• libro origenes secretos - David Galan Galindo

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    Al Doctor Emmet Brown se le ocurrio la idea del Condensador de Fluzo (Flux Capacitor) tras golpearse la cabeza con el lavabo intentando colgar un reloj subido al vater. A mi se me ocurrio la idea de Origenes secretos tras golpearme con algo mas duro que un lavabo: la cruda realidad. Y la cruda realidad es que los espanoles no demandan historias de superheroes hechas en Espana. Ojala leas esto mucho mas tarde de cuando yo lo estoy escribiendo y estas palabras sean caducas. Ojala no sepas de que cono estoy hablando. Ojala incluso este libro haya tenido algo que ver en ese cambio de mentalidad. Pero lo cierto es que en 2014, cuando escribi esta historia, yo tenia esa conviccion. Maldita sea, es hoy, en 2020, y sigo estando mas seguro de eso que de que el sol saldra manana. Sin embargo, en Espana nos encantan los superheroes americanos. Los comics mas vendidos son de superheroes. Muchos videojuegos tambien. Las series ni te cuento. Y abarrotamos las salas de cine para ver las pelis Marvel, DC o de cualquier menda con capa y/o superpoderes. Es decir, no tenemos ningun problema con el genero en si, sino con su pedigri. Si los superheroes los hacemos nosotros, necesitamos (ne-ce-si-ta-mos) que sean parodias. Si es con la distancia de la comedia, si es para reirnos de ellos, entonces si. Bienvenidos sean Superlopez, el Tio la Vara y quien haga falta para dejar claro que un tio que se pone un traje chillon y sale a combatir el crimen, nos parece ridiculo. Si es de aqui. Lo curioso es que esto sucede a la vez que Espana es respetada internacionalmente tanto por su cine de terror como por sus novelas negras. Somos una potencia mundial en historias de miedo y en idear tramas criminales. ?Una historia llena de sangre y asesinatos que deje clara nuestra vision cinica del mundo? Eso si nos creemos que pase en Hispania. Y cuando llegue a esa conclusion, fue cuando resbale de la taza, me golpee contra el lavabo y tuve una vision. Mi Condensador de Fluzo seria un thriller, una historia con un asesino en serie y performances macabras, y en el volcaria mi verdad, todas mis inquietudes sobre los superheroes y reflexionaria sobre por que nuestro caracter nos impide creer en ellos aqui. No me preocupaba el exito, pero si llegar a cuantos mas lectores desprevenidos posibles. En este caso, para mi, pillar por sorpresa a los lectores de novela negra tradicional era mas importante que llegar a un gran publico. Es mas valioso convencer que vencer. Asi idee un caballo de Troya en el que el equino de madera seria la novela negra, y los aqueos escondidos dentro con intenciones homicidas, serian la teoria superheroica. Todas las reflexiones sobre el genero y todas las referencias al noveno arte (y otros artes adyacentes) que maneja Jorge Elias serian las picas con las que cargan esos griegos furiosos amantes del camuflaje. Por eso, para que disfruteis bien de la <>, os pido un favor. Olvidad todo lo que he dicho. Esto es una novela negra como todas las demas. Nada de especial. Misterio. Sangre. Muerte. Miedo. Asesinos. Esto es Espana, asi que relajaos, que aqui no hay trajes chillones. O si. 2. (Super Saiyajin) Escribiendo este libro quise encontrar algo parecido a un estilo. Creo que durante el proceso iba buscando timidamente mi voz y en algun momento, a la altura del capitulo tres, me quite los ruedines y empece a hacer virguerias con la bici. O a intentarlo patosamente, vaya. Me senti como cuando sales a un escenario a dar un discurso, a cantar o lo que sea. Subes cagado de miedo, temiendo balbucear o que se te quede la boca seca, pero si aguantas sin derrumbarte ahi arriba los primeros cinco minutos, de golpe todo va bien y controlas la situacion. Jorge Elias diria que en ese momento <>. El caso es que a lo largo de la escritura de esta historia hice algunos hallazgos de forma que acabaron conformando algo parecido a <>. Del que mas orgulloso estoy es de cierta prosopopeya cuando hablo de Madrid. Lo cierto es que una de las frases mas repetidas cuando alguien analiza una novela noir es: <>. Ya sea Nueva York en los setenta o Barcelona en los anos veinte, si la novela es buena, no falla, la critica incluira la sentencia <>. Pero despues de leer varias novelas negras, me dio la sensacion de que aquella era una frase manida, muy socorrida para rellenar una resena pero que era bien extrano leer una historia en la que la ciudad fuera realmente <>. Ahora bien, la idea era cojonuda. Decidi tomarmelo literalmente. Por eso en Origenes secretos Madrid es el sujeto de muchas frases. Madrid despierta, rie, suena. Madrid tiene ojos, pulmones y manos con dedos. Fue una apuesta arriesgada, pero me consta que <> son la parte mas celebrada de esta narracion. Con el tiempo lamente que la novela no empezara con uno de esos textos que jugaban con Madrid personificada. Igual que el que sube al escenario desearia haber tenido la destreza con la que acabo la cancion, cuando solto aquel gallo nervioso en la primera estrofa. Por suerte, yo tengo una nueva oportunidad para empezar. Si quereis leer esta novela tal y como fue publicada en su dia, pasad al capitulo uno sin mas dilacion. No os vais a perder nada. Pero si me dejais enmendar mi error, aqui esta el capitulo cero de Origenes secretos. Y como habla de una ciudad de verdad, se titula como una ciudad ficticia: <>. 0 Arkham No es facil saber quien eres, si eres Madrid. Lo extraordinario podria sucederle a cualquier otra ciudad y, sin embargo, le sucede a ella. Por que sera. Quiza porque es la mejor ciudad del mundo. O porque es la peor. Es la que expulso a los neonazis de Tetuan y tambien la que expulsa a las familias de Lavapies si no pueden pagar el alquiler. La del Banco de Espana y la del Pozo del Tio Raimundo. La del Club de los Poetas Violentos de Ascao y la de los Hombres G de La Guindalera. La de la Carrera de Tacones de Chueca y las corridas de toros de Las Ventas. La del Museo del Prado y tambien la de Telecinco. En ingles <>, significa <> y <> significa <>. O sea que un britanico amante de los juegos de palabras podria pensar que MadRid es el lugar en el que nos libramos de los locos. Un asilo o un manicomio quiza. Pero a Madrid la bautizaron los musulmanes, no los anglos. Y la llamaron Mayrit, que significa <>, <>. Agua. <> fue su primer tatuaje en el culo, si podemos considerar asi al lema de sus blasones. Por eso Madrid fluye y se cuela por las rendijas. Madrid te llueve encima. Se condensa. Se evapora. El Madrid de hoy se parece tanto al de manana como el agua de un rio se parece al agua del rio de ayer. Todo y nada. Imaginad cada dia en el espejo un mismo rostro siempre distinto. Intenta librarte de esa locura. Por eso, no es facil saber quien eres, si eres Madrid. Pero si andas por sus calles, Madrid si sabe quien eres tu.

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  • Orígenes secretos - Alianza Editorial

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    Hasta entonces había creído que todo libro hablaba de las cosas, humanas o divinas, que están fuera de los libros. De pronto comprendí que a menudo los libros ...

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  • Orígenes secretos, de David Galán Galindo - Libros y Literatura

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    16 abr 2020 — Orígenes secretos, de David Galán Galindo ... con cada libro o saga de libros que causen furor, con cada nueva serie de héroes o antihéroes…

  • #ZNLibros – Orígenes secretos - Zona Negativa

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    25 ago 2020 — Antes de que su adaptación cinematográfica llegue a Netflix, repasamos la novela Orígenes secretos escrita por David Galán Galindo.

  • Orígenes secretos - Librería Luzvi

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  • Terapia de Sebastian Fitzek

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    Ni testigos ni pistas ni cadaver. Josy, la hija de doce anos del conocido psiquiatra Viktor Larenz, desaparece en misteriosas circunstancias de la consulta del medico que la trata de una extrana enfermedad. Cuatro anos despues, Viktor, sumido en una profunda tristeza, se ha retirado a una remota casa en una isla del Mar del Norte. Alli lo localiza una hermosa desconocida que padece alucinaciones: ve constantemente a una nina pequena, una nina que padece una extrana enfermedad y que desaparece de la consulta del medico sin dejar rastro. Viktor inicia entonces un tratamiento con la desconocida, pero la terapia se convierte paulatinamente en un dramatico interrogatorio.

  • Un te con jazmin (Un te con amor 1) de Mar P. Zabala

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    Primera entrega de esta serie divertida y romantica, en la que cada personaje es mucho mas de lo que aparenta en un principio.

  • Beautiful (Saga Beautiful 5) Un toque de locura, Christina Lauren de Christina Lauren

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    En la ultima entrega de la exitosa serie romantica <>…

  • Sinfonias en la piel de Varios Autores

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    "Sinfonias en la piel"
    Dibuje en tu tez las notas de mis caricias... guarde en mis oidos la melodia de tus gemidos... grabe en mis ojos la pasion de los tuyos... deguste tu sabor en mi boca... me embriague con el perfume de tu piel…"Sinfonias en la piel" es una antologia que reune a siete autoras. En sus relatos, encontraran sensualidad, pasion, romance y erotismo. Cada uno esta inspirado en una cancion, la que desatara emociones y sentimientos que seran dificiles de olvidar.
    Prologo: Fernanda Perez.
    "Gabriel's oboe" de Ascen Nunez.
    "I want to know what love is" de Camilla Mora.
    "Bring me to life" de Chris De Wit.
    "Crazy" de Dacar Santana.
    "Me gustas mucho" de Marta D'Arguello.
    "Only you can love me this way" de Mimi Romanz.
    "Entre dos amores: Intro" de Victoria Aihar.

  • Forever You de Estelle Maskame

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    La gente cree que Tyler lo tiene todo… aunque el sabe que no tiene nada.
    Una novia alucinante, un coche imponente, una vida llena de fiestas y admiracion: parece que no le falta ni un detalle para una vida deslumbrante. Pero Tyler se siente roto, y solo el sabe el motivo. Una realidad dramatica que oculta a todo el mundo, aunque este destrozandole por dentro. Hasta que Eden aparece y todo estalla en mil pedazos. Ella es la unica capaz de ver mas alla de las apariencias, de atravesar la imagen de chico malo, de descubrir su vulnerabilidad. Y eso es algo que Tyler no se puede permitir…

  • La sombra del alma de Pedro Suner G

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    Hola querido lector, aqui tienes mi novela. No cometas el error de leerla como una historia normal, pues no lo es. Es una trama compleja, llena de detalles hilvanados con precision. Es una gran locura en la que no hay nada al azar, por retorcido que te parezca todo, aun solo estaras aranando la superficie.
    Algunos de los misterios que se entreven mirando por las rendijas de las tramas seran desvelados, otros errados y otros permaneceran en mi mente hasta que tu curiosidad llame a mi puerta. Esa puerta estara abierta siempre para saciar tus dudas.

  • El regreso de Lady Malory de Kate L. Morgan

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    Mi nombre es Rowan Malory, y soy el cuarto conde de Shildon. Fui un hombre enamorado, fui un hombre abandonado, ahora soy un hombre despechado que busca venganza. Puede que la vida me vaya en ello, pero juro que no descansare hasta hacer de su vida un completo infierno.

  • Condenados. El secreto de Iris de Joan Llensa

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    "Una novela atmosferica que recuerda a la oscuridad de Kendare Blake en Anna vestida de sangre. Fantasia y terror se alternan en una historia con un toque clasico que nos recuerda que magia y naturaleza conviven en nuestro mundo de forma sutil".
    Rocio Carmona

  • Al infinito de Rita Black

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  • El guerrero a la sombra del cerezo, David B. Gil de David B. Gil

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    Una historia de venganza y redencion en el Japon de los senores samurais. El guerrero a la sombra del cerezo fue finalista al Premio Fernando Lara del Grupo Planeta y ganadora del Premio Hislibris de Novela Historica. Japon, finales del siglo XVI. El pais deja atras la Era de los Estados en Guerra y se adentra en un titubeante periodo de paz. Entre las victimas del largo conflicto se halla Seizo Ikeda, unico superviviente del clan regente de la provincia de Izumo, huerfano a los nueve anos tras el exterminio de su casa. Hostigado por los asesinos de su familia y condenado al destierro y al olvido, inicia un largo peregrinaje al amparo de Kenzaburo Arima, ultimo samurai con vida del ejercito de su padre, convertido ahora en su mentor. En el otro extremo del pais, Ekei Inafune, un medico repudiado por aplicar las artes aprendidas entre los barbaros llegados de Occidente, se ve implicado en una conjura urdida a la sombra de los clanes mas poderosos del pais.

