• libro tiene que llover - Karl Ove Knausgard

    https://gigalibros.com/tiene-que-llover-mi-lucha-5.html

    De los anos que captura este libro, apenas quedan unos pocos recuerdos, nos dice el autor. Y, por encima de todos, uno: el de la ignorancia, la ingenuidad, el fracaso. Y, sin embargo, en Tiene que llover un Knausgard concentrado y frontal exprime su prodigiosa capacidad evocativa para, cerrando el circulo, describir el camino por el que llego a convertirse en el autor que conocimos con La muerte del padre, y dar vivido testimonio de los impedimentos, errores y tropiezos que contribuyeron a conformarlo. Un camino que empieza, en 1988, donde terminaria catorce anos mas tarde: en Bergen, con un veinteanero Karl Ove convertido en el alumno mas joven de la Academia de Escritura de la ciudad, y pletorico de un entusiasmo que no tarda en abandonarle. Y es que el precoz novelista se revela inepto en todos los frentes: el social, el amoroso, el literario.

  • Tiene que llover - Knausgård, Karl Ove - 978-84-339-7983-4

    https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/tiene-que-llover/9788433979834/PN_951

    La forja de un escritor; el nuevo volumen (veloz, libre, esencial, desnudo) de una obra monumental. De los años que captura este libro, apenas quedan unos ...

  • Tiene que llover: Mi lucha: 5: 951 (Panorama de narrativas)

    https://www.amazon.es/Tiene-que-llover-lucha-narrativas/dp/8433979833

    Tiene que llover: Mi lucha: 5: 951 (Panorama de narrativas) : Knausgård, Karl Ove, Baggethun, Kirsti, Asunción, Lorenzo: Amazon.es: Libros.

  • TIENE QUE LLOVER: MI LUCHA: 5 | KARL OVE KNAUSGARD

    https://www.casadellibro.com/libro-tiene-que-llover-mi-lucha-5/9788433979834/5411107

    17 may 2017 — Un homenaje a las librerías, a los libros y a todos aquellos que los aman. Una lectura ideal para recrearse y saborear con un buen te ...

  • Tiene que llover - Karl Ove Knausgård - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Knausgrd-Tiene-que-llover/12801

    De los años que captura este libro, apenas quedan unos pocos recuerdos, nos dice el autor. Y, por encima de todos, uno: el de la ignorancia, la ingenuidad, ...

  • Karl Ove Knausgård: Tiene que llover - Un libro al día

    http://unlibroaldia.blogspot.com/2017/06/karl-ove-knausgard-tiene-que-llover.html

    1 jun 2017 — Digo esto sin haber leído el libro, aclaro. También me pregunto como lector del blog: cuál criterio debo seguir para elegir libros?

  • 'Tiene que llover', de Karl Ove Knausgård: literatura sublime y ...

    https://www.libertaddigital.com/cultura/libros/2017-05-26/tiene-que-llover-de-karl-ove-knausgard-literatura-sublime-carnivora-de-lo-humano-1276599740/

    26 may 2017 — Puede que sea el libro más amargo de Mi lucha. Knausgård narra los catorce años que vivió en Bergen. El período es extenso; la edad, ...

  • Tiene Que Llover de Knausgård, Karl Ove 978-84-339-7983-4

    https://www.todostuslibros.com/libros/tiene-que-llover_978-84-339-7983-4

    17 may 2017 — La forja de un escritor; el nuevo volumen (veloz, libre, esencial, desnudo) de una obra monumental. De los años que captura este libro, ...

  • TIENE QUE LLOVER - KARL OVE KNAUSGARD - Agapea

    https://www.agapea.com/Karl-Ove-Knausgard/Tiene-que-llover-9788433979834-i.htm

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  • TIENE QUE LLOVER. MI LUCHA - Librería Atenea Orihuela.

    https://www.atenealibreria.com/libro/tiene-que-llover_172607

    TIENE QUE LLOVER. MI LUCHA: 5, KNAUSGÅRD, KARL OVE, 25,90€. De los años que captura este libro, apenas quedan unos pocos recuerdos, nos dice el autor.

  • Tiene Que Llover por KNAUSGARD KARL OVE

    https://www.cuspide.com/9788433979834/Tiene+Que+Llover

    Por Knausgard Karl Ove. - ISBN: 9788433979834 - Tema: Narrativa - Editorial: ANAGRAMA - De los años que captura este libro, apenas quedan unos pocos ...

  • Bailando en la oscuridad de Karl Ove Knausgard

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    <>: las palabras no son de Karl Ove Knausgard, pero, a la luz de Mi lucha, podrian muy bien aplicarsele. Y es que su serie de <> autobiograficas es tan catartica para el que la lee como lo fue para quien la escribio: es la inmitigada franqueza sin filtros del que pone su vida entera en juego la que, al vibrar en la pagina, reverbera mas alla de ella. Corre el tiempo, cambian las edades, los escenarios; y cuando se abre Bailando en la oscuridad, el cuarto volumen de la saga, Karl Ove Knausgard tiene dieciocho anos y acaba de bajar del avion que lo ha colocado un poco mas cerca de su destino. Que se llama Hafjord; Hafjord, un minusculo pueblecito del norte de Noruega donde le espera un puesto como maestro, y la promesa de una paz que le permita entregarse a su recien descubierta vocacion: la de escribir. Pero, tras un comienzo que promete, el desengano: la ambicion excede con mucho al talento. Y ser profesor no es tan facil como parecia, y las tentaciones que ante el se despliegan tienen muchos rostros: el de las chicas, el del alcohol, el del aislamiento y la soledad; el del silencio. Cuando el narrador parece abocado a la crisis, cuando su relato se oscurece, el autor nos lleva consigo hacia atras, hacia las raices del ahora: y encuentra musica y amor, escritura y vida; encuentra un testimonio de los deseos y sus frustraciones, de la dificultad de lidiar con lo heredado. Karl Ove Knausgard escribe con luminosidad y energia, sin condescendencia, de un tiempo cargado de posibilidades e incertidumbres, de ambiciones y de tropiezos; un tiempo fundacional y definitorio, en el que el impetu colisiona a menudo con la torpeza. De esa oposicion, de ese desajuste, emergen acordes inesperados, de una ligereza que no sacrifica la hondura por el camino: Bailando en la oscuridad es el episodio mas gracil, raudo, bullicioso y electrico de la serie, cargado de una vitalidad tan intensa y abierta como la que describe.

  • Fuimos canciones (Canciones y recuerdos 1) de Elisabet Benavent

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  • Alfa Peligroso de Sara Toledano

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    Soy un lobo solitario. Literalmente.
    Aunque una vez fui Dios.

  • Somos romanos de Paco Alvarez

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    En realidad somos mas romanos que una pelicula de gladiadores. En cada dia, en cada gesto o frase, en nuestras calles, en nuestras casas y en nuestros ritos. Hay tanto de Roma actuando diariamente en nuestra vida, en nuestro idioma y en nuestra cultura, que no nos damos ni cuenta. Roma nos ha dado casi todo lo que esta presente en nuestro dia a dia y no solo lo que compone nuestra civilizacion. Este libro propone repasar y completar esa lista, no planteandonos la <> herencia latina, ya sea en el idioma, en la religion, en el patrimonio o en el paisaje, sino lo mas importante y lo menos conocido, pero mas singular, lo que hoy sigue vivo y vigente, lo que seguimos usando y lo que nos sigue haciendo romanos sin que lo sepamos. Mediante citas, antiguas y modernas, canciones e incluso peliculas, veremos de manera eficaz y elocuente las similitudes entre la antigua Roma y nuestra epoca. En este viaje nos acompanan varios romanos de ayer, de hoy y de siempre. Romanos tan dispares como Groucho Marx, Woody Allen o Marco Valerio Marcial, procedentes de lugares como Nueva York y Calatayud, que nos ayudaran, haciendonos sonreir con sus citas, a descubrir que es verdad que ., Somos romanos..

  • Un punado de centeno de Agatha Christie

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    Rex Fortescue muere envenenado y todo indica que el asesino puso el veneno en el te que, como cada manana, le sirvio su secretaria. Peros los informes del forense lo desmienten y el asunto se complica cuando la investigacion saca a la luz los trapos sucios de la familia Fortescue. El inspector Neele, encargado del caso, contara en todo momento con la ayuda de la sagaz miss Marple.

  • Duelo de voluntades de Olga Salar

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    Cuando el sentido del honor de un caballero se interpone al amor, cada batalla librada es decisiva.

  • Tormenta de verano de Eva M. Soler , Idoia Amo

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    "Era un viaje de... no se, no me gusta decir eso de descubrimiento, me suena a cliche, aunque es lo mas parecido. Yo sabia que me encontraria muchas dificultades en el camino y asi fue: tuve que trabajar, estuve muy enferma, me robaron varias veces, destroce un monton de botas, en ocasiones dormi en casas ajenas sin saber casi quienes eran, en ciertos momentos tuve miedo, en otros me sentia muy feliz... es complicado de expresar".
    ?Y si un dia decides romper con todo y cambiar de vida? ?Quien no ha sonado alguna vez con coger un avion y viajar sin billete de vuelta?
    Bezan es un alma libre que nunca ha seguido las reglas ni cumplido lo que se esperaba de ella.
    Cuando abandono Nashville en busca de una felicidad que su vida actual no podia darle, no imaginaba lo que le depararia su viaje. Dejo atras una complicada relacion con su madre, una rutina que empezaba a desgastarla... y tambien al amor de su vida.
    Regresar al hogar despues de tres anos no es sencillo, pero Bezan esta a punto de descubrir que nunca es tarde para cambiar las cosas.

  • Una luna para Tyler de Elena Garquin

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    Ella sobrevivio a pesar de mi mismo.
    Nunca tuve tanto miedo como cuando permiti que las consecuencias de mis errores destrozaran el corazon de la mujer de mi vida.Nunca fui tan ambicioso como cuando me propuse conservarlo todo, para terminar no teniendo nada.
    Nunca me senti tan vacio como cuando volvi a verla, gracias a la clausula descabellada de un testamento que me removeria por dentro. Ni tan valiente como cuando decidi que merecia la pena tentar al destino de nuevo, solo para alcanzar mi propia luna. Hermosa, pero desconocida. Inaccesible. Llena de interrogantes, de secretos y preguntas de las que soy el unico culpable.

  • Amor, ultima llamada de Esther Mor

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    Esta es una historia sobre el peso de la culpabilidad, el amor profundo y desgarrador, las heridas en el corazon y las segundas oportunidades. Una novela en la que la protagonista arrastra un fantasma a su espalda que le impide ser feliz. Alex, que tambien posee sus propios problemas, pero lucha contra ellos, aparecera en su vida y la pondra patas arriba con su arrolladora personalidad y optimismo, rompiendo los diques de contencion que Lidia se habia construido para proteger sus sentimientos y seguir culpandose de un hecho desgraciado que marco su vida. (Benjamin Ruiz)

  • Una semana de siete lunes de Jessica Brody

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    SI TUVIESES LA OPORTUNIDAD DE EMPEZAR DE CERO, ?LA APROVECHARIAS?
    Ellison Sparks descubre que esta reviviendo una y otra vez el mismo lunes de pesadilla. Cualquier otra adolescente hubiese optado por volverse loca, pero Ellison lo ve como una oportunidad. La oportunidad de lograr que sus suenos se hagan realidad y, sobre todo, la oportunidad de recuperar a su novio.
    Pero, a pesar de sus esfuerzos, las cosas nunca salen como ella desea. ?Descubrira Ellie como arreglar este dia? ?O quedara atrapada en un lunes de pesadilla para siempre?

  • Besos con Sal de Chris Razo

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    Una decision que cambiara sus vidas para siempre.
    Dos almas destinadas a encontrarse en un mismo lugar.
    Una isla llena de oportunidades.
    Un chef que enciende algo mas que los fogones.
    Una chica de pelo rosa dispuesta a cumplir suenos.
    Desencuentros, secretos guardados bajo llave en el corazon, amor, atraccion, caricias
    prohibidas, la sal y la canela.
    ?Te vienes a Ibiza? Nos vemos en Besos con sal.

  • Era el destino, jefe de Sophie Saint Rose

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    La vida de Missy cambio radicalmente cuando estaba en el instituto. Perdio a una de las personas que mas amaba en la vida y solo sus ansias de venganza la animaron a seguir adelante. Habia trabajado muchisimo, pero habia merecido la pena.
    Calvert Linthwaite lo iba a pagar. Y lo iba a pagar muy caro.
    ?O era ella la que sufriria de nuevo?

  • El invernadero de los tres elfos de Sabrina Blanco

    https://gigalibros.com/el-invernadero-de-los-tres-elfos.html

    Madame Yuvenia no quiere envejecer.
    Duena de la firma de cosmeticos “Belleza del Jardin” elaborados en sus laboratorios que iluminan la ciudad de Mildred Oscura, mientras ofrecen los remedios mas milagrosos para sus clientes, desde tener el rostro perfecto hasta la cura de las depresiones, su vida de riquezas estara a punto de cambiar cuando su perfido cientifico el Doctor Maquiavelli le informe de que ya no crecen las rosas de oro y plata elficas, fuente del poder de sus productos. Acompanada de su cocodrilo, Dena, Yuvenia recurrira a cualquier medio para no perder su poder, conjurando los mas terribles planes y traiciones .

  • Manana te toca a ti de Stefan Ahnhem

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    VEINTE EXCOMPANEROS DE CLASE.

  • Chantaje 2 _ Mi mejor eleccion de Mia Del Valle

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    Mira Gerald... hay veces en que las cosas no son como nos las ensenan de pequenos. Soy la hija del "senor" como tu te empenas en llamar a mi padre, pero tambien soy una mujer. Creci y me educaron para ser lo que mis padres creyeron conveniente, pero yo no soy asi. Podemos ser quienes queramos... tenemos toda la vida por delante y los mas importante de todo... !nos amamos! --Es peligroso mi amor, solo intento cuidarte... eres joven y yo no tengo nada para darte. --Eres todo lo que necesito y estoy dispuesta a esto y mucho mas... te amo y eso es lo unico que importa ?verdad? --Gerald clavo su aguamarina mirada en la joven mujer que amaba desde siempre, y tras respirar hondo sentencio: --!Entonces hagamoslo! --estaba dispuesto a eso y mas, Ruth era el amor de su vida, por quien respiraba durante las interminables horas de trabajo en la hacienda, y las cartas estaban sobre la mesa... manana a la tarde se fugarian del pueblo tal como lo habian planeado desde hacia anos. --Pasare por ti cuando salga de clases, esperame en las caballerizas amor mio... Pero Gerald nunca llego. Esa tarde Ruth no lo encontro en las caballerizas, ni en el lago donde acostumbraban nadar desde ninos, ni en la vieja higuera. Simplemente se esfumo. Su padre se habia encargado en persona de ello y Ruth lo ignoro hasta meses mas tarde, luego de que fuera obligada a casarse con un aprendiz que su familia habia apanado bajo su tutela. CAPITULO 1 Ya han pasado tres meses desde la ultima vez que lo vi. Muerdo la punta de mi boli mientras observo la nada desde la ventana de mi departamento. Hace frio y malditamente todo me recuerda a el... mi cama, mi mesa de trabajo, Ramon y mi corazon. !Todo! Absolutamente todo lo trae hasta mi como un fantasma que me sigue a cada paso y me observa con el ceno fruncido. Cada minuto sin Aaron me hace pensar que el dolor de no tenerlo me matara y por momentos intento convencerme que estare bien... lo intento. Cierro mi laptop cansada de ver noticias sobre nuestra ruptura en las revistas del corazon... muchas son verdad y otras no tanto... "Empresaria de la moda estafada por su propio esposo" leo en un portal, y con pesar asiento... no se como, ni de que forma estas noticias se filtran y llegan a la prensa, pero al menos esa fuente fue confiable, en cambio, otro sitio defiende al maldito, declarando en un furioso tono rojizo: "Clara Saavedra abandona a su esposo despues de tan solo sesenta dias de matrimonio, los rumores circulan en torno a una posible infidelidad de la joven, con un guapo caballero de su entorno, con quien se dejo ver en la gala de la moda llevada a cabo en Punta del Este" <> sinceramente no se si reir o llorar, que me vinculen a mi amigo es algo comico, pero que me acusen de ser la causante de la separacion me enfurece. Respiro. Respira Clara... tan solo respira, me digo a mi misma, intentando reacomodar mis ideas y dando pasos de bebe en un futuro tan gris como incierto. Ultimamente me he convertido en la hermana gemela de mi cactus... vivo gracias a mis reservas y a que el aire no hay que comprarlo en el supermercado, apenas salgo de casa, casi ni como y atras quedaron mis tiempos de mujer elegante de vestido y tacon. Hoy por hoy pantalones de mezclilla rasgados, sudaderas de mi coleccion y algun sueter holgado son mis mejores companeros. Mi madre me llama y visita a diario, encargandose personalmente que su unica hija no muera de inanicion. Bollos, chocolate, pizzas y cantidades desorbitantes de Coca Cola light son mi dieta de estos ultimos tiempos, y a pesar de ingerir lo minimo indispensable he ganado peso. Tomo mi agenda de unicornio y agrego "comenzar a ir al gimnasio" en las metas para este ano... claro que ya pasaron seis meses desde que en enero hice la lista... y en ese entonces vivia en la casa de Aaron y mantenia un matrimonio que era una patrana, pero viendolo ahora en perspectiva, por un momento creo que fui feliz... su proteccion me inspiraba admiracion. Y las migajas de momentos gratos me dejaban... ?satisfecha? <> Soy un ente que viaja sin rumbo, con una sensacion de vacio sobre los hombros y un intenso dolor que roe mi estomago constantemente, soy esa que, en la soledad de las noches revive una y otra vez la estupida decision que tomo doce semanas atras. Tambien soy una estupida acosadora, que checa el nombre del hombre al que dejo, en Google cada veinte minutos por lo menos, ahi lo vi hace un momento, tan elegante y dueno de todo a su paso, saliendo de una clinica de estudios medicos, me pregunto si estara bien. No puedo dejar de imaginarlo como la ultima vez que lo vi... de rodillas pidiendo, suplicando perdon, el cual le negue, y no puedo evitar tener sentimientos encontrados con mi decision... creo haber hecho lo correcto, pero el pequeno diablito que vive en mi hombro me susurra lo contrario "tendrias que haberlo perdonado Clara" dice negando con cara de disgusto, mientras que en mi otro hombro el angelito me muestra su pulgar en alto indicando que esta de acuerdo con mi proceder.

  • A favor del viento de Jim Lynch

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    Joshua Johannssen ha pasado toda su vida entre veleros. Su abuelo los disenaba, su padre los construia y competia en ellos; su madre, obsesionada con Einstein, sabe por que y como funcionan (o no). Josh y sus dos hermanos llevan la vela en la sangre, y su patio de juegos fue el estrecho de Puget, en el estado de Washington. Pero tanto su hermana como su hermano huyeron hace muchos anos: Ruby a Africa, entre otros lugares, para hacer buenas obras en tierra, y Bernard a quien sabe donde en el mar, como fugitivo y pirata.
    Con la sensacion de haber llegado a los treinta y uno de repente, Josh (que repara barcos de todo tipo en un puerto deportivo al sur de Seattle) se siente dolido y confuso por lo que quiera que fuese mal en su volatil familia. Sus padres no se hablan, su desconcertado abuelo bebe cada vez mas y el mismo (pese a su incesante y comico frenesi de citas en linea) ni siquiera esta cerca de encontrar novia. Pero, cuando los Johannssen se reunen inesperadamente para la regata mas importante en estas aguas (todos juntos en un velero clasico que construian hace decadas), encontraran sus destinos y llegaran a conclusiones reveladoras.

  • MI VIDA ENTRE SOMBRAS 1 de Maria C. Garcia

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    Adentrate en una historia repleta de pasion, amor e intriga.
    Eric es un rico empresario adicto al trabajo que hace tiempo renego del amor.
    Sheyla es una secretaria trabajadora e inteligente que se siente feliz con una vida monotona y controlada, alejada por fin de su doloroso pasado.
    Cuando sus caminos se cruzan ella siente que algo la atrae hacia ese hombre tan frio y complicado como irresistible, a pesar de que el estilo de vida que la ofrece constituye un desafio en si mismo. Pronto descubre que sus demonios lo consumen por dentro, impidiendo que se comprometa. Ajena al peligro que acecha en la lejania, Sheyla se sumergira en un nuevo mundo que la llevara a lugares inesperados protagonizados por la pasion y el deseo ?Te atreves a ir con ella?

  • Las cartas de Elena Francis de Armand Balsebre , Rosario Fontova

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    Elena Francis, un personaje de ficcion, se convirtio en la consejera sentimental de las espanolas a traves de un consultorio de radio.

  • Travis y Emily (Hermanos Sullivan 2) de

    https://gigalibros.com/travis-y-emily-hermanos-sullivan-2.html

    Travis Sullivan no tenia intencion de enamorarse. Acababa de regresar a Nueva York, tenia un nuevo trabajo y pensaba pasar en el gimnasio cada minuto de su tiempo libre. La vida de Emily no ha sido facil. Ha estudiado, ha hecho amigos y ha logrado, al fin, ser feliz. Pero jamas se ha enamorado. Y tiene tantas ganas de hacerlo como empeno en evitarlo. Cuando Travis y Emily se encuentran, sera inevitable que el amor surja entre ellos. Tan inevitable como un pasado maldito que los dos darian cualquier cosa por cambiar.

