• libro vengo de urgencias - Fernando Fabiani

    https://gigalibros.com/vengo-de-urgencias.html

    El autor de Vengo sin cita Fernando Fabiani regresa con un nuevo compendio de anecdotas desternillantes vividas durante el servicio de urgencias.

  • Vengo de urgencias (Divulgación) Tapa blanda - Amazon.es

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  • Vengo de urgencias Versión Kindle - Libros - Amazon.es

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  • VENGO DE URGENCIAS | FERNANDO FABIANI - Casa del ...

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  • Vengo de urgencias (Tapa blanda) - El Corte Inglés

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  • Vengo de urgencias | Penguin Libros

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    El autor de Vengo sin cita Fernando Fabiani regresa con un nuevo compendio de anécdotas desternillantes vividas durante el servicio de urgencias.

  • VENGO DE URGENCIAS - LAURA SANTOLAYA DEL BURGO

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  • VENGO DE URGENCIAS. FERNANDO FABIANI - Popular ...

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    VENGO DE URGENCIAS (Libro en papel). de FERNANDO FABIANI / LAURA SANTOLAYA. VENGO DE URGENCIAS.

  • VENGO DE URGENCIAS. FABIANI, FERNANDO - Botica de ...

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    QUINO,: La vejez según el humorista que se ganó la inmortalidad «Cada libro de Quino es lo que más se parece a la felicidad: la quinoterapia.» Gabriel García ...

  • Vengo de urgencias - Fernando Fabiani -5% en libros | FNAC

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    3 may 2018 — Vengo de urgencias, libro o eBook de Fernando Fabiani. Editorial: Aguilar. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Vengo de urgencias - FERNANDO FABIANI - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/FABIANI-Vengo-de-urgencias/61579

    Críticas (2), citas extractos de Vengo de urgencias de FERNANDO FABIANI. Ya había leído otro libro de este médico/autor y disfruté como una loc...

  • El Camino De Gala de Edurne Cadelo

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    Gala acaba de volver a su ciudad, vive con su amiga Zoe, le repele la palabra “amor” y solo quiere volver a ser feliz, sin complicaciones.

  • El baile de las mascaras de Fernando Claudin

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    Ella era una mujer joven y hermosa. No se merecia esa clase de vida. El amor llamaba a su puerta. Ya no podia seguir manteniendo el voto de castidad. No deseaba mantenerlo. Mas bien ansiaba infringirlo. !Ansiaba entregarse a sus brazos, abrasarse en el fuego de la pasion!
    El joven sacerdote que le habia robado el corazon se llamaba Harold. Era tan joven como ella. Y rabiosamente atractivo, con su aire romantico, sus profundos ojos azules, su cabello rubio, ensortijado, rebelde, que se resistia a ser peinado, y con ese arrebatador aire romantico que lo acompanaba alla adonde fuese, hiciera lo que hiciese.

  • El violinista en el balcon de Ana Alvarez

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    ?Desde cuando estar encerrado es un obstaculo para celebrar tu cumpleanos… y encontrar el amor?

  • Supersticion (Mafia 2) de Raquel Attard

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    En Roma habia una vieja supersticion que decia que matar a tu sangre te auguraba una vida de penalidades. Cosomo no era de mi sangre, pero ya lo queria como si lo fuera. Por eso me dolia tanto estar ahi, apuntando con mi pistola a su cabeza. Dice la supersticion que su fantasma te perseguira hasta el fin de tus dias, instalando en tu vida la mala suerte. No era justo. Era el quien nos habia traicionado. Era el quien debia cargar con la pena, no yo. Note que algo frio se apoyaba en mi cabeza. Me gire y vi a Blake apuntandome. --Dejalo --me ordeno. Contuve el aliento, destrozado porque ella atentara contra mi vida y, a la vez, aliviado porque la muerte de mi amigo ya no estuviera en mis manos. Segundo Prologo BLAKE Baje al salon en busca de mis padres, despues de hablar con Zia y Fiorella. Por suerte, o gracias a mi esfuerzo, habia aprobado el ultimo examen y podria hacer el Doctorado el ano que viene. Sin embargo, no sabia lo que me esperaba al final de la escalera. Ojala no hubiera salido de mi habitacion. Ojala no hubiera bajado ese ultimo escalon. Mi vida no habria cambiado para siempre. Mi madre estaba llorando, desconsolada. Mi tio Agostino andaba concentrado, caminando de un lado a otro sin encontrar un rumbo fijo, hasta que levanto la cabeza y sus pasos lo guiaron hacia mi. --Blake, tu padre... su coche. Corri como si me estuvieran persiguiendo y, en cinco segundos, ya estaba en el garaje. Encontre a mi padre subido en su vehiculo, con una mano en el volante, otra en las marchas y el pie en el embrague. Le temblaba todo el cuerpo. --Papa, ?que pasa? --Hay una bomba, Blake. No se como han llegado hasta aqui, pero me han tendido una trampa. Uno de nuestros hombres de seguridad estaba intentando desactivarla, mientras yo habia estado ajena a todo, riendo con mis amigas por unas notas que ya de poco servian. Mi telefono vibro en el bolsillo y, por inercia, lo cogi. Pense que, si alguien llamaba en ese preciso momento, quiza fuera para ayudarnos. Desee que hubiera una intervencion divina, que algo o alguien impidiera lo que estaba a punto de pasar. --Han puesto una bomba en el coche de mi padre --informe a quien me llamaba. Ni siquiera me fije en quien era la persona al otro lado del telefono. Escuche un ?Que? ahogado y me lo aparte de la oreja. Voy para alla. Dijo esa lejana voz. Mis ojos seguian fijos en los de mi padre. Nunca vi tanto miedo en ellos. Ni tanta resignacion. --Blake, tienes que ser fuerte. Cuida de tu madre y tus abuelos. Hija, tu y solo tu --remarco la palabra--, eres mi legado. --?Que dices? --grite con calma--. ?Que estas diciendo? --volvi a repetir sin sentido--. Saldras de esta, papa. Te jubilaras a tu manera, como tu querias. Queria infundirle fuerza, pero ni siquiera podia tocarlo. No podia arriesgarme a que la bomba detonara. --Escuchame bien, porque no se cuanto tiempo tenemos. Esto no lo ha hecho un clan enemigo, esto es obra de alguien que nos conoce. Encuentralo y venga mi muerte, hija. Eso fue lo ultimo que me dijo mi padre antes de que su cuerpo se convirtiera en cenizas. Lo siguiente que recordaba era a Alex gritando que saltara. El fuego. El miedo. La niebla. Las sombras. Alex desapareciendo como lo habia hecho mi padre minutos antes. Su cuerpo calcinado. Una unica lagrima. Y la oscuridad. La vida nunca volveria a ser igual. Capitulo 1. Nueva York BLAKE Desde el rascacielos mas alto de Nueva York contemplaba mi ciudad. Las calles que me habian visto crecer, la vida que habia disfrutado… todo estaba alli, oculto tras edificios gigantes que empequenecian a las personas. Y muchos de ellos eran nuestros. La cadena de hoteles De Lucchi se erigia mas alla de donde alcanzaba la vista y silenciaba la verdadera realidad que emergia del asfalto. Mientras las personas caminaban de un sitio a otro, perdidas en el curso de sus vidas, yo estaba concentrada en la frontera. La que dividia el bien y el mal, el corazon y la razon, la suerte y el destino. Habia heredado el negocio de la peor forma posible y ahora tenia que ser la cabeza de familia, tenia que enfrentarme a mis peores pesadillas y, me habia preparado para ello, me enseno el mejor. Aunque mi padre nunca habia pretendido que mi corazon se convirtiera en piedra. El queria a mi madre como a nadie, era el amor de su vida. Y me queria a mi, a mis tios, a mis primos y a mis abuelos. Por ello me resultaba tan dificil seguir sus pasos, continuar el camino que el habia preparado tan sabiamente para mi. Porque yo nunca seria como el. Tan dura y bondadosa, tan noble y fuerte. Pero lo intentaria. Desde lo mas profundo de mi ser. Lo ultimo que me pidio antes de morir fue que vengara su muerte. El estaba seguro de que aquello debia haberlo orquestado alguien que nos conocia muy bien, puesto que consiguieron acercarse demasiado. Entraron en nuestra propiedad. En nuestro territorio. Hice la firme promesa de descubrir quien habia sido. Se la hice a el y me la hice a mi misma. Y nada ni nadie me impediria cumplir su ultima voluntad. Haria de ella mi mision personal. Pero eso que me habia pedido mi padre, era lo mismo que me ponia en un aprieto, porque debia desconfiar hasta de mi propia sombra. Debia posicionarme por encima de lo que era ahora, ver las cosas en perspectiva, distanciarme del presente. Tenia que descubrir a la mujer que habia en mi, a la estratega, a la mafiosa. Y no seria una tarea sencilla. Mi abuelo siempre decia que a una persona no la hacia grande quien era, sino quien tenia alrededor. Si te rodeas de tu gente, si esa gente te es leal, es porque tu demuestras que merece la pena que te sigan. ?Como romper con aquello que tenia tan arraigado? Ayudaba que la gente solo viera lo que queria ver. Ayudaba poder ocultarse a plena vista. Volvi a casa, esperando encontrar esa parte de mi humanidad que veia perdida. Y parecia que el destino habia jugado sus cartas, porque mi madre me sorprendio con algo que me encogio el corazon. Una nota llego desde Roma. --Carino, ?quien ha escrito esto? --me pregunto mi madre en cuanto llegue. --No se de que me hablas. Cogi el papel que me tendia, esperando encontrar amenazas o algo peor. Un vestigio del futuro que me aguardaba. --Esta nota. Estaba en la puerta. Se la quite de las manos. En ella rezaba Il mio cuore e per voi 1 , con una caligrafia rapida pero preciosa. ?Como era posible que necesitara algo que no conocia? ?como podia doler algo que ni siquiera teniamos? Esa relacion maravillosa que podiamos haber construido, que latia a nuestro alrededor, recordandonos a cada instante que la vida podia ser mas. Arrugue el escrito y me lo guarde en el bolsillo de la chaqueta. Debia apartar a Alex de mi mente, tenia que olvidarle y pensar en lo que estaba por venir. Necesitaba curarme, y eso unicamente lo conseguiria haciendome de hierro. No habia sitio para nadie mas. Y una cosa si tenia clara: nunca volveria a ser la misma. Pero, para mis adentros, sin que nadie me escuchara, me permiti pronunciar por ultima vez: mi corazon tambien es tuyo, Alex. Capitulo 2. Roma ALEX Estaba sentado en la Fontana di Trevi, pero mi mente estaba a muchos kilometros de alli, en Nueva York. Pese a que Roma era mi casa, queria volver, queria verla, pero por el momento iba a ser imposible. Tenia que acabar con los Leoni. Aqui contaba con la ayuda de mi primo y los hombres que antes estaban a mi cargo y ahora estaban al suyo. Romano volaria a Italia manana. Era algo que teniamos que hacer los tres juntos. La venganza seria epica. Lo unico bueno de estar aqui era que me reencontraria con Julia y ella por fin volveria a reunirse con Sebastian y podria acompanarnos en nuestra nueva vida. Por fin podriamos llevarnosla a Nueva York y estar de nuevo juntos toda la familia. Bass y Julia merecian tener una vida feliz por encima de todo. O una vida. Solo pedia eso. Mi hermano y mi cunada habian pasado por mucho. Llevaban juntos desde el colegio. A veces, no sabia como lo hacian. Como tenian esa complicidad, esa conexion, ese poder el uno sobre el otro. Nunca los habia visto pelear. Seguro que lo habrian hecho, mas veces de las que pudieran contar y, sin embargo, ahi estaban. Separados, pero mas fuertes que nunca. Bass era el mediano de los tres y, por ello, habia heredado la gracia de mi madre y el saber estar de mi padre. No era tan serio como yo, tan distante. No era tan despreocupado como Romano, tan descuidado. Tenia lo mejor de cada uno y yo no podia admirarlo mas. Sabia lo que mi cunada, lo que cualquier persona, veia en el. Sabia lo que valia y lo valoraba por ello. Por eso, estaba seguro de lo intranquilo que se encontro cuando Leo lo informo de que Julia estaba en peligro, y que su actitud anterior era, simplemente, fachada. Mi hermano tenia la peculiar costumbre de impregnar sus palabras con burla e ironia, creyendo que asi tapaba la realidad de lo que ocurria a nuestro alrededor. Por una parte, casi se lo agradecia, porque hacia que todo pareciera mas facil, mas liviano. Aun asi, sabia que estaba en contacto permanente con Leo por si ocurria algo. Y el momento habia llegado. Esta amenaza ya no podiamos ignorarla. Los Leoni se dieron cuenta de que Julia estaba haciendo transacciones para nosotros y la presionaron para que nos delatara. Pero ella nunca lo haria. Mi primo, que la tenia vigilada y la protegia de lo que pudiera pasar, mando un mensaje a Bass y corrimos hacia Roma. Quedaba poco para que se reencontraran. Teniamos que esperar a Julia en la Piazza Cociferi en cinco minutos. Bastian ya estaba alli. Me levante de la Fontana y dirigi mis pasos hacia esa parte de mi ciudad que me resultaba tan conocida, pero lentamente, esperando darles un poco de intimidad. Dios sabia que la necesitaban, pese a que yo tambien estaba deseando verla.