  • La Wanda de Masoch (Mujeres fuertes 1) de Maria Elena Sarmiento

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    En esta ceremonia todo es falso y, sin embargo, Wanda esta feliz. Por un momento piensa en su nombre. Unos meses atras, ni siquiera sabia quien era Wanda y ahora hasta se habla a si misma de esa forma. La original es el personaje de una novela del hombre del que esta enamorada, en el que ha depositado sus expectativas y que la tiene fascinada. Si el quiere llamarla asi, ?que tiene de malo? Ella nacio siendo Angelika Aurora Rumelin, ?quien ha escuchado ese apellido? La pobreza y la lacra de una familia insignificante la han acompanado siempre. Es cierto que lo que esta llevando a cabo es un matrimonio ficticio, pero sabe que Leopold von Sacher Masoch es un caballero de principios y cree que el es sincero en su sentimiento, tan sincero como puede ser un individuo que se enamora una y otra vez. Sabe que no puede confiar en la palabra de nadie, pero al menos cree haber encontrado a un hombre ilustre que parece honesto. Habla de sus propias debilidades, de sus creencias, tiene la sensibilidad de mostrarse vulnerable. Dice que la ama, que no puede vivir sin ella y la describe como si la conociera de toda la vida. Su inteligencia la tiene deslumbrada, aunque no sabe cuanto tiempo puede durar interesado en ella. Lo que si es seguro es que por una temporada tendra el sustento asegurado. !Le pregunto si ella consideraba que les alcanzaria con los 6000 florines que calculaba ganar al siguiente ano para vivir! Toda su familia habia subsistido hasta ese dia con la decima parte o menos. Lo que fuera, era mejor que como habia vivido hasta entonces. Tal vez, si cumple con todo lo que se espera de la mujer de un intelectual tan importante, pueda conservar su amor. El no solamente es rico, sino que estudio Derecho, Historia y Matematicas, tiene un doctorado en Leyes y es un escritor famoso. Wanda, por su parte, no ha sido tan honesta. El ha interpretado que ella viene de una familia pudiente y no ha querido desmentirlo. Es mas, para mantenerlo interesado, le ha hecho pensar que es una mujer casada en proceso de divorcio. No es facil explicarle de otra forma el porque ya no es virgen. No esta segura de cual seria su reaccion si se enterara de que ya ha tenido relaciones sexuales y eso que nunca ha estado casada. La mayoria la juzgaria, aunque por las cartas que se han intercambiado, cree que tal vez el no vea las cosas tan drasticas. Aunque quien sabe, por escrito uno puede decir cualquier cosa y no es necesario que sea verdad. De cualquier forma, no es facil hablarle de lo que ella, una mujer de 27 anos, ha tenido que hacer para sobrevivir. Quiza mas adelante, cuando ambos esten mas seguros de su relacion, podra confiarle todo. De momento, le ha dicho que sabe que el no esta hecho para el matrimonio porque se ha comprometido a casarse muchas veces y se ha zafado al final en cada ocasion. Por eso, acepta vivir con el solo con un juramento personal y privado entre los dos, sin importarle como los juzguen los demas. En esta ceremonia estan llevando a cabo una farsa, pero aceptada por ambos. Wanda piensa que esto ya es al menos un compromiso importante, aunque no legal. Han llegado en un carruaje rentado. Se detienen a las orillas del rio Mura, a la entrada de un jardin en las faldas de la colina Schlossber. Durante el trayecto, han venido admirando las cascadas que se forman al caer el agua de las montanas. Buscan un lugar en donde el rio ha perdido el impetu y les ofrece la calma que necesitan para estar seguros de lo que se van a prometer. El lleva puesto un traje y corbata blancos. Le abre la puerta y la ayuda a bajar al tiempo que, con una reverencia, le regala un abrigo largo hasta los talones fabricado con nueve piezas de piel de oveja curtida y el cuello y los punos de conejo. Wanda se asombra ante el obsequio tan esplendido. Se lo pone de inmediato sobre el unico vestido formal que tiene, el que parece de seda negra. Leopold la mira extasiado y le pregunta al cochero: --?Ha visto dama mas bella sobre la Tierra? ?Verdad que parece una diosa? El hombre no escucho bien y cuando Leopold Sacher Masoch le repite las preguntas, responde en voz baja: --Si. Muy hermosa --Se retira sin saber si esa era la contestacion adecuada. Leopold sonrie y conduce a Wanda de la mano hasta la orilla del Mura. Ahi se quedan un momento en silencio. No saben muy bien lo que tienen que hacer. Se han prometido que no tendran sexo sin antes haber llevado a cabo este ritual en el que se entregaran sus almas. Con la mirada se demuestran su amor y su deseo. Ella espera que el, un hombre de 36 anos, le ensene a encontrar el placer, como se lo ha jurado. El espera que ella se le entregue en cuerpo y alma. Las promesas son reales, aunque por el momento son lo unico que los liga uno al otro. --Para mi, esta union es mas sagrada que si el Papa en persona la hubiera bendecido, mi amada Wanda. El que tu, una mujer tan hermosa, tan grande en todos sentidos, este dispuesta a entregarseme a mi, el mas bajo de los hombres y sin una bendicion apostolica ni un papel, es el mas alto honor que he recibido --a Leopold le tiembla la voz cuando le pone el anillo a su mujer. --Esta fecha quedara grabada en mi corazon para siempre: 15 de noviembre de 1872, dia de tu santo, querido. Para mi, con nuestras voluntades basta. Esta es una boda verdadera --Wanda coloca el anillo en el dedo del hombre al que ama. --Prometo respetar tu libertad, estar atento a tus apetencias, a tus deseos y ayudarte a cumplirlos en la medida de mis posibilidades. Prometo ayudarte a ser fiel a tu verdadera naturaleza y satisfacerte todos los dias de mi vida. --Prometo intentar ser la mujer que tu esperas y ... --No, no, no --la interrumpe el--. Se trata justo de lo contrario. Tu debes ser la mujer que eres, asi sin intentar imitar ni complacer a nadie mas y yo debo poner mi mayor esfuerzo en darte gusto siempre y en todo lugar. --Gracias --se sonroja ella--. Bueno, prometo ser feliz a tu lado y ayudarte a que tu tambien alcances la felicidad. ?Asi esta mejor? El asiente. Muy emocionado, deja que las lagrimas recorran sus mejillas. Ella se suelta para tomar el panuelo que trae escondido entre las faldas. El se lo impide. Sin soltarla, le besa las manos y anade: --Te juro que algun dia lo haremos legal, amada mia. Ahora estoy seguro de que si me quiero casar contigo porque tu estas dispuesta a ser mi mujer sin que la sociedad lo haya aprobado. Esperaremos a que tu divorcio se concrete, para hacer la formalidad de otra ceremonia, pero se en mi corazon, que nuestra boda real es esta. El la dirige hasta una banca de piedra, la ayuda a sentarse y, quitandole el zapato izquierdo, con mucha suavidad le roza con sus labios los dedos del pie. Al principio Wanda va a pedirle que se levante porque se siente apenada de tenerlo arrodillado enfrente, le impresiona la humildad con la que se postra, como si le dijera que el no es nada comparado con ella, pero la caricia la ha tomado por sorpresa y una agitacion la recorre desde la punta del pie hasta el pecho. Es un calorcillo agradable que le dificulta respirar. -- Mirame, postrado ante ti, pisoteame y sere feliz con tal de que me toque tu pie. Ella sonrie. Traviesa, le despeina el cabello. Leopold, al ver que el color se le ha subido a su mujer a las mejillas, va acariciando la pantorrilla izquierda, subiendo con lentitud hasta llegar adonde el liguero sostiene la media. Con manos expertas suelta primero el broche delantero y luego el de atras y va deslizando la media hacia abajo hasta que deja esa pierna desnuda. Wanda cierra los ojos y deja escapar un jadeo largo al tiempo que echa la cabeza un poco hacia atras, como si pudiera ver al cielo con los ojos cerrados, como si de esta manera, el olor de la hierba mojada penetrara mejor en sus orificios nasales y la ayudara a situarse donde esta, porque siente que esta perdiendo piso. Los labios de Leopold van rozando la piel que quedo descubierta, subiendo poco a poco hasta llegar al muslo

  • Te mereces esto y mas: Encuentra la inspiracion. Recupera tu identidad – Nuria Perez Paredes de Nuria Perez Paredes

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    Los primeros anos de maternidad engullen a las madres en un mundo de biberones, extraescolares y coladas que no dejan tiempo para nada mas.

  • Desde las sombras de M.c. Sark

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    Romantica, victoriana y llena de sombras.

  • En la boca del lobo de Michael Morpurgo

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    Una historia real y estremecedora de dos hermanos y la guerra que lo cambio todo.
    Francis y Pieter siempre han sido muy distintos. Se acerca otra gran guerra y eligen caminos diferentes: Pieter se alista para combatir mientras Francis, feroz pacifista, rehusa tomar las armas. Lo que ocurre a partir de ese momento cambiara la vida de Francis para siempre y lo arrojara directo a la boca del lobo.
    Intensa y conmovedora, considerada por Morpurgo como una de sus obras mas personales, En la boca del lobo nos cuenta la epica historia real de los tios del autor durante la Segunda Guerra Mundial.

  • Anos de hotel de Joseph Roth

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    Durante las decadas de 1920 y 1930 Joseph Roth viajo por toda Europa. Sus vagabundeos, que lo llevaron de un hotel a otro, le brindaron la incomparable oportunidad de observar y escribir sobre los lugares que visitaba. En los articulos que publico, reunidos por primera vez en esta antologia, Roth retrato un continente abocado al cambio y sin embargo aferrado a la tradicion.

  • Nostalgia de la sangre de Dario Correnti

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  • Un destino inesperado de May Bonner

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    Un encuentro fortuito en un tren hara que una joven, algo patosa y con ciertos problemas de autoestima, tenga el valor de arriesgarse a cambiar de vida y embarcarse en un misterio que la lleva a conocer a un hombre fascinante, del que se enamora. Parece que esta viviendo un sueno maravilloso, ?o no?

  • Un encuentro casual de Ana Agudo

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    E 1 l fuerte dolor de cabeza hizo que Nuria cerrara los ojos tan solo una decima de segundo despues de abrirlos. Intento incorporarse a la vez que se echaba las manos a la cabeza. O al menos lo intento, pues algo las sujetaba firmemente. Abrio nuevamente los ojos ignorando el pinchazo en su frente y no vio nada. Todo estaba oscuro. Intento forzar la vista, que sus ojos se acostumbraran a esa negrura e intentar atisbar algo. Nada. Todo seguia oculto a sus sentidos. Empezo a notar un hormigueo en los dedos, cada vez le costaba mas llevar aire a sus pulmones, una gran presion se lo impedia. A cada inspiracion sentia como sus oidos empezaban a pitar tenuemente, ganando intensidad segun la ansiedad iba creciendo en su interior. Una semana antes. --Julia, me dice mama que no vas a poder venir estas navidades. Lo cual no me extrana nada. Y es que desde que mi hermana se marcho a Estados Unidos con 18 anos recien cumplidos siguiendo a su novio, el Crapula, la relacion entre ellas empezo a resentirse. Ademas, cuando a los dos meses la dejo porque iba a ser padre con otra, mama creyo que recuperaria a su pequena. Pero no, ella decidio continuar alli. Al poco, mientras estudiaba un curso de informatica y trabajaba en una tienda de cupcakes, conocio al Profident, un corredor de bolsa que tenia los dientes mas blancos del mundo gracias a las carillas que se ponia cada dos meses, ya que se le estropeaban a una velocidad de vertigo de tanto frotarselos con coca, cosa de la que nos enteramos cuando la exigua cuenta corriente de Julia iba haciendose mas y mas delgada, ademas de la sospechosa desaparicion de los pocos objetos de valor que tenia en casa. En ese momento mama penso que regresaria asustada y escarmentada. Mas volvio a equivocarse. Julia se hizo mas desconfiada. Decidio que nunca mas la manipularia nadie. Queria convertirse en el karma. Y vaya si lo consiguio. Se hizo una experta de la informatica en su acepcion mas oscura. Se hizo un hueco en ese submundo donde la informacion es poder, donde por unos miles de dolares podias saber, por ejemplo, las horas que un tio anodino de la ciudad de Probo en Utah se pasaba delante del ordenador viendo porno, si se la cascaba con la izquierda o si se fumaba despues un piti (en su caso, Marlboro). Era capaz de encontrar los trapos mas sucios de cualquiera, siguiendo la pista del dinero usado para comprar droga, manipulando camaras de seguridad, en fin, controlaba todo aquello que estuviera conectado a una red. Era la mejor. Logicamente a mama le horrorizo saber a lo que se dedicaba su hija pequena, no era algo de lo que pudiera pavonearse delante de sus amigas en sus partidas de bridge dominicales, y por ello el hilo que las conectaba practicamente se rompio. Sin embargo, y para cierto alivio de nuestra madre, pues parecia una olla expres a punto de reventar, hace dos anos que mi hermana decidio dar un nuevo giro en su vida. Tomo el macuto, apago el telefono tan solo despues de una escueta llamada en la que me dijo "hermanita, necesito desconectar. Ya te volvere a llamar", y tres semanas despues en una nueva llamada aseguro estar "limpia" y comenzo a trabajar en una pequena empresa de publicidad llevandoles todo el tema de redes sociales. --No Nuri. --Solo a ella le permito que utilice ese diminutivo--. Creeme que querria ir para verte, pero ahora mismo no puedo pedir dias libres. Estamos a tope con la campana de publicidad de los Hoteles Hyatt, tenemos que entregarla en enero y nos estamos pillando los dedos con los plazos. --Lo comprendo, no obstante, te echo terriblemente de menos. ?Cuanto hace que no nos vemos? --Dos anos, cuatro meses y... --Julia guarda silencio momentaneamente mientras yo sonrio. --Y 5 horas exactas --termino diciendo yo provocandola una carcajada. --?Tanto hace que mama se caso con el Viudo? --pregunta sorprendida Julia. --Si, y quiza deberiamos empezar a cambiarle el nombre a Tomas, ?no crees? --Tal vez, podriamos llamarle Job. --?Por su paciencia infinita con mama? --Y por su abultada cartera. No te olvides que el santo era un tipo rico. Posiblemente de esta salga siendolo aun mas, pues la Dramas --nuestra senora madre-- es la tentacion enviada por el demonio para hacerle caer. Me empieza a doler la tripa de la risa y las lagrimas asoman en mis ojos. Julia siempre consigue hacerme reir y sorprenderme por partes iguales. ?De donde saca tantos datos de temas tan dispares? --En tal caso creo que no me queda mas remedio que acercarte un poco de la magia navidena espanola, que ahi se os terminan las fiestas muy pronto. --Oh, Nuri, !me encantaria que vinieras! ?Pero puedes escaparte del trabajo unos dias? --Unos dias, unos meses y los anos que me vengan en gana. --?Que ha pasado? --me pregunta preocupada. --!Pues que me han echado! --Eres la jefa --me replica con el tipico tono de paciencia contenida mas propia de una madre con su hijo pequeno que entre hermanas adultas. --Un motin. --Nuriaaa... --Solo me llama asi (y alargando las aes) cuando pierde la paciencia. --Vaale, he decidido vender mi parte del negocio a Alfonso. Ya no me sentia realizada alli y bueno, he decidido dar un cambio a mi vida profesional. --?Y que nuevo enfoque le puede dar una fotografa? --me pregunta Julia con cierta guasa en la voz.--Pues que me he cansado de fotografiar siempre caras felices, miradas complices, sonrisas impostadas y ninos repelentes. --Es lo que hace una fotografa de bodas… ?que es lo que no me estas contando Nuri? Mierda, mi hermana me conoce mejor que nadie y es imposible omitir ningun tipo de informacion, aunque nos separe un oceano entre medias. --Se casa. --Finalmente claudico. --!No me jodas que ha sido capaz de pedirte que le hagas tu el reportaje de su maldita boda! --replica enojada mi hermana. --Preboda y postboda incluidas --afirmo de repente muy cansada--. Segun el soy la mejor y la que mejor los conoce... --Como para no conoceros. !Era tu novio y tu mejor amiga! --replica acalorada Julia. Ha pasado cinco meses desde que pille al cabronazo de Raul con Silvia, en nuestra cama. Se supone que tenia un reportaje con una pareja de novios en Toledo, por lo que iba a pasar gran parte del dia y hasta bien entrada la noche fuera de casa. Sin embargo, por un problema de salud del padrino habian tenido que posponer el enlace. Por tanto, apareci por el apartamento, en el madrileno barrio de Malasana, a las calurosas cuatro de la tarde de un 24 de junio. Mientras iba subiendo las estrechas escaleras empece a oir los jadeos y gritos. Por un momento me detuve en el descansillo del tercero antes de subir al ultimo piso. La mayoria de los vecinos eran ancianitas de pelo blanco o azulado, con puntillas en todas las superficies de sus pequenos pisos (si, tambien envolviendo el papel higienico). Llegue a pensar que alguna pudiera estar siendo objeto de un robo con agresion, por lo que me pare a escuchar y a dejarme guiar por los sonidos. Cuando estos me llevaron a la puerta de mi casa mis neuronas dejaron de conectar entre si. No podia (o mas bien, no queria) asociar esos sonidos a nada en concreto, pero mi corazon se salto varios latidos por la angustiosa anticipacion de lo que me iba a encontrar al abrir la puerta. Restos de comida en la mesita frente al televisor. Una botella de vino vacia. Dos copas. Una de ellas con la marca de un pintalabios rojo. Rojo puton verbenero. Ropa esparcida por el suelo, sofa, muebles. Con el Fly me to the moon de Frank Sinatra como banda sonora. Note una gota de sudor recorrerme la espalda, mientras retorciendo las manos me fui acercando a la habitacion que habia frente a mi, con la puerta abierta invitandome a pasar. Y ahi estaban, ella encima de el. Como si fuera una pelicula a camara lenta observe como el pelo de ella, rubio y largo e increiblemente liso se agitaba en cada acometida, sus manos sobre el pecho de mi novio, las manos de el acompasando el movimiento de las caderas femeninas, los ojos velados de placer en su cara. Tan concentrados estaban uno en el otro que no se percataron de mi presencia, y como una intrusa decidi salir despacio y sin hacer ruido de mi casa. --Ya bueno...digamos que este era el empujoncito para dar un giro a mi vida. Voy a utilizar el dinero ahorrado y viajar con mis camaras y objetivos, y vender mis imagenes como freelance. --Me parece genial Nuri, ya sabes que siempre me ha parecido que desaprovechabas tu capacidad de hablar con imagenes. --Y es cierto, cada dos por tres me picaba con su aguijon de avispa cojonera. --Si, mama. --Me burlo. --!Eh, un respeto a tus mayores! --Pero, pero... --Shhh, emocionalmente soy mayor, y punto en boca. --Y no le falta razon, quiza los golpes sentimentales que le ha dado la vida la han hecho madurar mas rapido--. Bueno, y dime, ?cuando vienes?

