• libro parece mentira - Juan del Val

    https://gigalibros.com/parece-mentira.html

    Esta es la historia de un chico de barrio que, desde la distancia de sus 46 anos, sale al encuentro del adolescente problematico, el joven perdido y el hombre en busca de destino que fue. A partir de capitulos muy cortos e intensos, que demuestran una capacidad de autoanalisis y de observacion muy poco comunes
    y un sentido del humor sobresaliente, Juan del Val nos va contando como ha sido <>, nos relata sin tapujos las veces que se ha perdido, y compartimos su alegria y su asombro cada vez que siente que ha aprendido una leccion.

  • Parece mentira - Juan del Val | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-parece-mentira/290234

    5 mar 2019 — Apúntate y descubre cada mes todas las novelas contemporáneas. ¡No podrás parar de leer! Cargando... Otros libros de ...

  • (PE) PARECE MENTIRA de JUAN DEL VAL | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-parece-mentira/9788467050189/5808346

    Sinopsis de (PE) PARECE MENTIRA. Una novela que encantará a las lectoras, en la que la sinceridad es ¿absoluta?, y el morbo, incuestionable.

  • Parece mentira (ESPASA NARRATIVA) Versión Kindle

    https://www.amazon.es/Parece-mentira-Juan-del-Val-ebook/dp/B074Q2YFTS

    Parece mentira (ESPASA NARRATIVA) eBook : Val, Juan del: Amazon.es: Tienda Kindle. ... Mirar en el interior de este libro. Parece mentira (ESPASA NARRATIVA) ...

  • Parece mentira (ESPASA NARRATIVA) : Val, Juan del

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    Este producto: Parece mentira (ESPASA NARRATIVA). por Juan del Val Tapa blanda. 5,65 € ; Candela (Novela). por Juan del Val Libro de bolsillo. 8,50 € ; Lo ...

  • PARECE MENTIRA - JUAN DEL VAL

    https://www.delectoralector.com/parece-mentira-juan-del-val/

    Para mi Juan del Val era el marido de Nuria Roca hasta que leí sus ¿primeros libros? que escribió a cuatro manos con su mujer. Sin ser el libro de año, ...

  • PARECE MENTIRA - VAL JUAN DEL - Sinopsis del libro ...

    http://quelibroleo.com/parece-mentira-1

    Esta es la historia de un chico de barrio que, desde la distancia de sus 46 años, sale al encuentro del adolescente problemático, el joven perdido y el ...

  • Parece mentira - Libro de Juan del Val - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/98019/parece-mentira

    Esta es la historia de un chico de barrio que, desde la distancia de sus 46 años, sale al encuentro del adolescente problemático, el joven perdido y el ...

  • Parece mentira, de Juan del Val

    https://www.juanherranz.com/libro-parece-mentira/

    Parece mentira Clic libro. Juan del Val se ha dado el gustazo de reencontrase con el que fue. Otro él de no hace tanto tiempo, de no hace tantas costumbres ...

  • PARECE MENTIRA. JUAN DEL VAL - Librería Sinopsis

    https://www.libreriasinopsis.com/libro/parece-mentira_295364

    Desinhibido y audaz, su relato va desde cómo fue crecer en un barrio humilde madrileño, buscarse la vida en el periodismo de principios de los noventa sin ...

  • PARECE MENTIRA. VAL, JUAN DEL. Comprar libro

    https://www.popularlibros.com/libro/parece-mentira_923079

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  • Candela de Juan Del Val

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    <>.

  • Amor en La Nieve de Jennie Lucas

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    Era lo ultimo que deseaba, pero el multimillonario griego Ares Kourakis iba a ser padre. Estaba dispuesto a cumplir con su deber y a mantener a Ruby a su lado, incluso a casarse con ella. Lo unico que podia ofrecerle era una intensa pasion y una gran fortuna, ?era suficiente para que Ruby accediera a subir al altar?

  • El eco de la piel de Elia Barcelo

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    LA HISTORIA DE DOS GRANDES MUJERES A TRAVES DEL TIEMPO Y LAS PALABRAS.

  • Romance a la carta de Olga Salar

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    Brian Mosley domina a la perfeccion el tiempo y las cantidades exactas que hay que utilizar en la cocina para convertir un sencillo plato en una obra maestra culinaria. Lamentablemente su incapacidad para medir los tiempos en la vida real, y llegar puntual a las citas, le convierte en el novio desastre que ninguna mujer quiere tener.
    La unica esperanza que le queda es dar con una femina lo suficientemente segura de si misma como para que no le importe que le hagan esperar, o que se olviden de ella por completo. Lo curioso sera que una vez que Pamela haga acto de presencia los defectos del chef desapareceran como el volumen de un “souffle” al salir del horno.

  • Sitiados de Mercedes Santos

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    Ano 1810.

  • La patria de Enriqueta de Graciela Ramos

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    Enriqueta, hija de inmigrantes, lucha con todas sus fuerzas para salir adelante en una Argentina convulsionada: la decada infame, la de los anos treinta.

  • El relicario (Inspector Pendergast 2) de Douglas Preston

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    El despertar de una pesadilla dormida…

  • Musica y Anatomia de Hector Santos

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    Lili Rivers es una chica excepcionalmente talentosa en la musica. Escribe canciones y las toca con sus amigas en una banda que espera salir al estrellato en una pequena ciudad a traves de la radio local. Ethan es profesor de Anatomia. En el verano se comprometio con la profesora Minerva y espera sorprenderla con una pieza musical en piano. Naturalmente le pide ayuda a Lili que parece ser un desastre en la materia de Anatomia. Con el poco tiempo se ven envueltos en decisiones y circunstancias que debaten las constantes preguntas sobre el amor ?La edad importa? ?Que hay de las reglas y estatus sociales? ?Existe tal cosa como el amor verdadero? ?Como afrontar las oposiciones del amor? Descubre en este viaje un amor que podria cambiarlo todo.

  • La ultima vecina de Ana Viladomiu

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  • Si te miento de Clare Mackintosh

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    Vuelve la magistral Clare Mackintosh con un nuevo thriller psicologico.

  • La corona de York (La casa de York 2) de Charlotte Byrd

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    Solia ser mi unica esperanza. Easton Bay: un hombre tan despiadado como hermoso y tan tierno como cruel. Cada toque suyo envia escalofrios por mi espina dorsal.

  • Agua y aceite (Los secretos de Boira 1), Gina Peral de Gina Peral

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  • La primera vez de Elena Vega

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    Sofia, joven, estudiante, con un devenir que va dejando huella y sentimientos dificiles de borrar. Transita por la vida, tropezando e intentando desenmaranar hacia donde va, que quiere y cual es el sentido de su existencia.
    !Y de repente un principe!
    El sueno romantico de cualquier chica. ?O quizas no?
    Puede que no sea tan maravilloso como parece.
    Una lucha se desata en su interior. La posicion social, el dinero, la religion o el contraste de culturas no deberia ser impedimento para el amor y sin embargo, representan un abismo dificil de franquear.

  • Te ayudare siempre de Corin Tellado

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    Te ayudare siempre:
    “-Estamos arruinadas -dijo Romy subitamente, con gran firmeza.
    Yo me estremeci, pero aun no me atrevia a mirar a Romy. Oia su voz diferente, firme, escueta, casi ronca.
    No preguntaba. De repente se diria que un presentimiento la asaltaba y no queria huir de el.
    -Si, Romy. Asi es. Hace mucho tiempo que veniamos tu madre y yo haciendo muchos equilibrios para ocultaros la situacion economica. Cuando hace anos fallecio tu padre, yo le sugeri a tu madre, que en paz descanse, la formula para evitar el terrible desenlace. Vender la gran casona aneja, llena de gratos e intimos recuerdos y esplendores pasados. Alguna tierra, para hacer frente a la situacion critica. Tu madre se nego.”

  • Solo un deseo de Olga Salar

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  • Este lado de la puerta de Angel Martinez Aizpurua

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    Hace tres dias me liberaron de mi secuestro, el mas largo en la historia de Espana. Hoy abandono el hospital para enfrentarme a mi nueva vida. Una ciudad diferente, una familia a la que apenas reconozco, muchos fantasmas del pasado y miedos para el futuro. Mi nombre es Gonzalo Davila Delgado y esta es la historia que alguien ha escrito por mi.

  • Trump, Vicente Valles de Vicente Valles

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    Donald Trump ha conseguido lo impensable: ganar la presidencia de Estados Unidos frente a Hillary Clinton. Ningun analista lo esperaba y todos buscan ahora explicaciones.

  • Paranoia, Franck Thilliez de Franck Thilliez

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    Ilan sigue sin recuperase de la perdida de sus padres, fallecidos en extranas circunstancias. Una manana reaparece en Paris Chloe, su expareja, quien le propone embarcarse en una aventura a la que no podra negarse. Nueve personas encerradas en un antiguo complejo psiquiatrico aislado en plena montana. De repente, una a una empiezan a desaparecer. Encuentran un primer cuerpo. Asesinado. Se desata la Paranoia.

  • Solo una noche (Pasion y venganza 1) de Cathryn De Bourgh

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    El estaba acostumbrado a tenerlo todo en la vida, o casi todo… Aaron Carrington es un abogado exitoso dueno de uno de los mejores Buffets de Boston. Joven, rico y con un charme especial, ninguna mujer se le resiste. Hasta que esa joven llega a su oficina para la entrevista por el puesto vacante como su asistente. Entonces decide que tambien la quiere a ella.

  • No llores, pequeno de Ngugi Wa Thiong'o

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  • Cronicas de Noche Buena en Nueva York de Abraham Serrano

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    Nueva York se viste con un velo blanco sobre sus parques y de luces multicolores en sus rascacielos y famosas avenidas. La temporada decembrina ha llegado a conquistar a neoyorquinos y turistas, en espera de la Navidad; mientras que la Noche Buena se vuelve la espera de millones de deseos, para otros, es solo una esperanza para cambiar sus vidas. En un calido apartamento de SoHo en Manhattan, Nicholas inicia con entusiasmo su dia, a pesar de tener su corazon herido y una enfermedad que minimiza su calidad de vida; el aguarda una tarjeta navidena con un gran mensaje de esperanza que espera entregar en los primeros minutos de la Navidad al ser que ama; pero Angie, su mejor amiga llegara de sorpresa de Chicago, despues de algunos anos esperando curar heridas que la alejaron de casa. Thomas es un solitario hombre en Harlem, que pretende realizar una locura para terminar con su vida, pero su vecina Madeleine, una madre soltera y su hijo Timothy, le tendran una sorpresa navidena, sin pensar que el destino les tendra un acontecimiento inesperado a ellos. Rebecca, una esposa y madre en un area exclusiva dentro del estado de Nueva York, quien intentara pasar una cena tranquila con sus hijos, ante la inminente y constante sombra de un esposo violento, de quien planea un riesgoso plan junto con Carmen, su empleada domestica.

  • Las Peregrinas de Y. Lorenzo

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    Cecilia es una chica cubana que ha emigrado a Espana. Su futuro se presenta incierto al encontrar trabajos precarios e inestables debido a la situacion actual del pais. Su amiga Laura la convence de que puede ganar mucho dinero si la acompana en un viaje por Europa. Por fin va a poder cumplir algunos de sus suenos, pero le suceden una serie de contratiempos. Cada vez se le hace mas dificil salir del agujero donde se habia metido, no perdiendo nunca su alegria y la ilusion por encontrar el amor. Las amigas se desenvuelven con total naturalidad y seguridad por un mundo que para muchos parece incierto.

  • Una Navidad Desastrosa de Noa Xireau

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    No hay mal que por bien no venga, o eso decia su abuela. Karla no lo tenia tan claro.

  • La canguro de los Parker, Norah Carter de Kate Ross , Monica Hoff , Norah Carter

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    Elena, la ninera de los Parker desde su adolescencia, conoce a Hall en su 21 cumpleanos. El hijo de la senora Parker, guapo y misterioso, la hara conocer la pasion, olvidar a su ex y el infierno que vivio con el. Pero, ademas, le mostrara algunos secretos que el tan celosamente guarda.
    Amistad, deseo y, quizas, un amor verdadero en esta romantica novela.

  • Hijos de sangre y hueso de Tomi Adeyemi

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    Zelie Adebola recuerda cuando la tierra de Orisha desprendia magia. Pero todo cambio la noche en que esta desaparecio. Por orden del rey, los maji fueron perseguidos y aniquilados.
    Ahora, Zelie tiene una oportunidad de devolver la magia a su gente, pero para ello debera ser mas rapida y astuta que el principe heredero del trono, que esta dispuesto a todo con tal de erradicar la magia para siempre.
    El peligro acecha en Orisha, donde los leopardarios de nieve campan a sus anchas y los espiritus vengativos esperan escondidos bajo el agua. Sin embargo, el mayor peligro puede ser la propia Zelie en su lucha por controlar sus poderes.
    ES EL MOMENTO DE QUE ZELIE RECUPERE SU LEGADO. ES EL MOMENTO DE QUE UN PUEBLO RECUPERE LA ESPERANZA.

  • LA AVENIDA DE LOS GIGANTES de Marta Martin Giron

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    El cadaver de un joven con el pecho perforado pondra contra las cuerdas a los detectives Idris Fischer y Cameron McGrane. Ante ellos se desentierran los fantasmas de un caso archivado por falta de pruebas. Ahora, dos anos mas tarde, un cuerpo en identicas circunstancias encabezara una lista de desapariciones y asesinatos carentes de pistas. Se abre asi una desesperada investigacion a contrarreloj, donde la ayuda de la periodista Elisabeth O'Connor sera indispensable.
    Unete a su busqueda. Acompanales en direccion a un inesperado desenlace.

  • Amistades peligrosas de Alvaro Rey

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    Daniel siempre ha sido un picaflor y gracias a su increible fisico y a su alegre personalidad, la mayor parte de su vida se ha dedicado a usar a las mujeres. Hasta que aparece Rose y le cambia la vida.
    La chica inglesa que ha llegado a Espana a practicar el idioma y a buscar trabajo, lograra que por primera vez el se enamore y deje de ver a las mujeres como solo sexo.
    Uno de sus ligues de siempre, Marta, no estara de acuerdo con la eleccion de Daniel y quiere volver a tenerlo a su antojo, amenazandolo con destruir su relacion si no hace lo que ella quiere.
    El aceptara los chantajes para que Rose no conozca su pasado, pensando que Marta se olvidara rapidamente de el, sin saber que solo es el inicio de la gran pesadilla de su vida.

