• libro springfield confidencial - Mike Reiss

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    Se cumplen treinta anos de Los Simpson, esta es la guia definitiva para los fieles seguidores del show animado mas popular del mundo entero.

  • Springfield Confidencial: Bromas, historias y secretos de toda ...

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    Graduado por la Universidad de Harvard, actualmente vive en Nueva York. Es autor de varios libros infantiles. Este es su último libro.

  • Springfield Confidencial : Mike Reiss - Roca Libros

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    SPRINGFIELD CONFIDENCIAL. BROMAS, HISTORIAS Y SECRETOS DE TODA UNA VIDA ESCRIBIENDO SOBRE LOS SIMPSON, REISS, MIKE; KLICKSTEIN, MATHEW, 17,90€.

  • Springfield Confidencial - Abacus Online

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    20 jun 2019 — Springfield Confidencial, libro o eBook de Mike Reiss. Editorial: Roca. Los mejores precios en libros y eBooks.

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    Springfield confidencial: Bromas, historias y secretos de toda una vida escribiendo sobre los simpson (Tapa dura)

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  • Libro: Springfield confidencial - 9788417771157 - Reiss, Mike

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    Springfield confidencial.[ Klickstein, Mathew; Reiss, Mike; ]. Desde la primera emisión de Los Simpson en al año 1989, Mike Reiss ha dedicado su vida entera ...

  • Libro Springfield Confidencial, Mike reiss, ISBN ...

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  • Ojala no fueras tu, Beatriz Gant de Beatriz Gant

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  • Tras el cristal de Ricardo Gomez Gil

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    No pude estudiar, asi que trabajo en una tienda. Habra quien piense que esto es una advertencia; que con ello quiero decir que si no estudias caera sobre ti la maldicion de trabajar en una tienda, pero no es eso. La mia es una tienda de ropa y lo que pretendia decir es que no se necesita haber estudiado para hacer bien mi tarea. Y lo digo ademas para que se sepa pronto que soy un don nadie. Aunque no estoy insatisfecho con mi profesion. Me gusta. Hay lugares peores en los que uno tiene que ganarse la vida, incluso habiendo estudiado. Conozco a gente que dedico miles de horas a los libros, que sacrifico al saber fines de semana y vacaciones y que acaba sometida a horarios crueles, a la disciplina de un jefe botarate, inclinada sobre una mesa o sufriendo penalidades. Yo he tenido suerte. Se me ocurren decenas de oficios mas desagradables que el mio, con estudios o sin ellos. Cualquiera que haya entrado en una tienda, que es casi todo el mundo, puede imaginar que lo mas duro son los calendarios y los horarios. Dejando aparte los periodos en que los duenos echan el cierre, que no son muchos, todo el ano tienes que andar bregando, incluyendo los sabados y los dias que preceden a las fiestas, que es cuando mas se vende. Los horarios tambien son implacables, de la manana a la noche. Pero quitando eso, la tarea es comoda. Se esta a resguardo de la lluvia y del frio de la calle y en los dias mas calurosos se disfruta de aire acondicionado. Antes no era asi, pero ahora las tiendas suelen ser refugios confortables. ?Quien entraria aqui si este fuese un sitio hostil? La temperatura es estable, hay musica relajante de fondo, el entorno es limpio, la decoracion se cambia cada poco y el trato es, por lo general, amable. Ademas, los ratos en que no hay clientes se tiene mucho tiempo para pensar. Visto desde el escaparate de una tienda, el mundo resulta fascinante. Habra quien diga que un viaje a China tambien lo es, pero yo no le veo la gracia a recorrer miles de kilometros en pocos dias. ?Quien, a esas velocidades, puede apreciar los pequenos detalles que hacen de la vida lo que es, la suma de delicadas pinceladas que componen un cuadro? Aqui el horizonte es estrecho, el limitado por los extremos de la cristalera, pero si uno se acostumbra a observar a la gente con el paso de los dias descubre habitos, vicios, ritos, costumbres y manias. Y en un instante, el menos pensado, se rompe la rutina, brota la sorpresa y, entonces, los acontecimientos se precipitan. Tambien en esto me considero afortunado, quiza porque nunca me gustaron los libros. Hay empleados que distraen las horas muertas hojeando revistas o novelas, pero a mi ni se me ocurre. No digo que leer sea malo, cada cual es dueno de ocupar los ratos de descanso en lo que quiere. A mi lo que me apasiona es observar a traves del cristal, mirar, imaginar... Alguien se burlara si digo que a veces echo de menos trabajar domingos y dias de fiesta, porque sospecho que el comportamiento de la gente que pasa por aqui debe de ser muy distinto los laborables que los festivos. Pero de lunes a sabado compongo mis teorias acerca de lo que son las existencias ajenas. Aunque esta tienda lleva abierta mas de cuarenta anos, trabajo en ella desde hace quince. Se que es mucho, teniendo en cuenta que hoy todo el mundo cambia de trabajo cada dos por tres. Tal vez, como no he estudiado, no pueda aspirar a otra cosa distinta de la que hago, pero ya he dicho que esto me gusta. En estos quince anos he visto como bebes que hace nada iban en cochecito se transformaban en adolescentes, como algunos ancianos desaparecian, como vienen y van familias enteras, gente que cambia de barrio, otros que llegan. Yo soy un mudo testigo de estos cambios. Nadie entra en una tienda para avisarme: <>, <>, <>, <>... Sin embargo, yo me entero de todo. Incluso diria que quienes pasan por aqui me ignoran, pero no me importa. Dejando aparte el que me gane la vida en la tienda, me gusta estar aqui por el placer (insano, lo reconozco) de tener a la vista las vidas ajenas. Conozco muchos detalles de clientes que vienen por aqui, pero tambien se cosas de gente que nunca ha pisado esta tienda y que jamas lo hara. Es la posicion privilegiada de quien no tiene mas aspiraciones en la vida, de quien dispone de todo el tiempo del mundo para observar. Resulta apasionante ver a la gente moverse de aca para alla y, cuando la puerta esta abierta, captar retazos de conversaciones. Es como pasar todo el dia viendo una larguisima pelicula, con momentos de suspense que te dejan boquiabierto, y en la que es necesario prestar atencion a los detalles para encontrar una explicacion que tarde o temprano acaba por llegar. El miercoles de la semana pasada, por ejemplo, una ambulancia se detuvo a la entrada del portal, a pocos metros de aqui. De ella descendio primero dona Marta, que vive en el 3o C. Luego, un camillero ayudo a bajar a su hija en silla de ruedas. De pronto encajaron pequenas escenas que hasta ese momento carecian de significado: la madre, dos dias antes, salio de casa cargada con una bolsa y subio a un taxi; y el padre, que suele regresar hacia las siete de la tarde, esos dias volvio mas temprano. ?Que habia ocurrido con su hija? ?Una operacion de apendicitis? ?Una fractura de cadera? !Nada de eso! La chica sufrio un navajazo el sabado anterior, y ya han detenido al culpable, segun los vecinos. Alguno de estos, por lo visto, lo conocia. ?Fue un atraco, un asalto sexual? ?Donde y por que la hirieron? Pobre chica, espero que no haya sido grave... Hace nada entro aqui a comprar una cazadora. Tendre que esperar a los proximos dias para conocer mas detalles. Casi todo se acaba sabiendo. Claro que estos sucesos son excepcionales. Este es un barrio tranquilo. Lo que sucede alrededor no merece un par de lineas en un periodico y, sin embargo, la accion es continua y los pequenos misterios estan a la orden del dia. Ningun guionista podria anticipar que va a ocurrir una semana mas tarde. Esto es la vida misma. Como en las series de television, personajes que durante meses han sido secundarios, un dia se tornan protagonistas. Gente que siempre he visto pasar lejos del escaparate, de pronto se detiene, mira con interes, entra y desembolsa una buena cantidad de dinero para lucir ropa nueva. ?Que ocurrio en el pequeno mundo de la mujer madura que pasea su perrita, hasta ahora desalinada y vestida con astrosos chandales, para que de pronto decida cuidarse y cambiar de aspecto? ?Que le llevo a pensar que su vida no esta acabada? ?Suena con un novio o lo encontro ya? ?O solo le toco la loteria? En los proximos episodios... La vida me ha ensenado lo que se. Y se que no hay existencia trivial. Isidro, por ejemplo, es conductor de autobuses. Un dia entro a ultima hora de la tarde buscando un regalo urgente para su mujer. Debia de ser su aniversario de bodas, quiza el cumpleanos de ella. Tras rebuscar y solicitar precios de casi todo, se llevo un panuelo, que debia de ser lo unico que podia permitirse. Desde entonces, y hace ya mas de tres meses, su mujer lo lleva siempre puesto. ?Cual es la historia de amor de esta pareja madura que pasea siempre de la mano? Los sabados van a la compra al mercado cercano y el no consiente que ella vaya cargada: el tira del carrito y de algunas bolsas, la trata como si fuera su princesa. Y sus hijos... ?En que escuela aprendieron estos padres a criarlos tan bien? Tampoco estudiaron Isidro y Carmen, a la vista esta, pero es casi seguro que sus hijos llegaran a ser sabios. No hay mas que verlos. Quienes entran en una tienda dan mas informacion de lo que sospechan. Estan la forma de vestir, si saludan o no, la manera de hablar, como sacan los billetes o la tarjeta... Y luego, como se comportan al seleccionar una prenda o entrar en el probador. Con el tiempo se aprende a distinguir las personas resolutivas de las indecisas, y en ocasiones hago apuestas conmigo mismo acerca de si compraran o no, y gano casi siempre. Hay una mujer alemana, por ejemplo, ya mayor, de quien solo se que se llama Monika. Debe de trabajar en un laboratorio de investigacion o algo parecido, porque un dia la oi hablar por telefono de asuntos tecnicos y exigia que se repitieran unos analisis y se calibrara bien una maquina. Es un ejemplo de mujer resolutiva, acostumbrada a tomar decisiones. Sabe siempre lo que busca: toma un par de prendas, generalmente trajes de chaqueta, entra al probador y compra uno de ellos. Pasaria desapercibida de no ser por un detalle en apariencia insignificante. Siempre abre su cartera sobre el mostrador dejando a la vista una fotografia antigua, de un hombre vestido con chaque y pajarita. Mantiene visible esa foto desde que pregunta el precio hasta que acaba los tramites con la tarjeta, y en los tiempos de espera baja repetidamente la mirada hacia la imagen de ese hombre de aspecto distinguido y acaricia la fotografia a traves del plastico. Ha ocurrido tantas veces que tengo la certeza de que son padre e hija, aunque quiza el haya muerto ya, a juzgar por lo avejentado del papel. Puedo suponer que la foto se tomo cuando el era joven y Monika una nina, o tal vez ella ni siquiera hubiera nacido. ?Que vinculo misterioso ata a esas dos personas? ?Que la enorgullece tanto de ese hombre como para mostrarlo tan abiertamente? ?Cuantas veces al dia, al abrir su cartera, contempla esa foto, y no la de su marido o de sus hijos, si es que los tiene? Sospecho que si le preguntara por ello, su voz y su seguridad germanica se quebrarian e hilvanaria entre lagrimas algun emotivo relato. Muy diferente de esa otra mujer, que ha entrado al menos una docena de veces y jamas ha comprado nada. !Ni unas medias! Entra, observa, rebusca, se prueba, no solicita opinion, apila prendas sobre el mostrador y, al final, pide disculpas y dice que se lo pensara, que volvera otro dia. Lo asombroso es que, en efecto, vuelve otro dia para repetir casi con exactitud maniatica sus mismos gestos. La experiencia me ha ensenado que estos casos son los mas apasionantes. Esta mujer, con sus habitos machacones y su indecision, puede ser una fuente de grandes sorpresas. De un personaje aventurero se espera cualquier cosa, pero ?de que sera capaz esta mujer el dia que rompa sus manias? Hay algo que resulta misterioso en ella, y son sus silencios. Abre y cierra la puerta con sigilo, anda como si levitara sobre el suelo, habla con una voz que parece un susurro y me he fijado que rasca con sus unas las prendas que se prueba, y las frota acercandoselas al oido. Utiliza un criterio extrano cuando selecciona la ropa, lo mismo una casaca que una falda, unos pantalones que un gorro, de colores variados y estilos antiteticos. ?Que busca esta mujer, en realidad? A traves del cristal la he observado entrar en otras tiendas y sospecho que reproduce las mismas maniobras, porque jamas la he visto cargada con una bolsa. Detalles. Oi una vez que uno puede ser casualidad, que dos es confirmacion, pero que tres es ley. Hay comportamientos incomprensibles, pero que deben de tener su explicacion. Un hombre viene de vez en cuando por aqui a comprar pequenos complementos: calcetines, alguna camisa o ropa interior. Antes de salir, quita las etiquetas de todas las prendas, pidiendo unas tijeras incluso, y comprueba con maniatica obsesion que lo que se lleva, !sin bolsa, entre las manos!, este libre del mas pequeno adminiculo. Todo lo que se lleva es blanco y en ocasiones ha desechado alguna prenda por tener una minima raya de color o un discreto bordado. Se diria que esa obcecacion por la limpieza es sindrome de alguna mania sexual, pero a saber... Me gusta la calle. !Es hermosa! A veces el sol luce generoso, pero otras, incluso en dias despejados, parece enfadado y decidido a escarmentarnos. Si llueve, el cemento de las aceras despide un aroma agradable y los arboles parecen recien pintados. Esta tarde hace un calor de plomo, la calle esta desierta y el aire vibra en los bordes de las cosas. No hay nadie que entre a la tienda a estas horas, aunque estamos en epoca de rebajas, y por eso tengo tiempo de charlar con ustedes. No sera mucho mas, porque en un par de horas hombres, mujeres y ninos saldran a pasear, como si el cielo les hubiese perdonado y ya pudieran salir de casa. De nuevo la calle se convertira en un espectaculo. De haber estudiado, a mi me gustaria haber hecho Psicologia. Creo que poseo un don innato para detectar emociones que a otros les pasan desapercibidas. Si dentro de un rato quisieran salir conmigo les mostraria: aquella chica, ese muchacho, la mujer de alla, el hombre que viene por la acera... viven un gran amor. Pero no hay que fiarse de las apariencias. Hay jovenes que pasean cogidos de la cintura cuyos rostros delatan un enorme aburrimiento, y parejas que miman a sus criaturas y en cuyas miradas no aparece la menor huella de su antigua pasion. Y eso es triste. Igual que uno contempla como los ninos crecen y como los adultos caminan hacia la vejez, tambien se ve como ciertos amores declinan y acaban por esfumarse. Uno de los casos mas dramaticos es el de Adriana, que no hace muchos anos llego aqui con su reciente marido. !Ella se lo comia a besos por la calle, como comiendose el mundo! Hoy los dos se ignoran, apenas se hablan. Mantienen las convenciones y el acompana a su mujer a veces a la tienda, pero yo se que cuando ella escoge una ropa no se viste para el. Se ve en la forma en que se prueba los vestidos, mirando a su marido como si fuese una nube de gas. Apostaria algo a que tiene una aventura, que la mantiene viva cuando el marido no esta.

  • Desafiante de Lesley Livingston

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    Fallon no hizo caso cuando se lo advirtieron, y ahora le toca sufrir las consecuencias de haberse ganado el carino de los romanos por ser la gladiadora favorita del Cesar. Aunque creia haber conseguido su libertad, Fallon pronto descubre que quedarse tiene un precio. Cuando las chicas de una academia rival causan problemas a sus hermanas guerreras, las gladiadoras de Ludo Aquilea se ven obligadas a huir. En su viaje encontraran una tribu de aguerridas amazonas que podrian ayudarlas. O acabar con ellas.

