• libro recuerdame de mario escobar - Yunnuen Gonzalez

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    Algunos dicen que los primeros dias de clase siempre seran inigualables, llenos de cosas nuevas y excitantes. Yo concordaba con esa aseguracion. Para mi era un viaje a lo desconocido, en donde todo era posible si ponia empeno en ello. Sobre todo en la universidad. Me apresure a hacer todas las cosas cotidianas que uno hace usualmente en la manana. Tenia que salir a tiempo para ir a la universidad y registrarme para el nuevo semestre. Habia quedado de verme con mi mejor amiga, Vera, a las afueras de las oficinas para inscribirnos juntas. Este no era un primer dia, ni siquiera era de la semana, pero aun asi presentia que estaria a la altura de uno maravilloso. --!Hola, Vera! --llame a mi amiga que hacia fila para inscribirse. Para molestia de los alumnos de atras, me metio en la fila. Vera era mi mejor amiga desde el primer dia de clases. Ambas habiamos cruzado la puerta de la universidad juntas, con esa mirada asombrada y palpitaciones aterradas. Coincidio que ibamos en las mismas clases. Ella era de Gales y vivia en una de las casas para estudiantes que tenia la universidad a algunos minutos caminando, cerca de Waterloo. --Hola, Ally. ?Como estas? --!Muy bien! ?Y tu? --No tanto. Volvi a pelear con Tom. --?Otra vez? Vera asintio mientras hacia muecas de fastidio. --Si no fuera porque lo amo mucho, ya hubiera terminado lo nuestro... --respondio en lo que tomaba de su bolso el celular que no paraba de sonar. Por supuesto era Tom que, de acuerdo a las respuestas de Vera, deseaba verla para hablar y posiblemente conciliarse. Espere pacientemente a que terminaran de hablar. Su noviazgo con Tom databa de la preparatoria. Sus personalidades eran tan diferentes que no sabia como habian durado ya tanto. Justo termino de hablar cuando era nuestro turno de entrar. Quince minutos despues, salimos las dos con nuestro nuevo horario. Nos sentamos en una banca para revisar las asignaturas que tomariamos ese semestre. Al poco rato se acercaron Mason y Luke, nuestros mejores amigos, y nos arrebataron los horarios para averiguar cuantas clases compartiriamos. Al parecer, Vera estaria todas con Luke, una noticia que no le agrado mucho porque el la ha pretendido desde que la conocio. Aun recuerdo cuando los conocimos. Era una historia que empezo conmigo odiando a Mason y Vera sintiendose incomoda con el constante escrutinio de Luke. Pero ?como no podia odiar a Mason en un principio? Quitando que me parecio guapo, se habia acercado a mi con la tonta excusa de que necesitaba una regla, como si yo aun fuera una nina de primaria que cargara con una. Mi respuesta logica fue una sonrisa ironica que le dio la oportunidad de derretir el hielo entre los cuatro. Dias despues, llegue a la conclusion de que yo no le gustaba, y solo me habia hablado para que su amigo llegara a Vera. Solo que no sabian que ella ya estaba harta de el. A donde fueremos, ahi estaban siempre vigilando nuestros movimientos desde lejos. Con el paso de los dias, porque compartiamos un par de clases con ellos, platique mucho con Mason, y me di cuenta de que me caia mejor de lo que creia. Igual le sucedio a Vera con Luke. La amistad crecio sin mucho esfuerzo, hasta el punto en que ibamos mucho al pub a divertirnos y los extranabamos cuando no nos veiamos entre clase y clase. Me puse de pie para estirarme un poco. Vi de reojo que Mason me escudrino con la mirada. --?Que sucede? --le pregunte revisandome de pies a cabeza. Esperaba descubrir que me habia puesto zapatos disparejos, u otra cosa. --?Como le haces para verte bien aun sin arreglarte? Me sonroje, no pude evitarlo. Mason rio por lo alto, como si yo hubiera caido en una de sus tantas bromas. Aunque esta no lo parecia, ya que estaba muy serio cuando me hizo la pregunta. No quise averiguarlo, por eso le pique las costillas para alejar esa incomodidad que sentia. Mason era guapo, pero era uno de esos casos en que no sentia quimica con el; con todo y que eramos juguetones con el otro, como ninos de primaria. --!Es en serio! Eres preciosa hasta mas no poder --siguio coqueteando conmigo. Volvi a picarle las costillas en lo que el reia. Luke y Vera se interesaron por nuestro jugueteo, entonces, Mason quiso abrazarme para detenerme pero su toque incomodo me dio escalofrios, por lo que retrocedi torpemente. Al instante senti como unas manos me tomaron por la cintura sorpresivamente; habia chocado contra alguien. Mi mirada se encontro sin dificultad con el tipo que aun me tenia sujetada por la cintura; unos escalofrios extranos me atacaron y mis latidos se aceleraron sin razon alguna. Jamas me habia pasado esto. No dijo nada; de hecho, se veia molesto porque tire su documentacion y le habia pisado un pie cuando chocamos. --Lo siento --murmure alejandome de el; nuestras miradas chocaron de nuevo sin querer. Quise ayudarlo con sus cosas pero su mirada aun estaba en mi; se sentia como un peligroso fuego que me llamaba a fundirme con el, y no podia resistirme. Termine escondiendome detras de la atractiva presencia de Mason. El tipo termino de levantar sus papeles y se alejo. Tras tal encuentro, fui a sentarme a la banca, aun intimidada. --Ally --me llamo Vera--, ?no hay problema si te dejo? Luke va a darme un aventon a casa. --No hay problema. Tambien tengo que irme. Las despedidas iniciaron, siempre acompanadas con los usuales comentarios tontos. Cuando llegue a Mason, me tomo del brazo para retenerme unos segundos mas a su lado. --Por favor, no te vayas aun. Quiero hablar contigo --me dijo al oido. Asenti. No estaba nerviosa, no era la primera vez que nos quedabamos solos. Generalmente, ibamos a comer algo para seguir conversando de cosas vanales; nos gustaba pasar el tiempo juntos. Tras que Vera y Luke se marcharon, volvi a sentarme en la banca. Mason no se decidia en sentarse, quedarse de pie o seguir paseando frente a mi muy nervioso; parecia gatito enjaulado. Empece a balbucear acerca de mi dia para relajar el momento. Mason me puso aun mas nerviosa con ese gemido callado que me decia que me estaba escuchando. Entonces, finalmente se sento a mi lado. --?Que sucede? --pregunte, acomodandome de tal manera que quedaba frente a el. Pero apenas nuestras miradas se encontraron, sonrio conquistador y sujeto mi rostro entre sus manos sin esperarlo para robarme un beso. Logicamente me sorprendi, pero no se por que no lo rechace; aunque hubiera terminado cediendo. Mason era tenaz cuando queria algo. Como un lindo cachorrito que no soltaba el hueso hasta que lo conseguia. --?Quieres andar conmigo? --pregunto despues de detener sus labios un segundo para averiguar si estaba feliz o no. Retiro algunos cabellos que cayeron sobre mi rostro. Si no supe por que no rechace su beso, mucho menos por que le susurre un si. Mason volvio a besarme y, no, no senti nada aun, pero decidi que le daria algunos dias para que esos sentimientos escondidos salieran a la luz. Solo porque recorde que alguna vez me senti celosa cuando una companera le acomodo un mechon de cabello mientras conversaban durante un cambio de clases. Ademas, me gustaba pasar el rato con el. Si era un buen amigo, tambien seria un buen novio. Despues de haber ido a comer una hamburguesa, Mason me llevo a mi casa. Por suerte no me pidio pasar y solo se despidio con un beso apasionado. Finalmente senti un hormigueo en mi estomago y algo de emocion. Tal vez, muy en el interior, Mason si me hacia estremecer. Por todo ese fin de semana no lo vi. Lo cual fue mejor porque me dio tiempo para analizar mis sentimientos por el. A decir verdad, no me sentia incomoda con la idea de ser su novia; por el contrario, me alagaba que alguien tan guapo quisiera estar conmigo, y que se estremeciera al besarme. Porque sus labios temblaron de emocion y torpeza cuando me robo ese beso. Mason me gustaba, eso siempre lo he tenido claro desde el momento en que lo conoci. Solo tenia que darle tiempo al tiempo para que esa atraccion se convirtiera en amor. LUNES Mason me telefoneo la noche del domingo para decirme que pasaria a recogerme, pero le dije que preferia verlo en la universidad. Nadie sabia aun que eramos novios, ni siquiera Vera y Luke. No queria hacerlo con pompa y circunstancia y muy agarraditos de la mano al entrar a la universidad. Sali temprano de casa. Queria llegar antes para hablar con Vera y comentarle de la nueva. Espere pacientemente en la misma banca de siempre, en donde se reunia el pequeno grupo de amigos. La banca en cuestion estaba en el pasillo principal que llevaba a los salones de clase, podia ver quien entraba y con quien. Tenia a toda la universidad vigilada desde ahi. Nadie se me escapaba. --!Ally! --escuche que me grito Vera--. ?Por que no me llamaste para platicarme el chisme? --Veo que ya te enteraste. --!No puedo creerlo! !Tu y Mason! !Wow! --!Shhh! --No sabia que te gustaba. --Siempre me ha gustado. Que sintiera algo por el, eso es otro asunto. Le platique todo lo que llegue en conclusion durante el fin de semana. De que le daria una oportunidad al romance. --?Sabe Mason como te sientes respecto a el? --No. --Creo que lo mejor es que le pongas las cosas en claro, Ally. Asi si te arrepientes, no le rompes el corazon. --?Decirle que esta a prueba? --Si, tal y como lo esta Luke. --?Disculpa? ?Que tiene que ver Luke en todo esto? --Deje a Tom por Luke --revelo como si nada. --!?Que?! --exclame asombrada. ?Como podia hacerle eso a Tom? --Termine con el el viernes. Ya estaba fastidiada de tanto drama. Hablamos y nos dimos cuenta que llegamos a un punto en que ya no sentiamos nada uno por el otro. Ya era rutina. --!Pero me dijiste que lo amabas! --!Exacto! !Lo amaba!… Tiempo pasado. Me quede boquiabierta, pero finalmente pude hablar. --?Quieres a Luke? --Un poco. Me gusta. Es por eso que le hice "rogarme", queria saber que tan seguro estaba de sus sentimientos por mi. --?Y? --Salimos a tomar un cafe, hablamos y... Me quiere y vamos a probar. --!Sorprendente! ?Quien diria que empezariamos este semestre con novio? --Nadie. Ambas reimos. Vera me relato como fue su fin de semana romantico con Luke. Nuestro amigo era realmente detallista y trataba a mi amiga como una princesa. Era logico, tanto habia molestado a Vera con que le hiciera caso, que ahora que por fin era suya no iba a descuidarla para que Tom la convenciera de regresar con el. Vera siguio parloteando cuando, de pronto, perdi la mirada en un tipo que me cautivo con su sonrisa desde lejos. !Ah! Todo paso a segundo termino al instante: mi amiga, las risas de los demas estudiantes... mi respiracion. Era como si alguien hubiera robado el boceto de mi chico ideal y lo hubiera moldeado en arcilla solo para darme una sorpresa. Desafortunadamente, no pude ver sus ojos porque los cubrian unas gafas oscuras. Miro su reloj deportivo en lo que seguia andando cual top model. Mi corazon se desboco de nervios porque pasaria frente a mi, lo que me permitiria ver con mas detalle toda su persona. !Nunca me he sentido asi de atraida por un hombre! El venia platicando con quienes supuse eran sus amigos. No noto que me tenia totalmente fascinada. Segui cada uno de sus movimientos: como traia su cuaderno en la mano, marcando ligeramente los musculos de su antebrazo; como se acomodaba las gafas, como torcia sus labios en una sonrisa ironica pero igual de seductora cuando la chica de alado lo hizo sonreir. !Argg, la odie por eso! --!Hey! !Despierta! --grito Vera por lo alto, al mismo tiempo que aplaudio frente a mi cara. Sali del embobamiento con un exagerado sobresalto. Todo el barullo hizo que el y compania voltearan a vernos. Por supuesto, sus amigos se dieron cuenta de que estaba babeando aun por el. Lo que no le gusto, porque de inmediato apreto los labios hasta desaparecer y solto un resoplido molesto. Desvio la mirada y apresuro el paso en lo que sus amigos se burlaban de como me habia puesto. Baje la cabeza muy apenada hasta que crei que ya se habian alejado. --?Quien es el? --pregunte a mi misma en un susurro. --?Quien? ?El de los lentes oscuros? --me inquirio Vera. --Si. ?Lo conoces? --pregunte emocionada. --No. ?No lo recuerdas? --No. --Es el tipo con el que chocaste el miercoles pasado. --!?Es el?! --exclame realmente sorprendida. Voltee a verlo. No recordaba que fuera tan atractivo; a decir verdad, solo recordaba que su mirada me habia acribillado por cruzarme en su camino, nada mas. --!Vaya, necesitas lentes! --No los necesito. Es que no vi su rostro lo suficiente para poder recordarlo... Es mas, solo recuerdo el choque electrico que me dio al tocarme --confese en un suspiro mientras que lo seguia a lo lejos con la mirada. Rogaba a mis adentros que volteara para deleitarme con su perfecta fisionomia. --?De que choque electrico hablas? --escuche que me preguntaron por detras. La sorpresa me levanto rapido. Eran Mason y Luke. --Hola, nena --saludo Luke a Vera con un beso rapido. --El que tu le das --respondio Vera sagazmente. Mason sonrio de oreja a oreja, muy satisfecho, cuando vio que yo asentia como loca. --Buenos dias --dije a Mason. Me acerque a el y le di un beso rapido para que ya no preguntara mas. Me dio pena ser carinosa en publico. --?Nos estaban esperando? --pregunto Mason al aire. --Si --respondio Vera en lo que tomo la mano de Luke. --Bien, vamonos o llegaremos tarde --dijo Luke en lo que cambio la tomada de manos por un abrazo. Zigzaguee para que Mason no tomara mi mano tambien. No queria que el averiguara que tenia novio. Ahora me arrepentia de ser la novia de Mason. MESES DESPUES El semestre corrio con una inusual rapidez. Me sorprendieron mucho cuan rapido mis sentimientos por Mason crecieron. En realidad, su forma de ser no cambio mucho de amigo a novio. Lo que queria decir que si seguia siendo galante, dedicado a mi y, sobre todo, me hiciera reir como loca, terminaria amandolo. Muchas no tienen la fortuna de tener a un amigo en su novio, alguien que supiera distinguir cuando estar ahi para apoyarme y cuando estar ahi para apapacharme. Era feliz, mas de lo que crei llegar a ser. Sin embargo, dentro de toda esa felicidad habia una pequena nube que opacaba el carisma de Mason por momentos: el tipo con el que quede en ridiculo. No lo habia vuelto a ver. Logico, era una universidad grande con muchos alumnos. Muchas veces llegue temprano a la universidad para esperar en la entrada y verlo llegar; quizas se atreveria a acercarse a mi. Pero no tuve tal suerte tampoco. Tenia una necesidad desesperante de conocerlo bien. El recuerdo de sus intimidantes ojos no se acoplaba bien con el resto de su cuerpo. Parecia mas un cuadro de Picasso que un ser humano. Y, por lo que comento Vera, era muy guapo. Tanto que merecia el ridiculo que hice, segun ella. Para la semana de examenes finales, me rendi en buscarlo y me concentre en Mason tanto que me olvide por fin de el. No era justo para Mason estar pensando en alguien mas. --?Que haremos despues de clases? --pregunte casual a Mason. Estabamos tonteando con las manos. --Tengo el departamento para mi solo --comento--. ?Quieres pasar la tarde conmigo?… !Mmm!, tengo mucha hambre de ti --enfatizo la palabra hambre con connotacion sexual. --Tu... Yo... ?Solos? --dije en lo que me acercaba a el para acomodar un mechon de su cabello castano claro. El tambien retiro parte de mi cabello para que mi rostro estuviera libre--. !Me encanta la idea! --agregue en lo que me ponia de puntas para besarle. Besar a Mason en publico se volvio un placer, sobre todo cuando al andar conmigo fue descubierto por muchas estudiantes que empezaron a pavonearse frente a nosotros para atraer su atencion. El solo tenia ojos para mi. --Ally, es hora --me llamo uno de mis companeros. Me separe de Mason a reganadientes. --Suerte, nena --dijo en lo que yo caminaba al salon. --Igualmente, carino --conteste en lo que le aventaba un beso cual caricatura sexy. Entre al salon y fui a sentarme en el lugar de siempre. --Bien... --dijo el profesor para llamar nuestra atencion--, ya saben las reglas. No me hagan repetirselas, por favor. Acomode todo lo que iba a necesitar para el examen, mientras que el profesor entregaba los examenes a cada estudiante sin olvidar desearnos buena suerte. Segui pensando en Mason y su invitacion, en lo mucho que nos ibamos a divertir teniendo sexo, hasta que me di cuenta que habia desperdiciado diez minutos en el. Deje de fantasear y me apresure a contestar las preguntas mas faciles. Dedicaria el resto del tiempo a las dificiles. Tras una hora recordando, analizando y respondiendo, me tome un descanso. Me perdi en el escenario antiguo que me dejaba ver la puerta abierta del salon, o sea la pared. Senti una punzada en la cabeza, no era buena senal; un dolor de cabeza se avecinaba. Me restregue los ojos fuertemente y, cuando los abri, lo vi pasar. Por una fraccion de segundo crei que estaba tan agotada que mi cerebro me jugaba una mala pasada, trayendome su recuerdo sin desearlo. Pero algo me aseguro que si era el y me arrojo a salir corriendo del salon detras de el. Escuche al profesor exclamar en trasfondo: "!Cuando tienes que ir, tienes que ir!" Mis companeros se carcajearon. Trote por el pasillo, buscandolo, pero no habia nadie. Me apresure al cubo de las escaleras, y desafortunadamente tampoco estaba ahi. ?Como podia ser? ?No podia ser en realidad un fantasma para desaparecer como tal? Aunque eso explicaria por que no lo he visto en todo el semestre. No, Vera lo vio tambien. Lo mas logico era que habia entrado a uno de los tantos salones que corrian a lo largo del pasillo.