  • No me mires asi, nena de Kris Buendia

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    !Maldicion! ?Que ocurre? --Salto en un solo pie al ver que el elevador se ha detenido. De acuerdo soy toda una valiente, pero cuando se trata de estar encerrada en el ultimo piso del elevador de la empresa Barbieri Advertising para la cual empece a trabajar hoy, todo lo valiente se puede ir al carajo en un segundo. --!La madre que los pario! --Vuelvo a gritar y esta vez siento una mano grande y fuerte sobre mi hombro. No se si esta confortandome o si esta reprendiendome por mi lenguaje. Me importa una mierda, estamos atrapados, podemos morir en cualquier momento. ?Y cuanto lleva ahi de todas maneras? De acuerdo, Amy relajate. --Senorita, por favor tranquilicese. Joder, he entrado al elevador sin darme cuenta que habia alguien, pense que estarian vacios y es porque me salte cinco minutos antes de mi almuerzo para encontrar el mejor lugar en la cafeteria de la esquina que vi hoy por la manana. --?Que me que? --Casi es una ofensa--No me pida que me tranquilice cuando mi vida puede terminar aqui en este elevador de mala muerte. Ni si quiera se por que le estoy siguiendo la conversacion. Por su tono de voz es un hombre fuerte, pero estoy empezando a maldecir esta oscuridad porque no puedo verlo como quisiera. Vaya, Amy. No es momento para que te pongas cachonda. La luz empieza a brillar, mi subconsciente me dice gire sobre mi propio eje y vea al hombre que me ha tocado el hombro. Lo hago sin pensarlo y como la torpe que soy mi bolso cae al suelo, haciendo que el hombre misterioso se agache para recogerla. Pelo castano. Oh, mierda la lampara del elevador ha vuelto a fallar precisamente cuando el iba a levantar su rostro para verme. ?Donde he visto ese pelo castano antes? --Tenga--Me entrega tanteando por la ausencia de luz y rapidamente tomo mi bolso y lo aplasto contra mi pecho. --Gracias. --?Siempre eres asi? --?Ya nos empezamos a tutear? --Lo siento--Se disculpa--Me deje llevar. --Pues agarrese para que no se lo lleven, senor... --?Siempre eres asi? --Otra vez con las preguntas--Me quejo ya sintiendo que me va a dar algo porque este hombre me esta sacando de quicio. Empieza a reirse a carcajadas, ahora me siento dichosa de poder escuchar solamente yo esa carcajada varonil del caballero misterioso. Su acento italiano es sexy. Sera porque me encuentro aqui y se ha dado cuenta que no soy de aqui que, me sigue la corriente. --Mire--Me llevo las manos al cuello y doy gracias a Dios y los santos porque no puede verme--Mejor piense en algo para sacarnos de aqui, me voy a desmayar en cualquier momento. --Tranquila--Vuelve a tocarme y esta vez ese roce manda chispas a todo mi cuerpo--Pronto saldremos de aqui, he llamado a los tecnicos del edificio. ?Y cuando los llamo que no me di cuenta? --No sabia que habian de esos--Mi insolencia sale de nuevo a la luz --Para ser una empresa prestigiosa, cuyo dueno es italiano, y que si tuviese la oportunidad de tenerlo de frente para maldecirlo por tener elevadores en mal estado. Jamas pense que me pasaria algo como esto. --?Maldecirlo? --Pregunta curioso. --En mi idioma es que le diria un par de cosas que seguramente me despediria en ese momento, pero es que los elevadores hacen que me de algo. --?Le de algo? --Oiga, ?Usted no se cansa de hacer preguntas? --Ahora si me enfado. --Le hare la ultima pregunta--Ignora lo que dije--?Cual es su nombre? Vaya, con este hombre no se cansa. --?Si le digo mi nombre me va a dejar en paz y nos sacara de aqui? Como si eso fuese posible. --Si. --Amy Collins, hoy es mi primer dia de trabajo, el que va a ser mi jefe no se ha aparecido en toda la manana y por eso me he escapado para almorzar en vez de estar esperando un hombre con cara dura segun me han contado. --Hombre de cara dura--No ha sido una pregunta--?Entonces no sabes quien es tu jefe? --Nop--Hago que suene la “p” mas fuerte de lo normal. Si vamos a estar aqui mas tiempo juro que voy a matar a dos hombres hoy. El primero sera el y el segundo el maldito quien sera mi jefe. Pero primero: --?Y usted es?… La luz regresa y el elevador se abre por dos hombres con trajes color naranja, deben ser los tecnicos del Barbieri Advertising. --Gracias a Dios--resoplo y cuando levanto mi vista para agradecerle a esos hombres que hicieron mas que el que estaba dentro conmigo, con mi ceno fruncido les pregunto: --?Que sucede? --S...senor Barbieri--Dice uno de ellos--Disculpe la tardanza. --No se preocupen--Dice la voz detras de mi y juro que he dejado de respirar--Hagan el favor de revisar todos los elevadores de la empresa-- Hace una pausa--No quisiera que alguien se desmayara aqui dentro si algo asi vuelve a suceder. --S… si, senor Barbieri. No me muevo. No parpadeo. No hablo. ?Senor Barbieri? Hago una memoria mental y maldigo esta vez para mis adentros. El hombre que estaba conmigo, el que soporto mi insolencia y mala leche, al que le dije que iba a maldecirlo. Es el Senor Barbieri. Mi jefe. 2 ?Mi jefe? !Jo...joder! He amenazado con cantarle sus tres. !Y en sus narices! --?Senorita Collins? --Pregunta alguien y yo sigo como una loca ridicula sin moverme--Senorita Collins haga el favor de responder. ?Ahora me ordena? De pronto la misma electricidad--Miento--Ahora una muy fuerte corre por todo mi cuerpo al sentir las manos del senor Barbieri en mi cintura para que salga del elevador. Hago lo que silenciosamente me pide y salgo sin decir mas. Los tecnicos hacen una nena reverencia en presencia del jefe y yo me encuentro haciendo lo mismo. --?Senorita... --Bien--Lo interrumpo--Estoy bien...senor Barbieri. Levanto la mirada y !Maldicion! Ahi esta ese rostro. Nariz respingona. Cabello castano. Ojos verdes que acompanan esa mirada sensual. Voz recargada de: "Quiero cogerte aqui y ahora" !Joder contigo, Amy! Que contigo todo es coger. --No me mires asi, nena. Y haz el favor de no hacer temblar tu voz y mucho menos tartamudear--Exige y mis entranas empiezan a sacudirse al escuchar ahora esa voz de mando--Me gustaba mas la mujer asustada del elevador... ademas de insolente y que ha amenazado a su jefe con--Ladea la cabeza--?Maldecirlo? Oh, diosito este hombre me hace sentir cosas con solo verlo y no es precisamente maldecirlo. !Aunque deberia! El muy cabron me esta intimidando, pero ni leches. !Ni loca! --Senor... --Brandon. Me llamo Brandon. Trago, trago y estoy segura que me he tragado hasta la lengua porque ahora me cuesta responderle. A pesar de ser un manojo de nervios para mis adentros no se lo demuestro y me mantengo firme despues de escuchar semejante barbaridad. --Yo--Hago una pausa breve y recuerdo no tartamudear como una cria--Yo lo lamento, pero usted es mi jefe. Por lo tanto lo llamare por: <> --En el ascensor me dijiste <> ?A que ha venido el cambio? --Estaba asustada. Y me disculpo por mi comportamiento, senor Barbieri. Veo a nuestro alrededor y la gente del edificio ha empezado su rutina. Veo el reloj en mi muneca y en efecto ya es hora del almuerzo. Varias miradas se cruzan entre nosotros y ahora me siento como una anormal por estar frente a mi jefe. !Al jefe de todos! --?Almuerzas conmigo? ?!Pero de que va!? !Madre que hoy si me da algo! --No. --Es hora del almuerzo--Ahora es el quien ve su caro reloj de oro en su muneca--Ademas es mi manera de disculparme por haber venido un poco tarde en tu primer dia de trabajo. No se cuanto tiempo lleves en Italia, y si quieres, puedo ensenarte los alrededores. --Eso no es problema, senor... --Brandon. --Senor Barbieri--Le gruno--No es necesario y no tengo nada que disculparle. Si me disculpa. Hago el movimiento de irme, pero de pronto me detiene del brazo. Casi tropiezo con ese roce que cada vez que lo siento es mas electrico y estoy segura que ya tengo los pelos de punta. Como si una eternidad pasara, clava esos ojos verdes en mi. Repasa mi rostro, mi cabello y el muy sinico ve mi pequeno escote y sonrie. !Dios, esa sonrisa! El ultimo accesorio que da a juego con ese trajo oscuro y elegante. --Almuerzas conmigo. De nuevo... no ha sido una pregunta. ... Practicamente soy arrastrada hasta su BMW y la hora pico a esta hora no ayuda en nada. Mis nervios se han ido y ahora me siento como una ninfomana pensando guarradas. Su perfume se ha apoderado de cada poro de mi piel y tengo mucho calor. Pero no es porque el clima aqui dentro no sea agradable. Es por esos jodidos ojos verdes. --?Que te gustaria comer? --Rompe el silencio mientras esperamos que el semaforo cambie a verde. --Iba al restaurante de la esquina--Veo hacia la ventana en vez de su rostro--Solamente tengo una hora. No dice nada y ese silencio hace que lo vea. Tiene su mirada puesta en mi pero no sonrie. ?Lo he enfadado? Ahora soy yo la que no dice nada, sino que hago lo mismo. Lo veo. Lo estudio. Lo deseo. !Joder, lo deseo en este momento! --?Senor? --Me obligo a preguntar aclarando mi garganta. --Brandon--Insiste--Pero asi me gusta, que me veas a la cara cuando me hablas y no que te escondas viendo hacia la ventana. --No me estaba escondiendo. --?Ah, no? Niego con la cabeza y veo sus manos que aprietan mucho el volante a pesar de que el auto no se esta moviendo. Tiene manos grandes y seguro que mis pequenos pechos pueden ser envueltos en una sola mano sin problema. El semaforo se ha puesto en verde y la bocina detras de nosotros hace que mi hombre de cara dura reaccione !Y yo tambien! --Cara de poquer--Siseo enfadada por lo que me hace pensar. --?Disculpa? --Eh... nada, que tengo mucha hambre. --He reservado en el Amore. ?Y cuando reservo en el Amore? Lo quedo viendo pasmada. Primero en el elevador y ahora esto. Esta asustandome un poco esa mania controladora. ?Sera con todo asi? Yo creo que no. Todavia no conoce a Amy Collins. Y estoy segura que lo que me gusta controlar sera un arma de doble filo tanto para el como para mi. Al momento de ver el gran letrero en letras doradas y cursivas, abro mi boca al ver la fachada del restaurante. Nunca habia imaginado un lugar tan bonito, pero es porque me gusta mas estar en <> que compartiendo el ambiente con gente estirada como el. --Llegamos, senorita Collins. --?Por que me llama de esa manera si a usted no le gusta que le diga <>? !Sere idiota! El senor Barbieri se aproxima como un iman buscando mis ojos, mis labios y hasta mi alma cuando dice: --?Te gusta que te lleven la contraria? --Pregunta respirando en mi cara y la barrita de excitacion se esta empezando a cargar. Labios carnosos. Es lo unico que puedo ver en estos momentos. --Responde. --No. Entonces saca su lengua y remoja sus labios, apenas levanta la comisura de su labio para sonreir y cuando pienso que no hay mas distancia entre nosotros, vuelve a sacar su lengua y la pasa por mi labio inferior. !Oh, si Barbieri! Cierro mis ojos y espero por mas. De pronto siento el aire que no proviene de su respiracion y abro mis ojos.

  • Belleza fatal de Mona Chollet

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    Mona Chollet, referente feminista con mas de 200.000 ejemplares vendidos en Francia, analiza, en este libro, las nuevas formas de alienacion femenina procedentes de la industria de la moda y del culto al cuerpo perfecto.

  • Enamorados en Paris de Tomas Jimenez Eyto

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    Un viaje a la ciudad del amor que pone a prueba a la pareja donde los peligros y las amenazas siguen acechando. Un angel guardian y un matrimonio de policias italianos velaran por su seguridad. ?Podran librarse de los continuos avatares de la vida en completa felicidad?