  • La tercera planta de Patricia Moreno Raya

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    Cuando la autora del libro que te dispones a leer me encargo encabezar su relato, aparte de sentirme muy halagado, note que tendria que enfrentarme a algo desconocido: mi primer prologo. En realidad, casi tan desconocido como lo es para mi la persona que firma esta novela. O incluso tan desconocido como lo soy yo para ella. Y es que, el hecho de que jamas haya visto (creeme, es asi) a la inventora de esta historia y no sepa de ella mas que lo primordial, puede parecerte algo insignificante, irrelevante, pero espera, tiene su enjundia. Empece (y tu lo estas haciendo ahora) a leer un relato con ojos virgenes, sin tener demasiado claro que esperar de el, sin ni tan siquiera saber si me engancharia. Un reto, sin duda. Como lo fue, seguro, para la creadora del universo que te atrapara en las paginas consiguientes. Aunque la historia cuenta con unos escenarios cuidadosamente descritos, unos personajes confeccionados al detalle y un hilo conductor perfectamente tramado, tal vez lo que mas me haya impresionado sean las reflexiones intrinsecas en cada capitulo, ademas de los inesperados y a veces curiosos giros de guion. Espera, amigo lector. No adelantemos acontecimientos. ?No te estare contando demasiado? Seguro que no seria del agrado de alguien que estas a punto de conocer. Dejame que te avance, eso si, que estas a punto de adentrarte en una trama tan especial y elastica que bien podria convertirse en un caso de rabiosa actualidad o servir como argumento para una de esas viejas dramatizaciones radiofonicas. Una novela romantica, con tintes de traicion, con el casi siempre inevitable aderezo de los celos y servida con toques de una inusitada realidad. Lista para ser degustada como si se tratase de un dulce tiramisu banado con un cafe demasiado amargo. Como la vida misma, ?no? Llegados a este punto, ?no te apetece enfrentar un nuevo reto? ?Jugar a ponerte en la piel de los personajes? Pensar: "Yo tengo un amigo que se parece a… O que haria las veces de…". !Adelante! Si lo disfrutas una decima parte de lo que yo lo hice, te aseguro sin miedo a equivocarme que habra valido la pena. A Cesar Requesens Ahora que somos amigos y que hemos llegado a este punto, espero que te logres librar de este vago. Si no hay ninguna manera de hacerlo, matalo. Personalmente me agradaria que lo hicieras; es mas, te admiraria enormemente. Y si llegaras a necesitar ayuda, puedes contar conmigo. herMann hesse, Demian 27 de Mayo de 2016 Eran las dos de la tarde y el sol de Malaga calentaba mis manos sudorosas a la espera de utilizarlas para acabar con su vida. Habia llegado el momento. Los companeros de Victor comenzaron a salir de la Facultad de Medicina tras asistir a la primera sesion del curso de Nutricion en Pediatria. El saldria el ultimo como siempre; su parsimonia y perfeccionamiento en recoger sus apuntes, boligrafos y demas enseres le hacian ir con el tiempo justo. Atraveso la puerta diez minutos mas tarde. Con la garganta aspera y el corazon desbocado, me sentia incapaz de realizar mi trabajo. Le observe sabiendo que seria la ultima vez. Sus ojos almendrados enmarcados por unas cejas perfectas y su barba descuidada, pero estudiada hasta el ultimo milimetro, lo convertian en el hombre mas atractivo que jamas he conocido. El amor que siento por el me paralizo los pies y crei por un segundo que no podria hacerlo. Indecisa, introduje la mano en el bolso y acaricie suavemente la pistola que el mismo me habia regalado semanas atras… 1 Claudia observaba distraida como el camarero del bar de siempre tecleaba a toda prisa algo que probablemente podria esperar. El local, con las mesas llenas a cualquier hora del dia, causaba la sensacion de estar en la ciudad con mas movimiento del pais. Claudia analizaba la expresion de la cara del chico sentado en la mesa contigua: sostenia un libro, pero tenia la mirada perdida, probablemente buceaba entre sus miedos y olvidos, ya que sus ojos reflejaban arrepentimiento y frustracion. Mientras tanto, Helena, su mejor amiga, le hablaba acerca de los despidos que iban a producirse en su trabajo en las proximas semanas. --?Me estas escuchando? --Si, perdona. Estoy un poco distraida. ?Entonces van a echar al auxiliar? --!No! ?Ves como no me estas escuchando? Van a redu- cirle la jornada, pero hay rumores de que uno de los adjun- tos vamos a la calle. --Bueno, no te preocupes, no seras tu --respondio Claudia de mala gana. Estaba cansada de sus historias de siempre, las discusiones con sus companeros, el miedo a sus jefas y su desanimo de cada dia de ir a la farmacia. Habia perdido la ilusion por aquel trabajo por el que un dia sintio vocacion, pero que ahora le asqueaba y la hacia infeliz. Helena siguio hablando durante una hora mas y Claudia, ensimismada en sus pensamientos, dejo que el tiempo pasara. Acabaron el cafe y se despidieron con un beso en la mejilla, prometiendo verse de nuevo la tarde siguiente. Helena observo a su amiga marcharse. Envidiaba como el tiempo no pasaba por ella y las atentas miradas de los hombres a su paso. Envidiaba tambien la seguridad en si misma, su independencia. Una larga melena, de tirabuzones pelirrojos, caia por su espalda de una forma tan natural que tambien atraia la mirada de las mujeres. Cuando perdio de vista a Claudia, se dio media vuelta rumbo a casa con Victor, su marido. Claudia, ajena a las miradas, continuaba su camino. Paso junto a su antigua Facultad de Derecho y sintio nostalgia de aquellos anos en los que lo mas importante eran sus amigos, Helena y Victor, y en los que no era consciente de la velocidad del mundo. A pesar de aquellos dias que paso estudiando leyes y decretos, no se dedicaba a ninguna rama del derecho. Colaboraba en una revista semanal del diario regional de Granada para enmascarar su verdadera ocupacion. Habia heredado de su padre la serenidad, la sangre fria y la falta de empatia. Habia heredado tambien la fuerza y la pasion por lograr los objetivos impuestos. Desde hacia varios anos, especialmente desde que su padre faltaba, vendia la vida de otras personas. Aceptaba encargos en los que ella era la responsable de la ejecucion de una muerte deseada. Claudia vivia en el numero 9 de la calle Salamanca, un pasaje peatonal junto a plaza Bibarambla, estrecho y con poca luz, pero con mucha vida debido al elevado numero de granadinos y turistas que paseaban por sus adoquines, en un edificio que compro su padre y en el que ahora estaba sola. Tres plantas de las que apenas ocupaba la primera, y en la que tenia un pequeno despacho donde en ocasiones trabajaba. Viajaba con frecuencia por Espana, tanto por negocios como por placer. La ultima vez que tuvo un encargo como sicario fue en Madrid. Hacia ya tres meses de aquello y el dinero ahorrado empezaba a escasear. Desde entonces su telefono no sonaba. Cuando llego a casa se descalzo, encendio el ordenador y leyo las ultimas paginas de aquel cuaderno digital en el que relataba con detenimiento sus trabajos.

  • Escondete (Detective Warren 1) de Lisa Gardner

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  • Tu, yo y esta historia de los dos de Jossy Loes

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    Correr
    Curso de espanol
    Curso de...
    Asi me encontraba un sabado por la noche escribiendo una mierda de propositos en un papel manchado por helado Oreo y una copa en la mano jurando al cosmos que lo cumpliria.
    Habia llegado el momento de volver a estar disponible en lo que se refiere a nuevas relaciones momentaneas, hasta que aparecio Fitz Sandford con su porte serio, sus gafas y zapatos lustrosos, revolucionandolo a todos y a mi.
    No es que fuera el guaperas de turno, ese es otro..., ya lo conocereis mas adelante. Mejor, antes de continuar, me presento: soy Jennifer Bond y, no, no soy familia del superagente britanico.
    Trabajo en una de las mejores empresas de construcciones e ingenieria en el area de Planificacion de Proyectos, o eso creia, he llegado a la conclusion de que todos los que tenemos algun tornillo suelto hemos acabado alli. El meollo de esta historia no es la empresa... o si. Todo comienza con una pequenisima discusion entre Fitz y yo, en donde unas granadas fueron el eje central de la misma, lo cual me incito a demostrarle que estoy capacitada para ese proyecto intentando ignorar una y otra vez el cosquilleo que recorre mi cuerpo cada vez que estamos cerca.
    !Menudo lio! Me parece que tenemos un problema, !si, tu y yo, Fitz!
    A ver como solucionamos esta historia de los dos...

  • Beth de Andrea Munoz Majarrez

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    Una novela romantica que te hara viajar a las Tierras Altas en plena epoca victoriana.
    Beth recorrera un largo y dificil camino en busca del amor y la felicidad.

  • Segunda oportunidad (El corazon del multimillonario 2) de Sierra Rose

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    Este es el libro 2.

  • El secreto que cambio mi vida de Soledad Palao Sires

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    Marisol es una nina de nueve anos curiosa e imaginativa. La pension que dirige su abuela en una conocida calle de Madrid es el centro de su atencion desde donde deja volar esa intuicion con la que esta dotada. Trata de descubrir una historia que la conduce hasta uno de los multiples inquilinos, que llegados de pueblos reconditos llegaron a Madrid en los anos 60 para labrarse un futuro mejor.

  • Solo un deseo de Olga Salar

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  • La liberacion del senor Garret de Patricia Rivas

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    Ian Garret es un importante hombre de negocios adicto a las mujeres. Solteras, casadas o separadas, le da igual. Cada dia una distinta pasa por su cama. Un dia seduce a su secretaria Emma Connor que vive una vida monotona con su novio al que conoce desde el instituto. La culpabilidad por los encuentros clandestinos con su jefe hara que Emma le confiese a su pareja la infidelidad haciendo que salga a la luz como es su novio en realidad. Ian se involucrara ayudandola mientra sigue en su circulo de sexo descontrolado ?Cambiara por ella?? Soportara Emma estar cerca de el sabiendo que no es la unica?

  • Amor, sexo y otras movidas de Raquel Antunez

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    Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. ?Que? Perdona, empecemos de nuevo. Tres cosas hay en la vida: amor, sexo y otras movidas y te explico por que:
    ?Que pasa cuando esas pequenas y condenadas mariposas al ver a ese chico que te gusta aparecen? Seguro, seguro, que te sacan una sonrisa de lela.
    ?Y cuando has culminado esa noche de pasion en diferentes posturas, posiciones y lugares? -Si, justamente me refiero a eso: arriba, abajo, de lado, de pie. !Vale! !Vale! Ya paro, que nos ponemos todas. contentillas-. Pues lo que sucede es que tambien te quedas con cara de mema -y que quieres repetir, obvio-.
    ?Y a que me refiero con otras movidas? Pues a todas esas que trae el amor, el sexo y las relaciones personales, porque. ?crees que es oro todo lo que reluce?
    Amor, amistad, familia, locuras, risas, muchas risas y sexo de ese que tanto nos gusta, ?te atreves? Luego me cuentas con que cara te quedas.

  • Fin de guardia de Stephen King

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    Fin de guardia es el espectacular final de la <> que comenzo con Mr. Mercedes y continuo con Quien pierde paga.

  • Lo mas dulce (Pretty 3) de M. Leighton

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    La pequena cosita que hay en el extremo de la llave del gato se desliza fuera de la tuerca y me aplasta el dedo contra el pavimento caliente. Una vez mas. Resisto la tentacion de meterme el palpitante dedo en la boca y me trago un exabrupto. <>. Estos dias me comporto como un chucho bien entrenado; actuo de forma correcta, visto de forma correcta y hablo bien. Soy lo que las apariencias exigen. Tengo que serlo. Lance lo exige y yo lo necesito, asi que sigo sus reglas. Me paso el dorso de la mano por la frente humeda y vuelvo a intentarlo. <>. Suspiro de alivio cuando cargo todo mi peso en el gato del coche y el obstinado tornillo cede. Lo desenrosco y retiro la llanta, que hago rodar para apoyarla en el guardabarros trasero del coche. Me sacudo el polvo de las unas y compruebo que no se me ha roto ninguna --Dios me libre de servir las bebidas con las unas hechas un desastre-- antes de dirigirme al maletero para sacar la rueda de repuesto. Despues de luchar para retirarla del pequeno cubiculo que se oculta debajo del falso suelo del maletero, la dejo caer sobre el asfalto, pensando como voy a colocarla. Y lo hubiera logrado si no fuera porque la de repuesto tambien esta pinchada. --!Nooo! --gimo en voz alta. <>. Me siento frenetica cuando vuelvo a echar un vistazo de nuevo al reloj. A este ritmo, nunca tendre tiempo para cambiarme y llegar al hotel a tiempo. Pero si aparezco vestida asi, jamas dejaran de echarmelo en cara. Se que no debo usar pantalones cortos y camisetas sin mangas, pero a veces no puedo resistir la tentacion de ser yo misma. De la yo que acostumbraba a ser. De la yo que todavia soy, a pesar de lo demas. --?Por que no aceptaste ayuda cuando te la ofrecieron, Tommi? --murmuro cerrando los ojos y alzando la cabeza al cielo. Ser una rubia con problemas en medio de la carretera no siempre es malo. Por suerte, generalmente atrae a una gran cantidad de hombres mas que dispuestos a convertirse en un heroe y salvar a una pobre damisela en apuros. En esta ocasion no ha sido diferente, solo que los he mantenido a distancia. Es decir, la mayoria resultaban espeluznantes y estoy aqui sola. No hubiera sido lo mas inteligente. Asi que aqui estoy. Sola. Sin heroe, impotente y frustrada. --Todavia no es demasiado tarde, ?sabes? --replica una voz agradable a mi espalda, en tono de diversion. Sobresaltada, contengo un gritito y me doy la vuelta. Hay un hombre moreno y muy apuesto detras de mi. Esta tan cerca y es tan alto que doy un paso atras. Eso hace que tropiece con la llanta de repuesto, pierda el equilibrio y casi me caiga dentro del maletero. Cualquier rastro de control personal se va por la consabida ventana cuando intento recuperar el equilibrio. --!Hostia puta, joder! --chillo, llevada por la sorpresa. Dos manos grandes y fuertes se extienden hacia mis brazos desnudos para sostenerme y devolverme a la posicion vertical, librandome de un humillante error. La electricidad que hace hormiguear mi piel ante su contacto combinada con su risa ronca me provoca un escalofrio que sube por mis brazos. La atraccion hace vibrar mis terminaciones nerviosas de forma similar a un terremoto. --Una hermosa mujer que jura como un camionero. Justo mi tipo de chica. <>. Pero me olvido con rapidez de la razon cuando le echo una buena ojeada a mi salvador. Estoy cara a cara con el hombre mas impresionante del mundo. Ojos castanos que brillan como dos diamantes de chocolate con los ultimos rayos del sol poniente, largas pestanas negras que los enmarcan como plumas y una sonrisa que amenaza con derretirme al instante. !Santo Dios! Y tengo que mirar hacia arriba para verle la cara, lo que ya es mucho decir, porque midiendo uno setenta y cinco soy una chica alta. --Perdon por la expresion. Me has asustado --tartamudeo, curvando los dedos alrededor de sus musculosos antebrazos antes de poder pensarlo mejor. Mantenemos aquel contacto durante varios ardientes segundos. Se que deberia soltarme, protestar, fingir indignacion, hacer algo..., pero no puedo. A pesar de que suelo ser prudente, no quiero hacer nada porque no quiero que me suelte. --No es necesario que te disculpes. Me encanta que las mujeres digan cosas sucias. --No he dicho nada sucio --me defiendo con debilidad. Arquea las cejas con curiosidad, y me doy cuenta de lo mal que suena. --?Hay mas? ?Palabras mas sucias? A pesar del sofocante calor, noto que me sube por las mejillas un caliente rubor. <>. Ni siquiera soy capaz de recordar la ultima vez que me sonroje. He visto y hecho cosas a lo largo de mi vida que me han dejado insensibilizada hasta el punto de que habria jurado que nada me podia hacer sentir verguenza. Y, sin embargo, aqui estoy, sonrojandome ante un perfecto desconocido (que esta como un tren). Respiro hondo de forma temblorosa y sonrio, quitandoles importancia a el y al peligro de mi situacion... del que por fin soy plenamente consciente. Este tipo podria hacerme dano y yo estoy babeando ante su pecho. Su ancho, duro y musculoso pecho. Cierro los ojos con fuerza. <>. --?Estas bien? --se interesa aquel perfecto desconocido que esta como un tren. Cualquier rastro de alegria ha desaparecido de su voz. <>. Bajo la vista y clavo la mirada en mi camiseta sucia al tiempo que me enderezo para pasar entre su impresionante cuerpo y el maletero abierto. --Estoy bien. Solo... mmm... que hace mucho calor y... er... estoy cambiando el neumatico. Solo tengo calor. Y estoy cansada. Y... Doblo la esquina del coche, pensando que me separan solo unos pasos del bolso y el movil. Miro como el perfecto desconocido que esta como un tren da un golpe a la rueda con la punta de la bota. --Espero que esta sea la que acabas de quitar. <>. Estoy tan desinflada como las camaras de mis neumaticos mientras lo veo acercarse a la llanta que acabo de quitar, y comprobar el estado de la goma. --Por cierto, me llamo Sig --me dice de forma casual. Luego cruza los brazos sobre el pecho y estudia la situacion, pensativo--. Y me da la impresion de que vas a necesitar una grua. Una grua. !Si! Corro hacia el asiento del conductor y me inclino para alcanzar mi movil, muy consciente de lo cortos que son mis pantalones y de la forma que se suben mas arriba de mis piernas cuando me estiro. Me apresuro a incorporarme blandiendo el iPhone como si fuera un arma. --!Si! Necesito una grua. Voy a llamarla ahora mismo --le comunico, tratando de ignorar la calida mirada en sus ojos, que sube de forma descarada por mis piernas.