  • Amor y odio tienen cuatro letras de Eleanor Rigby

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    ?A que diriamos que sabe el orgullo? ?A jarabe para la tos o a huevos podridos? Porque hay una tendencia mundial a evitar a toda costa eso de tragarselo. Y yo no soy la excepcion, pero he tenido que hacerlo y ahora puedo confirmar que se atraganta un poco. Un poco bastante. Despues de haber sido rechazada en cuatro editoriales en el transcurso de dos dias, mi orgullo esta criando malvas a cuatro metros bajo tierra. Tengo que sacar fuerzas de donde no las hay para enfrentar mi ultima oportunidad con optimismo. Si mis padres no me hubieran despedido con toda la pompa y boato, prometiendome que arrasaria en las entrevistas, no me habria creido capaz de presentarme a un puesto acorde con mi trayectoria profesional. Ahora tengo claro que deberia haber salido a la calle con las expectativas mas bajas. O no haberme movido del sofa. Ya sabia que con solo decir mi nombre me iban a mandar a tomar viento fresco. Algunas van con la muerte en los tacones, y yo, por lo que se ve, me he quedado con la puerta en las narices. Esa es la razon por la que llevo en paro dos anos. No me daba la gana de buscar empleo porque estaba muy segura de que no me iban a contratar en ninguna parte. Mi exjefe se tomo muy en serio la tarea de difamarme en el mundillo literario y ahora estoy gafada. <>. Buena pregunta. Quiza la respuesta condicione la opinion que se tenga de mi de ahora en adelante, pero es mi deber ciudadano sincerarme: habria sido deprimente ponerme una redecilla en el pelo con una licenciatura y dos masteres. Y tampoco andaba desesperada por un empleo pudiendo chupar del bote en mi casa. Mis padres me han llamado desde tiquismiquis hasta clasista, pero no me queria conformar con menos que un contrato de editora. Es lo que se hacer. Y es, tambien, algo que no habria vuelto a hacer jamas si mis padres no hubieran amenazado con echarme de mi habitacion de infancia. Puedo jurar que despues de un despido agresivo, una casi demanda judicial y el desprecio de todos tus companeros se te quitan las ganas de retomar tu puesto. Y de salir a la calle. Y de volver a enamorarte. Y de vivir. Pero aqui estoy, intentando cambiar mi actitud para recomponer mi vida empezando por el ambito laboral. Y con <> me refiero a la salita anexa al despacho del director general, donde espero a que le apetezca colgar el telefono y recibirme. No parece que eso vaya a suceder. No en este plano astral. Normalmente no es el director general el que se encarga de las entrevistas, pero por lo que me ha parecido intuir no hay coordinador ni editor jefe. No solo han reducido plantilla a lo basico, sino que las tres plantas que hasta hace poco constituian las oficinas de la editorial Aurora se han solapado en una sola. Aunque es evidente que no viven su esplendor economico --ni tampoco comercial, por lo que he podido observar en las listas de ventas--, por lo menos la zona de trabajo es amplia y luminosa. Se nota que la decoracion corrio a cuenta de una mujer. La mayoria de los despachos estan acristalados y laminas en distintos tonos del atardecer --melocoton, bronce y champan-- recubren las paredes de los pasillos. El parque palido de los suelos y las replicas de Gustav Klimt combinan a la perfeccion y cumplen el objetivo de transmitir una abrumadora sensacion de calidez. Si tengo que poner una pega es que son de esos cutres a los que les gusta enmarcar sus diplomaturas. Ya hay que ser ganan para colgar la licenciatura universitaria en el lugar de trabajo. Damos por hecho que has estudiado para el puesto que ostentas, carino, no hace falta ser redundante. De todos modos, parece que el diseno interior ha quedado desfasado. La pintura esta a medio rascar, senal de que quieren repintar, y reina el desorden alla donde quiera echar el ojo. Quedan por colgar las placas de los departamentos, muchos se mudan de cubiculo, hay decenas de cajas de carton amontonadas y solo va un telefono: el de la gerencia. La gerencia que lleva media hora haciendome esperar. Sigo aqui porque la editorial Aurora esta pasando por una mala racha y, por mucho que apeste mi reputacion, no se permitirian dejarme ir. Antes lo he intentado en empresas florecientes y otras ya consagradas porque <> y sabia que en esta tendria el puesto asegurado. El novio de mi hermana cubria el departamento legal cuando aun podian pagar un abogado y me ha contado que las dimisiones y despidos en masa los han dejado con un unico corrector. Eso son buenas noticias. Aunque la editorial se vaya a la ruina en una semana, que es lo mas probable, estoy preparada para ocupar un lugar en la seccion de edicion y cerrar la boca a mis padres. No podran decir que no tuve iniciativa. Asi de desesperada estoy. No solo se ha puesto en tela de juicio mi madurez o mi capacidad de recuperacion frente a la adversidad, sino mi valia como empleada. Y por ahi no paso. Yo no estoy en esta situacion porque no pudiera mantener un puesto, sino porque ellos no pudieron mantener la profesionalidad. --Cuando lo llama su exmujer puede pasar hasta dos horas seguidas pegando voces al telefono. Hoy ha batido el record: lleva tres. Me giro y ahi esta la sensacion del bloque. Solo un tipo de mujer lleva las unas de las manos y los pies pintadas a juego, y esas son las tigresas. Por si acaso a alguien le cupiera alguna duda, ella lo reivindica vistiendo un chaleco de vison y una blusa con estampado de leopardo. --?Que me recomiendas? --pregunto yo--. ?Venir manana, desconectarle el telefono o recomendarle un buen abogado al que delegar sus frustraciones? --Buscarte otro lugar donde trabajar. Esto ahora mismo es el Purgatorio. Lanzo un silbido de admiracion y me saco uno de los auriculares. Alicia Keys sigue chillandole a mi oido izquierdo que un hombre real no puede negar la valia de una mujer. El derecho es ametrallado con los golpes, pisadas, conversaciones y traqueteos de maquina de la editorial en funcionamiento. --He estado en el infierno y he sobrevivido, asi que esto me parecera celestial en comparacion. --?Has estado en el infierno de verdad? Entonces Valdes te sonara familiar. Es el que suele ir por alli con el tridente, el latigo y los cuernos en la cabeza. --Se los dibuja sobre el impecable alisado japones--. Dobles cuernos, en realidad. Los tenia antes de que su mujer se los pusiera. No me suelen hacer gracia este tipo de bromas, pero la mujer habla con el desparpajo de las tenderas de negocio local y mi grupo social preferido son las peluqueras de barrio. No puedo resistirme a su encanto. --?El jefe se ha atrevido a llorar en tu hombro por eso, o lo has descubierto porque eres la cotilla que no puede faltar en toda empresa? --Las etiquetas son para la ropa, pero si tengo que llevar una, antes que la de cotilla prefiero la de fashion victim --pronuncia, en un ingles perfecto--. Y te puedo asegurar que el jefe no sabe llorar. Lo descubriras si te coge para el puesto de editora. El director y ella trabajarian juntos porque no hay dinero para pagar coordinadores. Tal y como me suponia. --?Estas intentando asustarme para que me vaya porque tu eres la otra aspirante y querias este trabajo para ti? --conspiro con los ojos entornados. --Yo soy la community manager. Llevo toda la promo en redes sociales. No me han despedido porque gracias a mi aun se vende algo. Pero como sigan recortando, no solo se van a llevar las cortinas; tambien me meteran a mi en una caja. >>Me llamo Lola Vilalta, por cierto. --Y extiende la mano. Le doy un apreton de ejecutivo y me lo pienso dos veces antes de decir mi apellido. Mejor me callo. A lo mejor el ultimo peon de la organizacion no conoce a la Altamira de la editorial Bravante, pero a la que esta metida en Twitter todo el dia dudo que se le haya escapado el escandalo que se monto. --Silvia --respondo, escueta--. ?Algo mas que deba saber antes de enfrentarme al senor Valdes? --Solo que tendrias que haberte traido un chaleco antibalas debajo de esa blusa tan mona. -- Senala mi camisa de seda azul--. Soy la primera obsesa de la moda que se ahogaria antes que ponerse un salvavidas que no le combinase con las sandalias, pero chica, sin uno no se sobrevive. Las palabras de ese hombre no es que sean de calibre cincuenta, son directamente petardos. --Pues tendre que apanarmelas para hacer fuegos artificiales. Lola levanta las manos en senal de <>. --Tienes agallas. Escondelas para que no te las arranque. No puedo evitar poner los ojos en blanco cuando quiza lo mas inteligente seria hacerme la cria asustadiza. Mi pasotismo daria pie a muchas preguntas y tendria que dar explicaciones del tipo <>. Pero mis cuitas laborales no serian lo unico que explicaria mi tranquilidad, la verdad. Yo no me he criado con dos criticos jueces en casa y siendo permanentemente victima de comparaciones en las que salia perdiendo para temer al propietario de una empresa que se desmorona. Y lo demuestro poniendome en pie y dirigiendome al despacho con seguridad. Toco a la puerta de cristal y asomo la cabeza. --Perdone, pero tenia la entrevista a las nueve en punto y van a dar las menos veinticinco. El tipo, de espaldas a mi, ladea la cabeza sin mirarme y hace un gesto para que entre. Al girarme para cerrar la puerta no solo capto los enormes y curiosos ojazos negros de Lola, sino tambien los del resto de la plantilla. Han dejado lo que estan haciendo para no perderse el espectaculo. Suerte para ellos que van a poder vivirlo con detalle, porque el despacho principal es acristalado. Por lo menos alguien disfrutaria de mi desesperacion, lo que supone una mejora teniendo en cuenta que el unico que me ha visto montar drama en los ultimos anos ha sido el Bon Jovi que colgue en la pared de mi cuarto a los quince. --Puede sentarse. Su tono seco llama mi atencion, pero la tercera mirada de reconocimiento que le dirijo vuelve a fracasar en sus objetivos. No acierto a describir mas que sus anchos hombros enfundados en una americana oscura y los horribles pantalones marrones que ha combinado con una camisa color mostaza. Uno de mis grandes problemas es que pongo caras. Si, pongo caras sin querer. De sorpresa, de asco, de rabia o de estupor, como me ha pasado ahora. Es una especie de tic nervioso que no puedo controlar, pero por lo menos esta vez me ha salido por una buena razon. ?Como puede una persona vestir tan mal? ?Y por que ha decidido girarse hacia mi en el preciso momento en que he torcido la boca? Dirijo la mirada enseguida al interior de mi bolso, del que saco la mano como si hubiese tocado un chicle pegado al fondo o hubiera leido algo raro en mi movil. Si se lo ha tragado en lugar de darse por aludido, no me consta, porque clava la vista en la pared y sigue asintiendo a lo que parlotea el interlocutor. Ahora que se ha dado la vuelta no queda ningun misterio por resolver. Puede medir facilmente un metro noventa, y algo que es indiscutible ademas de su horripilante gusto en moda es que si me entrara en una discoteca, mis piernas se abririan de polo a polo. A fin de cuentas, para hacer el sin respeto no se necesita ropa. En tres palabras a cuenta de Gianna Nannini: Bello e impossibile. Y yo que pensaba que eso de los jefes buenorros era una leyenda urbana. Siempre he pensado que lo que anade morbo a los directivos de empresas exitosas es que acumulan poder, riqueza y podrian despedirte en cualquier momento. Aqui y ahora. Quieras o no, eso lo hace todo muy excitante. Pero a este no le hace falta ni tener estilo ni vender millones de libros al mes. Debe tener en torno a cuarenta anos y los lleva mejor que Brad Pitt en Troya, donde recuerdo que nos dieron el desnudo integral mas sexy de los 2000. Se basta y se sobra con su barba oscura y cerrada, el pelo peinado al estilo Brando en Un tranvia llamado deseo y unos abrasadores ojos negros con los que podria reventar el cristal que esta fulminando con la mirada. --Me importan una mierda sus exigencias --brama--. Si tiene algo que decir, que coja el AVE y venga hasta aqui. No voy a discutir los pormenores de mi divorcio o el acuerdo de separacion de bienes con un letrado de pacotilla, y ni mucho menos pretendo cumplir ordenes… Ya, ya se que se necesitan abogados para llevar a cabo una separacion. No soy imbecil. Pero no voy a sentarme a ninguna mesa si no la tengo a ella enfrente. Levanto las cejas. El nene tiene genio. --No necesita ninguna maldita representacion --continua. Me da la sensacion de que me mira por el rabillo del ojo, pero es dificil saberlo. Un mechon oscuro le acaricia la sien, donde palpita una vena--. ?Es que se ha quedado muda? ?Se le ha olvidado como se habla, tal y como se le olvidaron sus votos matrimoniales? No estoy siendo irracional, estoy exigiendo seriedad y no trapicheos a mi espalda ni excusas baratas. Digale que no pienso renunciar a mi derecho de mandarla al infierno en persona. Despues de una decada es lo minimo que merezco. Una decada y asi estan. Menudo percal. Menos mal que no me voy a casar nunca. Mis padres son un ejemplo de que la institucion puede funcionar, pero creo que es porque los dos se han dedicado al mundo legal toda su vida y tenian mas claro que el ciudadano promedio a lo que se exponian. Aunque son un buen ejemplo de personas que han logrado mantener su mutuo aprecio intacto tras treinta y cinco anos de relacion --mas o menos--, yo no puedo sacarme de la cabeza que el cincuenta por ciento de los matrimonios acaban en divorcio. Y muchos de esos divorcios concluyen con hombres vociferando por telefono a los abogados de sus exmujeres. No soy la mas empatica de la zona, pero no obligaria a alguien a quien he contratado a sufrir algo asi. Como si supiera que lo estoy poniendo verde para mis adentros, el tipo me lanza una mirada fugaz. --?Que tiene que velar por el estado emocional de su cliente? Eso ha sonado muy romantico. No me diga que usted tambien se la esta follando. Me cuesta no llevarme la mano a la boca. Dios santo. O este hombre se entero ayer de lo de su mujer o es de los que nunca terminan de pasar pagina. ?En que contexto se daria la infidelidad? Puedo entender que saliera con otros para que la hiciesen reir, porque este tipo no parece de los que cuentan con un gran repertorio de chistes o una gracia loca al hablar. Pero con la cara que tiene, me cuesta digerir que su ex se metiera en la cama con un tercero. A no ser que, como ocurre con la mayoria de los hombres guapos, el senor Bosco Valdes sea de los que se lo tienen tan creido que eyaculan en una fraccion de segundo y se ponen a roncar. Debe tener un sexto sentido aracnido, porque parece haber detectado mi prejuicio sobre su estilo amatorio. Entrecierra los ojos sobre mi con la misma agresividad con la que agarra el telefono. No me extranaria que lo arrojara por la ventana en un arrebato. --No me diga lo que tengo que hacer. Vuelva a llamarme y se enterara de quien soy yo. Uy. Uy, uy. El senor Valdes cuelga el telefono y lo tira sobre el escritorio. Doy un respingo por el golpe y el eco que crea entre las paredes desnudas. Ahora que me fijo, hay alcayatas clavadas pero ningun cuadro o poster, y el escritorio esta casi vacio. Es oficial: hay una mudanza en proceso. No se a donde se iran los demas, pero yo presiento que ya me estoy yendo a la mierda cuando Valdes apoya los nudillos sobre la mesa y se inclina hacia delante, taladrandome con sus ojos negros. --?Y usted que? ?Puedo ayudarla en algo o solo ha venido a hacer el payaso con toda esa mimica ridicula?

  • Amor divino, amor profano de Sandra Ferrer Valero

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    La campana de San Damian, vieja y oxidada, resono en la fria manana. Cuando sor Felipa, la monja tornera, se acerco a la puerta que separaba su mundo del exterior se sorprendio al oir aquella voz dulce. No era una de las muchas gentes de la comarca que venian a dejar sus donativos a cambio de algun milagro. La muchacha queria hablar con sor Clara, la madre superiora. ?Por que debia molestar a la Madre? Pregunto con dulzura sor Felipa, demasiado acostumbrada a escuchar aquella suplica desde el otro lado del muro. Preparada como estaba para dar la misma respuesta de siempre, nuestra Madre se encuentra en retiro o descansando o demasiado exhausta para recibir a nadie (no se preocupe que rezara por todos ustedes), la joven respondio con decision, cambiando de repente el tono de voz. Tenia un mensaje urgente, importante, para sor Clara y no podia esperar. No se iria de alli hasta haberselo dado en persona. No supo como pero sor Felipa se encontro, por primera vez en mucho tiempo, sin argumentos para frenar la voluntad de la muchacha que permanecia al otro lado con tono decidido. -- Me estoy helando, hermana, tenga piedad de una pobre alma que necesita transmitir una ultima voluntad a sor Clara. Habia dicho la muchacha. Y, a pesar de que sor Felipa sabia a ciencia cierta que dentro de San Damian no apaciguaria los temblores del cuerpo, abrio la pesada puerta que se encontraba junto al torno. Mientras abria aquella ruda lamina de madera carcomida miro de reojo a la joven. ?Cuanto tiempo habia pasado desde que ella misma habia vestido como una mujer, como aquella que la miraba con impaciencia? ?Cuanto habia pasado desde que Felipa se habia alejado del mundo siguiendo la luz de Clara? Demasiado. O quiza no tanto… Segundos antes de que el mundo de sor Clara y sus hermanas abriera por unos momentos su puerta al siglo, la joven se giro y miro al final del camino. Alli esperaba un hombre cuya silueta parecia la de alguien cansado y agotado. No sabia si podria verla, pero aun asi, ella le dedico una sonrisa que se perdio en la bruma de la manana. Y entro en San Damian. -- Disculpe Madre.-- Con susurrante voz, casi inaudible, sor Ines intento llamar la atencion de la Madre Clara. Algo que no era tarea facil cuando la abadesa del convento de San Damian, a la que todas llamaban madre, y no abadesa, pues nunca quiso ostentar cargo mundano alguno, se encontraba sumergida en sus oraciones. Como si se encontrara bajo del agua, la Madre Clara sentia las voces del mundo ahogadas y huecas. Parecia una estatua imperturbable si no fuera por el ligero y debil movimiento en su pecho al respirar. Sor Ines levanto la vista de la Madre Clara y miro con cierto nerviosismo hacia la puerta de la pequena y destartalada capilla pensando en aquella joven que acababa de llegar desde Asis con la firme intencion de hablar con la Madre Clara. No he podido persuadirla para que se marchara, se habia justificado sor Felipa, quien tenia la consigna, como hermana tornera, de limitar las visitas del exterior a San Damian. Todo el mundo sabia en la pequena ciudad de Umbria que Clara, aquella mujer tenaz y decidida, habia abandonado el siglo para no volver nunca mas a el y sin la mas minima intencion de conocer ninguna noticia del mismo. Y aun asi, la muchacha que se habia plantado en la puerta del convento tenia la determinante intencion de no marchar sin hablar antes con la madre de las Damas Pobres. ?No sabian que a Clara no le importaba nada el mundo? ?Por que venian a molestarla? Constante era el peregrinar de hombres y mujeres que depositaban en el torno de sor Felipa regalos para las hermanas, comida, ropa, utensilios, a cambio de alguna ayuda milagrosa. La Madre Clara se conocia en Asis por haber realizado algun milagro, desde aquellos que aseguraban que sanaba a los enfermos hasta su gran gesta al expulsar a los sarracenos de los muros de la ciudad alzando con su mano el Santisimo Sacramento ante los ojos del infiel. Por eso todos querian acercarse a ella, aunque fuera con presentes que sabian de antemano que volverian al mundo, pues en San Damian la pobreza era la maxima que regia su dia a dia. Solamente se quedaban con lo estrictamente necesario para sobrevivir y la Madre Clara hacia lo que podia con sus sinceros y constantes rezos poniendo a prueba su cansado cuerpo, que ya habia vivido mas de cuatro decadas de sufrimiento involuntario e infligido por su propia fe. Sor Ines seguia esperando junto a la que fuera en otro tiempo su hermana mayor en el hogar en el que nacio en Asis. Ahora era su Madre espiritual, quien la habia guiado por los senderos de la fe y la habia ayudado a alejar de su persona todo atisbo de actitud mundana. Algo dificil para sor Ines, quien habia seguido a su hermana a San Damian mas por amor a su persona que por una profunda devocion, a pesar de rezar dia a dia para hacerse digna de formar parte de las Damas Pobres. Lo que no habia podido dejar tras los muros de San Damian era aquella curiosidad que impregnaba su rostro de ratoncito husmeando en la existencia de los demas. Poco habia que descubrir en el monasterio, mucho menos de lo que observaba en las puertas medio cerradas de su palacio en Asis, cuando era una hermosa muchacha avida de comerse el mundo. Aun asi, siempre la curiosidad hacia que sor Ines encontrara algo que la mantuviera ansiosa y vigilante. En aquel momento, la misteriosa identidad de la joven que esperaba en el locutorio era mas de lo que podia pedir en sus monotonos dias de rezos, trabajos en el reseco huerto o alimentando a las escualidas gallinas. Sor Ines miraba a su hermana y a la puerta de la capilla con aquellos ojos oscuros, penetrantes, llenos de vida que siempre habian iluminado su bello rostro, incluso ahora que lo enmarcaba un velo aspero e hirsuto al que mucho tiempo, demasiado, tardo en acostumbrarse. -- Madre, perdonad pero…-- Sor Ines intento modificar la formula de la peticion y elevar levemente el tono de su voz, pero tampoco surtio efecto alguno en la Madre Clara. Sabia que hasta que no terminara su profundo dialogo con Dios, ni un terremoto la perturbaria. Silencio. Seguia el silencio de la oracion de la Madre Clara y seguian las miradas hacia un lado y otro de sor Ines. Silencio. Un silencio roto tan solo por las gotas que caian en un ritmico orden del techo lleno de humedad y que formaban charcos imperterritos en la capilla, contribuyendo al gelido frio de invierno y el sofocante calor del verano. ?Cuando vendria messer Mateo a arreglar por fin aquel maltrecho tejado? Desde que el pueblo campesino, los labriegos, los artesanos, se habian rebelado ya nada habia ido bien. Y de eso hacian ya unos cuantos anos. El orgullo aristocratico de la que un dia fue bautizada como Catalina, pero resucito como sor Ines, no habia desaparecido al vestirse la toca de religiosa. Era un pecado de orgullo que no podria desterrar de su corazon. El linaje de su familia, los Favarone, se hundia en las profundidades de la historia y nunca habia perdonado ni posiblemente perdonaria a aquellos estamentos inferiores que habian querido para ellos lo mismo que los grandes nobles de las ciudades. Y habian sacrificado a su padre en el camino… Luchaba a menudo contra el pecado de la soberbia mirandose en el espejo de quien un dia fue su hermana mayor, quien no albergaba en su corazon ningun odio ni rencor posibles. Pero sor Ines sabia que, a pesar de que su entrada en religion habia sido milagrosa, tenia que trabajar mucho sus rezos y penitencias para conseguir estar a la altura de muchas de las hermanas pobres de San Damian. Curiosidad, soberbia, y algun que otro defectillo hacian de aquella graciosa jovencita una monja dificil de corregir.

