• libro seres queridos - Vera Giaconi

    https://gigalibros.com/seres-queridos.html

    Una chica que trabaja como camarera en Los Angeles conoce a un concursante de un reality televisivo e inicia con el una relacion que su hermana vigila por Skype desde la distancia; un abuelo se preocupa por su nieta en los tumultuosos anos setenta, en los que la gente se marcha o desaparece; un hijo observa a su madre ya mayor, que ronca frente al televisor, y piensa en el futuro; un nino que ha perdido dos dedos por el ataque de unas piranas se pelea con su hermana; dos hermanas afrontan la muerte de la tercera; una paciente establece una peculiar relacion con su medico en la que los papeles acaban invirtiendose; dos ninos juegan con la sirvienta en la oscuridad; la relacion de una criada con su senora cambia despues de que esta ultima se intente suicidar; un padre viudo mantiene una complicada convivencia con su hija; una mujer se reencuentra con una pareja amiga que llevaba anos buscando sin exito tener hijos y descubre que por fin lo han conseguido, aunque de un modo muy peculiar.

  • Seres queridos - Giaconi, Vera - 978-84-339-9833-0

    https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/seres-queridos/9788433998330/NH_585

    15 mar 2017 — Seres queridos, su segundo libro de cuentos, fue uno de los cinco finalistas del Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero 2015.

  • Seres queridos: 585 (Narrativas hispánicas) : Giaconi, Vera

    https://www.amazon.es/Seres-queridos-Narrativas-hisp%C3%A1nicas-Giaconi/dp/8433998331

    Seres queridos: 585 (Narrativas hispánicas) : Giaconi, Vera: Amazon.es: Libros.

  • Vera Giaconi: Seres queridos - Un libro al día

    http://unlibroaldia.blogspot.com/2017/08/vera-giaconi-seres-queridos.html

    4 ago 2017 — El título del libro, “Seres queridos”, hace referencia a los lazos familiares, sentimentales o de amistad que unen a los protagonistas de ...

  • 'Seres queridos', de Vera Giaconi: Comportamientos extraños

    https://elpais.com/cultura/2017/05/30/babelia/1496164746_606075.html

    7 jun 2017 — Segundo libro de cuentos de Vera Giaconi (Montevideo, 1974), tras el inicial Carne viva publicado en Argentina (Eterna Cadencia, 2011), ...

  • SERES QUERIDOS - VERA GIACONI - 9788433998330

    https://www.agapea.com/Vera-Giaconi/Seres-queridos-9788433998330-i.htm

    Comprar el libro Seres queridos de Vera Giaconi, Editorial Anagrama S.A. (9788433998330) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería online Agapea.com; ...

  • Seres queridos by Vera Giaconi - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/34651550-seres-queridos

    Be the first to ask a question about Seres queridos ... Este es su segundo libro publicado, diez cuentos que tienen en común narrar historias cotidianas de ...

  • Libro Seres Queridos, Vera Giaconi, ISBN 9788433998330 ...

    https://www.buscalibre.es/libro-seres-queridos-narrativas-hispanicas-spanish-edition/9788433998330/p/48168264

    Libro Seres Queridos, Vera Giaconi, ISBN 9788433998330. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros importados, ...

  • Seres queridos - El Español

    https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/novela/20171103/seres-queridos/259225582_0.html

    3 nov 2017 — ... libro en el que investigaba sobre la mujer y la locura. En Seres queridos, su segunda colección de relatos, Giaconi aborda el tema, ...

  • Seres queridos - Vera Giaconi -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a1350680/Vera-Giaconi-Seres-queridos

    5 abr 2017 — Seres queridos, libro o eBook de Vera Giaconi. Editorial: Anagrama. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • El asesino indeleble, Marcos Nieto de Marcos Nieto

    https://gigalibros.com/el-asesino-indeleble-marcos-nieto.html

    Quiza el destino me ha conducido donde estoy en este mismo instante. O quiza los designios del Senor han dictado sentencia, y mi periplo existencial ha alcanzado su fin, quien sabe. Ni siquiera puedo garantizar, que las leyes cosmicas de retribucion, causa y efecto del Karma no hayan tenido nada que ver. Ni responsabilizar unica y exclusivamente a la misma capacidad que atesora la maldad en si misma, pues por si sola, sin la inestimable ayuda del hombre, carece de la fuerza necesaria para causar tanto dolor. Lo mas racional, sin duda, seria pensar en motivos menos misticos, y culpar de todo a la casualidad o la suerte. O incluso podria aventurarme, ?por que no? e imputar al ocultismo o la brujeria como los instrumentos que han arrojado a las tinieblas a este pequeno pueblo entre montanas.

  • Un Capricho del Destino de Kristel Ralston

    https://gigalibros.com/un-capricho-del-destino.html

    Brenda trabaja como guia turistica en Londres. Su pasado no ha sido benevolo y ha tenido que hacer muchos sacrificios, en especial en su vida sentimental. Una tarde, la suerte le sonrie y se convierte en la asistente personal de una de las mas temidas empresarias hoteleras de Inglaterra. Su encargo mas complicado sera lidiar con un hombre, apuesto y arrogante, que trabaja en las reformas de uno de los hoteles de la cadena Wulfton en Surrey.

  • La vida juntos de Sophie Kiss

    https://gigalibros.com/la-vida-juntos.html

    La vida nos da sorpresas. Fue lo que le paso a Paul, una enfermedad terminal le pone fin a su vida lentamente, para que su esposa no se quede sola, decide buscarle un nuevo companero de vida, comienzan las citas clandestinas por internet; a sabiendas de Paul para encontrar al candidato adecuado y por si fuera poco aparece Mark, el amigo de toda la vida de Paul, un multimillonario y desvergonzado; el cual es otro candidato para quedarse con ella. Aillen ama con todo su corazon a Paul ?Con quien se quedara Aillen?

  • Neuroeducacion de Francisco Mora

    https://gigalibros.com/neuroeducacion.html

    ?Que es la NEUROEDUCACION? ?Se puede hablar de NEUROEDUCADORES, una nueva profesion?

  • La vida al fin y al cabo de Fernando Garcia Lobo

    https://gigalibros.com/la-vida-al-fin-y-al-cabo.html

    Me pregunto a que altura estoy en este momento. Nunca he sido muy habil para calcular distancias. En realidad, nunca lo he sido para calcular nada. ?Cuanto mide un edificio de viviendas de tres plantas? Esa pregunta, recuerdo que nos la hicimos un dia, hace mucho tiempo, en una terraza de verano tomando unas cervezas. Aquellos amigos de entonces, hace tiempo que abandonaron mi compania. Ley de vida. Recuerdo nuestras risas cuando un par contestamos: ?cien metros? Como se notaba que no teniamos ni idea de arquitectura, y ni falta que nos hacia por entonces. ?Cuantas personas pasan por nuestro lado a lo largo de nuestras vidas? Muchas. O no tantas. De todas se aprende algo, y ahora me pregunto que les habre ensenado yo a todas y cada una de ellas. Espero que algo bueno. Poco, me temo, pero bueno. Pero aqui donde estoy ahora, hay muchos mas de tres pisos, eso lo se seguro. Siento la ciudad a mis pies. Al alcance de mis manos. Desde aqui parece mucho mas grande. Si, definitivamente es una ciudad. Y ahora es mia. Estoy tan a gusto, que incluso he olvidado el motivo por el que estoy aqui arriba. Y me da igual. En este momento, todo me da igual… Cierro los ojos para sentir, solo sentir, que, de momento, sigo aqui, aunque haya decidido probar a volar… Yo elijo el momento. Y este es el mio. El ruido de una ambulancia ahi abajo, me devuelve al presente. A la realidad. Un aire helado me recorre todo el cuerpo. Me doy cuenta de que voy en mangas de camisa, a pesar de ser invierno. Es curioso que, la valentia de hace apenas unos minutos, se haya esfumado. Asi, de repente. Hace un momento, la idea de saltar al vacio, desde la azotea de este hotel, me parecia genial. No solo la unica opcion, sino la mas acertada. Pero ahora, aqui arriba en este edificio que no alcanzo a saber cual es, me entran las dudas. Permitanme la posibilidad de dudar al saber que me dispongo a hacer algo, que no tiene vuelta atras, que una cosa es echarle valor a esto del suicidio, y otra muy distinta es hacerlo a lo loco. Como ha cambiado mi vida esta ultima semana. La vida es esto, !pam! y todo cambia. En solo una semana, la ultima semana... PRIMERA PARTE: SEBASTIAN 1 Baje del autobus en la que crei que era mi parada. A pesar del frio, anduve unos metros con la chaqueta colgada del brazo, ajeno a todo lo que me rodeaba. Realmente, que mas daba el frio. Que mas daba todo. No podia quitarme de la cabeza la visita al medico, de hacia una hora. Todavia podia ver la cara de ese tipo, con su pose de hijo de puta, mirandome sin verme. Haciendo ver que me entendia. No entiendo el por que de la pose que adopta esa gente, ?nadie les ha dicho que utilizan el mismo uniforme que un charcutero? Si lo tuvieran mas en cuenta, tal vez dejarian de hablar con ese tufo a trascendente. --Lo siento senor Montes, lamento tener que decirle todo esto... --Monjes. --?Perdon? --Mi nombre es Monjes, Sebastian Monjes. --Ah, si, si, perdone... Aquel tipejo no sabia ni como me llamaba. Pero no le temblo la voz para soltarme, a bocajarro, la noticia. Sindrome de Stouhauer, o algo parecido... --?Oiga, y no sera el tal Montes el que esta bien jodido, y no yo? --tire de fina ironia. No hay que dejar de ser uno mismo, ni en las peores situaciones. Aquel hombre vestido de blanco me explico, a grandes rasgos, que aquel sindrome, era la explicacion a todos mis recientes dolores de cabeza y mis estimados mareos. Y lo hizo con una mezcla de falsa condolencia y franca satisfaccion profesional, por haber dado con la tecla. Por haber averiguado al fin el enigma. Como un mecanico, que nos anuncia el motivo por el cual nuestro coche no arranca. Con una sutil diferencia: el coche no era tal, era yo; y el problema era el contrario, el riesgo a apagarme del todo. El diagnostico del doctor Morales, o Minerales no lo recuerdo bien, no era muy alentador. Me explico con todo lujo de detalles el tratamiento de choque a seguir. No tendria ningun problema en exponerlo ahora mismo, pero me resulta del todo imposible. No le preste la mas minima atencion. Deje de pensar en aquella consulta. En aquel hospital venido a menos. Ya no me importaba nada. No estaba alli. Estaba en mi ninez. De nuevo enfrentandome a los miedos a solas. Con la terrible certeza de que esta vez, tocaba perder. Por mucho que aquel senor me explicara las diversas posibilidades, estaba convencido de que no. No habia nada que hacer. No veia el momento de largarme de alli. De despertar de aquella pesadilla. Esto no esta ocurriendo, me dije. Sabia perfectamente que era un burdo intento de enganarme a mi mismo. Que dura es la realidad… Hay momentos, los mas, en los que una buena mentira abriga. Lo unico que pude descifrar entre aquella coleccion de palabras y silencios, fue que habia un tratamiento experimental. El doctor Morales entonces, fue mas sincero todavia al indicarme que la esperanza de curacion era escasa. Nula mas bien. Pero merecia la pena intentarlo. Al menos para el, que parecia ligeramente inclinado a seguir con pruebas y mas pruebas. Anadio que el tiempo corria en nuestra contra. Me hizo gracia que utilizara el plural, y me tranquilizo la certeza de que en realidad, el tiempo corre en contra de todos. La cabeza me iba a estallar. Definitivamente aquel maldito sindrome iba ganando terreno. Durante el ultimo mes, prueba tras prueba buscando la solucion, habia albergado la esperanza de que todos aquellos males, desaparecieran de la misma manera en la que llegaron: de la noche a la manana. Todos tendemos a desear eso. Negamos el dolor esperando que desaparezca. Y lo peor es que, en ocasiones, lo conseguimos. Pero no siempre. Caminaba con pasos pesados hacia mi casa, reflexionando sobre que haria a partir de ese momento. Si valia la pena o no enfrentarse a nuevas pruebas, a nuevos tratamientos, a nuevas esperanzas… Todas encaminadas a fracasar. A sucumbir... Me detuve un momento para contemplar un parque repleto de ninos jugando. Ajenos a todo. Ajenos a mi realidad y a la de todos. Unicamente pendientes de lo suyo. !Que envidia! Ojala volviera a esa edad. A esa epoca dulce de la vida. --!Perdone, perdone! Segui caminando sin esperanza. Ahora mas que nunca, sin prisa. Como queriendo retener esos pasos. Ya no quedaban muchos... --Perdona... Note una mano sobre mi hombro y me gire por inercia. Ante mi habia un rostro ligeramente conocido. --Se te ha caido esto --me dijo, al tiempo que me tendia el sobre blanco del hospital. Sin decir palabra, lo cogi sin mirarlo. --Gracias, eh, gracias --balbucee con dificultad, mas por la sorpresa que por otra cosa. La rescatadora de mi maldito sobre, resulto ser Eva Losada, una antigua companera de mis tiempos de EGB. ?Como diablos lo llaman ahora? Cuanto ha llovido… A pesar del paso del tiempo, seguia teniendo la misma mirada burlona y sensual de entonces. Recuerdo que fue mi primer amor, aunque no estoy seguro de que a aquello que senti entonces, se le pueda llamar amor. Tal vez no lo era, o lo era en su maxima expresion. Toda una vida intentando averiguarlo, y ahora que tal vez llegaba al final del viaje, me daba cuenta de que lo mas importante no son ni las preguntas, ni las respuestas, ni nada parecido. Lo importante, es sentir la duda y tratar de resolverla. Cosa que yo, en la mayoria de las cosas verdaderamente importantes de la vida, no habia hecho. Demasiadas dudas pendientes por resolver. Le di las gracias y quedamos para tomar algo, algun dia. Volvi a mi mismo, al tirar de ironia. Le recalque que mejor no dejarlo para muy tarde, broma que deguste en mi interior, al saber que solo yo la entendia. Al llegar a casa, mas vacia y hueca que de costumbre, no sabia bien que hacer. A pesar de las advertencias del maldito doctor, me parecio que lo obvio y natural en mi situacion, era tomarme un buen copazo. Nunca he sido bebedor, hecho que no me ha impedido tener un pequeno arsenal alcoholico repartido en varios muebles de la cocina. Cualquier cosa valia. ?El whisky caduca? Torturandome con la bebida, como si no tuviera suficiente con lo mio, encendi el ordenador, y me dispuse a mirar, como si nada, mi correo y mi facebook. Nada destacable. En mi muro escribi un escueto "Puta Vida". Fui a la ducha, intentando que el agua aclarara mis ideas. ?Que iba a hacer a partir de ese momento? Lo unico que tenia claro, es que nada de pruebas. Eso no. Estaba harto. El doctor Morales, me habia emplazado a pedir nuevamente hora para seguir con el tratamiento. Me di cuenta en ese momento, que al salir de su consulta, no lo habia hecho. Simplemente sali, directamente a la calle, y a mi casa. Francamente, no me preocupaba

  • La estrella del bosque de Roberto Mendaza Acedo

    https://gigalibros.com/la-estrella-del-bosque.html

    Salir del fuego para caer en las brasas. Elisa, una nina natural de Sartaguda (Navarra) es enviada fuera de su pueblo con objeto de evitar que sufra los desmanes del bando vencedor en el conflicto civil espanol. El destino la vapuleara sumergiendola en el horror de la segunda guerra mundial y de los campos de concentracion alemanes. Tendra que luchar por su propia supervivencia y encontrar un motivo por el que seguir viviendo. Cuando todo finalice, se habra convertido en otra persona al haber quedado despojada de una parte de si misma, de su adolescencia.