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  • Suplicando Problemas (Blackish Masters 3) de Nisha Scail

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    Faith Valentine tan solo buscaba respuestas. El que las encontrase en lugares poco recomendables, que la conducian a incomodas equivocaciones, no era culpa suya. Sin embargo, Dain pensaba que si. El estaba convencido que su sola presencia generaba problemas y que la unica manera de ponerle freno era manteniendola vigilada. Tener a ese hombre cerca no podia ser bueno para la salud, especialmente porque su atractivo, amabilidad y seductora presencia le hacia muy dificil el ignorarle.
    Hacerse el heroe no entraba en los planes de Dain Ratcliffe, pero cuando vio que maltrataban a una mujer no pudo quedarse cruzado de brazos. Si alguien le hubiese dicho que una buena accion lo mandaria al hospital y terminaria uniendole a una mujer cuyo segundo nombre era problemas, se lo habria pensado dos veces. Pero Faith resulto ser demasiado timida, calida y dulce para ser ignorada por su vena protectora, un verdadero iman para el desastre.

  • Antes de medianoche (Adicta a el 2), Isabella Marin de Isabella Marin

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    “Puede que el mundo haya estallado en llamas a mi alrededor, puede que mi corazon se haya roto en tantos pedazos que nunca voy a ser capaz de encontrarlos, puede que este muriendome por dentro en este preciso instante, pero tengo que colocarme mi sonrisa una vez mas para convertirme en la persona que todos esperan que sea. La persona que a veces me gustaria ser. La mejor version de mi misma.”

  • Pasion en Roma de Kate Hardy

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    ?Seria capaz de recuperarla?

  • La encargada de vestuario de Patrick Mcgrath

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    La ultima novela del prestigioso autor britanico, Patrick McGrath, es un homenaje al mundo del teatro. Una atmosferica novela ambientada en un Londres de posguerra amenazado por el espectro del fascismo.

  • El halcon de Esparta de Conn Iggulden

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    EN EL MUNDO ANTIGUO, UN EJERCITO FUE EL MAS TEMIDO POR TODOS, UN EJERCITO CAPAZ DE SOMETER IMPERIOS.

  • Una esposa para el highlander (Fuego y corazon 1) de Sonia Lopez Souto

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    La manana venia fria, propia de la epoca, pero ninguno de los presentes se quejaba, pues sabian que en breve no les preocuparia el tiempo. La batalla estaba frente a ellos, en una tensa espera, a que uno de los dos bandos avanzase hacia el otro. No hacia tanto los Ross habian vencido a los MacKay en una lucha pareja, donde el jefe de los ultimos habia sido asesinado de forma justa, pero aun asi ahora los MacKay buscaban venganza. Aquella era una disputa que nunca tendria fin, pues los hombres de las Highlands eran muy orgullosos y no admitian la derrota facilmente. -Hijo -el jefe de los Ross llamo a Conall-, algun dia sera tu turno para liderar a tu clan contra sus enemigos. No has de titubear jamas. El miedo es valido, nadie te dira que no lo sientas, pero nadie te apreciara si lo demuestras. Has de ocultarlo, disfrazarlo para que nadie sepa nunca que el jefe del clan es como los demas. Has de ser fuerte y leal, seguro de lo que haces y valiente hasta la admiracion. No dejes que nadie dirija tu vida o te diga como cuidar de tu pueblo. Solo tu sabes lo que es bueno para el clan, pues ese es el deber del jefe. ?Lo has entendido, hijo? -Si, padre -asintio el joven de dieciseis anos, tratando de aparentar una valentia de la que el mismo dudaba. Y sin embargo, no se echaria atras cuando la batalla se iniciase. Aquella era su primera batalla y queria demostrarle a su padre que podria hacerlo bien. Queria que el jefe del clan estuviese orgulloso de el, que supiese que seria un digno sucesor cuando llegase la hora de tomar el control. -?Que harias ahora? -senalo hacia los guerreros del otro clan, que esperaban una senal para iniciar la lucha. -Ellos han perdido a su jefe en el ultimo enfrentamiento -dijo, despues de pensar en ello-. Quieren venganza y, por tanto, deberiamos dejar que den el primer paso. -Porque nosotros no hemos hecho nada malo -sentencio su padre, con el pecho henchido de orgullo por aquella respuesta-. Solo nos defendemos. Y asi era como se justificaba la rivalidad entre clanes. Uno moria a manos del otro, pero nadie creia tener la culpa de lo que pasaba, pues en la guerra todo valia. La batalla empezo poco despues, cuando el nuevo jefe de los MacKay, un joven al que habian dejado sin padre de la forma mas inesperada, dio la senal. Y aunque poco antes habian perdido contra los Ross, en esta ocasion estaban mas preparados y pronto se noto en el campo de batalla. -Gavin -grito el jefe de los Ross por encima del ruido de la batalla-, ve con mi hijo y protegelo con tu vida. Si le pasa algo malo, tu sufriras las consecuencias. Cuando la pelea llego a sus puertas, creyeron que podrian ganar, como en el anterior enfrentamiento, pero parecia que el dolor de haber perdido a su jefe daba mas fuerza y determinacion a los MacKay, pues estaban acorralando a sus guerreros como si de un rebano de ovejas se tratase. -Saldra con vida de aqui, senor -le prometio el hombre, que veia como varios MacKay estaban cercando al hijo del jefe. Corrio a socorrerlo, seguro de que este cumpliria la amenaza si su hijo moria en la batalla. Era un lider justo, pero cuando se trataba del muchacho se volvia irracional, lo que lo hacia muy peligroso a ojos de Gavin-. Cuidado. Detras de ti, Conall. El joven guerrero esquivo por muy poco, una estocada a traicion. Parecia como si los MacKay quisiesen vengar a su jefe muerto matando al unico heredero de los Ross. No les garantizaba que el clan sucumbiese, pues para ganarse el puesto de jefe habia que demostrar que valias o nadie te seguiria, pero seria un duro golpe en ese momento. -Espalda con espalda, muchacho -le dijo despues, pegado a el. Durante largo tiempo lucharon asi, defendiendose el uno al otro, alejandose lentamente del fragor de la batalla. Si el joven queria quedarse, no lo dijo, aunque Gavin podia ver como su cuerpo se iba tensando a medida que veia lo que pretendia hacer. -Mi padre me necesita -dijo al fin, cuando ya estaban en el limite del campo de batalla-. Aqui no podre ayudarle. -Tu padre te quiere a salvo, muchacho -replico Gavin. -?Mientras nuestros hombres mueren? -se quejo el-. No es asi como debo dirigir el clan cuando releve a mi padre. El mismo me dijo no hace tanto que debo ser valiente y decidido para que me respeten. ?Que diria mi gente, o mi padre, si me ven huir del campo de batalla cuando todo se pone feo? ?Acaso mi vida vale mas que la de los demas solo por ser el hijo del jefe? Nadie me seguira si hago eso. -Si mueres hoy, no podras hacer nada -lo detuvo, cuando Conall hizo el amago de regresar a la batalla-, ni nadie te podra seguir en un futuro. En ocasiones, hay que... -Al menos, morire protegiendo a mi gente -se libero de su agarre y corrio hacia los hombres que habian cercado a varios Ross antes de que Gavin pudiese terminar lo que le estaba diciendo. No se refugiaria en la distancia, como un cobarde que teme enfrentar a la muerte. Lucharia, asi se encontrase con ella cara a cara. Demostraria que era un digno hijo de su padre. Aquella estaba resultando ser una lucha muy diferente a la que le habian relatado meses atras. Y su padre, seguro de que venceria de nuevo, habia decidido dejarle ir con el despues de insistirle, pero al parecer, estaba arrepentido de ello y por eso lo queria lejos de la contienda. Se sentia frustrado y decepcionado de que el hombre al que mas admiraba creyese que no seria capaz de luchar en iguales condiciones que el resto, pero le demostraria que podia hacerlo. Estaba decidido a ser el guerrero que su padre esperaba que fuese algun dia. -Conall -Gavin lo siguio al momento, pero no pudo parar al joven, que ya estaba metido en una lucha a muerte con un MacKay que le doblaba en tamano-. Tan terco como su padre. Sera un digno sucesor... si no lo matan antes. Acudio en su ayuda, y aunque la mano ejecutora fue la de Gavin, el merito se lo llevaria Conall por la astucia con la que se lo puso en bandeja. Despues de aquello, lucharon codo con codo, reduciendo las filas de MacKay. A pesar de la intensa lucha, a nadie le paso desapercibido que el joven estaba entre ellos, arriesgando su vida por salvar a su clan. Y aunque no lo habia hecho por eso, su audacia le hacia mas merecedor de ser el jefe cuando llegase la hora de que su padre se retirase. De repente, alguien grito a lo lejos y poco a poco la lucha se fue deteniendo. No porque hubiese un claro vencedor, sino porque el clan MacKay habia sido vengado, y los Ross empezaban a pedir la retirada, ahora que su jefe estaba mortalmente herido. -Vamos, muchacho -Gavin tiro de Conall, que parecia ido. Habia escuchado el aviso de que su padre estaba herido y solo podia pensar en buscarlo, aun a riesgo de su propia vida, pero Gavin no se lo permitio. Si el jefe del clan moria finalmente, Conall seria el sucesor mas evidente, asi que debia asegurar su supervivencia ahora mas que nunca. La huida del campo de batalla fue facil, pues los MacKay no los persiguieron, pero el regreso a casa resulto duro y doloroso, viendo como la vitalidad del jefe se apagaba por momentos. Muchos temian que no llegase vivo a su casa y otros simplemente se negaban a pensar en lo peor. -Muchacho -Gavin se acerco a Conall durante la vigilia del segundo dia-, tu padre desea hablar contigo. Yo te relevo en la vigilancia, ve con el ahora. Conall se levanto de mala gana, pues sabia que sucederia a continuacion y lo temia casi tanto como habia deseado conseguirlo cuando era tan solo un nino. Se habia estado preparando para ello toda su vida, pero no se sentia tan merecedor ahora que estaba a punto de pasar. -La humildad es una buena cualidad -le decia a menudo su padre-, pero la valentia y el liderazgo lo son mas. No olvides ser clemente con aquellos que te daran luego su lealtad, pero se implacable con los que te traicionaran a cada rato. Los consejos de su padre siempre eran tan genericos, que temia no saber ponerlos en practica, llegado el momento. Se habia ido quedando con las palabras mas importantes: humildad, clemencia, valentia, liderazgo... y esperaba que su instinto fuese suficiente para saber cuando ejercerlas todas ellas. -Padre -lo llamo al ver que tenia los ojos cerrados. -Conall -la mirada febril de su padre le atraveso hasta el alma-, hijo mio. Me temo que no vere el amanecer de un nuevo dia. -No digas eso, padre. Eres fuerte -lo regano-, aguantaras. Llegaremos muy pronto a nuestro hogar y Edna curara tus heridas. -Ya he vivido para verte convertido en un hombre -le dijo con orgullo en la voz-, no me importa partir ahora de este mundo, sabiendo que seras un gran lider tambien. -Todavia tengo mucho que aprender, padre -insistio. -Lo unico que te falta ahora es la experiencia, hijo, y esa solo se consigue siendo el jefe -una gorjeante tos acudio a el, interrumpiendolo. Cuando se repuso, sujeto la mano de Conall para que le prestase atencion-. Recuerda que el clan siempre ha de ser lo mas importante. No dejes que caiga en desgracia. Pase lo que pase, lucha por y para el. No lo abandones nunca. -Lo hare, padre -prometio-. La gloria del clan continuara en lo mas alto, pero tu todavia tienes que... -Me muero, Conall -lo interrumpio- y no hay nada que se pueda hacer. -Estamos llegando a casa, padre. Edna podra... -No -lo detuvo una vez mas-, de esta no salgo ya, hijo, no importa lo que haga. Un guerrero sabe cuando ha llegado su hora y esta es la mia. Pero no has de estar triste, pues te he preparado bien y sabras estar a la altura. -No quiero estar a la altura todavia, padre -se negaba a dejarlo ir de una forma totalmente egoista. No se sentia preparado para lo que se avecinaba. Habia esperado ser mas mayor cuando el peso del liderazgo recayese sobre sus hombros, pero las circunstancias eran otras y odiaba mas que nunca, ser el hijo del jefe. No queria lidiar con la perdida de su padre, al mismo tiempo que con conservar la direccion del clan, pues sabia que muchos intentarian hacerse con ella, a pesar de todo. -?Crees que yo estaba mas preparado en su momento para asumir el mando del clan? Tu abuelo ni siquiera se molesto en explicarme como funcionaba la politica entre clanes o como debia dirigirme al rey. El solo se preocupo de convertirme en el mejor guerrero, pues solo creia en el poder de la espada. Yo te he dado todas las herramientas, hijo, es el momento de que las uses. Asegura la existencia del clan primero, y luego ya lidiaras con el rey. No dejes que los MacKay se apoderen de lo que es nuestro. Nada importa ahora mas que acabar con las muertes. Deben saber que los Ross no somos unos cobardes y que, hagan lo que hagan, no podran destruirnos. -Lo sabran, padre -le prometio. El guerrero cerro los ojos un momento y dejo salir el aire de sus pulmones en un suspiro profundo. Conall espero a que los abriese de nuevo para continuar hablando, pero solo cuando noto que no respiraba comprendio que no lo haria. Su padre habia muerto. Por un momento permanecio junto a el, temeroso de no ser capaz de cumplir con lo que se esperaba de un jefe de clan. Le temblaban las manos y las lagrimas amenazaban con escapar a su control. No queria parecer un nino ante todos, pero no podia sentirse de otro modo despues de la muerte de su padre. Cuando consiguio tranquilizarse, se levanto y cuadro los hombros. -Mi padre ha muerto -anuncio a todos en voz alta-. Nos vamos a casa. Hay que darle una sepultura decente, digna del gran jefe que ha sido para todos nosotros. No me veo digno de ocupar su lugar, pero hare lo imposible por serlo y por defender a los nuestros de cualquier enemigo que se presente ante nuestras puertas. Una vez repuestos de las bajas, mi padre sera vengado. Esto no quedara asi. Los vitores y aplausos irrumpieron en la tranquilidad del claro en el que se habian apostado y Conall penso que, tal vez, aquello no fuese tan mal, que podria ser un buen jefe para su clan. Al menos lo intentaria, guiado por todos los consejos que su padre le habia dado a lo largo de los anos en su joven vida. En cuestion de minutos, la compania estaba preparada y continuaron su camino. El jefe habia sido amortajado por sus hombres para que soportase el viaje, pero se dieron tanta prisa como les fue posible para que el tiempo no le ajase el cuerpo y fuese inservible para mostrarlo a todo su pueblo en su ultimo adios, como dictaba la tradicion. -Apenas quedan unas millas para llegar -le informo Gavin a Conall-. Tal vez deberia adelantarse alguien para... -No -lo interrumpio-. Yo sere quien lo anuncie. No quiero que mi madre lo sepa por ningun otro. -?No crees que lo sabra cuando no lo vea llegar al frente de su ejercito? Deberias prevenirla para que no llore ante el pueblo cuando lo... -Si llora sera porque amaba a mi padre -lo freno de nuevo -. El pueblo lo entendera y se congraciara con ella. Gavin no dijo nada mas al ver el enfado del joven, pero se sintio arder por dentro de rabia. Siempre habia estado al lado del jefe del clan, aconsejandolo y siendo su segundo al mando, y habia esperado conservar el puesto despues de que este claudicase a favor de su hijo, pero temia que al joven no le atrajese la idea, despues de como le habia rebatido cada una de sus ideas. Decidio guardar silencio y esperar a que estuviesen solos para abordar el tema. No permitiria que un hombre mas joven le robase un puesto que se habia ganado con sudor y sangre. La entrada a la fortaleza no se parecia a lo que Conall se habia imaginado cuando partieron a la guerra. No habia flores a su paso, ni saludos euforicos; no habia aplausos ni gritos de emocion; solo un silencio sepulcral y tension en el ambiente. Podia escuchar los murmullos a su alrededor por ser el quien encabezaba la marcha, o tal vez era solo su mente la que lo percibia, preocupado porque no fuese aceptado como nuevo jefe. Aunque era el heredero, otros se podian presentar para el puesto igualmente y tendria que vencerlos en una lucha cuerpo a cuerpo. Si su padre estuviese vivo y claudicase en su favor, habria sido muy diferente, pues nadie podria cuestionar al jefe, pero habia muerto y le faltaria su respaldo. Tendria que ganarselo. -Hijo mio -su madre se acerco a el, tan entera como pudo fingir, y lo abrazo, para susurrarle-. Debemos hablar en privado cuanto antes. No era habitual que una mujer se inmiscuyese en asuntos politicos, pero su padre siempre habia buscado el consejo de su esposa, por lo que Conall no rechazaria su ayuda, ahora que mas la necesitaba. Sin embargo, no permitiria que gobernase sus acciones por completo pues eso solo lo haria parecer mas debil. Debia encontrar un equilibrio. -Lo haremos, madre -le prometio, antes de dirigirse a su pueblo-. Mi padre, vuestro jefe, ha muerto en batalla. Ha sido un gran lider y un mejor guerrero, si cabe. Se que lo honrareis en su memoria y pronto le daremos, juntos, un adios que se recordara a traves de los tiempos. Ha llegado su momento de descansar y se ira con todos los honores. El pueblo aclamo sus palabras con gestos, pues la pena les podia. Un gran lider se habia ido, dejandolos huerfanos al igual que a su unico hijo. La incertidumbre ganaba ahora, pues aunque muchos esperaban que Conall fuese el jefe, sabian que muchos otros querrian reclamar el puesto. Y no habia nada tan malo como las luchas internas para que un clan acabase en la ruina. -Hijo -Innes Ross miro hacia Conall con ojos preocupados, ahora que estaban solos-, tu padre ha muerto sin pasarte el mando oficialmente y tienes que afianzar tu derecho a la sucesion cuanto antes. Intentaran arrebatartelo y... -Ahora es mas importante enterrar a padre -la detuvo-. Ya me preocupare de eso despues. -No, hijo -tiro de su brazo para que le prestase atencion-. Es lo primordial. Usaran el tiempo de luto para... -Ya basta, madre -grito, molesto por su insistencia, pero mas todavia porque sabia que tenia razon. Y aun asi, no se la queria dar porque necesitaba tiempo para asimilar lo que estaba pasando-. Respetaran el luto porque, si no lo hacen, el pueblo no los aceptara, asi que dejalo estar. -Yo puedo ocuparme de todo -le rogo-, mientras hablas con los hombres en busca de su apoyo. -No hare politica mientras el cuerpo de mi padre todavia se esta enfriando, madre. -La politica se debe hacer siempre, hijo -le replico. -?No tienes corazon? ?Acaso no te duele su muerte? -Mi corazon esta roto en mil pedazos -Innes se permitio dejar ir una solitaria lagrima-, pero si pierdes el clan, sera peor, hijo. Una madre no puede dejar de serlo jamas. -No perdere nada, madre -la tomo de las manos con mas calma, ahora que veia cuanto sufria-. Te prometo que voy a ser elegido por el pueblo. No te preocupes mas por eso. Innes acepto lo que su hijo decia y deseo que estuviese en lo cierto, porque de no ser asi, lo perderian todo. Podrian volver a su clan, pero no serian nadie importante en el, no tendrian privilegios mas alla de ser la hermana y sobrino del jefe. Innes estaba acostumbrada a dirigir la casa, a dar ordenes a mucha gente, y no queria abandonar aquello, si no era a favor de la esposa de su hijo. Esposa que todavia no tenia porque no era mas que un nino, aunque Conall se empenase en hacerle creer que ya era un hombre por haber sobrevivido a su primera batalla real. Se propuso hablar con los hombres mas influyentes de los Ross para que jurasen apoyar a Conall cuando llegase el momento de votar, pero se esconderia de el. Lo que no se podia permitir ahora era despertar la ira de su hijo, pues se veria con malos ojos y lo perjudicaria a la hora de elegir un nuevo jefe. Debia ser discreta para que, llegado el dia, nadie dudase de que Conall era el hombre ideal para ser el lider del clan Ross.