  • Por fin. el amor (eLit 2) de Jill Shalvis

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    Un hombre desnudo lo habria cambiado todo, pero no se veia a ninguno. Por eso, como siempre, Nicole Mann se levanto al oir el despertador y, tambien como siempre, se ducho, se vistio y desayuno en menos de ocho minutos. Por ultimo, tambien como siempre, salio de su apartamento a toda velocidad para llegar pronto al hospital. Si, efectivamente, la vida de Nicole estaba completamente regida por su trabajo. ?Y que? Ser medico era un sueno hecho realidad para ella y, si tenia que trabajar para ese sueno casi todos y cada uno de los momentos del dia, dejando a un lado todo lo demas, incluidos los hombres desnudos, lo haria. Ser medico era lo que habia querido desde que se habia graduado en el instituto, hacia quince anos, a la extraordinaria edad de doce anos. --Psst. Para ser una mujer que se enorgullecia de tener nervios de acero, Nicole estuvo a punto de dar un salto al oir el inesperado susurro que provenia del oscuro vestibulo de su edificio de apartamentos. Sin embargo, no habia nada por lo que preocuparse. Solo era la duena del edificio y tambien amiga, Taylor Wellington, que se estaba asomando por la puerta de su apartamento. Taylor era una mujer agradable y hermosa, razones suficientes para odiarla, pero tambien parecia estar en posesion de una increible habilidad que era capaz de derrumbar las defensas de Nicole. A esta la asombraba que, a pesar de ser polos opuestos, se hubieran hecho tan buenas amigas. --!Psst! --Ya te veo --dijo Nicole--. ?Te he despertado? --anadio, sabiendo que casi no habia amanecido. --Oh, no. A mi no me podrian despertar ni los muertos vivientes --le aseguro Taylor, tan perfecta como siempre--. Habia puesto el despertador para poder hablar contigo --explico, mirando a Nicole de arriba abajo--. Cielo, creia que habiamos hablado ya sobre la ropa de camuflaje. Nicole se miro. Llevaba unos pantalones de camuflaje y una camiseta de tirantes de color verde, que se cenia a su esbelto cuerpo. Su guardarropa se habia formado en los dias en los que asistia a la facultad de Medicina, cuando los cuantiosos gastos de su educacion la habian obligado a comprarse la ropa en tiendas muy economicas. No obstante, le gustaban aquellas prendas tan comodas. Le sorprendia mucho que Taylor se preocupara por lo que llevaba puesto. Nicole solo llevaba unas pocas semanas viviendo en aquel edificio del South Village, tras haberse mudado de otro edificio en el que nadie se preocupaba ni de mirarle la cara a los demas. Solo se habia mudado porque aquel otro edificio habia sido vendido y los duenos tenian nuevos planes para el mismo. Ademas, el nuevo apartamento estaba en un edificio mucho mas pequeno, lo que suponia menos personas con las que tratarse. No le importaba nada que el inmueble estuviera a punto de derrumbarse ni el aspecto que tuviera mientras su cama estuviera en el. --?Por que querias hablar conmigo? --Sabia que, si no lo hacia, te olvidarias. Esta noche vamos a planear la fiesta del compromiso de Suzanne. Suzanne Carter vivia en el apartamento que habia al lado del de Taylor. Las tres eran las unicas habitantes del edificio y habian compartido muchos momentos de diversion y muchos helados, pero a Nicole no le apetecia planear una fiesta para la que tendria que vestirse elegantemente, sonreir y ser agradable. Odiaba ser agradable. --Te habias olvidado --dijo Taylor. --No, yo... Efectivamente se habia olvidado. No podia evitar ser algo olvidadiza porque siempre lo habia sido. Solo aquel ano, se habia olvidado de la fiesta de graduacion de su hermana, de la que su madre solia celebrar todos los anos en abril y hasta de su propio cumpleanos. Sin embargo, su familia comprendia algo que Taylor no parecia entender. Nicole era una solitaria. --Lo siento... tal vez llegue tarde. --No me lo digas. Tienes que... hacerte un nuevo piercing. Nicole hizo un gesto de desesperacion con los ojos. Taylor no hacia mas que gastarle bromas sobre los aros de plata que le alineaban una de las orejas, pero ella no sabia que cada uno de ellos era como un trofeo, un emblema de honor que Nicole llevaba con orgullo. --No, no se trata de otro piercing. Mostrando la paciencia de un santo, Taylor se limito a levantar una ceja mientras que Nicole se devanaba los sesos para encontrar una excusa. --Bueno, es que andamos algo escasos de personal en el hospital y... --Ahorratelo, cerebrito. Dejemonos de excusas, ?te parece? Las bodas, y todo lo que conllevan nos dan alergia, pero esta es por Suzanne. Suzanne habia sido la unica persona, aparte de Taylor, que la habia aceptado genuina e instantaneamente, a pesar de lo seca y distante que era. Las tres se habian conocido poco despues de que Taylor heredara aquel edificio, sin dinero alguno para efectuar las reparaciones que tanto necesitaba. Primero, habia alquilado un apartamento a Suzanne y a continuacion habia llegado Nicole. En realidad, las tres mujeres tenian muy poco en comun. Suzanne era chef y solia alimentar a sus dos amigas con comida, aparte de su postre favorito, el helado. Taylor, con su ingenio, las divertia a todas y, aunque mataria a Nicole si la oia decirlo, les servia de madre. Nicole no tenia ni idea de lo que ella anadia a la mezcla, por lo que le sorprendia mucho que las otras dos se preocuparan tanto por ella. No obstante, todas ellas tenian un rasgo en comun: su voto de solteria. Todas habian hablado al respecto e incluso habian brindado por ello... hasta que Suzanne habia hecho lo impensable y se habia enamorado. --Tratare de asistir --dijo Nicole con un suspiro. --No te preocupes, dicen que no se puede caer presa de la fiebre marital de esta manera. --!Eh, no te preocupes por mi! Mi trabajo es mi vida. Estoy demasiado metida en ello y soy demasiado egoista para unir mi vida a alguien. --Muy bien. Nuestro voto de solteria sigue intacto. --Y firme. Sin embargo, las dos se miraron fijamente, algo nerviosas. El hecho de que Suzanne, que tanto habia presumido de su solteria, fuera a casarse lanzaba sombras sobre su voto de solteria, aunque estaban seguras de que ninguna de las dos cometeria la torpeza de enamorarse. Seria imposible, cuando tenian los ojos bien abiertos y los corazones firmemente cerrados. Asi era. De ese modo, estarian a salvo. Total y completamente a salvo. Veinticuatro agotadoras horas mas tarde, de nuevo justo antes del alba, Nicole arrastraba su dolorido y lamentable cuerpo por los tres tramos de escalera que llevaban a su apartamento. Habia trabajado sin descanso. Una inesperada niebla habia provocado un choque en cadena en una de las autopistas del sur. Como resultado de la colision de cuarenta y dos coches, Nicole habia estado en urgencias casi todo el dia, sin poder tomarse un respiro ni siquiera para estornudar. Se le habia pedido que se quedara otro turno, por lo que, tras una rapida siesta durante la que habia sonado que la perseguian un vestido de novia y un pastel de bodas, habia aceptado con ganas lo que le deparo el resto del dia, que habia sido mucho. En aquellos momentos, mientras subia la escalera, lo unico que queria era comer algo, darse una ducha y meterse en la cama, aunque no necesariamente en aquel orden. Llevaba una bolsa de comida en la mano y la boca se le estaba haciendo agua al pensar en los cuatro tacos medianos y en el refresco que contenia. No era un desayuno muy corriente, pero era comida. Ademas, llevaba sonando con algo picante desde la segunda vez que habia entrado en el quirofano. Despues, en cuanto comiera... la inconsciencia, al menos hasta que tuviera que regresar al hospital, lo que seria aquella misma tarde para una reunion de personal. Despues, tendria que sustituir a un companero en el turno de noche. Ya tenia cuatro operaciones preparadas. Esperaba haberse acordado de la salsa picante. No tenia nada de comida en la cocina, a excepcion de algo que se habia puesto verde hacia una semana y que... --!Maldita seas, trozo de mier...! --exclamo una voz, mientras se escuchaba el ruido de metal que golpeaba otro metal. Aquellas palabras habian sido pronunciadas con un profundo acento irlandes --. Voy a... Maldita seas otra vez... La ultima vez lo hiciste bien, asi que maldita seas si no funcionas ahora... Aquellas palabras sonaron tan tranquilas, tan seguras, que Nicole tardo un momento en descifrar que aquel hombre estaba haciendo algun tipo de amenaza. Bien. A Nicole no le importaba darle una buena patada a alguien mientras que sus tacos no sufrieran dano alguno. Tener un coeficiente intelectual mas alto que su propio peso tenia algunos beneficios. Durante la facultad de Medicina habia decidido empezar a hacer karate, para desahogarse un poco. Como en todo lo que empezaba, habia sobresalido. Dispuesta a todo, tomo una postura de defensa, aunque la dejo momentaneamente para dejar la comida sobre un escalon. No habia necesidad alguna de poner en peligro el desayuno. Fue avanzando poco a poco. En aquel piso no habia nada mas que su apartamento. Nada mas que el estrecho pasillo en el que, en aquellos momentos, habia un hombre tumbado. Tenia los brazos extendidos y, entre las manos, tenia lo que parecia una herramienta de medir, que movia sobre las maderas del suelo mientras lanzaba juramentos por la boca. Nicole se habria echado a reir si hubiera podido apartar la vista de aquel largo, firme y masculino cuerpo, que estaba completamente estirado sobre la tarima de madera. Tenia unas piernas larguisimas, enfundadas en unos vaqueros que acentuaban los musculos de muslos y pantorrillas. Ademas, estaba el trasero, cubierto tambien por la gastada tela vaquera. La camiseta se le habia subido un poco, mostrando una generosa vision de piel bronceada y humeda, tensa sobre los musculos de la espalda. A pesar del susto que aquel hombre le habia dado, Nicole sonrio. --Hmm... Perdone. Con los brazos estirados por encima de la cabeza, el hombre no dejo caer el extrano utensilio que tenia entre las manos y que estaba emitiendo una luz roja. De hecho, no hizo nada mas que suspirar. --?Seria tan amable de entregarme mis notas? --dijo, con voz profunda y sensual, aunque completamente privada del acento irlandes. Nicole, que seguia en su postura de defensa, bajo la mirada y vio un pequeno bloc de notas en el suelo. Aparentemente, dudo mas de lo esperado, porque el se incorporo y giro la cabeza. Tenia el cabello negro muy corto, tanto que quedaba de punta y los ojos azules mas cristalinos que Nicole hubiera visto jamas. Al ver que ella todavia tenia los punos levantados y las piernas ligeramente dobladas, el lanzo un suspiro y se froto la mandibula. --?Es que nos vamos a pelear por un cuaderno? Nicole bajo inmediatamente los punos. Entonces, sin dejar de mirar al hombre mas guapo que habia visto nunca, se inclino para recoger la bolsa de tacos que habia dejado en el suelo. --?Quien es usted y por que esta blasfemando en mi pasillo? --Me ha oido, ?eh? --comento el con una sonrisa--. ?Me haria el favor de no decirselo a la duena? Ella me dijo especificamente que no lanzara maldiciones en su edificio. Hmm. A Nicole le sorprendia que Taylor no se hubiera metido a aquel hombre en su dormitorio bajo siete llaves, dado lo mucho que le gustaba la gimnasia horizontal y el hecho de que aquel desconocido rezumara sexualidad por todos los poros. Con un suave movimiento, se puso de pie. Nicole era bastante menuda, pero aquel hombre debia sobrepasar en varios centimetros el metro ochenta, lo que significaba que, por mucho que ella se estirara, no le llegaria mas alla del hombro. De repente, por la diferencia de altura que habia entre ellos y la inmediata y sorprendente atraccion que sintio por el, se puso a la defensiva. Dio un paso atras y se preparo de nuevo para lo que pudiera surgir. --No habria utilizado ese lenguaje si la hubiera oido venir --dijo el, rascandose suavemente la mandibula, oscurecida por la barba de varios dias--. La he sobresaltado. Nicole entorno los ojos. Una vez mas, el acento habia desaparecido por completo, pero habia algo artificial sobre el modo en que le hablaba en aquellos momentos, como si estuviera ocultando algo. Ella sabia muy bien lo que era guardar secretos, pero no le gustaba que los demas hicieran lo mismo. --Responda a mi pregunta, por favor --replico Nicole mientras levantaba un dedo. --No hace falta disparar --comento el, levantando las manos a modo de rendicion--. Soy solo el arquitecto. Ty Patrick O'Grady a su servicio. --?Que usted es el arquitecto? --Para este edificio. Va a ser renovado --afirmo. Entonces, se apoyo contra la pared con un hombro y le dedico una devastadora sonrisa--. Antes de nada, se necesita un arquitecto, ?sabe? Resulta que este edificio es un monumento historico y que necesita desesperadamente unas importantes reparaciones en su estructura. Nicole decidio que aquello podria ser cierto, especialmente dado que aquel edificio era la verguenza de la manzana. Taylor llevaba semanas consultado a los expertos para realizar la renovacion. --?Esta usted realizando un presupuesto para Suzanne? -- pregunto, observandolo cuidadosamente para ver si caia en la trampa del nombre. El hombre lanzo una nueva sonrisa, lenta y segura. --No, no. No se llama Suzanne sino Taylor, pero ha sido un buen intento. Haria falta mucho mas que eso para ponerme a mi a prueba --replico--. ?Quiere ver mi identificacion o se va a limitar a golpearme con esa bolsa, que huele tan bien? --?Que le ha pasado a su acento? --?Que acento? --Tenia acento irlandes. ?Es usted un emigrante? --Si, acabo de bajarme de un barco procedente de Australia, amiga --comento aquella vez con acento australiano--. O tal vez... !Huy! Creo que me he equivocado de continente --anadio con acento austriaco. Aquel hombre era un listo. --Es muy tarde para estar trabajando en un presupuesto, ?no le parece? --Querra decir muy temprano. --Lo que sea. ?Por que ha venido a estas horas? --Soy lo que se llamaria un hombre muy ocupado. Bueno, cielo, no se con quien estoy hablando.

