• libro otra vuelta de tuerca - Henry James

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    Un clasico del terror gotico, que marco un hito en la literatura universal, reinterpretado a traves del estilo perturbador e inconfundible de Ana Juan. Una lectura a la que volver una y otra vez para descubrir lo que se esconde entre las lineas del texto y los trazos de los dibujos, ya que en esta historia inmortal todo asombra y nada es lo que parece.

  • OTRA VUELTA DE TUERCA | HENRY JAMES | Casa del Libro

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  • Otra vuelta de tuerca (CLÁSICA) : James, Henry - Amazon.es

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    Los mejores libros jamás escritos. Otra vuelta de tuerca está considerada la historia de fantasmas por antonomasia y un hito insoslayable en la historia de ...

  • Otra vuelta de tuerca (CLÁSICOS - Tus Libros-Selección)

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  • Henry James: Otra vuelta de tuerca - Libros Prohibidos

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    Una joven inglesa llega a Bly para ejercer de institutriz de Flora y Miles, dos niños que han quedado huérfanos y bajo la tutela de su tío, dueño de la mansión.

  • Otra vuelta de tuerca - Henry James | PlanetadeLibros

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    10 feb 2021 — Apúntate y descubre cada mes todas las novedades de narrativa literaria. Cargando... Otros libros de Novela literaria.

  • Otra vuelta de tuerca | Penguin Libros

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    Otra vuelta de tuerca está considerada la historia de fantasmas por antonomasia y un hito insoslayable en la historia de la literatura universal.

  • Otra vuelta de tuerca - Grupo Edebé

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    Otra vuelta de tuerca. Descripción: ¡LOS CLÁSICOS MÁS MODERNOS! Cuando la nueva institutriz llegó a la hermosa mansión de Bly para ... El libro de la selva.

  • Otra vuelta de tuerca | James, Henry | 978-84-945087-4-5

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    Resumen del libro. Flora y Miles, dos niños huérfanos, están bajo la tutela de su tío, un joven adinerado, dueño de la mansión Blv. Este no desea hacerse ...

  • otra vuelta de tuerca - james, henry - Librería Sinopsis

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    Publicada por primera vez hace más de cien años, Otra vuelta de tuerca sigue siendo la historia de fantasmas por excelencia. Planteada como un relato que se ...

  • Otra vuelta de tuerca - James, Henry - Todos tus libros

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    3 ene 2022 — Dónde encontrar "Otra vuelta de tuerca" · Disponible en 281 librerías · Libreria Sur · El Virrey · Lancom · APYCE Perú · Couceiro 248, Librería.

  • Porque tu eres mi crush de Sandra Bree

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    En ese momento, a Cristina lo unico que le importaba era la mano firme que le guiaba hacia la salida del pub. El calor que desprendia sobre la suya, la presion que ejercia y que hacia que se olvidara de todo lo que la rodeaba, era algo tan inesperado que sentia que debia asegurarse de no estar sonando. Sonrio, agradecida de que la noche se le estuviera dando tan bien. Habia pensado irse a casa, ver algo en la television y marcharse a dormir pero, en menos de un minuto, ya tenia nuevos planes. Y mejores. No era la primera vez que salia con un hombre. Pero el no era como el resto de los mortales. El era Mario, conocido tambien por ser un picaflor, un calavera y un mujeriego. Sin embargo, ella, aunque asumia sus fatidicas cualidades, preferia pensar en el como en el hombre del que llevaba enamorada toda su vida. Su crush. Cristina lo conocia bien. Era el primo de Paula, su mejor amiga desde que iban juntas a primaria. Le sacaba diez anos. Ella iba a cumplir los veinte y el los treinta. Pero nada de eso importaba desde el momento en el que el habia comenzado a seducirla. Todo lo esencial desaparecio de su mente, y los gritos de advertencia que hacia tan solo unos segundos inundaban su cabeza con fastidio, diciendole que saliera corriendo de aquel lugar sin mirar atras, desaparecieron de repente. Si Paula, esa noche, no se hubiera marchado dejandola colgada para irse con uno de sus ligues, ella jamas habria tenido la oportunidad de estar con Mario. Lo miro por el rabillo del ojo. Era tan guapo como un actor de cine. Tenia claro que se queria acostar con el sin importar el dia de despues. Ya sufria lo indecible al verlo a diario pasear con unas y otras de la mano, y seguiria sufriendo igual al dia siguiente. Pero, al menos, le iba a quedar el consuelo de saber que lo habia besado, lo habia tocado y habia sentido su amor por un efimero instante. Todas las mujeres lo superaban, ?por que ella iba a ser diferente? Comprendia que el no tenia la culpa de ser tan guapo. Ademas, no enganaba a nadie con sus artes de seduccion ni ocultaba como era en realidad. Cristina tenia la esperanza, en un pequeno rincon de su mente, de que ella podria ser la mujer que de verdad lograra conquistarle. Aunque imaginaba que el resto de las feminas que habian pasado por su vida, y por su cama, albergaban la misma idea que ella en esos momentos. Era inevitable hacerse ilusiones. Por otro lado, no tenia que envidiar a la belleza de nadie. Desde pequena habia sido una nina hermosa, y su atractivo habia aumentado con los anos. Era alta, con piernas largas y torneadas, cintura estrecha y pechos turgentes. Una melena rubio ceniza caia por sus hombros y espalda en suaves ondas. Sus ojos, claros y grandes, estaban rodeados de tupidas pestanas, y su boca era de labios generosos, mas el inferior que el superior. Nunca habia pasado inadvertida entre sus companeros de la escuela. Los hombres sentian la necesidad de protegerla y pululaban en torno a ella como las moscas a la miel. E incluso en secundaria tuvo dos profesores que la agasajaron y la halagaron sin descanso. Uno de ellos, Juan Antonio, encargado de la asignatura de Educacion Fisica, consiguio salir con ella fuera del instituto en varias ocasiones. Pero el corazon de Cristina tenia dueno. Era un secreto que solo ella conocia, pues Paula habria puesto el grito en el cielo si lo hubiera sabido. Y la madre de Paula. Y el padre. Y lo que era peor, el propio padre de ella, Hector. Sin embargo, Mario era el unico que hacia que se le secara la boca, que el corazon latiese salvaje y, sobre todo, el unico que conseguia que sus bragas se mojaran con solo mirarla. Sintio que la mano que sostenia la suya presionaba con mas fuerza. Alzo sus ojos y se encontro con los verdes de el, que la observaban con una sonrisa de infarto en su boca de labios sensuales. --?De verdad quieres que nos vayamos? Estas a tiempo de pararme los pies y decir que no quieres venir conmigo. Ella trago saliva, nerviosa. No debia ir, mas lo deseaba con toda el alma. Era consciente de que una vez emprendiese aquel viaje, no tendria retorno. Pero estaba tan excitada…, tenia tantas ganas de estar con el a solas... --?Cristina? Asintio con la cabeza simulando una seguridad en si misma que, en realidad, no sentia. ?Por que confiaba en el si sabia de primera mano como era? Muchas veces, sentada en el salon de la casa de Paula, le habia visto llegar hablando de sus ligues. O incluso, en familia --se consideraba una mas de ellos desde que tenia diez anos-- solian dialogar de si habian visto a Mario con tal o con cual. Segun la madre de Paula, todas las mujeres que iban con el eran tontas por creer que podian conseguirlo. Y alli estaba ella ahora, dejandose llevar para satisfacer el calenton que los dos llevaban encima. <>, se repitio. --Estoy segura de querer ir contigo --respondio mirando hacia la puerta roja del pub. Deseaba preguntar si el tambien lo estaba, pero se negaba a estropear aquel momento. Temia que despertara del trance propio en el que habia caido y terminara dandose cuenta de que, a quien pretendia llevar a su cama, era a la amiga de su prima. A quien el llamaba canija. Mario tiro un poco de ella y la acerco a su cuerpo. Solto su mano y rodeo la estrecha cintura con el brazo. Sus costados quedaron pegados. Cristina sintio como un calor abrasador inundaba ciertas partes de su anatomia, en especial la que iba desde encima de los muslos hasta justo debajo del cuello. La chaqueta cruzada que llevaba sobre la blusa disimulo las proporciones que habian adquirido sus ahora sensibles pezones. Salieron a la calle apenas sin hablar y se dirigieron al coche que habia estacionado al final de la calle. Era primeros de junio y en Madrid comenzaba a hacer calor. El abrio la puerta, caballeroso, y Cristina se acomodo en el interior. Todo olia a el. Mientras Mario rodeaba el coche, ella aspiro con fuerza al tiempo que lo perseguia con la vista. Se pellizco con suavidad el dorso de la mano. Debia asegurarse de que aquello era verdad y no estaba en uno de sus suenos en los que siempre acababa despertandose antes de tiempo. El entro estirando sus largas piernas por debajo del volante. La miro sobre el hombro con una sonrisa enloquecedora. De un solo movimiento agito la cabeza de arriba abajo. --?Bien? Cristina sonrio feliz. Sin pensarlo, alargo los brazos hasta rodearle el cuello y lo beso con entusiasmo. El devolvio el beso acariciando con sus manos la delgada espalda para dejar las palmas sobre las caderas. Murmuro contra los labios de ella: --Sera mejor que esperemos a llegar a casa. Ella se aparto, jadeante, y asintio. --Tienes razon, adelante. Mario arranco el coche y lo movio para meterse de lleno en la carretera. Ella estiro el brazo hacia el de nuevo y enredo los dedos entre sus gruesos mechones castanos. No queria dejar de tocarlo ni un solo instante. Su cabello era espeso y suave. --Y ahora que has terminado con los estudios, ?has pensado que vas a hacer? --pregunto el para entablar conversacion. Su voz era calida como la caricia del terciopelo. --Todavia no lo tengo claro pero, antes de pensar en ello en firme, debo ir a ver a mi madre. --Ella no es de Madrid, ?no? ?Donde dijiste que vive? ?Montana? Sacudio la cabeza divertida. Era una sorpresa que el prestara atencion a las conversaciones familiares en las que ella participaba. --En Phoenix, en el estado de Arizona. --Si, eso. No me quedo bien con los nombres. ?Te gusta Arizona? --Si, no esta mal. --?Por que no te fuiste a vivir con tu madre cuando se divorcio? --Su marido no me… entusiasma demasiado. El giro la cabeza unas decimas de segundo para observarla. --?Te ha hecho algo? --inquirio, serio. El pecho de ella se expandio al sentir su preocupacion. --!No! --Solto una carcajada suave--. Es un hombre agradable, casero… --Aunque Mario habia vuelto a poner los ojos en la carretera, fruncia el ceno, suspicaz--. !Estoy hablando en serio! Charly es un buen hombre. Siempre es muy atento y me trata bien. Sin embargo, yo siento que… traiciono a mi padre si el… me llega a agradar. Charly solo se preocupaba de que su madre fuera feliz. Vivian en una casa bastante grande, con jardin, gimnasio, piscina y otros lujos que podian permitirse. En su comunidad eran muy respetados y queridos. Y cada vez que ella los visitaba, la hacian sentir muy bien. --?Tu padre que dice de el? --Lo odia. Piensa que es un pusilanime. Podemos pasarnos horas enteras enumerando sus defectos. Pero, en realidad, no los tiene. Mario sonrio, compresivo. --Y eso hace que tu padre se sienta mejor. --Asi es. --Hacia un rato que Cristina habia dejado de tocar su cabello, aunque sus ojos continuaban clavados en su duro perfil--. Mi padre lo paso fatal cuando sucedio lo del divorcio. Ahora ya esta mas tranquilo. De hecho, ha empezado a salir con alguien. Siguieron charlando un poco mas hasta que el aparco el coche junto a una acera y lo detuvo. --?Que pasa? --pregunto Cristina con el corazon encogido. Mario tiro del freno de mano, apago las luces y saco la llave del arranque. Ofrecio una sonrisa que derrochaba promesas. --Vivo aqui. --?Aqui? --pregunto con sorpresa. El asintio y salio del coche. Ella tambien lo hizo y, una vez en la calle, paseo la mirada por la zona con atencion. Sabia que tenia un apartamento, pero como casi siempre estaba en casa de sus tios… Claro, !que boba! No podia llevarla alli. Los padres de Paula los matarian a ambos. Mario se acerco a ella y cogio su mano, instandola a caminar hacia uno de los portales. El barrio estaba bien. Era una zona nueva, llena de farolas, y tenia mas edificios en construccion. Un par de altas gruas, con garras de hierro, se recortaban en la oscuridad un poco mas adelante. Cristina respiro con fuerza y otra vez disimulo una sonrisa. Por un momento, habia llegado a pensar que el estaba arrepentido. Sin embargo, una vez que entraron en el ascensor y Mario la apreto entre sus brazos para besarla los labios, olvido quien era el, y quien era ella. No pudo evitar sentir esta vez que el calor crecia entre sus muslos. Su sueno se iba hacer realidad. Capitulo 1 El secreto Mario se levanto de la cama arrastrando los pies. No habia podido dormir mucho y, aunque no se arrepentia de ello, tenia que enfrentarse a la realidad. Abrio el grifo del agua fria y se lavo con ella. Alzo la cara y encontro sus ojos en el espejo. Gotas de agua pendian de la barbilla y la nariz. ?Que demonios habia hecho? Cristina era un miembro mas de su familia. !Por Dios! !Era la amiga de su prima! Inspiro hondo. Agarro la toalla y se seco la cara. No podia decir que no sabia lo que hacia cuando devoro sus labios con ansia, cuando bebio de su piel. Cuando hizo que la joven clavara las unas en las sabanas mientras el se hundia en su cuerpo con los dedos incrustados en la estrecha cintura. !Por supuesto que sabia quien era ella! La habia visto crecer, fascinado por como su cuerpo habia ido cambiando y madurando a lo largo de esos anos. Cautivado por el azul de sus ojos. Maravillado con toda ella, desde los pies hasta el ultimo pelo de la cabeza. Pero ?que iba a pasar ahora? Trago con dificultad. Su tio Raul y su tia lo matarian si se enteraban. --No se lo voy a decir a nadie --escucho que decia ella desde detras. Se volvio a mirarla. No habia escuchado sus pasos. Cristina llevaba el cabello revuelto sobre los hombros y unos cuantos mechones claros acariciaban la frente lisa. Tenia los ojos ligeramente hinchados por el sueno. Pero mas tenia los labios, que brillaban rosas. Alargo la mano hacia su cara y planto su palma en la mejilla. Ella era suave y calida, y todavia desprendia el aroma del perfume que llevaba la noche anterior. Se inclino sobre ella y atrapo sus labios con suavidad. Jamas habia besado unos labios tan dulces. Una boca que lo llevaba al paraiso, o al mismo infierno. Necesitaba aprovechar los ultimos minutos con ella. ?Y despues? ?Iba a ser capaz de volver a verla y de actuar como si nada entre ellos hubiera pasado? Afianzo el beso. Queria beber hasta el ultimo aliento de aquellos labios tiernos y blandos que se amoldaban a su boca como si hubieran nacido para estar alli. Y cuanto mas acariciaba la lengua con la suya, mas deseaba que aquel tormento no se acabara nunca. La empujo contra la pared del pasillo y utilizo la pierna para obligarla a abrir las suyas. Lucho por no perder el control de su cuerpo, aunque era consciente de que esa noche habia descubierto que intentar hacer el amor con ella de un modo calmado era algo muy dificil. Cristina era muy sexy y, con solo clavar sus ojos azules en el, lograba desarmarlo por completo. Las manos de Mario comenzaron a deslizarse por el cuerpo femenino por debajo de la camiseta hasta alcanzar los pechos. Sus caricias arrancaron gemidos de placer al detenerse en ellos y jugar con sus duros botones. Los senos eran redondeados, perfectos para el hueco de sus manos. Ella alargo los brazos para rodearlo, pero Mario sabia que, si lo hacia, estaria perdido. Echo la cabeza un poco para atras, impidiendolo, y respiro despacio, tranquilizandose. Tras unos segundos, empujo la espalda de la mujer contra su cuerpo hasta que sus torsos quedaron tan unidos que ni siquiera el aire podia pasar entre ellos. La joven estaba desnuda bajo la camiseta. Sin embargo, la prenda no le duro mucho tiempo puesta. Mario necesitaba verla mientras, en su fuero interno, detenia todos los relojes del mundo y lanzaba una plegaria silenciosa pidiendo que ese momento no acabara nunca. Arrojo la camiseta al suelo y volvio a arroparla entre sus brazos, suspirando al contacto con los pechos turgentes que se aplastaban contra su torso. Ella, por fin, consiguio rodear su cuello con sus delgados brazos y le ofrecio la boca de nuevo, devolviendole el beso con la misma fuerza y pasion con la que el se lo daba. Se olvidaron de respirar. O respiraban el uno del otro. Mario la alzo e hizo que sus largas piernas se anclaran en sus caderas. La tomo alli mismo, en el hueco de la puerta del bano. Una de sus manos aferrada a un punado de cabellos rubios, sosteniendo la cabeza femenina. La otra estaba colocada en la estrecha cintura y hundia los dedos en ella con cada embiste que daba. A cada movimiento sentia los pechos saltar entre sus cuerpos, acariciando su torso. Ella se aferraba a sus hombros con la cabeza inclinada hacia atras, y con los ojos cerrados gemia y suspiraba llevada totalmente por la pasion. Era preciosa. Su cuerpo era precioso. --Abre los ojos, canija --suplico el--. Mirame, por favor