  • Atraccion Mortal de Wendy Hernandez

    https://gigalibros.com/atraccion-mortal.html

    Max Wilson ingreso a la universidad Varsity y su llegada desperto inmediatamente la intriga de las jovenes estudiantes. La belleza masculina que posee provoco que las chicas a su alrededor se derritieran con tan solo verlo. El problema era que tenia una actitud fria y cortante hacia los demas.
    Ninguna chica, ni siquiera las populares, ha llamado su atencion. Su relacion con sus companeros de clase es distante y eso se debe a lo que oculta. No habla con nadie a excepcion de su companero de deportes, Jordan. Han transcurrido varios dias de su llegada y lo que ha ganado en ese tiempo ha sido miedo y pavor por parte de los estudiantes.

  • Besame, princesa de Marta Lobo

    https://gigalibros.com/besame-princesa.html

    Lucia no es una chica como las demas. Bailarina de profesion y luchadora, sonadora, descarada e impulsiva por pasion. Disfruta de la vida tal como le viene. No es la tipica princesa que se deja deslumbrar.
    Hans no es un chico como los demas. Enamorarse no entra dentro de sus planes. Descarado, picante, sabroso y dulce en ciertas dosis. No es el tipico chico que se enamora a la primera de cambio.
    A veces el camino mas recto no es el que te lleva al amor. Hans y Lucia tendran que aprender a disfrutar de esas curvas y enamorarse.

  • La proteccion que necesitabas (Edentown 2) de Annabeth Berkley

    https://gigalibros.com/la-proteccion-que-necesitabas-edentown-2.html

    Lacey Brown se desperto satisfecha. Se desperezo en la cama sin decidirse a salir de ella. No tenia ninguna prisa ni aliciente para levantarse, pero tampoco tenia nada que leer y le costaba estar sin hacer nada. La luz del dia entraba por la ventana y le permitia apreciar el limpio y funcional dormitorio. Realmente no necesitaba mas. Sonrio al sentirse tan afortunada. El pequeno piso que habia alquilado sobre la inmobiliaria cumplia con creces sus minimas necesidades. Era pequeno, economico y amueblado, y estaba situado en una de las calles principales del pueblo, por lo que siempre habia alguien paseando por alli. Ademas, los arboles de las aceras estaban salpicados de pequenas luces que aumentaban su encanto y la luminosidad de la calle por las noches, que era algo que agradecia. Decidio que exploraria el pueblo donde habia decidido afincarse. Edentown. Parecia un lugar agradable. No seria facil que Mathew la encontrara alli. Se habia ido con lo justo, sin apenas equipaje, en mitad de la noche. Habia pasado cinco dias viajando en diferentes trenes y autobuses, dando vueltas, sin rumbo, con la intencion de que si alguien quisiera seguirle la pista no pudiera hacerlo. Ella misma se habia sentido perdida varias veces hasta que habia llegado a ese pueblecito donde habia decidido quedarse. Estaba dispuesta a empezar de nuevo. Era una superviviente. Siempre lo habia sido... aunque a veces habia perdido las fuerzas o las ganas de seguir adelante, ahora las habia recuperado con mas energia que nunca. Se levanto decidida, apago la luz con la que se habia acostumbrado a dormir, y se ducho rapida, dispuesta a disfrutar de un nuevo dia. Salio a caminar con los leggins negros, una camiseta blanca y la sudadera deportiva. Apenas llevaba tres dias en Edentown y no habia podido reponer su vestuario. Mathew se llevaria las manos a la cabeza si la viera vestir asi. A ella tambien le habia encantado, al principio de su matrimonio, la obligacion de vestir << bien>>, con ropas de calidad y de marca, con tacones, vestidos y joyas, pero habia acabado sintiendose una esclava de ello. En esos tres dias, habia encontrado trabajo en una de las peluquerias del pueblo y habia podido mostrar su talento en la boda de los duenos del bonito hotel con vistas al lago. Afortunadamente, habia podido apoyarse en la formacion en Peluqueria y estetica, que realizo mientras aun vivia con su padre y de lo que nunca habia ejercido. Con su precaria condicion economica no habia podia aspirar a nada mas, pero realmente era algo que le habia gustado. Durante sus anos de matrimonio, ademas de practicar con ella tanto en peluqueria como en maquillaje, habia prestado especial atencion a los rostros de las mujeres con las que se codeaban y para ella era muy sencillo armonizar de manera natural los rasgos morfologicos de cada persona con lo que mas le podia favorecer. Se sentia satisfecha y orgullosa de ella misma, por primera vez en mucho tiempo. No podia pedir mas. Despues de pasear por los alrededores de aquel lago de aguas cristalinas, empezo a caminar hacia el bosque. Le gustaba la calma y la serenidad que se respiraba en el ambiente. Todo parecia muy idilico, sacado de una novela o de una de esas peliculas romanticas que tanto le gustaban. El sol a esa primera hora de la manana calentaba lo justo para no pasar calor. Nunca habia apreciado tanto el olor de los arboles, el color de las hojas, el canto de los pajaros, la tranquilidad… Sintio que habia llegado a casa... Oyo un aullido sofocado. Se extrano, pero siguio paseando distraida. Volvio a escucharlo y la curiosidad fue mayor. Siguio la direccion del sonido y llego hasta el rio. Era un paraje realmente bello con la naturaleza en su maximo esplendor. En mitad del rio descubrio a un perro agarrandose a un tronco atascado entre dos grandes piedras y que, afortunadamente le evitaban seguir sin control la corriente del agua. Se sobresalto como no esperaba. Bajo hasta la orilla y empezo a idear la manera de llegar hasta alli. Las lagrimas empezaron a resbalar por sus mejillas del miedo que sentia. Sabia de la desesperacion que podia sentir ese animal, solo, asustado, sabiendo que no podia salir de alli. Miro a su alrededor, no podia ayudarla nadie. Se quito la sudadera y las deportivas mientras le decia palabras carinosas al indefenso animal. Como no sabia nadar, rezo para que el rio no fuera muy profundo. No tenia claro que iba a hacer. Esperaba que el animal se acercara a ella. Se metio en el agua llamandolo, distrayendo su atencion de la corriente contra la que luchaba. Se estaba clavando las piedras en los pies. El agua estaba fria haciendola estremecerse, mientras con sus palabras de carino trataba de calmar al animal... y a ella misma. Llego un momento en el que sintio que no podia avanzar mas sin perder el fondo, pero aun estaba lejos del perro. Sin pensar, empezo a pedir ayuda a gritos mientras a la vez le decia palabras bonitas al perro. Las lagrimas seguian resbalando por sus mejillas. Intento avanzar, pero al perder el fondo metio la cabeza bajo el agua. Oscuros y amargos momentos llegaron a su mente. Sin poder salir, sin poder respirar, braceaba, intentaba revolverse, le faltaba el aire... Saco la cabeza del agua… Mathew no estaba alli, solo estaba el perro, pidiendo ayuda. Dio un paso atras volviendo a tocar fondo mientras su respiracion se regulaba y volvio a gritar pidiendo ayuda. Mike O'Roarke llego corriendo al oir los aullidos desesperados del perro y los gritos aterrados de una mujer. Sus dos perros le acompanaban al mismo ritmo. En un momento evaluo la situacion. Una quinceanera irresponsable que se creia que el rio era la banera de su casa. Serio y enfadado bajo al cauce del rio se quito la camiseta, las deportivas y los vaqueros, dio la orden a los perros de que lo esperaran alli y se lanzo al agua sin pensarlo. --Vuelva a la orilla--le ordeno al pasar a su lado sin mirarla. Lacey asintio y volvio sobre sus pasos con cuidado. Vio a los dos perros, uno marron, otro negro, esperando sentados a que el dueno regresara. Cuando llego a la orilla sintio el frio por todo su cuerpo y se abrazo para entrar en calor mientras se encogia entre los dos animales a observar la escena. Los dos animales se le acercaron dandole el calor que no sentia, y ella inconscientemente paso los brazos por encima de ellos. Mike calmo al animal cuando llego a el, y en cuestion de segundos consiguio que confiara y se dejara llevar hasta donde pudo tocar fondo. Entonces el perro salio corriendo, sacudiendose el agua. Lacey corrio a abrazarlo asustada y emocionada a la vez. Mike salio andando con calma. Se habia sorprendido de ver a la quinceanera abrazando a sus dos perros callejeros y ellos dandoles su apoyo. Parecia asustada, aunque se habia repuesto al ver salir al perro. --La proxima vez que quiera jugar con su perro en el agua, metalo en la banera --le dijo molesto ante su irresponsabilidad mientras se quitaba el exceso de agua de su cuerpo con las manos. Ella se puso tensa al instante y le miro agresiva para enfrentarlo. --No es mi perro. La frase perdio fuerza al mirar los frios ojos azules de aquel hombre. Era muy alto, mas del metro noventa, de hombros anchos y cadera estrecha. Sin poder evitarlo recorrio con la mirada el musculoso cuerpo, bronceado y mojado que exhibia, para volver a mirar el atractivo rostro de cabello oscuro. Parecia que no le importaba estar vestido solo con unos boxers negros. Se sonrojo, aunque claro, con ese cuerpazo no era de extranar, penso. El se sorprendio ante su escrutinio. No era tan nina como habia supuesto. Tan pronto le habia parecido un animalillo dispuesto a atacar como que de repente parecia haber sido consciente de que el era un hombre, y ella una mujer. Una mujer menuda, de rostro bonito y suave, completamente mojada, como el, y tiritando de frio. --?Como que no es suyo? --le pregunto serio mientras los otros dos perros rodeaban a su nuevo amigo dandole la bienvenida. Mike se fijo en los moratones que llevaba en los brazos mientras era mas que consciente que ella le seguia mirando con detenimiento. --No lo es --le dijo ella obligandose a desviar la mirada y alejandose de el yendo a por su sudadera--. Me lo encontre ahi --senalo al rio mientras el perro la seguia. --?Me quiere decir que el perro aparecio de la nada y usted que no sabe nadar se metio a sacarlo?--le dijo mas calmado mientras cogia su ropa del suelo y la sacudia. --No se si de la nada, solo se que estaba alli... Se termino de poner las deportivas. --Si se pone la sudadera se le mojara --le dijo el-- Espere un momento a hacerlo, o quitese la camiseta por lo menos. Ella se sonrojo por la sugerencia. No pensaba quedarse en sujetador delante de un desconocido, pero realmente se le mojaria la sudadera. Asintio en un primer momento, pero al instante se percato de que estaba otra vez obedeciendo ordenes, como siempre habia hecho, y decidio no hacerlo. Se levanto con la sudadera entre las manos. --Gracias... adios. El perro la siguio y ella se detuvo a los dos pasos para mirarlo sin entender. --?Esta segura de que el perro no es suyo? --le pregunto serio abrochandose los pantalones--. El parece no tenerlo claro. --Yo... --el perro se sento a su lado esperando que ella siguiera el paso. Miro al desconocido insegura -- ?Que hago? --Usted sabra --le dijo el-- pero mantengase alejada del rio si no sabe nadar y si va a llevarlo suelto ensenele antes a obedecer sus normas. Ella asintio confundida --?Que normas? El bufo molesto, terminando de atarse las deportivas. --Si no sabe cuidar de un perro no deberia tenerlo --se dirigio hacia ellos --Vamos, chico -- le dijo golpeandose el muslo para que le siguiera--, te vienes a casa. El perro dudo un poco y le siguio mientras Mike emprendia el regreso por donde habia venido. Lacey se quedo mirando como se alejaban. ?Tener un perro? Nunca se lo habia planteado. Volvio sobre sus pasos, hacia su apartamento, tiritando. ?Por que no habia tenido nunca un perro? ?O un gato? Llego helada de frio y se preparo un te rojo mientras se metia en la ducha. Una ducha muy caliente de la que no queria salir. Se envolvio en la toalla. Tenia que comprarse un albornoz, penso. Recorrio con la mirada el diminuto piso en el que recien vivia. Fue consciente de que estaba sola. Sola. Como siempre y como nunca a la vez. Le invadio una sensacion horrible mezcla de dolor y melancolia, pero no queria sentirse asi. Ahora era libre.

  • Cinco veranos hasta encontrarte de Elsa Tablac

    https://gigalibros.com/cinco-veranos-hasta-encontrarte.html

    ?Puede un amor interrumpido durante cinco anos volver a ser el que era?

  • Amarte sin tiempo de Abril Olguin

    https://gigalibros.com/amarte-sin-tiempo.html

    “El amor no es eso que queremos sentir, sino aquello que sentimos sin querer”

  • Historia de Espana de Joseph Perez

    https://gigalibros.com/historia-de-espana.html

    El debate sobre Espana -un proyecto de convivencia civica para muchos, un ideal sagrado segun otros, la madre de todas las desgracias para no pocos-- ha cobrado una intensidad que nadie sospechaba hace unos anos. Hoy mas que nunca es obligado el conocimiento del pasado, no solo para lograr una mayor comprension del presente, sino para decidir con criterio sobre nuestro futuro.

  • Tenia que ser yo de Chris De Witt

    https://gigalibros.com/tenia-que-ser-yo.html

    A veces, cuando algo inesperado llega a tu vida… hace que tu vida se transforme en algo inesperado.

  • Contactos peligrosos (Las cronicas de Krinar 1) de Anna Zaires

    https://gigalibros.com/contactos-peligrosos-las-cronicas-de-krinar-1.html

    De la autora de Secuestrada, la novela superventas en las listas del New York Times, llega ahora la adictiva y emocionante historia de un amor oscuro situado despues de la invasion de la Tierra…

  • Mujer abrazada a un cuervo de Ismael Martinez Biurrun

    https://gigalibros.com/mujer-abrazada-a-un-cuervo.html

    Como obsequio por su inminente licenciatura en Medicina, cruz Montenegro recibe de su padre el encargo de investigar un insolito caso que pone en cuestion toda la historia de la epidemiologia europea: un bebe ha muerto con sintomas de peste bubonica en un pueblo del Pirineo, cuatrocientos anos despues del ultimo brote que asolo el valle. En su busqueda, Cruz se adentrara en el misterio de una memoria colectiva en la que todavia laten la leyenda de una maldicion, un romance prohibido, un untador y una extrana figura con rostro de cuervo caminando entre los enfermos.

  • Tu, mi debilidad de Jose Rodriguez

    https://gigalibros.com/tu-mi-debilidad.html

    Zac, un chico huerfano, frio sin aparenta ningun sentimiento tenia problema de agresividad nunca mostro afecto hacia alguien nunca se habia enamorado hasta que en una noche fria se encontro de casualidad a una mujer hermosa que lo hizo cambiar toda su actitud y personalidad digamos que es su debilidad, su gran debilidad. Sin saberlo se enamoro de ella no queria demostrarlo solo por su gran orgullo hasta que un dia cuando se dio cuenta que todo iba a acabar fue donde le confeso todo ahi fue donde toda su vida cambio esa mujer se convirtio en su gran amor y en su debilidad.

