular de todos los tiempos y ahora estaba siendo arrastrado a un pueblo de mierda, le importaba un pepino que tan famoso se habia vuelto en los ultimos anos. El fanatismo por la saga de libros Crepusculo, de la escritora Stephenie Meyer y sus respectivas peliculas que relatan la historia de una joven mortal, que se enamoraba de un vampiro, habia puesto en la escena turistica a este pequeno pueblo del norte de Estados Unidos. El primer libro de la saga salio al mercado en el 2005, fue todo un hit [3] inmediatamente la saga fue llevada a la pantalla grande en el 2008. Forks, un pequeno pueblo de Washington, en aquel entonces con 3.120 habitantes y solo dos semaforos, ubicado en el extremo occidental de la Peninsula Olimpica de Estados Unidos, fue el lugar que Meyer [4] utilizo como escenario de sus libros, y que desde entonces se ha transformado un lugar de peregrinacion para los miles de fanaticos de la saga. Los residentes de esta lluviosa ciudad, cuyas principales industrias fueron la tala de arboles y dos centros penitenciarios, no desaprovecharon la oportunidad de emprender nuevos negocios al ver como su pequeno pueblo era invadido por turistas, por lo tanto, desde entonces a la fecha, la ciudad habia crecido considerablemente, se esperaba el lanzamiento de la tercera pelicula para noviembre de ese ano. Y segun habia leido en internet, cada que se acercaba un estreno, el numero de turistas arrasaba por mucho los niveles de capacidad de los hoteles y hostales del lugar. Visitar Forks se habia convertido en el destino que por lo menos tenias que visitar una vez en tu vida si es que te enamoraste del vampiro Edward Cullen. Hector jamas leyo los libros o vio las peliculas, ese genero de peliculas romanticas nunca le gustaron, para el una buena historia de vampiros consistia en dientes, sangre, terror... pero en esta novela los vampiros eran vegetarianos y buenas personas, era la historia de cenicienta en version vampiro, asi que consideraba a esa saga como "historia para chicas" pero cuando sus padres le informaron que se mudarian a este lugar, Hector busco por internet y fue ahi como descubrio el porque Forks era tan famoso ahora, todos los dias personas acudian a Forks en busca de los objetos iconicos de la historia. Se toman fotos con la vieja camioneta roja de la protagonista, visitan la cafeteria del Forks High School, donde la pareja principal se miro por primera vez, iban al ayuntamiento y a la oficina de policia donde supuestamente trabajaba el papa de la humana, o buscan el tronco cubierto de musgo de la playa en La Push donde el personaje de Jacob, miembro de la tribu Quileute local, le cuenta por primera vez a Bella que Edward y su familia son "bebedores de sangre." Este pueblo fue puesto en el mapa gracias a la autora del libro y su famosa saga, era fascinante, de verdad, Hector pensaba que gracias a eso la economia de este pequeno lugar pudo crecer, pero no tanto como a el le gustaria. Por mucho turismo que tuviera, no era Seattle. Mientras su madre continuaba manejando por las pequenas calles del pueblo, Hector contemplaba con desinteres las pequenas casas rusticas de madera, todas en fila y con jardines enfrente de sus casas, nada comparado con los enormes edificios de su ciudad de origen. Si alguna vez alguien le hubiera dicho que terminaria mudandose a un lugar como ese lo habria golpeado. --Hector --llamo su madre--. Tu padre nos esta esperando en la casa, por favor, muestra algo de entusiasmo --Hector resoplo y giro el rostro hacia su madre, le mostro los dientes. --Tengo una hermosa sonrisa, ?no crees? --Se que estas molesto, pero por favor, tienes que comprender que esto es importante para tu padre --Hector rodo los ojos. --?Importante? --Arrugo la nariz--. Creo que esto es mas un problema de crisis de edad, no se porque papa este empecinado en dirigir ese restaurante, debio de haberlo vendido --dijo molesto. Regreso su vista a la ventana. Cinco meses atras le llego una notificacion a su padre, informandole que un tio abuelo habido muerto, Hector jamas lo conocio y al parecer su padre tampoco. Por lo que Hector sabia, su abuelo habia estado peleado con su hermano durante anos, por esa razon nunca convivieron, su abuelo habia muerto dos anos atras, y su hermano acaba de morir hace pocos meses, el hombre nunca tuvo hijos y no tenia otros parientes, asi que el padre de Hector habia sido el heredero del hombre, en su testamento le habia dejado una casa en este pueblo, un restaurante pequeno y algo de dinero en el banco. A consideracion de Hector su padre debio de haber vendido todo y guardar las ganancias hasta que encontrara algo productivo en que invertir, pero no, su padre habia venido a Forks a encargarse del funeral de su tio y poco despues llamo a casa para anunciarles que tenian que mudarse a Forks --Tu sabes que tu padre desde tiempo atras queria cambiar de empleo, es muy estresante vivir en la ciudad --En Seattle hay futuro, aqui no--. Senalo con desden las casas que dejaban a su paso--. Si queria dejar su trabajo y comenzar un negocio, lo hubiera hecho en Seattle --su madre nego con la cabeza con algo de frustracion. --No tienes idea de cuanto dinero se necesita para emprender un negocio en la ciudad, el dinero de la venta de la casa ni siquiera hubiera sido suficiente para comprar un buen local --Entonces por lo menos me hubieran dejado con Ivan, yo jamas me adaptare aqui --Tu hermano acaba de casarse, se merece tener el espacio y el tiempo para hacer que su matrimonio funcione, lidiar con un joven de diecinueve anos no es su obligacion... --Hector apreto los labios con furia, y se coloco los audifonos y subio el volumen a la musica, no queria escuchar el resto del discurso, siempre que tenian esta conversacion sobre la decision de su padre de venir aqui, siempre terminaban en el mismo punto al final. Y no queria escuchar de nuevo a su madre decir que era culpa de el mudarse a Forks con ellos por no haber aspirado para entrar en la universidad. Sus padres pensaban que era una estupidez tomarse un ano sabatico [5] para poder averiguar en realidad que era lo que deseaba hacer con su vida. La generacion de sus padres pensaba que para ser exitosos en la vida se necesita ir a la universidad, trabajar como locos toda la vida, casarse, tener hijos, comprarse una casa, un auto, tener un perro y a los sesenta y cinco jubilarse con una buena pension. Sus padres seguian viviendo en el siglo pasado.