  • Despertar a la vida de Merline Lovelace

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    --!Lo oigo! --grito alborozada la figura enfundada de pies a cabeza en un traje termico de intenso color naranja--. !Esta perforando! Su companero giro en redondo y escruto la superficie lisa e ilimitada del casquete polar. Una docena de diferentes tonos de blanco le heria los ojos, pese a llevarlos cubiertos con gafas protectoras. El blanco azulado del hielo. Los plumosos ventisqueros de reluciente nieve, suaves como nubes. El blanco caliginoso y gris del cielo, que se fundia con el horizonte. --!Yo no oigo nada! --!Escucha! Exasperado, se quito la capucha. Se arriesgaba a perder una oreja al exponerse al viento mordiente que habia hecho caer la temperatura a treinta grados bajo cero, pero estaba demasiado ansioso para notarlo. Dio un grito de alegria al oir una serie de golpes secos que hendian el aire. De pronto, a poco mas de treinta y cinco metros, la capa de hielo se resquebrajo. Comenzaron a emerger enormes planchas blancas que, bramando, se alzaban rectas en el aire antes de derrumbarse con estrepito. Un momento despues, la negra cabeza del cuarto de derrota de un submarino asomo por la grieta. --?Que te parece? !Justo en la diana! Los dos hombres sonrieron. Un sofisticado sistema de navegacion habia guiado al USS Hawkbill desde Hawai, pero solo la fuerza bruta habia senalado al submarino su lugar de emersion: una enorme <> excavada en el hielo. Los dos oceanografos alzaron las manos enfundadas en guantes forrados de piel y se las estrecharon con jubilo. Tras meses aislados en su remoto laboratorio, a doscientos sesenta y cinco kilometros al norte de Point Barrow, Alaska, ansiaban una nueva infusion de suministros y de conversacion procedente del exterior. Sonriendo todavia, observaron como se iba elevando el cuarto de derrota del submarino. El pesado cuerpo de la nave aparecio arrojando a ambos lados grandes trozos de hielo. La escotilla superior se abrio y por ella asomo un marinero encapuchado. Los dos hombres echaron a correr hacia el. --!Chico, como nos alegramos de verte! --grito el mas mayor de los dos cientificos--. Hemos gastado hasta la ultima bateria de la boya de observacion subacuatica. --Les traemos los repuestos que pidieron --envuelto en el grueso traje protector, el marinero bajo torpemente por la escalerilla de hierro del cuarto de derrota--. Empezaremos a descargarlos inmediatamente. --Los ayudaremos. Jack, trae el vehiculo oruga. Ansioso por descargar el valioso material y transportarlo al conjunto de barracones conectados por tuneles que formaba la Estacion Estadounidense de Investigacion Oceanografica del Artico, el oceanografo jefe lanzo una mirada impaciente por encima de su hombro. --!Jack! !La oruga! --su companero no se movio. Paralizado, miraba boquiabierto una de las grandes planchas de hielo arrojadas por el submarino--. Pero ?que te pasa, hombre? --el mas mayor de los cientificos corrio torpemente por el hielo. Su aliento formaba una nube en el aire gelido. Bajo el pasamontanas, el enojo fruncia su frente--. ?Que haces ahi parado? Tenemos mil cosas que hacer antes de... !Oh, Dios mio! Los ojos se le saltaron. El estupor broto en una oleada y le cerro la garganta, cortandole la respiracion. Deteniendose en seco, tambaleandose, miro estupefacto la figura tocada con un casco que tenia frente a si, a unos metros de distancia, sobre el hielo. Capitulo 1 Una brisa de principios de junio retozaba por las calles de Washington. Los arboles engalanados de verde claro se inclinaban y mecian como bailarines sincronizados al sol del atardecer. Los castanos centenarios que bordeaban la apacible bocacalle en los aledanos de la avenida Massachusetts, en el corazon del distrito diplomatico de la capital, susurraban la misma gozosa cancion. Sus ramas murmurantes ocultaban casi por completo las fachadas de las casas de estilo federal que flanqueaban por ambos lados la travesia pavimentada de adoquines. La casa que se alzaba a mitad de la calle poseia un frontispicio senorial muy semejante al de sus vecinas. Con sus tres pisos y sus altas ventanas, que centelleaban al sol de verano, la antigua y elegante mansion ostentaba junto a la puerta una discreta placa que informaba de que el edificio servia ahora como oficina del enviado especial del presidente, un nebuloso puesto creado anos atras para recompensar a un donante de campana con ganas de un titulo pomposo y un ardiente deseo de codearse con la clase politica de la capital. Solo unos pocos conocedores de los entresijos de Washington sabian que el enviado especial era tambien el jefe de OMEGA, una organizacion tan secreta que, entre los circulos mas elevados del gobierno, sus agentes eran conocidos unicamente por su apodo. Al igual que la letra omega era la ultima del alfabeto griego, aquella organizacion representaba el ultimo recurso del presidente de Estados Unidos en caso de crisis. Sus efectivos se movilizaban unicamente cuando otros organismos de caracter mas convencional, tales como el Departamento de Estado, la CIA o el Ejercito, no podian hacerse cargo de una crisis por motivos legales o politicos. El director de OMEGA era designado personalmente por el presidente, quien, con gran pesar, acababa de nombrar a uno nuevo, pues la antigua directora habia solicitado una larga excedencia. Tras dirigir la agencia durante tres legislaturas, Maggie Sinclair habia decidido tomarse algun tiempo de descanso a fin de terminar el libro que estaba escribiendo sobre fonetica infantil. Pensaba ademas anadir un tercer hijo al enorme y caotico hogar que compartia con su esposo, sus dos hijas, un desgrenado perro pastor y una iguana de ojos saltones y rayas azules y naranjas amante del papel y las plantas. El marido de Maggie, que respaldaba plenamente la decision de esta, habia renunciado recientemente a su puesto de delegado de Estados Unidos en el Banco Mundial. Mientras Maggie trabajaba en su libro, el rico y sofisticado Adam Ridgeway habia decidido probar suerte como padre a tiempo completo. Todos los agentes que no estaban movilizados se habian reunido en el tercer piso del centro de control OMEGA para desearles buena suerte. Haciendo caso omiso del suave coro de silbidos y pitidos que emitian las consolas electronicas, brindaban por Maggie y Adam, quienes estaban a punto de emprender la fase final de su azaroso y agitado matrimonio. --Me apuesto algo a que dentro de un mes estais de vuelta -- predijo un alto y desgarbado agente al que apodaban Cowboy--. El uno o el otro. Perseguir terroristas y traficantes de armas crispa menos los nervios que criar ninos. --Tu debes de saberlo --replico Maggie--. La mayoria de las parejas habria tenido el buen sentido de parar despues de tener dos pares de gemelos. --?Que puedo decir? --sonrio Nate Sloan--. Este viejo vaquero siempre dispara con bala. Entre los gritos y abucheos que siguieron, Elizabeth Wells fue rellenando pausadamente las copas de champana de los invitados.

  • 22 Gemidos, Noelia Medina de Noelia Medina

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    Si has llegado hasta aqui buscando esas historias romanticas que caracterizan a Noelia Medina, estas en el lugar equivocado. 22 gemidos es una recopilacion de relatos cortos eroticos, exentos de amor y colmados de sexualidad, con los que la autora consigue sacar la parte mas perversa del lector mientras redacta fantasias camufladas que, quiza, alguna vez, han paseado por tu cabeza, pero nunca serias capaz de confesar.
    Oculta bajo el seudonimo MissRelatos, Noelia se fue haciendo un hueco en las paginas mas prestigiosas de relatos eroticos, posicionandose en poco tiempo en las primeras del ranking y quedando anclada hasta el dia de hoy, varios anos despues. Utilizados por sexologos como terapia para parejas y ahora aqui, en tus manos, pidiendote la oportunidad de disfrutar del mundo erotico que guardan sus paginas.

  • Yo, Farinelli, el capon de Jesus Ruiz Mantilla

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    En el invierno de 1780, Farinelli, el castrato mas famoso de su tiempo, decide dejar constancia con la pluma y sobre el papel de todo cuanto ha aprendido, de todo cuanto ha vivido, de todo cuanto ha amado. A sus 75 anos, retirado en su villa de Bolonia, rememora sus inicios, sus maestros, sus amores y desamores, y sobre todo sus horas de gloria en los teatros de Europa entera, cuando la gente desfallecia de emocion ante el simple sonido de su voz. Pero donde colmo todos sus suenos fue en Espana, donde llego de la mano de la reina Isabel de Farnesio para curar la melancolia que habia anulado la voluntad del rey Felipe V.

  • El lobo de Escocia de Emma G. Fraser

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    Gael Sinclair es uno de los guerreros mas temidos del norte de Escocia. Su fama de despiadado es conocida en las Tierras Altas. Uno de sus enemigos es Calem Sutherland, pero el mayor de ellos lo tiene entre sus muros: Leslie Sinclair. Despues de que Gael la rechazara como esposa, decide vengarse y robar el bien mas preciado de Gael: un colgante de su difunta madre. Para evitar que fuera encontrado, lanza un hechizo sobre el, pero algo sale mal y desaparece. Sin embargo, es encontrado por Sophie Blanc que, en busca de nuevas experiencias en su vida, decide gastar sus ahorros en comprar un castillo en Escocia.

  • Fernandez mata a Fernandez de Federico Jeanmaire

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    “Fernandez mata a Fernandez” es el titulo de la noticia que atrapa a un experiodista de policiales. Luego de leerla en la pagina de un diario sospecha que no se trata de un accidente e inicia una investigacion personal que lo lleva hasta el lugar de los hechos. Una anciana que alimenta a las palomas, un portero gay obsesionado con la limpieza de las veredas, un jubilado comunista, el director de un diario manipulador, una jueza corrupta y un periodista retirado corto de entendimiento, todos de apellido Fernandez, son los protagonistas que hacen oir sus voces en esta novela, en la que cada uno defiende su punto de vista como si en ello se les fuera la vida o, mejor, como si verdad y conveniencia constituyeran sinonimos. Federico Jeanmaire despliega una serie de personajes que configuran la particular trama social de la ciudad. Un policial entretenido e inteligente, en donde el lector no puede dejar de reir al tiempo que tampoco puede dejar de reflexionar acerca de aquello de lo que se esta riendo. Una historia de las que solo suceden en la Argentina, en la que los vicios parecen igualar a particulares y poderosos, revelando que, de algun modo, “todos somos Fernandez”.

  • Mi secreto de Betty Carrillo Z

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    Un matrimonio perfecto comienza a destruirse cuando se ve rodeado de un SECRETO que para otros es una bendicion.
    Paola y Gadiel dos medicos jovenes que encontraron en el otro su razon para vivir. Las dudas y errores llevan a este medico generalista a ocultar SU SECRETO por temor a perder a su amada pediatra, sin siquiera imaginar que este secreto seria para ella, su mayor ilusion. Una novela que lleva al lector a evaluar, si es mejor decir una verdad que duela o una mentira que destruya.

  • Materia oscura de Blake Crouch

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    CUALQUIER DECISION SE RAMIFICA EN UN NUEVO MUNDO. Jason Dessen vive en Chicago, donde ha renunciado a sus grandes aspiraciones cientificas para dar clases y centrarse en su familia. Una noche, tras asistir a la celebracion en honor de un antiguo companero galardonado con un importante premio de astrofisica, Jason se dirige a casa y nunca llega. Un hombre oculto tras una mascara de geisha lo conduce a punta de pistola a una central electrica abandonada, donde le inyecta algo. Cuando recobra la conciencia, unos desconocidos con trajes especiales lo reciben con las palabras <>. Pero esta realidad no es la que conoce: su mujer no es la misma, su hijo no ha nacido y el ni siquiera es profesor. ?Es este mundo un sueno? ?O acaso lo era su vida anterior?