  • En el calor de tus brazos de Lori Foster

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    Un prometedor luchador de artes marciales mixtas queria algo mas que una noche con una mujer que huia de su pasado.

  • Daniel, Musculos de Azucar de Isabel Conde

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    Daniel era un joven de 27 anos.
    Atractivo. Dotado...
    Fuerte. Divertido.
    Pero era mucho mas.

  • Navidad. y algo mas de Priscila Serrano

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    Erase una vez una noche estrellada, una noche repleta de luces de colores... En cada esquina, la gente cantaba la misma cancion: Navidad, Navidad, dulce Navidad. ?En serio? O sea, ?no hay mas repertorio? A veces pienso que se quedaron anclados en esa cancion. Menos mal que en mi casa se saben mas. Me encuentro en un atasco con el coche, esperando pasar el maldito semaforo que se ha puesto en verde cuatro veces y todavia sigo aqui, sin poder avanzar por la cantidad de vehiculos que hay a esta hora. A este paso, me comere las uvas aqui y eso que aun estamos a veintitres de diciembre. Mi mania de dejarlo todo para ultima hora... Todavia me faltan por comprar algunos regalos de Papa Noel para mis sobrinos, unos sobrinos que piden demasiadas cosas y encima muy caras. Creo que al final comprare lo que me salga de las narices y santas pascuas. Cuando por fin cruzo el semaforo, estoy a solo cinco minutos del centro comercial. Aunque claro, ahora la cola para entrar sera incluso mas larga. Dios mio, el ano que viene empiezo a comprar los regalos en verano. Casi una hora despues, consigo aparcar el coche y me bajo con la clara intencion de correr como si se me fuera la vida en ello. Voy tan rapido que parece que estoy en una maraton. Miro el reloj de mi muneca justo cuando entro en el centro comercial y compruebo que son casi las nueve de la noche. Pronto cerraran asi que tengo muy poco tiempo. Encima aqui hay mucha gente. Me estoy agobiando. Camino sorteando a las personas y me dirijo hacia la tienda de juguetes. Espero tener suerte y encontrar algo que les guste a Paula y Julia. Mis sobrinas han sido muy claras en su carta a Papa Noel, quieren la misma muneca. Exactamente la misma y su madre, es decir, mi hermana, no la ha encontrado. Suerte que mi amiga Susana me ha dicho que esta manana habia visto cinco munecas aqui. Comienzo con la busqueda loca y tras sortear a muchas personas en el camino, veo a lo lejos la estanteria donde se suponia que debian estar las cinco munecas, pero solo quedan tres. Entonces veo a camara lenta como una senora coge una. Me quedo expectante, rezando para que no coja ninguna mas y la veo marcharse con la munequita de los... <>, me digo a mi misma justo cuando emprendo camino hasta esas perfectas munecas que parecen sonreirme desde sus cajas rosadas y llenas de brillos. No pueden ser mas feas pero claro, si mis ninas las quieren, la tita Julia se las consigue. Cojo la primera y me la llevo al pecho como si hubiese conseguido el premio a la mejor tia del ano y justo cuando toco la segunda, alguien agarra el otro lado de la caja y mis manos comienzan a temblar. Miro a la persona que esta quitandome lo que llevo buscando mas de diez minutos y nos quedamos congelados. <>, pienso. --?Julia? --Su voz me pone la piel de gallina. Es esa misma voz que tantas veces me susurraron palabras bonitas hace mas de un ano. --David... Hola --titubeo, nerviosa--. Cuanto tiempo. ?Que tal? Sonrie al percatarse de mi nerviosismo y no le culpo, se me nota tanto que hasta siento como arden mis mejillas. --Bien, muy bien. No sabia que estuvieras en Madrid --dice sin soltar la muneca, cosa que yo tampoco hago. Me quedo pensativa unos segundos, los mismos en los que el no me quita la vista de encima. Es mas, incluso me ha repasado de arriba abajo, aunque no haya mucho que ver con tanta ropa. El polar que llevo me llega hasta las rodillas y ni que decir de lo gordo que es; hasta podria pasar por una embarazada. Dios me libre, ya tengo suficiente con mis sobrinas. --Eh, si. Llevo viviendo aqui cinco meses, pense que era buena idea volver a casa. --Agacho la cabeza un poco avergonzada. Nuestra historia de amor fue la mas bonita que he vivido en toda mi vida. No hay dia que no recuerde todos los momentos que pasamos juntos en Canarias. Nos fuimos a vivir alli tras dos anos de novios porque me habia salido un trabajo. El trabajo de mi vida, en realidad. Eramos felices, el tambien habia conseguido un buen empleo, pero no fue suficiente. Al menos no para el. Entonces, una noche decidio por los dos y se marcho dejandome alli sola, sin familia ni amigos. No llevabamos tanto tiempo en Canarias como para tener un vinculo con otras personas y me dolio que me dejase tirada cuando teniamos tantos planes. --Me alegro de que hayas vuelto --responde sincero. --Gracias, yo tambien. Nos quedamos un momento en silencio y tiro de la muneca, pensando que la va a soltar pero no lo hace. Es mas, el tira tambien. Alzo una ceja incredula, pues de verdad pensaba que iba a dejar que me la llevara. No, por lo visto no sera asi. --Eh... Necesito esa muneca --le digo con calma. --Yo tambien y mucho --replica aferrandose a ella. --No lo entiendes, necesito las dos munecas. Ya sabes que tengo dos sobrinas y las dos quieren la misma muneca. Y no hay mas en ninguna parte. --Yo tambien tengo una sobrina a la que no veo desde hace mas de cinco meses y es la unica que queda. Vamos, no seas egoista, ya tienes una. Comienzo a negar, poniendome mas roja aunque no por verguenza sino por el cabreo que esta creciendo en mi interior, lenta y dolorosamente. Creo que David no recuerda como me pongo cuando me enfado y hoy va a ver la peor parte de mi como no suelte la dichosa muneca. --Espera, pensemos con claridad, por favor --refiere pasandose la mano que tiene libre por su precioso y sedoso cabello negro. No puedo dejar de observarle--. Echemoslo a cara o cruz. ?Te parece? --Alzo una ceja con altaneria y a la misma vez enseno mi preciosa mueca de desconcierto que tanta gracia suele hacer pero que a el, por increible que parezca, le resulta tierno. --Sigues siendo la misma --murmura de pronto. Abro los ojos desorbitadamente y me muerdo el labio inferior justo cuando se acerca unos milimetros. Ha sido un leve movimiento que he notado al oler mas de cerca su colonia. <>, pienso mirandole a los ojos. David sonrie dulcemente y yo creo que pronto caere al suelo hecha gelatina. Es tan guapo, siempre lo ha sido. Niego desechando cualquier pensamiento sobre el hombre que me dejo tirada solo por no ser capaz de vivir con su novia en otro lugar y crear su propio hogar. No fue capaz de luchar. --?Sabes? Dejare la muneca con una condicion --propone. --?Que condicion? --Que cenes conmigo esta noche. --Trago saliva nerviosa, muy nerviosa y me quedo sopesando su propuesta. Como si fuera posible aceptarla como si nada... --Lo siento pero no puedo --respondo sin titubear. --Entonces, dame la muneca que tengo que irme. --No te la vas a llevar, yo la he visto antes. No es justo que vengas ahora y me la quites, asi como... --?Asi como que? ?Que ibas a decir, Julia? --Me interrumpe, sabiendo que si no llega a hacerlo, podria haber dicho algo de lo que despues me arrepentiria. Y la verdad es que necesito gritarle algunas cosas que tengo atascadas en la garganta desde que lo vi marcharse, desde que salio por la puerta aquella noche en la que creia que me esperaba con una cena romantica. Era nuestro aniversario y al final fue nuestro ultimo dia juntos. Es todo tan surrealista. --Nada, sera mejor que me vaya. --Me giro, dejandole la muneca. Ya buscare otra. Camino con la unica muneca que he conseguido entre los brazos, como si quisiera llenarlos de algo que no sea soledad. Luego la pego a mi pecho, ahi donde aun sigue doliendo. Donde, a pesar del tiempo, sigue latiendo por la unica persona que he amado en mi vida. Pero fue tan cobarde, tan egoista. Llego hasta la caja y pongo la muneca sobre la cinta para pagarla y asi irme de una maldita vez para volver a mi casa, de donde no saldre hasta manana a las nueve de la noche. Tengo el dia libre asi que me hundire en mi miseria con el fin de que algun dia pueda volver a salir del pozo con una sonrisa y gritando que lo he superado. Lo mas gracioso de todo es que pensaba que asi era, que habia superado la ruptura, el abandono, pero ahora que he vuelto a verle, me siento incluso peor que antes. Sobre las once de la noche, llego a mi apartamento y tras dejar la muneca y mi bolso en la entrada, me quito el polar para dejarlo sobre la silla de comedor. En seguida enciendo la calefaccion y las luces del arbol de navidad. No es que me guste, en realidad creo que es mas por costumbre que otra cosa; mis padres siempre me han ensenado lo valioso de esta epoca, lo bonito que es pasarlo con la familia y amigos, con el amor... No tengo de eso, no hay amor por ninguna parte. Voy hasta la cocina y me preparo un chocolate caliente para despues sentarme en el sofa con la manta que me regalo mi hermana el ano pasado, es de borrego y muy calentita. Aqui en Madrid hace demasiado frio, tanto que no soy capaz de desnudarme para ponerme el pijama hasta que la casa este caldeada. Enciendo la tele y busco una pelicula en Netflix, justo cuando escucho unos toques en la puerta. Me pongo nerviosa, no suelo recibir visitas a esta hora. En realidad, no suelo recibir visitas, soy algo solitaria. Me levanto y arrastro los pies hasta la puerta. --?Quien es? --Pregunto asustada. --Soy David. ?Me abres la puerta? Apino los labios y frunzo el ceno. ?Que hace aqui? Me pongo de espaldas a la puerta y echo la cabeza sobre ella. Me quedo asi unos segundos, pensando si abrir o no. Suspiro un par de veces cuando vuelvo a escuchar su voz. --Julia, por favor. Necesito hablar contigo --suplica y escuchar asi su voz, no hace mas que hacerme mas dano. Se lo que quiere decirme, como tambien se lo que puedo llegar a sentir cuando lo escuche. Tambien se que sigo enamorada y que mi vuelta ha sido por el y nada mas que el. Eso no lo sabe, no he llegado a decirselo porque cuando llegue, David no estaba. Estuvo fuera un tiempo, segun su madre necesitaba pensar y este no era el lugar. La verdad es que no sabia que tambien habia regresado a Madrid. --Yo, sigo queriendo... --Lo escucho suspirar--. Te he traido una cosa. --Dejalo en la puerta y vete, David. No es el momento de hablar algo que podrias haberme dicho en otra ocasion, en otro lugar --esto ultimo lo digo mas para mi que para el, aunque estoy segura de que me ha escuchado. --No pienso irme hasta que me abras y me dejes hablar contigo. Solo cinco minutos y si despues de eso sigues sin querer verme, me ire y no te molestare mas. Sin mas, abro la puerta y me mira. --Solo cinco minutos, es lo maximo que te doy. Tu a mi no me diste ni un minuto para poder hacer que... No termino la frase cuando sus labios chocan con los mios. Siento la calidez de sus manos cogiendo mis mejillas para apresarme mas a su boca, para no dejarme ir. Por un momento intento escapar de el, de este beso que hara estragos en mi, que hara que vuelva a caer en sus brazos como si no me hubiesen soltado nunca. Nos separamos unos milimetros con la respiracion agitada. David pega nuestras frentes para despues clavar sus ojos verdes en los mios y suspira. --No sabes lo que he necesitado este beso, lo que he sonado con este momento --declara con la voz cargada de agonia. --Si no me hubieras dejado alli, no habria sido un sueno --respondo, demostrandole cuan dolida estoy. --Perdoname, no tenia que haberte dejado. No sabes lo que me arrepiento. --Se separa de mi --. Pense que yo seria una piedra en tu camino, en esa vida que tanto te habia costado conseguir. Ser la jefa de recursos humanos en esa empresa fue siempre tu sueno y yo no queria que lo dejaras por mi, porque yo no era feliz alli. Crei que hacia lo mejor para ti... --Pero no fue asi, rompiste mi corazon en mil pedazos y me convertiste en lo que ves ahora; una mujer dolida que no es capaz de ser feliz y mucho menos confiar en nadie --le interrumpo dandome la vuelta para ir hasta el sofa y volver a sentarme. Hundo la cara entre mis manos a la vez que siento las suyas cogerlas para hacer que lo mire. Esta de rodillas frente a mi y creo que esta noche sera mi fin, lo estoy viendo venir. --?Que era lo que me traias? --Intento relajar el ambiente con una pregunta que no viene al caso. Sonrie de lado y coge la bolsa que traia en las manos y que no habia visto hasta ahora. Saca la muneca y yo alzo ambas cejas, sorprendida. Me la tiende para que la coja. --Es tuya. --?Por que? --Porque no tengo nada. Todo lo que soy, lo que tengo... lo que ves, es tuyo Julia y quiero que siempre sea asi. --Vuelve a agacharse frente a mi--. Te quiero mucho mas que aquella noche en la que me equivoque, la noche que no logro olvidar porque no soy capaz de sacarte de mi mente. Te quiero mucho mas que cuando te vi la primera vez en esa gasolinera. --Me regala una sonrisa sincera y tierna--. Te quiero incluso mas que cuando me tiraste aquel vaso de agua en la cara cuando intente pedirte una cita. Pero es que estaba tan loco por ti que no era capaz... No puedo seguir escuchando sus palabras porque ya han calado hondo en mi pecho, mucho mas hondo que cuando comenzamos con este amor que no morira jamas. Lo beso con todo el amor que soy capaz de sentir por el, con el mismo amor que he intentado esconder y no he podido. David me abraza, me encierra entre sus brazos a la vez que me levanto para poder abrazarle. Subo mis manos hasta su cuello y entrelazo mis dedos en su nuca, buscando mas profundidad en este beso que marcara un antes y un despues en nuestra historia. Estamos tan absortos en nosotros mismos que no nos damos cuenta de que un movil comienza a sonar hasta pasados unos segundos. No es el mio, como va a serlo si yo odio ese villancico: Navidad, Navidad, dulce Navidad. Que alegria en este dia hay que celebrar. Me separo de el y alzo una ceja para despues mirarle a los ojos. Reprimo la carcajada porque se que no es el momento. --?En serio? --Pregunto. Mas el no responde--. Odio esa cancion. --Lo se, por eso mismo la he puesto de tono de llamada. --Arrugo la frente--. Me recordaba a ti. Estallo en una estruendosa carcajada que hace que el se una a mi. Ambos nos reimos sin motivo aparente y sin embargo, no podemos parar. --Feliz Navidad, dulce Navidad, Julia --murmura cerca de mi boca. --Feliz Navidad, dulce Navidad, David. Nos besamos para sellar nuestro amor, para demostrar que ni el tiempo y mucho menos la distancia es capaz de acabar con algo tan poderoso como es el amor verdadero. Despues de esto, amare el villancico y lo cantare todas las Navidades que pase junto a el porque se que esta vez, sera para siempre.

