• libro para tener casa hay que ganar la guerra - Joan Margarit

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    Despues de centenares de poemas publicados, Joan Margarit nos ofrece un broche narrativo, un recorrido vital que llega hasta la primera juventud. La intencion que lo acompana es comprender por que determinados recuerdos siguen presentes, duros y luminosos, sin necesidad de acudir a ningun diario o album de familia. ?Por que la vida se construye de una manera y no de otra? ?Por que Joan Margarit ha escrito los poemas que ha escrito?

  • Para tener casa hay que ganar la guerra - Joan Margarit

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    23 oct 2018 — ¿Te gusta estar al día de todo? Apúntate y te informaremos sobre los libros de más actualidad del momento. Cargando...

  • PARA TENER CASA HAY QUE GANAR LA GUERRA

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  • Para tener casa hay que ganar la guerra (Contemporánea)

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    14 abr 2020 — En este libro, el único escrito en prosa por Margarit, conocemos todas las experiencias vitales del poeta nacido en Sanaüja, provincia de Lérida ...

  • Para Tener Casa Hay Que Ganar La Guerra - Agapea

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  • Los Guardianes de Javier Perez Campos

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    Aparecen en los limites de la vida, cerca de tu ultimo aliento.
    A veces son solo una voz. Otras, una presencia.
    Te guian, te ayudan y luego. desaparecen.
    Todas las culturas han hablado de ellos, pero durante siglos han sido olvidados. Es la hora de sacar a la luz una antigua verdad.
    ?Quienes son los Guardianes?
    En esta nueva investigacion, Javier Perez Campos ha seguido de cerca el fenomeno de las apariciones que salvan vidas. El resultado es un documentado relato en el que el autor recorre el tiempo y el espacio para conocer a los protagonistas de estos fenomenos. En su perseverancia para desentranar el misterio, incluso ha llegado a someterse a experimentos para generar fantasmas.

  • Momentos magicos de Chip Heath

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    ?Como es posible que dos desconocidos entren en una sala y 45 minutos despues ya sean amigos intimos? ?Por que tenemos algunos recuerdos imborrables de nuestra infancia o adolescencia? ?A que se debe que recordemos perfectamente eventos ocurridos hace anos?

  • Tentacion y laberinto de Paola Rimieri

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    Luego de haberse encontrado frente a frente con la historia de amor mas apasionante de su vida, Valeria se esta acostumbrando a la vida despues de Nickie. En poco tiempo, muchas cosas cambiaron en su vida: desde su dieta hasta las condiciones en su trabajo. Ninguno de los que vivieron la tempestad son los mismos: ni Valeria, ni Martin, tampoco Nickie. Afortunadamente, Valeria tiene el mundo de los suenos. Sin embargo, a veces algunos suenos se convierten en pesadillas. Valeria quiere avanzar en los casilleros de su vida, pero se siente en un laberinto. Como Teseo, reconoce incluso que, de un lado no encuentra la salida, y del otro hay una bestia a la que teme. Se pregunta ?quien sera el heroe que mate a la bestia y la ayude a escapar del laberinto? Y siente, constantemente, que no encuentra salida, ni respuestas. Valeria se siente presionada y temerosa ante las decisiones que debe tomar, hasta que se siente iluminada nuevamente. Nickie aparece en su vida una vez mas. Y esta vez, ese amor viene por todo. Pero nada es para siempre. O al menos, esa palabra es tenebrosa para ella. Valeria cree que perdio todo, definitivamente. Y debera apresurarse a encontrar una salida del laberinto. ?Podra Valeria sobrevivir la tempestad? ?Podra salir del laberinto Valeria, una mujer comun, sin los dones del heroe? ?Cuantas veces te sentiste dentro del laberinto?

  • Un te quiero por Navidad de Christian Martins

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    Los dias pasaban con demasiada rapidez y a Gabrielle Reuben se le acababa el tiempo en el preciso instante en el que el calendario le daba la bienvenida al festivo y alegre mes de diciembre. Treinta y un dias de plazo para presentar la nueva novela, ni uno mas, ni uno menos. Despues todo habria terminado para Gabrielle. Aquella noche, la muchacha se desperto con las sabanas empapadas en sudor y una extrana sensacion de fracaso en el vientre. Se levanto de la cama a reganadientes, tan solo por el mero hecho de sentirse util. Se sirvio una taza de cafe y se dirigio hacia el umbral de su despacho; ese rincon de la casa que en los ultimos meses habia logrado causarle verdadero pudor. La mesa del escritorio estaba despejada, limpia, ordenada. El portatil pulcramente colocado en el centro, junto al raton. Tiempo atras aquello habia sido un verdadero desastre, con papeles por todas partes y cuadernillos con anotaciones por cada esquina. Pero esos dias, los dias en los que Gabrielle habia tenido inspiracion, se habian esfumado. -- Necesito una musa... -- murmuro, repasando mentalmente todos aquellos consejos que le habian dado y que, por experiencia, podia afirmar que no servian para nada. Aun era temprano y la luz se colaba levemente a traves de las cortinas. Pulso el interruptor y paso a la habitacion, sin soltar su taza de cafe. Se sento frente a la mesa, recordando aquellos anos en los que nada mas levantarse de la cama se habia dirigido a ese rincon, ansiosa por continuar con aquellos personajes, aquellas historias, aquella sucesion de palabras que lograba darle vida a todo lo que rondaba en su cabeza. El cafe siempre habia tenido que esperar, y aun asi, se lo habia tomado a pequenos sorbitos, entre tecla y tecla, sin desperdiciar un solo segundo. "Uno tiene que estar siempre en el mismo lugar, a la misma hora, para que la inspiracion pueda encontrarle". "El mejor truco para escribir con fluidez es leer; leer mucho, leer todo". En aquel mundillo literario, todo el mundo tenia algo que decir. El peor de los errores de Gabrielle habia sido confesar abiertamente su bloqueo literario. Hasta entonces, a pesar de su frustracion, habia logrado "sacar algo" de su cabecita. Desde que dijo en voz alta que se encontraba sin inspiracion, bloqueada, no habia logrado sacar nada con sentido. Uno de diciembre. Se acababa el ano. Escucho el telefono fijo resonar en el salon y se pregunto a si misma si debia responder la llamada o no. Al final, suspirando hondo, decidio acercarse; estaba convencida de que era Ruth. Ruth era su agente literario y, a su vez, su mejor amiga. Era una suerte, porque cualquier autor en su situacion no habria sabido que decirle a su "pesado" agente para salir del paso y quitarselo de encima, pero ella no tenia ese problema. -- ?Hola? -- !Buenos dias, escritorzuela! -- exclamo Ruth, con un buen humor poco habitual en ella. Aunque no era, en absoluto, una amargada, Ruth solia encontrarse demasiado estresada en cada pequeno instante de la vida, cosa que menguaba su humor. -- Ahora mismo me iba a poner a escribir... -- bromeo, mientras sorbia los ultimos posos de cafe del fondo de la taza -- . ?Me llamas para escuchar mi dulce voz? -- En realidad, no. No te vas a creer lo que he conseguido... -- canturreo con felicidad. Esa frase habria sido magica para los oidos de Gabrielle en otra epoca, pero dadas las circunstancias, lo unico que le provocaba era pavor. Gabrielle tenia veintiseis anos, con diecisiete habia escrito su primer best seller y con veinticuatro el ultimo de todos. Los contratos editoriales le habian llovido desde entonces, y Ruth siempre se habia encargado de rastrear las mejores ofertas entre las propuestas que tenian sobre la mesa. De la ultima, Gabrielle habia cobrado un cuantioso anticipo que poco a poco se habia esfumado de su cuenta. Se suponia que el primer borrador del manuscrito tendria que haberlo tenido disponible para el caluroso mes de junio, pero la cosa no habia salido exactamente segun lo planeado. Uno de diciembre. La ampliacion del plazo llegaba a su final. -- ?Gabi? -- pregunto Ruth a traves del auricular -- , ?puedes prestarme un poco de atencion y bajar de las nubes? Una gran parte de ser escritora se debia a su incesante imaginacion. Gabrielle no solo tenia la capacidad de inventarse lugares, personas, escenarios, tramas... Si no que sonaba despierta. Era algo extrano. En ocasiones, se imaginaba la proxima conversacion telefonica que tendria con su madre y la recreaba en voz alta, riendose con las ocurrencias que su padre gritaria de fondo. -- Te estoy escuchando, te estoy escuchando... -- canturreo . -- Pues entonces, !atenta! -- exclamo, recuperando el buen humor de su tono de voz -- . Creo que ya he encontrado la solucion a todos tus problemas. -- ?La solu...? -- Fantasy Book necesita doce historias para una antologia y esta buscando autores nuevos para su plantilla -- continuo explicando con rapidez, sin permitirle a Gabi interrumpir -- , como solo sera una antologia y los relatos tendran la tematica asignada, no incumpliremos el contrato que ya tenemos firmado para la novela. "La novela". Esa que no existia. Esa que dudaba que fuera a existir en algun momento del futuro. -- Estoy bloqueada, Ruth... -- musito con voz de melancolica, recordandole a su agente aquello que ya sabia -- , no creo que pue... -- Seran solo cuatro mil palabras -- continuo con entusiasmo -- , ni una mas, ni una menos. !Y eso no es nada para ti, Gabi! !Te he visto escribirlas en una sola tarde! Ella suspiro desde el otro lado de la linea. Era cierto, cuatro mil palabras no eran demasiado pero... ?Pero como iba a escribirlas si no podia siquiera sacar doscientas? -- Veras, no creo... -- Sabia que te negarias, asi que me he tomado la libertad de poner al dia tu cartilla bancaria. ?Sabes cuanto dinero te queda en el banco? Gabrielle dudo. No tenia ni la menor idea, asi que guardo silencio. -- Me lo imaginada -- continuo Ruth -- , cero. No te queda dinero en el banco. -- !Mierda! Aquellos ultimos meses se habia alimentado de sobras, cereales y cafes, asi que no le habia prestado demasiada atencion a su cuenta bancaria. En realidad, ?para que necesitaba mas? No salia de casa, y se pasaba el dia por completo sentada en una silla donde ni siquiera movia los dedos de las manos. ?Para que necesitar, entonces, la energia que le proporcionaban los alimentos? -- Cuatro mil palabras y, por arte de magia, recibiras doscientos dolares. Gabrielle guardo silencio. ?Y que demonios iba a hacer con doscientos dolares? Con eso no le llegaba ni para pagar el alquiler. -- Mira, Gabi... -- continuo Ruth, adivinando sus pensamientos -- , creo que ha llegado la hora de poner las cartas sobre la mesa, ?vale? Tienes que bajarte de esa nubecita en la que estas subida. -- Lo se... -- murmuro, procurando cortar cuanto antes con aquella desagradable conversacion. -- Vas a tener que cambiar de habitos y empezar a pensar seriamente sobre tu futuro. "!Oh, oh!", penso, "!peligro!" Odiaba cuando Ruth se ponia en plan madre preocupada por su futuro literario a echarle la bronca. Ademas, si se metia en ese papel, no habia nadie que lograse sacarla. -- No te preocupes tanto... -- Gabi, por favor -- gruno -- , abreme la puerta de casa. -- ?Que te abra que...? -- pregunto, justo en el instante en el que el timbre resonaba todo su apartamento. Colgo el auricular del telefono y se dirigio a la puerta arrastrando un pie delante del otro. No tenia demasiadas ganas de hablar con ella, menos aun de recibir una visita, pero, ?que iba a hacer? ?Echarla? Abrio la puerta y alli estaba Ruth, tan perfecta como siempre y radiante a pesar de las tempranas horas. Vestia un pantalon de pata de gallo y una americana negra que le iba perfecta. -- !Oh, Dios, Gabrielle! -- exclamo, repasandola de hito a hito -- . !Pero si estas en los huesos! Ella, con los ojos en blanco, se separo de la puerta para dejar paso a su amiga. -- ?Cafe? -- pregunto, mientras se dirigia sin esperar respuesta hacia la encimera.

