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libro su ultimo deseo - Joan Didion
https://gigalibros.com/su-ultimo-deseo.htmlUn oscuro y enigmatico thriller sobre los complots y conspiraciones de la Guerra Fria de la mano de Joan Didion, una de las narradoras mas lucidas de las letras norteamericanas.
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SU ÚLTIMO DESEO | JOAN DIDION | Casa del Libro
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Su último deseo | Penguin Libros
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SU ÚLTIMO DESEO | Traficantes de Sueños
https://traficantes.net/libros/su-%C3%BAltimo-deseoEs autora de las novelas Río revuelto, Según venga el juego, Book of Common Prayer, Democracy y The Last Thing He Wanted. También ha escrito varios libros ...
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El 'thriller político' de Joan Didion se convierte en 'Su último ...
https://elasombrario.publico.es/thriller-politico-joan-didion-su-ultimo-deseo/16 dic 2019 — Nunca el titulo de un libro tuvo tanta razón de ser como en el caso de esta novela ... 'Su último deseo' desconcierta y acierta en cada frase.
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Su último deseo - Joan Didion - Babelio
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SU ULTIMO DESEO - JOAN DIDION - 9788439736004
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La Mirada Desnuda (Mark Cannon 1) de Luis Tamsley
https://gigalibros.com/la-mirada-desnuda-mark-cannon-1.htmlPara muchos trabajar en el mundo del porno es sinonimo de una vida de lujo, sexo y desenfreno. Pero no es asi. Existe un lado que pocos conocen: el desengano, la traicion, los suenos rotos, el arrepentimiento.
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El secreto mejor guardado de Jackson de Towanda Richardson
https://gigalibros.com/el-secreto-mejor-guardado-de-jackson.htmlTiffany bajo del taxi con una mueca de fastidio. El calor de agosto en Kentucky deberia haberla hecho desistir de llevar aquella ropa, pero hacia anos que Tiffany se vestia cada manana por pura intuicion y que no le importaban ni las opiniones ajenas, ni la incomodidad ni la temperatura reinante en el ambiente. Claro que Tiffany no sabia que aquel dia, su primer dia de trabajo, iba a estar presidido por una ola de calor y por un taxista negligente que no habia revisado a tiempo el sistema de aire acondicionado del coche. Cuando ya estaba a punto de olvidarlo sobre la tapiceria del asiento trasero, tomo su maletin de cuero por el asa y lo transporto (casi casi lo arrastro) hasta la garita donde le habian comunicado que debia presentarse aquel diez de agosto, a las nueve en punto de la manana. La garita de acceso a la carcel de Westmoore Fields, el penal de maxima seguridad del estado. Tiffany habia acabado su carrera de Literatura Inglesa, con no poco esfuerzo, un par de meses antes. Los estudios nunca habian sido lo suyo, pero en su casa eran el peaje innegociable para que sus padres siguieran pasandole una asignacion mensual que le permitia hacer lo que a ella mas le gustaba: comprar. Libros y ropa, fundamentalmente, aunque no hacia ascos a perfumes, maquillajes, muebles y, en general, cualquier objeto disponible en alguna seccion de unos grandes almacenes. Se habia decidido por estudiar Literatura porque leer era una de las pocas actividades que la apasionaba. Desde nina, se habia refugiado en los libros de la sensacion de abandono que los continuos viajes de sus padres le provocaban. Su familia poseia empresas a lo largo y ancho del pais, y los senores Thownsend pasaban demasiado tiempo ocupandose de asistir en ellas a reuniones de los diferentes consejos de administracion, y demasiado poco pendientes de su unica hija. Tiffany habia crecido para ser guapa y casarse bien. Asi, literalmente, se lo habia dicho su padre al cumplir dieciseis anos, durante la gran fiesta de celebracion que habian dado en la mansion de la familia en Newport, que mas bien era la gran fiesta de presentacion de Tiffany en el mercado matrimonial de la costa este. Y, bueno, ella habia cumplido mas o menos bien en lo de ser guapa -la falsa modestia servia de poco cuando la genetica habia sido tan generosa-, pero podia considerarse un completo fracaso en lo del matrimonio. Acababa de cumplir veinticuatro anos y sus experiencias con los hombres se reducian a tres novios, hijos perfectos de los amigos perfectos de sus padres perfectos, a los que habia dejado antes de sentir la tentacion de tirarse por una ventana presa del aburrimiento que le provocaban. Eran buenos chicos, eso estaba fuera de toda duda, pero no eran para ella. Tiffany sonaba con un hombre de verdad, uno que hiciera que la piel le temblara desde el cuero cabelludo hasta las puntas de los dedos de los pies. Un hombre que la hiciera sentir mujer, hermosa, fascinante... sexual. De esa otra faceta, preferia no hablar. Habia probado lo del sexo esporadico durante su estancia en Yale, pero habia conseguido el mismo conteo de orgasmos que en toda la experiencia anterior con sus novios: cero. No se podia caer mas bajo. Cuando acabo la carrera, Tiffany tuvo que tomar una decision crucial. Sus padres se lo habian dejado muy claro: en el momento en que se licenciara, debia elegir entre ser mantenida por un marido o ser autosuficiente. Ellos le cortaban el grifo, indignados con que hubiera puesto mas empeno en acabar la carrera, cuando todos sabian que los estudios no eran lo suyo, que en buscar un buen partido que los hiciera abuelos, jugara al golf con su padre y le ofreciera un nivel de vida similar a aquel al que estaba acostumbrada desde la cuna. Contra todo pronostico, Tiffany dijo que trabajaria. Que le cortaran el grifo, que ella se buscaria la forma de salir adelante. Que no queria casarse todavia, entre otras cosas, porque aun no habia encontrado al hombre que hiciera que los pelos de la nuca se le erizaran solo con mirarla fijamente. Al fin y al cabo, solo tenia veinticuatro anos. No habia prisa en la busqueda. Tiffany podia parecer una valiente, pero lo cierto fue que temblo tanto cuando comunico a sus padres su decision que tuvo que agarrar su telefono ultimo modelo con las dos manos para evitar que se le cayera al suelo. Recordo entonces que, si se rompia en mil pedazos, seria ella quien tendria que pagar un sustituto, y que su nula experiencia laboral no le proporcionaria un trabajo en el que se pudiera permitir grandes alardes. Lo cierto es que Tiffany habia sido tan valiente porque pensaba que sus padres no aceptarian. Que su padre le daria una prorroga a su nina bonita o que su madre le suplicaria al cabeza de familia que no obligara a su hija a hacer algo tan indigno para una mujer como trabajar duro. Habia una manicura que conservar y el posible futuro de Tiffany tirando hamburguesas sobre la plancha de un McDonald's no era la mejor receta para ello. Pero sus padres se habian mantenido firmes en la promesa, y la siguiente vez que Tiffany acudio a su centro comercial favorito, la tarjeta de credito aparecio como denegada en la caja. Y entro en panico, claro. Le quedaban cuatrocientos veintisiete dolares en efectivo, de los quinientos que habia tenido la suerte de retirar unos dias antes, porque siempre le gustaba tener algo de dinero suelto en casa. Aquel dia, Tiffany salio corriendo de la residencia universitaria en la que vivia desde hacia seis anos y se encontro en su buzon la carta que le comunicaba que le quedaban dieciocho dias de estancia pagada. El once de agosto, como muy tarde, debia abandonar su habitacion o abonar ella misma los dos mil seiscientos dolares que costaba el alquiler cada mes. El motivo por el que habia abandonado su habitacion con prisas se incremento. Tenia que hablar con el profesor McMillan. El era el unico profesor de toda la facultad que siempre habia mostrado interes en que ella se aplicara en los estudios, y sabia que la ayudaria a orientar su vida laboral. Entro en su despacho tan despeinada que su madre se habria horrorizado ante la idea de que presentara ese aspecto delante de un profesor. Pero su madre no estaba alli, ni tampoco al otro lado de su cuenta corriente, asi que mostrar aspecto desesperado quiza incluso la ayudara. El profesor McMillan la miro de arriba abajo, probablemente poco acostumbrado a que Tiffany no mantuviera su fachada impecable y sus modales exquisitos, y le pregunto que hacia alli. Dos horas, unos tres litros de lagrimas y dos tazas de te verde despues, Tiffany salia del edificio de la facultad de Literatura con un trabajo bajo el brazo. Seria la profesora de alfabetizacion del modulo de presos de nivel uno de la carcel de maxima seguridad de Westmoore Fields. Que Dios la cogiera confesada. No es que aquel fuera el trabajo de sus suenos. Incluso la idea de servir cafes en Starbucks a todos aquellos companeros que, sin duda, a partir de ese momento la mirarian por encima del hombro le parecia mejor que entrar en una carcel a dar clase a unos tipos que, para empezar, le daban un miedo atroz. Pero el profesor habia conseguido convencerla apelando a su autoestima, que no era una maravilla precisamente, y al hecho de que el trabajo estaba bastante mejor pagado que cualquier otro que Tiffany pudiera conseguir con su expediente academico raspadito y su experiencia laboral, que se resumia en cero dias trabajados en toda su vida. Los mismos que orgasmos disfrutados, por cierto
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La bailarina y el ingles de Emilio Calderon
https://gigalibros.com/la-bailarina-y-el-ingles.htmlEsta es la insolita aventura de un britanico, nacido en la India, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
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En la tercera habitacion (Zillah Roth 1) de Vecca Preetz
https://gigalibros.com/en-la-tercera-habitacion-zillah-roth-1.htmlCapitulo I – Lo menos esperado Las hojas crujian debajo de las ruedas de la bicicleta. La brisa otonal barria el sendero y recordaba que el verano habia quedado atras en San Lorenzo. Una villa turistica al norte de Argentina. El paseo por la Quebrada era obligatorio para los amantes de la naturaleza. Tambien de Zillah Roth. Pedaleaba todos los domingos hasta alli acompanada por Yaco, su ovejero aleman. A Zillah le encantaba contemplar las aguas del rio desde el final del puente. Ver el agua correr entre las piedras, hipnotizaba su melancolia. La frescura que transmitian las gotas salpicando las rocas, captaban su atencion. Cada una de ellas se desprendia de aquella masa de agua incansable sufriendo el desgarro inevitable del olvido. El final de su existencia. No entendia muy bien porque los enamorados se paraban a observar el rio. <>, pensaba mientras retomaba su pedaleo tranquilo. Siempre iba durante la apacible hora de la siesta, cuando todos, en la casa, dormian. A veces la acompanaba su amigo Ivan, pero este ultimo domingo no quiso hacerlo. Era un domingo distinto en San Lorenzo. A pesar del aire fresco, las moscas se acercaban pesadas, como en los dias de mucho calor. De repente, un presentimiento extrano se apodero de sus visceras. Como una soga que conectaba su garganta y la boca del estomago. Percibia cierta tension en el aire. Parecia como si un ser extrano rondara la Quebrada, pero no caminando. Por el aire. Un ser oscuro e impredecible. Volteo su cabeza pretendiendo que alguien la seguia, pero estaba sola por el sendero. Recordo que su hermana le decia que no se dejara manejar por el miedo. El miedo se disfraza de siluetas negras que luego nos persiguen como sombras. Por todas partes. De dia y de noche. Una mosca se poso en su oreja y regreso de su pensamiento para quitarsela con una palmada que le dejo un zumbido agudo dentro de la cabeza. Podia ver que una sensacion asfixiante sobrevolaba a los insectos. De pronto Yaco comenzo a correr con una urgencia inusual, delante de ella. Siempre la seguia a su lado o detras. Raras veces se adelantaba y menos, corriendo. Ella lo siguio tan rapido como sus cortas piernas le permitian pedalear. Pero el camino se hacia cada vez mas empinado. Dejo la bicicleta a un costado de la calle y comenzo a correr detras de Yaco. No queria perderlo, pero el perro no obedecia a su llamado. En el ultimo sendero marcado, se desvio sin voltear, ingresando a la selva tupida y solitaria. La nina seguia corriendo sin dejar de mirar donde su perro iba abriendo camino. Sus piernas sufrian latigazos provocados por los arbustos que pretendian impedir su paso. Como si negaran el ingreso a ese lugar de la Quebrada. Gritaba su nombre para que no fuera demasiado lejos, pero el perro parecia no escuchar. La paz del lugar iba a caer en pedazos en un breve lapso de tiempo. De pronto, Yaco se detuvo. Inmovil mirando a un punto fijo. Como si fuera un perro de caza. La brisa timida tambien se detuvo, suspendida en la atmosfera silenciosa, augurando un mal momento. Parecia que todo el mundo habia dejado de girar en ese instante. Todos, excepto las ruedas de la bicicleta, que, recostada sobre la calle, seguian girando ruidosamente. Las bicicletas no conocen el silencio. Chillan como criaturas caprichosas. Zillah estaba a pocos metros detras del perro. --?Que encontraste, Yaco? --dijo mientras le daba palmadas en la cabeza. Siguio con los ojos la direccion de su mirada inamovible. Y se quedo sin aliento. Un pequeno grito se ahogo detras de su garganta. Los pulmones de Zillah dejaron de inhalar por unos segundos. Su mandibula quedo atascada, como si hubiera ingerido de golpe un par de piedras. El sudor se apodero de sus pequenas manos. Un escalofrio recorrio todo su cuerpo dejandole los pelos crispados. Luego respiro fuerte y entrecortado sin saber que hacer. Inesperadamente el hallazgo habia oscurecido su paseo, por no decir que habia echado sombra a toda su vida. Nadie imagina encontrar a alguien sin vida en medio de un paseo. Menos aun alguien conocido sin vida. Entre dos troncos grandes como horquetas, descansaba un palo atravesado, y en el un hombre colgaba muerto. Atado de pies y manos de espalda al suelo. La cabeza volteaba hacia un costado dejando ver una gran herida en su cuello. La sangre no caia ya, parecia que se habia vaciado y estaba derramada sobre la tierra seca, justo debajo de el. Un hombre que no era cualquier hombre. Era su padre. No grito. Le faltaba el aire. Le faltaba la voz. Dio unos pasos hacia adelante y lo toco con el dedo indice, para cerciorarse que no tenia vida. Yaco empujaba la cabeza con su hocico mientras dejaba salir un sonido extrano. Parecia un lamento. Volteo asustada buscando alguien que pudiera sacarla del espanto. Pero solo las sombras se asomaban en el camino. Estaba aterrada. Respiraba fuerte ahora. Respiraba con panico. Los latidos de su corazon aceleraron de tal modo que el bombeo de sangre la impulso a huir. Corrio hasta donde habia dejado su bicicleta, la levanto y pedaleo con la mayor rapidez que sus pequenas piernas le permitian. Yaco no la seguia. Tampoco volteaba a comprobarlo. <>, pensaba mientras sus piernas giraban cada vez mas rapido. Como en un tunel de tiempo las imagenes vividas con su padre tropezaban unas contra otras en su cabeza. Trece cuadras hasta llegar a su casa. Pero nunca el camino de regreso habia sido tan largo. A pesar de que las calles de regreso eran todas en bajada. El miedo y la culpa se mezclaban. El miedo y la culpa de haber hecho algo equivocado la ultima vez que lo vio con vida. No recordaba nada especifico. Solo tenia un amotinamiento de recuerdos confusos y sudorosos. Tiro la bicicleta de lado y entro corriendo por el jardin, volteando para cerciorarse que nadie la seguia. Su madre, que estaba recostada en una hamaca tejida, leyendo un libro, la escucho llegar agitada. Se sento y la miro acercarse con un estado de angustia inigualable. --!Zillah!, ?que paso? La pequena estaba en estado de shock. Sus ojos claros, paralizados en la mirada de su madre, ni siquiera parpadeaban. Respiraba entrecortado, con la boca cerrada, sin poder emitir ningun sonido con su voz. Comenzo a sacudir las manos, como queriendo deshacerse de algo pegajoso, de algo sucio mientras movia las piernas en un trote nervioso. --?Le ocurrio algo a Yaco? --le decia Emma apretando con sus manos los hombros de la pequena. Zillah movia la cabeza hacia ambos lados, dando pasos hacia atras, pretendiendo alejarse de su madre. --?Por que tienes esa cara? Me estas asustando, por favor, !di algo! En ese momento aparecio su hermana mayor Erika, que estaba dentro de la casa. --?Por que tienen esas caras? ?paso algo? --pregunto mirando a su madre que respondio haciendo un gesto con los hombros y llevando la mirada nuevamente a la pequena-- Zil que paso? ?alguien te hizo algo? La pequena negaba nuevamente. --Esta muy asustada. --mientras decia esto, Emma entraba a la casa. Regreso con un vaso de agua y un cuaderno con una lapicera. --Toma un poco de agua, te va a hacer bien. Intenta escribir lo que paso. Vamos linda, por favor, me estas poniendo nerviosa. La pequena tomo la lapicera con su mano izquierda. Temblaba. Sostenia la mano para poder escribir y que se entendiera lo que intentaba decir. Tras varios intentos, escribio: "papa". --?Que pasa con papa? Regresa esta noche de su viaje. --se adelanto Emma. Zillah movio la cabeza negando las palabras de su madre y siguio escribiendo: "esta... en la Quebrada" Emma fruncio el ceno. Por unos instantes, inmersa en su inseguridad imaginaria, penso que su hija habia visto a su padre con otra mujer. --Seguramente lo confundiste. --le dijo intentando tranquilizar a su hija y tomando el celular para llamarlo. Pero faltaba escribir una palabra que cambiaria todo. "roto. Todo roto". Termino de escribir Zillah. --?Que intentas decir con eso, Zil? !como que papa esta roto! --dijo Erika mientras una sensacion de frio estanco se apoderaba de la boca de su estomago-- ?Puedes hablar y dejar esa estupida lapicera? --grito nerviosa dando un manotazo a la mano de su hermana y haciendo que la tirara al suelo. --!Erika! --grito Emma-- !deja en paz a tu hermana! ?no te das cuenta que esta en shock? Mientras ambas se gritaban, como siempre, la pequena levanto la lapicera y, con sus cortos diez anos, siguio buscando dentro de su mente la palabra adecuada, hasta que por fin la encontro y escribio, al final de la hoja del cuaderno: "Muerto. Papa esta muerto" Un silencio sepulcral envolvio el momento. Las dos se quedaron pasmadas, mirando las ultimas palabras como si una fuerza imantada hubiera atrapado sus ojos sin poder quitarlos de alli. Una respiracion extrana salio de la boca de Emma y una fuerza interna empujo sus manos hacia la mesa, buscando apoyo, abriendo los dedos para sostenerse y tirando el celular al suelo. Erika manoteo la lapicera nuevamente y arrojandola directamente a la cara de su hermana, grito otra vez:--!Que estupideces son esas Zillah! Si estas jugando, no es un juego que nos guste. Zillah negaba aturdida con la cabeza. Tenia los ojos cerrados y sus manos apretando las sienes. Abria la boca como si emitiera un grito desgarrador totalmente silencioso. Era una escena sofocante. Emma dio dos pasos inestables hacia atras y se aferro a uno de los pilares de la galeria. Sus ojos parecian estar huecos, profundos. Una lluvia de sensaciones viscerales cayo sobre Erika que llevo sus manos a la boca tapando el asombro que le provocaba haber leido esa palabra. Su padre no podia estar muerto. No debia estarlo. --No puede ser. Es imposible, papa regresa hoy. --dijo Emma Se agacho y levanto las tres partes en que se habia separado el celular. Coloco la bateria y luego la tapa. Lo encendio y temerosa realizo la llamada. El celular de Blas devolvia la llamada con la voz de la grabadora: "El numero al que llama esta apagado o fuera del area de cobertura" Emma solto el movil sobre la mesa, como si le quemara. Sentia como sus entranas se retorcian dentro del estomago. Las paredes se volvian negras, opresoras. La hermosa tarde de sol se habia transformado en un cuadro gotico donde la actuacion era primordial. Entonces reacciono: --?Donde esta?, quiero verlo, !vamos, llevame con el! ?puedes llevarme al lugar donde lo viste? --pedia Emma acelerando la voz. --!Mama, no puedes ir alli, hay que llamar a la policia! --grito Erika en su logica cordura.--Si, tienes razon, primero hay que llamar a la policia. --perturbada no dejaba de mirar a Zillah y la pequena, a su vez, no quitaba la mirada de los ojos de su madre. Marco el 911. Luego de tres tonos aparecio una voz masculina.