  • Para siempre es un comienzo de Patricia Morenz

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  • Nicolas Bradley y la mujer de blanco de Monica Bohorquez

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    Tras el regreso de la familia Bradley a Londres, despues de dieciocho anos, unas apariciones extranas comenzaron a tomar protagonismo. Nicolas sentia leves escalofrios que le recorian el cuerpo junto a un dulce y agradable olor a rosas cada vez que caminaba por la mansion.

  • Laboratorio lector de Daniel Cassany

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    Laboratorio lector presenta una vision amplia, interdisciplinaria y divertida de la lectura. Es solo un libro, pero incluye toda clase de experimentos, como en unos autenticos <>: comprobar la amplitud de las fijaciones oculares, descubrir los automatismos del cerebro, tomar conciencia de las inferencias que hacemos o de la manera en que trabaja la memoria o revisar las estrategias con que exploramos un escrito para detectar su intencion, su estructura o su ideologia.

  • Y tenian que ser tus ojos verdes (Hielo y fuego 2) de Anna Soler

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    La joven Olivia Harris no sabia donde ir. Atormentada por su pasado lo unico que queria era empezar de cero.Un dia dejo atras Nueva York y su trabajo de profesora y emprendio el camino al condado de Texas, donde vivia su mejor amiga, Emma.Pero el pasado y el dolor la perseguian, y cuando Liv conoce al seductor Zack Montana todo empezara a cobrar sentido.Pero Zack no esta preparado para enamorarse de nuevo. Viudo y padre de una nina, el joven vaquero tiene heridas que aun no han cicatrizado en su corazon por la reciente perdida de su esposa.Lo que desconoce Zack es que Liv le cambiara la vida sin esperarlo, y que poco a poco sus sentimientos se tornaran diferentes ante la llegada de esa forastera.Pero los fantasmas acechan de cerca y viejos secretos saldran a la luz poniendo a prueba su amor.?Como afrontara Liv esos temores? ?Sera Zack capaz de olvidar el pasado?

  • Podrias hacerlo mejor de Sophie Saint Rose

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    Meredith, sentada en el banco del parque, revisaba el periodico buscando algun casting que fuera con ella. Gruno tachando el de payaso de fiesta. Estaba harta de actuar en fiestas infantiles. Empezaba a tener autenticas pesadillas con ninos chillones, que la seguian corriendo con esos globos largos en sus sucias manitas por las golosinas, para acorralarla y golpearla con ellos, hasta que la tiraban al suelo mientras ella pedia ayuda a las madres que sonrien indulgentes, las muy brujas. Siguio leyendo los anuncios, dispuesta a meterse a camarera para pagar el alquiler de su cochambroso piso. Se ajusto el gorro de lana y redondeo un anuncio para un restaurante de cocina rapida del centro. Miro su reloj de pulsera de plastico violeta porque no podia llamar hasta las cinco. Todavia quedaba una hora. Siguio mirando y un anuncio le llamo la atencion. "Se necesita mujer joven, refinada, de conversacion inteligente, estudios superiores y buena presencia para trabajo temporal. Bien pagado. Abstenerse ex presidiarias, personas bajo tratamiento psiquiatrico, embarazadas, casadas o mujeres con hijos." Meredith se echo a reir. Menudo chiflado el que habia puesto ese anuncio. Aunque ella cumplia todos los requisitos. Era joven. Vamos, tenia veintiseis anos, asi que entraba en esa categoria. Y era refinada. Su conversacion era la leche, asi que con ella no se iban a aburrir. Podia hablar por los codos si hacia falta. Ademas, tenia estudios superiores en arte dramatico. Sus cuatro anos le habia costado de hacer de mimo moviendo las manos de un lado a otro, aparentando estar metida en una punetera caja invisible. Tenia buena presencia. Se toco sus rizos pelirrojos bajo el gorro que necesitaban un corte, pero se llevaban las melenas, asi que estaba a la moda. No era ex presidiaria. Salvo una vez que la detuvieron por escandalo publico cuando se levanto la camiseta mostrando los pechos en una manifestacion, su expediente era impecable. Eso no podia considerarse ser ex presidiaria, ?o si? Habia dormido una noche en la carcel, pero la habian soltado cuando su foto salio en la prensa al dia siguiente en primera pagina del Times. No estaba en tratamiento de ningun tipo, salvo las vitaminas que se tomaba todas las mananas. No estaba embarazada, entre otras cosas porque no se acostaba con nadie desde tres anos antes. Se le erizaba el cabello de la nuca solo de pensarlo, recordando a los ninos de sus pesadillas.

  • El secreto de la orquidea de Lucinda Riley

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  • Repensar la probreza de Abhijit V. Banerjee

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    Esther Duflo y Abhijit Banerjee, ganadores del Premio Nobel de Economia 2019.

  • La vida intima del asesino del pozo de Patricia Sanchez-cutillas

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    “La vida intima del asesino del pozo” es una novela, una historia de ficcion inspirada en los hechos de un asesino en serie que perpetro sus crimenes en los anos noventa en Valdepenas (Ciudad Real).
    Desde el principio de la novela, se sabe quien es el asesino, lo que me ha interesado narrar como escritora es por que lo hizo y como construye un psicopata su doble vida.
    Las fechas, los viajes, el modo en el que se perpetraron los crimenes y la ocultacion de pruebas son hechos que ocurrieron.
    Respecto a los personajes son todos inventados, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, ya que son pura ficcion. La ciudad de Valdepenas ha sido reinventada.
    El argumento esta relacionado con la mitologia, en concreto con el mito de Demeter y Persefone, la leyenda de la hija secuestrada y violada y la madre que la busca inutilmente por la Tierra porque esta en el inframundo. El dios Dionisio tambien esta presente por ser Valdepenas la tierra del vino y por el periodo de la Semana Santa.

  • El sentido de la locura de Jim Geekie , John Read

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    La obra que el lector tiene en sus manos analiza esa experiencia que solemos denominar locura, esquizofrenia o psicosis, la cual se halla presente en todas las sociedades y, hasta donde alcanza nuestro conocimiento, en todas las epocas, ya que la tendencia de la mente a desviarse de lo que una sociedad determinada considera <> y aceptable, junto con la propension del resto de los miembros de dicha sociedad a sancionar estas desviaciones, es uno de los aspectos centrales de la naturaleza humana.

  • Sacrificio de M.a. Andrade

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    En un mundo en el que la Guerra Biologica y Nuclear ha hecho mella, Theather y su nueva familia se ven confinados en su hogar por ordenes del Gobierno. Deben protegerse de aquellos que amenazan por matarlos, pero ?seran realmente una amenaza?