  • Autorretrato de familia con perro de Alvaro Uribe

    https://gigalibros.com/autorretrato-de-familia-con-perro.html

    Hay otra fotografia, en blanco y negro, en la que tu y yo, muy ninos aun, nos dejamos abrazar por un Santaclos de alquiler: el menor de nosotros, asustado sobre las rodillas del hombre; el mayor, de pie e intentando sonreir; ambos, con la mirada fija en un punto de escorzo en donde verosimilmente se encuentran nuestros padres. En esta, de colores desleidos, tomada unos quince anos despues, ya somos un par de adolescentes grenudos, los dos enfundados en el saco obligatorio en las cenas navidenas, aunque el mayor trae un sueter con cuello de tortuga, por no ser o para no parecer convencional, y el menor, ajeno a esos dilemas, usa corbata. A la izquierda de nosotros, derecha de la fotografia, se ve a nuestra abuela materna, que viene a colacion porque en esa foto de hace cuarenta y tantos anos debe de tener poco mas o menos los sesenta y pico que ahora nos desfiguraban a ti y a mi. Con sus habiles manos de modista, como ella queria que llamaramos a las costureras, abre el envoltorio de una serpentina que lanzara hacia su lado de la mesa, en donde se sientan los adultos. Tambien nosotros, sentados en el voluntario limbo donde la adolescencia se aisla tanto de la infancia como de la madurez, nos distraemos con una serpentina. El menor de los dos habla mientras libera la espiral de papel de su envoltorio de celofan. El mayor sonrie mientras observa lo que el otro se trae entre manos. Hoy que la rememoro sin nostalgia, o nostalgico solo a causa de mi extinta juventud, me doy cuenta de que en esa escena baladi ya estamos enteros tu y yo. Los hermanos. Quien sabe cual de nosotros finge mas, finge mejor. Si el mayor de los dos, que simula interesarse en el plan de ataque desplegado ante sus ojos por el otro, o el menor, que se afana aparatosamente en granjearse ese simulado interes. Que dificil, para el primero de los hermanos, no ser el unico. Que dificil, para el segundo, ser siempre el segundo. Y, pese a todo, ninguno de los dos cambiaria su suerte por la del otro hermano. Atras de nosotros, un mesero titubea con un plato de sopa en su diestra. Tiene instrucciones de empezar ya a servir la cena, pero no se atreve a entorpecer nuestra hermanable conversacion. Si se percatara de ese titubeo, el mayor de los dos no dudaria en interrumpir al hermano en mitad de una frase, con tal de ejercer u ostentar su atencion a los predicamentos de un empleado. El menor, en cambio, seguiria hablando, quien sabe si por indiferencia hacia el mesero o por la inercia de su propia simulacion. Llegado el momento se hara, por supuesto, lo que decida el mayor de nosotros. Se hara una y otra vez, a pesar de los deseos del menor. Como se ha hecho desde siempre. Por las buenas o por las malas. Porque el mayor suele tener o pensar que tiene la razon. Porque el menor, que en el fondo piensa igual, sabe o alega saber que con su hermano es inutil y fastidioso discutir. Hasta el dia, muy distante de la Nochebuena coagulada en la foto, en que a la fuerza se oponga mas fuerza. Mas violencia amedrente a la violencia. Mas terquedad derrote a la terquedad. Y entonces los papeles se inviertan. Y ya no sea el menor de nosotros quien tema enfrentarse a su hermano. Y el mayor, sin admitir lo mucho que ha cambiado entre ambos, se repliegue en un silencio obstinado o en un cortes laconismo con los que, de ahi en adelante, disimulara a medias su temor. ?O me equivoco? ?Y eres tu, contra la costumbre, quien tiene razon, por lo menos su razon? Que lastima conocernos tanto. Mejor dicho: que lastima creer que nos conocemos tanto. Porque desde tiempo antes o despues de esa Nochebuena, confiados en lo mucho que creemos conocernos, ninguno de los dos hace grandes esfuerzos por conocer al otro mas. Al mayor de nosotros le dio por la literatura y creo con su esposa un mundo deliberadamente inexpugnable adonde, hay que reconocerlo, no ha dejado asomarse a su hermano. El menor se dedica sin gloria a la historiografia y tiene una familia a la que supedita todo lo demas. ?A cual de los dos hermanos le toco la mejor parte? ?Quien, despues de cuarenta y tantas Navidades, se puede proclamar mas feliz? El mayor no se plantea a menudo tales preguntas, aunque en no pocos momentos de su vida, sin excluir el presente, ha creido conocer la felicidad. El menor, salvo en lo que concierne a sus hijas, la busca no del todo inconscientemente, y en ocasiones la encuentra, en el infortunio del projimo. ?Cual de nosotros sale ganando? Ya no recuerdo si te dije alguna vez, cuando aun tenia algo que decirte, que la ventaja de ser narrador, en caso de que este oficio resulte ventajoso, esta en que al final te quedas siempre con la ultima palabra. Supongo que no. Te habrias reido tirandome a loco. O quiza preguntado con sorna que a quien le importan las palabras no sustentadas en hechos. ?Que piensas de eso ahora que tu, al reves de la foto, eres el que calla? ?Que sientes ahora que, al reves de la foto, el que habla en esta pagina soy yo, el mayor de los dos? Primera parte La Dona De veras que da pena ajena. Ya ni se donde meterme a la hora del paseo. Y si dicen por ahi que una no gana pa'sustos, 'ton's yo digo que menos pa'verguenzas. Pero vamos por partes. El paseo en realidad son dos. El de la manana y el de la tarde. Y la paseada, o mas bien el paseado, no soy yo. El que pasea es el Canuto. Y tampoco es que se pasee solo, nomas faltaba, sino que lo sacan a pasear. Pu's quien iba a ser. La mera mera. La Dona. Claro que se como se llama, pero yo le digo asi. La Dona. Y cosas peores cuando me hace enojar. Como a l'hora del paseo. Sobre todo el de la tarde. Porque el de la manana es mas ?como se dice? Descarado. Y es que la Dona ni siquiera se toma la molestia de disimular. La muy manosa nomas se va un poco lejos, hasta donde la gente no la conoce. Camina dos cuadras por Michoacan y una mas por avenida Mazatlan y ahi, en pleno camellon y como si nada, deja que el Canuto haga de las suyas. Y cuanto hace el condenado, viera uste. Ni quien se lo imagine en una criaturita asi de chica. O mas bien de chaparra. Sera que los salchichas tienen la panza tan larga como el cuerpo y por eso les cabe tanta caca. Y dos veces al dia, p'acabarla de amolar. Porque en la tarde el tragon de Canuto esta de vuelta lleno hasta'l tope y vuelve a vaciarse que da gusto. Es un decir. A nadie le gusta la caca ajena. Y menos que nadie a la Dona, que se lleva al paseo de la tarde una d'esas como pinzas. Como manos. Como garras al final de un brazo de plastico que con sus palancas y sus resortes sirve pa'recoger la caca sin agacharse. Pero ella nunca l'usa. Se lo juro. Nunca. Y de tanto no usarlo, el aparato esta descompuesto. Roto. Y asi, todo amolado, la Dona lo bambolea de aca p'alla. Como si fuera un machete. Y ademas se lleva al paseo una bolsa d'esas que le dan a una en el super. Dizque pa'guardar ahi la caca que dizque recoge con la garra de plastico. Y tambien ondea la bolsa de un lado pa'l otro. Haga uste de cuenta un panuelo al viento, como dice la cancion. Pa'que todos los vecinos la vean. Pa'que todos piensen que la Dona es muy acomedida. Que s'encarga de las inmundicias de su perro. Que se desvive con tal de no fregar a nadie. Mendiga vieja. Ni que la gente fuera tan bruta. O tan dejada. Lo que pasa es que la ven ya muy mayor. O media loca, que pa'l caso es lo mismo. Y todos los vecinos de la manzana se hacen de la vista gorda. Todos, salvo la senora Leticia. La de la casota esa en la esquina de Francisco Marquez y Pachuca. Andele. La que tiene enfrente una jacaranda preciosa. Mucho mas alta que los postes de la luz. Porque alli, mero al pie de la jacaranda, es donde al Canuto le gusta hacer sus necesidades. Y no hay poder humano que lo convenza d'irse a otra parte. El perrito resulto mas terco que una mula. Es un decir. Y su duena, o sea: la Dona, es peor todavia. Necia como ella sola. Taimada. Mustia. Y nada le hace que la senora Leticia proteste. Que mande a su muchacha a decirme que yo le diga a mi patrona. Que la espere ella misma alla frente a su casa y se l'encare a la Dona y l'amenace con envenenar al Canuto, qu'el pobre que culpa tiene. Porque la Dona no admite ni de relajo qu'esas cacas que un dia si y otro tambien aparecen al pie de la jacaranda son de su perro. Si la viera uste. La muy cinica zarandea la garra de plastico y la bolsa del super y alega qu'ella recoge todas las cochinadas de su perro. Y cuando la senora Leticia ya muerta de rabia l'acusa de ser mentirosa, la Dona s'hincha dizque d'indignacion y me pone a mi de testiga. Pu's que quiere que haga. Claro que le doy la razon a mi patrona. Pongase uste nomas en mi lugar. Y claro que luego me siento de la patada. Como tlaconete rociado de sal. Pero lo que mas me apena no es mentirle a otras personas. Creame uste. Y tampoco me molesta regresar a escondidas yo sola a recoger las cacas del Canuto, pa'que la senora Leticia nos deje en paz. Lo que de veras m'encabrona, perdon por la palabra, es ?como decirle?, l'obligacion, y pobre de mi si no la cumplo, de ser hipocrita conmigo. De enganar no a los demas sino a mi misma. De seguirle la corriente a la Dona, que nunca es culpable de nada. Haga uste de cuenta qu'ella fuera l'ofendida. L'insultada. La victima. Y que la senora Leticia, o cualquier otra vecina que se atreva a quejarse de las cacas del Canuto, fuera una vieja malcriada. Una tergiversadora. Y que todo el tiempo l'estuvieran levantando falsos a la Dona nomas porque si. Por pura envidia. Porque fue la primera en llegar a esta parte de la Condesa. O eso dice. Y su familia es la mas decente de todas. O eso dice. Y de chica la criaron unas monjas en Estados Unidos. O eso dice. Y no se cuantas otras cosas que l'hacen sentirse mejor. Por encima de quien sea. Valgame Dios. Ni que fuera la reina de la calle de Tula. Y aunque se me antoja decirle que no es pa'tanto, como ella dice, que a poco no es cierto qu'el Canuto va y hace caca donde no debiera, no se que me pasa cuando estoy sola con la Dona. O igual si se. Como si la mentira fuera contagiosa. Como si contar un cuento muchas veces y muy convencida lo fuera volviendo verda. Y yo siempre acabo, o pa'serle franca: empiezo, por darle a mi patrona por su lado. Y tambien m'indigno cuando ella s'indigna por las acusaciones dizque falsas de la senora Leticia o de cualquier otra vecina. Y tambien me creo qu'el Canuto es el perro mejor portado del mundo. Y que la Dona es la mejor patrona. Y hasta que yo soy la mejor sirvienta. Se lo juro. Pero cuando ya me siento bien unida a la Dona, como si fueramos compinches, casi como si fueramos amigas, ella lo echa todo a perder. Pu's nomas ve que le agarro confianza y le da por sonreirse con una sonrisa muy suya. Una sonrisa media coqueta y juguetona. Una sonrisa como de nina traviesa, que no le queda a una mujer de su edad. Una sonrisa que odio y que me da miedo. Que m'espanta y me acongoja porque se qu'en ese momento la Dona va a hacer como si no me conociera. Como si no'stuvieramos platicando de lo mas a gusto. Y de repente me dice con su voz engreida de patrona que soy una metiche. Una floja. Y qu'en vez de perder el tiempo en chismes de vecindario deberia ponerme a trabajar.

  • Un conde sin corazon (Minstrel Valley 5) de Nuria Rivera

    https://gigalibros.com/un-conde-sin-corazon-minstrel-valley-5.html

    Para encontrar el amor… ?sera necesario convertirse en una dama?