  • Solamente Tu Secretaria, Emma K Johnson de Emma K. Johnson

    https://gigalibros.com/solamente-tu-secretaria-emma-k-johnson.html

    En su amor esta el exquisito equilibrio entre los negocios y el placer.

  • Casi compatibles de Anna Garcia

    https://gigalibros.com/casi-compatibles.html

    Elliott y Rachel no son compatibles porque tienen un pasado muy diferente.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque viven en barrios totalmente distintos.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque tienen trabajos muy dispares.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque sus amigos no tienen nada en comun.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque sus hobbies no tienen nada que ver.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque tienen diferentes prioridades en la vida.
    Elliott y Rachel si son compatibles porque los entrometidos de sus amigos asi lo deciden y porque, a veces, un 49% de compatibilidad es suficiente para darse cuenta de lo perfectos que son el uno para el otro.
    Son. Casi compatibles.

  • El retrato de Alicia de Clarisa Ozores

    https://gigalibros.com/el-retrato-de-alicia.html

    Alicia es una bailarina que acaba de ingresar en un importante teatro. Aunque resulta algo fria, el conocimiento de su propia belleza y el uso de la misma le granjea varios admiradores, entre los que destacan su intima amiga Sandra y el hijo de uno de los socios del teatro, Victor. Estos tres personajes, junto a la gerente del teatro -la senora Stohr-, seran los principales elementos de la obra, que se ira desarrollando a medida que ellos reconozcan sus propios sentimientos y avancen en sus vidas.
    Ambientada en un lugar sin nombre y una epoca desconocida, Alicia es una obra que pretende conocer y acercarse al ser humano desde el punto de vista mas intimista posible.

  • Empezar de nuevo de Soledad Simond

    https://gigalibros.com/empezar-de-nuevo.html

    Soledad Simond cuenta como supero un divorcio que la dejo lastimada y en un mar de luto: “Tarde tiempo en entender que ese inevitable quiebre, que me partia al medio, era una bendicion. Pero en ese momento lo vivia mas bien como una maldicion. No habia manera de que en esta cabeza completamente lineal y logica entrara el misterio de la evolucion”.

