• libro tragedia en el tribunal - Cyril Hare

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    En el otono de 1939, el juez William Hereward Barber del Tribunal Supremo recorre el sur de Inglaterra presidiendo casos de municipio en municipio. Cuando una carta le advierte sobre una inminente venganza sobre su persona, el magistrado le resta toda importancia, atribuyendola sin duda a algun inofensivo lunatico. Pero al recibir el segundo anonimo, seguido esta vez de una caja de bombones envenados, Barber empieza realmente a temer por su vida. Sera el abogado y detective aficionado Francis Pettigrew ;probo, poco exitoso y enamorado en su dia de la esposa del juez; quien intente desenmascarar al autor de las amenazas, antes de que sea demasiado tarde;

  • TRAGEDIA EN EL TRIBUNAL | CYRIL HARE | Casa del Libro

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  • Tragedia en el tribunal (Libros del Tiempo nº 383) eBook

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  • Libro: Tragedia en el tribunal - 9788417996581 - Marcial Pons

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    Tragedia en el tribunal.[ Hare, Cyril (1900-1958); ]. En el otoño de 1939, el juez William Hereward Barber del Tribunal Supremo recorre el sur de Inglaterra ...

  • Tragedia en el tribunal - Cyril Hare -5% en libros | FNAC

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    26 feb 2020 — Tragedia en el tribunal, libro o eBook de Cyril Hare. Editorial: Siruela. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • tragedia en el tribunal - Machado Libros.

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    TRAGEDIA EN EL TRIBUNAL, HARE, CYRIL (1900-1958), 19,95€. «Escrita con elegancia e ingenio, Tragedia en el tribunal es para muchos la mejor novela ...

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  • tragedia en el tribunal - Librería Luces

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    TRAGEDIA EN EL TRIBUNAL ; ISBN: 978-84-17996-58-1 ; Páginas: 308 ; Encuadernación: Cartoné ; Colección: LIBROS TIEMPO:AUTOBIOGRAFIA.

  • Tragedia En El Tribunal | Librería Online TROA. Comprar libro

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  • TRAGEDIA EN EL TRIBUNAL - HARE CYRIL - Quelibroleo.com

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    En el otoño de 1939, el juez William Hereward Barber del Tribunal Supremo recorre el sur de ... TRAGEDIA EN EL TRIBUNALHARE, CYRIL ... Información del libro.

  • Viuda, al fin de Minna Lindgren

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    Una divertida novela llena de ternura y humor negro sobre como la amistad y el amor cambian cuando te haces mayor.

  • Gente que conoci en los suenos de Luis Mateo Diez

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    Las cuatro historias de Gente que conoci en los suenos, libro inedito del escritor leones Luis Mateo Diez, tienen el comun denominador de una mezcla de irrealidad y fantasmagoria y, en tal sentido, algunas secretas revelaciones de lo que nos sucede e inquieta mas alla de la vigilia, donde existen habitantes que se nos pueden aparecer, ademas de ser como nosotros mismos.

  • Una Chica Sin Igual 2 de Noa Pascual

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    Noa Brown cree haber encontrado el amor. ?Lo cree o quiere creerlo? Ahora tiene que sacar a luz su verdadera personalidad y es posible que ni ella se reconozca. Sus nuevas amistades desean ver ese cambio en Noa, incluso sin saberlo se convierten en la fuerza vital de ella. Cuando todo parece ir bien, un accidente cambiara el rumbo de sus vidas. Nota: Solo el destino tiene el poder de darnos la felicidad o quitarnos la vida. Por ello tendremos que llegar hasta el final para saber que sera de Noa Brown y su pequena gran familia.

  • El Crimen del Ganador (Trilogia del ganador), Marie Rutkoski de Marie Rutkoski

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    Seguir a tu corazon puede ser un crimen. La boda de un miembro de la realeza es el sueno de muchas chicas. Implica una celebracion tras otra: bailes, fuegos artificiales y diversion hasta el amanecer. Pero para Kestrel significa vivir en una jaula en la que ella misma se ha metido. Kestrel esta convirtiendose en una maestra del engano. Ha empezado a hacer de espia en la corte. Si la descubren, su pais la considerara una traidora. Sin embargo, debe encontrar el modo de cambiar su despiadado mundo. y, en el proceso, esta a punto de descubrir un espeluznante secreto.

  • Deliciosa amnesia de Emilia V

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    Voy en camino --dije, tenia ambas manos en el volante y la pieza del Bluetooth en mi oido. --Date prisa, por favor --contesto mi padre en voz baja--. Algo no esta bien, Evan. Hay una mala... --Se interrumpio--. Y no se... --Papa se quedo completamente callado, quite las manos del volante y me estire en el asiento. --?Papa? ?Papa, hola? ?Puedes oirme? Pero ya no estaba. Y yo, me encontraba atrapado en un ferry camino a Nantucket sin nada mas que preocupacion por esa llamada. Eso no era propio de el. Mi padre era una roca. Mentira, ni siquiera era una roca, era acero. El hombre me habia criado, por el amor de Dios. En toda mi vida nunca me habia pedido ayuda, y ahora, el dia que me pide ir a conocer a mi nueva madrastra y hermanastra, me hacia esa llamada ?Sonaba asustado? ?Donde estaba su rudeza habitual? Saque el auricular de mi oreja, lo que hizo que me picara instantaneamente. --Ahhhhh --grite frustrado, y lo arroje al asiento del pasajero de mi Audi. Abri la puerta y sali del auto para buscar a alguien que me explicara que diablos estaba pasando. Un tipo con un uniforme de marinero cursi se paseaba entre los demas vehiculos, observando y anotando las matriculas en un portapapeles y sonriendo a la gente sentada dentro de ellos. --!Hey, tu! --grite. Varias cabezas se voltearon hacia mi. El marinero tambien levanto la vista --. Si, tu, ?cuanto falta para que esto termine? --Quedan quince minutos de viaje, senor. --Quince minutos --Saque mi billetera y se la menee como si fuera una delicia--. Que sean cinco y te dare mil dolares. El hombre volteo los ojos de tal manera que solo se veia lo blanco de ellos. --?Senor? ?Tartamudee? --No, senor, pero me temo que no puedo cambiar el rumbo ni la velocidad del ferry. Esta en nuestra pagina web, senor. El viaje dura dos horas y quince minutos, en total. --Dos mil dolares --le conteste igualmente, y saque algunos billetes para probar que hablaba en serio. La suave brisa, el olor del oceano, la hermosa vista del dia en este verano, todo se me escapaba. --Senor, no puedo hacer que el ferry vaya mas rapido. Tendra que esperar --dijo el hombre. Bueno, esa era la primera vez que me rechazaban una oferta asi. Habia sido rico la mayor parte de mi vida, y alcance a serlo mucho mas trabajando en tecnologia y bienes raices, despues de dejar la casa de mi papa. Segun mi experiencia, el dinero lo compraba todo, incluyendo viajes mas cortos a traves del oceano. Me sente de nuevo en mi auto, refunfunando en voz baja. A pesar de todo, alcance mi movil nuevamente y llame al telefono de mi padre. No contesto. Probe llamar al telefono fijo despues, apretando los dientes a traves del incesante zumbido. --Vamos --murmure--. Contesta, papa. La culpa me envolvio. Habia estado lejos de el ultimamente. Lo habia dejado esperando muchas veces. Incluso venir a conocer a su nueva esposa e hija esta semana habia sido una tarea casi imposible para mi, y ahora esto estaba sucediendo. Finalmente, el ferry atraco, y me dirigi hacia la larga calle que se unia con Cliff Road y terminaba en direccion a North Shore. O al menos, la parte de North Shore donde estaba ubicada su mansion. Sentia la tension acumularse y recorrer mi columna vertebral. Esto no era normal. Estaba en peligro. Tranquilo, imbecil. El esta bien. Mi padre no tenia ningun enemigo. No era como yo, en ese aspecto. No habia ninguna razon para que estuviera en peligro. Mis manos sudaban al volante, mi pie presionaba impaciente el acelerador. Me gustaba tener el control todo y no esperaba a que nadie mas hiciera algo. Estaba en mis manos, y asi era como me manejaba. Me acerque al camino de entrada de la mansion, y me incline hacia adelante. Mi mirada viajo desde el camino hacia el cielo, una y otra vez. Senti un vacio en mi estomago al ver la columna de humo negro que se elevaba en la distancia. No. No puede ser. !Carajo! Hundi el pie en el acelerador, resbalando en el camino que conducia a la casa. Luces parpadeantes aparecieron en mi espejo retrovisor y un camion de bomberos se acercaba detras de mi. Acelere mucho mas y atravese con el Audi las rejas de entrada a la propiedad. La mansion estaba al final de un largo camino de grava. El fuego vivo serpenteaba desde las ventanas abiertas en el ultimo piso. La casa de la piscina a la izquierda ya estaba envuelta en llamas. La puerta principal estaba abierta a lo alto de los enormes escalones de piedra, pero no habia nadie de pie fuera de ella. No veia a mi padre en ninguna parte, no estaba afuera con su nueva esposa a su lado. Apenas habia frenado cuando mi mano ya habia soltado el cinturon de seguridad y con la otra abri la puerta. Salte y corri hacia la entrada principal. Detras de mi podia escuchar el chirrido de las llantas del camion de bomberos y los gritos. El humo que salia del pasillo, me asfixio. Me arranque la camisa. Me la ate alrededor de la nariz y la boca, y luego entre. --!Papa! Papa, ?donde estas? Mis ojos ardian, no podia ver. Me arrodille y me arrastre hacia la habitacion mas cercana, tosiendo, balbuceando y llamando a mi padre. Una figura aparecio en la alfombra grisacea delante de mi. Una mano delicada con los dedos enroscados contra la palma, unas pintadas de rosa palido. La imagen me llamo la atencion. Era una mujer. ?Quien era? ?Que hacia ella aqui? Mi hermanastra. Me arrastre hasta ella, con la garganta seca, tosiendo y agarre uno de sus brazos levantandola con cuidado. Tenia que sacarla de ahi. No podia seguir con el plan de arrastrarme y buscar a mi padre. Si pude encontrarla a ella, los bomberos encontrarian a mi padre y a mi nueva madrastra tambien. Una gran grieta resono sobre mi. !Muevete! Antes de que todo el techo se derrumbe sobre tu cabeza. Ella era ligera en mis brazos a pesar de su cojera. Corri a traves del humo hacia el vestibulo de entrada y un estruendoso choque, seguido de una ola de calor, me persiguio, pero no me detuve a mirar atras, no me atrevi. Alcance los escalones de piedra de la entrada, agarrando a la mujer en mis brazos. Tosi bajando cada uno de ellos y me detuve en el camino de grava junto a mi auto. Los bomberos pasaron corriendo frente a mi y entraron en la mansion. Sonaban gritos. Desenrollaron una gruesa manguera del camion y una ambulancia se apresuro a subir por el camino. La mujer aun estaba inconsciente. Me agache y la puse sobre la grava tan suavemente como pude, y luego me arranque la camiseta de la cara. Mi vision era borrosa, salian lagrimas involuntarias de mis ojos. Tosi, parpadee, me limpie la cara. Finalmente, me aclare un poco, y mi mirada se poso sobre ella. Mi corazon se detuvo por un instante. El mundo que me rodeaba se ralentizo, casi desaparecio por completo, y durante un milisegundo no habia fuego, ni peligro, no pense en mi padre, ni escuchaba las sirenas ni los hombres gritando. Solo estaba ella. Era perfecta. Coloque sus brazos suavemente a los costados, su pecho subia y bajaba lentamente. Era curvilinea, perfectamente proporcionada, con una expresion en su rostro que era verdaderamente pacifica, incluso a traves de las manchas de hollin. Una sensacion extrana se apodero de mi pecho, tenia la creciente necesidad de protegerla de las llamas, del humo, de cualquier peligro. Me puse un puno en el pecho, tratando de deshacerme de ese sentimiento. ?Quien eres? --!Hey! --El grito rompio el hechizo. Levante la vista y un bombero venia hacia mi, despejando el humo con sus manos. --Oye, ?estas bien? ?En que diablos estabas pensando? No puedes entrar a... --Se detuvo cuando vio a la mujer. Me dolia muchisimo la garganta, pero la aclare para hablar, al menos lo intente. --Mi padre --dije con voz ronca--. Mi padre y su esposa estan en el edificio. Tienen que sacarlos. --Nos encargaremos de ello --dijo el tipo de uniforme, y luego miro hacia atras por encima del hombro--. Aqui vienen los medicos. Quedate aqui mismo y no la muevas. --No me digas --le conteste, tosiendo en mi puno. No podia moverme, mucho menos a ella. Dios, habia inhalado tanto humo y gastado toda mi energia, pero queria volver corriendo a esa mansion y buscar a mi padre. ?Como diablos paso esto? Mire a la mujer aun inconsciente. ?Como se llamaba? Mi padre me lo habia dicho, pero yo era pesimo a la hora de recordar fechas y nombres. Addy, Audrey o algo asi. Me sono una alarma en el cerebro cuando la mire fijamente. Ella sabia lo que habia pasado. Tenia que saberlo. Un par de medicos corrieron hacia nosotros, con una camilla. La bajaron y se pusieron a trabajar en ella, revisandole el pulso, levantandola, atandola. Otro corrio hacia mi y se agacho, agarrando una pequena linterna con la mano. --Senor, ?puede oirme? --No, el humo ha tapado mis oidos. La confusion se apodero de la expresion del paramedico. --Por supuesto, puedo oirte. ?Adonde la llevas? --pregunte, poniendome de pie. --Al hospital.