  • Eden de Pilar Parralejo

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    El pequeno reloj de pared marco las seis con su habitual y peculiar crujido, avisando a Ellie que ya era hora no solo de su fin de jornada sino de la particular fiesta de cumpleanos que tenia en menos de una hora. Se levanto, con una sonrisa de oreja a oreja despues de apagar su ordenador y, tras guardar todo debidamente, cogio su abrigo del perchero, lo dejo sobre su escritorio, se colgo el enorme bolso de su hombro derecho y camino hacia el despacho de su jefe, un tipo guapisimo del que llevaba casi tres anos platonicamente enamorada. Y es que… ?Como no estarlo? Chris era un seductor nato, rubio, ojos verdes, cuerpo atletico, alto, con una voz hipnotizadora… Tenia lo que ella consideraba un gran defecto y es que, aunque era como un Dios encarnado, era el tipo mas mujeriego del mundo, nada que una chica decente, como lo era ella, necesitaba. Llamo a su puerta con un par de toques y, cuando Chris le dio permiso para abrir, simplemente le dijo que ya era la hora de marcharse y que, si no necesitaba nada mas, se marchaba. --Puedes irte. --Dijo con una sonrisa--. Pero antes espera. Se levanto de la silla de cuero blanca y se acerco a ella. Ellie trato de dar un paso atras al creer que iba a hacer lo que ella pensaba, y no se equivoco, no al menos del todo. Chris la rodeo por la cintura, trayendola contra si, se inclino ligeramente y la beso. No fue un beso como el que cualquiera hubiera deseado, ella aparto la cara y sus labios terminaron en su mejilla izquierda, hecho que le hizo sonreir ya que Chris sabia que iba a hacer justo lo que hizo. --Feliz cumpleanos. --Gracias --respondio ella, colorada como un tomate. Chris volvio a su sillon con una sonrisa en la cara y ella simplemente salio de alli. En los casi tres anos que llevaba trabajando para Chris, ni una sola vez le habia felicitado en su cumpleanos. Supuso que, como todo estaba patas arriba por la boda de su hermano, el tambien estaba, en cierto modo, un poco traspuesto. Estaba recogiendo su abrigo cuando escucho unos tacones aproximandose. Al girarse se encontro con Tessa, la prometida de Kalos, el hermano de Chris. Esta se sorprendio al verla, como si acabase de pillarla infraganti con algo. --?Ya te marchas? --Pregunto, fingiendo desinteres. Ellie supo a lo que se referia con esa pregunta, y tampoco tenia motivos por los que quedarse, de forma que asintio con la cabeza y se alejo de su mesa--. Buenas noches. --Buenas noches, senorita Carpenter. Tenga un buen fin de semana. --!Tu tambien! --Exclamo con una sonrisa. Tessa era una mujer deseable, preciosa, simpatica, con buen cuerpo y muy buen gusto a la hora de vestir, sexy y provocativa sin ser vulgar. La miro un instante sintiendo algo de envidia, pero siguio su camino hacia el ascensor oyendo como se dirigia al despacho de Chris. Estaba subiendo al autobus cuando recordo la bolsa que habia olvidado bajo la mesa de su escritorio, algo que no podia dejar ahi sin mas hasta el lunes. Era el regalo para su sobrina, quien, de casualidad, tambien cumplia los anos el mismo dia que ella, solo que con casi veinte anos de diferencia. Habia caminado durante diez minutos y supuso que ya no habria nadie en el edificio, normalmente todos salian a la misma hora. --Hola Milo --sonrio al guardia de la entrada. --?Trabajo de ultima hora? --Que va. He olvidado algo de vital importancia en mi mesa. Corrio por la recepcion hasta el ascensor y llamo, esperando impaciente a que bajase. Habia quedado con su familia en una hora y ya habia perdido veinte minutos. Cuando las puertas se abrieron en la planta numero veinte, el corazon se le detuvo. Los gemidos de Tessa se mezclaban con los de Chris y llenaban toda la planta. Lo peor no era saber que su jefe estaba teniendo sexo en su oficina creyendo que no habia nadie, sino saber que, quien estaba teniendo sexo con el no era otra mas que su cunada, la prometida de su propio hermano. Se acerco despacio a su mesa para tirar del regalo de su sobrina y sin querer, desvio la mirada hacia el despacho. Chris arremetia contra Tessa, quien estaba completamente desnuda y pegada al cristal mate que separaba su despacho de la recepcion, desde el que se veia todo, algo borroso, pero sin dificultad, incluyendo a Chris, quien tenia los pantalones en los tobillos. Ella tuvo que ser testigo de ello sin querer. Desvio la mirada inmediatamente, tan avergonzada como deberian estar ellos y, sin hacer el menor ruido, regreso al elevador. En el vestibulo ni siquiera se despidio debidamente del guarda, simplemente le hizo un gesto con la mano y salio del edificio con un sentimiento de injusticia indescriptible. Kalos era un tipo bastante seco, y malhumorado. Fisicamente era igual de atractivo que su hermano Chris, o mas. Su pelo era oscuro, lo tenia algo mas largo que Chris y sus ojos no eran verdes, sino de un tono oscuro que parecia negro. Era mas alto que su hermano y con una complexion mas trabajada. Pero era una persona dificil de tratar en la empresa, solia reganar a los empleados que no hacian bien su trabajo, se enfadaba si las cosas no salian como el queria y era hosco y demasiado estricto con los horarios, todo lo contrario que su hermano, a quien todo parecia darle igual. A pesar de ser como era, le supo mal que, tanto su hermano como su prometida, estuvieran haciendole eso, en el mismo edificio en el que los dos trabajaban. Se arrepintio de haber vuelto a por el regalo, tendria que haber comprado otra cosa de camino y haberle dado el de la oficina en otro momento, de esa forma no se sentiria tan incomoda como lo estaba haciendo. --?Y esa cara? --Pregunto Jackson, el cunado de Ellie, quien estaba fuera, fumando, cuando ella llego. Habia estado tan sumida en sus pensamientos que no se habia percatado del trayecto desde la oficina hasta la casa de su hermana. --No es nada --dijo, sonriendo ampliamente. Adoraba a su cunado. Despues de su padre era el hombre al que mas admiraba. Cuando su hermana Chloe tenia dieciseis anos, se cayo al subir a un autobus, con tan mala pata que se dio contra un bordillo de la acera y se rompio la espalda. Fue la caida mas tonta de la historia, pero le costo sus piernas y desde entonces era invalida. Jackson habia estado toda su vida enamorado de ella y, aunque Chloe le rechazo creyendo que ya no era aceptable para ningun hombre, el insistio e insistio. A pesar de no poder salir con ella como lo haria con cualquier chica, no se separo de su lado y anos mas tarde se casaron. La adoraba, la queria con locura y junto a sus hijas, eran la familia mas entranable del mundo. Se acerco a el y, despues de un abrazo y un beso en la mejilla, entro en la coqueta casita en la que vivian. Saludo a sus padres igual que habia hecho con su cunado, con un abrazo y un beso en la mejilla, se inclino para besar tambien a su hermana mayor y levanto en brazos a la pequena cumpleanera. --Muchisisimas felicidades, mi pequena Missy. --Dijo levantandola por las axilas lo mas alto que pudo y empezo a girar con ella, algo que a la nina le encantaba. --Muchisisimas felicidades, tia Lizzy --rio. A pesar de llamarse Elisabeth, no le gustaba que la llamasen asi ya que le parecia un nombre demasiado serio para lo que ella era, siempre prefirio Ellie o Lizzy. Despues de bajarla, la llevo hasta el uno de los sofas del salon y le dio su regalo. --?Que es? --Pregunto la nina al ver la caja con un papel morado brillante envolviendola. --No es un elefante… --La nina rio--. Tampoco es… un panda… --le dijo, riendo esta vez ella --. Anda, abrela. La pequena no lo penso. Abrio el regalo rompiendo el papel y, cuando vio que se trataba de la muneca que mas queria, solto la caja a un lado y salto a los brazos de su tia. Envidiaba la familia tan bonita que hacian, los envidiaba por no haber podido hacer ella tambien una familia, mas aun, cuando tambien su hermana menor estaba felizmente casada y con un par de gemelos en camino. Pero Ellie no habia conocido al hombre indicado, si a chicos con los que salir a divertirse o con los que pasar el rato, pero no hombres con los que formar un hogar. Ese pensamiento le trajo a la mente a su jefe, al hermano de su jefe y a la prometida de este. Se pregunto si las familias ricas eran todas tan disfuncionales como la que iba a formarse el siguiente fin de semana, cuando la bella Tessa y Kalos se casaran. Mientras la nina corria a ensenarle a su hermana pequena su mas preciado regalo de cumpleanos, Chloe agarro la mano de su hermana y la llevo a la cocina mientras con la otra mano arrastraba su silla. --Hoy estas distante. --Le dijo. --No… Es solo que he olvidado el regalo de la nina al salir y cuando he vuelto a por el he tenido que ser testigo de una infidelidad. --Uuuuh… cuenta, cuenta. --Pidio curiosa. --Eran Chris y la prometida de su hermano. Chloe se llevo las manos a la boca con sorpresa. Ella no conocia a ninguno de ellos, pero Ellie le habia contado lo guapo y sexy que era su jefe. --Entiendo que estes asi… --Estaban en su despacho… contra los cristales de la mampara… --?Y como has contenido a la justiciera que llevas dentro? --Queria sacarla a pasear antes de ir a casa. Iba a ir al apartamento de Kalos, que vive a tres calles de aqui, y a decirle lo que he visto. --No te metas. Esa gente se junta con individuos como ellos. Chris es un mujeriego, la prometida de Kalos una indecente… ?Como crees que sera el? --Ellie levanto los hombros en un gesto de duda. --Casi no lo conozco. Solo lo poco que lo he visto en la oficina. Es despota, y altivo, y soberbio. Es malhumorado y grunon. --A lo mejor por eso su prometida le engana con su hermano, porque es todo lo opuesto. --No se… Pero no importa. No quiero pensar mas en ellos. Volvamos a la fiesta --le dijo, girando la silla de su hermana y empujandola de vuelta al salon. La fiesta no duro mucho, Jackson habia comprado billetes para llevar a su familia a Disney World, en Orlando, por lo que saldrian de viaje esa misma noche y estarian toda la semana en la otra punta del pais. A las ocho de la tarde se despidio de ellos en la puerta de su casita y emprendio camino hasta su apartamento. De camino a la parada del autobus miro en direccion al apartamento de Kalos, vivia a solo una manzana de ahi. Podia ir, decirle que su prometida y su hermano le estaban enganando y volver para coger su transporte. Asi lo hizo. Tomo una respiracion profunda, se aferro con fuerza al asa de su bolso y se encamino al lujoso edificio de tres plantas en el que vivia uno de los dos directivos de la empresa para la que trabajaba.

  • Los peces solo flotan muertos de Jose Luis Caballero

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    Barcelona, 1972. Un misterioso asesinato en el Club Nautico que pondra en jaque a la policia, a las mas altas esferas de la burguesia de la ciudad y a los Servicios Secretos de la Casa del Principe Juan Carlos de Borbon.

  • Todo lo mejor de Cesar Perez Gellida

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    Una ciudad separada por un muro y unida por un sanguinario asesino. Dos investigadores que descubriran que la crueldad no tiene limites.

  • Besos de Copos de Nieve de Dawn Brower

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    Mack Taylor ha llevado una vida encantadora desde que se fue de su casa y al escandalo que dejo atras. Su pasado lo persigue y lo lleva por un camino de caos personal. Las pesadillas lo atormentan hasta que se ve obligado a enfrentar las decisiones que ha tomado. En un intento por corregir los errores de su pasado y encontrar la manera de seguir adelante con su vida, regresa a casa para pedir perdon.

  • La extorsion de Matt Kennard

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    La historia que los estadounidenses asumen como propia es convincente: Estados Unidos es una fuerza positiva en el mundo, refugio para prosperar y defensor incondicional de la democracia y los derechos humanos. Pero el veterano periodista de investigacion Matt Kennard revela una verdad mucho mas oscura. Tras cuatro anos en el Financial Times descubrio una estafa gigante. Su acceso a la elite global lo llevo a una sola conclusion: el mundo esta dirigido por un escuadron de hombres que fuman puros con armas grandes y gran efectivo. A partir de mas de 2.000 entrevistas con funcionarios, intelectuales y artistas de todo el mundo, Kennard revela como se nos vende un sueno y como ese sueno oscurece la realidad del estado corporativo, la encarcelacion en masa y la extirpacion de derechos humanos.

  • Caminos separados (Bombers & Devils 1) de Mimi G. Moliner

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    Mc/Dark Romance. #Hillstrandt1#.

  • El amor viste bata blanca de Erina Alcala

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    Laura, era una enfermera simpatica y extrovertida. Terminaba su carrera haciendo las practicas en el Hospital Virgen del Rocio, de Sevilla. Fue asignada a un quirofano de cardiologia. El cardiologo con el que hacia las practicas, se jubilo al poco tiempo y fue sustituido por un joven prodigio venido desde Nueva York. Era joven y era un perfeccionista y era todo lo que una mujer suena. Su tiempo en Espana era limitado. Un ano.
    A pesar del encontronazo que tuvieron al principio, la quimica entre Triana y su cardiologo Norman Martin, fue especial y poderosa. Pero el tiempo paso rapido y al ano, Norman se fue a la gran manzana de nuevo muy a pesar de ambos.
    unos anos despues, los acontecimientos y la casualidad llevarian a Triana a trabajar en el mismo hospital en el que lo hacia Norman.
    ?Volverian a vivir lo que tuvieron en Sevilla? ?Seguirian enamorados como anos atras? Y sobre todo… ?Tendrian un futuro juntos?

  • Una estrella en la oscuridad, Gina Peral de Gina Peral

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  • Memorias del principe perfecto de Phavy Prieto

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    !Con mas de treinta millones de lecturas, regresa la novela mas deseada! Si leiste la historia de Plebeya a Princesa por una noche en las Vegas, no puedes perderte como sucedio todo desde el punto de vista del principe Bohdan Vasylyk I

  • Reinos de Cristal 1 de Encarna Abad

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    El futuro del reino de Castilla esta en manos del destino. Descubre en la saga Reinos de Cristal y en este primer volumen, La Comitiva del Milagro los avatares de una comitiva real que se dirige al reino de Portugal con una mision: Traer una nueva esposa para el principe Enrique de Castilla.
    Su padre, el rey Juan II, quiere zanjar el fracaso de su primer matrimonio, pues el futuro rey; Enrique IV, quedara a merced de las intrigas cortesanas, ante la falta de un heredero al trono."
    El azar hace que se entrecrucen las vidas del rey Enrique IV de Castilla, llamado el Impotente y la de Manuel Acosta, un joven portugues que huye por salvar la suya.
    Las dificultades continuan y las intrigas se apoderan de la corte... ?Como hacer que Enrique y Juana engendren un hijo? Solo el poder de la ciencia... y la mano de Dios, en forma de Milagro pueden conseguirlo...

  • Fragmentos (Partials), Dan Wells de Dan Wells

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  • Vicente de Isabel Conde

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    Vicente era un titan.
    Joven. Atractivo.
    Descarado. Rico.
    Y CEO de mi empresa.

  • Menuda tropa de Joaquin Luna

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    Joaquin Luna ha estado en la guerra de Irak y Kuwait, pero tambien en el cortejo funebre de Paquirri en Sevilla. Ha cubierto cuatro Juegos Olimpicos y tres Mundiales de futbol, asi como el debut copero de Messi en el Barca en el campo de la Gramenet. Informo de la matanza de Tiananmen en 1989 y de los atentados del 11-S en Nueva York, de tres elecciones presidenciales estadounidenses y de dos francesas, y fue protagonista de noches memorables en Paris, Hong Kong y Washington, cuando lo de ser corresponsal era otra cosa.