  • Todo contigo (Spanish Edition) de Dina Reed

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    Cuando Gary llego a casa despues de una dura jornada se encontro con que su abuela Dorothy dormitaba frente a la television, mientras Sandy su cuidadora estaba con la cabeza metida en un libro. Genial, penso en cuanto la vio. Luego, carraspeo un poco y le dijo mientras se desanudaba un poco la corbata, que ya le sobraba porque detestaba llevar traje. --Se supone que te he contratado para que cuides de mi abuela, no para que la dejes sentada frente al televisor y tu te pases el dia leyendo... Ya esta aqui el tocapelotas de Gary Scott, penso Sandy en cuanto le vio aparecer, todo lo que tenia de sexy y de arrebatador, lo tenia de exasperante, luego esbozo una sonrisa y replico: --Hemos salido a hacer unas compras, despues hemos paseado otro poco mas por el jardin, hemos almorzado y tu abuela se ha sentado a ver una pelicula. Yo tengo un examen esta tarde y he aprovechado para repasar un poco. ?Tienes algun problema con eso? Sandy estudiaba Enfermeria por las tardes y por las mananas de siete a cuatro de la tarde se dedicaba a atender a Dorothy, a la que hacia algo mas de un mes que habian operado de la cadera. --Te recuerdo que te pago para que cuides a mi abuela, no para que estudies --respondio Gary, tajante, con los ojos azules echando chispas. Gary era un tipo atractivo, moreno, alto, fuerte, de intensos ojos azules y un halo de virilidad que dejaba sin aliento. Pero Sandy no pensaba dejarse intimidar ni por la presencia imponente de su jefe, ni mucho menos por su caracter tremendo. Por eso, le recordo alzando la barbilla y sin perder la calma: --En ningun momento he descuidado a tu abuela, hemos hecho todo lo que estaba programado para el dia de hoy y justo en este ratito que se ha quedado dormida viendo la pelicula, he aprovechado para repasar un poco. Gary miro a esa chica que no podia ser mas insolente, apreto fuerte los punos y, tras morderse los labios, farfullo: --Estas agotando mi paciencia... Dorothy abrio los ojos en ese momento y murmuro a su nieto en un tono que sonaba a reganina: --?Quieres dejar a mi Sandy tranquila? Esta tarde tiene un examen muy importante... --Que estudie en su casa, abuela. Esto no es una biblioteca, aqui viene a trabajar... --dijo clavando la mirada a Sandy. Y ella por supuesto que ni se arredro, es mas lejos de esquivar la mirada azul de su jefe, la sostuvo con la conviccion que le daba saber que estaba haciendo lo correcto. --Y trabajar es lo que hago, por si no se te has dado cuenta.... --le recordo por si acaso lo habia olvidado. Gary penso que de lo que se habia dado cuenta era de que no estaba dispuesto a soportar ni una impertinencia mas de chica, pero cuando estaba a punto de ordenarle que no volviera mas por alli, su abuela comento: --Llevamos todo el dia de aqui para alla, he hecho mis ejercicios y ahora estoy viendo una pelicula. Asi que dejanos un poquito en paz, carino --replico la abuela, estirando los brazos hacia Gary--. Anda ven, dame un beso... Gary se sintio como si tuviera tres anos, pero no podia dejar a su abuela con el beso colgado. Era el ser que mas queria del mundo y la unica familia que tenia. Su madre murio cuando apenas tenia cinco anos y su padre fallecio unos anos despues, cuando Gary acababa de cumplir dieciocho anos y su mundo se vino abajo definitivamente... A partir de entonces, tuvo que trabajar muy duro para salir adelante y vaya si lo logro... Pasar de un apartamento ruinoso al maravilloso rancho de mas noventa hectareas en San Diego que habia comprado hacia un ano daba fe de ello. Y todo habia sido a base de teson, esfuerzo, dedicacion y tal vez una pizca de suerte, solo un poco porque Gary estaba convencido de que hasta la suerte habia que trabajarsela. Y si algo tenia claro era que su abuela se merecia lo mejor y estaba dispuesto a todo para darselo, por eso no iba a tolerar ni por un instante mas que Sandy Peters no cumpliera con su cometido. Asi que ansioso por terminar cuanto antes con la discusion, beso a su abuela en la mejilla, y despues farfullo cabreado: --He tenido un dia horrible, lo que menos quiero al llegar a casa es tener mas problemas. Desde que Sandy trabaja para nosotros, no hay dia que no tengamos lios y mas lios... Voy a volver a llamar a la senora Smith... --?Que? --replico Dorothy alarmada con la sola idea de que esa senora volviera a su casa--. !Ni se te ocurra! !Pero si esta mucho peor que yo, tiene mas goteras que una casa vieja y con ella me aburro como una ostra! !Ni pienses en echar a Sandy o te las veras conmigo, jovencito! --le advirtio Dorothy a su nieto, apuntandole con el dedo indice. Sandy no pudo evitar esbozar un sonrisita y Gary la miro echando humo hasta por las orejas y con unas ganas tremendas de ponerla de patitas en la calle. Ganas que reprimio porque no podia contradecir a su abuela, la queria y la respetaba demasiado como para contravenir sus ordenes y deseos. Bien era verdad que la senora Smith estaba llena de achaques y que raro el dia que no la habia pillado dormitando en el sofa, pero el desparpajo de Sandy le tenia completamente desquiciado. Reconocia que era bonita, que tenia un pelo precioso castano con destellos cobrizos cuando se ponia al sol, que tenia unos ojos que brillaban con fuerza, que su boca era carnosa y en forma de corazon, que tenia unos pechos redondos y altos y un culo respingon, y que caminaba de una forma tan sugerente que era imposible que los ojos no se le fueran detras de ella, pero el tenia como norma no tener nada con su personal, y mucho menos iba a ser tan incauto como para enredarse con alguien tan desquiciante como Sandy Peters. En que hora la contrataria, penso. Pero ya poco se podia hacer mas que esperar a que cometiera una mas gorda y su abuela, que era terca como una mula, se convenciera de que habia que despedirla. Asi que sin mas tiempo que perder, dijo loco por salir de alli y dejar de ver la sonrisita triunfante de la senorita Peters: --Me voy a comer a algo que vengo hambriento... --?Te preparo alguna cosa? --pregunto la abuela, aferrada a su muleta y dispuesta a levantarse. --Abuela, por favor, ?cuantas veces tengo que repetirte que tenemos cocinera y cuatro doncellas? Para algo me parto el lomo cada dia... Gary dio un manotazo al aire y se marcho a la cocina grunendo... --No le tengas en cuenta nada --comento Dorothy--, ya sabes lo que dicen: perro ladrador, poco mordedor. --Me detesta --concluyo Sandy encogiendose de hombros. --No, lo unico que sucede es que Gary solo me tiene a mi y esta obsesionado con tenerme entre algodones. Pero yo no voy a quedarme aqui de por vida y deberia empezar a tomarse en serio lo de crear su propia familia... Sandy penso que quien iba a soportar a un ser tan ogro y tan antipatico, pero no le dijo nada a Dorothy, pues adoraba a su nieto... --Tu estas genial, Dorothy. Tienes que dar mucha guerra todavia... --Pienso aguantar todo lo que pueda, muchachita. No pienso irme de aqui sin luchar hasta el final, pero no soy eterna y no me gusta nada que Gary este solo. --Es un joven muy atractivo, seguro que no le faltan mujeres... Dorothy cogio la mano de Sandy y, mirandola con ternura, le confeso: --Pero ninguna que merezca la pena, ademas yo creo que todavia tiene a Kim en la cabeza... Y ayer me entere de que acaba de divorciarse... Esa chica es un peligro y no me gustaria para nada que regresara a la vida de mi nieto. Sandy no queria parecer entrometida ni chismosa, pero de repente esa Kim le desperto una curiosidad tremenda y replico en voz baja... --?Kim? Nunca me has hablado de ella... Sandy llevaba algo mas de ocho meses al cuidado de Dorothy y se habian hecho muchas confidencias, pero esto era algo completamente nuevo... Dorothy respiro hondo y con una sonrisa cargada de ternura y complicidad, respondio: --Es una historia muy larga, tesoro. Mejor repasa para tu examen y ya te lo contare otro dia... Capitulo 2 El examen de Sandy salio de maravilla y lo celebro al dia siguiente, tomandose un helado con Dorothy, en Niederfrank's Ice Cream. --No le digas a Gary que hemos estado aqui, dice que todavia no estoy para subirme a un automovil --comento Dorothy, sentadas en una de las mesitas de la heladeria. Sandy habia conducido uno de los utilitarios de Gary hasta la heladeria favorita de Dorothy, una emblematica en la ciudad, donde preparaban unos deliciosos helados de menta roja, su favorito. --Es una locura, Dorothy... Pero cualquiera te dice que no --comento Sandy tras probar el exquisito helado de frutas del bosque, fabricado a la antigua usanza, en la parte de atras de la tienda. Todo natural. --Estoy cada dia mejor y tampoco nos hemos ido a ochocientos kilometros. !La heladeria esta aqui al lado! --?Te duele la cadera? --Tengo molestias, pero es normal. Tu tranquila, querida, que todo esta bien. !Necesitaba tomarme uno de estos! Este local me trae recuerdos muy bonitos, aqui venia con mis padres, luego con Becky, la mama de Gary, y finalmente con Michael, antes de que nos marcharamos de San Diego... -- confeso tras lanzar un suspirito. --?Michael? --pregunto Sandy, arqueando una ceja, porque jamas le habia hablado de ningun Michael. --Es otra larga historia... --musito Dorothy dejando la mirada perdida. --Soy toda oidos. Ademas me tienes que contar lo de Kim... --le recordo Sandy, que tenia mucha curiosidad con esa historia. --De alguna manera esta todo relacionado. ?Pero de verdad que te interesa? No quiero ser la clasica vieja que cuenta sus batallitas y aburre hasta a las ovejas--quiso saber Dorothy, tras dar otra probadita a su helado de menta roja. --Por favor, Dorothy... !Tu eres una mujer fascinante! !Contigo es imposible aburrirse! --Gracias, tesoro. Pero esta historia no es para nada divertida, al contrario... Veras --dijo revolviendose un poco en la silla--, el padre de Gary era camionero, trabajaba para un empresa llevando mercancias hasta Alaska, se pasaba el dia en la carretera, asi que cuando mi hija murio, me fui a vivir con ellos para cuidar de Gary. Yo tambien estaba sola, mi marido habia muerto hacia unos anos y me venia bien estar con ellos. Charles, el padre de Gary, siempre fue un hombre dificil, tenia un caracter complicado, pero mi hija le llevaba muy bien. Era su luz. Se que fueron muy felices, pero cuando fallecio, Charles se quedo muy tocado. Su caracter se retorcio por completo y nunca mas fue feliz... Trabajaba duro, muy duro, para no pensar, pero traia poco dinero a casa porque comenzo a jugar. --Oh, Dorothy, lo siento tanto... --susurro Sandy apenada. --Fue un mazazo muy grande lo de mi hija, una chica tan bonita y llena de vida, se nos fue de repente… Fue una enfermedad fulminante y Charles no se repuso... Su via de escape fue el juego, pero tambien su perdicion. Nos llevo a la ruina mas absoluta y tuvimos que vender la casa... Sandy trago saliva porque aquello era demasiado doloroso... --No sabia nada, Dorothy, esto que me cuentas es tan duro... Dorothy tomo la mano de la chica y le dijo para reconfortarla: --Tranquila que lo importante es que ahora estamos bien. !Demasiado bien! !Gary ha comprado un rancho tan grande que me da hasta vertigo! --exclamo con una sonrisa enorme. --Es que lo de Gary es alucinante, tiene muchisimo merito todo lo que ha logrado... Sandy conocia por lo que habia leido de el en Internet y sobre todo por lo que su abuela le habia contado, lo que habia supuesto para el montar un imperio del transporte de mercancias en apenas diez anos. Y ademas partiendo de la nada... --Y sin ayuda de nadie, tan solo esfuerzo, trabajo y talento. Mi nieto es muy listo y tambien orgulloso. El se prometio a si mismo que jamas nadie volveria a rebajarle y mira si lo consiguio. --?Rebajarle? --Si, querida --asintio Dorothy, mientras hundia la cucharita en el helado --. Cuando nos quedamos en la calle, sin nada, pasaron cosas muy feas. En las situaciones dificiles es cuando te das cuenta de quienes son tus amigos y la verdad es que nosotros aprendimos que eran muy pocos. Entre ellos el coronel Thompson, Michael para los amigos... --Michael... --Si --asintio Dorothy esbozando una sonrisa carinosa--. El tiene una fundacion para personas sin recursos a la que tuvimos que recurrir para no morirnos de hambre. Y no solo nos ayudo, sino que nos ofrecio gratis un apartamento hasta que pudimos salir adelante.

  • Contigo en la Tempestad de Lorena Cervantes

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    Es la historia de dos jovenes que se enamoran a pesar de pertenecer a clases sociales diferentes, en una sociedad llena de prejuicios rodeada de intrigas, secretos, medias verdades, y traiciones, lo que hace que su amor se bambolee como lo hacen las olas del mar.

  • El color que no existia de Fran Pahino

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    El color que no existia es la historia de la fuerza de la constancia, de como luchar por los suenos de cada uno y mantener una fe tan poderosa e intensa que nos situara al borde de la locura al contemplar lo que la ciencia y la razon tratan de imposible.

  • Dulce Inocencia y otras historias cortas de Evelyn Romero

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    Francisco Gonzalez, se preparaba para otro dia laboral. Se acomodo la corbata frente al espejo, pero sin querer su mirada se dirigio al lado izquierdo donde se reflejaba una fotografia. Dio media vuelta, se acerco lentamente hacia la mesa de noche donde tomo la fotografia. En ella aparecia el junto a su fallecida esposa Cintia, respiro con pesadez al recordar el dia de su muerte. Dejo el portarretratos de nuevo a su lugar, y cerro el cajon que se encontraba entre abierto donde unos documentos se visualizaban. Salio poco despues de su habitacion hacia el comedor donde su pequena hija Valeria, lo esperaba para desayunar. --Buenos dias mi princesa--la saludo con amor. Valeria, al verlo se levanto de su asiento y lo abrazo fuertemente. El la sostuvo mientras ella practicamente lo asfixiaba. --Buenos dias papi--respondio con una amplia sonrisa. Francisco la contemplo por un momento, tenia mucho parecido con su difunta esposa: su cabello era Castano y lacio, su piel era como la porcelana y sus ojos eran verdes como una esplendida esmeralda. La pequena al ver que su padre la miraba con nostalgia interrumpio sus pensamientos. --La extranas ?cierto?--le pregunto su hija aun sujetandose de su cuello. Francisco sonrio levemente para disimular su dolor. --Si, como todos los dias--respondio--. Pero te tengo a ti para recordarla siempre. Eres tan parecida a ella--le dijo dandole un beso en la frente--. Sera mejor que desayunemos, debes ir a la escuela y yo a trabajar--le comento ayudandola a ponerse de pie. Valeria regreso a su lugar. Muchas veces su padre le mencionaba su gran parecido con su madre, sino fuera por las fotografias que el mismo le mostraba dudaria de su afirmacion. Ella no pudo conocerla ya que murio despues del parto. A pesar que Valeria solo tenia seis anos, era una nina muy madura para su edad. Se entristecia al ver a su padre solo y nostalgico, ser padre soltero y viudo era dificil. Comenzo a desayunar mientras pensaba en sus amiguitas de la escuela quienes tenian a una madre con quien jugar, charlar o simplemente les leian un cuento. Francisco, a pesar de haber tenido un par de citas en los ultimos anos, jamas pudo encontrar a una mujer con la cual pudiera compartir una vida. Vio con detenimiento a su pequena y se dio cuenta que ella necesitaba una figura materna, pero en especial necesitaba encontrar a alguien que lo hiciera feliz y con la cual pudiera olvidar todo el dolor que sentia su alma: una que estaba totalmente rota. En ese instante con un motivo en especifico se le ocurrio una idea: necesitaba urgentemente encontrar a una mujer que estuviera dispuesta no solo en ser una madre para su hija, sino tambien en ser su esposa temporal. Capitulo II Valeria, llego al salon de clases donde su amiga Karen la estaba esperando. Su maestra la senorita Gutierrez ingreso poco despues. --Buenos dias ninos, como sabran en dos dias iremos al zoologico. Les dare esta nota para que sus padres firmen el permiso--le menciono entregandoselos a cada uno. La senorita Gutierrez, se mudo de su pequeno pueblo al culminar la secundaria para estudiar lo que mas le apasionada: la docencia. A sus veinticinco anos era una joven hermosa, gentil, honesta, humilde y con un gran corazon. Para ella sus alumnos eran como los hijos que no pudo tener, ya que los habia perdido en los numerosos abortos que su cuerpo no soporto; esta fue la causa principal de su divorcio. A pesar de los golpes de la vida, ella jamas perdia la sonrisa que la caracterizaba, miraba con otros ojos las pruebas que Dios le deba a cada ser humano. El dia escolar finalizo rapidamente. Los padres o encargados llegaban a recoger a los ninos; sin embargo, Valeria se encontraba todavia en la banca exterior donde los ninos debian esperar. Decidio sentarse al lado de la pequena para hacerle compania. --Hola mi nina ?Todo bien?--le pregunto con una dulce sonrisa. --Si Miss, Sandra no tardara en llegar--le respondio la pequena refiriendose a su nana--, Pero al parecer se le hizo tarde--le dijo la pequena. --Bueno en ese caso llamare a tu padre para informarle que todavia estas aqui--le comento Su maestra. La informacion que tenia de la vida familiar de su alumna era basica. Sabia que solo vivia con su padre y su nana. Valeria al observar la calle, se dio cuenta que la persona que estaba ingresando al centro educativo no era su nana, sino su padre. --No es necesario miss, mi papi acaba de llegar--contesto la pequena alegremente. Francisco se acerco a su hija y la saludo fuertemente. --!Papi que bueno que viniste por mi!--le dijo la pequena con emocion. --Cancele una junta hoy para pasar el resto de la tarde contigo princesa--le informo su padre. --!Eso es fantastico papi!--musito dando brinquitos--. Papi, te quiero presentar a mi maestra favorita--le dijo llevandolo de la mano hasta donde se encontraba Abigail. -- Miss Gutierrez, le presento a mi padre Francisco --menciono la pequena con una gran sonrisa. Abigail lo observo bien: su cabello estaba corto, cabello negro, piel morena, cuerpo corpulento y ojos color caramelo. --Es un placer conocerlo senor Gonzalez--logro decir con nerviosismo. El, estrecho su mano para corresponsales el saludo. Francisco tambien quedo impresionado por la belleza de la docente: su cabello era castano hasta la cintura, su piel era como la nieve, sus ojos eran como el azul del cielo y su sonrisa era como la de un angel. --El placer es mio senorita Gutierrez--le respondio tomando su mano contra la suya. Una calidez se instalo en su interior al sentir el contacto de su piel. Se pregunto mentalmente si habia encontrado a la mujer que estaba buscando. Capitulo III Francisco no pudo olvidarse de Abigail, le habia parecio una mujer realmente hermosa. Los dias posteriores iba a la escuela con la excusa de recoger a su hija, pero en realidad deseaba ver a la mujer que lo tenia sonando despierto. Despues de tanto pensarlo tomo el valor de invitarla a salir. --Senorita Gutierrez, disculpe mi atrevimiento con lo que le voy a decir--se disculpo anticipandose a una respuesta negativa--. ?Le gustaria salir a cenar conmigo este viernes?-- interrogo con nerviosismo, no recordaba la ultima vez que se sentia tan nervioso por una invitacion. Abigail, se sorprendio por la invitacion de Francisco y aunque etica y personalmente ella misma juro no involucrarse con ningun padre de sus alumnos; el tenia algo especial que le atraia, no sabia si era quimica o que simplemente era amor a primera vista. Luego de unos segundos de lucha interna, tomo la decision de aceptar la invitacion: ella desea profundamente esa cita. Con las mejillas sonrojadas y la verguenza invadiendola acepto. Francisco, tuvo que disimular su felicidad expresando una leve sonrisa; no obstante, internamente saltaba como un nino pequeno que acababa de ganar un premio. Despues de pedirle su numero telefonico, Francisco se despidio de ella. --Pasare por usted este viernes a las ocho de la noche. Que tenga una linda tarde--le dijo despidiendose caballerosamente. Francisco, con una nueva ilusion en su pecho se alejo del lugar, mientras Abigail lo observaba alejarse en su auto con el corazon acelerado. Ahora, ambos debian esperar que las horas pasaran velozmente para su tan anhela: primera cita.

  • Felices: La felicidad, a tu manera de Elsa Punset

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    Una fantastica mezcla entre inspiracion y conocimiento nos acerca a la felicidad a traves de un gran viaje. Con una calidez excepcional, este libro consigue dar herramientas al lector para llegar a la felicidad a traves de la sabiduria que ha ido acumulando la humanidad a lo largo de los siglos y a lo ancho del mundo. Un libro abierto y vital que nos invita a hacer un viaje fascinante y nos da mil y una posibilidades para que cada uno encuentre su propia manera de sentirse bien.

  • Sexo, alcohol, paracetamol y una imbecil (Cate Maynes 0) de Clara Asuncion Garcia

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    Coleccion de relatos de la detective privada Cate Maynes.

  • Intuicion de Elisabeth Noreback

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    Stella y Daniel eran adolescentes cuando tuvieron a Alice. Un ano mas tarde, durante las vacaciones de verano, Alice desaparece y, tras una intensiva y larga busqueda, el caso queda cerrado y la familia destrozada para siempre. Anos mas tarde, Stella ha rehecho su vida: trabaja como psicoterapeuta, se ha casado y tiene un hijo adolescente. Todo cambia cuando aparece en su consulta una joven que se parece mucho a Alice. ?Es posible que su hija desaparecida este viva?