  • Mi vida K-Drama de Alissa Bronte

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    Un lunes mas. No, ya nunca seria un lunes mas. Lola llegaba a la oficina con una gran sonrisa en la cara, habia pasado un inolvidable fin de semana en compania de German. Al principio penso que era un error por eso de donde tengas la olla no metas la..., pero ahora estaba contenta con la decision. Aunque nunca habia querido tener una relacion con un companero de trabajo, la verdad era que sentia que estaba enamorada. En una nube. Casi como si sus pies pudieran flotar, pero ?como no sentirse asi si acababa de empezar, hacia poco mas de un par de meses, una relacion que iba viento en popa? Y, para aumentar mas su felicidad, el viernes habian anunciado que el iba a ser ascendido. Y eso era algo muy bueno porque las oportunidades en su empresa no eran muchas, menos en el departamento de contabilidad. Asi que pasar de ser uno mas al jefe de equipo era un logro que no estaba al alcance de cualquiera. Y lo habian celebrado por todo lo alto. En las nubes andaba cuando llego a la oficina y se dio cuenta del revuelo. Estaba claro que algo gordo habia pasado porque todos sus companeros, por lo general con el modo estatua en on, estaban revolucionados y no dejaban de cuchichear en corrillos repartidos por toda la oficina. Se acerco a uno de los grupos, no lo eligio por nada en especial, ya que no tenia relacion con ningun otro empleado mas alla de un <> o un <>, para ver si lograba enterarse de algo. --Buenos dias, ?ha pasado algo interesante? --pregunto, dando un sorbo al cafe que habia sacado de la maquina de la planta de abajo. --Buenos dias, Lola. Si, ha pasado esto --respondio un joven de aspecto desalinado y gafas redondeadas y sucias. --?Eso? ?Que es? Parece una invitacion de boda --anadio, mirando la cartulina que sostenia entre las manos. --!Bingo! --afirmo otro de los chicos a la vez que la senalaba con las manos formando pistolas imaginarias. ?De verdad habia hecho eso? Lola no entendia por que la invitacion de boda de alguien podria ser la causa de ese alboroto. --?Quien se casa? --pregunto con curiosidad, observandola. --Miralo tu misma --dijo una de las chicas del corrillo que llevaba poco tiempo en la empresa, y de la que no sabia ni el nombre, dandole la invitacion--. Vas a alucinar --anadio mas tension y curiosidad a la que ya sentia. --!Menudo braguetazo! Que calladito se lo tenia... --Ahora entiendo todo. --Estaba claro que algo habia detras... Los comentarios de sus companeros no paraban y la curiosidad por saber quien era el del braguetazo fue tan grande que abrio la invitacion de boda, todavia entre sus manos, y la miro con atencion. Era elegante, de un color blanco nacarado y con una cinta de saten gris brillante, con algo parecido a la purpurina, pero sin que se quedara pegada en cualquier lado, que hacia las veces de cierre. Era muy bonita. Saco la invitacion. La verdad era que se esperaba cualquier cosa menos eso. Se quedo sin aire en los pulmones, como si alguien la hubiera pateado en el estomago, y sintio que se mareaba, que perdia la conexion con la realidad. Boqueo con desesperacion, como un pez fuera del agua. Parpadeo para aclarar la vision y alejar todos esos sentimientos que la abrumaban hasta confundirla, y se centro en las letras escritas sobre relieve en la invitacion de boda. No habia dudas, ninguna. El nombre del novio era el puto nombre de <> novio. ?Era una broma de mal gusto? ?Estaban a 28 de diciembre y no se habia enterado? Releyo una vez mas lo que habia escrito en la nota. Como si al hacerlo de nuevo algo fuera a cambiar. --Ahora cuadra lo del ascenso porque todos sabemos que ni lleva aqui el suficiente tiempo ni destaca por su trabajo... --murmuraba uno. --Lo que me ha sorprendido mas es que el jefe nos haya invitado a todos --respondia otro. --Si, pero teniendo en cuenta que es su unica hija es normal que tire la casa por la ventana -- aclaraba otra de sus companeras. Los comentarios no cesaban a su alrededor, era logico porque esa noticia habia sido inesperada, aunque para una mas que para otros. --?Que te parece, Lola? ?Ha pegado o no German el braguetazo de su vida? --le pregunto otro de sus companeros. Pero ella no estaba para escuchar a nadie. Apreto la carta entre las manos y, furiosa como nunca antes, se acerco al puesto de su novio, bueno, no de su novio, del novio de otra al parecer. Coloco las manos sobre el tablero de la mesa con tanta rabia que todo vibro con la misma fuerza que el huracan que se arremolinaba dentro de ella y la hacia temblar. Busco a German por la oficina y vio que salia del despacho del director. Los ojos de este, al encontrarse con los de ella, se abrieron mucho por la sorpresa, pero ?que sorpresa era para el? ?Acaso no sabia lo que habia hecho? La sorprendida era ella. Temiendo lo que llegaria a continuacion, German le hizo un gesto con la mano que tenia libre para que esperara. Ella cruzo los brazos bajo el pecho, para intentar que estos no la traicionaran y que una de sus manos acabara estampada en su atractiva cara. --Si, si, todo me parece perfecto. Luego te llamo, Amanda, tengo un asunto pendiente que cerrar --explico a toda prisa a la mujer, Amanda, con la que hablaba al otro lado. Amanda, como la Amanda de la puta invitacion. Estrujo la tarjeta entre las manos y no pudo evitar pensar que en vez del trozo de cartulina eran sus pelotas las que apretaba hasta dejarselas inservibles. --?En eso me he convertido de repente, German? ?En un asunto pendiente que has de cerrar? --rugio. Queria controlarse, pero no podia, el huracan se habia desatado con fuerza y el ojo estaba justo en su corazon, cegando cualquier otro sentimiento que no fuera la ira. Ni siquiera le importaba que estuvieran en medio de la oficina y que los companeros estuvieran pendientes de todo lo que sucedia entre ellos. --Lola, dejame explicartelo. Tranquilizate, por favor --pidio en voz baja con una calma pasmosa--. Vamos a otro lugar y hablemos de ello --ordeno, tomandola por la muneca y arrastrandola para llevarla a otra zona. --?Que me vas a explicar? --bramo, pegando un fuerte tiron de la mano y parandose con firmeza; no estaba dispuesta a dar un paso mas--. ?El hecho de que me entero por esto -- mascullo, tirandole a la cara la invitacion-- que el que era mi novio hasta ayer se va a casar con otra? Ah, no, espera, que resulta que <> era yo --escupio, enfadada. Nunca, jamas, habia sentido un odio tan fuerte por nadie. Tras sus palabras, los murmullos lejos de apagarse cobraron intensidad. Eran la atraccion del dia y, sin verlos, podia imaginarse a todos sus companeros con las palomitas recien hechas sentados con comodidad para ver la pelicula que, de manera inesperada, iban a disfrutar a costa de ella. --?No has visto las llamadas perdidas? --interrogo bajando la voz, como si fuera lo importante en esa situacion--. Ademas, no es necesaria esa actitud tuya amenazante --anadio, molesto. Lola escuchaba sus palabras, pero no las llegaba a asimilar, ?estaba mosqueado? ?Encima? --!?Que cono esperas?! ?Que me ofrezca a acompanarte al altar? --pregunto, mirandolo con toda la fuerza de la ira que burbujeaba en sus venas, rezando por ser capaz de lanzarle rayos laser con los ojos y fulminarlo alli mismo. Si no era una broma..., iba a arder Troya. --Vamos, Lola. No ha pasado nada entre nosotros para que estes tan indignada. Ademas, nunca quise enganarte, pero aquella noche te me insinuaste y yo me deje llevar y luego..., luego no supe como explicarte que estaba en una relacion y que tenia fecha de boda y... --trato de explicarle en voz baja. Lola abrio la boca tanto que le hubiera cabido dentro un paquete de Amazon. ?En serio le echaba la culpa a ella delante de todos? ?Insinuaba que ella lo habia seducido? ?Estaba de cona? --!Seras cabron! --grito sin reparar donde estaba ni quienes podian oirla--. ?Que me insinue? ?Que te dejaste llevar? Que te has dejado llevar, ?por los dos ultimos meses? !Seras hijo de puta! --Lola, guarda la compostura, nos estan mirando todos --suplico. --?Y que cono me importa? ?Crees, de verdad, que en este puto momento de mi vida me importa algo que nos escuchen? ?Como has podido, German? !Como! Me enganaste, me hiciste creer que te importaba, que me querias, que significaba algo para ti... y resulta, resulta... --se detuvo para soltar una carcajada histerica--, resulta que yo era la otra. !Era la otra! ?Y todavia me pides que me tranquilice? ?En que mundo vives, en el de Yupi, gilipollas? --Lola, no sigas por ese camino o me voy a ver obligado a... --?A que? --pregunto, amenazante. --A denunciarte... por calumnias --balbuceo. Y aquello fue la gota que colmo el vaso, rompio a reir a carcajadas que se parecian mas a los alaridos de una persona fuera de si que a una risa normal, pero estaba a punto de enloquecer. --?Me vas a denunciar por calumnias? ?Y por lo del sabado, German? ?Vas a decir que abuse sexualmente de ti? !Vamos a celebrarlo con las piernas en alto! Ah, no, espera, <>, solo que me confundi... --espeto tan enfadada que podia prender fuego con tocarlo. --!German! !Lola! ?Que demonios sucede? ?Por que estan discutiendo? --inquirio su jefe, que, alterado por el revuelo que se intuia tras los cristales de su despacho, salio de su oficina. --Senor Ramirez --llamo dirigiendose a su jefe--, no se meta, por favor. Esto no va con usted --pidio al hombre. No le tenia ningun aprecio, la verdad, pero tenia ya unos anos y lo ultimo que queria era que le diera un sincope por su culpa. De hecho, agradecia que la oficina de este estuviera insonorizada y no fuera consciente del tema que trataban. --Lola, ?como que no va conmigo? ?Acaso quiere que, aparte de la invitacion de boda de mi hija, le llegue una carta de despido? --amenazo, iracundo. Esas palabras la remataron, miro a German, despues se acerco hasta el lugar donde la tarjeta habia caido cuando la lanzo, miro otra vez el nombre de la tarjeta para comprobar que, efectivamente, era la hija de su jefe. Como si no hubiera estado claro, como si su mente hubiera querido negar la realidad. --?En serio, German? --interpelo--. ?Te vas a casar con la hija del jefe y todavia me buscaste el sabado para celebrar tu ascenso? Aunque, claro, tambien estabas celebrando tu despedida de soltero privada a mi costa, cabron. --Senorita Salazar, ?de que esta hablando? --pregunto Ramirez al darse cuenta de que no era una discusion laboral. --Que se lo explique su futuro yerno, senor. Yo dimito --afirmo con rotundidad --. !Dimito, jefe! Ninguno de los dos me va a despedir, la que se va soy yo. ?Me oyes, German? Dimito de todo, de esta mierda de empresa y de esta mierda de... relacion --bufo, senalando de uno al otro --. Ojala cuando lo descubra todo Amada, te... <> a la mierda. !Gilipollas! --!Lola! --grito su jefe con la cara roja como un tomate, como si le fuera a dar un infarto o algo similar--. !A mi despacho! !Ahora! Asi habia resultado su lunes; ya no era un buen lunes. Dio la espalda a su jefe, se acerco hasta la que habia sido su mesa los ultimos cinco anos y se esforzo por no derramar ni una sola lagrima por German, ni por el trabajo que abandonaba para no regresar jamas. Todos sus companeros la miraban en silencio, era incomodo verlos y no escucharlos, parecian maniquies baratos amontonados. Podia ver sus pensamientos brotando como setas de sus cabezas y sus miradas iban desde la lastima hasta la indiferencia pasando por la satisfaccion. Pero le daba igual, en ese momento, solo podia sentir la tormenta que no perdia intensidad en su interior y sabia que corria el peligro de quedar destrozada si no la frenaba. Y el no merecia la pena. Nadie que enganara a la persona a la que se suponia queria merecia la pena. Dejo la oficina con cinco anos de su vida metidos en el bolso. En unas horas estaria triste, lo estaria en ese instante en el que se diera cuenta de que sus mejores anos los habia desperdiciado en ese lugar, que se habia hecho ilusiones de futuro con un impresentable que no habia tenido las pelotas suficientes de decirle que ya estaba en una relacion con la hija del jefe y, a cambio, ?que habia ganado? Nada bueno: una talla mas. Lo mas triste era que ni siquiera iba a echar de menos a los companeros, porque eran solo eso, companeros de oficina, ningun amigo, ninguno con el que tuviera una relacion mas estrecha. Volvia a estar sola. Volvia a tener que empezar de cero. Capitulo 1 Tres meses despues... Era el tercer k-drama que veia esa semana, estaban siendo su sanacion. No tenia ni idea de como no los habia descubierto antes, ?que habia estado haciendo con su vida hasta ese momento? <>, grito una vocecilla impertinente en su cabeza, aunque en las ultimas semanas la habia estado escuchando mas de la cuenta. Se limpio las lagrimas a la vez que dejaba escapar un suspiro de la emocion, ?como podia haber historias tan bonitas? ?Como podia haber hombres tan atractivos? Habia echado numeros, era lo suyo, y el tanto por ciento de tios buenos por cada millon de habitantes que habia en Corea del Sur era desorbitado. Habia estado a punto, varias veces, de escribir a la reina Letizia y pedirle que hiciera una ley en la que fuera obligatoria la crianza de los ninos a base de algas y arroz, porque, vamos, lo de Corea del Sur no era normal, no lo era... o, tal vez, la que no lo era, era ella. Se levanto a por otra tarrina de helado, ?cuantas llevaba ese dia? Y se puso a husmear entre la lista de series para ver cual atacaba en ese instante, le apetecia una de accion, y dudaba entre City Hunter o Healer. En ello estaba cuando el telefono sono. Le parecio muy raro porque nunca nadie la llamaba. Pero ahi estaba su telefono fijo, al que tenia por lo general criando malvas, sonando con ese timbre estridente que le hacia rechinar los dientes. ?Para que lo tenia? Nadie usaba ya los fijos, bueno, ella si. Se levanto en plan zombi y, al pasar frente al espejo que colgaba en una de las paredes de la habitacion, miro de reojo y no pudo creer lo que vio: !estaba horrible! Mejor no le hacia caso y cogia el telefono para que dejara de sonar. --?Si? --pregunto con la voz pastosa y extranada al ver un numero muy raro. --?Lola? --interrogo a su vez la voz al otro lado, una que no reconocio. --Si, soy yo. ?Quien es? --!Sorpresa! !Soy yo! --?Eres tu? ?Y quien eres tu? --volvio a indagar, hastiada y cabreada porque una loca la habia interrumpido y, en esos momentos, no tenia tiempo para nada mas que para revolcarse en su miseria como un cerdo en el barro. --!Joder! ?En serio? ?Me voy a vivir fuera y ya no sabes quien soy? !Soy Sonia! !Tu prima Sonia! --?Sonia? !Que sorpresa! ?Que demonios te pasa en la voz? No te he reconocido --aclaro a la vez que regresaba al sofa y se sentaba con las piernas cruzadas. --?Como estas? --curioseo. --Pues, la verdad... --dudo, no tenia claro si debia o no decirle la verdad, ?pero para que mentir? Estaban a miles de kilometros de distancia--, es que estoy hecha un puto asco. --?Que ha pasado? --pregunto con un tono de voz mas serio, preocupado. --Pues..., que no me case con un hombre rico como tu --solto sin ocultar que estaba molesta, aunque su prima no tuviera la culpa de nada. --Eso no lo es todo en la vida... --suspiro al otro lado su prima. --Yo creo que si --afirmo, convencida. --Vale, esta bien. Sientate y cuentame todo. --No creo que tengas tanto tiempo... --Abre la puerta, anda --pidio a la vez que el timbre sonaba con insistencia. --!?Que...?! --exclamo sin creerlo. !No podia ser verdad! !Tenia que ser cona! Una coincidencia, nada mas. No podia creer que su prima, despues de dos anos sin apenas saber nada de ella, apareciera justo ahora en su vida, cuando mas la necesitaba, aunque le jodiera reconocerlo. Era hija unica porque habia sido una <>: llego cuando sus padres eran demasiado mayores y sus esperanzas se habian esfumado. Su madre tuvo un embarazo complicado y el parto dejo sus fuerzas mermadas. Lola, en su fuero interno, estaba segura de que su madre nunca se recupero de esa prueba inesperada del destino y que era, de cierta forma, la responsable de su muerte prematura. Tiempo despues, su padre la abandono tambien para unirse al amor de su vida, siempre supo que habia muerto de pena; la echaba de menos hasta limites insospechados y no ayudaba el hecho de que ella se pareciera a su madre como dos gotas de agua. A veces, en la mirada de su padre veia el dolor que la similitud entre ambas le causaba, hasta el punto de que habia dias en que evitaba mirarla a la cara. Y su prima, Sonia, era lo mas parecido a una hermana que habia tenido, pero crecieron y sus caminos se separaron. Sonia se caso con un hombre de negocios de Nueva York que la alejo de ella y eso hizo que el contacto entre ambas se enfriara. Con paso inseguro y el pecho tronando de emociones, se dirigio a la puerta y abrio para encontrarse con su prima, que lucia <>. --!Prima! --exclamo feliz a la vez que la abrazaba con fuerza. Su larga melena, morena, rizada y tan alocada como todo en ella, hacia destacar todavia mas sus redondeados ojos del color de las almendras y su piel... ?morena? ?Donde estaba el color de su piel? Ahora parecia que una fina capa de leche la impregnaba. --?Sonia? ?Eres... eres tu? --susurro porque dudaba que esa mujer de aspecto desconocido fuera su prima. --!Claro, tonta! ?No me ves? ?O es que mi belleza te ha cegado? --pregunto gritando las palabras y sin dejar de dar pequenos saltitos enganchada a su cuello, lo que hizo que sus pechos de silicona rebotaran sobre los de Lola, normales y empezando a acusar el efecto de la gravedad. Al contrario que los suyos, los de su prima permanecerian en su sitio pasara lo que pasara, incluso, estaba segura, podrian servir de anclaje a un barco en plena tormenta y no se moverian. --!Joder! ?Que te has hecho? Apenas pareces tu... Estas muy cambiada. --Estoy estupenda, ?verdad? Esto es la nueva vida. --Estas irreconocible... --admiro sin quitarle la vista de encima. --Si, !gracias a Dios! --suspiro, adentrandose en el apartamento y cerrando la puerta con un delicioso y encantador puntapie. Verla moverse con tanta gracia, con esa cintura de avispa y un cuerpo perfecto en el que todo estaba en su lugar, la hizo sentirse no un cerdo revolcandose en el barro, sino un mamut peludo, torpe y pesado que no tiraba de su cuerpo. No le entraba en la cabeza como era posible que caminase dando esos pasitos cortos con esos altos tacones y como, ademas, lograba que su trasero se contoneara de esa manera que la hizo, de forma involuntaria, ladear la cabeza: hipnotizada por, al parecer, la musica magica que sus perfectos gluteos creaban a cada paso. --?Que te ha pasado? --inquirio, confusa, mientras Sonia se dejaba caer en el sofa con una gracia que, desde luego, no era innata. Lola se pregunto cuantas horas habria pasado estudiando esa caida accidental. --Me ha pasado !el Gangnam style 1! Seul, querida prima, todo eso me ha pasado --grito, feliz.

  • Fuego, hierro y sangre de Theodore Brun

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  • Stripteacher de Lisa Aidan

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    ?Y si alguien te rompe tanto los esquemas que te hace replantearte todo lo que conoces?

  • Ochenta y seis cuentos de Quim Monzo

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    Traducido a mas de una docena de lenguas, la critica europea relaciona a Quim Monzo con Kafka, Borges y Rabelais. En cada libro ha sabido aumentar la exigencia y el rigor, y ha generado, ademas, un enorme y desacostumbrado interes popular, como en El porque de las cosas y Guadalajara. Hoy, Monzo ha revisado esos libros todos sus cuentos publicados hasta ahora, algunos de ellos ineditos en castellano, aplicando esa misma exigencia y ese mismo rigor. El resultado es Ochenta y seis cuentos, que ha merecido el Premio Nacional de Literatura en catalan y el Premio Lletra dOr, que se suman al Premio Ciudad de Barcelona y a los cuatro Premios de la Critica que otorga Serra dOr, concedidos a los ultimos cuatro libros de este volumen.

  • Un amor en construccion de Lorraine Coco

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    --!Jenna! La cabeza de Krysten asomo por la pequena apertura de la puerta mientras esperaba una respuesta, pero esta no llego. Golpeo con los nudillos la madera un par de veces con impaciencia antes de decidir entrar sin esperar. No tenia tiempo para cortesias. Y aunque su amiga le hubiese dicho un millon de veces que llamase antes de invadir su hogar, no era culpa suya si estaba sorda como una tapia. Aun asi, nada mas adentrarse, y mientras cerraba la puerta tras ella, volvio a llamarla a gritos. --!Jenna! !Vamos! !Si estas tirada en la cama, ya puedes levantarte! Entorno la mirada al no recibir respuesta. El amplio y estiloso apartamento parecia desierto, pero sabia que era imposible que no estuviese alli. Llevaba recluida en su casa doce semanas, desde el incidente. Y no habia conseguido que saliese ni tentandola con extravagantes planes, cenas suculentas o sesiones de tratamientos de belleza que antes le habrian hecho estallar la cabeza. Incluso hacia dos semanas hizo saltar la alarma de incendios del edificio, a la desesperada, pero ni siquiera asi logro que abandonase su auto impuesta prision. Esa manana, sin embargo, iba con un nuevo plan, una idea a la que llevaba una semana dando forma. Se le habia ocurrido mientras ojeaba las noticias en su movil, en el metro, en el transcurso del trayecto desde su casa en Little Italy hasta el Upper East Side, donde residia su amiga. Normalmente empleaba ese tiempo en ver videos en Tik Tok y ojeando las ultimas novedades de lo que se cocia en Instagram. Pero ese dia un idiota la empujo cuando estaba a punto de tomar asiento, y al recoger su movil del suelo debio tocar la pantalla sin querer. Estuvo a punto de desechar la pagina de noticias rapidamente en cuanto se acomodo en su sitio, pero entonces se fijo en el protagonista del articulo y detuvo en seco su dedo antes de deslizar la pantalla a la derecha. Una lectura rapida del articulo, tres minutos de cavilaciones y un par de conexiones neuronales mas tarde, tenia el plan perfecto para devolver a la vida a su amiga. Y por muchas excusas que esta le hubiese preparado ese dia, no iba a dejar que su plan fracasara. Habia tenido que cometer un par de delitos para asegurarse de que asi fuera, pero la necesidad apremiaba y ambas se jugaban mucho. Necesitaba recuperarla urgentemente. Odiaba tener que ponerse dura cuando sabia que estaba sufriendo, pero no podia seguir viendola en ese estado. No soportaba a la gente triste y amargada. Lo llenaban todo de un halo gris y deprimente que se cargaba sus buenas vibraciones. Ademas, en el caso particular de su amiga/jefa, el tema se convertia en una cuestion de supervivencia. Llevaba tres anos trabajando para Jenna, los mejores de su vida laboral, pero parecia que todo lo que habia conseguido en ese tiempo peligraba con cada dia que pasaba, hasta el punto de ver que en pocas semanas se veria en apuros para pagar el alquiler de su apartamento y tendria que volver a pedir asilo en casa de su hermana, su cunado y los cuatro terroristas de sus sobrinos. Sacudio los hombros al sentir un escalofrio que le atraveso la espalda solo con imaginarlo. Ya estaba frente a la puerta del dormitorio de Jenna, y el ansia que la carcomia por contarle su plan hizo que abriese sin llamar, con una energia que estuvo a punto de hacerla puerta giratoria. --!Jenna! !Te juro que como te pille en la cama...! Habia imaginado que la encontraria como tantas otras veces durante las ultimas semanas: alli tirada, sobre el colchon, en pijama y con una pinta desastrosa. Pero en lugar de eso se vio imbuida por la mas absoluta oscuridad. Achico los ojos cuando advirtio una pequena luz azulona que se movia de un lado a otro con rapidez, y sacudio la cabeza justo antes de presionar el interruptor de la luz, esperando tener que enfrentarse a un intruso, armada solo con su mini bolso. --!Mierdis! --exclamo Jenna despojandose de una visera de plastico transparente que cubria su cara. Elevo las cejas y apreto los labios despues, como una nina pequena a la que han pillado robando en una tienda de chuches. --?Que diablos estas haciendo? ?De que vas disfrazada? La respuesta de su amiga fue intentar ocultar tras su espalda la linternita que le habia advertido en la mano un segundo antes. Como si con aquel gesto infantil ella fuese a obviar lo rocambolesco de la escena. Jenna, la mas sensata, centrada y juiciosa de sus amigas (hasta hacia doce semanas) llevaba una especie de mono blanco, como los que usaban los del Centro para el control y la Prevencion de Enfermedades en las series de medicos que devoraba los jueves por la noche. --Tienes exactamente diez segundos para explicarme que esta pasando aqui antes de que llame a tu madre para que te ingrese en algun sitio de esos a los que vais los pijos cuando sufris una crisis nerviosa --le dijo sacando el movil del bolsito y mostrandoselo para que viera que iba en serio. Jenna se mordio el labio inferior y puso ojitos de cordero antes de alzar las manos y despojarse de la parte superior del traje, liberando su cabeza. --No es para tanto... !Lo juro! Solo estaba... estaba... --Apreto los dientes y los punos al tiempo. Estaba tan roja como si hubiesen abofeteado su palido rostro sin piedad. Abrio los labios --... buscando muestras biologicas --escupio las palabras a la carrera, como si no quisiese escuchar su propia declaracion. La que abrio los ojos desorbitadamente en ese momento fue Krysten. --?Muestras biologicas? --Ladeo la cabeza mientras pronunciaba la frase, sin poder creerlo, pero Jenna afirmo repetidamente con energia mientras su gesto se contraia en una mueca avergonzada. --!No estoy loca! !No he perdido la cabeza! Es que despues de encontrar unas braguitas que no son mias en un cajon, yo... Con mirada desquiciada, empezo a negar con la cabeza, como si estuviese sufriendo un ataque. Y tenia que haber sido asi porque entre las muchas peculiaridades de su amiga estaba la fobia a los germenes. Imaginarla tocando la ropa interior de otra persona era surrealista. --Tenia que comprobarlo. Ese... ese pedazo de... se acosto con esa... con esa... --Con ese zorron --termino por ella, viendo que la furia que habia empezado a dominarla, y que hacia que su rostro pareciese ahora incandescente, se le atragantaba en el gaznate. --Si, con... esa. !En mi cama! !Mi casa! !Mi hogar! El que he estado pagando con mi esfuerzo, con mi programa, mientras el se hacia un nombre a costa del mio y vivia de gorra porque supuestamente respetaba y admiraba mi independencia, mi autonomia, mi capacidad de emprendimiento y mi carrera. !El muy hijo de...! --Perra, cielo. Hijo de perra. Puedes decirlo abiertamente --apunto posando una mano sobre el hombro plastificado de su amiga. Aparto la palma al instante, repeliendo el contacto gomoso, y aleteo los dedos al tiempo que arrugaba la nariz. Jenna empezo a sacudir los brazos con rabia, como un pajarillo enfundado en un preservativo blanco y brillante, mientras hacia pequenos ruiditos que pretendian ser grunidos, pero que en la finolis de su amiga no eran mas que quejidos lastimeros. No lo iba a negar, verla disfrazada con ese mono, la cara enrojecida, el cabello largo y rubio pegado al rostro perlado de sudor, en medio de la escena de CSI que se habia montado, era rocambolesco. Pero por fin la veia estallar y hacer algo mas que llorar como una mema. Tenia que dejar que sacara su ira, frustracion y dolor. Ella, de haber estado en el lugar de Jenna, le habria rajado las ruedas del coche a su ex, le habria tirado en plena calle un cubo con restos de pescado putrefacto, y subido a las redes sociales las fotos de aquel viaje a las islas griegas en las que tuvo la ocurrencia de ponerse un tanga verde fluorescente. Pero su amiga y ella no se parecian en nada. Se habian criado en lados opuestos de la ciudad. Jenna habia nacido en el seno de una familia adinerada, mientras que ella habia aprendido en su barrio que el que la hace, la paga. Y su mente retorcida habia imaginado cientos de escenarios en los que humillaba a su exjefe hasta convertirlo en el hazmerreir y la comidilla de todo el mundillo televisivo. Pero Jenna se lo habia impedido alegando que ellas eran mejores personas, estaban a otro nivel y no iban a rebajarse a su juego sucio. Sabia que creia aquella afirmacion palabra por palabra, pero tambien que Jenna evitaba a toda costa alimentar el escandalo en el que se habia visto envuelta cuando su novio, su prometido, su companero en el programa de reformas mas famoso del momento, la habia dejado delante de toda la audiencia nacional, en directo, en un programa especial de recaudacion de fondos. Era un programa en el que su amiga habia deseado participar durante meses, en el que se subastaban sus demandados servicios como disenadora de interiores. Se habia hecho eco del evento en todas las redes sociales, prensa y television. La audiencia habia sido la mas alta del mes y ante toda aquella gente, el asqueroso de Kevin la habia ridiculizado, avergonzado y dejado en directo, por una de las presentadoras del programa, con la que al parecer hacia meses que mantenia una relacion. Desde entonces, la humillacion no la habia dejado salir siquiera de casa. Primero, intentando evitar a la prensa sensacionalista que se habia apostado las primeras semanas, camara en mano, en la puerta de su edificio, deseosa de conseguir la instantanea de la destrozada y hundida Jenna Hopper. Y despues, cuando las aguas se calmaron, tampoco quiso salir temiendo ser reconocida y vuelta a ridiculizar por cualquiera que hubiese visto el programa o se hubiese reido con alguno de los innumerables memes que se habian hecho a su costa tras el incidente. Habia sido durisimo para ella. Las cosas que habia dicho el asqueroso delante de todo el pais... Entendia que hubiese necesitado un tiempo para reflexionar, lamerse las heridas y recuperarse. Pero el periodo de autocompadecerse habia terminado. Se lo decia su instinto, su preocupacion de amiga, y su cuenta bancaria, que estaba tiritando tras estar tres meses sin ingresos del programa que Jenna habia cancelado al romperse la pareja. --!Esta bien! No puedo seguir viendote de esa guisa, y tampoco oliendote, para ser sincera... --dijo tras aproximarse a su amiga y olisquearla como un sabueso. Jenna abrio los ojos, espantada--. ?Te extranas? Eso es plastico y estamos a mas de treinta grados. Sudas y hueles como una gorrina. Jenna introdujo la nariz por el cuello del traje y casi se puso azul. --!Oh, Dios mio! --exclamo espantada--. !Voy a darme una ducha! --Me parece una idea estupenda. Yo me ocupo mientras de quemar el colchon. --Cuando su amiga, que ya iba en direccion a la puerta, se giro alzando las cejas como si de repente la hubiese iluminado con la mejor de las ocurrencias, anadio--: !Era una broma, loca! Pero me deshare de el sin testigos y haciendo que parezca un accidente. --Le guino un ojo y Jenna sonrio, iluminando sus facciones dulces y elegantes. --Eres la mejor amiga del mundo --declaro de repente--. No se si te lo he dicho mucho ultimamente, pero sabes que te quiero, ?verdad? Sus palabras la emocionaron, y estuvo tentada de ir a abrazarla, pero luego recordo que apestaba y se limito a asentir, tocarla con la punta de los dedos y hacerla girar para guiarla hasta el bano de la suite. --Perfecto, recuerda lo que acabas de decirme hasta que salgas de la ducha porque... !tengo un plaaaaaan! --dijo en tono cantarin. Jenna le brindo una mirada entornada desde el interior del bano, pero antes de que pudiera preguntarle que se le habia ocurrido, cerro la puerta en sus narices y grito: --!Primero la ducha! --Y cuando oyo segundos mas tarde el sonido del agua correr, se mordio el labio volviendose a preguntar que clase de arma usaria para matarla cuando descubriese lo que habia hecho. CAPITULO 2 Jenna salio de la ducha y se envolvio en la mullida toalla blanca que cogio del toallero. La anudo sobre su pecho y tomo otra mas pequena para hacer lo mismo con su cabello, dejandolo recogido asemejando un turbante. Era una operacion mecanica, algo que repetia sin la necesidad de pensar en sus pasos. Y durante unos segundos se dejo llevar por esa inercia apaciguante, hasta que se detuvo en el reflejo del espejo y se contemplo como lo harian los demas si la viesen en ese momento: como una loca desquiciada y hundida. Aparto la vista y se concentro en el resto de tareas mecanicas que hacia al salir de la ducha cada dia, como su ritual de cremas, desenredar su cabello largo y dorado, y perfumarse. Cualquier cosa que le impidiese pensar en lo que acababa de hacer. Porque habia que estar muy loca para haberse disfrazado de esa forma y buscar durante horas pruebas biologicas por toda su casa. ?Que habria hecho de haberlas encontrado? ?La habria ayudado eso a superar el dolor, la traicion, el sentimiento de fracaso o la verguenza? El pulso le temblo al darse cuenta de que si alguien la hubiese visto, la situacion no habria hecho mas que confirmar todo lo que habia dicho su ex de ella. La lista de adjetivos para calificarla ante todo el pais habia empezado por loca, maniatica, perturbada y... Se negaba a repetirla al completo en su mente, como las cientos de miles de ocasiones en las que se habia dejado llevar por el punzante recuerdo en aquellas semanas. Lo curioso era que nunca se habia considerado una persona con esos problemas hasta que el la vejo publicamente. Y entonces la verguenza y el sofoco de verse juzgada y abochornada le hicieron perder la cabeza. Hasta ese momento se habia considerado una mujer fuerte, a la que no le importaba la opinion que tenian los demas de ella. Se habia sentido segura de si misma, pero las ultimas semanas habian sido clarificadoras en ese sentido, pues descubrio que siempre le habia importado la opinion de cuantos la rodeaban, darles lo que esperaban de ella, ser complaciente y perfecta. Imaginaba que era algo que le habian inculcado sus padres desde nina, pues asi habian sido ellos, o al menos la imagen que daban de puertas para fuera. En consecuencia, siempre se habia esforzado por ser la hija perfecta que encajase en la fotografia familiar. Su cometido habia sido sacar las mejores calificaciones en sus estudios, destacar en cuanto hacia y buscar la excelencia. <>. Eso le habia dicho su padre hacia unos dias cuando le confeso que ya no estaba segura de querer seguir con su empresa de diseno. Creyo que el, un importante empresario del sector joyero, la habria animado a no desistir, a luchar, que a lo mejor le habria brindado las palabras que la animarian a salir de la espiral de verguenza y autocompasion en la que estaba perdida. Pero no habia sido asi. Elevo la vista y dejo que su mirada se clavase en la de su reflejo, y se pregunto cuanto estarian dispuestos a pagar por ella ahora. Hacia tan solo unos meses era Jenna Hopper, la mas cotizada y valorada disenadora de todo el pais. Los clientes esperaban hasta dos anos para que ella pudiese hacerse cargo de su reforma o la redecoracion de alguna de sus propiedades. Todos buscaban su esencia, su sello y estilo. Pero ahora... Ahora los que la habian llamado lo habian hecho para acribillarla a preguntas sobre el programa, interesarse falsamente por su estado o cotillear sobre las ultimas noticias que habia publicado su ex en las redes sociales. Como si saber que era super feliz, que ahora si tenia a la novia perfecta y que acababa de comprometerse y firmar para tener su propio programa de television sobre parejas que se enamoraban en directo en dos citas, fuese a hacerle algun bien a ella. La unica persona que se habia mantenido a su lado, inamovible y siempre intentando salvarla de la oscuridad en la que se sentia inmersa, era Krysten. Su alocada, divertida, excentrica y especial amiga. Habia sido una suerte que hubiese sido ella la que la habia pillado haciendo de CSI, porque sabia que jamas la venderia ni contaria sus mas humillantes secretos. Los habia guardado desde que se conocieron hacia siete anos, cuando se los confeso completamente borracha durante una fiesta universitaria. Krysten no se parecia en nada a las amigas que habia tenido hasta ese momento; las que habia conocido en el club de campo del que era socio su padre, en su escuela privada o las hijas de los amigos que frecuentaban la mansion familiar. Ella era descarada, insolente, hablaba sin tapujos ni dobleces. No habia una gota de falsedad en su larguirucho cuerpo. Y desde el minuto uno fue estimulante para ella, como aire fresco que llegaba a su vida para abrirle la ventana a un mundo que hasta entonces habia estado vetado para ella. Por eso le habia pedido que se convirtiera en su ayudante cuando decidio emprender y crear su propia empresa de diseno. Necesitaba su dosis de realidad, su facilidad para simplificar las cosas, para olvidarse de las apariencias y su capacidad de trabajo y honestidad. Tenia que haberla escuchado cuando le dijo que no le gustaba Kevin, que le parecia artificial y prepotente. Que escondia un halo de falsa modestia y una hostilidad maquillada de seguridad. Con frecuencia lo habia acusado de ser un aprovechado, una especie de parasito que se alimentaba de su exito. Tambien decia que era un interesado y manipulador. En definitiva, un cuadro. Nunca le habia caido bien. Y la animadversion era mutua, pues Kevin tampoco habia soportado la presencia de Krysten en su vida. La tachaba de vulgar, descarada y teatral. Decia que le daba mala imagen y que tenia que deshacerse de ella, como si fuera un cachorro que habia decidido adoptar para despues aburrirse de el. La guerra entre ambos siempre habia anadido tension a la dinamica de trabajo, pues se sentia en la obligacion de defender a uno y a otro delante del contrario para mantener la paz. Creia que merecia la pena conservar a ambos en su vida y ahora veia que cuanto le habia intentado mostrar su amiga era cierto. Aun asi, aun estando acertada en todo lo que habia dicho de su ex, desde la ruptura ni una sola vez le reprocho haberselo advertido. Aunque sabia que, en su fuero interno, se carcomia por hacerlo. Sonrio al imaginarla estallando y soltando por esa boquita todo lo que guardaba desde hacia casi tres meses en uno de sus apabullantes ataques de sinceridad brutal. No iba a negarlo, esa era una de las cosas que echaba de menos de trabajar con ella. Los momentos en los que se divertian juntas y conseguian que una situacion caotica, como las muchas que se daban en una obra, se convirtiese en una anecdota que atesorar. Suspiro desolada posando una mano sobre el pomo de la puerta antes de abrirla. Temia que esos momentos ya no se volviesen a repetir. No se sentia ni con fuerzas ni capaz de enfrentarse al mundo, a los juicios y las criticas. Se imaginaba mas desapareciendo en mitad de la noche, tomando un avion a algun recondito lugar del mundo donde nadie la reconociese y donde pudiese dedicarse a alguna causa humanitaria. No era ninguna locura, se dijo saliendo del bano para empezar a cubrirse con un vestido fresco y holgado, de largo por encima de la rodilla. Y tampoco seria la primera vez que se embarcaba en una aventura asi. Durante la universidad, varios veranos los habia dedicado a viajar a paises como la India, Etiopia o Camerun para participar en las causas en las que colaboraba su madre recaudando fondos en las muchas asociaciones en las que participaba. Para el grupo de mujeres elitistas con las que se codeaba, no eran mas que una forma de entretenimiento y competencia entre ellas. La que mas recaudaba era mejor persona. Y por eso, cuando ella decidio apuntarse personalmente a una de esas causas, ayudando en la construccion de viviendas en la India, su madre no pudo poner objecion, pues aquello le hizo subir puntos frente a su grupo de amigas. Ella, sin embargo, vio la oportunidad de hacer algo mas que sonreir y figurar en el ambiente falso y edulcorado en el que habia crecido. Descubrio que podia ser util de verdad, que sus ideas sobre estructuras y aprovechamiento del espacio eran valoradas, y descubrio que queria ayudar a los demas haciendo lo que mas le gustaba.