  • Pongamonos para el Doctor de Jan Springer

    https://gigalibros.com/pongamonos-para-el-doctor.html

    El aliento de Roxie le sacudio los pulmones por dentro y cada terminal nerviosa cobro vida mientras veia a Evan Johnston acercarse a ella. Estaba desnudo; total y absolutamente desnudo, excepto el sombrero roji-blanco de Santa Claus y el estetoscopio de medico colgando de su cuello. El le sonrio traviesamente y la felicidad burbujeaba en ella. ?Como es que ella logro seducir al hombre mas apuesto de la fabrica de vehiculos recreativos donde ambos trabajaban? Dios mio, esto debe ser un sueno picaro y cachondo. Evan no querria a una nina simplona como ella, ?o si? ?Por que no? Le animo una voz interior. No seras una reina de belleza pero no eres para nada un patito feo. Su cuerpo se veia tenso al momento de examinarla; la ereccion plena y gruesa y bastante larga. La entera musculatura en su extenso torax, y su brazo derecho se agitaban maravillosamente mientras sacudia su colmado miembro. El se tocaba con firmes meneos y la estudiaba con los ojos cafes mas penetrantes que habia visto en su vida. "He esperado un largo tiempo para esto Roxie," le susurro, mientras se inclinaba hacia la cama a lado suyo. Su calor corporal irradiaba pasion en torno a ella en forma de marea caliente y el aroma de sus secreciones demolia sus sensaciones. El colchon brincaba debajo de Roxie mientras Evan se estiraba para girarse y estar frente ella; su mano agitando y tocando. Le estaba haciendo a su pene lo que ella deseaba que hiciera. Pero no podia tocarlo pues sus munecas estaban atadas: sus bazos estirados sobre su cabeza, amarrados a la cabecera con medias de seda rojas. Sus piernas permanecian estiradas, los tobillos sujetos. Ella adoraba esa sensacion de estar indefensa. Amaba la forma traviesa en que la miraba. Sabiendo que estaba totalmente a su merced. "Yo tambien te deseaba tanto", decia con un suspiro severo. "Entonces, ?por que nunca me dijiste, dulzura? ?No podias adivinar lo tanto que deseaba estar contigo?" El la miro al tiempo que ella seguia su mirada hasta que siguio tocandose a si mismo. "!Ten piedad!" dijo. Pero el continuo creciendo en su ereccion, ?o no? Una red de venas palpitantes acordonaba su flacido miembro; y su orgulloso prepucio en forma de ciruela cobraba un furioso tono morado. Sus gonadas estaban tan inflamadas que a ella no le sorprenderia que su galan actuara como un loco. Su vagina se obturo de vacio deseando ser penetrada tanto. "Se que quieres que te haga el amor. Que te coja rapido y te tome con violencia. De darte lo que ambos nos negamos por tanto tiempo. Pero primero, un beso." El se desvio hacia ella; con su mano libre, grande y callosa, testigo del trabajo de un hombre cuyo oficio es el de mantenimiento, se extendio hacia su bajo abdomen como si fuera una marca de fuego. Su cabeza se inclino y su boca calida le cubrio la suya. Sus labios acariciaron los de ella; su lengua entro a la cavidad con un ligero empujon que la hizo maullar por su contundencia. Ella estaba indefensa debajo de esa arremetida de emociones y sensaciones al tiempo que la lengua de el la asaltaba como un falo. La mano que estaba en el vientre se movio hacia sus entrepiernas abiertas. Ella emitio un gemido dentro de la boca de el, mientras un dedo ingresaba entre sus labios accediendo a su nido de amor. "Eres un aluvion alla abajo, carino," grunendo con su voz, en un tono bajo y ronco. Roxie sintio que Evan sacaba su dedo y, aprovechando su humedad pegajosa, rodeo el clitoris; lentamente, tortuosamente. Rabia y tension la cruzaron. El volvio a meter el dedo en ella otra vez, reuniendo a mas nectar para masajear su sensible vulva; de un lado al otro, hasta que ella se encorvo haca el. Sus caderas bruscamente se arqueaban, exponiendo su vagina. Ella lo deseaba, lo necesitaba. Ella queria apretar las piernas, pero los lazos lo evitaban. Queria tomar su pene y llevarlo hacia ella, pero no podia. La frustracion y excitacion se confundian al tiempo que daba un fuerte gemido, el pulso desesperado que la vadeaba mientras sus deseos llegaban rapido a la frontera de perder el control. El lindero que dificilmente cruzaba a menos que conociera muy bien a alguien. Confiara en alguien. ?Podria hacerlo con Evan, quien era casi un desconocido? "Ven a mi, dulzura," ronroneo sobre su boca mientras rompia el beso. Su aliento cachondo sobre su cara. Su cuerpo convulsionaba para el. Lo anhelaba. Su sangre corrio dentro de sus venas como un rayo blanco y calido, y su vagina apreto el dedo mientras se aproximaba por mas lubricante. El puso mas presion sobre su vulva mientras se agitaba con movimientos rapidos. Su respiracion se tornaba desigual e irregular. Lamiendole su labio inferior el besaba el borde de su boca. Tan dulcemente. Ella se estremecio contra el. Amaba los besos elegantes. Disfrutaba la base de su dedo mientras acariciaba el clitoris, bombeandolo en su vagina. "Me estoy excitando mucho por ti, Roxie. Estoy realmente caliente. Pero primero quiero que te vengas para mi. !Ten tu orgasmo!" Su voz sonaba inquieta. El corazon de ella relampagueo en el pecho. En su frente comenzo a brotar el sudor. Peleo con las cuerdas queriendo tocarlo. Queria controlar su miembro; de tomarlo hacia ella, pero estaba indefensa. "?Evan? ?Por favor? !Sueltame!," susurro. La desesperacion la apunalaba. Deseaba que la desataran. Queria tomar el control. Estaba tan excitada. Ahora su cuerpo ardia cuando se zambullian dos dedos en la vagina. Ahora tres. Ella podia escuchar la resonancia de la succion mientras su remojo lo acogia con cada embate. Podia sentir a su cuerpo respingando, apretandose. En tension. Y ahora si, ella explotaba. Llorando mientras el desistio con sus dedos para ir por ella. Su pene grueso y duro, empalandola con un brutal, pero bello empujon que la apartaba jadeando. Su boca cubrio la de ella de nuevo, sus labios resbalandose desesperadamente mientras la lanzaba adentro y afuera, aceptando esta, la feroz oleada mientras se la cogian. Encabronadamente fuerte. !Si! !Oh, Dios… Si! "!Roxie!, !vamos! Esta por comenzar la subasta de Fetiche Medico en cualquier momento. !Tenemos que dejarte lista para tu examen intimo!" Gina, la amiga de Roxie, de treinta anos logro gritar por encima de la estridente musica navidena de rock mientras la sacaba de la pista de baile. De hecho; Gina era la que venia tarde, por culpa de Pete. Roxie la habia estado esperando; sus entranas eran un manojo de nervios, mientras esperaba como alheli navideno en la pared en la orilla de la pista de baile. Habia estado viendo a Gina retorcerse como loca en medio de los cuerpos enfundada en un ajustado y cortisimo uniforme de enfermera negro, medias caladas que hacian juego y tacones de cinco pulgadas. Sus nervios la delataban hacia como se habian vuelto sus fantasias. De Evan. !Dios! Se habia metido tanto a su fantasia que estaba literalmente empapada de su entrepierna, sintiendose un poco ruborizada. !Oh!, ?por que no podia ser un poco como Gina? Ella hubiera podido tener a Evan en su cama antes de tiempo. Gina, su companera de departamento, colega en la fabrica y buena amiga. Bonita, popular, aventurera. Sin miedo de bailar. Pero Roxie era todo lo contrario. Eso es lo que le atrajo de Gina en el primer momento. La mujer no le tenia miedo a nada. Antes de que Roxie pudiera confrontar a su amiga sobre quien estaba esperando a la otra, Gina la jalo de la mano hacia el hervidero de swingers y luego, hacia la puerta, escalera arriba, por un corredor angosto decorado con flores noche buena y guirnaldas hacia el segundo nivel donde se encontraban los vestidores. "Te va a encantar lo que elegi para ti." Gina sonrio, con sus ojos cafes oscuro centelleantes de malicia mientras abria el casillero con una llave. Una enorme oleada de nerviosismo se aferro a Roxie y de pronto lo que en un momento parecia una idea excitante en permitir que Gina la visitera para la fiesta swinger con el tema medico, previo a la navidad, ya no parecia ser una buena idea. De repente parecia intimidante el poner la confianza en alguien tan atrevido y audaz como Gina. "Esto es lo que te he traido, carino. Vas a distinguirte por encima de toda la gente; captaras la atencion de Evan y este va a bufar sobre ti deseando llevarte a la cama cuando te lo vea puesto." Si, otra razon por apreciar a Gina. No se andaba con rodeos. Gina saco del casillero un traje de latex en color rojo sangre acompanado de un cinturon negro con hebillas y unas sandalias de tacon de cuatro pulgadas. Roxie se quedo con la boca abierta y en shock. En primer lugar, la fiesta era de fetiche medico, y no de latex de hule; y en segundo lugar y por ultimo, ?este traje le entallaria bien? Pareciera que fue confeccionado para una flaca y la chavala no era delgada para nada. “Sabia que te gustaria”, con un guino del ojo, Gina se lo extendio a Roxie. “Toma, sostenlo”. Te veras super sexy; Evan se va arder. Toma este sombrero de Santa Claus que combina y ponte estos pequenos aretes de muerdago”. Gina dejo caer en la banca que tenian cerca la joyeria verde que realmente parecian bolas cortas de muerdago que colgaban de pequenas argollas de oro, un sombrero rojo de fieltro con un monton de plumas alrededor del borde y un enorme pon-pon blanco en la coronilla del sombrero. “Alcanzame abajo cuando estes lista.” Antes de que Roxie le pudiera preguntar algo a Gina, especialmente porque era super timida y le daba panico que la vieran vestida con algo asi, Gina se escapo del vestidor como si su trasero estuviera en llamas. !Carajo! maldijo Roxie mientras miraba con atencion el terso traje rojo y su latido cardiaco palpitaba como si un nino tocara el tambor. ?En que se habia metido? * * * * * Desde el momento en que Evan Johnston, de treinta y cinco anos de edad cruzo la puerta del club swinger, comenzo a buscar a la mujer adecuada para sus fantasias sexuales. Le habian llegado rumores de que Roxie estaria ahi en la noche, y Evan queria asegurarse que el cuchicheo fuera real, pues si ella no se presentaba, el simplemente huiria a su granja solitaria, pues se pronosticaba que una tormenta de nieve azotaria la zona y mejor era iniciar sus vacaciones navidenas acurrucado, acompanado de sus tres aliados felinos y dos perros Golden Retreivers. A pesar de la inclemencia del tiempo proxima, el club swinger estaba atascado. Los duenos se habian excedido con la decoracion navidena. Originales luces en miniatura formadas en bateria destellaban encordadas en movimiento de zigzag por el techo de la pista de baile. Habia grandes hojuelas heladas de color azul elaboradas en poliestireno que colgaban en serie dandole a la boveda un efecto de tormenta invernal. Muy oportuno para lo que estaba por venir mas tarde. El no podia creer que se encontraba aqui esta noche. Habitualmente estaria de regreso en su pueblo natal de Oshawa, Ontario cercano a su familia para pasar las fiestas, pero este ano opto por matar el tiempo aqui; el pequeno pueblo de Solitary, Alberta. A unas cuantas millas afuera de Calgary, con el fin de alcanzar a Roxie. El seguia recordando la primera vez que la vio en el trabajo. Lo habian flechado durisimo y sabia que tenia la maldicion de la familia. Su padre le advirtio que ocurriria. Papa sabria; la condenacion lo habia alcanzado igual que a su hermano y a su hermana tambien. Ahora era su turno. Trataba de negarlo desde hace algunas semanas, pero cada vez que pensaba en Roxie, su corazon se aceleraba; le sudaban las manos y escasamente podia armar un pensamiento, a no ser que tuviera que ver con ella. En las escasas veces que el se topaba con el repentino objeto de su capricho, ellos se encontraban en el trabajo. El comenzo a trabajar en la planta de vehiculos recreativos hacia algunas semanas atras cuando percibio su timidez y nerviosismo, flechandolo con miradas coquetas pero sin ser descarada para mostrarle que le gustaba. El adoraba su retraimiento. Ella representaba un cambio fresco comparado a algunas de las aventuras amorosas con las que solia frecuentar en el pasado. Algo que le habia tomado por sorpresa era que Roxie era swinger y frecuentaba el club. No estaba seguro si esta golosina era algo bueno o no. Bueno en su mundo de fantasia, porque cada vez que se duchaba y cada noche que se metia a la cama, se masturbaba imaginandosela. Sin embargo, en la realidad dudo si ella podria estar interesada en el. ?Un chavo con poca pericia en la escena swinger? Justo en ese momento, vio a su buen amigo y colega Brody Cohen, abriendose paso entre el gentio que estaba entre Evan y el. "Oye, hombre, me alegra que hayas podido llegar". Brody le extendio su palma a Evan, echando los cinco dedos tomando camino los dos hacia la sala donde se llevaria a cabo la subasta. "Alimentar a los animales me tomo mas tiempo del que creia," Evan admitio mientras que el y su amigo ponian su nombre en la lista de personas que jugarian "al doctor" para subastar a su paciente. "Necesitas una esposa que te ayude con ese viejo pasatiempo de granja que compraste." Brody sonrio, mostrando un agradable juego de dientes blancos que contrastaba con su rostro bien bronceado. Evan sospechaba que su amigo se habia metido a la cama de bronceado para lograr esa tonalidad de piel, pues era un hecho que cuando llegaban a trabajar estaba oscuro, pero tambien cuando se retiraban.