  • La analfabeta que era un genio de los numeros de Jonas Jonasson

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    Despues del exito mundial de El abuelo que salto por la ventana y se largo, Jonas Jonasson vuelve a deleitarnos con una novela tan desenfadada como llena de sorpresas. Con su fecunda imaginacion y su sentido del humor surrealista e irreverente, que no deja titere con cabeza, Jonasson ha ideado una historia trepidante que arremete contra la hipocresia de la clase politica al tiempo que ilumina la cara oculta de la historia oficial.

  • Esencia de Luna de Pamela Medina

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  • Alli donde se construyen los suenos de Eric Marchal

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    La pluma experta y magistral de Eric Marchal rinde tributo a la explosion cientifica, cultural y artistica de finales del s. XIX con una ambiciosa saga familiar marcada por el amor, el idealismo y la amistad.

  • La fragilidad de un corazon bajo la lluvia de Maria Martinez

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    Es duro aferrarse a un sueno. Lo hice durante mucho tiempo, y nunca deje de creer que debia de haber algo mejor que aquella vida erratica por la que mi madre me arrastraba. Lo habia. Lo descubri a los doce anos. Cuando estaba a punto de rendirme. Cuando ya habia dejado de esperar. Llegue a un lugar en el que encajaba. Poseia todo lo que siempre anhele: luz, calor, risas, momentos extraordinarios… seguridad. Y ellos. Sobre todo, ellos. Deje que abrieran la caja donde habia guardado mis latidos, mis palabras y la esperanza, recubierta por una fina pelicula de polvo. Confie y me deje llevar, permiti que alimentaran mis suenos. Cruce al otro lado del espejo, creyendo que alli todo seria eterno. No lo fue. No salio bien. Termino, y lo unico que aprendi de aquel tiempo es que hay personas que nacemos para ser abandonadas. Antes o despues, siempre acaba pasando. Se deshacen de nosotros. No importan las promesas. Es tan facil incumplirlas como lo fue pronunciarlas. <> Cuanto dolor pueden causar esas cinco letras, hasta que descubres que no existen tiritas ni medicinas para calmarlo, y solo puedes protegerte de el. Evitar esa sensacion de abandono, cuyo unico tratamiento es el olvido. Un olvido meticuloso y selectivo. Esa certeza me transformo y cambio mi forma de relacionarme con los demas. Aquel dia, sentada frente a Eliza, aun no era consciente de hasta que punto habia desaparecido dentro de mi propio cuerpo. Ni de que los ultimos ocho anos solo habian sido una sucesion de dias, semanas y meses sin mas trascendencia que el simple paso del tiempo. Porque el tiempo habia pasado y yo no. Mis miedos se habian transformado en cadenas invisibles a las que me acostumbre sin darme cuenta. No hacer nada era mejor que arriesgarse, avanzar o cambiar. Mejor que abrirse, confiar e ilusionarse. Porque, si solo me limitaba a ser, las posibilidades de descubrir cual era esa tara que me hacia tan prescindible en la vida de los demas se reducian bastante. Apenas recuerdo como empezo ese dia. Podria haber sido un dia mas. Un martes cualquiera como tantos otros. Pero no lo fue. Tuve que perderlo todo para darme cuenta de que nunca habia tenido nada. Que para poder avanzar, debia retroceder. Para encontrarme, debia perderme de nuevo. Un martes cualquiera --Deberias decirle algo --me susurro Eliza--. El diseno es tuyo y mereces que se reconozca tu talento. Esa mujer se lleva todo el merito, mientras tu vives a su sombra y nadie sabe que existes. Me humedeci los labios, incomoda, y pasee la vista por la gente que abarrotaba el restaurante espanol en el que comiamos un par de veces a la semana, a medio camino entre mi trabajo y la floristeria de Eliza. Esa misma manana, mi jefa habia presentado el nuevo logo para una discografica independiente neozelandesa. Mi logo. Mi diseno. Del que se habia aduenado sin ningun reparo, otra vez. Llevaba tres anos aguantando aquella situacion, esperando un contrato como disenadora que no llegaba nunca, malviviendo como una estudiante becaria en practicas indefinidas. Tres anos, nueve campanas que habian funcionado gracias a mis ideas y mi trabajo. Por las que habia sacrificado tantas cosas. Sin embargo, para el mundo yo solo era la chica que servia cafes, tomaba notas y hacia los recados. Sabia que Eliza tenia razon. La culpa era mia por permitir que Veronica se apropiara de mis obras. Al principio, porque valoraba mas la experiencia que iba adquiriendo y las perspectivas de futuro que danzaban en mi horizonte una vez que me licenciara. Ahora, porque esa mujer era el Demonio y, si me marchaba sin su consentimiento, ya podia olvidarme de volver a trabajar en el sector. Tenia mucha influencia en el mundillo y frustraria cualquier oferta que pudiera recibir. --Tu jefa es una bruja. --Lo se --admiti. Veronica era una mujer muy complicada y dificil de tratar. No brillaba por su comprension ni su simpatia. Era fria y, en ocasiones, muy despotica. Por suerte, yo nunca habia sido el objetivo de sus arrebatos. El truco consistia en no abrir la boca, entregar el trabajo a tiempo y darle siempre la razon. --Podrias dejarla en evidencia y que sus clientes descubrieran la verdad. --Dudo de que mi palabra sea suficiente para convencer a nadie --replique. Di un sorbo a mi cafe--. Necesito el dinero, Eli. No puedo permitirme perder este trabajo. --?Y vas a conformarte sin mas? --Yo no he dicho eso. Solo que debo esperar un poco, antes de tomar otras medidas. --?Como cuales? --Ahora que conozco todos los entresijos, montar mi propia agencia de publicidad seria una opcion. --?Y por que esperar para eso? Andrew podria echarte una mano. Las cosas le van bastante bien. Sonrei sin poder ocultar lo orgullosa que me sentia de el. Tras graduarse en la universidad, se habia arriesgado a crear su propio negocio. Desarrollaba aplicaciones para telefonos moviles y en el ultimo ano habia logrado posicionarse entre las empresas mas punteras del sector. --Ya sabes lo importante que es para mi no depender de nadie, y menos de Andrew. --No creo que aceptar su ayuda te convierta en una mujer dependiente. Llevais dos anos viviendo juntos y algun dia formareis una familia. Compartireis muchas cosas y el dinero sera una de ellas. --Quiere que deje de trabajar cuando nos casemos. Me lleve a la boca un pellizco de la tarta de manzana que compartiamos y rehui su mirada suspicaz. --No me habias contado nada de eso. --Es algo a largo plazo y tenemos que hablarlo con calma. Por eso no te he dicho nada. --Una cosa es dejar que te ayude y otra muy distinta que lo abandones todo. --Bueno, lo que quiere en realidad es que deje la agencia y monte un pequeno estudio en el que trabajar, que cree algunas obras, busque un agente y trate de exponer. Incluso intentarlo en el mundo editorial, ya sabes, ilustrar libros, cuentos, disenar cubiertas… Eliza se inclino sobre la mesa y pude ver como sus ojos se iluminaban. --Pero !eso es genial, Darcy! Ser artista profesional es tu sueno desde… desde siempre. Por eso elegiste Bellas Artes como carrera. --Asi es… pero… Guarde silencio sin saber muy bien como explicar ese sentimiento que me llenaba el pecho cada vez que pensaba en esa posibilidad. Pintar, ilustrar, crear arte desde un simple papel. --!Eh! --Eliza me tiro una bolita de pan. Me habia quedado ensimismada, divagando. Insistio --: ?Pero? Suspire con ese deje de derrota que solia impregnar mi voz cuando hablaba sobre el tema. --?Sabes lo dificil que es convertirse en una artista que logre exponer sus trabajos? Y de ganar dinero con ello ni hablamos. --Apure el cafe y negue con la cabeza--. Si no sale bien, y no saldra, perdere todo lo que he conseguido hasta ahora. --?Te refieres a trabajar cuarenta y cinco horas a la semana y ser la esclava de Veronica el resto de tu vida? !El sueno de cualquiera! La fulmine con la mirada. Ella encogio un hombro sin ningun indicio de arrepentimiento. No podia culparla por ser tan directa conmigo. Era asi desde que nos conocimos en la residencia de estudiantes, cuando la casualidad nos hizo companeras de habitacion y se convirtio en mi mejor amiga. --Bueno, prefiero ser la esclava de una loca egocentrica que una esposa mantenida y culona. --?Culona? Me aparte el pelo de la cara con ambas manos. --Anna ha comentado una de nuestras fotos en la cuenta de Instagram de Andrew: <>. --!Menuda arpia! Se muere de envidia. --Esta enamorada de el desde la universidad. --Pues que lo supere de una vez, es tu chico y ella no deja de perseguirlo. ?Acaso no tiene dignidad? Sonrei. --No me importa. --Pues deberia importarte un poquito. Las chicas como ella no tienen ningun reparo a la hora de inmiscuirse en una relacion, y ya sabes lo que dicen… <>. El estomago me dio un vuelco. Andrew era la parte mas estable y segura de mi vida, la idea de perderlo me provocaba un gran malestar. --Andrew no me enganaria. Ni tampoco me dejaria. --Claro que no, es un chico estupendo y te quiere muchisimo. --Con los codos en la mesa, Eliza hundio el rostro entre las manos y solto un grunido--. Si tu tienes el trasero grande, entonces el mio deberia llamarse Moby Dick. Frunci el ceno.

  • Celeste de Carolina Gattini

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    Celeste ha encontrado la forma de librarse de Jorge, un companero de trabajo al que no soporta, encontrando un trabajo nuevo. Cuando cree que todo saldra bien, que su vida tiene un nuevo comienzo y que todo sera maravilloso, nada resulta ser como habia previsto y por si fuera poco vuelve a encontrarse con Jorge, ya que por alguna casualidad del destino…, o tal vez no, a ambos les encargan desde distintas agencias la venta de una propiedad en un pueblo perdido de Galicia. Lo que no sabe Celeste es que Jorge no es lo que parece, y de que tiene unas dotes ocultas que no habria podido imaginar ni en sus mejores suenos eroticos. Una historia de humor y amor donde la paranoica Celeste no dejara de hablar hasta que la dejen sin palabras…

  • Un rito de espadas de Morgan Rice

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    “En UN RITO DE ESPADAS (A RITE OF SWORDS) – (Libro #7 de El Anillo del Hechicero – The Sorcerer’s Ring), Thor debate con su legado, luchando para asimilar quien es su padre, si revela su secreto y que medidas debe tomar. De vuelta a casa en el Anillo, con Mycoples a su lado y la Espada del Destino en la mano, Thor esta decidido a vengarse del ejercito de Andronico y liberar a su patria – y finalmente proponerle matrimonio a Gwendolyn. Pero se da cuenta de que hay fuerzas aun mayores que la de el, que podrian interponerse en su camino.

  • El chico de mi vida (Los chicos 4) de Jana Aston

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    Chloe tiene veintidos anos, es profesora y muy timida. Cuando se pone nerviosa con un chico, cuenta chistes malos. Compulsivamente.
    Boyd trabaja para el FBI y necesita que una chica se haga pasar por su novia en una boda.
    ?Convencera a la joven e inocente Chloe para que sea su cita y pasen un fin de semana juntos?

  • Angeles y Luciernagas de Junior Perez Lagombra

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    Una inesperada tragedia ha derrumbado los cimientos de la familia Robles. En un intento de recuperar, por lo menos, una parte de su unica hija, y con las esperanzas de escribir un nuevo capitulo en sus vidas, un pequeno pueblo pintoresco se ha convertido en su nuevo hogar temporal. Camila debera luchar contra si misma para salir del limbo en que se encuentra, donde la culpa y el constante recuerdo de su pasado no le permite abrirse a lo unico que la librara de las cadenas que la atan.

  • Rozando El Cielo de Cristina Gonzalez

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    Le he dicho que no quiere sentarse al lado del ministro de industria frances. No, no y no. ?Acaso quiere provocar una guerra? Por el amor de Dios... - le gritaba yo al asesor de eventos noruego (y estupido) -. Si... Si... Aja... Me parece bien. Si, esa mesa es estupenda. Gracias. Y colgue. A pesar de que mi noruego no era el mejor (no era el idioma que mas dominaba), habia sido capaz de evitar que mi jefe, el senor Miller, no tuviese que atravesar una situacion de lo mas incomoda. Desde que Terrarius comenzo con las obras de la nueva linea de ferrocarriles de alta velocidad, los franceses se habian retrasado en todos los pagos, obligando a detener el proyecto y sobrecargando demasiado la economia de la empresa. Y John Miller, el presidente de Terrarius, no estaba dispuesto a almorzar en la misma mesa que el peor de sus clientes. Y yo sabia que, si el ministro frances conocia lo suficiente al senor Miller, tampoco querria enfrentarse cara a cara con el. - Necesito ver un resumen de la situacion de los tres ultimos meses Praxton - me bufo mi jefe mientras pasaba por delante de mi mesa. Despues se encerro en su despacho de un portazo y pude adivinar a traves del cristal como se sentaba, pasaba su mano por su cabello en un ademan de desesperacion y luego fijaba sus gelidos ojos turquesas en la fria pantalla de su portatil, repleta de numeros. Imprimi el informe que habia preparado detalladamente durante las ultimas dos semanas. Me incorpore y camine con paso firme hacia su santuario. Toque con mis nudillos suavemente sobre la madera de la puerta y entre. Despues deposite los papeles sobre su mesa, al lado de su brazo medio descubierto al encontrarse su palida camisa remangada hasta el codo. Sin musitar una sola palabra, sali de alli, cerrando la puerta con delicadeza para no hacer ruido. Despues me sente de nuevo frente a mi mesa de madera de roble y continue trabajando. Mas y mas llamadas, mas y mas reuniones que organizar. Informes, diapositivas, folletos y papeleos varios que mantuvieron mi mente ocupada durante las seis horas siguientes. Sin embargo, mi trabajo me divertia, me apasionaba. Para llevar a cabo mi actividad diaria necesitaba no menos que dominar como minimo cuatro idiomas: el frances, aleman, espanol y ruso. El resto: como el noruego, rumano, portugues, y otros tantos, los repasaba cuando me era necesario utilizarlos. Adoraba los idiomas. Cuando vivia, mi madre solia decirme que poseia un don para comunicarme, y que por supuesto, habia sabido aprovecharlo bien. Y lo bueno que tenia ser la secretaria personal del dueno de Terrarius era que necesitaba utilizarlos todos constantemente, de manera que jamas se oxidaban en mi cerebro. Alguna vez habia pillado al senor Miller observandome y escuchando una de mis conversaciones acaloradas en un frances mas bien insolente con algun administrativo parisino. Me habia llenado de orgullo ver a mi jefe sonreir de medio lado al comprobar como les plantaba cara a las largatijas del funcionariado en un idioma que ni siquiera era el mio. En el fondo John me caia bien. Mucha gente lo temia y lo evitaba por los pasillos. Tenia un halo de autoridad innegable y muy necesario para hacer que las cosas funcionasen en una empresa tan gigantesca. El era exigente con todo el mundo y sobre todo, con el mismo. Suspire. Habia llegado la hora de comer. Mire de nuevo a traves de la persiana de su despacho y comprobe que el senor Miller continuaba apuntando cosas y llamando por telefono. Era la clase de jefe que predicaba con el ejemplo. Si sus empleados trabajaban, el lo hacia el doble. Si nosotros nos marchabamos a las seis de la tarde, el se iba a las nueve. Y si llegabamos a las ocho, el a las seis y media. Me pregunte si no tendria a nadie con quien compartir su tiempo libre, y de ser asi, que clase de relacion seria. Porque a pesar de que yo ya llevaba tres anos trabajando para el, no conocia absolutamente nada acerca de su vida personal. Ni tampoco me interesaba especialmente. Era solo que en ocasiones se me antojaba triste y solitario y sentia cierta compasion por el. En algunas ocasiones le habia tenido que acompanar a diversos eventos: reuniones, cenas, inauguraciones... Y siempre le habia visto con una mujer diferente. Por lo habitual, John solia llevar acompanantes jovenes y glamourosas con las que hablaba lo justo y necesario. Desde luego, no se le veia feliz con ninguna de ellas. Apague el ordenador. Recogi mis cosas, ordene mi mesa y me encamine hacia el ascensor. Despues de un corto trayecto en autobus y de una caminata de quince minutos, llegue al edificio de pisos en el que se encontraba mi acogedor y reducido apartamento. *** - !Molly! - grite nada mas entrar - !Estoy aqui! Al instante, una chica de veintidos anos y la persona con mejores sentimientos y buenas intenciones que me habia encontrado en el mundo hasta la fecha, aparecio tras la puerta de la cocina y me saludo con una sonrisa. Una sonrisa un tanto forzada. Una de las cosas buenas de Molly era su transparencia. Con solo ver su cara podia adivinar cuando las cosas no iban bien. Me sente en el sofa y la inste a que me pusiera al corriente de lo que habia pasado aquel dia. Ella tomo asiento a mi lado y se coloco algunos mechones tras su oreja. - Esta algo amodorrada... Lleva una manana muy rara... Tiene mucho sueno... Dice que esta muy cansada - dijo ella nerviosa, refiriendose a mi hermana. - ?Esta dormida ahora? - pregunte dejando entrever mi nerviosismo. - Si... Y salvo eso, esta bien. Me preocupa que la medicacion este provocandole algun efecto secundario... Habria que llevarla al medico - sugirio Molly casi en un susurro. Ambas sabiamos lo que aquello significaba: dinero. Y no por la consulta con el doctor... Si no porque, cada vez que saliamos de alli, teniamos que comprar algun farmaco distinto y muy caro. La entranable Rachel, mi hermana pequena, habia nacido con sindrome de Down. Mis padres la habian cuidado con mimo y esmero, protegiendola y dedicando su vida a ella. La habian llevado a un colegio de educacion especial, que pudieron permitirse gracias a los ahorros de toda una vida, ya que el Estado no lo financiaba por completo. Alli Rachel habia aprendido todas aquellas cosas que estaban a su alcance: sabia vestirse - mas o menos -, comia sola, se duchaba sola - aunque yo preferia vigilarla, tenia miedo de que pudiera caerse - e incluso habia aprendido a leer - palabras basicas, lecturas infantiles... Pero era capaz de hacerlo -. Estaba sana, tenia cierta tendencia a engordar, pero nada mas - a excepcion de su patente problema neurologico debido a su enfermedad -. Mis padres la habian llevado al cardiologo para que la revisara, al neurologo todos los anos para comprobar los avances - o retrocesos - y hasta hacia poco tiempo, tambien al pediatra. Yo me habia marchado de casa cuando comence a trabajar para John Miller, pero aun asi, me habia mantenido en estrecho contacto con mi familia e iba a visitarles a menudo. Hasta que ocurrio. Como podria haberle ocurrido a cualquier familia, a cualquier persona, ser querido... Mis padres fallecieron en un desafortunado accidente de trafico. Mi madre perdio la vida en el acto, mientras que mi padre se desvanecio a los dos dias por una sepsis ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Como por arte de magia, Rachel, quien tambien viajaba en el coche con ellos, habia salido absolutamente intacta de aquella colision. Esto habia sucedido el ano anterior. Desde entonces, ni Rachel ni yo volvimos a ser las mismas y a duras penas hemos logrado recuperarnos del impacto. En ocasiones la escuchaba llorar por las noches. Y cuando aquello ocurria me levantaba de la cama para abrazarla, hasta que se quedaba dormida de nuevo. Y entonces yo lloraba. Despues pensaba que si nuestra madre nos habia ensenado a ser fuertes y a afrontar la vida tal y como decidiera presentarse, debia serle fiel a sus ensenanzas y tratar de reencauzar nuestro dia a dia. Asi fue como decidi contratar a Molly, para que cuidara de Rachel durante mis horas de trabajo. Le pagaba poco, y ella sabia que yo no podia dar mas de mi. Porque a pesar de que la herencia que me habian dejado nuestros padres podia solucionar algunos apuros, no debia derrocharla - solia utilizarla para pagar las visitas medicas, los medicamentos y las pruebas que necesitaba mi hermana -. Y mi sueldo me alcanzaba para pagar mi alquiler, comida y ropa para ambas. Y a Molly , por supuesto, quien se conformaba con unos miseros cuatrocientos dolares mensuales, por dedicarle casi el dia entero a Rachel. - Sabes que puedes marcharte cuando lo necesites - le solia decir a la joven de vez en cuando. Pero ella contestaba: - El dia que no pueda mantenerme, vendre a vivir contigo... Yo trabajare por la tarde y tu por la manana. Asi ambas podremos cuidar a Rachel y mantener la casa. Molly tenia cualidades parecidas a las de mi madre y por eso creo que nos comprendia tan bien a mi hermana y a mi. Me lenvante del sofa y camine hasta la pequena habitacion en la que dormia Rachel. Abri la puerta despacio, con suavidad y entre de puntillas. Le di un imperceptible beso en la mejilla y la observe durante un minuto. Su respiracion era profunda y tranquila... Como la de la criatura inocente que era. Sin embargo, me preocupaba que se sintiera tan cansada siendo tan solo las seis de la tarde. - Pedire cita para el neurologo para dentro de un par de dias, necesito decirselo a John con algo de tiempo - le susurre a Molly mientras Rachel suspiraba entre suenos. Ambas salimos del dormitorio y nos tomamos un cafe juntas en la cocina. - Sarah, necesito pedirte algo - me dijo antes de terminarse su taza. Asenti, invitandola a hablar. - Mi padre tiene que operarse la semana que viene y tal vez deba faltar tres o cuatro dias... ?Te daria tiempo a pedirle permiso a tu jefe? ?O al menos a encontrar a alguien que pueda sustituirme durante ese tiempo? Adivine la desesperacion en sus palabras, al tener que divirse entre cuidar a Rachel y atender a su padre. Respire hondo. Rapidamente planee la manera, el tono y la cantidad de palabras que utilizaria para pedirle a John Miller que descontara de mis vacaciones la mitad de la semana siguiente. Alegaria problemas familiares. De salud... Lo que fuera. Pense que en caso de fallar aquello, podria fingir una gripe. Yo era buena, John me apreciaba. Quise creer que no le importaria que me ausentara unos dias por cuestiones familiares. - Esta bien, Molly. El tiempo que necesites. Ya me apanare. A fin de cuentas, no es algo que pase todos los dias - razone, sin poder ocultar el nerviosismo de mis palabras -. Espero que todo salga bien... ?De que es la operacion? Ella sonrio con tristeza. - Tiene un tumor en el colon... Pero afortunadamente lo han detectado a tiempo. Le di un abrazo para apoyarla. Su padre era la unica familia que le quedaba y adivine que escuchar la palabra tumor salir de la boca de un medico fue un golpe muy duro para ella. Pero asi era Molly. Se quejaba poco. A duras penas contaba sus problemas y solia llevar siempre una gran sonrisa en su cara. "Todos tenemos derecho a decaer de vez en cuando, incluso ella", pense al escuchar lo mas parecido a un sollozo sobre mi hombro. - Tranquila, Molly. Todo saldra bien. Me avisaras cuando acabe ?verdad? Ella se separo de mi hombro y asintio. 2 Habia ensayado el monologo al menos una docena de veces. En voz alta, en voz baja, mentalmente, delante del espejo... Y aun continuaba repitiendolo para mi misma mientras el ascensor me llevaba rascacielos arriba, hacia mi mesa de trabajo. "Senor Miller, me han surgido unos asuntos familiares que me veo obligada a atender... Si fuese usted tan amable...". Constantemente me recordaba a mi misma que mi relacion con mi jefe era sustancialmente buena. Me valoraba como la buena profesional que habia demostrado que era y por ello yo queria creer que seria incapaz de negarme tres dias libres. Me sente, deje mi bolso bajo el escritorio y encendi mi ordenador. Observe a traves de la persiana que el senor Miller ya se encontraba, como siempre a las siete y media de la manana, entregado por completo a una nueva jornada laboral. - Piensa, Sarah, piensa... - repeti en voz baja. Porque ya no se trataba solamente de como pedirle a John Miller que me diera permiso, si no de seleccionar el momento adecuado en el que el estuviese dispuesto a escucharme y a ser posible, de buen humor. Resople. El presidente de Terrarius siempre estaba ocupado. Y normalmente, todo lo que no estuviese cuidadosamente colocado en su agenda con un minimo de una semana de antelacion, le estorbaba. "Solo seran cinco minutos", pense. "No le quitare mas tiempo". Mi mesa se encontraba a unos siete pasos de su despacho. Separada de este por un pasillo cubierto por una aseptica moqueta grisacea. La madera de tonos claros daba color a las puertas y a los muebles, en los cuales se reflejaba la luz blanca de los focos de oficina que iluminaban la estancia desde el techo. De pronto me di cuenta de que Miller tenia una reunion programada para las diez de la manana, y despues recorde que John, tras las reuniones siempre solia tomarse un pequeno descanso para organizar sus ideas. "Despues de la reunion hablare con el", pense con aires de victoria. Ya estaba planeado. El momento, el lugar, las palabras e incluso los gestos. - Praxton, ?le importaria pasar a mi despacho? Ahora, por favor. Me sobresalte al ver a mi jefe apoyado en el umbral de la puerta de su despacho, observandome. Medite sobre su exquisita educacion. En sus ordenes no solian faltar los "por favor" y los "gracias", a excepcion de cuando se encontraba muy apurado. No obstante, aquellos ademanes tan caballerosos se perdian en su mirada intransigente. Su "por favor" se podia traducir perfectamente por un: "para ayer". - Si, senor Miller - respondi con inmediatez al tiempo que me levantaba de mi silla negra. Le segui. Observe su camisa de rayas, que le quedaba sustancialmente grande. Era compresible, pues se trataba de un hombre bastante delgado y esbelto, al cual le seria bastante dificil encontrar ropa de su talla. Ademas, su altura le hacia parecer aun mas consumido. Supuse que mediria cerca de un metro noventa. Cuando tome asiento, note sus ojos azules clavados en mi. Adverti que el turquesa de sus iris parecia mas intenso de lo habitual, nada que ver con el azul palido y cristalino que lucia cuando se encontraba mas relajado. Aquella era una buena manera de calibrar su estado de animo. Normalmente, yo solia darle las noticias menos buenas cuando veia el azul claro y balsamico en sus ojos. De lo contrario solia apartarme hasta que el turquesa intenso hubiese desaparecido. - Vera, Sarah, estoy muy contento con su trabajo - comenzo el. Su tono de voz jamas se elevaba mas de lo necesario. Contuve el aliento. No me gustaron aquellas palabras, no anunciaban la peticion de un nuevo informe, ni una nueva presentacion de diapositivas, ni un cambio en su agenda. Espere, tensa. - He leido su curriculum a lo largo de esta semana - continuo el.