  • Mi Jefe. Un atrevido romance de oficina de Mia Ford

    https://gigalibros.com/mi-jefe-un-atrevido-romance-de-oficina.html

    ?Ya es de dia? Es lunes por la manana y mi estomago retumba como un despertador, pero lo peor de todo es que todavia estoy en la oficina. Trabajare para Inversiones Stern durante el verano, pero la compania deberia llamarse Inversiones Slave Driver, porque el director ejecutivo es un adicto al trabajo. Conseguire mi titulacion, ya que he trabajado como una bestia y sere una secretaria competente. Por desgracia, eso tiene un precio. Vivo en una caja de zapatos, la unica que puedo pagar en la ciudad porque todo es muy caro. En mi casa, en Kansas, tengo todo lo que necesito… desde mi novio, Leo, hasta mi familia. Aqui, solo poseo este trabajo, cuatro paredes y nada mas. Supongo que estar ocupada hace que mi mente este enfocada en mi objetivo. Llevo aqui quince dias, en los que he trabajado doce horas diarias y cuento con los fines de semana para recuperarme. Suena el telefono y siento calambres en el estomago. Prefiero comer antes que contestar, aunque sera una cena y almuerzo al mismo tiempo. Los restaurantes chinos de la zona tienen precios estupendos y, con mi ajustado presupuesto, me veo obligada a aprovechar los descuentos. !Maldita sea! Leo esta llamando de nuevo. --Hola, nene. --Sonrio, pensando en sus ojos azules y su pelo rubio. Decir que estoy loca por el es quedarse corta. Llevamos saliendo desde el instituto y se que no esta muy contento con mi decision de venir aqui. --?Donde estas? --Estoy en la oficina. --Suspiro, otra vez, pensando en las cuatro paredes y el lugar que llamare hogar durante las proximas seis semanas--. Te llamare cuando llegue a mi cuarto. Desde que lo alquile, supe que no se parecia en nada a la fotografia. Fui una ingenua al pensar que seria igual que las imagenes que habia en internet. Al parecer, el dueno tomo una foto de la habitacion y olvido actualizarla con la que he alquilado. Segun Heather, se trata de una estafa que llevan a cabo la mayoria de los propietarios que trabajan en Finanzas. Ademas, ella dijo que tendria suerte si conseguia algo al mismo precio, asi que deberia aguantar. Es facil decir eso, cuando extrano mi casa como una loca. --Solo te he llamado para decirte algo. Me levanto y me dirijo a la oficina de mi jefe; debe haber dejado la luz encendida porque estoy segura de que se ha ido a casa. --?Que quieres decirme? --Me levanto para escucharlo, aunque tengo una pista, creo que se trata de lo mismo que ha estado amenazando con hacer desde que me fui de casa. --Se acabo. --No. --Empiezo a llorar cuando pienso en mi novio del instituto. Me prometi a mi misma que nos casariamos, por eso intento conservar mi virginidad para el, para poder darsela en nuestra noche de bodas. Dijo que lo entendia, cuando estabamos en el instituto, pero desde que le comente que queria ser secretaria, no ha sido tan comprensivo. Todos mis familiares trabajan en la granja, y los suyos tambien. Ninguno comprende que quiera ser feliz, haciendo algo mas que tener cuatro hijos y ser la esposa de un granjero, como todas las mujeres de nuestras familias. --Quieres cosas grandes. Ir a la universidad. Obtener un titulo. Sacudo la cabeza cuando empiezo a entrar en panico. --No, solo quiero que seamos felices. --Quieres decir que quieres ser feliz. Mira, Dede Wells sigue invitandome a salir y ella es el tipo de chica adecuada para mi. La zorra que intento acostarse contigo en el baile de graduacion y vive en una caravana. ?Esa Dede Wells? <>, grito, mentalmente. --?Isobel, estas ahi? --Si, y quiero mostrarte algo. Ve al chat en vivo. --No tiene sentido… --Por favor, por favor, Leo. Cuelga antes de que tenga la oportunidad de explicarle que hago esto por mi. No quiero ser solo la esposa de un granjero; quiero mas que eso. ?Por que le resulta tan dificil entenderlo? Apuesto a que sus amigos, Neil y Paul, se estan riendo de el. Diciendole cosas como que probablemente lo estoy enganando con algun chico de la ciudad. Activo la camara con manos temblorosas y miro alrededor, para asegurarme de que no me ve nadie. Es tarde y todos se han marchado de la oficina, solo estoy yo. Podria volver a mi escritorio, pero creo que es mejor hacer esto desde la oficina de Christian. Si hay alguien por aqui, no vera lo que voy a hacer. --Leo, por favor no me dejes por Dede. --Tienes que saber que esto tambien me duele a mi. --Sacudo la cabeza, desesperada por encontrar una forma de que se quede conmigo. De repente, agrega--: !Desnudate! --?Que? --Si quieres que me quede contigo, demuestrame lo que me pierdo si me voy con Dede. --Me quedo perpleja, mientras insiste--: Has dicho que no hay nadie en la oficina. Asi que, desnudate. --Quieres ver lo que te falta y a lo que renuncias si