  • Trilogia de los anos oscuros de Rosa Ribas

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    Alli estaba Mariona. Blanca, rubia, carnosa y muerta. Como un huron enjaulado, Abel Mendoza iba de un lado a otro del monstruoso escritorio levantando pequenas nubes de polvo al revolver pilas de papeles que no habian sido tocados desde hacia meses. Se volvio hacia los estantes llenos de libros de medicina. Las manos parecian haber cobrado vida propia y se movian enajenadas sacando libros, recogiendo algunos de los caidos al suelo, cerrando los cajones abiertos y abriendo los cerrados. Finalmente encontro lo que buscaba. En ese momento, con un golpe involuntario del dorso de la mano izquierda, tiro al suelo una calavera de plastico, la mitad de la cual estaba recubierta de musculos y tenia un ojo; la otra, solo tenia los huesos pelados. Las calaveras siempre sonrien, incluso cuando caen al suelo y el impacto hace saltar el globo ocular, que huye dando botecitos como una pelota de ping-pong hacia el cuerpo yaciente. Levanto la calavera y, a pesar del nerviosismo, o tal vez por ello, no pudo evitar corresponder a su sonrisa. Entonces, el ojo de plastico golpeo el tacon del unico zapato que llevaba la muerta. Ese sonido seco y hueco desato el panico definitivo. Abel Mendoza abandono la habitacion y salio huyendo por la misma puerta que habia abierto con una ganzua hacia unos minutos. 1 --Han asesinado a Mariona Sobrerroca. Goyanes sonaba neutro, profesional, como siempre. Joaquin Grau se cambio de mano el pesado auricular negro del telefono para poder frotarse la sien derecha. El dolor de cabeza que tenia desde que se habia levantado le habia dado un zarpazo en el momento en que el comisario le comunico la noticia. Ignorante de ese efecto, la voz al otro lado de la linea seguia hablando. --La encontro muerta su criada esta manana, al volver despues de pasar el fin de semana con unos familiares en Manresa. La casa estaba patas arriba, seguramente un robo. El dolor de cabeza se hizo mas intenso. Grau estiro el brazo para acercar el vaso de agua que su secretaria le habia dejado sobre la mesa, cogio un sobrecito de analgesico, se lo metio entre los dientes y lo abrio de un tiron. Echo el contenido en el agua y lo removio con la cucharilla sin hacer ruido. Se lo bebio de un trago y despues interrumpio a su interlocutor: --?Quien va a llevar el caso? --Se lo he dado a Burguillos. --No. No me convence. Al otro lado del telefono se oyo un resoplido. Grau lo ignoro y le ordeno: --Quiero a Castro en ese asunto. --?Castro? --Si, Castro. Es el mejor que teneis. Goyanes no podia mas que asentir. --Esta bien --concedio, pero sonaba contrariado. El fiscal reacciono con irritacion. --Y espero resultados pronto. En un mes tenemos aqui el Congreso Eucaristico y quiero la ciudad limpia. ?Queda claro? --Clarisimo. Tras colgar el telefono, analizo la conversacion. Habia tomado la decision correcta. Castro era uno de los inspectores mas capaces de la Brigada de Investigacion Criminal, por no decir el mas capaz. Y le era absolutamente leal. De Goyanes no estaba tan seguro, porque, aunque en esta ocasion el comisario de la Brigada de Investigacion Criminal le habia mostrado una vez mas el grado necesario de sumision, desde hacia un tiempo Grau no estaba seguro de poder fiarse de Goyanes y de sus hombres mas proximos, como el inspector Burguillos. Su puesto en la fiscalia de momento no se tambaleaba. De momento. Pero era consciente de que sus enemigos eran muchos, cada vez mas. Ademas eran astutos. Los sabia capaces de esperar escondidos en las sombras hasta ver llegar una ocasion propicia. Tenia que estar atento. Goyanes obedecia, pero lo habia notado aun mas distante de lo que era habitual en el. ?O eran imaginaciones suyas? Tenia que estar atento, en guardia, como siempre. El leon que da el primer zarpazo suele ser el ganador. Implacable, asi le gustaba definirse a si mismo. Como en la guerra, cuando era juez militar, cargo donde destaco por su capacidad y prontitud a la hora de dictar sentencias de muerte. Por eso, cuando despues de la guerra el Regimen designo personas de confianza para la nueva Administracion de Justicia, lo nombraron fiscal en Barcelona. La labor empezada en la guerra no habia terminado, aun quedaba mucho por hacer. El seguia siendo implacable. Se recosto en el asiento y miro la pila de cartas sobre su mesa. Nunca habia permitido que las abriera su secretaria, del mismo modo en que no habia dado pie a la mas minima aproximacion. Si bien el se habia informado bien sobre quien era la persona a su servicio, ella no sabia absolutamente nada que no tuviera que saber sobre su jefe. Ni ella ni nadie. No entenderia nunca la necesidad de las personas de contar historias personales a los demas, de abrir gratuitamente flancos de ataque al enemigo. Su vista seguia clavada en los sobres intactos. Aun experimentaba un ligero malestar al encontrar la correspondencia diaria encima del escritorio. Despues de la huelga de usuarios del tranvia de la primavera del ano pasado, durante varias semanas habia abierto las cartas con algo de temor. El boicot de la poblacion a la subida de los billetes del transporte publico y la huelga general que siguio habian costado muchas cabezas. En primer lugar, la del gobernador civil de Barcelona, a quien siguio de inmediato la del alcalde. Dos funcionarios de la Falange acabaron en la carcel porque no mostraron excesivo entusiasmo por enviar sus unidades a llenar los tranvias para acabar la huelga. Otros falangistas de la vieja guardia habian perdido tambien sus puestos. Nadie podia estar seguro de conservar su posicion. Cogio al azar una de las cartas, un sobre de papel bueno que desgarro con un golpe seco del abrecartas con empunadura de acero. Era una invitacion a una recepcion oficial. Por supuesto que iria, aunque solo fuera para no darles oportunidad de murmuraciones e intrigas a sus espaldas. Si, estaba en guardia. Y ahora el asesinato de la Sobrerroca. Mariona Sobrerroca muerta. La habia conocido y tratado en eventos sociales; tambien a su marido, ya fallecido, el doctor Jeronimo Garmendia. !Que vueltas da la vida! En dos anos la magnifica mansion en el Tibidabo habia quedado deshabitada. Asi de rapido los habia alcanzado la guadana de la muerte. <> penso. <>. Para ambos solo habia una solucion, mantener la cabeza fria. La muerte de Mariona Sobrerroca solo significaba trabajo, era un caso, una investigacion policial. Que implicaba tambien husmear entre la burguesia barcelonesa. Eso, por una parte, podria ser complicado. A saber con que se iban a encontrar. Siempre que se investigaba un asunto, daba lo mismo donde, salian a la luz trapos sucios. Era como trabajar de pocero, siempre se acababa sacando mierda. Y a esta gente, como a cualquiera, no le gustaba que se mirara en sus cloacas y, dado que estaban bien relacionados, habia que tratarlos con guantes de seda, porque enseguida hacian llegar sus quejas y, sobre todo, sabian a quien hacerselas llegar. Despues habria que esperar que los resultados de la investigacion fueran satisfactorios. Quiza, como en otras ocasiones, habria que ocultar un par de cosas, y no estaba muy seguro de que un asunto de esas caracteristicas le fuera a reportar apariciones publicas destacables. ?O tal vez si? Cogio el telefono y marco el numero de Goyanes. Le dijo lo que queria sin preambulos: --Quiero que este caso reciba un tratamiento prioritario en la prensa. --?Por que? --Porque es importante mostrar al mundo que en este pais el crimen se persigue y castiga de forma eficaz. Si Goyanes creia o no esas frases tomadas del discurso oficial, le daba lo mismo. Grau sabia que tenian la propiedad de ser incontestables. --?Que quiere decir prioritario? --quiso saber el comisario. --Que se lo vamos a dar en exclusiva a un periodico, a La Vanguardia. --?A esos? ?Por que precisamente a ellos? Recuerde lo que paso con la informacion del caso Broto... --Justo por eso. Esta vez, como unica fuente oficial, no podran ponerse a especular. Esta conversacion fue aun mas breve que la primera. Despues echo la cabeza hacia atras y cerro los ojos con la esperanza de mitigar algo el dolor, que ahora se hacia sentir como una pulsacion en los oidos. Por otra parte, se dijo, recuperando el hilo de pensamiento que habia interrumpido para llamar al comisario, era muy probable que gracias a las pesquisas llegara a sus manos alguna que otra informacion interesante que se ocuparia bien de conservar y usar cuando fuera menester. Quiza incluso obtuviera informaciones que podrian ayudarle a resolver algunos de sus pequenos problemas. Empezo a notar un ligero alivio. 2 A las nueve de la manana, mientras contemplaba con ojos adormilados la taza de cafe medio vacia, Ana Marti oyo el telefono en la escalera. El aparato estaba en un hueco, debajo del primer tramo, metido en un cajon con una puerta de rejilla cerrada con un candado. La llave solo la tenian Teresina Sauret, la portera, y los Serrahima, los vecinos del principal, que eran los duenos del edificio. Cuando el telefono sonaba, la portera lo cogia y se encargaba de avisar al vecino a quien iba dirigida la llamada. Si le apetecia, porque a veces no le venia en gana. Las propinas o los aguinaldos de Navidad, tanto la expectativa de recibirlos como la generosidad con que se hubieran presentado, la animaban a subir las escaleras. Ese dia seguramente la posibilidad de reclamar los dos meses de alquiler que debia Ana le concedio mas agilidad a sus piernas y poco despues de que el sonido estridente del aparato la hubiera sacado de su piso, la portera ya habia subido hasta el tercero, que con el principal era un cuarto, y aporreaba la puerta. --Senorita Marti, telefono. Abrio. Teresina Sauret, plantada en mitad de la puerta, le bloqueaba la salida. Por el espacio que no cubria su cuerpo rechoncho embutido en una bata de felpa entro un aire frio y humedo. Ana estiro la mano para coger el abrigo, por si la llamada era larga, y las llaves para cerrar e impedir miradas curiosas de la portera. Esta debio de pensar que buscaba el dinero y se hizo a un lado. Ana aprovecho el hueco para salir del piso y cerrar la puerta. Dejo a la portera a pocos centimetros de la madera con la cara a la altura de la mirilla de bronce redonda como un ojo de buey. Las de las otras tres puertas brillaban a la luz de la bombilla que colgaba desnuda del techo del rellano. No habia lamparas en los pasillos de las plantas de alquiler, solo en la entrada del edificio y en el principal, para las visitas de los Serrahima; que los inquilinos de los pisos de alquiler no las tuvieran y lo que estos pudieran opinar traia sin cuidado a los duenos de la casa. La portera mascullo algo; no seria ni bonito ni agradable, pero Teresina Sauret tomaba la precaucion de no decirlo demasiado alto para que si alguien en la casa lo escuchaba no lo entendiera y, con todo, a ella, a la morosa, le bastara percibir el tono para entender el mensaje. Mientras tanto, Ana bajo corriendo las escaleras, llego al hueco y cogio el pesado auricular de baquelita que la portera habia dejado apoyado en la caja. --?Diga? --?Aneta? Era Mateo Sanvisens, jefe de redaccion de La Vanguardia. --?Conoces a Mariona Sobrerroca? ?Como no iba a conocerla? Llevaba casi dos anos escribiendo notitas de sociedad, a la fuerza tenia que conocerla. Viuda de un medico de postin, pubilla de un antiguo linaje catalan, era parte del elenco fijo en todas las fiestas importantes de la ciudad. --Claro --respondio. Despues de separarse de la puerta, Teresina Sauret habia iniciado el descenso y ralentizaba el paso para poder captar parte de la conversacion. Los pies se acercaban con una lentitud exasperante. --Pues ya no la conoces, la conocias. --?Y eso? --Esta muerta. --Y necesitais la necrologica para manana... --empezo a decir. Las lineas del texto ya se escribian en su cabeza, <>. Sanvisens le arranco de un golpe la maquina de escribir de la cabeza. --Aneta, hermosa, ?eres boba o te has atontado de ir demasiado al Liceo? ?Crees que te llamaria yo para una necrologica? Llevaba suficiente tiempo tambien haciendo de negro para el periodico como para saber cuando no habia que responder a la preguntas de Sanvisens. Aprovecho el silencio para despedirse con una inclinacion de la cabeza de la portera, quien por fin habia logrado alcanzar el ultimo peldano. Teresina Sauret se metio en su casa. El roce de sus zapatillas se detuvo, como era de esperar, justo detras de la puerta. --La han asesinado. Sobresalto a la portera con la exclamacion que se le escapo al escuchar estas palabras, porque se oyo un golpe en la puerta. <>, penso Ana. --Me gustaria que siguieras el asunto. ?Quieres? Se le acumularon muchas preguntas. ?Por que yo? ?Por que no lo hace Carlos Belda? ?Que dice la policia? ?Que quieres que haga? ?Por que yo? Se le acumularon tantas preguntas que solo dijo: --Si. Mateo Sanvisens le pidio que fuera de inmediato a la redaccion. Colgo. Subio a zancadas hasta su piso, se puso unos zapatos de calle, cogio el bolso y se lanzo escaleras abajo. Teresina Sauret estaba cerrando la puertecilla del telefono. --!Que modos! !Vaya carreras! --escucho mientras salia corriendo a la calle en direccion a la Ronda. Paso de largo sin mirar la pintada que habia estampado el rostro de Jose Antonio sobre unas letras de molde que proclamaban <>, contra cuyo vandalismo nadie se habia atrevido a protestar por temor a significarse. Como no venia ningun tranvia en direccion a la plaza de la Universidad, prefirio no esperar e ir a pie. Camino tan rauda hasta la calle Pelayo, que pronto dejo de notar el fresco en las piernas. En la redaccion del periodico esperaba que Sanvisens diera respuesta a sus preguntas. Tal vez incluso a la pregunta de por que la habia llamado a ella y no a Carlos Belda, que era quien siempre se encargaba de las noticias de sucesos. --Carlos esta enfermo. Estara de baja por lo menos una semana, si no dos --le dijo Sanvisens despues de saludarla y mirar el reloj como si hubiera cronometrado el tiempo desde la llamada. Solo por cortesia, ella pregunto: --?Que tiene? --Unas purgaciones. Se las han tratado con penicilina y le ha hecho reaccion. --Igual lo que estaba mal era la penicilina. No hubiera sido algo tan extrano. Habia mas de un caso de penicilina y de otros medicamentos adulterados que habian dejado un rastro de muertos y enfermos cronicos. Adulterar penicilina estaba penado con la muerte. Tambien se castigaba hacerlo con el pan o con la leche. Pero se hacia. --Igual si --dijo el redactor jefe.