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En el principio (Coraje y ternura 1) de Victoria Morrigan
https://gigalibros.com/en-el-principio-coraje-y-ternura-1.html"?Como he podido pasar de "me cae mal ese chico que siempre saca mejores notas que yo en clase" a "por favor, no me dejes"?
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Lazos de Cristal de Kristel Ralston
https://gigalibros.com/lazos-de-cristal.htmlMatthew Talley es un tipo con agallas y dispuesto a todo para conseguir sus propositos. Su mente agil lo ha encumbrado como uno de los publicistas mas importantes de San Francisco. La vida le ha ensenado, a las malas, que el amor esta sobrevalorado. En medio de una ambiciosa campana publicitaria, Matt se ve obligado a contratar a una mujer que puede resultar especialmente peligrosa, no solo para sus objetivos profesionales, sino tambien para su desconfiado corazon.
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Mentiras y poder de Jorge Del Alba
https://gigalibros.com/mentiras-y-poder.htmlPrimera parte de la trilogia “Mentiras y poder”
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El ritual de los muertos de Nagore Suarez
https://gigalibros.com/el-ritual-de-los-muertos.html--Ahi fuera yo soy bueno. ?Entiendes? Soy una buena persona, alguien cualquiera. Pero cuando entro en este cuarto, entonces dejo de ser yo. Entro en otro mundo. Aqui ya no soy el mismo. Aquellas palabras le provocaron nauseas. O quiza fuera la vision del cuerpo de Lucia, que yacia con el craneo aplastado a menos de un metro de ella. El pelo rubio tenido ahora se habia convertido en una marana rojiza, y el suelo de cemento estaba encharcado de sangre. Sentia que la cabeza le daba vueltas. ?Que habia tomado antes? No lo recordaba. Las ultimas horas se confundian entre ellas, se hacian indistinguibles. Solo podia pensar en el martillo impactando en la cabeza de su amiga, destrozando el hueso, liberando trozos de masa encefalica, despues de que hubiera intentado pelear, escapar. Ella no tenia fuerzas para tanto. Intuia que ella era el verdadero objetivo, pero Lucia se habia negado a despegarse de su lado. Por eso habia acabado alli, en aquel infierno. El aire estaba viciado, el olor a putrefaccion y el humo inundaban el ambiente. Un aroma dulzon y repulsivo que se le pegaba a la piel y le hacia aun mas dificil respirar. La estancia era un museo de los horrores: mirara a donde mirase tan solo veia muerte. La luz de las velas iluminaba el rostro del hombre que estaba frente a ella. Tenia los ojos brillantes, la frente cubierta de sudor y la camiseta llena de salpicaduras de sangre. Parecia estar casi en trance, en extasis. Intento soltarse las munecas sin exito, sentia el cuerpo paralizado por el panico. Sabia que era lo que venia despues. No habia escapatoria posible. La puerta y las ventanas estaban cerradas, nadie oiria sus gritos a traves de las paredes de piedra. Rezo, lloro y suplico, pero nada surtio efecto. --Algun dia Dios te castigara… --susurro mientras el la agarraba del pelo y sostenia su cabeza hacia atras. El cuchillo atraveso piel, musculo y cartilago, mientras ella, aun consciente, observaba la sangre abandonar su cuerpo. --Gracias a ti, no me castigara nadie --respondio el. 1 Animas Dicen que todas las leyendas esconden algo de realidad. Aquella tarde de principios de febrero, mientras la lluvia caia suavemente sobre las lapidas del cementerio, me vino a la mente una de las mas populares de Becquer, que habia leido varias veces en el instituto: <
>. Segun contaba, la Noche de Difuntos, templarios y nobles, muertos tiempo atras en una lucha inutil, se levantaban de sus tumbas y vagaban por el monte envueltos aun en los jirones de sus sudarios. Y entonces, doblaban solas las campanas de la capilla y el lugar se volvia intransitable para los humanos; cualquiera que pusiera un pie alli no regresaria a su casa con vida. Me pregunte cuantos curiosos se acercaban todavia en la noche del 1 de noviembre a aquel paraje, con la esperanza --y el temor-- de encontrarse con las animas de los muertos y quiza, quien sabe, con los mismisimos Beatriz y Alonso, los desdichados protagonistas de la historia del escritor romantico. No fue casualidad que me acordara en ese momento de Becquer y de su monte de las animas. Esa manana, cuando conducia por la autovia, habia pasado por Soria. No habia llegado a entrar en la ciudad, ya que mi camino se desviaba antes hacia la sierra de Cameros. Para llegar hasta el pueblo --sin pagar peaje-- hacia falta atravesar una estrecha carretera de doble sentido llena de curvas que discurria entre montanas rojizas dignas del lejano Oeste --buitres incluidos--, bosques ahora casi desnudos, un embalse y pequenos pueblos junto al rio Iregua. Era la primera vez que tomaba aquella ruta, y, como habia salido muy pronto de Madrid, habia aprovechado para hacer un par de paradas. Desayune un cafe y un cruasan de tamano considerable en un bar de Villanueva de Cameros, al lado de una pequena gasolinera y de una ermita escondida entre unos arboles, a la que se llegaba bajando unas escaleras. Mas tarde, pare a un lado de la carretera en una fuente de piedra llamada Los Eros, donde llene la botella de agua helada, saque a Dali a hacer pis y estuve a punto de pisar a unos agradables limacos, una especie de babosas negras gigantes, que se arrastraban placidamente cerca del pilon cubierto de verdin. En realidad, si hacia balance, aquella habia sido una manana bastante intensa. El dia anterior habia recibido una llamada de Paloma para contarme que el padre de Abel, despues de un par de meses luchando contra un repentino cancer de colon, habia fallecido. Asi que habia preparado mi habitual maleta llena de < > y habia partido en direccion al pueblo. No habia podido estar alli durante el tiempo en el que habia estado ingresado en el hospital y, justo por eso, no queria faltar a su funeral. --?Crees que queda mucho? --me susurro Paloma. A lo lejos se escuchaban las palabras del cura, amortiguadas por el sonido de la lluvia. Intente mover la mano con la que sujetaba el paraguas, pero hacia tanto frio que, aunque llevaba guantes, apenas sentia los dedos. Por lo visto, habia llegado una borrasca con nombre de senora, que amenazaba con equiparar las temperaturas de Navarra a las de Finlandia. --Espero que no --respondi yo en el mismo tono--. Me estoy congelando. Paloma saco un panuelo de papel usado del bolsillo para limpiarse la nariz. --?Estas segura de que vas a dormir en tu casa? Te vas a morir de frio. --Tranquila, Rogelio ha puesto la calefaccion esta manana, y encendere la chimenea del salon. --Entonces soy yo la que se va a dormir contigo…, no creo que aguante a mi hermana tanto tiempo --contesto bajando aun mas la voz. Mire hacia mi derecha. Pude ver a Irene, la hermana mayor de Paloma, junto a Carmen, su madre, a unos metros de nosotras. Por suerte, no parecia habernos oido. Las hermanas no podrian ser mas diferentes: mientras que Paloma habia heredado el pelo extremadamente rubio y la altura de su madre, Irene apenas rozaba el metro sesenta y tenia el pelo y los ojos castanos. Pero habia un rasgo que si compartian: la misma naricilla afilada de elfo. Segui recorriendo el cementerio con la mirada. Habia mucha gente reunida alli, medio pueblo habia acudido al entierro. El padre de Abel era toda una institucion --el dueno de las bodegas mas importantes de la zona-- y todo el mundo habia querido hacer acto de presencia. Busque entre la multitud alguna cara familiar, pero reconoci a pocos: el camarero de El Guacamayo, la panadera… Algunos me miraban con desconfianza o cuchicheaban entre ellos. El impacto de lo ocurrido el verano pasado aun no habia desaparecido, y eso que no conocian ni la mitad de la historia. --Esta alli --dijo Paloma senalando un punto a la izquierda, cerca de la puerta. --?Que? ?Quien? --pregunte desconcertada. --Gabriel Palacios. No disimules, estabas intentando localizarle. Mire fijamente al suelo. Paloma tenia razon, en el fondo tenia la esperanza de descubrirle entre la gente, aunque no sabia muy bien por que. --Mierda… No quiero que me vea. --Un poco tarde. Pero, tranquila, no creo que vaya a venir a saludarte. No podia contradecirla. De hecho, tal como habian acabado las cosas entre nosotros, lo mas probable era que Gabriel no fuera a saludarme en un tiempo. Y lo cierto era que me lo habia ganado a pulso. Habian pasado casi siete meses desde que volviera a la casa indiana de mi abuela con la intencion de pasar el verano y asistir a un festival de musica. Siete meses desde que aparecieran unos huesos en el jardin, que resultaron estar relacionados con mi madre y lo que ocurrio en el pueblo durante el verano de 1978, cuando ella aun era una adolescente. Desde entonces, las cosas habian cambiado mucho. Regrese a Madrid y, despues de pasar unas semanas en casa de mi madre, donde recibi mas cuidados --aunque quiza peor comida-- que en un hospital, volvi a mi microscopico apartamento en La Latina. Me acostumbre rapido a la rutina acelerada de la ciudad y, sin embargo, nada volvio a ser lo mismo. Y no por las pesadillas o las pastillas para calmar la ansiedad, que me ponia bajo la lengua cuando sentia que no podia respirar. Habia algo mas, algo que aun no conseguia identificar. Una sensacion de miedo y, a la vez, la necesidad de volver alli, al lugar donde empezo todo. Pero siempre ganaba el miedo. Habia pensado en ir de visita, claro. Varias veces, de hecho. Pero despues buscaba alguna excusa, algun plan que surgia el fin de semana o trabajo pendiente. Y, poco a poco, fui distanciandome de todo lo que tuviera que ver con el pueblo. Era mas comodo asi, aun no me sentia preparada. En Madrid todo parecia mas lejano, mas irreal… La casa, el verano, el festival… eran como un sueno, un escenario de una vida pasada. Al principio, hablaba con Gabriel casi a diario: mensajes, alguna llamada…, la promesa constante de que volveria pronto siempre flotaba entre nosotros. Y despues, poco a poco, deje de contestar. Las conversaciones se volvieron cada vez mas cortas, cada vez menos frecuentes, hasta que un dia: silencio. No hubo ninguna explicacion --ni el me la pidio--, ningun drama, ninguna discusion. Simplemente, igual de rapido que habia empezado todo, se termino. O, mejor dicho, lo termine. --Vamos, tenemos que ir a dar el pesame. Ya han acabado --me apremio Paloma, empujandome ligeramente por la espalda. La segui hacia la cola de gente que se acercaba a Abel y a su madre, intentando no sacarle un ojo a nadie con el paraguas. El cementerio no era muy grande: un rectangulo de muros de cemento rodeado por unos cipreses un tanto mustios. La pared del fondo estaba llena de nichos y el resto eran tumbas con lapidas de piedra, algunas de las cuales tenian fotos; otras, pequenas estatuas… Solo habia dos panteones modestos y, evidentemente, uno de ellos pertenecia a los Arbaiza. --Lo siento mucho --le susurre a Abel mientras le abrazaba cuando, por fin, llegamos hasta ellos. --No tenias que haber venido, esto esta muy lejos --respondio. --!No tiene nada mejor que hacer! Trabaja desde casa --intervino Paloma acercandose para abrazarle. Abel no pudo evitar sonreir por un momento. Paloma tenia ese don: su eterno buen humor era contagioso, hasta en situaciones como aquella. --Nos vemos antes de que me vaya, ?vale? --le dije a modo de despedida a Abel. El asintio antes de girarse para seguir atendiendo al resto de los familiares y amigos de su padre. La cola parecia interminable. --Lo tiene que estar pasando fatal. Perder a tu padre y ademas asi, en tan poco tiempo --le comente a Paloma mientras saliamos del cementerio. --Un cancer fulminante… Aunque Abel llevaba ya un tiempo raro, desde antes de lo de su padre. --?Que quieres decir? --pregunte extranada. Mi relacion con Abel no era tan estrecha como con Paloma. --No se… quiza me equivoque, pero no lo he visto mucho ultimamente. Hace ya un tiempo que ha empezado a frecuentar unas companias digamos… diferentes. --?Diferentes? ?A que te refieres? Paloma abrio la puerta de su Golf y cerro el paraguas. Practicamente habia dejado de llover. --?Por que no me invitas a un vino en esa mansion tuya y me ahorras tener que asfixiar a mi hermana con una almohada? --Me parece bien, no quiero mas muertes por hoy. Pero cuando lleguemos me sigues contando. Deje a Paloma para ir a mi coche, que estaba aparcado unos metros mas atras, en un camino de tierra. El cementerio estaba en las afueras del pueblo, rodeado de huertas y de algunos arboles que hacian compania a los cipreses. En ese momento vi a Gabriel, junto a la tapia, hablando con un matrimonio de unos sesenta anos que deduje serian sus padres. Desvie la mirada rapidamente, pero sabia que me habia visto. No me sentia capaz de acercarme, ni mucho menos de mirarle a los ojos. Quiza fuera mejor asi. Me sentia bastante avergonzada por como habia terminado mi relacion con el. Entre en el coche y, mientras me alejaba del cementerio, volvi a pensar en la leyenda de Becquer. En las animas que revivian en la Noche de Difuntos. ?Por que nos daban tanto miedo los muertos? ?Que era lo que nos asustaba tanto de los cementerios, lo que nos aterrorizaba cuando de ninos jugabamos a ver quien de nosotros conseguia acercarse mas a la puerta de entrada? ?Eran los difuntos o era, quiza, la posibilidad de unirnos a ellos bajo tierra? 2 Hogar Lo primero que hicimos al entrar en la casa --despues de rascarle las orejas a Dali-- fue encender la chimenea del salon. Rogelio habia puesto la calefaccion por la manana, pero calentar minimamente aquella mole requeria muchas mas horas. Ni Paloma ni yo teniamos mucha practica, asi que el proceso fue mas largo de lo esperado y estuvo a punto de costarle a mi amiga las pocas cejas que tenia. Cuando por fin conseguimos mantener un fuego decente, nos dejamos caer en el sofa lo mas juntas posible --como hacen los pinguinos emperador cuando hace frio--, nos tapamos las piernas con una manta de ganchillo y abrimos una botella de Baron de Ley que cogi del mueble de las bebidas. --Menos mal que no he tenido que bajar a la bodega --suspire aliviada. La bodega estaba en el sotano y era --obviamente-- el lugar mas frio y humedo de toda la mansion. En realidad, la Casa del Mexicano era mucho mas agradable en la epoca estival. Entonces se agradecia el frescor que proporcionaban los muros de mas de cien anos de antiguedad. --?Que sientes al estar otra vez aqui? --me pregunto Paloma mientras se llenaba la copa de vino. Me encogi de hombros. --No se. Por un lado, tengo la sensacion de que ha pasado mucho tiempo y, por otro… --Y por otro lado parece que todo pasara antes de ayer --dijo terminando mi frase. --Si, supongo que si --reconoci. --Pero te ha dado tiempo a cambiar de trabajo y hasta de novio --comento con una sonrisa que dejaba al descubierto sus dientecitos de vampiro. --Eso no es del todo verdad… --me defendi. Era cierto que a los dos meses de volver a Madrid --despues de mucho bucear en LinkedIn -- habia encontrado trabajo en una pequena revista digital de Lifestyle. Lo bueno era que trabajaba desde casa, por un sueldo precario pero aceptable. Lo malo, que el noventa y cinco por cierto de los articulos que escribia eran recopilaciones de consejos, curiosidades, recomendaciones de restaurantes, recetas o incluso contenido patrocinado por marcas. Cualquier cosa que fuera jugosa en las redes sociales y consiguiera atraer visitas a la pagina web de la revista. No obstante, teniendo en cuenta la situacion del mercado laboral para los jovenes, que incluia practicas apenas remuneradas que se extendian durante anos o trabajos de falsos autonomos, y a pesar de que aquel puesto estaba muy lejos de la idea que tenia cuando deje mi trabajo en la agencia de comunicacion, la verdad es que no podia quejarme… Respecto a lo del cambio de novio, Paloma estaba completamente equivocada. --?Asi que ahora me vas a decir que Oier y tu no estais juntos? --insistio. --Nos estamos conociendo --puntualice. --Pense que ya os conociais --sonrio. -
?Seria mi novia, senorita? (Mi senorita 1), Javiera Bielefeldt de Javiera Bielefeldt
https://gigalibros.com/seria-mi-novia-senorita-mi-senorita-1-javiera-bielefeldt.htmlAshlee es una joven mujer, la cual al terminar sus estudios, debe hacerse cargo de la economia familiar, tras ser diagnosticada la leucemia que padece su hermana.