  • Actua como si estuvieras loco por mi de Doris P

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    Ocurrian muchas cosas en mi vida, pero estaba bien. Habia heredado un hermoso departamento, tenia un buen trabajo, y despues de un tiempo volvia a tener novio, con todo lo sabroso que eso implica. Sentia que las cosas iban bien.
    Hasta esa manana.
    No crei ser la tercera en discordia, y el muy poco hombre ni si quiera lo nego. Enterarme que todo mi castillo fue construido en el aire me hizo pedazos. Nada que una buena copa de vino con mi mejor amiga no solucione, o empeore.
    No me lo pregunten, pero termine en el departamento de mi vecino, ebria y lastimada, una horrible impresion, sin mencionar que el tipo era una delicia con piernas y brazos musculosos, este no era mi dia, pero no me importaba por el momento, yo simplemente, no lograba entender como un hombre puede jugar asi con los sentimientos de alguien.
    Tuve que ser fuerte, porque habia que volver al trabajo y la vida sigue. Sin creer que una semana despues me toparia de frente con mi ex y su novia, y aqui ustedes me entenderan, siempre digna, los salude, pero mi sorpresa fue mayuscula cuando me invitaron a su fiesta de compromiso. PERFECTO. Estupefacta me quede sin saber que decir, cuando senti como su presencia me contuvo. Mi vecino. El dio una sonrisa hermosa e hizo que mis fuerzas volvieran. Pero mi problema ahora era otro. Se hizo pasar por mi novio y ahora debiamos fingir ser la pareja perfecta.

  • Devastador de Jorge Borges

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    Mark le salvo la vida.
    Alicia hubiera muerto ahi fuera.
    Un simple accidente de coche.
    . un lago, y agua.

  • Cosas que pasan cuando te enamoras por internet de Belen Peralta

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    “Cosas que pasan cuando te enamoras” es una comedia romantica fresca y divertida, historias comicas sobre las citas a traves de internet y redes sociales. Una reflexion acida en uno de los mejores libros divertidos para adultos.

  • Beautiful Player. Un seductor irresistible (Beautiful 3) de Christina Lauren

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    Tercera entrega de la serie <>.

  • La barrera del sonido de Juan Trejo

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    El narrador de esta novela, un personaje sospechosamente parecido al autor, necesita bucear, como si de un paciente arqueologo se tratara, en los hechos mas significativos de su pasado, tras un episodio critico y decisivo que le marcara para el resto de su vida; un cambio de panorama vital que le llega en su etapa de madurez, y que le obliga a replantearse todas las certezas abrigadas hasta ahora: su pasion por algunos de los escritores mas representativos de la literatura del siglo XX, la necesidad de escribir para entender lo vivido, esa curiosa obsesion que le persigue desde nino por viajar o la importancia de los vinculos personales. La barrera del sonido es un fresco de la vida de un escritor con el paisaje de fondo de un pais a lo largo de cuarenta anos.

  • En el jardin del ogro de Leila Slimani

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    Adele parece tener una vida perfecta. Trabaja como periodista, vive en un bonito apartamento en Montmartre con su marido Richard, medico especialista, y con su hijo de tres anos, Lucien. Sin embargo, bajo esta apariencia de cotidianidad, Adele esconde un inmenso secreto, la necesidad insaciable de coleccionar conquistas. <> es la historia de un cuerpo esclavo de sus pulsiones, una novela feroz y visceral sobre la adiccion sexual y sus implacables consecuencias. <> De la autora de <>, Premio Goncourt 2016.

  • Porciones de felicidad – Anne Ostby de Anne Ostby

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    Una historia sobre la verdadera amistad, que perdura a pesar del paso del tiempo, y sobre la necesidad de dejar atras el pasado para ser felices.

  • El lenguaje secreto de la naturaleza de Oscar S. Aranda

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    Un canto de amor a los animales. Un viaje a lo mas profundo de la naturaleza.

  • Coleccion Completa Secretos de los Dragones de Jasmine Wylder

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    La Coleccion Completa: Secretos de los Dragones

  • Una furtiva lagrima de Nelida Pinon

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    Una furtiva lagrima es el diario luminoso, intimo y singular de una de las escritoras mas importantes de la literatura latinoamericana. En este collage impresionista, formado por las reflexiones y los retazos mas lucidos de una inteligencia imparable, Nelida Pinon compone un autorretrato de su historia personal, de su familia y de sus raices.

  • La hija del capitan Groc de Victor Amela

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  • Sedienta de Aeryn Anders

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    El traqueteo del vagon, junto a los efectos de alguna sustancia que permanecia en sus venas, la mantenia en un duermevela constante. Ni los gritos de la nina del asiento trasero ni el persistente rezo susurrado de la monja sentada a su lado, lograron que su mente se despejara. Su cuerpo se mecia al compas del vaiven de las ruedas de hierro al rozar las vias. Se mojo los labios con la lentitud que la acompanaba, necesitaba dejar atras la sequedad que abordaba su boca y no sentir la aspereza cada vez que tragaba. Su mente estaba repleta de flashes que se proyectaban segun la lucidez del momento. Aprovecho el instante de disfrutar uno de ellos para bajar la mirada. Una manta gris le cubria el cuerpo desprovisto de ropa, las dudas se aduenaron de sus pensamientos de inmediato. <>, logro preguntarse antes de dejarse vencer otra vez por Morfeo. Sintio un frio tremulo, la humedad de la superficie --mezclada con el agua expandida a su alrededor-- se filtraba por la piel desnuda de los muslos helandole los huesos. Alzo la cabeza aun condolida al oler el desagradable hedor que le impedia una correcta respiracion. Sus ojos enfocaron a la nada, la oscuridad la envolvia por completo. Los brazos le dolian debido a la posicion, la tension de tenerlos estirados en la espalda atados con una soga imposibilitaba que pudiese moverlos. Al tragar comprobo que la misma cuerda que la mantenia maniatada le presionaba la garganta impidiendole un buen funcionamiento. Bajo de nuevo la cabeza para evitar ahogarse ella misma. Escucho el descorrer del pestillo y al instante una luz mortifera inundo la estancia. Alzo el rostro a la misma vez que abrio los ojos. Le descoloco ver el gris sucio del sillon. Desvio el rostro e intento enfocar la imagen de la religiosa que miraba a cualquier parte del vagon menos a ella. Sacudio la cabeza, lo unico que deseaba era aclararla, volver a tener todos los sentidos en alerta; pero su mente no le daba tregua, seguia empenada en mantenerla en la inopia mas de lo establecido. Con pesadez llevo la mano izquierda a la sien. Los moratones que lucia, penso que serian producto de la atadura. Se acaricio la cabeza con suavidad, todavia sentia miles de aguijones clavandose en su interior. Miro por la ventanilla y le impacto la imagen que proyectaron sus retinas en el cristal: estaba de pie con los brazos en cruz sujetados por unas esposas negras a la madera que, debido al barniz, le refrescaba la espalda. Frente a ella se bosquejaron unos ojos negros como la noche que --junto a unos carnosos labios-- la observaban con lascivia a la vez que se humedecia el belfo. Sintio la caricia en la mejilla seguida de una bofetada que le giro el rostro. <>, ordeno una voz sugerente en el interior de su cabeza. Quiso cerrar los ojos y dejar de verse en aquella tesitura; pero la mirada azabache junto a la sensualidad de la voz, la mantenian rehen de su propia zozobra. El tren redujo velocidad y logro sacarla de la ensonacion. Le costo horrores enfocar de nuevo la vista hacia su companera de viaje. --Perdone, hermana, ?que hora es? --Sintio los aguijonazos en la garganta con la primera palabra, pero se obligo a terminar la frase. Debia de recomponer el lapsus de tiempo que su mente se negaba a mostrarle por voluntad propia. La monja alargo el brazo y senalo la pequena pantalla que colgaba del techo al otro lado del pasillo. Edna parpadeo un par de veces, por mucho que se esforzo por adivinar en que franja horaria vivia, sus retinas se negaban a ofrecerle tal consideracion. --Disculpe, hermana, pero es que no logro verlo, ?podria decirmela usted si es tan amable? --suplico sin dejar de observarla, aunque la religiosa se negaba a ofrecerle una mirada de compasion. A la religiosa no le hacia demasiada gracia hablar con una hija de la calle que encima tenia la poca decencia de subirse al tren repleto de menores, mujeres decentes y hombres con miradas libidinosas, desnuda; pero su deber, al ser una sierva de Dios, era ayudar a los necesitados. --Las ocho y media de la tarde --respondio sin llegar a observarla. Un flash obligo a Edna a cerrar los ojos, vagamente recordaba haberse subido al tren a primera hora de la manana, y si el trayecto duraba tres horas, no podia ser tan tarde y que aun estuviesen camino de Valencia. <>, se pregunto desconcertada. <>, eso era el motivo de estar en el tren, tenia la presentacion de la nueva novela de su mejor amiga. Se alarmo al comprobar que iba tarde, por mucho que quisiera no llegaria a tiempo. --?Ha habido algun imprevisto para que llevemos once horas de trayecto? --Tomo una bocanada de aire para proseguir--. Valencia esta a tres horas de Murcia. Era la primera vez que su companera de viaje desviaba la vista hacia ella. A Edna le sorprendio, y alarmo a partes iguales, la incredulidad que sus iris proyectaron. --Senorita, en una hora llegaremos a Madrid. --?Madrid? --alcanzo a cuestionar. La religiosa asintio una vez. --?Que dia es? --Domingo. ?Se encuentra usted bien? --Deseo saber la hermana, comenzaba a preocuparle el estado en el que se hallaba. Le extrano, a la vez que escandalizo, que accediera al vagon desnuda; pero eso no fue lo que en realidad llamo su atencion, verla repleta de mugre y sangre por doquier logro que se santiguara en mas de una ocasion. No tardo en llamar la atencion de una azafata y solicitar que trajese una manta o cualquier prenda para tapar la desnudez de la chica que parecia perdida, aunque sus movimientos se asemejaban mas a estar bajo los efectos de algun potente estupefaciente. Antes de ladear el cuerpo y mirar por la ventana opuesta a la suya, se aseguro de que ella respiraba, incluso le arrebato el billete de las manos con delicadeza para entregarselo al revisor de turno con el proposito de que no la despertara. Edna volvio a caer en el duermevela que la mantenia al margen de la realidad, no tuvo tiempo de contradecir a la monja, su mente se apago de repente sumiendola en una voragine de imagenes que no lograba encajar. Todo lo que le rodeaba parecia la mala organizacion de un puzle al que le faltaban piezas para poder acabarlo, y estaba segura de que esas eran las que lo recomponian. Esforzo hasta el limite sus recuerdos, simplemente alcanzo a rememorar el momento justo que llego a la estacion de tren de Murcia, su hermana habia sido la encargada de llevarla para evitarle el gasto del taxi. Otra fugaz imagen le mostro estar sentada en el banco a la espera de que llegase el tren y partir hasta Valencia a pasar el fin de semana con Sara, tenia muchas ganas de verla, de estar de nuevo con ella. Otro momento efimero le mostro alguna que otra diapositiva de ella en el vagon con el movil en las manos, hablaba con… Su mente volvio a bloquearse, no recordaba quien era la persona que lograba arrancarle mas de una sonrisa; pero estaba segura de que no se trataba de su amiga, aquella atontada iluminacion de rostro nada mas la mostraba por un hombre, un hombre que le gustaba. La turbacion se apodero de sus somnolientos pensamientos haciendola cuestionarse los hechos. ?Quien era aquel extrano con el que habia hablado de camino a Valencia? ?Seria el dueno de los ojos azabaches que la excitaban y asustaban a partes iguales? ?Y por que se encontraba direccion hasta Madrid sin sus pertenencias? Abrio los ojos al escuchar el chirriar de unas ruedas necesitadas de un poco de aceite, las pobres se lamentaban con cada giro que alguien les obligaba a hacer. Parpadeo con insistencia hasta que logro ver a la joven azafata que la miraba con pena. --?Quiere un poco de agua? --Ofrecio con una sonrisa en la cara. --Si, estoy sedienta. --Logro articular. Alargo el brazo, pero no llego a alcanzar el vaso que la chica le ofrecia, este cayo con peso muerto sobre el regazo de su companera. La miro a la espera de obtener su perdon, un perdon que no llego. La azafata se apiado de ella. Se hizo con el vaso y le acerco el plastico a los labios para incitarla a tomar sorbos pequenos. La enfermera que viajaba en el vagon contiguo les habia advertido a todos los trabajadores que no le diesen nada solido, a lo mucho un poco de liquido. Edna engullo el vaso en un suspiro, noto como el agua le danaba la garganta a su paso, pero a la vez aliviaba la sensacion de lija en la que se habia convertido. --Mas --rogo. La mujer quiso apiadarse de Edna y darle mas. Las instrucciones eran claras, un vaso pequeno cada hora, no sabian bajo a que efectos estaba sometida y no debian arriesgarse o podian empeorar su salud. --No se preocupe, en el hospital le daran mas. Quiso cuestionar aquella afirmacion, pero su aletargada mente no lo permitio. Espero sentada mientras los demas pasajeros bajaban del tren, por mucho que quisiese alejarse de todo aquello y recuperar la normalidad, su cuerpo se negaba a obedecer las instrucciones de su cerebro. Sintio unas manos sujetandola con suavidad por los brazos, su instinto fue pegar la espalda al asiento. Su confusa mente la premio con otra imagen que para nada era la real que vivia en ese momento. En la fantasia, el hombre de ojos oscuros, le presionaba los biceps con insistencia, tanto que la dolencia era insoportable. Noto como algo le rasgaba desde el mismo centro de su cuerpo, el dolor ascendio por la espina dorsal hasta ubicarse en la cabeza. <>, en esa ocasion la voz no emanaba sensualidad, era rudeza lo que emitia. --Senora --escucho lejano--. Senora, tiene que acompanarnos. La llevaremos al hospital y alli podra recuperarse. --?Que me ha pasado? El enfermero --encargado de ayudarla a bajar-- la miro con compasion. No era la primera vez que la veia, su rostro llevaba una semana mostrandose en todos los noticieros del pais, tanto su amiga como su familia habian denunciado su desaparicion siete dias atras. Fueron los propios trabajadores de Renfe quienes dieron el aviso de su paradero al verla subir mugrienta, ensangrentada, desorientada y desnuda en la estacion de Alcira, y en Atocha estaban apostados a la espera de su llegada. Su mente rechazaba rellenar los recovecos que seguian con bastantes lagunas. Cuando volvio a despertar noto que su cuerpo no pesaba tanto como horas atras; pero aun asi, por mucho que lo intento, Edna no fue capaz de recordar lo ocurrido. Presto atencion al escuchar lejana una diccion conocida, los lagrimales se humedecieron al oir la voz angustiada de Sara. --Doctor, ?no insinuara que mi amiga se marcho por voluntad propia? --No insinuo nada, senora. Lo unico que pretendo es que comprenda que no hay sintoma alguno de que su amiga fuese obligada y tampoco se ha hallado semen, lo que descarta que haya sido violada. Por otra parte, el examen toxicologico releva una gran cantidad de cocaina consumida. --Lo que me faltaba por escuchar --se quejo Sara--, mi amiga no es ninguna drogadicta. Edna dejo de prestar atencion, su mente le revelaria lo sucedido, pero hasta que no encajara todas las piezas del rompecabezas no hallaria la verdadera respuesta. Cerro los ojos y una sonrisa calida la recibio con alegria, los abrio sobresaltada al reconocerlo. 2 Cuarenta y ocho horas antes de desaparecer --Damos paso a las noticias mas relevantes de hoy, viernes 24 de noviembre de 2017. Retiran un polemico mensaje para concienciar a la gente contra la violencia de genero. Este ano las denuncias por malos tratos han repuntado mas de un 24 %. Por otro lado, saltan las alarmas en la estacion de Villena, ya son dos jovenes las que han desaparecido... Alargo el brazo hasta alcanzar el radio despertador. Le encantaba comenzar el dia con la melodica voz del locutor. Desde aquella manana que la escucho en la oficina se habia enamorado de ella, su mente no alcanzaba a imaginar que rostro acompanaria tan bella diccion; pero habia logrado cautivarla de tal modo que compro un despertador con emisora para levantarse cada manana con ella. Desperezo el cuerpo antes de ponerse en marcha, le deleitaba rezagar la salida de debajo de las mantas, algo que solo ocurria en epoca invernal, el resto del ano nada mas sonar la alarma se ponia en marcha. Sonrio con amplitud al saber que dia era, por fin habia llegado el tan ansiado viaje que la llevaria directa a pasar unos dias inolvidables junto a Sara, su amiga. Hacia tres anos que se conocian gracias a las Redes Sociales. Pronto congeniaron a las mil maravillas convirtiendose, ademas de en amigas, en el apoyo que ambas necesitaban para lograr las decenas de objetivos que se marcaban para superarse profesionalmente. A Edna le encantaba hablar con ella, le fascinaba la capacidad de imaginacion de Sara, como de la nada se sacaba una novela que te absorbia hasta la ultima palabra. A ella siempre le atrajo aquel solitario pero fascinante mundo, el poder de unir palabras hasta crear una historia que atrapase al lector al instante. Sara era especialista en ello, no lo decia por tener la suerte de ser su amiga y leer sus novelas antes que nadie, todos los medios y entendidos del tema elogiaban el estilo de su pluma. En cambio, su trabajo hacia meses que habia dejado de atraerle. Al principio disfrutaba con cada venta de vivienda que realizaba, le satisfacia saber que aportaba su granito de arena a que familias comenzasen una nueva etapa. Pasados los anos, era tan monotono que debia obligarse a ir cada manana a la oficina para comenzar un nuevo dia. Aquel viernes era distinto, lo tenia libre puesto que no deseaba perderse la triunfal presentacion del nuevo libro de Sara, porque estaba convencida de que seria todo un exito como los demas. Sin perder la felicidad del rostro se preparo para marcharse, en menos de un par de horas tenia que estar en la estacion si no deseaba perder el tren. La insistencia de un claxon en la calle le advirtio de la llegada de su hermana. Apago las luces de casa antes de agarrar el asa de la maleta y cerrar la puerta hasta su regreso.