te vas con Dede. --Mas que una pregunta es una afirmacion. No dice una palabra, solo asiente con la cabeza y empieza a lamerse los labios con anticipacion. No se que diablos hacer, pero parece que esta funcionando. Improviso y empiezo a desabrocharme la falda y no estoy de cara a el. Me quedo solo con la lenceria y sonrio. --?Te gusta lo que ves? El grune: --Quitatela. No se lo que quiere decir, ?mi sujetador o mis bragas? Le guino un ojo. --Espera un poco, muchachote. Cierro los ojos cuando pienso en perderlo por Dede. Ella tiene tetas grandes, no se parecen a las mias. Leo siempre dice que le encantan mis tetas, ni muy grandes ni muy pequenas, lo suficiente para jugar con ellas. Desabrocho mi sosten mientras pienso en el como mi hombre, el de nadie mas, mucho menos de Dede. Mi telefono vibra en el escritorio, pero lo ignoro. Sostengo el sujetador en la mano. --Tocate. Quiero correrme. Mueve la camara hacia abajo, para ensenarme que ha puesto las manos entre sus pantalones. Nunca he hecho esto delante de el, y no quiero decepcionarlo. Nuestra relacion depende de ello. Giro la silla de cuero detras de mi y me siento. Luego muevo el dispositivo para que el pueda ver lo que hago. Mis bragas siguen puestas. Son las de encaje que me compro cuando fuimos al baile de graduacion y penso que seria nuestra noche. Entonces, tampoco estaba preparada. Suspiro cuando pienso en las veces que lo he decepcionado y no puedo hacerlo ahora. No, no lo hare. Asi que me bajo las bragas y abro bien las piernas. --Si, nena, te lo voy a dar ahora mismo --gimio al otro lado. Pienso en nosotros en la habitacion, haciendo el amor. Un par de veces estuvimos a punto de llegar al final y trato de imaginarlo, mientras deslizo un dedo por mi rendija sin dudarlo, al tiempo que cierro los ojos. Puedo oir a Leo meciendose al otro lado y me concentro en lo que hago. --Mirame, nena, hazlo mas despacio. Me estas llevando al limite. Mirame. --Su deseo es una orden para mi--. Imagina que son mis manos las que te tocan. Quiero darte placer... --Pienso en sus ojos azules como el mar y comienzo a disfrutar de la intimidad que compartimos--. Despacio... Tengo una pierna sobre la mesa. Dejo una mano en mi sexo y con la otra acaricio mis pezones. A Leo le gusta tocar mis pechos y lo hago como si fuera el. Me froto en circulos suaves y veo la pasion reflejada en sus ojos. Cuando comienza a acelerarse, jadeo y siento que soy yo la que controla su placer. Enseguida, sin tocarlo, solo con el pensamiento de lo que estamos compartiendo, hago que se corra. Solo de pensarlo empiezo a sentirme al limite. Echo la cabeza hacia atras y siento que viene un orgasmo. --Estas tan jodidamente caliente ahora mismo. Te estoy jodiendo en linea. ?Es esto lo que me he estado perdiendo? Leo se agita muy rapido y yo froto mi clitoris con tanta necesidad que no puedo evitar correrme. Quiero aguantar, pero no puedo y grito: --Si, Leo. !Si! Es como si nuestras pasiones se alimentaran al mismo tiempo, porque no pasa mucho tiempo antes de que lo vea masturbarse fuera de control. Mientras mi cuerpo tiembla, en un minuto siento frio y al siguiente calor. Estoy teniendo la madre de todos los orgasmos. La idea de que lo hagamos de verdad no parece tan mala. ?Que diferencia hay si lo hacemos ahora o en un par de anos? Ninguna. Me estoy corriendo mientras grita que quiere repetir. Despues se rie y pienso que lo deseo dentro de mi. --Mierda, Isobel. No sabia que escondias tanta pasion. No puedo hablar porque todavia estoy tratando de recuperar el aliento. Es como si me hubiera quitado todo y tambien me echo a reir. --Te deseo tanto. Al oirme, se detiene de forma brusca. --Tengo que irme. Hay alguien en la puerta. Estoy a punto de decir que no he oido nada, pero entonces corta la conexion. Estoy sentada en la silla de mi jefe y no tengo claro que hacer. Corro a su bano, me lavo las manos y luego me limpio entre las piernas. Al mismo tiempo, pienso que Leo ya no me dejara. Me siento tan orgullosa. Tal vez, ha sido la idea de tocarme delante de el, o en la oficina de Christian Stern, lo que me hace sentir asi. De cualquier manera, se que seguiremos juntos y nada va a cambiar eso. Recuerdo que el guardia de seguridad suele caminar por la oficina a esta hora y siento la necesidad de salir corriendo con urgencia. Agarro mi telefono. Ya no tengo ganas de comer y los calambres de estomago son cosa del pasado. La curiosidad se apodera de mi. Estoy vistiendome y me pregunto quien me ha llamado antes. Miro los mensajes y todos son de mi mejor amiga, Agnes. Tambien me ha enviado una foto. Miro la fecha y la foto y me quedo paralizada, con las bragas en la mano. Despues, dejo caer el telefono al suelo. No puedo creer lo que acaba de enviarme. No puedo creer que haya estado ciega todo este tiempo.

