libro quedate conmigo
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libro quedate conmigo - Franco Alexis Fernandez Paz
https://gigalibros.com/quedate.htmlPese a ser la chica mas bonita y popular de la escuela y estar rodeada siempre de amigos, Rossleen Scott DeRossi aun no logra sentirse completa y se siente muy sola, tal vez sea por los dolorosos recuerdos de su pasado de haber perdido a su papa y hermanos casi simultaneamente o la dificil relacion que lleva con su mama. Pero cuando un torpe reencuentro fortuito llegue llamado Tom Mendes regresando de su pasado, muchos recuerdos dolorosos y felices regresaran a ella que por alguna extrana razon no recordaba.
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Quedate conmigo : Franco, Lorena - Libros - Amazon.es
https://www.amazon.es/Quedate-conmigo-Lorena-Franco/dp/1533389896QUÉDATE CONMIGO - Tercera edición «Después de los grandes momentos, quedan inolvidables recuerdos.» Una intensa y especial historia de amor como tantas ...
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Quédate conmigo Versión Kindle - Amazon.es
https://www.amazon.es/Qu%C3%A9date-conmigo-Lorena-Franco-ebook/dp/B01EX6CMM0Quédate conmigo eBook : Franco, Lorena: Amazon.es: Tienda Kindle. ... Y se trata de un panfleto (no puedo llamar libro a 100 hojas con letra gigante) sobre ...
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QUÉDATE CONMIGO - FRANCO LORENA - Sinopsis del libro ...
http://quelibroleo.com/quedate-conmigo-1Una intensa historia de amor como tantas otras, narrada en primera persona, desde el momento en el que Claudia está a punto de perder su vida a causa de un ...
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QUEDATE CONMIGO | B.A. PARIS | Casa del Libro
https://www.casadellibro.com/libro-quedate-conmigo/9788491814108/8979098El libro QUEDATE CONMIGO de B.A. PARIS en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!
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Quédate conmigo (Lorena Franco) - Lecturalia
https://www.lecturalia.com/libro/99974/quedate-conmigoComentarios y opiniones de Quédate conmigo. Este libro todavía no ha sido comentado ¿Quieres ser el primero ? Otros libros del ...
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Quédate conmigo by Lorena Franco - Goodreads
https://www.goodreads.com/book/show/30054510-qu-date-conmigoClaudia, la protagonista del libro, cuenta la historia de como conoció a Ismael, de como se enamoró de él, desde su lecho de muerte. Un accidente de tráfico la ...
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Quédate conmigo - BA Paris - AdN Alianza de novelas
https://www.adnovelas.com/libro/quedate-conmigo/Quédate conmigo es el nuevo thriller de B. A. Paris. ... "Quédate conmigo", proeza del suspense psicológico, te hará dudar de todo y de ... Más libros de.
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Crítica de la novela Quédate conmigo | El Quinto Libro
https://www.elquintolibro.es/2019/03/critica-de-la-novela-quedate-conmigo/30 mar 2019 — Ayòbámi Adébáyò escribe una historia demoledora sobre la fragilidad del amor conyugal, la destrucción de la familia, la desdicha del dolor y los ...
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quédate conmigo - Iberlibro
https://www.iberlibro.com/buscar-libro/titulo/qu%E9date-conmigo/Quédate conmigo de Paris, B. A. y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible en Iberlibro.com.
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Gloria de Eduardo Mendoza
https://gigalibros.com/gloria.htmlGloria y Ricky, Silvia y Coponius son dos matrimonios amigos y propietarios de una editorial. La ruptura de una de estas parejas implica la necesidad de encontrar un nuevo socio. Un camarero con una doble vida y un caballero rico y sin escrupulos son los demas personajes de esta obra, capaz de arrancar carcajadas y mover, al mismo tiempo, a una honda reflexion.
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?Como conseguir un ligue de una noche? de Roxana Aguirre
https://gigalibros.com/como-conseguir-un-ligue-de-una-noche.htmlRoger Santana, es un poco conocido y ordinario escritor que se gana la vida creando articulos para adolescentes en la revista <
>. Sin una carrera exitosa ni un salario extraordinario, su vida da un giro radical cuando descubre la infidelidad de su novia y le encargan un articulo que le deja en claro su nueva mision: ?Como conseguir un ligue de una noche? -
deja que el amor te encuentre de Vanessa Lorrenz
https://gigalibros.com/deja-que-el-amor-te-encuentre.htmlEra la noche mas obscura y fria de todo el mes de octubre, las calles de la ciudad dormian bajo el cielo completamente obscuro. Solo la luz de las farolas daba un tenue resplandor, bajo el poste donde Emma espera tiritando bajo su abrigo de lana vieja y desgastada. Debajo de este solo llevaba un vestido entallado rojo a juego con sus tacones altos, la cara completamente maquillada y bolso con todo lo que necesitaba para salir a trabajar esa noche. Aunque no sabia si a eso se le podria llamar trabajo, porque trabajar como "dama de compania" era un trabajo del que no se podia sentir orgullosa. Se acerco a su companera de esquina llamada Nuria que estaba fumando un cigarrillo y se acercaba a su lugar. --Hola Nuria ?Porque te has retrasado?--la miro acercandose a ella tiritando por la fria noche --Tranquila es solo que el tuerto me entretuvo explicandome que tendria un cliente muy especial esta noche--dijo poniendo cara de asco. Emma comprendia perfectamente esa sensacion, ese horrible sabor amargo que te recorre la garganta cuando hombres que son desconocidos te tocan y utilizan tu cuerpo a fin satisfacerse ellos mismos. --Tranquila esperemos que por lo menos te trate bien-- dijo ella con cara de preocupacion. No era un secreto que hacia solo dos semanas, una companera habia sido brutalmente asesinada en un hotel de mala muerte por uno de sus clientes, lo peor era que ella solo tenia dieciocho anos. El maldito desgraciado la utilizo para actos de violencia extrema ocasionando su muerte --No te preocupes el tuerto me dio algo para defenderme y me aseguro que no me pasaria nada con este cliente, asi por lo menos tendre para el desayuno de manana, sabes que mi hijo necesita comer-- hiso una mueca de dolor al recordar al pequeno con asma, todos los gastos medicos y sacar adelante a su hijo producto de una violacion la orillaron a llevar la vida que llevaba. Interiormente Emma se identificada con ella, si bien no tenia hijos pero tenia a su cargo a sus hermanitos de cinco y siete anos los cuales quedaron huerfanos cuando nacio su hermanita pequena. Su madre no pudo soportar todo un embarazo de alto riesgo, una fuerte desnutricion fue la causa que provoco una hemorragia interna a la hora del alumbramiento , llevandola asi a su fatal muerte dejando a una adolecente de diecisiete anos un menor de dos anos y un bebe recien nacido. A Emma se le llenaron los ojos de lagrimas pensando que si no encontraba un cliente pronto al dia siguiente les tocaria comer poco, y eso que a veces ella pasaba dias sin comer con tal de que Susan y Harry tuvieran que llevarse al boca. --Amiga aguas ahi viene el tuerto y si nos ve perdiendo el tiempo nos va armar una grande-- las dos mujeres caminaron a cada esquina. El tuerto era un hombre de cuerpo robusto, moreno, mal encarado, usaba un parche en el ojo derecho, nadie sabia lo que habia debajo de el. Era el encargado de conseguirles clientes, cobrando los servicios de las chicas a su cargo, les pagaba un minimo porcentaje, tambien les conseguia clientes especiales que pagaban muy bien por acceder a sus cuerpo, no sabian como obtenia los contactos, solo sabian que esos clientes daban muy buenas propinas a las chicas en turno, de vez en cuando les daban un regalo o un detalle pero estaba estrictamente prohibido entablar una relacion con ellos. --Ok alla vamos Nury suerte con tu cliente--dijo con una falsa sonrisa, puesto que desde que su mama murio no tenia mucho porque sonreir. Llevaba demasiadas responsabilidades para con ella, la manuntesion de sus hermanitos, los gastos medicos y escolares no se pagaban solos, tal vez las personas la criticarian y la repudiarian si sabian a que se dedicaba, pero si tan solo vivieran una decima parte del asco y la repulsion que sentia cada que estaba con un cliente por dinero, pensarian de manera diferente, con un suspiro de cansancio llego a su esquina, aferrandose a su abrigo, se dispuso a pasar la noche mas fria del mes en busca del sustento para sus hermanos que lo eran todo para ella, por ellos bien valia la pena la vida que habia llevado hasta ahora. El tuerto paso frente a ella como inspeccionando la zona de pronto vi un coche lujoso que se acercaba a la acera, vio que su amiga atendia amablemente al senor que conducia el coche para despues ponerse en marcha perdiendose en la obscuridad que cubria la calle, dos horas mas tarde cuando penso que no tendria ningun cliente el tuerto se acerco a su lugar --Emma esta noche te recogera un cliente muy especial dentro de una hora--dicho esto se marcho y se escondio entre las sombras de la noche.
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Como el agua de lluvia de Lugan Melblue
https://gigalibros.com/como-el-agua-de-lluvia.htmlJosephine Lark vive llena de fobias desde que su novio la dejo. Han pasado tres anos desde la ruptura y Jo se ha apoyado en su amiga Bella y su familia. Sin embargo, todo cambia cuando conoce a Mike Middleton y empieza a trabajar para el.
Con la ayuda de Mike ira recordando hechos olvidados que le llevaran al origen de sus miedos que, tal y como ella misma intuye, estan relacionados con el abandono de su ex y las experiencias vividas con el.
“Como agua de lluvia” es un thriller romantico que combina amor, humor e intriga. -
La horda de los Malditos de Peter Sword
https://gigalibros.com/la-horda-de-los-malditos.htmlEn un mundo donde la magia es tan comun como el aire, la amenaza de una nueva guerra contra el Imperio supone un duro golpe para los reinos del sur. Neoludan, uno de los paises afectados, decide liberar de su cautiverio a un poderoso mago, considerado un portento de la magia y capaz de realizar sortilegios ya olvidados. Sin embargo, este mago tiene sus propios intereses y demostrara que no es una persona sencilla de dominar, jugando el solo con el equilibrio de la guerra que se cierne sobre el continente. Magia, caballeros, duelos entre magos, politica, traiciones… Todo tiene cabida en La horda de los Malditos, el primer volumen de la saga Ocaso de Leyendas, escrita por Peter Sword.
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En nuestro proximo destino de Carolina Munoz Fuentes
https://gigalibros.com/en-nuestro-proximo-destino.htmlTe conozco desde antes. ?lo sabes?
Despues de un accidente, Teresa se enfrenta a una serie de enigmaticos recuerdos, los cuales entrecruzan su vida en dos epocas diferentes: 1940 y 2017. En medio del vacio y la confusion, comienza una importante busqueda que se vuelve cada vez mas compleja, traspasando incluso la barrera del tiempo. -
Born to be free de Rachel Rp
https://gigalibros.com/born-to-be-free.htmlNecesitaba el dinero y lo unico que tenia era mi cuerpo, asi que me vendi. Eso no significa que vaya a ser una esclava toda mi vida, no. Voy a escaparme y empezar de cero, lejos de todo y de todos, pero por el momento tengo que aguantar. Cuando pienso ?porque lo hice? simplemente toco mi cicatriz y todo queda claro.
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Curar con la fuerza de la naturaleza de Andreas Michalsen
https://gigalibros.com/curar-con-la-fuerza-de-la-naturaleza.htmlLa medicina sera integrativa o no sera. Despues de decadas de hegemonia de la medicina convencional y de la industria farmaceutica, llega por fin una medicina que no renuncia a la tecnologia, pero que abraza por igual la tradicion occidental y la oriental. En una sociedad postcrisis en la que triunfan fenomenos que beben del budismo como Marie Kondo, en la que practicas como el pilates, el yoga, la meditacion y la alimentacion consciente estan incorporadas en nuestra cotidianidad, empieza a despuntar una nueva vision de la medicina. Cansados de los estragos que ha causado el abuso de antibioticos, de consultas medicas deshumanizadas y de problemas de salud del primer mundo que se vuelven cronicos, son muchos los que buscan alternativas.