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    Mc/Dark Romance. #Hillstrandt1#.

  • Placer prohibido (HQN), Julia London de Julia London

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  • Sasha. la rosa negra de Patricia P. Guerola

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    ?Donde te esconderias si tu padre, antes de ser asesinado, te advirtiera que corres peligro? ?En quien confiarias cuando todos a tu alrededor suponen una amenaza para ti?
    Sasha es una joven que lo tenia todo. Una persona a la que, en cuestion de segundos, toda su vida cambia y se vuelve oscuridad, tocandole ser una sombra de lo que un dia fue y convirtiendola en una mujer capaz de pelear contra quien haga falta.

  • A tres metros sobre el cielo de Federico Moccia

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    Babi es una estudiante modelo y la hija perfecta. Step, en cambio, es violento y descarado. Provienen de dos mundos completamente distintos. A pesar de todo, entre los dos nacera un amor mas alla de todas las convenciones. Un amor controvertido por el que deberan luchar mas de lo que esperaban. Babi y Step se erigen como un Romeo y Julieta contemporaneos en Roma, un escenario que parece creado para el amor.

  • El eslabon del tiempo de Chus Nevado

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    La vida de Chloe era perfecta hasta que un accidente de trafico trunco esa felicidad. Seis meses despues, atormentada por los recuerdos y todavia incapaz de superar la muerte de su novio, se vera sorprendida por una fuerte tormenta junto al lugar donde una vez se juraron amor eterno. Desorientada, se acerca peligrosamente a un acantilado y cae al vacio.

  • La doble sorpresa del italiano (Las hermanas Hart 2), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • La guerra de los pobres de Eric Vuillard

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    A su padre lo habian ahorcado. Habia caido al vacio como un saco de grano. Tuvieron que cargarlo a hombros por la noche, y despues enmudecio, la boca llena de tierra. Entonces todo ardio. Los robles, los prados, los rios, los galios de los taludes, la tierra pobre, la iglesia, todo. El tenia once anos. A los quince anos de edad, habia fundado una liga secreta contra el arzobispo de Magdeburgo y la Iglesia de Roma. Leia las Epistolas de san Clemente, el Martirio de Policarpo, los Fragmentos de Papias. El y algunos camaradas cantaban las maravillas de Dios, atravesaban el Jordan en batin y, trazando con tiza en el suelo el circulo cosmico, signo de union, se tumbaban dentro por turnos, y estiraban los brazos en cruz para que descendiese el Cielo en la Tierra. Y entonces el se acordaba del cadaver de su padre, de su lengua enorme como una palabra que se hubiese secado. <> Eso creia el. Cuentan que, en Stolberg, un tal Barthol Munzer habia sido vinador; se habla tambien de otro tal Monczer Berld y de un Monczers Merth, pero nada se sabe de ellos. Esta tambien Thomas Miinzer, muerto en una trifulca en una taberna. No se sabe si le habian sacudido un mamporro o le habian roto la crisma, tampoco se sabe si fue o no pariente del otro Thomas Muntzer, aquel cuyo padre, hacia 1500, por motivos desconocidos, fue ejecutado por orden del conde de Stolberg, unos dicen que ahorcado, otros que en la hoguera. * Cincuenta anos antes, una pasta ardiente habia fluido desde Maguncia hasta el resto de Europa, habia fluido entre las colinas de cada ciudad, entre las letras de cada nombre, en los canalones, en los recovecos de cada pensamiento, y cada letra, cada pedazo de idea, cada signo de puntuacion, habia quedado apresado en un trocito de metal. Esos trocitos los habian repartido en un cajon de madera. Las manos habian elegido uno, luego otro, y habian compuesto palabras, lineas, paginas. Los habian mojado con tinta y una fuerza prodigiosa habia presionado lentamente las letras sobre el papel. Repitieron la operacion decenas y decenas de veces, antes de doblar las hojas en cuatro, en ocho, en dieciseis. Las fueron colocando las unas a continuacion de las otras, las pegaron entre si, las cosieron, las envolvieron en cuero. De ese modo se formo un libro. La Biblia. Asi, en tres anos, confeccionaron mas de ciento ochenta ejemplares, cuando un solo monje no habria copiado mas que una. Y los libros se multiplicaron como los gusanos en un cadaver. Con lo cual, el pequeno Thomas Muntzer podia leer la Biblia, crecio con Ezequiel, Oseas y Daniel, pero era el Ezequiel de Gutenberg, el Oseas de Gutenberg y su Daniel; y tras abrir la cancela podrida y desvencijada que rascaba el suelo, permanecia largo rato abajo, en la vieja cocina, frotandose los ojos. No sabia lo que veia ni lo que debia ver. Estaba solo como un ladron, y era inocente. Paso el tiempo; vivio con su madre, sin duda en la estrechez. Padecia del corazon. Bajo los robles, los abetos, en la tierra pobre del Harz, mientras corria tras los cerdos con otros crios, tenia que detenerse, atontado de pronto, y rompia a llorar. Si, me lo imagino al borde de un rio de guijarros negros, el Wupper o el Krebsbach, eso poco importa, o en las laderas de pequenas lomas tristes, de caos rocosos, colinas erosionadas, miseras turberas, en el valle del Bode o del Oker, asfixiandose en medio de una mezcla de amargura y amor. Finalmente, curso estudios, en Leipzig, luego se hizo cura en Halberstadt, en Brunswick, despues preboste aqui y alla, hasta que, tras sufrir numerosas tribulaciones entre la horda de los partidarios de Lutero, salio de su agujero, en 1520, cuando fue nombrado predicador en Zwickau. Zwickau Mas alla de las fronteras de Sajonia, Zwickau es poco conocida. Es un simple villorrio. Zwicker quiere decir quevedos, Zwickel, bolsillo de chaleco, Zwiebel, cebolla, y zwiebeln, atormentar, vejar. Pero Zwickau no quiere decir nada, o bien significa mondaduras, fulanos, buenos negocios, si, eso quiere decir Zwickau: fulanos y buenos negocios. Porque en Zwickau se teje, se teje muchisimo, se teje para todo el mundo, para la gente de Frankfurt y de Dresde; incluso en Paris se cuenta que antano algunos dormian en sabanas de Zwickau. Y tambien se excava en la tierra, se explotan minas. Y asi, inmediatamente despues de los Welser y los Fugger, vienen los burgueses de Zwickau. Los burgueses oyeron predicar a Muntzer, en la iglesia de Santa Maria; pero, al regresar Egranus, a quien habia sustituido, nombraron a Muntzer predicador en la iglesia de Santa Catalina, parroquia de los tejedores y de los mineros. Alli, Muntzer debio de codearse con el grupo de los profetas de Zwickau: Storch, Stubner, Drechsel. Aquellas tres sombras se agitaban con todas sus fuerzas, inmersas en el extasis, las visiones y los suenos, pendientes del momento en que Dios les hablaba directamente . La gran controversia la suscitaba predicar un bautismo voluntario y consciente. Bueno, es que resulta un tanto anticuada esa idea de bautismo, ese racionalismo de locos furiosos, ese Aufklarung del copon. Pero en realidad es una reaccion a la corrupcion de la Iglesia, a la irracionalidad de la doctrina y de los sacramentos. Porque los locos furiosos de Zwickau no leen a Agustin y a Tomas de Aquino, no, ellos leen a Erasmo y a Nicolas de Cusa, leen a Raimundo Lulio y a Jan Hus, polemizan, argumentan, quieren mantenerse desnudos en la verdad. Asi, la ciudad esta dividida en dos. Por un lado, los patricios, en Santa Maria, por el otro la plebe, en Santa Catalina. La razon y la pureza se la llevaran los pobres; ante ellos comienza a agitarse Muntzer, ahi se aviva la herida. El habla. Se le escucha. Cita los Evangelios: <>. Cree que los textos pueden leerse sencillamente, al pie de la letra; cree en una cristiandad autentica y pura. Cree que todo aparece es- crito con pelos y senales en san Pablo, que en los Evangelios se encuentra todo lo que es menester. Eso cree. Y eso es lo que predicara a los pobres tejedores, a los mineros, a sus mujeres, a todos los menesterosos de Zwickau. Cita el Evangelio anadiendo signos de exclamacion. Y le escuchan. Y se remueven las pasiones, porque los tejedores son conscientes de que, si se tira del hilo, detras ira todo el tapiz, y los mineros, de que, si se excava demasiado, se desmoronara toda la galeria. Entonces comienzan a decirse que les han mentido. Desde hacia tiempo los asaltaba una impresion perturbadora, desasosegante, habia un monton de cosas que no se entendian. No se entendia por que Dios, el dios de los mendigos, crucificado entre dos ladrones, necesitaba tanta pompa, por que sus ministros necesitaban tanto lujo, a veces eso les hacia sentirse incomodos. ?Por que el dios de los pobres se situaba tan extranamente junto a los ricos, con los ricos, sin cesar? ?Por que hablaba de abandonarlo todo por boca de quienes se habian apoderado de todo?

  • Remordimiento de F. Javier Beristain Labaca

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    Finales del siglo XX.