  • Venganzas, mentiras y un amor inesperado de Athenea Stones

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    Estoy en el tren mirando por la gran ventana, los frondosos bosques tinen de verde el paisaje, mientras que el cielo esta con un azul intenso avisando de la inminente lluvia que va a caer. Son muchas horas de viajes las que llevo ya sentada en la misma postura, mi cuerpo empieza a sentir dolor, por lo que me empiezo a mover incomoda, deseosa de llegar cuanto antes a la gran ciudad. Me hubiese levantado en varias ocasiones si no fuese por el hombre que tengo a mi lado que empieza a incomodarme, estoy a punto de preguntarle si tiene algun problema conmigo. No se si esta observando el paisaje y soy yo la que se esta creando pajaros en la cabeza, o realmente me quiere decir algo, pero no se porque tengo la intuicion de que sus ojos no se fijan en el horizonte, ni siquiera en mi cara si no que es algo que esta un poco mas abajo. Vuelvo a girar la cabeza pendiente de unos pasos que acaban de cruzar el vagon, y me topo por tercera vez con esa mirada inquisitiva que me inquieta y empieza a incomodarme, me armo de valor y me levanto, le pido permiso para salir y me encamino hacia el bano. El pasillo del tren es largo y mucha es la gente que esta sentada a ambos lados pensando en sus cosas, me llama la atencion una pareja muy joven que se estan besando como si se fuese a destruir el mundo, no es que me extrane esa actitud, es mas me gusta ver que hay gente que cree en el amor y que deja fluir sus sentimientos sin importarle lo que el resto pueda pensar. Pero mi realidad es completamente distinta, solo he tenido una relacion lo que se puede llamar estable, y fue cuando solo era una cria. Fue mi primer amor, no se si se le puede llamar exactamente asi, porque enamorada no es que estuviese o al menos asi lo veo ahora, simplemente era una nina ingenua que se fiaba de cualquiera. El era mas mayor que yo, y mucho mas experimentado en cuanto a la vida se refiere. Nuestra corta pero intensa relacion fue toxica desde el inicio, es cierto que con el aprendi a disfrutar en la cama pero tambien es que no te puedes fiar ni lo mas minimo de los hombres. Resulto tener una vida paralela con otra chica, y aun habiendolos visto y recriminado en numerosas ocasiones, me negaba lo evidente. Es cierto lo que dicen que a base de palos aprendes, yo por suerte he recibido varios, y en el ambito amoroso no ha sido el unico, pero gracias a esa relacion pude aprender a ser mas desconfiada , y se que suena mal pero es como lo pienso y es que utilizo a los hombres a mi antojo y no dejo que surja ese algo mas que pueda distorsionarlo todo. Puedo decir que hasta tengo mi propia regla para las relaciones, no tener sentimientos, no crear vinculos con el genero masculino, solo me permito disfrutar con ellos, los sentimientos los dejo para otra persona. Si pensais que soy una zorra o que poca verguenza por pensar asi, lo siento, esta soy yo, mi cuerpo y mis reglas, y mi venganza, que por eso estoy en este tren direccion a la ciudad de los espejos, las luces, incluso de los suenos pueden describirla muchos, pero para mi es la ciudad de la venganza. Voy a Nueva York para conseguir mi proposito, para vengar a mis padres y a toda una vida de lucha y de trabajo que se les esfumo por un mal nacido que les estafo, ellos le consideraban mas que un amigo, como un hermano y el y su mujer se comportaron mas bien como ratas, dejando a mis padres en la ruina. Salgo del bano y vuelvo a mi asiento, mi destino esta cerca y mi nueva vida tambien. Dejare de ser una chica de pueblo, La gran manzana me espera, miro a mi alrededor y observo que el mismo nerviosismo que tengo yo empieza a generalizarse entre todas las personas que me acompanan en este viaje, estamos llegando, se nota en el ambiente la gente se mueve inquieta, los primeros rascacielos aparecen al fondo, las nubes no son lo suficiente altas como para sobrepasar gran parte de los edificios, tapando parte de los mismos. Capitulo 1 Brooke Miller Por fin me siento en el taxi, ya me habian advertido sobre lo dificil que es conseguir uno en pleno Nueva York, pero que te lleguen a tirar al suelo por conseguir uno es ya demasiado, sobre todo cuando vas cargada con dos maletas, una bolsa de deporte, el bolso, el portatil y unos zapatos en los pies que para nada son comodos, tengo tacones que me dejan menos ampollas en los pies de las que me van a hacer estos, definitivamente no fue buena idea comprar unos botines y estrenarlos para venir. Bajo la ventanilla del taxi y saco la cabeza entera por la ventana, no aguantaba mas el olor, no porque huela mal el taxista, la verdad al hombre se le ve muy profesional y aseado, ademas tiene el coche completamente limpio, es nada mas y nada menos que ese palito que tiene encendido, estaba quitando todo el aire del taxi impregnando con ese olor repugnante. No soporto el olor a incienso, en realidad no soporto los olores fuertes, ademas mi cuerpo no reacciona bien a los aromas o perfumes fuertes, se me hinchan los ojos, las fosas nasales se me enrojecen y empiezo a moquear, como si de una alergia se tratase, pero los medicos dicen que es mi subconsciente no encuentran otra explicacion, porque las pruebas de la alergia me las repitieron en dos ocasiones y no me salieron alergia alguna. No se en que momento me surgio esa alergia, pero si que se cuando empezo a suponer un problema, fue en una de las primeras fiestas de la universidad, estaba en una fraternidad junto a dos amigas de clase, y uno de los jugadores del equipo de rugby se nos acerco, el chico estaba tremendo, mis amigas babeando por el. La verdad es que el chico no tenia desperdicio, aunque era un armario empotrado, y bastante alto, tenia unos ojos penetrantes, y al parecer al chico le llame yo la atencion. Empezamos a liarnos a los viente minutos de conocernos, pero ese olor pudo mas que mis ganas de estar con el. Yo creo que llevaba puesto encima un bote entero de colonia barata, no habia parte de su cuerpo que no oliese a alcohol puro, y mi cuerpo reacciono, empece a estornudar, y mis ojos se me hincharon como dos pelotas de futbol, y que decir del aguilla que se me desprendia de la nariz sin remedio alguno. El chico se asusto tanto que se fue de la fiesta cuando apenas habia empezado, con la excusa de que al dia siguiente tenia que madrugar, mis amigas encima se enfadaron conmigo, y ahi entendi que estaba jodida, no solo iba a tener que fijarme en el fisico de los chicos, si no tambien en como olian. Mis ojos deben estar dilatados al maximo, el paisaje ha cambiado radicalmente, debemos estar entrando en plena ciudad porque los edificios son cada vez mas altos y estan por todas partes, las amplias calles, se van llenando de gente que va como loca de un lado a otro, pienso que es otra de las cosas que me tendre que acostumbrar, el estilo de vida aqui es muy diferente al que estaba acostumbrada, en las grandes ciudades la gente parece que llegue tarde a todos sitios. Yo odio llegar tarde y la impuntualidad en general, me parece una falta de respeto hacia la otra persona. Conforme vamos adentrandonos en la ciudad me voy poniendo mas nerviosa, estoy ansiosa de conocer mi apartamento, bueno eso de mi apartamento esta muy lejos de la realidad, lo voy a compartir con otra chica que ya vive ahi desde hace unos meses, y queria repartir los gastos del alquiler, para mi me parece estupendo, menos gastos y encima el apartamento segun la direccion que me facilitaron en la agencia esta muy cerca de la sucursal central de la empresa de los Calton. -Senorita, hemos llegado, bienvenida a la gran manzana- el taxista para el coche y me senala el precio del taximetro.

  • Besar a un angel de Susan Elizabeth Phillips

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    ?Como se encontro Daisy en esta solucion? Ella puede ir a la carcel o casarse con el hombre misterioso que su padre ha elegido para ella. Alex Markov, sin embargo, no tiene la intencion de interpretar al amoroso novio de una nina mimada con gustos de champan. Sin humor y mortalmente guapo, arrastra a Daisy lejos de su vida en la parte alta de la ciudad. Este hombre sin alma ha conocido a una mujer que no es mas