El doctor Andreas Michalsen, que auna lo mejor de las dos tradiciones medicas, nos propone la naturopatia, tecnica que contempla al paciente como un todo y que, a traves de la hidroterapia, la terapia nutricional, el ejercicio fisico, la fitoterapia y el trabajo espiritual nos hara reencontrar nuestro equilibrio fisico y animico. -
Yo el asesino de Diego Uribe
https://gigalibros.com/yo-el-asesino.htmlD esperto a sus tres hijos de madrugada, entre los ruidos del motor de un viejo Renault Cuatro blanco que los esperaba con un conductor en la puerta de la casa. Iban a emprender un largo viaje que les cambiaria la vida, si conseguian llegar a su destino. Los ninos lloraban, no querian ponerse las ropas que les daba su madre: unos harapos malolientes y remendados que habian resistido varias generaciones. No sabian que pasaba, todavia eran unos crios. Una vez estaban preparados para subirse al coche, ella aprovecho para meterse en un cuarto pequeno y se corto la preciosa melena negra que la acompano durante anos. No queria que supieran que era una mujer y, si lo descubrian, queria estar lo menos atractiva posible. El padre introdujo las maletas raidas en el maletero y en la bandeja superior. Solo cabian cinco personas en el coche, pero, como los hijos era menores, el conductor, un hombre con semblante serio y de poco hablar, lo acepto. Ademas, recibio el dinero por adelantado, a traves de la mafia local; su parte de los veinte mil euros que dejaron las arcas de la familia en la miseria. La madre intento ocupar el asiento del copiloto, pero, ante sus gritos e insultos, lo intercambio con su esposo. Sentados, lloraban y miraban atras, en un intento de despedirse de la tierra que los vio crecer y nacer. La amargura los embargaba, pero tambien tenian un hilo de esperanza: podia ser el principio de una nueva vida, que no daba para mas en su pais natal. Se despidieron con la mano de la ultima calle de Tadouart, tomaron la Route Ancient hacia Tiznit y la N1 en direccion a Agadir, el destino final para el taxi, pero no para ellos, que debian tomar un autobus en direccion a Tanger. Pasaron la noche entre los murmullos y gimoteos de los menores, que ignoraban su suerte. Al llegar los primeros claros del dia, hicieron una parada, bebieron agua de una botella y comieron unos dulces tipicos de su pueblo. Durante el dia, abandonaron la carretera principal, que estaba en buen estado, y viajaron por la secundaria, de tierra y piedras que provocaban que el coche botara, haciendo imposible el descanso. Habia demasiados controles de policia y mafias dispuestas a robar o lo que hiciera falta para arruinarles el trayecto. Despues de horas metidos en el vehiculo, se encontraban cerca del transbordo. No lloraban, pasaron de un estado de expectacion ante lo que su nueva vida pudiera traerles. Llegaron a Agadir en las primeras horas de la noche, cuando era mas facil pasar desapercibidos. Tenian que dirigirse a una parte de la ciudad donde una multitud esperaba impaciente a que abrieran las puertas de un autobus ilegal. El numero de personas doblaba la capacidad del vehiculo. Las mafias que controlaban la operacion bendecian la circunstancia: cuanta mas demanda, mas beneficios. El Renault Cuatro aparco a unos metros del autobus, y el conductor les senalo que se bajaran y esperaran junto a los otros viajeros. La familia recogio sus pertenencias y se encamino hacia el grupo, donde todos competian por conseguir un hueco junto a la escalera de acceso. Tras varios minutos de gritos y peleas, dos encapuchados con chilabas aparecieron por sorpresa. El que parecia el cabecilla saco una pistola y todos callaron rapido. Se dirigio al asiento del chofer, abrio la puerta y se subio. El otro hombre hablo a la multitud y les explico en varios idiomas que la tarifa habia subido como resultado de los gastos de gasolina y adecuamiento del autobus. Los pasajeros se lo tomaron mal, hasta el punto de acorralarlo, pero el saco una pistola de un bolsillo de la chilaba y disparo al que tenia enfrente, que murio en el acto. El mensaje llego claro a los presentes, que cesaron su motin y obedecieron las ordenes. No todos llevaban dinero, algunos pagaron por anticipado y no les quedaba nada. Solo los que tenian algo reservado para gastos inesperados pudieron acceder al vehiculo. La madre, ante la desesperacion de su esposo, que lloraba pensando que se quedarian sin sitio, saco un pequeno monedero y, a escondidas, le deposito en la mano lo que ahorro durante anos sin que el lo supiera. Cuando les llego el turno de entrar en el autobus, uno de los encargados les dijo que era raro ver a dos hombres con tres ninos pequenos. El padre no dijo nada, el malvado sabia lo que ocurria. Agarro a la madre del brazo, le quito la capucha y le estrujo los pechos con rabia. Las voces de los demas viajeros, que apenas veian lo que pasaba y que apremiaban al conductor por la demora en subir, hicieron menor el sufrimiento de la mujer. El trayecto entre Marrakech y Casablanca se paso deprisa, hasta que un grupo de policias marroquies les dio el alto en las proximidades de Rabat. Uno de ellos se subio al vehiculo y, empunando una metralleta, recorrio los asientos recolectando dinero. Apenas tuvo que hablar, todos sabian lo que queria: no era la primera vez que pasaban por la experiencia. El intercambio se llevo a cabo como un tramite burocratico. Una vez la policia acumulo lo que creia justo para dejarlos seguir adelante, se marcharon. Llegaron a Tanger y, tras varias paradas, se dirigieron por la avenida Mohammed IV hacia la playa Real, cerca del puerto. Era una cala pequena y de dificil acceso, donde montarian su cuartel general hasta el momento de marchar hacia El Hoceima, ultima parada antes de partir hacia Espana. Las embarcaciones derruidas servirian de vivienda improvisada para enfrentar al frio de la noche. Dias despues, dos hombres, un espanol y un marroqui, aparecieron en un coche militar con un bote en la parte superior. El marroqui seria el encargado de llevarlos en patera hacia una playa senalada junto a El Hoceima; desde alli viajarian hacia las costas de Almeria, su destino final. El espanol pidio cien euros a cada familia si querian subirse a la barca. Un chico le dijo en un ingles basico que era injusto, que no estaba dentro del trato que hicieron. El marroqui se aproximo por detras y lo golpeo con una tabla que recogio del suelo. La sangre manaba veloz y relucia en la cabeza sin pelo del africano, que cayo al suelo al instante. El espanol aprovecho ese momento para darle una patada en la cabeza que lo dejo inconsciente. --?Alguien tiene alguna pregunta? Nadie se atrevio a responder. Sacaron el dinero, se ayudaron entre si y pagaron. Cinco horas de viaje y ya estaban en la ultima ciudad de Marruecos que pisarian antes de partir y que, con toda probabilidad, algunos jamas volverian a ver. Una cala desierta los habia recibido y los despediria a medianoche, cuando las patrulleras espanolas hicieran los cambios de guardia. El momento esperado llego con la senal de una linterna al piloto desde un monte cercano. Con dificultad, unos cuantos chicos empujaron la barca, que se dirigio mar adentro, y se subieron deprisa. Las olas eran gigantes en ese momento, pero no tenian mas remedio que intentarlo. Tras algunos virajes, el copiloto se hizo con el mando de la patera, que comenzo a recibir agua a traves de varias grietas entre las tablas, alli donde la masilla habia cedido. Despues de unas horas con poco espacio, los cuerpos de los viajeros empezaron a resentirse. El unico que tenia anchura era el piloto, que sudaba tratando de gobernar la barca en mitad del temporal. El chico que recibio la paliza por quejarse grito en frances que iban a morir todos, que el reguero de agua seria cada vez mas grande a medida que el tiempo pasara y se ahogarian en mitad del oceano. El piloto le pidio a gritos que se calmara. Les aseguro que no era su primer viaje entre los dos continentes y, si todos colaboraban, llegarian a las costas de Almeria. La mitad del trayecto paso y la barca resistia a duras penas. Alguien alerto de una luz tenue a unos cincuenta metros. Los pasajeros entraron en panico al pensar en la posibilidad de que fuera una patrullera espanola. El piloto los tranquilizo avisando de que sus luces eran mas potentes. Cuando estaban a unos metros, un golpe seco en el casco de la embarcacion provoco la histeria de nuevo. Una persona saco una linterna diminuta, alumbro al mar y descubrio los cuerpos flotantes de dos personas que se habian ahogado. Un candil reposaba en la proa de una patera medio hundida, con un nino de corta edad muerto entre las tablas del suelo. Liderados por el mismo joven, los pasajeros se amotinaron y a punto estuvieron de volcar la barca. El piloto, encolerizado, dejo su asiento y saco un cuchillo. --!Salta o te mato! --No se nadar. --!Hazlo! El chico se arrojo al mar entre sollozos y ante la cara de miedo de los pasajeros, que poco tardaron en obedecer. El resto del trayecto fue tranquilo, las olas amainaron y la actitud desafiante de algunos desaparecio ante la inminente llegada a las costas espanolas. Con la primera luz del alba, la patera toco suelo espanol. Un grito alerto de la aparicion de un coche de la Guardia Civil a unos metros de la playa. Los mas jovenes saltaron de la patera y corrieron en direccion contraria, pues sabian que si se dispersaban las posibilidades de no ser atrapados eran altas. El resto hinco la rodilla en la arena y desistieron. Esperaron a los agentes entre lagrimas y desconsuelo. Tanto dinero y penuria para que los devolviesen a su tierra. Pero a veces la suerte ayuda a la buena gente, y un abogado almeriense consiguio el resto: utilizo a los menores como excusa para solicitarles asilo, que fue aprobado por el juez de guardia. Seis meses despues, dejaron la casa de alojamiento de inmigrantes, en los suburbios de Almeria, y se mudaron a una propia. Era pequena y vieja, pero suya. Lo habian conseguido. 1 Iniciacion E spero en la puerta del cine Imperial para ver una pelicula. El dia ha sido raro, desde temprano he tenido sensaciones extranas. Un hormigueo me recorre el cuerpo y el corazon me palpita acelerado. Las manos me tiemblan y las piernas no pueden sostenerme. Mis pensamientos se mezclan y no consigo razonar con claridad. Miro en todas las direcciones, quizas me observan. Debo comportarme con normalidad. Me doy la vuelta y doy la espalda a los que vienen al cine por la Puerta de Purchena. La hora de entrar llega; tengo que tranquilizarme, mi nerviosismo podria llamar la atencion. Tres chicas jovenes pasan junto a mi; puedo oler sus fragancias. Una pareja mayor las sigue, comentando las buenas criticas que la pelicula ha tenido en los medios de comunicacion. Voy a entrar detras cuando una joven de pelo castano largo se adelanta, rozandome el hombro; me golpea con el bolso y se disculpa. No respiro bien. Comienzo a perder el control. La sigo hasta la sala tres y no me importa que pelicula vine a ver. Se sienta sola en la tercera fila, a la izquierda. Yo lo hago tres detras. Puedo verla a la perfeccion. Se acaricia el pelo y mueve la cabeza como una diosa. Paso la pelicula entera admirandola. Quiero volver a casa, pero no soy capaz. Algo me empuja a seguir alli. Es ella, es mi madre: su pelo, su figura, sus labios. <>. Un espectador cambia de sitio y se sienta junto a ella. Entablan conversacion, y eso no me gusta. Espero un instante; si intenta algo, tendre que intervenir. Se acerca despacio a su cara, pero ella lo rechaza con la mano. Hace un gesto para avisar al revisor y el entrometido desaparece. Siempre hay que tener cuidado cuando se va sola. La pelicula termina y la chica se queda a ver los creditos del final. Los espectadores se marchan, pero no se de que hablan, no preste atencion a la pelicula. Quedan cinco personas en la sala, ademas de nosotros. No se que hacer. <
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Desdichas modernas de Sophie Divry
https://gigalibros.com/desdichas-modernas.htmlUna Emma Bovary de nuestros dias.
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La conjura de Cain de Carter Damon
https://gigalibros.com/la-conjura-de-cain.htmlUna ola de brutales asesinatos conmociona al pais. El modus operandi apunta a un asesino en serie que esta acabando con las vidas de distinguidos personajes relacionados con Lycoon Industries, una puntera empresa tecnologica financiada con capital riesgo dedicada al desarrollo de inteligencia artificial. El FBI acudira a un antiguo promotor del proyecto para que les ayude a resolver el caso, Edward Cooper. Pero su interes por el ingeniero tambien obedecera a otra causa; es el principal sospechoso.