Lleva dos anos trabajando para Christopher Adams, dueno de una emergente y prestigiosa empresa de marketing.
Una movida inesperada de un cliente, hara que Christopher haga una mas inesperada propuesta a Ashlee.
?Seran capaces de diferenciar la ficcion de la realidad? ?O se rendiran a aquello que esta destinado a ser?
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La seduccion es un arte de Fanny Ramirez
https://gigalibros.com/la-seduccion-es-un-arte.htmlToda persona tiene que pasar por un momento tragico, un momento feliz, un momento excitante. hay gente que pasa por diferentes etapas a lo largo de su vida. Otras. que se quedan en el camino. Caminos que nacen en diferentes puntos y se cruzan u otros que viven en paralelo.
Teresa Muller esta acostumbrada a tener todo lo que desea. Ser asesora de imagen en la agencia familiar Muller Company, le permite vivir a todas sus anchas. Con una mirada suya hace que cada hombre que mira, caiga de rodillas a sus pies. Cuenta con una familia unida y amorosa. Hace y deshace a su antojo.
Pero entonces ocurre. Su vida de ensueno se ve desestabilizada y desecha cuando una noche de frio invierno, recibe una llamada que lo cambiara todo.
Victor Sanz, o como era mas conocido: Victor-Increible-Sanz, jugador profesional de futbol si que podia decir que habia tocado el cielo con los dedos. Tambien hay quienes dicen que la fama se le subio a la cabeza y el karma poso su mano negra sobre el. Otros. que todo ocurre por una razon. Victor sufre una lesion que le obliga a abandonar su sueno cumplido, dejandolo con el sabor de la victoria en los labios, cual caramelo favorito y arrancandoselo de cuajo cuando ya llegaba al cremoso centro.
Dos caminos opuestos. ?Por que deberian cruzarse, verdad? -
Insensible de Veronica A. Fleitas Solich
https://gigalibros.com/insensible.htmlPublicar un libro es su sueno, sin embargo Gabriela jamas imagino que la primera obra que publicaria seria una biografia; mucho menos que la vida que deberia retratar con sus palabras, seria la del enigmatico empresario Felix Meden.
Gabriela intentara conocer al hombre que se esconde debajo de esa fachada insensible y dura, embarcandose en una pequena odisea que la llevara a experimentar sensaciones de las cuales se creia demasiado lejana y con aquellas con las que no habia sonado jamas vivir.
Un corto pero muy intenso viaje por Europa los empujara a ambos a reencontrase consigo mismos y con sus respectivos pasados.
?Lograra Gabriela aceptar su nueva realidad y su pasado, o Felix Meden sera algo con lo que ella no podra de lidiar?
Ninguno imagino que una simple campana publicitaria les cambiaria la vida de ese modo.
Erotica, conmovedora y divertida, Insensible es la primera parte de esta historia que te atrapara, apoderandose de tu sentir.
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Killian de Margotte Channing
https://gigalibros.com/killian.htmlE C A P I T U L O 1 n el despacho de Killian Gallagher, vampiro y magistrado de la zona norte de Irlanda, solo se escuchaba el rasgueo de la pluma sobre el papel. El juez estaba firmando la ultima sentencia que habia dictado y que se copiaria al dia siguiente en el libro oficial del Club Enigma, donde todos los miembros de la sociedad vampirica podrian consultarla cuando quisieran. Al igual que el resto de las sentencias que sus antecesores habian dictaminado a lo largo de la historia. Su mayordomo, al igual que el resto de los miembros del servicio de su casa sabian que no debian molestarlo a esas horas, ya que tenia asignado ese tiempo al papeleo correspondiente a su trabajo y necesitaba cada minuto de los que disponia, ya que el resto del dia lo dedicaba a la direccion de La Brigada. Por eso precisamente, cuando escucho el suave sonido que produjeron los nudillos de su mayordomo en la puerta del despacho, levanto la vista sorprendido. Tenia que ser algo realmente grave para que lo molestara. --Pasa, James. --El sirviente entro con un gesto de preocupacion en la cara. --Perdone, senor, pero ha llegado una carta de Burdeos. --?De Amelie? Dejala sobre el escritorio, luego la leere. --No, senor, precisamente lo que me ha extranado es que la letra no es la de la senorita de Polignac ni de su tia, la senora Lesnais, y he pensado que podria tratarse de algo grave. No obstante, si no es asi, le pido disculpas por haberlo molestado. Si Killian habia aprendido algo a lo largo de los anos, era a valorar las intuiciones de James, de manera que extendio la mano para que le diera el sobre. --Gracias, James. --Despues de dejarlo suavemente sobre la palma de su mano, el sirviente salio silenciosamente y Killian dejo la pluma sobre la mesa mientras observaba la letra. Era de mujer y tenia una caligrafia impecable, pero desconocida para el. Su intuicion le dijo que era urgente, de modo que cogio el abrecartas y la abrio, leyendola enseguida: 14 de 1844 B, Francia. Distinguido senor Gallagher: El motivo de la presente es informarle de que hace una hora que Celestine Lesnais, a quien Dios tenga en su gloria, ha dejado este mundo. Su hijo acaba de comunicarme que Amelie y yo debemos abandonar esta casa hoy mismo, en cuanto tengamos preparado el equipaje. Lamento darle la noticia de esta manera, pero Celestine no dio muestras de encontrarse enferma a pesar de su avanzada edad, al contrario, mantuvo siempre una vitalidad digna de mencion hasta el ultimo momento. Amelie me ha contado en numerosas ocasiones la profunda preocupacion que siempre ha mostrado usted por ella, pagando todos sus gastos, incluyendo mi sueldo, y por eso recurro a usted en este momento. Afortunadamente, tengo un poco de dinero ahorrado y con el podremos aguantar algunas semanas, si no lo malgastamos. He pensado coger una habitacion en la posada El cafe del puerto, que es muy conocida en la ciudad por su limpieza y buenos precios, esperando que usted nos envie una carta con lo que debe hacer Amelie, ya que no se como obrar en este caso. Es ella la que me ha pedido que le escriba, ya que esta muy afectada por la muerte de Celestine. La queria mucho, como todos los que tuvieron la suerte de conocerla. Pero su pupila se sobrepondra, no se preocupe. No en vano es una joven fuerte, inteligente y preparada, en parte, gracias a las diferentes materias que usted ha insistido en que estudiara a lo largo de los anos. No me molesta reconocer que al principio algunas de esas asignaturas no me parecieron adecuadas para una joven de su edad, pero segun ha pasado el tiempo, me he dado cuenta de que han sido muy provechosas para ella. Termino esta carta rogandole que nos envie su contestacion lo antes posible y perdone mi atrevimiento si le digo que, si quiere que su pupila viaje hasta Dublin para encontrarse con usted, debera enviarnos algo de dinero ya que con lo que yo tengo no alcanza ni siquiera para un pasaje. Esperamos impacientes sus noticias. Gabrielle Toure Institutriz. Killian termino la carta y se quedo pensativo durante unos segundos, luego se levanto y salio en busca de su mayordomo. Tenia muchas cosas que hacer si queria salir ese mismo dia de viaje. La puerta de la posada se abrio para dejar pasar a un hombre alto, moreno y con barba, que miro a su alrededor de forma un tanto despectiva, como si le resultara desagradable entrar en un sitio semejante. Cuando vio al posadero que estaba detras de la barra, se dirigio a el sin perder un momento llamandolo con gesto altivo; el hombre, un anciano calvo y delgado que habia visto de todo a lo largo de su vida, apreto los dientes y se mordio la lengua mientras se acercaba al recien llegado. No le gustaban los pedantes y el que acababa de entrar era uno de ellos, sin ninguna duda. --!Posadero! --volvio a llamarlo y en esta ocasion levanto la voz, a pesar de que el anciano ya se estaba acercando a el, mientras se quitaba los guantes de piel para dejar a la vista unas manos blancas y cuidadas. --?Si, senor? --Estoy buscando a dos mujeres. Deben de llevar aqui cerca de una semana... se llaman Gabrielle Toure y Amelie de Polignac. Tengo que hablar con ellas urgentemente. El posadero asintio mientras pensaba lo mas deprisa que podia. La mirada del desconocido moreno le dijo que no maquinaba nada bueno, asi que decidio mentirle; no solia hacerlo, pero no le daba buena espina que buscara a esas dos jovenes en concreto, y preferia avisarlas de quien las buscaba y que ellas decidieran si querian hablar con el o no. --Han salido hace un rato, senor, y no se donde han ido. El desconocido dio un golpe con los guantes en la vieja barra de madera donde el posadero servia las consumiciones, y solto una maldicion que hizo que los pocos clientes que habia a esa hora en la taberna se lo quedaran mirando con curiosidad. --!Maldita sea! !Ya le he dicho que necesito hablar con ellas lo antes posible! --con una maldicion volvio a ponerse los guantes--. Esta bien, cuando vuelvan digales que ha venido Pierre Lesnais a verlas y que volvere esta tarde. !Y que no vayan a ningun sitio hasta que yo venga! --Despues, se dio media vuelta con un revuelo de su capa y desaparecio por la puerta que daba a la calle. El posadero lo siguio con la mirada deseando saber que buscaba tan extrano individuo. Gabrielle y Amelie, mientras, paseaban muy cerca de alli por un parque paralelo al puerto como todas las mananas, cogidas del brazo y mostrando una estampa muy particular. Gabrielle, la institutriz, era una mujer bajita, su coronilla llegaba escasamente al hombro de su alumna, Amelie, y sus curvas hacian que los hombres que encontraban a su paso se quedaran mirandola a pesar de ir vestida como si fuera una mujer mucho mas mayor. Las curvas del cuerpo de Gabrielle le habian provocado muchos problemas a lo largo de sus veintiseis anos, razon por la que siempre vestia ropa suelta con la que intentaba disimular su silueta y el pelo sujeto en un mono tan tirante, que le provocaba dolor de cabeza. Ademas, tambien llevaba unas gafas de cristales gruesos que ocultaban sus ojos. Amelie, su pupila, tambien llamaba la atencion de cualquiera que mirara en su direccion sin proponerselo. Ademas de ser una muchacha alta y elegante, poseia unos ojos rasgados que recordaban el color del mejor whisky y un hermoso y rebelde cabello al que costaba mantener sujeto. Despues de andar durante bastante rato y al ver que no habia nadie a su alrededor que pudiera escucharlas, Gabrielle se decidio a hablar con su pupila y amiga: --Amelie, hay algo que llevo dias queriendo preguntarte. --La muchacha la miro. En la curva sensible de su boca se percibia la tristeza que sentia por la reciente perdida. Celestine era su tia, pero habia sido mucho mas que eso para ella desde que perdio a sus padres, tantos anos atras. Gabrielle suspiro deseando poder dejarla mas tiempo tranquila, pero, desgraciadamente, tenia que tomar una decision. --Querida... --insistio. --?Si? --A pesar de que le habia contestado, estaba distraida observando los ancianos arboles que habia a los lados del camino. --Sentemonos un momento en ese banco. --Esperaba que asi le prestaria mas atencion. Se sentaron juntas y Gabrielle se volvio hacia ella. --Necesito saber si estaras bien con tu tutor. No es que tenga nada en contra de el, pero, si voy a buscar otro trabajo, me quedaria mas tranquila sabiendo que, si vives con el, estaras a salvo. --Por alguna extrana razon, la desconfianza que tanto le habia costado expresar, a Amelie le hizo gracia y sonrio, por primera vez en dias. --?Lo dices porque es un vampiro? --Gabrielle abrio la boca sin saber como contestar porque la hubiera malinterpretado de esa manera. --Sabes que yo nunca he hecho diferencias entre hombres y vampiros... y te he animado siempre a que los trates por igual. Te preguntaria lo mismo si fuera completamente humano, eso no me importa.