  • La sombra del pasado de Patricia Hortiguela

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    Cuando me levante esa manana no me imaginaba que iba a ser un dia tan extrano. Ahora me encontraba en un atasco sin saber bien a donde dirigirme. Solo buscaba huir rapidamente. Habia conseguido guardar algunas cosas en una pequena maleta, lo imprescindible. El atasco estaba consiguiendo ponerme muy nerviosa. Cuando estaba quieta, mi cabeza no paraba de dar vueltas y eso no era bueno, ya que podia arrepentirme y regresar. Habia decidido irme y no queria ni debia regresar. Esta ultima vez habia sido la gota que habia colmado el vaso. No iba a permitirle que volviera a tratarme asi, no me lo merecia. Deseaba escapar de ese circulo vicioso y malicioso en el que me encontraba. Los coches de delante no avanzaban debido a algun suceso que desde mi posicion no llegaba a distinguir. El tiempo iba empeorando, habia empezado a nevar con fuerza y si no nos moviamos pronto la carretera iba a estar intransitable. Ademas, los coches no paraban de tocar el claxon y eso me desquiciaba. Busque en la guantera, recordaba tener un mapa de carreteras. Despues de sacar los papeles del coche, un paquete de clinex y unos cedes antiguos encontre el libro de mapas. Hubiera preferido usar el GPS del movil, pero tenia poca bateria y queria mantenerla, por si acaso. Me costo un poco situarme en el mapa, indague hasta encontrar una carretera alternativa. Habia decidido ir hacia el norte porque siempre me habia gustado el mar y me parecia un buen lugar donde empezar de nuevo, ademas de que estaba lejos de mi anterior residencia. Solo queria alejarme de el todo lo que pudiera y lo mas rapidamente posible. Tuve que hacer unas cuantas maniobras y hasta cometer alguna infraccion para conseguir llegar a la carretera que queria. Se trataba de una carretera comarcal poco transitada y mal asfaltada, pero por lo menos me estaba moviendo de nuevo. Continue por ella atravesando pequenos pueblos cada vez mas aislados los unos de los otros. El paisaje era hermoso incluso cubierto por la nieve. No estaba muy acostumbrada a conducir con nieve. En Madrid, de donde era, el clima era muy bueno y pocas veces nevaba. Ojeaba de vez en cuando el mapa para orientarme un poco, pero no estaba muy segura de que fuera por buen camino. Me estaba dejando guiar por la carretera. Conduje por lo que parecia un puerto, tuve que reducir para subir lentamente. El tiempo iba empeorando. La carretera era cada vez mas empinada pero ya no podia hacer otra cosa, no habia sitio para dar la vuelta. Corone y empezo el descenso. El coche se aceleraba por su propio peso y tenia que frenar lentamente para evitar que me derrapara por la nieve cuajandose en el asfalto. Tuve miedo, debia ir con cuidado si no queria salirme y caer por el desfiladero. Iba concentrada en la carretera, en las curvas y en frenar el coche para no embalarme demasiado, cuando el sonido del movil me sobresalto. Por la melodia, sabia de sobra quien me llamaba; era el. Habia regresado a casa y se habia dado cuenta de que no estaba. Un gran miedo me invadio porque estaria furioso. El estomago se me encogio como otras muchas veces me habia sucedido cuando el se enfadaba conmigo. Con el tiempo habia empezado a conocerlo muy bien y cuando se enfurecia se volvia peligroso, irascible y violento. Cualquier cosa, por nimia que fuera, era suficiente para que saltara y empezara una discusion, en las cuales yo siempre salia perdiendo por mas que me disculpara. El movil no paraba de sonar, estaba empezando a dudar si cogerlo o no, pero no debia hacerlo porque el me convenceria para regresar y ya estaba harta de esa relacion tan danina. Subi la musica para asi dejar de escuchar el movil, pero era imposible; en cuanto acaba la melodia, volvia a empezar. Se notaba que estaba desesperado por hablar conmigo. Un sonido de mensaje me indico que habia dejado algo en el buzon de voz. Al rato, otro mensaje mas. Como pude, toque la tecla para oir los mensajes: <>. Otro mensaje: <>. Y luego, mas mensajes, cada uno mas subido de tono: <>. Un escalofrio me sacudio el cuerpo. Si me cogia, me lo haria pagar; de eso estaba segura. Sabia que debia dejar de escuchar esos mensajes del buzon de voz, pero no podia. <>. Empezaron a temblarme las manos solo de imaginarme lo que me haria si volvia o si me encontraba. La sola idea me dejaba sin respiracion. Rompi a llorar de puro miedo. Las lagrimas me brotaban sin control. Me costaba ver bien la carretera entre la nieve y el llanto. Decidi dejar de oir sus mensajes o no conseguiria calmarme. Al dejar el movil, cogi sin querer una llamada suya. En cuanto me di cuenta de lo que habia hecho, empece a temblar, me faltaban las fuerzas. No era capaz de colgarle, por lo que le escuche decir a gritos: --?Por que te has ido? Mas te vale que vuelvas. ?Donde esta mi cena? Te voy a tener que dejar las cosas claras sobre quien manda en esta casa. ?Por que no me hablas, maldita estupida? --Yo... --fue lo unico que consegui que me saliera por la boca. Queria decirle tantas cosas, pero no me salia la voz como en las otras veces me habia sucedido cuando hablaba o intentaba hablar con el. El miedo me paralizaba. --Yo, yo... ?solo sabes decir eso? Si es que eres tan idiota que no vales para nada. Si no fuera por mi, nadie estaria contigo --ataco. Mi voz interior intentaba coger fuerzas y gritarle que no iba a regresar, que no queria volver a verlo y que me estaba yendo muy lejos de su lado, pero no salia nada de mi boca. --Mas te vale que estes viniendo para aca --amenazo. No respondi. --No encontraras a nadie que te soporte y menos que te quiera, asi que deja de hacer el idiota y vuelve a casa --ordeno. --No --consegui decir muy bajito. --?Acaso has dicho algo? Como tenga que ir a buscarte te rompere todos los huesos del cuerpo --amenazo. Su amenaza me hizo estremecer hasta el punto de que movi el volante sin querer y perdi el control del coche. Hice una maniobra un poco brusca al intentar recuperarlo y consegui lo opuesto, perdi la adherencia a la calzada y derrape. Perdi el control. El coche patinaba en la calzada llena de nieve y se embalaba sin poder impedirlo. Frene fuertemente en un intento por detenerlo, pero las ruedas resbalaron y provocaron que el coche se fuera de culo hacia la derecha. Di un volantazo en la otra direccion para evitar que se cruzara en la carretera. Comence a ir de un lado a otro sin conseguir controlarlo, ni parar. Una curva cerrada aparecio delante de mi y supe que no podria tomarla. Seguia deslizandome por la calzada sin adherencia y a bastante velocidad. Cuando llegue a la curva, intente girar dando otro volantazo, pero el coche torcio sin control, girandose y cambiando de sentido, ahora iba de culo descendiendo. Golpee el quitamiedos y despues cai marcha atras por la ladera. No podia ver por donde iba, solo notaba los golpes, los envites y el ruido de ramas chocando con la carroceria. Veia como la carretera por donde me habia caido se alejaba de mi y como los arboles me rodeaban en mi descontrolada caida. Estaba asustadisima, pense que me iba a matar. Que triste final para mi vida, era la unica idea que me surcaba la cabeza. Moriria en esa carretera y nadie me encontraria ni me echaria en falta. Cerre los ojos esperando el triste desenlace. No puedo asegurar cuanto tiempo estuve cayendo puesto que a mi me parecio una eternidad. Un fuerte golpe detuvo el coche, oi ruidos de cristales rotos y la carroceria abollandose. El cinturon me agarro fuertemente al asiento y salto el airbag que me golpeo duramente en la cara y los brazos. La luna del coche se desquebrajo y todo se volvio oscuridad. --Es la ultima vez que se repite esto, no te pueden volver a expulsar -- recrimino Joaquin. --No ha sido culpa mia, estaban pegando a Juan y yo solo lo defendi -- respondio Tomy, su sobrino. --Sabes que no me gusta que te metas en peleas, debias haber intentado ayudarle sin violencia. --Te prometo que para la proxima lo tendre en cuenta--respondio Tomy, sonriendo. --Alguien iba demasiado rapido en la curva --comento Joaquin al llegar a la curva de la carretera. Se veia que el quitamiedos habia sido arrancado. --Se habran llevado un gran susto --opino Tomy. --Parece que las marcas de las ruedas son recientes, voy a parar y asegurarme que no hay nadie herido. Tu quedate en el coche y ten el telefono a mano por si hay que llamar a emergencias --manifesto. --Pero puedo ayudarte --suplico Tomy. --Quedate en el coche y obedece --ordeno Joaquin. --Vale. Joaquin salio del coche y se acerco a la curva, tuvo que inclinarse bastante para ver bien por la linde. Le parecio distinguir un coche entre la maleza y los arboles. Rapidamente busco el mejor sitio por donde descender con cuidado, ya que la pendiente era pronunciada y resbaladiza debido a la nieve. Fue bajando hasta llegar a un abollado Opel Corsa negro. El coche estaba de morros, por lo que habia caido hacia atras. Joaquin penso que eso podia haber salvado a los ocupantes. La luna del coche estaba desquebrajada, asi que se acerco a la puerta del piloto para poder comprobar si habia alguien en el interior. Entonces vio a una chica que parecia estar inconsciente, golpeo el cristal para ver si reaccionaba, pero no hubo respuesta. Joaquin se imagino lo peor. Intento abrir la puerta, pero estaba atascada; por ahi era imposible. Se dirigio a la puerta del copiloto y esta si se abrio, aunque con dificultad. Echo un rapido vistazo al interior y pudo comprobar que dentro del vehiculo solo estaba la chica. Tenia que sacarla de alli. Antes de entrar en el coche, Joaquin comprobo que el vehiculo estaba atascado y que no iba a seguir descendiendo por la ladera porque un gran arbol lo habia detenido. Se acerco a la joven y la llamo suavemente para ver si se despertaba, pero no hubo respuesta. Se sento en el asiento del copiloto y reviso por encima sus heridas. Tenia un golpe en la cabeza por el que sangraba y algunos cortes superficiales, pero no parecia algo grave; seguramente gracias a que llevaba puesto el cinturon de seguridad. Se lo desabrocho y suavemente la saco del asiento colocandosela en su regazo. No pesaba gran cosa, asi que le fue facil moverla. Al tenerla tan cerca, aprovecho para observarla detenidamente. Tenia el cabello castano claro y por los hombros, unos labios carnosos y la tez con un color rosado. Era una joven hermosa, no le cabia duda de ello. Con la mano la limpio unos pequenos trozos de cristal que tenia en la cara y cuando lo estaba haciendo la joven abrio los ojos. Unos ojos verdes impresionantes lo miraron. Al ver a ese hombre tan cerca de mi me asuste, aunque al tiempo su dulce mirada me tranquilizo. No sabia muy bien por que, pero sentia que no iba a hacerme dano. Intente moverme y el dolor me paralizo. Entonces cai en la cuenta de que habia tenido un accidente y que ese hombre me estaba ayudando. --Por favor, no me lleves a un hospital --suplique. Si iba a uno mirarian mis contactos y lo llamarian a el. Entonces sabria donde encontrarme y nada habria valido la pena. --Tendria que ir a que le revisaran --opino el. --No hace falta --lloriquee. Creo que el percibio mi desesperacion y aunque yo sabia que no lo comprendia no insistio mas. --Esta bien, no iremos al hospital --acepto Joaquin. --Gracias --respondi aliviada. --Sera mejor que salgamos del coche --sugirio. La idea de salir del coche me parecio bien, todo dentro de el me recordaba al accidente. Lo unico bueno es que no me encontraba tan mal. Tenia el cuerpo dolorido, pero no tenia nada roto. Ademas, estando en los brazos de ese hombre incluso me sentia a gusto. Su cercania en vez de ponerme nerviosa me provocaba el efecto contrario. La verdad es que si hubiera podido me habria quedado asi un rato largo. Me imaginaba que esa satisfaccion tambien se debia a estar lejos de Mateo y de su asfixiante control; hacia mucho tiempo que no me sentia un poco libre. Joaquin salio con cuidado del coche conmigo en brazos. Una vez fuera, me dejo suavemente. Cuando pose los pies en el suelo perdi un poco el equilibrio, pero el me sujeto para que no me callera. Sus manos agarrandome fuertemente desprendian una seguridad que me hacian sentir muy rara y a la vez tranquila. No me sujetaban de forma posesiva ni intentaban hacerme dano; al contrario, lo hacian para ayudarme. Era tan diferente a la forma como me agarraba Mateo. --?Se encuentra bien? --me pregunto preocupado. Asenti con la cabeza. Vi entontes como estaba el coche o mejor dicho lo que quedaba de el. Estaba destrozado, parecia mentira que hubiera sobrevivido al accidente puesto que estaba irreconocible. La parte de atras estaba hundida y no se distinguian los asientos traseros porque habian desaparecido en un amasijo de hierros. Si en vez de caer hacia atras hubiera caido con el morro por delante, no lo estaria contando. Un horrible escalofrio me sacudio, podia haber muerto. Habia huido para vivir y casi me mato yo sola. La asimilacion de ese hecho me conmociono y explote. No pude aguantar mas toda la tension, el miedo y la adrenalina que tenia. Rompi a llorar como una nina y no podia parar, mi cuerpo se agitaba con cada lloro. Joaquin al verme tan desconsolada creo que hizo lo unico que se le ocurrio para calmarme. Me abrazo. Un abrazo fuerte e intenso hasta que mis lloros empezaron a menguar. Cuando me agarro senti toda su fuerza y su calor. Escuche el latido de su corazon y senti su suave respiracion que me acariciaba la cabeza. Ese dulce abrazo hizo que mi miedo desapareciera y poco a poco consegui calmarme. Una vez que me recompuse, el olor de su fragancia me penetro. Olia a hombre, junto a algo que parecia animal, pero lejos de desagradarme me encanto, era reconfortante y muy varonil. El calor que su cercania desprendia me hizo dejar de temblar, ya no tenia frio ni tampoco miedo, aunque debia tenerlo, no solo por el accidente sino porque era un desconocido el que me abrazaba, pero no lo tenia. Ese hombre me hacia sentir bien incluso despues de un accidente y no sabia como lo conseguia. Habia dejado de llorar y me sentia totalmente recompuesta. --Tio Joaquin, ?llamo a emergencias? --pregunto alguien desde arriba. Levante la mirada hacia donde venia la voz y pude ver lo lejos que se encontraba la carretera y por donde habia caido. Me estremeci solo al recordarlo y entonces el me apreto mas fuertemente para tranquilizarme y sirvio. --No hace falta Tomy, esta bien. Ahora subimos --respondio. Su voz era tan viril, lo mire a la cara. Entonces me di cuenta de lo guapo que era. Tenia el cabello corto y de color castano oscuro. Unos grandes ojos marrones y unas bonitas facciones, su nariz y sus labios tenian el tamano perfecto y eran muy masculinas. Como seguia abrazandome, pude comprobar que su cuerpo estaba musculado y que tenia un porte atletico; ademas, era mas alto que yo. Fui entonces consciente de la cercania de su cuerpo con el mio y empece a acalorarme solo de pensar en ello. No habia estado tan cerca de ningun hombre a excepcion de Mateo y el no me hacia sentir nada de eso. Jamas me habia agarrado con tanto carino. --?Cree que sera capaz de subir por la ladera? --pregunto mientras me separaba de su dulce abrazo. Sali de mi ensimismamiento y mire la cuesta; dije si con la cabeza. --De todas formas, la ayudare --manifesto. Me coloco la mano en la espalda y me empujo suavemente para que iniciara el ascenso. Poco a poco fuimos subiendo por la resbaladiza ladera. Era muy empinada y nos costaba ascender. Mis zapatillas casi sin suela no eran el mejor calzado para esa tarea y provocaban que me resbalara continuamente. Aunque el siempre me ayudaba para que no me cayera, sujetandome por la espalda. Nos agarrabamos a las ramas para ir subiendo. Nos toco un tramo que era muy empinado y complicado. El se adelanto y una vez que estuvo bien sujeto me dijo: --Agarrese a esas ramas e intente llegar hasta mi mano. Asenti y cogi las ramas que me indicaba. Con la otra mano agarre otra rama que estaba mas arriba y, al soltarme para intentar ascender, el pie derecho me resbalo y cai al suelo. Para frenar el golpe puse la mano derecha y me hice dano en la muneca. Ademas, por culpa de la acumulacion de la nieve descendi un buen trozo de ladera. --!Mierda! --blasfemo el. Me levante todo lo rapido que pude y me disculpe por la torpeza: --Lo siento mucho. Joaquin no pudo evitar que la joven se cayera, no pudo agarrarla desde su posicion y solo vio como se resbalaba. Bajo rapidamente hasta ella, que ya estaba levantandose del suelo. --?Esta bien? --pregunto preocupado. --Si, es que soy muy torpe, perdona --me justifique de nuevo. --No tiene por que disculparse, es culpa mia por no haberle ayudado mejor. Soy yo el que lo siente --se disculpo Joaquin. Me sorprendio su respuesta y no supe que contestar. Mateo jamas me habria dicho eso, me habria chillado e insultado por mi torpeza. Ese hombre a todas luces era muy diferente. --Deme la mano y no la soltare --prometio mirandome fijamente a los ojos. Yo lo mire atonita y supe que lo decia de verdad, la honestidad de sus ojos me lo dejaba claro. No lo dude ni un instante, podia fiarme de el. Asi que le di mi mano izquierda y me deje guiar, a sabiendas de que no me soltaria. Ya no hubo mas incidentes y subimos hasta la carretera. Al llegar arriba, vi a un muchacho joven que estaba al lado de un coche. --Dices que esta bien, pero tiene muy mal aspecto --opino al verme. --No seas desagradable, Tomas --contesto enfadado, al tiempo que me soltaba la mano y se dirigia a su coche--. Perdon --se disculpo mirandome. --Seguramente tengas razon y tenga una pinta horrible --dije para quitar miga al asunto. El joven asintio y me sonrio. Era un muchacho guapo tenia el pelo negro y la tez morena. Tendria unos 12 anos mas o menos y una mirada vivaz. Me revisaba de arriba a abajo inspeccionandome. Yo me mire y pude darme cuenta de por que me observaba asi: tenia la ropa manchada y empapada debido a la caida. Solo llevaba puesta una camisa de manga larga y unos vaqueros azules que dificilmente podrian verse con tanta suciedad y barro. Mis manos estaban sucias y me imaginaba que tambien tendria la cara igual. Debia de tener un aspecto espantoso. Me sacudi un poco la suciedad de la ropa y de las manos, pero fue inutil. Empece a sentir frio, habia anochecido y la nieve era ya muy compacta. No estaba segura de cuanto tiempo habia estado en el coche puesto que era de dia cuando estaba conduciendo, pero la verdad es que tampoco me importaba demasiado. --Juraria que llevaba una manta en el maletero --dijo el hombre. --Apuesto lo que quieras a que la usaste con algun animal --indico el muchacho. --!Mierda! Es cierto --respondio. Se quito su cazadora, se acerco a mi situandose delante y me la coloco en los hombros. Se aseguro de que no se me cayera y me dijo: --Asi entrara en calor. Su mirada era tan intensa y a la vez tan tranquila que me embelesaba. --Gracias, pero tu tendras frio --opine. --No se preocupe por mi, usted necesita entrar en calor mas que yo -- contesto. Le sonrei como agradecimiento. Que hombre tan detallista, pense. Mateo jamas hubiera hecho eso por mi. --Habra que llamar a la Guardia Civil -comento mientras buscaba el movil en sus pantalones vaqueros. --Preferiria que no --intervine. Me miro extranado y entrecerro los ojos frunciendo las cejas de una forma encantadora. --Es lo normal en estos casos, se da parte y si pueden sacaran el coche. --No me importa el coche. --Seguramente tampoco te iba a servir de mucho despues del accidente -- intervino el muchacho. El hombre me observada sorprendido por mi negativa de avisar a la Guardia Civil. La verdad es que no queria dar parte alguno, pero por como me miraba intuia que ese hombre no lo iba a dejar pasar. Lo que menos queria era que Mateo se enterara de mi accidente y de donde me encontraba porque me haria regresar. Un escalofrio de miedo me recorrio todo el cuerpo. Me abrigue mas con la cazadora que me habia prestado, intentando entrar en calor y que el miedo desapareciera. No queria volver a ver a Mateo, la sola idea me aterrorizaba. Cerre los ojos para coger fuerzas. Existia la posibilidad de que, como el coche era mio, igual no tendria por que enterarse de nada. Rogaba a Dios que asi fuera porque si el hombre insistia mucho o llamaba a la Guardia Civil, no me quedaria mas remedio que dar parte. --Podemos dejarlo para otro momento, no me veo con ganas --dije intentando que dejara el tema. --Esta bien --acepto. Le sonrei con gratitud. --?Quiere que la llevemos a algun sitio o que llamemos a alguien para que venga a buscarla? --me pregunto. --No, gracias --respondi. --Pero ?que va a hacer? No se puede quedar aqui. Y si no quiere que llamemos a alguien, diganos a donde acercarla -insistio. --Puede tutearme, me sentiria mejor --intente cambiar de tema. --Esta bien --contesto. --?A donde quieres que te llevemos? --volvio a formular la misma pregunta. --No iba a ningun sitio en concreto --respondi sinceramente.