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Inframundo (Guardianes Del Alma 4) de Kim Richardson
https://gigalibros.com/inframundo-guardianes-del-alma-4.htmlKara inhalo profundamente y soplo el polvo de una fila de libros con cubiertas agrietadas y lomos arrancados. El aire olia a una mezcla de pegamento y moho. Las motas de polvo flotaban como un enjambre de insectos y la humedad caliente y humeda se sostenia en el ambiente y se aferraba a su ropa. No era el ambiente perfecto para guardar libros viejos, pero le encantaba el olor rancio de la tinta sobre el papel. Era el olor de la imaginacion... donde las grandes mentes se unian y creaban magia con tinta y papel, el olor de aventuras aun no descubiertas. En los libros, todo era posible… y eso le encantaba. Limpio el sudor de su frente y sujeto su cabello en una coleta. Ella apreto Las Aventuras de Huckleberry Finn entre El Llamado de la Naturaleza y El Viejo y el Mar, en la seccion de novelas clasicas. Las coloco en una perfecta linea recta, con sus lomos dispuestos verticalmente. Una vez que estuvo satisfecha con su trabajo, limpio la humedad y la suciedad de sus manos en sus pantalones de mezclilla, agregandole un tanto a la capa de suciedad de la jornada. La escalera se sacudio y se tambaleo bajo su peso. Apreto las manos con firmeza alrededor del riel y bajo con cuidado. Una vez que llego a la parte inferior, salto el ultimo escalon. Con una sonrisa en su rostro, Kara empujo un carrito de metal apilado con libros y revistas hacia la parte delantera de la tienda. Se agacho bajo la unica bombilla que oscilaba nerviosamente de un cable suelto en el centro de la tienda y condujo el carro entre montones de libros que se tambaleaban peligrosamente en altas torres, llegando hasta el techo en algunos lugares. Rayos de luz se derramaban a traves de un gran ventanal de la parte delantera de la tienda iluminando las estanterias con un suave resplandor dorado. Las particulas de polvo brillaban a la luz como copos de nieve en miniatura. Kara podia ver las telaranas grises que colgaban de las esquinas mas altas del techo e hizo una nota mental para retirarlas mas tarde con su escoba. Papel tapiz pintado a rayas marrones y beige se escarapelaba de las paredes detras de un debil mostrador de madera colocado a la derecha de la tienda. Una vieja caja registradora con botones manuales y una palanca roja estaba colocada encima de el. Debajo de la caja registradora habia una vitrina con bolas de cristal de diferentes tamanos. Kara se reia al ver su retorcida imagen en ellas. Una brisa calida agito el flequillo de Kara de su rostro. Los carillones de viento cantaron suavemente encima de la puerta abierta. Kara estornudo y el carrito dio un salto. Un grueso manto de polvo cubria la mayoria de los estantes de libros posteriores, una clara indicacion de que aun tenia mucha limpieza que hacer. Tardaria mucho en retirar el polvo de anos de abandono de la tienda. Dudaba seriamente que alguna vez hubiera estado limpio, para empezar. En su primer dia en la tienda, Kara habia limpiado muy bien las ventanas y habia barrido y trapeado los pisos de su sucia capa de mugre y de unas manchas color marron que ella preferia no saber que eran. Kara inhalo alegremente el viento del verano que llegaba desde la puerta abierta... dientes de leon y cesped recien cortado... su espiritu sonreia con cada nuevo olor. Era una sensacion increible. Habia terminado la escuela y ahora era, oficialmente, una empleada en un lugar que admiraba y respetaba. El Sr. Patterson le habia dado un trabajo de verano en su libreria. Sus funciones eran ayudarle a clasificar todos los libros en un nuevo programa informatico, mantener la tienda limpia y trabajar la caja registradora cuando el estaba en su hora de almuerzo. Habia resultado ser el mejor trabajo de todos y Kara estaba determinada a ahorrar suficiente dinero para cursar el primer semestre en el Dawson College. El Sr. Patterson incluso le dijo que podria seguir trabajando medio tiempo cuando fuera a la escuela. Ella no podria pedir un mejor jefe o un mejor trabajo. Por fin, las cosas finalmente estaban mejorando para ella. Sujeto el carro, tomo un punado de revistas National Geographic y las coloco por fecha a lo largo del estante intermedio del revistero. Las coloco todas juntas... y se congelo. Su cabello se erizo de repente. Kara sintio una presencia inexplicable. Siguio la fuente de la sensacion hacia la ventana... Alguien estaba mirandola desde el otro lado de la calle. Su corazon se agitaba en su pecho. Una chica joven con un vestido blanco estilo antiguo con un gran lazo rojo atado en el medio, miraba a Kara desde el lado opuesto de la calle. Su sedoso cabello negro le llegaba a la linea de la mandibula y acentuaba sus rasgos afilados. Era hermosa, como una muneca de porcelana. Parecia tener cerca de doce anos. Incluso desde la distancia, Kara podia ver rastros de enrojecimiento alrededor de sus ojos y nariz. Su palido rostro se retorcia en una mueca, tenia una mirada aterrorizada. Kara casi podia sentir su tristeza. Sus ojos suplicaban ayuda, la ayuda de Kara. Una conexion inexplicable con la chica se removio en el pecho de Kara. Era como si estuvieran emparentadas de alguna manera, como si fueran primas segundas. La chica volvio la cabeza de repente y empezo a retroceder. Dos hombres en trajes grises meticulosamente entallados se acercaban a la joven desde ambos lados. Su pelo era blanco platino y sus rostros eran identicos. Su piel tenia un enfermizo color blanco parecido a los albinos. Se movian con rapidez, con un proposito. La chica se reclino contra la pared frontal de la tienda vecina. Fijo su vista una vez mas en los ojos de Kara, en una suplica silenciosa. Con los labios, deletreo Ayudame. Kara contuvo su respiracion. La muchacha estaba atrapada entre los dos misteriosos hombres de ojos negros. El ruidoso martilleo del corazon de Kara ahogo todos los demas sonidos a su alrededor. La chica no era rival para esos dos malvados hombres. Kara tenia que hacer algo, tenia que salvarla. Kara empujo el carrito fuera de su camino y se arrojo sobre el mostrador. Tomo el bate de beisbol que el Sr. Patterson mantenia oculto detras del mostrador en el caso de una operacion peligrosa con un cliente y salio corriendo de la libreria a la calle. Se detuvo de golpe. Estaba vacia. La nina habia desaparecido y los hombres de ojos negros tambien habian desaparecido. La calle estaba en silencio, la acera estaba vacia salvo por unas palomas recogiendo migajas en el suelo. ?Estaban sus ojos jugandole una broma otra vez? ?Era esta otra de sus visiones extranas? Durante los ultimos meses habia tenido sentimientos recurrentes de que estaba siendo vigilada. Habia percibido espeluznantes sombras en lugares oscuros siguiendo todos sus movimientos, arremetiendo contra ella cuando pensaban que ella no estaba mirando. Pero tan pronto como ella daba la vuelta para hacer frente a lo que fuera, desapareceria en un abrir y cerrar de ojos. Quizas este era uno de esos sucesos, o tal vez ella se estaba volviendo loca. Ella penso que debia ser eso. "?Planeas pegarle a alguien con ese bate?" Kara giro, un apuesto adolescente con una sonrisa insolente peinaba su rubio cabello con sus dedos. Con la cabeza en el aire, paseo hacia ella dando saltitos. "?Estare seguro? ?O debo volver mas tarde?", rio David, metiendo sus manos en los bolsillos. Kara lo ignoro y observo el lado opuesto de la calle. "Yo... me parecio ver algo". David levanto las cejas. "Asi que decidiste hacerla de vigilante y tomaste un bate de beisbol... ?para golpearlos?" "Vi a una chica. Creo que estaba en problemas...no. Se que estaba en problemas. Estaba muy asustada, necesitaba mi ayuda". Los nudillos de Kara estaban blancos por la fuerza con la que presionaba el bate. Recordo el rostro petrificado de la nina cuando los hombres se acercaron. "?Que chica?" David la busco por la calle. "No veo a ninguna chica. ?Seguro que has visto algo? Ya sabes, todo ese polvo que inhalas todo el dia podria estar afectando tu cerebro". Kara suspiro y bajo el bate. "Estaba alli hace un minuto, estoy segura de ello. Y habia dos hombres de aspecto extrano con el pelo blanco... realmente feos y escalofriantes. Senti que iban a hacerle dano. Tenian unos ojos negros que daban miedo". "?Ojos negros? ?Como si los hubieran golpeado en la cara o algo asi? Justo como lo ibas a hacer tu con el bate, ?no?" Kara miro la cara perpleja de David y decidio dejar el tema. Claramente pensaba que ella estaba loca. Ella movio la cabeza y se encogio de hombros. "No importa", respiro con frustracion y luego le dio una sonrisa ladeada. "?Que haces aqui tan temprano? Pense que tenias practica de futbol". "Asi es", David hizo varios pases con los pies para impresionar a Kara. "Se cancelo. Creo que podriamos ir al cine, o algo asi". Kara se esforzo para no sonreir, pero su rostro la habia traicionado. Miro hacia otro lado. Sus mejillas se sentian calientes, y supo al instante que se habia sonrojado. Su corazon rebotaba entre sus orejas. "Bueno… dejame preguntarle primero al Sr. Patterson. Quiza aun necesite que me quede el resto del dia". Esperaba secretamente que no lo hiciera, David habia venido a la tienda todos los dias desde la primera vez que se habian encontrado accidentalmente hacia ya dos meses. Y cada vez que llegaba, las mariposas se agitaban dentro de su vientre. Con el bate de beisbol colgando a su lado, Kara entro a la tienda. David se agacho debajo el carillon de viento y la siguio. Oyo el chasquido de la puerta de atras, volvio a ver hacia arriba. El Sr. Patterson caminaba hacia ellos. Sus huesos crujian y tronaban. Rasco su cabeza, haciendo ondas en su pelo blanco. Sus cortas piernas se asomaban por debajo de sus habituales bermudas caqui y coloridas camisas hawaianas amarillo con naranja. Las tablas del suelo crujian bajo el peso de sus pies descalzos. Kara nunca entendia por que andaba descalzo sobre la suciedad y el polvo del suelo, pero con el paso del tiempo se habia acostumbrado a ver sus cuadrados dedos del pie y largas unas amarillas. Se hizo una nota mental para adquirir un certificado de regalo en el spa local Pies de Diez para una pedicura. Si estaba obligada a ver sus pies, por lo menos deberian verse bien. El Sr. Patterson les saludo con entusiasmo. "!Hola, Denis! ?Que te trae a este lado del mundo literario? ?Has venido a comprar un libro por fin? Hay una nueva seccion con grandiosos libros de aventuras para ninos alli..." el arrojo su larga barba blanca sobre su hombro y senalo a un alto estante de libros a su izquierda. David sonrio incomodamente y rasco la parte posterior de su cuello. "Uh… no, Sr. P... pero gracias de todos modos. Estoy seguro que todos son… muy buenos" David volvio a ver a Kara y hablo por la esquina de su boca. "El todavia me llama Denis". Kara cubrio su boca y se rio. El Sr. Patterson se detuvo y miro con recelo Kara. "?Clara? ?Por que estas sujetando el bate loco? ?Paso algo? ?Entraron en un combate con un cliente psicotico?" David suspiro. "?El bate loco? ?En serio? Suena un poco loco para mi..." Kara pateo a David en la espinilla y escondio el bate de beisbol a sus espaldas. "Uh… nada. Solo estaba… limpiandolo". Se inclino sobre el mostrador y dejo caer el bate detras de el. "En realidad, Sr. P", dijo David, "vine a ver si Kara podia tomarse el resto de la tarde". "Ya veo". El Sr. Patterson vio a David sospechosamente por un momento. Sus ojos azules se asomaban por debajo de los pliegues de cientos de arrugas. El fruncio los labios y se rasco la cabeza. "Bueno, no veo por que no. Creo que Clara ya hizo suficiente por hoy. Puedes irte con Denis si lo deseas".
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Dominada de Sheila Maldonado
https://gigalibros.com/dominada.htmlFrederick Valverde, escritor y musico, atormentado por un pasado siniestro, busca en el sexo la liberacion de sus penas. Se sumerge en ambientes lascivos liberando sus propios demonios. Se encuentra en uno de sus conciertos con una mujer muy especial que se convierte en su musa, pero que sin pretenderlo, la arrastra a sus infiernos. En Venecia la adiestra para que sea su esclava y ella accede a ser su mejor discipula
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Besos que dejan cicatrices de Alissa Bronte
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Ryder de Jess Gr
https://gigalibros.com/ryder.htmlSoy un afortunado. Si, tengo todo lo que cualquiera necesitaria para ser feliz; belleza, fama, mas dinero del que podria gastarme en tres vidas, y un monton de mujeres dispuestas a meterse en mi cama con solo chasquear los dedos. Entonces… ?Por que no soy feliz? Entreno duro para ganar cada combate que peleo, y eso me ha llevado a ser el campeon mundial de artes marciales mixtas. Ese ha sido siempre mi sueno, superar a mi padre, llegar mucho mas lejos que el, pero ahora que lo he conseguido, lo unico que extrano es…
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En la colonia penitenciaria de Franz Kafka
https://gigalibros.com/en-la-colonia-penitenciaria.htmlFranz Kafka (Praga, 1883 – Kierling, Austria, 1924), nacido en el seno de una familia judia, se doctoro en derecho en 1906, tras lo cual trabajo durante anos como funcionario en el Instituto de Seguros de Accidentes de Trabajo de Praga, actividad que compagino con la escritura. En vida publico unicamente relatos, entre ellos La condena (1913), El fogonero (1913)--ambos publicados en Acantilado-- y La transformacion (1915). Sus celebres novelas--El desaparecido (1927), El proceso (1925) y El castillo (1926)--vieron la luz postumamente, y contribuyeron a la consolidacion del prestigio del escritor, hoy reconocido como fundamental de la literatura del siglo xx.
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La promesa del escoces: romantica regencia, Camila Winter [PDF] de Camila Winter
https://gigalibros.com/la-promesa-del-escoces-romantica-regencia-camila-winter-pdf.html -
Un don un tanto molesto (+qav 2) de M. N. Mera
https://gigalibros.com/un-don-un-tanto-molesto-qav-2.htmlSegunda parte de la saga familiar "Mas q. un amor de verano (+qav)"
Maria
De una manera u otra, y aunque no lo hubiera buscado, siempre habia estado unida a la muerte, por ello desde hacia un par de anos trabajaba en una funeraria. Mis companeros de trabajo enseguida se habian dado cuenta de los beneficios de tener una licenciada en bellas artes trabajando con ellos; yo era capaz de llevar a cabo cosas que ellos no sabian hacer y que ni siquiera les gustaban, por eso siempre me reservaban los casos mas complejos. Como el que tenia en ese momento entre manos. Aunque... ?Que estaba sucediendo? ?Seria otra sorpresa de mi don? -
Todo es posible… menos tu de Noe Casado
https://gigalibros.com/todo-es-posible-8230-menos-tu.html -
Lo que tu digas de Christian Martins
https://gigalibros.com/lo-que-tu-digas.htmlLindsay tiene treinta y pocos anos, dos amigas que no estan muy bien de la cabeza y muchas ganas de encontrar el amor. Esta cansada de ver que los cuentos de hadas se hacen realidad para todo el mundo menos para ella y que su hombre perfecto no existe.
Y entonces aparece Jack Ackerman, el multimillonario jefazo, para ensenarle a Lindsay que los juegos sexuales en la oficina pueden ser muy, pero que muy peligrosos.
Y ya sabemos lo que dice el dicho; quien juega con fuego, termina quemandose. -
Cenizas de plata y sangre de Almudena De Arteaga
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Azul. Un despertar a la realidad 3 de Mercedes Franco
https://gigalibros.com/azul-un-despertar-a-la-realidad-3.htmlAzzure se prepara para el gran baile donde la reina espera presentarla por todo lo alto ante la nobleza de Azzure, la preparacion es un suplicio, pero con resultados fascinantes, cuando se ve en el espejo apenas puede reconocer a la chica que se vestia con estilo punk rock y gorros.
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Alfas de Jorge Borges
https://gigalibros.com/alfas.htmlLa Montana: Boxeador, Mafioso y Amante
Roberto Montana.
"Montana" para los Amigos.
Ex-boxeador profesional.
Hoy, boxeador de los suburbios. -
Mi vida es sueno de Merche Diolch
https://gigalibros.com/mi-vida-es-sueno.htmlEres fuerte. No sufres. No lloras. Estas. rota.
Mimi lucha cada dia por seguir adelante tras lo vivido hace un ano. Interpreta un papel por su familia a la que adora, porque puede soportar su dolor, pero no el de la gente que quiere. Es por eso que se levanta cada manana con el proposito de conseguir que sea un poco mejor que la anterior. Por ellos. Hasta que se reencuentra con el.
Solo eran unas vacaciones familiares, nada complicado para mantener su imagen, pero con lo que Mimi no contaba era con Dante. Su amigo de la infancia, su confidente, su antiguo amor. Al que no ve desde hace mucho tiempo y que, por casualidades del destino, pasara las vacaciones junto a ellos.