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Chloe (Divas 1) de Emma Madden
https://gigalibros.com/chloe-divas-1.htmlChloe Miller es una conocida estrella de Hollywood que a los veintiocho anos, recien divorciada y con una larga y prestigiosa carrera, tiene que cambiar sus habitos y contratar un equipo de escoltas de primer nivel para cuidar de su seguridad.
Una experiencia incomoda al principio, que acabara por transformar su existencia y que le regalara la historia de amor mas importante, inesperada y trascendental de su vida, con el unico hombre del que no se podia enamorar.
Chloe Miller y Kenan Yaman se conocen, se rechazan y mantienen las distancias, hasta que el amor y la pasion se abren paso en toda su plenitud, sin que ninguno de los dos pueda controlarlo.
“CHLOE” es el primer libro de la Serie Divas, de la escritora Emma Madden, dedicada a esas mujeres fuertes, famosas y con un exito esplendoroso, que viven el amor a su manera y con una tremenda pasion. -
El Muro de las Tormentas de Ken Liu
https://gigalibros.com/el-muro-de-las-tormentas.htmlKuni Garu, ahora emperador Ragin tras su victoria en la Guerra del Crisantemo y el Diente de Leon, se enfrenta a la tarea de hacer realidad sus ideales de justicia y conservar el poder en una corte en la que las rivalidades son cada vez mas abiertas. Distintas fuerzas y grupos pugnan por imponerse y se preparan para una lucha a largo plazo. Entre tanto, una nueva amenaza existencial se cierne sobre Dara desde el exterior. En la esperada continuacion de ” La gracia de los reyes ” Ken Liu da un nuevo giro a la fantasia con una poderosa novela en la que tienen cabida batallas epicas y controversias filosoficas, intrigas politicas y criaturas sobrenaturales, invenciones tecnologicas y luchas entre los dioses. y el examen mas extraordinario que se haya narrado nunca.
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Sin un adios de Harlan Coben
https://gigalibros.com/sin-un-adios.htmlEra un matrimonio bendecido por el cielo de los tabloides, pero en cuanto la supermodelo Laura Ayars y la estrella de los Boston Celtics David Baskin se dan el si quiero, les alcanza la tragedia. Durante su luna de miel en la Gran Barrera de Coral australiana, David sale a nadar y ya no vuelve. A Laura solo le quedan el dolor de la perdida y las incognitas que la desaparicion de David le ha dejado. Pero lo sorprendente es que esas preguntas sin respuesta pueden ser mucho mas peligrosas de lo que Laura hubiera podido imaginar jamas.
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Como acabar con la escritura de las mujeres de Joanna Russ
https://gigalibros.com/como-acabar-con-la-escritura-de-las-mujeres.htmlEn ‘Como acabar con la escritura de las mujeres’, coeditado entre Editorial Barrett y Editorial Dos Bigotes, la galardonada novelista y ensayista Joanna Russ expone las estrategias sutiles, y no tan sutiles, que la sociedad usa para ignorar, condenar o menospreciar a las mujeres que producen literatura. Publicada originalmente en 1983 y nunca traducida al espanol, esta obra, tan relevante hoy como entonces, ha motivado a generaciones de lectores con su poderosa critica feminista. Con un tono sarcastico e irreverente, Russ examina las fuerzas que sistematicamente impiden un amplio reconocimiento del trabajo creativo de las mujeres.
La autora se centra en la literatura escrita en ingles a la hora de analizar los once patrones que se repiten para acabar con la escritura de las mujeres, y es por eso que encontramos nombres de escritoras clasicas y contemporaneas, como las hermanas Bronte, Sylvia Plath, Emily Dickinson, George Eliot, Tillie Olsen, Katherine Mansfield, Rebecca Harding Davis, Anais Nin, Sara Teasdale, Anne Sexton, Adrienne Rich, Margaret Cavendish, Mary Shelley, Mary Hogarth, Mary McCarthy, Ursula K. Le Guin, Elizabeth Barrett Browning, Kate Millet, Charlotte Mew, Joan Didion, Susan Sontag, Dorothy Richardson, Alice Sheldon, Christina Rossetti, Amy Lowell, Aphra Behn, Anne Finch, Virginia Woolf, Hilda Doolittle, Marianne Moore, Jane Austen o Jane Anger, entre muchas otras. Si algunas ni siquiera os suenan, Russ os explica por que.
Exhaustiva sin ser aburrida y seria sin carecer de sentido del humor, esta edicion cuenta con un nuevo prologo de Jessa Crispin, autora de ‘Por que no soy feminista: un manifiesto feminista’. -
Destino. Tu Corazon de Katy Colins
https://gigalibros.com/destino-tu-corazon.htmlDejate llevar
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Una cancion de amor – Mercedes Alonso de Mercedes Alonso
https://gigalibros.com/una-cancion-de-amor-8211-mercedes-alonso.html?Es posible que solo nos enamoremos total y absolutamente una vez en la vida?
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La cocina de las legumbres de Fundacion Alicia
https://gigalibros.com/la-cocina-de-las-legumbres.html?Sabias que las alubias negras contienen un 50% mas de hierro que un filete, que los garbanzos aportan tanto acido folico como las espinacas o que la primera espuma que hizo Ferran Adria fue de legumbres?
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Una apuesta arriesgada de Marta Andres
https://gigalibros.com/una-apuesta-arriesgada.html -
El regalo Perfecto (La Profesional 4) de Kris Buendia
https://gigalibros.com/el-regalo-perfecto-la-profesional-4.htmlNo soy un hombre alegre que le guste compartir con los demas. Y mucho menos compartir a mi familia con tanta gente aun asi sea nuestra propia familia. Mientras veo dormir a mi mujer, me pregunto lo siguiente: ?Podria ser mas feliz? Pense que esta clase de gloria no existia, o que yo era una persona que estaba muy lejos de serla. Lo unico que se es que cada dia soy feliz con ella y mi hijo. Son mios, es mi imperio, por lo que respiro cada dia. Muy pronto sera noche buena y se cual es el regalo perfecto, mi esposa me ha estado insistiendo sobre una cosa desde que nuestro hijo cumplio tres. Eso fue hace dos anos, pero es porque he estado evadiendo el tema porque me rehuso a negociar sobre ello. Hablando de regalos. ?Que le regalarian a alguien que lo tiene todo? Creo que mi mujer y yo estamos metidos en un grave problema. La amo y quiero hacerla feliz siempre; como lo soy yo desde que la escuche cantar y me atrapo con su valentia y belleza de mujer. Es una promesa que le hice a ella y a la vida misma: Toda una vida. En todas las posiciones posibles.
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Juegos entre jefes (Los jefes 7) de Victoria Quinn
https://gigalibros.com/juegos-entre-jefes-los-jefes-7.htmlRecordaba el dia en que murio mi madre con gran claridad. Fue el peor dia de mi vida. Por entonces estaba estudiando. Acababa de terminar mi ultimo examen final y estaba de camino a casa cuando recibi la llamada de telefono. Mi padre me comunico la noticia. Apenas dijo nada por telefono y su silencio estaba tan cargado de tristeza que pude sentirlo a traves de la linea. Recordaba lo frio que me senti y lo vacia que me parecio la vida. Siempre habia estado unido a mi madre, subestimando lo maravillosa que era. Sencillamente habia supuesto que ella siempre estaria alli. Hasta el dia en que dejo de estarlo. Ahora estaba reviviendo aquella pesadilla, pero este dia era mucho peor... porque Titan era el amor de mi vida. La unica mujer a la que habia amado. No habiamos pasado juntos el tiempo suficiente. Era demasiado pronto. Se suponia que yo iba a morir primero, de viejo. Yo no tendria por que vivir sin ella. Ella era la fuerte y la que debia vivir sin mi. No seria capaz de hacerlo. Mi chofer nos llevo a Thorn y a mi al hospital, pero no intercambiamos ni una sola palabra en el asiento trasero. Las calles seguian cubiertas de nieve, que formaba parches en las alcantarillas. La gente recorria las aceras envuelta en gruesos abrigos. La vida en la ciudad continuaba pacificamente mientras el caos reinaba en mi corazon. Thorn miraba por la ventana. Todavia le temblaban las manos, igual que a mi. El coche no avanzaba lo bastante deprisa. El tiempo pasaba demasiado despacio. Titan estaba en estado critico con una bala en el pecho. Habia perdido gran cantidad de sangre y no nos habian informado sobre su estado desde que se la llevaron a toda velocidad al hospital. Me sentia como si yo tambien tuviese una bala en el pecho. Una eternidad despues, el chofer paro delante del hospital. Thorn y yo recorrimos el interior, llegamos a la UCI y le preguntamos a la enfermera de la recepcion. Al mirar a la enfermera con su pijama verde, olvide casi por completo como hablar como un ser humano. Era incapaz de pensar correctamente, asi que me limite a decir lo que pude: --Tatum Titan... Soy su prometido. La enfermera me reconocio seguro, porque me dedico una mirada de lastima. Se volvio hacia el ordenador, tecleo el nombre de Titan y abrio su informe. Thorn se habia quedado en la parte de atras y todavia respiraba descontroladamente. No se habia tranquilizado desde que habia leido los titulares en su telefono. No hacia mas que pasarse la mano por la cara o por el pelo. Se estaba tomando la noticia tan mal como yo, guardando el mismo silencio. --Esta... --Nunca habia tenido problemas con las palabras. Me hacia con el control de cualquier situacion y verbalizaba mis pensamientos en cuanto me venian a la mente. Pero ahora mi elocuencia habia desaparecido. Habia quedado reducido a un hombre afligido... y apenas conseguia funcionar--. Esta viva, ?verdad? --Senor Hunt, no conozco ningun detalle sobre su estado. --Tenia la mirada fija en la pantalla--. Aqui dice que se la han llevado a quirofano a toda prisa en cuanto ha llegado. La bala ha alcanzado una de las grandes arterias del pecho. Los cirujanos estan haciendo todo lo posible para detener la hemorragia y extraer la bala de manera segura. Eso es todo lo que se. --Se giro hacia mi, dejando claro con su expresion que se sentia todavia peor por mi. Me agarre al mostrador mientras recibia cada una de aquellas palabras como si fueran balas. --?Se va a poner bien? --Era una estupidez de pregunta porque sabia que no iba a obtener respuesta. Pero necesitaba saber si iba a salir de aquella. Ella era mi vida entera. Sin ella, yo no era nada. Ninguno de mis logros podia compararse con la importancia de haber obtenido su amor. --No se lo puedo decir, senor Hunt. En cuanto me den mas informacion se lo hare saber. Me quede clavado en el sitio, aferrandome al mostrador para no perder el equilibrio. Mi padre tenia que haber venido con mis hermanos, porque aparecio a mi lado. Su gran mano se acerco a mi espalda y tiro de mi con suavidad, apartandome del mostrador. --Vamos a sentarnos, Diesel. En cuanto sepan algo mas nos lo diran. No dije nada, pero le permiti conducirme hasta uno de los sofas de la sala de espera. Habia mas familias sentadas en los rincones viendo las televisiones que habia en las paredes. El sonido estaba apagado y estaban poniendo las noticias locales. En aquel momento, nadie hablaba de otra cosa que no fuese el tiroteo que se acababa de producir. Reprodujeron el video de las camaras del vestibulo. No lo mire. Mi cuerpo se hundio en el almohadon y me agarre al reposabrazos de madera. Mi padre se sento a mi lado. Thorn se sento a mi otro lado. Y nos limitamos a esperar alli. Tenia los ojos fijos en mis manos, sobre el regazo, y la espalda encorvada. Justo la noche anterior estaba tumbada debajo de mi y me pedia que me casara con ella. No queria esperar. Le importaba un pito lo que pudiera pensar nadie de nuestra aventura romantica. Me queria en todo momento y para siempre. Le habia dado mi anillo y le habia declarado el amor eterno que sentia por ella. Habia sido la mejor noche de mi vida. Ahora estaba sentado en la sala de espera del hospital, ansioso por que hubiera buenas noticias. Todo habia cambiado en un instante. Mi felicidad habia desaparecido. Por completo. Todavia no conocia todos los detalles del tiroteo. Lo unico de lo que habia conseguido enterarme era de que Bruce se habia abalanzado sobre Titan cuando ella salia del ascensor. La habia abatido de un tiro en el portal de su edificio. No sabia lo que le habia pasado a el. En cuanto supe que habian disparado a Titan, no me importo nada mas. Tan solo con haberla esperado podria haberla protegido. Ahora podria ser yo al que estuvieran operando. Y ella estaria sentada en mi lugar. ?Por que cojones no habia esperado y ya esta? Era de lo que mas me arrepentia. Mi padre me puso la mano en el centro de la espalda. No me dijo que todo iba a salir bien ni intento distraerme de mis pensamientos, pero me recordaba que estaba alli, con todos los demas de la habitacion. Thorn desvio la vista hacia la television y vio el video. Yo seguia sin poder mirar. No podia presenciar como disparaban a mi pequena. Mi pequena... Haria cualquier cosa por volver a llamarla asi. Thorn exhalo profundamente antes de volverse nuevamente hacia delante con la mandibula tensa. --Lo ha matado. Esa es mi chica... Yo segui sin mirar. --?Eso ha hecho? --Si --respondio Thorn--. Le quito la pistola y le dio un tiro en la cara y otro en el cuello. Aquella era la unica buena noticia que me habian dado hasta el momento. --Me alegro. --El iba a darle otro tiro, pero ella lo detuvo --continuo Thorn--. Es una luchadora... se que ahora mismo esta luchando. --Se le quebro la voz al final de la frase, asi que dejo de hablar. --Es una luchadora --susurre. Titan se esforzaria al maximo por volver a mi lado. Era joven, fuerte y saludable. Si alguien podia superar aquello, esa era ella. Habia recibido un disparo, pero se las habia arreglado para quitarle la pistola a Bruce y acabar con el. Todavia quedaban esperanzas. Todavia habia esperanzas de recuperar a mi pequena. Por favor, Dios. Me incline hacia delante y meti el rostro entre las manos, aislandome por completo de la habitacion. Queria que el tiempo pasara deprisa, queria escuchar al medico decir que la cirugia habia sido un exito. Queria saber que todavia teniamos nuestra vida juntos, que todavia tenia algo por lo que vivir. Mi padre me froto la espalda con la mano. --Lo conseguira, hijo. Siempre lo hace. Asenti. --Lo se, papa.