  • Sexy Summer Love de Lorraine Coco

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    !Mierda, Stephen! ?Tan dificil es ponerse unos pantalones? --Summer puso una mano ante la pantalla de su portatil, colocado sobre la encimera de la cocina, y aparto el rostro para evitar que su mente se llenara con las imagenes que aparecieron ante ella. Hablaba con el cada dia y la mayor parte de las veces a traves del ordenador, pues sus horarios rara vez eran compatibles como para poder quedar a tomar un cafe siquiera. --No es dificil, pero si innecesario. Cualquier cosa que puedas estar viendo ahora mismo, asumo que ya la has visto antes. Y te recuerdo que durante muchos anos yo te vi banarte en pelotas. --!Era un bebe! Pero tu eres un maldito exhibicionista. --Y tu una mojigata, hermanita --resoplo--. Y ahora, vamos al grano. Me has sacado de la cama a las... ?Que hora es? --pregunto Stephen guinando los ojos mientras dirigia el rostro a la ventana que tenia a su espalda. Se habia sentado en el sofa, estirado las piernas cruzandolas por los tobillos y las habia apoyado sobre la mesa. Despues, para tranquilidad de Summer, dejo caer un cojin sobre sus partes, ocultandolas de su vista. --Son las nueve y media. Una hora mas que razonable para estar en pie -- le recrimino como una madre a un hijo rebelde. En ocasiones le daba la sensacion de que el era el hermano pequeno y no ella. --No cuando te has acostado a las seis --replico el revolviendose el cabello. Despues bostezo exageradamente y sacudio la cabeza. --?Y que hacias a esa hora? !No! No me respondas --se apresuro a decir batiendo la mano frente al rostro cuando vio la sonrisa ladina que se paseo por sus labios. Ya imaginaba a que tipo de actividades habia estado entregado. Stephen y ella no podian ser mas diferentes. Aunque fisicamente tenian cierto parecido, pues compartian el mismo color avellana de ojos y el cabello oscuro y ligeramente ondulado. Sin embargo, su hermano poseia un atractivo canalla acorde con su personalidad y vision bohemia de la vida, que no tenia nada que ver con la suya. Ella sin embargo solo era mona, <>, como la habia llegado a llamar un ex novio, pero carecia de ese magnetismo que hacia que Stephen estrenase amante cada noche. Y daba gracias por ello. A ella le gustaba la comodidad de una relacion estable. De conocer bien a tu pareja, de saber que podian contar el uno con el otro. En definitiva, la seguridad y el compromiso. Y por eso su relacion era sencillamente perfecta. Lo que le recordaba que habia llamado a su hermano para cerciorarse de que el catering para la cena que daba su prometido en una semana iba segun los planes establecidos. --?Tienes controlado todo lo de la cena? --comenzo preguntando mientras abria la agenda y revisaba la lista de tareas que precisaban su supervision para el evento--. Bradley se juega mucho. Las personalidades mas relevantes de Nueva York han confirmado su asistencia y espera que consigamos una gran recaudacion de fondos. Stephen parecio aburrirse con la segunda palabra de su discurso, pues se paso todo el bostezando cual leon de la Metro Goldwyn Mayer. --Tu prometido me aburre, y tu, cuando actuas como su perrito faldero, aun mas. Summer abrio y cerro la boca un par de veces como un besugo antes de contestar enfurecida. --!Eres incorregible! ?Es que no puedes tomarte nada en serio? --El pequeno golpe que dio a la encimera acompanando su pregunta la sorprendio hasta a ella. Sin embargo, su hermano ni parpadeo. --Me tomo muchas cosas en serio. Sobre todo las concernientes a mis restaurantes y mi reputacion. Tengo siete estrellas Michelin, y por eso, que pongas en duda mi profesionalidad y creas que servire a vuestros invitados algo por debajo de la excelencia culinaria, me ofende. Su rostro sin embargo no demostro dicha ofensa, muy al contrario, explayo una de sus sonrisas traviesas a la par que frias. --Pero no te lo tendre en cuenta --continuo en un tono condescendiente que la enfado aun mas--. Tu novio, el congresista, es un grano en el culo y se que solo me llamas porque ha debido pedirte que lo hagas una docena de veces antes de marcharse esta manana. Summer se mordio el labio inferior y aparto el rostro. Su hermano, que la conocia mejor que nadie, tenia razon. Bradley no solo se lo habia pedido esa docena de veces, sino que le habia dejado dos notas con el encargo; una sobre la mesita de noche y otra en la encimera de la cocina. Y aunque esa falta de confianza en su tarea de supervisar la cena pudiera ofenderla no se lo tenia en cuenta, pues sabia que, aunque exagerado, estaba nervioso por lo mucho que se jugaba si algo salia mal. Su prometido habia sido nombrado el congresista mas joven del estado de Nueva York, y ahora estaba a punto de conseguir un escano en el senado. Estaba muy orgullosa de el. Tanto como para haber abandonado temporalmente su carrera como marchante de arte y dedicarse a apoyarlo debidamente en su ascension politica. --Stephen... ?no vuelves a la cama? Las voces melosas de dos mujeres jovenes llegaron hasta sus oidos antes de que sus cuerpos desnudos apareciesen tambien en la pantalla. Las chicas se aproximaron a su hermano y empezaron a insinuarsele, acariciando su rostro y torso expuesto, sin ningun pudor. ?No eran ambas dos famosas supermodelos?, se pregunto durante un segundo mientras acercaba el rostro a la pantalla. --Hermanita, tengo que dejarte. El deber me llama --aseguro su hermano justo antes de cerrar la conexion, sin miramientos y dejandola con los ojos como platos. Summer sacudio la cabeza al tiempo que imitaba a su hermano y bajaba la tapa de su portatil, escandalizada. Tardaria algun tiempo en olvidar esa escena. Durante varios minutos miro a su alrededor, tamborileando con los dedos sobre la encimera de marmol en la soledad de su enorme cocina, una estancia diafana decorada en su totalidad en blanco. Desde que se mudaron a aquel atico en Tribeca, pensaba que ese espacio estaba totalmente desaprovechado. Ni Bradley ni ella cocinaban mas alla de alguna ensalada, unos sandwiches o las tostadas francesas que solia prepararle los fines de semana que estaba en casa. Nunca se habia sentido segura en la cocina, pero ademas, aquel ambiente tan pulcro y aseptico no despertaba tampoco la poca creatividad que tuviese para enfrascarse en la tarea. Con la taza en las manos, sentada en uno de los taburetes de diseno en medio de aquella masa blanca, volvio a sentirse muy sola. Asi pasaba los dias, esperando que Bradley la necesitase u ojeando paginas de viajes en internet. El recuerdo de que tenia que revisar algunas ofertas le arranco una sonrisa. Antes de pensarlo por segunda vez abrio de nuevo el ordenador y con pulsaciones rapidas tecleo la direccion de su buscador favorito de viajes. Mientras las diversas ofertas aparecian ante sus ojos con los destinos mas exoticos y sugerentes, dio un largo sorbo a su cafe, dejando que las imagenes llenasen sus retinas. !Viajar! Se moria por volver a hacerlo. Fue una de las razones por las que oriento su carrera hacia el arte. Ser marchante le habria permitido hacerlo con frecuencia en busca de las piezas mas cotizadas para sus clientes. Y durante los dos anos que estuvo ejerciendo tras la universidad lo habia disfrutado minuto a minuto. Pero entonces Bradley fue nombrado congresista. Mientras su prometido, entonces novio, habia estado dedicandose a la abogacia, no vio problema alguno en que ella pasase tiempo fuera del pais, ya que su apretada agenda tampoco les daba la oportunidad de disfrutar de demasiado tiempo juntos. Pero al comenzar su carrera politica, los multiples eventos a los que debia asistir cambiaron la mecanica de la relacion. Recordaba que durante aquellos dias estuvo a punto de negarse a dejar su carrera y de repente, Bradley la sorprendio pidiendole matrimonio. Su declaracion en uno de los restaurantes mas exclusivos de la ciudad fue perfecta y conmovedora. El le dijo lo mucho que la necesitaba y lo mucho que ansiaba compartir su exito, juntos. Y ella, sencillamente, cedio a su entusiasmo y suplica, convencida de que era el momento de sacrificar parte de si misma por apoyarlo. A fin de cuentas, si no se hacen sacrificios por la persona que amas, ?por quien si no? Pero haber tomado dicha decision totalmente convencida no quitaba que, en ciertos momentos como aquel, sintiese que parte de ella se habia perdido durante los ultimos anos. La agenda politica y sus compromisos como congresista mantenian a Bradley cada vez mas ocupado y con menos tiempo para ella. La mitad del tiempo que disfrutaban juntos era en presentaciones, discursos, cenas y eventos beneficos. Y la otra mitad la dedicaban a dormir en la misma cama. Por eso, ella se pasaba el resto de sus horas libres planificando viajes en los que pudiesen disfrutar de unos dias a solas y recuperar la locura y pasion que los llevo a enamorarse. Unos dias en los que solo se vieran el uno al otro. Y en los que el gabinete de asesores, secretarios, agentes de prensa y responsables de la campana de su prometido no los acompanasen como una pesada e incesante escolta. En ocasiones pensaba que su relacion se habia ampliado a una docena de personas que, por otra parte, ni la veian a ella. Y eso no hacia mas que incrementar su soledad. Tras el ultimo sorbo con el que apuro su cafe, una de las alertas de paquetes vacacionales llamo su atencion sobre las demas. El mar azul bajo el sol dorado inundo su retina como una promesa idilica. Casitas blancas salpicaban la costa griega mientras de sus balcones y terrazas, buganvillas fucsias rebosaban como queriendo precipitarse al mar. ?No seria el lugar perfecto para celebrar su proximo y septimo aniversario juntos? La pregunta desaparecio de su mente de un plumazo cuando un par de pitidos, anunciando un mensaje, la sacaron de su ensonacion. Tomo el movil de la encimera y abrio la aplicacion para leer: Carino, no me esperes esta noche. Tengo que quedarme a solucionar un par de problemas. Lo siento. Dejo el movil sobre la encimera con el mensaje abierto y miro por la ventana al tiempo que dejaba escapar el aire lentamente de los pulmones. Sin mirar, volvio a cerrar la pantalla del ordenador, sintiendo que le ardian los ojos por las lagrimas. Al instante se vio a si misma como una nina egoista y caprichosa. No tenia derecho a sentirse asi cuando sabia que Bradley estaba trabajando con ahinco por su futuro, por el futuro de ambos. Solo tenia que pensar que cuando por fin fuese senador se casarian y su vida juntos cambiaria para siempre. Se levanto del taburete con determinacion y limpio de su mejilla la unica lagrima que habia conseguido escapar a su control. Tomo aire una ultima vez y salio de la cocina con el proposito de ocupar ese dia en revisar personalmente cada aspecto del gran evento. Seria la mejor anfitriona del mundo y el se sentiria tan orgulloso que la colmaria de besos y atenciones. Seguro que mas adelante encontrarian el momento de hacer un viaje juntos.

  • Antes de ser Tuya (Solteronas 4) de Amaya Evans

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    Camille miraba por la ventana del salon de dibujo, el dia tan perfecto que hacia. Era ideal para ir a dar un paseo y dejar de lado el aburrimiento que por estos dias parecia acompanarla en todo momento. – ?Que tal si salimos?-pregunto su hermana-al menos el dia de hoy parece prometedor. -Iba a preguntarte lo mismo-le sonrio a su hermana Ophelia. Ambas se levantaron para ir por un chal y disfrutar de un vigorizante paseo, donde al fin podrian estirar sus piernas. – ?A donde creen que van? -su madre que entraba en ese momento, les pregunto al verlas. Las dos se miraron sabiendo que lo que estuvieran planeando hacer, su madre diria que no podian-solo ibamos a dar un paseo-respondio Ophelia. -Tendra que ser en otro momento. Lady Campbell ha venido con sus hijas a tomar el te. Camille hizo mala cara-Pero no sabiamos nada de eso-sintio que se revolvia su estomago de solo pensar en las burlas de las hijas de lady Campbell. -No estamos listas, madre-protesto Ophelia molesta por tener que soportar a las hermanas hurraca que solo llevaban chismes de un lado a otro. Camille miro asustada a su madre-creo que es mejor que yo no este presente madre. Su madre movio la mano con desden-Tonterias, las dos son mis hijas y ambas estaran alli. Ademas saben que lady Campbell y sus hijas son miembros prestantes de la sociedad. -Pero se burlan de Camille cuando ella se pone nerviosa o se molesta por sus comentarios fuera de lugar. Son unas idiotas. – !Ophelia, cuida tu lenguaje! ?Que es esa forma de hablar? No pareces una dama. -Madre, ?Es que no sientes rabia cuando hacen algun comentario de Camille? -No tengo porque, ellas solo dicen la verdad. Esa tartamudez es desesperante. Eso esta causando que cada vez estes mas alejada de los eventos sociales y de la gente. Te convertiras en una solterona, ya tu edad no es la de una jovencita y cada vez se te agotan mas y mas las posibilidades de poder encontrar un hombre que te ofrezca matrimonio-camino de un lado a otro por el salonSolo te pido que por favor no me lo reproches cuando estes sola en el mundo. -Ire a mi habitacion-dijo Camille sintiendose mal por las duras palabras de su madre. -No vas a ningun lado, primero debes saber que tienes que estar lista manana a las nueve de la manana. Vendra el doctor Monroe, para examinarte. -Si, madre-le dijo obedientemente mientras pensaba que solo era una perdida de tiempo- ?Ya pudo retirarme? -Esta bien, pero que sepas que esto de esconderte de la gente todo el tiempo, no te ayudara en el futuro. ***** Los rayos del sol se filtraban por las ranuras de las cortinas de su habitacion. -Buenos dias-la voz cantarina de su doncella, la desperto. -Buenos dias, Mary. -Hace un dia tan bonito, que pense en aquel vestido de flores amarillas que le dio su mama de cumpleanos el mes pasado. -Hoy no quiero ponerme vestidos bonitos, si tienes uno de color cafe oscuro o negro, mejor. – !Nina! ?Pero que se le ha metido en la cabeza para querer esos colores tan horribles? -Nada, Mary. Es solo que hoy viene otro dichoso doctor, de esos que a mi madre le encanta que vengan a decirme lo mismo de siempre, que mi padecimiento no tiene cura. -Oh milady, siento mucho que tenga que pasar por esto. Pero eso no significa que tiene que ponerse asi. Tal vez, este si tenga buenas noticias-le dijo tratando de infundirle animos. -Lo que mas me pone triste es saber que mi madre nuevamente va a estar alli, a la expectativa, creyendo que esta vez, si hay un remedio milagroso. Y cuando le digan que no es asi, yo soy la que tendre que ver su cara de decepcion. -Elevo los ojos al cielo-es una locura tener que pasar por lo mismo tantas veces. -Veamos primero, que es lo que tiene que decir el doctor-su doncella le llevo su bandeja hasta la cama para desayunara y luego la ayudo a asearse y a vestirse. Luego, ambas bajaron a la salita de vistas donde la esperaba el doctor y su madre. -Buenos dias. -ella saludo a todos. -Muy buenos dias, supongo que es usted lady Camille. -Si, doctor. -Es un gusto conocerla. Soy el doctor Edward Monroe. -Un placer conocerlo-dijo con tono apagado. -Hija, por favor, acercate. El doctor quiere verte bien. Ella se acerco y el comenzo a tocar su muneca y pincharla con cosas extranas que dolian. Era un hombre de rostro hurano, casi amargado. Sin embargo era educado en su forma de hablar y trataba de ser amable con ella, pero Camille no podia evitar sentirse como un experimento por la forma en la que la miraba. Luego de examinarla, se sento a tomar su te y empezo a hablar con su madre como si ella no estuviera alli. -No cabe duda de que es una pena. Una muchacha tan bonita, y joven con ese tartamudeo, es terrible. Pero creo que podemos hacer algo. Su madre casi se levanta de la silla cuando lo escucho- ?y que cree que deberiamos hacer? -Definitivamente un cambio de ambiente, es pertinente. Pero ademas no puede seguir encerrada, debe socializar para poder ejercitar la boca y la lengua. De esa manera podra ver una mejora. -Pero eso ya nos lo han dicho los otros doctores. El hombre hizo cara triste-lamentablemente es todo lo que puedo recomendar. Este tipo de padecimiento es algo con lo que la persona debe aprender a vivir, porque no desaparece, solo mejora un poco. – ?Entonces todo lo que podemos hacer es cambiarla de ambiente y llevarla a todos los eventos para que hable mas? -Eso y tratar de que no se altere, pues eso es lo que acentua el problema. Su madre no pudo ocultar su decepcion-Pense que podriamos tener buenas noticias. -miro a su hija con ese eterno gesto que la acompanaba desde que ella habia empezado a tartamudear. Ella sabia que era una molestia para sus padres y que si pudieran deshacerse de ella lo habrian hecho, pues gracias a ella, su familia estaba envuelta en habladurias y bromas de mal gusto. -Yo…les pido un permiso. Quisiera retirarme porque tengo un poco de jaqueca. -Si…si, vete hija-su madre la despacho como si no fuera mas importante que uno de sus gatos. Camille salio de alli con apenas un hasta luego, doctor, y subio las escaleras a toda prisa. Necesitaba estar en su dormitorio y llorar. Su hermana estaba cerca cuando ella entro como un huracan a su habitacion. – ?Que sucede?-corrio tras ella. -Por favor, Lia, ahora no deseo hablar. -le dijo a su hermana Ophelia que entraba en ese momento a su dormitorio. – ?Tan malo es lo que te ha dicho ese doctor? Segun el, toda la vida sere una tartamuda. Dice que es algo que se puede mejorar pero que jamas se ira. -empezo a llorar-no soy tan fuerte como para aguantar toda mi vida las burlas y las miradas de compasion de la gente. -No es el fin del mundo, hermana-debes calmarte-Ophelia se sintio mal por ella. A Camille le habia tocado una vida dura mientras crecia. A pesar del lujo que la rodeaba, las personas no le perdonaban su defecto. -Camille la miro con ojos llenos de lagrimas- ?como podria hacerlo despues de tan terribles noticias? Si hubieras visto la cara de mi madre, sus ojos me miraban con tal decepcion… -Oh no querida, esa es su mirada de siempre. Cualquier cosa que no sea su reflejo en el espejo sera observada como si fuera un insecto. Camille sonrio a pesar de su tristeza. Tenia que estar de acuerdo con ella. Su madre era la mujer mas egoista que habia conocido. Desde que eran pequenas, siempre les dejo ver que solo serian un medio para un fin. Eran hijas de un vizconde para casarse con aristocratas y llevarlos a un mejor nivel o al menos mantener el que ya tenian. Con el unico que se portaba distinto, era con su pequeno hermano Julian, al que tampoco habia deseado criar y lo habia enviado lejos apenas pudo, a un internado. Y ella para no sentirse culpable, se decia que era por su bien, pues era el heredero de un vizconde. Sin embargo cuando llegaba de visita, se deshacia en cumplidos y atenciones para consentir al pequeno heredero. -Al menos sabemos que si no te vas a casar por ese defecto, tampoco tendras que ir a ese monton de bailes en busca de marido, ya que ninguno querra tener que ver algo contigo. Camille le dio una mirada asesina- !Por Dios, Ophelia! a veces creo que no hay en ti, filtro entre tus pensamientos y tu boca-no pudo evitar reirse. -pero la verdad es que tienes razon. Ya me he hecho a la idea de que jamas sere una esposa con una gran familia, y si a eso le agregamos que los pocos caballeros que han venido aqui, se desencantan cuando me escuchan hablar, ya sabemos que es muy lejana la posibilidad de un matrimonio. Ophelia rodo los ojos-tu tampoco te ayudas, Camille. No sales mucho, evitas las reuniones, y los bailes. Por supuesto la consecuencia es que no muchos caballeros llenen la casa. -Mira quien habla de ayudarse. La que ahuyenta a los hombres con sus comentarios agrios la mayor parte del tiempo. Su hermana la miro molesta-lo hago porque tengo que. Sabes muy bien que de lo contrario, ya estaria comprometida y…-su semblante se torno triste-bueno a sabes que no es lo que quiero. -Lo se, hermana. Lo siento, no debi tocar ese tema tan doloroso para ti. Se que no es facil confiar despues de que Dalton, te hiciera aquella canallada.