  • Amor en tinta de Stephanos Tomasis

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    Amor en tinta es una historia romantica contada a traves de dos puntos de vista y aborda la enfermedad terminal de Christopher y la vida amorosa de su hija Nicole, quien no sabe como lidiar con la muerte y la ausencia de aquellos que ama. La ciudad de Amenti parece estar embrujada por el desamor y la perdida, pero tal vez hay historias de amor que pueden cambiarlo todo. Cada cumpleanos Nicole recibe un girasol y una carta enviada por su padre difunto, que piensa que el amor es capaz de traspasar las barreras del tiempo y la vida.

  • Selene, flor de cristal de Luna Villa

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    Patrick trabajaba en una importante empresa minera, hasta que es despedido. El amor por su madre, y el de esta por las piedras preciosas, le llevo a estudiar Geologia. Tras su inminente despido, decide viajar en busca de nuevas perspectivas y posibilidades. En ese viaje, encuentra una extrana cueva. Lo que Patrick no sabe es que no se trata de una simple cueva, sino de un portal hacia otro tiempo. Alli le espera Selene, una hermosa mujer encargada de mostrarle su mundo; un lugar lleno de increibles criaturas gigantes y diminutos seres magicos… Sin embargo, no todo es luz. Las tinieblas quieren establecer su dominio y separar lo que el destino y el amor han unido en un mundo tan bello como fragil.

  • La prisionera espartana de Africa Ruh

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    Esparta, 465 a. C. Cinisca se siente fuera de lugar: mientras su padre y su hermano se preparan para la guerra y su madre y su hermana sirven a la ciudad dandole hijos, ella se escabulle a contarles historias a los ninos esclavos. Pero sabe que es el hazmerreir de las otras muchachas y que, antes o despues, debera cumplir con su deber como espartana y formar su propia familia.

  • No lo llames sexo… ?O si? de Noelia Amarillo

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    Me gusta el sexo. Mucho. Pero no por el extasis que conlleva, o al menos no solo por eso, sino porque cuando estoy perdido entre el placer, el deseo y la necesidad es el unico momento en que puedo dejar de
    pensar en lo que hice. En el dano que provoque. En el precio que me tocara pagar cuando me atrapen.

  • Gordo de feria de Esther Garcia Llovet

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    Un borracho. Un borracho de Semana Santa. Un borracho de Semana Santa atraviesa la plaza Mayor de la capital de Espana, son las cinco de la tarde, parece que va hablando por el movil pero la verdad es que no tiene movil porque se lo han robado hace horas y no se ha dado ni cuenta. Habla solo. Se llama de usted. -Que cosa mas rara me ha pasado -dice el borracho. El borracho se ha puesto a mirar una obra de canalizacion. En realidad se ha quedado apoyado en la valla amarilla que ponen en las obras para tener algo a lo que agarrarse, porque como se suelte sabe que se va al suelo, derecho a la zanja que hay en cualquier calle, las zanjas, las largas y hondas trincheras de Madrid, en guerra permanente contra todo lo contemporaneo. Ha trabado el pie ahi, ha cruzado los brazos sobre la valla y ha pensado eso en voz alta. -?Como dice? -Me ha pasado algo rarisimo -repite el borracho. El que esta a su lado es un chaval de pueblo de la sierra; ha venido a Madrid a ver si encuentra novia, que no la va a encontrar. El borracho se mete la mano en el bolsillo de atras, lleva bermudas y un polo blanco que le aprieta por todas partes. Saca una cartera que le ensena al chaval, una cartera de cuero, negra, muy usada, deformada de haber sentado el culo encima un millon de veces. -Mira -le dice al chaval-. Anoche un senor me dio esto. El chaval asiente con la cabeza. -Muy bien. Al chaval no le ha dado el sol en los ultimos cincuenta y cinco anos. -Aqui dentro esta mi destino. ?Tu crees en el destino? -Yo lo que creo es que me faltan dos euros para el interurbano. -Pues aqui me parece que te vas a quedar. -Vaya. Silencio. Se quedan mirando las obras otra vez, aunque no hay obras que ver, ni un solo obrero. Solo esta la zanja que deja a la vista una tuberia muy ancha y otra muy estrecha y los estratos cada vez mas profundos, mas negros y humedos y el cielo tan bonito, tan transparente, tan velazqueno, ahi al fondo del todo. No hay nadie trabajando. Es Domingo de Resurreccion. -Aqui ponia yo a trabajar a quinientos ochenta chinos -dice el borracho bien alto. -Yo tambien. El borracho se llama Luis. Se llama Luis pero le llaman Castor. Anoche, a las tantas, a las cinco y cuarto de la madrugada, Castor seguia sentado en la barra interminable del Plus Ultra, viendo en la tele la retransmision de un partido de la liga china, en directo. A veces le parecia que jugaban veintisiete chinos contra otros veintisiete. Mas anuncios. El camarero estaba hablando todo el tiempo, solo, a veces se quedaba afonico, no sabia escuchar, no le interesaba nada de lo que nadie le contara. No parecia un camarero. -Callate ya, joder -le dijo Castor. Pero el camarero no se callo. Habia abierto el bar para poder hablar con quien le diera la gana. Cuando no le dejaban hablar se ponia a hacer preguntas para poder empezar una conversacion cualquiera, asi que le pregunto a Castor que si queria un arroz a la cubana. Castor le dijo que no. -No. -Luego cogio un hueso de aceituna y se lo metio en la boca. Empezo a roerlo despacio, con ganas. Era su metodo habitual de procesar a fondo todo lo que se le iba pasando por la cabeza, su forma de triturar minuciosamente su conciencia con las muelas del juicio hasta que le dolian los oidos. Le hubiera gustado mucho tener un jefe para poder ciscarse en el, pero no tenia jefe. El jefe era el. -A ver, donde esta la prensa del dia -solto. Si no en un jefe, por lo menos le quedaba ciscarse en los politicos y en los ecologistas y en los periodistas. Y en la cultura, siempre tan a mano. El camarero saco un par de periodicos de debajo de la barra, los dejo frente a el y fue a sentarse a una mesa junto a la ventana, a escribir whatsapps que nadie le contestaria jamas. Castor cogio un periodico, no tenia mas que tres paginas, era Semana Santa. Y entonces fue cuando paso lo raro. El tipo entro como una sombra, sin abrir el pico. Y se encaramo al taburete a su lado, codo con codo. El resto de la barra estaba vacia. Castor le echo un vistazo al bies en el espejo ahumado detras de las botellas; era morenito, menudo, chato, con unos rizos como de astracan. Luego Castor bajo la vista y siguio mirando el periodico, sin leerlo en realidad. Achicando los ojos. Estaba pendiente del tipo este, esperando a ver que mierdas queria. Ahi se produjo un silencio de unos tres minutos. -Buenos dias -dijo Castor al fin. No podia mas. El morenito se froto las manos. Era lo que estaba esperando. -Buenos dias los que va a tener usted -dijo. Castor debia de estar muy borracho, porque cuando se volvio hacia el morenito le parecio que tenia el tamano del dedo de una mano y que lo miraba de abajo arriba desde el mismo centro del ruedo amarillo del asiento. -?Eres torero? -Soy la esperanza. -Lo que tu digas. Castor volvio a coger el periodico. -Ay, no le voy a contar mi vida -dijo el morenito. -Claro que no. -Yo antes era como usted -dijo. Castor solto una carcajada-. Si. No me contradiga. Como usted y como toda Espana y los espanoles. Estaba perdido para el mundo, asi le digo, para el sentido y el norte de las cosas, cada dia hacia lo mismo y no me daba cuenta, no me daba ni cuenta, todo me parecia que me pasaba por primera vez y a la vez me sonaba repetido, ya me entiende. Un barranco de aire, eso era yo. Yo he vivido en Pitis toda mi vida, detras de los hospitales. He vivido ahi a rachas, cuando venia una buena me iba y luego volvia, he tenido rachas muy largas eh, aqui donde me ve yo me he paseado por la Ribera de Curtidores de cabo a rabo y ahi no habia nadie que no hubiera puesto yo, pero luego me han venido flacas y hay que ir a alguna parte, y hace unos meses, cuando volvi a Pitis, Pitis ya no existia. No esta. Nada. Hay bloques y gruas. Y aparcamientos. Coches no hay, pero aparcamientos, muchos. Mi casa, mis gallinas y el tinglado del tiro al blanco, de eso no quedaba ni la sombra. Que rapido construyen ahora, no se como lo hacen. Las gallinas me dijeron que se las habia quedado uno que vive por detras de Bravo Murillo, en un patio, se han hecho viejas muy rapido tambien. Alli ademas de las gallinas habia una dominicana con unas gafas de cristales amarillos, gordos como tabiques. La dominicana tenia una gallina en un muslo y un huevo en la mano. Un huevo blanco y una gallina negra. Y una dominicana en medio. Si le aburro me lo dice. Con la otra mano leia la Biblia, la muy sinverguenza, ahora somos todos un poco evangelistas. Se canta mas. La dominicana me dijo que me llevara mis cosas pero que le dejara las gallinas. Cuanto cuesta una gallina, seis euros, eso no lo sabia usted. Mis cosas estaban en una caja de carton de Amazon. Habia alli tambien unas ninas, o bueno, igual no eran tan ninas, colgando ropa en los tendederos del patio siete pisos mas arriba. El patio era muy estrecho, un patio de luces. Sacaban sabanas una detras de otra, era mediodia pero ahi abajo se estaba haciendo cada vez mas oscuro. Las ninas se reian como locas, es lo que pasa con el chocolate, hasta que se callaron de pronto, a la vez. Yo mire para arriba y por encima de ellas el sol te quemaba los ojos. Tenian los pelos largos. Era el 1 de enero. Cuando baje la vista de nuevo, el patio estaba oscuro, estaba negro del todo, el suelo de alquitran. La dominicana se habia largado de ahi, y las gallinas. Se habia ido, la dominicana, con su huevo en la mano. Yo me lleve mi caja, pesaba muy poquito. Pero si no habia casi nada ahi dentro aunque fuera mi vida entera: media docena de moviles, una guia de telefonos y el rosario de la aurora. Y esto. El morenito entonces metio la mano en el bolsillo y saco una cartera de cuero negro que dejo frente a Castor. -Mire que me ha costado dar con usted -le dijo-. La he llevado siempre encima los ultimos tres meses, desde que se la quite, por si acaso, por si lo veia. -?Y esto que es? -Su cartera. Se la devuelvo. -?Me la devuelves? -Yo. A usted. Si. Lo he reconocido y le he visto meterse aqui y me he metido un copazo para darme valor antes de entrar. La cartera tenia un pin bastante gastado que parecia un escudo del Atletico de Madrid. -Bueno. No es verdad -continuo el morenito-. Lo he seguido desde Pontones, anda que no pasea usted, y lo he seguido hasta aqui. Ya esta. La cartera estaba entre los brazos extendidos de Castor, que la miraba como si fuera un plato que no le apetecia nada comerse. -Bueno -dijo el morenito-. Yo me voy. -?No quieres nada? ?Un cafe? ?Donde vives? -Por ahi. -Como que por ahi. -Pero si yo estoy bien en cualquier parte -dijo saltando al suelo. Castor asintio despacio. Luego miro todo alrededor, habia un billar, una pila de sillas, una guirnalda de luces color naranja, una bandera de Andalucia. -Pues yo no estoy bien en ninguna. Cuando llego a casa no encendio las luces. Le gusta encontrarsela a oscuras, asi tiene la sensacion de que entra en una sala de cine. Ademas se deja la tele puesta para que parezca que hay alguien dandole al pico dia y noche. En realidad se deja encendidas varias teles a la vez. Cinco, cada una en un reality diferente y en una habitacion diferente.