  • Tu voz entre un millon de voces de Marian Viladrich

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    Es oscuro, cinico, hurano y egoista.
    Miles Baker, antiguo dios del rock, es ahora un ermitano incapaz de escribir una cancion.

  • Voces de humo de Pablo Andres Escapa

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    El ferrocarril minero Ponferrada-Villablino inspira esta coleccion de cuentos que forman un retablo de voces perdidas, como el humo de aquel vapor que una manana de julio de 1919 lleno por primera vez el cielo. Casi un siglo despues, la ensonacion de un hombre que camina por la via abandonada va resucitando palabras y afanes que pintan una historia, la del paisaje detenido y los hombres que pasan. Pablo Andres Escapa nos entrega una elegia serena donde el sonido de un viejo tren queda prendido del aire, como una nota en la que se enredara el eco de los dias con su provision de esperanzas y secretos, sacrificios y temores, visiones y rutinas. Un libro que celebra lo pequeno, un valle remoto atravesado por un tren de vapor, para acercarnos a lo universal: el paso leve del hombre sobre la tierra.

  • El mar blanco de Roy Jacobsen

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    Nadie puede estar solo en una isla… Sin embargo, Ingrid esta sola en Barroy, la isla que lleva su nombre, mientras la guerra de su infancia ha sido sustituida por una guerra aun mas terrible y Noruega se encuentra bajo el dominio de los nazis.
    Cuando el mar arrastra a la orilla los cuerpos de los soldados de un buque bombardeado, Ingrid no se imagina que uno de ellos aun tendra vida suficiente para borrar toda una existencia de soledad.
    Tampoco se imagina lo que sufrira para proteger a su amante de los alemanes y de los colaboradores noruegos ni el periplo al que se enfrentara para volver a casa tras ser arrancada de su isla. Ni que, durante los estragos de la guerra, rodeada de refugiados que huyen de la hambruna por tierra quemada, recibira un regalo de valor inconmensurable.
    Roy Jacobsen retoma a los personajes de Los invisibles y nos sumerge con mayor profundidad en sus vidas al tiempo que hace un poderoso retrato de un ano decisivo en la historia de Noruega.

  • Tu, mi salvacion de Aeryn Anders

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    El dia desperto encapotado, ni un resquicio de sol se oteaba en el horizonte. Sofia miro por la ventana y suspiro. Lo que menos deseaba era asistir a la reunion que cada ano por aquellas fechas se celebraba. Su unica ambicion del dia era sentarse frente al ordenador e intentar avanzar en la novela que estaba sumergida mas de siete meses, y todavia no conseguia la conexion deseada. Las idas y venidas del hospital consiguieron que perdiese el hilo de ella, y meses despues, ahi seguia, con la mente en blanco. Miro el reloj y despues volvio a avistar el cielo, seguia igual de gris que su estado de animo. Llevaba encerrada en casa mucho tiempo, no era problema para ella, se habia acostumbrado a su soledad y en cierto modo, le encantaba pasar las horas sentada en el sofa leyendo mientras la musa no hacia acto de presencia. El pitido del movil hizo que dejase de mirar el torrente de agua que la avisaba de que tenia que buscar una excusa para quedarse en casa, llevaba meses sin ver a sus amigas, pero la desazon que sentia tampoco la animaban a dar el paso de meterse en la ducha para prepararse. Leyo el WhatsApp de Carol: [?] Hoy no salgo de casa con la que esta cayendo. Pasarlo bien. Suspiro al verlo. Tenia la razon que andaba buscando casi una hora para dar un nuevo planton al grupo. Pero, sin saber bien el porque, algo en ella se activo. Por primera vez, aquella manana algo la insto a que debia pasar por la ducha, ponerse su ropa favorita e ir a la comida que hacia mas de un mes estaba prevista. Con determinacion marco el numero de Carol. Se llevo el telefono a la oreja canturreando la cancion que sonaba por los altavoces. Tuvo que insistir, Carol era impredecible, podria tener el telefono en las manos y no contestar. Al final, su amiga descolgo. --?Has visto como llueve? --Ni buenos dias ni un hola precedieron la frase. Entre ellas no hacia falta. Sofia se acerco a una de las ventanas de su despacho, se estremecio al ver que era imposible ver mas alla de un metro, la cortina de agua lo opacaba todo a su alrededor. --Si, no hace dia para salir de casa, y mucho menos para comer en una terraza. --?De quien fue la idea? Sonrio al recordarlo--. Mia. --Tu y tus manias. Se miro la cicatriz, desde aquella manana de verano todo en ella habia cambiado, incluso su forma de ser. --Ya sabes que paso mas tiempo entre cuatro paredes que al aire libre, para una vez que me decido a salir no quiero encerrarme en otro sitio --aclaro, aunque era algo que todas ellas sabian--. Anda, animate. Llevamos planeandolo mas de un mes. --A ver si te aclaras, nena. Has sido la primera en preguntar si quedariamos al final. --Se lo que he dicho, pero quizas sea el dia perfecto para vernos. Piensa que no habra mucha gente por el centro ya que la mayoria no estaran tan locos como nosotras para salir con estas lluvias. --El restaurante que teniamos contratado nos ha cancelado la reserva, dice que no puede montar las carpas con la lluvia. Inspiro profundo, algo dentro de ella le gritaba que era el dia perfecto para salir, debia dejarse llevar como ocurria antano. --Buscamos otro. Venga, lo pasaremos bien. ?Cuanto tiempo hace que no nos pegamos una fiesta juntas? --Es que hay que echar instancia para verte --dijo riendo alto--. Joder, nena, que a los americanos les costo mucho menos encontrar a Bin Laden que intentar dar con tu paradero. Sofia sabia que llevaba razon, desde lo sucedido se habia recluido en casa, en ocasiones, hasta pensaba que se estaba volviendo mas ermitana de lo que de por si ya era. Aquello marco un antes y un despues en su vida, fue como un salto en el tiempo que deseaba con todas sus fuerzas olvidar, aunque el dia a dia se empenaba en recodarselo a cada segundo que transcurria. --No seas exagerada, estoy donde siempre. --Si, aislada en tu cueva. --Bueno que, nos vemos a las dos en Las Salinas. Carol sopeso la idea, Sofia la conocia tan bien que sabia que solo necesitaba un empujoncito para cometer la mayor locura del ano. Dio un pequeno salto al escuchar el estruendo del trueno, no quiso mirar por la ventana, sabia que no iba a gustarle lo que veria y seria un nuevo impedimento para terminar de convencerla. --Esta remitiendo. --Oyo decir a su amiga. Cerro la boca para no decir que en su zona, proxima a la del restaurante, estaba apretando de nuevo y las calles parecian rios del agua que transportaban. --Si, parece que quiere terminar de llover. --Mintio, necesitaba salirse con la suya. --Estas como una cabra. --Solto de repente--. Estamos como cabras, estaremos solas en el centro. --Deja de quejarte y vete a la ducha. Ah, ponlo en el grupo. --Sofia recordo algo importante y maldijo--. Puede que me retrase unos minutos. Dejo el telefono sobre el escritorio, realmente no estaban muy cuerdas, pero ya se habia decidido a no quedarse, otro dia mas, encerrada entre sus cuatro paredes, aquellas que le conferian su seguridad, donde nada se salia de lo comun y no habia imprevistos. Fue directa al bano, necesitaba comprobar si sus sospechas eran o no acertadas. Abrio el grifo del agua caliente, cinco minutos despues injurio por lo bajo, su casa no era de esa epoca, se habia quedado anclada en la Edad Medieval. Preparo la mochila con lo necesario. No lo penso mucho, se hizo con sus vaqueros favoritos, aquellos que no aceptaban un roto mas. La camisa blanca y negra que tambien combinaba con el intenso azul del tejano. La chaqueta, tenia mas que claro la que se pondria, mitad vaquera mitad piel. Jugueteo con las decenas de collares que pendian de los ganchos y encontro el que andaba buscando, lo miro con recelo, seria la primera vez que lo utilizaria, solo lo compro por los recuerdos que le ocasionaban. Sin pensarlo lo introdujo en la mochila. Salio a la cocina topandose con sus padres, habia regresado hacia justo un ano, los motivos fueron varios y en aquel momento no quiso parar a pensar en su futuro y en todo lo que se vio obligada a renunciar, solo tenia una cosa en mente; pasar el mejor sabado de su vida o, por lo menos, el mejor del ultimo ano. --No perdonas ni la lluvia. Escucho el quejido de su padre. Lo ignoro, por fin, se encontraba de buen humor, los dias grises se estaban disipando, aunque no alcanzaba a lograr cual era el motivo para sentirse tan viva, tan llena de vitalidad que la estaban obligando a salir un dia tan feo. --Me marcho a ducharme, otra vez estamos en la prehistoria. Si viene Claudia antes que yo, que me espere. Claudia era otro miembro del grupo de amigas. Entre las dos se habia instalado cierto distanciamiento, Sofia era consciente de que ella tenia gran parte de culpa, pero tambien era verdad que el sentimiento seguia tan latente como siempre, las amistades no se pierden por un simple bache en el camino, no las de verdad.

  • Filosofia en 11 frases de Dario Sztajnszrajber

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    Solo se que no se nada. Pienso, luego existo. Todo lo solido se desvanece en el aire. Dios ha muerto. Por medio de frases como esas, disparadores que estimulan el pensamiento, Dario Sztajnszrajber se propone sacar a la filosofia de los formatos que la hacen excluyente. Al hacerlo nos lleva a una conversacion alucinada y alucinante con once ideas clasicas, tan pequenas como para caber en un tuit y a la vez tan interminables como las busquedas existenciales.
    Incomodo y complejo como su materia misma, este libro inclasificable -es ensayo filosofico, y es tambien novela- consagra a su autor como un explorador impertinente. Sztajnszrajber puede explicar y a la vez contradecir a filosofos como Aristoteles, Descartes, Marx, Nietzsche o Foucault e invitarnos a perdernos en la riqueza de sus ideas. Su historia comienza con un hombre que escapa y, al descender a un subte porteno, se encuentra azarosamente con un crimen del poder. Entre las huellas reconocibles de una republica precaria, la trama mezcla la sangre y el amor, la historia y la esperanza, la represion estatal y la resistencia ciudadana.
    En Filosofia en 11 frases, su primer libro con Paidos, Sztajnszrajber lleva la filosofia a los lectores que quieren pensar sin ser subestimados. Y los desafia, socraticamente, con una conviccion: todos podemos hacer filosofia aunque no lo sepamos.