  • Bajo el arbol de la toraya (Narrativa), Philippe Claudel de Philippe Claudel

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  • Los peces solo flotan muertos de Jose Luis Caballero

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    Barcelona, 1972. Un misterioso asesinato en el Club Nautico que pondra en jaque a la policia, a las mas altas esferas de la burguesia de la ciudad y a los Servicios Secretos de la Casa del Principe Juan Carlos de Borbon.

  • El otro Hollywood de Eve Babitz

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    <<Me parecia a Brigitte Bardot y era la ahijada de Stravinsky.>> Asi se definia Eve Babitz, musa del Los Angeles de los sesenta y setenta que con apenas treinta anos publico estas memorias dignas de una estrella de Hollywood.

  • Pasion Legal de Lisa Childs

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  • Dragon dorado de Sophie Saint Rose

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    Lady Camille, temiendo por su vida, huyo de casa para no acabar como su madre y desamparada por las calles de Londres, encuentra un buen amigo que le ensena como sobrevivir. Pero por su culpa esta a punto de perderle y solo se le ocurre una solucion. Buscar al hombre mas influyente y temido de Londres para que le eche una mano, pero desgraciadamente se ha vuelto decente. Su destino esta a punto de cambiar. de nuevo.

  • Vestido de Novia (BEST SELLER), Pierre Lemaitre de Pierre Lemaitre

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  • Tantas razones para decirte que no de Sara Tessa

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    Una historia de amor adictiva y tormentosa, autentico fenomeno editorial en Italia gracias al boca a boca.

  • El mapa del tiempo de Felix J. Palma

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    Londres, 1896. Innumerables inventos alteran una y otra vez la faz del siglo haciendo creer al hombre que la ciencia es capaz de conseguir lo imposible. Y sus logros parecen no tener limites, como demuestra la aparicion de la empresa de Viajes Temporales Murray, que abre sus puertas dispuesta a hacer realidad el sueno mas codiciado de la humanidad: viajar en el tiempo, un anhelo que el escritor H. G. Wells habia despertado un ano antes con su novela La maquina del tiempo. De repente, el hombre del siglo XIX tiene la posibilidad de viajar al ano 2000, como hace Claire Haggerty, quien vivira una historia de amor a traves del tiempo con un hombre del futuro. Pero no todos desean ver el manana. Andrew Harrington pretende viajar al pasado, a 1888, para salvar a su amada de las garras de Jack el Destripador. Y el propio H.G. Wells sufrira los riesgos de los viajes temporales cuando un misterioso viajero llegue a su epoca con la intencion de asesinarlo para publicar su novela con su nombre, obligandolo a emprender una desesperada huida a traves de los siglos. Pero, ?que ocurre si cambiamos el pasado? ?Puede reescribirse la Historia?
    Felix J. Palma plantea estas preguntas en El mapa del tiempo, con la que obtuvo el XL premio Ateneo de Sevilla de Novela. Barajando personajes ficticios con personajes reales, como Jack el Destripador o el Hombre Elefante, Palma teje una fantasia historica tan imaginativa como trepidante, una historia llena de amor y aventura que rinde un homenaje a los comienzos de la Ciencia Ficcion y transportara al lector al fascinante Londres victoriano en su propio viaje en el tiempo

  • Atreverse a Amar de Nora Roberts

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    Jared tenia que elegir entre una mujer ardiente y su frio orgullo. Estaba acostumbrado a salirse con la suya, sobre todo con las mujeres, pero con Savannah Morningstar no llegaba a ninguna parte. Aquella mujer, de una esplendida belleza, mantenia una actitud testaruda que estaba haciendo estragos en el ego masculino. Y, cuando alguien pisoteaba el orgullo de los MacKade, siempre se desataba un infierno...

  • Una chica en invierno de Philip Larkin

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    Katherine es una joven refugiada que trabaja como bibliotecaria en una gris ciudad inglesa. Hastiada de su trabajo y de la vida en general, lo unico que le hace mantener la esperanza es la perspectiva de un reencuentro con el que fue su primer amor. Asi, en las horas previas a su cita, Katherine revivira las idilicas vacaciones que supusieron para ella la perdida de la inocencia y el paso a la edad adulta. Ahora Robin, el protagonista de aquel crucial verano, tan glorioso como mortificante, tan radiante como precozmente crepuscular, podria poner fin a su monotona vida y arrancarla para siempre de las garras de la frustracion.

  • West (Los hijos de monica amder 4) de Erina Alcala

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    La madre de West Amder, Monica Amder, siempre estuvo enamorada de su padre, West Amder desde el dia que entro al rancho de su madre en Dubois, Wyoming, y ella lo contrato como cocinero. West, se llamaba como su padre. Su padre habia estado cuatro anos antes en Nueva York, de joven, estudiando varios cursos de cocina, aprendio y obtuvo su titulo ser chef y su sueno era montar su propio restaurante en Manhattan. Era oriundo de Montana. Su abuelo murio y su padre y su tia vendieron el rancho que tenian repartiendose el dinero. Y su padre tomo rumbo de nuevo a la gran manzana a montar su restaurante. Se habia enfadado con su hermana porque no queria que se vendiera el rancho familiar, pero su hermana le dijo que si el se iba, ella no podia hacerse cargo del mismo y quiso venderlo. Asi que no les quedo mas remedio que venderlo. Y se repartieron el dinero. Pero al llegar a Cheyenne, Wyoming, cansado y enfadado, su padre vio el anuncio en el que se necesitaba cocinero en un rancho y por un impulso decidio ir a ver. Y vio a su madre y fue un flechazo. Y se quedo alli, enamorado de su madre. Su madre, Monica Ponce, habia nacido en Malaga, Espana, de padre malagueno y madre americana, cuyo abuelo, el bisabuelo de John, tenia un rancho en Dubois, un pueblo del estado de Wyoming y cuando este murio, los padres de su madre tuvieron que irse desde Malaga a hacerse cargo del rancho. Y su abuelo lo hizo prospero. Su abuela murio anos despues y su madre se quedo sola con su abuelo en el rancho y alli crecio. Sin embargo, la noche de la fiesta de graduacion del instituto, su madre se acosto con un chico que le gustaba del rancho de al lado y concibio a su hermano mayor Alex, dejandole el apellido Ponce cuando nacio. Sin saberlo, su abuelo, el padre de su madre quiso que su madre Monica, estudiara en la universidad de Malaga y asi estar con sus abuelos paternos. Y alli nacio Alex, en Espana, su hermano mayor al que su madre le puso su apellido y nunca, ni su abuelo, ni su padre supieron de el hasta que su madre, regreso al rancho seis anos despues. Sin embargo, el padre de su hermano Alex, tenia una novia, desde el instituto y se caso con ella y se fue a vivir a California, porque estaba embarazada y eligio entre su madre y su hermano y su novia, y su madre se quedo sola con su hijo en el rancho. Cuando su madre llego al rancho con su hermano Alex con casi seis anos, su abuelo murio y ella tuvo que reformar el rancho que estaba hecho una pena. Contrato a trabajadores y se enamoro del cocinero, un chico de Montana, su padre West y al que su hermano Alex quiso mas que a su propio padre que no fue a verlo nunca mas, salvo llamarlo por telefono y mandarle dinero mensualmente. No lo volvio a ver hasta los 17 anos. Sin embargo, su hermano mayor, si iba al rancho de al lado de pequeno y hasta los 17, con sus abuelos, los padres de su padre que lo querian mucho. Su padre nunca le puso el apellido y su madre no quiso que West, su padre, le pusiera el suyo, para no hacer dano a su verdadero padre Nolan, y paso a llamarse Alex Ponce, el apellido de su madre que siempre tuvo y no quiso cambiarlo. Su madre, se caso con su padre West y tuvo dos gemelos, su hermano John y el mismo. Por eso, ellos se llamaban Amder Ponce, dos apellidos porque su madre decia que en Espana se tenian los apellidos, el del padre y de la madre. Y para que los uniera al menos el suyo a todos sus hijos. Cuando su hermano Alex acabo el instituto, el y su hermano gemelo, tenian diez anos y leves recuerdos del rancho, su madre, vendio su rancho y se fueron todos a Nueva York. Su madre les dijo que iban a cumplir el sueno de su padre West de montar un restaurante o una cafeteria. El, nunca habia visto una pareja que se amara mas que sus padres. Siempre se lo decia a su madre, conforme crecia, que queria un amor como el de ellos y una mujer como su madre, que se amaban tanto. El no veia que discutieran sino por tonterias y su padre cogia a su madre en alto y se le quitaba el enfado, y siempre estaba cogiendola y besandola y ella a su padre igual. Siendo ellos pequenos, participaban en esos juegos. En la adolescencia, le parecian pesados, pero despues, eran una envidia para todo el mundo. Eran su media naranja, el amor de su vida cada uno. Cuando se fueron a Nueva York, compraron un apartamento enorme y precioso y sus padres montaron una cafeteria justo en el bajo del apartamento. Compraron el local y lo disenaron. El edificio tenia gimnasio y piscina. Y su madre siempre era la madre generosa que no queria que le faltara nada a sus hijos, y su padre era mas recto y lo respetaban y querian y West, se emocionaba a veces con sus hijos, sin disimular nada. Tan solo queria que sus hijos fueran honrados, trabajadores y buenas personas. Justo el ano que se cambiaron a Nueva York, Alex su hermano mayor, recibio una beca para estudiar en Harvard. Habia solicitado Derecho y alli, conocio al amor de su vida, su cunada Sofia, de Marbella, como su madre y su abuelo. Sus padres murieron en un accidente y Sofia tuvo que irse de nuevo a Espana, pero volvio a por su hermano anos mas tarde y desde entonces eran otra de las parejas mas felices que conocia. Ella trabajaba como criminalista en el FBI y su hermano era abogado de derecho laboral y financiero. Y tenian ya dos hijos, Ana y Alex. Y sus padres estaban encantados. West tambien habia estudiado en Harvard, con su hermano gemelo, pero mientras el hacia arquitectura, su hermano John, siempre quiso ser agente del FBI y estudio criminologia y un master de dos anos. Todos sus hermanos lo hicieron. Al terminar, tenia 24 anos y en unos meses encontro trabajo en un estudio importante de arquitectura en Manhattan y se independizo. Sus padres le regalaron un apartamento amueblado y decorado, como a su hermano Alex y como casi un ano despues harian con su gemelo John, ya que este quiso quedarse a estudiar en casa hasta entrar en el FBI y aprobar los examenes y se comprara otro en su mismo edificio. El apartamento era de tres dormitorios y un despacho, precioso y completo con mesa de disenar y todo lo necesario para trabajar en casa. Se compro un coche y se levantaba temprano, hacia ejercicio en el gym de su edificio y nadaba todas las mananas. Tenia un cuerpo perfecto. No en vano eran tipos altos, de uno noventa, como su padre, morenos y de ojos negros y profundos, con cuerpos de dioses. Tuvo suerte de entrar en ese estudio de arquitectura y con los anos se hizo un buen nombre. Tenia encargos de gran envergadura a pesar de ser joven. Era demasiado perfeccionista y trabajador. Se pasaba por las obras y miraba todo al milimetro. Todo debia salir bien. Tenia su propio despacho inmenso para el solo. Iba todos los fines de semana a ver a sus padres, o a comer a la cafeteria los sabados, y salia a veces con su hermano John, que vivia en su mismo edificio y que ya llevaba unos anos en el FBI. Salian con chicas y las llevaban a casa, pero mientras John era mas mujeriego e independiente y extrovertido y no queria lios con ninguna mujer. El era distinto, se parecia mas a su padre en ese sentido. No le satisfacia salir una noche con una y al fin de semana siguiente con otra y la vida loca que llevaba su hermano John. Asi que a veces no salia con el. Tuvo un par de relaciones, mas bien cortas porque era tan perfeccionista en el trabajo como lo era en las relaciones. Era serio y critico. Era mas introvertido que su gemelo. Sin embardo era feliz, con su trabajo, su casa y su vida tranquila y como queria llevarla. Pero todo eso cambio el dia que cumplio 31 anos. En septiembre, a su vuelta de vacaciones. Blanca Prieto, era una chica bajita, preciosa, extrovertida. Tenia un pelazo largo y moreno por la cintura, liso y unos ojos verdes, que enamoraban. Era una chica graciosa con una sonrisa que derretia un iceberg, tan pequena como una munequita... Hablaba con todo el mundo, ya fuera en el autobus o con algun extranjero que preguntaba por algun lugar. Sabia ingles a la perfeccion y algo de italiano y aleman. Era una chica feliz por naturaleza. Vivia aun en casa de sus padres. Sin embargo, su hermana Luz, ya se habia casado y divorciado y ahora vivia con un policia local de Sevilla. A su hermana le duro el noviazgo once anos y el matrimonio dos, pero ahora estaba feliz. Su madre, cuando tuvo a su hija Luz, no quiso tener mas hijos, porque tuvo una cesarea que fue horrible y sabia con certeza, que, si tenia otro hijo, tambien le iban a hacer otra cesarea, pero su hermana Luz insistio tanto que tuvieran otro y fue Blanca la que nacio, tambien por cesarea. Una nina radiante. Y siempre se llevaron bien las dos hermanas a pesar de la diferencia de edad, casi nueve anos. Tan solo discutian cuando una se quitaba la ropa a otra, sin permiso. Sus padres eran los dos funcionarios. Su padre era ingeniero y su madre, profesora de literatura y le encantaba escribir. Era una romantica empedernida y Blanca a pesar de su coraza extrovertida, las dos hijas le salieron romanticas. Su padre era mas racional, pero amaba a sus hijas por encima de todas las cosas. Cada vez que abrian la boca, alli estaba el padre a ayudarle. Y la madre, Carmen, disfrutaba comprandoles ropa, aunque tuviesen que ir a descambiarla, pero disfrutaba con ello. Le encantaba la Navidad y ponia un Belen todas las Navidades y un arbol que eran envidiados. En la mesa no le cabian a su madre mas figuras, porque era una enamorada de la Navidad y a sus hijas les paso el amor por esas fiestas. Entre otras cosas

  • Luna de gato de Christian Martins

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    Amanda, la chica de los labios azules, es timida, sonadora y vive en su propio mundo. Trabaja en una editorial y dibuja lunas de gato.
    Brett es abogado, es extrovertido y trabaja en un bufete. Aunque no tiene muy claro lo que le tiene preparado el futuro.
    No tienen mucho en comun, excepto que son vecinos. Y que trabajan en la misma calle. Y que ambos acabaran embarcados en una aventura comun que cambiara sus vidas para siempre.
    ?Te apetece conocerles?