Le habia olvidado. Le odiaba. Se mentia. -
El Asombroso Viaje de Pomponio Flato de Eduardo Mendoza
https://gigalibros.com/el-asombroso-viaje-de-pomponio-flato.htmlEn el siglo I de nuestra era, Pomponio Flato viaja por los confines del Imperio romano en busca de unas aguas de efectos portentosos. El azar y la precariedad de su fortuna lo llevan a Nazaret, donde va a ser ejecutado el carpintero del pueblo, convicto del brutal asesinato de un rico ciudadano. Muy a su pesar, Pomponio se ve inmerso en la solucion del crimen, contratado por el mas extraordinario de los clientes: el hijo del carpintero, un nino candoroso y singular, convencido de la inocencia de su padre, hombre en apariencia pacifico y taciturno, que oculta, sin embargo, un gran secreto. Cruce de novela historica, novela policiaca, hagiografia y parodia de todas ellas, aqui se ajustan las cuentas a muchas novelas de consumo, y se construye una nueva modalidad del genero mas caracteristico de Eduardo Mendoza: la trama detectivesca original e ironica, que desemboca en una satira literaria y en una desternillante creacion novelesca.
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A Sexy Berling New Year (Sexy Berling 2), Maya Blair de Maya Blair
https://gigalibros.com/a-sexy-berling-new-year-sexy-berling-2-maya-blair.html -
Las lineas prohibidas de Juan Yubero
https://gigalibros.com/las-lineas-prohibidas.htmlEn la fiesta de su undecimo cumpleanos, Chuso correteaba impaciente por la casa, esperando a que llegaran todos sus amigos. Era un dia soleado de octubre. El otono estaba siendo muy caluroso y le permitia celebrarlo en el jardin, para alivio de sus padres. Los ninos comenzaron a llegar sobre las seis de la tarde. Una larga espera, teniendo en cuenta que aquel sabado habia amanecido por una unica razon. !Ya no tenia diez anos! Los regalos se amontonaban en el sofa. Segun iban llegando, los nervios se iban apoderando de el, con el problema anadido de que hasta que no llegara el ultimo de sus amigos, no le estaba permitido comenzar a desgarrar el papel de forma compulsiva. Normas de la casa. Por fin, se acabo el suplicio y llego el momento de soltar la adrenalina que llevaba horas segregando. Las ansias con las que abria cada regalo casi no le permitian disfrutar de los juegos de mesa, casco, monopatin y un largo etcetera de juguetes con los que llevaba sonando durante un tiempo. Cuando acabo la fiesta, sus padres le regalaron una bicicleta Orbea Furia, que detono en una felicidad que solo es propia de un nino. Lo mejor que le ha ocurrido en su vida. De seguido, su padre saco un paquete envuelto en papel naranja. Chuso penso que se trataria de algun juego de consola y comenzo a abrir el regalo con una ilusion que se difumino al instante, al ver que se trataba de un libro. --Muchas gracias. Es un poco grande --dijo, con gesto cabizbajo. --No te preocupes. Tu regalo es la bici. Esto es tan solo un gran libro que apreciaras con el tiempo. Es mi novela favorita. Guardala para cuando llegue el momento en el que estes preparado --respondio Pablo con la ternura de un padre al que no le sorprendia aquella reaccion. Chuso se marcho a su habitacion a jugar con sus regalos, sin percatarse del fondo de aquellas palabras, ni de las lagrimas que resbalaban por las mejillas de su madre. Aquel regalo significaba mucho para Pablo. Unos meses antes, le habian diagnosticado cancer y le restaba poco tiempo de vida. Sabia que, si algun dia leia aquel libro, les acercaria un poco mas y podria transmitirle una de sus pasiones. La lectura. Unas semanas despues, volvia del colegio dispuesto a merendar y salir corriendo con la bicicleta en busca de sus amigos. Encontro a su madre llorando. Estaba tumbada en el sofa, con la cabeza zambullida entre los cojines. --?Mama, te pasa algo? --dijo, sorprendido. No obtuvo ninguna respuesta. Se incorporo rapidamente y rompio a llorar con mayor intensidad. Durante unos segundos, permanecio asustado sin poder articular ni una sola palabra. Nunca habia visto a su madre tan desconsolada, y tampoco era capaz de imaginar que la vida le acababa de asestar el golpe mas fuerte que iba a recibir nunca. Tras unos instantes de absoluto desconcierto, su madre acerto a pronunciar las palabras que se le grabarian a fuego de por vida. --Tu padre nos ha dejado, carino. Estaba muy enfermo y ahora se ha ido al cielo. No era capaz de asimilar aquellas palabras. Tan solo tenia once anos y no estaba preparado para digerir que ya no iba a volver a ver a su padre. Tampoco se dio cuenta, en ese mismo instante, que les reprocharia siempre no haberlo sabido antes. No haberse despedido de su padre. Que su padre no se hubiera despedido de el. Lo supo mucho mas adelante. En sus ultimos dias, le dijeron que se encontraba en un viaje de trabajo. A pesar de lo ocurrido, siguio con su vida, aunque sentia que cada ano que pasaba perdia un poco mas de el. Un dia cualquiera, recordo aquel cumpleanos. El ultimo que vivio cerca de su padre. Como un relampago, se instalo en su cabeza una imagen. El instante en que le regalo el libro. En aquel momento no significo nada para el. ?A quien se le ocurre regalar a un nino un libro de mil ciento treinta y seis paginas, sin otra razon que para ocupar un lugar en la estanteria? Pero comprendio su finalidad. Despedirse de su hijo con un regalo que significaba mucho mas que unas lineas. Era una despedida con su libro favorito. El que recordaba haber leido cuando era joven y su forma de transmitir la lectura a la persona que mas queria. Su unico hijo. Sin perder un solo instante, se dispuso a coger "El Conde de Montecristo" entre sus manos y, acariciando las tapas, dio un pequeno golpecito a la portada, con lagrimas asomando por los ojos. Abrio el libro por la primera pagina, suspiro y comenzo a sumergirse en la lectura. Pasaba horas y horas entre palabras que cobraban vida propia y las letras empezaban a esculpir su futuro sin darse apenas cuenta. No solo no le costo terminar de leerlo, sino que, a pesar de sus mas de mil paginas, habia conseguido terminarlo en menos de un mes. Todo su tiempo libre lo dedico a aquella obra maestra. La obra que se introdujo en su mente para despertarle la pasion por la lectura. Crecio en el la inquietud por poder llegar a escribir de aquella forma. Sabia que era practicamente imposible, pero al menos sonaba con poder transmitir a otras personas los sentimientos que aquellas letras habian despertado en el. El primer paso lo tenia muy claro. Hasta aquel dia, no habia leido demasiados libros. Tan solo los que eran obligatorios en el colegio y algun otro no demasiado extenso, pero este habia conseguido devorarlo como si llevara toda la vida haciendolo. Con paso lento fue a la planta baja, se coloco delante de una estanteria repleta de libros y la emocion se apodero de el. Los musculos de la cara temblaban de una forma tan intensa como cuando se desgarran tus sentimientos repentinamente. Su padre habia leido todos y cada uno de los libros que poblaban la pared de aquel cuarto, y ahora sentia la necesidad de descubrir cada historia que se escondia tras cada portada. Tenia dieciseis anos y todo el tiempo del mundo para conseguirlo. Desde el dia en el que comenzo la facultad, se prometio a si mismo que publicaria una novela. Habia escrito algunos relatos, pero su ambicion iba mucho mas lejos. No paraba de darle vueltas a la cabeza buscando un tema original, pero sabia que hacia mucho tiempo que se habia escrito todo. Solo tenia que buscar una historia y contarla lo mejor que supiera. Durante las clases, en ocasiones se evadia por completo y no era capaz de centrar la atencion en lo verdaderamente importante. Sus estudios. Habia comenzado a estudiar Periodismo. No era un alumno especialmente concienzudo, pero logro acabar la carrera. Continuo con sus estudios hasta conseguir la oportunidad de trabajar como profesor en la universidad. Durante el tiempo que estuvo estudiando, consiguio acabar una novela de la que estaba profundamente orgulloso. Probablemente no era la gran novela que sonaba escribir, pero creyo que era suficientemente buena como para ser publicada. Por desgracia para el, no lo consiguio. Contacto con una larga lista de editores y de todos ellos recibio la misma decepcionante respuesta: "Sigue intentandolo. Es una buena novela, pero no es lo que estamos buscando".
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El libro de mi destino (Narrativa), Parinoush Saniee de Parinoush Saniee
https://gigalibros.com/el-libro-de-mi-destino-narrativa-parinoush-saniee.html -
Quiero escribirte esta noche una carta de amor de Angeles Caso
https://gigalibros.com/quiero-escribirte-esta-noche-una-carta-de-amor.htmlLa asombrosa correspondencia pasional de quince grandes escritoras
y las historias amorosas que las inspiraron,
por la ganadora del Premio Planeta. -
La Chica de la ira y otros relatos de Sonia Molinero Martin
https://gigalibros.com/la-chica-de-la-ira-y-otros-relatos.html<
>, penso. Y dio un trago tan largo que casi se ahoga. Todas las mananas lo mismo, el mismo proceso antes de salir de casa. Ducharse, vestirse, comer algo rapido, con desgana, coger sus cosas y antes de cruzar el umbral de la puerta, dar un buen trago de cualquiera de sus licores salvavidas. Estaba enfermo y en el mas recondito hueco de su miserable ser, lo sabia. Era un conocimiento antiguo, desgastado, sin ningun interes para el en la actualidad. Cuando llegaba a sentirlo, a sentirlo con profunda honestidad, sonreia cansado y convencido de que si lo intentaba de nuevo, volveria a fallar. Habian pasado ya tres anos desde su recaida y no habia noche que no lo pensara. Pero estaba harto de si mismo, de repetirse la misma historia una y otra vez, a cada vuelta en la cama, a cada pesadilla que le dejaba sudoroso y extasiado antes del amanecer. < > Y esos puntos suspensivos, le mantenian convencido de que efectivamente llegaria un dia en que tuviera los suficientes cojones como para beberse el miedo y pasar pagina. Casi todo el mundo tiene en la cabeza que lo normal es que un alcoholico tenga una vida precaria, dura, dificil y poco llevadera. Que viva en soledad, con problemas economicos o con la familia. Pero la realidad no es esa. Un hombre como Santiago lo tiene todo. Tiene fama, tiene una gran carrera, tiene una bella mujer e hijos, una gran casa y un coche a la altura de las circunstancias. Y por encima de todo tiene algo que le une a cualquier otra persona con su mismo problema. Tiene miedo. --!Marina! Soy yo. Ve preparando la documentacion para la reunion como te explique ayer. Avisa a los japoneses, ya estoy llegando --montado en su coche vuelve a dar un trago a la pequena petaca que lleva en uno de sus maletines. Despues, y como siempre, la pastilla que su buen amigo el Dr. Aguado le receto para el mal aliento. Aquella manana lluviosa no iba a ser menos, tenia que estar a tope para ofrecer su mejor version en la sala 36, repleta de desconocidos. Ya en la oficina, el cafe que Marina posaba en sus manos con avidez, completaria el ritual antes de la reunion. Fue un exito rotundo, salio a medio dia de alli con los bolsillos mas llenos que nunca y con una sed primitiva que sabia que le iba a costar calmar. Lucia un sol esplendoroso. Todos estaban esperandolo en la azotea del hotel para celebrarlo como merecia la ocasion. Incluso su mujer se acerco por alli con un par de amigas y companeras del despacho. Vino, cava, champan, whisky, ron, ginebra, de todo de la mejor calidad, para acompanar mariscos, pescados y suculentos caprichos carnivoros que les llevarian de la mano, mas que satisfechos, hasta bien entrada la madrugada. Eran unas cincuenta personas bailando sobre un emblematico edificio de una ciudad que no podia dormir. Y entre todas ellas, una, queria beberse todo lo que estaba a la vista. Queria olvidar quien era, seducir a la muerte, tentar a su buena suerte y abandonarse a esa sensacion de plenitud sin limites. Aunque sabia que aquello duraria poco, en unas horas viviria sin remedio la caida mas mortal, su temida cuesta abajo. Y eso es justo lo que paso. El hoyo era cada vez mas profundo y lo veia venir antes. Ya no le era suficiente con firmar un contrato millonario de una punta a otra del mundo, o tener una intensa vida social. Tampoco la sensacion ocasional, casi forzada, de vivir completo, de tenerlo todo por tener amor. ?Tenia de verdad amor? ?Por que el no sentia eso? ?Por que no le servia de consuelo en momentos asi? Ahora solo queria dormir sobre una cama que no fuera la suya, con otro < > que no le representara a el y que al mirarse en el espejo tras vomitar, no le sonriera amargamente desde el otro lado para darle las buenas noches y gritarle en toda la cara un: < >. Amanecio solo en una cama desconocida. Recogio sus cosas de inmediato y se dio a la fuga lo mas rapido que le permitio su resaca. Lo unico que tenia claro es que era sabado y que no tenia que ir a la oficina. Bien, eso era suficiente para empezar. Poco a poco, las lagunas en las que nadaba profundamente a medida que conducia por la autovia, se iban calmando. Una sonrisa borrosa aqui y cuatro palabras alla, unas llaves en la mano, un mensaje antes de cerrar los ojos, iban apareciendo en su cabeza situandole en lo que fue el final de una noche para olvidar. Todo el mundo estaria saboreando el exito de aquella operacion redonda, pero el no. Quizas tuvieran un ligero dolor de cabeza por haber tomado alguna copilla de mas, el queria morirse. De nuevo, se sentia hundido y avergonzado. Miro su telefono con miedo, pero antes de abrir el mensaje de su mujer, un trago. Cuando sostuvo la petaca en la mano se miro en el espejo retrovisor, pero no vio a nadie. Contuvo la respiracion por unos instantes y entrando en panico, echo la cabeza hacia atras para sentir bien como bajaba el nudo de la garganta, empujado por el magico elixir de su pequena botella. Pero aquella vez, no bajo. Todo salio disparado por la ventanilla abierta y le dejo atemorizado. Paro el coche en el arcen en cuanto pudo y se puso a llorar. Habia pasado resacas peores que aquella pero era la primera vez que un trago se le resistia. ?Habria llegado el momento? ?La vida le habia sentenciado con un < > alto y claro? Eso parecia. Volvio al movil, con los ojos furiosos envueltos en lagrimas. Su mujer le habia dejado un mensaje que apenas podia leer y decidio cerrarlos por unos momentos. Imagino lo que ponia y lloro con mas potencia; creyo que seria el punto y final de una vida llena de lujos y desfases por su parte, de un sube y baja continuo que le llevaba inconsciente por una vida familiar por la que pasaba siempre de puntillas. Las lagrimas ahora eran un torrente incontrolable, salvaje, que se deslizaba por su cuello y le empapaban la camisa pringada de borracho trasnochado que aun llevaba puesta. Se habia levantado vestido, eso lo recordaba claramente. Arranco el coche con furia y decidio parar en la primera gasolinera que encontrara. Un senor altisimo y peludo le saludo desde el surtidor de al lado. No tenia ni la mas remota idea de quien era. No le devolvio el gesto, se giro extranado hacia el coche que habia dejado mal aparcado encima de un bordillo mordisqueado. Saco de atras su maleta de viaje y la arrastro lentamente hasta llegar a un antiguo restaurante que estaba a escasos metros, asi podria descansar, comer algo y tomar un cafe. Pidio y sin esperar se fue directo al bano. Alli paso lo que imaginaba, al volver a verse frente a un espejo rompio a llorar de nuevo. Abrio el grifo y empezo a lavarse, cambiarse y a intentar mantener la compostura para ir a desayunar. --Buenos dias --Una voz masculina lo inundo todo. Pero Santiago no vio a nadie y se quedo desconcertado--. Estoy aqui, tras la puerta numero 3. --Hola, ?por que me hablas? ?Que quieres? --Ahora mismo nada, en su dia te hubiera dicho que lo mismo que todo el mundo, encontrar la paz.