  • Un idilio por los pelos de Ariadna Baker

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    Siempre tuve vocacion de peluquera. Recuerdo que desde nina ya me encantaba peinar a mis amigas, incluso a mi madre, que tenia una larga melena negra como una india. Con mis pequenas manos le hacia unas maravillosas trenzas y recogidos que todo el mundo me celebraba. Las horquillas que le ponia por aqui y por alla eran casi mas largas que mis dedos. --Te veo peinando a las famosas, carino --solia decirme cuando todavia ni habia hecho mi Primera Comunion. Sus palabras me llenaban de orgullo. --?A Madonna? --le preguntaba, ingenua de mi. --A Madonna y a todas las top models y actrices de Hollywood. Ese era mi sueno a esa edad, pero mi padre tenia otros planes de futuro para mi y para mi Marta, mi hermana gemela. Con ella no tuvo ningun problema porque tenia muy claro que queria ser ginecologa, sin embargo, cuando yo termine la ESO y quise matricularme en una academia de peluqueria, me lleve el chasco de mi vida, y es que me di de bruces con un muro inquebrantable. --De eso nada, Ingrid. Quiero que mis dos hijas tengan una carrera universitaria, asi que termina el Bachillerato y ya veremos a que universidad te envio despues. --Pero ?por que? --proteste. --Porque lo digo yo, y punto --asi de tajante ha sido siempre mi padre. --Luciano, deja a la nina que estudie lo que a ella le guste --intervino mi madre. --Eso, Fabiola, tu ponte de su parte como siempre. ?Es que en esta casa no tengo voz ni voto? Cuando se ponia asi, no habia quien pudiera con el. Y eso de que no tenia ni voz ni voto... en fin. Mi padre no es mala persona, pero si de ideas fijas. En cuanto a mi madre, tiene un caracter muy blando y siempre se ha dejado llevar por el para evitar enfrentamientos, cosa que nunca he entendido. Una cosa es ser un gallo de pelea y estar a la gresca a todas horas y otra que no se impusiese en casos como este que estoy contando. Por aquellos dias me harte de llorar, viendo que no habia nada que hacer. Habia intentado hablar un par de veces mas con el, pero en ambas con el mismo resultado; cero patatero. --No te preocupes, cielo --me dijo mi madre una manana cuando el se marcho a su consulta de dermatologia a trabajar--, sabes que solo quiere lo mejor para vosotras dos. --?Es que lo vas a defender? Tu tambien sabes que quiero estudiar peluqueria, ademas, que no me veo yo estudiando una carrera. Yo no tengo el coco de mi hermana ni de cachondeo. Eso era cierto. Los libros no estaban hechos para mi y me costaba la misma vida metermelos en la cabeza. Marta era harina de otro costal. Ella disfrutaba devorandolos y siempre sacaba las mejores notas de clase, pero yo iba aprobando cada curso por los pelos. Esa era otra de las razones que me llevaban a querer ser peluquera. --A ver, hija, no es eso lo que quiero decir --prosiguio--. Me refiero a que todavia eres muy joven, estudia algo que no te resulte muy complicado y luego ya se vera. Cuando tengas tu titulo universitario en la mano, lo mismo cambias de opinion. O el. Pero hoy por hoy... tu sabes. Si, si sabia lo que queria darme a entender. A mis dieciseis anos, estando bajo el mandato de mi padre, lo tenia muy crudo. Y lo de emanciparme era inviable; con esa edad y sin ninguna experiencia laboral, dificilmente iba a encontrar un trabajo que me permitiera irme de casa para poder hacer con mi vida lo que me diese la gana. El dia que termine el Bachillerato y le anuncie a mi padre que habia decidido estudiar Enfermeria, se conformo a medias. --Pues hija, para eso, por un poco mas de esfuerzo, estudia Medicina. Hasta ahi podia llegar la broma, pense. Seis anos de carrera y uno preparando el MIR volviendome loca ya del todo. Ni de cona, vamos. Precisamente lo que yo queria era ganar tiempo. Mi plan era estudiar una carrera de cuatro anos y luego... a correr. Para entonces una tendria otra edad y mi padre no podria echarme ya el freno tan facilmente. Seguia empenada en ser peluquera tarde o temprano. --No, papa. La medicina para Marta. Ella ha salido a ti, pero yo no llego a tanto --le replique. Bueno, en realidad, Marta habia salido a los dos, porque mi madre tambien estudio en su dia Veterinaria. Ejercio como tal durante unos anos, pero un problemilla de salud que ahora no viene al caso la obligo a retirarse. El, que era consciente de que yo no estaba tan capacitada para los estudios, debio entender que era preferible que me metiera a hacer Enfermeria a que le dejase la carrera de Medicina a medias por no poder abarcar tanto. El asunto es que nosotros viviamos en un pueblecito del sur de Huelva que estaba a bastante distancia de la capital, de manera que me quedaba mas cerca la universidad de Cadiz que la onubense. Esa otra tierra a orillas del Atlantico siempre me ha llamado mucho la atencion, asi que vi ahi la oportunidad de matar dos pajaros de un tiro: pasar unos anitos en la capital gaditana y, de paso, vivir una nueva experiencia, lejos del seno familiar. Por suerte, en eso mi padre no puso ninguna objecion. --Muy bien, pues ya sabes. Ve buscandote por internet un piso de esos compartidos para estudiantes. Para ti y para tu hermana, claro. --Pero !papa! --protesto Marta. --Ni papa ni gaitas --otra vez le salio su vena mandataria--. Os ireis las dos juntas a Cadiz, asi os estimulais la una a la otra con los estudios. Mi hermana tampoco fue capaz de quitarle la idea en lo tocante a ella. Marta llevaba para entonces tres o cuatro meses saliendo con Claudio, un chaval de nuestro pueblo bastante guapo y espabilado que habia montado una ferreteria. Aunque nunca llego a decirlo, yo sabia que Claudio no era para mi padre santo de su devocion, y no porque el chaval fuera un pintillas ni nada por el estilo. Al reves, era un chico guapo, con muy buena presencia y bastante majete. Como cada uno sabe lo que hay en su casa, yo conocia bien la mentalidad de mi padre (distinta tambien en ese sentido a la de mi madre) y sabia que a el Claudio le parecia poca cosa para su hija, aunque no lo dijese. En el plan iba yo tambien por delante. Sus hijas tenian que casarse con alguien de mas nivel, esa era su pretension. Nunca he llegado a entenderlo, la verdad, pero el es asi. Ahora bien, si me hubiese visto por entonces en la misma papeleta de Marta, ahi si que hubieramos tenido un buen rifirrafe mi padre y yo. En el amor no parto peras con nadie, pero por aquellos tiempos yo no tenia pareja aun. Hasta entonces solo habia salido con un chico, hijo de un farmaceutico del pueblo, y nada mas que dos meses. En cuanto a mi hermana, tuvo que jorobarse con lo que habia, aunque tampoco era un drama: iriamos a diario a clase en Cadiz y los fines de semana tirariamos las dos para casa. Al comenzar el verano nos pusimos como locas a buscar piso. Llamamos a un monton de telefonos, pero nos encontramos con que la mayoria de las habitaciones ofertadas en los anuncios ya estaban apalabradas. Ademas, nosotras queriamos habitaciones independientes, a lo que estabamos acostumbradas desde siempre. Eso nos complicaba mas aun la busqueda. --No, si ya veras tu --decia Marta--, me veo metida en una pension. --Que exageradas eres, por Dios. Todavia queda mucho verano por delante. Asi era, pero no seria hasta finales de agosto cuando dimos con el piso ideal en el que poder vivir las dos durante nuestros anos de universitarias. No obstante, cogimos un tren y fuimos a verlo con nuestros propios ojos, que las fotos a veces enganan mucho. Aquellas le hacian justicia. El piso estaba situado en la ultima planta de un elegante edificio del paseo maritimo y tenia unas preciosas vistas al mar. En el vivia Mariola, una joven profesora de instituto. --Todo este tiempo han vivido aqui Saray y Rocio, pero ellas ya terminaron sus estudios a finales de junio y se volvieron para San Roque --nos explico --. Luego he alquilado las habitaciones por quincenas a gente de fuera, porque en esta zona se paga un paston en verano. --Tiene que ser una gozada vivir aqui todo el ano, aunque no sea en epoca de playa ?no? --le pregunte mirando absorta por la ventana. --Lo es. A mi me da igual que sea pleno invierno. Muchas mananas de domingo me bajo con el chandal y las deportivas y me voy andando por la arena hasta Torregorda. --?Donde esta eso? --Para alla --senalo con el dedo a la izquierda--. Cerca de San Fernando ya. Un dia segui y segui y me plante en La Isla. Otras veces tiro para el campo del Sur. --Parece un bloque muy tranquilo, ?verdad? --fue Marta la que se lo pregunto. --Relativamente. En verano hay mas ajetreo porque muchos propietarios tienen esto como segundas viviendas y las alquilan por temporadas, ya sabes, por semanas, quincenas... segun les convenga. Los unicos de esta planta que vivimos siempre aqui somos Elena y yo. --?Elena? ?Una pelirroja muy alta?

  • Catarsis 1 de Anabel Garcia

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    Noa tiene una vida normal y corriente, como la de cualquier chica moderna rozando la treintena. Pero de repente, un buen dia, ocurre algo increible que transforma su monotonia en una trepidante aventura sin precedentes. Tanto es asi que incluso cree que esta inmersa en algun extrano sueno o broma pesada. Y para que os hagais una ligera idea de lo que estoy hablando, digamos que se ve rodeada de elfos, dragones, serafines, unicornios y un sinfin de criaturas extraordinarias.
    Mientras intenta desesperadamente escapar de ese mundo llamado Catarsis, o al menos sobrevivir a el, ya que sus inesperados dotes como hechicera son nefastos y sus enemigos no se andan con jueguecitos, descubre que alli todos consideran que es La Elegida, aunque la cuestion es ?elegida por quien y para que?
    Ademas, y para colmo de males, si pretende cumplir con su paradojico destino como salvadora del mundo, debe acatar las descabelladas ordenes del ser mas odioso que jamas haya existido, nada mas y nada menos que el mismisimo Senor del Mal, que no tardara en descubrir atonito lo que conlleva el caracter de una gaditana enojada.
    !Adentrate en Catarsis y demuestrame que el miedo no existe!

  • Mi vida en tus manos de Rose B. Loren

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    Zoe es una joven doctorada en educacion infantil, con un pasado que le ha marcado para siempre; su madre los abandono a ella y a su padre cuando era tan solo una nina, y este fallecio en un accidente aereo siendo una adolescente. Procedente de una familia acomodada, sus abuelos fueron los responsables de procurarle una buena formacion en los mejores colegios y universidades. Con un gran corazon, rechazo un puesto en la universidad para dedicar su tiempo a ser maestra en un orfanato de Cardiff. Pero toda su vida se ve truncada justo cuando esta apunto de recibir una suma importante de dinero proveniente de la herencia de sus abuelos. Un cambio que la pondra en una situacion extrema y que necesitara de la ayuda de Owen, un subinspector de policia que le tendera una mano cuando mas lo necesita. Situaciones al limite y decisiones desesperadas que haran que todo gire alrededor de una sola idea, recuperar la vida que le ha sido arrebatada. ?Recuperara Zoe su verdadera vida? ?Quien esta detras de toda esta trama? Descubrelo en Mi vida en tus manos.