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la reina de mi corazon de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/la-reina-de-mi-corazon.htmlGrace se levanto a toda prisa del sofa, donde estaba viendo las noticias, en cuanto escucho el timbre de la puerta. La abrio sonriendo y sus sobrinos entraron en casa chillando con un helado cada uno en la mano -- Vaya, hola. -- dijo ironica viendoles tirarse al sofa para coger el mando de la tele. Su cunada puso los ojos en blanco --Gracias por quedarte con ellos. --July, te veo un pelin desesperada. -- dijo a punto de echarse a reir. --Que ganas tengo de que empiece el campamento de verano. Las vacaciones se me estan haciendo eternas. -- ?Tienes tiempo para un cafe? --Un refresco. Me muero de calor. -- dijo entrando en la casa mirando a sus hijos-- !Matt, baja los pies del sofa! --Mama...-- protesto sin mirarla siquiera mientras cambiaba de canal impidiendo que su hermana cogiera el mando. July se volvio exasperada yendo hacia la cocina, donde Grace ya estaba sirviendo limonada para todos -- Te has cortado el pelo. -- dijo mirando sus rizos rubios a la altura de los hombros. Grace sonrio mirandola con sus preciosos ojos verdes --Asi estoy mas fresca. --Si, yo queria cortarmelo tambien, pero lo dificil es convencer a tu hermano. Me mira como si estuviera loca cada vez que lo menciono. -- se sento en uno de los taburetes mirando a su alrededor. Las nuevas encimeras de granito y los electrodomesticos de acero inoxidable relucian --La cocina te ha quedado preciosa. --Si, pero me ha costado un ojo de la cara. -- miro a su alrededor sonriendo satisfecha -- ?Te gustan los armarios rojos? --Muy chic. --Espero no cansarme pronto de ellos, tienen que durar cincuenta anos. July se echo a reir negando con la cabeza. Un mechon castano salio de detras de la oreja y volvio a colocarselo-- Dentro de diez anos pensaras en cambiarlos otra vez. --la miro maliciosa-- Eso si sigues viviendo aqui. -- ?Y donde voy a ir a vivir? ?Contigo? --Que graciosa. Grace se echo a reir-- ?Se lo has dicho ya? --Se lo dire en el fin de semana cuando vaya con Matt al partido. Volvera de muy buen humor y sintiendo que ser padre es lo mejor del mundo. Ahi le dire sonriendo de oreja a oreja, pues viene otro mas. Espero que no le de un infarto. --Va, es el tercero. Tampoco es para tanto. -- !Eso lo dices tu que estas soltera, pero nosotros solo queriamos uno! Y vienen dos de golpe y ahora esto. -- gruno tapandose la cara con las manos-- Mierda de preservativos. Grace se echo a reir a carcajadas. -- !Tita, tita! -- grito su sobrina desde el salon. Perdio la sonrisa y salio de la cocina a toda prisa seguida por su cunada-- !Mira! -- grito la nina senalando la tele-- !Es tu collar! Sin comprender lo que decia, miro la television y vio un retrato que parecia antiguo, pero lo que la dejo de piedra era que el hombre que estaba alli retratado, llevaba colgado al cuello el mismo crucifijo que llevaba ella. Con la misma piedra central en rojo que ella tenia y los mismos grabados. Se llevo la mano al pecho comprobando que estuviera alli y palpo la cruz con los dedos por encima de la camiseta. --Vaya... -- susurro su cunada acercandose a la tele-- Es tu cruz. La imagen del cuadro desaparecio sustituida por otro retrato y escucharon como el presentador decia que la exposicion comenzaria en el museo Metropolitan al dia siguiente. --Tienes que ir a verla. -- dijo July divertida -- !Que casualidad! Nunca habia visto un crucifijo asi y resulta que ya lo llevaban desde hace doscientos anos. Bueno, me largo o sino llegare tarde a la consulta del medico. En cuanto su cunada salio por la puerta Matt la miro levantando una ceja-- Mama no se entera de nada. -- !Nino! !Mas respeto! -- !Esa es tu cruz! !Es igualita y la tuya parece muy antigua! Grace se mordio el labio inferior mirando a su sobrino de diez anos, que era demasiado listo para tranquilidad de todos y dijo-- Vamos a mirar en Internet. Matt se levanto a toda prisa, corriendo hasta el ordenador de su estudio antes de que llegara su hermana --Tranquilos, chicos. Ya sabeis que este material es muy caro. --aparto una bolsa con las camaras de encima del escritorio y sonrio al ver que Matt ya estaba tecleando. --Juliette cuidado con el helado. -- su sobrina se lo metio en la boca rechupetenandolo para que no cayera una sola gota y su hermano la miro como si fuera tonta. --Siempre tardas siglos en comertelo. --Si piensas que te lo voy a dar, alucinas. Divertida se coloco tras los chicos para ver la pantalla, acariciando sus cabezas castanas. Matt no perdio el tiempo y puso en el buscador el nombre del museo en el buscador tecleando proximas exposiciones. Su cuadro no salia en la ventanita principal, pero habia una referencia a los cuadros de la exposicion. Tuvieron que buscar entre cuarenta cuadros del siglo dieciocho y Juliette se empezo a aburrir-- Me voy a ver la tele. -- !Este! -- Matt sonrio volviendo la cabeza y ella se acerco mirando la gran pantalla--Es este. ?A que si? --Si. -- susurro mirando la cruz. No la tenia colgada del cuello, sino que parecia prendida en su panuelo del cuello -- ?Quien lo pinto? Saca toda la informacion del cuadro. Juliette miro el cuadro-- Es muy guapo. --Era, idiota. Este lleva criando malvas mucho tiempo. --Matt...-- ella miro la pantalla y le dijo a su sobrino al ver que no conseguia nada -- Dejame a mi. --Ahora veras como usa estos chismes. Vas a flipar. -- le dijo a su hermana levantandose excitado. Grace se sento en su sillon y acerco el teclado. Acerco los dedos indices a la pantalla y amplio el cuadro-- Matt, enciende la otra pantalla. Su sobrino lo hizo y antes de que se lo pidiera encendio la que tenia a su izquierda tambien. Ella copio la imagen en formato de foto y deslizo con el dedo sobre la pantalla rapidamente. La foto paso a la pantalla de la derecha -- !Hala! -- dijo su sobrina admirada-- ?Me ensenaras a hacer eso? --Claro, cielito. -dijo mirando la pantalla del museo buscando informacion. El cuadro se llamaba Conde de Plimburd, pero el pintor era desconocido. La exposicion trataba sobre misterios del siglo diecinueve, pero como todavia no se habia inaugurado no habia explicaciones detalladas de cada cuadro. Utilizando la pantalla de la izquierda tecleo el nombre el cuadro para obtener informacion y cuando salieron veinte mil resultados su sobrino chillo-- !Vaya! Reduce porque sino vas a estar aqui todo el mes. --Pon cuadro. -- dijo la nina. Se mordio el labio inferior mientras su sobrino decia-- Tenemos que averiguar quien era ese tio. El cuadro ya lo hemos visto. --Debe haber muchos condes a lo largo de la historia que lleven ese nombre--respondio con burla-- Se hereda, ?sabes? Divertida miro a su sobrina-- ?Y tu como lo sabes? Levanto la barbilla orgullosa-- Perdona, pero en los cuentos de princesas sale eso. Y los reyes se mueren y su hijo hereda el titulo de rey. Con los condes pasa lo mismo. Miro a su sobrina admirada porque en los Estados Unidos no tenian reyes, pero parecia que sabia las normas de hereditarias de la nobleza muy bien. Su hermano chasqueo la lengua molesto, pero aun asi dijo-- Muy bien, enana. --Gracias. -- dijo mostrando su enorme sonrisa como si la aprobacion de su gemelo fuera lo mejor. Matt sonrio antes de fijarse en la pantalla frunciendo su ceno y Grace anadio en el buscador Cuadro Conde de Plimburd 1878. Al darle al Enter salieron doscientos cincuenta y tres busquedas y las imagenes del cuadro aparecieron ante ella. En el primero se leia "Terrible maldicion del Conde de Plimburd" -- ?Maldicion? Pincha ahi-- dijo su sobrino excitado. --Calmate, Matt. Seguro que es una chorrada. -- movio el raton sobre la alfombrilla y pincho donde decia Matt. Mas por entretenerlos que por otra cosa, porque sino la volverian loca en menos de una hora. La foto del cuadro salio debajo del encabezado y despues bajo la pagina para leer la informacion. Era una pagina muy larga y como los chicos querian leerla, tardo un rato. -- !Vaya! -- la miraron con los ojos como platos. Se echo a reir al ver sus expresiones-- ?No creereis esa tonteria? --Les mataron. Los mataron a todos. -- Matt bajo el tono de su voz como si compartieran un secreto-- Y ella desaparecio. Grace volvio su sillon y miro a sus sobrinos-- ?Y que? Eso fue hace muchisimo. -- ?Has visto la historia de Anastasia? -- pregunto Juliette mirandola ilusionada. --Julie, eso es un cuento. Anastasia murio como el resto de su familia y esto es una coincidencia. Seguro que la hija de ese senor tambien murio y si huyo del castillo familiar por un pasadizo como dice la leyenda, te puedo asegurar que esta muerta desde hace mucho tiempo. --Pero, ?y la cruz?
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El Legado de los Cohen de M. Gema Marin
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El escudo de David de Lilyam Martino
https://gigalibros.com/el-escudo-de-david.htmlEl Escudo de David es una novela que combina hechos reales con ficcion, para destacar la lucha por la libertad y la defensa de los valores democraticos en un pais llamado Venedicta, gobernado por un regimen despotico que abuso de su autoridad para atropellar los derechos de los ciudadanos a vivir en libertad y con dignidad en pleno siglo XXI. Es una historia que puede ocurrir en cualquier pais si no se advierten y frenan a tiempo las apetencias del poder por el poder mismo por parte de sus gobernantes.Lilyam Martino se aparta de los numeros y el derecho para escribir una novela que destaca y rinde homenaje a la lucha de valientes jovenes guerreros que se cansaron de vivir en la oscuridad, y sin importarles las consecuencias, tomaron las calles para gritar su verdad, conquistar el derecho de un pueblo a ser libre y alcanzar con todas sus fuerzas la gloria de vivir en su pais y sonar con un manana de esperanzas.
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Las Chicas Del Ferry de Lone Theils
https://gigalibros.com/las-chicas-del-ferry.htmlLa curiosidad que atrapa a Nora tambien te atrapara a ti.
Dos jovenes danesas desaparecieron sin dejar rastro a bordo del ferri Inglaterra en 1985. Varios anos mas tarde, la periodista Nora Sand, que trabaja para el diario danes Globalt desde Londres, viaja a la localidad costera Ingles de Brine y compra un viejo baul en una tienda de anticuarios. Cuando la periodista abre el baul encuentra una serie de fotos y una de ellas le llama la atencion, en ella aparecen dos chicas a bordo de un ferry y automaticamente recuerda el famoso caso de las dos jovenes que desaparecieron en 1985 y cuyo caso nunca se cerro. La curiosidad atrapa a Nora y ya no puede escapar de la historia, que viajara a Dinamarca para intentar averiguar que paso con las dos chicas.
De forma inmediata se vera envuelta, sin saber muy bien como, en el caso de un monstruoso asesino en serie que cumple cadena perpetua en la infame prision de Wolf Hall. Los hechos se precipitan y Nora empieza a temer por su propia vida… -
Una corte de alas y ruina de Sarah J. Maas
https://gigalibros.com/una-corte-de-alas-y-ruina.htmlFeyre ha vuelto a la Corte Primavera decidida a desvelar las artimanas de Tamlin y las razones del rey que amenaza Prythian. Pero para hacerlo, tendra que jugar al mortal juego del engano. un solo paso en falso podria condenarla, no solo a ella sino a todo su mundo. La guerra se cierne sobre todos, y Feyre tendra que elegir muy bien en quien confiar.
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Asunto pendiente de Carolina Vivas
https://gigalibros.com/asunto-pendiente.htmlNathan Mitchel no ha podido recibir sus alas, tras sufrir una larga enfermedad su espiritu se desprende del cuerpo y llega a un lugar desconocido. Muchas personas piden para que su alma encuentre su camino, pero algo lo mantiene en un lugar que no es el Cielo.
Su hermana Jo esta desesperada, la pena y las deudas han hecho que acepte un trabajo insolito, a ella le pagan por averiguar si los esposos de otras son infieles.
Una noche, Jo ve una estrella fugaz y en su desesperacion desea estar muerta tambien. Todo puede cambiar para el que desea, por eso pronto se enfrenta a una situacion inexplicable. Cuando Jo se reune con Nathan, el se rehusa al deseo de su hermana y pide a la corte celestial que la ayude a volver, a los hermanos Mitchell se les informa que regresaran a la Tierra; el como angel de la guarda y ella como humana.
Tendran varios dias para encontrar la solucion que los podria liberar del umbral que no es Cielo ni es Tierra.
?Podran descubrir cual es el asunto pendiente?
Decisiones que nos llevan a una vida de esperanza o a una muerte inevitable. -
Aventuras de un detective privado especial de Manuel Aldavero
https://gigalibros.com/aventuras-de-un-detective-privado-especial.html -
Las campanas no doblan por nadie de Charles Bukowski
https://gigalibros.com/las-campanas-no-doblan-por-nadie.htmlIneditos que nos traen al Bukowski mas salvaje y lubrico. Un recorrido impagable por la trayectoria de un escritor imprescindible. Hank ayuda a un viejo amigo alcoholico a largarse de un hospital; el empleado de un sex shop cuenta anecdotas estramboticas protagonizadas por algunos clientes, como aquel que debido a sus problemas respiratorios pide que le hinchen una muneca; un solitario masturbador suena con que aparezca la mujer de su vida; un tipo es secuestrado por tres mujeres; una chica acude a una entrevista de trabajo en la que le hacen preguntas sobre practicas sexuales extremas… Este volumen reune relatos de Bukowski aparecidos en periodicos y revistas, como las pornograficas Hustler y Oui. Son piezas banadas en sexo y alcohol, escritas a pie de calle, con la afilada pluma del cronista mas visceral del otro lado del sueno americano. Y como guinda tambien se incluyen algunos de sus dibujos, siempre feroces y procaces.
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La guardiana del ambar de Freda Lightfoot
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Oscura noche salvaje de Christina Lauren
https://gigalibros.com/oscura-noche-salvaje.htmlTercera entrega de <
>, la nueva serie romantica erotica de Christina Lauren, la autora de Beautiful Bastard. -
El espia del rey de Jose Calvo Poyato
https://gigalibros.com/el-espia-del-rey.htmlEspana a mediados del siglo XVIII. La Ilustracion empieza a ser realidad, pero la Inquisicion aun tiene fuerza. Los marinos espanoles publican obras de gran importancia cientifica. Es el caso de Jorge Juan, que ha medido el meridiano terrestre y acaba de publicar un libro sobre ello, pese a los reparos de la Inquisicion. Por su parte, el marques de la Ensenada, principal ministro de Fernando VI, esta dispuesto a potenciar la flota moderna capaz de enfrentarse a la britanica.