  • Situaciones de la vida de Sara Witch

    https://gigalibros.com/situaciones-de-la-vida.html

    Esperando el autobus o sentada en el metro observo a la gente que comparte el mismo espacio que yo, imaginando como seran sus vidas, con quienes las compartiran y, entonces, las neuronas comienzan a vibrar. Un rostro, una frase, una noticia de actualidad son suficientes para activar mi imaginacion. Asi surgio Situaciones de la vida. Historias cortas, momentos puntuales en la vida de los personajes que os acercaran a posibles desenlaces que, quizas, podrian ser reales.

  • Tipos singulares de Tom Hanks

    https://gigalibros.com/tipos-singulares.html

  • Encuentrame en Moonlight de Jenn Bennett

    https://gigalibros.com/encuentrame-en-moonlight.html

    Birdie Lindberg, aficionada a los libros de misterio, tiene una imaginacion desbordante.
    Sus abuelos la criaron en soledad y la educaron en su casa, por lo que ha cultivado una inusual vida de fantasia en la que ella adopta el papel de una detective heroica y cada extrano se convierte en un sospechoso.
    Pero su mundo solitario se expande cuando consigue un trabajo de verano, en el turno de noche de un historico hotel de Seattle.

  • Elly. parajes sangrientos de Javier Enrique Quintana

    https://gigalibros.com/elly-parajes-sangrientos.html

    Los copos de nieve caian lentamente sobre el tejado de chapa que tenia la casa de la familia Rosiak, ubicada en las inmediaciones del paraje Camion Cue de 25 de Mayo. Ellos se dedicaban a la plantacion de tabaco para luego acopiarlo y venderlo. El crudo frio habia golpeado con fuerza hasta el momento y se veia reflejado en los terrenos que tenia la familia dentro de su propiedad, la nieve cubria en su totalidad todo el campo donde Emilio realizaba las plantaciones. Parte de su casa estaba construida con madera y en el interior tenian una cocina a lena que le servia para calentarse del intenso viento gelido que entraba por las rendijas de las puertas. Al lado de la cocina se encontraba su hijo Adrian acostado en su cama, cerca del fuego para que le brindase calor. Su madre, Deborah, estaba a su lado llorando mientras el empezaba a tener convulsiones, moviendo su cuerpo de un lado a otro tratando de agarrarse al colchon para evitar estos sobresaltos. Emilio entro sacandose las botas llenas de barro y nieve, mirando otra vez aquella situacion que padecia su hijo. Adrian volvio a moverse, pero esta vez lo hizo levantando su cuerpo de arriba abajo y golpeando con fuerza su cabeza contra la almohada. Deborah trato de tocarle la frente para ver si su fiebre disminuia, pero el la sostuvo con fuerza, agarrando su muneca. --No me toques --grito Adrian con una voz tan grave y gutural que hizo retroceder a su madre. Ella logro zafarse y miro a su marido. Emilio hizo lo mismo, diciendo para sus adentros <>, y rapidamente fue en busca de una estaca de madera y un martillo. Deborah, llorando, salio del lugar y se encerro en su cuarto. Emilio se acerco a su hijo sin mostrar las herramientas que llevaba y fugazmente coloco la pieza de madera sobre el pecho de Adrian y de un martillazo seco se la incrusto para sacar la dolencia que padecia su hijo. Adrian, luego del hecho, miro a su padre y le dijo: --Gracias Tata, no te angusties que termino todo. --Luego exhalo profundamente, cerrando sus ojos para siempre. Su padre se sento junto a el llorando y llamo a su esposa para que hiciera lo mismo, ella lo abrazo y juntos dejaron correr todo ese dolor y padecimiento que habian tenido durante meses. --Esa maldita ciudad --mascullo Emilio. --Si no se hubiese ido a esa perversa y maldita ciudad --termino diciendo y se abrazaron aun mas. Seras parte de mi cena Dentro del local la musica hacia doler los timpanos a cualquiera que no estuviera acostumbrado a la vida nocturna de Posadas. La gente estaba agolpada por todos los lugares que tenia Dosier a esas alturas de la noche, sencillamente no se podia transitar por los pasillos que tenia el sitio sin ser pisoteado o recibir un codazo en pleno rostro. La pista de baile ubicada a escasos metros de la entrada principal tambien desbordaba de personas que danzaban al compas de la musica I like the way you move del grupo Body Rockers que hacian explotar los parlantes incrustados en las paredes. La gente bailaba de diferentes formas, pero en ese mismo lugar habia una mujer exorbitante, con un cuerpo tan armonioso y perfecto que los hombres no paraban de mirarla. Ella se movia de una manera diferente, como si estuviera danzando una musica egipcia. Tenia el pelo rubio, era de mediana estatura y vestia un conjunto entero de color rojo transparente, haciendo traslucir su corpino y su tanga de tal manera que George queria abrazarla por completo y ella lo frenaba colocando sus manos en los antebrazos de el y diciendole <>. Se habian conocido esa misma noche y ella habia tomado la iniciativa, produciendo en el un impacto profundo, puesto que George no era muy apuesto y este accionar lo habia tomado por sorpresa. Al llegar casi las seis de la manana, una voz en el parlante anuncio que la fiesta ya habia terminado y los concurrentes comenzaron a salir despacio por las puertas de Dosier; entre ellos, los dos enamorados que bajaban por calle La Rioja e iban directamente a la casa de ella. Iban abrazados, caminando despacio, el un poco borracho por la cantidad de Rutini que habia ingerido; ella sobria, como si el alcohol no produjera efectos en su organismo. Ya habian caminado varias cuadras cuando un viento suave muy apacible llego a los oidos de ella levantandole un poco el pelo lacio y rubio que tenia. Se dio vuelta por completo, empujando a George a un lado de la vereda y empezo a escrutar con sus ojos todos los lugares de la zona. No encontro nada. --?Como puede ser? --pregunto en voz alta la rubia y continuo mirando para todos los rincones, los techos y las partes altas que tenian los edificios del barrio. --?Como pude ser que, carinnnnooo? --respondio George, queriendo abrazarla de nuevo. Ella extendio su brazo derecho y empujo al hombre, quien volo a unos treinta metros, cayendo boca arriba sobre la vereda. Al cabo de unos minutos empezo a calmarse, sus brazos volvieron a pegarse contra su cuerpo y miro al hombre que estaba tirado sobre un charco de sangre, corrio hasta el y lo levanto como si fuera un muneco, lo sujeto de su cintura y empezaron a caminar lentamente, llevandolo a cuestas. Cuando estaban a escasos metros de su casa, el silencio se interrumpio cuando la voz de un muchacho exclamo: --!Mira, es la rubia que estaba en el boliche! --Si, es ella, la de la tanga --menciono el amigo y juntos empezaron a correr hacia ellos. Ella comenzo a arrastrar a George mas rapido, hizo mover los pies como si estuviera casi volando y con la otra mano bajo su mini, que le estaba subiendo hasta las caderas. Los otros empezaron a seguirla, corriendo velozmente, pero no lograban acercarse. Siempre les llevaba mucha distancia, como si fuese empujada por un motor a reaccion. Finalmente llego a su casa, ubicada en calle La Rioja y 3 de Febrero, era una vivienda desvencijada, corroida por el tiempo. Tenia un porton de hierro herrumbrado y el inmueble tenia el formato de las viviendas hechas antiguamente. La entrada principal tenia la forma de una U, pero al reves, y toda su puerta era de madera solida. Rapidamente la abrio y entraron, encendio la luz y arrojo a George en uno de sus sillones e inmediatamente se pego a la puerta. Los dos jovenes llegaron a la casa, abrieron el porton y, sin saberlo, ella los estaba esperando con la puerta abierta. Uno de ellos no dudo en ingresar, pero el otro desconfiando le dijo en voz alta: --Ven Ruben, vamonos porque esta situacion me parece muy extrana. --No tengas miedo, ahora seras parte de mi cena --respondio la rubia, quien tomandolo del brazo lo arrojo a la oscuridad, similar a la boca de un lobo.

  • Historia minima de la Guerra Civil espanola de Enrique Moradiellos

    https://gigalibros.com/historia-minima-de-la-guerra-civil-espanola.html

    ?Por que la Segunda Republica llego en 1931 con esperanza y naufrago en 1936 con violencia?
    ?Fue inevitable la Guerra Civil espanola?
    ?Como se convirtio un golpe militar en un conflicto armado?
    ?Cuando y como llego el general Franco a la condicion de Caudillo?
    ?Que papel desempeno la iglesia catolica?
    ?Fue la Guerra Civil una contienda internacional en suelo espanol?
    ?Como reaccionaron las potencias europeas a las peticiones de ayuda exterior de republicanos y franquistas?
    ?Murieron mas espanoles en las batallas o en las acciones de retaguardia?
    ?Cual es, ochenta anos despues, el legado de esta guerra?