  • Mi corazon en el Orquidea Cruise de M. M.

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    Tras un tiempo en tierra, disfrutando de unas vacaciones, Anais vuelve con ganas al Orquidea Cruise para comenzar a trabajar. En el barco la esperaban algunas novedades, la mas importante el nuevo Capitan, Paul, quien, ademas de ya tener fama de picaflor, no fingia lo que ella provocaba en el.
    Sin mas opciones para ninguno, comienzan una relacion donde el deseo es una parte fundamental. Pero habra que descubrir si solo sera algo esporadico o, por el contrario, los sentimientos lo lleven a algo mas.

  • Otra oportunidad para el amor de Robyn Grady

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    Jack Prescott salio de la habitacion del hospital con una desagradable sensacion de aturdimiento. Habia recibido la llamada a las diez de la manana. De inmediato se habia subido a su bimotor y habia volado a Sydney con el corazon en la garganta. Hacia anos que Dahlia y el no hablaban y ahora ya no tendria oportunidad de decirle adios. Ni de pedirle perdon. Echo a caminar por el pasillo. Le escocian los ojos. El aire olia a detergente y a muerte. A partir de aquel dia, era el unico superviviente de los Prescott y no habia nadie a quien culpar excepto a si mismo. En ese momento se cruzo con un medico que iba tan absorto en la conversacion que se choco contra el sin darse cuenta. Jack se tambaleo un instante, luego se miro las manos y se pregunto cuanto tiempo tardaria en venirse abajo, en asimilar la verdadera dimension de aquella pesadilla y maldecir aquel mundo despiadado. Dahlia solo tenia veintitres anos. Una mujer que habia sentada en la abarrotada sala de espera atrajo su atencion por algun motivo. El cabello claro le caia por los hombros. Llevaba un nino entre los brazos. Jack se froto los ojos y volvio a mirarla. Tenia los ojos llenos de lagrimas y estaba mirandolo. Jack se pregunto si se conocian y, cuando la vio esbozar una sonrisa de condolencia, se le encogio el estomago. Era amiga de Dahlia. No estaba seguro de poder hablar aun. No se sentia con fuerzas para darle las gracias por estar alli o por darle el pesame y luego excusarse lo mas rapido posible. La mujer siguio esperando mientras le sujetaba la cabecita al pequeno y Jack se dio cuenta de que no podia huir. Dio un paso, luego otro y finalmente acabo frente a ella. --Eres el hermano de Dahlia, ?verdad? --le pregunto ella--. Eres Jack --tenia las mejillas sonrojadas y manchadas de lagrimas, las unas mordidas y los ojos... Sus ojos eran de un azul intenso. Jack se sorprendio a si mismo. Hacia siglos que no se fijaba en los ojos de una mujer. Ni siquiera estaba seguro de saber de que color tenia los ojos Tara. Quiza deberia fijarse cuando volviera. Claro que el suyo no iba a ser esa clase de matrimonio, al menos para el. Tras la muerte de su esposa hacia tres anos, Tara Anderson habia pasado cada vez mas tiempo en Leadeebrook, la explotacion ganadera de Queensland en la que vivia Jack. Habia tardado en apreciar la compania de Tara; seguramente porque en los ultimos tiempos, a Jack no le gustaba mucho hablar. Pero poco a poco Tara y el se habian hecho casi tan amigos como lo habian sido su mujer y ella. Y entonces, la semana anterior, Tara le habia ofrecido algo mas. Jack habia sido muy claro con ella. Jamas se enamoraria de otra mujer. Llevaba la alianza de boda colgada de una cadenita que jamas se quitaba del cuello, mientras que la de su mujer descansaba junto a una foto suya que tenia en el dormitorio. Sin embargo Tara le habia explicado que creia que necesitaba una relacion estable, y que ella necesitaba alguien que le ayudara a dirigir su propiedad. Aquello habia dado que pensar a Jack. Veinte anos antes su padre se habia visto obligado a vender la mitad de sus tierras a un vecino, el tio abuelo de Tara. Despues habia intentado volver a comprar la tierra, pero a Dwight Anderson no le habia interesado vendersela. Despues de la muerte de Sue, Jack habia tenido la sensacion de que su vida no tenia sentido. Ya no disfrutaba de actividades que en otro tiempo le habian apasionado, como montar a caballo por las extensas llanuras de Leadeebrook. Sin embargo la idea de cumplir el sueno de su padre de recuperar aquellas tierras le habia hecho albergar una nueva ilusion. Tara era una buena persona y cualquier hombre la consideraria atractiva. Quiza si que pudiesen ayudarse mutuamente. Pero antes de casarse con ella, debia resolver algo. La raza humana dependia en gran parte del poder del instinto maternal; las mujeres deseaban tener hijos y sin duda Tara seria una madre estupenda. Pero el no tenia el menor deseo de ser padre. Ya habia cometido suficientes errores, uno de ellos imperdonable. Pensaba en ello a menudo y no solo cuando visitaba la tumba diminuta que habia junto a la de su esposa en Leadeebrook. Ningun hombre podria soportar que le desgarrasen el corazon una segunda vez. No pensaba tentar al destino engendrando otro hijo. Si Tara queria un matrimonio de conveniencia, tendria que renunciar a la idea de tener familia. Habia asentido cuando Jack se lo habia explicado, pero el brillo de sus ojos hacia pensar que esperaba que algun dia el cambiara de opinion. Pero eso no ocurriria. Jack estaba completamente convencido de ello. Jack tenia la mirada clavada en el pequeno cuando la mujer del vestido rojo volvio a hablar. --Dahlia y yo eramos amigas --murmuro con voz debil--. Muy buenas amigas. El respiro hondo, se paso la mano por el pelo y trato de ordenar sus pensamientos. --El medico dice que el que la atropello se dio a la fuga. La habian atropellado en un paso de peatones y habia muerto solo unos minutos despues de ingresar en el hospital. Jack le habia tocado la mano, aun caliente, y se habia acordado de cuando la habia ensenado a montar a Jasper, su primer caballo, y de cuando la habia consolado tras la muerte de su corderito. Cuando ella le habia suplicado que lo comprendiera... cuando mas lo habia necesitado... --Recobro el conocimiento solo un momento. Aquellas palabras agarraron desprevenido a Jack. Sintio tal debilidad en las rodillas que tuvo que sentarse, pero enseguida se arrepintio de haberlo hecho porque eso implicaba que queria hablar, cuando lo que queria era quitarse las botas, beberse un whisky y... Levanto la mirada y sintio que se le nublaba la vista. ?Que le esperaba ahora? ?Documentacion, la funeraria, elegir el ataud? --Hablo conmigo antes... antes de irse --a la mujer le temblaba el labio inferior al hablar--. Me llamo Madison Tyler --se coloco al bebe en el regazo y se sento junto a Jack--. Mis amigos me llaman Maddy. Jack trago saliva. --Ha dicho que recobro el conocimiento... que hablo con usted. Pero seguramente no habria sido sobre el. Dahlia se habia quedado destrozada tras la muerte de sus padres. Ni siquiera la paciencia y el apoyo de su mujer habian servido para anidarla. Aquella ultima noche Dahlia habia dicho gritando que no queria tener nada que ver con su hermano, con sus estupidas reglas ni con Leadeebrook. Despues habia acudido al funeral de Sue, pero Jack habia estado demasiado aturdido como para hablar con ella. En los siguientes anos, habia recibido sus felicitaciones de Navidad, pero todas ellas habian llegado sin direccion del remitente. Apreto los punos con rabia. Dios, deberia haber dejado a un lado su orgullo y haber tratado de encontrarla. Deberia haber cuidado de ella y haberla llevado de vuelta a casa. Un movimiento del bebe hizo que Jack se fijara en su carita, en sus mejillas regordetas. Un rostro lleno de salud y de promesas. Lleno de vida. Respiro hondo, se puso en pie y trato de recuperar el control. --Podremos hablar en el funeral, senorita... --Maddy. Jack se saco una tarjeta de visita de la cartera. --Si necesita cualquier cosa, puede ponerse en contacto conmigo en este numero. Ella tambien se puso en pie y lo miro a los ojos. --Jack, necesito hablar contigo ahora --miro un segundo al bebe--. Yo no sabia... Dahlia nunca me habia hablado de ti. Cuando volvio a mirarlo, lo hizo con los ojos suplicantes, como si buscase una explicacion. Parecia amable y estaba comprensiblemente afectada por la muerte de su hermana, pero no importaba lo que Dahlia le hubiese dicho, Jack no iba a justificarse ante una completa desconocida. Ni ante nadie. --La verdad es que tengo que irme. --Me dijo que te queria mucho --solto ella, acercandose un poco mas--. Y que te perdonaba. Jack se detuvo en seco despues de dejar la tarjeta sobre la silla. Cerro los ojos con fuerza y trato de acallar el zumbido que sentia en los oidos. Queria que pasase el tiempo. Queria volver a casa, a lo que conocia, a aquello que no podian arrebatarle. El bebe estaba moviendose, parecia inquieto. Jack sintio la tentacion de mirarlo, pero por otra parte solo deseaba taparse los oidos y salir corriendo. Lo ultimo que le faltaba era oir el llanto de un nino. --Aqui no puede hacer nada --dijo por fin--. Deberia llevar a ese nino a su casa. --Eso intento --respondio ella y lo miro fijamente. --Lo siento, pero no comprendo. La mujer se limito a morderse el labio inferior, tenia los ojos abiertos de par en par. ?Estaba asustada? Jack la observo detenidamente. Tenia la piel del color de la porcelana, unos rasgos perfectos y, a pesar de todo, Jack sintio una ligera excitacion. ?Estaba tratandole de decir que el hijo era suyo? Un tiempo despues de la muerte de su mujer, muchos amigos suyos habian intentado sacarlo de su encierro, lo habian convencido para que fuera a verlos a Sydney y conociera a algunas mujeres de su circulo social y, aunque tenia un muro de acero alrededor del corazon, en un par de ocasiones habia pasado la noche con alguna de esas mujeres. ?Seria por eso por lo que le resultaba familiar el rostro de aquella mujer? La miro de nuevo. No. Habria recordado aquellos labios. --Escuche, senorita... --Maddy. Jack esbozo una tensa sonrisa. --Maddy. Creo que ninguno de los dos estamos de humor para juegos. Sea lo que sea lo que quieres decirme, te agradeceria que lo soltases cuanto antes. Ella no se inmuto ante tal brusquedad, mas bien adopto un aire mas firme. --Este bebe no es hijo mio --dijo por fin--. Dahlia me lo ha dejado hoy. Es tu sobrino. Pasaron varios segundos antes de que Jack asimilara el significado de aquellas palabras, y entonces fue como un golpe en la cabeza. Parpadeo varias veces. Debia de haber oido mal. --No... no es posible. De los ojos de Maddy cayo una lagrima. --El ultimo deseo de tu hermana ha sido que os presentara el uno al otro. Jack, Dahlia queria que te quedases con su hijo. Que lo llevases contigo a Leadeebrook. Capitulo 2 Quince minutos despues, sentada frente a Jack Prescott, Maddy se llevo la taza a los labios, convencida de que nunca habia visto a nadie tan demacrado. Ni tan guapo. Con una mirada cada vez mas oscura, tanto como su gesto, el movia su cafe con la cucharilla. La megafonia reclamo la presencia del doctor Grant en la sala diez. Una anciana que habia sentada en una mesa cercana sonrio al bebe antes de tomar un bocado. Junto a la caja, a una enfermera se le cayo un plato; el estruendo retumbo en toda la cafeteria y sin embargo Jack parecia ajeno a todo. Su mirada parecia centrada en su propio interior. Maddy analizo con discrecion su rostro de estrella de cine; la mandibula marcada, la nariz recta y orgullosa. Era curioso, pero resultaba apasionado y distante al mismo tiempo. Percibia en el, bajo su mascara, una intensa energia que casi daba miedo. Era el tipo de hombre que podria enfrentarse a un incendio el solo y evitar que aquello y aquellos que le importaban sufrieran el menor dano. La pregunta del millon era: ?que era lo que le importaba a Jack Prescott? Apenas habia mirado al bebe, su sobrino huerfano al que acababa de conocer. Parecia de piedra, todo un enigma. Quiza Maddy nunca se enterase del motivo por el que Dahlia habia apartado de su vida a su hermano. Y si no fuera por el pequeno Beau, tampoco habria querido saberlo. Jack dejo la taza sobre el plato y miro al bebe, que habia vuelto a quedarse dormido en el cochecito. Habia sido Jack el que habia sugerido que tomaran un cafe, pero despues de un silencio tan largo, Maddy ya no aguantaba mas aquella fria calma. Tenia una mision, una promesa que debia cumplir... y un tiempo limitado para hacerlo. --Dahlia era una madre magnifica --le dijo ella--. Termino la carrera de Marketing despues de que naciera el nino. Ahora se habia tomado un ano libre antes de ponerse a buscar un buen trabajo --Maddy bajo la mirada mientras algo se le rompia por dentro. Era el momento de decirlo. El momento de confesar--. Dahlia apenas habia salido de su casa desde que llego con el pequeno --continuo--. Yo la convenci para que fuera a la peluqueria, que se hiciera la manicura... Maddy sintio que se le encogia el estomago y se le hundian los hombros bajo el peso de la culpa