  • La doctrina del Sainte-Victoire de Peter Handke

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    De vuelta a Europa necesitaba escribir todos los dias y releia de un modo nuevo muchas cosas. Los habitantes del pueblo apartado y solitario que sale en el Bergkristall de Stifter son muy laboriosos. Cuando una piedra se cae de un muro la vuelven a poner; las casas nuevas las construyen como las viejas; los tejados que tienen algun desperfecto los reparan con el mismo tipo de pieza de madera. Donde aparece de un modo claro y llamativo esta tenacidad es en el caso de los animales: el color se queda en la casa I . En cierta ocasion, en medio de los colores me senti como en mi elemento. Los matorrales, los arboles, las nubes del cielo, incluso el asfalto de la calle tenian un brillo que no era ni de la luz de aquel dia ni de la estacion del ano. El mundo de la Naturaleza y el de las obras del hombre, el uno a traves del otro, me depararon un momento de beatitud que conozco por las imagenes de la duermevela (sin embargo, sin este elemento amenazador que anuncia lo extremo o lo ultimo) y al que se le ha llamado el nunc stans: momento de eternidad. Los matorrales eran retama amarilla; los arboles eran pinos aislados de color marron; las nubes, a traves de la niebla que se habia posado sobre la tierra, aparecian con un color azulado; el cielo (el mismo cielo que Stifter aun podia poner de un modo tan sosegado y tranquilo en sus narraciones) era azul. Me habia parado en la cima de una colina de la Route Paul Cezanne, que, en direccion al este, va de Aix-en-Provence al pueblo de Le Tholonet. Distinguir los colores y, todavia mas, darles nombre es algo que desde siempre me ha resultado dificil. Goethe, en su Teoria de los colores, haciendo gala un poco de sus conocimientos, habla de dos sujetos en los cuales en parte me veo a mi mismo. Los dos, por ejemplo, confunden <>: solo con pequenas matizaciones de mayor o menor claridad, mayor o menor viveza parece que estos colores cobran independencia y se distinguen unos de otros a sus ojos. Uno de ellos ve en el negro un cierto tono marron y en el gris un cierto tono rojizo. En general, lo que los dos perciben con mayor finura es la gradacion de claro y oscuro. Probablemente tienen un defecto de vision, pero Goethe los ve todavia como casos que estan en el limite entre lo normal y lo patologico. No hay duda: dice que si hablando con ellos uno deja que la conversacion siga derroteros azarosos y les pregunta sobre los objetos que tiene delante, termina en la mayor de las confusiones y acaba temiendo volverse loco. Esta observacion del cientifico, dejando aparte el hecho de que en ella me reconociera a mi mismo, me mostro lo que es la unidad entre mi mas remoto pasado y el momento presente: en un momento dilatado de ese <> estoy viendo como la gente de entonces -padres, hermanos e incluso abuelos-, unidos con la gente de ahora, se divierten oyendome decir los colores de las cosas que me rodean. Parece literalmente como si el hacerme adivinar los colores fuera un juego de familia; un juego en el que en realidad los que estan confundidos no son los otros sino yo. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con los dos sujetos de experimentacion de Goethe, en mi caso, por lo visto, no se trata de una enfermedad hereditaria. Dentro de mi circulo yo soy un caso aislado. A pesar de esto, con el tiempo me he dado cuenta de que no soy lo que normalmente se llama un daltonico y que tampoco padezco ninguna modalidad especial de esta enfermedad. A veces veo mis colores y los veo tal como son. Hace poco estaba yo en la nieve, en la cima del Untersberg. A muy poca altura por encima de mi cabeza, hasta tal punto que casi lo podia coger con la mano, dejandose llevar por el viento, planeaba un grajo. Vi el amarillo de sus garras, pegadas al cuerpo, como el color amarillo propio de las garras de un pajaro; el marron dorado de las alas que brillaban al sol; el azul del cielo. Estos tres colores producian las lineas de una amplia superficie extendida en el aire y a la que en aquel mismo momento percibi como una bandera tricolor. Era una bandera sin pretension alguna, un objeto hecho simplemente de colores. Sin embargo, gracias a ellos, las banderas de tela, que, hasta entonces, las mas de las veces, lo unico que hacian era impedirme ver lo que habia detras, se han convertido por lo menos en algo que puedo contemplar; porque en mi fantasia esta presente su origen pacifico. Hace veinte anos me examinaron para ver si era util para el servicio militar. En aquella ocasion, el mozo que normalmente estaba tan inseguro cuando le preguntaban sobre colores, en la prueba de la tabla cromatica, de entre la marana de puntos saco con bastante precision los numeros que le pidieron. Cuando luego comunique en mi casa el resultado del examen (<>), mi padrastro tomo la palabra -ya no nos hablabamos- y dijo que en aquel momento por primera vez estaba orgulloso de mi. Anoto esto porque en lo tocante a este asunto lo que he dicho de palabra ha sido siempre incompleto y ademas ha tenido una claridad equivoca. Al hablar de este hombre decia siempre que estaba <>. Sin embargo, este detalle, que en si mismo corresponde a la realidad, deforma la historia entera. ?La realidad no es mas bien que aquel dia vi la casa y el jardin con una extrana sensacion de llegada ? La observacion de mi padrastro me resulto repulsiva inmediatamente. Pero ?por que en mi memoria ha quedado asociada al fresco marron rojizo del huerto que aquel hombre terminaba de cavar? ?No llegaba tambien yo a casa en parte orgulloso con la noticia? Como sea, lo que ha quedado de aquel incidente ha sido el color de la tierra. Cuando ahora busco este momento ya no me veo como el joven de pocos anos que era entonces sino como un ser atemporal, sin perfil, como mi yo deseado, metido completamente dentro del marron rojizo, como dentro de una claridad gracias a la cual puedo comprenderme a mi mismo y tambien al soldado que era entonces. (Uno de los primeros recuerdos de Stifter eran las manchas oscuras que habia en el. Mas tarde supo <>. Ahora sus narraciones abren en mi una y otra vez zonas coloreadas en bosques cualesquiera.) Durante la guerra franco-alemana de 1970/71, Paul Cezanne hizo que su padre, el banquero acaudalado, le liberara del servicio militar mediante el pago de una suma de dinero. Paso la guerra pintando en L'Estaque, una localidad que en aquel tiempo era un pueblo de pescadores junto a una bahia, al oeste de Marsella, y que actualmente es uno de los barrios de esta gran urbe. Conozco el lugar unicamente por los cuadros de Cezanne. Pero solo este nombre, L'Estaque, abre en mi un espacio para una imagen de lo que es la paz. La region, incluso aquello en lo que esta se ha convertido, sigue siendo <>; no solo frente a la guerra de 1870, no solo para el pintor de entonces y no solo frente a una guerra declarada. No olvidemos que en los anos que siguieron a este retiro Cezanne continuaba trabajando a menudo alli; tenia especial predileccion por pintar en dias de mucho calor y bajo <> que le parecia <>. Los cuadros del tiempo en que estuvo escondido eran casi exclusivamente en blanco y negro, fundamentalmente con una atmosfera sentimental de invierno; en cambio, luego, aquel lugar, con sus tejados rojos ante el mar azul, se fue convirtiendo poco a poco en su <>. En las cartas que escribia desde L'Estaque encontramos por primera vez, junto a su nombre, la palabra <>, como hacian los pintores clasicos. Es el lugar <>. Los cuadros de despues de la guerra ya no reflejan estados de animo ni representan momentos especiales del dia o estaciones del ano: la forma muestra una y otra vez de un modo contundente la elementalidad del pueblo junto al Mar Tranquilo y Azul. Hacia el cambio de siglo aparecieron en L'Estaque las refinerias de petroleo y Cezanne dejo de pintar aquel lugar; dentro de unos cuantos siglos vivir carecera totalmente de sentido, decia. Solo en los mapas geologicos, la region, con su juego de colores, aparece totalmente virgen, y una pequena superficie de un verde de reseda, probablemente para mucho tiempo, lleva incluso el nombre de Calcaire de l'Estaque. Si, al pintor Paul Cezanne le debo el haber estado en medio de los colores en aquel lugar libre que hay entre Aix-en-Provence y el pueblo de Le Tholonet y que incluso el asfalto de la carretera se me apareciera como sustancia coloreada. Me he criado en un ambiente de pequenos campesinos en el que casi los unicos sitios donde habia cuadros eran la casa rectoral y las pequenas capillas que habia junto a los caminos; de ahi que desde el principio no haya visto en ellos mas que algo meramente accesorio y que durante mucho tiempo no haya esperado de ellos nada decisivo para mi. Algunas veces, leyes como la prohibicion de imagenes -caracteristica de algunas religiones o de algunos estados- las entendia yo como algo deseable; yo, que unicamente miraba los cuadros como quien mira algo que le distrae. Un objeto ornamental al que era posible prolongar hasta el infinito, por el hecho de corresponder a mi sed de infinitud -al llevarla mas lejos y darle fuerza-, ?no era el verdadero objeto que tenia enfrente? (En una ocasion, viendo un suelo con un mosaico romano me fue posible imaginar la muerte como un bello transito, sin la angostura habitual que llamamos <>.) ?Y no es la doctrina acabada de los colores y las formas lo que puede cobrar vida de un modo absolutamente maravilloso? (Aqui viene a cuento una frase de un cura de otro <> -ningun laico deberia permitirse una predicacion como esta-, y no hay que olvidarla, fijemonos en que ha omitido el articulo delante de la ultima palabra: <>.) Por esto, en relacion con los pintores me comportaba mas bien con una cierta ingratitud; pues no era nada infrecuente que aquellos supuestos objetos accesorios me sirvieran cuando menos de tablas de contemplacion y que no poco de lo que habia alli se convirtiera en imagenes recurrentes de la fantasia y de la vida. No obstante, en esta operacion de mirar, los colores y las formas, en si mismos, se convertian en algo de lo que apenas me daba cuenta. Lo que contaba era siempre el objeto especial que habia alli. Los colores y las formas, sin objeto, eran demasiado poco; los objetos, en la familiaridad que les daba la luz del dia, demasiado. <> no es aun la expresion adecuada; porque lo que tenia valor eran precisamente las cosas corrientes a las que el pintor habia colocado a la luz de lo especial… y que ahora puedo llamar sin mas <>. Los ejemplos que se me ocurren son todos ellos paisajes: y concretamente aquellos que corresponden a las imagenes amenazadoras, despobladas y silenciosamente bellas, de la duermevela. Lo que en ellos llama la atencion es el hecho de que formen siempre una serie. A menudo llegan incluso a encarnar todo un periodo de la obra de un pintor: las Plazas metafisicas, desiertas, de De Chirico; las ciudades de la jungla de Max Ernst, desoladas a la luz de la luna, unas ciudades cada una de las cuales lleva el nombre de Toda la ciudad; el Reino de las luces de Magritte, aquella casa que sale tantas veces, bajo arboles frondosos, en la oscuridad, mientras que alrededor brilla un cielo blanquiazul de dia; y, finalmente, y en primer lugar, las casas de madera escondidas en los pinares de Cape Cod/Massachusetts, del pintor americano Edward Hopper, y que llevan nombres como Carretera y casas o Carretera y arboles. Sin embargo, los paisajes de Hopper tienen me nos de amenaza onirica que de realidad abandonada. Uno puede reencontrarlos a la luz del dia y de la razon en el lugar donde estan; y cuando hace unos anos fui a Cape Cod, adonde tenia ganas de ir desde hacia tiempo, y busque alli sus cuadros, por primera vez, dondequiera que estuviera en aquella franja de tierra, senti que estaba en el reino de un pintor. Las curvas, las elevaciones y hundimientos de aquella carretera de dunas podria dibujarlas ahora. Los detalles, a menudo completamente distintos de los que pinto Edward Hopper, se encuentran en mi memoria, a derecha e izquierda, como en una pantalla. En el centro de un cuadro de estos, tomado de la realidad, metido en la gruesa capa de hielo de un estanque y formando un conjunto con una caja de lata que hay al lado, hay una inflorescencia de junco. Una vez llegado alli, por interes mio, me marche con la conciencia de que fuera, en el taller de un pintor y en las formas del paisaje de New England, habia hecho los preparativos para una guia de viajes; por la noche vi brillar las casas de madera entre los pinos -no estaban abandonadas, en absoluto, mas bien representaban una vivienda ideal- y encontre alli el hogar del protagonista de un relato que todavia tenia que escribir. Los poetas mienten, leemos en uno de los primeros filosofos. Parece pues que desde siempre impera la opinion de que lo real son los estados malos y los sucesos deplorables y que, consecuentemente, las artes son fieles a la realidad cuando tienen como objeto fundamental y como norma lo malo o la desesperacion, mas o menos comica, que lo malo provoca. Sin embargo, ?por que ya no puedo oir hablar de todo esto?, ?ni ver ni leer nada? ?Por que asi que escribo una sola frase en la que me queje, me acuse o me ponga en evidencia, a mi mismo y a otros -!a no ser que se trate de la santa ira!-, se me pone literalmente una nube negra ante los ojos? Y si, por otro lado, nunca voy a escribir nada sobre la fortuna de haber nacido, o sobre el consuelo de un mas alla mejor, la inevitabilidad de la muerte sera siempre lo que me guie, y, sin embargo, espero que no sea nunca mi tema fundamental. Es cierto que al principio Cezanne pintaba cuadros de terror, como las tentaciones de San Antonio. Pero con el tiempo su unico problema fue la realizacion (<>) de lo terreno, puro y sin culpa: de la manzana, de la roca, del rostro de un ser humano. Lo real era entonces la forma alcanzada; la forma que no lamenta la desaparicion de las cosas en los avatares de la historia, sino que transmite un ser en paz. El arte es esto solo. Pero justamente lo que le da a la vida su gusto es lo que al transmitirlo se convierte en problema. ?Que era lo que empezaba en mi cuando, en aquella ocasion, todavia en la epoca de los cuadros magicos, nosotros, la mujer y yo, ibamos en coche por otro paisaje del sur de Francia? Una parte de aquel viaje es ahora tambien aquel paseo de la tarde anterior, cuando fui a la tierra ondulada, todavia por explorar, en la que se encontraba la casa de la mujer. Era uno de los ultimos dias del ano y el mistral -el viento, normalmente frio, que baja del macizo central- era en aquella ocasion calido; sus rafagas, fuertes pero continuas, sin lo repentino y brusco que tienen los vientos de tormenta, que impiden mirar comodamente. Aunque pronto dejo de haber camino, quedaba todavia una sensacion de proximidad: estaba cerca de la casa de la mujer. Esta me enseno por primera vez los cuadros de Edward Hopper, era capaz de gozar de las cosas pequenas y sabia <>. Me sente en un claro del bosque cubierto de hierba que se movia en un unico temblor. Las copas de los arboles, inclinadas, casi inmoviles. El aire era claro y al oeste, en el horizonte, en el que aun habia luz, se formaban continuamente mechones de nubes que se levantaban bruscamente hacia el cielo y alli volvian a desaparecer; y la luna, que salio despues sobre el horizonte, se empareja ahora -<> (asi describio Cezanne en una ocasion su forma de pintar)- con otra luna que, en un atardecer que tenia una calma parecida, vi por encima de la linea del horizonte como si fuera el arco de la puerta de un granero. Estaba sentado en medio del silbido del viento, igual que hace anos el nino estaba sentado oyendo silbar un pino determinado (y como mas tarde, en medio del ruido de una gran ciudad, pude estar oyendo el murmullo del rio que la atravesaba). El viaje en coche del dia siguiente fue el principio de un viaje que ibamos a hacer los dos y que nos llevo al llano, a la costa. El mistral habia dejado de soplar; un dia suave de invierno, despejado y amplio. En el paisaje pedregoso, a una cierta distancia unos de otros, crecian pinos mediterraneos. El nombre exacto de estos pinos, que vuelve a mi con frecuencia como un estribillo, junto con el ano de 1974, me lo dijo la mujer: pins parasol. La carretera, descendiendo levemente, pasaba junto a estos pinos. Entonces (no <>), junto con la carretera y los arboles, el mundo estuvo abierto. <> paso a ser tambien <>. El mundo era un reino terrenal, firme, sustentador. El tiempo esta parado, es eterno y cotidiano. Lo abierto, una y otra vez, puedo ser tambien yo. Puedo rechazar lo cerrado. Debo estar siempre muy tranquilo en el mundo de fuera (en los colores y las formas). Incurrire en culpa en el momento en que, en peligro de cerrarme a mi mismo, no quiera la presencia de espiritu que puedo tener hasta el fin de mis dias. En un relato que escribi cinco anos antes, un paisaje, aunque era llano, se abovedaba y se acercaba tanto al protagonista que parecia expulsarlo de el. Sin embargo, el mundo de 1974 -un mundo completamente distinto, dilatado, concavo, que libraba de toda opresion y que pensaba en el cuerpo libremente- sigue estando ante mi como un descubrimiento que debo transmitir: los pinos parasol y mi alegria de vivir, he aqui una realidad valida. Como fuera, a partir de entonces, los pins parasol fueron muchas veces de utilidad cuando ante mi se convertian en bovedas los vestibulos de las casas de los otros, aunque la persona de aquel mundo de antes pudiera una y otra vez perder la presencia de animo y la serenidad (hay una culpa propia). ?Fue entonces, y no antes, cuando realmente empezo algo para mi? ?No fue mucho antes, delante de otros arboles meridionales, cuando pude imaginar una alegria racional? Ante los oscuros cipreses del verano de 1971, en Yugoslavia: ?que es lo que alli, dia tras dia, iba cediendo en mi que al fin alguien abrio los brazos por primera vez? (Una parte de esto es tambien aquel moral, a cuya sombra nos sentabamos a menudo, y la luminosa arena que habia a sus pies, salpicada con el suave rojo de los frutos que habian caido.) En aquella ocasion tuvo lugar la transformacion. El hombre que yo era se hizo grande y al mismo tiempo sintio anhelos de estar de rodillas, o tumbado en el suelo con el rostro hacia abajo, y de no ser nadie en medio de todo eso. La transformacion era natural. Era el deseo de reconciliacion que, como dice el Filosofo, venia del <>; y este deseo me parecio real-racional y desde aquel momento me sirvio tambien para escribir. Al mismo tiempo no era una epoca buena. (Mi madre, temiendo que iba a morir, me estaba mandando gritos de socorro a los que yo no sabia como contestar.) Por esto, en los cipreses volvia a ver yo los arboles funerarios magicos de la Antiguedad. <>: esta era desde hacia tiempo una maxima al escribir: representarse los objetos que hay que apresar, de tal modo que parezca que los estoy viendo en un sueno, con el convencimiento de que alli, y solo alli, es donde aparecen en su esencia. Entonces, en torno al que escribia estos objetos formaban una arboleda desde la cual este, y muchas veces solo forzado por la necesidad, volvia a encontrar una vida. Es cierto que repetidamente veia en las cosas algo esencial, pero esto no se podia transmitir a los demas; y cuando se empenaba en fijarlo dejaba de estar seguro de si mismo. No, los cuadros magicos -ni los de los cipreses- no eran los verdaderos cuadros para mi. En su interior se encuentra una Nada, ajena totalmente a la paz, una nada a la que, por propia voluntad, no me gustaria volver jamas. Yo solo soy fuera, entre los colores del dia. Al Estado se le ha llamado la <>. En cambio, yo se que estoy obligado al reino de las formas, como a un orden juridico distinto en el que <>, como ha dicho el Filosofo, <> y toda forma tiene el poder de un ejemplo (aunque los artistas mismos, en los nuevos estados, sean <>).

  • El caso Fitzgerald de John Grisham

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    John Grisham, <thriller>> segun Ken Follett, siembra cizana en el paraiso con su nueva y entretenida novela. Una historia que arranca con un robo de manuscritos y evoluciona hacia una persecucion entre un seductor criminal y la mujer que se ha propuesto desenmascararlo.

  • Esquemas rotos y brujulas desviadas de Irene Anton Cortes

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    Al fin y al cabo no es mas que otro libro de poesia. Un libro en el que muestro mis sentimientos mas puros. Mis miedos. Mis logros. Mis tristezas. Espero que te sientas como en casa con este libro. Subraya, haz anotaciones, pon marca-paginas, haz lo que quieras. Pero disfrutalo. Disfrutalo como yo lo disfrute

  • Stieg Larsson. El legado de Jan Stocklassa

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  • El ultimo coyote de Michael Connelly

    https://gigalibros.com/el-ultimo-coyote.html

    Connelly desvela un episodio oscuro en la vida de Harry Bosch.
    La vida de Harry Bosh es un desastre. Su novia le ha abandonado, su casa se halla en un estado ruinoso tras haber sufrido los efectos de un terremoto, y el esta bebiendo demasiado. Bosch se resiste a ver al medico asignado por la policia de Los Angeles, pero finalmente acaba reconociendo que un hecho tragico del pasado continua interfiriendo en su presente. En 1961, cuando tenia once anos, su madre, una prostituta, fue brutalmente asesinada. El caso fue repentinamente cerrado y nadie fue inculpado por el crimen. Bosch decide reabrirlo buscando, si no justicia, al menos respuestas que apaciguen la inquietud que le ha embargado durante anos.