  • Desterrados de Alfredo Molano

    https://gigalibros.com/desterrados.html

    < solo sean memoria, todo aquel que quiera conocer lo que sucedio
    en Colombia desde mediados del siglo XX al presente tendra que
    leer al sociologo, periodista y escritor Alfredo Molano Bravo>>.
    Jorge Cardona Alzate

  • El guerrero a la sombra del cerezo, David B. Gil de David B. Gil

    https://gigalibros.com/el-guerrero-a-la-sombra-del-cerezo-david-b-gil.html

    Una historia de venganza y redencion en el Japon de los senores samurais. El guerrero a la sombra del cerezo fue finalista al Premio Fernando Lara del Grupo Planeta y ganadora del Premio Hislibris de Novela Historica. Japon, finales del siglo XVI. El pais deja atras la Era de los Estados en Guerra y se adentra en un titubeante periodo de paz. Entre las victimas del largo conflicto se halla Seizo Ikeda, unico superviviente del clan regente de la provincia de Izumo, huerfano a los nueve anos tras el exterminio de su casa. Hostigado por los asesinos de su familia y condenado al destierro y al olvido, inicia un largo peregrinaje al amparo de Kenzaburo Arima, ultimo samurai con vida del ejercito de su padre, convertido ahora en su mentor. En el otro extremo del pais, Ekei Inafune, un medico repudiado por aplicar las artes aprendidas entre los barbaros llegados de Occidente, se ve implicado en una conjura urdida a la sombra de los clanes mas poderosos del pais.

  • El libro de Joe Byers de Christian Martins

    https://gigalibros.com/el-libro-de-joe-byers.html

    EL LIBRO DE JOE BYERS
    La vida de Alison Grove no es precisamente tal y como ella imaginaba que iba a ser, pero todo da un giro cuando el chico mas guapo y popular de Alnmouth se fija en ella. Colin no solamente es rico y atractivo, sino que ademas parece tener todo lo necesario para hacer feliz a Ali.
    Todo parece comenzar a tener sentido hasta que un misterioso libro llega a las manos de Alison. Un libro que narra la vida de Joe Byers. ?Sera ficcion todo lo que esta leyendo? ?Por que no puede sacarse ese maldito libro de la cabeza?
    Atrapante, intrigante y muy romantica.
    Te enamoraras.

  • Prisionera del vikingo de Esmeralda Lynn

    https://gigalibros.com/prisionera-del-vikingo.html

    Sigrid Thorne debe casarse con un hombre que no ama; el desagradable Lord Robert Clemens. Pero para su desgracia (o fortuna) su boda es interrumpida por un ataque vikingos.
    Los salvajes del norte, liderados por Leif el Aplastacraneos, secuestran a Sigrid para pedir una recompensa. Cautiva en el barco de Leif, Sigrid tiene la seguridad de que nadie la forzara, pues necesitan que ella regrese intacta a su marido para poder cobrar el oro de la recompensa.
    Sin embargo, cuando la atraccion por el indomito e irreverente Leif se torne insoportable ?Que valdra mas para ellos? ?El oro o la pasion? ?Acaso es posible para Sigrid abandonar la vida civilizada y tener aventuras por el mar? Y ese hombre de barba roja como el fuego y con la espalda llena de cicatrices, ?podra darle el amor que ella no encontro en tierra firme?