  • Trece Fantasias 1 (STEEL) de Rose Gate

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    El libro que pondra a prueba si eres capaz de abrir tu mente hacia el sexo.

  • La novia del vikingo de Esmeralda Lynn

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    -Para mi no es ningun logro obligarte a nada – dijo, y adelanto su cara hasta que sus labios estaban casi rozando los mios -Te fo****e cuando tu lo desees, y esa sera mi verdadera victoria. Hacer que una princesita hermosa como tu desee a un vikingo salvaje como yo.

  • Los inmortales de Chloe Benjamin

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    En 1969, en un barrio de Nueva York, se rumora la llegada de una adivina que asegura conocer el dia de la muerte de las personas. Los hermanos Gold, a pesar de su corta edad, deciden ir y escuchar lo que les depara el futuro.

  • La ultima bala de Juan Jose Revenga

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    Traficantes de armas, guerrilleros en todo el mundo y los principales carteles mexicanos de droga son los protagonistas de este ensayo ficcionado. Conoceremos los entresijos del narcotrafico de la mano de uno de los capos mas importantes y mas buscado, el capo del cartel del golfo; o a traves del famoso secuestrador <>, un criminal que estuvo al mando de una red criminal con los mas altos estamentos de la policia mexicana e incluso politicos en su nomina, entre otros.

  • el amor que me dejas de Patrick Norton

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    A las lectoras que me siguen, que me amparan cuando escribo. A Norah, a su impetu y generosidad. A Monika. "Tu risa es una hoja sobre un rio que no vuelve". Carina Sedevich "Dime lo que he de hacer. Llevame a donde me digan lo que he de hacer. Sus ojos. Tus ojos". Chantal Maillard Amar es fragil "Como arena seca se fue, o la sombra del viento al sol en una playa, (...)" Derek Walcott RECORDARTE Recordarte, vivir en esa quietud, aunque todo pase sin mas. Que no sea amor ni siquiera un recuerdo, nada de lo que quede. Nada de lo que hayamos compartido en este tiempo. Te entregas a mi, o a nosotros, no importa, sin que puedas evitarlo. Y es fragil, tan fragilque no se olvida. NO ESTAS SOLA No estas sola. Aunque los objetos no te permitan recuperarlo. Cada recuerdo es un rasgo de ese hombre y de lo que sucedio entre vosotros. Nada se ama sin el cuerpo, sin otro cuerpo. Lo que mencionas en tus cartas, lo que extranas, una vez que el ha desaparecido, no es mas que un recuerdo. Y hay recuerdos que saben a olvido por desgracia. Demasiadas veces. Todas las veces. Las fotografias, las tuyas junto a el, comentan detalles de un fracaso, que no se parece a lo que viviste. Pero a veces es necesario recordar y mentir en ese recuerdo para no estar sola, para sobrevivir a la ausencia, para convencerte de que hubo una vez que lo amaste, ?verdad? Y con todas tus fuerzas. OTROS ANOS No estas conmigo. Las puertas se cierran a mi paso. Las flores silvestres son empujadas por una fuerza parecida al viento, pero no es quiza el viento. Las nubes descienden a la tierra y demasiado tardan los pajaros en llegar. Otros anos lo hicieron antes, cuando cogias mi mano y callabas para mirarme. Estoy aqui, ante el horizonte desnudo, atraido por una sola palabra. "Quiza". TU NOMBRE Duele que tu nombre se parezca al de la mujer que duerme a mi lado. Las palabras trazan un armonico circulo. Tu cuerpo, lo que era y se fue, importa mucho en algunos recuerdos donde no me reconozco. Acabas de desvanecerte. Entre las olas de luz ha sido, olas que se pliegan al llegar a la orilla. Inutil intencion de alcanzarte. De morir. De repetir una y otra vez esa estupida accion. Nos banabamos y nada era tan importante como dejarnos solos. CADA VEZ Sentir que me hieren. Sentirte. Dejar que el fuego, tuyo y mio, consienta cada encuentro. Tus manos me inspiran. Y esa boca que pronuncia un nombre distinto para mi. Con cada vez. EL HIELO Te deseo desde ese silencio que evocas. Eres la apariencia, no el cuerpo, todavia no. Y, sin embargo, presiento que necesito la soledad a tu lado, el hielo, un roce apenas, la luz intermitente, nuestro cuarto. Siempre. UN MOVIMIENTO Lo que queda de mi no es nada mas que un movimiento, tuyo quiza, cerca de mi, descuidado, una sombra de tu mano que nace de mi pecho, una mirada repetida y hacia la luz. No puedo besarte por alguna ley que quieres que cumpla. LENGUAJE Tu cuerpo es mi lenguaje, eco de una vida anterior donde quiza, alguna vez, ame a quien me recuerdas. Si llega la noche, has de mentirme para no volver a aquella vez que ame a quien me recuerdas. No tengo memoria cuando me atrevo a querer en la oscuridad, a buscar. Un cuerpo. Un tema. Una tarde para leer. Como tu, me conmueve todas las veces. Contemplar tu sombra, su cuerpo "Asi se esta despierto en medio del silencio, una respiracion dormida al lado y las horas de la noche." Miguel Casado ASI ES VIVIR Contemplarte. Algo asi es vivir. Observar tu fragilidad, tu limpieza en los ojos. O ese sincero abrazo de las espigas tras mi sombra. LO QUE TEMES Temes hacerme aquello que tanto deseo. Porque el deseo es el verdadero placer. La ausencia de ti escribe estas lineas. Las orillas me borran. Un fragmento: "No eres tu ni las olitas que mojan tus pies al atardecer, antes de la ultima nevada". Se disipa la primera ave. Luces descargan en la oscuridad que deja. Mueres por mi. O eso dices. TU FRAGILIDAD Tu fragilidad es lo que abandono y que a veces susurres a escondidas: “Dame el placer de los olvidados”. Dejo de escribirte por ahora. Pero ahora tambien es una eternidad para ti, mi soledad, una mujer y otra. UNA ESTRATEGIA Te quiero cerca. Y lejos que queden las visiones del fuego. Tu cuerpo, mi oracion en la oscura resonancia de un sueno. ESTRATEGIA II Deseo sentir que, en tu interior, todo se agita, todo es distinto, ausencia del mundo. Brevemente me esperas como otro cuerpo. Nos queda toda la vida para arrepentirnos de lo que hemos hecho a escondidas: cerre los ojos y me arrastro tu mano y las sombras de ti. Brevemente te tengo. ESTRATEGIA III Ven conmigo. Elevate de mi cuerpo hasta que el placer y un dano sean la misma luz. No olvides cada tarde de invierno. Mi nombre y el tuyo, el nombre de todas las cosas. Trazo oscuro sobre tu cuerpo a punto de desaparecer. Lo miento y sobrevives. UN SOPLO Un beso, soplo de vida. Me miras y camino sobre el fuego. Ganas de desaparecer en un recuerdo tuyo. Azul oscuro. Cafe en una terraza de Montmartre. A veces eramos felices. ESTRATEGIA IV Cuidar de tu gesto bajo el hielo. Quedarme. Querer. No dejes de besarme. Dime que fue de mi y de ti. La realidad, una falsa promesa, los dos, a solas, somos un cuerpo, confuso, que olvida. A ti, no. Ni ese dormitorio, ni su incendio breve. COMO EL CANSANCIO Tus manos, sombra que muere en mi, vibracion de una noche que no repetiremos. Beber entre tus piernas, sentir la luz como el cansancio. Me desvistes y el viento, o tu, o esa leve sucesion de nubes me recuerdan que no existe nada mas parecido a la vida que la ceniza. OCULTOS Plantamos arboles para ocultarnos. La juventud no es esta edad ni la luz. El deseo a veces regresa y luchamos para que lo que quede de vida parezca eterna. Nos mentimos cuando nuestros cuerpos se hieren sin motivo alguno, en ese abrazo, quiza, que tantas veces interrumpe la lluvia. Afuera. O dentro de nosotros. LA CARNE Como te necesito, te imagino. Tras las puertas, no hay otro hombre, sino la mujer que desnudo en la luz. Despoblados lugares son tus ojos y lo que miento es tan bello que piensas que es cierto, como unos versos de Maillard: "Ademas, tambien esta el ahogo. La carne incandescente, la estrechez y el aire que se aspira como se sorbe, a cortas bocanadas, (...)". VENECIA No importa si sucedio en Venecia. En un cafe, los dos nos miramos como dos desconocidos. Casualmente. Eramos dos seres distintos a otros anos, a los arboles que rodeaban nuestra casa e incendiaba la luz, o su transito de la manana a la noche. Eran tus manos, tus labios frunciendose, a punto de rozar los mios, lo que me excitaba, como agua que corre fugaz, sin rumor apenas hasta ese lugar tan familiar donde el placer se parecia tanto al dano. Juntos. Casi nos ahogamos. No importa si sucedio en Venecia. Alrededor, como la niebla "La beso entonces con ternura. Es tan blanca que apenas puedo saber cuando se ausenta". Chantal Maillard TU MANO ES UN PAJARO Te escribo para que no mueras. En ti no hay nada que sea mar o ligero fulgor sobre el mar. Me deseas, pero nada significa eso, cuando estamos desnudos ante la proeza. "?Que proeza?", preguntas sin aliento ya. Que el mar nos sumerja, que algo asi pase, que nada respire a nuestro alrededor salvo nosotros, quienes no hemos heredado nada, quienes olvidaremos pronto este instante. Dos locos. Y tu mano es un pajaro que se guarece en la mia. HABITACION GRIS A lo mejor me basta solo con mirarte. Porque no eres tu, sino lo que queda despues de esa claridad que anega la habitacion gris. Siempre estuvo vacia. No quieres saber mi nombre. Yo se el tuyo. Acabo de inventarlo a la sombra, desnudo tambien, porque no queda otra verdad para mi que mirarte, como quien es tentado, como quien ha de aquietarte, mudo tambien, sin nada que me impida recordarte cuando dejemos este lugar, el polvo, su horma de sombra. AUNQUE TODO PASE Que tu cuerpo suceda a otro. Que nos falte el aire a veces y el movimiento sea nuestro, porque el mundo, como el tiempo, se ha detenido por primera vez. La saliva penetra en la hendidura y cierras los ojos, porque has alcanzado las aguas que te prometi. Aunque todo pase. UN CAFE Deja de mirarme. Deja que termine este cafe. Deja que improvisemos. Estas tan ansiosa como yo. Presientes que no sere como los otros, aquellos que te dejaron sin voluntad de amar nuevamente. Sabes que no soy aquellos. Deja de preguntarte. Deja que nos arrase esta luz. La merecida y fluvial. Un hombre solo no es amor "Vendra la muerte y tendra tus ojos". Cesare Pavese