--Y tanto, como lo sabes... --Ahi me he encontrado yo muchas veces, mas de las que recuerdo… Y se que para que una persona entre a un aseo de una gasolinera perdida de la mano de Dios y rompa a llorar asi, la cosa es grave. --?La encontraste? --Digamos que ya se donde buscarla. --Esperanzador, pero demasiado utopico para mi en este momento. --Es normal y natural. Las dudas, digo. Aquella extrana conversacion le estaba haciendo incorporarse un poco mas, dejar esa postura de animal desvalido y mirarse de nuevo al espejo sin tanto odio, mientras se intentaba peinar con los dedos aun mojados. Su respiracion empezo a ser mas calmada y ya no se entrecortaba. --Escuchame --continuo la voz-- me he sentido tan identificado contigo al notar que llorabas, que pese a estar sentado detras de esta puerta, he tenido que hablarte. No eres ese que ves en el espejo, amigo, ni siquiera eres ese que crees ser, o mejor dicho, que imaginas que eres constantemente. Tampoco eres esa voz que te habla, que esta siempre en tu cabeza dando por saco en el peor de los momentos, que crees que te incita a hacer las cosas que haces y que no te gustan, y por las que te sientes tan culpable... Tu no eres todo eso, eres algo mas. La puerta de entrada al bano golpeo con fuerza en la pared despues de que entrara el senor alto del surtidor de al lado. --Caray, que fuerte me he levantado hoy. Habria que poner un tope por detras de esta puerta, !hola de nuevo! --Hola, que hay --continuo acicalandose frente al espejo mientras iba guardando sus cosas en la bolsa de aseo. --!Santi! ?Verdad? Estas igual, macho. ?No te acuerdas de mi? Soy Fernan, el de la clase de tercero A, viajamos juntos a Italia cuando estudiabamos. --Perdona, no te recuerdo --y penso a mil por hora < >. Aun asi, cuando el otro se le acerco para darle la mano, sintio verguenza, como si aquel pensamiento lo hubiera compartido en voz alta. --Bueno, ?y que tal? A juzgar por el cochazo que has aparcado ahi afuera, eres un tio con suerte. La gente como tu ya destaca desde muy joven, se veia venir que ibas a tener exito en la vida, !me alegro hombre! Santi no reaccionaba, se habia quedado mudo. --Seguro que tienes una preciosa familia, ya he visto las sillas de los ninos en la parte trasera... yo estoy solo, pero estoy bien, ahora me voy a hacer un viaje por Asia en cuanto coja las vacaciones. --Paro de hablar solo para coger aire--. Despues probablemente pueda conocer varios paises porque me debian dias del ano pasado en la empresa, !y los pienso aprovechar todos juntos!. Soy un apasionado de la comida y me voy a comer el mundo ?lo pillas? --y se rio aparatosamente dando una sonora palmada en su espalda. Santiago no sabia donde esconderse. Miraba por el espejo con ansiedad, a ver si detras de el aparecia aquel hombre con el que estaba hablando justo cuando entro el parlanchin de Fernan, pero de alli no salia nadie. Con un poco de suerte, si aguantaba un poco mas asintiendo sin parar en aquel monologo, apareceria su salvador al rescate. Pero nada, silencio absoluto tras la puerta numero 3. Espero un par de minutos por si acaso y reacciono tajantemente. --Lo siento, tengo que irme. El cafe se me habra quedado helado y ademas, tengo un poco de prisa. Que tengas buen viaje Fernan. --!Vale Santi! !Encantado de verte hombre! Justo antes de salir de alli, no pudo evitar girarse para al menos ver los zapatos de aquel hombre tras la puerta, pero no lo consiguio. Fue un poco extrano, parecia que no hubiera nadie. La camarera le miro con cara de no entender a que se debia tanta tardanza, Santi la sonrio amargamente y le puso el dinero en la barra para zanjar otra posible conversacion cuanto antes. Estaba mareado. Se dejo caer sobre la silla y apoyo los codos en la mesa llevandose las manos a los ojos para restregarselos varias veces. Vio salir a Fernan y espero que tras el, apareciera el otro hombre. Pero eso no ocurrio. No podia creer que aquella conversacion no hubiera tenido lugar en el bano, estaba seguro de que habia sido real. Pero pasaban los minutos y nadie salia. De repente, una mano en el hombro le sobresalto y le hizo dar un pequeno respingo en la silla. --!Increible! !Que casualidad! ?Pero donde os habeis metido que os estamos llamando todo el dia Santi? --Sus suegros estaban alli de pie, mirandolo con un entusiasmo imposible de disimular --. Mi hija nos han contado lo de la firma, vamos a pasar el fin de semana con vuestros vecinos ?no te lo ha dicho Anita? Nos vamos a ese pueblo tan ideal… ?como se llamaba?, bueno da igual. La cuestion es que de paso queriamos ver a los ninos, les traemos unos regalitos de Grecia. < >, penso. <> No habia contestado a Ana... Ni tampoco a la multitud de mensajes y llamadas perdidas que seguro tendria. Desactivo el modo silencio. Sus suegros ya se habian acomodado en la mesa y el no atinaba a encontrar las palabras exactas, aquellas que no comprometieran su alarmante estado. Pero no hizo falta, la vida tiene una curiosa forma de encajar las piezas. La abuela sonreia al yerno con condescendencia, comprendiendo que quizas la noche se hubiera descontrolado un poco tras la fiesta. Se la veia orgullosa, le guino un ojo y le resto importancia a lo extrano de aquella situacion. Comieron y bebieron en silencio, pero en paz. Sono su telefono y reacciono con inquietud. Santiago temblaba mientras se lo acercaba a la oreja, su mujer estaba al otro lado. De repente, recordo las palabras de aquel desconocido del bano, < > y se dejo llevar por ese pensamiento tranquilizador. --Carino ?estas bien? --Aquella pregunta le sorprendio, esperaba mas hostilidad. --Regular, ?y tu? --!Bien! Estoy recogiendo a los ninos ahora mismo, ya estamos montados en el coche direccion a casa. El no pudo contestar... --Santi, ?no recuerdas nada verdad? -
La dama y los agentes de Veronica Lowry
https://gigalibros.com/la-dama-y-los-agentes.htmlUn hombre ideal en retazos; repartido en muchos hombres. Esta el Dandi, un irremediable seductor; el Monje, melancolico e inteligente; Sonrisas, pura simpatia; Punos, rudo y corpulento. Y entre todos ellos, la dama buscara componer un unico hombre. Aunque antes, deba, por supuesto, conocerse como mujer.
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Mas fria que la guerra de Fabian Plaza Miranda
https://gigalibros.com/mas-fria-que-la-guerra.htmlPaz, amor y menudo cuelgue. Los pies del Listo chapotearon por el barro con la gracilidad de un borracho. O para ser exactos, con la de alguien que llevaba varios dias consumiendo mas cosas de las que su cuerpo podia tolerar. Habia perdido la cuenta. Alcohol, si, de muchos tipos. Un poco de acido. Y porros. Alguna pastilla. Ahora que lo pensaba, era un milagro que siguiera de pie. Un milagro. Dios estaba con el. La carcajada que solto fue tan fuerte que varios hippies dejaron de prestar atencion a la musica y lo miraron con cierta desgana. Tampoco era que un colgado en mitad de un viaje fuera tan raro por ahi. Dejo de reirse de su propio chiste, recupero el aliento y siguio avanzando hacia el escenario, donde las sensaciones serian mas intensas. Podria dejarse llevar hasta con aquellos tipos, los noseque Dead; unos que hacian una mezcla de rock y folk. Al Listo le parecian tan malos como el escenario, que daba la sensacion de estar a punto de hundirse por el peso del equipo, pero tampoco podia quejarse. !Estaban en una granja, joder! !Una granja! Era normal estar rodeado de animales. Animales. Reprimio el impulso de volver a reirse y se centro en la musica. Al menos, el gordo barbudo de la guitarra no lo hacia mal. Habia estado bien lo del espontaneo, cuando un fulano habia subido al escenario y habia soltado un rollo sobre algo de la costa. Ni el mismo se entendia. Los de la banda se habian mirado en plan <>, hasta que uno le habia ofrecido un canuto y lo habia sacado de en medio. Luego habian vuelto a sus conazos de canciones. En la oscuridad de la noche casi golpeo una roca con sus pies desnudos. El Listo llevaba las deportivas colgando al cuello, atadas por los cordones, como un atrapasuenos de pesadilla, o como los pendientes de una diosa vuelta del reves, o... Uououooo... El mareo le hizo parar hasta asegurarse de que la Tierra habia dejado de bailar. Asi. Mejor. Respirar hondo. Lo llamaban Festival de Woodstock y el Listo no tenia ni puta idea de por que. El pueblo no se llamaba asi. Tampoco la granja. Pero oia el nombre por todas partes, entre los corrillos de melenudos tirados en la hierba. La hostia de gente habia ido a ver el espectaculo. Tantos que las carreteras estaban colapsadas y todas aquellas tiendas de campana parecian una... a saber... una invasion marciana. Una invasion apestosa. Los organizadores no habian contado con tanta gente, asi que no habia suficiente sitio para mear y cagar. Pero eso para los hippies no era problema, claro. Pagar entradas tampoco. El aforo extra se debia a todos los que se habian colado, y colarse en mitad de un campo no era muy dificil, la verdad. El Listo habia entrado asi, dando un rodeo y saltando una valla que no habria podido frenar ni a una vaca. Por supuesto, habia sido por hacer la puneta. De haber querido, solo habria tenido que sacar el talonario de su padre. Pero eso le quitaba la chispa al asunto. La idea era romper todos los limites, hacer lo que se suponia que no debia, incluso hundir en el fango su apellido y --en especial-- avergonzar al cabeza de familia. Por desgracia, le daba la sensacion de que el riguroso don Faustino ya no se escandalizaba como antano con las tropelias de su heredero el bala perdida. La prueba estaba en que el viaje a Estados Unidos habia corrido de su cuenta. Quiza se habia percatado de que el Listo tambien podia gastarse el dinero y hacer el crapula estando en Madrid. Tal vez hubiera decidido que al menos podia ser util que su primogenito aprendiera algo de ingles mientras dilapidaba la fortuna familiar con algunas frescas americanas. Seguro que en las reuniones sociales hasta presumia de que el Listo estuviera <