  • La espada del diablo de Mariano F. Urresti

    https://gigalibros.com/la-espada-del-diablo.html

    La luz de las velas proyectaba la gigantesca sombra del monarca sobre la tienda de campana. Pedro II de Aragon caminaba alrededor de los dos gruesos tendales, los postes que sostenian aquella fabrica de telas y brocados donde se alojaba. Desde los extremos superiores de los fornidos maderos coronados por una pieza de cuero partia un haz de cuerdas clavadas en la tierra mediante estacas, y sobre ellas se disponian las lonas y alabes que hacian las veces de paredes y puertas. Los dos metros de altura del aragones parecian ser cuatro gracias al juego de sombras que provocaban las parpadeantes llamas, y la fiera expresion de su rostro, que tanto espanto habia provocado a los infieles un ano antes en la batalla de las Navas de Tolosa, hubiera acobardado al mas templado en aquel claroscuro. El monarca evidenciaba su irritacion por aquel retraso; y es que el no estaba acostumbrado a esperar, y menos a una mujer. Un grunido escapo a traves de su poblado bigote, y sobre sus cabellos, largos y enmaranados, resbalo por un instante la luz dorada de las velas. En el exterior de la tienda se escuchaban las voces de los soldados, el piafar de los caballos y el miedo, porque el miedo habla en voz alta con los hombres en la vispera de una batalla. Pedro II escupio al suelo de tierra y paja seca. El aire olia a cera quemada, sudor, estiercol, arena y vinagre, con el que los hombres limpiaban sus cotas de malla. Y a orines viejos, a cuerpos sucios y a tierra humeda. El monarca reanudo su ir y venir por la tienda dando enormes zancadas. Tenia treinta y cinco anos y estaba viudo. Su esposa, Maria de Montpellier, habia fallecido meses antes, pero no la echaba de menos. En realidad, de no haber sido porque el papa se opuso a ello, se hubiera divorciado de aquella mujer que a punto estuvo de no cumplir con su deber de darle un heredero. Y aunque al final pario a su hijo Jaime, el monarca necesitaba muchas mujeres para saciar su sed de sexo, y justamente ese era el motivo de su impaciencia y malhumor aquella noche. --?Donde se ha metido esa dama? --bramo. Dos arrugas verticales atravesaron su ceno. Sin embargo, nadie respondio, porque el rey estaba solo en su tienda. Minutos antes habia ordenado salir a todo el mundo. Los condes de Tolosa, de Foix y de Cominges se vieron arrojados al exterior de un modo que juzgaron humillante, pero no se atrevieron a levantar la voz ante el iracundo monarca a quien habian jurado vasallaje y a cuya fortaleza militar habian apostado su propia supervivencia y la de su gente, muchos de ellos entregados a la fe catara. Pero al soberano aragones los cataros y sus ideas religiosas le traian sin cuidado. Si estaba alli, en el bello y ansiado Languedoc, no era por una guerra de credos, sino para lograr que Aragon reinara al fin al otro lado de los Pirineos. Ademas, los occitanos le enervaban. Todo en ellos era diferente: su lengua, mas parecida a la catalana que a la francesa; su peculiar cultura, que incluia la presencia de trovadores en los castillos --algo que Pedro consideraba un sintoma de la propia debilidad de una nobleza--, o aquel peculiar compendio de virtudes religiosas, morales y sociales por el que se regian y al que denominaban paratge. Aquellas gentes extranas hablaban de cristianismo, pero no eran catolicos; al mismo tiempo, brindaban por el disfrute de la vida y eran excesivamente corteses para el gusto del aragones. En cuanto al orgullo del que hacian gala, el rey lo ridiculizaba cuando hablaba con los condes recordandoles su incapacidad para formar un ejercito unico, solido y capaz de enfrentarse a los soldados del papa y del rey frances. La causa principal de aquella debilidad militar era la existencia de una constelacion de pequenos senores feudales debido a que en aquellas tierras no imperaba la costumbre del mayorazgo, de manera que al no heredar el feudo el primogenito, las haciendas se subdividian y enflaquecian de ese modo sus fuerzas. En resumen, aquella gente vivia lejos de lo que un rey como el, aguerrido y virtuoso en la batalla, consideraba principios morales. Y, para colmo, los occitanos eran indisciplinados y carentes de virtudes militares. Aquella misma manana, sin que el hubiera autorizado semejante aventura, los milicianos procedentes de Tolosa se habian lanzado a la toma de la ciudad y fortaleza de Muret, frente a la cual todos estaban acampados. Aquel ataque, contraviniendo su voluntad, habia puesto en grave riesgo la estrategia que el habia disenado para derrotar definitivamente a Simon de Montfort. El rey se detuvo de nuevo y sintio como la sangre le hervia en la entrepierna y en el pecho. La primera se saciaria en breve, se consolo, pero la ira que habia provocado aquel ataque no consentido no se aplacaria facilmente. ?Como hacer entender a aquellos estupidos occitanos que el objetivo no era vencer a los defensores de Muret, sino acabar con el maldito Simon de Montfort de una vez por todas? --?Donde se ha metido? --gruno de nuevo y, colerico, levanto uno de los alabes de lona que cerraban la tienda a modo de puerta. Los soldados que custodiaban la entrada se envararon, pero el rey los ignoro. Sus ojos negros se achicaron buscando entre la oscuridad salpicada de antorchas del campamento a la mujer que aguardaba, Azalais de Boissezon, esposa de uno de aquellos faidits, como se llamaba a los senores occitanos que habian perdido hacienda y posicion por el empuje de los soldados del papa en aquella guerra. El rey habia quedado prendado de aquella belleza morena desde el mismo instante en que la vio, tiempo atras. Y ahora el destino la ponia a su alcance, puesto que era una de las damas que habian visitado a sus maridos antes de la batalla. Al verla en el campamento, el rey le hizo llegar una ardorosa carta en la que le ordenaba, mas que solicitaba, un encuentro en su tienda aquella misma noche, sin preocuparle lo mas minimo la presencia del esposo de Azalais. La amaria hasta el amanecer, rubricaba el gigantesco aragones al final del billete. Pero Azalais se retrasaba. Los guardias miraban al frente y el rey paso entre ellos olvidando durante unos segundos a la dama de sus anhelos. Contemplo en silencio la ciudad amurallada de Muret y se prometio que al dia siguiente seria suya. Tras sus muros, juro, no habria sino enemigos muertos o derrotados. --Mi senor. --La voz joven de una mujer le saco de sus pensamientos, y el rey se giro dejando a su espalda Muret--. Mi senor, traigo una nota de la dama Azalais de Boissezon, a quien tengo el honor de servir. Pedro II arrebato el papel de las manos de la joven sin ceremonia ni palabra alguna. La muchacha, paralizada por el temor, se palpo instintivamente su abultado vientre. En un mes, pariria. El rey entro en su tienda y leyo la nota a la luz de las velas. Cuatro lineas le habia escrito la dama Azalais. En las dos primeras, elogiaba el valor del monarca y expresaba su rubor por el interes del aragones hacia su persona; en las dos ultimas, declinaba la invitacion de visitar su lecho, pues su esposo le habia ordenado retirarse, junto a las mujeres de otros caballeros y senores, a alguna de las fortalezas cataras que aun podian conceder cierta seguridad. El monarca estrujo la nota entre sus poderosos dedos y, furioso, levanto el alabe y salio al exterior. Necesitaba respirar el aire frio de la noche. Por un instante, penso en dar muerte al incomodo esposo, pero comprendio que aquella decision lo enemistaria irremediablemente con el conde de Tolosa y con los demas nobles occitanos. --!Por todos los diablos! ?Es que esta gente no respeta nada? --grito. Los soldados mas proximos se estremecieron y procuraron desviar la mirada. El rey bufo una vez mas y miro a su alrededor con los ojos extraviados. Y de pronto, reparo en la joven mensajera y, por primera vez, poso sus ojos en su abultado vientre. Pero tambien admiro sus jugosos labios, su cabello rubio y su piel blanca. No debia tener aun veinte anos, presumio. Y asi agoto el monarca el ultimo pensamiento racional de aquella jornada. --?Como os llamais? --Ysabela, mi senor --respondio con un hilo de voz la muchacha. Y quiso anadir algo mas--: Soy dama de compania de... --No preciso saber nada mas de ti --atajo el rey--. Esta noche, solo me serviras a mi. Los ojos claros de Ysabela se encharcaron y volvio a palpar su vientre antes de que el aragones le rasgara el vestido con sus dedos de oso. Simon contemplo desde la torre Prima del castillo de Muret el mar de tiendas de campana de sus enemigos. Cientos de antorchas alumbraban el campamento dando forma a un inquietante ejercito titilante. Las tiendas de los aragoneses y occitanos se extendian como una plaga a tres kilometros al noroeste de la ciudad, y aun mas cerca, entre el arroyo Saudrune y una zona pantanosa proxima, podia divisar el campamento de los milicianos tolosanos. Sus ojos verdes se cerraron, pero no con pesar, sino con esperanza. Dos noches antes, mientras estaban en Fanjeaux, su esposa, Alix de Montmorency, habia tenido un sueno terrible. En la pesadilla, un torrente de sangre manaba de sus brazos, y Alix desperto angustiada. Llorosa y con voz entrecortada, le explico lo sucedido. --Hablais como una mujer --respondio Simon a los lamentos de su mujer, que le suplicaba no acudir al combate--. ?Creeis que doy fe a los augurios como hacen los aragoneses o esos herejes occitanos? Si yo hubiera sonado que iba a morir en la batalla, iria a ella aun mas seguro para burlarme de esos malos cristianos que dirige el rey Pedro --anadio rubricando sus palabras con un poderoso punetazo sobre la cama de nogal, que temblo como una hoja. Hacia tiempo que Simon de Montfort sospechaba que el rey Pedro II de Aragon cruzaria los Pirineos para alinearse con los condes cataros, y por ello habia salido de Carcasona dispuesto a ir al encuentro del aragones. Al mismo tiempo, ordeno a su hijo Amaury partir desde Cominges para encontrarse con el. Sus sospechas se confirmaron poco despues, cuando un correo llegado desde Muret le advirtio de la presencia de un formidable ejercito acampado frente a esa ciudad. En Muret no habia ni hombres ni viveres suficientes para resistir un asedio mientras llegaban refuerzos. No obstante, se encomendo a Dios y, aunque aun lo separaban sesenta kilometros de Muret, ordeno a sus hombres avanzar hasta la abadia cisterciense de Boulbonne, donde se detuvo para rezar. --!Oh, Senor! Tu me has elegido, pese a mi indignidad, para tus combates --murmuro en la soledad de la iglesia, rodilla en tierra, tras depositar su espada sobre el altar. A continuacion, se concedio unos segundos de introspeccion durante los cuales creyo escuchar dentro de si una voz reconfortante. Despues, recogio su espada, y anadio--: De tu altar recibo hoy de ti mis armas para que en el momento de la batalla estes a mi lado. Cuando salio de la iglesia, sus hombres lo miraron como si contemplaran a un profeta. Todos lo conocian ya como el conde de Cristo. De pronto, entre todos ellos se abrio paso un clerigo que dijo ser sacristan de la abadia de SaintAntonin de Pamiers y llamarse Maurin de Montlaur. --Mi senor, teneis poca gente en comparacion con vuestros enemigos --advirtio el enjuto hombre de Dios--. He visto su campamento, y entre ellos esta el rey de Aragon, hombre muy experto en la guerra. Junto a el estan los ejercitos de los condes de Tolosa, Raimundo VI, de Cominges, Bernardo IV, y el de Foix, Raimundo Roger. Simon escucho al sacristan imperturbable, y cuando el de Pamiers concluyo, se limito a sacar de su limosnera una carta y se la entrego a su informador. Desconcertado, el clerigo leyo su contenido y descubrio que habia sido escrita por el rey aragones y dirigida a la dama Azalais de Boissezon. En la nota, Pedro hablaba de amor y sexo del modo mas desvergonzado. --?Que quereis decir con esto, mi senor? --pregunto el sacristan, perplejo. --?Que que quiero decir? --trono Montfort. Su enorme corpachon ensombrecio al canijo capellan--. ?Aun lo preguntais? --Agarro por los habitos al clerigo y lo zarandeo como a un muneco, evidenciando su fuerza herculea--. ?Que clase de fe teneis vos? ?No veis acaso que Dios me envia una senal? ?No veis que Dios dispuso lo necesario para que nos hicieramos con esa carta? No temo a un rey que en lugar de cuidar del negocio de Dios viene a la batalla para fornicar con una mujer. A continuacion, empujo al sacristan apartandolo de su camino, monto sobre su imponente caballo blanco y ordeno a los suyos partir rumbo a Saverdum, adonde llegaron al atardecer. Al dia siguiente, atravesaron un arroyo que desembocaba en el rio Aure y dejaron atras las colinas de Terrefort. Estaban a pocos kilometros de Muret, y todos aguardaban el inminente ataque que, presumian, ordenaria el rey de Aragon para evitar que llegaran a la ciudad. Pero, para su sorpresa, la emboscada nunca se produjo y llegaron al pie de las murallas rojizas de Muret sin sobresaltos. Envalentonados, sus hombres propusieron cruzar de inmediato el puente sobre el rio Garona y cargar contra el enemigo acampado, pero Simon les disuadio de ello. --Estamos cansados, y ellos frescos --dijo aun sin descender de su montura, y girandose contemplo el inmenso campamento, cuya extension era superior a la de la propia ciudad de Muret--. Dejemosles que sigan creyendose superiores solo porque lo sean en numero. A continuacion, entraron en la ciudad por la Puerta de Salas, atravesaron el Mercadal, la enorme plaza que era el corazon de la ciudad, y mientras sus hombres se instalaron en la Villa Nova, el se traslado al Castillo Viejo, desde lo alto del cual contemplaba en aquel momento el mar de hogueras y antorchas de sus enemigos. --?Por que nos han permitido entrar en Muret? --murmuro para si. Se habia hecho aquella pregunta mil veces a lo largo del camino. Una rafaga de viento removio la barba y el cabello, salpicados de canas, de aquel hombre cuya mano creia guiada por Dios. De pronto, se sintio demasiado lejos de su hogar, y viejo. Estaba en la cincuentena, y se pregunto si regresaria a su casa antes de morir. Era de origen franco-normando, y su linaje hundia sus raices en Montfor-l'Amaury, al oeste de la Isla de Francia. Sin embargo, desde hacia cinco anos, cada primavera y cada verano, habia entregado su vida a imponer la verdadera fe en aquellas tierras, erradicando de raiz la herejia. --!Cinco anos! !Que rapido se escapa el tiempo! --murmuro. El 10 de marzo de 1208, el papa Inocencio III habia convocado una cruzada contra los occitanos, deseoso de extirpar la herejia catara de aquellas tierras. El asesinato en Sant Geli un ano antes de su legado, de fray Pierre de Castelanau, a manos de un soldado al servicio del conde de Tolosa, le sirvio en bandeja la excusa necesaria para tomar una decision como aquella, sin precedentes: !una cruzada contra otros cristianos! Voluntarios de Normandia, Champana, Anjou, Flandes o Picardia acudieron a la llamada del pontifice. Muchos eran pecadores que ansiaban el perdon de sus faltas; otros, salivaban imaginandose ya senores de las ricas tierras del sur, y otros encontraron en aquella cruzada el modo de evitar cumplir su promesa de acudir a Tierra Santa para combatir al infiel. Y de entre todos aquellos senores, Simon de Montfort fue elegido como brazo armado del pontifice, aunque fuera Arnaud Amaury, legado papal y abad de Citeaux, quien capitaneara a aquella gigantesca hueste. --!Malnacidos! --escupio con la mirada clavada en el campamento aragones y occitano. Si hasta entonces ningun cataro habia logrado derrotarle, ?por que iba a ser diferente al dia siguiente?, penso. Las aguas del rio Louge, que discurrian mansas a los pies del castillo, le parecieron de pronto siniestras. El rio Garona abrigaba la fortaleza por el lado opuesto. Un foso inundado por las aguas de ambos rios aislaba el Castillo Viejo de la Villa Nueva de Muret, aunque un puente levadizo permitia la comunicacion entre ambos. Desde su atalaya, Simon podia contemplar a su derecha el puente de Sant Serni, que permitia abandonar la fortaleza hacia el este, donde estaban acampados los voluntarios occitanos. El castillo se erguia, orgulloso, aranando el cielo negro con sus cinco torres. La de Lissac tenia mas de treinta metros de altura, y vigilaba el rio Garona; la del homenaje, o de Loja, superaba los cuarenta metros de alto, y se alzaba sobre el vertice en el que se abrazaban las aguas de los dos rios que rodeaban la fortaleza. Simon se encontraba en la torre de Prima, y a su espalda se alzaba la torre de Dantin. La quinta torre defendia el puente levadizo que unia el castillo con la ciudad, y las cinco se enlazaban por muros de quince metros de altura y tres metros de anchura. Simon contemplo el paseo de ronda que rodeaba las murallas de aquella fortaleza de mas de cinco mil metros cuadrados y, a pesar de ello, se sintio indefenso. --Si nos quedamos aqui, moriremos --penso. Entonces, alzo la mirada al cielo y pidio ayuda a Dios; el mismo Dios en nombre del cual habia matado, mutilado y torturado a mujeres, ninos y ancianos desde que estaba en aquella maldita tierra de herejes. El sol salio poco antes de las siete y media de la manana. Era jueves 13 de septiembre; un buen dia para matar a Montfort, penso el rey Pedro al despertar. En el suelo, hecha un ovillo, permanecia Ysabela. La muchacha tenia los ojos enrojecidos por el llanto, las nalgas enrojecidas por los azotes, los pechos enrojecidos por los mordiscos del monarca, el cuerpo molido tras sentir el gigantesco corpachon del aragones en todas las posturas que el deseo durante aquella interminable noche, y el alma en los huesos. Por un instante, parecio que el rey se apiadaba de ella pero el brillo en sus ojos nada tenia que ver con la piedad. Pedro se levanto del jergon, puso sus pies en el suelo cubierto de paja, y acerco su virilidad a la boca de la joven. La muchacha comprendio, mientras las lagrimas caian por sus mejillas. Minutos despues, el rey se aparto de ella.

  • Brazos neumaticos de Rosalia Reyes

    https://gigalibros.com/brazos-neumaticos.html

    Mis hermanos. Mi moto. Mi club.
    Esos eran los amores de mi vida.
    Hasta que conoci a Veronica.
    Y sus curvas infernales. y ardientes.