  • Culpa mia de Mercedes Ron

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    Mientras subia y bajaba la ventanilla del nuevo coche de mi madre, no podia dejar de pensar en lo que me depararia el siguiente e infernal ano que tenia por delante. Aun no dejaba de preguntarme como es que habiamos acabado asi, yendonos de nuestra casa, de nuestro hogar para cruzar todo el pais hasta California. Habian pasado tres meses desde que habia recibido la fatal noticia, la misma que cambiaria mi vida por completo, la misma que me hacia querer llorar por las noches, la misma que conseguia que suplicara y despotricara como una nina de once anos en vez de diecisiete. ?Pero que podia hacer? No era mayor de edad, aun faltaban once meses, tres semanas y dos dias para cumplir los dieciocho y poder largarme a la universidad; lejos de unos padres que solo pensaban en si mismos, lejos de aquellos desconocidos con los que me iba tocar vivir porque si, de ahora en adelante iba a tener que compartir mi vida con dos personas completamente desconocidas y para colmo, dos tios. -?Puedes dejar de hacer eso? Me estas poniendo nerviosa-dijo mi madre, al mismo tiempo que colocaba las llaves en el contacto y ponia en marcha el coche. -A mi me ponen nerviosa muchas cosas que haces, y me tengo que aguantar-le dije de malas maneras. El sonoro suspiro que vino en respuesta se habia convertido en algo tan rutinario que ni siquiera me sorprendio. Pero ?Como podia obligarme? ?Acaso es que no le importaban mis sentimientos? Claro que si, me habia respondido mi madre mientras nos alejabamos de mi querido pueblo de Toronto en Canada. Todavia no me podia creer que no fuesemos a vivir solas nunca mas; era extrano. Ya habian pasado siete anos desde que mis padres se habian separado; y no de forma convencional ni agradable: habia sido un divorcio de lo mas traumatico, pero al fin y al cabo lo habia superado… o por lo menos seguia intentandolo; y vivir sola con mi madre me insuflaba una tranquilidad que seria destrozada nada mas llegar a la que seria mi nueva casa. Yo era una persona que le costaba muchisimo adaptarse a los cambios, me aterrorizaba estar con extranos; no era timida pero si muy reservada con mi vida privada y eso de tener que compartir mis veinticuatro horas del dia con dos personas que apenas conocia me creaba una ansiedad que me hacia tener ganas de salir del coche y vomitar. -Aun no puedo comprender por que no me dejas vivir en casa-le dije intentado poder convencerla en lo que seria por lo menos la decima vez desde que habiamos salido de casa ayer por la manana.-No soy una nina, se cuidarme, ademas el ano que viene estare en la universidad y al fin y al cabo estare viviendo sola… es lo mismo-dije intentado hacerla entrar en razon y sabiendo que yo estaba completamente en lo cierto. -No voy a perderme tu ultimo ano de instituto, y voy a disfrutar de mi hija antes de que te vayas a estudiar; Noah ya te lo he dicho mil veces, quiero que formes parte de esta nueva familia, eres mi hija, por Dios santo, ?enserio crees que te voy a dejar vivir en otro pais sin ningun adulto y a tanta distancia de donde yo estoy?-me contesto sin apartar la mirada de la carretera y haciendo aspavientos con su mano derecha. Mi madre no comprendia lo duro que era todo eso para mi. Ella comenzaba su nueva vida con un marido nuevo que supuestamente la queria pero ?y yo? -Tu no lo entiendes, mama, ?no te has parado a pensar que este tambien es mi ultimo ano de instituto? ?Que tengo alli a todas mis amigas, mi trabajo, mi equipo…? !Toda mi vida, mama!-le grite intentando contener las lagrimas que estaban a punto de derramarse por mis mejillas. Aquella situacion estaba pudiendo conmigo, eso estaba clarisimo. Yo nunca y repito, nunca, lloraba delante de nadie. Llorar es para debiles, para aquellos que no saben controlar lo que sienten, o en mi caso para aquellos que han llorado tanto a lo largo de su vida que han decidido no derramar ni una sola lagrima mas. Aquellos pensamientos me hicieron recordar el inicio de toda aquella locura y al igual que siempre lo hacia, mi cabeza no dejaba de arrepentirse de no haber acompanado a mi madre a aquel maldito crucero por las islas del Caribe. Porque habia sido alli, en un barco en medio de la nada donde habia conocido al increible y enigmatico William Leister. Si pudiera volver atras en el tiempo no dudaria ni un instante en decirle que si a mi madre cuando se presento a mediados de abril con dos billetes para irnos de vacaciones. Habia sido un regalo de su mejor amiga Alicia, la pobre habia sufrido un accidente con el coche y se habia roto la pierna derecha, un brazo y dos costillas. Como es obvio no podia irse con su marido a la islas Fidji, y por ese motivo se lo regalo a mi madre. Pero vamos a ver… ?mediados de Abril? Por aquellas fechas yo estaba con los examenes finales y metida de lleno en los partidos de voley. Mi equipo habia quedado primero despues de estar en segundo lugar desde que yo tenia uso de razon, habia sido una de las alegrias mas grandes de mi vida; pero ahora viendo las consecuencias de no haber asistido a aquel viaje, devolveria el trofeo, dejaria el equipo y no me hubiese importado suspender literatura y espanol, con tal de evitar que aquel matrimonio se realizara. !Casarse en un barco! !Mi madre estaba completamente loca! Ademas se casaron sin decirme absolutamente nada, me entere en cuanto llego, y encima me lo dijo tan tranquila como si casarse con un millonario en medio del oceano fuera lo mas normal del mundo… Toda esta situacion era de lo mas surrealista, me iba de mi pequeno apartamento en uno de los lugares mas frios de Canada para mudarme a una mansion en California, EEUU. Ni siquiera era mi pais, aunque mi madre habia nacido en Texas y mi padre en Colorado. Pero aun asi me gustaba Canada, yo habia nacido alli, era cuanto conocia… -Noah sabes que quiero lo mejor para ti-me dijo mi madre haciendome regresar a la realidad.- Sabes por lo que he pasado, por lo que hemos pasado; y por fin he encontrado un buen hombre que me quiere y me respeta y no me sentia tan feliz desde hace muchisimo tiempo… le necesito y se que vas a llegar a quererle, ademas puede ofrecerte un futuro que yo nunca podria ni haber imaginado darte. -Mi instituto en Toronto era muy bueno-dije suspirando al mismo tiempo que pensaba en lo feliz que estaba mi madre. Hacia muchisimos anos que no la veia tan contenta, tan ilusionada. Era otra persona, y me alegraba por ella pero yo no sabia si iba a poder adaptarme a un cambio tan radical en mi vida. -Uno de los mejores institutos…publicos, Noah.-me aclaro mi madre-Ahora vas a poder asistir a uno de los mejores del pais, y vas a poder optar a las mejores universidades… -Es que yo no quiero ir a una universidad de esas, mama, ni tampoco quiero que un desconocido me la pague-dije sintiendo un escalofrio al pensar en que dentro de un mes empezaria en un instituto pijo lleno de ninos ricos. -No es un desconocido, es mi marido, asi que ve haciendote a la idea-agrego en un tono mas cortante.

  • Corazon culpable de Janice Maynard

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    -!La respuesta es no! Mazie Tarleton termino la llamada, deseando tener un telefono antiguo para colgar con fuerza el auricular. A sus espaldas, Gina, su mejor amiga y companera de trabajo, se acabo el ultimo bocado del bollito de canela y se chupo los dedos. -?Quien te ha enfadado tanto? Las dos mujeres estaban en el despacho de Mazie, un rincon al fondo de All That Glitters, la exclusiva joyeria de Mazie en el centro historico de Charleston que a tantos turistas y paisanos atraia. -Es otra vez la agente inmobiliaria de J.B. dandome la lata -comento Mazie. -No te quejes. J.B. te ha hecho una buena oferta por este edificio que se cae a cachos. -?De que lado estas? Mazie y Gina se habian conocido en el primer curso de la escuela de arte y diseno de Savannah. Gina conocia el desprecio que Mazie sentia por el empresario mas deseable y sexy de Charleston. -Hay carcoma en el desvan y la calefaccion es prehistorica, por no mencionar que la cuota del seguro se triplicara en la proxima renovacion. Se que los Tarleton sois muy ricos, pero no por eso tenemos que ignorar una buena oferta. -Si viniera de otra persona que no fuera J. B. -murmuro Mazie con tension en los hombros. Jackson Beauregard Vaughan, el hombre al que amaba tanto como odiaba desde que tenia dieciseis anos. Lo detestaba y queria hacerle tanto dano como el que el le habia hecho a ella. -?Que es lo que te hizo? -pregunto Gina. Su expresion de perplejidad era comprensible. J.B. Vaughan era el prototipo de hombre alto, moreno y guapo. Tenia una sonrisa arrogante, brillantes ojos azules y rasgos marcados, ademas de unos hombros muy anchos. -Es complicado -murmuro Mazie, sintiendo que le ardia la cara. Los recuerdos le resultaban humillantes. Mazie no recordaba ningun momento en el que J.B. no hubiera formado parte de su vida. Mucho tiempo atras lo habia querido como a un hermano. Pero cuando sus hormonas empezaron a enloquecer, lo habia visto desde una nueva perspectiva. El baile de primavera de su colegio se habia presentado como la oportunidad de jugar a ser adultos. Lo habia llamado una tarde de un miercoles del mes de abril. Con los nervios a flor de piel y el estomago encogido, le habia hecho la invitacion. J.B. se habia mostrado evasivo. Entonces, apenas cuatro horas mas tarde, habia aparecido en la puerta de su casa. Su padre estaba encerrado en su estudio bebiendo, y Jonathan y Hartley, sus hermanos, habian salido a hacer unos recados. Asi que habia sido ella la que habia abierto la puerta. Como se habia sentido incomoda de invitarle a pasar, a pesar de que ya habia estado antes un monton de veces, habia salido al porche y le habia sonreido con timidez. -Hola, J.B. No esperaba verte hoy. Se habia quedado apoyado en el poste, en aquella postura tan varonil. En pocas semanas cumpliria dieciocho y seria legalmente un adulto. -Queria hablar contigo cara a cara. Has sido muy amable invitandome al baile. Me siento halagado. -Todavia no me has dicho si iras conmigo. Sintio las manos heladas y empezo a temblar. -Eres una chica encantadora, Mazie, y me alegro de que seas mi amiga. No hacia falta que dijera nada mas. Era inteligente y sabia leer entre lineas, pero no estaba dispuesta a dejarlo escapar tan facilmente. -?Que intentas decir, J.B.? -Maldita sea, Mazie. No puedo ir al baile contigo. No deberias habermelo pedido. Eres una cria. -No soy una nina. Soy solo un ano mas pequena que tu. -Casi dos. Le sorprendio que lo supiera con tanta exactitud. Avanzo unos pasos hacia el. Se habia venido abajo, pero no estaba dispuesta a que se diera cuenta de cuanto afectaba a su autoestima. -No te inventes excusas, J.B. Si no quieres ir conmigo, ten las agallas de decirmelo a las claras. El maldijo entre dientes y le aparto un mechon de pelo de la cara. -Eres como una hermana para mi. No podia haber dado con una excusa menos convincente. ?Por que se empenaba en levantar muros entre ellos? Respiraba con tanta agitacion que corria el riesgo de hiperventilar. Era evidente que lo habia malinterpretado. J.B. no habia ido hasta alli aquella noche porque sintiera algo por ella o porque quisiera verla. Estaba alli porque era todo un caballero incapaz de decirle que no por telefono. Otra persona se lo habria puesto mas facil, pero Mazie estaba cansada de ser buena. Lo rodeo por la cintura y apoyo la mejilla en su amplio pecho. Llevaba una camiseta azul marino, unos vaqueros desgastados y sus nauticos de piel. Era el clasico James Dean, un chico malo e inconformista. Cuando lo toco, todo su cuerpo se puso rigido. Nada se movio, excepto una unica cosa, algo bastante abultado. Jackson estaba excitado y como Mazie se habia abrazado a el, le era imposible ocultarlo. Sus bocas se encontraron y volco toda su pasion de adolescente en aquel beso desesperado. J.B. sabia de maravilla, tal y como habia imaginado en sus suenos. Por un momento, se habia sentido vencedora. La estrecho contra el y su boca se fundio con la suya. Su lengua se deslizo entre sus labios y acaricio el interior de su boca. Las piernas no la sostenian y se aferro a sus hombros. -J. B. -susurro-. Oh, J.B. Sus palabras lo sacaron del hechizo en el que habia caido. Se aparto tan bruscamente que Mazie dio un traspie. J.B. ni siquiera alargo la mano para ayudarla a recuperar el equilibrio. Se quedo mirandola, iluminado por la poco favorecedora luz amarillenta del porche. El sol se habia puesto y la noche habia caido con todos los olores y sonidos de la primavera. Se paso la mano por los labios para secarselos. -Como te he dicho, Mazie, eres una cria, deberias salir con los de tu edad. -?Por que estas siendo tan cruel? A continuacion vio como tensaba los musculos del cuello, y los ojos se le llenaron de lagrimas. Pero no iba a permitir que cayeran. -Creo que hemos terminado con esto. Hazme un favor, J.B. Si alguna vez ocurre un desastre y tu y yo somos los unicos seres humanos que sobrevivimos en el planeta, pierdete. -Mazie... Hola, Mazie. La voz de Gina la devolvio al presente. -Lo siento, estaba sumida en mis pensamientos. -En J.B., ?verdad? Estabas a punto de contarme por que detestas a ese hombre despues de tantos anos y por que no quieres venderle este edificio a pesar de que te ofrece tres veces su valor. Mazie trago saliva, olvidandose del pasado. -Me rompio el corazon cuando eramos adolescentes y se porto muy mal. Asi que si, no quiero ponerselo facil. -No estas siendo razonable. Olvidate del dinero. ?Acaso no te ha ofrecido tambien otros dos locales en una ubicacion privilegiada para nuestra tienda? !Esta dispuesto a hacer un intercambio! ?A que estas esperando, Mazie? -Quiero hacer que se arrastre. J.B. habia comprado todos los metros cuadrados en una franja de dos manzanas cerca de Battery. Tenia planeada una impresionante rehabilitacion en aquella zona de la ciudad, respetando las normas de conservacion del patrimonio historico de Charleston. A nivel de calle estarian los comercios, siguiendo el tipico estilo sureno. Sobre ellos, la idea de J.B. incluia lujosos condominios y apartamentos, algunos de ellos con vistas al puerto. Lo unico que se interponia en los planes de J. B. eran Mazie y su local. Gina agito la mano ante la cara de Mazie. -Baja ya de la nube. Puedo entender que quieras vengarte del tormento de tu juventud, pero ?de veras te vas a cerrar en banda? -No estoy segura de querer vendersela. Necesito tiempo para pensar. -?Y si la agente inmobiliaria no te vuelve a llamar? -Lo hara. J.B. nunca se da por vencido. Es una de sus virtudes y tambien la mas detestable. -Espero que tengas razon. J.B. se sento en un taburete y alzo la mano para llamar la atencion del camarero. Se habia puesto chaqueta y corbata para una reunion. En aquel momento, se habia quitado la corbata y llevaba el primer boton de la camisa desabrochado. Jonathan Tarleton estaba sentado a su lado, tomando agua con gas. -Tienes mal aspecto -comento J.B. -Son estos malditos dolores de cabeza. -Tienes que ir al medico. -Ya he ido. -Entonces, tienes que encontrar otro mejor. -?Podemos dejar de hablar de mi salud? Tengo treinta anos, no ochenta. J.B. queria insistir en el tema, pero era evidente que Jonathan no estaba interesado. -De acuerdo. Tu hermana me esta volviendo loco. ?Puedes hablar con ella? No queria mencionar la verdadera razon por la que necesitaba ayuda. Mazie y el eran como el agua y el aceite. Ella lo odiaba y J.B. llevaba anos tratando de convencerse de que no le importaba. La verdad era muy diferente. -Mazie es muy cabezota -dijo Jonathan. -Es una cualidad de los Tarleton, ?no? -Tengo el proyecto paralizado porque me esta tomando el pelo. -A mi hermana no le caes bien, J.B. -Eso ya lo se. Mazie no quiere hablar de vender. ?Que se supone que debo hacer? -?Mejorar la oferta? -?Pero como? No quiere dinero. -No lo se. Siempre me he preguntado que hiciste para enfadarla. Se ve que mi hermana pequena es la unica mujer de Charleston inmune a tus encantos. J.B. apreto el menton. -No tengo tiempo para andar con juegos. Necesito empezar las obras antes de mediados de enero para cumplir lo programado. -Le gustan los bombones. Jonathan habia hablado en serio, pero J.B. sabia que se estaba burlando de el. -?Me estas diciendo que le compre bombones? -Bombones, flores,... no se. Mi hermana es una mujer complicada. Es lista como el hambre y tiene un gran sentido del humor, pero tambien tiene un lado oscuro. Te lo va a hacer pagar caro. Estate preparado para arrastrarte. J.B. dio un trago a su bebida e intento olvidarse de Mazie. Todo en ella lo volvia loco, pero no se podia dejar llevar. Se atraganto y tuvo que dejar el vaso para recuperar la respiracion. Los hijos de los Tarleton eran guapos. J.B. solo recordaba de la madre de Jonathan que era una mujer bella, con un eterno aire triste. Jonathan y Hartley habian heredado la tez morena de su madre, asi como sus ojos oscuros y su pelo castano. Mazie tambien era morena, pero su piel era mas clara y sus ojos de un marron dorado. Su hermano llevaba el pelo muy corto y Mazie lucia una melena por el hombro. Solia dejarse caer por casa de los Tarleton en Accion de Gracias, pero ese ano habia estado ocupado con otros asuntos. Sin darse cuenta, ya estaban en diciembre. -Seguire el consejo de los bombones. -Vere lo que puedo hacer, pero no te aseguro nada. En ocasiones, cuando le sugiero algo, hace justo lo contrario. Ha sido asi desde siempre. -Porque siempre ha querido estar a la altura de sus hermanos y los dos la habeis tratado como a una nina. -No fue facil despues de que mi madre ingresara en la clinica. La pobre Mazie nunca tuvo un referente femenino. No puedo ayudarte si te lo esta poniendo dificil. Solo Dios sabe por que lo hace