  • Una Historia Crepuscular de Stefan Zweig

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    ?Ha sido el viento lo que ha traido de nuevo la lluvia a la ciudad haciendo que nuestra habitacion se oscurezca de pronto? No. La atmosfera esta tranquila y tiene una claridad argentada, como raras veces ocurre en estos dias de verano, pero se ha hecho tarde y no nos hemos dado cuenta. Solo los tragaluces de enfrente sonrien todavia con un debil resplandor y por encima de los tejados el cielo se cubre ya de una bruma dorada. En una hora sera de noche. Una hora maravillosa, pues nada es mas bello que ese color que poco a poco se marchita y se ensombrece, y luego la oscuridad, que brotara del suelo, invadira la estancia, hasta que sus negras olas se replieguen en silencio sobre las paredes y nos arrastren a las tinieblas. Entonces, cuando en este momento nos sentemos uno frente al otro y nos miremos sin hablar, nos parecera que el rostro familiar que entra en las sombras se ha vuelto mas viejo, extrano y lejano, como si nunca lo hubieramos conocido y lo contemplaramos a distancia y a traves de muchos anos. Pero ahora quieres que hablemos, porque en el silencio oyes acongojado como el reloj rompe el tiempo en cien pequenas astillas y la respiracion se vuelve ruidosa como la de un enfermo. Quieres que te cuente algo. Con mucho gusto. Aunque no de mi, pues nuestra vida en estas ciudades inmensas es pobre en acontecimientos o asi nos lo parece, porque todavia no sabemos lo que en realidad nos pertenece. Pero voy a contarte una historia adecuada para esta hora que, a decir verdad, solo ama al silencio, y quisiera que tuviese un poco de esa luz crepuscular, calida, dulce y profusa que se extiende como un velo ante nuestras ventanas. No se cual es el origen de esta historia. Simplemente recuerdo que, desde primera hora de la tarde, he estado aqui sentado mucho rato, leyendo un libro, despues lo he dejado y me he sumido en una especie de ensueno letargico, tal vez incluso en un sueno ligero. De pronto he visto unas figuras que se deslizaban a lo largo de la pared, y podia oir sus voces y penetrar en sus vidas. Pero cuando he querido seguir con la mirada esas formas fugitivas, me he encontrado de nuevo despierto y solo. El libro habia caido a mis pies. Lo he recogido y le he preguntado acerca de las figuras: ya no he encontrado la historia en el, como si hubiera caido de sus paginas a mis manos o como si nunca hubiera estado alli. Quiza la habia sonado o la habia leido en una de aquellas nubes de colores que hoy habian llegado de tierras lejanas a nuestra ciudad transportando la lluvia que durante tanto tiempo nos ha importunado. Quiza la habia oido en una vieja e ingenua cancion que un organillo habia tocado entre melancolicos gemidos bajo mi ventana, o alguien me la habia contado anos atras... No lo se. A menudo me llega este tipo de historias, y me divierte dejar fluir entre mis dedos las cosas que cuentan, sin retenerlas, al igual que uno acaricia espigas y flores de tallo largo sin cogerlas. Solo las sueno a partir de una imagen repentina y coloreada que termina por difuminarse, pero no las retengo. Sin embargo, hoy quieres una historia, y te la voy a contar en esta hora del crepusculo en la que nos invade el deseo de ver algo multicolor agitandose y brillando ante nuestros ojos que los tonos grises entristecen. ?Como empezar? Tengo la sensacion de que debo hacer salir por un momento de las sombras una imagen y una figura, pues asi comienzan tambien en mi esos extranos suenos. Ya me acuerdo. Veo a un esbelto muchacho que desciende por los anchos peldanos de la escalera de un castillo. Es de noche, una noche con solo un palido claro de luna, pero, como si tuviera un poderoso faro, abarco el perfil entero de su cuerpo agil, distingo perfectamente sus rasgos. Son extraordinariamente bellos. Sus cabellos negros peinados a la moda infantil caen sobre su frente un poco demasiado ancha, y las manos, que el extiende hacia delante en la oscuridad para palpar el calor del aire caldeado por el sol, son muy finas y nobles. Su paso vacila. Desciende absorto hacia el gran jardin que murmura con sus numerosos arboles redondeados y entre los cuales reluce como un sendero blanco una unica y amplia avenida. No se cuando sucedio, si ayer o hace cincuenta anos, ni tampoco se donde, pero creo que debio de ser en Inglaterra o en Escocia, pues solo alli conozco castillos de piedra tallada tan altos y grandes que de lejos parecen fortalezas altivas y amenazadoras y que solo para el ojo familiarizado se inclinan sobre sus jardines luminosos y floridos. Si, ahora lo se seguro, esta alla arriba en Escocia, pues solo alli las noches de verano son tan luminosas que el cielo tiene el brillo lacteo del opalo y los campos nunca estan oscuros, todo parece tenuemente iluminado desde el interior y solo las sombras, semejantes a gigantescos pajaros negros, caen sobre esas capas de luz. Es Escocia, oh si, ahora lo se con seguridad y, si me esforzara, encontraria el nombre de aquel castillo condal y tambien el del muchacho, pues ahora la oscura corteza de mi sueno se desprende rapidamente y lo percibo todo con tanta claridad como si no fuera un recuerdo, sino una vivencia. Durante el verano, el muchacho se aloja en casa de su hermana casada y, siguiendo la afable costumbre de las familias inglesas distinguidas, no es el unico invitado; la cena reune a todo un grupo de cazadores y sus mujeres, asi como a algunas muchachas: personas bien parecidas y de categoria cuya juventud e hilaridad, sin ser ruidosas, juegan con el eco de los viejos muros. De dia los caballos galopan por doquier, acompanados de una jauria de perros; al otro lado, en el rio, centellean dos o tres barcas: una actividad sosegada confiere al dia un agradable ritmo rapido. Terminada la cena, se levanta la sobremesa. Los caballeros han ido al salon, fuman y juegan; hasta medianoche las ventanas proyectan en el parque conos de luz blanca y vibrante en los bordes, a veces tambien una risa franca y jovial. La mayoria de las damas se ha retirado a las habitaciones, tal vez dos o tres conversan todavia en el vestibulo. Asi que el muchacho esta solo. No tiene permiso para ir con los hombres, o solo por unos instantes, y se siente cohibido en presencia de las damas, porque a menudo, cuando abre la puerta, ellas bajan la voz, y comprende que hablan de cosas que el no debe oir. Por otra parte, no le gusta su compania, pues le interrogan como a un nino y no prestan demasiada atencion a sus respuestas; simplemente lo utilizan para mil pequenos favores y luego le dan las gracias como a un chico bueno y obediente. Asi que ha decidido irse a la cama y ya ha subido la escalera de caracol; pero la habitacion esta demasiado caldeada, con una atmosfera cargada y sofocante. Se han olvidado de cerrar las ventanas de dia y el sol ha campado por sus respetos: ha abrasado la mesa y la cama, se ha encarnizado con las paredes y los rincones, y las cortinas despiden todavia su halito ardiente e irritado. Y, despues de todo, es demasiado pronto, y fuera la noche estival resplandece como una vela blanca, tan tranquila, tan en calma, tan deliciosamente en calma. De modo que el muchacho baja de nuevo la gran escalinata del castillo hasta el jardin, sobre cuyo oscuro contorno circular el cielo derrama su luz mortecina como un nimbo y adonde lo atrae el aroma tremulo de mil flores invisibles. Tiene una extrana sensacion. En la confusion de sentimientos propia de sus quince anos, no sabe explicarlo, pero sus labios tiemblan como si tuviera que hablar a la noche, levantar las manos o cerrar los ojos mucho rato, como si hubiera algo misterioso y familiar entre el y aquella encalmada noche de verano que pide una palabra o un gesto de cortesia. El muchacho sale poco a poco de la amplia y despejada avenida para adentrarse en uno de los estrechos senderos laterales, donde los arboles parecen abrazarse en lo alto con sus copas iluminadas por destellos argentados, mientras que abajo impera la oscuridad prenada de noche. Todo esta absolutamente tranquilo. El paseante, perdido en una dulce y vaga melancolia, solo percibe el indescriptible ruido del silencio en el jardin, el vibrante zumbido como de una lluvia fina que cae en la hierba o de susurrantes briznas frotandose ligeramente unas a otras. A veces roza con un arbol o se detiene para escuchar ese ruido fugitivo: el sombrero le cae sobre la frente y se lo quita para sentir sobre sus sienes desnudas, donde golpea la sangre, la mano del viento aletargado. Y entonces, de golpe, a medida que se adentra en la oscuridad, ocurre algo inaudito. La grava cruje levemente detras de el. Cuando se vuelve, asustado, ve el brillo como de fuego fatuo de una gran figura blanca que avanza hacia el, ya esta cerca y siente con un escalofrio el abrazo fuerte, aunque sin violencia, de una mujer. Un cuerpo calido y suave se estrecha febrilmente contra el suyo, una mano le acaricia rapida y temblorosa el pelo y le inclina la cabeza hacia atras: tambaleante, el siente en la boca un fruto abierto, desconocido, unos labios estremecidos que sorben los suyos. Tan cerca esta este rostro del suyo que el no puede verle los rasgos. Y no se atreve a mirarlos, porque un doloroso escalofrio recorre su cuerpo y le obliga a cerrar los ojos y abandonarse sin resistencia como botin a esos labios ardientes; vacilante, inseguro como una pregunta, sus brazos acogen entonces a la desconocida figura y, ebrio de repente, estrecha el cuerpo extrano contra si. Sus manos se deslizan avidas a lo largo de las delicadas formas, se detienen y se retiran temblorosas, luego se vuelven mas febriles y atrevidas. Cada vez mas apremiante e inclinada, la feliz carga descansa ahora todo su peso sobre el complaciente pecho del muchacho. De alguna manera se siente engullido, arrastrado por este abrazo jadeante, y se le doblan las rodillas. No piensa en nada, no se pregunta por que aquella mujer ha acudido a el ni como se llama, se limita a sorber hasta embriagarse de la voluptuosidad de sus labios desconocidos, humedos y perfumados, sin voluntad, sin comprender lo que le impulsa a ese apasionamiento inaudito. Le parece como si de repente hubieran caido estrellas, tan intenso es el centelleo delante de sus ojos, y todo lo que toca chispea y quema. Y no sabe cuanto tiempo transcurre, si horas, tan blandas son las cadenas que lo atan, o si segundos: siente que todo se inflama y es arrastrado en el arrebato de una lucha voluptuosa, en un torbellino maravillosamente vertiginoso. Y bruscamente, de golpe, la ardiente cadena se rompe. De repente, casi con ira, el abrazo libera su pecho apresado; la figura desconocida se incorpora, una cinta de luz blanca se desliza veloz a lo largo de los arboles, ha desaparecido antes de que el pueda levantar las manos para retenerla. ?Quien habra sido? ?Y cuanto tiempo habra durado? Angustiado, aturdido, se levanta apoyandose en un arbol. Poco a poco el frio raciocinio vuelve a su cerebro calenturiento: le parece de repente que su vida ha avanzado mil horas. ?Acaso todos sus suenos confusos acerca de las mujeres y la pasion se han vuelto de pronto realidad? ?O todo ha sido un sueno en definitiva? Se palpa, se toca el pelo. Si, sus sienes palpitantes estan humedas, humedas y frescas del rocio de la hierba sobre la que se han revolcado. Ante sus ojos se repite la escena con la velocidad del rayo, siente de nuevo el ardor de los labios, aspira el perfume de voluptuosidad, extrano y penetrante, que desprendia la ropa de la mujer, y trata de recordar cada una de sus palabras. Pero no le viene ninguna a la memoria. Y entonces, subitamente, recuerda alarmado que ella no ha dicho nada, ni siquiera lo ha llamado por su nombre, que de ella no conoce sino los suspiros que rebosaban de su pecho como una amenaza, los sollozos de placer convulsivamente ahogados, el perfume de su pelo enmaranado, la calida presion de sus pechos, el esmalte pulido de su piel; sabe que su cuerpo, su respiracion, todos sus sentimientos le han pertenecido y, sin embargo, no sospecha quien es la mujer que lo ha sorprendido con su amor en la noche. Sabe que solo puede balbucear un nombre para designar su sorpresa, su felicidad. Y ahora esta experiencia fugaz e inaudita que acaba de vivir con una mujer le parece pobre, banal y completamente baladi al lado del fulgurante misterio de los ojos cautivadores que lo acechaban desde la oscuridad. ?Quien era esa mujer? Al vuelo estudia todas las posibilidades, pasa revista mentalmente a todas las mujeres que viven en el castillo; evoca todos los momentos singulares y todas las conversaciones que ha mantenido con ellas, las sonrisas de cinco o seis de ellas, las unicas que podrian estar envueltas en este enigma. ?Quiza la joven condesa E., que suele tratar con aspereza a su marido ya mayor, o la joven esposa de su tio, que tiene ojos de una dulzura extrana y, sin embargo, tan irisados, o bien--se estremecio al recordarla--una de las tres hermanas, primas suyas, que tanto se parecen en su porte altivo, orgulloso y estirado? No, porque todas ellas son personas frias y discretas. En los ultimos anos a menudo se habia considerado un desheredado, un enfermo, desde que secretos ardores agitaban su espiritu y se mezclaban flameantes en sus suenos. !Como habia envidiado a todos los que eran o parecian tan serenos, tan equilibrados y desprovistos de cualquier deseo! El habia tenido miedo de su pasion naciente como de una enfermedad. ?Y ahora...? Pero ?quien, cual de ellas era capaz de semejante engano? Poco a poco esta pregunta obsesiva disipa la embriaguez que enturbia sus sentidos. Se ha hecho tarde, las luces del comedor se han apagado, solo el esta despierto en el castillo, el... y quiza aquella otra. La desconocida. La fatiga empieza a hacer mella en el. ?Para que seguir dandole vueltas? Seguro que manana una mirada, una llama entre los parpados, un apreton de manos a hurtadillas, se lo revelara todo. Sube entre suenos las escaleras, tal como las habia bajado, pero ahora sus suenos son infinitamente diferentes. Tiene la sangre todavia un poco agitada, y la habitacion caldeada ahora le parece mas clara y fresca. Cuando al dia siguiente se despierta, los caballos ya piafan y escarban en el patio, oye pronunciar su nombre en medio de risas. Se levanta de un salto--ha pasado la hora del desayuno --, se viste con una rapidez febril y se precipita abajo, donde los demas lo reciben con alborozo. <>, le espeta la condesa E. riendo, y la risa brilla en sus ojos claros. El escruta su rostro con ansiosa curiosidad; no, no puede ser ella, su risa es demasiado despreocupada. <>, se burla la joven, pero a el su cuerpo delicado le parece demasiado delgado. La pregunta del muchacho vuela de un rostro a otro, pero en ninguno descubre el reflejo de una sonrisa. Da comienzo la excursion a caballo por el campo. El escucha todas las voces, con la mirada espia cada linea del cuerpo de las mujeres, las ondulaciones del pelo que el ritmo del trote les impone, observa los movimientos de sus espaldas al doblarse y el modo como levantan los brazos. Durante el almuerzo se inclina sobre ellas para percibir el perfume de sus labios o la tibieza de sus cabellos, pero nada, nada le proporciona el menor indicio, una fugaz pista que su imaginacion inflamada pueda seguir. El dia se alarga inacabable hasta el atardecer. Ahora que quiere leer un libro, las lineas saltan fuera de los margenes y lo conducen hasta el jardin, y vuelve a ser de noche, una noche extrana, y se siente de nuevo rodeado por los brazos de la desconocida. Deja caer el libro de sus manos temblorosas, quiere ir al estanque y, de repente, asustado, se encuentra en el camino de grava, en el mismo lugar. Durante la cena sus manos estan nerviosas, palpan sin descanso a diestro y siniestro, como perseguidas, sus ojos se esconden timidos bajo los parpados. Por fin, oh, por fin, cuando los demas retiran sus sillas, el se siente feliz, sale corriendo de la sala y se adentra en el parque, cien veces, mil, camina arriba y abajo de la blanca avenida, que bajo sus pies parece centellear como una niebla lactea. ?Estan ya encendidas las luces del salon? Si, por fin llamean, y por fin brillan tambien algunas ventanas del primer piso. Las damas se han retirado. Si ella va a venir, ya no puede tardar mas de unos minutos, pero cada minuto se hincha de rubea impaciencia hasta estallar. Y continua arriba y abajo con pasos convulsos, como tirado por hilos invisibles. Y entonces, de repente, la figura blanca se desliza escaleras abajo, rapida, demasiado rapida para poderla reconocer. Parece un rayo de luna o un velo perdido flotando entre los arboles que un viento impetuoso empuja hacia el, y ahora, ahora, esta en sus brazos, que se estrechan como garras avidas alrededor del cuerpo indomito, ardiente y palpitante, acalorado por la carrera. Como ayer, de nuevo es un unico instante en el que la calida oleada se rompe de improviso contra su pecho, con tanta fuerza que el cree desfallecer por el dulce golpe, y su unico deseo es dejarse llevar, arrastrado a un sombrio abismo de placer. Pero luego su embriaguez se extingue de golpe, y el reprime su ardor. !No, no se perdera en esta maravillosa voluptuosidad, no se abandonara a estos labios voraginosos antes de saber el nombre de este cuerpo que se aprieta tan estrechamente contra el que es como si un corazon extrano latiera fuerte en su propio pecho! Echa hacia atras la cabeza ante sus besos para verle la cara: pero caen unas sombras y, en la luz incierta, se confunden con los cabellos oscuros de la mujer. El follaje de los arboles es demasiado espeso y demasiado palido el claro de luna velado por las nubes. Solo ve los ojos de ella, que brillan fosforescentes como rubies encastados en marmol blanco. Entonces el quiere oir una palabra, solo una astilla arrancada a su voz:

  • Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga

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    Tras el exito de El bosque sabe tu nombre, Alaitz Leceaga regresa a las librerias con una saga familiar ambientada en una bodega de La Rioja.

  • Buenas intenciones de Anna Casanovas

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  • Un conde del monton de Eva Cubas

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    El quiere mantener su fachada de perfecto conde, aun en tiempos modernos.

  • Sin senal de Daniela Bascope

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    Los ojos de Cheito se asomaron por las rendijas de la ventana para asegurarse que sus papas se habian ido. Con la mano derecha, le hizo senas a Tomas, su hermano mayor, quien se fue corriendo al armario principal. Jurungaron como pudieron y donde pudieron, tratando inutilmente, de no dejar evidencias de la buscadera y el afan. Cayeron rendidos en la alfombra; derrotados porque no encontraron nada. En eso, una idea se asomo en los ojos saltones de Tomas quien otra vez y a las carreras, salto hasta la puerta de la casa. Tomo unas llaves guindadas y se fue veloz al garage. Abrieron el cajon de la camioneta. Tomas brinco como mono y reviso el perolero. Debajo de unas toallas consiguio unas bolsas y en las bolsas (brillaron los ojos de Tomas), los juguetes. Los hermanitos se taparon la boca para que sus gritos de emocion no se escucharan. Empezaron a curucutear todo y encontraron: una patineta blanca y brillante; una pista de trenes; una caja de construccion para ninos; 4 potes de plastilina azul y dos Walkies Talkies fluorescentes que funcionaban como los de la gente grande. Escucharon un ruido y aunque no eran los papas, decidieron guardar todo como estaba y cerrar el cajon de la camioneta. Esa noche, Cheito y Tomas se desvelaron pensando en todo lo que harian con esos juguetes. Imaginaban pasear por la cuadra y ser el centro de atencion de sus amigos. Fantaseaban con comunicarse por los Walkies Talkies fluorescentes y montar a Pancho, el gato tuerto pero tierno de la casa, encima del tren de la pista. Eran las dos de la madrugada y los dos hermanos sonaban despiertos; sonrientes, viendo su futuro en el techo. Llego el 25 de Diciembre. Tomas bajo a las carreras por las escaleras. Eran las seis de la manana y el sol apenas alumbraba. Cheito, en un pijamas que le quedaba grande, bajo aun dormido pero emocionado; siempre mas lento y tropezandose. Euforicos, abrieron los regalos y no encontraron nada. Si habian juguetes y eran para ellos, pero no los mismos del cajon de la camioneta ni los de tantas madrugadas de desvelo y fantasia. Con un vaiven agridulce, los hermanos Ramirez jugaron en las calles de su vecindario; sin armar mucho alboroto y sin ser centro de atencion de nadie. Algunas tardes, antes del ano nuevo, Tomas se quedaba fantaseando con la patineta blanca y brillante que jamas habia llegado y se preguntaba que habria pasado con ella. Con frecuencia, las fantasias lo encontraban a la hora de la comida, y no faltaba un "!Tomas! !se te enfria!" que lo sacudia y lo devolvia a la realidad de sus buenos pero no tan queridos juguetes. Dos dias antes de noche vieja, los hermanos Ramirez salieron con su papa al parque. Tomas y Cheito ya se acostumbraban a sus nuevos juguetes y hasta se la pasaban bien con ellos. Cheito brincaba torpemente sobre el avioncito dibujado con tiza en el piso mientras sostenia uno de sus munecos de guerra. Cantarruteaba una cancioncita de un comercial de television mientras Tomas corria y corria por el parque. De pronto, sus ojos y su cuerpo se detuvieron en seco: a lo lejos estaban dos ninos jugando con una patineta blanca, una pista de tren y dos Walkies Talkies. Tomas no creia lo que veia; eran exactamente como los juguetes que habian descubierto en la camioneta de su padre a quien volteo a ver con sus ojos saltones; intrigados y atonitos. El padre le devolvio una sonrisa leve pero Tomas le quito la mirada y no le hablo en todo la tarde. Anos despues, Tomas y Cheito conocieron a sus hermanos. Sin senal Quedaron solos en una habitacion. No habia senal asi que hablaron como se hablaba antes; sin selfies, sin historias de 24 h, sin mensajes ni llamadas. Eran ellos a solas con sus conversaciones. Se dieron cuenta que tenian el mismo lunar en el mismo sitio del cuerpo; los mismos gustos musicales y los mismos intereses pseudo espirituales. Las miradas ya no pudieron sostenerse y se acercaron; a penas se rosaron los labios pero no se besaron. Se tocaron como los ciegos para reconocer las caras pero no se besaron. Se sintieron iguales, pares, pareja, cercanos. Se amarraron las manos, las ganas. Contuvieron; aguantaron. Quedaron abrazados en un espacio que habia dejado de ser el de esa habitacion, imaginando como seria hacer el amor. Dias despues se vieron en el cumpleanos de su padre quien durante anos habia querido reencontrar a su hija con su hermano. Actuaron cordiales en la fiesta y despues de eso, nunca mas se hablaron. El silencio Mary era el estorbo ruidoso del que su mama tanto se quejaba; tenia prohibido gritar, aplaudir o escuchar musica. Habian dias en los que tenia que cuidar el pasar de las paginas de su libro o el rechinar de las puertas cuando entraba o salia. Forraba la suelas de sus zapatos para cuando llegaba del colegio y cuidaba que los platos no chocasen demasiado con los cubiertos durante la comida. Un dia llego del colegio. Sigilosa, comio sola en la cocina, hizo sus deberes y se bano. Ya eran las 8:45 de la noche y aun no habia visto a su madre que por lo general, siempre estaba en la casa escribiendo en miles de hojas de papel reciclado y un par de botellas de vino. A las 9:30 pm, Mary sintio una extrana curiosidad y camino en puntillas hasta la habitacion de su madre. La puerta estaba cerrada asi que prefirio regresar a su cuarto para evitar el ruido de las bisagras. A la manana siguiente, cuando estuvo lista para salir al colegio, decidio abrir la puerta con sumo cuidado. Habian 6 tomos de la Enciclopedia Britanica; La Iliada y 8 revistas despedazadas que formaban una torre sobre el suelo. Unos centimetros mas arriba, los pies de su madre suspendidos en el aire. El cuerpo inerte colgado de una soga y los ojos, afortunadamente, cerrados. Fue la primera vez que Mary grito; grito sin parar; grito agudo; grito largo. El Perro Fue a las siete de la manana cuando Casimir salia del garage. El perro habia esperado toda la madrugada para fugarse. Se escondio entre los otros autos de la casa para que no lo amarraran. Con el frio de la madrugada recordaba aquel dia en que habia llegado a esa casa. Apenas tenia dos meses de nacido. Queria tener familia, lamer, querer y ser querido. Con el tiempo, la ilusion del hogar calido desaparecio y el nombre que alguna vez tuvo se fue desvaneciendo: ahora solo era El perro. En esa casa era estorbo; fastidio; el desastre indeseable. Por eso, aquella manana, El Perro espero la salida del sol para irse cuanto antes. Casimir encendio el auto, tomo el control de la reja automatica y presiono el boton de salida. El Perro se acerco al porton. Ni siquiera corrio. Nadie lo vigilaba, nadie lo detenia. Salio por la reja sin mayores estrategias, sin mayores prisas. Casimir retrocedio el auto y cerro la reja automatica. Acelero mientras cambiaba la estacion de radio. Choque. Ruido. Quejido de perro. Llanto. Agonia. Casimir se bajo del auto y vio a su perro en al pavimento. Temblaba. Lo cargo como pudo: camisa llena de sangre; asientos llenos de sangre. El Perro murio. Casimir lo enterro en el jardin de su casa y lloro como cuando era nino. Lo quiere mas que nunca. Lo quiere como nunca lo quiso. Lo quiere porque ya no esta. Pian Orestes Pian Orestes era su amor platonico. Lo veia con admiracion tras bambalinas mientras el hacia escenografias, actuaba o esculpia esculturas. -!Es un renacentista!- decia con suprema admiracion. Laura Mariela visitaba brujas y adivinadoras esperando que le dijeran que el tambien la amaba, que no se lo decia porque tenia ese misterio timido y atormentado del artista que no lo deja. Aunque pasaron algunos anos, hombres y viajes para Laura Mariela, Pian Orestes seguia en sus fantasias; la esculpia, la besaba en una escena; le escribia una carta prohibida y la encontraba en una fiesta. Siempre hermosa en sus idilios y con las palabras perfectas. Fue hasta un 4 de Marzo de 1977 cuando, en un bar de Praga en el que sonaba Louis Amstrong, lo reconocio a lo lejos. Estaba solo, leyendo y tomando cafe. Laura Mariela quedo paralizada ante la imagen de su Dios. Tomo una respiracion profunda como quien esta a punto de sumergirse en el agua y camino en camara lenta hasta su mesa. Se detuvo el planeta tierra y las estrellas fugaces alumbraron la escena. Al verla, Pian Orestes se sonrio y la invito a sentarse. Hablaron durante casi dos horas y el se volvio accesible, vulnerable y cotidiano; cada vez mas humano. Se despidieron en la puerta del bar y caminaron, cada quien, en sentido contrario. Laura Mariela llego a su hotel y se puso el pijamas. Una lagrima se asomo sin muchos animos y con un solo reclamo: Pian Orestes habia matado al hombre de sus fantasias. A la manana siguiente, se levanto llena de energia y con ligereza de haberse liberado de un hombre que nunca existio.