  • Aniquilame (Volumen 4) de Christina Ross

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    Alex y yo llevabamos un mes viviendo en una isla minuscula cerca de Bora Bora, tan pequena que no tenia nombre. Yo la bautice como la Isla Wenn. Alex la llamaba la Jungla de Jennifer. En cierta manera creo que tenia razon porque cuando no estabamos trabajando, especialmente temprano en la manana, me dedicaba a recorrer la isla, disfrutando su belleza agreste, sin paralelo, y sus impresionantes vistas del mar, y maldiciendola por las razones que nos obligaban a estar alli. A causa de las amenazas de muerte, una de ellas casi materializada en Alex, estabamos lejos de nuestros amigos, lejos de Manhattan y lejos de la Wenn. Lejos de la vida que hasta entonces habiamos disfrutado. Viviamos en la cabana principal. Aunque dificilmente podria llamarse cabana dado su tamano. Impresionante. Para mi era una casa pero, al menos, el techo de paja, los suelos de bambu, su aire polinesio y sus paredes de cristal, que se abrian completamente para dejar entrar la brisa salina del mar, le daban un cierto aire a cabana. Teniamos todas las comodidades del mundo moderno excepto agua potable. Eso, junto a otras necesidades, nos llegaban a traves de la Wenn cuando lo necesitabamos. Por todo lo demas, la casa era autosuficiente. Paneles solares y, en caso de necesidad, generadores suplian electricidad. Dada la cantidad de lluvia, a veces torrencial a intervalos breves, el agua se recogia en un tanque gigantesco, se filtraba a traves de un complejo sistema que vertia en otro tanque y esta agua se utilizaba para las duchas, la cocina, los suelos, la ropa. Internet y television nos llegaban a traves de una poderosa antena instalada a un lado de la casa. Alex y yo llevabamos los asuntos de la Wenn desde una oficina de diseno con vistas al mar, como todas las habitaciones de la vivienda. La oficina incluia varios ordenadores y una pantalla grande de television para usar con Skype cuando habia alguna reunion, teniamos que hablar con la junta, contactar con Blackwell y Tank, o cuando yo queria hablar con Lisa. La situacion no era ideal, pero nos teniamos el uno al otro, estabamos en un lugar maravilloso, un mar calido y tentador, y, lo mas importante, estabamos a salvo. Con nosotros estaban tambien la asistente de Alex, Ann, su marido, Mark, y su adorable hijo Max, de ocho anos. Vivian en una casa mas pequena, pero preciosa, al otro lado de la isla, para que todos tuvieramos nuestra privacidad. Cada uno de nosotros tenia un Jeep, excepto Max, quien se preguntaba, frecuentemente en voz alta, cuando iba a tener el suyo. Cuando Alex ofrecio comprarle uno, Ann, Mark y yo nos miramos con resignacion. -- Ah, ?si? --pregunte. -- Todos necesitamos un Jeep --dijo Alex. -- Quizas dentro de ocho anos --replico Ann--. Cuando sea legal. -- Hecho. Cuando sea legal. Despues de un mes en la isla, aun no habian encontrado a quienquiera que nos tenia amenazados a pesar de los contactos de Alex y de la presion que estos ponian en el FBI y la policia. Alex me dijo varias veces que el y la Wenn habian hecho muchos enemigos a lo largo de los anos. Algunos de ellos de cuando su padre estaba a cargo de la compania. -- Puede que no tenga nada que ver conmigo --me dijo--. Puede ser que, una vez muerto mi padre, la vendeta sea contra mi. Represento el legado de mi padre. Recuerda que es posible. En este momento no se si tiene algo que ver conmigo o no. Si asi era, ?como ibamos a saber nunca quien estaba detras de todo? La lista de invitados a la fiesta de Peachy Van Prout era la clave y aun la estaban investigando. Alguien habia tomado nuestra fotografia en esa fiesta y nos la habia enviado. Pero habia doscientas personas alli esa noche. ?Quien seria ese alguien? ?Y realmente se necesitaba un mes para averiguarlo? En Skype, Blackwell me dijo que tuviera paciencia, pero se nos estaba haciendo dificil a todos, Ann y su familia incluidos. Sabia que este aislamiento no seria algo permanente, pero aun asi echaba de menos a Lisa, echaba de menos a Blackwell, y echaba de menos nuestra vida urbana, al igual que Alex, Ann, Mark y Max la echaban de menos. Por lealtad a Alex, Ann habia acarreado a toda su familia con nosotros durante este tiempo transitorio. ?Pero cuanto iba a durar? A pesar de lo generosamente que Ann estaba siendo recompensada, ?quien podria culparla a ella o a Mark si un dia decidieran que aquello no era para ellos? Ni Alex ni yo sabiamos lo que Ann y su familia pensaban de todo aquello. Parecia que estaban disfrutando su estancia en la isla, pero eso se acabaria algun dia. Era solo cuestion de tiempo. Alex espero hasta un dia despues de llegar a la isla para hacer publico que estaba vivo. La Wenn emitio una nota de prensa anunciando que Alex se encontraba bien y dirigiendo la compania desde un lugar secreto por razones practicas. No se ofrecieron mas explicaciones. Un aluvion de rumores hizo bajar la cotizacion en bolsa de la Wenn. Finalmente, decidieron que Alex debia aparecer en un video para probar que, de hecho, estaba vivo. Con mi iPhone grabe el video contra una pared desnuda de nuestra oficina para que no hubiera forma de que nuestra ubicacion pudiera ser adivinada. Alex se dirigio a sus inversores apaciguando sus temores y prometiendo que pronto estaria de vuelta en Manhattan. -- Ahora no es el momento --les dijo--, pero tengan por seguro que sigo dirigiendo la Wenn, algo facil con la tecnologia a nuestra disposicion. Quienquiera que nos tenga a mi prometida, Jennifer Kent, y a mi como blancos sera entregado a la justicia. Regresaremos a Manhattan cuando sea seguro hacerlo. Les agradezco su preocupacion y su apoyo constante. Sepan que sigo siendo, a todos los efectos, el director de la compania. Y asi, el video fue viral y los valores de la compania volvieron a subir. Ahora estaba en la playa, con mi bikini, secandome el pelo y viendo a Alex salir del agua, desnudo. Era mucho mas atletico que yo y habia pasado mas tiempo que yo en el agua hasta que decidio volver a la playa, dirigiendose a mi con esa sonrisa que me cautivaba. Lo amaba de verdad. En algun momento, pronto, nos casariamos. Pero los dos estabamos de acuerdo en que necesitabamos esperar a que todo pasara para volver a Manhattan. -- Aparentemente el agua no esta fria en absoluto --dije, a medida que su desnudez emergia del agua. -- Aunque el agua estuviera a diez grados podria llevar con dignidad que me encogiera. -- Habra que comprobarlo algun dia. -- ?Donde? -- ?En Islandia? -- Muy bien. En Islandia entonces te lo demostrare. -- ?O quizas en tu casa de Maine? ?Podrias darte un chapuzon en febrero? El agua en sus hombros brillaba al contacto del sol, le brillaba el pelo, el vientre cincelado, su torax terso y ligeramente cubierto de vello... -- La ultima vez que estuvimos alli lo hicimos en la playa. -- ?Y por que no ahora? --pregunte. No bien hice la pregunta vi como, poco a poco, a medida que se acercaba, se le fue enderezando el pene. Nuestra forma de hacer el amor habia cambiado durante el ultimo mes. Nuestra union se habia hecho mas fuerte, mas solida que nunca. Cuando me hacia el amor era intenso, a veces delicado y, de alguna manera, me sentia profundamente protegida. Cuando me penetraba y me sostenia entre sus brazos, sentia con cada empuje que no queria que me separara de el nunca. Asi era ahora. Me quite el bikini y me tumbe en la arena, justo al limite hasta donde se arrastraba el agua, y lo mire, de pie a mi lado, recorriendo mi cuerpo con la mirada, y enderezandose mas y mas. El sol le caia encima pero por debajo del cuello, dejando su cara en penumbra. -- !Que increible eres! --dijo, apoyansdose una rodilla para besarme los labios, los pechos, el vientre, el sexo--. Para mi, eres perfecta en todo. Sepulto la cara entre mis piernas y yo me arquee de placer. -- Tomame --le dije. -- ?Como? -- No me importa. Te necesito. -- Pero, ?como? Me mordi el labio inferior. -- Ya sabes como --dije. -- ?Lo se? -- Por favor. -- ?Asi? Una vez mas jugo con la lengua. Me la restrego tan a ras del clitoris que fue una especie de agonia. Incapaz de soportarlo por mas tiempo, levante las piernas y presiones los talones contra sus gluteos. Con suavidad, lo empuje hacia mi hasta que su lengua me penetro. Fue demasiado. Volvi lo ojos hacia el cielo azul, senti olas de calor envolviendonos, y los cerre cuando su lengua empezo a entrar y salir en una danza continua que no paro hasta que empece a temblar de agitacion. Con entrega, se retiro y me penetro de un golpe certero que me obligo a contener el aliento y a contraerme por el leve dolor. Aunque el me habia preparado para recibirlo, aun no estaba del todo acostumbrada a su longitud y su calibre. Me presiono el cuello con sus labios y me beso, sintiendo los canones de su barba en el labio superior y el menton, algo que siempre era superior a mis fuerzas. Me provoco un poderoso estremecimiento que me llevo casi al borde del climax. Con habilidad, me mantuvo en una casi imposible prolongacion de extasis. Puse las manos alrededor del cuello y me colgue de el, siguiendo su ritmo, arqueando la espalda mientras que el me llevaba al orgasmo una y otra vez, siempre pegado a mi, intentado mil posturas bajo el cielo de una tierra tropical y extrana que, hasta el momento, no parecia ser la casa que ninguno de los dos queriamos. * * * Cuando ambos terminamos, Alex rodo a un lado y se dejo caer en la arena, riendose. Gire la cabeza y le hice una mueca de extraneza. -- ?Por que te ries? -- Porque fue divertido. -- ?Que diria Steinbeck? -- Me diria que no te perdiera nunca, y nunca lo hare. Al menos mientras dependa de mi. Me acerco mas a el. Con mi cabeza recostada en su pecho, recuperamos el aliento y permanecimos en silencio. Me habia provocado tres orgasmos y, por ahora, lo habia dejado ahi. Sabia que luego habria mas. Siempre era asi. Nuestra intimidad fue lo que nos mantenia con los pies en la tierra a pesar de todo lo que teniamos encima. Por algun tiempo estuvimos tumbados sin decir nada, escuchando a las gaviotas y las olas alejarse con la marea baja, mientras que me recorria el pelo mojado con una mano y yo le acariciaba el torso con otra. -- ?Eres feliz, Jennifer? -- Estoy feliz de estar contigo. -- ?Pero no aqui? Me abrace mas a el y pense la respuesta. Nunca le mentiria, asi que le dije la verdad. Pero lo hice con delicadeza. -- En estas circunstancias, no. Pero me imagino que tu sientes lo mismo. -- Quiero que esto acabe. No va conmigo huir y esconderme de nada. Todo esto es por tu seguridad, no la mia. -- Supongo que somos tal para cual, porque el que yo este aqui es para asegurarme que tu estas a salvo, no yo. Asi que cada uno esta aqui por una razon particular, que no es otra que por amor. Todo esto terminara, Alex. Tendremos respuestas. No vamos a estar aqui siempre, aunque a veces nos parezca que es el caso. -- ?Hay algo que te guste de vivir aqui? Me parecio que era importante para el que asi fuera y, francamente, era facil enumerar las muchas cosas que me gustaban de la vida en la isla. -- Me encanta escarbar en la arena buscando conchas y encontrar toda clase de vida marina cuando buceamos juntos. Estoy disfrutando la intimidad que empiezo a tener con Ann y su familia, las dos tenemos mucho en comun y nos estamos haciendo buenas amigas. Estoy mas que agradecida por tenerlos aqui con nosotros. Me gustan los repentinos e imprevisibles cambios de tiempo. Me ha gustado convertir nuestra cabana en un hogar y, ciertamente, no me importa estar tan bronceada. No recuerdo cuando fue la ultima vez. Siendo de Maine, tienes como dos meses en el verano para coger algo de color antes de palidecer de nuevo. Pero sobre todo, Alex, me encanta estar contigo. No quisiera estar en ningun otro sitio si no es contigo. Espero que lo sepas. -- Se que no es ideal. -- Volveremos pronto a casa. Pero dejame hacerte la misma pregunta. ?Hay algo que te guste de estar aqui? Lo penso por un momento.

  • La portavoz de Sophie Saint Rose

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    Katherine tiene la mala suerte de tener que cumplir con una obligacion civica. Formar parte de un jurado en un juicio por asesinato. Pero su mala suerte no termina ahi pues se enamora perdidamente de la persona que menos le conviene. El acusado, Sean Crawford no recuerda lo que ocurrio esa noche y ella estaba dispuesta a todo para librarle de la carcel para poder conocerle.

  • I love you, mon amour de Tamara Balliana

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    Cassie ha cruzado el charco para aterrizar en el corazon de la Provenza. En esta idilica region francesa, la norteamericana podria desempenar su ultima mision como consultora del grupo hotelero Richmond. Si supera con exito el trabajo, alcanzara el sueno de su vida: dirigir su propio hotel. Sin embargo, la experiencia va a ser muy distinta de lo que ella espera. Los encantadores pueblos y paisajes, el agradable soplo del mistral, la deliciosa gastronomia, el canto de las cigarras, la pintoresca familia de su companera Olivia... la sumergiran en un universo de ensueno, al que se sumara el turbador atractivo de Damien, el director del hotel. Con todos estos ingredientes, ?conseguira Cassie seguir el plan que se habia trazado? ?O se interpondran la Provenza y el amor?

  • El estafador del amor de Natalia Divan

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    Antes de continuar, me cercioro por ultima vez de que estoy en el lugar adecuado: <>, leo en la placa de una fachada. Si, es aqui. Camino unos pasos esquivando a un par de ancianas que se mueven con dificultad, cada una de ellas sujetandose del brazo de la otra, y llego a la entrada de un edificio senorial, solemne y recientemente reformado. Sobre la puerta descansa anclado un distintivo 2 dorado. Este es un barrio de pijos. Me acerco al portero automatico y presiono el boton junto al cual hay una pegatina en la que se puede leer <>. --?Si? --pregunta una voz femenina a traves del telefonillo. --Eh, hola --titubeo nerviosa--. Soy Alizee. Ayer pedi una cita para... --Suba --la voz me interrumpe y, tras un zumbido electrico, la puerta se abre. Entro y cierta fragancia delicada me acaricia el sentido del olfato. No se trata del tipico ambientador en spray de marca blanca que se utiliza para disimular olores, ni mucho menos. Parece ser que en esta comunidad gusta bastante lo delicado, lo exclusivo. --Hola --le digo a la limpiadora. --Buenos dias --me saluda educadamente y vuelve a centrar la atencion en sus quehaceres. Subo en ascensor hasta el tercer piso. Alli, la puerta del 3o B esta entreabierta. Pego timidamente y entro. --?Le ha sido facil encontrar aparcamiento? --me pregunta con una sonrisa de oreja a oreja la recepcionista, que esta sentada tras un escritorio. Es una senora de unos sesenta y pico anos que viste de forma muy elegante y que es bastante sexy. --He venido en metro. --Le devuelvo la sonrisa. --!Ah! --Ella hace una mueca. Supongo que la gente que contrata los servicios de un detective no es gente que, en general, suela usar el transporte publico. Eso es muy lower-class. En este momento me replanteo si, de verdad, puedo permitirme desembolsar tanto dinero en esto. --Agustin la atendera en un momento --dice la mujer, centrando su atencion en un monton de papeles que comienza a ordenar--. Puede ponerse comoda. Dicho y hecho. Me siento en un confortable sillon que hay en la entrada y me dedico a admirar la decoracion: muebles buenos y modernos, plantas naturales, bastante luz que entra a traves de las amplisimas ventanas, elegante papel de pared, un titulo enmarcado de detective reconocido por el Ministerio del Interior... Un pasillo parece conducir al resto de las estancias del piso, imagino que esto es una casaoficina. En la habitacion en la que me encuentro hay, ademas, una puerta cerrada a cal y canto con un cartelito de metal incrustado que reza <>. Lo mas probable es que Agustin este ahi dentro, tras el letrero. Miro de soslayo a la recepcionista, que continua poniendo orden en su escritorio. ?Estaran Agustin y ella casados? Tras cinco minutos de espera, la puerta que estaba cerrada se abre y, al otro lado, aparece un senor trajeado, canoso, alto y languido de la misma edad que la recepcionista. --?Alisei? --Me dirige una mirada. --Alizee --le corrijo la pronunciacion. --Disculpe. Pase. Entro en su pequeno despacho, en el que me siento como atrapada en una jaula por la falta de ventanas y las numerosas estanterias repletas de libros que tocan el techo. Ambos tomamos asiento, cada uno a un lado de un escritorio de roble. --Bueno... --dice lentamente mientras entrelaza las manos, como si no supiera por donde empezar--. Mi nombre es Agustin, aunque eso ya lo sabra. ?Te parece bien que nos tuteemos, Alizee? Ahora lo he dicho bien, ?verdad? --Si --respondo con una risilla nerviosa--. Mejor nos tuteamos. --Sofia, la recepcionista, me ha dado algunos detalles sobre lo que necesitas, pero mejor que me lo expliques tu misma. --Pues --mientras hablo me fijo en que sus ojos, cansados por el paso del tiempo pero todavia hermosos, son celestes como el cielo-- quiero investigar a mi pareja. --?Hombre o mujer? --pregunta mientras comienza a realizar anotaciones. --Es varon. Se llama Marcos. --Dejame adivinar: crees que te es infiel con alguien --sugiere sin dejar de escribir--. Una amiga, quizas. --No... --!Vaya! --Da un chasquido con los dedos--. Suele ser eso. Entonces, ?de que se trata? --Creo que mi novio no es quien dice ser. Temo que me ha estafado y que me engana, pero no estoy segura. No se que pensar. --Interesante... --dice rascandose la barbilla--. ?En que te basas para acusarlo de tal cosa? --Me llego un mensaje. Saco mi telefono movil del bolso, ingreso en mi cuenta de Instagram y le muestro el misterioso mensaje privado que recibi hace un par de dias de un perfil 'vacio', sin fotos, ni seguidores, ni seguidos ni ninguna descripcion, y cuyo nombre de usuario es <>, una sucesion aparentemente aleatoria de letras y numeros. Estoy convencida de que, quien sea que esta detras de esta cuenta, la creo con el unico fin de ponerse en contacto conmigo. Agustin lee el mensaje en voz alta: --<>. --?Que te parece? --pregunto intrigada por conocer su opinion --Ummh... --Se rasca ahora compulsivamente la cabeza, pensativo--. La imagen de la que habla, ?en ella apareces con Marcos? --Si. Es la primera que subo junto a el. Soy muy celosa de mi intimidad. --?Puedo verla? Asiento con la cabeza y le muestro la fotografia durante algunos segundos. Fue tomada en un restaurante por un camarero. --?Marcos sabe que la has subido? --No. Mi novio ni siquiera tiene redes sociales. --!Oh!... ?Que edad tiene Marcos? --La mia. Veintinueve. --?Alguien menor de treinta anos, en pleno 2019 y que no tiene ni una sola red social? --Entiendo lo que estas sugiriendo. Confieso que a mi tambien me parecio raro al principio, pero tampoco es como para desconfiar... ?O si? --Mira, te sere claro, Alisei... --Alizee --vuelvo a interrumpirle. --Disculpa. Como decia, existe la posibilidad de que, si, se trate de un estafador. A juzgar por el tono de desesperacion, ese mensaje que has recibido parece sincero, aunque podria ser completamente contrario a la verdad y perseguir algun oscuro objetivo como destruir vuestra relacion. Dicho esto, te advierto de que en los ultimos anos se han puesto muy de moda los conocidos como 'estafadores del amor'. --?Que es eso? --pregunto atonita, aunque ya formando una idea en mi mente de lo que puede significar. --Son personas, hombres en su mayoria, que se aprovechan de sus victimas haciendoles pensar que sienten grandes sentimientos hacia ellas. Se ganan su confianza, a veces logran meterse en sus casas, les apartan de sus familias y amigos y les sacan todo el dinero que puedan. --Oh, mon Dieu. --Me llevo la mano a la boca al ver similitudes respecto a mi relacion con Marcos. --Pero no seamos negativos, por favor. Al menos, no todavia. No tenemos ninguna prueba solida para acusar a tu novio de nada. --Le da un pequeno sorbo a su botellita de agua. Parece tener la lengua seca de tanto hablar--. Estos estafadores suelen aprovecharse de individuos debiles, psicologicamente hablando. Gente que no tiene muchos amigos, gente timida, que esta sola, maleable... Gente mas facil de enganar. ?Te sientes identificada? --No me considero una persona debil ni timida --respondo con total sinceridad--, pero, cuando lo conoci, yo estaba sola. Acababa de llegar a Espana. --Ahi esta --exclama Agustin chasqueando los dedos, como si acabara de descubrir la clave --. El fue tu apoyo, ?verdad? --Si. Me ayudo muchisimo. --Alisei, necesito que me lo cuentes todo. Como lo conociste, cuando, que me des detalles de su actitud a lo largo de todo este tiempo... No te dejes nada en el tintero ?de acuerdo? --La historia es un poco larga --le advierto. --Descuida. Tengo toda la tarde para escucharte. --Pues vamos alla... Tomo aire y me preparo para hacer memoria y hablar sobre todo lo que se de Marcos.

  • Resolviendo el pasado de Sergio Arcot

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    La colaboracion de Oliver, un veterano investigador con Alice, una investigadora de rapido ascenso sera crucial para resolver una serie de multiples casos que muchos creian que no se llegarian a descifrar.
    El ultimo caso al que se enfrentan los llevara, ademas, al pasado de Oliver. Por su propio bien y por el de los civiles inocentes, hay que llegar al fondo del asunto.

  • Salvaje de Nicola Marsh

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    Hudson Watt era el mejor amigo de Makayla Tarrant. Sin embargo, le rompio el corazon y ahora, cinco anos despues, ha regresado. Esta mas sexy que nunca y puede hacer que Mak triunfe como bailarina. o que fracase. Ella quiere odiarlo. Quiere demostrarle que es inmune a su atractivo. Pero, sobre todo, Mak quiere. !tenerlo todas las noches y de todas las maneras posibles

  • Septiembre puede esperar de Susana Fortes

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    .El 8 de mayo de 1955 la escritora Emily J. Parker desaparece en Londres mientras la ciudad celebra el decimo aniversario del final de la II Guerra Mundial. Nunca mas vuelve a saberse nada de ella.

  • Falso nueve de Philip Kerr

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    Que el futbol sea un deporte no implica que haya que jugar limpio. Scott Manson, entrenador de futbol, esta buscando trabajo, pero en el actual mundo del futbol, plagado de estrellas, no le va a resultar facil encontrarlo. El puesto de entrenador que le ofrecen en Shanghai resulta no ser sino un elaborado timo, y los del F. C. Barcelona no quieren contratarle como entrenador, sino como detective. Por lo visto, una de las estrellas del Barca ha desaparecido y Scott tiene un mes para dar con ella. Mientras sigue el rastro del futbolista desde Paris a Antigua, Scott se topa con hombres corruptos y con mujeres retorcidas, y descubre lo podrido que esta el corazon de tan bello deporte.