  • La cautiva del highlander (Al tiempo del highlander 1) de Mariah Stone

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    C P R OL O G O astillo de Dunollie, fiordo de Lorn, Escocia, 1296 LA CRUZ EN LLAMAS ARDIA. Bum. Bum. Bum. El sonido de cientos de palmas tocando los tambores resonaba en el pecho de Craig Cambel al mismo ritmo que su corazon. Detras de el, esperaban doscientos miembros del clan Cambel. Todos habian respondido a la antigua llamada de la cruz en llamas, que ardia junto al caballo del jefe del clan. La llamada a derramar sangre. La llamada a restaurar el honor. La llamada a rescatar a un ser querido. El castillo de Dunollie, hogar del clan MacDougall, se erguia ante Craig. Tenia cuatro muros cortina, un gran porton, que se hallaba justo enfrente de los Cambel, y una simple torre cuadrada de tres pisos integrada en la esquina derecha. Sobre el techo y los muros, los arqueros estaban preparados, las cuerdas tensadas y las flechas apuntadas hacia Craig y sus hombres. Sin embargo, los Cambel prepararon sus propias flechas de fuego para responder. El ariete se encontraba listo delante del porton y los guerreros disponian de algunas escaleras de asedio largas y reparadas, asi como tambien de otras recien construidas. Sir Colin Cambel, jefe del clan y abuelo de Craig, levanto un brazo y todos los tambores se silenciaron al mismo tiempo. --!John MacDougall! --El grito llego lejos, se alzo hacia el cielo plomizo e hizo eco entre las piedras y las paredes--. !Dejate ver! Los arqueros que se hallaban parados en la muralla titubearon y luego le cedieron paso al hombre que aparecio entre ellos. --Cambel --grito el recien llegado--. ?Vienes a devolverme mis tierras? --Las tierras me las concedio el rey Juan de Balliol y ya no son tuyas. --Claro, y tu estabas ansioso por aceptarlas. No olvides que aun eres mi vasallo. --Parece que eres tu quien esta olvidando las cosas. Cosas como el honor. Cosas como cumplir con tu palabra y proteger a tus vasallos. --Yo no le debo proteccion a ladrones. --?Ladrones? --Sir Colin escupio en el suelo--. ?Como te atreves? Devuelveme a mi nieta. Y, si sabes lo que te conviene, me entregaras al bastardo de tu hijo, que no sabe aceptar el no rotundo de una muchacha. Yo le ensenare a tener honor. Es evidente que su propio padre no lo ha hecho. Al recordar el dia en que su hermana Marjorie habia desaparecido, Craig apreto la mano alrededor de la empunadura de su espada claymore. Marjorie habia salido del castillo con su criada para ir a recoger hierbas para la cocina. Al poco tiempo, la criada habia vuelto sola, corriendo, gritando, temblando y con un profundo corte en la mejilla. A los Cambel les llevo dos semanas de busqueda e interrogatorios para descubrir quien se la habia llevado. Alasdair MacDougall. El hijo del laird. Craig apreto la mandibula, pues ardia de necesidad de encontrar al bastardo y liberar a su hermana. John MacDougall se quedo en silencio durante un momento. --Si quieres a tu nieta, sir Colin, tendras que venir por ella. Es la prometida de mi hijo y solo te la devolvere cuando mi hijo quiera que se marche. En las orillas de la bahia de Oban reino el silencio. En lo mas profundo de su ser, Craig sabia que ese dia no terminaria sin que se derramara sangre. Aun quedaba por ver si Marjorie habia sufrido algun dano. Un grunido de furia nacio dentro de Craig, se le elevo por la garganta y se difundio a todo lo largo y lo ancho del campo. Los MacDougall lo miraron. Los Cambel se tensaron; estaban listos para lanzarse a la senal de su laird. --Si tu hijo le ha tocado un solo pelo de la cabeza... --Craig escucho como su propia voz se alzaba en el aire--, hare que la mision de mi vida sea brindarle una muerte larga y dolorosa. Su familia rugio. Todos estaban alli: en el caballo de al lado, su padre, junto a los dos hermanastros de Craig, su abuelo, sus tios y sus primos. El resto del clan los siguio con las hachas y las espadas alzadas. Se volvio a oir un estruendo, pero esta vez no provenia de los tambores, sino del choque de las armas contra los escudos. --!Cruachan! --Sir Colin grito el llamado del clan Cambel a tomar armas, y el clan lo recibio. La palabra retumbo en el campo y los unio a todos como si fueran uno. La muerte podria estarles esperando, pero ellos moririan por su sangre. Por lo que era correcto. Y Craig moriria con gusto para salvar a su hermana. Los Cambel se lanzaron al ataque. Escudandose de las flechas que caian como granizo sobre ellos, llegaron hasta la torre. Sus propios arqueros lanzaron flechas de fuego hacia el castillo, y las primeras impactaron contra la estructura de madera que habia entre las paredes de piedra. La muerte eligio a sus victimas entre los Cambel. Los guerreros aullaban de dolor, la carne se desgarraba, y el olor metalico a sangre, suspendido en el aire, estimulaba la furia y el miedo de Craig. Craig siguio corriendo y finalmente llego al muro del castillo. El ariete impacto contra la puerta. Los Cambel colocaron las escaleras contra el muro. El enemigo comenzo a empujarlas hacia abajo, y algunas se cayeron. Otras se quedaron de pie, y los Cambel comenzaron a subirlas. A Craig le latia el pulso violentamente en la sien. Miro a la izquierda y a la derecha, tratando de ver mas alla de los hombres de su clan. ?Como podria colarse en el castillo sin que el enemigo se diera cuenta? Sostuvo el escudo sobre la cabeza y echo a correr hacia la derecha, a lo largo de la linea de los hombres de su clan, quienes estaban subiendo las escaleras de asedio. El plan del jefe del clan era asaltar los muros del frente y del oeste, que eran mas bajos, para que los MacDougall dirigieran la atencion a esos lugares. Pero no a los del este. Craig doblo en la esquina y corrio a lo largo del muro oeste de la torre, que llevaba al muro cortina. Se detuvo bajo tres ventanas: una en cada piso. Hasta ese momento, no lo habia visto nadie en la torre. Todos los arqueros estaban mirando hacia donde se encontraban la mayoria de los Cambel. Craig era buen escalador. Se coloco el escudo en la espalda, saco dos navajas de escalar y miro hacia arriba. Solo necesitaba llegar hasta la primera ventana. --No es mas que una montana empinada --se dijo a si mismo--. Y tu ya has escalado rocas empinadas cientos de veces. <>. Afortunadamente, los surcos entre las piedras eran perfectos para esas navajas. Craig clavo la navaja en la primera grieta, y el gesto le produjo tanta satisfaccion como si le estuviera atravesando el corazon a un MacDougall. Se impulso hacia arriba con un brazo y clavo la segunda navaja un poco mas alto. <>. Se volvio a impulsar y sintio que se le entumecian los musculos del hombro y los biceps del brazo a raiz del esfuerzo, pero la furia le alivio la tension. Cuando volvio a clavar la daga, se desprendio una mezcla de polvo y arena del hueco. Alguien grito en lo alto, y una flecha le paso volando muy cerca, pero aterrizo en el suelo. Craig miro hacia arriba. Los hombres sobre la muralla le apuntaban con flechas. <> Una flecha le rozo el hombro. Craig se apresuro; sin perder un solo momento mas, clavo el punal en la pared y siguio escalando. De pronto, sintio un ardor en el hombro: una flecha lo habia rasgunado. Craig ya casi habia llegado a la ventana. Tras una ultima punalada en la pared, logro alcanzar la cornisa. Metio el cuchillo en la ranura que habia entre las persianas de madera, desplazo el pestillo y, cuando este cedio, las persianas se abrieron de golpe. Acuclillado en la cornisa, Craig miro hacia el interior. Por todo el esfuerzo de la escalada, le ardian los musculos. La ventana daba a una habitacion. En una esquina, una vela titilaba lentamente y dejaba en penumbras la figura de una persona. Habia alguien de pie contra la pared, a la derecha de la ventana. Craig tomo una pequena piedra que se habia desmoronado de la pared y la lanzo hacia el interior de la habitacion. Un tablon de madera paso volando por la ventana. Craig tomo impulso y salto al interior de la habitacion. Luego de aterrizar, atrapo a una mujer, su atacante, y le sujeto los brazos detras de la espalda. Le apreto el punal contra la garganta. --Marjorie Cambel --le dijo--. ?Donde esta? La mujer era la esposa de John MacDougall. En un rincon junto a la cama, habia unos ninos acurrucados. Craig miro a su alrededor, pero no vio a nadie mas alli. --?Donde esta? --repitio subiendo el volumen y apretandole mas la hoja del punal contra la garganta--. No quiero hacerte dano, solo he venido por mi hermana. La mujer cerro los ojos con fuerza. --En el tercer piso --le respondio--. En la habitacion orientada hacia el este, al igual que esta. Craig la solto, desenvaino la claymore y abrio la puerta lentamente. Ojeo el pasillo. ?Acaso podia confiar en las palabras de la mujer? ?Y si lo estaba enviando hacia donde se encontraba la mayor resistencia? Bueno, en ese caso, ya lo averiguaria. Escucho unos pasos pesados al final del pasillo. El ariete volvio a arremeter contra el porton de madera. Craig subio rapidamente los estrechos escalones y se asomo por detras del hueco de la escalera. Dos centinelas corrieron hacia el. Una espada choco contra otra espada y un escudo, y asi comenzo la danza para la cual se habia entrenado desde que pudo sostener un arma. !Clank! !Saz! !Bang! Uno se cayo apretandose el corte que tenia en el costado y el otro quedo inconsciente. Craig subio corriendo el siguiente tramo de las escaleras. Los gritos provenientes del techo se escuchaban mas fuertes en el tercer piso. El olor a humo le lleno la nariz. El techo de madera debia estar en llamas, de modo que Craig necesitaba darse prisa y sacar a Marjorie de alli antes de que el fuego llegara al ultimo piso.

  • Un punado de amigos y dos cerezas (SUMA), Rosa Grau de Rosa Grau

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  • Por ti, mama de Tania M. Rubio

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    Durante la Nochebuena, Kelly se queda atrapada en un ascensor con un misterioso desconocido. Lo que Kelly no sabe es que aquello solo es el comienzo de lo que le va a tocar vivir esa noche. Su vida esta a punto de dar un importante giro. Desde esa noche, ya nada volvera a ser lo mismo. El pasado se hace presente. Cuando nada quede, aun quedaran los recuerdos de su madre…

  • Heida de Steinunn Sigurdardottir

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    Heida es una agricultora solitaria con un rebano de 500 ovejas en una zona implacable que bordea las tierras altas de Islandia. Es conocido como el fin del mundo.

  • Los chicos malos apuestan, las chicas listas ganan de Cristina Prada

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    Me llamo Daniela y soy una chica normal y corriente. Tengo amigas de las buenas y un novio, Hernan. Hernan tiene una exmujer, Andrea, y Andrea tiene un novio, Rico Leon. Y Rico Leon no es un chico corriente. Es guapo, con un culito pollo de escandalo y una innata capacidad para estar mezquinamente atractivo sin esforzarse. Categoria de Rico Leon en los libros: chico malo.

  • Todos los cuentos de Carmen Martin Gaite

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    Esta edicion de los CUENTOS COMPLETOS de CARMEN MARTIN GAITE no sigue criterios cronologicos, sino que se ordena en torno a los temas habituales de la autora: el desgaste de la cotidianidad y la rutina, la oposicion entre pueblo y ciudad, las primeras decepciones infantiles, la incomunicacion, el desacuerdo entre lo que se hace y lo que se suena, el miedo a la libertad. <<,Todos ellos senala la autora en el prefacio a esta edicion pertenecen a campos muy proximos y remiten, en definitiva, al eterno problema del sufrimiento humano, despedazado y perdido en el seno de una sociedad que le es hostil y en la que, por otra parte, se ve obligado a insertarse.>>, El universo femenino asume el protagonismo de ese malestar indefinible y profundo que crean la carencia de amor y la busqueda de la identidad.

  • Las decisiones de Sara (Sara Summers 3) de Susanna Herrero

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    -Tengo miedo, tios. ?Y si hemos estado viviendo en una burbuja y se rompe cuando nos vayamos de aqui?