  • Martyrium de Vicente Garrido, Nieves Abarca

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    Roma Via Giulia, iglesia de Santa Maria de la Oracion y de la Muerte, 1 de noviembre de 2011. Angelica Marforio paro un momento delante de la fuente cubierta de hiedra y sumergio su mano dentro del agua helada que manaba de la boca abierta del <>. Le fascinaba contemplar los ojos de porfido de aquel ser medieval que la miraba sin verla, eternamente congelado en su destino de aguador en la fuente de via Giulia. Angelica noto el frio del agua en la muneca y sintio un escalofrio. Luego se la paso por la frente. Estaba sofocada de andar tan rapido. Desde el convento de las Oblatas de Santa Francisca Romana hasta la iglesia eran veinte minutos andando a buen paso, y el calor habia conseguido sofocarla. El calor y los pesados habitos blancos de novicia a los que no era capaz de acostumbrarse. Un largo velo blanco tapaba sus largos cabellos rubios que aun no habia cortado la tijera. Lo haria cuando entrase en clausura, tres meses despues. Era dia de Todos los Santos. La tarde habia refrescado y amenazaba tormenta. El sol habia lucido esplendido durante casi toda la jornada, pero el cambiante otono romano lleno el cielo de nubes oscuras y espesas que lanzaban sus sombrias bendiciones sobre Angelica. Nada mas salir del convento lamento no haber cogido un paraguas. Pero ya era tarde para lamentaciones, propias de su vida anterior. Ahora cualquier contratiempo vano seria dedicado a fortalecer su alma, no a alimentar su ego. Angelica no pudo evitar pensar un fugaz instante en su hermano, el todopoderoso Alessandro. Hacia dos dias que se habia plantado delante del convento para exigir su <>. ?Que sabia el de vocaciones o del amor a Jesus? Alessandro solo pensaba en sus negocios y en amasar mas y mas dinero... Desde la muerte de su padre, el manejaba la fortuna familiar con mano de hierro, y nunca habia aprobado que su hermana pequena tuviese una ferrea vocacion de tomar los habitos. Ella ya tenia veintidos anos y habia vivido lo suficiente como para saber al fin que Dios la habia llamado. Habia dudado mucho los ultimos meses. Para ella reconocer su vocacion fue una especie de calvario, agravado por sentimientos que la confundian por completo. Aquellos sentimientos que tendrian que acabar el dia de Todos los Santos, sepultados en la cripta mas honda, y cementados con la argamasa mas dura. Camino unos metros embebida en sus cavilaciones. Cuando se dio cuenta, estaba ya delante de la puerta de la iglesia. Las calaveras aladas que guardaban la puerta la saludaron desde lo alto con sus vacios ojos y sus craneos laureados, amedrentandola, como hacian siempre que entraba en aquel lugar sombrio. Abrio la puerta, que chirrio levemente. Hasta que se acostumbro a la oscuridad, Angelica no pudo ver el recargado interior de la iglesia, envuelto en la penumbra. Solamente unas lamparas doradas y las velas encendidas iluminaban la crucifixion tras el altar. Entro con cautela, sus pasos apenas sonaron en el suelo de marmol. La iglesia estaba vacia. Camino hasta el centro, mirando a su alrededor. Habia quedado con alguien, pero no parecia haber llegado. Avanzo un poco mas, acercandose al altar mayor. Aquel lugar era muy hermoso, pero a la vez transmitia una sensacion dramatica, macabra. Bajo la nave, se hallaba una cripta que guardaba los huesos de los muertos anonimos encontrados en el rio Tiber, que discurria justo al lado. Angelica habia leido que en sus tiempos llego a albergar mas de ocho mil cadaveres, aunque la reforma hizo que la mayoria fuesen trasladados. Ella nunca habia querido bajar alli. Los esqueletos, las criptas y los memento mori que tanto abundaban en Roma le producian un miedo cerval. Aspiro el aroma a incienso con placer. Un rubicundo arcangel San Miguel la llamo desde su marco, dispuesto a encadenar al diablo entre llamas. Pudo reconocerlo como copia del Guido Reni de la iglesia de los Capuchinos. Sonrio levemente: sin duda San Miguel era todavia mas bello y terrible que el joven rubio de aquella pintura en la que el ser alado vencia al Maligno y lo sometia con cadenas, arrojandolo fuera del Cielo y de la gracia divina. Los repentinos acordes del organo atronaron la nave, la llenaron de notas poderosas y sobresaltaron a Angelica, que se llevo la mano a la boca. Reconocio la <> de Messiaen casi al momento y se calmo al recordar que el padre Bruno habia sido tambien organista de su iglesia en Genova, antes de que lo destinasen al Vaticano. Era el, entonces. Sintio todo el peso de la culpa sobre sus fragiles hombros mientras la imponente musica ascendia hacia los cielos en un crescendo infinito. Las notas cesaron de repente, sus ecos resonaron en las elegantes curvas de la iglesia con un deje monacal. Pronto escucho unos pasos en la sacristia. Se sento en el banco delantero, con el corazon encogido por la angustia y saco el rosario del amplio bolsillo. No sabia como iba a tomarse Bruno su inminente entrada en el convento. Durante la semana anterior habia conseguido evitarlo, pero habia llegado la hora de la verdad. La hora de decirle que habia tomado una decision inquebrantable, y que nada ni nadie en el mundo iba a poder convencerla de lo contrario. Bruno habia confiado en que Angelica se daria cuenta de que la vida monacal era demasiado dura para la hija de un magnate de la industria de la moda y el cuero italianos, pero a ella entrar en el convento le abrio los ojos de manera definitiva. Eso y la confesion a fondo que tuvo con un anciano cura lleno de sabiduria que la habia aconsejado en sus momentos de duda. El la habia ayudado a encontrar el camino, asi como a liberarse de sus terribles pecados, pecados mortales que ella habia considerado imperdonables y que ponia siempre como disculpa para llegar a la clausura. Pero ?como Jesus, en su infinita bondad, podia considerar el amor que le profesaba como un pecado mortal? * * * El padre Bruno Barberini salio de la sacristia y la vio, alli sentada, vestida de blanco. Su piel nivea, veneciana, sus ojos azules como cuentas de lapislazuli. Era como ser testigo de una aparicion, una santa iluminada por la gracia divina. El habito de novicia la convertia en una humilde Santa Ines, de belleza inexpugnable, y al presentir el futuro, noto como si un hierro al rojo calcinase su pecho. Se apoyo en la puerta unos instantes, para sobreponerse. Ella dejo el rosario sobre el regazo. Sonrio con pena, o eso le parecio a Bruno, y se levanto para ir a su encuentro. Miro el habito blanco con expresion de culpa. --Bruno... yo... El padre Bruno nego con la cabeza con una expresion indefinida. Luego le hizo un gesto y despues apuro hacia la salida, saco unas gruesas llaves de la sotana y cerro la puerta de la iglesia. El sonido de la llave retumbo en el eco de la boveda. Volvio rapidamente al banco en que ella estaba y la agarro con ambas manos. --Angelica, aun estas a tiempo de rectificar. Escuchame. Si entras en el convento no vamos a vernos mas. Nunca mas. ?No te das cuenta? ?No has escuchado todo lo que te he dicho durante estos meses? No hace falta que profeses para estar cerca de Dios. Tu naturaleza no va a permitirte estar mucho tiempo en clausura. Encerrada. Rodeada de mujeres amargadas, viejas, que no conocen nada del mundo, como tu... --Apreto con sus dedos, convertidos en tentaculos de hierro, la blanda carne de los brazos de Angelica, que intento desasirse en vano--. No sabes como es la vida en un convento de monjas, Angelica, te ciega la devocion estupida y desmesurada. Languideceras alli dentro como un gorrion abandonado... La fuerza de las manos del padre Bruno clavadas en ella la asustaron. Pero mas la asusto el brillo extrano e insondable de sus ojos negros. Lo miro con determinacion y empezo a musitar: --<>. --No vengas ahora con San Agustin, Angelica. --Bruno emitio un sonido de fastidio--. Sabes que te amo, no puedo vivir sin ti. Angelica empezo a llorar en silencio. Luego volvio a repasar las cuentas de su rosario. Lo miro con las pestanas humedecidas por las lagrimas. --He estado pensando mucho en lo nuestro, Bruno. No va a ninguna parte. Hemos renegado de nuestro Dios, Bruno. Hemos... Tu has renegado de tus votos, y yo de mi verdadero destino. No... No se como puedes atreverte a dar misa despues de lo que hemos hecho. Hemos sucumbido a una pasion carnal, y esto se ha de terminar, ?no te das cuenta? El padre Clemente dice que... El la solto. La taladro con los ojos inyectados en ira. --El padre Clemente. ?Quien es el padre Clemente? Te dije, te exigi que no dijeras nada a nadie... !Quedamos una y mil veces en que no dirias nada a nadie! --!No podia entrar en el convento sin confesion, Bruno! !Tuve que decirlo todo! ?No te das cuenta? !Ya no estas en disposicion de exigirme nada! !Estaba en pecado mortal! Tu estas en pecado mortal... !Lo peor es que no parece importarte! !Nada parece importarte, salvo tu lujuria! --!Tu me importas! !Eres lo mas importante del mundo! !Te amo con todo mi corazon, Angelica! ?Donde ha quedado todo lo que nos prometimos? ?No recuerdas aquel dia en el ponte Mivio? --El tono desesperado de Bruno era cada vez mas patente--. !Te jure amor eterno, tan eterno como el mismo cielo! Ella lo miro con reprobacion. --?Estas loco? Mirate. Eres despreciable, padre Bruno. Proclamando tu amor con la sotana puesta. ?Por que no renuncias a tu vocacion, a tus votos, por mi? ?Pretendes vivir todo el tiempo una mentira absurda? Claro... como ahora estas residiendo en el Vaticano y estas muy bien considerado... ?verdad? Solo piensas en trepar como una hiedra, Bruno. En trepar y en satisfacer ese deseo carnal que te puede... Angelica se detuvo. Sabia que habia ido demasiado lejos. Estaba siendo muy dura con el, cuyo unico pecado al fin y al cabo era amarla, un error al que ella contribuyo cuando dejo que la poseyera una noche calida del pasado verano. Pero sabia que no podia ceder, que su vida ya estaba trazada en el libro del Senor, y cuanto antes lo comprendiera Bruno, mas facil seria todo. Intento suavizar la conversacion, siguiendo tambien un instinto que la avisaba de que tuviera cuidado. --Escuchame, Bruno. Perdoname. Esto no lo he dicho de corazon. Yo no soy mejor que tu, solo que he decidido ser fiel a mis sentimientos y a mi destino. Debes comprenderlo y aceptarlo: nuestra relacion se ha terminado. De lo contrario, ?estarias dispuesto a vivir una doble vida, mancillando la comunion, mintiendo a tus superiores y a los feligreses, y al mismisimo Jesucrist...? Pero ese intento de apaciguamiento de la muchacha habia sido en vano. El primer golpe llego por sorpresa. Angelica se llevo la mano a la cara: su boca estaba sangrando profusamente y gruesas gotas cayeron sobre su habito, tinendolo de rojo. Y entonces, el espiritu de lucha de Angelica, su condicion de miembro de la familia Marforio que durante incontables generaciones habia regido villas y comercios, cargos publicos y voluntades, estallo en su pecho: --Eres un despreciable maltratador, Bruno. Nunca pense... --Angelica se levanto, la ira la estaba ahogando hasta el punto de hacerla tartamudear--. Abre la puerta, Bruno. No quiero estar junto a ti ni un segundo mas de mi vida. Abre la puerta ahora mismo, o cuando salga ire directamente a ver a tus amigos del Vaticano a contarle a todo el mundo que eres un cobarde que pega a las mujeres. Y tu sabes que a una Marforio la escucharan muy bien. Hundire tu carrera. Te mandaran a una oscura parroquia en algun pueblo perdido lejos de Roma... El padre Bruno se sintio invadido por algo brutal e inexplicable que subia por su pecho. Era como si todo su amor se estuviese convirtiendo primero en impotencia ante lo injusto, luego en colera, ante aquella encarnacion angelical que lo acusaba con su espada en llamas. Intento calmarse, clavandose las unas en las palmas de las manos. Sereno su voz. --Te abrire la puerta si me dices quien te confeso, Angelica. ?Quien? ?A quien le contaste lo nuestro? ?Quien es ese padre Clemente? Quiero saberlo. !Exijo saberlo! --No te voy a decir nada que no te incumba. Pero no te preocupes por tu futuro brillante. El padre Clemente respeta el secreto de confesion. !No como tu, que no sabes ni siquiera respetarte a ti mismo! Bruno no pudo mas. Agarro su velo blanco y se lo quito, dejando el rubio y largo cabello al descubierto. La sujeto con sana mientras tiraba del pelo y la cogia en volandas. Angelica grito, pero el le tapo la boca con la mano, ahogandola. Pronto acabo la desigual lucha, Angelica no era enemigo para el sacerdote. Su voz sono a los oidos de la novicia como habia imaginado de nina la voz del demonio. --Ahora te voy a ensenar algo, Angelica. Algo que no vas a olvidar nunca. * * * La condujo a la cripta en brazos, atravesando un largo pasillo pobremente iluminado, lleno de tumbas antiguas, de calaveras y femures, de humeros, de vertebras cubiertas de polvo y cera. Ella se quejaba, medio desmayada. Notaba su cuerpo languido, calido, entre sus brazos. Aspiro el aroma limpio de su largo cabello sedoso y rubio, que se enredaba en todas partes, como los tentaculos de un pulpo que intentara impedir su avance hacia las profundidades. Bajo las escaleras empinadas con cuidado. Dos esqueletos de marmol incrustados en la cal custodiaban la puerta, riendose de su martirio, ofreciendo el agua bendita y mostrandole la clepsidra con un gesto que al padre Bruno se le antojo burlon. Otro esqueleto alado, grabado en la pared, le enseno al pasar una leyenda: <>. Hoy yo, manana tu. Bruno dejo en el suelo ajedrezado de la cripta a su cautiva. Encendio las lamparas formadas de huesos humanos calcificados, blanquecinos. Luego, los enormes cirios que acompanaban la imponente cruz de calaveras sujeta al muro, que parecian reirse de el en la penumbra. Arranco el habito de Angelica con la fuerza que le otorgaba un deseo irrefrenable. Luego la desnudo por completo dejando el esplendido cuerpo aristocratico a su vista. Era la primera vez que la veia desnuda en su plenitud. La vez que la poseyo fue casi a hurtadillas, ella un poco embriagada y en el interior de un coche. Se sintio enloquecer. La arrastro por los cabellos hasta el altar. En la pared, una cruz llameante de luces presidia la escena, flanqueada por esqueletos y guadanas oxidadas. Ato sus cabellos al comulgatorio de piedra que separaba el altar del resto del osario. Luego empezo a recorrer el cuerpo inerte con sus labios y sus manos, apretando los senos con dulzura, lamiendo el vientre y el suave vello que se escondia entre sus piernas. Le beso los ojos cerrados, la boca con fuerza, abriendola para hacerse paso con la lengua. Luego, poseido por una pasion devastadora, la penetro, gritando y jadeando como un animal. * * * Los ojos azules de Angelica se abrieron por fin. Se dio cuenta de que estaba desnuda al notar el helado pavimento bajo su cuerpo. Noto un dolor insoportable en el vientre y entre las nalgas. Vio al padre Bruno arrodillado en el suelo, delante del altar, la cabeza gacha. Parecia rezar. Intento levantar la cabeza, pero su cabello estaba sujeto con fuerza a la piedra. Llevo las manos hacia atras y trato de liberarse, pero la voz amenazadora de su captor detuvo el gesto. --No te muevas, Angelica.