  • Tras la estela de un sueno de Lucia De Vicente

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    Tras la estela de un sueno es la novela ganadora del Permio Vergara – El Rincon de la Novela Romantica 2018.

  • El ladron de cartas de Rogelio Aronna

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    Paulino Chain tenia una unica obsesion, robar cartas en los buzones, hasta que un dia descubre que una de las cartas resulta una seria amenaza para la destinataria. Impedido de recurrir a la policia decide iniciar la investigacion por su cuenta. A partir de alli se implica en una pesquisa que lo llevara a vivir las peripecias mas insolitas e insospechadas.

  • El expediente Vaterland de Volker Kutscher

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    Una nueva entrega de Babylon Berlin, la saga del detective Gereon Rath ambientada en el Berlin de los anos treinta.

  • El fuego en tus ojos de Virginia Camacho

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    Altoona, Pensilvania. Samuel Slater salio de la vieja casa de su padre hacia el jardin delantero buscando a su hermana. Era una noche de verano, y se escuchaba el cantar de los grillos en los arboles; la brisa calida hacia desear meterse a un recinto con aire acondicionado, pero en su casa no habia, asi que, despues de todo, afuera estaba mas fresco. De todos modos, por esta zona no era recomendable ir por alli en la oscuridad, aunque eso Cassie ya lo sabia. La encontro sentada junto a los setos de la senora Wilson, tan bien cuidados como siempre, y se sento a su lado en el bordillo del anden. Cassie lucia un pantalon corto de jean y una simple blusa de tiras de colores. Su cabello castano oscuro estaba recogido, y gracias a la luz de las farolas, se veia el brillo de las lagrimas en sus ojos. Se estuvieron en silencio por varios minutos, mirando la niebla entre los anosos arboles de la calle, y de vez en cuando se escuchaban los sollozos de Cassie. --Lo siento --sollozo ella, y metio su cabeza entre sus rodillas, como si quisiera abrir un agujero en la tierra y meterse alli por una eternidad--. Lo siento tanto--. Samuel levanto su mano y la abrazo--. No queria fallarles asi... --No nos has fallado... --dijo con voz tierna y grave, pero eso no apaciguo a Cassie. --Esto echa a perder todos nuestros planes. --No es cierto... --Y no quiero abortar --siguio ella, moviendo su cabeza para mirarlo de frente--. Lo pense, lo pense muy bien, y me da mucho miedo... De hecho, me da mas miedo que tu y papa furiosos y decepcionados de mi. Tendre este bebe, Sam. --Esta bien. --No, no esta bien --volvio a sollozar ella--. Solo tengo veinte anos... y mi trabajo no es que me este pagando en oro... --No tengas miedo --le pidio el acercandola con su brazo y besando su cabello--. Cuando me gradue, sere un ejecutivo con una muy buena paga, y luego, un exitoso empresario. Mi sobrino, o sobrina, lo tendra todo, porque a pesar de que tu entres a la universidad luego de que yo haya salido, seras tambien una profesional. El bebe no altera nuestros planes. --Solo los hace mas dificiles de conseguir. --Por un tiempo --admitio el--. Pero no estas sola... En ningun momento, Cassie--. Los ojos de ella volvieron a inundarse de lagrimas, y lo abrazo con toda su fuerza. Ah, adoraba a este tonto de cabeza dura, sonrisa facil y convicciones firmes. Era, junto a su padre, su pilar en la vida, su ejemplo a seguir, casi su mitad, pues habian compartido utero y nacieron con una diferencia de solo minutos. La pobreza trae pobreza, decian por alli, y era muy comun que jovencitas sin estudios superiores como Cassie, venidas de ninguna parte, procrearan sin son ni ton. Ella habia cometido el error de acostarse con un hombre que luego se hizo el sordo cuando le notifico de su embarazo, y ahora tenia que apechugar. Afortunadamente, su hermano estaba alli; solo su apoyo moral ya le daba un gran alivio. --Siento poner esta carga sobre tus hombros--. Samuel solo suspiro. --Te apoyare en todo lo que este en mi mano --le prometio el--, pero al fin de cuentas, seras tu quien lleve la mayor parte de esa carga, Cassie. Yo me ire a la universidad, y aunque vendre para el nacimiento, y estare en las fiestas y las vacaciones todo lo que me sea posible, seras tu quien sufra las nauseas, los antojos, los dolores, los trasnochos... --Oh, no hables de eso, que me entran ganas de salir corriendo --Samuel sonrio. --Y papa te ayudara --dijo--. No lo viste, pero, luego de la primera impresion, creo que lo hace feliz ser abuelo. --?Tu crees? --Si, lo creo. Tal vez no vaya a aplaudirte, pero tampoco te dejara sola--. Cassie suspiro apoyando su cabeza contra la de el, sintiendose mucho mejor. --Ojala sea una nina --dijo de pronto. Ocho meses despues de aquella conversacion, nacio Harper; y tal como lo prometio, Samuel tomo un autobus desde el estado de Massachusetts, donde estaba su universidad, hasta Pensilvania. Solo pudo estar con ella unas pocas horas, pues tuvo que regresar el mismo dia debido a todas sus obligaciones, pero consiguio tener en sus brazos a su bella sobrina y besar a su hermana en la frente mientras al fin se daba un respiro luego de la dura labor de traer a su hija al mundo. --Bienvenida, Harper --le dijo a la pequena y preciosa carga que llevaba en sus brazos, arrullandola con suavidad, temiendo hacerle dano, y al mismo tiempo, deseando apretarla muy fuerte entre sus brazos--. Soy tu tio, el tio Sam. ?No es apropiado? Nada te va a faltar, te lo prometo. Ahora eres una razon mas para trabajar mucho y superarme--. En el momento, Harper arrugo su carita, asomo su lengua blanca y rosada y bostezo estirandose como una gatita, pero al tiempo volvio a relajarse y siguio dormida. El corazon de Samuel quedo totalmente cautivado. Desde ahora, hasta su muerte, ella era el amor de su vida. 1 Ciudad de Nueva York. --No puedes hacerme esto --protesto Catherine caminando tras su madre a traves de los pasillos del enorme apartamento en el que habia vivido la mayor parte de su vida. Laverne Brown simplemente ignoro a su hija y se sento tras un escritorio de alamo, elegante y enorme, que ocupaba casi toda la habitacion--. Mama, te lo advierto, no me hagas esto. --?Que es ese castigo tan grande que crees que te estoy infringiendo? --No voy a casarme con Oliver White. En primer lugar... !No siento nada por el! En segundo, !es un idiota!, y en tercero... Me gustaria, si algun dia me caso, elegir al hombre por mi misma. --?Como que no sientes nada por el? --replico Laverne, como si hubiese sido lo unico que Catherine dijera--. ?No has sido su novia desde hace...? --!Nunca he sido su novia! Solo amigos, amigos del club, de fiestas y paseos, eso no me hace su novia... Lo sabrias si escucharas algo de lo que te digo, pero... --Entonces son buenos amigos. Eso es suficiente. No necesitas sentir nada demasiado especial para casarte... --!No! --protesto Catherine en voz alta--. No, mama, !no! --Laverne respiro profundo al ver que su hija se alteraba y le lanzaba miradas acusatorias. --No puedo creer que a estas alturas de la vida todavia me salgas con tonterias como esa --dijo con voz suave, aunque no amable--. ?Acaso no te eduque para que fueras una mujer emocionalmente independiente? ?Ahora me sales con que quieres sentir cosas especiales por tu marido? --?Y que tiene de malo? --Tu deber como la heredera de Laverne Inc. no es tener esos suenos tontos de nina. !Despierta, ya estas en el mundo real! --Mama... --La familia White esta mas que dispuesta a pasar por alto nuestras diferencias en riqueza y aceptarte en su familia. Deberias darte por bien servida, ojala yo hubiese tenido tu suerte. Creeme, todo habria sido mas facil para mi. --Pero es... --Te estoy facilitando las cosas y no haces sino quejarte --siguio Laverne sin dejar hablar a su hija, algo muy comun en sus conversaciones y que siempre irritaba a la mas joven--. Cumplo con mi deber de madre al dejarte bien posicionada en la vida, !y solo lloras! Catherine miro a su madre con rencor. No era cierto. Nada de lo que acababa de decir provenia de sus sinceros sentimientos. En primer lugar, Laverne no queria que su hija heredara su preciosa compania, su marca de maquillaje que la habia llevado al exito internacional. Solo tenia cuarenta y siete anos, por lo tanto, aspiraba estar en la silla de presidencia muchos anos mas. Cuando, inocentemente, una vez le dijo que seria la mejor en la escuela y la universidad para algun dia dirigir la marca, ella solo se rio y le contesto que siguiera sonando. En ese momento penso que lo habia dicho porque dudaba de sus capacidades, asi que se esforzo muchisimo mas. Veia a su madre trabajar de sol a sol, llevarse documentos a casa y estudiarlos hasta altas horas de la noche, y ese se habia convertido en su ejemplo a seguir. Fue muchos anos despues, luego de que logro ingresar a la MIT, y que gracias a eso los socios empezaron a evaluarla como futura presidente, que le dijo que aprendiera todo lo que pudiera para que algun dia iniciara su propia empresa. No para heredar, no. Para iniciar la suya. Lo que indicaba claramente que Laverne Brown no veia en su hija a su heredera, sino una competencia. La estaba casando con un idiota hijo de una familia mas rica y poderosa solo para tener excelentes contactos y sacarla a ella de su camino. Dos pajaros de un tiro. Saber eso ardia y dolia al mismo tiempo. Para su madre, ella nunca estaria lista; nunca estaria a la altura. Pero lo comprendia solo ahora, que era adulta y se estaba acercando peligrosamente a sus objetivos. Como todavia dependia economicamente de ella, estaba jugando sucio. "Yo tambien se jugar sucio, mama", quiso decirle. "Aprendi de la mejor, tu". Toda la educacion de Catherine habia estado orientada a convertirla en una mujer dura, de acero; de las que pegan antes de ser golpeadas, de las que aplastan antes de sentirse siquiera amenazadas. Pero la que la estaba amenazando ahora era precisamente la mujer mas fuerte que ella conocia, asi que tendria que callarse sus pensamientos y ser mas astuta. Aunque, la verdad, era que por dentro estaba asustada y dolida. Habia hecho de todo para conseguir la aprobacion de Laverne, para estar a la altura de sus exigencias, y cada vez que creia que lo estaba consiguiendo, sucedian cosas como esta. ?Pero que se podia esperar de la mujer que acabo con su propio marido? Cuando estaba pequena, un dia simplemente su madre tomo sus cosas, a ella, y se fue lejos. Rento un apartamento en Manhattan, la puso en una nueva escuela, y a su padre solo lo veia muy de vez en cuando. Se estaban divorciando, comprendio. --No quiero que se divorcien --le habia dicho a su madre, llorando--. Quiero que esten juntos otra vez. --Tu padre es un perro infiel --exclamo Laverne entre dientes--. Como todos los hombres, perro infiel. Te prohibo que llores por el. No tiene derecho a que lo extranes. El nos cambio por una zorra. Al principio lo lloro, lo llamaba a escondidas exponiendose al castigo de su madre, y el le contestaba feliz, diciendole todas las cosas bonitas que necesitaba escuchar. Cuando le pregunto si era verdad que era un perro infiel, su padre se molesto, llamo a Laverne para reclamarle el estar hablandole mal de el a su hija, y entonces ella recibio un castigo por llamar a su papa sin autorizacion. El divorcio fue largo y ruidoso, pero Laverne le quito todo lo que pudo. Como la infidelidad de su padre pudo demostrarse, le quito el dinero, los bienes, y sobre todo, le quito a su hija, que era lo unico que el le pedia. --?Por que le fuiste infiel? --le reclamo ella a su padre en una de esas ocasiones en que podian verse. Unos cortos dias en verano, de ano en ano--. ?Por que destruiste la familia? --El solo la miro con tristeza. No podia decirle que era mentira, pero si le explicaba sus circunstancias, ella no las entenderia. Pero luego fallecio en un accidente, asi que nunca pudo explicarle nada. Cuando entro en la adolescencia, en su mente ya estaba acunado el pensamiento de que los hombres eran perros infieles, que ninguno servia para nada, que las mujeres podian estar muy bien sin ellos. Al fin y al cabo, su madre lo habia conseguido; era una exitosa empresaria, cada vez ganando mas dinero con su marca de maquillaje, haciendose cada vez mas famosa, mas fuerte. Si se enteraba de que tenia algun amigo, Laverne la alentaba a aprovecharse de el todo lo que pudiera, sacandole regalos costosos a cambio de muy poco. Si se enteraba de que alguna chica era amiga de su "novio", le aconsejaba que la destruyera, pues no se podia confiar en nadie. Era una filosofia de vida agotadora, y a Catherine a veces le faltaban tripas para ejecutarla. Sin embargo, en todas las relaciones que tuvo, ella nunca fue la perdedora. Excepto ahora que, al parecer, su madre la estaba considerando una amenaza, y la estaba "destruyendo". Estaba aplicando en ella sus metodos. --No me casare --insistio Catherine, tratando con todas sus fuerzas de parecer firme--. Si lo que quieres es tener buenos contactos, hay otras formas de conseguirlo. Si necesitas dinero... --?Me lo vas a conseguir tu? --se burlo Laverne elevando la comisura de sus labios y mirandola despectiva. El corazon de Catherine se acelero; su madre estaba cambiando el modo de batalla, lo veia en sus ojos gris palido, iguales que los suyos, en su sonrisa tenebrosa. Trago saliva y empuno su mano. --En este momento no --susurro--, pero... --Casandote es la unica forma en que podrias proporcionarme esos millones. Oliver esta obsesionado contigo, y es de agradecer. Recuerda que no eres tan bonita--. Al escuchar aquello, Catherine se quedo sin aire--. Atrapa marido ahora que eres joven. Si te parecieras mas a mi, te garantizaria tener a todos los hombres a tus pies aun cerca de los cincuenta, pero saliste a tu padre y aun a tus veinte, pareces un hombrecito. --No me... --!Eres la menos bonita entre tus amigas, y lo sabes! Que Oliver se fijara en ti, y no en la boba de Joyce, o la taimada de Jessica, !es un milagro! --Basta, mama... --Ah, ?no te gusta que te recuerde la realidad? Entonces no me provoques, y haz lo que te digo. Oliver es el mejor candidato que jamas tendras. Hazlo por las buenas... Conoces mis metodos a las malas, y no te gustan--. Los labios de Catherine temblaron, pero se los mordio obligandolos a estarse quietos, y sin poder anadir nada mas, dio la media vuelta y salio del despacho privado de su madre. Al llegar a su habitacion, no pudo evitar correr y sentarse frente a su espejo. Desde luego, no era la primera vez que Laverne atacaba a su hija de esa manera; desde nina siempre le senalo todos los defectos que tenia. Segun ella, Catherine tenia el rostro huesudo, igual que todo su cuerpo, sin curvas, como un hombre. Laverne odiaba su nariz, tanto, que incluso habia hecho las diligencias para una rinoplastia. Le molestaba que su cabello fuera castano y no rubio, como el de ella, y siempre criticaba sus cejas anchas y gruesas, tambien de hombre. --Seguro ibas a ser un macho --decia siempre--, y a mitad de camino la naturaleza se arrepintio, y naciste con vagina. Ni tetas tienes.