  • Solo una chica buena de Fabiola Arellano

    https://gigalibros.com/solo-una-chica-buena.html

    Maricela se preparo para enfrentar el que, creia, seria el dia mas importante de su vida. Los anos de lucha en contra del machismo y acoso por fin se verian recompensados. El tan ansiado ascenso al puesto de direccion comercial en SAACSA era practicamente un hecho. Se ducho con calma, disfrutando en todo momento de la refrescante sensacion del agua al resbalar por su piel como si se tratase de la suave caricia de un amante. Salio del cuarto de bano sintiendose renovada. <>, prometio a su doble opuesto mirandose al espejo con aprobacion. Su rostro ovalado de finas facciones estaba adornado con unos ojos color caramelo de largas pestanas y mirada penetrante. Labios suaves y llenos de un apetecible tono rosado. No solia llevar mucho maquillaje, apenas si usaba algo de rimel, un gloss brillante en los labios y listo. Acostumbraba llevar su larga cabellara castana en un rigido mono. <>. No cabia de jubilo, habia llegado el momento de mostrar a todos esos machistas, en especial a su padre, la autentica valia de una mujer decidida. Ella seria la primera persona del sexo femenino en ocupar un puesto directivo en esa empresa, mismo que durante generaciones habia sido destinado en exclusiva para los varones. El movil sono indicandole que tenia un mensaje: Hoy Cinthya: Hola, senora manda mas, solo quiero desearte suerte en el gran dia de tu coronacion. [?] 07:15 a.m. Maricela: Adoro tu sarcasmo, me levanta el animo, pues estoy muy nerviosa. X3. 07:16 a.m. Cinthya: Eso es normal, este paso es decisivo para tu carrera. Relajate, bonita, y disfruta de lo que con tanto esfuerzo te has ganado. 07:17 a.m. Maricela: No puedo estar tranquila, el imbecil de Luis Alfredo tiene dias de lo mas amable conmigo, y eso no me da buena espina. Se que algo grande se trae entre manos. 07:18 a.m. Cinthya: Amiga, tu siempre tan imaginativa. Deja esa costumbre de crearte telenovelas en la cabeza. Lo mas probable es que don Acosador este feliz por el puesto que le ofrecieron en el extranjero y no pueda ocultar su regocijo. 07:19 a.m. Maricela: Tal vez tengas razon, quiza estoy siendo un poco paranoica, pero esa actitud en el no es normal. Tengo la certeza de que no se ira sin dejarme un recuerdito. Los tipos como el jamas olvidan ni perdonan un rechazo. 07:21 a.m. Cinthya: Hiciste bien en ponerlo en su lugar. Lo que no estoy de acuerdo contigo es que no lo denunciaras. Las ratas como esa tienen que estar en donde pertenecen: las cloacas. 07:23 a.m. Maricela: Se que mis motivos pueden parecerte absurdos, pero creeme cuando te digo que el tipo tiene demasiada influencia sobre los viejos accionistas, para ellos es San Luis Alfredo, su palabra es incuestionable y no hay quien lo baje del pedestal en el cual lo han colocado. Yo siempre he llevado las de perder, pues, para mi desgracia, no tengo modo de probar mis acusaciones. Por fortuna ya se va y me librare del el. 07:25 a.m. Cinthya: ?Lo ves? No hay de que preocuparse, don Acosador ya es cosa del pasado y no volvera a molestarte. Pobres de las chicas en la filial a la que ira, seran ellas las que tengan que soportar sus constantes acosos. 07:27 a.m. Maricela: No se, tengo el extrano presentimiento de que esta guerra entre nosotros no ha terminado. 07:28 a. m. Cinthya: Tranquila, bonita, como ya te dije: relax... Nos vemos el viernes, recuerda que tenemos que celebrar a lo grande tu acenso; con bombos y platillos. 07:29 a.m. Maricela: De acuerdo. Ya me urge que llegues, te extrano. Me encantaria ir a recibirte al aeropuerto, pero como comprenderas me es imposible. 07:31 a.m. Cinthya: Lo se, no te preocupes, Dante estara esperandome, supongo que con todo y comitiva de bienvenida. Ya nos pondremos al dia cuando nos veamos. Arrasa con toda esa sarta de machos arcaicos, ?de acuerdo? Besos. 07:33 a.m. Maricela: Ok. Deseame suerte, amiga. 07:35 a.m. Cinthya: !Suerte, bonita!!! :* 07:36 a.m. Durante un momento, estuvo tentada a preguntar, una vez mas, sobre el asunto de la inminente boda de Alex, pero la actitud de Cinthya era de lo mas normal y relajada, mostrandole que estaba bien y que sus palabras en la anterior conversacion, cuando creyo haber metido la pata al decirle sin mas la buena nueva, eran verdad; la obsesion de su amiga por Alex era cosa del pasado. Esto la hizo reflexionar; quiza debia cortar cuerda a su desbocada imaginacion y centrarse mas en sus problemas reales. Emocionada, miro el traje sastre que descansaba sobre su cama. Lo habia comprado especialmente para la ocasion. El color azul metal era unico y el estilo elegante y discreto le concedia la imagen que deseaba dar a los accionistas de la empresa: una mujer exitosa, en la cuspide de su carrera. Y lo mejor de todo, que no necesitaba valerse de sus atributos fisicos para conseguirlo. La falda de tubo llegaba debajo de la rodilla, el saco no delataba el cuerpo que se escondia debajo y la sobria camisa blanca con rayas azul claro era el toque perfecto entre seriedad y buen gusto. El trayecto a su trabajo le precio inusualmente lento, se dijo que quiza era debido a la ansiedad que sentia. Se quedo unos minutos mirando la fachada acristalada del edificio central, tomo una gran bocanada de aire y entro decidida a enfrentarse a los buitres. --!Buenos dias, Claudia! ?Alguna novedad? --pregunto tratando de ocultar su nerviosismo bajo la mascara de profesionalismo con la cual a diario se revestia al cruzar la puerta de su oficina. --No, Mary. Todo esta en orden. ?Preparada para tu gran dia? --la cuestiono su secretaria con una sonrisa complice. --Por supuesto. --?Crees que tengamos algun problema con la nueva jefa si abrimos esto al terminar la junta de accionistas? --pregunto, con una sonrisa picara, Dafne, otra de las chicas de su equipo de trabajo, mientras les mostraba una botella de champana. --No lo se, quiza esa tipa resulte ser peor de quisquillosa que Luis Alfredo. Menos chisme y mas accion. --Maricela dio un par de palmadas--. !A trabajar, flojas, que no se les paga por venir a cotillear! --bromeo e hizo una mueca imitando al susodicho. Las chicas rieron ante tan magistral interpretacion. --Es un alivio que se vaya, es de lo mas incomodo trabajar con el. Por muy recatada que sea tu ropa, parece que tuviera un escaner, te desnuda con la mirada y siempre esta toqueteandote accidentalmente --expreso Claudia con verdadero desagrado. --!Accidente nada!, eso que se lo crea su abuela --alego Dafne con una mueca de asco--. A mi me insinuo que si yo queria, me ponia apartamento y coche a cambio de mantenerlo calientito todas las noches. Por fortuna, en cuanto me case con Emilio, dejo de molestarme. --Yo lo siento por Mary, le ha tocado recibir la peor parte, el tipo parece obsesionado con ella. <>, penso Maricela con amargura al recordar el dia que, por poco, ese canalla consigue mancillarla. Gracias a Julian, del apartamento de finanzas, que llego a tiempo para interrumpirlo, es que pudo salvarse. Desde entonces procuro nunca mas quedarse a solas con su jefe. No les conto a las chicas hasta que grado habia llegado el asunto, pero si les pidio que cada vez que Luis Alfredo la mandase llamar y cerrara la puerta de su oficina, se inventaran cualquier pretexto para rescatarla lo mas pronto posible, y gracias a eso, el no habia podido atacarla de nuevo. --No saben como les agradezco que siempre estuvieran al pendiente de mi. --Les sonrio con afecto--. Creo que mas que festejar mi ascenso, tenemos que celebrar que esa vibora no volvera a molestarnos. --Mary tiene razon, por fin nos libraremos de esa alimana. Pobres de las chicas de la filial a la que va, ahora les tocara a ellas lidiar con el --reitero Dafne. --Es curioso, eso mismo me dijo Cinthya esta manana. --Por cierto, ?como esta? Con eso de que es toda una celebridad y acaba de ganar otro premio... --Quiso saber Claudia, pues ella, al ser la secretaria, recibia las llamadas entrantes del apartamento y la fotografa le habia simpatizado de inmediato desde la primera vez que llamo. --Bien, llegara el viernes para asistir a la boda de su hermano. --Oh, si, lo habia olvidado, y eso que fui yo quien recibio a los tortolitos cuando vinieron a traerte la invitacion. !Que memoria la mia! --Perdon que interrumpa su hora del chisme, chicas, pero esta por comenzar la junta y Mary tiene que entrar --les comunico Dafne. Mientras avanzaban por el pasillo, continuo--: No quiero dejar pasar la oportunidad de agradecerte el que me recomendaras con los accionistas para ocupar el puesto de asistente que tu dejaras vacante. Claudia, Ariana, Dafne y Maricela se habian acoplado de maravilla, se apoyaban unas a las otras; <>. Ese era su lema. Como siempre que una pieza es movida, habia que llenar el hueco. Cuando a Luis Alfredo se le ofrecio el puesto de director comercial de la nueva division Estados Unidos, los accionistas habian llamado a Maricela y le dijeron que el candidato mas viable para ocupar el puesto vacante era ella. Entre otras cosas, le preguntaron que, en caso de darse el ascenso, a quien recomendaria para ocupar la plaza de su asistente y le dieron un par de dias para pensarlo. Maricela no necesito tanto, convoco a junta de chicas en el bano de damas y, por unanimidad, decidieron que fuera Dafne la afortunada, ya que su esposo se habia quedado sin trabajo y lo estaban pasando mal para completar las facturas de cada mes. --No tienes nada que agradecer, sera un placer tenerte como asistente. Se que lo haras bien. --Se abrazaron emocionadas, y Mary siguio su camino.