  • Jose, mas alla del olvido de Andrea Nusan

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    Jose aun no daba credito a lo que acababa de escuchar. --?Quiere decir que no recordare nada? ?Nada en absoluto? --Noto que su garganta se resecaba y que empezaba a faltarle el aire. --Es algo mas complicado que eso, don Jose. El doctor Llopis era amigo de su familia desde hacia treinta anos, y le costaba mucho tener que pronunciar aquellas palabras. Pero sabia que ser el portador de malas noticias era el precio que llevaba implicito, a veces, su profesion. --La enfermedad no solo afectara a su memoria --continuo--, tambien a sus habitos diarios: comer, andar, hablar... Es algo asi como una vuelta a la infancia. --Solo que esta vez no es para empezar a vivir, ?verdad? --Jose suspiro mientras miraba, por la ventana de la clinica, como la gente andaba por las calles con prisa, de un lado para otro. Los almendros estaban en flor y llenaban la acera de color y de un ambiente casi poetico. Sin embargo, nadie parecia darse cuenta; tenian demasiadas cosas en que pensar y no tenian tiempo para detenerse a observar aquella maravilla. Pronto el olvidaria hasta el nombre de la calle. El doctor se acerco por detras y le toco el hombro de forma amigable. --Sera mejor que se siente, don Jose; asi podre explicarle que debera hacer a partir de ahora. --Sus palabras sonaban en la cabeza de Jose como un eco lejano--. Va a necesitar de toda la ayuda que le puedan prestar, asi que deberia decirselo cuanto antes a su familia. Tambien seria conveniente que fuera delegando el cuidado de dona Amparo a manos mas profesionales. Con las ultimas palabras del doctor revoloteando por su mente, recogio todos los informes y salio de la clinica con el corazon en un puno. <>, le habia preguntado antes de salir. <>. <>, habia insistido. <>. Aquel hombre de mirada triste, barba y pelo cano, y arrugas en la piel, sentia que su mundo acababa de desmoronarse como un castillo de naipes. A sus ochenta y seis anos, recien cumplidos, ya se habia hecho a la idea de que algun dia dejaria este mundo, y eso no le daba miedo. Estaba preparado. Habia sido feliz en su vida. Es decir, todo lo feliz que alguien puede ser cuando, estando enamorado de una persona, se casa con otra, sabiendo que jamas la querra como a la primera. Y eso era lo que mas lo atormentaba desde que salio de la consulta del doctor. ?Acaso seria posible olvidar al amor de su vida? ?Olvidar el azul de su mirada, el rojo de sus labios, la suavidad de su piel? Habian pasado cuarenta anos desde que vio por ultima vez a Ana, pero recordaba cada gesto, cada palabra y cada sentimiento como si hubiese sido ayer. Y la esperanza de volver a verla, aunque fuese solo una vez mas, lo habia mantenido vivo todos esos anos al lado de su mujer y sus hijas. 2 Cuando llegue a Moraleja en mayo de 1957, solo pensaba en divertirme. Y me sorprendio lo facil que me resulto adaptarme a mi nuevo habitat. El pueblo era precioso; el aire era mas limpio que en Valencia; el cielo, mas azul, y la gente parecia sonreir siempre a pesar de sus problemas. Mis padres me habian mandado alli recomendados por unos amigos extremenos. Iba con una cuadrilla de albaniles valencianos y murcianos a restaurar el tejado de la iglesia del pueblo. Pensaron que asi sentaria, por fin, la cabeza, pues hasta entonces ni siquiera me habia planteado el buscar un trabajo de verdad y formar una familia, como el resto de mis amigos. Preferia ir de guateque en guateque y reirme todo lo que pudiera. Yo no habia salido nunca de Valencia, exceptuando los dos anos que pase en Ceuta haciendo el servicio militar, asi que aquello me parecio una aventura. Mi tia Belen, hermana de mi madre, vivia en una casa humilde a las afueras del pueblo y me habia ofrecido quedarme alli las semanas que durase el trabajo. Ella, mujer trabajadora y vitalista, conservaba, a sus sesenta anos, aquella belleza y fortaleza que me habian contado que tuvo en su juventud, aunque a mi siempre me parecio ver en su mirada un halo de tristeza. Vivia sola, pues nunca se habia casado. Y es que, segun me contaron, el amor de su vida, un joven militar frances llamado Francois Fontaine, habia fallecido seis meses antes de la boda, tras las trincheras de la gran guerra. Mi tia jamas se recupero de ese mazazo emocional, y con solo veinte anos decidio emigrar a Extremadura junto con su mejor amiga, Manuela, y el marido de esta, Justino. El, extremeno de nacimiento, se habia trasladado a Valencia por trabajo, y alli conocio a Manuela y se enamoro de ella. Llevaban casados dos anos cuando decidieron volver a Moraleja, el pueblo de Justino. Los padres de el ya habian fallecido, y le habian dejado en herencia lo poco que tenian: un terreno a las afueras y una casa. Asi que convencio a Manuela para regresar a su tierra y que su legado no se perdiese. Ella acepto con una unica condicion: que parte de ese terreno se lo cediesen a Belen para que pudiera construirse una casa y empezar de cero. Y es que, al parecer, la noticia de la muerte de Francois habia corrido como la polvora entre los familiares y amigos de mi tia, y entre los muchos dimes y diretes de la gente, decidieron ponerle el sobrenombre de <>. Manuela sabia que si mi tia se quedaba en Valencia, le esperaba una vida de soledad y chismorreos, y ella no consentiria eso para la que se habia convertido, por derecho, en su hermana, aunque no fuera de sangre. Justino cedio a las peticiones de su mujer, pues la amaba y, ademas, tenia mucho aprecio a Belen, quien siempre apoyo la relacion y vio con buenos ojos sus ganas de volver a su tierra natal. Al llegar a Moraleja sin estudios ni padrinos, todos se tuvieron que poner a trabajar en el unico sitio en el que entonces podian hacerlo: la hacienda de los De Mora, familia de la que yo no sabia nada en aquella epoca, y que seria mi ruina tiempo despues. Para cuando llegue, mi tia ya hacia anos que habia dejado de trabajar en el campo y sobrevivia dando clases de costura a jovenes casaderas que querian estar preparadas para ser buenas esposas y madres. Ella y Manuela seguian siendo muy buenas amigas y se ayudaban en todo. Sobre todo desde siete anos atras, cuando Justino murio a causa de un ataque al corazon mientras recogia patatas en los campos de la familia De Mora. A pesar de que yo nunca habia tenido trato con mi tia, pues cuando se marcho de Valencia, ella y mi madre se distanciaron y no volvieron a hablarse, solo hizo falta una carta para que Belen me aceptara como si siempre hubiesemos sido una familia unida. Yo tenia treinta anos y muchas ganas de comerme el mundo. Lo que nunca pude imaginar es que el mundo acabaria comiendome a mi a traves de los ojos azules mas bonitos que he visto y vere en toda mi vida. --?Que haces, papa? --Carmen, la hija pequena de Jose, entro en su despacho. --No sabia que ya habiais venido -- contesto el apagando la pantalla del ordenador--. ?Y la fiera? --Le dio un beso. --Viene ahora con Pedro. Ana queria chuches, y ya sabes como se pone cuando quiere algo. -- Jose sonrio pensando en lo terca que se ponia su nieta de cuatro anos cuando se le antojaba algo --. ?Y mama? --Creo que esta en la cocina con Avelina, acabando de hacer la comida. --?Han venido ya Isabel y los peques? --No, tu hermana no ha llegado aun. --Vale, pues voy a saludar a mama para que tu puedas seguir haciendo lo que sea que estuvieras haciendo... --dijo con tono burlon y una sonrisa. Jose se la devolvio con un cierto sentimiento de culpa. Habian pasado tres meses desde su cita con el doctor Llopis, y estaba hecho un lio. Aun no habia decidido si queria contarle a su familia lo de su enfermedad. Sin embargo, si habia tomado la decision de escribir sus memorias para narrar su historia con Ana. No podia aceptar que algun dia olvidaria al amor de su vida y el tiempo tan maravilloso que habia pasado con ella. Y penso que tal vez si lo escribia podria recordarla. Los gritos de sus nietos, David y Jorge, entrando por la puerta lo devolvieron a la realidad.

  • La rebelion de la reina de Rebecca Ross

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    Cuando llega su solsticio de verano numero diecisiete, Brienna desea solo dos cosas: dominar su pasion y ser elegida por un mecenas.

  • Seducir a Mister McNiall de Kate. L Morgan

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    Condado de Halifax, Nueva Escocia, 1908 !MALDITA SU SUERTE! Si el hubiera sido un hombre rico, si hubiera obedecido a su padre y se hubiera dedicado a la iglesia, si hubiera sido mas ambicioso e incluso temerario, ahora no tendria que enfrentarse a un destino aciago. Stephen solto un largo suspiro mientras sujetaba con mas fuerza las bridas de la montura. Habia quedado con los amigos en Truro; el mejor club para hombres en la zona de Quinpool. Tenia ganas de estar un tiempo con ellos porque llevaba una semana horrible. Mollie, su amante desde hacia dos anos, se habia marchado a visitar a sus padres a Port Hodd. El, se sentia muy avergonzado de no poder ofrecerle lo que ella necesitaba, pero la queria, y de momento a ella le parecia suficiente. Stephen vivia con Mollie en una casita muy cerca de Pleasant Park. Como iba a estar unos dias solo, habia decidido encontrarse con sus amigos de siempre. Stephen arreo su montura aunque cabalgar tan rapido podia ser peligroso, pero el club se encontraba en un lugar privilegiado, y donde se servia el mejor whisky. El verano no era muy bueno en Nueva Escocia, bueno, en realidad no era bueno en todo el ano, pero en ese tiempo Halifax estaba a tope de visitantes del norte buscando viveres para pasar los meses mas frios del ano, tambien enseres para sustituir aquellos que se rompian. Detuvo el caballo sin problemas, desmonto, y le paso las riendas al mozo de cuadra. El chico se quedo esperando la moneda, pero el no llevaba nada encima. --Llegas temprano --la voz era la de su amigo Darrell. Darrell Dexter era el hombre mas sarcastico de todos. Tenia veintiocho anos y estaba soltero. Era dueno de Shediac, la cuadra donde se criaban los mejores sementales de Nueva Escocia, ademas le gustaban las mujeres hermosas y los caprichos caros. Darrell habia tenido una infancia muy dura porque tartamudeaba de nino, lo que hizo que su padre lo ignorara. Crecio aislado en el campo, mientras su familia vivia en Shelburne. Cuando el padre se dio cuenta de que su hijo era un tipo del que podia sentirse orgulloso, resulto demasiado tarde; Darrell ya no sentia el menor interes por relacionarse con su padre. Por ese motivo se marcho de la casa familiar, y no volvio hasta que se supo huerfano. --Queria ser el primero en llegar --respondio el--, pero ya veo que no es asi. --Pues casi llegas el ultimo --respondio John. John Sparrow era conductor de carruajes, tenia veintiseis anos. Estaba soltero, y era un hombre con un agudo sentido del humor, pero todavia mas de cinismo. Desde muy joven tuvo que luchar para poder encontrar su lugar, y para lograrlo decidio unirse al ejercito. Alli habia aprendido todo sobre los sementales, y desarrollo una habilidad natural para conducir todo tipo de carruajes. Se licencio con honores del ejercito, y monto su propio negocio. --?No ha llegado Charles? --pregunto algo sorprendido porque el mencionado solia ser muy puntual. --Habra tenido que atender a algun cliente de ultima hora. Charles Tupper era el dueno de un pequeno restaurante en el centro, lo habia heredado de su abuelo, y llamaba al local Dufferin. Tenia veintinueve anos, estaba viudo, y era el mas impulsivo de los cuatro. Era un hombre al que le gustaba llevar la contraria casi en todo, quizas porque el lo consideraba una forma de demostrar su valia porque la muerte de su esposa lo habia dejado con un marcado trauma. Un sirviente de casaca roja y brillantes botones dorados dejo la botella y los vasos sobre la mesa. --Gracias Dummfier --le agradecio Stephen. --?Vais a tomarlo sin mi, desgraciados? Charles acababa de hacer su entrada en uno de los reservado en el club Truro. --Es solo el primer trago --respondio Darrell casi al mismo tiempo que se echaba un trago largo--, y esta bueno --enfatizo. Los cuatro amigos se saludaron y brindaron por el encuentro de cada semana. Era el incentivo que necesitaban para continuar adelante. --Ha sido un dia bastante duro --la voz de Charles habia sonado impaciente. --?Que pensais hacer manana? --la pregunta de Stephen logro que tres cabezas se giraran hacia el. --Manana es sabado --respondio Darrell--. Posiblemente tenga una venta, una que espero con impaciencia pues me reportara grandes beneficios. --?Vas a vender a Digby? --pregunto Stephen. Digby era el mejor semental de las cuadras Shediac, pero Darrell no contesto. --Yo tengo que llevar a un par de religiosos a Little Harbour --contesto John. --Yo abrire Dufferin como siempre --respondio Charles--. El restaurante esta comenzando a funcionar muy bien ahora que he cambiado de cocinero. --Pues yo tengo todo el fin de semana para mi solo --dijo Stephen. Charles, Darrell y John lo miraron con suma atencion--. Mollie se ha ido a Port Hodd. Quiere pasar un par de dias con sus padres --informo. --?Y no te has marchado con ella? --la pregunta de Charles parecia inocente, pero no lo era. --!Por San Jorge que ha vuelto a dejarte! --exclamo Darrell. Stephen lo miro con semblante serio. --?Que tiene de extrano que vaya a ver a su familia? --respondio serio. --Y el shyster no se entera --dijo John mirando a Charles y a Darrell a la vez. Como era abogado los amigos lo llamaban picapleitos. --Haz el favor de no hablar de mi como si no estuviera presente --se quejo Stephen--, que solo me dejo una vez. --!TRES VECES! --respondieron los amigos al unisono. --Las otras dos no cuentan porque fueron malos entendidos. --!Uf! --bufo Charles por toda respuesta. --Puedes venir manana a las cuadras, te dejare montar a Digby --le ofrecio el amigo--, e igual se te aclaran las ideas. Stephen hizo un gesto negativo con la cabeza. --Me gustaria pintar el salon pues buena falta le hace --contesto--, asi cuando regrese Mollie se llevara una sorpresa. La economia de Stephen era muy precaria pues hacia bastante tiempo que habia perdido su empleo, por ese motivo se ocupaba de todas las reparaciones de la casa donde vivia. Si sus padres no se hubieran arruinado, si no hubieran fallecido en un naufragio, el seguiria conservando la casa familiar y algo de la herencia de su abuelo, pero todo se perdio en la inversion de la naviera. --?Se puede ser mas estupido? --pregunto Darrell de forma retorica. --Que ya esta bien --se quejo Stephen--, que yo no tengo la culpa de que esteis mas solos que la una y que os moleste que yo tanga a mi florecilla. --Para una vez que esa arpia te da un respiro, no se te ocurre nada mejor que hacer --se burlo Charles mientras daba un sorbo a su copa. --En lugar de disfrutar --apunto Charles--, de seducir a toda dama que se ponga por delante. --Os recuerdo que yo no soy de esos libertinos y licenciosos, ?lo habeis olvidado? --pregunto envarado--, porque soy todo un caballero, no como vosotros, ademas, tengo a Mollie. --Parece que oigo a tu padre y no a ti --le dijo John. Los amigos no le iban a dar tregua. --Solo te falta la armadura y la espada --se burlo Darrell--, pero te recuerdo que esa mujer va a ser tu perdicion --insistio--. Y me fastidia que seas tan bueno, que se aproveche de ti, y por encima de todo que no te enteres. Stephen opto por beber un trago de whisky. No le gustaba el tono ni las palabras de ellos, pero los queria. Eran sus amigos, pues con ellos habia pasado infinidad de aventura, tambien algun que otro duelo. --Si yo tuviera lo que tu tienes entre las piernas --dijo de pronto Charles guinandole un ojo --, seria el rey de las damas. --?Y quien te dice que no lo soy? --pregunto Stephen con una media sonrisa. --!La poppy de Pleasant Park! --respondieron los tres con guasa. A Stephen no le hacia gracia el apodo que le habian puesto sus amigos a su amante. Como el la llamaba florecilla, ellos se burlaban. De acuerdo que no era la mujer mas brillante, pero era buena persona. A pesar de que Stephen llevaba ya varios meses caminando en la cuerda floja porque no conseguia trabajo en ningun bufete de la ciudad, ella no le reprochaba nada, y seguia pagando los gastos que ambos generaban sin una sola protesta. Sus amigos eran injustos en su trato hacia ella. --?Que tal la entrevista del otro dia en Lunenburg? --pregunto John. Stephen resoplo de una forma bastante elocuente. --Llegue tarde. Ya habian contratado a otro abogado. --Tambien es mala suerte, con la de experiencia que posees --le dijo Charles--, y lo atractivo que eres. Stephen habia trabajado desde que dejo la universidad como pasante para un juez en Halifax, pero el hombre se habia retirado y su sobrino termino ocupando su puesto, con lo que el se quedo de pronto sin trabajo y sin perspectivas de lograr uno. --Eres un buen abogado, seguro que consigues algo. Stephen empezaba a desesperarse. Incluso habia sopesado marcharse a Saint John. --Yo podria contratarte en Shediac, pero joder, eres un abogado muy brillante y no quiero verte de mozo de cuadra --le dijo Darrell. --!Que no te desesperes! --exclamo Charles. --Cuando compre el proximo faeton, podras ser su conductor --le dijo John algo turbado porque de los cuatro amigos, el era el que peor trabajo tenia--, hasta que te salga algo en condiciones.