  • Yo te quiero mas de Nidia Restovich

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    ?Se puede volver a amar con el intenso impetu del primer amor?

  • Chelsea (Senoritas britanicas 4) de Scarlett O'connor

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    Scarlett regresa con el tan esperado cierre de la serie Senoritas Britanicas. Una historia que te hara ilusionar, y coloca un broche de oro a su anterior entrega, Senoritas Americanas.

  • Bondage, Adrian Blake de Adrian Blake

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    El cazador observa a su presa al amparo de una copa de Bourbon. Ella se contonea, atrayendo las miradas de otros como el. No esta preocupado… En absoluto. Sabe que al final de la noche el sera el vencedor.
    Se acerca despacio, con cuidado de no espantarla, y acopla sus caderas a las de la mujer. Ella sonrie, coqueta, y una caida de ojos seductora es el aviso de que ya ha ganado la batalla.
    -?Quieres jugar, preciosa?
    -Solo si es contigo.
    -Vayamos a mi santuario… Alli podre devorarte a mi manera.
    Un escalofrio recorre el cuerpo de la joven cuando descubre que ha sido cazada.

  • Corazones que se rompen (Corazones 1) de Claire Contreras

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    Estelle siempre ha estado enamorada de Oliver: por ser el mejor amigo de su hermano, por estar siempre alrededor. y por la evidente quimica que siempre ha habido entre los dos. Pero el destino se interpone para que sus caminos se separen: Oliver se marcha para estudiar medicina. y Estelle se queda con el corazon roto.

  • Leyendas y Banderas de Maria Santorum

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    Miguel es un chico inteligente, ambicioso y apasionado que trabaja en el Servicio de Informacion de la Guardia Civil. Tras la ruptura con su novia y la muerte de su mejor amigo a manos de la banda terrorista E.T.A., decide aceptar la mision mas estimulante de su vida: mudarse a Kuartango, un despoblado valle alaves, bajo una nueva identidad, con el objetivo de conseguir pruebas para arrestar a los asesinos de su amigo. ?Conseguira identificar a los verdaderos culpables?

  • El anticuario judio de Oscar Rodrigo

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    En la Praga de 1890 la ciudad se convierte en la poblacion mas cosmopolita de Centro Europa. En ese periodo de tiempo una serie de desapariciones y escabrosos asesinatos se producen en los alrededores del barrio judio. En dicho distrito trabaja un misterioso anticuario cuya hija sera la investigadora novata de tan atroces crimenes. Sumergete en una onirica e inquietante atmosfera en el fascinante siglo XIX en un intento por desentranar este caso de tintes sobrenaturales con dosis de humor negro y personajes que amaras u odiaras. La aparicion de personajes historicos en esta pesadilla con sus virtudes y sus debilidades te van a dejar sin habla.

  • Un beso bajo la lluvia (Besos 1) de Priscila Serrano

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    Primera entrega de la trilogia de romance contemporaneo <> de Priscila Serrano.

  • La promesa del angel de Frederic Lenoir

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  • Te odiare hasta que te quiera de Priscila Serrano

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    La fachada de mujer dura de Noelia deja al descubierto a alguien fragil cuando Marcos, el que fue su mejor amigo y quien desaparecio anos atras, sin explicaciones, vuelve a su vida. Lo que ella pensaba que solo era un recuerdo, regresa, convirtiendo lo que en su dia fue amistad en una enorme atraccion. Pero Marcos sigue sin contarle la verdad sobre su marcha.
    ?Que y por que lo oculta? ?Cual es su miedo? ?Que lo odie y la pierda de nuevo?
    El tendra las respuestas a todas estas preguntas cuando decida contarle la verdad.

  • Por encima de la lluvia de Victor Del Arbol

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    Miguel y Helena se conocen en una residencia de ancianos en Tarifa, a una edad en la que creen haberlo vivido todo ya. A Miguel le asusta volar. A Helena le da panico el mar. Los dos tienen hijos adultos y sienten que les han relegado a un plano casi ornamental. El dramatico suicidio de un companero de la residencia les abre los ojos. No quieren pasar sus ultimos dias recordando y anorando tiempos supuestamente mejores. Y juntos decidiran emprender el viaje de sus vidas, en el que descubriran que nada es defi nitivo mientras queden ilusiones que perseguir.

  • En una casa blanca a la orilla de Abril Camino

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    Candela lo ha perdido todo.
    Su perfecta vida ha saltado por los aires.
    Esta muerta de miedo. Y de dolor.
    Esta perdida.

  • Puzzle. Fusion perfecta de Moruena Estringana

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    Peyton siempre ha sentido que no encaja en la perfecta vida de su padre. Ha vivido toda su vida en un internado, pues su padre preferia tenerla lejos desde que volvio a casarse, haciendo que Peyton se sienta como un error que prefiere mantener oculto. Pero todo va a cambiar, su padre la quiere de vuelta en la ciudad donde es Alcalde. Ella no tiene mas remedio que regresar y estudiar la carrera elegida por su padre. Tiene una razon de mucho peso, pese a que ya es mayor de edad.

  • Oriente de Jose Carlos Llop

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    El nuevo libro del autor considerado por la critica <> (Le Figaro).

  • Muertes de sobremesa de David Jimenez

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    ?Puede un asesino en serie, despues de dieciocho anos, regresar y convertir a sus victimas en verdugos?
    El inspector Marcial Lison, un peculiar policia cuyo unico amigo de verdad es su inseparable galgo, se vera obligado a retomar una investigacion que le exploto en la cara cuando, a mediados de la decada de los noventa, tan solo era un simple agente a las ordenes del inspectorVillanueva.