  • Cascara de nuez de Ian Mcewan

    https://gigalibros.com/cascara-de-nuez.html

    Asi que aqui estoy, cabeza abajo dentro de una mujer. Aguardo con los brazos pacientemente cruzados, aguardo y me pregunto dentro de quien estoy, que hago aqui. Los ojos se me cierran con nostalgia cuando recuerdo que iba a la deriva en mi bolsa corporal translucida, flotaba en suenos dentro de la burbuja de mis pensamientos a traves de mi oceano particular de volteretas a camara lenta, chocando suavemente contra los limites transparentes de mi encierro, la membrana acogedora que vibraba, mientras las amortiguaba, con las voces de unos conspiradores de una ruin empresa. Esto fue en mi juventud despreocupada. Ahora, totalmente invertido, sin un milimetro de espacio para moverme, con las rodillas apretadas contra el vientre, mis pensamientos, al igual que mi cabeza, estan muy ocupados. No me queda otro remedio que tener la oreja pegada dia y noche contra las sanguinolentas paredes. Escucho, tomo notas mentalmente y estoy preocupado. Oigo conversaciones intimas sobre un designio mortifero y me aterra lo que me espera, lo que podria arrastrarme. Estoy inmerso en abstracciones, y solo las relaciones que proliferan entre ellas crean la ilusion de un mundo conocido. Cuando oigo <>, cosa que nunca he visto, imagino una especie de suceso mental que se acerca mucho a <>, cosa que tampoco he visto nunca. Me considero inocente, exonerado de lealtades y obligaciones, un espiritu libre, a pesar de mi exiguo habitaculo. No hay nadie que me contradiga ni me reprenda, no hay nombre o direccion anterior, no hay religion ni deudas ni enemigos. En mi agenda, si existiera, solo figura mi proximo nacimiento. Soy, o era, a pesar de lo que dicen ahora los genetistas, una pizarra en blanco. Pero una pizarra porosa, escurridiza, que no serviria para un aula ni para el tejado de una casa de campo, una pizarra que se escribe a si misma a medida que crece cada dia y se va llenando. Me considero inocente, pero al parecer formo parte de una intriga. Mi madre, bendito sea su corazon incesante que chapotea ruidoso, parece estar implicada. ?Parece, madre? No, esta. Estas. Estas implicada. Lo he sabido desde mi principio. Dejame evocar aquel momento de creacion que llego con mi primer concepto. Hace mucho, muchas semanas, mi surco neural se cerro para convertirse en mi medula espinal y muchos millones de neuronas jovenes, trabajadoras como gusanos de seda, hilaron y tejieron con la estela de sus axones la esplendida tela dorada de mi primera idea, un concepto tan simple que ahora se me escapa en parte. ?Aquello era yo? Demasiado vanidoso. ?Aquello era ahora? Excesivamente dramatico. ?Entonces era algo que precedia a ambas cosas y las contenia, una sola palabra forjada por medio de un suspiro o un desmayo mental de aceptacion, de puro ser, algo como… esto? Demasiado preciosista. Asi que, acercandome mas, mi idea era Ser. O si no, su variante gramatical, es. Este fue mi concepto primigenio y ahi esta la cuestion crucial: es. Nada mas. En el sentido de Es muss sein. El comienzo de la vida consciente era el fin de la ilusion, la ilusion del no-ser y la erupcion de la realidad. El triunfo del realismo sobre la magia, del es sobre el parece. Mi madre esta implicada en la intriga y por ende yo tambien, aunque mi papel pudiera consistir en frustrarla. O en vengarla, si yo, un cretino reacio, llego demasiado tarde.

  • Un lugar donde olvidarte de J. De La Rosa

    https://gigalibros.com/un-lugar-donde-olvidarte.html

    Era una sensacion tactil. Como un recuerdo de la infancia. Algo que fluia como la arena entre los dedos. O como una tela tan suave que se desgarra solo con tocarla. Era el principio de algo. O el fin de todo. No estaba muy segura. Un camino. Un hombre. Un objeto perdido. Elena se removio inquieta, mientras sus suenos continuaban torturandola. Ahora era mas nitido. Alguien la llamaba con una voz familiar, con un apodo que no reconocia. Y ella sentia miedo. A despertar. A ver que lo que habia al otro lado fuera incierto. Un espejismo de algo hermoso. Un recuerdo roto por amor. De nuevo la voz. De nuevo su nombre en labios de un extrano. Abrio los ojos. Y todo comenzo. Capitulo 1 --Le atendera enseguida --dijo la enfermera desde el mostrador, dedicandole una sonrisa tranquilizadora. Elena se sobresalto, pues estaba tan concentrada observando la fotografia que colgaba de la pared que su cabeza habia abandonado la sala de espera hacia un buen rato. Se lo agradecio a la enfermera con un gesto de la mano y volvio a aquella imagen de colores rabiosos que habia conseguido captar toda su atencion. Representaba una pequena casa en la playa. Era apenas un cuadrado de muros encalados y techos de hojas secas, con una ventana que se abria al oceano. Se alzaba casi al pie de la arena, tan cerca del agua que se podria pensar que en las grandes mareas de septiembre el mar entraria bajo los muros encharcandolo todo. Era una imagen serena, pero a la vez llena de vida. Casi se podia sentir el calor sofocante de una tarde de verano, donde la arena se convertia en una parrilla ardiente llena de conchas de mar. Pero lo que de verdad la tenia arrobada de aquella fotografia era su familiaridad. Estaba segura de que conocia aquella casa, aquella playa de arena fina y luz deslumbrante. Y si no fuera asi... al menos era un sitio que necesitaba visitar. --?Sabe donde fue tomada esta imagen? --le pregunto a la enfermera. La mujer levanto la vista del ordenador y la miro sin comprender. Tardo un instante en darse cuenta de a que se referia. --Lleva ahi mucho tiempo. --La luz parece que emana del agua. Es sorprendente. --?Por que me lo pregunta? Ni ella misma sabia la razon. --Simple curiosidad. Por cierto... ?como es el doctor? La enfermera volvio a sonreirle de aquella manera maternal. --Un hombre del que usted se enamoraria. Al menos eso dicen todas sus pacientes. Elena sintio que se ruborizaba. No era precisamente eso lo que le habia preguntado. --Vaya, lo dice usted con mucha seguridad, pero me referia a si es un profesional con quien se pueda hablar con sinceridad. --Es el mejor --respondio la enfermera con absoluta seguridad --, no le quepa duda. Y ahora pase. Ya la esta esperando. Elena volvio a agradecerselo y se puso de pie. Por un momento se sintio insegura. Aquella cita era algo que habia temido desde que se la dieron. Dependian demasiadas cosas de su diagnostico y casi podria decirse que su vida tomaria un camino u otro segun lo que le dijera el doctor. Se aliso la falda, respiro hondo y, decidida, atraveso la puerta de la consulta. No tenia el aspecto de otras muchas que habia visitado. Las paredes estaban cubiertas de fotografias a color en vez de engolados diplomas medicos. Habia un sofa de piel marron, y una mesa baja donde se apilaban libros de viaje. Una alfombra marroqui de vivos colores y una estanteria repleta de libros cuyos lomos decian que ninguno trataba sobre medicina. Solo al fondo, en el angulo mas discreto, estaba la mesa, y tras ella el doctor. Se habia puesto de pie en cuanto la habia visto entrar y habia salido de su refugio para recibirla. Elena tuvo que admitir que la enfermera tenia razon, aquel hombre era alguien de quien ella se enamoraria sin ningun problema. Era alto y robusto. A pesar de la bata blanca se podia distinguir una espalda ancha y unos brazos moldeados. Por debajo asomaban unos pantalones oscuros, al igual que el cuello se despejaba en una camisa tan blanca como la bata, ligeramente abierta en la embocadura. Tenia la piel tostada, que a esa altura del otono indicaba que le gustaba la vida al aire libre, quiza los deportes, porque estaba en muy buena forma. Llevaba el cabello muy corto, casi rapado, aun asi se apreciaba abundante y de color oscuro. Quiza hoy no se habia afeitado y la barba era una sombra tupida alrededor del menton, solo cortada por una ligera cicatriz que le dividia la barbilla en el lado derecho. La boca firme, marcada por una expresion dura, incluso desdenosa.

  • Las noches en las que el cielo de Cristina Prada

    https://gigalibros.com/las-noches-en-las-que-el-cielo.html

    La historia de Reese y Sophie y todas las situaciones que aparecen en ella estan inspiradas en la ciudad de Pristina y otros lugares de Kosovo, y los conflictos en la antigua Yugoslavia que tuvieron lugar entre 1991 y 1999. Hemos querido ser tan fieles a la realidad como hemos podido, pero nuestra intencion es contar las emociones que se vivieron y se viven alli y, sobre todo, una historia acerca de la amistad, la felicidad y, como siempre, el amor mas incondicional. Agradecimientos Este libro es un sueno hecho realidad. Desde que me autopublique hace ya dos anos he vivido muchisimas cosas maravillosas y todas os las debo a vosotros. A mi marido Giuseppe y a mi hijo Pasquale. Os quiero muchisimo. Sois toda mi felicidad y nunca tendre palabras suficientes para agradeceros todo lo que me apoyais. A ti, que aguantas los <> o <> y que siempre tienes una sonrisa y un abrazo que darme, que me haces reir cada dia, que me haces feliz cada dia, que te quiero mas y mas cada dia. Y a mi pequeno, que promete portarse bien para dejar trabajar a mami y que se arma de paciencia y siempre acepta cuando le digo que hoy no podemos ir al parque, pero que manana vamos a estar el doble en los columpios. SOIS MI VIDA. A mi familia, a la que tiene DNI espanol y a la que usa Carta de Identidad italiana. Ya sea aqui, en Napoles o en cualquier parte del mundo, os quiero muchisimo, aunque a veces discutamos. Ademas, llevarse bien absolutamente todo el tiempo tiene que ser muy aburrido. A Carmen. Eres una persona increible y te mereces que te pasen cosas no buenas sino espectaculares. Me apoyas, me escuchas, me ayudas y siempre sabes coger al unicornio desbocado por el cuerno, mirarme a los ojos y decirme: bajate de la nube y haz las cosas bien. Ademas, eres la mejor organizadora del tiempo que he conocido y la creadora de expresiones geniales como <> o <>. Te quiero mucho querida. A Tiare. ?Que haria sin ti? Solo espero poder devolverte alguna vez todo lo que haces por mi: el apoyo, la paciencia y los consejos que me das. Eres una persona generosa y buena y cualquiera que te conozca mas de dos segundos sabe que es una suerte tenerte como amiga. Me encanta trabajar contigo y espero poder seguir haciendolo muchos anos. !Arriba Empotradoras Films! A Silvia, Montse, Aroa y Tiare (otra vez). Desde que montamos el chat del Messenger nos hemos reido, hemos llorado y nos hemos contado todo lo que nos pasaba. Ahora resulta que si no os digo buenos dias por las mananas y buenas noches cuando ya estoy en la camita, parece que me falta algo. Sois increibles y lo unico que nos falta es que nos toque a alguna el sueldo Nescafe para toda la vida y nos costee a las demas una quedada una vez al mes para beber Martinis Royale y reirnos en directo. Os quiero muchisimo. A mis chicas del Face. A Patri, Campanilla, Jessica, Nacary (y su guapisimo Lionell), Irene, Super Emma (!Vivan el Capitan America y Marty McFly!), Pam, Beatrice, Adeila, Beatriz, Abby, Danny, Iris, Ana, Sam, Rebekah, Macarena, Olimar, Cecilia (gracias por todo lo que haces por nosotros), Rocio, Elena, Saray, Loli (tienes un arte que no se puede aguantar), Ana Belen, Noe, Esther, Mitera, Noelia, Rita, Laura, Reyes... y todas las chicas del grupo Aqui Manda Ryan Riley y las que llevan los perfiles de Ryan y Maddie en Twitter (son geniales)... Nada de lo que me ha pasado seria lo mismo sin vosotras, chicas. A la Editorial Planeta y a sus sellos Esencia y Zafiro. A todas las personas que trabajan alli. Un libro es el resultado final del esfuerzo de mucha gente, no solo del escritor. Muchas, muchas gracias a todos. Tambien quiero aprovechar para dar las gracias y mandar un saludo a todas mis compis, de mi editorial o no, con las que me encanta charlar y pasar el rato. Son unas profesionales increibles y unas companeras todavia mejores: Patri, Chloe, Chari, Lola, Scarlett, Sam (otra vez), Elena, Irene, Ana, Connie, Maria (Alissa), Alejandra, Mita... y se que me estoy olvidando de alguien, asi que como dirian en Napoles: !un beso circular para todas!

  • Salvada (Los verdugos de Hades 2) de Tillie Cole

    https://gigalibros.com/salvada-los-verdugos-de-hades-2.html

    La esperadisima segunda entrega de la saga de Los Verdugos de Hades

  • El elfo oscuro de Kasia Bacon

    https://gigalibros.com/el-elfo-oscuro.html

    Yo, Lochan, del famoso clan Feyes, se muy bien lo que significa luchar.
    Como semielfo, he tenido que enfrentarme tanto a los prejuicios de otros, como a mi propio complejo de inferioridad.
    Solitario por naturaleza, he tenido que batallar contra mi aversion a ser tocado y a interactuar con los demas.
    Para convertirme en asesino de La Orden, he tenido que aprender a superar las limitaciones del cuerpo y de la mente.
    Pero negar el poder que Ervyn Morryes ejerce sobre mi, podria ser la unica batalla en la que no me declare vencedor. Porque la verdad es que -y maldito sea por ello- el incansable elfo oscuro consigue ponerme de rodillas ante el.

  • De puno y letra de Rita Black

    https://gigalibros.com/de-puno-y-letra.html

    ?Quien escribe cartas en estos dias? Nadie, excepto Emma y Raul.

  • Mi nombre es Greta Godoy de Berta Bernad

    https://gigalibros.com/mi-nombre-es-greta-godoy.html

    Greta Godoy decide cerrar su cuenta de instagram cuando llega a los 2 millones de seguidores. Guiada por un deseo incontrolable de volver a conectar consigo misma. De recordar quien era ella antes de entregar su vida a todos aquellos “fans” que la llevaron al exito.

  • Jardin de invierno, Kristin Hannah de Kristin Hannah

    https://gigalibros.com/jardin-de-invierno-kristin-hannah.html

    Una gran historia de amor ambientada en la Segunda Guerra Mundial de Kristin Hannah, la autora de El Ruisenor.

  • Mi nombre es Can Yilmaz de Kate L. Morgan

    https://gigalibros.com/mi-nombre-es-can-yilmaz.html

    Olivia es una mujer que trata de salvar su maltrecho matrimonio que se ha convertido en enteramente convencional y rutinario. Ella siempre se imagino que su vida en Londres y al lado de Charles seria completamente diferente, pero se equivoco.
    En un momento decisivo de su vida, Olivia conocera a Can Yilmaz, un apuesto y viril turco que la ayudara a reencontrarse asi misma, y enfrentarse a todos sus fantasmas. Can Yilmaz parece ser su redencion y supervivencia, hasta el punto de valorar si continua con su actual vida o no.

  • El lugar prohibido de Susanne Jansson

    https://gigalibros.com/el-lugar-prohibido.html

    Un thriller internacional que apelara a las lectoras de Dolores Redondo y Eva G. Saez de Urturi.

  • Princesa de cenizas de Laura Sebastian

    https://gigalibros.com/princesa-de-cenizas.html

    Princesa. Prisionera. Huerfana. Rebelde.