  • Una boda por error de Pia Brooks

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    El dia no habia empezado precisamente bien. Algun genio habia aparcado delante de la puerta de mi garaje pese a que habia un cartel gigante que ponia que no estaba permitido; ?Y para que pagaba yo a personas de seguridad que vigilasen mi parcela sino hacian nada cuando alguien aparcaba donde no debia? Me lo estaba cuestionando mientras esperaba el coche de alquiler que habia pedido por telefono. -Buenos dias senor Parker, aqui tiene. -dijo un chico entregandome las llaves del mercedes donde habia llegado. No me pare a hablar con el pero extendi la mano con un billete como propina. Conduje ya con poca paciencia hasta la oficina, no me gustaba llegar tarde aunque eso siguiera significando llegar media hora antes que casi todos los empleados. El semaforo mas cercano se puso en ambar y tuve que apretar un poco el acelerador para no quedarme alli esperando. Un coche amarillo salio de la izquierda rapido y freno pitandome a unos milimetros de mi vehiculo. Solo tuve tiempo de ver a la chica de dentro hacer aspavientos como para dirigir a la opera de Viena enfadada antes de poner mi coche en marcha de nuevo sin plantearme en ningun momento cederle el paso; Dudaba de que sus quehaceres fueran mas importantes que los mios que tenia que dirigir una multinacional. Llegue a la oficina bajandome para cederle las llaves al portero de la entrada. Sarah, mi secretaria, se acerco sin dejarme entrar sereno como a mi me gustaba. -Buenos dias jefe, tienes el cafe en el despacho y un listado de cosas pendientes de firma que recogere en un rato. -solto sin tregua Sarah. -Sabes que aprecio el silencio. -conteste resoplando por primera vez en la manana; Serian muchas mas veces seguro. -Jefe. -Volvio a llamarme. Al parecer era demasiado dificil comprender que queria subir hasta la planta de mi despacho sin hablar con nadie. -Tu madre ha estado enviando correos pidiendo hablar contigo. -informo con cara de circunstancias. -Contestale preguntando por la familia y eso. -ordene sin darle mas importancia. No veia mucho a mi familia, mis padres y mis tios se habian mudado a un pais con playa para su jubilacion mientras que mis primos estaban repartidos por universidades del mundo. Lo cierto era que me costaba relacionarme con ellos porque se empenaban en hablar de lo mal que se veia entre su circulo de amistades que siguiera soltero. ?Tan malo era tener veintinueve anos y no estar casado con ninos correteando por el jardin de una casa llena de juguetes incomodos? Por lo visto si. -El caso, jefe, es que les puse en el ultimo correo lo que me dijiste. -tartamudeo tan nerviosa siguiendome centimetro a centimetro que me pare para mirarla antes de entrar en el ascensor. - ?Que pasa? No me acuerdo de lo que te dije que pusieras; ?Que importancia tiene?-pregunte suspirando con fuerza. - ?No me dijiste que pusiera que tenias una novia formal? !Pues eso puse! -chillo histerica. Eleve una ceja sin entender su nerviosismo. -Tu madre ha contestado, ya decia yo que tardaba mucho en hacerlo, y... Ay, madre, que vienen todos a conocerla. -concluyo soltando la bomba. - ?Que? No. Diles que no puedo, que estoy muy ocupado y ademas no es mentira; Tengo reuniones, muchas cosas que firmar, tu misma lo has dicho. -conteste subiendome al ascensor para huir de las malas noticias. -Jefe. -Hizo una pausa ante mi ausencia de contestacion. -Jefe. -Volvio a probar. - !Ian! -dijo contundentemente para que la mirase. -Que llegan hoy, no hay nada que pueda hacer yo para que no vengan. -admitio derrotista. Anduve hasta la oficina resoplando casi como un caballo. El dia empeoraba por momentos. -Dire que se ha ido de viaje esa supuesta novia formal... ?Te inventaste un nombre para ella? - pregunte sin poder ocultar mi nerviosismo. Era un hombre duro para los negocios y podia enfrentarme a cualquier situacion pero no queria ver desfilar a mi familia por alli en busca de potenciar que sentase la cabeza. !Ni que yo fuera por la vida haciendo cosas de mala reputacion! Solo no tenia tiempo para involucrarme en algo de mas de una noche con alguien. -No especifique aunque ya tenia un perfil bastante claro de a quien iba a describir. -dijo vivaracha. -Perfecto, tu te haras pasar por mi novia el tiempo que mi familia este por aqui; ?Te han dicho cuanto se quedaran por aqui? ?Conocer a "mi novia formal" les llevara mas de dos dias? No lo creo. -Mi determinacion fue firme. -Yo no puedo hacerme pasar por tu novia. -contesto Sarah dejandose caer en el sofa lateral de la oficina. - ?Por que no? Puedo pagarte. -asegure pasandome las manos por el pelo. -Tu dime una cifra por dia que esten y lo aceptare sin rechistar. -anadi deseando que pusiera cualquier precio a nuestra farsa. -Que no es cuestion de dinero, es que a mi tus padres me han visto muchas veces durante los dos anos que trabajo aqui. -replico entonces. -No han podido verte muchas veces porque ni siquiera yo los he visto en tantas ocasiones los ultimos dos anos. -afirme tocandome el puente de la nariz tenso con como se estaban desarrollando los acontecimientos. -Los ves una vez cada dos meses, en los cumpleanos de todos ellos que son un monton y en las fiestas. Al menos me han visto una veintena de veces siendo tu secretaria, jefe, asi que no soy una buena opcion. -explico poniendo los ojos en blanco. - ?No hay historias donde los jefes y las asistentes acaban por ser pareja? !Digamos que ha pasado exactamente eso! -sugeri deseando terminar esa conversacion para centrarme en el trabajo que era lo que importaba. -Ian, quieren que tengas una mujer porque no quieren que hablen de ti. Si decimos que estamos saliendo sera el pistoletazo de salida al murmullo constante; No mantendras precisamente en buen lugar la reputacion que tanto te preocupa. -argumento con toda la razon. La reputacion lo era todo en el mundo empresarial; Aunque no deberia tener nada que ver, ningun magnate queria hacer negocios con alguien cuya vida personal se pudiese revolver en cualquier momento; Luego venian los divorcios y las particiones de empresa que arruinaban los acuerdos. - ?Y en quien te inspiraste para escribir el email de mi novia inventada? -cuestione con una idea cruzando mi mente. -En mi hermana Amber. -contesto encogiendose de hombros. - ?Ella se haria pasar por mi novia? Le puedo pagar por dia lo que considere. -volvi a la carga. Necesitaba una novia formal a la que poder dar instrucciones en el menor tiempo posible, porque ya estaba temiendo la llamada de confirmacion del aterrizaje de la tropa; Mis padres y mis tios llegarian todos juntos en la primera clase de un avion exclusivo. -Pues... Esto... No lo se. -contesto abriendo mucho los ojos por la sorpresa de mi peticion. - ?En cuanto tiempo lo puedes averiguar? Te doy una hora para que la traigas a mi despacho porque no se si tenemos mas tiempo. -dije sabiendo que mi posicion de superioridad en aquel caso no era justa. -Eso no va a ser posible. -aseguro pegandose cual ventosa a la ventana. - ?Hoy tienes una respuesta negativa para todo? Sigo siendo tu jefe aunque tenga un dia complicado. -replique harto. -Porque en cierta medida te aprecio como jefe, vamos a salir corriendo. Tus padres y tus tios estan entrando en el edificio. -chillo empezando a salir por la puerta. - ?Como voy a huir de mi propia empresa? -pregunte atonito. Habia trabajado con Sarah dos anos y aunque era muy buena en su trabajo, nunca la habia conocido mas alla de eso. No tenia tiempo para entablar relaciones personales y ademas era mi asistente por lo que mas alla de saber que estaba felizmente casada, no creia que fuese mi obligacion saber de su vida; Ese era su trabajo. -Saldremos por la puerta lateral, la que usan los asistentes de la limpieza. Es cuestion de que bajemos por la escalera, la gente de apellido como tu o tu familia no las usan, esperan a que los empleados nos bajemos cagando leches del ascensor para evitar nuestro despido. -dijo sin tapujos. ?Cuando habia yo autorizado ese trato tan personal hacia mi? Bueno, no era cuestion de ponerme tiquismiquis ya que le estaba obligando practicamente a que consiguiese que su hermana se hiciese pasar por mi novia formal ante mi familia. - ?Y ahora que? -cuestione una vez en la calle. -Iremos en mi coche, no se fijaran en nosotros. -aseguro riendose. Desde luego que no, ese clio al era del ano de la pera. Me sente incomodo de copiloto y al tener que bajar la ventanilla al estilo manivela casi me bajo abandonando el plan. - ?Queda muy lejos? -interrogue a los cinco minutos. -Por suerte para ti, vivo extremadamente cerca. -afirmo riendose. -Ahora bien, mi hermana no es precisamente alguien predecible asi que no se que va a decir. -anadio. Llegamos a una casa pintoresca pintada de amarillo con unas vallas blancas y rosales en la puerta donde un nino correteaba en un tacataca. - ?Vives aqui? -pregunte alejandome del nino que llego corriendo hasta donde estaba su madre. -Si, pero es temporal. Es la casa de mi hermana Amber, la nuestra esta todavia en construccion; La hemos comprado en barrio de nueva obra. -explico mi secretaria. Metio en la llave en la cerradura no sin antes de tocar cuatro veces el timbre; ?Para que? Eran las diez de la manana, no podia comprender como ibamos a pillar a alguien decente durmiendo. - ?Amber? -grito Sarah como nunca antes habia hecho delante de mi. ?Que forma de comunicarse tan abrupta era esa? -Creo que no esta. -aventure mirando la decoracion interior; Habria demasiadas cosas dispares entre si. Quiza se podia plantear la tal Amber hacer una limpieza hasta dejar un hogar mas formal. Sarah comenzo un peregrinaje por la casa para seguir buscando. Si con esos gritos no habia salido era que no estaba: Logica pura. Subimos las escaleras, porque no pense quedarme atras con el nino del tacataca observandome, para descubrir una nueva planta. Abrio una puerta sin miramientos y entro. Dude si mirar dentro pero me pudo la curiosidad de ver a quien se iba a hacer pasar por mi novia asi que eche una ojeada. Amber, porque esa debia ser ella, se levanto conforme Sarah abrio la persiana con fuerza haciendo un ruido espantoso, por eso me gustaba tener en casa domotica suficiente para que todo fluyese sin sobresaltar mi preciada paz. - ?Se puede saber por que me despiertas? -gruno Amber frotandose los ojos y colocandose la gran cabellera anaranjada rizada que parecia un manojo de hilos revueltos. -Son las diez de la manana y necesito un favor. -dijo Sarah sentandose sobre un mueblecillo para zapatos donde no conseguia ver desde mi posicion ni un solo par completo. -Los parados no hacemos favores. -aseguro Amber. Carraspee consiguiendo que mi unica opcion se percatara de que estaba ahi. -Es Ian. -La presentacion de Sarah fue demasiado escueta para mi gusto. - ?Por fin ha venido el del seguro? Ya le dije yo por telefono a la compania que lo del cuadro electrico tenian que cubrirlo. -solto con desidia. -No soy el del seguro. -replique cabreado. ?Llevaban los del seguro trajes de Armani? Lo dudaba. - ?Y entonces quien cojones eres? -pregunto de mala forma. La bella durmiente no se despertaba precisamente de buen humor. -Nadie, ya me voy. -dije negandome a intentar algo que, a primera vista, iba a salir mal. -Amber, este es mi jefe, Ian Parker. -puntualizo Sarah con voz de querer matar a su hermana. -Ah, esto... Hola, encantada. -dijo forzadamente Amber para despues dirigirse solamente a su hermana. - ?Y que hace tu jefe en mi casa? -Ha venido a proponerte algo... Un... Trabajo de unos dias. -explico nerviosa. - ?No necesitabas un favor? -cuestiono de vuelta su hermana. -Como has dicho que los parados no haceis favores, ire al grano que se me acaba el tiempo: Te pagare mil euros por dia que trabajes para mi. -afirme contundente. - ?Me has metido a chica de compania, Sarah? Solo llevo un mes en el paro. -grito molesta. -Nunca he necesitado ese tipo de servicios. -intervine molesto. - ?Y yo como voy a saberlo si no te conozco? -pregunto con retintin. -Pues vamos a sentarnos a hablar antes de que mi madre me llame histerica para organizar una comida de reconocimiento. -afirme con prisa. - ?Que dice este de su madre? Voy a ducharme, prepara cafe porque no me da la cabeza para nada. -solto Amber desapareciendo tras una puerta que debia ser el bano. -Tu hermana tiene un caracter... Dificil. -murmure mirando a mi secretaria. -Asi es. Yo ya te he traido hasta aqui, la negociacion ya es cosa vuestra. -contesto encogiendose de hombros. CAPITULO 2 AMBER ?Quien demonios era ese hombre que habia en mi casa con cara de tener metido un palo por el culo? Cerre la puerta del pestillo del bano, por muy jefe que fuese de mi bendita hermana no me sentia segura de estar desnuda con un tio desconocido; !Quien sabia si era un loco! El agua fria recien despierta me sento como un tiro en el pie. Habia olvidado por un momento que la caldera estaba rota; !Por algo pensaba yo que Ian era el del seguro! Me mire en el espejo intentando serenarme al salir. Lo cierto era que si venia a darme trabajo, fuese lo que fuese, me venia bien; ?Que necesitaria para pagar mil euros al dia? Refunfune lavandome los dientes y procurando hacer algo con mi pelo enredado, parecia que me habia estado peleando toda la noche con alguien. Asomarme por la puerta del bano para comprobar si todavia habia gente en mi habitacion fue un poco paranoico pero asi era yo. Me coloque unos vaqueros con una camiseta de manga corta y unas zapatillas blancas antes de bajar las escaleras de dos en dos. Trey, mi sobrino, me dio en a la altura de la rodilla con el tacataca provocando que soltase un alarido llamando la atencion de mi hermana y el estirado de su jefe. -Nena, tu cafe. -dijo Sarah ofreciendome una taza. Vaya, en algo debia interesarle a mi hermana mayor lo que su jefe fuese a ofrecerme porque no me habia hecho el desayuno hacia anos, y eso que dejaba que viviese en mi casa. Sarah y su marido, Fred, habian tenido la brillante idea de comprarse una casa aun en construccion con la fecha de entrega justisima a la que debian abandonar su piso en alquiler; Claro, como no podia ser de otro modo, habia llegado el dia de irse antes de que le diesen las llaves. !Y desde entonces en mi casa! Oye, que les queria mucho, pero mi intimidad era algo casi tan valioso como el bote de helado de chocolate con virutas y avellanas. -Sueltalo ya. -dije mirando al trajeado presente en mi cocina. - ?Nos dejas a solas, Sarah? -cuestiono a modo de orden; Ese tonito de superioridad no fue del todo de mi agrado pero resople forzando una sonrisa hasta que mi hermana desaparecio. - ?En que trabajabas antes de quedarte en paro? -interrogo carraspeando. - ?No te lo ha dicho mi hermana? -bufe poniendo los ojos en blanco. -Era administrativa de cuentas en un banco. -dije tomando un sorbo de la taza. - ?Y te echaron por algo reprobable? -pregunto ofendiendome. - !No me echaron! -grite enfurecida. -Bueno si, pero porque no quise ser participe de un chanchullo. -explique cruzandome de brazos. -A ver, dejemos las preguntas hasta que vea si seras mi jefe o no, porque a lo mejor te estoy dando explicaciones para nada. -aventure nerviosa con la pierna para arriba y para abajo. -No quiero que seas mi empleada sino mi novia. -dijo de pronto. Escupi lo que acababa de beber de cafe pringando toda la mesa por lo que cogi un punado de servilletas que puse torpemente. - !Ya habia dicho yo que mi hermana me habia metido a chica de compania! -exclame levantandome de golpe. -No, no es eso, creia que lo habia dejado claro. -afirmo levantandose tambien. -Mira, casi que mejor que lo dejemos aqui porque veo que no eres como tu hermana. -anadio como un punal en la espalda.

  • El nacimiento de un Imperio de Esteban Suarez Miceli

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    EL NACIMIENTO DE UN IMPERIOA punto de estallar la guerra que cambiara el curso de la historia, una guerrera y un centurion luchan por sobrevivir en un mundo lleno de violencia e intrigas.

  • La Red Oscura de Dean Koontz

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  • Persuasion (Placeres prohibidos 2) de Adrian Blake

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    Pidio veinticuatro horas… pero ahora Derek necesita mas.
    Gabrielle intenta olvidarle, pero volveran a encontrarse.
    Ella quiere experimentar. El esta dispuesto a intentarlo
    ?Sera Derek capaz de superar las duras pruebas que debera superar para estar con ella?

  • Haz que ocurra – Tamara Marin de Tamara Marin

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    Lucia es una profesora de treinta anos. Siempre ha sido extrovertida y ha tenido un fuerte caracter, por eso se dice a ella misma que, si ha sido capaz de superar encontrarse a su marido, en su propia cama, con otra, ese tal Lucas no podra con ella.
    ?Pero como se van a hacer pasar por pareja si no se tragan??Quien ganara la apuesta??Que sucede con Sergio? Y, lo que es mas importante, ?sera Lucia capaz de dejarse llevar y hacer que ocurra?