  • La Prima Del Vizconde de Vanny Ferrufino

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    Para toda la poblacion londinense: los vizcondes de Portman tienen el matrimonio perfecto que se basa en el respeto y se rige por la cordialidad, lo que cualquier noble espera de una union por conveniencia. Lo que nadie sabe es que dicha union jamas fue consumada por la falta de atraccion fisica del vizconde de Portman hacia su reciente esposa, quien por voluntad propia decide autoexiliarse en el campo para no seguir siendo la burla de toda la bendita e hipocrita sociedad, haciendole la vida mucho mas sencilla. Sin embargo, lo que Lucien Pierce nunca espero: es que su esposa regresaria despues de dos anos a la ciudad con la clara intencion de hacerle la vida imposible al pretender tener un amante en sus propias narices. Guiado por un terrible instinto de posesividad, Lucien tendra que evitar que Seraphina ceda su cuerpo a otro hombre que no sea el.

  • Flores al cielo (Los dias robados 1) de Luna Duenas

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    Romance, misterio e intriga se unen y dan lugar a esta maravillosa nueva novela de Luna Duenas.

  • Cuando despiertes de Dena Ruz

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    Tras un accidente que la deja en coma, Victoria decide dar un giro a su vida y comenzar a escribir. Lejos de la capital y de su mundo, se convierte en voluntaria de un hospital. Alli conoce a Santiago, un piloto que se convierte en el amor de su vida. El inconveniente es que el esta dormido.
    Cuando despierta del letargo, los dos descubren que no son dos desconocidos. El amor ha surgido. ?Sera eso suficiente cuando ni siquiera se conocen? ?Sera ese amor peculiar el verdadero?
    Romanticismo, humor y sentimiento puro son los ingredientes de esta novela.

  • Espana en el corazon de Adam Hochschild

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    ?Que motiva a alguien para luchar por un pais que no es el suyo? Desde los primeros compases de la Guerra Civil espanola, esta se convirtio en una cuestion internacional. Hitler y Mussolini enviaron aviones y tropas a los generales golpistas. Millones de personas en todo el mundo sintieron que el fascismo que asolaba Europa debia ser detenido en Espana. Mas de 35.000 voluntarios de decenas de paises ayudaron a defender la republica espanola. Hochschild, el aclamado autor de “El fantasma del rey Leopoldo”, evoca este periodo tumultuoso a traves de las vidas de los estadounidenses involucrados en la guerra, entre los que se encontraban intelectuales de la talla de Hemingway.

  • Se busca Amante de Deborah Hale

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    Singapur, junio de 1825 --?Asi que es esto? --apartandose un rebelde rizo caoba de los ojos, Bethan Conway se inclino hacia delante en el barco que se adentraba con ella y sus companeros en el puerto--. No es una ciudad muy grande, ?verdad? Una parte de ella estaba emocionada por haber llegado a su destino tras cinco meses de travesia a bordo, pero otra parte queria suplicarle al hombre que estaba al timon que le diera la vuelta al barco y pusiera de nuevo rumbo al mar. --Este lugar cabria sin problemas en el bolsillo de Newcastle --Ralph, el joven amigo de Bethan, miro a su alrededor, hacia la mezcolanza de construcciones que se alineaban a ambas orillas del rio. Algunas estaban construidas en madera, con grandes tejados de juncos, mientras que otras tenian muros blancos y estaban cubiertas por ordenadas filas de pulcras tejas rojas. --No lleva mucho tiempo construida, ?verdad? Le escuche decir al senor Northmore que no habia muchas cosas cuando sus companeros y el desembarcaron aqui seis anos atras. --A mi no me importaria que solo hubiera jungla --grazno Wilson Hall--. Estare encantado con tal de poder volver a poner los pies sobre suelo solido. !Pobre Wilson! Bethan recordo lo mareado que el y los otros tres muchachos de Durham habian estado al principio del viaje. Envidiaban su capacidad para mantener la comida en el cuerpo incluso con las peores condiciones meteorologicas, pero tambien estaban agradecidos. Si no les hubiera atendido tan bien cuando vomitaban y gemian en sus hamacas, tal vez algunos no se habrian recuperado. Durante los ultimos dias no habian hablado de otra cosa mas que de las ganas que tenian de llegar a su destino y empezar a trabajar en la compania de comercio Vindicara para Simon Grimshaw. Cada vez que escuchaba aquel nombre una oleada de bilis atravesaba a Bethan como un mareo tardio. Los muchachos habian sido contratados en las minas de carbon del norte de Inglaterra para trabajar para el senor Grimshaw, pero ella habia sido reclutada para casarse con el. Si no hubiera estado tan desesperada por alcanzar aquellas orillas tan distantes, nunca se habria comprometido con un desconocido. Pero estaba ansiosa por llegar alli enseguida, cuando todavia quedaba alguna leve esperanza de que alguien recordara que habia sido de su hermano y de su barco. En un principio, su matrimonio estaba demasiado lejano en el futuro como para que le pareciera real. Pero a medida que se acercaba, se iba preocupando mas. Cuando el barco entro en el embarcadero, Bethan aspiro con fuerza el aire calido en el que se mezclaba el olor del mar con un exotico aroma a cafe y especias. Habia dado su palabra. Ahora tenia que cumplirla y hacer todo lo posible por ser una buena esposa para el senor Grimshaw. Solo esperaba que su futuro marido no fuera demasiado viejo, demasiado feo o malhumorado. Apenas habian amarrado en la orilla cuando los muchachos de Durham saltaron a tierra en enjambre. Solo Wilson tuvo la educacion de darse la vuelta y ofrecerle a Bethan una mano para desembarcar, mientras los demas le preguntaban a todo aquel con el que se cruzaban como se llegaba al almacen de Vindicara. Habia mucha gente en el muelle en cuestion. Muchos hombres con el pecho desnudo del color de la madera de caoba, que llevaban turbantes blancos y telas de colores brillantes atadas alrededor de las piernas. Otros hombres de piel mas clara y ojos rasgados cargaban con sacos a la espalda. Llevaban puestos pantalones anchos y tunicas negras. Tenian la parte delantera de la cabeza afeitada completamente mientras que el cabello de la parte posterior estaba recogido en largas trenzas. Hombres altos con barba y turbantes blancos, que parecian sacados directamente de una historia biblica. Lo unico que aquella gente tan extrana tenia en comun era la dificultad para entender el fuerte acento del norte de Inglaterra de los companeros de Bethan. Tras un monton de gritos, gestos y senalamientos con el dedo, Ralph se giro hacia ella. --Creo que estan intentando decirnos que el almacen de Vindicara esta al otro lado del rio. --Alli hay un puente --Wilson senalo por encima del muelle, hacia un punto en el que el rio se estrechaba y un arco de madera conectaba los dos lados del puerto--. Podemos ir andando hasta alli. Los demas estuvieron de acuerdo y se pusieron en marcha al instante. Aunque Bethan se forzo a poner un pie delante del otro y sintio los zapatos extranamente pesados, no tardo mucho tiempo en ponerse a la altura de sus companeros. Los hombres que trabajaban en los muelles se giraban para mirarla cuando pasaba. ?Podria ser porque se habian dado cuenta de su parecido con un joven al que recordaban? La logica le decia que era poco probable. Su curioso interes se deberia probablemente al color de su piel, o al hecho de que fuera una mujer. Pero no le haria dano preguntar de todos modos, ?verdad? Habia ido hasta alli y habia vendido su libertad con la esperanza de encontrar la ultima familia que le quedaba en el mundo. Tenia que empezar por alguna parte. --Disculpe --se giro hacia un joven sonriente que llevaba unas calzas blancas y turbante--. Estoy buscando noticias sobre un tripulante del barco Dauntless, que llego a Singapur hace tres anos. ?Lo recuerda? El hombre sonrio todavia mas al responder en un idioma que ella no entendio. --Lo siento, no se que me quiere decir --Bethan sacudio la cabeza y se encogio exageradamente de hombros--. Ni siquiera sabia hablar muy bien ingles hasta el ano pasado. Y supongo que usted no sabe hablar gales. Se escucho otra voz con fuerte acento pero en ingles: --?Podria repetir a quien esta buscando, senorita? Bethan se giro ansiosa hacia la persona que hablaba, un hombre de ojos oscuros y almendrados que llevaba un enorme sombrero de paja. --Le agradeceria cualquier informacion que me pudiera dar. Se llama Hugh Conway. Es un poco mas alto que usted --alzo una mano para indicar la altura de su hermano, luego se echo el sombrero hacia atras para senalarse la cabeza--. Tiene el pelo de un color parecido al mio. Podria hacer algo mejor que describirle con gestos y palabras que el hombre tal vez no entenderia. Bethan echo la mano hacia atras y desabrocho el relicario de plata que era su posesion mas preciada. Lo abrio para mostrar el retrato en miniatura que albergaba dentro. --Este es el aspecto que tiene. Al menos la ultima vez que le vi. El pequeno retrato no era siquiera de Hugh, pero era lo mas parecido que tenia. Un brillo de interes alumbro los ojos del hombre mientras contemplaba el relicario. ?Reconoceria aquel joven y hermoso rostro? Si habia tan pocos europeos en Singapur como parecia, debian destacar y tal vez resultara facil recordarlos. --?Le ha visto? --pregunto--. Por favor, estoy ansiosa por saber de el. El hombre asintio lentamente. --Tal vez le haya visto. No estoy seguro. A Bethan le dio un vuelco el corazon. Ni en sus mas esperanzados suenos hubiera imaginado tener una pista sobre su hermano desaparecido tan pronto. --Estuvo en Singapur hace tres anos. Tengo una carta suya con sello postal de aqui. ?Sabe que fue de el o de su barco? El hombre arrugo la frente como si estuviera esforzandose por recordar donde y cuando habia visto aquel rostro. --?Puedo verlo mas de cerca? --Si, por supuesto --Bethan le puso el relicario en las manos--. Ojala tuviera un retrato mas grande que pudiera ensenarle. Una pequena multitud se habia congregado a su alrededor mientras hablaban. De pronto alguien le dio un golpecito a Bethan en el hombro por atras. ?Habria reconocido otra persona a Hugh viendo de lejos la miniatura? ?O recordaria su nombre? Se dio la vuelta y solo se encontro con un grupo de rostros inexpresivos que la miraban fijamente. --?Tiene algo que decirme alguno de ustedes? --pregunto--. ?Han visto a Hugh Conway? ?Recuerdan su barco? Ninguno de ellos replico, solo sonreian con gesto atontado. --Creen que es divertido tomarle el pelo a una extranjera, ?verdad? --les espeto Bethan--. Veo que hay cosas que son iguales en todas partes. Con un resoplido indignado, se volvio hacia su informador. Para entonces ya habria tenido tiempo de sobra para estudiar el parecido. Pero cuando miro a su alrededor, lo unico que vio del hombre fue la parte de atras de su destenida tunica azul desapareciendo entre la multitud. --!Vuelva aqui! --grito yendo tras el--. !Al ladron! !Tiene mi relicario! !Que alguien le detenga, por favor! Pero en el muelle no parecia haber nadie dispuesto a ayudarla. De hecho, todo lo contrario. Los hombres que se habian echado a un lado para dejar escapar al ladron volvieron a colocarse al instante en el camino de ella, dificultando el proposito de seguirlo. --!Wilson! !Ralph! --exclamo, aunque sabia que sus companeros de viaje debian estar demasiado lejos como para oirla. No se atrevio a detenerse para buscarlos por temor a perder de vista al hombre que le habia robado el relicario. --!Por favor! --exclamo--. Puede quedarse con la cadena, !pero dejeme el retrato! Vio por el rabillo del ojo el puente, y confio en que el ladron tomara aquel camino y tal vez adelantara a sus amigos. Pero se dirigio a una concurrida calle situada en la otra direccion, con Bethan siguiendole sin aliento. Tras cinco meses a bordo de un barco, no estaba acostumbrada a correr, y menos con un calor tan asfixiante. La desesperacion la empujo a seguir hacia delante. El ladron se metio por una calle lateral. Bethan llego justo a tiempo para verle entrar en la boca de un callejon. Para cuando logro llegar al punto en el que le habia visto desaparecer, resollaba por la falta de aire y tenia las mejillas rojas. El hombre sin duda se habria esfumado, dejandola sin saber por donde se habia escapado. Pero no. Cuando miro hacia el callejon, alli estaba, dirigiendose hacia ella con total descaro. Plantandose frente a el, Bethan le hizo una sena para que se detuviera. --Quiero recuperar mi retrato. Vamos, para usted no tiene ningun valor. El hombre torcio el gesto, como si fuera ella la que habia hecho algo malo. Murmuro una respuesta en su idioma. --!Hace unos minutos podia hablar ingles sin problemas! --grito Bethan--. ?O se le ha olvidado todo mientras salia huyendo con mi posesion? El gesto del hombre se convirtio en una mueca de desprecio cuando paso por delante de ella. --!Oh, no! --se le agarro a la manga--. No voy a volver a perseguirle por las calles otra vez con este calor. !Devuelvame el retrato! Zafandose con brusquedad de su agarre, el hombre solto una riada de palabras que Bethan no fue capaz de entender, pero sabia reconocer la rabia violenta cuando la oia. Aquel era el hombre que le habia robado el relicario, ?verdad? Tal vez tuviera los pomulos un poco mas altos y el rostro algo mas delgado. --Le... le pido disculpas si le he confundido con otra persona --senalo hacia el callejon--. Otro hombre entro corriendo alli. Me ha robado una cosa. ?Ha visto por donde ha ido? El hombre le solto mas palabras malsonantes. Bethan se dio cuenta de pronto de que no estaba sola. Estaba rodeada por una docena de hombres, todos mal vestidos, todos mirandola de un modo que le provoco escalofrios en la espina dorsal. ?Correria el peligro de desaparecer en aquel puesto fronterizo como le habia sucedido a su hermano? Y si asi fuera, ?le importaria a alguien lo suficiente como para ir en su busca? --La pimienta y la nuez moscada se venden a sesenta y cinco reales de a ocho los sesenta kilos --le reformo Simon Grimshaw al capitan sueco al que acababa de comprarle una carga de hierro--. No las encontrara mas baratas en ningun otro comerciante de la ciudad. La situacion de Java ha obligado a todo el mundo a subir los precios. El curtido sueco torcio el gesto. --Tal vez me lleve mi hierro a Batavia y comercie directamente con el duque para comprarle a el las especias.