  • De la mano de Federico de Lluis Pasqual

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    revela un extraordinario narrador. Un ensayo delicioso, de una sensibilidad y una fuerza narrativa excepcionales.

  • Mujeres de Camborne de Pilar Lepe

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    Dos bellas historias unidas por lazos de sangre:

  • Solo para ellas de Amber Lake

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    Una cosa bella es un goce eterno. John Keats Una sonrisa de satisfaccion curvo la sensual boca de Tania al repasar el informe del contable que gestionaba los asuntos economicos de su empresa. El balance del ultimo trimestre era positivo, como esperaba, y podria hacerle frente al prestamo que pensaba solicitar. Lo mando imprimir para llevar una copia cuando fuese al banco. Ese informe demostraba que la agencia era solvente y pagaria los plazos con desahogo. No tendrian razones para negarselo. Tania era la propietaria de un negocio muy peculiar. En 2010, despues de acabar los estudios de Direccion y Administracion de Empresas y un master en Recursos Humanos en la prestigiosa Universidad de Yale, en Estados Unidos, regreso a Barcelona, su ciudad natal, con muchas ilusiones y un brillante curriculum bajo el brazo. Tras pasar por algunos trabajos ingratos y mal remunerados, una noticia aparecida en un periodico financiero le dio la idea: crear una agencia que se dedicase a ofrecer los servicios de hombres de compania para compromisos profesionales o de ocio a las personas y empresas que lo solicitasen; algo que se hacia en otros paises con mucho exito, segun destacaba el diario. Hizo un estudio de mercado y de las pocas agencias similares que existian en la ciudad y comprendio que el proyecto podria tener exito --a pesar de la crisis economica que asolaba el pais en esos momentos-- si incluia una mayor gama de ofertas y un catalogo de personal amplio, variado y selecto. Y asi surgio <>, su floreciente agencia y la mejor de la ciudad en su especialidad por la amplitud de actividades que ofrecia y la profesionalidad de sus empleados y colaboradores. El secreto de su exito era la rigurosa seleccion de su personal. Procuraba que fueran hombres inteligentes, cultos, elegantes... No tenian que ser necesariamente guapos. Con poseer un fisico aceptable y gusto en el vestir era suficiente. Su atractivo derivaba de la seguridad en si mismos, de su caracter afable, su simpatia y, en especial, de su correccion y esfuerzo, cualidades que los convertian en unos autenticos caballeros. A la hora de seleccionarlos, valoraba que estuviesen acostumbrados a moverse con soltura en ambientes sofisticados y dispusiesen de recursos suficientes para resolver cualquier imprevisto que pudiera surgir, como sacar de apuros a sus acompanantes en caso de necesidad. Y de forma discreta, otra de las maximas de su empresa; como habia ocurrido en algunas ocasiones con personajes famosos de visita en la ciudad que habian recurrido a su agencia para procurarse un poco de recreo. A todo ello, habia que sumar --aunque no era requisito imprescindible-- que fueran amantes generosos y experimentados por si la mujer que los contrataba deseaba ampliar sus servicios en ese aspecto. Cuando fundo la empresa, Tania no se planteo incluir esas prestaciones especiales, como ella las llamaba. Por desgracia, gran parte de sus clientas acababan solicitando ese extra, y ella comprendio que no podia ponerlas en manos de amantes inexpertos o de brutos sin conciencia, que acabarian desprestigiando la imagen de calidad que pretendia dar. Su clientela era variopinta. Desde empresas que organizaban eventos y necesitaban personal para atender a los asistentes, o para hacer de <> en ellos, a fiestas privadas que requerian acompanantes para los invitados sin pareja. Incluso se habia dado el caso de personas que deseaban hacer un regalo especial a algun amigo o familiar. Con todo, la mayoria de clientes que acudian a la agencia eran mujeres, por lo general ejecutivas o empresarias de alto poder adquisitivo, que necesitaban un acompanante para acudir a algun compromiso laboral o social. Tambien las que, al carecer de pareja y de tiempo para las relaciones sociales, deseaban un companero agradable con el que disfrutar los momentos de ocio, o turistas de alto standing que requerian un guia discreto y amable para conocer a fondo la ciudad y sus posibilidades de diversion... Tania no ignoraba, ni cuestionaba, que muchas de sus clientas lo que buscaban era un hombre para llevarse a la cama, pero les daba mas garantias contratar a uno de sus colaboradores que contactar con algun gigolo de los que se ofrecian en la seccion de anuncios de los periodicos. Confiaban en su buen criterio para ofrecerles un amante a su medida y libre de riesgos. Ella se ocupaba de que su personal fuese capaz de realizar esa tarea con la misma pericia y entrega que exigia en el resto de actividades. <>, advertia a sus empleados. Y esa era una de las razones por las que, en el ultimo ano, los usuarios habian aumentado de forma extraordinaria. El <> funcionaba muy bien, y eso le habia llevado a verse desbordada de trabajo en los ultimos meses. De todas formas, indicaba a los interesados que la prestacion extra era un tema que debian gestionar con el contratado. El suyo no era un negocio de prostitucion e insistia en dejarlo bien claro, tanto a los clientes como a sus trabajadores. Lo que ocurriese de mutuo acuerdo entre ellos no era de su incumbencia. Por desgracia, no podia impedir que muchos creyesen que la agencia no era mas que un prostibulo de lujo. Tania tenia la conciencia tranquila. Pensaba que con su empresa desarrollaba una buena labor social, al aconsejar y facilitar profesionales a las personas que acudian a ella, con lo que evitaba que se pusiesen en manos de oportunistas y desalmados. Tampoco las juzgaba. Ella nunca contrataria a un hombre para que saciara sus necesidades sexuales, era cierto; pero comprendia que habia personas que, por las circunstancias que fuesen, se veian abocadas a hacerlo y merecian la misma consideracion que el resto de sus clientes. En la actualidad disponia de un abultado catalogo de hombres de distinta edad y caracter para ofrecer a las personas interesadas, si bien la creciente demanda requeria aumentar los recursos. Ademas, y debido a que sus empleados no se dedicaban en exclusiva a esa tarea --aun estando muy bien pagada--, no solian durar mucho tiempo en la agencia. Algunos acababan abandonando por diversas razones: encontraban pareja que se oponia a que continuasen con ese empleo, conseguian un empleo mas acorde a sus expectativas de futuro... O por enfermedad, agotamiento... La profesion de acompanante solia ser de corta duracion y solo unos pocos llegaban a mantenerse hasta una edad avanzada, sobre todo por la feroz competencia. Incluso se habia visto forzada a despedir a alguno que no cumplia con las normas establecidas de discrecion y confidencialidad. Todo ello le obligaba a tener que reemplazarlos con frecuencia; lo que le ocasionaba mucho tiempo, esfuerzo e inconvenientes. La mayoria de sus empleados habian llegado a la agencia tras consultar la publicidad que aparecia en los principales periodicos y en la pagina web. Asimismo, los habia que acudian recomendados por alguno de sus empleados o por los que habian dejado de serlo. Tania los entrevistaba en persona para determinar si respondian a las exigencias que su distinguida clientela demandaba y no solia equivocarse en sus dictamenes. Se habia encontrado con hombres de todo tipo: muchos extraordinarios y otros solo correctos, pero tambien ignorantes, groseros o arrogantes que se delataban con solo escucharlos por telefono, o los que confundian el autentico sentido de esa profesion y creian que solo se trataba de tener citas sexuales. A estos los descartaba de inmediato, sin darles opcion a pasar a la segunda fase en la seleccion. Debido al auge economico que la ciudad llevaba experimentando desde hacia anos, que atraia a grandes directivos y empresarios --incluyendo a la cada vez mayor incorporacion de las mujeres a esos puestos de responsabilidad--, la demanda habia aumentado y se veia en la necesidad de incorporar nuevos empleados. Y en ello estaba. Tania miro el reloj que llevaba en la muneca. Pasaban unos minutos de las diez de la noche y aun no habia cenado. Al ser un negocio que llevaba personalmente, con la unica ayuda de Anna, su secretaria, la jornada laboral era extenuante y solia prolongarse hasta casi casi la medianoche; mas aun, cuando tenia una evaluacion en marcha. Esa noche decidio regalarse unas horas de descanso extra. Cenaria, veria alguna pelicula en el canal de pago y se acostaria pronto. Tenia que estar despejada al dia siguiente. A primera hora de la manana, pensaba llamar al director del banco para concertar una cita con el. No podia demorar mas la solicitud del prestamo. El negocio iba bien y tenia unos ahorros, aunque no eran suficientes para los proyectos que tenia en mente. Queria ampliar la agencia y ello requeria una fuerte inversion. En primer lugar, necesitaba alquilar un espacio en el sector de negocios mas sobresaliente de la ciudad para ubicar alli las oficinas. Ahora ocupaban parte de su vivienda, un amplio piso en la zona mas tranquila del barrio de Gracia; lo que resultaba muy practico, pero era poco profesional. Ya habia visto unas magnificas oficinas en la Gran Via de Carles III, en el distrito de Les Corts, con lo que atraeria mas clientes y de mejor calidad. Podria haberle pedido ayuda a su padre, consciente de que no se negaria a financiar ese proyecto, pero no queria involucrarlo otra vez. Ya le habia ayudado en una ocasion y, aunque tardo menos de tres anos en devolverle lo que le habia prestado, consideraba que era hora de cortar esa dependencia paterna. Sabia que se disgustaria con ella cuando se enterase de que no habia recurrido a el. Como todo padre con sus hijos, y mas si era el unico que tenia, queria y consideraba su deber ayudarla y protegerla; pero, de aceptar, acabaria creandole conflictos con su nueva esposa. Monica, con la que su padre se habia casado hacia un par de anos, era mucho mas joven que el y habia aportado al matrimonio dos hijos adolescentes. Tania sabia que no iba a admitir de buen grado que invirtiese dinero en un negocio que calificaba de deshonroso para la familia, y que ya habia causado varias discusiones entre la pareja; razon por la que dejo de visitarles meses antes. La felicidad de su padre era su prioridad, y no queria que se malograse por su culpa. CAPITULO 2 La excitacion es el fundamento del erotismo, su enigma mas profundo, su palabra clave. Milan Kundera Jana miro el reloj de pulsera y una mueca de disgusto se formo en su rostro. La persona que estaba esperando se retrasaba y eso, aparte de ponerla de malhumor, decia muy poco en su favor. Abrio el minibar y miro el surtido de botellitas. Saco una de ginebra y un bote de soda; al menos, amenizaria la espera con algo refrescante. Encendio un cigarrillo y se sento en uno de los confortables sillones. Le era indiferente que esa persona no se presentara; a ella le iban a pagar igual y, mientras, disfrutaria de las comodidades de aquella lujosa habitacion del hotel de cinco estrellas, que le abonarian igualmente. Diez minutos mas tarde, escucho unos urgentes golpes en la puerta. Sin apresurarse, se levanto y se miro en el espejo que ocupaba toda una pared frente a la cama. La imagen que le devolvio era impecable. El favorecedor maquillaje destacaba sus mejores rasgos: unos ojos grandes de largas pestanas y una boca jugosa. El vestido moldeaba su cuerpo escultural y dejaba al descubierto gran parte de las largas y bien torneadas piernas, que ella resaltaba con unos altos stilettos. La cuidada melena, peinada en uno de los mejores salones de belleza de la ciudad, remataba el soberbio conjunto que muchas mujeres envidiaban y todos los hombres deseaban. Satisfecha, fue a abrir. El hombre, de unos veintipocos anos y de atractivo rostro, respiraba con dificultad. Parecia que acababa de batir el record de los cien metros lisos. --?La senora Valdes? --pregunto, cuando fue capaz de recuperar el aliento. --Si --respondio Jana, observandolo con ojo critico y gesto serio. Aparte de la edad, le sorprendio el informal atuendo que llevaba: pantalon vaquero desgastado, cazadora de cuero negra sobre una camiseta blanca y zapatillas de deporte; una indumentaria adecuada a su edad y constitucion, pero le resultaba dificil imaginarlo con traje y corbata, prendas mas acordes con el trabajo que pretendia desempenar. Con todo, tenia su encanto. El aspecto aninado del rostro, acentuado por el rizado cabello rubio, despertaria instintos maternales en algunas mujeres; la razon mas probable de que Tania lo hubiese preseleccionado, cuando no se equiparaba a los aspirantes que le solia enviar. --Encantado, senora Valdes. Soy Jordi Oliva. --Sonrio nervioso. --Jana, por favor. Senora Valdes es demasiado serio. --Claro, Jana. Un nombre muy bonito. He venido a... a... --titubeo. No acertaba con la palabra adecuada para describir lo que habia ido a hacer alli. Jana tiro de la mano que le tendia y lo introdujo en la habitacion. --Ya se a lo que has venido, Jordi, aunque con considerable retraso. El evidente reproche altero aun mas al joven, que intento justificarse. --Lo siento. Es que no encontraba donde aparcar --dijo de forma atropellada. --Esa es una contrariedad con la que se debe contar; por ello, es necesario tomar tiempo. Y un recurso muy socorrido es el parking del hotel, si lo tiene.