  • Los cuerpos del verano de Martin Felipe Castagnet

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    Los estadisticos afirman que hacia 2020, por primera vez en la historia humana, habra mas gente mayor de 65 anos que menor de cinco. Sera un efecto de las mejoras en la salud publica y en las tecnologias de la longevidad. Desde 1990 --si uno se deja llevar por los titulares, como hacemos todos-- la muerte esta dejando de ser un problema metafisico para convertirse en un reto tecnico. La prolongacion artificial de la vida siempre parece estar a la vuelta de la esquina. Prominentes cientificos[1] han intentado hacer durar mas los cuerpos, mientras que inventores, tecnologos y visionarios se han ocupado de las posibilidades del upload[2], la subida <> de una mente humana. O de su combinacion, como en los quemados (en el sentido de quien quema un CD) de Los cuerpos del verano (2012), novela del argentino Martin Felipe Castagnet, que aqui reedita Pesopluma. Desde su distante origen en el mito, la literatura siempre ha estado cargada de fantasia. No es raro que una humanidad que entendia poco lo que pasaba a su alrededor se inclinara al chismorreo de explicaciones plausibles, a cual mas fantastica[3]. Tampoco extrana ver que todo genero literario se maneje segun (o desde) una retorica de lo irreal que le resulta caracteristica --si bien no siempre exclusiva--. La novela de Castagnet, arguiblemente, ejerce una retorica especifica: al hacerlo se inscribe en el genero de la ciencia ficcion. Su historia nos habla sobre la prolongacion artificial de la vida humana en cadaveres que se compran y queman con una nueva identidad; y, si bien aborda apenas los aspectos tecnicos de esas transferencias, si se extiende en los factores sociales (ciencia ficcion <>, que le dicen). Es corta, aguda y, aunque parte de una premisa sencilla, las vueltas de tuerca finales la complejizan al grado de suscitar interpretaciones enfrentadas y suculentas. Me propongo en estas paginas menos aclarar estas caracteristicas --o dotarlas de un contexto historico-- que exacerbar las posibilidades de la perplejidad educada que me suscita su lectura, empezando por discutir si acaso esto es ciencia ficcion o no. Pero !esto no es ciencia ficcion! El critico y autor peruano Daniel Salvo ha protestado que la critica se resista a calificar de ciencia ficcion a obras que tocan temas como la inteligencia artificial o el futuro posible, y que surjan <>. Creo que esos especialistas que denuncia Salvo estan del mismo lado que aquellos que prefieren no ver una solucion de continuidad entre la muy antigua tradicion literaria de ficcion imaginativa y la ciencia ficcion. En otras palabras, que la historia del genero empieza con la Odisea o, ya que estamos en eso, con la Liturgia de Nintud. Asi, la Historia verdadera de Luciano de Samosata no solo seria el hito (que es) en la historia de la filosofia especulativa (!y de la satira!), sino pura y dura ciencia ficcion. No es asi. Si cabe senalar una diferencia entre la ciencia ficcion y la literatura tradicional, incluso la fantastica, es que la ciencia ficcion permite a sus personajes echar a andar en direcciones diferentes a las determinadas por Dioses, Magias o Destinos. Es verdad que los personajes no siempre toman esas oportunidades, pero las tienen, las fabrican, las hacen ostensibles. Tambien es caracteristica del genero cierto repertorio de temas --lo sugiere Salvo--, pero con un anadido: la ciencia ficcion es como una espiral creciente. Cada tema nuevo expande su ambito, en la siguiente vuelta se convierte en un topico usual, y en la subsiguiente es casi normativo, mientras que temas ineditos son sucesivamente absorbidos desde la periferia. Esta figura, animada por la retorica de lo irreal, representa el parametro formal dentro del cual juega la imaginacion del autor. Armado de respeto y talento, Castagnet ha aprovechado esta friccion a su favor. ?Por que <>? La ciencia ficcion se escribe en una suerte de codigo, que a su vez se conoce y domina poco a poco, primero mediante la lectura y con la imitacion como paso siguiente. Entre los autores favorecidos por las musas electricas, el acceso a dicho codigo suele estar dado por la inmersion en lo que se conoce como <>. Este fue originalmente escrito y relativamente sofisticado, y luego mas cinematografico, superficial y agil. Piensese en los mundos narrativo/iconicos, cada vez mas traslapados, de Star Trek, Star Wars, el universo Marvel y el de DC Comics; o en las series filmicas Terminator, Transformers y X-Men. Se trata de megatextos, aunque degradados respecto del viejo y respetable universo de la ciencia ficcion clasica y sus topicos primordiales: la nave espacial, los extraterrestres, los viajes en el tiempo, los planetas misteriosos, las escalas extraordinarias de lo grande y lo pequeno. Para que un relato de ciencia ficcion sea efectivo no basta que invoque estos varios elementos, sino que tiene que hacerlo inmerso en el megatexto, mirando su tratamiento y desarrollo en el pasado del genero. Y aun asi, a pesar de los linderos arbitrarios o imaginados, cada vez es mas dificil reconocer la ciencia ficcion o discernirla de lo que no lo es. El mismo Castagnet afirma --no en esta novela--: <>. En la complejidad posmoderna abundan tanto los prestamos como los guinos entre las tiendas; las grandes mudanzas, los saltos discontinuos, el transfuguismo de ida y vuelta... Porque autores de la supuesta Gran Literatura entran y salen del genero ciencia ficcion, como Kingsley, Amis, Murakami o Houellebecq (maltratando, digamos, la linea limitrofe). Otros --Stephen King, Don DeLillo-- tienen sus raices en el genero. En America Latina vivimos en lo que parece el final de un transito: acerca del rechazo a la ciencia ficcion, el peruano Jose Guich afirma que hay (?hubo?) un <> dominado por el realismo urbano y los sellos multinacionales. De cualquier manera, senala el mismo Guich, cada vez mas parece que <>. Pero, !esto es ciencia ficcion! Empece estas lineas hablando de 2020, una fecha que aun no sucede, pero que tenemos estupendas razones para creer que sucedera. La anticipacion del futuro ha sabido mantenernos vivos durante dos millones de anos, y ha ayudado durante periodos aun mas largos a otras especies animales. En cualquiera de los casos esta anticipacion del futuro consiste en la extrapolacion lineal del pasado. Creemos que la futura existencia de 2020 es una apuesta muy segura; creemos que <> sera muy parecido a <>, y obramos en consecuencia. Asi proceden delfines, chimpances, lobos y elefantes, y toda nuestra estirpe desde los australopitecinos hasta Donald Trump. Pero, ahora que nos entrometimos con la creacion de herramientas para la expansion de la inteligencia, hemos saltado fuera de la logica evolutiva originaria. El viejo ritmo esta hecho anicos: los cambios que vendran a continuacion se sucederan en una cascada exponencial, no lineal. Y nada en nuestra historia genetica nos ha preparado para anticipar lo exponencial. Por esa razon nos resulta tan dificil admitir la alarmante proximidad de algunos avances. Contamos con una clara imagen del pasado y lo extrapolamos linealmente... En consecuencia, nos incapacitamos para admitir una idea habil o funcional de nuestro futuro mas probable en el siglo XXI. La expresion <> es nuestra manera de silbar al atravesar el cementerio de noche.

  • La Lista de L. Moone

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    Tras casi cuatro anos con Jeff, todo se derrumba. Me encuentro soltera, asustada, pero tambien liberada de algun modo. En vez de enredarme en otra relacion enfermiza, mi mejor amiga Sally me ayudo a centrarme. Me pasaria los proximos meses “buscandome a mi misma” sexualmente. Asi es como nacio La Lista.