  • Un pequeno traspie de Rosario Vila

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    A Gloria le chifla su trabajo en la seccion de moda de Oh, my Goodness!. Es una chica feliz y gracias a su personalidad vibrante y coqueta su labor en la revista le va como anillo al dedo. Pero el dia que la envian al pase para la prensa de una pelicula no consigue entender la trama y se queda dormida en el cine. Asustada y nerviosa por no saber como escribir la critica que tiene que entregar, no se le ocurre otra cosa que hacerse con la de Diego, el periodista que ha estado sentado en la butaca junto a la suya, y su recurso desesperado resulta ser una mala solucion. Gloria no se imagina como su error va a cambiar su alegre dia a dia.

  • Rebelion (Los 100 3) de Kass Morgan

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    “Mientras la gente gritaba, huia despavorida y caia

  • Hay algo en tus ojos de Amabile Giusti

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  • Pacto entre hermanas de Ivette Chardis

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    Dos mujeres independientes y un baron dispuesto a conquistar a una de ellas.

  • Durmiendo en el fuego de Benjamin Ruiz

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    En “Durmiendo en el fuego” la historia parte de un momento distinto al que dejamos: el dia anterior a su partida para localizar a su amor de juventud, Toni Hernandez sufre un accidente de trafico que lo deja sumido en coma durante seis meses. Despierta con amnesia y tarda casi doce anos en recordarla. Cuando por fin lo hace, rompe con su vida anterior y emprende un viaje de mil kilometros para encontrarla, pero ella se ha esfumado como un fantasma y Toni tratara de reconstruir su vida por medio de entrevistas y conversaciones con las personas que la trataron, aunque sin renunciar a reencontrarse con la mujer que le robo el corazon diecisiete anos atras. Rachel es esa mujer cuyos ojos llamean, que no parece envejecer y que arrastra una maldicion que marcara la vida de Toni hasta el punto de replantearse sus propios sentimientos hacia ella y elegir entre lo que dicta su corazon o lo que aconseja su cerebro.

  • Atrapado en el infierno de otra mente de Monica Moreno

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    Gabriela y Gerardo llevan muchos anos juntos en una vida relativamente feliz. Sin embargo, ella empieza a sospechar que el quiere dejarla y lo cela y presiona de mas, invitandolo con sus celos a hacer realidad esos temores. En este triller psicologico ubicado en la Ciudad de Mexico contemporanea encontraremos una historia de intensas emociones, secretos y obsesiones, podremos ver como las situaciones cotidianas pueden llevar a la locura a quien no sepa manejarlas, afectando a otras personas. Porque, a final de cuentas, hay mas demonios en una mente obsesiva que en el infierno.

  • A la cuenta de tres, Felix Villacis de Felix Villacis

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    Leo y su mejor amigo Gus parecen estar viviendo otro dia habitual en la escuela hasta que, de repente, lo impensado sucede. Estalla una guerra que nadie vio venir, mucho menos ellos.
    Para sobrevivir, deben llegar a un refugio que se encuentra en la frontera y recorrer la mitad de la provincia sin sus familias y con la sombra de los enemigos sobre ellos. ?Sobreviviran al recorrido? ?Cual es el precio de la vida en situaciones como esta?

  • La magia del amor de Laura Ponce

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    Monotona y gris es la definicion perfecta de la vida de Abby. Adivinar el futuro, su don, tampoco le da los frutos que deberia.
    Cuando Gerald entra en su vida buscando respuestas, una fuerte conexion se produce entre ellos.
    No solo tendran que enfrentarse a la idea del amor, si no tambien a algo mas oscuro que anda tras Gerald.
    El misterio y el romance marcaran la magia del amor.

  • La biblioteca de Emma de Yauci Manuel Fernandez

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    Rick es un anciano con una triste historia guardada en secreto durante decadas. Hace anos que su hijo dejo de dirigirle la palabra, pero una enfermedad terminal dara un cambio total a la vida de Rick. Su inminente destino le llevara a relatar a sus nuevos amigos con todo detalle el suceso que le hizo dejar de creer en la felicidad. No obstante, a veces confiarle tus secretos a las personas a las que quieres puede convertirse en la sonrisa que necesitas para dar tus ultimos pasos en el camino de la vida.

  • Lo que queda de nosotros: Londres, Lina Perozo Altamar de Lina Perozo Altamar

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  • Oh, sorpresa de Carlota Manzano

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    Devastada, aplastada, humillada, arrollada, pateada, y todos los adjetivos que terminaran en – ada y tuvieran una connotacion negativa. Asi me sentia aquella fatidica noche de viernes. Mi amiga Zoe a un lado y la calle para correr; eso era todo lo que me habia quedado. ?No habeis sonado alguna vez que vuestra vida se hace anicos en cuestion de minutos y luego habeis despertado, contentos porque se trataba de una pesadilla? Pues asi estaba yo, salvo por el "detalle" de que, por mucho que me pellizcara, no me iba a despertar. ?Lo que pensaba? Que sin duda tenia que tratarse de una broma de mal gusto del destino, que a veces se mostraba caprichoso. Vale, ya habia captado el mensaje, ?y ahora que? Veintiun anitos y la carrera de Derecho recien terminada. Si, porque estaba esperando la nota del Trabajo Fin de Grado, pero eso lo tenia chupado. Y a ver, preciso, no porque yo le hubiera hecho ningun trabajito extra a un miembro del tribunal, que lo de "chupado" ha sonado fatal; sino mas bien porque me habia dejado los codos encima de mi mesa de estudios desde que ingrese en la universidad. Nunca olvidare el primer dia que puse los pies en ella, entre otras cosas porque ese fue el que mi mirada se topo con la de Toni y note un saetazo en el costado que no podia venir de ningun otro lado que del arco del traviesillo Cupido. ?Tenia Toni mi edad? Pues ni mucho menos. A ver, entre que el estaba cursando el ultimo curso de Derecho y que antes se habia graduado en Direccion y Administracion de Empresas, como que me sacaba ocho anos. Pero ?que son ocho anitos de nada cuando sabes que acabas de darte de bruces con el amor de tu vida? En honor a la verdad, yo siempre crei que mi alma gemela seria relativamente parecida a mi, pero la primera ensenanza que recibi tras conocer a Toni es que dos personas pueden estar destinadas a unir sus vidas, aunque se parezcan lo que un huevo a una castana, es decir, nada de nada; ni por dentro, ni por fuera. La primera sorprendida por aquella relacion fue Zoe, a la que habia conocido en el instituto y con la que no me aburria. Como buena argentina, Zoe hablaba hasta debajo del agua; para mas senas, la muy condenada hablaba hasta en suenos y despues lo negaba, pues menudita era ella para reconocer algo que no le conviniera. Lo que mas le llamo la atencion de mi amiga es que, segun ella, la jeta de Toni indicaba que era mas acido que un limon y que, ademas, a su entender, no es que fuera mas feo que Picio; pero un poco molesto de ver, como que si. ?Como lo veia yo? Pues bueno, loca de amor como estaba, para mi no lo habia mas atractivo. Vale que yo entendia que el chico no estaba destinado a ganar el concurso de Mr. Universo, pero su inteligencia lo hacia atractivo a rabiar. En cuanto a su cara, la jodida de Zoe se pasaba tres pueblos, porque en eso era del monton; ni mas, ni menos. No ser el tio mas bueno de la facultad como que hacia todavia mas meritorio el hecho de que las chicas acudieran a el como las moscas a la miel. Y es que mi Toni tenia un carisma que no se lo saltaba un galgo, y la competicion por echarle el guante estaba servida. Aparte, el que su familia estuviera podrida en billetes era un aliciente mas para alguna cazafortunas de pacotilla de esas que tienen la lengua muy suelta, igual que la gomilla de sus bragas. En medio de tamana algarabia, me senti la chica mas afortunada del mundo la primera vez que el se dirigio a mi. Yo seguia siendo una novata total el tercer dia de clase y el se ofrecio a acompanarme a la biblioteca, despues de que mi habitual despiste hiciera que chocaramos y mis libros salieran volando en direccion a su estomago, que los repelio al contraerse. Y es que fuerte si que estaba el chico, pues podia partir nueces con aquel abdomen duro como un lebrillo de lavar de los antiguos. --?Que te he hecho yo para que atentes contra mi de esa manera tan vil? --Me regalo una sonrisa que hizo que mis mejillas se pusieran a reventar de color. --Perdona, yo, yo... --Estuve unos segundos barajando una respuesta que no acerto a salir de mis labios. --Lo que te pasa a ti es que eres mas nueva que el parte del dia y necesitas la ayuda de un veterano como yo. --Me ayudo a recoger los libros y me parecio la amabilidad en persona. --Pues un poco perdida si que estoy, que te voy a contar. Yo creo que Walli a mi lado esta de lo mas ubicado--resople. --Eso lo arreglo yo en un periquete. ?Comenzamos por la biblioteca y te hago despues un tour turistico por todo el campus? Te aseguro que llevo aqui mas tiempo que el picaporte de la puerta y que no vas a encontrar mejor cicerone. Si estais pensando que igual me aferre a Toni en ese instante como a un clavo ardiendo, ya os voy adelantando que no. Camino de la biblioteca, senti un cosquilleo inusitado en el estomago que tenia los sintomas de ser aquel sindrome del que todos hablaban, y al que yo habia permanecido inmune hasta aquel dia; ese sindrome llamado "primer amor". Desde el instante en el que comence a notarlo nos volvimos inseparables y yo, sin comerlo y sin beberlo, me converti en el centro de todas las miradas del campus. Tamana novedad me cogio de improviso, pese a que yo ya estaba acostumbrada a que pusieran los ojos en mi, sobre todo los hombres; vamos que, por decirlo de alguna manera fina, yo solia paralizar las obras a mi paso. Pero no paralizarlas de, "vaya tela lo que te han dicho" y ya, sino que las obras cerraban durante dos dias por shock del personal. Eso es lo que decia Zoe, al menos. ?Yo lo veia? Pues no tanto, la verdad. Reconocia que la madre naturaleza se habia portado muy bien conmigo y lo agradecia, pero tampoco es que pensara que fuera para tirar cohetes. ?La realidad? La realidad es que habia hecho mis pinitos como modelo, ya que ser alta, delgada (pero con un muestrario de curvas por cuerpo), rubia y con ojos azul zafiro me habia abierto muchas puertas. Otra cosa es que yo las cerrara a cal y canto cuando viera la clase de "favorcitos" que algunos energumenos pedian a cambio de una portada o un par de desfiles. ?Patetico? No, eso hubiera sido quedarse muy, muy corta. Con autenticas arcadas sali de esos despachos, con animo de no volver mas. En ocasiones asi, siempre pensaba en aquellas palabras de mi madre "tu lo unico que tienes que hacer es meter la cabeza en los libros y no sacarla hasta que te vea la toga puesta, que a ti un plato de comida no te va a faltar nunca". Con esa premisa, yo dije aquello de "nunca mais" y me matricule en una carrera que suponia la ilusion de mi vida. Y como colofon alli conoci a mi principe azul. ?Se podia pedir mas? Sin embargo, ?habeis escuchado alguna vez aquello de "que dia tan bonito, ya vereis como viene alguno y lo jode"? Pues eso me paso a mi, pero no con un dia, sino con mi vida al completo, el ultimo ano de carrera. Para cuando llego el caos que enseguida os describire, Toni ya llevaba varios anos casi enclaustrado en su jaula de oro, su casa. ?La razon? Unas durisimas oposiciones de notarias por delante, para que el unico vastago masculino de aquella adinerada familia siguiera los pasos de papa. Y matizo lo de masculino porque el tenia una hermana, Olimpia, mas vaga que el fango y mas mala que la quina. Ea, pues ya os he hecho una descripcion tan simple como ilustrativa de la arpia de mi cunadita, que no me podia ver ni en pintura, al considerarme una "muerta de hambre de tres al cuarto". En semejante escenario, que se completaba con unos padres mas estirados que las gomillas del tanga de Falete, como que no me movia yo como pez en el agua en casa de mi novio; menos mal que tampoco me invitaban demasiado a menudo, que la tirria que yo les tenia era reciproca. ?Cual habia sido mi error? Pues costarme demasiado confesarle a Toni, el dia que mi padre se marcho detras de las faldas de una chica diez anos mas joven que mi madre, que lo poco que esta pudiera ganar limpiando escaleras, apenas cubriria nuestros gastos de manutencion. Vive Dios que lo intente, pero entre que yo no me exprese con la suficiente claridad y que el tampoco le dio mucha importancia al tema, aquello se solapo con un polvazo y asunto concluido. No obstante, pronto comprobe que manuales, fotocopias de apuntes y materiales varios no se compraban solos; y todo fuera por terminar una carrera cuyo final tenia ya delante de mis narices, a pocos meses vista. El dia que Zoe, que estudiaba Enfermeria en el mismo campus, y que tampoco andaba sobrada de pelas, me dijo que iba a trabajar de stripper una temporadita, la tilde de loca. Pese a ello, dos semanas mas tarde ambas hicimos en conjunto nuestra primera despedida de soltero. Si, como ya estareis imaginando, no le dije ni mu a Toni, quien hubiera puesto el grito en el cielo. La idea era tirar con aquel trabajo, haciendo un servicio una vez a la semana, hasta final de curso y luego "aqui paz y despues gloria". Y a gloria me supieron los doscientos euros que nos pusieron a cada una en la mano aquel primer viernes noche. Pocas explicaciones tuve que darle a mi amor, puesto que sus oposiciones solo le permitian que salieramos los sabados, con lo cual en breve podria retirarme como stripper y con mi titulo de abogada en la mano. La noche de marras, en la que mi vida estallo por los aires, iba a ser en la que Zoe y yo nos cortaramos la coleta, habida cuenta de que ya nos graduabamos y los gastos de estudios tocaban a su fin. --Fijate que me da mala espina--le confese camino de aquella despedida de pijos. --La concha de tu madre, boluda, no me seas ceniza. --Zoe no habia perdido parte de su caracteristica forma de hablar, pese a que llevaba desde los trece anos en Espana. --Yo que se, Zoe, es que cada vez que lo hacemos, siento que traiciono a Toni. -- No podia evitarlo, y vaya si lo habia intentado, pero no habia manera. --Che, tranquilita. No te me montes peliculas que te veo venir. A nosotras no nos pone una mano encima ni Dios, ni que estuvieramos franeleando con esos tios. --?Franeleando? Yo me muero con tus cosas. Por muchos anos que pasen me sigues dejando locas con tus expresiones. --Procure dejar las preocupaciones a un lado