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Esposa A La Fuerza (Damas Victorianas 2) de Camila Winter
https://gigalibros.com/esposa-a-la-fuerza-damas-victorianas-2.htmlEn el salon de la mansion de los Kellington, el joven sir miro impaciente a su alrededor en busca de su hermana. de pronto la vio sentada en el comedor especial bebiendo sorbos de te mientras miraba a su alrededor tensa. Conocia bien a su hermana menor, con sus impecables bucles rubios sobre la sien la frente alta y los labios cubiertos con ese polvillo que conseguia de forma clandestina. --Amber, debo hablar contigo. Ella lo miro molesta y alerta con sus grandes ojos verdes de gata. La crispaba que se metiera en sus asuntos. --Supongo que me retaras por haber invitado a Lawrence. Su hermano quedo desconcertado. --?Lo habeis invitado a tomar el te hoy? Lo ignoraba. Amber se sonrojo sintiendose horriblemente humillada. --Vamos, no me mireis asi, nuestro padre jamas dara su aprobacion y lo sabes. --Eso no es asunto vuestro. Y si de eso quieres hablarme pues no quiero escucharte, Thomas. Todavia no me ha pedido matrimonio para que debas preocuparte. --No, no era de eso que queria hablarte Amber, sientate, lo que quiero decirte es muy serio. Ella obedecio algo intrigada. --?Que sucede, Thomas? --Clarence Bootmey, ?lo recuerdas? Mi amigo que vive en Londres y es abogado. --Si, lo recuerdo. ?Que hay con el? --El otro dia lo vio cuando fui a Londres por unas diligencias para nuestro padre. Me dijo que vio a tu marido en un club muy exclusivo, Amber. Ella se puso palida. --Eso no puede ser... Mi esposo murio, Thomas. El la miro incredulo. --Pero lo vieron, Amber...Dijeron que estaba alli con otro hombre y tenia ese extrano anillo en su dedo menique. --Debieron confundirlo con alguien, mi esposo murio hace mas de un ano. Amber palidecio y toda su coqueteria se esfumo al pensar en Wilfredo Strozzi, su marido italiano. --Debe ser un error, realmente, ?quereis matarme del susto? --pregunto con un hilo de voz. Para todos era la senorita Kellington, soltera y casadera y era mejor que lo creyeran pues su matrimonio fue producto de un capricho de juventud, un capricho que pago muy caro al poco tiempo de casada al comprender que su marido no era ese principe azul que se habia imaginado... Su hermano Thomas la miro alarmado, con fijeza, como si no le creyera. --?Acaso crees que he mentido? Mi marido murio en el extranjero durante un viaje, ?debo contaros esa historia de nuevo? --Lo se, pero una vez dijisteis que vuestro esposo era un hombre muy malo, Amber, y me pregunto si acaso no te cansaste de su maldad y lo abandonaste. --Claro que no, Thomas, nunca habria hecho eso. Era mi esposo y lo amaba--su voz se quebro, pero no mentia. --Tu sabes que me enfrente a mis padres por amor a ese hombre, que estuve bajo su hechizo durante mucho tiempo y nunca habria podido abandonarlo. ?Como puedes decir eso? --Y supongo que lo habras lamentado. Amber asintio en silencio. --?Y si no murio? ?Si es el Amber? --Eso es imposible... Debio ser alguien parecido, no comprendo por que toda esta conversacion. De estar vivo me habria buscado mucho tiempo atras. Es absurdo, Thomas. Solo debe ser alguien que se le parece. --A lo mejor el conde italiano no sabe que estamos aqui, tal vez este tras de ti. --Eso es imposible Thomas... Mi esposo murio en Italia. -?En Italia? Pense que habia sufrido un ataque mientras dormia. Ella lo miro inquieta. -Fue a curarse de esa enfermedad de los huesos y tambien a visitar a unos parientes, pero el viaje fue mucho para el... dijeron que tuvo un ataque y murio. Yo estuve alli cuando lo trajeron en un ataud y lo enterraron. --Nunca hablaste de ello, fue todo tan misterioso que... Ella lo miro con tristeza. --A veces es mejor callar. He querido enterrar todo lo que paso, dejarlo atras y tengo una oportunidad ahora. Si Lawrence me pide matrimonio, me casare con el, Thomas. Lo hare. Su hermano se puso muy serio. --Amber, sir Lawrence no es un candidato aceptable, es un joven de noble caracter es verdad, pero pasaras estrecheces en un futuro. Solo tiene una propiedad y dicen que esta en ruinas. --No me importa. Mi vida se arruino por haber sido joven e impetuosa pero ahora todo sera distinto, Thomas. Realmente quiero casarme con Lawrence y dejar atras tantos recuerdos tristes. --?Lo quieres o lo necesitas? Amber se sonrojo. --?Como te atreves? Me case por amor y mi matrimonio fue un error, ahora tal vez funcione si escojo a un hombre bueno, Thomas, un hombre bueno que me ama y es un autentico caballero y de eso seguramente no tendreis ni sombra de duda. --Eso es verdad. Pero os recuerdo que tendreis que esperar a que se decida a hablaros y si no lo hace esta conversacion sera una anecdota y nada mas. Ademas, estais pasando por alto algo muy importante: nuestro padre no ha autorizado esa amistad y sospecho que no sabe nada al respecto. La joven trago saliva y su abundante busto subio y bajo al instante poniendose mas colorada que antes. Sabia que su hermano tenia razon. ?Que ganaba convenciendo a su hermano si el caballero del que se habia enamorado locamente no le hablaba, no le exponia sus sentimientos? Se habia alejado de ella de forma inexplicable aumentando sus dudas y desazon. Pero en su corazon no habia dudas, y sufria al pensar que su pretendiente, el unico que habia despertado y curado su corazon malherido la rechazaba, se alejaba de ella sin motivo aparente. Tal vez el tambien temia ser rechazado. --Solo os quise avisar, Amber--dijo su hermano y se alejo. Ella lo miro llena de malos presagios. "Esto no puede ser, mi esposo murio..." Sintio su corazon latir acelerado mientras viajaba al pasado. Tantos recuerdos, tristes, dolorosos, pero algunos habian sido felices... En el pasado ella habia tenido otros pretendientes, pero los alejo a todos, con sutileza, hasta que aparecio ese caballero que le doblaba la edad y que le atrajo como un iman. El conde italiano. Wilfredo Strozzi. Fue tan extrano, nunca antes se habia sentido asi, fue como un embrujo, algo que no pudo controlar. Algo tan fuerte y maligno... Y el era un hombre guapo y fascinante, un italiano, habia algo maligno y sensual que no habia visto jamas en otro hombre, la forma en que la miraba... Sus padres se opusieron a esa amistad desde el principio, porque el le doblaba la edad y nadie sabia nada de el. El conde Wilfredo Strozzi era un completo misterio, como si hubiera salido de la nada. Solo mencionaron la mansion de Creeping hall, cerca de las colinas blancas de Lancashire, pues a pesar de ser italiano se habia establecido en ese lugar helado con su familia, un lugar siniestro como pocos, pero entonces ella no lo sabia ni lo imaginaba pues su enamorado lo pinto como un perfecto paraiso. Fue muy elocuente y seductor. Logro convencer a todos y sin embargo su padre desconfiaba de que su fortuna fuera solida. Pensaba que no era mas que un seductor y un caza fortunas. El conde italiano se ofendio cuando comprendio la indirecta de su padre. Se ofendio y se marcho y ella lo vio irse con el corazon partido. --Ya tendras mejores pretendientes, hija mia, no os quedeis afligida--le dijo su pobre madre al verla tan triste los dias siguientes. Sabia que le gustaba ese caballero, todos lo notaban. Amber se quedo tan afectada. Tan desolada. Sin imaginar que para el solo habia sido un juego, que le habia robado el corazon y la atormentaba fingiendo que no le importaba, asi fue siempre, ahora lo sabia... Durante meses no volvio a saber de el y todos decian que se habia marchado a Lancashire y sin embargo ella estaba cada vez mas enamorada y esperanzada en su regreso. Un dia llego una carta, la primera carta de amor que ella escondio de su familia. Le explicaba por que habia tenido que marcharse y por que no podia visitarla todavia. Asuntos urgentes le requerian en Creeping hall de Lancashire. Amber sintio el corazon palpitar acelerado mientras leia esas lineas que danzaban ante sus ojos "no tema senorita, no me he olvidado de usted, ?como podria hacerlo?" y con solo esa frase que le daba a entender que ella le importaba y tenia esperanzas... Queria convertirse en su esposa un dia, no sonaba con otra cosa. Y aguardo dia tras dia su regreso mientras le respondia una carta amable y contenida, pues no era de buen gusto confesar a un caballero que lo extranaba y anoraba su regreso, aunque lo sintiera hasta el fondo del corazon, no lo diria. Una dama jamas daba a entender en palabras ni por carta sus verdaderos sentimientos, aunque muriera por saber cuando podria verle de nuevo tampoco lo pregunto por supuesto. Y asi espero y espero como Penelope, sintiendo que moria de desesperacion aguardando su regreso, aguardando impaciente, noticias suyas. Solo un mensaje, una carta... Le daba rabia pensar en lo tonta que habia sido. Durante meses la torturo, le escribio carta inventando excusas hasta que un buen dia fue a verla en secreto y le confeso la verdad, que su familia le habia prohibido seguir con su amistad y mucho menos cortejarla. No habia esperanzas, no habia futuro para el, ni para ambos. Amber creyo en sus palabras y sin poder contenerse se enojo con sus padres y luego lloro. Se desespero. --No tema senorita Amber. Encontrare la forma, se lo juro... si acaso me acepta... si hay alguna esperanza para mi... Le declaro su amor esa noche y ella se dejo llevar por esa pasion que la consumia a fuego lento. Y el se marcho, dijo que regresaria a verla pronto, no dijo cuando... Hasta que un dia magico le dijo que la amaba y que la convertiria en su esposa. Estaba tan locamente enamorada y tan ciega que no desconfio en ningun momento de que la amaba y acepto convertirse en su esposa. Su corazon y su alma entera no queria otra cosa. --Pero vuestros padres no me aceptaran, mi hermosa damisela. Me han prohibido veros, jamas aceptaran lo nuestro--le dijo el. Amber lloro, era tan joven y estaba tan enamorada, llevaba tanto sufriendo ese amor atormentado y cuando le propuso huir y casarse en el extranjero acepto encantada. Parecia la unica solucion. Fugarse y escapar. Era tan romantico... Entonces se fugaron y cometio la imprudencia de entregarse a el en esa posada del camino. Todos creian que estaban casados. pero no lo estaban y de pronto sintio que la piel le ardia y moriria si no dejaba que la desnudara y le hiciera el amor... Trago saliva al recordar esa noche que no debio ser pues luego comprendio su imprudencia y sintio terror, terror de que luego de ser su amante no quisiera casarse con ella. Amber lloro cuando enredados en la cama sintio el dolor de haber perdido la virginidad, cuando la hizo suya por primera vez y sus quejidos se unieron a sus gemidos de placer mientras su mirada oscura se volvia maligna y un beso salvaje sofocaba sus sollozos. No fue lo que esperaba y se sintio perdida. Sin saber por que solo queria escapar de esa cama y que dejara de hacerla suya. No estaba lista para eso, pero luego comprendio que estaba atrapada. Acababa de convertirse en su mujer, su amante, y habia perdido su virtud, ahora ningun caballero la querria de esposa y lo sabia y sintio una horrible angustia preguntandose que habia hecho. ?Se casaria o con ella o la regresaria a su casa abandonandola a su suerte? Estaba demasiado asustada para preguntarselo. Al dia siguiente desperto sintiendo que todo habia sido un sueno y se vio desnuda frente al inmenso espejo, desnuda y sola en esa habitacion y aterrada quiso abandonar la cama y lo hizo vistiendose con prisa. Tenia que buscar a Wilfredo, hablar con el... Temblo al recordar lo que habia hecho y se arrepintio amargamente pensando que habia caido en la trampa de un seductor, sus padres tenian razon, el no era ese caballero que pensaba. Entonces vio la cama manchada de sangre y se estremecio. Sabia lo que significaba, una dama sangraba al perder su virginidad y sin eso no podria casarse. Ningun caballero la querria. --Has despertado preciosa... te traje el desayuno--dijo el entrando en la habitacion. Amber sintio algo muy extrano entonces, habia pensado que amaba a ese hombre, pero ahora no queria que volviera a tocarla, que la lastimara ni... todo habia cambiado, no estaba lista para ser suya, para ser su esposa. Queria escapar, pero solo pudo quedarse donde estaba y desayunar y saber que haria el. --No temas preciosa, luego sera mejor, no sentiras dolor sino placer... un placer con el que jamas has sonado--dijo entonces su amante leyendo sus pensamientos. --No... no quiero que vuelva a pasar. --dijo ella con voz apagada y lloro confundida y atormentada. Le costaba mucho entender lo que habia pasado y no comprendia su terror en esos momentos y un rechazo absoluto a la intimidad y a seguir adelante con su aventura, solo se lamentaba por lo que habia hecho. Su amante la miro con intensidad y de pronto tuvo la sensacion de que podia leer sus pensamientos. --Estas confundida y te sientes mal por lo que paso, pero no temas, luego sera diferente, te despertare al amor y la lujuria, preciosa. Ahora te he convertido en mia, pero quiero que seas mi esposa y cumplire mi palabra. Amber lo miro confundida y el le dio un beso ardiente. --No temas preciosa, vistete, tenemos un largo viaje hasta la capilla mas proxima. No querras volver a tu hogar sin tu virginidad y con mi semilla en ti. Podrias estar encinta ahora... Ella trago saliva y lo miro. Tenia razon y luego, el la ayudo a vestirse, a cubrirse con la capa y le dio un beso ardiente. Se moria por hacerla suya y la abrazo y lentamente la fue llevando para convencerla de hacerlo otra vez... Amber se sintio mareada y gimio cuando le tuvo en su interior, jamas habria imaginado que seria asi, nadie la habia preparado para su noche de bodas y a punto habia estado de escapar. Pero ahora ya era tarde y su amante tuvo razon, luego fue distinto y ese dia la hizo suya un monton de veces y le gusto... a pesar de su ignorancia, del miedo que sentia comenzo a sentir que le gustaba ser suya y luego con el tiempo, se cumplieron sus vaticinios y el supo llevarla por los caminos de la pasion y la lujuria. Pero al menos cumplio su promesa y la convirtio en su esposa dias despues en una parroquia medio vacia del camino. La mansion de Creeping hall aguardaba, un lugar siniestro y oscuro con una familia italiana que no hablaba del todo ingles y que conversaban en su lengua materna todo el tiempo. Se sintio abrumada y perdida, se sintio como una visita en su propio hogar. Su esposo intento integrarla, pero sus parientes la miraron torvo desde el principio. Eran gente extrana, antipatica o de modales distintos. Tuvo que aprender su lengua pues no hablaban una palabra de ingles lo que la extrano bastante pues se suponia que vivian en Lancashire desde hacia anos. La soledad del lugar, aislado y siempre helado aun en verano termino de arruinar sus nervios. Echaba de menos su hogar, y descubrio que la comida italiana la disgustaba y tantas otras cosas... Desde el principio todo estuvo mal y en la convivencia se alejaron. Y descubrio que ese principe azul era un hombre taciturno y reservado al que apenas conocia. Todas sus cartas de amor, la exquisita poesia que le recito una vez no eran mas que una parte pequena de su personalidad. Era un completo extrano y un misterio. Lamento amargamente haber sido tan impulsiva pero ya era tarde. Era su esposa y le pertenecia. Todo era tan nuevo para ella y tan incierto... Excepto al caer la noche. En sus brazos Amber los caminos del placer, lentamente se estaba haciendo adicta a esos encuentros ardientes. El era todo cuanto tenia en esos momentos, su familia jamas le perdono esa boda precipitada y se fueron de Derbyshire para no soportar la verguenza de explicar la fuga romantica de su insensata hija. "No sufras, Amber, soy todo lo que tienes ahora, soy tu esposo y pronto tendremos muchos ninos. Ven aqui..." Le decia siempre su esposo y al mirarla de esa forma, sin ocultar su deseo se humedecia y sabia que la encerraria en sus aposentos para hacerle el amor. Lentamente fue llevandola por los caminos de la pasion hasta que esta se convirtio en una absoluta y desesperada lujuria.