  • Caliban (Infierno 1) de Aurora Reglero

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    Caminaba en silencio por las largas dependencias de su pequeno reino. Alli era el rey, el amo del mas selecto club de fantasias sexuales e intercambio de parejas del pais. Un club con socios que pagaban una altisima cuota con el fin de controlar lo que alli sucedia, pero donde todo podia suceder en materia sexual. Pero eso si, bajo sus reglas, porque el nunca hubiera permitido que en su reino alguien rompiera sus normas. Era un sitio de calidad, donde los seres humanos que traspasaban sus lindes cumplian a rajatabla cada una de esas reglas. Sobre todo, la de la libertad. Nadie era coaccionado a hacer nada que no quisiera. Y nadie entraba a la fuerza o sobornado de alguna manera. Y precisamente, alli estaba, cabreado hasta la medula, porque ahora le tocaba lidiar con un tocapelotas que habia roto una de sus normas: intentar forzar a una de las camareras. Y encima era uno de los porteros del local. Habia mananas que simplemente le tocaban las pelotas, y esta era una. Todos sabian que las chicas no se tocaban, si ellas no querian que las tocasen. Todas eras espectacularmente bellas, todas de al menos metro setenta y largas y estilizadas piernas. Todas tenian un tipo estupendo, pues iban vestidas con corpino, ligueros y medias de rejilla. Ese era el uniforme del local para las camareras y las chicas que atendian las necesidades de los clientes. Pero no las sexuales. Porque en aquel club la mayoria de los que entraban lo hacian con alguna pareja, ocasional o fija, o senoritas que eran socias y querian un sexo libre y sin complicaciones. Y por eso las trabajadoras no se tocaban. Nunca. A no ser que ellas quisieran. Todas tenian largas melenas leoninas, cada una de un color diferente. Las habia morenas, rubias, pelirrojas e incluso una tenia el pelo de color rosa chicle. Habia una oriental y una mulata brasilena espectacular. Y todas tenian generosas curvas y pecho exuberante. Porque era lo que a el le gustaba. Las mujeres voluptuosas de generosas proporciones. Nunca le habian gustado delgadas, aunque en su cama habia habido mujeres de todas las clases. Tantas que ya habia perdido la cuenta. Cuando habia atravesado las puertas de "El Purgatorio", el nombre de su reino ya sabia lo que habia sucedido pues por algo tenia ciertos poderes que iban intrinsecos a su rango. No, el no era un hombre como todos los demas. El era un demonio de un alto rango. Y aunque a ojos de la humanidad tenia que adoptar una forma humana normalizada, en privado tenia otros atributos tipicos de un demonio de su estirpe. Porque el, Caliban el Grande, o Caliban Insignu, Caliban el Distinguido, era un demonio del fuego y la batalla, con cinco legiones de demonios a su cargo, y se habia distinguido siempre, desde tiempos ancestrales en multitud de batallas contra el bien. Hasta que se canso, hacia ya unos anos, y se gano a pulso su relativa libertad para hacer lo que le diera la gana. Un retiro al mundo de los humanos en forma de empresario de un club de sexo pervertido, lascivo y divertido. Pero libre. Una cosa era la seduccion siempre divertida, intentar llevar a alguien al lado oscuro del pecado y del placer, y otra cosa era forzar. Eso no podia soportarlo. Tenia muchos anos, era demasiado viejo para consentir ciertas cosas. No en su reino. Siguio caminando por las largas dependencias, cada vez con mas cabreo, hacia su despacho, vestido con unos vaqueros que le quedaban ajustados, mostrando un perfecto trasero y una camisa de seda negra semi abrochada que mostraba un pecho bien torneado, sublime. Tenia la piel color canela, de una tonalidad algo mas fuerte que la media. Y era alto, un metro noventa y cinco de pura fibra y musculos bien definidos. Una larga melena que siempre recogia en una coleta, un mono e incluso dos trenzas que no le restaban ni un apice de virilidad, y una barba de tres o cuatro dias que le quedaba perfecta en aquel rostro bello, varonil y anguloso. Y unos ojos del color del ambar, que cuando se excitaba o enfadaba podian llegar a parecer amarillos brillantes. Como ahora. Hoy se habia cogido dos trenzas, y las dos, del color del chocolate caliente reposaban sobre sus hombros, dispuestas como el, para la batalla. Pero esta batalla seria muy facil de ganar. Entro en su despacho, una habitacion amplia con un sofa cama, aunque rara vez se quedaba alli a dormir, pues en el propio local tenia su habitacion privada, exclusivamente para el, un armario con algo de ropa, una amplia mesa con sillas ergonomicas y un ordenador, asi como material de oficina. Tambien un mueble bar con botellas y vasos. Su refugio. Cuando entro Saura estaba alli. Su amiga, su companera en miles de batallas durante mas de dos mil anos, su mano derecha, la sucubo a la que confiaria toda su vida, todo cuanto el era, la unica que le habia seguido como habia hecho siempre cuando el habia decidido marcharse, abandonar el averno para empezar una nueva aventura, la unica que logicamente conocia su verdadera condicion. Nadie mas sabia quienes eran ellos. Lo unico que veian era una pareja muy atractiva y exotica. Ella era muy bonita, con una piel color avellana y unos grandes ojos color violeta. Era alta, no tanto como el, pero mucho mas que la media, y sus formas bien definidas. Cuando le vio entrar ya sabia que venia encendido. Le conocia bien para adivinar sus emociones, y la de hoy era caliente, muy caliente. --Buenos dias --le dijo Saura. --Hola. Y se sento en su despacho, mirando a la sucubo con atencion. Ella enseguida supo que le estaba dando margen para que le contara como se habian desarrollado los hechos. --Se excedio, esta claro. Entro cuando estaban recogiendo todo al final de la noche. Pillo a Laura en los vestuarios, cuando se estaba cambiando de ropa para marcharse. Ella tuvo la mala suerte de estar sola, siempre es la ultima que termina...y la intento forzar. Los gritos alertaron a Saul y a mi, que nos dirigimos hacia los vestuarios. Cuando llegamos el estaba encima de ella en el suelo, intentando besarla. Laura tenia la blusa desgarrada y un golpe en un ojo. Le habia dado un punetazo para que se callara. Le apartamos enseguida de ella y le encerramos en la mazmorra. A ella intentamos calmarla y llamamos a nuestro medico de confianza para que le inyectara un calmante. Le habia dado una crisis de ansiedad. Saul la llevo a casa y la cuido Jennifer, ya sabes que la camarera y ella comparten piso. A Laura le he dicho que se tome unos dias libres, los que necesite, que no se le van a descontar del sueldo, y que ya nos encargabamos de el. No ha preguntado como. Eso es todo a grandes rasgos. Saura espero a que el hablase, pero parecia sumido en sus propios pensamientos. Pasaron unos largos segundos que a ella se le habian hecho eternos. Parecia una estatua de sal, fija la mirada en algun lugar lejano. Ella sabia que se estaba intentando controlar. --Ha roto las reglas. --dijo al fin. --Y debe pagar por ello --concluyo Saura. --?Donde esta esa rata? ?En la mazmorra? --Si. --Pues vamos. Se levanto con la agilidad de un felino y camino hasta las escaleras que le llevaban a su particular inframundo, seguido de cerca por la sucubo. Descendieron hasta el pasillo donde estaban las mazmorras, lugar que utilizaban para algunos clientes exigentes que necesitaban un espacio que reprodujese las antiguas carceles medievales. Cuando abrieron con su llave la puerta se encontraron con el individuo hecho un ovillo sobre si mismo, atado a una columna de pies y manos. Ya no quedaba nada de la soberbia de antano en el. Ahora parecia mas bien un animal acorralado y temeroso que sabia lo que le esperaba. --Yo...lo siento, Caliban. No queria... --No hables --y le dijo estas dos palabras con tal determinacion en la voz que el deshecho se callo inmediatamente--. No se te ocurra hablar al menos de que yo te lo exija. Tu ya no puedes decir nada. El deshecho se echo a llorar y a Caliban aquello le parecio la gota que colmo el vaso. No soportaba la cobardia, era superior a sus fuerzas. --!Ten al menos un poco de dignidad! --grito atronando las cuatro paredes con su profunda y grave voz. --Levantate --le exigio ahora Saura. Se levanto a duras penas y los miro con mirada suplicante. --?Tienes una ligera idea de lo que te va a pasar? --Le pregunto poniendose mas cerca de el. --No. Yo... --!Silencio! No lo repetire mas... En un momento vas a freirte como una sardina y despues te enviare con mi padre, donde arderas por toda la eternidad. ?Que te parece el plan? El individuo se le quedo mirando sin entender muy bien, pero entonces tanto Saura como Caliban abandonaron su forma humana y los dos mostraron sus verdaderos atributos. Crecieron sus musculos y sus estaturas y unos cuernos en forma de espiral como los de los machos cabrios les asomaron por las sienes retorciendose hacia abajo. Una larga cola terminada en una uve les asomo chasqueando el aire, como un perfecto latigo. Su piel adquirio una tonalidad mas cercana al granate y antiguos y extranos tatuajes les recorrio todo el cuerpo. La ropa quedo hecha jirones a sus pies. El deshecho se meo en sus pantalones. --Ahora si... ?tienes algo que decir? --Pregunto Caliban. Pero el deshecho no podia hablar. Se habia quedado en shock.

  • En la penumbra de Catherine Parker Larranaga

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    La vida de Geanpierre Sabadini, magnate italiano poseedor de importantes companias internacionales, esta sumergida en la busqueda constante de quien fuera su padre, aquel que nunca conocio pero cuyo pasado ensombrecio su vida y la de su madre. El amor clandestino de ella, una cortesana, con un hombre de alto nivel social, determinan su llegada al mundo, nacimiento que dejara al descubierto una obscena infidelidad dificil de afrontar. Incapas de resistir esa carga en sus espaldas y el repudio familiar, el padre de Geanpierre los abandona a su suerte tomando una drastica decision. Su madre, se vera obligada a huir para intentar olvidar al hombre que amo y evitarle a su hijo la verguenza de su origen. Esa verdad se la confesara antes de morir, para no llevar a la tumba un secreto que peso por anos en su conciencia. Solo entonces Geanpierre conocera el verdadero nombre de su padre e ira tras lo que quedo de el.
    Mientras lleva a cabo la estrategia ideada para desenterrar su pasado, que devela realidades dolorosas, encuentra el amor; un amor que tendra que conquistar constantemente debido a su propia reputacion: la de un mujeriego.
    La novela, envuelve al lector, en la vida de un hombre de cautivante personalidad, cuyo afan de romance, con una mujer racional y calculadora, se transformara en su propia debilidad. Sera Elizabeth quien, con su belleza y escurridiza forma de ser, terminara por seducir a Geanpierre.
    La hermosa ciudad de Positano es el escenario donde este hombre viaja al pasado, vuelve al presente y enfrenta un futuro desafiante. Un entorno de bellos riscos y anaranjados atardeceres mediterraneos que enmarcan una historia romantica, intrigante e inesperada.

  • Mi nombre es Violeta de Santi Anaya

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    Violeta es la chica nueva del instituto. Sus nuevos companeros no conocen nada de su pasado. Y eso ya le va bien. Porque significa que nadie sabe que hasta los cinco anos fue Nacho y todo el mundo la trato como aquello que no era: un nino. Sin embargo, todo eso se vuelve un problema cuando Violeta conoce a Andres. Por primera vez le gusta un chico y siente que tiene que explicarle la verdad. Pero cada vez que lo intenta es incapaz porque tiene miedo de que salga corriendo lejos de ella.

  • Cuando menos te esperaba de Luciana V. Suarez

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    Libreria Barnes and Noble, Norwalk, Connecticut. Entrevista a la escritora de best sellers, Avery Willoughby, para el canal News 12. Entrevistador: Antes que nada, felicidades por su nueva novela, al leerla uno se da cuenta de por que sus libros tienen tan buena acogida, dado que en ellos explora temas de perdida, tanto de personas como de la fe en la vida y en Dios, y que cuando pasa la tormenta la vida te tiene reservada sorpresas, como una recompensa inesperada por todo lo malo que uno ha atravesado. ?Coincide con que esto es asi? ?Que a esto se debe su exito? Avery Willoughby: Si, es decir, siempre que me hacen esa pregunta, "?a que cree que se debe su exito literario?", respondo que no puedo saberlo con precision, ya que ningun escritor puede saberlo, en realidad, porque no nos ponemos a pensar cual es la formula del exito a la hora de escribir un libro, porque no funciona de ese modo, es decir, es agradable que algo en que pasaste tantas horas, meses y a veces hasta anos trabajando, algo en lo que no solo invertiste tiempo sino tambien sentimientos ----porque llegas a involucrarte emocionalmente con los personajes y todo lo que les ocurre que durante todo el proceso de escritura tu cabeza se encuentra absorbida por ese mundo----, tenga tan buena recepcion y conecte con tanta gente. Eso me dice que no solo les gusta porque encontraron a la historia interesante, sino porque tambien encontraron en ella algo que estaban buscando en el momento, tal vez se sintieron identificados con algo. Entrevistador: O sea que el escapismo de la realidad no es el unico factor que incide cuando un lector busca un libro. Avery Willoughby: Principalmente si, porque los libros, en especial los libros de ficcion, tienen la obligacion de cumplir con la norma del entretenimiento, y lo que nos lleva a escogerlos es el escapismo de la realidad, porque la mayoria estamos absorbidos por obligaciones y por la vida diaria y, de alguna manera, buscamos un quiebre a ello, algo que torne la rutina excitante, pero tambien creo que cuando encuentran personajes con los que pueden conectar, y temas con los que pueden relacionarse, pues congenian mucho mejor con el libro. Entrevistador: Concuerdo con ello. Y, de acuerdo a todos estos temas, ?usted misma los ha vivido? ?Que tanto hay de usted en esta novela? Avery Willoughby: De acuerdo a los temas, si. Yo he perdido a varias personas en mi vida, como mucha gente, y tuve periodos oscuros en que todo era penumbras y me costaba ver con claridad. Cuando estas en ese estado pierdes el norte y te cuesta encontrar un rumbo, pero bueno, es algo que es parte de la vida, y todos los humanos atravesaremos por ello. En cuanto a que tanto de mi hay en esta novela, pues creo que esta respondida en la primera pregunta, pero debo anadir que la protagonista, al igual que yo, es escritora, y tiene un par de manias mias, pero tambien hay algunas diferencias, desde luego. Entrevistador: Y con respecto al tema de la esperanza y de volver a empezar, ?a usted le ocurrio lo mismo que a la protagonista y eso fue lo que la hizo volver a empezar? Avery Willoughby: En ese sentido diferimos bastante, porque la protagonista encuentra gente, mas precisamente encuentra amor en estas personas, y yo mas bien encontre algo que me ayudo a salir de todo ello: la escritura. Como lo dije en muchas ocasiones, si bien yo escribi desde pequena, no lo hice de manera continua, y solo empece a hacerlo con frecuencia hace tres anos atras, y descubri que fue tan catartico como entretenido y liberador, y ahora es una parte intrinseca mia, asi que estoy muy feliz por ello. Entrevistador: O sea que se puede decir que, a diferencia de las protagonistas de sus historias, en lo personal usted esta soltera y no tiene hijos. Avery Willoughby: Asi es. Estoy soltera y no tengo hijos. Entrevistador: ?Y tambien se puede decir que esta a la espera de que una persona especial llegue a su vida? Avery Willoughby: Hummm, ni a la espera ni buscando. Supongo que esas cosas uno no las planea en la vida, solo llegan por si solas. Entrevistador: Y, dado que en el aspecto profesional tiene mucho exito, ?que diria que es lo que le falta para ser feliz? ?Formar una familia, tal vez? Avery Willoughby: Como dije recien: eso no esta en mis planes, supongo que porque ahora mismo estoy soltera, pero no por ello puedo descartarlo, asi que diria que la respuesta es si, para ser completamente feliz me gustaria formar una familia. Capitulo 1 Tan pronto llegue a mi departamento, me tire en la cama sin siquiera desempacar, sentia todo el peso del mundo encima. Usualmente eso ocurria cuando estaba de gira con la promocion de un nuevo libro, ya que debia viajar por varios Estados del pais. En esta ocasion fueron quince, tres mas que el ano anterior, comenzando en la costa oeste, pasando por el medio oeste, y terminando en la costa este, en donde en todos lados el itinerario del evento era el mismo: sentarme enfrente de mis lectores, leer un capitulo o dos de mi nuevo libro, responder a las preguntas que me hacian al respecto, y luego firmar sus copias y tomarme fotos con ellos, aunque, a veces, al final me hacian una entrevista para alguna revista o blog literario, periodico o canal local. Y, entonces, regresaba al hotel, comia, me banaba y cambiaba, y luego debia tomar un vuelo para mi proximo evento en otro lugar, en donde haria exactamente lo mismo hasta acabar con la lista de Estados que me asignaban. No renegaba de ello, desde luego, porque adoraba mi profesion, aunque lo que mas me agradaba de ella era el acto de escribir per se, pero tambien me gustaba escuchar de boca de los lectores cuanto les habia gustado la historia y cuanto significaban los personajes para ellos, y eso era gratificante. De a poco, mis pensamientos fueron apaciguandose hasta que entre en un sueno profundo, del que no desperte sino hasta que descubri que la habitacion estaba completamente a oscuras, solo estaba vagamente iluminada por la luz que se filtraba a traves de una rendija de la ventana. Estire la mano rapidamente hacia la lampara y la encendi. Me quede un rato recostada, haciendo amagues de levantarme, solo mirando a las rayas que proyectaba la luz en el techo mientras recordaba lo que habia sonado. Cada vez que estaba muy cansada tenia suenos vividos y lucidos, como si los estuviera viendo en una pantalla, o como si los estuviera leyendo en la descripcion de un libro, probablemente porque mi mentalidad de escritora estaba acostumbrada a las descripciones, que cada vez que describia un escenario era como adentrarme en la escena. Pero esta vez, a diferencia de otras ocasiones, la imagen se habia esfumado de mi mente y solo recordaba que estaban tres personas. Era un dia de verano, eso lo sabia porque el sol brillaba intensamente, reflejandose en esas tres personas (probablemente por eso no lograba divisarlas bien), pero lo que mas me habia cautivado de ese sueno era la sensacion que me habia dejado: amor, habia tanto amor en esas tres personas que era capaz de embargarme y todavia podia sentirlo; era muy fuerte, tanto que me habia embriagado hasta dejarme alucinada. Lleve mi mano al pecho, porque todavia podia sentir ese amor calandome en los huesos. Nunca antes me habia ocurrido algo asi, es decir, en los suenos vividos eran las imagenes tan nitidas lo que me cautivaban, pero no habia sentimientos como en este caso. Me quede pensando en el significado de ese sueno, es decir, sabia que todo lo que sonabamos significaba algo, pero en este caso no entendia que, dado que no creia conocer a las personas que aparecian. Probablemente era mi subconsciente enviandome inspiracion para mi nuevo libro. Cuando logre recomponerme, me levante de la cama y fui hacia la cocina a ver si habia algo para comer, dado que mi estomago estaba rugiendo de hambre, pero como me habia ido de viaje por dos semanas, desde luego que no habria nada, nada preparado en realidad, solo cosas para cocinar, y no tenia ganas de hacerlo, asi que ordene comida china. Mientras aguardaba a que mi pedido llegara, tome una bolsa de doritos y me puse a engullirlos, luego abri una cerveza que la bebi de la lata nomas. Tome a Emily Dickinson, mi gata, que habia quedado al cuidado de Lisa, mi agente literaria y amiga, que pasaba a verla dos veces al dia cuando me iba y le daba de comer y limpiaba sus necesidades. Emily Dickinson me lamio el menton, como siempre lo hacia, despues se froto en mi cara de manera afectuosa; era una gatita carinosa y muy companera. Lo unico que lamentaba de mi trabajo era que a veces requeria ausentarme por varias semanas y, entonces, ella se quedaba sola. Para cuando la comida llego, ya casi habia terminado la bolsa de nachos. Me sente en el alfeizar de la ventana del living, apoye la espalda en el respaldo, y me puse a comer de la caja nomas, con Emily Dickinson recostada a mis pies. Mientras comia, mire a traves del cristal, desde alli la vista estaba cubierta mayormente de edificios, como era de esperar en una ciudad como Manhattan, las luces de algunos titilaban en lo alto, y abajo se veia el trafico frenetico, como era usual ahi, aunque un sabado por la noche lo era mas aun. Todos los que vivian en Nueva York tenian planes los sabados por la noche, o a veces incluso los dias de semana, por algo era la ciudad que nunca dormia o descansaba o se callaba. Yo solia ser una de esas personas, que esperaba ansiosamente cada sabado para terminar en algun antro, bebiendo cantidades de alcohol que ahora apenas podia probar, o consumiendo alguna sustancia que, en la actualidad, hasta me daba miedo admitir tal cosa, o enrollada en la cama de algun extrano al que despues apenas recordaba. En realidad, eso era lo que la mayoria de las muchachas jovenes hacian, ya fuera en Nueva York o en otro lugar, pero ahora, mirandolo en retrospectiva, incluso cuando era algo natural, me avergonzaba un poco haber actuado de esa manera. De todas formas, de eso ya hacia bastante que apenas lo recordaba y, cuando lo hacia, me parecia que era una vida que le pertenecia a otra persona y no a mi y, en cierta forma, asi lo era, porque ese era mi antiguo yo, mi nuevo yo diferia bastante de ese, como si fuesen dos personas opuestas, ya que ahora apenas salia y, cuando lo hacia, solo era para ir a algun evento literario o a cenar o al cine o al teatro, aun cuando apenas tenia amigos, solo una, y era mi agente, asi que estaba relacionada a mi empleo, pero era una buena amiga, por lo que a veces cuando salia lo hacia con ella. Pero mas alla de eso no hacia nada, por lo que llevaba una vida monotona y comoda, en la que todo lo que hacia era trabajar desde mi departamento, ir a un refugio de animales que estaba a la vuelta de mi edificio a brindar mi ayuda, y salir a correr a veces, o ir a eventos literarios, lo cual no estaba mal para mi, porque era afortunada de tener un empleo sonado que me reportaba grandes satisfacciones, que podia hacerlo en pijamas y estando acostada con mi ordenador en el regazo, pero habia veces, como esa noche, en que una sensacion de vacio y desasosiego se apoderaba de mi, como si fuese una entidad que intentaba poseerme y al final lograba hacerlo, porque me sentia sola y miserable y no tenia a nadie para consolarme, o para que me diera un abrazo. Estaba completamente sola e intuia, y temia, que siempre lo estaria.