  • Todos los latidos rotos de mi corazon de Lorraine Coco

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    Abby no cree en el destino. ?Por que iba a hacerlo? No parece que este se haya portado demasiado bien con ella hasta el momento. Sin embargo, cuando regresa a Destiny, su pueblo natal, para ayudar a su hermana, de pronto se ve trabajando como redactora del horoscopo en el periodico local. Y aunque no crea en esas cosas, la verdad es que alli no le falta inspiracion: los pintorescos habitantes del pueblecito tienen historias de sobra que contar y muchos asuntos sin resolver a los que quiza no les vendria mal un pequeno empujoncito. Lo que Abby no esperaba era que los caprichosos astros tambien la tuviesen a ella en el punto de mira... para ponerla en el camino de Ryan West, el medico del pueblo. Un hombre cuyos ojos grises e intensos amenazaran con desafiar las creencias de Abby y acelerar el latido irregular de su corazon, que aun herido, todavia esta dispuesto a dar mucha, mucha guerra.

  • El Confidente de Helene Gremillon

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  • La cancion de los maories de Sarah Lark

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    ?Usted es la senora O'Keefe? William Martyn miraba perplejo a la pelirroja y gracil muchacha que lo habia atendido en la recepcion del hotel. Los hombres del campamento de buscadores de oro le habian descrito a Helen O'Keefe como una senora mayor, una especie de dragon hembra de esos que, con el paso de los anos, vomita fuego. Se decia que en el hotel de la senorita Helen regian normas estrictas. Estaba prohibido fumar, tambien el alcohol y, con mas razon todavia, invitar a personas del sexo opuesto si no se presentaba un certificado de matrimonio. Por lo que los buscadores de oro contaban, uno esperaba una carcel mas que un hotel. A pesar de ello, en aquel lugar no habia pulgas ni piojos, pero si banos para los huespedes. Era esto ultimo lo que habia acabado por convencer a William de hacer caso omiso de las advertencias de sus conocidos. Despues de pasar tres dias en el solar de la vieja granja de ovejas que los buscadores se habian adjudicado como refugio, estaba dispuesto a todo para librarse de los insectos. Incluso aguantaria a la <> Helen O'Keefe. Sin embargo, quien lo saludaba no era en absoluto una dragon, sino una bellisima criatura de ojos verdes, cuyo rostro se hallaba enmarcado por una rebelde melena rizada de un dorado rojizo. En todos los sentidos, era la vision mas agradable que William contemplaba desde que habia desembarcado en Dunedin, Nueva Zelanda. Su animo, por los suelos durante semanas, se levanto de forma instantanea. La joven rio. --No, yo soy Elaine O'Keefe. Helen es mi abuela. William sonrio, consciente de que asi causaba buena impresion. En Irlanda siempre asomaba una expresion de interes en las chicas cuando vislumbraban una chispa de picardia en sus ojos azules. --Que pena. De golpe se me habia ocurrido un anuncio comercial: <> Elaine rio por lo bajo. Tenia un rostro delgado y pequeno, la nariz tal vez una pizca demasiado afilada y con un monton de pecas. --Deberia juntarse con mi padre. No para de inventarse lemas de ese tipo: <>, <>. --Lo tendre en cuenta --sonrio William, memorizando el nombre--. ?Me dara una habitacion? La muchacha vacilo. --?Es usted buscador de oro? Entonces... bueno, todavia quedan habitaciones libres, pero son bastante caras. La mayoria de los buscadores no pueden permitirselas... --?Parezco uno de ellos? --repuso William con fingida gravedad, frunciendo el ceno bajo su abundante cabello rubio. Elaine lo observo con franqueza. A primera vista no se diferenciaba demasiado de los buscadores que veia a diario en Queenstown. Su aspecto era algo sucio y desalinado, llevaba un abrigo encerado, pantalones de montar azules y botas recias. Sin embargo, tras un segundo repaso, Elaine --como buena hija de comerciante-- reconocio la calidad del atuendo del joven: bajo el abrigo abierto se entreveia una chaqueta de piel cara; unos zahones de cuero le cubrian las piernas; las botas eran de primera calidad y la cinta del Stetson de ala ancha era de crin. En total, una pequena fortuna. Tambien las alforjas --al principio las tenia echadas descuidadamente al hombro, pero luego las habia depositado en el suelo, entre las piernas-- parecian elaboradas y caras. Todo ello no era habitual, ni mucho menos, entre los aventureros que llegaban en busca de oro en los rios y montanas de los alrededores de Queenstown, ya que eran muy pocos los que obtenian ganancias. Antes o despues, casi todos abandonaban la ciudad tan pobres y harapientos como habian llegado. Eso tambien se debia a que los hombres, por lo general, no ahorraban lo que ganaban en las minas, sino que corrian a gastarselo en Queenstown. Solo se enriquecian los inmigrantes que se asentaban alli para abrir un negocio. Entre estos se contaban los padres de Elaine, la senorita Helen con su pension y los duenos de establecimientos, como Stuart Peter de la herreria y cuadra de alquiler, Ethan con la oficina de correos y telegrafos y, sobre todo, la propietaria del llamado Hotel de Daphne, un local situado en la calle Mayor, de mala reputacion pero en general aceptado, que albergaba el burdel. William respondio pacientemente y con una sonrisa algo burlona a la mirada apreciativa de Elaine. Esta contemplaba un rostro jovial en cuyas mejillas aparecieron unos hoyuelos cuando el esbozo una mueca con los labios. !Y acababa de afeitarse! Tambien eso era inusual. Los buscadores de oro se limitaban a utilizar la navaja de afeitar cuando Daphne organizaba un baile. Elaine decidio sondear un poco al recien llegado. --Al menos no huele tanto como la mayoria. William sonrio. --Por el momento, el mar ofrece la posibilidad de banos gratuitos. Pero me han dicho que no sera por mucho tiempo, ya que esta llegando el frio. Ademas, segun parece, al oro le agrada el olor corporal. Quien menos se bana es quien mas pepitas extrae del rio. Elaine no pudo evitar reirse. --No deberia seguir usted ese ejemplo o tendra problemas con la abuela. Tome, si quiere rellenarlo... --Le tendio un formulario de registro e intento, con discrecion, espiar lo que William anotaba con pulso firme. Algo tambien poco corriente, pues eran contados los buscadores de oro que escribian con fluidez. William Martyn... El corazon de Elaine dio un brinco cuando lo leyo. Que nombre mas bonito. --?Que he de poner aqui? --pregunto William, senalando una pregunta sobre su domicilio de origen--. Acabo de llegar. Este es mi primer domicilio en Nueva Zelanda. Elaine ya no logro disimular por mas tiempo su interes. --?De verdad? ?De donde es usted? No, deje que lo adivine. Es lo que siempre hace mi madre con los nuevos huespedes. Por el acento se conoce su procedencia... Resultaba facil con la mayoria de inmigrantes, aunque de vez en cuando se cometiesen errores. A Elaine le sonaba casi igual el acento de los suecos, holandeses y alemanes. Pero a los irlandeses y escoceses los distinguia casi siempre, y la gente de Londres era especialmente facil de reconocer. Los expertos hasta lograban precisar de que zona de la ciudad procedian. Sin embargo, William era dificil de distinguir. Parecia ingles, pero aun asi hablaba de forma mas dulce, alargando las vocales. --Es usted gales --aventuro. Su abuela materna, Gwyneira McKenzie-Warden, era galesa y el acento de William le recordaba un poco al de ella. De todos modos, Gwyneira no hablaba ningun dialecto local. Era hija de un noble rural y sus institutrices siempre se habian ocupado de que su ingles careciera de acentos distintivos. William nego con la cabeza, pero sin la sonrisa que Elaine habia esperado. --?Como se le ocurre? --replico el joven--. Soy irlandes, de County Connemara. Elaine se ruborizo. Nunca habria sacado tal conclusion pese a que habia muchos irlandeses en los yacimientos de oro. Ellos, sin embargo, solian hablar un dialecto bastante burdo, mientras que William hablaba de manera distinguida. Como para subrayar su origen, escribio en letras mayusculas su ultima direccion en la casilla correspondiente: Martyn's Manor, Connemara. Se diria que no se referia a la granja de un pequeno campesino, sino a una finca rural... --Bien, ahora le enseno la habitacion --dijo Elaine. De hecho, ella no era quien acompanaba a los huespedes, y menos aun si eran varones. La abuela Helen le habia recomendado encarecidamente que siempre llamara a un sirviente o alguna doncella para cumplir tal tarea. Pero esta vez Elaine hizo de buen grado una excepcion. Salio de detras de la recepcion, caminando tan recta como su abuela le habia dicho que era <>: la cabeza levantada con gracia natural y los hombros hacia atras. !Y nada de abandonarse al balanceo provocador que tanto les agradaba exhibir a las chicas de Daphne! Elaine esperaba que sus pechos, que aun no habian alcanzado la plenitud, y su cintura, desde hacia poco encorsetada y muy esbelta, llamaran la atencion. Detestaba el corse, pero si con ello atraia el interes de ese hombre... William la siguio, contento de ir detras. Apenas si lograba reprimir el deseo al contemplar su elegante silueta, que ya anunciaba unas suaves redondeces en los lugares apropiados. Tras su breve temporada en la carcel, las ocho semanas de travesia posteriores y ahora la cabalgata de Dunedin hasta los yacimientos de oro de Queenstown... hacia casi cuatro meses que ni siquiera se acercaba a una mujer. Desde luego, un tiempo inconcebiblemente largo. Y ya era hora de ponerle remedio. Los hombres del campamento hablaban maravillas de las chicas de Daphne. Al parecer eran bastante bonitas y los cuartos estaban aseados. Sin embargo, a William le atraia mas la idea de cortejar a esa pequena y dulce pelirroja que la de satisfacer en un periquete su deseo en brazos de una prostituta. La habitacion tambien fue de su agrado. Era pulcra y estaba amueblada sobria y esmeradamente con muebles de madera clara. De las paredes colgaban cuadros y ya habia preparada una jofaina de agua para lavarse. --Tambien puede utilizar los banos --senalo Elaine, ruborizandose un poco--. Aunque debe avisar con antelacion. Consulte con la abuela, Mary o Laurie.

  • Tu segunda vida empieza cuando descubres que solo tienes una – Raphaelle Giordano de Raphaelle Giordano

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    ?Cansada de la rutina? ?Necesitas dar cuerda a tu vida?

  • Cupido por una vez de Yami Krismiya

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    Cuando Elizabeth descubre que el hombre del cual estaba profundamente enamorada sera su futuro cunado, se aferra a su mejor amigo: el alcohol.En una noche de desenfreno, en la que se pasa de mas con las copas, ofende a voz en grito al dios griego del amor. Cuando este desciende de sus dominios para atender al llamado, pidiendo explicaciones por la ofensa, no puede evitar iniciar un peligroso juego.Elizabeth debera unir a tres parejas de un solo flechazo. Todas deberan ser perfectas, amor verdadero. Asi, y solo asi, podra olvidar los sentimientos que alberga por el novio de su hermana, Jane.

  • Max (Juegos Salvajes 2) de Lena Wolf

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    Que Lena se alejara de su vida sin mirar atras, fue un golpe muy duro para Max, ademas de suponer la estocada final para los muchos anos de amistad con John y Heit. Consciente de que no puede permanecer en ese apartamento por mas tiempo, Max se ve forzado a tomar una dificil decision.

  • Sonar una bestia de Cesar Guemes

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    Un combate a muerte contra un monstruo.

  • Mudbound de Hillary Jordan

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    En esta premiada novela de Hillary Jordan los prejuicios adquieren muchas formas, tanto sutiles como brutales. Es 1946, y Laura McAllan, una mujer de ciudad, trata de criar a sus hijos en la granja del Delta del Misisipi de su marido, lugar que encuentra extrano y aterrador, cuando dos jovenes regresan de la guerra para trabajar la tierra. El primero, Jamie McAllan, cunado de Laura, es todo lo que su marido no es; encantador, guapo y atormentado por sus recuerdos de combate. Por su parte, Ronsel Jackson, el hijo mayor de los aparceros negros que viven en la granja McAllan, ha vuelto a casa con el brillo de un heroe de guerra. Pero nada cuenta la valentia demostrada en defensa de su pais: es considerado menos que un ser humano en el Sur. Es la improbable amistad de estos companeros de armas la que conduce esta poderosa historia hasta su inexorable conclusion. Los hombres y mujeres de ambas familias protagonizaran una tragedia en su escala mas epica.

  • Correspondencia con un convicto de Cynthia Rios Avina

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    Leon esconde un pasado obscuro. Tessa su novia, sabe que guarda algo y por mas que insiste en sacarle informacion, el no quiere abrir esa puerta de secretos porque pueden lastimar la relacion.

  • Buscando a Carmen de Serafin Fanjul

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    La imagen exterior de Espana cristalizo hace tiempo, conformando un conjunto de rasgos que, en puridad, se reducen a unos pocos estereotipos en los cuales la mayor parte de los espanoles no nos reconocemos, aunque, paradojicamente, hayamos terminado por aceptarlos en el plano colectivo; este libro estudia como los viajeros europeos del XIX crearon esta imagen falsificada de Espana y los espanoles.

  • La jugueteria magica de Angela Carter

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    Una noche, Melanie camina por el jardin con el vestido de boda de su madre y, a la manana siguiente, todo su mundo se ha hecho anicos. Asi de simple, asi de inconcebible. Melanie y sus dos hermanos pequenos se veran obligados a mudarse a Londres, a casa del tio Philip, un hurano y genial artesano juguetero que vive con su esposa Margaret -una mujer <>, muda desde el dia de su boda- y los dos extravagantes hermanos de esta. Tras una infancia idilica en la casa familiar, Melanie se ve ahora confinada en un entorno opresivo y delirante, lleno de artilugios y mecanismos creados por su tio, un ser inquietante acostumbrado a tratar a las personas como si fueran otros de sus titeres.

  • Te ofreci mi corazon de Sandra Gabriel

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    Las puertas del ascensor se abrieron brevemente y al momento se volvieron a cerrar. Rashid quedo impactado, estaba acostumbrado a ver mujeres hermosas, pero esta superaba todos sus suenos.

  • Amigos, sin mas (Amigos 4) de Ana Alvarez

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