  • El secreto del Area 51 (La pandilla UFO 2) de Israel Moreno

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  • Volando alto de Carmen Gracia

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    Susana lleva anos trabajando como azafata en vueltos intercontinentales. Una vida cansada pero gratificante, la cual sufre un “revuelo” inesperado cuando el piloto del avion cambia. Eduard, a diferencia del anterior capitan, es alto, apuesto, simpatico, atletico y con una sonrisa arrebatadora. Por supuesto, Susana comenzo a ir con una sonrisa mas grande al trabajo. Hasta que una noche, en el hotel, mientras todo el equipo del avion celebraba con motivo de ano nuevo, la joven termino bebiendo una ultima copa con Eduard y acabaron en su habitacion. A la manana siguiente, bueno, ya no habia nada que lamentar, asi que se podia repetir. Y ya puestos, en el avion mismo si hacia falta. Pero por supuesto, tener relaciones en el trabajo estaba mal visto, sobretodo cuando comienzas a mezclar trabajo con placer de verdad.

  • Un amor en Auschwitz: Una historia real de Francesca Paci

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  • Las chicas de la bahia de Susan Mallery

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    Nicole Lord queria ser una buena esposa, pero habia una gran diferencia entre apoyar a su marido y mantenerlo. El habia dejado el trabajo para escribir un guion de cine que ella no habia visto nunca. Ni siquiera ayudaba a cuidar de su hijo y era ella quien tenia que ocuparse de la casa y trabajar a jornada completa.

  • Que grande eres, pequena de Marta Marin

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    Su expresion risuena y su mirada timida. Su pelo ahora es rubio pero es el de siempre, largo, liso, suave y con olor a hierbabuena. Lleva un vestido azul con la espalda descubierta que le queda estupendamente a conjunto con unas sandalias de tacon alto y, aunque esta mas delgada, me sigue pareciendo un pecado llevar tres anos sin poder deleitarme con todo su cuerpo, tan perfecto para mi, tan hecho a mi medida. No puedo salir de aqui esta noche sin haberla tocado, sin haberla besado, sin haberla hablado al menos.

  • Cactus de Rodrigo Munoz Avia

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    Viaje a Estados Unidos durante el verano de 2009, huyendo de todo aquello que pudiera recordarme a mi mismo, a mi pasado y tambien, incluso, a mi futuro, un futuro que me aburria ya antes de haberlo vivido. Fue Lidia, mi prima, tan tenaz, siempre velando por mi estabilidad, la que casi me obligo a hacerlo. --?Cactus? --le pregunte. --Cactus y suculentas. Les he dicho que eres un gran experto y que hacer ese curso es el sueno de tu vida. Lidia es de esas personas que piensan que no pasa nada por mentir un poco si las cosas se hacen de corazon. Para ella, decir que yo era un gran experto en cactus era solo mentir un poco. Me habia sacado de la cama, en un sabado que ya debia de ser de abril. Estaba muy exaltada al otro lado del telefono. --Lidia, falta mucho para el verano, estaba durmiendo --le dije. En realidad era incapaz de asimilar nada de lo que me habia dicho hasta ese momento. --He conseguido que te dejen una casita en Escondido Village, donde ibamos nosotros. El curso es barato, te gustara, no sabes como es Stanford para estas cosas. Jenny me ha insistido en que si no haces un curso, no puedes alojarte en el campus. Te va a encantar aquello. Me das mucha envidia, se me saltan las lagrimas solo de recordarlo. --A mi se me saltan las lagrimas de pensar lo a gusto que estaba en la cama, Lidia. Mi prima no dijo nada. Creo que realmente estaba llorando. Tiene una gran facilidad. A Lidia no le hacen llorar ni los alumnos ni ninguno de los especialistas en provocar el llanto ajeno que tanto abundan en nuestro colegio. A Lidia solo le hacen llorar los momentos de felicidad, ya sea suya o de las personas a las que quiere. En cuanto esta muy contenta llora, es increible. Es una persona bastante intensa. Esta convencida de que el mundo esta lleno de felicidad, y tiene un radar especial para detectarla. La Universidad de Stanford esta en California, en la bahia de San Francisco, al lado de Palo Alto. Palo Alto ofrece la mayor densidad de millonarios menores de treinta anos de todo el mundo. Todos se metieron en algun garaje mientras estudiaban la carrera y se inventaron alguna chorrada de internet que los hizo ricos. Lidia siempre me hablaba de todo esto. Ella habia pasado muchos veranos alli con su marido y sus hijos. Su marido es un cientifico reputado, pero el no se metio en ningun garaje para hacerse rico. En realidad es rico de familia, gracias a la conservera de anchoas de sus padres. A mi personalmente las anchoas me parecen una manera mucho mas digna de hacerse rico. Mi trayectoria personal en aquel ano hizo que Lidia pusiera todo su empeno en mandarme a Stanford. Solo conociendo a Lidia puede uno hacerse idea de lo que esto quiere decir. Que me gustaran o no los cactus, que estuviera en condiciones economicas de afrontar un verano asi, o que no hubiera manifestado en ningun momento interes alguno por una propuesta que consideraba tan ajena a mi eran, desde el punto de vista de Lidia, obstaculos menores. --No quiero ir, Lidia, no se me ha perdido nada alli. --Por eso mismo. En lugar de quedarte aqui lamentandote por todo lo que has perdido te propongo ir a un lugar donde no has perdido nada. Ya lo veras, alli nadie ha perdido nada, es impresionante. Solo miran hacia delante. --?Cuando me he lamentado yo de algo? Aqui o en Pernambuco seguire siendo el mismo, digo yo. Me parecio oir un ruido. --?Mama? --dije--. Mama, cuelga ahora mismo, por favor. Te he oido. Mi madre tenia casi ochenta anos. Estaba sorda como una tapia. Era imposible mantener una conversacion telefonica con ella y, sin embargo, le encantaba escuchar las conversaciones ajenas. Sorprendentemente, se enteraba de bastantes cosas. Lidia intervino y le dijo que se iba a acercar un dia por casa para llevarle un par de frascos de anchoas, pero a mi madre no era eso lo que le interesaba. Tuve que asegurarle dos veces que no tenia ningun proyecto de viaje a Pernambuco, y que ignoraba por completo donde se encontraba tal sitio. Luego, cuando mi madre colgo el telefono, le dije a Lidia que ya hablariamos de los cactus y de Estados Unidos, pero que dificilmente se podrian aunar dos conceptos que me interesaran menos. Habia sido un curso malo, tenia que reconocerlo. Las cosas empezaron a torcerse el dia en que insulte a cuatro alumnos en una sola clase y el director me llamo a capitulo en su despacho. Eso fue en enero. Luego llegaron la gripe y las otitis que se me iban pasando alternativamente de un oido a otro. Mi cabeza retumbaba como una sandia hueca y el timpano me crepitaba. No soportaba que mis alumnos hablaran a la vez. A uno le dije que si no se callaba en ese mismo momento haria huevo hilado con sus testiculos. Quiza fue excesivo. Mas tarde, al comienzo de la primavera, el director me llamo de nuevo a su despacho y me dijo que al ano siguiente no continuaria de profesor de Literatura en su colegio. Entre otras cosas estaba molesto porque en Navidades habia puesto notable a un alumno que llevaba dos meses sin aparecer por el centro y porque unos padres me habian visto fumando con sus hijos cerca del aparcamiento. Sali del despacho del director y me fui a comer con el profesor de Religion de los pequenos. Comiamos juntos con frecuencia. Hicimos nuestro particular ranking de alumnos indeseables y luego hablamos de temas mas elevados que el conocia mejor que yo: el panteismo, la vida despues de la muerte o la espiritualidad de los animales. En el computo total nos bebimos dos botellas de vino tinto. El, media, yo, el resto. Despues cogi el coche y de camino a casa me trague una furgoneta en un semaforo en rojo que por algun misterio yo no habia visto de ese color. Fue un desastre. Tras la multa me quede sin coche, sin carnet y practicamente sin dinero. Llegue a casa bastante tarde (no se si fue ese dia, pero da lo mismo) y no encontre a Eva. Me extrano. Baje a preguntarles a mis padres, que vivian en el piso inferior de mi duplex. Mejor dicho, era yo el que vivia con Eva en el piso superior del duplex de mis padres. Eva habia sido mi companera en los ultimos seis anos. Habia estudiado Bellas Artes y por entonces preparaba la tesis doctoral sobre un artista conceptual y aragones cuyo nombre, la verdad, no viene al caso. Se suponia que lo que le gustaba era pintar, pero lo unico que hacia era estudiar. Mi madre me dijo que se habia cruzado con Eva en el portal. Que se iba el fin de semana a Zaragoza, a ver a sus padres. Pero no volvio. La llame por telefono. Aunque era ella la que me abandonaba, adopto completamente el papel de victima. Dijo que yo ya no era la misma persona. Que era imposible intercambiar dos frases en serio conmigo. Que no le hacia caso. Que cada dia me comprometia menos con las cosas y bebia mas. Que no hacia mas que rehuirla y en el fondo rehuirme a mi mismo. Que me estaba convirtiendo en un ser pasivo y conformista. Que no le plantaba cara a la vida y no asumia que yo tambien era responsable de las cosas que me pasaban. Que estaba harta de vivir en casa de mis padres y compartir la asistenta, la vajilla y la tortilla de patatas. Que para eso se iba a vivir con los suyos. Fue muy convincente. Los primeros dias llegue a creerme que a la pobre chica no le habia quedado mas opcion que irse. Luego ya no se muy bien lo que pense. Creo que me entregue a un victimismo bastante lastimero. Unas dos semanas mas tarde decidi llamarla para que entre los dos reconsideraramos la situacion y hablaramos despacio. Pero Eva ya no estaba en casa de sus padres, sino en casa del artista conceptual y aragones. Aquello escocia bastante. Me habia dejado solo, en el centro de la cama, con las sabanas y las mantas cada dia mas embarulladas. Fue entonces cuando Lidia aparecio en escena. Lidia, ademas de mi prima, era profesora de Ingles en mi colegio. Fue ella la que, cinco anos atras, me recomendo al director. Primero fue capaz de convencerme a mi de que ser profesor de Literatura era una de las cosas que mas me pegaban en el mundo. A mi favor tenia mis estudios de Filologia y mi aficion a la lectura, era cierto. Lidia pensaba que mis experiencias como dependiente de libros en la Fnac, como guia turistico por Madrid y como redactor en una revista de fotografia tambien me ayudarian en mi labor frente a los alumnos. <>. Sin embargo, yo solo encontraba elementos en contra: mi caracter, mi poca empatia con el mundo adolescente y mi desconocimiento total de la materia (hacia mas de quince anos que habia terminado la carrera). En realidad, de los grandes autores sabia el precio con IVA de sus libros, pero poco mas. <>, y algo asi fue lo que debio de pensar el director del colegio. Creo que albergaba tanta confianza en Lidia que no necesitaba mas razones para darme el puesto. Le bastaba con una: era primo de la mas convincente y entusiasta de sus empleadas. Ahora, tras los reveses de las ultimas semanas, Lidia se sentia obligada a impulsar de nuevo mi vida. Ella no se creia responsable de lo que habia sucedido, pero si se creia responsable, siempre lo creia, de lo que podia llegar a suceder. De modo que si me habia hecho pasar por experto en literatura en un colegio, pensaba ella, ?por que no me iba a hacer pasar ahora por experto en cactus en California? Para Lidia no habia duda de que aquel momento de mi existencia era el idoneo para dar el salto americano, abrir mi mente y olvidar mis pesares entre estudiantes del mundo entero. La cuestion es: ?por que le hice caso? Realmente, no lo se. Creo que fue una mezcla de cosas y ninguna en particular. En cierto modo fue algo ciego, es lo que tiendo a pensar. Tambien creo que hubo una especie de sabiduria interior de mi cuerpo, una certeza no enunciada de que un cambio le vendria bien. Y aunque la idea de que Lidia ejerciese de tour operator podia ser cansina por momentos, a decir verdad resultaba muy comoda. Ademas estaba el hecho de que mi madre me animara por todos los medios a quedarme en Espana. Me sugirio que, dado que ese ano no tenia la compania de Eva, a lo mejor podia ir con mi padre y con ella a Galicia en el verano, ya que la tia Celsa tenia muchas ganas de verme y queria reeditar la foto de familia con todos los primos, esa que llevabamos tantos anos sin hacer. --?Por que no cenas en casa, hijo? --me dijo un dia--. Ya no tiene sentido que te empenes en cenar solo todas las noches… Te basta con bajar las escaleras. Fue el detonante. La tercera vez que me dijo esto, sali de casa y me acerque a la libreria del barrio. Habia varios libros sobre el tema que buscaba, pero supe perfectamente cual era el que mejor se adaptaba a mis necesidades. Su titulo era Manual del experto en cactus. Por la noche llame a Lidia. --Lidia, estaba pensando una cosa: ?las casas de Stanford tienen lavadora? Se quedo en silencio. Supe que unas lagrimas grandes le nublaban los ojos al otro lado del telefono.