  • El senor Mani de A. B. Yehoshua

    https://gigalibros.com/el-senor-mani.html

    AGAR SHILOH, nacida en 1962 en Mashabei Sade, un kibutz fundado en 1949 que se encuentra a treinta kilometros al sur de Beer Sheva. Sus padres, Roni y Yael Shiloh, llegaron al kibutz en 1956 cuando estaban haciendo el servicio militar. Roni cayo en la guerra de los Seis Dias, el ultimo dia de la guerra, en los combates de los Altos del Golan. Agar tenia entonces cinco anos, por lo que muy bien puede ser cierto, como ella sostiene, que guarde un claro recuerdo de su padre. Agar fue educada en el instituto regional de Revivim. Cuando dejo los estudios le faltaban dos asignaturas del ultimo curso de bachillerato, las de ingles e historia, pues no se habia presentado a los examenes. Fue reclutada en agosto de 1980 y sirvio como soldado en una unidad de paracaidistas, en el campamento base de la misma en la zona de Beth Lida. A causa de la distancia existente entre la base y el kibutz, Agar solia pasar los permisos de fin de semana en Tel Aviv, donde dormia en casa de su abuela paterna, Noemi, a la que se sentia muy unida y a la que le hacia contar los recuerdos de la infancia de su padre. La abuela, que disfrutaba con la presencia rebosante de vida de la nieta, trataba constantemente de convencerla para que se matriculara en la universidad de Tel Aviv una vez que se hubiera licenciado en el ejercito. Asi, cuando Agar termino el servicio militar, cuyos ultimos meses fueron muy movidos a causa de la guerra del Libano que habia estallado en junio de 1982, y a pesar de la oposicion de su madre, que creia que Agar tenia que volver a trabajar en el kibutz por lo menos por un periodo de un ano antes de empezar a estudiar, consiguio convencer a la asamblea formada por los miembros del kibutz para que la autorizaran a estudiar, siendo como era, ademas, que aquellos estudios serian financiados en su totalidad por medio de una subvencion que el ministerio de Defensa tenia destinada a los huerfanos de guerra. Agar se matriculo en el departamento de cine de la facultad de Bellas Artes de la universidad de Tel Aviv pero, como no tenia ultimados los estudios secundarios, no fue admitida para cursar el primer ano de la carrera, sino que se vio obligada a estudiar antes, en la misma universidad, un ano de preparacion academica. Ese curso lectivo tiene por objeto que los alumnos aprueben los examenes de bachillerato que les falten, asi como que se les impartan las asignaturas de expresion hebrea, ingles y matematicas como refuerzo para su capacitacion academica. A principios del mes de diciembre la abuela Noemi cedio ante la insistencia de su hijo, el tio de Agar, Benzion Shiloh, alto funcionario del consulado israeli en Marsella, aviniendose a ir a visitarlo, ya que el habia tenido que anular su visita estival a Israel a causa del incremento de las tareas de informacion que recayo sobre los empleados del ministerio de Asuntos Exteriores por la guerra <>. A pesar de que no queria alejarse de su querida nieta por mucho tiempo, no pudo menos que responder afirmativamente a su unico hijo, que tenia cuarenta anos y cuya solteria seguia preocupandole mucho. Siempre habia creido que su presencia cerca de el podria quiza conducir a algun arreglo matrimonial, por lo que prolongo su visita para participar en las recepciones organizadas por el consulado con motivo del ano nuevo civil. Agar, de baja estatura, dinamica y que habia heredado el purpureo color de cabello de su difunto padre, se solazaba pensando que el grande y hermoso piso de la abuela estaria ahora por completo a su entera disposicion. Primero penso en invitar a vivir con ella a una amiga que habia conocido en las clases del curso preparatorio, una muchacha muy decidida llamada Iris, tambien huerfana de guerra, que habia perdido a su padre en la guerra de Yom Kippur y era toda una experta en las distintas bonificaciones y ayudas del ministerio de Defensa para con las familias de los caidos; pero finalmente la invitacion no prospero, y mejor para Agar que asi fuera, porque a principios de diciembre empezo a tener relaciones en casa de la abuela con un estudiante, un alumno de master llamado Efraim Mani, profesor de la asignatura expresion hebrea del curso de preparacion universitaria. La relacion tuvo un comienzo muy intenso, aun cuando ya el 9 de diciembre salio Efraim como reservista hacia la franja occidental del Libano, que no acababa de calmarse a pesar del <> que habia sido firmado entre Jerusalen y Beirut. YAEL SHILOH, de soltera KRAMER. Nacida en Kiriat Motzkin en 1936. Militante activista socialista en los movimientos juveniles de los campamentos de inmigrantes, trabajo tambien como instructora. En 1952 salio a realizar un curso de campamentos juveniles en el kibutz Ein Harod por un periodo de un ano, por lo que vio interrumpidos sus estudios secundarios que despues ya no finalizaria. En 1954 se unio al grupo Re'im, que inicio su servicio militar en el kibutz Rosh Hanikra. Al grupo, compuesto por gente de los alrededores de Haifa, se unieron tambien unos cuantos jovenes mayores, del movimiento de Tel Aviv y Rishon Lezion, entre los que se encontraba su futuro marido, Roni Shiloh, que habia finalizado sus estudios en Tel Aviv. El noviazgo se consolido ya en Rosh Hanikra. Despues de que Roni finalizara su curso de paracaidismo y de que tomara parte, en el verano del 56, en dos breves operaciones belicas y, por supuesto, tambien en la campana del Sinai, partieron ambos, junto con el resto de los miembros de la unidad, a servir en el kibutz Mashabei Sade. La vida en aquel kibutz meridional les gusto y, al licenciarse, decidieron quedarse a residir alli, donde se casaron en 1958. Los dos trabajaban en la granja: Roni en los campos de grano y Yael en las plantaciones de frutales. En 1962, despues de un viaje a las ruinas arqueologicas de Grecia organizado por la sociedad de estudiosos de la historia, nacio su primera hija, a la que llamaron Agar, en honor al apego que los dos sentian por el desierto. Cuatro anos despues, en 1966, tuvieron otro hijo, que murio a la semana de nacer a causa de una hepatitis aguda debida a la incompatibilidad sanguinea de sus padres, problema que no habia sido tenido en cuenta por el departamento de obstetricia del hospital de Beer-Sheva. Despues de recibir asesoramiento medico decidieron tratarse para tener otro nino, pero este nunca llego porque Roni cayo al final de la guerra de los Seis Dias, en los combates por los Altos del Golan, en la carretera de Quneitra a Damasco. A pesar de las suplicas de sus propios padres y, sobre todo de los padres de Roni, para que se marchara del kibutz y regresara a la ciudad, Yael decidio quedarse con su hija de cinco anos en la granja e incluso fortalecio sus vinculos con el lugar. Sabia perfectamente, sin embargo, que las posibilidades que tenia de volverse a casar irian disminuyendo de ano en ano en aquel apartado kibutz de tan pocos habitantes, pese a lo cual siguio trabajando en la plantacion e incluso dirigio las entonces innovadoras tentativas de cultivo del aguacate. Durante la guerra de Yom Kipur, cuando el secretario del kibutz tuvo que salir como reservista por un largo periodo de tiempo, Yael fue nombrada para ocupar aquel cargo que ejerceria despues durante varios mandatos con el beneplacito general, a pesar de que a algunos miembros de la comunidad les parecia demasiado extremista desde el punto de vista ideologico. La relacion con su hija Agar, una relacion por lo general muy intensa, tropezaba de vez en cuando con algunas crisis dificiles, por lo que mas de una vez la animaron los amigos mas proximos a que asistiera a los cursos especiales del movimiento kibutziano sobre educacion y psicologia juvenil. Esos cursos divulgativos y eventuales resultaron muy de su agrado y de vez en cuando incluso viajaba a la universidad de Beer Sheva para oir conferencias relacionadas con temas de educacion y psicologia. En 1980, a pesar de que se acercaba ya a los 44, accedio a participar en uno de los encuentros de solteros y solteras que organiza el movimiento kibutziano, jurandose despues a si misma que jamas volveria a asistir a un encuentro de ese tipo. Yael temia que la estrecha relacion que su hija habia mantenido durante el servicio militar con su suegra, la abuela Noemi, que habia enviudado a mediados de los anos setenta, pudiera tentar a Agar a marcharse del kibutz, por lo que se opuso a que Agar comenzara sus estudios en la universidad inmediatamente despues de haber terminado su servicio militar, prefiriendo que volviera a la granja a trabajar durante por lo menos un ano. Cuando Agar presento la solicitud para salir a estudiar, Yael intento en secreto y por todos los medios que aquella le fuera denegada. Pero la politica liberal por la que se regian los kibutzes a principios de los anos ochenta en todo lo referente a la <> de los nacidos en el kibutz que habian terminado su servicio en el ejercito y que pretendia, en realidad, impedir cualquier pretexto para marcharse apresuradamente del kibutz, ademas de que los estudios de Agar fueran a ser financiados por el ministerio de Defensa dentro del programa de ayudas que este otorga a los huerfanos de las guerras de Israel, inclinaron la balanza en contra de la postura de Yael en la asamblea general. El hecho de que Agar viviera en Tel Aviv con la abuela contribuia a que pudieran comunicarse por telefono con cierta frecuencia, y Yael y Agar acordaron hablarse, por lo menos, dos veces por semana, a pesar de que en 1982 todavia no habian instalado en Mashabei Sade telefonos personales con extension propia en las casas de los miembros del kibutz. En el dialogo que sigue faltan las palabras de Yael. * * * --Pero aunque hubiera desaparecido, mama, ha sido por muy poco tiempo, no es para haberse preocupado asi por mi... --Si te llame, mama, claro que te llame, el miercoles por la tarde, desde Jerusalen... --Claro que si, el miercoles todavia estaba en Jerusalen, ayer tambien... --Tambien ayer, mama, y hoy, pero si deje el aviso... --?Como no te lo han dicho? --!Ay, Dios mio, mama, no me digas que esta vez tampoco te ha llegado uno de mis recados! --Yo que se... A quien descolgo el telefono... --Uno de los voluntarios alemanes... --?Pero que querias que hiciera, mama? Yo no tengo la culpa de que nadie que este todavia en su sano juicio quiera contestar ya al telefono en el comedor general despues de la cena, porque a nadie le apetece corretear entre las casas, con el frio que hace, para avisar al que esten llamando. Intenta tu llamar al kibutz una noche de invierno y ponte a hablar en ingles con un voluntario medio drogado que ya ni se acuerda de como se sujeta un lapiz entre los dedos y, entonces, quiza comprendas que no ha sido muy inteligente por tu parte dirigir con tanto fanatismo esa cruzada contra los telefonos privados, como si de eso dependiera que el socialismo fuera a seguir adelante o a desaparecer. En otros kibutz hace ya tiempo que los telefonos particulares en casa de cada uno forman parte de la calidad de vida... --Todavia no he visto ningun kibutz, mama, que se haya hundido economicamente por culpa del telefono... eso son fantasias tuyas... --Pero si no he desaparecido, mama... si solo he estado fuera de Tel Aviv durante los tres ultimos dias... --?El? Que va, pero si todavia sigue en el Libano, si fue el quien me mando a Jerusalen, a casa de su padre, y no he podido salir de alli hasta esta manana. --En conciencia, no podia marcharme... --Pero si eso es precisamente lo que te quiero contar... si es eso lo que he venido a contarte... --No, fue el miercoles por la tarde cuando empezo a nevar en Jerusalen, pero ayer ya no quedaba ni rastro... --No, ha sido el quien me ha dado este viejo abrigo, su padre, el senor Mani ese... --Si, yo lo llamo el senor Mani... no se por que... --Pero si esa es precisamente la cuestion, si es solo por toda esa historia por lo que he vuelto hoy a casa, aunque debo de haberme vuelto loca por estar ahora aqui sentada contigo en vez de haberme encerrado en Tel Aviv a estudiar para el examen... --Si te lo he contado, tengo un examen de ingles el domingo, y me fastidiaria tanto que me volvieran a suspender...

  • La encargada de vestuario de Patrick Mcgrath

    https://gigalibros.com/la-encargada-de-vestuario.html

    La ultima novela del prestigioso autor britanico, Patrick McGrath, es un homenaje al mundo del teatro. Una atmosferica novela ambientada en un Londres de posguerra amenazado por el espectro del fascismo.

  • Dulce amor de Elizabeth Bowman

    https://gigalibros.com/dulce-amor.html

    Una historia de amor y segundas oportunidades en la Norteamerica del siglo XIX.

  • Patrulla Vecinal de Leila Mila Castell

    https://gigalibros.com/patrulla-vecinal.html

    Una atraccion irresistible.Una oscura obsesion.Una comunidad de locos y las mas inverosimiles situaciones.Bienvenidos al 30 de Fools Place.Atrevete a entrar y descubre sus secretos.Intensa, inquietante y divertida.

  • La amiga de Teresa Driscoll

    https://gigalibros.com/la-amiga.html

    <> Cuando se mudo a Tedbury, Sophie buscaba la seguridad de un pueblo pequeno donde criar a Ben, su hijo de cuatro anos, pero nada esta saliendo como esperaba. No tuvo en cuenta que se sentiria sola. Que su nueva amiga, Emma, despertaria rumores en el pueblo. Que alguien moriria. Un dia, mientras viaja en tren con su marido, lejos de su hogar y de su hijo, Sophie recibe una estremecedora llamada. Dos ninos estan hospitalizados tras un tragico accidente. Uno de ellos es Ben. Entonces, Sophie se da cuenta de quiza ha cometido un terrible error y de que toda su familia esta en peligro. Al fin y al cabo, ?cuanto conoce a Emma?

  • Carne Medieval de Gema Perez

    https://gigalibros.com/carne-medieval.html

    Senorita Victoriana: Romance, Pasion y Erotica en el Londres Victoriano
    Delilah ha sido siempre una nina desfavorecida. Criada en las calles de Londres, huerfana y forzada a crecer a marchas forzadas. Una superviviente, ladrona, y paria.

  • Policida de Paul Durante

    https://gigalibros.com/policida.html

    Dos policias son emboscados y seguidamente asesinados en un pequeno pueblo al sur del pais. A continuacion, no mucho tiempo despues, a otro par de elementos de la ley les pasa lo mismo, calcado. A partir de ahi, los atentados contra los uniformados ya no se detienen. El homicida, que no actua solo, a todas luces tiene la intencion de acabarselos a todos, lo que esta logrando con bastante rapidez.
    La Policia esta viviendo lo impensable: son victimas de ataques y muertes de modo sistematico ?Quien iba a creer que sucederia un dia tal cosa? Nadie. Pero ocurre en Jaqueton. El miedo se ha extendido entre la tropa y todos los que trabajan en la institucion. Con los dias, la situacion sigue igual, puesto que el criminal ha resultado muy escurridizo. Nadie haya que hacer, hasta que, al fin, un equipo de detectives, que lidera un oficial cuya mejor arma es la perseverancia, empieza a pisarle los talones al lider de los asesinos de los agentes.

  • Sentir (Serie Again 3) de Mona Kasten

    https://gigalibros.com/sentir-serie-again-3.html

    Sawyer e Isaac no podrian ser mas diferentes. Ella es dura, desinhibida y aparentemente despiadada. El es timido, torpe y, con sus gafas de nerd y su ropa friki, es un desastre con las chicas.
    Desde la muerte de sus padres, Sawyer siempre se las ha tenido que arreglar sola y nunca ha permitido que nadie se acerque a ella. Y nunca se habria fijado en Isaac, pero, cuando una noche unas chicas se burlan de el, Sawyer decide actuar: sin pensarselo dos veces, lo besa delante de todos. El plan parece funcionar tan bien que deciden hacer un trato: Sawyer ayudara a Isaac a deshacerse de su reputacion de empollon, convirtiendolo en un chico malo; a cambio, ella documentara el cambio y lo usara para su proyecto de fotografia.
    Pero ese acuerdo, a primera vista inofensivo, lo cambiara todo: Sawyer volvera a sentir su corazon vibrar.

  • Y si tu me olvidas (Alana 1) de Iris Romero Bermejo

    https://gigalibros.com/y-si-tu-me-olvidas-alana-1.html

    Primera entrega de la trilogia <> que hara las delicias de los lectores.

  • Una noche perfecta de Christian Martins

    https://gigalibros.com/una-noche-perfecta.html

  • Vive mas y mejor de Miquel Porta

    https://gigalibros.com/vive-mas-y-mejor.html

    Uno de los expertos mundiales en contaminacion interna nos ensena en este libro que hacer para reducir los contaminantes en nuestro dia a dia. Si te interesa tu salud y la de los tuyos, no dejes de leerlo y descubrir los toxicos que conviven silenciosamente con nosotros.