  • Golpes de luz de Ledicia Costas

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    Llevo toda la vida oyendo cosas que no quiero oir. Mierdas. Eso es, llevo toda la vida oyendo mierdas. Y que quieres que te diga, con casi ochenta anos estoy hasta las narices. Lo que peor llevo es aguantar a mi hija. Ya se que nos pasa a todas cuando empezamos a envejecer, que nadie se vaya a pensar que me las estoy dando de especial. Pero es que es una cruz. Se creen que tienen el cielo ganado por hacerse cargo de nosotras, pero la verdad es que son pesadisimas, no hay Dios que las soporte. Menos mal que llega un momento en que acaban hartas y desisten. Se rinden, dejandonos por imposibles. Yo estoy esperando ansiosa por ese momento en que pasen de mi y me dejen a monte de una punetera vez. Julia, mi hija, aun no entro en esa fase y estamos echando una especie de pulso. Voy a tener que empezar a llamarla la Detectiva. Controla todos mis movimientos con lupa: lo que como, mi medicacion, los cuartos que tengo en el banco, cuantas veces voy a mear y tambien la ropa que llevo. La ultima que tuvimos fue porque no me puse el camison para dormir. Entro en mi cuarto por la manana antes de irse al trabajo y me encontro vestida con pantalon de pinzas y la blusa de los domingos. Quise taparme hasta arriba con el edredon para ocultar el pecado, pero no me dio tiempo. Entre otras cosas, me llamo vaga. Y eso me sento como una patada. Llevo toda la santa vida peleando, nadie tiene derecho a acusarme de vaga. Ni siquiera ella. Una cosa es que sea mi hija y otra bien distinta permitir que monte por encima de mi. Bastante tengo con soportar la propia vida. Tampoco me parece tan dificil de entender, me cuesta trabajo sacarme la ropa para ponerme otra. Me duelen los brazos, el pescuezo, las articulaciones, los setenta y nueve anos que tengo. Me duele hasta el alma. Y la verdad, no veo la importancia de dormir en camison o en traje de luces. Desde que vive aqui ni siquiera puedo meterme en mi cama como me de la gana. <>, repite Julia una y otra vez. ?Que normas son esas? ?Quien carallo las invento? Y lo mas importante: ?por que hay que seguirlas? Recuerdo la anterior bronca gorda que tuvimos. Era pleno verano, pero aquel dia estaba de tormenta. Yo no podia dormir, llevaba horas dando vueltas en la cama sin pegar ojo. El ambiente estaba muy cargado, hacia una calor insoportable. Seguramente me olvidara de tomar la pastilla para dormir, a veces me pasa. De repente, estallo un trueno que hizo catapun en el cielo y enseguida rompio a llover. Me altere un poco. Empece a pensar en los caracoles saliendo de sus toberas, dereitinos a devorar las plantas del jardin, que es mi lugar sagrado. Le dedico muchas horas, trabajo como una mula. No hay un sitio en esta casa donde me sienta mejor que entre mis flores. Intente centrarme en otra cosa para olvidar el asunto de los caracoles, pero hay veces que es como si una idea me furase el craneo. Se me mete dentro de los pensamientos y me quedo ahi atascada. No aguante mas. Puse la bata por encima del camison, cogi mi martillo y sali en zapatillas. Ahora que lo pienso, pude calzarme las botas de agua, pero en aquel momento no se me ocurrio. Fue un impulso. Por lo menos se me encendio la bombilla y espere en el porche de la casa a que escampara. Las tormentas de verano son asi, llueve a cachon unos minutos y luego todo se calma. Cuando paro el chaparron, sali al jardin. ?Cuantos caracoles puede escachar una mujer de casi ochenta anos en medio de la noche? La respuesta esta clara: cero. Entre la poca vista que tengo y la falta de luz, no consegui atizarle a ninguno. El hecho de pensar en el sonido de los caparazones escachando debajo del martillo me daba mucho gusto. Pero habria que esperar a otra ocasion. El sueno que me abandonara aquella madrugada aparecio de golpe. Estaba agotada, como sin fuerzas. No parecia una mala opcion acostarme alli, al aire libre. La temperatura era fantastica, y con el trabajo que me da subir escaleras, volver a mi cuarto me parecio malisima idea. Saque la bata, la coloque en el suelo para no manchar el camison y me deje ir. Muchas veces, de nina, dormia al raso con mi hermana Claudia. Que recuerdo tan agradable. Acostarme alli, en medio del jardin, fue como volver a la infancia, y eso sienta muy bien. El olor de la tierra y de las plantas aromaticas y de las otras que crecen salvajes. A esas las llamo ventureiras. Podia reconocerlas todas: hierbaluisa, menta, diente de leon, incienso, romero, ruda… Que a gustito se estaba alli, entre todas mis flores. Me quede frita. Desperte a las siete de la manana, con mi hija berreando. Se iba al trabajo y, al verme tirada en el suelo, penso que estaba muerta. --!Cala, ho, que vas a asustar a las vecinas! No estoy muerta, estoy meditando --le explique, en un intento baldio de quitarle hierro al asunto. --Meditando. En camison acostada en el jardin. ?Cuanto llevas ahi? --No me acuerdo --disimule. Cualquier opcion parecia mejor que la verdad. Jamas entenderia los motivos que me llevaron a acostarme en el jardin. --Mama, no podemos seguir asi. !Haces lo que te da la gana! Estas consumiendome. --Pues para estar consumida vas sobrada de patas y cachas --anadi, con la mirada fija en las carnes que a duras penas cubrian su falda. Tampoco se lo dije por mal, pero ella se lo tomo a la tremenda. Estuvo todo el dia sin casi dirigirme la palabra. No fue para tanto. La gente de ahora no soporta el mas minimo comentario. Y ojo, yo tampoco dije mentira ninguna. Tan solo la verdad. Pero la verdad, en ocasiones, muerde. Como el tiburon aquel de la pelicula. Arredios, aquellos eran dientes y no los mios. Sebas Mi abuela esta un poco mal de la cabeza. No es una locura que la vaya a llevar a liarse a tiros en el supermercado, ni a pegarle fuego a la casa de un vecino. O eso espero, tampoco puedo asegurarlo al cien por cien porque tenemos un vecino con el que se lleva fatal. Seria terrible que la abuela hiciese algo asi. Aunque saldria en la television y en los periodicos, y eso me haria ganar puntos en la escuela. Voy a quinto de primaria. Ser el nieto de una psicopata es algo que da un estatus y, sobre todo, un respeto. Ademas, a mis amigos y a mi nos encantan los escandalos. Cuanto mas gordos, mejor. Lei en internet que en los momentos de excitacion nuestro cerebro empieza a disparar adrenalina. Asciende la frecuencia cardiaca, se contraen los vasos sanguineos, se dilatan los conductos de aire y… !BAM! Tenemos via libre para hacer cosas como gritar, que es de lo mas excitante. Lo que no soportaria es que detuviesen a la abuela. Me gusta vivir con ella y en la carcel no admiten ninos. Mama dice que la abuela siempre ha tenido algun tipo de desajuste mental. Ese termino no existe, ya me he preocupado de buscarlo. Supongo que se lo invento para suavizar el asunto. Lo que si es verdad es que cada vez esta mas rara. Yo no comprendo lo que le pasa a su cabeza porque no se nada de desajustes. No es una abuela normal y punto. Ya estoy acostumbrado a sus reacciones. No es muy dificil, ahora que nos hemos mudado a su casa y paso con ella tantas horas. Antes viviamos en Madrid, pero con el divorcio de mis padres, en septiembre nos cambiamos de casa, de ciudad y de comunidad autonoma. Unos senores con tatuajes metieron todas mis cosas en cajas. Fue raro ver mi cuarto desnudo como un esqueleto, sin libros, sin la coleccion de Lego en las estanterias y sin ropa tirada por el suelo. Mi habitacion, que siempre habia sido calentita, de repente parecia un congelador, y eso fue algo triste porque no me gusta el frio ni el olor del hielo de la nevera. Tampoco los alimentos cuando se estan descongelando, excepto el pescado con anisakis, porque esos bichos son bastante divertidos, se mueven a un lado y a otro como si bailasen. Pero eso solo pasa si llevan menos de doce horas en el congelador. A partir de ese tiempo, la palman. Una vez encontre anisakis en una merluza. Eran como una comunidad enana de parasitos supervivientes a una glaciacion. Valore mucho esa capacidad de resistencia. Querian vivir por encima de todo, no hay que ser muy listo para darse cuenta de eso. Pero su destino fue cruel. La bolsa de la basura no es una sepultura demasiado decente, y alli fue donde terminaron, entre toda clase de desperdicios que no estaban a su altura. Intente explicarselo a mi madre, pero paso de todos mis argumentos. Mama dice que somos muy afortunados por vivir aqui. No para de repetir esa frase. Esta empenada en que muchos matarian por tener una casa tan grande, con una finca de tantos metros, lejos del ruido y del trafico de Madrid. En el fondo creo que dice eso todo el rato para convencerse de que el cambio ha sido para mejor. Y luego resulta que la oigo llorar muchas veces y entonces ya no se que es de verdad, si sus palabras o sus lagrimas. Duerme en un cuarto pegado al mio y su voz se cuela por las grietas de la pared. Se me enrosca en el pelo y alrededor del cuello. Su voz hace engordar mis problemas. Su voz, cuando llora, es como suspender matematicas. Jamas he suspendido matematicas, pero he visto como otros ninos suspendian y puedo reconocer esos efectos. Para alejarme de todo eso que me pone triste, cojo mis auriculares y subo el volumen al maximo. A ningun nino le gusta que su madre llore. Y menos con tanta frecuencia. ?Cuantas veces a la semana llora una persona adulta? Quiero conocer esa media para sacar una grafica como las que salen en la tele cuando analizan cosas. Me gustaria saber si me tengo que alarmar o si esta dentro de lo que se considera normal. ?Podria llenar una botella de treinta y tres centilitros con las lagrimas que derrama cada mes? ?Hay algun medico especialista en este problema? Me pregunto si papa tambien llora y, en caso afirmativo, cuantas veces. Tengo que consultarselo. Hablo con el todos los dias por videollamada. No es lo mismo que vivir juntos. Ni siquiera se parece a vivir juntos, pero puedo verle la cara y contarle cosas de la escuela y de casa, y eso esta bien. No se si le gustara que le pregunte por sus lagrimas. Hay cosas sobre las que los adultos evitan hablar. Y creen que no nos damos cuenta, pero si. En este colegio nuevo tengo dos amigos: David y Noa. David tiene una coleccion de comics de superheroes bastante alucinante y pesa setenta y siete kilos. Tiene obesidad infantil y todo el mundo lo llama Gordo. Yo simplemente lo llamo David o, como mucho, Guerrero, porque su primer apellido es Guerra. El medico lo ha puesto a dieta. Lleva ya once dias y cinco horas, y eso es un infierno para cualquier nino. Le prometi que manana meteria chocolate en la mochila por si le da otro ataque de ansiedad. Noa no se cuanto pesa, pero poco. Es una de las ninas mas flacas de la clase. Tambien de las mas listas. Completa todas las caras del cubo de Rubik en sesenta segundos. El cubo de Rubik es una especie de rompecabezas en 3D. Sirve para ejercitar una parte del cerebro que la mayoria de los seres humanos tienen dormida sin que ni siquiera lo sepan. Noa dice que su habilidad para completar las caras del cubo no sirve para nada, que simplemente le resulta divertido. Pero todo el mundo sabe que su cerebro va a terminar en un laboratorio, en manos de la ciencia. Cuando eso suceda, espero estar ahi para verlo y poder participar en el documental que hagan sobre su vida. Quien tambien merece un documental es mi abuela Luz. De todas las cosas extranas que hace, la que mas me agobia es la relacion que tiene con su martillo. Nunca se separa de el. Hace un par de semanas paso algo brutal. Les hable de esto a mis amigos y Guerrero tiene su propia teoria: --Fue la noche de la tormenta, supongo que os acordais. --Claro que nos acordamos. Tenemos diez anos, nos acordamos de todo --me dijo Noa--. ?Sabiais que una tormenta puede acumular mas energia que una bomba atomica? --Eso es imposible --la contradijo David, con la boca llena de edamame, unas bolas verdes que no saben a nada que le recomendo su nutricionista para cuando no es capaz de controlarse. O sea: para todo el rato. --Una sola descarga puede alcanzar treinta millones de voltios y cien mil amperios. --Noa parecia saber de lo que hablaba--. Y un relampago puede ser hasta cinco veces mas caliente que la superficie del Sol. Cuando una persona sufre el impacto de un relampago, si lleva encima algun metal, este se derrite como tranchetes. David vacio de golpe en la boca el contenido de su bolsa de edamame. Estaba clarisimo que mientras masticaba intentaba ganar tiempo. Buscaba un argumento con el que desmontar toda aquella informacion que tanto podia ser autentica como falsa. Aunque, conociendo a Noa, los dos sabiamos que era verdad. --Continuo con lo importante y ya analizaremos luego esos datos --corte el debate--. Estabamos en la noche de la tormenta, centraos. No paraban de caer relampagos y truenos potentisimos. Era imposible dormir, asi que me asome a la ventana para ver si conseguia sacarle alguna foto chula al cielo con la Polaroid que me regalaron mis padres por mi cumpleanos, antes del divorcio. Y, de repente, la vi caminando hacia el jardin. Era mi abuela. En camison, zapatillas y con su martillo en la mano, con los relampagos explosionando encima de su cabeza. --Tu abuela es Thor --sentencio David. Noa y yo lo miramos en silencio, esperando una explicacion. --Martillo, relampagos y truenos. Esta clarisimo. --Querras decir Thora --quise corregirlo. --Nada de Thora. Thor --insistio, manteniendose firme--. Quien porta el martillo es Thor. El Mjolnir decide quien es digno de portarlo. Y tanto puede ser un hombre como una rana, un extraterrestre o tu abuela. --?Un extraterrestre? --le pregunte. --Claro. Billy Rayos Beta. Uf, estais superverdes. --David, ?tu estas seguro de todo esto? --le pregunto Noa. --Tanto como tu de que un relampago puede convertir un metal en tranchetes fundidos. --Vale, vale. Nos queda claro. Sebas, ?que hizo tu abuela con el martillo aquella noche? --No tengo ni idea. Se acosto en el suelo, con el Mjolnir sobre el pecho, y se quedo alli, bajo la tormenta. --?Has intentado alguna vez coger ese martillo? --quiso saber David. --Es imposible. No se separa de el ni para dormir. --Aunque lo intentaras, no serias capaz de moverlo ni un cuarto de milimetro. Solo Thor puede portar el martillo. No me mireis asi, leed los comics, mirad las pelis, !documentaos un poco, tios! Me quede alucinado con aquella revelacion. Si mi abuela es Thor, yo soy el nieto de una diosa bastante poderosa, y eso es una responsabilidad. Desde entonces, no le quito ojo. Creo en la teoria de Guerrero con todas las celulas de mi cuerpo, es lo unico que explica la obsesion de la abuela Luz con el martillo. Me gustaria tener mas pruebas. Necesito conseguirlas.

  • Origin (Hijos de Leiah 2) de Rotze Mardini

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    El hallazgo de una nueva victima cambiara los planes de Lexy Kendall, poniendola en una carrera contrarreloj que tendra por objetivo atrapar al asesino en serie de la cuadra francesa, sin imaginarse que se vera atrapada en un mundo desconocido.
    Jhensen, lider de la comunidad vampirica de New Orleans, se pondra a disposicion de la detective para poder cumplir con un encargo asignado por las deidades de Leiah…
    Jhensen y Lexy lo arriesgaran todo en una intensa batalla contra un oscuro personaje. El amor los sorprendera en medio del mayor reto de sus vidas, sumergiendolos en pasiones profundas e inesperadas.

  • A lomos del destino de Constanza Chesnott

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  • La proteccion que necesitabas (Edentown 2) de Annabeth Berkley

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    Lacey Brown se desperto satisfecha. Se desperezo en la cama sin decidirse a salir de ella. No tenia ninguna prisa ni aliciente para levantarse, pero tampoco tenia nada que leer y le costaba estar sin hacer nada. La luz del dia entraba por la ventana y le permitia apreciar el limpio y funcional dormitorio. Realmente no necesitaba mas. Sonrio al sentirse tan afortunada. El pequeno piso que habia alquilado sobre la inmobiliaria cumplia con creces sus minimas necesidades. Era pequeno, economico y amueblado, y estaba situado en una de las calles principales del pueblo, por lo que siempre habia alguien paseando por alli. Ademas, los arboles de las aceras estaban salpicados de pequenas luces que aumentaban su encanto y la luminosidad de la calle por las noches, que era algo que agradecia. Decidio que exploraria el pueblo donde habia decidido afincarse. Edentown. Parecia un lugar agradable. No seria facil que Mathew la encontrara alli. Se habia ido con lo justo, sin apenas equipaje, en mitad de la noche. Habia pasado cinco dias viajando en diferentes trenes y autobuses, dando vueltas, sin rumbo, con la intencion de que si alguien quisiera seguirle la pista no pudiera hacerlo. Ella misma se habia sentido perdida varias veces hasta que habia llegado a ese pueblecito donde habia decidido quedarse. Estaba dispuesta a empezar de nuevo. Era una superviviente. Siempre lo habia sido... aunque a veces habia perdido las fuerzas o las ganas de seguir adelante, ahora las habia recuperado con mas energia que nunca. Se levanto decidida, apago la luz con la que se habia acostumbrado a dormir, y se ducho rapida, dispuesta a disfrutar de un nuevo dia. Salio a caminar con los leggins negros, una camiseta blanca y la sudadera deportiva. Apenas llevaba tres dias en Edentown y no habia podido reponer su vestuario. Mathew se llevaria las manos a la cabeza si la viera vestir asi. A ella tambien le habia encantado, al principio de su matrimonio, la obligacion de vestir << bien>>, con ropas de calidad y de marca, con tacones, vestidos y joyas, pero habia acabado sintiendose una esclava de ello. En esos tres dias, habia encontrado trabajo en una de las peluquerias del pueblo y habia podido mostrar su talento en la boda de los duenos del bonito hotel con vistas al lago. Afortunadamente, habia podido apoyarse en la formacion en Peluqueria y estetica, que realizo mientras aun vivia con su padre y de lo que nunca habia ejercido. Con su precaria condicion economica no habia podia aspirar a nada mas, pero realmente era algo que le habia gustado. Durante sus anos de matrimonio, ademas de practicar con ella tanto en peluqueria como en maquillaje, habia prestado especial atencion a los rostros de las mujeres con las que se codeaban y para ella era muy sencillo armonizar de manera natural los rasgos morfologicos de cada persona con lo que mas le podia favorecer. Se sentia satisfecha y orgullosa de ella misma, por primera vez en mucho tiempo. No podia pedir mas. Despues de pasear por los alrededores de aquel lago de aguas cristalinas, empezo a caminar hacia el bosque. Le gustaba la calma y la serenidad que se respiraba en el ambiente. Todo parecia muy idilico, sacado de una novela o de una de esas peliculas romanticas que tanto le gustaban. El sol a esa primera hora de la manana calentaba lo justo para no pasar calor. Nunca habia apreciado tanto el olor de los arboles, el color de las hojas, el canto de los pajaros, la tranquilidad… Sintio que habia llegado a casa... Oyo un aullido sofocado. Se extrano, pero siguio paseando distraida. Volvio a escucharlo y la curiosidad fue mayor. Siguio la direccion del sonido y llego hasta el rio. Era un paraje realmente bello con la naturaleza en su maximo esplendor. En mitad del rio descubrio a un perro agarrandose a un tronco atascado entre dos grandes piedras y que, afortunadamente le evitaban seguir sin control la corriente del agua. Se sobresalto como no esperaba. Bajo hasta la orilla y empezo a idear la manera de llegar hasta alli. Las lagrimas empezaron a resbalar por sus mejillas del miedo que sentia. Sabia de la desesperacion que podia sentir ese animal, solo, asustado, sabiendo que no podia salir de alli. Miro a su alrededor, no podia ayudarla nadie. Se quito la sudadera y las deportivas mientras le decia palabras carinosas al indefenso animal. Como no sabia nadar, rezo para que el rio no fuera muy profundo. No tenia claro que iba a hacer. Esperaba que el animal se acercara a ella. Se metio en el agua llamandolo, distrayendo su atencion de la corriente contra la que luchaba. Se estaba clavando las piedras en los pies. El agua estaba fria haciendola estremecerse, mientras con sus palabras de carino trataba de calmar al animal... y a ella misma. Llego un momento en el que sintio que no podia avanzar mas sin perder el fondo, pero aun estaba lejos del perro. Sin pensar, empezo a pedir ayuda a gritos mientras a la vez le decia palabras bonitas al perro. Las lagrimas seguian resbalando por sus mejillas. Intento avanzar, pero al perder el fondo metio la cabeza bajo el agua. Oscuros y amargos momentos llegaron a su mente. Sin poder salir, sin poder respirar, braceaba, intentaba revolverse, le faltaba el aire... Saco la cabeza del agua… Mathew no estaba alli, solo estaba el perro, pidiendo ayuda. Dio un paso atras volviendo a tocar fondo mientras su respiracion se regulaba y volvio a gritar pidiendo ayuda. Mike O'Roarke llego corriendo al oir los aullidos desesperados del perro y los gritos aterrados de una mujer. Sus dos perros le acompanaban al mismo ritmo. En un momento evaluo la situacion. Una quinceanera irresponsable que se creia que el rio era la banera de su casa. Serio y enfadado bajo al cauce del rio se quito la camiseta, las deportivas y los vaqueros, dio la orden a los perros de que lo esperaran alli y se lanzo al agua sin pensarlo. --Vuelva a la orilla--le ordeno al pasar a su lado sin mirarla. Lacey asintio y volvio sobre sus pasos con cuidado. Vio a los dos perros, uno marron, otro negro, esperando sentados a que el dueno regresara. Cuando llego a la orilla sintio el frio por todo su cuerpo y se abrazo para entrar en calor mientras se encogia entre los dos animales a observar la escena. Los dos animales se le acercaron dandole el calor que no sentia, y ella inconscientemente paso los brazos por encima de ellos. Mike calmo al animal cuando llego a el, y en cuestion de segundos consiguio que confiara y se dejara llevar hasta donde pudo tocar fondo. Entonces el perro salio corriendo, sacudiendose el agua. Lacey corrio a abrazarlo asustada y emocionada a la vez. Mike salio andando con calma. Se habia sorprendido de ver a la quinceanera abrazando a sus dos perros callejeros y ellos dandoles su apoyo. Parecia asustada, aunque se habia repuesto al ver salir al perro. --La proxima vez que quiera jugar con su perro en el agua, metalo en la banera --le dijo molesto ante su irresponsabilidad mientras se quitaba el exceso de agua de su cuerpo con las manos. Ella se puso tensa al instante y le miro agresiva para enfrentarlo. --No es mi perro. La frase perdio fuerza al mirar los frios ojos azules de aquel hombre. Era muy alto, mas del metro noventa, de hombros anchos y cadera estrecha. Sin poder evitarlo recorrio con la mirada el musculoso cuerpo, bronceado y mojado que exhibia, para volver a mirar el atractivo rostro de cabello oscuro. Parecia que no le importaba estar vestido solo con unos boxers negros. Se sonrojo, aunque claro, con ese cuerpazo no era de extranar, penso. El se sorprendio ante su escrutinio. No era tan nina como habia supuesto. Tan pronto le habia parecido un animalillo dispuesto a atacar como que de repente parecia haber sido consciente de que el era un hombre, y ella una mujer. Una mujer menuda, de rostro bonito y suave, completamente mojada, como el, y tiritando de frio. --?Como que no es suyo? --le pregunto serio mientras los otros dos perros rodeaban a su nuevo amigo dandole la bienvenida. Mike se fijo en los moratones que llevaba en los brazos mientras era mas que consciente que ella le seguia mirando con detenimiento. --No lo es --le dijo ella obligandose a desviar la mirada y alejandose de el yendo a por su sudadera--. Me lo encontre ahi --senalo al rio mientras el perro la seguia. --?Me quiere decir que el perro aparecio de la nada y usted que no sabe nadar se metio a sacarlo?--le dijo mas calmado mientras cogia su ropa del suelo y la sacudia. --No se si de la nada, solo se que estaba alli... Se termino de poner las deportivas. --Si se pone la sudadera se le mojara --le dijo el-- Espere un momento a hacerlo, o quitese la camiseta por lo menos. Ella se sonrojo por la sugerencia. No pensaba quedarse en sujetador delante de un desconocido, pero realmente se le mojaria la sudadera. Asintio en un primer momento, pero al instante se percato de que estaba otra vez obedeciendo ordenes, como siempre habia hecho, y decidio no hacerlo. Se levanto con la sudadera entre las manos. --Gracias... adios. El perro la siguio y ella se detuvo a los dos pasos para mirarlo sin entender. --?Esta segura de que el perro no es suyo? --le pregunto serio abrochandose los pantalones--. El parece no tenerlo claro. --Yo... --el perro se sento a su lado esperando que ella siguiera el paso. Miro al desconocido insegura -- ?Que hago? --Usted sabra --le dijo el-- pero mantengase alejada del rio si no sabe nadar y si va a llevarlo suelto ensenele antes a obedecer sus normas. Ella asintio confundida --?Que normas? El bufo molesto, terminando de atarse las deportivas. --Si no sabe cuidar de un perro no deberia tenerlo --se dirigio hacia ellos --Vamos, chico -- le dijo golpeandose el muslo para que le siguiera--, te vienes a casa. El perro dudo un poco y le siguio mientras Mike emprendia el regreso por donde habia venido. Lacey se quedo mirando como se alejaban. ?Tener un perro? Nunca se lo habia planteado. Volvio sobre sus pasos, hacia su apartamento, tiritando. ?Por que no habia tenido nunca un perro? ?O un gato? Llego helada de frio y se preparo un te rojo mientras se metia en la ducha. Una ducha muy caliente de la que no queria salir. Se envolvio en la toalla. Tenia que comprarse un albornoz, penso. Recorrio con la mirada el diminuto piso en el que recien vivia. Fue consciente de que estaba sola. Sola. Como siempre y como nunca a la vez. Le invadio una sensacion horrible mezcla de dolor y melancolia, pero no queria sentirse asi. Ahora era libre.