  • La jaula de sal de Ibon Martin

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    Un salvaje crimen golpea Pasaia cuando solo han pasado dos anos de la detencion del Sacamantecas, el psicopata que sembro el terror en el pueblo marinero. La eleccion de la victima y el lugar, el solitario faro de la Plata, no parecen fruto del azar. La inquietante firma que el asesino traza en el cadaver tampoco. Todo apunta a que ha vuelto a ocurrir. La escritora Leire Altuna se enfrenta a su caso mas personal, una investigacion que la llevara a traves de las estrechas sendas que separan el amor del odio, la amistad de la traicion. Tendra que luchar con el miedo y con su propia mente, empenada en distorsionar lo que sucedio aquella tarde. Siniestras amenazas telefonicas pondran a prueba su resistencia, sobre la que pende ademas una opresiva fecha limite. En paralelo, la ertzaina Ane Cestero y su equipo avanzaran con unas pesquisas oficiales que destaparan los peores instintos del ser humano. Ibon Martin crea en estas paginas un absorbente thriller psicologico que arrastra al lector hasta el propio corazon de San Sebastian, para convertir la bahia de la Concha en escenario del horror mas desgarrador.

  • Sometida a tus caricias de Sophie West

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    La senorita Anatolia Eidenburg, hija bastarda del conde de Townstill, esta en la mas absoluta miseria. Sola, desamparada y sin hogar, la unica familia que le queda reniega de ella a causa de sus origenes ilicitos. La unica opcion que tiene de evitar el hambre y la pobreza, es aceptar el trato que le ha ofrecido el duque de Castle, un hombre altivo y frio que solo quiere a una muchacha de buena familia que sea pura e inocente, para convertirla en su amante sumisa y asi ganar una apuesta con sus amigos.
    El duque le ensenara a disfrutar de los placeres de la carne y, a cambio, ella descubrira que se esconde detras del corazon aparentemente frio del Amo al que sirve.
    ?Podran evitar enamorarse el uno del otro?
    Pasion, amor y drama, la combinacion perfecta para una historia que sacudira tus sentimientos. y algo mas.

  • La decision de John (Slow Death 5) de Antiliados

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    John Wells, bajista del grupo Slow Death, siempre se ha caracterizado por ser una persona serena, que se preocupa por los suyos, hasta incluso se podria decir que en ocasiones demasiado. Sin embargo, todo su mundo se ve agitado cuando Nate el primo de la esposa de su amigo Henry, aparece con la intencion de conquistarle y remueve sus sentimientos.
    No obstante, John, aloja en su corazon el recuerdo del primer amor. Una mujer que ha cambiado tanto en los ultimos anos que ni el mismo la reconoce cuando regresa a su vida.

  • Africa. La vida desnuda de Alberto Rojas

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    Una serie de cronicas africanas que dan voz a las historias que no son contadas.

  • Tomar decisiones dificiles es facil si sabes como de Peter Brandl

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    Para comprar un coche una persona invierte de media 20 horas en mirar y comparar. Pero las decisiones realmente importantes en la vida las posponemos hasta manana, pasado manana y finalmente hasta el dia del juicio por la tarde. Seguimos durante anos en un trabajo que odiamos, evitamos intencionadamente los conflictos y somos capaces de mantener una relacion de pareja que hace anos esta muerta sin remedio.

  • Tienes que mirar de Anna Starobinets

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    Una cosa es inventar historias de miedo y otra muy distinta es convertirse en la protagonista de un cuento de terror. Dude mucho tiempo si merecia la pena escribir este libro. Es demasiado personal. Demasiado real. No es literatura. Pero lo unico que se hacer es escribir. No tengo ninguna otra habilidad para cambiar el mundo. Este libro no trata solo de mi perdida personal. Habla de lo inhumano que es en mi pais el sistema al que se ve arrojada una mujer obligada a interrumpir su embarazo por razones medicas. Este libro habla de la humanidad y de la falta de humanidad en general. No se puede recuperar lo perdido. Aquellos que han perdido su apariencia humana no pueden convertirse de nuevo en personas. Pero el sistema se puede corregir y esa es mi esperanza. Por eso indico los nombres reales de personas e instituciones. Por eso escribo la verdad. Es posible que mis esperanzas no se hagan realidad. Que quienes toman decisiones y lubrican los engranajes de este sistema nunca abran este libro. Que algunos de aquellos cuyos nombres he mencionado no sientan mas que ira. Asi sea. Pero si este libro ayuda a alguien con su dolor, significara que no fue escrito en vano. Y que, al menos, algun sentido tuvo lo que nos paso. MALFORMACIONES --Bueno, ?es nino o nina? --pregunto al radiologo. Ya me ha ensenado el cerebro --<>-- y el corazon: <>. Ya me ha dicho que las medidas se corresponden con las dieciseis semanas de gestacion. Me ha hecho la pregunta absurda a la que me he acostumbrado durante este tiempo: <>; y ya he contestado que en casa tengo una hija de ocho anos. De modo que esta vez quisiera que fuera un chico. Y luego le pregunto si es nino o nina, pero por alguna razon el medico aprieta los labios con firmeza. Es como si tuviera en la boca una enorme baya amarga y se estuviera pensando si escupirla o no. Mueve la sonda en silencio por mi abdomen y mira el monitor sin pronunciar palabra. Guarda silencio bastante tiempo y despues dice: --Es nino. Pero hay algo en su voz que me preocupa. Algo en su tono. Vuelve a apretar los labios. De repente recuerdo el comienzo de El Vivo, mi novela de ciencia ficcion: <>.[1] Estamos en noviembre de 2012 y ahora soy yo la que esta en la consulta de un medico que guarda silencio, el ecografo pita y pregunto: --?Le pasa algo al bebe? Se decide por fin a escupir la baya amarga: --?Hay alguien en su familia con problemas renales? --No... --No me gusta la estructura de los rinones del feto. Es una estructura hiperecogenica. Por unos segundos siento incluso cierto alivio. Al fin y al cabo, son los rinones. Por supuesto, son importantes, pero al menos no se trata de los pulmones ni del cerebro; el cerebro y el corazon estan bien, y los rinones los curaremos de alguna manera, porque en la familia no tenemos enfermedades renales hereditarias. Esto debe de ser buena senal... --Ademas, ocupan la mayor parte de la cavidad abdominal del feto --anade--. Son cinco veces mas grandes de lo que deberian ser. Puede que una no sepa que es una estructura hiperecogenica, pero es mas que evidente que los rinones no pueden ocupar todo el abdomen. De modo que comprendo, naturalmente, que esto es malo. Muy malo. --Posiblemente se trate de una enfermedad renal poliquistica del feto --me informa--. Limpiese y vistase. Al parecer es en este momento cuando por primera vez me divido en dos. Una de mis yoes se limpia el gel del vientre con manos temblorosas. La otra vigila tranquila y cuidadosamente a la primera y tambien al medico, y en general es muy observadora. Por ejemplo, se ha fijado en que ya no se refiere a mi hijo como <>. Ahora solo lo llama <>. --Tiene que hacerse una ecografia con un especialista. --Escribe en un papelito el nombre de la clinica y el apellido del medico--. Preferiblemente con este, esta especializado en anomalias en el desarrollo fetal. Pregunto: --?Es muy grave? Responde, pero no a mi pregunta: --Yo solo soy radiologo. No soy ni especialista ni Dios y puedo equivocarme. Vaya al especialista. Me parece que quiere anadir: <>, pero no vuelve a abrir la boca. Dicen que la primera fase del duelo es la negacion. Al recibir la terrible noticia, una es incapaz de creersela de inmediato. Esta convencida de que es un error o de que la enganan deliberadamente, de que el medico es un charlatan, que la manda a otro medico amigo suyo para sacarle los cuartos... Si, he visto cosas asi en los foros de internet de patologias del embarazo, e incluso mi madre, cuando le cuente los resultados de la ecografia, pronto pasara por esta etapa. Es un mecanismo de defensa normal, pero, por alguna razon, en mi caso no funciona. Incluso antes de ponerme a buscar en internet informacion sobre la enfermedad poliquistica, antes de oir el diagnostico, en ese momento en el que el medico miraba el monitor y callaba, comprendi que todo iba muy mal. Realmente mal. Pago la ecografia y salgo a la humeda oscuridad de noviembre. Recorro las calles y luego me doy cuenta de que habia ido en coche, pero no recuerdo donde lo he dejado. Doy vueltas veinte minutos alrededor del centro de obstetricia y ginecologia de la calle Bolshaya Pirogovka sin saber que es exactamente lo que estoy buscando. Me cuesta trabajo andar. Es como si me moviera dentro de una densa nube negra. Finalmente doy con el coche, me subo y conecto el movil a internet. Tecleo: <>, y no paro de abrir enlaces. Me entero de que la enfermedad poliquistica puede ser de dos tipos: dominante (adultos) y recesiva (infantil). Que la dominante es la que tienen tambien otros familiares y con la que habitualmente se puede vivir. En mi caso, sin embargo, se trata de la recesiva. Si es que ese es mi caso. En las fotos aparecen bebes deformados, con las caras aplanadas y enormes barrigas hinchadas. Bebes muertos. Los que tienen la enfermedad poliquistica recesiva no sobreviven. La densa nube negra que me rodea me llena de repente la boca y la garganta. Empieza a faltarme el aire. No puedo respirar. Mientras, la otra yo, que aguanta fria y tranquila, repara en que no solo estoy sentada en el coche mirando la pantalla del telefono y jadeando, sino que tambien voy conduciendo por la calle del Decimo Aniversario de Octubre y todos me pitan porque voy en sentido contrario. De milagro consigo llegar a casa. Me estoy ahogando y, cuando mi hija Sasha --la llamamos Tejoncita-- sale corriendo a mi encuentro, feliz y preguntando: <>, y mi marido, que tambien se llama Sasha, emerge de la cocina con las manos mojadas y se interesa despreocupadamente: <>, yo no puedo hablar, solo aspirar a bocanadas. Pero no hay aire, la nube negra no deja que llegue a mis pulmones. --?Que pasa con el nino? --Sasha padre me agarra por los hombros--. ?Que pasa con nuestro nino?

  • Solo tuyo para siempre y contigo (La fuerza de amar 3) de Barbara Crespo

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    Cuando Sindy desaparecio, Ian quedo devastado, nunca habria imaginado que tras haberla elegido, ella le abandonaria. Durante mucho tiempo, se ha dedicado a buscarla, pero como si la tierra se la hubiera tragado… no consigue encontrarla.

  • No sabes cuanto te odio..(Serie Sweet love 3) de Moruena Estringana

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    Thew y Nora nunca se han soportado. De hecho muchos creen que cuando se reencuentren en la universidad, saltaran chispas entre los dos y asi es.
    No pueden evitar odiarse…
    Thew ha cambiado en los siete anos que ha pasado lejos de todo. Lo que no entiende es por que, cada vez que esta cerca de Nora en vez de decirle lo que piensa, acaba por soltarle algo que sabra que la hara saltar y replicarle.
    Nora por su parte pretende pasar de Matty, como lo llama ella, pues se niega a llamarlo de la forma que a el le gustaria, aunque solo sea para fastidiarlo. Tiene un novio al que adora, por mucho que su mejor amiga Roni diga que es un idiota. Ella no lo ve asi.
    Thew y Nora se odian…el problema es que no saben como lo hacen, pero, al igual que les pasaba de ninos, no pueden evitar estar cerca el uno del otro siempre.

  • Cuentos de buenas noches para ninas rebeldes 2 de Elena Favilli

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  • Intimidad improvisada de Maximo Huerta

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    A lo largo de los ultimos anos Maximo Huerta ha ido escribiendo casi a diario articulos, greguerias, fogonazos que abordan desde su particular optica nuestro mundo, lo mas palpable de nuestros dias. Y lo hace aplicando sus dotes de observador para hablar acerca de nuestras costumbres y manias, nuestros suenos y frustraciones, tambien de nuestras formas de soportar (o rechazar) las esclavitudes de la vida moderna: el movil, el gimnasio, las redes, la TV, el control de calorias, los tatuajes..., acercandonos su parecer sobre los grandes temas y los pequenos, que a todos nos (pre)ocupan, nos divierten y nos fastidian.