  • Llevame donde tu deseo quiera de J.a Duarte

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    El es un hombre muy poderoso y deseado en la era actual, viene recorriendo muchas vidas con el solo objetivo de recuperar a su gran amor.
    Ella es un ser como cualquier persona comun y silvestre que vive una vida totalmente normal con su familia y no tiene ni idea de lo que le depara el destino a sus 43 anos. se dara cuenta que nunca es tarde para volver a sentirse con ganas de experimentar y vivir intensamente.
    El la encuentra y tratara de hacer lo imposible para que lo reconozca de vidas pasadas y asi lograr que recuerde que el es tambien su gran amor.
    Sus vidas hacen un giro de 360 grados. Tienen una atraccion casi enfermiza, amor descontrolado y sus encuentros con el sexo cada vez son mas intensos. Se aman con locura, pero mentiras y enganos se mezclan en la relacion. Ella descubre un gran secreto de su amado y todo puede volver a cambiar o no

  • No lo permitire (Rebeca Olsen 2) de Raul Garbantes

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    Louise Simons queria que ese dia fuera especial. Si lograba la mejor foto del faro nevado, la venderia y podria comprar un regalo a su hija Dottie. Con esa idea en la cabeza, se subio -- apenas amanecio-- al autobus que la dejaria en la estacion de Milwaukee y de alli tomaria otro hacia la estacion de la Union. Por ultimo, subiria al tren rapido que la llevaria hasta su destino final: el famoso faro de Saint Joseph en el lago Michigan. Era un viaje largo, pero no le importaba. Podria decirle a Dottie que se habia convertido en la princesa Elsa de Frozen, porque le enviaria a su amiga Jacqueline la primera foto que tomara del faro, para que se la ensenara a su pequena hija. Las imagenes que su amigo virtual Jesse Miller le habia ensenado eran alucinantes; mostraban las crestas del lago irrumpiendo en forma de olas gigantescas y la estructura vestida de multiples velos de nieve. Tenia que agradecerle a Jesse por el dato y que ademas se ofreciera a buscar comprador para las fotos que tomase aquel dia. Eso convenceria al padre de Dottie de que no se la llevara a Ontario con el. No queria perderla, pero no tenia dinero para mantenerla ni nadie mas a quien acudir en el pais. La movia una creciente ilusion cuando llego al faro y ni siquiera estaba cansada. Cubria sus manos con unos guantes negros que no eran de su talla, pero que cumplian la funcion de protegerlas del frio. Las plumas de su vieja chaqueta se movian violentas debido a las rafagas del viento. Sintio los ojos frios y secos. Saco del bolsillo externo del morral una pequena barrita humectante marca ChapStick clasica --de las de cubierta blanca y negra-- y se puso un poco en los labios. Noto que dos personas caminaban detras de ella, pero no les presto atencion. Despues vio a un hombre que parecia trabajar en la edificacion del muelle. Este solto una ultima bocanada de humo y entro en una de las casetas que supuso eran oficinas. Ella continuo caminando, pero el mismo hombre que fumaba volvio a salir y le grito. --?A donde va con este tiempo? Ella volteo y sonrio. --Solo a tomar unas fotos del lago y del faro --dijo mientras le mostraba la camara que sacaba del morral. El hombre resoplo y emitio unas palabras que ella no entendio, y volvio a entrar. Louise continuo caminando hacia el lago y, cuando estuvo a cinco metros de la caseta de techo rojo --que aun podia verse porque la nieve no la cubria del todo--, se deshizo de los guantes y se tomo una selfi con el celular. Podia intuirse al ver esa imagen, incluso meses despues, que en aquel momento estaba feliz. Envio la foto al celular de su amiga Jacqueline, quien cuidaria de Dottie el fin de semana, y continuo avanzando. Queria llegar a la orilla del lago, que ahora mas que nunca parecia un mar helado sacado de un cuento. Estaba tan ensimismada en su objetivo que no se dio cuenta de que los dos hombres que venian detras se le acercaban con rapidez, aprovechando que no habia nadie mas en aquel momento. Cuando comprendio que iban a atacarla fue muy tarde, y supo que moriria. Intento gritar, pero fue imposible. Uno de ellos le golpeo con un madero oscuro en la cabeza. Y Louise Simons no volvio a despertar. 2 14 DE SEPTIEMBRE de 2019 Por la manana de aquel dia estaba tomandome una taza de cafe en la cocina de la casa de Gary. Estaba frustrada porque ya habian pasado dos meses desde que vi a mi hermana en la videollamada y no habia sabido nada mas de ella. Por supuesto, no esperaba que Norman Jackson ni Anita o Robert Smith Patterson me dijeran donde estaba, pero dado que mi relacion con Gary Buck se habia tornado intima, esperaba que el me ayudara a saberlo. Nos enamoramos apenas nos conocimos. Pero resulto ser tan obstinado como yo, y decia que Rose lo mataria si se enteraba de que por su culpa me habia puesto en peligro por seguir su rastro. --?Por que no me lo dices? --le pregunte a Gary por enesima vez. --No sigas con eso, Beca. Sabes que Rose no me lo perdonaria. --?No ves que ese secreto sobre su paradero o lo que hace me esta afectando? --le reclame, levantandome de la silla y dirigiendome al lavaplatos. --No importa que te afecte, porque asi lo quiere tu hermana --me respondio. Cuando dijo eso me moleste todavia mas. --Debes entender... --Lo entiendo --lo interrumpi y, al hacerlo, sin querer golpee la taza con el grifo y esta se partio. El se acerco y me rodeo con los brazos. Apoyo el menton y la nariz sobre mi hombro. La verdad es que Gary sabia como calmarme casi siempre, pero en esa oportunidad no fue asi. Le dije que me iria porque tenia algunas cosas que hacer y que nos volveriamos a ver en la noche. Sali de casa de Gary y me encamine al apartamento que habia rentado cuando decidi quedarme en Atlanta hacia siete semanas, y que quedaba solo a cuatro cuadras de alli. Era verdad lo que le habia dicho a Gary sobre que debia hacer algo: continuar con mis pesquisas ocultas. Como no encontraba apoyo de ellos para incluirme en la organizacion de Rose, entonces en las ultimas semanas y por mis propios medios habia comenzado una investigacion de la cual no les habia hablado. Yo tambien les estaba ocultando cosas y habia logrado avances que ellos ni siquiera imaginaban. 3 TODO EMPEZO porque una vez Gary me dijo que para descubrir los delitos de la Black Key habia que contar con <>. Al principio no entendi, pero luego me di cuenta de que ellos tambien poseian informacion filtrada de la agencia de inteligencia Kramer Team. Gary me hablo de un ingeniero que trabajaba en esa agencia y que conocia de los manejos que Albert Kelly y el senador Alex Richmond hacian en la Black Key. Este hombre misterioso ahora les ayudaba a disenar las estrategias de analisis de redes para anticiparse a las acciones de la organizacion. Con todas esas ideas en mi cabeza construi un organigrama de los delincuentes de poca monta que se describian en los expedientes del apartamento que Rose usaba como escondite. Lo hice analizando las redes sociales y creando mi propia base de datos. Por suerte, las paginas que fotografie aquel dia que casi me asesinan contaban con algunos datos relevantes. Me hice pasar por varias personas, y abri cerca de veinticinco perfiles de mujeres y hombres ficticios para entablar conversaciones virtuales con una centena de individuos que podrian estar relacionados con esos delincuentes. La mayoria de ellas no me conducia a nada, pero si que logre, por ejemplo, descubrir que Mary Talcott, la asesina de Melissa Coleman, tenia un historial inusual en el mundo delictivo. Habia estudiado unos anos en la Universidad de Florida y era una joven inteligente, ajena a la ilegalidad. ?Por que se convirtio en una asesina desalmada? ?Como hizo la Black Key para reclutarla? Su historia me desconcertaba y por eso me hice amiga virtual de su hermana Wendy. Me fue bastante sencillo; solo estudie su mundo de intereses a traves de su Facebook y deje colar algun comentario en Twitter para despertar su curiosidad. De inmediato pico el anzuelo. Ahora compartimos algunos podcast sobre series y musica. Todavia no he sacado nada en claro sobre los inicios de Mary Talcott en el mundo delictivo, pero al menos ya tengo la confianza de su hermana. El nombre que utilice con ella fue Helen Combs, que es mi identidad favorita. Lo escogi porque me recuerda la casa de los abuelos y las abejas, ya que ese nombre es un juego de palabras que se parece a honeycomb. Me he convertido en una experta produciendo podcast, incorporando contenidos atractivos sobre quienes he identificado dentro del mundo de relaciones de los cinco delincuentes, cuyos expedientes fotografie. Desde el principio me di cuenta de que los sujetos de los expedientes tenian algunas cosas en comun. Todos habian crecido en Washington D. C. o en las afueras de esa ciudad. Luego, dias despues, hice un descubrimiento mas importante: todos habian sido defendidos por la misma firma de abogados: la Bristol Criminal Defense Attorney. Lo supe porque el hermano de Frank Winters --uno de los delincuentes-- estuvo metido en un asunto de drogas y en su perfil de Instagram aparecia en una foto en cuya leyenda agradecia a Cyrille Bristol, su defensa. Eso me alerto sobre esa firma de abogados defensores. Luego encontre que otro de los sujetos se habia salvado de una sentencia condenatoria por un error procesal y que la misma firma de abogados lo defendio. Estuve segura de que era un banco de criminales que surtia a la Black Key. Si era capaz de descubrir cosas como esas con mis estrategias, tendrian que calcular de lo que seria capaz si me dieran acceso a toda la informacion que hoy me negaban. Sobre todo, podria mostrarme ante Robert, Norman, Anita y Rose como alguien de utilidad. Esa manana iba a contarle mis hallazgos a Gary, pero me molesto tanto su negativa a darme informacion sobre mi hermana que lo pospuse.

  • Tu mirada oscura sobre mi vestido de calaveras rojo de Yaiza Castro

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    Escoge la senda del pecado, y desnuda tu alma al romance mas ardiente y peligroso. Una policia temeraria, pin up y alocada. Un agente de operativos especiales letal y que exuda peligro por cada poro de su piel. Una explosion. Una investigacion. Un amor envuelto en llamas. Un entramado criminal que clava las garras en lo mas profundo del corazon del organigrama policial. Dos enigmaticas figuras que dirigen el destino de todos desde las sombras. Un amor del pasado. Un misterio por resolver. Un romance que hunde sus cimientos en el erotismo mas salvaje.
    Disfruta del mejor romance y el mejor suspense en una historia donde ambos generos se aunan para conformar una novela pasional y trepidante.

  • En defensa del amor de Lori Foster

    https://gigalibros.com/en-defensa-del-amor.html

    No esperaba tener que defenderse del profesor de defensa personal.

  • No dudare, Carla (Siempre es amor 1) de Giselle Amoros

    https://gigalibros.com/no-dudare-carla-siempre-es-amor-1.html

    Carla es una joven casi entrada en la treintena que tras una relacion fallida ha decidido priorizar su independencia al amor. El problema es, que cuando por fin encuentra el trabajo perfecto, cupido hace de las suyas. Un amor que de un plumazo la puede devolver a la casilla de salida, algo que ella no esta dispuesta a consentir.
    Por otro lado, Arcadi, es un empresario de exito pero muy inseguro en su vida personal y lo que menos le apetece es enamorarse de ella. Intenta alejarse todo lo posible pero, obviamente, necesita tener una relacion laboral con Carla.
    ?Conseguiran estar separados? Averigualo en: No dudare, Carla.

  • Un lugar en el mapa de Shaun Prescott

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    Shaun Prescott es uno de los autores revelacion de la nueva literatura australiana: un relato alegorico y mordaz sobre la desaparicion de los pueblos.

  • 29 segundos de T.m. Logan

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    ?Que pasaria si una llamada de 29 segundos pudiera cambiar tu vida para siempre?