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Lo mas dulce (Pretty 3) de M. Leighton
https://gigalibros.com/lo-mas-dulce-pretty-3.htmlLa pequena cosita que hay en el extremo de la llave del gato se desliza fuera de la tuerca y me aplasta el dedo contra el pavimento caliente. Una vez mas. Resisto la tentacion de meterme el palpitante dedo en la boca y me trago un exabrupto. <>. Estos dias me comporto como un chucho bien entrenado; actuo de forma correcta, visto de forma correcta y hablo bien. Soy lo que las apariencias exigen. Tengo que serlo. Lance lo exige y yo lo necesito, asi que sigo sus reglas. Me paso el dorso de la mano por la frente humeda y vuelvo a intentarlo. <
>. Suspiro de alivio cuando cargo todo mi peso en el gato del coche y el obstinado tornillo cede. Lo desenrosco y retiro la llanta, que hago rodar para apoyarla en el guardabarros trasero del coche. Me sacudo el polvo de las unas y compruebo que no se me ha roto ninguna --Dios me libre de servir las bebidas con las unas hechas un desastre-- antes de dirigirme al maletero para sacar la rueda de repuesto. Despues de luchar para retirarla del pequeno cubiculo que se oculta debajo del falso suelo del maletero, la dejo caer sobre el asfalto, pensando como voy a colocarla. Y lo hubiera logrado si no fuera porque la de repuesto tambien esta pinchada. --!Nooo! --gimo en voz alta. <>. Me siento frenetica cuando vuelvo a echar un vistazo de nuevo al reloj. A este ritmo, nunca tendre tiempo para cambiarme y llegar al hotel a tiempo. Pero si aparezco vestida asi, jamas dejaran de echarmelo en cara. Se que no debo usar pantalones cortos y camisetas sin mangas, pero a veces no puedo resistir la tentacion de ser yo misma. De la yo que acostumbraba a ser. De la yo que todavia soy, a pesar de lo demas. --?Por que no aceptaste ayuda cuando te la ofrecieron, Tommi? --murmuro cerrando los ojos y alzando la cabeza al cielo. Ser una rubia con problemas en medio de la carretera no siempre es malo. Por suerte, generalmente atrae a una gran cantidad de hombres mas que dispuestos a convertirse en un heroe y salvar a una pobre damisela en apuros. En esta ocasion no ha sido diferente, solo que los he mantenido a distancia. Es decir, la mayoria resultaban espeluznantes y estoy aqui sola. No hubiera sido lo mas inteligente. Asi que aqui estoy. Sola. Sin heroe, impotente y frustrada. --Todavia no es demasiado tarde, ?sabes? --replica una voz agradable a mi espalda, en tono de diversion. Sobresaltada, contengo un gritito y me doy la vuelta. Hay un hombre moreno y muy apuesto detras de mi. Esta tan cerca y es tan alto que doy un paso atras. Eso hace que tropiece con la llanta de repuesto, pierda el equilibrio y casi me caiga dentro del maletero. Cualquier rastro de control personal se va por la consabida ventana cuando intento recuperar el equilibrio. --!Hostia puta, joder! --chillo, llevada por la sorpresa. Dos manos grandes y fuertes se extienden hacia mis brazos desnudos para sostenerme y devolverme a la posicion vertical, librandome de un humillante error. La electricidad que hace hormiguear mi piel ante su contacto combinada con su risa ronca me provoca un escalofrio que sube por mis brazos. La atraccion hace vibrar mis terminaciones nerviosas de forma similar a un terremoto. --Una hermosa mujer que jura como un camionero. Justo mi tipo de chica. <>. Pero me olvido con rapidez de la razon cuando le echo una buena ojeada a mi salvador. Estoy cara a cara con el hombre mas impresionante del mundo. Ojos castanos que brillan como dos diamantes de chocolate con los ultimos rayos del sol poniente, largas pestanas negras que los enmarcan como plumas y una sonrisa que amenaza con derretirme al instante. !Santo Dios! Y tengo que mirar hacia arriba para verle la cara, lo que ya es mucho decir, porque midiendo uno setenta y cinco soy una chica alta. --Perdon por la expresion. Me has asustado --tartamudeo, curvando los dedos alrededor de sus musculosos antebrazos antes de poder pensarlo mejor. Mantenemos aquel contacto durante varios ardientes segundos. Se que deberia soltarme, protestar, fingir indignacion, hacer algo..., pero no puedo. A pesar de que suelo ser prudente, no quiero hacer nada porque no quiero que me suelte. --No es necesario que te disculpes. Me encanta que las mujeres digan cosas sucias. --No he dicho nada sucio --me defiendo con debilidad. Arquea las cejas con curiosidad, y me doy cuenta de lo mal que suena. --?Hay mas? ?Palabras mas sucias? A pesar del sofocante calor, noto que me sube por las mejillas un caliente rubor. <>. Ni siquiera soy capaz de recordar la ultima vez que me sonroje. He visto y hecho cosas a lo largo de mi vida que me han dejado insensibilizada hasta el punto de que habria jurado que nada me podia hacer sentir verguenza. Y, sin embargo, aqui estoy, sonrojandome ante un perfecto desconocido (que esta como un tren). Respiro hondo de forma temblorosa y sonrio, quitandoles importancia a el y al peligro de mi situacion... del que por fin soy plenamente consciente. Este tipo podria hacerme dano y yo estoy babeando ante su pecho. Su ancho, duro y musculoso pecho. Cierro los ojos con fuerza. <>. --?Estas bien? --se interesa aquel perfecto desconocido que esta como un tren. Cualquier rastro de alegria ha desaparecido de su voz. < >. Bajo la vista y clavo la mirada en mi camiseta sucia al tiempo que me enderezo para pasar entre su impresionante cuerpo y el maletero abierto. --Estoy bien. Solo... mmm... que hace mucho calor y... er... estoy cambiando el neumatico. Solo tengo calor. Y estoy cansada. Y... Doblo la esquina del coche, pensando que me separan solo unos pasos del bolso y el movil. Miro como el perfecto desconocido que esta como un tren da un golpe a la rueda con la punta de la bota. --Espero que esta sea la que acabas de quitar. <>. Estoy tan desinflada como las camaras de mis neumaticos mientras lo veo acercarse a la llanta que acabo de quitar, y comprobar el estado de la goma. --Por cierto, me llamo Sig --me dice de forma casual. Luego cruza los brazos sobre el pecho y estudia la situacion, pensativo--. Y me da la impresion de que vas a necesitar una grua. Una grua. !Si! Corro hacia el asiento del conductor y me inclino para alcanzar mi movil, muy consciente de lo cortos que son mis pantalones y de la forma que se suben mas arriba de mis piernas cuando me estiro. Me apresuro a incorporarme blandiendo el iPhone como si fuera un arma. --!Si! Necesito una grua. Voy a llamarla ahora mismo --le comunico, tratando de ignorar la calida mirada en sus ojos, que sube de forma descarada por mis piernas. -
Noches de invierno de Jill Shalvis
https://gigalibros.com/noches-de-invierno.htmlNadie pensaria que el caso de un Santa Claus malvado era el regalo de Navidades perfecto, pero Molly Malone, la encargada de la administracion de Investigaciones Hunt, no era como la mayoria de la gente. Ademas, a ella le iria muy bien poder distraerse de las fantasias que tenia desde que habia pasado la noche con su amor secreto, Lucas Knight. En realidad, no habia ocurrido nada, aunque Lucas no lo supiera, pero Molly queria disfrutar del hecho de ser un poco traviesa.
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Blanca Navidad en las Highlands de Alma Fernandez
https://gigalibros.com/blanca-navidad-en-las-highlands.htmlY la afortunada ganadora del premio a la excelencia que ha resultado seleccionada para el programa de intercambio en la ciudad de Glasgow es Valentina de la Renta. Si, de la Renta, esa soy yo. Y no porque fuera sobrina del afamado disenador, sino porque ese era el apellido de mi padre, Gonzalo, un portento de los negocios, dueno del concesionario de lujo mas importante de nuestra ciudad. Como no podia ser de otra manera dada su trayectoria y posicion, su unico retono, es decir, yo, acudia a la universidad mas prestigiosa que jamas hubo por aquellos lares. "Los Nogales" se llamaba, un lugar donde los cachorros de lo mas granado a nivel social competiamos entre nosotros para ver quien podia llevarse el gato al agua, logrando un curriculum cum laude del que poder alardear. ?Me convertia todo esto en una pija redomada? Pues mas bien no. Mi corazon se identificaba mas con el de una chica sencilla a la que la vida habia situado en un lugar asi de selecto. --Valentina, hija, no te creas mas que los demas solo por la posicion que ostenta tu padre, que torres mas altas han caido. Mi madre solia decirme eso dia si y dia tambien. Lucrecia era su nombre y habia llegado en su momento a Espana con una mano delante y otra detras, procedente de Mexico. Eso si, lo que traia bajo el brazo era un titulo en Economia que avalaba su brillantez. A mi padre no le paso desapercibida una chica asi, culta, luchadora y guapa, arrolladoramente guapa. Todos decian que yo me parecia a ella y asi lo esperaba. Aunque fuera en el blanco de los ojos me fascinaba pensar en mis similitudes con la mujer que tuvo a bien traerme a este mundo de locos que se habia convertido en una jauria en la que la gente se mataba por llegar mas alto que el resto. Con los meses mi padre fue quedandose prendado de aquella mujer. Bueno, y ella se quedo prendada igualmente, y no solo prendada sino tambien prenada. No, no penseis mal, mi madre no era ninguna trepa y el hecho de quedarse embarazada no fue fruto de ninguna artimana por su parte, sino de la pasion que ambos rezumaban por la punta de las orejas. La noticia, sin embargo, si cayo como un jarro de agua fria a mis abuelos paternos, Vicente y Aurora. El fue quien puso en marcha el negocio que anos despues heredaria su padre y consideraron que mi madre era una enredadora de mucho cuidado que se habia valido de sus armas de mujer para meterse a mi padre en el bolsillo. Por no decir en otro lado... Y como el rosario de la aurora precisamente fue como salieron todos, por lo que mi padre y mi madre se distanciaron por completo de aquellos dos seres despotas y elitistas para iniciar una vida en comun en la que la felicidad fue la nota dominante. Eso de que detras de un gran hombre hay una gran mujer debio decirse al hilo de la existencia de mis progenitores; pues si mi padre heredo un negocio prospero, la vision empresarial de mi madre hizo que en pocos anos estuvieran quintuplicando beneficios. Con todo y con eso a mi madre no se le caian los anillos y a menudo, incluso en las reuniones sociales mas esnob y exclusivas, la buena de ella hablaba con orgullo de sus origenes humildes y de la importancia de hacerse a uno mismo. En momentos asi, teniamos que ir volando por un babero, pues a mi padre se le caia la baba ante una mujer que habia dado sobradas muestras de como podian escalarse peldanos en la vida sin necesidad de pisar a nadie. A la hora de educarme, yo siempre valore las dos caras de la moneda. Pese a acudir desde el minuto uno a la escuela mas prestigiosa y trilingue de la zona, tambien supe lo que era acudir de la mano de mi madre a los comedores sociales para dar de comer a aquellos a los que la vida no habia favorecido como a nosotros. --Tienes que saber que no todos los ninos tienen la misma suerte que tu, Valentina. --Esa era una de las frases que mi madre se encargo de que quedara grabada a fuego en mi memoria desde mi mas tierna infancia. --Pero si yo nunca te gano jugando al parchis...--me quejaba yo a mis cinco o seis anitos cuando no sabia interpretar todavia la magnitud de sus palabras. --No estoy hablando de juegos, sino de la vida, mi nina. Tienes mucho que aprender todavia... --Pues yo lo que quiero aprender es como ganarte al parchis--insistia. No obstante, no habia ensenanza por parte de aquella gran mujer que yo no terminara absorbiendo como si de una esponjita se tratase. Y eso incluia su increible sentido del humor, porque mi madre si no corria, volaba. Era una mujer unica. De hecho, uno de mis mejores recuerdos de la ninez lo constituyen aquellos cientos de ocasiones en los que el sonido de la risa de mi padre envolvia todas las estancias de nuestra lujosa casa, merced a las indudables gracias que tenia mi madre y que no dudaba en poner en marcha en cualquier momento. No he comentado todavia que mi nacimiento fue un poco complicado y que, tras el, mis padres recibieron el varapalo de que no podrian tener mas hijos. Enamorados como estaban y con ganas de formar una familia numerosa, lo asumieron con entereza, pese a la tristeza que la noticia les causo. Tal hecho propicio que ambos se volcaran al cien por cien con la que estaba llamada a convertirse en su unica hija, servidora, que ademas heredaria en su dia el negocio familiar. No, no es que la idea de vender cochazos de lujo me fascinara, pero tampoco iba a tirar por la borda la labor de mi padre durante tantos anos. Cuando llego la hora de elegir carrera universitaria yo no tuve ningun genero de duda; queria ser economista, como mi madre. A ella, que ya lo venia sospechando, la noticia le toco la fibra sensible y fueron no pocas las ensenanzas que recibi de primera mano de una mujer que donde ponia el ojo ponia la bala. Estudiaria en "Los Nogales" una universidad que aunaba un amplio ramillete de carreras y que me proporcionaria una vision moderna y global de los estudios, desde un prisma eminentemente practico. En ella tuve la suerte de compartir aquellos intensos anos universitarios, que dicen que son los mejores de la vida, con Alexander, un chico al que conoci al segundo dia de estar alli y que me acompano hasta el comienzo de ese ultimo curso que yo hacia ese ano. Fueron tres bonitos anos de relacion en los que yo crei conocer el amor en mayusculas y que se fueron al traste el dia en que mi novio, entre lagrimas, me vino a decir poco mas o menos que no era yo, que era el... Y que hasta ahi habiamos llegado. En el anterior curso Alexander habia cambiado de amistades, algo que me preocupo porque vi que las elegidas no eran trigo limpio. Asi se lo hice notar desde el principio, pero el se dedico a hacer oidos sordos o a decirme que siempre estaba con la misma cantinela y que le rayaba. --Esto no va a acabar bien, mi vida, te lo digo yo, que las mujeres tenemos mucho ojo para estas cosas. --Claro y los hombres estamos ciegos, lo mismo es de hacernos... bueno tu ya sabes, de darle a la zambomba, como decian antes. El dia que Alexander me dio aquella contestacion tome conciencia de que nuestra relacion habia dado un giro de ciento ochenta grados. Por favor, pero si el habia sido hasta entonces la correccion personificada, ?como demonios era posible aquello? De ahi para delante, como los de Alicante, llego un momento en el que conclui que no lo conocia. Alexander parecia necesitar un exorcista, de las burradas que comenzo a decir al lado de unos amigos de lo mas radicales que le metieron un punado de ideas en la cabeza incompatibles con la vida en comun. Una de esas ideas versaba sobre que las chicas eramos unas controladoras que habiamos nacido, poco mas o menos, que para joderles la vida. E, imbuido de aquel pensamiento, mi novio empezo a cuestionarse nuestra relacion hasta el punto de que senti que, de ser amantes, amigos y todo aquello que pueda sonarse en una pareja, pasamos a ser poco mas que follamigos. El dia que por fin lo vomito todo yo lo estaba esperando con la escopeta cargada (no literalmente, aunque ganas no me faltaban). Si no llega a dejarme el, lo hubiera hecho yo, pues ya estaba hasta el mismisimo mono de sus soplapolleces y de las de los memos de sus amigos. --Menudo marron te has quitado de encima--me comento Alba cuando, un rato despues, cai sobre sus hombros llorando.
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Checkpoint de Elsa Drucaroff
https://gigalibros.com/checkpoint.htmlLos cuentos de Elsa Drucaroff invitan a no cerrar los ojos ante lo terrible y al mismo tiempo a no callar lo que esta pasando.
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Toda una Lolita (Yo soy tu candidato 4) de Miranda Wess
https://gigalibros.com/toda-una-lolita-yo-soy-tu-candidato-4.htmlCatalina es una joven chispeante y divertida que no se deja vencer por las circunstancias. Entre la universidad, sus amigos y los romances efimeros se pasa la vida.
Bruno es un empresario exitoso, ecuanime y un ejemplo de rectitud para su familia. Pero pronto descubrira Catalina que en la intimidad es un hombre sexy y ardiente acostumbrado hacer las cosas de la unica forma que conoce.
La suya.
?Sera Bruno aquel destinado a amarla a pesar de las diferencias o simplemente sucumbira a la pasion pasajera que le despierta esta Lolita? -
Territorio prohibido, Menchu Garceran de Menchu Garceran
https://gigalibros.com/territorio-prohibido-menchu-garceran.html?Te gustaria evadirte de la rutina diaria, distraerte, no pensar, sumergirte en la historia de unos personajes que pasaran por un monton de pruebas? Territorio prohibido te hara compania mientras esperas en la consulta del medico, ira contigo en el autobus, el metro o el cercanias. Tambien puedes llevartela de crucero, o a la playa, o a la piscina. A estas alturas, seguro que te haces a la idea de que tipo de lectura te espera tras estas paginas y de si te apetece leerla.