  • El Alfiletero estampado de Ayarit Gallardo

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    De nina, recuerdo como todos los dias al salir de la escuela, salia corriendo por las calles de mi pueblo para ir a sentarme en la Fuente de Aretusa. Sonaba que los papiros eran grandes cabezas despeinadas de musicos de una orquesta y que yo era una afamada soprano que estaba a punto de hacer estallar la vieja estatua con mi aguda voz. Imaginaba ver a Alfeo fundiendose en las aguas de Aretusa, tal cual como cuenta su mito, para muchos una violacion para la que queria permanecer virgen, para mi; una manera increible y osada de como consumar el amor de cualquier manera. Mi nombre es Tarcila, si asi como lo oyen, un nombre nada comun para una mujer nada comun, asi soy yo. Mi madre, proveniente de una familia noble de Siracusa, cuna de Arquimedes, me lo coloco en honor a mi abuela para recordarla cada vez que lo pronunciara, ya que quedo huerfana siendo una nina. En una isla tan pequena como Ortigia, todos querian y respetaban a mi madre, que era una de las pocas maestras del pueblo, lleno de pescadores y costureras analfabetas que sonaban en secreto que sus hijos tuvieran otro destino, pues en publico se enorgullecian que siguieran sus pasos. Era impensable imaginar para la epoca, como siendo huerfana, criada por sus hermanas inexpertas solo unos anos mayores que ella, pudo destacar entre tantas licenciandose como maestra en la Universidad de Catania, donde iba a estudiar todos los dias desde Ortigia en carreta. A mi padre, un apuesto y gallardo romano, lo conocio en el Teatro Massimo Bellini, cuna de la Opera en Catania, lugar que a el le encantaba frecuentar, pues aunque era constructor, su pasion por la opera y sus dotes de tenor, lo mantenia siempre cerca del escenario. Alli ocurrio la magia. La severa senorita maestra, pasados sus treinta y tantos, la que conservaba su virtud cual Aretusa, encontro el amor en aquel romano con porte de gladiador, que tal como Alfeo, lucho por fundirse en ella hasta su ultimo aliento. Mi amado padre. De el herede el gusto por la buena musica, mi voz prodigiosa y mi capacidad para sonar alto y sin limites. De mi amada madre, mi gusto por las bellas artes y por todo lo hermoso, la creatividad y la sobriedad al actuar. De su amor nacimos dos hijos, mi hermano Vittorio, en homenaje a Vittorio Emmanuelle II de Italia y yo, la estrambotica Tarcila, como mi abuela siracusana. Estrambotica fisicamente, si, asi me consideraba, ya que desde pequena era enorme, asi como les dije que mi padre parecia un gladiador, asi me veia yo, mucho mas alta y robusta que las demas ninas del pueblo, pero lo que mas aun me caracteriza con ese adjetivo es mi personalidad. Mis ojos de un hermosos color miel, pero nunca comparables al verde jade cambiante de mi madre, quien tiene una mirada tan enigmatica, que puedes ver todas las tonalidades de verde existentes segun su temperamento, y vaya que conozco todos sus colores. Mi hermano Vittorio y yo crecimos cual gemelos, ya que tan solo nos llevamos un ano. Nos adoramos con locura, pero sin decir una palabra, como hermanos crecimos entre juegos, discusiones, acusaciones y complicidades. El siempre estaba acompanando a mi padre en todo momento, aunque preferia estar pegado a las faldas de mi madre, mientras que yo, por ser nina, siempre debia estar aferrada al lazo de su delantal. Sonaba con los dias en los que mi padre silbaba desde su Giulietta rojo del 54 encendido para llevarme a Catania con sus amigos. Era nuestro dia y nuestro paseo, pues, aunque ibamos los cuatro, yo sentia que era el dia de nosotros dos unidos por la musica. Con papa impaciente en el carro, comenzaba la carrera contra el tiempo de mama. Acicalar a dos ninos pequenos que solo querian salir corriendo a pasear, mientras ella se empenaba en dejar nuestra piel brillando con una esponja, tallandonos en la vieja tina de madera, para luego vestirnos con nuestros mejores trajes. Recuerdo las rodillas de mi hermano, tratando de esconderse bajo el pantalon corto, pues siempre estaban llenos de moretones o heridas producto de sus travesuras. A mi siempre me ponian vestidos enormes, llenos de vuelos lazos y bordados, que mi mama mandaba a hacer especialmente a mano por una costurera en Taormina, no solo porque eran los mas bellos, sino porque no habian vestidos lindos para ninas de mi tamano y proporciones. Al llegar el momento de peinarme era todo un suplicio, pues mis cabellos dorados pero rebeldes como yo, eran siempre domados a la fuerza con el cepillo de metal y el brazo fuerte de mi madre, quien hacia magia para estirarlos a la altura de mis orejas, dividirlos en dos monos y hacer un par de roscas rematadas con un lazo Imaginaran a esta pobre nina con los ojos achinados a juro con lagrimas entre el dolor de cabeza constante y el apreton, pero eso si, siempre impecable, como una verdadera princesa siracusana. Todo este ritual transcurria entre corneteos incesantes, silbidos exasperados y gritos enardecidos de mi padre, quien impaciente en su Giulietta amenazaba siempre con dejarnos. Asi magistralmente comenzabamos mi hermano y yo a lloriquear a todo pulmon para apurar a mi madre, quien con sus refinados modales, no salia de casa hasta estar impoluta, orgullosa con sus dos hijos de la mano. Muchas veces la gente del pueblo se reia al ver a mi madre corriendo con nosotros para alcanzar el carro de papa cuando cansado de esperar lo ponia en marcha. Esos dias debia terminar de maquillarse y quitarse los rollos para el cabello en el camino a Catania. Eso si, antes de pasar el Ponte Nuovo, ya era toda una esfinge dorada. Por sus modales refinados, la gente que no la conocia creia que era francesa o inglesa. Jamas imaginaban que era de Ortigia, ni siquiera de Catania donde se formo, porque seas de Siracusa, Taormina o simplemente siciliano, lo bullicioso para un italiano se lleva en la sangre. Pero ella no. Mi madre era una mujer muy discreta y silenciosa, de profunda formacion religiosa. Aprendio a pintar como cualquier maestro renacentista y como buena italiana, su amor por la cocina era insuperable, solo que tenia una manera muy delicada y particular de preparar todo, que la diferenciaba de las demas mujeres del pueblo, que habian heredado las recetas ancestrales de sus nonas. Mi padre, tambien era un experto en la cocina y verlo cocinar era todo un espectaculo, pues mientras lo hacia, parecia estar excavando en una cantera romana. Mi madre con las manos en la cabeza, sentada de espaldas en la mesa del comedor, sin poder hacer nada mas que pensar que papa estaba demoliendo la cocina y mi hermano y yo nos divertiamos viendolo hacha en mano, como un gran lenador para deshuesar algun ave o descamar un pescado Eso si, al preparar sus grandes banquetes, quedabamos retozando de alegria. Solo mi pobre madre se levantaba de la mesa, mientras nosotros canturreabamos una cancion con el, para ir a poner orden en su mas preciado rincon: la cocina. Recuerdo cuando una de esas veces sentados frente a la mesa, me senti tan en confianza que les exprese a todos mi deseo de ser parte de un mariachi mexicano cuando fuera grande. Esa musica siempre estuvo presente en nuestro hogar, ya que papa aun sin entender lo que decian las canciones en espanol, nos enseno a admirar a los grandes cantantes de la epoca de oro mexicana. Yo muy emocionada infle mi pecho, dispuesta a entonar una de esas tonadas, cuando mi hermano, con su risa unica y particular comenzo a burlarse de mi deseo, diciendo que solo podia servir para cargar el guitarron, una guitarra mexicana enorme que hace la funcion de bajo. Correteos por toda la mesa hasta que pude alcanzarlo y en un intento de imitar las lecciones de lucha que papa nos habia ensenado, le salte encima y le saque el aire como a un globo desinflandose. Todavia hoy en dia nos reimos al recordar el hecho, sobre todo, los golpes que nos dio mi madre con la paleta de madera de la cocina, con la que preparaba sus divinas recetas, pero tambien nos ajusticiaba de vez en cuando. Despues de este dia, decidi aferrarme mas a mi sueno de ser cantante, solo que no volvi a contarle a nadie mis deseos, por lo menos no hasta que pudiera cristalizarlos. Cuando cumpli 12 anos, mi madre me regalo el obsequio que cambiaria mi perspectiva, al que me engancharia de por vida de una manera fantastica, el que me hizo dejar de pensar como nina, para usar mi imaginacion de mujer. Mi madre me regalo un alfiletero estampado Si, como lo leen, un alfiletero, pero no cualquiera. Uno hecho con un tela magnifica llena de hermosas flores negras brocadas, lo que hacian parecer relieve, uno enormes ojos azules hechos de boton y un cabello lleno de fibras doradas de un cordon deshilachado. Se me olvido agregar que mi alfiletero era un muneco, si un muneco hecho con retazos de tela por mi mama, para que yo colocara alfileres y agujas mientras aprendia a coser y a bordar Para mi con mi extrana personalidad, resulto ser practicamente un objeto de culto, pues mientras las otras ninas jugaban con sus tontas munequitas de trapo insulsas, yo tenia el poder de imaginar que ese muneco tomaba vida, que esas flores formaban parte de su piel y que las agujas y alfileres con que lo traspasaba, era parte de su indumentaria diaria. Ese era mi hombre ideal, asi noche tras noche formaba en mi mente cada detalle de su piel, de sus facciones, de nuestro primer encuentro, de como reconocerlo al verlo a los ojos y de como me reconoceria sin siquiera conocerme. Pero como no iba a saber de mi, si desde que llego a mis manos, esta a mi lado perpetuamente, como el amor eterno, ese que te acompanara para siempre. Mis amigas se burlan de mi, pues lo ven como un muneco sucio, desgrenado y feo, con el que no puedo jugar, porque solo es un alfiletero, pero para mi es mucho mas que eso. Es y sera toda mi vida, pues mi historia gira a traves de sus azules ojos de boton, que me miran tan profundamente, haciendome estremecer al sentir su rasposa barba al ras, cuando lo froto sobre mi rostro. Su retorcida sonrisa dibujada, me muestra una dentadura perfecta que brilla a la luz de la luna que atraviesa los barrotes de mi ventana. Sus alfileres llenos de bolitas de colores cada dia cambian de posicion, como si se llenara aun mas de ellos. Me imagino perforando cada centimetro de su piel con ellos. Se los dije. Soy extravagante y en mi familia nadie podia entenderlo. Por eso debia callar. Jamas nadie podia enterarse de mi amor por mi alfiletero. Para muchos rayaria en lo enfermo, en lo perverso. Para mi solo era eso: el mas puro y verdadero amor hecho alfiletero. Estando en mis clases de literatura, volaba con la imaginacion ante cada historia que leia la profesora, imaginando que los dos protagonizabamos las sagas mas romanticas o tragicas, pues se que el amor no todo es color de rosa, pero al estar a su lado, con seguridad, la historia sin importar su final, realmente no tendria fin alguno, pues siempre al ponerle un nuevo alfiler la podria comenzar a narrar de nuevo. Cuando toco irme a estudiar a la universidad, le di un buen bano, porque el pobre con los anos habia perdido un poco de color, le remarque los bordados de la tela para que tomaran mas vida sus tatuajes, cambie las hebras destenidas de su cabello, por un estambre dorado, al que le hice una larga cola, pues sonaba con acariciar esa lacia melena. Coloque en sus manos un pequeno violin de madera que mi padre me habia tallado y lo fije a un brazalete de cuero negro, para que fuera mi companero en esta nueva etapa. Antes de emprender mi viaje, mi madre muy devota de la virgen de las lagrimas, me llevo a su santuario en Siracusa. Fue un momento hermoso, pues compartimos como nunca el amor de madre e hija. Su severidad no le permitia llorar ante mi part,

  • Nunca crei ser tan feliz de Sophie Saint Rose

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    Jessica Foeller guarda un secreto desde hace anos, que si fuera revelado terminaria con la excelente reputacion de los Halleran. Pero una promesa la ata de pies y manos, asi que tiene que reprimir su odio por la familia mas rica del pueblo. Cuando Everett Halleran pone sus ojos en ella no se lo puede creer, porque apenas se habian dirigido la palabra en su vida. Pero lo que mas le preocupa, es que no sabe si podra resistirse mucho tiempo porque cada vez que la aborda es mas dificil negarse a sus deseos. ?Podria llegar a olvidar el dano que habian provocado a su familia? ?Podrian llegar a amarse?

  • El rey del escoces de Penelope Sky

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    Jopseh Ingram cometio el error de robarme. cuatro millones de dolares. Se llevo mi informacion sin pagar por ella. Y creyo que podria salirse con la suya.

  • Un lugar al que volver de Jose A. Perez Ledo

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    Verano de 2017. Cuando Tomas se queda en el paro, decide aceptar un singular trabajo. Ejercera como chofer y guia de Tess, una adinerada mujer de Miami, y su hija adolescente en un viaje de tres semanas por el sur de Espana. Solo pone una condicion: ser acompanados por Hugo, su hijo de 13 anos, con quien mantiene una complicada relacion desde su divorcio.
    Asi es como estos cuatro personajes emprenden una travesia que los llevara hasta los origenes familiares de Tess y en cuyo recorrido descubriran que las cosas mas importantes no son necesariamente las
    mas urgentes.
    Decia el fotografo Henri Cartier-Bresson que la mision ultima de la fotografia consiste en atrapar ese momento unico que ya nunca volvera a producirse. Lo llamo <>. De esos momentos fugaces e irrepetibles trata esta novela.

  • Lecciones de amor de Ali Cronin

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    Cuatro chicas, tres chicos. Casi 18 anos. Todos tan reales como tu.