  • Salamina de Javier Negrete

    https://gigalibros.com/salamina.html

    Siglo V a. C. El gigantesco Imperio persa pretende destruir Atenas y conquistar Grecia. Solo Temistocles, el visionario, sera capaz de idear una defensa para plantarles cara. El enfrentamiento tendra lugar en la batalla de Salamina, escenario de traiciones y heroismos, en la que se dirimio el futuro de la civilizacion occidental.

  • Bajo la red de Iris Murdoch

    https://gigalibros.com/bajo-la-red.html

    Jake Donaghue, un escritor y traductor intelectual y bohemio, deambula por un Londres inacabable intentando mejorar su situacion tanto emocional como economica. Su novia, que se ha enamorado de un corredor de apuestas, le pide que se vaya de la casa que han compartido hasta ese momento. Donaghue se ve obligado a buscar un nuevo lugar en el que vivir, y recala en el hogar de una antigua novia, la cantante Anna Quentin. Es entonces cuando el destino lo lleva hacia un viejo conocido, Hugo Bellfounder, un abstruso filosofo con el que Jake tuvo ciertos desencuentros en el pasado. Iluminado, pero victima de una continua desazon vital, Jake Donaghue no abandona su idea de convertirse en un verdadero escritor mientras el mundo parece derrumbarse a su paso.

  • Buscame al amanecer (Despiertame con un beso 2) de Clara Albori

    https://gigalibros.com/buscame-al-amanecer-despiertame-con-un-beso-2.html

    Y colorin colorado, este cuento se ha acabado. ?O no?
    Tras pasar tres meses de vacaciones en el Hotel Villa Magic, Elena y Laila regresan a Oviedo separandose de sus amigas quienes han encontrado el amor en Gandia.
    Quince meses despues, el destino les tiene preparada una sorpresa y viajan de nuevo a aquel hotel donde tantos momentos vivieron. Alli, Elena se reencontrara con Samuel, el joven y sexy animador infantil por el que suspiro en silencio durante esas vacaciones.
    Samuel siempre se ha sentido atraido e intrigado por Elena. Y no podria estar mas feliz al enterarse de que sera su nueva companera de trabajo. El animador hara lo necesario para averiguar que se esconde tras esa triste mirada esmeralda, pero el camino no sera nada facil.
    Vive junto a Elena, Laila, Nerea y Ada sus nuevas aventuras. Rie, llora, siente de nuevo con los personajes de Despiertame con un beso. Vuelvete a enamorar.

  • Sophie en los cielos de Paris de Katherine Rundell

    https://gigalibros.com/sophie-en-los-cielos-de-paris.html

    Tras hundirse un barco en el Canal de la Mancha, una nina de apenas un ano aparece flotando en un estuche de violonchelo y es rescatada por un erudito y aventurero londinense llamado Charles Maxim. De esta forma tan extraordinaria comienza la conmovedora historia de Sophie y Charles, quien, una vez constatada la desaparicion de la madre de la nina, se convierte en su tutor legal. Sin embargo, con el paso del tiempo, se apodera de Sophie la idea de que su madre sobrevivio al naufragio, y aunque Charles le advierte que eso es casi imposible, para ella el <> significa que existe <> posibilidad, y esta, por remota que sea, jamas debe descartarse. Asi pues, a pesar de que la unica pista que tienen es una direccion parisina grabada en el estuche del chelo, Charles, que lo daria todo por verla feliz, accede a acompanarla a Paris para iniciar la incierta busqueda. Alli, en una noche magica, Sophie conoce a Matteo y sus amigos, unos jovenes vagabundos que recorren la ciudad por los tejados y que enseguida se prestan a ayudarla para que su sueno se haga realidad.

  • El nido del lobo de Gema Tacon

    https://gigalibros.com/el-nido-del-lobo.html

    Las mentiras unen el destino de dos mujeres separadas en el tiempo.
    La apacible vida del pequeno y encantador pueblo de Ochagavia se enturbia cuando Blanca llega desde el sur para hacer sus practicas. Los oscuros secretos que todos guardan atan su vida a la de Aintzira, una chica que murio hace anos y que, sin saber como ni por que, tiene una extrana conexion psiquica con ella.
    Sus noches se hacen eternas cuando tras cada pesadilla su cuerpo sufre las consecuencias de ir revelando la verdad. Poco a poco va desentranando una red de enganos que intentan ocultar no solo la misteriosa muerte de la joven, sino que tambien hara que descubra que su vida ha sido una farsa practicamente desde que nacio.
    La muerte persigue a Blanca desde hace tiempo mientras que a Aintzira ya la encontro. Ambas tienen en comun el coraje de querer descubrir la verdad, su verdad.
    Un crimen sin resolver, una sombra que la acecha y un asesino que esta presente en sus suenos es con lo que tendra que lidiar nuestra protagonista.
    ?Podras leer cada linea sin mirar detras de ti?
    Tictac, tictac.

  • Ni un zapato mas de Irene Ferb

    https://gigalibros.com/ni-un-zapato-mas.html

    ?Nunca te has preguntado que hace un zapato tirado en la acera? ?Por que su dueno, descalzo de un solo pie, no lo ha recogido? ?Es, o no, uno de los misterios sin resolver mas asiduos de nuestra rutina diaria?
    En Ni un zapato mas estos intrigantes calzados solitarios apareceran en la puerta de Ruben, un joven inspector de policia que acaba de comenzar en un nuevo destino. Cada zapato traera un alarmante vinculo: la desaparicion una mujer. Ruben, olvidando que no esta en su mejor momento vital, empenara todas sus horas para encontrar a esas posibles victimas descalzas.
    Uno de los problemas de Elda es que nada le parece feo. Pero eso no le impide afirmar cada manana que el policia que entra a pedirle un moca es el hombre mas sexy que han visto sus ojos. Otro problema, que no se atreve a cruzar palabra con el. Su voz se esconde como una sandalia en invierno.
    Ni un zapato mas significa intriga, comedia, romance y reivindicacion. Una novela escrita para ti, para que nunca mas pases por alto un zapato solitario y te atrevas a averiguar que se esconde tras cada personaje de este locuaz escaparate.

  • ?Nunca? Jamas de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/nunca-jamas.html

    Sharon Morris estaba dispuesta a realizar su nuevo trabajo eficientemente, pero el caracter de su jefe dejaba bastante que desear. Pero cuando Evan Weixler le salvo la vida y tuvo que depender de el, acabo perdiendo su corazon y se dio cuenta que tendria que amoldarse a sus deseos si queria que funcionara su relacion. No sabia si seria capaz de hacerlo.

  • Huellas de un beso de Marcia Aqova

    https://gigalibros.com/huellas-de-un-beso.html

    Fiore Evans aprendio a corta edad que es mejor que nada la tome con la guardia baja, ir siempre por lo seguro y no llamar la atencion de mala manera. Hacer lo que se espera de ella conlleva tener una vida muy organizada y planeada. Eso esta bien, despues de todo se sabe desenvolver mucho mejor en lo que ya conoce dandole muy buenos resultados. A la vuelta de la esquina estan sonando las campanas de boda, nada mas y nada menos que con quien ella considera el hombre perfecto. Sin embargo, nunca conto con que el destino la llevaria a tropezar con una persona del pasado. Una persona a quien en su momento apenas noto.

  • La luna tras las rejas de Marina Tena Tena

    https://gigalibros.com/la-luna-tras-las-rejas.html

    HAY HUMANOS EN ELBOSQUE. Aprieto los labios sin abrir los ojos. Tengo miedo de que me traicionen. Espero que Sin Sombra tambien siga con los parpados cerrados. Estamos tendidas de espaldas sobre la hierba fresca que se mece sobre nuestros hombros mientras que el sol acaricia nuestras caras. No anade nada mas, asi que escojo con cuidado las palabras. ?Que es lo que diria si no supiera ya lo que esta pensando? Enredo mis dedos en los brotes verdes y me esfuerzo en que mi tono de voz suene adormilado. --?Estas segura? --?Recuerdas que nos pediste arnica? --Se termino antes --asiento. Mi voz suena mas despierta--. Con el cambio de tiempo a muchos ancianos les duelen las articulaciones. --Fuimos hasta el valle despues de una caceria. Encontramos restos de un campamento. Apestaba a ellos. Los pajaros trinan a lo lejos, como si siguieramos en calma. Ordeno a mi corazon latir despacio, y a mis nervios a quedarse bajo la piel, sin mover un solo musculo. Cuando vuelvo a hablar mi voz es un susurro: --?Crees que pueden encontrarnos? --No se si nos estan buscando. --Incluso con los ojos cerrados puedo visualizar el encogimiento de hombros con el que mi amiga suele acompanar sus frases cuando esta nerviosa--. Supongo que tendremos que estar mas alerta. --Ojala pudiera acompanaros. Es trampa, y me siento mal por usarla. Soy tan licantropa como ella, como el resto, pero yo nunca sere una guerrera. No importa que me haya dejado la piel intentandolo. Los ancianos lo llaman la maldicion de la luna nueva: somos pocos los nacidos en la noche en la que la reina del cielo no nos regala su presencia, una de esas en las que ni siquiera se dibuja su silueta como si fuera una cuchilla blanca y curva. Fue una mala senal que la primera hija del lider eligiera esa noche para venir al mundo. <> solia decir mi madre, para consolarme. Y yo queria creerla. <>. Arano la arena bajo las flores. La echo tanto de menos... Sin Sombra pone su mano sobre la mia y la estrecha. Se que ahora si que me esta mirando, asi que fuerzo una sonrisa. Siempre ha estado a mi lado, desde mis primeros recuerdos, pero cuando mi madre murio dejo de ser una amiga para convertirse en una hermana. Una parte imprescindible de mi vida. No se que hubiera hecho sin ella. Por eso se me remueven las tripas al ocultarle la verdad, pero hay cosas que ni siquiera Sin Sombra puede comprender. --Eres valiosa, Sauce, y tu padre tambien lo sabe. Aprieto de nuevo los labios, pero esta vez no es para contener la verdad, si no las emociones. Es algo que me hubiera dicho ella. Mi madre decia que eligio mi nombre porque el espiritu de los Sauces nos protege, para que me guardase alla donde fuera. Ella tambien era buena contando mentiras, o verdades a medias. Supongo que lo he aprendido de ella. Se que la primera vez que se encontro con mi padre estaba sentada, con los pies en el rio, rodeada por estos arboles. Tambien se que su primer beso fue en esa misma orilla, varias lunas mas tarde. Mis padres se quisieron como nunca he visto a nadie quererse. Bastaba con que ella sonriera distraida para que mi padre la mirase como si fuera el mismo sol que habia bajado a la tierra y tintaba de vida y luz el horizonte. Cuando se marcho nos rompio por dentro. Nos dejo una de esas heridas que nunca sanan del todo. Puedo sentirlo cuando pienso en ella. El corazon rasga esa enorme cicatriz que mana dolor en vez de sangre. Lo veo tambien en el rostro de mi padre cuando algo le recuerda a ella. Un atardecer, unas flores blancas, o algun gesto que hago sin darme cuenta. Mi madre era el puente que nos unia, y ahora somos dos barcas perdidas que chocan o se alejan, pero nunca se encuentran. Sin Sombra me da otro apreton y me rescata de mis pensamientos. Se lo agradezco con una sonrisa y me incorporo, apoyandome en un codo para quedar de costado. --Solo te lo digo porque creo que tenemos que estar alerta --dice. --Lo estare. --Y... que tengas cuidado. Ladea la cabeza, casi avergonzada de decirlo. Culpable de marcar una vez mas la diferencia entre el resto de lobos y yo. Me trago esa sensacion amarga de saber que incluso los que me quieren me consideran menos y me siento en silencio. Su pelo liso, tan blanco como el de una anciana, tiene un par de hojas de treboles y briznas de hierba. Se las quito y ella arruga la nariz y sacude la cabeza de la misma forma en la que lo hace cuando se transforma en un precioso lobo blanco con los ojos del color de la sangre. No es la unica que se siente culpable. Nacer la noche en la que la luna nos da la espalda ha hecho que sea un lobo mas fragil. Mis garras no atraviesan con tanta facilidad la carne o la cadera. Mis mandibulas no pueden partir el hueso. En forma lupina soy incluso mas menuda que mi hermano Guerrero, que aun no ha cumplido los once anos. Pero eso no me convierte en una criatura indefensa. Soy rapida. Mas agil que el resto, y la mas silenciosa. Puede que no pueda ganar a nadie de mi propia tribu en una pelea frente a frente, pero los humanos son mas debiles que nosotros. Lo complicado es adivinar su estrategia y esquivar sus armas, sobre todo las de plata. Mi padre se opondria a que me aleje tanto de nuestro terreno para explorar las fronteras de nuestro bosque, pero no puede prohibirme lo que no sabe que hago. Hay humanos en nuestro bosque, pero no estoy sorprendida. Ya los he visto antes. Por e eso enterre bajo las raices de un arbol las reservas de arnica y les pedi que me trajesen mas para que encontraran su rastro. Era mas sencillo que explicarle a mi padre por que me habia alejado tanto de la tribu. No queria tener otra discusion con el, ni ver como trataba de no herirme mientras me pedia que me comportase como una nina indefensa. Asi es como el me ve, eso lo que soy a sus ojos: inmadura, debil, incapaz de hacerle sentir orgulloso. Alzo la barbilla al cielo. Sin Sombra pasa un brazo por mis hombros y me consuela, pero por los motivos equivocados. Yo les guie hasta los hombres, aunque no lo supieran. Y no puedo sentirme culpable por haberlos visto porque eso ayuda a mi tribu. No me importa que tenga que ser en secreto. Sabia que debia alejarme inmediatamente, que cada segundo que pasaba cerca de ellos me ponia en peligro, tanto a mi como al resto. Pero me quede un rato mas para observarlos. Habia algo fascinante en poder observar a tus enemigos cuando no sabian que alguien les estaba viendo. Era peligroso y tambien hipnotico. El cosquilleo recorria la piel desde mi vientre y subia por las venas hasta convertirse en un picor suave en las palmas de mis manos. Supongo que era como mirar el baile entre las llamas de un incendio. No parecian tan terribles al hablar entre ellos. Entendia su lenguaje, era el mismo que el de mi madre. Despues de todo, ella era una humana que habia renunciado a su mundo para abrazar el nuestro. En todas nuestras historias, los humanos son criaturas crueles, malignas, pero no parecian terribles con las primeras luces del dia iluminando sus rostros aun adormilados. Usaban palabras suaves y bromeaban. Me recordaron a nosotros y, a la vez, eran de un mundo desconocido: con sus botas altas, esos trajes tan incomodos y las armas de metal que hacian que se me encogiera el estomago. Pero no me marche ni siquiera al verlas. Me apoye en el tronco de un roble y asome la cabeza. Cerca del suelo, para que la hierba alta me ocultase. Una chica de pelo rojo empujo a su companero al agua, y el resto estallo en carcajadas. Me encogi en mi escondite y despues me di cuenta de que me estaba riendo como si estuviera con ellos. Con ese grupo de personas que seguramente trataban de darnos caza. Sacudi la cabeza, y entonces mis ojos se cruzaron con los suyos.