Pero… ?De que va? -
Erase una vez en diciembre de Claudia Cardozo
https://gigalibros.com/erase-una-vez-en-diciembre.htmlELIZA El ano de Eliza Summers no habia hecho mas que empeorar desde el momento en que empezo. Primero fue lo de su madre, que eligio esperar a la manana despues de que celebraran la llegada del nuevo ano para anunciar que habia decidido mudarse a Canada con su nuevo novio. A Canada. Con un hombre al que apenas conocia. El hecho de que aquel hombre le agradara y que le pareciera el mejor tipo con el que su madre se habia involucrado desde que podia recordarlo no fue un gran consuelo. Hasta entonces solo habian sido ella y su madre y de pronto se vio diciendole adios sin saber cuando volveria a verla. Bueno, en realidad no era cierto aquello de que solo habian sido ella y su madre. Tambien estaba su hermana Linda, pero ella tambien se fue; lo hizo mucho antes, cuando se caso y formo su propia familia, asi que a Eliza no le habia quedado otra alternativa que hacerse a la idea de que ella y su madre eran una especie de equipo de dos, companeras. Pero claro, la senora Summers no habia estado de acuerdo. A la marcha de su madre habia seguido el cierre de la empresa de diseno grafico en la que habia trabajado durante tres anos. Su jefe la mando a llamar a mediados de mayo para decirle que habia decidido vender porque las cuentas no daban para mas. Era una empresa pequena y apenas habia conseguido sostenerse en el ultimo ano; era dificil mantener una cartera de clientes que les permitiera sufragar los gastos cuando las nuevas tecnologias habian dado un bandazo en el mercado. Muchas personas que habian recurrido a ellos hacia unos anos ahora se volcaban a realizar sus propios disenos en linea a un costo mucho menor del que ellos podian permitirse cobrar. Su jefe fue muy amable, incluso le dio una pequena gratificacion que no le correspondia y le deseo la mejor de las suertes; segun el, seguro que con su talento para el dibujo podria encontrar algo mejor muy pronto. Unos meses despues, en tanto Eliza se afanaba por cambiar el pienso de la jaula de un huron particularmente malhumorado, tuvo que reconocer que las predicciones del bueno de Owen estaban lejos de haberse concretado. No solo no consiguio un buen trabajo sino que no pudo dar con uno relacionado con su especialidad antes de que sus ahorros empezaran a descender de forma alarmante. Asi que no le quedo mas alternativa que buscar algo mas. Cualquier cosa que le sirviera para pagar las cuentas. Lo bueno fue que no le tomo mucho esfuerzo encontrarlo; no solo eso: la paga era decente y le quedaba cerca de casa. Lo malo... bien, lo malo era que no era precisamente la clase de empleo que habria tomado de haber podido elegir. --?Como le va a Cosmo? ?Esta comodo? Eliza ahogo un suspiro y sonrio al oir los pasos de la senora Fitzwilliam tras ella. La mujer era un encanto, se recordo cuando la vio introducir un dedo por entre los barrotes de la jaula para acariciar los morros del animal que, como por obra de gracia, habia decidido enroscarse y parecer muy pacifico, nada que ver con las poses de demonio de Tasmania que asumia siempre cuando ella se le acercaba. --Ya me gustaria a mi sentirme tan a gusto --respondio ella dirigiendole una mirada recelosa --. Estaba a punto de terminar con el y luego me pondre con Buster. La senora, que era una de las mujeres mas altas que habia visto, mantenia una postura encorvada y reia entre dientes mientras hacia algunas carantonas al animal. --Bien. He visto que parece estar mejor pero hay que mantenerse muy atentas con el. Solo por si acaso. Buster, el pequeno erizo, era el residente mas viejo de la tienda de mascotas y el consentido de la senora Fitzwilliam. La duena de la tienda hacia los ruiditos mas graciosos para llamar su atencion cada vez que pasaba junto a su jaula y nada parecia alegrarle mas que cuando el erizo elevaba la cabecita con suavidad para fijar sus ojos oscuros en ella. A Eliza no terminaba de convencerle esa comunicacion que la senora parecia entablar con todos los residentes que tenian en la tienda, como ella les llamaba, pero tampoco se esforzaba por encontrarle sentido. Le gustaban los animales como al que mas, pero estaba lejos de ser un doctor Dolittle. --Nunca hubiera pensado que un erizo requeria tantos cuidados. La senora Fitzwilliam asintio al oir su comentario en tanto la veia asegurar la jaula del huron, que parecio muy satisfecho de que lo dejaran en paz. --Son muy fragiles, pero valen la pena; son los animalitos mas afectuosos que puedas imaginar. A Eliza no se le ocurrio contradecirla aunque la verdad era que le parecia que eran mas bien indiferentes, como la mayoria de los que se encontraban en la tienda. El negocio de la senora Fitzwilliam se encontraba cerca del edificio de apartamentos en que habia vivido siempre, algo apartado del centro de Boston. Era una zona muy poblada y tan lejos de las mas renombradas de la ciudad que los alquileres eran accesibles y, segun le conto la senora cuando llevaba un par de semanas trabajando alli, fue eso lo que le permitio reunir el dinero para rentar el espacio y cumplir su sueno de tener una tienda de ese tipo. El lugar en si no era muy grande pero el senor Fitzwilliam era contratista y habia logrado dotar al espacio de una apariencia muy agradable. Aprovecho los techos altos para acomodar una hilera de estantes multicolores en los que apilaban los juguetes para mascotas que eran el orgullo de la senora Fitzwilliam y las enormes bolsas de comida estaban dispuestas en un semicirculo en un extremo del lugar. Habia una trastienda que fungia de almacen y un pequeno espacio en el que Eliza acostumbraba comer cuando no le daba el tiempo para ir al cafe que tenian al otro lado de la calle y que ofrecia unos almuerzos bastantes economicos. Habian sido unos cinco meses muy raros, se dijo ella en tanto seguia a la senora al mostrador. Jamas hubiese imaginado que terminaria trabajando en un lugar como aquel, pero aunque no hubiera sido sincera de no reconocer que echaba de menos su viejo empleo, donde podia hacer lo que en verdad le gustaba, alli tampoco le iba tan mal. --Voy a necesitar que manana te quedes una hora mas despues del cierre. Traere algo de casa para que ambas podamos cenar ?que dices? El senor Fitzwilliam dijo que hoy prepararia lasana y pense en guardar un par de trozos para nosotras... Eliza fruncio el ceno; no tanto por el pedido en si, que no era poco habitual; no era raro que se quedara un rato mas al menos una vez por semana para hacer un inventario o pasar las ordenes de algunos pedidos de ultima hora. Lo que le llamo la atencion fue la expresion ilusionada en el rostro de la senora; no parecia como si resintiera tener que quedarse tambien y sacrificar el poco tiempo que podia pasar en compania de su marido y sus tres bulliciosos hijos. --Claro. No hay problema. Su jefa parecio encantada con su respuesta; tanto, que Eliza la vio dar palmaditas y no pudo menos que arquear una ceja. --Procura traer ropa comoda --sugirio la senora al vuelo. --De acuerdo... --Nada inflamable. --?Que? La senora se inclino para tomar una pecera enorme y la sostuvo como si no pesara nada en tanto le dirigia una mirada sonriente en la que Eliza creyo distinguir un leve tinte de verguenza. --Es posible que me haya pasado un poco el ano pasado y tuvimos un pequeno incidente. Nada serio --se apresuro a aclarar ella ante su expresion intrigada--. Unas cuantas llamas. Ni siquiera hizo falta llamar a los bomberos; lo solucione de inmediato con el extintor. --Ya. ?Que es exactamente lo que vamos a hacer? --Pregunto Eliza empezando a sentirse un poco preocupada. --Pondremos las decoraciones navidenas, por supuesto. --Pero... todavia estamos en noviembre. --Fines de noviembre --corrigio la senora luego de dejar su carga sobre un aparador--. Vamos con mucho retraso, en realidad. Siempre me ha gustado empezar en octubre, pero estas semanas hemos tenido demasiado trabajo... --Octubre --susurro Eliza, consternada-- ?Decora la tienda para Navidad en octubre? La senora rio e hizo un gesto distraido. --!No seas tonta! Sacamos las cosas del almacen en octubre, pero no empezamos a decorar hasta inicios de noviembre --aclaro ella. --Aun asi. Es demasiado pronto... --No lo creo. El tiempo pasa muy rapido, y ademas, la Navidad es una epoca tan bonita que me gusta alargarla tanto como puedo. ?Cuando acostumbran ustedes poner el arbol y esas cosas? Eliza estuvo a punto de decir que ya no habia un <
> en lo que a ella se referia. Sin la presencia de Linda y ahora, tras la partida de su madre, su pequena familia se habia reducido a un solo miembro: ella. Y si de por si, cuando estaban las tres, nunca se habian afanado mucho por celebrar la Navidad mas alla de los correteos para decorar la casa al descuido un par de dias antes de la vispera y las acostumbradas carreras para comprar los regalos y preparar una cena sencilla, ese ano no tenia planeado hacer nada en especial. Aun mas, en lo que a ella se referia, pensaba hacer como si fuera un dia cualquiera. Pero no quiso sonar rara ni tener que dar demasiadas explicaciones respecto a por que le emocionaba tan poco la temporada, de modo que se encogio de hombros para dar a entender a la senora que no era algo acerca de lo que le apeteciera hablar. Por suerte, ella parecio entenderlo porque enrumbo su artilleria a un tema menos peliagudo que no fuera el escaso entusiasmo de su ayudante. --Bueno, de cualquier forma tenemos que poner manos a la obra. El ano pasado ganamos el concurso y no podemos ser menos este --comento ella. --?Que concurso? --El de decoracion navidena --explico ella--. Se organiza todos los anos entre los negocios de la zona. --?En serio? --Si, claro. Y tuvimos tambien una mencion especial como el mejor iluminado. Eliza contuvo un grunido. --Por eso lo de la ropa inflamable --aclaro la senora luego de tenderle una ruma de revistas de psicologia animal--. El senor Fitzwilliam dijo que debio de tratarse de un cortocircuito por una sobrecarga... demasiadas luces. Tendre mas cuidado, pero solo por si acaso... y sujetate bien el cabello. El ano pasado estuve a punto de desaparecerme el flequillo. Eliza se llevo una mano a su cabello castano que llevaba suelto sobre los hombros y lo echo hacia atras por instinto. --Esta bien --acepto ella a reganadientes. --Estupendo. Sera divertido; el ano pasado no tenia a nadie que me ayudara y tuve que hacerlo todo sola --comento la senora con un suspiro de agrado antes de observarla con expresion ansiosa-- ?Tienes algun pedido en especial? --?Pedido? --Musical --explico ella--. A mi me gustan los clasicos. Un poco de Sinatra, algo de Armstrong, pero tengo todo tipo de discos; podemos poner lo que gustes. --?Se refiere a villancicos? --Si, claro. ?Te gusta Buble? Mi hija lo adora. Eliza hizo un gesto vago. --?Acostumbra oir villancicos mientras decora? --!Por supuesto! ?Tu no? Iba a ser una hora muy larga, se dijo Eliza forzandose a contener una mueca y esbozar lo mas parecido a una sonrisa que pudo fingir. --?Sabe que? Usted escoja --ofrecio ella--. Lo que prefiera estara bien. --Como quieras. Eliza abandono la tienda unas horas despues con el torso embutido en su chaqueta favorita, que era lo bastante mullida para protegerla del aire frio que habia empezado a azotar los arboles de la calle. Le parecia increible que estuvieran ya a puertas del invierno y, por ende, de la Navidad. De no ser por la senora Fitzwilliam, era posible que no hubiera reparado en ello hasta unos dias antes; tan poco le importaba ese ano. En realidad, habria preferido que su jefa no mencionara nada porque asi hubiera sido mas facil ignorarlo. Ahora, aunque pensaba mantener a raya toda esa tonteria en su apartamento, iba a verse obligada a fingir un entusiasmo que estaba lejos de sentir solo para no decepcionar a la senora. Nunca entenderia por que la gente le daba tanta importancia a esa celebracion, se dijo al dar una patada a una piedra con la que estuvo a punto de tropezar. Era una excusa para gastar de mas, beber mucho y comer hasta reventar; ademas de medir el afecto que uno pudiera sentir por alguien gracias a los regalos que la mayoria se afanaba en comprar. Todo el mundo finge ser mejor de lo que en verdad es en Navidad, musito entre dientes al arrebujarse mejor en su abrigo y dar una mirada alrededor para estudiar los comercios de la cuadra que, descubrio con horror, habian empezado a decorar sus escaparates. Incluso creyo reconocer la espantosa figura de un enorme muneco de nieve inflable asomando del techo de una zapateria. Tira de chiflados despilfarradores. Eso era lo que eran, se repitio una y otra vez tras fruncir el ceno y desviar la mirada hacia una esquina poco iluminada, donde hasta el mes pasado funcionaba una heladeria que siempre le parecio demasiado elegante para la zona. No fue raro que el negocio cerrara al poco de abrir y tampoco que un anuncio de < > permaneciera colgado durante semanas antes de notar que lo habian retirado hacia algunos dias. Desde entonces, cada vez que pasaba por alli al dirigirse al trabajo y volver horas despues, habia advertido un ruido proveniente del interior que indicaba que estaban haciendo algunos trabajos para adaptarlo a lo que fuera que pensara abrir el nuevo inquilino. Eliza sentia curiosidad, lo mismo que el resto de la cuadra, e incluso habia comentado el tema con la senora Fitzwilliam, que parecio un poco preocupada ante la posibilidad de que pudiera tratarse de algun tipo de competencia, pero Eliza intento tranquilizarla entonces al decir que a su parecer debia de tratarse de un establecimiento de comida, que eran los mas populares en la zona. En ese momento, se detuvo unos minutos ante la cristalera tapiada y aguzo el oido por si le llegaba algun sonido ademas del golpeteo que le sirviera de pista, pero no hubo nada que pudiera considerar un indicativo del giro que pensaban dar al negocio, asi que, tras dar una ultima mirada, se encogio de hombros y se dirigio a la parada del autobus. Mientras apoyaba la frente sobre el cristal una vez que ocupo un asiento en la ultima unidad que pasaba por alli a esa hora, y se ajustaba los auriculares, se dijo que en lugar de husmear donde no le incumbia, deberia preocuparse por lo que le esperaba al dia siguiente. Una hora junto a la senora Fitzwilliam decorando la tienda con villancicos como acompanamiento musical. Seria un milagro si salia de una pieza de algo como eso, se dijo refundiendose en el asiento con los ojos entornados por el fastidio. De una pieza y con su cabello intacto. -
Auschwitz de Esther Mucznik
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> Shlomo Venezia, superviviente de Auschwitz El campo de concentracion de Auschwitz es el sinonimo del mal absoluto que el nazismo preconizo. Los judios y gitanos sirvieron como cobayas para la experimentacion diabolica de los nazis, gaseando a mas de un millon de personas y matando de hambre, frio, agotamiento o, simplemente, de soledad y desesperanza. Sin embargo, muchos presos resistieron a la total deshumanizacion del campo esforzandose por mantener la dignidad. Cuidar la higiene, escribir o dibujar eran actos que ayudaban a sobrevivir. Esther Mucznik cuenta a traves de las voces de aquellos que sobrevivieron al infierno de Auschwitz el insoportable silencio tras los asesinatos de ninos, la barbarie de la experimentacion medica sobre miles de hombres y mujeres o la lucha por sobrevivir en un campo de horror y muerte. Estos son los relatos que deben servir para mantener viva la memoria de aquellos que sucumbieron a la maquinaria del terror nazi. -
Sonar una bestia de Cesar Guemes
https://gigalibros.com/sonar-una-bestia.htmlUn combate a muerte contra un monstruo.
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Despues del amor Premio de Novela Fernando Lara 2017, Sonsoles Onega de Sonsoles Onega
https://gigalibros.com/despues-del-amor-premio-de-novela-fernando-lara-2017-sonsoles-onega.htmlCarmen viajaba en un tren desde Barcelona cuando un cruce de miradas cambio su vida para siempre. Era 1933, y Federico Escofet y Carmen Trilla -el, capitan del ejercito; ella, una esposa atrapada en un matrimonio infeliz- tejieron una historia de amor que ni las habladurias, ni la guerra civil, ni el exilio lograrian deshacer, pero que dejo en los tres hijos de Carmen la huella del desarraigo.
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El dia en que los leones comeran ensalada verde de Raphaelle Giordano
https://gigalibros.com/el-dia-en-que-los-leones-comeran-ensalada-verde.htmlEl nuevo libro de Raphaelle Giordano, autora de Tu segunda vida empieza cuando descubres que solo tienes una y artifice del fenomeno de la novela terapeutica, es una historia fresca y positiva que esconde las claves para manejar las actitudes toxicas y controladoras que aparecen en nuestro camino.
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Habitaciones vacias de Benjamin Ruiz
https://gigalibros.com/habitaciones-vacias.htmlUn paciente de un hospital psiquiatrico, ingresado por un episodio de brote psicotico, decide escribir como parte de su terapia de recuperacion, todo cuanto sale de su cabeza. Once relatos cargados de visiones de espectros, viajes al futuro y al pasado, extranas percepciones, vampiras cazando a sus presas, universos paralelos, fantasmas que buscan amores perdidos, venganzas hacia maltratadores, asesinos que no han pagado por sus crimenes y muertos que no quieren morir. Cuentos que desarrollan los tres temas fundamentales del ser humano: ?Que es la muerte? ?Que es la locura? ?Que es el amor?