  • Despues de encontrarme (Bilogia Lucia 2) de Saray Garcia

    https://gigalibros.com/despues-de-encontrarme-bilogia-lucia-2.html

    Titulo original: Despues de encontrarme Primera edicion: Mayo 2016 (c) 2016, Saray Garcia Maquetacion y diseno de portada, a3studio ISBN: 978-1533130358 Deposito legal: V 515-16 Esto es una obra de ficcion. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, organizaciones y dialogos en esta novela son o bien producto de la imaginacion del autor, o has sido utilizados en esta obra de manera ficticia. Quedan prohibidos, dentro de los limites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproduccion total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electronico o mecanico, el tratamiento informatico, el alquiler o cualquier otra forma de cesion de la obra sin autorizacion previa y por escrito de los titulares del copyright. En este libro las canciones tienen un significado muy especial. Acompanan a los protagonistas dando verdadero sentido a muchos momentos. Si quieres disfrutar de la banda sonora de Despues de encontrarme, solo necesitas seguir este enlace: https://open.spotify.com/user/saraygarc%C3%ADa/playlist/7mTadEGpLX2DhZuvQfaSsv INDICE 1. S UENOS LENTOS Y HUIDAS VELOCES 2. SI TU SALTAS... 3. CALLAR ALGO COMO... TE QUIERO 4. !SOY EL REY DEL MUNDO! 5. IMPERTINENTE ES MI SEGUNDO NOMBRE 6. REVUELTO DE FRUTOS SECOS 7. SE (CE)PILLA ANTES A UN MENTIROSO... 8. DESPERTARES ESTRELLADOS 9. SE MIRA PERO NO SE TOCA 10. TORTITAS PARA TODOS 11. DOS NOVIOS PARA DOS SOFAS 12. ?QUE HACE UN TIPO COMO YO, EN UN SITIO COMO ESTE? 13. CSIVALENCIA.ESPECIALISTAS EN REDES SOCIALES 14. TODO LO QUE PUDO SALIR BIEN 15. THELMA Y LOUISE 16. ERES LUZ 17. ACORAZON ABIERTO 18. NO DEJES PARA MANANA... 19. HOGAR, DULCE E INCORREGIBLE HOGAR 20. CADA COSA EN SU LUGAR... Y LUCIA POR TODAS PARTES 21. UN DIA COMO OTRO CUALQUIERA 22. SORPRESAS, CONFESIONES, Y... !MUCHA MIERDA! 23. AFORO COMPLETO 24. MI PRIMERA UVA 25. SIEMPRE CUIDARE DE TI 26. LA CUENTA ATRAS 27. PLANTAR LA SEMILLA 28. RECOGER LOS FRUTOS 29. MI CHICA 30. LA VERDADERA CARA DEL DOLOR 31. EXPIANDO PECADOS 32. JAQUE 33. MATE 34. CUANDO DECIDI OLVIDARTE 35. CASI LA ANTIGUA LUCIA 36. VIDAS QUE DEJE CRUZADAS... 37. ...VIENEN PERSIGUIENDOME 38. CUANDO DECIDI RECUPERARTE 39. DI QUE SI 40. LO QUE SIEMPRE HAS QUERIDO EPILOGO AGRADECIMIENTOS SOBRE LA AUTORA A ti, abueli Estes donde estes, que sea para bien A Tindaya, por todo lo que compartiremos hasta que puedas leerlo 1 SUENOS LENTOS Y HUIDAS VELOCES El agua caia sobre mi cuerpo desnudo. Deslice mis manos por la cara para echarme hacia atras el pelo y abri los ojos. Una sonrisa se dibujo instantaneamente en mi rostro, al tiempo que Closer llenaba aquel bano. Sabia donde estaba. De vuelta a Madrid. A nuestra habitacion de hotel. Sin que pudiera preguntarme como habia llegado hasta alli, sus manos resbalaron por mi vientre y su boca por mi cuello. Instintivamente, estire el brazo para acariciarle el pelo. --Te he echado de menos --dije enredando mis dedos entre sus mechones. No recibi contestacion. En lugar de hablar, me recorria los hombros con besos, y sus dedos ascendian por mis costados hasta llegar a acariciar mis pechos. Suspire contoneandome contra el al ritmo de los Kings of Leon. Subio por mi brazo para recoger mi mano de su cabeza y guiarla de vuelta a mi cuerpo. Siguiendo mi contorno, despacio, muy despacio, ibamos dibujando mis curvas hasta llegar a mi entrepierna. Lo note excitarse contra mi. Sus dedos obligaron a los mios a tocarme. Estaba perdiendo el sentido con nuestras caricias acompasadas, sus labios recorriendome la espalda, la sensual melodia de la cancion... --?Te has levantado con ganas de jugar? --pregunte sin apenas poder contener un gemido cuando me rozo el clitoris con mis propias yemas. En lugar de responder, sus dedos liberaron los mios y, retrocediendo un paso, me dejo espacio para poder volverme. --Buenos dias, ne... Antes de haber terminado de decirlo, mis pupilas habian topado con unos preciosos ojos grises centelleantes, y un sonoro scratch destrozaba la musica ambiente. !?Alex?! --Buenos dias, canija. Desperte a la velocidad del rayo, con la respiracion acelerada y banada en sudor. Tenia una mano en una teta y la otra en la cadera. La del pechito contento, era obvio que habia sido por mi suenecito humedo. Y tan humedo... ?Reivindicando su nombre, senor Mojabragas? La otra, la que parecia estar protegiendo la ultima flor del universo, era por idiota. Todo comenzo en el maldito momento en el que Jorge comento que, aquella cicatriz en mi cadera, era como llevar un tatuaje para recordarlo. Por eso yo, como buena suicida emocional, habia cogido la estupida costumbre de dormir con una mano sobre ella. Juro que era involuntario. Nunca era consciente del momento en el que mi palma arropaba aquella marca todavia rosada, pero cada manana, mi mano aparecia situada en la misma posicion. Como si asi pudiera tocarlo a el, y fuera verdad que lo llevaba en la piel para siempre. Como si estuviera salvaguardando lo poco que quedaba de algo que fue nuestro. Algo que se perdio un mes atras, entre su silencio y mis lagrimas. !Prohibido pensar en eso, pardilla! Mire el reloj medio grogui. !Mierda, joder! Me habia quedado totalmente dormida. Iba a tener que correr para llegar a tiempo a la cena. Despues de llevar todo el mes lejos de Valencia, habia regresado esa misma tarde de pasar mis ultimos dias de vacaciones con Nora. Agotada por el viaje, me habia tirado en la cama para descansar cinco minutitos... que se habian convertido en dos horazas. Lo bueno de llevar tanto tiempo fuera, era que mis posibilidades estilisticas estaban bastante mermadas. La inmensa mayoria de mi ropa de verano estaba, o arrugada dentro de alguna maleta, o haciendo rebosar el cesto de la ropa sucia. Estudiando mis alternativas, supe que la mejor opcion era aquel vestido largo y vaporoso, de modo que no tarde en meterme en la ducha para olvidar los suenos con un ex de manos sueltas, y para cantar a voz en grito, anunciandoles a los vecinos mi vuelta a casa. Para mi sorpresa, consegui llegar hasta la direccion que Alina me habia mandado sin gritarle ni una vez al Google Maps, y eso que el bendito chalet estaba mas o menos donde Cristo perdio la alpargata. Aparque el coche de cualquier manera, cortando el paso de un Mini que podia apostar a que pertenecia a la abofeteable Jimena. Despues de todo, no tenia intencion de estar alli demasiado tiempo. De camino a la entrada, un Golf blanco --su Golf blanco-- llamo mi atencion. Genial, que empiece la funcion, pense. Si albergaba una remota esperanza de que Jorge no estuviera, esa vision acababa de mandarla a la mierda por la via rapida. Mi pulso respondio descontrolandose, y mi cabeza se planteo la posibilidad de acariciar con mi bolso de tachuelas --sin querer, claro-- la carroceria al pasar. Recurri al mantra de las vacaciones antes de caer en la ira incontrolada. --Si no te pienso, no existes. Si no te pienso, no existes. Si no te pienso, no existes --me repeti a mi misma dejando atras el coche. La puerta estaba abierta, asi que entre siguiendo el sonido de la musica hasta la piscina, donde un monton de jovenes bailaban, reian y bebian al ritmo de Supersubmarina. !Ay Norito, que bien lo habriamos pasado tu y yo aqui!, pense antes de recordarme que tenia que salir de alli cuanto antes. Nada mas verme, Alina corrio a mi encuentro. --!Lucia! --grito tirandose sobre mi--. Pense que al final no vendrias. --No podia perderme tu despedida --confese devolviendole el abrazo. La estruje contra mi, regresando al dia en que la habia conocido. Apenas unos meses despues, ella tambien corria detras de su cambio de vida. Se iba a estudiar a Inglaterra, y aunque estaba segura de que se llevaria el violin en la maleta, este tendria que aprender a compartir su tiempo con los libros de finanzas. Mientras dejaba que mis brazos la arropasen, mis ojos inquietos no dejaban de saltar de cara en cara buscando el rostro de su hermano. Estaba cerca. En alguna parte de aquella casa. Era como si pudiera sentirlo, sin embargo, no lograba encontrarlo. En mi interior se libraba una especie de lucha de poder. Por una parte, mi cabeza me decia que lo mas inteligente seria mantenerlo lejos. Pero por otra, mi corazon... El solo palpitaba ansioso dentro de mi pecho, esperando el momento de encontrar su mirada, y que las ultimas semanas desaparecieran para poder salir de su jaula. Volver a escuchar sus provocaciones... Que me tentase con su sonrisa... Lucia en modo yonqui activada. !Que rapido se acaba el efecto "Vacaciones rehabilitadoras", Senor! --Acompaname a la cocina para que podamos hablar --dijo arrastrandome por una mano. --Ali, no puedo quedarme mucho. Tengo una cena --respondi siguiendo sus pasos sin tener muy claro si podia oirme. --Esperame dentro un segundo. Voy a... a por el movil. Giro y comenzo a caminar dejandome en el umbral de la puerta. Lo cruce. Alli la musica se escuchaba atenuada, pero aun asi podia distinguir a Chino entonar las primeras frases de Chas! Y aparezco a tu lado. Me volvi con una sonrisa ironica, pensando en Adriana y en como acabo la ultima conversacion en la que salio esa cancion, pero cuando mis ojos alcanzaron la terraza con vistas al mar, el corazon me dejo de latir durante lo que parecio una eternidad. Alli estaba Jorge. Apoyado en la barandilla. Embelesado mirando el mar. Ajeno al estallido de emociones que acababa de desatar dentro de mi. !A tomar por culo la desintoxicacion! Fue gracioso pensar que aquella cancion habia hecho que de verdad apareciese. Aunque, siendo sincera... Aparecer lo que se dice aparecer... Tampoco es que hubiera hecho nada en concreto, mas que ir al guateque de despedida de su hermana, seguramente sin imaginarse que seria yo la que emergeria de mi escondite vacacional. Por el contrario, yo sabia de sobra que el estaria en aquella fiesta. Era su hermana. No era tan capullo como para perdersela. Pese a eso, reconozcamos que lo de la cancion sonando en el momento preciso... !Con menos que eso, Iker Jimenez podria hacer un programa especial! Avance hasta los ventanales que permanecian cerrados y, por un segundo, olvide que habia un cristal entre nosotros. Un simbolo de la distancia que nos habia separado las ultimas semanas. Alargue la mano posando mis dedos sobre su silueta y, viendolo sujetar una cerveza en una mano y un pitillo en la otra, mi corazon volvio a adquirir un ritmo pausado. El del confort de estar cerca. La calma de notar su presencia. La tranquilidad que te embarga cuando encuentras algo que habias perdido, aunque en mi caso, no fuera a recuperarlo. --?No piensas decirle nada? Me di la vuelta alarmada por la voz de Alina, escondiendo la mano tras la espalda en un acto reflejo, como si me hubiera pillado robando una pieza de la cuberteria buena. --Creo que sera mejor que no lo haga --respondi haciendo caso a mi instinto de supervivencia. --Se cabrearia mucho si se enterase de que has estado aqui y no le he avisado --alego dirigiendose hacia la terraza. --Pues entonces que no se entere --la detuve agarrando su brazo--. Por favor. Mi expresion de suplica debio convencerla, aunque la suya dejo claro que no estaba de acuerdo con lo que iba a hacer. --Va a matarme... En realidad no creia que le importase demasiado. Si durante todo ese tiempo no habia tenido noticias suyas, estaba claro que verme no era una de sus prioridades. --Tengo algo para ti --cambie de tema llevando una mano al bolso para sacar un pequeno paquete--. Dicen que protege a quien lo lleva --espere a que lo abriera y sacase el regalo del saquito de tela--. Segun los nativos, el material del que esta hecho ahuyenta los malos espiritus y atrae la fortuna. --!Me encanta! Es tan original... --contesto colocandose y admirando el curioso brazalete--. Lo llevare siempre. --Estoy segura de que no la vas a necesitar --sonrei cogiendo su mano--. Nunca dejes que nadie te diga que no puedes lograr algo, Alina --trague para evitar venirme abajo. Odiaba las despedidas--. Podras ser lo que te propongas, y me alegra que hayas decidido intentar ser feliz. --Una amiga me dijo una vez, que es bastante complicado serlo haciendo algo que no quieres --sonrio encantadora--, asi que segui su consejo para hacer exactamente lo que queria --me dio un apreton en la mano--. Quiero que sepas que tu llegada nos cambio la vida a todos, no solo a Jorge. --Yo no cambie nada --menos aun en Jorge--. Vosotras si que cambiasteis mi vida. Pase de trabajadora desmotivada a... !estilista acelerada! --rei agitando las manos por encima de mi cabeza. --Un poco acelerada has sido siempre. --Creo que te tengo que dar la razon

  • El vals de los malditos de Ivan Lopez Pardo

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    Un terrible asesinato tiene lugar en Santander en plena transicion postfranquista, que recuerda a otro fatal suceso que aterrorizo la ciudad en el pasado. Al igual que su padre entonces, el inspector Marcos Marquez es enviado a investigarlo. Al mismo tiempo en otro punto de la ciudad, su hermana Estela despierta sobresaltada, envuelta en oscuras pesadillas que enmascaran un terrible presentimiento que va a cambiar sus vidas para siempre. En su sueno, ve retornar de entre los olvidados a un hombre herido de nostalgia y anhelo que no parara hasta conseguir su objetivo. Mientras, escondida entre las sombras, una oscura figura continua tramando un maligno plan que el mundo ignora y que sera crucial para su devenir. Unidos por el horrible crimen, padre e hijo investigaran este nuevo caso, luchando juntos por superar las numerosas adversidades y trabas que, desde el principio, se encontraran para resolverlo.

  • El heroe del Caribe de Juan Perez-foncea

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    El brillante historial del marino guipuzcoano Blas de Lezo, quien les habia derrotado en anteriores ocasiones, debio haber prevenido a los ingleses. Pero tanta era su superioridad numerica y tan segura veian su victoria que antes de la batalla acunaron una medalla conmemorativa de la toma de Cartagena de Indias. Penoso error. Ese puerto era la llave que abriria a la corona britanica el dominio de toda America y la expulsion de los espanoles. El ataque, llevado a cabo en 1741, se topo sin embargo con una defensa valiente, inteligente y eficaz, que humillo a Inglaterra y prolongo un siglo la potencia naval y territorial de Espana en el Atlantico.