>. Visto asi, la fiesta se aguaba. No tenia la misma gracia si a padre le parecia bien. Joder con don Faustino. Era capaz de causarle bajones incluso cuando no estaba presente. Resoplo unas cuantas veces y volvio a caminar. Necesitaba encontrar un grupo de gente con la que mezclarse, como habia estado haciendo todo ese tiempo. Al Listo se le daba muy bien congeniar, y su exotico aire de espanol le abria muchas puertas ante los multiculturales hippies. Aunque igual lo que necesitaba era tumbarse y dormir un rato. Estaba cansado, aun no se habia secado del todo del chaparron del dia anterior, y con aquellas ropas de lino se sentia como si estuviera en una chirigota de los carnavales de Cadiz. Joder. Ya era oficial. El bajon don Faustino le dominaba. Mejor buscar un sitio para echarse a roncar. Quiza fueran imaginaciones suyas, pero la musica de los pesados del escenario sonaba mas y mas entrecortada. Estaban perdiendo el ritmo. A veces era el bajo, a veces uno de los guitarristas, pero iban descoordinados. Que malos eran, por favor. Se fijo en que el gordo de la guitarra sacudia la mano y fruncio el ceno. Le habia parecido ver una descarga electrica. Si. El gordo se frotaba la mano como si le doliera. Y los otros igual. Por eso se saltaban compases. Su equipo de tres al cuarto les daba calambres. Je. Como se escapara una chispa en mitad de aquel escenario medio empapado lleno de aparatos, se podia armar una buena. El Listo recupero parte de sobriedad al mirar las caras del grupo. Todos parecian preocupados. Todos pensaban lo mismo que acababa de pensar el: <>. Pero no tuvieron tiempo. Fue con el otro guitarrista, el delgado. En uno de los punteados se oyo un petardazo y, de repente, todo se apago. Luces, sonido, todo. El estrellado cielo nocturno de la campina yanqui volvio a reinar sobre aquellos cientos de miles de cabezas, incluso a traves de las nubes. Quienes no abuchearon a los musicos se deleitaron con el acojonante espectaculo de la Via Lactea. Un cuadro impresionista que, ahora que el hombre habia llegado a la Luna, parecia al alcance de la mano. Hasta que empezo el otro brillo: un resplandor anaranjado que ilumino todo de improviso. Primero pensaron que el fuego al fin habia prendido; luego, el Listo se percato de que la luz venia de varios metros por encima del escenario. Y los incendios no suelen provocarse en mitad del aire. Cayo en la cuenta de que aquel fulgor poco tenia que ver con una combustion; era mas bien una mancha amorfa, como una gigantesca ameba fosforescente varada frente a el. Y tambien estaba el ruido, una especie de zumbido ritmico, un vaiven sonoro que se oia cada vez con mas claridad. Entonces aparecieron las criaturas. Surgieron atravesando la luz naranja, como si fuera una delgada membrana que hasta entonces las habia contenido. El Listo no tuvo tiempo de preguntarse donde, porque la imagen de los seres centraba toda su atencion. Cada uno media un par de palmos y tenia el aspecto de un negro insecto, con largas antenas en la cabeza, elitros negros y alas transparentes que provocaban el zumbido. Sin embargo, en vez de seis patas tenian ocho, y en sus mandibulas se agitaban gruesos queliceros peludos. En la cabeza, varios ojos de diferentes tamanos, algunos facetados y otros no, reflejaban los destellos azafranados del lugar. El Listo apenas noto una vaharada de olor a alcanfor antes de darse cuenta del alcance de lo que tenia ante si. Habia decenas, cientos de aquellos animales. Y a cada segundo que pasaba mas de ellos cruzaban la luminosa barrera. Revoloteaban por doquier, con el pausado zigzag de las moscas domesticas, tan lentos que cualquiera habria podido atraparlos... si es que alguien hubiera querido llevar a cabo tan incomprensible tarea. Paseaban entre la gente o por encima de ella. Algunos se habian posado en el suelo y lo exploraban erraticamente. Nada de aquello parecia autentico, asi que lo primero que penso el Listo fue que se lo estaba imaginando. El abuso de narcoticos le pasaba factura y le hacia alucinar con la pesadilla mas repulsiva que su mente habia podido crear. No obstante, un rapido vistazo alrededor echo por tierra esa hipotesis. Los demas asistentes al festival tenian la boca tan abierta como la del Listo, estaban tan aturdidos como el y tambien seguian con la mirada a los extranos seres. No eran capaces de hablar siquiera, dado que sus cerebros trataban de asimilar tanta irrealidad. El unico sonido que los envolvia era aquel zumbido colectivo. Hasta que alguien junto al Listo atino a silbar, un melenudo tirado en el suelo que tenia a una de las criaturas subiendo por su brazo. --!Tio! --dijo, con los ojos desenfocados--. !Menudo mal viaje! Eso parecia, desde luego. Un mal viaje psicotropico que los hubiera golpeado a todos a la vez. Algo tan irracional que deberia haberlos hecho chillar, encenderlos en un arrebato de unanime pavor, pero que, en vez de eso, los habia dejado estupefactos. Uno de los insectos-arana paso volando justo por delante del Listo, como pavoneandose y dejandose contemplar. Algo tan grande no deberia haber volado, no con aquellas alas en apariencia fragiles, pero ahi estaba. Un inflado cuerpo con torax y abdomen diferenciados, y vellosidades por toda su oscura figura. Los queliceros estaban serrados y parecian capaces de arrancar un dedo de un mordisco. Sus ojos multiples daban la impresion de contemplarlo todo. El Listo se vio reflejado en ellos. La imagen le parecio incluso hermosa. Extendio la mano para tocarlo, para acariciarlo como una exotica mascota. Todos los seres enloquecieron al unisono, igual que si se hubiera dado una senal silenciosa. Su vuelo dejo de ser parsimonioso para convertirse en espasmodico. Sus patas convulsionaron como si trataran de aferrarse a un asidero invisible. Sus mandibulas se abrieron y cerraron, hambrientas. Las criaturas aletearon con furia. Un enjambre caotico cuyo zumbido habia aumentado en intensidad, tan agudo que ponia los pelos de punta. El Listo retiro la mano, asustado, pero el monstruo que tenia frente a el no le hizo nada. Otros no tuvieron tanta suerte. Los bichos comenzaron a arrojarse como bestias salvajes contra la gente. Clavaron sus patas en vientres descubiertos, en brazos, incluso en caras; cualquier trozo de piel en el que pudieran hincar sus unas. Y lo hicieron a fondo, a juzgar por los regueros de sangre que abrian. El silencio se convirtio al fin en un estallido de panico. Gritos de dolor, de terror, gente tratando de escapar del surreal avispero, incluso pisoteando a quienes estaban tendidos en el suelo. Casi nadie ayudaba a los heridos; la respuesta instintiva estaba siendo la huida, una primaria busqueda de la supervivencia. El Listo no. Estaba petrificado, ojos abiertos de par en par, casi sin respirar y congelado por el terror. Por la pavorosa certeza de que no se podia escapar de aquello. Asi que fue un mudo e inmovil testigo de todo. Vio aguijones salir de los abdomenes y clavarse en sus victimas. A una joven que estaba junto a el y que luchaba por arrancarse el monstruo que tenia sobre su cabeza, la pua le perforo el ojo y quiza llego hasta el cerebro, dado que la chica se desplomo inerte. Otros dardos desgarraron cuellos, oidos o mejillas. Vio como los engendros arrancaban pedazos de carne y los devoraban. Los queliceros cortaron piel y musculo siempre que pudieron, las cabezas de las criaturas incluso se sumergieron en las tripas de algunos para cebarse tambien con sus organos internos. Cuando el Listo creia que aquella escena no podia ser mas dantesca, vino lo peor. Los seres que habian hecho presa en alguna persona comenzaron a iluminarse con el mismo tono anaranjado de la puerta por la que habian llegado. Su fulgor cada vez fue mas fuerte y el Listo noto tambien un aumento de la temperatura. Las monstruosas luciernagas se encendieron mas y mas... y sus victimas dejaron escapar desesperados berridos casi animales. En cuestion de segundos, todo aquel lugar quedo salpicado de teas insectoides. Los engendros se mezclaron con la piel de sus presas, extendiendose y deshaciendose como una mancha de cera hirviente. Apenas unos instantes despues, otro tanto ocurrio con las personas que habian sufrido el ataque. El fulgor las consumio por completo, fundiendolas como mantequilla. Unos charcos viscosos en el suelo fueron los unicos restos que quedaron tras las deflagraciones. Ante eso, el panico alcanzo su nivel maximo. Alrededor del Listo, todo eran gritos, llantos, frenesi, miles de personas tratando de alejarse en todas direcciones, de huir de aquel infierno que no entendian. Y junto a ellos, decenas de monstruos eligiendo a sus victimas casi al azar. Muchos zumbaron junto al Listo, aturdido e inmovil, pero ninguno se lanzo contra el. El resplandor anaranjado se estaba apagando. El Listo quedo mesmerizado mirandolo y todo el caos que le rodeaba dejo de parecerle importante. Solo aquel brillo merecia su atencion y solo a el se la dedico. La muerte, las combustiones y los abominables depredadores se le antojaron irrelevantes. Apenas una mota de polvo en el ciclopeo tapiz cosmico. La luz en cambio... la luz lo contenia todo. El Listo abrio su mente, ansioso por beber de aquel manantial. Recibio todo lo que deseaba y mas. Sintio su cabeza a punto de estallar. Chillando de dolor y de impotencia, aferrandose las sienes como si aquello pudiera aplacar su agonia, el Listo cayo de rodillas. Luego enloquecio por completo y se sumio en la inconsciencia. -
A Escocia con amor (Quilts&Quilts 1), Patience Griffin de Patience Griffin
https://gigalibros.com/a-escocia-con-amor-quilts-038-quilts-1-patience-griffin.htmlCaitriona Macleod renuncio a su carrera como periodista de investigacion para ser la perfecta esposa. Tras encontrar a su marido muerto en la cama de su amante, Cait esta devastada y deja chicago para volver a su lugar de nacimiento, al que no ha vuelto desde que era nina. Espera poder curarse y volver a conectar con ella misma.
Lo ultimo que esperaba era encontrar en Grandigow al hombre mas sexy que nunca haya visto. Tal vez ha tropezado con el billete necesario para reavivar su carrera como periodista, siempre y cuando su corazon no se interponga en su camino.
Graham Buchanan es una estrella de cine con muchos secretos. Nativo de Gandiegow, se esconde muchas veces en su pueblo natal para descansar de los rodajes. Ademas, tiene un hijo por el que haria cualquier cosa solo para protegerlo, pero Cait Macleod es demasiado atractiva, incluso para ser periodista.
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Una buena decision de Lorraine Murray
https://gigalibros.com/una-buena-decision.htmlUn amor de adolescentes y una libreria especializada en novela romantica.
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Siempre Contigo de Christian Martins
https://gigalibros.com/siempre-contigo.htmlBlair no era mas que un nino inocente cuando una flecha de su arco marco una maldicion y confirmo un destino ya escrito. Ese destino se llamaba Ailsa; tenia los cabellos dorados, la piel blanquecina y los ojos celestes. Se parecia a un angel. Pero en aquellas tierras altas el destino podia torcerse con mucha facilidad, y la maldicion que anos atras habia marcado a esos dos jovenes amenazaba con destruirles. Una guerra entre clanes, el poder de dirigir a un pueblo y la necesidad de proteger a Ailsa seran la perdicion que arrastre a la locura al joven Blair Sinclair, cuyo corazon late unicamente porque ella lo mantiene con vida. Un amor. Una guerra. Una Escocia plagada de peligros, secretos y magia. ?Te apetece viajar con ellos a las antiguas Highlands?
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Noche a media luz de Jacquie D'alessandro
https://gigalibros.com/noche-a-media-luz.htmlMallory sabia que estaba dolida por como habia acabado su ultima relacion, pero aquello no duraria mas que una noche. Una noche que tendria que bastarle.
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!Danado! (Los hermanos Walker 5) de J. S. Scott
https://gigalibros.com/danado-los-hermanos-walker-5.htmlMe llamo Dane Walker y estoy total e irremediablemente roto. Perdi toda mi vida en el accidente de avion que mato a mi padre y me dejo marcado, tanto fisica como emocionalmente, con mi vida pendiendo de un hilo en un hospital, unico superviviente del accidente. No estaba en condiciones de funcionar en la ciudad, asi que me mude a mi propia isla privada en las Bahamas para lamerme las heridas en soledad.
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Siempre te he amado de Monica Hoff , Norah Carter
https://gigalibros.com/siempre-te-he-amado.html?Quien diria que un “simple” viaje puede cambiar tu vida por completo?
Cuando Carlota y Fran llegan, junto a sus amigos, al Caribe, no podran ocultar por mas tiempo lo que sienten el uno por el otro. El secreto que han guardado por anos, saldra a la luz.
Pero no todo sera tan facil y, a veces parece ser que, por mas que ames a alguien, esa persona no esta destinada a permanecer en tu vida. ?Lo estaran ellos dos? -
La accidentada boda de lord Mersett (Minstrel Valley 8) de Alexandra Black
https://gigalibros.com/la-accidentada-boda-de-lord-mersett-minstrel-valley-8.htmlContinua la rompedora serie de <
>, creada por trece autoras de Selecta. Ambientada en la Inglaterra de la Regencia en un pequeno pueblo de Hertfordshire, descubriras una historia llena de amor, aventuras y pasion. -
Si hubieras bailado para mi de Ines Apraiz Castellanos
https://gigalibros.com/si-hubieras-bailado-para-mi.htmlEsta es una historia que habla del amor y de la amistad, y de lo dificil que resulta a veces trazar esa fina linea que supuestamente divide ambos sentimientos. Tambien es una mirada tierna al pasado, y una reflexion acerca de como determinados hechos dramaticos del presente incitan a replantearse el rumbo de cada uno, y a valorar lo distinta que habria sido la vida si por el camino se hubieran tomado otro tipo de decisiones.
O no.
Gorka no se lo penso dos veces a la hora de aceptar ese puesto de corresponsal en Washington D.C. que le ofrecio el periodico para el que trabaja. Y la decision fue a todas luces la acertada porque en su nuevo destino comienza a irle francamente bien, tanto profesional como personalmente. Atras queda su ciudad adoptiva, Barcelona, y con ella, los infortunios de una situacion sentimental insostenible de la que escapo huyendo, aunque nadie de su entorno sospeche siquiera de los verdaderos motivos que provocaron su precipitada marcha.
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El reto del millonario de Cynthia Walter
https://gigalibros.com/el-reto-del-millonario.html"Nadie podia haberme preparado para conocer a Kenneth Stewear. Era un nombre rico, encantador y con un sentido del juego peligroso..."
Cuando llamaron a Alina Craig para que trabajase en una de las empresas de finanzas mas importantes no podia creerselo, pero su felicidad no seria muy duradera...Tras un incidente en su llegada al edificio, conocio a Kenneth y le parecio el hombre mas atractivo de la tierra.
Kenneth Stewear era un hombre poderoso y millonario acostumbrado a coger lo que desea sin mirar mas alla. Le encantan los retos y el placer y por eso decide hacerse el jefe de Alina.
?TE ATREVES A DEJAR QUE TE RETE? -
La pasion de Heronimo de Cristo Alcala
https://gigalibros.com/la-pasion-de-heronimo.htmlHeronimo Mon.El senor oscuro.Dueno de una de las metalurgicas, mas grande del mundo. El rey del acero.El jefe de los jefes, segun la Mercantil Commers.Millonario.Egolatra.Dominante.Catalogado por tres anos consecutivos por la Forbes y la Time, como entre las cien personas mas influyentes y mas sexis del planeta.