  • Quedate solo esta noche de Norah Carter

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    Desperte temprano. Aun tenia un poco de resaca de la noche anterior. Habia cenado con mi amiga Marta en un restaurante italiano y el lambrusco estaba haciendo estragos, pero tenia que sacar fuerzas y salir pitando para el aeropuerto. --Ten cuidado, hija, me da miedo que viajes sola. --Mama, ni que fuera la primera vez... --Bueno, pero recuerda tener precaucion con todo, ya sabes que hay mucho loco suelto y no quiero por nada del mundo que te pase nada. --Lo mismo vuelvo con novio --bromee. --No me importaria, solo espero que tengas buen ojo. --Tranquila, prometo tenerlo. Dos escarmientos han sido suficientes. Dicen que a la tercera va la vencida --le solte mientras besaba su mejilla y me iba con mi pequeno equipaje hacia la puerta. --Llama en cuanto llegues. --Claro, no te preocupes. El avion despegaba. Estaba feliz. El dia anterior habia cumplido treinta y dos anos, y tenia una vida con un futuro bastante prometedor. Hacia dos meses que me ascendieron a directora de marketing de la empresa en la que trabajaba, "Medison". Llevaba alli ocho anos. Ese fin de semana era el evento anual de la empresa. Esta vez seria en Bruselas, asi que ahi estaba en el primer vuelo que salia hacia ese pais. Iba sola, pues la noche anterior se fueron los jefes de departamentos, pero yo, como era mi cumpleanos, preferi salir mas tarde. De todas formas, hasta el dia siguiente no se celebraria la reunion. Tres dias eran los que iba a pasar alli, tres dias completos. Era viernes, pero aterrizaria en la capital a las diez de la manana. La vuelta la tenia para el lunes a primera hora. Me encantaba conocer lugares y en Belgica nunca habia estado, asi que esta era mi oportunidad de hacer un poco de turismo. Un taxi me llevo hasta el hotel, en pleno centro de la ciudad. Me registre y sali a la calle a hacer un poco de turismo. No me habia preparado nada. Cuando viajaba, me gustaba estudiar la ciudad antes de ir, pero en este caso, un dia por otro, y nunca lo hice, asi que cogi hacia la derecha y decidi perderme, descubrir por instinto todo. Estaba feliz, me sentia bien conmigo misma. Por esa razon, me deje llevar y comence a caminar. Enseguida me di cuenta de que estaba en un sitio importante, La Grand Place, una belleza ante mis ojos. Solo el hecho de leer el nombre imponia. Me puse en el centro. Queria observar todo. Sabia que en cada edificio espectacular habia una historia detras, asi que puse el nombre de la plaza en Google y descubri que estaba el ayuntamiento, la casa del Rey, panaderias, sastrerias, cervecerias, pastelerias, todo estaba ante mis ojos. Despues de unos minutos observando, me compre un gofre con un delicioso chocolate y me sente a observar, solo eso, aquello era magia, un escenario imprescindible para deleitarse un rato. --No puedo, carino, te he dicho que no --escuche a un chico hablar por telefono. Por su acento juraria que era de Galicia. Me hizo gracia, se sento en la mesa de al lado-- No me puedes liar estos petates cada vez que salgo de viaje, asi no se puede vivir --dijo en voz baja pero muy enfadado. Yo hacia que miraba a la plaza embelesada por el atractivo que ofrecia, pero me hacia mucha gracia escuchar a ese chico discutir con la novia o mujer que le estaba liando la de Dios. --Estas quedandote loca, no es normal las cosas que me estas diciendo, esto es trabajo, ese que mantiene nuestro hogar, vives enferma de celos, esto no es vida, Natalia --recriminaba cada vez mas acelerado--. Mira, ya me has terminado de enfadar, no te voy a coger el telefono hasta el lunes, es imposible hablar contigo, cada vez que viajo, un numerito... !Ya esta bien! --colgo el telefono. Lo mire y vi que estaba tan enfadado que lo tiro sobre la mesa y el movil salio lanzado para el suelo. El telefono se habia roto en mil pedazos. No sabia si cogerlo y darselo, si echarme a reir, calmarlo o quedarme quietecita, que seria lo mejor... No, yo no me podia quedar quietecita, el si, ni se inmuto en mirar el movil. Estaba muy enfadado. Me levante y fui a cogerlo, pero antes de agacharme, lo mire. --Perdone, se le ha caido el movil --dije aguantando la risa mientras me agachaba para recogerlo. Podia ver que se estaba levantando apresuradamente. Aquella escena me habia parecido como recien sacada de una comedia americana, de esas que solemos ver a mediodia o por las noches, cuando estamos aburridos y nos apetece reir un poco. --No te preocupes. Ya lo recojo yo --decia mientras se agachaba y se quedaba en cuclillas, como yo. --No pasa nada --iba recogiendo y entregandole a el los pedazos. Estaba aguantando la risa cada vez mas. Parecia que me estaba haciendo efecto el lambrusco de la noche anterior. --?Eres espanola tambien, verdad? Me llamo Rodrigo --se acerco a darme dos besos. --Yo me llamo Hanna --dije reventando a reir. --?Y esa risa? --pregunto sonriendo. --Perdona, es que vi como lanzabas el movil... --dije a trancas y barrancas, llorando de la risa. --?Te sientas? --senalo a la silla de su mesa, sorprendido gratamente por lo que yo le habia revelado. --Vale --cogi las cosas de mi mesa y me fui para la suya. --?Has venido de viaje sola? --pregunto intrigado. --Si, aunque estas calles deben estar inundadas por companeros mios. He venido a un evento de mi empresa, se celebra manana. --?No seras empleada de Medison, verdad? --!Si! ?Tu tambien? --Si, soy de las oficinas centrales de Vigo. !Que coincidencia! --No, no lo es, solo a un espanol se le ocurriria estampar un movil por una discusion con su pareja --solte riendo aun mas. --!Mi madre! Te has enterado de todo --dijo poniendo sus manos sobre la cara. --No, tranquilo, a ella no la escuchaba --sonrei de forma malefica. --Mejor... --volvio a ponerse las manos en la cara. --No te preocupes. Las mujeres sacamos de quicio, lo llevamos en las venas por naturaleza -- intente suavizar el tema. --Pues esta lo debe llevar en el cuerpo entero. Que de numeritos cada vez que salgo de viaje. Me ha montado un pollo en un momento... impresionante. Esta se cree que soy Richard Gere o algo por el estilo, no la entiendo. Hombre, Richard Gere no, pero vamos, que bueno y guapo era bastante, de esos que a muchas no les importaria tener un rato en su vida. Ese pelo castano, un poco largo, engominado hacia atras, esos ojos color miel, esa mandibula tan acentuada, ese cuerpo tan definido, con ese polito blanco que le hacia unos brazos impresionantes, esos vaqueros ajustados.... Ni que fuera Richard Gere decia... aguante para no reir solo de pensarlo. --No te preocupes, se le pasara. --Mas le vale, porque llamar ya no puede --miro hacia el movil que estaba en la mesa roto en mil pedazos, los dos nos reimos. --No se yo si eso la enfadara mas --encogi los hombros. --Paso, para tres dias que voy a estar aqui, no voy a estar amargado. Total, ella, hasta que no llegue, no se va a quedar tranquila --puso ojos en blanco. --Algunas mujeres no tenemos solucion --dije de sopeton. Nos miramos con complicidad y, en el brillo de sus ojos, pude leer que yo le habia caido en gracia. Permanecimos callados durante un instante, un instante que para mi fue magico y creo que, para el, tambien. Pero la magia tambien tiene fecha de caducidad, como los yogures. Ya sabreis por que dentro de nada. Cuando viajas a otro pais, tienes la sensacion de que estas en otro mundo, en otra realidad y que tienes libertad para hacer muchas cosas que, en tu entorno, eres incapaz de hacer. Creo que a nosotros nos estaba pasando algo parecido. El hecho de que el hubiera roto el movil en mil pedazos me decia que las cosas con aquella joven no iban tan bien. Los celos son de las peores emociones que puede experimentar una pareja. Y, como el habia dicho, su chica estaba siendo presa de ellos. La verdad es que cada vez que lo miraba me recordaba mas a Richard Gere. Pero solo era una fantasia de las que se producian en mi cabeza constantemente. Lo estaba pasando genial con aquel chico. De repente, me di cuenta de que se estaba poniendo cada vez mas nervioso. Note que estaba completamente morado. Se habia atragantado con uno de los aperitivos que nos habian servido junto a la cerveza. Ya no podia ni hablar. Yo me asuste tanto que me levante para intentar ayudarlo. Rodrigo se atragantaba y no habia forma de que pudiera respirar.