  • Un diamante ruso (Secretos de alcoba 2) de Anne Marie Cross

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    Gran Ducado de Hesse y el Rin. Julio de 1843 Maria Aleksandrovna acaricio su prominente barriga y sonrio. Apenas en un par de meses seria madre de nuevo. Cerro los ojos y se recosto contra el respaldo del sofa mientras agradecia el silencio que se respiraba en la salita. La vida en la corte le resultaba en extremo dificil de sobrellevar, sobre todo si tenia detras a cada noble vigilando sus pasos y, en especial, a su suegra, la emperatriz Alexandra Fiodorovna, quien no habia dado su aprobacion al matrimonio con su hijo. Segun su opinion, y la del resto de la aristocracia rusa, Maria era demasiado sencilla, sin encanto y carente de temas de conversacion como para convertirse en la proxima Emperatriz consorte de Todas las Rusias, titulo que le corresponderia en el momento en que su esposo, Alejandro Nikolaievich, asumiese el trono. Lo cierto era que tampoco ella deseaba ese titulo ni las responsabilidades que conllevaba. Tenia diecinueve anos, llevaba casada dos y ya habia dado a luz una hija, Aleksandra, que pronto contaria con un hermano. Habia conocido a su esposo en 1838, cuando Alejandro habia viajado por Europa en busca de consorte. Tras su visita al Gran Ducado de Hesse, le habia confesado que se habia enamorado de ella y deseaba convertirla en su esposa. En ese entonces, Maria solo contaba catorce anos, por lo que habian tenido que esperar a que ella cumpliese los diecisiete para casarse. Era demasiado joven, y nada la habia preparado para las intrigas palaciegas. Suspiro al tiempo que desviaba la vista desde los grandes ventanales de la sala hasta el libro que sostenia en sus manos. Le gustaba mucho leer, especialmente aquellos libros provenientes de autores ingleses, pero en la corte no tenia demasiado tiempo para permitirse ese lujo. Por eso, aprovechaba cada visita que hacia a su tierra natal. No se avergonzaba de cambiar la fria San Petersburgo por Darmstadt, la capital del Gran Ducado, sobre todo cuando sabia que su esposo no la echaba de menos mientras se hallaba en brazos de alguna de sus amantes. Una tristeza amarga reposo en su corazon. Alejandro la amaba, a su manera, pero ella hubiera deseado que tambien le fuese fiel. Supuso que se trataba de un deseo poco realista. Clavo su mirada en las letras del libro, sin verlas, mientras pensaba en su padre, el Gran Duque Luis II, y en su madre, la princesa Guillermina de Baden, que habia fallecido siete anos atras. Segun sabia, ella, al igual que sus hermanos Alexander e Isabel, no eran hijos de Luis, sino de un amante de su madre. La puerta de la sala se abrio, y Maria abandono sus cavilaciones. Se giro para mirar al recien llegado. --Buenos dias, hermana. ?Que tal te encuentras hoy? Maria dirigio una sonrisa agradecida a Alexander y acepto su beso en la mejilla. Su hermano le habia servido de escolta desde San Petersburgo, donde, siguiendo la tradicion marcial de su familia, se hallaba sirviendo al ejercito ruso. --Muy bien, gracias. Esta noche me ha dejado descansar --respondio, mirando hacia su abultado vientre. Alexander percibio la ternura en sus ojos oscuros. --?Eres feliz? --Maria y el se llevaban tan solo un ano de diferencia, por eso se sentia mas cercano a ella y a Isabel que a sus dos hermanos mayores, que tenian catorce y dieciseis anos mas que el--. ?Te trata bien tu esposo? --Por supuesto que si. No debes preocuparte por eso. Soy feliz, aunque os echo mucho de menos. Desde luego, no iba a compartir con su hermano las intimidades de su matrimonio. <> no era una palabra que la definiese, pero tampoco se consideraba desgraciada. Su esposo la trataba bien, tenia una hija maravillosa y otro que venia en camino, y, algun dia, se convertiria en emperatriz. El tomo asiento a su lado y se quedo pensativo. --Yo no se si podria casarme con una mujer que me fuera impuesta --le confeso. La preocupacion nublo el rostro de Maria. Sabia por Alejandro que el zar Nicolas habia considerado a su hermano como un posible esposo para su sobrina, y aunque se trataba de una joven hermosa y educada, tambien conocia las ideas romanticas de Alexander, que deseaba casarse por amor. Y, por lo que habia visto, mucho se temia que su hermano ya habia entregado su corazon. Aunque era menor que el, a veces se comportaba como si fuera su madre, sobre todo cuando creia que necesitaba un consejo. --?Hay alguna joven que te interese de manera especial? Alexander suspiro y se paso la mano por el cabello, alborotandoselo. --Ya sabes que si, la condesa Julia. --?Julia de Hauke? --pregunto, sorprendida. La joven tenia apenas dieciocho anos. Habia quedado huerfana a la edad de cinco, por lo que, junto a su hermano Maurice, fueron puestos bajo la tutela del zar--. ?Mi dama de compania? --Si. Ya se que es joven, ambos lo somos, pero, con el tiempo... Maria salio de su estado de estupefaccion. --No se trata de eso, Sasha --lo interrumpio, usando el diminutivo carinoso con el que siempre lo llamaba. No queria que lo que iba a decirle sonara como un mandato--. Tu eres principe y ella solo una condesa, no puedes pensar en casarte con ella. A pesar de haber usado un tono dulce y suave, su hermano la miro como si lo hubiese abofeteado. --?Como puedes decirme eso, Maria? --repuso, dolido--. Crei que tu me comprenderias. --Pero el Almanaque de Gotha deja claro que una union asi es imposible. --Imposible. --Su tono elevado la sobresalto tanto como la forma intempestiva en que se puso de pie--. ?Acaso pide el corazon permiso para amar a alguien? ?Que importa lo que diga un miserable papel? No es palabra de Dios, solo de hombres. Pero ese documento que se publicaba anualmente en Europa --y que compendiaba con todo detalle datos de las casas reales, la alta nobleza y la aristocracia europeas, asi como datos del mundo diplomatico--, podia destruir la vida y la carrera de su hermano, penso Maria. Si Alexander se empenaba en seguir con aquella locura lo exiliarian, ya que era inconcebible que un miembro cercano de la familia imperial se desposase con una simple condesa. --Piensa en las consecuencias, Sasha. --?Y que importan las consecuencias, Maria, si estas al lado de quien amas? Hablas asi porque nunca has estado enamorada. --Apenas termino de pronunciar las palabras, se arrepintio. Su hermana no habia hecho sino cumplir con su deber al casarse con Alejandro; no habia tenido ninguna otra posibilidad. Se arrodillo ante ella y la tomo de las manos--. Lo siento. No queria decir... Ella acuno su mejilla en un gesto tranquilizador. --Lo se. Sabes que te apoyare decidas lo que decidas. Solo deseo que estes seguro del paso que vas a dar. Su hermano asintio despacio. --No tenemos prisa, como te he dicho, ambos somos demasiado jovenes. --La beso en la mejilla--. Tengo que irme, nuestro hermano, Luis, quiere hablar conmigo. Supongo que tambien querra sermonearme. El intento de bromear no consiguio alejar el punzante dolor que sus anteriores palabras habian provocado en ella. Su relacion con Alejandro habia sido impuesta por las circunstancias, ambos eran nobles y principes, y su matrimonio era bueno para las relaciones entre los dos paises. Le tenia carino, pero no lo amaba. Sin embargo, no era cierto que nunca habia estado enamorada. --Ve con el --lo animo--, o se quejara ante padre, y ya sabes lo que eso significa. Alexander suspiro y se puso de pie. --Mantendre contento a nuestro hermano. Que tengas un buen dia. Lo vio salir de la sala y se recosto contra los suaves cojines mientras su mirada se perdia, a traves de los grandes ventanales, en el lejano cielo azul de Darmstadt. Sonaron unos golpes en la puerta y esta se abrio. Una doncella entro en la sala. --Alteza, tiene visita. El conde de Bellesford. El corazon de Maria experimento un estremecimiento. No, no era cierto que nunca hubiese estado enamorada, el problema era que el amor la habia encontrado demasiado tarde. --Hazlo pasar, por favor, Hanna. Se acomodo en el sofa, extendiendo la ampulosa falda sobre el tapizado, y espero, con el corazon latiendole a una velocidad imposible. El rubor coloreo sus mejillas cuando la puerta se abrio de nuevo y entro el joven conde. Lord Bellesford tenia veintitres anos, cuatro mas que ella. Se habian conocido al inicio del verano, cuando ella habia llegado a la residencia de sus padres para pasar las vacaciones y el asistia a una recepcion en el palacio real. Aunque se encontraba realizando el Grand Tour por Europa, despues de conocerla habia decidido detenerse un tiempo mas alli. Sus ojos se demoraron en su figura. Era apuesto, con un cabello del color del trigo y unos ojos tan azules como el cielo de Darmstadt. Vestia unos ajustados pantalones negros y una chaqueta del mismo color sobre un chaleco azul plateado. --Buenos dias, alteza. --Se acerco a ella y tomo su mano, depositando sobre el dorso un beso calido que se demoro mas de lo que exigian las normas sociales--. Cada dia que pasa la encuentro mas hermosa. Maria sonrio, nerviosa. --Es usted muy galante, milord. --Retiro su mano con un movimiento delicado, aunque le hubiese gustado seguir sintiendo la calidez de su piel. --No digo mas que la verdad. --Se quedo unos instantes en silencio, antes de anadir--: He venido a despedirme. Tengo que regresar a Inglaterra. Ella lo miro y apreto los punos con fuerza. Quiso gritarle que no se fuera, pero se trago las palabras. No tenia derecho a pedirle que se quedara. Entre ellos no podia haber nada fuera de aquellos maravillosos dias que habian pasado juntos, de las miradas llenas de anhelos prohibidos, de los roces casuales, de los paseos a solas, de las conversaciones y las sonrisas intimas. --?A Inglaterra? Creia... creia que despues de Darmstadt ibas a ir a Italia. --Mi padre ha enfermado de gravedad y mi madre me ha pedido que regrese a casa -- explico. Se sento a su lado en el sofa y tomo sus manos--. Sabes que mientras estuvieses aqui no me habria alejado de tu lado, Maria. Entiendo que lo nuestro es imposible, pero no puedo prohibirle a mi corazon amarte --le dijo con un tono de profunda tristeza que provoco que sus ojos se llenasen de lagrimas--, aunque sea en silencio. Y lo seguire haciendo toda mi vida. Ella nego con la cabeza. --Tienes derecho a ser feliz, Paul. --?Aunque tu no lo seas? --Yo tendre a mis hijos. --Apoyo una mano en su mejilla, y el le beso la palma con devocion--. Mereces encontrar el amor. --Ya lo he encontrado. Maria volvio a negar. Habia sido testigo del modo en que la infidelidad de su madre habia destrozado la convivencia entre sus padres. Ella nunca haria nada parecido, no deseaba que sus hijos sufrieran. --Volveras a enamorarte, con el tiempo; y a nosotros nos quedaran los recuerdos hermosos que compartimos. No se dio cuenta de que estaba llorando hasta que el retiro, con el pulgar, las lagrimas de su mejilla. --Ven conmigo a Inglaterra. --Conocia la respuesta antes incluso de que la pronunciaran los labios femeninos, pero habia querido intentarlo una vez mas. --Sabes que no puedo. El silencio se extendio entre ellos, hasta que el solto sus manos y ella sintio el vacio clavandose en su pecho como un afilado cuchillo. --Entonces, esto es una despedida. --Asi debe ser. --Su voz broto en un susurro suave, casi agonico. Deseaba que el la comprendiera. --Odio tu sentido del deber, pero no podria quererte menos por ello. Eres una mujer admirable, Maria; y de lo unico que me arrepiento es de no haberte conocido antes. Siempre te amare. No importa el tiempo que pase. --Antes de levantarse, metio la mano en el bolsillo interior de su chaqueta y extrajo un pequeno estuche de terciopelo y un sobre que deposito en el sofa junto a ella--. Parto en una hora. Si alguna vez decides ir a Inglaterra, te estare esperando. --Ya te has llevado mi corazon. Paul se agacho y bebio de sus labios las amargas lagrimas de la despedida. Fue un beso que les rompio el corazon a ambos. Despues el se alejo, deteniendose solo cuando habia llegado a la puerta. --Adios, Maria. --Adios, Paul. Cuando la puerta se cerro tras el, Maria comprendio que era para siempre. Nuevas lagrimas corrieron por sus mejillas mientras rememoraba en su mente cada uno de los momentos pasados juntos en los que habian sido los dias mas felices de su vida. No supo cuanto tiempo habia transcurrido cuando dejo que la realidad la envolviera de nuevo. Bajo la mirada hacia el estuche de terciopelo y lo tomo. Dentro reposaba un exquisito anillo de oro con un diamante engarzado en forma de corazon. Cogio el sobre y lo abrio para leer la carta que contenia. Mi amor, Si estas leyendo estas letras es porque ya no me queda la esperanza de que envejezcamos juntos. Por eso, te dejo mi corazon. Es tuyo desde el primer instante en que te vi y lo sera siempre. Este anillo ha pertenecido a mi familia durante generaciones. Mi madre me lo dio para que yo se lo entregara a la dama que conquistase mi corazon y a quien desease convertir en mi esposa. Esa eres tu, y nunca habra otra. Hasta el dia en que me muera, te llevare en mi pensamiento, y no perdere la esperanza de que pueda volver a tenerte entre mis brazos otra vez. Tuyo para siempre, Paul Creia que ya no le quedaban lagrimas, pero no fue asi. Acuno el anillo contra su pecho, donde el corazon le latia dolorosamente, convertido en diminutos pedazos, y lloro. Lloro por Paul y por ella. Ningun imperio merecia el sacrificio del amor. Capitulo 1 San Petersburgo. Finales de abril de 1857 Lady Mary Branson corto una rosa mas y la deposito en la cesta que llevaba colgada del brazo, junto al resto de las flores que ya habia recogido. Metio, tambien, en el interior las tijeras y elevo el rostro hacia el cielo para recibir la caricia de los tibios rayos de sol del mes de abril. El silencio que reinaba en la mansion la asfixiaba. Echaba muchisimo de menos a su hermano. Misha --diminutivo de Mikhail-- se habia casado hacia una semana y habia partido con su esposa en un viaje por Europa. La guerra en Crimea por el control de los territorios otomanos habia terminado apenas un ano atras, el 30 de marzo de 1856, con el Tratado de Paris. Las fronteras se habian abierto, aunque con ciertas restricciones. El zar Nicolas I habia muerto casi un ano antes del tratado, y el nuevo zar, Alejandro II, no habia quedado muy contento por la forma en que se habian resuelto las cosas. Rusia habia perdido mucho en aquella guerra. Mary se retiro un mechon de cabello de la frente y avanzo hacia el siguiente rosal. Se alegraba mucho por el matrimonio de Misha, por supuesto; su esposa era una joven maravillosa y lo haria feliz, de eso estaba segura. Pero no podia evitar compadecerse un poco por si misma. Tenia veintidos anos y, tras la boda de su hermano, se quedaba sola en el mundo. Ella viviria en la mansion que siempre habia pertenecido a sus padres, mientras que Misha, como nuevo marques de Mansbourg, pasaria la mitad del tiempo en San Petersburgo y la otra en Londres, cumpliendo sus obligaciones en la Camara de los Lores. --Quiza deberia irme a vivir a Inglaterra --reflexiono en voz alta, al tiempo que cortaba uno de los tallos de la rosaleda. Suspiro. A pesar de todo, sabia por que le costaba tanto tomar esa decision. No solo porque las tumbas de sus padres se hallaban en el cementerio de Novodevichi y seria duro para ella dejarlos atras --aunque ellos ya no estuviesen realmente alli, segun rezaba la fe ortodoxa en la que la habian criado, como a cualquier buen ciudadano ruso--, sino tambien porque en Londres estaba James... y su esposa. El marques de Hallbrook habia sido su primer y gran amor, y aunque con el paso del tiempo habia comprendido que el siempre la habia visto como a una hermana, aun le dolia haberlo perdido. Su mente le trajo recuerdos de aquellos dias en que viajaron a Londres para la presentacion en sociedad de Sophia, la hermana de James y de Alex, y la suya propia. El habia estado demasiado ocupado, ayudando a la que en esos momentos era su esposa, lady Elisabeth, como para dedicarles tiempo a Sophia y a ella. Ni siquiera la acompano de vuelta a Rusia, sino que tuvo que soportar en el viaje al insufrible, arrogante e imposible duque de Ainsworth. --Milady. La llamada de una de las doncellas aparto sus pensamientos de unos ojos azul medianoche que todavia, despues de tres anos, aparecian de vez en cuando en sus suenos. Se volvio hacia el camino de piedrecillas por el que venia la joven. --?Que sucede, Sonya? --La inquieto el nerviosismo que dejaban traslucir el pecoso rostro y los ojos oscuros de la muchacha. --Tiene visita, milady. Fruncio el ceno. Era demasiado temprano para recibir visitas, y aunque a veces atendia a algunas de sus amistades a esas horas, desde luego su presencia no suscitaba ese estado de nervios en Sonya. --?De quien se trata?

  • Amor entre cenizas de Reyes Ramirez

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    Una historia de amor que te sorprendera. El debate entre el corazon y la razon. Una joven judia y un oficial nazi. La Segunda Guerra Mundial. ?Podra el amor sobreponerse al drama de un campo de concentracion? Amor, erotismo, deseo, aventura, sentimientos, …

  • Desde ese momento de Julia Nieman

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    Confianza, amor y honestidad. ?sera suficiente para esta pareja?

  • El beso del ganador (Trilogia del ganador), Marie Rutkoski de Marie Rutkoski

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  • Oro (Reyes magos 1) de Judith Romero Baeza

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    Quizas no lo sepas, pero los deseos se cumplen. Y no te lo deberia contar, pero los Reyes Magos se encargan de ello. Puede que te hayan practicado un hechizo para que no te acuerdes de su existencia, nos lo hacen a todos, pero antes los recordabas a ellos, y tambien todo lo demas.

  • El amor que deseas de Karim Zuloaga

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    Vivianne, una muchacha universitaria inteligente y de bajo perfil, se encuentra envuelta en una situacion amorosa que no ha buscado ni cree merecer. ?Como es posible que un hombre como Erian, quien despierta todos sus instintos, se cruce en su camino? Al mismo tiempo, ?como es posible que ignore su existencia? Confundida, atraer su atencion le parece demasiado bueno para ser verdad. A traves de esta historia, tomara decisiones que cambiaran para siempre la forma en que se percibe. ?Sera capaz el de borrar cicatrices que ella no quiere mostrar?; ?resultara una vez mas danado su corazon?

  • En el vagon de Jesica Sabrina Canto

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    El subte es un lugar de paso, donde se cruzan miles de historias. Estos noventa y nueve microrrelatos son tan solo un ejemplo de ellas.

  • TRES ONLINE de Mariel Ruggieri

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    Clara Ines Mesi es argentina. Tiene treinta y cuatro anos, un jefe despota y un novio aburrido. Tambien tiene un pasado triste, un mono en panales y una serie de manias en torno al orden, que la ayudan a organizar su caos interior. No sonaba con encontrarse con algo que hara que su estructurada vida cambie para siempre.
    A los cuarenta y dos anos, la mexicana Vivian Alvarado se siente vacia. Una tia agonizante la lleva a Barcelona pero cuando esta fallece, le oculta el hecho a su familia para quedarse un poco mas. La oportunidad de torcer el rumbo llega de la mano de quien menos lo esperaba. ?la tomara?
    El es guapo, despreocupado y temerario. Con solo veinticuatro anos, Jayr ha encontrado su lugar en el mundo en la capital catalana. Seguir un impulso lo conduce a una aventura sin retorno. Si hubiese sabido lo que pasaria despues, tal vez hubiese intentado contenerse. O tal vez no.
    Tres amigos que se conocen a traves de las redes sociales.
    Tres personas que los impulsan a hacer lo que no se atreven.
    Tres vidas que cambiaran para siempre.

  • La dama lo arriesga todo de Stephanie Laurens

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    El enigmatico Neville Roscoe, de una mas que dudosa reputacion, vivia completamente al margen de la sociedad, unicamente fiel a su propio codigo de honor. hasta que se vio desafiado por la unica mujer que no podia hacer suya.

  • Todo lo que hay que saber sobre poesia de Elena Medel

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    ?Sabias que el soneto en castellano nace durante una conversacion entre dos embajadores? ?Que los franceses inventaron la poesia moderna europea en bares y hostales de mala muerte? ?Que una mujer excentrica, empenada en vestir de blanco durante los ultimos anos de su vida, cambio la poesia estadounidense sin apenas salir de su habitacion? Este libro nos acerca de forma entretenida y didactica todo lo que hay que saber sobre la poesia, explicandonos los secretos de los versos, la metrica o las formas, y tambien su historia, trufada de anecdotas curiosas que nos acercaran a un genero literario lleno --en todos los sentidos-- de vida.