  • La falsificadora de arte de B.a. Shapiro

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    Claire Roth es una artista de Boston que vive en su propio estudio de alquiler, que trabaja reproduciendo obras de arte para un portal web y que imparte clases de pintura de manera voluntaria en un correccional de menores. Ella lucha por abrirse camino en el mundo del arte, donde la consideran una paria a causa de la turbulenta relacion con Isaac Cullion, tambien artista, y de un escandalo.
    Su gran oportunidad llega cuando Aiden Markel, un reconocidisimo galerista, se presenta en su estudio y, tras declararse admirador de su obra, le ofrece un trabajo de dudosa legalidad a cambio de una suma importante de dinero y de una exposicion en la galeria Markel G. para que exhiba su serie original de cuadros sobre ventanas.

  • Alguien especial de Andrea Munoz Majarrez

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    Aquella tarde del mes de marzo, en la que el cielo estaba cubierto de nubes, el pub Mackenzie se preparaba para una importante celebracion. El dueno, Dan Mackenzie, por fin se jubilaba y dejaba el negocio en manos de sus dos unicos hijos, Duncan, de treinta y dos anos, y Ronald, al que todos llamaban Ron, de treinta y cinco. Con mucho trabajo y esfuerzo, Dan Mackenzie mantuvo el negocio a flote despues de que su padre, John, se jubilara. Este a su vez lo habia heredado de su padre, Maxim, que fundo el pub en 1908. Dan lo convirtio en un lugar de encuentro que recibia tanto a habitantes de Edimburgo como a turistas venidos de diferentes partes del mundo, ofreciendo una variedad de platos y bebidas tradicionales de Escocia, en un entorno calido y hogareno. El pub estaba situado en Castle Street, en la New Town, justo al lado de los Princes Gardens, uno de los puntos mas emblematicos de la ciudad, asi que la localizacion era perfecta. Lo malo era que habia mucha competencia, porque aquella zona estaba llena de restaurantes, cafeterias y pubs. Sin embargo, tenian clientes fijos, que a su vez invitaban a otros. Todo el personal siempre procuraba que aquel que viniera por primera vez, tuviera ganas de volver. Ayudaba mucho el ambiente agradable y familiar que se respiraba en el lugar, y la buena labor de la cocinera, Kim, una virtuosa de la cocina. Todo sumado en conjunto, daba como resultado un negocio prospero, donde todos los que trabajaban alli estaban contentos. Para Ron y para Duncan aquella era su casa. Pasaban mas horas en el pub que en sus respectivas viviendas. A pesar de que los hermanos Mackenzie tuvieron una infancia feliz, sufrieron un duro golpe. Janis Mackenzie, su madre, fallecio de cancer cuando Ron y Duncan eran muy pequenos, algo que dejo devastado a Dan, que amaba a su esposa con todo su corazon. Fue entonces, cuando Dan se encerro en si mismo, y se volvio un hombre serio y reservado, que solo se preocupaba del trabajo y de sus hijos. Duncan era demasiado joven entonces y apenas recordaba a Janis. No obstante, para Ron y para el, habia una persona a la que consideraban su madre, porque habia ejercido ese papel con diligencia y amor incondicional. Se trataba de Maggie, la pareja de su padre. Ella fue la que, tras la muerte de Janis, curo el corazon destrozado de Dan, y crio a Ron y Duncan como si fueran hijos suyos. Dan y Maggie no se habian casado, pero convivian desde hacia casi treinta anos. Tanto Duncan como Ron le habian recriminado a su padre que no formalizara las cosas, pero a Maggie parecia no importarle. Ella estaba bien asi, y les habia dicho muchas veces que no necesitaba ningun documento para demostrarle al mundo que ella era una Mackenzie. Maggie seguira trabajando en el pub como una especie de mentora, hasta que se jubile. En el equipo tambien estaba Murray, un chaval joven, de unos veinte anos, estudiante, que trabajaba a tiempo parcial alli para pagarse los estudios, y Tess, que llevaba ya cuatro anos trabajando con ellos. Hoy celebraban la jubilacion de Dan Mackenzie, pero hace pocos dias, tuvieron otra celebracion: El quinto aniversario de boda de Ron y su esposa, Phoebe. Cuando se conocieron, daba la impresion de que no tenian nada en comun, pero con el tiempo, ambos se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. Phoebe es una mujer alta, con una melena larga pelirroja rizada, y unos bonitos ojos grises. Trabaja como administrativa en una empresa de publicidad, cuya oficina estaba muy cerca de alli. Es una avida lectora de novela romantica a la que le entusiasma todo lo relacionado con la magia y los temas de misterio. Tiene amigos de todo tipo y condicion, que dan cierto nivel de versatilidad al pub. Ese dia, vino acompanada de su amiga Robin, una mujer alta, rubia, con los ojos verdes, que suele llevar un variopinto vestuario elaborado a base de telas de colores, combinado con un look oriental. Es una especie de pitonisa aficionada al tarot y las ciencias ocultas, a la que le gusta leer las palmas de las manos. Siempre habia alguien interesado en que le leyera el futuro. Duncan, sin embargo, no creia en esas cosas. Todo estaba preparado para recibir al invitado de honor, que desconocia la fiesta sorpresa que le tenian preparada. Solo faltaba la novia de Duncan, Gwen, que ya llegaba tarde, como siempre. Llevaban juntos practicamente toda la vida. Se conocieron en el instituto. El jugaba al rugby y ella era una de las chicas populares. Enseguida se enamoraron, y desde entonces, no se separaron. Cuando Duncan dejo el rugby debido a una lesion, y comenzo a estudiar hosteleria, ella estuvo a su lado. Cuando ella se graduo en la universidad, obteniendo un titulo de Empresariales, el acudio emocionado a su graduacion. Y finalmente, despues de muchos anos, se fueron a vivir juntos. Duncan se sentia el hombre mas afortunado del mundo por tener a Gwen a su lado. Era una mujer maravillosa, guapa, con un cuerpo escultural, carinosa, traviesa y seductora. Tenia una mente brillante y siempre sabia lo que habia que hacer en cada momento. Tenia todo bajo control. Incluso a su novio, que estaba loco de amor por ella. Despues de muchos meses, Duncan habia conseguido ahorrar para poder comprarle un anillo de compromiso. Al dia siguiente iria con Phoebe para que le asesorara. Confiaba plenamente en su criterio. Aunque hay que aclarar que Phoebe no sentia demasiada estima por Gwen, de hecho, le caia bastante mal. Sin embargo, procuraba disimularlo porque apreciaba a Duncan. Este estaba empezando a impacientarse, asi que decidio llamar a Gwen, porque su padre estaba a punto de llegar y aun no habia aparecido. Al llamar, comprobo que tenia el telefono apagado, algo muy extrano. Ahora si que estaba inquieto. ?Le habria ocurrido algo? Como aun quedaba un poco de tiempo, y su casa no estaba lejos, decidio ir a buscarla. --Ron, tengo que ir un momento a casa. Su hermano lo miro frunciendo el ceno. --Duncan, papa esta a punto de llegar. ?Para que tienes que ir a casa ahora? --Es que Gwen aun no ha llegado, y tiene el telefono apagado. No se si le ha pasado algo, asi que voy a comprobarlo. Volvere antes de que llegue papa, te lo prometo--contesto mientras salia por la puerta. Ron no dijo nada en respuesta. Instantes despues, Duncan ya estaba caminando calle arriba en direccion a su casa. En cuanto llego, abrio la puerta y entro en el apartamento. --?Gwen? ?Estas en casa? Parecia que no habia nadie, pero observo que el abrigo de Gwen estaba aun colgado en el perchero de la entrada. Justo al lado, habia otro abrigo que no habia visto antes. De repente, su pulso se acelero. En ese momento, pudo escuchar un ruido proveniente del fondo del pasillo, donde estaban las habitaciones. Camino despacio, con inquietud. A medida que se acercaba, el sonido era mas claro, y pudo distinguir lo que era. Unos gemidos de mujer. Temblo en ese instante pensando lo peor. ?Estaria en lo cierto o eran imaginaciones suyas? Finalmente, llego a la puerta de la habitacion y la abrio de golpe. Y entonces deseo no haberlo hecho. Gwen estaba desnuda, sentada a horcajadas sobre un tipo al cual no habia visto nunca. Los dos le miraron, horrorizados, con los ojos muy abiertos. El trago saliva, y apreto la mandibula y los punos. Tenia unas ganas terribles de pegarle una paliza a ese hombre. Pero al mirar a Gwen, algo le detuvo. Una tremenda sensacion de dolor y tristeza se apodero de el. Empezo a retroceder lentamente, y de repente, perdio la nocion del tiempo y del espacio. Gwen se levanto, y le persiguio por el pasillo, con su cuerpo cubierto por una sabana, diciendole que no era lo que parecia. Lo que suele decirse cuando te han pillado. Duncan tuvo ganas de echarse a reir ante semejante justificacion. ?Que no era lo que parecia? !Pero si estaba gimiendo de placer, desnuda, cabalgando sobre ese tipo, como habia hecho tantas veces con el en todos esos anos! Duncan jamas se habria imaginado que Gwen le enganaria, y que encima le tomara por idiota. No quiso escucharla, no queria saber mas, solo deseaba desaparecer. Salio por la puerta, y no supo como llego al pub. Su padre acababa de entrar, sonriente y feliz ante la maravillosa sorpresa que le habian preparado. Duncan disimulo como pudo, y se acerco a el, poniendo la mejor de sus sonrisas. Pero a su padre no podia enganarle. Agarro su rostro entre sus manos, y pregunto con gesto serio: --Duncan, ?estas bien? ?ha ocurrido algo? El nego energicamente con la cabeza. No iba a estropearle aquel momento tan especial. Ya se lo contaria en otro momento. --Todo esta bien, papa, de verdad--contesto, sonriente, a pesar de que estaba sangrando por dentro. La fiesta continuo hasta muy tarde, entre risas y charlas distendidas. En un momento dado, Duncan hablo con Ron y le pidio que le dejara quedarse en su casa un tiempo. Cuando le explico la situacion, a Ron parecio no sorprenderle, ni a Phoebe tampoco. Por lo visto, ellos intuian que Gwen no era lo que parecia a simple vista. Mas tarde, cuando tuvo ocasion de conversar con su padre y contarle todo, este no dijo nada, solo se limito a escucharle, y a darle animos como bien pudo, al igual que Maggie. A ellos tampoco les gustaba Gwen. Dos dias despues, Gwen y el quedaron para hablar de los terminos de la ruptura. Ella ya habia llevado sus cosas a la casa de su flamante nuevo novio, que era un alto ejecutivo de una empresa, rico y poderoso. --Entiendelo, Duncan. Nunca quise hacerte dano. Pero no pude evitarlo. Me enamore. Surgio sin mas--le explico. Duncan no le dijo lo que verdaderamente pensaba, porque, a pesar de todo, aun la seguia queriendo. Cuando has querido a alguien con toda tu alma, eso no se olvida en dos dias. --Te deseo lo mejor, Duncan. De verdad--dijo acariciandole la mano, como solia hacer siempre. Ese gesto, que antes le encantaba, ahora le daba escalofrios. Se sentia estupido e impotente. ?Como habia sido capaz de entregarse durante todos aquellos anos a alguien asi? ?A alguien a quien su amor le importaba poco? Todos sus planes de futuro con ella se habian ido al traste. Duncan queria formar una familia, tener ninos. Pero parece ser que el no entraba en los planes de Gwen. ?Como habia estado tan ciego? A partir de ese dia, Duncan cubrio su corazon con una solida coraza y lo cerro con un fuerte candado. No volveria a enamorarse de nadie. El amor era un invento del cine y de la literatura. Algo irreal en un mundo lleno de egoistas. El trabajo, su familia y sus amigos se convirtieron en el centro de su mundo. Nada de amor, solo sexo cuando surgiera la ocasion. Volvio al trabajo con toda la energia que pudo reunir, porque aun se sentia un poco abatido. Nadie de su entorno volvio a mencionar el nombre de Gwen, permitiendo asi que el trance fuera mas llevadero. El tiempo haria el resto. Capitulo 1 Edimburgo, un ano despues. Eran las siete de la manana y Duncan se preparaba para ir a trabajar. Estaba mirandose en el espejo, terminando de arreglarse, mientras pensaba en su cita de la noche anterior. Se llamaba Clare, era una mujer preciosa, alta, rubia, con los ojos grises y con unas medidas perfectas. Se habian conocido unos dias atras, a traves de un amigo comun, y al principio, le parecio una mujer agradable y simpatica. Sin embargo, lo que prometia ser una velada fantastica, acabo siendo un largo camino hacia el aburrimiento. Clare resulto ser una mujer superficial, que solo hablaba de si misma. Ademas, tenia un caracter un tanto insoportable. Cuando llegaron al restaurante, que era de un conocido suyo, se comporto como una nina malcriada. Empleaba muy malas formas para dirigirse a los camareros, como si fueran sus esclavos, encontraba defectos en todo, y en cuanto a conversacion, lo dicho, solo hablaba de lo que a ella le gustaba. Al final, a Duncan incluso le parecio fea. Perdio el interes por completo, y se alegro de no volver a verla. Desde que rompio con Gwen, la dinamica siempre habia sido la misma. Salia con muchas mujeres, pero nunca de forma seria. Duncan no estaba abierto al amor, solo a encuentros apasionados y casuales. En alguna ocasion, pensaba fugazmente en Gwen, pero cada vez menos. Al final, el tiempo habia puesto las cosas en su sitio, y ya no estaba enamorado de ella, aunque su corazon seguia cerrado. Finalmente, se dirigio al pub. Ya estaba Ron en la puerta, abriendo el negocio. Se tomaron un cafe y algo para desayunar, como siempre hacian antes de abrir, y enseguida se pusieron manos a la obra para atender a los primeros clientes. El primero en llegar fue el senor Barron, un hombre mayor, ya jubilado, que solia desayunar alli todos los dias. Era otro cliente habitual, divertido y dicharachero, que siempre tenia cosas que contarles. Sobre todo, le gustaba hablar de politica y de deportes. Ojeaba el periodico, les contaba como estaba el mundo, y despues, el daba su opinion, aportando su propia solucion a algun conflicto internacional. Casi siempre proponia una buena juerga con whisky y comida, para poner punto y final a una guerra. Asi de sencillo.

  • La heredera de Rouen de Camila Winter

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    De la noche a la manana Guerine de Boulegne ha quedado huerfana y se ha convertido en una rica heredera de Rouen, pero sola y sin familia, encerrada en el castillo ancestral de Saint MIchelle, un buen dia descubre que sus sirvientes la han traicionado y entregado a ese malvado marques que desde hace tiempo quiere convertirla en su esposa.
    Al comprender las siniestras intenciones de ese hombre huye en busca de ayuda luego de encontrar una misteriosa carta en la habitacion de su padre. Sera el comienzo de la gran aventura de su vida, pues sus pasos la llevaran al Chateau Valois donde conocera al conde Philippe de Valois, senor del castillo que en el pasado fue un gran amigo de su padre. ?Pero podra confiar en un extrano que es ademas el hombre mas guapo que ha visto en su vida?

  • Seduciendo al duque de Olivia Kiss

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    Serie Seduciendo #2

  • Las mariposas de Victoria de Veronica Rosi Kar

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    Debido a la triste perdida que le atane a la protagonista Victoria; las mariposas se convierten en un simbolo constante en el reencuentro consigo misma.
    Compara todos sus conflictos personales y emocionales con la metamorfosis que sufre una oruga hasta salir de su crisalida y volar en plena libertad. Pero, para darse cuenta de ello, realizara un viaje que le cambiara su vida y le dara pie a transformarse en lo que realmente esta destinada a ser. Una novela romantica e intimista que hace que empatices con Victoria y la acompanes en su camino.

  • El misterio del lago de Juan Moises De La Serna

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    Adentrate en el misterioso mundo de la naturaleza humana, que te llevara a cuestionar los origenes de la vida.
    Una excursion conducira a la protagonista a traves de las angostas montanas hasta una gran explanada ocupada por un inmenso lago de aguas negras, y en la orilla un pequeno y pintoresco pueblo de amables vecinos.
    Nada hace sospechar lo que aquellas aguas tranquilas esconden en su interior, es un paisaje bucolico durante el dia, pero ?Que sucede durante la noche?
    La curiosidad de la protagonista hace que vaya buscando respuestas que van mas alla de las explicaciones cientificas y las creencias populares de los habitantes del lugar.
    Descubre como actuan cuando se enfrentan a uno de los mayores retos de la raza humana, sobrevivir a su extincion, ?Que hubieses hecho en su lugar?

  • La desaparicion de Edith Hind de Susie Steiner

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    VAL MCDERMID

  • En busca del fin del mundo de Walter Vasquez

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    Nunca creas ser lo que crees que eres sino haces lo que en verdad amas hacer; recordaba con nostalgia Walker Joseph Simons, un joven sonador que decide abandonar las riquezas de una de las mejores familias del puerto de Dover. Su sueno; convertirse en el navegante mas intrepido que la historia de los cuatro puntos del indomable mar haya cobijado.
    Durante su destierro camina, deambula y se vuelve un pordiosero de las bulliciosas calles de la epoca medieval inglesa; sin embargo, su aventurero corazon y las ansias de descubrir mas alla de lo que sus ojos contemplan cada manana lo llevan a surcar lo desconocido.

  • La catadora de Rosella Postorino

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    Una gran novela aclamada por la critica y en la lista de mas vendidos de Italia.