  • Miedo a perder de Karina Brown

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    Tras cinco anos lejos, Shaira regresa y descubre que esta a punto de perderlo todo. Con la ayuda de Noah, intenta buscar una solucion. Pero quien podia ayudarla a ver una luz al final del tunel, desaparece repentinamente, dejando solo una carta.

  • Cuando no te tengo de Donna Kenci

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    Con la fuerza del primer amor...

  • Nunca seras agua de Patricia A. Miller

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    La familia, el trabajo y el beisbol son los tres pilares de la vida de Megan Gallagher, la unica bombera de la 52 de Chicago. Es valiente y perseverante; pero una decision erronea puede convertir una vida de esfuerzo y pasion en pesadilla. Una grave lesion llevara a Megan lejos de su felicidad, pero cerca de el, Nicholas Slater.

  • Llueve sangre sobre el asfalto (Balas y Whisky 1) de A. J. Raven

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    Cuando la policia llego al motel, las gotas de sangre aun se deslizaban sin prisa desde el colchon de la cama hasta el suelo de aquel mugriento cuchitril. Hallaron a la asesina tumbada, esbozando una ligera sonrisa y abrazada al cadaver como si fuera una nina dando amor a su osito de peluche. Los dos estaban desnudos alrededor de un charco de sangre y vomito. La prensa local, El Evening Journal , catalogo los crimenes como uno de los mas atroces que habian ocurrido en la ciudad. Sin embargo, no pudo igualarse al asesinato ocurrido cinco anos atras perpetrado por un joven que violo, atropello y quemo a una disminuida por la simple razon, de querer divertirse. Asi mismo, esa misma prensa, la que a veces enganaba a su publico inyectando en el papel tinta envenenada, le otorgo el sobrenombre de la asesina de gordos o la asesina del pene. La comisaria que llevo el caso, la veintidos, su capitan declaro que en mas de los diez anos al frente de la jefatura, jamas habia contemplado un crimen igual; tan sadico y tan salvaje a la vez que despiadado. El capitan tambien anadio que, cuando vio las fotos del primero de sus crimenes, por poco le da un infarto... 1 Para Berta Rogers, por fin llego el dia que tanto habia esperado. Tras ganar su primer caso para el bufete Bender and Bolin , uno de los mas prestigiosos de la ciudad, consiguio aquel puesto fijo como abogada al que siempre habia aspirado. Terminada como becaria a los veintisiete anos de edad, su jefe, un chupatintas de cincuenta anos adicto a la nieve y a las putas caras llamado Andreu Bolin, le asigno un caso facil de llevar, puesto que quiso tantear a una abogada cuyo futuro brillaba en esplendor. El caso en cuestion no fue nada mas que un simple robo en una tienda de licores en donde su asaltante, --un ninato de clase alta que empunaba una pistola de juguete--, sustrajo quinientos dolares en metalico y botellas por valor de cien dolares. En total la suma ascendio a mil dolares. Lo que hizo la mente de la abogada fue cambiar los roles. Al delincuente lo puso como victima y a la victima, como el delincuente. La oscuridad se hundia en la ciudad de los vientos. Era una noche del segundo mes del ano en donde semanas atras, los carnavales habian sazonado un poco las malogradas calles con aquellos disfraces y pelucas de distintos colores, hombres zancudos, animales y un sinfin mas de parafernalia sin sentido. Una noche invernal en la cual la nieve gritaba con sutileza por cada rincon de aquellas arterias ennegrecidas, atormentadas, llenas de maldad, odio y desesperacion. Una capa de cinco centimetros de espesor arropaba las aceras como una madre arropa a su hijo. Los coches dormian con sumo placer bajo un manto de escarcha, las alcantarillas emitian un humo lechoso, triste, y las campanas del ayuntamiento daban las diez en punto. Berta elegia vestido para la fiesta que sus amigas habian preparado por ganar su primer caso. Acababa de salir de la ducha de su casa de dos plantas en el 1149 de la calle 90, en Dunning, al este de la ciudad. En su habitacion, al lado de la cama, frente al espejo, se probaba vestidos. Cogio el negro y se lo probo. No le gusto como la quedaba debido a que pensaba que ese color le hacia tener el culo gordo. Lo dejo apartado y agarro el rojo. Se lo probo mirandose al espejo sin embargo, tampoco le gustaba; pensaba que ese color era para descocadas, tal vez para su amiga Kate. Lo aparto a un lado de la cama y se decanto por el negro. Para nada le hacia tener el culo gordo. Berta era guapa, bastante guapa. Tenia unas medidas de ensueno en una altura de un metro sesenta. Su pelo rubio ondulado, destellante como el oro bajo los rayos del sol, resbalaba hasta sus pequenos y redondos hombros. Los ojos eran grandes como ensaladeras y el color parecia una hermosa pradera verde. La nariz pequena y redonda estaba unida a una sonrisa que daba felicidad a un rostro cuya piel, era de un blanco tan bello que se asemejaba a las alas de un angel. Tambien era una chica brillante, divertida, generosa, culta y con un gran corazon aunque este se transformaba cada vez que se ponia la toga y subia al estrado, convirtiendo ese corazon en un organo inerte. Sus pasiones como cualquier muchacha de su edad, era la moda; a Berta le encantaba la ropa, sobre todo la ropa cara comprada en las tiendas de la calle llamada The Mag Mile. Ademas de comprar ropa, la gustaba nadar al igual que jugar al tenis, ir a sitios caros y la buena comida. A veces, solia salir con un chico de cuerpo musculoso y cabeza vacia, algo informal, un mero revolcon, puesto que a ella la agradaban los chicos inteligentes. Pero que no lo fueran mas que ella. Berta salio de su casa a las once. Un taxi esperaba en la acera con el motor encendido. En su interior se hallaban sus tres amigas: Kate, Wen y Lany. Kate Miller era la mas atrevida y ligera del grupo. Fue companera de Berta y Lany en la misma clase. En la actualidad, ejercia como veterinaria, un trabajo que era su pasion; poder salvar y cuidar animales indefensos era su vida. Era lista, atenta, generosa, fogosa y coqueta. Unas cualidades dentro de un cuerpo perfecto, delgado a su vez que con curvas, y un pelo negro lacio, que llegaba por debajo del cuello. Su cara albergaba unos labios finos, nariz ancha y unos ojos de color gris. Sus pasiones, aparte de cuidar animales moribundos, era la fiesta. La encantaba salir a desmadrarse y pasarlo bien entre copas y chicos. Despues, estaba Wen Zhao. Era una chica algo timida proveniente del gigante asiatico que al terminar de graduarse se hizo profesora adjunta. Poseia un cuerpo fino como el hilo de una cana de pescar. Alguno de sus dioses asiaticos no la bendijo con culo ni pechos; ese dios de ojos rasgados se cachondeo de ella al hacerla plana como una tabla de planchar. El pelo, corto hasta el cuello, parecia un estropajo. La cara era como un pan de hogaza, una frente protuberante y una nariz chata con las aletas definidas. Lectora empedernida de autores confucianos, iba un curso por debajo cuando conocio a las chicas. Sus padres se trasladaron de China despues de nacer Wen. Su padre quiso un futuro mejor el cual, el gigante asiatico no podia proporcionarle, abrio una tienda de licores y comestibles en el barrio chino que no le fue nada mal. Por ultimo, estaba Lany Lopez. De origen cubano, era una portentosa belleza latina. Tenia un pelo moreno largo hasta llegar a media espalda. En las puntas, unas mechas de color verde que hacian juego con sus ojos. Una piel caramelizada, unos labios finos y una nariz aguilena era todo lo que ofrecia su cara. La espalda y las piernas reflejaban tatuajes. Era la rebelde del grupo. Controlaba todo a su paso; era fria calculadora y dominante, pero buena amiga. Le gustaba las motocicletas (cuanto mas grandes mejor) y enfundarse en ropa de cuero. Poseia una lengua viperina y portaba un toque gotico. --?Listas para desmadrarnos esta noche? --pregunto Kate. --Si, pero sin pasarnos --dijo Lany. --?Creeis que este vestido me hace gorda? --inquirio Berta. --Estas deslumbrante --dijo Wen--.Mirame a mi, parezco una tabla de madera, en cambio tu, estas guapisima. --Estas perfecta --anadio Kate--. Ese vestido te hace unas tetitas ricas, dejame tocar. Estiro la mano y la toco un pecho. --!!Deja mis tetas!! --exclamo Berta entre risas. --Yo no tengo tetas --pronuncio Wen. Berta y Kate rieron. --Oiga --espeto Lany al taxista--. Cuando quiera arranque, !eh! --Si no me dicen adonde van… --Al club The Warehouse. El club se ubicaba en el 206 de South Jefferson Street, en el area comunitaria de Greektown. Se habia construido sobre la estructura de una antigua fabrica de tres pisos. Cinco anos atras de la apertura del club, aquella fabrica de calzado fue destruida por un incendio que se inicio a las tres de la madrugada. Los bomberos atribuyeron el suceso a unos viejos cables pelados que recorrian la pared del tercer piso. A los seis meses del incendio, la casualidad hizo que el terreno pasara a un politico de dudosa procedencia. El Warehouse era el club de moda en la ciudad. Cada noche, atraia alrededor de dos mil personas sedientas de una buena juerga. A veces, Berta, Kate y Lany, se podian pasar quemando la pista desde la noche del viernes hasta el medio dia del domingo. Era un club en donde se permitia el sexo al descubierto, eso hacia que estuviera libre de agresiones. Lo mismo lo podias hacer en el bano que en la pista o junto a la cabina del DJ. Tambien era la sede para los hombres negros homosexuales repudiados, tratados como leprosos por su comunidad. Alli se podian juntar y darse amor sin que ningun dedo les senalara. En aquel lugar podian ser ellos mismos. El residente, el que hacia vibrar la pista, era Frankie Knuckles, un DJ afroamericano rollizo, calvo, con gafas de pasta y una perilla. Habia salido de los bajos fondos de la ciudad conocida como la Gran Manzana para empezar a despuntar experimentando con la musica electronica. --Seguro que aparece tu ex novio --dijo Lany a Kate. --Espero que no, quiere volver pero no estoy dispuesta, paso de el. --Venga chicas, relajaos y disfrutemos de la noche --sentencio Wen. El taxista las dejo en la puerta del club. La fachada se iluminaba de blanco por unos pequenos focos que rotaban de forma aleatoria en ambos lados de la puerta. Estaba custodiada por un portero que se podia asemejar a un orangutan, con una piel negra como el carbon y recubierto de musculos en una altura de un metro noventa. Portaba un traje negro y camisa blanca, ambos de una talla menos. Parecia que iba a reventar el traje y colgarse desde el Willis Tower, el rascacielos mas alto de la ciudad. La fila de personas que esperaban entrar al lugar de nacimiento de la musica electronica, daba la vuelta a Jackson Boulevard. Una alfombra roja te acercaba hasta la puerta en donde aparte del orangutan, habia una banda de terciopelo rojo colocado en dos postes de contrachapado banado en oro. Bajaron del taxi y fueron directas hacia el portero. Eran bien conocidas por el dueno pero sobre todo, por el primero. De esa manera, consiguieron saltarse toda la fila sin esperar ni pasar frio en la tortuosa noche. Ellas solo iban a calentar. Kate habia conseguido un reservado para un dia tan especial. --Bienvenidas, chicas --dijo el portero con una voz grave. El orangutan aparto la banda de terciopelo. Berta abrio la puerta y se adentraron a un mundo de lujuria y desenfreno en donde el limite era inexistente.