  • Lo que esta en juego es la moral de G. B Tatian

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    La luz naranja de las farolas iluminaba las calles aquella oscura madrugada de invierno. Benicio San Emeterio caminaba erguido por la acera de aquella larga calle sujetando las asas de una bolsa de deporte negra y rectangular. Con la otra mano agarraba un tetrabrik de leche. Su rostro reflejaba seriedad y el sonido que provocaba al caminar era casi imperceptible a pesar del silencio de la noche y de sus 109 kilogramos de peso de puro musculo. Su figura era intimidante y robusta incluso desde lejos. Media casi un metro noventa y hacia parecer que su bolsa de deporte era pequena a su lado, aunque no lo era. Se detuvo un momento para dar el ultimo sorbo al tetrabrik de leche e inclino la cabeza hacia atras para beber. Vio una pequena parte de la luna sobresaliendo por encima de la azotea de un edificio. La calle completamente vacia. Los cristales de los coches aparcados reflejaban la luz de las farolas. Deposito el carton de leche en la papelera y siguio caminando. Al cabo de unos metros empezo a sentir los golpes de la punta de sus cordones contra sus zapatillas. Se detuvo de nuevo y se agacho posando una rodilla contra el suelo. Solto la bolsa de deporte y al caer hizo un breve pero tremendo ruido pesado de objetos metalicos chocando unos con otros. Se ato los cordones y se puso en pie enseguida, agarro su bolsa y la levanto del suelo como si no pesara nada. Siguio caminando por aquella calle y a la altura de un callejon a pocos metros empezo a escuchar ruidos extranos, como de un animal sollozando. Empezo a caminar mas despacio y a medida que se acercaba el sonido era mas perceptible. Siguio hasta la entrada del callejon y se detuvo en medio. Dentro habia alguien, y vio como la enorme figura de Benicio aparecia de la nada y se detenia a la entrada. De pronto aquel sonido desaparecio de golpe. Benicio permanecio parado unos segundos mirando hacia el fondo, pero no pudo ver nada, la escasez de luz y la lejania no lo permitian. Desde dentro vieron como su oscura figura empezaba a moverse y desaparecia tras la esquina. Tras unos escasos segundos un sonido leve y suave salio del interior del callejon. El sonido que hace alguien cuando pide silencio: -- Shhh... Entonces vieron desde el interior la enorme y oscura figura de Benicio retrocediendo sobre sus pasos hasta situarse en el centro de la entrada de nuevo. Hubo unos segundos de completo silencio. De pronto Benicio comenzo a caminar hacia el interior del callejon. Se escuchaba el sonido de la cremallera de su bolsa de deporte abriendose. La luz era insuficiente y solo podia ver a unos escasos metros a su alrededor a medida que se adentraba. Los muros, el suelo y el fondo oscuro. Camino hasta el final y se detuvo cuando se le hizo visible. Habia una mujer con el torso inclinado y apoyado sobre una mesa de madera al lado de la basura. Tenia los pantalones bajados y sollozaba, cayendo lagrimas de sus ojos. Tras ella, un hombre sujetando una navaja sobre su nuca. El hombre se aparto de ella y sujeto con fuerza la navaja. Benicio se hizo a un lado y la joven salio corriendo y volvio a situarse en el medio frente al hombre. Hubo un breve instante de silencio. Rebuscaba en su bolsa y el choque de piezas metalicas emitia un leve sonido. El hombre se mantenia estatico en la distancia. De pronto Benicio saco una escopeta corta de aspecto antiguo, la amartillo y empezo a alzarla hasta colocarla a la altura del pecho y justo cuando el hombre abrio la boca para decir algo, abrio fuego y cayo derribado. El estruendo fue enorme y camuflo el fuerte gemido del hombre cuando la violencia del disparo vacio el aire de sus pulmones. Se acerco hasta el y se quedo alli de pie hasta que se aseguro de que habia dejado de respirar. Despues siguio caminando por la calle hasta el pequeno hotel de la esquina, subio a la habitacion y se sento en la cama. La bolsa estaba a sus pies, se inclino y abrio la cremallera del compartimento lateral y saco un boligrafo negro. Saco un billete de cincuenta euros de su bolsillo y lo sujeto con las dos manos frente a el. Habia algo escrito a lo largo del billete, en la parte baja. Samanta T. Cruz – (Asesinato) Le quito la capucha al boligrafo y lo tacho hasta que quedo ilegible. Encima de el habia mas nombres tachados. Le dio la vuelta al billete y vio que por la otra cara tambien estaban todos tachados. Entonces se levanto de la cama y fue hasta la ventana y la abrio, saco de su bolsillo una caja de cerillas y encendio una, coloco el billete en la repisa exterior y puso la cerilla sobre el billete y cerro la ventana. Se tumbo en la cama y extendio su brazo y agarro la delgada cuerda de la lampara, tiro de ella y se apago. 2 Andres levanto la cabeza de la almohada y le vio sentado en el extremo de la cama de al lado con la cabeza entre sus manos, sobre su gorro. Tiro de la cuerda de la lampara y la luz fragil ilumino solo una parte de la habitacion. Miro el reloj que estaba al lado de la lampara en la mesita de noche con los ojos entrecerrados por culpa de la luz. Las 03:33 de la noche. Se levanto de la cama y se sento en el borde frente a el y le agarro del brazo. La pequena ventana era un agujero oscuro hacia la madrugada. Se desplazo por la cama hacia la mesita de noche y agarro la pequena libreta y el boligrafo que estaban encima y volvio a sentarse en el mismo lugar. Con la mano que sujetaba el boligrafo le acaricio su hombro y luego puso las dos entre sus brazos para que pudiera coger las cosas. -- Antonio, ?Que te pasa? Antonio levanto la cabeza y le miro a los ojos. Cogio la libreta y el boligrafo y comenzo a escribir. Le entrego la libreta y el la oriento hacia la luz para poder leer. -- No puedo seguir haciendo esto. Andres se quedo mirandole pensativo. -- ?Es por lo que paso ayer? Antonio asintio con la cabeza mientras Andres le devolvia la libreta. El volvio a empezar a escribir. -- No puedo seguir haciendo como que no he visto nada. Eso no es lo que hace un hombre justo. Ellos eran mas y ese hombre no podia defenderse, pero nadie nunca hace nada. Todo el mundo mira para otro lado y hace como que no lo ha visto, y esperan que la injusticia se resuelva sola. Eso es exactamente lo que hacen los cobardes y yo no quiero serlo, pero el miedo me detiene y para entonces ya es tarde. La injusticia ha sucedido y despues llega la noche, y no puedo dormir, porque es imposible dormir cuando estas decepcionado contigo mismo. Andres leia mientras Antonio agachaba la cabeza y miraba al suelo. Cuando acabo de leer le agarro de la mano. -- Se muy bien como te sientes, pero no tiene sentido atormentarse. No puedes volver atras y cambiarlo. Asi que todo lo que puedes hacer es comprender que eres un hombre justo y bueno, pero que te equivocaste, y rectificar la proxima vez. Antonio no levanto la mirada del suelo, pero asintio con la cabeza. Andres se levanto sin soltarle la mano y tiro de el para que se pusiera de pie. Le abrazo y le paso la mano por la espalda para consolarle, luego le solto. -- ?Vuelves a la cama? Antonio miro el reloj y luego nego con la cabeza. -- No te atormentes tio, no lo hagas. -- Andres se metio en la cama y Antonio le tapo con el edredon y apago la luz, luego salio de la habitacion y se sento en el sillon a mirar por la ventana. Miraba el arbol que habia enfrente. El unico arbol que habia. Era grande y no tenia ni una sola hoja. Todas las ramas estaban desnudas. 3 Antonio abrocho su abrigo y metio las manos en los bolsillos. Lo unico que llevaba al descubierto era la cara. Llevaba puesto su gorro negro y el abrigo le cubria el cuello hasta la barbilla. De largo era casi hasta las rodillas. Andres cerraba la puerta de la casa, la de abajo, mientras acariciaba su barba corta y despejaba sus ojos del sueno. Empezaron a caminar a las seis de la manana, cuando todavia el Sol no habia salido. A lo lejos se veian en el cielo los primeros hilos de luz. La calle tenia un muro a cada lado y los dos estaban completamente llenos de grafitis iluminados por la luz blanca de los faroles de pared. Los muros eran muy extensos, pero no habia sitio para un solo grafiti mas, por lo que, cada cierto tiempo, algunos habian desaparecido y se habia pintado otro encima. Antonio y Andres caminaban atentos para ver los nuevos y cuando pasaron por al lado de los cubos de basura, varios gatos salieron corriendo y se metieron debajo de los coches. Despues de los muros habia una zona abierta. A la derecha habia un parque a media distancia, oscuro por la madrugada, y un bloque de edificios con soportales. En el interior de un portal de los soportales se veian las piernas de un sintecho, y del interior del portal salio una revista rotando en el aire que fue a parar justo en el centro de la fogata que habia a sus pies. A la izquierda habia un puente a lo lejos, por donde pasaba el rio cuando habia agua. Ahora habia un grupo de jovenes debajo y desde la distancia se veia el punto rojo diminuto de sus cigarrillos. Ahi se reunian para drogarse. Despues de pasar por ahi, pasaron por el parque en el que habia un hombre sentado en un banco, tapado con una manta vieja y hablando y riendose solo. De vez en cuando guardaba silencio y luego se giraba para gritar a alguien que el creia que le perseguia, pero detras no habia nadie. Siguieron caminando hasta la calle que corta las vias del tren y giraron. Tenian que cruzar las vias para ir al trabajo. Debajo de las escaleras del puente que cruza las vias habia una chica. Andres no la vio, pero Antonio la senalo y fueron hasta ahi. La chica estaba recogida sobre si misma y lloraba. -- ?Que te pasa? -- Pregunto Andres. La chica levanto la cabeza. -- Tengo frio. -- Dijo ella temblando. Lloraba y le temblaban mucho las manos. Llevaba puesta solo una camisa. Los chicos se miraron. No hicieron preguntas. Antonio desabrocho la cremallera de su abrigo y se lo quito y levanto a la chica. Se lo paso por la espalda y la ayudo a meter los brazos en las mangas, se lo abrocho y le metio las manos en los bolsillos, le puso la capucha y luego metio las manos dentro para limpiarle las lagrimas. La chica habia parado de llorar y le miraba a los ojos. Era un poco mas joven que ellos. Todavia menor de edad. Antonio saco del bolsillo de su pantalon la libreta y el boligrafo. Escribio y se la enseno. -- ?Tienes a donde ir? La chica asintio ligeramente con la cabeza. Entonces los chicos se giraron y se fueron.

  • Inmune al amor de R. Freire

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    Humanes se define a si misma como una depredadora sexual. Fria, directa, calculadora… esta vacunada contra el amor y es la que decide cuando y como, y tambien la que pone el punto final a cada relacion. Susana ni siquiera es lesbiana, aunque siempre ha querido probar…
    Cuando se encuentran por casualidad, la mezcla resulta explosiva. ?Quien seducira a quien? ?Habra alguna victima? Si las dos estan de acuerdo en que solo se trata de una aventura, todo deberia resultar sencillo. ?O no?
    "?De verdad he oido lo que creo? ?Es ella la que esta pretendiendo dejar claro que esto no puede convertirse en nada serio? Por favor, es el sueno de mi vida hecho realidad: una mujer preciosa que solo quiere meterse en la cama conmigo por placer, sin complicaciones posteriores ni engorrosas pretensiones de fidelidad o amor eterno. Me siento tan feliz al asimilar sus palabras que casi tengo que contenerme para no saltar de jubilo."
    "?A que estamos jugando? ?Seguimos siendo simplemente dos mujeres que lo pasan bien juntas, o por el contrario empieza a surgir algo mas profundo?"
    "En estos momentos, daria cualquier cosa por ser esa gotita de agua que ha caido sobre su hombro izquierdo para, desde alli, ir bajando despacio hasta los rinones, coger velocidad al alcanzar los gluteos y, finalmente, desaparecer extasiada en el fin del mundo que significa su entrepierna."

  • Suenos de trenes de Denis Johnson

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    En el verano de 1917 Robert Grainier participo en el intento de matar a un jornalero chino al que habian pillado robando, o al menos lo acusaban de haber robado, en los almacenes de la compania ferroviaria Spokane International, en el corredor septentrional de Idaho. Tres empleados del ferrocarril sujetaron bien fuerte al ladron y lo arrastraron por el largo terraplen que llevaba al puente que se estaba construyendo dieciseis metros por encima del rio Moyea. El chino emitia voluminosas rafagas de una rapida cantinela. Se bamboleaba y se retorcia como una comadreja metida en un saco, golpeando hacia atras con el puno que le quedaba libre al hombre que lo iba arrastrando por el cuello. Cuando el grupo paso frente a el, Grainier, viendolos en apuros, fue a prestarles su ayuda y se encontro a si mismo agarrando al culpable por un pie descalzo. El hombre que caminaba por delante de el, el senor Sears de la direccion de la Spokane International, llevaba agarrado casi inutilmente al prisionero por el sobaco y era el unico de todos, ademas del ininteligible chino, que iba hablando mientras todos se las veian y se las deseaban. --!Muchachos, no tengo ni punetera idea de como vamos a hacer esto! ?Acaso lo tenemos que llevar hasta alli?, tuvo ganas de preguntar Grainier, pero le parecio mejor guardarse el aliento para el forcejeo. A Sears se le escapo la risa, con la cara palida de fatiga y horror. Todos se desplomaron en el polvo, se levantaron y volvieron a caer, con el chino hablando en jerigonza y aterrandolos a los cuatro hasta el punto de que ya daba igual lo que hubieran tenido en mente inicialmente, ahora si que era hombre muerto. Ya no les quedaba mas opcion que tirarlo desde el puente de caballete. Alcanzaron al resto, una cuadrilla de una docena de hombres que estaban descansando al sol, apoyados en sus herramientas, secandose el sudor y contemplando el espectaculo. Grainier aferraba convulsamente el pie calloso del chino, asombrandose de si mismo, cuando el hombre que llevaba el otro pie lo solto, se sento jadeando en el suelo de tierra y recibio una patada en el ojo antes de que Grainier pudiera sujetar la pierna que ahora pataleaba libre. --Ha sido una broma. Una broma --dijo el hombre sentado en la tierra, y al aliado que tenia alli le dijo--: Venga ya, Jel Toomis, dejemoslo correr. --No lo puedo soltar --dijo aquel tal senor Toomis--. !Soy el que lo tiene agarrado del cuello! Y se rio mientras una rafaga de confusion le cruzaba el rostro. --!Yo lo tengo bien cogido! --dijo Grainier, agarrando con mas fuerza en sus brazos los dos pies del pequeno demonio--. !Lo tengo yo, al cabron, y yo me encargo! El grupo de verdugos llego a la mitad del ultimo tramo de puente completado, veinte metros por encima de los rapidos, y se puso al limite de sus fuerzas para tirar al chino al vacio. Pero el pudo con ellos, se dedico a aferrarse a sus brazos y piernas y a lloriquear en su jerigonza hasta que de pronto se solto y se agarro con un brazo a la viga que tenia debajo. Se quito de encima con facilidad a sus captores, que de todas maneras ya se estaban intentando deshacer de el, y salto al otro costado, suspendido sobre el abismo y descolgandose con una mano detras de la otra por la silueta esqueletica del tramo siguiente, pasando por encima del rio. El companero del senor Toomis corrio hasta alli, haciendo equilibrios sobre una viga y pisoteandole los dedos al tipo. El chino se fue descolgando de una viga a la siguiente, como si fuera un artista de circo, descendiendo por la estructura de barras entrecruzadas. Un par de trabajadores de la cuadrilla vitorearon su fuga, mientras que otros, aunque no tenian ni idea de por que lo estaban persiguiendo, gritaron que habia que detener al villano. El senor Sears se saco de la funda que llevaba al cinto un viejo y enorme revolver de polvora negra de cuatro balas y disparo las cuatro, sin resultado. Para entonces el chino ya se habia esfumado. En el camino de regreso a casa despues de aquel incidente, Grainier se desvio tres kilometros hasta la tienda que habia en el poblado ferroviario de Meadow Creek para comprarle una botella de zarzaparrilla Hood's a su mujer, Gladys, y a su hija pequena, Kate. La subida por la colina y a traves del bosque en direccion a su cabana lo dejo acalorado, y antes de recorrer el ultimo kilometro se detuvo a banarse en el rio, el Moyea, en una poza honda que habia rio arriba del poblado. Era sabado por la noche, y a modo de preparacion para la velada un grupo de trabajadores ferroviarios de Meadow Creek se habian congregado en la poza para banarse con la ropa puesta y secarse sentados en las rocas antes de que cayera la oscuridad en el canon. Los hombres dejaban a un lado los zapatos y las botas y se sumergian lentamente hasta los hombros, ahogando exclamaciones y salpicandose. Muchos de ellos ya daban sorbos de whisky de sus petacas mientras permanecian sentados temblando despues de sus abluciones. Aqui y alli asomaba de la superficie algun brazo que agarraba con la mano un sombrero maltrecho, senal de que alguien se estaba mojando la cabeza. Grainier no reconocio a nadie y se quedo solo a un lado, vigilando de cerca sus botas y su botella de zarzaparrilla. Mientras caminaba de regreso a casa bajo la oscuridad creciente, Grainier tuvo la sensacion de que se iba topando con el chino por todas partes. El chino en el camino. El chino en el bosque. El chino caminando con pasos suaves, con las manos colgandole de unos brazos que parecian sogas. El chino saliendo con movimientos danzarines del arroyo, como si fuera una arana. Le dio la Hood's a Gladys. Ella se incorporo hasta sentarse en la cama situada junto a la estufa donde estaba convaleciente de eczema y dando de mamar al bebe. Podria haber hecho acopio de fuerzas y haberse ocupado de la colada y de cortar las patatas y la trucha para la cena, pero siempre que a su mujer le dolia la cabeza o se le taponaba la nariz tenian la costumbre de dejarla que se tumbara con una botella o dos del dulce tonico de Hood's y se tomara un descanso de aquellas tareas. A la bebe de Grainier tambien se la veia afectada por el eczema. Tenia los ojos pegajosos de leganas y le colgaban burbujas de mucosidad de los orificios nasales mientras mamaba y roncaba pegada al pecho de su madre. Kate tenia cuatro meses y seguia siendo completamente calva. No parecia reconocer a su padre. Su ligera enfermedad no le doleria, siempre y cuando no le derivara en tos. Grainier se quedo de pie junto a la mesa de la unica habitacion de la cabana, preocupado. Estaba seguro de que el chino les habia lanzado una poderosa maldicion mientras ellos lo arrastraban, y que eso podia tener toda clase de consecuencias negativas. Aunque asombrado ahora por el frenesi de la tarde, y perplejo por su violencia y por como esta lo habia arrastrado como una semilla al viento, el joven Grainier seguia deseando no haberse refrenado y haber matado al chino antes de que este los maldijera. Se sento en el borde de la cama. --Gracias, Bob --le dijo su mujer. --?Te gusta tu zarzaparrilla? --Si, ya lo creo, Bob. --?Tu crees que la pequena Kate puede notar el sabor en tu teta? --Pues claro que si. Muchas noches oian el tren de la Spokane International que subia al norte, a su paso por Meadow Creek, tres kilometros valle abajo. Esta noche su silbido lejano desperto a Grainier, que se encontro solo en el camastro de paja. Gladys estaba levantada con Kate, sentada en el banco que habia junto a la estufa, desprendiendo restos frios de avena de los costados del cazo y dejando que el bebe chupara aquellas gachas de la punta de su dedo. --?Cuanto crees que sabe la nina, Gladys? ?Tanto como un cachorro, tu crees? --Los cachorros pueden vivir solos despues de que la perra los destete --dijo Gladys. Grainier espero a que ella le explicara que queria decir. Le pasaba a menudo que su mujer pensaba mas deprisa que el. --Una cria de hombre no puede hacer eso --le dijo ella--, irse a vivir por su cuenta cuando lo destetan. El cachorro sabe mas que el bebe hasta que el bebe aprende las palabras. Y me refiero a mas que unas cuantas. Un perro criado en casa tambien conoce unas cuantas palabras, tantas como un bebe. --?Cuantas palabras, Gladys? --Pues bueno --dijo ella--, sabe como se dicen las cosas que sabe hacer y las que tu le mandas que haga. --Dime algunas de esas palabras, Glad. Estaba oscuro y el queria seguir oyendo la voz de ella. --Pues <> y <> y <> y <> y <>. El perro sabe como se dice todo lo que el sabe hacer. En la oscuridad sintio que la mirada de su hija se volvia hacia el como la de una bestia arrinconada. No era mas que un engano de su imaginacion, pero le derramo algo frio en el espinazo. Se estremecio y se tapo con la colcha hasta el cuello. Robert Grainier ya no olvidaria aquel momento exacto de aquella noche durante el resto de su vida.