  • Todo lo que no puedo decir de Emilie Pine

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    Cuando lo encontramos, hacia horas que estaba sobre un pequeno charco de sus propias heces. El Hospital General de Corfu es desconcertante. El vestibulo esta atestado de pacientes fumando y no hay ningun indicador de una ventanilla de informacion o de ingresos. Le envio un mensaje de texto preguntandole donde esta, pero no obtengo respuesta. De algun modo, como sabuesos, seguimos su rastro hasta la quinta planta. Esta postrado en la cama. Es casi de noche y dice que no ha visto a una enfermera ni a un medico desde mediodia. Dice que necesita una cuna. Mi hermana y yo hemos viajado mas de veinticuatro horas y no hemos dormido nada. <>, le digo. El dice que ya lo ha intentado, pero no ha pasado nada. <> Coge el timbre y presiona varias veces. Al rato aparece una enfermera con aire estresado, gritandole, gritandonos. Me siento culpable por no saber griego. Mediante gestos inutiles senalo al hombre de la cama, intento transmitir que necesita una cuna, que lo limpien y que le cambien las sabanas. Nada parece causar impresion. La enfermera anade algo mas, levanta las manos y se va. El nos mira con desesperacion. Le pido a mi hermana que se quede con el y salgo al pasillo. Solo veo a mas pacientes y sus familias. Me dirijo al mostrador de enfermeria, pero no hay nadie. Mientras me alejo, sin saber que hacer, una mujer habla conmigo. Como no le respondo, me pregunta en ingles si me encuentro bien y aprovecho y le pregunto si sabe donde estan las enfermeras. <>, me responde. Un hombre mayor apunta: <>. La frase se convertira para nosotras en un mantra durante el tiempo que permanecemos en Grecia tratando de devolver la vida a nuestro padre. Enseguida nos damos cuenta de la escasez de personal del hospital. No hay medicos a partir de las dos de la tarde, y desde las cinco solo queda una enfermera por pabellon. En este pasillo cuento seis habitaciones, cada una con un maximo de seis pacientes. La enfermera apenas alcanza a cubrir las necesidades medicas basicas de toda esa gente y no tiene tiempo para atender a incontinentes. Tambien descubrimos que a esta planta - oficialmente para pacientes de <> la llaman <>. La lugarena que habla ingles me dice que tengo que cuidar de mi padre. Me explica con delicadeza donde comprar panales y toallitas humedas y de papel para la incontinencia. Apenas lo asimilo, pero vuelvo a la habitacion individual que le han dado a mi padre por su estado critico y le expongo a mi hermana la situacion. Me mira incredula. Esta de pie junto al cabezal de la cama de papa, recolocandole las almohadas. Caigo en la cuenta de que apenas he hablado con mi padre, aunque he cruzado Europa para verle. <>, digo. Asiente con la cabeza. Se le ve muy pequeno en la cama, pequeno y perdido. Decido que no puede ser, que tiene que haber algun responsable en algun lugar del hospital. Vuelvo al pasillo y le pregunto a la amable mujer si me ayudaria a buscar a un medico. Habla rapidamente con su familia y luego echa a andar por el pasillo, conmigo detras. Subimos en ascensor a otra planta, pero alli no hay medicos. Regresamos al ascensor y volvemos a intentarlo. Lo hacemos una y otra vez, bajamos y bajamos, hasta que llegamos al sotano y recorremos pasillos. Al final encontramos la unidad de donacion de sangre con su medico responsable. Mi nueva amiga me acompana adentro y luego se despide. Al fondo de la sala hay un hombre tumbado en un sofa con la camisa arremangada y el brazo conectado a una intravenosa. Esta donando sangre y, por lo visto, el medico cree que yo tambien he ido a donar. Al ver mi sorpresa, me explica que en Grecia escasea la sangre y, por ley, los familiares de los pacientes deben donar. Pienso que mi hermana, cinco plantas mas arriba, estara preguntandose por mi paradero. Niego con la cabeza, pero no me salen las palabras. No consigo explicar en ningun idioma que las dos somos anemicas y no podemos donar sangre. Le cojo de la mano y le pido que vaya a ver a mi padre. Le digo que no entiendo nada, que mi padre esta solo en una habitacion y no hay medicos en ninguna parte. Le digo que solo necesitamos que alguien nos explique la situacion, aunque en realidad lo que quiero es que me digan lo que tengo que hacer. El subidon de adrenalina que me ha propulsado hasta aqui de pronto ha desaparecido y me siento vacia. Me quedo alli parada, pidiendole al medico que vaya a ver a mi padre. Muy a reganadientes le dice algo a la mujer del mostrador y abandona la unidad. Cogemos el ascensor para subir a la planta quinta, y volvemos a pasar junto a las compungidas visitas antes de entrar en la habitacion. <>, digo, con mas esperanza que certeza. El medico coge el informe de papa, lo revisa, asintiendo y luego dice: <>. Me parece mas sencillo estar de acuerdo, aunque confiaba en un examen mas exhaustivo. Durante las semanas siguientes esta sera la rutina que seguiremos: horas de espera, seguidas por una batalla por atraer la atencion oficial, solo para que se nos diga lo que ya sabemos. Tras anos ensenando obras de Beckett, al fin vivo en una. Una vez pronunciado el dictamen, el medico vuelve a asentir y se va. A su marcha, miro a mi padre pidiendo consejo, pero el se limita a sostenerme la mirada en busca de una tranquilidad que no puedo ofrecerle. Intento sonreir. Ya llevamos aqui mas de una hora y, aunque le ha aliviado vernos y mi hermana le acaricia la mano y hace que se sienta menos solo, sigue tendido sobre sabanas sucias. Puesto que nadie va a ayudarnos, le pido a mi hermana que me acompane. <> Abajo localizamos la tienda del hospital, que vende una practica combinacion de bebidas y tentempies calientes y los productos necesarios para cuidar del paciente. Compramos toallitas y panales y, pensandolo mejor, mi hermana compra tambien un paquete de guantes quirurgicos. Demostraran ser de un valor inestimable. Cuando le explicamos a mi padre lo que vamos a hacer, se angustia y se violenta. Pero el olor de la habitacion es espantoso y nos anima a ser todo lo eficientes y profesionales que podamos. Lo limpiamos. Una vez amontonadas las sabanas sucias, las llevo a lo que me parece un cuarto de la limpieza y las dejo alli sintiendome culpable. Cojo sabanas limpias de la cama de un ala que me parece abandonada y mantas de otra, pienso que las oportunidades hay que cazarlas al vuelo. Cuando vuelvo a la habitacion, mi hermana se las ha apanado para hacer reir a mi padre. Mientras ajustamos las sabanas limpias alrededor de su cuerpo se hace evidente hasta que punto nuestra humanidad depende de estas cosas basicas. En realidad no ha cambiado nada y no entiendo mejor la situacion medica de mi padre, pero tenemos la impresion de haber alcanzado un gran logro. Se hace tarde. Acordamos que yo pase la noche en el hospital y mi hermana en un hotel de la ciudad. Quiero irme con ella, pero en adelante nos turnaremos para estar con papa. Mi hermana sale del pabellon justo a tiempo: cierran las puertas a las once de la noche. Se acepta la presencia de familiares, pero la puerta impide idas y venidas. Despues de despedirla con un abrazo, regreso a la habitacion. No envidio el viaje solitario de mi hermana en busca de alojamiento, pero tampoco tengo la menor idea de como abordar la noche que me espera en el hospital. Mi padre esta inconsciente. Le escucho respirar, apoyo la mano en su pecho para notarle el corazon, que late a ritmo constante, aunque muy debil. La bolsa de sangre que cuelga junto a su cabeza esta casi vacia. La observo con cautela, pensando en que no me quedan fuerzas para decidir que hacer cuando se acabe. Marco el numero de la aseguradora de mi padre, pero salta un mensaje automatico. Cuando me doy cuenta de que me he dejado el cargador en el bolso de mi hermana, renuncio a la idea de telefonear a nadie mas. Apago la luz y miro por la ventana las montanas que hay al norte del hospital y escucho mientras la calma nocturna se extiende por el pabellon. Hace tanto frio que amontono mantas encima de mi padre. Permanezco sentada con el abrigo puesto y espero. Al rato, se abre la puerta y vuelve a entrar la enfermera estresada. Miro en silencio mientras descuelga la bolsa de sangre vacia, la cambia por una nueva y aprieta para comprobar que funciona. Lleva un delantal apropiado para un carnicero en un matadero. Solo despues de que se vaya caigo en la cuenta de que no llevaba guantes quirurgicos ni se ha lavado las manos. Avanzada la noche aparece otra enfermera y consigo sonreir y ofrecerle el paquete de guantes. Acepta con prudencia un par y se los guarda en el bolsillo. <>, digo, sonriendo obsequiosamente. Le pido mediante gestos que se los ponga, pero ella mueve los dedos para mostrarme que ya lleva guantes. Su par, no obstante, tiene sangre y manchas y mediante mimica le pido que se los quite y use los nuevos. Tanta mimica resulta ridicula, pero, como la loca por la que probablemente me toma, insisto hasta que suspira y se los cambia. Se guarda los viejos en el bolsillo. Gesto que solo comprendere varios dias despues, cuando otra visita explique que el hospital no provee de productos de un solo uso: nada de algodon, papel ni plastico. Las enfermeras tienen que comprarse el material, sacarlo de unos sueldos de por si insuficientes. La pantomima de los guantes se convierte en un hecho habitual, y cada vez que le entrego a la enfermera un par de guantes nuevos me entran ganas de llorar.

  • Desaparecido, C. L. Taylor de C. L. Taylor

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    Cuando Billy Wilkinson, de 15 anos, desaparece en mitad de la noche, su madre, Claire, se culpa a si misma. No es la unica en hacerlo. No hay un solo miembro de su familia que no se sienta culpable, y los Wilkinson estan tan acostumbrados a guardar secretos entre ellos que la verdad no empieza a salir a la superficie hasta seis meses despues. Claire esta segura de que sus amigos y su familia no tienen nada que ver con la desaparicion. El instinto de una madre nunca se equivoca… ?O si?

  • Laberinto griego de Philip Kerr

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    1957. El destino ha llevado a Bernie Gunther a trabajar en una compania de seguros de Munich, donde hace lo que mejor sabe: investigar. Desde alli, le destinan a Atenas para comprobar una reclamacion por un barco hundido, propiedad de un ciudadano aleman. Cuando descubre que la embarcacion pertenecio a un judio que fue deportado a Auschwitz, a Gunther ya no le cabe duda de que el naufragio no fue un accidente.

  • Los pacientes del doctor Garcia de Almudena Grandes

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    Tras la victoria de Franco, el doctor Guillermo Garcia Medina sigue viviendo en Madrid bajo una identidad falsa. La documentacion que lo libro del paredon fue un regalo de su mejor amigo, Manuel Arroyo Benitez, un diplomatico republicano al que salvo la vida en 1937. Cree que nunca volvera a verlo, pero en septiembre de 1946, Manuel vuelve del exilio con una mision secreta y peligrosa. Pretende infiltrarse en una organizacion clandestina, la red de evasion de criminales de guerra y profugos del Tercer Reich que dirige desde el barrio de Arguelles una mujer alemana y espanola, nazi y falangista, llamada Clara Stauffer. Mientras el doctor Garcia se deja reclutar por el, el nombre de otro espanol se cruza en el destino de los dos amigos. Adrian Gallardo Ortega, que tuvo su momento de gloria como boxeador profesional antes de alistarse en la Division Azul, para seguir luchando como voluntario de las SS y participar en la ultima defensa de Berlin, malvive en Alemania, ignorando que alguien pretende suplantar su identidad para huir a la Argentina de Peron.

  • El frio invierno de Claudio Hernandez

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    El frio invierno no llego a Boad Hill solo, con el, vinieron los asesinatos. El sheriff Burt no sabe que hacer ante la primera victima que encuentran sepultada bajo la nieve, pero pronto sera una costumbre encontrar cadaveres de jovenes chicas, de la escuela secundaria New Academy. El asesino pronto recibe el apodo de Jack pies de pluma ya que no deja ninguna huella. En un pueblo “aunque el sheriff diga que es una ciudad” donde nunca ha sucedido nada, todos son ahora sospechosos. Peter, un hombre que a sus mas de treinta anos de edad sigue viviendo con su padre, lucha por ser un escritor de exito mientras esta enamorado de Ann, la hermana de su mejor amigo Denny. John, el padre de Peter esta preocupado por el futuro de su hijo y trata de quitarle de la cabeza su amor platonico. Un dia Peter roza la mano de Ann y entra en un trance fugaz que le sumerge en la mas absoluta oscuridad y despues ve como Ann es maltratada por su marido, un sadico y violento hombre que posee dos caras. Mientras tanto, los asesinatos continuan y Peter se distancia de su amada Ann y su mejor amigo Denny. Un dia, cuando el marido de Ann muere tras caerse por las escaleras de su casa, borracho, Peter corre hacia el entierro para ver a Ann notando algo extrano en ella. Le toca las manos y tras la oscuridad ve lo sucedido. Algo que tiene que ver con los asesinatos. El don de Peter para leer las mentes le permitira un dia de forma casual, descubrir al asesino. Todos le conocian a el. Pero solo Peter sabia quien era.

  • Hechizada de Elisa S. Amore

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    ?Que estas dispuesta a sacrificar cuando la unica persona que puede salvarte es la misma que debe matarte? Evan es un angel de la muerte y su mision es garantizar que el destino de los habitantes de la Tierra se cumpla tal y como esta escrito. El tiempo de Gemma esta a punto de acabarse y Evan es el elegido para asegurar que muera y acompanar su alma al otro mundo. ?Pero que sucede cuando entra en juego el amor? ?Puede un angel de la muerte renegar de si mismo y desafiar al destino? Evan tendra que enfrentarse a las leyes del cielo y del inframundo si quiere salvar a la chica de la que se ha enamorado perdidamente. <> Marie Claire <

  • Brillo de luna de Kristel Ralston

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    A Caine Valliard le basto ver solo una vez a Ashley Sagget para saber que tenia que conquistarla. Nunca habia sentido las ganas de sentar cabeza ni de dejar de ser un mujeriego, hasta que la conocio. Y podria decir que la vida de casado iba viento popa. Sin embargo, a pesar de que la quimica entre el y su esposa era fantastica, sentia que ella le ocultaba algo. Y ese secreto empezaba a resquebrajar poco a poco su solido matrimonio.

  • Las cenizas de la inocencia de Fernando Benzo Sainz

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    Una novela de gangsters ambientada en el Madrid de los anos 40.

  • Respirando fuego de David Meseguer

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    La heroica resistencia kurda a los embates de Estado Islamico en Kobani puso a los kurdos de nuevo bajo el foco mediatico en 2014. Que un pueblo en su mayoria suni, como los yihadistas, se convirtiera en el dique que frenaba la expansion del califato --y ademas con un ejercito en el que las mujeres formaban una parte muy activa-- se vivio con asombro en Occidente, donde muchos descubrieron por aquel entonces la existencia en Oriente Medio de un pueblo con un proyecto politico y social sin precedentes en la region.

  • Ciudad de polvo de Romano De Marco

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    Hace tiempo, Marco Tanzi estaba considerado el mejor policia de Milan. Mas tarde llegaron la carcel, los anos de mendicidad y el exilio voluntario, hasta que, por fin, se rehabilito y volvio a casa.
    Mientras su vida fluye ahora por cauces tranquilos, alguien le pide que colabore con una investigacion no autorizada. Su mision consiste en infiltrarse en la peor carcel de Italia para conseguir que hable un contable de la mafia e infligir de esta forma un duro golpe a la ?ndrangheta, que controla el trafico de cocaina en Milan.
    Tanzi acepta, a pesar de qu su amigo y antiguo companero, Luca Betti, le ruega que no lo haga, temiendo que pueda caer de nuevo en garras de sus demonios internos.
    Entretanto, una nueva organizacion criminal pretende sustituir a la ?ndrangheta invadiendo el mercado con green infierno, una metanfetamina con efectos colaterales devastadores.
    La guerra inicia con un sangriento atraco en el centro de Milan.
    Hacer frente a la escalada de violencia no es facil. Entre rios de polvo blanco, traiciones y juegos de poder, Marco, Luca y la nueva jefa de la brigada antiatracos, Laura Damiani, unas almas atormentadas en una ciudad perdida, siguen su propio camino hasta que el destino los reune en un final cargado de tension. Donde nada volvera a ser como antes.

  • Sombra y hueso de Leigh Bardugo

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    Alina Starkov no espera mucho de la vida. Se quedo huerfana despues de la guerra y lo unico que tiene en el mundo es a su amigo Mal. A raiz de un ataque que recibe Mal al entrar en La Sombra, una oscuridad antinatural repleta de monstruos que ha aislado el pais, Alina revela un poder latente que ni ella misma sabia que tenia. Tras ese episodio, Alina es conducida a la fuerza hasta la corte real para ser entrenada como un miembro de los Grisha, un grupo de magos de elite comandado por un individuo misterioso que se hace llamar El Oscuro.