  • Intereses Placenteros de Danielle Liberty

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    Lucas Damecci es un arquitecto muy reconocido y un mujeriego empedernido que no da lugar al amor en su vida. Su asistente, Tarah, lo acompana en silencio y nunca le demuestra que siente mas que una inevitable atraccion por el, hasta que llega un momento en el que el futuro profesional de ambos dependera de su union. Pero ?podran sobrepasar sus limites y carencias para entregarse a la esperanza de un presente convencional donde “vivieron felices para siempre” es el siguiente paso? O simplemente viviran el momento, disfrutando de sus cuerpos calidos y de sus ardientes corazones por tanto tiempo como sus voluntades anhelen, anteponiendo sus intereses apasionados a sus almas.

  • Entre los 35 y los 45. La ruptura de Beatriz Curi Chercoles

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    Es una novela romantica dirigida a un publico adulto, de facil comprension de lectura, muy dinamica y divertida.

  • Lineas de Sangre (Canada 3) de Mariah Evans

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    Nicholas, jefe de la division, y Melanie se conocen una noche en un bar. Entre ellos existe una gran atraccion que los llevara a iniciar una relacion amorosa. Pero al parecer es incompatible con los planes de La division. Deben detener como sea a la bruja Agnes que se halla en paradero desconocido. Para ello contaran con la ayuda de una nueva division: la espanola.

  • Quedate 3 de Lily Perozo , Lina Perozo Altamar

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    Victoria sentira que su mundo se viene abajo, luego de que Brandon le confirmase que la noticia de la prensa era cierta; el dolor y la culpa haran estragos en ella, pues la vida no la habia preparado para lo que estara por venir; sin embargo, tendra que poner todo de su parte para sobrellevar su pena.
    Elisa se vera atrapada en una situacion, de la que no podra escapar. Mientras Daniel, debera transitar por caminos dificiles que, de alguna manera, lo acercaran a aquello que su corazon tanto anhela.
    Gerard Lambert y Clive Rutherford, llegaran para intentar conquistar dos corazones que estan cerrados al amor; tras sufrir grandes perdidas y desilusiones.

  • La semilla (Los casos de la agente Utrilla 1) de Luis M. Nunez

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    La agente de policia Lucia Utrilla esta a punto de descubrir que el ultimo caso de asesinato que se le ha asignado esconde una realidad mucho mas siniestra y oscura de lo que parece a simple vista.
    En su investigacion, topara con aliados y enemigos capaces de dominar fuerzas mas alla del entendimiento humano y comprobara que existe un mundo de locura y horror escondido tras el nuestro, viendose implicada de manera personal y peligrosa en las conspiraciones de una criatura blasfema y poderosa.
    Su vida, su familia y su cordura dependeran de lo acertado de sus decidiones frente a un enemigo implacable.

  • El chico bajo la lluvia de Ami Mercury

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    Relato corto con un comienzo ambientado en un suceso real. El treinta de septiembre de 1997, Alicante sufrio una de las peores inundaciones del siglo XX. La intensa tromba de agua anego barrios enteros, destruyo propiedades y se llevo la vida de cinco personas.

  • Tan solo en un instante de Blanca Tunez Navarro

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    Una mudanza, un encuentro un poco desafortunado, un beso robado….
    Ella, Lara Hernandez, una locutora de radio, bajita y, en ocasiones, con mal caracter.
    El, Angel Vera, un cirujano, que como su nombre indica, es como un angel, aunque no siempre.
    Ella tiene la curiosa mania de encerrarse en si misma y no permitir que nadie traspase esa muralla. Tiene miedo a que, cuando llegue el momento de la verdad, todo vuelva a ser como si nada hubiera pasado.
    El no es capaz de controlar su instinto protector, por eso intentara estar con ella aunque lo eche de su lado. Quiere estar con ella sin importarle ese miedo que no termina de entender, pero hay cosas que no siempre salen como uno espera.

  • La Senora de Montesco de Sofia Navarro

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    La famosa obra de teatro “Romeo y Julieta”, de William Shakespeare, es mundialmente conocida. En ella, dos familias, los Capuletos y los Montescos, luchan a plena luz del dia en las calles de Verona. En la obra de Shakespeare, conocemos bien a la familia de Julieta, los Capuletos, pero apenas conocemos a la de Romeo. De la madre de Julieta sabemos que era ambiciosa y manipuladora, pero, ?y la de Romeo? Con la novela “La Senora de Montesco”, Sofia Navarro nos cuenta la vida de esta mujer, calculadamente alejada de la escena por parte de William Shakespeare, y nos presenta el interesante punto de vista de una mujer pacifista en un mundo de constante conflicto por el honor y la sangre. Una joven mujer que vivira su propia historia de amor y que enfrentara, como madre, la trajedia shakespeariana.

  • Patito feo (Geminis 1) de Lui Jim

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    Erase una vez un patito feo al que nadie queria, fue tanta su frustracion que se encerro en si mismo, un dia quisieron poseer su cuerpo, lo que hizo que no soportara que lo tocaran. Y eso que ahora es un bello cisne.
    Elizabeth decide cumplir por fin su sueno, se apunta para el casting de un musical. Solamente queda ella a todos deja fascinados por su baile harmonioso, por su belleza y erotismo.
    Menos a David que es parte del jurado, pero mientras todos ven un cisne, el ve aquel patito feo y asustado, que ella esconde cuando baila.
    Puede la pasion cambiar un corazon, David no puede resistirse al deseo que siente por ella, pero ella se resistira a el, luchara por no sucumbir a la pasion, seduccion, erotismo, misterio, amor y sexo.
    Pero ambos ocultan secretos, el final te sorprendera.
    Primera parte de la trilogia Geminis.
    Novela Romantica-Erotica
    Para mayores de 18 anos se asimila a historias como “50 sombras de Grey” y “El infierno de Gabriel”, salvando las distancias de estos autores.
    Tambien es mi primera triologia

  • La Reina de las Brujas (Reinos divididos 2) de Kim Richardson

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    ELENA SOBREVIVIO LA GRAN CARRERA y las garras de los sumos sacerdotes, pero a un costo. El corazon de Arcania, la piedra magica mas poderosa en la tierra esta ahora en manos de los sacerdotes malos. Pero peor aun, Jon es capturado.

  • Mentiras que seducen de Alessandra Torre

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    Hay secretos que pueden acabar con el amor mas grande… o hacerlo mas fuerte.

  • Nina: ?Le temes a la oscuridad? de Loli Deen

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    Nina A veces tu peor enemigo vive muy dentro tuyo, y cada lucha es una batalla perdida. Asi es la vida de Nina, una mujer para quien la belleza fue su mejor regalo y tambien su peor castigo. La vida fue siempre demasiado con que lidiar, pero su mente se encargo de protegerla. ?Podra protegerla de si misma? ?Te atreves a dar un paseo por la oscuridad? Entrar en una mente enferma es facil. Lo dificil es salir

  • Orgullo y dolor de Sandra Gabriel

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    Una historia de amor, orgullo y dolor que se desarrolla en una pequena isla del Caribe en los albores del siglo XX.

  • Relaciones escandalosas de Sylvia Day

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  • En el horizonte de Robyn Carr

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    La neurocirujana Maggie Sullivan siempre habia trabajado en unas condiciones de extrema presion y sabia que debia bajar el ritmo antes de quemarse por completo. El mejor lugar, sin duda, para lograrlo era Sullivan’s Crossing.
    El nombre se lo debia al bisabuelo de Maggie, y la tierra y la encantadora tienda de ultramarinos en el cruce de caminos entre Colorado y Continental Divide pertenecia en esos momentos al excentrico padre de Maggie, Sully. Ella se moria de ganas de poder permitirse una vida como la suya.
    Pero el mundo de Maggie se tambaleo de repente y tuvo que hacerse cargo de Crossing. Cuando un senderista, callado y de aspecto serio, Cal Jones, se ofrecio a echarle una mano, ella sospecho enseguida de sus motivos, hasta que averiguo la verdadera razon de su aislamiento deliberado.
    Aunque tanto Cal como Maggie estaban inmersos en una lucha por superar la perdida y la soledad, el tiempo compartido habia despertado en Maggie la esperanza de hallar algo mejor en el horizonte. siempre que ambos lograran aprender a encontrar la paz y la curacion, y quizas el amor, juntos.

  • Terral de Jose Piqueras

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    Joven, apuesto y abogado de exito. La vida de Enrique Narvaez parece perfecta, aunque en realidad es pura fachada. Harto de su profesion, de amorios pasajeros y de un romance imposible con una mujer veinte anos mayor que el, decide abandonar Madrid y volver a su tierra natal para trabajar en un proyecto personal.
    Terral es una historia a dos tiempos: 1937 y 2012. En un ambiente profundamente rural, hermetico y en el que la gente aun
    cree en supersticiones, Alcor, un pequeno pueblo de la sierra alpujarrena almeriense de casas encaladas, sera el escenario de un choque de fuerzas que hara cuestionarnos hasta que punto el pasado puede regresar para perseguirnos en el presente.

  • Entre la calma y la tempestad de Sabrina Mercado

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    ?Cuando descubre una persona el verdadero amor?
    Amelia, una profesora de frances y escritora novel, acaba de atravesar una tragedia en su vida y ha perdido las ganas de vivir. Tras ser convencida por su familia, deja Buenos Aires para darse una oportunidad en un pequeno pueblo de la region de Normandia en Francia.
    En el lento proceso de adaptacion a su nueva vida seran vitales Christophe, el director del colegio donde trabaja como docente, y su hermana Isabelle, jefa del departamento de idiomas.
    A medida que se inserta en la vida laboral, conoce a Mathieu, un joven emprendedor con un pasado tortuoso. Queda deslumbrada por este joven bello y hurano por igual, que no deja traslucir sus sentimientos y se comporta por momentos de manera desconcertante. Mathieu descubre en Amelia una nueva manera de ver la vida, pero su temperamento inestable y su historia intrincada le juegan en contra, mas aun cuando hay algo de su pasado que desea ocultar.
    ?Descubrira Amelia todo aquello que estimaba irrecuperable? ?Encontrara Mathieu la redencion que creia imposible? ?Acaso la culpa que ambos sienten les impida amar?
    Cuando sus vidas comienzan a transitar un mismo rumbo, sucesos terribles e inesperados logran separarlos, probablemente para siempre.