  • El Vientre de Alquiler del Multimillonario Irlandes de Ciara Cole

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    Era el mayor paso que habia dado Logan en sus treinta y pocos anos de vida. Por lo que no era de extranar que, a pesar de toda la investigacion que requeria, adoptara un enfoque bastante practico. No queria dejar ningun cabo suelto en todo lo relacionado con su decision de convertirse en padre. Cientos de mujeres habian contestado al anuncio y, despues de varias semanas de criba, su equipo habia elaborado una lista de las 10 mejores candidatas. Todas las mujeres tenian sus encantos y sus virtudes. Sin embargo, para Logan, la mayoria de ellas parecian hermosas munecas de plastico a tamano real - rubias o morenas, de largas piernas y, algunas, atributos quirurgicamente realzados. Pero una destacaba de una forma que Logan no sabia definir. ?Tendria que ver con lo sana que parecia su aura? Se acaricio el labio superior mientras observaba las fotos y los videos de la candidata llamada Cara. Era una de mujeres que habian llegado al top ten. Y la unica de aspecto natural, sin maquillaje, aires refinados ni ostentosos ropajes. No parecia que le preocupara mucho ser sofisticada. Tenia la piel bronceada, ojos castanos y hoyuelos. Era perfecta. *** Dos semanas antes de aquello, Cara estaba en un cafe mirando el tablon de anuncios. La noche anterior habia dormido en el autobus, preocupada por cuanto le iba a durar el dinero. Necesitaba trabajo y un sitio para dormir – poco se imaginaba lo facil que se lo iba a poner el destino. Uno de los anuncios capto su interes: Se busca aspirante a actriz. Edad 25-28 anos, sana, que no consuma drogas ni alcohol. Dispuesta a hacer escenas peligrosas. Que pueda comprometerse a una produccion de un ano de duracion. Discrecion absoluta. Enviar email para recibir instrucciones. Cara no sabia nada sobre actuar. Su principal talento era la pintura, y llevaba consigo unos cuantos cuadros que esperaba vender, pero sin un lugar en el que trabajar, no podria producir mas. Por eso necesitaba saber mas sobre aquel enigmatico anuncio; era su unica esperanza. Aquel mismo dia respondio y fue invitada a una mansion que parecia sacada de una pelicula. Era alucinante. Cara perdio la cuenta de las mujeres que entraron mientras esperaba en un enorme vestibulo. Habia camaras por todas partes, y la gente que parecia estar a cargo iba vestida con un maximo de elegancia corporativa. Cara observo a las otras candidatas, pero ninguna parecia interesada en hablar con ella – tal vez porque tenia pinta de vagabunda y ellas parecian recien salidas de una sesion fotografica. Habia estado huyendo durante el ultimo mes, por lo que apenas se habia preocupado de su apariencia. Pero deseaba poder contar al menos con el beneficio de un brillo de labios o incluso un poco de talco. Cara suspiro y se encogio de hombros. No tenia expectativa alguna, pero se sintio animada observando toda aquella actividad a su alrededor. ?Seria algun tipo de reality show? La impresionante casa, las camaras y los ocupados asistentes pululando por todas partes – y, por supuesto, las hermosas mujeres que esperaban su turno. Cara habia visto bastante television como para poder alimentar su imaginacion, y se pregunto si seria uno de esos programas cursis en los que un famoso buscaba novia. Sofoco una risa ante aquella idea. Si, claro. En ese caso ya se podia ir marchando porque nadie la iba a elegir para algo asi. Pero quizas estaba de suerte. Cuando llego, le habian pedido que rellenara un formulario, y pronto escucho su nombre. Cuando, cinco minutos mas tarde, salio, lucia una enorme sonrisa en el rostro. !La habian elegido! Bueno, habia sido preseleccionada. Y en aquellos momentos, una sonriente azafata la acompanaba a lo que iba a ser su habitacion. -La prueba de seleccion es continua, por lo que necesitamos que este aqui durante los proximos dias, para hacer ensayos y otras comprobaciones – explico la simpatica ayudante, que se presento como Jessie. Jessie acompano a Cara al ascensor y subieron al tercer piso. -Se alojara en este piso con las otras veinticuatro candidatas. Va a compartir la habitacion con otras dos mujeres, ?tiene algun inconveniente? Cara parpadeo. -Oh, no, ninguno. ?Ha dicho que me alojare aqui durante los proximos dias? -Puede que hasta una semana, con todos los gastos pagados, por supuesto- anadio Jessie, sonriendo. Cara tuvo que sofocar un grito. Aquello tenia que ser un sueno; se pellizco para asegurarse. Ay. No, no estaba sonando. Solo tenia que averiguar de que iba todo aquello y hasta donde estaba dispuesta a llegar. Trato de preguntar tentativamente a Jessie por todo aquel misterio. -No se preocupe, si llega al final, se le proporcionaran todos los detalles. Hasta entonces, la mayor parte de la informacion se mantendra en secreto para garantizar una mayor privacidad. Espero que lo entienda. Sonaba un poco raro, pero no estaba en condiciones de ser quisquillosa. Y, sin embargo, ni en sus suenos mas salvajes se habria imaginado en lo que se acababa de meter. En dos semanas, no solo formaria parte del top ten, sino que llegaria a ser la elegida de entre todas aquellas preciosas y atractivas mujeres. ?Quien lo hubiera pensado? Aun no podia creer que no se tratara de una broma, ni siquiera cuando volo en primera clase para conocer a su jefe. Una limusina le esperaba en el aeropuerto y, cuando llegaron a una inmaculada finca bordeada de arboles y cesped con una preciosa mansion en medio, estaba completamente alucinada. Vaya, otra mansion. Que bonito. Necesitaba un lugar seguro para que no la encontrara el chiflado de su ex novio, y no podia haber escogido un sitio mejor, penso. Pero, ?como podia saberse segura si aun no sabia lo que le esperaba? No sabia por que habia sido elegida. Habia visto el tipo de mujeres que se presentaron para el mismo puesto, y ella no podia competir con ninguna. Entonces, ?por que estaba alli? ?Por que ella? Pronto tendria la oportunidad de formular esa misma pregunta al hombre responsable de todo aquello, cuando lo viera cara a cara unos minutos despues de su llegada. La condujeron a una oficina tipo biblioteca senorial. Detras de un enorme escritorio se encontraba una figura que se puso en pie cuando ella entro acompanada de un silencioso secretario. Para entonces, Cara se sentia muy lejos de estar tranquila, pero al mirar al hombre que tenia enfrente, olvido sus nervios. Parpadeo varias veces para asegurarse de lo que estaba viendo. Guau. ?Quien demonios era aquel hombre? Era guapisimo. De aproximadamente un metro ochenta, hombros anchos y un cuerpo compacto que quedaba muy bien enfundado en su impecable traje a medida. Ojos verdes, cabello castano claro, y una atractiva barba que decoraba su admirable menton. Parecia una estrella de cine, con un toque rustico en los pomulos y barbilla. Sus labios, sin embargo, solo podian calificarse de exuberantes. Cara se quedo mirando y sintio los primeros indicios de atraccion fisica desde hacia un par de anos. Ni siquiera la reciente historia con su ex le habia provocado tantas mariposas en el estomago. El se presento y le pregunto si estaba lista para escuchar su proposicion. Cara penso que no le importaba escuchar cualquier cosa que saliese de aquella sensual boca, y menos con aquel seductor acento irlandes. Le pillo por sorpresa, pero solo se sumo al misterio que constituia aquel hombre. Quien era y que hacia alli en aquella apartada mansion. Y que demonios queria con alguien como ella. -Bueno, veamos de que se trata- dijo despreocupadamente, acomodandose en la silla mas cercana. -Me puedes llamar Logan. Ella asintio. -De acuerdo, Logan. -?Que truco hay? Se que no tiene nada que ver con el cine. No he hecho ninguna prueba de actuacion, pero me han sometido a todo tipo de examenes medicos y me han preguntado por mis antecedentes. ?De que se trata? Teniendo en cuenta que aun no he firmado nada... El dejo que continuara con su chachara y, cuando estuvo seguro de que se habia quedado sin cuerda y le dejaria hablar, hizo una pausa para crear efecto. Y a continuacion dijo: -Necesito un vientre de alquiler para que tenga a mi hijo. *** Era lo ultimo que esperaba Cara. -Sabes lo que es un vientre de alquiler, ?verdad?- pregunto Logan cuando ella lo miro con la boca abierta. -Claro que si- respondio, intentando recuperarse del shock. Volvia a estar nerviosa y comenzo a agitarse en su asiento. No podia creer que hubiese viajado tan lejos para aquella broma. -Si se trata de eso, creo que ambos hemos malgastando el tiempo- dijo Cara con tanta tranquilidad como pudo, deseando salir corriendo de aquella estancia y de la casa. !Tenia que estar loco! Poseia un aire tosco, como una especie de Jason Statham pero mas joven y sexy, aunque si debia ser sincera, no parecia que estuviera loco. -?Por que no me dejas explicartelo todo y luego decides?- pregunto Logan, sentandose en un elegante sillon a la izquierda de Cara. Ella se estremecio, apreto los punos y relajo las rodillas, obligandose a actuar de forma razonable. Forzando una risa, dijo: -Estoy tratando de decidir si realmente tengo curiosidad para oirlo. -Entonces, permiteme que despierte tu interes: un ano, dos millones de dolares, tres reglas. Cara se quedo prendada de su acento y de la forma en que sus palabras consiguieron despertar su curiosidad. -Te escucho- anadio, con un nudo en la garganta. -Durante un ano, viviras en mi casa, con todos los gastos pagados mas una prestacion hasta que nazca el bebe. Al final de ese ano, recibiras dos millones de dolares. A cambio de todo eso, deberas acatar tres estipulaciones: abstenerte de alcohol y drogas, someterte a una adecuada atencion medica y personal durante todo el embarazo, y mantener el acuerdo en absoluta confidencialidad, sin excepciones. Cara lo miraba fijamente y sin pestanear, pero el no parecia sentirse molesto por aquel escrutinio, ni por su siguiente pregunta. -?Hay alguna razon especial por la que deseas hacer esto? y ?por que me has elegido a mi? -?Por que lo hago?- Una pequena sonrisa aparecio en sus labios – por primera vez. -Porque me gusta tener el control. Cara se lo habia imaginado. Aquel hombre transmitia un aire de seguridad y daba la sensacion de estar acostumbrado a salirse con la suya. Pero se abstuvo de hacer ningun comentario. -Estoy en una etapa de mi vida en la que quiero planear mi futuro, y eso incluye un heredero. Nunca he mantenido una relacion romantica a largo plazo y, en cuanto al matrimonio, digamos que no soy fan de esa institucion. Me resulta dificil relacionarme con mujeres en general, y he decidido que un vientre de alquiler se ajusta perfectamente a mis necesidades. Se levanto de forma subita y sus ropajes parecieron moverse con el, como si estuviesen fusionados a su fortaleza. Se paseo por el elegante suelo de madera sin apartar ni un momento los ojos de Cara

  • La historia de Greta de Valentina Camerini

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    Fue una manana de agosto en Estocolmo que Greta Thunberg decidio que no podia ignorar mas la situacion del planeta: !el cambio climatico era muy preocupante y todos actuaban como si no fuera su problema! Desde ese dia nada volvio a ser igual.
    Greta empezo a hacer huelga todos los viernes para llamar la atencion de las autoridades sobre el cambio climatico. Hoy ha inspirado todo un movimiento que ha salido a la calle para pedir medidas medioambientales urgentes. ?Te unes?