  • La ayudante de Cupido de Lighling Tucker

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    -No ha quedado tan mal. -sonrio Destino mirando una nueva faena hecha. Gracias a el y Cupido habian unido a una pareja que ya habia perdido la esperanza en el amor. Verlos pasear de la mano como si de dos mozuelos se tratara lo conmovio. Era bonito ver el amor abrazar dos personas de setenta anos. Chasco los dedos y el libro donde miraba el mundo humano se cerro. Era un nuevo caso cerrado con efectividad y rapidez y sabia quien habia redactado el informe. -Setenta anos ?eh? -dijo tratando de llamar la atencion de su socio Cupido, el cual andaba mirando los peces de colores que tenia en su despacho. -Un caso muy complicado ?no crees? -Uhm. -asintio su socio complacido viendo nadar los pequenos animales de un lado al otro. Pero Destino no iba a dejar el tema. -?Me pregunto quien habra redactado el informe? Y, al fin, su socio comprendio lo que el estaba tratando de hacer. Dejo de estar encorvado mirando sus mascotas para ponerse recto y encararlo de frente. Su rostro lucia interrogativo, ademas, hizo una mueca de desagrado antes de tomar la palabra. -Sabes de sobra que ha sido Paige. ?Por que? -Esa chica trabaja demasiado. Cupido nego con la cabeza, ese tema lo habian tratado tantas veces que sabia lo que estaba pasando por la cabeza de su amigo. Estaba a punto de estrangularlo, no habia dia que no le sacara el tema de su ayudante y el comenzaba a ceder terreno. -Tienes que enviarla a la Tierra Cupido, su tiempo a expirado. -dijo como si las cosas fueran tan sencillas. En realidad no lo eran, pero Destino tenia que convencerle que la entregara antes de que todo fuera demasiado tarde. -No... -titubeo Cupido. -No puedo hacerlo. -confeso. Y esa era una realidad devastadora, el no podia hacerla partir a la Tierra pero era de vital importancia que dejara libre a Paige. -No puede quedarse mas tiempo aqui. Lo observo caminar hasta el asiento tras su escritorio y dejarse caer pesadamente. Era mas que evidente que le costaba deshacerse de la pequena humana. -Solo un poco mas. -suplico como si de un nino se tratase. No, era el momento. -Eso lo dijiste hace cuatro anos. -tomo aire y continuo:-Esto ha durado demasiado tiempo, debe volver a la Tierra. Hazlo como veas pero tienes una semana para que retorne a su lugar o lo hare yo. Y era una promesa solemne. Cupido, finalmente, se dio por rendido. En realidad, era lo mejor. -Esta bien. Lo hare. -Buena decision. Capitulo 1 -!?Vacaciones?! -bramo llevandose las manos a la cabeza. "Esta bien, que no cunda el panico." -penso antes de lanzarse a la yugular de su jefe. Aquello debia de tratarse de una broma, de lo contrario comenzaba a no tener gracia alguna. -Paige. -la voz profunda de su jefe entro en su mente y lo alboroto todo. No, aquel tono de voz no era de estar tomandole el pelo. -Cupido, no puedes obligarme. El se tomo aquella frase lanzada al aire como un reto, se tomo el menton con la mano derecha y sonrio directo a ella. Si, aquella mujer le provocaba ternura y mas ahora que suplicaba seguir trabajando. Por otra parte, no podia seguir haciendolo, era el momento que aquellos anos a su servicio fiel y total le regalaran un merecido descanso. -A ver... -penso bien sus palabras antes de que Paige las tomara en su contra. -No es un castigo, necesitas descansar. Y la pobre lo miro con la cara desencajada, era mas que evidente que le desagradaba la orden. Su rostro era pura desolacion, todos sus rasgos se habian marchitado en una profunda pena. Era dificil ver a semejante belleza tan triste. Si, Paige Moon era una mujer completamente hermosa. -?He hecho algo mal? -pregunto arrugando entre sus manos, aun mas, su vestido blanco. ?Era algo malo trabajar mas de doce horas diarias? ?Dedicarse en cuerpo y alma a que los humanos encuentren el amor verdadero? ?Saciarles de felicidad para sentirse bien? En el caso de Paige si, ya que llevaba demasiado tiempo sin vivir su propia vida. -Te repito que no es un castigo. Necesitas desconectar de todo esto. Se sentia miserable haciendo pasar aquella alma pura un rato tan amargo pero ella debia de comprender que el reposo era obligatorio. Cupido apoyo el trasero en la mesa de su despacho, mirando sin perder detalle a su ayudante. No recordaba haberla visto tan aterrada en todo el tiempo que llevaba trabajando para el. Tomo un par de respiraciones y penso en que no debia volverse blando, era una decision tomada. -Hoy, en cuanto acabes te iras de vacaciones. Las siguientes palabras de ella fueron tan inconexas que no pudo comprenderlas. Rio y espero a que sus ideas se aclararan. Su indignacion era maxima. ?Como se atrevia su jefe a obligarla a que se tomara un descanso? ?Como habia sido capaz? Ademas de anadir el hecho de que se sentia como si la estuviera castigando por todo el tiempo que habia trabajado duramente con el. *** -No tienes que hacerme un drama por ello. Solo seran unos dias, luego volveras aqui y seguiras trabajando tan duro como de costumbre. Sonrio pensando en lo siguiente que tenia que decirle pero, al mismo tiempo, esperaba que la pobre chica entendiera que aquella era una decision tomada; no iban a convencerle todos los argumentos que podia inventarse. Sabia de buena tinta que aquel trabajo podia llegar a ser duramente adictivo pero, al mismo tiempo, sabia las consecuencias de volcarse demasiado. El habia perdido su vida encauzando las de las demas y no iba a p 8iermitir que su inocente ayudante viviera el calvario en el que el cayo. -Jefe, tengo demasiados casos abiertos, no puedo simplemente dejarlos y desaparecer. -su nerviosismo era palpable en su tono de voz. -Dejalo, Audriel lo hara por ti. Una mueca de desagrado cruzo el rostro de Paige, sabia que no se llevaba bien con su companero pero no se imaginaba que, la sola mencion de su nombre, desencadenara una respuesta fisica tan fuerte. Conto hasta diez para no reirse, no queria enfadarla mas de lo que estaba. Oteo el ambiente, si, ella sentia como si descansar fuera un castigo, si, era el momento justo de poner en marcha su plan. Antes de que te marches me gustaria que pasaras a despedirte por mi despacho. *** Paige, simplemente asintio y comenzo a recoger. El aire agridulce que acaricio su nariz le mostro lo enfadada que estaba. Pobre mujer, no esperaba que se tomara aquello tan a pecho. -Eres la primera persona que veo que se enfada por que le den vacaciones.- la voz de su companera-amiga Andrea le hizo soltar un bufido. ?Por que nadie comprendia que queria seguir trabajando? Nadie le habia preguntado si queria parar, unicamente se habia basado en pura estadistica y habia ido a por ella a decirle que debia descansar. ?Paige descansar? De locos, aquello era para llevar una camisa de fuerza. -No quiero dejar mis casos. -gruno cogiendo un monton de carpetas. Todos aquellos archivos eran personas que merecian encontrar el amor de verdad y ella se queria hacer cargo de encontrar a la persona adecuada. Luego, solo hacia falta pasarle el informe definitivo a Cupido y que el los uniera. -La idea no es solo de Cupido y lo sabes. Si los jefazos quieren que descanses, vete a casa y disfruta. Sabia que su amiga unicamente buscaba animarla pero, en aquellos momentos, ella estaba reprimiendo el impulso de gritarle que dejara los animos para otra persona que quisiera escucharlos. -Si, se que Destino ha tenido algo que ver. E, intuyo, que ha sido por que hace una semana me vio casi dormida en la mesa. Y no lo culpaba por haberse preocupada, la semana anterior Paige se estaba recuperando de la madre de todas las gripes y apenas habia tenido fuerzas para mantener los ojos abiertos. Su jefe la habia descubierto cuando habia decidido que cerraria los ojos un par de minutos para descansar. -?Cuanto hace que no sales, Paige? -Sali hace una semana. -contesto ella recordando el momento. -No a dar un paseo, si no a divertirte. Ligar, reir, beber, follar, algo que requiera que tu cuerpo sienta sentimientos de verdad. -!Claro que tengo sentimientos! Andrea nego con la cabeza y la abrazo. -Lo se. -Y continuo-Pero hace demasiado tiempo que no te dedicas un dia para ti. Si, tenia razon, comenzo a pensar la ultima vez que habia tenido un dia libre y no pudo recordarlo. Llevaba demasiado tiempo trabajando en aquel lugar. Al inicio comenzo haciendo horas extras, luego alargo de ocho a diez horas su jornada laboral y, al final, trabajo de lunes a domingo sin parar. Ya no sabia cuando habian sido sus ultimas vacaciones. Pero los humanos la necesitaban, aquellas personas necesitaban amor, llenar sus vidas con ese sentimiento calido y acogedor. No podia descansar hasta ver la sonrisa en los seres que ayudaba. Era su medio de vida y le pagaban con amor. Algo que jamas habia sentido, no habia tenido tiempo. Paige miro su despacho, de paredes de cristal donde los secretos eran facilmente encontrados, toda aquella planta estaba dirigida a los ayudantes y trabajadores de Cupido. Trabajaba en Loves Forever S.L., una empresa fundada por Cupido y Destino, socios capitalistas de aquel lugar. El edificio contaba con tres plantas y Paige trabajaba en la segunda planta, donde estaban todos los ayudantes de cupidos. Ellos se encargaban de seleccionar perfiles de personas y emparejarlas con otras. ?En que se basaban? Estadisticas, numeros, tablas y mucha intuicion. Elaboraban un informe que Cupido leia concienzudamente y si el lo creia valido unia, gracias a Destino, a esos humanos que tenian marcado conocerse. La planta superior estaba destinada para contabilidad y la primera para Destino y sus ayudantes. ?Que hacian alli? Era un misterio, nadie era mas hermetico que Destino, un hombre que le producia escalofrios solo de pensarlo. ?Y que decir de su jefe? Lejos quedaba la imagen del bebe en panales, con mini alas decorando su espalda y un arco y flechas para unir amores. No, su jefe era caliente, fuerte, peligroso y sexy. Era como comerse un bombon de chocolate relleno de almendra, el summun de los bombones. Largas piernas curtidas en batallas alzaban a un hombre alto, cerca de los dos metros de puro musculo. Era muy ancho de espaldas y los trajes que solia vestir le hacian parecer mucho mas grande. Recordo su olor a lluvia y los largos cabellos negros ondeando al aire, era un hombre que calentaria hasta a la mas frigida de las mujeres. Y su rostro era angelical, rasgos suaves, esculpidos concienzudamente en una nariz pequena, unos labios gruesos y unos enormes ojos verdes esmeralda. Si, ese era su jefe, el bombon que no le permitia su dieta. -Vamos, ya es hora de acabar la jornada. -le susurro Andrea con carino. Cargando sus carpetas salio de su despacho y caminaron el largo pasillo hasta el de Audriel. El susodicho tecleaba algo en su ordenador y ni se molesto en levantar la vista de la pantalla donde trabajaba. -Dejalos encima la mesa, el jefe ya me aviso. Y con esa frialdad Paige sintio que el corazon se le encogia, aquellos humanos eran sus ninos y no podia dejarlo en manos de alguien a quien no les importaba, que unicamente los veia como numeros para llenar un cupo. La mano de Andrea toco su antebrazo derecho, la miro y ella la sonreia cordialmente. Tenia que hacerlo y eso le rompia el alma. -Vamos carino. -la alento su amiga. Esbozo una sonrisa amarga en respuesta y dejo su trabajo sobre el escritorio de aquel hombre tan indeseable. Ahi estaba el trabajo de meses. -Cuidalos. -suplico en un susurro. -Claro, claro y ahora iros que tengo faena. -contesto su companero haciendo aspavientos con la mano indicandoles la salida. Aquel hombre la enervaba y estuvo a escasos segundos de coger la grapadora y ponerle los parpados fijos a la frente. Freno sus instintos sanguinarios y, con toda la dignidad que pudo reunir, salio de aquel despacho. Oficialmente estaba de vacaciones. Capitulo 2 Iam esperaba tranquilamente el autobus, bufo mientras comprobaba que el transporte publico llegaba veinte minutos tarde. No era algo de extranar en Manhattan, seguramente alguna pobre alma se habia tirado a la via del tren y ese era el causante de todo el atraso. Miro, nuevamente el reloj, si se retrasaba mas no iba a poder llegar al juicio a tiempo. En toda su carrera jamas habia llegado tarde al trabajo. Era abogado criminalista y su fama le predecia, era voraz y letal en la sala pero llegar tarde le haria una enorme mancha en su impecable curriculum. Su coche estaba en el taller y el tren no venia, parecia que el mundo se habia confabulado para hacerle un mal dia. Bufo sonoramente y trato de mantener la calma. Su bolsillo vibro y espero que fueran buenas noticias. La pantalla le revelo que se trataba de su secretaria, descolgo y saludo: -Buenos dias, Rose. ?Todo bien? -Si, todo perfecto. Me preguntaba si ya estabas en el tren... Iam sonrio. -No y no parece que vaya a venir en la proxima media hora. Estoy perdido. -Bien, voy a buscarte y te llevo al juicio. -Gracias. Y unas pocas palabras cordiales despues ya habian colgado, estaba claro que aquella mujer cuidaba mejor de el que su propia madre. Estaba atenta a todo y habia escuchado por la radio que habia un gran paron de trenes en su zona. Vivia demasiado lejos del juzgado, debia llegar al Tribunal penal de Nueva York, que estaba a una hora en coche de su casa. Miro nuevamente el reloj, el juicio se iba a celebrar en dos horas y media, unicamente esperaba no dejar a su cliente solo. *** -Sube. -sonrio Rose abriendo la puerta del copiloto desde dentro. Rapidamente se lanzo al asiento y cerro, antes

  • No recuerdo si lo hice de Alice Laplante

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    Una impactante novela sobre las trampas de nuestra mente.