  • El momento perfecto de Kate Dawson

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    Lexie Quennell tenia una vida perfecta: un marido que la ama, dos hijas maravillosas y un trabajo que le gustaba. Un terrible e inesperado accidente hara saltar por los aires toda esa falsa estabilidad y la llevara de vuelta a River Place, el lugar del que escapo doce anos atras. Ante ella se presenta una nueva oportunidad de amar… si es capaz de arriesgarse.

  • La Virgen del Lago de Laura Cruz

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    Sylvia era La Dama del Lago.
    La elegida del bosque.
    Una ninfa, musa y leyenda.
    Oculta, secreta y deseada.

  • La penumbra que hemos atravesado de Lalla Romano

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    La habitacion, pequena como una celda, estaba pintada de un fiero amarillo; la cama, enorme, de hierro, con unas rayas que trataban de imitar la madera. En el aire, bochornoso, flotaba un desagradable olor a humo. Revoloteaban dos moscas, como las que tiemblan en unos ojos enfermos. Me habia tumbado y trataba de no pensar. El somier, a cada minimo movimiento, gemia con un sonido de organo. De pequena oi muchas veces criticar los hoteles. Decian que habia pulgas. A mi, aquello me parecia una especie de privilegio que tenian los hoteles. En las casas saltaba la alarma si se encontraba una pulga, que apenas vista desaparecia como un duende, y habia que buscarla con empeno y aplastarla entre las unas. Algo horrible que yo observaba con repugnancia. Los ninos pobres, las companeras de escuela, tenian infinidad de ronchas rojas en el cuello, eran picaduras de pulga. Porque dormian sin sabanas. Tambien Muro tenia pulgas a veces; pero las pulgas de los perros no atacaban a las personas. Una vez, papa encontro chinches en un hotel. (Los chinches, mas temibles aun que las pulgas, eran una rareza, casi un lujo. ) Habia levantado la almohada: los chinches, negros, planos, corrian por la sabana. Papa lo contaba despacio, con una precision fabulosa. Y yo veia los chinches como la imagen lejana, minuscula, de un ejercito de guerreros protegidos con sus escudos, en marcha sobre una llanura nevada. Aunque quiza no fue en un hotel. Quiza fue en el Santuario de Sant'Anna di Vinadio, donde papa era alojado con gran consideracion. Tenia derecho a una habitacion para el solo, la de la administracion; mientras el resto de peregrinos dormian todos juntos. De aquel lugar, papa nos traia a los ninos escapularios. Eran pequenos retales de felpa con imagenes de Santa Ana, atados a un cordon de aspera lana negra. Debian colgarse al cuello, bajo la ropa. Pero nunca llegamos a llevarlos. Papa no regresaba jamas de un viaje sin un regalo. De Turin nos traia ramilletes de miosotis o de muguete en cucuruchos de papel; de la montana nos traia flores raras, como la llamada <>, una flor azul, rigida y de hojas dentadas como un broche. En Ponte nunca estuve en un hotel; todos los parientes solian alojarse en nuestra casa. Pero es cierto que, en aquel tiempo, los hoteles empezaron a encontrar su lugar en la forma de vida del pueblo. El mas familiar era el Europa, que ocupaba dos pisos del edificio de nuestra casa; eramos amigos de Lino, dueno del Tre Colombe, que se llamaba asi porque el era cazador; luego estaba el Hotel del Giglio, en la Piazza Nuova, que habia disenado papa y era de lujo. Quiza no era de lujo ni siquiera el Giglio. Una vez lei en una guia que todos los alojamientos de Ponte Stura eran de cuarta categoria. Me dio pena. ?Acaso era tan misero el pueblo donde papa habia sido admirado, amado, donde <> habian sido felices, donde <>? Me parecio un desprecio, una humillacion. (La pobreza manifiesta del pueblo no me importaba mas que la de cualquier otro. ) Lo increible fue que Ponte Stura continuara existiendo. Inmediatamente despues de irnos, desde la ciudad a la que nos habiamos mudado, miraba hacia las montanas que cercaban el horizonte y pensaba: alli esta... pero en realidad lo que queria decir es alli estaba... Respecto a nuestra partida, solo recuerdo que era otono y llovia. Tambien que mama repartia toda suerte de objetos: animales disecados que habia encontrado en la casa cuando llego recien casada, algunos muebles, los cuadros que no vinieron a la nueva vivienda. Quiza regalo tambien todos mis preciosos tebeos pensando que, puesto que ya iba a pasar a secundaria, no volverian a interesarme. No recuerdo nada mas. Se que estabamos en guerra, fue el otono de Caporetto, y se respiraba un aire de derrota. Nos dabamos cuenta, de pequenas, de que mama evitaba hablar de Ponte. Apretaba los labios, como con gesto de desden. Aquello me entristecia. Sabiamos que habia estado Madrina, y que habian estado <>. (En la ciudad, mama no recibio mas visitas ni frecuento a mas senoras.) Segun nosotros, eran tonterias. Ella no se explicaba. Le parecia, incluso, que en verano Ponte no era fresco, que no habia paseos a la sombra. Pero en uno de sus ultimos dias, en una tregua de su enfermedad, exclamo subitamente: <>. La antigua felicidad que mama habia perdido junto con Ponte, cuando era pequena, yo la percibia solo por breves instantes, en inesperados relampagos. Era, creo, como una corriente profunda que alimentaba mis raices, mientras yo me sentia azotada por conflictos, incertidumbre y miedo. En esos momentos me esforzaba por aislar o recuperar el hilo de los recuerdos. La singularidad de ese esfuerzo consiste en que pertenece a aquel tiempo. Fue entonces cuando empezo. Apenas fui capaz de reflexionar, consegui distinguir un presente y un pasado; en el mismo pasado distinguia dos tiempos; uno comprendia mi primera infancia y la vida de mis padres, tiempos de los que, a retazos, lograba rescatar la memoria; antes se daba otro tiempo aun mas vago, los antecedentes: episodios de la infancia y juventud de mis padres. (La historia y los cuentos coinciden en algo que no es temporal, porque no iba ligado a mi existencia ni a la de los mios.) Esta cronologia era amplia, compleja y, ademas, esquematica, igual que decimos: alto, medio y bajo Imperio. El sentimiento dominante era el de haber llegado tarde: cuando lo mas importante ya habia sucedido. El tiempo maravilloso era siempre <>. Tambien pertenecian al <> algunas fiestas que yo trataba de imaginar. Su encanto venia sugerido por la forma en que mama nombraba los lugares, las personas. Los nombres eran pronunciados por ella con expresion hieratica mas que nostalgica y, sin embargo, fugazmente, como solia hacer, de forma que aparecian y desaparecian y resultaban mucho mas misteriosos. Papa y mama fueron en trineo a Festiona. Festiona la recuerdo muy bien: era una aldea al lado del Stura, oculta en el bosque, adonde se iba a recoger setas; estaba algo lejos, no muy conocida, sin ninguna particularidad, solo que era muy humeda, como todas las poblaciones que se encuentran cerca de los bosques. Pero pensando que habian ido hasta alli con un trineo, una tarde de invierno -?llevaban tambien cascabeles?- y que regresaron por la noche -?usaron antorchas?- se convertia en un lugar remoto y fabuloso. Habian alcanzado el Ponte di Festiona pasando por la carretera nacional. El trayecto no es muy largo cuando se hace en verano. Pero yo lo imaginaba larguisimo y, ademas, recorrido a velocidad de sueno.

  • Un amor de quita y pon de Noni Garcia

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    !Estoy reventado! Rita se acaba de ir y la noche no ha tenido desperdicio alguno. Tengo que empezar a dejar de hacer estas cosas porque hoy es miercoles, tengo mucho trabajo y no se si mi cuerpo aguantara hasta la cena de esta noche que promete ser larga y aburrida. Voy a cancelar los planes que tengo para esta tarde porque me urge descansar. Definitivamente, me estoy haciendo mayor y estas noches de sexo las voy a tener que aplazar para los fines de semana. Alguien llama a la puerta y estoy seguro de que sera Rita que se ha dejado algo. No me molesto en ponerme nada mas alla de los pantalones del pijama porque no va a ver nada que no haya visto esta noche. Abro la puerta esperando encontrarme con ella, pero cual es mi sorpresa al ver que es alguien que no conozco. Por su vestimenta deduzco que es la nueva empleada del hogar que me ha mandado la empresa de limpieza porque Trini ya se ha jubilado. La chica me mira, aparta la vista y caigo en la cuenta de las pintas que tengo a las ocho de la manana, vestido con el pantalon del pijama, con el pelo revuelto y cara de haber estado follando toda la noche. No se por que, pero hasta me siento un poco avergonzado. --Disculpa, crei que eras otra persona. Pasa y sientate, enseguida estoy contigo. La chica pasa diciendo un timido "Gracias" y se sienta en una de las sillas que rodean la mesa del salon dando la espalda al pasillo que lleva a las habitaciones. La observo si ser visto. No creo que tenga mucho mas de treinta anos, es morena, con el pelo muy corto y medira un metro sesenta aproximadamente. Demasiado delgada para mi gusto y con la mirada demasiado triste o, al menos, eso me ha parecido al verla aparecer en mi puerta. Rapidamente me pongo una sudadera y vuelvo al salon. Ella se levanta de la silla al verme llegar, pero sigue con la mirada baja. --Mi nombre es Gonzalo, aunque creo que eso ya lo sabras. --Le tiendo la mano y ella timidamente la toma. --Yo soy Nadia. Soy la persona que va a sustituir a Trini. --Me lo he imaginado... Por ese acento deduzco que eres argentina, ?verdad? --Levanta la mirada y clava sus preciosos ojos marrones en los mios. Si, es tristeza lo que veo en ellos. --Si, espero que eso no sea un problema. --Claro que no. ?Por que lo iba a ser? --Antes de que la empresa me mandara aca, fui a otra casa y no quisieron que trabajara en ella por no ser espanola. --Aqui no tendras ese problema. Mi madre vive en Buenos Aires. --De alla soy yo. --Una timida sonrisa se marca en su rostro. --Te enseno la casa rapido que tengo un poco de prisa. Visitamos todas las habitaciones y cuartos de bano del piso. Noto su cara de sorpresa cuando ve la enorme cama de la ultima habitacion del pasillo, pero es discreta y no dice nada. Pasamos por el salon que ya lo vio al llegar y entramos en la cocina. Por unos instantes su cara se ha iluminado y su mirada me ha deslumbrado, pero solo han sido unos instantes. Despues sus ojos han vuelto a estar tristes, incluso mas que antes. Me intriga esa tristeza, algun dia conseguire averiguar el porque, para eso soy psicologo. Su expresion pide a gritos ayuda porque sola no puede superarla. Quiza, cuando tenga un poco mas de confianza con ella, podamos tocar el tema. Le explico que Trini se encargaba de hacer la compra una vez en semana, o si yo le dejaba alguna nota en la nevera porque me hiciera falta algo con urgencia. --Sabados y domingos no se trabaja y los dias de fiesta tampoco. Si necesitara algun dia libre me lo tendria que avisar con un par de dias de antelacion, aunque si es alguna urgencia tampoco habria problema. --De acuerdo, senor. --Creo que poco mas hay que contar... Bueno, si. Si la puerta de mi dormitorio esta cerrada es porque no se puede entrar, probablemente estare acompanado. --Abre mucho los ojos pero no dice nada.