  • Amarte a escondidas de Mabel Diaz

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    Ana vio entrar a la joven en la cafeteria y alzo la mano para indicarle donde estaba sentada. Mientras se acercaba, la observo. Era muy guapa y voluptuosa. Piernas largas que ensenaba la minifalda que llevaba puesta, cintura estrecha y pecho grande, fruto de la cirugia estetica. Se pregunto que talla seria. ?Una noventa y cinco o una cien? !Bah, que mas daba! Subio los ojos hasta su cara para encontrarse con una expresiva mirada verde y unos labios carnosos, tambien operados. <>, penso Ana. Sabia por su marido, companero en el concesionario de coches donde trabajaba la joven, que rondaba los treinta anos y que se llamaba Noelia. Lo que desconocia y le intrigaba era por que se habia citado alli con ella si apenas tenian relacion. Cuando recibio un wasap de un numero desconocido, estuvo a punto de borrarlo, pero no lo hizo porque la chica se identificaba como la companera de Damian. En el breve mensaje le decia que tenia que reunirse urgentemente con ella. Le indico el lugar, la hora y el dia. Y alli estaba Ana, intentando averiguar que era lo que queria decirle esa jovencita. Supuso que, como el cumpleanos de su marido estaba cerca y siempre recibia regalos de sus companeros en la pequena fiesta que organizaban en la oficina del concesionario, querria hablar con ella de eso para que le diera ideas sobre que comprarle entre todos. Pero ?por que no se lo habia comentado por WhatsApp y ya esta? Noelia llego a la mesa a la que estaba sentada Ana y esta se levanto para darle dos besos. Tras el saludo inicial, ocuparon las sillas, una frente a la otra, y Ana alzo la mano para llamar la atencion del camarero y que fuese a servirles. --Yo no quiero tomar nada, Ana. Ademas, tengo poco tiempo. Ya sabes que me he escapado del trabajo solo para hablar contigo y tengo que regresar en quince minutos --explico Noelia muy seria. --Oh, vale --contesto Ana haciendole otra senal al camarero para que no se acercase al final--. Bueno, pues tu diras. Coloco las manos entrelazadas sobre la mesa y espero a que la joven comenzase a hablar. La notaba tensa y muy seria. Las pocas veces que habia visto a Noelia siempre tenia una preciosa sonrisa en los labios y, segun Damian, era la alegria del concesionario. ?Que le pasaria ese dia? Se dio cuenta de que esquivaba su mirada. Parecia no tener valor suficiente para clavar sus ojos verdes en los castanos de Ana y hablar con ella. --Estoy embarazada --solto a bocajarro. Tras unos segundos de desconcierto, Ana reacciono. --!Vaya! !Enhorabuena! --dijo con una gran sonrisa mientras se preguntaba: <>. Noelia alzo por fin los ojos y la miro con lagrimas en ellos. --Yo no queria que esto pasara. De hecho, el me prometio que no sucederia. Pero le gusta jugar, sentir piel con piel. Ha salido a tiempo todas las veces que lo hemos hecho en estos meses. Supongo que esto de ahora ha sido mala suerte. Ana se habia quedado estupefacta. ?Eso no deberia hablarlo con su madre, su mejor amiga o incluso con el padre del bebe? Mientras recordaba que Damian le habia comentado que Noelia llevaba tiempo saliendo con un chico de su edad, la joven comenzo a sollozar. Gruesos lagrimones cayeron de sus ojos y se deslizaron por sus pomulos dejando un rastro de rimel negro hasta la barbilla. Ana se apiado de la pobre chica. Coloco una mano sobre las de ella en un intento de infundirle animo y consuelo. --Tranquila. No llores. Tener un hijo es lo mas maravilloso que te pueda pasar. Cuando le veas la carita, se te olvidara este mal trago --susurro con ternura para calmarla--. Ademas, ya no eres una nina. ?Cuantos anos tienes? ?Veintinueve? ?Treinta? Tienes un trabajo estable, y supongo que tu novio tambien lo tendra. No habra ningun problema para criar al bebe. --?Mi novio? --pregunto la chica descolocada sin dejar de llorar --. Yo no tengo novio. --Hizo una pausa, en la que se sorbio los mocos de una manera nada educada, y confeso--: Estoy embarazada de tu marido. Acto seguido, se levanto de la silla y se marcho veloz, dejando a Ana con la boca abierta por la sorpresa, preguntandose si habria oido mal aquella declaracion. Pero no. Lo habia oido perfectamente. Y, aunque su mente le decia que no podia ser, su corazon le gritaba que era cierto. Damian habia tenido una relacion --no sabia si sentimental pero si sexual-- con esa chica. O seguia manteniendola. Le estaba siendo infiel o lo habia sido en algun instante del pasado. Cayo en la cuenta de que ella habia dicho <>, o sea, que su marido se la habia follado en repetidas ocasiones. No habia sido un desliz de una noche de juerga cuando tenian la cena de empresa. No. En ese momento se dio cuenta de todas las veces que su marido llegaba a casa con excusas que ella se creyo sobre por que habia salido mas tarde del concesionario; el repentino interes por mantenerse en forma apuntandose a un gimnasio con la consiguiente perdida de peso y la mejora en el estilo de vida saludable, controlando lo que comia para no engordar; el perfume de otra en su ropa y en su piel; las pocas ganas --por no decir ninguna-- de hacer el amor con ella, que Ana achaco al estres porque las ventas de coches habian bajado y el corria el riesgo de perder el empleo; el cansancio y otros detalles mas que no habia querido ver. Las senales estaban ahi y ella las obvio. Su corazon se rompio en mil pedazos. El dolor se extendio por su pecho igual que si le hubieran clavado un punal para abrirlo en canal. La respiracion comenzo a faltarle y supo que se iba a desmayar. El ultimo pensamiento antes de que todo se volviera negro fue que su marido le habia sido infiel y habia dejado embarazada a su amante.

  • Galerna de Teresa Hernandez

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    Como escenario, las frias y bravas aguas del Mar Cantabrico. A merced de los temporales, se lleva a cabo cada temporada, una lucha epica entre los valientes hombres de un pueblo marinero y las descomunales ballenas, que cada ano, llegan a las costas de Cantabria en sus viajes migratorios. Esos bellisimos y tranquilos animales se enfrentaran y jugaran una partida a vida o muerte contra aquellos pescadores, “Los Senores del Mar”, que llevados por la necesidad de subsistir, tanto ellos como sus familias el resto del ano, intentaran conseguir un preciado tesoro que albergan las ballenas en su interior, echandose a la mar para darlas caza. Deva, es una joven intrepida, con una mentalidad diferente, en una sociedad dominada por los hombres. Debido a su gran caracter y a su espiritu libre, llega a convertirse en una increible y apasionada cazadora de ballenas, ganandose el respeto y la admiracion de todos sus companeros de batalla. Cuando ya pensaba que le seria imposible enamorarse y encontrar un hombre que supiera aceptar su peculiar forma de entender y enfrentarse a la vida, aparece de improviso, e inconsciente en la playa, un desconocido. Este forastero llegara cargado de muchos secretos y grandes peligros. Ese acontecimiento dara un vuelco a su vida.

  • La traviesa alumna del Maestro (Blackish Masters 1) de Nisha Scail

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    Luna Coulter no era la mujer que parecia… su fuerza encerraba una fragilidad que lo atraia como un iman, que hacia que desease doblegarla, reclamarla… y ensenarle que ocultaba en lo mas profundo de su ser. Ella negaba ser sumisa, ni siquiera estaba segura de que hacia en la clase de iniciacion, parecia tan fuera de lugar en sus dominios que no podia evitar querer liberarla de sus propias dudas.

  • Cuando sale la reclusa de Fred Vargas

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    La obra mas ambiciosa y lograda de la reina de la novela negra europea. <>. MANUEL RODRIGUEZ RIVERO, Babelia <>. FERNANDO SAVATER <>. JOSE MARIA GUELBENZU El comisario Jean-Baptiste Adamsberg, tras unas merecidas vacaciones en Islandia, se interesa de inmediato a su regreso a Francia por la muerte de tres ancianos a causa de las picaduras de una Loxosceles rufescens, mas conocida como la reclusa: una arana esquiva y venenosa, pero en ningun caso letal. Adamsberg, que parece ser el unico intrigado por el extrano suceso, comienza a investigar a espaldas de su equipo, enredandose inadvertidamente en una delicada y compleja trama, llena de elaborados equivocos y profundas conexiones, cuyos hilos se remontan a la Edad Media. Un caso elusivo y contradictorio que se escapa a cada momento de las manos del comisario, haciendole regresar a la casilla de salida. Solo sus intuiciones, tan preclaras como dolorosas, seran capaces de devolverle la confianza que necesita para salir ileso de la red tendida por la mas perfecta tejedora… Cuando sale la reclusa es sin duda la obra mas ambiciosa de Fred Vargas, la reina indiscutible de la novela negra europea. En ella se entrecruzan con maestria todos los temas que han convertido la publicacion de cada una de sus novelas en un autentico acontecimiento literario, tanto para la critica como para los lectores: el medievo, la arqueologia, los mitos, el mundo de los animales y, por supuesto, la descripcion detallada y poderosa de los oscuros laberintos del alma humana.

  • Pava licenciada en zorra de Rosana Ample

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    El mundo de Cayetana Suarez de la Franca da un giro desconcertante cuando sus padres cierran el concesionario de coches de lujo, a raiz de la crisis economica. Simultaneamente, sus amigas, las gemelas Saez de Cortazar, descubren la doble vida de su prometido. Cayetana, despechada y con el alma rota, jura por Dior, que ningun canalla conquistara jamas su corazon.
    Superar la ruptura llorando en casa y encontrar trabajo, no pueden ser una prioridad para Cayetana, cuando se aproxima la despedida de soltera mas sonada de la historia y ella es la dama de honor. Cargo que, en ocasiones, es una pura diversion y, en otras, una gran responsabilidad.

  • La joven durmiente y el huso de Neil Gaiman

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    <> Stephen King

  • Tambores de otono (Forastera 4) de Diana Gabaldon

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    Despues de huir de Escocia, en 1766 Claire y Jamie emprenden un viaje hacia America. Tras naufragar en la costa de Georgia, deciden instalarse finalmente en las montanas de Carolina del Norte con la esperanza de construir una granja y mantenerse alejados de la inminente Revolucion Americana. A su vez, Brianna Randall, viviendo la comodidad de 1968, siente la perdida de su madre y la curiosidad por un padre al que no ha conocido. Pero un descubrimiento inquietante acerca de sus padres les lleva a ella y Roger a viajar al pasado para cambiar la historia arriesgando su propio futuro.

  • Perdernos para encontrarnos de Silvia C. Carpallo

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    Novela ganadora VI Premio Romantica Kiwi RA
    ?Cuanto vale nuestra felicidad? La de Paula, por lo visto, un salario fijo al mes.
    Vivimos nuestra vida segun las normas marcadas: un trabajo estable, un alquiler, una pareja, boda, hijos. Y en ocasiones eso significa vivir toda la semana pensando en el fin de semana, y todo el ano pensando en las vacaciones. Para Paula, por algun motivo, eso ya no es suficiente. Pero aunque empieza a tener las preguntas, no termina de encontrar las respuestas.

  • Los peces solo flotan muertos de Jose Luis Caballero

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    Barcelona, 1972. Un misterioso asesinato en el Club Nautico que pondra en jaque a la policia, a las mas altas esferas de la burguesia de la ciudad y a los Servicios Secretos de la Casa del Principe Juan Carlos de Borbon.

  • La dolce vita de Rachel Rp

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    Mudarse al otro lado del pais para vivir con su mejor amigo parecia una buena idea. Lo que no parece tan buena idea es que en la misma casa viva su nuevo jefe.
    Amor, amistad, trabajo, chicos, todo se mezcla en esta discoteca, entra a conocer La Dolce Vita

  • Tu, yo, todo de Catherine Isaac

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  • Tres semanas seran suficientes de Hugo Sanz

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    La vida de Leo se pone patas arriba cuando Ainhoa, su pareja, le confiesa que esta enamorada de otro hombre. Es entonces cuando toma conciencia de que su relacion sentimental, que parecia muy estable, no ha sido mas que una farsa.

  • Oh my Gothess de Lucia Arca Sancho-arroyo

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    En la red, Dark Gothess es una bloguera que escribe sus reflexiones y sentimientos en una bitacora personal. El misterioso Cold Raven es su mas fiel seguidor.

  • No te enamores del Devorador – Lighling Tucker Wolf de Lighling Tucker Wolf

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    Leah es solo un juguete. Como prostituta en el club "Diosas Salvajes" no tiene derecho a sentir, unicamente obedecer. Pero todo cambia cuando su jefe decide que esa noche es distinta. No atendera a sus clientes habituales sino a alguien aterrador: Dominick Garlick Sin, un Devorador de pecados. Y, a pesar del miedo inicial al verle en el reservado, no puede evitar sentirse atraida. El es diferente, es la personificacion del miedo y, a su vez, la de la provocacion. Dominick decide ir una noche mas al club "Diosas Salvajes" con uno de los novatos que entrena. Las reglas son claras: nada de sexo. Debe mantener una conversacion con una de las chicas y alimentarse de sus pecados. El destino le tiene preparado un cambio radical a su vida. Mientras espera que la sesion del novato llegue a su fin, una asustada humana de ojos azules entra en el reservado. Es una mas de las chicas y, a su vez, distinta a todas. ?Que tiene de especial? Hasta sus propios poderes deciden manifestarse para sentirla cerca. Ademas, la vida se complica cuando un malentendido provoca que la vida de Leah corra peligro. Esa misma noche, con una sola mirada, el destino de ambos se sello para siempre. Son como nosotros, respiran y hablan como los humanos, pero son Devoradores de pecados. Perversos, peligrosos y con ansias de saciarse del lado oscuro de las personas. Mienteles y satisface su hambre.

  • Republica luminosa de Andres Barba

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    ?Que tiene que suceder para que nos veamos obligados a redefinir nuestra idea de la infancia? La aparicion de treinta y dos ninos violentos de procedencia desconocida trastoca por completo la vida de San Cristobal, una pequena ciudad tropical encajonada entre la selva y el rio. Veinte anos despues, uno de sus protagonistas redacta esta Republica luminosa, una cronica tejida de hechos, pruebas y rumores sobre como la ciudad se vio obligada a reformular no solo su idea del orden y la violencia sino hasta la misma civilizacion durante aquel ano y medio en que, hasta su muerte, los ninos tomaron la ciudad. Tensa y angustiosa, con la nitidez del Conrad de El corazon de las tinieblas, Barba suma aqui, a su habitual audacia narrativa y su talento para las situaciones ambiguas, la dimension de una fabula metafisica y oscura que tiene el aliento de los grandes relatos.