  • Tu primer cerebro de Xavi Canellas

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    Existen dos grandes relatos acerca del origen de la humanidad. Dos versiones que satisfacen dos vias de sensibilidad y comprension de la vida y del mundo. Por un lado, hay quien dice que la humanidad nacio con el invento y la utilizacion de la herramienta, instrumento que, ademas de facilitar el trabajo, define un campo dividido entre los que la poseen y los que no la poseen. El uso de la tecnologia establece la jerarquia de la dominacion de unos sobre otros. La imagen del ascenso del primer cohete a la Luna ofrecio una percepcion significativa de ello: nos permitio ver quien esta instalado en la nave y quien recibe el fuego destructivo de su propulsion. La pelicula de Kubrick 2001: Una odisea en el espacio ilustra este mito. Por otro lado, esta el relato que dice que la humanidad nace con el intercambio, la accion de compartir viveres y otros elementos vitales. La hipotesis Gaia es la gran representante de este mito. Se encuadran aqui los ritos de compartir como acto de pertenencia a la comunidad. La obligacion de que cada miembro regale a otro la pieza cazada es lo que consolida el vinculo del clan. Este mito prioriza los procesos, el intercambio de energia y la transformacion de sus interacciones. Desde esta perspectiva, la civilizacion humana se funda en la prohibicion del autoconsumo. Ante el claro predominio actual del relato instrumental y tecnologico de la herramienta conviene recobrar practicas basadas en el intercambio. Es preciso compartir relatos, canciones y recetas de cocina. Es necesario intercambiar practicas de pesca, modos de cultivo y de organizacion social ante la adversidad. Contrastar politicas, modos culturales, practicas medicas y educativas. En definitiva, viajar al exterior de nosotros mismos para superar el miedo y la obsesion de que solo hay un modo de hacer las cosas. Quiza el antidoto contra el poder de la herramienta sea someterla a intercambio. Procurarle un uso mas creativo que los actuales sistemas de sometimiento fisico y psiquico entre miembros de distintas culturas o niveles sociales. La obra que tiene en sus manos se encuadra en esta propuesta. En la confianza que tiene Xavi Canellas, su autor, en la fuerza del intercambio. Transaccion, en este caso, de informacion y sabiduria sobre la mejora de nuestra propia salud para que las herramientas esten en manos de quien deben estar. Es decir, al alcance de cada uno de nosotros. Xavi lanza un proyecto entusiasta y vigoroso de confianza en el que defiende que, si tenemos la informacion adecuada, podemos mejorar nuestra salud y, por tanto, la vida de un modo optimo. El autor se mueve con agilidad entre varias de sus facetas. Por un lado, nos muestra su rostro de terapeuta, por otra parte, expone el texto desde su oficio de cientifico y tambien hace una incursion decidida en su faceta de educador. Los tres ambitos buscan con pasion descubrir en el lector su poder para transformar su vida. Esta obra nos hace recobrar la confianza en el hecho de que las personas disponemos de los recursos necesarios para afrontar la vida y las dificultades que ello entrana. Y lo muestra cientificamente. Quiere persuadir al lector de que vivir una vida mejor esta en su mano. En este sentido, el libro emprende una accion decidida para que las personas dispongan de la herramienta que les otorgue el poder para gestionar su propia salud. Xavi Canellas es un autor que escribe porque tiene cosas que decir. Esta formado en fisioterapia, psiconeuroinmunologia, biologia molecular, biomedicina, neurociencia, programacion neurolinguistica, terapia breve, estrategica y psicogenealogia. Su propuesta es ilustrada y meditada. Y, sobre todo, de fusion transversal entre estas disciplinas. Lo que mueve su obra es el afan de explicar el funcionamiento de la vida. El autor propone al lector un compromiso en la mejora haciendo una promesa que cumple en el transcurso del libro: <>. Este libro es novedoso y tiene un punto insurrecto y rebelde, pero va mas alla de oponerse a lo convencional. Busca la restitucion verdadera de los significados. Dice cosas con las que es dificil discrepar, como: <>, en este caso, para referirse al gluten. Xavi nos muestra ejemplos de gran transversalidad del conocimiento. Es fascinante el concepto del protagonismo del intestino en nuestro proceso de toma de decisiones y que, si no se mantiene en parametros aceptables de salud, proveera a la mente de informacion inflamada y, por tanto, inadecuada para la toma de decisiones. Este texto esta comprometido con devolvernos la confianza en que las palabras nombran lo que quieren nombrar. La obra esta escrita a la luz de la deconstruccion intelectual, por lo tanto, carece de palabras y conceptos vacios de contenido. Lleva la vanguardia cientifica a las recomendaciones mas sencillas y cotidianas. Cuando la palabra se convierte en discurso sustituye a la accion y amputa su fuerza. JESUS IBANEZ El libro es un dialogo continuado con el lector en el que el autor va informando de lo que nos interesa saber para optimizar la salud. Parece una conversacion en consulta o un conjunto de varias de ellas en las que extrae lo esencial para acompanarnos en este viaje. Su estilo define un tipo de relacion de complicidad con quien desee leerlo. El autor busca que el lector se apropie de la informacion en lugar de elegir la via alternativa en la que el conocimiento es una informacion sagrada e intocable que no se puede cuestionar. Asi pues, la consulta no es un oraculo infalible que predetermina la realidad, sino una invitacion a la construccion de sentido desde una perspectiva de interlocutor cualificado. Xavi nos propone la autogestion y la implicacion del lector en el pensamiento por encima de la sumision a la ciencia. De ahi que, aunque se define a si mismo como cientifico, aborde la revision critica de la ciencia. Parafraseando sus palabras, la ciencia ha producido un cisma entre la razon y las emociones, ha incurrido en una excesiva especializacion con la consiguiente perdida de matices y abusa a menudo del mecanicismo, de modo que abandona la contemplacion de la incertidumbre. Desde esta perspectiva nos anima a protagonizar el proceso. Aun estamos a tiempo de tomar las riendas de nuestra vida. Y cita a Oscar Wilde cuando afirma: <>. Xavi defiende los procesos naturales de la vida, a los que hay que hacerles un lugar en nuestro analisis, y pone al descubierto algunas practicas que debilitan la existencia humana hasta convertirla en una debil caricatura comparada con lo que podriamos llegar a ser. Es relevante en este sentido su afirmacion del porcentaje tan elevado de personas que se toman cinco o mas medicamentos a la vez: <>. Pese a la firmeza de sus convicciones, el texto muestra que Xavi tampoco esta dispuesto a esperarnos eternamente. Manifiesta un gran respeto a la decision que cada uno tome. Podemos intercambiar informacion y motivarnos lo que haga falta, pero el que no quiera puede quedarse en la estacion de tren que estime mas oportuna. Xavi sabe que hay personas que desean llevar una vida llena de satisfaccion y oportunidades. Pero, por el contrario, tambien hay otras personas que no desean curarse totalmente, que se contentarian con mejorar su salud lo justo para evitar males mayores. Sanar la enfermedad, mejorar lo minimo, tener la salud justa para pasar el dia con una cierta dignidad. El autor respeta lo que cada uno elija, pero tampoco desea que lo entretengan a si mismo demasiado en su proyecto de vida saludable. Lea este libro. Es algo mas que una propuesta puntual. Forma parte de un proyecto global y ambicioso acerca de como puede ser una vida digna de ser vivida. Esta obra es una gota de miel destilada a lo largo de muchas horas de trabajo en consulta con sus pacientes y de formacion con los alumnos que acuden a sus cursos de Regenera, la institucion de la que es cofundador y en la que imparte su formacion de psiconeuroinmunologia clinica. BERNARDO ORTIN PEREZ Doctor en Filosofia y Ciencias de la Educacion La Eliana (Valencia), a 4 de febrero de 2020 Introduccion Estas a punto de iniciar un viaje. Es como si fueras a visitar un castillo, un plato de television o una fabrica de cervezas, para conocer y descubrir que es lo que alli sucede cada dia. Pues este libro es una guia de lo que sucede en tu cuerpo. Vas a conocer a tus bacterias y vas a darte cuenta de que tu relacion con ellas determina tu vida fisica, psicologica y emocional. Este libro es como un portal, cuando lo atraviesas no hay vuelta atras. ?Te acuerdas de la frase de Cesar despues de cruzar el Rubicon? El dijo: -Alea jacta est (la suerte esta echada). En aquel momento, los generales romanos tenian prohibido acercarse a la ciudad con su ejercito y el limite estaba en el rio Rubicon. De alli no podian pasar; solo podian entrar con una guardia de tres o cuatro soldados. Pero Cesar lo cruzo con su ejercito y eso marco un antes y un despues en la historia del Imperio romano. Pues tu ahora mismo estas a punto de cruzar tu Rubicon. Lo que hagas con el sera cosa tuya. Pero tengo que advertirte de algo: la via del conocimiento no es reversible; no puedes fingir que no sabes lo que sabes. Con lo cual, una vez que finalices el libro, sabras exactamente que sucede en tu cuerpo cuando comes determinadas sustancias, cual es la relacion entre tu sistema digestivo y tu cerebro y en que medida tu puedes hacer algo, !o mucho!, por tu salud. Conoceras a unas senoras bacterias, poderosas ellas, de distintas familias, que habitan en ti y aprenderas la importancia de llevarte bien con ellas. Si tuviera que quedarme con una de las conclusiones basicas del libro, creo que seria: no molestes a tus bacterias. No lo hagas, porque son muy delicadas y te van a joder la vida si lo haces. No es por venganza, no es por maldad, pero, si enfadas a tus bacterias, ellas van a producirte inflamacion, y esa no es la mejor forma de vivir. Vas a descubrir un monton de cosas en esta guia paso a paso explicadas de forma amena para que pueda entenderlo cualquier persona que sepa leer. Te daras cuenta de que tu cerebro es egoista, que quizas tu vida este mas escrita de lo que pensabas, que incluso tu energia lleva su contabilidad y que no te permite excesos cuando dice !basta! Vas a descubrir un hotel fabuloso, que es tu sistema neuroendocrino. Y vas a llegar a la conclusion de que, aunque creas que hay cosas que no se pueden cambiar, quedan resquicios de esperanza: hay un monton de cosas que aun puedes hacer. No hace falta un master en nada para poder seguir este libro. Y, ademas, me propuse que el trayecto fuera divertido, y creo que lo he conseguido. Fijate, es un tres en uno: aprendes, te diviertes y mejoras tu salud. Pero, eso si, todo lo que yo te diga, todo lo que descubras, no va a servirte de nada si no modificas tus habitos. Y te voy a contar algo mas. No vamos a tirar de fuerza de voluntad; vamos a tirar de motivacion. Cuando entiendes lo que sucede en tu cuerpo al vivir de determinadas formas y las consecuencias nefastas que eso tiene para ti, te va a resultar mucho mas facil modificar ciertos aspectos. Al final vas a descubrir que la microbiota esta presente como hilo conductor a lo largo de toda tu existencia. Si ingieres porquerias, la estaras afectando, pero, si llevas una vida de desorden y estres, tus bacterias tambien se resienten, y van a inflamarte y a estropear tu salud. Vas a descubrir que la salud es un poligono de muchos lados y que, al incidir en cualquiera de ellos, puedes mejorarla o empeorarla. Lo vamos a ir viendo a lo largo de todo el libro. Si te va la aventura, adentrate en esas paginas. Te deseo una travesia feliz. Calzate las botas que vamos al barro. Tu vida esta a punto de pasar al otro lado. Y te garantizo que no es el lado oscuro, sino todo lo contrario.

  • Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez

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    El mundo de Mariana Enriquez no tiene por que ser el nuestro, y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insolita. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imagenes que jamas conseguira sacarse de la cabeza. Las autodenominadas <>, que protestan contra una forma extrema de violencia domestica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las unas y las pestanas, y otra que intenta ayudarla; los anos de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo seran hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que solo tenia nueve anos; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados… En estos once cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de si mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policia o un guia turistico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando asi en el peso de la culpa, la compasion, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror tan hondo como verosimil. Mariana Enriquez es una de las narradoras mas valientes y sorprendentes del siglo XXI, no solo de la nueva literatura argentina a cargo de escritores nacidos durante la dictadura sino de la literatura de cualquier pais o lengua. Mariana Enriquez transforma generos literarios en recursos narrativos, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la cronica y el humor, y ahonda con dolor y belleza en las raices, las llamas y las tinieblas de toda existencia.

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Boda a Los 17 de Michel Gavica

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    -!?Que?! -exclame asombrada mirando a mis padres.
    -Si Oana, te casas -continuo diciendo mi madre, tan tranquila, con una sonrisa de oreja a oreja.
    -No quiero tener una boda a los diecisiete -conteste con los ojos muy abiertos tratando de analizar la situacion.
    -Lo siento carino. Lo haras, quieras o no -declaro mi padre mirandome muy serio.
    -!Os odio! ?Me habeis escuchado bien? Os o-d-i-o -dije recalcando cada letra y tirando un florero mientras me levantaba para salir de esa casa.

  • La promesa de un amor de Anne Marie Warren

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    La nueva novela romantica de Anne Marie Warren.
    Repudiada por su familia, con el corazon destrozado y escondiendo un pasado que podria arruinarla, lady Amy debe empezar una nueva vida lejos de todo lo que conoce.
    Pero cuando anos despues llega un nuevo inquilino a la mansion que colinda con su actual hogar, descubrira que su dura coraza no es tan fuerte como creia, sin saber que el hombre que le ha devuelto la fe en el amor tambien esconde un secreto que podria separarlos.
    Mentiras, enredos y celos en una historia donde solo una promesa puede tener la fuerza necesaria para unirles.

  • Flechazo imprudente (Amor virtual 2) de Azaroa Sanchez

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    Gema tiene claro que su estilo de vida no es el correcto para muchos, pero si es el que le hace feliz. Con su filosofia de <> y una sonrisa por uniforme, va derribando muros.Por otro lado, Gabo tiene grabado a fuego la frase dicha por Platon <>, y la sigue al pie de la letra. Es el mejor en su trabajo, y se define a si mismo como un <>. Es impaciente, meticuloso y, tal vez, un tanto obsesivo con todo lo que le rodea. ?Podra un pasado en comun y una simple casualidad unir a dos personas totalmente incompatibles? Una peticion de amistad, un mensaje y mucho humor.

  • La llamada de la selva de Jack London

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    Esta historia tiene como protagonista a un perro llamado Buck que en el otono de 1894, cuando el descubrimiento de los yacimientos auriferos de Klondike arrastra hacia los hielos de Alaska a hombres de todas partes del globo, Buck es productivamente vendido y enviado al Norte. Sin ser ya acariciado ni respetado, en un pais salvaje y hostil, se ve obligado a doblegarse a la ley primitiva del baston y el latigo,

  • El laberinto de Aragon, Diana C. Acosta de Diana C. Acosta

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  • Un trocito de cielo para Nathan Littman 1 de Andrea Adrich

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    El dia que el gerente del Eurostars, el hotel mas lujoso de Madrid, anuncia que un importante empresario norteamericano se va a alojar en la suite ejecutiva principal del hotel durante un mes, Daniela, la camarera de pisos que se va a encargar de atenderlo, intuye que va a ser un mes muy largo.
    Nathan Littman es un hombre dificil, reservado, intimidante, rodeado de misterio; con muy mal genio y con una reputacion de insufrible que lo persigue alla donde va. Pero lo que no saben es que es un hombre que vive atormentado por el dolor y la culpa de un pasado que lo ha convertido en una persona altiva y solitaria.
    Si ya Nathan Littman es dificil de tratar, todo se complica aun mas cuando sale a la luz la verdadera razon por la que se hospeda en el hotel, y que no es simplemente un cliente mas del Eurostars.

  • Un ruso blanco en la Division Azul de Xose Manoel Nunez Seixas

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    Este libro recoge las memorias ineditas -con edicion, estudio introductorio y notas de los historiadores Xose M. Nunez Seixas y Oleg Beyda- del exiliado ruso blanco Vladimir Ivanovich Kovalevski (1892-?), quien tras servir en la Legion Extranjera francesa recalo en Espana en 1938 como voluntario en las filas franquistas. Tras establecerse en San Sebastian, en junio de 1941 se alisto como voluntario e interprete en la Division Azul. Desde su perspectiva de veterano anticomunista y patriota ruso, Kovalevski muestra en sus memorias su pronta decepcion con el proceder de la Wehrmacht en Rusia como ejercito ocupante, y adopta una postura critica hacia el comportamiento de los soldados de la Division Azul y sus mandos -desde el general Munoz Grandes hasta Fernando Castiella, posterior ministro de Asuntos Exteriores franquista.

  • El milagro de una ninfa y otros relatos de Cristin Ferro

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    La vida tiene diferentes fases, pruebas que hay que pasar y dificultades que hemos de superar. En este recopilatorio de relatos, hay dolor, amor, sufrimiento y risas. Porque todo tiene su momento y lugar.Sumergete en la inocencia, la amistad y la familia, dejate llevar por los sentimientos y descubre diferentes formas de vivir en estos siete relatos llenos de sensaciones.

  • Los treinta apellidos de Benjamin Prado

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    Vuelve Juan Urbano con la historia de una saga familiar envuelta en una trama de codicia y negocios poco limpios durante generaciones.

  • El general del ejercito muerto de Ismail Kadare

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    Veinte anos despues de la derrota del ejercito italiano en Albania, un general asume la mision de recuperar los cadaveres de sus compatriotas caidos alli en combate durante la Segunda Guerra Mundial. Entre ellos, los restos del emblematico coronel Z., por especial encargo de su aristocratica madre y de su muy atractiva viuda. En compania de un capellan militar se traslada al vecino y accidentado pais, y emprende la penosa labor de localizar, desenterrar y reunir los despojos de aquel ejercito muerto. En el largo itinerario, que se prolonga durante meses, resucitaran las viejas historias, unas emotivas y otras crueles, de quienes fueron sus protagonistas directos, tanto muertos como vivos. El barro, la oscuridad, las inclemencias del tiempo y la mirada desconfiada de los aldeanos constituyen la atmosfera que envuelve a la pintoresca pareja. Una atmosfera que se va cargando por momentos, provocando tensiones reflexivas entre el general y el religioso sobre su cometido, la guerra, el amor, la vida y la muerte, hasta desentranar el destino del coronel Z.

  • La Sorpresa del Marques (Caballeros 2) de Dama Beltran

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    Roger Bennett, el futuro marques de Riderland, se define a si mismo como un caballero dispuesto a ayudar a las pobres infelices carentes de placeres sexuales. Le gusta tanto su vida que desea continuar asi hasta el final de sus dias. Sin embargo, una persona truncara esa vida de libertinaje que tanto ansia mantener.
    Resignado por tener que vivir con una esposa a la que no conoce ni ama, decide enfrentarse con entereza a su futuro. Aunque cuando sus azulados ojos se clavan en Evelyn, descubre que todo aquello que deseo se ha evaporado. Pero el amor hay que trabajarlo y para un hombre al que le ha sido facil romper corazones, le resultara increible ver como el suyo se hace anicos como el cristal.

  • Donde Pertenecemos de Brenda Novak

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    Savanna Gray necesitaba otra oportunidad. Su vida se habia desmoronado cuando su esposo fue detenido por violar a tres mujeres. Tras divorciarse, se llevo a sus dos hijos a Silver Springs, buscando refugio en la granja que su difunto padre siempre habia querido rehabilitar.

  • Nerd. Chantaje 2.1 de Mia Del Valle

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    Carmela y Geronimo son grandes amigos desde la adolescencia, y se puede decir que se conocen tanto que puede llegar a ser molesto, ambos compartieron vacaciones, salidas, tambien se consolaron luego de algun amor fallido y camuflaron grandes resacas con sus familias fingiendo males e inventando mentiras de todo tipo.
    Ellos se quieren y odian en partes iguales, Gero es un mujeriego empedernido, Mela una maniatica controladora y aman llamarse con despectivos sobrenombres como "blonda tonta" y "estupido nerd" y aunque la mayor parte del tiempo la dedican a discutir, una noche su amistad se vio levemente alterada, cuando tras una mala cita Carmela busco refugio en los brazos de su amigo Nerd, traspasando de esa forma la barrera chica-chico que siempre tuvieron por norma.
    De un momento a otro Carmela debera poner sobre la balanza su amistad con el mujeriego numero uno, sabiendo que quien juega con fuego puede salir quemado.
    En esta oportunidad Mia del Valle nos presenta la historia de Carmela y Geronimo, amigos de Clara <> Nerd, una novela romantica, acida y llena de humor.

  • Delitos de pasion de Adrian Aragon

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    Una mujer desaparece en la ciudad de Nueva Orleans (Luisiana) sin dejar rastro. Su novio acude a la policia para denunciar el hecho. Los detectives Daniel y Katherine son los encargados de buscar alguna pista del extrano suceso, ya que no parece haber ni un sospechoso ni un movil.

  • El asesinato de Laura Olivo de Jorge Eduardo Benavides

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    XIX Premio Unicaja de Novela Fernando Quinones Colorado Larrazabal es un expolicia peruano negro, de origen vasco, que ha abandonado su Lima natal tras haberse enfrentado a un caso de corrupcion en la epoca de Fujimori. Sobrevive en Madrid, en el barrio de Lavapies, haciendo trabajos ocasionales para el abogado peruano Tejada, tambien expatriado, y mantiene una relacion sentimental semi-clandestina con una joven marroqui, Fatima. Tras resolver el secuestro del padre de Fatima a manos de unos delincuentes de poca monta, su casera le encomienda ocuparse del caso de su sobrina, una joven periodista a la que todos los indicios senalan como unica sospechosa de la muerte de una celebre agente literaria, Laura Olivo, con la que estaba viviendo un torrido romance. Mientras Larrazabal se adentra para su investigacion en el mundo de las agencias literarias y en el lado menos amable del ambiente editorial, el lector se asoma a un entretenido fresco de escritores reconocibles y desencantados, novelas perdidas y ambiciones frustradas. Larrazabal es un buen policia y sufre la perplejidad que le causa un mundo complejo en el que se siente desplazado y donde a veces lo que no vemos esta justo delante de nuestros ojos. Personajes verosimiles, dialogos agiles, ambientes reconocibles, una sutil ironia y una estructura muy bien construida llevan al lector con mano maestra de sorpresa en sorpresa ofreciendole tambien materia para la reflexion. Como en los mejores clasicos del genero.

  • Pablo Escobar, mi padre, Juan Pablo Escobar de

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