  • Loca por El Senor Equivocado de Virna Depaul

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    Era dificil fingir desinteres en una conversacion cuando la persona en mencion era un hombre con el que habia fantaseado por muchos anos. Aun asi, Bryn Donovon estaba haciendo unicamente eso. Vamos, Bryn, se honesta--, Tamara Logan la animo mientras agitaba un tenedor lleno de ensalada con su mano. -- No hay manera que puedas encarar a Daniel Mays en el tribunal cada semana y no quieras tener sexo con el. Eres mujer, tienes ojos y el es guapisimo. !Completo la carrera Ironman en los primeros cinco puestos, por el amor de Dios! Bryn resoplo, bebio un sorbo de su botella de agua, luego se encogio de hombros. -- ?Acaso el triatlon anadio una nueva categoria para: Los Cabezotas Mas Grandes, quizas? -- Bueno, eso estuvo bueno. Su comentario no revelo ni el deseo ni la tristeza que invadieron su cuerpo en el segundo que Tamara menciono el nombre de Daniel. Tam rio, haciendo que sus aretes tipo candelabro sonaran. -- Seguro que lo hicieron, solo que los jueces no estaban midiendo la cabeza sobre su cintura. El califico porque tenia el mas enorme... Levantado las manos para taparse los oidos, Bryn gimio. -- Por favor. Ahorrame los crudos detalles. -- Desafortunadamente, tendre que hacerlo. -- Toda la cara de Tam se iluminaba cuando sonreia, sus ojos brillaban y se formaban hoyuelos en sus mejillas, haciendo imposible no devolverle la sonrisa. Aunque su amistad era relativamente nueva, almorzar con Tam se habia convertido en el momento mas importante del dia para Bryn. -- De lo que de verdad me arrepiento es de no haber podido ver nunca a ese hombre desnudo, -- dijo Tam, moviendo su tenedor otra vez. --Al menos se de primera mano que es un gran besador. Ante las palabras de Tam, Bryn lucho por mantener su semblante sin expresion. Tam habia salido con Daniel una o dos veces, pero Bryn era la que se veia atormentada por suenos recurrentes acerca de el. En el sueno de anoche, ellos habian estado haciendo mucho mas que besarse. Su cabello negro habia estado revoloteando contra la parte interior de sus muslos y su lengua le habia estado haciendo cosas deliciosas a su… Ella respiro temblorosa. Incluso ahora, el recuerdo de su estado de acaloramiento y excitacion cuando se habia despertado, la enfurecia. Tambien, la confundia. Habia muchos hombres atractivos en el mundo, pero solo Daniel Mays plagaba sus suenos, al igual que sus horas despierta. Con el pelo rubio castano, ojos verdes y un leve hoyuelo en la barbilla, el hombre era innegablemente guapo. Su cuerpo ancho, alto y delgado se cernia sobre la delgada figura de Bryn de un metro sesenta, una sonrisa agradable, un leve acento sureno y un genuino encanto laconico, lo habian convertido en tema de conversacion del personal femenino del tribunal. El record de citas de Daniel y su habilidad para continuar siendo amigos con la mayoria de sus exs, mostraba que el apreciaba las diferencias unicas de cada una de sus admiradoras y las trataba bien. En los dos anos que ella habia estado entrando y saliendo de los tribunales, el habia salido con diversas mujeres: una escultural rubia del departamento de Investigacion, una pequena y delgada reportera asiatica del tribunal y por supuesto, Tam, una de las integrantes del staff de abogados del tribunal. El no parecia tener un tipo especifico de mujer, mas bien, disfrutaba de la compania de distintas mujeres inteligentes, atractivas y complicadas. Sin embargo ninguna de ellas parecia mantenerlo interesado por mucho tiempo. Y a pesar de su buen aspecto, su buen caracter y su obvio encanto, Daniel Mays defendia criminales para ganarse la vida. Este hecho deberia haber aplastado su atraccion hace mucho tiempo. Pero no habia sido asi en absoluto. Al darse cuenta que Tam estaba mirandola, Bryn lucho para recordar lo que habian estado hablando. Ah, si. La habilidad de Daniel con los besos. -- No es de sorprenderse que sea un buen besador, -- murmuro Bryn. -- Ha practicado lo suficiente. -- Es un Don Juan, -- admitio Tam, -- pero es soltero… ?quien puede culparlo? No es dificil para el. Y su practica ha dado resultado. Lo que ese hombre puede hacer con su lengua, es un milagro de la naturaleza. Vance es la excepcion, por supuesto, pero besar a Daniel Mays es mas erotico que tener sexo con casi cualquier hombre. !Y es mucho mas probable que haga a una mujer acabar! Bryn tiro el resto de su sandwich en la bolsa de papel y lo aplasto haciendolo una bola. -- Si, bueno, no lo sabria y no quisiera saberlo. La unica cosa que es menos atractiva para mi que besar a Mays, es lo que hace para ganarse la vida. -- Y el obviamente sabia como ella se sentia. Al principio, habia sido amable. Curioso acerca de ella. Cuando ella no le correspondio, el ceso todos los esfuerzos para llegar a conocerla mejor. Era cortes, pero eso era todo. Los abogados defensores no son monstruos, -- dijo Tam suavemente. Bryn hizo una mueca. Ella extendio la mano para tocar la mano de Tam pero la retiro antes de que hicieran contacto. -- Lo siento. No debo generalizar. Hay varios abogados defensores que me gustan y respeto. Especialmente Vance. Pero Mays es demasiado… demasiado… -- ?Demasiado perturbador? -- Tam sonrio deliberadamente. Demasiado, penso Bryn. Ciertamente la distraia de lo que era lo mas importante... hacer justicia a las victimas de la delincuencia: el mismo tipo de justicia que le habia sido negada a su hermana. Suspirando, se puso de pie. -- Informal. Es un tanto demasiado informal acerca de lo que hace. Pero no hablemos de el. ?Como te sientes? Tam tambien se puso de pie, gimiendo mientras lo hacia. La redondeada protuberancia de su estomago la hacia parecer como si se hubiera tragado una pelota de baloncesto. -- Excepto por los dolores de espalda y la constante necesidad de orinar, todo es color de rosa. Juro que este bebe solo disfruta dos cosas... zapatear en mi columna y descansar en mi vejiga. Bryn tiro su basura y camino hacia la oficina principal, pero se detuvo en la entrada. Miro a Tam, quien se detuvo un paso atras de ella. -- Asi que, -- Bryn comenzo forzando un tono casual, -- estaba pensando sobre tu oferta de presentarme con el hermano de Vance. Se que no estaba tan interesada antes acerca de la idea, pero ?sabes si hara algo el proximo viernes? Porque… bueno… -- La fiesta de compromiso de tu hermana es la semana que viene ?y de repente estas desesperada por un hombre para poner barreras entre tu y tu madre? -- Algo asi, -- Acepto Bryn. -- Solo que no quiero oir la misma vieja cancion acerca de ser una adicta al trabajo que va a morir como una vieja amargada con muchos gatos y que rompe el corazon de su madre. Quien sabe, si Thad esta disponible y el... Alguien aclaro su garganta. Ella se sobresalto y giro. Daniel Mays. Estaba apoyado en el gabinete del archivo, sus brazos cruzados sobre el pecho. Como siempre, el pulso de ella se acelero. Esta vez, ademas de la intensa sensacion pulsatil en sus venas, su boca se seco y la mortificacion formo un bulto irregular en su garganta. Era posible que las hubiera escuchado hablando de el, y era lo bastante listo para saber lo que habia detras de sus palabras... un deseo no deseado. Hacia el. * * * Justo despues del mediodia, Daniel entro a la oficina del staff de abogados, sintio una placentera sorpresa al escuchar la voz de Tam que provenia de una habitacion trasera. Generalmente Tam pasaba su hora del almuerzo con su marido, Vance, socio y mejor amigo de Daniel y el mismo idiota con suerte que habia atrapado a Tam poco despues de que Daniel la hubiera invitado a salir. Daniel no podia estar mas feliz por ellos. Vance era como un hermano y Tam estaba convirtiendose rapidamente en una hermana. Una hermana que el habia besado, y por lo que a menudo se burlaba de Vance. Riendose entre dientes, el empezo a caminar hacia el lugar de donde provenia su voz, cuando de repente se dio cuenta de que se trataba la conversacion. Divertido, halagado y pensando una vez mas que Vance era un tipo con suerte, Daniel se dio la vuelta para irse. Pero entonces oyo que Tam se refirio a su companera por su nombre y se detuvo en seco. ?Bryn Donovon, la estirada fiscal que no se anda con tonterias, apodada acertadamente “Magistrada” por la comunidad legal? Ni siquiera se habia dado cuenta de que Tam conocia a Bryn, y mucho menos que fuera su amiga. ?Y, aparentemente, eran suficientemente buenas amigas para hablar sobre hombres? ?Y de fantasias? ?Y de el? El deberia irse. Realmente deberia. Dos mujeres hablando sobre hombres, sexo y sobre el, no era una conversacion que el debiera estar espiando. Pero, despues de la derrota en el tribunal esta manana, podria utilizar eso para subir su ego. Cuando Tam menciono el triatlon Ironman, Daniel hizo una mueca. Huh. No era la elevacion de ego que el habia estado esperando. Ese triatlon casi lo habia matado. Fruncio el ceno ante la respuesta de Bryn, sorprendido a pesar de si mismo. No eran amigos, pero ciertamente no habia hecho nada para merecer tanto desden. Y su reputacion con las damas era muy... exagerada. Ella, mejor que nadie, deberia entender el concepto de ser inocente hasta que se demuestre lo contrario. Aparto cualquier sentimiento de culpa que hubiera estado albergando por escuchar a escondidas. El solo habia venido al percibir un movimiento. Si ambas mujeres no habian tenido el suficiente tino de cerrar la puerta cuando charlaban, no era su culpa. -- Por favor, -- oyo decir a Bryn. -- Ahorrame los desagradables detalles. Daniel aspiro profundamente ?Desagradables? Su molestia se intensificaba con cada palabra que Bryn Donovon pronunciaba. Cuando ella despectivamente rechazo su profesion y expreso desinteres por sus proezas sexuales, Daniel tuvo el loco deseo de interrumpir su conversacion y besarla hasta llevarla al orgasmo, solo para demostrarle que estaba equivocada. Vaya. ?Besar a Bryn Donovon? Ese era ciertamente, un insolito pensamiento. Si era presionado, el tendria que describirla como una persona comun y ordinaria, a lo mucho. Cabello oscuro, delgada, postura impecable, ropa simple. Inofensiva pero nada digno de mencion. Ciertamente no llamativa y nada que indicara que tuviera una personalidad divertida o calida. Daniel no necesitaba que fuera llamativa, pero si necesitaba que fuera divertida y calida. Habia algo que agregar, que sin dudas ella tenia agallas. Y Bryn tenia agallas. Definitivamente, tenia agallas. De repente, no podia lograr quitarse de la cabeza la idea de besarla. ?Tenia la impresion incorrecta de ella? ?O era simplemente que tenia demasiado trabajo? ?Habia pensado en ella como un adversario profesional tanto tiempo, que habia distorsionado sus percepciones? Daniel se encogio de hombros y sonrio. No habia mejor momento que el presente para averiguarlo. Cruzo sus brazos sobre el pecho, se inclino contra un archivador y espero a que las mujeres salieran hacia el pasillo. Cuando ellas se detuvieron en la puerta charlando, se impaciento y aclaro su garganta, llamando la atencion de Bryn hacia el. Cuando ella giro y lo vio, el debio haber estado contento por su nerviosa reaccion. En cambio, tuvo que controlar su propia reaccion inesperada. Mientras su rostro se enrojecia y se ampliaban sus ojos, Daniel se dio cuenta por primera vez... ?como era posible?… que sus ojos eran mucho mas que comunes y ordinarios. Eran de un calido color marron dorado bordeados por pestanas oscuras que complementaban su forma ligeramente exotica. Trato de no hacerlo, pero su mirada recorrio su figura de arriba a abajo. !Que idiota habia sido! Bryn era guapisima. Su brillante cabello era como el ebano sin una pizca de rizos. La tentadora curva de sus pantorrillas por encima de sus zapatos negros de siempre. La plenitud de su labio inferior que ahora mismo castigaba con sus blancos y rectos dientes. Y sus ojos. Ohh, sus ojos. Imagino esos ojos dorados deslumbrados con placer, placer que el podria darle de muchas maneras. Verbalmente. Fisicamente. Acostada. De pie. Suave y lento. Luego duro. Y luego incluso mas duro. Como si ella pudiera leer su mente, se sonrojo pero no dijo nada. Tam sonrio a Daniel sobre el hombro de Bryn. Era alta y llevando tacones altos a pesar de la sandia en su estomago, se elevo sobre la pequena figura de Bryn. Ella saludo con sus dedos de una manera alegre. -- Bueno, hola guapo. Justo estabamos hablando de ti. Bryn parecia a punto de estrangular a Tam con sus propias manos. En cambio, inclino su barbilla y paso por delante de Daniel. O mejor dicho, lo intento. Daniel bloqueo la salida. A pesar de la excitacion que lo recorria, se trago las ganas de reir. -- ?De verdad? Parecia que hablaban de conseguir que Thad llevara a Bryn a una fiesta de compromiso. -- Dio una mirada de reojo a Bryn. -- Pero yo conozco al hombre desde hace muchos anos y aunque no esta en una relacion exclusiva en este momento… -- Vio que los ojos de Tam se ensanchaban y entrecerro los suyos un tanto. Inmediatamente, ella apreto los labios para reprimir una sonrisa. --… No estoy seguro de como se sentiria al ser utilizado como un... veamos, ?como deberiamos llamarlo?… una distraccion. Aunque, no puedo decir que te culpo. Yo tambien tengo una madre eternamente optimista. Los ojos de Bryn parpadearon, indicando que a pesar de sus mejores intentos, el estaba empezando a gustarle.

  • La Escala De Los Mapas de Belen Gopegui

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    La escala de los mapas es la historia del miedo a ser amado y su metafora, y una reflexion sobre la diferencia entre las cosas que ocurren en el espacio y aquellas que suceden en el tiempo.

  • Luchare por los dos de Sophie Saint Rose

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    Tabby se puso el periodico bajo el brazo y continuo caminando mientras bebia de su cafe pensando en todo lo que tenia que hacer. Todavia tenia que vender su piso y preparar la mudanza. Se incorporaria a su nuevo trabajo en un mes y no tenia mucho tiempo. Le llego un mensaje al movil y lo saco a toda prisa del bolsillo de su abrigo negro por si era su agente inmobiliario. Apartando su pelo rubio metiendoselo detras de la oreja, miro el mensaje y bufo al ver que era de la compania de la luz. Llego al semaforo y cruzo marcando el numero que venia en el mensaje, para decir que ya habia enviado al cheque, cuando un fuerte impacto la hizo gritar de dolor mientras se oia un fuerte frenazo. Ni se dio cuenta que caia sobre el parabrisas y rodaba sobre el techo del coche para caer sobre el maletero. Atontada y con la vista nublada, levanto la vista para ver como la rodeaba la gente. Un hombre moreno no hacia mas que gritar que alguien llamara a una ambulancia. Acerco su cara a la suya-- ?Me oye? !No se mueva! !Enseguida la atenderan! Tabby no lo comprendia y gimiendo movio la mano sobre el maletero buscando su movil para seguir con la llamada-- !No se mueva! -- le cogio la mano y ella le miro a los ojos de un bonito color azul -- ?Me oye? Un policia se puso a su lado-- ?Como se encuentra? -- ?Donde esta la ambulancia? -- pregunto el moreno muy nervioso. --Esta de camino. En ese momento escucharon una sirena y Tabby se preocupo -- ?Que ocurre? -- pregunto ella intentando moverse, pero le dolia todo. El moreno la miro torturado-- La he atropellado. ?No lo recuerda? -- ?Que? --No se preocupe. -- dijo el policia forzando una sonrisa-- Enseguida la atienden. --Dios mio. -- susurro una mujer a otra que estaba a su lado-- ?Has visto sus piernas? Tabby se asusto-- ?Que me pasa? -- !Despejen la zona! --grito el policia enfadado girandose hacia los que observaban. El moreno se acerco --No pasa nada. Enseguida te atienden y ya veras que no va a ser nada. Le miro con sus ojos ambarinos y sonrio con esfuerzo sintiendose cada vez mas cansada--Tengo sueno. -- ?Como te llamas? -- pregunto mas alto apartandole un mechon de pelo de la cara. --Tabby. -- susurro cerrando los ojos. --Yo soy Banner. No te duermas. Necesito que estes despierta. ?Entiendes? --Me voy a mudar. --susurro sin saber que los sanitarios llegaban corriendo y rodeandola--Tengo mucho que hacer. -- ?Hola? ?Me oyes? -- pregunto una voz muy cerca de ella. Abrio los ojos y vio a una mujer de color con el pelo recogido en una coleta-- Muy bien, asi me gusta. Sigue con nosotros. --la mujer levanto la vista gritando -- !Collarin! Le colocaron el collarin rodeandole el cuello y sintio una presion en el brazo sin darse cuenta que le habian cortado la manga. Tabby grito de dolor cuando le tocaron la pierna al 5 intentar moverla. -- ?Como te llamas? --Me ha dicho que se llama Tabby. --Bien, Tabby. Tienes las piernas rotas. Vamos a moverte. Intentaremos hacerlo lo mas rapido posible, pero te va a doler. No supo si perdio el sentido, pero cuando abrio los ojos estaba en una camilla y el hombre moreno tenia las manos en la cabeza y parecia desesperado-- Lo siento. -- susurro mirando sus ojos. Le dolia todo y gimio abriendo los ojos viendo un techo blanco. Mierda, era cierto que la habian atropellado. Estupendo, eso era justo lo que necesitaba en ese momento. Miro hacia abajo intentando levantar la cabeza, pero algo se lo impedia. Suspiro dejando caer la cabeza sobre la almohada y fruncio el ceno al ver que algo le rodeaba la cabeza. Intento levantar la mano, pero algo rodeaba sus munecas. ?Estaba atada a la cama? ?Que cono pasaba alli? -- ?Estas despierta? -- sorprendida al escuchar la voz de su madre, giro la cabeza lo que pudo y la vio acercandose a la cama. -- ?Mama? -- sin salir de su asombro vio que estaba palida y despeinada-- ?Que haces aqui? -- ?Que hago aqui? !Te han atropellado! !Me ha llamado la policia! -- !Joder, que exagerados! Tampoco sera para tanto. -- ?Que no es para tanto? -- grito excitadisima-- !Mira, no te digo todo lo que tienes porque ni lo se! La puerta se abrio y una enfermera sonrio al verla despierta-- ?Como nos encontramos hoy? --Usted no se, ?pero me pueden explicar por que estoy atada a la cama? -- !Tabby, intentaste quitarte las vias! ?Han tenido que ponertelas tres veces? -- ?En serio? -- atonita miro a la enfermera-- ?Que es lo que me pusieron? La enfermera se echo a reir -- Como veo que ya esta bien, se las quitare. --Me duele todo. ?Que tengo? --El medico pasara enseguida y se lo explicara todo. Una idea se le paso por la cabeza y palidecio-- ?No me quedare invalida o algo asi? La enfermera nego con la cabeza-- Espere a que llegue el medico. --No, hija. Me ha dicho que hay que hacerte pruebas todavia, pero que al parecer tenias sensibilidad y no se que. Volveras a caminar. --Uff, menos mal. -- aliviada movio las manos y llevo la que tenia libre hacia la cabeza-- ?Llevo una venda en la cabeza? --Tenias una brecha considerable. -- su madre miro a la enfermera-- ?Tardara mucho el doctor? --No, senora. Enseguida hara la ronda. -- ?Que mas tengo? -- pregunto impaciente. -- !Para eso quiero que venga el doctor! !Para que te lo diga! -- grito su madre histerica. Tabby la miro suspirando-- Ven y dame un beso. Su madre apartando un mechon de pelo rubio platino de sus labios rojos, nego con la cabeza-- Todavia estoy enfadada contigo. -- entrecerro los ojos-- !Y ahora mas aun! La enfermera la miro con los ojos como platos, pero sin decir nada salio de la 6 habitacion-- ?Todavia estas enfadada por tener que mudarme? !Es una oportunidad unica! -- !Irte a otro estado para cuidar ancianos, no es una oportunidad unica! !Puedes cuidarlos aqui! --Ya te he dicho mil veces que es un programa experimental del Alzheimer y que me hara una especialista en ese campo. !Despues podre trabajar donde quiera de cuidadora! !Es una suerte que me hayan ofrecido el trabajo! -- !Y yo ya te he dicho mil veces que en Nueva York te pagan mucho mas sin necesidad de esa especialidad! !Lo que pasa es que te quieres ir! !Si hasta quieres vender tu piso! La puerta se abrio y un hombre con bata blanca seguido de otro que estaba buenisimo vestido con traje gris entraron en la habitacion --Soy el doctor Williams. ?Como se encuentra hoy? --Me duele. -- dijo mirando al moreno que no le quitaba la vista de encima. Supuso que era otro medico y sonrio sin darse cuenta-- Hola. --Hola Tabby. -- ?Ya le han dicho lo que tiene? -- pregunto el doctor Williams mirando su historial. Chasqueo la lengua y fue hasta el gotero moviendo la ruedita-- Ahora se encontrara mejor. -- apunto algo en su tablilla y la miro con una sonrisa. Tampoco estaba mal. Era de la edad de su madre y le recordo a George Clooney. -- ?Conoce a mi madre? Es soltera y esta disponible. Su madre jadeo indignada mientras que el doctor reprimia una sonrisa-- Si que la conozco. Clare y yo hemos mantenido alguna conversacion. --Que bien. -- miro maliciosa a su madre que estaba como un tomate--Y digame doctor, ?le ha dicho que es muy flexible? Hace yoga, ?sabe? -- !Por Dios, cuando pueda pegarte una paliza, preparate! --Va, es muy gritona, pero usted no le haga caso. -- el doctor Williams se echo a reir sin poder evitarlo, mientras que el moreno se cruzaba de brazos divertido --Bueno, ?que tengo? Me tengo que mudar, ?sabe? Asi que sea algo rapidito. --Rapidito no va a poder ser -- dijo intentando controlar la risa. -- Tienes rota la tibia izquierda y el femur derecho. Eso por no hablar de la conmocion cerebral y que te hemos operado de una hemorragia interna. --Vaya, tengo de todo. -- entrecerro los ojos-- ?Cuanto tiempo tardare en recuperarme? ?Dos, tres semanas? --Dos meses. Abrio la boca asombrada-- ?Esta de broma? !Si estamos en el siglo veintiuno! !Hay robots y esas cosas, que te dejan como nueva en nada de tiempo! !Si te trasplantan el corazon y estas en la calle en una semana corriendo maratones! --Ya, pero tu vas a tener que hacer rehabilitacion. Un mes de escayolas y un mes mas o menos de ejercicios para quedar como nueva. -- !No puedo estar de baja dos meses! !En un mes tengo que estar en Arizona! --Pues como no vaya con muletas. -- el doctor miro a su madre divertido-- Es de armas tomar, ?verdad?

  • Cartas de seduccion de Janelle Denison

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    Despues de anos locamente enamorada de su jefe, la secretaria Melodie Turner habia decidido hacer algo por fin. Quiza el detective privado Cole Sommers fuera capaz de resistirse a su nuevo peinado o a la lenceria sexy, pero pronto se veria afectado por una serie de cartas eroticas…

  • La llama en la niebla de Renee Ahdieh

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    Mariko siempre ha sabido que, como hija de un importante samurai, su unico proposito en la vida era casarse. Aunque su astucia rivalice con la de su hermano y, como a menudo le recuerdan, su fisico no sea muy femenino.
    En cuanto cumple diecisiete anos, su familia la envia al palacio imperial para que conozca a su prometido. No obstante, la reunion no llega a producirse debido a un inesperado obstaculo: en el viaje, un clan de mercenarios ataca la comitiva y ella es la unica superviviente.
    Disfrazada de joven campesino, Mariko se infiltra entre sus atacantes para averiguar quien ordeno su asesinato. Pero lo que descubre junto a sus peligrosos companeros va mucho mas alla de lo que esperaba.

  • EL BOSQUE DE LOS NINOS PERDIDOS. Un caso de Los Guardianes Alados, R. Ogalla de R. Ogalla

    https://gigalibros.com/el-bosque-de-los-ninos-perdidos-un-caso-de-los-guardianes-alados-r-ogalla.html

  • Seduccion a Sueldo de Alicia Bloom

    https://gigalibros.com/seduccion-a-sueldo.html

    Emilia:
    A pesar de ser hija de un hombre millonario, eres una dentista destacada de tu ciudad.
    Te gusta hacer las cosas a tu manera sin recurrir al dinero de tu padre. Lo que hace de ti una joven solidaria, atenta, con inclinaciones filantropicas y un buen sentido de la moral.
    Eso te ha llevado a dedicarte al 100% a tu trabajo, porque te gusta y te hace feliz; aunque estes descuidando otros aspectos de tu vida personal.
    Eres muy inteligente, trabajas, te esfuerzas; eres una adulta decidida que, aun con tenerlo todo, no dejas de intentar ganarte la vida por ti misma. No como tu hermana.
    No la odias, pero sientes que podria hacer mas con su vida. Como tu.
    Disfrutas de la fortuna de tu padre, pero no te desvives por ella.
    Eres una mujer interesante ?Verdad?
    Pero el tiempo es inclemente y no escatima en danos; llevandose a tu padre, dejandote con un inmenso vacio en el corazon y abriendo paso a un momento delicado de tu vida.
    ?Que haras?

  • Amor y dolor (Rosa blanca 3) de Laura A. Lopez

    https://gigalibros.com/amor-y-dolor-rosa-blanca-3.html

    Tercera entrega de la serie de romance historico <>.