  • Un vaso de colera de Raduan Nassar

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    LA LLEGADA Y cuando llegue por la tarde a mi casa, alla en el 27, ella ya me esperaba dando vueltas en el jardin, vino a abrirme el porton para que yo entrase con el coche y, en cuanto sali de la cochera, subimos juntos la escalera hacia la terraza, y nada mas entrar abri las cortinas del centro y nos sentamos en las sillas de mimbre mirando hacia el lado opuesto y hacia arriba, por donde el sol se iba poniendo, y estabamos los dos en silencio cuando ella me pregunto: <>, pero yo, muy distraido, continue distante y tranquilo, el pensamiento abandonado en el enrojecimiento aquel del poniente, y fue unicamente por la insistencia en la pregunta que respondi: <>, y como ella respondio: <>, yo entonces me levante y fui sin prisas a la cocina (ella vino detras), saque un tomate del refrigerador, fui al fregadero y lo lave, y despues tome el salero de la alacena y me sente enseguida alli a la mesa (ella desde el otro lado acompanaba cada uno de mis movimientos aunque yo displicente fingia que no me daba cuenta), y sin dejar de estar en su punto de mira empece a comer el tomate, echando sal poco a poco a medida que lo iba comiendo, fingiendo un empeno exagerado en la mordida para mostrar mis dientes fuertes como los dientes de un caballo, sabiendo que sus ojos no se despegaban de mi boca, que por debajo de su silencio se retorcia de impaciencia, que tenia mas ganas de mi cuanto mas indiferente yo me mostrase, solo se que cuando acabe de comer el tomate la deje alli en la cocina y fui a buscar la radio que estaba en el estante de la sala y sin volver a la cocina nos encontramos de nuevo en el pasillo, y sin decir una palabra entramos casi juntos a la penumbra del cuarto. EN LA CAMA Al principio, ya en el cuarto, pareciamos dos extranos siendo observados por alguien, y ese alguien eramos siempre ella y yo, y era nuestra responsabilidad vigilar lo que yo hacia, no lo que hacia ella, por eso me sente en el borde de la cama y fui quitandome lentamente los zapatos y los calcetines, tomando mis pies descalzos con las manos y sintiendolos deliciosamente humedos como si hubieran sido arrancados de la tierra en aquel instante, y enseguida me puse, sabiendo muy bien lo que hacia, a andar por el parque, fingiendo que mi caminata por el cuarto seguia pequenos patrones, dejando que la bastilla del pantalon rozara el suelo al mismo tiempo que cubria parcialmente mis pies con cierto misterio, sabiendo que ellos, descalzos y muy blancos, incorporaban poderosamente mi desnudez anticipada, y enseguida yo escuchaba sus inspiraciones profundas alli al lado de la silla, donde tal vez ella ya se abandonaba a la desesperacion, enredandose al quitarse la ropa, enmaranando hasta los dedos en los tirantes que se escurrian por el brazo, y yo, siempre fingiendo, sabia que todo aquello era verdadero, conociendo como conocia su maniaca obsesion por los pies, sobre todo por los mios, de porte firme y bien esculpidos, un tanto nudosos en los dedos y marcados nerviosamente en el empeine por venas y tendones sin que por ello perdieran su aspecto timido de raiz tierna, y yo iba y venia con mis pasos calculados, dilatando siempre la espera con minimos pretextos, pero en cuanto ella abandono el cuarto y fue un instante al bano me quite rapidamente el pantalon y la camisa, y tendiendome en la cama me dispuse a esperarla ya tieso y listo, disfrutando en silencio el algodon de la sabana que me cubria, y enseguida cerraba los ojos pensando en las artimanas que emplearia (de las muchas que sabia), y de esta manera fui repasando en la cabeza cada cosa que haciamos, como ella vibraba con los jeribeques iniciales de mi boca y con el brillo que forjaba en mis ojos, haciendo aflorar lo que en mi habia de mas obsceno y sordido, a sabiendas de que ella, arrebatada por mi lado oculto, gritaria de nuevo: <>, y repase mentalmente ese otro lance trivial de nuestro juego, preambulo con todo de insospechadas tramas posteriores, y tan necesario como comenzar la partida con un movimiento de peon sobre el tablero, y en el que yo, cerrando mi mano en la suya, le acomodaba los dedos, imprimiendoles coraje, conduciendolos bajo mi mando hacia el vello de mi pecho, hasta que ellos, a imitacion de mis propios dedos debajo de la sabana, desarrollaran por si solos una primorosa actividad clandestina, o si no, en una etapa posterior, despues de explorar de manera juiciosa nuestro vello, nuestros huesos, cada uno de nuestros olores, cuando los dos, de rodillas, calculabamos el camino mas largo de un unico beso, las palmas de nuestras manos pegadas, los brazos abriendose en un ejercicio casi cristiano, nuestros dientes mordiendole al otro la boca como si mordieran la carne blanda del corazon, y con los ojos cerrados, abandonando la imaginacion en las curvas de esos rodeos, me vi tambien enredado en ciertas practicas, como cuando en trance despues de levantarme soberbiamente de la montura de su vientre atendia de manera precoz a uno de sus (de mis) caprichos mas insolitos, lanzando en chorros subitos y violentos el fluido lechoso que se le adheria a la piel del rostro y a la piel de los pechos, o tambien aquella otra, menos impulsiva y de lenta maduracion, el fruto que se desarrolla en un crescendo mudo y paciente de energicas contracciones, cuando yo dentro de ella sin movernos llegabamos con gritos exasperados a los estertores de la mas alta exaltacion y pense sin embargo en el salto peligroso del reves, cuando ella de bruces me ofrecia otra hierba y mis brazos y mis manos, simetricos y casi mecanicos, agarraban por abajo sus hombros, comprimiendo y ajustando, area por area, la masa untada de nuestros cuerpos, e iba pensando todo el tiempo en mis manos de dorso largo, muy utilizadas durante toda esa geometria pasional, tan bien elaborada por mi y que la llevaba invariablemente a decir en franca perdicion: <>, y luego me puse a pensar en los momentos de renovacion, en los cigarros que fumabamos despues de cada burbuja envenenada de silencio, o en el transcurso de las charlas con cafe (escapabamos de la cama desnudos e ibamos a profanar la mesa de la cocina), cuando ella intentaba describirme su confusa experiencia del orgasmo, hablando siempre de mi seguridad y osadia en la conduccion del ritual, disimulando mal su asombro por que yo citara insistentemente el nombre de Dios entre mis obscenidades, hablandome sobre todo de cuanto yo le habia ensenado, especialmente la conciencia en el acto a traves de nuestros ojos, que muchas veces vigilaban, piedra por piedra, cada uno de los trechos de una carretera convulsa, y entonces yo le hablaba de su inteligencia, que siempre exalte como su mejor cualidad en la cama, una inteligencia agil y activa (aunque solo bajo mis estimulos), excepcionalmente abierta a todas las incursiones, y yo de pasada acababa hablando tambien de mi, fascinado por las contradicciones intencionadas (algunas no tanto) de mi caracter, pregonando entre otras patranas que yo, canalla, era puro y casto, y yo alli, con los ojos siempre cerrados, pensaba en muchas otras cosas mientras ella no acababa de venir, ya que la imaginacion es muy rapida o su tiempo diferente, pues trabaja y mezcla simultaneamente cosas dispares e insospechadas, cuando presenti sus pasos de vuelta en el pasillo, y solo entonces llego el momento de abrir los ojos para inspeccionar la postura correcta de mis pies asomandose fuera de la sabana, percatandome como siempre de que el vello castano que brotaba del empeine y en los dedos mas largos les daba gracia y gravedad al mismo tiempo, pero de inmediato trate de cerrar los ojos de nuevo al sentir que ella entraria en el cuarto, y ya adivinando cerca su silueta ardiente y sabiendo como comenzarian las cosas, o sea: que ella man- samente, muy mansamente, se aproximaria primero a mis pies que un dia habia comparado con dos lirios blancos

  • Mi error fue ser solo tu vecina. Parte 1 de Moruena Estringana

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  • Dark passion de P. Maria Neta Flecha

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    Este no es el tipico libro de “Y vivieron felices para siempre”. Es oscuro, hermoso, peligroso y desgarrador, pero ?quien puede resistirse a un hombre moreno, caliente, y peligroso? !Consideraros advertidas! Zeltia no tuvo una vida facil. Su madre esta en una institucion mental y su padre esta muerto. Cuando por fin se siente como si estuviera avanzando, la oscuridad la invade. Ulloa es parte de lo que a Zeltia le gusta considerar una pandilla. Cuando el la rapta y le revela que su padre esta vivo y que tiene informacion vital, todo en lo que cree se vuelve al reves. Ahora esta atrapada en medio de una guerra de bandas y cautiva de un hombre deslumbrante y hermoso. Ulloa tiene el poder de cambiar todo en lo que ella se ha convertido, pero tambien tiene el poder de destruirla. Entonces, ?que sucedera cuando la Pasion Oscura se encienda entre ellos?

  • Siete velas de Clarisa Ozores

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    “Le hablo a la nina, y se quedo hablandole hasta muy tarde, hasta que volvio el padre, el infiel, que venia seguramente de las manos de la otra, porque como habia sabido mas tarde, tenia muchos menos amigos de los que le contaba en aquella epoca. Se quedo hablando con su hija, en un monologo que inventaba respuestas, preguntandole si estaba bien, si estaba tranquila, cuando queria nacer, como seria. Le dijo mil cosas mientras sus ojos se centraban en el techo, parando el llanto y dejando que salpicasen solo unas delgadisimas lagrimas sobre el principio de las mejillas.”

  • Comer sin miedo de J.m. Mulet

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    ?Era mejor la comida de antes que la de ahora? ?Es mas sano comer ecologico? ?Estamos consumiendo mucha quimica? ?Nos envenenan los aditivos? ?Son tan malos los productos transgenicos como nos quieren hacer creer? ?Existen las dietas milagro o las pildoras magicas para adelgazar? ?Como sera la comida del futuro? ?Anda suelta por ahi alguna enzima que lo cura todo?
    En un momento en el que palabras como <>, <> o <> inundan el etiquetado de los productos que compramos, Comer sin miedo ofrece un analisis! cientifico y documentado de la realidad de los alimentos y de sus supuestas virtudes. J. M. Mulet, experto en bioquimica y biologia molecular, revela que hay de cierto y que hay de mito en la informacion que circula sobre lo que nos llevamos a la boca, desmontando con ironia y humor un sinfin de falacias y mitos.
    Radicalmente en contra de la demonizacion de la intervencion humana en los alimentos, nos demuestra que hoy la comida es mas segura que nunca en la historia de la humanidad, que por fin tenemos el privilegio de poder comer sin miedo.

  • Me quedo contigo, Kris L Jordan de Kris L. Jordan

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  • Soy tu primera vez, Laurie Elizabeth Flynn de Laurie Elizabeth Flynn

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    En Milton High todos los chicos tienen algo en comun, por muy diferentes que sean entre ellos. Empollones, deportistas, raperos, frikis y los que pasan desapercibidos… Ese algo en comun tiene curvas y toda una historia detras de su melancolica sonrisa: Mercedes Ayres.
    Con un nombre extranjero y una familia que la tiene completamente olvidada (no conocio a su padre y su madre nunca habla con ella), Mercedes ha decidido ayudar a todas las chicas del instituto en su camino hacia la perdida de la virginidad y evitar asi que tengan una primera vez patetica. ?Como? Convirtiendose ella misma en la <> de todos esos chicos que estan a punto de hacerlo con sus novias. Evan, Tobby, Jeremy… Mercedes parece obsesionada con la idea de que toda chica tiene que tener una primera vez perfecta y sin <>.
    Aunque la idea de Mercedes era que no pasaria de cinco chicos, llega a diez y en estos momentos se esta acostando con el doce. Lo que al principio creia que era una acto de ayuda para que otras chicas no sufriesen lo que ella sufrio, se le va de las manos. Entonces se reencontrara con Zach, y Mercedes descubrira que los sentimientos pueden ser mas fuertes de lo que creia y que a veces es conveniente poner limites para poder vivir en libertad.

  • Bajo cielos lejanos de Sarah Lark

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  • No cambiaria nunca, Eli Jane Foster de Eli Jane Foster

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    Amanda era descarada, vestia como le apetecia ignorando las reglas sociales y practicamente hacia lo que le daba la gana. Aunque en su trabajo era eficiente, asi que su jefe no podia echarla. Respecto a los hombres, no llegaba a encontrar lo que realmente necesitaba y eso que lo buscaba. No paraba de buscarlo, pero nada. Frustrada salio de fiesta con una amiga para encontrarse con lo que menos se esperaba...

  • Corazon Sereno (Corazon Herido 3) de Diana Nixon

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    Solia pensar que mi vida era la viva imagen de la perfeccion. Tenia todo con lo que una mujer de veinticinco anos podia sonar: una familia afectuosa, amigos, un trabajo de ensueno y un prometido que me tenia en un pedestal.
    Hasta el dia en el que lo perdi todo... incluso la capacidad de ver. El accidente de coche no solo me quito la vista, sino tambien una parte de mi que estaba segura de que nunca volveria a recuperar. Y entonces, le conoci... Stanley Burke. El tipo de hombre de los que pensaba que ya no quedaban: comprensivo, carinoso, solidario y, en general, demasiado bueno para ser verdad.
    Sin esfuerzo alguno insuflo vida en mi corazon helado, haciendo que latiera incluso mas rapido que antes. Se convirtio en la luz que mis ojos nunca volverian a ver. Me hizo sentir cosas que consideraba perdidas y olvidadas mucho tiempo atras.
    Pero no le podia dar lo que el se merecia. Porque en mi mundo de oscuridad no habia lugar para el amor...
    Nunca en la vida he tenido tanto miedo a perder a alguien... Pero lo cierto es que nunca he tenido a nadie a quien me importase tanto perder...

  • Furia y poder de D. Martin

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    Sebastian Costa llega a la ciudad paradisiaca de Los Cabos, en Mexico. A primera vista parece un hombre normal que disfruta de sus vacaciones, pero oculta un siniestro pasado. Un pasado en el que era un brillante medico que trabajaba bajo las ordenes de la Familia Di Tella, una de las mafias mas poderosas de Italia. Tras una cirugia de rutina termina ocasionando la muerte de uno de los miembros mas influyentes de la organizacion. Su complice y amante tambien se ve inmiscuida y juntos idean el plan de escape, solo que todo resulta terriblemente mal y la situacion se convierte rapidamente en una carrera contra el tiempo, en la que un misterioso amuleto podria ser la clave para salvar sus vidas…

  • Escondido. La niebla gris de Anne Aband

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    Escondido es un pueblo que se encuentra en el Pirineo Oscense y al que van a llegar todos aquellos seres “diferentes”, como brujas, hechiceros, hadas, angeles, y algunos mas que nos pondrian la piel de gallina.

  • El secreto del boticario de Amanda Clark

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    Ano 2018. Paola Godoy es una joven periodista que trabaja desenmascarando a farsantes que aseguran tener cualidades paranormales. Cuando le asignan investigar a Lorenzo Santillan, un famoso hipnotista, no imagina que su vida dara un giro de ciento ochenta grados. Unos extranos recuerdos afloraran desde lo mas profundo de su mente.

  • Corazones en la nieve de Amanda Sanh

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  • Y que le gusten los perros..., ?no era una pelicula? de May Bonner

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