  • La sorprendente verdad sobre que nos motiva de Daniel H. Pink

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    Llega a Espana uno de los fenomenos editoriales en no ficcion del 2010.

  • Vikingo Dominante de Rocio Verdejo

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    Auron era un hombre cuya planificacion siempre iba a un paso adelante, mas alla de la naturaleza, y cualquier adversidad que pudiese presentarse en sus viajes y travesias. Era un vikingo que habia nacido en un barco, y alli, habia crecido rodeado de hombres feroces, fuertes, guerreros y luchadores. No habia tenido una infancia normal, no habia tenido la oportunidad de disfrutar de la diversion y la inocencia de ser nino, siempre habia tenido que sujetar una lanza, un espada o un escudo entre sus manos para poder sobrevivir. Asi era la vida de los vikingos, el no lo habia elegido, no tuvo opcion, para el, simplemente era una condicion de la vida que tenia que asumir con la mayor fuerza, ya que, a medida que iban pasando los anos, mayores eran las responsabilidades que tenia que afrontar. Cuando apenas habia cumplido los 17 anos de edad, ya tenia una contextura corpulenta que lo hacia ser bastante intimidante y atemorizante. Ninguno de los companeros de tripulacion, podia vencerlo, era un vikingo con la sangre guerrera corriendo por sus venas, la cual, alimentaba un espiritu que era imbatible. Con 19 anos de edad, habia visto morir a su padre en medio de una invasion, aquel hombre que le habia ensenado absolutamente todo, habia sido traspasado con un espada en su abdomen. Auron, sin pensarlo, habia corrido en su ayuda, pero lo unico que habia conseguido, era decapitar al enemigo, pero no salvar a la vida de su padre. Tendido alli en el suelo, en medio de un charco de sangre, ambos se habian despedido, y el padre de Auron, le habia pasado el liderazgo en ese momento, una gran responsabilidad, ya que, liberaria a un ejercito de vikingos, los cuales, generalmente se trasladaban en tres barcos diferentes. Aquello no habia sido una opcion, no fue una alternativa o una eleccion por parte de Auron, simplemente habia sido lo que le habia tocado vivir, y aunque no se arrepentia, en ocasiones mientras navegaban de noche, se sentaba en el borde de aquel barco, con sus pies suspendidos sobre las aguas mientras se movian sobre el oceano, observando las estrellas y tratando de conseguir respuestas de los dioses, los cuales, parecian ignorarlo por su naturaleza. En ocasiones, este dudaba de la existencia de un poder divino, dudaba de la existencia de esos dioses que muchos alababan, inclusive, aquellos que navegaban junto a el. Su constante desafio a las deidades sagradas, hacian temblar a quienes los rodeaban, ya que, decian que enfrentar a Odin o a Zeus, seria una completa estupidez, ya que, cuando estos desataban su furia o lograban escuchar este tipo de desafios, no tenia ningun tipo de tregua. Navegaron sin rumbo durante algunos dias, Auron y su tripulacion, la cual, estaba comprendida por mas de 200 hombres y algunas mujeres, entre las cuales se encontraba Eyra, su amante, y su prima Lena, la cual, era la segunda al mando. Lena habia sido entrenada directamente por Auron, por lo que, esta tenia una forma de pelear muy similar a la de el. Era aguerrida, feroz, rapida, y tenia a su favor una personalidad encantadora, que podria ser utilizada como caballo de Troya al momento de atacar a sus enemigos. Nadie podria esperarse un ataque tan feroz proveniente de una mujer tan delicada como Lena, la cual, admiraba enormemente a su primo, el cual, era el lider de aquel batallon vikingo, el cual, se movia por los mares amenazando con saquear, robar, matar y despojar de todas sus pertenencias, a aquellos desgraciados que recibian la visita de aquella trinidad de desgracias que conformaban estas embarcaciones. Si algo habia quedado completamente claro en el grupo de asesinos, es que no habia reglas, en el momento en que podian desembarcar en un lugar, tenian carta abierta para tomar lo que quisieran, asi era la ley vikinga. Pero en esta oportunidad, las cosas estaban a punto de cambiar, ya que, por primera vez, Auron estaba enfrentandose a la furia de los dioses, ya que, los habia retado tanto, que habia obtenido su respuesta. --!Ajusten las velas! No podemos ir por el mar de Hades, tenemos que cambiar de direccion. !Todos a sus puestos! --Exclamo Auron, mientras la lluvia comenzaba a arreciar. Tanto tiempo navegando por los mares, le habian permitido tener una clara idea del comportamiento de la naturaleza, podia predecir cambios de viento, cuando debian tomar una direccion o no, cuando debia navegar en contra de la marea. Pero en esta oportunidad, la mente de Auron habia sufrido una confusion, parecia haber sido enganado, emboscado por los propios dioses. En busca de nuevas tierras para conquistar, habia tomado una ruta incorrecta, algo que lo habia llevado directamente a uno de los sectores mas peligrosos, ya que, alli habia naufragado una gran cantidad de barcos en el pasado. Ese viaje, se habia convertido en la peor experiencia de toda la tripulacion, ya que, aquel navio se sacudia de un lado al otro como si se tratara de un simple pergamino. El viento arreciaba, las velocidades impactaban contra las velas amenazando con romperlas como si se tratara de simples hojas secas. Auron habia vivido muchas cosas, habia tenido que atravesar por momentos realmente dificiles que habian forjado una personalidad aguerrida, feroz, potente, y el miedo, rara vez se manifestaba en su interior. Pero habia cosas que simplemente lo superaban, por ejemplo, la naturaleza, no podia controlarla, no habia gritos, no habia espada ni escudo que pudiese contener la furia del entorno, cuando la tierra se expresaba no habia forma de silenciarla. Era la peor tormenta que habian visto los ojos de aquellos vikingos, los cielos habian tornado tan negros, que ni siquiera las nubes podian verse, era como si hubiesen quedado atrapados en las fauces de un gran demonio. Por momentos, en los cielos se iluminaban brutalmente con los rayos que caian sobre las aguas, casi a unos cuantos metros de los barcos. Parecian estar bajo ataque, pero no era un enfrentamiento justo, ya que, ellos no podian tener una contraofensiva para este tipo de situaciones. --!Tenemos que buscar la manera de regresar, Auron! !Vamos hacia la catastrofe! Nos acercamos al mar de Hades. --Dijo Lena, quien conocia tambien los mares como su primo. --Si entramos en esa zona, solo dependeremos de la suerte. El lugar esta repleto de rocas, y la marea es brutal. No podemos llegar alli. --Dijo Auron, mientras le hablaba a su prima y al resto de la tripulacion. --Todos ajusten las velas, nadie puede ocultarse, se que tienen miedo, pero sostengan esas velas y apuntenlas en la direccion contraria. --Dijo Lena, mientras asumia su posicion como segunda al mando. Auron corria de un lugar al otro, estaba atento a las embarcaciones que lo seguian, ya que, la de el era la que lideraba la ruta. Los otros barcos simplemente seguian, no tenian la posibilidad de discernir o pronosticar absolutamente nada de lo que estaba pasando, asi que, todos debian seguir las instrucciones de Auron, o de lo contrario, naufragarian. Era una situacion realmente complicada, ya que, a pesar de que hacian lo posible por ir en contra del viento, tratar de evadir los obstaculos, mantenerse tranquilos y serenos en medio de una situacion como esta, era practicamente imposible. El miedo los consume, ya que, estan en medio de la tormenta mas feroz vista jamas. Pero todo empeoro mucho mas, cuando Auron vio como uno de los navios que le pertenecian, y que se habia quedado hasta atras en medio de aquel recorrido, fue capturado por un remolino, el cual, se habia formado desde lo mas interno del oceano. Era una especie de vortice que podia tragarse cualquier cosa que estuviese cercano a el, asi que, pudo ver como aquel barco fue engullido por el oceano, y entendio, que la situacion era mucho mas grave de lo que imaginaba. Al menos uno 70 hombres se encontraban en el interior de aquella barca que fue tragada por el oceano, no pudo verla nuevamente, aquel navio tenia que haber terminado en el fondo de aquella gran masa de agua, la cual, parecia estar dispuesta acabar con ese grupo de vikingos aquella noche. Era muy probable que Poseidon estuviese involucrado en esto, parecia que el mar habia cobrado vida y queria erradicarlos, borrarlos del mapa, pero Auron era mucho mas fuerte que esto, y no permitiria que los dioses lo sometieran. Su segundo barco, comenzo a moverse en una direccion totalmente opuesta a la de el, nuevamente, penso en que la naturaleza estaba actuando de manera inteligente y simplemente queria separarlos para derrotarlos. Este, veia con ojos de asombro la manera en que aquel barco se alejaba tan rapidamente, era imposible, pero tenia que mantener el liderazgo y salvar a quienes lo rodeaban. No habia forma de que pudiese controlar lo que estaba ocurriendo en el otro barco, asi que, su mision es salvar el que es comandado por el en ese momento. Era posible que hubiese realizado un mal calculo, lo que era muy poco probable, pero finalmente habian terminado en el lugar que no deseaban. Estaban entrando en el mar de Hades, este lugar, era una tumba para los barcos, ya que, una gran cantidad de embarcaciones habian desaparecido alli, habian chocado contra las rocas, habian sido devastadas por las mareas, y ni siquiera los cuerpos de los tripulantes eran encontrados. Despues de largas horas de lucha, Auron simplemente decidio rendirse, ya que, no habia posibilidad de poder controlar una situacion como esta. Se despidio de su tripulacion y les pidio que se pusieran a salvo, se abrazo a Eyra, su amante, mientras Lena, trataba de asegurar algunas de las provisiones, ya que, en caso de que sobreviviran, las necesitarian para poder vivir algunos dias en el destino desconocido que tomarian. De manera casi milagrosa, cuando el sol salio a la manana siguiente, muchos de los tripulantes, habian quedado inconsciente es debido a las fuertes sacudidas dentro del barco. Algunos habian golpeado sus cabezas contra la coraza y el armazon del barco, otros simplemente se habian quedado dormidos ante el agotamiento, ya que, habian tenido que lidiar mucho para poder sobrevivir. Los ojos de Auron se abrieron, y al ver la luz del sol golpeando incesantemente contra su rostro, penso que estaba muerto. Entre sus brazos, aun tenia a Eyra, levanto su cabeza lentamente y dio una mirada alrededor, su barco estaba completamente deshecho, pero aun se encontraba alli, imponente sobre las aguas, la naturaleza no habia logrado hundirlos. Aquella ruta que absolutamente nadie podia tomar, debido a la letalidad que esta representaba, lo habia llevado hacia un lugar completamente desconocido e inexplorado, unas tierras que probablemente estaban inhabitadas. --!Eyra, despierta! Parece que lo hemos logrado. --Dijo Auron, mientras sacudia suavemente a la chica de cabello rojo y trenzas que tenia a su lado. Esta, era tan letal y aguerrida como Lena, aunque esta, estaba perdidamente enamorada de Auron. --No lo puedo creer, ?en donde estamos? --Pregunto Eyra. --No tengo la menor idea de que es este lugar y hacia donde vamos. Parece que los dioses nos han dado una segunda oportunidad, aparentemente, si existen. --Dijo Auron. --Claro que existen, y debes dejar de desafiarlos, esto ha sido un castigo por tu insolencia. -- Dijo Eyra, mientras golpeaba fuertemente en el rostro a Auron, algo que mas alla de desagradarle, parecia excitarlo. --Ven aqui, lo logramos. !Estamos vivos, Eyra! --Dijo Auron, mientras la tomaba de la cintura y la abrazaba, dandole un beso profundo, apasionado donde sus lenguas jugaron apasionadamente, algo un poco fuera de lugar para la situacion en la que se encontraban. La incertidumbre los consume, ya que, no saben en donde estan, no saben a donde ir, y el camino de retorno, es absolutamente imposible. No pueden regresar por el mar de Hades, ya que, posiblemente no tengan la misma suerte dos veces. --Auron, lo logramos, estamos vivos, primo. --Dijo Lena, mientras corria rapidamente a abrazarse con su admirado capitan. --Si, somos imbatibles, prima. Alista a toda la tripulacion, tenemos que prepararnos, aun no sabemos hacia donde vamos ni lo que nos espera. Perdimos dos barcos, y tenemos que defender lo poco que nos queda. --Dijo el capitan. Esta actitud de liderazgo, fuerza, y ese impetu, calentaba enormemente a Eyra, la cual, como premio y celebracion, habia invitado a Auron a una escena mucho mas intima, ya que, la muerte les habia respirado en el rostro, les habia sonreido, casi habia tomado sus vidas. Pero por alguna razon, los habia dejado salir sanos y salvos, aunque, con muchas perdidas materiales y vidas sacrificadas en el trayecto. --Ven conmigo, casi morimos la ultima noche, pero ahora, quiero disfrutar de la vida. Vamos, necesito de ti. --Dijo Eyra, mientras tomaba de la mano a Auron. Esta mujer era muy caliente, y por esto, precisamente por esto, era que este la habia seleccionado como su amante principal. Auron es un hombre lider de un campamento vikingo, puede tener a la mujer que quiera, pero por alguna razon, ha elegido a Eyra como la unica. Esta, parece llenar el vacio de cualquier tipo de chica, ya que, es apasionada, lujuriosa, caliente, comprensiva y muy apasionada. Ingresaron a la habitacion privada de Auron, la cual, se mantuvieron a puertas cerradas durante al menos una hora mientras en la tripulacion era organizada por Lena. Cuando estos dos follaban, podia escucharse practicamente en todo el barco, ya que, no eran nada discretos.