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Principios de abril negro de Kannah Winter
https://gigalibros.com/principios-de-abril-negro.htmlKlohe Sakurazukamori desea que toda su vida sea una pintura donde el agua y el fuego no existan y el miedo solo sea una ocurrencia del pasado.En su infierno siempre llueve a pesar de que ella trate de sonreir con la vida que tiene, pero Louis y Kate son todo.Con una caotica relacion con su padre y con todo cayendose sobre ella, Klohe solo piensa una cosa:Si alguien me hubiese dicho que este era mi camino a la muerte, entonces hubiera corrido para llegar mas rapido a ella.
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Creo que me enamore de ti de Carmen Batista
https://gigalibros.com/creo-que-me-enamore-de-ti.htmlTe quiero, le dije, como amigos...
Amigos que comparten la vida, los gustos, la cama, esto ultimo no se lo dije, pero lo pense. Mejor guarde silencio y vi como continuaba hablandome de su novia con quien se iba a casar.
La verdad no estoy segura de poder continuar ocultando mis sentimientos y fingiendo, " no importa que sienta esto, ya se me pasara".
No se si podre seguir haciendo un lado esto que siento, por momento me podria confundir y creer en que lo nuestro funcionaria, pero luego esta su boda, su chica y el hecho de que espera que yo ayude con los preparativos. Definitivamente tengo ganas de arrancar... Deberia detenerme, estar a solas para componer mi corazon, mis heridas y desde ahi continuar... huir de todo, eso es lo que deberia hacer... Si tan solo el entendiera... si tan solo el me amara como yo... -
La vida al fin y al cabo, Fernando Garcia Lobo de Fernando Garcia Lobo
https://gigalibros.com/la-vida-al-fin-y-al-cabo-fernando-garcia-lobo.html -
Nuevas experiencias de Lola Barnon
https://gigalibros.com/nuevas-experiencias.htmlMamen y Nico es una pareja joven, con una relacion sexual y sentimental muy satisfactoria. Ambos son divertidos, atrevidos y les excita fantasear con terceros. Es solo un juego muy seductor,pero cuando este, se convierte en realidad ya nada sera igual. La aparicion de Jorge en sus vidas, trastocara, quizas para siempre, su relacion. Y se veran desbordados, con dudas y tentaciones que se volveran muy peligrosas… Para ambos. Y para todos.
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Una terraza frente al mar de Elisa Mayo
https://gigalibros.com/una-terraza-frente-al-mar.htmlVera es valiente. Se atreve con todo para seguir sus propias convicciones, aunque eso signifique perder a personas por el camino; pero siempre encuentra el punto exacto desde donde volver a luchar. Ve el lado positivo de las situaciones y se dejaria arrancar un brazo por sus amigas.
Jorge es prudente. Vive una situacion familiar complicada que lo hace actuar de forma poco razonable. No acaba de saber el camino que debe tomar, y eso le va a dificultar mantenerse cuerdo. No obstante, unas vacaciones en la costa le van a cambiar la vida. -
El ultimo deseo de Mash – Carmen Omana de Carmen Omana
https://gigalibros.com/el-ultimo-deseo-de-mash-8211-carmen-omana.htmlTas la muerte de Andres Mash, quien durante muchos anos domino y formo parte de una guerra entre familias de la Mafia, condujo a la eliminacion de clanes y obligo a muchos a emigrar, Steffi debera cumplir el ultimo deseo de su padre y entregar el sobre que este ha protegido celosamente durante los dias de su enfermedad terminal. Decidida, y considerando el viaje como una valvula de escape con la que sanar sus heridas y borrar sus tristes recuerdos, vuela rumbo a Italia sin pensar que el pasado de su familia pueda acarrearle aun mas desgracias.
Marcos Pantani es el destinatario del misterioso sobre, y aunque enseguida se convierte en su anfitrion y tambien en su mas intimo protector, debera luchar contra sus dudas y escrupulos para descubrir los secretos que la joven guarda consigo.
La seduccion y el poder que Marcos emana doblegaran el espiritu de Steffi, pero tambien amenazaran con liberar sus temores mas oscuros.
Juntos deberan sanar sus heridas y perdonar las faltas de sus padres antes de abandonarse a la pasion y sucumbir a las bondades que el amor les ofrece.
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El ritual de los muertos de Nagore Suarez
https://gigalibros.com/el-ritual-de-los-muertos.html--Ahi fuera yo soy bueno. ?Entiendes? Soy una buena persona, alguien cualquiera. Pero cuando entro en este cuarto, entonces dejo de ser yo. Entro en otro mundo. Aqui ya no soy el mismo. Aquellas palabras le provocaron nauseas. O quiza fuera la vision del cuerpo de Lucia, que yacia con el craneo aplastado a menos de un metro de ella. El pelo rubio tenido ahora se habia convertido en una marana rojiza, y el suelo de cemento estaba encharcado de sangre. Sentia que la cabeza le daba vueltas. ?Que habia tomado antes? No lo recordaba. Las ultimas horas se confundian entre ellas, se hacian indistinguibles. Solo podia pensar en el martillo impactando en la cabeza de su amiga, destrozando el hueso, liberando trozos de masa encefalica, despues de que hubiera intentado pelear, escapar. Ella no tenia fuerzas para tanto. Intuia que ella era el verdadero objetivo, pero Lucia se habia negado a despegarse de su lado. Por eso habia acabado alli, en aquel infierno. El aire estaba viciado, el olor a putrefaccion y el humo inundaban el ambiente. Un aroma dulzon y repulsivo que se le pegaba a la piel y le hacia aun mas dificil respirar. La estancia era un museo de los horrores: mirara a donde mirase tan solo veia muerte. La luz de las velas iluminaba el rostro del hombre que estaba frente a ella. Tenia los ojos brillantes, la frente cubierta de sudor y la camiseta llena de salpicaduras de sangre. Parecia estar casi en trance, en extasis. Intento soltarse las munecas sin exito, sentia el cuerpo paralizado por el panico. Sabia que era lo que venia despues. No habia escapatoria posible. La puerta y las ventanas estaban cerradas, nadie oiria sus gritos a traves de las paredes de piedra. Rezo, lloro y suplico, pero nada surtio efecto. --Algun dia Dios te castigara… --susurro mientras el la agarraba del pelo y sostenia su cabeza hacia atras. El cuchillo atraveso piel, musculo y cartilago, mientras ella, aun consciente, observaba la sangre abandonar su cuerpo. --Gracias a ti, no me castigara nadie --respondio el. 1 Animas Dicen que todas las leyendas esconden algo de realidad. Aquella tarde de principios de febrero, mientras la lluvia caia suavemente sobre las lapidas del cementerio, me vino a la mente una de las mas populares de Becquer, que habia leido varias veces en el instituto: <
>. Segun contaba, la Noche de Difuntos, templarios y nobles, muertos tiempo atras en una lucha inutil, se levantaban de sus tumbas y vagaban por el monte envueltos aun en los jirones de sus sudarios. Y entonces, doblaban solas las campanas de la capilla y el lugar se volvia intransitable para los humanos; cualquiera que pusiera un pie alli no regresaria a su casa con vida. Me pregunte cuantos curiosos se acercaban todavia en la noche del 1 de noviembre a aquel paraje, con la esperanza --y el temor-- de encontrarse con las animas de los muertos y quiza, quien sabe, con los mismisimos Beatriz y Alonso, los desdichados protagonistas de la historia del escritor romantico. No fue casualidad que me acordara en ese momento de Becquer y de su monte de las animas. Esa manana, cuando conducia por la autovia, habia pasado por Soria. No habia llegado a entrar en la ciudad, ya que mi camino se desviaba antes hacia la sierra de Cameros. Para llegar hasta el pueblo --sin pagar peaje-- hacia falta atravesar una estrecha carretera de doble sentido llena de curvas que discurria entre montanas rojizas dignas del lejano Oeste --buitres incluidos--, bosques ahora casi desnudos, un embalse y pequenos pueblos junto al rio Iregua. Era la primera vez que tomaba aquella ruta, y, como habia salido muy pronto de Madrid, habia aprovechado para hacer un par de paradas. Desayune un cafe y un cruasan de tamano considerable en un bar de Villanueva de Cameros, al lado de una pequena gasolinera y de una ermita escondida entre unos arboles, a la que se llegaba bajando unas escaleras. Mas tarde, pare a un lado de la carretera en una fuente de piedra llamada Los Eros, donde llene la botella de agua helada, saque a Dali a hacer pis y estuve a punto de pisar a unos agradables limacos, una especie de babosas negras gigantes, que se arrastraban placidamente cerca del pilon cubierto de verdin. En realidad, si hacia balance, aquella habia sido una manana bastante intensa. El dia anterior habia recibido una llamada de Paloma para contarme que el padre de Abel, despues de un par de meses luchando contra un repentino cancer de colon, habia fallecido. Asi que habia preparado mi habitual maleta llena de < > y habia partido en direccion al pueblo. No habia podido estar alli durante el tiempo en el que habia estado ingresado en el hospital y, justo por eso, no queria faltar a su funeral. --?Crees que queda mucho? --me susurro Paloma. A lo lejos se escuchaban las palabras del cura, amortiguadas por el sonido de la lluvia. Intente mover la mano con la que sujetaba el paraguas, pero hacia tanto frio que, aunque llevaba guantes, apenas sentia los dedos. Por lo visto, habia llegado una borrasca con nombre de senora, que amenazaba con equiparar las temperaturas de Navarra a las de Finlandia. --Espero que no --respondi yo en el mismo tono--. Me estoy congelando. Paloma saco un panuelo de papel usado del bolsillo para limpiarse la nariz. --?Estas segura de que vas a dormir en tu casa? Te vas a morir de frio. --Tranquila, Rogelio ha puesto la calefaccion esta manana, y encendere la chimenea del salon. --Entonces soy yo la que se va a dormir contigo…, no creo que aguante a mi hermana tanto tiempo --contesto bajando aun mas la voz. Mire hacia mi derecha. Pude ver a Irene, la hermana mayor de Paloma, junto a Carmen, su madre, a unos metros de nosotras. Por suerte, no parecia habernos oido. Las hermanas no podrian ser mas diferentes: mientras que Paloma habia heredado el pelo extremadamente rubio y la altura de su madre, Irene apenas rozaba el metro sesenta y tenia el pelo y los ojos castanos. Pero habia un rasgo que si compartian: la misma naricilla afilada de elfo. Segui recorriendo el cementerio con la mirada. Habia mucha gente reunida alli, medio pueblo habia acudido al entierro. El padre de Abel era toda una institucion --el dueno de las bodegas mas importantes de la zona-- y todo el mundo habia querido hacer acto de presencia. Busque entre la multitud alguna cara familiar, pero reconoci a pocos: el camarero de El Guacamayo, la panadera… Algunos me miraban con desconfianza o cuchicheaban entre ellos. El impacto de lo ocurrido el verano pasado aun no habia desaparecido, y eso que no conocian ni la mitad de la historia. --Esta alli --dijo Paloma senalando un punto a la izquierda, cerca de la puerta. --?Que? ?Quien? --pregunte desconcertada. --Gabriel Palacios. No disimules, estabas intentando localizarle. Mire fijamente al suelo. Paloma tenia razon, en el fondo tenia la esperanza de descubrirle entre la gente, aunque no sabia muy bien por que. --Mierda… No quiero que me vea. --Un poco tarde. Pero, tranquila, no creo que vaya a venir a saludarte. No podia contradecirla. De hecho, tal como habian acabado las cosas entre nosotros, lo mas probable era que Gabriel no fuera a saludarme en un tiempo. Y lo cierto era que me lo habia ganado a pulso. Habian pasado casi siete meses desde que volviera a la casa indiana de mi abuela con la intencion de pasar el verano y asistir a un festival de musica. Siete meses desde que aparecieran unos huesos en el jardin, que resultaron estar relacionados con mi madre y lo que ocurrio en el pueblo durante el verano de 1978, cuando ella aun era una adolescente. Desde entonces, las cosas habian cambiado mucho. Regrese a Madrid y, despues de pasar unas semanas en casa de mi madre, donde recibi mas cuidados --aunque quiza peor comida-- que en un hospital, volvi a mi microscopico apartamento en La Latina. Me acostumbre rapido a la rutina acelerada de la ciudad y, sin embargo, nada volvio a ser lo mismo. Y no por las pesadillas o las pastillas para calmar la ansiedad, que me ponia bajo la lengua cuando sentia que no podia respirar. Habia algo mas, algo que aun no conseguia identificar. Una sensacion de miedo y, a la vez, la necesidad de volver alli, al lugar donde empezo todo. Pero siempre ganaba el miedo. Habia pensado en ir de visita, claro. Varias veces, de hecho. Pero despues buscaba alguna excusa, algun plan que surgia el fin de semana o trabajo pendiente. Y, poco a poco, fui distanciandome de todo lo que tuviera que ver con el pueblo. Era mas comodo asi, aun no me sentia preparada. En Madrid todo parecia mas lejano, mas irreal… La casa, el verano, el festival… eran como un sueno, un escenario de una vida pasada. Al principio, hablaba con Gabriel casi a diario: mensajes, alguna llamada…, la promesa constante de que volveria pronto siempre flotaba entre nosotros. Y despues, poco a poco, deje de contestar. Las conversaciones se volvieron cada vez mas cortas, cada vez menos frecuentes, hasta que un dia: silencio. No hubo ninguna explicacion --ni el me la pidio--, ningun drama, ninguna discusion. Simplemente, igual de rapido que habia empezado todo, se termino. O, mejor dicho, lo termine. --Vamos, tenemos que ir a dar el pesame. Ya han acabado --me apremio Paloma, empujandome ligeramente por la espalda. La segui hacia la cola de gente que se acercaba a Abel y a su madre, intentando no sacarle un ojo a nadie con el paraguas. El cementerio no era muy grande: un rectangulo de muros de cemento rodeado por unos cipreses un tanto mustios. La pared del fondo estaba llena de nichos y el resto eran tumbas con lapidas de piedra, algunas de las cuales tenian fotos; otras, pequenas estatuas… Solo habia dos panteones modestos y, evidentemente, uno de ellos pertenecia a los Arbaiza. --Lo siento