  • Viaje al pasado de Megan Hart

    https://gigalibros.com/viaje-al-pasado.html

    Viaje al pasado

  • Cupido por una vez de Yami Krismiya

    https://gigalibros.com/cupido-por-una-vez.html

    Cuando Elizabeth descubre que el hombre del cual estaba profundamente enamorada sera su futuro cunado, se aferra a su mejor amigo: el alcohol.En una noche de desenfreno, en la que se pasa de mas con las copas, ofende a voz en grito al dios griego del amor. Cuando este desciende de sus dominios para atender al llamado, pidiendo explicaciones por la ofensa, no puede evitar iniciar un peligroso juego.Elizabeth debera unir a tres parejas de un solo flechazo. Todas deberan ser perfectas, amor verdadero. Asi, y solo asi, podra olvidar los sentimientos que alberga por el novio de su hermana, Jane.

  • Jardines de la Luna de Lidia Craveiro

    https://gigalibros.com/jardines-de-la-luna.html

    "Fines del siglo XVIII en Portugal, en la llanura alentejana. Isabel Rebelo, la segunda hija de un Senor de Mayorazgo, ingresa al convento por orden paterna para no tener que darle un dote. El derecho sucesorio a la herencia paterna incluye solo al primogenito varon y a Isabel le queda solamente el convento. Cinco anos mas tarde, se niega a hacer los votos definitivos y la madre superiora le indica un lugar de maestra en una casa senorial, sin el consentimiento de su padre. Al llegar al solar se encuentra con un Conde aun joven que desborda una virilidad que la vuelve loca. Isabel comienza un juego de seduccion y erotismo con Su Senoria, capaz de hacer enrubecer a la mas depravada de las meretrices.
    Pero ella tiene secretos que el Conde Manuel Alfonso de Barbosa desconoce y los problemas empiezan cuando el codicioso Senor de Mayorazgo, padre de Isabel, contrata a un gitano para encontrarla y extorsionar al Conde.
    Cuando la pasion y la lujuria dan lugar al amor, sus vidas comienzan a unirse y el Conde tiene que tomar una decision dificil para su vida. ?Parte hacia Brasil con su sobrina para cuidar las haciendas y se arriesga a perder a Isabel para siempre o se queda y asume la pasion que lo consume, enfrentando los miedos que lo persiguen hace anos? "

  • Fuego y Sangre (Cancion de hielo y fuego) de George R. R. Martin

    https://gigalibros.com/fuego-y-sangre-cancion-de-hielo-y-fuego.html

    El nuevo libro de George R. R. Martin narra la fascinante historia de los Targaryen, la dinastia que reino en Poniente trescientos anos antes del inicio de “Cancion de hielo y fuego”, la saga que inspiro la serie de HBO: Juego de tronos.