mucho --le susurre a Abel mientras le abrazaba cuando, por fin, llegamos hasta ellos. --No tenias que haber venido, esto esta muy lejos --respondio. --!No tiene nada mejor que hacer! Trabaja desde casa --intervino Paloma acercandose para abrazarle. Abel no pudo evitar sonreir por un momento. Paloma tenia ese don: su eterno buen humor era contagioso, hasta en situaciones como aquella. --Nos vemos antes de que me vaya, ?vale? --le dije a modo de despedida a Abel. El asintio antes de girarse para seguir atendiendo al resto de los familiares y amigos de su padre. La cola parecia interminable. --Lo tiene que estar pasando fatal. Perder a tu padre y ademas asi, en tan poco tiempo --le comente a Paloma mientras saliamos del cementerio. --Un cancer fulminante… Aunque Abel llevaba ya un tiempo raro, desde antes de lo de su padre. --?Que quieres decir? --pregunte extranada. Mi relacion con Abel no era tan estrecha como con Paloma. --No se… quiza me equivoque, pero no lo he visto mucho ultimamente. Hace ya un tiempo que ha empezado a frecuentar unas companias digamos… diferentes. --?Diferentes? ?A que te refieres? Paloma abrio la puerta de su Golf y cerro el paraguas. Practicamente habia dejado de llover. --?Por que no me invitas a un vino en esa mansion tuya y me ahorras tener que asfixiar a mi hermana con una almohada? --Me parece bien, no quiero mas muertes por hoy. Pero cuando lleguemos me sigues contando. Deje a Paloma para ir a mi coche, que estaba aparcado unos metros mas atras, en un camino de tierra. El cementerio estaba en las afueras del pueblo, rodeado de huertas y de algunos arboles que hacian compania a los cipreses. En ese momento vi a Gabriel, junto a la tapia, hablando con un matrimonio de unos sesenta anos que deduje serian sus padres. Desvie la mirada rapidamente, pero sabia que me habia visto. No me sentia capaz de acercarme, ni mucho menos de mirarle a los ojos. Quiza fuera mejor asi. Me sentia bastante avergonzada por como habia terminado mi relacion con el. Entre en el coche y, mientras me alejaba del cementerio, volvi a pensar en la leyenda de Becquer. En las animas que revivian en la Noche de Difuntos. ?Por que nos daban tanto miedo los muertos? ?Que era lo que nos asustaba tanto de los cementerios, lo que nos aterrorizaba cuando de ninos jugabamos a ver quien de nosotros conseguia acercarse mas a la puerta de entrada? ?Eran los difuntos o era, quiza, la posibilidad de unirnos a ellos bajo tierra? 2 Hogar Lo primero que hicimos al entrar en la casa --despues de rascarle las orejas a Dali-- fue encender la chimenea del salon. Rogelio habia puesto la calefaccion por la manana, pero calentar minimamente aquella mole requeria muchas mas horas. Ni Paloma ni yo teniamos mucha practica, asi que el proceso fue mas largo de lo esperado y estuvo a punto de costarle a mi amiga las pocas cejas que tenia. Cuando por fin conseguimos mantener un fuego decente, nos dejamos caer en el sofa lo mas juntas posible --como hacen los pinguinos emperador cuando hace frio--, nos tapamos las piernas con una manta de ganchillo y abrimos una botella de Baron de Ley que cogi del mueble de las bebidas. --Menos mal que no he tenido que bajar a la bodega --suspire aliviada. La bodega estaba en el sotano y era --obviamente-- el lugar mas frio y humedo de toda la mansion. En realidad, la Casa del Mexicano era mucho mas agradable en la epoca estival. Entonces se agradecia el frescor que proporcionaban los muros de mas de cien anos de antiguedad. --?Que sientes al estar otra vez aqui? --me pregunto Paloma mientras se llenaba la copa de vino. Me encogi de hombros. --No se. Por un lado, tengo la sensacion de que ha pasado mucho tiempo y, por otro… --Y por otro lado parece que todo pasara antes de ayer --dijo terminando mi frase. --Si, supongo que si --reconoci. --Pero te ha dado tiempo a cambiar de trabajo y hasta de novio --comento con una sonrisa que dejaba al descubierto sus dientecitos de vampiro. --Eso no es del todo verdad… --me defendi. Era cierto que a los dos meses de volver a Madrid --despues de mucho bucear en LinkedIn -- habia encontrado trabajo en una pequena revista digital de Lifestyle. Lo bueno era que trabajaba desde casa, por un sueldo precario pero aceptable. Lo malo, que el noventa y cinco por cierto de los articulos que escribia eran recopilaciones de consejos, curiosidades, recomendaciones de restaurantes, recetas o incluso contenido patrocinado por marcas. Cualquier cosa que fuera jugosa en las redes sociales y consiguiera atraer visitas a la pagina web de la revista. No obstante, teniendo en cuenta la situacion del mercado laboral para los jovenes, que incluia practicas apenas remuneradas que se extendian durante anos o trabajos de falsos autonomos, y a pesar de que aquel puesto estaba muy lejos de la idea que tenia cuando deje mi trabajo en la agencia de comunicacion, la verdad es que no podia quejarme… Respecto a lo del cambio de novio, Paloma estaba completamente equivocada. --?Asi que ahora me vas a decir que Oier y tu no estais juntos? --insistio. --Nos estamos conociendo --puntualice. --Pense que ya os conociais --sonrio. -
bajo el cielo de paris de Arlette Geneve
https://gigalibros.com/bajo-el-cielo-de-paris.htmlArianne alzo el rostro para mirar el cielo que en esa manana calida de verano estaba completamente despejado. En los ultimos dias aviones americanos e ingleses habian surcado los cielos de Francia de forma continua, y sin tregua. Miles de soldados que se lanzaban desde el interior de las bestias de metal, habian tintado el cielo azul de puntos negros, para convertirse poco despues de abrir los paracaidas, en flores de algodon blanco. Oscilaron suspendidos en el aire durante varios minutos antes de tomar tierra firme, y llevar la esperanza de libertad a la poblacion oprimida. La ciudad de Paris habia sido liberada del yugo teuton, y Alemania que sufria derrota tras derrota, se replegaba hacia Belgica. La guerra llegaba a su fin, y los franceses podian respirar con un profundo alivio. Arienne clavo sus pupilas en los Campos Eliseos atestados de gente, de patriotas deseosos de darle la bienvenida a los aliados. A lo lejos se podia escuchar las notas de La Marsellesa que estaba siendo ofrecida con un sentido de orgullo y patriotismo sin parangon, y el alborotado repique de las campanas del Notre Damme, daban el punto festivo a la celebracion que se alargaria durante dias. Una muchedumbre aplaudia con fervor al paso de los soldados que en ese momento hacian su entrada triunfal en la ciudad, con una sonrisa en los labios, y sorpresa en los ojos. Blindados de la 2a Acorazada rendian honores, y los oficiales miraban, con un brillo de satisfaccion en sus pupilas, el desfile de sus companeros. Muchos de los espectadores se negaban a mantenerse pasivos, y blandian panuelos blancos en senal de bienvenida. Algunas muchachas osadas y risuenas, lanzaban besos a los sonrientes soldados que pasaban a su lado, estos, les devolvian el gesto lanzandoles chocolatinas. Arianne queria disfrutar del jubilo, pero no habia logrado una posicion ventajosa para ello a pesar de que lo habia intentado. Aunque se ponia de puntillas, no lograba ver mas alla de las espaldas de los parisinos, y de los oficiales que hacian una fila de honor con sus jeeps y blindados, para proteger el desfile de la gente agrupada en la gran avenida. Resignada, solto un suspiro y comenzo a darse la vuelta sin percatarse que la multitud la cercaba impaciente por aproximarse todo lo que permitia el estrecho pasillo. Robert St'James tenia los ojos clavados en la muchacha que tenia delante de el, habia dejado un momento su asiento en el jeep para buscar una botella de agua, ahora que regresaba de nuevo a su lugar con una bien fria, se topaba con la mujer mas extraordinaria que habia contemplado nunca. Lo habia dejado noqueado. Trabado en un suspiro que lo descentro. La muchacha tenia el cabello castano, y brillaba bajo los rayos del sol hasta el punto de cegarlo. El perfume de la satinada piel, le llenaba las fosas nasales produciendole un placer que creia olvidado. Olia a lavanda cuando la mece una brisa primaveral. La guerra era tan cruel con los recuerdos que los extinguia. Llevaba demasiado tiempo fuera de casa. Anoraba a su madre, a sus hermanas, y todo lo bueno que habia aprendido a valorar durante esos meses en los que habia estado privado de lo mas elemental: la familia. El vestido de fino algodon, y estampado con vivas flores en rojo y blanco, se ajustaba de forma perfecta al bien formado cuerpo femenino, y caia con soltura hasta las rodillas. El aire movia el tejido de forma juguetona y lo arremolinaba en torno a los muslos delineandolos a placer. Por alguna inexplicable razon, no podia apartar los ojos de ella, ni comprendia las ganas que sentia de pasar la yema de los dedos por las mejillas lozanas. Por la piel sedosa del cuello que le parecia tan incitante y subyugador. La habia visto hacerse un hueco entre el gentio para ver el desfile, pero su pequena estatura le impedia ver mas alla de los hombros de los ansiosos espectadores. Ella se movia hacia la izquierda y hacia la derecha buscando una posicion mejor, y cuando se percato de que no iba a lograrlo, desistio de su intento. Al tratar de darse la vuelta, las tres filas de personas que gritaban y agitaban sus brazos, le impidieron moverse del sitio. Robert contemplo el descorazonamiento de ella al no poder dar un paso hacia delante, o hacia atras. Estaba trabada entre el gentio que mostraba su alegria gritando al paso de los soldados y al contemplar los hermosos ojos que se cubrian de miedo, decidio acudir en su ayuda. Arianne sentia que se ahogaba. Estaba atrapada entre una multitud de personas que gritaban exaltadas, y que agitaban sus brazos sin percatarse de los codazos que daban al resto de viandantes parados. Trato de moverse para abandonar la fila, pero su intento resulto inutil. Habia sido tanta su ansia por contemplar la llegada de los vencedores, que se habia olvidado por completo que toda la ciudad desearia lo mismo que ella: ofrecer la bienvenida. -!Por favor! -Rogo con un hilo de voz. Pero era imposible hacerse oir entre la muchedumbre que gritaba enaltecida y llena de entusiasmo. La poblacion civil se abalanzaba sobre los soldados con vivas, aplausos, y aclamaciones. Los recibian con besos y con flores. Las botellas del mejor vino frances se vaciaban sobre las cabezas de ellos a manera de bautismo pagano. Arianne cerro los ojos porque comenzo a sentir un leve mareo. Apenas veia mas alla de los hombros o pecho de los hombres que oprimian su cuerpo y lo empujaban hacia delante, creyo por un instante que iba a terminar en el suelo y que seria aplastada por decenas de pies. El panico comenzo a aduenarse de ella. Se giro con inusitada brusquedad, y entonces, su cuerpo tropezo con un pecho amplio y robusto que la desestabilizo por completo. Trastabillo de forma precaria hacia atras, pero unos fuertes brazos la sujetaron e impidieron que cayera bajo los pies de las personas que jaleaban con fuerza. Arianne no se habia percatado que la persona que la sostenia era un militar, pero le agradecio infinitamente el apoyo. Alzo los ojos y los fijo en el menton cuadrado, firme. Siguio subiendo hasta llegar a unos ojos que le sostenian la mirada con verdadero interes, y ya no pudo apartar la mirada azul de la castana. El tenia una tonalidad suave, como el color de la miel templada. Sintio un escalofrio en la nuca, y un latigazo de interes en las entranas, que la sorprendio. Era el hombre mas apuesto y atractivo que habia visto nunca. -? Can I help you? -La voz, candente y profunda, le produjo un sobresalto en el pecho que la dejo vacilante, y sin capacidad de reaccion. Los fuertes brazos seguian sujetandola por los hombros e impedian que las personas que vitoreaban la empujaran en una direccion o en otra, pero ella no era consciente de ello, seguia con las pupilas fijas en el atractivo rostro masculino. En su altura y fuerte constitucion. Debia rondar el metro noventa, y el espeso cabello se le ensortijaba a la altura de la nuca. Sintio el impulso de enterrar los dedos para comprobar la textura. Advirtio que era americano, la bandera bordada en su hombro lo indicaba. Las trece barras horizontales, siete de ellas rojas y seis blancas, y un rectangulo azul en el canton con cincuenta estrellas blancas, resultaba inconfundible, y ella conocia la historia porque la habia estudiado en la universidad. Las barras representan a las trece colonias originales que se independizaron de Gran Bretana, y las estrellas representaba a los estados que formaban la Union... Arianne parpadeo. El vestia camisa y pantalon caqui, pero no llevaba la chaqueta del uniforme. Esa tarde en Paris hacia demasiado calor. El rubio cabello lo llevaba elegantemente peinado hacia atras, y libre de la gorra reglamentaria. Le parecio un hombre tremendamente varonil. !Seductor! Un suspiro profundo salio del interior de su garganta sin que pudiese evitarlo, y al percatarse, enrojecio hasta la raiz del cabello. -? Monsieur...? -formulo la inacabada pregunta en frances, y con un timbre de alarma en su voz aterciopelada, pero el hombre no le contesto de inmediato. Seguia con las pupilas brillantes clavadas en ella, y sin soltarla. -?Necesita mi ayuda? -Robert habia pronunciado las palabras en un correcto frances aunque con marcado acento. Los ojos de Arianne se entrecerraron atonitos-. Si me lo permite, la ayudare a salir del encierro donde se encuentra metida. Ella asintio de forma muy leve con la cabeza, porque si no se escabullia pronto de alli, iba a terminar desmayada por la falta de aire.
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No es lo que parece de Sonia Roca
https://gigalibros.com/no-es-lo-que-parece.html -
La prisionera del mar de Elisa Sebbel
https://gigalibros.com/la-prisionera-del-mar.html1809, Una isla desierta en medio del Mediterraneo.
5000 hombres y 21 mujeres abandonados a su suerte.
El conmovedor destino de Heloise.